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5. La Santísima Trinidad
Pbro. Dr. Pablo Arce Gargollo
El misterio de la Santísima Trinidad nos enseña que en Dios hay Tres personas:
Padre, Hijo y Espíritu Santo; pero que las tres tienen una misma Naturaleza
divina, y en consecuencia son un solo Dios.
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5. 1.1 El misterio
"Es necesario que el misterio del Hijo de Dios hecho hombre y el misterio de la Santísima
Trinidad,que forman parte de las verdades principales de la Revelación, iluminen con la
pureza de la verdad la vida de los cristianos-
(S.C. para la Doctrina de la Fe, Decl. Para defender la fe contra algunos errores actuales acerca de los misterios de la Encarnación y de la Santísima
El misterio de la Santísima Trinidad nos enseña que en Dios hay Tres personas: Padre, Hijo y
Espíritu Santo; pero que las tres tienen una misma Naturaleza divina, y en consecuencia son un
solo Dios. Este misterio es un dogma de fe definido: cfr. Dz. 39, 54, 86, 703, etc.
Las palabras "naturaleza" y "persona", no se toman aquí en el sentido corriente de los términos,
sino de acuerdo con el lenguaje filosófico, que es más preciso. La naturaleza o esencia de los
seres es aquello que hace que las cosas sean lo que son; el principio que las capacita para actuar
como tal (por ejemplo, la naturaleza del hombre es ser animal racional compuesto de alma y
cuerpo), La persona, en cambio, es el sujeto que actúa (por ejemplo un hombre concreto con un
nombre: Pancho Tiznado Téllez, que actúa de acuerdo a su naturaleza: piensa, quiere, trabaja,
etc.). Así es claro que en cada hombre hay una sola naturaleza y una sola persona. En Dios, en
cambio, no ocurre así: una sola Naturaleza sustenta a una Trinidad de Personas.
En el Antiguo Testamento hay varias alusiones a este misterio; pero Dios no quiso enseñarlo de
modo claro, quizá porque los judíos, propensos a la idolatría hubieran tomado por tres dioses a
las tres Personas divinas.
En el Nuevo Testamento se nos enseña de manera precisa. Veamos dos textos en que se
nombran las tres divinas personas:
El primero relata el bautismo de Cristo. El Padre dejó oír su voz desde el cielo: "Este es mi Hijo
muy amado; escuchadle-. El Hijo era bautizado por San Juan. Y el Espíritu Santo descendió en
forma de paloma (cfr. Mt. 3, 17).
El segundo nos muestra a Cristo cuando mandó a los Apóstoles a la conversión del mundo. "Id,
les dijo, y enseñad a toda la gente, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo" (Mt. 28, 19).
5.1.3 Errores
Sabelio fue excomulgado por el Papa Calixto I; y Atrio y Macedonio condenados por el Concilio
de Nicea y I de Constantinopla.
5.2 NATURALEZA DEL MISTERIO
Las tres divinas personas no se distinguen ni por su Naturaleza, ni por sus perfecciones, ni por
sus obras exteriores. Se distinguen únicamente por su origen.
lo. No se distinguen:
a) Por su Naturaleza, porque tienen una Naturaleza común, la Naturaleza divina. Así no son
tres dioses, sino un solo Dios.
b) Ni por sus perfecciones, porque éstas se identifican con la Naturaleza divina. Así ninguna de
las tres Personas es más sabia o poderosa, sino que todas tienen infinita sabiduría y poder; ni la
una es anterior a las otras, sino que todas son igualmente eternas.
c) Ni por sus obras exteriores; porque teniendo las tres la misma Omnipotencia, lo que obre
una respecto a la criatura, lo obran las otras dos.
2o. Se distinguen únicamente por su origen, porque el Padre no proviene de ninguna persona;
el Hijo es engendrado por el Padre; y el Espíritu Santo procede a la vez del Padre y del Hijo.
Esto es lo que impide que una Persona se confunda con las otras.
a) Procesiones
Es inútil buscar en el mundo físico un equivalente a este misterio; pues tal verdad sobrepasa el
limite de lo creado. Es posible, sin embargo, alcanzar una cierta profundización en esta verdad
gracias a la Revelación. Así, con respecto a la Primera y a la Segunda Personas divinas
hallamos, por una parte, el empleo de términos relativos: Padre-Hijo (cfr. Jn. 1, 18-1 14, 13;
Gal. 4, 4); y por otra parte, que el Hijo es el Verbo del Padre: la Palabra interior con que se
expresa totalmente a Sí mismo (cfr. Jn. 1, l).
De la Tercera Persona se nos dice que procede del Padre y del Hijo (cfr. Jn. 15, 26). A partir de
estos datos revelados, y basándose en la analogía de las potencias espirituales del hombre
(inteligencia y voluntad), los teólogos han ilustrado -no explicado- este misterio. Las
Procesiones (de procedencia) lo ilustran de algún modo.
