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Capítulo 4: La Transformación del Modelo de Desarrollo y su Impacto sobre el Empleo y

la Estructura Empresarial Mexicana.

4.1. Transformación del Modelo y Globalización.

Bajo los métodos de producción tayloristas y fordistas se desarrollaron las principales industrias
que son sinónimo de modernidad: la producción de acero, de máquinas y herramientas, de
armamento, de productos químicos y petroquímicos, de automóviles, barcos y aviones, de bienes
de consumo durable, pero todas las demás actividades experimentaron su influencia: las
agrícolas y mineras, la energía, la industria ligera, la construcción y los servicios, en diversos
grados. Hoy, en nuestros días, a pesar de que estos métodos han perdido su prímacia, las regiones
más importantes del Mundo, siguen siendo aquéllas donde se concentran el capital, el
conocimiento y la población, las grandes metropolís del Mundo: Nueva York, Londres, Tokio
para sólo mencionar a las 3 primeras.

En la actualidad se ha formado un claro consenso entre los economistas, los administradores de


empresas, los contadores, los ingenieros industriales y los demás técnicos y profesionistas que
estudian la organización industrial y económica de las naciones, todos coinciden en señalar que,
a partir de los años 70, se fue introduciendo un nuevo modelo de organización productiva, el
cual, en la actualidad, ha remplazado al taylorismo y al fordismo como forma dominante de la
organización de la producción en el ámbito mundial.

En efecto, a finales de los setenta, el orden económico mundial basado en la cadena productiva,
la producción en masa y en la expansión de la escala productiva como piedras angulares de la
supremacía ecomómica mundial entraron en crisis, una de sus expresiones más claras fue la
enorme crisis de sobreproducción que experimentó la industria automotriz de los EUA, que no
sólo perdió su primacia a nivel mundial sino también, una gran parte de su mercado interno entre
1975 y 1985 (Turner, E.; Comercio Exterior).

En los ochenta, la emergencia del Japón y de los tigres asiáticos como países desarrollados dió
cuenta de las principales transformaciones que había sufrido el órden económico mundial. Desde
mediados de los 80, se plantea que los cambios logrados en la electrónica, las comunicaciones, la
informática y la computación han permitido que el sistema financiero y el comercio se
desarrollen tanto que las empresas comerciales y financieras imponen condiciones a las empresas
productivas y que, por tanto, el capital productivo se encuentra ya relegado al capital comercial y
al capital financiero.

Bajo el modelo fordista el proceso de investigación y desarrollo estaba totalmente divorciado y


separado de la producción, ya que en mercados oligopólicos protegidos por la escala productiva,
sólo se requería la elaboración de un flujo estable o creciente de productos estandarizados que
cambiaban muy lentamente. Por ello, la estructura vertical de la empresa, permitía coordinar,
distribuir y planear, de manera eficiente, desde la casa matriz, la mayor parte de las operaciones,
preservando las patentes y desarrollos tecnológicos, como secretos, dentro de la corporación.
Ellos eran introducidos, primero, en la casa matriz, y después difundidos, lentamente, hacia las
filiales, de acuerdo, al tamaño de los mercados y al nivel de desarrollo de cada país en que
operaban.
Por ello y por su rigidez, el modelo fordista y la cadena de producción no serían las formas
organizativas más aptas para introducir las innovaciones y cambios tecnológicos que se
produjeron en: la electrónica, la computación, la informática y las comunicaciones, sufriendo un
grave retraso en la incorporación de las máquinas herramientas de control automático, en la
automatización y en la robotización de la producción.

En efecto, en los años sesenta, la reconstrucción de Europa y del Japón empezó a modificar el
orden económico internacional, ya que estos países pasaron de ser mercados a constituirse en
competidores. Por un lado, sus empresas introducen constantes innovaciones tanto en el proceso
como en el diseño y en la calidad del producto buscando acrecentar su competitividad y
mercados, por otro, sus Gobiernos apoyan a los grupos empresariales nacionales y se forman
bloques comerciales para evitar la competencia, ello provoca el fraccionamiento del mercado
mundial y una creciente desadaptación del modelo fordista de masa. Hasta 1970 la economía
mundial estuvo dominada por las corporaciones verticalmente integradas, principalmente de los
EUA, que controlaban el capital, los mercados y los flujos de materia prima. Los grandes
cambios sobrevienen en la década de los años setenta propiciados por la crisis y el estancamiento
mundial. Desde el punto de vista de la globalización, una de las características más importantes
de la Nueva Organización de la Producción a Escala Mundial es el reemplazo de estructura
vertical de la empresa fordista, por un nuevo tipo de empresa integrada a las redes globales de
producción.

Para enfrentar la crisis económica y el endeudamiento progresivo del país con el exterior, en
1983, el Gobierno modificó su política económica de raíz, decidió abandonar el modelo de
sustitución de importaciones que había servido como patrón de crecimiento desde los años 30 y
remplazarlo por un nuevo patrón: el modelo exportador. La adopción se justificaba por el éxito
logrado por:: Japón, Corea, Taiwan, Singapur y Hong-Kong, que adoptaron modelos
exportadores en los años 60, cuyo excelente desempeño les permitió, no sólo, crecer de manera
sostenida a ritmos muy elevados, sino también industrializarse y elaborar tecnología de punta,
logrando su desarrollo, ello modificó las teorías económicas del desarrollo, el comercio
internacional y la integración, así como, las teorías de la administración empresarial.

