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FRANCISCO J.

D'ALBORA
- Bachiller, abogado y doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
Nacional de La Plata.
- Miembro titular de los Institutos Iberoamericano y Panamericano de Derecho Pro-
cesal.
FRANCISCO J. D’ALBORA

Código
Procesal Penal
de la Nación
Anotado. Comentado. Concordado

Novena edición corregida, ampliada y actualizada


por NICOLÁS F. D’ALBORA
D’Albora, Francisco José
Código Procesal Penal. Anotado, comentado y concordado
9a ed. - Buenos Aires: AbeledoPerrot, 2011.
1056 p.; 24x17 cm.

ISBN 978-950-20-2272-7

1. Derecho Procesal Penal. I. Título


CDD 347.05

ISBN 978-950-20-2272-7

© D’Albora, Francisco J.
© AbeledoPerrot S.A.

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Buenos Aires - Argentina

Hecho el depósito que establece la ley 11.723. Derechos reservados.


Impreso en la Argentina. Printed in Argentina.
A mi tío Pacho, con inmensurable afecto.
NOVENA EDICIÓN

Las reformas legislativas producidas desde la última edición —leyes 26.549,


26.550 y 26.679— están lejos de cumplir con la indispensable reforma estructural
que necesita nuestro ordenamiento procesal penal nacional. Por tal motivo, se man-
tiene incólume la preocupación evidenciada al prologar la octava edición.
Una vez más, quiero agradecer a la doctora Mariel Lorenzo por su indispen-
sable ayuda.
Por último, esta edición la dedico a mi mujer, Soledad, y a mis hijos, Juan
Cruz, Camila e Isabel.

Nicolás F. D’Albora
Buenos Aires, junio de 2011
PROEMIO A LA PRIMERA EDICIÓN

I. Puede desorientar al lector encontrarse con que se han suprimido la Exposi-


ción de Motivos y los antecedentes del trámite parlamentario de la ley 23.984.
Esto obedece a que Gómez Orbaneja estimaba, con ajustado criterio, en la
Introducción a sus Comentarios a la Ley de Enjuiciamiento Criminal que “una cosa
es lo que una norma o conjunto de normas signifique y otra distinta es lo que el que
la dicta creía que significaba, e incluso, lo que haya querido hacer con esa o esas
normas”, temperamento que refuerza cuando asevera que “...el legislador nos manda
cuando dicta la norma, no cuando la explica” 1.
Por ende, los aciertos —si los hay— y los errores de estos comentarios quedan
a cargo exclusivo del autor.
II. Sensación semejante habrá de depararle advertir tanto que la instrucción se
inicia sólo por requerimiento fiscal (arts. 180, 188 y 195, CPP), como también que el
imputado únicamente puede ser escuchado a través de indagatoria (art. 294).
Sin perjuicio de que le persuadan las explicaciones formuladas en su momento,
conviene tener presente dos reflexiones.
En primer lugar, la interpretación de las normas procesales, como las de todo el De-
recho en general, no puede disociarse “...de que la solución alcanzada en cada caso coin-
cida con el punto de vista axiológico que mejor exprese el entendimiento societario” 2 .
Frente a la equivocidad de los textos, debe optarse por el régimen que preserve más
los principios del sistema acusatorio cuya inserción en la vida comunitaria se ha
procurado establecer; la respuesta adecuada radica en privilegiar la promoción de la
faz instructoria por el exclusivo impulso del Ministerio Público.
Por otro lado, una actualizada concepción jurídica exige tener bien presente
que al poner en juego el proceso penal, “...los derechos esenciales de la libertad y el
honor de las personas, hacen que cada uno de los recaudos que garantizan el ejercicio
del derecho de defensa, deban extremarse...” 3. De ahí que el ingreso del sospechoso
al proceso no tolere otra vía, a nuestro modo de ver, como no sea la que conduzca a
una resolución con efecto de cosa juzgada material, sin abandonarlo a la angustia de
esperar que la acción penal prescriba.

1
Barcelona, 1947, ps. XXXI/XXXII.
2
Palacio, Derecho procesal civil, t. I, Buenos Aires, 1967, p. 74
3
Morello, “El moderno derecho procesal”, LL del 10/5/1993, con cita del fallo de la CS, del
5/3/1991, causa “Balbi”.
XII PROEMIO A LA PRIMERA EDICIÓN

III. En la bibliografía general se indican las obras manejadas con preponderan-


cia. Los demás trabajos se señalan en la oportunidad correspondiente.
La jurisprudencia utilizada, en algunas ocasiones, se remonta a la elaborada
durante la vigencia del Código anterior, porque se descuenta su operatividad para
respaldar pronunciamientos en el nuevo sistema.
IV. El reconocimiento debido a la doctora Claudia G. Della Malva compromete
nuestra gratitud pues ha intervenido, a conciencia, en el análisis de todas las conclu-
siones. Muy importantes han sido, en especial, sus aportes sobre la teoría general del
delito. Además ha tenido la paciencia de sobrellevar tanto la fatiga propia de la tarea
como el cambiante humor del suscripto.
No menos intenso resulta, en justicia, poner de relieve la trabajosa faena des-
plegada por los doctores Rodolfo Madariaga, Alfredo Luis Repetto y Francisco José
D’Albora (h), quienes afrontaron la ardua lectura de los originales, complementada
con oportuna información jurisprudencial.
V. Parece conveniente subrayar que el logro de una armoniosa comprensión
del Código requiere, sobre todo, no adentrarse en su análisis a través del antiguo
esquema 4.

Buenos Aires, junio 4 de 1993

4
Conf. Robles Fernández, presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, LL Actualidad,
del 13/8/1992.
PRÓLOGO A LA SEGUNDA EDICIÓN

I. Entre la aparición inicial de estos comentarios y anotaciones y la actual,


corregida y aumentada, el transcurso del tiempo operó con adversidades, sinsabores
y algunas alegrías —según sucede con todos los seres humanos— también sobre el
autor. Las últimas, menos frecuentes que las primeras, permitieron sobrellevar el
diario acontecer. Aquéllas incentivaron el trabajo, pues sólo la cotidiana labor libera
de los pesares.
Desde entonces hasta el presente, tanto la tarea judicial como la doctrinaria
coadyuvaron en el análisis de los preceptos del Código. Su lectura —si no íntegra,
cuando menos prolija hasta marzo de 1996— enriqueció nuestro punto de vista y
respalda muchas rectificaciones. Vaya como ejemplo el comentario al art. 73, donde
admitimos como posible la conclusión del proceso mediante sobreseimiento, siem-
pre que se haya escuchado al imputado aunque no fuese a través de la indagatoria.
II. En este trabajo ha resultado muy importante la colaboración de Mariana
Sica, quien, amén de allegar información, cumplió su aporte con inconmovible pa-
ciencia, única manera en que pudo sobrellevar tan pesada carga. A ella se deben
muchas atinadas reflexiones y las indicaciones de tomo y página de revistas.
También se impone reconocer la ayuda de Mariel Lorenzo para mecanografiar
gran parte de los originales, con igual dosis de tolerancia.

Buenos Aires, marzo 9 de 1996


PREFACIO A LA TERCERA EDICIÓN

I. La compulsa de los pronunciamientos judiciales considerados relevantes y el


análisis de los trabajos doctrinarios aparecidos desde la anterior edición —puede que
todos—, conforman el soporte de estos actualizados comentarios y anotaciones.
Se encontrarán rectificados puntos de vista expuestos anteriormente. Entre
otros, el referente al obligatorio pronunciamiento, para todo tribunal, sobre las nuli-
dades absolutas percibidas o denunciadas, aun sin instancia.
II. La modalidad de trabajo del autor requiere que el material acumulado du-
rante la lectura —sobre todo la jurisprudencia— se vuelque en fichas para poder
ubicarlo una vez aparecido en el tomo de la revista o corroborar la cita del libro o
de la monografía utilizada. Tengo que reiterar el esfuerzo y dedicación de la docto-
ra Mariana Sica, cuya eficacia en dicha tarea resultó inefable. Si algo faltaba para
expresarle mi reconocimiento, lo debo con creces por la agotadora lectura de las
pruebas.
Como siempre, agradezco la consecuencia de Mariel Lorenzo, quien suplió
nuestra cabal ineptitud para entendernos con una computadora.

Buenos Aires, septiembre 8 de 1997


ANTE LA CUARTA EDICIÓN

Quizás pueda tenerse por cierto la afirmación de los más destacados proce-
salistas penales argentinos al sostener que esta disciplina —en la mayoría de los
casos— no supera la mera exégesis.
Sin embargo la aceptación que ha tenido este trabajo me obligó a su actualiza-
ción y a someterlo, una vez más, a la consideración de colegas y estudiantes.
Como siempre, mi reconocimiento a la doctora Mariana Sica por su eficaz
ayuda. También a Mariel Lorenzo, por su inalterable tolerancia, y a Héctor Domingo
Palacio D’Albora —mi nieto—, quien para colaborar en la lectura de la impresión,
debió resignar horas de su descanso.

Buenos Aires, septiembre 8 de 1999


EXORDIO A LA QUINTA EDICIÓN

Es muy grato comprobar que este trabajo haya encontrado la buena acogida
que trasunta la necesidad de esta nueva aparición. En este caso la realidad superó,
con creces, la expectativa más optimista al momento de publicarse por primera vez.
La mayor satisfacción lograda por el ya acotado valor de la tarea la propor-
cionó el Tribunal Superior de Justicia de la provincia de Córdoba, conforme podrá
verificarlo el lector cuando se discurre sobre el art. 393, pues su sala Penal muestra
su coincidencia con la comprensión de un tópico muy discutido entre nosotros.
Como siempre, se impone expresar mi gratitud para con la doctora Mariana
Patricia Sica, la habitual colaboradora Mariel Eugenia Lorenzo, a Mariángeles Ar-
magnague, a la doctora María Paula Marisi y a Héctor Domingo Palacio D’Albora.

Buenos Aires, abril 5 de 2002


SOBRE LA SEXTA EDICIÓN

En el exordio a la quinta edición se puso de manifiesto la enorme satisfacción


causada, a raíz de la coincidencia, por un fallo del Tribunal Superior de Justicia de
la provincia de Córdoba, referido en el comentario al art. 393. Ahora el halago se ve
reiterado, pues la Corte Suprema adoptó el mismo temperamento.
Aunque ya sea una reiteración, no podría silenciar, sin incurrir en deslealtad, la
eficaz ayuda aportada por la Dra. Mariana Patricia Sica. Y como siempre, sigue sien-
do un imperativo reconocer mi deuda para con la encomiable e insustituible labor de
Mariel Eugenia Lorenzo y Mariángeles Armagnague.

Buenos Aires, marzo de 2003


SÉPTIMA EDICIÓN

No puedo comenzar este prólogo sin agradecer a Francisco J. D’Albora (h)


por haberme permitido y alentado a actualizar la obra de su padre. Tarea difícil, no
sólo por la carga emocional que conlleva, sino también por la imposibilidad cierta
de hacer un trabajo que esté a la altura de las anteriores actualizaciones. Con estas
limitaciones, he procurado mantener la utilidad que para muchos tiene este libro a
través del agregado de jurisprudencia y doctrina. Incluso hay material anterior a la
partida de Pacho —1/4/2003— que él mismo había seleccionado y por razones de
tiempo no pudo ser agregado en la última actualización.
Para no confundir al lector, nuestras opiniones sólo podrán verse en las refor-
mas legislativas efectuadas desde el año 2003 hasta la fecha. En el resto de los artí-
culos, sólo se incorporó la doctrina de nuevos fallos, sin comentarios personales.
Mientras el primer tomo estaba en proceso de edición, la Corte Suprema dictó
el fallo “Llerena” —17/5/2005—, de extrema trascendencia para la preservación de
la garantía constitucional de imparcialidad, en cuanto destacó —en esencia— que
el juez que dictó auto de procesamiento no puede intervenir con posterioridad en el
debate oral. Por razones de tiempo, no fue incluido al comentarse el art. 55.
Una vez más corresponde agradecer la imprescindible ayuda de la doctora Ma-
riana P. Sica y la señora Mariel Lorenzo; constituye una demostración cabal de la
lealtad y el compromiso que siguen teniendo para con el autor de esta obra. En esta
oportunidad se sumaron María del Rosario D’Albora y Matías Oribe, quienes cola-
boraron en el rastreo de la jurisprudencia seleccionada.
Creo que ésta es la mejor forma de agradecerle a Pacho todo lo que generosa-
mente nos brindó. Por eso este aporte está dedicado, principalmente, a él.

Nicolás F. D’Albora
Buenos Aires, junio de 2005
SOBRE LA OCTAVA EDICIÓN

Quien acostumbra consultar la obra advertirá que en esta nueva edición se


produjeron cambios diversos y de distinta índole. En primer lugar, receptamos
un sabio consejo de algunos colegas y amigos: las sucesivas incorporaciones
de citas jurisprudenciales y doctrinarias a lo largo de las diversas ediciones lle-
vó a que se tornara poco amena la lectura del texto; por tal motivo, decidimos
reestructurarlo y, entre otras medidas, ubicar las citas en notas al pie; idea que
el autor de esta obra siempre quiso materializar pero los tiempos editoriales y
las limitaciones de la informática no lo permitieron.
En esta oportunidad también decidimos incorporar nuestra postura —siem-
pre a través de la pertinente nota al pie— en aquellos casos en los que presentara
matices diferentes de la del autor.
Desde la última actualización se han producido más de diez reformas le-
gislativas que, de una forma u otra, alteraron nuestro ordenamiento procesal
penal nacional. Si bien en algunos casos se buscó, de manera efectiva, una
mejora en la administración de justicia, muchas de las modificaciones fueron
producto de una reacción apresurada a diversos reclamos de distintos sectores
de la sociedad.
Estas reformas parciales —calificadas por algunos como “parches legis-
lativos”— no atienden la necesidad imperiosa de una reforma estructural de
nuestro sistema de enjuiciamiento penal que adopte los lineamientos fijados
por la Corte Suprema en cuestiones transcendentes como la imparcialidad del
tribunal, rol del querellante, garantía de la doble instancia, entre otros aspec-
tos. Se trata de una cuestión no menor porque, al no recibir dicha doctrina el
debido encauce legislativo, los tribunales inferiores la interpretan e implemen-
tan según su criterio y, lo que es peor, se pone a los justiciables en la incómoda
situación de no saber cuál será el procedimiento legal-jurisprudencial aplicado
por el juez del caso. Un colega que por primera vez ejerza el ministerio de la
defensa en el orden nacional y pretenda guiarse sólo con el apoyo del Código,
difícilmente llegue a buen puerto en el asunto que le fue encomendado, por la
preocupante razón de que dicho procedimiento, a veces, difiere sustancialmen-
te del aplicado en los tribunales.
XXVI SOBRE LA OCTAVA EDICIÓN 

Quiero agradecer —una vez más— la imprescindible colaboración de la


doctora Mariana P. Sica y la señora Mariel Lorenzo. También, expresar mi
agradecimiento al Profesor Gustavo Bruzzone, quien generosamente se prestó
a leer los borradores de mis comentarios a las reformas procesales producidas.
Y a mis amigos, por alentarme.
Por último, quiero dedicar esta edición a mi mujer, Soledad, y a mis hijos
Juan Cruz y Camila.

Nicolás F. D’Albora
Buenos Aires, mayo de 2009
ABREVIATURAS USADAS

– BCRA Banco Central de la República Argentina.


– BJ Boletín de Jurisprudencia de la Cámara Nacional de Ca-
sación Penal.
– CA Código Aduanero.
– CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto
de San José de Costa Rica), ley 23.054.
– Cám. Pen. Cámara Penal.
– CC Código Civil.
– CCC Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Co-
rreccional de la Capital Federal.
– CCom. Código de Comercio.
– CC y C Cámara Criminal y Correccional.
– CDJP Cuadernos de Doctrina y Jurisprudencia Penal.
– CDN Cámara de Diputados de la Nación.
– CE Código de Ética.
– CEDH Convenio Europeo de Derechos Humanos.
– CF o C. Fed. Cámara Federal.
– CIDH Corte Interamericana de Derechos Humanos.
– CFCP Cámara Federal de Casación Penal
– CJ Corte de Justicia.
– CJM Código de Justicia Militar.
– CN Constitución Nacional.
– C. Nac. Civ. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil de la Capital
Federal.
– C. Nac. Com. Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial.
– CNCP Cámara Nacional de Casación Penal.
– CNCCC Cámara Nacional de Casación Criminal y Correccional
– CNPE Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico.
– CP Código Penal de la Nación Argentina.
– CPMP Código de Procedimientos en Materia Penal (ley 2372).
– CPN o CPCC Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
– CPP Código Procesal Penal.
– CS Corte Suprema de Justicia de la Nación.
XXVIII ABREVIATURAS USADAS 

– DADDH Declaración Americana de Derechos Humanos y Deberes


del Hombre.
– DGI Dirección General Impositiva.
– DJ Revista Jurídica Doctrina Judicial.
– DP Revista Jurídica Doctrina Penal.
– DPPC Derecho Penal y Política Criminal.
– DUDH Declaración Universal de Derechos Humanos.
– ED Revista Jurídica El Derecho.
– FNIA Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas.
– JA Revista Jurídica Jurisprudencia Argentina.
– JF Juzgado Federal.
– LEC Ley de Enjuiciamiento Criminal española.
– LL Revista Jurídica La Ley.
– LLC Revista Jurídica La Ley Córdoba.
– LO Ley Orgánica.
– MP Ministerio Público.
– PEN Poder Ejecutivo Nacional.
– PIDCP Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
ley 23.313.
– PJN Poder Judicial de la Nación.
– PLN Poder Legislativo de la Nación.
– RADP Revista Argentina de Derecho Procesal.
– RED Repertorio El Derecho.
– RJCC Reglamento para la Justicia Criminal y Correccional.
– RJN Reglamento para la Justicia Nacional.
– SC Suprema Corte.
– SCBA Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires.
– ST Superior Tribunal.
– TEDH Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
– TEP Tribunal de Ejecución Penal.
– TOC Tribunal Oral en lo Criminal.
– TS Tribunal Superior.

NOTA
Cada vez que se cita un artículo sin referencia, corresponde al CPP.
LIBRO 1
DISPOSICIONES GENERALES

Juez natural, juicio previo. Presunción de inocencia. Non bis in idem


Articulo 1. Nadie podrá ser juzgado por otros jueces que los designados de
acuerdo con la Constitución y competentes según sus leyes reglamentarias, ni
penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso y sustan-
ciado conforme a las disposiciones de esta ley, ni considerado culpable mientras
una sentencia firme no desvirtúe la presunción de inocencia de que todo impu-
tado goza, ni perseguido penalmente más de una vez por el mismo hecho.
El derecho procesal penal es derecho constitucional aplicado'; el epígrafe da
buena cuenta de ello porque, además de reiterar en las dos primeras oraciones lo
que establece la letra del art. 18, Constitución Nacional en sus dos enunciados del
comienzo -antes de su reforma en 1994-, desentrañaba, en las dos últimas, prin-
cipios que fluían, implícitamente, de la misma disposición de la Ley Suprema. La
incorporación de los pactos, al dar cabida a los cuatro enunciados les otorga idéntico
valor (ari. 75, inc. 22, id.); también han reconocido jerarquía constitucional a otros
principios regulados en el Código (por ej., art. 55 y Libro IV, "Recursos").
a) Juez natural
Esta garantía preserva la imparcialidad del órgano al impedir que el PEN pueda
neutralizarla mediante el establecimiento de un tribunal especial.
Se observa si se atribuye el juzgamiento al Órgano judicial competente para el
juicio cuando ha sido creado por ley, y siempre que esté en funciones al cometerse

En cambio, se la cercena burdamente si se acepta el juzgamiento por quien no


e encuentra investido de jurisdicción. Por ejemplo, las liamadas "comisiones inves-

' BAUMANN, Derecho ..., p. 29.


tigadoras" -creadas al margen del art. 109, CN-, aun cuando su cometido se ciña
a la etapa instructoria del proceso penal2.
La cláusula constitucional --explicitada por el Código- cubre los dos orige-
nes que puede tener su afectación porque, además de asegurar que nadie debe ser
sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa, proscribe los
tribunales creados para la ocasión (ver arts. 8", CADH, XXVI, DADDH, 10, DUDH
y 14.1., PIDCP).
La Corte Suprema ha entendido que las garantías indispensables para la se-
guridad individual consagradas por el art. 18, CN, no sufren menoscabo cuando. a
consecuencia de reformas introducidas por la ley en la administración de la justicia
criminal, ocurre alguna alteración en las jurisdicciones establecidas, atribuyendo a
nuevos tribunales permanentes, cierto género de causas en que antes conocían otros
que se suprimen o cuyas atribuciones se restringen3.
La Constitución de 1949 preveía la instauración del fuero policial y, al ser di-
suelto en 1955, se reiteró el temperamento4 en forma que constituye una sostenida
línea jurispnidencial. En efecto: siempre que se presenta la oportunidad expresa que,
por ser las leyes sobre procedimiento y competencia de orden público, las nuevas,
aun en caso de silencio, se aplican a las causas pendientes, excepto que priven de
validez a los actos procesales cumplidos o dejen sin efecto lo actuado de conformi-
dad con las leyes anteriores. El límite estriba en preservar el valor de los actos pro-
ccsülss ya re~lizadoza cii).o fiii resulta 1111 bucri principio fijar cuál serii el sefialado
por la vigencia dc la Ir! atiterioi. (an. 536, derogado por CI 311.88 de la ley 23.1 71. y
sustituido por los arts. 12, 19,24; 32, 34,46, 59, 7 o y 74, id., aunque éstos -salvo
el último, que comprende a los condenados- conceden al procesado o acusado una
amplia posibilidad de o p ~ i ó n )Aquel
~. criterio opera con absoluta prescindencia de
la ley procesal vigente al tiempo de la comisión del hecho6.
La intervención de nuevos magistrados no vulnera la garantía del juez natural,
que sólo tiende a impedir la sustracción arbitraria de una causa a la jurisdicción del
juez que continúa teniéndola para casos semejantes, con el fin de atribuir su cono-
cimiento a uno que no la tiene, constituyendo así, por vía indirecta, una verdadera
comisión especial disimulada; la nueva ley se aplica a hechos cometidos con ante-
rioridad a su entrada en vigencia, pues es posible su aplicación retroactiva, con el
límite antes establecido7. Las leyes modificatorias se aplican de inmediato a las cau-
sas pendientes si sólo distribuyen entre tribunales permanentes, ciertos géneros de
causas que antes conocían otros que se suprimen o cuya competencia se restringes.
El juez natural capta también al tribunal competente conforme a las constitu-
ciones respectivas; en especial, hay que atender al art. 116, CN, en cuya virtud, en el
caso de pluralidad de delitos, si uno de ellos pertenece a la competencia de los tribu-

Ver sobre "comisiones especiales", en general MAIER,Derecho..., t. 1-B, ps. 4891497.


' ED 126-539, f. 40.599.
+ CS, Fallos 234:482.
CS, "I., L. A. slinf. art. 189 bis, CP", ED 143-121, f. 43.553, con nota de BIDARTCAMPOS,
",Excepciones a la aplicación inmediata de nuevas leyes procesales a los juicios pendientes"; en contra,
Cám. Pen. Santa Fe, sala 1, ED 144-299. f. 43.769, con nota de BIDARTCAMPOS,"Un problema de
juez natural".
CS, JA 1989-1-393.
' CF Cap., sala la, ED 175-234, f. 48.344.
CF Cap., sala 2r, ED 175-235, f. 48.345.
rt. 1 GARANTÍAS FUNDAMENTALES, INTEKPRETACIÓNY
APLICACIÓNDE LA LEY

nales federales y otro a la de una provincia (arts. 5", 121 y 122, CN), no puede haber
acumulación ni siquiera por razones de conexidad (arts. 21,42, p á x lo,y 43). En tal
supuesto, los procesos se tramitan por separado, sin peguicio de que en su momento
las sentencias condenatorias deban unificarse (art. 58, CP; art. 21, CPP) y sólo se
establece un régimen de prelación para el juzgamiento (arts. 19 y 20, CPP)
La expresa mención de las comisiones especiales obedece a la ingrata expe-
riencia de nuestro pasado histórico que las conoció; aunque no son creación local,
porque durante la Inquisición europea las hubo permanentes e incluso subsistieron
en Francia después de la Revolución de 1789.
Esto no impide que, por la complejidad de la vida moderna, adunada a cierta
peculiaridad en determinadas actividades estatales (Aduana, BCRA), el legislador se
vea en la necesidad de reconocer funciones jurisdiccionales a órganos administrati-
vos; empero, en la medida en que estén comprometidosderechos subjetivos públicos
-sobre todo la libertad personal o la propiedad-, resulta imprescindible establecer
una instancia judicial útil9; así, las resoluciones del presidente del Banco Central
fueron, en un primer tiempo, recurribles ante la CNPE y ahora lo son ante los jueces
del mismo fuero en lo que atañe a infracciones al régimen penal c a m b i a r i ~ ~ ~ .
Este criterio lo ha expresado la Corte Suprema afirmando que semejantes deci-
siones deben ser sometidas a controljudicial suficiente, aunque jamás precisó en qué
consiste dicho control y si basta el recurso extraordinario regulado por los arts. 14 de
la ley 48 y 6'de la ley 4055, o es menester el tránsito anterior por alguna otra instancia
ordinaria. Y aunque el recurso de amparo no permite cuestionar el ejercicio de estas
atribuciones legales, tampoco es posible sancionar sin sumario previo y sin escuchar
los descargos del imputado, pues ello implica arrogarse la facultad de imponerlas de
manera automática". Empero, la mera concesión del recurso con efecto devolutivo,
en el ámbito de la repartición administrativa, no excluye la ulterior aplicación de la
ley procesal penal -art. 442-, lo cual no descarta el efecto suspensivo cuando se
concreta el reclamo judicial y siempre quedaría a salvo la queja -art. 476-12. Así,
en materia de faltas municipales, antes de la reforma de la CN en 1994 (art. 129, id.),
consideró que, al no integrar los miembros que conformaban sus órganos el PJN, sus
decisiones no tenían el carácter de sentencia definitiva en los términos del art. 14 de
la ley 48. En dicha circunstancia era atinado acudir al régimen establecido por la ley
orgánica municipal de la Ciudad de Buenos Aires, con el fin de obtener la sentencia
definitiva --en este caso del fuero en lo civil de la Capital- para que quede habili-
tada dicha vía por agotamiento de las impugnaciones ordinariasI3.
La Ley de Tránsito 24.449 contiene dos normas, en apariencia contradictorias,
n materia recursiva; por un lado su art. 69, inc. b), autoriza a los jueces locales
..con competencia penal y contravencional..." a aplicar las sanciones; por otro,
art. 74 estatuye que los recursos serán resueltos por "...los tribunales del Poder
Judicial competente...", lo cual no alteraba el sentido de los criterios imperantes con

' CS, Fallos 247656.


'O CNPE, sala B, ED 175-142, f. 48.319
" CNPE, sala A, ED del 81611995, f. 46.640.
" Id. id., ED del 301411997, f. 47.864.
II
CS, Fallos 308:2133, o ED 122-396, f. 39.981, con nota dE BiDART CAMPOS,"Una decisión
<antísima de la Corte: la justicia municipal de faltas de la Capital Federal cuenta con revisión
]al': y Fallos 310:674, o ED 123-477, f. 40.177, con nota de BIDART CAMPOS, "Definitivamente
ac arado: las resoluciones de lajusticia municipal de faltas de la Capital 'son revisables'judicialmente".
4 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACI~NY APLICACI~NDE LA LEY Art. 1

anterioridad a la reforma de la CN (art. 129, id.): el reclamo contra las sanciones


debía resolverlo la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil para no contravenir
la entonces ley orgánica municipal -ley 19.987-14. Durante la vigencia del Códi-
go anterior -aplicable, en ese momento, en materia de faltas policiales, conf. art.
538, texto según ley 24.131, art. lo-, que sólo admitía el reexamen de lo decidido
por la policía en materia de contravenciones ante la justicia correccional y cuando
la sanción tenía cierta cuantía -más de cinco días (art. 30 del Códigoanterior, de-
rogado por la ley 22.935)-, la Corte declaró su inconstitucionalidad por contrariar
la garantía del art. 18, CN, pues, aunque la jurisdicción administrativa no requiere
multiplicidad de instancias, debe entenderse que impone una judicial propiamente
dicha, a veces no satisfecha con la facultad de deducir recurso extraordinario15.La
CS ha reiterado que cierto tipo de infracciones pueden ser juzgadas por organismos
administrativos -faltas policiales-, si bien debe garantizarse el control judicial
suficiente para impedir que aquéllos ejerzan un poder absolutamente discrecional,
sustraído a toda especie de revisión ulterior; también se requiere la posibilidad de
contar, al menos ante los tribunales de justicia, con asistencia profesionaliG.
Conforme al nuevo Código, las resoluciones sobre faltas o contravenciones
policiales eran susceptibles de apelación ante el juez correccional, quien también
entendía en la queja por denegación de dicho recurso en aquellos supuestos (art. 27,
inc. 3"). El art. 129, CN, modificó el sistema, pues, con sustento en sus previsiones
el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso en vigencia la ley 10, que aprueba
elCódigo Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires -denominado Código de
Convivencia-, como también la ley 12 de Procedimiento Contravencional -am-
bos textos sufrieron diversas reformas- y, en consecuencia, pusieron término a la
competencia apelada de la justicia en lo correccional establecida en el art. 27, inc.
3", siempre que se trate de faltas de naturaleza local y, excepcionalmente, no proven-
gan de ciertas normas nacionales". Ver art. 18. Constituye preocupación espe~ialen
los casos de ejercicio de jurisdicción administrativa, que no se prive al infractor de
asistencia letradala.
Las garantías del juez natural, del debido proceso y de la defensa en juicio
exigen tanto que el tribunal se halle establecido por ley anterior al hecho de la cau-
sa, como que haya jueces que hagan viable la actuación de aquél en los asuntos en
que legalmente se le requiera y le corresponda. Por eso la integración definitiva del
tribunal a los efectos de pronunciarse no puede sufrir postergaciones que impliquen
priv%ciónde justiciai9.Anota Salvadores de Arzuaga que el acceso al tribunal -"de-
recho a la jurisdicción"- se vio frustrado porque no había Órgano ante el cual acudir
en procura de justicia a raíz de las continuas excusaciones de conjueces; uno de los
pasos o etapas de este "derecho a la jurisdicción" involucra el acceso al juez natural y
- K1.x. '1.n; i a n ~ i u n c iinipiieiins pdr I;i justici.i municipnl <Ir.Rliiis: piisibili-
S (.uni. OK(~I:IK.N

dad dc rciunir ante la Cniaia N.+cii,iisl d e .\veln<i<inc5zn l o C'it 11 iIs> 24 44'9i". J \ .lsl 19 2 lYY7, p.
7. En contra Losa, Justicia municipal ps. 153 y SS.,y 1771178.
L.,

" Fallos 305:129.


" LL del 1311211996, f. 94.974, con noia de TAWIL,"La imposición de sanciones contravencio-
nales por autoridades policiales en la jurispmdencia reciente de nuestra Corte Suprema".
" Pesas y Medidas, Código Alitnentario Argentino; conf. LOSA, "Código de Convivencia",
LL del 251311999.
CS, Fallos 306:821, y CS, LL del 91311992, f. 90.190, voto de la minoría.
'' CS, LL del 51811993, f. 91.496, con escolio SALVADORES DE ARZUAGA, "El derecho a la
jurisdicción".
.1 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACION Y APLICACIÓNDE LA LEY

se completa con el debido proceso y una sentencia constitucional; resulta obligación


del Estado moderno administrar justicia cuando se compromete el orden jerárquico
de los derechos constitucionales debiéndose crear y mantener, a tal fin, medios para
ejecutarlo y procedimientos, útiles o eficaces, para tramitar las pretensiones de los
justiciables.
Una de las proyecciones de este principio atañe a la competencia territorial en -
cuya virtud ha de estarse al lugar donde se ha cometido el hecho delictuoso, a fin
de determinar la jurisdicción competente para juzgarloz0. Ello no empece a que en
ciertos convenios internacionales se facilite la presencia de agentes nacionales o
funcionarios consulares y se les permita proponer preguntas de acuerdo con la legis-
lación del Estado requerido; las actuaciones pueden registrarse por medios técnicos
'empre que no se oponga el ordenamiento de aquel Estado (v., por ej. ley 25.460,
ratado de Asistencia Mutua Penal celebrado con Canadá, arts. 7' y 20).
El mecanismo del juicio oral impide sustituir la persona del juez una vez co-
menzada la audiencia al exigir la identidad fisica de quien decide (art. 365, inc. 4").
La CNCP reconoce --en la misma línea que la jurisprudencia de la CS- que esta
garantía no sufre menoscabo por la intervención de nuevos magistrados en los pro-
cesos pendientes siempre que resulten consecuencia de reformas en la organización
tribuiialicia o en la distribución de la competencia y se respeten los actos procesales
válidamente cumplidos2'.
En un trascendente fallo, la CCC, sala IV, entendió afectada la garantía del juez
natural por mediar un caso de fomm shopping. Se entiende por tal a la posibilidad
de "elegir" el órgano jurisdiccional que intervendrá en un proceso penal. Los jueces
Barbarosch y Bruzzone consideraron que la radicación de una denuncia ante una
dependencia de la Policía Federal con el objeto de conseguir la intervención de un
juzgado determinado por encontrarse de turno con el órgano de prevención, pone en
crisis las garantías del juez natural e imparcial. Actualmente, a partir de la modifica-
ción del art. 3 16 del Reglamento para la Jurisdicción en lo Criminal y Correccional,
toda denuncia presentada ante las fuerzas policiales debe ser con posterioridad sor-
teada para su asignación definitivaz2.
b) Juicio previo
El derecho penal sustancial no consiente su realización inmediata - e n países
medianamente civilizados no se realiza por sí soloz3- como sucede, en general, con
el derecho privado, donde tanto por los intereses particulares afectados como por la
autonomía de la voluntad consagrada en el art. 1197, CC., es corriente que así ocurra.
De ahí que, en tales casos, el proceso resulte una forma de realización patológica de
los preceptos, por ejemplo del Código Civil o del Código de Comercio.
En vez, la imposición de una pena prevista con anterioridad al hecho juzgado,
por el Código Penal o las leyes penales especiales, sólo es admisible después de tran-
sitar por el proceso penal, que así deviene la única y exclusiva manera de infligirla.
En consecuencia, el juicio previo radica en el inevitable camino a recorrer para
arribar a la imposición de una condena, coino culminación de un proceso legal y

2@ CF San Martin, sala 1, DJ 1999-1-875, f. 13.965.


2' CNCP, sala Ii, BJ nro. 1, ps. 3,4.
" SJP, LL del 30/11/2004, f. 108.372, con nota adversa de PALACIO,''¿Fon<m shupping por
aplicación de uno de los sistemas de asignación de causas?".
21 BAUMANN, Derechu ..., p. 15.
6 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACION Y APLICACIÓNDE LA LEY Art. 1

regular, sustanciado conforme a las disposiciones de este Código. Tales exigencias


se cumplen si se respeta la garantía que asegura la inviolabilidad de la defensa en
juicio, cumplida en el proceso penal siempre que se haya conservado la secuencia de
acusación, defensa, prueba, alegación sobre su mérito y sentencia suficientemente
motivada24,comprendiendo un juicio rápido, dentro de lo razonablezs. Ampara a
todos los intervi~ientes~~.
Tanto este principio como el anterior están claramente fijados en el pán: 1' del
art. 18, CN. Ver también arts. XXVI, DADDH, 10, DUDH, 8.1., CADH y 14.1.,
PIDCP.
El perfil sustancial de este principio exige observar el de reserva de la ley penal
sustancial en cuanto reconocer la existencia del delito requiere una norma preesta-
blecida a la acción juzgada (ver arts. 195 y 336, inc. 3').
La garantía del debido proceso ampara a todo aquel a quien la ley reconoce
personería para actuar en defensa de sus derechos. Cubre la intervención del quere-
llante particular y habilita una condena, aunque el representante del MP solicitara la
absolución, si aquél recabó en la etapa oportuna la imposición de pena2'.
c) Presunción de inocencia
Para evitar equívocos resulta más aceptable denominarlo principio de inocen-
cia, conforme al cual la persona sometida a proceso disfmta de un estado o situación
jurídica que no requiere construir sino que incumbe hacer caer al acusador. Por eso
parece cuestionable la constitucionalidad de la figura descripta en el art. 268, inc.
2", Código Penal en cuanto exige al funcionario o a la persona interpuesta para di-
simular su enriquecimiento ilícito sospechado, la demostración del origen de sus
bienes, pues invierte la carga de la prueba28.En vez, Morel10~~ admite la posibilidad
de invertir la carga de la prueba en estos casos o bien "...al acentuar razonablemente
mediante presunciones de culpa el modo de atribuir la consecuente responsabilidad
[...o a quien no tiene desparpajo en exhibir su pronta y conocida acumulacíón de
beneficios inexplicables] pues según las circunstancias y el orden normal en que
ellas acaecen... o esa desviación funcional, atributiva del plus patrimonial ... aparecen
como la causa idónea... del enriquecimiento; hacen presumir que... el beneficiario..."
es el responsable; pero su aceptación se ve condicionada a la explicación de las
defensas o pruebas cuya producción se negó y la relación que media entre ellas y el
resultado del litigio; en frase feliz afirma: "No es simple de traducir esa carga com-
pleja que lejos está de poder satisfacerse con la mera y desnuda 'invocación' de que
se ha menoscabado la garantía en estudio". A su vez entiende30deber más acentuado
de colaboración --considerable como inversión de la carga probatoria- los que se
presentan en los procesos sobre violaciones de derechos humanos, "...en relación a

" BERTOLINO, El debido...,passim.


Z5 CS, JA 1990-11-53 y JA 1990-IV-618.
u CS, Fallos 268:266. Ver CAFFERATA
NORES,"Relaciones entre derecho penal y derecho pro-
cesal penal", DP, año 1987, ps. 2091226
- CS. 1.L drl 28 9 199b, f. 9- 877, con nota de CAFFI K , % r UOKES, "(,S? rerminii el tnoni>poliu
del .\liniiieru Piibliiu l'isral wbrc la acciiin ~rnal'?,o JA 1998-1\'-510. o LI) 180-1003. I>PI'C, i. 04.
CHIAPPINI, "El delito de no justificación de enriquecimiento", LL 1986-C-851.
Z9 "El derecho a probar; su perfil constirucional", ED 159-259, nota a fallo 45.915.
"Carga de probar: dos puntos clave", JA del 121211997, p. 2; remite a un fallo de la CF San
Martin, sala 11,JA 1995-111-210y su nota.
.1 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA LEY

la transparencia de los asuntos públicos y al enriquecimiento indebido de los fun-


cionarios públicos ..." --con cita de la Convención Interamericana sobre la Comp-
ción aprobada por la OEA en Caracas el 23/3/1996; ley 24.759-, y cree ver en la
protección del medio ambiente o controversias referidas a relaciones de consumo un
anticipo de la situación.
Respalda la constitucionalidad de la figura alojada en el art. 268 (Z), CP Severo -
Caballero, a cuyo parecer la supuesta " inversión probatoria" no ataca el derecho ni
la garantía constitucional de no declarar contra sí mismo, pone énfasis en recordar el
nuevo art. 36, párr. 5', CN"'. Por la compatibilidad con la Ley Suprema se pronun-
cia la CCC, sala de feria A3=,sala 133y sala IV4. La CNCP, sala 1, no advierte óbice
constitucional en la exigencia de ciertos deberes en calidad de requisitos previos y
permanentes a partir del inicio de la relación de empleo público, durante ella y hasta
determinado tiempo posterior al cese; afirma que no se invierte la carga de la prueba
con afectación del principio de inocencia ni vulneración del derecho a preservar
contra la autoincriminación; concluye que son válidas las presuilciones legales so-
bre la existencia de un delito en tanto las circunstancias fácticas contempladas por
la ley las sustenten razonablemente y se acuerde oportunidad de defensa y prueba
de descargo3s. Por la tesis adversa S a n ~ i n e t t i ~también
~; Mikkelsen-Loth3', quien
afirma que defender a la administración de sus agentes deshonestos no justificará la
tremenda lesión de este tipo de delito, pues coinproinete garantías individuales esen-
ciales -inocencia, legalidad y prohibición de autoincriminarse-; se crea entonces
un delito de sospecha al relevarse la carga de su identificación por las circunstancias
que hacen a su consecuencia.
En el campo del derecho represivo tributario, la Corte Suprema estima que
corresponde al imputado cargar con la prueba tendiente a demostrar la inexistencia
del elemento subjetivo una vez comprobada la materialidad que permite adecuar el
hecho al tipo penal pertinente. Este criterio resulta susceptible de la censura expuesta
en el párrafo anterior38.En otras ocasiones el tribunal expresó que es requisito inelu-
dible de la responsabilidad penal la positiva comprobación de que la acción ilicita
pueda ser atribuida al procesado tanto objetiva como subjetivamente, única forma
de respetar el debido proceso39. Se viola el principio si se presume la intención de
comercializar estupefacientes -conducta reprimida por el art. 5', inc. c), de la ley

"El enriquecimiento ilícito de los funcionarios y empleados públicos. Despues de la reforma


cional de 1994", LL del 2011211996.
JA 1998-IV-195.
33 LL del 261311999, f. 98.520, o DJ 1999-2-140, f. 14.100, con disidencia de Donna por violar
to el principio de culpabilidad como el de inocencia.
3"J 2000-3-134, f. 15.957.
'' LL del 6/7/2001, f. 102.278; id., i d , LL del 8/4/2002, f. 103.545; CCC, sala IV, LL del
8/4/2002, f. 103.546, con nota opuesta de MART~NEZVEGA, "El delito de enriquecimiento ilícito: su
renaciiniento", quien califica de increible la discusiún doctrinaria acerca de si se trata de un delito de
acción u omi.~iónsin antes cerciorarse de si existen pruebas de un verdadero ilícito.
36 SANCME?TI, El delito ..., ver conclusione~ en ps. 123,125.
37 MIKKELSEN-LOTH:<EI delito de enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados", DJ
998-2-651 y SS.
" ED 154-264, f. 45.304.
" ED 156-302. f. 45.538.
8 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACI~NY A P L I C A C I ~ NDE LA LEY Art. 1

23.737-, pues debe deducirse y probarse a partir de datos objetivos, incorporados


regularmente al proceso, claramente demostrativos del propósito del sujeto40.
Encuentra formulación expresa en algunas constituciones provinciales y tra-
tados internacionales (Córdoba, art. 39.) Santiago del Estero, ait. 35; también arts.
XXVI de la DADDH, 11.1, DUDH, 8" pto. 2, CADH, y 14 pto. 2, PIDCP). De ma-
nera que ahora tiene jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, párr. 2'); empero antes
se le derivaba del art. 18, id., al entenderse que la única fuente legítima para imponer
una pena es el juicio previo: hasta que se produce la culminación del proceso penal
en sentido adverso al imputado, debe tenérsele por inocente.
No impide la adopción de las medidas cautelares de carácter personal tanto
directas -arresto (ari. 281), aprehensión (arts. 284, 285, 286 y 287), detención
(art. 283) y prisión preventiva (arts. 3 12, 3 13 y 3 14)- como indirectas -citación
(art. 282), exención de prisión (art. 3 16) y excarcelación (arts. 3 17 y 318), respecti-
vamente- ni real --embargo (arts. 5 18 a 521)-. De lo contrario podría frustrarse
el cumplimiento de lo decidido; su tolerancia radica en no considerarlas como un
anticipo de pena. Ver arts. 310, párr. 2", y 311 bis. Importantes disidencias de los
doctores Bossert y Moline O'Connor establecen que no lo afecta tanto el auto de
procesamiento como el dictado de prisión cautelar4'.
Debe respetársele incluso para denegar la exención de prisión o excarcelación,
lo cual implica ponderar con suma prudencia las circunstancias obstativas de aque-
llos derechos (art. 3 19).
Quizá la fomulación más elocuente corresponda a un antiguo precedente de la
Corte Suprema de 187142:"...es también un principio de derecho que todo hombre
se reputa bueno, mientras no se pruebe lo contrario...", fórmula que el Alto Tribunal
acuñó "...tiempo después... en la definición de 'presunción de inculpabilidad"'".
El acusado no tiene la carga de probar la disculpa, aunque no aparezca probable
o sincera; no destruida con certeza la probabilidad de un hecho impeditivo de la con-
dena o de la pena, se impone la absolución; la falta de certeza sobre la inexistencia
de los presupuestos de una causa de justificación e inculpabilidad o de impunidad
posible, según el caso, conducen a su afirmación. El Alto Tribunal concretó así el
más ajustado alcance del principioM.
Por eso no debe negarse la libertad condicional, ante la mera posibilidad de que
en otra causa el solicitante puede ser condenado y a consecuencia de la unificación
con esa condena eventual, la pena única pudiese obstar, por su monto, al otorga-
miento de aquélla. Tal criterio infringe el art. lo, directo corolario del art. 18, CN,
ya que desconoce "...el estado de inocencia de que goza el condenado en el proceso
o en diente..."^^. En el mismo sentido, no puede valorarse la existencia de "procesos

CNCP, sala 1, DJ 2000-2-808, f. 15.713.


JA 2000-1-133, nros. 45 al 48.
Fallos 10:338.
" Fallos 102:219-1905-; LLdel261411999, f. 98.639.
44 CS, "Abrahain Jonte" del 711212001, JA del 81512002, o LL del 2911012002, f. 104.632, con

nota de Morello, "La presunción de inocencia ante las dificultades en materia de prueba, en el proceso
penal", allí marca, con acierto, que no se trata de un garantismo excesivo sino de evitar que las personas
y la sociedad sean vencidas por la sin razón.
'I CNCP, sala 1, BJ nio. 5, p. 26.
m.1 O A R A ~ T ~ AFUNDAMENTALES,
S MTERPRBTACIÓNY APLICACIÓN DE LA LE

en trámite" corno agravante para mensurar la pena46.Rige únicamente en re1


con los procesados y cesa con la declaración de culpabilidad contenida en una
tencia pasada con autoridad de cosa juzgada4'.
La mera invocación de la inobservancia de este principio no habilita la casación
por la vía recursiva del art. 456, inc. 2"48.
Si la posición exculpatoria asumida por el imputado no se desvirtuó, se impone -
absolver aun en contra de la intima convicción del juzgadord9.
d) Non bis in idem
Su formulación positiva capta tanto la doble persecución coino una ulterior
condena por el mismo hecho. Tales situaciones se neutralizan, siempre que el tribu-
nal no lo haya advertido antes, a través de la excepción de falta de acción (ver arts.
343, punto 1, y 344, punto 4). Se afirma que la partícula negativa "non " utilizada por
la ciencia jurídica argentina no es la correcta, pues corresponde "ne"sO.
La Constitución Nacional no prohibía expresamente la doble persecución
en ninguna de sus manifestaciones; no obstante, en virtud de lo prescripto por su
art. 33, se la consideraba como una de las garantías no enumeradas. Sí lo hacen
constituciones provinciales (Córdoba, art. 39; Santiago del Estero, art. 35). La Corte
Suprema, al par de reconocerle rango constitucional, asevera que no veda única-
mente la aplicación de una nueva sanción por un hecho anteriormente penado, sino
también la exposición al riesgo de que ello ocurra, mediante un nuevo sometimiento
a juicio de quien ya lo ha sufrido por el mismo hecho, agravio no redimible ni aun
con el dictado de una ulterior sentencia absolutoria5'. Ahora tiene reconocimiento
explícito en algunos tratados con jerarquía constitucional (arts. 8.4., CADH, y 14.7.,
PIDCP). Según la CIDH, el art. 8.4. de la CADH busca proteger los derechos de los
individuos que han sido procesados por determinados hechos para que no vuelvan
a serlo por éstoss2.Entre nosotros, si hubo desestimación por atipicidad, dicho pro-
nunciamiento vale para cualquiera y no sólo respecto de quien fue imputado; por eso
si se aducen nuevos aspectos, no conmueven este principios3.Debe estimarse que la
pretensión punitiva del Estado "...ha de agotarse en el primer uso que de la misma se
haga, cualquiera sea el resultado obten id^"^^.
Determinar su existencia no siempre resulta fácil, aun acudiendo al clásico con-
junto de los tres elementos de la pretensión, cuya presencia es indispensable a fin de
que se pueda aducir el ne bis in idem. Debe mediar identidad de persona perseguida,

CNCP, sala 11, JA del 511112003, p. 35; TCP Bs. As., sala 111, "Laino", del 21212006, RDP,
exisNexis, 712006, p. 1421.
'' CS, "Morales, Carlos A,", disidencia, consid. 10, párr. 2', JA 1996.11- 522.
'' CNCP, sala 11, JA 1995-1-616.
'' Juzg. Correc. nro. 2 Córdoba, LLC 1990-806.
?@MAIER,Derecho..., t. 1-B, p. 368, n. 401.
11991, f. 89.787; id. ED 143-112, f. 43.550; id., DJ 1999-1-

14.229; CCCFed., sala 11, "Menem", del 2211012007, RDP

*' MIHURAESTRADA,"El doble procesamiento y la doble sanción en el Derecho Penal Tnbuta-


rio (algo más sobre el non bis in idem)", ED del 291212000, p. 4.
10 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTBRPRETACI~N
Y APLICACION DE LA LEY m. 1
tratarse del mismo hecho y ser igual la fuente de la persecución. No se lo afecta si no
existe identidad material entre los hechoss5.
El primero y el segundo requisito no ofrecen mayor dificultad, pero sí el último.
Por supuesto que la persecución debe ser viable; cuando se trata de una persona
que tiene que ser separada de su cargo a través de juicio político, no existiría identi-
dad de sujeto pasivo si no se la apartó por ese motivos6.
El hecho debe ser idéntico, como ocurre cuando la imputación es la misma5';
puede suscitar alguna complejidad cuando se pretende mutar la calificación jurídico-
penal (ver la solución brindada por el art. 381). Si bien en casos extremos el distin-
go resulta fácil ----quien fue juzgado por homicidio doloso no puede ser sometido
a proceso ulteriormente por homicidio culposo-, hay situaciones de no tan clara
solución. Ello ocurre cuando la imputación penal está subordinada a la calificación
jurídica: establecer si se trata de un hecho único o de un concurso real o bien de un
concurso ideal o de un concurso ideal inverso, denominado también concurso de
leyes o concurso aparentess. No pueden dictarse resoluciones de signo contrario,
pues por resultar el hecho único, las calificaciones legales devienen alternativas: si se
sobresee y procesa se lo afectas9.De igual modo resulta ríspido resolver cuándo hay
doble persecución en un caso de delito continuado o permanenteb0.
Para la CF San Martín, sala 11, se vulnera esta garantía en el caso de una asocia-
ción ilícita cuya actividad continúa y sobrevive a la tratada en un proceso anteriorb'.
No se atiende a los diversos encuadramientos del hecho único; si se ordenó el
archivo, en vez de sobreseer, en una querella por desacato -figura derogada por ley
24.198- según la Corte Suprema se ha desconocido esta garantía; el Alto Tribunal
estima que existe un obstáculo insalvable para cualquier proceso penal por el mismo
hecho; de ahí la improcedencia del archivo, pues corresponde obstaculizar la posibi-
lidad de que el querellante inicie un nuevo proceso penal por un delito distinto -se
refiere a la injuria- basado en la misma conducta'j2.
La regla no se aplica si la autonomía de las acciones se comprueba y se arriba
a la conclusión de que la nueva conducta pudo subsistir sin la primera; en este su-
puesto se está en presencia de un hecho diferente que puede originar otro proceso63;
por el contrario, si se pretende el procesamiento por un suceso que ya fue objeto de
condena se afecta la

CF San Martín, sala 11, LL del 2611011998, f. 98.006.


5 T S , Fallos 298:736, voto del doctor Gabrielli, consid. P.
'' CNCP, sala 11, LL del 23/4/2002, f. 103.361; se trataba de la frecuente confusión generada al
investigarse el misino hecho como infracción a las leyes de marcas y de propiedad intelectual.
MAIER, Derecho..., t. 1-B, ps. 368,416.
CCC, sala VI, DI 1999-1-165, c. 6761.
Ver CCC, Fallos Plenarios ts. 1 y 11, 1984, p. 165, sobre incumplimiento de los deberes de
asistencia familiar; CCCFed., sala 1, DI 2000-1-1212, f. 15.336.
" LL del 261311999, f. 98.514, con nota de CAPPERATA NORES, "Asociación ilicita y non bis
in idem", quien aclara que persecución penal comprende "...toda actividad ojicial (policial, fiscal, e
incluso jurisdiccional) ... o privada (querella) tendiente a atribuir a una persona participación en un
hecho delictivo".
" LL del 241511996, f. 94.306, con nota adversa de CAFFERATA NORES, quien aduce que "...el
Tribunal no pudo examinar la posible delictuosidad del hecho bajo este otro encuadramiento [delito de
acción privada] pues no mediaba ...identidad de causapelendi".
" CCCFed., sala 1, DJ 2000-1-1212, f. 15,336.
M CNPE, sala B, DJ 2002-111.62, f. 18.606.
Art. 1 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTEWRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA LEY

La Corte Suprema decidió que debía concederse una extradición si el tipo penal
aplicado por el juez argentino no capta totalmente los episodios valorados por el ex-
tranjero atento a la falta de identidad entre ambos objetos procesalesG5.Es imposible
duplicar la persecución por una fracción del mismo suceso, al extremo de que si, con
posterioridad, resulta que la decisión fue equivocada -tanto en el hecho como en la
calificación-, es inaceptable aseverar que no se agotó totalmente el objeto del pro- -
cesoG6.Por eso, si la absolución no tuvo por causa un obrar del procesado, sino que
se debe a la contradictoria conducta asumida por el MP en el proceso, éste no puede
manipular el primer juicio para evitar una posible absolución y mantener abierta la
chance de otro al mismo imputado; la garantía contra el múltiple juzgamiento prote-
ge cuando es el Estado quien origina errores6?.
Condenado por tenencia ilegítima de arma de guerra, con la que cometió el robo,
no cabe absolver en relación con el encubrimiento, atribuido a raíz de la adquisición
o recibo del armaG8.En cambio, resulta improcedente considerar esta afectación a
través del proceso cumplido por tenencia de estupefacientes, cuando el imputado
fue condenado con anterioridad por privación ilegítima de la libertad en concurso
real con robo calificado, pues si bien se tomó a la acción de someter a la víctima al
consumo de droga como circunstancia agravante, se trata de delitos ajenosG9.
En cuanto al título de la persecución, hay que partir de si el tribunal tenía com-
petencia para examinar el hecho conforme todas las calificaciones posibles, aspecto
que cobra relevancia en los episodios perseguibles por acción pública o privada,
como podía suceder entonces con el desacato y también con la calumnia. Aquí, un
pronunciamiento desincriminador sobre un suceso que configuraba desacato -ac-
ción pública- no cegaba la facultad del ofendido -acción privada- para promo-
ver otro proceso por ~alumnia'~. Por eso no compartimos el criterio del fallo de la
CS antes citado.
La autoridad de la cosa juzgada constituye uno de los principios esenciales en
que se funda la seguridad jurídica y debe respetarse salvo los casos en que no haya
existido un auténtico y verdadero proceso judicial, puesto que aquélla supone la
existencia de un juicio regular donde se ha garantizado el contradictorio y fallado
libremente por los jueces7'. Se le violaría si se fracciona una acción por la naturaleza
de los objetos robados -federales, nacionales o comunes-; para evitarlo se asigna
el conociiniento de la causa a la justicia federal72.

" LL del 2811 112002, f. 104.809.


" CNCP, sala IV, ED 187-566, f. 50.101.
" CS, Fallos 321:2826; DJ 1999-2-887, f. 14.382.
CNCP, sala 111, LL del 61712001, f. 102.282.
69 CNCP, sala 111, LL del 3011012000, f. 101.092, con nota de FoLGUEIRO, "La inadmisibilidad
de la 'persecución' y de la 'valoración' penal múltiple [validez 'procesal' y 'material' de la garantía 'ne
bis in idem']", quien concluye que se ha violado la prohibición de la doble valoración incluida como
aTecto material de la garantía; por ello cree que se meritó en dos oportunidades un mismo aconteci-
miento histórico, conclusión traducida en una mayor pena, observación que compartimos.
C, Fallos, t. V, p. 121.
' CS, Fallos 308:84.
'' CS, DJ 1997.1-829, f. 11.630, con nota de ALBRECHT, "El principio non bis in idern en la
12 GARANT~ASFUNDAMENTALES, MTERPRETACION Y APLICACION DE LA LEY A&. 1

Una preocupante fisura en la protección de esta garantía se ha producido en


el caso "Maz~eo"'~.El voto mayoritario de la CS consideró que el instituto de la
cosa juzgada y ne bis in idem no resultan aplicables respecto de los delitos de lesa
humanidad (consid. 37). Las impecabfes disidencias de los jueces Fayt y Argibay
persuaden acerca de lo contrario. El primero destaca que sería de un contrasentido
inadmisible que por la gravedad de los hechos investigados se vulnerasen las garan-
tías constitucionales básicas de quien se encuentra sometido a proceso: Determinar
el valor de las garantías constitucionales segin los resultados a los que conduciria
su respeto, implica la consagración de un verdadero derecho penal del enemigo
conforme el cual se admite la derogación de garantías jündamentales del Estado
de Derecho para determinadoscasos considerados de gravedad (consid. 34 de su
voto). Finalizado un proceso por decisión pasada en autoridad de cosa juzgada im-
pide, para nuestro sistema constitucional, la discusión posterior en perjuicio del acu-
sado (consid. 39).
Vale también destacar los argumentos de Argibay: "...ni esta Corte, ni ningún
otro tribunal, puede eludir los efectos de una decisión judicial firme sin negarse a sí
mismo, es decir, sin ponerlas condiciones para que nuestro propio fallo sea también
revocado en el futuro con argumentos contrarios, esto es, alegando su error, injusti-
cia, etc. Si el propio juicio sobre el desacierto de unfallo pasado o la diferente con-
cepción de la equidad o lajusticia que anima a losjueces actuales pudiese dar lugar
a una revisión de los sentencias judicialesjrmes, el carácterjnal de las decisiones
que estamos tomando vendría a signiJcar apenas más que nada, pues sólo sería
respetado por los jueces jüturos en la medida que fueran compartidas por ellos"
(consid. 6"). Acierta Morello cuando señala que col1 el voto mayoritario el principio
de seguridad jurídica entra en un tembladera174.
La CNCP, sala 111, la reconoce como exigencia vital del orden público cuya
ausencia o debilitamiento pone en crisis a la íntegra juridicidad del sistema. Com-
probada las identidades requeridas -persona, objeto y causa para perseguir-, no
puede el mismo magistrado ni ningún otro proseguir con la investigación por el mis-
mo asunto; lo que interesa no son los títulos delictivos en que se puede subsumir el
hecho, sino que se trate del mismo suceso, más allá de cualquier adecuación típica;
la garantía juega a favor y no en disfavor de quien sufre el poder penal del Estado75.
Sin embargo, no puede aducirse si se ha equiparado indebidamente el objeto
del proceso penal con la determinación de una deuda previsional; en cambio, la disi-
dencia estima que al haberse dictado la sentencia luego de un juicio válido no puede
reeditarse el debate76.
La declaración de prescripción de la acción penal impide reexaminar los hechos
a la luz de una nueva valoración juridica; en estas condiciones, la continuidad del

" Fallos 330:3248.


" MORELLO, "Cosa juzgada y seguridad juridica. El caso 'Riveros"', JA del 121912007, p. 69.
" LL del 2611011998, f. 97.997; se trataba de u11concurso de leyes en que, por error del instmc-
tor, se sobreseyó en orden a uiia calificación jurídica; ver nota de ALMEYRA. "Un inouomino sobre-
jeiniiunin", quien siihraya In indi\ iiibilidlid Jcl .,Lijcto pro,cisl cuins iinp?<licnicile ijus " ..iiii iiiismd
J.ic~i,»i 11" pticdc ser nxiic~isJc ni.ii d; iiii ~ir,~n~tici:i~iiietitoicri~Ji~ri.in3i':
(<'C.. ,3l;i \'l. / l . del
2611011998, f. 98.015.
76 CS, LL del 2611011998, f. 98.001.
trámite procesal genera un nuevo riesgo de condena que se suma al anteriormente
corrido por las mismas conducta^'^.
En un importante fallo la CNCP, sala 1, contempla los distintos problemas gene-
rados por este principio: a) no importan los diversos encuadramientos, siempre que el
hecho sea el mismo; b) prohibe aun el riesgo de que -antes de la sanción penal- se -
someta a juicio a quien ya lo soportó por el mismo hecho; c) requiere identidad total
del suceso; d) si en el anterior proceso el tribunal no agotó el examen de la pretensión
punitiva por carecer de jurisdicción o competencia material, a la luz de todo el derecho
penal, es posible una segunda persecución por aquel que las tenga y pueda confrontar
el hecho con el derecho que el primer juez no pudo aplicar7R;e) por eso el autor de
una falsificación de documento no puede, a la vez, ser castigado por su uso, si se trata
de documentos públicos; por ende, la resolución que dispone el sobreseimiento por la
falsificación documental, impide perseguir al imputado por su uso79.La CNCP, sala 11,
considera que si el sobreseimiento por falsificación de documento público no adquirió
firmeza, puede procesarse por el delito previsto en el art. 296, CPsO.
Para la CNCP, sala 1, no puede investigarse a través de una calumnia lo que an-
tes se desestimó como falsa denuncia; ninguna disposición legal exige que el primer
pronunciamiento sea dictado en juicio contradictorio8'.
Este principio prohibe la doble imposición de condenas por un mismo hecho y su
doble persecución penal, según se dijo; tiene actual jerarquía constitucional; determina
--en el orden de las competencias- juzgamiento unificado; no siempre la negación
del concurso ideal autoriza la veda de la doble o múltiple persecución penal; si un úni-
co hecho dio lugar a dos procesos fundados en distintas calificaciones ---estafa y uso
de documentación falsificada- se viola el principio ne bis in idem y corresponde la
nulidad de lo tramitado por el uso de la documentación falsificadaR2.
Singular situación se produce en ciertos casos de contrabando -art. 876, apar-
tado lo, incs. a), b), c), g) y f), del Código Aduanero-, pues las penas allí previstas
se sustancian ante el órgano administrador de la aduana y no en sede judicial con-
forme lo establece el art. 1026, inc. b), id.; se consideran accesorias de la condena
penals3. Si el mismo hecho fue considerado y resuelto desde uno de sus aspectos
-tributario- y parcialmente desde otro -aduanero-, constituye inaceptable du-
plicación perseguirlo otra vez por un tramo de aquéls4.

" CS, RDP, LexisNexis, nro. 6, p. 117, o SJP, LLdel281212005, f. 108.598.


'' En relación con este supuesto, ver en el mismo sentido CNCP, sala IV, ED del 2711012003, f.
52.346.
'' LLdel2611211997, f. 96.536, o DJ 1998-1-635, f. 12.658; id., id., ED 185-253, f. 49.718; id,
sala VII, DJ 2001-2-1 168, f. 17.093, con nota de LOMBARDI, "Encubrimiento y acusación alternativa",
quien señala que la complejidad de estos procesos es susceptible de remediarse a travks de una acusa-
ción alternativa; también CCC, sala lV, LL del 311811998, f. 97.747.
ED del 181612003, f. 52.087.
*' LL del 61512002, f. 103.687, con nota de ORGEIRA, "La doble persecucióii penal de las falsas
denuncias calumniosas", quien opina que en ambos casos se dio trámite oficioso a un delito de acción
privada.
CF La Plata, sala 11, DJ 1998-3-181, f. 13.338.
'' CNPE, sala B, DJ 1999-3-502, f. 17.714.
CNCP, sala IV, ED del 121612000, f. 50.101.
14 GARANT~ASFUNDAMENTALES. ~NTERPRETACIONY APLICACI~NDE LA LEY Art. 1

Con acierto, se Iia declarado la inconstitucionalidad del art. 189 bis, segundo
párrafo final, en cuanto agrava la conducta del imputado cuando registra anteceden-
tes oenalesn5.
Conf. comentario al art. 343, acápite 1, "Cosa juzgada", y art. 8", pto. 4,
CADHS6.
Con estricta justeza se ha sostenido que la revalorización -al momento de
mensurar la pena- de elementos contenidos abstractamente en el tipo penal aplica-
do, constituye una flagrante violació~~ al ne bis in idemn7,aunque si pueden tenerse
en cuenta circunstancias accidentales que hacen a la mayor o menor gravedad del
deliton8.La CS declaró la inconstitucionalidad de la reclusión por tiempo indetermi-
nado (art. 52, CP) por resultar contraria al principio de prohibición de persecución
penal múltiplen9.
La CNCP, sala 1, considera que la imposición de astreintes en sede civil no
impide la sustanciación de un proceso peualbor el delito de desobediencia (art. 239,
CP'190.
La nulidad de un procedimiento sin absolver al acusado no empece a su ulte-
rior sometimiento a procesog'. Almeyra tiene algunos reparos sobre el acierto del
i'allo y recuerda a Carriij. quien excluye los supuestos en que la iiivalidez se genere
en la desidia de quien ejerció la pretcnsiijii punitiva5?.1.n vez, la C'CC'. sala VI, con-
sidera que la nuiidad dé la indagatoria -advertida al dictar sentencia- empece a
retrotraer el proceso y corresponde absolver al imputadog3.
El error judicial no opera en contra del imputado; por eso, si se dictó sobresei-
iniento con base en la investigación sobre el mismo hecho en otra jurisdicción, pese
al pedido fiscal de archivo, dicho error no puede perjudicar al acusado, habilitando
la continuación de otro proceso por el inismo episodio, aunque se busque evitar
que un mismo supuesto fuese investigado por dos t r i b ~ n a l e s En
~ ~ .importante disi-
dencia, el juez Argüello de la CIDH amerita que cualesquiera sean los vicios.de un
proceso, conducen a su anulación, pero no a la a b ~ o l u c i ó n ~ ~ .
El rigor con que debe aplicarse el principio quedó reflejado cuando se anuló el
llamado a ampliar la indagatoria, en razón de que el imputado había sido procesado
y condenado por el mismo hecho y la ineficacia no podía salvarse ni aun con el
fundamento de que fUe llamado con el fin de salvaguardar plenamente sus dere-
chos, convocado con todas las formalidades y garantias que rodean a tal actividad
procesal, pues mediaba identidad de la persona perseguida, del objeto de la perse-
cución y de su causag6.

CCC, salaV, 161312006,"Ramirez", JA del 241512006, p. 93.


Ver DE LA RÚA, Pi'oceso...,ps. 303,322.
CNCP, sala IV, 3 11512000, "Trovato", c. 1785, reg. 2614.
88 CNCP, sala IV, 61 812004, "Insúa"; SJP, LL del 291312005.

89 Fallos 329:3680.

*VNCP, sala 1,281212005, "Silvestn"; RDP, LexisNexis, 912005, p. 662.


CNCP, sala 111, LL del 291511998, f. 97.208.
"Nulidad de procedimientoy non bis in idem.El segundo mordisco a la manzana".
" LL del 301611998, f. 97.405, con disidencia del doctor Gónzalez; CCC, sala VI, LL del
1711211998, f. 98.232; CF San Martin, sala 11, ED 175-394, f. 48.385.
9' CNCP, sala 111, "Solís, Eduardo", JA del 5/5/1999.

LLdel2711211999, f. 99.760.
96 CCC, sala V, "Trillo, Carlos A.", DJ 2000-3-1120, f. 16.322, o JAdel 171112000, p. 58.
.2 GA&NT~AS FUNDAMENTALES, ~NTERPRETACI~N
Y AAPLICACIÓN
DE LA LE

En la medida en que el acusador está protegido por las garantías de la invio-


labilidad de la defensa en juicio y del debido proceso9' no puede extenderse la
doctrina americana que impide al MP perseguir más de una vez9*. En la causa
"Mattei"" se prohibió retrotraer el proceso, al aplicar el principio de preclusión, a
los actos regulares y válidos; está claro que no se impide hacerlo respecto de los de-
clarados ineficaces. Salvo que se tratara de una nulidad total que alcanzase hasta la -
noticia del delito. La CS consideró, por mayoría, que la anulación de una sentencia
absolutoria ---en la que, al momento de dictarse el fallo, uno de los magistrados ha-
bía renunciado a su cargo- no afecta el principio ne bis in idemloO.
En los casos de continuidad o permanencia, esta garantía abarca sólo el tramo
delictivo que media entre la sentencia dictada anteriormente y no el lapso posterior
a su carácter de firme101.
Sobre distintas cuestiones que involucran a esta garantía, ver la importante re-
seña de Garay e Inchaustil".
e) Garantías no contempladas en el Código
Anotan bien Amadeo y P a l a ~ z i ~como
" ~ comprendidas por esta norma el dere-
cho a unjuicio rápido -arts. 7.5. y 8', CADH y 9.3., PIDCP, 75, inc. 22, CN'04;-
y la aplicación de ley penal más benigna -arts. 9', CADH, y 15.1., PIDCP, 75,
inc. 22, CN-, a lo que cabe añadir lo relacionado con el juez imparcial (ver Intro-
ducción al Libro 1, Título 111, Capítulo IV). Por último encuentran cobijo en este
sector, las exigencias de que la detención dure tan sólo un plazo razonable (v. co-
mentario a la ley 24.390 en la Introducción al Libro 11, Título IV, Capítulo VI). El
mismo art. 7', ap. So, de la CADH ---donde se establece el tiempo prudente para
el juzgamiento o la soltura- asegura la conducción "...sin demora, ante un juez u
otro funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales..."; en igual
sentido art. 9.3., PIDCP. A su vez, el art. So, CADH, indica que "...toda persona tiene
derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable". Se
preserva el derecho de audiencia, inescindlble para que la defensa sea inviolable.
La ley 24.946, art. 25, inc. h), asigna al MP la función de velar por el efectivo
cumplimiento del debido proceso legal.
Interpretación restrictiva y analógica
2. Toda disposición legal que coarte la libertad personal, que limite el
ejercicio de un derecho atribuido por este Código, o que establezca sanciones

97 CS, Fallos 268:266; 297:491; 299:17; 303:1349.


Sobrz 13 portiira dsl dctualizadi)rcon reldcijn o cazrupico, \zr 'I:aiuliades rz;ursivas dcl ecu-
-
sadur en los sisirmsi pro-rvalzs zitadoiinidc~ise.S sreentirio: el limite dr la d,>hle pers:cuciúii penal",
CDJP, Casación nro. i,ps. 5671588.
CS, Fallos 272:188.
' O @ S S J P , LL del 281712003, f. 105.888; en disidencia, el juez Petracchi entendió que la revocación
que pretendía el recurrente supone la necesidad de que el debate se realice nuevamente, en violación al
Principio indicado.
ID' CCCFed., sala 1, JA 2000-3-716, o LL del 251212000, f. 99.902.
"Persecución penal múltiple. Ne bis in idem", RDP, LexisNexis, 1212006, p. 2405.
' Código...,ps. 8 y SS.
'O' CS, LL del 231212001, f. 101.567, con nota deMOmLLo, "La necesidad impostergable de
concertar un pacto de Estado para la cuestión justicia".
16 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACI~N
Y APLICACI~NDE LA LEY A&. 2

procesales, deberá ser interpretada restrictivamente. Las leyes penales no po-


drán apliearse por analogía.

a) Interpretación restrictiva
La primera oración tiene un neto carácter procesal e impide extender los su-
puestos en que se deniega la libertad provisoria más allá de lo que la ley establece
(art. 3 19). Tampoco pueden restringirse las facultades otorgadas a las partes y de-
fensores, en especial en el Titulo IV del Libro 1, ni ampliar los casos de "sanciones
procesales" enderezadas a corregir los vicios alojados en los elementos esenciales de
los distintos actos que conforman el procedimiento (Capítulo VII, Título V, Libro 1)
por vía de nulidad, inadmisibilidad y caducidad, que son los motivos de invalidez
recogidos por el Código (ver art. 170), más allá del acierto técnico'OS.
González Novillo y Figueroa estiman acorde con esta limitación no "...exigir
una motivación en el acto de producirse una instancia impugnativa...", tesitura esta
que califican de exceso ritual "...porque una vez radicados los autos en la Cámara, se
abre una fase de fundamentación mediante la exposición de los argumentos en pro de
la impugnación"; con énfasis aceptan el criterio consistente en la simple indicación
de "...las partes del dispositivo de la resolución que le causa agravio"'". Al comentar
el art. 438 exponemos nuestra discrepancia en procura de asegurar que, al realizarse
la audiencia prevista por el art. 454, la parte apelada esté en condiciones de respon-
der, en forma plena, a las razones del agravio del apelante y también porque pare-
cieran confundirse fundamentos y motivos. Opinión similar a aquélla en OrgeiraIo7.
La interpretación restrictiva alcanza a las reglas de conducta contempladas en el
art. 27 bis, CP -al aplicar la suspensión del proceso a prueba- atento al estado de
inocencia inherente a todo individuo antes de que se lo condene por sentencia firmeloa.
Debe destacarse que hay autorizadas discrepancias en doctrina en cuanto a la
naturaleza de las denominadas "sanciones procesales". Mientras Soler consideta que
el distingo entre derecho penal y derecho procesal penal puede tomar como referen-
cia que la sanción procesal más característica es la nulidad "reposición al statu quo
ante"'" -tesis recogida en parte por Zaffaroni"O-, en la teoría del derecho proce-
sal no siempre es aceptado. Así Palacio, cuando descarta la utilidad de las diversas
formulaciones enderezadas a explicar la naturaleza del proceso, desecha la de la
relación jurídica; para ello aduce que la nulidad se explica, sin necesidad de acudir a
aquélla, por una simple razón de lógica normativa en cuya virtud la invalidez de un
acto procesal produce la de los actos con~ecutivos~~'. Por su parte Maier, al reíktar
que las normas procesales tengan carácter obligatorio, afirma que el concepto de
nulidad es totalmente neutro, sin representar de por sí perjuicio o beneficio, sino una

'o' CREUS,Invalidez..., ps. 80 y 123, quien incluye a la inexistencia y considera a la caducidad


como una mera causal de subsanación.
'O6 "Reflexiones en tomo del nuevo Código Procesal Penal", Cap. VII, ED 153-9631964.

'" "' a especificación de los motivos al interpoiier recursos. (Ante el predominio'de una interpre-
tación jurispmdencial equivocada)", JA 1993-11-1009.
'O8 CFCap., sala 11, JA 1998-IV-528.

' O 9 Derecho..., t. 1, p. 3.

" O Tratado..., t. 1, p. 195.

"' Derecho..., t. 1, p. 246


critica a la acción llevada a cabo incorrectamente y, por ello, incapaz de producir el
efecto que la norma le asigna"*.
En cambio, nadie discute que las sanciones disciplinarias, encaminadas a obte-
ner el desarrollo de un proceso sin dilaciones ni anomalías, son de carácter procesal.
No pueden escapar al principio de legalidadH3.
Más allá de la disputa doctrinaria, y acudiendo a la literalidad del Código, cabe -
efectuar el siguiente distingo:
Nulidad: arts. 36, 62, 64, 99, 114, 115, párr. 2', 117, 123, 124, 140, 152, 153,
160, 1661173, 184, p á x 2O, 197, 201, 213, 215, 223, 242, 243, 258, párrs. 2Oy 3",
277, 296, 301, 307, 308, 347, 351, 363, 365, 378, 381, párr. 2O, 391, 394, 396, 400,
404, 409 y 413, inc. 3', dentro de las expresamente mencionadas, porque las hay
irt tu al es"^.
Inadmisibilidad: arls. 45, párr. 3", 59,60,83,84,89, 170, párr. final, 340, párr.
2", 355,418,438,439,466 y 482, párr. lo.
Caducidad: arts. 103, 170 y 376.
Sanciones disciplinarias: arts. 113, 159, páni final, 187, 266,270, páni final,
370 y 532.
Cualquiera sea la naturaleza de las tres primeras, tanto cuando se trata de ellas
como de las disciplinarias, la interpretación no debe extenderse.
b) Interpretación analógica
En la última oración se incluye una norma procesal de realización; es un pre-
cepto más apropiado para una Constitución tuitiva de las garantías individuales o de
un Código Penal cuyas conslnicciones dogmáticas acepten la tipicidad. En síntesis:
se proscribe apartarse de que las figuras penales no son vicariantes entre si ni pueden
extenderse a supuestos no comprendidos en la descripción del delito. Constituye una
aplicación estricta de los principios de legalidad y de reserva de la ley penal, cuya
fuente está en los aits. 18 y 19, CN, conforme a los cuales la ley penal debe ser ante-
rior al hecho'I5 y lo no prohibido por ley está permitidoH6,respectivamente.
No se puede procesar ni menos condenar porque el tipo penal se ha satisfecho
"...más o menos..."; así se entroniza la analogía in malampavtem en la aplicación de
la ley penal y se abjura del deber de interpretarla restrictivamente"'.
La CNCP en el caso "Ávila, Blanca Noeiní" -voto del doctor Fégoli- pun-
tualizó que "La analogía, prohibida en el derecho de fondo, es admisible en la ley
procesal
Si se trata de la víctima, el precepto se flexibiliza; por eso, aun sin su con-
sentimiento, cabe disponer la prueba hemática tendiente a determinar su identidad;
basta con que guarde estricta relación con el objeto procesal -vinculo familiar con
el imputado, en cuanto elemento del tipo penal-, resulte apta para acreditar el hecho,
el medio empleado para cumplirla aparezca como razonable -no se lesione la salud

"'Función...,p. 131.
"'CS, Fallos 306:1459.
"'CREUS,Invalidez...,p. 45.
"*CS, Fallos 293:378; 307:1114.
CS, Fallos 308:1392.
"'C. Acus. Córdoba, LLC 1987-696.
"'CNCP, salal], RJ, nro. 1, ps. 15122; i d , id,DJ 2000-2-242, f. 15.502.
18 GARANT~ASFUNDAMENTALES, INTERPRETACI~NY APLICACI~NOE LA LEY M. 3

ni la integridad fisica y se garantice adecuada asistencia sanitaria-, exista control


jurisdiccional suficiente y su omisión importe peligro cierto para esclarecer el caso'".
In dubiopro reo
3. En caso de duda deberá estarse a lo que sea más favorable al imputado.
Beneficia exclusivamente a quien soporta persecución penal (art. 72).
Durante el trámite del proceso el tribunal puede manejarse con sospechas fun-
dadas de diferente grado (arts. 72, 294 y 306). En cambio, en el momento de la
sentencia, la mera incertidumbre obstaculizará todo pronunciamiento condenatorio;
para resolverlo así, el tribunal debe tener certeza apodictica -irrefutable corolario
de que el suceso no pudo acaecer de otra manera- en cuanto a la existencia del he-
cho y su atribución a los participes. La mera falta de certeza impone su a p l i c a ~ i ó n ' ~ ~ .
El principio juega en cuanto a los hechos y no respecto de la aplicación del de-
recho; aunque ciertos autores lo extienden a la interpretación jurídicai2'. El Tribunal
de Casación excepcionalmente puede interpretar la sentencia como documento; en
ese supuesto aplica el in dubiopro reo a la descripción fáctica contenida en el falloiZ2.
En vigencia del códtgo derogado se generó el inaceptable hábito de la absolu-
ción por duda (art. 13 del Código anterior) contraviniendo otro expreso texto, con-
forme al cual debía ser libre en todos los casos (art. 497, párr. lo,id.).
Es incontestable que el juez puede dudar cuando razona pero no en el dispositi-
vo del fallo; si antes no encontró argumento para condenar es inaceptable que retacee
el pronunciamiento absolutorio con mención de este artículo.
El "...estado de duda no puede reposar en una pura subjetividad ni se compa-
dece con el convencimiento intimo acerca de la culpabilidad del acusado declarado
por los jueces. Por el contrario, aquel especial estado de 4nimo debe derivarse de
la racional y objetiva evaluación de las constancias del proceso; mientras que ese
convencimiento no puede abandonarse en aras de supuestas exigencias del sistema
probatorio". Por ende, si falta una valoración integral de los indicios al momento de
sentenciar, la absolución no se cohonesta con su invocacióniZ3.
Si la absolución por duda se asienta en una irrazonable valoración de la pnieba
de cargo, evidenciada en la falta de consideración lisa y llana de la abundante prueba
indicada en la sentencia de primera instancia, la confrontación crítica de todos los
indicios resulta inexcusable para poder descartarlos, por lo que la supuesta ambiva-
lencia individual de cada uno, que no permitiría adquirir certeza para condenar, es
un fundamento sólo aparente que convierte en arbitraria la sentencia portadora de
ese vicio, si bien dicha tacha es restringida cuando se trata de la duda benefi~iante'~~.
Si la única prueba de cargo al alcance del juzgador sólo permite arribar a la probabi-
lidad y no excluye la posibilidad de que las cosas hubiesen ocurrido de otra manera

"9 CCCFed., sala 1, DJ 2000-2-260, f. 15.513.


'" Cám. Civ. Com. Crim. Con, y Trab. CNZ del Eje, LLC 1986.654.
12' SENTIS NIELENDO, "In dubiopro reo ", en Revista de Derecho Procesal Iberoamericana, año
1971, nros. 213, ps. 5031572, en especial ps. 5 191520 y notas 95 y, sobre todo, 110.
'" DE LA RÚA,El recurso..., p. 242.
12' CS, "Veira' Héctor slviolación", ED 143-243, E 43.581; id, JA 1999-111-67, o ED 183-30,
E 49.3 14.
"'CS, "Silva Tmjillo, Justiniano", JA 1991-111-199.
.3 GA&NTÍAS FUNDAMENTALES, INTERPRETACIÓNY APLICACIÓNDE LA LEY

-principio de razón suficiente-, resulta incompatible con el grado de certeza apo-


díctica reclamado por un pronunciamiento condenatori~'~~.
Si se vuelve a absolver a un procesado desconociendo elementos de prueba
señalados en la sentencia anterior por la Corte, queda habilitada la cuestión federal
al insistirse en la existencia de duda radicada en la pura subjetividad de los jueces;
la CS -por mayona- ha entendido que semejante situación autoriza el uso de las -
atribuciones conferidas por el art. 16, párr. 2'de la ley 48 -competencia positiva-,
revoca la absolución y condenagz6.
"La duda no autoriza a cerrar anticipadamente el proceso. La duda sólo puede
fundar una absolución en la sentencia finalng2'.No autoriza para sobreseer al no
encontrarse entre las causas taxativas enumeradas por el art. 336Iz8.Resulta incom-
patible con la duda; el fallo refleja una situación de incertidumbre sin dar razón del
agotamiento de la encuesta o de la ineptitud de los medios de convicción y hace
viable la casacióngz9.
El actual Código provincial requiere, razonablemente, "...contar con elementos
suficientes para el ejercicio de la acción ..." en el momento de fonnular la requisitoria
de citación a juicio (art. 334, ley 11.922). En este sentido se pronunciaba el art. 215,
párr. 2', Código Procesal Penal Buenos Aires -vigente por ley 3589 y sus modifica-
ciones-, al establecer: "El fiscal deberá acusar, aun cuando no exista plena prueba
de la culpabilidad del acusado, si tiene medios de justificarla en plenario". A nuestro
modo de ver, el vocablo "culpabilidad" no estaba tomado allí en el sentido que le da
la dogmática penal; el significado radica en formular acusación cuando, acreditada
la existencia del hecho - e l Corpus criminis-, se conocen elementos de prueba que
permitirán -al incorporarlos debidamente en el juicio--- atribuirlo al imputado. Sin
embargo, la incertidumbre no basta para invocar este principio; en cambio, debe ser
canalizada por vía de la falta de
Este principio es ajeno al ámbito del remedio del art. .14, ley 48, salvo que resul-
te posible descalificar el fallo por arbitrario; la duda no exime de una adecuada com-
pulsa de los argumentos introducidos por las partes, así como la debida valoración
de todas las pruebas, regularmente incorporadas a la causa, sino que, por el contrario,
supone dicha actividad"'.
En principio, las cuestiones atinentes a la duda beneficiante se hallan fuera
del control casatorio. Pero dicho tribunal no puede abroquelarse a rajatabla en esa
conclusión y negarse a conocer en los casos en que la fundamentación en orden a los
arts. 40 y 41 CP resulte sólo aparente -a&. 123 y 404, inc. 2°-'32. Si media arbi-

"* CNCP, sala 1, LL del 231211998, f. 96.651.


DJ del 301611993, f. 7.451. Acriterio del actualizador, este modo de resolver deja al condena-
do sin posibilidad alguna de hacer uso de la garantía constitucional de la doble instancia.
12' NONEZ, Código..., p. 294.

CCC, sala 1, LL del 2611011998, f. 98.008, o DJ 1999-1-392, f. 13.796; id., id., DI 2000-1-
742, f. 15.156; CNCP, sala 111, JA 2002-1-777, con nota de VALERGA ARAOZ (h), "Sobreseimiento por
duda", quien considera válido sobreseer frente a semejante situación si es insupembh.
lz9 CNCP, sala 1, DJ 2000-3-600, f. 16.117, o ED del 211712000, f. 50.189, o LL del 221912000,

f. 100.397; id., sala 111, ED del 171912001, f. 50.918.


""NCP, sala 1, DJ 1999-1-854, f. 13.951.
'j' CS, LLdel611011999, f. 99.391; id., JA 1999-111-63.

'j2 CNCP, sala 11, LL del 221112002, f. 103.189.


20 GARANTÍAS FUNDAMENTALES, INTERPRETACI~NY APLICACI~NDE LA LEY Art. 4

trariedad o absurdo, violación de la defensa en juicio o debido proceso legal, aquel


corolario debe ceder113.
Por aplicación de esta garantía, aun tratándose de prueba obtenida ilícitamente,
el juez debe valorarla si favorece al imputadoi34.
Su aplicación puede obedecer a insuficiencia en la prueba de cargo (por ejem-
plo, si no se efectuaron análisis de sangre y orina que permiten determinar la impu-
tt~bilidad'~~).
Del urinciuio de inocencia fluve la garantía del N? dubio uro reo aue. actualmen-
te, tiene jerarq;ía constitucional (&s. 6 ,DUDH, XXVI, D A D D H , ~ . ~CADH, ., y
14.2., PIDCP, art. 75, inc. 22, CN).
Normas prácticas
4. Los tribunales competentes, en acuerdo plenario, dictarán las normas
prácticas que sean necesarias para aplicar este Código, sin alterar sus alcances
y espíritu.
Tiene sustento en el art. 99, CN -ver ahora arts. 113 y 114, inc. 6', id;éste
asigna la atribución al Consejo de la Magistratura respecto de la organización ju-
dicial y todos aquellos que sean necesarios para asegurar la independencia de los
jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia-, que atribuye a la Corte
Suprema dictar su reglamento interior y económico, el último ahora suprimido. Esta
facultad reglamentaria se hallaba instituida ---con claridad- en el art. 18, ley 48, al
autorizar a la Corte Suprema para establecer "...los reglamentos necesarios para la
ordenada tramitación de los pleitos, con tal que no sean repugnantes a las prescrip-
ciones de la ley de procedimientos"; dicho tribunal ejercitó esas facultades con el
fin de regular el trámite del recurso ordinario de apelación en causas ~riminales'~~.
Son muy adecuados los vocablos técnicos indicados como objeto de la activi-
dad reglamentaria al señalásseles como "normas prácticas". El último giro advierte
que no podrán alterarse, por ejemplo, los requisitos de modo, tiempo y lugar de los
actos procesales. En cambio, resulta posible imponer se anticipe el contenido del
escrito a través de la suma con que debe encabezársele, exigir que los abogados in-
diquen los datos de la matrícula de su inscripción, etcétera.
A través de la acordada del 1711211952, la Corte Suprema dictó el Reglamento
para la JusticiaNacional, modificado en varias ocasiones. Algunos preceptos dedica-
dos aLproceso penal suscitaron complejos problemas interpretativos; así, su art. 42,
en cuanto prescribe la notificación personal de las sentencias condenatoria^'^^, abrió
campo a la polémica en punto al momento inicial para el cómputo de la prescripción
de la acción penal. En la actualidad, la notificación debe cumplirse mediante la lec-
tura de la ~entencia'~~.
Siempre pensamos que el art. 35 del reglamento de la CCC infringía el limite
marcado por el art. 18, ley 48, pues admitía --en el sistema anterior- la presenta-

'" CNCP, sala 1, LL del 81412002, f. 103.548,


'ld XII Congreso Nacional de Derecho Procesal, Río Hondo 1993, Comisión Procesal Penal,
tema "Prohibiciones probatorias", JA 1993-111-936, primera columna, punto c).
CCC, sala Vil, LL del 311811998, f. 97.754.
"D 156-297, f. 45.537.
"' LL 133-571, f. 61.940; LL 138-437, f. 65.095.
'ja Ver comentario al ari. 400.
rt. 4 GA&TÍAS FUNDAMENTALES, INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA LEY

ción de memoriales en sustitución del informe oral exigido por los arts. 535 -antes
de la reforma operada por ley 22.383- y 538 del Código derogado.
La acordada 3611994 del 1/6/1994 dictada por la Corte Suprema delegó en la
CNCP el ejercicio de la superintendencia sobre el fuero penal con asiento en esta ciu-
dad y la facultó para que a su vez, lo hiciera en las cámaras de apelaciones del distrito
(art. 3", inc. 16, ley 24.050). Por acordada 5194 del 8/6/1994, la CNCP a su vez, con- -
firió la superintendencia y derivó tal función en las cámaras de apelaciones, tribuna-
les orales y juzgados de ejecución de la Capital Federal; en cuanto a las cámaras de
apelaciones radicadas en el interior del país, decidió lo mismo, con lo cual convalidó
lo que venían haciendo hasta entonces. Por acordada 411995 de la CS se asignó a los
tribunales orales con asiento en provincia atribuciones para otorgar licencia a los jue-
ces que los integran -cuando no excedan de 90 días- y funcionarios y empleados
bajo su dependencia, con lo que viene a modificar la 3611994. La acordada 511995
de la CS determinó que la supenntendencia de la CNCP se cumple sobre su propio
personal y el de los tribunales orales ubicados en la Capital Federal y los Juzgados
Nacionales de ejecución penal, con lo cual le privó de ejercerla sobre las cámaras.
Estas reglamentaciones deberán ser adaptadas conforme a la creación de la CNCCC
(ley 26.371).
Dice Falcón que el dec. 276811991 al observar la ley 24.050 limitó esta activi-
dad, aunque ahora el art. 91, ley 24.12 1, vuelve a ree~tablecerla~~~.
Plausible dispositivo impuesto para las notificaciones por cédula resulta del
acuerdo de superintendencia de la CNPE. A raíz de un reclamo del Colegio Público
de Abogados impuso la remisión, junto con la cédula, de copia integra y autenticada
de lo resuelto; sostiene que tal vía posibilitará "...un mejor desempeño en el ejercicio
profesional, con el objeto de garantizar el derecho de defensa en juicio ..."'40. Para
coincidir con el acierto basta apuntar que los recursos exigen indicar los motivos en
que se basen (art. 438) y la única manera de cubrir la exigencia es conocer los fun-
damentos de lo resuelto en su totalidad.
Con dudoso acierto, la CCC, sala 1, por mayona, entiende que por aplicación
del art. 200 del Reglamento de la CCC, corresponde entender obligatoriamente ha-
bilitada la feria judicial; por ende, los plazos legales deben correr también para las
partes sin necesidad de resolución expresa; el Dr Donna, en minoría, remite al art.
162 y concluye que debe mediar habilitación expresa, pues, de lo contrario, el plazo
sólo corre a partir de la finalización de a q ~ é l l a ' ~ ' .

"'Gráfiaprocesalpenal, t. 11, Buenos Aires, 1994, p. 26.


"O LL del 311511999, f. 98.798.
'M' LL del 311811999. f. 99.213. con esclarecedora nota de BRUZZONE. "Habilitación oblicratoria
Y L ' U ~ I ~ I I I dO i plazos p r a praenfar recursos sn csuins 'cciii dztenidur' diiraritz Is, feriiis judicialss. A
Propósilu iIc 10 disniiiitu D.I~A la iiaD;i dz inirriicciu~ie11 el an ?O0 Jcl K~.sl:imentu~ . 3 r 3la JurisJi~c~ún
en lo Criminal y ~&recciknalde la Capital Federal"; id., salaV, LLdel3lk11999, i 99.229; en contra,
Por la comprensión correcta, id, sala VII, LL del 311811999, f. 99.230.
Art. 5

TITULO
11

ACCIONES QUE NACEN DEL DELITO


ri

Es menester precisar el distingo doctrinario entre acción procesal y pretensión


procesal; según lo entendemos, la primera es la facultad dirigida a provocar la tarea
de los órganos judiciales, equiparable al derecho constitucional de petición (art. 14,
CN); la última atiende al contenido del acto que se realiza como consecuencia de
aquélla. Dentro de su contorno despliegan su tarea los sujetos procesales, configu-
rándose el objeto -único o múltiple- a desarrollar.
Por eso las menciones efectuadas en los arts. 71 a 76, CP, y todas las de
este capítulo deberán entenderse como referidas al concepto de acción procesal y
tan sólo alusivas a la pretensión procesal. Adviértase que en dichos preceptos se
establece la titularidad y la forma requerida para concretar el derecho constitucio-
nal de petición, sea que se entienda deferido exclusivamente a un órgano público
(arts. 71 y 72, id.) en concurrencia con los particulares, en ciertos casos, o bien
sólo a estos últimos (art. 73, id.). En cambio, las referencias de los arts. 59 a 64 y
67, id., por un lado, y 65, 66,68 y 69, id., por otro, deben estimarse como regula-
doras de la subsistencia del derecho de fondo para someter a juicio al sospechoso
o al cumplimiento de la pena a quien ha sido judicialmente declarado responsable.
Por ello puede desarrollarse válidamente un proceso cuya acción -en el sentido
del art. 59, inc. 3", CP- se halle prescripta sin que para nada se afecte su validez:
en ese caso la pretensión procesal resulta admisible, aunque el derecho material,
derecho subjetivo de punir o pretensión punitiva se halle extinguido. Allí la acción
procesal y la pretensión procesal no pueden ser rechazadas, pese al aniquilamiento
del derecho material cuya realización se propicia'".
La CNCP, sala 1, efectúa un correcto distingo entre acción penal entepdida
como derecho al proceso -para nosotros reconducible al derecho constitucional
de petición (art. 14, CN), como se dijo- y como pretensión punitiva; sólo la última
es de contenido sustancial y concluye con el sobreseimiento, el pronunciamiento
de la sentencia o al admitirse algunas de las causales extintivas previstas en el art.
62. CP'43.

ACC~ÓNPENAL

Acción penal pública


5. La acción penal pública se ejercerá por el ministerio fiscal, el que deberá
iniciarla de oficio siempre que no dependa de instancia privada. Su ejercicio no
podrá suspenderse, interrumpirse ni hacerse cesar, excepto en los casos expre-
samente previstos por la ley.

'" Un criterio similar, aunque no idéntico: ST Córdoba, sala Penal, LLC 1984-1243.
'" Del 5/5/1997, "Villar, Julio M. sirec. de casación", c. 1129, reg. 1539.
a) Generalidades
En razón de los intereses afectados por el delito, el Estado crea ciertos orga-
nismos con la finalidad de iniciar el proceso penal. Cuando en este Código se trata
la llamada "acción penal pública" -rectius acción procesal- ejercitable por el Mi-
nisterio Fiscal --denominación un tanto desusada, pues en la moderna legislación -
se prefiere "Ministerio Público"- se indica la que debe promover con exclusividad
(arts. 180, 188 y 195); en ciertos casos se admite que sea también propuesta por un
órgano judicial (arís. 252,371, 390 y 401, último párrafo).
La promoción del proceso constituye un deber para el MP instituido por el
art. 120, CN, luego de la reforma de la Ley Suprema cumplida en el año 1994, como
"...un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía financiera, que tie-
ne por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, de los
intereses generales de la sociedad, en coordinación con las deinás autoridades de la
República. Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor ge-
neral de la Nación y los demás miembros que la ley establezca. Sus miembros gozan
de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones". Su ley orgánica se
sancionó el 11/3/1998y lleva el número 24.946 (BO del 23/3/1998), Las previsiones
atingentes al ejercicio de la acción penal pública se alojan en los arts. 25, inc. c), 26,
párr. 2", 29,33, páni 1: incs. b), d), e) y l), 35, inc. a), 36, 37, incs. a) y b), 40, incs.
a), b) y c), 45, inc. c) y 48.
Ver art. 120, CN, y su análisis en el Titulo IV, Capítulo 1.
La CN no opta por ningún sistema regulador de la persecución penal. Es el art.
71, CP -"Deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales, con excepción de
las siguientes: lo Las que dependieren de instancia privada; 2' Las acciones priva-
das'-, donde se inserta el principio de legalidad al determinar que, ante la mera
hipótesis de configuración de un delito, el Estado pone en movimiento la reacción
oficial para obtener su castigo.
Como ha dicho Levene (h), en sentido técnico "...la iniciación a que se hace
referencia quiere significar 'obligatoriedad'..."'". Lo expuesto implica desechar el
principio de oportunidad, aceptado en otros ordenamiento~'~~ originado en la impo-
sibilidad material de perseguir todos los hechos con apariencia d e l i ~ t i v a 'Sin
~ ~ .em-
bargo, el giro "...excepto en los casos expresamente previstos por la ley..." no
desecha la eventual adopción de aquél, pues supone que el legislador sólo ha tenido
presente, por ejemplo, los obstáculos fundados en privilegio constitucional (arts. 8'
y 189 a 192)i47.Se ha creído ver instaurado el principio de oportunidad ante dispo-
siciones como la del art. 14, ley 23.771 -régimen penal tributario-, que permitía
al infractor el fenecimiento de la acción cumpliendo ciertos requisitos, aunque sin
afectar la inevitabilidad del proceso, si bien en desmedro del principio de irretrac-
tabilidad'48.Dicho arbitrio no es expresión cabal de oportunidad, pues su adopción
requiere la iniciativa del Ministerio Público -órgano oficial de la persecución a
quien incumbiría concretar éste- y no al particular interesado, tal como lo establece
'" LEVENE,Códigos..., t. 1, p. 85.
MAIER,La ordenanza..., ps. 125, 132.
'M'Ver OuvrÑn, "La discrecionalidad del Ministerio Público Fiscal en la elección del tipo legal",
LL Actualidad del 221911992, y MONTOYA, "Sobre la discrecionalidad del procurador fiscal de los Es-
tados Unidos de AmBrica", LLActualidad del 1611211993.
'" Los arts. 189 a 191 fueron derogados por ley 25.320.
'" CF San Martin, sala 1, LL del 26/6/1996, f. 94.423.
24 ACCIÓN PENAL Art. 5

el art. 64, CP. Su adopción integra una política general de El art. 16, ley
24.769 -que,derogó a la ley 23.771-, mantiene un régimen similar. Empero se
sostiene que el principio de ~portunidad~filtra a través de disposiciones de la ley de
estupefacientes, tributaria y suspensión 'Be1proceso a pnieba'jO.
Cuando la mayoría del TOC nro. 14 entiende literalmente el art. 37 de la Ley
Orgánica del MP 24.946 y acepta el desistimiento del fiscal general, desatiende el
principio de legalidad; en cambio, la disidencia de la doctora Bishié de Soler está en
lo cierto cuando lo ciñe al desistimiento del recurso interpuesto por el fiscal de la ins-
tancia inferior'j'. El principio general del art. 71, CP, no puede resultar menoscabado
por una ley procesal cuyo alcance, en principio, no excede el ámbito local para el
cual fue dictada; hasta tanto el legislador no modifique, con extensión general abar-
cativa de todo el país, esa determinación -como lo ha hecho con la suspensión del
juicio a prueba a través de la ley 24.316- se mantiene incólume. El Código Penal
no impide la promoción, cuando menos indirecta ----denuncia-, por los particulares.
La deducción de oficio apunta a lo innecesario que resulta todo estímulo extra-
ño; vale decir que debe hacerlo por iniciativa propia y en función del cumplimiento
de las tareas a su cargo. De lo contrario y, sin perjuicio de las sanciones disciplina-
rias, puede incurrir en el delito previsto por el al?. 274, CP, atingente a la omisión en
promover la persecución y represión de los delincuentes.
La suspensión se produce -a nuestro modo de ver- cuando hay que resol-
ver una cuestión previa -temperamento debatido- en otro fuero, tal como sucede
en los delitos previstos en el Título IV, Capítulo V, Libro 11, Código Penal, donde
se castiga a los "quebrados y otros deudores punibles"; en efecto: no puede haber
quiebra dolosa o culposa o concurso civil fraudulento sin una persona declarada en
quiebra o en concurso, pues se trata de delitos de sujeto propio. De haberse aceptado
la promoción por delitos atingentes a la quiebra y al concurso, sin que mediare el
pronunciamiento previo --declaración de tales estados en la sede pertinente,-, el
proceso sería válido aunque debe ~uspenderse'~~.
El caso paradigmático de suspensión es el contemplado en los Ws. 10, 11 y 12, en
el cual la acción penal debe suspenderse cuando aparezca una cuestión prejudicial.
La única vinculante para un tribunal penal es la que versa sobre la validez o nulidad
del matrimonio, en los términos del art. 1104, inc. lo, CC.
No compartimos la discrepancia de Donna'j3 en punto a que la declaración de
quiebra o concurso civil no configura un supuesto de suspensión, sino que lo que
procede es el archivo; la suspensión se decide mediante auto tal cual lo establecía el
art. 191. Pero ocurre que como semejante decisión no tiene los efectos impeditivos
de la cosa juzgada material, superada la circunstancia no se percibe inconveniente en
que las actuaciones se adosen al legajo en que se decidió archivar, tal cual acontece
cuando un ulterior y completo relato del hecho permita, como hipótesis, afirmar la
tipicidad penal.

"TAFFERATTA NORES, Introducción..., p. 38.


SAID,"Sobre la facultad de las provincias para reglar el principio de oportunidad en la perse-
cución penal", LLde1711111997, p. 1.
'$' LL del 23/4/1999, f. 98.625, o DJ 1999-2-350, f. 14.177.
'12 Ver el plenario de la CCC inserto en JA 14-1972-283, f. 20.506, cuyo colorario, aunque ante-
rior a la ley 24.522, en nuestra opinión no ha perdido valor.
Código..., p. 14, párr. 3'.
Art. 5 ACCIÓN PENAL 25

Por el contrario, y en atención al art. 1101, CC, resulta nula la sentencia del
tribunal civil mientras esté pendiente el fallo en sede penal, pues aquél no ejerció
válidamente su jurisdicción; la suspensión opera, en estos casos, tanto cuando la
acción se dirige contra el autor del hecho, como cuando se persigue la condena del
civilmente respon~able'~~.
Mientras las cuestiones previas impiden que la pretensión procesal llegue a -
ejercitarse válidamente, la prejudicial obsta a la resolución.
La ley 24.3 16 contempla la suspensión del juicio a prueba, cuya regulación es-
tablecen los arts. 293 y 515. Otros motivos de suspensión resultan los previstos por
los arts. 77, 191 y 290155.
La interrupción acaece cuando el proceso penal no puede continuar en razón
de que quien resulta imputado debe ser previamente separado por juicio político o
por desafuero (arts. 53,59,60,68,69 y 70, CX). Desde luego que no media obstácu-
lo para la prosecución respecto de los imputados no comprendidos en el privilegio.
Cabe tener presente que, cuando se persigue penalmente a un embajador, mi-
nistro o cónsul extranjero --estos últimos por hechos derivados del ejercicio de su
gestión pública- con carácter previo debe requerirse la conformidad del Estado
extranjero (arts. 117, CN, y 24, inc. lo, dec.-ley 1285158, ratificado por ley 16 416;
arts. 22 y 6" de la ley 24.050).
Según se ve, distinguir suspender de interrumpir es tan sutil en su resultado como
forzado en su raciocinio; desde el punto de vista semántica, el Diccionario de la Real
Academia indica como significado del primer vocablo --en su segunda acepción-
el siguiente: "...Detener o diferir por algún tiempo una acción u obra...", al paso que
como segunda acepción del infinitivo "interrumpir" se establece "...Cortar en el tiem-
po la continuación de algo..."1s6.Por otro lado se consideran sinónimos1s7.
Esta dificultad origina que, por ejemplo, el desafuero o el antejuicio puedan
considerarse causales de suspensión o interrupción indistintamente.
En un proceso por insolvencia fraudulenta -art. 179, segunda parte, CP- co-
rresponde la suspensión hasta tanto se alcance sentencia firme en el proceso comer-
cial y ésta cause estado con respecto a la frustración en todo o en parte del cumpli-
miento de las obligaciones existente^'^^.
La acción pública se hace cesar cuando se sanciona una ley de amnistía
(art. 75, inc. 20, CN); puede tener lugar antes, durante y después del juzgamiento del
hechoIs9.La jurisprudencia, virtualmente, ha equiparado sus efectos a los del indul-
tol'? La amnistía es de orden público y se declara de ofi~io''~.
b) Sujetos que pueden impulsar la acción
No cabe duda de que el ejercicio de la acción penal entendido como requeri-
miento punitivo, incumbe casi exclusivamente al MP, puesto que rebasa en las fun-

'*' C. Nac. Civ., sala C, LL 301611994, f. 92.292.


'" NAVARRO- DARAY, Código..., t. 1, p. 9.
'5"d. 1970, p. 1231, col. tercera, y p. 755, col. tercera, respectivamente.
"' Ver SAINZ DE ROBLES, Ensayo de un diccionario español de sinónimos y antónimos, col.
cuarta, ps. 644 y 1048, Madrid, 1971.
'18 CCC, sala V, LLdel311712001, f. 102.398.

'" CS, Fallos 165:199.


'" CS, Fallos 165199; JA 1991-1-306.
16' CCC, JA 1959-IV-100, f. 944.
26 ACCIÓNPENAL Art. 5

ciones del querellante la facultad de llevar la causa a juicio por su propia decisión,
vale decir, en forma directa (arts. 65, 82 y 348, párr. 2'). En cambio, la inmediata
promoción del proceso penal -entend~da como su iniciación- puede tener lugar
sólo por requerimiento fiscal (arts. 180fpáni final, 188 y 195), a lo que cabe añadir
los casos de comunicación judicial previstos en los arts. 252,371,390 y 401, último
párrafo. Sin embargo, en la causa "Avila", la CNCP, sala admitió que la mera
prevención policial es acto promotor y diriase que es la jurisprudencia dominante.
Como consecuencia del carácter indivisible de la acción penal pública, una
vez formulado el requerimiento de instrucción no puede considerarse reshingida la
jurisdicción; por ende, es innecesario fonnular uno nuevo para enderezarlas contra
otras personas"j3.
Ciertos ordenamientos -ley 22.262 de Defensa de la Competencia- supedi-
tan la promoción del proceso a la sustanciación previa del procedimiento administra-
tivo (art. 32 id.), debiéndose ejercer la acción penal por parte del secretario de Estado
pertinente. Si no se observa este recaudo, la actividad resulta nula aunque el fiscal
recabase la promoción y el juez la ordenara'64.
La ley 25.401 de Presupuesto Nacional modifica a la ley 24.769 del Régimen
Penal Tributario e instaura un curioso sistema en cuya virtud el Ministerio Público
puede desistir de lapretensiónpunitiva (art. 73 de aquella ley) una vez verificado que
el contribuyente o responsable se haya presentado espontáneamentepara regularizar
el cumplimiento de sus obligaciones tributarias o previsionales omitidas. Se percibe
una innovación profunda en el sistema penal argentino porque, ante la comprobación
de ciertas circunstancias, se faculta al fiscal para renunciar al derecho de fondo. Ver
último párrafo del comentario al art. 443, donde la situación es diferente.
c) Acción penal y pretensión procesal
El querellante en cierne puede, a través del recurso de apelación, lograr la ini-
ciación de un proceso penal (art. 180, última oración).
Todas estas previsiones se reconducen al concepto de acción procesal antes
expuesto.
La pretensión procesal consiste en la declaración de voluntad mediante la que
se sollcita de un órgano judlcial la actuación frente a una persona determinada y
distinta del autor de dicha declaración. Al promoverse proceso penal, la pretensión
procesal no está perfectamente delimitada porque es evolutiva o progresiva; resulta
preparatoria, investigatoria y cautelar durante el sumario, y definitiva y condenatoria
al requerirse el juicio oral (art. 347, párr. 2')16'.
En los inicios del proceso penal corresponde al MP ejercitar, al mismo tiempo,
la acción procesal y la pretensión procesal, esta última sólo como mera posibilidad.
Por el contrario, el denunciante (arí. 174), los preventores y los órganos judiciales ya
indicados deducen la acción pero no la pretensión. Tan sólo si prospera el proceso,

BJ NO. 1, ps. 15,22.


'61 CCC sala V, JA 2000-1-173, nro. 10.
CNPE, sala B, ED del 21512000, f. 49.997, con nota de B O N Z ~RAFART,
N '+Enóneaaplicación
de la Ley de Defensa de la Competencia", quien advierte que en la actualidad la ley citada no tipifica
delitos, sino sólo infracciones y contravenciones.
'" FENECH, Derecho ..., t. 1, ps. 479 y 5s.; VEADA LOPEZ- PUIGCERVER, Curso..., t. 1, ps. 283 y
5s.; PALACIO, "La acción y la pretensión en el proceso penal", en Homenaje a Mercader, Buenos Aires,
1973, p. 535.
Art. 6 ACCION PENAL

el querellante (art. 82) podrá contribuir al ejercicio de la pretensión (confr. arts. 3


pán: 2", segunda oración y 393).
Siempre incumbe al MP ---cuando se trate de acción procesal pública-,
culminar la instrucción, el planteo de la pretensión procesal en concreto (art. 347,
párr. 2'). Sin embargo, existen criterios jurisprudenciales que admiten la elevación a
juicio ante el solo requerimiento del querellante (ver comentario art. 348, acápite d]). -
De esta manera rectificamos parcialmente lo expuesto en nuestro Curso..., t. 1,
ps. 67/69166.
Apunta Almeyra que la Ley Orgánica del MP, no obstante mantener intacto
el llamado "principio de legalidad procesal", faculta a sus representantes a desistir
-art. 37, inc. a), de la ley 24.946- de la acción penal pública mediante decisión
jiindada; subraya que a literalidad pura el corolario resulta incompatible con el prin-
cipio de indisponibilidad de la persecución penal pública instituido por la ley sus-
tantiva; concluye que la absolución no es adecuada cuando el MP desiste (sic) de la
acción penal y corresponde, en cambio, sobreseeri6'.
Acción dependiente de instancia privada
6. La acción penal dependiente de instancia privada no se podrá ejercitar
si las personas autorizadas por el Código Penal no formularen denuncia ante
autoridad competente.
Ver comentario a los arts. 5", 174 y 284, último párrafo.
Abarca los delitos comprendidos por el art, 72, Código Penal -ver modifica-
ción introducida por el art. 14 de la ley 25.087168-. Este, en su penúltimo párrafo,
merita como modalidad de iniciación también a la acusación o denuncia del agravia-
do o de su tutor, guardador o representantes legales, salvo los supuestos de excepción
señalados en su oración final; por ende, resulta buen argumento para concluir que
no puede desplazarse al querellante (art. 82) en su determinación de abrir el juicio
penal, cuando menos en tales casos y sin perjuicio de las responsabilidades en que
pueda incurrir (delito de calumnia, art. 109, CP; responsabilidad civil por querella
calumniosa, art. 1090, CC.). Clariá Olmedo, en una de sus últiinas publicaciones,
admitió que el Código Penal "...prevé en forma insuprimible la intervención del que-
rellante conjunto en el proceso penal", conclusión a que arriba al estimar impuesta a
la querella en los supuestos del art. 72l". En nuestra opinión, el art. 3982 bis, Código
Civil, también obliga a que todos los ordenamientos procesales argentinos acepten la
actuación del querellante conjunt~"~.
Si la agraviada en ningún momento formuló denuncia ni manifestó su voluntad
de que el hecho fuera investigado por la autoridad judicial -aunque haya declarado

Para una interpretación distinta, pues parte de que la acción es derecho procesal sustentado
en el art. 14, CN, mientras que la pretensión resulta un reclamo basado en La violación del derecho
sustantivo cuya reparación se reclama; ver GUSSI, "Código Procesal Penal: algunos aspectos constitu-
cionales", LL del 1611011992y comentario al ait. 91.
'" absolución sin debate?", comentario al fallo del TOC nro. 7, LL del 41612001, f. 102.075.
'" SO del 141511999.
'" El proceso...,p. 275.
"O En contra, aunque por razones contingentes, CS, Fallos 299197.
28 ACCION PENAL Art. 6

como testigo y solicitado ser tenida como parte civil-, no se configura la instancia.
Su ausencia involucra que la acción pública no ha sido iniciada legalmentei71.
De acuerdo con lo previsto en el ÚJtimo párrafo del art. 72, CP, corresponde
ordenar la iniciación de oficio de un proceso por el delito de abuso deshonesto contra
un menor, si el autor del delito es primo de la persona que tiene la guarda del niño,
circunstancia que permite inferir la existencia de intereses contrapuestosi7*.
Se ha señalado que se ha perdido la oportunidad "...de numerar y ordenar las
situaciones no previstas por la ley sin desnaturalizar las previsiones de la norma
sustantiva ...dando solución a las hipótesis de incapaces en estado de abandono ..."'73.
Excepto las situaciones puntualizadas en el art. 72, al establecer los supuestos
en que la instancia es innecesaria, la persecución penal en los demás casos no resul-
ta válida sino cuando es manifestación voluntaria de quien puede formular aquélla
aunque no requiere solemnidad alguna.
La instancia privada no impide la citación al denunciante para determinar si
insta la acción penal'74.
No puede aceptarse que en caso de ocurrir una lesión grave a partir de un hecho
culposo, pueda obviarse la 'mposición del art. 72, inc. 2", CP'75.
Con acierto se ha dicho que si una única conducta culposa produjo lesiones a
más de una persona, la instancia ejercitada por uno de los damnificados (ari. 72, CP),
resulta suficiente para iniciar el correspondiente proceso penal por todos los delitos, ya
que no es razonable escindir la única acción de todas sus consec~encias~~~.
El poder de instar debe ser el resultado del libre arbitrio de la persona capaz'77.
Empero, el texto del art. 174 elimina toda exigencia de capacidad por quien anoticia
del hecho objeto del proceso'78.
La reforma operada por ley 25.087 -texto actual del arl. 132, CP- establece
que la víctima puede proponer un avenimiento con el imputado -para los delitos pre-
vistos en los arts. 119, párrs. lo, 2" y 3", 120, pán: lo, y 130 id.-, en cuyo caso la ac-
ción penal se extingue o bien puede disponerse la suspensión del juicio a prueba en los
términos de los arts. 76 ter y 76 quater, id.Dice bienAcháva1: "Lamentablemente la le-
gislación no aclara si el 'avenimiento' es vínculo o es indemnización, mantenimiento,
pensión, gastos futuros, e t ~ . " ' Para
~ ~ . convalidarlo, el tribunal debe verificar que: a) la
victima sea mayor de 16 años; b) la propuesta haya sido libre y voluntariamente for-
mulada por ella; c) preexista una relación afectiva entre las partes, y d) resulte el modo
más efectivo de armonizar el El texto actual del art. 72, inc. lo, CP tolera

"' ST Córdoba, sala Peiial, LLC 1990-128.


"l CCC, sala V, SJP, LL del 301712004, f. 107.849.
"' DONNA,Código..., ps. 16117.
"' CCC, sala VI, DJ del 251612003, f. 19.840.
"* Conf. art. 94, id.; CCC, sala VI, LLdel 1311212000, f. 101.340, o DJ 2001-1-296, f. 16.373.
CNCP, sala IV, 271912005, "Rosa", SJP, LL del 3 11512006, p. 46.
Así lo piensa Mila, citado por ÁBALOS,Código...,ps. 38, 39.
"S Ver comentario al art. 174; la CNCP, sala 11, ED del 151712002, f. 51.551, resuelve en sentido
contrario.
"Las modificaciones al art. 119, CP efectuadas por la ley 25.087: 'Delitos contra la integridad
sexual"', JA del 15/9/1999, P. 2.
Juze. Instrucción nro. l. Villa Dolores, LL del 291512000. f. 100.307. con nota de CAFFERATA
NORES, "El Genimiento en los delitos contra laintegridad sexuai"; quien ceniura que la sustitución del
matrimonio por el avenimiento se ha reducido a una relación personalpreexislente, cuando nada jus-
Art. 7 ACCION PENAL 29

una interpretación amplia para facilitar la investigación de hechos cometidos contra


menores, aun de oficio181.
La instancia privada puede efectuarse con el asesoramiento o representación de
institnciones oficiales o privadas sin fin de lucro o ayuda a las víctimas (art. 15, ley
25.087).
El art. 4' de la ley 24.270 incorpora un nuevo caso de acción penal dependiente -
de instancia privada: "Incorpórase como inc. 3" del art. 72 del Código Penal el si-
guiente: Inciso 35 Impedimento de contacto de los hijos menores con sus padres no
convivientes".
Acción privada
7. La acción privada se ejerce por medio de querella, en la forma especial
que establece este Código.
Ver comentario al art. 5".
En concordancia con lo previsto por los arts. 73 a 76 inclusive, Código Penal,
tanto la promoción como el ejercicio de la acción penal depende de la querella; es
el único supuesto en que la acción procesal destinada a promover el proceso penal
coincide, necesariamente, con la deducción de la pretensión procesal penal bajo la
forma de querella (art. 415). La legitiinación corresponde al ofendido y en los de-
litos contra el honor "...después de su muerte ... (al) cónyuge, hijos, nietos o padres
sobrevivientes". Estas últimas personas no tienen acción para querellar por ofensas
proferidas a la memoria del pariente o cónyuge después de su muerte si aquél no
comenzó el proceso182.Con este criterio quedan'a salvo las apreciaciones históricas
y políticas referidas a los difuntos.
El Código prevé como juicio especial -Libro 111, Título 11, Capítulo 111 (arts.
415 a 43 1)- al ocasionado por delitos de acción privada.
La persecución a través de la acción privada es divisible, pues no resulta nece-
sario dirigirla contra todos los responsables de un suceso único; por ejemplo, en una
injuria proferida a través de una solicitada o carta documento, el querellante exclusi-
vo puede elegir a quiénes va a acusar.'En vez, la acción pública es indivisible porque
debe procurar el castigo de todos los participantes en el delito (art. 5').
Aunque en la acción penal privada no está directamente coniproinetido el in-
terés público, esa ausencia no puede justificar extremos que serían repugnantes a
derechos constitucionales, como la omisión de un proceso sujeto a reglas legales o
la renuncia a la defensa o el sometimiento a apercibimientos o sanciones procesa-
les ajenas al derecho penal (tenerlo por confeso al imputado, admitir el proceso en
rebeldía) que desnaturalizaría el fin de la acción consistente en procurar la condena
del re~ponsable'~~.

tifica semejante condicionamientopucs, también pueden existir otras circunstancias que hagan desear
a la víctima unfinal no punitivo.
'M'CCC, sala IV, LL del 2711 112000, f. 101.260.
CCC en pleno, JA serie contemporánea, 18-1973-172,f. 21.683.
'N'Cám. Pen. Santa Fe, sala 1, JA 1993-1-siiitesis.
ACCIÓNPENAL Alt. 9

Obstáculos al ejercicio de la acción penal


8. Si el ejercicio de la acción penal dependiere de juicio político, desafuero
o enjuiciamiento previos, se observaran los límites establecidos por este Código
en los arts. 189 y siguientes.
Ver comentario al art. 5' y ley 25.320.
Cuando se trata de adquisición y administración de bienes eclesiásticos, las
consecuencias canónico-penales derivadas de su irregular afectación se reservan a la
autoridad de la iglesia, hallándose exentas de la tutela del Estado y de su autoridad
jurisdicci~nal'~~.
Regla de no prejudicialidad
9. Los tribunales deben resolver todas las cuestiones que se susciten en el
proceso, salvo las prejudiciales.
En sentido estricto, cuestiones prejudiciales son tan sólo las que deben venti-
larse en otros procesos y revisten carácter vinculante para el tribunal penal. En la
actualidad no existe otra que la relativa a la nulidad o validez del matrimonio en
los ténninos del art. 1104, inc. lo, del CC.; cuando la hay, su consecuencia es que
el juez penal no puede revisar lo decidido por el juez civil. Oderigo ha dicho que
es una de las excepciones a la posibilidad de resolver sobre la acción pública en el
fuero penal, como cuestión expresamente establecida por la ley que debe ser some-
tida a la jurisdicción extrapenal "...cuya decisión previa condicionará la solución del
proceso En un sentido más amplio pueden captarse también las previas, como
lo era la declaración del divorcio por adulterio en sede civil (art. 74, CP, ahora dero-
gado por la ley 24.453) y la relativa a la quiebra o coucurso civil, pues la condición
de quebrado o concursado debe considerarse ante el fuero pertinentela'. ES decir,
siempre que se entiendan como impedimentos de origen no pena1 pero gravitan-
tes para el progreso de la pretensión procesal penal (ver introducción al Titulo 11,
Libro 1).
Todas las otras cuestiones en que la existencia del delito resulte de la aplicación
de otro cuerpo nonnativo -por ejemplo, el vínculo parental para calificar el homi-
cidio (art. 80, inc. lo, CP)- se dilucidan dentro del proceso penal, correspondiendo
su comprensión al tribunal competente. Tal ocurre con la rendición de cuentas, que
en los delitos de retención indebida y administración fraudulenta es posible cumplir
dentro del proceso penalxs7.
Un caso paradigmático de prejudicialidad finca en lo dispuesto por los arts.
1102 y 1103, CC.; luego de la condena penal, ningún juez civil está autorizado a
declarar que no existió el hecho ni que el penado no fue su autorIRs.
En virtud del art. 1103, id., la prejudicialidad penal sobre la sentencia de dere-
cho privado no vincula al juez civil, quien puede, en tal caso, estimar los hechos y la

Juzg. de Instmcción Villa María, 2', ED 154-537, f. 45.370


Prejudicialidad..., ps. 133 y SS.
Ia6 En sentido contrario, CCC, sala V, ED 139-764, nro. 60.
la' SOLER, Derecho..., t. 11, ps. 392,395; conf. art. 206.
CF Civ. y Com., sala 1, LL del 819llY97, f. 95.926.
ACCION PENAL -

prueba de manera diversa en orden a determinar el nexo causal adecuado entre daño
y hecho ilícito'89.
El art. 26, ley 25.246 -Ley de Lavado de Activos de Origen Delictivo-, esta-
blece que las relaciones entre la resolución de la causa penal y el irámite del proceso
administrativo a que dieran lugar las infracciones previstas en esta ley se regirán
por los arts. 1101 y SS. y 3982, CC, entendiendo por "acción civil", la acción "penal -
administrativa".
Hay casos en que la prejudicialidad penal no opera por expresa disposición de
la ley. Entre los inás importantes señalados por Sosa1", se encuentran los referentes
a la Ley de Propiedad Intelectual -art. 77, ley 11.723- y en materia de abordaje
-art. 551, ley 20.094-.
Ver comentario al art. 5".
Cuestiones prejudiciales
10. Cuando la existencia del delito dependa de una cuestión prejudicial
establecida por la ley, el ejercicio de la acción penal se suspenderá aun de oficio,
hasta que en la otra jurisdicción recaiga sobre ella sentencia firme.
Ver comentarios a los arts. 5", 9" y 11; también art. 16, párr. lo, ley 23.771.
La CF San Martín recuerda que dicho precepto de la ley penal tributaria no exige
el informe del organismo pertinente como si se tratase de una condición objetiva
de punibilidad o per~eguibilidad'~'; debe admitirse siempre la discusión y prueba
sobre el monto de la evasión i~nputada'~~. Aquel art. 16 no asignaba carácter preju-
dicial a la determinación de la deuda tributaria previsional; tampoco lo hace ahora el
texto de los arts. 18 y SS. de la ley 24.769, derogatoria de la ley 23.771 Ig3.
Si la sentencia penal infringe el impedimento establecido en el art. 1104, inc. lo,
CC. genera una nulidad procesal de carácter absoluto'94.
Está vedado al juez del crimen conocer las controversias -incluida la de re-
dargución de falsedad- que se susciten acerca de la validez del primer matrimonio,
lo que es resorte exclusivo de la autoridad civil, aun cuando la nulidad alegada sea
relativa'95.
A su vez, conforme al art. 1101, CC., no puede admitirse conñicto entre la de-
cisión penal y la pronunciada en un juicio ejecutivo"'. Por su parte, también resulta
nula la sentencia civil pronunciada antes de la penal (confr. art. 1101, CC.)I9'.

CS, voto en disidencia de los Dres. Moliné O'Connor - López, LL del 1411211998, f. 98.207,
o DJ 1999-1-933, f. 13.975.
'm "No hay prejudicialidad penal sinjuicio penal [y aveces ni con juicio penal]", DJ 2001-3-73.
19' LL del 111111993, f. 91.731.
Iq2 Id, sala 1 , LL del 261611996, f. 94.423.
'93 En el mismo sentido, CNPE, sala A, ED del 261612003, f. 52.106, con nota adversa de Ro-
dolfo R. Spisso.
""BALOS. . Códim
" ..DS.51.52.
.
CCC, sala 11, 201311992, "Fraga"; JA del 1211011994, síntesis, nros. 63 y 64, p. 78; conf.
ÁBALOS, Código ~. ...,ps. 50 y 51.
C. Nac. Com., sala D, 51811994, JAdel26141199.5, p. 54.
'" HITTERS,Técnica de los recursos ordinarios, p. 520.
ACCIÓN PENAL Art. 13

Apreciación
11. No obstante lo dispuesto en el articulo anterior, los tribunales podrán
apreciar si la cuestión prejudicial injcada es seria, fundada y verosímil, y en
caso de que aparezca opuesta con el exclusivo propósito de dilatar el proceso,
ordenarán que éste continúe.
Tanto si se decide como si se deniega la suspensión, entendemos procedente el
recurso de apelación (art. 449) porque genera gravamen irreparable al presentarse
como insusceptible de pronta enmienda ulterior. La Corte Suprema considera que el
principio de progresividad y el de preclusión responden al imperativo de satisfacer
una exigencia consustanciada con el respeto debido a la dignidad del hombre, cual
es el derecho a un juicio razonablemente rápido'98.
El tribunal deberá ponderar, con pmdencia, cuál es el justo equilibrro entre la
suspensión del proceso y el criterio judicial transcripto.
Puede ser también impugnable por casación si el pronunciamiento apelado con-
firma la suspensión de las actuaciones (art. 10); resultará entonces equiparable a
sentencia definitiva, pues torna imposible su continuación (art. 457)Ig9.
Juicio previo
12. El juicio previo de la otra jurisdicción podrá ser promovido y prosegui-
do por el ministerio fiscal, con citación de las partes interesadas.
Obedece al propósito de no dilatar el proceso penal, a cuyo fin se legitima al
MP para promover el juicio previo. No hay otro supuesto que el referente a la validez
o nulidad del matrimonio anterior, por ser la única cuestión prejudicial en sentido
estricto (ver comentario al art. 9'); es el caso del art. 219, en función de los arts. 166,
inc. 6", y 177, inc. 5", CC., según ley 23.515. De modo que este precepto alcanza sólo
a los delitos de acción pública.
La "...citación de las partes interesadas" debe efectuarse en sede civil, bajo la
modalidad de la intervención de terceros regulada por los arts. 94 y concordantes,
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Es oportuno señalar que -más allá de la discusión doctrinaria en punto a la
existencia de partes en el proceso penal- queda fuera de duda que el vocablo capta
al imputado (ari. 73), al querellante (art. 83), al actor civil (ari. 88) y al civilmente
demandado (art. 98). Ver art. 56 en cuanto alude a los "interesados".
Libertad del imputado. Diligencias urgentes
13. Resuelta la suspensión del proceso, se ordenar4 la libertad del imputa-
do, sin perjuicio de realizarse los actos urgentes de la instrucción.
Resulta acorde con el carácter restrictivo de las medidas cautelares de natura-
leza personal (ver art. 2') y ensambla con lo prescripto por el art. 319. También con-
templa que las cuestiones prejudiciales en sentido cabal -art. 1104, inc. lo, CC.-
sólo obstan a la culminación del juicio, pero no a su etapa preparatoria. Su aplicación
resulta imperativa para el tribunal.

'" Fallos 272:188, o LL 133-413, o ED 25-206, f. 12.673.


Ig9 JA 2000-IV-1123. Ver ROBLES, "La prejudicialidad de la acción penal y sus efectos procesa-
les en la acción civil. Nuevas modalidades de conclusión del proceso penal".
A los actos de suma urgencia se alude en el segundo párrafo del art. 201; algu-
nos se señalan en el pám l o del art. 200 -registros domiciliarios, reconocimientos,
reconst~cciones,pericias e inspecciones-, destacándose la exigencía de que deban
estimarse definitivamente irreproducibles o bien si se considera que los testigos ten-
drán inconvenientes para acudir al debate.
-

Acción civil
14. La acción civil para la restitución de la cosa obtenida por medio del
delito y la pretensión resarcitoria civil podrá ser ejercida s61o por el titular de
aquélla o por sus herederos, en relación a su cuota hereditaria, representantes
legales o mandatarios, contra los participes del delito y, en su caso, contra el
civilmente responsable, ante el mismo tribunal en que se promovi6 la acción
penal.

a) Generalidades
A partir de la vigencia del Código Penal de 1922 (art. 29, id.), uno de los posi-
bles capítulos de la sentencia condenatoria comprende la decisión sobre la cuestión
civil; el presente Código expresamente modifica el sentido del citado precepto sus-
tancial -por su ubicación, aunque procesal por su naturaleza-, ya que hace posible
extender el pronunciamiento civil al supuesto de absolución (arts. 16, párr. final, y
402). En ese caso el mismo hecho, aún no calificado como penalmente delictuoso,
puede resultar configurativo de ciertos ilícitos civiles y se convierte así en fuente de
la acción r e s a r c i t ~ r i a ~ ~ ~ .
Dentro del proceso penal se puede ejercitar la acción civil tendiente a obtener la
restitución de la cosa material -mueble o inmueble- obtenida por el hecho delic-
tuoso, el resarcimiento del daño material y la reparación del daño moral.
El art. 1096, CC. establece que "[Lla indemnización del daño causado por deli-
to, sólo puede ser demandada por acción civil independiente de la acción criminal",
redacción que llevó a sostener que impedía el ejercicio siinultáneo de las preten-
siones procesales, cuando en realidad el criterio que sienta es que tienen distinto
fundamento material y que los jueces locales pueden juzgar sobre ella aun en el
proceso penal2o'.La acción civil sustancial se respalda en la necesidad de resguar-
dar el interés privado o particular lesionado; la acción penal sustancial procura, con
la pena, obtener la readaptación del delincuente y así lograr la digna coexistencia
de la sociedad202;en definitiva, son dos poderes jurídicos distintos desde el punto

O' Ver CKEUS, La acción..., ps. 59 y 72, 77.


20' CREUS,La acción...,ps. 29 y SS.
2oi LLAMBIAS,Código..., t. 11-B, ps. 388 y SS.
de vista sustancial y la asignación del tribunal competente corresponde al derecho
procesalzn3.
El Código Penal instaura la competencia concurrente de los jueces civiles y
penales para entender en las acciones civiles sustanciales enderezadas a la indem-
nización de los perjuicios, deparándole una opción al damnificado: hacerla valer en
sede penal o ante el fuero civil.
Si el ofendido elige la vía civil, no se puede dictar sentencia en dicho juicio
hasta tanto no recaiga decisión en el proceso peual por la autoridad que la cosa juz-
gada penal proyecta sobre la civil (arts. 1101, 1102 y 1103, CC.). El sobreseimiento
dictado en sede peual no hace cosa juzgada vinculante para el juez civil si se atiende
a la falta de culpa del imputado o a su muerte o a la prescripción de la acción penal
o se sustenta en la amnistía o en el pago de la multa o en la reiractación en el caso de
las injurias; pero si ata al juez civil si se funda en la inexistencia del hecho2o4.Pero
puede elegir, adaptándose a ciertas condiciones, la jurisdicción penal.
El desistimiento del querellante puede efectuarse aun con la expresa reserva de
la acción civil emergente del delito, cuando ésta no ha sido promovida juntamente
con la penal, tratándose de delitos de acción privada (art. 421).
b) La legitimación activa
Incumbe al directamente damnificado y a sus herederos en relación con su cuo-
ta hereditaria. También tienen capacidad procesal para demandar los representantes
legales y los voluntarios (mandatarios). Adviértase que la titularidad, conforme al
derecho sustancial, incumbe sólo a los primeros ----damnificado y sus herederos-,
mientras que los otros supuestos son de representación legal o convencional, pues no
asumen el carácter de parte, que incumbe a aquéllos (art. 87).
En el régimen del Código anterior no podía ejercitarse la acción civil si no se
asumía la función querellantezos.El sistema actual hace posible reducir la pretensión
procesal al ámbito del derecho privado; por eso se regula por separado la acrívidad
atingente a dicho sujeto (arts. 87 a 96).
Por el contrario, el llamado querellante particular -no fácilmente reconducible
a la figura del subsidiario o a la del adhesivo-, si bien puede impulsar el proceso
(arts. 347, párr. 2' y 348, p á n 2"), sugerir prueba (arts. 199 y 355) y argumentar
sobre ella (art. 393), necesita constituirse a su vez en actor civil (art. 82, último párra-
fo). Es improcedente la excepción de falta de personería enderezada a impedir, antes
de la clausura de la instrucción, el ejercicio de la acción civil a quienes acrediten ser
legítimos herederos de quien fuera acusador particular. No es necesario ejercitarla
juntamente con la querella, pues la ley procesal habilita en forma independiente la
constitución de actor civil; ambas pretensiones pueden concretarse en distintos mo-
mentos, cuando la clausura de la instrucción no se haya
Conforme a los arts. 46, pán: 4", 80 y 117 de la Ley de Seguros 17.418, la ac-
ción civil puede ejercitarse por y contra el asegurador dentro del proceso penalzo7.
Por eso, aunque no se le menciona entre quienes se encuentran legitimados activa-

''' VBLEZMARICONDE, La acción..., p. 80.


204 C. Nac. Com., sala B, LL del 81911993, f. 91.580. Ver HITTERS, Técnica de los recursos or-
dinarios, p. 520.
"' CCC, Fallos plenarios, t. 1, p. 24.
'O6 CCC, sala 1, LL del 61712001, f. 102.285.

