Está en la página 1de 4

LOS COMBUSTIBLES

Los combustibles para motores de combustión interna son materias cuya energía química puede
transformarse en calor y a continuación en trabajo mecánico en el motor. Pueden clasificarse en
sólidos, líquidos y gaseosos.
Los combustibles líquidos son los actualmente empleados en los motores de combustión interna,
y entre éstos, la inmensa mayoría son derivados del petróleo, aunque también se utilizan en
algunos casos el benzol y los alcoholes.
Podemos distinguir dos grandes categorías dentro de los combustibles líquidos derivados del
petróleo:
Los carburantes son empleados en los motores de encendido por chispa y entre ellos destaca la
gasolina.
Los aceites pesados o petróleos se utilizan en los motores Diesel y entre ellos destaca el gasoil
o gasóleo.
La diferencia entre ambos es su volatilidad.
COMBUSTIBLES DERIVADOS DEL PETROLEO

El petróleo crudo es una mezcla de gran número de hidrocarburos, es decir, compuestos de


hidrógeno y carbono, con impurezas de azufre, nitrógeno y oxígeno en pequeña proporción.
Se extrae mediante pozos petrolíferos que se excavan a gran profundidad. El petróleo natural no
puede ser empleado como combustible directo, pues contiene hidrocarburos de difícil
combustión y productos in combustibles. Generalmente está compuesto por un 85% de carbono,
12% de hidrógeno, 1% de azufre, 1% de nitrógeno y 1% de oxígeno
OTROS TIPOS DE COMBUSTIBLES

Independientemente de los combustibles obtenidos de la destilación del petróleo crudo, existen


también otros cuyo origen es distinto y que pueden obtenerse por muy diversos procedimientos.
Gasolina sintética: Componen esta variedad de gasolina ciertos hidrocarburos obtenidos por la
combinación directa del carbono y el hidrógeno.
Benzol: Se obtiene, del alquitrán de carbón fósil, el cual se calienta fuera del contacto con el
aire, con lo que se produce la rotura de sus grandes moléculas, ricas en carbono, hidrógeno,
oxígeno, nitrógeno y azufre.
Etanol: Es alcohol etílico técnicamente puro, que se obtiene fundamentalmente de sustancias
amiláceas como la patata o los cereales. Se produce mediante fermentación y posterior
destilación. Presenta una elevada resistencia al picado.
Metanol: Es alcohol metílico técnicamente puro, que se obtiene frecuentemente mediante
procesos de catálisis a altas presiones, partiendo del óxido de carbono y el hidrógeno
Gases líquidos: Son mezclas de gases como el butano, metano, propano, etc., que se obtienen
de gases naturales, o en los procesos de cracking o hidrogenación y los constituyen
hidrocarburos parafínicos y bencénicos. Se expenden en el comercio con denominaciones
diversas como gas líquido, gas butano, etc. El más utilizado en la actualidad es el denominado
GLP (gas licuado del petróleo), que se expende en gasolineras.
 