De acuerdo con Porter, a quien el Gobierno de los EUA encargó un estudio sobre las razones que
habían causado la pérdida de competitividad de su economía, el liderazgo mundial en los
diferentes sectores económicos lo ejercían las empresas, las empresas líderes eran la base del
desarrollo y del bienestar social de una Nación. Ellas decidían el país de ubicación de sus casas
matrices por las ventajas competitivas que podían obtener de su interacción con el medio y la
sociedad y por el apoyo directo e indirecto que les brindaban los Estados. Por ello, recomendaba,
el abandono del proteccionismo, con el propósito de facilitar el ingreso de capitales y reducir la
participación directa del Estado, aminorando, así, las cargas tributarias y administrativas. Su
teoría, de corte macroeconómico, se combinó con la teoría de la planeación estratégica,
desarrollada por los administradores de empresas en los EUA, para integrar un cuerpo más
completo. Sin embargo, como el éxito logrado por las empresas japonesas había producido una
revolución de las ciencias y técnicas administrativa y la aparición de muchas nuevas teorías, este
cuerpo, sólo constituyó la columna vertebral a la que se incorporaron otros modelos de gestión,
principalmente de corte asiático, tales como: just in time, outsourcing, calidad total y satisfacción
total al cliente, entre otros. Estas nuevas teorías administrativas combinadas con las nuevas
teorías económicas, las teorías de crecimiento endógeno y de política económica, se convirtieron
en el sustento teórico de las acciones que impulsaron los EUA, para recuperar su liderazgo en el
Mundo.

El desarrollo de los países asiáticos, la crisis en la que entraron los modelos de sustitución de
importaciones y los países socialistas y la merma de competitividad sufrida por la economía de
los EUA, provocaron que el Mundo diera marcha atrás en su política de expansión del Estado,
por lo que se implantó una nueva orientación neoliberal a nivel internacional. El abandono del
proteccionismo, el retiro del Estado de la economía y la lucha contra la inflación, aparecieron
como políticas necesarias pára estabilizar la economía y recuperar la competitividad . Dichas
políticas, se transformaron en recomendaciones impulsadas por el FMI y el Banco Mundial,que
debían ser aceptadas para obtener su apoyo, México no sólo las firmó, sino que las hizo suyas,
incorporándolas como principios centrales básicos de política económica, a partir de 1983. En
México, las orientaciones de tipo monetarista han predominado, siendo aplicadas en forma casi
permanente, y aunque han permitido el control de la inflación y de los desequilibrios, han
obtenido este logro, principalmente, a través de la contracción de la demanda interna. Al ser
combinadas con una apertura rápida y una fuerte promoción de las exportaciones, apalancada en
los flujos de inversión extranjera, han producido resultados ambivalentes

Por una parte, se observa el éxito del modelo exportador y el control de la inflación, a pesar de
las crisis recurrentes, pero estos resultados han venido acompañados, por otra parte, por una gran
precariedad en el trabajo, por el deterioro en los niveles de bienestar social y por la pérdida de
los encadenamientos productivos que generó el cierre y quiebra de numerosas empresas, públicas
y privadas. La competencia que generó el aumento de las importaciones y el encarecimiento del
crédito y de las divisas fueron algunos factores adicionales, determinantes en este proceso.

En respuesta al desempleo generado por el cierre de empresas, al deterioro de los salarios y a la


contracción de la demanda, se desarrolló la llamada economía informal. Es un sector que se
apoya, casi exclusivamente en la explotación del trabajo, su escaso empleo de capital y el
rechazo de su vínculo con el Estado, reduce enormemente sus costos, porque no pagan intereses,
carecen de locales y cuando existen sus instalaciones se limitan al mínimo, venden en la vía
pública, no pagan impuestos, ni realizan trámites administrativos y su responsabilidad con el
cliente se reduce a la moral o voluntaria. Además, adquieren parte de sus mercancías y materias
primas en el mercado negro. Por ello, las empresas obtienen ganancias aún con escalas muy
bajas de operación. Aunque, la ocupación es precaria, ya que no existen contratos, ni
prestaciones y los salarios son muy bajos, se logra una fácil incorporación, debido a que los
requerimientos de formación profesional y experiencia son casi inexistentes y no hay que
comprobarlos, de manera que la economía informal se ha convertido en el refugio de los
desempleados, como nos lo muestran las cifras estadísticas.

Además de este sector que demanda mucha mano de obra y requiere poco capital y tecnología,
integrado por miles de pequeños negocios, se desarrolla un sector empresarial avanzado, que
emplea capital y tecnología de punta, integrado por unos cuantos cientos de empresas, muy
grandes, son parte de este sector, las grandes empresas exportadoras e importadoras, las
multinacionales, las maquiladoras, las grandes empresas públicas que se han salvado de la
privatización y las principales empresas privadas del país que se colocaron en nichos de
mercado preferenciales, aprovechando las ventajas competitivas y las diferentes políticas
económicas aplicadas por el Estado de promoción del modelo exportador. Ellas reciben la parte
más sustantiva de la inversión extranjera por lo han recibido un gran impulso del exterior, ya que
el financiamiento interno ha disminuido y se ha vuelto sumamente inestable, en su costo, cuantía
y condiciones. Es este sector de empresas el beneficiario directo del modelo y el que ha sido
designado por el Gobierno como el elemento propulsor del desarrollo del país. Entre estos dos
sectores sobrevive un sector medio formado por pequeñas y medianas empresas que ha sufrido
los embates de cada crisis sufriendo una merma continua en su presencia y actividad, a pesar de
que se han incorporado nuevos negocios, este sector, hasta ahora, parece que estuviera
condenado a desaparecer, ya que la economía cada día acentúa más su carácter dual. De su
reconstitución depende el desarrollo nacional, el crecimiento del consumo y del ahorro internos y
el aumento del bienestar social. Su desarrollo depende de su integración al sector avanzado, si se
da los efectos de arrastre sobre la economía se harán sentir.