Cuando la inteligencia humana conoce una cosa -por ejemplo una silla- forma de ella un
concepto, también llamado palabra interior o verbo. La inteligencia" divina se comportará
analógicamente: de aquello que conoce en primer lugar -la misma esencia de Dios- forma un
concepto, o verbo.
Esta Idea perfecta de la esencia divina subsiste a su vez como distinta; y, en este insondable
misterio, la Persona que, conociéndose concibe el Verbo, es Dios Padre; la Persona engendrada
o concebida por el Padre (Palabra eterna de Dios, el Verbo, Imagen perfecta M Padre), es el
Hijo (cfr. San Agustín, De Trinitate, 9; Santo Tomás, S. Th. 1, q. 34, a. l).
a.3 El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por vía de Voluntad y Amor.
Para la procedencia de la Tercera persona se toma como punto de referencia la otra operación
del alma humana: la voluntad libre. El estudio de sus operaciones dará la clave para ilustrar la
procesión del Espíritu Santo: Dios Padre, al conocer eternamente su Verbo, eternamente lo
ama, lo mismo sucede en la relación amorosa del Hijo al Padre. Este nexo de Amor infinito y
perfectísimo da lugar a una Persona divina subsistente, que es el Espíritu Santo.
Advertimos también que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo como de un solo
principio. Focio, patriarca de Constantinopla, fue condenado por enseñar que el Espíritu Santo
procedía solamente del Padre.
1a. La primera Persona se llama Padre, porque ha engendrado a la segunda Persona, que es
Hijo suyo por naturaleza desde toda la eternidad.
Jesucristo es el único Hijo de Dios por naturaleza, puesto que nosotros sólo lo somos por
adopción.
b) Verbo, esto es, palabra de Dios, porque así como el verbo o palabra esfruto del humano
entendimiento, así el Verbo es fruto del entendimiento del Padre.
3a. La tercera persona se llama Espíritu, que expresa aspiración o impulso de amor, porque
procede del Padre y del Hijo por vía de la Voluntad y de Amor. Se agrega Santo, porque a él se
atribuye de modo especial la santidad.
c) Unidad de Naturaleza
Las tres divinas Personas tienen una misma Naturaleza divina. En consecuencia:
2o. Todas las tres divinas Personas son igualmente perfectas puesto que tienen una misma
Naturaleza común.
3o. Siendo un solo Dios, debe también decirse que hay un solo Omnipotente, un solo Eterno y
un solo Señor.
La actividad de Dios es interna (ab intra), si se refiere a las divinas Personas entre Sí, y externa
(ad extra), si se refiere a las criaturas.
1o. La actividad interna de Dios es propia de cada una de las divinas Personas, porque se basa
en sus relaciones de origen, que son propias de cada persona.
Así sólo el Padre no procede de otra Persona; sólo el Hijo es engendrado por el Padre; y sólo el
Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.
Estas tres relaciones, fruto de la actividad interna de Dios, han recibido el nombre de
paternidad, filiación y espiración. La paternidad es la relación del Padre al Hijo. La filiación, la
relación del Hijo al Padre. La espiración, la relación del Padre y del Hijo al Espíritu Santo.
2o. La actividad externa de Dios es común a las tres divinas Personas, y así todo lo que hace
una de ellas para con las criaturas, lo hacen también las otras dos.
5.3.2 Atribuciones
Además de las obras propias de cada Persona y de las comunes a todas tres, hay ciertas obras
apropiadas, que sin ser exclusivas, se atribuyen especialmente a cada una de las divinas
personas. Así la Escritura suele atribuir:
c) Al Espíritu Santo el amor y las obras de amor, como la santificación de las almas.
Estas obras y perfecciones se atribuyen especialmente a cada una de las divinas personas, por
tener alguna relación con su origen.
c) Al Espíritu Santo se atribuye especialmente el amor, porque procede por vía de Voluntad y
de Amor.
Sin embargo, es importante recordar, que teniendo las tres Personas tina misma Naturaleza
divina, tienen en realidad igual Omnipotencia, Sabiduría y Amor.
Al hablar de este misterio es preciso no alterar los términos con que la Iglesia lo expresa: en
Dios hay tres Personas y una sola Naturaleza.
No podemos comprender este misterio, entre otros motivos porque no podemos tener una idea
clara de lo que es en Dios la Persona.
Sin embargo, no hay contradicción en él. Habría contradicción si se dijera que en Dios hay una
persona y tres Personas, o una naturaleza y tres naturalezas. Pero lo que se enseña es que en
Dios hay tres Personas y una Naturaleza.
Debemos creer firmemente este misterio porque Dios nos lo ha revelado. Por otra parte, no
podemos extrañar que siendo Dios infinito, haya en El cosas que sobrepasen nuestro
entendimiento.
c) encomendarnos a las tres divinas Personas, fuente de luz, esperanza y amor para el
cristiano.
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Dios Trinidad