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Organizar la información
Al leer un texto un tanto extenso, puede sernos de utilidad seleccionar la información más
importante (aquella que sea una guía para recordar) y organizarla de modo que sea fácil de
recordar y comprender.
Para esto existen distintos métodos de organización: el mapa conceptual, el mapa semántico,
el cuadro comparativo, el cuadro de doble entrada, el resumen.
Los cuatro primeros tienen sobre el segundo la ventaja de ser más económicos (utilizamos menos
palabras, menos espacio) dado que, todo lo que en el lenguaje sirve para conectar ideas, será
sustituido por enlaces de distintos tipos en cada uno.
El mapa semántico
El mapa semántico es útil, entonces, cuando queremos precisar un concepto, los significados de
una palabra, las características a la que ella aparece asociada. Por ejemplo observemos el
siguiente mapa semántico sobre la oralidad, para poder comparar las diferencias que se presentan
con respecto al mapa conceptual:
Existen varias aplicaciones informáticas para elaborar mapas semánticos. Una de las más
recomendados es XMind. Siguiendo el vínculo podrás descargarla a tu computadora y crear
fácilmente mapas mentales.
El cuadro comparativo
Un cuadro comparativo, como lo indica su nombre, es útil para realizar comparaciones. En él los
criterios de la comparación deben escribirse dentro de cada columna a comparar. En el ejemplo
que sigue se compara la oralidad con la escritura. Lo que aparece en el cuadro más abajo van
siendo sus características comparadas, armando enunciados (no hay palabras sueltas).
Vemos que cuando hacemos la comparación, no ubicamos la sustancia que usa la oralidad al lado
de donde se desarrolla la escritura; sino la sustancia que ella utiliza. Por lo tanto, tenemos que
tener en cuenta siempre de estar comparando elementos comparables para construir el cuadro
adecuadamente.
En un cuadro de doble entrada también comparamos cosas. No se llama «doble» porque solo
puedan compararse dos elementos, sino porque tiene una lectura en doble sentido: uno vertical y
otro horizontal. Veremos que el criterio para realizar la comparación se coloca al inicio de cada
fila, siendo palabras o expresiones que no se repetirán en cada columna correspondiente. No
siempre armamos enunciados, podemos llenar los casilleron con palabras sueltas, siempre y
cuando el cuadro resulte comprensible en el momento de realizar la lectura.
El resumen
El resumen es la creación de un texto en base a otro, al que llamaremos texto original. El texto
original es el que leemos, creado por un autor. El resumen es el que escribimos nosotros a partir
del texto original (sin copiar), por lo que que seremos sus creadores. El resumen se caracteriza
por ser más breve, tiene otra organización (la que le dio su creador) y utiliza otras expresiones
(las que su creador piense necesarias para facilitar su comprensión). Para esto seguiremos los
siguientes pasos, también llamados macrorreglas.
La selección
Hacer un resumen, implica entonces, hacer una selección de la información. Esta selección no se
basa en criterios falsos tales como «lo que aparece primero es lo más importante». Se basa en una
comprensión del texto original, por lo tanto debemos en primer lugar comprenderlo todo
(ver «Para comprender mejor») para luego resumirlo. La selección la haremos siempre de
acuerdo a una intención, que puede ser identificar el tema del texto original, encontrar los hechos
más importantes, los lugares en que sucedieron, quienes los protagonizaron, etc.
Una forma fácil de hacer la selección es subrayando o resaltando con colores en el texto original
aquello que nos resulta más importante de acuerdo a la intención que tengamos. Por ejemplo, si
se trata de un texto narrativo, seleccionaremos los sucesos contados. Si se trata de un texto
expositivo, seleccionaremos las principales descripciones del objeto-tema, o las informaciones
acerca de él.
b. Reducción de contenidos
El resumen implica la creación de una síntesis, de un texto de menor extensión que el original.
Por eso, una vez que tenemos seleccionadas las ideas principales, debemos abreviarlas,
construyendo los enunciados con nuestras palabras.
Las informaciones secundarias pueden seguir dos destinos: ser eliminadas si ellas no modifican el
significado del texto ni son importantes para lograr su comprensión, o ser generalizadas. La
generalización es un procedimiento por el cual de casos particulares y detalles se saca una
conclusión general a todos ellos, algo que los engloba de forma tal de tomarlos en cuenta pero sin
detallarlos demasiado.
c. Corregir el resumen
Para esto utilizaremos los criterios ya estudiados para producir y corregir un texto en «Para
escribir mejor».
¿Cuál es la línea que separa nuestra responsabilidad personal y profesional? Ante todo, al hablar
de responsabilidad en el trabajo, no hay que pasar por alto unos valores comunes que deben
ser compartidos por todos tal y como nos recuerdan los expertos y estos son:
Desde EAE Business School piensan que el concepto de responsabilidad laboral tiene que ver
con términos como compromiso, eficiencia, sentido de pertenencia, desarrollo profesional e
individual, empatía, motivación, implicación, solidaridad y cooperación, entre otros.