Las grandes empresas de México, las principales empresas multinacionales, exportadoras y


maquiladoras constituyen el sector avanzado de la economía que determina el tipo de inserción
de la economía mexicana en el Mundo y su forma de integración a la economía de los EUA. Al
evaluar el desarrollo y tendencias de este sector, estaremos evaluando la capacidad del modelo
exportador, la fuerza de la “locomotora del país”. Al analizar el empleo directo que genera,
estaremos evaluando los efectos de compensación y directos que genera el modelo. La
evaluación de los efectos de arrastre sobre los demás sectores y sobre la economía en general,
sugiere un análisis profundo de la evolución de la pequeña y mediana empresa, así como el
análisis de los encadenamientos productivos, por lo que rebasa los límites que nos hemos
impuesto en este artículo. Sin embargo, al analizar el empleo en la primera sección, se percibe ya
que los efectos de arrastre no sólo están por debajo de lo deseable, sino aún por debajo de lo
necesario. Ello lo comprobaremos al mostrar que los empleos directos generados en las grandes
empresas no han servido para compensar la pérdida de empleos formales en la economía y la
caída de los salarios, a nivel general.

4.2. Estructura Actual del Empleo en México.

De acuerdo con las estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e
Informática y por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, basadas en la Encuesta Nacional
de Empleo, la población total del país, en 1999, era de 97.6 millones de habitantes, 26.6 millones
tenían menos de 12 años, 31.2 millones formaban parte de la población inactiva y 39.8 millones
integraban la población económicamente activa.

Como nos muestra el Cuadro 1, el sexo y los niveles de instrucción fueron factores que
influyeron para definir la condición de actividad de la población, el 76% de la población
económicamente activa eran hombres y el 65% tenían estudios subprofesionales, medios
superiores o superiores. Por su parte, la población inactiva estuvo integrada por: 10.4 millones de
estudiantes, 16.8 millones que se dedicaban a los quehaceres domésticos, 1.1 millones de
jubilados y 2.8 millones de inactivos no identificados.

Cuadro 1
Población de 12 años y más por condición de actividad.
(millones de habitantes)
Condición actividad Población activa Población inactiva Población total
Hombres 26.4 7.5 33.9
Mujeres 13.4 23.7 37.1
Escolaridad Población activa Población inactiva Población total
Sin instrucción 3.5 3.8 7.3
Primaria incompleta 7.5 6.9 14.4
Primaria Completa 8.4 6.9 15.3
Secundaria 8.9 7.4 16.3
Subprofesional 2.4 1.5 3.9
Medio sup y superior. 9.1 4.7 13.8
Total 39.8 31.2 71.0
Fuente: INEGI, Anuario Estadístico. Estados Unidos Mexicanos, 2000.

Analicemos la población ocupada clasificada de acuerdo al monto de sus percepciones. El


cálculo de la población ocupada, en 1999, se obtiene de deducir a los desocupados , 682 300
personas, por lo que la población ocupada fue de 39.1 millones y el nivel de desocupación, en
México, sólo alcanzó 1.7%, siendo uno de los más bajos del Mundo. Este desempeño tan
favorable se modifica, tajantemente, al analizar el monto de los ingresos percibidos por la
población ocupada, ya que encontramos que 5 millones de habitantes no recibieron ningún
ingreso. Además, 7.3 millones percibieron ingresos inferiores a 1 salario mínimo, es decir, casi la
tercera parte de la población ocupada no recibió, en 1999, ni siquiera el salario mínimo.

Las percepciones del resto de la población ocupada, también fueron bajas, 11.8 millones
recibieron ingresos entre 1 y 2 salarios mínimos; 10.8 millones recibieron ingresos entre 2 y 5
salarios mínimos; sólo 2.8 millones recibieron ingresos superiores a 5 salarios mínimos. El resto,
1.3 millones recibieron ingresos que no fueron especificados. Por lo tanto, dos terceras partes de
la población ocupada, percibieron ingresos menores a 2 salarios mínimos y se encuentran en la
pobreza. Esta situación nos revela un estado de precariedad y pobreza en el trabajo.

La precariedad se percibe por el tipo de local en donde se desarrolló el trabajo, Aunque 22.1
millones laboraron en locales y el 69% lo hizo en locales medianos y grandes, 16.9 millones
laboraron sin local, de ellos, el 25% no percibió ingresos; 7.1 millones trabajaron en su
domicilio, 2.4 millones fueron ambulantes, trabajaron en puestos semifijos y tianguis o lo
hicieron en su vehículo y el resto, 7.4 millones quedo clasificado otros. De estos, últimos, la
tercera parte, no percibió pago alguno. La precariedad se percibe también en la forma de
contratación: 23.8 millones fueron remunerados a través de sueldos, salarios, comisiones o a
destajo; 9.5 millones trabajó por cuenta propia y el resto no recibieron pago o eran patrones.
En lo referente a la duración de las jornadas de trabajo en 1999, de los 39.1 millones que
integraron la población ocupada, 1 millón no trabajo, 2.1 millones trabajaron menos de 15 horas
a la semana y 5.8 millones entre 15 y 34 horas a la semana. En suma, una cuarta parte trabajo
tiempo parcial o medio tiempo, más de la mitad, trabajaron tiempo completo, entre 35 y 48
horas, y la otra cuarta parte trabajo tiempo extra, más de 48 horas, lo que mostró una fuerte
intensidad del trabajo, que no se reflejó en el salario medio , ya que como señalamos, sólo el 7.2
% de la población ocupada obtuvo percepciones superiores a los 5 salarios mínimos. Si
analizamos la antigüedad en el trabajo: 9 millones de trabajadores tenían una antigüedad inferior
a un año, 7.5 millones una antigüedad entre 1 y 3 años, 11.5 millones antigüedades entre 3 y 10
años y 10.8 millones de ellos, más de 10 años de antigüedad; de manera que la experiencia y la
antigüedad, tampoco ha influido para elevar los salarios medios.