'O7 CREUS. La acción...,ps. 111 y 142.


mente, debe contarse entre ellos, pues aquella autorización se origina en una ley
sustancial con mayor jerarquía normativa que las procesales (art. 3 1, CN) y, en con-
secuencia, prevalece sobre cualquier disposición en contrario que contengan estos
ordenamiento~~~~. La constitucionalidad de estas disposiciones procesales, inseitas
en leyes de fondo, ha sido admitida con fundamento en la necesidad de preservar el
funcionamiento de las instituciones creadas por ellas20n.
-
c) Dentro del proceso penal la acción civil puede deducirse -legitimaciónpa-
siva- no sólo contra el imputado por el hecho sino también contra la persona fisica
o ideal que, conforme al principio genérico sentado en el art. 1113, CC., y en algunas
disposiciones de leyes especiales -inclusive el art. 32, CP-2'0, tenga que respon-
der civilmente por el hecho de otro (art. 97). Aunque dentro del proceso penal no se
puede demandar que se haga efectiva la responsabilidad de un tercero cuya fuente
sea el contrato sino exclusivamente la ley, la Corte Suprema resolvió lo contrario
respecto del asegurador2".
No cualquier pretensión civil emergente del hecho delictuoso puedededucirse
ante el tribunal penal; por ejemplo, en un juicio por tentativa de homicidio del hijo
contra el padre o su cónyuge, resultaría inadmisible pretender se declarase la indig-
nidad de aquél para sucederles (art. 3291, CC.).
Sobre el asegurador, ver acápite b).
d) Contenido
La restitución de la cosa persigue que el autor del hecho la devuelva y, de no
ser posible, pague su precio corriente más el de estimación, si la tuviere (art. 29, inc.
2", CP). El art. 1083 del Código Civil da opción al resarcimiento de los daños frente
a la reposición de las cosas a su estado anterior, excepto si ésta fuera imposible, en
cuyo caso la indemnización se fijará en dinero. La restitución puede efectuarse antes
de la sentencia, en carácter de depósito (art. 523, párr. 2'). Procede de oficio (art.
523, pán: 1").
El resarcimiento del daño material procura la integra reparación del causado
por el delito. El tribunal penal se puede pronunciar sobre este punto -a diferencia
del supuesto de la restitución de la cosa- sólo si media reclamo de quien se halla le-
gitimado, pues como se trata de derechos disponibles, no lo puede hacer de oficioaiz.
Por aplicación de lo dispuesto en el art. 277, última oración, Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación, el juez penal puede resolver sobre la imposición de los
intereses, aunque no hayan sido solicitados en la demanda por daños y perjuicioszi3.
Cabe tener presente lo dispuesto por el art. 70, Código Penal.
La reparación del daño moral originado por el delito (art. 1068, CC.) es sus-
ceptible de reajuste monetario --en tiempos de inflación- siempre que se haya
podido ejercitar la oportuna defensa. Aunque tiene limites: v.gr., no pueden recla-
.. . .
..
.... .

CREUS, La acción..., p. 111.


'O9 CS, Fallos 136:154; 138:157.
''O VELEZMARICONDE, La acción..., p. 119
Fallos 295606.
'" CCC, Fallos, t. IV, p. 394; t. VII, p. 295.
" ' C C C , JA 1977-IV-275, f. 26.948.
36 ACCIONCIVIL Art. 16

marse los detrimentos psicológicos sufridos por los padres, aun cuando contribuyan
al mejoramiento y cura de su hijo2I4.
La mediación obligatoria establecida por ley 24.573 no constituye requisito
para ejercitar la acción civil en sede penal; por ende, no puede excluirse como actor
civil, luego de su constitución como tal por no haberse observado
Casos en que la Nación sea damnificada
15. La acci6n civil será ejercida por los representantes del cuerpo de abo-
gados del Estado cuando el Estado nacional resulte perjudicado por e1 delito.
El jefe del cuerpo de abogados del Estado es el procurador del Tesoro de la
Nación de acuerdo a la ley 12.954.
Su legitimación se rige conforme al art. 14.
El art. 27 de la ley 24.946 excluye de las tareas del MP, a la representación del
Estado y/o del fisco en juicio.
Oportunidad .
16. La acción civil sólo podrá ser ejercida en el proceso mientras esté pen-
diente la acción penal.
La absolución del procesado no impedirá al tribunal penal pronunciarse
sobre la aeción civil, en la sentencia.
Comprende tanto a la acción pública procesal (arts. Soy 6', este último después
de formulada la instancia) como a la privada procesal (art. 7").
Según se dijo (art. 14), si el proceso llegó al estado de sentencia (Capítulo IV,
Titulo 1, Libro III), aunque corresponda absolver al procesado, cabe pronunciarse
sobre la acción civil (art. 402 infine). En cambio, no podría decidirse en la instruc-
ción, pese a que se sobresea (arts. 334 y 335), salvo si eorrespondiere la restitución
(art. 338).
En todo caso, el hecho generador de la responsabilidad civil ha de ser ilícito o
antijuridico y contrario al derecho considerado en su totalidad2I6.Con todo, bastaría
que en el juicio penal la causal de justificación de legitima defensa fuera adoptada
por el beneficio de la duda, para que pudiese volver a recorrerse críticamente la pnie-
ba reunida acorde a las pretensiones antagónicas en el mareo del derecho de daños y
los preceptos generales civiles2I7.Es posible que el juez penal condene respecto de
la pretensión civil ejercida aunque dude sobre ciertos aspectos fácticos para sancio-
nar penalmente; puede, pues, condenar en el ámbito civil no obstante la absolución
penal2I8.El tribunal penal no puede ir más allá de establecer si el hecho airibuido

ST Córdoba, sala Penal, LLC 1987-120.


CNCP, sala IV, JA 2000-11-661. Ver, además, CHIARA D i u , "La actuación de las partes civi-
les en el proceso penal", JA 1988-1-757. También GERNAERT WILLMAR,"Las acciones (penal y civil)
en el Código Procesal Penal Nacional", JA 1993-111.793.
VELEZMARICONDE, La acción..., ps. 40 y 224; confr. FONTANBALESTRA,Tratado...,t. 111,
p. 472.
"'Cám. Pen. Rosario. sala II,3/7/1990, "Molinari de Leva, Juan C.': JA del 8/7/1992, o. 45. con
ilustrativo voto del doctor ~ a m ó n Ríos;
~ : JA 1989-111-298, aunque se señala que si bien la c<lpa Penal
es más estricta que la civil Y que su inexistencia deia subsistir la vosibilidad de una condena resarcitoria,
también es factrble radic&lanueva pretensión en-el fuero civil:
2 ' 8 ÁBALOS, Código..., p. 65.
Art. 16 ACCION CIVIL - 37

al acusado existe, si el inculpado es el autor y si ese hecho le es imputable según la


ley penal y como delito de derecho criminal (nota a los arts. 1102 y 1103, CC.). Por
ejemplo, si en el delito de daño el juez correccional arribó a la conclusión de que
la causa adecuada del hecho no podía atribuirse a la persona acusada, no hubo de
ingresar en argumentos sobreabundantes, relativos a la causa productora de aquél,
pues su jurisdicción concluía en determinar si la conducta del imputado era o no la
causa del resultado
Aun en el fuero laboral no pueden revisarse las circunstancias fhcticas estable-
cidas en la causa penal220.
Si el sohreseimiento acaeció como consecuencia de un acuerdo entre las partes,
no resulta vinculante para el juez civil, pues el juez penal no se expidib sobre la exis-
tencia del hecho desencadenante de la querella. La exención de pena otorgada por
una excusa ahsolutona no impide la condena civilz2'.
La absolución resulta eficaz en sede civil si se han tratado circunstancias de he-
cho esenciales para la fundamentación; las declaraciones testimoniales y constancias
del sumario penal carecen en sí mismas de eficacia probatoria en el posterior juicio
civil por indemnización del daño si no se reiteran o ratifican, con el debido contralor
de las partes, principio que sólo cede si actor y demandado coinciden en ofrecer
como prueba la causa penalzz2.
La suspensión de sentencia en el juicio civil cuando un mismo hecho origine la
tramitación de un proceso penal existe mientras el último se halla pendiente, porque
declarada la existencia del hecho y su autoría en jurisdicción criminal, esos aspectos
no pueden reverse en sede civilzz3.Aunque improcedente el recurso extraordinario
federal porque las iinpugnaciones remiten a cuestiones de hecho y prueba, si el ata-
que se funda en una exégesis irrazonable de la absolución penal, sin atender a su
motivo principal, la decisión resulta
Dictado en juicios civiles, el principio vale -a nuestro ver- para el ejercicio
de la acción resarcitoria dentro del proceso penal; sobre todo si sólo se interviene
como actor civil (arts. 87 y SS.)sin asumir la función querellante (arts. 82 y SS.).
Si en el proceso se absolvió en la faz penal y se llegó a la conclusión de que la
responsabilidad y culpabilidad son exclusivas de la víctima, debe rechazarse la de-
manda civil; la disidencia sostiene que, pese a la absolución, se impone un tratamien-
to autónomo y principal de la acción civil, cuando está comprobada la existencia de
un hecho con resultado dañoso en el que ha intervenido el demandado aunque se lo
exonere de responsabilidad penal porque su conducta, desde esta óptica, no reúne las
condiciones exigidas por la teoría del delito, ya que corresponde apreciar la respon-
sabilidad a título de riesgo creado conforme al art. 1113, párr. 2', apartado 2", CC.225.
Un criterio amplio en torno al pronunciamiento sobre la acción civil en la sen-
tencia, no obstante ser absuelto el procesado, si medió instancia del querellante, es

SC Mendoza, sala 1, ED 145-452, f. 44.007, consid. 2", puntos 5 y 6.


lZ0 SCBA, LL del 271811993, f. 91.559.
""S, ED del 1311111995, f. 46.773.
222 SC Mendoza, LLdel 201811997, f. 95.788, o JA 1999-1-233.

22' CF Civ. y Com., salal, DJ 1997-3-16, f. 12.112.

' l e CS, DJ 1997-2-946, f. 12.009.

lisCám. Pen. Santa Fe, sala 111, JA 1998-111-209.


38 ACCIÓN CIVIL Art. 17

el de la CNCP, sala 11226;el tribunal se pronuncia acerca de una cuestión contractual


-suma entregada en concepto de seña-, y de la opinión de quien lleva el voto se
percibe que el discurrir versa sobre el régimen de la seña penitencial que origina el
derecho de arrepentirse. Pareciera que se ha rebasado el ámbito de su contenido (ver
art. 16, punto d)227.
La demanda del actor civil sólo resulta viable cuando el requerimiento fiscal
de elevación a juicio quedó consolidado, luego del trámite de los arts. 348 y SS.;se
requiere que la realización del debate resulte un hecho procesalmente establecido228.
Para la mayoría de la CCC, sala IV, luego de agotada la acción penal el a quo
se encuentra en condiciones de continuar con la acción civil instaurada por la que-
rella; de tal manera cabía ordenar la publicidad intempestiva de una retractación; es
correcta la disidencia del doctor Gerome, quien recuerda a Creus cuando dice que el
principio sólo cede si la acción penal se extinguió en la etapa del juicio mediante un
pronunciamiento absolutorio229.
Ejercicio posterior
17. Si la acción penal no puede proseguir en virtud de cansa legal, la acción
civil podrá ser ejercida en sede civil.
Ver art. 1101, CC., al señalarse que la prejudicialidad cede en los casos de
muerte o fuga. El proceso penal se suspende en los casos de incapacidad mental del
imputado (art. 77), rebeldía (art. 288) y se tninca por sobreseimiento supuesto que
impide resolver sobre la cuestión civil (arts. 334 y SS.); los arts. 16, páni 2" y 402
hacen viable el pronunciamiento sobre la acción civil aunque la sentencia resulte
absolutoria desde el punto de vista penal.
Es obvio que la demanda, dictado un sobreseimiento, debe radicarse ante el
fuero civil, pues aquél produce la falta de legitimación pasiva en la acción ~ i y i l ~ ~ ~ .

DJ 2000-1-1384, f. 15.405.
"' Id., id., LLdel241312000,f. 100.016,con nota de DELLA MALVA - LEMOSARIAS, "La acción
civil en el proceso penal. Alcances".
CCC, sala IV, JA 1999-IV-669.
229 LLdel271812001, f. 102.367,o DJ 2001-3-189, f. 17.220, o JAdel711112001,p. 75,"Simpson,
R.H.". Ver además PrURRALDE, "&cciones que nacen del delito en el Código Procesal Penal de la Na-
ción: 'La acción civil"', DJ del 2511111992; BLANCO, "La pretensión civil en el nuevo proceso penal",
ED del 1511211992; To~ins,"Las causas de justificación en l a sentencia penal y su influencia en el
proceso civil", LL del 311211992, comentario al fallo 90.931.
CF San Martin, sala 1, "Inc. formado en virtud de la demanda de daños y perjuicios interpues-
ta por la querella", JA del 31711996, p. 67.
JIJRISDICCI~N

TITULO111

EL JUEZ

a) Concepto
Según se verá, el capítulo excede un tanto el tratamiento de la jurisdicción para
adentrarse (art. 18) en el problema de la coinpetencia.
En efecto: la jurisdicción es la función pública procesal ejercida por órganos
estatales - e n el proceso penal con exclusividad, no así en el proceso civil, donde
pueden asumirla árbitros y amigables componedores (CP, Libro VI)- en cuya virtud
se dilucidan o dirimen couflictos suscitados entre particulares o entre éstos y la co-
munidad. De manera elemental puede decirse que consiste en la aplicación del dere-
cho en los casos concretos. Se trata de una potestad para resolver, mediante decisión
motivada, el conflicto entre el derecho punitivo del Estado y el derecho de libertad
del imputado de conformidad con la norma penal2". Parece obvio que lo resuelto,
con excepción de los fallos plenarios dictados en consonancia con el ait. 10 de la ley
24.050, no excede el hecho objeto del proceso; ante ello resulta harto cuestionable
lo expuesto por la CNCP, sala 111, en el sentido de que un caso a veces "...obliga a
extender los resultados ..." del pronunciamiento "...en un mensaje preciso, explícito
concluyente para el conjunto de la población ..."232. Esa tarea es ajena a la función
risdiccional. Cuestión diferente resulta que los tribunales inferiores no puedan in-
s~stiren aspectos resueltos por el tribunal revisor233.
Por nuestra parte y en procura de comprender las medidas de seguridad y el
régimen de menores, la hemos caracterizado como la función pública desplegada por
los órganos estatales para resolver el conflicto suscitado entre la comunidad preten-
sora y el sospechoso de haber incurrido en un hecho constitutivo de delito234.
Si se profundiza el concepto, podría decirse que estriba en la tarea a través de la
cual órganos estatales imponen unilateralmente y, si es preciso, mediante el ejercicio
de la coacción - e l encierro, el pago de la multa, la inhabilitación-, la observancia
e cierto comportamiento, con motivo de un conflicto, cuando no se adecuó la con-
ucta esperada al pensamiento jurídico comunitario. Dicha intelección debe haber
ido expresada de manera reflexiva, pues en materia de delitos la costumbre no es
te; por eso se descarta su creación espontánea y debe encararse a través de una
a general que en el caso se i n d i v i d u a l i ~ aAsí
~ ~ ~ocurre
. al dictarse el Código
as leyes penales especiales de la Nación (art. 75, CN) y conferirse su apli-
1PJN (arts. 108, 116 y 117, id.).
" LEONE,Tratado..., t. 1, p. 269.
ED del 17/8/1995,f. 46.592, consid. VII, párr 4', segunda oración.
'j3 Conf. disidencia del doctor Bisordi en CNCP, sala 1, LLdel281712000, f. 100.620, con escolio
O, "Avocación y libertad personal", quien atiende a si se resia jurisdicción al tribunal a yuo
tiren su temperamento y concluye que se hallaba agotada en la instancia superior.
'j4 D'ALBORA,CUYSO ...,t. 1, p. 18.
Conf. PALACIO, Derecho..., t. 1, ps. 354, 356.
b) Diferencia con competencia
En vez, competencia es el ámbito lícito dentro del cual los órganos judiciales
pueden cumplir con su especifica función de desplegar la tarea jurisdiccional. Por
eso resulta acertado, ante la inmunidad establecida por el art. 68, CN, afirmar que el
"...Poder Judicial carece de jurisdicción..,", pues ante las situaciones allí amparadas
ningún órgano judicial argentino puede intervenir2j6.
Esta asignación o parcela~nientode la función jurisdiccional atiende a diversos
criterios.
c) Determinación
Resulta imperativo deslindar, prioritariamente, si un determinado hecho hipo-
tizado como delito corresponde a la jurisdicción argentina o a la de otro país; es
inadmisible someter a juzgamiento por un Estado extranjero hechos ocurridos dentro
del ámbito de la jurisdicción de la República Argentina cuyo orden jurídico penal
consagra el principio territorial como manifestación de la soberanía2j7.Colautti sos-
tiene que no es posible oponerse a que tribunales extranjeros ejerzan su competencia
extraterritorial cuando se trata de juzgar delitos a los que se refiere el actual art. 118,
CN238;aunque señala que debe evitarse la creación de tipos penales abiertos y hacer
posible que la extraterritorialidad se convierta en un instrumento a disposición de los
Estados poderosos239.Estos problemas están afrontados por el art. lo, CP (ámbito de
validez espacial de la ley penal) y por el art. 669, Código Procesal Penal (ley 2372,
cuya vigencia mantenía el art. 538, pRrr. 2") referente a la extradición de nacionales,
salvo en el caso del delito de genocidio pues la Convención aprobada por dec.-ley
628611956 establecía en su art. VI tanto la competencia del tribunal del Estado en
cuyo territorio acaecieron semejantes conductas como la de una corte penal interna-
cional (ahora derogado por el art. 123, ley 24.767).
Fijada aquélla, exige dilucidar si debe ser la justicia federal o la provjncial a
quien incumbe juzgar el caso. Enfoque este esencialmente institucional, que el le-
gislador no puede desplegar a su libre arbitrio porque está fijado en la Constitución
Nacional, al establecer los sucesos comprendidos dentro de la órbita federal (art.
116, CN) y cuáles se han reservado las provincias (arts. 5", 125, 126 y 127, id.).
Aquel sector tiene carácter restrictivo y es de excepción24! Pero un estado extranjero
no puede imponer que se acepte su jurisdicción prd juzgar a residentes en nuestro
tenjtorio cuando los delitos imputados resulten de incumbencia exclusiva de los
tribunales argentino^^^'.

2'VCC, sala IV, JAdel 3011211992, y CS, ED del 51211993, f. 44.789.


CF Cap. en pleno, ED 140-244, f. 42.916, con nota de BIDART CAMPOS, "El principio de la
competencia temtorial no rige para juzgar delitos contra el derecho de gentes: el art. 102, C N , quien
considera inaceptable -se trataba del caso de militares con actuación durante el gobierno de facfo-
invocar la competencia territorial, pues la índole de los sucesos atribuidos imponía acudir al non bis
in idem.
lis "El an. 118, CN, y la jurisdicción extraterritorial", Rev C o l Púh. de Abogados, nro.

111411998,ps. 30131.
"Los principios generales del derecho internacional y su aplicación en e1 derecho interno",
LL del 3 11512001.
240 CS, Fallos 307:1139.

LL del 191912002, BARIFFI, "Jurisdicción internacional ante graves violaciones de los de-
rechos humanos. Con especial referencia a la competeiicia española respecto de la instrucción de los
procesos contra ciudadanos argentinos".
Asumida la distinción desde un punto de vista político es correcto concebir una
jurisdicción federal frente a otra provincial, entendiéndolas como el poder de desem-
peñarse autónomamente en cada uno de sus ámbitos.
Sin perjuicio de ello y, cualquiera sea la comprensión que se dé al sustantivo
jurisdicción y al adjetivo que la califique -federal o provincial-, no debe perderse
de vista que -a fin de mantener la supremacía constitucional y la jerarquía norma- -
tiva del orden jurídico argentino (art. 3 1, id.), así como la condición de rígida que
tiene la Ley Suprema (art. 30, id.)- el ineludible criterio dirigido a compatibilizar
las diversas jurisdicciones existentes en un Estado federal (art. lo, id), requiere un
órgano que esté por encima de los restantes establecidos en todo el territorio del país.
Se trata de la Corte Suprema de Justicia, prevista por el art. 108, id., a la cual puede
accederse por diversos caminos (ver arts. 22 y 6' de la ley 24.050).
En la Capital Federal, todos los jueces tienen el mismo origen constitucional
pues su jurisdicción nace del art. 108, CN, y no de la ley242,circunstancia que tor-
nana aceptable que se los denominase a todos jueces federales en vez de aludir a
algunos como meramente nacionales. Sin embargo, como la competencia dentro de
un mismo ordenamiento político institucional se fracciona atendiendo a criterios es-
trictos de política legislativa, enderezados a lograr una mejor administración de jus-
ticia, siguiendo esas pautas de oportunidad, aun en el ámbito de la Ciudad de Buenos
Aires se efectúa la separación; pese a lo establecido por el art. 129, CN -gobierno
autónomo, con facultades propias de legislación y jurisdicción para la actual Capital
Federal-, parece subsistir aún dicha diferencia243.Tan sólo por dicho motivo se la
distingue, por razón de la materia, al respetarse la naturaleza de los asuntos asig-
da fuero o agrupamiento de tribunales con ejercicio de
categoría de hechos: federales (arts. 31 a 33 y arts. 5",
es u ordinarios (arts. 24 a 27, y arts. 23,25,36 y 42, ley
onómico (ver introducción al Capítulo 11 de este Título 111).
busca dar preferencia a las características asignadas a cada
de ellos; por esa vía se procura facilitar la especialización.
El ejercicio de la jurisdicción también se fracciona atendiendo a la persona
a o víctima del hecho delictuoso, al lugar de su comisión y a la etapa del

Así se explica que la justicia federal, aunque limitada por razón de la materia,
persona o el lugar y a veces por la función (arts. 31 a 33), se extienda a todo el
aís, mientras que la provincial no pueda superar su demarcación territorial, dentro
e la cual también es lícito efectuar el distingo de la función jurisdiccional a través
en forma análoga. La competencia territorial -a diferencia de
il- tiene jerarquía constitucional, pues el art. 118, CN,
lece que los juicios criminales se desarrollarán en la misma
iere cometido el delito. Por ende, si los ordenamientos son
provincial-, el legislador debe limitarse a establecer el orden
erán juzgados los delitos (art. 20), pues las nonnas de acuinu-
que pueden llevar a la reunión de procesos cometidos en dis-
n constitucionales cuando no agreden lo prescripto por la Ley
a autonomía de la administración de justicia provincial o local.

CS, Fallos 236:s; 255:233; 256:41; 260:112; 26256.


Ver BIELSA- GRAÑA,"Los futuros jueces de la Ciudad de Buenos Aires", LL del 31211995
42 JURISDICCION Art. 18

Cuando los procesos deben acumularse por conexidad, la Corte Suprema ha


optado por temperamentos prácticos. Así, en los llamados delitos a distancia, consi-
dera cometido el hecho punible en todas las jurisdicciones a través de las cuales se
ha desarrollado la acción y también en &llugar de la verificación del resultado. Dicha
regla pemite resolver atendiendo a las exigencias planteadas por la economía proce-
sal y la necesidad de favorecer tanto el buen servicio de la justicia como la defensa
de los imputadoszM.Una vez dictada sentencia definitiva respecto de algún partícipe,
es inadmisible el planteo sobre la competencia respecto de los
Se puede hablar, entonces, de prioridad de juzgamiento cuando los diversos
hechos corresponden a ordenamientos diferentes -federal y provincial-, y de
acumulación por conexidad, cuando la pluralidad de episodios se han cometido en el
mismo ámbito. Cabe advertir que, a los fines de la conexidad entre las causas fede-
rales, todo el territorio de la Nación se considera uno solo.
La CS entiende que la clausura de una persecución penal respecto de algunas
personas y por hechos que han tenido ciertas características -desapariciones- no
habilita -una vez agotado su objeto procesal- al ejercicio de actividades jurisdic-
cionales contra quienes ya.fueron sobreseídos definitivamente, en los casos en que se
procure determinar cuál fue el destino de aquéllas246.A juicio de MorelloZ4',el Alto
Tribunal "...malogró una impar oportunidad para potenciar en concreto el campo
operativo de las garantías que integran el proceso justo...", pues confunde el camino
procesal apto a seguir por los padres de quienes desaparecieron; por el contrario,
la minoría señala un elenco "...vehemente y criterioso..." para acoger la solicitud y
concluye "...que no cabía el cierre de la investigación cuyo objeto, contenido, direc-
ción y límite no estaban agotados"; señala "...que en su voto el ministro Boggiano se
vale de la garantía del hábeas data... escudado en el brocárdico iura novit curia para
potenciar el deber de la Corte de 'calificar la verdadera índolejurídica de la cuestión
y su fundamento..."', con respaldo del art. 43, CN.
Por su parte la CF San Martín, en pleno, con antelación, entendió que la exhu-
mación, identificación,restitución del cadáver y certificación del fallecimiento es un
asunto
Naturaleza y extensión
18. La competencia penal se ejerce por los jueces y tribunales que la Cons-
titución Nacional y la ley instituyan, y se extenderá a todos los delitos que co-
mctieren en su territorio, o en el alta mar a bordo de buques nacionales, cuando
éstos arriben a un puerto de la Capital, o a bordo de aeronaves en el espacio
aéreo y de los delitos perpetrados en el extranjero cuando sus efectos se produz-
can en nuestro país o fuercn ejecutados por agentes o empleados de autoridades
argentinas en e1 desempeño de su cargo. Es improrrogable y se extiende al cono-
cimiento de las contravenciones cometidas en la misma jurisdicción249.

2" ED 107-488, f. 37.557; ver también CS, Fallos 275:361; 277:270; 280:334; y comentario al
ari. 38.
CS, Fallos 308:967.
2'"Ldel 3011111998, f. 98.163, o DJ 1998-3-591, f. 13.486.
"Los contenidos de la pretensión procesal peiial y de la garantía del 'habeas data"'.
JA 1998-111.58, o ED 178-111, f. 48.667.
249 Texto según ley 26.394, BO del 291812008. Según su art. 7 O comenzó a regir el 261212009.
El mismo principio regirá para los delitos y contravenciones sobre los cua-
les corresponda jurisdicción federal, cualquiera que sea el asiento del tribunal.

a) Generalidades
Conforme a lo dicho se percibe que el contenido más importante es el comienzo -
de la última oración del páni 1" porque la competencia penal es siempre improrroga-
ble, carácter que debe interpretarse en dos direcciones.
Por un lado, indica que el acuerdo entre las partes carece de valor para atribuirla
a un determinado tribunal y, por otro, que es imposible detraer el conocimiento de la
causa al tribunal de provincia en que se cometió el delito común, siempre que resulte
ajeno a la competeiicia federal (art. 118, CN).
Aquella frase resulta, en buena medida, redundante porque se superpone con lo
determinado por el art. 33 y lo establecido en el art. 26.
El giro "...se extenderá a todos los delitos que se cometieren en su temtorio...",
si bien tiene en cuenta el lugar de comisión para todos los tribunales del país, el ca-
s organismos judiciales comprendidos en el art. 108, CN, resulta
lamiento de la Capital al fijar la competencia para juzgar los
metidos en altamar a bordo de buques nacionales, que son del conocimien-
ro federal en razón del lugar. Pero, al añadir que dlcha competencia capta
dos en el extranjero cuando sus efectos se produzcan en iiues-
tro país o fueren ejecutados por agentes o empleados de autoridades argentinas en el
desempeño de su cargo...", advierte que involucra a todos los jueces argentinos. No
puede excluirse la hipótesis de competencia común si el delito cometido en el ex-
tranjero agravia intereses de esa naturaleza; resultará federal cuando los funcionarios
imputados desempeñaren inequívocas tareas federales.
Se trata de una norma en cierta inedida competencia1que hubiese estado mejor
ubicada en la Sección Primera del Capítulo 11o bien en la Tercera.
Una de las modificaciones de la ley 26.394 al artículo es la incorporación de los
delitos cometidos a bordo de aeronaves en el espacio aéreo; de esta manera se com-
patibiliza el texto con lo regulado por el Título XI del Código Aeronáutico. Si bien la
reforma no distingue el carácter argentino o extranjero de la aeronave, deben tenerse
presentes los supuestos establecidos en los arts. 200 y 201 del Código Aeronáutico.
El otro cambio producido por la ley 26.394 es la eliininación de la referencia a
urisdicción militar, al haberse derogado el CJM (art. lo).
b) Competencia federal
o en el párr. 2' no hace más que atender a que la justicia federal
rio de la Nación. Puede decirse que, aquí, el vocablo jurisdic-
con competencia.
(Ley de Navegación) y 23.968 (Extensión Territorial del Es-

Con acierio afirma Ramayo que "...la jurisdicción penal, de suyo improrrogable
S, sigue manteniendo como excepción la posibilidad de ser pro-
por el ciudadano nacional, ya que se le acuerda el derecho de elegir entre ser
por los tribunales de su propio país (Estado requerido) o por los tribunales

''O Conti ÁBALOS,Código ,ps 72 y 1221124


44 JURISDICCI~N Art. 18

del Estado req~irente"~~'; el concepto se relaciona con lo dispuesto por el art. 669
del Código derogado cuya vigencia preservaba el art. 538, párr. 2", ahora derogado
por el art. 123, ley 24.767.
Para la CS, el Acuerdo de ~ecif: -derivado del Tratado de Montevideo de
1980- es un tratado internacional y, para juzgar un delito cometido en un área de
control aduanero integrado, establece que los funcionarios de cada país ejercen sus
respectivos controles; si intervinieron funcionarios argentinos, la República ejerce
válidamente competencia internacional para juzgar a quienes incurrieron en el delito
de tentativa de contrabandozs2.
Ciertas leyes -sobre todo las que otorgan rango constitucional a determinadas
convenciones- establecen la competencia de todo Estado signatario para entender
en los supuestos comprendidos; la ley 24.820 que aprueba la Convención Interame-
ricana sobre Desaparición Forzada de Personas asigna competencia a aquél en cuyo
ámbito territorial fue cometido el hecho o cuando el iinputado sea nacional de ese
Estado o cuando lo sea la víctima; además determina que ese crimen será conside-
rado delito en cualquier Estado parte de la Convención. Pero un Estado no podrá
ejercer en otro competencias punitivas reservadas exclusivainente a sus autoridades
por su legislación interna -art. V-253.
Por ley 25.3902s4,e1 Congreso aprobó el Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional. El ordenamiento se ocupa de diversas cuestiones: establecimiento de la
Corte -Parte 1-; se asigna competencia a dicho órgano -Parte 11- para entender
en genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y cnmenes de agresión
(art. So, punto 1); se estatuye sobre las modalidades de impugnación al respecto. Se
regulan -Parte 111- los principios generales de derecho penal. Se establece -Par-
te IV- la composición y administración de la Corte. Se reglamenta -Parte V- la
investigación y el enjuiciamiento de los hechos; también -Parte VI- el juicio, las
penas -Parte VII-; la apelación y la revisión -Parte VIII- del fallo condenatorio
o absolutorio; cómo -Parte IX- se concretará la cooperación internacional yía asis-
tencia judicial; la ejecución de la pena-Parte X-; la Asamblea de los Estados partes
-Parte XI- y -Parte XII- la financiación. La entrada en vigor (art. 126) -Parte
XIII, Cláusulas finales- se fija para el primer día del mes siguiente al sexagésimo día
a partir de que se deposite en la Secretaría General de las Naciones Unidas el sexagé-
simo instrumento de ratificación, aceptación, aprobación o adhesión.
En cuanto al órgano de aplicación, cuando se trata de la extradición del propio
nacional, cabe atenerse a lo que establece la Convención; si no existe acuerdo sobre
el punto habrá que estar a lo que disponga el ordenamiento jundico argentino en el
marco de las competencias que al Poder Judicial y a las restantes ramas del gohier-
no le han sido asignadas por la CN y sus leyes reglamentaria^^^^. El temperamento
acepta alguna excepción respecto del alcance de la jurisdicción judicial argentina.

2*' "La extradición, el nacional y la prórroga de la jurisdicción penal", ED del 301611995, nota
al f. 46.517.
lS2 DJ 1998-3-230, f. 13.355, con nota de Manili, "El derecho comunitario ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación".
2'1 SACOES, "Jerarquía constitucional de la Convención lnteramericana sobre Desaparición For-
zada de Personas", ED 173-888.
25' BO del 231112001.

CS, ED 180-98, f. 48.891, con nota de RAMAYO, "Alcances de la retroactividad del ail. 36 del
nuevo régimen de extradición".
Art. 20 J~RI~OICCI~N 45

En el caso de un delito común y otro federal que concurren idealmente, tal


como la adulteración de medicamentos de un modo peligroso para la salud mediante
la falsificación de las marcas -art. 200, CP, y ley 22.362-, como resultan inescin-
dibles, su conocimiento corresponde a la justicia federalzs6.
Por ley 25.319, se regula el soborno transnacional; su art. 7" señala que el la- -
vado de dinero y el cohecho de un funcionario extranjero suscitan la jurisdicción
extranjera sin tener en cuenta el lugar donde se cometió el
Jurisdicciones especiales. Prioridad de juzgamiento
19. Si a una persona se le imputare un delito de jurisdicción nacional y
otro de jurisdicción federal, será juzgado primero en la jurisdicción federal. Del
mismo modo se procederá en el caso de delitos conexosZs8.
Sin perjuicio de ello, el proceso de jurisdicción nacional podrá sustanciarse
simultáneamente con el otro, siempre que no se obstaculice el ejercicio de las
respectivas jurisdicciones o la defensa del imputado.
El art. 118, CN, establece como principio general el juzgamiento de los delitos
por el tribunal del lugar de su comisión. Si las jurisdicciones -entendido el vocablo
como poder político para ejercer la función- son idénticas -por ejemplo, de una
misma provincia o de la Nación-, las causas pueden acumularse. De lo contrario
sólo cabe establecer qué tribunal habrá de juzgar antes: prioridad de juzgamiento.
El párrafo primero resuelve esta última situación cuando se produce entre tri-
bunales nacionales con competencia común (arts. 24 a 29) y federales en sentido
estricto (arts. 31 a 33); capta también ai fuero en lo penal económico cuando el hecho
tenga tal carácter (por ejemplo: contrabando), al igual que a los tribunales de meno-
res. En estos supuestos primero juzga la justicia federal.
A pesar de establecerse la prelación para el juzgamiento de los tribunales fe-
derales, el segundo párrafo autoriza a la justicia nacional con competencia ordinaria
-allí denominada "jurisdicción nacional"- al trámite coetáneo, con dos limites: si
se obstaculiza el ejercicio simultáneo de las respectivasjurisdicciones -por ejemplo,
si tienen que realizarse diligencias el inismo día o es complicado el traslado de un
detenido- o se perturba a la defensa del imputado.
Al contraponer jurisdicción nacional a jurisdicción federal, en la primera ora-
ción del pán. l", se percibe con mayor diafanidad que aquélla, sin dejar de ser fede-
ral, alude a los delitos comunes cuando ocurran en la ciudad de Buenos Aires. Ver
comentario inicial de este Capitulo 1.
La prelación se extiende a los delitos conexos (arts. 41,42 y 43).
La eliminación de la referencia a la jurisdicción inilitar efectuada por ley 26.394
se explica por haberse derogado el CJM (art. lo).

Jurisdicciones comunes. Prioridad de juzgamiento


20. Si a una persona se le imputare un delito de jurisdicción nacional y
otro de jurisdicción provincial, será juzgada primero en la Capital Federal o
territorio nacional, si el delito imputado en ellos es de mayor gravedad o, siendo

2*"L del 41912002, f 104 336


2" RIMONOI,"El soborno transnacional", con cita de Gordrllo en la nota 3, LL del 1511012002
Párrafo según ley 26 394, BO del 291812008 Según su ari 7', comenzó a regir el 261212009
46 ruk~soicc~ó~ Art. 20

ésta igual, o aquél se hubiere cometido anteriormente. Del mismo modo se pro-
cederá en el caso de delitos conexos. Pero el tribunal, si lo estimare conveniente,
podrá suspender el trámite del procesp o diferir su decisión hasta después que
se pronuncie la otra jurisdicción.
Así como el artículo anterior se ocupa de establecer la prelación de la justicia
federal -se trate de la radicada en la Capital Federal o en el territorio de las provin-
cias- sobre la justicia nacional pero con competencia ordinaria dentro de la Ciudad
de Buenos Aires, este art. 20 atiende a regular la prelación entre la justicia nacional
con competencia ordinaria y la justicia provincial.
La preferencia es a favor de la nacional siempre que el delito fuere de mayor
gravedad o la tuviere igual o se hubiere cometido anteriormente. Debe señalarse que
esta interpretación literal viene detenninada por la inclusión de la conjunción adver-
sativa "o" entre mayor e igual gravedad y, a su vez, entre esta última y la fecha de
comisión anterior. Es cuestionable que dicha sujeción a la literalidad del texto anno-
nice con una interpretación sistemática (confr. art. 42, inc. 2", para resolver los casos
de conexidad cuando la pena es la misma, en que se atiende al tribunal competente
para juzgar el delito primeramente cometido).
Los precedentes de la disposición que pueden haber sido utilizados como fuentes
de este artículo259,si bien invierten el orden fijando primero al provincial, sólo atien-
den a la mayor gravedad, "...o siendo ésta igual, fuere de fecha de comisión anterior...".
Este análisis tiene como corolario que la segunda conjunción adversativa "o"
suscita un grave problema al intérprete. De aceptarse el texto en su literalidad, vir-
tualmente desaparece la prelación a favor de los tribunales provinciales. La de los
órganos nacionales comprendería las tres hipótesis más frecuentes: mayor gravedad,
igual gravedad y comisión anterior. En vez, sólo se acepta la provincial cuando el de-
lito perpetrado en aquel ámbito fuera de mayor gravedad que el de la órbita nacional.
El mismo temperamento se aplica para los delitos conexos.
En todos estos casos el tribunal a cuyo favor juega la prelación o prioridad de
juzgamiento puede suspender el trámite del proceso -tanto la etapa instructoria
como la del juicio-- o bien la decisión -dictar la sentencia- hasta que se pro-
nuncie la otra jurisdicción, entendida como poder político. La Corte Suprema tiene
resuelto -aun antes del sistema vigente en cuanto a la suspensión del plazo para
que la acción penal se extinga- la irrelevancia del transcurso del tiempo en el pro-
ceso paralizado260.Ninguna duda cabe en cuanto a que los criterios de conveniencia
no deben llevar al arbitrio absoluto; más bien parece que debieran asemejarse a los
previstos en el último párrafo del artículo anterior: obstáculo para el ejercicio de las
respectivas jurisdicciones -imposibilidad de cumplir la tarea enderezada a la solu-
ción del caso- o para la defensa del imputado.
La referencia a "territorio nacional" no tiene sentido luego de la provincializa-
ción del Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur
(ley 23.775).
La CS261aceptó la prelación de la justicia federal sobre la provincial fijada por
el anterior Código.

LEVENE (h) y Otros, Códigox..., t. 1, ps. 376, 383.


Ver NOÑE~,Derecho...,t. 11, ps. 181, 182, especialmente 211
Fallos 98:99.
Art. 21 COMPETENCIA

Unificación de penas
21. Cuando una persona sea condenada en diversas jurisdiccione
rresponda unificar las penas, conforme a lo dispuesto por la ley sustanti
tribunal solicitará o remitirá copia de la senteneia, según haya dictado la
mayor o la menor.

a) Generalidades
El art. 58, Código Penal, engloba una norma de doble carácter -sustancial y
procesal- porque al mismo tiempo que preserva el temperamento adoptado por el
Código Penal para el concurso de delitos y resguarda la unidad pena1 en el territorio
de la Nación262,resuelve problemas de competencia que, fuera de duda, son de ca-
rácter procesal. Es oportuno recordar que este contenido motivó, en su momento, la
consulta acerca de su redacción a Tomás Jofré, quien vino a resultar así el inspirador
del primer apartado del art. 58, Código P e ~ i a lAdetnás
~ ~ . determina el criterio para
fijar la pena única, que es la composición y no la simple suma aritmktica, sin descar-
tarla si los jueces lo consideran equitativo.
b) Procedimiento
Este art. 21 determina cómo se procederá para solicitar o remitir copia de la
sentencia, según qué tribunal haya dictado la pena mayor o la menor. Se aplican
las reglas contenidas en el art. 58, CP: la primera, comprensiva de la situación del
condenado por sentencia firme que deba ser juzgado por un nuevo hecho, sea ante-
rior pero descubierto después o posterior a aquélla, de aplicación imperativa, y la
segunda, relativa a la violación de las reglas del concurso en el dictado de dos o más
sentencias, cuyo presupuesto es el pedido de parte, pues la jurisdicción quedó ago-
tada al pronunciarse la condena, salvo el caso del art. 27, párr. lo, del Código Penal.
No existe óbice constitucional en que si se han violado las reglas del concurso
y la justicia federal aplicó la pena mayor, resulte competente para dictar la pena
ÚnicaZM. También puede dictar sentencia única comprensiva de las pronunciadas en
sede local por aplicación del art. 58, CP, ya que tal facultad no puede quedar limitada
51 caso de condenas dispuestas por distintos jueces de una misma j w i s d i c ~ i ó n ~ ~ ~ .
Abalos indica una tesis adversa "...sentada por la Casación Nacional...", aunque no
individualiza el precedente266.

CAP~TULO
11
COMPETENCIA

Para facilitar su comprensión estimamos conveniente dar una somera idea de


la Ley de Organización del PJN (24.050) y la Ley de Implementación (24.121) del

262 CS, Fallos 212:403.


"' MSI, "Las normas jurisdiccionales del art. 58 y la unidad penal", LL 35-1052.
CS, ED 130-554, f. 41,192.
CS, JA serie contemporánea, 1970-VII-416, f. 18.654.
Código..., p. 80.
48 COMPETENCIA Art. 22

procedimiento penal oral sancionado por ley 23.984. Aquella regulación es, por un
lado, respetuosa de la Constitución Nacional (arts. 75, incs. 12 y 30, 116 y 117, CN),
en cuanto a los tribunales penales que afrontarán la competencia federal; por otro,
acata denominaciones y ámbitos establecfdos en las leyes de creación de las Cáma-
ras Federales con asiento en provincia y en la Capital Federal (leyes 4055, 13.998
y dec.-ley 128511958 ratificado por ley 14.467, entre otras) y, finalmente, adecua
la estructura al nuevo régimen del fuero en lo penal económico, que mantiene su
específica competencia material, (arts. 19, 25 y 51 --en cuanto modifica el dec.-ley
1285/1958-, ley 24.050, y arts. 61 a 71, ley 24.121). Respecto de los delitos, dicho
fuero sigue conociendo, entre otros, de los previstos en los arts. 300 y 302, Código
Penal; arts. 33 y 34, ley 22.262 de Defensa de la Competencia; contrabando ---dec.-
ley 666011963-; delito cambiario -art. 21, ley 19.539- y en diversas contraven-
cionesZ6';si el hecho es único, aunque subordinado a más de una calificación, resulta
competente este fuero y no el ordinario cuando el concurso se produce con el delito
de falsificación de sellos y los previstos por dicha ley268.LOSTribunales Orales en
lo Penal Económico juzgan todos los delitos investigados por los jueces de primera
instancia (arts. 13 y 25, ley 24.050); de manera que deciden no sólo las causas crimi-
nales sino también las correccionales.
Las leyes modificatorias de la competencia, salvo disposición en contrario, pue-
den aplicarse a las causas pendientes, siempre que no afecten la validez de los actos
cumplidos269.Es que la ley procesal penal instaura una actividad que rige para el
presente y el futuro, sin afectar los actos cumplidos ni situaciones ya adquiridasZ70.
Para el Juzgado Nacional de Rogatorias, ver art. 28 de la ley 24.050.
Sobre la integración y conformación de los distintos distritos y zonas judiciales
en materia penal, confr. arts. 2' a 5' de la ley 24.050. En cuanto a la constitución de
los distintos tribunales, ver ley 24.121. Para la ejecución penal, ver comentario al
Libro VZ7'.

COMPETENCIA EN RAZÓN DE LA MATERIA

Competencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación


22. La Corte Suprema de Justicia de la Nación conoce en los casos y formas
establecidas por la Constitueión Nacional y leyes vigentes.
La Corte Suprema tiene dos modalidades para ejercer su jurisdicción, ya que su
competencia resulta originaria o apelada (art. 117, CN; art. 6", ley 24.050); a su vez,
esta última puede ser ordinaria o extraordinaria.

DIAZ, ClementeA,, Instituciones..., t. 11-B, ps. 663,668.


26R CNPE, sala B, LL del 131712000,f. 100.653.
CNCP, sala 111, DJ 1998-3-39, f. 13.283.
CNPE, salaB, DI 1998-3-831, f. 13.581.
Ver, ademhs, AMADEO, "Las competencias en las defraudaciones", JA 1996-1-981; JA 1997-
11-52; 60, Jurisprudencia sintetizada, "Competencia penal".
M.22 COMPETENCIA

a) Competencia originaria
El art. 117, Constitución Nacional, establece la competencia originaria "...en
todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros...",
único caso en materia represiva de esta modalidad.
Se trata de un supuesto fijado en relación con las personas; de ahí que el título
de esta sección primera no se adecue con certeza tanto en éste como en otros casos
(arts. 28 y 29 -para los menores- y 33, inc. lo, punto c], pues abarca los delitos
cometidos por o contra funcionarios federales en el desenvolvimiento de sus tareas)
a su contenido.
El art. 24 del dec.-ley 128511958 determina, en lo pertinente:
"La Corte Suprema de Justicia conocerá:
"1" Originaria y exclusivamente... de las causas concernientes a embajadores u
otros ministros diplomáticos extranjeros, a las personas que compongan la legación
y a los individuos de su familia, del modo que una corte de justicia puede proceder
con arreglo al derecho de gentes; y de las causas que versen sobre privilegios y exen-
ciones de los cónsules extranjeros en su carácter público.
"...Son causas concernientes a embajadores o ministros plenipotenciarios ex-
tranjeros, las que les afecten directamente por debatirse en ellas derechos que les
asisten o porque comprometen su responsabilidad, así como las que en la misma
forma afecten a las personas de su familia, o al persond de la embajada o legación
que tenga carácter diplomático.
"No se dará curso a las acciones contra las personas mencionadas en el punto
antesior, sin requerirse previamente, del respectivo embajador o ministro plenipo-
tenciario, la conformidad de su gobierno para someterlas a juicio. Son causas con-
cernientes a los cónsules extranjeros las seguidas por hechos o actos cumplidos en el
ejercicio de sus funciones propias, siempre que en ellas se cuestione su responsabi-
lidad civil y criminal...".
Una interpretación histórica del art. 101, CN -actual 117, id.-, permite con-
cluir que, al calificar de "extranjeros" a los embajadores, ministros y cónsules se
excluyó sólo a los diplomáticos que representan al Estado argentino, mas no a los
enviados diplomáticos de organizaciones internacionales y otros sujetos actuales del
derecho internacional, que no tenían entonces subjetividad internacional; por eso in-
cumbe a la Corte Suprema investigar un delito imputado al embajador extraordinario
y plenipotenciario de la Soberana Orden Militar de Malta272.
A su vez, si no surgen de las actuaciones recaudos que habiliten la competencia
originaiia de la Corte, corresponde al juez federal interviniente continuar con el trá-
mite; no basta determinar la eventual responsabilidad de una organización terrorista
si los indicios valorados impiden acreditar la posible participación de sujetos con
estatus diplomático273.
En las causas que involucren a embajadores y ministros diplomáticos procede,
por vía de principio, la competencia originaria en los juicios en que son parte quere-
ll~inte~'~;
no obstante, en atención a las circunstancias en que se perpetró el delito, así

CS, 131511993, "Radziwil>: JAdel 1211011994, ps. 73174, nros. 319.


CS, ED 160-343, f. 46.114.
Z74 CS, Fallos 250:774; 280:36; 71412009, "Embajador de Haití", citado por GARAY - MAN-
RIQUEZ, "Actualidad en jurispnidencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 1-2010", RDP,
AbeledoPerrot, 412010, p. 656.
50 COMPETENCIA Art. 22

como por las proyecciones de naturaleza internacional que supone, también corres-
ponde pese a que no hayan asumido tal función275.
Cuando resulta imputado si el carácter diplomático de la persona denunciada
es de público conocimiento, aun cuandu no se encuentre justificado mediante in-
fonne al Ministerio de Relaciones Exteriores, corresponde intervenir a la CS en la
instrucción276.Si en el delito perpetrado contra diplomático extranjero no se hizo
parte persona alguna con estatus diplomático, ni se acreditó que el hecho afectara el
desempeño de actividades propias de la embajada y sus funcionarios--el embajador
víctima había cesado-, elproceso no correspondía a la competencia originaria de la
Corte; su tramitación compete al TOCF277.
Los Estados extranjeros y sus representaciones diplomáticas ---en cuanto tales-
no revisten la calidad de aforados en los términos de los arts. 116 y 117, CN. Por ello,
si no surge que se hubieran afectado actividades propias de la sede diplomática o de
sus funcionarios, debe intervenir el juez federal que previno y no la CS278;sobre todo
porque ningún funcionario se presentó como parte en el proceso279.
Si ningún funcionario de la representación diplomática asumió la función que-
rellante -se trataba de un embajador quien recibió amenazas anónimas por escrito
a través de correspondencia-, ni se afectó el desempeño de las actividades propias
de la delegación, la causa resulta ajena a la competencia originaria de la CS hasta
que se acrediten tales extremos; corresponde su devolución al juzgado de origenza0.
A su vez, y pese a la deposición voluntaria, debe declararse la nulidad del llamado a
prestar declaración indagatoria cuando no se verifica renuncia del Estado acreditante
a la inmunidad de sus agentes28'.
Cuando se trata de un cónsul extranjero, el juicio debe versar sobre los privi-
legios y exenciones de carácter público; se entiende por tal el seguido por hechos o
actos propios cumplidos en ejercicio de sus funciones especificasza2.Si se trata de
sus negocios particulares, corresponde intervenir a los Juzgados Federales de Prime-
ra Instanciaza3.
Si la conducta a investigar se hubiere desplegado en el curso de una visita "no
oficial" de los príncipes, al no haber asumido el carácter representativo del Estado
extranjero, el hecho no tuvo entidad para afectar las relaciones exteriores del gobier-
no nacionalz8*.
El privilegio diplomático se acredita mediante informe del Ministerio de Rela-
ciones Exteriores y Culto285.Si e1 interesado no lo renuncia, con la conformidad de
la Embajada respectiva, la Corte Suprema ha declarado su incompetencia y devuelto

CS, JA 18-1973-257, f. 21.719.


276 CS, ED 166-625, f. 47.062.
CS, ED del 51612002, f. 51.484; id., DJ 2002-3-163, f. 18.643.
CS, 51712005, 'LSinóp~li",S.2965.XXXVII1, del 51712005.
CS, ED del 41311 997, f. 47.737; conf. impoítante causa -relacionada con tráfico de amas-
originada por la dennnc~acontra funcionarios extranjeros aunque no incluidos en el art. 117, CN, id,
JA2000-11-95 o LLdel2211011999, f. 99.460.
'" CS, LL del 211511998, f. 97.152, o DJ 1998-2-682, f. 13.066.
"' CS, LL del 311511999, f. 98.784.
282 CS, Fallos 245:63; 263367; 266:172; ED 81-135, f. 31.540.

CS, Fallos 241 :183; 247:312.


CS, 151312005, "Bernhardt", RDP, LexisNexis, 912005, p. 649.
CS, Fallos 249:681.
COMPETENCIA

la causa al juzgado de procedencia286.Si la persona aforada cesó en sus funcion


es fundamento legal para que la causa prosiga ante la CS, por lo cual correspon
mitir las actuaciones a la Cámara Federalzs7.Tampoco si el imputado con inm
diplomática no se encuentra en el país, donde permaneció por pocos días, en calidad
de invitado del Gobierno nacionalzs8.
Puede prescindirse del requisito de la conformidad diplomática, establecido
para los casos en que exista parte formal aforada en el proceso, a fin de que la Corte
Suprema conozca en el sumario, si su trámite tiene vinculación con las relaciones
internacionales del Estadozs9.
En los casos de competencia originaria, sobre todo cuando se trata de hechos
cometidos en alguna de las provincias, la instrucción solia ser delegada a los jueces
federales de primera instancia con competencia temtorial en el lugarZ9O.Ver ahora
art. 6", párrs. 2O, 3", 4', o de Ia ley 24.050; se asigna la instrucción a uno de sus mi-
nistros miembros; la CS, en pleno, cumplirá las funciones de Cámara de Apelaciones
y de Tribunal de juicio, "...y su sentencia será irrecunible". El Procurador General
de la Nación representará en el debate al Ministerio PÚbl~coFiscal e intervendrá asi-
mismo durante la investigación, pudiendo designar a un inferior jerárquico para que
colabore en ella (ver art. 33, inc. a], punto 1, e inc. b], de la ley 24.946); se prevé el
reemplazo cuando el ministro deba apartarse.
Empero --dada la gravedad, complejidad y especificidad de los sucesos inves-
tigados con motivo del atentado perpetrado contra la Embajada de Israel-, los ma-
gistrados encargados de la instrucción pueden delegar en un secretario de jerarquía
no inferior a la de juez de primera instancia, recibir declaraciones ordenadas, como
también disponer la realización de cualquier diligencia encaminada a esclarecer el
hecho y determinar a sus responsables. A nuestro ver se rebasa el ámbito de la fa-
cultad emergente del art. 99, CN anterior -ver comentario al art. 4 0 , porque el
órgano interviniente no resulta el indicado por ley en sentido formal. La disidencia
sostiene la inconveniencia de la intervención conjunta de los miembros de la CS,
razón por la cual procede delegar dicha tarea en un juez federal, delegación que no
encontraría óbices constitucionales, pues se ve emparentada con la que la Corte solía
realizar cuando los hechos que reclamaban su intervención acaecían lejos del lugar
en que el Tribunal tiene su asientoz9'.S a g ü é recuerda
~ ~ ~ ~ al art. 84 bis del Regla-
mento para la Justicia nacional, texto agregado por la acordada 2811993, que incluye
dentro de las facultades del Presidente establecer qué ministro estará a cargo de la
instrucción y se inclina por la conveniencia de modificar el art. 6' de la ley 24.050,
pues una decisión política del Congreso "...prestaria mayor sustento a una decisión
que siempre tendrá su dosis de controversia u oposición, a más de resultar práctica-
mente necesaria, atento el texto del artículo vigente de la ley, que no la contempla".
Bruzzone estima, con fundamentos ateudibles, que el juzgamiento en compe-
tencia originaria implica una "...clara violación... para la garantía de imparcialidad

Fallos 240:94; 308:1672.


28' CS, ED del 171712001, DPPC, f. 184.
CS, 23/2/2006, "Lvo Gan", RDP, LexisNexis, 512006, p. 960.
289 CS, Fallos 244:255; 266:244.

CS, Fallos 300:1203, o ED 84-595, f. 32.266.


"' CS, LL del 81911997, f. 95.935.
2*2 "Delegación de funciones de la Corte Suprema de Justicia de laNación en causas de compe-
tencia originaria de dicho tribunal" (LL del 1211211997,p. 1).
52 COMPETENCIA Art. 22

que un mismo órgano o, mejor dicho, que los mismos jueces instruyan y dicten
sentencia..."293.El reparo se diluye bastante al fijar la atención en que se trata de una
competencia establecida en la misma Constitución Nacional (art. 117, CN).
Sin embargo, lo resuelto por la CS en " G e ~ r q y "importa
~ ~ ~ un reconocimiento,
aunque sin dar una verdadera solución a los inconvenientes planteados. Para garan-
tizar un amplio ejercicio del derecho de defensa -con cita del art. 8.2.h., CADH, de-
cidió delegar la instmcción en un juez Al comentar el fallo, García critica
la falta de base legal para ese tipo de delegación, cuando en realidad pudo habérsele
encomendado al procurador general. Acierta al indicar que la cita del art. 8.2.h.,
CADH, muestra que la Corte ha tenido en mente el problema de la inexistencia de
recursos contra las decisiones que dicta en instancia originaria y exclusiva, pero no
resuelve nada. Parece adecuada su propuesta para garantizar la imparcialidad del
tribunal y el recurso del imputado contra la sentencia condenatoria296.
La competencia originaria de la Corte Suprema no puede ser ampliada ni res-
tnngida por el Congresoz9', a diferencia de la apelada, que puede aumentarse, siem-
pre que se trate de supuestos de naturaleza federal incluidos en el art. 116, Constitu-
ción Nacional29s.
También conoce originaria y exclusivamente en la revisión de sus propias con-
denas, dictadas en los casos de competencia originaria, en razón del texto del art. 117,
Constitución Nacional (arts. 2'de la ley 4055 y 24, inc. 3', del dec.-ley 128511958).
Para la ejecución de sus sentencias podría considerarse que deben intervenir
los tribunales indicados por los arts. 29 de la ley 24.050; 72 y 75 de la ley 24.121
y aplicar el procedi~iiicnroprevisto en cl 1.ibi.o V, auiiqile solno la conipciciicia es
de origen constitucional y el ejercicio de la jurisdicción involucra la posibilidad de
poner en acto lo decidido -hacer efectiva la sanción impuesta por una sentencia de
condena-, dicho corolario resulta opinable299.
b) Competencia por apelación
La competencia por apelación comprende el recurso ordinario y el extraordi-
nario.
b.1. El de apelación ordinario -antes de mayor amplitud- ahora resulta
admisible sólo en los casos de extradición pasiva luego de transitadas la primera
y segunda instancia del fuero federal. El acceso de aquélla a ésta se toma viable,
a su vez, si se deduce el recurso de apelación según los términos de este Códi-
go (ari. 449), previa manifestación de disconformidad ceñida a los motivos que lo
sustenten (arí. 450); dicha preceptiva resulta aplicable porque el art. 538, párr. 2'

293 "Proyectos de reforma al Código Procesal Penal de la Nación en salvaguarda de la garantía


del juez imparcial", CDJP, año V, nro. 9-B, p. 481.
19' Fallos 329:1019. Puede también ser consultado en RDP, LexisNexis, 612006, p. 1132. En el
mismo sentido, CS, 211212008, "Rollin': RDP, AbeledoPerrot, 612009, p. 1076.
En el mismo sentido, CS, 28/7/2009, "Dito", SJP, LL del 19/10/2009, p. 50.
OARCÍA,Luis M., "La competencia originaria de la Corte Suprema en casos Penales. ¿Privi-
legio o disminución de garantías?", RDP, LexisNexis, 912006, p. 1702.
19' Fallos 32:120: 137:345: 308:2356.

Z98 Fallos 238:288; BIDART CAMPOS, "La competencia originaria y exclusiva de la Corte Supre-
ma de Justicia", ED 18-757.
29"~L~CI0, Derecho , t 1, p 315 Ver ALBRECHT - AMADEO, La competenera ,ps 1551166
COMPETENCIA

excluía -derogado parcialmente por ley 24.767- la vigencia del sistema anterior
"...en todo lo que no se oponga a la presente ley".
En un fallo en que la CS utilizó la facultad del art. 18, ley 48 -ver art. 4O-,
establece que el trámite del recurso ordinario de apelación en la extradición pasiva
ante el Alto Tribunal no requiere fundamentarlo al momento de la interposición en
la Cámara Federal ni se sustancia ante ella; la posibilidad de presentar un memorial -
dentro de los diez días siguientes al de la notificación de la providencia de autos,
satisface adecuadamente la defensa en juicio, pues se otorga oportunidad de ex-
presar agravios contra la sentencia que concede la extradición o mejorar los fun-
damentos de la que la deniega, con previa vista al Procurador General, pues no se
halla equiparado a una parte particular. En vez, la disidencia se inclina por la aplica-
ción del trámite previsto en el art. 280, CPN300.Queda abierta la vía impugnativa y
habilitada la Corte Suprema para pronunciarse, entonces, sobre las cuestiones re-
ferentes a la extradición pasiva (arts. 31 y 538, párr. 2" -texto según ley 24.121,
derogado parcialmente en forma tácita por la ley 24.767, donde se mantiene el recur-
so ordinario de apelación [art. 831- y 24, inc. 6", punto b], del dec.-ley 128511958,
650 y 659, CPC [ley 23721, 8' de la ley 4055, y 2", inc. VIII, de la ley 22.434).
La jurisdicción apelada del Alto Tribunal se circunscribe a los agravios mante-
nidos expresamente en el memorial y en tanto constituyan critica concreta y razona-
da de las partes de la sentencia que el apelante considera equivocadas30'.
La jurisprudencia de la Corte Suprema había oscilado en punto a la obligato-
riedad de la tercera instancia ordinaria en los supuestos de extradición pasiva302.A
partir de 1965 sostuvo que era innecesaria3"; de manera que si no mediaba agravio
del MP, la sentencia de la Cámara Federal podía adquirir firmeza. Luego volvió al
criterio de la imperatividad del recurso pese a que la sentencia no causara agravio al
Fiscal de Cámara y aun en los supuestos en que el Procurador General de la Nación
hubiese pedido la confirmación de la sentencia304,con excepción de los casos en
que se hubiera favorecido la entrega del detenido, de suerte que el Estado extran-
jero viese satisfechas sus pretensiones, si además el particular se allanó a la extra-
dición3O5.Por último, parecía haber vuelto al criterio de que no era indispensable
su intervención306.Aun cuando la sentencia de primera instancia que concedió la
extradición se hallase consentida por el fiscal y no se admitió la opción para ser juz-
gado en el país, la vista al Fiscal de Cámara a tenor del art. 519 del Código anterior,
convalidó su recurso (art. 24, inc. 6", b], del dec.-ley 1285/1958) ante la sentencia de
Cámara que revocó aquélla307.

'O0 ED 156-297. f. 45.537. con nota de GOZAiNr, "Trámite del recurso ordinario de apelación
ante 13 Cone Supren~ad~ Justicia Je la Nactiln en causrs criininalei" donde desurrrilla ajiisrada sintesis
de 13 e\iiliici¿m de este recurso cii los pro:esoi prorlss: afirma la pusibilidsd de que el \linistcrio I'ú-
blicu adiiier:~al recurso interpiiesto e81 ti\,ur del requerido [an. 1531; J.\ 1994-1-254,o 1.L 27 12 1993,
f. Y 1.835.
CS,DJ1999-3-811,f.41.819
Fallos 249:360.
'O3 Fallos 262:409.

'" Fallos 282539; 291:195.


'O3 Fallos 301536.

LL del 711 111989, f. 87.929.


'O' CS, ED 154-321, f. 45.328.
54 COMPETENCIA Art. 22
. ..

El cese del arresto provisorio de una asilado político no habilita elevar la causa
a la Corte Suprema, pues tal resolución no es de las establecidas en los arts. 32 y 33
de la ley 24.767 de Cooperación Internacional en Materia Penal y no fue dictada en
un proceso de extradición308.
A nuestro entender, el otro supue&o, que era el de la apelación ordinaria en
los casos de revisión (arts. 24, inc. 3", id., y 4" de la ley 4055), ha desaparecido al
establecerse la competencia de la CFCP (art. 30 bis) y CNCCC (arts. 23, 432 y
SS.)"~.Este recurso sólo se encontraba previsto en relación con el art. 551 del sistema
procesal fijado por ley 2372 y no puede extenderse a situaciones no comprendidas
expresamente pues la jurisdicción apelada de la CS debe ejercerse según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso de conformidad con el art. 101 -actual art.
117, CN-310. Siempre quedará a salvo, en estos casos, el recurso del art. 14 de la ley
48 (ver comentario al art. 538).
Acordada la extradición pasiva, no puede reverse el fallo por aplicación pos-
terior de una ley de amnistía, pues importó un pronunciamiento inequívoco acerca
de la inexistencia de delito político; por otro lado, la supresión de las consecuencias
jurídicas en el orden interno obedece a consideraciones circunstanciales, mientras
el hecho generador de la solicitud del país extranjero conserva el mismo carácter;
lo propio ocurre en nuestro país en cuanto a los hechos excluidos de la amnistía3".
Este recurso ordinario de apelación no se concede a quien se encuentra prófu-
go3I2.Cuando la Cámara Federal concedió el recurso ordinario de apelación, debe
darse vista al Procurador General3".
b.2. La competencia extraordinaria hace posible la intervención de la Corte Su-
prema, como superior tribunal del país, no sólo en causas correspondientes a toda la
justicia federal, sino también en las concernientes a la justicia nacional con competen-
cia ordinaria y en lo penal económico y en las provinciales. En todos los casos se re-
quiere el agotamiento de las vías recursivas ordinarias previstas en el ámbito pertinente.
El principal requisito de admisibilidad -amén de la cuestión federal- consis-
te en que se trate de una sentencia definitiva, entendiéndose por tal la que pone fin
al caso o hace imposible su continuación314.En la actualidad y cuando se trata de
causas provenientes de provincia, la Corte Suprema exige extinguir todas las vías
impugnativas -tanto ordinarias como extraordinarias existentes en el orden local-
para considerar definitiva a la senten~ia"~. La previsión en el Código de un recurso
de incoustitucionalidad (arts. 474 y 475) extiende este temperamento a las sentencias
de los tribunales federales y nacionales con competencia ordinaria; de modo que las

'O8 CS, DJ 2000-1-825, f. 15.184.


'O9 Afirman lo contrario DUGO - LUGONES, "Esquematización práctica de la sentencia definitiva
del recurso extraordinario federal", LL del 61411993, ps. 213.
" O LL del 261811994, f. 92.445. En sentido similar CNCP, sala 111, BJ nro. 4, p. 100; CNCP, sala
1, JA 1994-11-518.
'" CS, ED 55-646, f. 24.854.
CS, Fallos 307:1195.
'" CS, f. del 1711111994, JA del 191411995,p. 42.
"" CS, Fallos 308:1631; confr. arts. 474 y 475.
''* Caso "Di Mascio", ED 131-385, f. 41.319, o CS, Fallos 308:490; 312:483
Art. 22 COMPETENCIA

CFCP (art. 30 bis) y CNCCC (art. 23) cumplirían similar papel al asignado a
superiores tribunales de provincia en el caso "Strada"316.
Nuestro pensamiento se había visto concretado en el fallo de la CS, "Giro
Horacio David", pues el Alto Tribunal estimó que la CNCP debe operar como "tri
nal intermedio" -al igual que en su momento las Cámaras Federales de Apelaciones
lo hicieron por obra de los arts. 6' de la ley 4055 y 22, inc. 2', del anterior Código-- -
(consid. Y), pues así se asegura la doble instancia en materia penal, prevista en la
CADH (art. XO, inc. 2", apartado h]), dispositivo actualmente con jerarquía constitu-
cional (art. 75, inc. 22, párr. 2', CN; consids. 10 y 11)"'. Hitters entiende que a partir
de este caso "...la jurisprudencia de la Corte Interamericana debe servir de fuente de
inspiración para interpretar a la Convención de marras, y a la propia Constitución
Nacional, ya que aquélla integra su normativa"318.A partir de "Di N u n ~ i o " ~ la '~,
condición de tribunal intermedio de la casación resulta indiscutible.
Para la distinción entre las cuestiones federales simples y complejas, directas e
indirectas, remitimos al Capítulo V del Libro IV.
La jurispmdencia de la CS ha impuesto que las sentencias, amén de ser funda-
das, deben necesariamente constituir derivación razonada del derecho vigente, con
aplicación a las circunstancias comprobadas en la causa3''; de lo contrario, las des-
califica como acto judicial válido por considerarlas arbitrarias. El tribunal efectúa el
análisis cuando estima que concurren los demás requisitos del recurso extraordinario
federal "ortodoxo".
c) Resoluciún de cuestiones de competencia
Además, incumbe a la Corte Suprema decidir sobre los conflictos de compe-
tencia entre órganos judiciales que carezcan de superior jerárquico común (art. 24,
inc. 7", del dec.-ley 128511958), aunque se trate de un tribunal ajeno a la contien-
da, para evitar una efectiva privación de justicia3''; dicha atribución opera siempre
que se afecte el derecho constitucional de los procesados para ocurrir ante un juez
~ermanente'~'.Debe dilucidar el conflicto entre el Consejo Supremo de las Fuerzas
Armadas y un juez federal, cuando se debate en torno a la sustracción de un menor,
siempre que omitir la resolución se traduzca en una efectiva privación de justicia
y acceder a la inhibitoria de aquél implicaría retrotraer el procedimiento a etapas
superadas cumplidas ante el juez federa1313.No cabe, por vía de amparo, impedir
esta atribución; no es posible tolerar que un TOC Fed. interfiera en decisiones de un
Superior Tribunal de Pr~vincia~'~.

"' CS, Fallos 308:490; en contra PALACIO, "Inapelabilidad de sentencia y articulación de cues-
tiones constitucionales", ED 149-97, f. 44.573.
31' ED 163-161, f. 46.523, connota de Bidart Campos; SJP, LLdel201911995, f. 93.553, comen-
tado oor Palacio.. v, JA 5/7/1995. o. 33.
de la Conc Iiiternlrc'ricalia colliu guía psrn In ll~tcrprclaciijnde 13Constitu-
: ' L a juris~1riidcncia

ciirn 1111 I'acrd de Ssii Jos2 dz C'ustl K I C en


~ la poirtira Je la Cort: Suprc'lnn Sa<ionnll", lil> 163-1236.
"' CS, Fallos 328:1108.
Fallos 305:1945.
''' CS, Fallos 301:728.
'" CS, JA 1991-IV-19.
"' DJ 2000-3-648, f. 16.140,
lZ4 CS, LL del 17/2/2000, f. 99.861, o DJ 2000-1-1047, f. 15.271.
56 COMPETENCIA Art. 22

La existencia de un conflicto a estudio de la CS no constituye obstáculo para


que uno de los tribunales realice el juicio oral, pues cualquier demora constituye
menoscabo a los derechos del imputado a obtener un prouunciamiento que defina su
posición frente a la ley y a la sociedad &l modo más breve3z5.
No configura efectiva privación de justicia la negativa a producir determinadas
medidas probatorias cuando la causa se encuentra sometida a sus jueces naturales,
ante los que se pueden formular las pretensiones y eventualmente usar los medios
impugnativos correspondientes a cada etapa del proceso326.
Corresponde a la CS intervenir en situaciones que dejen al justiciable sin tribu-
nal ante el cual recurrir, en virtud de sucesivas decliiiatorias de competencia, pues el
irregular desenvolvimiento de un proceso frondoso podría llegar a transformarse en
pnvación de justicia si perdurara tal Aunque dicho supuesto presupone
el agotamiento por el interesado de las vías razonablemente ofrecidas por el ordena-
miento procesal3z8.
Le incumbe intervención directa -a tenor de lo dispuesto en el art. 24, inc.
7", dec.-ley 128511958- si se configuró una situación de privación de justicia en
perjuicio del querellante, por las incidencias promovidas por la defensa de alguno de
los procesados, lo cual afectó el derecho constitucional de ocurrir ante un juez per-
manente en procura de justicia. Al anotar el fallo, Palacio señala que dicho remedio
reúne las siguientes características: "a) Debe articularse directamente ante la Corte
y se halla desprovisto de formalidades especificas. b) No configura un recurso por
cuanto, por un lado, no se encuentra sujeto a un determinado plazo de interposición
y, por otro lado, es susceptible de deducirse por las partes o promoverse a instancia
de los propios órganos judiciales inferiores ... c) Deben encontrarse agotadas las vías
a las que razonablemente podrían recunir los interesados para satisfacer sus pre-
tensiones. d) Supone, normalmente, el dictado de una resolución judicial o bien de
sucesivas resoluciones emanadas de distintos órganos judiciales de cuyo contenido
resulte hallarse configurado un caso de pnvación jurisdiccional, lo que ocurre Euan-
do, sin trabarse formalmente contienda, sucesivos magistrados se declaran incompe-
tentes para dirimir un litigio efectivamente exi~tente"'~~.
Aunque los fallos de la CS no son obligatorios, los tribunales inferiores -art.
116, CN- deben observarios para evitar el escándalo jurídico resultante de aplicar
una pena a un individuo que se encuentra en iguales circunstancias jurídicas que otro
a quien se exime de sanción330.
importante decisión adoptó la CS en un singular conflicto: un individuo se en-
contraba privado de su libertad a disposición de la justicia provincial (CCC La Plata,
sala 11), habiéndose planteado por la defensa reparos en cuanto a las cuestiones de

12' CS, JA 1994-11-444.


' 2 T S , JA 1995-111-73.
j2' LLdel3011111998, f. 98.166.

'28 Fallos 3 14:697: se trataba de la formación de causas separadas originadas en testimonios de la


principdl qiie ,c incuiiirab3 s:i plenario, pdrn co1i:inirar 1:i instriicri0ii respciie de dn ctiprucciado. la1
pr.a ideitria rcrulto <les\inii~dd) ni>sr Iogd c\ irar In paralizaciGn J r aqiiél. l'ur ello y aun anii In ¡alta
de interposición del recurso extkordinarió y de la queja por su denegacibn, se atendió una presentación
directa del interesado.
CS, LL del 231411 999, f. 98.617, con nota de PALACIO, "Un caso paradigmático dc privación
de justicia en perjuicio del qnereliante".
''O CS, Fallos 303:1769; 307:1094; 311:1644: CCC, sala 1, LLdel 221811997, f. 95.806.
Art. 23 COMPETENCIA

alojamiento y custodia, cuestión esta que se sometió por vía de hábeas corpus a la
justicia federal (CF La Plata, sala 111). El tribunal platense consideró que se sustraía
al detenido de la jurisdicción provincial sea a través del recurso de hábeas corpus o
del ainparo o de la ley 23.054 -aprobatoria de la CADH- y de la ley 23.338 --en
cuya virtud se dio vigencia a la "Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes7'-. El Alto Tribunal estimó que no puede impe- -
dirse a la justicia local considerar y aplicar la totalidad del orden jurídico del Estado,
en cuya cúspide se encuentra la CN, las leyes dictadas por el Congreso y los tratados
con las potencias extranjeras; la justicia federal carece de jurisdicción para conocer
del hecho emanado de autoridad local que no obstaculiza el ejercicio de funciones
de una autoridad federal3)'.
En la causa "López"3322, la CS abdicó a favor de la CNCP dirimir contiendas de
competencia entre tribunales orales y juzgados en lo correccional; de ahí en más su
carácter de órgano de decisión de conflictos competenciales se limita a los planteados
entre órganos judiciales nacionales y provinciales o entre estos
La intervención de la Corte Suprema se supedita a que los elementos incorpora-
dos al proceso tengan aptitud para calificar, con razonable certidumbre, el hecho que
motiva la causa y discernir al tribunal que corresponde in~estigarlo~~".
Presupuesto necesario para una concreta contienda negativa de competencia es
que los jueces entre quienes se suscita se la atribuyan recíprocame~te~~~.

Competencia de la Cámara de Casación


23. La Cámara de Casación juzga de los recursos de inconstitucionalidad,
casación y revisión336.

a) Acerca del texto vigente


Un yerro del legislador nos obliga a determinar cuál es la interpretación que
cabe asignar al art. 23 a partir de la sanción de las leyes 26.371337y 26.39433x.
A través de la primera norma se sustituyó, como consecuencia de la creación de
la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal
(art. lo, ley 26.371), el texto del art. 23 por el siguiente: "La ~ á m a r a ~ a c i o nde
al
Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal juzga de los recursos
de inconstitucionalidad, casación y revisión interpuestos contra las sentencias y re-
soluciones dictadas por los tribunales orales en lo criminal, los tribunales orales de
menores, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, los jue-
ces nacionales correccionales y los jueces nacionales de ejecución penal con asiento

33' ED 158-605, f. 45.855.


'j2 ED 157-100, f. 45.616, O LLdel 1611211993,f. 91.838, o JA 1994-IV-54, sums. 23 a25.
"' CS, ED del 25/2/2000, DPPC, f. 53, o DJ 2000-1-1047, f. 15.271; a los siete días el mismo
Alto Tribunal decidió que la incompetencia de la justicia federal resulta ostensible cuando se trata de
un conflicto entre autoridades locales.
j3' Id., JA 2001-1-93; Fallos 291:272; 293:405; 306:1272 y 1997; 311:528.

"' CS, Fallos 322:328; 322579; 323:772 y 323.785, entre otros. Ver además ALBRECHT - AMA-
DEO, La compefencra...,ps. 8, 10.
Texto según ley 26.394, BO del 291812008.
317 BO del 301512008.

''' BO del 291812008.


58 COMPETENCIA

en la Capital Federal". De esta manera se efectuó una división idéntica a la existente


-en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- respecto de las competen-
cias asignadas a la Cámara Federal de Apelaciones (art. 3 1) y Cámara Criminal y
Correccional (art. 24). De allí que se delhite en el nuevo art. 30 bis la competencia
de la Cámara Federal de Casación Penal.
Por otra parte, mediante ley 26.394 se derogó el Código de Justicia Militar -
art. lo-. Como consecuencia de ello el legislador quiso eliminar la competencia
que originariamente tenía la Cámara de Casación para resolver el recurso previsto
por el art. 445 bis de la ley 14.029, CJM. En tal sentido, reemplazó el texto del art.
23 (art. 22, ley 26.394), en la creencia -errada por cierto- de estar modificando la
versión original del citado artículo -texto según ley 23.984-, cuando en realidad
y conforme la sucesión de leyes descnptas, lo hizo respecto del texto reformado
por la ley 26.371, sin percatarse, además, de que la redacción del art. 23 -según
ley 26.371- ya había eliminado de la competencia de la Casación al recurso del
art. 445 bis, CJM.
No obstante estos defectos, la vigencia del art. lo, ley 26.371, y del nuevo
art. 30 bis339permiten establecer que la competencia que tendrá la Cámara Nacional
de Casación en lo ~nminal'yCorreccional de la Capital Federal será -a contra-
rio sensu- respecto de los recursos de inconstitucionalidad, casación y revisión
interpuestos contra las sentencias y resoluciones de los tribunales no mencionados
en el art. 30 bis, con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Estará integrada por diez miembros y funcionará dividida en tres salas de tres
miembros cada uno, ejerciendo la presidencia del tribunal el juez restante (art. 11 bis,
ley 24.050). Hasta su puesta en funcionamiento, el Tribunal de Casación ya existen-
te conserva la competencia que tenía. Las causas en trámite y las que hayan tenido
radicación anterior en dicho tribunal continuarán sustanciándose en esa sede (art 9',
ley 26.371). El art. 14 de la ley 26.371 establece: "Las disposiciones de esta ley se
implementarán una vez que se cuente con el crédito presupuestario necesano'para
la atención del gasto que su objeto demande, el que se imputará al presupuesto para
el ejercicio del año 2008 del Poder Judicial de la Nación. Los magistrados, funcio-
narios y empleados que se designen en los cargos creados, sólo tomarán posesión de
los mismos cuando se d? In ineiicioii;id;i condición financiera".
1.a existencia de dos rribui~alcsde casación en el sriirido indicado ya había sido
sugerida en el anteproyecto de refonna procesal penal elaborado por la Comisión
Asesora para la Reforma de la Legislación Procesal PenalS4O(arts. 36 y 45).

La instauración de la oralidad para el momento del juicio tomó imprescindible


establecer una Cámara de Casación que conozca, cuando menos, del recurso así
denominado (arts. 456 a 473). En efecto, si bien el sistema de comunicación entre
los principales sujetos del proceso y los órganos de la prueba a través de la palabra
hablada descarta la posibilidad del reexamen de los hechos por vía de un recurso de
apelación ordinario, al haberse asumido la prueba en forma inmediata por los inte-

'
j9 Art. 3" de la ley 26.371.
Constituida por dec. 11512007, BO del 161212007. Un análisis del anteproyecto puede verse
en la obra colectiva "Análisis crítico del Anteproyecto de Reforma Procesal Penal Nacional", RDP,
LexisNexis, 612008.
Art. 23 COMPETENCIA

grantes del tribunal de juicio que dicta sentencia definitiva, resulta indispensable u
régimen que vele por la correcta aplicación del derecho.
Esta atribución comprende la de rectificar la inobservancia o errónea aplicación
de la ley sustantiva al par que la procesal en los casos que este Código establece bajo
pena de inadmisibilidad, caducidad o nulidad, siempre que ---con excepción de los
casos de nulidad absoluta- el recurrente haya reclamado oportunamente la subsa-
nación del defecto, si era posible, o hecho protesta de recurrir en casación (art. 456).
Caben efectuar dos salvedades: a) al comentar al art. 2', acápite b), cuestionamos el
acierto de utilizar el vocablo "sanciones" -censura extensiva también a la voz "pe-
nas''- para comprender las especies nulidad, inadmisibilidad y caducidad; b) tam-
bién entendemos que existen nulidades virtuales o implícitas según lo expresamos en
la Introducción al Capítulo VII, Título V, de este mismo Libro 1.
Para asegurar la garantía de la doble instancia corresponde declarar la inconsti-
tucionalidad de la limitación establecida en el art. 87 de la ley 23.077, en cuanto veda
la admisibilidad de acudir a este órgano j~dicial'~'.
El procedimiento de extradición (ley 24.767) contempla un recurso de apela-
ción ordinario ante la Corte Suprema sin establecer vía impugnaticia ante la inswcia
ca~atoria~~~.
Ver comentario al art. 49 1, párr. 2'.
c) Inconstitucionalidad
En cuanto a la inconstitucionalidad, el tribunal habrá de operar como filtro para
no abarrotar a la Corte Suprema, sobre todo con el examen de las engorrosas cues-
tiones de admisibilidad del recurso extra~rdinario'~~, criterio establecido por la CS
en la causa "Giroldi" -ver comentario al art. anterior-344.
No le está vedado, como órgano intermedio, por obstáculos formales, la posibi-
lidad de conocer por vía de los recursos de casación, inconstitucionalidad y revisión
cuando deba tratar materias de índole federal345.
d) RevisMn
Abarca los supuestos previstos en el Capitulo VI1 del Libro IV. La creación de
la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional exige determinar a
quién corresponderá resolver los recursos de revisión que se interpongan contra sen-
tencias condenatorias dictadas por tribunales no federales con asiento en la Capital
Federal, con anterioridad a la creación de aquel órgano de casación. La pauta viene
dada por el art. 9", ley 26.371: deberá entender la CNCP -actual Cámara Federal
de Casación Penal- si intervino en algún momento durante el proceso -sea por
recurso contra la sentencia condenatoria o respecto de resoluciones anteriores a su
dictado-. En caso contrario, será competente la Cámara Nacional de Casación Cri-
minal y Correccional.

14' CS, "Gorriarán Merlo", ED del 281412000, f. 96.


"' CNCP, sala IV, ED del 141612002, f. 51.502.
'" Caso "Di Mascio", CS, ED 131-385, f. 41.319, o CS, Fallos 308:490.
j" ED 163-161, f. 46.523, SJP, LLdel201911995, f. 93.553, o JA 1995-111-570.
CNCP, sala 1, 1811211997, "Durante, Juan", r. 1973; CS, Fallos 329:6002; RDP, LexisNexis,
512007, p. 954.
60 COMPETGNCIA Art. 23

e) Inaplicabilidad de ley
Además, la ley 24.050 le asigna a la CFCP el conocimiento de un recurso para
obtener la reunión de un plenario destinado a unificar la jurisprudencia (aris. 10 y
11, id.). Atribuciones que también le son asignadas a la CNCCC (ari. 11 bis, último
párrafo, id.).
f) Zonas judiciales
La ley orgánica asigna también a la CFCP, determinar los juzgados de primera
instancia que tendrán competencia temtorial en las zonas judiciales de la Capital
Federal y la distribución del trabajo entre los restantes tribunales, cuando así corres-
ponda (ari. 5", párrs. 2' y 3O, id.), normativa que debiera ser compatibilizada con la
creación de la CNCCC (ley 26.371).
Ver arts. 7", So, 10 y 11 de la ley 24.050.
g) Cuestiones de competencia
g.1. Criterios anteriores a la ley 26.371
Lajurisprudenciade la CS -por mayoría en la causa "López'- ha ensanchado,
sin sustento legal, la competencia de ese tribunal, pues lo considera superior común,
en los términos del ari. 24, inc. 7', del dec.-ley 128511958 para dirimir contiendas
entre tribunales orales y juzgados en lo correccional. Palacio censura dicho criterio,
pues se asigna una facultad "...sin norma explícita alguna...", al par que se restringen
las atribuciones del Alto Tribunal "...a los conflictos competenciales suscitados entre
órganos judiciales nacionales y provinciales o entre estos últimos"346.Sin embargo, la
CS3" no intervino -por mayoría- en un conñicto suscitado entre la CNCP, sala 11,
y el TOC, nro. 7, al recabar éste la avocación de aquélla para dilucidar una nulidad dis-
puesta por la Casación. La mayona estimó que no había causa judicial para resolver.
En vez, la disidencia ---cuyos fundamentos compartimos- consideró aplicable el ari.
24, inc. 7", del dec.-ley 128511958, por existir conflicto entre dos iribunales y carecer
de órgano superior común para dirimirlo; subrayó que "...las decisiones de los tribu-
nales orales dictadas dentro de los límites de su competencia deben ser acatadas por
los jueces insiructores, cuando aquéllos ejercen su facultad de reenvío. En este último
supuesto, los jueces de insirucción no podrían apartarse del temperamento sostenido
por los tribunales orales..." (consid. 11); añadió que la CNCP "...carece de facultades
para résolver un conflicto entre un juez de insirucción y un tribunal oral, en un caso
como el presente, en el que este último actuó en carácter de 'superior' del primero, al
anular actuaciones llevadas a cabo ante el magistrado de instrucción. En efecto, en tal
supuesto sólo impropiamentepuede hablarse de un 'conñicto de competencia' entre el
juez de instrucción y el tribunal oral, pues no existe entre estos órganos judiciales la
siiuación de independencia que supone un conñicto de esa naturaleza y que autorizaría
- 4 e darse- a la Cámara de Casación para dilucidarlo..." (consid. 12)34n.

"'
1:1> 157-i O',. f. 15.61h . i.on nora de aqiici autor: " L a ('amara Ndciuiial d i <:nsaciun Penal ) las
ciieiiones dr. ~uini~eicrio;~", L1. del 16 12 l09j. t: 9 : 8 3 % .o Jh 19%-l\'-5;. sutiis 23 d 25.
'" Fallo del 18/5/1994, Expte. 409194. Superintendencia judicial. TOC nro. 7, sIavocaciOn, autos
"Martinez, Jorge Eduardo".
'" Ver el antecedente de CNCP, sala 11, JA 1994-11.448.
Art. 23 COMPETENCIA ,

Para que la CNCP resuelva la competencia, el proceso debe haber alcanzado


la etapa del juicio; de lo contrario corresponde decidir a la alzada del juzgado que
previnosb9.
Las decisiones dictadas como consecuencia del caso "López" deben ser acata-
das para evitar un dispendio de actividad incompatible con el adecuado servicio de
la justiciax0. -
Una vez que la CNCP resolvió el conflicto -en el caso, entre un TOC y una
CF-, acertada o no la decisión del tribunal asignado, lo resuelto debe ser acatado
de inmediato y no replanteado, pues la discrepancia que pueden abrigar los jueces
con la inteligencia adoptada por las cámaras en cuanto a la competencia atribuida,
no les acuerda facultad legítima para plantear conflicto o cuestión algunas5'.Cuando
ya intervino la alzada del juez de instrucción, ejercitando su competencia revisora,
parece razonable concluir que los tribunales orales carecen de toda posibilidad de
modificar lo resuelto por aquéllasS2;se entiende que los jueces instructores han ac-
tuado dentro de sus atribuciones; por ende, ni la CNCP puede avocarse a decidir un
inexistente conflicto, ya que la solución llega por vía de la articulación de los recur-
sos que pudieran introducir las partes interesadass5'. Pero también se ha dicho que si
la Cámara de Apelaciones efectuó el control de legalidad del auto de procesamiento
-a&. 306- y discrepa con el tribunal oral que estimó su invalidez, si se insiste en
las resoluciones, incumbe a la CNCP decidirs5*.
La CNCP, sala 1, considera que no existe conflicto alguno entre un tribunal oral
y una sala de la Cámara si ésta no manifestó interés en plantearlo, pues no basta la
sola voluntad del juez instructorsS5.
Conoce si el conflicto se suscitó entre una Cámara de Apelaciones Federal y
un Tribunal Oral Criminal Federalss6.También si la contienda se produce entre la
Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal y la Cámara Nacional
de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos aire^'^'.
En síntesisss8:la CS determinó que la CNCP es la habilitada para decidir cues-
tiones de competencia entre la justicia federal y la nacional en lo criminal y correc-
cional federalss9,entre un TOC Fed. y una CCCFed.360o de aquél con un juez de
instruccións6' o con un juzgado nacional de ejecucióii o entre un TOC y un

" T N C P , sala 11, r. 93, BJ, nro. 1, ED 162-746.


"WNCP, sala 1, r. 145, BJ, nro. 1, ED 162-746.
CS, LLdel221311995, f. 92.972.
352 CCC, sala VII, del 311511994, r. 1687.
' Sala 1, del 101211994, r. 119, c. 108.
3 ' T C C Csala
, VII, LL del 41511999, reseña de Fallos NO. 41.439-S.
'" JA 1995-1-114.
DJ 2000-3-803, f. 16.198.
'*'CNCP, sala 11, LL del 41212003, f. 105.015.
De acuerdo con la investigación de jurispmdencia obrante en JA2001-1-90
' I q Fallos 322:3071.

j60 Fallos 317:312.


'" Sentencia del 2011011994.
'" Fallos 317:1440.
62 COMPETENCIA Art. 23

juzgado nacional en lo correccional363; también entre una CCCFed. del interior del
país y un juzgado de instrucción de esta ciudad3*.
g.2. La creación de la CNCCC i
La división del tribunal de casacióieutre CFCP y CNCCC (ley 26.371) provo-
cará que algunos de estos criterios jurisprudenciales ya no puedan ser aplicados. Es
que en muchos supuestos ninguno de estos tribunales será órgano superior común
para decidir la contienda36s,motivo por el cual deberá ser decidida por la CS (art. 24,
inc. 7", dec.-ley 128511958),
h) Superintendencia
Conforme al art. 118, RJN-acordadas 3611994 y 511995 de la CS-, la CNCP
ejerce la superintendencia sobre los tribunales orales en lo criminal de la Capital
Federal; le corresponde designar -art. 31 del dec.-ley 128511958, modificado por el
art. 5 1 de la ley 24.050- al magistrado reemplazante del que se encuentra de licen-
cia o que por cualquier otra causa no pueda integrar el tribunal al que pertenece366.
Criterios estos que deberán ser adaptados conforme a la creación de la CNCCC (ley
26.371).
i) Consulta
El art. 1' de la ley 24.390, actual lo de la ley 25.430 -que reglamentan los
plazos de prisión preventiva-, instauran un régimen de consulta bajo el modo
de comunicar de inmediato al tribunal de apelación correspondiente su prórroga
"...para su debido contralor". Cuando la medida cautelar fue dictada por un tribunal
oral incumbe a la CNCP autorizar la extensión del plazo; se trata de una revisión
automática y obligatoria sólo impugnable, eventualmente, por vía del art. 14, ley
48. No puede cuestionarse mediante la solicitud de excarcelación, salvo que se sus-
tentare en causales distintas a las previstas en la ley que limita el encarcelamiento
preventivo.
El tribunal se encuentra facultado "...para revisar en plenitud..., sin los limites
impuestos por los recursos extraordinarios que habilitan su competencia de impug-
nación, los fundamentos de la prórroga adoptada y decidir si se ajustan a derecho y
a las constancias del proceso, aun sin requerimiento de parte... Es, entonces, la ley la
que ha querido en este caso crear un régimen de control de la decisión de prórroga
asimilable a una consulta para ante el Superior (análoga a la del art. 10, ley 23.098),
atendiendo a razones de celeridad y al carácter irreparable de un encarcelamien-
to cautelar indebido, de forma tal de asegurar el examen de la totalidad del fallo
del tribunal inferior en grado y, en su caso, confirmarlo, revocarlo o anularlo"367.
Corresponde a este órgano controlar la prórroga dictada por el tribunal de juicio por
ser la única instancia superior inmediata368.
Similar facultad tienen las Cámaras de Apelaciones (arts. 32, inc. 2', acápites
c], g] y f j y 49, incs. a] y b] de la ley 24.050; 90 de la ley 24.121; 24 y 31).
Fallos 316:1524.
'~4 CS, LLdel211112001, f. 102.831.
Como sí se le atribuía a la CNCP en Fallos 322:3071, entre otros.
CS, "Navalle, Escudero", JA del 131811997,p. 37.
CNCP, sala 1, LL del 191211999, f. 98.369.
'" CNCP, sala IV, "Betancur Martinez, IdeS", .!A del 9/8/2000, p. 35
Art. 24

Anota Bruzzone que "se puede afirmar que el control legal obligatorio convier-
te a la intervención del superior en un control idéntico, y con similar amplitud Q
mayor-, al que le corresponde a las cámaras en un recurso de apelación, debido a
que la intervención no se encuentra limitada a los términos del recurso. El superior
que revisa se encuentra facultado para realizar consideraciones de toda clase; no
sólo establecer si la demora puede ser imputada a deficiencias del órgano que la dis- -
pone sino también para declarar, por ejemplo: nulidades absolutas, valorar hechos,
modificar calificaciones, etcétera, en tanto éstas supongan modificar la situación de
detención"369.Esta vía de consulta se suma a la consignada por el art. 348, párr. 2'.

Competencia de la Cámara de Apelación


24.370La Cámara de Apelación conocerá:
lo)De los recursos interpuestos contra las resoluciones de los jueces de
instrucción, correccional, de menores y de ejecución, cuando corresponda, en
los casos de la suspensión del proceso a prueba.
2") De los recursos de queja por petición retardada o denegada por los
mismos jueces.
33 De las cuestiones de competencia que se planteen entre ellos.

a) Inciso 1"
El juzgamiento en oralidad mediante instancia única importa una notable res-
tricción al conocimiento que tenían antes los tribunales del recurso por antonomasia
que es la apelación.
Eliminado el reexainen de los hechos -salvo situaciones de excepción (art. 456,
inc. 2"+, pues quedan fijados en la instancia única a través de lo decidido por el
tribunal en lo criminal (art. 25), el tribunal federal en lo criminal (art. 32), el juez
en lo correccional (art. 27, incs. lo y 2"), el tribunal de menores (art. 28), el juez
de menores (art. 29, incs. l o y 2") y el juez federal (art. 33, inc. 2"), las Cámaras de
Apelación sólo conocen de los recursos contra resolucioiies insmictorias "...cuando
corresponda..."; ver lo prescripto por el art. 449.
En principio no son recurribles las decisiones adoptadas por el juez en or-
den a la selección de las probanzas propuestas por las partes durante la instrucción
(art. 199) ni el auto de elevación a juicio (art. 352, primera oración). Tampoco el
decreto de elevación, pues su dictado descuenta desinterés de la defensa por abrir la
contradicción (art. 349 a contrario). En cambio lo son, por disposición expresa, el
auto de procesamiento o la falta de mérito (art. 3 11) y también aquellas decisiones
atingente5 a la libertad personal: auto que conceda o deniegue la exención de prisión
o la excarcelación (arts. 332), las excepciones opuestas durante esta etapa (art. 354),
el auto de sobreseimiento (art. 352, última oración); también la desestimación o el
archivo dispuestos en los delitos de acción pública (art. 195, páni 2', oración final) o
la declaración de incompetencia (art. 180). Ver comentario al art. 347.
Durante la instrucción también nge el recurso de apelación contra resoluciones atin-
gentes al embargo y respecto de la inhibición (art. 449, oración final, y además art. 520).
En los juicios correccionales y en los de menores operan las mismas reglas que
para las resoluciones instructorias (conf. arts. 405 y 410, respectivamente).
"Los mecanismos de control de la prórroga de la prisión preventiva", LL del 191211999
""exto según ley 24.121.
64 COMPETENCIA Art. 25

En los delitos de acción privada debe aceptarse un control previo sobre el ob-
jeto del proceso; cabe, pues, la apelación respecto de la desestimación liminar de
la querella37'. Incluso se la estima admisible para cuestionar la convocatoria a la
audiencia de conciliación (art. 424)372.
El texto del inc. lo resulta interpretación auténtica contextual en orden a los
recursos respecto de lo decidido por los jueces de ejecución "...cuando corresponda,
en los casos de la suspensión del proceso a prueba ..." (ver art. 293). Al admitirse el
recurso de apelación ante la Cámara Federal respecto de lo decidido por el presidente
de un TOC Fed. quien, al actuar como juez de ejecución, no accedió a la restitución
de efectos secuestrados, pareciera haberse echado mano de la prescripción más am-
plia del art. 31, inc. 1°373.
La CNCP, sala 1, entiende que la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Co-
rreccional es competente para revisar la decisión del juez de ejecución que revoca la
suspensión del juicio a prueba concedida por el Tribunal Oral3".
b) Inciso 2"
El art. 127 advierte Terca de la inexistencia de queja por retardo de justicia
pues sólo establece una denuncia ---en realidad instancia- ante el tribunal de su-
perintendencia como vía idónea para el reclamo. Se trata de una medida de dicha
naturaleza y no de un recurso como la propia Exposición de Motivos lo admite375.
En vez, el Código prevé únicamente el recurso a1 denegarse una impugnación
(arts. 476 a 478).
c) Inciso 3"
Las resoluciones sobre competencia entre Órganos de la justicia nacional que no
tengan un superior jerárquico común son resueltas por la Corte Suprema.
Este inciso excluye las cuestiones suscitadas entre jueces de primera ins-
tancia y cámaras o tribunales de juicio que se resuelven en la forma expuesta en
el punto c) del comentario al art. 22, con la variante introducida por la CS en la
causa "Lópe~""~.No es el sistema seguido cuando se trate de tribunales federales
(art. 31, inc. 3').

Competencia de los tribunales en lo criminal


25. Los tribunales en lo criminal juzgariin en bnica instancia de los delitos
cuyacompetencia no se atribuya a otro tribunal.
Se refiere a los Tribunales Orales con competencia ordinaria de la Capital Fe-
deral.
Son aquellos que (ver art. 1S), sin dejar de integrar la justicia federal dentro de
la Capital de la República, conocen sobre delitos comunes perpetrados en su recinto,

j7'
.
CNCP. sala 111.,BJ.. nro. 4., DS. 71172.
"WCC, sala VI, ED 154-437, nro. 96; CCC, sala VI, c. 289 del 251211993; sala V, c. 990, queja,
H-56 del 2/12/1993.
"' CNCP, sala 11, LL del 14/1/2003, f. 104.988.
'" LLdel311112003, c. 4165, reg. 5086.1.
Ed. del M~nistenode Justicia, p. XXXIII, epígrafe "Queja", párr. ZO,Buenos Aires, 1991
Vh ED 157-100, f. 45.616, o LL del 1611211993, f. 91.838, o JA 1994-IV-54, suins. 23 a 25.
Art. 25

aun en lugares en que el gobierno federal tuviera absoluta y exclusiva "jurisdicción"


entendida como potestad para el ejercicio de sus funciones (ari. lo, ley 14.180).
No pueden conocer en juicios en que haya menores acusados por resultarles
ajeno en razón de la materia (art. 36)377;aunque, en rigor de verdad, se trata de com-
petencia fijada por la persona.
Sus decisiones deben acatarse por los jueces instructores cuando hayan sido-
dictadas en el marco de sus facultades; así, las nulidades declaradas de oficio al cum-
plir el examen dispuesto por el art. 354; aunque carecen de facultad para invalidar
actos resueltos por la Cámara de A p e i a c i o n e ~ ~ ~ ~ .
Por contar con una coinpetencia por materia más amplia que Is justicia correc-
cional, si en el sumario intervino la de instrucción, le corresponde entender en el

Si se juzgó anteriormente a un consorte de causa, debe seguir el mismo tribunal


para los restantes, cuando el legajo se escindió materialmente con miras a definir la
cuestión en el menor plazo posible38o.
Si el hecho -insolvencia fraudulenta cometida para no pagar obligaciones ali-
mentarias, art. 2' bis, ley 13.944-- es un ilícito de acción privada, deberá resolver el
Tribunal Oral, pues carecen de instruc~ión~~'.
Transferencia de competencias penales de la Justicia Nacional a la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires

a) Primer Convenio
El 7/12/2000 se firmó entre el Gobierno nacional y el de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires el "Convenio de Transferencia Progresiva de Competencias Penales
de la Justicia Nacional al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires",
aprobado por ley nacional 25.752382y de la Ciudad 597383.De esta manera se trans-
firió a la Ciudad la investigación y juzgamiento de los delitos de tenencia y porta-
ción de armas de uso civil y su suministro a quien no fuera su legítimo usuario384y
aquellos previstos por los aris. 3; 4' y 38 ley 24.192 (Espectáculos Deportivos). Se
aplica a las causas pendientes385,salvo que ello implique despojar de efecto a actos
procesales válidamente cumplidos, ya que importaría un obstáculo para la pronta
terminación de los procesos386. No comprende a la tenencia ilegítima de arma de
guerra, por no haber sido objeto del convenio de tran~ferencia~~'.

"' TOC nro. 2, JA 1994-1-171.


378 CCC, sala IV, LL del 301611998, f. 97.404.
379 CNCP, sala IV, "Baitaglino, Ornar", 301311999, c. 1431, LL del 31112000.
"O CNCP, sala IV, LL del 211312001, J. Agmp. nro. 15.619.

j8' CCC, sala 1, del 231911998, "Mugica, Miguel A.", c. 9.460.

BO del 281712003.
BOCBA del 291912001.
)O-er ley 25.886 (BO del 5/5/2004).
jS5 CS Fallos 327:3984.

CS, Fallos 327:5496; en el caso se había fijado audiencia de debate.


''' CS, Fallos 3293836; "Lin Xingui sltenencia de arma de guena", 261612007, c. 1329.XLII.
66 COMPETENCIA Art. 26

Corresponde que intervenga la justicia nacional si existe una estrecha vincula-


ción entre la portación ilegítima de armas y el robo calificado; separar la continencia
de la causa perjudicaría la celeridad y eficiencia de la decisión3ss.
b) Segundo Convenio
El 1/6/2004 se celebró un segundo convenio de similares características, ra-
tificado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mediante ley 225738yy a nivel
nacional por ley 26.357390,mediante el cual se amplió la transferencia a la justicia
de la ciudad respecto de los siguientes delitos: lesiones en riña (arts. 95 y 96, CP);
abandono de personas (arts. 106 y 107, CP); omisión de auxilio (art. 108, CP); exhi-
biciones obscenas (arts. 128 y 129, CP); matrimonios ilegales (arts. 134 a 137, CP);
amenazas (art. 149 bis, párr. lo, CP); violación de domicilio (art. 150, CP); usurpa-
ci6n (art. 181, CP); daños (arts. 183 y 184, CP); ejercicio ilegal de la medicina (art.
208, CP) y los tipificados en las leyes 13.944 (incumplimiento de los deberes de
asistencia familiar), 14.346 (malos tratos y actos de crueldad a los animales) y art.
3",ey 23.592 (represión de actos u omisiones discriminatorios).
En contraposición a lo ocurrido con el convenio anterior, se estipuló aquí ex-
presamente que las causas pendientes en trámite ante los juzgados nacionales serán
terminadas ante los mismos órganos (cláusula primera, último párraf~)'~'.
Compartimos la opinión de Rua sobre la necesidad de arribar a un nuevo conve-
nio de transferencia de competencias penales que incluya determinados delitos cuya
tramitación, ya sea por su semejanza con algunas figuras ya traspasadas o por su
usual conexidad, puede generar conflictos de competen~ia'~~. Frente a supuestos de
concurso ideal entre tipos penales de competencia de la justicia local y de la justicia
nacional local, corresponde que conozca aquella que tiene asignada competencia por
el delito más grave (art. 42, inc.
El procedimiento para la investigación y juzgamiento de estos delitos es el
establecido por el Código Procesal Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos 'Aires
(ley 2303)394.
Competencia del juez de instrucción
26. El juez de instrucción investiga los delitos de acción pública de compc-
tencia criminal, excepto en los supuestos en los que el ministerio fiscal ejercite
la facultad que le otorga el art. 196.

jS8 CS, Fallos 328:867.


BOCBA, de1 221112007.
'90 BO del 3 11312008.
j9' En el mismo sentido, CS, 121212008, "González Molino", RDP, LexisNexis, 712008. p. 1258.

RUA, "Aprobación del Segundo Convenio de Transferencia Progresiva de Competencias Pe-


nales de la justicia Nacional al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires", RDPyPP,
LexisNexis, 712008, p. 1167. Ver asimismo la pormenorizada investigación efectuada por el iNECIP en
la misma publicación, p. 1169. También la opinión favorable de CONSOLE, "Un importante paso a favor
de la autonomía plena", SJP, LL del 241412008, p. 70.
CC.C, sala 1, 1711112008, RDP, AbeledoPerrot, 512009, p. 799, con nota de Amelotti y Baha-
mondes.
3 9 9 0 C B Adel 81512007.
k t . 27 COMPETENCIA

Ver supra "Transferencia de competencias penales de la Justicia Nacional a


Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
Amén de la salvedad efectuada por esta disposición remitiéndose al art. 196
-supuestos en que la pesquisa, excepto los perñles de esencia jurisdiccional insitos
en la tarea (confr. art 213, incs. a], b], d] y e]), puede ser efectuada por el MP-,
cabe añadir que la ley orgánica mantiene la competencia instructoria de los jueces
en lo penal económico (arts. 19, 25 y 51, ley 24.050, e introducción al Capítulo 11).
A fin de evitar posibles desinterpretaciones fue preciso agregar un último párrafo al
art. 196 (conf. art. 88, ley 24.121), haciendo extensiva dicha delegación a todos los
jueces con función instructoria.
Si el procesado cumple prisión preventiva y se requiere su excarcelación, co-
rresponde al juez de instrucción decidir la solicitud; si bien durante la instrucción no
juzga, él es quien realiza la prognosis de los delitos y el pronóstico de las penas395.
Siempre que no pueda descartarse que la competencia correccional se vea re-
basada por la modalidad del hecho, resulta conveniente que continúe investigando la
justicia de instrucción396.
Competencia del juez correccional
27. El juez en lo correccional investigar4 y juzgará en única instancia:
13 En los delitos reprimidos con pena no privativa de la libertad, de su
competencia.
2 3 En los delitos reprimidos con pena privativa de la libertad cuyo máxi-
mo no exceda de tres (3) años.
3') En grado de apelación en las resoluciones sobre faltas o contravencio-
nes policiales y de queja por denegación de este recurso.
Ver supra "Transferencia de competencias penales de la Justicia Nacional a la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
El precepto les asignaba competencia originaria -incs. 1" y 2O- y apelada
-inc. 3'-.
a) Competencia originaria
La primera comprende todos los delitos comunes -no federales- siempre
que estén reprimidos con pena no privativa de libertad (v.gr. art. 260, CP, en cuanto
castiga la aplicación arbitraria de fondos en perjuicio del Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires). Además, aquellos delitos cuya pena máxima privativa de libertad no
excede de tres años (v.gr., hurto cometido en perjuicio de un particular). Basta la pro-
babilidad de comisión de un delito más grave para que esta competencia se desplace
por la del juez de instrucción397.
Se ha cuestionado la atribución de la instrucción y del juzgamiento a un mis-
mo órgano por estimar afectada la imparcialidad, garantía con respaldo en los arts.
18 y 75 de la CN, 10 de la DUDH, 8.1 de la CADH, 14.1 del PIDCP y XXVI de la
DADDH.

CF Bahía Blanca, sala 11, ED 167-33, f. 47.067, o LL del 61511996, f. 94.227, con nota de
Quevedo Mendoza; rd., sala IV, LL del 291512000, f. 100.323.
CCC, salaV, dcl 511111992, c. 47.
'"CCC, salaVII, 261911992, c. 95, y 411211992, c. 119; sala V, 1911111992, c. 73.
68 COMPETENCIA Art. 27

La CNCP, sala IV, aceptó la recusación de un magistrado que desestimó su


apartamiento al invocar el art. 55, entre cuyas causales no figura la analizada.
Al comentar el fallo39s,coincide Palacio con nuestra observación de que si quien
instruyó, juzga, se excluye la posibili&adde que el imputado piense garantizada la
imparcialidad del juez; subraya que la taxatividad de las causales de recusación -
art. 58- no puede prevalecer sobre las aludidas garantías y soslayó la declaración de
invalidez de los arts. 27 y 405; anticipa que también debiera prosperar la recusación
del juez correccional si la Cámara le revoca el sobreseimiento dictado y ordena la re-
misión de la causa a juicio399.Por nuestra parte, el indicado fallo sólo aparece como
una solución práctica, pues se logra el mismo efecto que el perseguido a través de
una declaración de inconstitucionalidad: conseguir se aparte para el momento del de-
bate al juez instructor. En contra, pues no acepta la recusación si no median razones
objetivas o subjetivas que permitan poner en tela de juicio la impar~ialidad~~~. En
el mismo sentido, la Cám. Pen. Rosario, sala IV, con el importante agregado de que
no es objetivamente cierto que al recopilar prueba el juez instructor trabaje para la
parte acusadora, con clara imagen de imparcialidad funcionalmente impuesta40'.La
circunstancia de que tengan a su cargo la investigaciónyjuzgamiento lleva a cuestio-
nar si se cubre el requisito de imparcialidad4". Resulta difícil defender el equilibrio
de criterio cuando debe investigarse en un comienzo y sentenciarse en el final.
La cuestión fue definitivamente resuelta por la CS en el fallo "Llerena", al im-
pedir que un mismo juez actúe como juez de instrucción y de debate403.
Ver comentario al art. 405.
Sosa Arditi y Fernández404consideran que los delitos de acción privada corres-
ponde sean juzgados ante el tribunal oral pese a que por la cuantía de la pena debie-
ran atribuirse a los jueces en lo correccional; las razones invocadas -inexistencia
de norma específica fuera del art. 25, antecedentes del Código de Córdoba e inexis-
tencia de etapa instructoria en dichos trámites- no nos persuaden porque se~ejante
razonamiento, aunque con fundamentos muy serios, pone en crisis el valor orden
al desatender el dispositivo expreso de este art. 27, inc. 2", y un arraigado criterio
interpretativo autoriza a descartarlo por conducir a dicha conse~uencia~~'; la CNCP
participa de nuestro criterio e invoca el art. 18, CN, pues "...las reglas que rigen la
competencia tienden a tutelar la garantía del juez natural ..." y cabe atenerse al mon-
to de las penas406.Criterio semejante a aquél puede verse en Büsser e I t ~ r r a l d e ~ ~ ~ ,
quienes consideran que las menciones de los arts. 429,430 y 43 1 aluden al tribunal
oral-y no al juez correccional; creemos descartable el argumento por las razones ex-

"La actuación del juez correccional en la instrucción y en el juicio frente a los traiados inter-
nacionales que aseguran la imparcialidad judicial".
jq9 ED del lll111999, f. 49.637, o LL del 17/9/1999, f. 99.356, o JA 1999-IV-132.

"O CNCP, sala 111, ED del 28/4/2000, DPPC, f. 97.


JA 1999-1V-139.
' O 2 ROMERO VILLANUEVA - VILLAHOZ, "En busca de la imparcialidad en el proceso correccio-

nal", JA 2001-1-1217.
40' Fallos 328:1491
' 04 Juicio oraL.., ps. 1881197.

''O5 CS, Fallos 31 1:1925.

406 Sala 111, BJ nro. 5, ps. 5,6; en sentido similar, CCC, sala 11, 1011111992, "Lento", JA 1994-
IV-55, nro. 38.
'" Eljuicio..., p. 174.
.27 COMPETENCIA 69

puestas. Por su parte, J. G. Moras Mom estima que los delitos de acción privada son
de competencia correccional, aun cuando una eventual refonna superara el monto de
la pena, pues la competencia en lo criminal se atribuye sólo para entender en delitos
de acción públicam8.
En la Capital Federal intervienen los jueces correccionales y no los tribunales
orales en el juzgamiento de las causas por delitos de acción privada409. -
La competencia correccional es de carácter excepcional y solamente se habilita
"...siempre que, por alguna otra disposición legal no se codera competencia a otro
tribunal ..."410.
En virtud de la penalidad -inc. 2"- esta competencia se excede si los delitos
investigados tienen posible encuadre en una figura más grave4". Le corresponde
intervenir en los homicidios culposos si la causa se inició antes del agravamien-
to de la pena por vía de la ley 25.1894'2. La atenuante generica establecida en el
art. 279, inc. lo, CP, impone una escala penal para el encubrimiento no superior a
la del delito precedente; de modo que si el delito de base se adecua al art. 162, CP,
la pena aplicable no puede exceder de los dos años y resulta competente la justicia
correccional413.
Cabe hacer excepción a las reglas de conexidad y escindir el juzgamiento de los
delitos de naturaleza federal de aquellos de índole coinún, cuando los hechos denun-
ciados coiresponden a dos conductas delictivas diferentes -hurto de una resma de
papel e incumpli~nientode los deberes de funcionario público por omisión de denun-
cia-; debe declararse la competencia del juzgado correccional en cuanto al hurto4I4.
Tiene competencia para entender cuando se investiga la muerte del feto dentro del
seno materno si los hechos fueron ocasionados en función de las lesiones sufridas
por la damnificada porque la conducta está prevista en el art. 94, CP4'5.
Si los sumarios se acumularon por aplicación del art. 41, inc. 3", incumbe al
ribunal de Menores juzgar los dos delitos --encubrimiento por receptación dolosa
y tentativa de hurto con escalamiento cometidos por el mismo imputado---- toda vez
que no corresponde dejar sin efecto la tramitación conjunta pese a atribuirse al me-
nor un delito de naturaleza corre~cional~'~.

40"B~ocedimieniopenol..., ps. 72,73.


TOC nro. 1 y TOC nro. 2, ED 154-427, nros. 5 y 6; en este último fallo se determina que la
expresión "tribunal que corresponda", utilizada en el art. 415, alude a un órgano de la adininistración
de justicia tanto colegiado como unipersonal.
' ' O D~Az,Inslifuci~nes.~~, t. II-B, p. 688.
'"CCC, sala IV, DJ 2000-2-506, f. 15.608; id,, id.,LL del 291512000, f. 100.323; CCCFed., sala
1, LLdel211312001, J. Agrup. nro. 15.617.
CNCP, sala IV, LL del 211312001, J. Agmp. nro. 15.618, o ED del 301612000, DPPC, f. 123;
CCC, sala IV, LL del 21/3/2001, J. Agmp. nro. 15.620, pues se afectaría el principio de legalidad del
art. 1". Id.,sala 11, LLdel41612001, f. 102.081.
CNCP, sala 11, "T. Q., C. A?, JA del 26/6/2002.
CCCFed., LL 291812001, J. Agmp. nro. 16.033. Cabe hacer la salvedad de que el episodio
como incumplimiento de deberes configura, en realidad, encubrimiento por omisión de de-
a, art. 277, inc. d), CP.
'" CCC, sala V, LL291812001, J. Agmp., f. 16.034.
"VNCP, sala IV, LL 291812001, J. Agrup., f. 16.032.
70 CO~IPETENCIA Art. 28

Si se trata de una aparente infracción al Código Contravencional de la Ciudad


de Buenos Aires, no le corresponde intervenir y debe hacerlo la justicia de aquélla4".
b) Competencia apelada
En grado de apelación -inc. 3 0 , losjueces correcionales entendían respecto de
las resolucioues sobre faltas o contravenciones policiales (ver punto a] del comentaiio
al art. lo) y de queja por denegación de este recurso (art. 538, modificado por ley
24.13 1). La C. Nac. Civ., sala E, estimaba aquí comprendidas tanto a las contravencio-
nes policiales como a las faltas municipales a raíz de la vigencia de la ley 24.4494is.Al
comentar el art. lo, acápite a), expresamos nuestra opinión en contrario419.
La garantía de la defensa en las faltas y contravenciones no sufre menoscabo
si son juzgadas por organismos administrativos, siempre que se sujeten a un control
judicial suficiente y pueda contar entonces con asistencia profe~ional"~~.
El art. 129, CN, luego de la reforma de 1994, establece que "la ciudad de Buenos
Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de legislación
y jnrisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciu-
dad...". Con anteriondada que, en cumplimiento de dicha normativa, se pusieran en
vigencia los preceptos específicos se resolvió --con acierto- que no cabían atribuirse
a la todavía Justicia de Faltas la categona de Poder Judicial Municipal. Sólo sería po-
sible en tanto por ley se establezcan tribunales municipales de faltas como parte del
Poder Judicial ---en realidad, tanto dichos órganos como los que tienen competencia
común (art. 75, inc. 12, id.) no son municipales, sino integrantes del Poder Judicial de
la Ciudad de Buenos Aires (ley local 11)-. Hasta tanto la ley no lo dispusiera, tales
tribunales eran administrativos y se hallaban incardinados fuera del Poder Judicial de
la Nación; por ello sus decisiones debían contar con una vía recursiva ante tribunales
judiciales para abastecer el control judicial
Cuando el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires puso en vigencia :1 ley 10
que aprueba el Código Contraveucional de la Ciudad de Buenos Aires 4 e n o m i -
nado Código de Convivencia-, como también la ley 12 de Procedimiento Con-
travencional, concluyó con la competencia apelada de la justicia en lo correccional
establecida en el inc. 3", siempre que se trate de faltas de naturaleza local y, desde
luego, no provengan de ciertas normas nacionales422.
Competencia de1 Tribunal de Menores
28. El Tribunal de Menores juzgarii en única instancia en los delitos co-
metidos por menores que no hayan cumplido dieciocho (18) años a1 tiempo de

"' CS, DJ 2001-3-380, f. 17.297, o ED 511112001, con nota de PALACIO, "A propósito de la
coinpelencia contravencional de los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires".
'IR LL del 11711996, f. 94.437, o ED 170-395, f. 47.594, con nota a favor de Gozaini; i d , sala E,
LL del 4/9/1996, reseña 38.894-S; id., id., quien deja afuera las infracciones a la ley de tránsito, DJ
1997-2-837, f. 11.974.
Ver ORGEIRA - RUA, "Las sanciones impuestas por lajnsticia municipal de faltas: posibilidad
de recurrir ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil (ley 24.449)", JA 1997-1-751,
42@CS,1997-11-462,
"' C. Nac. Civ., sala H, al revocar una decisión en sentido contrario de la Jusiicia de Faltas, LL
del 111211998, f. 96.586.
'" "Pesas y Medidas", Código Alimenfario A ~ e n f i n oconf.
; LOSA,"Código de Convivencia",
LL del 251311999. Ver art. 33, inc. 2'.
COMPETrnCIA

comisión del hecho, aunque hubiese excedido dicha edad al tiempo de juzga-
reprimidos con pena privativa de la libertad mayor de tres

Ley Orgánica como Tribunales Orales de


erán asistidos por un equipo interdiscipli-
ía infanto-juvenil que lo dirigirá, por un -
es, también especializados en cuestiones
inoridad" (art. 14, párr. 2', ley 24.050).
nuestro modo de ver, y como no advertimos disposición en contrario, estos
ales tienen competencia federal y nacional común (ver arts. 25, 26,27, 31, 32
. En provincias esta labor la asume el TO en lo Criminal Federal (art. 16, ley
esulta apuntalado ante lo dispuesto en el art. 2", incs. c) y e)
24.050, donde se incluyen tanto a unos conio a otros. Ver arts. 48 a 60 de

as víctimas es hipótesis ajena a las previsiones del artículo423;


unscribe a los delitos cometidos por menores que no hayan
mpo de la comisión del hecho y están reprimidos con la pena
sin que importe el caso de menor víctima y un ilícito cometido por

cumbe a los tribunales orales entender en la tutela de menores a partir de la

e menores conocerá:
ación de los delitos de acción pública cometidos por me-
an cumplido dieciocho (18) años al tiempo de la comisión del

gamiento en única instancia en los delitos y contravenciones


nores que no hayan cumplido dieciocho (18) años al tiempo de
1hecho y que estén reprimidos con pena no privativa de la liber-
a de la libertad que no exceda de tres (3) años.
3") En los casos de simple inconducta, abandono material o peligro moral
enores que no hayan cumplido dieciocho (18) años al tiempo de eucontrar-
esa situación, coiiforme lo establecen las leyes especiales.
judiciales tienen competencia instructoria; además deciden
os casos como tribunal de juicio y, por último, conocen en la faz tutelar.

a) El inciso lo-labor insiructoria- corresponde a los delitos cuyojuzgainien-


.ncumbe al tribunal de menores (art. 28): aquellos que están reprimidos con pena
vativa de libertad mayor de tres años y cuyo imputado no ha cumplido dieciocho
años al tiempo de cometer el hecho. Se ha dicho que cuando el menor es víctima

' CNCP, sala 1, BJ nro 4, ps 516


'"'CNCP, sala 11, BJ nro 5, ps 112
"' CNCP, sala 111, JA 1995-1-101
72 COMPETENCIA Art. 29

debe intervenir el juez de menores426;este temperamento no se aviene, en apariencia,


con el texto legal ni con el criterio de la CNCP antes expuesto.
Dada su especialidad, corresponde a la justicia de menores, y no a la federal,
intervenir en la investigación de delito previsto por el art. 14, ley 23.737, pese a lo
señalado por su art. 34, relativizado a partir de la sanción de la ley 26.052427.
b) El inciso 2" lo convierte en tribunal de juicio para ciertos delitos y contra-
venciones.
Los órganos judiciales de la Ciudad de Buenos Aires -un juzgado de faltas-
no desplazan a estos tribunales cuando el menor imputado debe responder por una
contravención --circular a contramano sin atender el cartel indicador y conducir sin
registro-. De lo contrario no podría cumplirse con los propósitos de tutela y protec-
ción perseguidos por la ley 10.903; se sustraería a los menores de la jurisdicción con
una estructura adecuada para satisfacer los postulados de la legislación dictada en su
beneficio. Además de abarcar este precepto los casos de contravenciones, comprende
también los de simple i n c o n d u ~ t a ~ ~ ~ .
c) Inciso 3". Por el.último asumen los casos previstos en la Ley de Patronato de
Menores 10.903 y sus modificatorias (dec.-ley 528611957 y leyes 22.278 y 22.803).
La ley 24.050 establece la denominada Superintendencia de Servicio Social
Tutelar (arts. 42 y 43).
En todos los casos en que un menor de 18 años resulte imputado, será sometido
a examen mental obligatorio (art. 78). Además, no rigen a su respecto las disposicio-
nes sobre prisión preventiva (art. 315), pues se aplican las correspondientes normas
de su legislación específica (art. 14, segunda oración, de la ley 10.903 -texto con-
forme al dec.-ley 528611957- y ley 22.803).
La CCC, sala Especial (Int.), parece haber dado al inc. 3" una amplitud que
no condice con los dos incisos anteriores y el art. 28; ha decidido que si se trata de
un hecho en el que resulta víctima un menor, la investigación corresponde a estos
Órganos429;sin embargo, se adecua a lo dispuesto por el párrafo final del art. 24 de
la ley 24.050, antes de su sustitución operada por el art. 1" de la ley 24.17043".Ahora
corresponde conocer al fuero de menores siempre que haya un menor imputado;
además, ha desaparecido la cesura del juicio -según dijimos, podía tomarse como
sustento del criterio jurisprudencial para decidir cuando se trataba de un menor vícti-
ma- que el texto reeinplazado imponía, luego de la declaración de responsabilidad
penal efectuada por el tribunal de mayores, decidir en cuanto a la imposición de pena
incumbía al de menores (art. 4', ley 22.278). Dicha cesura subsiste para el estricto
juzgamiento de los menores, al extremo de que su declaración de responsabilidad
resulta sentencia incompleta --entiéndase a los fines de la casación como no defini-
tiva- hasta tanto se imponga pena43'.

CCC, sala V, SJP, LL del 261511995, f. 93.190.


CCCFed., sala I1,2811212005, "L., Y. A.", JA del 291312006, p. 47; id., sala 1, 101412006, "A,,
W. D.", c. 38.655, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de .iurispmdcncia de
la CCC.
42s CS, ED del 1411112002, f. 51.766.

C. 6016, del 241911992.


"'O BO del 3011011992. Ver CCC, sala V, "Girón, Bonifacia", JA 1998-111-1184,reseña nro. 93
CNCP, BJ nro. 4, sala 11, ps. 61163.
Art. 30 COMPETENCIA a

No correspotide inren,c.iiir a itn iriagisirado eti ejercicio del patronato si el meiior


ticiie progenirores dispii<siosa liacersc cargoJ". Al juzgado de inenores sólo le incuni-
be enél sÜpuesto de abandono material o -peligro - moral que imponga la disposición del
menor.'33.SU intervención cesa cuando se agotó la p~ugiva434. ^

Salvo la retención de las facultades tutelares sobre el menor víctima, corresponde


uzgado de instrucción entender en el juzgamiento de los imputados mayores435. -
Si el menor no sólo fue victima de una disfuncióu familiar, sino que también
y consumido drogas, debe intervenir el juez de menores y no
justicia en lo civil (confr. arts. 234, inc. 2', CPN)436.Aunque debe valorarse en
da caso en concreto si resulta más beneficioso para el menor la intervención del
cuando el problema excede el margen de solución al alcance
de familia; esto es, si ha incurrido en delitos o contravenciones o resultó
o se halla en abandono material o peligro
virtual estado de abandono moral, cuando no también material, generado
r el impedimento de contacto del menor con alguno de sus progenitores, amerita
intervención del juzgado de menores, en razón de lo establecido por el inc. 3°438.
anteado el conflicto de competencia entre dos tribunales integrantes de distintos
eros, debe acordarse intervención -4escontado que ambos pueden asumir la
nción tutelar del menor- al que se encuentre en mejores condiciones de alcanzar
protección integral de sus derechos439.
El control sobre las reglas de conducta, al otorgarse la suspensión del proceso a
o de menores y no al de ejecución40.
ete a los jueces federales conocer en las causas de menores

Sobre "juicio de menores", ver arts. 410 a 414.

el juez de ejecución
30. El Ikibunal de Ejecución conocer4 de los asuntos establecidos en el
ibro V del Código Procesal Penal.
Corresponde hacer la salvedad de que el cómputo de la pena incumbe al tribu-
al de juicio ante el cual debe sustanciarse, si mediare oposición -desacuerdo-,
el respectivo incidente, que queda detraído de la competencia del juez de ejecución

ente, le están asignadas todas las otras cuestiones que pue-


e la ejecución (arts. 490 y 493, última oración del párrs. 2"

CCC, sala V11, "Espíndola, Jorgelina", JA 1998-111-1184, reseña nro. 91.


"' CCC, sala IV, "Piombo, Hugo", JA 1998-111-1184, resena nro. 92.
'"" CS, "N.N. slexpediente de disposición tutelar nro. 14.499", Competencianro. I07.XL, difun-
dido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jurisprudencia de la CCC.
"' CCC, sala V, ED 154-427, nro. 4.
43TNac.Civ.,sala C, LL del 261411993, f. 91.269.
"' C. Nac. Civ., sala C, ED 159-619.
CCC, salaV11, LL del 231411999, f. 98.631, o DJ 1999-1-964, f. 13.996.
"' CS, ED del 31611999, f. 49.281.
M"NCP, sala IV, LL del 131812001, f. 102.451.
74 COMPETENCIA Art. 30

El Código le confiere tan sólo lo concerniente a la ejecución penal, pues lo


relativo a las condenas pecuniarias -resultado del ejercicio de la acción civil
(art. 14)-- y a la efectivización de costas y satisfacción de honorarios, es competen-
cia de los jueces civiles (art. 5 16), si no son tempestivamente afrontadas o cumplidas
ante el tribunal que los decidió.
Ver art. 29, ley 24.050, donde se organiza un equipo interdisciplinario y una ofi-
cina en establecimientos penitenciarios para el control de la suspensión del proceso
a prueba. Confr. también arts. 72 a 77, ley 24.121; el art. 75 atribuye las funciones
del juez de ejecución en el interior del país a un juez del Tribunal Oral con recurso
ante la Cámara Federal de Apelaciones o ante el órgano judicial competente, según el
caso. Asimismo, asigna el control de la suspensión del proceso a prueba al juez que
la dictó. A partir de la incorporación del art. 72 bis, ley 24.121 (art. 11, ley 26.371),
las funciones del juez de ejecución respecto de sentencias dictadas por los tribunales
orales en lo criminal federal con asiento en la Capital Federal y en lo penal económico,
serán desempeñadas por un juez del tribunal oral respectivo. En los casos de sentencias
definitivas o autos dictados por jueces federales de la Capital Federal que concluyan
o suspendan a prueba el trámite de los procesos, la función de juez de ejecución será
ejercida por éstos. De tal Torma, los jueces nacionales de ejecución penal con asiento
en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entenderán solamente respecto de las senten-
cias dictadas por los tribunales nacionales en lo criminal de dicha ciudad (art. 72, ley
24.121).
Pero los procesos ya remitidos por los tribunales federales de la Capital Federal
a los jueces nacionales de ejecución penal continuarán allí su trámite hasta su finali-
zación (art. 12, ley 26.371)@'.
Kent advierte la posibilidad de que el juez de ejecución se convierta "...en una
suerte de director de hecho del establecimiento correccional, avasallando las atribu-
ciones del órgano adrninistrativ~"~~~; también le augura poco margen de independen-
cia y censura el escaso apoyo interdis~iplinario~~.
Las resoluciones judiciales firmes dictadas en un proceso penal producen efec-
tos ejecutivos de variada índole; la competencia del juez de ejecución se extiende
al control de toda pena privativa de la libertad, sea cual fuere su modalidad de im-
posición o su tiempo de efectivizacióu. En vez, las comunicaciones, excepto las
previstas en el art. 500 e intimaciones al pago de las costas, están a cargo del órgano
que pronuncie la resolución o sentencia respectiva, pues se trata de actos procesales
previos a la etapa ejecutivaM4.
En opinión de Abalos, el único recurso admisible respecto de las decisiones de
estos jueces resulta ser el de casación, por manera que debiera estimarse errado el
texto del art. 24, inc. 1" (art. 49 l), pues "...en ninguna otra parte de la ejecución penal
aparecen resoluciones contra las cuales proceda el recurso de a p e l a ~ i ó n " ~ ~ .

"' El an. 14 de la lev26.371 establece: "Las dis~osicionesde esta ley se im~lemeniaránuna vez
q ~ ec cLenre coi1 21 ciiuiro presiipu'ctnrionecesitio para la arenciun Jel &!ssioque su vbjctu deniande,
. .
el que $e ininurori al DrenuDuesio Dora el zicriicio dcl aiw ?U08 del 1'ddi.r Jiidi;ial dr' la Ndci611.Los
mági.;tradon;~ionariosy emple'ados que se designen en los cargos creados, sólo tomarán posesi6n
de los mismos cuando se dé la mencionada condición financiera".
Ejecución..., p. 151.
""p. cit., ps. 158, 159.
"" CNCP, plenario nro. 1,2714/1994, "Maldo~iado,Marta", LL del 121711994, f. 92.323.
Código...,ps. 1001101 y 116.
COMPETENCIA e

La CS, por acordada 6811993 del 711011 993, estableció que basta la iiltegraci
definitiva de los TOF, las funciones del juez de ejecución en todas las causas con
sentencia condenatoria firme serán ejercidas por los magistrados que dictaron los
respectivos pronunciamientosM6.
Su competencia no cesa aun cuando la pena se cumple en un establecimiento

La ley de ejecución en la pena privativa de la libertad 24.660 prevé diversas


uestiones sometidas durante la ejecución, "...al permanente control judicial". No
ólo asignado al iuez de eiecución, sino también al "iuez comnetente" fconfr. arts. 39
i o , i i , i s , 19, i o , 28,3i, 33,34,35,37,44,45,45,48,49:50,51,52,53,54,55;
67,72, 75, 158, 162 y 165, id.).
Determinar si corresponde fijar a los condenados prisión discontinua incumbe
uez de ejecución y no al tribunal de juicioM8.
Según Kent, "...las funciones del juez de ejecución, tanto en el orden nacional
to en el federal, no se limitan a la enunciación de los cinco incisos del artículo
ino que son abarcativas de todas las disposiciones receptadas en el Libro V,
IL.."449.Se comprende la excarcelación de enfermos por razones humanita-
. El art. 11, id., las toma aplicables a los procesados siempre que no se contra-
gan con el principio de inocencia y resulten más favorables y útiles para resguar-
su pers~nalidad~~'. En consonancia con ese temperamento, el art. 96 de dicha ley
e atribuye conocer en grado de apelación respecto de las sanciones dispuestas por
director del establecimiento donde esté alojado el interno. De ahí que las únicas
estiones susceptibles de inspección por vía casatoria resulten las inherentes a ins-
revistos en el Código
a interpretación sistemática de esta ley conduce a advertir que existen de-
de exclusiva competencia del juez de ejecución, otras recurribles ante la
amara de Casación y, por último, las impugnaciones ante el juez de ejecución sin
erjuicio de los casos en que proceda el recurso de apelación del art. 18 de la ley
4.050. Por ende, la competencia judicial del juez de ejecución puede ser exclusiva,
rimera o de segunda instancia453.
Ciertas solicitudes -arts. 35 y 50 de la ley 24.660- deben ser resueltas por
ez de ejecución o el que tenga asignada sus funciones si fueron pedidas por las
partes para cumplir la pena454.El mismo tribunal -e11 la misma causa- decidió
que imponer la realización de trabajos comunitarios compete al juez de ejecución455.

M6 CF San Martin, sala 1, ED 164-528, f. 46.704.


TOF Mar del Plata, LL del 2911 111996, f. 94.914, con nota de Kent.
TOC, nro. 2, LL del 19/2/1999, f. 98.374, o DJ 1999-1-460, f. 13.821.
M W ~ e c h ~ .p.. .221.
,
430 Op. cil., ps. 44, 45, n. 18.

"' Op. c i r , p. 172.


También, respecto de aquellos fijados en la ley 24.660 (opinión del actualizador).
43'CNCP, sala 1, LL del 2611211997, f. 96.528, con nota de Kent, "Las aminoradas fronteras
asatorias en el reducto de juridicidad de la ejecuciói~penal", o DJ 1998-1-487, f. 12.609.
"' TOC nro. 2, LL del 3011111998, f. 97.170.
LL del 3011111998, f. 97.171.
76 COMPETENCIA Art. 30 bis

El control de las condiciones impuestas cuando se decide suspender el juicio a


prueba incumbe al juez de ejecución con competencia territorial donde el beneficia-
rio reside456.
Si la causa tramitó bajo el régimen de la ley 2372, la actualización de la multa
y el control de la ejecución incumbe al juez que dictó la sentencia y a la Cámara de
Apela~iones~~'.
Es competencia del juez de ejecución resolver el amparo por mora contra el Pre-
sidente de la Nación con el objeto de que se expida sobre un pedido de
La observación del cumplimiento de la supresión registra1 prevista en el
art. 22, ley 23.737, corresponde al juez de ejecución. Si en la jurisdicción territorial
el magistrado de la ejecución es un juez de Tribunal Oral, corresponde a éste resolver
la presentación y no al cuerpo como colegio de jueces459.
Competencia de la Cámara Federal de Casación Penal
Art. 30 bis. La Cámara Federal de Casación Penal juzga de los recur-
sos de inconstitucionalidad, casación y revisión interpuestos contra la senten-
cia y resoluciones dictadas por los Bibunales Orales en lo Criminal Federal
con asiento en la Capital Federal, y en las provincias, la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal y las
cámaras federales de apelaciones con asiento en las provincias, jueces naciona-
les en lo criminal y correccional federal de la Capital Federal y jueces federales
de primera instancia con asiento en las provincias y tribunales orales y Cdmara
Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico, respectivamente. Tiene compe-
tencia territorial en toda la República considerada a este efecto como una sola
jurisdicción judicial. Asimismo, entiende en los casos previstos en el art. 72 bis
de la ley 24.121460.

Ver comentario art. 23. Se sustituye la denominación "Cámara Nacional de


Casación Penal" contenida en las leyes 24.050, 24.121 y en toda otra norma que la
utilice, por "Cámara Federal de Casación Penal" (art. 13, ley 26.371). El art. 14 de
la ley 26371 establece: "Las disposiciones de esta ley se implementarán una vez que
se cuente con el crédito presupuestario necesario para la atención del gasto que su
objeto demande, el que se imputará al presupuesto para el ejercicio del año 2008
del-Poder Judicial de la Nación. Los magistrados, funcionarios y empleados que se
designen en los cargos creados, sólo tomarán posesión de los mismos cuando se dé
la mencionada condición financiera".
La mención a las resoluciones dictadas por las Cáinaras Federales de Apelacio-
nes importa un reconocimiento legislativo a lo resuelto por la CS en "Di N ~ n z i o " ~ ~ ' .

