Está en la página 1de 4

RIESGOS EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA Y SU PREVENCIÓN

Docente:
GUILLERMO CABARCAS

Presentado por:
LUIS DE LA ROSA RAMOS
RANDY REINA RIVERO
ALEXANDER VIDALES MANRIQUE

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA
CURSO LIBRE SEGURIDAD INDUSTRIAL
CARTAGENA DE INDIAS D.T y C.
2011
RIESGOS EN LA INDUSTRIA ALIMENTARIA Y SU PREVENCIÓN

Las lesiones en la industria alimentaria suelen estar causadas por lo común por
las herramientas manuales, en especial los cuchillos; por la utilización de
maquinaria; por los choques con objetos en movimiento o estáticos; por caídas
y resbalones, y por quemaduras.
Las lesiones debidas al empleo de cuchillos en la elaboración de la carne y el
pescado pueden reducirse al mínimo mediante el diseño y el adecuado
mantenimiento de los mismos, la disposición de áreas de trabajo adecuadas, la
selección del instrumento apropiado para cada tarea, la aplicación de guantes y
delantales protectores resistentes y la correcta formación de trabajadores en el
afilado y la utilización de estas herramientas. Los dispositivos de corte
mecánico también constituyen una fuente de riesgo, y resultan esenciales para
evitar las lesiones un mantenimiento conveniente y la capacitación óptima de
los trabajadores.
Aunque los accidentes en los que interviene la maquinaria de transmisión son
relativamente infrecuentes, pueden ser graves. Los riesgos asociados a los
equipos y los sistemas de manipulación deben ser objeto de un estudio
individualizado en cada industria. Los problemas en la manipulación pueden
abordarse mediante un análisis pormenorizado del historial de accidentes en
cada proceso y el empleo de protecciones personales adecuadas, como las
aplicadas en pies, piernas, manos, brazos, ojos y cara. Los riesgos debidos a la
maquinaria pueden prevenirse mediante la adopción de protecciones seguras.
Los equipos de manipulación mecánica, y en particular los transportadores, son
muy utilizados y debe prestarse especial atención a los salientes que se
desplazan en su movimiento. Las máquinas de llenado y sellado deben aislarse
totalmente, a excepción de las tomas de entrada y descarga. Las entradas de
cintas transportadoras, tambores, poleas y engranajes deben ser protegidas
adecuadamente.
Por ejemplo, para evitar el riesgo de corte al enlatar, deben emplearse
dispositivos eficaces para la tirada de latas con bordes afilados o cristales
rotos. Las lesiones graves debidas a la puesta en marcha voluntaria de la
maquinaria de transmisión durante las operaciones de limpieza o de
mantenimiento pueden prevenirse mediante la adopción estricta de
procedimientos de bloqueo y carteles de advertencia.
Las quemaduras y escaldaduras debidas a la acción de licores calientes y
equipos de cocción son habituales y se producen lesiones similares cuando se
utiliza vapor y agua caliente en la limpieza de equipos. Pueden ocurrir
accidentes más graves como consecuencia de la explosión de calderas y
autoclaves debida a la falta de controles regulares, una formación deficiente de
los trabajadores, la adopción de procedimientos inadecuados o un
mantenimiento poco apropiado. Todos los equipos que emplean vapor deben
ser objeto de un mantenimiento periódico y a fondo con el fin de evitar grandes
explosiones o fugas de menor importancia.
Las instalaciones eléctricas, en especial en lugares húmedos, requieren una
toma de tierra adecuada y un buen mantenimiento para controlar el riesgo
habitual de descarga eléctrica. Con frecuencia, los sazonadores, los extractos y
los polvos inflamables, como los de cereales, almidón de maíz o azúcar
(considerados como alimentos y no como productos químicos peligrosos)
pueden requerir el empleo de equipo eléctrico catalogado para eliminar el
riesgo de ignición durante los desajustes y las desviaciones de los procesos.
Es esencial un estricto control de la higiene de los productos en todas las fases
de la elaboración de los alimentos, incluidos los mataderos. Las prácticas de
higiene industrial y personal son sumamente importantes en la protección
contra la infección y la contaminación de las materias tratadas. Los locales y
los equipos deben diseñarse para promover la higiene personal mediante la
disposición de instalaciones sanitarias y lavabos adecuados y
convenientemente situados, de duchas en caso necesario, de ropas
protectoras adecuadas y de servicios de lavandería de las mismas, así como
de cremas y lociones protectoras cuando resulte pertinente.
Respecto a los riesgos para la salud, Las infecciones y las enfermedades
infecciosas o parasitarias propagadas por animales o por los productos de
desecho de éstos utilizados en la fabricación son problemas profesionales
comunes en la industria alimentaria. Entre estas enfermedades se encuentran
el ántrax, la brucelosis, la leptospirosis, la tularemia, la tuberculosis bovina, el
muermo, la erisipela, la fiebre Q, la fiebre aftosa, la hidrofobia, etc. Algunos
manipuladores de alimentos pueden contraer una amplia gama de infecciones
de la piel, incluido el ántrax, la actinomicosis y la erisipela. Ciertos frutos secos
están plagados de ácaros que pueden afectar a los trabajadores en las
operaciones de clasificación.
Aparte de la vacunación profiláctica específica contra las enfermedades
infecciosas, la utilización de guantes adecuados, una higiene personal
apropiada y unas instalaciones sanitarias que permitan adoptar tales
precauciones (que constituyen un requisito previo de toda industria alimentaria
como protección del producto) son las medidas preventivas más importantes.
Unos buenos servicios de lavado, que incluyan duchas, y la equipación con
ropa protectora apropiada son esenciales. Es igualmente importante disponer
de una asistencia médica eficaz, sobre todo en el tratamiento de lesiones
menores.
BIBLIOGRAFIA

 http://www.mtin.es/es/publica/pub_electronicas/destacadas/enciclo/
general/contenido/tomo3/67.pdf [15 de Marzo]

También podría gustarte