En el Cuadro 2, aparece el empleo por tipo de actividad. En 1990, el 25% del personal
remunerado se dedicó a actividades primarias, el 23% a actividades secundarias y el 52%,
restante, a actividades terciarias. En 1999, el 21% de esa población se ocupó en el sector
primario, el 25% en el secundario y el 54%, en el sector terciario. Por lo que se percibe una baja
en la participación de las actividades primarias de 4%, en beneficio de las actividades
secundarias y de servicios, en donde el personal remunerado se incrementó en 2%, para cada
actividad.

Después de la División Agropecuaria, Silvicultura y Pesca que, en 1990, proporcionó casi la


cuarta parte del empleo remunerado y la quinta parte, en 1999, la construcción y la industria
manufacturera, del sector secundario fueron los subsectores que proporcionaron mayor cantidad
de empleos, en 1999, cada uno, ofreció cerca de una octava parte de los empleos del país. En el
sector terciario, resalta la ocupación que proporcionaron los servicios comunales, sociales y
personales que ocuparon a más de la cuarta parte de la población y la ofrecida por el comercio,
los restaurantes y hoteles que proporcionaron un poco menos de la quinta parte de la ocupación
total.

Cuadro 2
Empleo Remunerado, Gran División de Actividad Económica: 1990, 1994 y 1999.
(%)
Actividad Económica 1990 1994 1999
Agropecuaria, Silvicultura y Pesca 24.0 22.4 20.5
Minería 0.7 0.5 0.4
Industria Manufacturera 12.7 11.5 12.4
Construcción 9.8 10.8 12.1
Electricidad, Gas y Agua 0.5 0.5 0.5
Comercio, Restaurantes y Hoteles 17.3 18.4 18.5
Transporte, Almacenaje y Comunicaciones 5.4 5.6 6.1
Servicios Financiero y Activid. Inmobiliarias 2.0 2.0 1.9
Servicios Comunales, Sociales y Personales 27.6 28.3 27.6
Total (miles de personas) 25 958 28 166 31 407
Fuente: INEGI. Sistema de Cuentas Nacionales de México. Cuentas de Bienes y Servicios: 1988-1999 y
Anuario Estadístico 2000, pág. 213.

4.3. Estructura Empresarial de México en 1999.

4.3.1 Antecedentes y Clasificación.

En 1985 la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, en la actualidad, Secretaría de


Economía, estableció de manera oficial los criterios para clasificar a la industria de acuerdo a su
tamaño1, definió los siguientes estratos:

- Microindustria. Empresas que ocupan hasta 15 personas y cuyo valor de sus ventas netas es
inferior a $30 millones de pesos anuales.
- Industria Pequeña. Empresas que ocupan hasta 100 personas y cuyo valor de sus ventas netas
es inferior a los $400 millones de pesos anuales.
- Industria Mediana. Empresas que ocupan hasta 250 personas y cuyo valor de sus ventas netas
anuales es inferior a los $1 000 millones de pesos anuales.

Desde entonces es la Secretaría de Economía quien ha definido el marco normativo y


clasificación de la micro, pequeña y mediana empresa. Al respecto, actualizó el valor de las
ventas, en mayo de 1990, en abril de 1991 y en diciembre de 1993. Además, el 30 de marzo de
1999, modificó la clasificación por tamaño, el cual se definió, considerando el número de
empleados, pero de manera diferenciada para cada sector de actividad.

Cuadro 3
Estratificación Empresarial por Número de Empleados: 1999
Tamaño Industria Comercio Servicios
Microempresa De 0 a 30 de 0 a 5 de 0 a 20
Pequeña Empresa de 31 a 100 de 6 a 20 de 21 a 50
Mediana Empresa de 101 a 500 De 21 a 100 de 51 a 100
Gran Empresa Más de 500 más de 100 más de 100
Fuente: Diario Oficial de la Federación, 30/03/1999

En los Estados Unidos de América y en Brasil, para la Industria, las microempresas emplean
menos de 20 trabajadores, las empresas pequeñas emplean menos de 100 trabajadores y las

1
El 30 de abril de 1985publicó, en el Diario Oficial de la Federación, el Programa Integral para el Desarrollo de la
Industria Pequeña y Mediaana, en él aparece la anterior clasificación.
medianas emplean menos de 500 trabajadores. En México, la definición es igual, sólo para las
medianas y grandes empresas de la industria.

4.3.2. Estructura Empresarial y Empleo en México.

En base a la clasificación anterior, en México, en 1999, operaron:


2 726 366 establecimientos, de ellos 96% eran microempresas y 3% eran pequeñas empresas, ya
que las empresas medianas sólo representaron el 0.83% y las grandes el 0.25% (Ver Cuadro 4).

Cuadro 4
Estratificación Empresarial y Empleo en México: 1999
EMPRESAS MEXICANAS POR TAMAÑO Y SECTOR: 1999
Establecimientos
Manufactura Comercio Servicios Total %
Micro 328166 1369478 919016 2616660 95.98
Pequeña 9147 58341 12749 80237 2.94
Mediana 5431 13539 3724 22694 0.83
Grande 1374 2318 3083 6775 0.25
TOTAL 344118 1443676 938572 2726366 100

Personal Ocupado
Manufactura Comercio Servicios Total %
Micro 1088426 2199368 2244650 5532444 46.35
Pequeña 504111 569259 396224 1469594 12.31
Mediana 1178509 524677 259810 1962996 16.44
Grande 1461276 491565 1019916 2972757 24.9
TOTAL 4232322 3784869 3920600 11937791 100
Fuente: Micro, pequeña, mediana y gran empresa. Censos Económicos 1999. Estratificación de los
Establecimientos. Ed. INEGI, México. 2001

De acuerdo con el tipo de actividad, fue el comercio el sector en donde operaron un mayor
número de empresas, cerca de un millón y medio. En el sector servicios operaron cerca de un
millón, mientras que en la industria sólo operaron menos de 350 mil. Sin embargo, al analizar la
ocupación que ofrecen esos establecimientos resalta el hecho de que sea el sector industrial el
que ofrece más empleos, casi 4 millones y un cuarto, frente a los casi 4 millones de empleos que
ofrece el sector servicios y a los 3 millones tres cuartos, que ofrece el Comercio.