'16 CNCP, sala IV, ED del 301612000, DPPC, f. 123; id., id, 31311999, "Abdian, Victor", c. 1399,
r. 1739.4, oDJ2000-1.693, f. 15.130; id., id, ED del 711212000, DPPC, f. 150.
CNCP, sala 111, JA2000-IV-685.
"S CS, JA del 131312002, p. 66.
CNCP, sala N, LL del 181212003,f. 105.077.
'" Incorporado por ari. 3", ley 26.371, BO del 301512008.
46' Fallos 328:1108. Ver comentario art.457, acapite h).
Ast. 31 COMPETENCIA

Competencia de la Cámara Federal de Apelaci6n


31. La Cámara Federal de Apelación eonocerá sin perjuicio de lo dispuesto
en leyes especiales:
13 De los recursos deducidos contra las resoluciones de los jueces federales.
2") De los recursos de queja por justicia retardada o denegada por los -
mismos.
3") De las cuestiones de competencia entre los tribunales federales en lo eri-
mina1 y de los jueces federales de su competencia territorial y entre jueces federa-
les de su competencia territorial y otras competencias territoriales.

a) Inciso lo
En primer temino conoce de las impugnaciones deducidas contra las resolu-
ciones de los jueces federales cuando actúan como instsuctores (art. 23, inc. lo), en
los mismos supuestos que la Cáinara de Apelación (art. 24, inc. lo) respecto de los
jueces de instrucción (art. 26). Téngase en cuenta lo expuesto acerca del iuero en lo
penal económico en la introducción al Capítulo 11, Titulo 111, Libro 1.
Las contravenciones previstas en el Código Aduanero deparan la intervención
de estos órganos462.
b) Inciso 2"
También le está asignado ----con acierto discutible porque no se trata de un recur-
so- el conocimiento de la queja por "...justicia retardada...", con el mismo alcance
que en los casos de las Cámaras de Apelación (ver comentarios a los arts. 24, inc. 2O,
y 127). Ver la queja por denegación del recurso prevista en los arts. 476 a 478.
c) Inciso 3'
Decide las cuestiones de competencia entre tribunales federales en lo criminal y
eces federales, ya sea del lugar de su asiento como de los demás distritos judiciales
rts. 3", ley 24.050, y 21,24.121; ver comentario al art. 22, punto c]).
Pese a que los Tribunales Orales y las Cámaras de Apelaciones tienen idéntica
jerarquía, por razones exclusivamerite prácticas se les atribuye decidir las cuestio-
nes que involucren a los primeros4". Este precepto colisiona con la política proce-
sal imperante acerca del tribunal decisor de las cuestiones de competencia, tal cual
ha sido expuesto al comentar el art. 24, inc. 3". Según Palacio, como consecuen-
cia del criterio sentado por la CS en el caso "López" (ver comentario al art. 23),
"...fuera de las contiendas planteadas entre tribunales y juzgados de una misma ju-
risdicción temtorial, cuya decisión corresponde a la Cámara Federal respectiva, y de
las suscitadas entre jueces nacionales (federales u ordinarios) de toda la República
que deben ser resueltos por la Cámara de la que dependa el juez que previno (art. 44,
Cód. Proc., y 27, inc. 7', dec.-ley 128511958), las restantes cuestiones de esa índole
ingresarían al ámbito..." de la CNCP4@.Una vez resuelto el conflicto, más allá de su
acierto, debe acatarse si11que el juzgado receptor pueda volver a plantearlo465.

"2 CNCP, sala IV, LL del 261612000, f. 100.451.


*' CFed. Córdoba, sec. Penal, ED 167-82, f. 47.079; CS, JA 1996-111-70,
4" "La Cámara Nacional de Casación Penal...", ED 157-104, columna 24 pán: 2".
" W F San Martin, sala 1, LL del 301311999, f. 98.54I; CNPE, sala A, LL del 311511999,
f. 98.800.
78 COMPETENCIA Art. 3 1

No hay conflicto entre tribunal oral y juez federal cuando este último discrepa
con lo resuelto por aquél en el marco de sus facultades, como consecuencia del exa-
men impuesto por el art. 354 y se trata de una nulidad absoluta (art. 168, párr. 2°)M6.
Sin embargo, se han dictado resoluciones en sentido contrario decidiéndose que la
Cámara Federal debe dirimir la Las decisiones adoptadas por el tribunal
de juicio en función del citado art. 354, ceñidas a la declaración de nulidad, pueden
decidirse de oficio y resultan de obligado acatamiento por los jueces de instrucción,
siempre que resulte aplicable el art. 1674G88.
La de la Capital Federal conoce, además, en los recursos contra las decisiones
del jefe de la Policía Federal Argentina en materia de derecho de reunión (art. 20, ley
24.050). Las radicadas en el interior del país actúan en su respectivo ámbito territo-
rial (arts. 3' y 21, id.).
La ley 25.269 estableció que los TOC Fed. radicados en provincias que no
cuentan con Cámaras Federales de Apelaciones pasarán a constituirse y denominar-
se como Cámara Federal (art. lo). Tiene competencia para conocer en los supuestos
establecidos en el art. 24 (art. 2"). Se prevé su integración en los casos pertinentes
(art. 47, cuáles funcionarios del MP intervendrán ante ella (art. 5") y se establece
competencia apelada contra las resoluciones definitivas de los organismos y entes
administrativos en los casos autorizados por las leyes (art. 6'). Su art. 7" detennina
que esta nueva jurisdicción y competencia será asumida a los sesenta (60) días de
publicada la ley469.La CS por acordada 19/2000470,de fecha 14/8/2000, resolvió
mantener la competencia vigente hasta la sanción de la ley 25.269 hasta tanto decida
lo concerniente a la asignación de causas nuevas o en trámite; para ello se basó en su
deber institucional de adoptar las medidas apropiadas para evitar que la nueva distri-
bución de competencias afecte la adecuada administración de justicia y, con ello, los
derechos y garantías de los justiciables. Asimismo, por acordada 21/2000471,dispuso
declarar que la vigencia de todas las disposiciones de la mentada ley quedadiferida
para la oponunidad prevista en la acordacla 19 2000.
Pero los alcances de 13 gatantia de imparcialidad fijados por la C:Sen..LIc~ewa"~~?
tomaron incompatible las atribuciones asignadas a los ~ribunalesOrales en lo Cri-
minal Federal473por los arts. 28 y 32 del Código -actuación como tribunal de jui-
cio- y por el art. 90, ley 24.121 -íünciones de órgano de alzada respecto de las
resoluciones dictadas por los jueces de instrucción-. Con buen criterio, la CS dictó
la Acordada 2312005474mediante la cual se excluyó la intervención de los tribunales
orales aludidos como órgano de alzada respecto de las resoluciones correspondientes
a la instrucción de procesos penales en los que ulteriormente deban intervenir como
tribunales de juicio. La función excluida pasa a ser cumplida por las Cámaras Fede-
rales de Apelaciones que son cabecera del distrito respectivo.

466CNCP, sala 1,201511994; JA 1995-1-112.


4" CNCP, sala 11, JA 1994-IV-633.
CNCP, sala IV, 121311999,"Vivanco Mulbayer", LL del 31112000, r. 3176.
'"BO del 211712000.
+'Vallos 323:2774.
"' Fallos 323:2775.
Fallos 328:1491.
"' Individualizados en el an. 1' de la ley 25.269.
BO del 811112005.
COMPETENCIA

ompetencia del Tribunal Federal en lo Criminal


deral en lo Criminal juzgara:
cia de los delitos cuya competencia no se atribuya a otro

delitos previstos en elart. 210 bis y en elTítuloX -

los delitos de competencia federal reprimidos con


o máximo exceda de tres años (art. 33, inc. 2'). Esta
or ende, capta tan sólo a los delitos federales pese
delitos tienen como fuente imnediata el art. 116,

is, Código Penal, castiga las asociaciones ilícitas calificadas.


El Título X del Libro 11, Código Penal, reprime los delitos contra los poderes
licos y el orden constitucional, comprensivos de los atentados contra el orden
stitucional y la vida democrática (Capítulo 1), la sedición (Capítulo 11) y las dis-
posiciones comunes a ambos (Capítulo 111).
Este inciso no hace más que explicitar un concepto genéricamente incluido en
1anterior; de ahí que su inserción no parece necesaria.
Para las provincias, confr. art. 16 de la ley 24.050. Mediante Acordada
luyó la intervención de los tribunales orales aludidos en el art. lo
o órgano de alzada respecto de las resoluciones correspondien-
enales en los que ulteriormente deban intervenir
ción excluida pasa a ser cumplida por las Cámaras
ones que son cabecera del distrito respectivo.
acción privada no corresponde intervenir al tribunal oral sino

a debe resolver la cuestión de competencia suscitada entre un


rovincia y un Tribunal Federal478.
competencia suscitadas con una Cámara Federal debe deci-
dirlas la CNCP479.
Competencia del juez federal
33. El juez federal conocer&:
1")En la instrucción de los siguientes delitos:
a) Los cometidos en alta mar, a bordo de buques nacionales o por piratas,
ciudadanos o extranjeros;
b) Los cometidos en aguas, islas o puertos argentinos;

"' Ver ~ ' A L B O MLajusticia


, ..., y comentario al art. 33.
BO del 811112005.
6 . Ver comentario al art. 27.
"' DJ 2000-1-1047, f. 15.271.
473 CNCP, sala 11, LL del 291512000, f. 100.314.
80 COMPETENCIA Art. 33

c) Los cometidos en el territorio de la Capital o en el de las provincias, en


violación de las leyes nacionales, como son todos aquellos que ofendan la sobe-
ranía y seguridad de la Nación, o tiendan a la defraudación de sus rentas u obs-
truyan y corrompan el buen servicio de sus empleados, o violenten o estorben
o falseen la correspondencia de los correos, o estorben o falseen las elecciones
nacionales, o representen falsificación de documentos nacionales, o de moneda
nacional o de billetes de bancos autorizados por el Congreso;
d) Los de toda especie que se cometan en lugares o establecimientos donde
el gobierno nacional tenga absoluta y exclusiva jurisdicción, con excepción de
aquellos que por esta ley quedan sometidos a la jurisdicción ordinaria de los
jueces de instrucción de la Capital;
e) Los delitos previstos por los arts. 142 bis, 142 ter, 145 bis, 145 ter, 149 ter,
170, 189 bis (l), (3) y (5), 212 y 213 bis del Código Pena14*0.
2") En el juzgamiento en instancia única de aquellos delitos señalados en
el phrrafo anterior que estén reprimidos con pena no privativa de la libertad, o
privativa de la libertad cuyo máximo no exceda de tres (3) años.
Ver introducción al Capitulo 1dc cste Título 111; en especial, arts. 18,24 y 3 1.
Estos órganos judiciales, al igual que los juzgados de menores y en lo correc-
cional, tienen asignada competencia instructoria y como tribunales de juicio.
La competencia federal puede ser considerada desde diferentes puntos de vista:
en razón del lugar, de la materia y por la persona o investidura del sujeto o función.
1. En la etapa insmictoria conocen en los siguientes supuestos:
A) Materia
a) El vocablo "almirantazgo" (art. 116, CN), tomado por la Constitución ame-
ricana de la legislación inglesa, significaba en ésta, originariamente, la potestad de
juzgar los hechos ocurridos en aguas del mar. La referencia apuntaba al lugary com-
prendía a los sucesos ocurridos más allá de la línea que determina la señal entre las
altas v, baias
, mareas.
Aquel alcance restringido fue e\icndido por los coristiruycnizs nonr.anicricanos
al incluir la expresi61i .'jurisdicción niaritima" tan. I lh, CN) y así otorgciron ni65
amplitud al concepto. Ante la ausencia en la Constitución de los Estados Unidos de
un dispositivo que deparase al gobierno federal la facultad de reglamentar la nave-
gación de los ríos interiores, en un comienzo la jurisprudencia limitó el alcance a los
casos relacionados con la navegación marítima, aunque luego la extendió a los lagos
y ríos interiores cuando por sus condiciones de navegabilidad pudieran utilizarse
como vía de comunicación con países extranjeros o entre los diferentes Estados.
Este precepto tiene como fuente al art. 3', inc. lo, de la ley 48, y al art. 23 del
Código derogado; a través de este último se añade el sustantivo "ciudadanos" a los
sujetos del delito cuando se trata de piratas.
Si se comete un delito en altainar a bordo de un buque nacional se capta el con-
cepto de almirantazgo en los términos del art. 116, CN.
Es competente la justicia federal para entender en la investigación del delito de
lesiones graves, ocurrida en un buque que se encontraba navegando en la zona donde
el Estado nacional ejerce jurisdicción exclusiva sobre el mar territorial argentinod8'.

4 8 V e x tsegún
~ ley 26.679 (BO del 9151201 1)
CS, LLdel 71212003, f. 105.034.
COMPETENCIA

La mera circunstancia de que el negocio jurídico se vincule con la actividad pes-


quera no convierte a las actuaciones en una causa de almirantazgo y jurisdicción ma-
ntima, aunque los presuntos autores del ilícito hubiesen invocado las disposiciones
contenidas en un tratado internacional, pues ello aparece sólo como un elemento más
el ardid desplegado y carece de idoneidad para constituir en parte con interés legítimo
la Nación, a la provincia o al Estado extranjero supuestamente afectado4g.
b) Este contenido está cubierto por el vocablo "jurisdicción maritima" mentado
or la Constitución Nacional en su art. 116, de suerte que al no colisionar (art. 538,
árr. lo, según art. lo, ley 24.131) con el art. 2", inc. 10, de la ley 48, aprehende el
onocimiento "...en general sobre todo hecho o contrato concerniente a la navega-
n y comercio marítimo". Sobre el punto existe una discordancia: mientras Zava-
83 afinna que si las actividades no están vinculadas a dichos ámbitos, excluyen la
oridad nacional, G ~ n d r estima
a ~ ~ ~que la atribución del Congreso para reglar el
ercio marítimo y terrestre con las naciones extranjeras o las provincias entre sí
7 5 , inc. 13, CN) sirve de respaldo a esta fuente de la competencia federal, pues
sdicción marítima", según la cláusula del art. 116, CN, resulta más amplia que

En general se admite que "almirantazgo" y 'Jurisdicción marítima" exigen que


causas se relacionen directamente con la navegación y el comercio marítimo que,
urisprudencia de la Corte Suprema, son las cumplidas entre un puerto de la
ica y otro extranjero, o entre los de dos provincias o en ríos interiores decla-
res para todas las banderas (art. 26, CN), lo cual desplaza a los derivados
del servicio de transporte, lanchaje u otras operaciones realizadas en los puertos por
embarcaciones r n e r ~ o r e s ~ ~ ~ .
El art. 116, CN, no extiende, como en otras situaciones en las que utiliza el giro
..todas las causas...", a los supuestos aquí analizados. Aunque la jurisprudencia del
Ito Tribunal resuelve que el art. 2" de la ley 48 (incs. 7" a 10) y el art. 111 de la
ey 1893 (incs. 7O a 10) no efectúan distinción alguna entre causas civiles y penales;
ello corresponde a la justicia federal en lo penal conocer en una defraudación co-
ida al disponerse como propio de un buque ajeno y de elementos incorporados486.
El fuero de excepción surge cuando se vincula a un interés nacional que lo jus-
tifique y no simplemente por haber ocurrido en aguas, navegables o no, ya que son
bienes de la Nación o de las provincias según la división de poderes hecha por la
Constitución Nacional. Por ello no corresponde a la justicia nacional sino a la provin-
cial conocer del hurto de una canoa amarrada a un yate de paseo487.Algunos fallos
de la CS arrojan luz sobre esta aparente superposición. En el caso de interrupción de
tránsito vehicular en una ruta, se asigna a la justicia provincial si el hecho ocurrió
durante algunas horas4", Por el contrario, si los efectos de la interrupción se prolon-
garon, estima que corresponde a la justicia federal489.Si la obstrucción se produce en

CS. 1311011994, JA 1995-1-683; ED 166-20, f. 46.892.


Derecho...,t . 1, p. 388.
48~uri,rdicción ...,t. 1, p. 150.
"' PALACIO, Derecho ...,t. 1, ps. 239 y 240; ALSMA, Derecho..., t. 11, ps. 632 y 633.
" Falios 234:504; 240:134 y 141; 241:247; 246:34.
'' Fallos 2372337.
LL del 211112001, f. 102.832.
'" LLdel211112001, f. 102.834.
82 COMPETENCIA Art. 33

una vía perteneciente a la jurisdicción provincial, resulta competente la justicia local,


toda vez que no se trata del servicio público interjurisdiccional o de vías de comu-
nicación de esa índole490.Tampoco corresponde intervenir a la justicia federal si los
imputados no obstaculizaron el tránsito vehicular, sino que solamente levantaron las
barreras del peaje para que los automóviles pasaran sin pagar tarifa49'.
El art. 198 del Código Aeronáutico (ley 17.285) asigna a la Corte Suprema
y a los tribunales inferiores de la Nación el conocimiento y decisión de las causas
que versen sobre navegación aérea o comercio aéreo en general y de los delitos que
puedan afectarlos. En virtud del art. 197, id.,se declara materia de legislación nacio-
nal la regulación de la circulación aérea en general. Los delitos que tengan vincula-
ción directa con sus intereses y los del comercio aéreo son de competencia federal492.
Lo expuesto no rebasa las prescripciones del art. 116, CN, en cuanto impone la
competencia federal en la medida que un interés nacional resulte afectado; también
se trata de un supuesto de competencia por materia493.
Corresponde a la justicia federal intervenir en el hurto cometido durante un
vuelo transoceánico en una aeronave de matrícula argentina, cuando su puerto de
aterrizaje fue en territorio, nacional494.
c) Aquí se ubican, en primer lugar, las causas regidas por la Constitución Na-
cional, por las leyes de la Nación y por los tratados con las naciones extranjeras que
conforman la competencia federal en razón de la materia, compuesta también de las
causas de almirantazgo y jurisdicción marítima examinadas en los acápites anterio-
res.
1. Causas regidas por la Constitnción Nacional son aquellas en las que el hecho
tiene recepción directa e inmediata en la Ley Suprema, sobre todo en función de la
soberanía y seguridad de la Nación. Esto sucede en los siguientes casos:
1.1. El delito de concesión de poderes iiránicos descripto por el art. 29, CN, y
castigado con la pena correspondierite al de traición (ver arts. 227 y 227 bis, párr.
1". CP):
1:2. El comportamiento previsto por el art. 22, CN, que el Código Penal repri-
me en los arts. 226 y 230, incs. 1" y 2', aunque en este último también se cubren los
supuestos lesivos de intereses provinciales.
1.3. El art. 127, CN, que tiene su correlato en el art. 229, CP;
1.4. El art. 119, CN describe la traición propiainente dicha y corresponde a las
figuras de los arts. 214 y siguientes del CP.
- 1.5. El art. 36, CN -incorporado por la reforma de 1 9 9 4 , también impone
la sanción prevista en el art. 29, id.,a quienes interrumpan su observancia con actos
de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático; extiende las mismas
sanciones a quienes usurpen funciones previstas para las autoridades de la Ley Su-
prema o la de las provincias. Además considera atentado contra el sistema democrá-
tico incurrir en grave delito doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento.
1.6. La ley 24.820 otorgó rango constitucional a la Convención Interamericana
sobre Desaparición Forzada de Personas. Significa "...una ampliación de la nonnati-

CS, LL del 151412004, f. 107.261.


"' CS, 26/1012004, "Arocena", RDP, LexisNexis, 912005, Jurisp~denciaSintetizada, p. 725.
492 Fallos 262507.
CS, Faiios 308:1560.
CS, 2511012005, "Descalzo", RDP, LexisNexis 412006, p. 744.
Alt. 33 COMPETENCIA

va de orden constitucional"; define en qué consiste aquélla "...con lo que está tipi
ionalmente a una figura penal". Todo Estado tiene competencia para
ender en los supuestos de desaparición forzada cometidos en su ámbito territorial
uando el imputado sea nacional de ese Estado o cuando lo sea la
Machado Pelloni publicó un trabajo en el que se afronta este tópico, y en un
uadro se establecen las relaciones entre figuras del Código Penal y disposiciones -
onstitu~ionales~~~.
El art. 32, CN, prohibe al Congreso federal dictar leyes restrictivas de la liber-
de imprenta o que establezcan sobre ella la jurisdicción federal, lo que no quita
los delitos comunes cometidos por medio de ella resulten competencia de los
eces federales o provinciales según la jurisdicción que corresponda497.
regidas por las leyes de la Nación excluyen a los Códigos dicta-
eso, en función del art. 75, inc. 12, CN, excepto que se trate de la
ral por razón de la persona o del lugar, en que resultan aplicables la
idad de sus disposiciones. Comprende los delitos previstos en leyes federales
ales. De manera que no se refiere a cuestiones captadas por la codificación ge-
es son leyes que el gobierno dicta por delegación expresa de las provincias
y, por eso, es una facultad restrictiva que debe ajustarse a los términos expresos de
fa airibución concedida.
Cabe señalar que, a veces, el Código Penal aloja disposiciones de carácter neta-
mente federal; tales son los casos de delitos contra la seguridad de la Nación -Títu-
lo IX del Libro 11- y la falsificación de moneda castigada por el art. 282.
Quedan comprendidos en este precepto los delitos que perjudican el patrimonio
'onal, aunque sea eventualmentea8. Si los aportes del Tesoro nacional fueron
sferidos a la Tesorería General de la provincia, su afectación o uso indebido sólo
udicado a las rentas locales499.A su vez, si la afectación se produce sobre
servicio de carácter local, el hecho incumbe a la justicia de instruc-
ficada la Administración Pública si los hechos consisten en
nes públicos concesionados -terminales portuarias- en contravención

Cuando la calificación remite a dos disposiciones penales -leyes 22.362 y


11.723-, el concurso es ideal y los hechos aparecen cometidos mediante una única
conducta, por lo que debe intervenir la justicia federalsoz.
El art. 2' del dec.-ley 666011963 atribuye al fuero en lo penal económico el
conocimiento y resolución de las causas por contrabando, siempre que haya sido co-
metido en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires. Este mismo delito cometido

*15 S A G ~'olerarquía
~ S , constitucional de la Convención Interamericana sobre Desaparición For-
zada de Personas", ED 173-888.
"Sobre las tensiones entre el derecho de resistencia y el derecho penal", JA 2000-IV-
132611343.
CCC, sala V, DJ 2000-3-433, f. 16.064.
' 9 8 CS, Fallos 229:756; 245:381; 307:2161; 308:704 y 1993. AMADEo, "Competencia federal:
crímenes que defraudan las rentas de la Nación", JA 1996-111-1108.
" 9 CS, JA 2000-1-90, o LL del 261512000, f. 100.299.

CCC, sala 1, LLdel81212001, F. 101.493.


IU' CCCFed., sala 1, LL del 201212001, f. 101.550.
CS, 151212000, "Diarte, E.", LL231212001, J: Agmp. nro. 15.517.
84 COMPETENCIA Art. 33

en el territorio de las provincias es de conocimiento de los tribunales federales allí


radicados (art. 3', ley 48; arts. 19 y 25, ley 24.050).
No constituye contrabando -y por ende no es competente el fuero penal eco-
nómicrr- la conducta de quien llevaba entre sus ropas una pequeña cantidad de
estupefacientei0'.
La CS estableció que si bien la Ley de Estupefacientes atribuye competencia a
la justicia federal para entender en los delitos reprimidos por dicho régimen -art.
34, ley 23.737s04-, iio modifica la atribuida al fuero penal económico para el contra-
bando de estupefacientes ocurrido en aeropuertos diesta ciudad y dei Gran Buenos
Airess", aunque no atiende a la extendida competencia temtorial del fuero penal
económico para el delito de contrabando.
A su vez, la ley 19.359 -t.o. por dec. 126511982, BO del 1811111982, modi-
ficado por ley 24.144- atribuye en el art. 16 la aplicación de la pena privativa de
la libertad en materia de régimen penal cambiario a los juzgados en lo penal econó-
mico en la Capital Federal o a los federales en provincia. Los recursos de apelación
deducidos en los sumanos que tiene a su cargo el Banco Central por infracción al
régimen penal cambiario -art. 5", ley 24.144- competen a los juzgados de primera
instancia en lo penal
La Ley de Defensa de la Competencia 22.262 (art. 34, id) defiere a los jueces
en lo penal económico de la Capital Federal o a los jueces federales en el interior del
país el conocimiento de los delitos mencionados en su art. 33.
El art. 22 de la ley 24.769 -Régimen Penal Tributario- atribuía el conoci-
miento en los delitos allí previstos a la justicia en lo penal ecoiiómico en el ámbito de
la Ciudad de Buenos Aires. Mediante ley 25.826 se asignó competencia a la justicia
nacional en lo penal tributario, manteniéndose la competencia del fuero en lo penal
económico en las causas que se encuentren en trámite. En las restantes jurisdicciones
del país será competente la justicia federalso7.
La Corte Suprema mediante Acordada 34/02 atribuye a la CNPE la cofidición
de tribunal de apelaciones en materia penal tributaria; también le asigna supenn-
tendencia sobre los juzgados en lo penal tributario; a su vez, los TOPE juzgarán los
delitos investigados por aquellos jueces.
La ley 23.737 -reguladora del régimen penal de estupefacientes- determi-
naba - e n su art. 34, redacción original- la competencia federal para los delitos
previstos y penados por ella; resulta cuestionable la competencia federal allí esta-
blecida en ciertos supuestos como la simple tenencia de estupefacientes (art. 14, id)
porque no se advierte vulneración de intereses o bienes cuya preservación incumba
--exclusivamente- al gobierno federalso8.Esta critica fue receptada mediante ley
26.0525wal sustituir el art. 34 de la Ley de Estupefacientes y establecer ahora que
los delitos previstos y penados por esta norma serán de competencia de la justicia

CNPE, sala A, 181512007,"Castnciano", JA del 5/9/2007, p. 79.


"'Actualmente modificado mediante ley 26.052, BO del 31/8/2005.
DJ 2001-3-379. f. 17.296; en contra CNPE, sala B, LL del 14/8/2000, f. 100:712, o DJ 2000-
3-358, f. 16.035.
*O6 CNPE, sala B, LL del 25/6/2001, f. 102.201.

Art. 1; BO del 11/12/2003.


Ver VAZQUEZ, "La competencia federal en estupefacientes en la jurisp~denciade ia Corte
Suprema", JA 1999-111-1128.
BO del 311812005.
Art. 33 COMPETENCIA

federal en todo el país, excepto para aqu61las provincias y la Ciudad Autónoma


Buenos Aires, que, mediante ley de adhesión, opten por asumir su competencia
los siguientes casos: art. 5' incs. c) y e), cuando se comercie, entregue, sumini
o facilite estupefacientes fraccionados en dosis destinadas directamente al consu-
midor; art. 5', penúltimo y último párrafo; arts. 14 y 29 y arts. 204,204 bis, 204 ter
y 204 quater del CP (art. 2", ley 26.052). No obstante, conocerá la justicia federal-
cuando la causa tuviere conexidad subjetiva con otra sustanciada en dicho fuero
(art. 3O, ley 26.052). Se establece asimismo que en caso de duda sobre la competen-
cia, prevalecerá la justicia federal (art. 4' ley 26.052). Las causas en trámite al mo-
mento de la reforma permanecerán en la justicia de excepción (art. 7', ley 26.052)5'0.
Corresponde a la justicia federal intervenir en la investigación de los delitos
tipificados en la ley 23.737 que se vinculan con el tráfico ilegal, enumerados en el
art. 3" de la Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupe-
facientes y Sustancias Sicotrópicas5". La forma en que se hallaba acondicionado el
estupefaciente -fraccionamiento en pequeñas dosis- amenta la intervención de la
justicia p r ~ v i n c i a l ~Quedan
'~. fuera de la jurisdicción federal los hechos puntuales
que signifiquen el último eslabón de la cadena de comercialización de estupefacien-
tessI3.
El art. 58 de la Ley de Residuos Peligrosos, 24.051, atribuye competencia a la
justicia federal para entender en sus aspectos penales. A su vez, su art. lo asigna com-
petencia a las autoridades administrativas federales cuando los hechos pueden afec-
tar a personas o el ambiente más allá de la frontera de la provincia en que se hubiesen
generado o cuando las medidas higiénicas o de segwidad que puedan disponerse
"...tuvieren una repercusión económica sensible tal, que tornare aconsejable unifor-

marlas en todo el territorio de la Nación, a fin de garantizar la efectiva competencia


de las empresas que debieran soportar la carga de dichas medidas". Tal limitación
sólo se encuentra enderezada a deslindar el campo administrativo y no a segar la
persecución de los ilícitos penales que su normativa establece con alcance nacional
a través de los arts. 55 a 58, id.
Incumbe a la justicia federal determinar si la presencia de hidrocarburos en
napas subterráneas de una estación de servicios resulta peligrosa o contaminante
y conforma un hecho punible de los previstos en la ley 24.051 jlj. El secuestro de
materiales con restos de derivados de hidrocarburos, si no se acredita que pudieron
haber afectado a las personas o al ambiente fuera de los límites de la provincia en que
fueron hallados, determinan la competencia p r ~ v i n c i a l j ~ ~ .
No es competente la justicia federal para conocer en la causa iniciada por la
existencia en la vía pública de residuos cloacales, si no se ha verificado hasta el

* ' O Una opinión critica hacia esta reforma puede verse en PROCAJLO y BARBARÁ,"La ley
26.052: nueva atribución de competencia en materia de estupefacientes", SJP, LL del 2811012005, p. 11.
"' CS, 201212007, "Castro", RDP, LexisNexis, 812007, p. 1471.
CS, 2711212006, "Echevaría", RDP, LexisNexis, 812007, p. 1472.
CS, 4/4/2007, "González", RDP, LexisNexis, 512008, "Actualrdad en la jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación 1-2008", p. 803.
"V CFSan Martin, sala 11,71811994, "Pregnolato", JA del 121411995,p. 20, con importatite nota
de Cafferatta, "Antijwidicidad, autoria y responsabilidad penal en la ley 24.051. Régimen probatorio";
también CS, JA 1996-111-62.
CS, DJ 1999-3-667, f. 14.766.
CS, DJ 2000-3-599, f. 16.116, o JA2001-111-88.
COMPETENCIA Art. 33

momento ninguno de los supuestos que permitan la aplicación de la ley 24.051


idéntico criterio respecto de la quema de neumático^^'^. En vez, si surge que las
muestras extraídas del lavado de camiones sistema contenían sustancias peligrosas
en los términos del art. 2"de la ley 24.021, cuyos efiuentes serían volcados finalmen-
te en el río Reconquista, como éste -a través del río Luján- es parte integrante
de la cuenca del Río de La Plata, cabe inferir que la contaminación pudo llegar más
allá de la frontera provincialsi9. En sentido contrario se expide la CNCP, sala IV,
al entender que no tiene relevancia la circunstancia de que los efectos del delito se
propaguen o no más allá de una única jurisdicción, ya que la expresa disposición del
art. 58, ley 24.051, es suficiente para determinar que debe conocer la justicia
federals20.Por ley 25.61ZS2'se estableció la competencia común, pero el Poder Eje-
cutivo vetó las nuevas disposiciones y la derogación de la ley 24.051, como se pro-
piciaba en el art. 60 de aquéllasz2.
El art. 32, apartados 3" y 4", de la ley 24.457, establece competencia federal
para los delitos allí descriptos, solución opinable por cuanto no se vulneran los inte-
reses protegidos a través del fuero de excepcións23.
Para que la violación de correspondencia sea juzgada por la justicia federal es
necesario que las piezas integrantes de aquélla se hallen bajo la custodia o servicio
del correosz4;se extiende a la sustracción de piezas postales525.Del mismo modo
debe afectarse de manera concreta, la prestación del servicio público interjurisdic-
cional de telecomunicaciones, más allá del patrimonio del particular que hubo de
afrontar el pago del exceso de Si se afecta el servicio público interjuris-
diccional de telecomunicaciones la causa es de competencia federalsz7;si la empresa
corta fibra óptica y cables de una empresa telefónica y no se configura el delito
reprimido por el art. 197, CP, al no producirse interrupción o entorpecimiento del
servicio, debe intervenir la justicia correccionalsz8.Cuando el correo es prestado por
empresas particulares corresponde al fuero ordinario529.La CS decidió que cuando

"' CS, 261212002, "Costa, Ricardo"; la disidencia del doctor Moliné O'Connor exnresa Que al
rciultar de las probarin~del siiniiirio que L'I objero d s 13 cdus:i iiioli\ J dz la coiitizndd i.s deterniinnr si
I;i corirnniiiiacr<jiireii.lraiitr ,le la emanaci0n d i liquxdus closc:ilzi a 1s \ i s publi~ari>iistitiive un Iiecliu
punible de los previstos en la ley 24.051, en razón de lo dispuesto por el'art. 58 de dicha nonnativa,
corresponde su conocimiento al fuero de excepción.
CS, 141612005, "Muro", Competencia NO. IS.XL1. difundido por el servicio de correo elec-
trónico de la Secretaria de Jurisprudencia de la CCC.
CS, ED del 131912002, f. 51.658; id,,71612005, Competencia 1657.XL "Empresa SantaTere-
sita", 5; 1511112005, Competencia 936.XL1, "Arias", estos últimos difundidos por el servicio de correo
electrónico de la Secretaría de Jurisprudencia de la CCC.
ED del 22/4/2004, p. 14.
s2' BO del 291712002.
"' DE LA VEGA- G~MEZ,"Medio ambiente. residuos pciigrosos y competencia federal", LL
del 1311212002.
IZ3 BARBARÁ, '%as sanciones penales en la Ley de Riesgos del Trabajo", JA 1996-1V-666.
CS, Fallos 196:456; 261 :215; 201212007, "Gómez", JA del 291812007, p. 52.
CS, Fallos 25756.
* 2 V S ,ED 154-138, f. 45.276.
I" CS, ED 168-49, f. 47.225.

CCC, sala V, LL del 161812002, f. 104.219.


CS, LL del 301511997, f. 95.432; CCC, sala IV, ED 170-420, f. 47.601, solución correcta; en
contra, id., salaVI; id, id., p. 421, f. 47.602; CCC, sala 1, LLdel2811111997, f. 96.398.
Arl. 33 COMPETENCIA

la Empresa Nacional de Correos contrata con terceros pariiculares, la ejecución del


servicio postal corresponde a la justicia provincial -común- y no a la federal
entender la sustracción del bolso que contenía correspondencia -distribuidor domi-
~ i l i a r i o - ' ~Empero,
~. como el Correo Argentino es una sociedad con participación
estatal mayoritaria, si la carta sustraída ya había sido despachada, corresponde inter,
venir a la justicia federali3'. No altera el criterio el carácter público o privado de la
empresa a cuyo cargo se encuentre distribuir la correspondencia; está fijada en razón
de la materia y no de las personas;el apoderamiento de coirespondencia importa la
afectación del servicio postals32.
Los problemas originados en el reclamo de indebidas facturaciones del servicio
telefónico exigen precisar el sentido y el alcance de normas federales como la ley
19.798; corresponde a la justicia federal entender si se suscita imposibilidad para el
denunciante de establecer comunicaciones durante períodos prolongados; dicho ser-
vicio público no se restringe al ámbito local y, de acuerdo con la ley 19.798, inc. c),
se encuentra sometido a la jurisdicción nacionali33.
Las elecciones nacionales comprendidas son, únicamente, las realizadas para
emitir el sufragio destinado a la renovación de autoridades federales (presidente,
vicepresidente, diputados nacionales y, en la Capital Federal, senadores). El juez fe-
deral con competencia electoral debe conocer la causa en que se investiga conducta
delictuosa acaecida en oportunidad de celebrarse un comicio nacional'34.
La falsificación de documentos debe tratarse de los emitidos en forma privativa
por una autoridad federals3>.Por eso no le corresponde intervenir cuando se adultera
un certificado de fabricación de un ciclomotor, pues no se ve afectado el Registro
Nacional de la Propiedad del Automotor, toda vez que no intervino en su expedi-
ción'". Por su parte, la CNCP, sala IV, asigna competencia a la justicia común en un
proceso por falsificación de un certificado de control técnico vehicular o de su uso,
pese a que la venta de los formularios la realiza el Banco de la Nación Argentina,
pues no media directo y efectivo perjuicio para las rentas esiataless3'. En cambio,
debe hacerlo si el hecho se comete con la finalidad de atentar contra las instituciones
nacionales mediante la conmoción, intimidación y alarma que los hechos causen al
espíritu público cualesquiera sean las personas individuales o jurídicas que resulten
afectadas, directamente, por la acción respectiva538;debe intervenir si se trata de la
falsedad ideológica (art. 293, CP), alojada en un acta de allanamiento labrada como
consecuencia de exhorto de un magistrado
El principio es que no le corresponde intervenir si no se desprende que el hecho
puede atentar, poner en peligro o dañar la seguridad del Estado o sus instituciones,

*'O ED 172-39, f. 47.819.


"' CS, al los 323:1804; CCC, sala VI, LL del 301611999, f. 98.948.
CS, Fallos 323:2074.
'" CS, ED de1 141711999, f. 49.379.
* l T F San Manin, sala 1, ED 177-551, f. 48.638.
"* CS, Fallos 307533; 308:1720.
CS, DJ 1997-3-934, f. 12.425, con nota de ALBRECHT, "La competencia en los delitos rela-
cionados con automotores".
"' LL del 2211012002, f. 104.594.
CS, LL del 301411998, f. 97.057.
CS, LLdel281411999, f. 98.649.
88 COMPETENCIA Art. 33

ni se encuentre vinculado al acontecimiento ningún iuncionario Tampoco


la determinan los perjuicios indirectos acaecidos como consecuencia de acciones
penalmente típicass4'.Si se trata de irregularidades en la implementación de los "pla-
nes trabajar", en orden a la designación dekus beneficiarios y a las adulteraciones de
documentos nacionales de identidad, debe conocer la justicia federal; mientras que
las presuntas exacciones ilegales cometidas en perjuicio de los beneficiarios, corres-
ponden a la justicia provincial542.
Los delitos comunes cometidos por medio de la prensa deben conocerse tanto
por los jueces federales como provinciales, según la jurisdicción que correspondas43.
3. El ejemplo más claro es el de la extradición pasiva -la solicitada a nuestro
país- aun cuando no haya tratado, pues siempre están en juego las relaciones de la
Nación con potencias extranjerassd4.
Si una persona cometió un delito en los Estados Unidos y optó por ser juzgada
en el país, debe intervenir la justicia federal con independencia de la naturaleza de
los delitos5".
B) Personas
En segundo lugar también se hace referencia a la competencia ocasionada en
razón de la persona o investidura del sujeto o función.
Según vimos al analizar el art. 22 -ver su acápite a)-, este rubro cubre los
supuestos previstos por el art. 117, CN, por un lado y, por otro, el expresamente
aludido ahora, conforme al cual le corresponde el juzgamiento de los delitos -aun
comunes- cometidos contra o por empleados federales en el desempeño de sus
Por eso conoce el allanamiento ilegal llevado a cabo por empleados de
la Policía Federal en una provincias4'; también cuando se atribuyen a un juez en lo
penal econóinico irregularidades en la investigación del delito de contrabando cuya
naturaleza es federalsd\ En idéntico sentido cuando se imputa de tentativa de exfor-
sión a un perito que actuó en un proceso ante el fuero penal económico; su condición
de auxiliar del juez de un magistrado eminentemente federal corrompe el buen des-
empeño de los funcionarios federaless".
No obstante y pese al alojamiento en una unidad del Servicio Penitenciario Fe-
deral, si el hecho atribuido consistió en excesos durante una requisa por empleados
de dicha unidad, su conocimiento corresponde al juez de la causa; el art. 18, CN, le
asigna el control directo de los requisitos establecidos para el régimen carcelario55o.
Aunque se ha entendido que corresponde a la justicia federal conocer la conducta
ilícita desarrollada desde el interior de la unidad penitenciaria federal, mientras no

I" CCC, sala IV, LL del 291511998, f. 97.231.


CNCP, sala 1, LLdel3011011997, f. 96.237 o DJ 1997-3-885, f. 12.402.
j4' CS, ED del 17/7/2002, f. 51.555.

CCC, sala V, LL del 311812000, f. 100.812.


CS, Fallos 242:430.
Conf. arts. 669 del CPC, 4", ley 19.764, y 116, CN; CNCP, sala 111, ED 174-507, f. 48.246.
'" CS, Fallos 236:296; 237:288; 307:76, 1692 y 1757; 308:214, 487, 1052, 1272 y 2467; JA
1997-11-90,
'" CS, LL del 161911991, f. 89.730.
CS, 81911992, C. 335.XXIV,.
CCC, sala 1, 171412007, "Madrid", JA del 41712007, p. 74.
*" CS, LLdel301512000, f. 100.334.
Art. 33 COMPETENCIA

se pueda descartar que el accionar hubiere afectado el normal desempeño de esa


instituciónss'.
Salvo el Presidente de la República, para quien es permanente la causa u oca-
sión de sus funcionesss2;aunque si se trata de manifestaciones relacionadas con su
situación familiar no guardan vinculación con aquéllas y el conocimiento de la causa
por delitos de acción privada que se le atribuyen corresponde al fuero ordinarioss3. -
Siempre que la participación de los imputados involucre su carácter de funcionarios
públicos federales interviene la justicia de excepciónss4;por eso cuando se imputa
enriquecimiento ilícito a dichos funcionarios debe conocer la justicia federalsss.
Los profesores de la UBA tienen carácter de funcionarios públicos y la falsifi-
cación y adulteración de las actas de examen compromete su normal funcionamiento
con trascendencia de dichos límites, pues los títulos universitarios obtenidos se ex-
piden con validez nacionalss6.La maniobra fraudulenta cometida por personal de la
Policía Federal --cobro de haberes por servicios no prestados- es de carácter local
y ajena a la justicia federalss7.
Si el hecho que se reprocha a un funcionario de la policía provincial ha obs-
m i d o el normal funcionamiento de instituciones nacionales, corresponde su conoci-
miento al fuero federalss8.
Si un legislador nacional formula declaraciones en su residencia sobre la situa-
ción suscitada a raíz del enjuiciamiento de su hijo por la justicia provincial, la conducta
atribuida -art. 213, CP, que castiga la apología del crimen- no aparece vinculada
con el desempeño de sus funciones y es de conocimiento de la justicia localss9.
La ley 21.541 de Trasplante de Organos establecía un sistema instituido por el
Estado nacional, para coordinar los mecanismos necesarios en todo el país con el
fin de realizar dichos trasplantes; por ende, los funcionarios y profesionales de las
administraciones locales incorporados a ese servicio quedaban sometidos al control
de la autoridad sanitaria nacional; aun cuando existiesen un doble juego de relacio-
nes afectadas -federales, provinciales y locales- la mera posibilidad de que quien
participa en el sistema de ablación y trasplante afectase un interés federal, habilitaba
la intervención de esta justicias60. Si un médico infringe la actual ley 24.193 y se
produjo la muerte de una persona, atribuida a aquél por la omisión de inscribirlo en
el listado del INCUCAI, lo que hubiera posibilitado un oportuno trasplante, se trata
de un hecho único cuyo juzgamiento incumbe a la justicia federals6'.

IS'CS, 2911112005, "Hanselman", Competencia 739.XL1, (se trataba del uso del teléfono allí
instalado para obtener claves de tarjetas y efectuar consumos), difundido por el servicio de correo elec-
trónico de la Secretaria de Jurispmdencia de la CCC.
CLARIÁOLMEDO, Tratado..., t. 11, p. 157.
CS, ED 154-582, f. 45.379.
CS, ED 174-648, f. 48.282.
CS, JA 1998-11-96.
CCC, sala VI1, LL del 261311999, f. 98.526.
CCCFed., sala 1, DJ 2001-1-922, f. 16.597.
CS, 1511112005, "Ragendorfer", Competencia 1092.XL1, (se trataba de procedimientos or-
denados por la justicia federal), difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de
Jurispmdencia de la CCC.
'19 CS, 241511993, comp. nro. 387. XXIV.

'a CS, JA 1994-111-651.


'" CS, DJ 2002-3-522, f. 18.801.
COMPETENCIA Art. 33

No corresponde su intervención si no se desprende que el hecho atente, ponga


en pellgro o dañe la seguridad del Estado o sus instituciones, ni se encuentre vincu-
lado al acontecimiento ningún funcionario,públi~o~~~. Es necesaria la representación
efectiva del Gobierno central en ocasión del hecho; en caso contrario, no aparece
afectada la causa de la investidura563y no corresponde intervenir a la justicia federal.
Más allá de la materia -a&. 149 ter, CP-, si el suceso tiene una estricta motivación
particular, se descarta esta competencia56d.
Es competente la justicia de excepción para conocer en una causa por lesio-
nes contra miembros de la Policía Federal, acaecida durante una manifestación de
protesta contra autoridades nacionales, si tuvieron la virtualidad de entorpecer la
función de quienes se encontraban encargados de brindar seguridad en la zona, esen-
cialmente, respecto de funcionarios del Estado nacional56s.
Si quien proporciona un servicio telefónico no acata las órdenes impartidas
por jueces federales de no facturar ciertos servicios, debe intervenir el fuero de
excepción566.
C) Lugar
No es suficiente con que el hecho se cometa en un lugar sujeto a la jurisdicción
federal -entendida como ámbito territorial de la Nación-, sino que es preciso que
haya afectado intereses nacionales o los fines para los cuales esos lugares están des-
t i n a d o ~pues
~ ~ ~ni, siquiera basta que la Nación deba eventualmente responder, con
su patrimonio, por los delztos achacables a sus dependientes; otro tanto sucede si,
radicados en la Capital Federal, los bienes están destinados al servicio local, aunque
extiendan sus actividades a todo el territorio de la Repúblicas68.Si el lugar es nacio-
nal, hasta con que medie la obligación, para una autoridad de tal carácter, de evitar
que los sucesos no ocurran569.
Esta cláusula equivale a declarar la vigencia del Código Penal íntegro sobje el
lugar como ley de la Nación.
En la Capital Federal, en razón del carácter nacional de todos los jueces con
jurisdicción en dicho ámbito, el fuero federal no conoce por razón del lugar ni en
las causas que versen sobre delitos que perjudiquen el patrimonio nacional, cuando
está afectado a la prestación de servicios locales en la Capital Federal o en el Gran
Buenos Aires, salvo que se encuentren comprendidos en la Ley General de Ferroca-
rrile~~~~.

s62 CCC, sala IV, LL del 241511998, f. 97.231.


563 CCC, sala 1, LL del 31/8/1999, f. 99.227, o DJ 1999-3-561, f. 14.733.
5 6 T S ,DJ 1999-2-1183, f. 14.498, O LLdel231711999, f. 99.045.
CNCP, sala IV, LL del 161112003, f. 104.995.
CNCP, sala 1, LL del 251212002, f. 103.367. Ver, además, AMADEO, "Competencia federal:
Delitos que obstmyen o corrompen el buen servicio de los empleados de IaNación" (JA-1996-11-1026).
CS, ED 113-140, f. 38.710; ED 124-103, f. 40.206; Fallos 307:1208; 308:1993 y 2425; CF
San Martín, sala 11, LL del 251811997, f. 95.839, o DJ 1997-3-194, f. 12.171.
CS, ED 124-104, f. 40.207.
C.Fed. La Plata, sala 111, LL del 241511996, f. 94.317.
*'O Art. lo, ley 14.180; CS, Fallos 257:697. AMADEO, "Exclusiói~de la competencia federal de la
Capital Federal: ley 14.180", IA 1996-11-1020.
Aii. 33 COMPETENCIA 91

D) Casos especiales
Se trata de delitos que no son específicamente federales. En su mayoría y, aten-
diendo a contingencias del momento, la ley 20.661 los incluyó en la competencia
federal. La jnrisprndencia de la Corte Suprema decantó esta extensión, en principio
violatoria de lo prescripto por el art. 116, CN, y de su carácter restrictivo; así resolvió-
que para radicar la causa en sede federal debía resultar de modo inequívoco que los
hechos no tenían estricta motivación particular y que, además, existiese la posibili-
dad de resultar afectada, directa o indirectamente, la seguridad del Estado nacional o
de alguna de sus institucioness7'. En cambio, correspondía remitir al Consejo Supe-
rior de las Fuerzas Arniadas para conocer un caso cuando los episodios se produjeron
en operaciones con el motivo alegado de reprimir al terrorisino, detrayéndolo de la
competencia provincial572;así quedaba abierta la posibilidad de reexamen por la
justicia federal en los términos del art. 445 bis, CJM (actualmente derogado por ley
26.394) 573.
Si se investiga el delito previsto por el art. 142 bis, CP, los hechos tienen estricta
motivación particular y no existe posibilidad de resultar afectada la seguridad del
Estado nacional, es competente la justicia en lo criminal de
Laexcepción referente a la simple tenencia de armas de guerra obedece a una
modificación efectuada por la ley 23.817; su aplicación se supedita a que dicha te-
nencia esté determinada por el uso para la comisión de un delito federals7s.Desde
luego que siempre prevalece el principio del respeto a los procesos ya radicados en
sede Puede resultar competente la justicia provincial para investigar la
tenencia de un arma de guerra aun cuando contenga una munición de tal carácterS7'.
Asiste razón a la CCCFed., San Martín, sala 1, cuando distingue -luego de la refor-
ma operada por ley 25.086s7s- si la portación de arma de fuego de uso civil reúne si-
milares características a la tenencia de arma de guerra, concluyendo que el principio
contenido en la ley 23.817 debe prevalecer e inclinar la solución al conocimiento de
la justicia local; de otra manera resultaría iiicongrnente habilitar la justicia de excep-
ción por el delito menor y mantener la ordinaria para los que afectan más severamen-
te idéntico bien j n r í d i ~ o ~ Si
' ~ .los elementos incautados -granadas- encuadran en
el tipo de materiales previstos en el capítulo 1 del dec.-ley 30211983, reglamentario
de la ley 20.429, cuya tenencia está prohibida por las disposiciones del art. 27 de esa
norma, resulta competente la justicia federalsso.
Debe tenerse en cuenta que en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Ai-
res se transfirió al Poder Judicial de dicha ciudad la investigación y el juzgamiento

$" CS, Fallos 306:434; 307:704 y 1715.


CS. Fallos 307:2139.
BO del 29/8/2008. Según su art. 7', comenzó a regir el 261212009.
CNCP, sala IV, LL SJP,del 3111012003, f. 106.428; con nota favorable de ALMEYRA, "Re-
flexiones sobre la competencia penal de lajusticia federal"; CS, SJP, LL del 281712003, f. 105.889.
$'* CS, 41611991, Comp. nro. 607-XXIII, ED del 211211992, nro. 497.
CS, ED 143.121, f. 43.553.
CS, ED 153-446, f. 45.212.
Ver BARRAL, "Consideraciones sobre la ley 25.086", LL del 1811111999.
JA1999-lV-137;Cs,JA2001-11-122,oLL121212001,f. 101.500,0DJ2001-1-312,f. 16.377;
id., LLdel201412001. f. 101.862: id., "Cabrera", LLdel301512001, f. 102.060: CCCFed., salaII, ED del
2111 112000, f. 50.441; en el mismo sentido, CS; JA2001-11-127; CCCFed. ~ r a lRoca,
. J~2001-1-116.
CS, LLdel 51512003, f. 105.444, o DJ del 211512003, f. 19.648.
92 COMPETENCIA

de los delitos de tenencia y portación de armas de uso civil y su suministro a quien


no fuera su legitimo usuarios8'.
El secuestro de armas para ser de competencia federal debe tener, por la canti-
dad y características, apariencia del delito de acopio de armassR2.
Los delitos de intimidación o estragos perpetrados mediante TNT o trotyl co-
rresponden a la justicia federals8'. En vez, no lo son los delitos previstos en la ley de
Protección y Conservación de la Fauna Silvestre, 22.421 s84.
11. Actúan como tribunal de juicio en los supuestos anteriomente señalados
cuando los hechos estén reprimidos con pena no privativa de la libertad (por ejem-
plo aplicación arbitraria de fondos del art. 260, CP) o privativa de la libertad cuyo
máximo no exceda de tres años (atentado y resistencia contra una autoridad federal,
arts. 237 y 238, CP).
111. Por via de apelación también conocen en los casos de contravenciones na-
cionales (Pesas y Medidas, Código Alimentario Argentino; conf. comentario al art.
27, inc. 3").

Tanto en esta sección como en las dos siguientes se regulan los limites dentro
de los cuales cada tribunal unipersonal o colegiado puede ejercitar la jurisdicción,
luego de deslindada la competencia federal propiamente dicha frente a la nacional u
ordinaria en la sección anterior; también frente a la provincial. Dicho criterio no sólo
esclarece la relativa a la materia desde el punto de vista institucional -federal,,na-
cional o provincial- o por la gravedad del hecho ---criminal o correccional- sino
también funcional, pues afronta la intervención de los diferentes tribunales del mis-
mo ordenamiento (v.gr., Casación, Cámaras de Apelación, Tribunales Orales, jueces
de primera instancia).
Cuando la causa corresponda al conocimiento de la justicia federal o nacional
se seguirá el trámite del juicio común (Libro 111) o correccional (Libro 111, Título 11,
Capítulo 1) según el monto de la pena o, conforme a la naturaleza de la acción, el
señalado en el Libro 111, Titulo 11, Capítulo TI.
El juzgamiento de los menores (Libro 111, Título 11, Capitulo 11) conesponderá
a los órganos específicos en la Capital Federal (art. 2', incs. c] y e], ley 24.050), ya
se trate de un delito de carácter federal o común. En provincia, en estos episodios
intervendrán los jueces federales (art. 27, id.), desde luego siempre que el hecho esté
comprendido dentro de la competencia federal.
En el fuero penal económico el juzgamiento, cualquiera sea la gravedad del delito
-criminal o correccional-, corresponde al Tribunal Oral (arts. 13 y 25, ley 24.050).

Ver ley 25.886 (BO del 51512004).


CS, 211312000, "Torres", LL del 291812001, J. Agmp. nro. 16.037.
CS,JA 2001-111-94.
CS, JA 2001-111-94. Ver además nuestro trabajo "La coinpetencia federal y la ley 20.661n,
JA 29-1975.685. ROMEROVILLANUEVA, "Competencia penal. Reseña", Capítulo 11, nros. 7 a 15, JA
1998-111-1175.
COMPETENCIA

Determinación
34. Para determinar la competencia se tendrá en cuenta la pena estable-
cida por la ley para el delito consumado y las circunstancias agravantes de ca-
lificación, no así la acumulación de penas por concurso de delitos de la misma
competencia.
Cuando la ley reprima el delito eon varias clases de pena, se tendrá en-
cuenta la cualitativamentemas grave.

a) Generalidades
Se trata de un supuesto de competencia cuantitativa o por importancia del con-
flicto, atendiéndose a la entidad de la pena atribuida: la más grave al fuero en lo
criminal y la menos grave al correccional; aunque no siempre se admite este tem-
peramento, pues se lo enfoca como un distingo en punto a la materia objeto de la
pretensión penalsas.
Para diferenciarla se debe acudir a la escala fijada por el Código Penal en abs-
tracto. No se tiene en cuenta la pena que en concreto correspondería al caso juzgado.
Así, en el supuesto de las lesiones culposas, como el máximo de la pena es de un
año (art. 89, CP), son resueltas en instancia única por el juez en lo correccional (art.
27, inc. 2") o de menores (art. 29, inc. 2") o federal (art. 33, inc. 2'). En cambio, las
graves (art. 90, CP), cuyo máximo es de seis años, incumben a los tribunales en lo
criminal (art. 25) o de menores (art. 28) o federales (arl. 32).
En vez, la escala fijada por el art. 55, CP, para el concurso real resulta ino-
cua para decidir esta competencia. De suerte 'que, aunque concurran cuatro lesia-
nes culposas -con un máximo de cuatro años (arts. 55 y 89, i d . ) , su juzgamien-
to no escapará a los juzgados unipersonales con competencia en lo correccional
(arts. 27, inc. 2', 29, inc. 2", y 33, inc. 2").
Cabe advertir que si el delito tiene fijada en el Código Penal pena no privativa
de libertad-por ejemplo, la aplicación arbitraria de fondos del art. 260, id.- siem-
pre tramitará por las formas del juicio correccional (arts. 27, inc. lo,29, inc. 2", y 33,
inc. 2").
El último párrafo comprende los casos en que el delito se halle reprimido con
penas de distinta cualidad o especie; así para el homicidio en estado de emoción vio-
lenta y el homicidio preterintencional (art. 81, inc. lo, apartados a] y b]) reprimidos
con reclusión de tres a seis o prisión de uno a tres años, corresponderá el trámite
criminal, pues la pena más grave -la reclusión- supera los tres años.
b) Jurisprudencia
Se ha resuelto que, paradeterminar lacoiiexidad enel supuesto del art. 42, inc. lo,
la gravedad allí mentada se establece conforme a este artículoss6.Desde este último
punto de vista "...se atiende, por lo general, a la gravedad de la infracción con que
esté sancionado ... Nos hallamos aquí ante una división de la competencia por razón
del petitum o de la importancia de la pretensión, que se corresponde con la que por
razón de la cuantía se establece en orden a los procesos

DiAz, Clemelite A,, Insliluciones..., t . 11-B,p. 671, n. 6.


JAdel
IR6 7/12/1994, p. 25.
"' ALCALÁ ZAMORA - LEVENE (h). Derecho..., p. 31 l.
94 COMPETENCIA Art. 35

Corresponde a la justicia local entender en la causa seguida contra quien fue de-
tenido por la policía provincial al intentar robar en un colegio mediante la utilización
de tina pistola ametralladora y un revólver calibre 22, toda vez que el conflicto susci-
tado debe ser resuelto a partir de la preponderancia de la figura de tenencia ilegal de
arma de guerra como punto determinante para la calificación del hecho, aun cuando
de su unidad contextual surja que también concurre la figura prevista en el art. 189
bis, párr. 3', CP, ello en razón de que la protección que se intenta para la seguri-
dad pública se encuentra suficientemente cumplida por el supuesto del párr. 4", del
ast. 189, CP, dada la mayor gravedad de la pena a su respectosg8.

Declaración de incompetencia
35. La incompetencia por razón de la materia deberá ser declarada aun de
oficio en cualquier estado del proceso.
El tribunal que la declare remitir&las actuaciones al que considere compe-
tente, poniendo a su disposición los detenidos que hubiere.
Sin embargo, fijada la audiencia para el debate sin que se baya planteado
la excepción, el tribunal juzgará los delitos de competencia inferior.
El último párrafo establece como momento preclusivo para declarar de oficio la
incompetencia por razón de la materia al señalamiento de la audiencia para el debate
(art. 359). En realidad se trata de una limitación a lo establecido por el art. 358 que
fija como plazo final para el planteo de las excepciones al momento anterior a la
indicación de tal audienciasR9.
Si un tribunal con competencia correccional no advierte que el objeto del pro-
ceso, por su cuantía, resulta de conocimiento del fuero en lo criminal, incurre en
nulidad -a nuestro modo de ver absoluta- porque hace a la capacidad objetiva
-coinpetencia- exigida por el art. 167, inc. lo, para la validez de las actuaciones;
en virtud de lo establecido en el art. 168 es insubsanable. En efecto: se alteraría en la
hipótesis el principio de juez natural (ver art. 1') de carácter colegiado, con mengua
para las posibilidades defensivas que ofrece el trámite más amplio del juicio común
y, desde luego, la del debido procesosg0.
Ante un TOC se juzgaba un robo agravado y encubrimiento; el órgano judicial
consideró no probado el primero. En consecuencia, debió haber absuelto por ese
hecho y, eventualmente, dictar condena por encubrimiento, por resultar competente
para el delito con pena mayor; no correspondía desdoblar el hecho único y enviar a
conocimiento del juez correccional el encubrimientos9'.
Previo a resolver acerca de la competencia corresponde pronunciarse sobre el
tópico que fue oportunamente puesto a conocimiento de la Cámara -apelación del
auto de procesamiento--592.

CS, Fallos 323:2616


"'CNCP, sala 1, LL del 24/3/2000, f. 100.017, o DJ 2000-2-27, f. 15.431; id., sala iV, DJ 2000-
2-814, f. 15.716.
*" DE LA ROA,El uecuvso..., p. 197.
CNCP, sala IV, LL del 231212001, J. Agmp. nro. 15.509
" T N C P , sala iV, ED del 3011212003, f. 52.473.
Ari. 36 COMPETENCIA "

Nulidad por incompetencia


36. La inobservancia de las reglas para determinar la competencia por ra-
z6n de la materia producirá la nulidad de los actos, excepto los que no pueden
ser repetidos, y salvo el caso de que un tribunal de conipetencia superior haya
actuado en una causa atribuida a otro de competencia inferior. -
Se trata de una nulidad absoluta -ver comentario al 'd. 35-; aunque con dos
limitaciones: la irreproductibilidad del acto procesal (arts. 200 y 201) o la interven-
ción de un tribunal criminal que ha entendido en una Lausa co~eccio~al.
La estrictez del precepto se entiende en razón de que la competencia es una de
las aristas que contribuyen al señalamiento del "juez naturiil" (art. 18, CN).
Si alguna duda quedase sobre su razonabilidad, bastaría acudir al art. 51, en
el cual el vocablo "jurisdicción" está tomado como expresión vicariante de poder
político ejercitado. Si se trata de un tribunal provincial que declara la incompetencia
porque el hecho corresponde a la jurisdicción ---entendida como competencia- fe-
deral, parece claro que la sanción de nulidad se aplique. Pero es superfluo hacerlo
cuando el ordenamientojudicial es el mismo: federal y nacional ordinario (arts. 108,
116 y 117, CN) o provincial593.Si la competencia se declara a favor de un juez del
mismo ordenamiento -federal y nacional ordinario de la Capital Federal-, cabe
hacer excepción al principio de la nulidad de los actos practicados en inobservancia
de las reglas de incompetencia, aun cuando los actos afectados sean reproducibles, si
existiera el peligro de que muchas de las probanzas obtenidas no pudieran recuperar
la espontaneidad originaria594.
Corresponde remitirse al art. 50 en cuanto a preservar, en principio, la tarea
instmctona, con excepción de lo aquí establecido.
En virtud de la materia es posible juzgar un delito de competencia inferior
cuando el desarrollo del proceso llegó a un determinado estadio. En vez, la situación
inversa genera ineficacia o invalidez, de suerte que un tribunal correccional jamás
podrá imponer penas que superen la cuantía fijada por ley (art. 27, inc. 2")595.ES que
el trámite más comprimido cercena la amplitud con que puede ejercitarse la defensa
garantizada por el art. 18, CN: los plazos son más abreviados (art. 406), pueden omi-
tirse pruebas (a&. 408), la casación corresponde sólo para condenas que impongan
penas graves (arts. 458, inc. lo).
No corresponde descalificar elementos probatorios referidos a la posible co-
misión de delitos por exceder la competencia del magistrado que dispuso el allana-
miento; lo contrario equivaldría a exigir que los jueces conociesen y calificasen el
resultado de medidas investigativas, las que parten precisamente de un campo de
ignorancia que ellas están destinadas a eliminar596.
Un procesamiento dictado en fuero ajeno ---en el caso justicia federal- es
parcialmente nulo597.

Conf. CS, criterio expuesto en Fallos 307:1313, donde se ordena suspender "si fuere necesa-
rio, los procedimientos del juicio que se le sigue..." ante un juzgado de provincia.
'O4 CCC, sala VI, "L., C.", JA del 21/4/1999, p. 85, o DJ 1999-3-711, f. 14.788.

195 CLARIA OLMEDO,Truiudo..., t. 11, p. 235; LEVENE (h), Códigos..., t. 1, ps. 409 y 413; ÁBA-
LOS, Derecho..., t. 11, p. 27, con relación al CPP de Mendoza.
CS, del 19/5/1992, "Torres, Oscar y otros", JA 1995-111-síntesis.
CCCFed., sala 1, LL del 2711 112000, f. 101.240.
96 COMPETENCIA Art. 37

La excepción de incompetencia, en razón de la materia, debe rechazarse cuando


la interrogación se develará con el avance de las actuaciones; por ello es prndente
que el sumario tramite ante el órgano con inás amplia competencia, pues una vez
agotado el juicio -y en el supuesto d&'condena- no existirá óbice para fijar la
calificación598.

COMPETENCIA TERRITORIAL

La competencia penal, enfocada desde esta óptica, tiene que acatar lo dispuesto
por el art. 118, CN, en cuya virtud el juzgamiento de los delitos debe efectuarse en
el lugar de su comisión. Por eso se dice que la competencia penal -a diferencia de
la atinente a cuestiones de derecho privad* es improrrogable (art. 18). Aunque el
principio no tiene carácter absoluto cuando se funda en razones de orden público
dirigidas a lograr la pronta terminación de los juicios599.
Circunscripción judicial, en los términos de los dos artículos siguientes, es
aquella asignada al tribunal por la ley orgánica (conf. arts. 3" y 44 ley 24.050). Tanto
la Corte Suprema como la CNCP conocen en hechos cometidos en todo el territorio
de la Nación (arts. 108 y concordantes, CN, y 6" y 7", párr. 2', ley 24.050). También
integra el territorio argentino la porción comprendida entre la línea de las más bajas
mareas hasta doscientas millas marinas (ley 17.094, art. lo, y ley 23.968)"O.
Resulta indispensable para lograr la intervención de la Corte Suprema que se
realice la individualización de los hechos sobre los que versa y las calificaciones que
le pueden ser atribuidas, pues sólo con relación a un delito concreto cabe pronunciar-
se acerca del lugar de comisión y a qué juez compete investigarlob0'.
Reglas generales
37. Será competente el tribunal de la circunscripción judicial donde se ha
cometido el delito.
En caso de delito continuado o permanente, lo será el de la circunscripción
judicial en que cesó la continuación o la permanencia.
En caso de tentativa, lo será el de la circunscripción judicial donde se cum-
plió el último acto de ejecución.

a) Diferentes situaciones
a.1. Lugar de comisión
El párr. 1" alude al delito consumado, entendiendo por tal aquel en el que se han
realizado los actos típicos indispensables para su configuración. Por eso no corres-

CCC, sala IV, DJ 2001-3-223, F. 17.237.


s9P CS, Fallos 234786; 240:456; 259:396; 305:1105.
" O CS, JA 1994-111-517.
*O' CS, LL del 301512000, f. 100.324. Ver AMAOEO,"Competencia territorial penal", JA 1996-
11-1027.
Alt. 37 COMPETENCIA - 97

ponde a los tribunales argentinos abrir juicio acerca de la forma en que autoridades
extranjeras llevaron a una persona hasta nuestra fronterabo2.
Es inabordable la casuística sobre este tópico; tan sólo para orientar puede re-
cordarse, por ej., el juez del lugar donde se falsearon las pruebas, para conocer el
delito de estafa procesalbo3;para el libramiento de cheques sin fondo, el tribunal del
lugar del domicilio del banco giradobo4;para la usura, el lugar donde se celebró el-
contratobo5.Si no se puede establecer el lugar donde se confeccionó el instrumento
público falsificado, la competencia se asigna al tribunal donde se comprobó la exis-
tencia del delito606.
El encubrimiento de un delito cometido en la Capital Federal afecta a la admi-
nistración de justicia nacional; por eso su conocimiento corresponde al juez federal,
con competencia territorial en el lugar en que fue llevado a cabobo7.
El delito de asociación ilícita tiene carácter peimanente y si el accionar se ha
verificado en varias jurisdicciones corresponde atribuir competencia al magistrado
que resulte inás conveniente por razones de economía procesal con el fin de procu-
rar una mejor investigaciónm8.En el mismo sentido, la CNCP, sala 1, destaca como
determinante para fijar la competencia, atender a la eficacia de la investigación y
considerar la naturaleza de las maniobras fraudulentas investigadas, en tanto faci-
liten acceder a libros y documentos contables que permitan dilucidar los hechosboq.
En el delito de defraudación prendaria debe considerarse la ubicación del bien
fijada por contrato si además allí reside el deudorbi0.Con más precisión, el Alto Tri-
bunal dice que la fija el lugar en que se dispuso el bien gravado, sustrayéndolo del
conocimiento del acreedor y de su esfera de control611.
En la administración frauduleiita debe intervenir el tribunal donde se ejecuta el
acto infiel perjudicial en violación del deber (en el caso, la presunta extracción de
dinero de la cuenta de la empresa damnifi~ada)~'~, y si no se conoce, debe presuinirse
que se concretó en el domicilio de la administración, aunque esté en otro lugar6I3.En
el delito de quiebra fraudulenta, si el domicilio social es ficticio o fue elegido para
eludir la competencia de determinados tribunales, debe conocer el juez del lugar
donde se encuentra tanto el asiento de los negocios como la sede de la administra-
ción

CS, LLdel41211994, f. 91.924.


LL del 281411997, f. 95.289.
LL del 281411997, f. 95.290; id.,LL del 41611999, f. 98.825; CNPE, sala B, JA del 181612003,
p. 81.
'"CS, 241512005, "Verges", Competencia 1575.XL. difundido por el servicio de correo electró-
nico de la Secretaria de Jurispmdencia de la CCC.
CS, DJ 1999-1-1003, f. 14.004, O LL del 111311999, f. 98.444.
""S, LLdel 191711996, f. 94.526; id.,LL del 281211997, f. 95.088.
CS, LLdel 301411998, f. 97.057.
LL del 3011011997, f. 96.237, o DJ 1997-3-885, f. 12.402; se trataba de sucesos ocurridos en
un banco, cuyo control incumbe al Banco Centrai; por ello si las autoridades de dicha entidad incume-
ron en delito, conoce ratione loci y por "materia" el juez federal de la Capital Federal.
CS, LLdel261411999, f. 98.643, o DJ 1999-1-1003, f. 14.003.
6" LL del 231212001, f. 101.573.

""S, DJ 2001-2-237, f. 16.738.


"' CS, LL del 2011011999, f. 99.442; i d , LL del 131212001,f. 101.523.
6 ' ' C S , DJ del 21412003, f. 19.399.
98 COMPETENCIA Art. 37

La conducta del productor independiente de seguros a quien se le imputa re-


tención indebida de primas debe esclarecerse por el juez del lugar donde se habría
concertado con la damnificada la contratación del seguro, percibido los pagos de las
cuotas convenidas y desde donde debía remitirlos mediante cheque^^'^.
Es viable la competencia territorial correspondiente al tribunal al que se pre-
tendió engañar a través de la ejecución, cuando resulta insubsistente la obligación
originaria, acreditada en un pagaréa6.
La generación y divulgación de la información agraviante -aun cuando no
esté destinada a producir sus efectos en el lugar donde reside el querellante- deter-
mina la competencia territorial de aquel sitio6".
La falsificación cometida en lugar desconocido se decide por el sitio donde se
utilizó el documento con sello apócrifo o se lo pretendió hacer valer; en una estafa
por falsificación de declaraciones de impuestos, cabe atenerse al lugar donde se usa-
ron y donde se coinprobó la infracciÓn6l8.
Sobre la competencia en las estafas mediante cheques, ver Amadeo6I9;si la
estafa o su tentativa se cometió mediante uso de cheques extraviados o sustraídos,
corresponde al juez del lugar donde los títulos fueron
Atender al lugar de consumación en el abandono de personas (art. 106, CP)
impone subordinarla a dónde se colocó a la víctiina sin la correspondiente asistencia
médica, durante un traslado en ambulancia; sin pejuicio de que la situación se hu-
biese prolongado durante todo el i t i n e r a r i ~ ~ ~ ' .
Para determinar la competcncia de los delitos cometidos a distancia -aque-
llos en los cuales los diferentes pasos del iter criminis no se producen en el mismo
lugar- se consideran cometidos en todas las jurisdicciones a través de las cuales se
desarrolló la acción, así como en la del lugar de verificacióii del resultado; en esos
casos, para la tentativa, el delito se reputa cometido tanto en el lugar donde se co-
menzó la ejecución como en donde debía producirse la consumación622.La justicia
argentina resulta competente para conocer en una estafa si la ejecución -concreta-
da mediante órdenes enviadas desde aquí- para lograr la disposición patrimonial
perjudicial y sus efectos se produjeron en el territorio de la Nación, conforme a la
llamada teoria de la ubicuidad; el hecho se considera cometido tanto en el lugar
donde se exteriorizó la voluntad como donde se produjo el resultado623.La defrau-
dación prendaria puede asignarse al conocimiento del juez del domicilio del deudor
porque allí se asegura mejor el derecho de defensa y cabe presumir que dispuso del
bien prendado624.

6'1 CS, JA 1999-IV-130.


CS, 291812000, 'Tatarsky, Héctor E.", JA 2001-1-114.
" ' C S , ED del 31512001, f. 50.141: id, ED del 161512001, f. 50.165.
CS, LLdel 1811212000, f. 101.379.
JA 1997-111-1117 y SS.
"O CS, LL281511998, f. 97.177.

"' CCC, sala VII, JA 2001-1-331.


CS, del voto del doctor Petracchi, DJ 1998-3-230,f. 13.355,con nota de MANILI, ''El derecho
comunitario ante la Corte Suprema de Justicia de La Nación".
"' CNCP, sala 111, LL del 61512002, f. 103.691, o LL del 101612002, f. 103.863.
CCC, sala IV. LLdel 3011011997, f. 96.249.
COMPETENCIA a

a.2. Delito continuado o permanente


mprende al delito continuado y al permanente, distingui-
S de la mera interpretación literal al utilizarse la conjunción
ito continuado y permanente no son sinónimos. Aunque el Có-
lece la diferenciación en forma expresa, tanto la jurispmdencia -
r del texto del art. 63, id., han establecido un distingo que
1siguiente: en el delito continuado, las diversas acciones u
tán precedidas por una unidad de designio (por ejemplo, el que
s los fascículos de una enciclopedia para completarla y retira
uno cada día); mientras que, en el permanente, la cesación de la acción u omisión
típica en cualquier instante permite tener por configurado el delito (por ejemplo, el
rapto). Hay consenso en que ambas modalidades delictivas resultan incompatibles
con las dos formas de concurrencia propia (ideal o real). Si el delito es permanente
debe atenderse a razones de economía y conveniencia procesal para decidir la com-
petenciaGZz. Del mismo modo cabe atenerse a las declaraciones del denunciante y del
imputado -aunque no estén plenamente corroboradas- si no hay otros elementos
que las
También se distingue el delito instantáneo de efecto permanente del necesaria-
gundo, la acción delictiva se puede prolongar voluntaria-
do que es idénticamente violatoria del derecho en cada uno
mplo: privación ilegal de la libertad)627;mientras que los instan-
ente son delitos instantáneos, cuyos efectos se proyectan en el
(ejemplo: usurpación de Cuando ha existido privación ilegal de
más de una jurisdicción y en una de ellas se cometió además otro delito
e a los tribunales del último lugar entender en la causa629.
ta competente la justicia federal de la Ciudad de Buenos Aires si la totali-
cción se efectuó en dicha jurisdicción, en virtud de haberse concreta-
de la libertad y la exigencia de rescate en ella, sin perjuicio de que la
liberada en el ámbito de la provinciaG30.
a.3. Tentativa
ica que la competencia territorial queda determinada por el
último acto de acción u omisión típica (por ejemplo, en los deli-
injurias se considera cometido en el lugar donde se exteriorizan
términos presuntamente agraviantes; en vez, si se persigue su reproducción por
ompetente el tribunal del lugar donde se realizó la impresiónG3';
do si ambos contendientes tienen sus domicilios reales en el mismo sitio632.
tiva resulta tan sólo una forma ampliada de incriminación en cuanto reprime
Os ejecutivos anteriores al momento consumativo.

6 2 T S ,JA 1994-IV-60,sum. 83.


CS, LL del 191711996, f. 94.523.
'' CS, Fallos 308:1803.
ER, Derecho.,., t. 11, ps. 154 y 155.
, DJ 2001-3-865, f. 17.847.
'O CNCP, sala IV, JAdel261212003, p. 45, o LLdel 131212003, f. 105.055

'' CS, LLdel2711011995, f. 93.695; id., LLdel 13/2/2001, f. 101.525.


'' CS, ED 168-13, f. 47.214.
100 COMPETENCIA Art. 37

b) Leyes especiales
En el caso de infracciones a las leyes 24.769 y 11.683 es competente el juez
del lugar donde fue ejecutado el hecho, independientemente del correspondiente al
domicilio fiscal del infra~tor"~'. ,'
El art. 32 de la Ley de Estupefacientes 23.737 autoriza al "...juez de la causa..."
para "...actuar en ajena jurisdicción territorial, ordenando a las autoridades de pre-
vención las diligencias que entienda pertinentes, debiendo comunicar las medidas
dispuestas al juez del lugar. Además, las autoridades de prevención deben poner en
conocimiento del juez del lugar los resultados de las diligencias practicadas, po-
niendo a disposición del mismo las personas detenidas a fin de que este magistrado
controle si la privación de la libertad responde estrictamente a las medidas ordena-
das. Constatado este extremo, el juez del lugar pondrá a los detenidos a disposición
del juez de la causa". Este arbitrio utilizable 'knando la demora en el procedimiento
pueda comprometer el éxito de la investigación ..." -según lo establece el art. 32-
configura una circunstancia que deberá fundamentarse, pues su omisión depara una
nulidad implícita (arts. 123,224 y 283, párr.
Se ha dicho que no constituye un caso de prórroga de competencia sino que
sólo otorga al juez faculfades concretas, en situaciones también concretas, para reali-
zar ciertas diligencias, con lo cual se contradice la afirmación anterior. Si no hubiera
prórroga de la competencia, mal podría el tribunal realizar diligencia alguna fuera de
su asignación territorial; se trata de una extensión específica -Ley de Estiipefacien-
tes- y circunscnpta ---exige su previa determinación fundada-635.
c) Criterios jurisprudenciales
En virtud de lo establecido por el art. 108, CN, debe procurarse que sea el juez
del lugar en donde se produjo el hecho quien lo investigue. Sólo luego de decidida
su competencia, puede el tribunal ocuparse de otros puntos en cuestión o que surjan
del ~xpediente'~~. .
Cuando los lugares de ejecución del delito son múltiples, resultan competentes
los magistrados con jurisdicción en cada uno de aquellos donde se produjeron actos
con relevancia típica y la elección del iribunal debe hacerse teniendo en mira exigen-
-
cias de una mejor economía procesalb3'.
En toda solución de cuestiones de competencia debe atenerse a las exigencias
de economía procesal, celeridad, inmediatez y defensa en juicio de los encausados638.

"' CF San Martin, JA 1993-11-537.


"' Ver CF Cap., sala 11,81711994, "Cáceres, Sonia", c. 9475, r. 11.054 bis; por eso resulta válido
un allanamiento ordenado por el juez federal de la ciudad de Buenos Aires sobre una vivienda ubicada
e11 La Plata (CCCFed., sala 1, LL resefias del 161212001, f. 43.293-S).
CFed. Mar del Plata, LL del 281211997, f. 95.083, con nota de Almeyra, o ED 171-323,
f. 47.745.
CFed. Mar del Plata, LL del 281211997, f. 95.083, con nota de Almeyra, o ED 171-323,
f. 47.745. El tribunal parece extender el criterio a las nulidades absolutas, lo que implica pugna con el
.
art. 1 68..oárr 2".
""S, LL del 41311998, f. 96.726, o DJ 1998-2-T69, f. 12.881; en sentido similar CNCP, sala IV,
CD del 171712001, DPPC, f. 189.
"Is CF San Martín, sala 1, DJ 1999-1-875, f. 13.965
COMPETENCIA 101

as cuestiones de competencia entre tribunales de distinta jurisdicción deben


eltas por la aplicación de las nonnas nacionales de pr~cedimiento~~~.
1 art. 118, CN -antiguo 102-, fijó una trascendental excepción al principio
aterritorialidad en materia penal, cuando se trata de un hecho cometido fuera
e los límites de la Nación, contra el derecho de genfes. En esos casos el Congreso -
'nará, por una ley especial, el lugar donde debe seguirse el juicio. Según Bi-
mpos, la norma hace referencia a los delitos o crímenes de lesa humanidad
a a tener en cuenta valoraciones progresivas que históricamente dieron creci-
la tipología delictual aludida64o.
Regla subsidiaria
. Si se ignora o duda en qué circunscripción se cometió el delito, ser5
ente el tribunal que prevenga en la causa.
bunal que previene es aquel que primero interviene en el hecho. Esta tesis
con la denominada teoría de la ubicuidad, en cuya virtud se considera
una1 competente tanto al del lugar en que hubo principio de ejecución como el
a consumación, atendiendo a razones de economía procesal, buen servicio de la
icia y defensa de los imputadosM'.Si no surge el lugar de comisión, corresponde
ribunal que previno continuar con la investigación de la causa, sin perjuicio de lo
se determine con posteri~ridad~"~.
La posibilidad del dictado de sentencias contradictorias, en razón de la alterna-
ad existente entre el robo y el encubrimiento, toma aplicable este precepto643.
claración de la incompetencia
39. En cualquier estado del proceso, e1 tribunal que reconozca su incom-
eucia territorial deberh remitir la causa al competente, poniendo a su dispo-
os detenidos que bubiere, sin perjuicio de realizar los actos urgentes de

igual que en el supuesto del art. 35, y no obstante la Iiteralidad de este texto,
76, páilafo segundo, establece corno momento preclusivo para plantear, por
xcepción, la cuestión de competencia por razón del territorio al de las cues-
relimii~aresdeducibles inmediatamente después de abierto el debate.
n vez, de oficio, puede declararse en cualquier momento; de ahí que la nulidad
resulte absoluta.
dan a salvo los actos instructorios (art. 40), pues los del juicio caen al exi-
tidad fisica del juzgador (art. 365, páni final).
viértase que el órgano sentenciante está vulnerando el art. 118, CN, si se
distinta provincia y aun cuando fueran diferentes distritos judiciales de ella
art. 3", ley 24.050). Se lesiona un elemento para indicar al juez natural6@.No

,Fallos 323:824.
a persecución peiial universal de los delitos de lesa humanidad", LL del 23/8/2000
ailos 28651 y 283; 307:2487; CF Cap., en pleno, JA 1985-IV-453; CF Cap., JA 1990-1-
p. 1990-159,nro. 81 y JA 3991-111-289.
S,LLdel291311999, f. 98.529, oDJ 1999-2-118, f. 14.091; id., LLdel511112002, f. 104.676.
S , DJ 2000-1-96, f. 14.909.
LARIÁ OLMEDo, Tratado.., t. 1, ps. 238 y 239; ver ail. lo.
102 COMPETENClA Art. 40

obstante, la CS estima que aquel precepto de la Ley Suprema sólo tiende a salva-
guardar la jurisdicción de los tribunales locales pero tratándose de los federales cabe
hablar de la Nación como una unidad, dentro de la cual la competencia temtorial no
tiene que ajustarse a los límites de las provincias; añade que las garantías constitu-
cionales de la defensa en juicio y del juez natural no imponen la exigencia de que los
procesos se celebren en el lugar mismo de la comisión del delito pues, aparte de la
imposibilidad material de así hacerlo, las leyes y aun la misma Constitución (anterior
art. 102 y actual art. 118) prevéu el juzgamiento en el país de delitos cometidos en
el exteriorM5.

Efectos de la declaración de incompetencia


40. La declaración de incompetencia territorial no producirá la nulidad de
los actos de instrucción ya cumplidos.
La comprensión de este precepto resulta más clara si se repara en el art. 5 1,
aunque su funcionamiento se ajusta a lo establecido en el art. 50.
La validez comprende a los actos de prueba cumplidos ante un tribunal de ajena
competencia tenitorial'si ingresa válidamente al proceso por encontrarse cubiertas
las formas procesales del lugar de su realización siempre que no resulten violatorias
de los principios fundamentales a que debe sujetarse el tribunal que, sin haberlo
cumplido, los valora (art. 7', CN)M6.
La CNCP, sala 111, invoca al art. 7', id., y no solamente da entera fe y crédito a
los actos y procedimientos judiciales realizados en otra provincia, sino que les asigna
los mismos efectos que hubieran de producir en la provincia de donde emanan647.

SECCIÓNCUARTA

La conexidad implica, en principio, una prórroga de la competencia por acu-


mulación, salvo que medie el supuesto previsto en el ari. 43, en que los legajos
provenientes de diversos tribunales no se acumulan materialmente y se tramitan por
separado.
Tiene como presupuesto que los hechos sean diferentes; por eso no juega si se
pretende que otro tribunal revea la calificación de una condena recaída con anterio-
ridad sobre idéntico sucesoH8.Tampoco puede servir para fragmentar la continencia
de la causa -juzgamiento por un solo iribunal-; por ello no tolera que si existen
resoluciones definitivas recaídas en orden a alguno de los imputados se someta a los
restantes a juzgamiento por tribunales de distinta competencia territorialM9.

Fallos 284:100; ver LOIÁCONO, "La improrrogabilidad territorial de la competencia federal


en materia penal", JA Doctrina 1972, p. 368.
M6 CS, ED 137-184, f. 42.308.

ED 170-533, f. 47.629.
CS, ED 107-175, f. 37.413, y ED 128-435, f. 40,849.
"" CS, ED 120-703,nros. 7221724; all los 308:967.
COMPETENCIA

concepto resulta aplicable tan sólo cuando se trata de jueces integrantes


smo ordenamiento judicial. Así instrucción y penal económico6s0,jueces
es de distintos distritosh5',jueces nacionales652.
'o, no corresponde la prórroga de competencia por conexidad si las
en a distintos ordenamientos: federal y p r o v i ~ i c i a Ol ~de
~ ~diferentes -
. 5", 121, 122 y 123, CN), supuestos en los cuales sólo se trata de es-
la prelación -qué tribunal decide primero- sin perjuicio de aplicar opor-
te el art. 58, CP, si las sentencias son condenatorias (ver último párrafo del
rio introductono al Libro 111, Título TI, Capítulo 1). Intetviene la justicia
' la hipótesis delictiva viola simultáneamente leyes comunes y del fuero de

n -en el caso leyes 11.723 (de Propiedad Científica, Literaria y Arlística)


(de Marcas y Designaciones)-6s4.
umulación se justifica con el fin de evitar sentencias contradictoria^^^^.
a Hendler que resulta prioritario distinguir entre causa y legajo de actua-
; aquélla consiste en un hecho punible atribuible a una persona determinada
e equivalente a objeto procesal-, pues las consecuencias de la conexidad
unificación de la competencia y acumulación de las causas. Debe precaver-
ndir unificar el trámite -acumulación de las causas- con compilación en
mo legajo; pese a que el Código se aparta del precedente cordobés, en cuanto
dichas compilaciones escindidas, cabe considerarlo criterio razonable. Des-
que primero corresponde respetar la disposición del art. 43, norma que se atiene
iterio expuesto por la CShS6,encaminada a asegurar el pronunciamiento más
o posible. En segundo lugar -norma instrumental y subordinada-, se precisa
en cuenta el inc. 4" del art. 42, pues toma viable apartarse de las normas de
xidad en dicho supuesto. Por último corresponde la acumulación en un mismo
cuya manera más apropiada es conformar uno por cada imputadohi7.Ver co-

ónoga de competencia por conexidad atiende a una razón práctica, cual


sidad de hacer posible la acumulación de causas cuando su vinculación
ucir unificación procesal. La reunión de todas las actuaciones en un mismo
so y en un único debate procura evitar pronunciamientos contradictorios; sólo
durante la instrucción o el trámite del juicio hasta antes de fijada la audien-
a el debate, de conformidad con el criterio general fijado por el art. 46.
1art. 43 atiende a los casos en que, planteada la conexidad en la oportunidad
acumulación demorase el trámite de alguna de las causas, resultado in-
con la garantía de defensareconocida por el art. 18, CN658.NO obstan-
esultan escindibles los hechos de naturaleza federal y los de índole común,

S, Fallos 308:487.

,Fallos 308:2522.
,Fallos 308:2522.
C, sala IV, JA 1998-1-105; en el mismo sentido, CNCP, sala 111, ED del 231612003, f.
200, CP, y ley 22.362-.
PE, sala B, LL del 311811998, f. 97.767.

procesos complejos y las reglas de conexidad en el nuevo Código Procesal Penal",

NCP, sala 1, JA 1994-1V-632.


104 . COMPETENCIA Art. 41

pueden investigarse por separado659.En contrapartida, si la relación excede la mera


conexidad -validez de una escritura pública de la cual depende la legitimidad del
despojo de un inmueble-, resulta conveniente continúe con la investigación un solo
magistrado, aunque los hechos se duinpiieron en diferentes jurisdiccione~~~~; tam-
biéii en el supuesto de infracción al art. 302, CP, y una defraudación en del
mismo modo en la hipótesis de estafa y puesta en circulación de moneda extranjera
falsa mediante concurso ideal; ambas configuran aspectos distintos del mismo he-
cho, al constituir la segunda el ardid sin el cual no puede darse la primera662.
Declarada la conexidad en sede instructoria, las elevaciones parciales de las
diversas causas deberán remitirse al tribunal de juicio que por sorteo previno663.
Casos de conexión
41. Las causas serán conexas en los siguientes casos si:
17 Los delitos imputados han sido cometidos simultáneamente por varias
personas reunidas; o aunque lo fueren en distinto tiempo o lugar, cuando huhie-
re mediado acuerdo entre ellas.
2") Un delito ha,sido cometido para perpetrar o facilitar la comisión de
otro, o para procurar al autor o a otra persona su provecho o la impunidad.
3") Si a una persona se le imputaren varios delitos.
Sobre el concepto de imputado ver art. 72.
La identidad de personas juridicas no se encuentra expresamente prevista como
causal de c ~ n e x i d a d Resulta
~ ~ ~ . admisible el recurso extraordinario federal cuando
se omitió evaluar la validez de actos cumplidos en otra causa de la cual se separaron,
pues la escisión de las actuaciones no conlleva necesariamente la imposibilidad de
hacerlos valer en la última cuando se desprendieron de la otra por razones de orden
práctico6bs.
Por no causar gravamen irreparable es inadmisible el recurso de apelación si
versa sobre cuestiones de conexidad de sumarios abarcada por los arts. 41 y SS.,pues
están reservadas a criterio de los jueces intervinientes y sujetas, en el caso de con-
tienda, a la definición de la Sala Especial de la
a) En el inciso primero se capta la mera coetaneidad producida. La última ora-
ción se refiere a los supuestos de comisión en banda o cuando medie una asociación
iucita. Si los delitos han sido cometidos recíprocamente no se configura una causal
de cone~idad~~'.

"I" CF San Manín, sala 1, JA 1994-IV-56, sum. 48; CNCP, sala 1, LL del 23/1/2003,
f. 105.006.
""CS, JA 1994-1V-57, sums. 60.
"' CS, JA 1994-1V-57, sums. 61.
CS, Fallos 322:2215.
"j CNCP, sala IV, SJP, LL del 27/9/2004, f. 108.104.
"6' CNPE, DJ 2000-1-1409, f. 15.424.

""IS, ED del 111512000, f. 50.024.


*" CCC, salaV, DJ 2000-3-1184, f. 16.347, o I,Ldel30110/2000, f. 101.088.
CNCP, sala 11, BJ, nro. 5, ps. 6 y 7.
COMPETENCIA

) El inciso segundo comprende la conexidad objetiva, pues atiende, exclu-


mente, a las características y relaciones de los hechos entre sí. Si el propósito
nico -tratándose de relaciones a la ley de Propiedad Intelectual y a la de Mar-
-, pese a que resulten diferenciables, la comunidad probatoria implica la conve-
encia de que intervenga el tribunal Otro tanto ocurre en un supuesto de -
cación y evasión de tributos669.Pese a resultar escindibles los hechos -falsifi-
instrumento público con que se defraudó o su tentativa y el uso de aquél-,
de investigar al juez que previno sin perjuicio de lo que surja 1ueg0"~.La
gación de la presunta comisión de delitos previstos en la ley 24.241 en con-
real con el delito de estafa corresponde al fuero penal econóinicoh7'.
El inciso tercero reimplanta la conexidad subjetiva derogada en el Código
por la ley 19.271. Atiende tan sólo a que se trate de la misma persona im-

el curso de la investigación debe seguir un solo carril, toda vez que la divi-
spiraría contra los principios de celeridad y economía procesal, debe privi-
la relación de conexidad (se atribuía a los procesados actos preparatorios
s cometidos los unos para facilitar los otros); necesariamente prevalece la
ración del caso como conjunto672.
Reglas de conexión
2. Cuando se sustancien causas conexas por delitos de acción pública y
cción nacional, aquéllas se acumularán y será tribunal competente:
lo)Aquel a quien corresponda el delito miis grave.
2 3 Si los delitos estuvieren reprimidos con la misma pena, ei competente
juzgar el delito primeramente cometido.
3') Si los delitos fueren simultáneos, o no constare debidamente cuál se
ó primero, el que haya procedido a la detención del imputado, o, en su
o, el que haya prevenido.
O) Si no pudieran aplicarse estas normas, el tribunal que debe resolver las
stiones de competencia tendrá en cuenta la mejor y más pronta administra-
La acumulaciún de causas no obstard a que se puedan tramitar por scpa-
rado las distintas yctuaciones suniariales.
Los tribunales, para solucionar los problemas suscitados con motivo de la co-
dad, serán, según corresponda, la Cámara de Apelación - e n los delitos del fue-
.,
O común cometidos en la Canital Federal- íart. 24. inc. 3". texto semín art. 88 de
121) o la Cámara Federal de Apelación (art. 31, inc. 3"; confr. art. 2", inc.
,050; ver punto c] del comentario al art. 22 y punto fl del correspondiente

' CNCP, sala 111, BJ, nro. 5, ps. 415.


NPE, sala A, ED 161-493, f. 46.297.
S, LL del 111311999, f. 98.444, o DJ 1999-1-1003, f. 14.004.
CP, sala IV, LL del 241512001, f. 102.040.
CCCFed., sala 1, ED 170-508, f. 47.621
106 COMPETENCIA Art. 43

La competencia por conexidad juega a favor del fuero que tenga competencia
más amplia673.
a) En el inciso primero debe tratarse del hecho de mayor entidad penal de to-
dos los investigados en las diferentes causas y no solamente de los atribuidos a los
imputados que generaron la
La mayor gravedad del hecho no altera el principio general del art. 46675.Para
estimar aquélla, cabe atenerse a la regla del art. 34676.
Para superar diferentes interpretaciones en tomo al concepto de pena mayor,
corresponde atenerse al principio de e~pecialidad~'~.
Se tiende a una más rápida y mejor administración de justicia -principio de
economía procesal-, a concretarse con la unidad de debate y de sentencia, así como
también individualizar con más justicia la pena67a.
Debe atenderse a la calificación legal realizada al elevarse la causa a juicio;
es decir, cabe considerar la pena máxima en abstracto prevista para los hechos allí
incluidos679.
b) La regla del inciso cuarto se excepciona ante la posibilidad de escindir el
juzgamiento de los delitos de naturaleza federal de los de índole común680.Por eso,
la CS decide que si ambos delitos concurren en forma ideal, es al fuero federal al que
corresponde actuar68'.
La conexidad requiere que la competencia por materia sea la específica: no
se acumula al conocimiento del fuero en lo penal económico el allanamiento ilegal
atribuido a funcionarios de la Policía Tampoco si corresponden a distintos
ordenamientos judiciales683.
Ver comentario al art. 38.
Es un remedio para evitar la doble per~ecución~~! No exige formar un legajo

Excepción a las reglas de conexión


43. No procederá la acumulación de causas cuando determine un grave
retardo para alguna de ellas, aunque en todos los procesos deberá intervenir un
solo tribunal, de acuerdo con las reglas del artículo anterior.
Si correspondiere unificar las penas, el tribunal lo hará al dictar la última
sentencia.

CCC, s a l a y DJ 2001-3-1049, f. 17.569.


ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-767.
CNCP, sala 11, JA 1994-IV-633.
CNCP, 23/2/1994, sala 1, r. 130, c. 122.
"' CNPE, sala B, ED del 3011111999, DPPC, f. 68.
CNCP, sala IV, ED del 1311112001, f. 51.128.
"TNCP, sala IV, LL del 2111112001, J. A y p . nro. 16.214.
CCCFed., sala 1, "Flores Pérez, Julio", LLdel211312001, J. A y p . f. 15.616.
CS, Fallos 308564; 312:1942; JA2001-1-113, "Instituto Sidus S.A.".
"> CS, LL del 161911991, f. 89.730; CCC, sala 1, LL del 3011011997, f. 96.248, o JA 1998-1-104.
CS, LL del 2911 111991, f. 89.945.
68' CNPE, sala A, ED 169-499, f. 47.476.

Id, id., JA 1996-IV-457.


RELACIONES JURISDICCIONAEES

sde luego que la acumulación se tornará imposible cuando colisione con la


ación de la inviolabilidad de la defensa en juicio (arl. 18, CN)GRG.
todos modos la prórroga de competencia por conexidad se cumple sin per-
e que las causas no se acumulen materialmente en un solo legajo (ver intro-
-ión a esta Sección Cuarta). -
El último párrafo debe entenderse relacionado con lo que establece el art. 58,
er introducción a esta Sección Cuarta y comentario al art. 20). El limite del
inc. 2', requiere que se trate de sentencia única y no de pena única687.Dicho
e declarado inconstitucional en el caso " G i r ~ l d i " ~ ~ ~ .
ando no se avizora perjuicio generado por la acumu~ación,es imposible dic-
idencias -para colmo recurribles- referidas sólo a alguno de los hechos,
debe prescindirse de la acumulación ni tramitar las actuaciones por separa-
o mediante la compilación de legajos independiente^^^^.
o corresponde la remisión del expediente por conexidad a otra sala de la
si se efectúa luego de nueve meses de trámite del recurso; de lo contrario se
taría la decisión final, con la consecuente afectación del derecho del imputado a
un pronunciamiento oportuno690.

CAP~TULO
111

RELACIONES JUlUSDlCCIONALES

SECCIÓNPRIMERA
CUESTIONES DE JURISDICCION Y COMPETENCIA

n cuanto al uso de los vocablos "jurisdicción" y "competencia", nos remili-


introducción, Capítulo 1, Titulo 111.
debe perderse de vista que, en viriud del art. 51, las cuestiones de jurisdic-
n el sentido allí indicado-, se resuelven aplicando los preceptos que habrán

nteo de cuestiones de competencia exige precisar los hechos y su encua-


figura venal determinada, va que sólo con relación a un delito con-
creto es vosible su dilucidación: aor eso deben hallarse urecedidas de una adecuada

En sentido similar, CNPE, sala A, 281612005, "Prorganic SA", SJP, LL del 2811012005, p. 59.
CNCP, sala 11, BJ, nro. 4, p. 81.
ED 163.161, f. 46.523, o LLdel201911995, f. 93.553, o JA51711995, p. 33.
NPE, sala A, JA 1995-111-540.
NCP, sala 1, SJP, LL del 241312003, f. 105.255.
CS 1994-lV-56,sums. 50 y 51; DJ 1998-2-681,f. 13.064. Ver ROMEROVILLANUEVA, "Com-
penal. Reseña", JA 1998-111-1175y SS.
108 RELACIONES ~IJRISDICCIONALES Art. 44

Tribunal competente
44. Si dos tribunales se declaran simultánea y contradictoriamente com-
petentes o incompetentes para juzgar un delito, el conflicto será resuelto por la
Cámara de Apelaciones superior del juez que previno.

a) Concepto
La cuestión de competencia es positiva si los tribunales en conflicto concuer-
dan en que cada uno de ellos debe entender en el asunto; resultará negativa si, por el
contrario, ambos se abstienen de ejercer su jurisdicción en el caso.
b) Órgano decisor de las cuestiones
Resulta la Cámara que actúe como alzada del juez que primero conoció (ver
comentarios a los arts. 24, inc. 3', y 31, inc. 3") y no la Corte Queda a
salvo lo resuelto por la Cámara en tanto no varíe el estado de cosas considerado al
re~olver"~.Entre tribunales de distinto grado no puede haber contienda negativa de
competencia luego de que la alzada actuó de acuerdo con lo aquí prescripto y dirimió
el conflicto suscitado entre dos jueces con igual competencia dicha causal; implica
alzamiento del juez que plantea una contienda de competencia en estos términos y
pretende que la dirima la CNCP694.
En virtud de lo prescripto por el art. 24, inc. 7", del dec.-ley 128511958, ratifi-
cado por ley 14.467, incumbe a la Corte Suprema decidir las cuestiones de compe-
tencia y los conflictos que en juicio se planteen entre jueces y tribunales del país que
no tengan un órgano superior jerárquico común que deba resolverlo, con la salvedad
señalada por el presente art. 44, siempre que los conflictos se planteen entre jueces
nacionales de piiinera instancia tomando el vocablo nacional como comprensivo de
federal propiamente dicho, nacional con competencia ordinaria o en lo penal econó-
mico (ver comentario al art. 31, inc. 3'). La división del tribunal de casakión entre
CFCP y CNCC (ley 26.371) provocará que muchas contiendas de competencia que
antes eran resueltas por la CNCP, deban ahora ser dirimidas por la CS ante la ausen-
cia de un órgano superior común.
En cambio, si la pugna se suscita entre una Cámara Nacional y un juez nacional
entendiendo el adjetivo con el alcance señalado-, la decisión también incumbe a
la Corte, porque el art. 44 se limita a las situaciones planteadas entre jueces naciona-
les de primera instancia69s.
Ver comentario -tanto respecto de este párrafo como del anterior- al art.
23, punto ft. Sobre el fallo de la CS en la causa "López" y la explicación de Palacio
sobre el tribunal al cual incumbe resolver estos conflictos, debe advertirse que, no
obstante aquel criterio, es improcedente la consulta sobre lo resuelto por una Cámara
Nacional de A p e l a c i o n e ~ ~ ~ ~ .
Del mismo modo, también ha decidido que, para evitar una efectiva privación
de justicia y como órgano supremo del PJN en todo el país, está facultada para de-

CS, Fallos 307:388.


"$ CS, Fallos 305:1109.
CCC, sala VI, LL del 231411999, f. 98.629
695 CS,FaIlos 308:1587.
CNCP, sala 111, JA 1994-IV-547.
RELACIONES JURISDICCIONA~ES 109

el órgano competente aunque no haya intervenido en el conflicto6"; en tal


debe aplicar las normas nacionales de procediiniento~~~~.
e a que el órgano dirimente resultaba ser la CNCP, la CS afrontó un conflicto
etencia ante la necesidad de una mejor y más rápida administración de justi-
que correspondía prescindir de los reparos formales con el objeto de poner -
cuestión y evitar una efectiva privación de justicia699.

planteamiento de las cuestiones de competencia puede efectuarse una vez no-


el requerimiento de elevación a juicio (art. 349, inc. lo). Si se trata de incorn-
por la materia, en los actos preliminares del debate (ert. 358) y si es por el
,inmediatamente después de abierto el debate (art. 376, pánt 2").
omoción
El ministerio fiscal y las otras partes podrán promover la cuestión de
ia ante el tribunal que consideren competente o por
el tribunal que consideren incompetente.
de estos medios no podrá abandonarlo y recurrir al
s simultánea o sucesivamente.
cuestión, el recurrente deberá manifestar, bajo pena de in-
no ha empleado el otro medio, y si resultare lo contrario será
o en costas, aunque aquélla sea resuelta a su favor o abandonada.
1 se hubieren empleado los dos medios y llegado a decisiones contradicto-
que se hubiere dictado primero.

plantea ante el órgano considerado co


dicho trámite se denomina inhibitoria. E1 arbitrio enderezado
apartamiento del tribunal en el cual se sustancia el proceso se denomina

etencia no pueden prosperar luego de dictada la senten-

e impedir el uso coetáneo o alternado de ambos pro-


se estatuye que la cuestión no puede tener ingreso
no se manifiesta haberse abstenido del otro medio.
esta omisión no altera lo que habrá de decidirse y no tiene otro al-
er las costas a quien oculte la utilización del anterior medio, aunque
favor o lo deje de lado.

S, Fallos 301:728.
S, ED 126-224, E. 40.478.
Ldel 191712000, f. 100.578, con nota de PALACIO DE CAEIRO,"LOSconflictos de competen-
Proceso penal y el tribunal competente para dirimirlos", quien sistematiza directrices dedina-
recifar el tribunal superior competente para solucionar este tipo de cuestiones.
ABALOS,Cddigo..., p. 159.
110 RELACIONES JURISDICCIONALES Art. 47

Oportunidad
46. La cuestión de competencia podrá ser promovida en cualquier estado
de la instrucción, y hasta antes de fijada la audiencia para el debate, sin perjui-
cio de lo dispuesto en los arts. 36; 39 y 376.
En razón de la materia, ver comentario a los arts. 35,358 y 359.
En razón del lerritorio, ver arts. 39 y 376, pán: 2".
Durante la etapa instructoria no hay momento preclusivo; en cambio, si lo hay
fijada la audiencia para el debate (art. 359)'O'. Las cuestiones por razón de materia
pueden deducirse hasta su señalamiento; mientras que las territoriales son admisibles
hasta luego de su apertura (art. 376).
Queda a salvo, en ambos casos, la posibilidad de declarar la incompetencia de
oficio.
Procedimiento de la inhibitoria
47. Cuando se promueva la inhibitoria se observarán las siguientes reglas:
13 El tribunal ante quien se proponga resolverá dentro del tercer día, previa
vista al ministerio fiscal, en su caso, por igual término.
2") Cuando se deniegue el requerimiento de inhibición, la resolución será
apelable ante la Cámara de Apelaciones.
3 3 Cuando se resuelva librar oficio inhibitorio, con él se acompañarán las
piezas necesarias para fundar la competencia.
49 El tribunal requerido, cuando reciba el oficio inhibitorio, resolverá previa
vista por tres (3) días al ministerio fiscal y a las otras partes; cuando haga lugar
a la inhibitoria, su resolución será apelable. Si la resolución declara su incompe-
tencia, los autos serán remitidos oportunamente al tribunal que la propuso, po-
niendo a su disposición al imputado y a los elementos de convicción que hubiere.
5') Si se negare la inhibición, el auto será comunicado al tribunal que la
hubiere propuesto, en la forma prevista en el inciso 4", y se le pedirá que conteste
si reconoce la competencia o, en caso contrario, que remita los antecedentes a la
Cámara de Apelaciones.
61 Recibido el oficio expresado en el inciso anterior, el tribunal que propuso
la inhibitoria resolverá en el término de tres (3) días y sin más trámite, si sostiene
o no su competencia; en el primer caso remitirá los antecedentes a la Cámara de
Apelaciones y se lo comunicará al tribunal requerido para que haga lo mismo con
el expediente; en el segundo, se lo comunicará al competente, remitiéndole todo
lo actuado.
7') El conflicto será resuelto dentro de tres (3) días, previa vista por igual
término al ministerio fiscal, remitiéndose de inmediato la causa al tribunal com-
petente.
La Cámara de Apelaciones aludida en los incs. 2", 5' y 6O, puede ser una de las
indicadas en los arts. 24, iuc. 34 y 3 1, inc. 3'; ver punto c) del comentario al art. 22.
Sobre vistas, ver art. 155; para apelación, ver art. 449 y los restantes artículos
del Capitulo 111, Libro IV.
De acuerdo con el texto del inc. 4" se incluye al MP --quien debe fundamentar
su petición (aris. 69, CPP, 25, inc. j], 33, inc. a], punto 2, 37, inc. c] y 39 de la ley

'O' CNCP, sala IV, LL del 251612001, f 102 194


RELACIONES JURlSDICClONALES

4.946) lo mismo que al cumplir las vistas de los incs. 1" y 7 0 entre las partes. Las
son el imputado (art. 72) -quien junto con el fiscal son partes necesarias en
itos de acción pública-, el querellante, de haberse constituido (art. 82), el
civil (art. 87) y el civilmente demandado (art. 97). En cuanto al asegurador, ver

i hay conflicto debe resolverse bajo la forma de auto (arts. 122 y 123), pues se -
e una incidencia.
1cómputo de los plazos varía según se trate de la instrucción o del juicio (arts.
162). Para todas las partes privadas sólo se consideran los días hábiles, salvo
ión en sentido contrario, y son perentorio^'^^.

rocedimiento de la declinatoria
48. La declinatoria se sustanciará en la forma establecida para las excep-
cial pronunciamiento.
Resultan aplicables los arts. 339, inc. lo, a 345. Se fija un momento especial
es se lo puede hacer luego de notificarse a la defensa las
itorias de elevación a juicio (ver comentario a los arts. 35,

omentos preclusivos para declarar la incompetencia por


teria se señalan en el art. 35 - q u e ensambla con la actividad impuesta por el
. 359- y por territorio en el art. 339, inc. lo, en función de los arts. 39 y 376.
El plazo para satisfacer la vista a la contraparte es de tres días (arts. 158 y 340).

49. Las cuestiones de competencia no suspenderan la instrucción, que sera

a) Por el tribunal que primero conoció la cansa.


b) Si dos tribunales hubieren tomado conocimientode la causa en la misma

de la fijación de la audiencia para el deba-


isión del incidente, sin perjuicio de que el
entaria prevista por el art. 357.
¡dad regulada en el Libro 11 no puede obs-
ncia suscitadas ni por cualquier incidencia
e desaparezcan las pruebas que apuntalen
o faciliten la fuga de los responsables.
a hacerlo posible, se señalan los órganos a quienes corresponde proseguir la in-
tigación. La CCFed. San Martín, sala 1, resuelve con acierto que hasta tanto la
resuelva un conflicto de competencia negativo, debe proseguir la instrucción el

En vez, como la fijación de audiencia para el debate (art. 359) se señala luego
clausurada la instrucción (art. 353), es posible plantear por vía de excepción la
e se fije (arts. 358 y 359).

'O2 CREUS,La acción..., p. 79; arts. 82 y 415


'O3 LL del 281712000, f. 100.130.
112 RELACEONESJURISDICCIONALES Art. 51

Validez de los actos practicados


50. Los actos de instrucción practicados hasta la decisión de la competen-
cia serán válidos, con excepción 9 lo dispuesto en el art. 36, pero el tribunal
a quien correspondiere el procesopodrá ordenar su ratificación o ampliación.
Los actos cumplidos durante la investigación preparatoria -instrucción o su-
mar¡* no son idóneos ---en principio (ver arts. 378, pan. 2', 383,39 1y 392, ya que
pueden oralizarse por la lectura)- para sustentar una sentencia condenatoria, sino
tan sólo para sostener la requisitoria de elevación a juicio. Así se explica que resulten
inimpugnables los cumplidos hasta la decisión de la competencia.
La excepción la constituye el apartamiento del tribunal por razón de la materia
(art. 36), salvo que el tribunal de competencia más amplia --criminal- decida so-
bre los delitos de menor cuantía ---correccionales- o cuando los actos no puedan
repetirse (arts. 200 y 201).
En todos los casos el tribunal que asuma la instrucción podrá, no obstante, or-
denar la ratificación o ampliación de los actos cumplidos hasta entonces.
Los actos realizados durante la etapa instructoria son válidos pese a la declara-
ción de incompetencia por el territorio (art. 40). Así resultan los cumplidos en una
provincia, conforme al derecho local, sin perjuicio de que el órgano en definitiva
competente se pronuncie sobre su fuerza probatoria704. Por eso resulta incuestionable
el pronunciatniento liberatorio dictado por un tribunal que actuó sin competencia, si
el sobreseimiento no fue impugnado705.
Cuestiones de jurisdicción
51. Las cuestiones de jurisdicción entre tribunales nacionales, federales o
provinciales serán resueltas conforme a lo dispuesto anteriormente para las de

En la introducción a la Sección Primera de este Capítulo 111ya se expresó el


alcance de este precepto.
La eliminación de la referencia a los tribunales militares efectuada por ley
26.394 se justifica por haberse derogado el CJM (art. lo).
Si la existencia de un conflicto jurisdiccional cuya resolución se encuentra a
estudio de la Corte no constituye obstáculo alguno para que uno de los tribunales
re-alice el juicio oral, cualquier demora al respecto constituye un menoscabo a los
derechos del imputado en obtener un pronunciamiento que defina su posición frente
a la ley y a la sociedad del modo más breve (art. 18, CN)707.

'O' CNCP, sala 111, ED 170-533, f. 47.629.


'Os CCCFed., sala 1, LL del 2711 112000, f. 101.240.
'""exto según ley 26.394, BO del 291812008. Según su art. 7", comenzó a regir el 261212009.
'O' CS, JA 1994-11-444,
RELACIONES JURISDICCIONALES

nforme al ait. 538, párr. 2', texto según ley 24.13 1, el Código anterior (Libro -
ión 11, Titulo V, Capítulos 1 y 11) sus modificatorias y leyes especiales man-
vigencia en cuanto no se oponían a la presente ley. Ahora en materia de
internacional rige la ley 24.767.

imen del anterior ordenamiento obedecía a que


nda no captaban la extradición internacional,
lapasiva. En efecto: si se cotejan los arts. 52,53 y 54 del presente Código
or ley 23.984 con los arts. 44,45 y 46 del Código tipo, se cae en la cuenta
comprenden a la denominada extradición interna o interprovincial y, de
muy somera, a la internacional activa708.
un caso en que se produjo la anomalía de aplicar este articulado a una ex-
on total olvido de lo establecido por el art. 538,
ca solucionó el desliz -a nuestro juicio con sumo
corpus deducido con ajuste al art. 10 de la ley
do el ahora explícito remedio constitucional (conf.
art. 43, párr. 4", CN) hubiese sido denegado. Vale la pena poner énfasis que en
ncia se dio curso al requerimiento sin ajustar el trámite a lo dispuesto en
Titulo V del Libro Cuarto del antiguo Código aprobado por ley 2372709.
orresponde aclarar que el vocablo "jurisdicción" utilizado por el art. 52 alude
nción que, como es obvio, puede operar solamente sobre un circunscripto

El único de los tres artículos que hace alusión a un tratado y a la vía diplomáti-
bién muy sucintainente- la extradición internacional

El art. 8' de la Constitución Nacional determina en su segunda oración que "...la


es de obligación recíproca entre todas las provincias",
n un fundamento de solidaridad para la realización de
si~ictiva"~ y responde al loable propósito de
1 Preámbulo de la Carta Fundamental7".
ptada para el régimen extraditorio por el segundo pá-
ado para las solicitudes internacionales por el art. 123
os entre provincias o entre una de éstas y la Nación
ado por ley 20.711, aprobatoria de un acuerdo sobre

ifr. LEVENE(h) y otros, código^...,t. 11, ps. 61 y 85


156-205, f. 45.520.
"O CS, Fallos 250:686.
114 RELACIONES JURISDICCIONALES Art. 53

detención y extradición de imputados o condenados por delitos, entre la provincia de


Buenos Aires y la Nación, al que han adherido las demás (art. 3').
Los plazos para mantener privado de libertad al requerido -señalados en los
arts. 4", 5" y 12 de dicho convenio-- son perentorios (art. 2', id.); de suerte que la
desidia en la búsqueda del detenido toma superflua la vía del hábeas c o r p u ~ ~No'~.
obstante, ha prosperado dicho remedio y por mora en la traslación del detenido am-
parado por alguna legislación provincial7".
Extradición solicitada a jueces del país
52. Los tribunales solicitarán la extradición de imputados o condenados
que se encuentren en distinta jurisdicción, acompañando al exhorto copia de la
orden de detención, del auto de procesamiento y prisión preventiva o de la sen-
tencia y, en todo caso, los documentos necesarios para comprobar la identidad
del requerido.
Según lo expuesto en el encabezamiento de esta sección, el artículo alude a la
extradición activa interna o interprovincial.
Establece los recaudos que deben acompañarse cuando se requiere, por un juez
nacional a otro órgano judicial, la extradición de imputados o condenados (extradi-
ción pasiva interna).
Según se trate de imputados o condenados, difiere la documentación a acom-
pañar. En el primer caso, basta copia de la orden de detención, del auto de pro-
cesamiento y prisión preventiva, lo que advierte que la investigación debe haber
alcanzado cierta entidad para que pueda prosperar el reclamo. En el último se exige
copia de la sentencia. Pero en ambos resulta imprescindible adjuntar los documentos
necesarios para comprobar la identificación del sujeto reclamado.
El art. 32 de la ley 23.737 autoriza al juez de la causa -cuando la demoiapue-
da comprometer el éxito de la pesquisa- a actuar en ajena jurisdicciófi territorial
- d e b e entenderse competencia-; puede ordenar a las autoridades de prevención
las diligencias que estime pertinentes "...debiendo comunicar las medidas dispuestas
al juez del lugar". Dichas autoridades, a su vez, tienen que hacer conocer al juez con
competencia territorial, los resultados de las diligencias practicadas y colocar a su
disposición a los detenidos. Este magistrado debe controlar si la privación de libertad
responde a las medidas ordenadas; si así resulta, los detenidos tienen que colocarse
a disposición del juez de la causa.
Extradición solicitada a otros jueces
53. Si el imputado o condenado se encontrara en territorio extranjero, la
extradición se tramitará por vía diplomática y con arreglo a los tratados exis-
tentes o al principio de reciprocidad.
Se refiere a la extradición activa internacional, que es la recabada por un juez
nacional o provincial a un Estado extranjero. Puede solicitarla tanto uno como otro
magistrado. Esto se explica porque coino el requerimiento es propio del juez de la
causa, la Nación no puede inmiscuirse en facultades no delegadas por las provincias
(arts. 4", 5', 121, 122 y 123, CN).

"' CS, Fallos 22934; 250:686.


Ver SAGUÉS, Hábeas corpur, ps. 230 y 23 i
RELACIONES JüRISDICClONALES 11s

a recuesta incumbe al juez ante cuyo tribunal tramita el proceso, quien debe
arde oficio o a instancia de parte, en resolución fundada, desde el
en que el desarrollo del proceso lo tome pertinente (art. 675, Código ante-
. Convenio sobre Detención y Extradición de Imputados o Condenados por
os aprobado por ley 20.711, al cual han adherido la Nación y las provincias).
tribunal competente puede dirigirse directamente al PEN para hacerle llegar -
o de e~tradición~'~.
ncidente es una incidencia dentro del proceso de conocimiento,
o de la instrucción, ya que el juicio no puede tramitar en rebeldía (ver art.
lo, segunda oración, conforme a una virtualmente unánime interpretación

a solicitar la extradición del prófugo no resulta imprescindible que se le


ración indagatoria y, pese a la falta de dicho acto, puede dictarse
n preventiva para cubrir los recaudos que aquélla exija7I5.
se encuentra prófugo, el requerido no podrá intervenir en el interlocutono ni
16, de ahí que sólo puedan participar el MP y el querellunte. Excepcionalmente
tuación de un letrado como defensor del prófugo en atención a
de la causa y tratándose de una persona que estaba preventiva-
etenida en el extranjero7I7.
tradición solicitada por otros jueces
. Las solicitudes de extradición efectuadas por otros tribunales serán
tamente, previa vista por veinticuatro (24) horas al minis-
re que reúnan los requisitos del art. 52.
o condenado fuere detenido, verificada su identidad, se le
lmente o por intermedio del defensor aclare los hechos e
que a su juicio pueden ser útiles, después de lo cual, si la
ión fuese procedente, deber&ser puesto sin demora a dispo-
el tribunal requirente.
refiere, tan sólo, a la extradición pasiva interna y tanto su trámite como su
tan especialmente con el convenio aprobado por ley 20.711.
y la jurisprudencia citada por Levene (h) parecieran estar en
,creemos que nos asiste razón porque los Códigos provinciales ---como los
ha tenido en cuenta el proyecto de Código tipo seguido por dicho procesalista
n del presente- no han podido ocuparse de la extradición pasiva
trata de uno de los casos que sirven de paradigma para la
eral y, por ende, queda fuera de aquéllos (conf. art. 99, inc. 11, CN);
hubiera sido necesario mantener la vigencia del Código anterior en

De suerte que, tanto el breve plazo para decidir la procedencia como la posibi-
de discutir en cuanto al fondo del asunto, aclarar los hechos y producir prueba
respecto, sólo operan cuando se trate de una extradición solicitada por juez
71"S, LL 91-322.
"' CCC, Fallos t. 11, p. 264.
CCC, Fallos t. IV, p. 321.
"' CF Cap., JA 1963-111-373, f. 6927.
''' Códigos..., t. 2, ps. 81, 83, 85.
provincial a nacional. Es cuestionable que este precepto respete el art. 8' de la Cons-
titución Nacional y según el propio Levene (h) -aun en el ámbito de la extradición
interna- suscitó críticas de Vázquez Iruzubieta y Además, por imperio
del art. 31, CN, y de la ley 20.71 l,..toda contradicción sobre el objeto procesal cuya
dilucidación incumbe al juez requirente, queda fuera de los lindes de la extradición
pasiva interna. Este temperamento, incontestable en los supuestos de extradición
pasiva internacional 720,resulta mucho más atendible en la extradición pasiva interna
o interprovincial, ya que el art. 8', CN, veda a las provincias innovar sobre el punto,
pues, en cierto modo, significa una limitación a las facultades locales7*'.
De manera que el acierto del segundo párrafo resulta cuestionable. No debe
olvidarse que la solicitud de extradición ha sido formulada por el juez competente
-al ser el natural-, a quien concierne -tanto en el orden internacional como en el
nacional o provincial- pronunciarse sobre los hechos que han generado el proceso
en extraña jurisdicción.
Cabe puntualizar que en el ordenamiento aprobado por ley 20.711 no existe
ningún precepto similar al del segundo párrafo de este articulo72z.

a) Generalidades
Son dos arbitrios enderezados a resguardar la imparcialidad del juez, que es
inherente al ejercicio de la función NO debe tratarse de mal desempeño
o delito en el ejercicio de su función, pues el medio para separarle es, entonces, el
previsto por los arts. 53 y 115, CN724.El tema hace al buen servicio de 16 adminis-
tración de justicia; son circunstancias que deben ser valoradas para evitar que la
garantía del debido proceso, en el cual la imparcialidad del juzgador es condición
necesaria, pueda verse lesionada con el mantenimiento de condiciones adversas para
el correcto ejercicio del derecho de defensa725.En alguna ocasión se lo ha vinculado
con situaciones de gravedad institucional, al estimarse superados los intereses de los
participes en la causa, de tal modo que el tema puede conmover a la sociedad entera,
en sus valores más sustanciales y profundos726.
Dice Chiappini que en este Código se ha seguido el régimen correcto de abor-
dar primero el sistema de excusaciones y luego el de la recusación727.

""rocedimiento ..., t. 1, p. 167.


''O CS, Fallos 213:32; 236:204; 284466.

''' CS, JA 1929-31-50.


Consultar nuestro trabajo "Apuntes sobre la faz procesal de la extradición", en RADP, año
1968, nro. 1, ps. 32 y SS.y nuestro Curso ..., t. 11, ps. 2621277.
"' PALACIO, Derecho...,t. 11, p. 304.
''' CS, ED 145-822, nro. 732.
CS, Fallos 306:1392; 310:2342.
""S, Fallos 257:132.
'l' "Reglas sobre excusaciones y recusaciones", JA 2001-111-1102.
Garantía del juez imparcial
tes de la reforma constitucional de 1994 ya se sostuvo que si "el juicio es ga-
de un ejercicio no arbitrario del poder penal por parte del Estado ... el principio
ez natural constituye, también, una garantia de la independencia y de la
~ialidad"'~~. Hasta aquel hecho político, resultaba compleja tarea hemenéu-
contrar en el texto de la Ley Suprema, referencia más o menos explícita, -
de la imparcialidad judicial. A partir de entonces, el texto de algunos de los
os internacionales, con jerarquía constitucional según el art. 75, inc. 22, párr.
implifica el tema, al punto de que su comprensión habilita la vía del recurso

Es aue la vigencia de los arts. 8, punto 1 de la CADH, 14.1. del PIDCP, 10,
;
, X X V DADDH,
~ deparó ai tópico características de cuestión federal
Cada vez que se discrepe en punto al alcance de la imparcialidad, la natura-
1conflicto abrirá paso a la vía del art. 14 de la ley 48. No puede dejar de apli-
n fundamento en una acordada, la ley del ordenamiento local que dispone
de sustitución de los jueces cuando han conocido en grado de apelación. El
doctor Vázquez sostiene que se debe preservar la imparcialidad
que se afecte como consecuencia del conocimiento directo que se tuvo en el
de investigación, pues se vulneraría la garantia -ahora constitucionalmente
75, inc. 22, CN)- del juez imparcial730.
on, pues, sin sustento los precedentes que denegaban la apertura del
aordinario, cuando se discurría en tomo a una r e c u ~ a c i ó n ~ ~ ' .
al cuerpo normativo constitucional -la Constitución reforma-
orados-, si se discute acerca de la extensión de la imparcia-
acuerdos antes enumerados- quedará acotado e1 pertinente
a la vía para acudir ante el más Alto Tribunal de la Nación, a
sto en el art. 14 de la ley 48. Más aún: si la resolución pugna-
ente a preservar la imparcialidad del juez, también resultaría
reclamo internacional ante la Comisión Interamericana de
-art. 46.1 ., CADH, incorporado a la CN por el art. 75, inc.
,una vez agotada la jurisdicción interna con el fallo de la Corte Suprema. Si la
ción perdura, cabría reclamar un pronunciamiento de la Corte Interamericana

ibición o excusación se produce cuando es el propio juez quien provoca


amiento espontáneo (art. 55).
usación, por el contrario, es un medio acordado a las partes por la ley
as del conocimiento de un deteminado proceso a un magistrado (art. 58).
dos casos es preciso establecer si existe algún vínculo o relación entre el
o y el objeto del proceso o sus intervinientes.
Las causales no sólo deben evaluarse con referencia al proceso penal en curso
lo referente a la cuestión principal como a la civil, eventual o acceso-

'' BINDER,
Introducción ...,p. 143.
Confr. CS, LL 1995-D-462, f. 93.553, consids. 5" y 6".
CS, LL del 17/5/1999, f. 98.720.
71' CS, Fallos 308:2664; 311565.
118 Y RECUSAC~~N
MHIBICI~N Art. 55

ria- sino, también, con respecto a uno diferente, sea de índole judicial o admi-
nistrativa (ley 19.549 y su decreto reglamentario 175911972; art. 55). Asimismo se
meritan diversos vínculos de carácter conyugal (ari. 55, incs. 7' y 12), de parentesco
(art. 55, incs. 2", 3 O , 4', 6", 7' y 12),$utela o curatela (arl. 55, inc. 5 9 , de amistad o
enemistad (art. 55, inc. 11)732y de guarda o similares (art. 55, inc. 12).
En resumen: se evalúan hipótesis en que la exigible imparcialidad a un inte-
grante del PJN (art. 108, CN) puede cuestionarse conforme al siguiente esquema:
1. Relación directa del juez con el proceso (arts. 55, incs. l", 4', y 10).
2. Relación indirecta del juez con el proceso (art. 55, incs. 2' y 47.
3. Relación directa con los interesados (art. 55, incs. 3', 4', 5", 6' primera ora-
ción, 7", 8', 9", l l, 12, cuando es quien recibe el beneficio, presente o dádiva).
4. Relación indirecta con los interesados (art. 55, incs. lo, última oración, 6',
última oración, 7", última oración, y 12, cuando no es el receptor).
En el sistema del Código no existe, en principio, la denominada recusación sin
expresión de causa o incausada, en la cual no es necesario explicitar los motivos que
la ocasionan.
Tiene dicho la CS que la excusación de uno de los jueces para conocer en la
causa, debe hacerse saber a las partes personalmente o por cédula, sin que el pleito
pueda fallarse antes de que la integración hubiera quedado consentida; al extremo de
que tal omisión determina la inexistencia del fallo de la Cámara733.
55. El juez deberá inbibirse de conocer en la causa cuando exista uno de
los siguientes motivos:
19 Si hubiera intervenido en el mismo proceso como funeionario del mi-
nisterio público, defensor, denunciante, querellante o actor civil, o hubiera ac-
tuado como perito o conocido el hecho como testigo, o si en otras actuaciones
judiciales o administrativas hubiera actuado profesionalmente en favor o en
contra de alguna de las partes i n v o l ~ c r a d a s ~ ~ ~ .
2") Si como juez hubiere intervenido o interviniere en la causa aigún pa-
riente suyo dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
37 Si fuere pariente, en los grados preindicados, con algún interesado.
49 Si él o alguno de dichos parientes tuvieren interés en el proceso.
5 1 Si fuere o hubiere sido tutor o curador, o hubiere estado bajo tutela o
curatela de alguno de los interesados.
63 Si él o sus parientes, dentro de los grados preindicados, tuvieren juicio
pendiente iniciado con anterioridad, o sociedad o comunidad con alguno de los
interesados, salvo la sociedad anúnima.
7") Si él, su cónyuge, padres o hijos, u otras personas que vivan a su cargo,
fueren acreedores, deudores o fiadores de alguno de los interesados, salvo que se
tratare de bancos oficiales o constituidos, bajo la forma de sociedades anónimas.

'j2 Ver CHIAPPINI,


"La recusación por 'amistad"', ED 144-846.
'" Fallo del 261411994, LL del 31211995, 38.315-S. Ver MORELLO - SOSA-BERIZONCE, Códi-
gos..., t. 11-A, ps. 41 11552; SAGÜÉS,"Seguridad jurídica y coiifiabilidaden las instirucionesjudiciales",
LL del 611111996, p. 1; Jurisprudencia Sintetizada, "Recusación-Excusación", JA del 261211997, ps.
74179. Ver CONDOMÍ, "Actualidad en la jurisprudencia sobre excusación por motivos graves de decoro
o delicadeza", LL del 1811011999. Es elocuente el título de un trabajo de Chiappini -"La atribución de
excusarse no prec1uye'-publicado en DJ 1999-3-437.
'" Texto según ley 24.121.
8') Si antes de comenzar el proceso hubiere sido acusador o denunciante
o acosado o denunciado por ellos.
zar el proceso alguno de los interesados le bubiere

onsejos o manifestado extrajudicialmente su opinión


roceso a alguno de los interesados.
i tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los

él, su cónyuge, padres o hijos, u otras personas que vivan a su cargo,


ecibido o recibieren beneficios de importancia de alguno de los intere-
os; o si después de iniciado el proceso, él hubiere recibido presentes o didivas,
aunque sean de poco valor.

a) Concepto
Comprende los casos en que el juez, sin requerimiento extraño, se aparta de
citar la jurisdicción. Las causales de excusación deben interpretarse con ampli-
, en la práctica se han aceptado otros motivos no previstos expresamente en la
gislación procesal, apuntándose a una mayor garantía de imparcialidad, pues no
e sensato imponer al juez que intervenga en un proceso, cuando la considera
da. Por el contrario, la recusación resulta de apreciación restrictiva735.El apar-
miento por motivos graves de decoro o delicadeza es un instituto regulado en el
PCC y no previsto en éste736.Si bien los motivos de excusación son más amplios
los de recusación, las razones de delicadeza personal no son atendibles, sobre
uando son sobrevinientes y resultan consecuencias de actitudes o expresiones
vas de las partes; de lo contrario podría separarse al juez a
b) Investigación vs. juzgamiento

b.1. Evolución jurisprudencia1


En el texto según ley 23.984 se contemplaba el caso en que el juez hubiera
tado sentencia como integrante del tribunal de juicio (arts. 25, 28 y 32 y 13 de
ley 24.050), juez coi~eccional---con competencia federal o nacional ordinaria
ris. 27, inc. 2"; 29, inc. 2", y 33, inc. 2"), o de menores (art. 29, inc. 2"); también
ando hubiese decretado auto de procesamiento como juez federal (ari. 33, inc.
instrucción con competencia ordinaria (art. 26), correccional con la misma
petencia (art. 27, incs. 1" y 2", en función del art. 405) y en lo penal económico

nuestro modo de ver, la previsión anterior era correcta porque un magistra-


intervino en cualquiera de los actos procesales referidos anticipó opinión y
arece que esto cohibe su imparcialidad. Sólo por razones prácticas, originadas en
ámite correccional y en el de menores, donde el inismo juez, federal o nacional,
competencia ordinaria -asume primero la función instructona y luego la de
una1 de juicio-, hubo de suprimirse este supuesto. En efecto: en dichos fueros,
vez que el órgano judicial hubiera dictado el procesamiento, conforme al texto

CNCP, sala 111, ED 163-165, f. 46 524


'"CS, Fallos 320519.
'" CNPE, sala B, ED 173-24, f. 47.974.
de la ley 23.984, no podía sentenciar, ocasionando así graves inconvenientes para la
administración de justicia. Sin embargo, era preferible buscar el medio para supe-
rarlos por vía de superintendencia -manteniendo el texto- a eludir un caso que va
en desmedro de prohibiciones const&ucionales (arts. 18, 28 y 33, CN), aunque con
estrictez pudiera no estimarse prejuzgamiento, pues la actuación se producía necesa-
ria y tempe~tivamente'~~.
Empero la CNCP, sala IV, consideró, en un priiner momento, inexistente la
violencia moral motivada por haber dictado auto de proce~amiento~~~.
La imposibilidad de apartar del conocimiento de la causa a quien antes inter-
vino en su decurso en tareas ajenas al juicio, ha originado coincidentes censuras.
Darritchon acota que "...si el haber actuado anteriormente emitiendo opinión sobre
aspectos sustanciales, no creó violencia moral, es de buena doctrina interpretar que
si un acto legislativo posterior -integración provisoria de los tribunales por defec-
tos de implementación-, creó una afectación a la imparcialidad de los jueces, la
misma justicia debió sanar la deficiencia. ¿Cómo? Interpretando que dicha ley creó
una causal específica de apartamiento de los jueces, en cuanto por lo defectuoso de
la reorganización del Poder Judicial, alguno de sus miembros debieran realizar roles
antitético~"~~~.Resulta ifnposible contradecir esta tesis de lege ferenda. Y en todo
caso su acotación en orden a la "violencia moral" deviene ímprobo al propósito de
refutarla, aun en el plano dogn~ático.
En su momento Bovino precisó que (1)a aplicación de las garantías constitu-
cionales y de las disposiciones de los pactos internacionales... subsanan la errónea
decisión del legislador y permiten solicitar y decidir el apartamiento de un juez en
aquellos supuestos no previstos en el art. S...en los cuales pueda temerse, de modo
razonable, la afectación de una garantia básica propia del Estado de Dere~ho"~"'.
Como siempre, la ensei5anza de Clariá Olmedo resulta utilísima: "Parece iló-
gico mantener en el proceso a un juez que ha considerado un deber apartarse de él
atento a que la causal no está prevista en la ley"'".
En la misma línea se explaya Bruzzone, para quien una de las denominadas
"Reglas mínimas de las Naciones Unidas para el procedimiento penal ('Reglas de
Mallorca')", impone solución adversa a la del fallo de la CNCP, sala IV, antes citado.
Es que la regla 4", punto 2), establece, para reforzar la imparcialidad del seritencian-
te, que "...no podrá formar parte del tribunal quien haya inteivenido anteriormente,
de cualquier modo, o en otra función o en otra instancia en la misma causa..."743.

PALACIO - ALVARADO VELLOSO, Código..., t. 1, ps. 440 y 448; en contra, de manera rotunda,
CLARIAOLMEDO, Tratado..., t. 11, p. 245.
LL del 2611211997, f. 96.530, o DJ 1998-1-639, f. 12.659; también CNCP; sala 111, ED del
281412000, DPPC, f. 97, quien acepta que no lo configura dicho auto, pues sólo implica un juicio de pro-
babilidad sobre la existencia del hecho y la culpabilidad del imputado; CNCE salas 11y 111, "Schweizer
de González" y "Lopina" (JA 2000-111-1011104, coi1 apostilla de ROMERO VILLANUEVA, "La parciali-
dad o la imvarcialidad del iuez en el iuicio correccional"), Si11embareo.
u . la misma sala 111. en anterior
fallo del 8/3/1999, "Oliva Gerli", aunque frente a un sobreseimiento, decidió en sentido contrario incli-
.
nándose vor la inhibición de auien como iuez de vrimera instancia dictó el decisorio auc lueeo resultó
sometidóa su consideración firmando la álzada; Se pronunció por la nulidad absoluta (JA 1999-IV-32).
"O "Las garantías y la recusación", JA 1993-1V-12.