Es en la adolescencia donde reforzar este hábito beneficiará las etapas posteriores en la vida de tu
hijo. Por ello, nuestra prepa para hombres fomenta los esfuerzos por cumplir objetivos y los
quehaceres que volverán realidad los propósitos de cada estudiante.
¿Qué es la planificación?
Concentrarse únicamente en las tareas estipuladas en el plan evitará que tu hijo se distraiga de
las actividades esenciales para llegar al objetivo. Conocer anticipadamente qué es lo que se tiene
que hacer paso tras paso, da pie a organizar y dar orden a la vida, mejorar los horarios y no
perder tiempo en pensar qué es lo siguiente de un momento a otro.
3. Autodisciplina y motivación
5. Autoconocimiento y persistencia
¿Sientes que se te va la semana trabajando pero no produces los resultados que deseas? No te
pasa solo a ti, es un problema que muchos emprendedores deben superar. La planificación puede
ser difícil y sorprendente al mismo tiempo. Difícil porque requiere analizar el hecho de cómo
gastas tu tiempo versus cómo quieres gastarlo. Y es asombroso, porque te permite transformar la
manera en que haces las cosas para alcanzar tus metas.
Cómo planificar tareas semanales
Uno de los factores de éxito de un negocio gira en torno a la planificación, por eso, cuando
hablamos de crecimiento, productividad y gestión del tiempo, siempre es aconsejable planificar
con mucho cuidado antes de que todo se vuelva abrumador y pensemos en tirar la toalla.
Planificar tu semana te da tiempo y espacio para descubrir cómo vas a encajar todo. Si estás
tratando de crecer en tu trabajo y en tu vida personal, planificar tu semana te ayudará a lograrlo.
Además, no te sentirás como un pollo sin cabeza intentando hacer cosas en el último minuto.
Por eso he escrito este artículo, en el que te hablo de los principales errores que cometen los
emprendedores al planificar su semana, y te doy soluciones simples para que puedas corregirlos
fácilmente.
Unos pocos días sin rumbo al mes pueden ayudarte a restablecer y encontrar el equilibrio, pero
cuando tu semana en vez de tener un propósito, se convierte en un cúmulo de días sin intención,
terminas perdiendo la dirección en tus metas y preguntándote cómo se fue el tiempo, si no has
hecho nada.
Deja de esperar a que la motivación o la inspiración te llegue y establece un horario para tus
tareas semanales.
La motivación fluye de la acción, no al revés.
Por eso es tan importante tener un ritual de planificación semanal. Necesitamos hacer las cosas
incluso cuando nos despertamos cansados y desconectados, deseando volver a la cama. Esos son
los días en los que es más importante tener un plan.
2. No asignar tiempo adecuado a la planificación
Muchos emprendedores tienen la impresión de que no es necesario programarse tiempo
para planificar, pero siento decirles que están terriblemente equivocados. Deberías intentar
pasar una hora completa tratando de planificar tu semana.
Esto no debe ser algo que realizas una sola vez, sino que debe ser tu práctica semanal o tu rutina
semanal, y en cualquier caso, no debes tomarlo como una carga extra de trabajo. Lo mejor es
asignar el tiempo que creas que es mejor, antes de que comience la próxima semana.
En mi caso, siempre le dedico todos los domingos de quince a veinte minutos para preparar mi
semana. No te preocupes si al principio sientes que te quedas corto, porque cuando no estás
habituado a hacerlo puede llevarte más tiempo. Es cuestión de que asimiles un nuevo hábito, (y
esto me lleva al próximo error que se suele cometer).
3. No incorporarlo como un hábito en tu vida
Quizás estés pensando:
– “Todo bien, Christian, pero no siempre estoy con ánimos de sentarme un domingo a planificar”.
Algunos días estarás tan agobiado «haciendo» (o incluso «no haciendo»), que no tienes en mente
planificar nada. O simplemente no puedes soportar esa lista de tareas pendientes mirándote,
porque te recuerda lo poco que lograste. Si te decides seriamente a planificar durante dos
semanas, y luego lo dejas a la tercera, ¡ya te digo que ¡empezar de nuevo será muy difícil!
Tu ritual de planificación semanal no marcará la diferencia si lo haces una vez al año o
incluso una vez al mes. Se llama semanalmente por una razón, y debes convertirlo en un hábito
para que funcione. Entonces, ¿cómo lo conviertes en un hábito?
Una vez que tengas tu plan, créeme, te irás a la cama más tranquilo, Si lo que te cuesta es
incorporar en tu rutina diaria un nuevo hábito, te dejo aquí un artículo que te ayudará a entender
el poder que tienen los hábitos en tu vida y cómo puedes crear uno nuevo con éxito.
Entonces, lo que haces cada día es empezar por la tarea más grande, las rocas de mayor
tamaño. Y hasta que no la tengas terminada, no avanzas con los otros dos tipos de tareas,
piedras medianas y pequeñas.
Hay varios métodos de productividad que puedes implementar para asegurarte de que estás
aprovechando al máximo tu tiempo y energía, pero si estás empezando, te invito a que pruebes
esta forma simple de gestionar tus tareas, porque puede ser una herramienta poderosa para
alcanzar tus metas.