La ocupación media para la industria, fue de 3 trabajadores en la micro, 55 en la pequeña, 216 en


la mediana y 1 063 en la gran empresa; para los servicios, fue de: 2.4 trabajadores en la micro,
31 trabajadores en la pequeña, 70 en la mediana y 331 en la gran empresa; para el comercio, fue
de: 1.6 trabajadores en la micro, 10 en la pequeña, 39 en la mediana y 212 en la gran empresa.
De manera que las empresas pequeñas, medianas y grandes del sector industrial, desde el punto
de vista ocupacional tienen una escala 2 y 3 veces mayor a la del sector servicios y 5 veces
mayor a la del comercio. La escala ocupacional del sector industrial, para los
microestablecimientos, sólo es un 20% mayor que la del sector servicios y dos veces mayor que
la del comercio.
Como puede verse, la mayor ocupación en el sector industrial la ofrecen las grandes empresas
que emplearon casi, un millón y medio de trabajadores, seguidas por las industrias medianas y
las industrias micro que ofrecieron, cada una, más de un millón de puestos, mientras que la
pequeña industria sólo participó con medio millón de empleos.

En los sectores servicios y comercio, son los microestablecimientos los que crean un mayor
número de empleos, cerca de dos millones y cuarto de empleos, cada uno. En el sector servicios,
las grandes empresas también contribuyen en forma importante, con un millón de empleos,
mientras que los establecimientos pequeños y medianos sólo generaron, en conjunto, 650 mil. En
el comercio, en cambio, cada uno de los otros estratos, contribuyó de manera similar, con medio
millón de empleos.

4.3.3 Estructura Empresarial y Activos.

Como puede verse en el Cuadro 5, los 2. 7 millones de empresas en México, poseían, en 1999,
activos por uno y medio billones de pesos, lo que representó medio millón de pesos en activos,
para cada empresa, en promedio. Con una fuerte dispersión, ya que, mientras las microempresas
poseían, en promedio, 139 mil pesos de activos, la pequeña empresa poseía casi dos millones de
activos, por establecimiento, la mediana empresa 16 millones y la gran empresa 97 millones de
pesos. Esta misma, dispersión y concentración se manifiesta por sector de actividad ya que
mientras que la gran empresa del sector industrial posee, en promedio 340 millones de pesos, en
activos, la del sector servicios posee 43 millones de pesos y la del comercio, sólo 24 millones.

En el caso de las empresas medianas, la industrial posee, 53 millones de pesos de activos, en


promedio, la de los servicios, 9 millones, y la del comercio, sólo 3 millones de pesos, por
establecimiento. Mientras que las pequeñas empresas industriales poseen, en promedio, 7
millones de pesos, en activos, frente a 4 millones que posee el establecimiento pequeño del
sector servicios y el sólo medio millón de pesos que de activos que posee la pequeña empresa del
comercio. En el caso de los microestablecimientos, las disparidades se reducen más, ya que en el
sector industrial se opera con $250 mil pesos de activos, en promedio; en el sector servicios, con
$200 mil pesos, y en el comercio, con sólo $50 mil pesos.

Cuadro 5
Estratificación Empresarial y Activos en México:1999
(millones de pesos corrientes)
Activos Fijos Netos
Man. Com. Serv. Total
Micro 65948.857 66695.113 231686.793 364330.763
Pequeña 64110.983 33908.558 50900.89 148920.431
Mediana 290313.498 38706.907 33996.896 363017.301
Grande 467182.28 55823.408 133536.567 656542.255
TOTAL 887555.618 195133.986 450121.146 1532810.75

Activos Fijos Netos/Establecimiento


Micro 0.200961882 0.04870112 0.25210311 0.13923504
Pequeña 7.008962829 0.58121318 3.99253981 1.85600697
Mediana 53.45488823 2.8589192 9.12913426 15.9961797
Grande 340.0162154 24.0825746 43.3138394 96.9066059
PROMEDIO 2.579218809 0.13516467 0.47958084 0.56221753

Activos Fijos Netos/trabajador (miles de pesos)


Micro 60.59103421 30.3246719 103.217336 65.8534931
Pequeña 127.1763223 59.5661342 128.464934 101.334403
Mediana 246.3396529 73.7728298 130.852916 184.93023
Grande 319.7084466 113.562617 130.928985 220.852984
PROMEDIO 209.7089064 51.5563381 114.80925 128.399865
Fuente: INEGI, Op. Cit.
Lo que manifiesta una escala del sector industrial superior, para la empresa grande, en 8 veces a
la de los servicios y en 14 veces a la del comercio; para la empresa mediana, superior en 6 veces
a la de los servicios y en 19 veces a la del comercio, para la empresa pequeña, superior en 75% a
la de los servicios y en 12 veces a la del comercio. En el caso de las empresas micro, el sector
servicios posee una inversión promedio superior a la del sector industrial, en 20%, y 5 veces
superior a la del microestablecimiento comercial.

Como se puede apreciar, en 1999, los activos se concentraron en las empresas grandes y
medianas del sector industrial. En 6 805 empresas se invirtieron la mitad de los activos del sector
empresarial, por un valor de $757 mil millones de pesos. También se aprecia una participación
relevante de los microestablecimientos y de las grandes empresas de los servicios. En estos
estratos se invirtió la cuarta parte de los activos empresariales, $232 mil millones de pesos y
$133 mil millones de pesos, respectivamente, para cada estrato. El comercio, por su parte, tuvo
una escasa participación, yaa que en este sector sólo se invirtió la octava parte de los activos.