"' "Imparcialidad de los jueces y causales de recusación no escritas en el nuevo Código Procesal
Penal", LL 1993-E-566.
' O 2 Derecho ..., t. 11' p. 244.

"' "Sobre la garantía del juez imparcial", NDP 1996-0-541 y SS.


1 procurador general de la Nación ha dictaminado el 241911998, en la causa
zerovich", y propicia evitar la declaración de inconstitucionalidad, pues acon-
'...garantizar la imparcialidad, cuando el imputado así lo solicite ..., el juez al
e toque investigar no podrá luego juzgar en la causa por él instruida y deberá
rla a otro juez correccional que tendrá, en el juicio propiamente dicho, las atri-
es propias del presidente y del tribunal de juicio, tal como lo dispone el art. -
1 citado cuerpo legal". Añade que "(S) los tratados de derechos humanos ga-
n el derecho a ser juzgado por un tribunal imparcial, no puede desconocerse
echo por la mera razón de que el legislador olvidó regular ciertos supuestos
trató los casos de recusación de los jueces". La CS resolvió por mayoría
rechazar el recurso sxtraordin;irio, pues desestimar uiia recusación no rcsulta equilm-
rabli, ;isciltsncia tlcfinitiva; la minoría lo dcclarv ad~llisible,pues de los anrcccdcntes
de la causa surgía un cuestionamiento severo al ejercicio imparcial de la administra-
justicia, aunque sus integrantes se decidkron por confirmar el rechazo de la

CNCP, sala IV, estimó con posterioridad que el juez interviniente en la ins-
formó opinión, aun mínimamente, sobre la culpabilidad que en el hecho le
a quien es perseguido penalmente, provocando un temor de parcialidad que
usa
'
suficiente para apartarlo -refiriéndose a los problemas suscitados por la
correccional-; decide que quien instruyó debe remitir el legajo a otro ma-
o ante quien se realizará el debate
La Corte Suprema, frente a la ley 2865 de Río Negro, se pronunció sobre el
.Ante una acordada que, basada en razones presupuestarias, estableció la po-
dad de prescindir de aquella ley, en cuanto impedía participar en el juicio a los
strados integrantes de la Cámara Penal que en grado de apelación intervinieron
ámite, abordó el tema constitucional hnplíc$amente, Pues la mayoría lo de-
e la inmediata aplicación de las leyes modificatorias de jurisdicción y compe-
n en ausencia de precepto expreso74G.
abe advertir que al declarar la invalidez de actos procesales, el tribunal supe-
puede apartar al juez a quo (art. 173) y que en la revisión, si hay reenvío, los ma-
rados que conocieron en el juicio anterior no pueden intervenir en el nuevo (art.
),matices que aparecen un tanto incompatibles con el criterio ahora establecido;
sentido similar a aquél, art. 471. El TOF La Plata, en consonancia con el texto
nte, desestima la recusación del magistrado que antes participó como vocal de
ámara de Apelaciones y confirmó el auto de prisión preventiva y el rechazo de la
rcelación. La disidencia del doctor Schiffrin se pronuncia por la inconstitucio-
d de la refonna introducida por el art. 88, párr. 2', ley 24.121, pues quien ha
rvenido con poder decisorio en la instrucción preparatoria, no puede actuar en el
;adujo que tanto el PIDCP como la CADH y otros pactos internacionales pre-

'"LL del 2611 111999, f. 99.604; el fallo 99.603 corresponde a la CNCP, sala 111, que consideró
s decisiones no fueron dictadas en forma prematura. Ambos fueron anotados con exhanstividad
cia, "La noción de tribunal imparcial en los instrumentos internacionales de derechos humanos".
1999-3-534, f. 14.718, o LL del 27/9/1999, f. 99.356, o ED 184-569, f. 49.637, con nota
,"La actuación del juez correccional en la instmcción y en el juicio frente a los tratados
les que aseguran la imparcialidad judicial", o JA2000-111-100; en el mismo sentido, CCC,
LexisNexis, nro. 7, p. 3 16; id., sala IV, SR, LL del 271912004, f. 108.106.
' DJ 1999-2-745, f. 14.326, o LL del 111111999, f. 99.511, con nota de SUPERTI, "Quien inves-
a no debe juzgar"; en cambio, el voto del doctor Vázquez estima que aquella intervención vulnera la
rantía del juez imparcial
servan la imparcialidad del juez. Debe destacarse que su voto es anterior a la nueva
jerarquía normativa establecida por el art. 75, inc. 22 de la actual CN747.
Al votar en disidencia, los jueces Vázquez y Maqueda también se inclinaron
por la declaración de inconstitucionalidad del art. 88, ley 24.121, en cuanto supriinió
como motivo de inhibición del juez"si en el mismo proceso hubiere pronunciado auto
de procesamiento, tal como lo disponía la redacción original del art. 55, inc. 1°748.
Sobre el juicio correccional, ver comentario al art. 405 y "Gi~dice"~'~.

b.2. El fallo " L I e r e ~ i a " ~ ~ ~


La cuestión fue definitivamente resuelta por la CS en el fallo citado al esta-
blecer que el juez que dictó auto de procesamiento no puede intervenir con poste-
rioridad en el debate oral. Se dijo allí "que esta acumulación de funciones no sólo
se contrapone al principio republicano de división de poderes -expresado en el
principio acusatorio-, sino porque puede generar en el imputado dudas raiona-
bles acerca de la posición de neutralidad de quien lo va a juzgar en el caso, luego
de haber recopilado e interpretado prueba en su contra para procesarlo primero, y
elevar la causa a juicio después" (consid. 13, párr. 3', voto de los jueces Zaffaroni y
Highton 6.e Nolasco). vale la pena, por su claridad expositiva, citar las palabras del
juez Petracchi: un tribunal "que se puede ver obligado a admitir que se equivocó, al
menos hipotéticamente, no puede aparecer ante la opinión pública y las partes como
un tribunal insospechado, pues deja de ser un tercero ajeno al conflicto y pasa a tener
'interés' en el resultado del juicio: el de ocultar los posibles defectos o errores de la
instrucción que él mismo realizó" (consid. 39 de su voto).
Salvo los jueces Boggiano y Maqueda, el resto de los ministros consideró in-
necesaria la expresa declaración de inconstitucionalidad del art. 88, ley 24.121, ya
que, si bien en su segundo párrafo suprimió expresamente el motivo de inhibición
del juez cuando en el mismo proceso hubiere dictado auto de proc6samient0, "no
existe óbice para que, como regla procedimental ... se interprete el temÓr de par-
cialidad como un motivo no escrito de recusación del juez y a favor del imputado,
manteniendo la competencia de la causa dentro del mismo fuero correccional, con el
sólo cambio del juez que llevará adelante el debate" (consid. 28, pán: 3", voto de los
jueces Zaffaroni y Highton de Nolasco; en sentido similar consid. 48, párr. 2", voto
del juez Petracchi).
Lo resuelto en "Llerena" trajo aparejada la incompatibilidad de las atribuciones
as-ignadas a los Tribunales Orales en lo Criminal Fede~al'~' por los arts. 28 y 32 del

'" Ver nota acorde de DARRITCHON, "Las garantías y la recusación" (JA 1993-IV-3). En el mis-
mo sentido se ha manifestado el TO Pen. Econ. nro. 1 (LLdel2211211993, f. 91.850).
ld8 CSIcausa "Álvarez", JAdel2411212003, p. 60; la mayoría desestimó el recurso porque no fue
dirigido contra el pronunciamiento que declaró inadmisible el recurso previsto en el art. 11, ley 24.050.
'69'LJui~iocorreccional en única instancia" (LLActualidad el 13/2/1977).
'" OS, Fallos 328:1491; SJP, LL 31/5/2005, p. 30. RDP, LexisNexis, 1312005, p. 1359, con
nota de ROMERO VILLANUEVA. "Un mensaie sobre los contornos del oroceso oenal a nartir del caso
'Llsrens"'. Otrus coiiicnraiior 31 iallo ppucd?n serse en KioS. "1:l r:indr dc parcialidad cunio caiicd de
reiu,diiij~~". -
SJP. 1.1. del 3 1 9 ?(U':, ..D. !O;. S ~ I ) i > ro, '1.a inioarcialidaii de! "iu/i?ador frente 31 c a ~ oion-
creto: el problema de 16s jueces correccionales en ia justicia nacional"; QUINTEROS - ROSSI, "Acerca
de la garantía del juez imparcial. Otra mirada sobre el precedente 'Llerena"', publicados en PASTOR
(dir.), El sistema penal en las sentencias recientes de lo Corte Suprema, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2007,
ps. l i l y 131, respectivamente.
"' lndividualizados en el art. 1". ley 25.269.
juicio- y por el art. 90, ley 24.121 -fun-
de órgano de alzada respecto de las resoluciones dictadas por los jueces de
ción-. Con buen criterio la CS dictó la Acordada 2312005752mediante la cual
ó la intervención de los tribunales orales aludidos como órgano de alzada
to de las resoluciones correspondientes a la instrucción de procesos penales en
ulteriormente deban intervenir como tribunales de juicio. La función exclui- -
s Federales de Apelaciones que son cabecera

la CNCP, sala 111, anuló -por mayoría- la


s magistrados que habían intervenido como órgano de alzada
al confinnar el procesamiento del imputado753.La disidencia
anto destaca que la cuestión ya habia sido resuelta con ante-
ida en su momento por el imputado, parece no advertir que
etraer la posibilidad de invalidar una nulidad
resuelto por la CS en "Nieva"754,que aplicó
anuló la confirmación de una condena dictada en un juicio
o juez que habia intervenido en la instnicción. Idéntico cri-
se siguió en " N i ~ o l i n i "respecto
~ ~ ~ de la condena dictada por magistrados que
onfirmado, con anterioridad, la decisión de elevar la causa a juicio.
doctrina fue también extendida, con razón, al caso diese^"'^^, en el que los
isar la condena habían intervenido coino órgano de alzada
cidir la apelación contra el auto de pro~esamiento~~'. De amplia repercusión
el ámbito de la casación es lo expresado por la Procuración General de la Na-
n -a cuyos fundamentos remite la mayoría de la CS- en punto a que no se
antiza la vigencia plena de la doble instancia cuando los magistrados encargados
ocieron anteriormente en el hecho; de lo contrario, doble
cia significaría, tan solo, doble revisión por las mismas personas. Consecuente
es de la casación que hayan intervenido en su condición
ecto de decisiones dictadas durante la ii~stnicción~~~, no
n de la condena, si de su actuación previa puede inferirse

' BO del 811112005. SJP, LL del 281212006, p. 76.


CNCP, 21212006, "O., R. E.", SJP, LL del 301612006, p. 59.
7 ' ~ a l l o328:3773;
~ SJP, LL del 271412006, p. 65. El ministro Lorenzetti votó en disidencia; no
ecesariamente afectada la garantia de imparcialidad en el trámite del juicio correccional
señalar que el magistrado no habia votado al decidirse "Llerena").
""S, Fallos 329:909; RDP, LexisNexis, 812006, p. 1603.
, Fallos 329:3034. SJP, LL del 291912006, p. 65; JA, Jurisprudencia de la CSJN, del
p. 67. Ver los comentarios de CORVALAN, "A propósito del reciente fallo que anula una
a prisión perpetua por falta de imparcialidad en la Cámara de Apelación de Venado Tuerto
e)", CDJP, Casación, 617, p. 485 y de GUERRA, "Perspectivas y retrospectivas desde el fallo
..
',en Pastor (dir.), El sirtema p. 165.
el mismo sentido, CS, 81912009, "Pin", RDP, AbeiedoPerroi, 212010, p. 287; 141412009,
12009, "Ramirez", citados por GARAY - M A N R I Q U E , "Actualidad en jurisprudencia de la
ma de Justicade la Nación 1-2010", RDP, AbeledoPerrot, 412010, p. 651.
"S, Fallos 328:1108, "Di Nunzio".
124 INHIBICION Y RECUSACION Art. 55

En sintonia con lo apuntado, el Alto Tribunal consideró que no corresponde que


intervengan en la revisión de la condena los mismos jueces de la cámara de casación
que, con anterioridad, habían revocado la absolución del imputado7s9.
La jueza Ledesma -en disidepcia- entiende que igual postura debe adoptarse
en el supuesto del recurso de revisión respecto de los jueces que resolvieron, con
antelación, la casación contra la condena760. Del voto mayoritario del fallo citado
y lo resuelto con posterioridad por la CS1", surge que, en el caso.concreto, no se
advertía temor de parcialidad porque el reinedio contra la condena había sido recha-
zado sólo por cuestiones formales. En cambio, si los jueces hubiesen ingresado en
el análisis sobre el fondo de los agravios de la casación, si hubiera correspondido el
apartamiento de los magistrados para conocer en el recurso de revisión.
La CNCP, sala 11, indicó que la doctrina "Llerena" no sólo se aplica al ámbito
correccional, sino también a los magistrados de aquellos tribunales que hayan in-
tervenido, de cualquier modo, con anterioridad en la misma causa762;criterio cuya
amplitud no se compadece con la necesidad de verificar en cada caso concreto la
posibilidad de que exista temor de parcialidad (consid. 22, párr. lo, voto de los mi-
nistros Zaffaroni y Highton de Nolasco).
c) Causalcs
El inciso primero (texto según art. 88, párr. 2 O , ley 24.121) se refiere ahora a la
actuación del magistrado en funciones antesiores ajenas a las de juez.
A la redacción del Código tipo se ha añadido el supuesto de intervención como
abogado e11otras causas e incluso en expedientes admiriistrativos, siempre que haya
actuado con interés contrapuesto a alguna de las partes; a su vez se ha suprimido el
carácter de mandatario, añadiéndose al actor civil.
La sala II no entiende comprendida en esta causal cuando se labró un acta,
donde se hizo constar el pedido del MP para imputar a uno de los testigos por falso
testimonio cometido en la audiencia, pues los miembros del tribunal se lifnitaron a
cuinplir con el art. 371 763. En sentido contrario, la CNCP, sala IV, decide que cabe
hacer lugar a la recusación con base en el temor de parcialidad del TOC que debe
juzgar el hecho que anteriormente había
En cuanto al MP, debe tratarse de intervención efectiva en la tarea de persecu-
~ i ó ny' no
~ ~si sólo actuó en una cuestión de competencia766.

'*' CS, Fallos 330:1457, "Alonso"; RDP, LexisNexis, 1212007, citado por GARAY- MANRI-
QUEZ, "Actualidad en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 2-2007", p. 2375;
21912008, "Rinaldi Trillo", citado GARAY- MANRIQUEZ,"Actualidad en jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia de la Nació11 1-2009", RDP, AbeledoPerrot, 312009, p. 456.
Conf. su voto en CNCP, 111812006, sala 111, "Melman", RDP, LexisNexis, 312007, p. 528.
''' -
1411212007, "Melman", citado por GARAY MANRIQUEZ, "Actualidad en la jurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 1-2008", RDP, LexisNexis, 512008, p. 801.
'" 21612006, "A,, A. A?, SR, LL del 3011112006, p. 47.
'" JA 1999-1-13, "Fasciolo".
''' LL del 181212002, f. 103.292, o JA 2002-11-740, con ajustada nota coincidente de CHIAPPNI,
"El juez denunciante: aquí debe excusarse".
"* Por ejemplo, haber ofrecido la prueba de cargo (CS,I91512010, "Catán?, citado por GARAY
- MANRIQUEZ,"Actualidad e11jurisprudencia de la Cone Suprema de Justicia de la Nación 2-2010",
RDP, AbeledoPerrot, 912010, p. 1577).
CI-ARIÁOLMEDO,Tratado.., t. 11, p. 246, nro. 434.
e
La remisión de una nota al tribunal de superintendencia, en que se alude a
mportamiento del recusante no implica actuación profesional en los términos de
e inciso, pues no es actividad profesional como la reservada a los letrados, peritos
ualquier otra persona que actúe en un expediente judicial o administrativo, en
icio de una disciplina habitual que sea útil y deferente a la actividad forense7".
Como órgano de la prueba, el apartamiento difiere según se trate de la interven--
del juez como perito o de la percepción del hecho como testigo; en el primer
,la labor debe haberse cumplido, mientras que en el segundo basta el mero co-
miento sensorial, que haga posible su convocatoria. La explicación radica en que
s peritos son fungibles; de manera que si aún no realizó el peritaje, el impedimento
diluye, pues puede realizarlo cualquier otro técnico y así asumir la tarea como juez
caso. En vez, los testigos no pueden elegirse indiscriminadamente, sino que su
ación se iinpone a quienes accedieron al dato por aquel medio (art. 240).
La intervención debe consistir en actividad jurisdiccional; no basta homologar
acto que trasunte la voluntad unilateral de una parte, tal como el desistimiento de

Resulta manifiestamente improcedente introducir en la denuncia repetida,


mo causal de recusación por prejnzgamiento, que el magistrado que debe interve-
itió opinión al resolver laprimera769.
1 inciso segundo impide que en un mismo proceso intervengan dos magis-
s que sean parientes dentro de los líinites establecidos. A través de esta vía se
nza, por ejemplo, al juez que se desprendió de las actuaciones, pues elevó el
ceso a juicio (arts. 349, párr. 2" y 351). La intervención del inagistrado pariente
ebe haber configurado un acto procesal jurisdiccional, dictado a favor o en contra
e alguna de las partes y no cuando simplemente se declaró lo que fue ejercicio de la
untad unilateral de una de aquéllas770.
La comprensión del inciso tercero necesariamente impone relacionar el grado
parentesco que fija el inciso segundo con la condición de interesado definida en el
art. 56. Determinada dicha relación, tiene que producirse el alejamiento del juez. Si
ien el parentesco con el juez no está previsto entre los interesados, la concurrencia
e tal extremo puede entrañar un riesgo para la imparcialidad y se toma procedente

El "interés" referido en el inciso cuarto requiere que el resultado de la causa


da redundar en daño o provecho de quien se excusa772o de los mismos parien-
es 73. Debe ser directo, inmediato y
No lo configura el desacierto del director de la pesquisa, como tampoco la mora
el avance de las investigaciones aunaue desatendiera órdenes emanadas de la

'" CCC, sala VI, ED 173-344, f. 48.055, o JA 1998-1.51% en igual sentido, id. id,,JA 1998-1-514.
'" CNCP, sala IV, DJ 2000-1-97, f. 14.910.
'" CCC, sala VII, JA 2000-111-732.
"O CNCP, sala IV, LL del 2611 111999, f. 99.607.
77'CF Cap., sala 1, JA 1994-1-611.
"' CCC, Fallos t. IV, p. 317.
I d , sala V, LL del 301611999, f. 98.946.
"' CCC, sala VI, LL del 301611998, f. 97.409.
"' CCC. sala IV, JA 1999-111-661.
126 INHIBICIONY REC~SACION Art. 55

El inciso quinto comprende los casos en que la ley civil suple la incapacidad
de ciertas personas; tanto da que el juez haya sido representante legal en el carácter
señalado como pupilo. Ver art. 56.
E1 "juicio pendiente" del incBo sexto puede ser de naturaleza no penal. Capta
al juez y a quienes tengan el vinculo familiar antes referido como actores y deman-
dados o querellantes y querellados. En cuanto a la sociedad, se evita el riesgo "...
de que la affectio societatis coincida eventualmente en el ánimo,del magistrado";
se extiende a las simples asociaciones (clubes, entidades deportivas, intelectuales,
sociales, etc.), si bien en estos casos el criterio debe ser Ver art. 56.
El inciso séptimo impide que cuestiones patrimoniales se tomen susceptibles
de "...generar presiones o favoritismo en relación con cualesquiera de las partes"JJ7.
La causal se extiende a los supuestos de vinculo matrimonial o parental o a la guarda
o a una situación similar. Con respecto a los "interesados". Ver art. 56.
El inciso octavo abarca la persecución -como acusador o denunciante- de
los sujetos comprendidos en el art. 56 y la situación inversa cuando el acusado o
denunciado fuese el juez. Tales circunstancias deben ser anteriores al proceso en que
se produce el apartaiiiiento para evitar se supedite al arbitrio de los sujetos.
No se comprendé aquí la nota dirigida a la superintendencia de la cámara del
fuero en la cual un grupo de magistrados moshó su desagrado sobre una publicación
periodística en la que aparecía un juez de instrucción, por no compadecerse con el
comportamiento público exigible a un magistrado de la Nación778.
Comprende tauto a la denuncia obligatoria -art. 177- como a la fa~ultativa~'~.
La denuncia posterior a la iniciación del proceso en que se plantea la re-
cusación no se haya captada aquí7s0.Al no estar comprendido entre los sujetos
enumerados por el art. 56, no encuadra en este supuesto la denuncia efectuada
con anterioridad contra el abogado defensor; menos aún si fue formulada porun
empleado del T r i b ~ n a l ~ ~ ' .
El inciso noveno se relaciona con la atribución que incumbe a la CDN (art.
53, CN) y al Consejo de la Magistratura (art. 114, inc. 5', id.). También tiene que
ser anterior a la promocióii del proceso en el que aparece. Ver comentario al art. 56.
El inciso décimo cubre la causal conocida como prejuzgamiento por haberse
emitido el parecer en fonna innecesaria e intempestiva. Ver art. 56.
No lo configura la conducta del juez que en el acto público de la audiencia del
debate manifiesta su criterio en relación con una cuestión incidental y requirió la
aiención de otro vocal, aunque fuese para obtener su adhesión a espaldas del presi-
dente, porque no condiciona el criterio del magistrado para resolver'82. Por otra par-

""ALACIO - ALVARADO VELLOSO, Código..., t. 1, p. 435.


"' PALACIO- ALVARADOVELLOSO, Cddigo..., t. 1, ps. 437 y 438.
"' CCC, sala VI, ED 173-344, f. 48.055, o JA 1998-1-518; en igual sentido, id. id, JA 1998-1-514.
""CP, sala IV, JA 2000-11-657, o LL del 261612000, f. 100.452, con disidencia de la juez Be-
ira2 de Vidal, quien excluye al caso de la deiiuncia impuesta, con nota de CHIAPPINI, "Juez denunciante
y excusacibn", coiiicidente con la niayoria.
''O CCC; sala V, LLdel 301611999, f. 98.946; CS, Fallos 313:890.

'" CNCP, sala 111, DJ del 181612003, f. 19.794.


7SZ CJ Catamarca, LL del 191711996, f. 94.519, coi1 nota a favor de ALME~IRA, "Prejuzgamiento
insólito", quien dice que el gesto, aun imprudente, no deja traslucir opinión en el curso de la instancia,
pues no anticipa el contenido del fallo, o ED 168-201, f. 47.256, can nota de LOSAOA, "Crónica del
inicio de u11 final anunciado".
INHIBICI~NY YCUSACI~N

so durante el juicio- tolera este tipo de actitudes, cuyo lim

n un reportaje el juez revela la opinión plasmada ya en una prisi


parcialidad encuadrable en esta hipótesis ni en la siguiente .
mayor amplitud, la CS estima que tampoco lo es difundir, por un medio de
sa. el sentido en que se orieritarian los votos de los iueces recusados; aduc
' deliberaciones ieservadas forman parte del acto dé juzgar y, por tanto, no

yen opiniones emitidas en etapas anteriores al dictado de la sentencia784;


argo, pareciera no condecir con el ponderado ejercicio del cargo semejante
y, cuando menos, colocaal magistrado al filo de la reprensión d i s ~ i p l i n a r i a ~ ~ ~ .
'ese duranle la etapa instructoria, cuando las actuaciones están bajo secreto,
infringe incurre en un proceder vecino a su violación castigada por el art.

nque no fue considerado un caso de prejuzgamiento, la publicación de una


lectores en la que el juez revela la exteriorización de una "desmesurada,
blica reacción subjetiva" con referencia a causas que están en trámite o
n el tribunal a su cargo, conforma una objetiva sospecha de afecta-
arcialidad que justifica su apartamiento786.Al solo efecto de aventar
de parcialidad que pudiera abrigar el recusado, debe decidirse el

ha vuelto a aceptar que las manifestaciones vertidas judicialmente pero con


ón configuran esta
CS, con acierto, estima configurado el prejuzgamiento cuando el juez for-
anticipación al momento de la sentencia, una declaración en forma precisa
el mérito del proceso, o bien cuando sus expresiones permiten dedn-
futura por haber anticipado su criterio, de manera tal que las partes
nzan el conocimiento de la solución que dará al litigio que no es la prevista por
en garantía de los derechos comprometido^^^^.
a CNCP, sala IV, sostuvo que no corresponde el apartamiento del tribunal que
al consorte de causa, no obstante que en la sentencia se haya hecho referen-
la participación que pudo haber tenido el imputado recusante. Entendió que
uella ocasión los jueces se limitaron a cumplir con su deber jurisdiccional y
niente y necesario que sobre la existencia de un mismo hecho dicte
ico tribunal, a fin de prevenir posibles contradicciones derivadas de

CP San Martiti, sala 11, J A 1999-1, sintesis, nro. 15.


E D del 151611999, f. 49.303.
..
" 1;ii similar curicluri¿~ii11 ('('('1:cd. -!a l. 1.1. del l ? 12 2000. i 101.331, o I)J ?Oi~I-l-6bO,
f 16.57U. no ~ d i i i i r e:si;, ~ a u s s ti:$?
l :i13 iIiiiisi0:i ri:rio<listica i1c.l sentido cii c.1 c 1 . x se orieiitarian lus
'otos de Itis niii&istr:idc>in c31d« ci? la iIr.l:herdclon b i el trihiindl ~iegh.caiei:oricnni:nti.. !haber manteni-
do r.iitrc\ist~alt:i,nn n>ni>ersi)iiascstraiits: id.. id.. 1.1. Jcl 2 1 3 2000. S lO(i.O?I \ 1OU.b22. rzferetitc 3
afinilacioncs del iniagiiirarl« <ii un4 iiiiievlsta.. ..) s niiesrrd \r.rJe por si ~mproccddntz si el cotitelii-
dc 13 infor~ilacl:jil nu trrs~iciiJedcl c i i t i i ~ u\i l;i tiiii.mreia:iiin ridr zl nicdiu rii'ri<idistic(~S tr3,111113
estión ajena a aquél; id., id., D J 2000-3.826, f. 1 6 . i l l .
PE, sala B, J A del 11112003, p. 71
C, sala VI, E D 168-308, f. 47.289, con disidencia de Elbett.
'" CNCP, sala 111, SJE, del 151311995, NAVARRO - DARAY, Código...,p. 149.
'" LL del 2511111997, f. 96.030, o D J 1998-11-301, f. 12.939.
la diversidad de j u z g a m i e n t ~ ~Criterio
~ ~ . no compartido por el Alto Tribunal, por
cuanto consideró que la condena a uno de los coimputados, en la que se tuvieron por
válidas afirmaciones que incluyeron al imputado en los sucesos que se consideraron
probados, resulta suficiente para,%ndar el temor de par~ialidad'~'.
La posibilidad de anticipar el otorgamiento de la excarcelación no trasunta cri-
terio sobre el mérito de la causa ni autoriza a recusar por prejuzgamiento; tampoco
citar o hacer comparecer a determinada persona en procura de la investigación ne-
ce~aria'~~.
La modificación introducida por ley 24.121 instauró la posibilidad de apelar
las resoluciones de los jueces federales ante el tribunal oral, cuando en la provincia
no exista cámara federal. Se permite así que quien será el tribunal encargado de
condenar o absolver o disponer una instrucción suplementaria, sea quien revise un
auto de procesamiento apelado o de prisión preventiva o bien un sobreseimiento o
una falta de mérito. No se preserva la imparcialidad total del órgano que tiene la de-
licada función de juzgar793.La misma censuxa cabe para quienes consideran que no
se encuentra comprendido en esta causal el dictado de sobreseimiento, aunque luego
sea revocado, pues se engloba dentro de las manifestaciones vertidas judicialmente,
siempre que sea tempe~tivo'~~. En todo caso, no debiera excluirse el examen minu-
cioso por quien opinó a favor de truncar el proceso, ya que mal puede preservarse la
tranquilidad espiritual de los requirentes. Si uno de los integrantes del tribunal oral
--quien votó por imponer pena de prisión por e1 delito del art. 14, parte segunda de
la ley 23.737, con base en el fracaso del tratainiento curativo- contribuyó a decidir
la cuestión y como juez de ejecución se opuso a la continuidad de dicho tratainiento,
ha
Un breve pero sustancioso fallo de la CCC, sala 1, estima se conforma esta
causal si, al disponerse la clausura de la instrucción, el juez la decidió por simple de-
creto, pese a que la defensa se había opuesto a la requisitoria de elevación a juicio796.
El inciso undécimo tiene que revelarse por una frecuencia de cordíalidad en el
trato o por una aversión exteriorizada y, como tal, verificable. Ver comentario al art.
56; sólo comprende a los sujetos del proceso taxativamente mencionados por dicho
precepto, por lo que no cabe considerarla ante la amistad alegada entre el juez y el
abogado que representa a la parte797.La Cámara Federal de La Plata entendió -por
mayoría- que, aun cuando no resulte abarcable dentro de las categorías de amistad
intima o enemistad manifiesta, corresponde el apartamiento frente a la "carga emoti-

'*O SJ, ED del 2011012004, f. 1251.


'" CS, 81412008, "Lamas, Pablo E", RDP, AbeledoPerrot, 112009, p. 56. En el mismo sentido,
CNCP, sala 11, RDP, AbeledoPerrot, 312010, citado por INCHAUSTL - MANGANO - PONTE, "Actualidad
en jurispmdencia de la Cámara Nacional de Casación Peiial 1-2010", p. 487.
'" CNPE, sala de feria, LL del 2611011998, f. 98.018.
'" CORNEJO, "Temas procesales para reflexionar", LLActualidad del lii0/199S, p. 1; ver CS,
Acordada 2312005.
'O4 CCC, sala IV, JA 1999-111-661.

' 9 s CNCP, sala 1, JA 2000-11.486, o LLdel241312000, f. 100.018.

'96 JA del 1411112001, "Davico, J.", p. 70.

'O' CCC, sala VII, SJP, LL del 261611995, f. 93.282; id., sala VI, LL del 26/3/1999, f. 98.523;
CCCFed. San Martin, sala 11, DJ 1999-2-842, f. 14.361; CF San Martín, sala 11, LL del 311511999,
f. 98.805; CNCP, sala IV, ED de1 231612003, f. 52.097.
iste en el vinculo de amistad pretérita" entre el magistrado y el recusante79s
istad debe surgir de heclios graves y conocidos con vocación para demostrar
uez se siente enemigo o tiene resentimiento hacia quien lo recusa, sin alcan-
rror de procedimiento en que pueda haberse incurrido por el magistrado7"'.
presiones tales como "desagrado", "repudio" y "rechazo" vertidas en una
igida por varios jueces de instrucción a la superintendencia de la Cámara no -
confundirse con una manifestación individualsoo.
CNCP, sala 1, acepta la exclusióii por esta causal cuando consten uno o
ntos que hagan sospechoso al juez, como tipo liumano medio, en aten-
como hombre no se le puede considerar, absolutamente, refractario a las
es humanas"'. Empero, ante una situación semejante y con el propósito de
la recusación posibilite la separación de "...cada uno de los magistrados
sorteados para conocer del caso hasta encontrar el de su agrado...", decidió
arioao2.No basta la indiferencia, la mala opinión o mal querencia, aunque
ciprocas, ni una actitud crítica, unilateral o recíproca; se trata de una situación
sión u odio no trasuntada por la simple negación del saludo, ni la descorte-
o de una mutua animosidad, real y notoria, no sólo por su publicidad, sino
lamente por la existencia de hechos o antecedentes que la causan; si es sobre-
e a la iniciación del vroceso. debe evaluarse con el máximo de oonderación
y prudcilcia, pues no pur.tlc cripirse en u11 nictlio ]>ara que el rcciiaantr. cambie la ra-
dicaci0ii de la causa cii dr.sincdro del juez narural ) dr. la correcra adininistracii>ride
cia; se descartan como reveladores los actos procesales considerados contrarios
cho por el recusante y no puede originarse en medidas o actitudes derivadas de

e, en cuanto al Ministerio Público, este supuesto procede,


o es propugnado por los interesadosso4.La conclusión hubo
scal se consideró enemigo manifiesto de alguno de los
aba con su aseveración. Si lo que se pretende es guarecer
el perseguido, mal se aviene con la función persecutoria

bunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados sólo


a opinión de los magistrados con respecto al temperamento adoptable ante una
si se formuló antes de la causa. La enemistad debe exterio-
y ser susceptible de verificación; si no dejaría de ser manifiestaaos.
os hechos denostativos deben ser suficientemente graves para que de ellos
sin lugar a dudas, un sentimiento de animadversión, hostilidad o agresividad
nal; no obstante advertirse la inclinación del promotor de la incidencia al sen-

LLdel 161512003, f. 105.501.


CACC Morón, sala 11, ED 171-121, f. 47.688.
CCC, sala VI, ED 173-344, f. 48.055, o JA 1998-1-518; en igual sentido, rd.,id.,JA 1998.1-

' Con cita de MANZMI, Derecho...,t. 11, ps. 206 y 207; c. 1206, reg. 1399, del 281211997.
O2 Id.,id.,18/4/1997, c. 1318, reg. 1504.
NCP, sala 1, LLdel301311998, f. 96.888, o DJ 1998-1-1060, f. 12.806.
NCP, salaIV, DJ2000-1-1341, f. 15.384, o LL del 51112000, reg. 1699.1Y c. 1418, "Saleha,

CNPE, sala B, DJ 1999-3-292, f. 14.631; en el mismo caso se rcchazó invocar razones de de-
delicadeza por el juez para apartarse, cuando aparecen determinadas por actitudes de las partes.
tirse subestimado o perseguido por el juez -circunstancias causantes de malestar
anímico y provocadoras de un cierto estado de tensión-, el clima sobreviniente no
autoriza el apartamiento806.La enemistad manifiesta alude a un estado de apasiona-
miento adverso del juez a la parte, danifestado a través de actos directos y externos,
puestos de resalto en forma pública; sólo en dicho caso se vulneraría el principio de
imparcialidad801;no la configura la actividad jurisdiccional tildada por el interesado
de arbitrariaso8.
El inciso duodécimo engloba "...no sólo los beneficios de carácter material, sino
también todas aquellas actitudes de las partes que, objetivamente apreciadas, sean
susceptibles de comprometer la gratitud del juez y de afectar su impar~ialidad"~~~.
Los beneficiarios pueden ser las personas alcanzadas por el vínculo parental o
conyugal indicado o bien tratarse de quien se halla bajo guarda o en situación similar.
Esa actitud de prescindencia del juez puede enturbiarse si después de iniciado
el proceso acepta obsequios, sin que interese su valor. Dicha conducta importaría
--cuando menos- que el magistrado se hallara incurso en la figura delictiva des-
cripta y penada por el art. 259, CP; al ser cometida en ejercicio de sus funciones
puede dar origen a juicio político (arts. 53; 114, inc. So, y 115, CN). Ver comentario
al art. 56 para los "intefesados".
d) ~xtensión
Si bien la violencia moral no aparece expresamente contemplada entre las cau-
sales de este art. 55, constituye una circunstancia que debe ser tenida en cuenta por
ser manifestación de un estado animico que persigue, por parte de quien la invoca, la
finalidad de asegurar una recta administración de justicia810.En principio no procede
en estas cuestiones la aplicación supletoria del CPCC y como no prevé este Código
la excusación por motivos de decoro o delicadeza, sólo es admisible cuando el ma-
gistrado invoque argumentos serios y razonables, que demuestren que se halla impe-
dido de continuar investigando con la imparcialidad necesaria, debiendo apkeciar sus
razones con criterio restrictivo8".
Dice bien Chiappini que hay que evitar el manoseo de los jueces y también
los jueces que se excusan por trivialidades -sacarse de encima asuntos trabajosos
o espinosos- y al mismo tiempo velar por el respeto al juez natural, la celeridad y
economía procesa le^^'^. Aunque deben estimarse con criterio amplio a fin de garan-
tizar una más recta administración de justicia; tal vez resulte buena pauta considerar
que la ley no capta la totalidad de posibilidades o modalidades que ponen al juez en
sospecha de parcialidad8".

CCC, saIaV, ED del 311712000, DPPC, f. 133.


CCC, 511 112007, sala VI, "P., O.A.'', SJP, LL del 271212008, p. 74.
CNCP, sala IV, ED del 81612001, f. 50.828.
'O9 PALACIO - ALVARADOVELLOSO, Código..., t. 1, p. 448.
CCC, sala IV, LL del 2811111997, f. 96.400, o JA 1998-1-523.
8" CS, JA 1998-1-501.
"La interpretación cuando las excusacionesy recusaciones", DJ 1998-1-1041.
CC CFed. Mar del Plata, 31311998, r. 1794, c. 1941, LL del l31112000.
ior, se considerarán interesados el imputa-
mnificado y el civilmente demandado, aunque esos últimos
nstituyan en parte.
juez, enumeradas en el art. 55, en ciertos ca- -
omprender a quienes, resultando ofendidos o
ente responsables del hecho, todavía no han asumido aquella
n pese a hallarse legitimados (arts. 82, 87 y 97). Así ocurre en los casos de
3O, 4", 5", 6*, 7", 8", 9O, 10, 11 y 12 del art. 55.
expresión "inleresados" figura también cuando se determina a las perso-
mplazamieuto (art. 451)xi4;de ahí que este art. 56 parecier?,
ontextual de aquél y del art. 464, último pá-
NCP; sala IIIai5no lo acepta; en contra, la CCC, sala IXi6.
los denunciantes que no han sido teilidos coino querellantes

se aviene con la posición del Ministerio Público quien no resulta i n c l u ~ d ~ ~ ' ~ .


el proceso civil sólo cuentan con legitimación para recusar quienes intervie-
1proceso en calidad de partesi9.
ámite de la inhibición
El juez que se inhiba remitirá la causa, por decreto fundado, al que
curso inmediato, sin perjuicio de elevar
correspondiente, si estimare que la in-
al resolverá la incidencia sin trámite.
o el juez que se inhiba forme parte de un tribunal colegiado, le soli-

tieiie que apartarse del conocimiento de la


spaldan su decisión (art. 123) y remitirlo a quien
dec.-ley 128511958, modificado por el art. 10,
as Cámaras; en cuanto a la CS, ver art. 22, dec.-ley 128511958, texto
). El régimen instaurado establece diferentes órganos para resolver
1apartamiento, según el momento en que se suscite y el número de jueces que

ración de los tribunales orales en lo criminal


qui interesa- recusación o excusación de
o con el siguiente orden: 1) los TOF de la ju-
es de las ciudades más cercanas; 2) la Cámara

Derogado por el ari 4O, ley 26.374.


* C. 7, del 201411993.
C. 1299. del 71211994.
CNCP, sala 111, JA 2000-11.657.
'' CNCP, sala IV, LL del 241312000, f. 100.020, o DJ 2000-1-1341, f. 15.384, oLLdel51112000,
.IV, c. 1418, "Saleha,Alexis"; id, salaII, 1911012005,"Arandia", JAdel 10/512006,p. 46.
" CS, JA 1999-IV-611.
132 Y RECUSACI~N
INHIBICI~N Art. 57

Federal de Apelaciones de la jurisdicción, salvo que hayan conocido previamente en


la causa elevada a juicio de tal forma que se encuentre comprometida su imparcia-
lidad (CS, "Llerena") s2" 3) los TOF de la jurisdicción más próxima. De no resultar
posible se designará un subrogani'e, por sorteo, entre una lista de conjueces confec-
cionada por el PENs2'. La designación estará a cargo de la CFCP, salvo que, por
avocación, intervenga la CS. En el caso de jueces de primera instancia, la Cámara
respectiva designará a un subrogante de la siguiente manera: 1) con un juez de igual
competencia de la misma jurisdicción, teniendo prelación el de la nominación inme-
diata siguiente en aquellos lugares donde tengan asiento más de un juzgado de igual
competencia; 2) por sorteo, entre la lista de conjueces confeccionada por el PENa2.Y
cuando se trate de los integrantes de las cámaras de casación o de apelación, nacio-
nales o federales, se integrará por sorteo entre los demás miembros de aquéllas; lue-
go, del mismo modo, con los jueces de la otra camara en el orden precedentemente
establecido y, por último, también por sorteo, con los jueces de primera instancia
que dependan de la cámara que debe integrarsezz3.De no ser posible, se realizará el
sorteo dentro de la lista de conjueces confeccionada por el PEN. Este procedimiento
se aplica también a los TOC, TOPE y TOM de la Ciudad de Buenos Airesg2'.
b) Órgano competente
Durante la etapa mstmctoria -tribunal unipersonal- y hasta la apertura del
juicio (art. 353), corresponde a la Cámara de Apelaciones (arts. 24 y 31).
A partir de la citación a juicio (art. 354) el "tribunal correspondiente" mentado
por el art. 61 debe ser la CNCPsZs.
La aceptación por el juez a quien se envían las actuaciones termina con el pro-
blema. Sólo mediará conflicto -determinante de la intervención de un superior je-
rárquico- cuando se eleven las actuaciones, sea porque aquel juez no las acepta o
porque, en el caso de la recusación, el apartamiento no fue aceptado por el juez a
quien se recusa.
Empero hay temperamentos encontrados. Así la C. Fed., sala 1, acepta conocer
cuando la recusación fue deducida ante el juez federal que actúa como tribunal de
juicio (art. 33, inc. 2"), entonces le corresponde intervenir para resolvers2G.
En vez, si se trata de un tribunal colegiado, el órgano competente mentado por
el art. 61 es el propio tribunal. Aunque por resolución del 11110/1996 la presidencia
de la CNCP decidió que aun en los casos del juez correccional --órgano uniperso-
nal- "...es otro de la misma jerarquía y fuero..." (parece no distinguir entre resolver
el conflicto cuando se presenta y la prosecución del trámite). Jamás el propio juez

S20Fallos328:1491.
Ley 26.372, BO del 301512008. Para la confomación de la lista de conjueces, ver art. 2'.
Art. lo, ley 26.376, BO del 5/6/2008.
82' Art. 31, dec-ley 128511958, al que remite el art. 2', ley 26.376.
S" Art. 2', último párrafo, ley 26.376.
Conf. NAVARRO - DARAY, Código..., t. 1, p. 157, quienes recuerdan da's fallos de aquel órgano
que deciden en contra, por entender que si el apartamiento afecta a un miembro del tribunal oral, le
incumbe al mismo cuerpo -sala 111, c. 253 del 2511011994-, y si se trata de un juez correccional du-
rante el juicio, tampoco debe intervenir el superior jerárquico -sala 11, c. 95, del 151211994-; también
refieren que la sala 1, c. 589, del 181811995, se inclina por otro tribunal oral y sólo admite su propia
intervención, en caso de desacuerdo entre ellos.
C. 28.530, r. 260, del 24/4/1997,
rt. 59

su par a quien remite las actuaciones, está habilitado para decidir. Bien diferente
S que si se aparta o acepta la recusación, le remita el legajo (art. 62). En cambio,
anto en el caso en que no reconozca la causal de apartamiento o si la acepta cuando
a rechace el juez a quien le remita las actuaciones, el conflicto sucitado debe ser
suelto por la alzada. -
Si el receptor no está de acuerdo con la causal invocada, eleva las piezas
riginales -sino las relevantes en copia (arts. 129 y 131)- al tribunal de alzada
ertinente si se trata de un juez de primera instancia; si el órgano colegiado resuelve
incidencia sin más trámite, la decisión resulta nulasz7.
El magistrado que quiere y no logra que se lo excuse del conocimieiito de una
sa, carece de facultades para alzarse contra lo decidido por quienes están legal-
nte llamados a resolver la incidenciasz8.
Si quien pretende apartarse del conocimiento de la causa es juez de tribunal
egiado, corresponde a éste resolver.
Recusación
58. Las partes, sus defensores o mandatarios, podran recusar al juez sólo
uando exista uno de los motivos enumerados en el art. 55.
Las causales de apartamiento, cuando son deducidas por las partes, como tam-
o mandatarios, son de interpretación restrictiva y se ciñen a
tos previstos por el art. 55. En vez, las de inhibición o excusación pueden
nder hasta motivos graves de decoro o delicadeza personal (art. 30, CPN), sin
extenderlas a las que exterioricen un exceso de susceptibilidad o que parez-
titudes de las partessz9.Ver comentario al art. 55, acápite b).
orresponde apartar al juez por el dictado de una resolución declarada nula,
haya efectuado un indebido aporte subjetivo al materializarla o lo hubiese
de la oportunidad corresp~ndiente~~~.
Si la recusación atañe exclusivamente sobre cuestiones referentes al ejercicio
la acción civil dentro del proceso penal (arts. 14 y SS.),el apartamiento del juez se
ceptos del CPCC831,aunque la causal no encuentre eco en

59. La recusación deberá ser interpuesta, bajo pena de inadmisibilidad,


escrito que indique los motivos en que se basa y los elementos de prueba,

no se deduce por escrito, no puede ingresar al proceso.

CCC, sala VI, LL del 261311999, f. 98.523.


828 CNCP, sala 11, LL del 111112002, f. 104.664, o DJ del 21112003, f. 19.098, p. 3.
PALACIO - ALVARADO VELLOSO,Código..., t. 1, p. 493.
CNCP, sala 11, 41411995, "Rec. de jueces del TOC. nro. 1", reg. 420, c. 415, BJ, año 1995,

*" CNCP, sala 111, 91511995, c. "Pistrini, Mario César", reg. 68195, BJ, año 1995, 2' trimestre,

MANZINI,Tratado...,t. Ir, p. 209.


La pieza debe bastarse a si misma -mención precisa de las causales- y deben
indicarse las probanzas que respalden la solicitud.
Esta pretensión recorre tres; momentos diferentes: el primero exige un juicio
provisorio sobre la admisibilidgd del requerimiento y corresponde al propio ma-
gistrado bajo sospecha; el segundo comprende la producción de la prueba señala-
da por el reclamante, sin perjuicio de que en atención a la garantía constitucional
comprometida -nada menos que la imparcialidad del juez- corresponda verificar-
las y conseguir "...nuevos elementos o medios de prueba que por indicación tardía
de parte o de oficio conozca el tribunal dirimente del c o ~ ñ i c t o " ~El~último
~. abarca
la decisión.
Oportunidad
60. La recusación sólo podrá ser interpuesta, bajo pena de inadmisibilidad,
en las siguientes oportunidades: durante la instrucción, antes de su clausura;
en el juicio, duranie el término de citación; y cuando se trate de recursos, en el
primer escrito que se presente, o durante el plazo para interponer adhesiones.
Sin embargo, en easo de causal sohreviniente o de ulterior integración del
tribunal, la recusación podrá interponerse dentro de las cuarenta y oeho (48)
horas de producida o de ser aqudlla notificada, respectivamentea4.
La posibilidad de recusar caduca -se extingue- según el momento procesal
en que intente deducirse: durante la instrucción, debe plantearse antes de la clausura
(art. 353); en el juicio, durante el plazo de citación (art. 354); en los recursos, al
presentar el primer escrito (arts. 447, 450, 463, 475,477 y 482) o durante el plazo
para formular adhesiones (arts. 453 y 465). A raíz de la derogación del art. 451
(ley 26.374), se modificó el término del emplazamiento por el de adhesión (art. 439)
como oportunidad para recusar en materia recursiva. Si bien la instaqcia de man-
tenimiento aún persiste en los supuestos de recurso de casación contra sentencias
definitivas (art. 464), la circunstancia de que el término de emplazamiento sea el
mismo que para la adhesión (art. 465) explica que no baya sido necesario efectuar
una salvedad para este supuesto.
Tales momentos tienen como excepción si la circunstancia se produjo luego de
las ocasiones en que feneció la facultad. En estos supuestos debe plantearse dentro
de las cuarenta y ocho horas de producida la situación que autoriza deducirla o bien
- al notificarse la integración del tribunal. Aun durante la instrucción, por ser acti-
vidad de parte, sólo se computan las horas hábiles, salvo supuesto de habilitación
(arts. 116 y 162).
Palacio considera que el art. 81 del anterior Código ---en cuanto obligaba a
deducir la recusación por cualquiera de las partes al presentar su primer escrito e,
incluso, al procesado al prestar indagatoria- resultaba más razonable que el sistema
actual. En cuanto al caso de los recursos sostiene que el art. 60 "...sólo rige en su
totalidad para la parte recurrida, quien salvo el caso de adhesión ... no tiene carga
especifica alguna que deba cumplir durante ese lapso"; también apunta que se ha
omitido señalar la oportunidad en el caso del denominado recurso de revisión, ya
que "...descartada la posibilidad del desplazamiento y del posterior mantenimiento

"' CLARIÁOLMEOO, Tratado...,t. VII, ps. 49/51


8" Texto según ley 26.374, BO del 301512008.
so... no le es aplicable la regla general que, en materia de recursos, mantiene
", por lo que concluye la única oportunidad es al interponer el recurs0~~5.
nario federal, los integrantes de la CS pueden
terponer dicha apelacióii. Si prosperó la queja
anteriores al recurso de hecho, la oportunidad
del recurso extraordinario y no al tomar cono-

ción se procederá con arreglo a lo dis-


se remitirá el escrito de recusación con
al tribunal competente que, previa audiencia en que se recibirá la
formarán las partes, resolverá el incidente dentro de las cuarenta y
oras sin recurso alguno.

el juez a quien le fue remitido el proceso reconoce la veracidad del impe-


colega, debe asumir su trámite (art. 57). Si no lo admite envía
recusación con un informe al tribunal competente: la alzada común.
encia para recibir la prueba indicada por el art. 59 y para que
e resolverse el incidente sin recurso alguno (conf. art. 432,
se trata de actividad judicial, este plazo se computa en días corridos
se produjo durante la instrucción (arts. 116 y 162).

e las partes principales. En contra, la CNCP,


torio puede plantearse, pues, entre el Ministerio Pú-
putado y civilmente demandado, asistidos por sus
olucrar un auténtico debate sobre las cuestiones de
de recusación esgrimido, esta audiencia sólo debe
e interposición se han indicado los elementos de
hubiere. También merita que carece de sentido convocar a la audiencia
inadmisibles, desde que el debate a desarrollarse
a la producción de la prueba y al informe sobre su méritox3'.
25, CPCC-: "...en el incidente de recusa-
alguna de la parte contraria, es razonable que la
en tal oportunidad podrá formular las considera-
ducida por el r e ~ u s a n t e " ~En
~ ~el. proceso penal
recusado si éste quisiera exponer"x39.

ciones en tomo a las oportunidades de recusar a los jueces en el Código Procesal


', LLdel61811993.

Ldel281411997, f. 95.286.

Us, Derecho...,p. 420.


136 I N H I H I C I ~ NY R E C U S A C I ~ N Art. 61

c) Audiencia
Es opinable el aserto, pues la necesidad de fijar audiencia - e n todos los ca-
sos- fluye de que es la única ~poriunidadútil para contestar el informe del juez re-
cusado (art. 61, segunda oracion) y no sólo para alegar sobre la prueba. Por otro lado
,si tal actividad está prevista expresamente en la ley, privar al imputado de cumplirla,
no resulta compatible con la garantía de la defensa en juicioS4O:En consecuencia, se
haya o no ofrecido o producido prueba, es ineludible la celebración de la audiencia,
porque no es una concesión graciosa, sino una atribución conferida por la Ley Su-
prema y los pactos.
Es cuestionable el carácter imperativo de la forma oral para el desarrollo de la
discusión. Quienes se inclinan por esa tesitura emplean una fórmula dogmática para
sostenerlo8j'.
Hay dos marcos normativos convergentes para enervar semejante corolario; por
un lado, el art. 341 -para el caso de las excepciones- señala, en forma expresa, que
luego de la recepción de la prueba y antes de su resolución "...se citará a las partes a
una audiencia para que, oral y brevemente, hagan su defensa"; de ahí es fácil inferir
que la congruencia descontada en el legislador842impide aceptar que, sin señala-
miento expreso - c a b e subrayar la similitud del trámite en ambas situaciones- la
forma oral de la actividad venga impuesta.
No puede excluirse que el imputado ejercite en el caso su defensa material
(art. 104). Cada vez que se exige el auxilio técnico se tuvo en cuenta la complejidad
del asunto y se lo hace en forma expresa -por ej., para deducir recurso de casación
(arts. 463, primera oración, y 467)-. Por el contrario, en este Capitulo IV no se
utilizan vocablos ni giros que impongan, siquiera, la carga del patrocinio (art. 56,
CPCC). En ciertos casos la simplicidad de la causal aducida -v.gr. razones de pa-
rentesco atrapadas por el art. 55, incs. 2", 3", 4', 6",7'y 12- avienta la necesidad de
asesoramiento técnico para plantearla.
Tanto la comparecencia personal como la falta de exposición oral no resienten
la validez del acto843.
d) Tribunal competente
La Procuración General de la Nación ha opinado que la derogación del Código
aprobado por ley 2372 también ha sustituido al régimen procesal que snbsidiaria-
mente debe aplicarse en los casos comprendidos en la ley 23.077; por eso este pre-
cepto resultaría cmcial cuando no se discute que el órgano que decide debe ser de
superior grado; ante ello se inclina por asignar intervención a la CNCP. Empero, la
CS asevera que las cuestiones de recusación de los miembros de una Cámara Federal
deben ser resueltas por los restantes jueces integrantes del tribunal, con votos concu-
rrentes de los doctores Belluscio y Petracchi, y disidencia del doctor Bossert, quien
sostiene que incumbe intervenir a la CNCP, en consonancia con lo expuesto por el
procurador general8".

CS, Fallos 308:1557; 310:1934.


NAVARRO- DARAY,Código..., p. 157, al afirmar: "La audiencia no puede ser sustituida por
memorial".
CS, Fallos 310:195; 312:1614.
843 En contra, CNCP, sala 1, LLdel281411997, f. 95.286.

ED 175-230, f. 48.343, o JA 1998-11-506.


a CCC, sala V, abordó la problemática generada en tomo a cuál es el tribunal
ente para resolver la recusación contra un miembro de una Cámara de Ape-
es. Luego de un profundo análisis de los motivos por los cuales, a su criterio,
incluyó a ese órgano en la acordada 1197, CNCP, y de los diferentes
S jurisprudenciales que existen al respecto, concluye que el órgano competen-
ue alude el art. 61 es -para este supuesto- la Cámara Nacional de Casación
-

iro "sin recurso alguno" obsta a la admisibilidad del recurso de casación;


decisión que rechaza un planteo de recusación no es equiparable a senten-
va a los fines del recurso de casación846,ni tampoco --como regla- para
ncia del remedio extraordinario federal, salvo que exista una situación
d institucional. En dicho supuesto habilita la intervención del tribunal
-la Casación- y de la CS, para el conocimiento de la cuestión federal

ne concluye bien que "(n)o cualquier caso de recusación rechazada


tar la instancia extraordinaria; pareciera que sólo conocerá la Corte, en
urosa excepción, cuando existe una razón valedera que justifique apar-
gla general, 'si de los antecedentes de la causa surge que el ejercicio
la administración de justicia se encuentra tan severamente cuestionado
o de defensa comprometido exige una consideración inmediata en tanto
única oportunidad para su adecuadatutela"'. Añade que "...en todos los
previa intervención del juez debe apartarse. Tanto en lo que se refiere
s etapas del proceso como al ámbito de los recursos y a los supuestos de
as de reenvio"; extiende el corolario a los magistrados integrantes de la mis-
de Cámara que, por vía de apelación del fiscal, revocan el sobreseimiento, y
ue si luego el juez dicta el procesamiento "...deberán ser otros los jueces
en la corrección del
cusación de jueces
i el juez fuere recusado y no admitiere la causal, siendo manifiesta-
los hechos que se alegan, continuará la investigación aun du-
del incidente; pero si se hiciere lugar a la recusación, los actos
s nulos siempre que lo pidiese el recusante en la primera opor-
tomare conocimiento de ellos.
uez cuyo apartamiento se pretende, puede rechazar el impedimento invo-
ndo resultan carentes de veracidad los hechos aducidos. En este supuesto
prende del expediente; el uso del vocablo "investigación" comprende -al

P, LexisNexis, nro. 3, p. 67, voto de los jueces Donna - Bmzzone; con nota adversa de

NCP, sala 111, LL del 3011012000, f. 101.099, ED del 4/6/2003, f. 52.059; CNCP, sala 11, LL

CP sala 1, LL del 301311998, f. 96.888, o DJ 1998-1-1060, f. 12.806; CNCP, sala 1,


iga Mendoza", r. 2654.1, c. 2229, LL del 51112000; CS, Fallos 328:1491.
ctos de reforma al Código Procesal Penal de la Nación en salvaguarda de la garantía
cial", CDJP, año V, nro. 9-B, ps. 417 y SS.
138 INHIBICI6N Y RECUSACI~N Art. 64

igual que en el código tipo (art. 54& exclusivamente a los actos de la instrucción
(Libro 11).
Si la alzada admite la causaken que se sustenta el apartamiento, debe declarar-
se la nulidad de los actos, invalidez subordinada a que el recusante la peticione en
la primera oportunidad en que se anoticie de los actos cumplidos ---es una nulidad
relativa-, pues de lo contrario se opera la caducidad para hacerlo (art. 171, inc. lo).
En contra, por considerar que es absoluta la ineficacia, Navarro y D a r a ~a~nuestro
~~;
modo de ver no se contempla la necesidad del reclamo del recusante que desplaza
dicho carácter (art. 168, párr. 2").
Recusación de secretarios y auxiliares
63. Los secretarios y auxiliares deberán inhibirse y podrán ser recusados
por los motivos expresados en el art. 55 y el tribunal ante e1 cual actúen averi-
guará sumariamente el hecho y resolverá lo que corresponda, sin recurso alguno.
El apartamiento puede efectuarse por propia iniciativa -excusación- o por
iniciativa de las partes, sus defensores o mandatanos (art. 58), si se dan las causales
expresadas en el art.-55.
Competente para decidir el cuestionamiento es el órgano judicial ante el cual
desempeñen sus tareas, dotado de facultades autónomas de investigación para averi-
guar el hecho sustento de la recusación o de la excusación; decide sin recurso alguno
(art. 432, p á n lo).
El precepto cuenta con escasos precedentes en cuanto comprende a los auxilia-
res del tribunalss0,o por lo menos nunca con tal amplitudss'.
No corresponde apartar a la prosecretaria actuante por la relación académica
que tiene con uno de los jueces excusadosss2.
Efectos
64. Producida la inhibición o aceptada la recusación, el juez inhibido o
recusado no podrá realizar en el proceso ningún acto, bajo pena de nulidad.
Aunque posteriormente desaparezcan los motivos que determinaron aquéllas,
la intervención de los nuevos magistrados será definitiva.
El juez separado por excusación o recusación no puede cumplir ninguna acti-
vidad procesal en el juicio, pues resulta sancionada con su invalidez (ver art. 62).
La desaparición de las causales determinantes de aquéllas no implican que el juez
reasuma el conocimiento de la causa.
La nulidad, aunque es expresa (art. 166), requiere petición de los interesados
(arts. 56 y 168, pám lo).
La necesidad de evitar una privación de justicia pone límites al deber de aparta-
miento que establecen las leyes para la tutela de la imparcialidad de los magistrados.
El criterio vale sobre todo para el caso de los tribunales colegiadoss5'. No obstante la
inobservancia del párr. lo, deparará, cuando menos, nulidad relativa (arts. 167, inc.
24 y 170).
84TCÓdigo...,p. 158.
LEVENE (h) y O~IOS,Códigos..., t. 11, ps. 15 111 55.
GÓMEZCOLOMER, Elproceso ..., ps. 64, 66,2691272.
CCC, sala 1, JA del 301712003, p. 63.
CS, ED 166-424, f 47.061.
ELMINISTERIO FISCAL -

Tíruto IV
PARTES, DEFENSORES Y DERECHOS DE TESTIGOS
Y V~CTIMAS

ma dilucidar ciertas cuestiones esenciales.


es más que la proyección en el orden procesal de la aptitud reconocida
os, para ser titular de derechos y deberes. En el proceso penal, por un
estiona dicho carácter al MP, en virtud de que la ley garantiza su impar-
. 71) y resulta una contradicción conceptual exigir tal recaudo a quien
aquella función. Por otro lado, resulta discutible -salvo en ciertas leyes
- la posibilidad de que una persona ideal deba soportar el carácter de
iempre quien es parte en un proceso se haya revestido de capacidadpro-
rcitar actos procesales válidos la reclama. Además, tampoco la capacidad
coinciden porque ésta se monta sobre la imputabilidad. Quien no
no puede afrontarlas.
timación es una cualidad que se relaciona con el reconocimiento, por la
sustancial, para ejercer un derecho o soportar las coiisecuencias de su
cia. Resultaría ideal que desde el coinienzo se pudiera determinar, con
ién resulta legitimado -sobre todo el imputado o sujeto pasivo de la
. Sin embargo, dicha circunstancia habrá de dilucidarse recién en el
la resolución definitiva. De ahí que si la falta de legitimación es ma-
an deducirse excepciones con el propósito de que sólo intervengan las

CAP~TULO
1

EL MINISTERIO FISCAL

s de la vigente reforma constitucional854,determinar la ubicación de este


tro de la estructura del Estado creada por la Ley Suprema resultaba tarea
compleja. Si bien algunas leyes - e n especial la ley 23.774- determi-
exclusión del ámbito del Poder Judicial, sobre todo al establecer que el
general de la Nación "...actúa ante la Corte...", con lo que quedó sentado
graba el Alto Tribunal. A su vez, la ley 19.539 posibilitó la expedición
iones a los integrantes del Ministerio Público por vía del Ministerio de
ves de la Procuración del Tesoro.
art. 120, CN -ubicado en la Sección IV del Título 1, dedicado al
eral, y dentro de su segunda parte, referida a las autoridades de la Na-
'ona algunos interrogantes.
xto establece: "El Ministerio Público es un órgano independiente con
nal y autarquía financiera, que tiene por función promover la actua-
'a en defensa de la legalidad, de los intereses generales de la socie-
cibn con las demás autoridades de la República,
140 EL MINISTERIO FISCAL

"Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general


de la Nación y los demás miembros que la ley establezca.
"Sus miembros gozan deL inmunidades funcionales e intangibilidad de reinune-
raciones".
La CN no precisa la extensión de su "autonomía funcional y autarquía finan-
ciera", nombramiento y reinocióil y, menos aún, fija cómo habrá de concretarse la
declamada "coordinación con las demás autoridades de la República".
a) Inmunidad
La inmunidad funcional se ha estimado -aun antes de la vigencia de la ley
24.946- alcanza al integrante del MP que fue demandado por daños y perjuicios
por haber violado durante la sustanciación de una causa perial el deber de reserva
impuesto por el art. 204 y también el principio de inocencia, al publicitar ante los
medios actos procesales del expediente; resultaría dificil su gestión si se hallaren
bajo la amenaza de ser querellados o demandados8ss.La CNCP, sala 11, niega la po-
sibilidad de someterlo a proceso por calu~nniase injurias en razón de las expresiones
vertidas en el ejercicio de sus funciones; las comu~iicacioneso informes cumplidos
a raíz de tal deber, no son alcanzados por las normas penales, con excepción de las
correcciones disciplinaria^^^^.
El art. 14, párr. 2", de la ley 24.946 -Orgánica del MP-, exime del arresto
-aprehensión- a sus miembros salvo sorpresa en flagrancia.
Con anterioridad a la ley 24.946, la CS, al declarar inadmisible el recurso ex-
traordinario, convalidó la citación de un miembrodel MP a prestar declaración inda-
gatoriaSs7.Ver comentario a la ley 25.320.
b) Independencia
En tomo a la independencia y en relación con lo establecido por el art. 348,
sostuvo Palacio, aun antes de la ley 24.946, que "la referida conclu'sión no implica,
sin embargo, que la desconcentración funcional derivada de la vigencia, como regla,
del sistema acusatorio -la que es sólo concebible en la esfera judicial- comporte
impedimento de orden constituciorial para que un tribunal de justicia, por lo demás
diferenciado de los órganos que han de intervenir en el eventual juicio, se expida
acerca de la legalidad del requerimiento desincriminatorio del fiscal, sea que el acto
se produzca en la etapa crítica de la instrnccióil o en oportunidad de solicitar la des-
- estimación de la denuncia"8s8.
Masnatta ha dicho que ha quedado "...inequívoca su falta de dependencia, de-
finiendo categóricamente al Ministerio Público como institución que no depende
de órgano alguno que ejerza funciones administrativas, judiciales o legislativas...";
recuerda lo expresado por Jorge de la Rúa en el sentido de que "...la tutela de los
derechos y libertades públicas frente al órgano acusador sólo se puede encontrar
debidamente resguardado si se desvincula dicho órgano del poder político y se lo

CF Civ. y Com., sala 1; ED 174-658, f. 48.286.


DJ 1999-1-420,f. 13.801.
si' LL del 251911997, f. 96.029.
8n "Acerca de la declarada inconstitucionalidad del art. 348, párrafo segundo del Código Pro-
cesal Penal de la Nación", LL del 30/1011997, nota a f. 96.230. En contra, CS, Fallos 3275863, "Qui-
roga".
EL MINISTERIO FISCAL

as garantías necesarias para asegurar su independencia e imparcialidad"~~9.


ne "...las más amplias atribuciones en orden al control
la defensa del sistema democrático, que la nueva Constitución ha en-
orando la necesidad de la tutela, de la ética pública", así como para
do (tráfico de drogas, lavado de dinero, simulación fis-
de licitación, etc.; en similar línea, Teruel, quien asegura es un verda- -
la independencia del Ministerio En realidad, y antes que la
ella, si se coordina lo prescripto por el art. 274, CP y sus
vernáculos, con las disposiciones alojadas en los arts. 5", 65 y concs.,
a suficientemente protegido y circunscnptos los lindes

nsecuencia, insertar este órgano en la CN habrá de servir para acallar re-


íticos, pero entorpecerá -sin la menor duda- llevar a cabo una política
unificada y coherente, acorde con lo establecido por el art. 99, inc. 2", id.,
Ejecutivo "...la ejecución de las leyes de la Nación...",
e---- quedan comprendidos el Código Penal y las leyes
nto a este aspecto, la ley 24.946 -Orgánica del MPS6'-
1de la Nación "diseñar la politica criminal y deperse-
blico Fiscal" (art. 33, iuc. 5, acápite e], id.).
r Ejecutivo no está excluido del trazado de dicha política,
2 7 , id., lo faculta para dirigirse -a través del ministro correspondiente-
dor general a fin de proponerle "...la emisión de instrucciones generales
a coordinar esfuerzos para hacer más efectiva la ... persecución penal...".
por Sácnz, quien -refiriéndose a la entonces futura
tir "...que el Poder Ejecutivo sugiriera al procurador
e instrucciones relativas a las cuestiones genéricas, como
a de los intereses de la sociedad, la protección de menores e incapaces,
criminal..."862. El art. 33, inc. d), id., asigna dicha tarea al procurador
o mediante instrucciones generales a los integrantes del
Público Fiscal, la adopción de todas las medidas que sean necesarias y
es para poner en ejercicio las funciones enunciadas en esta ley, y ejer-
emás atribuciones que le confieren las leyes y los reglamentos ..." (también
que las instrucciones no son en sí ilegítimas, pero que
es y tendientes a la unificación de criterios de interpreta-
ón de recursos estableciendo criterios de priorización de
añade que sólo pueden ser dictadas deniro del marco legal, pues "...fuera
ay instrucciones"s63.
parte, el art. 3 1, id., establece: "Cuando un magistrado actúe en cum-
e instrucciones emanadas del procurador ... general de la Nación, podrá
vo su opinión personal. El integrante del Ministerio Público que recibiere
cción que considere contraria a la ley, pondrá en conocimiento del procu-
, mediante un informe fundado. Cuando la instrucción
en del Ministerio Público en la nueva Constitución". LL del 1911011994~
El nuevo Ministerio Píiblico Fiscal y los principios constitucionales democráticos", LL Ac-

inisterio Público [Bases para la Ley Orgáiiica Nacional]", LL del 171811995.


llamadas instrucciones de los fiscales", en Pena y Estado, nro. 2, año 2, ps. 221 y SS.
142 EL MMiSTERlU FISCAL

general objetada concierna a un acto procesal sujeto a plazo o que no admita dila-
ción, quien la recibiere la cumplirá en nombre del superior. Si la instrucción objetada
consistiese en omitir un acto sujeto a plazo o que no adinita dilación, quien la realice
actuará bajo su exclusiva responisabilidad,
. , sin perjuicio
- " del ulterior desistimiento de
la actividad cumplida".
La solución actual lo configura como un órgano extra poder; se han seguido así
indicaciones del VI11 Congreso Interamericano del Ministerio Público, Mar del Pla-
ta, 1983s@.Señala Bianchi, aunque se inclina por la conformación como un cuarto
poder del Estado, que "...está emergiendo en el orden institucional como einergió el
Poder Judicial cuando fue sancionada la Constitución. Y tendrá que recorrer el difí-
cil camino de alcanzar el reconocimiento de la posición institucional de 'autoridad
de la Nación ', que la Constitución le recon~ce"~", certera reflexión que trasunta una
innegable realidads66.
Dice Palacio que dicha ubicación es adecuada en tanto "...no se lo incorpo-
ra al Poder Judicial ni se lo subordina --como ocurría con anterioridad- al Po-
der E j e c u t i v ~ " ~Sobre
~ ~ . el tema no deben dejarse de lado las reflexiones de Maier:
"...no me convence que el Ministerio Público sea un órgano extra poder, me parece
una creación un poco ilusionada, pero sin demasiada vigencia
El calificativo extra poder apunta a la existencia de un cuarto, además de los
tres esbozados por Montesquieu, recogido por la Constitución americana desde sus
orígenes. Entre nosotros, Ayarragaray, uno de los autores tradicionales sobre el tema,
indicaba que pese a ser un órgano extra poder, está ubicado en la cercanía del PJN8"9.
A raíz de que la Constitución de 1853, conforme a la refoma operada en 1860,
suprimió toda referencia al MP al eliminar el art. 91 de aquélla, precepto que deter-
minaba la integración de la Corte Suprema por nueve jueces y dos fiscales8'0, pensá-
bamos debía considerársele como un cuerpo de funcionarios dependientes del PEN;
sobre todo por la necesidad de que aquél contase con un organismo apto para velar
por la ejecución de las leyesa7'.

Ver BIANCHI,"Cese de funciones de agentes del Ministerio Público dispuesto por decreto del
Poder Ejecutivo", ED 119-947.
ED del 111212002.
Ver también OBARRIO,"El Ministerio Público: cuarto poder del Estado", LL del 311511995.
Derecho..., t. X , ps. 359.
868 "EI M¡ nlsterío ' Público en el proceso de reforma de América latina", en Pena y Estado, año
2, nro. 2, p. 174.
El Ministerio Público, passim, Buenos Aires, 1928.
s 7 " ~ ~ R 1 ~OLMEDO, Tratado..., t. 11, p. 282; Maciel, 'ivlinisterio de Justicia", LL 112-826.
'" GARRAUD,Traité théorique et pratique d'instniction criminelle et de procédure pénale, t.
1, Paris, 1907, p. 172, pár. 84; GONZALEZ, Joaquín V., Obras completas, vol. 7, Buenos Aires, 1935,
ps. 1031117, y en "Carácter constitucional del Ministerio Público" en Escritos y opiniones, t. 1, Moen,
Buenos Aires, ps. 1111132, slf; JOFRE, Manual de roced di mi en tos, t. 1, ed. actualizada por Hal~erin,
13uenosAirzs, I Y 4 1 , ps. 217 SS.. 13iri.s.\.I>i,i.c~.h,, .i i'ps . 507 5uB ! 5h9, I ~ Y L L ' I I , ... p.
Up,u.,t~ro
53: STRRA l > i ) \ I I N i ~ I . f r ' . "El \Iiiiisizri., fisc31", cn H<,~,r.<t,i
dc I ) z > v c ~ h o P , ~ o < ~ e r . i l I l > , ~ r o unroi.
»~r~ii~~~z~.
314, año 1979, ps. 6091677, especialmente p. 621; GIMENOSENORA,ALMAGRO NOSETE, MORENO
CATENAy CORTESDOMiNGUEz, Derecho..., t. 11, p. 156, punto b), par. 1"; GIMENO SRNDW Consti-
tucidn..., p. 68; STEFANI, LEVASSEUR, BOULOC, Procédurepénale, p. 123, Paris, 1990; FONTECCHIA
SIGNORILE, Ilpublico ministero nel nuovo processo penale, p. 3, Milano, 1990. Cuando menos vale
considerarle como órgano de enlace entre el PEN y los tribunales de justicia (PRIETOCASTRO- FE-
RRANDIZ, "El Ministerio Fiscal en Europa", LL 1990-C7811800).
EL MINISTERIO FISCAL

última parte, de la ley 24.946, establece que el fiscal general


ción pública. Se ha interpretado que tal facultad no conlleva
e legalidad -criterio de la mayoría-; sin embargo, asiste
é de Soler cuando estima que la interpretación sistemática
os fiscales generales ante los cuerpos
ir los recursos interpuestos por los fiscales -
ilidad de hacerlo respecto de la acción penal.
dado por el art. 71, CP, determina que la dis-
icio de ta acción pública -según to acepta, sin acierto, la
ial y no puede parcelarse conforme el criterio

optada en este Capítulo -Ministerio Fiscal- no es la se-


códigos argentinos modernos -Córdoba (arts. 71 a 79); Chaco (art.
(art. 62); Tucumán (arts. 71 a 79)-, donde se lo trata bajo la rúbrica
la cual nos inclinamos. Adviértase que el adjetivo "fiscal"
ciones atinentes a procurar que la recaudación de los fon-
s se cumpla, propósito no descartado en los orígenes de la in~titución~"~.
ica 24.946 optó por la designación correcta.
eneral, a quien le incumbe dictaminar en las
CN), en las cuestiones de competencia que
cursos ordinarios de apelación en los casos de
de criminales reclamados por países extranjeros, y en las causas originadas
s marítimos en tiempo de guerra, sobre salvamento militar
del buque, legitimidad de su patente o regularidad de los papeles
se articulen cuestiones federales. A los fines de esta atribución, la CS
los recursos extraordinarios y quejas planteados por su denegación,
casos en que proceda el certioravi negativo (art. 280, párr. lo,
-
én incumbe a este funcionario delegar
dores fiscales ante la CS, en los términos de los arts. 35 y 36,

máximo del cuerpo puede disponer la actuación conjunta o al-


tegrantes de igual jerarquía y conformar equipos de trabajo
,inc. ~ 1 id).
, En el mismo sentido debe coordinar las actividades del MP con
autoridades nacionales, "...especialmente con las que cumplan función
ón criminal y policía judicial. Cuando sea el caso, también lo hará con
S" (art. 33, inc. lo, id.). Es importante destacar que se le
da (art. 196) en las causas de competencia originaria de

--dentro de la esfera de su actuación- corresponden a


la CS siempre que lo disponga el procurador general
a los fiscales de la procuración general de la Nación

e los tribunales colegiados de casación, de segunda instancia -Cámaras


ciones- y de instancia única, intervienen fiscales generales. El art. 37, id.,
diversos deberes y atribuciones. Ante los mismos órganos judiciales y en

C nro. 14, LLdel231411999, f. 98.625.


ARIÁOLMEDO,Trarado..., t. 11, p. 274, Buenos Aires, 1962
144 EL M I N I S T E ~ OFISCAL Art. 65

relación inmediata con los fiscales generales ante dichos tribunales, actúan fiscales
generales adjuntos (art. 38, id.). La intervención ante los jueces de primera instancia
compete a los fiscales y a los fiscales auxiliares (arts. 39,40,41 y 42, id.).
Las inmunidades de sus integrantes no se asimilan a la de los jueces sino a la de
los legisladores. La sospecha de delito penal doloso determina la procedencia de la
suspensión del imputado, para permitir su juzgamiento por el delito; de otro modo,
la inmunidad se transmutaría en impunidad874.
Numerosas constituciones provinciales lo ubican en la órbita del PJ (art. 180,
Buenos Aires; arts. 1721173, Córdoba; arts. 98,99, 102, 103 y 105, T u ~ u m á n ) ~ ~ ~ .
Función
65. El ministerio Bscal promovera y ejercerá la acción penal en la forma
establecida por la ley.
Se refiere a la acción pública (art. 5"), denominación comprensiva también de
la acción dependiente de instancia privada (art. 69, ya que una vez puesta en marcha
mediante dicha instancia, opera igual que la pública (arts. 71 y 72, CP).
La ley 24.946 establece como función del MP promover y ejercer la acción
pública en las causas criminales y correccionales, salvo cuando para intentarla o
proseguirla fuere necesario instancia o requerimiento de parte conforme a las leyes
penales (art. 25, inc. c], i d ; conf. también arts. 33, párr. 1" e inc. b], 35, inc. a], 37,
inc. a], 38, inc. a], 40, incs. a], b] y c], y 42, id.).
También le incumbe ocuparse de promover y proseguir las cuestiones prejudi-
ciales (arl. 12).
Queda excluido el ejercicio de la acción civil en todos los supuestos. Por eso
resulta incomprensible la previsión contenida en el art. 433, última frase, pues este
Código no admite la delegación de la acción civil por el damnificado en el MP (ver
arts. 80, inc. a], y 15).
La FNIA debe intervenir necesariamente cuando se radique una denuncia como
consecuencia de la investigación de la conducta administrativa de agentes integran-
tes de la Administración nacional, centralizada y descentralizada y de las empresas,
sociedades y todo otro ente en que el Estado tenga participación (art. 45, inc. a], ley
24.946);en tal caso actúa conforme a lo establecido en el art. 33, inc. f), id., en forma
conjunta o alternativa con dos o más integrantes del MP. Podrá asumir en cualquier
estado de la causa, el ejercicio directo de la acción pública cuando los fiscales compe-
tentes tuvieren un criterio contrario a la prosecución de la acción (arl. 45, inc. c], id.).
Los fiscales generales de investigaciones administrativas, los fiscales generales ad-
juntos y fiscales de investigaciones administrativas pueden actuar en forma similar a
los demás integrantes del MP. Siempre que en el curso de un proceso se impute a un
agente público por hechos vinculados con el ejercicio de su función, el juez deberá
comunicarlo a la FNIA (art. 48, id.).

8 7 % ~ N ~ T ~ ~"Inmunidad
, funcional de los integrantes del Ministerio Público", LL del
17/12/1999, p. l.
''*Sobre el tema, ver MAlER y otros, EL Minisferio Publico...,passim.Ver también ORTIZ PELLE-
GIUNI, "El Miflisteno Público Fiscal en la Consiitucióii Nacional", DJ 1997-2-1067;AWAGNAGUE,
"El Ministerio Público", DJ 1998-1-399;DELMAS-MARTY, "La evolución del Ministerio Público y los
principios directrices del proceso en las-deniocraciaseuropeas", ED 175-9713,
EL MINISTERIO FISCAL

cal general se pronunció por la confirmación del decisorio impugnad


(rechazo de una medida de no innovar), se produce un desistimient
ya que la actuación de ésta se circunscribe a los casos de abandono o
la acción por parte del fiscal actuantes7< Mediante res. PGN 14712008
,el procurador general, consolidó este criterio: el fiscal titular y la FNIA
en de modo fungible e indistinto el ejercicio de la acción penal; la ac- -
Ministerio Público Fiscal ha de ser siempre única y, frente a eventuales
as, habrá de imponerse el criterio del fiscal a quien la ley adjudica --de
sivo- el carácter de actor penal; la noción de "intervención necesaria"
nunca puede desencadenar el desmembramiento del órgano acusadors77.
tuación del cuerpo se halla signada por los principios de:-a) unidad: signi-
sulta indiferente la intervención de uno u otro órgano persona, salvo pro-
ecifica del ordenamiento jundico, a diferencia de los jueces, en los que
ntervenir el natural (art. lo, párrs lo y 3', 24.946); b) jerarquía: en cuya
superiores gravitan sobre la labor de los inferiores (art. lo, párr. 4', id.); c)
impone la actuación en la promoción del proceso penal (arts. 5" y 29 de la
), sin subordinarla a criterio alguno de oportunidad; d) indivisibilidad: tiene
secuencia que quede cubierta la intervención del MP con la actividad de un
ario (art. lo,párr. lo,id.).
en Teme1 "...que la persecución penal es la actividad propia de los fis-
ermedia entre una investigación preliminar especializada y una acusación
fundada..."s78.
rsecución penal existen limites impuestos por el mayor valor asignable
s derechos individuales. El conflicto entre una rápida y eficiente ejecu-
y y el de prevenir que los derechos de los miembros de la sociedad sean
os por métodos inconstitucionales debe ser resuelto en favor de éstesT9.
25.246 (art. 28) asigna al fiscal general designado por la Procuración
a Nación recibir las denuncias sobre la posible comisión de los delitos de
'ca previstos en ella. Los integrantes del MP investigarán las conductas
s o requerirán la actividad jurisdiccional pertinente conforme a las previ-
te Código y de la Ley Orgánica del MP.
pauta para aprehender la labor del MP radica en advertir que los princi-
orio y dispositivo no se identifican; el primero impone disociar las fun-
irente y decisoria, y el último se relaciona con la titularidad del derecho
crisis; quien no es titular, jamás podrá quitar el ejercicio de la función
procesa1 -jurisdicción- en plenitud. Una vez que el órgano judicial fue
el conocimiento del ilícito penal, no puede sustraerse al ejercicio de su
ne el deber de pronunciarse de acuerdo con la leyss0.Este precedente sig-
ioso criterio para adentrarse en la inteligencia del art. 393s8'.

1012007, "Garrido", RDP, LexisNexis, 112008, p. 60.


sentido similar, CNCP, sala 1. RDP, AbeledoPerrot, 1012010, P. 1780
1 nuevo Ministerio Público Fiscal y los principios constitucionales democráticos", LL Ac-
711011999.
SNeuquén, DJ 1999-3-216, f. 14.605.
Córdoba, LL del 511012001, f. 102.701.
o enfoque en MOR&, "Alcance de las facultades de investigación del Ministerio Público
el articulo 26 de la ley 24.946" (LL del 221912000, p. 15).
146 EL MINISTERIO FISCAL Ari. 68

El art. 25, inc. c), de la ley 24.946 atribuye al MP la función de promover y


ej'ercer la acción pública en las causas criminalesy correccionales. A su vez, el art.
40, inc. a), id., asigna a los fiscales de primera instancia promover la averiguación y
enjuiciamiento de los delitos. i,
Ver comentario al art. 5".
Atribuciones del fiscal de cámara
66. Además de las funciones generales acordadas por la ley, el fiscal de
cámara actuará ante las cámaras de casación, de apelaciones y federales, en la
forma en que lo disponga la ley orgánica del ministerio público.
Tanto este precepto como los dos siguientes se refieren a los fiscales de los dis-
tintos fueros: federal, nacional con competencia ordinaria y penal económico.
Los funcionarios del epígrafe sólo actúan ante la CFCP (art. 30 bis y arts. 3' y
7", ley 24.121) y las Cámaras de Apelaciones (arts. 24 y 31; ver ley 24.050, arts. 2",
incs. b] y d]; 18, 19,20 y 21).
Ver art. 37, ley 24.946.
Con la creación de la CNCCC, los fiscales generales y los fiscales generales
adjuntos ante los tribunales orales en lo criminal, de menores, ante la Cámara Nacio-
nal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal y los fiscales
ante los juzgados nacional en lo correccional y de ejecución penal, desempeñarán
ante la CNCCC las funciones que la ley 24.946 les asigna respectivamente (art. 8',
ley 26.371).
Atribuciones del fiscal del tribunal de juicio
67. Además de las funciones generales aeordadas por la ley, el fiscal del
tribunal de juicio actuará durante el juicio ante el tribunal respectivo, y podrii
llamar al agente fiscal que haya intervenido en la instrucción enlos siguientes
casos:
lo)Cuando se trate de un asunto eomplejo, para que le suministre infor-
maciones o coadyuve con él, inclusive durante el debate.
2') Cuando estuviere en desacuerdo fundamental con el requerimiento fis-
cal, o le fnere imposible actuar, para que mantenga oralmente la acusación.
3") Cuando en virtud de lo establecido en el art. 196, la investigación del o
los delitos de que se trate haya sido encomendada al agente fiscal.
Salvo los supuestos expresamente señalados, se entiende que no puede recabar
la ayuda de su inferior. Cuando lo hace se trata de una manifestación del principio
de jerarquía.
Ver arts. 17, ley 24.050; 17, ley 24.121, y 33, inc. g), ley 24.946.
Atribuciones del agente fiscal
68. El agente fiscal actuará, en su caso, ante los jueces de instrucción y en lo
correccional, cumplirá la función atribuida por el artículo anterior y colabora-
rá con ei fiscal del tribunal de juieio cuando éste lo requiera. En los supuestos en
los que en virtud de lo dispuesto por el art. 196 la dirección de la investigación
de los delitos de acción pública quede a cargo del agente fiscal, deberá ajustar
su proceder a las reglas establecidas en el Título 11 del Libro 11 de este Código.
EL MINISTERIO FISCAL

lo son requirentes, pues, conforme a la última oración, t


ión instructoria (art. 196, texto según art. 88, ley 24.121), bien entendido
naturaleza administrativa tiene esta actividad: realizar la pesquisa pero
ontroversia -aunque sea en forma progresiva (ver art. 213, incs. a],
y 306), y excepcionalmente definitiva, en el caso del sobreseimiento (art.
es dicha tarea, por contener aristas jurisdiccionales, está reservada a los -
. 108, CN; ver introducción al Libro 11). Por ley 24.826 se le ha otorgado
de instrucción sumaria (arts. 353 bis y 353 ter).
ejercicio de la acción pública no le alcanza la reserva de las actuaciones
cción; la norma que autoriza a decretar el secreto no puede interpretarse
a a los fiscalesgg2.

s representantes del ministerio fiscal formularán, motivada y espe-


sus requerimientos y conclusiones; nunca podrán remitirse a las
el juez; procederán oralmente en los debates y por escrito en los

rma republicana de gobierno (art. lo, CN) impone a todos los funcionarios
les lo son- expresar los fundamentos y razones de sus actividades, pues
a forma de verificar si cumplen con la tarea y hacer efectiva su responsa-

a su participación en el proceso -sobre todo cuando se trate de los actos


s tales como promover la instrucción (arts. 180, 188, párr. 2' y 195) o
sobreseimiento y la elevación a juicio (art. 347, inc. 2" y pán: 2-, su ac-
cesa1 debe bastarse a sí misma, pues resulta inadmisible que la integre con
nes judiciales. Nuestro criterio en orden al monopolio en la promoción del
enal por parte del Ministerio Público es motivo de tajantes discrepancias
entarios a los arts. 180,186,188 y 195).
orrecta hermenéutica de lo previsto estriba en acentuar las características
del modelo procesal. El control de motivación de los requerimientos
está en manos de los jueces y debe ser ejercido de manera que no se afecten
s del imputado. Dicho control -según Morin- sólo puede abarcar
s puntos: a) si el hecho imputado (o la hipótesis de imputación) está
ente descripto; b) si existen pruebas que lo sustenten mínimamente, y c) si
tal conclusión (imputación) se ha articulado un razonamiento

n el ejercicio de sus funciones, el ministerio público dispondrá de los


ordados al tribunal por el art. 120.
todo es indispensable cuando cumple la función instructoria delegada
1 art. 196 (texto según art. 88, ley 24.121; ver art. 353 bis), ya que su
eclama, eventualmente, la intervención de la fuerza pública, cuyo cumpli-

PE, sala A, ED 178-307, sums. 52.


cance de las facultades de investigación del Ministerio Público en el marco del articulo 26
148 EL IMPUTADO Art. 71

miento puede ser motivo de ulterior examen judicial pero no anterior a la ejecución
de ciertas medidas (conf. arts. 213, inc. b], y 280, pán. 2").

Inhibición y recusación ,
71. Los miembros del ministerio público deberán inhibirse y podrán ser
recusados por los mismos motivos establecidos respecto de los jueces, con ex-
cepción de los previstos en la primera parte del inciso 8 y en el 10 del art. 55.
La recusación, lo mismo que las cuestiones de inhibición, serán resueltas
en juicio oral y sumario por el juez o tribunal ante el cual actúa el funcionario
recusado.
El concepto de parte ---quien pide o en cuyo nombre se requiere la actuación de
la ley o quien pretende o en cuyo nombre se pretende frente a otro dicha actuación-
no resulta, sin más, extensible al proceso penal. Por eso, este precepto muestra uno
de los perfiles en que éste y el civil se separan, pues es inconcebible suponer la im-
parcialidad de una parte.
Lo que se busca preservar es que -salvo los casos de instrucciones vinculantes
(arts. 31 y 33, incs. b] y d], ley 24.946>--- su intervención resulte ajena a las pasio-
nes o intereses que pueda tener respecto de ciertos sujetos o del objeto del proceso.
Acerca de preservar la imparcialidad del fiscal (conf. art. 52, CPP de Italia; arts. 78
y 79, CPP Tucumán; arts. 78 y 79, CPP Córdoba).
Se exceptúan los casos de acusación o denuncia anterior contra alguno de los
interesados (art. 56) y, recíprocamente, cuando hubiese sido acusado o denunciado
por éstos (art. 55, inc. 8O) y la opinión vertida fuera del proceso (art. 55, inc. 10).
La ley le requiere aduar conforme a un criterio de objetividad traducido en pro-
curar, no sólo las medidas adversas al imputado, sino todas aquellas que conduzcan
-aun de resultarle favorables- a una recta administración de justicia.
El procurador general -res. nro. 3011999- asevera que la excusación resulta la
solución más adecuada para garantizar a los justiciables -aun por vía indirecta- el
debido desempeño de la causa, como órgano imparcial en cuanto sujeto del proceso.
Expresa Bruzzone que el fiscal "...no puede prejuzgar porque no juzga, requie-
re; los únicos que juzgan, y por ese motivo pueden prejuzgar, son tos jueces"884.

EL IMPUTADO

a) Concepto
El reconocimiento como imputado a toda persona que soporta persecución pe-
nal significa hacer, desde el comienzo de tal condición, efectiva la garantía de la
inviolabilidad de la defensa en juicio asegurada por el art. 18 de la Constitución
Nacional.

"Proyectos de reforma al Código Procesal Penal de la Nación en salvaguarda de la garantía


del juez imparcial", CDJP, año V, nro. 9-B, p. 471.
EL IMPUTADO

en sobrelleva esa condición puede proponer diligencias como las otras par-
9 9 , de suerte que podrá esclarecer su situación durante la etapa instructoria
necesario llegar al juicio.
que resulte imputado debe ver concluido el proceso a su respecto,
eimiento (art. 335) o a través de la remisión a juicio (arts. 347, párr. 2',
do por una sentencia definitiva; previamente puede oponerse a que se
evación en el momento regulado por el ari. 349.
mparaci6n con el C6digo anterior
este Código y el anterior advierte que se ha terminado con la
el mero imputado, prevista por el art. 236, párrafo 2 O del ordena-
En efecto: a dicho sujeto se le consideraba no procesado y, por ende,
esolución conclusiva del procesosss. Incluso y, pese a la aparente
n con la de la persona cuya situación encuadraba en el párr. lo, la práctica
nconcebible retaceo de facultades tales como apelar un sobreseimiento
al recaido en la causass6.
a puesto fin al sobreseimiento provisional (art. 435, Código an-
verdadera absolución de la instancia que no cegaba una ulterior persecución
'srno hecho, tal cual ocurría con el imputado no procesado.
pena repetir que, desde la vigencia de la ley 23.984, esos distingos anó-
enadores de la garantía constitucional liminarmente referida terminaron.
n sujeto cuya condición de imputado resulte de las previsiones
, forzosamente será llevado a juicio - c o m o corolario del cual
le habrá de absolver- o bien será sobreseído (art. 335). Ambas
es impedirán cualquier persecución ulterior, haciéndose efectiva así no s610
'a constitucional de la inviolabilidad de la defensa, sino también la prohi-
1 ne bis in idem recogida por el art. lo; es la única solución para asegurar
cción mediante un pronunciamiento con autoridad y eficacia de

compartimos ni los distingos ni la conclusión a que arriba DamtchonsSspor


e razonamiento de que es imposible autoatribuirse el carácter de imputado,
s resultado exclusivo de una decisión judicial. De otra manera se caería en el
o de que todos los habitantes de la Nación pudieran considerarse imputados
parecer a través de los modos tan sutilmente indicados por dicho autor. Ni
o del art. 73 ni el de los arts. 279 y 294 respaldan tal tesitura. Menos aún el
6, porque si quien se considera imputado sin serlo -a criterio judicial- de-
preservar su libertad, deberá acudir, en todo caso, a la vía del hábeas corpus
ntivo (conf. art. 3", inc. lo, ley 23.098)s89.Si a ello se suma que la consecuencia
ile desemboca dicha tesis es supeditar la seguridad que reposa en la conclusión
rocaso, postergándola al instante en que se extingue la pretensión punitiva, se

CCC, en pleno, JA 2-1969-55, f. 16.782.


Ver plenario "Mussolino", con comentarios de Almeyra -DJ del 191811987- y nuestro
1987-C-328, f. 85.799-; a favor de la tesis censurada, CAFFERATA NORES, JA 1987-1V-126.
''MORELLO,"El acceso efectivo a la jurisdicción exige derribar barreras", JA 1990-IV-229.
Cómo es ,.., vol. 2, ps. 75196.
Ver SAGUÉS,Hdbeas corpus, ps. 2251228.
150 EL IMPUTADO Art. 72

advierte que conculca garantías constitucionales inherentes al respeto debido a la


dignidad humanaS9O.
Clariá Olmedo enseñó que si bien la comparecencia del imputado puede pro-
ducirse espontáneamente, el juez;no debe recibir la declaración si no ha obtenido la
sospecha de que el compareciente participó en la comisión del hecho objeto de la in-
vestigacións" y añade "...que (si) con respecto al imputado detenido no aparece scs-
pecha alguna de participación, pareciera correcta la solución de ordenar su inmediata
libertad si11 recibirle aún declaración"; no obstante, lo considera ya ligado al proceso
hasta que se pronuncie el sohreseimiento en su favor89z;esta última aseveración la
compartimos con el alcance visto al comentar el art. 73.
El art. So, pto. 1, de la Convención Americana de Derechos Humanos, cuyo
epígrafe reza "Garantías judiciales", asegura al imputado el derecho de audiencia en
un plazo prudencial, ante el juez o tribunal competente, independiente e imparcial
(conf. en sentido similar, art. 14, inc. 3", PIDCP, y 10, DUDH). Dichas normas tienen
ahora jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN)893.
Calidad del imputado
72. Los derechos que este Código acuerda al imputado podrá hacerlos
valer, hasta la terminación del proceso, cualquier persona que sea detenida o
indicada de cualquier forma como participe de un hecho delictuoso. Cuando
estuviere detenido, el imputado o sus familiares podrán formular sus instancias
por cualquier medio ante el funcionario encargado de la custodia, el que las
comunicará inmediatamente al órgano judicial competente.
La condición de imputado se adquiere por la mera circunstancia de que una per-
sona resulte privada de su libertad, por ser detenida (art. 283) o incluso meramente
aprehendida por la autoridad policial (arts. 184, inc. 8"; 284 y 285) o por un partieu-
lar (art. 287). También cuando se le cite en los términos del art. 282, pvrque es una
medida cautelar indirecta dispuesta por la autoridad judicial cuyo incumplimiento
acarrea la detención.
Empero, mucho antes de que se produzcan aquellas medidas cautelares clara-
mente indicativas de que se soporta una persecución penal, la calidad de imputado
puede anticiparse al resultar señalado como partícipe de un hecho delictuoso a tra-
vés de cualquiera de los actos procesales cumplidos durante la etapa instructoria
(por ejemplo, atribución de responsabilidad por parte de un testigo, art. 239; resultar
-señalado en un reconocimiento, art. 270; peritaje que apuntale el endilgamiento de
responsabilidad, art. 253; etc.). Se descuenta -ver introducción a este capítulo- la
resolución judicial inmediata oficiosa o requerida, que establezca su legitimación
pasiva.
No todo acto de los preventores configura imputación delictiva; en el caso de
los delitos aduaneros, someter a control de equipaje sin mediar niotivo previo de

CS, Fallos 272: 188.


89' Elproceso ...,p. 310.
Op. cit., p. 3 11.
"' Ccriir. cl iniponante tnbajo dc Al ~iivk,!, ' E l i~iiputadoen 13 nuera legislicióri priiccssl pe-
nbl", J.2 iiro. 5797, del- :O 1 ~ 9 2\krC'ziFi:Kxr!
ps. 253 y 272.
. . ..
~dsrini:1)ii i ,I Ri' ~ . P i i > c < ~, v
\olti-i.. Elr»ir~ri~iido.
EL IMPUTADO

sospecha, torna innecesaria la advertencia previa de los derechos que 1

CS consideró que no reviste la calidad de imputada quien, al momento de


su domicilio, exigió la presencia de su abogado de confianza. Para la Corte
asó a asumir tal carácter durante el transcurso de la diligencia, a partir de
ción de la sustancia estupefaciente. Al ser ello así, quien pretendió asistir -
'ciliario invocando el carácter de defensor en manera alguna revestía
or entonces, habida cuenta de que su pretendida asistida no era to-
partes esenciales del proceso"895.En contra, Bei-tolino sostiene,
el fallo, aue era materialmente razonable entender aue la moradora del
,afinenos "en potencia", se encontraba en una situación jurídica
apara requeriry tener asistencia letrada, sin el impedimento de una
stática y estricta del sistema previsto para la elección del defensor896.
considera que el derecho de defensa está relacionado con la existen-
putación y no con el grado de formalizacióii de ella. Debe ser ejercido
er acto de procedimiento en sentido lato, es decir, desde el mismo mo-
la imputación existe, por vaga e informal que ésta sea; esto incluye las
les" o p ~ l i c i a l e s ~ ~ ~ .
ón de libertad en ningún caso significará retacear la proposición
. 199). Dicha facultad no sólo puede ejercitarse por el imputado,
us familiares ante el funcionario encargado de la custodia; según
no es el guardián sino el jefe o eiicargado del estableciiniento o lugar
cumple la detención, v.gr., el director de la cárcel, el coinisario o el oficial

roposición debe comunicarse inmediatamente "...al órgano judicial compe-


scarta que pueda plantearse ante el agente fiscal cuando cumpla la instruc-

de demandar civilmeiiteg9'.
cho del imputado
a persona a quien se le imputare la comisión de un delito por el que se
ndo cansa tiene derecho, aun cuando no huhiere sido indagada, a
al tribunal, personalmente con su abogado defensor, aclarando los
icando las pruebas que, a su juicio, puedan ser útiles.

que, conforme a lo expuesto en el análisis del artículo anterior, resulte


a instnicción de la causa (art. 194) puede anticiparse a
el órgano judicial. Desde luego que disfruta de todos

PE, sala A, DJ 1999-2-142, f. 14.102.


del 2411212003, p. 41.
'" "La ii~cidenc,:,dc l : ~S I I U B C I ~ I ~uridlia'
I C I ~el fu~iciorin!~iiciiro
de la 1 . q Procesal Pcnsl y <le
lasg;rranri3i. ~ ~ ~ ~ s I 0.1 ~ IJCI . . o.. ~4 1~1 I ~ s ~ ~
u 24~ 1 ~2 2 o0 ~~3
la IV,RDP, LexisNexis, nro. 5, p. 919.
digo..., p. 67.
REUS, La acción..., p. 142.
152 EL IMPUTADO h.73

los derechos y garantías atinentes a tal condición; inclusive que el proceso termine a
su respecto en alguna de las formas ya señaladas.
Resulta obvio que si el juez advierte que el compareciente no reviste la condi-
ción de imputado, jamás podrá escucharle como tal. Por ende, carecerá de derecho a
peticionar que se lo incluya en alguna de las formas conclusivas del proceso.
Aun entre quienes admiten la presentación anticipada merced a la sutileza nie-
recedora de nuestra censura expuesta al comienzo de este Capitulo 11, se niega al
compareciente examinar las actuaciones (art. 204), pues sólo puede hacerlo, con las
excepciones previstas, después de la indagatoria9O0.
La presentación espontánea no condice en absoluto con la citación del impu-
tado, en este estadio; a menos que se disponga recibirle indagatoria, siempre que
mediare sospecha suficiente para ellog0'.Empero, una deformación total de la com-
parecencia espontánea se ha abierto paso entre muchos tribunales de Buenos Aires.
Desde luego que La falta de citación no arremete garantías reconocidas por la CNgo2.
Se piensa que, de acuerdo con el art. 29 ter de la ley 24.424, quien ya declaró
como imputado puede convertirse en colaborador.A su vez, la colaboración no podrá
tornarse en obstáculo para involucrar en la causa a quien la cumple. No debe restrin-
girse ala primera oportunidad en que comparezca; su libertad provisional debe meritar
que la colaboración es un correctivo de la pena que trasunta menor peligrosidad. De
ahí que resulte posible otorgar libertad provisioiial al sujeto en su méritogo3.
El imputado es titulas de todas las garantías y es quien puede ejercerlas o no,
sin que su consentimiento pueda verse recortado por supuestas consideraciones de
orden público9o4.
b) Defensa en juicio
Si existe querellante constituido y habilitado -por ende- para participar en
la actividad perquisitiva (art. 201), debe guardarse especial cuidado para que los
derechos del imputado no sufran menoscabo al negarse garantías co~stitucionales
(arts. 14 28, 33 y 75, inc. 22, CN; art. XVIII de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre; art. 10 de la Declaración Universal de Derechos
Hunianos - d o n d e se privilegia la audiencia "...en plena igualdad... para el examen
de cualquier acusación... en materia penal'-; ari. 8", ptos. 1, 2, aps. b] y fl, de
la Convención Americana sobre Derechos Humanos "Pacto de San José de Costa
Rica", ley 23.054; y art. 14, incs. l oy 3', aps. d] y e], del Pacto Internacional de De-
. rechos Civiles y Politicos, ley 23.313). En dicho supuesto y con sustento en el art. 56
-precepto cuyo alcance es el de una interpretación auténtica coutextual- aun antes
de ser constituido como parte reviste el carácter de interesado. Por eso se ha admitido
su intervención en la vía recursiva (art. 451)905.De tnanera similar la CS tolera la
intervención de la parte recurrida en el trámite de la queja por denegación del recurso

Cám. Pen. Econ., sala A, LLdel2011011993, f. 91.701.


90'CCC, sala V, DJ 2000-3-969, f. 16.268, o LL del 811112000, f. 101.149, con nota de BAEZ -
COHEN, "El imputado y su declaración en el proceso penal".
'OWCC, sala VI, DJ 2002-3-128, f. 18.634.
903 FRANCESCHETTI, "La figura del colaborador en la Ley de Estupefacientes. La colaboración
como correctivo por menor peligrosidad en la determinación de la pena", LL del 311012000.
CCCFed., sala 1, LL del 2711 112000, f. 101.247.
CCC, sala 1, c. 1299, de1 71211994.
imado para hacerlo, pese a la

tuaciones antes del llamado a indagatoria, con la


al9"'. Se amerita que, de lo contrario, se tornaría
a imposible aclarar los he-
es si ignora los elementos -
n del secreto fijada por el art. 204,
al a la indagatoria (v. introducción al

casos para respetar la igualdad asegurada por el art. 16, CN, la mera
ado resulta inescindible de la defensa en juicio, pues no habrá proceso
e derecho de defensa, comprensivo
quisitora de elevación,
siempre que no medie
ición de imputado -aun
S con Binder cuando dice que "(e)
encia de una imputación y no con
durante estas etapas el ejercicio
defensa es claramente incon~titucional"~'0. En dicha situación no
alcance del acto conclusivo -sobreseimiento-- propiciado, según
asos en donde ya fue concedida

, sala VI, con agudeza supera los distingos planteados entre las di-
as a través de las cuales se escucha al imputado e "...intepreta que a
de aquel vacío se impone una
,se entiende que en este caso,
lito, corresponde el dictado de
ción de cualquier vía a través
lo admita como partícipe del hecho delictuoso, como lo sería la indi-
nciado9I2,aunque no se
ersecución- a su respecto9I3.
lterior persecución -ver co-
S expuesta de Binder. Por eso

ACIO, Recurso..., p. 349.


C, sala VI, ED del 291711999, nro. 268 SI, "M.S.J.", del 221411999.
CC, sala 1, LL de1 41212000, reseña nro. 42.262-S.
tualizador se inclina por la postura que autoriza la compulsa antes de la indagatoria por
s la que mejor armoniza con la defensa en juicio.
reducción..., p. 152, en especial ps. 160 y 161, corolarios 1 y 2.
aV1,51711994, "Pirillo, J. siflurrelle", C. 1654, SR, LLdel201911995, f. 93.566, con
,"El derecho al sobreseimiento".
,sala B, LL del 221811997, f. 95.834.
d., id., ED 174-505, f. 48.245
EL IMPUTADO Art. 74

no procede el rechazo del requerimiento de instrucción sino sobreseer al imputado


(art. 336), cuando se lo convocó advirtiéndole la existencia de una causa seguida en
su contra, aun bajo el eufemismo de una invitación a presentarse espontáneamen-
te9]&. La declaración que el juez tiene la obligación de recibir al imputado en los
términos de este artículo es inherente al ejercicio del derecho de defensa; sólo puede
ser prestada por la determinación libre de aquél y previa advertencia de los cargos en
su contra y de los derechos que lo asisten. La "doctrina de los frutos del árbol vene-
noso" no empece a prescindir de lo que declaró, de manera libre y voluntaria, quien
tenía derecho a hacer valer sus descargos91s.
No se identifica con la declaración informativa del Código anterior prevista por
su art. 236, párr. 2O9I6.La sala 1 de la CNCP, en ponderable decisión, esclarece que
si no se ha producido requerimiento del Ministerio Público para que se presenten
los indicados en la denuncia ni tampoco se apersonaron espontáneamente (arts. 73
y 279, id.) no corresponde el sobreseimiento sino el archivo. El matiz -a nuestro
ver correcto- se diluye en el párrafo 2O del consid. 2', pues parece subordinar el
sobreseimiento a la recepción de la indagat~ria~'~. Creus descarta el archivo por no
resolver la situación del imputado; si existe, corresponde "...una declaración expresa
que lo excluya (personalmente) de la imputación (auto de sobre~eimiento)"~~~.
Si alguno de los cargos comprendidos en la intimación luego no puede concre-
tarse -caso de nulidades decretadas- lo declarado conserva eficacia919.
Esto no significa alterar la vigencia del secreto a favor del defensor
(art. 106, párr. 2", primera oración)920.
Identificación
74. La identificación se practicará por las generales del imputado, sus im-
presiones digitales y señas particulares, por medio de la oficina técnica respec-
tiva, y cuando no sea posible porque el imputado se niegue a da: sus generales
o las dé falsamente, se procederá a su identificación por testigos, en la forma
prescrita para los reconocimientos por los arts. 270 y siguientes, y por los otros
medios que se juzguen oportunos.
Se halla enderezada a distinguir una persona de otra (art. 399). En el proce-
so penal es de crucial importancia, pues incluso puede seguirse contra aquél cuyo
nombre y apellido no sean verdaderos. Para ello pueden utilizarse los medios aquí
enumerados sin propósito exhaustivo.
El reconocimiento (arts. 270 y SS.)es más propicio para individualizar -seña-
lamiento del responsable- que para identificar. Es decir, atañe a que la legitimación
pasiva comprenda al verdadero imputado.
El art. 12 de la ley 24.424921incorpora a la ley 23.737 de Estupefacientes como
artículo 33 bis el siguiente texto: "Cuando las circunstancias del caso hicieren pre-
CNPE, sala A, ED 170.45, f. 47.512.
CNPE, sala A, DJ 1997-3-341, f. 12.230.
CORNEJO, "Temas procesales para reflexionar", LL [Actualidad];del 111011998,p. 1
'" 18/4/1996,"Piccinini, Ana Ida", C. 743, reg. 988.
Derecho..., p. 69.
'19 CNPE, saia A, LLdel30/611997, f. 95.607.
En contra, CCC, sala VII, JA 1993.11-468.
92' BO del 91111995.
EL IMPUTADO

ida o la integridad física de un testigo


n la investigación, el tribunal deberá
que resulten adecuadas. Estas podrán
dad del testigo o del imputado, y en la
ensables para el cambio de domicilio y
n que corresponda quedará a cargo del-

d física de la persona imputada, las dudas


istrados y obtenidos no alterarán el curso de la causa, sin
alquier estado de la misma o durante la

rribar al estado de sentencia con datos personales mendaces sobre


orta es no dudar de que quien resulte
a quien se atribuye la comisión del delito

on los actos a cumplir durante el desarrollo de la instrucción


47, párr. 2", y 351) e, incluso, durante la ejecución (Libro V,
cerca de que se trata de la misma persona.

en el momento de cometer el hecho,


lo bacía inimputabie, podrá dispo-
en un establecimiento especial, si su es-
o para sí o para los terceros.
caso, sus derechos de parte serán ejercidos por el curador, o si no
r el defensor oficial, sin perjuicio de la intervención correspondiente

tado fuere menor de dieciocho (18) años sus derechos de parte


cidos tarnbikn por sus padres o tutor.
stos de inimputabilidad -ausencia de ca-
,según la teoría penal seguida- alojados
ede desembocar en la imposición de una
c. 3", 51 1, 5 12 y 514). Por ende, debe conferirse
curador -si lo tiene- o al defensor oficial o de confianza.
los menores que pueden ser sometidos
es establecidas por los arts. 410 a 414. A
n del padre o tutor no suple la del defensor pues,
de encontrarse en condiciones de afrontar los

o que se trata de un menor mayor de 16 pero


encuentra en la situación prevista por el art.
privada o reprimidos con pena privativa de
156 EL IMPUTADO m.78
libertad que no exceda de dos años o con pena de multa o inhabilitación), el proceso
tramita válidamente hasta que se resuelva acerca del punto922.
Incapacidad sobreviniente
77. Si durante el proceso sobreviniere la incapacidad mental del imputa-
do, el tribunal suspenderá la tramitación de la causa y, si su estado lo tornare
peligroso para sí o para los terceros, ordenará la internación de aquél en un
establecimiento adecuado, cuyo director le informará trimestralmente sobre el
estado del enfermo.
La suspensión del trámite del proceso impedirá la declaración indagatoria
o el juicio, segiin el momento que se ordene, sin perjuicio de que se averigüe el
hecho o se prosiga aquél contra los demás imputados.
Si curare el impiitado, proseguirá la causa a s a respecto.
La incapacidad mental no paraliza las diligencias de la instrucción hasta que se
tome necesario recibir declaración indagatoria (art. 294). Pero puede completarse la
pesquisa.
La inobservancia del párrafo segundo de esta n o m a genera la nulidad del pro-
ceso923.Tal vicio es de carácter absoluto, pues atañe a la previsión del art. 167, inc.
3", en función del art. 168, párrafo segundo, al afectarse la inviolabilidad de la de-
fensa (art. 18, CN).
Examen mental obligatorio
78. El imputado será sometido a examen mental, siempre que el delito que
se le atribuya esté reprimido con pena no menor de diez (10) años de prisión,
o cuando fuere sordomudo, o menor de dieciocho (18) años o mayor de setenta
(70), o si fuera probable la aplicación de una medida de segurida$
Se trata de un caso de peritaje impuesto expresamente al juzgador; tanto es así
que su inobservancia produce la nulidad de lo actuado desde la clausura del suma-
no9". También es absoluta (arts. 167, inc. 3', y 168, páni 2').
Advierten Donna y Maiza que la jurisprudencia cordobesa sostiene la validez
de la sentencia ante la omisión del examen925;idéntico parecer refleja A b a l ~ s ~En~'.
efecto: Núñez, al anotar un fallo del Tribunal Superior de Justicia - d o n d e se menta
un texto casi idéntico a éste-, sostiene que la falta del examen impide casar una sen-
tencia cuando se apoya, para aquella declaración, en pruebas varias e independien-
tes. Parece atinado reproducir el pensamiento del autor, quien atisba, con acuidad,
el problema generado a raíz de la omisión de una pericia relacionada con el examen
mental del imputado927.Coincide con el órgano judicial al haber desestimado la adu-
cida carencia de motivación legítima por falta de la pericia obviada. Dice al respecto:
"La sala del Tribunal Superior contestó negativamente. Una de sus razones -para

922 SCBA, ED 98-318, f. 35.510.


CS, Fallos 228:228.
Oi4 CS, JA31-392.
Código..., p. 104.
92<ádigo..., ps. 2121213.
"'"La naturaleza del examen mental obligatorio y el efecto de su nulidad", JA [sc] 1969-2-673,
páni lo, f. 1458.
DERECHOS DE LAVÍCT~MAYELTESTlGO

era- es que la producción previa de la peritación psiquiátrica no está im-


r la ley como condición para que pueda pronunciarse una condena, como
,en cambio, en el agregado al articulo del Proyecto de 1917 propuesto por
ión de Códigos de la Cámara de Senadores de la Nación"928.El Código en
1actual CP (art. 41).
adido de la Comisión Senatorial suprimido indicaba que "no podrá pro- -
la condena antes que su estado mental (el del reo) sea examinado por
especialista". Encuentra Núñez dicha eliminación "...congruente con el
batorio de la libre convicción...", porque "la libre convicción es incompa-
na regla procesal que sólo admita que el juez invoque como motivo para
a determinada p ~ u e b a " ~ ~ ~ .
luye que "(n)o son reglas de prueba legal, que omitidas o realizadas irre-
e, prohíban el convencimiento del juez por otras pruebas regularmente
lógicamente aptas para e n g e n d r a r l ~ " ~ ~ ~ .
ulta notoria -cuando menos evidente- la aptitud del imputado -acu-
ate- puede obviarse. Se trata de obtener un dato indispensable para
su capacidad procesal -no la imputabilidad- con el fin de lograr actos

111
CAP~TULO

DERECHOS DE LA V~CTIMAY EL TESTIGO


Exposición de Motivos del actual Código Procesal cordobés se dice
íctima del delito debe tener un reconocimiento en la ley procesal por su
protagonismo en el hecho objeto del proceso, incluso para que su partici-
signifique una revictimización ..."93'.
apítulo se relaciona con el "...influjo preponderante de la doctrina germa-
ncretado en el estudio de "...la victimodogmática, una orientación que tras-
lanteamientos sobre el afectado a la teoría del delito", donde se admite la
a adhesiva" [cooperación hacia el acusador], y procedimientos de "provo-
la acción" - c o n apelación de la deriegatol-ia y de "adhesión" [ejer-
acción civil en sede penal...], recogidos por la "Ley de Protección de la
lemana del 11411987, con algunos aspectos tuitivos semejantes a los de

. cit., p. 674, segunda columna, párr. 3'.


. Cit., p. 675, primera columna.
cit., p. 675, segunda columna.
oyrcto..., p. 25. Ver MAIER,"La vicíima y el sistema penal", en De los delitos y de las
. 1851249, Buenos Aires, 1992, donde se analiza con pulcritud la situación en el derecho
n~biénAMADEO,"La victima en el nuevo Código Procesal Penal de la Nación: algunos as-
a de su lratamiento" (JA 1994.11-858); CÓRDOBA, "La posición de la victima", en MAIER,

ABORDE, "Víctima, proceso y abolicionismo penal", LL del 29/1/1996.


158 DERECHOS DE LAVICTIMAY ELTESTIGO Art. 79

La injerencia de la victima en un proceso penal ha generado la posibilidad de


arribar a la mediación corno meta para solucionar conflictos de dicha
Es uno de los sistemas más idóneos para atender, integralmente, la sitnación de
la víctima. En Francia, el procurador de la República puede decidir, previamente al
ejercicio de la acción pública y con el acuerdo de las partes, recurrir a una mediación
en la medida en que ella sea susceptible de asegurar la reparación del daño causado a
la victima, de poner fin a los trastornos resultantes de la infracción y de contribuir a
la rehabilitación del autor (art. 41-6 del Code de Procédure Pénale). También es una
consecuencia de la imposibilidad de afrontar, en todos los casos, la acción pública
en contra del acusado934.
La provincia del Chaco incorporó el régimen de la mediación por ley 4989,
publicada el 141112002; se instaura como voluntario (art. 3', id) y se excluyen los he-
chos cometidos por funcionarios públicos en ejercicio de sus funciones (art. 11, ley
4989); se prevé su funcionamiento durante la prevención policial; si media acuerdo,
se resuelve la insubsistencia de la pretensión punitiva y se declara extinta la acción
penal (art. 19, ley 4989).
79. Desde el inicio de un proceso penal y hasta su finalización, el Estado
nacional garantiiará a las víctimas de un delito y a los testigos convocados a la
causa por un órgano judicial el pleno respeto de los siguientes derechos:
a) A recibir un trato digno y respetuoso por parte de las autoridades com-
petentes;
b) Al sufragio de los gastos de traslado al lugar donde la autoridad compe-
tente designe;
c) A la protección de la integridad física y moral, inclusive de su familia;
d) A ser informado sobre los resultados del acto procesal en el que ha par-
ticipado;
e) Cuando se tratare de persona mayor de setenta (70) años, p u j e r emba-
razada o enfermo grave a cumplir el acto procesal en el lugar de su residencia,
tal circunstancia deberá ser comunicada'a la autoridad competente con la de-
bida anticipación.
En el párrafo cuarto del art. 118, se establece que "(e)n los casos de los deli-
tos dependientes de instancia privada, la victima y10 sus representantes legales.sólo
prestarán declaración ante el juez, el agente fiscal y su abogado, debiendo evitarse
los interrogatorios humillantes"..
La reserva de identidad del denunciante tiene sustento legal en lo dispuesto por
el inc. c) de este artículo, que garantiza a las víctimas de un delito y a los testigos
convocados a la causa por un órgano judicial, la protección de la integridad fisica y
moral de aquéllos y de su familia, aun cuando debe disponerse con carácter restric-
tivo; no despoja de responsabilidad al denunciante, ni impide al magistrado conocer
sus datos935.Resulta un exceso lamentable agregar a la causa las fotos en que se
exponen los genitales de la menor victima y también a ésta; además se contraria prin-
cipios emanados de los pactos internacionales incorporados a la CN, especialmente

"' Conf CARAM,"Hacia la mediaciún pcnal", LL del 201312000; SCHNEIDER, "Mediación penal
y leyes criminales especiales", LL del 201312000; SUPERTI,-La mediacibn penal entre fiscal e imputa-
1
3L
do", LL del 41612001, comentario al f. 102.077.
oso, "La mediación en el sistema penal francés", LLActualidad del 281912000.
Y3VNPE,sala B, ED 175-40, f. 48.305, o DJ 1998-3-642,f 13.508.
DERECHOS DE LA V~CTIMAY EL TESTIGO

a la preservación de la identidad y el resguardo de la integridad fisica


e los menores; se sugirió al Cuerpo Médico Forense cumplir su tarea e
cia con dicha normativa936.
recaudo no implica la posibilidad de no asentar la notificación; de lo contra-
iluye la obligación (arts. 142 al final, 152, inc. lo, 154, inc. 2", y 245, pán:
ir de la exigibilidad de la comparecencia surge el derecho a ser protegido,
econocido por diversos convenios internacionales (arts. 9.1 ., primera ora-
CP, 5. l.,. 15 .y 22.3, CADH)937.
iertasleves establecen este amparo en forma e~pecifica'~~. El dec. 26211998
a d e Protección de ~estigose Imputados en consonancia con el art. 33
23.737')'. Puricelli caracteriza a los arbitrios tuitivos de este artículo
tección ordinaria y a los del art. 33 bis de la ley 23.737 comoprotección
~ia'~O.
25.76494'formó el Programa Nacional de Protección de Testigos e Impu-
á investigación de los delitos previstos por los arts. 142 bis y 170, CP, y¡os
las leyes 23.737 y 25.241. Mediante ley 25.765942se creó el Fondo
Recompensas destinado a abonar una compensación diiierana para
er intervenido en el delito, brinden datos útiles para lograr la libertad
tima o la aprehensión de los autores de los delitos previstos por los arts. 142
CP, o el encubrimiento de éstos -art. 277, CP-. Ver decs. 805/2004943y
59". Por ley 26.375945se creó otro Fondo de Recompensas para las personas
info&ación útil en causas penales en las que se invesiiguen delitos de
dad, manteniéndose su identidad bajo secreto (art. 7").
echo a interrogar a los testigos en el tribunal obsta a incorporar una decla-
a sin su control, cualquiera sea la forma de su integración al debate. Es
,ap. f ) , de la CADH consigna el derecho de la defensa para preguntar
gos en el tribunal946.
'mita el derecho del imputado si se incorpora por lectura la declaración de
con identidad reservada; la medida de protección colisiona con el derecho
eba por parte de aquél e impide la citación del testigo947.Ortiz Al-
de Mateis, al comentar el fallo citado en la nota anterior, se plantean
con la Constitución y el ordenamiento procesal preservar la identi-

,sala V, JA 1999-1V-671.
1, "La garantía constitucional de la defensa en juicio y la protección de los testigos en el
', ED del 511111997, ps. 113.
1, "La protección de testigos en la ley de estupefacientes y el derecho procesal constitu-
111211997,p. 1.
el 181311998.
'Las medidas de protección del denunciante y delator judicial o 'arrepentido' en los delitos
al narcotrifico", LL del 171911998, p. 1.
O del 13/8/2003.
O del 111812003.
BO del 281612004.
BO de1 29/3/2005.

C Fed. Mendoza nro. 1, LL del 2111211998, f. 98.250; la disidencia entiende que puede
datos que permitan individualizarlo. CS, Fallos 3295556, "Benitez".
002-1-288, f. 17.724.
160 DERECHOS DE LA V~CZMAYEL TESTIGO Art. 80

dad de un testigo. Si no se presenta con su verdadera identidad, no puede aceptársele


como tal en nuestro proceso penal y se impide, por ej., verificar si el testigo tiene
interés personal o familiar que condicione su testimonio; se frustra el eventual careo
y se pierde la espontaneidad de sus dichos; la protección, como en EE.UU., procede
una vez que el testigo prestó declaración con su propia identidad y nunca antes948.
El inciso d) debe relacionarse con lo establecido en el art. 204. De suerte que
la información se subordina a que el sumario se halle en estado públzco. Aun cuando
no se ha constituido en querellante particular o en actor civil o en ambas funciones a
la vez, la víctima disfhta de este derecho.
80. Sin perjuicio de lo establecido en el articulo precedente, la víctima del
delito tendrá derecho:
a) A ser informada por la oficina correspondiente acerca de las facultades
que puede ejercer en el proceso penal, especialmente la de constituirse en actor
civil o tener calidad de querellante;
h) A ser informada sobre el estado de la causa y la situación del imputado;
c) Cuando fuere menor o incapaz, el órgano judicial podrá autorizar que
durante los actos procesales en los cuales intervenga sea acompañado por per-
sona de su confianza, siempre que ello no coloque en peligro el interés de obte-
ner la verdad de lo ocurrido.
a) El inciso a) se acerca al denominado ofrecimiento de acciones de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal española (arts. 109 y 651, id.).
b) El inciso b) sigue al Código Procesal Penal de Córdoba, en cuanto establece
-al adherir a una moderna corriente procesal tuitiva de la víctima del delito-. que
también debe informársele "...de las resoluciones que se dicten sobre la situación del
imputado..." (art. 96, id.).
Ábalos sostiene que debiera anoticiársele de la clausura y elev?ción a juicio e
incluso del resultado final del proceso949.
Se han invocado los arts. 79, inc. d), y SO, inc. b), así como razones de equidad
para autorizar al querellante, aunque la ley no lo diga, a asistir a la declaración de
testigos950.
Si la causa se halla concluida no pueden disponerse diligencias ----en el caso
ubicar a tos llamados "desaparecidos"- en favor de las víctimas95'. Bidart Campos
estima que "...subsiste un interés de la víctima [de modo reflejo en sus familiares]
para recibir cobertura en el mismo proceso penal...", pues "...el derecho intemacio-
nal de los derechos humanos que la reforma de 1994jerarquizó constitucionalmente
en el art. 75, inc. 22"...", obliga al Estado a satisfacer el derecho de las víctimas a
conocer la verdad pese a la extinción de la acción penal, ya que "...no se ha obturado
la jurisdicción remanente del tribunal en el proceso..."; empero cree que "...la inexis-
tencia en el derecho interno de normas y vías procesales para encarrilar el acceso a la
verdad informativa tiene que ser suplida judicialmente [como lo hizo la Corte en los
amparos de 1957 y 1958 en los leading-cases 'Siri' y 'Kot'] ...". Con fundamentos

TOC nro. 13, DJ 2002-1-288, f. 17.724, "El testigo de identidad reservada en el proceso
penal".
"9 Código..., p. 219, con cita de MARCI3IOR1, Ectimización y asistencia a [a víctima de delitos.
CNPE, sala A, JA 1995-111-568.
91' CCCFed., en pleno, criterio.dela mayoria, ED 164-187, f. 46.650, con nota de BIDART CAM-
Pos, "La víctima del delito y el proceso penal".
DERECHOS DE LA vÍCTIMA Y EL TESTIGO

iliares- pero idéntica conclusion


nocer el paradero de "desaparecidos"
er invocado por aquéllos; no corresponde in-
ien no está facultado para hacerlo9sz.Antes la
ión al decidir que si bien el cierre de la causa
ersonas involucradas, no implica culminar el -
bién sobre el caso de los "desaparecidos" el
riae a organizaciones no gubernamentales y
información pertinente al destino final
on victimasgs4.En vez, la CF San Martín en
or del Pueblo -art. 86, CN-955.
de investigación tienen por finalidad corn-
s autores, no resulta admisible cumplirlas
aria la reapertura del proceso y
contra quienes han sido sobreseí-
on lugar a la formación de aquélla956.
r fotocopias de un sumario solicitadas por
, Los derechos que le asisten resultan de este precepto y son compati-
ención de aquéllas. No puede ser considerado extraño en los términos
además es posible que así determine si se ha de constituir en qnere-

pítulo deberán ser enunciados por


nto de practicar la primera citaciún de

cumplimiento generará medidas disciplinarias (art. 16 del dec.-ley


. 249, CP), ya que podnan determinar la
0, 114, inc. 5", y 115, CN).
ceso legal no solamente se limitan a las
que, contemporáneamente, se expanden a la víctima y a los órganos de
del poder cautelar de los jueces
eres procesales de comparecer y
gran con el derecho reconocido en el
rgar dicha protección, la desobediencia
taría cubierta por el ejercicio legítimo de un derecho (arts.

O de la ley 24.050.

JA 1996-111-417, o ED 165-1130, f. SE26.


ED 163-2941305,fs. 46.554 y 46.555.
CCCFed, en pleno, criterio de la mayoría, ED 164.212, f. 46.651.

"Los contenidos de la pretensión pro-

CC, salal, "M. J. J.", del 161711997, JA2001-2-Sinlesis.


UD[, "La garantía constitucional...", ED 174-1166.
EL QUERELLANTE PARTICULAR

EL QUERELLANTE PARTICULAR
3
a) Generalidades
El Proyecto original elaborado por Levene (h) -art. 6O- suprimía la inter-
vención del querellante conjunto; tal actitud responde al convencimiento de que el
Estado no debe prestar servicios al interés o a la venganza personal, "...que son
generalmente los móviles que llevan al damnificado a ejercer la acción pública"959.
Ésa h e la opinión de Vélez Mariconde, quien estimaba que "...el carácter emi-
nentemente público del derecho penal, en consecueilcia, ha derruido el fundamento
de la institución...", y el único derecho que tiene el particular ofendido no es otro que
resarcirse del daño causado por el delito mediante el ejercicio de la acción
Clariá Olmedo, en parte, compartía esta tesitura, pues, pese a simpatizar con la
posibilidad de su intervención, estimaba que, desde un punto de vista teórico, supri-
mirlo resultaba acorde con la concepción publicística del ejercicio de la acción pe-
nal. Empero, reconocía la utilidad de su participación aunque recortando sus poderes
autónomos para abrir el juicio oral y, frente al art. 71, CP, creía no podía autorizarse
su acusación como base exclusiva del plenario96'.En una de sus últimas publicacio-
nes, admitió que el Código Penal "...prevé en forma insuprimible la intervención de1
querellante conjunto en el proceso penal..."962.
El actual Código Procesal Penal de Córdoba admite la intervención adhesiva
del querellante particular (art. 7");aunque la Exposición de Motivos del Proyecto,
seguramente trasunto de la opinión de Cafferata Nores, se inclina por reconocerle
funciones autói~omasde acusación. Según se ve, es muy diferente tal pensamiento
del sustentado por Soler y Vélez Mariconde, proyectistas del Código de 1940.
En su momento nos manifestamos en contra de la supresión'del querellante
conjunto en los delitos de acción De ahí que nos parezca acertada su ad-
misión en este capítulo del Código.
b) Naturaleza jurídica
Se trata de un sujeto eventual del proceso y, en opinión de la Corte Suprema,
resulta una mera concesión legal susceptible de suprimirse en todo tiempo964.Con
todo, exige prudente reflexión si obturar el acceso del ofendido como acusador en
los delitos de acción pública e impedirle abrir el juicio por su propia determinación,
no significa mengua para el derecho constitucional de peticionar ante las autoridades
reconocido por el art. 14, CN965.Más aún, a raíz de que el art. 3982 bis, CC., esta-
blece que la deducción de la querella criminal contra los responsables del hecho sns-
pende el plazo de prescripción de la acción civil, aunque en sede penal no se hubiera

Códigos..., t. 1, p. 85.
9" ~ e r e c h...,
o t . 1, ps. 291 y 294.
ratad do...,t. 11, ps. 351 y 355.
Elproce~o..~, p. 275.
"El proyecto de Código Procesal Penal", LL 1991-8.1248.
Fallos 1435.
BIELSA, Derecho ..., p. 294; Garcfa, "La supresión del quereliante y de1 actor popular", Revis-
ta de Derecho Procesal. nro. 1943-111-231.
EL QUERELLANTE PARTICULAR 163

ensión al terminar el proceso


oblema de si ante el incuestiona-
a por el art. 31, CN, pueden las
1 querellante en los delitos de acción pública;
luía al querellante no resultaba -
3982 bis, CC., con un endeble argumento que
e la querella, conforme a1 art. 3982 bis, CC,
ntra el querellado y contra todos los civilmen-

xclusiva decisión, al contrario

pública es una suerte de sustituto


ejercita en nombre e interés propio una serie de actividades endere-
un derecho ajeno, tal cual es el del Estado de someter al delincuente

rocuraremos precisar la naturaleza de su intervención.


es bastante más que un mero querellante adhesivo.
ice que este Código "...parece... proponer una figura
ellante conjunto ..."9". De ahí que no sorprendió la Corte cuando ad-
la condena, no obstante el pedido del MP por la absolución si medió
llante9G9. Cafferata Nores entiende que se vigorizó la
al expresar que proteger los intereses generales de
es monopolio del MP cuando el interés particular del damnificado se
liniua al identificar al criterio de la CS con "...una
amiento [en la que nos sentimos expresados], que
por fin la tutela [subsidiaria] de aquellos 'intereses
nalmeiite simbolizados en los 'bienes jurídicos', pero que también debe
condiciones de igualdad, ya que
mente protegido como tal por la
o que es también una lesión al derecho concreto
. Disentimos, porque mientras el Estado sea una
convivencia coinunitaria, no podrá -salvo una
de perseguir los delitos -más graves- de ac-

o sobre el pago del resarcimiento con expresa renuncia de cualquier


ior de naturaleza pecuniaria implica, en los términos del art. 1097,

Civ., sala F, JA 2001-1-701.

1998-IV-540,o ED 180-1003, f. 04, o LL del 281911998, f. 97.877, con nota de CAFFERA-


¿Se terminó el 'monopolio' del Ministerio Público Fiscal sobre la acción penal?".
D'ALBORA,"Intervención del querellante conjunto en el nuevo Código Procesal Penal",
1991; TARR~O, "El querellante", en MAIER, El nuevo...,ps. 69180, aunque resulta cuestio-
xpresa en punto a la posibilidad de negociar en cuanto a la pretensión ejercitada por dicho
O contrario fluye de los arts. 842 y 1097, CC. (op. cit., p. 73); ROMERO VILLANUEVA, "El
n el proceso penal", JA del 14/4/1999, ps. 25 y SS.
164 EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 82

CC., la renuncia a la acción penal, por lo que es viable su separación del rol de que-
rellante97'.
B
Dereeho de querella
82. Toda persona con capacidad civil particularmente ofendida por un de-
lito de acción pública tendrá derecho a constituirse en parte querellante y como
tal impulsar el proceso, proporcionar elementos de convicción, argumentar so-
bre ellos y recurrir con los alcances que en este Código se establezcan.
Cuando se trate de un incapaz, actuará por él su representante legal.
Cuando se trate de un delito cuyo resultado sea la muerte del ofendido, po-
drán ejercer este derecho el cónyuge supérstite, sus padres, sus hijos o su último
representante legal.
Si el querellante particular se constituyera a la vez en actor civil, podrá así
hacerlo en un solo acto, observando los requisitos para ambos institutos.

a) Legitimación .
Precisar quien resulta "...particularinente ofendida ..." implica aludir a la de-
nominada legitimación para obrar o legitimación procesal, dato que hace referencia
a quienes actúan en el proceso y quienes se hallan especialmente habilitados para
pretender (legitimación activa) y para contradecir (legitimación pasiva) respecto de
la materia sobre la cual versa el proceso972.Dicha condición es propia de la persona
que, de modo especial, singular, individual y directo se presenta afectada por el daño
o peligro que el delito comporte. Comprende a los mencionados en primer término
por el art. 1079, CC.973.
La falta de la calidad de particularmente ofendido obsta para constituirse en
esta función; mucho menos si se tiene una imputación en contra por el hecho que el
mismo sujeto denunciara974.En contra, la CNPE, sala A, entiende -por mayoría-
que no existe impedimento alguno para que durante la sustanciación del proceso una
persona pueda investir la calidad de sospechoso y la de eventual damnificado97s.
El carácter de ofendido por el delito sólo se requiere a título de hipótesis, puesto
que si se exigiera su previa comprobación significaría imponer, para iniciar y prose-
guir el proceso, la demostración de la realidad del delito, que es precisamente lo que
se debe investigar976.Se viola el derecho de defensa y llega a ser arbitrario supeditar
la actuación del acusador a tamaña exigencia977.Basta la invocación asertiva de su
comisión978.

97' CCC, sala VI, JA 2001-111-738.