PROPIEDADES DE LOS CARBURANTES

Los combustibles empleados en los motores de combustión interna deben cumplir unas
determinadas exigencias para su utilización. Especialmente los carburantes (empleados en
motores de encendido por chispa) requieren unas determinadas características en cuanto a
volatilidad, tensión de vapor, poder calorífico, resistencia al picado, etc. Estas características
son las que determinan la calidad del carburante.
Volatilidad: La volatilidad se determina incrementando la temperatura del líquido hasta lograr
la evaporación. Un líquido que se evapora a temperatura relativamente baja, posee una gran
volatilidad. Si por el contrario su punto de ebullición es muy alto, el líquido es poco volátil.
Para facilitar el arranque del motor es conveniente que la volatilidad del combustible sea alta,
propiciándose de esta forma la vaporización y homogeneización de la mezcla aire combustible,
sobre todo en las bajas temperaturas, en las cuales, la distribución del combustible a los
diferentes cilindros se ve favorecida, lo que da como resultado una mejor aceleración del motor.
Por el contrario, si la temperatura de ebullición es baja en exceso, la gasolina tiende a formar
bolsas de vapor en el carburador y los conductos de aspiración, que pueden interrumpir el flujo,
por cuya causa debe establecerse un punto de ebullición suficientemente alto para evitar este
inconveniente
Calor de vaporización: Es otra de las propiedades de un carburante y por definición es la
cantidad de calor necesaria para transformar una cierta cantidad de líquido en vapor, a
temperatura y presión invariable. A causa de la vaporización del carburante en el carburador, se
produce un descenso de la temperatura de la mezcla aire-carburante, que puede cifrarse en 20
°C para la gasolina. Este descenso de temperatura puede producir una congelación si la
humedad relativa del aire de la mezcla supera el 70% y la temperatura del mismo está
comprendida entre 0 y 10 °C
Un elevado calor de vaporización dificulta el arranque y la marcha en frío del motor, mientras
que en caliente favorece un eficaz rendimiento volumétrico.
Peso específico: Se utiliza para designar los diferentes tipos de combustible o componentes de
éstos, permitiendo calcular los datos de volumen y peso.
Un bajo peso específico aumenta el consumo de combustible, ya que éste es medido en
volúmenes en los automóviles (litros por cada 100 km).
Los límites superiores de los combustibles empleados en los motores de automóviles son
respectivamente 0,77 y 0,89 kg/dmo para la gasolina y el gasóleo
Poder calorífico: Es el valor del contenido de energía del combustible, el cual varía con
relación a las cantidades de hidrógeno y carbono. También puede definirse como la cantidad de
calor liberada, cuando el combustible se ha quemado totalmente. Cuanto mayor es la cantidad
de hidrógeno, tanto más elevado resulta el poder calorífico. Generalmente se mide por la
cantidad de calor en kcal producidas por un kg de combustible quemado en exceso de aire,
cuando los productos de la combustión son enfriados hasta el punto de ebullición del agua. A
mayor poder calorífico corresponde menor consumo de combustible.
El poder calorífico de las gasolinas y gasóleos empleados en los automóviles suele estar
comprendido entre 10.500 y 11.000 kcal/kg.
Consumo de aire: Es la cantidad de aire que se necesita para la combustión completa de un
carburante. En la gasolina, la relación estequiométrica aire/combustible es de aproximadamente
15:1, es decir, para una combustión completa de un kilogramo de carburante son necesarios 15
kg de aire.
Los motores de gasolina alcanzan su mayor potencia con un 0 a 10% de escasez de aire (mezcla
rica) y su mayor rendimiento térmico y menor consumo de combustible con un 10% de exceso
de aire (mezcla pobre). Los motores Diesel trabajan a la máxima potencia con un exceso de aire
del 10 al 15%.
Fluidez y punto de congelación: La fluidez de los combustibles se valora según el poder de
filtración o punto de vertido, el cual representa la temperatura más baja, bajo prueba, a la cual el
combustible puede fluir por su propio peso.
La resistencia al frío de la gasolina se caracteriza por el punto de cristalización, o sea, la
temperatura a la que precipitan por primera vez los cristales. En los combustibles usuales, este
punto es tan bajo que no se presentan dificultades en invierno. Generalmente se establece por
debajo de los -20 °C.
Pureza y residuos de la combustión: Los combustibles deben estar libres de impurezas que
dificulten el funcionamiento del motor. Con este propósito se limita el contenido de azufre, la
acidez y el porcentaje de sustancias resinosas. Las sustancias resinosas (gomas), tienden a
formar depósitos en los conductos de aspiración, segmentos y otras partes del motor, que
dificultan su funcionamiento.
PUNTO DE ENCENDIDO

La chispa de encendido debe saltar-con cierta antelación, para que la máxima presión obtenida
por la combustión de la mezcla, alcance al pistón un poco después de sobrepasar el p.m.s. Si la
chispa salta prematuramente, la máxima presión de la combustión alcanza al pistón antes de
llegar al p.m.s., siendo frenado en su movimiento ascendente; si se produce demasiado tarde, la
máxima presión alcanza al pistón cuando ya está lejos del p.m.s. en su carrera descendente. En
ambos casos, la potencia del motor se ve disminuida grandemente en relación con el
combustible consumido, produciéndose sobrecalentamientos del motor.
El punto de encendido se establece de manera que se obtenga la mayor potencia del motor con
un mínimo consumo. Generalmente está referido al giro del cigüeñal y expresado en grados de
giro de éste.
El momento más favorable para el inicio de la combustión, no lo determina solamente el
régimen de giro del motor. El tipo de construcción de éste, el combustible empleado, las
condiciones de marcha (carga del motor), etc. la forma y volumen de la cámara de combustión,
el lugar donde se produce la chispa y la composición de la mezcla aire-gasolina, influyen en el
punto de encendido. Con mezclas pobres (proporción de aire mayor de la estequiométrica), la
velocidad de inflamación disminuye, por cuya causa, el punto de encendido ha de desplazarse
en dirección al avance. Del mismo modo, cuando el motor no funciona a plena carga, sino con
cargas parciales, la mezcla es menos inflamable y se quema más lentamente, por lo que ha de
ser encendida antes.
para obtener un buen rendimiento de los motores, el punto de encendido ha de variarse en
función del régimen y de la carga. Esta misión la realizan los llamados dispositivos de avance al
encendido, cuyas ejecuciones básicas son:
Avance centrífugo: Actúa en función del régimen de giro del motor.
Avance de vacío: Actúa en función de la carga del motor.

También podría gustarte