En el Cuadro 5, resalta también el hecho de que la relación capital trabajo tenga una escasa
variación en el sector servicios, ya que en todos los estratos, incluída la microempresa se
invirtieron más de 100 mil pesos por trabajador. En el sector industrial, existe una fuerte
estratificación, ya que en la microempresa se invirtieron 60 mil pesos por trabajador, en la
pequeña empresa el doble, en la mediana el cuádruple y en la gran empresa un poco más del
quíntuple. En el Comercio, también se aprecia una clara estratificación, invirtiéndose, $30 mil
pesos de activos por trabajador, en el microestablecimiento, el doble, en la pequeña empresa, dos
veces y media, en la mediana empresa y poco menos del cuádruple, en la gran empresa.

En el Cuadro 6, aparece el valor agregado censal bruto que resulta de restar a la producción bruta
total el valor de los insumos totales, sin tomar en cuenta la depreciación de los activos. El valor
agregado censal bruto total producido por los casi 12 millones de empresas que operaron en
1999, México, fue de $1 213 325 millones de pesos, correspondiendo 48%, a las manufacturas ,
29%, al comercio y 23%, a los servicios.

Cabe resaltar el hecho de que aunque en los servicios se emplean el 29% de los activos y el 33%
del personal, sólo se produce el 23% del valor agregado censal bruto, mientras que en el
comercio se produce el 29% de dicho valor, pero sólo se emplean el 13% de los activos y el 32%
de los trabajadores ocupados. La manufactura produce, prácticamente, la mitad de ese valor, el
48%, empleando el 58% de los activos y el 35% del personal.
Como puede apreciarse en el Cuadro 6 y en la Gráfica 3, la mayor parte del valor agregado bruto
aportado por las empresas mexicanas fue el elaborado por las empresas grandes y medianas del
sector manufacturero, 40%; las empresas pequeñas y medianas de este sector apenas aportaron
un 8%. En el sector comercio, los microestablecimientos aportaron un 8% del valor agregado
bruto total y los demás estratos, cada uno un 7%.
Mientras que en el sector servicios, la aportación mayor se dio en lasmicroempresas y en las
empresas grandes del sector, respectivamente, 10% y 9%; contribuyendo las demás con menos
del 5%.

Cuadro 6
Valor Agregado por las Empresas Mexicanas:1999
Valor Agregado Censal Bruto (millones de pesos)
Man. Com. Serv. Total
Micro 44659.609 97415.848 117525.271 259600.728
Pequeña 53667.717 83640.408 33647.038 170955.163
Mediana 187438.847 86363.917 24837.426 298640.19
Grande 295346.832 83837.57 104944.629 484129.031
TOTAL 581113.005 351257.743 280954.364 1213325.11

Valor Agregado Censal Bruto/Establecimiento (millones de pesos)


Micro 0.13608847 0.07113356 0.12788164 0.09921072
Pequeña 5.86724795 1.43364714 2.63919037 2.13062755
Mediana 34.51276874 6.37889925 6.66955585 13.1594338
Grande 214.9540262 36.168063 34.0397759 71.4581596
PROMEDIO 1.688702727 0.24330788 0.29934237 0.44503383
Fuente: INEGI, Op. Cit.

4.4. Evolución de la Estructura Empresarial en los Noventa.

El grado de concentración de la estructura empresarial mexicana era ya muy elevado, desde los
años setenta, debido a las características propias del modelo de acumulación seguido en México.
Por una parte, nuestro país seguía el modelo general de acumulación vigente después de la
Segunda Guerra Mundial que sustentaba el aumento de la productividad y eficiencia en la escala
productiva, por otra parte, la concentración se veía reforzada por la concentración regional de las
obras de infraestructura realizadas por el Gobierno y por la centralización de la producción y el
consumo que se concentraban en unas cuantas ciudades. En el Cuadro 7, se puede apreciar el
peso tan elevado que tenían las grandes empresas.

Cuadro 7
Grado de Concentración del Capital: 1965.
(millones de pesos)
Rama Total de Empresas Capital Grandes Empresas % Capital %
Industria 136 066 95 664 2 062 1.5 73 824 77.2
Comercio 352 337 43 352 15 686 4.4 36 593 84.4
Servicios 141 742 19 767 4 045 2.9 15 266 77.2
Total 630 195 158,783 21 793 3.5 125,683 79.2
Fuente: Censo de Comercio, Industria y Servicios: 1965. Ed. Dirección General de Estadísticas, Secretaria de
Industria y Comercio.
4.5. Evolución y Tendencias de la Formación Bruta de Capital Fijo por Gran División
Económica.

El reducido dinamismo e inestabilidad que ha tenido la actividad económica durante las dos
últimas décadas se explica y acompaña, en cierta medida, por la baja inversión y creación de
capacidad productiva que se ha generado en el país en ese período. La formación bruta de capital
fijo ha seguido, en términos reales, un movimiento similar al del producto, después del auge
petrolero cayó y se mantuvo estancada entre 1982 y 1987, mostrando una ligera pero progresiva
recuperación a partir de 1988 para llegar, en 1994, a niveles comparables a los que tuvo en 1981,
pero la crisis de 1995 no le permitió superar estos niveles. Las elevadas tasas de crecimiento de
1996 y 1997, le permitieron recuperar, nuevamente los niveles de 1981 y, esta vez, superarlos en
el período 1998-2000, en un 40%, que representa una tasa promedio anual de apenas 2%. A esta
poco dinámica y muy inestable, cabe agregar el decrecimiento registrado por la formación bruta
de capital durante los dos primeros años del nuevo milenio.