972 PALACIO, Derecho ..., t. 1, ps. 4131414.
CCC, LL 8-430.
97d CCC, sala VI, LL del 291511998, f. 97.226; id.,sala V, LL del 2611011998, f. 98.014; id.,
sala IV, SJP, LL del 301412004, f. 107.336. La CCC, sala V, estima que debe existir una convocatoria
a prestar declaración indagatoria para que proceda el apartamiento del rol de querellante (SJP, LL del
161612010,p. 72).
CNPE, sala A, "FamacSA", del 231412007, RDP, Lexis Nexis, 412008, p. 692.
ODERIGO, Derecho..., p. 230, nro. 236.
"' CS, Fallos 297:491; ED 73-442, f. 29.600; CNCP, sala 111, ED del 261212002, f. 51.296.
"' CCC, sala VI, LL del 28111/1997, f. 96.399.
Art. 82 EL QUERELLANTE PARTICULAR 165

a.1. El Estado como querellante


Subsisten numerosas disposiciones que confieren legitimación a diversos ór-
ganos estatales para querellar: Comisión Nacional de Valores (art. 7", inc. d], ley
17.811); BCRA (art. 18, ley 19.359); FNIA (art. 45, inc. c], ley 24.946); Secretaría
de Comercio (art. 37, ley 22.262) y organismos nacionales a cuyo cargo esté la re- -
caudación de tributos o de aportes del régimen nacional de seguridad social (art. 23,
ley 24.769).
La tarea de vigilancia y control que el art. 21, inc. b), de la ley 23.187 asigna
al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal no lo habilita para asumir
legitimación activa como querellante en la causa en que se investiga el delito de
usurpación de títulos y honores por quien carece de habilitación para el desempeño
de la abogacía y hasta de título habilita~te~'~.
La CCCFed., sala 1, admitió a la Oficina Anticormpción para ejercer la función
querellante en todos los casos de naturaleza criminal en que se persiga el esclare-
cimiento de hechos en que se vea perjudicado el patrimonio del Estado y respecto
de las conductas concordantemente abarcadas por la Convención Interamericana
contra la Corrupción; se dice que es improcedente subordinar normas especiales -
la ley 25.233 faculta a la Oficina Anticormpción para actuar como querellaute- a
las disposiciones procesales relacionadas con el carácter de accionante, pues ello
implicaría extender lo dispuesto en la norma generalYs0.Es cuestionable que fuera
de ley formal pueda habilitarse la participación de un acusadorY8'.La Oficina Anti-
corrupción tienefacultades concurrentes con las entonces cumplidas por la Fiscalía
de Investigaciones Administrativas. Por otro lado, la Convención citada -cláusula
uno- opera como interpretación auténtica y precisa lo que debe entenderse por
Junción pública, Juncionario público y bienes. A su turno, la ley 25.233 -Orgánica
de Ministerios- en su art. 20, inc. 19, habilita al de Justicia y Derechos Humanos a
intervenir como querellante en los procesos en que se encuentre afectado el patrimo-
nio del Estado; en su art. 13 crea la Oficina Anticonupción y remite a la ley 24.946
--Orgánica del Ministerio Público---. El art. 45, inc. c), de la última encierra cues-
tiones atingentes al alcance de la legitimación correspondiente a la FNIA; no se le
reconoce posibilidad de concluir en forma encontrada o adversa con los funcionarios
del MP actnantes, quienes continúan en el ejercicio de la acción pública y se refiere
a la tarea de un adherente simple. Con todo, en el segundo párrafo del mismo inc. c),
se le habilita para proseguir con la acción si hay criterios contradictorios con los
fiscales; en dicho momento actuará como querellante subsidiario; nunca autónomo,
según lo entiende la mayoría.
Con buen criterio y de conformidad con lo dictaminado por el procurador ge-
neral de la Nación, la CCCFed., sala 11, señaló que si el fiscal general se pronunció
por la confirmación del decisorio impugnado por la FNIA (rechazo de una medida
de no innovar), se produce un desistimiento del recurso, ya que la actuación de ésta
se circunscribe a los casos de abandono o renuncia de la acción por parte del fiscal
actuante98z.Asiste razón a Dntto cuando señala que la regulación legal de la FNIA
importa desconocer la unidad de actuación que debe guiar la actividad del Minis-

9'9 CNCP, sala IV, JA 2000-111-745.


980 LL del 41612001, f. 102.078, o JA 2001-11-647.
NAVARRO - DARAY, "La querella...", 1999, ps. 22,25 y 27.
9R2 1811012007, "Garrido", RDP, LexisNexis, 112008, p. 60.
EL QUERELLANTE PARTICULAR

terio Público, pues admite que en un único caso participen dos miembros del mismo
órgano con posibilidad de plantear cursos contrapuestos de acción983.
Mediante res. PGN 147108 (511 112008), el procurador general, consolidó este
criterio: el fiscal titular y la FNIAno comparten de modo fungible e indistinto el ejer-
cicio de la acción penal; la actuación del Ministerio Público Fiscal ha de ser siempre
única y, frente a eventuales discrepancias, habrá de imponerse el criterio del fiscal a
quien la ley adjudica - d e modo exclusivo- el carácter de actor penal; la noción de
"intervención necesaria" de la FNIA nunca puede desencadenar el desmembramien-
to del órgano acusador.
La atribución asignada a la Oficina Anticormpción por el art. 2O del dec.
10211999 no respeta el escalonamiento para la creación normativa impuesto por el
art. 31, CN. La misma sala de la CCCFed. declaró constitucionales los arts. 20, inc.
19, de la ley 25.233, y 4,' pán: 2", dec. 10211999984.
Por último, la CS convalidó el rol asignado a la Oficina Anticormpción y con-
sideró que parece legitimo que el Estado incoe contra el supuesto autor acciones
pwales y civiles, y por lo tanto -lejos de actuar como órgano jurisdiccional- se
constituya parte del pYoceso. Separar al ente ojicial que actúa como querellante,
seria poner en mejor condición al fincionario que, abusando de tal calidad, come-
tió supuestos delitos contra la administración pública que a los particulaies que
soportan la intervención conjunta de dos a c ~ s a d o r e s Creemos
~ ~ ~ . que la compa-
ración no es válida porque en este último supuesto se trata de un acusador público
y otro particular que representan intereses distintos. En cambio, en el primer caso,
existe una doble actuación del mismo Estado. De hecho, la asimilación refuerza el
criterio contrario: si hay multiplicidad de acusadores particulares, el legislador les
exige unificar personería (arts. 85 y 416), pero no ocurre lo mismo cuando se trata
de una múltiple acusación del Estado. Coincidimos con la propuesta de Santiago
Martínez, al menos para los delitos tributarios, en punto a que debiera unificarse la
representación del Estado en la figura del Ministerio Público Fiscal y que la AFIP
deje de ser acusador y pase a ser un consultor técnico de aquél. De esta manera se
solucionarían problemas tales como la afectación a la igualdad de armas, ya que el
imputado dejaría de soporiar una doble acusación del Estado y se evitaría además el
inconveniente que se genera cuando el fiscal y la AFIP tienen opiniones encontradas
en tomo a la prosecución de la acción penalpe6.Otra solución es la propiciada por
Francisco Castex, quien considera que el sujeto especializado debiera desplazar al

DUTTO,"Breves reflexiones sobre el rol de la Fiscalía Nacional de Investigaciones Adminis-


hativas en el proceso penal. Apropósito de un fallo de la Cimara Federal", SJP, LL del 291712008, p. 23.
98VA2001-II-656.
CS, Fallos 329:1984, "Gostanián", RDP, LexisNexis, 1012006, p. 1980. Ver el comentario
favorable de MORELLO."Consolidación de la red funcional anticom~ción",S E LL del 30110/2006, P.
15. L'na defensa de la uctuaci<jnd~.la ORiinu.411t1cornipi.ión
mrno querellante es r.fertu;idd por S.\l.ER-
uo..L3 factlltud de 13 Oficina Anricorrupcii>npara ci~nstituiricen Dane riii:rell~iire", KI>P,I.exisNcxis,
412006, p. 629.
Y"oblemas e interrogantes respecto del interés del Estado en la persecución de los delitos
iributai+os. E1 fallo 'Grosskoft' de la Cámara en lo Penal Económico", RDP, LexisNexis, 1112007,
p. 2187. Del mismo autor, "La facultad de la AFIP para querellar en los delitos tributarios o la real
concreción del peligro 'todos contra el imputado"', en ALTAMIRI~NO - RUBINSKA (coords.), Derecho
Penal Tributario,t. 11, Marcial Pons, Buenos Aires, 2008, p. 1253.
Art. 82 EL QUERELLANTE PARTICULAR

agente fiscal, sea para no afectar el derecho de defensa o para evitar un conflicto de
intereses de la misma parte987.
Por dec. 222612008 se autorizó a la Unidad de Información Financiera a inter-
venir como parte querellante en los procesos que se investigue la comisión de los
delitos tipificados por la ley 25.246 -lavado de activos-988.
Con motivo de que la Dirección General lmpositiva está habilitada para que- -
rellar por delttos tributarios y aduaneros -a raíz de la fusión del organismo re-
caudador con la Administración Nacional de Aduanas-, se la faculta para solicitar
la elevación a juicio de quienes fueron procesados por el delito de contraband~'~~.
Cuando se investigan aquellos ilicitos, no cabe aceptar a una sociedad que se preten-
de damnifi~ada~'~.
En la actualidad se admite que un Estado extranjero pueda intervenir como
acusador particular con sustento en la ayuda en la investigación, resultante de su ac-
ceso9"; el delito se imputaba a un integrante de una repartición de gobierno chileno.
Ver voto del doctor David con alusión a la Carta de la Naciones Unidas; a la Ley
de Cooperación Internacional 24.767; al Pacto de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales, art. 2'; a la Convención Internacional de Eliminación a Toda Forma de
Discriminación Racial, Preámbulo; a la Convención sobre la Tortura y otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes, art. 9', párr. lo; y Convención sobre
los Derechos del Niño, Préambulo, enhe otros estatutos. Sin ampliar el campo del
art. 82, parece imposible tolerar la participación de otro Estado en un proceso penal
sustanciado aquí. A nuestro modo de ver, las razones dadas por el juez del voto no
excluyen la indicación del art. 34, CC. Por otro lado, la legitimación en concreto que-
da establecida porque los partícipes en el delito formaban parte de la administración
pública chilena en el momento de producirse el hecho y, parece superñuo señalarlo,
tamaños deslices afectan al ordenado, regular y legal desenvolvimiento de aquélla
que, a la postre, resulta ofendida en las condiciones del art. 1079, CC. A su vez, la
moderna concepción de la víctima en el proceso penal coadyuva al ingreso del Esta-
do extranjero para perseguir una asociación ilicita del propio país.
a.2. Delitos en particular
Se ha entendido que no coincide con la titularidad del bien jurídico afectado
por el delito; de ahí que se permitía la querella conjunta en delitos que agraviaban
inmediatamente a la administración pública, pues se entiende que no quedan ex-
cluidos aquellos bienes garantizados secuiidaria o s~bsidianamente~~~: malversación
de caudales públicos cuando el hecho pueda trascender en un perjuicio directo y

"' "El derecho a la venganza (legal) y sus limites", en PASTOR (dir.), El sistema penal en la
sentencias recienles de la Corte Suprema, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2007, p. 23. También publicado en
SJP,LLdel 3011112006, p. 21.
9 8 8 ' Bdel
~ 2411212004. Acepta la legitimación para querellar de la UIF la CCCFed., sala 1, RDP,
AbeledoPenot, 112010, p. 88.
''' CNPE, salaA, LL del 211212000, f. 99.781.
POo CNPE, sala B, ED del 301612000, DPPC, f. 125; id., id., JA del 51512004, p. 55; id., id.,
31812004, "Lanart", RDP, LexisNexis, 912005, Jurisprudencia Sintetizada, p. 724.
'" CNCP, sala 1, LL del 241312000, f. 100.017, o DJ 2000-2-27, f. 15.431.
O" CNCP, sala IV, ED 185-517, f. 49.766; CCCFed., sala 11, 1511011999, LL del 251112000,
C. 15.920; id., sala 1, DJ 2001-1-695, f. 16.523.
168 EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 82

real para la persona accionantegg3;encubrimientogg4;falso testimonio995;dicho delito


puede ofender otros bienes que la mendacidad afecta, aunque reclama ser parte en
el expediente en que se prestó el tes,timoniogg6;sobre el mismo ilícito, sin embargo,
se ha denegado legitimación en el Caso de una denuncia, toda vez que no es damni-
ficado el particular sino la adminishación de justiciagg7;falsificación de instrumento
públicogga;de~obediencia~~~; estafa
Cuando se investigan ilicitos de funcionarios públicos, puede resultar quere-
llante quien, aunque no titular del bien jurídico, fue damnificado por el delitoLoo1.Se
ha reconocido tal carácter a una asociación civil destinada a representar a abogados
previsionalistas en la investigación del delito de incumplimiento de los deberes de
funcionario público, con motivo de la implementación de un sistema para iniciar
expedientes previsionalesLoo2.
Tampoco puede discutirse que en la circunvención de incapaces (art. 174, inc.
2", CP) el heredero legítimo o testamentano puede resultar ofendido aun cuando al
momento de comisión de los hechos sólo tenia un derecho en expectativaIoo3.Es que la
invocación del bien jurídico protegido para determinar la legitimación procesal activa
no resulta una pauta definitoria,puesto que no se ha de excluir la protección subsidiaria
de otros bienes garantidos; siempre que derive pejuicio directo y real, quien lo sufre
se encuentra legitimado para ejercer el rol de querellante'004.En nota a este fallo dice
Bidart Campos que la legitimación activa alberga un contenido constitucional sustan-
cioso "...porque es nada más y nada menos que la palanca para impulsar el derecho a la
jurisdicción, bien constitucional por cierto". También asevera que es inconstitucional
inhibir la actividad del particular querellaiite a falta de intervención del MPLo".Pero va
aún más allá, pues considera de inconstitucionalidad manifiesta eliminar su interven-
ción 1006 al analizar el proyecto original de este Código.
El empleador de la víctima de un accidente de trabajo no se encuentra compren-
dido por este artículo'007.Con mayor acierto se decidió que en un abuso deshonesto
no puede legitimarse a la Ciudad de Buenos Aires por intermedio de su Procuración
General -aunque medie invocación del art. 134 de la Constitución de la Ciudad que
se refiere a todo proceso en que se controvierten sus derechos e intereses- para in-

Sala IV, ED 28-303, nro. 227.


9g4 CCC, JA 1943-IV-140,f. 1974.
""ICC, salaVl1, LLdel261311999, f. 98.527; id, id., LLdel311511999, f. 98.796.
CCC, salaVI1, JA 1999-111-663; id., id, DJ 1999-2-570, f. 14.261.
'9' Id., sala 1, LLdel 161812002, f. 104.218.
CCC, sala IV, JA 1999-111-662.
CCC, sala V, LL del 241312000, f. 100.029, o DJ 2000-1-1360, f. 15.399.
irno CCCFed, sala 1,251812005, "Güimil", difundido por el servicio de coireo electrónico de la
Secretaría de Jurisprudencia, CCC.
'O0' CCC, sala IV, ED del 281212002, f. 51.306.

IM' CCCFed., sala 1,251812005, "A.D.A.P.", RDP, LexisNexis, 112006, p.126; LLde11411212005.

CCC, sala 1, LL del 281411997, f. 95.292; CCC, sala IV, ED del 311712000, DPPC, f. 132.
'"" CF Cap., sala 11, ED 147-367, f. 44.323.
1005 ED 137-103, nota al F. 42.289.

'Oo6 "La legitimación del querellante", ED 143-937.

IW7 CNCP, sala IV, ED del 291312001, f. 169, DPPC, se deriegó la intervención del Procurador
General de la Ciudad de Buenos Aires.
EL OUEKELLANTE PARTICULAR

tervenir como querellante aunque el pudor individual resultó afectado por la conduc-
ta de un sujeto encargado de educar a las víctimas en un colegio de dicha ciudadi008.
a.3. Intereses difusos
Las conductas ilícitas pueden agraviar distintos bienes jurídicos de índole so-
cial, públicos u otros, pero ello no quita que las consecuencias del accionar ilegal -
afecten, por lo menos conjeturalmente, a personas particulares a las cuales corres-
ponde reconocerles la calidad de querellanteioo9.
Se ha dicho que "...es característico del derecho penal 'moderno' alejar a la víc-
tima del derecho penal material e ir sustituyendo la causación del daño por la puesta
en peligro, los delitos de resultado por los delitos de peligro abstracto, los bienes
jurídicos individuales por bienes juridicos universales"ioio; también una colectivi-
dad debe considerarse "...afectada realmente por el delito penal..."'o". En sentido
coincidente, Cafferata Nores asevera que se ha vigorizado la posición de la víctima
del delito al expresar que proteger los intereses generales de la sociedad no es inono-
polio del Ministerio Público cuando el interés particular del damnificado se canaliza
mediante la querellaioi2.En esa línea, se ha permitido la actuación de un particular,
como querellante, en la investigación por la presunta infracción al art. 6, ley 24.788
-"Lucha contra el alcoholismo"-, a raíz de una publicidad que incentivaría el
consumo de bebidas alcohólicas a me no re^'"^. También en el supuesto de envenena-
miento o adulteración de aguas o alimentosioi4.Esta visión amplia de la legitimación
para querellar puede verse cuestionada en ciertos casos, a partir de la reciente incor-
poración del art. 82 bis (ver comentario a dicho artículo).
Se ha negado a un intendente municipal la constitución en parte querellante
cuando se investiga una infracción a la ley 24.051 Ioi5;con disidencia del doctor
Lugones, quien estiina que el interés a un ambiente sano corresponde a un número
indeterminado de personas pero, aun así, la vinculación para intervenir surge de la
proximidad territorial con el foco posiblemente contaminante y, por eso, la exclusión
del municipio en su defensa no parece admisible. Al comentar el fallo, CafferattaIoi6,
coincidente con dicha disidencia, pone en crisis el criterio imperante, en punto a una
interpretación restringida, cuando se trata de hechos que afecten intereses diksos o
indeterminados. También se desconoce posibilidad de intervención al Defensor del
Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Airesio" y a su Procuración -art. 134 de
su Constitución- para impugnar por casaciónio'*.

'U08 CNCP, sala 11, ED del 711112000, DPPC, f. 146, o JA2000-111-353.


'009 CCCFed., sala 1, LL del 231212001, f. 101.580.
'O" BERTOLINO - MuNoZ CONDE,
y otros, "La víctima ...", p. 32, nro. 8, con cita de HASSEMER
Introducción a la crirninología y al derecho penal, p. 31, Valencia, 1989.
'O" Op. cit., p. 60.
'O'' LL del 28/9/1998, nota al f. 97.877, p. 540.
'O" CCC, sala IV, SJP, LL del 261912003, f. 106.250; con nota favorable de MORELLO,"Nuevas
fronteras de la legitimación en el proceso penal", SJP, LL del 31110/2003, f. 106.424.
'O" CFed. La Plata, sala 11, 111512006,c. 3275, ED del 311012006.
'O'' CFed. Saii Martin, sala 1, JA2001-1-359.
''"'De la legitimación para obrar como parte querellante del intendente municipal en uiia causa
enal ambiental ley 24.051".
'O" CCC, sala VI, LL del 61712001, f. 102.272, con nota coincidente de Palacio, "¿Puede ser el
Defensor del Pueblo eventual titular del derecho de querella?", o ED del 121212001, f. 50.584.
'O'' CNCR sala IV, DJ 2001-1-599, f. 16.487.
170

b) Capacidad
EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 82
l
Amén de la legitimación, el querellante debe tener capacidad para ser parte, que
sólo es un reflejo de la capacidad dti derecho y se refiere a la posibilidad jurídica de
figurar como tal en un proceso. En cambio, la capacidad procesal estriba en la aptitud
necesaria para ejercitar actos procesalmente válidos y coincide con la capacidad de
hecho a que se refiere el Código C i ~ i l ' ~ ' ~ .

b.1. Capacidad para convertirse en parte acusadora -capacidadpara serpar-


te- tienen todas las personas fisicas o ideales, conforme lo estatuye el Código Civil
respecto de la adquisición y pérdida de dicha condición.
Las personas juridicas tienen facultad para querellar en tanto no les esté pro-
hibido en forma expresa por sus estatutos'o2o;también si los estatutos no contienen
disposición especifica relativa a la querella'02'. Pueden ejercitar la pretensión los
órganos naturales de la persona el socio con uso de la firma social, gerente
o director o quien se encuentre autorizado por los estatutos'o23.El accionista se halla
facultado para querellqse directamente con los responsables del delito cometido en
perjuicio de la sociedad, cuando se dan circunstancias de hecho excepcionalesio24;
debe haber notificado e inscripto la transferencia de las acciones que pasaron a su
propiedad (art. 215, ley 19.550)1025. La sociedad extranjera puede q~erellar'"~.Si
es en comandita por acciones y el administrador o gerente representa a la empresa,
resulta ser el órgano facultado para adoptar la decisión de querellario2'.Desde lue-
go que el representante de una sociedad anónima debe acreditar, además de dicho
carácter, la autorización para ejercer la acción penal deparada por el órgano social y
fijada en el estatuto; el poder que se otorgue debe mencionar la cláusula pertinente
que otorga las facultades para querellar'028.La CCC, sala VII, entiende que el acto de
fusión no altera la legitimación que se otorgó a una sociedad
El presidente del Banco Central, conforme a las leyes 21.526 y 22.529, puede
otorgar poder para querellar sin invadi servadas al directorio por la
carta orgánica'03o.

'O'$ PALACIO,Devecho ...,t. 1, p. 116.


'Ozo CCC, Fallos Plenarios, t. 11, p. 315.
'"' CCC, sala 11, JA 1977-V-261, f. 26.939.
Irni CCC, Fallos, t. 1, p. 11.
'Oi3 ED 28-287, nros. 50 y 5 1.

'O2* CUETO RÚA,"Facultad del miembro de una sociedad anónima para querellar al imputado de
actos delictuosos cometidos en perjuicio de ésta", LL44-9; sala V, ED 28-281, f. 14.353.
Im5 CCC, sala 1, 5/3/2007, "Vernassa", SJP, LL del 301812007, p. 67.
'026 CCC, sala 1, JA 1996 11-558; CNCP, sala 11, LL del 28/11/2002, f. 104.813.

'O2' CCC, sala IV, ED 174-485, f. 48.239.


CCC, sala 1, LL del 281911998, f. 97.884; id.,sala V, LL del 281812001, f. 102.523; id.,sala
V11, LL del 171512001, f. 102.013 (la disidencia hace constar que la CNCP, salas I y 11, sentó criterio
contrario); id.,sala VI, 611112007, c. 33.487, ED del 201121i007, p. 6.
"19 C. 33.411, 71412008, "Mascarenhas", difundido por el servicio de correo eiectrónico de la
Secretaría de Jurisprudencia, CCC; SJP, LL del 261612008, p. 59.
'O3@ CCC, sala IV, LL del 291511998, f. 97.224.
Art. 82 EL QUERELLANTE PARTICULAR

La Asamblea Permanente de Derechos Humanos no puede intervenir


querellante en la investigación del delito de apología del crimen, más allá d
algunos de sus integrantes hayan resultado víctimas del delitoto3'.
La condición de administrador de un consorcio de propietarios no habil'
asumir la función de querellante, si no ha sido expresamente designado por a
para tal especifica actuació~'~".Con todo, se acepta que cada copropietario
particularmente damnificado por la parte proporcional que debe aportar para reparar
el daño y se le tiene por querellante1033.

b.2. El párrafo segundo regula un supuesto de capacidadprocesal: mientras el


incapaz es parte, como carece de la posibilidad de realizar actos procesales válidos,
debe cumplirlos en su nombre el representante legal quien, obviamente, se halla do-
tado de aquélla. Para su determinación debe tenerse en cuenta no sólo la capacidad
de hecho establecida en el Código Civil, sino también previsiones de la ley penal,
comercial y procesal penal.
La CCC, sala 1, abordó una cuestión no prevista por la norma: cómo ac-
tuar cuando el menor de edad resulta víctima de los delitos perpetrados por sus
representantes legales - e n el caso, los padres- y no existe otra persona en condi-
ciones de legitimar sus intereses en el proceso. Los jueces entendieron que la Con-
vención sobre los Derechos del Niño - d e jerarquía constitucional- otorga a los
menores amplias facultades para ser oídos en sede jud~cial(art. 12) y que una norma
infraconstitucional (art. 82, CPP) no puede restringir tales prerrogativas. Por tal mo-
tivo, tuvieron por parte querellante al menor, con el patrocinio de la Defeusoría de
Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno de la Ciudad de Buenos AiresLo3".
Incapacidad absoluta tienen las personas incluidas en el art. 54, CC.; la Corte
Suprema ha sido categórica en cuanto a que la demencia debe haberse declarado en
el fuero civilLm5. Ver en el comentario al art. 87, los párrafos segundo a sexto. Las
personas por nacer carecen de derecho a querellar debido a que queda supeditado a
su nacimiento con vida (art. 70)'036.
Incapacidad relativa tienen los menores adultos (arts. 57, inc. 2", 274 y 411,
CC., salvo si media autorización de los padres -art. 282, [d.-, habilitación para el
ejercicio del comercio y se trata de hechos que los damnificau relacionados con los
bienes comprendidos en su giro -arts. 10 y 11, CCom.-; si han sido autorizados
a ejercer oficio, profesión o industria separada -art. 275, CC.- en los sucesos que
afectan el desempeño de esas actividades; si se trata de hechos referentes a bienes
adquiridos por el menor que cumplió 18 años y que celebró contrato de trabajo en
actividad honesta -art. 128, id.-, o bien en el ejercicio de una profesión -art. 128,
id-; si el hecho afecta sus disposiciones de última voluntad -art. 286, id.-; si se
relaciona con el reconocimiento de sus hijos -art. 286, id-) y los emancipados

''ol CNCP. sala 111.. SR., LL del 251412003. f. 105.412


CCC, sala VII, ED 175-267, f. 48.354; id., sala 1, 111912001, "Rufino, Enrique", JA del
27/2/2002; id., sala V. DJ del 301412003, f. 19.564.
'"'CCC, sala IV, ED 183-711, f. 272-SJ, o JA.1999-IV-670.
''ol RDP, LexisNexis, nro. 1, p. 225, con nota de BeLOPF, "El sujeto de derecho como sujeto
sal: menores de edad coino querellantes"; en el mismo sentido, CCC, sala VI, 711 112008, "B., P.",
63, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jurispmdencia, CCC.
'"' JA 1981-111-84,f. 30.572.
'"' CC; CCC, sala IV, ED 175-288, E 48.361.
172 EL QUERELLANTE PARTlCULAR Art. 82

(art. 133, id), los penados (art. 12, CP), los que han sido procesados en la misma
causalm7y el fallido (arts. 107, 108 y 110, de la ley 24.522).
El párrafo tercero extiende la legitimación para querellar tan sólo en los delitos
cuyo resultado es la muerte del ofedido. La hermana de la victima no puede hacerlo
a1 no encontrarse incluida en la mención ta~ativa"'~~; tampoco el conc~bino'~"'. En
cambio, Figuerero considera que si el pretenso querellante logra demostrar la exis-
tencia de la cohabitación y la afectación que le ha provocado la muerte de su pareja,
debe admitírselo como parteIo4O.Sus argumentos no persuaden porque lo que pro-
pone importa, frente al criterio taxativo del legislador para estos casos, una creación
pretoriana de un supuesto de legitimación para querellar, en perjuicio del imputado
(art. 2).
Por excepción, los sucesores -los hijos- de quien en vida fue tenido como
querellante deben considerarse como particulares damnificados al resultar herederos
forzosos y haberse producido una obvia disminución en el acervo hereditario debido
al accionar inve~tigado'~~'. La CCC, sala IV, admitió como querellante a la nieta de
la victima, al haber fallecido previamente la hija de ésta'042.
La capacidad de derecho no coincide con la legitimación para actuar en proceso
penal como querellante1043.
e) Funciones
Impulsar el proceso resulta una actitud asumible luego de su correcta inicia-
ción, lo que sólo puede tener lugar -para nosotros- después del requerimiento fis-
cal (confr., sin embargo, aits. 180, 181, 188 y 195). Si el eventual querellante quiere
iniciar un proceso penal, debe utilizar el carril de la denuncia -forma mediata de
promoción-, y si guarda las formalidades exigidas en este capítulo, podrá requerir
se le tenga por parte (art. 174).
Proporcionar elementos de convicción es incuestionable durante 19 etapa ins-
tructoria, actitud que no le es privativa, pues también lo pueden hacer las otras par-
tes; el juez ordena su cumplimiento sólo cuando los considere pertinentes y útiles
(ari. 199).
Otro momento para proponer diligencias se aloja en la contestación de la vista
previa a la clausura de la instrucción (art. 348); la denegatoria del juez habilita la vía
del recurso de a p e l a ~ i ó n l ~ ~ .

'"j' CF Rosario, ED 26-620, f. 13.502.


CCC, sala IV, JA 1998-1-514.
'"O CCC, sala IV, 301912004~"R.~.",SJP, LLdel 291412005,p. 68; i d , salaV, 141812008, "N.N.",
c. 34.768, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jurisprudencia, CCC; ED
del 81912008, p. 5.
'Oeo FIGUERERO, "El concubino y su legitimación en el proceso penal", SJP, LL del 301612005,
p. 26.
'O4' CCC, sala IV, LL del 271712001, f. 102.368, o DJ 2001-3-189, f. 17.221, con disidencia del
doctor Gerome, quien se decide por la improcedencia pues, por más que resulten herederos forzosos de
los bienes sucesorios, carecen de la cualidad de particulares damnificados sin pejuicio de su interés re-
sarcitorio máxime si la defvaudación nofue causada a la sucesión, sino a quien en vidafuera su fitular.
A nuestro modo de ver lo destacado sienta correcto criterio.
Iw2 CCC, sala IV, 2911212005, "López", JA del 261412006. p. 81; RDP, LexisNexis, 512006,

p. 1002.
CNCP, sala IV, LL del 1811212000,f. 101.382.
'"TCC. sala iV, del 1315/1994, c. 1543.
EL QUERELLANTE PARTICULAR

Tiene la facultad de ofrecer diligencias durante los actos preliminares del juicio
(art. 355) y de controlar su producción durante los del debate (arts. 374,382 y 389).
Argumentar sobre los elementos probatorios comprende poner de resalto a
todos los que apuntalan su postura y no sólo los aportados por él, pues el principio de
adquisición procesal determina que las vrobanzas -cualquiera sea el suieto vrocesal
que las haya indicado- resultan para él proceso y no de quien las propició,A -
Su participación comprende varios momentos destacables: en primer término,
al fundar el recurso de apelación si se dispuso el sobreseimiento (art. 337, párr. 2O),
debe expresar los motivos, pues no afrontar dicha carga en ese momento comporta
su inadmisibilidad (art. 438); en segundo lugar, al expedirse sobre la instrucción,
completa a criterio del juez (arts. 346 y 347, inc. 2"). Por último, en ocasión de la
discusión final, formula conclusiones (art. 393; se admite la casación, cuando el
fiscal pidió absolución y el tribunal se pronunció así, no obstante que el querellante
particular solicitó pena)1045.
Durante la pesquisa tiene la posibilidad de asistir a los registros domiciliarios,
reconocimientos, reconstrucciones, pericias e inspecciones, definitivas e irreprodu-
cibles, así como a las declaraciones de testigos que se presuma no podrán concurrir
al debate (arts. 200 y 201). A menos que las actuaciones se hallen en el periodo de
secreto, con excepción de aquellos actos (art. 204, párr. lo, segunda oración); una vez
levantado aquél se habilita su presencia en los demás actos de instrucción (art. 202).
Queda excluida la presencia del querellante cuando se trata de inspección corporal y
mental tanto del imputado como de otra persona (art. 21 8, último párrafo). Tampoco
puede asistir al acto de la indagatoria (art. 295).
La facultad impugnativa puede ejercitarla en los casos expresamente previs-
tos por el Código (art. 435); v.gr. al dictarse el sobreseimiento (art. 337, párr. 2');
durante el desarrollo de la instrucción puede recurrir de la falta de mérito (art. 31 1);
no le está vedada la reposición (arts. 440 y 446) ni la apelación (art. 449); la casa-
ción con los limites en que puede hacerlo el MP (art. 460); en cuanto a esta última
facultad, a raíz de lo resuelto por la CS en " G i r ~ l d i " ' ~es~discutible,
~, ahora, puedan
estimarse compatibles con el art. 75, inc. 22, de la CN que los limites cuantitativos
previstos para dicha impugnación jueguen sólo a favor del imputado y no del MP o
el querellante como, entre otros, lo piensa Pala~io'~~'. Ver comentarios al art. 460.
La pretensión para ser querellante no puede formularse luego de la decisión que
puso fin a la sustanciación de la causa, porque no puede tener el propósito exclusivo
de apelarla1048.Debe rechazarse la queja si la causa se inició sin intervención del
clamante, quien pretendió apelar y ser tenido por acusador particular trece días
espués de haberse desestimado la denunciaio4'. El recurso tiene que enderezarse al
ecisorio que le deniega legitimación activa y no al que se pronuncia -mediante
desestimación- para conocer el fondo del asuntoIo5O.
A través del plenario "Zichy Thyssen", la CNCP resolvió definitivamente que
el pretenso querellante puede recurrir en casación con el objeto de lograr ser tenido

'O" CNCP, sala 111, ED 184-1211, f 60, DPPC


' O 4 9 D 163-161. f 46 523. o SJP. LLdel201911995. f 93 553. o JA 1995-111-570
'O4' En conba, D'ALBORA, Nicolás F., "Más sobre los límites recursivos de la parte acusado.
sación, 617, ps. 2791298.
,sala V. "Conales, Enrique", c. 6588, DJ 1999-1-175.
CCC, sala 1, ED del 281412000, f 104, DPPC
'Os0 CCC, sala Vil, JA 2000-111-732
174 EL OUERELLANTE PARTICULAR Art. 82 bis

por parte y, como tal, recumr aquellas decisiones que imposibiliten la continuación
de la pesquisa1os1.
Se ha considerado que no requerida por el fiscal la formación del sumario, le está
vedado al juez y a la Cámara de ~ ~ e l a c i o nrevocar
es la desestimación con base en el
recurso del querellanteIos2;a nuestro modo de ver se desatiende la peculiar intewen-
ción asignada a este sujeto eventual (v. introducción a este Capítulo IV, acápite b]).
El acusador particular se encuentra legitimado para utilizar la vía casatoria si al
fundamentarse la concesión del beneficio de la suspensión del juicio a prueba, sólo
se toma en cuenta la calificación propiciada por el MP al momento de requerir la
elevación a juicio, sin dar argumento alguno para desplazar la suyaIos3.
El carril para cuestionar la admisión de un querellante carente de legitimación
no es otro que la falta de acción prevista por el art. 339, inc. 2", pese a la opinión en
contrario de la CCC, sala VIIIoS4.
Como consecuencia de que el amparo de la garantía del debido proceso (arts.
18, CN, y 10, DUDH, XXVI, DADDH, 8", apartado 1, CADH, 14.1., PIDCP, y 75,
inc. 22, CN) alcanza a todo aquel a quien la ley otorga personería para actuar en jui-
cio en defensa de sus derechos, sea que actúe como acusador o como acusado, se le
reconoce la facultad de recurrir conforme a las previsiones legales1OSS.
Se ha cuestionado la atribución del querellante para impugnar el alcance de una
medida de seguridad, pues se la estima dudosa'0s6.Puede coincidirse en que la facul-
tad recursiva no alcanza a su extensión; lo que no puede discutirse es que este sujeto
puede cuestionar una declaración de inimputabilidad si se aduce la plena capacidad
de culpabilidad del imputado.
El ejercicio de la acción civil en el proceso penal tiene que ajustarse, siempre,
a lo señalado en los arts. 14 y 87 a 96.
El último párrafo se relaciona con lo que habrá de decirse al comentar el Capi-
tulo V de este Titulo IV.
Orgeira se ha ocupado de diferentes cuestiones deparadas por la actívidad de
este snjetoloS7.

Intereses colectivos

82 bis. Las asociaciones o fundaciones, registradas conforme a la ley, pq-


drán constituirse en parte querellante en procesos en lo que se investiguen cri-
menes de lesa humanidad o graves violaciones a los derechos humanos siempre
que su objeto estatutario se vincule directamente con la defensa de los derechos
que se consideren lesionados.

'Oi' RDP, LexisNexis, 1112006, p. 2107, con nota de D'ALBORA, Nicolás F., "Plenario 'Zichy
Thyssen'. El pretenso querellante y la vía casatoria (diez afios en sala de espera)", p. 2122.
'O" CCC, sala 1, del voto en disidencia de Donna, DJ 2000-1-742, f. 15.155.
'O*' CNCP, sala 1, LL del 29/7/2002, f. 104.130.
'o*4 181211997, "Koujojiar, Gonzalo sihomicidio culposo", c. 5312.

CS, LLdel231411999, f. 98.617, con nota de PALACIO, "Un caso paradigmático de privación
de justicia en perjuicio del querellante", o DJ 1999-2-751, f. 14.327.
'Os6 CCCFed., sala 1, LL del 301812002, f. 104.312, con nota, a favor, de Spolansky, "Los inim-
putables penales, ¿tienen derechos constitucionales?".
'O5' 'cPr~blema~ relacionados con la intervención del querellante en el proceso penal nacional
[ley 23.984]", JA 1996-11-983.
Art. 82 bis EL QUERELLANTE PARTICULAR

No será obstáculo para el ejercicio de esta facultad la constitucióu en p


querellante de aquellas personas a las que se refiere el artículo 82'OS8.

a) AntecedentesIos9
Uno de los primeros detonantes de la reforma legislativa comentada fue el fa-
llo " A c ~ s t a " 'de
~ ~la~ sala 11 de la CNCP. Sus argumentos centrales fueron: a) la
definición y alcance de la legitimación para querellar depende de la concesión de
la ley; b) en el concepto de "particular ofendido" no pueden considerarse incluidas
las personas ideales, cuando pretendan la persecución de delitos que tiene por ofen-
dido a personas distintas de sus entes. De esta manera circunscribió la actuación
como parte querellante de las organizaciones no gubernamentales a los casos en
que actúen como mandatario especial de un particular ofendido por el delito que se
investiguelo6'.
La cuestión llegó nuevamente a conocimiento de la CNCPI0", oportunidad en
la cual se analizó. además de lo anteriormente exouesto. si la legitimación
" de las
organizaciones no gubemamentales para actuar como querellante5 tiene o no origen
constitucional. La respuesta que se brindara a este nuevo análisis -introducido por
las organizaciones no gubernamentales con el objeto de rebatir el precedente de la
misma sala de la casación- resultaba crucial para resolver la cuestión. Si el derecho
de querellar de las organizaciones no gubemamentales tiene origen constitucional,
el análisis de la legitimación no puede circunscribirse al art. 82, CPP, ya que el con-
cepto de "ley vigente" no se limita al Código Procesal Penal de la Nación, sino que
también abarca a la Constitución Nacional y a los pactos internacionales con igual

La conclusión a la que arribaron los jueces de la sala 11 de la CNCP fue que el


derecho de querella emana de la concesión del legisladory no de alguna disposición
superior a la ley. De esta manera, mantuvieron su postura ya expuesta: el ordena-
miento procesal penal nacional admite lo legitimación de personas juridicas para
representar al ofendidopor el delito definido en el art. 82, CPI: si cuentan con poder
especial al efecto.
Transcurridos casi tres meses desde el dictado del último fallo citado, el PEN
envió al Congreso de la Nación el proyecto que desembocó en la sanción de la ley
26.5501064.

'Os8 Texto incorporado por ley 26.550 (BO del 2711 112009). La publicación del BO puso por error
una coma entre las palabras lesa y humanidad.
'Os9 D'ALBORA,Nicolás F., "Ampliación legal de la legitimación para querellar en el orden na-
cional", RDP, AbeledoPerrot, 1112010, p. 1881
'O6" Sala 11, causa 9501, "Acosta, Jorge E. y otros slrecurso de queja", 1611012008,AP70051021.
'' 1.0s jiteces IIO se expldleron sol~reel punto cn el rdsu concretu pur no contar ron infomiación
suficiniic respectu .I 1.1 exisrencia de poderes eaprciales .para querellar
. de las \ictiinas hacia los ores-
.
nismos de derechos humanos.
'Obz Sala 11, causa 10.939, "Acosta, Jorge E. slrecurso de queja", reg. 14.754,251612009.
'"' BOVINO, Alberto, "lmparcialidad de los jueces y causales de recusación no escritas en el
nuevo Código Procesal Penal de la Nación", LL 1993 -E-566 y SS.
'O6' Presentado en la Cámara de Diputados el día 11 de septiembre de 2009.
EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 82 bis

b) Casos comprendidos
Que la legitimación para querellar de las llamadas asociaciones intermedias
haya dejado de ser una interpretación extensiva del art. 82 y ahora esté expresamente
regulada por el legislador nacional (ndevo art. 82 bis), es sin duda un avance en pos
de la seguridad jurídica. Aquello que antes era una interpretación jurisprudencia1
- c o n voces a favor y encontra- sujeta al azar del sorteo del tribunal, hoy está
expresamente regulado y delimitado por ley 'OGs.
De una primera lectura del art. 82 bis podría inferirse que la discusión sobre el
origen constitucional de dicha legitimación ha pasado por el momento a un segundo
plano, ante la decisión del legislador de regularlo expresamente en el ordenamiento
procesal penal nacional. Sin embargo, creemos que la disyuntiva mantiene plena
vigencia, en particular respecto de la investigación de aquellos delitos que no fueron
incorporados en la reforma, pero que, al menos basta su sanción, se admitía la le-
gitimación para querellar de organizaciones no gubernamentales. Si no tiene origen
constitucional, la delimitación expresa de los casos comprendidos fijada por el le-
gislador --cuya vaguedad en uno de los supuestos también analizaremos- debiera
impedir que en adelante-se otorgue legitimación para querellar a las asociaciones
intesmedias en la investigación de aquellos delitos no comprendidos en el art. 82 bis,
aun cuando suobjeto social estuviera relacionado.
Adherimos a la postura que señala que la interpretación que se efeciúa respecto
de los arts. 8" y 25, CADH ---que el derecho constitucional a la tutelajudicial efec-
tiva de la víctima debe ser tomado como la base insustituible de legitimación del
ejercicio d e l p o d e r p u n i t i ~ o ~ ~no~ puede
~ - ser trasladadaal caso de las asociaciones
intesmedias por la sencilla razón de que, en tanto personas de existencia ideal, no se
encuentran comprendidas en el art. lo, CADH'"'.
Tampoco puede inferirse su origen constitucional a través del art. 43, CN, toda
vez que solamente regula la legitimación de las asociaciones para interponer acción
de amparo cuando se trata de los denominados derechos de incidencia cblectiva.
Nada indica que dicha legitimación pueda extenderse a un derecho constitucional a
ejercer la acción
Descartado que la legitimación para querellar de las asociaciones intermedias
tenga base constitucional, pareciera que el legislador ha limitado claramente los su-
puestos de legitimación si se los coteja con los criterios más amplios que, antes de la
reforma aquí comentada, adoptó la jurispmdencia.
- Conforme lo establece el art. 82 bis incorporado, la constitución en quere-
llante de las asociaciones o fundaciones ha quedado circunscripta aprocesos en los
que se investiguen crímenes de lesa humanidad o graves violaciones a los derechos

la* -
Dice bien Santiago Martínez: La ventaja " aue. se obtiene al estiuular exuresamente a auién le
corresponde tal calidades que se quita del arbitriojudicial la posibilidad de otorgar. en determinados
casos, el carácter de ofendido teniendo en miras otros intereses ("Sistema acusatorio v víctima del de-
lifu. Bases pdra I:r reL~niiuliiciuiide sii piinicipasion en cI prucesu penal". en L'Ip>ucdaipenul~ J i , r r . , o -
v,,i/ I.i,,eu»,,~~>~~>.s
r > < i ~ lo ~ u d h . r ~f .l ,l. K ~ ~ b ~ ~ ~ % d l - ~ Sdtila
r ~ r,.lu>m<i < / c / <I.?re»!<l ' u I ~ iFe,
) r i?OUQ,
~, p. 1541.
'O" MARTMEZ, Santiago, op. cit., p. 153.
'O" Art. 2", CADH. Ver en tal sentido CNCP, ,sala 11, causa 10.939, "Acosta, Jorge E. sirecurso
de queja", reg. 14.754,251612009 -voto del juez Luis Garcia-.
'Oa8 Ver en tal sentido CNCP, , sala 11, causa 10.939 "Acosta, Jorge E. sirecurso de queja", reg.
14.754,251612009 -voto del juez Luis Garcia-.
Art. 82 bis EL QUERELLANTE PARTICULAR

humanos'069.De esta manera, la amplitud del título del artículo -Intereses colec-
t i v o ~ ~ ~ no
' ~ -se compadece con su contenido limitado. Distinta es la situación, a
modo de ejemplo, en el caso del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos
Aires, en que se optó por regular la legitimación de las personas jurídicas para casos
en los que se investiguen delitos que afectasen intereses colectivos o difusos en la
medida en que su objeto social sea laprotección del bien tutelado en la~5gurapenal'~'~.
La definición de crímenes de lesa humanidad se encuentra en el artículo 7" del
Estatuto de Roma de la Corte Penal Interna~ional'~~~. Se configura cuando cualquie-
ra de los actos allí descript~sl~'~se cometa como parte de un ataque generalizado o
sistemático contra una población civil -entendido como una línea de conducta que
implique la comisión múltiple de aquellos hechos, de conformidad con la política de
un Estado o de una organización de cometer ese ataque o para promover esa políti-
y con conocimiento de dicho ataque.
Más complejo será establecer cuándo se produce una grave violación a los de-
rechos humanos para determinar la legitimación para querellar de las asociaciones
o fundaciones. No cualquier violación a los derechos humanos generará la facultad
de constituirse en partc querellante, sino sólo aquella que sea entendida como grave.
La dificultad se presentará sin dudas para determinar cómo se mide esa intensidad
de la violación para deslindar los casos en los que habrá legitimación de los que no.
El mensaje de elevación del proyecto por parte del Poder Ejecutivo señala que
la expresión grave violación a los derechos humanos "...comprende ciertas conduc-
tas ilícitas de particular entidad que sean manifiestamente contrarias a los derechos
y garantías consagrados en la Constitución Nacional y los instminentos internacio-
nales sobre derechos humanos. Por ello, dicha expresión debe interpretarse en el
sentido del derecho internacional de los derechos humanos y recogerse los criterios
de los órganos de aplicación de los tratados internacionales y regionales de derechos
humanos".

'Obq El mensaje de elevación del Poder Ejecutivo claramente señala que elpresenteproyecto cir-
cunscribe la participación de este tipo de organizaciones a los procesos donde se investiguen crímenes
de lesa humanidad o graves violaciones de derechos humanos.
Señala Bertolino que, bajo las categorías intereses colecfivos o difusos, deben comprenderse
los intereses que se han caracterizado como "colectivos", "fragmentarios", "de pertenencia difusa",
"supraindividuales", "transindividuales", "de clase", "de grupo", "debilitados", "de categoría" o "dere-
chos de incidencia colectiva". Aunaue aclara aue lo "colectivo". en el caso de art 84 del CPP de la Pro-

- .
'"'Art. 84.. C P P de la Provincia de Buenos Aires.
e A prubado mediante le) 3 5 340 i H 0 del 23 1 ?lJuIj s iinp!cnieti:aJo a iru\r'i di. 11 Icy ?6.200
(BO del Y 1 2007). Para iiti sli.iliii5 nids deidllndo ser 1>'\1 i.;Sl(>, r i d r i s J , [,,Y. l ~ ~ l i<k ~ i III<»IL>-
r ~ IC,ru
nidad, Abeledo~érrot,Buenos Aires, 2010.
'O7' Asesinato; exterminio; esclavitud; deportación o traslado forzoso de población; encarcela-
ción u otra privación grave de la libertad fisica en violación de normas fundamentales de derecho in-
ternacional; tortura; violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, esterilización
forzada o cualquier otra forma de violcncia sexual de gravedad comparable; persecución de un grupo o
colectividad con identidad propia fundada en motivos politicos, raciales, nacionales, étnicos, culturales,
religiosos, de aénero, u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al
di.rezho ~iiternacio~inl. eii iotis\iOii coi1 ~un1.pir.rLrio msnci.)~iador.ii r.1 praenir. pirrnfo o coii ciial-
quier crriiien de IB ~o~iit>ere!i;i:di. 13 CUT!~.,dcsapnr1c10niurixia de pcrsnnzis: sl crimen de opai.~lit~~d.
Otros actos inhumanos de carácter similar que caÜsen intenciona1me"te grandes sufrimientoso atenten
gravemente contra la integridad fisica o la salud mental o fisica -art. 7", párr. lo, acápites a) a h)-.
'07' Art. 7', párr. 2 O , acápite a).
178 EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 83

Sin embargo y al menos en la jurisprudencia de la CIDH, no hemos encontra-


do una definición para determinar cuándo se está frente a una grave violación a los
devechos humanos. No obstante debe señalarse que, en el caso "Barrios Altos", la
CIDH sí brindó ejemplos al mencionar como tal a "...la tortnra, las ejecuciones su-
marias, extralegales o arbitrarias y las desapariciones forzadas"'075.Por otro lado, en
‘ G B ~ $076I ~se~aludió
~ ~ solamente
- a "violaciones de los derechos humanos", sin refe-
rencia de intensidad, por lo que el caso quedaría, en principio, fuera de los supuestos
comprendidos en el art. 82 bis, CPP. Una categoría aparentemente más intensa de
violaciones a los derechos humanos podría extraerse del caso "Albán
al aludirse a supuestos de "muy graves violaciones a los derechos humanos en los
términos del derecho internacional". En definitiva, lo que pretendemos exhibir con
estos ejemplos es la dificultad que va a generar en nuestra jurisprudencia establecer
en cada caso la gvavedad de la violación a los derechos humanos a fin de determinar
la legitimación de las asociaciones o fundaciones para ser querellantes. Situación a
la que ya se vio expuesta la sala VI1 de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correc-
cional al analizar la legitimación, en los términos del art. 82 bis, de la "Asociación
Madres de Plaza de Mayo" en la investigación acerca de la posibilidad de que se
inflijan tormentos con la utilización de "pistolas eléchicas" por parte de la Policía
Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, correctamente descartada,
toda vez que su admisión "...importaría una demasía en relación con los supuestos
de hecho que podrían quedar abarcados por la norma procesal aludida.. ."'07s.
Forma y contenido de la presentación
83. La pretensión de constituirse en parte querellante se formulará por
escrito, en forma personal o por mandatario especial que agregará el poder, con
asistencia letrada. Deberá consignarse bajo pena de inadmisibilidad:
lo)Nombre, apellido o razón social, domicilios real y legal del querellante.
2") Relación sucinta del hecho en que se funda.
3") Nombre, apellido y domicilio del o de los imputados, si lo snpiere.
4') La acreditación de los extremos de personería que invoca, en su caso. Si
se tratare de una asociación o fundación, deberá acompañar además copia fiel
de los instrumentos que acrediten su constitución conforme a la ley.
5") La petición de ser tenido por querellante y la f i r n ~ a ' ~ ' ~ .
- La instancia de constitución sólo admite la forma escrita. La pieza puede ser
snscripta por el propio querellante o por su representante voluntario -mandatario
especial-; en ambos casos se requiere el patrocinio letrado (ver comentario al art.
107). Esta exigencia es atendible por su carácter de sujeto eventual; también se halla
expresamente establecida para deducir el recurso de casación (art. 467). Quien pre-
tende continuar la querella en representación de otro debe presentar poder especial
otorgado en escritura Aunque también se ha admitido el otorgamiento de

141312001; w w w c o r f e i d h . o ~ c r / d o c s / c a s o s / a r l i c u l o s / S e r ~ c .
'"' 681912003; ~.corfeidh.o~cr/docs/casos/articulos/seriec~IOOOe~p.doc.
'"'2211 112007; www.corteidh.o~cr/docs/casos/articu~os/sere~l7l~esp.doc
'U'8 SalaVII, "M., M. y otros", 71612010, LL, SJP, del 191812010, p. 73.

Texto según ley 26.550 (BO del 2711 112009).


'"O CNCP, sala 1, SJP, LL del 251412003, f. 105.406.
Art. 83 EL QUERELLANTE PARTICULAR

poder a través del secretario del juzgadoia8'.No es necesaria una decisión ju


que legitime al apoderado; basta su presentación como talia8z.
La muerte del mandante no exime a los apoderados de continuar dese
ñándose como tales, hasta tanto los herederos estén en condiciones de proveer a su
defensa. Se revoca, en sede casatoria, la decisión que declaró desierto el recurso
de apelación deducido por el apoderado de la quereila, pues su actuación con pos- -
terioridad al fallecimiento del voderdante se llevó a cabo en vleno ejercicio de las
facultades conferidas en el mandato y en cumplimiento de hispos&iones legales
aplicables con motivo del acaecimiento de la causal de extinción (arts. 1963 y 1969
CC)'rn3
Frente a una situación de indigencia corresponde proveer la asistencia técnica
por parte
- del Estado, a fin de garantizar el acceso a la iusticia del a ~ e r e l l a n t e ' ~ ~ ~ .
Si no se presentó el bono fijo del abogado previsto por el a i 51, inc. e), de la
ley 23.187, no puede achacarse al damnificado el perjuicio resultante de dicha mora;
por eso es nulo el auto que dispuso no notificar al querellante la desestimación con
apoyo en dicha circ~nstancia'~~~.
No cabe desestimar el recurso si falta la firma del letrado -aunque se encontra-
ba inserto su s e l l o , si de la lectura de la apelación se percibe que no hay mengua
para la garantía prevista en el art. 18, CN, la omisión era subsanable a través de
aplicar subsidiariamente el art. 57, CPCCiaa6.
a) De los diferentes requisitos que debe contener el escrito liminar, especial
interés presenta el del inciso segundo al reclamar el señalamiento del objeto de su
pretensión, pues resulta aspecto clave para identificarla: determinar si existe litispen-
dencia o un pronunciamiento anterior definitivo sobre el mismo hecho. Asimismo,
permitirá controlar la congruencia respecto de los actos conclusivos del proceso.
Conviene recordar que la instrucción se ciñe a los hechos referidos en el acto pro-
motor (art. 195, párr. lo)y que la querella, sólo en forma mediata, también participa
de esa condición.
Con buen criterio se ha establecido que el cumplimiento de este requisito puede
integrarse con la denuncia previa efectuada por el ahora pretenso querellante'087.
Asimismo, se aloja aquí el dato clave para dilucidar el carácter de ofendido que
legitima para asumir la función querellante. Si carece de legitimación, quien procure
separarle debe utilizar la excepción de falta de acción tanto durante la instrucción
como en los actos preliminares del debate (arts. 339, inc. 2", y 358).
b) Por aplicación del inciso tercero procede declarar inadmisible una querella
en la que no se especifica el domicilio de cada uno de los imputados, pues no se cu-

'"' CNCP, sala 111, 41512007, "Sumano averiguactón art 248 CP", RDP, LexisNexis, 1212007,
p. 2431
'Oa2 CNCP. sala 11, 1211212007, "Caimi", c. 7.304.
CNCP, sala 11, ED 180-1054, f. 10, o LLdel311511999, f. 98.785.
CCCFed., sala 11, LL del 251112000, c. 15.860, r. 16.932.
CCC, sala VII, JA 2000-111-4, id., sala V, DJ 2000-3-64, f. 15.925.
'Oa6 CNCP, sala 111, LL del 2911012002, f. 104.646.
'O8' CCC, sala 1, 51512006, "Raso", RDP, LexisNexis, 1112006, p. 2239.
180 EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 83

bre el requisito con la mera indicación del lugar donde trabaja -se trataba de un pro-
ceso por injuria, delito de acción privada en que la exigencia es más rigurosa-'088.
c) En sentido amplio el inciso cyarto capta también la capacidad civil -pro-
cesal- si actúa por sí o bien la repre&ntación convencional -estricta significación
del vocablo personería- si lo hace a través de mandatario'o89.Como la realización
de un acto procesa1 válido descuenta una labor cumplida por sujetos procesales ca-
paces, su carencia desemboca en la nulidad, a nuestro modo de ver absoluta (art.
157, inc. 29, pues coloca al penalmente perseguido en situación de tener que asu-
mir una imputación inoperante (art. 168, páni 2"). En vez, las falencias de que
adolezca la personería pueden ser subsanadas; tal el supuesto de que no se haya
acompañado, oportunamente, el instrumento del mandato acreditante de la repre-
sentación. Quien patrocina y no está apoderado carece de personeda, a menos que
invoque la condición de gestor y se cumplan, a su tiempo, los demás recaudos del art.
48, CPCC'090.El gestor, según lo establece el art. 48, CPCC, sólo podrá actuar como
tal, una vez en el curso del proceso'091.
Resultan inadmisibles las peticiones y presentaciones de un patrocinante din-
gidas a mantener o interponer recursos, aun cuando posteriormente el patrocinado
ratifique lo actuado'WZ. La tiene el mandatario habilitado por el presidente del Banco
Central, pues obra dentro de sus facultades propias como representante de la entidad
bancariaIw3.
Resulta insuficiente el poder especial que contiene una referencia genérica
en relación al delito por el cual se acciona y carece de una mínima descripción al
supuesto de hecho, al lugar o al tiempo en que habna ocurrido'o94.De adverso se
admite un acta notarial que complementa un poder especial, aunque la interven-
ción del representante ocurrió en una audiencia donde se protocolizaron dichos del
querellado, en tanto tal instrumento contiene la voluntad del apoderamientolog5.Son
insuficientes las copias simples de un poder general judicial'096.
Se ha aceptado una carta de apoderamiento firmada en el extranjero Gor el re-
presentante de la sociedad querellante, otorgada ante notario público, por revestir
una presunción de legitimidad suficiente para justificar la representación en el proce-

. CCC, sala IV, LL del 311711998, f. 97.578.


'Oa9 Ver D'ALBORA,Curso..., t. 11, p. 52.
'O" CNCP, sala 111, 201212001, c. 2705; id., sala IV, ED del 3011212003, f. 52.472; CCC, sala
VI. LL del 231211998. f. 96.657. aunaue aduce falta de leritimación: en contra CCC. sala 1. ED 170-
5 ~ 8 i., 17.620, ver OR<,EIKA.~>r.hl<~t;,.t.s , cn cspoiial (.yp \; ..los ;ip<ideradrisdel qiiercll3nte". J.4
l99h-11-965: ('(.'C. bala \'. 1.1. del 29 3 2001. i. 1UI78b: CNCP. sala 1. 8 3 2005, "Bsnac". SJP. 1.1. del
311812005, p. 26, &n nota'de DARAY- ROMERO V I L L A ~ E"EI VA , judicial en el pr~ces~penal".
geitor
'"'CNCP, sala IV, ED del 3011212003, f. 52.472; CS, 81412008, "Fuks", citado por GARAY -
MANRIQUEZ, en "Actualidad en lajwispmdencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 2-2008",
RDP, AbeledoPenot, 912008, p. 1618.
CCC, sala V, DJ 2001-2-1001, f. 17.024.
'~9' Id., id., LLdel291511998, f. 97.224.

'O" Se trataba de u11 caso por injurias y calumnias en que la exigencia es mis estricta por ser
perseguibles solo mediante acción privada; CCCFed., sala 1, LL del 411212000, f. 43.250-S.
'OUs CNCP, sala 11, JA 2000-11.640, con disidencia del doctor Mitchell.

'Og6 CNCP, sala IV, LLdel911112001, f. 102.881.


EL QUERELLANTEPARTICULAR

so10g7.La apostilla ---Convención de La Haya, ley 23.458- confiere autenticidad al


poder otorgado; no corresponde exigir que en un acto notarial celebrado en el extran-
jero se demuestren otros títulos que los que la ley doméstica del lugar de celebración
estime suficientes para lograr su finIogs.
El mandatario -con poder otorgado para actuar en juicio- tiene obligación
de continuar desempeñándose como tal, a pesar de conocer el fallecimiento del man- -
dante, hasta tanto los herederos estén en condiciones de proveer a su defensa, siem-
pre que su actuación comprenda asuntos ya iniciados y que pueda derivarse peligro
por la demora que afecte los intereses confiados'ogg.
Cuando los apoderados son varios, basta la notificación a uno11oo.
d) Respecto del inciso quinto, es criterio de la Corte Suprema que la autentici-
dad de las firmas en escritosjudiciales resulta ineludible; de acreditarse lo contrario,
los actos procesales así documentados carecen de toda eficacia jurídica y son insus-
ceptibles de convalidación p~sterior"~'.
Pessoa encara el deber de notificación del tribunal para comunicar su constitu-
ción y censura al Código por no preverlo; se desconocería la defensa en juicio, pues
no debe perderse de vista que la querella es un acto acusador. En el momento corres-
pondiente al art. 298 tendría que cumplirse con la transmisión de la querella"". Si
bien son observaciones de legeferenda -como tales no exigibles-, no es fácil de
refutar la referente a la transmisión, al cumplirse las formalidades previas estableci-
das en el art. 298, del acto imputativo contenido en la querella.
Oportunidad
84. La constitución en parte querellante se regirá por lo dispuesto en el art.
90. El pedido será resuelto por decreto fundado o auto en el término de tres (3)
días. La resolución será apelable.
Fija el momento preclusivo para la instancia de constitución que, al igual que en
el caso del actor civil, resulta el de la clausura de la instrucción (art. 353).
La apelación es admisible cuando se desestima su pedido; ver comentario al
art. 435 en cuanto se permite al pretenso querellante el acceso a la vía ca~atoria"~~.
Puede configurar un supuesto de gravedad institucional, habilitante del recurso ex-
traordinko federal, el desconocimiento de la función querellante'i04.

'O" CCC, sala VI, LL del 311511999, f. 98.793. En igual sentido, CCCFed, sala 11, 1411212006,
"Dechert", JA del 11/4/2207, p. 77; CNCP, sala 11, RDP, AbeledoPerrot, 1112010,p. 1936.
'OPS CCC, sala 1, RDP, AbeledoPerrot, 812010, p. 1476.

'09VNCP,sala 11, LL del 311511999, f. 98.785, o ED 180-1054, f. 10; aunque el fallo no lo men-
ciona, lo resuelto tiene apoyo en el art. 53, inc. 5", CPCC.
"Oo CCC, sala V, JA 2000-11-664.

Fallos 307:859.
"Algunas cuestiones en tomo a la figura del querellante particular en el Código Procesal
Penal de 1aNación. Breves observaciones en tomo al actor civil", JA 1997-IV-682.
"O3 CNCP, 231612006, Plenario, "Zichy Thyssen", RDP, LexisNexis, 1112006, p. 2107, con nota
de D'ALBORA,Nicolás F., "Plenario Zichy Thyssen. El pretenso querellante y la vía casatoria (diez
años en sala de espera)", p. 2122. Ver el comentario crítico de DUTTO, "Breves comentariosal Plenario
Zichy Thyssen acerca de las facultades recursivas del pretenso querellante", CDJP, Casación, 617, p.
353.
""'CS, JA 1994-1V-623
EL QUERELLANTE PARTICULAR m.85
Si se la aceptó por error incumbe procurar su apartamiento por vía de la ex-
cepción de falta de acción (art. 339, inc. 20)"05. La postura contraria soslaya que la 1
l
excepción tiene un carril impugnativo específico en el art. 445, mientras que la ape-
lación sólo ampara al pretenso acusadogque no fue admitido como tal; en cambio, es
correcta la decisión de la CCC, sala VII, que desconoce facultades para impulsar el
proceso a un querellante en cierne que no recurrió la resolución que denegara su le-
i
gitimación No corresponde, de oficio, el apartamiento del querellante'lo7. 1
Si el querellante adujo la nulidad del requerimiento de elevación a juicio, devie-
ne inadmisible la apelación del sobreseimiento del imputadouos.
Unidad de representación. Responsabilidad. Desistimiento 1
1
85. Serán aplicables los arts. 416, 419 y 420. No procederá la unidad de
representación entre particulares y asociaciones o fundaciones, salvo solicitud
de los qnerellantes"09.
Remite a la participación del querellante exclusivo o acusador privado.
a) La anterior redacción del art. 85 establecía, por remisión al art. 416, que
cuando los querellantes fueren varios, y hubiere identidad de intereses entre ellos,
deberán actuar bajo una sola representación, la que se ordenará de oficio si ellos no
se pusieren de acuerdo. Es decir que salvo la existencia de intereses contrapuestos,
constituía una obligación de los querellantes unificar la representación, transformán-
dose en un deber del tribunal ordenarla cuando no se pusieren de acuerdo. De esta
manera, la voluntad de los querellantes quedaba relegada a fin de que el imputado
no se viera compelido a soportar innecesariamente la actuación de múltiples acusa-
dores.
Pero el nuevo art. 85 cambió radicalmente la situación, al agregar la siguiente
excepción: no procederá la unidad de representación entre particulares y asociacio-
nes o findaciones, salvo solicitud de los querellantes.
.
La principal crítica que vemos a esta incorporación es que la decisión del le-
gislador de ampliar la base de legitimación para querellar (art. 82 bis) debió tener,
como contrapartida, un efecto diametralmente opuesto al brindado en materia de
unificación de representación. Si se decide legalmente legitimar a más querellantes
-asociaciones intermedias- en el proceso penal, no puede soslayarse el análisis
de sus consecuencias desde la óptica del imputado: va a tener que soportar una
acusación más a las ya existentes -fiscal y particular querellante"'". Para mo-
rigerar este agravamiento de la desigualdad de posiciones con el imputado, debió
mantenerse -o incluso aumentarse- la estrictez existente en materia de unificación

"O5 En contra CCC, sala VII, 181211997, "Koujonajis, Gonzalo shomicidio culposo", pues cree
que este precepto junto con el ari. 432 conducen a desalojar al querellante por vía recursiva, cuando
su legitimación se estimó deficiente y se ponderó con exceso; en el mismo sentido, CNPE, sala A,
211011996, "Niño", citado por GONZÁLEZGARRIDO, "Delitos vinculados a las AFJP", JA del 5/3/2003,
p. 40.
"'M JA 2000-111-732.

"" CCCFed., sala 1, "Castejón", del 2511012005, RDP, LexisNexis, 312006, p. 557.
"08 CCC, sala V, LL del 111112001, f. 102.830.

"" Texto según ley 26.550 (BO del 2711112009).


" ' O Y, para desigualar aún más las posiciones, la posible actuación del Estado como querellante.
-
Art. 85 EL QUERELLANTE PARTICULAR 183

de representación y no, como se hizo, relajarla y dejar sujeta la decisión a la simple


voluntad de los particulares y las asociaciones.
Pastor lo explica con total claridad: "La unificación de personeria entre sujetos
procesales con una misma posición en el litigio, que en el derecho procesal civil es
una cuestión de orden, economía y realismo, en el proceso penal se transforma en
una garantía de los derechos fundamentales del acusado""". -
Esta expresa excepción parece confundir erróneamente legitimación con repre-
sentación. La unificación de esta última no importa la pérdida de la primera.
Otra critica que merece esta nueva situación es quc, sin fundamento alguno,
deja en mejor posición a las asociaciones que a los particulares. Estos últimos, dam-
nificados directos por el delito, mantienen el deber de unificar representación entre
ellos, dejándose afuera a las asociaciones. Conviene aclarar que las asociaciones
deben unificar personeria entre si (la excepción incorporada por el legislador es
solamente entre particulares y asociaciones).
Las cuestiones aquí tratadas debieran incluso llevar a extremar los recaudos
a la hora de analizar la alegación de intereses contrapuestos entre los querellantes
como herramienta para eludir la unificación. Una buena pauta es la que señala que
la identidad de intereses "....dehe entenderse como la coincidencia de los querellan-
tes en la finalidad persecutoria de un imputado concreto y en relación a un hecho
espe~ífico"'"~.Aunque cabria agregar que la excepción al deber de unificación sólo
debiera producirse cuando la hipótesis acusatoria de uno de los querellantes contra-
diga parcial o totalmente la del otro (por ej., que un querellante niegue la participa-
ción en el hecho de uno de los imputados y que otro la afirme). Pero otras desavenen-
cias, como ser la mera discrepancia en tomo a la calificación legal, no eximen a los
querellantes del deber de unificación, pudiendo encontrar la solución del conflicto
por medio de la utilización de acusaciones altemativas.
Pero si las múltiples presentaciones efectuadas por las querellas demuestran que
existen diversos y variados intereses entre ellos, no corresponde su ~nificación"'~.
La hipótesis no se refiere a la presencia de varios representantes del mismo acusador
particular, sino a la de más de un querellante en la misma posición de parte, caso en
el que procede unificar la personería, según ocurre en el proceso civil (art. 54, CPN).
En cambio, si son varios los apoderados de una misma parte. es improcede~te"'~.
b) A través del art. 419 se establece su sometimiento "...a la jurisdicción del
tribunal en todo lo referente al juicio por él promovido y a sus consecuencias lega-
les". Tal precepto parece superfluo, pues conforme a la Constitución Nacional, no
se reconocen fueros personales (art. 16, id.). Según Oderigo, quien cita a Aguilera

"" "Una ponencia garantista acerca de la acusación particular en los delitos de acción públi-
ca", XXV Congreso Nacional de Derecho Procesal, celebrado entre los días 11 y 13 de noviembre
de 2009, Ciudad Autónoma de Buenos Aires ,p. 964. Debe señalarse que la posición de Pastor alude
directamente a la necesidad de que el imputado se enfrente a una única acusación y, en consecuencia,
a la imposibilidad de que actúen en forma conjunta fiscal y querellante. En sentido similar se expresa
PANDOLFI, "El derecho del imputado a un acusador penal único (o a un solo discurso acusatorio del
que defenderse)", Opúsculos de Derecho ProcesalPenal, nro. 2, Ediciones del Copista, Córdoba, 2010.
CCC, Sala VII, c. 36.859 "Badino, Gustavo y obos", ria. el 12NU2009.
"" CCCFed., sala 11, SJP, LLdel301412004, f. 107.350.
"" CS, Fallos 297%; LL 1977-C-120; CCC, sala I, JA 1999-111-594;el doctor Donna se inclina
Por la inconstitucionalidad del art. 416.
184 EL QUERELLANTE PARTICULAR Art. 86

de Pazn1*,la disposición, que sigue la letra del art. 172 del Código derogado, se
explicaba en la fuente española, pues al reconocerse allí la existencia de fueros,
el querellante no podía, luego de la promoción, negarle competencia al tribunal y
ampararse en el privilegio de su propia~condiciónpara neutralizar eventuales res-
ponsabilidades "16.
c) La mención del art. 420 regula la posibilidad de que en cualquier estado del
proceso desista de la acción, sin perjuicio de quedar sometido a las responsabilidades
emergentes por sus actos anteriores. Su condición de sujeto eventual -a diferencia
del querellante exclusivo o acusador privado cuya actuación deviene imprescindi-
ble- indica que el desistimiento sólo implica apartarse del proceso; jamás su con-
clusión. En vez, si actuó como querellante exclusivo -delitos de acción privada-
su abandono trunca el proceso y obtura cualquier persecución ulterior"". Sobre este
tópico se ha operado un importante cambio jurisprudencial. Ver arts. 343, acápite 4,
y 422.
Si se constituyó como actor civil (art. 82, párrafo final), su cese en tal carácter
(art. 94) comprende también el atinente al ejercicio de la querella. En virtud del art.
1097, CC., si se desiste de 1á acción civil, se tiene por renunciada la acción penal. Se
considera convenio sobre el pago del daño, obturador de la función querellante, al
instrumento donde se acuerdan pagos parciales por cheques rechazados y la forma
en que se cancelará el saldo d e ~ d o r " ' ~ .
El arbitrio para separarlo del proceso resulta la excepción de falta de acción
prevista por el art. 339, inc. 2".
Deber de atestiguar
86. La intervención de una persona como querellante no la exime de la
obligación de declarar como testigo en el proceso.
El testimonio es una carga pública y, salvo los casos de excepción, debe acu-
dirse al llamamiento judicial (art. 240). Si no comparece se hace pasible de la com-
pulsión prevista -para todos los testigos en sentido propio sin alcanzar a los instru-
mentales (arts. 138 y 1 4 0 h por el art. 247.
También puede disponerse su arresto basta por dos días si se niega a declarar,
al término de los cuales se iniciará en su contra causa criminal (art. 247), pues habría
incurrido en el delito de incumplimiento de los deberes procesales (art. 243, CP).
Si la declaración resulta mendaz, puede enjuiciársele por falso testimonio
(arts. 275, CP y 252)"19.
Su condición de testigo no lo eximirá, llegado el caso, de que se le someta a
careo (art. 276).
Como este precepto no fija límite alguno, parece posible convocarlo como
testigo también para el debate (arts. 355 y 384). Si declaró durante la instrucción,
puede introducirse su declaración durante el juicio, aunque de modo excepcional
(art. 391).

LL75-476, o JA 1954-IV-24, f. 16.554.


"16 D'ALBORA, CUYSO ..., t. 1, ps. 74 y 75.
"" ED 143-112, f. 43.550.
"la CNPE, sala A, ED 161-443, f.46.279. En contra, CNCP, sala 1, RDP, 112010, p. 69.
"19 En el mismo sentido, CCC, sala 1, DJ del 311312004, f. 21.060.
EL ACTOR CIVIL

Es posible disponerse que forme cuerpo de escritura si se trata de examinar o


cotejar algún documento, aunque su confección resulta facultativa (art. 265, último
párrafo).
Ver art. 430.

EL ACTOR CIVIL

a) Concepto
Mientras la acción civil se sustenta en la necesidad de resguardar el interés pri-
vado o particular que ha sido lesionado, la penal procura con la pena la readaptación
del delincuente y la digna subsistencia de la sociedad"20.Por tratarse de dos pode-
res jurídicos distintos, desde el punto de vista sustancial, la asignación del tribunal
competente corresponde al derecho proce~al"~'. Aquel interés privado privilegia la
tendencia actual a considerar que el objetivo perseguido es resarcir a quien ha resul-
tado víctima de un daño injusto; para ello se ponderan no sólo factores subjetivos
-a semejanza del derecho penal-, sino otros objetivos fundamentados en razones
de tipo social y e c o ~ ó m i c o ~ ' ~ ~ .
b) Función
El art. 91 confiere al actor civil una función similar a la intervención adhesiva
simple (art. 90, inc. lo,CPN), pues tiene un derecho coincidente con el alegado por
los acusadores; participa en el proceso para coadyuvar al éxito de la pretensión. Se
distingue, pues tiene legitimaciónprocesal para litigar frente al imputado; colabora
en la gestión procesal de los requirentes, ya que la sentencia puede revertirse en su
contra confonne a lo establecido por los arts. 1102 y 1103, CC."2'. De ahí que se
acerque bastante a la intervención adhesiva litisconsorcial (art. 90, inc. 2", CPN):
bace valer un derecho propio frente a las partes; pero allí cesa la similitud1124. Más
allá del encuadramiento del instituto en alguno tradicional de la teoría del proceso
civil, las relaciones entre las sentencias penal y civil sobre el mismo hecho (arts.
1102 y 1103, CC.) determinan la necesidad de hacer posible su intervención como
una exigencia de la garantía constitucional del debido Vélez Maricon-
de se bace cargo de las distintas teorías para filiar al actor civil en el proceso penal
y concluye que su presencia se justifica por la conexidad objetiva entre la preten-
sión penal y la civil, al originarse ambas en el mismo hecho "='. Por su parte, Clariá

"" LLAMB~AS, Cddigo..., t. 11, ps. 389 y 391.


"2' C. Fed. Rosario, DJ 2000-1-334 y 335, f. 18611.
" 2 2 LOVECE,"Las relaciones del derecho civil y penal", LL del 161711996, p. 1.

"'j Conf. PALACIO, Depecho ..., t. 111, ps. 2371238.

"" PALACIO, Derecho..., p. 243.


"2' CREUS, La acción ..., ps. 25127.

"'VREUS, Laacción ..., ps. 1251129.


186 EL,ACTOR CIVIL Art. 87

Olmedo estima que la ventaja de la unificación procesal por ser único el hecho pro-
ductor de las consecuencias civiles y penales basta para admitir su interven~ión'l~~.
Si asume la función querellante, promueve en forma mediata la pretensión pro-
cesal penal en los términos expuestosU3?.
Está en lo cierto Darritchon cuando advierte que el Código ha mantenido nor-
mas que son propias de regímenes en que la pretensión se concreta al emitir conclu-
~ i o n e s ' 'también
~ ~ ; que la demanda debe realizarse cuando el requerimiento fiscal de
elevación a juicio quedó firme"'0, pues el art. 351, al exigir determinadas indicacio-
nes, descuenta una efectiva demanda y su contestación'"'.
No es necesario supeditar el ejercicio de la acción civil en el proceso penal al
trámite de la mediación conforme la ley 24.573"".
El pago de la tasa de justicia debe efectivizarse por el actor civil al inicio de
las actuaciones; corresponde intimarlo - e n los delitos de acción pública- en sede
instructoria"".
Constitución de parte
87. Para ejercer la acción civil emergente del delito en el proceso penal, su
titular deber4 constituirse en actor civil.
Las personas que no tengan capacidad para estar en juicio, no podrán ac-
tuar si no son representadas, autorizadas o asistidas en las formas prescriptas
para el ejercicio de las acciones civiles.

a) El párrafo primero se refiere a la legitimación que incumbe al ofendido. A


falta de capacidadprocesal (ver arl. 82), en vez de aquél debe actuar su represen-
tante legal.
h) Autorizados para ejercer la acción civil -esto es, con capacidad procesal-
se hallan los menores adultos quienes, en principio, están sometidos a la represen-
tación necesaria de sus padres o tutores (arts. 57, inc. 2', 274 y 411, CC.). El art.
282, id., faculta a los menores a comparecer en juicio como actores si los padres los
autorizan, lo que puede obviarse, en caso de negativa, por el juez (art. 282, id.).
Sin autorización de los padres pueden también intervenir en procesos en los
cuales se dilucidan cuestiones para las que haya mediado autorización, como el ejer-
cicio del comercio (arts. 10 y 11, CCom.). Si el menor ha cumplido dieciocho años
puede celebrar contrato de trabajo en actividad honesta y estar en juicio civil o pe-'
nal por pretensiones vinculadas con aquél (art. 128, CC.). Lo propio ocurre cuando
cuentan con autorización de los padres para ejercer oficio, profesión o industria sepa-

n ~ ' Tratado..., t. 11, ps. 448149.


"" Ver am. 14 a 17. También BLANCO, "La pretensión civil en el nuevo proceso penal (ley
23.984)", ED 150-933, y MACHADO - RAVAGNANI NAVARRETE, "El actor civil en el proceso penal",
ED 152-954.
"" Como es..., t. IV, p. 20.
"'O Op. cit., p. 44.
"I' Op. cit., p. 45.
"" CNCP, sala IV, JA 2000-11-661; CCC, sala VII, LL del 311811998, f. 97.737, con nota de
PALACIO,"La mediación sobre la pretensión resarcitoria acumulada a la pretensión penal", CCC, sala
V, RDP, LexisNexis, nro. 3, p. 678.
"j3 CNCP, sala 11, DJ 2000-3-657, f. 16.142.
Art. 88 EL ACTOR CIVIL

rada (art. 275, id.), cuando el hecho afecte sus disposiciones de última voluntad (art.
286, id.) y cuando el delito se relacione con el reconocimiento de sus hijos (art. 286,
id.). En la misma situación se encuentran los inenores emancipados por matrimonio
o habilitación de edad (art. 133, id).
Los incapaces deben ser representados promiscuamente por el Ministerio de
Menores fart. 59. CC.). -
Los coiidenados a rczlusi6n o prisióii por nilis de tres años. en iniito dure la pri-
\.ación de libenad, iieneii incapacidad de hecho absoluili y deben ser representados
por el curador (art. 12, CP).
Las personas jurídicas deben ser representadas por quienes se encuentren seña-
lados en sus estatutos (arts. 33,34 y 35, CC.).
El único supuesto de asistencia es el previsto para la inhabilitación judicial
regulada por el art. 152 bis, CC.
Entendemos que la legitimación del asegurador no puede ser excluida, pues así
resulta de los arts. 46, párrafo cuarto, 117 y 118, párrafos segundo y cuarto de la ley
17.4181'34.En este caso, la Ley de Seguros -ley sustancial y de mayor jerarquía
normativa que las procesales (art. 3 1, CN)- prevalece sobre cualquier disposición
en contrario que contengan los códigos procesa le^"^^. Así lo establecen, entre otros,
los códigos de Córdoba y Tucumán (arts. 115 a 117, id.).
El asegurador, en la medida de lo asegurado (art. 80, ley 17.418), puede accio-
nar en el proceso penal, ya que los derechos que correspondan al asegurado contra un
tercero, en razón del siniestro, se le transfieren hasta el monto de la indemnización
abonada.
Se ha desestimado la vía casatoria, deducida por el actor civil contra una reso-
lución que deniega la citación en garantía de la compañia aseguradora, por no estar
contemplada en supuestos semejantes a los previstos por el art. 457'IJG;también se ha
resuelto que, aun cuando el asegurador intervenga en el proceso, no debe incluírsele
en la condena ni puede ser obligado a pagarli3'.
Demandados
88. La constitución de actor civil procederá aun cuando no estuviere indi-
viduaiiiado el imputado.
Si en el proceso huhicre varios imputados y civilmente demandados, la
acción podrá ser dirigida contra uno o más de ellos.
Pero si lo fuera contra los segundos deberá obligatoriamente ser dirigida,
además contra los primeros.
Cuando el actor no mencionare a ningún imputado, se entenderá que se
dirige contra todos.
El supuesto del párrafo tercero tiene todo el aspecto exterior de un litisconsor-
cio necesario (art. 89, párr. l o CPN). Aunque, en esencia, no lo es porque la relación
jurídica a decidir en la sentencia no es única -perfil insoslayable en aquél-, ya
que puede resultar la responsabilidad civil del imputado y no la del civilmente de-

"" Ver CREuS, La acción ..., ps. 11 11112.


"j' CS, Fallos 295:606.
""'C Entre Ríos, sala 1, JA 1990-111-133, nro. 3.
"',' SC Entre Ríos, sala 1, JA 1993-1-107; la minoría -a cuyo criterio adherimos- discrepa; en
contra, Abalos y la jurispnidencia que cita (Código..., ps. 2741283).
188 EL ACTOR CIVIL Art. 90

mandado; pero éste puede tener la facultad de iniciar una acción de regreso contra
aquél. De modo que, al no presentarse como inescindible un único pronunciamiento
judicial, sólo tiene la apariencia de unlitisconsorcio iiecesaio, sin serlo. El texto
del art. 1122, CC., establece un principio contrario, pues autoriza la acción contra el
civilmente responsable sin estar obligado a llevar a juicio a los autores del hecho"38;
dicho precepto debiera prevalecer sobre las disposiciones de carácter procesal, pues
se trata de facultades ejercidas por el Congreso con el fin de asegurar la efectividad
del ejercicio de derechos consagrados por la legislación de fondo"39.
La disimilitud estriba en que el demandado vencido puede intentar una preten-
sión de regreso contra aquel cuya conducta generó su responsabilidad, como es la de
quien pagó por el daño causado por su dependiente o doméstico (art. 1123, CC.)"40.
Si el actor civil no cubre la carga de demandar juntamente al imputado y al ci-
vilmente responsable, el juez no podrá dar curso a su presentación. Adviértase que si
dispusiera de oficio la integración de la litis, como en los supuestos de litisconsorcio
necesario (art. 89, pán: 2", CPN), incurriría en un doble desacierto. Por un lado, pese
a su apariencia, no se trata de dicho instituto; por otro, hallándose involucrados de-
rechos disponibles, carácter incuestionable de la acción civil, no puede dejar de lado
los principios que regulan la iniciativa de parte para su promoción.
Forma del acto
89. La constitución de parte civil podrá hacerse personalmente o por man-
datario, mediante un escrito que contenga, bajo pena de inadmisibilidad, las
condiciones personales y el domicilio legal del accionante, a qué proceso se re-
fiere y los motivos en que se funda la acción.
Aunque la demanda se concrete luego (art. 93, párr. lo), el actor civil debe ex-
presar el sustento de su pretensión, pues no cualquier acción civil puede ejercitarse
en sede penal (ver comentario al art. 14).
La actividad aquí prevista es sólo un pedido de participación en el proceso en
el cual deben enunciarse los daños que se pretenden sufridos, a fin de garantizar el
derecho de defensa del imputado y del civilmente responsable; por ello, si al formu-
larse la demanda no se reclaman los rubros invocados en la instancia de constitución,
dicha omisión opera como un verdadero desistimiento t á ~ i t o " ~ ' .
90. La constitución de parte civil podrá tener lugar en cualquier estado del
hasta la clausura de la instrucción.
Pasada dicha oportunidad, la constitución será rechazada sin más trámite,
sin perjuicio de accionar en la sede correspondiente.
Se señala el término para la instancia tempestiva. El momento preclusivo resul-
ta ser el fijado por el art. 353 "".
Producida esa situación, siempre queda a salvo el ejercicio de la acción resarci-
toria en el fuero civil (art. 1096, CC.).

"" LLAMB~AS, CÚdigo..., t. 11-B, pS. 526/528.


CS, Fallos 136:154; 138:157.
"'O LLAMB~AS, Código...,t. 11-B, ps. 5281530.
"'" ST Córdoba, sala Penal, LLC 1985-605.
JF nro. 1 San Martin, LL del 81811994, f. 92.397.
EL ACTOR CIVIL e

Dice Ábalos que si el civilmente demandado no comparece, se deberá vo


notificarlo cuando el actor civil concrete la demanda para su contestación y ev
mente reconvenga u oponga excepcione~"~~. Implica trasladar el momento
malización de la demanda a aquél previo al de elevación a juicio. Empero, la unica
oportunidad lógica para que el actor civil se expida se inicia al quedar consolidado
el requerimiento fiscal (art. 348)"44.
Ver arts. 16 y 17.
Facultades
91. El actor civil tendrá en el proceso la intervención necesaria para acre-
ditar la existencia del hecho delictnoso y los daños y perjuicios que le haya
causado, y reclamar las medidas cantelares y restituciones, reparaciones e in-
demnizaciones correspondientes.
Puede el actor civil proponer medidas probatorias durante la instrucción (art.
199). Si el proceso pasa a juicio, debe ser citado como las otras partes (art. 354); en
la apertura del debate, el presidente verificará su presencia (art. 374). Durante la ci-
tación a juicio puede ofrecer prnebas y una vez recibidas es el primero en intervenir
en la discusión final, debiendo ceñir su exposición en los términos de este articulo;
en ese momento, en vez de actuar por vía de la oralidad, puede entregar un memorial
que se leerá en el supuesto de su ausencia (art. 393).
Está habil~tadopara deducir recurso de casación, aunque limitado por el monto
(art. 462); la vía impugnativa sólo puede utilizarla en lo concerniente a la acción
civil, sin que pueda atacar el sobreseimiento ni la sentencia absolutoria (art. 95).
Está facultado para pedir embargo (art. 519) y, desde luego,
sentencia en cuanto a la condena civil (art. 516).
Notificación
92. La constitución del actor civil deberá ser notificada al imputado y al
civilmente demandado y producirá efectos a partir de la última notificación. En
el caso del art. 88, primera parte, la notificación se hará en cuanto se individua-
Iice a1 imputado.
Al estar regulada su actividad por el principio dispositivo, cabe entender que la
notificación al civilmente demandado procederá si se hubiera encaminado la preten-
sión en su contra.
El plazo para que produzca efectos es común, pues comienza a computarse
desde la última notificación.
Al no estar prevista la oposición para el ingreso del actor civil, no tiene mucho
sentido establecer el momento a partir del cual surgen efectos, como no sean los
atingentes a su condición de parte (arts. 87 y 199).
No es la demanda civil lo que debe notificarse, sino la simple presentación de
quien pretende ser tenido como parte en dicho ámbito, dentro del proceso

"" Código..., p. 283.


" " T C C , sala V, JA2001-11-659, o LL del 41612001, f. 102.091
"" ÁBALOS,Código..., p. 258.
190 EL ACTOR CIVIL Art. 93

El ejercicio de la acción civil en sede penal no requiere la mediación prejudicial


~bligatoria"~~.
Demanda
93. El actor civil deberá concretar su demanda dentro de tres (3) días de
notificado de la resolución prevista en el art. 346.
La demanda se formulará por escrito y con las formalidades exigidas en el
Código Procesal en lo Civil y Comercial de la Nación y será notificada de inme-
diato al civilmente demandado.
Debe concretarse la pretensión civil hasta correr vista a los demandantes, que
precede a la clausura de la instrucción (art. 346). Corresponde notificarse expresa-
mente al actor civil; el requisito no se cumple a través de la vista al querellante para
que formule requerimiento de elevación a i ~ i c i o "El
~ ~plazo
. involucra solamente los
días hábiles, salvo el caso de habilitación (art. 116). Empero, corresponde conside-
rar que la única oportunidad lógica para que el actor civil deba expedirse y efectuar
la demanda no puede establecerse antes de que el requerimiento fiscal ha quedado
consolidad^"^^; ello sucede luego del trámite previsto por los arts. 348 y SS.: cuan-
do la realización del debate es un hecho procesalmente estable cid^"^^. A veces se ha
admitido que cabe exigir la concreción de la demanda no al contestar la vista del art.
347, sino luego de transcurrido los tres días de notificado de la vista para efectuar el
requerimientous0.Compartimos la anterior tesitura, pues de lo contrario se cae en el
absurdo de que pueda arribarse al sobreseimiento sin que entonces resulte posible pro-
nunciarse sobre la cuestión civil (art. 16) y la demanda, en sede penal, devenga estéril.
El segundo párrafo exige adecuar el reclamo a los requisitos del art. 330, Có-
digo Procesal Civil y Comercial de la Nación. Si no puede darse por cumplida dicha
exigencia -petición en términos claros y positivos-, cabe aceptar el rechazo de la
demanda por aplicación de lo dispuesto en el art. 337, CPCC, pues medió defecto
legal al pr~ponerla"~~.
Cuando la demanda se enderezó hacia el tercero civilmente demandado, diji-
mos que tal circunstancia tiene todo el aspecto externo del litisconsorcio necesario
(art. 88, pán: 3").
En dicho supuesto, la notificación única no resulta eficaz, pues debe cumplirse
con el imputado y también con el demandado civilmente (ver art. 142).
-Conforme al art. 351, párrafo segundo, la elevación a juicio debe individualizar
tanto al actor civil como al civilmente demandado.
La demanda civil, en opinión de Darritchon, no puede extenderse a los hechos
nuevos a que se refiere el art. 365, CPN1IS2.

"*WNCP, sala IV, JA2000-11-661, p. 69; CCC, sala VII, LL del 31181l998, f. 97.737, con nota
de PALACIO,"La mediación sobre la pretensión resarcitoria acumulada a la pretensión penal".
CCC, salaV, 201412007, "Cardinale", SJP, LL del 301812007, p. 70.
En similar sentido, CF Cap., sala 11, RDP, 412010, p. 682.
CCC, sala IV, ED 183-709,f. 266-SJ.
"SU CCC, salaVI1, DI 2000-3-970, f. 16.272; id., salaV, JA 2001-11-659.

CCC, sala IV, ED 183-709, f. 266-SJ.


"" Cómo es...,vol. 4, p. 47.
m.95 EL ACTOR CIVIL

Desistimiento
94. El actor podrá desistir de la acción en cualquier estado del proceso,
quedando obligado por las costas que su intervención hubiere causado.
El desistimiento importa renuncia de la acción civil. Se lo tendrá por desis-
tido cuando no concrete la demanda en la oportunidad fijada en el art. 93 o no -
comparezca al debate o se aleje de la audiencia sin haber formulado conclusiones.
Al importar el desistimiento la renuncia de la acción civil, si el actor civil se
ha constituido a su vez como querellante (art. 82, párr. 4"), corresponde apartarlo de
tal función, pues dicha renuncia opera como causal extintiva de su legitimación para
actuar como tal (art. 1097, CC.).
En la última oración se prevén tres supuestos de desistimiento tácito, implicito
y presumido por la ley, en dicho orden. El art. 874, CC., a nuestro ver, no resulta in-
compatible con éste, aunque establezca que la intención de renunciar no se presume
y que la interpretación de los actos para inducir!a debe ser restrictiva, según lo expo-
ne Vélez Mariconde en su voto transcnpto por A b a l ~ s " Pero
~ ~ . este autor considera a
la falta de presentación intempestiva de la demanda como un supuesto de caducidad
que deja incólume tanto al derecho sustantivo como a la acción procesal"s4;Falcón
también parece entender que sólo se trata de caducidad de la preten~ión"~~.
La CNCP, sala 111, considera que el instituto de la caducidad sólo puede regirse
por las nomas que al respecto contiene el CPP, el cual no se remite a la ley procesal
civil, sino que prevé supuestos específicos de desistimiento y caducidad -arts. 94,
100 y 103-"56.

Carencias de recursos
95. El actor civil carece de recursos contra el auto de sobreseimiento y la
sentencia absolutoria, sin perjuicio de las acciones que pudieren corresponderle
en sede civil.
Si la intervención del ofendido se limita al ejercicio de la acción civil, le está
vedado impugnar con la amplitud con que puede hacerlo el querellante (ver art. 82).
Empero, la cuestión tiene peculiares matices, pues deberá verificarse si ambas abso-
luciones -la civil y la penal- reposan en idénticos inotivo~"~~.
No puede atacar por casación el rechazo a su pedido de intewenir como actor
civil, ni desde el punto de vista objetivo ni subjetivo"58.

"5' Cddigo..., p. 261.


" 5 W p .cit., p. 265.
Gráfrcu.., t. 11, ps. 56157.
"36 SJP. LL del 271212004. f. 106.957: en el mismo sentido. CCCFed.. sala 11. SJP,. LL del
311512004, f. 107.517, con nota adversa de PÁLACIO,"A propósito de la caducidad de instancia de la
vretensión resarcitoria en el nroceso nenal". auien entiende irrelevante aue el Códiro - Procesal Penal no
contznga un3 disposia6n que reniita i>i rorr<!ii a 13.)1: procesal civil. por cuanto irenre s Is ausencia de
.
niinnss esoszificnr r.n aiiii6l.. zs menester recurrir s la svlicaciiin de 135 contr.nitlds cn CI ordensniienro
procesal civil, en cuanto no fueren incompatibles por razón de conexidad con La pretensión penal.
"" CREUS, La acción..., ps. 2231226.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989, p. 306.
192 EL CIVILMENTE DEMANDADO Art. 97

Deber de atestiguar
96. La intervención de una persona como actor civil no la exime del deber
de declarar como testigo en el procdo penal.
La absolución de posiciones del actor civil ofrecida como pnieba por la defensa
carece de adecuación a los principios que gobiernan al proceso penal, pues puede
conducir a una fijación ficticia sobre el hecho y la responsabilidad del imputado'159.
Ver comentario al art. 86.

EL CIVILMENTE DEMANDADO
A diferencia de la responsabilidad penal, que no puede rebasar la persona del
responsable, desde el punto de vista patrimonial en ciertas situaciones debe afron-
tarse el hecho ajeno.
El Código utilizauna denominación más precisa que la de responsable civil - e m -
pleada antiguamente-, pues ésta concierne a quien ha sido declarado tal luego de
la sentencia.
Citación
97. Las personas que según la ley civil respondan por el imputado del daño
que cause el delito podrán ser citadas para que intervengan en el proceso, a
solicitud de quien ejerza la acción resarcitoria quien, en su escrito, expresará
el nombre y el domicilio del demandado y los motivos en que funda su tcción.
El precepto tiende a favorecer la economía y rapidez en la administración de
justicia. Capta las situaciones comprendidas por los arts. 1113 a 1123, CC. e, incluso,
por algunas normas de derecho público, según ocurre con el art. 32, CP1lGO. También
resulta posible la citación, en el carácter analizado, del aseg~rador"~'. Durante la
vigencia del Código anterior la CCC no lo admitiÓ'lG2.
Se trata de un supuesto similar a la citación obligada o coactiva de terceros a
que se refiere el art. 94, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
La afirmación de que el asegurador, en razón de que la fuente de la obligación
provenía del contrato y no de ley, no podía intervenir, tenía entonces sustento con
anterioridad a la sanción de la ley 17.418"63.La Corte Suprema ha expresado que
la solución que desestime el pedido de citar en garantía a la compañia aseguradora
en el proceso penal, donde también se demanda la indemnización del perjuicio
civil, con fundamento en la inaplicabilidad en aquel proceso del régimen de la
Ley de Seguros, desvirtúa el sentido de dicha ley, al privar a la parte del ejercicio

Cám. Pen. Rosario, sala I1,241512001, "J., C.", con cita de JAUCHEN, ''La prueba en el pro-
ceso penal", ps. 59160, JA del 101412002, con nota adversa de CHIAPPINI,"Powers and remedies con-
cerning evidente".
"'O Vélez MARICONDE, La acción..., pS. 86 y 119.
"" Ver CAFFERATA NORES, Temas...,ps. 175 y 198; Crens, La acción... ps. 141 y 142.
"" Sala VI, ED 90-187, nro. 169; sala IV, 151611979, "Solano, M.", c. 23.149.
"" VÉLEZMARICONDE,La acción..., p. 120, especialmente nro. 57.
Art. 100 EL CIVILMENTE DEMANDADO

regular de derechos que hacen a la previsión y seguridad social, expresamente


acordados por las normas con ese objetivo. Añadió que, por ser ley nacional, las
leyes de provincia deben ajustarse a ella (art. 3 1, CN) porque la índole del derecho
regulado exige su consideración genérica, tanto en lo que atañe al fondo cuanto en
lo referente a las formas, sin que se genere agravio al principio de autonomía de
las provincias, sobre todo por la necesidad de crear condiciones uniformes p a r a
el desarrollo de la instit~ción"~~.Aunque la sentencia resultare condenatoria, el
asegurador no podría ser condenado en ella porque la citación no equivale a una
demandauGs.Ver comentario al art. 87.

Oportunidad y forma
98. E1 decreto que ordene la citación que podrá hacerse en la oportunidad
que establece el art. 90, contendrá el nombre y domicilio del accionante y del
citado, y la indicación del proceso y el plazo en que se deba comparecer, el que
nunca será menor de cinco (5) días.
La resolución será notificada al imputado.
Si el imputado es declarado rebelde, circunstancia que no impide el curso de la
instrucción, se suspende el juicio oral (art. 290). En vez, la rebeldía del demandado
civilmente no altera la secuencia regular del proceso y hasta constituye presunción
de verdad de los hechos ilicitos afirmados por el contrario (art. 60, CPN).
Nulidad
99. Será nula esta citación cuando adolezca de omisiones o errores esen-
ciales que perjudiquen la defensa del civilmente demandado, restringiéndole la
audiencia o la prueba.
La nulidad no influirá en la marcha del proceso ni impedirá el ejercicio
ulterior de la acción civil ante la jurisdicción respectiva.
Se trata de una nulidad, comprendida en la regla general del art. 166. No tiene
carácter absoluto, según fluye de lo previsto en los arts. 167 y 168. Por ende, debe
ser aducida en las condiciones del art. 169"66.
Caducidad
100. El desistimiento del actor civil hará caducar la intervención del civil-
mente demandado.
Como este desistimiento involucra la renuncia a la acción civil (art. 94, párr.
29, conforme al ait. 305, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, no se
requiere la conformidad del demandado civilmente; el juez debe dar por terminado

CS, Fallos 295:606, o JA 1977-1-565, f. 26.223.


"" TS Córdoba, JA 1977-1-490, con nota adversa de Stiglitz y Trigo Represas en ps. 4921513;
ver también Cafferata Notes, "La citación en garantía de! asegurador en e! proceso penal", en Temas...,
ps. 1751190; en e! inismo sentido que el tribunal cordobés -la cosa juzgada recaída en el proceso
Penal sólo debe ser tenida por firme en el juicio posterior, consecuencia de aquél-, CJ Salta, LL del
181311999,reseña dc Fallos NO. 41.293-S.
"" Conf. ÁBALOS,Código ..., p. 284.
194 EL CIVILMENTE DEMANDADO Art. 102

el juicio porque la acción resarcitoria resulta disponible. El pronunciamiento tiene


alcance de cosa juzgada material (art. 305, id.).
Cabe acotar que, como el art. 306, id., establece, no se presume -vale decir:
que debe ser expreso-; sin embargo, bar tratarse de una legislación procesal espe-
cífica, resultan de aplicación los supuestos previstos en el párrafo segundo, segunda
oración del art. 94 en cuanto admite el desistimiento tácito.
Contestación de la demanda. Excepciones. Reconvención
101. El civilmente demandado deberá contestar la demanda dentro de los
seis (6) días de notificado de la misma. En el mismo plazo podrá oponer las ex-
cepciones y defensas civiles que estime pertinentes y reconvenir.
La forma se regirá por lo establecido por el Código Procesal en lo Civil y
Comercial de la Nación.
Sobre el pán: lo, ver el comentario al art. 93. En cuanto al plazo, ver art. 346.
La reconvención del demandado civilmente se subordina a que las pretensiones
en ella deducidas derivaren de la misma relación jundica o fueren conexas con las
invocadas en la demandalart. 357, pán: 2', CPN). El sobreseimiento del imputado
produce la falta de legitimación pasiva en la acción civil, y corresponde disponer el
archivo de las act~aciones"~~.
Las excepciones son las previstas y reguladas por el Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación en sus arts. 346 a 354.
Según la CNCP, sala 111, la resolución que dispone tener por no presentado el
escrito de contestación de la demanda no reviste el carácter de sentencia definitiva
a los fines del recurso de casación, aun cuando se invoque la garantía constitucional
de la defensa en juicio o la doctrina establecida en materia de arbitrariedad, ya que
no impide la normal prosecución del pleito, puesto que la parte tendrá oportunidad
de controlar la prueba que se produzca en el expediente, recurrir la sentencia final e
inclusive hacer valer su pretensión en otro juicio"68.
Trámite
102. El trámite de las excepciones y la reconvención se regirá por las res-
pectivas disposiciones del Código Procesal en lo Civil y Comercial de la Nación.
Los plazos serán en todos los casos de tres (3) días.
La resoinción de las excepciones podrá, sin embargo ser diferida por el
tribunal para la sentencia por auto fundado.
El último párrafo de este artículo posterga la decisión según la naturaleza de la
excepción deducida. La más frecuente será la falta de legitimación para obrar en el
actor (art. 347, inc. 3", CPN).
En vez, la contestación de la demanda debe efectuarse antes de la citación a
juicio, luego de la vista del art. 346. Según el art. 94, si la demanda no se presenta,
debe tenerse por desistido al actor y por renunciada a la acción civil.

CF San Martín, sala 1, JA 1996.111-427.


"" LL del 171512001, f. 102.006.
DEFENSORES Y MANDATANOS

103. Aun cuando estuviesen pendientes de resolución las excepciones y de-


fensas, las partes civiles deberln ofrecer su prueba, bajo pena de caducidad, en
el período establecido por el art. 354.
Si la prueba se ofrece después del vencimiento del plazo para la citación a
juicio, se produce la extinción de la facultad de proponerla. Para evitarlo debiera -
reproducirse la solicitud en dicho momento.
Partes civiles son tanto el actor civil como el demandado civilmente; también
el imputado si dicha acción se dirige en contra suya (art. 88). También puede serlo
el asegurador.

CAP~TULO
VI1

DEFENSORES Y MANDATARIOS

a) Generalidades
La circunstancia de que en todo proceso penal se debata sobre intereses públi-
cos (ver introducción al Título 111 de este Libro 1) determina que el Estado se ocupe
de cubrir las tres funciones esenciales para un desenvolvimiento realizador del debi-
do proceso adjetivo.
Lo que varía es la naturaleza de cada una de las tres funciones: la de juzgar,
la de acusar y la de defender. La primera siempre la cumple el Estado, pues en el
proceso penal vigente en la República Argentina no existe posibilidad de delegar la
función jurisdiccional, dado que, en materia de delitos, está vedada la intervención
de árbitros o amigables coniponedores (art. 18, CN, e1 proyecto Maier, en su art.
377, establecía que los delitos de acción privada podían encontrar solución por vía
de amigables componedores). Empero, el Estado no tiene derecho a llevar a cabo
esfuerzos repetidos para condenar a un individuo, sometiéndolo a molestias, gastos
y sufrimiento y obligándolo a vivir en un continuo estado de ansiedad e insegu-
ridad y aumentar también la posibilidad de que, aun siendo inocente, sea hallado
culpable"69; la transcripción corresponde al voto coincidente del doctor Bossert. El
tribunal recuerda la necesidad de que luego de un juicio tramitado en legal forma se
obtenga un pronunciamiento que defina la situación del perseguido frente a la ley y
a la sociedad; por eso, encuentra en la prescripción un arbitrio para poner fin a un
proceso que se había extendido por más de veinte años.
En cuanto a la acusación, el principio es el de la oficialidad en los delitos de
acción pública y el del monopolio por los particulares cuando se trata de acción pri-
vada; corresponde hacer la salvedad de que esa actividad requirente también puede
ser cumplida, en buena medida, a través del ofendido por un delito de acción pública
(ver Capítulo IV de este Título).
A diferencia de lo que sucede en el proceso civil, donde la naturaleza disponible
del derecho de fondo, regulador de las conductas en pugna, hace factible subordinar
la contestación de la demanda a la voluntad del demandado (conf. art. 59, CPN), en
el penal la oposición a lo pretendido por el acusador en su requisitoria, devieiie ac-
tividad imprescindible y debe cumplirse aun en contra del designio del propio inte-

"69 CS, LL del 231212001, f. 101.567


resado. A tal fin, el Estado debe proveer un cuerpo de funcionarios -los defensores
públicos oficiales- a quienes incumbe asumir dicha actividad cuando el perseguido
penalmente no quiera o no pueda -psr carecer de medios económicos- proponer
para esa tarea a un defensor particular'o de confianza (Sección 111de la ley 24.946).
La Corte Suprema tiene dicho que en materia criminal, la garantía consagrada
por el art. 18, CN, exige la observancia de las formas sustanciales del juicio rela-
tivas a la acusación, prueba y sentencia dictada por los jueces naiurale~"'~.Y que
la inobservancia de esas formas sustanciales puede deberse a que no se haya dado
al imputado oportunidad de ser oído, o que se haya privado al defensor designa-
do de toda oportunidad de actuarH7'y también en los casos en que la intervención
conferida sólo lo ha sido f~rmaImente"~~, porque así no se garantiza un verdadero
juicio contradictorio.
Ocurre que la garantía de defensa en juicio --en materia penal- no se reduce
al otorgamiento de facultades para el ejercicio del poder de defensa, sino que se
extiende -según los casos- a la provisión por el Estado de los medios necesarios
para que el juicio al que se refiere el art. 18, CN, se desarrolle en paridad de condi-
ciones respecto de quien tiene la acción pública y quien debe soportar la imputación
mediante la efectiva intervención del defensor"73. Criterio que cuando se trata de
recu,i;os planteados por el propio imputado in/ovmapa~~peris impone obviar rcqui-
sitos hnnalcs referentes a la adniisibilikad; de lo contrario se lesionaría el derc.clio
constitucional a ser oídou7'. A SU vez, no puede privarse a un acusado de defensor
oficial que le asista ante la denegatoria del recurso extraordinari~~"~. Incluso de la
inactividad del defensor de confianza no puede derivarse perjuicio para un procesado
detenido'176.No basta cambiar de defensor para tratar de impugnar indefinidamente
decisiones que adquirieron firmeza mientras se gozaba de la asistencia té~nica"'~.
En este ámbito, por encontrarse en juego derechos esenciales de la libertad y
el honor, deben extremarse los recaudos que garanticen plenamente el ejercicio del
derecho de defensa; dicho ejercicio debe ser cierto, de modo tal que quien sufre un
proceso penal ha de ser provisto de un adecuado asesoramiento legal, que asegure
la realidad sustancial de la defensa en juicio sin que un excesivo rigor formal pueda
menoscabarlo; si el recurso fue deducido en forma defectuosa por el condenado,
corresponde revocar la sentencia apelada a fin de que el a quo pueda disponer lo
necesario para que, previa la adecuada asistencia técnica, se dé trámite legal a
aquél"78;se destaca que no puede imputarse al procesado la inoperancia de la defen-
sa oficial, institución prevista para asegurar el ejercicio de su derecho constitucional,
cuya titularidad ostenta exclusivamente y cuya inobservancia puede acarrear respon-

"'O Fallos 125:lO; 127:36; 189:34.


"" Fallos 296:65; 298578; 304:830.
Fallos 304:1886.
"" Fallos237:158; ver ED 122-522,f.40.036, y p. 523,f. 40.037, y t. 141-787,f.43.330, cons. 2";
id, LL del 301611998, f. 97.392, disidencia de los doctores Petracchi y Bosseit.
"'< Fallos 310:492; id., LLdel 26/12/1997, f. 96.532, o JA 1998-1-570.
"'I LL del 261611996, f. 94.424.
"''CS. ED 147-101, f. 4-T.230, consids. 8'y 9'; CNCP;sala 111, BJ nro. 5, p. 42.
"" CS, LL del 5/1/1999, Jurisp~denciade la CS, nro. 657, de la disidencia de los doctores Na-
zareno, Moiiné O'Connor, López y Vázqnez;
"" CS, ED 152-289,f. 45.003, anotado por GOZA~NI,"El derecho al abogado".
Art. 104 DEFENSORES Y MANDATARIOS 197

sabilidad internacional al Estado argentino -arts. 75, inc. 22, CN, 1" y 8.2., aps. d]
y e], CADH, y 2.1., 14.3., aps. b] y d], PIDCP-L'79.
En el Código vigente por ley 2372, el derecho a contar con la asistencia de un
letrado de confianza carecía de formulacióii autónoma; no obstante se consideraba
que aquél constituye una derivación del principio de inviolabilidad de la persona y -
sus derechos, consagrada en el art. 18, CNiiX0.
El art. 8.2., aps. d) y e), CADH, garantiza el derecho a la defensa técnica-tam-
bién a la personal o material-; por imperio del art. 75, inc. 22, CN, tiene jerarquía
constitucional.
Aunque la entrevista personal con el juez no esté prevista en el ordenamiento
procesal vigente, no resulta propio excluir sin más una solicitud formulada en tal
sentido por el defensorii8'.
El art. 120, CN -texto según reforma de 1 9 9 4 , establece que el Ministerio
Público "...está integrado por... un defensor general de la Nación y los demás miem-
bros que la ley establezca". La ley 24.946'182precisa las facultades de la defensa
oficial en el art. 51. Su art. 52 denomina "Defensoría General de la Nación" al jefe
del Ministerio Público de la Defensa. Tanto dicho precepto como los arts. 53 a 62
instauran los diferentes órganos actuantes ante los distintos tribunales. La función
primordial consiste en ejercer la defensa de los imputados en las causas que tramitan
ante la justicia en lo criminal y correccional, en los supuestos en que se requiera
conforme lo previsto por el CPP; en su cumplimiento tienen el deber de entrevistar
periódicamente a sus defendidos, informándoles sobre el trámite procesal de su cau-
sa (ari. 60, inc. b], id)1183.
Derecho del imputado
104. El imputado tendrá derecho a hacerse defender por abogado de la
matrícula de su confianza o por el defensor oficial; podrá también defenderse
personalmente siempre que ello no perjudique la eficacia de la defensa y no
obste a la normal sustanciación del proceso. En este caso el tribunal le ordenará
que eüja defensor dentro del t6rmino de tres (3) días, bajo apercibimiento de
designarle de oficio el defensor oficial.
En ningún caso el imputado podrá ser representado por apoderado. La
desianación del defensor hecha por el imputado importará, salvo manifestación
expresa en contrario, el otorgamiento de mandatopara representarlo en la ac-
ción civil.
Este mandato subsistirá mientras no fuere revocado.
El imputado podrá designar defensor aun estando incomunicado y por
cualquier medio.

"" CS, JA 1997-IV-354.


"8@CCC, sala VI, LL del 1711211998, f. 98.232.
"" CF Cap., sala de Superintendencia, ED 167-291, f. 47.137; el tribunal se vio obligado a citar
laacordada inserta en Fallos 295:246, cuyo punto 3' impone la correcta y diligente atención al público.
BO del 23/3/1998.
Ver VAZQUEZ ROSSI, La defensa...,passim.
c .
198 DEFENSORES Y MANDATARIOS Art. 104

a) Defensa técnica
La defensa se denomina técnica cuando la cumple un abogado de la matricula o
el defensor oficial. La Corte Suprema Ba manifestado que atañe al derecho de quien
acude a la justicia - e n el caso del acusado- elegir la persona que, llenando las
condiciones legales, produzca en su nombre los alegatos y pruebas pertinentes a los
fines de poner de manifiesto el derecho que le asiste conforme con la garantía de la
defensa en juicio mencionada en el art. 18, CNUs4.La actividad del defensor técnico
no puede limitarse a una asistencia formal, sino que es menester auxiliar de manera
efectiva y sustancial al acusado''85;por ello se estinia que aun cuando se trate de una
petición informal presentada por un detenido informa pauperis, deben ceder los
reparos de naturaleza procesal que obsten, por ejemplo, a la adecuada presentación
de un recurso de casaciónH8'.Incluso la persoiia sujeta a una medida de seguridad
no declarada incapaz por un juez competente y siempre que su inimputabilidad pe-
nal no derive de demencia, puede proponer defensor, aunque haya sido sobreseído
definiti~amente"~~. En tal sentido, la CCC fue más allá, pues estableció que, aun
cuando el imputado se encuentre en sitnación de enajenación mental, ello no impedía
asegurarle, por lo menos,.la defensa oficialus8.
La CS estima que corresponde conceder, a la actual defensa del imputado, un
nuevo término para fundar la apelación si existió un estado de indefensión causado
por la grave enfermedad que padeció el anterior defensor, que habría afectado su
intelectofla9.
La garantia del derecho de defensa, en cuanto exige adecuado asesoramiento le-
gal, impone revocar la desestimación de la vía casatoria, si no se contó con
La amplitud para encarar la defensa técnica lleva a sostener, con acierto, que si bien
no es obligación suya fundar pretensiones que no aparezcan, a su entender, mini-
mamente viables, ello no la releva de realizar un estudio serio de las cuestiones
eventualmente aptas para ser canalizadas por las vías procesales pertinentes,máxime
porque se trata de una obligación que la sociedad puso a su cargo'1y1.
La suspensión en la matrícula del letrado actuante por falta de pago no es mo-
tivo nulificante de los actos procesales en que intervino como defensor, en tanto no
exista en la causa un perjuicio concreto, en detrimento de la defensa en juicio de las
partesflYz.
El yerro o negligencia del defensor no puede perjudicar al proceso, ni se puede
sancionar una falta de aquél en cabeza de éste, menos aún si se trata de la defensa
técnica provista por el

Fallos 27591.
TOC Fed. nro. 1, JA 1995-11.588, o ED 164-618, f. 46.716, con nota de PALAZZI, "El dere-
cho a una defensa eficaz en el proceso penal", C. Fed. San Martin, sala 1, JA 2000-1-132, nro. 41.
CS, Fallos 310:492, o JA 1988-1-185; Fallos 3275095.
CS. ED 134-445, f. 41.817.
SalaV, JA 1981-111-141, f. 30.594.
RDP, LexisNexis, nro. 0, p. 111.
CS, Fallos 320: 150.
"9' CS, LLdel281911998, p. 33, f. 97.880, o DJ 1998-3-1034, f. 13.656.

"" CCC, sala 1, JA 1999-IV-6; CNCP, sala 11, JA del 611012004, p. 47; CCC, sala V, 24/6/2005,
"Adonio", RDP, LexisNexis, 1412005,p. 1642.
"" CNCP, sala 1, 111211999, c. 2073, r. 2602.1, LLdel 31112000.
DEFENSORES Y MANDATARIOS

b) Defensa material
Sin embargo, el imputado puede también defenderse a sí misino, actividad que
se denomina defensa material, con los límites fijados en este precepto: no perjudicar
la eficacia de su defensa y no entorpecer al normal desarrollo del proceso. En cual-
quiera de estas dos situaciones, se le emplaza a que provea a su defensa técnica, bajo -
apercibimiento de hacerlo asistir por el defensor oficial. Esta posibilidad también
ocurre cuando se trata de actuar ante la Corte Suprema, en la que resulta obligatoria
la asistencia letrada (art. 4', ley 17.516); también para deducir el recurso de casación
(art. 463), y si el imputado queda sin defensor durante esta vía impngnativa debe
nombrársele al oficial (art. 467).
Si el imputado ejerció sólo como escribano pero está habilitado, según ceriifica-
ción del Colegio Público de Abogados, para ejercer dicha profesión, mientras no se
vislumbre que no está en condiciones de asumir su propia defensa, debe aceptárseleng4.
En un procedimiento penal el defensor nunca sustituye totalmente al acusa-
d ~ " ~ ~ .
c) Procedimiento
Conforme al art. 197, la proposición de defensor puede hacerse incluso du-
rante la prevención policial, pero siempre antes de la declaración indagatoria (art.
294) -que bajo ninguna forma puede cumplirse frente a los preventores (art. 184,
párr. 2')-, garantía iterada por el art. 107 al indicar el deber, que incumbe al juez,
de anoticiar aquella atribución.
La designación de defensor de confianza procede aun durante el cumplimiento
de la pena a fin de solicitar la libertad condicional (art. 505). La Corte Suprema ha
admitido que el nombramiento de defensor persiste luego de la sentencia definiti-
vang6(ver art. 481, inc. lo). Otro tanto si se plantea revisión (art. 482).
d) Comunicación
La incomunicación del imputado no afecta la libre conferencia con su defen-
sor (art. 197, pán: lo). Esta verdadera inversión copernicana de lo que hasta ahora
ocurría en el proceso penal puede apreciarse al confiontar la opinión favorable de
Alejandro D. Carrióiig7 y la adversa de Hernán Munilla Lacasa'lg8.
e) Funciones
Durante la instrucción, tiene las mismas atribuciones que el querellan-
te, en cuanto a la proposición de diligencias (art. 199) y control de su realización
(art. 200), con el límite fijado en los arts. 201 y 202, teniendo que cubrirse las exi-
gencias señaladas en el último párrafo de este último precepto. En tal caso tiene los
deberes y facultades del art. 203. Queda afuera el período secreto de la pesquisa
(art. 204, párr. lo, segunda oración).

"" CCC, sala 1, ED del 7/3/2001, f. 50.642.


"95 CS, Fallos 322: 1564.
"96 Fallos 212:361; tainbién CCC, sala \'1,7/8/1981, c. 7449.
iiP1
La incomunicación y la confesión a la luz del nuevq-Código Procesal Penai", LL del
'i

111311992.
li98 i'
Algunos comentarios acerca de la incomunicación y la confesión a la luz del nuevo Código
Procesal enMateria Penal", LLdel 1811111991
200 Art. 104

Debe notificársele el requerimiento de elevación a juicio (art. 349), a fin de que,


si lo estima procedente, deduzca excepciones o se oponga a aquél.
Durante todo el desarrollo del proceso, y salvo en los casos de intervención
personal del imputado -indagatoria (&t. 197), careos (art. 276), actividades en que
interviene como órgano de la prueba y no como sujeto del proceso: reconocimientos
(arts. 270 y SS.),reconstrucción del hecho (art. 22I), requisa personal (art. 230)-,
actúa en lugar de éste. Vale decir que cumple una doble función: asistencia en los
actos en que el imputado no puede ser sustituido, y representación cuando desplaza
a aquél e interviene en su nombre, en atención al contenido predominantemente ju-
rídico y técnico de la actividad, lo que se ve sobre todo en las actuaciones reguladas
por los Libros 111 y IV.
La actividad del defensor es unilateral; por consiguiente, no está obligado a co-
laborar en la búsqueda de la verdad, y si así lo hace, perjudicando a su cliente, resulta
un traidor a su oficio +amo dice Núñez-, que le prohibe delatar a su defendido
o aceptar que éste se delate por su ine~periencia"~~. Desde luego, el límite radicará
en el contenido ético de su actuación, pues no puede llegar a transformarse en un
encubridor (Libro 11, Títiilo XI, Capítulo IX, CP).
La CCC había ya resuelto que es nulo el escrito de defensa y los demás
luego cumplidos, inclusive la sentencia, si pese a que el encausadonegó su res
sabilidad, el defensor admite la autoría y solicita la imposición de una penaizo0.
Su consejo jurídico sólo debe tender a facilitar la comprensión del caso a quien
se supone profano, pero jamás debe colaborar en alterar mañosamerite la realidad.
Su intervención implica que las notificaciones se cumplirán sólo en el domicilio
constituido, a menos que la ley o la naturaleza del acto exijan que la realización de
la diligencia sea notificada al imputado (art. 146). Así ocurría con la notificación
personal de toda sentencia condenatoria (art. 42, RJN), momento a parti
recién debía computarse e
CPN) a fin de que dichas se
defensor120i.Ver ahora art. 400.
í)La presencia del defens a indagatoria. Polé
El ST Córdoba desc
sin la presencia de su defensor, con ajuste a lo prescripto por el art. 40 de la Cons-,
titución local1202.Decidió lo contrario el TOC nro. 3, pues considera suficiente la:
información sobre el derecho a la asistencia técnica cuya efectividad se subordina a
la voluntad del imputadolZo3.
Corresponde resolver con fundamentos la negativa a permitir la defensa perso-
nal y atender las cuestioiies que en tal carácter se p1anteeui2O4.
En general se discurre acerca de la necesidad de contar con la efectiva pre-
sencia de la defensa técnica a partir del momento en que a través de la declaración

'Za incomunicación, ¿puede perjudicar la defensa del imputado?", e "lncoinunicación e in-


dagatoria", en Semanario Jurídico de Córdoba, nros. 92/79, y nro. 215; ver también NÚÑEZ, Código...,
p. 96, nro. 2; CF Cap., LL 1979-B-208, nro. 275.
'200 Sala 1, c. 22.899, "Gauiia, Juan", del 30/1 111979.

CS, Fallos 291572.


'202 JA 1988-1-141.

'"' ED 153-221, f. 45.166, con nota adversa de GOZA~NI, "El derecho al abogado [II]".
'0il TOC nro. 7, ED 153-535, f. 45.234.
Art. 104 DEFENSORES Y MANDATARIOS 20 1

indagatoria, por primera vez, el imputado accede formalmente al proceso. Frente a


un régimen similar al del Código anterior, los españoles, luego de su Constitución
de 1978 y ante el giro "sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión", se
inclinan por exigir el consejo letrado a partir del auto de procesamiento, que allí es
anterior a la indagatoria12o5. -
Las tesituras contrapuestas resultan inconciliables. En " C a s t e l l a n ~ s "se
~ ~exi-
~~
gió la comunicación al defensor propuesto antes de cumplirse la indagatoria, pues
estimó a la entrevista previa ineludible requisito garantizador de la defensa en juicio.
Al extremo de que la validez de la tarea no se supedita a que se la reclame, "...pues
la posibilidad prevista en el art. 197, aunque siempre en interés del imputado, está
regulada en función de la iniciativa de la asistencia técnica". El tribunal entendió
enervada la validez del acto cuando se segó la eventual instancia del defensor a la
libre conferencia. Y esto, obviamente, impone el anoticiamiento de la propuesta para
asumir el cargo. A su vez, se ha estimado que recibir indagatoria eludiendo el recla-
mo de contar con defensor de confianza ya designado, afecta la defensa en juicio
y el debido proceso y genera nulidadlZo7. En sentido semejante se decidió que si el
indagado no designa defensor particular es obligación legal inexcusable del juzgador
designarle un defensor de oficio o pronunciarse sobre la aptitud de aquél para defen-
derse por sí mismo; obviar dicho aspecto genera nulidad'208.
En cambio, la CCC, sala V, en "Tarra~bella"~~~~, meritó que el imputado no
soportó mengua de garantías constitucionales si previamente se le ha intimado el he-
cho, se le compenetró del carácter facultativo del acto al igual que de la posibilidad
de "designar" (proponer) defensor y entrevistarse con él, si manifestó aquiescencia
(debe entenderse luego de constituido válidamente en el proceso; sin padecer inha-
bilidades y después de aceptado el cargo); la nulidad resulta inviable. Discurrió que
recabar la presencia del defensor en la audiencia es un derecho correspondiente al
imputado y no al letrado; si aquél opta por declarar sin proponerlo, resigna tanto la
facultad de control técnico del acto como la libre plática anterior. En respaldo de su
temperamento marcó que el art. 295 no impone la notificación previa de la celebra-
ción de la indagatoria al defensor, a diferencia de lo establecido por los arts. 293 del
Cód. Procesal de Córdoba de 197012'0y 278 del proyecto L e ~ e n e ' ~Es ~ ' también
. el
criterio de la mayoría del TOC nro. 101212 (fa disidencia exige la previa notificación
al defensor del acto de la indagatoria, pues, de lo contrario, si tampoco se fundamen-
tó la autoasistencia, la defensa no se encuentra realmente constituida).
En realidad estos dos últimos preceptos instaurau la notificación anterior de
manera implícita, pues reconocen la facultad de asistencia si medió solicitud, cir-
cunstancia que descuenta el pertinente acto de anoticiamiento; ambos textos auto-
rizan la ausencia del defensor ante la manifestación expresa del imputado. Núñez

I2O5 GIMENOSENDRA, Consfiíución..., ps. 97 y 100.


lZo6 CCC, sala IV, LL del 3/8/1994, p. 4, f. 92.380.
CCC, sala VII, SJP, LL del 261511995, f. 93.194.
"OS CNPE, sala B, JA 1996.111-462.
12" CCC, LLdel 3/8/1994, p. 4, f. 92.381.
'"'OEn el último, sancionado por ley 8123, cuya vigencia se pospuso por ley 8261 y se instauró
ra por ley 8452; ADLA, LII-A, 1210; LIII-B, 2095, se requiere la asistencia del defensor -art.
-Conminando tal inobservancia con nulidad; CAFFERATA NORES, hfroducción..., ps. 46 y 47.
'"'Confr. Códigos ..., t. V, ps. 85 y 86.
da cuenta de las diferentes opiniones originadas por la letra del art. 243 del Código
cordobés de 1939, hasta que el posterior estableció, con claridad, por un lado, el de-
recho del defensor constituido si pidió aistir; por otro, la voluntad del imputado de
declarar en su
La divergencia no sólo se produjo en el derecho judicial, sino en doctrina. Pala-
cio anotó un fallo del TOC nro. 2t2t4; el decisorio, aferrado a la escritura del art. 197,
había considerado inevitable la participación del defensor en el acto previsto por el
art. 294, con prescindencia de que el imputado declare o se abstenga de hacerlo. A
juicio del eminente procesalista, el tribunal desatiende a que "...la comprobada au-
sencia de gravamen..." por parte de tos interesados obsta "...a la invalidación... con
prescindencia de la gravedad del vicio que lo afecta y, por consiguiente, del tipo de
nulidad de que se trate"t2t5.La CS considera inadrnisible la nulidad de la indagatoria
fundada en no haber anoticiado al detenido incomunicado su derecho a la entrevista
previa con el defensor; estima inocua tal omisión si no se demuestra por qué la adver-
tencia hecha con anterioridad sobre el punto habna sido insuficiente ni que aquél haya
expresado su voluntad de ejercer esa prerrogativa y se le haya impedidotzi6.
En vez, Alejandro D:Carrió aplaude el temperamento tribunalicio que soslayó
"...potenciales obstáculos..." consistentes en la necesidad de acreditar que el acto se
cumplió mediante coacción y, además, que contenga una aserción adversa al decla-
rante. Debe prevalecer, según entiende, el alcance de la garantía constitucional en
contar con una defensa eficiente, si bien acepta que el derecbo a la entrevista resulta
renunciable pero en forma expresa; prefiere mantenerlo en cabeza del imputado en
vez de asignárselo al órgano estatal, salvo, conviene reiterarlo, la renuncia libre'2t7.
Por su parte, Gozaini apunta que el derecbo de información sobre las garantías
que asisten al imputado "...no puede constituirse en un acto formal de anoticiamien-
to aséptico. Decir qué y cuiles son los pasos que puede decidir requieren de una
orientación precisa y necesaria que sólo puede aportar el defensor". Por eso cabe
"priorizar la asistencia idónea, más allá de las decisiones personales de autodefen-
sa". Empero, admite que la falta de asistencia "...se justificana en procedimientos
simples y de naturaleza no penaI'"2t8.
Pérez Barbera es terminante: la comprensión constitucional de la defensa sólo
queda satisfecha con la presencia del asistente letrado -oficial o de confianza-
que actúa de manera eficaz, circunstancia imperativa para imponer la previa noti-
fica~ión~~~~.

"" Código...,ps. 2611262.


'2'"'Nulidad de la indagatoria por ausencia de previa consulta del imputado a su defensor", LL
1993-D-186.
' 2 ' * Conf. CNCP, sala 11, BJ, nro. 5, p. 20.

I2l6 JA 1995-111-541.
~~ ~

"' "lil derecho a la ciirrc\.irtn i>re\,iaen el iiueiu Código Procesal fJr.iial.Los primeras fdllus",

L1. 1993-1)-374. nora a 10s registros nros. Y 1.625 y Y 1626 de los I'OC' iiros Y y 2, respcctl\aincnle: en
e1 primero sc exigio nutifi~ara IJ defen,a aiiies de 13 i~ida~aioria, omisiun generadgiro de invnlidcz como
derivacioii obliaada de sii r:eulaeióii, el iiltiiiiu r3mbiCri anib0 a in nulidad poi :oriciJzrar que. ya sed
el abogado de confianza o eldefensor oficial, deben acudir a la indagatoria.
: O,>. cit., CD 153-221: CII ulterior apone, (joraini \ a niis alla, piieí expresa que cnnespotidc
elitar " u n s<ifismade raraiitis b ~ s l d oeti 13. mera infomaeiiri> de los dereclioi qiie se trenen"; "El
derecho al abogado [III]",D 154-1002. 1
'2'9 "Notificación del acto de indagatoria al defensor del imputado", importante escolio al mismo
fallo comentado por Gozaini, LL 1994-A-494, E 92.013, del TOC nro. 3. i
Art. 104 DEFENSORESY MANDATARIOS 203

A nuestro modo de ver, toda nulidad procesal necesariamente debe lesionar,


cualquiera sea la intensidad del menoscabo, una garantía constitucional. Si la afecta-
ción es grave y rebasa al interés del amparado, semejante desguarecimiento adquiere
carácter absoluto, lo que se traduce en que la invalidación debe producirse sin espe-
rar a instancia alguna, se tiene que declarar en cualquier estado o grado del proceso y
es insusceptible de convalidación. Son supuestos con nítidas características, donde el -
desliz, más allá de la cuestión debatida, alcanza a la comunidad íntegra expectante,
cuando se trata de administrar justicia penal, en el rígido acatamiento al dispositivo
de la Ley Suprema comprometido.
La situación se presentaría, por ejemplo, cuando pudiera acreditarse que se
negó intervención al defensor oficial o al de confianza en sus funciones de contralor
del acto, comprensivas de la regularidad de su desarrollo y de la posibilidad de con-
trovertir el carácter idóneo o pertinente de una interrogación. Producido semejante
entredicho, si una resolución contraria a lo pretendido por el impugnante se susten-
tara en la valoración desfavorable para quien alega el defecto, aquélla se enervaria
porque el acto deviene ineficaz o inválido.
Sin llegar a semejante extremo, si se privara al defensor, v.gr., fiscalizar la realiza-
ción de una pericia reproducible, mediante la oportuna proposición de experto para su
control y tal ausencia sólo retaceara el trabajo en colegio y obturase -a criterio de la
asistencia letrada- la correcta dilucidación de un punto, como pudiera haberse hecho
a través de la coetánea tarea de los entendidos, la infracción a 10 prescnpto por el art.
258, párrafo segundo aunque palmaria, restm'a un tanto diluida -pero no totalmente
burlada- en cotejo con la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN). En efecto, el posi-
ble reexamen en las condiciones indicadas en el último párrafo paliaría el embate contra
dicha garantíaizz0.Si bien no puede ocultarse un cierto desmedro para su preservación
-lo que encuadraría al episodio en la orilla del art. 167, inc. 3", id.-, cabe titubear
en punto a que se hubiera producido su total desconocimiento-como lo exige el art.
168, párr. 2', id.-para enmarcar la invalidez en el contomo de las nulidades absolutas.
Pareciera que, por el contrario, en tal caso es preciso atender, para plantear la ineficacia
temporalmente, al momento señalado por el art. 170, inc. lo,id., expresar disconfor-
midad con el resultado (art. 171, id.) y aducirla a través del modo exigido por el art.
170, párrafo final, id i22i. Desde luego que si la conclusión del peritaje no se inerita en
contra de quien lo cuestiona, se disipa el interés y la postulación no debiera progresar.
Esta solución tiene el respaldo expuesto, con depurada técnica, en el proyecto de Có-
digo Procesal Penal de la Nación perteneciente a Maier, quien asevera "...el vicio sólo
adquiere relevancia cuando opera como presupuesto de una decisión perjudicial, caso
en el cual lo impugnable es la decisión, y no el acto viciado en sí mismo"'222.
Es que la mera inobservancia de una exigencia referente a cualquier elemento
del acto procesal no conduce, sin más, a privarle de todo posible mérito. Será preci-

'2Zo CFed. Gral Roca, 141511992, "López", JA 1995-111-síntesis, y CCC, sala VII, 31/5/1994,
"Manés", JA 1995-111-síntesis; CCC, sala VI, 301411993, "Caudiba", JA 1995-111-síntesis, aunque la
sunia del fallo trasunia iina indebida idciiiiiics~ii>netitre nulidades gciicricas y ahsuluiai l a iniri cir-
Curistancia de cuniplirse con ki noriticaziun de 13 pericia no la cuiivalida si luc eieciudda el tiiismo d12
en que se ordenó, Sin dar posibilidad a la defensade proponer perito y controlar el peritaje, TOC nro.
7, "V.E.A.J.", JA 1995-111-sintesis.
"'' TOC nro. 4,91611993, "Rodríguez", JA 1995-111-síntesis
'2iZ Exposición de Motivos, DP 1987, ps. 658 y 659.
204 DEFENSORES Y MANDATARIOS

so, inevitablemente, atender en cada caso -mejor aún: caso por caso- al resultado
de la embestida para con la incolumidad de la garantía constitucional.
Si quien prestó indagatoria lo h i ~ osin menoscabo alguno para decidirse, no
inedió afectación verificable en su mehoria, capacidad de comprensión y dirección
de sus actos y se abstuvo de reclamar la comparecencia de su defensor, deberá sope-
sarse con cautela todo reclamo. Se correrá el riesgo de incurrir en ritualismo si, pese
a la verificación de tales extremos, se resuelve la nulificación, sea de oficio o por ins-
tancia. El confín, además, sólo surge ante la posible meritación perjudicial del acto;
nuestro parecer coincide con lo establecido en la Constitución cordobesa de 1987: la
declaración prestada en ausencia del defensor "Carece de todo valor probatorio..."
(art. 40); en el ya citado caso "Martini", del 13/6/1995, la CS exige demostrar por
qué la mera omisión del anoticiamiento resultó insuficiente, amén de requerir la vo-
luntad expresa de ejercer la preirogativa y su dese~timación'~~~.
Un fallo de la CCC, sala 1, suscitó polémica, bien analizada en sus puntos sobre-
salientes y resuelta con corrección por Luis M. GarcíaiZZ4. Se había declarado la nuli-
dad de la indagatoria y de todos los actos que fueron su consecuencia; la jurisdicción
de la Alzada resultó habilitada por el recurso de apelación deducido por el MP contra
el sobreseimieiitoen razón de que el imputadofie asistidopor un defensor ojicial "ad
hoc ";el hibunal estimó que dicho interviniente sólo podía cumplir trámites menores
-compulsa del expediente- pero se encontraba impedido para intervenir en el desa-
rrollo de aquel acto; el decisorio se aferraba a que era menoscabante para la garantía
constitucioiial de la defensa aducir razones económicas o problemas internos de las
defensorías, cuyo intento de solución se produjo a costa del derecho de la parte, pues
contrariaba lo establecido por la ley 24.946 -orgánica del Ministerio PúblicG- al no
haber sido elegido conforme a dicho ordenamiento. A través de un extenso desarrollo,
Luis M. García amerita que tanto el art. 8.2., incs. d) y e), CADH, como el 14.3., inc.
d), PIDCP, reconocen el derecho a defenderse personalmente, a ser asistido por un
defensor de su elección o, en su caso, a obtener la provisión de oficio por el Estado de
un defensor; destaca que en el primer texto se ha utilizado el término defensor y no
abogado y algo similar ocurre con el PIDCP. Apunta que los tres votos coinciden en
que la defensora ad hoc no integra el cuerpo de defensores públicos designados según
el procedimiento de los arts. 5", 6" y 8" de la ley 24.946 y por ello excede las faculta-
des asignadas por su art. 51 al Defensor General de la Nación. Empero, la misma ley
-arts. 6" y 7"- y el art. lo, CN, descartan toda discriminación entre los profesionales
sino se funda en su capacidad y experiencia. De ahí que una infracción en el modo
de integrar el cuerpo de la defensa pública no acarrea automáticamente una violación
de la defensa en juicio, aunque puede -si hay colisión con los arts. lo y 16, CN-
deparar responsabilidad administrativa al Defensor General e incluso, su remoción
(arts. 18, 52 y 59, CN). Tanto el art. 11 de la ley 24.946 como diversas resoluciones
de la Defensona General, autorizan el desempeño de defensores ad hoc. Este pano-
rama esclarece que cuando la Cámara fue llamada a intervenáv, no teníajurisdicción
alguna para examinar eventuales excesos o desvios de poder del Defensor General o
sus responsabilidades administrativas ofincionales; por otra parte, a través del art. 11
de la citada ley no era claro que el Defensor General hubiese obrado de una manera
incompatible con ella o excedido de modo evidente sus facultades. A ello cabe añadir
I
i
'221JA del 27/9/1995, p 41
IZz4"Dc defensores ad hoc, orden sagrado y la observancia del sabado &Osobre el derecho del
imputado a la provisióii de asistencia legal?", LL del 5/7/2002, comcntaiio al f 103 989
Art. 106 DEFENSORES Y MANDATARIOS

que la enunciación del Defensor Oficial en este precepto no está seguida de una defi-
nición que lo precise. Lo cierto es que el costo que debió pagar el imputado resultó
ingente, pues no se señaló alguna actuación del Defensor susceptible de ser tachada
de negligencia,falta de diligencia, grosero erroi: omisión o abandono.