En el Cuadro 8 aparece la formación bruta de capital fijo por división económica, a precios
constantes de 1993, de 1990 a 2000. Como puede verse en este Cuadro, en la Gráfica 1 y en el
Cuadro 9, ella se concentra al 99%, en dos sectores, construcción y manufactura. Las actividades
primarias agropecuarias, silvicultura, pesca y minería, absorvieron, en promedio, sólo el 1% y los
servicios el 0.2%.También se observa que el peso relativo de las manufacturas y la construcción
se modifica. Entre 1990 y 1992, las manufacturas reducen su importancia relativa del 55% al
50%, pero lo recuperan de 1993 a 1995, alcanzando un 56%. Posteriormente, entre 1995 y 2000,
su importancia se reduce hasta llegar a un 44% a final de siglo. La construcción, por su parte,
registra el movimiento inverso, representando el 44%, en 1990, y el 55%, en el año 2000.

Cuadro 8
Formación Bruta de Capital Fijo por División Económica.
(millones de pesos de 1993)
Agr.Sil.Pes Minería Manufact. Construcción Servicios TOTAL
1990 2039 29 84722 107015 650 194455
1991 2128 28 101137 112093 447 215833
1992 2244 29 117521 119114 318 239226
1993 2229 30 107652 122945 323 233179
1994 2340 32 118065 132009 300 252746
1995 2069 32 75320 101785 235 179441
1996 2165 33 92645 113756 262 208861
1997 2363 35 123999 126099 302 252798
1998 2493 36 144936 131017 306 278788
1999 2589 35 159896 137436 323 300279
2000 2682 37 185307 145957 399 334382
2001 2867 39 173220 138951 454 315531
2002 2957 38 166326 142425 485 312231
Fuente: INEGI: Anuario Estadístico de la Repúlica Mexicana 2003.

Gráfica 1

400000
350000
Agrosilpes
300000
Minería
250000
200000 Manufact.
150000 Construc
100000 Servicios
50000
0
Fuente: Op. Cit.

En lo que se refiere a la tasa de crecimiento de la formación bruta de capital se observa que ella
creció a tasa de 11% en 1991 y 1992, registrando una caída en 1993, año en que registro una tasa
negativa de –2.5%, reponiéndose temporalmente en 1994, con un 8.4%, para registrar una
estrepitosa caída en 1995, con una tasa negativa de –29%, entre 1996 y 1997, creció al 16.4% y
al 21%, lo que le permitió alcanzar los niveles de 1994, en 1997. De 1998 a 2000, creció a una
tasa promedio de 10%, aunque con ciertas variaciones que anunciaban los decrementos de 2001
y 2002. En el Cuadro 9 se observa que el peso de la formación bruta de capital fijo aumentó del
17% al 19% entre 1991 y 1994, registrando una severa caída en 1995 al 14.6%, que acompañó a
la crisis económica y una progresión sostenida posterior, entre 1995 y 2000, alcanzando, este
último año a representar el 21% del PIB. Cabe hacer notar que en términos relativos como
proporción del PIB, la participación de la formación bruta de capital fijo en el sector
manufacturero que fue, en promedio, de 9.25% de 1990 al 2000, mostró una gran estabilidad,
registrando sólo pequeñas variaciones en torno al promedio.

Cuadro 9
Participación Relativa de las Manufacturas y la Construcción en la FBCF:
1990-2000.

AÑO CONSTRUC MANUFACT TOTAL/PI MANUF/PIB PIB TASA CREC


B
1990 43.57% 55.03% 17.04% 9.38% 1140848
1991 46.86% 51.94% 18.15% 9.43% 1189017 10.99%
1992 49.13% 49.79% 19.42% 9.67% 1232162 10.84%
1993 46.17% 52.73% 18.56% 9.79% 1256196 -2.53%
1994 46.71% 52.23% 19.27% 10.06% 1311661 8.39%
1995 41.97% 56.72% 14.58% 8.27% 1230771 -29%
1996 44.36% 54.46% 16.16% 8.80% 1292197 16.40%
1997 49.05% 49.88% 18.29% 9.13% 1381839 21.04%
1998 51.99% 47.00% 19.21% 9.03% 1451351 10.28%
1999 53.25% 45.77% 19.97% 9.14% 1503930 7.71%
2000 55.42% 43.65% 20.85% 9.10% 1603751 11.36%
Fuente: Cálculos hechos ne base a los datos presentados en el Anuario Estadístico de la
República Mexicana 2001 del INEGI.

Conviene señalar que la baja en la formación bruta de capital fijo no sólo es el resultado del
estancamiento económico e inestabilidad que vive el país desde 1982, sino también, el resultado
de las políticas de ajuste y del nuevo papel que desempeña el Estado, que ha abandonado,
progresivamente las actividades productivas. Así la inversión pública real apenas representó
12% de la inversión total en 1998, frente a 45% a principios de los ochenta y a algo más de 20%
a mediados de los noventa. Además, su composición ha cambiado, en tanto que a mediados de
los ochenta cerca de 10% de la inversión pública se dirigía a la industria, a mediados de los
noventa tal participación no llegaba a 1%, como resultado básico de la desincorporación de
numerosas empresas (Mattar, J. En Clavijo, F., 2000: 183).

4.6. Evolución y Tendencias de la Inversión Extranjera Directa.


En el Cuadro 10 aparece la inversión extranjera directa realizada en nuestro país, en los años de:
1980, 1985, 1990 y 1993.

Cuadro 10
Inversión Extranjera Directa por Sector Económico: 1980-1993.
(millones de dólares y %)
Año Inversión Servicios Comercio Otros
Industrial
1980 1 623 79.2 8.3 7.2
1985 1 729 67.4 25.2 6.3
1990 3 722 32.1 59.2 4.6
1992 3 600 30.6 47.2 20.9
1993 4 901 47.3 35.3 15.5
Fuente: INEGI, Anuario Estadístico 2000, pág. 636.
En el año de 1980, fue de 1.6 mi millones de dólares, pero, a partir de 1990, rebasó los 3 mil
millones de dólares anuales, para llegar en 1993, casi, a 5 mil millones. En las columnas tercera,
cuarta y quinta aparecen las participaciones porcentuales de los sectores: industrial, servicios y
comercial,. Entre 1980 y 1992, la proporción destinada al sector industrial se redujo del 79% al
31%, volviendo a aumentar, en 1993, al 47%. Esta baja relativa, se dio en favor de los servicios,
en donde se colocó la cuarta parte, en 1985, y la mitad de 1990 a1992, posteriormente, redujo su
participación a la tercera parte, en 1993. En el caso del sector comercio, resalta sólo su
participación en 1992 y 1993, en que recibió, respectivamente, la quinta y la sexta parte.

Cuadro 11
Saldo histórico de la Inversión Extranjera Directa: 1980-1993
(millones de dólares y %)
Año Saldo Acumulado Industria Servicios Comercio Otros
1980 8 459 77.6 8.5 8.9 5.0
1985 14 629 77.8 12.6 7.7 1.9
1990 30310 62.3 28.9 6.8 2.0
1992 37 474 55.9 33.7 8.5 1.9
1993 42 375 54.9 33.9 9.3 1.9
Fuente: INEGI: Anuario Estadístico 2000, página 636.
En el Cuadro 11, aparece, para estos mismos años, el saldo acumulado de la inversión extranjera
directa. El saldo acumulado se multiplicó en tres veces y media en la década de los ochenta y
rebasó los 30 mil millones de dólares en 1990. De 1990 a 1993 aumentó en un 40%, en 12 mil
millones de dólares. Resalta el hecho de su elevado crecimiento, propiciado por la apertura
económica, el cambio en la política económica del Estado y la implementación del modelo
exportador. Así mismo, destaca la baja en la importancia relativa de la industria manufacturera
que cayó del 78%, en 1980, al 55%, en 1993, y el aumento en la importancia de los servicios, en
donde el saldo acumulado relativo creció del 8.5% al 34%.

En el Cuadro 12, aparece la inversión extranjera directa acumulada, desde 1994, año en que se
firmó el TLCAN. En las columnas tercera, cuarta y quinta, se registró la participación sectorial
porcentual en el saldo acumulado de la industria manufacturera, los servicios y el comercio. En
la sexta columna, se registró la participación de los demás sectores, que fue marginal.

La comparación de los Cuadros 11y 12, nos muestra que la inversión extranjera directa
acumulada entre 1994 y1999 superó el saldo acumulado hasta 1993 en una tercera parte, es decir,
en el último sexenio de la década de los noventa, después de la firma del TLCAN, afluyó más
inversión extranjera directa a México que en toda su historia.

Cuadro 12
Inversión Extranjera Directa Acumulada por Sector: 1994-2000.
(millones de dólares y %)
Industria Servicios Comercio Otros
Año Inv. Acum..
1994 10 556 57.8 29.4 11.8 1.0
1995 18 738 57.8 29.1 12.0 1.1
1996 26 329 58.7 28.8 11.3 1.5
1997 38 037 59.6 26.5 12.7 1.1
1998 45 416 60.4 26.0 12.4 1.0
1999 55 868 63.2 24.0 11.6 1.6
Fuente INEGI, Anuario Estadístico 2000, pág. 636.

En 1994, dicha inversión superó los 10 mil millones de dólares, en 1995 y 1996, a pesar de la
crisis económica que sufría el país, la inversión media fue de 8 mil millones, en los siguientes 2
años, la inversión directa superó los 12 mil millones, para caer a 7 mil millones en 1998 y volver
a rebasar los 10 mil millones en 1999.

Cuadro 13
Inversión Extranjera Directa en el Sector Industrial
(millones de dólares)
Año Total Máquinas y IndustriaQuí Alimentoy Metálicas Otras
Equipo mica Bebida Básicas
1993 2 321 21.2 16.5 36.1 10.7 15.5
1994 6 099 30.9 10.2 28.9 22.0 8.0
1995 4 737 59.9 12.0 12.8 3.0 12.3
1996 4 631 47.5 24.6 10.8 7.0 10.1
1997 7 221 37.4 11.1 40.9 1.4 9.2
1998 4 745 45.1 23.1 15.1 1.0 15.7
1999 7 862 57.2 11.1 13.8 2.2 15.7
Fuente: INEGI, Anuario Estadístico 2000, pág. 637.

La inversión extranjera directa volvió a concentrarse, de manera creciente, en el sector industrial,


las dos terceras partes del saldo acumulado en el período se ubicaron en este sector, una cuarta
parte en el sector servicios y un 12% en el comercio. Para conocer mejor el destino de la
inversión extranjera directa, en este período, conviene hacer un análisis desagregado del sector
industrial, como el que se presenta en el Cuadro 13.
Un año antes de la firma del TLCAN, la mayor parte de la inversión industrial por 2.3 millones
de dólares, se colocó en el sector de alimentos y bebidas; el 21%, en la elaboración de productos
metálicos, maquinaria y equipo; el 17%, en la industria química; el 11%, en las industrias
metálicas básicas, y 15%, en las demás industrias. En los siguientes 6 años, el sector de
productos metálicos, maquinaria y equipo recibió la mayor parte de la inversión extranjera, en
promedio, el 43%; la industria química, recibió el 16%; el sector de alimentos, de bebidas y
tabaco, el 23% y un 18%, las demás industrias.

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