Número de defensores
105. El imputado no podrá ser defendido simultáneamente por más de dos
abogados.
Cuando intervengan dos defensores, la notificación heeha a uno de ellos
valdrá respecto de ambos, y la sustitución de uno por el otro no alterará trámi-
tes ni plazos.
La inviolabilidad de la defensa, asegurada por el art. 18, CN, no colisiona con
la preservación del valor orden denlro del proceso. Por eso es correcta la limitación
aquí establecida.
Se procura evitar entorpecimientos y dilaciones en el trámite, originados por
las múltiples sustituciones. A su vez, se agilita el régimen de comunicación de las
resoluciones cuando deben notificarse.
Obligatoriedad
106. El cargo de defensor del imputado, una vez aceptado, es obligatorio.
La aceptación será obligatoria para el abogado de la matrícula cuando se lo
nombrare en sustitución del defensor oficial. En ambos supuestos podrán ex-
ceptuarse de ella por una razón atendible.
El defensor tendrá derecho a examinar los autos antes de aceptar el cargo,
salvo el caso de secreto del sumario. Tendrá tres (3) días para hacerlo, bajo
apercibimiento de tener el nombramiento por no efectuado.
a) Laprimera oración asegura la asistencia técnica una vez que el abogado fue
admitido por eljuez, explícita o implícitamente. Si bien no está compelido a aceptar
el cargo, luego de hacerlo no puede apartarse capricbosainente (ver comentario al
art. 113).
b) La segunda oración del párr. lo parece anticipar un sistema de atención del
imputado por parte de abogados de los colegios públicos (ver art. 6', inc. b], de la ley
23.187 de ejercicio de la profesión para el ámbito de la Capital Federal), supuesto
que toma obligatoria la intervención ---equiparable a la del defensor oficial-, a me-
nos que la excusa encuadre en los términos de la tercera oración del mismo párrafo.
Sobre el alcance de la primera oración, ver comentario al art. 112.
c) La Ultima oración. Si se produjo la declaración indagatoria o no se ha dis-
puesto el secreto de las actuaciones, el art. 204 preserva que su compulsa pueda cum-
plirse aun antes de aceptar el cargo; Donna y Maiza parecieran afirmar lo contrario,
aunque no en forma categórica'z25.
En ese sentido, la CCC, Sala VII, decidió que el letrado propuesto como defen-
sor tiene derecho a examinar los autos para aceptar el cargo, aun con anterioridad a
la declaración indagatoria del imputado, salvo la previa implantación del secreto del
sumario -arts. 204 y 206- por auto debidamente fundado'226.La CFed. Cap. sala

"" Código...,ps. 127 y 128.


"lb 771311994, "Bejm, Pablo", c. 1399; id., id., 171311994, "Sanguinetti,Andrésn, c. 1432
IIi227,agrega que no puede interpretarse aisladamente al art. 204 y darle preeminencia
porque de otra manera se tomaría en letra muerta lo prescripto por el art. 73 i22s; no con-
vence que este último precepto colida cen nuestra interpretación - e l art. 204 instaura
un plazo legal y no judlcial que, como dl, no depende de la decisión del juez- porque
el presentarse espontáneamente no se supedita, como principio, a tener acceso a las
actuaciones. Son situaciones diferentes, ya que la presentación espontánea del art. 73
descuenta el anoticiamiento de la imputación, aunque no de manera formal. Tampoco
surge de lo prescripto por el art. 8: pto. 2', ap. d), de la CADH, pues la comunicación li-
bre y privada debe entenderse conforme a este art. 106 -art. 2", CADH-. Vale la pena
reiterarlo, para contradecir nuestra comprensión, se ad~ce'~~"ue sustentar la veda para
la defensa en el art. 204, basta después de la indagatoria, vulnera el derecho de defensa
en juicio, desoye la interpretación restrictiva impuesta por el art. 2 O y soslaya las reglas
de igualdad, pues la fiscalía puede compulsar en cualquier momento, según el art. 198.
Ninguna de las razones persuaden: la defensa se subordina a ciertas restricciones fijadas
por la ley en la medida en que sean compatibles con la CN; la cita del art. 2 O no condice
con una interpretación que ensambla con todo el sistema del Código; la fiscalía es un
órgano público de persecución cuyos deberes comprenden el de promoverlai230.Sobre
la necesidad del secreto ver Introducción al Libro 11, acápite e), punto 2).
La CCC, sala 1, entiende que el derecho a tomar vista, aquí contemplado,
comprende el de solicitar extracción de fotocopias del legajoiz3'.En sentido con-
trario y a nuestro ver con acierto, se ha desestimado el recurso de apelación porque
la negativa a la extracción de fotocopias no verifica la existencia de gravamen
irreparablei232.
La propuesta caduca si en el plazo de tres días no lo afronta; los días son hábi-
les, pues lo prescripto por el art. 116 sólo comprende la actividad a cumplir por los
órganos públicos instituidos para impulsar la pesquisa: preventores (arts. 183 y SS.),
juez de instrucción (art. 194) y agente fiscal (art. 196; cfr. art. 162).
Una vez constituido en el proceso, mediante la aceptación del cargo, se mantie-
.
ne en su función y no puede separárselo de la defensa ni siquiera a título de medida
disciplinaria; a lo sumo, puede sustituírsele con el defensor oficial -si actúa con
desidia o deja vencer pla&s- para que éste cumpla los actos respecto de los cuales
el defensor particular fue renuentei233.Por eso la sanción prevista en el art. 113,
primera oración injne, colisiona, a nuestro modo de ver, con la inviolabilidad de la

"17 ED 173-77, f. 47.995.


'228 En sentido similar, CCC, sala 1, LL del 41212000, Reseña, f. 42.2624; id.,id.,26/8/1998,
"Maradei", LLdel241112000, c. 9358; id.,salaV1, ED 183-142, f. 49.337.
1229 Ver, por todos, CCC, sala IV, JA 2001-111-737.

'230 Más allá de estos atendibles argumentos, el actualizador se inclina por la postura que autonza 1
- .
la comnulsa antes de la indaeatoria.. oor entender aue es la aue meior armoniza con la defensa en iuicio.
"" JA 1998-1-534, con nota de Romero Villanueva, quien recuerda las reglas minimas del pro-
1

ceso penal o "Reglas de Mallorca", cuyo art. 14, inc. I", autoriza el acceso pleno; o LL del 17/12/1998,
reseña de fallos41.092-S; id.,id.,LL del 3/12/1998, reseña de fallos 41.052-5; id,id,ED del 41312002,
f. 51.315; id.,salaVll, JA 1999-111-663.
IZiZ CNPE, sala B, ED del 141312001, f. 50.656, con disidencia del doctor Hornos.
'233 CCC, Fallos t. Vli, p. 82.
Art. 107 DEFENSORES Y MANDATARIOS

defensa (art. 18, CN), cuya cobertura exige que prevalezca la voluntad del imputado
en lo atingente a su ejercicio'234.
Aunque formalmente se haya omitido la designación, dicho defecto puede
salvarse por actos indirectos o implícitos cumplidos por el tribunal; por e j k p l o ,
permitirle asistir inmediatamente a actos de reconocimiento Y suscribir actas en tal
Earáctert235. Apunta Orgeira que no puede condicionarse la intervención del defensor -
a que no haya podido acordar su nombramiento con el imputado u obtener constan-
cia documental que lo acredite'236.
Defensa de oficio
107. Sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 104 y en la primera oportuni-
-
dad, y en todo caso antes de la indaaatoria, el iuez invitará al imputado a desig-
nar defensor entre los ahogados deia matrícula.
Si el imputado no lo hiciere hasta el momento de recibírsele declaración
indagatoria, el juez designará de oficio al defensor oficial, salvo que autorice al
imputado a defenderse personalmente.
No puede escucharse en indagatoria al imputado (art. 294) sin que antes pro-
ponga defensor de confianza. Aunque el Código utilice el infinitivo "designar", debe
tenerse presente que las funciones procesales son deparadas - e n forma exclusiva-
por el tribunal; de manera que el imputado sólo propone, aunque no designa.
Tal es la relevancia del acto de la indagatoria que, a menos de ejercitarse la
defensa material por el propio imputado, si no propuso letrado de confianza, debe
darse intervención al oficial, aunque su asistencia en este acto no está impuesta
(art. 295, primera oración).
Por ende, debe distinguirse la proposición del defensor por el imputado y su
designación por el tribunal ---que son imperativas- de la asistencia al acto a través
del cual aquél accede por primera vez al proceso, pues resulta facultativa.
Ciertos tribunales orales en lo Criminal de la Capital resolvieron lo
contrario siguiendo, en apariencia, a la Corte Suprema; concluyeron que la garantía
debe operar desde la primera intervención del imputado en el proceso y que no basta con
legitimar formalmente al defensor, sino que debe habérsele brindado oportunidad para
poner en acto la defensa del justiciahle. Tal jurispnidencia tiene notas muy específicas:
se trata de causas cuyo conocimiento originario incumbía a un tribunal administrativo o
bien analizan la admisibilidad de recursos interpuestos por detenidos informapauperis.
El primer perfil advierte que se buscaba preservar el control judicial suficiente en episo-
dios cuyo conocimiento se asigna originariamente a la jurisdicción administrativa (ver
comentario al art. lo acápite a]); el último destaca que la tarea impugnativa requiere la

'?" Para la separaci*n definlii1.a se rcquiere la tolrrdncia del defendido; <:CC, Jt% 13-1972.489,
sintesis. tiro hO; un criterio diferente, en algunos fallos ha sostcnidu la Cune Suprema que si 13 defensa
se ejercira por terier3s. 13s leyes pueden dcten,iinar las c~rcuristancissa qiie se halla supeditada sii
inrervenziún: I:allds 130:74: nuestra opinibn tiene corno resualdo el criterio de la CS. Fallos 31?:1012:
en todo caso corresponde advertir al interesado el cambio p& el defensor oficial, pues, de lo contrario;
se incurre en nulidad de todos los actos procesales que resulten su directa consecuencia, CCC, sala VII,
JA 2001-11-661.
''jJ ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-697.
"" "El defensor del imputado en la etapa sumariai", DJ 1997-1-104 y SS.
"'' TOC nro. 9, fallo 201411993, "Navarrete, Rafael Carlos y otro"; TOC nro. 2,51411993, "Re-
YeS Oniz, Claudio Enrique y otro".
l
DEFENSORES Y MANDATARIOS Art. 108

intervención del defensor letrado, pues equivale a la única posibilidad útil para acceder
a la jurisdicción y no puede soportar mengua sin alterar la garantía constitucional de la
inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN). Nos parece que semejantes temperamentos
resultan ineficaces para imponer como r&uisito de validez de la indagatoria la presencia
del defensor cuando el imputado no la requiere ni la ausencia perjudica su situación (la
cuestión básica consiste en precisar si el defensor propuesto no fue convocado ni tampo-
co se notificó a la defensa oficial; el acto de comunicación preserva cualquier invalidez
ulterior; pero debe de haberse Sin interés de parte para apoyar la nulidad,
menos se advierte que el tribunal pueda hacerlo de oficio. Tampoco persuade sobre el
carácter ineludible de la presencia la circunstancia del aseguramiento de la libre con-
ferencia entre defensor y abogado; incluso los tiempos verbales utilizados por los arts.
104, 107,197,295 y 297 indican que la intervención, libre conferencia y anoticiamiento
no acotan la validez del acto1239. En esa misma línea se enrola Superti, quien concluye
"...que para tener certeza de estar en presencia de una declaración voluntaria el único
elemento que avienta toda duda es el previo asesoramiento especializado del declarante,
dado que de esa forma se destierran miedos e ignorancia"1240.
En resguardo de la garantía de la defensa en juicio y con base en la doctrina de
la arbitrariedad, cabe descalificar la sentencia que no da fundamentos bastantes para
contradecir resoluciones anteriores donde se admitía provisionalmente el patrocinio
letrado del querellante por el defensor oficiall"l. Si no existe interés que proteger
- c u a n d o se han recogido manifestaciones adversas a quien las formula-, invalidar
los actos -nada menos que en el momento correspondiente al art. 354--- se con-
vierte en exceso ritual, entorpecedor de una adecuada administración de
Nombramiento posterior
108. La designación del defensor de oficio no perjudica el derecho del im-
putado de elegir ulteriormente otro de su confianza; pero la sustitncióp no se
considerará operada hasta que el designado acepte el cargo y fije domicilio.
Seleccionar al defensor de confianza se halla amparado por la garantía de la
inviolabilidad de la defensa en juicio asegurada por el art. 18, CN (ver art. 106).
También capta la posibilidad de removerlo mediante la proposición de
Para que el imputado no quede desprotegido, el tribunal debe atenerse, con
estrictez, a la última oración del precepto.

"" TOC Fed. San Martin, nro. 2, LL del 911112001, f. 102.883.


"j9 En contra, TOC nro. 7, fallo "Alegre, Gustavo Alejandro", 27/6/1993, ED 153-650, f. 46.266;

en sentido similar, TOC NO. 9, salvo que el imputado renuncie al deber de notificación, circunstancia
no presumible, pues debe resultar de un acto inequívoco de voluntad; se la considera una nulidad virtual
y absoluta, ED 153-562, f. 45.248, o LL 1993-D-374, f. 91.25, con nota de Carrió, "El derecho a la
entrevista previa en el nuevo Código Procesal Penal. Los primeros fallos"; ver comentario al art. 104.
"La declaración del imputado y sus efectos como elemento de cargo", LL del 6/5/1996,
comentario al fallo 94.226.
CS, ED 159-635, f. 46.008, O SJP, LL del 28/4/1995, f. 93.096.
'242 GUARIGLIA, "El nuevo sistema de defensa de oficio en el procedimiento penal", JA 1992-
11-776.
CCC, Fallos t. 1, p. 223.
Art. 110 DEFENSORES Y MANDATARIOS

Defensor común
109. La defensa de varios imputados podrá se confiada a un defensor co-
mún siempre que no exista incompatibilidad. Si ésta fuere advertida, el tribunal
proveerá, aun de oficio, a las sustituciones necesarias, conforme a lo dispuesto
en el art. 107.
Existe incompatibilidad cuando media colisión de intereses entre los imputa-
dosiZM. Puede surgir de las propias manifestaciones de los implicados sobre el parti-
cular o de las constancias del sumario que brinden datos acerca de un desequilibrio
en la defensa'24s.Resulta pertinente la declaración de nulidad'246.
La inobservancia de esta prohibición puede hacer incurrir en delito, ya que
el art. 271, Código Penal, castiga el prevaricato de los auxiliares de la justicia. Sin
perjuicio de ello, el art. 10, inc. a), de la ley 23.187, prphibe también una conducta
semejante. Ver además art. 19, inc. d), del Código de Etica de dicho Colegio y las
sanciones disciplinarias previstas en su art. 18.
La mera posibilidad de que un abogado incurra en aquel delito confiere a los ac-
tos cumplidos con su intervención la ineludible consecuencia de resultar nulos -su-
puestos de nulidad implícita o SU carácter es absoluto por constituir un
acto de cabal indefensión (art. 167, inc. 3", y 168, párr. 2").
Incompatibilidad no significa divergencia, sino que tiene que darse cierta in-
conciliabilidad en la defensa; por ejemplo, cuando uno de los imputados tenga inte-
rés en sostener una tesis perjudicial para otro; ello no ocurre si se afirma la ajenidad
en la autoría del hecho de uno de los procesados y el segundo sostiene su inocencia;
aunque la mera perspectiva del conflicto hace surgir la inc~rnpatibilidad~~~~. No pue-
de ejercer la defensa el letrado que fue llamado a prestar declaración
el mismo proceso1249.
Otros defensores y mandatarios
110. El actor civil y el civilmente demandado actuarán en el proceso perso-
nalmente o por mandatario, pero siempre con patrocinio letrado.
El actor civil puede actuar personalmente, en cuyo caso deberá hacerse patro-
cinar -asistir- por un abogado. También puede confiar su representación a un pro-
curador, modalidad que es una de las forma; de representación~voluntaria.Lo mkmo
ocurre con el civilmente demandado.
En ambos casos no se trata de defensor, a imagen y semejanza del que asiste o
actúa en vez del imputado, sino de un patrocinante o apoderado, en forma similar a
lo que sucede en el proceso civil (art. 56, CPN).

'24d CCC, Fallos t. 1, p. 225; sala 11, c. 17.265, del 181811974.


"" CCC, salaV, 81912010, "M.D.A.", difundido por el servicio de correo electrónico de la Se-
cretaría de Jurispmdencia de la CCC.
111, JA 1992-1.486, o LL del 211211992, f. 90.146; CNPE, sala B, SJP, LL del
Izq6~ C C i s a l a
281712003, f. 105.894.
'"' CREUS, Invalidez...,p. 46.
'2'8 OLCESE,“Incompatibilidad en la defensa", JA 1993-IV-815.

'2'P CCC, sala VII, ~151812006,"Martínez", RDP, LexisNexis, 112007, p. 106; SR, LL del
3011 112006, p. 61.
La designación de defensor, a menos de expresa reserva, habilita para repre-
sentar al imputado en punto al objeto accesorio -cuestión civil- del proceso penal
(art. 104, pán: 2", segunda oración). 8
Sustitución
111. Los defensores de los imputados podrán designar sustitutos para que
intervengan si tuvieren impedimento legítimo, con consentimiento del acusado.
En caso de abandouo de la defensa, el abogado sustituyente asumirá las obli-
gaciones del defensor y no tendrá derecho a prórroga de plazos o audiencias.
La proposición de sustituto incumbe, con exclusividad, al defensor, aunque re-
quiere el asentimiento del imputado.
Si se produce la situación denominada abandono (art. 112), actúa el sustituycn-
te en las condiciones fijadas por el último párrafo.

Abandono
112. En ningún caso el defensor del imputado podrá abandonar la defensa
y dejar a sus clientes sin abogado. Si así lo hiciere, se proveerá a su inmediata
sustitución por el defensor oficial. Hasta entonces estará obligado a continuar en
el desempeño del cargo y no podrá ser nombrado de nuevo en la misma causa.
Cuando el abandono ocurriere poco antes o durante el debate, el nuevo
defensor podrá solicitar una prórroga máxima de tres (3) días para la audien-
cia. E1 debate no podrá volverse a suspender por la misma causa, aun cuando el
tribunal conceda la intervención de otro defensor particular, lo que no excluirá
la del oficial.
El abandouo de los defensores o mandatarios de las partes civiles $0 sus-
penderá el proceso.

a) Alcance. La defensa es una actividad indispensable; por eso se prevé su am-


paro durante todo el proceso. Esto no significa que sea obligatoria para el defensor
técnico o de confianza; puede renunciar al cargo pero no dejar inerme al imputado
hasta que intervenga el defensor oficia1 y siempre que la causa invocada resulte
razonable (art. 106, párr. lo, oración primera). Comprende también los casos de pa-
sividad del defensor -por ejemplo si en el debate no interroga y coincide con todo
lo dicho por el acusador oficial- cuando no se cubre el principio de contradicción;
cabe declarar la nulidad del debate oral y apartar al defensor que incumó en un vir-
tual abandono de su obligación'250.La imposibilidad de un segundo nombramiento
en la misma causa no importa cercenamiento a garantía constitucional alguna, ya que
el imputado puede ser defendido por la defensa oficial u otro letrado'251.

b) El phrrafo segundo contempla la situación a producirse en aquel caso, si


ocurre durante el desarrollo del juicio (Libro 111). Su desenvolvimiento regular exige
la sujeción del imputado -no puede haber juicio oral en rebeldía (art. 290, párr. lo,
segunda oración)- y la presencia de defensor (art. 368), salvo el caso en que se au-

'2"'TOC Fed. NO. 1, JA 1995-11-588.


CCC, sala 1,26/812004, "Daer", RDP, LexisNexis, 812005, p. 493
Art. 113 DEFENSORES Y MANDATARIOS

torice la defensa personal o material (art. 104). De lo contrario debe procederse a la


sustitución por el defensor oficial. Tanto la celeridad como la continuidad del debate
exigen que los plazos para que el nuevo defensor esboce su táctica sean breves -tres
días hábiles (arts. 116 y 162)- y sólo puede concederse prórroga por una sola vez;
durante ese lapso puede suspenderse el trámite.
c) El último párrafo subraya la diferencia que existe entre el objeto principal
-
-la cuestión penal- y el secundario -accesorio o eventual- constituido por el
mismo hecho enfocado desde el punto de vista del derecho privado. Como se trata de
derechos dispbnibles, la ausencia de los defensores o mandatarios resulta irrelevante
(conf. art. 359, párr. lo).

Sanciones
113. El incumplimiento injustificado de las obligaciones por parte de los
defensores o mandatarios podrá ser corregido con multa de hasta el equivalente
al 20% del sueldo de un juez de primera instancia, además de la separación de
la causa. El abandono constituye falta grave y obliga al que incurre en él a pa-
gar las costas de la sustitución, sin perjuicio de las otras sanciones. Éstas serán
sólo apelables cuando las dicte el juez. El órgano judicial deberá comunicarlo al
Colegio Público de Abogados a sus efectos.

La separación de la causa colisiona con la inviolabilidad de la defensa (art. 18,


CN) según hemos visto (ver comentario al art. 106).
La comunicación al Colegio Público, en la Capital Federal, se efectúa a fin de
poner en acto los poderes disciplinarios que le otorga la ley 23.187 (Titulo IV).
La sanción deviene irrecurrible si la impuso una Cámara (arts. 23, 24 y 33 y
arts. 18 a 21, ley 24.050) o un Tribunal Oral en lo Criminal (arts. 25, 28 y 32 y 13,
ley 24.050). Pero si no se configuró un caso de abandono en los términos del art. 112,
la separación dispuesta por el Tribunal Oral resulta impugnable a través del recurso
de casación, por importar una grave afectación a la garantía de defensa en juicio'252.
Aunque la multa que exceda el máximo hubiese quedado firme, corresponde
instruir al representante del Ministerio Público (conf. art. 501) para que limite su
ejecución basta el punto
La falta de cumplimiento de sus deberes por parte del abogado defensor es
omisión grave en los términos del art. 44, inc. e), ley 23.187, pues está en juego la
libertad de su defendido1254.
Para el Colegio Público de Abogados, las disposiciones de la ley 23.187 han
derogado las atribuciones disciplinarias atribuidas a los jueces por los ordenamientos
procesales y por el dec.-ley 1285/51981255. Empero, la CS ha decidido que aquéllas

'l" CNCP, sala IV, ED del 2711012003, f. 52.347.


'213 CS, JA 1993-11-536.
Trib. de Disciplina del Col. Púb. de Abogados, ED 154-574, f 45.377: con nota de Bidart
Campos, donde encomia la actitud de la Corte Suprema, pues "...se abstuvo de aplicar sanción y resol-
vió poner el hecho en conocimiento del Colegio Público".
'25s Trib. de Disciplina del Col. Púb. Abogados, en pleno, ED 154-337, f. 45.333.
212 DEFENSORES Y MANDATARIOS h.113

no se superponen ni confunden con las conferidas por la ley 23.187'256.La condena


penal no obsta a la sanción disciplinariai257.
Este dispositivo constituye una excepción al principio sentado por el art. 532 y
no cabe aplicar en sentido contrario la regla del art. 53 1, oración final (allí se autoriza
la exención cuando se hubiera tenido razón plausible para litigar'z58.

lZs6 ED 168-220, f. 47.260.


C.Nac. Cont.Adm. Fed., Rev. Col. Púb. Abogados, año 1, nro. 8, diciembre de 1997, p. 25.
'2*s CF San Martin, sala 11, LL del 15/U1999,Boletín de Jurisprudencia, segundo semestre, 1996,
c. 573, resuelta el 221811996, reg. 1464.
ACTOS PROCESALES

T~TULO
V
ACTOS PROCESALES

a) Concepto -
Son hechos voluntarios con incidencia en la iniciación, el desarrollo o la con-
clusión del proceso.
b) Elementos
Elementos de los actos procesales resultan los sujetos -principales y even-
tuales, sus auxiliares y los colaboradores del proceso--, su objeto y una actividad
determinada que se proyecta en cuanto a lugar, tiempo y forma.
Pueden provenir de los sujetos principales: el tribunal -las resoluciones (art.
122)-, las partes -v.gr., proposición de defensor por el imputado (art. 104)-
o sus auxiliares -por ejemplo, las exposiciones efectuadas en la discusión final por
los defensores y apoderados (art. 393)-. También de los colaboradores del proceso,
sea a raíz de una citación -v.gr., declaración del testigo (Capítulo IV, Título 111,
Libro 11)-, una solicitud para presentar un documento (art. 232), etcétera.
Algunos actos son cumplidos por un solo sujeto; así ocurre con el requerimien-
to del fiscal o querellante para la elevación a juicio (art. 347, último párrafo). Otros
son complejos, pues intervienen varios: en la declaración indagatoria deben partici-
par el imputado, el juez y el secretario (arts. 294 y 301) y si lo requiere el imputado,
también su defensor (art. 294 infine); puede concmir el fiscal (art. 295).
Para cumplir un acto procesal válido, todos los sujetos deben tener aptitud:
competencia el tribunal (arts. 22 y concs.) y capacidad procesal los restantes (ver
Capítulos 11, IV, V, VI y VI1 del Título IV).
El objeto radica en el contenido del acto y debe reunir dos requisitos. Por un
lado, ser idóneo: no lo es si se utiliza un contenido para cubrir las exigencias de
otro, por ejemplo: recibir un testimonio (art. 239 y SS.)al realizarse una inspección
judicial (art. 216). Por otro, debe ser licito: no lo sería si se infringe la prohibición de
declarar como testigos que alcanza a ciertas personas (art. 242).
En cuanto a la actividad cabe acotar:
a) El lugar, por vía de principio, es la sede del tribunal para el debate y su
desarrollo (arts. 373 y 374), el dictado y lectura de la sentencia (arts. 396 y 400).
Sin embargo, son numerosos los actos -sobre todo durante la instrucción- que
se cumplen fuera de dicho ámbito, como la inspecciónjudicial y reconstrucción del
hecho (arts. 216 y 221), el registro domiciliario (art. 224), el allanamiento de morada
(art. 225), etcétera; también es posible, durante el juicio, llevarlos a cabo en un lugar
que no sea el del alojamiento del tribunal (art. 251, en función del art. 382, párr. 2";
arts. 386 y 387). Al igual que en el proceso civil, es posible que la notificación
-principal acto procesal de comunicación- se cumpla en lugar ajeno al tribunal
(art. 149), tanto durante la instrucción como en el juicio. Por aplicación de los arts.
7", CN, 40 y 50, de este Código, no corresponde declarar la nulidad de una diligencia
sumaria1 efectuada de acuerdo a derecho en sede local, por la sola razón de tratarse
de un acto procesal cumplido en distinta jurisdicción'259.
CNCP, sala 111, ED 170-533, f. 47.629.
214 ACTOS ?ROCESALES

Si en actuaciones de competencia federal no se observó la exigencia del orde-


namiento procesal local -a&. 218, CPP Santa Fe-, relativa a la fundamentación,
corresponde declarar la nulidad de la condena si fue consecuencia de un secuestro
inválido; si bien los tribunales nacionales no pueden avasallar el art. 7', CN, deben
pronunciarse sobre la fuerza probatoria dentro del caso'2". Mientras el órgano local
ejercite su función jurisdiccional sobre las cosas o las personas a que afecta, tratán-
dose de actos correspondientes al regular ejercicio de su competencia, el resultado
de tal labor no puede cuestionarse; se impone atribuirle los mismos efectos que hu-
bieran de producir en el lugar del juicio.
b) El tiempo es tratado en forma genérica y específica. Desde el primer punto
de vista se tienenen cuenta los días y horas hábiles e inhábiles para cumplir con la
actividad (art. 116; confr. art. 152, CPN, párr. 2"). Desde el último, se consideran los
plazos, consistentes en el tiempo útil dentro del cual debe cumplirse aquélla (vgr., el
dictado de las resoluciones por el tribunal -art. 125-) y los señalados para recu-
rrir, por ejemplo para apelar (art. 450). Ver sobre habilitación de días y horas, tanto
expresa como tácita, los arts. 153 y 154, CPCC, en relación con los arts. 116 y 162
de este Código. Debe tenerse presente que el debate oral se cumple sin solución de
continuidad (art. 365, párr. lo).
El distingo entre plazo y término fue introducido por la doctrina alemana coin-
cidente en que plazo es el momento apto para afrontar la actividad y término es su
momento final.
c) La forma capta el modo de expresión: el lenguaje -predominantemente oral
en el juicio (art. 363)- y el idioma (art. 114) y sus características de manifestación.
También integra este perfil, durante el juicio, su continuidad, enderezada a fa-
cilitar el recuerdo de la prueba recibida en el debate, que exige la identidad física de
quien juzga y hace factible la inmediación -percibir la actividad directamente-
(art. 365, pán: final).
c) Clasificación
Es posible considerar a los actos conforme a su específica función; en tal sen-
tido pueden distinguirse, principalmente, actos de iniciación, persecución, defensa,
prueba, resolución e impugnación; a su vez, cada uno de estos grupos abarca una
serie de actividades. El enlace de un acto con otro o su secuencia temporal o su re-
lación imputativa de antecedente a consecuente, configura un procedimiento. En tal
sentido resulta correcto hablar de procedimiento instructorio (Libro 11) o del juicio
(Libro 111) o de la impugnación (Libro IV) o de ejecución (Libro V).
Se ha debatido si los actos de los preventores son preprocesales o procesales.
A nuestro modo de ver, desde que están destinados a ser evaluados en el proceso,
aquella denominación resulta equívoca. Preprocesal resulta la preparación de un acto
antes de incorporarse al legajo o expediente, v.gr., el esbozo del fiscal al proyectar
la elevación a juicio (art. 347, párr. 2"); pero, una vez que se incorpora a la causa,
no puede ser sino procesal. Por ende, su validez debe analizarse sólo a través de los
recaudos atinentes al sujeto, objeto y modo de la actividad, requeridos por la ley para
obtener actos idóneos.

IzaCNCP, sala IV, LL del 10/6/2002, f. 103.864.


ACTOS PROCESALES

Descuentan la libre determinación de los participantes en cuanto atafie a sus


manifestaciones de voluntad y responden ---cuando se trata de las partes- a un
interés.
d) Nulidad
Los defectos de cierta entidad alojados en alguno de los elementos de los actos-
procesales generan su nulidad (Capitulo VII).
El acto procesal es una especie dentro del género actos jurídicos; su elemento
característico radica en que sus efectos se refieren, directa o indirectamente, al
procesoi26i.
La eficacia no escapa a lo prescripto por el art. 993, CC., en cuya virtud el
instrumento público hace plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o
criminal, en tomo a la existencia material de los hechos que el oficial público hubiese
anunciado como pasados en su presencia. Para neutralizar su fuerza probatoria debe
estarse al resultado de la instancia judicial por la aducida falsedad1262.Similar pare-
cer puede verse en Maier, para quien la teoría de la nulidad procesal no es más que
una especie de la del derecho común'263.
Empero, la pertenencia a dicho género no puede llevarse hasta extremos incom-
patibles con su peculiaridad; por eso se descartan, en gran medida, los posibles vicios
de la voluntad o la falta de libertad de los intervinientes, pues se cumplen ante un
órgano del Estado y, generalmente, con la intervención de auxiliares p r o f e s i ~ n a l e s ~ ~ ~ .
Desde luego que hace a la regularidad del acto procesal la necesidad de que el
documento en que se vierte sea suscripto por todos los co~nparecieutes~~~~, si bien
este requisito debe ajustarse a lo prescripto por la ley especifica.
En el fallo "Frias, José L."'266se hizo constar la presencia del defensor en su
desarrollo al instrumentarlo; así lo garantizó la aserción del magistrado. Dicho co-
rolario subsiste en tanto no se obtenga pronunciamiento - e n otro caml procesal-
concluyente en cuanto a su falacia. A su vez tal asistencia obliga a inferir que se ha
cumplido con la notificación previa, exigida por el carácter irreproducible del reco-
nocimiento (arts. 200 y 201; Capitulo IV, Titulo V, Libro 1).
El régimen de las actas procesales, su contenido y formalidades (arts. 1381141)
no computa la omisión de firma de todos "...los intervinientes que deban hacerlo..."
dentro de las causales expresas o taxativas de nulidad. Sí lo establece cuando se trata
"...del funcionaxio actuante, o la del secretario o testigo de actuación..." (ver arts.
139, párrs. 2' y 3', y 140, párr. lo, respectivamente).
No obstante y por exigencia del sistema, semejante falla configura un supuesto
de nulidad virtual (art. 139, párr. 2"). Adviértase que concreta una situación "...de
conflicto en el proceso...", objetivada en el apartamiento de una prohibición im-
plícita, en orden a la necesidad de suscripción por todos los interviniente~'~~~, Vie-
ne exigida por el adecuado registro de la tarea procesal, cuya coincidencia con la

'26' COUTURE,
Fundamentos..., p. 201.
"" LLAMB~AS,
Código..., t. Il-B, p. 167; BORDA, Trafado..., Parte general, t. 11, ps. 1991202
'l" Derecho procesal ..., t. 1-A, ps. 2131214.
'" PALACIO, Derecho ..., t. IV, p. 29.
Iz6' MOmLLO - SOSA - BERIZONCE, Código ..., t. 11-B, p. 6i2.

CNCC, sala IV, LL del 31811994, f. 92.379.


'lb' CREUS, Invalidez..., ps. 45146.
216 D~SPOSICIONESGENERALES Art. 114

refrendación por la totalidad de los comparecientes es ineludible requisito para al-


canzar el valor orden, basamento sobre el cual reposa la realización de la justicia.
Con todo no se percibe basta aquí cercenamiento para la garantia constitucio-
nal de la defensa en juicio o del debido $roceso, en tanto no se vislumbra se haya
incurrido en mendacidad al referir tal presencia, aspecto que debiera ir aunado a la
ponderación cargosa -adversa al imputado- del reconocimiento. Recién entonces
configuraría menoscabo idóneo para censurar su eficacia de oficio, por resultar se-
mejante invalidez absoluta, conforme a lo estatuido por los arts. 167, inc. 3', y 168,
párrafo segundo en función del art. 18, CN. Incluso, la sola irregularidad producida
al omitirse la suscripción del acto por alguno de los comparecientes, si no cubre una
perniciosa mentira del funcionario público, resultaría atipica frente al delito descrip-
to por el art. 293, CP, pues carecería de la posibilidad de causar pejuicio.
El limite de la firmeza radica en la manipulación del acto para ponderarlo en
pugna con los intereses del imputado o su defensor ausentes.

DISPOSICIONES GENERALES

Idioma
114. En los actos procesales deberá usarse el idioma nacional bajo pena de
nulidad.
Al igual que en el proceso civil, la validez de los actos procesales se supedita a
que, tanto a través de la palabra hablada coino escrita, deben expresarse en casteyano
(art. 115, CPN). Ahora, el art. 8", punto 2, acápite a), de la CADH, impone el derecho
del inculpado a ser asistido gratuitamente por traductor o intérprete si no comprende
o no habla el idioma del juzgado o tribunal. Por ende, tiene jerarquía constitucional,
art. 75, inc. 22, CN'268.
En caso contrario, el juez nombrará un intérprete -mejor dicho traductor,
como lo denomina con mayor exactitud el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, pues intérprete es quien capta las expresiones mímicas de mudos o sordo-
mudos- para trasladar, a nuestro idioma, e l documento o la declaración vertida en
lengua exhanjera (art. 268).
La nulidad del acto en infracción a este precepto resulta absoluta cuando re-
tacea la comprensión de cniciales actividades -v.gr., la intimación en'la indaga-
toria (art. 298)- cuya magnitud abiertamente agrede una garantía constitucional
(art. 168, párr. 2"). En el caso se truncaría la posibilidad de refutar los hechos endil-
gados, con efectiva lesión a la garantia del art. 18, CN.

'768 CCCFed., sala 1, JA 2000-11-663. Es curioso pero el tribunal señala el defecto aunque omite
pronunciarse sobre la consecuencia. Es que si el desconocimiento del idioma era total, mal puede haber
defensa válida y la nulidad es absoluta, por aplicación del an. 168, párr. 2".
Art. 116 DISPOSICIONES GENERALES

Fecha
115. Para fechar un acto deberá indicarse el lugar, día, mes y año en que se
cumple. La hora será consignada sólo cuando especialmente se lo exija.
Cuando la fecha fuere requerida bajo pena de nulidad, ésta sólo podrá ser
declarada cuando aquella no pueda establecerse con eerteza en virtud de los
elementos del acto o de otros conexos con él. -
El secretario o auxiliar autorizado del trihunal deberá poner cargo a todos
b s eseritos, oficios o notas que reciba, expresando la fecha y hora de presentación.
El epígrafe rebasa el contenido de la norma, pues también se refiere al ámbito
en que se desarrolla la actividad: el lugar.
La mención del lugar, como la de la fecha - e l tiempo del acto- habilita a
compulsar su validez. En el primer caso, para los que deben realizarse en la sede del
tribunal y, en el último, para meritar si se llevaron a cabo en tiempo hábil (art. 116).
Ambos extremos importan cuando se trata de actos cuyo cumplimiento fue señalado
atendiendo a ambas modalidades; en el caso de la indagatoria, aunque no esté fijado
el lugar expresamente, sólo por vía de excepción, puedé ser otro que el despacho del
juez a cargo de la instrucción (art. 294)12". Respecto de este mismo acto, el tiempo
debe computarse de momento a momento'270.
El párrafo segundo se ajusta a la denominada instrumentalidad de las formas.
El mero apartamiento no involucra invalidez si el acto cumple sus fines en virtud de
la correlación incontestable entre los que operan como sus antecedentes y los que
resultan su consecuencia.
El párrafo final es la única vía apta para dar fecha cierta al momento de recibo
de los escritos y documentos.
Día y hora
116. Los actos procesales deberhn cumplirse en días y horas hábiles, salvo
los de instrucción. Para los de debate, el trihunal podrá habilitar los días y ho-
ras que estime neeesarios.
Ver la introducción a este Título acerca de la consideración genérica del tiempo
para el cumplimiento de actividad procesal útil (confr. art. 162).
Los plazos para realizar actividad procesal válida por las partes comprenden
únicamente los días hábile~'~".Si está fijado en horas, el vencimiento se opera al
terminar la última'272.
Con relación al Código anterior -a*. 131-, se decidió, correctamente, que
si la comunicación del correo se entregó el día feriado, el hito inicial del cómputo
debía tomarse a partir del primer día hábil siguiente1273.Ese temperamento re-
sulta valedero para el ordenamiento vigente, porque si bien los actos a realizarse
durante la instrucción pueden llevarse a cabo todos los días, cuando se trate de
establecer el tiempo útil para la intervención de las partes sólo deben incluirse los
días hábiles.

'269 Tribunal de Enjuiciamiento, sentencia del 301611986, ED 105-290.


'"O D'ALBORA,"El relato del imputado en la ley nacional", ED 116-8641865
"" CS, Fallos 303:2059.
12'' PALACIO, Manual ...,p. 304.
'U" CNPE, sala A, DJ 2001-3-487, f. 17.340.
218 DISPOSICLO~'ESGENERALES Art. 118

Por ser ley federal constitucional la 24.571 --que instituye como días no labo-
rables el del año nuevo judio y el día del perdón-, en virtud de su jerarquía norma-
tiva debe prevalecer sobre las disposiciones que fijan los plazos procesales'274.
2
Juramento y promesa de decir la verdad
117. Cuando se requiera la prestación de juramento, éste será recibido,
según corresponda, por el juez o por el presidente del tribunal, bajo pena de
nulidad, de acuerdo con las creencias del que lo preste, quien será instruido de
las penas correspondientes a1 delito de falso testimonio, para lo cual se le leerán
las pertinentes disposiciones legales y prometerá decir la verdad de todo cuanto
supiere y le fuere preguntado, mediante la fórmula "lo juro" o "lo prometo".
La primera oración parece descartar la recepción del juramento por el agente
fiscal, cuando dirija la investigación o pesquisa (art. 196); no obstante, la remisión
que en este último caso se efectúa a la Sección 11 del Título 11 del Libro 11, al igual
que los arts. 210 y 212 indican - e l último sin hesitación- que, aun en el supuesto
de instrucción por el MP, los testigos (art. 249) deben prestar juramento.
Se cumple al comieuzó del acto, a diferencia de lo establecido en el Proyecto
Maier (arl. 179, id).Aquél se denomina promisono y éste asertorio ----o aseverativo,
según Núñez1275-. La diferencia estriba en que el primero versa sobre el futuro y el
último se ciñe a ratificar una acción ya cumplida.
La fórmula concierne a las convicciones religiosas de este órgano de la prueba
que es el testigo.
La modalidad de recepción del acto -según el epígrafe- no se conforma con
el juramento, sino que también requiere la promesa de decir verdad.
La sanción de nulidad es, en principio, relativa, pues resulta subsanable
(art. 171).
'
Declaraciones
118. El que debe declarar en el proceso lo hará de viva voz y sin consultar
notas o documentos, salvo que el tribunal lo autorice para ello, si así lo exigiere
la naturaleza de los hechos.
En primer término, el declarante será invitado a manifestar cuanto conozca
sobre el asunto de que se trate, y despuhs, si fuere necesario, se lo interrogará.
Las preguntas que se formulen no serán capciosas ni sugestivas.
En los casos de delitos dependientes de instancia privada, la víctima y10 sus
representantes legales sdlo prestarán declaración ante el juez, el agente fiscal y
su ahogado, debiendo evitarse los interrogatorios humillantes.
Cuando se proceda por escrito, se consignarán las preguntas y respuestas.

a) La preocupación en preservar la autenticidad de las declaraciones testimo-


niales es una constante en el Código; el art. 384, párrafos segundo y tercero coincide
con lo establecido por el párrafo primero.

CESARI,"La jerarquía normativa de la ley 24.571 y la forma de contabilizar los plazos pro-
cesales", JA 2002-111-762.
"'* Código...,p. 106.
Art. 119 DISPOSICIONES GENERALES

b) El párrafo segundo advierte que el acto debe comenzar con la libre expo-
sición y luego proceder a formular interrogaciones, que no deben ser capciosas ni
sugestivas (párrafo tercero).
La capciosidad consiste eii los artificios o engaños destinados a hacer i u c d r
en enor al declarante. Sugestiva es la pregunta que orienta la respuesta en un deter- -
minado sentido.
c) El párrafo cuarto puntualiza que las partes eventuales -actor civil y que-
rellante, sus mandatarios o patrocinantes-, pueden encontrarse presentes cuando
la declaración se cumple en procesos por delitos dependientes de instancia privada
(art. 6"); es posible la concurrencia del letrado de quien haya instado -denuncia-
do-, aun cuando no se hubiere constituido eii actor civil (art. 82). En síntesis: pue-
den encontrarse presentes quien resulte víctima o quien, además, haya asumido las
funciones de querellante o actor civil y sus letrados. Para el debate rige el art. 363.
d) El último párrafo comprende los casos señalados en el art. 119, párr. lo,
cuando se proceda mediante oralidad actuada: las interrogaciones y las respuestas se
formulan a través de la palabra hablada, pero se documentan por escrito conforme a
los arts. 138 y 139.
Declaraciones especiales
119. Para recibir juramento y examinar a un sordo se le presentará por es-
crito la fórmula de las preguntas; si se tratare de un mudo se le harán oralmente
las preguntas y responderá por escrito; si fuere un sordomudo, las preguntas y
respuestas serán escritas.
Si dichas personas no supieren leer o escribir, se nombrará intkrprete a un
maestro de sordomudos o, a falta de él, a alguien que sepa comunicarse con el
interrogado.
El vocablo intérprete está bien utilizado en el segundo párrafo, a diferencia de
su uso en el art. 268, donde la mención correcta es "traductor" (ver art. 114).
Si del peritaje cumplido por 10s médicos forenses surge que, pese a la sordera,
el imputado pudo entender lo que se le dice a trav6s de la lectura de labios y también
tenia aptitud para manifestar lo pertinente al prestar declaración indagatoria, no cabe
hacer lugar a la nulidad del acto en el solo interés de la ley, pues el mero incumpli-
miento de lo aquí prescripto no afecta el derecho de defensa'276.

CCC, sala 1, ED 168-125, t 47.245, con disidencia de Donna por aferrarse a la literalidad
del texto.
Art.121

CAP~TULO
11
ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES

Poder coercitivo
120. En el ejercicio de sus funciones, el tribunal podrá requerir la interven-
ción de la fuerza pública y disponer todas las medidas que considere necesarias
para el seguro y regular cumplimiento de los actos que ordene.
Según la corriente tradicional uno de los elementos de la jurisdicción -facul-
tad de resolver litigios y ejecutar lo que en ellos se resuelva- consiste en la coertio:
"...el empleo de la fuerza para el cumplimiento de las medidas ordenadas dentro del
proceso a efectos de hacer posible su desenvolvimiento, y que puede ser sobre las
personas o las cosas..."'277.
Más cerca en el tiempo, al par que se caracteriza a la jurisdicción como la acti-
vidad desplegada por un órgano del Estado, en sentido jurídico material, enderezada
a crear la norma jurídica individual que establezca, en fonna indirecta y mediata, la
expresión de pensamiento jurídico comunitario, al que deberá adaptar su conducta
uno de los inte~inientesen el confiicto, se admite, sin ambages, que el derecho pro-
cesal es derecho público; perfil consistente, en esencia, en la posibilidad de imponer,
en fonna unilateral, la observancia de determinados comp~rtamientos'~~~.
En síntesis: para evitar el mero carácter abstracto de las decisiones, puede acu-
dirse a la fuerza pública con miras a obtener su cumplimiento.
Al no haber juicio en rebeldía, corresponde asegurar su realización, si es preci-
so, mediante la detención del imputado (art. 366, páni 49.

Asistencia del secretario .


121. El tribunal será siempre asistido en el cumplimiento de sus actos por
el secretario, quien refrendará todas sus resoluciones con firma entera precedi-
da por la fórmula: "Ante mí7'.
La exigencia de la autorización por el secretario, a través de los vocablos "Ante
mí", parece un tanto obsoleta, pues si bien estaba prescripta por el art. 29, Código
Procesal Civil y Comercial de la Nación anterior al vigente por ley 17.454, fue pos-
teriormente suprimida por la ley 14.237 y el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación -al igual que todos los ordenamientos procesales vigentes en el país- no
lo impone. De manera que la ley 1893 debe considerarse derogada implícitamente
en el mencionado aspecto'279.
Cuando este funcionario no controla las actuaciones recibidas en secretaría
-no examina los escritos de las partes, tampoco se asegura su debida incorporación
al expediente, deja de efectuar las certificaciones necesarias, ni tampoco organiza la
distribución adecuada de las tareas del personal ni la supervisa-, su conducta en-
cuadra en el art. 249, CP, en cuanto castiga el retardo de un acto del oficio1280.

"" ALSINA, Derecho..., t . 11, ps. 426 y 427.


12'' PALACIO, Derecho ..., t. 1, ps. 24125 y 354.
-
PALACIO ALVARADO VELLOSO, Código..., t. 11, p. 279.
Impecable disidencia de Barbarosch, CCC, sala IV, LL del 2111 112000, f. 101.215.
At?. 122 ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES

Además el secretario tiene funciones autónomas: autenticar (arts. 122, párr.


3', y 129), firmar las actas (art. 140, párr. lo), cumplir las notificaciones (art. 143),
levantar actas durante el sumario (art. 208) y en el debatc (art. 394), etcétera.
La CNCP, sala 11, considera que no resulta nula la orden de allanamiento por
carecer de la firma del secretario, toda vez que la sola intervención del juez resulta
suficiente para otorgarle validez al acto (ast. 224); además, la falta de su rúbrica no -
está conminada con nulidadiz8'.
Resoluciones
122. Las decisiones del tribunal serán dadas por sentencia, auto o decreto.
Dictará sentencia para poner término al proceso, después de su integral
tramitación; auto, para resolver un incidente o artículo del proceso o cuando
este Código lo exija; decreto, en los demás casos o cuando esta forma sea espe-
cialmente prescripta.
Las copias de las sentencias y de los autos serán protocolizadas por el se-
cretario.
No toda resolución conclusiva del proceso se dicta bajo la forma de senten-
cia (arts. 399 y 404) pues, pese a que el sobreseimiento obtura su continuación, se
dicta mediante auto (arts. 335 y 337; ver art. 361). Las sentencias definitivas son
impugnables por vía de casación (art. 457), salvo cuando por razón de la cuantía se
excluyen ciertos supuestos (arts. 458 a 462), aunque luego de lo decidido por la CS
en "Gir~ldi""~~ hayan perdido, cuando menos en parte, operatividad; en vez, el so-
breseimiento instructorio, antes de pasar por la casación, debe transitar por el recurso
de apelación (arts. 337, párr. 2" y 449).
Los autos resuelven las cuestiones controvertidas, que son aquellas en que se
ha escuchado --o dado oportunidad para hacerlo- a las partes (Título IV de este Li-
bro, comprenden los incidentes; por ejemplo, lo decidido por el juez de ejecución al
cuestionarse la aplicación de sanciones debe ser precedido por la audiencia de todas
las partes interesadas)'z83--cuestiones contenciosas que sean conexas con el objeto
del proceso (v.gr., la recusación del juez, art. 59; el planteamiento de excepciones,
mt. 340); también a los articulas, que se refieren a toda cuestión o situación impor-
tante para el desarrollo ulterior del proceso, aun dictados de oficio (por ejemplo, el
procesamiento, art. 306; la falta de mérito, art. 309; las sujetas a una contradicción,
aunque no sea plena, tal como la vista al querellante y al fiscal antes de la clausura,
art. 346)--. En otros supuestos, el Código los impone: rechazo de la prueba durante
los actos preliminares del juicio (art. 356, párr. 2").
El decreto o providencia simple es de naturaleza eminentemente administra-
tiva (v.gr. la agregación de un escrito o la convocatoria de un testigo). Este tipo de
resoluciones es susceptible tan sólo del recurso de reposición (art. 446).
El párrafo final comprende la tarea asignada a los secretarios en orden a la do-
cumentación de actos de resolución del proceso.

"'' SJP, LL del 301812002, f. 104.319.


'?" ED 163-161, f. 46.523, o SJP, LLdei 201911995, f. 93.553, o JA 1995-111-570.
'28'CNCP,sala 111, ED 166-68, f. 46.905.
222 ACTOS Y RESOLUC~ONESJUDICIALES Art. 123

Motivación de las resoluciones


123. Las sentencias y los autos deberán ser motivados, bajo pena de nu-
lidad. Los decretos deberán serlo, bajo la misma sanción, cuando la ley lo dis-
ponga. :

a) Consideraciones generales
Hay quienes distinguen entre motivar y fundamentar, idnitivos utilizados ge-
neralmente como sinónimos'284.
Se afirma que "fundamento" apunta a la norma, mientras "motivo" hace a la
conducta'28i.
La diferenciación se diluye si se observa que, cuando el juez motiva una reso-
lución, su decisión no puede apoyarse, con exclusividad, en los hechos o bien en las
normas: si opta por lo primero y prescinde de las disposiciones legales, corre el riesgo
de transformarse en legislador; si acude sólo a aquéllas, dejando de lado los hechos,
convertirá a la sentencia en una obra de investigación o de doctrina'28G.
El fundamento último de la exigencia esiriba en el cabal fiincionarniento del Es-
tado de Derecho y constituye una de las más preciadas garantías republicanas'287.No
obstante, Maier cuestiona la necesidad de fundamentar las sent~nciasal haberse insti-
tuido en la CN el juicio por jurados (arts. 24,75, inc. 12, y 118); para arribar a esa con-
clusión, asigna una peculiar interpretación al art. 18, CN ,en cuanto a la inevitabil
de que el juicio previo tiene que ser necesafiamente fundado (art. 18, CN)1288.
La Constitución de 1853 no se refiere expresamente al tema; tampoco 1
forma de 1994, a diferencia de lo que sucede en Buenos Aires (art. 171), Cór
(art. 155), Santiago del Estero (art. 173). Para el orden nacional suelen invocarse los
arts. 9", inc. lo, PIDCP, y 7', inc. 3', de la CADH como sustento para exigir, por im-
perio de la CN, la fundamentación de las sentencias1289; no compartimos el enfoque
porque ambos preceptos se refiercn, genéricamente, a supuestos de arbitrariedad; en
vez, el art. 18, CN, no admite duda de que toda sentencia penal condenatoria debe
resultar fundada. No obstante, la Corte Suprema ha decidido que, a la condición de
órganos para aplicar el Derecho, va entrañablemente unida la obligación de los jue-
ces de fundar sus sentencias, para acreditar que son derivación razonada del derecho
vigente y no producto de la voluntad individual y que dicha exigencia se cubre con
la seriedad de los fundamentos, pues reconoce raíz con~titucional'~~~. Si se omitieran
esos recaudos se incurriría en una causal de arbitrariedad. De manera que, aunque
mínimamente, deben expresarse las razones por las que se arriba a una consecuencia,
incluso para la cuantía de la pena'29'.

SAGU~S, Recurso extraordinario,t. 11, Buenos Aires, 1984, ps. 6131614; PALAC~O- ALVA-
RADO VELLOSO, Código..., t. 11, ps. 81 y SS.
'281 PASSI LANZA,"Elaboración de los conceptos de sentencia fundada y motivada y de autosu-
ficiente y autónoma", LL 131-65.
DiA~,Insfituciones..., t. 11-A, ps. 222 y SS.,especialmente, p. 225.
'"' MORELLO - SOSA - BERIZONCE, Códigos..., t. 1, p. 110.
'288 MAIER, Derecho..., t. 1-B, ps. 2431246.

' 2 8 9 CNCP, sala IV, LL del 41512001, f. 101.931.

Fallos 297:362; ED 150-350, f. 44.797.


In9' CS, ED 147-101, f. 44.230, consid. 11; id., ED 184-1161, f. 55; la exigencia excepciona la
irrecumibilidad por vía del extraordinario federal de decisiones que declaran la improcedencia de recur-
sos ante los hibunales de la causa.
Art. 123 ACTOS Y RESOLUCIONES JUDiCIALES

El distingo entre auto y decreto fundado se toma difícil en la experiencia hibu-


nalicia (ver art. 356, pán: 2', en cuanto exige fundar "...por auto ..." el rechazo de la
prueba ofrecida. A nuestro modo de ver, su verdadera naturaleza es la de un decreto
o providencia simple, pues sólo atiende al desarrollo o desenvolvimiento ordenado
del proceso).
La motivación es una garantía de justicia que no se cubre con la remisión a los -
razonamientos del juez a quo; aunque coincidan, cada uno tiene el deber de enun-
ciarlos ~ompletamente'~'~.
La carencia de motivación habilita la vía casatoria (art. 456, inc. 2"), aunque
basta con que sea escueta para cumplir minimamente con este requisito'293.El deber
de motivar se cumple cuando se expresan las cuestiones conducentes a concluir un
caso concreto de un determinado Se establece que motivar una sentencia
significa la obligación de consignar las cansas que determinan el decisorio o exponer
los argumentos fácticos y jurídicos que sustentan la resolución, esto es, las razones
que poseen aptitud para legitimar el dispositivo; se trata de una comprobación lógica
para controlar a la luz de la razón la bondad de una decisión surgida del sentimiento
-lo cual parece excesivo, pues linda más con la intima convicción requerible al ju-
rado que con la libre convicción impuesta al tribunal (arts. 241,263, inc. 4" y 398)-;
sin embargo, es acertado decir que consiste en racionalizar el sentido de justicia'295.
Durante el trámite de la investigación -en plena etapa preliminar o sumar¡-
no es necesario volcar en la providencia una exhaustiva referencia indicadora del
sentido de lo resuelto ni enumerar en detalle las circunstancias fácticas que le sirven
de sustento ni contar con una determinada extensión, intensidad o alcance en el razo-
n a m i e n t ~ ' Pero
~ ~ ~si. se ha omitido desarrollar las bases jurídicas en que se apoya la
decisión, no sólo corresponde anular en sede casatoria, sino decidir si puede evitarse
un dispendio jurisdiccional innece~ario'~~'.
Si la fundamentación es sólo aparente -defecto configurativo de arbitrariedad
en la jurisprudencia de la CS-, se resiente la motivación lógica del fallo y se desatien-
de este precepto'298.También cuando media ausencia de toda indicación de las pautas
tenidas en cuenta para resolver, pues queda privado el auto de todo sustento'299.
Se cumple con esta obligación si el fallo está racional y concordantemente fun-
dado, permitiendo extraer de las valoraciones que realiza el acierto de la conclusión
a que llega; una motivación válida no requiere, como condición, que excluya expli-
citamente otra posibilidad contraria al hecho que sostiene, ya que sólo exige que se
funde en pruebas válidas1300.Es indispensable que exista un sustento operante como
ligazón racional de la prueba con la aseveración; jamás puede quedar reservada a la

'Z9i CNCP, sala 111, 2111011994, "Ruisánchez", c. 190, voto del Dr. Tragant, consid. 1V y sus
citas.
'lV3 CNCP, sala 1, JA 1995.1-568; si la CCC no realizó el más mínimo análisis de las argumenta-
ciones del recurrente al fundamentar los agravios, se ha desatendido este precepto, CNCP, sala IV, LL
del 281911998, f. 97.882.
'"'CNCP, sala 111, SJP, LL del 221311995, f. 92.988; id.,id.,LL del 301611998, f. 97.397.
'"' Id.,id.,ED del 281412000, DPPC, E 96.
'296 CNCP, sala 11, JA 2000-11-495.

lZ9' CNCP, sala IV, DJ 2000-1-156, f. 14.934.


'298 CNCP, sala 11, JA 1996-11-551.

"9TNCP, sala IV, JA 1997-1-481.


"O0 CNCP, sala IV, JA 2000-111-618.
224 ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES Art. 123

intimidad de la conciencia de quien juzga1301.En esto consiste la obligación republi-


cana para garantizar una correcta administración de la justicia (Preámbulo). Se cubre
si la resolución guarda relación con los antecedentes que le sirven de causa y son
congruentes con el punto decidido, sudientes para el conocimiento de las partes y
para las eventuales impugnaciones que se pudieran receptarl"*.
b) Casos concretos
La imposición de condena de ejecución condicional debe fundamentarse,
pues así lo exige el art. 26, p k . lo, segunda oración, CP, al igual que las reglas im-
puestas por el art. 27 bis, id., aunque en este aspecto pueden remitir expresamente a
las razones que sustentan aquélla13o3.
En ciertos casos ----diríase por excepción- se ha inspeccionado la imposición
de pena de cumplimiento efectivo si se advierte que al aplicsr las reglas de los arts.
40 y 41, CP, no se verifican los motivos que llevaron a arribar a su imposición13".
Luego de lo resuelto por la CS en "Sq~ilario"'~~~, no queda margen para la duda en
tomo a la necesidad de fundar la aplicación de esta modalidad de cumplimiento,
cuando en el caso pudiera también corresponder una pena de ejecución condicional.
En el caso del agente encubierto, la excepción a la regla del mantenimiento
en estricto secreto de su actuación, debe motivarse en el carácter absolutamente im-
prescindible de su aporte al testificar. Se declaró de oficio la nulidad por ausencia o
insuficiencia de motivación, considerándose absoluta la invalidez cuando se soslayó
explicitar la necesidad de identifi~arlo'~~~.
Si se trata de intervención de líneas telefónicas -ait. 2 3 6 , corresponde
declarar la nulidad de la dispuesta por el secretano del juzgado y todos los actos
que de ella dependan, en razón de la inexistencia de orden fundada del juez que así
lo di~ponga"~'.Empero debe precaverse contra la demasía en la interpretación de
ciertas normas -por ejemplo, allanamientode domicilie, creando requisitps que
la garantía tuitiva de su inviolabilidad no exige1308.
Desde luego la fundamentación no debe contener contradicciones, sobre todo
en cuanto la fijación del hecho imputado -ver art. 404, inc. 2°-'309.
No escapa a este recaudo la prórroga de ión preventiva, establecida en
el art. lode la ley 24.390'310.

"O' CNCP, sala fV, DJ 2000-3-171, f. 15.962.


'302 CNCP, sala 11, LLdel31/812000, f. 100.805.
"" CNCP, sala 111, JA 2000-1-465.
'30' CNCP, sala 111, JA 2002-11-735; id.,sala IV, 11/9/1998, causa 885, reg. 1469.4; id.,sala 1, del
171812001,causa 3535, reg. 4531.
''O5 Fallos 329:3006.

"O6 CNCP, sala 1, LLdel30/1011997, f. 96.245, o DJ 1997-3-814, f. 12.376.

"O' CNCP, sala 111, ED 175-347, f. 48.372.


'jo8 Id., sala 1, DJ 1998-3-604, f. 13.488.

'U" CNCP, sala 1, LL del 301611998, f. 97.393.


" ' O Conf. BRUZZONE, "Los mecanismos para el coritroi de la prórroga de la prisión preventiva",

especialmente Capítulos IV y V, nota a fallo de la CNCP, sala 1, LL del 191211999, f. 98.369.


ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES

Firma de las resoluciones


124. Las sentencias y los autos deberán ser suscriptos por el juez o todos los
miembros del tribunal que actuaren; los decretos, por el juez o el presidente del
tribunal. La falta de firma producirá la nulidad del acto.
Vale la suscripción en la forma habitual, por quien o quienes deciden1311. -
Al ser una especie de los actos jurídicos, la manifestación de voluntad de quien
suscribe la resolución se acredita al insertar su firma (arts. 979, inc. 4", y 988, CC.).
En nuestro parecer, la falta de firma del magistrado -sea de un tribunal uniper-
sonal o colegiado- resulta insubsanable y genera, por ende, nulidad absoluta, pues
omite la observancia de un requisito acreditante de la intervención del juez natural
(conf. arts. 18, CN, 167, inc. 2", y 168, p á x 2'). Se exceptúa el supuesto del art. 399,
párrafo final.
Término
125. El tribunal dictará los decretos el día en que los expedientes sean
puestos a despacho; los autos, dentro de los cinco (S) días, salvo que se disponga
otro plazo; y las sentencias, en las oportunidades especialmente previstas.
En cuanto al cómputo, ver arts. 116 y 162 e introducción a este Titulo.
La sentencia debe dictarse inmediatamente después de clausurarse el debate,
momento en el que, cuando meiios, debe comunicarse la parte dispositiva (ari. 400).
El art. 122 distingue los diferentes tipos de resoluciones.
Auto que fija un plazo especial es, entre otros, el que concede o deniega la exen-
ción de prisión o la excarcelación (art. 331, Última oración).
La CS, ante la desidia en contestar la acusación, consideró necesario ordenar a
los señores jueces de la causa que adopten las medidas necesarias para evitar que
la etapa del plenario se vea paralizada a raíz de las d$erentes incidenciasplantea-

Rectificación
126. Dentro del término de tres (3) días de dictadas las resoluciones, el tri-
bunal podrá rectificar de oficio o a instancia de parte, cualquier error u omisión
material contenidos en aquéllas, siempre que ello no importe una modificación
esencial.
La instancia de aclaración suspenderá el término para interponer los re-
cursos que procedan.
Si media instancia de parte se trata del recuso de aclaratoria (ver arts. 36, inc.
3", y 166, inc. 2', CPN); con más prolijidad, el CPCC comprende también a los con-
ceptos oscuros.
a) Error material se configura cuando se confunden los nombres e incluso la
posición de las partes: si se alude, por ejemplo, al querellante considerándolo impu-
tado. Capta también las conkadicciones entre los considerandos y el dispositivo o
fallo: si al mensurar la pena, cuando se motivó el fallo, se consideró apropiada la de

"" PODETTI,Tratado de los acfosproceraIes, Buenos Aires, 1955, p 412


ED del 141612002,f 51 501
226 ACTOS Y RESOLUCIONESJUDICIALES Art. 126

prisión, aunque en la especie resultase altemativa con la de reclusión y se impuso en


la parte resolutiva esta última.
b) Omisión material puede mediapcuando, a pesar de corresponder y además
solicitarse oportunamente la decisión de una cuestión, no se lo hace (v.gr., el pronun-
ciamiento sobre las costas).
c) Concepto oscuro -según dijimos excluido del texto de este artículo, aunque
no de su alcance- existe cuando inedia difereccia entre el análisis efectuado y los
vocablos o las palabras mediante las cuales se pronuncia; de manera que se dificulta
la comprensión de lo decidido. Así, luego de analizarse con pulcritud las circunstan-
cias del hecho que conducen a considerar que el acusado fue partícipe, aunque sin
indicar expresamente tal condición, en el dispositivo se le considera instigador.
La rectificación oficiosa sólo es admisible antes de notificar la resolución.
d) El último párrafo esclarece una cuestión doctrinaria debatida, tal como
es si el planteo de la aclaratoria excluye el tiempo demandado por su sustancia-
ción del cómputo para deducir otro recurso. Según ha quedado resuelto se favore-
ce el principio de economíá procesal porque parece superfiuo interponer apelación
(art. 449), por ejemplo, cuando el gravamen ocasionado por lo decidido desapareció
al prosperar la aclaratoria. Además, no resultaba congruente con la circunstancia de
que integra un único pronunciamiento con la resolución aclarada. La CCC alguna
vez resolvió que, frente a una decisión que desestimara la aclaratoria, procedía la
Para el recurso extraordinario federal, la Corte Suprema se pronuncia
en sentido
La reparación del error material, por vía de la aclaratoria, no constituye un paso
previo obligatorio, cuya omisión prive a las partes de la ~asación"'~.
Descuenta la admisibilidad del recurso deducido; por ejemplo, si la reposición
y la apelación en subsidio devienen improcedentes no interrumpen ni suspenden el
plazo para acudir en queja por una apelación previa denegada"I6.
Está claro que, conforme al art. 432, la vía de aclaratoria no tolera que se la
utilice para suplir falencias en el trámite de las impugnaciones; por ello no puede
emplearse para obtener una declaración de inconstit~cionalidad'~~~. Menos alui pro-
curar se reconsidere la inteligencia asignada a una sentencia de la Corte Suprema
-por ejemplo, problema de los alcances de la caducidad en los delitos de acción
privada, tratado en Fallos 219:400, correspondiente a lo prescripto por los arts. 422
y 423-I3l8.
Pero el texto del art. 432 no puede amparar se desestime una instancia o de-
nuncia de nulidad absoluta propugnada por vía de a~laratoria'~'~. Creus es termi-
nante, pues indica que debe tratarse el planteamiento aun cuando la alzada no pueda
"...pronuuciarse sobre el .mérito a raíz, por ejemplo, de encontrarse desierto el
Fallos, IV, p. 57.
'II4 Fallos 308:924.
"'* ST Córdoba, sala Penal, LLC 1987, p. 120, y 1989, p. 133.
' j t 6 Cám. Fed. Bahía Blanca, sala 11; JA 1994-1-337.

"" CNCP, sala 11, 261211996, "Pugliese, José", c. 627, reg. 866; id., id.,41611996, "Andrade
Arreghi, Pedro", c. 735, reg. 961.
Id., sala 111, 171511996, "Pazos, Luis", c. 692, reg. 152196.
En contra, id.,sala 11, 141311997,c. 1045, reg. 1313.
Art. 127 ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES

recurso ...""20. Por su parte, la Corte Suprema siempre evalúa si hay vicios susce
tibles de generar nulidades absolutas, con afectación de una garantía coustitucion
pues dicha circunstancia autorizaría se rebase lo peticiouado por las partes en
recurso extraordinarion2'.
Este párrafo sigue un caml que se aparta de la contradicción consistente en
proclamar, por un lado, la inescindibilidad del decisorio aclarado con la decisión -
aclaratoria, mientras que, por otro lado, secciona de hecho su proclamada unidad
intelectual. Si no mediase suspensión se obligaría a recurrir de un acto todavía
incompleto o en proceso de formación1322. Chiappini muestra que se trata de un re-
curso cuando es a instancia de parte1323.
Ver, para casación, art. 472.

Queja por retardo de justicia


127. Veneido el término en que deba dictarse una resolución, el interesado
podrá pedir pronto despacho y, si dentro de tres (3) días no lo obtuviere, podrá
denunciar el retardo al tribunal que ejerza la superintendencia, el que, previo
informe del denunciado, proveerá en seguida lo que corresponda. Si la demora
fuere imputable al presidente o a un miembro de un tribunal colegiado, la queja
podrá formularse ante este mismo tribunal; y si lo fuere a la Corte Suprema de
Justicia, el interesado podrá ejercitar los derechos que le acuerda la Constitu-
ción.
Este precepto sustituye una de las modalidades del denominado recurso de que-
ja por estimarse que implica un caso de superitendenciaIn4. Se ciñe a los supuestos
de deneaatoria de un recurso y autoriza la oresentación directa, ante el tribunal que
debe decidir (art. 476), para que se sobre su admisibilidad. El reclamo
previo -pronto despacho- exigido a rajatabla1325, cuando la denegatoria de justicia
es ostensible y dilatada -trasunto de verdadera desidia-, puede convertirse en un
ritualismo enervante del debido proceso.
La última oración capta la proinoción de juicio político (arts. 53, 58 y 59, CN)
cuando quien incurre en la demora fuese un ministro de la Corte Suprema.
Si las resoluciones se pudieran dilatar sin término, quedaría indefinidamente sin
aplicar el Derecho, con grave e injustificado perjuicio para quien lo invoca y vulne-
rada la garantía de la defensa en juicio1"'. La necesidad de afianzar la justicia esta-
blecida en el Preámbulo de la CN impone la exigencia de encausar las actuaciones
si se han producido avances y retrocesos del proceso, con lo que corresponde urgir a
los magistrados para definir la situación procesal del recurrente1327.

"'O Invalidez...., p. 52, nota 3.


'j2'LL del 221311995, f. 92.982; ED 162-616, f. 46.481.
"" HERRERO, "Breve estudio sobre la aclaratoria de sentencia", JA 1998-11-670, quien no la
considera recurso.
"" "El recurso de aclaración", ED 174-1132.
''" CNCP, sala II,301611995, c. 538; en cuanto a aquél, PALACIO, Los recursos..., p. 171.
"" CCC, sala V, LL del 21712001, f. 102.246.
'"' CS, Fallos 308:694.
"" CS, ED 148-629, f. 44.547.
228 ACTOS Y RESOLUCIONESJUDICIALES Art. 128

Con buen criterio se sostiene que en las provincias donde no hay establecidas
cámaras federales corresponde a los tribunales orales conocer en un reclamo por
retardo de justicia132R. a,

Resolución definitiva
128. Las resoluciones judiciales quedarán firmes y ejecutoriadas, sin ne-
cesidad de deelaracióu alguna, en cuanto no sean oportunamente recurridas.
Las decisiones quedan firmes cuando no se recurren en los plazos y bajo los
requisitos previstos (art. 438) o, por su naturaleza o cuantía, resultan irrecurribles
(ver en casación, art. 457)'329,O se produce el desistimiento (art. 443) o la deserción
(art. 465) o son rechazadasl"O. Ejecutoriadas, cuando son insusceptibies de otro re-
curso al haberse agotado las vías de impugnación y, en consecuencia, corresponde
acatar lo decidido1331.
La firmeza implica irrevocabilidad del pronunciamiento sobre el fondo, impi-
diendo toda revisión del procedimiento cumplido para dictarla aunque se fundare en
nulidad absoluta'332.La sohción es correcta porque las atribuciones para declarar en
tal supuesto la invalidez, conforme al art. 168, desaparecen con el advenimiento de la
cosa -iuzgada
- material. Sólo las nulidades relativas se purgan antes (arts. 170 y 171).
Es curioso el sistema adoptado por la Ley d,e Ejecu~iónde la Pena Privativa de
la Libertad, 24.660, pues otorga firmeza a las sanciones recurridas ante el juez de
ejecución, cuando no se expidió dentro de los sesenta
La mera interposición de un recurso (art. 442) suspende el cumplimiento o eje-
cución de lo dispuesto. Cuando se trata de recursos previstos en este Código, dicho
efecto corresponde también a la aclaratoria (art. 126, pán: 2'). En vez el planteo del
recurso extraordinario federal (art. 14, ley 48) tiene algunas peculiaridades (ver art.
442). Su interposición suspende la ejecución de la sentencia hasta tanto el tribyal se
pronuncie respecto de su concesión o denega~ión'~~".
Empero, por aplicación del art. 285, CPCC, no se suspende, ante la deducción
de la queja por deuegatoria del recurso extraordinario, el curso del proceso"35.
Es imposible concebir una serie recursiva que jamás termine porque nunca po-
dría hallarse un tribunal en que no fuera posible el error; habría que establecer la
eterna incertidumbre del derecho con la impotencia de los poderes sociales para
poner fin a los pleitos y por temor de un peligro posible se caería en un peligro cierto
y sin duda más grave, de una permanente
La CNCP, en pleno, considera firme la sentencia cuando declaró inadmisible la
concesión del recurso extraordinario federal i337. En ese sentido, el plazo de prescrip-

'328 TOC Fed. Catamarca, LL del 6/5/1996, f. 94.234, voto de la minoría.


Ver "Giroldi, Horacio David slrecurso de casación", ED 163-161, f. 46.523, o JA 1995-111-
570, o SJP, LLdel201911995, f. 93.553.
"'O CNCP, sala IV, 291511997, "Guattini, J.", LL del 61112000, r. 1773.4, c. 1111.
'"' PALACIO, Derecho ..., t. Vil, p. 264.
I3IZ CNCP, sala 11, ED 168-133, f. 47.249.
"" KENT,Derecho...,p. 260.
CS, "Andreoli, José M. y otros v. Provincia de Santa Fe", JA del 1711012001, p. 45.
CNCP, sala IV, ED 178-281, f. 48.701.
GI' CS, LL del 5llll999, Jurisprudencia de la Coite Suprema, nro. 656; JA 1997-IV-354.
"j7 LL del 291712002, f. 104.129, o ED del 271912002, f. 51.679.
Art. 130 ACTOS Y RESOLUCIONES JUDICIALES 229

ción de la pena (art. 66, CP) comienza a correr desde la medianoche del día en que
se rechazaron las impugnaciones contra la sentencia ~ o n d e n a t o r i a ' ~ ~ ~ .
Copia autdntica
129. Cuando por cualquier causa se destruyan, pierdan o sustraigan los -
originales de las sentencias u otros actos procesales necesarios, la copia auténti-
ca tendrá el valor de aquéllos.
A tal fin, el tribunal ordenará que quien tenga la copia la consigne en secre-
taría, sin perjuicio del derecho de obtener otra gratuitamente.
La custodia del expediente y documentos incumbe al secretario (art. 163, inc.
5", ley 1893).
La expedición de certificados y testimonios también incuinbe a ese funcionario
(art. 38, inc. 2", CPN).
El incumplimiento de lo prescrípto en el último párrafo autoriza al empleo de
la coerción (art. 120) y, cuando no se trate del imputado, a quien no puede exigírsele
proporcione prueba en su contra, hace incurrir al renuente en el delito de desobedien-
cia (art. 239, CP).

Restitución y renovación
130. Si no hubiere copia de los actos, el tribunal ordenará que se rehagan,
para lo cual recibirá las pruebas que evidencien su preexistencia y contenido.
Cuando esto no fuera posible, dispondrá la renovación, prescribiendo el modo
de hacerla.
Este artículo y el anterior se refieren a la reconstrucci6n de expedientes de ma-
nera similar a la establecida por el art. 129, Código Procesal Civil y Comercial de
la Nación.
Cabe advertir que, en alguna ocasión, se decidió la inaplicabilidad de dicho ré-
gimen al proceso penal; al respecto se sostuvo que las copias de la acusación y de
la defensa, ante la falta de las debidamente autenticadas, no pueden suplantar a las
probanzas desaparecidas, aunque se las invoque; la mayona se pronunció por la ab-
solución o, según el estado de la cansa, por la libertad del procesado1339. Asimismo
se tiene resuelto que la seguridad de los actos jurídicos -ante la falta en el Código
anterior de normas expresas sobre la reconstrucción- reclama prioridad y, por ende,
deben desestimarse como elementos de convicción actuaciones no reproducidas con
fehacie~cial~~0.
Si faltan elementos esenciales, como lo es el acta que protocoliza la declaración
indagatoria (arts. 138 y 301), se entiende improcedente la invocación de normas del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación.
No obstante, a través de un plenario ---con respecto al Código anterior-, se
sentó doctrina conforme a la cual, en los expedientes reconstruidos, la ausencia del

13'' CNCP, sala 111, LL del 121212003, f. 10.050


"" CCC, sala 11, JA 1990-IV-301;salaV11,JA 1991-111-330;salaV, JA 1991-111.573; CCC, sala
V, LL del 111411994. f. 92.082.
"'O CCC, sala IV, JA 1991-111-592.
230 SUPLICATORJAS,E X H O ~ ~ O MANDAMIENTOS
S, Y OFICIOS Art. 132

acta de la indagatoria o de un sustituto fehaciente -fotocopia certificada o simple no


impugnada por las partes- no impide arribar a un pronunciamiento condenat~rio"~~.
Si el expediente no pudo reconstqirse cuando ya se había arribado al plenario
no puede retrotraerse para realizar actds en perjuicio del imputado; ante la falta del
acta de la indagatoria en razón de la desaparición de aquél, debe absolverse al pro-
cesadoiM2.La CS sostuvo que no es razonable exigir la incorporación de copia del
acta de la indagatoria, cuando no se deriva de ella prueba de confesión y la respon-
sabilidad penal se tuvo por acreditada con elementos de juicio extraños a lo dicho
en esa declaración; resultaría irrazonable exigirlo cuando se tomaría prácticamente
imposible perseguir graves delitos en cuya represión debe manifestarse mantener el
delicado equilibrio entre los intereses del individuo sometido a proceso y el de la
sociedad agredida por el delitog343.
Copia e informes
131. El tribunal ordenará la expedición de copias e informes, siempre que
fueren solicitados por una autoridad pública o por particulares que acrediten
legítimo interés en obtenerlos.
Sobre quiénes son interesados, el art. 56 resulta un supuesto de interpretación
auténtica contextual. Según Núñez, basta con que el interés no sea contrario a la leyI3".
No corresponde denegar la solicitud por el solo hecho de que el peticionante no
reviste la calidad de parteg3".

SUPLICATORIAS, EXHORTOS, MANDAMIENTOS Y OFICIOS

Reglas generales
132. Cuando un acto procesal deba ejecutarse fuera de la sede del tribunal,
Bste podrá encomendar su cumplimiento por medio de suplicatoria, exhorto,
mandamiento u oficio, según se dirija, respectivamente, a un tribunal de je-
rarquía superior, igual o inferior, o autoridades que no pertenezcan al Poder
Judicial, sin perjuicio de la aplicación de lo dispuesto al respecto en las leyes
convenio con las provincias.
Si se trata de un exhorto cuyo cumplimiento se encomienda a otro tribunal
de la República, rige la ley del lugar (ver arts. 2' y 4" del convenio aprobado por
ley 22.172).

"4' CCC, en pleno, ED 149-576, f. 44.682.


13" CCC, sala V, LL del 111411994, f. 92.082. Al anotar el falb, BUNGE CAMPOS, "Recons-
miccióii de expedientes en materia penal", advierte que al imponerse escuchar al imputado por el art.
378, dicha indagatoria supliría la falta de la prestada ante la instnicción y que, de todos modos, cierta
actividad inst~ctoriapuede suplirse a través de lo indicado enel art. 357.
'14' CS, 7/4/1992, JA 1993-IV-117.
' I M Código..., p. 121.

' ! 4 V E Cap., sala 11, SJP, LL del 191512010, p. 64.


'
SUPLICATONAS, EXHORTOS, MANDAMIENTOS Y OFICIOS

Si el exhorto proviene del extranjero conforme al art. 13, CC., la aplicación de


la ley foránea debe requerirse; a menos que la obligatoriedad surgiere de conven-
ción diplomática o ley especial'346;con Uruguay rige el convenio aprobado por ley
22.41 0. El límite para la realización de la actividad conforme a la ley extranjera que-
da establecido en su compatibilidad con la ley aplicable por el tribunal requerido (así
fluye del art. 2O, párr. 2O, de la ley convenio 22.172 frente a la hipótesis de conflicto -
ormas y jurisdicciones internas).
obre la entrega de prueba, bienes y cadáveres, realización de autopsias y remi-
ión de efectos, ver ley convenio 22.055.
El art. 32 de la ley 23.737 de Estupefacientes establece que cuando la demora en
el procedimiento pueda comprometer el éxito de la investigación, el juez de la causa
odrá actuar en ajena jurisdicción territorial, ordenando a las autoridades de preven-
'ón las diligencias que entienda pertinentes, debiendo comunicar las medidas dis-
stas al juez del lugar. Además, las autoridades de prevención deben poner en co-
iento del juez del lugar los resultados de las diligencias practicadas, poniendo
isposición las personas detenidas a fin de que este magistrado controle si la
ión de la libertad responde estrictamente a las medidas ordenadas. Constatado
xtremo, el juez del lugar pondrá a los detenidos a disposición del juez de la

Es posible adelantar por fax una orden de requisa si no se sustituye la orden


'cial escrita ya librada y sólo se anticipa su contenido material, ratificado inme-
amente mediante la recepción del pertinente El problema linda con dos
rentes actividades procesales: por un lado, la pertinente a los actos de documen-
ción; por otro, tiene que ver con los actos de comunicación.
El primer aspecto aparece cubierto con holgura -según se infiere del fallo
anotad-, porque al evaluar la expedición de la orden para requisar;forzosamente
hubo de someterse a análisis lafundamentación de la requisa (arts. 230, páni 1: y
123, CPP). Y, a tenor de lo resuelto, no se desprende la percepción de vicio alguno
que neutralizare su eficacia.
El último reposa en que el órgano unipersonal no se apartó de la vía común,
pues se echó mano del oficio, medio de comunicación expresamente indicado para
transmitir lo decidido (arts. 132 y 133, id.).
síntesis: la medida de coerción coadyuvante del secuestro --que también lo
decidida en el legajo. Por ende, no presenta flanco vulnerable.
o resultaba admisible cuestionar el medio empleado para adelantarla. De
que el dilema lo suscita el empleo delf a .
CPP proporciona ciertas pautas, insertas al regular el testimonio -medio de
y la convocatoria al testigo --órgano de prueba-. La ley se hace cargo
la realidad y acepta, en casos de urgencia, su convocatoria "...por cualquier me-
, inclusive verbalmente" (art. 245, párr. 2', id.). Coincide el CPCC, pues autori-
za -también en forma expresa- el uso de la radiofonía para anoticiar a personas
inciertas o cuyo domicilio se ignore (arts. 145 y 148, id). En ambos casos se trata de
preservar el principio de celeridad.

PALACIO,Derecho ..., t. 1, p. 59.


'j" CCCFed. Comentes, 03 1999-2-1128, f. 14.476, o LL del 301711999, f. 99.082.
232 SUPLICATORIAS, EXHORTOS, MANDAMIENTOS Y OFICIOS Art. 132 bis

También cuando se trata del control de la pmeba -perfil inescindible de la


garantía de la defensa en juicio- tolera el aviso verbal (art. 202, párr. 2', id.) aun a
quienes pueden comparecer al desarrollo de actividades instructorias.
Por manera que el formalismo S$ exige, con estrictez, para el registro de las
resoluciones judiciales y, en vez, cede cuando se trata de comunicarlas. La explica-
ción es sencilla, pues más riesgoso resulta aceptar afectación de derechos subjetivos
protegidos por garantías constitucionales -inviolabilidad de domicilio, privacidad,
secreto de comunicaciones y correspondencia- que desformalizar el cumplimiento
de órdenes respaldadas en el expediente. En el caso, la distancia respecto del lugar
en que debía cumplirse la tarea subraya la cobertura del medio por el cual se optó.
El sujeto público decisor y la resolución mediante la que se adoptó la injeren-
cia, fueron los pertinentes; desaparece así la principal de las eventuales censuras'348.
Al recibir un fax proveniente de un fxibunal, su destinatario sólo debe cercio-
rarse de quién lo suscribe y de quién lo envió, si se trata de personas distintas. Sobre
todo, deteminar la identificación de la máquina empleada para remitirlo; en nin-
gún caso pueden exigirse más recaudos que los recabados por la doctrina para los
provenientes de particulares, cuando se trate de los dirigidos por oficinas p ~ l b l i c a s ' ~ ~ ~ .
O , en cambio, que es necesaria una refornia legislativa, . Así ocurrió
A r a ~ i ' ~ ~piensa,
con la incorporación del tercer párrafo al art. 224.
Las objeciones más sensatas en contra del fax como medio de prueba -altera-
ción por el tiempo y posible interceptación de la línea-'35i fueron obviadas por la
correcta actuación del magistrado a quo: decidió y fundamentó en el legajo y acudió
al oficio para respaldar el fax.
La CNCP, sala 1V -citada en el consid. 13-, sustenta el acierto porque el
171511996 aceptó la retransmisión por fax de la orden para interceptar comunica-
ciones telefónicas, aunque subordinándola a la ratificación posterior por vía de
oficio '3s2.
'
132 bis. En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos
por los arts. 142 bis y 170 del Código Penal de la Nación, o que tramiten en for-
ma conexa con aquéllas, cuando se encontrase en peligro la vida de la víctima
o la demora en el procedimiento pudiese comprometer seriamente el éxito de la
investigación, el juez o fiscal a cargo de ésta podrán actuar en ajena jurisdic-
ción territorial ordenando a las autoridades de prevención las diligencias que
entiendan pertinentes, debiendo comunicar las medidas dispuestas al juez del
lugar. Las autoridades de prevención deberán poner en conocimiento del juez
del lugar los resultados de las diligencias practicada^'^^'.

La norma es similar a la contenida en el art. 32, ley 23.737 -ver comentario


art. 132-.

'34B GONZALEZ - CUBLLAR SERRANO, Proporcionalidad...>ps. 109, 306 y 307; sobre todo, p.
309, en qiie privilegia la gravedad del delito, el grado de la imputación y la probabilidad de éxito de la
medida.
"" AWONA, Algunas consideraciones...,p. 134.
"3"aprueba..., ps. 1771178.
'U" GOZA~NI, "La teoría de la prueba y el fenómeno de la inform6tica", JA 1999-11-912.
ED 170-520, f. 47.626.
"*'Texto incorporada por ley 25.760 (BO del 111812003).
m. 133 SUPLICATORIAS, EXHORTOS, MANDAMIENTOS Y OFICIOS 233

Para que resulte aplicable es necesario que se dé alguno de sus presupuestos:


que se encuentre en peligro la vida de la víctima o el éxito de la investigación.
De allí que se sostenga su carácter excep~ional~"~. La CCCFed., sala 1, consideró
justificada la actuación en extraña jurisdicción si, no obstante haberse encontrado
el cadáver dc la víctima y la detención de dos imputados, aún restaba dar con el
paradero de uno de los principales sospechosos1355. -
Está prevista para los casos en que se investiguen los delitos previstos por los
arts. 142 bis y 170, CP, o causas conexas. Por ende, en función del principio nulla
coactio sine Iege, no puede aplicarse analógicamente para otros delitos'356.A partir
de la sanción de la ley 26.364 ("Prevención y Sanción de 18 Trata de Personas y
Asistencia a sus Victimas") se extendió el ámbito de aplicación del art. 132 bis
a la investigación de los delitos allí tipificado~l~~~.
En el resto de los casos, deberá
visto por el art. 132.
Sobre las nuevas atribuciones conferidas al Ministerio Público Fiscal para la
ción de los delitos reprimidos por los arts. 142 bis y 170, CP, ver arts. 196
5", y 236, último párrafo.

municación directa
133. Los tribunales podrán dirigirse directamente a cualquier autoridad
inistrativa, la que prestará su cooperación y expedir&los informes que le
citen dentro del tercer día de recibido el pedido del juez o, en su caso, en el

Tanto este artículo como el anterior regulan el cumplimiento de ciertos actos


comunicación. Se distinguen según que el órgano judicial requerido sea de rango
r en la competencia por grado, o bien se trate de órganos no

Se sigue la terminología de la Ley de Enjuiciamiento Criminal española de


882, con algunas pequeñas variantes; en dicho cuerpo normativo se alude a "carta-
orden" como sinónimo de mandamiento (ver su art. 184)1359.
Los vocablos utilizados no son similares a los del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación que, bajo la designación de "oficio", comprende a las comuni-
caciones escritas que los jueces nacionales cursen a otros del mismo carácter, enco-
mendándoles diligencias. informes o la remisión de algún expediente (art. 131, id.).
En virtud de-la ley convenio 22.172, el oficio seha convertido en el medio de
nicación corriente entre todos los jueces del país, nacionales o provinciales.
ién el oficio en el proceso civil abarca los requerimientos efectuados a los fnn-
os del PEN (art. 38, inc. lo, CPN).

'U" CARBONE, "La ley 25.760 y la intervención de las comunicaciones telefónicas por mandato
fiscal en el CPPN, JA del 5/1/2005, p. 20.
'"' RDP, LexisNexis, NO. 3, p. 667.
BRuzzoNE, "La nulla coactio sine lege como pauta de trabajo en materia de medidas de
coerción en el proceso penal", publicado en La justicia penal hoy. De su crisis a la búsqueda de solu-
ciones.
"'' DO del 301412008.
'" Art. 14, ley 26.364. Una mejor técnica legislativa hubiese aconsejado reformar el art.
"" FENECH, Derecho..., t. 11, ps. 89 y 91.
234 SUPLICATORIAS, EXHORTDS, MANDAMIENTOSY OFICIOS Art. 134

La Corte Suprema ha admitido que puede encomendarse por exhorto la recep-


ción de la declaración indagatoriaI3"; tal temperamento resulta ahora respaldado
frente a lo dispuesto en el art. 184, párrafo tercero. La opinión contraria de Donua y
Maiza no persuade frente a aquel texto^^'.
Sólo se cubren las exigencias de ese importante acto, en lo atinente al sujeto
receptor, cuando se observe estrictamente la previsión citada; de lo contrario, habrá
de incurrirse en una nulidad prevista por el art. 167, inc. 2', cuyo carácter es abso-
luto (ver art. 168, párrafo segundo), porque resultaría afectado el principio del juez
natural (arts. 18, CN, y lo).
Se ha aceptado la retransmisión por fax de la orden para interceptar comunica-
ciones telefónicas, aunque el órgano admnistrativo receptor puede recabar la ratifi-
cación posterior por vía de oficio. No puede aparejar la nulidad del acto porque es
posible verificar su autenticidad en cuanto a su procedencia por las claves y códigos
utilizados'362.
Exhortos con tribunales extranjeros
134. Los exhortos a tribunales extranjeros se diligenciarán por vía diplo-
miitica en la forma establecida por los tratados o costumbres internacionales.
Los de tribunales extranjeros serán diligenciados en los casos y modos es-
tablecidos por los tratados o costumbres internacionales y por las leyes del país
o en la forma que se establezca en los convenios firmados con los distintos paí-
ses, con sujeción al principio de reciprocidad.
La radicación de los exhortos se cumple ante los tribunales con competencia
según la naturaleza de la causa en la que fueron Itbrados13". Si la rogatoria corres-
ponde a causas que en el país serían de competencia de la justicia ordinaria debiera
intervenir el Juzgado Nacional en lo Criminal de Rogatorias -ley 22.777-'364.
El auxilio requerido no puede vulnerar el principio de única persecuciótí, pues
los tribunales argentinos no pueden colaborar en un nuevo proceso respecto de he-
chos sobre los que ya se han pronunciado1365.
Por ley 25.0951366se aprobó el Protocolo de Asistencia Jurídica Mutua en Asun-
tos Penales suscripto entre nuestro país, Brasil, Paraguay y Uruguay. De Bus dtspo-
siciones más destacables cuentan la atribución de la solicitud al órgano judicial o al
MP del Estado requirente encargados del juzgamiento o la investigación de delitos
(art:4", id.), la posibilidad del Estado requerido para autorizar la presencia de las
autoridades señaladas durante el cumplimiento de las diligencias de cooperación y
permitirles formular preguntas, si lo autoriza la legislación del Estado requerido y el
acto se cumple conforme a ella (art. 17, inc. 3", id.),y el envio de los documentos,
antecedentes y elementos de prueba entregados por el testigo y obtenidos como re-
sultado de su declaración o al prestarla (art. 17, inc. 5', id.).

""O Fallos 237:388; 241 :248; 253:455; 276:254; 298:615; 308:1679.


Código,..,p. 149.
'16' CNCP, sala IV, ED 170-520, f. 47.626, aunque declara la ineficacia si se rebasó el pedido
autorizado para la escucha, pues las obtenidas luego de su vencimiento no son legitimas.
'"' CS, Fallos 258:170.
CF Cap., salal, ED 170-13,f. 47.501.
CF Cap., sala 1, ED 157-475, f. 45.707.
BO del 241511999.
Exhortos de otras jurisdicciones
135. Los exhortos de otras jurisdicciones serán diligenciados, sin retardo,
previa vista fiscal, siempre que no perjudiquen la jurisdicción del tribunal.
La ley convenio 22.172 autoriza en estos casos el oficio (ver comentario a los
arts. 132 y 133).
Aquí por jurisdicción debe entenderse ordenamientojudicial diferente; tiene un
alcance político institucional. Aunque también preserva la función pública procesal,
cuya exclusividad corresponde resguardar al juez exhortado; por ende, no debe cum-
plirse un exhorto cuya ejecución signifique cercenarla.
negación y retardo
nciamiento de un exhorto fuere denegado o demorado, el
odrá dirigirse al tribunal superior pertinente, el cual, pre-
r á si corresponde ordenar o gestionar el diligenciamieuto.
cite la denegación o demora deben ser resueltos por la
erjuicio de agotar, previamente, la reclamación ante el supe-
del tribunal exhortado.
omisión y transferencia del exhorto
hortado podrá comisionar el despacho del exhorto a otro
ior, cuando el acto deba practicarse fuera del lugar de su asiento, o remitir-
tribunal a quien se debió dirigir, si ese lugar no fuera de su competencia.

IV
CAP~TULO

ACTAS

138. Cuando el funcionario público que intervenga en el proceso deba dar


de los actos realizados por él o cumplidos en su presencia, labrará un acta en
las disposiciones de este capítulo. A tal efecto, e1 juez y
por un secretario, y los funcionarios de policia o fuer-
de seguridad por dos testigos, que en ningún caso podrán pertenecer a la
artición cuando se trate de las actas que acrediten los actos irreproducibles
omo el secuestro, inspecciones oculares, requisa personal.

a) La oralidad, para el momento antecedente de la decisión culminante


(a&. 363), no descarta que la tarea preparatoria se documente por escrito o a través
de la oralidad actuada (ver art. 118). De otra manera no podría hacerse mérito de la
labor instructoria (art. 346); esto esclarece el art. 208. Durante el juicio corresponde
levantar acta del debate (art. 394).

'"' Fallos 289:30


236 , ACTAS Art. 138

b) La intervencion de1 secretario resulta obligatoria para el tribunal (art. 121).


Los funcionarios policiales ajustarán su labor a lo establecido por el art. 184, incs.
lo, 4", 74 y 84
S;,
c) Los actos irreproducibles y definitivos se hallan enumerados en el párr. l o
del art. 200.
Comprende el relato o la descripción reflejados por escrito a otorgar por el fun-
cionario público, instrumentos públicos en los términos del Código ~ k i (art. l 979,
incs. 1" y 4°)13G8,
Para la CF La Plata, sala 1, la comprobacióu notarial de las circunstancias de
hecho del ilícito carece de todo valor probatorio'3G9.En vez, la CNCP estima que
si bien no pueden equipararse las actuaciones notariales cumplidas por iniciativa
privada al trámite aqui previsto, en modo alguno el acto carece de validez como
instrumento público aunque subordinado al anhlisis a través de la sana critica o
libres conviccioues (arts. 241 y c o n ~ s . ) ~ "Es
~ .que la condición de prueba a ponderar
resultaba incuestionable. Sólo restaba la cuestión del mérito asignable, a cuyo fin es
imprescindible acudir al art. 206; aqui surge el problema de las facultades correspon-
dientes al Congreso en tomo a legislar en materia procesal cuando se trata de asegu-
rar la efectividad de derechos consagrados en la legislación de fondo'37',pues resulta
inexplicable prescindir de lo establecido por los arts. 979,980,993,994 y 998, CC.
Esto no significa que el contenido de la escritura pública necesariamente vincule al
juez, pues debe apreciarla conforme a la libre convicción o sana critica (arts. 241,
263, inc. 4", y 398). Su adecuada aquilatación deberá atender, cuando menos, a la
adquisición de elementos que permitan cuestionar la fe merecida por la existencia
material de los hechos verificados por el oficial público.
Siempre queda a salvo la libre convicción del juzgador; dice Leone que
",.,ejecutada perquisición por parte de los oficiales de policía judicial y la atestación
de las cosas secuestradas, del lugar y del modo en el que se las encontró ...queQalibre
el juicio del juez en orden al valor que la intervención de ciertas cosas en un cierto
lugar tiene sobre la decisión de la cansa"'372.
El juez puede asignar a los hechos y declaraciones recibidas una comprensión,
incluso contraria, de aquella que el oficial público creyó captarI3l3.
Se trata de una norma cuyo cumplimiento no siempre es fácil debido a las difi-
cultades materiales; sobre todo por el lugar de comisión'374.
No corresponde la presencia de testigos si es el acta inicial de la prevención,
aunque se inserten manifestaciones adversas a quien denuncia el hecho'375.
Una cosa es la carga cívica que toma obligatoria la comparecencia cuando se
trata de testigos en sentidopropio -art. 243- y otra diferente la renuencia a partici-

CNCP, sala 11, JA 1996-11-551.


'369 291311994, "Segba sidenuncia hurto de energía eléctrica", JA 1994-IV-297.
"'O Sala 111, JA 1995-1-588.
CS, Fallos 295:606.
Tratado..., t. 1, p. 595.
'"j ST Río Negro, sala B, LL del 12110/1994, f. 92.721. '
" " VIAUT,"E1 artículo 138,del CPPN y una posible reforma", ED 163-1248.
'3'5 CNCP, sala 111, 16/8/1996, "Spikemiail, Oscar", c. 734, reg. 227196.
Art. 140 ACTAS

par en un acto como testigo instrumental. No existe disposición de fondo o de forma


que obligue a un habitante de nuestro país a oficiar como testigo en tal caso'376.
Contenido y formalidades
139. Las actas deberán contener: la fecha; el nombre y apellido de las per- -
sonas que intervengan; el motivo que haya impedido, en su caso, la intervención
de las personas obligadas a asistir; la indicación de las diligencias realizadas y
de su resultado; las declaraciones recibidas; si Bstas fueron hechas espontánea-
mente o a requerimiento; si las dictaron los deciarautes.
Concluida o suspendida la diligencia, el acta será firmada, previa lectura,
por todos los intervinientes que deban hacerlo. Cuando alguno no pudiere o no

,se le informará que el acta


ona de su confianza, lo que

Ilanamiento, no quedan com-


egal que así lo ordene'377.
n lo hacen dos inobjetables,

140. El acta será nula si falta 1s indicación de la fecha, o la firma del fun-
tuación, o la Información

neados o sobrerraspados efec-

Estas omisiones se sancionan con la invalidez (ver arts. 115, 166 y 171). En
n de firma por el testigo a
e la nulidad del acta, retacea su

n cuanto a la firma, ver arts. 121, 124 y 399, párrafo final.


'se omite señalar, en el acta policial de secuestro, el motivo por el cual la
gurarse un caso de nulidad ab-
constit~cional)'~~~.
Por eso, el
nte al momento de hallarse la
e la posterior explicación su-
el testimonio puede meritarse
como prneba decisiva para establecer la comisión del delito, deviene superfluo con-
siderar el valor probatorio del acta, pues se convierte en una cuestión abstracta. Es

'"' CCCFed., sala 1, LL del 141312001, f. 101.679.


CNCP, sala 11, JA 1998-1-528.
CCCFed. Mar del Plata, DI 2000-1-782, f. 15.169, o LL del 131312000, f. 99.957.
13"' TOC nro. 8,271411993, "Mena, Walter J.".
"'' CNCP, sala IV, 29/3/1999, "Di Nome, H.", LL del 31112000, reg. 1772.4, c. 1189.
"'' TOC Fed. Tucumán, LL del 27/9/1999, Reseiia 49907-S.
Art. 140

que el testigo instrumental o de actuación puede a su vez intervenir como órgano de


la prueba si percibió el suceso constitutivo del objeto Se pondera válida
el acta suscripta por testigos que no hayan presenciado toda la En vez,
parece obvio que se resiente su mérito firobatorio.
Si en el procedimiento intervino un único testigo, la deficiencia no excede de
una mera irregularidad que no priva al acto de su esencia13s4.
La CNCP, sala 1, estima ajustado a derecho tanto el secuestro como la requisa
registrados en un acta firmada por el empleado policial y dos testigos asistentes
ajenos a la repartición, aunque no la hayan suscripto otros agentes subordinados al
funcionario actuante'3ss.
No cabe calificar como acta a un "croquis"; por ende, no le son aplicables los
requisitos que para este tipo de instrumentos establece el CPP. Debe conservarse
como elemento formador de criterio para la etapa procesal del juicio13s6.
No basta invocar que los testigos pertenecen a la repartición a cargo del proce-
dlmiento para declarar su nulidad, pues debe explicarse el razonamiento seguido y
precisar la clase de invalidez'3s7.El temperamento es aceptable en cuanto a la nece-
sidad de sentar las razonesque inclinan para la ineficacia; pero, por vía de principio,
la ley quiso preservar la objetividad del trámite; por eso lo desecha si hay subordi-
nación de los testigos, con referencia a quien dirige la tarea. Es harto opinable el
estricto criterio de la CNCP, sala 11, en cuya virtud la exigencia del art. 138 se ciñe a
los actos de imposible reprodu~ción'~"Vercomentario sobre nulidades virtuales en
la Introducción al Capítulo VII, Título V del Libro 1.
Porfuncionario actuante debe entenderse aquel en quien el juez delegó la dili-
gencia procesal, aunque el magistrado se encontrase tesis opinable porque la
presencia del juez implica asumir la dirección del procedimiento (art. 194)1390.
Para que la nulidad sea absoluta debe haberse ocasionado flagrante violación
de cláusulas constitucionales que acarree perjuicio de tardía o imposible repqración
ulterior. Sólo cabe acudir al instituto de las nulidades cuando por resultar anormal
el desenvolvimiento del proceso, tal irregularidad resulte trascendente por haberse
afectado intereses tutelados, entendiéndose por tales el ejercicio de la defensa en
juicio o los principios básicos del proceso'391.

PALACIO, "Incidencia procesal de las regulaciones denunciadas en un acta policial de apre-


hensión y secuestro", nota al fallo 91.734, LL del 311111993, escolio a un pronunciamiento del TOC
nro. 2 donde se afirma que la omisión referida configura una nulidad relativa; el TOC NO. 5 se pronun-
cia por la invalidez cuando no se deja constancia del motivo que llevó a la presencia de un solo testigo,
JA 1994-111-1043, reseña 53; también CFed. Rosario, sala A, SJP, LL del 261511995, f. 93.200. Ambos
pronunciamientos incurren en exceso ritual pues, salvo la carencia de otros elementos de convicción,
no se advierte lesión constitucional, presupuesto de toda invalidez.
"a' CNCP, sala 11, JA 1996-111-551.
CNCP, sala IV, RDP, LexisNexis, nro. 5, p. 945.
S P , LL del 261611995, f. 93.277.
Acertada resolución de la CCC, sala VI, 241911998, "Barcia, A.", LL del 24/1/2000, c. 9296.
CNCP, sala IV, JA 1999-IV-665.
'38R DJ 2000-1-153, f. 14.933.

1'89 CS, JA 1998-1-555, de la disidencia de los doctores Nazareno, Moliné O'Connor, Vázquez
y López.
'3g0 Algún reparo en PALACIO,"Las complejas secuencias derivadas de la declaración de nulidad
de un acta de allanamiento", LL del 301611997,.comentario al f. 95.589.
"" CF San Martin, sala 1, LL del 311511999, f. 98.804.
NOTIFICACIONES, CITACIONES Y VISTAS

Si conforme a la ley del lugar se cubren las exigencias del acta, no procede su
nulidad (en el caso, se documentó la detención firmada sólo por el detenido y el per-
sonal policial, citándose los arts. 107, CPPBA, y 7', CN)1392.
Cuando se trata del acta del debate ante el tribunal oral, su secretario es el oficial
público y tiene autoridad para conferirle autenticidad y fe pública al instrumento; su
firma es requisito esencial para integrarla como instmmento público (art. 988, CC.); -
su omisión acarrea la nulidad del instrumento -art. 140- y de la sentencia que es
SU
Hasta tanto se declare nula por los defectos aquí señalados, el acta hace plena fe
hasta que sea argüida de falsa por acción civil o criminal, de la existencia material de
los hechos que el tribunal o juez o funcionario del que emana, exprese como cumpli-
dos por el mismo o como pasados en su presencia, sin perjuicio de la libre valoración
rrespondiente al tribunal o juez de la causa respecto de la fuerza de convicción y
e las declaraciones re~eptadas"~~.
stigos de actuación
141. No podrán ser testigos de actuación los menores de dieciocho (18)
S, los dementes y los que en el momento del acto se encuentren en estado de

e refiere a quienes intervienen en la documentación, pero no a los órganos de


prueba cuya regulación se efectúa en el Libro 11, Título 111, Capítulo IV.

CAP~TULO
V
NOTIFICACIONES, CITACIONES Y VISTAS
Ver art. 129 del Código tipo1395.
El principio de contradicción subordina la posibilidad de refutar las pretensio-
nes adversas, al cumplimiento de actos de comunicación, a través de los cuales se
hace factible su conocimiento. Por este medio se viabiliza concretar la garantía de la
abilidad de la defensa en juicio (art. 18, CN). Además, las notificacionesy cita-
ones resultan aptas para convocar, tanto a las partes como a los principales órganos
la prueba -testigos y peritos- ubicados en la posición de auxiliares de1 tribunal.
Ver comentarios a los arts. 400,409 y 469 para la notificación de la sentencia.
El Código autoriza en ciertos casos el acto de comunicación cumplido en forma
1(arts. 198, p á n 2", primera oración, y 202, pán: final).
Regla general
142. Las resoluciones generales se harán conocer a quienes corresponda,
dentro de las veinticuatro (24) horas de dictadas, salvo que el tribunal dispusie-
re un plazo menor y no obligarán sino a las personas debidamente notificadas.

"" CNCP, sala IV, DJ 2000-2-819, f. 15.717, o LL del 29/5/2000, f. 100.319.


"' CNCP, sala 111, JA 1999.111-647, o DJ 2000-1-776, f. 15.165.
'j9WNCP, sala 1, LL del 291512000, f. 100.302.
LEVENE,Códigos..., t. 111, p. 23.
240 NOTIFICACIONES; CITACIONES Y VISTAS Art. 144

En la edición oficial se ha deslizado un error de imprenta porque no se trata,


resulta obvio, de resoluciones "generales", sino "judiciales".
Las horas se computan como lo señala el art. 116; pero pueden habilitarse las
inhábiles en los casos previstos por el a&. 162.
El plazo por horas se merita consid. todas las horas de los días hábiles; salvo el
supuesto en que se trate de un acto a cumplir durante la instrucción, para el cual to-
dos los días y horas son hábiles (arts. 116 y 162). Si no se insertó la hora, el inconve-
niente se supera computándose el plazo a partir del cierre de la oficina1396. Si actúan
dos apoderados, quienes pueden hacerlo en forma individual, conjunta o alternada,
la notificación efectuada a uno sude efectos respecto de todos'397.
Personas habilitadas
143. Las notificaciones serán practicadas por el secretario o el empleado
del tribunal que corresponda o se designe especialmente.
Cuando la persona que se deba notificar esté fuera de la sede del tribunal,
la notificación se practicará por intermedio de la autoridad judicial que corres-
ponda.
Si la constancia de notificación al fiscal carece de la firma del actuario -según
lo exige este artículo-, resulta nula y no puede suplirse con la remisión de las ac-
tuaciones a la
El último párrafo remite a las formas de comunicación enumeradas en el art. 132.
Lugar del acto
144. Los fiscales y defensores oficiales serán notificados en sus respectivas
oficinas; las partes, en la secretaría del tribunal o en el domicilio constituido.
Si el imputado estuviere preso, será notificado en la secretaría o en eIJugar
de su detención, según lo resuelva el tribunal.
Las personas que no tnvieren domicilio constituido serán notificadas en su
domicilio real, residencia o lugar donde se hallaren.
Los funcionarios oficiales quedan enterados del acto procesal cumplido o a
cumplirse cuando se les notifica en sus despachos. Establece el sitio en que, coufor-
me al art. 90, CC., y como resultado de que el despacho se haya establecido en forma
permanente, resulta su domicilio real y constituido, sin que corresponda considerarlo
ningún privilegio o comodidad especiat; empero, no es inválida la notificación por
cédula, pues optimiza la tarea judicial en consonancia con el principio de economía
que rige el proceso, al tiempo que impone a los representantes del MP la misma
carga que pesa sobre las otras partes; esta modalidad de notificación subsiste con la
prevista en esta norma1399.
Las partes -Título IV de este Libro- en secretaría o en el domicilio legal
-procesal- (ver art. 145). La constitución de domicilio impone cumplir los actos

13" Código..., p. 125.


N~ÑEz,
13" CCC, sala V, DJ 2000-2-907, f. 15.761.
13" DJ 1999-3-858, f. 14.842, O LLdel 31/8/1999, f. 99.226.
'jg9CF San Martin, sala 11, 18/7/1996, c. 1331, reg. 1062, LL del 14/1/1999,p. 2, con disidencia

del doctor Rudi, para quien no se puede notificar por cédula a los fiscales, sino personalmente.
Art. 146 NOTIPICACIONES, CITACIONES Y VISTAS

e comunicación en dicho sitio, aunque se hubiere establecido otro con diferente


pósito'400.
El segundo párrafo depara una opción en caso de que el imputado soporte al-
n cercenamiento a su libertad locomotriz (arts. 280,283 y 3 12 a 3 15). En el caso
quien soporta encierro, si la alternativa del segundo párrafo no se cumple -lugar
e la secretaría o el de detención-, resulta pertinente la queja para computar la
rocedencia del recurso de Si está en libertad se notifica en secretaría
bien en la forma prevista por el art. 149.
El último párrafo, amén de los casos comprendidos en el art. 145, se refiere,
rincipalmente, a las personas indicadas en el art. 154, pero también puede tratarse
de un imputado (art. 282). Al domicilio real se refiere el Código Civil (art. 89, id.).
Domicilio legal
145. Al comparecer en el proceso, las partes deberán constituir domicilio
dentro del radio del ejido urbano del asiento del tribunal.
Es carga procesal sólo atingente a los sujetos privados (Título IV, Capítulos 11,
I\r, V y VI) y a sus auxiliares (Capítulo VII, Título IV).

ificaciones a los defensores y mandatarios


.Si las partes tuvieren defensor o mandatario, solamente a éstos se les
n las notificaciones, salvo que la ley o la naturaleza del acto exijan que
biéu aquéllas sean notificadas.
En ciertos casos la notificación a las partes viene impuesta por la ley; así se in-
fiere de la primera oración del art. 326, pues la denuncia del domicilio real obedece
a la necesidad de verificar si no se infringe el tiempo de la ausencia. En otros resulta
de la naturaleza del acto; por ejeinplo, el desistimiento del art. 443 descuenta el co-
nocimiento cierto y no presumido de la voluntad del defendidoI4O2.
El cambio de defensor no empece al transcurso del plazo; así se impide el in-
tento de impugnar indefinidamente decisiones que adquirieron finneza mientras se
gozaba de la asistencia técnica garantizada por el art. 18, CNI4O3.
Pero lo que debe tenerse en cuenta para el cómputo del plazo en la interposición
de un recurso es la notificación personal al imputado de la decisión que acarrea la
firmeza de la condena, dado que la posibilidad de obtener un nuevo pronunciamiento
judicial a través de los recursos procesales constituye una facultad del imputado y no
otestad técnica del defensor"04.
on respecto a la notificación de la sentencia, ver comentario al art. 400.

"O0CNPE, salaB, LLdel311511999, f. 98.802; el anterior era un domicilio a los fines tributarios.
CCC, sala 1, JA 1999-111-684,
''O'

'"'ÁBALOS, Código..., ps. 343 y 345.


"O' CS, LL del 51111999, p. 1, nro. 657, del voto en disidencia de los doctores Nazareno, Moliné
O'Connor, López y Vázquez, o JA 1997-IV-354.
"O' CS, Fallos: 327:3802; 3275801; 328:470.
NOTIFICACIONES, CITACIONES Y VISTAS

Modo de la notificación
147. La notificación se hará entregando a la persona que debe ser notifi-
eada una copia autorizada de la resolución, dejándose debida constancia en el
expediente. 2
Si se tratare de sentencias o de autos, la copia se limitará al encabezamien-
to y a la parte resolutiva.
Es el supuesto de la notificación por cédula (ver art. 149).
El párrafo final indica que puede obviarse la reproducción de los fundamentos
(ver art. 123).
Si se soslaya entregar la copia, deberá instarse la nulidad de la notificación (art.
166). Adviértase que de ella depende la posibilidad de cumplir, por ejemplo, el de-
ber de motivar las impugnaciones impuesto por el art. 438. La falla puede alcanzar
entidad como para generar una nulidad absoluta si se complica la intervención del
imputado en los recursos (art. 167, inc. 3"), vicio que está captado por el segundo pá-
rrafo del art. 168, pues involucra violar la norma constitucional que hace al derecho
de defensa (art. 18, CN). Ver art. 152, inc. 3'. Si no tiene dicha dimensión, corres-
ponde efectuar la reserva por la vía del art. 456 para acudir en casación. Lo mismo
ocurre si se solicita copia de los fundamentos de la resolución y el tribunal rehúsa su
entrega. Aparece así retaceada la defensa, pues, salvo circunstancia atendible para
no otorgarla, resulta obvio que complica la tarea del letrado, hasta hacerla imposible
en su cabal cumplimiento.
Ateniéndose a la estricta literalidad, se desecha la nulidad de la cédula que hace
saber un auto de procesamiento sin copia de su fundamenta~ión'~~~.
Notificación en la oficina
148. Cuando la notificación se haga personalmente en la secretaría en el
despacho del fiscal o del defensor oficial se dejará constancia en el expediente,
con indicación de la fecha, firmando el encargado de la diligencia y el notificado,
quien podrá sacar copia de la resolución. Si éste no qnisiere, no pndiere o no
supiere firmar, lo harán dos testigos requeridos al efecto, no pudiendo servirse
para ello de los dependientes de la oficina.
Se denomina notificación por diligencia en el expediente. Los testigos son
aquellos a que se refiere el art. 141.
El modo o forma de la notificación aquí previsto da pávulo a pensar que no es
el Único y que no se descarta se concrete mediante cédula'406.
Las constancias de recepción del expediente por parte de la defensoría oficial
sólo son útiles a los efectos de acreditar que las actuaciones fueron remitidas a ella,
pero no pueden ser tomadas como una forma de notificación válida'407.
Ver comentario al art. 153.

'"O5 CCC, sala 1, LL del 161212001,Reseña 43291-S.


"" CCF San Martín, sala 11, con disidencia, 181711996, c. 1331, reg. 1062.
'M" CNPE, sala B, LL del 271912002, f. 104.471, o DJ dcl9/1012002, f. 18.764
NOTEICACIONES, CITACIONESY VISTAS

Notificaciones en los domicilios


149. Cuando la notificación se haga en el domicilio, el funcionario o em-
pleado encargado de practicarla llevará dos copias autorizadas de la resolución
con indicación del tribunal y el proceso en que se dictó; entregará una al inte-
resado y al pie de la otra, que se agregará al expediente, dejará constancia de
ello con indicación del lugar, día y hora de la diligencia, firmando juntamente -
con el notificado.
Cuando la persona a quien se deba notificar no fuera encontrada en su
domicilio, la copia será entregada a alguna mayor de dieciocho (18) años que
resida allí, preferiéndose a los parientes del interesado y, a falta de ellos, a sus
empleados o dependientes. Si no se encontrare a ninguna de esas personas, la
copia será entregada a un vecino mayor de dicha edad que sepa leer y escribir,
con preferencia el más cercano. En estos casos, el funcionario o empleado que
practique la notificación hará constar a qué persona hizo entrega de la copia y
- qué
por - motivo, firmando la diligencia junto a ella. Cuando el notificado o el ter-
cero se negaren a recibir la copia o a dar su nombre o firmar, ella será fijada en
la puerta de la casa o habitación donde se practique el acto, de lo que se dejará
constancia, en presencia de un testigo que firmará la diligencia.
Si la persona requerida no supiere o no pudiere firmar, lo hará un testigo
a su ruego.
Pueden cumplirse en el domicilio procesal (art. 145) o en el real (art. 144, párr.
3"). La copia entregada al interesado o a quien la reciba se denomina "cedulón". La
fecha importa para el cómputo de los plazos para recurrir; no se tiene en cuenta el
día en que se practica la diligencia ni -salvo el supuesto de habilitación- los días
inhábiles (art. 116); si el plazo es común, el hito inicial se fija en la última notifica-
ción (conf. art. 156, CPN, art. 161).
En todos los casos corresponde identificar al testigo y hacer constar su domici-
lio (art. 139).
Las diligencias de notificación y las constancias asentadas por el notificad01
constituyen instrumentos públicos en los términos del art. 979, incs. 2' y 4', CC. Esto
lleva implícita la veracidad de sus constancias y la labor cumplida por el funcionario
tiot~ticador,mientras no sean atacadas por la via correspondiente e, iiicluso, en caso
de duda, debe estarse por la valide7 de las constancias de la cédula, habida cuenta de
su naturalezai408.
Juntamente con la cédula debe entregarse copia íntegra si la resolución fue
motivada -fundada--14o9. Plausible criterio, pues no hay forma de preparar la im-
pugnación si no se conoce íntegramente el sustento del acto atacado; lo exige el art.
152, inc. 2 O .
En cuanto a los testigos, ver art. 141.
Notificación por edictos
150. Cuando se ignore el lugar donde reside la persona que debe ser noti-
ficada, la resolución se hará saber por edictos que se publicarán durante cinco

C Nac. Civ., sala K, del 281411989, LL del 24/2/1992, f. 90 147.


''Og CNPE, acuerdo de superintendencia, LL del 31/5/1999, f. 98.798.
244 NOTIFICACIONES, CITAC~ONESY VISTAS
- Art. 152

(5) días en el Boletín Oficial, sin perjuicio de las medidas convenientes para
averiguarlo.
Los edictos contendrán, según el caso, la designación del tribunal que en-
tendiere en la causa; el nombre y ayüido del destinatario de la notificación;
el deüto que motiva el proceso; la transcripción del encabezamiento y parte
dispositiva de la resolución que se notifica; el término dentro del cual deberá
presentarse el citado, así como el apercibimiento de que, en caso de no hacerlo,
será declarado rebelde; la fecha en que se expide el edicto y la firma del secretario.
Un ejemplar del número del Boletín Oficial en que se hizo la publicación
será agregado al expediente.
El segundo párrafo concreta uno de los presupuestos para declarar la rebeldía
(Libro 11, Título IV, Capítulo 11), cuyo efecto es truncar el proceso al impedir el
juicio. La CCC, sala 1, considera que, tratándose la publicación de edictos de un su-
puesto de notificación ficta, no corresponde ordenar la rebeldía; para ello debe existir
algún tipo de manifestación del imputado que demuestre su voluntad contraria al
sometimiento al proceso1410.
No se excluye que el destinatario de la citación pueda resultar alguno de los
sujetos comprendidos en eíart. 154.
Si el imputado no pudo ser encontrado en el domicilio que dio, corresponde se
lo cite por cédula a la sede de la defensona oficial que lo asiste y no por edicto, si
aquél fue el lugar donde constituyó domicilio en forma conjunta con su defensaI4".
Disconformidad entre original y copia
151. En caso de disconformidad entre el original y la copia, hará fe respec-
to de cada interesado la copia por 151recibida.
Ver comentario al art. 149 con respecto a la validez de la copia y al art. 152 en
cuanto a la nulidad. .
Nulidad de la notificación
152. La notificación será nula:
1")Si hubiere existido error sobre la identidad de la persona notificada.
2 3 Si la resolución hubiere sido notificada en forma incompleta.
3") Si en la diligencia no constara la fecha o, cuando corresponda, la entre-
ga de la copia.
4 3 Si faltare alguna de las firmas prescritas.

a) El inc. 1"encierra todos los datos que sirven para distinguir una persona de
otra. Se comprende incluso el domicilio.
b) El inc. 2' se relaciona con lo especificado por el art. 147, pán: 2". Lo esencial
es que el destinatario de la notificación pueda enterarse de la resolución del tribunal,

'd'"'R~y'', 231912005, SJP, LL del 281212006, p. 70, con nota de AZUAUA, "Sobre la posibilidad
del juez de apartarse, en favor del imputado, de las reglas procesales previstas en materia de medidas
coercitivas", SJP, LL del 311812006, p. 34; en sentido similar, CCC, sala V, "Gil de Tejero", 31312006,
RDP, LexisNexis, 612006, p. 1168.
'"XCCFed., sala 1, LL del 271312001, f.. 101.769.
Art. 154 NOTIFICACIONES, CITACIONESY VISTAS 245

pues configura el núcleo de lo que es preciso comunicar; en consecuencia, es posible


que la nulidad sea parcial, por ejemplo, si se debe notificar el procesamiento (art.
306) y el embargo (art. 518) y se omite alguna de dichas resoluciones. Resultará
válida sólo en cuanto a la cubierta por la notificación.
c) Para la fecha y la copia -inc. 3 0 , ver los arts. 115,147 a 149 y 151. Lo de
la fecha se explica porque permite tomarla como hito valedero para iniciar el cóm- -
puto del plazo, por ejemplo, para cumplir con la citación a juicio (art. 354) o deducir
una impugnación (art. 438).
d) El inc. 4' remite a la exigencia de la firma prevista en los arts. 148 y 149.
Si la invalidez de la diligencia se origina en la falta de intervención -por ha-
ber omitido suscribir el documento- de los sujetos indicados en el art. 167, incs.
2" -MP y querellante- y 3" -imputado- y no se han reflejado en el documento,
alguna de las alternativas indicadas en los arts. 148 y 149, resultará absoluta por
afectar la garantía de la defensa en juicio (arts. 18, CN, y 168, párr. 2'). Pese a no
estar mencionados, quedan comprendidos también el actor civil, el civilmente de-
mandado y el asegurador en orden al ámbito de sus intervenciones.
La notificación al MP cumplida por cédula, en vez de ajustarse, con estrictez,
al art. 148 no resulta inválida si se dio a conocer -por aquel medio- la resolución
con todas las formalidades de ley 14'*.
Citación
153. Cuando sea necesaria la presencia de una persona para algún acto
procesal; el órgano judicial competente ordenará su citación. Ésta será prac-
ticada de acuerdo con las formas prescriptas para la notificación, salvo lo dis-
puesto por el articulo siguiente, pero bajo pena de nulidad en la cédula se expre-
sará: el tribunal que la ordenó, su objeto y el lugar, día y hora en que el citado
deberá compareeer.
La citación es una medida cautelar de carácter personal indirecto, pues si bien
no priva de la libertad a su destinatario, la limita al reducir su libre decisión, en
cuanto al uso de su tiempo para el día y hora en que deba asistir a la diligencia. Debe
contener la conminación de que el incumplimiento aparejará determinadas conse-
cuencias (ver art. 154; para los testigos, arts. 245 y 247; peritos, art. 257, párr. 2';
intérpretes, art. 269; imputado, art. 282, pán: final).
Citaciones especiales
154. Los testigos, peritos, intérpretes y depositarios podrán ser citados por
medio de la policía, o por carta certificada con aviso de retorno, o telegrama co-
iacionado. Se les advertirá de las sanciones a que se harán pasibles si no obede-
cen la orden judicial y que, en este caso, serán conducidos por la fuerza pública
de no mediar causa justifieada.
El apercibimiento se hará efectivo inmediatamente. La incomparecencia
injustificada hará incurrir en las costas que causare, sin perjuicio de la respon-
sabilidad penal que correspondiere.

"" CF San Martin, sala 11, con disidencia, 18/7/1996, c. 1331, reg. 1062
246 NOTIFICACIONES, CITACIONES Y VISTAS Art. 157 'l
Ver arts. 120 y 153.
La responsabilidad penal es la del art. 243, Código Penal, que castiga el incum-
plimiento de los deberes procesales.
Se ha considerado procedente el hábcas corpus deducido contra la solicitud de
paradero y comparendo respecto de un tkstigo que prestó la declaración debida en el
expediente, pero se omitió dejar sin efecto la medida1411.
Vistas
155. Las vistas sólo se ordenarán cuando la ley lo disponga y serán diligen-
eiadas por las personas habilitadas para notificar.

Modo de correr las vistas


156. Las vistas se correrán entregando al interesado, bajo recibo, las actna-
ciones en las que se ordenaren.
El secretario o empleado hará constar la fecha del acto mediante diligencia
extendida en el expediente, firmada por él y el interesado.
El Código Procesal Civil y Comercial de la Nación reserva esta modalidad de
comunicación de las resoluciones judiciales cuando se trata de conferir intervención
a magistrados y funcionarios. En vez, se denomina "traslado" cuando se otorga a las
partes -excepcionalmente a terceros-l4I4.
En este Código se utiliza indistintamente el vocablo "vista" (conf. art. 346).
Involncra la entrega del legajo a quien debe afrontarla.
A los fines de que la querella se expida de conformidad con lo establecido por ,.,.
el art. 346, debe hacérsele entrega de las actuaciones o, en su defecto, facilitarle fo-
tocopias de todo el e~pedientel~'~.
Corresponde correr nueva vista, adjuntando copia de la excepción de prescrip-
ción opuesta, pues, al no haberse acompañado, se incurre en afectación del derecho
de defensa en
Ver introducción al Título V.
Sobre diligencia, ver art. 148; en cuanto a la fecha, ver art. 115, y para la noti-
ficación, ver arts. 147 a 149 y 151.
Notificación
157. Cuando no se encontrare a la persona a quien se deba correr vista,
la resolución será notificada conforme a lo dispuesto en el art. 149. El término
correrá desde el dia hábil siguiente. El interesado podrá retirar de secretaria el
expediente por el tiempo que faltare para el vencimiento del término.
El día inicial del cómputo es el hábil siguiente al de la notificación (art. 24,
CC.), salvo lo prescripto por los arts. 116 y 162.

'M''CCC, sala 1, SJP, LL del 251312003, f. 105.402, con nota favorable de KREPLAK,
"Un paso
adelante en la protección efectiva del derecho a la libertad ambulatoria".
"'"ALLACIO,Derecho..., t. V, ps. 3401343.
"15 CCC, sala 1, SJP, LL del 311512004, f. 107.530.
' M ' ~ CNPE, sala A, DJ 2001-2-1052, f. 17.046.
Art. 160 NOTIFICACIONES, CITACIONES Y VISTAS

Debe recordarse que alguna diferencia puede ser establecida entre té


plazo (ver introducción al Titulo V). Ver comentarios a los arts. 155 y 156.
Término de las vistas
158. Toda vista que no tenga término fijado se considerará otorgada por-
tres (3) días.
Se trata de un plazo legal. Sobre el cómputo, ver arts. 116 y 162. En principio
es perentorio e improrrogable (art. 163).
Falta de devolución de las actuaciones
159. Vencido e1 término por el cual se corrió la vista sin que las actuaciones
sean devueltas, e1 tribunal librará orden inmediata al oficial de justicia para
que las requiera o se incaute de ellas, autorizándolo a allanar el domicilio y ha-
cer uso de la fuerza pública.
Si la ejecución de la orden sufriera entorpecimiento por culpa del requeri-
do, podrá imponérsele una multa de hasta el diez por ciento (10%) del sueldo de
un magistrado de primera instancia sin perjuicio de la detención y la formación
de causa que corresponda.
El allanamiento significa autorizar el ingreso contra la voluntad de quien pueda
excluirlo. Es una medida accesoria de coerción real (ver Capitulo 11del Título 111del
Libro 11).
La utilización de la coerción es consecuencia del poder otorgado al tribunal
(art. 120).
Amén de la sanción disciplinaria -la multa-, cabria iniciar proceso por in-
fracción al art. 241, inc. 2", Código Penal, ya que la oposición puede configurar una
forma de atentado leve a la autoridad.
La garantía constitucional de la defensa en juicio preserva la inviolabilidad del
estudio profesional y, en caso de allanamiento, la autoridad competente deberá dar
aviso al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal; por su parte, el abogado
podrá requerir la presencia de un miembro del Consejo Directivo durante el desarro-
llo de la diligencia, sin que implique su suspensión (art. 7', inc. e], ley 23.187)14'7.
Nulidad de las vistas
160. Las vistas serán nulas en los mismos casos en que lo sean las notifica-
ciones.
Ver comentario al art. 152.

"" BO del 28/6/1985,


TÉRMINOS
"5
El tiempo útil para cumplir deteirninada actividad procesal se denomina "pla-
zo". "Término" es voz arcaica, pues, en el mejor de los supuestos, sólo indica el
momento final de aquél.
Los intereses públicos debatidos en el proceso penal determinan que resulte
inaplicable, en su totalidad, el principio de preclusión, pues deviene incompatible
con sus fines, aunque la excepción se limite a los casos extremos en que sea absolu-
tamente nece~aria'"'~.
Cuando se trata de actividad indispensable para el desarrollo del proceso pe-
nal, el plazo jamás puede aparejar una de las consecuencias de la perentoriedad:
caducidad por el mero vencimiento del tiempo útil para cumplir con el deber proce-
sal impuesto para semejante función.
Por el contrario, la mayor parte de la actividad atingente a la labor de los suje-
tos públicos del proceso cuando se cumple intempestivamente, sólo depara eventual
responsabilidad disciplinariá, política e, incluso, penal (art. 273, párr. 2", CP). Pero
jamás veda un desempeño que está legalmente fijado.
El plazo establecido para curnplir la etapa instructoria (art. 207) es final, de clau-
sura o aceleratorio; la irreprocbabilidad del trabajo para quienes deben afrontarlo re-
quiere su cumplimiento antes de que culmine el tiempo oportuno. Pero por el efecto
que produce su vencimiento, es plazo ordenatono o meramente conminatorio, esta-
blecido para posibilitar el regular desarrollo del procedimiento aunque al fenecer no
genere la extinción o agotamiento de la labor, precisamente por estar impue~ta'"'~.
En vez, si se trata de cierta actividad eventual -regida por el principio dispo-
sitivo- aun a cargo de otros sujetos públicos - e l Ministerio Público-, su desidia
produce la pérdida. Tal lo que ocurre con los recursos. .
Regla general
161. Los actos procesales se practicarán dentro de los términos fijados en
cada caso. Cuando no se fije término, se practicarán dentro de los tres (3) días.
Los términos correrán para cada interesado desde su notificación o, si fueren
comunes, desde la última que se practique y se contarán en la forma establecida
por el Código Civil.
En el supuesto de que actúen varios defensores ver art. 105, párrafo segundo.
Los plazos son comunes cuando su desarrollo es válido para todos aquellos
con quienes se cumple la notificación; el momento inicial es el del día siguiente
al cumplimienlo de la última (art. 156, CPN; art. 161); en vez, son individuales
cuando corren independientemente para cada parte. Si se hubiera notificado a los
defensores y luego al imputado, su cómputo debe comenzar desde el primer acto.
Salvo disposición legal expresa (vgr. arts. 359 y 366, párr. lo) o que la naturaleza
del acto imponga lo contrario (vgr., el procesamiento, art. 306)'420,la comunica-

FENECH, Derecho..., t. 1, p. 617.


"" CLAFUAOLMEDO, Tratado..., t . IV, ps. 123 y SS.
"lo Confr. CLARIÁOLMEDO, Tratado..., t . 111, p. 143, y t. V, ps. 591 y 592; Derecho ..., t . 11, p
241.
Art. 163 TERMINOS

ción se efectúa tan sólo al letrado. En la duda debe estarse por la amplitud del plazo
' y 3").
(arts. 2
Cómputo
162. En los términos se computarán Únicamente los días hábiles y los que
se habiliten, con excepciún de los incidentes de excarcelación, en los que aqué- -
110s serán continuos.
En este caso, si el término venciera en día feriado, se considerará prorro-
gado de derecho al primer día hábil siguiente.
Ver comentario al art. 116.
La habilitación legal del plazo fijado por el último párrafo contradice lo se-
ñalado en la última oración del primero y colisiona con la garantía recogida por el
art. 2".Adviértase que si el plazo es continuo resultan habilitados todos los días
y horas, aun los inhábiles. Por otro lado, enfrenta a la celeridad impuesta por el
art. 33 1, para decidir el incidente a través del cual se resuelve sobre la libertad provi-
soria del imputado; aunque en este último caso la actividad encuadre en el segundo
párrafo, por ser indispensable, podrá generar responsabilidad disciplinaria o penal,
pero nunca dejar de cumplirse por parte de los funcionarios renuentes, en la faz fijada
por el primero.
En otras palabras: si de libertad provisoria se trata, no tiene sentido establecer
que para el fiscal -mucho menos para el juez- quedan habilitadas las horas del día
siguiente al feriado. Tanto el órgano requirente como el decisor tienen que despachar
la solicitud dentro de las veinticuatro horas concedidas a aquél y sin solución de
continuidad para el magistrado.
Es cuestionable el criterio de la mayoria de la sala 1de la CCC al resolver que,
durante la feria, la habilitación se extiende a las partes sin necesidad de resolverlo
expresamente. Correcta la disidencia de D ~ n n a ' ~ ~ ' .
Improrrogahilidad
163. Los términos son perentorios e improrrogables, salvo las excepciones
dispuestas por la ley.

a) Plazo perentorio es aquel cuyo mero vencimiento provoca automáticamente


la caducidad de la facultad procesal otorgada. El Código sigue la orientación pre-
dominante en la moderna legislación procesal, al asignar dicho caracter a todos los
plazos legales.
b) La improrrogabilidad alude a la posibilidad de extenderlo bajo ciertas con-
diciones: pedirlo antes del vencimiento y alegar justa causa.

'"' DJ 1999-3-203, f. 14.599, o LL del 311811999, f. 99.213, con nota de BRUZZONE, "Habili-
tación obligatoria y cómputo de plazos para presentar recursos en causas 'con detenidos' durante las
ferias judiciales. A propósito de lo dispuesto para la etapa de instmcción en el art. 200 del Reglamenlo
para la Jurisdicción en lo Criminal y Correccional en la Capital Federal", quien acota que, conforme a
la mayoria, "...seria pmdente, en causas con detenidos, interponer los recursos sin considerar el receso";
id., salaV, LL del 311811999, f. 99.229, o DJ 1999-3-204, f. 14.601; así lo decide la CCC, sala VII, a los
fines del cómputo para un recurso de queja, LL del 31/8/1999, f. 99.230.
Art. 165

Señala Palacio: "Todo plazo perentorio es improrrogable, ya que, por esencia,


descarta la posibilidad de que pueda ser prolongado con motivo de la petición uni-
lateral formulada por la parte a quien afecta. Pero no todo plazo improrrogable es
perentorio, pues mientras éste... opera p su simple vencimiento la caducidad auto-
mática de la facultad para cuyo ejercicio se concedió, sin necesidad de que la otra
patte lo pida o medie declaración judicial, el primero es susceptible de prolongarse
de hecho por cuanto el acto correspondiente puede cumplirse con posterioridad a su
vencimiento, pero antes de que la otra parte denuncie la omisión o se produzca el
acto judicial mediante el cual se da por decaído el derecho no ejercido"'422.
Ambas notas coinciden en el plazo para deducir los recursos (art. 438). Tam-
bién en el correspondiente al emplazamiento (art. 464)'"'.
Coi1 sustento en lo fijado por los párrafos segundos de los arts. 93 y 101 y 102,
párrafo primero, la aplicación del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
da pie para que el acuerdo de partes pueda prorrogar actos procesales determinados,
cuando se trata de intereses disponibles (art. 155, páni lo, id.), tales los referentes a
la acción civil (ver comentario al art. 14). Uno de los elementos requeridos para la
eficacia de los actos procesales capta su expresión temporal (ver comentario intro-
ductivo al Título V de este Libro).
La perentoriedad no abarca la actividad indispensable, sobre todo la atingente
a los sujetos públicos: decisión sobre la libertad provisoria (art. 331, párr. 2") o cum-
plimiento de ciertos actos por el MP (ej: art. 346), sin perjuicio de la aplicación de
sanciones disciplinarias.
Prórroga especial
164. Si el término fijado venciere después de las horas de oficina, e1 acto
que deba cumplirse en ella podrá ser realiado durante las dos (2) primeras
horas del día hábil siguiente.
En el proceso penal sólo regía el plazo de gracia, de las dos primeras horas
del día hábil siguiente al de su vencimiento, cuando se trataba de deducir el recurso
extraordinario Salvo ese supuesto, debía acudirse al cargo de escribano,
conforme lo establecido en el art. lo, inc. e), del dec.-ley 12.45411957 y el art. 45,
wNi425,
El texto actual lo extiende a todos los supuestos; resultan así incorporados a la
ley aquellos criterios jurispnidenciales de la Corte Suprema.
Los plazos atinentes al recurso extraordinario en causas de naturaleza criminal
se rigen por las disposiciones del CPN'426.
Abreviación
165. La parte a cuyo favor se hubiere establecido un término, podrá renun-
ciar10 o consentir su abreviación mediante manifestación expresa.

"lZ Derecho ..., t. IV, ps. 73 y 74.


'"j CNCP, sala 111, JA 1993-IV-516.
'"" CS, Fallos 303:435, y ED 105-220, f. 37.022.
CS, Fallos 275:49; en el mismo sentido, CCC, Fallos Plenarios, t. 111, p. 279; CNPE, en
pleno, JA27-1975-409, f. 24.531.
"'"S, -
Fallos 305:1641; LUGONES DUGO, Casación..., p. 55.
NULIDADES 25 1

El cumplimiento del acto antes del plazo trasunta el propósito de abreviarlo.


Como el proceso penal no admite, en principio, la preponderancia de la voluntad
de las partes -por vía de excepción se acuerda el derecho de abreviar el plazo
respecto de la fijación de audiencia para el debate (art. 359)- una vez realizado
antes de tiempo, no se puede pretender integrarlo con nuevos fundamentos o ra-
zones. Por ejemplo: si los motivos de casación se han expuesto antes de arribado-
al término, la posibilidad de completar dicha actividad precluye y no se puede
pretender superar las eventuales deficiencias (arts. 438 y 463). En contra, Chiara
~í~~ 1427.,pero tal solución no se compadece con el respeto al valor orden, imperan-
te en la actividad procesal que, precisamente, fundamenta la preclusión, ni con lo
establecido en el ari. 464.

NULIDADES
Tal como se expuso al andizar el art. 2", el Código se inclina por afirmar la
existencia de sanciones procesales a las que, generalmente, califica como "penas",
tesis discutida por autorizada doctrina. Dentro de ellas distingue la nulidad, la
inadmisibilidad y la caducidad (confr. art. 456, inc. 2").
a) Concepto
La nulidad consiste en privar de eficacia a un acto procesal como consecuencia
de hallarse impedido de producir los efectos previstos por la ley, al alojar en alguno
de sus elementos un vicio que lo desnaturaliza.
Los suietos deben hallarse dotados de capacidad procesal -aptitud para produ-
cir actos váiidos, coincidente, en general, coñ la capacidad civil de hecho-;en los
públicos la competencia es una de las proyecciones de la capacidad. El objeto tiene
que ser idóneo y licito. En cuanto a la actividad, es preciso observar las exigencias
de lugar, tiempo y forma. Sobre todas esas circunstancias nos hemos explayado en la
introducción al Titulo V de este Libro.
Los posibles defectos, en cualquiera de los elementos allí señalados, pueden
determinar la nulidad del acto.
b) Clasificación
El Código distingue a las nulidades entre expresas (art. 166) y genéricas
(art. 167). Estas últimas se producen cada vez que el acto adolece de una falencia
que, pese a no estar sancionada especialmente, afecta la regularidad de cualquiera
de los elementos allí señalados. Por su parte, el párrafo segundo del art. 168 delinea
lo que en doctrina se denomina nulidad absoluta; de suerte que, además de aquel
distingo -expresas y genéricas-, un esbozo sistemtitico de las sanciones obliga a .
diferenciar entre nulidades absolutas y relativas, según puedan ser declaradas de
oficio en cualquier estado y grado del proceso o bien a pedido de parte. Las primeras
son insubsanables y sólo la cosa juzgada tiene aptitud para detraer la posibilidad de
invalidarlas; aunque el Código; en el art. 168, oración final, promete su especifica-

'""Código ..., p. 133


ción a través del texto, dicho comproiniso no ha sido asumido por el legislador. Sólo
cabe admitir "...que, entre nosotros, por lo general media una simbiosis indisoluble
entre nulidades absolutas y nulidades declaradas de oficio...", atendiendo al momen-
to en que se produce su ~anabilidad'~~~.i'El criterio acertado de distinción obliga a
tener en cuenta cuándo se ocasiona "...violación de las normas constitucionales...",
conforme al ast. 168, párrafo segundo. Las segundas pueden resultar saneadas si no
se insta la invalidez en fosma tempestiva (arts. 170 y 171, inc. y siempre que
desde el punto de vista de la télesis del acto aparezca logrado su propósito (art. 171,
incs. 2" y 3°)'430.
Conviene puntualizar que los conceptos de nulidad expresa y genérica no es-
tán en colisión, desde el punto de vista simétrico. Se trata de categorías de análisis
opuestas entre si -las expresas son genéricas, absolutas o relativas- pero que pue-
den entrecruzasse.
Además de las expresas y las genéricas cabe añadir otro sector, en el cual entran
las nulidades virtuales o implicitas. Se trata de supuestos en que el defecto provie-
ne de la pugna con una regulación no procesal específica: la CN, un ordenamiento
penal, civil, comercial, etcétera, o del conjunto del régimen procesal tomado como
sistema. Una cosa es prohibir la analogía (ast. 2") y otra evitar la subsistencia del
vicio ante la falta de indicación expresa. Dice Creus: "La declaración en esa circuns-
tancia puede apoyarse en la disposición legal taxativa de la ineficacia del acto -que
no es otra cosa que un modo de expresar elípticamente el carácter nulificador del de-
fecto que le resta eficacia- o formularse desde los principios que rigen las nulidades
implícitas o virtuales deducible ... de la regularidad del sistema"'431.
La CN establece, entre otras, la prohibición de declarar contra si mismo y ase-
gura que la autoincriminación no se obtenga mediante el uso de la fuerza (art. 18,
id); tal circunstancia abriría paso a la ineficacia por obtención de "prueba ilicita" y
sus consecuencias; inmediata, la regla de exclusión, y mediata, la teoría de los frutos
del árbol venenoso'432.En este sector debe alojarse una irrita situación generada por
decisiones judiciales que chocan con la prohibición de la prueba de la verdad en la
injuria, confonne al ast. 111, inc. 3", CP; dice al respecto Núñez: "Una consecuen-
cia de ese modo objetivo de proteger el honor, es laprohibición de la prueba de la
verdad de la imputación injuriosa ..."'4"";u magnitud depara un vicio de carácter
absoluto1434.
El choque con las normas sustanciales puede originarse, v.gr., por la inobser-
vancia de las previsiones establecidas para los delitos semipúblicos o de instancia
privada (arts. 6' y 72, CP) o si resulta que, a través del acto, se ha cometido un delito
(por ejemplo, falso testimonio, pericia o interpretación del art. 275, id.); parece ob-

'"# Cmus, Invalidez..., p. 55.


'424 CJ Salta, JA 1965-V-512, f. 10.995.
"'O ST Corrientes, JA 1987-IV-423.
")' Invalidez ..., 2' ed., p. 78; TS Córdoba, LLC 1990-128; no obstante, en contra CNCP, sala 111,
JA 1997-11-498, luego de afirmar que los preceptos legales sobre nulidad deben interpretarse restricti-
vamente para no desvirtuar el régimen legal o deferirlas a una valoración del juzgador; i d , id., LL del
2711 112000, f. 101.254.
'" Ver CARRIUIIÓ, Garanfias..., ps. 73 y SS., y Jusiicia ...;D'ALBORA, "Sobre la prueba ilicitaen el
proceso penal", en Revista del Colegio de Abogados de San Isidro, año 1991, ps. 127 y SS.
'$" Manual ... Parie especial, p. 105.
"" MAIER,Derecho ..., t. 1-B, p. 586, n. 643.
NULIDADES

vio que, sin perjuicio de la valoración que como materialidad de otro delito ten
distinto proceso, perderá validez en aquel en que se consumó.
Son múltiples los casos de nulidad virtual ocasionados por la violación de
precepto del Código Civil. Por ejemplo, si bien el art. 206 recoge el principio
libertad probatoria, excepto en lo relativo al estado civil de las personas, este
ma es incontestable cuando se trata de decidir sobre el objeto procesal penal, según-
ocurre con el delito de bigamia si se ha aducido la nulidad del matriinonio anterior
(art. 134, CP y art. 1104, inc. lo, CC.); en este caso las cuestiones coinciden y se
enlazan en tomo al objeto principal: En vez, si este último versa sobre una cuestión
específicamente regulada por el Código Civil, por ejemplo, la validez del testimonio
para probar el abuso de firma en blanco (art. 1017, id.), dejarla de lado implica la
nulidad del acto procesal respectivo.
Por último, la nulidad implícita o virtual puede originarse en la alteración
de normas que contribuyen al desarrollo regular del proceso penal. Resultan
esclarecedores los ejemplos brindados por C r e ~ s ' ~la) desatención
~: de las reglas de
conexidad (arts. 41 y 42) puede frustrar el otorgainiento de una condena condicional
(art. 26, CP); también si al decidir sobre el objeto accesorio -acción resarcitoria-
el tribunal se atiene sólo a lo resuelto en punto a la cuestión penal y al absolver al
imputado, siinultáneamente demandado, omite pronunciarse sobre aquélla haciendo
abstracción del art. 402, pues el art. 1103, CC., deja un remanente de responsabilidad
evaluable en sede penal (conf. art. 16, párr. 2").
También señala Creus, dentro de las nulidades virtuales, la denuncia recibida a
pesar de la violación del secreto profesional (art. 177, inc. 2"); la falta de denuncia
valedera en los delitos de acción pública dependientes de instancia privada (arts.
6", 183, párr. 2' y 284, párr. 2"); utilizar la citación directa a cargo del MP cuando
corresponde la instrucción formal asignada al juez en los códigos que admiten aqué-
lla; la comisión de un delito atingente al proceso como el falso testimonio (art. 275,
CP)143G, y la falta de decreto o fundamentación para la interceptación de correspon-
dencia y comunicaciones (arts. 234 y 236)'437.
Por su parte, Clariá Olmedo contempla los casos en que la actividad procesal
sea cumplida durante días u horas inhábiles (art. 116)1438; se haya ejercido el acto sin
observar la perentoriedad del plazo (art. 163)Ia9; cuando se infringe el principio del
ne bis in idem (art. O se llega al debate sin la acusación imprescindible (arts.
347, p á a 2'y 374)jM';y la prohibición de dictar sobreseimiento en el juicio fuera de
los casos del art. 361 IM2. Cabria añadir, a nuestro modo de ver, las circunstancias de
haberse infringido el dictado de pena o sentencia única cuando corresponde según
el art. 58, CP; la iniciación de un proceso por delito de acción privada a través de
denuncia (arts. 7" y 415) y la falta de comunicación de las resoluciones judiciales
dentro del plazo fijado por el art. 142. Severo Caballero indica que el art. 399 con-

Invalidez...,p. 47, nro. 33.


'"Vnvalidez ..., 2' ed., ps. 45148.
'"' Op. cit., ps. 181 y 182.
T~ratado ..., t. IV, p. 148.
I4j9 Op. cit., ps. 128 y 129,

'""p. cit., p. 304; ver TOC NO. 1, LLdel611011994, f. 92.574.


'"' Op. cit., p. 412, criterio desestimado por la CS al considerar que la acusación corresponde al
momento del art. 393, Fallos 318:1234; 327:120; 329:2596.
Op. cit., p. 197, nota 142.
templa, como nulidad implícita o virtnal, la alteración de las reglas de la sana crítica
al apreciar la prueba en la sentenciaIM3.
Tramita por vía incidental (art. 170, párr. final, última oración). Si se trata de
resoluciones conclusivas, por ejemplo elaobreseimiento, los eventuales defectos que
contenga se encarrilan a txavés del recurso de apelación (art. 337, pán: 2') que invo-
lucra al de nulidad (art. 449), y si el vicio se encuentra contenido en una sentencia
definitiva, no hay otro camino que el recurso de casación formal (art. 456, inc. 2").
En todos los casos a instancia de parte. Sólo si se trata de nulidades absolutas proce-
de declararlas de oficio (art. 168, p á n 2').
La inadmisibilidad impide el ingreso del acto viciado al proceso. Su carácter
preventivo impone al tribunal su rechazo (por ejemplo, el ofrecimiento de prueba no
propuesta junto con el planteamiento de la excepción, art. 340, párr. 29. Es corriente
aseverar que sólo resultan pasibles de esta causal de invalidez los actos de parte;
sin embargo, el deber inicial impuesto al presidente del tribunal, durante los actos
preliminares del debate, consiste en verificar si se han cumplido las prescripciones
de la instrucción (art. 354, párr. 19; esto podna conducir a que si no se respetó el
principio de congruencia, conforme al cual no puede variarse el hecho intimado en la
indagatoria -salvo el limitado supuesto del art. 38 1, recogido en el auto de procesa-
miento (art. 306) y descripto en el auto de elevación a juicio (arts. 346 y 351+, el
tribunal de la oralidad podna estimar inadmisible la apertura del juicioIM4.Pero más
claro resulta cuando se trata de actos de parte; devendría inadmisible perseguir al
civilmente demandado sin hacerlo en forma conjunta con el imputado (ast. 88, pán:
3"). Los supuestos de inadmisibilidad no advertidos por el tribunal tempestivamente
--cuando ingresaron al proceso- se convierten en generadores de nulidad; por eso
es que el distingo resulta infecundo.
La caducidad radica en la falta de ejercicio ---en tiempo Útil- por su titular
de la facultad otorgada por la ley, v.gr., la desidia en ofrecer prueba, por las partes
civiles, en el período fijado por el art. 354 (art. 103).
La inexistencia, controvert~dacategoría apoyada por cierto sector doctrinario,
alude a la imposibilidad de producir efectos jundicos adunada al acto procesal; en
consecuencia, no requiere una expresa declaración judicial, pero de ser necesaria,
podría efectuarse sin límite temporal alguno. La cuestión de la inexistencia se redu-
ce a confrontar si el acto respectivo goza de posibilidades para ser acatad^'"^. Tal
ocurriría con un juicio cumplido ante quienes no son jueces, labor que no pasaría de
una m.era parodia. La Corte Suprema consideró inexistente un recurso deducido sin
la firma de su presentante, por estimar insusceptible de ser suplida por la del letrado
que no ejercía su representación, ni por la firma puesta por aquel tardíamenteiM6,
Se ha dicho de la sentencia que condena sin especificar la clase de la pena aplicada,
que equivale a su ausencia y toma inexistente dicha parte ante la imposibilidad de su
cumplimiento; tal circunstancia obstaría a que el acto alcance a adquirir autoridad de
cosa juzgadaIq4'; sin embargo, en el caso sólo estaba en juego la con~pletividaddel
modo o forma del elemento actividad, en un sector esencial como es la indicación de

'M" "La sana critica en la legislación procesal penal argentina", LL del 2311011995
'*"O nro. 1 [Int.], 2711011992, c. 18.
PALACIO, Derecho ..., t. IV, ps. 1501154.
D
"
' 146-391, f. 44.188, con nota adversa de Morello.
Ier7 CF RahiaBlanca, sala 11, ED 156-95, f45.495.
NULIDADES

la pena pertinente (art. 404, inc. 4"); por eso hubo de encararse, a nuestro ver, co
nulidad absoluta (art. 167, inc. 2"), pues medió una grave falencia en la intervenc
del tribunal, con afectación para la garantía constitucional del debido proceso, p
cuya culminación regular faltaba un tramo imprescindible: señalar específicamente
la pena (conf. arts. 399, páni lo, al exigir "...la parte dispositiva..." como recaudo, y
403, párr. lo,al recabar se fije la pena correspondiente).
En vez, es sentencia la suscripta por un juez ajeno a la contienda si lo hizo en lu-
gar del designado al efecto, pues sólo cabe atenerse a las constancias del instrumento
público en el cual está redactado el fallo'448.Si una sentencia aparece suscripta sólo
por dos de los integrantes de la sala con la mera constancia de la ausericia transitoria
del tercero, resulta inexistente; no son aplicables disposiciones que salvan la falta del
tercer miembro, pues en tal caso (arts. 399, último párrafo, y 469 injne) sólo media
impedimento para suscribir la sentencia pero no ausencia en su
La preclusión -a nuestro modo de ver carente de examen separado, al igual
que la caducidad, ya que se resume en invalidez por nulidad- consiste en la im-
posibilidad de conducir el proceso a etapas ya superadas por haberse agotado o con-
sumido la posibilidad de afrontarlas. La CS ha dicho que si los actos procesales
son válidos, aunque la instrucción esté incoinpleta, resulta imposible retrotraer el
proceso a dicho estadio'450.Este criterio sólo comprende los casos en que se acusa
una excesiva prolongación del enjuiciamiento, sobre todo si se decretan nulidades
por exceso ritual, aun cuando se afecte el principio de congr~encia'~~'.
Como corolario cabe afirmar que no toda irregularidad o defecto no esencial
genera la invalidez. Incumbe al tribunal sanearla si es posible (art. 168, párr. lo,pri-
mera oración); podría ocumr que el escrito de querella no se ajuste esmpulosamen-
te a los requisitos exigidos bajo pena de inadmisibilidad si se omite, por ejemplo,
acreditar los extremos de personería invocados. Dicha falencia puede ser superada
a instancia de parte, aunque el acto resultaría valedero como denuncia (Capítulo 1,
Título 1, Libro 11).
La apreciación de la invalidez de los actos procesales debe interpretarse de
modo que se pueda lograr seguridad con libertad y defensa'452.
En síntesis: si el derecho procesal penal -el derecho procesal general- no
es más que derecho constitucional aplicado (ver comentario al art. lo), toda nulidad
afecta la validez de un acto procesal penal --en cualquiera de sus elementos- como
secuela de una dolencia, originada en la violación de un derecho público subjetivo
de aquella índole; "...la regla es que todas las nulidades son relativas y, por lo tanto,
subsanables, salvo que impliquen la afectación constitucional o cuando se establezca
expresamente, único caso en que pueden ser declaradas de oficio..."; criterio com-
partible salvo en cuanto pudiera inferirse que las nulidades relativas no requieren
lesión c~nstitucional'~~~.

CS. LL del 161511995, f. 93.152; tal fue el criterio de la minoría que compartimos, mientras
la mayoria se pronuncia en sentido contrario.
CS, JA 1996-1-548.
"*' Fallos 272:188.
'"' CS, ED 137-101, f. 42.288; ver CREUS,Invalidez..., Zaed.,p. 110.
C. 7' Crim. Córdoba, LLC 1989-943.
'"' Confr. CF San Martín, sala 1, JA 1995.11-357.
256 NULIDADES

c) Perjuicio
La nulidad se vincula íntimamente con la idea de defensa (art. 18, CN). Sólo
cuando surge algún vicio, defecto u ovisión que haya privado a quien lo invoca
del ejercicio de alguna facultad, afectahdo la garantia en cuestión, se produce una
indefensión configurativa de Si no media tal perjuicio, la invalidez del
acto por nulidad queda descartada. Su procedencia está liniitada por el grado de
afectación de esa garantía'455.Además, debe existir interés respecto de quien la adu-
ce; si se omite puntualizar las oposiciones de que se le privó al ejercer la pretensión
nulificante, deviene abstracto. Por eso no basta la mera ausencia del defensor en un
acto procesal para determinar su nulidad; se precisa que genere un perjuicio concreto
que resulta diluido cuando el imputado se niegue a de~larar'~'~.
La cuantía o el grado de la afectación puede variar; aunque jamás faltar. De lo
contrario se lratana de un mero formalismo.
Como ya se dijo (ver comentario al art. 104), sin desmedro para una garan-
tía constitucional, no hay nulidad ni inadmisibilidad. Maier afirma con acierto que
"...ninguna garantía opera en perjuicio del propio portador": si la sentencia es abso-
lutona, no cabe declarar la.nulidad del proceso cualquiera sea el vicio de la indaga-
t ~ r i a ' Sólo
~ ~ ~ocurre
. que la intensidad del menoscabo impone un inicial e iinportante
distingo: si la afectación es intensa y supera al interés de la parte, semejante falencia
tiene carácter absoluto; son supuestos donde el defecto tiene resonancia más allá
del caso y de los intereses en conflicto y afecta a la comunidad entera. Es que la
convivencia impone -para ser ordenada y justa- afinar los controles cuando se
. -
trata de administrar iusticia uenal:, vara ello se exige un acatamiento estricto a los
principios constitucionales Izsionad~s:~~'; por eso es que el art. 168 segundo párrafo
facilita la fulrni~iaciónde la actividad cumplida con vicios de tal talaiite haciendolo
posible, sin atender a la iniciativa del interesado ni tampoco al estado o grado del
proceso. Pero este último giro -"en cualquier estado y grado del p r o c e ~ o " ~a ,su
vez, advierte que, concluido éste, la cosa juzgada opera como manto purificador y la
tarea cumulida no se nuede atacar'459.A su vez. tamnoco le alcanza la limitación del
art. 169, Pues si bien ia nulidad absoluta no puéde ser instada por quien ha contribui-
do a generarla, sí la puede denunciar; esta diferencia se exterioriza en que mientras el
primero puede impugnar o cuestionar toda decisión adversa, al últimole está vedado
(art. 169). Las nulidades declarables de oficio no requieren el trámite fijado por el
art. 170, último párrafo, última oración1460.
Cabe efectuar una semejanza con exclusiva finalidad didáctica: el vicio siempre
es un virus; debe afectar al acto procesal; a veces resulta inocuo -mera irregula-
ridad-, en otros resulta curable -nulidad relativa- y en otras es letal -nulidad
absoluta-. Por eso la falta de mención del motivo por el cual aparece s'uscripta por

CJ San Juan, JA 1988-113-362.


"'*CCCFed. Rosario, sala A Penal, ED del 2115/2001, f. 50.773.
'416 CCC, salaVI1, LLdel311811998, f. 97.581.
VerDerecho ..., t. 1-B, p. 437.
'458 CNCP, sala 11, BJ nro. 5, ps. 21 y 22, el voto del Dr. David, pareciera compartir este tempe-
ramento al exigir un perjuicio considerable, mencionándose la doctrina del harmless error v r r o r sin
perjuicio o agravio- seguida por la Corte americana -395 US 250-, para desestimar la invalidez.
' M * ~TOC nro. 1, LLdel611011994, f. 92.574.
'M" CREUS, Invalidez ..., 2' ed., p. 74.
NULIDADES 257

n solo testigo el acta de detención y secuestro configura nulidad relativa'46'.Por el


ontrario, si falta la firma del funcionario que debe dar fe del acta de secuestro, no
uede ser suplida y causa su nulidad como instrumento Cuando se trata
e competencia vinculada a la organización constitucional, debe declararse de ofi-
cio -nulidad absoluta- el apartamiento de un tribunal provincial que condenó por
delitos fede~ales'"~.También es absoluta la evidente utilización de la falta de mérite
(art. 309) como sucedáneo del derogado sobreseimiento provisionali464.Aunque el
carácter instrumental del proceso empece a que concluido sin la tempestiva elimina-
ción del defecto, resulte inmune a cualquier ataque luego de su irregular conclusión.
La cosa juzgada "cura" -mejor dicho, "sana'- cualquier disminución originada
por un vicio alojado en alguno de los tres elementos -sujeto, objeto y actividad-
de los actos procesales.
A esta altura se impone advertir la inconveniencia y el error padecido por quie-
nes aluden a la nulidad como "inobservancia de formas procesales"; así se reduce,
inopinadamente, el campo de su operatividad. Algo similar ocurre cuando se indica
como causal el "incumplimiento de normas procesales"; en este sentido el texto del
art. 166, al indicar "...disposiciones expresamente prescriptas ...", es sólo un aaliati-
vo, pues en general -sobre todo en la-práctica tribunalicia, perceptible a través del
derecho judicial- evidencia su uso indiscriminado para cubrir el complejo espectro
de las nulidades. Si se atiende sólo a la forma, las causas de la nulidad se reducen a la
"tercera parte de uno de los tercios". La unidad o entero -si se utiliza una compara-
ción aritmética- está conformada por tres tercios: uno son los sujetos, otro el objeto
y el último la actividad, divisible, a su vez, en tiempo, lugar y modo o forma. Este
último segmento no se limita a la manera de exterioizarse la actividad -palabra
hablada o escrita-, pues también incluye a la estructura del acto.
Existen nulidades procesales previstas en el CP, como ocurre en el caso de la
condena de ejecución condicional cuya ñmdamentación expresa se exige (art. 26,
id.)I4"; el conocimiento de visu requerido por el art. 41, inc. 2", id., claro ejemplo de
nulidad a1 igual que la determinación del juez competente para unificar
las penas o las sentencias cuando se violen las reglas del concurso real (art. 58, id).
La única actividad procesal -4ando una extensión inusitada a la frase- vul-
nerable a todo tipo de superación por la cosa juzgada es la que podría calificarse
como inexistencia. Ocurre que se trata de una tautología, pues ella nunca aparece
en las previsiones de la ley procesal, porque es algo que no existe (jurídicamente)
y que mienta, más que defectos de tipo procesal, "...circunstancias que se adscriben
a las facultades de operatividad genérica de la jurisdicción -que son más bien de
legalidad del tipo político-, que pueden atender tanto a la producción de la de-
cisión jurisdiccional coino a la capacidad para demandarla en algunos supuestos

'46' TOC nro. 2, "Mollo", JA 1994-111-140, o LL del 311111993, f. 91.734, con crítica de PA-
LACIO, "Incidencia procesal de las irregularidades denunciadas en un acta policial de aprehensión y
secuestro".
"62 CCC, sala VI, JA 1993-1V-360.

"" SCBA, "Fasciolo", JA 1994-11-149,


CCC, sala 1, DJ del 1011011993, f. 7.810.
"" CCCFed., sala 11, 2311 111990, LL 1991-111-síntesis, citado por Torres, Nulidades..., p. 119,
nota 52.
" 6 " ~ ~ ~ Nulidades
~ ~ , .., ps. 1221123.
Art. 166

extraordinario^"'^^^. Tal Lo ocurrido en el caso "Campbell, Davidson", resuelto el


19/2/1971 '468, donde la emisión del fallo resultaba cuestionable en virtud de la in-
trusión de personas ajenas al 10 mismo sucedió en el caso registrado en
Fallos 298:736, aunque en un proceso p&na1'470.
Debe precaverse al lector contra la simpleza de equiparar nulidades genéricas
con absolutas. Puede tratarse de una nulidad expresa y tener, no obstante, dicho efec-
to (ver comentario a los arts. 40 y 50)'47'.
Conforme al art. 75, inc. 22, CN, la comprensión del art. 168, párrafo segundo
- e n cuanto reza "...que impliquen violación de las normas constitucionales..."- no
puede dejar de lado preceptos como las garantías judiciales incluidas en el art. 8' de
la CADH; arts. XVIII, XXV y XXVI, DADDH; arts. 10, 11 y 12, DUDH; arts. 9',
15 y 17, PIDCPi472.
Al analizar el art. 104 anticipamos nuestra opinión sobre el tema de las nulidades.
Regla general
166. Los actos procesales serhn nulos sólo cuando no se hubieran observa-
do las disposiciones expresamente prescriptas bajo pena de nulidad.
Se establece la taxatividad de los casos cuya invalidación procede por esta cau-
sal; sin texto que la conmine no hay nulidad (pus de nullité sans texte). Sin embargo,
existen nulidades consideradas en forma genérica (art. 167) y otras virtuales o implí-
citas (ver introducción a este capitulo).
Si se cuestiona la validez de la instrucción debe hacerse con criterio restrictivo,
pues corresponde impedir que el delito comprobado rinda beneficios y atenderse al
interés público que reclama la determinación de la verdad en el juicios4".
En general, los órganos judiciales encamlan sus decisiones rechazando im-
pugnaciones formuladas respecto de ciertas formalidades omitidas -por ejemplo,
en el acta de un registro domiciliario y en el inventario de los efectos secuestra-
dos-, al igual que las referentes a la intervención de los sujetos participantes, por
no encontrarse previstas bajo sanción de nulidad'474.NO se repara -como lo hace
la disidencia en el fallo previamente citado- en que la índole del perjuicio marca
el sesgo del alcance de la invalidez; por eso es correcta la disidencia del doctor
Pizzatelli. En sentido coincidente, por no apreciarse frustración al derecho de de-
fensa en juicio'475.

"" CREUS, Invalidez.., 2=ed., ps. 126 y 127.


1468 Fallos 27954.
'469 Ver PALACIO, "Nulidad de sentencia firme por vicios extraformales", Rev. Aig. Der Proc.,
1971, ps. 58 y SS.;MORELLO, "Pretensión aut6noma de sentencia declarativa revocatoria de la cosa
juzgada imta", ED 36-288, f. 17.586.
' " T a s o "Maninez de Perón".
'."' Conf. CLARIAOLMEDO, Derecho..., t. 11, p. 297, nro. 524, párr. 3" y CREUS, Invalidez..., 2'
ed., p. 63: "...la asimilación entre la nulidad declarable de oficio y nulidad absoluta esun producto de
La ley y no una exigencia de esencias".
Ver PALAZZI-AMADEO,"Las nulidades en el Código Procesal Penal (ley 23.984)" (JA 1994-
1-98411002 y 1994-111-103711051); REPETTO, "Cuestiones de derecho procesal penal" (ED 154-426).
Id'' CNPE, sala B, LL del 31611999, reseña de Fallos nro. 41.534-S.
'M" CNPE, sala A, DJ 1998-2-507,F. 13.012.
Irni CF Gral. Roca, LL2111211998, f. 98.252, o DJ 1998-3-1030, f. 13.654.
Art. 167 NULIDADES "

La ayuda internacional impone -tanto para evitar situaciones generadoras de


responsabilidad del Estado argentino como para obviar la dilación del proceso- de-
jar subsistentes aquellos actos procesales que exhiban meros defectos formale~'~'6.
Nulidad de orden general
-
167. Se entenderá siempre prescripta bajo pena de nulidad la observancia
de las disposiciones concernientes:
1")Al nombramiento, capacidad y constitución del juez, tribunal o repre-
sentante del ministerio fiscal.
2 3 A la intervención del juez, ministerio fiscal y parte querellante en el
ticipación en los actos en que ella sea obligatoria.
3")A la intervención, asistencia y representación del imputado, en los casos
rmas que la ley establece.

Se trata de los casos en que, pese a la falta de nulidad expresamente prevista, se


produce alguna de las situaciones enumeradas en los tres incisos.
comprende a los supuestos de nulidad absoluta que no se hallan
lamo oportuno de la snbsanación del defecto ni a la protesta de
urrir en casación (art. 456, inc. 2").

los tres incisos comprende desde la designación regular de los


capacidad procesal hasta la competencia del tribunal en el cual
d objetiva-, y su integración legal (art. 374; arts. 99, inc. 4", y
e, v.gr., cuando, en un tribunal colegiado, dicta sentencia uno
, La CS declaró la inconstitucionalidad del procedimiento para
ueces subrogantes aprobado por res. 7612004 del Consejo de la
ra, aunque sin privar de validez a los actos procesales cumplidos'478.
que atañe al MP, se comprende la designación válida; su constitución es
ensable en los procesos por delitos de acción pública (art. 5") y en los depen-
S de instancia nrivada una vez aue se removió el obstáculo consistente en el
ercicio por la pers&a autorizada (ak. 6"). Ver ley 24.946, Títulos 1y 11, Secciones

El inciso segundo engloba el elemento subjetivo de ciertos actos procesales.


odo de eiemplo señalamos: para el juez, su participación en la instrucción (arts.
194 y 351), en eidebate (art. 374) y en la indagatoria (&s. 184, inc. 9", y 294; aun en
el procedimiento de la instrucción sumaria -art. 353 bis-, el fiscal no puede sus-
tituir al juez en su recepción'479;salvo el supuesto del art. 212 bis); en cuanto al MP,
tiene dos aspectos, uno positivo, que cubre su legitimación en todos los delitos de
acción pública (arts. 5", 6', 188 y 195), y otro negativo, consistente en la prohibición
de intervenir en los delitos de acción privada (arts. 7" y 415). Si el MP no formuló

'4'WS, LLdel2511011999, f. 99.467, o DJ 2000-1-20, f. 14.881; id.,LLdel411111999, f. 99.531;


,DJ 2000-1-150, f. 14.932.
"" CS, Fallos 244164.
"''"Rosza,", 231512007, JA del 15/8/2007, p. 3.
"" CCC, salaV, LL del 2611011998, f. 98.012.
260 NULIDADES

requerimiento de instrucción, corresponde declarar la nulidad de todo lo actuado1480.


Omitido el requerimiento fiscal de instrucción, si el MP tuvo noticia de lo actuado
desde la iniciación y, por ello, contó con la oportunidad de manifestar oposición al
progreso de la causa o convalidarlo, e>rpresa o tácitamente, no provoca, ineludible-
mente, la nulidad del trámite1481; este holding exige atenerse a las peculiaridades del
caso y debe tomarse con cautela. Respecto del querellante, también se encuentra
protegido por la garantía de la inviolabilidad de la defensa en juicio asegurada por
el art. 18, CN'482;por eso, una vez aceptado como parte, se descarta su apartamiento
oficioso, excepto en caso de disponerse su pro~esamiento'~~~.
En un tribunal colegiado los sufragios deben ser convergentes; de lo contrario
resulta infundada la resolución al verse privada de la mayoría requerida para su va-
lidez como acto jurisdi~cional'~~~.
La acusación fiscal es acto sustancial del proceso y si al declarar su ineficacia
se absuelve, fundándose en un criterio sentado por la CS en un caso que no guar-
da similitud, no pueden aducirse los principios de progresividad y preclusión, para
sustentarla; la disidencia del doctor Petracchi decide lo contrario al desautorizar se
repita la acusación'48S. .
Una vez culnplida la intimación del MP en ejercicio de la acción pública, el
tribunal abandona su posición de espera pasiva y asume el conocimiento del hecho,
produciendose un desdoblamiento formal del Estado al asumir el rol de actor, por
una parte, y por otra, el de
El inciso tercero se ocupa de la intervención del imputado en aquellos actos de
cumplimiento personalísimo, tal como prestar declaración indagatoria -indagatoria
material, con obligatoria notificación de los derechos y garantías de los cuales goza
el O abstenerse de hacerlo -indagatoria formal-, sea en la instruc-
ción o en el debate (arts. 294,296, 378 y 393, pán: final); también prevé su asisten-
cia (arts. 104, 107, 197 y 368), cuya observancia exige el control o asesoraqiento
técnico en ciertas oportunidades procesales; la representación de1 imputado alude,
amén del supuesto del mandato implícito en la proposición de defensor para refutar
la pretensión civil (ast. 104, párrs. 2', segunda oración y 37, aquellos casos de índole
esencialmente técnica en que actúa en nombre del imputado, en el momento de la
discusión final (art. 393) y en la deducción de ciertos recursos (art. 467).
El excepcional y momentáneo apartamiento del imputado de la sala de audien-
cias, decidido por el tribunal, no genera, en principio, una nulidad absoluta, sea que
se decida en ejercicio del poder disciplinario (art. 370), o bien para preservar la in-
coercibilidad moral de la persona convocada a testificar1488. Con todo, si la decisión
carece de fundamentos en los términos del art. 123, oración final, al resultar producto
de lanuda voluntad del tribunal, tendría dicha consecuencia; Claiá Olmedo diferen-

"" CNPE, sala B, LL del 21812000, J. Agmp. nro. 15.143.


'"' CF Cap., sala 11, LLdel 1811211995,f. 93.861.
'"l CS, Fallos 299:17.
'483 CNCP. sala 1. LL del 24/3/2000. f. 100.017.

"' ('NC'P, sllü IV. DJ I>(iOl-3-23?,f. 17.213; in el c d w , u11juez sobiuvo la aripicidad, iiirinrrns
el otro entcndiú imposible euniiiiuar cn \,irtiid del p:dido dc dzseiiiniaci(>nfuniiulaJo p«r el hll!
'm CS, "Tu~ano,Eduardo A,", JAdel 121511999, p. 40.
CF San Martin, sala 1, LL del 311511999, f. 98.804.
Ida' TOC Fed. Córdoba, LLC 1998-830.
CNCP, sala 1, BJ nro. 5, p. 9.
NULIDADES

tia entre el ejercicio legitimo de los poderes asignados por el art. 370 y la obstrnc-
al contradictorio1489; por manera que la aislada invocación de dicho precepto no
.e convalidará la exclusión del imputado al debate.
i se altera el hecho contenido en la acusación -condena por un objeto diver-
o-,el imputado no pudo defenderse, probar y alegar lo que consideraba hacía a -
su derecho y la nulidad es absoluta'49@. En vez, pudo calificarse de encubrimiento el
momento correspondiente al art. 393 lo que había sido estimado como La
asistencia aquí recabada integra la garantía constitucional de la defensa en juicio;
se refiere a la defensa técnica cumplida por el abogado defensor en los actos de
istencia obligatoria, coino asimismo a su participación en los casos en que la ley
faculta. Asistencia, es consejo transmitir desde el punto de vista técnico los ele-
que obran a favor del imputado y señalarle los que obran en su detrimento.
esentación se refiere a la actuación del abogado en los actos que practica en
inisterio por el impuiado; son todos los actos del proceso controlados y vigila-
or el defensor que se concretan en pretensiones, requerimientos, resistencia y
s actuaciones útiles a favor suyo1492.
ara mentar sus manifestaciones en sede policial ha de estarse a su esponta-
idad, pese a la negativa en sede judicial; la valoración corresponde a los jueces
ando se incorporaron a través del testimonio del funcionario que las escuchó en el
empo en que se cumplía la tarea p r e ~ e n t o r a ' ~Si~se
~ .ha creado la ficcióil del delito
r los preventores -quienes actuaron como verdaderos incitadores-, se resiente
situación del imputado1494.
La CCC, sala 1, sostuvo que el carácter persohalísimo de la declaración indaga-
a, obsta a asignar eficacia a los escritos agregado^'"^. Este criterio padece de un
alismo manifiesto porque la presentación coetánea con la comparecencia, torna
scindible elcontenido del escrito de lo manifestado en el acta.
Nulidades genéricas
modo de recapitulación de las nulidades genéricas y con el propósito de pre-
,aunque sin ánimo exhaustivo en la cita de los artículos, cabe añadir:
Las referentes al juez o tribuna1 comprenden: a.1. Su capacidad (art. 167,
,que a su vez se desdobla en: a. 1.l. subjetiva, extendida a la regularidad del
ramiento en la forma prevista por la CN (arts. 99, inc. 4", id., y 114, incs. l o y
observancia de los requisitos de la antigüedad del título exigible, la presta-
amento, la buena conducta en el desempeño del cargo y la imparcialidad
. 64); a veces se limita la invalidez a este solo aspecto, distinguiéndose entre
iciones para asumir la jurisdicción y las necesarias para ejercitar la función,

'"" Tratado..., t. VI, p. 260, nota 362.


CNCP, sala 11, JA 1996-11.546.
''O

'O"'Id., sala 1, JA 1996-111-409.


'"WNCP, sala 111, ED 178-303, sum. 20.
"" TOC nro. 8, DJ 1999-1-670, f. 13.894.
CCC, sala 1, DJ 2001-2-1 153, f. 16.683, con disidencia de Rivarola, por estimar que el poli-
no actuó como agente provocador si los sujetos estaban de antemano decididos a cometer el hecho
criminal. Precisar conclaridad esta última circunstancia, advierte el riesgo que involucra; siempre que
haya iniciativa de la autoridad, se impone declarar la ineficacia.
"91 CCC, sala 1, LL del 311511999, f. 98.790.
NULIDADES Art. 167

aunque cuando se menta la posibilidad de actuación "en el caso concreto" se está


abarcando a las que se tratan de seguido'496;a.1.2. objetiva, finca en la competen-
cia asignada al órgano abarcativa a sp vez de la materia (art. 36, con excepción de
los actos irreproducibles y de aquellos afrontados por un tribunal de competencia
más amplia; empero, la circunstancia de haber actuado un tribunal incompetente no
constituye per se causal de la nulidad de las actuaciones hasta el momento de así
declararlo)'497y territorio (art. 40, sólo los del juicio, pero no los de la instrucción);
por eso no corresponde declarar la invalidez de diligencias sumariales efectuadas de
acuerdo a derecho en sede local, sin perjuicio del pronunciamiento sobre su fuerza
probatoria'498.a.2. Constitución (art. 167, inc. lo): resulta inválida, según se dijo,
la resolución dictada por uno solo de los jueces si el tribunal es colegiado; tam-
bién lo es -por inobservancia de lo dispuesto por la presidencia de la CNCP en la
res. 19111995- si no se respeta la integración al reemplazarse a uno de los miem-
bros del tribunal oral por otro distinto, pese a que tal reemplazo fue requerido con
antelación suficiente'499.Si uno de los integrantes del TOC decidió una cuestión en
la que intervino como juez de ejecución, la sentencia es nula por preju~gamiento~~~~.
a.3. Intervención (art. 167, inc. 2"): a.3.1. tanto lo referido al desarrollo de la instruc-
ción (art. 194) como a su conclusión (arts. 347 y 35 1); a.3.2. y en el debate (art. 374);
también hacer conocer, cuando concluyó y luego de deliberar, el resultado final'501;
la fundamentación de lo resuelto no debe ser contradictoria en cuanto la fijación del
hecho15m;su ausencia debe declararse de oficio, pues la motivación de las resolucio-
nes judiciales constituye exigencia de funcionamiento del Estado de Derecho y de la
forma republicana de gobierno, desde que a la condición de órgano de aplicación del
derecho, va entrañablemente unida la obligación de los jueces de fundar sus senten-
cias para acreditar que son derivación razonada del derecho vigente y no producto
de la voluntad de los magistrados1503. a.4. Participación (art. 167, inc. 2"): durante la
instrucción en ciertos actos, entre otros, la indagatoria (art. 294), ordenar u4 registro
(art. 224), la requisa personal (art. 230), el secuestro (art. 23 1) y todas las resolucio-
nes (el procesamiento, art. 306; la falta de mérito, art. 309, etc.); en el debate (arts.
365, inc. 4', 374 y 396).
b) Las correspondientes al Ministerio Público: b.1. Su Capacidad (art. 167,
inc. lo): pues su falta le veda intervenir sin previa instancia en los casos del art. 6'
y en las acciones privadas (art. 7"): b.l.1. desde e1 punto de vista subjetivo tam-
bien capta el nombramiento regular como el previo juramento, la antigüedad en el
título, el comportamiento acorde al decoro exigible para desempeñar la función y
la imparcialidad (art. 71); b.1.2. desde el objetivo: la competencia (arts. 67 y 68).
b.2. Constitución (art. 167, inc. lo): el que actúa durante la instrucción no puede

'49WNPE,sala B, LL del 2111211998, f. 98.242, con nota de ALMEYRA, "Límite temporal del
procedimiento insmictorio" o DJ 1999-1-321', f. 13.770.
'"' CF San Martín, JA 1993-1-199.
CNCP, sala 111, DJ 1997-3-8, f. 12.110.
CNCP, sala 111, JA 1998-111-492.
'IW CNCP, sala 1, JA 2000-11-486.
"O' CNCP, sala 1, "Sak de Bullascio, Juana", JA del 25/6/1997, p. 39, aunque se aduce que se
trata de afectación de garantías procesales y no constitucionales.
'IoZCNCP, sala 1, LL del 301611998, E97.393.
Id., id., DJ 1997-3-814, f. 12.376.
NULIDADES

en el juicio salvo los supuestos del art. 67. b.3. Intervención y participación
c. 2"): b.3.1. durante la instrucción le incumbe promoverla (arts. 188 y
, aunque la CNCP, sala 111, también extienda esta tarea a la
nunciarse en alguno de los sentidos previstos en el art.
completa; b.3.2. participar en el debate cuando se trate -
blica (art. 368); b.3.3. debe escuchársele en el incidente de
a aplicación de sanciones disciplinarias a r e c l u s o ~ ~ ~ ~ ~ .
Las atinentes al querellante engloban: c.1. Su intervención (art. 167,
c.1 .l. si se trata de un delito de acción pública contestar la vista sobre si la
ión está completa (art. 346), participar en los actos preliminares del juicio
mira del debate (art. 374) y formular conclusiones en la
.1.2. tratándose de un delito de acción privada le incumbe
e impulsar el proceso (arts. 7" y 415). c.2. Suparticipación: c.2.1. durante
instructona cuando se cumplen actos definitivos e irreproducibles (arts. 200
iitos de acción pública como en los de acción privada fe
onde actuar en el debate (arts. 389 y 430).
En relación con el imputado (art. 167, inc. 3"), comprende: d.1. interven-
rante la instrucción afrontar la indagatoria (art. 294), y darle la noticia
tado; es que si tanto la indagatoria como el auto de procesamiento
ron a un hecho distinto del descripto en el requerimiento de instrucción, se
principio de congruencia'5o$asistir a los actos irreproducibles (arts. 200
e la indagatoria o leerla por si mismo (art. 301); la
erado incluida en las nulidades absolutas cuando fue
por la policía fuera de las circunstancias del art. 2301507; también se ha
sal de invalidación absoluta a la detención no ordenada por jueziso8;
ar declaración (art. 378) y asistir a la apertura (art. 374).
ión: d.2: 1. en la etapa instructoriaproposiciónde defen-
rencia pese a la incomunicación (arts. 197 y 205, pán: 3"); d.2.2. en
representación por el defensor (art. 366, párr. 2").
El Código no prevé nulidades,genéricas referentes a las partes civiles -ac-
demandado-'509.
existe impedimento en canalizar, a través de alguna de estas hipótesis, los
policiales que originen actos procesales ineficaces. Descartada su condición
(ver introducción a este título) una vez incorporados al legajo,
s al análisis de su valor. De lo contrario se crearía un privilegio absurdo
por ejemplo, cuando no se preserva la prohibición de denuncia prevista

JA 1995-111-552.
'*Os CNCP, sala 111, ED 169-68, f. 46.905.
''O6 CCC, sala VI, LL del 301611998, f. 94.406.

'"' CF Cap. Fed., sala 11, ED 163-250, f. 46.542, coi1 cita del art. 12 de la DUDH, arts. 17, inc.
lodel PIDCP, y 11, inc. ZO,de la CADH, en cuanto proscriben injerencias arbitrarias en la vida privada,
arquía constitucional, art. 75, inc. 22, de la Ley Suprema; en sentido coiitrario, merced al singu-
alamiento de "actividades policiales de inteligencia", CNCP, sala 111, JA 1995-111-552.
'las CF Paraná, ED 163-252, f. 46.543.
'"* CREUS, Invalidez..., Za ed., p. 39.
264 NULIDADES Ari. 168

por el art. 178, a veces inicuamente soslayada acudiendo al remanido arbitrio de la


iniciación oficiosa tolerada para sus actos (art. 183)'5'0.
Hay que tener presente, como ya se dijo, que el régimen de nulidades no es
meramente formal, ya que no puede'marginar el "principio del interés"; persigue
establecer un sistema en cuya virtud una nulidad sólo puede declararse cuando es
susceptible de beneficiar procesalmente a la parte en cuyo favor se pr~nuncia'~".
Declaración
168. El tribunal que eompruebe una causa de nulidad tratará, si fuere po-
sible, de eliminarla inmediatamente. Si no lo biciere, podrá declarar la nulidad
a petición de parte.
Solamente deberán ser declaradas de oficio, en cualquier estado y grado
del proceso, las nulidades previstas en el artículo anterior que impliquen viola-
ción de las normas constitucionales, o cuando así se establezca expresamente.

a) El párrafo primero trasunta la adopción del principio de saneamiento o


expurgación de los defektos generadores de la invalidez del acto. Su última oración
establece el funcionamiento de las nulidades relativas, que son todas aquellas no
comprendidas en los tres incisos del art. 167; son las únicas susceptibles de conva-
lidarse (art. 171).
b) Las exigencias del párrafo segundo son las que caracterizan a las nulidades
absolutas; vale decir, las que resultan insubsanables, a menos que se dicte una reso-
lución con efecto de cosa juzgada material. Pero para que ello opere deben conculcar
alguna garantía constitucional: por ejemplo, la falta de motivación de la sentencia151z
o el desconocimiento de la inviolabilidad del d~micilio'~'~. Si la lesión constitucional
no es intensa-falta de exhibición de fotografías o de los elementos secuestrados en el
acto de la indagatoria-, no se produce la invalidez del a c t ~ ~Recuérdese
~ ' ~ . que no hay
nulidades absolutas explícitas. En la introducción a este Capítulo VI1 hemos adverti-
do sobre cómo debe entenderse ahora este precepto en función de lo establecido por el
art. 75, inc. 22, CN, respecto de los pactos internacionales. Es criterio de la CS no
limitarse a las cuestiones planteadas en el recurso extraordinario cuando existe un
vicio capaz de provocar una nulidad absoluta que afecte una garantía constitucio-
n+li5i5.
El Alto Tribunal advierte que le incumbe controlar el desarrollo del procedi-
miento en tales circunstancias; sobre todo en materia criminal, en que se encuentran
en juego derechos esenciales como el de la libertad y el honor, razón determinante
para que se extremen los recaudos garantizadores del ejercicio del derecho de defen-

I5'O En contra, CF Mendoza, JA 26-1975-52; conforme a nuestro criterio CCC, ED 22-425,


f. 11.191, y t. 55, p. 170, f. 24.502; ST Misiones, JA 14-1972-724, f. 2957.
'I" ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-697.
'*'"S Neuquén, 2411011991, "Gutiérrez, Raúl".
CNPE, sala B, LL del 311711998, f. 97.597.
'I" CCC, sala IV, LLdel311711998, f. 97.577.
LL del 261611996, f. 94.424; en elcaso no se había brindado al recurrente la asistencia efec-
tiva del defensor oficial con anterioridad a decidir sobre el remedio federal deducido.
NULIDADES

sa'5'6. Al comentar el fallo, Palacio destaca que "...no es materia de discusión que las
denominadas nulidades absolutas en materia procesal no son en modo alguno asimi-
lable~a las del derecho privado, pues mientras éstas no son susceptibles de confirma-
art. 1047 infiMe, CC.], loi defectos que originan aquéllasquedan subsanados
o la sentencia adquiere eficacia de cosa juzgada material"; también recuerda -
ordenamiento no existe "...noma alguna que prevea ese tipo de declara-
idad, y de que no son sólo las nulidades de orden general enumeradas en
quellas que, mediando quebranto constitucional, cabe declarar de oficio
lquier estadio del proceso, si se tiene presente que toda nulidad entrafia la
ancia de alguno de los requisitos exigibles a los actos procesales en orden a
tención de su finalidad v aue ésta consiste. eenérican~ente.en la oresewación de
< . .u

alguna garantía coiistiiucio~ial panisulamiente 211 lo referente a la inviolabilidad


de la dcknsa e11juicio parzce imposible, si11riesgo dc disponer uns invalidacibii
lidad que no cuente con respaldo en una garantía de ese ran-
teno la disidencia en un fallo de la CS15'7;según voto del doctor
a, en el acta pertinente, del juez presente en el allanamiento
del proceso que justifiquen su invalidación. Al anotar el fallo dice
iento fue expresamente dispuesto por el juez de la causa, y
intervino personalmente en la realización de la diligencia, el argumento relativo
haber el magistrado omitido finnar el acta respectiva determina la
ostensible rigor formal, incompatible con e1 adecuado
vez, si falta la rúbrica de quienes integran el órgano judi-
inexi~tente'~'~. Aquel amplio.cnterio lo sigue la CNCP, sala 1, al
a del expediente advierte transgresión a garantías constitu-
y debido proceso- que supera al motivo habilitante de su
atenderse por afectarse la validez misma del pronunciamient~'~~~.
de la invalidez absoluta obvia la opugnación sobre el mérito. Si se
e una cuestión regida por la ley 20.71 1 -se discutía la legalidad
da en provincia-, quedaría configuradoun problema competen-
to que, al estar relacionado con la garantía constitucio-
el análisis del tribunal por vía de nulidad a b s ~ l u t a ' ~ ~ ' .
presente lo dicho acerca del carácter restrictivo en punto
s actos procesales (art. 2'). Por eso no resulta nula la falta de la
s en el acta del debate ni omitir la enunciación del hecho objeto
e entre aquél y la determinación circunstanciada del que
e expresen las convergencias o las diferencias relevante^'^".
mismo sentido se pondera que las contradicciones al resolver de distinta ma-

LL del 281211997, f. 95.081, con nota de PALACIO, "A propósito de las llamadas nulidades
Utas eii el proceso penal".
''" LLdel 301611997, f. 95.589.
"Las complejas secuencias derivadas de la declaración de nulidad de un acta de allanamiento".
"" CCC, sala VII, DJ 1998-3-638, f. 13.502.
Is2%L del 301311998, f. 96.890.
'"' TOC nro. 6, LL del 2011111997, f. 96.387, con disidencia, pues dicha via no cubre tal ga-
antia, ya que si el órgano decisor rechaza el planteo, el imputado quedaba sólo frente a la acusación
de la fiscalía; con nota de RoDRiGUEZ ESTÉVEZ, "Defensa en juicio y control constitucional sobre la
actuación profesional de Las partes"; empero, pareciera que la defensa quedó Sin contestar.
ST Comentes, JA 1987.111-374.
nera en ocasión de disponer el procesamiento y luego sobreseer -sin que mediaran
razones o comprobaciones que expliquen el cambio de criterio- no autorizan a
anular por arbitrariedad lo resuelto'52?.
Dice bien el doctor Casanovas que la existencia de una nulidad absoluta toma
abstracto el tratamiento de un vicio sustancial --esto es, de la ley penal material-
planteado en el recurso de casacióni524.
En opinión de la Corte Suprema, no puede convalidarse la existencia de un
vicio capaz de provocar una nulidad absoluta y afectar una garantía constitucional,
pues constituye la exigencia previa, emanada de su función jurisdiccional, el control,
aun de oficio, del desarrollo del procedimiento cuando se encuentran comprometidos
aspectos que atañen al orden público'525.
c) Reserva de identidad. En el supuesto de declaraciones testimoniales verti-
das con reserva de identidad -art. 33 bis de la lev 23.737-. la defensa debe contar
con el acta de cada declaración, con expresa omisión de las circunstancias personales
del testigo, de todo dato que permita inferir tales extremos y de aquellas circunstan-
cias que pudieran resultar comprometedoras para su seguridad o integridad fisica;
si se tuvo la posibilidad de efectuar un minucioso análisis, valoración y crítica de
dichas probanzas, se cubrió el ejercicio de la defensa material reconocido por la CN
en tanto no se cercenó el derecho de la procesada a ser oída, conocer los cargos y
presentar y producir prueba a su favor. Aquel art. 33 bis de la ley 23.737 no cohíhe
la participación de las partes en el examen de los testimonios recibidos con reserva
de identidad'526.Por el contrario, la sala 11estima que dicho precepto no instrumentó
específicamente la posibilidad de mantener en secreto la identidad de los testigos,
pues el sujeto que asuma a conciencia tal carácter tiene la carga pública de deponer
bajo las formalidades de ley, entre las que cabe considerar, para afianzar el derecho
de defensa en juicio, brindar sus datos personales y relaciones de parentesco y de in-
terés para ponderar su veracidad; estima lesionado el debido proceso legal 9 amerita
las nulidades de las declaraciones recibidasIs2'.
Es dificil optar porque el derecho a la confrontación (arts. 14.2. inc. e], PIDCP,
8.2. ap. fj, CADH, 75, inc. 22, CN) pareciera colisionar con la reserva de identidad.
Quizás la solución pase por distinguir el relato como fuente --con valor irrestrict-
y como órgano de la pmeba; este último cede y se subordina a la regla específica
(art. 241) y genérica (art. 398).
- Corvalán propicia que estos mecanismos "...para asegurar la represión de quie-
nes cometan delitos vinculados al tráfico de estupefacientes, llegan a ser interpre-
tados de un inodo tan amplio que afectan ciertamente dispositivos constitucionales
insoslayables. No se puede tolerar de ningún modo, que so pretexto de combatir el
tráfico de estupefacientes, se llegue a la violación del debido proceso constitucio-
'li3 CNPE, sala A, LL del 191211999, f. 98.368, con nota de QUEVEDO MENDOZA, "Mérito p a a
la elevación de la cansa a juicio e interceptación de comnnicaciones", cuya opinión aprecia - c o n
acieíto- que el simple cambio de dirección en el juicio del instructor "...importaba una contradicción
lógica...".
CNCP, sala 111, JA 1997-1V-304.
'I" JA 1997-IV-354.

"" CF San Martín, sala 1, ED 173-636, f. 48.122, con nota de MCINTOSH, "El valor probatorio
de las declaraciones prestadas bajo reserva de identidad en la instrucción penal y en el marco de la ley
que reprime la tenencia y el tráfico de estupefacientes".
ED 173-649, f. 48.123.
NULIDADES

d de mantener en secreto a las partes,


ados, que si merecen una protección
la eventual amenaza que constituyan terceros ajenos al
de una acotación prudente no siempre tenida en cuenta1529. El
ubierto- que actúa dentro del marco de las tareas pro-
suales en el personal de seguridad ante el conocimiento de un -
so, no resulta contraria a derecho por síiS3O.
Extensión. La última oración del párrafo segundo deja entrever la existencia
estos de nulidad absoluta indicados en forma explícita - e n concordancia
, inc. 2" que hace referencia a "los casos de nulidad absolu-
"-; pero ello no ocurre nuncai53i.

uién puede oponer la nulidad


69. Excepto los casos en que proceda la declaración de oficio, sólo podrán
la nulidad las partes que no hayan concurrido a causarlas y que tengan
en la observancia de las disposicioneslegales respectivas.
las nulidades relativas, el planteo resulta admisible, siempre que no se haya

lo prescripto por el Código Civil en el art. 1049. Por


lo, carecena de legitimación quien la aduce si no compareció voluntariamente
audiencia cuestionada pese a encontrarse notificado (art. 142).
perseguir la declaración existe si, caído el acto impugnado, varía la
al en sentido favorable a quien la propone. Se requiere ia demostra-
alega del gravamen sufrido, concretado en defensas efectivas que

reus que el interés "...no integra el poder de las partes cuando se penetra

Si la noticia criminis se adquirió a través de compulsión ejercida sobre el impu-


,sin indicio alguno para arribar a su conocimiento por otra vía, cualquiera sea su
inatano tiene interés en la exclusión del plexo c a r g o s ~ ] ~ ~ ~ .
al imputado, no se legisla en su único
de toda la sociedad para garantizar el debido respeto a
La afirmación constituye un impecable corolario de la
en el régimen de nulidades.
e ha dicho que cabe desestimar su planteo sustentado en el reconocimiento de
as mediante fotografias, efectuado en sede prevencional, pues tal diligencia

" "Agente encubierto y testigo de identidad reservada", LL del 3011011997, comentario al

''" CNCP, sala 11, JA 2000.11-495


'"O CNCP, sala 11, DJ 2000-3-167, f 15 961.
"" CLARIAOLMEOO, Trotado.,t. IV, u 227
CNCP, sala 11, LL del 241312000, f.'100.019, o DJ 2000-1-1386, f. 15.406; CCC, sala V, LL
812001, f. 102.522.
Invalidez ..., 2" ed ,ps. 57158.
'"' CI; San Martín, sala 11, ED 175-394, f. 48 385
Ii3* CS, LL del 291511998, f 97 21 1, del voto en disidencia del doctorV6zquez
268 " NULIDADES h t . 170

tiene respaldo en el art. 183 y es de aquéllas que pueden ser reproducida^'^^^. Este
último aspecto es debatible; es que, una vez cumplido el reconocimiento, no existe
posibilidad de realizarlo otra vez, puss se descuenta su ineficacia por poderse cues-
tionar la espontaneidad.
Oportunidad y forma de la oposición
170. Las nulidades sólo podrán ser opuestas bajo pena de caducidad, en las
siguientes oportunidades:
lo) Las producidas en la instrucción, durante ésta o en el término de cita-
ción a juicio.
29 Las producidas en los actos preliminares del juicio, basta inmediata-
mente después de abierto el debate.
3") Las producidas en el debate, al cumplirse el acto o inmediatamente
después.
4 3 Las producidas durante la tramitación de un recurso, basta inmediata-
mente después de abierta la audiencia, o en el memorial.
La instancia de nulidad será motivada, bajo pena de inadmisibilidad, y el
incidente se tramitará en la forma establecida para el recurso de reposición.

a) Generalidades
Se refiere a las nulidades de carácter relativo y establece el momento en que se
produce la extinción, según los diferentes estadios del proceso.
El distingo entre la caducidad mencionada en el párrafo primero y la inadmi-
sibilidad impuesta en el último pasa por la circunstancia de que mientras aquélla se
refiere al plazo extintivo -momento en que se produce la preclusión y se imposibi-
lita ejercer por inactividad la facultad que se dejó de usar-, la última impide que el
tribunal se avoque al tratamiento de la petición -oral o escrita- a través de la cual
se pretende invalidar el acto.
Por el funcionamiento se trata de plazos finales de clausura o aceleratorios, ya
que el "acto debe cumplirse antes del vencimiento del término, pues éste fija el últi-
mo momento -de aquí su nombre- de la posible a~tividad"'~".
Por el efecto que produce sus vencimientos son perentorio^'^'^.
. b) Casuística
La sola protesta de recurrir en casación no suple al planteo de nulidad sustentado
en la decisión de la cámasa que declara mal concedida la apelación contra el auto de pro-
cesamiento con prisión preventiva, si se produjo fuera de las circunstancias previstas en
el inc. 2"; resulta extemporánea la oposición y subsanada la nulidad (art. 171, inc.
El último párrafo establece la exigencia de fundamentar la petición e indica
que el trámite será el del art. 447. Ante el mero incumplimiento de tales recaudos

CCC, sala V, DJ 2001-2-1221, f. 17.117.


'13' CLARIÁOLMEDO, Tratado..., t. IV, p. 127.
CLARIÁOLMEDO, Tratado..., t. IV, ps. 1281129.
Iii9 CNCP, sala 1, BJ nro. 5, ps. 718.
NULIDADES

esponde el rechazo'54o.Existe la posibilidad de oponer nulidad a través de las


ciones comprendidas en el art.3441541.
plenario de la CNPE'542resolvió que el recurso de apelación contra reso-
por la que se desestima una instancia de nulidad se debe interponer en la
rtuntdad prevista por el art. 450; dicho precepto escinde el momento de la deduc- -
del recurso del de la instancia de nulidad, pues no impone formularlos en con-
al desvincular la forma temporal de lo establecido en el art. 4481543. Convencen
otivos de la mayoría: no median razones suficientes para extender 10 señalado
último párrafo en punto al trámite de la nulidad, a los efectos de la reposición
stos por el art. 448; en vez, existen motivos atendibles para admitir la remisión
.447. La apelación subsidiaria debe anticiparse en sus motivos a los fundamen-
de un auto todavía desconocido, como es el que desestimará la pretensión. La
de Clariá 0 l m e d 0 ~ ~formulada
" en un voto de la minoría no es contundente para
oner la apelación subsidiaria, ya que allí sólo se señala como "posible".
a CF San Martín, sala 1, estima insusceptible de tratar el planteo nulificante
do al expresar agravios en el recurso de apelación deducido contra el auto de
rocesamiento; se aduce que la vía es la reposición o la posibilidad de recurrir en
so1545. El consid. 11 no esclarece si se trata de una nulidad absoluta, pues si así
la restricción no se adecua a su naturaleza (art. 168, último párrafo). Criterio
-merecedor del mismo reparcl- tiene la sala II'546.
trámite también rige para los incidentes de ejecución de la pena si se cuestio-
lidez de sanciones a recl~sos~~".
tratamiento incumbe al mismo tribunal que pudo incurrir en la nulidad1548.
orte Suprema ha considerado como no definitiva la decisión que desesti-
idente de nulidad y, por ende, insusceptible de recurso e~traordinario'~~'.
ede si por su índole y consecuencias dichas reso1uciones pueden llegar
strar el derecho federal invocado al ocasionar perjuicios de imposible o tardía
ración ulterior'550.
El incidente de nulidad resulta inaplicable respecto de resoluciones administra-
as dictadas en el trámite previsto por la ley 11.683 1551.

Modo de subsanar las nulidades


71. Toda nulidad podrá ser subsanada del modo establecido en este Códi-
,salvo las que deban ser declaradas de oficio.

'"O CCC, salaIV, del 1011111992,c. 51.


"' ~ z La defensa...,p. 201.
Conf. CLARIAOLMEDO, De~echo..., t. 11, p. 285; V Á z ~ u ROSSI,
Cuestiona su carácter de tal VALERGA ARÁOZ (h), "Los fallos plenarios en la actualidad. La
Nacional de Casación Penal y las Cámaras de Apelación", LL del 811111999.
" ED 169-306, f. 47.425, o LLdel281211997, f. 95.086, o JA 1996-1V-432.
Trafado..., t. Vll, p. 26.
ED 167-534, f. 47.196.
DJ 1997-3-899, f. 12.409.
''" CNCP, sala 111, ED 166-68, f. 46.905.
CNPE, sala B, LL del 241911998, f. 97.865.
ED 146-470, f. 44.215.
'*'O CS, ED 166-301, f. 46.971.
"" CNPE, sala A, DJ 2000-2-773, f. 15.707.
' -
270 NULIDADES Art. 172

Las nulidades quedarán subsanadas:


lo)Cuando el ministerio fiscal o las partes no las opongan oportunamente.
23 Cuando los que tengan derefho a oponerlas hayan aceptado, expresa o
tácitamente, los efectos del acto.
3") Si, no obstante su irregularidad, el aeto hubiere conseguido su fin con
respecto a todos los interesados.

a) El inciso primero remite a los plazos fijados en el art. 170


b) El inciso segundo reafirma que la subsanación opera tan sólo en las de carác-
ter relativo. En la hipótesis debe presumirse que, pese a la existencia de la nulidad,
falta el perjuicio y, por ende, se renuncia a la impugnación.
Expresa Couture que "...frente a la necesidad de obtener actos procesales vá-
lidos y no nulos se halla la necesidad de obtener actos procesales firmes, sobre los
cuales se pueda consolidar el derecho..."1552. La situación se produce cuando deja de
generarse, no obstante el vicio, cercenamiento al derecho de defensa en juicio.
c) El inciso tercero tiene, como muestra más cabal de la convalidación de un
acto procesal viciado, al supuesto de una notificación que no se ajuste, con estrictez,
a las previsiones del Capítulo V. En efecto: quien actúe en forma tal que trasluzca
su conocimiento sobre el vicio originante y pese a ello pretenda instar, no podrá
hacerlo1553.
Se ha considerado que la extemporaneidad del requerimiento de instnicción fis-
cal subsana la falta del oportuno acto promotor1554; el aserto es compartible siempre
que la instrucción no exceda los hechos ---congruencia- referidos en la intempesti-
va intervención fiscal; conf. art. 195, párrafo primero, última oración.
La omisión de notificar previamente un peritaje no genera invalidez si es ryrodu-
~iblel~~~.
Relacionado en algún modo con el problema de la subsanación de las nulidades
aparece la cuestión denominada conversión del acto. Se trata, en síntesis, de supues-
tos en que la específica actividad no se adecua a la exigencia plena de los requisitos
de validez de aquél. Algún vicio se filtra en sus elementos, pero puede proyectarse
sobre el proceso a través de otro caml sin mengua de su meritación (ver comentario
al art. 178).
Efectos
172. La nulidad de un aeto, cuando fuere declarada, hará nulos todos los
actos consecutivos que de él dependan.
Al deelarar la nulidad, el tribunal establecerá, además, a cuáles actos an-
teriores o contemporáneos alcanza la misma por conexión con el acto anulado.
El tribunal que la declare ordenará, cuando fuere necesario y posible, la
renovación, ratificación o rectificación de los actos anulados.

'*li Fundamentos del derecho procesal civil, Buenos Aires, 1969, p. 391.
Cám. Civ. Gral. San Martin, Mendoza, aun en el supuesto de una aparente nulidad absoluta,
JA 1991-1-293.
CCC, sala V, "Almony", LL del 241511994, f. 92.211, o JA 1995-1-575; id. ED 161-547, f.
46.308.
lii5 CCC, sala IV, JA 1996-11-567.
NULIDADES

de una regla negativa no sólo por excluir a los sucesivos que sean in-
ntes del acto nulo, sino por incluir a los posteriores -actos sucesivos-,
y cuando resulten consecuencia directa de aquél.
rocesamiento sin la previa indagatoria sobre el he-
; en este supuesto tampoco procede la elevación a
); por ejemplo, la nulidad de las declaraciones testi-
de procesamiento si, de sus propios fundamentos, se
se basó de un modo decisivo en su r n e r i t a ~ i ó n ~ ~ ~ ~ .
Por vía de principio el precepto acoge el carácter difusor de las nulidades.
En cierto sentido el párrafo primero presta sustento a la denominada doctrina
el árbol venenoso, conforme a la cual el vicio producido, durante el
acto de prueba, hace caer a toda la actividad probatoria que sea
,doctrina que la Corte Suprema ha restringido sólo
puede ambarse por vía autónoma's58.Lo más con-
el corolario conocido como exclusionavy rule, cuya
ca tomar inocuo el acto viciado1559. No obstante, se ha advertido
pante tendencia a restringir la aplicación de esta regla. Lo resuelto por la
Suprema de Estados Unidos en "Hudson v. Michigan" es interpretado como
ento de sustituir la regla de exclusión por remedios civiles o disciplinarios:
esta idea, las pruebas ilícitas podrán valorarse en el juicio oral con inde-
ncia de las acciones que se ejerciten contra los agentes de policia que hayan
do dichos elementos ~ r o b a t o r i o s ' ~ ~ .
Resulta válido el método de supresión mental hipotética para determinar si,
prescindiendo del eslabón viciado, subsisten otras pruebas eficaces para sustentar la
imputación's61.
Ver introducción a este Capítulo VII.

anzar a actos anteriores: si se declara la nulidad de la sentencia, el


o se retrotrae al momento del debate; contemporáneos: la nulidad de la no-
ón múltiple por haber omitido una hace caer la validez de la audiencia; con-
ae la indagatoria (m. 294), ocurre lo mismo con el procesamiento
aquélla es su presupuesto; si el requerimiento de instrucción es in-
constancias agregadas si no son más que diligencias investigativas
tal actividad primigenia'562.
r implica cumplirlos de nuevo. Ratificar tiene la viríualidad de convali-
que sea posible. Rectificar significa salvar el vicio.

CCC San Francisca, LLC 1985-422.


'*" CARRI~, Justicia...,p. 90.
's58 Fallos 308:733.

'"' C A R R I Justicia
~ ..., ps. 71 y 8s.
lS6' G ~ M E -ZJARAD~Ez, 'Nuevas tendencias en materia de prueba ilicita: el caso 'Hudson v.
Michigan' y el ocaso de la eiclusionary rule en 10s EE.W.", RDP, LexisNexis, 512008, p. 731.
'"' CS, "Fiscal v. Aguilera Maldonado", 101412007, citado por GARAY- MANRIQUEZ, "Actua-
dencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 2-2007, RDP, LexisNexis,

''" CCCFed. Gral. Roca, ED del 41612001, f. 50.819.


272 NOLIDADES &t. 173

La nulidad declarada no empece a que el acto pueda evaluarse en otros ámbitos


jurídicos. Creus señala el supuesto del desacato -ahora debiera tratarse de injuria ante
la derogación de aquél operada por ley 24.198- cometido en una audiencia luego de
declarada nula y el reconocimiento expreso de una deuda formulado en una indagatoria
también declarada nula; aunque advierte que si los efectos procesales so11inescindibles
de los susianciales, la invalidez se proyecta sobre estos últimos: no puede perseguirse
por falso testimonio cuando se ha resuelto la nulidad de la declaración de quien ha sido
convocado en esas condiciones1563; la nulidad del secuestro acarrea la in;alidez de la
condición de depositario (art. 233) y, por ende, convierte en atípico el endilgamiento
de delito enrostrado a través del art. 263, CP; la nulidad de la incautación de la corres-
pondencia (art. 234) enema la imputación por el delito previsto en el art. 153, CP.
La CCC, sala VI, estima, por mayoría, que la nulidad de un acto crucial --como
la declaración indagatoria- impide retrotraer el proceso a etapas precluidas con
motivo de su invalidez y, en tal caso, deciden la absolución del imputado'564,con
disidencia del doctor González cuya posición compartimos. Es que la ineficacia de
aquel acto autoriza a retrotraer el proceso, porque precisamente la Corte Suprema'565
impuso como límite que-la imposibilidad surgiera cuando la actividad resultaba
ineficaz. En tal caso corresponderá conformar un nuevo tribunal para realizar otro
juicio, pues de lo contrario resultaría afectado el principio de imparcialidad --conf.
Libro 1, Título 111, Capítulo IV-1566. En importante disidencia, el juez Argüello de la
CIDH amenta que cualesquiera sean los vicios de un proceso, conducen a su anula-
ción, pero no a la absolución1567.
La CS propicia la declaración de nulidad como última solución, pues incluso
la falta del acta de la declaración indagatoria ---cuando puede ser suplida por otras
menciones que constan en el expediente y un pronunciamiento anterior del Alto Tri-
bunal- no empece a la condena'56R.
Sanciones
173. Cuando un tribunal superior declare la nulidad de actos cumplidos
por uno inferior, podrii disponer su apartamiento de la causa o imponerle las
medidas disciplinarias que le acuerde la ley.
El apartamiento de la causa tiene efecto similar al que resulta consecuencia de
la inhibición o recusación del juez (Título 111, Capítulo IV). Cuando la nulidad fue
resuelta por un tribunal oral y comprende actividades del juez instructor, la separación
no corresponde según la CNCP, sala II11569. LOSfirndamentos de la decisión son cues-
tionable~:por un lado, la potestad asignada al tribunal que invalida para separar al que

Is6' Invalidez...,2' ed., ps. 95197.


LLdel301611998, f. 97.405.
lXerFallos 272:188, caso "Mattei".

TOC Fed. Mar del Plata, LL del 3011111998, f. 98.165, con nota de Darritchon, "El requisito
de oportunidad", quien estima que el tribunal se hallaba habilitado para sentenciar una vez resuelta la
nulidad de una requisa y obligaba a que el MP se expidiera a los fines del an. 393.
Is6' LL del 27/12/1999, f. 99.760; en contra, por compartir la tesis refutada, CNPE, sala A, DJ
1999-2-1223, f. 14.519 -aunque el ordenamiento aplicable era el anterior-, con disidencia del doctor
Hornos, por descartar la iniciación oficiosa.
2221211994, "Sanabria, Ernesto", JA 1997-III-sintesis.
18/7/1996, "Valor, Luis", c. 917, reg. 217196.
c t la
~ resolución ineficaz, no configura quebrantamiento del principio del juez natu-
1, pues se trata de un precepto preestablecido por ley y, como tal, respestuoso del art.
tro, el apartamiento no implica el ejercicio de una facultad disciplinaria como
de la interpretación literal efectuada (la conjunción adversativa "o" separa bien
atribuir el conocimiento de la causa a otro órgano de la imposición de sancione3 -
isciplinarias). Además las sanciones disciplinarias implican el ejercicio de la supenn-
encia (art. 4') y aquí se ejercita una potestad legal para preservar la imparcialidad
que tiznó el trámite con su proceder anómalo.
e acuerdo con el art. 16, párrafo segundo, segunda oración del dec.-ley
8511958 los jueces pueden ser sancionados con prevención, apercibimiento y multa.
Si el yerro es grosero podría configurar mal desempeño y autorizar la remoción
el juez por vía del juicio político (arts. 53,59,60 y 115, CN).
Las sanciones impuestas a un juez por la cámara no pueden extenderse a situa-
nes no previstas -tales como las de los arts. 206 y 695 del viejo Código, refe-
ntes al incumplimiento de los plazos previstos para la conclusión del sumario y el
ictado de resoluciones- en el CPP1570.

"" CS,614/1993,"Gómez",JA1994-II-174,Sínte~i~PoderJ~di~iaI,nro.
~~.V~~BAZANLASCANO,
'La superintendencia judicial y sus especies. Consideraciones sobre la administrativa disciplinaria in-
tema" (ED 175-950).
LIBRO 11

INSTRUCCI~N

la etapa preparatoria y el único medio para acceder al juzgamiento de los


lica, sea que dicho trámite deba cumplirse de acuerdo con las
idades del juicio común (Libro 111, Título 1) o bajo ciertas particularidades,
ocurre con los juicios especiales (correccional, de menores y abreviado, Libro
lo 11, Capítulos 1,Il y IV, respectivamente).

ica en obtener elementos de prueba cuya ponderación permita


cal y querellante, si lo hubiere (art. 347)- determinar si es
erimiento de elevación a juicio --con cierta seriedad- o
propiciar el sobreseimiento -cuando no resulte posible inclinarse por el otro
ino de la alternativa- que obtura toda ulterior persecución (arts. lo, oración
,335,339, inc. 2' infine, 343 y 347, inc. 2").
En principio, la sentencia condenatoria no puede sustentarse sino en la prueba
roducida en el debate. Sin embargo, es posible -sea que las partes lo acuerden y
acepte o bien lo ordene- que, a través de la lectura,
nes testimoniales (arts. 355, párr. 2', y 391), del imputado
tos e intérpretes (arts. 355, pán: 2', y 383) o de documen-
rporados durante la instrucción. Además deben someterse
secuestradas en esta fase (art. 385). Hacen excepción los
OS) y abreviado (art. 431 bis, inc. 5").
investigación o pesquisa, a través de cuyo desarrollo
1 decreto de remisión a juicio (art. 349, párr. 29, en el
de elevación a juicio (art. 351) o en el pedido de sobreseimiento y una de-
348, párrs. lo y 2', primera oración), lo que descuenta la clau-
ción (arts. 350 y 353). También cobija otras actividades de-
mo el procesamiento (arts. 306 y 310), la falta de mérito (art.
. 334), las resoluciones relacionadas con la elevación
2", y 351) o pronunciamientos sobre las excepciones
coercitivas de naturaleza personal -directas (Libro 11,
1y VI) o indirectas (Libro 11, Capítulo VI1 del mismo título)- y
al --embargo (art. 5 18+. Además, comprende un período crítico o intermedio
durante el cual se discurre acerca de si corresponde el sobreseimiento o la elevación
a juicio (Libro 11, Título VII), supuesto que culmina con la clausura de la instrucción
(art. 353).
5
c) Formas de iniciación
Se inicia principalmente por requerimiento fiscal (arts. 180, 188 y 195, CPP
y 25, inc. d], 33, inc. b], 35, inc. a], 37, incs. a], y b], 40, inc. a], y 45, inc. c], ley
24.946), o bien por las remisiones dispuestas por el órgano judicial competente en
los casos de aparente comisión del delito de falso testimonio (art. 252), o en el debate
(art. 390), o se trate de un presunto delito cometido en la audiencia (art. 371) o, final-
mente, cuando del debate surja un hecho diferente que pueda configurar otro ilícito
penal (art. 401, último párrafo). La enumeración agota las posibilidades de iniciar
válidamente la instrucción prevista en el Libro 11. A su vez, no puede extenderse a
otro hecho -aunque decisiones de la CNCP, coincidentes con el caso "Ávila"', la
amplían considerablemente- que no sea el referido en dichas instancias (conf. art.
195, párr. lo, última oración). El posible comienzo a través de la revocatoria por
parte de la alzada de una desestimación o archivo, ante la eventual apelación del
querellante en cierne (art.-180 infine), no es apertura inmediata de la instrucción,
sino mediata: viene impuesta por la cámara al revocar la decisión del juez.
d) Naturaleza jurídica
Toda la actividad instructoria de pesquisa o investigación carece de esencia ju-
risdiccional (ver introducción al Libro 1, Título III), pues tiene naturaleza administra-
tiva, ya que se ciñe a verificaciones, en cierta medida similares a las que se cumplen
durante los actos de la denominada jurisdicción voluntaria. Adviértase que se restringe
a constituir, integrar o acordar eficacia a un estado o situación jundica2. En vez, la
actividad decisoria se concreta en actos de jurisdicción semiplena: se puede truncar
el proceso por sobreseimiento (art. 334) -pero jamás condenar-, o bien rechazar el
requerimiento fiscal y ordenar el archivo si el hecho no constituye delito o no se puede
proceder (arts. 180, 188 y 195, párr. 2'). Todo este perfil de la actividad instructoria
tiende a resolver el conflicto suscitado entre la comunidad y uno de sus miembros y,
en consecuencia, incumbe a un órgano judicial (art. 109, CN).
De ahí que conferir el cumplimiento de la pesquisa o investigación ---excepto
la actividad de índole jwisdiccional anteriormente acotada- a la policía adminis-
trativa o judicial, o bien su cumplimiento y dirección al MP (arts. 26 y 194 y último
párrafo del art. 196, texto según agregado del art. 88, párr. 3", ley 24.121, y art. 353
bis), tan sólo constituye un problema de política legislativa, pues en modo alguno
sobrepasa el infranqueable límite establecido por el art. 109, CN3. Durante esta tarea
le está vedado al MP afrontar actos privativos del órgano judicial por su naturaleza
(art. 213, incs. a], b], d] y e]), salvo en los casos previstos por los arts. 212 bis, 236,
último párrafo (introducidos mediante ley 25.760).
El principio de oficialidad impone al Estado regular escrupulosamente esta etapa,
pues están en juego la libertad personal, el honor y el patrimonio de los individuos.

' LL 1994-A-363, f. 91.979.


' Diaz, "Ensayos sobre las funciones contenciosa y no contenciosa de la jurisdicción", JA 1969-
53-5161517, sección Doctrina; Instituciones...,t. II-A, p. 96, nro. 94.
D'ALBORA,"Inst~cción penal: bosquejo sobre su naturaleza juídica", RAUP, año 1972,
ps. 477 a 484.
vez, en el proceso civil la cumple el abogado en su bufete, donde inquiere a su
nte acerca de las probanzas apuntaladoras de su pretensión y, según su ciencia,
ciencia y experiencia, decide si habrá de promoverlo, ingresándose directamente
í, mediante la interposición de la demanda, a la contradicción plena, semejante al
icio penal oral. Lo que cambia fundamentalmente, según se trate del proceso civil
del penal, son los principios que gobiernan la preparación. En el proceso civil todo -
material de hecho, en cuanto a su acopio y conservación, lo proporcionan las futu-
S partes en fonna casi exclusiva y extraprocesalmente, pues actor y demandado lo
cumplen por separado y ante su abogado; luego tales datos se suministran al juzga-
dor, quien se limita, generalmente, a recibirlos, para apreciarlos después.
Suelen considerarse términos vicariantes "instrucción" y "sumario". Sin em-
bargo, el último vocablo, cuando se sustantiviza, alude a un cuerpo de actuaciones
labradas por el juez instructor de la causa, a las que, casi siempre, se unen las prac-
ticadas por la prevención policial. En este sentido, el sumario está integrado por el
conjunto de piezas cosidas en un expediente, las cuales serán oporiunamente exa-
minadas por los sujetos procesales para hacer mérito de ellas en la faz crítica - e n
realidad análisis- de la instrucción (Título VII, Libro 11).
La palabra "insirucción" tiene, en cambio, un sentido dinámico, pues alude a la
'ón de materiales o medios de consirucción4. El vocablo "sumario" se usa para
ar la fase insiructoria predominantemente práctica o de investigación5. De
odos la instrucción también comprende -amén de la pesquisa que todo su-
mario descuenta- actividad decisoria o jurisdiccional (v.gr., ari. 334) y diligencias
coercitivas (v.gr., arts. 281,282,283, 312) con aristas de tal naturaleza.
Según se dijo, la instrucción resulta indispensable en el procedimiento penal or-
ario para que pueda realizarse el juicio común (Libro 111, Título 1) con modalidades
ecíficas, en los juicios correccional, de menores y abreviado (Libro 111, Título 11,
itulos 1,II y W). En cambio, los procesos por delitos de acción privada comienzan
ente en el momento del contradictoriopleno (Libro 111, Título 11, Capítulo 111).
El proceso exige una actividad preparatoria ineludible, anterior o previa al plan-
teamiento de las cuestiones que babráu de dilucidarse en el momento del juicio. Así se
procura: 1) concretar los hechos que servirán de base a la pretensión; 2) determinar los
medios probatorios, procurando asegurar los elementos que los sustenten, y 3) ubicar
jwídicamente el problema sustancial, encausándolo procesalmente. Puede variar el
orden pero, con complejidad diferente, tales aspectos existen en todos los procesos6.
El proceso penal apareja por su propia existencia, una verdadera sanción para
quien lo soporta7.De ahí que su pronta conclusión se haya constituido en preocupación
de la Corte Suprema8.Ver comentario al Capítulo VI, Título IV de este mismo Libro 11.
El Estado se preocupa de que sólo lleguen al juicio público los procesos en que
e han colectado, a través de la instrucción, probanzas suficientes para acusar, aun
cuando no puedan ser utilizadas en el momento del debate.

JIMENEZASENJO, "Concepción técnico jurídica de la instmcción criminal", Revista de Derecho


Penal Iberoamericana y Filipina, año 1960, nro. 4, p. 871.
CLARIA OLMEDO, Trafado..., t. 1, p. 428.
PASTOR LÓPEZ, "El sumario; su función y naturaleza juridica", Revista de Derecho Procesal
Española, año 1965, nro. 1, p. 61.
' CARNELUTI, Lecciones..., t. 1, p. 35.
BOKINSKY,"El derecho constitucional a una pronta conclusión del proceso penal", LL del
26/6/1990.
La instmcción preliminar o preparatoria apunta a posibilitar el conocimiento
de los datos de hecho necesarios para que el acusador pueda recabar la apertura del
proceso penal propiamente dicho o plenario o juicio oral9.
.a,
e) Caracteres
Los caracteres más salientes de la vigente regulación resultan:
1) Adoptar una forma preponderantemente escrita: en esto no hay distingo
con el sistema del Código anterior; desde luego no se excluye la forma verbal -
oral- y actuada para cubrir cierta actividad instructoria cuando se trate de la recep-
ción por escrito del núcleo de las manifestaciones verbales producidas en audiencias
(arts. 138, 139, 175, 249, 301, etc.).
2) Ser limitadamente secreta: jamás es pública para los ajenos (art. 204, últi-
mo párrafo). Tratándose de actos definitivos e irreproducibles (arts. 200,201 y 204,
párr lo,segunda oración), nunca puede ser secreta para las partes y sus defensores.
El secreto lo impone la ley hasta practicarse la indagatoria; se trata de un plazo
legal para cuyo cómputo, como también para el de las horas, todos los momentos
son hábiles (art. 116). No Óbstante, puede prorrogarse en supuestos de excepción
-gravedad del hecho y dificultad de la pesquisa- señalados en el art. 204, párrafo
primero, segunda oración. El ejercicio de esta facultad da origen a un plazo judicial.
Se presenta como una solución legislativa razonable, al servir de contrapeso
entre la impunidad que la dispersión de la pmeba --casual o provocada- puede
otorgar a quien incurrió en un hecho delictuoso y el interés de la comunidad agravia-
da en lograr el castigo del responsable. Apunta a neutralizar la posibilidad de la coar-
tada. La Corte Suprema se ha pronunciado sobre la constitucionalidad del secreto
aun en casos de desmesurada extensióni0.Con todo, su reimplantación por el juez no
puede utilizarse como medio para evitar el control de la actividad instructoria por las
partes; su abuso puede deparar sanciones disciplinarias y si, además, es antojidizo,
alcanzaría para configurar mal desempeño (arts. 53 y 115, CN).
3) Resultar escasamente contradictoria: aun cuando el cotejo entre el nue-
vo Código y el anterior advierte los grandes progresos alcanzados en favor de la
contradicción durante la etapa instructoria, desde luego que no alcanza un carácter
pleno, reservado al momento del juicio. Basta con señalar la imposibilidad de que se
cumpjan actos de investigación definitivos e irreproducibles (art. 204) sin el eventual
contralor de las partes (arts. 200 y 201); si no tienen ese carácter, pueden concurrir
con las limitaciones establecidas en el art. 203.
Con todo, perdura este matiz no contradictorio en cuanto a la proposición de
pruebas (arts. 199 y 212, último párrafo).
Se trata de un principio que, al estar emaizado con la inviolabilidad de la defen-
sa en juicio (art. 18, CN), es posible posponerlo pero no eliminarlo; las más notables
de las restricciones se proyectan sobre la comunicación a las partes de las diligencias
a cumplir por el órgano de la instrucción durante la vigencia del secreto, con excep-
ción de los actos definitivos e irreproducibles (art. 204, párr. lo, segunda oración).
Quedan fuera de la regla general la posibilidad de deducir excepciones sobre
jurisdicción o competencia del tribunal (art. 339): propiciar la exclusión del juez por
VIADA LOPEZ- PUICCERVER, ..., t. 11, p. 21
CUYSO
'O Fallos 223:128.
a&. 56 y 58); la asistencia y derecho de postulación en audiencias
recurribilidad de ciertas decisiones (arts. 3 11,332,333,345 y 352).
dictoria sin restricciones el eventual cuestionamiento para elevar
2"), aunque la resolución adversa es irrecurrible (art. 352, prime-
;además este momento integra el procedimiento intermedio.
estro modo de ver, no derogada por el art. 538, pues sus dis- -
an abiertamente con preceptos del Código-- habilita una cierta
'cción, cuando se trate de bienes tisicos y en tanto no corresponda su entrega a
ellos o cuando el titular no sea habido o, citado legalmen-
cibirlos (confr. art. 3', texto según ley 22.129). En esos casos,
o venta del bien -salvo si se trata de cosa perecedera-, se
ara que en el plazo de cinco días manifiesten si, antes de
consideran necesario realizar peritaciones sobre dicho bien
, los puntos concretos sobre los que versarán aquéllas. En el
iénes son los autores del hecho o cuando se hallaren prófu-
defensor de pobres, incapaces y ausentes -hoy defensores
ciales, art. 60, ley 2 4 . 9 4 6 . Dicha ley acuerda el derecho de apelar las
dversas del juez sobre esta cuestión; tal recurso debe adecuarse, ahora, a
por los arts. 449 y siguientes. La excepción al carácter no contradictorio
do en este acápite se explica, pues si desaparece el objeto secuestrado por su
cción, se desvanece toda posibilidad de efectuar luego ohos exámenes
arte, el art. 30 de la Ley de Estupefacientes, 23.737 -texto según ley
para disponer la destwción de estupefacientes o elementos
ados a su elaboración, salvo que perteuecieren a un tercero no responsable o
chados por la misma autoridad; previamente deberá practicarse una
do las muestras necesarias para reproducirlas.
4) Presentarse como irreversible: por razones de seguridad jurídica, el prin-
io de progresividad impide que el juicio se retrotraiga a etapas superadas, pues
es axiomático que los actos procesales precluyen cuando se han cumplido con ob-
servancia de las formas que la ley establece, salvo el supuesto de nulidad; la posible
deficiencia de la prueba de cargo no es causal para volver el juicio al momento de la
instrucción". Quedan fuera de esta regla los actos de la instniccióii suplementaria,
ordenados por el tribunal de juicio durante los actos preliminares (art. 357), pues pa-
rece obvio -más allá de toda posible censura desde una óptica estricta del principio
acusatorio- que no se retrocede al momento de la perquisición.
5) Poder delegarse parcialmente: el Código adopta como principio el sistema
de la instrucción judicial a semejanza del anterior (arts. 26, 29, inc. lo, 33, inc. lo,
y 194). No obstante, puede -y en algunos casos debe (art. 196 bis)- asignarse
esa tarea al agente fiscal (art. 196), con ciertas limitaciones en cuanto a los actos de
esencia jurisdiccional (ver art. 213), salvo los supuestos de los arts. 212 bis y 236,
último párrafo. A su vez, los ai?s. 353 bis y 353 ter -incorporados por ley 24.826-
instauran una instrucción sumaria a cargo del MP.
6) Requerir estimulo ajeno para iniciarse: como antes se dijo, se cumple
principalmente por requerimiento fiscal (aits. 180, 188 y 195), o bien mediante las

" C S , Fallos 272 188


remisiones dispuestas por el órgano judicial competente, en los casos de eventual
comisión del delito de falso testimonio (art. 252), o en el debate (art. 390), o cuando
se trate de un presunto delito cometido en la audiencia (art. 371), o bien cuando del
debate surja un hecho diferente que pu&la configurar otro ilícito penal (art. 401, úl-
timo párrafo), sin perjuicio de la facultad otorgada a la FNIA por el art. 45, inc. c),
de la ley 24.946. La enumeración agota las posibilidades de comenzarla legalmente.
A nuestro, ver y ante la letra y régimen del CPP, cuando el MP propicia la
desestimación, el archivo deviene ineludible. Tan sólo el apersonamiento de quien
pretendiera ser tenido por querellante podría -por vía de apelación (art. 180, pá-
rrafo final, última oración)- propiciar la apertura del proceso ante la Cámara de
Apelaciones (arts. 24, inc. la, y 31, inc. lo). En este caso, precisamente, se respeta
la prohibición impuesta al juez instructor para comenzar un proceso penal por su
propio convencimiento. El principio acusatorio sobre el que también reposa el inicio
de la etapa preparatoria excluye la inicua promoción oficiosa; el juez, ahora, carece
de la facultad para entablarla sin estimulo ajenoI2.Tampoco es vía apta la prevención
policial porque el ejercicio de la acción penal le está vedado (arts. 5Oy 6"); configura
un verdadero despropósito siquiera suponer que dichos órganos - c u y a carencia de
legitimación es obvia, a diferencia del querellante que, aunque anómala, la tiene
como s u s t i t u t e resultaran habilitados para fijar el objeto procesal, aun durante esta
etapa (confr. art.' 188, párr. 3", inc. 2"). Sin embargo, la jurisprudencia imperante,
al adoptar el criterio de la CNCP, sala TIs3,desvirtúa la ortodoxia de la instrucción
promovida exclusivamente por requerimiento del MP.
No se nos oculta que la solución involncra un apego, quizá excesivo, a una
modalidad del principio acusatorio; al punto que los códigos argentinos modernos
-aunque identificados con él- la atenúan un tanto y no hacen prevalecer, a raja-
tabla, el criterio del fiscal de primera instancia, pues toman factible la consulta al
órgano del MP actuante ante la alzadaI4. Más allá de cualquier disquisición sobre
el acierto o la conveniencia del arbitrio, los arts. 180, párrafo primero, y 188, pá-
rrafo primero, funcionan como preceptos específicos y desplazan a los que puedan
engendrar confusión (confr. art. 195, párr, lo; los textos de los arts. 180, 181, 188,
195 y 196 se encuentran en aparente colisión. Conforman un conjunto de reglas que
reclaman su aplicación a un caso -la válida iniciación del proceso penal- y se
contradicen al determinar su solución: el principio acusatorio en su más prístina or-
todoxia y descartar toda modalidad, desembozada o encubierta, tolerante para con la
iniciación oficiosa. A idéntico desenlace se arriba si el problema se merita como una
redundancia legislativa; es el mejor corolario, pues ajusta con "...la base ideológica
de nuestra organización social, de nuestro orden jurídico", que rechaza, sin ambages,
el desborde mandón contenido en el comienzo sin requerimierito). Es el momento de
recordar que entre los criterios de interpretación posibles no debe prescindirse de las
consecuencias que se derivan de su adopción, pues constituyen uno de los índices
más seguros para verificar su razonabilidad y su coherencia con el sistema en que
está engarzada la normal5; rechazar el monopolio del requerimiento del MP para
promover la instrucción desemboca en la inatendible consecuencia de que los pre-

Coníi. LEVCNE (h) - CASANOVAS. LEVENE -


(n) HORTEL, Código.., comentario al ait. 180, p. 143.
Caso "Ávila", LL 1994-A-363, f. 91.979.
" CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. IV, ps. 431 y 4551456; Código Procesal Penal Tucumán -ley
6203-, ari. 332, último párrafo; id.,Córdoba, art. 334.
CS. Fallos 311:192G.
entores le fijan al juez el objeto procesal, irrazonable conclusión que no ensambla
los matices acusatorios del actual sistema16.
Conviene advertir que la pugna no se desliza, en la actualidad, por el contraste
sistema acusatorio y sistema inquisitivo; mientras no se concentren las fun-
nes procesales en un mismo órgano quedará garantizado el contradictorio y la
adscripción al primero de aquéllos resultará respetada; sin intervinientes en pugna no -
hay verdadero proceso. En cambio, "el fundamento del principio acusatorio estriba
en la imparcialidad del juzgador y su contenido se refiere a quién inicia el proceso y
o se determinan los hechos...""; ver comentario al art. 393.
Compartimos el criterio sustentado por la mayoría en el caso "Garat, Carlos
"la, porque la consulta por aplicación analógica del art. 348 no persuade en virtud
las siguientes razones:
a) El ajuste a la regla de aquel principio exige "...que la iniciación de la causa
sea el resultado de mérito positivo de una instancia de procedimiento no vinculado
en cuanto al sentido de la decisión"; siempre se excluye la actuación del juez por su
propia determina~ión~~.
b) Por encima del inaceptable aserto hermenéutico del posible yerro legislativo
enerado por preceptos contradictorios, cabe privilegiar a todo instituto que asegure
1apartamiento de la censurable modalidad acogida por el art. 179, inc. 4", del Có-
igo aprobado por ley 2372.
Esta tarea resulta ímproba ante la formación procesal penal de la gran mayoría
e los operadores del sistema. Habrá de resultar difícil quitarles el convencimiento
ue el juez instructor fue, pero no lo es más, amo y señor de la etapa preparatoria.
te punto, el innovador sesgo garantista impondrá concluir con una todavía im-
te corruptela que no se amolda a las atribuciones asignadas al defensor, quien
a etapa del sumario puede, por ejemplo, conferenciar libremente con su asistido
te lo pide, y controlar los actos instnictorios definitivos e irreproducibles como
ición de su validez (confr. arts. 197, párr. lo, segunda oración, 200 y 201). Por
a interpretación dogmática, para adecuarse a la realización del valor justicia,
no puede desatender las vivencias aún imperantes entre quienes buscarán respaldar
su tarea con la mente puesta en un ordenamiento inquisitivo, paciente para con todo
tipo de demasías autoritarias. Tiene que comenzarse por desalojar de los hábitos
tribunalicios admitir que se abra la instrucción por el soto empuje del juez, aun vía
consulta, pues así se encarrila la iniciación oficiosa.
c) La disidencia del fallo antes mencionado cita el caso "Ávila" resuelto por la
sala 11 de la CNCP20,merecedor de una anotación cuyo título -"Un gran perdedor
y un gran ausente"- refleja inquietudes de buena parte de quienes nos manejamos
con el nuevo Código2'.
El voto del doctor David al aceptar la denuncia como acto directamente promo-
or, entendemos implica otorgar ciudadanía -más que seguro sin proponérselo- al
omienzo oficioso de la instrucción.

MAIER,Derecho ..., t. 1-A, ps. 234 y 2581259.


" MONTERO
AROCA,
"Últimas reformas procesales en ia legislación nacional y extranjera en el
proceso penal: principio acusatorio", VI11 Encuentro Panamericano de Derecho Procesal, Córdoba,
1993, ps. 1751188.
'' CCC, sala IV, LL del 3/8/1994, f. 92.383.
l9 CI.ARIA OLMEDO, Derecho ..., cit., t. 1-A,ps. 3191320.
Elproceso ..., p. 304; MAIER,
V. sus fallos, Boletines 1, 2 y 3, p. 22.
2' LL 1994-A-363, f. 91.979.
Tampoco acompañamos a la mayoría del mismo tribunal, que optó por la con-
sulta, estimándola idónea para superar la prohibición del avocamiento oficioso.
Discrepamos con este temperamento porque además de no fiuir, sin ingente esfuerzo,
del texto legal, la solución tampoco siq~$era roza con la ubicación funcional del MP.
Se impone recordar que el acusatorio formal sólo consiste en una creación artificio-
sa a través de la cual el Estado desdobla dos funciones que le incumben: perseguir
y juzgar22.La consulta está prevista señaladamente para el período intermedio en
que se discute la posible realización del juicio ante otro tribunal. En vez, si aquélla
prosperase en el momento de la promoción, el proceso se desarrollaría luego ante
el mismo &gano judicial que la propició. Por eso, en el procedimiento correccional,
con idénticojuez a cargo de la etapa preparatoria y del juicio -arts. 27, inc. lo,y 33,
inc. 2-', el principio acusatorio soporta ostensible quiebra23.
En cuanto a "...la potestad jurisdiccional ..." -meritada en la disidencia del
caso "Garat"-, no resigna un ápice si únicamente actúa ante un requerimiento. Al
revés: cuando se lanza sobre el hecho sin que nadie lo pida, no es más que inquisi-
ción pura. Pensar lo contrario es consecuencia del obsoleto Código derogado, pues
la misión de los jueces se ciñe a resolver conflictos a solicitud de un tercero. De ahí
la necesidad de acudir al arbitrio del acusatorio formal. Empero, la misma CCC,
sala IV, se acopló al criterio preponderante y piensa que el mecanismo del art. 348
es aplicable por analogía a situaciones no previstas; se trata de impedir el exclusivo
arbitrio del MP para iniciar la investigación que ---de no acudirse al precepto invo-
cad- quedaría sin control jurisdiccional de legalidadz4.
La CCC, sala 1, entiende, en cambio, que si el fiscal no formula requerimiento
de instrucción, no queda otro camino que el sobreseimien!~del imputado. Descarta
la aplicación analógica del art. 348 brindada en el caso "Avila", por considerar que
implica asumir funciones legislativa^^^ -igualmente irrealizable en función de lo
resuelto por la CS en "Q~iroga"~~-.Establecen una excepción para los casos en
que existe parte querellante, considerándolo habilitado para recabar el impulso de
la acción penal desde el inicio hasta la sentencia condenatoria, sin necesidad be que
intervenga el Ministerio Público2'.
f) Iniciaci6n por actos prevencionales
La CNCP, sala 111, concluye que del análisis de los arts. 186, 188 y 195 re-
sulta posible disponer la avocación instructoria tanto a través del requerimiento de
instrucción formulado por el MP como por la actividad informativa de la policía
-judicial o común- por medio de la comunicación o información dirigida al juez
inmediatamente2*;sostiene que las primarias actividades policiales -labores de "in-

Problemas ...,p. 28.


GOLDSMICHDT,
" La disidencia del doctor Schiffnn registrada en JA 1993-IV-3, concluye en la inconstitucio-
nalidad del actual art. 55, inc. lo, entre otras cosas, porque quien intervino con poder decisorio en la
instmcción "...no puede, con arreglo al art. 18 dela CN y a Los arts. 14, ap. lo, del PIDCP, y 8" ap. 1"
de la CADH -ADLA, LI-A, 19-t.a-, actuar en el juicio".
ED 175-484, f. 48.408; a nuestro ver, las razones expuestas en sentido contrario tampoco
ceden frente a esta argumentación.
1211112003,"Hidalgo", causa nro. 21.876.
Fallos 327:5863.
2' 3011212003, "Ascolese", causa nro. 20.769, con voto en disidencia del juez Donna.

En el mismo sentido, CCC, sala V, ED 158-619, f. 45.857; CFed., sala 1, LL del 2711112000,
f. 101.247.
no imponen la inmediata comunicación filada por el art. 186 a menos
llegue a entrever la comisión del hecho criminoso y "...habiéndose procurado
e sus presuntos autores...". Afirma también que "(1)a denuncia se de-
iamiento; la prevención al igual que la información policial
aproximándose al requerimiento por su valor impulsor", para -
(é)sa y no otra es la interpretación que debe hacerse de la conjunción
utilizada por el legislador en el mentado art. 195 cuando refiere que la
á iniciada en virtud de un requerimiento fiscal, o de una prevención o
información policial', lo que sirve para plasmar las dos posibilidades alternativa^"^^.
Nuestra discrepancia30estriba en que tanto la comunicación policial como la ac-
tividad preventora no constituyen actos de promoción directos sino indirectos. Cuando
el Código de Córdoba de 1940 aceptó dichas actividades como actos valederos para
iniciar la instrucción lo hizo, pues tanto Soler corno Vélez Mariconde se atuvieron a
una realidad del momento -las enormes distancias dificultaban la comunicación in-
mediata- sin dejar de reconocer que el requerimiento fiscal era el único medio acep-
al acusatorio3'. Tampoco nos convencen las razones de Fedel,
no busca, en modo alguno, restar legitimidad a la prevención
ndo se origina en la denuncia de un paaicular; si la policia se limitó a la nuda re-
ción de la denuncia y no cumple investigación alguna no resulta acto de promoción
e necesita la opinión del MP. En vez, si la prevención cumplió tareas de pesquisa
las documentó -siempre ante la denuncia del particular, lo que implica que no ac-
ó oficiosamente- deviene actividad idónea para promover. No coincidimos en que
...la policia, con su prevención, marca el hecho,que ha de investigarse...", corolario
rque significa deferir a la autoridad policial nada menos que fijar el
032;dicha facultad jamás podría conciliarse con la imposición del
requiere motivar -léase razonar o fundamentar- los requerimien-
demás, el art. 186 veda la meritación sobre la tipicidad del hecho
entores: les impone la coetánea comunicación y afrontar, do-
iguación. Desde luego hace al buen sentido no imponerles a los
pisodios que configuren verdaderos dislates ---cumplir la preven-
ue no va más allá de un daño culposo-. Pero han de cuidar el otro
a recibir una denuncia, cuando la consecuencia puede ser incurrir
en el art. 274, CP.
Donna y Maiza coinc,iden con la modalidad de iniciación aceptada por el fallo
antes referido33.También Aba10s~~.
Algunos precedentes de la CNCP no son coincidentes con el criterio de la sala

Del voto del Dr. Casanovas, en "Romero Saucedo", del 31311995, punto 4, donde se puntuali-
zan precedentes de la CNCP, JA 1995-1V-552.
lo Compartida por la CF San Martin, sala 11, ED 163-34, f. 46.507.
CLARIA 0 1 . ~ ~ 0 Tratado
0, ...,t. IV, p. 443, nota 168, y t. VI, p. 94, nota 238; con pulcritud en la
primera cita se transcribe la Exposición de Motivos del Código cordobés de 1940 en coincidencia con
nuestro aserto.
j2
"El requerimiento de instruccióii. &Esnecesaria su existencia respecto de las prevenciones
liciales iniciadas por denuiicia?", LL 1993-C-63177, comentario al fallo de la TOC nro. 1, f. 91.374.
'' CÓdigo..,,ps. 186, 196 y 213.
" Código..., ps. 400 y 437.
" Ver de la propia sala 111, BJ y o . 4, ps. 51152; también BJ NO. 5, ps. 31/32. Ver Junspmdencia
Sintetizada, en JA 1996-111-1781188, indice.
ACTOSINICIALES
T~TULO
1
ACTOS INICIALES
:'.
a) Promoción
El único acto directamente promotor de la instrucción es el requerimiento fiscal
(arts. 180, 188 y 195, páni lo), sin perjuicio de lo previsto en los arts. 252,371,390
y 401, párrafo final, y en el art. 45, inc. c), de la ley 24.946. Quedan excluidas la pre-
vención policial o de las fuerzas de seguridad (art. 188) y la iniciación oficiosa (art.
195, último párrafo); ver un desarrollo más extenso en la introducción al Capitulo 11
de este título.
b) Principio acusatorio
Se ha eliminado una de las formas más odiosas del sistema inquisitivo, con-
sistente en la posibilidad del avocamiento -iniciación de oficio- sin necesidad de
que el juez sea requerido por otra persona u órgano". También debe prescindirse
de la prevención policial pues, en su esencia, sólo contiene una denuncia arropada
por cierta actividad perquisitiva y documental (arts. 184 y 186), y su ingreso, como
actividad directamente promotora, tiene un origen netamente inquisitivo3'. Sobre la
denuncia es terminante Clariá Olmedo, al expresar que "sólo es una extensión de la
posibilidad de proceder de oficio"38.
En ciertos regímenes prevalece el principio acusatorio, a tal extremo que si
el órgano jurisdiccional, aunque regularmente investido del hecho, precisa ampliar
la instrucción respecto de un participe no señalado por la requisitoria fiscal, debe
indicarlo al MP. Así, la Ordenanza Procesal Penal alemana establecía que cuando
el tribunal advirtió la posibilidad de que otra persona -además de la indicada en el
requcriinienro fiscal como iniputada se hallaba en condiciones de ser considerada
sospechosa, debía conftrirle inlcr\~cnciórial MP". En la acrunlidad diclio regimcn se
encuentra derogado40
c) Principio de indivisibilidad
Como rige el principio de indivisibilidad para perseguir los delitos de acción
pública, el tribunal se halla en condiciones de vincular al proceso a todas aquellas
persoaas a quienes considere participes del hecho delictuoso.
En nuestro país, tratándose de delitos de acción pública, gobierna aquel prin-
cipio, pues una vez que el tribunal se avocó al hecho puede -sin petición alguna-
enderezar la pesquisa hacia todos los posibles partícipes. Por eso el art. 71, Código
Penal, establece la necesidad de que las acciones penales públicas se inicien "de ofi-
cio". Para cumplir dicha tarea el Estado cuenta con órganos públicos predispuestos
- e n este sistema el MP, de manera directa, y la policía y organismos de seguridad,
en forma indirecta- destinados a encararla, al extremo de que si omitieren hacerlo

' T o n f . CNPE, sala A, 101211993, c. 33, f. 3, orden nro. 12.477; aunque admite la prevención
policial como valedera para promover, id., id., 91211993, c. 32.209, f. 49, orden 12.475.
j7 CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. 111, p. 35.
Tratado..., t. lV, p. 430.
39 Conf. art. 179, i d ; MAIER, La Ordenanm..., t. 11, ps. 1531154.
Ver GOMEZ COI.OMER, Elpi.oceso ..., p. 346.
DENUNCIA -

onfigurar el delito de incumplimiento del deber de promo


, para la acción privada se ha adoptado el principio contrano
ersecución-, excepto para el caso del adulterio, para el cual
de la indivisibilidad, pues había que acusar, necesariamente,

DENUNCIA

Denuncia es la mera varticivación de conocimiento efectuada por una persona,


mediante la cual se transmiten [os datos sobre la comisión de un-delito dé acción
pública (arts. 71 y 72, CP).
Los procesos por delitos de acción privada (arts. 73, id., y 57 de la ley 111,
e otras; Libro 111, Título 11, Capitulo 111) no pueden iniciarse por este medio
exclusivamente a través de querella, pese al texto del art. 76, Código Penal,
que incluye, indistintamente, a & querelía o denuncia como actos promotores;
configura uno de los pocos casos en que resulta válido hacer hincapié en el error
legislativo y considerar -cuando se lo interpreta- al vocablo denuncia como no

Según se dijo en la introducción a este Título 1, no es acto promotor inmediato


ato. En efecto: si se recibe por la policía o fuerzas de seguridad (art. 183)
a la prevención. Si se efectúa ante el MP, debe formular requerimiento de
ccion (arts. 180 y 188), o bien pedir se la desestiine o remita a otra jurisdicción
181); si se produce ante el juez, debe transmitirla al agente fiscal a fin de que
icie la promoción o se desestiine el anoticiamiento, o bien se remita a otro tri-
una1 (art. 180, párr. lo).
Facultad de denunciar
174. Toda persona que se considere lesionada por un delito cuya represión
sea perseguible de oficio o que, sin pretender ser lesionada, tenga noticias de él,
podrá denunciarlo al juez, al agente fiscal o a la policía. Cuando la acción pe-
nal depende de instancia privada, sólo podrá denunciar quien tenga derecho a
instar, conforme a lo dispuesto a este respecto por el Código Penal. Con las for-
malidades previstas en el Capítulo IV, del Título IV, del Libro 1, podrá pedirse
ser tenido por parte querellante.

a) Generalidades
En el anterior Código se exigía que el denunciante tuviese capacidad, habiendo
concluido la mayoría de la doctrina que dicho requisito se refería a la capacidad de
hecho regulada por el Código Civil -21 años de edad- (arts. 54,55 y 126, CC).

" SOLER,Derecho ..., t . V, p. 221.


'' Art. 74, párr. lo,CP, derogado por ley 24.453
4 " o ~ ~ Derecho
~, ..., t . 11, p. 447.
El proyecto Levene, convertido casi en su totalidad en Código, eliminó el re-
quisito de la capacidadM.
El acceso a los datos puede ser directo, si quien la formula se considera titular
del bien jurídico protegido por la figur@enal, o indirecto, ya que aun sin serlo basta
con que se haya percatado del suceso.
Órganos receptores son el juez, el agente fiscal o las autoridades preventoras,
con distintas atribuciones en orden a la promoción, según se ha establecido al co-
mienzo del título.
b) Instancia privada
Si se trata de un delito en que la accibn pública depende de instancia privada,
sólo procede si la formulan las personas indicadas en el párrafo segundo, primera
oración del art. 72, Código Penal, fuera de los supuestos de excepción previstos
en los incs. lo y 2', y en la oración final del párrafo segundo de dicho precepto. En
consecuencia, si bien Pa legitimación es propia de las partes y el denunciante no
requiere tal carácter, en estos supuestos se exige -salvo las acotadas excepciones-
una suerte de legitimación para formular la denuncia, al restringirse quiénes pueden
efectuarla (art. 6"). El defecto de la instancia privada determina la nulidad de los
actos procesales posteriores, si medió oposición o negativa a poner en movimiento
la acción pero la validez no se subordina a la concurrencia de la víctima,
siempre que el denunciante esté legitimad^^^; no se exigen términos sacramenta-
les, basta la presentación espontánea ante la autoridad competente y la imputación
directa al causante del hecho4'; con todo, no se admite la sola manifestación de la
víctima cuando, al declarar como testigo, se considera damnifi~ado~~. Otras decisio-
nes judiciales 110 deciden la anulación en tales casos, pues disponen el archivo de las
actuaciones, ante la eventual posibilidad de que la víctima quiera ejercer ese derecho
en el futuro49.También se opta por anular el procesamiento de los imputados cuando
la víctima no usó el derecho de instar la acción penal, dejando a salvo las actuaciones
de la prevencións0.
Todas estas disposiciones, pese a estar en el Código Penal, son de carácter
procesal, pues sólo apuntan a regular el ejercicio de las acciones, sin determinar la
titularidad del derecho material que se hace valer -pretensión punitiva, potestad
represiva o derecho subjetivo de punir- que, con independencia de quien lo aciúe
-MP o querellante-, siempre corresponde al Estado, ya que es públicos1.

" Códigos..., t. 3, p. 221.


" CF Cap., sala Penal, JA 18-1973, p. 141, f. 21.664; CCC, sala 111, l111011977,c. 9762.
4b CCC, sala de Cámara, ED 19-328, f. 9886.
4' CCC, sala 111, ED 35-21, f. 17.044.
CCC, sala 111, ED 35-21, nro. 5; en contra, sala de Cámara, 211211975, c. 5913.
49 CCC, sala VI, 221911978, c. 4148; sala 11, 31411979, c. 23.073; sala 111,251811978, c. 10.800.
CCC, sala IV, 281711978, c. 22.242; sala V, 191911978, c. 10.722.
I' GUERRERO LECON.TF, "Acción penal dependiente de instancia privada", RADP, año 1968, nro.
2, ps. 27 y SS.,especialmente p. 32; parcialmente, conforme CLARIA 0 1 . ~ ~ 0"Acción
0, penal dependien-
te de instancia privada", JA 1972, sección Doctrina, ps. 346 y SS.,en especial 351/354; Tratado..., t. 1,
p. 353; t. 111, ps. 18, 28 y 43; t. IV, p. 440. En contra, los penalistas, SOLER, Derecho..., t. 11, ps. 439 y
447; t. V, ps. 132 y 134;.NúÑiz, De~echo..., t. V, p. 131, y FONTÁN BALESTRA, Datado ..., t. 111, p. 441;
excepto ZAFFARONI, Manual ...,p. 646.
DENUNCIA

La instancia privada impide "formar causa" (art. 72, CP): promover proceso
cuando falta. Pero no veda la adopción de medidas asegurativas de la prueba
posible autor por parte de los preventores (art. 284, inc. 4', último párrafo) e
uso requerir la presencia del "denunciante-instante", legitimado ---en las con-
'ones fijadas por el Código Penal- para ver qué actitud adopta: si formula o no la
ucia habilitante del proceso52.El art. 72, Código Penal, no fija orden excluyente -
guno para ejercer la instancias3.
No es menester que la instancia reúna todos los requisitos de la denuncia
art. 176); basta con la individualización del hechos4.
La ley no exige capacidad, lo que ha generado censura en el ámbito doctrina-
o respecto de disposiciones similares; se afirma que si bien la eliminación de su
igencia puede aceptarse para los testigos en general y aun con reserva, no resulta
co extenderla a los denunciantes. En el caso de la instancia privada, es evidente
que el agraviado incapaz, desde el punto de vista civil, no podrá instar, conclusión
derivada del art. 72, Código Penalss.
Si el denunciante reúne los recaudos establecidos en el art. 82 -capacidad ci-
vil- y así lo pide, podrá ser tenido por parte querellante y también como actor civil
(art. 87). Dicha presentación debe efectuarse exclusivamente ante el tribunal, pues
es el único que puede deferir la condición de parte; la resolución adversa es apelable
(arts. 84,90 y 449); en vez, si le resulta favorable, sólo puede removérsele mediante
excepción (arts. 102 y 339, inc. 2").
La prohibición constitucional para autoincriminarse no se observa si el imputa-
do antes prestó declaración como denunciante y formuló aportes probatorioss6.
Forma
175. La denuncia presentada ante la policía podrá hacerse por escrito o
verbalmente; personalmente, por representante o por mandatario especial. En
este último caso deberá agregarse el poder. En el caso de que un funeionario
policial reciba la denuncia en forma escrita comprobará y hará constar la iden-
tidad del denunciante. Cuando sea verbal, se extenderá en un acta de acuerdo
con el Cap. IV, Tít. V, del Libro 1.
En el caso que la denuncia sea presentada ante la fiscalía o el juez la misma
deberá ser escrita; personalmente, por representante o por inaridatario espe-
cial. En este último caso deberá agregarse el poder, debiendo ser firmada ante
el funcionario que la reciba, quien comprobará y hará constar la identidad del
denunciante.
A los fines de comprobar su identidad, el denunciante podrá presentar
cualquier documento válido de identidads7.

En el mismo sentido, CCC, sala VI, DJ del 251612003, f. 19.840.


*'CLARTA ~ 0 , ..., t. 111, p. 28; en contra, VELEZ
0 1 . ~ ~ Tratado Derecho ..., t. 11, p. 279.
MARICONDE,
Córdoba, sala Penal, LLC 1990-128.
LARIA OLMEOO, Tratado..., t. 111, p. 45.
CNPE, sala B, JA 1998-11-510.
I' Texto según ley 26.395; BO del 281812008. El titulo de la ley reza "Código Penal", cuando en
realidad se trata de una reforma al CPP.
S DENUNCIA

a) Reforma
La nueva redacción efectúa una distinción según quién sea el receptor de la
denuncia. )
Si es ante la policía, la forma puede ser escrita o verbal; en el primer caso, no
se exige la suscripción ante el funcionario receptor.
Cuando sea presentada ante el fiscal o el juez, pareciera que sólo se admite
-sin explicación atendible- la forma escrita y, a diferencia del supuesto anterior,
debe ser firmada ante el funcionario que la reciba. La CNPE decidió que, pese a esta
nueva redacción, no se veda la posibilidad de que los magistrados reciban denuncias
verbaless8.
b) Consideraciones generales
La suscripción ante el receptor busca despejar toda duda en cuanto a su auten-
ticidad.
La forma verbal en realidad es oralidad actuada (ver comentario a los arts. 118
y 138).
La CNCP, sala 111, considera suficiente que basta con que el poder especial
indique la denominación jurídica atribuida al hecho y la indicación, en lo posible,
de la persona del querelladoS9.Tal doctrina responde a la letra del Código deroga-
do, en que ei juez podía iniciar de oficio -auto cabeza de proceso (art. 182, inc.
lo, en especial, al prescribir "(1)a determinación del hecho puniblew)-; eliminada
dicha modalidad y al constituir ahora la denuncia un acto de promoción mediata, es
imprescindible anoticiar al órgano receptor del hecho --describiéndolo como acon-
tecimiento histórico- que habrá de constituir el objeto del proceso y sobre el cual
discurrirá el principio de congruencia (art. 176). Su falta en el instrumento de man-
dato toma inadmisible la recepción de la denuncia.
c) Identificación
En todos los casos se exige la identificación del denunciante, pues si la denun-
cia es falaz, puede incurrir en el delito de falsa denuncia, descripto y penado en el
art. 245, CP, y si contiene una falsa imputación dirigida a determinada persona,
tal conducta configurará calumnia de acuerdo con lo establecido en el art. 109, id.
De ahí que deba observarse el imprescindible recaudo de la identificación. Es nulo
el proceso si la denuncia es anónima60. Aunque reconoce a la llamada telefónica
anónima condición de anoticiamiento válido para iniciar la prevención ---con lo que
quedaría desplazado el requerimiento del fiscal-, un encomiable fallo considera
ilícito -por el modo de adquisición- el dato extraído de la esfera privada sin co-
nocimiento del titular y sin orden judicial previa, pues implica injerencia prohibida

CNPE, Plenario nro. 109, 2811 112008, w.eldial.com.ar,del 1811212008; RDP, AbeledoPe-
rrot, 312009, p. 551.
Iq CNCP, sala 111, 15/8/1996, "Bocami, Carlos Adolfo slrec. de casación", c. 747, reg. 225196;
voto del doctor Casanovas con remisión al del doctor Levene (CCC, Fallos 1970-11, ps. 3211323).
60 CNPE, sala Ir, JA del 911211992, p. 57; CNPE, sala 11, 1611011992, c. 31.978, f. 29, orden
12.244; la CNPE, sala A, en tan breve como valioso fallo, estima que ella pugna coi1 garantías emergen-
tes de la forma republicana de gobierno y el derecho de defensa en juicio; la rechaza como acto promo-
tor válido aun cuando la presente el funcionario de la repartición receptora del anónimo y estima nula la
promoción, pues no se ajusta a los arts. 180 y 195 con mención del art. 167, inc. ZO,LL del 2411111993,
f. 91.783; id. id,, ED 175-15, f. 48.297. Es una digna manera de poner coto al privilegio de la infamia;
en vez, resuelve lo contrano en f. 93.284, SJP, LL del 26/6/1995.
DENUNCIA

el art. 11, aps. 2' y 3", CADK, al anotarlo Cafferata Nores destaca que la notic
r cualquier medio, de la posible existencia del delito..." no puede
si el anónimo "...contiene conocimientos adquiridos o transmitidos en viola-
de la ley, no podrá provocar válidamente el inicio de la persecución penal...",
lo que enerva las llamadas "tareas de inteligencia" cuando se entrometen en ese
mbito6'. Empero, las tareas de inteligencia se contemplan en función del art. 183 -
uciéndose que configuran una aceptable técnica de investigación, esencial para
S fuerzas policiales y se aceptan como acto p r o i n o t ~ r Pueden
~~. dar fundamento
ficiente a una intervención telefónica ordenada por el juez6?. Para la CNCP, sala 1,
ley 23.737, modificada por la ley 24.424, incorpora a nuestro sistema legal la figu-
del denunciante anónimo (art. 34 bis) y dispone que quienes anoticien cualquier
'to previsto en la ley o el CA se mantendrán en el anonimato64.
La CNPE, sala A, consideró por mayoría que aunque el llamado telefónico no
considera denuncia, se desplaza su invalidación como anoticiamiento desencade-
nte de una prevención policial6s. En su disidencia, Hendler estima a la delación
ónima resabio iuquisitorial en pugna con la forma republicana de gobierno y la
efensa en juicio; si la policía no cumplió ninguna actividad al recogerla, corres-
onde la nulidad de lo actuado. El discurrir de la minoría es pragmático, pues parece
onvalidar el anonimato cuando el hecho viene apuntalado por diligencias cumplidas
n su consecuencia. De ella no se puede derivar, sin más, justificativo para allanar un
domicilio66.Según Donna y Maiza, "(1)a denuncia anónima no afecta la validez del
r~cedimiento"~~. La CCC, sala VII, reconoce valor a la denuncia anónima recibida
sede policial, ya que el uso de este anoticiamiento obedece a distintos motivos
incluso a la existencia de informantes, a quienes se acude para aportar datos que
as veces conducen el hilo de la pesquisa". La caracteriza bien tan sólo como
e de prueba -no como denuncia formal-, la CFed., sala P9.
Empero, basta una superficial mirada de los diarios para caer en la cuenta de
ue es muy frecuente soportar graves atentados a raíz de instar por esta vía -aun-
que sea de manera mediata- una causa penal. La habitualidad de estos episodios
da razón a quien hesite entre asumir la carga de identificarse, exponiéndose a toda
clase de represalias o, por cautela -aunque mórbida-, optar por el atajo y sosla-
yar darse a conocer. A lo que cabe añadir que, a través de este arbitrio, se desliga
de las consecuencias penales que puede depararle el acatamiento a la exigencia
del art. 175, párrafos primero y segundo, en cuanto exigen comprobar la identidad
del denunciante. Adviértase que si se endilgó, sin un mínimo de certeza, algún
ilícito penal a persona determinada, incumbe responsabilidad por calumnia (art.

"La denuncia anónima o Las 'tareas de inteligencia': ¿Pueden ser fuente de la persecución
penal?", LL del 281211997, JNPE NO. 7, f. 95.084.
62 CNCP, sala 111, ED del 711212000, DPPC, f. 148.

CNCP, sala 111, LL del 3011012000, f. 101.098.


6"A 2000-11-491.
65 CNPE, sala A, LL del 311811998, f. 97.759, o DJ 1998-3-577, f. 13.480.

Id., id,, DJ 1998-3-639, f. 13.505; se trataba de un caso regido por la ley 2372, y descartar la
iniciación oficiosa -a través de la denuncia anónima- podid implicar responsabilidad para el juez

Código...,p. 191, con cita de un fallo de la CCC, sala 11.


LL del 311711998, f. 97.581.
" DJ 2001-1-403, f. 16.414, y RDP, LexisNexis, nro. 5, p. 966.
290 .$ENUNCIA Art. 175

109, CP); si no se imputó a sujeto alguno, resta la posibilidad de haber incurrido


en el delito de falsa denuncia (art. 245, id.). De manera que el denunciante anó-
nimo sortea la reacción adversa de los enrostrados al par que enerva toda conse-
cuencia penal. ,p
Una primera aproximación exige distinguir qué órgano público recibió la noticia.
Los preventores tienen el deber de impedir que "...los hechos cometidos sean
llevados a consecuencias ulteriores ..." (art. 183, inc. lo).
Si la comunicación fue recibida por el juez, pese a sacrificar la celeridad, debe
recabar al dar noticia al MP para sortear la iniciación oficiosa, cuya observancia es en
tal caso ineludible. En cambio, cuando fueron aquellos -la policía judicial- quie-
nes la recogieron, cursarán la información o elevarán el legajo con las actuaciones de
prevención al tribunal y, según la jurisprudencia iinperante, tal actividad equivaldrá
al requerimiento fiscal de instrucción.
Resulta obvio señalar que si e1 receptor fuese el MP deberá solicitar, inmedia-
tamente, el inicio de la etapa preparatoria.
El colector de la denuncia anónima, sea cual fuese la fuente mediata vislum-
hrable del anoticiamiento, no puede dejarse ganar por el ritualismo y desatender una
noticia que evitará una cat8strofe.
Todavía hay que buscar un nuevo punto de equilibrio, porque la solución no
resulta idéntica si la denuncia anónima viene tiznada de elocuencias reveladoras de
su origen ilícito -prueba prohibida- y la nuda transmisión del hecho, aun carente
de identificación del emisor, sin aditamento alguno que la descalifique.
No obstante, hay que desdoblar, todavía, el planteo y dejar fuera una agresión al
sentido común, si se difiriese al transcurso del tiempo cerciorarse sobre si la bomba
fue, en realidad, colocada, Si se actuó como corresponde, una vez cumplida la activi-
dad oclusiva de la consumación, hay que seguir desmenuzando la hipótesis y decidir
qué se hace con una línea de investigacióii con posible aptitud para individualizarya
los responsables, aunque adquirida en ese inomento. .
Precaver la seguridad común conduce a ingresar la noticia sin identificar al di-
fusor. Tan pronto se cumplió el cometido impuesto por el art. 183, párrafo primer^'^,
si hay vestigios de que el anonimato escudare ilicitud en la obtención, a tenor de la
doctrina de la exclusión de prueba obtenida ilegalmente, ese curso de investigación
carecerá de idoneidad7'. Desde luego, a distinta solución se arriba si no hay siquiera
atishos del logro irrito de la información.
E n la fricción de los bienes a proteger -la primigenia repulsa que suscita el
anonimato y el deber de impedir una eventual o posible catástrofe (explosión, in-
cendio) al costo de estiinaciones comunitarias, axiológicamente para nada secunda-
rias- la opción por la segunda se muestra prioritaria.
Acaso haya que apuntar, además, una reflexión lateral, pero no devaluada, cual
es el comportamiento del Estado en impedir la consumación del delito y que le lleva
a la necesidad de adoptar actitudes ainplias sin cancelar, por consiguiente, una vía
idónea (la denuncia anónima) que, de haber tenido vigencia, hubiera impedido los
efectos que sobrevinieron, lo que haría incurrir (al Estado nacional) en responsahi-
lidad por no haber suministrado la tutela efectiva, incurriendo en una omisión que

'O CNPE, sala B, JA 1999-lV-671; CCC, sala VI, aunque puntualiza que la fecha de la denuncia

anónima coincide con diligencias cumplidas el mismo día, JA 1999-IV-687.


" CS, Fallos 303:1938; 308:733; 31 1:2045; CARRIO, .Jusficia...,ps. 69 y SS.
DENUNCIA -

siona con las normas de los arts. 8", CADH, y 6", Tratado Europeo de Derechos

vio que, desde el punto de vista ético, la denuncia anónima


ncomiable. Con todo, el derecho positivo vigente exige no
alificarla de antemano y revisar criterios anteriores, quizás teñidos de un exce-
-
le encarrilar el anoticiamiento de la comisión de un delito
rse reconocido a la policía judicial y fuerzas de seguridad
' (art. 183) como modalidad para dar comienzo a la pre-
maneras dicha labor no es acto directamente promotor pues, en
caso, corresponde requerir la instrucción al agente fiscal (arts. 180, 188 y 195).
pta esta modalidad Adler, pues distingue entre denuncia anónima y la que tuvo
en anónimo, pero ahora tiene un denunciante calificad^^^.
Los arts. 26, párrafo segundo y 40, inc. a), de la ley 24.946 -Ley Orgánica del
"-, autorizan a los fiscales ante la justicia de primera instancia en lo criminal
mover el proceso penal por hechos "...que llegaren a su conoci-
er medio". En la actualidad no resultará posible el rechazo del
mitirse enteramente a la denuncia anónima y no asumirá el fiscal
las afirmaciones contenidas en ella75.
nsidera que la requisa practicada por la prevención, sobre la
a anónima, no afecta la validez del acto76.
art. 34 bis de la ley 23.737 -incorporado por ley 24.424-- establece: "Las
onas que denuncien cualquier delito previsto en esta ley o en el artículo 866 del
ntendrán en el anonimato". Cualquiera fuera el propósito
bvio que al incorporarse al derecho positivo esta excepción a
onsignar los datos del denunciante (art. 139 y párrafo segundo
o) se ha establecido para los demás delitos una valla difícil de
sala 1, la reserva de identidad prevista por el art. 34 bis de la
ley 23.737 no convierte la denuncia anónima en una prueba secreta, puesto que úni-
camente imposibilita la eventualidad del careo con el denunciante y la verificación
de sus condiciones personales en cuanto delimitan las generales de la ley77.
Puede formalizarse sin el requisito esencial del juramento. Por eso la respon-
sabilidad penal del denunciante se ciñe a los delitos de calumnia y10 falsa denuncia
-arts. 109.y245, CP-, mientras que el falso testimonio encuentra debido encuadre
en el art. 275, id 18. En vez, es posible la reserva de identidad, conforme a lo pres-
cripto por el art. 79, inc. c), aunque no lo despoja de responsabilidad ni - c o m o es
obvicz---impide al magistrado conocer sus datos7'. En tales supuestos, la denuncia

'"ALBORA - MORELLO, "Acerca de la denuncia anónima", JA del 9/6/1999, ps. 14 y SS.


'I "El principio de oportunidad y el inicio del proceso penal a través del Ministerio Público",
LL del 241211993.
74 BO del 231311998.

75 CNPE, sala A, LL del 171511999, reseíía de Fallos NO. 41.479-S; la CCC, sala V, la admite, aun
será un paradigma de ética, y acota que tampoco media prohibición expresa
atenderla, LL del 261612000, f. 100.459.
SIP, LL del 2811112002, f. 104.811.
'' JA 2000-11-49 1.
S' CF San Martin, sala 11, ED 173-649, f. 48.123.
' 9 CNPE, sala B, ED 175-40, f. 48.305.
292 DENUNCIA Art. 176

no es en realidad anónima, pues la autoridad tiene que identificar a quien la realiza,


aun cuando no debe revelar su identidadx0.
La falta de ratificación no autoriza a desestimar, pues no trasunta la supuesta
inexistencia de delito; corresponde rgvocar el archivo a fin de obtener elementos
mínimos que robustezcan la denuncia8'.

Art. 175 bis


Cuando la denuncia escrita sea presentada ante la policía, el funcionario
que la reciba, luego de la comprobación de identidad señalada en el art. 175
CPPN, deberá colocar en el escrito un sello que acredite la hora y el día de la
recepción, el nombre de la dependencia policial y el número de registro de la
denuncia, pudiendo otorgarle una constancia de la presentación o firmando la
eopia, a pedido del denunciante.
En ningún caso se podrá rechazar la presentación de la denuncia, sin per-
juicio del trámite judicial que ulteriormente correspondas2.
Los requisitos exigidos para la acreditación temporal de la presentación de la
denuncia y la obligación del funcionario policial de recibirlasinperjuicio del trámite
judicial que ulteriormente corresponda, puede ser entendida como la adopción de
recaudos por parte del legislador para evitar lo que se conoce como forum shop-
pingS3:es decir, la posibilidad de "elegir" el órgano jurisdiccional que intervendrá
en un proceso penal. Se recepta así el criterio jurisprudencia1 de la CCC, sala IV,
que había considerado que la radicación de una denuncia ante una dependencia de la
Policía Federal con el objeto de conseguir la intervención de un juzgado determinado
por encontrarse de turno con el órgano de prevención, pone en crisis las garantías
del juez natural e imparcialx4.Según el art. 316 del Reglamento para la Jurisdicción
en lo Criminal y Correccional, toda denuncia presentada ante las fuerzas policiales,
debe ser con posterioridad sorteada para su asignación definitiva.
Contenido
176. La denuncia deberá contener, en cuanto fuere posible, la relación del
hecho, con las circunstancias del lugar, tiempo y modo de ejecución, y la indi-
cación de sus partícipes, damnificados, testigos y demás elementos que puedan
conducir a su comprobación y calificación legal.
El dato crucial radica en la pulcra descripción de1 hecho, pues si se inicia la
insirucción (art. 188), el principio de congruencia toma en cuenta nada más que su
contorno (art. 195, párr. lo,oración final). A raíz de la sanción de las leyes 23.492
y 23.521, denominadas de "Punto Final" y "Obediencia Debida" -actualmente de-
claradas nulas mediante ley 25.779x5-, la CF Cap. en pleno, decidió, por mayoría,

Ver Punicsi.i.i, "Las medidas de protección del denunciante y delatorjudicial o 'arrepentido' en


los delitos vinculados al narcotráfico", LL del 17/9/1998, p. 1.
CNPE, sala B, DJ 2001-3-415, f. 17.314.
8%rliculo incorporado por ley 26.395; BO del 281812008.
Sobre el tema, consultar SLONIMSQUI, Forum Shopping,Di Plácido, Buenos Aires, 2008.
SJP, LL del 3011 112004, T. 108.372, con nota adversa de P~i.ncio,"¿Forum shopping por apli-
cación de uno de los sistemas de asignación de causas?".
BO del 3/9/2003.
DENUNCIA

bien cercenaron la posibilidad de juzgar a las personas involucradas, esto no


a la culminación del proceso cuyo objeto perdura; la minoría estima que sólo
zones humanitarias pueden recabarse datos en tomo a los desaparecido^^^.
mbargo, con ultenondad modificó el criterio al entender que si la instrucción
Ila concluida, no puede reabrirse la causa para concretar medidas instructorias
una virtual reaper&uraS7.Pero si el proceso penal no puede conducir al
-
S responsables, los hechos investigados se convierten en abstractos y, en
,inidóueos para configurar actividad procesal válida (ver lo expuesto en
ucción a1 Capitulo VII, Titulo V, Libro 1).
to las noticias referentes a la individualización de los partícipes como al
ento de pruebas son contingentes. Siempre que se describe un hecho con
oica debe cumolirse la instrucción íart. 193)., El ,
iuez se halla limitado
por el acto protnoior svlo cn lo relativo a la descripciún de los hechos, pero no por
la significación juridic;~,y es libre para introducir al proceso cualquier persona qu~.
entienda conlo participe, sin necesidad de cxsitaci0ii extraña"".
Obligación de denunciar
77. Tendrán obligación de denunciar los delitos perseguibles de oficio:
3 Los funcionarios o empleados públicos que los conozcan en el ejercicio
") Los médicos, parteras, farmacéuticos y demás personas que ejerzan
ier rama del arte de curar, en cuanto a los delitos contra la vida y la inte-
idad física que conozcan al prestar los auxilios de su profesión, salvo que los
nocidos estén bajo el amparo del secreto profesional.

La denuncia es una mera participación de conocimiento voluntaria, salvo en los


uestos indicados.
1) El inciso primero comprende los hechos advertidos propter oficium, es
r con motivo del ejercicio de sus funciones y al tiempo de practicarlas, lo que
uivale a la noticia adquirida a causa y con ocasión de dicho ejercicio, con la sola
clusión de los que el agente conozca como simple particulars9.No impone la de-
cia el conocimiento adquirido por el funcionario a raíz de una confidencia del
y cuando no se halla en ejercicio de sus funciones90.Si se trata de funcionarios
'ales, existe siempre la obligación de denunciar, aunque hayan percibido el he-
o encontrándose fuera de servicio o en lugar extraño a la sede de sus funciones9'.
Si en actuaciones judiciales --civiles o comerciales- quiere denunciarse la
posible existencia de un delito, ello no obliga ineludiblemente su Dase a la iusticia

86 ED 163-294 y 305, f. 46.554 y 46.555.


" Id, ED 164-187, f. 46.650, con nota de Bidart Campos.
CFed., sala 1, LL del 261612000, f. 100.455.
LLAN, El delito de encubrimiento, Buenos Aires, 1970, ps. 115 y 117.
Córdoba, ED45-250, f. 21.149.
AN LOMAS, "La obligación de de~~unciaxde los funcionarios policiales", JA 27-1975-552.
92 C. Nac. Civ., sala B, ED 46-77], f. 21.786, y ED 47-508, f. 22.020.
e -
294 DENUNCIA Art. 177

García y Silva Tamayo estudian, con respaldo en la doctrina de la Procuración


del Tesoro, este pre~epto'~.
Villar advierte que la ley 25.40), al modificar la ley 24.769 del régimen penal
tributario, posibilita que el organismo recaudador se vea relevado de la obligación de
denunciar la comisión de un ilícito trib~tario'~.
2) El inciso segundo precisa la entidad que requiere el hecho para que la de-
nuncia sea obligatoria; debe tratarse de delitos contra la vida y la integridad física.
No es difícil conciliar su último giro con la obligación de denuncia. Sólo
cabe tener en cuenta lo prescripto por el art. 156, Código Penal: "Será reprimido
con... el que teniendo noticia, por razón de su estado, oficio, empleo, profesión
o arte, de un secreto cuya divulgación pueda causar daño, lo revelare sin justa
causa". Basta con que se haya accedido al secreto para que el deber de revelarlo
con justa causa se convierta en excepción, porque no es preciso que se lo revele o
manifieste al profesional para que deba guardar reserva".
Si se trata de delitos de acción pública, los sujetos comprendidos en este inciso
segundo tienen obligación de denunciar, siempre que atiendan a la víctima del he-
cho, a menos que se haya exigido reserva. En cambio, cuando se auxilia profesional-
mente al autor, impera la obligación de guardar secreto, aun cuando éste resulte un
prófugo de la justicia". Idéntica solución corresponde cuando el profesional cumple
funciones en un establecimiento oficial, porque la solución contraria -imponerle
la obligación de denunciar en todos los casos- "...importa sancionar directamente
un privilegio de clase altamente inmoral, pues las pobres gentes que concurran a la
Asistencia Pública o a los hospitales de caridad se pondrían automáticamente en
manos de la justicia. En cambio, al mismo médico, después de atender su servicio
hospitalario gratuito sena posible en su consultorio, comprarle junto con la tarjeta,
el silencio profesional ..."".
El problema se ha planteado en los casos de aborto causado o consentido por la
propia mujer, decidiéndose que el profesional del arte de curar que conoció el hecho
en ejercicio de su profesión o empleo -oficial o no-. debe abstenerse de formular
denuncia que involucre en un proceso penal a la mujer, aunque le corresponde hacer-
lo en todos los casos de coautores, instigadores o cómplices9! El único logro de este
criterio es impedir que se ponga en marcha el proceso por el profesional --extraño
al hecho- que accedió a la noticia en cumplimiento de su laboi. Pero no se percibe
como podrá permanecer ajena al proceso penal la mujer a la cual se le ha practicado
un aborto con su consentimiento, si se permite que se extienda la persecución a los
colaboradores en ese ilícito penal cuando han intervenido a su pedido. En cambio, es

''Algunas consideraciones acerca de la conducta debida por los funcionarios públicos ante la
presencia de delitos", ED del 4/7/2000, p. 1; ver también APESTEGUIA, "Organismos intervinientes en los
sumarios dispuestos según el reglamento aprobado por el decreto 467199", LL Actualidad, del 151812000.
9"'Una nueva modificación al régimen penal tributario. El art. 73 de la ley 25.401", LL del
121712001.
" N ~ ~ EDerecho
z, ..., t. V, p. 131.
'"OLER, Derecho ..., t. IV, p. 132.
O' SOLER,Derecho ..., t. IV, p. 134.
CCC, en pleno, JA 1966-V-69, f 12.276, o Fallos Plenarios, t. 1, p. 9; Cám. Pen. San Martín,
JA 1985-111-283: Cám. Pen. Rosario. sala 11, con un im~ortanteascepado:
- .. -
la obligación de denunciar
que pea:%sobre los <aiultatitus tiene iin zoniznidu rr.s~di.alrcspcciu dcl iipu de irljiisio aciiñ3du pur ti
an. 156. ('1: 1.4 1996-11-571. lin contra: ( 3!1, I'cn l.oi~iasdz Laniurd. cn pleiio, JZ 1981-l\'-454, f.
30.894; Cám. Pen. Morón, en pleno, JA 1986-111-593; SCBA, JA 1993-11-63.
DENUNCIA

e se excluya a la mujer cuando el hecho lo anoticia un tercero. Si bien está


un médico no puede denunciar el aborto si conoció el hecho a través de con-
echa por su paciente, tarnpoco cabe aceptar que la mujer transmita la noticia
su testimonio; se le colocaría en la sihiación de declarar bajo jwamento sin
imposibilidad de hacerlo cuando pueden derivarse consecuencias adversas -
,CN-; también porque se le coloca en la violencia moral de tener que pro-
e sobre una cuestión inherente a su más absoluta intimidadw.
lo que no hay discusión es en evitar que el autor de un hecho doloso quede
privado dz auxilio curati\ o, ante la disyuntiva de sL.r soiiietido a proceso o amesgar su
vida. En esa situación, el Derecho considera iusta causa la resina del profesional 'O.
de denunccar en los casos de secreto~profesional,el
e no se puede evitar es que, a través de la amplia fórmula
prevención policial (art. 183), se pretenda cohonestar dicha ano-
o -medie o no querella por el delito de acción privada pertinente
a actividad devieue ineficaz, pues aparece iniciada
n de un d e l i t ~ ' ~Se' . trata de una aplicación de la doctrina
" (ver comentario a los arts. 172, 225 y 230). En
ien recuerda el art. 11 de la ley 17.132 que regula el ejer-
texto obliga a preservar el secreto, excepto cuau-
se trate de evitar un mal mayor; también invoca
zzini'". La CCC, sala VII1O"recuerda que el plenario
r cuando la denuncia de la mujer abortante da origen al
idez de las actuaciones encaminadas a responsabilizar
oautores y cómplices; de ahí que aquel sector de la investigación
ndemne cualquiera sea la vía del anoticiamiento del delito.
sulta curioso el fallo de la SCBA cuya mayoría acepta como válida la ini-
orto aunque la noticia se logró a través de una
elito previsto por el art. 156, CP'OS.
n entre el deber de denunciar y de guardar secreto pro-
aparece. Es que no puede otorgarse preferencia a la persecución del
o10 a los valores cubiertos por el art. 156, CP; la situación no varía
trata de un profesional funcionario. Procede declarar la nulidad de todo lo
io se originó en laviolación del secreto profesional'".
tual de la CS adoptó la postura del plenario "Natividad
rincipio republicano de gobierno impide que el Estado
e de medios inmorales, como sería aprovecharse del in-

oto en minona del doctor Lejarza.

n secretoprofesional médico en el aborto, p. 158; Código..., ps. 3951396.


' o ~ o l a c i 6del
'O4 CCC, sala Vil, 41511995, "Sequeiros", c. 2748.

'O' LL del 191511994, f. 92.200, con comentario adverso de RELDA, "Secreto, aborto y exclusión
1 Estado no puede valerse de un delito para reprimir otro.
CF Cap., sala 1, ED 168-147, f. 47.254; la disidencia formula un distingo inaceptable entre un
anoticiamientoque no es denuncia y su eficacia para orientar al policía que lo recibe para operar
tigar el hecho. En buen romance significa un arbitrio para enervar el secreto
a de HERNANDEZ, "Discurso penal, garantismo y solidarlsmo".
296 ,S - DENUNCIA Ari. 177

minente peligro de muerte que pesa sobre el procesado que acude a la atención
médica, mediante la imposición de un deber al médico que lo convierta en un
agente de la persecución penal delbEstadoio7.
En los supuestos de estos do$ tncisos no se establece plazo para formular la
denuncia aunque se castiga el retardo, excluido el caso en que se crea que el hecho
fue accidental y no delictivo108.
3) Quien tiene la obligación de denunciar y no lo hace incurre en el delito de
encubrimiento por omisión de denuncia (art. 277, inc. 1" infine, CP, actual inc. d]),
conforme a la sustitución operada por ley 25.246); se plantea una alternativa entre
quienes creen que el actual texto -aquellos que esfuvieren obligados apromover la
persecución- importa una acotación respecto de la anterior; así, Donnaio9lo ciñe
al fiscal en el CPP, a las fuerzas policiales y a los jueces en los sistemas inquisitivos,
frente a un criterio amplio que es el de la CFed., sala 11. Sin perjuicio de ello, el mis-
mo Código Penal contempla varios delitos en que la omisión de denuncia se califica;
aunque, en rigor de verdad, se retrotrae la situación al Código Penal de 1886, que
consideraba al encubrimiento como una forma de participación (conf. su art. 33, inc.
4'). Se trata del incumplimiento del deber de anoticiar cuando se configuren los deli-
tos previstos en los arts. 143, inc. 6", 144 quater, incs. 2" y 3', Código Penal.
b) Leyes especiales
El art. 26 de la ley 24.284"O, que crea la Defensoria del Pueblo, impone la de-
nuncia obligatoria, en forma específica, a dicho funcionario, respecto de los hechos
delictivos de acción pública cuando tenga conocimiento en ejercicio de su tarea,
precepto que no hace sino reiterar lo establecido en el art. 277, inc. lo, oración final,
CP (actual inc. d], conforme a la sustitución operada por ley 25.246). La comunica-
ción debe efectuarla al Procurador General de la Nación, quien "...deberá informar,
en cualquier caso y de manera periódica al Defensor del Pueblo, o cuando éste lo
solicite, el estado en que se hallan las actuaciones promovidas por su infermedio".
Con posterioridad el art. 86, CN, lo incorporó a la Ley Suprema como un órgano
independiente cuya "...misión es la defensa y protección de los derechos humanos
y demás derechos, garantías e intereses tutelados en esta Constitución y las leyes,
ante hechos, actos u omisiones de la administración...". Como el párrafo segundo,
primera oración de este artículo 86, le asigna "legitimación procesal", pareciera que
comprende su intervención como querellante (art. 82) en los delitos contra la Ad-
ministración Pública (Libro 11, Título XI, CP); fuera de estos supuestos no puede
formular siquiera peticiones a los órganos del Poder Judicial"'.

' 2 0 4 ?UIO, 'f~aldi\iesu".I<DP Ahi.li.ilul'r.ir,x, ti ?llliJ. p lU?L,, y KI)I? \hclcJul'e~ui.


.
0 ?OIO.. 11. 1520. ;<III iiuid Jc i\ <<,.
'1.a siii,eriorid~iIZiira drl Esiddo di. Dr.ri.~liuJejpisznndo super-
fiuas antinomia;. .." . De esta manera, se abandonó el criterio adverso que anteriormente tenía I a G ,
JA 1998-11-338 o ED 177-378, f. 48.611, con nota favorable de IIERNÁNDEZ, "Secreto, proceso y sentido
común", y adversa de BIDART CAMPOS, "Denuncia de un delito del que tuvo noticia el médico por eviden-
cias corporales de su paciente", LL del 19/3/1999, f. 98.476.
'" MILLAN, El delito de encubrimiento, Buenos Aires, 1970, p. 114.
'O9 Citado por KESSLER, "El delito de encubrimiento por omisión de denuncia: reflexiones a la luz
de la ley 25.246" -ED del 151212001, DPPC-.
"o BO del 611211993.
"' CS. JA 1995-111-187.
DENUNCIA

a ley 24.769 -Régimen Penal Tributario- establece una singular modalidad


a denuncia obligatoria. Subordina la noticia del delito a la ~reviadeterminación
a o a la resolución en sede adminishativa de las actas de
nación de la deuda de los recursos de la seguridad social. En vez, cuando no
administrativa de la deuda impone la formulación in- -
"...una vez formada la convicción administrativa de la presunta comisión del
cia por un particular ante el juez, corresponde la
dor para comemar el procedimiento de verificación y
a su vez, debe expedirse en un plazo de noventa días
ables (art. 18, id.). Es posible que aun cuando concu-
ontos de la deuda tributaria o previsional fijados como condición objetiva
lidad por los arts. lo, 6", 7" y 9" de dicha ley no se formule denuncia "...si
re manifiestamente que no se ha ejecutado la
); se establece así una amplia discrecionalidad
lación fijado para determinar de oficio la deuda
puede soslayarse; si se omite, corresponde desestimar la denuncia y

uando el conocimiento del hecho resulta de su propia


sto paradigmático de denuncia obligatoria (arts. 40,

ibición de denunciar
su cónyuge, ascendiente, descendiente o her-
parezca ejecutado en perjuicio del denunciante
o igual o más próximo que el que lo liga con el

s ajena a la exigencia de legitimación --en el proceso penal: afec-


ndido o damnificado por el hecho-, salvo los supuestos de instancia

evistos se refieren a determinada relación parental o conyugal


de la denuncia y opera como una suerte de legiti-

finalidad es clara: mantener la solidaridad, respeto y jerarquía entre ciertos


or encima del interés en la persecución penal. Por
enuncia del abuelo contra su propio hijo cuando el

Consecuencia de su inobservancia
a señalado riesgo de la amplitud de la vía de conocimiento para la preven-
183) facilita su in~bservancia"~.

CF San Martin, JA 2002-1-513.


RWB~ANES, Manual ..., t. 11, p. 31.
"" CCC, sala 1, ED 22-425, f. 11.191.
"' CF Mendoza, JA 26-1975-52 ,Índice.
298 S .DENUNCIA Art. 178

A nuestro modo de ver, la sola posibilidad de encarar la pesquisa contra los


responsables, a raíz de un dato aportado por las personas indicadas, basta para in-
validar la actividad"'. Por ello, a petar de haberse iniciado la causa contra autores
desconocidos, a partir del momentd en que la investigación prosiguió porque los
padres pusieron en conocimiento de la autoridad preventora que sus hijos eran los
autores del hecho, la labor procesal resulta nula"'. A pesar de ello, la CNCP, sala 11,
resuelve que -consecuencia de no considerar las nulidades virtuales- el quebran-
tamiento de este precepto no genera invalidez; se aduce que la prohibición aqui dis-
puesta se dirige a la autoridad y su incumplimiento sólo se sanciona procesalmente.
Si se admitió la denuucia e inició el proceso instructorio, no correspondería declarar
la nulidad de lo actuado, sino tan sólo de la denuncia cuando fuere necesario y, en
tal caso, se desestimará la comunicación policial o el requerimiento fiscal fundado
en ella; se concluye que no resulta atacable -pese a la ineficacia del acceso al he-
cho- por casación formal una condena originada en la denuncia de la cónyuge"*.
Certero criterio consiste en admitir la denuncia por consumo y comercialización de
estupefacientes cuando se anotició de lesiones inferidas a la concubina -bien equi-
parada a la cónyuge- si medió requerimiento fiscal y al margen de la intervención
de la mujer119.
Coino bien lo establece el Código, la inadmisibilidad -implícita o virtual (ver
introducción al Libro 1, Titulo V11)- no opera si el delito aparece cometido contra
el propio denunciantei20.
La prohibición es rigurosa y no puede desconocerse al admitirse la denuncia
contra los restantes partícipes, cuando al mismo tiempo se la considera nula respecto
de los parientes alcanzados por aquéllai2'.
Su desatención genera uno de los supuestos denominados de conversión del
acto. Se cuestiona si pese al impedimento de aceptarla como denuucia, la noticia
comprendida en dicho acto -ejemplo paradiginático de objeto ilícito- puede com-
putarse para el proceso al acceder por otro camino. Nos pronunciamos en contra de
conferir andamiento a tales actividades, aunque existen opiniones opuestas'22. No
compartimos el fundamento consistente en que, pese a no documentar el acto, el
conocimiento ya adquirido impone la actuación oficiosa, pues de no hacerlo el fun-
c i o n a n ~incurriría en encubrimiento -art. 277, inc. lo,CP-; se olvida que antes y
con igual fuerza, juega el art. 249, id., que reprime el incumplimiento de los deberes
por parte de dichos agentes; parece obvio que quien aprovecha el dato para iniciar
un proceso penal no acataba -sobre todo antes de la ley 24.946, Orgánica del MP,
arts. 37, inc. b), y 40, inc. a)-, la prohibición aqui establecida.

'16 En el mismo sentido, CFed., sala 1,241212005, "Durán Gutiérrez", RDP, LexisNexis, 1112005,
p. 1010.
"7
CCC, sala VI, ED 55-170, f. 24.502; ST Misiones, JA 14-1972-724, f. 2957; CF Mendoza,
LLdel2811112002, f. 104.821.
DJ 1997-2-807, f. 11.960.
"' CF San Martin, sala 1, LL del 221311999, f. 98.489.
lZ0Ver también CCC, sala 1, JA 1976-11-36.
12' CCC. sala 11.281911975. c. 18.878.

I z 2 CARBONE, "La denuncia prohibida por parentesco con los sindicados: validez y efectos",
JA 1995-11-949.
be tener en cuenta que el art. 72, segundo párrafo, Código Penal, desplaza a
ición de denuncia.
Impugnación
ués de recurrir por vía de apelación durante la etapa instructoria (art. 449) -
trate de otros pronunciamientos conclusivos del proceso (art. 457), podrá
curso de casación (art. 456, inc. 1") por inobservancia de lo prescripto en
7, inc. 2" -legitima intervención del MP o del querellante, si lo hubiere-;
ez es absoluta, por eso no hay necesidad de formular reserva (conf. art. 14
al afectarse la protección de la familia (art. 168, párr. 2'). Sin embargo, se ha
ado la inadmisibilidad del recurso extraordinario deducido contra la sentencia
ó la nulidad de la denuncia y de todo lo actuado en su consecuencia por
aquélla efectuada por la cónyuge del procesado'23.
a la CNCP, sala 1, resulta posible que "...no obstante la prohibición que
e el art. 178..., pueden las personas alcanzadas por la norma relatar hechos
sos a la autoridad -aun cuando ello no se asiente en ningún acta- tornán-
factible la iniciación de oficio que autoriza el art. 183, CPr.Cr."124.Nuestra
ancia con el criterio de la sala 1 es abismal: a) si bien la transcripción de
es es casi textual se omite referir que en el párrafo siguiente el distinguido
uerda el plenario de la CCC "Natividad Frias"'2s, en el cual se restringió
de la denuncia formulada por un profesional en el arte de curar que co-
echo en ejercicio de su profesión o empleo cuando comprendía a la mujer
la mención de Clariá OlmedoIz6parece dar razón aunque efectúa un re-
la invalidez de la denuncia -"no podrá ser utilizada para fundamentar
miento, ni introducida en el debate del juicio plenario como elemento que
integrar la base fáctica del fallo"- que resta fuerza a la primera asevera-
que cabe añadir que es terminante al motejar de inadmisible a semejante
el último tramo de la transcripción conduce a considerar letra muerta el
dose a un criterio que tiene muy poco -más bien nada- de garantista;
siente como razonamiento válido para sustentar una decisión judicial,
va de efectos a una expresa disposición lega1IzR,y privilegia a un inquietante
interés social de la represión que en el caso pugna con la protección de
(art. 14 bis, CN). Tampoco es aceptable aducir para la validez que no se
ta violación con nulidad; mucho menos que su ineficacia no se extienda

CS, "Cópola", 3 11311992, JA 1993-111-229, nro. 103; la fecha del fallo advierte que el caso es
r a lavigenciadel Código.
Conf. RUBIANES, Manual de derecho procesalpenal, t. 111,1978, p. 32; tambikn se citó a CLA-
EDo, "La denuncia en su función represiva penal", JA serie contemporánea, 1971, ps. 3841385,
Doctrina. Además, según el mismo tribunal: "Dar mayor amplitud al art. 178 de la ley ritual
aria asegurar la impunidad, pues cualquier delito tendría que dejar de perseguirse si hubiere sido
las personas mencionadas en la norma, aunque esa denuncia tuviera como única finali-
progreso de la acción penal" (JA 1995-111-549).
1966-V-69, f. 12.726, o LL 123-842, f. 56.394.
ecogida en Elproceso ..., 2' ed., p. 37.
JA serie contemporánea, 1971, sección Doctrina, p. 385.
CS, Fallos 305:158 y 2040; 306:216; 307:93, entre muchos otros.
300 ' -DENUNCIA Art. 180

a la iniciación de la fase in~trnctoria'~~.


Esta reflexión alcanza al fallo antes referido
de la CNCP, sala II'30.
Ver art. 242. 8
Responsabilidad del denunciante
179. El denunciante no será parte en el proceso ni incurrirá en responsabi-
lidad alguna, excepto por el delito en que pudiere incurrir.
A menos que, encontrándose en la situación del art. 82, pueda constituirse en
querellante (art. 174, oración final) o actor civil. Mientras eso no ocurra, no se le
pueden imponer las costas generadas por el proceso (art. 53 1).
No obstante, puede incnrrir en falsa denuncia (art. 245, CP) o calumnia
(art. 109, id.), a dilucidar en otro proceso, según se dijo al comentar el art. 175.
El CC prevé como ilicito de derecho privado -art. 1090- a la falsa imputación
de un delito doloso, con conciencia de su plena falsedad; en general se le denomina
acusación calumniosa; se le subordina a que el juez penal concluya su intervención y
decida la absolución de! encartado o su sobreseimiento definitivo. Lo que no puede
exigirse a las víctimas es el aporte de pruebas incontestables sobre la autoría de los
delitos, pues llevaría al extremo de imponerles la carga de una investigación policial
exhaustiva para no errar en su denuncia"'.

Denuncia ante el juez


180. El juez que reciba una denuncia la transmitirá inmediatamente al
agente fiscal. Dentro del término de veinticuatro (24) horas, salvo que por la
urgencia del caso aquél fije uno menor, el agente fiscal formulará requerimiento
conforme al art. 188 o pedirá que la denuncia sea desestimada o remitida a otra
,.iurisdieción.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, el juez de instrucción que
reciba una denuncia podrá, dentro del término de veinticuatro (24) horas, salvo
queporlaurgenciade~casofijeunomenor,hacerusodelafacultadqueleacuerdael
art. 196, primer párrafo, en cuyo caso el agente fiscal asumirá la dirección de
la investigación conforme a las reglas establecidas en el Titulo 11 del Libro 11
de este Código o pedirá que la denuncia sea desestimada o remitida a otra ju-
risdicción.
Será desestimada cuando los hechos referidos en ella no constituyan delito,
o cuando no se pueda proceder. La resolución que disponga la desestimación
de la denuncia o su remisión a otra jurisdicción, será apelable, aun por quien
pretendía ser tenido por parte querellante.
Con estricto ajuste al sistema acusatorio, el juez no puede dar comienzo ---de
oficio- al proceso penali32.

Iz9 CNCP. sala 11. LL del 301611997. f. 95.593. con nota de Rizzu~ro,"La denuncia efectuada
en violación al irt. 178 del Código Procesal Penal de ¡a Nación, ¿puede ser considerada coino notilia
criminis aue dé base a una reauisitoria de instrucción?", con quien coincidimos cuando expresa "...la
notitia criminis ... no puede ser aprovechada a los fines de la persecución penal".
''O DJ 1997-2-807, f. 11.960.

13' C. Nac. Civ., sala K, DJ 1998-1-501, f. 12.617.

"' CNPE, salaA, 1OlZil993, c. 33, f. 3, orden 12.477.


.. ..
OENUNClA

rimer párrafo. Como la única forma valedera para hacerlo es ---en estos
el requerimiento fiscal (arts. 180 y 188), cuando el tribunal recibe una de-
-acto que no es directamente promotor sino de manera mediata- debe darle
nción al MP, a fin de que se expida en los términos del citado art. 180, ya sea
su desestimación o el envío a otra jurisdicción -incompetencia (ver Libro
1, u 1 0 1 o reqiiisrn proiiiovcr procsso. Por supuesto que no puede tcrisrse por -
imvulsiida la acciSri si cl fiscal solicitó la i~~co~iipetencia"'.
se ha visto -introducción a este ~ í t u l oS- que la CNCP, sala 111. admite
para provocar el avocamiento instruciorio en forma directa, al re-
de instrucción formulado por el MP y a la actividad informativa de la
dicial o común- por medio de la comunicación e información dirigida
'atamente de tomar conocimiento de un hecho o al remitirle la preven-
al3"; con anterioridad lo expresó en "Veisaga" el 10/311994, voto del
ragantl"; las tres vías de iniciación -requerimiento fiscal, mera comuni-
ctuaciones de los preventores- constituyen jurisprudencia i r n ~ e r a n t e ' ~ ~ .
, sala B, en consonancia con esta tesitura, admite que resulte habilitante
ir sumario, sin requerimiento del MP, también la información recibida
inistrador Nacional de Aduanas en funciones de policía137;también en los
supuestos dc flagrancia o iirgencia acepta la prsvcnci6n policial co~iioacto promotor
directo'". En contra, la C'Fed. Gral. Roca decide quc la promoción, tras votiderar do-
recogidos al realizarse una diligencia dkpnesk por I~AFIPLDGI- en el
la ley 11.683 y, por ello, fuera de todo control jurisdiccional, resultan nulas
ncias posteriores sustentadas en tal actividad ~ r i m i g e n i a l ~ ~ .
ero, se adopta el criterio ortodoxo cuando la procedencia específica y la
que habría llegado al conocimiento de la autoridad policial el episodio
enante de un allanamiento se desconocen, sin que las medidas de investi-
lteriores aporten indicios acerca de la comisión del delito. Se destacó que
roinotor no enmarcó la descripción del hecho, aspecto imposible de suplir
s tipos penales en juego son diversos140.

' CCC, sala 1,61212007, "Responsable Hospital Naval", SR, LL del 221512007, p. 77; RDPyPP,
exis, 612007, p. 1192.
JA 1995-111-552.
SJP, LL del 221311995, f. 92.987.
"' d., id.,22/911997,"R.A.O.M.R.O.S.",EDdel311112000,c. 1248;id., id.,EDdel711212000,
,f. 148; CNCP, sala 111, 131712000, "G. N. A. y otros SI recurso de casación"; id., sala 1, LL del
11112000, f. 101.247; confr. SOLIMINE, "Requerimiento fiscal de instrucción jurisdiccional", LL del

LLdel 131912000, f. 100.874.


LL 1994-E-684.
ED del 41612001, f. 50.819, con nota de Srisso, "La inmunidad de declaración y su aplicación
oceso penal tributario", quien esclarece que luego de la inspección y control asignados por
83, los documentos no se pueden utilizar como prueba en el proceso penal, aunque si "...en
o administrativo de verificación fiscal..."; id., DJ 2001-1-990, f. 16.624, o LL del 81212001,
4, en similar pronunciamiento refiriéndose a la ley 24.769, desconoce atribuciones a la DGI
ar medidas al juez sin requerimiento de instrucción fiscal; no hacerlo provoca la ineficacia
Intervenciones telefónicas, inforn~essobre la titularidad de las lineas intervenidas, averiguaciones
re quiénes son los ocupantes de una finca y todas las medidas llevadas a cabo con posterioridad, si
ulta consecuencia de una pesquisa realizada de oficio.
'O CNPE, sala R, LLdel611012000, f. 101.005.
302 ' DENUNCIA Art. 180

La CNCP, sala 111, con ulterioridad, ha reformulado un tanto aquel principio,


pues si ante una denuncia no se recabó la intervención del fiscal en los términos de
este artículo, concluye que se ~mitió~cumplimentar, además, lo prescripto en los
arts. 188 y 195. Es que a través de lo9 arts. 18, CN, y sus correlativos de los pactos
internacionales previstos en el art. 75, inc. 22, id., surge que los jueces no pueden
iniciar los procesos penales de oficio, sino que es necesaria la previa excitación por
un órgano ajeno, misión del MP por mandato constitucional -art. 120, id.- y la
necesidad de que exista, desde el primer momento, una concreta determinación del
hecho imputado14'. Resulta nula la declaración indagatoria si versó sobre hechos
respecto de los cuales el fiscal no formuló requerimiento de in~trucción'~~; dicha
invalidez puede ser parcial si comprendió un hecho nuevo no incluido en el requeri-
miento anterior'43. Sin embargo, la CNCP, sala IV, amerita improcedente declarar la
nulidad aun cuando la instrucción no comenzó por denuncia, sino a raíz de tareas de
inteligencia del personal preventori".
Se ha aceptado que la posterior noticia de la fiscalía suple la omisión del re-
querimiento fiscal de instrucción; se va aún más allá cuando se reconoce al juez la
posibilidad de ordenar actos urgentes con antelación a la vista prevista por este pre-
c e p t ~ ' Así
~ ~ se
. hiere de muerte el eje del principio acusatorio porque se abre paso
a la iniciación oficiosa; valga como ejemplo lo dicho por la CNPE, sala B, que no
considera necesario el requerimiento fiscal luego de un sutil distingo entre las previ-
siones de los arts. 180 -traslado de la denuncia para que formule requerimiento-
y 188 ----denuncia mediata cuando se formula ante el juez o los preventores- y el
caso que contemplaría el art. 195 que, a diferencia de aquéllos, no exige requerimien-
to previo'46.La CCC, sala VI1 -, que cita también los arts. 284 y 285-, tolera la
investigación directa por el juez, siempre y cuando se dé intervención al titular de la
acción pública v se trate de probanzas urgentesi4': se ha considerado valedera la ves-
quisa si al corrkrseie vista ai MP sólo se expidió sobre la competencia, pues ?eiediaba
prevención policial por una denuncia anónimai48;desde luego que corresponde el
archivo cuando la información policial no indique la comisión de un hecho ilícito'".
En un caso de lavado de dinero, la CFed., sala 1, lo admitió; dice que no se viola el
principio de neprocedatjudex oficioi50. Se acepta que iniciada la investigación por
la autoridad prevencional, desaparece la necesidad de requerimiento de instrucción
por el MPi5i;así se ha extendido certificado de defunción para el régimen acusatorio.

"' ED 175-342, f. 48.371.


CCC, sala 1, DI 2000-1-130, f. 14.930.
'" CCC, sala 1, "Jurado, R.", JA 2000-1, índice, nro. 47, p. 178. ..
'" LL del 1711012000, f. 101.045;también a favor de las tareas de inteligencia, id., sala 1, LL del
2311211999, f. 99.722.
"* CF Cap., sala 11, LL del 1811211995, f. 93.861; la cita de CLARIÁOLMEDO, El proceso ...,
p. 23, no basta para apuntalar el desmadre, sobre todo si se atiene a que el enunciado no es concluyente:
"...parece correcto que practique actos urgentes de prevención procesal dentro de los limites de la nece-
sidad", también CNCP, sala 1, LL del 81511996, p. 6, f. 94.243.
'* ED 172-159, f. 47.845.
"' ED del 61612001, nro. 887, Síntesis lur.
CNCP, sala 1, LL del 2911012002, f. 104.640.
CNPE, sala A, LL del 281412000, f. 100.164.
'I%L del 2711112000, f. 101.247.
'I' CCC, sala VII, LL del 221811997, f. 95.815; CF San Martin, sala 1, DJ 1999-1-315,f. 13.761.
DENUNCIA

terpretación adecuada es la de la CCC, sala 1, al sostener que el juez carece


cultades para ordenar medidas de prueba sin la requisitoria del MP's2. El re-
iento debe operar in limine; si obran en la causa actividades instructorias,
eso debe continuar o darse por terminado a través de alguna de sus formas
sivas. El archivo sólo es procedente cuando existió actuación prevencional,
ondiendo el rechazo de la requisitoria si el MP promovió la accián penal'". -
) El segundo párrafo contiene el trámite a seguir para la delegación faculta-
acápite e] de la introducción a este libro), supuesto en el que la actividad
ria -salvo la de esencia jurisdiccional- se encomienda al agente fiscal.
luego que aun en esta alternativa se resalta la atribución del MP para requerir
denuncia sea desestimada o remitida a otra sede. El plazo es meramente or-
natoriois4,sólo procura desarrollar el procedimiento, pero su transcurso no puede
r caducidad o d e c a d e n ~ i a ' La
~ ~ CF
. Gral. Roca sostiene que la actividad del
primero debe cumplirse de inmediato, pues ni siquiera corresponde la obser-
de plazo alguno; el párrafo segundo significa que su cumplimiento no puede
lo ordenado por el primero, de donde se colige que cabe - e n acatamiento
'mula empleada en el párrafo primer- remitir de inmediato la causa al
1; en todo caso, si el magistrado desea delegar, tiene que aguardar la devoiución
1 expediente por el fiscal y el plazo de veinticuaho horas debe computarse desde
omento en que recibe las actuaciones con el requerimiento de instrucción; tam-
después, ya que así carece de sentido su fijación, con lo que desdibuja un tanto
turaleza de ordenatono del plazo'56. No obstante, se le ha considerado como
rentorioI5'; formular vista al MP para expedirse sobre el requerimiento de ins-
cción implica descartar la posible delegación, pues para ello cuenta con el plazo
y debe continuar con el irámite de la causa1s8.
) Tercer párrafo. La desestimación corresponde cuando, ante la sola descrip-
el hecho, puede concluirse en su atipicidadiS9;esto es, su falta de adecuación a
er delito tipificado en el Libro 11 del Código Penal o en leyes especiales; sin
o, la CF Salta sostiene que, excluidos los casos de atipicidad palmaria ante
ripción del hecho, la investigación de un posible ilícito resulta procedente
esprende del legajo algún proceder irregular'60. Sólo procede en los casos en
rja con meridiana claridad, la inexistencia del hecho, su atipicidad o bien una
a de justificación o de inculpabilidad que permita descartar la comisión de una
cta típica, antijurídica y culpablei61.

" LLdel261212001, f. 101.584.


CFed. Mar del Plata, "Juárez, Marta", r. 1550, LL del 131112000, o DJ 2000-1-398.
CCC, sala 1, 1211111992, c. 34.
*'CLANAOLMEDO, Trafado..., t. IV, ps. 123 y SS.
16 LLdel261311999, f. 98.528.

15' CCC, sala IV, 1711111992, c. 59.


lis CCC, sala VI1, "Morini, A?, JA 2000-1, Índice, nro. 8, p. 173.
li9 CCC, sala V, DJ 1999-2-486, f. 14.229; id., sala VI, LL del 291512000, f. 100.325.

Sent. 5795, del 221611995, citada por CORNEJO, "Temas para reflexionar", LL Ac.

CCC, sala VI, LL del 291512000, f. 100.325.


A diferencia del criterio sentado en forma unánime por la jurisprudencia en
torno al art. 200 del antiguo Código, la desestimación no es forma conclusiva con
efecto de cosa juzgada material, al extremo de impedir un segundo acto promotor
sobre el mismo hechoi62.No puede &quiparársele en sus efectos sustanciales a una
absolución; si bien el archivo es modalidad conclusiva, resulta posible el replanteo
del caso siempre que se complete su relato, tratando de cubrir las fallas anteriores de
a d e ~ u a c i ó n 'E1
~ ~recuso
. de casación resulta improcedente porque no es de aquellos
autos que ponen fin a la acción con efecto de cosa juzgada material1@.Criterio simi-
lar es el de la CS165.Si el juez considera que el hecho no encuadra en ilícito alguno,
debe desestimar y no archivar'66.
Procede el archivo en los casos en que corresponde respetar un obstáculo fun-
dado en privilegio constitucional (ver Capítulo IV de este título).
Si el juez dispone la desestimación, de conformidad con el pedido fiscal, el
archivo es ineludible (ver art. 195, párr. 23, a menos que el querellante en cierne
impugne, con miras a lograr la apertura del proceso por la cámara de apelaciones1".
No puede restringirse la facultad del pretenso querellante a los supuestos en que
existió previamente requerimiento fiscal de instrucción; constituye una limitación no
prevista por la letra del árt. 180'68.
Se acepta el impulso de la acción por el querellante, pese a la falta de anuencia
del fiscali6'. No corresponde el apartamiento del fiscal en estos casos; el órgano
judicial no tiene facultad para separar al representante de un organismo distinto y

Ver. en tal sentido. CF Cao.. ED 23-252. nro. 66: CCC. Fallos t. V. o. 120: CNPE..sala 11. JA
1978-1-421, f: 27.178, sala 111, JA 16si-111, síntesis, nro. 37; CNPE, sala& JA2002'-11-751;.id., saia B,
JA del 1511012003, D. 73. En contra. CCC. sala VI. 611 112007. "B.M.", ED del 1911212007 -voto de
los jueces Lucini ;~ruzzone---; id.,sala 1,'4171200'6, " ~ e n n a " , ' ~~~L~d, e3011112006,
l p. 43, con nota
adversa de ALMEYRA, "La desestimación de una denuncia penal, itiene efecto de cosa juzgada?", p. 44.
'" CLARIA OLMEDO, Tratado...,t. IV, p. 377; MAIE~, Derecho..., t. 1-B, p. 402; CNCP, sala 1, LL
del 1911212002, f. 104.928.
CNCP, sala 1, ED del 911 111999, f. 49.672.
. 16* JA2002-111-759.
CCC, sala 1, "Personal policial", JA 2000.1-172, índice, nro. 5.
16' CCCisalaI,DJ2000-1-742, f. 15.155; id., id,LLdel llllll999,f.99.5l7; id, id., 3011212003,
'Ascolese", causa nro. 20.769. En contra de este criterio, ver AI.MEYRA, "Una vez más sobre el quere-
llante particular, ~Deuteragonistao actor principal?", SJP, LL del 301612006, p. 38.
CASTEX, "¿Y al agente fiscal quién lo controla?", SJP, LL del 281212006, p. 32. En contra,
CFed., sala 1, 11912005, "H., T.", en el que la mayoria adopta la tesis reshictiva criticada, op. cit., p. 32.
A este último criterio limitativo adhiere ALMEYRA, "¿Querellante autónomo o adhesivo? Dos palabras
acerca del ejercicio de la acción penal pública por la víctima", SJP, LL del 291212005, p. 16, nota al fallo
CFed., sala 1, 111212005, "Baran"; también, CCC, sala V, 21512006, "De Santis", JA del 261712006, p.
90; SJP, LL del 3011212006, p. 56, con nota adversa de CASTEX, "E1 derecho a la venganza (legal) y sus
limites", SJP, LL del 3011 112006, p. 21; CCC. sala 1, SR, LL, 161412010, p. 50, con nota favorable de
ALMEYRA, "Limites al derecho a la venganza legal -o quién puede promover la persecución penal-";
CNCP, sala 111, SR, LL, del 161412010,p. 51.
'" CNCP, sala 1,81212006, "López González", SJP, LL del 271412006, p. 77; id., id, "Pacheco",
citado por INcli~usn- MANGANO - RooRiOUEZ PONTE,"Actualidad en jurisprudencia de la Cámara Na-
cional de Casación Penal 1-2010", RDP, AbeledoPerrot, 312010, p. 490 o SR, LL del 161212010,p. 53.
DENUNCIA

moI7".Pero no puede obligarse10 a formular requerimiento de instrucción (art.


1171.
1 pretenso querellante no impugnó el decisorio que niega su legitimación,
e impulsar la intervención de la alzada para conocer en el fondo del asun-
ando el agente fiscal propicia la desestimación -lo que descuenta que
estimula el comienzo por vía de los arts. 252, 372, 390, 401, párr. final, y -
FNIA por la del art. 45, inc. c), pán: 2O, ley 2 4 . 9 4 6 1 el juez no puede
er el avocamiento -iniciación- de la etapa instructoria, pues carece de la
tad para desarrollarla de oficio173.Dice Guariglia que la ley "...otorga al Mi-
'o Público un amplio poder de disposición sobre la acción penal. Esto es así
e el Código no prevé control alguno frente a la pretensión fiscal de desesti-
la denuncia..."174. Tampoco es procedente la consulta en los términos del art.
,párr. 2°17s.Según se puntualizó en la introducción, la CNCP, sala esti-
ue debe acudirse a la consulta regulada en aquel precepto en este supuesto;
11 CNPE, sala B'71; id,, sala A1lR.Si e1 fiscal no requirió la instrucción y se
a la consulta del art. 348, es necesario asignarle a otro el requerimiento de
~ i ó n 'Pero
~ ~ .esta aplicación analógica deviene imposible a partir de lo resuel-
' Q u i r ~ g a " 'por
~ ~ la CS.
e advierte una marcada diferencia con los códigos argentinos modernos que
acen prevalecer el criterio del fiscal; en este Código se cierra al juez la posibi-
controlar semejante petición. Para ello se propicia, generalmente, pasar los
fiscal de cámara --cuando el agente fiscal no formulí, requerimiento-"l.
s Procesal Penal de Tucumán (art. 332, último párrrafo) y de Córdoba
ptan por un criterio semejante.
a incomprensible privilegiar la función de un fiscal de primera instancia
o pide la desestimación- por sobre las coincidentes del juez de instrucción
erior jerárquico de aquél ---el fiscal de cámara-, o bien por el órgano de
ctuante en el procedimiento intermedio (art. 348, pám 2", segunda oración).
istema del Código Procesal Penal italiano de 1989 se sigue la tendencia de
lación más modeina: se otorga al juez la posibilidad de emplazar al MP para

O CCC, sala VII, 241512006, "Hildinann", SJP, LL del 301612006, p. 38; allí se cita el voto del
Zaffaroni en la causa M. 1344.XXXIX, "Mattio", de12311212004; ver también la importante reseña
de las distintas posiciones jurisprudenciales sobre la intervención que corresponde asignar a los
S en estos casos.
"' En contra, CNCP, sala11, 3011112004, "Sotomayor", SJP, LL del 271412006, p. 57; con nota
ALMEYM, "De nuevo sobre el querellante particular"; debe resaltarse que el temperamento
rior a1 fallo "Quiroga" de la CS.
'' CCC, sala VII, DJ 2000.11-639, f. 15.655, o JA 2000-131-733, o LL del 291512000, f. 100.380.
Confr. LEVENE [h] y otros, Código ..., p. 143.
" En MAKRy otros, ElMinisrerio ...,p. 95, nota 32.
'*CCC, sala VII, 1611011992, c. 23 y c. 32; sala IV, 2111011992, "Telinez S.A.I.C.", c. 20,
0 corregido por fallo del 141611994, "Lapidusas, Ana"; id., sala 1, 1211112003, "Hidalgo", causa

76 LL 1994-A-363, E 91.979.
"' ED 163.292, f. 46.553.
"' ED 162-621, f. 46.483, con rotunda disidencia del Dr. Heiidler.
CCC, sala IV, LLdel281411997, f. 95.293.
'8' Fallos 3275863.
C~,ARIA Tratado..., t. lV, ps. 431 y 4551456.
OLMEDO,
306 -DENUNCIA Art. 182

formular imputación (art. 409, numerales 2 y 5; traducción Espitia Garzón, Bogotá


1991).
La remisión a otra jurisdicción comprende a los supuestos de incompetencia
(ver Libro 1, Título 111, Capítulos I,IP'-sección Primera, Segunda, Tercera y Cuar-
ta- y 111). Este pronunciamiento no trunca el desarrollo del proceso, pues habrá de
continuar ante el tribunal al que se envíen las actuaciones. Dicha resolución tarnbiin
es apelable por los sujetos indicados anteriormente: MP y damnificado que solicitó
ser tenido por querellante.
d) Requisitos del requerimiento. El requerimiento fiscal no puede limitar-
se a enumerar tipos legales y requerir medidas de prueba; debe contener la rela-
ción circunstanciada del hecho para no incurrir en nulidad absoluta (arts. 166, 167,
inc. 3" y 168)lE2.Ver art. 69.
Denuncia ante el agente fiscal
181. Cuando la denuncia sea presentada ante el agente fiscal, éste proce-
derá conforme a lo dispuesto en el segundo párrafo del art. 196 o requerir&la
desestimación o remisión a otra jurisdicción.
Se procederá luego, de acuerdo con el artículo anterior.
El MP no sólo tiene facultades para recibir la noticia del delito, sino tam-
bién para practicar ----delegación mediante- actividad instructoria impostergable
(arts. 196, páni 2", y 212), con las limitaciones establecidas en los arts. 210, último
párrafo -pues no puede cumplir actos de investigación definitivos o irreproduci-
bles- y 213. Estas últimas restricciones se refieren, salvo el caso del arl. 210, último
párrafo, y los incs. c) -reproducción del art. 210, pán: final- y, en alguna medida,
el e) del art. 213, a atribuciones de naturaleza juisdiccional, privativas de los jueces
(art. 109, CN); salvo las excepciones de los arts. 212 bis, 236, último párrafo. Empe-
ro, la ley 24.826 (arts. 353 bis y ter) posibilita se avoque a la instrucción sumaria en
los casos de flagrancia cuando el juez advierta que no procederá la prisión preventiva
del imputado.
Denuncia ante la policía o las fuerzas de seguridad
182. Cuando la denuncia sea hecha ante la policía o las fnerzas de seguri-
dad, ellas actuarán con arreglo al art. 186.
Esta modalidad origina la denominada prevención --el atestado español- a
cargo de los órganos indicados. Se concreta en un conjunto de actividades cautelares,
de investigación, de documentación y de comunicación (arts. 184 y 186).
No promueve directamente la instrucción (arts. 180, 188 y 195).
Sin embargo, la jurisprudencia sostiene, en general, que las actuaciones ori-
ginadas ante las fuerzas de seguridad traen aparejado el impulso de la acción para
provocar la intervención del juez sin violar el principio neprocedatjudex oficio'83.

'" CCC, sala 1, ED 156-506, f. 45.588; id., 31/3/1995, "Dasano", c. 2.829. Ver ORGEIRA - ROA
(h), "El requerimiento fiscal de instrucción en el Código de ProcedimientoPenal de la Nación. Algunos
problemas que suscita" (DJ 1997-3-865 y SS.).
LL del 2711112000. f. 101.247.
ACTOS DE LA P O L ~ C ~JUDICIAL
A Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

ce claro que si tales tareas se impulsan por propia iniciativa de la policía y


ocurrencia de delito, se diluye cumplimentar la comunicación prescripta
. 186. Hasta ahí no hay motivo de disenso; en vez, es opinable concluir que,
del enlace entre los arts. 186, 188 y 195, la actividad informativa de lapoli-
lta suficiente para provocar el avocamiento instructorio en forma directare4.

ACTOS DE L.\ POLICIAJCDICIAL.


Y DE LAS Fl'l.:lU.AS DE SEGUKlDAD

Los intereses públicos afectados por el hecho sospechado de ser delictuoso,


an al Estado a instaurar ciertos órganos con el fin de hacer viable el comienzo
investigación o pesquisa (art. 195). Para nosotros no se trata de un acto direc-
s de la adecuada hermenéutica de los arts. 180, 188 y 195
xcepciones señaladas en cuanto a
la FNIA- el monopolio de dicha tarea
e lo establecido en el art. 195 -cuya
so penal, imponiéndole al juez, en for-

de imponer, en todos los casos, la requisitoria del órgano


licial- no otorgaba beneficio al-
que antes reconoce, expresamente,
ctoria es la que se lleva a cabo con
. La prevención policial, cuando se la tolera como acto

''' CNCP, sala 111, ED del 311112000, Jur. Condensada de la CNCP, p. 23, c. 227. Al comentar
primer pirrafo del art. 180 cuestionamos la cita que este órgano judicial hace de Clarii Olmedo (id.,
248. del 221911997).
18' En contra. dictamen de la Fiscalía de Cámara nro 3. causas 6 v 7 de la sala VII: coincidía
coi1 nosoirus D o s \ $ . "El nueto <:jdigo Procesal Pcnal dc l a Uaciuri (zsrruiliira y funcioiiailiienro)",
LL del 17 l? 1992: ernneru aiiuri a<lniiria 13 orsveniiún oulicial conio acro nroiiioior. 11 i u z ~- \ I i i z \.
Código. , ps 186,196; 212
""er Tratado..., t. IV, p. 445, en especial nota 176, en la que se transcribe la opinión de Vélez
.
Mariconde...v o. 452.
CLARIÁ OLMEOO, Tratado...,t. 111, p. 78.
las En contra, VAZQUEZ Rossi - PESSOA - CHIARADIAz, Cddigo ..., ps. 38139; MORAS MOM,Ma-
nual ..., ps. 1571159 y 168, coincide con nosotros, aunque en algunas ocasiones parece inclinarse por el
308 ACTOS DE LA POLIC~AJUOIC-LY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

La creación de la policía judicial y su distingo con la policía de seguridadis9


tiende a que el PJN sea el ejecutor directo de sus propias re solucione^'^^. Sobre po-
licía judicial, ver arts. 33 a 39 de la ley 24.050.
No obstante, entendemos que -alvo en la Capital Federal, donde no pueden
existir inconvenientes para la comunicación y traslado- en algunos de los demás
distritos judiciales (ver art. 3: ley 24.050) subsistirán aquellas dificultades prácticas,
al extremo de impedir el cumplimiento de los plazos cuando se autoriza a los preven-
tores para restringir la libertad personal (art. 184, incs. 3" y 8", en función del plazo
para recibir indagatoria señalado en el art. 294).
La CFed., sala 1, puntualizó que un "policía retirado" conserva los derechos y
deberes emergentes de tal condición, de acuerdo con lo establecido por el art. 11, inc.
e), ley 21.965"'.
b) Órganos especiales
Cabe tener presente que para ciertos delitos existen específicos órganos de pre-
vención; en algunos supuestos de contrabando debe intervenir el servicio aduanero
(art. 1118, punto 2, del CA aprobado por ley 22.415). En los delitos cambiarios
corresponde el conocimiento originario al BCRA (arts. 6", 8' y 16, ley 19.359, los
dos últimos modificados por ley 22.338; ver su Carta Orgánica, ley 24.144, art. 5',
que reemplaza al art. So, ley 19.359). Hay también disposiciones peculiares sobre
la prevención en los arts. 31, 32 y 33 de la Ley de Estupefacientes, 23.737 -texto
según ley 2 4 . 4 2 6 , y en el art. 18 de la Ley Penal Tnbutaria, 24.769. La ley 25.246
-Encubrimiento y Lavado de Activos de Origen Delictivo-. crea la Unidad de In-
formación Financiera (UIF). Entre sus atribuciones tiene -art. 6-' la de prevenir e
impedir el lavado de activos provenientes de diversos delitos -estupefacientes, con-
trabando de armas, fraude contra la administración pública, prostitución de menores
y pornografía infantil, entre otros-. Para ello cuenta con la posibilidad de acercar
al MP los elementos de convicción que puedan configurar legitimación deactivos
provenientes de ilícitos aquí previstos -art. 13-. Se encuentra facultada para so-
licitar informes, documentos, antecedentes y todo otro elemento estimado útil para
el cumplimiento de sus funciones; si algún órgano o persona quisiera ampararse en
el secreto, debe recabar autorización al juez; si se trata de practicar allanamientos o
secuestros debe, a través del MP, solicitarlo al juez.
El art. 31, párrafo primero de la Ley de Estupefacientes, 23.737, establece:
"Efectivos de cualesquiera de los organismos de seguridad y de la Administración
Nacional de Aduanas podrán actuar en jurisdicción de las otras en persecución de
delincuentes, sospechosos de delitos e infractores de esta ley o para la realización de
diligencias urgentes relacionadas con la misma, debiendo darse inmediato conoci-
miento al organismo de seguridad del lugar".
Conforme al art. 3 1 bis de dicha ley, se establece: "Durante el curso de una in-
vestigación y a los efectos de comprobar la comisión de algún delito previsto en esta
ley o en el artículo 866 del Código Aduanero, de impedir su consumación, de lograr
la individualización o detención de los autores, partícipes o encubridores, o para

temperamento contrario: ps. 155 y 166; a favor también, GONZAI.EZ NOVILLO - FIGUEROA,Comentarios...,
p. 56, y DARRITCHON, Cómo es..., vol. 6, ps. 9/20.
'U'Ver C~IIARADIAz, "Policia judicial: necesidad de su implementación", JA 1983-111-692.
CLARIAOLMEDO, Tratado...,t. VII, p. 306, nota 53.
19' RDP, LexisNexis, nro. 5, p. 959.
ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURiDAD 309

ner y asegurar los medios de prueba necesarios, el juez por resolución fundada
disponer, si las finalidades de la investigación no pudieran ser logradas de otro
e agentes de las fuerzas de seguridad en actividad, actuando en forma en-
bierta: a) Se introduzcan como integrantes de organizaciones delictivas que tengan
S fines la comisión de los delitos previstos en esta ley o en el artículo 866 del
Aduanero, y b) Participen en la realización de alguno de los hechos previstos -
Sta ley o en el articulo 866 del Código Aduanero.
'La designación deberá consignar el nombre verdadero del agente y la falsa
tidad con la que actuará en el caso, y será reservada fuera de las actuaciones y
la debida seguridad.
"La información que el agente encubierto vaya logrando, será puesta de inme-
en conocimiento del juez.
'La designación de un agente encubierto deberá mantenerse en estricto secre-
Cuando fuere absolutamente imprescindible aportar como prueba la información
rsonal del agente encubierto, éste declarará como testigo, sin perjuicio de adoptar-
en su caso, las medidas previstas en el articulo 31 quinquies". A su vez, el art. 3 1
quies determina: "Cuando peligre la seguridad de la persona que haya actuado
o agente encubierto por haberse develado su verdadera identidad, tendrá dere-
o a optar entre permanecer activo o pasar a retiro, cualquiera fuese la cantidad de
de servicio que tuviera. En este último caso se le reconocerá un haber de retiro
al que le corresponda a quien tenga dos grados más del que él tiene.
En cuanto fuere compatible, se aplicarán las disposiciones del artículo 33 bis".
entario al art. 79.
gravedad de la actuación del agente encubierto y la eventual invasión de
cipios constitucionales protectores de la intimidad e inviolabilidad del domicilio,
uieren que su designación se concrete sólo si las finalidades de la investigación
pudieran ser realizadas de otro modo y si se estuviese en condiciones de poder
mar, ponderando con los parámetros propios del comienzo de una investigación,
existencia de una organizaci15n mediante una resolución fundada; se reclama un
rreo control del magistrado para mantener su actuación dentro de los principios
el Estado de Derecho; el limite estriba en no aceptar instigaciones para colocar la
fensa criminal en cabeza del delincuente19*.Corvalán advierte el riesgo de afectar
ispositivos constitucionales insoslayables si se atiende tan sólo a asegurar una efi-
sión de quienes cometan delitos vinculados al tráfico de estupefacientes.
la posibilidad de mantener en secreto a las partes la identidad de testigos e
os: los dichos de quien permitió lograr éxito en la investigación no pueden
ar reservados ni ser conocidos solamente por los jueces, negándoselos a su pro-

Por su parte, el art. 33 de la misma ley establece: "El juez de la causa podrá
rizar a la autoridad de prevención que postergue la detención de personas o el
uestro de estupefacientes cuando estime que la ejecución inmediata de dichas
didas puede comprometer el Bxito de la investigación.
"El juez podrá incluso suspender la interceptación en territorio argentino de una
remesa ilícita de estupefacientes y permitir su salida del país, cuando tuviere segu-
ridades de que será vigilada por las autoridades judiciales del país de destino. Esta

'" .
CF Cao ..sala 11. ED 175-468. f 98 406
19% "Agente encubierto y testigo de identidad reservada", LL del 3011011997, comentario a los
f. 96.232,96.233 y 96.234.
310 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIAL Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 183

medida deberá disponerse por resolución fundada, haciéndose constar, en cuanto sea
posible, la calidad y cantidad de la sustancia vigilada como así también su peso".
Para enervar el mérito, por alegación de falsedad, de las constancias obrantes
en las actuaciones de prevención, la pveba enderezada a tal fin debe ajustarse a lo
prescripto por el art. 993, CC. Dicho texto establece: "El instrumento público hace
plena fe hasta que sea argüido de falso, por acción civil o criminal, de la existencia
material de los hechos, que el oficial público hubiese anunciado como cumplidos por
él mismo, o que han pasado en su presencia"194.
La CF San Martín, sala 11, tiene formado un criterio en orden a las facultades de
los preventores para detener -aprehender- al presunto culpable, recoger pruebas,
proceder a todas las pesquisas que se estimen necesarias, secuestrar los instsumeutos
del delito o cualesquiera otros que puedan servir a la investigación. El temperamento
-si bien referido al Código anterior, ley 2372- tiene vigencia: el Estado asegura la
fsontera de los recíprocos límites entre las libertades de los ciudadanos, cuando utili-
za el procediinienio policial para pir\,enir el delito, inrcniimpir su ejecución, nmnte-
ner el ordcu píiblico y resguardar la \ida, los bienes y los dereclios ds la pobla~iún"~.
Función
183. La policía o las fuerzas de seguridad deberán investigar, por iniciativa
propia, en virtud de denuncia o por orden de autoridad competente, los delitos
de acción pública, impedir que los hechos cometidos sean llevados a consecuen-
cias ulteriores, individualizar a los culpables y reunir las pruebas para dar base
a la acusación.
Si el delito fuera de acción pública dependiente de instancia privada, s61o
deberá proceder cuando reciba la denuncia prevista por el art. 6'.

a) El primer párrafo atribuye a los preventores el deber de abocarse de.oficio


a la investigación. Desde luego que también les corresponde hacerlo por denuncia
(art. 182) o por orden de autoridad cotnpeteute (conf. ast. 26, párs. 2", ley 24.946
--Orgánica del MP-, cuando los fiscales ante la justicia penal tengan noticia de la
perpetración de un hecho ilícito, por cualquier medio, deben requerir a la policía o
fuerza de seguridad intesviuiente, el cumplimiento de las disposiciones que tutelan el
procedimiento y ordenas la práctica de todas las diligencias que estimen pertinentes
y útiles para lograr el desarrollo efectivo de la acción penal; su aspecto más impor-
tante-está fijado por la última oración: "A este respecto laprevención actuará bajo su
dirección inmediata "); la inobsesvancia los involucra en la figura del art. 248, CP196.
Si se admitiese la orden del juez, se violaría la prohibición de iniciarlo oficiosamente
(art. 195, párr. lo).
Apunta bien Ábalos que e1 último giro del primer pásrafo -"...para dar base
a la acusación"- no se adecua a la finalidad del proceso penal que se cumple tanto
cuando se llega al juicio (arts. 349, pán: 2', y 351) como si se trunca antes por el so-
breseimiento (art. 334); indica que el art. 187 del Código cordobés se ha hecho cargo
del desliz -si se descuenta una interpretación excesivamente apegada al texto- y

CCC, sala VII, SE', LLdel241711995, f. 93.378.


ED 174-458, f. 48.228, en el caso se consideró faera de la pnvacidad la tenencia de explosi-
vos porque ofende el orden público y el derecho de terceros.
IgGCCC Morón, sala 11, 14/5/1992, "Giménez, Sergio C.", I A del 201111993.
3 ACTOS DE LA P O L I C ~ A ~ ~ D ~ CDE
~ ALAS
L YFUERZAS DE SEGURIDAD

recedente del art. 21 9 del Código italiano de 1930 como más preciso al
ar "...recoger todo cuanto pueda servir a la aplicación de la ley penal..."'97.
referencia genérica efectuada en una nota suscripta por gmpos de vecinos,
a un comisario, en la cual se transmite la inquietud sobre la seguridad del
ante la comisión de hechos delictivos, cuando, además, no se identifica a los
ios ni se imputa ilícito determinado, no configura denuncialg8. -
intervención del denominado agente provocador en las tareas investigati-
o instigue y hasta tenga participación en la consumación del
rovechable por el Estado en razón de conformar un acto contra-
or resultar in~álid-'~~.
toma de rehenes, la autoridad pública para comandar y arribar a su
-negociada o táctica-, es la policía en el marco de las competencias del
de tareas concernientes a la policía de seguridad encuadrables en el dec.-
1958 (t.0. ley 21.965) y no en este precepto; estos actos entran dentro de las
encias asignadas por la Ley de Seguridad Interior 24.059200.
rrafo. La intempcióu de la actividad delictiva comprende los
lica en sentido amplio, inclusive los delitos dependientes de
este caso, lo que el Código Penal impide en su art. 72 es for-
ver proceso penal cuando falta dicha condición. Pero esto no va
e puedan disponerse medidas asegurativas de la prueba e, inclu-
uerir la presencia del "denunciante-instante" legitimado, para ver qué actitud
: si formula o no la instancia, porque las fuerzas de seguridad no pueden per-
anecer indiferentes, por ejemplo, ante una violación que se pretendiera cometer en
ica (ver comentario a los arts. 6" y 174)20'.
ue no se invoca con frecuencia, el giro "...impedir que los hechos cometi-
vados a consecuencias ulteriores...", ha sido utilizado por órganos judi-
r --correctamente- la restitución del inmueble a quien soportó

El conocimiento de la autoridad preventora, obtenido a través de informaciones


igen reservado, puede servir como base de un curso de investigación pero no
ituye causa probable para detener ni tiene valor probatorio de cargoz0! Resul-
a imperativo comunicarlas al órgano jurisdiccional cuando se logre la comproba-

'9' Código , p 412


CNCP, sala IV, LL del 1711012000, f. 101.045.
Iq9 TORRES - MARRAZZO, "El agente provocador en el derecho penal", quienes recuerdan un pre-
cedente -"Prefectura Naval Argentina"- de la CNPE, sala A, 151511996, donde se puntualizó que se
fue más allá de los limites y el Estado perdió sustento ético: el delito resultó producto de la actividad
creativa de los funcioiiarios encargados de ejecutar la ley; LL del 121212002.
EI.HART,"Toma de rehenes, seguridad y derecho", LL del 211012002.
'O' CCC, sala V, ED 168-230, f. 47.266.

CCC, sala VI, LL del 311812000, f. 100.816.


CCC, sala IV, LL del 251911997, f. 96.028, con nota favorable de SUPERTI, "¿Justicia vs. Ga-

CCC, sala IV, LLdel 301411998, f. 97.064.


312 ACTOS DE LAPOLIC~AJlJDICIj%LY DE LAS FUERZAS DE SEGURlDAD M. 184

Atribuciones, deberes y limitaciones 205

La ley 25.434 estableció -art. 1°206- una nueva redacción; su texto actual es
el sigiiiente. a
184. Los funcionarios de la policía o de las fuerzas de seguridad tendrán
las siguientes atribuciones:
19 Recibir denuncias.
2 3 Cuidar que los rastros materiales que hubiere dejado el delito sean
conservados y que el estado de las cosas no se modifique hasta que lo disponga
la autoridad competente.
3") Disponer, en caso necesario, que ninguna de las personas que se halla-
ren en el lugar del hecho o sus adyacencias, se aparten de aquél ni se comuui-
quen entre sí mientras se llevan a cabo las diligencias que correspondan, de lo
que deberá darse cuenta inmediatamente al juez.
4") Si hubiera peligro de que cualquier demora comprometa el éxito de
la investigación, hacer constar el estado de las personas, de las cosas y de los
lugares, mediante inspecciones, planos, fotografías, exámenes técnicos y demás
operaciones que aconseje la policía científica.
5') Disponer con arreglo al art. 230, los allanamientos del art. 227, las re-
quisas e inspecciones del art. 230 bis y los secuestros del art. 231, dando inme-
diato aviso al órgano judicial competente.
6") Si fuere indispensable, ordenar la clausura del local en que se suponga,
por vehementes indicios que se ha cometido un delito grave, o proceder confor-
me al art. 281 dando inmediato aviso al órgano judicial competente.
7") Interrogar a los testigos.
8")Aprehender a los presuntos culpables en los casos y formas que este Có-
digo autoriza y disponer su incomunicación cuando concurran los requisitos del
art. 205, por un término máximo de diez (10) horas, que no podrá prolongarse
por ningún motivo sin orden judicial.
En tales supuestos deberá practicarse un informe médico a efectos de veri-
ficar el estado psicofísico de la persona al momento de su aprehensión.
9 1 En los delitos de acción pública y únicamente en los supuestos del art.
285, requerir del sospechoso y en el lugar del hecho noticias e indicaciones su-
marias sobre circunstancias relevantes para orientar la inmediata continuación
de las investigaciones. Esta información no podrá ser documentada ni tendrá
valor alguno en el proceso.
10) No podrán recibir declaración al imputado. Sólo podrán dirigirle pre-
guntas para constatar su identidad, previa lectura que en ese caso se le dará
en alta voz de los derechos y garantías contenidos en los arts. 104, párrs. 1" y
Último, 197,295,296 y 298 de este Código, de aplicación analógica a1 caso, todo
ello bajo pena de nulidad en caso de así no hacerse, sin perjuicio de la comuni-
cación que hará el juez a la antoridad superior del funcionario a los efectos de
la debida sanción administrativa por el incumplimiento.
Si hubiese razones de urgencia para que el imputado declare, o éste mani-
festara su deseo de hacerlo, y el juez a quien corresponda intervenir en el asunto

Texto según ley 25.434


BO del 19/612001.
4 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIAL Y DE LAS FUFIIZAS DE SEGURIDAD

n los medios para que su declaraci6n sea r


su misma competencia y materia.
en la medida de la necesidad.
Los auxiliares de la policía y de las fuerzas de seguridad tendrán las mis-
atribuciones, deberes y limitaciones que los funcionarios para los easos
ntes o cuando cumplan órdenes del tribunal.
dica que, más allá de ligeras diferencias de re-
ado algunas que merecen ser destacadas:
El actual inc. 5" advierte que la referencia al art. 230 bis autoriza a los pre-
La mención del art. 23 1 -texto
a secuestrar efectos cuando el
iento o de una requisa personal o ins-
is. Se trata de una facultad amplia, puede que
las garantías individuales, ya que se elimina el límite infranqueable
udiable operación de pesca. Ya había tenido

se ha ampliado hasta diez (10) horas.


iones radica en hacer ingresar, con algunos
,la espontáneapolicial de mal recuerdo.
e trata de conservar los elementos que permitan reconstruir la materialidad del
e individualizar a los eventuales responsables y a quienes puedan ser testigos,
ar a estos últimos (incs. 2", 3', 6", 7' y 8O); practicar reconoci-
e de expertos (inc. 4"); efectuar ciertos allanamientos y requisas
oerción (inc. 9") tal cual lo dispone el art. 120.
emls, la recepción de la denuncia conforme a lo dicho en el

nes pueden ser susceptibles de limitar o res-


damentales -incs. 3", 5", 6" y 8'-, devienen admisibles
ediatos para poner freno a los excesos (Ley
. Si se coartasen resultarían impunes muchos delitos sin
la protección de aquéllas2"*.
El inciso loconfigura, según un buen sector de la doctrina y de la jurispru-
ceso penal al canalizarse a través
fiscal. No compartimos este criterio,
ficaz para acotar la investigaciónjudicial y

b) El inciso 3 O autoriza el arresto aunque no se den las circunstancias para la


tención (art. 281)210.Determinar si el personal policial actuó conforme a derecho

20' CCC, sala 1, DI 2001-3-186, f. 17 218, con pulcra disidencia de Donna, CFed Gral Roca, DI
2000-3-1043, f 16 292
CCC, ED 130-361, f. 41.120.
m Conf. ÁBALOS, Código,..,ps. 414 y 437; en esta última se afirma que la comunicación al ma-
o inviste "...a la jurisdicción de dar inicio y proseguir la investigación de la causa, evitando que
proceda de oficio conforme lo determina el art. 195".
TOC nro. 7, LLdel261311999, f. 98.518, o DJ 1999-1-1046, f. 14.030.
314 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 184

puede respaldarse en la actitud asumida por los imputados luego de que aquél se
identificara2".
La Gendarmena Nacional tiene esta atribución que se extiende --en forma im-
plícita- a la facultad de efectuar secdstros que, cuando se trata de contrabando y
tráfico ilícito de estupefacientes, comprenden no sólo las cosas que puedan servir
como medio de prueba sino las sujetas a
c) Los exámenes técnicos -inciso 4"- no se subordinan a las exigencias im-
puestas por el Capítulo V, Título 111 del Libro II2I3.Resulta obvio que el tribunal
puede no conformarse con el croquis agregado a la actuación de los preventores y
ordenar directamente la inspección214. La CNCP, sala 1, ainerita válido un secuestro
cumplido por el personal preventor durante un registro ordenado por el juez al in-
terpretar que resulta equiparable a la comprobación de un delito flagrante; con más
respeto por las garantías individuales se razona también que la validez fluye de la
obligación para los empleados policiales de hacer cesar la comisión del delito que se
estaba perpetrand~~'~.
En rigor de verdad no se trata de peritajes; al volcarse en actas pueden ser leidos
diirante el debate, aunque no tendrán el valor asignable a aquéllos216.
d) En cuanto a los allanamientos del inciso 5", puede excusarse el aviso esta-
blecido en el art. 226, párrafo segundo, si la actividad no es más que una inspección
limitada a los lugares cuyo acceso a terceros no se encuentre restringido. En cuanto
a la requisa personal, resulta menester la previa orden judicial fuera de los casos
de urgencia; si preexisten fundamentos razonables, apoyados en previas tareas de
inteligencia conocidas y ordenadas por el juez y de consuno a las circunstancias del
caso, resulta válida la requisa2I7;también es eficaz el allanamiento si el único óbice
nace de la nocturnidad y la falta de conformidad del moradorz1*.La regularidad de
la requisa puede derivarse de las atribuciones concernientes al carácter específico
de las funciones asignadas a la prevención -Banco Central-, según ocurre con
la ley 19.349 y decreto reglamentario 457511973, respecto del delito de contraban-
do y tráfico ilícito de estupefacientes219;también si se originan en el art. 119 del
Código Aduanero, que habilita la identificación y registro de personas sin orden ju-
dicial cuando existan sospechas de la comisión de algún ilícito de ese tipo220.Ambas
labores, una vez cuniplidas, requieren inmediato aviso al órgano judicial compe-

"' CCC, sala V, JA 2001-111-756.


"2 CNCP, sala 11, DJ 2000-1-154, f. 14.933.
"j TOC nro. 10, 241911993, "Álvarez", JA del 261411995, p. 54; la impecable disidencia de la

doctora Goscilo puntualiza que la disconformidad expresada en forma tempestiva (art. 170) pone en
crisis el acierto de la mayoría.
"VEDERIK, "El abogado en el juicio oral", LL del 241211994.
SJP, LL del 221311995, f. 92.990.
Conf. MANZMI, Tratado..., t. 111, p. 399.
"' CCC, sala VI, 71611996, "Soraire, Francisco", JA del 21411997, p. 87.
CF La Plata, sala 111, JA 1995-IV-547.
'le CNCP, sala 11, JA 1996-1-493, o ED 166-311, f. 46.975.'
CNCP, sala 111, LL del 281411997, f. 95.284, con nota de CORVALAN, "Ausencia de orden
judicial en una requisa aduanera", o JA del 231411997, p. 41, c. "Carreño Roca, Jorge", del 71311996.
84 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY
DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

22i. Por propia iniciativa la requisa sólo puede practicarse por los preventores
hay motivos vehementes para presumir que el sujeto lleva sobre su persona
tiles para la investigacióii -"motivos suficientes" mentados por el art. 2 3 0 -
siempre que una razón de urgencia aconseje no postergar el acto: la fuga portando
na bolsa de apariencia equivoca la autorizazz2;en vez, no lo autoriza el mero deam-
nlar por un sitio y se subraya que las razones de urgencia deben surgir claramente -
la sentenciazz3.Determinar la urgencia exige no aferrarse a su literalidad; sus
'taciones no deben trabar el desempeño de los poderes atribuidos al Estado en
umplimiento de sus fines del modo más beneficioso para la comunidad. Por eso
e estimar fundada la requisa si se originó en la exhibición de una credencial cues-
nablezZ4o se produjo a raíz de un presuroso desplazamiento por la zona bancaria,
circunstancias de mirar continuamente hacia atrás225;lo que está vedado es actuar
mo agente provocador del delito, aspecto descartable si aparece cometido con
ridad a la inspección226.
abe ensamblar con la pauta del inciso anterior en cuanto fija un limite al es-
ecer: "Si hubiera peligro de que cualquier demora comprometa el éxito de la
vestigación ...", finalidad no siempre exigiblezz7.
Los motlvos suficientes, mencionados por el art. 230, sustentan la urgencia de la
ación prevencional, pues si no se tienen para sospechar la existencia de objetos
osos y para temer su desaparición, no podrían justificar la requisa; en vez,
en y eso ocurre cuando se produjo sorpresa en flagrancia, a horas de la madru-
ugar escasamente transitadoz2*.Se subordina a la existencia de motivos
s para presumir que el sujeto lleva sobre su persona cosas útiles para la
ón y la razón de urgencia que aconseje no postergar el acto, aunque la
licial debe sustentarse en algún dato objetivo (por ejemplo, la conducta
1 imputado tendiente a extraer un armazz9;la policía tiene derecho a revisar a una
rsona detenida -más vale, aprehendida- con el objeto de verificar que no esté
adaz30.De ahí que no se cubran estas exigencias si se aduce nerviosismo ante la
cia policial por carecer de documentos a los fines de la identificación; la sos-
del preventor en torno a la actitud del imputado puede dar pávulo a su identi-
cación, su traslado a la seccional policial a esos fines y establecer si está armado,
ninguna forma admitir que así pueda abrirse una investigación criminal,

22' CF San Martin, sala 1, LL del 201911993, f. 91.610; empero, como el misino tribunal lo reco-
e, no es fácil determinar cuándo la urgencia es real; deben examinarse, con pulcritud, las circuns-

CNCP, sala 11, "Barbeito", JA 1995-1-581.


Z23 CNCP, sala 11, ED 184-1193, f. 57.
''' TOC Fed. nro. 9, DJ 1999-2-571, f. 14.262.
CCC, sala VII, DJ 2000-3-902, f. 16.244, o LL del 221912000, f. 100.949.
CNCP, sala 1, LLdel3011012000, f. 101.096.
CF San Martin, sala 1, con un importante estudio en tomo a las facultades de Los preventores,

TOC Fed. Mendoza nro. 1, DJ 1997-2-1118, f. 12.084, o JA 1999-1-615; conf. ÁBALOS,


Có-

229 CNCP, sala IV, LL del 61612003, f. 105.601..


"" CCC, sala IV, LLdel2611211997, f. 96.543, o DJ 1998-1-595, f. 12.649.
316 ACTOS DE LA P O L ~ C ~JUDICIAL
A Y DE LAS F%RZAS DE SEGURIDAD Art. 184

cuando ningún delito había sido denunciado o ningún indicio vehemente existía para
presumirloz3'.
Cabe evitar formalismos rituales en los casos de flagrancia que devienen dis-
funcionales aunque se trate de salvagui$dar garantías individuales232.
Empero el razonamiento que lleve al funcionario a derivar la inferencia de que al-
guien ha cometido un delito debe ser explicitado en forma completa y surgir de pautas
objetivas que así se reflejen; es preciso desechar fórmulas vagas o estereotipadas que,
más allá del caso concreto, pueden aplicarse a una cantidad infinita de situaciones, ya
que así no se apoya racionalmente una argumentación233;la requisa resulta inválida si
se sustenta tan sólo en el simple hecho de encontrarse temprano en un lugar público
y, declarada la nulidad, cae el secuestro de material estupefaciente, consecuencia del
acto El acierto de la intuición funcional del preventor -confirmado por' el
resultado positivo del registr* no es suficiente para justificar la orden policial, pero
resulta razonable la identificación de personas si se verifican datos c o a d y u ~ a n t e sEn
~~~.
vez, para la CNCP, sala 1, la nulidad de la requisa policial no puede derivarse de que no
se haya dejado constancia en el acta de las razones de urgencia que permitieron obviar
la orden judicial236.Si no existen circunstancias que autoricen la intervención policial,
no es legítima la detención y la posterior requisaz3'.
Sólo excepcionalmente puede ser practicada requisa por la fuerza de seguridad,
requisito referihle a la justificación del acto y a tal fin es importante saber sobre qué
elemento de juicio se determinó el cstado de sospecha; dicha circunstancia debe
existir en el momento mismo en que se produce la interceptación en la vía pública,
pues es allí cuando la policía debe tener ya razones suficientes para suponer que una
persona esté en posesión de elementos que demuestren la comisión de un delito; no
puede quedar validada por su resultado238.No obstante, la CS239como la CNCP, sala
IZ4Oy sala 111 24i,relevan del apego estricto al rito, cuando la culminación de la tarea
resulta exitosa para la persecución; este criterio -convalidar la omisión de recaudos
garantistas por el resultad* encierra un ingente riesgo. Si medió orden júdicial

2" CCC, sala IV, JA 1998-11-513, con disidencia de Navarro, para quien el solo hecho de pomr
un destornillador y pinza convalidan la diligencia por ser instrumentos utilizados para la comisión de
delitos. Este último criterio parece alterar los términos de todo el discurso procesal penal: no se inves-
tiga a personas sino hechos endilgados a personas.
2" CNCP, sala 11, SJP, LL del 221311995, f. 92.985, o JA del 171511995, p. 35, c. "Gutiérrez,
Víctor W."; id.,id.,deriva los motivos bastantes del arresto si se puede ponderar indicio o sospecha, LL
del 281712000, E 100.625.
""3 Cap., sala 1, ED 168-251, f. 47.273; id., id., ED 170-111, f. 47.531.
2'4 Id.,id.,DJ 2000-1-552, f. 14.645.

TOC nro. 6, LL del 261311999, f. 98.517; aunque admite una extensión que va más allá de lo
autorizado a raíz de una peculiar inteligencia del afi. 285.
JA 1996-IV-445.
CNCP, sala 1, LL del 2811111997, f. 96.391, o DJ 1997-3-1122, f. 12.504; id., id.,LL del
2611211997. f. 96.537.
2" TOC Fed. Paraná, LLdel 301311998, f. 96.893, o DJ 1998-2-108, f. 12.854.
23"D 141-443, f. 43.247; SJP, LL del 251412003, f. 105.403; LL del 21612003, f. 105.583.
JA 1996-IV-444;id,id.,LL del 291512000, f. 100.312; CNCP, sala 1, JA 2001-311-749.
2" ED 167-470; f. 46.592.
184 ACTOS DE LA P O L ~ C ~JUDICIALY
A DE LAS FUERZAS DE SEGUR~DAD

ra requisar y extraer placas radiográficas, pudo cumplirse la requisa, pues er


nte en atención a las circunstancias acreditantes de la sospecha242.
Esta atribución conferida a los preventores es excepcional y requiere ext
s cuidados: así, cuando no se puede determinar si la intersección d
fue precedidade la sospecha--sino que se origina a partir de ese acto-, mal pue-
e hablarse de flagrancia, pues el hecho ilícito no resultaba ostensible y fue posterior -
n acto de coerciónz43.
e) Toda clausura dispuesta por una autoridad administrativa -inciso 6'- se
pedita al posterior control
f ) La facultad para interrogar a los testigos -inciso 7 0 , con observancia de
s formalidades de la instrucción, no le resta "...validez y eventual eficacia proba-
ria a las declaraciones obtenidas a través de ese interrogatorio"; por ende, pueden
corporarse al debate mediante lectura24s.Es que los dichos del personal policial
preventor no pueden ser invalidados si no es con prueba concreta que acrediten su
testimonio246.En vez, Donna y Maiza consideran que el testimonio prestado en
policial "...no puede ser incorporado al debate en forma directa mediante lectu-
. 391), como tampoco ser considerado en la sentencia""'. En sentido similar,
Á b a l o afirma
~ ~ ~ ~que por tratarse de actos preprocesales no pueden ser recogidos en
el debate y dice: "Los actos ante el juez de instrucción son los únicos que pueden
ingresar a é1"249;recuerda un precedente del TS Córdoba que contradice aquel tem-
peramento, pues se resuelve no crear una inhabilidad o incompatibilidad no admiti-
da por la ley, ya que si se hace posible el testimonio de menores, amigos íntimos o
enemigos de las partes, no parece razonable rechazar el testimonio prestado ante la
revención, siempre ponderable a través de la libre convicción o sana crítica. Antes
o a colación otro en que se calificó de prueba ilegal al testimonio de un policía
que habría interrogado al imputado como elemento de convicción, si bien recuerda la
opinión de Clariá Olmedo en cuanto a la cautela con que debe apreciarse dicha prue-
baZs0.Si se cuestiona la espontaneidad de las manifestaciones vertidas por el imputa-
do, cabe descartar la declaración testimonial de los preventores para respaldarla^^^'.
Aunque, salvo situaciones excepcionales, es improcedente el cuestionamiento de los
dichos de testigos en sede policial no ratificados judicialmente; tienen pleno valor
convictivo y pueden resultar útiles a la hora de sustentar una sentenciaz5'. Criterio
censurable a partir de lo resuelto por la Corte en el caso "Benítez"zs3.

2'2 CNPE, sala B, LL del 181311999. f. 98.469; aunque si resulta dudoso no fuera necesaria la
previa decisión del magistrado; id., id., JA 1999-11-599.
CNCP, sala 1, Bol. Primer Trimestre 1999, LL del 61112000, r. 2653.1, c. 21 13.
CS. ED 159-397, f. 45.952.
TOC nro. 2, DJ del 241511995, f. 93.090, con nota de PALACIO.
24WCC,sala 1, SJP, LLdei 281411995, f. 93.100.
Código..., p. 207.
Código.,.,p. 41 6, para los exámenes técnicos -inc. 4 0 , y p. 422, para los testigos.
"* Op. cit., p. 425.
Op. cit, ps. 4261430.
"' CCC, sala IV, JA2000-1-173, índice, nro. 6.
'IZ CCC, sala V, LL del 2411012001, f. 102.795.
Fallos 329:5556.
318 ACTOS DE LA POLIC~A
JUDlCtAL Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 184

Si falta la firma de los testigos, se infringe el art. 138 y no se puede incorporar


por lectura en el debatezs4.Ver comentario al art. 391.
g) La posibilidad de aprehender +inciso 8 - tiene como límite el establecido
por el art. 5', inc. lo, del dec. 33311958, ratificado por ley 14.467, según redacción
conferida por ley 23.950. Por ende, fuera de los casos establecidos en el Código
salvo que "...existan circunstancias debidamente fundadas que haganpresumir que
hubiese cometido o pudiese cometer un hecho delictivo o contravencional y no acre-
ditase fehacientemente su identidad", ninguna persona puede ser privada de su liber-
tad por más de diez horas por las autoridades policiales (conf. art. 5', inc. lo,
La conservación del principio constitucional que requiere orden judicial para detener
protege -a contrario--- las situaciones en las cuales no media urgencia para llevarla
a cabo; deben reunirse dos requisitos: a) que el sujeto destinatario haya realizado o
esté realizando una acción tipificada como delito, y b) existencia de razones indicati-
vas de que la aprehensión debe llevarse a cabo con urgencia -sea por necesidad de
proteger bienes o asegurar la prueba y la persona del imputad+, recaudos deduci-
b l e ~de datos objetivos y que deben hacerse explicitos por quien realizó la privación
de libertadzs6.
Por aplicación del Código anterior, la CS admitió la actitud sospechosa como
causal de detención de personasz57.Al comentar el fallo, opina Morillo que quien
opina debiera reformularse el criterio "...sobre bases más extensas y seguras que
instalen, en un nuevo punto de equilibrio, la relación libertad personaVdefensa de
interés general en los tiempos de 'mafias y crimen organizado..."', y advierte se des-
conoce un dato básico en punto a que los derechos humanos "...constituyen piezas
esenciales de la sociedad democrática..."; por ende, privar de libertad a cobijo de la
actitud sospechosa "...es un riesgo cierto y real que delimita y constriñe a la libertad,
es decir, al contenido de esa garantía".
En ejercicio de esta atribución, la policía puede detener la marcha de un vehicu-
lo a fin de verificar la identidad de quienes viajaban y los datos del automotor; si en
esas circunstaucias se advierte marcado nerviosismo, gritos, negativa de descender
y se avistan armas, es posible cumplir la prevención, en los términos del art. 5' del
dec.-ley 33311958 antes citadozs8.El art. 230 bis, último párrafo, autoriza la inspec-
ción de vehiculos en operativos públicos de prevención.
El control selectivo cumplido por la autoridad aduanera, sin específica sospe-
chay dentro del marco de sus facultades, no configura imputación; por ende, resulta
innecesario advertir los derechos inherentes a dicha calidadzs9.
Al resolver el caso "Tumbeiro", la Corte Suprema considera válida y legítima
la demora para identificar, así como la posterior requisa y secuestro de drogas, si el
imputado fue interceptado en actitud sospechosa -conducta evasiva, nerviosismo,
comportamiento y vestimenta desusados para la zona, justificación imprecisa de su

2 ' ~ ~ "Un~ caso ~ de ~ salvataje


~ o judicial",
, LL del 211711999; el autor indica, en tal sentido,
otros reparos --distingo entre recibir declaración testimonial e interrogar a los testigos- apinables.
2i5 TOC nro. 7, LL del 81211994, f. 91.935.
TOC nro. 23, LL del 28/9/1998, f. 97.876, con disidencia, con nota de SANDRO, "Sindrome..'', cit.
2s7 LL del 261311999, f. 98.513, con nota de MORILLO, "La 'actitud sospechosa'como causal de
detención de personas".
258 CNCP, sala 1,51311999, Bol. Primer Trimestre 1999, r. 2643.1, c. 2101, LL del 31112000.

lS9 CNPE, sala A, LL del 231411999, f. 98.638, con disidencia de Hendler.


84 ACTOS DE LA POLIC~ASUDlCIAL Y DE LAS PUERZAS DE SEGURIDAD

nmediatainente su arresto al juez. La policía tiene como


1delito, no advitiéndose si hay irregularidades -según
que menoscaben el debido proceso legal o atenten contra la doctrina por la
no pueden aprovecharse las pruebas obtenidas con desconocimiento de las ga-
el Alto Tribunal, dicha demora no comporta detención
e flagraucia para ajustar al art. 18, CN, pues se funda-
ra investigar por iniciativa propia y prevenir los delitos
Ley Orgánica Policial, dec.-ley 33311958, texto según

Al comentar el caso, Luis M. Garcia utiliza un epígrafe muy elocuente260y


s internacionales sobre derechos humanos, incorporados
la CN por el art. 75, inc. 22, coiicluye que la Policía Federal está autorizada a
entificar personas. Empero, la negativa a acceder por el particular no puede ser
fundamento para justificar su detención para cumplirla; privar a la persona de su
libertad requiere la reunión de otros presupuestos adicionales tales como indi-
cios generales de comisión de un delito o contravención (art. 5', inc. lo, según ley
50), flagrancia (art. 284, incs. 1" y 49, indicios vehementes de culpabilidad
miento de que es un prófugo a quien se busca para su cap-
ible peligro fisico o psíquico que justifiquen su internación
482, CC, y ley 22.914, arts. lo, inc. c], y 3'), etc. Concluye
insuficiente, a juicio de la policía, o la imposibilidad de
to hábil o la negativa o rebeldía a hacerlo, no constitu-
yen un supuesto de hecho que habilite a conducir a la persona a la comisaría para
proceder a tal tarea. Destaca que los casos del art. 284, la flagrancia o los indicios
vehementes de culpabilidad, son elementos objetivos que permiten formar un grado
de convicción superior a las circunstancias debidamentefundadas de la ley 23.950.
Es que aquéllas autorizan una imputación penal. No puede menos que compartirse
su convicción de que para resguardar la tranquilidad y el orden público (art. 4',
inc. lo, Ley Orgánica de la Policía Federal) y prevención en la persecución de los
delitos (art. 183), deban considerarse autorizadas restricciones de libertad fuera de
los casos específicos previstos en dicho cuerpo normativo.
h) Inc. 9". Requerir significa tomar la iniciativa; se trata de un inquietante infi-
nitivo cuya liminar acepción trasunta una cruda manifestación de coacción estatal:
intima? avisar o hacer saber una cosa con autoridadpública. Si uno se ciñe a la
cupación se pasa al azoramiento, pues vale tanto como

Tamaño desliz semántico exige adecuar su comprensión a las garantías consti-


cionales en juego: nada menos que la prohibición de autoincnminarse, conforme
lo explicita el texto del art. 18, CN, y lo refuerzan los arts. 8', ap. 2, g. del CADH, y
14, ap. 3, g., del PIDCP (art. 75, inc. 22, CN).
No hay duda de que la actual redacción tiene cierto parentesco censurable con
el hábito de documentar declaraciones espontáneas recibidas por la policia.

2" "Dime quién eres, pues quiero saber en qué andas. Sobre los limites de las facultades de la
policía para identificación de las personas. Los claroscuros del caso 'Tumbeiro"', LL del 1911212002,
comentario al f. 104.922.
Dicciona~iode la Lengua Española, Espasa-Calpe, Madrid, 1992, p. 1260, columna 3'.
320 ACTOS DE LA POLICÍA JUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 184

Otro matiz generador de complicaciones se registra cuando se impide docu-


mentar las circunstancias relevantes y su ulterior ingreso al debate. Si bien resulta
explícito que la tarea fedataria no puede alcanzar a las manifestaciones del imputado,
carece de la misma diafanidad concl&r si comprende también a los dichos de los
preventores que los percibieron. La CCC, sala IV, acepta el conocimiento de los pre-
ventores aun si derivan de orígenes reservados, para orientar la investigación aunque
les desconoce valorprobatorio de cargo; de manera que se descarta la declaración
testimonial del preventor si aquellos dichos no trasuntan espontaneidad en las mani-
festaciones, sino que resultan materia de preguntas y reconvencioues. En el escolio,
dice Superti que cabe priorizar la declaración del imputado como verdadero medio
de defensa y no de investigación y, en frase feliz, señala que es inadmisible "...dejar
entrar por la ventana lo que no puede entrar por la puerta "262. En sentido coinci-
dente, se ha sostenido que las conversaciones entre imputado y la policía son válidas
si se realizaron dentro de la actividad cautelar y preparatoria que la ley ordena y
ocurrieron en el contexto de los inevitables encuentros iniciales entre los preventores
y sospechosos y de las primeras preguntas destinadas a esclarecer la situación, sin el
menor indicio de coacción o de intimida~ión~~'.
Resultará dificil obturar el acceso al debate del ingreso de las manifestaciones
del sospechoso. La experiencia común indica que gravitara eu el ánimo del juez
-como manifiesto indicio de responsabilidad- el éxito de las diligencias practi-
cadas a consecuencia de los dichos del imputado. Aunque el buen juez distinguirá
entrehente -proveniencia del dato- y medio de prueba --posibilidad de evaluar
el elemento convictivo incorporado-. Con todo, descartar la meritación adversa al
sospechoso de la información suministrada resultará tarea ímproba.
i) Inc. 10, primer párrafo. No alcanza a los funcionarios del organismo fiscal
-entonces DGI-, quienes actúan dentro de atribuciones legales2@.
Comienza con una rotunda prohibición a conceder a los preventores la fosibili-
dad de recibir declaración al imputado2fi5; sólo se les reconoce la facultad de formu-
larles el interrogatorio de identifica~ión~~~, hacerles saber que pueden ser asistidos
por su defensor de confianza y abstenerse de declarar sin que ello pueda meritarse en
su contra (ver arts. 197 y 205, párr. 3").
En cuanto a la nultdad (arts. 166,167, inc. 3", y 168, párrafo segundo), es abso-
luta; resultará admisible el recurso de casación por inobservancia de la ley procesal
(art. 456, inc. 29, sin necesidad de formular reserva y, eventualmente, el extraor-
dinario federal (art. 14, inc. 3", ley 48), por afectación del art. 18, CN, atento a la
naturaleza del acto (ver introducción al Capítulo 111del Título IV).
Recibir manifestaciones autoincriminatorias es actividad que, por estricta ob-
servancia de garantías constitucionales, debe quedar reservada al marco jurisdiccio-
nal en las condiciones y dentro de las formalidades establecidas; aceptar otra tesis
equivale a degradar el derecho de defensa y la seguridad jurídica del imputado2".

LL del 251911997, f. 96.028.


263 TOC nro. 8, LL del 191211999, f. 98.376.
CFed. Rosario. LL del 141112000. síntesis, f. 11211 del 26/4/1999.
ST Córdoba, JA 1988-1-141; incluso se cuestiona la validez de la declaración prestada en sede
policial (CCC, sala IV, DI 2001-3-697, f. 17.419).
Juzg. Nac. Coni NO. 1, "Fuentes, David y otro", JA del 141411993.
CF San Martín, sala 1,221811994, "Bideman", JA del 101511995, p. 62
84 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

Auiiqiie regia el C'ódigu viejo, un itiiponante precedente de la <:S ciceptii cluc la incra
coniuiiicaciiiii de iin dato del itnputado al pcrsoiial poli~ial,eii la ~nedidaque no sea
~rodiictode coacción, no es un indicio desechable en la in\~csiigaciúiicriniirial?". €11
a, también durante la vigencia del Código derogado, sa6o que exista ulterior
ación judicial, pues aceptar la declaración del imputado ante la policía atenta
incipios de arraigo constitucional y es inconvalidable pues, genera nnlidad-

uando se ha alterado el orden del acta en que se recogen las interrogaciones


radas a los preventores --en el caso, la individualización del compareciente pre-
'6 a la lechira de los derechos acerca de la proposición de defensor- no se quita
or al instrumento, pues la mera inversión no afecta derecho alguno del imputa-
70. Queda cubierta la exigencia de anoticiar sobre la proposición de defensor ann-
no pueda coinunicarse al profesional, circunstancia determinante de no haberse
cado otro abogado27'.Es imprescindible atender a las atribuciones perquisitivas
ganismo que cumple la prevención: si se trata de la Aduana, el inicio del proce-
nto surge recién con la presencia del Corpus del delito de contrabando; recién
ntonces deben leerse al imputado los derechos incluidos en este segundo párrafo

La prohibición estricta no va más allá de recibir formal declaración indagatoria


imputado, pues es actividad privativa del juez instructor (arts. 213, inc. a], y 294,
pto en el caso del art. 212 bis); su inobservancia impide que el acto pueda ser
tado en el Empero, no significa que les esté vedado recoger cualquier
anifestación del aprehendido como sospechoso y llevar "...a cabo las diligencias
ne corresponda..." (ari. 184, inc. 3°)274.Resultaría un sarcasmo que en el caso de un
elito permanente, como es el secuestro extorsivo (art. 170, CP), los preventores se
sentendieran del dato espontáneo proporcionado por el aprehendido (art. 184, inc.
O) y se abstuvieran de poner fin al delito, con olvido de la imposición del art. 183275.

Con algún reparo -pues el caso no posibilita percibir razones de nrgencia-


uede admitirse que si no ingresó el dato a través de una declaración recibida por
licia, sino como una manifestación del encartado acerca del origen de la cosa
o del delito, "...no violenta derecho constitucional alguno, el hecho de que el
preventor hable con el prevenid^..."^^^; con los mismos límites puede aceptarse que
la autoridad policial utilice manifestaciones del aprehendido para ahondar la inves-

268 1411011992, "Cabral, Agnstín", JA 1993-111-288, pronunciamientos similares en LL del


22/7/1994, f. 92.355, y SR, LL del 221311995, f. 92.983; conf. CF Cap., JA 1994-IV-125; id., CF Men-
doza, sala A, SJP, LL del 261511995, f. 93.201.
269 CF San Martín, sala 11, JA 1994-IV-132, o LL del 301911994, f. 92.559; también CF La Plata,
la 111, JA 1994-1V-327, aunque va un poco más allá al afirmar -con acierto- que las nuevas normas
ocesales más favorables al starus libertalis del imputado se aplican a los casos pendientes y desecha,
categóricamente; un secuestro efectuado a raíz de una "manifestación espontánea" ante la autoridad
preventora por resultar violatoria tanto de la CN como del CPP; id., sala 111, JA 1994-IV-76.
"'O CCC, sala V, JA 1995-111-566; id., sala 1, ED 168-126, f. 47.245.
'" TOC nro. 3, LL del 161311994, f. 92.013.
TOPE, ED 152-349, f. 45.025.
'" ST Comentes, JA 1987-111-365.
'" CNCP, sala 111, ED 170-533, f. 47.629.
En sentido similar Eow~ms,"Las manifestaciones espontáneas del imputado en el nuevo
Código Procesal Penal de la Nación", JA del 14lIVl1993.
CNCP, sala 111, 161811996, "Spikerman, Oscar", c. 734, reg. 227196.
322 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIAL Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 184

tiga~ión~'~. En las declaraciones extrajudiciales es menester separar todo lo que im-


plique incriminarse o facilitar, por el reo y bajo presión, medios probatorios en su
contra, de aquellos otros tramos que de:iven hacia terceros la averiguación en curso
o que no le generen al prevenido algúntperjuicio adicionalz78.
La Corte Suprema, en referencia al Código anterior, aceptó los datos brindados
por el imputado al personal preventor, sieinpre que no medie coacción; al comentar
este fallo, Alejandro Carrió considera un sin sentido pedirle a la policía que se tape
los oídos o mire para otro lado cuando escucha cosas útiles para esclarecer los he-
chos; no sin fundamento teme que se disfracen de espontáneas y propicia incorporar
las exigencias de la Corte de los Estados Unidos de América expuestas en "Miranda
vs. Arizona": cargar al Estado la prueba de que el imputado renunció a permanecer
en silencioz79.El citado precedente del tribunal americanozs0es cuestionado en dicho
país por una corriente tradicionalista; lo tildan de representar un liberalismo salido
de cauce y protector de los delincuentes a costa de las víctimas. Al extremo de que
ha llevado a anular confesiones no obligadas de crímenes horrendos. Empero, en
réplica atinada, se censura esta tendencia por subestimar el peligro de la coerción
policíacaz8'. El problemase puso de manifiesto cuando la Corte Suprema de los
Estados Unidos de Norieamérica decidió el caso "Dickerson" el 26/612000282;se
ha apuntado que una mayoría conservadora pudo haber derogado "Miranda". Sin
embargo, episodtos cercanos y difundidos de uso policial bastaron para recordar la
continua necesidad de la protección establecida en aquel precedente, indicándose
que el Alto Tribunal no permitiría la derogación rncdiante ley de interpretaciones
sustantivas de la Constitución -sea que el Congreso busque limitar los derechos o
expandirlos-, pues el único camino para hacerlo reposa en una reforma constitucio-
nal. El pronunciamiento recayó ante una ley en cuya virtud las reglas "Miranda" no
debían ser requeridas sin más; se admitían declaraciones hechas por los sospecho-
sos, durante el interrogatorio, si habían sido prestadas volunfaviamente; este último
aspecto era el único que debería demostrarse y así se regresaba en evaluar eohfesio-
nes como se hacía antes de "Miranda"283.
La precedente transcripción pareciera clara señal de que las refonnas intro-
ducidas por ley 25.43428%o circularon por el mismo sendero, desconocieron los
distintos tramos de lo ocurrido en los Estados Unidos de Norteamérica y priorizaron
el otorgamiento de mayores atribuciones a los preventores.
La CNCP, sala 11285,tiene dicho que resulta inadmisible interpretar la garan-
tía de declarar contra si mismo de modo que conduzca inevitablemente a calificar
como ilegítimas las pruebas incriminatorias obtenidas del organismo del imputado.

2" CCC, sala IV, 271611995, "Carbajal, Rubén", c. 31 12.


CF San Martin, sala 11, LL del 26/3/1999, f. 98.514. En vez, va mucho más allá, pues admite
su recepción documentada, OROEIRA, "LOSinterrogatorios policiales en el nuevo Código de Procedi-
mientos en lo Penal (ley 23.984)", LLdel 11411993.
"'O LL del 5/5/1993, f. 91.291.
2so LLdel 171312000, f. 99.990.

2si Ver importante nota al caso de Yowo, "Uso y abuso del derecho a la 'advettencia Miranda"'.

LLde1 1511212000, f. 101.376.


BALL,"Las advertencias 'Miranda', el caso 'Dickerson'y la protección de los derechos en el
proceso penal", LL 2001-A-867, sección Doctrina.
'" BO del 191612001.
283 JA 1999-11-578.
ACTOS DE LA POLIC~ANDlClAL Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

s espontáneas vertidas por los prevenidos, lo que esta


Ivo las necesarias para constatar la
ro la ley no prohibe expresamente
iones de manera libre y espontánea.
n las considera simples indicaciones "...que para que
s ante el juez de instrucción en el-

eden ser recogidas, pues entonces el im-


ajustado sentido garantista se concluye
testimonial del agente preventor sobre
manifestaciones del imputado, si de los dichos del primero surge que no existió
ontaneidad, sino que fue materia de preguntas y reconven~iones~~~.
Se acepta la incorporación al juicio coino elemento de piueba del testimonio
los preventores acerca de las manifestaciones vertidas por una persona a la postre
haber sido sometida a interrogatorio,
1 límite Se establece al exigir que no
dato por el prevenido2q0.Sin embar-
Sta postura eiicie'rra un riesgo porque pareciera tolerar la autoincriminación ver-
e siempre por la CS291.Aunque no es
valor indiciario a los dichos del imputado formulados ante la prevención;
cable es considerarlos confesiones292.
explicación de que se autorice únicameiitezq3al juez para recibir declaración
stento en que, en el momento de la
a sobre el hecho allí incluido, por
implica su admisión jurisdiccional

n y en términos generales a la ley 25.434 Rodrigo Bor-


ipollone, quienes repudian la reciba el MP29G.
En senti-
onhario puede verse Orgeira2q7.

:'' "La tariilrid de Isi aiitoridadc$prcventura. rlc rectliir 13s dcclaracioiier cspunrineas voluiiin-
ri3s dc los ~rcveiliJ~>i",L L Aclunlid~ddel 20 10 1991.. . v 1
287 SJP, LL del 261611995, comentasio al f. 93.274, "Entidad probatoria de la confesión del im-
o vertida en sede policial".
CF San Martin, sala 1, JA 1995-111-529.
2R9 CCC, sala IV, LL del 251911997, f. 96.028, con nota de SupeRn, "¿Justicia vs. Garantias?".
CNCP, sala 11, "Centro, Roberto A,", LL del 51612000, f. 42.691-S o ED 186-242, f. 49.863, o
JA2000-11-665; TOC nro. 8, DJ 1999-1-670,o LLdel 191211999, f. 98.376.
Fallos 1;350; 227:63; 281:177, ver comentario al art. 296, acápite b).
CCC, sala V, LL del 121512001, f. 101.003 -aunque refiriéndose al Código anterior-.
"3 Nota del actualizador: esta afirmación se ve relativizada a partir de la incorporación del art.

Ver DIALBORA, "El relato del imputado en la ley nacional; la intervención del juez natural y
del defensor". ED 116-863.
-. ~ ' ,lrnpli:ir.i;iii dc las hciiltadci p,>licinlsi.,\spi~cluz~ncorisiitucioiialeide 13 le) 2 5 134, tnoili-
ii.'atoria dci C6di.u. Pii~cci.~l Pctial de la N~cijii".1.1. del 21 3 2bOI
"La recepción de la declaración indagatoria del imputado por parte de los fiscales y las exi-
gencias del art. 8-e la CN y los pactos internacionales", DJ 2001-3-425.
"' "La nueva ley que permite interrogatorios policiales", LL del 2711 112001.
324 ACTOS DE LA P O L ~ C ~JUDICIALY
A DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Ait. 185

La CNCP, sala 111, entiende que la falta de lectura de los derechos al imputa-
do al momento de su detención cumplida en sede judicial, omitida por el TOC, no
genera invalidez; añade que al hacer egectiva una captura anterior que el interesado
conocía, no se halla al amparo de aqitel resguardo que sólo apunta a los actos atri-
buidos a los preventores y de ningún modo se aplica a los supuestos donde participó
sólo personal judicial en el ámbito propio298.Sorprende siquiera suponer que pue-
den retacearse derechos cuando la actividad se cumple frente a un órgano que por la
CN tiene como primordial tarea vigilar el cumplimiento de las garantías (art. 116);
adolece de ligereza creer que el ambiente -audiencia pública conpena de banquillo
adosada- hace posible evitar tal formalidad.
j) El último párrafo del inc. 11 extiende las airibuciones a los auxiliares de los
preventores (confr. arts. 36 a 39, ley 24.050).
Se ha tolerado que las labores aquí enumeradas se cubran bajo el rubro tareas de
inteligencia, pues constituirían una metodología normal para averiguar delitos y sus
posibles autores; al punto que resultaría una actividad absolutamente esencial para
las fuerzas policiales y cuerpos de seguridad y a su vez forman parte integrante de las
funciones que en modo imperativo les asigna el art. 183299.Si no se altera la lógica
de la investigación -primero el hecho y después el i m p u ~ d o - podría
, admitirse;
sin embargo, se corre el riesgo de convertirlas en tareas perquisitivas dirigidas a una
persona y no a un suceso
A diferencia del Código derogado, en el cual los actos de los preventores po-
dían servir de mérito a una sentencia condenatoria300, el régimen actual sólo permite
sustentar una condena en la prueba producida o introducida vá
juicio oral (arts. 392 y 398, párr. 2", segunda oración).
Ver introducción a este capítulo y art. 284.
Art. 184 bis
Cuando se tratare de delitos cometidos por personas que tuvieran estado
militar y en el interior de establecimientos militares o bajo control militar, la
autoridad superior militar deberá notificar a la autoridad judicial competente
y tendrá las facultades y obligaciones previstas en los incisos 2', 3', 4', 8" y 9'
del articulo anterior hasta que se haga presente en el fugar la autoridad judicial
competente301.

Se le atribuye, a la autoridad militar, algunas de las funciones asignadas a los


órganos de prevención en el art. 184 (ver comentario a dicho artículo).

Secuestro de correspondencia: prohibición


185. Los funcionarios de la policia y fuerzas de seguridad no podrán abrir
la correspondencia que secuestren, sino que la remitirán intacta a la autoridad
judicial competente; sin embargo, en los casos urgentes, podrán ocurrir a la
más inmediata, la que autorizará la apertura si lo creyere oportuno.

lpS LL del 131112003, f. 104.886.


291 CNCP, sala 111, "Sufie, José M.", JA 1999-1, síntesis, nro. 7.
Ioo CS, Fallos 275:423, o ED 31-845, f. 15.855.
'O' Texto según ley 26.394, BO del 29/8/2008. Según su art. 7", comenzó a regir el 261212009.
ACTOS DE LA POLIC~AJUDlCIALY DE LAS FUERZAS DE SBGURlDAD

Se trata de una noniia legal que dcriva del ~>riiicipiodc inviolabilidad de la


correspondciisia y los papeles privados, incluido coino garantia individual en el

te derecho no puede controvertirse cuando sea ilegalmente descubierto el


ento de acusación o prueba contra su dueño, porque será siempre suyo como
e su conciencia. El alto interés social por el esclarecimiento de los delitos
que se reconozca la facultad para ocupar la correspondencia o papeles que
datos o informes de ellos, admitiéndose sólo ejercer aquella facultad en
s o telegramas que se dirijan al acusado o por él a terceros, debiendo el juez
se de su contenido; si no tuviera relación con el proceso deberá devolverlos
interesado y, por el contrario, si existiese esa relación; tomar las notas que consi-
re nece~afias"~.Siempre debe mediar la sosaecha de comisión de un delito o de
rocedente Si no hay delito determinado, pues se
as por su modo de pensar, por sus actos privados y
03. La apertura debe ser realizada por funcionarios
s304.Al anotar este fallo, dice Bidart Campos305que cualquier dato obte-
la violación de este precepto -si la apertura y examen la practican
o son jueces- "...la ilicitud e inconstitucionalidad de esos procedimientos
por la doctrina del fruto del árbol venenoso- que cualquier dato obte-
ellos sea usado como prueba en perjuicio de quien fue afectado en su

sala 11, consagra, en forma implícita, la facultad de secuestrar co-


signada a los funcionarios de la prevención; conforme al ait. 138, y
ctos de imposible reproducción, deben ser asistidos por dos testigos

, inc. 2 O , de la CADH - c u y a jerarquía consti-


rt. 75, inc. 22', CN- protegen contra injerencias

municación y pro~edimiento~~'
6. Los encargados de la prevención, comunicarán inmediatamente al
tente y al fiscal la iniciación de actuaciones de prevención. Bajo la
del juez o del fiscal, según correspoudiere, y en carácter de auxiliares
formarán las actuaciones de prevención que contendrán:
ar y fecha en que fueron iniciadas.
s datos personales de quienes en ellas intervinieron.
s declaraciones recibidas, los informes que se hubieran producido y
de todas las diligencias practicadas.
luidas las diligencias urgentes, las actuaciones de prevención serán
al juez competente o al fiscal, según corresponda.

3"2 Conf. GONZALEZ, Manual de la Consliluciónargentina, Buenos Aires, 1971.


'O3 Juzg.Nac. 1" Inst. en lo Fed. nro. 5, ED 134-529, f. 41.839.
CF Cap., sala 11, ED 131-177, f. 41.237.
"Transgresioiies a la inviolabilidad de la coqspondencia epistolar y de los papeles privados"
'O6 CNCP, sala 11, DJ 2000-1-154. f. 14.933, o LLdel 2611111999, f. 99.606.
'O7 Texto según ley 25 434
326 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIAL Y DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 186

Las actuaciones de prevención deberán practicarse dentro del término de


cinco días, prorrogables por otros cinco días previa autorización del juez o fis-
cal, según corresponda, sin perjuicio de que posteriormente se practiquen ac-
tuaciones complementarias con ahellas diligencias que quedaren pendientes.
186308.LOSfuncionarios de la policía y fuerzas de seguridad comunicarán in-
mediatamente, al juez competente y al fiscal, con arreglo al ast. 176, todos los deli-
tos que llegaren a su conocimiento. Bajo la dirección de éstos, según el caso, en el
carácter de auxiliares judiciales, formarán las actas de prevención que contendrán:
lo) El lugar, día, mes y año en que fue iniciado.
2") El nombre, profesión, estado y domicilio de cada una de las personas que
en ellas intervinieron.
3") Las declaraciones recibidas, tos informes que se hubieren producido y el
resultado de todas las diligencias practicadas.
Las actas de prevención serán remitidas sin tardanza al juez que corresponda;
cuando se trate de hechos cometidos donde aquél actúe, dentro de los tres (3) días de
su iniciación, y de lo contrario dentro del quinto día.
Sin embargo el término podrá prolongarse, en este Último caso, en virtud de au-
torización judicial, hasta ocho (8) días si las distancias considerables, las dificultades
del transporte o climáticas provocaren inconvenientes insalvables, de lo que que se
dejará constancia.
a) El párrafo primero contiene los dos deberes que, coetáneamente, deben
cumplir los preventores, al tener noticia de la comisión de un supuesto delito: comu-
nicación inmediata y documentación de la actividad en orden a la pesquisa. La de-
mora en la transinisión no configura causal invalidante, salvo que dicha irregularidad
genere falencias en la adquisición y control de
Tal como se puso de manifiesto en la introducción al Capítulo 11, $1 juez no
puede, por su propia determinación, disponer el avocamiento, pues requerirlo es
.
atribución exclusiva del agente fiscal. No obstante.. los nreventores deben comunicar
iniiiediataiiieiitt. 3 ainbos la noticia del dclito. Debe entciidcrse, entonces, que el giro
"...la direcci6ii (le istos ..." indica que el juez solo podrá ordenar actividad prob~toria
(art. 194) una vez que haya admitido el requerimiento fiscal (ver comentario a los
arts. 180 y 188, pán: 2"). Igual sucede cuando los preventores deben anoticiar al juez
de algunas diligencias (art. 184, incs. lo, 2', 3", 5", 6", y 8'); su respaldo por el órga-
no judicial no significa abrir la instrucción porque el requerimiento fiscal también
deviene ineludible. Cabe puntualizar que con sustento en lo que se califica de "juego
armónico" de los arts. 186, 188 y 196 se considera prescindible el requerimiento
fiscal en estos casos. Sólo se excluye en los supuestos en que los preventores inicia-
ron su cometido en virtud de denuncia3I0;la CCC, sala V, encuentra a la prevención
o información policial apta para iniciar la instrucción por haber convalidado el MP
con su notificación a dicha modalidad promotora3". En esta línea de pensamiento se

"a Texto anterior.


CF San Martin, JA 1993-1-199, pese a que la resolución fue dictada durante la vigencia del
Código anterior, el temperamento resulta inobjetable.
CNPE, sala B, ED 159-144, f. 45.896; CNCP, sala 111, 101311994, "Veisaga", c. 58, r. 91, ED
162-755, puntos g, h, i y j .
"' ED 158-619, f. 45.857.
CTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD

la noticia se reciba a través de una Ilainada telefónica anónima, ya que


a como vehículo idóneo para abrir la prevención policial3'*. Más aún: en
pese a la urgencia invocada puede escuchar en indagatoria al apre-
el juez competente o el más próximo- sin abrir la insirucción previo
fiscal (art. 184, pán: 3").
es que la jtuisprudencia dominante acepta el criterio de tomar como -
válido a la comunicación mentada en este precepto3l3.
anto a las actas (incs. lo, 2" y 3', 1°párr.), deben ajustarse a las previsiones

ien la remisión del sumario prevencional en que se documenta la actividad


debe efectuarse al juez -"....sin tardanza ...'-, el magistrado tiene que
a opinión del MP, luego de su recepción (art. 188).
os plazos previstos en los párrafos segundo y tercero se computan en días
nf. arts. 116 en general, y 162 para la excarcelación). Se trata de un plazo

sala 111, estima que cuando las actividades investigativas fueron im-
s por la recepción de una misiva de los vecinos de la cuadra, no es necesario
con esta com~nicación~'~; no se alcanza a percibir el sustento de la excep-
y se da ingreso a una forma oblicua para obviar el cumplimiento de esta obliga-
evitar el controi judicial sobre los preventores.
cerca de los inconvenientes que puede acarrear la exclusiva iniciación por
miento fiscal, ver introducción al Capitulo,11.
26 de la Ley Orgánica del MP, 24.946, asigna a sus integrantes la direc-
iata de la prevención y les faculta a recibir declaraciones testimoniales;
es atribuye "ordenar la práctica de toda diligencia que estimen pertinente
lograr el desarrollo efectivo de la acción penal. A este respecto lapreven-
rá bajo su dirección inmediata ".

16. Los funcionarios de la policía o de las fuerzas de seguridad que vio-


siciones legales o reglamentarias, que omitan o retarden la ejecución
o'propio de sus funciones o lo cumplan negligentemente serán sancio-
o que se aplique el Código Penal, por el tribunal superior, de oficio
de parte y previo informe del interesado, con apercibimiento, multa
o con el art. 159 segunda parte o arresto de hasta quince (15) días,
-dentro de los tres días- ante el órgano judicial que corresponda,
o de las sanciones disciplinarias que pueda aplicarles la autoridad de
ependa la policía o la fuerza de seguridad de que se trate.
e articulo ha sido modificado por el art. 88 de la ley 24.121.

NCP, sala 11, JA 1996-11-551; DONNA - MAIZA,Código...,p. 213.


"' CNCP, sala 11, DJ 2000-1-153, f. 14.933; CNCP, sala 111, 22/9/1997, c. 1248, ED del
/1/2000; con cita de Clariá Olmedo, cuya invocación cuestionamos al comentar el art. 180, párr. 1";
del 13/7/2000, ED, DPPC, del 7/12/2000, f.148.
'" CNCP, sala 111, registro NO. 91, ED 162-755.
" "Suñé, José M.", JA 1999-1, síiitesis, nro. 10.
Texto según ley 24.121.
328 ACTOS DE LA POLIC~AJUDICIALY DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD Art. 187

a) Naturaleza jurídica
No se trata de sanciones procesales (ver comentario al art. 2O) sino de carácter
disciplinario. El precepto establece,yna suerte de concurso aparente o de leyes3I7,
en cuya virtud el principio de subsi'diariedad que despliega, neutraliza la potestad
disciplinaria judicial cada vez que resulte aplicable el Código Penal. Se trata de pre-
tensiones sustanciales diferentes --disciplinaria una y penal la otra-, de modo que
la solución legislativa no nos parece adecuada318.
Dicha potestad disciplinaria se ejerce pues la policía de seguridad desempeña
sus actividades como policía judicial (art. 39, ley 24.050).
b) Leyes especiales
El art. 9' de la ley 23.187 establece: "En dependencias policiales, penitenciarias
o de organismos de seguridad, deberán proporcionarse al abogado los informes que
éste requiera respecto de los motivos de detención de cualquier persona y el nombre
del juez a cuyo cargo se hallare la causa. Dicho informe deberá ser proporcionado
por escrito y por intermedio del funcionario de mayor jerarquía existente al momen-
to del requerimiento. No podrán establecerse horarios para evacuar tales pedidos, a
cuyo efecto se considerarán hábiles las veinticuatro horas del día. La sola exhibición
de la credencial otorgada por el Colegio es requisito suficiente para acreditar la con-
dición de abogado".
Por su parte, el art. 37 de la ley 24.050 puntualiza: "Los asistentes jurídicos de
la prevención se desempeñarán en las dependencias de la Policía Federal y los demás
organismos donde se labren sumarios de prevención o en aquellos que disponga la
CNCP, que podrá disponer los cambios y rotación de personal que estime convenien-
tes". A su vez, el art. 38, id., les asigna las siguientes facultades: "Sin perjuicio de
lo que disponga el reglamento respectivo, los asistentes jurídicos de la prevención
tendrán las siguientes funciones: a) Informar al juez de instrucción y al representante
del Ministerio Público Fiscal de todos los hechos delictivos cometidos en el ámbito
de su actuación. b) Practicar los actos de investigación que les ordene el juez de
instrucción o sus secretarios y, en su caso, los representantes del Ministerio Público
Fiscal, de conformidad con las normas del Cód. Proc. Penal. En caso de urgencia,
podrán adoptar las medidas cautelares imprescindibles con arreglo a lo establecido
en dicho cuerpo de leyes. c) Controlar la debida observancia de las normas relativas
a los derechos y garantías de testigos, víctimas e imputados y de toda otra persona
involucrada en la investigación, informando de inmediato al órgano judicial com-
petente en caso de que aquéllos fueren vulnerados. d) Brindar, con arreglo a la ley,
atención e información a los letrados que concurran al lugar donde desempeñan sus
funciones". Estas normas forman parte de las concernientes a la policía judicial.
La demora en elevar al juez instructor las actuaciones de instrucción no cons-
tituye vicio in procedendo, sino que debe analizarse sólo a través de las previsiones
de este a r t í c ~ l o ~ ' ~ .

(h), "El aparente concurso de leyes", especialmente Cap 111, apartado c),
" ' C o n f r D'ALRORA
LL 1990-B-1145
-1
M ~ t ~ ~ , D e r e...,
c ht.o1-B, p. 401, nota 442.
"'CNCP, sala 111, SJP, LL del 221311995, f. 92.987.
ACTOS DEL MiNISTERIO FISCAL

11 BIS^^'
CAP~TULO

ERZAS ARMADAS EN TIEMPO DE CONFLICTO


ARMADO Y ZONA DE COMBATE
187 bis. La autoridad militar en zona de combate podrá detener al -
Qel art. 240 bis del Código Penal sorprendido en flagrancia o al que
como autor o partícipe de la infracción, y lo remitirá de
disposición del juez federal competente.
raslado no fuese posible o no lo fuese en condiciones de seguridad
) días corridos a partir de la detención, el comandante de
un juez que se hallare en la misma, y lo pondrá a su dispo-

fecto, el comandante preferirá un juez federal o nacional y, a falta


ez provincial letrado. Preferirá también un juez con alguna com-
zona, pero si no lo hallare, bastará con que se halle en la misma
cir~unstancialmente~~~.

grancia, ver art. 285.

111
CAPITULO

ACTOS DEL MINISTERIO FISCAL

scal requerirá al juez competente la instrucción, cuando la


de acción pública se formule directamente ante el magis-
fuerzas de seguridad, y aquél no decidiera hacer uso de
erda el primer párrafo del art. 196.
que la denuncia de un delito de acción pública fuera re-
te por el agente fiscal o éste promoviera la acción penal de
si el juez de instrueción, conforme a lo establecido en el segundo párrafo
t. 196, decidiera tomar a su cargo la investigaeión, el agente fiscal deberá

El requerimiento de instrucción contendrá:


1') Las condiciones personales del imputado o, si se ignoraren, las señas o
mejor puedan darlo a conocer.
a relación circunstanciada del hecho con indicación, si fuere posible,
mpo y modo de ejecución.
indicación de las diligeneias útiles a la averiguación de la verdad.

apitulo incorporado por ley 26.394, BO del 29/8/2008.


'" Articulo incorporado por ley 26.394, BO del 29/8/2008. Según su art. 7 O , comenzó a regir el
330 ACTOS.DELMINISTERIO FISCAL M. 188

a) El primer párrafo contiene la fórmula ortodoxa de iniciación de la etapa


instructoria en un sistema en que prepondera el principio acusatorio. La vigencia
de este principio no es absoluta porque en el momento del juicio el presidente del
tribunal tiene numerosas facultades Autónomas de investigación que lo neutralizan
un tanto (arts. 356,357,378, párr. 2", 383,387,388,389,392 y 397).
El último giro remite a los supuestos en que el juez autorice o delegue en el
agente fiscal (art. 196) la investigación que le está directamente asignada (art. 194;
ver acápite e] de la introducción a este libro).
Si luego del archivo propiciado por el MP al momento del requerimiento se
aportaron nuevas pruebas, no es necesario correr nueva vista al
b) El párrafo segundo pone énfasis en advertir que la instrucción sólo puede
promoverse por requerimiento fiscal, Dues cuando el juez de instrucción resuelva
afrontar la investigación pcrsonalment~"...el agente fiscal deberá así requerirla".
c) La individualización del imputado no es esencial, pues no puede restringirse
la instrucción por la sola voluntad del órgano acusador; de ahí que es innecesaria
nueva requisitoria para instruir la causa respecto de otra persona323.De los elementos
integrantes del requerimiento -tercer párrafo- resulta esencial el indicado en el
inc. 2". Es la descripción del hecho la que señalar6 los límites a que debe ceñirse la
investigación (art. 195, pásr. lo, i n & ~ e ) ' ~a~ ;su vez, es la base y señala los lindes
de los episodios endilgables en la indagatoria (art. 299, pám lo), de los que pueden
acogerse en el auto de procesamiento (arts. 3061308) y en el requerimiento de ele-
vación a juicio (arts. 346 y 347, último párrafo). Se trata de un elemento esencial
del requerimiento fiscal de instrucción, porque respecto del imputado es valedero
propiciar la iniciación de la etapa preparatoria aun respecto de persona incierta325.
Así se circunscribe el objeto procesal y se limita la actividad jurisdiccional; si no se
cumplió con tal exigencia, las actuaciones resultan nulas324.Debe contenerlos datos
mínimos para estimar cumplido el deber de poner en movimiento la acción penal"I.
Marca con claridad aquellos extremos la CF San Martín, sala 11, al sostener
que la relación del hecho determina la estructura del objeto procesal; se fija así una
limitación objetiva al juez que no puede extender la gestión instructoria a otros su-
puestos, pues lesionana la prohibición de iniciación oficiosa328.
El dictamen del MP debe orientarse en algunos de los tres sentidos indicados
-requerir la instrucción, pedir se desestime la denuncia o bien se declare la incom-
petencia del tribunal- y no basta con que se limite a solicitar una medida de prueba;
su presentación resulta esencial para delimitar los hechos constitutivos del objeto del
proceso. La CNCP, sala 111, declaró la nulidad absoluta ante el apartamiento de tal
exigencia329.Tampoco cabe que, absteniéndose de describir los hechos, se pronuncie

l'' CCC, sala IV, DJ 2001-3.193, f. 17.226.


323 CCC, sala V, JA 2000-1-173, índice, nro. 20.
'>'CNPE, sala& 101211993,c. 33, f. 3, orden 12.477.
Iz5 CNCP, sala IV, ED 170.476, f. 47.613.
'16 CCC, sala 1, JA2000-1-173, Índice, nro. 9.

"'CCC, sala V, 151812001, f. 102.471.


JA 2002-1-784.
3 2 9 J n r o .4, ps. 51152.
ACTOS DEL MINISTERIO FISCAL

de los tres sentidos señalados; si así ocurre, el juez debe remitir las actua-
vamente al MP3j0.
Donna y Maiza, el principio general es que "...la prevención o informa-
ial excita la acción penal, sin necesidad de requerimiento fiscal". Más aún:
ente rechazan parte de la jurisprudencia que ha exigido, bajo pena de nu-
uerimiento fiscal para i n s e i r cuando en sede policial se ha recibido la -
3'; idéntico parecer es el de Abalos, quien quizás va más allá, pues asevera
comunicación al agente fiscal tiene sentido cuando el juez no actúa de
adviértase que la mera noticia habilitaría, según su opinión, la inme-
vidad judicial. En sentido acorde se acepta la adopción judicial de medidas
o cuando hay urgencia3'?.
dicho que una de las características de la instrucción es requerir estimu-
a iniciarse y que la única forma de observar ese imperativo del sistema
o es el requerimiento fiscal (ver acápite fl, de la introdiicción a este Libro 11).
de verdad, sc trata de ajusíar la labor del MP a la exigencia del art. 69. Se
mbién que la mayor parte de los tribunales no delimitan su proceder a ese
ento. No obstante, con buen tino se considera nulo lo actuado por la poli-
de orden judicial disponiendo "actuaciones complementarias", sin haber
ineludible impulso En vez, la CNCP, sala 1, acepta la altemati-
dos de dar inicio a la instrucción -requerimiento fiscal y prevención
u policial-; también la convalidación por el Ministerio Público de estas
c i a ~ i ó n Aquella
~ ~ ~ . labor de promoción se acepta, hasta donde se sabe,
era uniforme. Por eso se leen resoluciones donde se afirma que la prevención
idad suficiente para iniciar el proceso penal y toma innecesario exigir que
nmiento fiscal para que el juez se encuentre habilitado para conocer en la
bién la CNCP, sala III"', acepta el mero comunicado del hecho al juez
e la policía; discurre que coincide 1a actuación por prevención por iniciativa
en virtud de denuncia presentada ante ella -art. 183-. De ahí que el conte-
mbas modalidades sea similar, pues resultarán la base sobre la cual deberán
los futuros actos jurisdiccionales; salvo el caso de inodificarse el contenido
que cabe recabar el requerimiento del MP sobre lo no comprendido tanto en
rmación policial como en el sumario de prevención338.
na síntesis se sostiene que el ejercicio de la acciói~pública conferida al
ser absoluto, ya que se ha instaurado un sistema acusatorio mixto donde

CCC, sala 1,311311995,"Dasano", c. 2829

CF Cap., sala 11, LL del 1811211995, f. 93.861; CCC, salaVI, "Becerra, Mercedes", DJ 2001-
ien estima innecesario el requerimiento si la actividad del MP luego de alguna diligencia suple

del 28/9/1998, f. 97.876, con nota de SANDRO,


"Síndrome del maleaiite e

'" En el mismo sentido CF Cap., sala 11, ED 175-468, f. 48.406.


332 OBSTACULOS FUNDADOS EN PRIV~LEGIOCONSTITUCIONAL

la intervención del órgano requirente es exigencia dogmática ineludible y el tribunal


abandona su actitud pasiva recién cuando asume el conocimiento del hecho339.
El archivo sólo procede si el hecho atribuido no constituye delito o no se puede
proceder3'0. No corresponde supeditarlo
' a la espera de nuevas probanzas, regulación
no prevista en este régimen3".

1. El art. 6' de la ley 25.320 -sancionada el 8/9/2000, promulgada el 12/9/2000


y publicada el 131912000- derogó los arts. 189, 190 y 191 del Código Procesal Pe-
nal de la Nación (ley 23.984). Esta precisión, al ceñir, exclusivamente, lo sustituido
a esos preceptos:contribuye a tomar compleja la inteligencia de la nueva regulación.
Se advierte que el opinable título original del Capítulo IV, Título 1, Libro 11, que
reza "Obstáculos&ndados enprivilegio constitucional" -texto según ley 23.984-
no ha sido modificadó en fonna expresa. En buena técnica legislativa correspondía
hacerlo (así ocunió al modificarse el Titulo 111, Libro Segundo del Código Penal; por
ley 25.087, su art. losustituyó, íntegramente, la rúbrica del anterior "Delitos contra
la honestidad", por la de "Delitos contra la integridad sexual" y derogó las corres-
pondientes a los Capítulos TI, 111, JV y V). Para tensar aún más el tópico, el art. 192
aloja una expresión -privilegio constitucional- que suscita importantes divergen-
cias, por el empleo en el texto de una palabra que se pretendió eliminar del epígrafe.
Según lo impreso en el Boletín Oficial del 131912000, el nuevo rótulo indica Ley
de Fueros. Apruébase un nuevo Régimen de Inmunidades para legisladores,,funcio-
narios y magistrados. El contraste no puede dejarse a un lado para lograr una com-
prensión correcta de los nuevos textos. Tortura más aún al intérprete advertir que,
al sancionarse la ley, tales menciones no figuran; hemos tenido a la vista fotocopia
del acto legislativo producido en el Congreso Nacional y registrado bajo el número
25.320 y allí no aparecen.
Algo aporta para la solución del problema el significado de las palabras en
juego. Fuero es, en su cuarta acepción, el privilegio concedido a una persona343.Si
el intérprete se atiene al alcance académico de privilegio, debe admitir que consiste
en eximir de una obligación u otorgar una ventaja exclusiva o especial de que goza-
rá alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia3".
Por último, inmunidad, palabra que aparece ahora al publicarse la ley 25.320, es la
exención en cuya virtud no pueden ser privados de la libertad ni juzgados quienes
resultan alcanzados por ella, a menos que el cuerpo legislativo lo autorice345.

3'9 CF San Martin, sala 1, LL del 31/5/1999, f. 98.804.


"O CCC, sala V, JA 2000-1-180, índice, nro. 67.
'" CCC, salaVII, JA2000-1-180, índice, iiro. 68.
""exto según ley 25.320.
Diccionario de la Lengua Española, p. 707, segunda columna, Madrid, 1992.
"' Id., id, p. 1183, tercera columna.
I d , id., p. 826, segunda columna, acepción parlamentaria.
OBSTÁCULOS FLJNDADOSEN PRlVlLEGIO CONSTITUCIONAL

ante afinidad semántica señala que el lenguaje ahora utilizado es más pre-
anterior, sobre todo tras el empleo del vocablo inmunidad, que funciona
e la nueva regulación. Se trata, en definitiva, de resolver si determinadas
es del imputado -legislador; magistrado ofuncionario- impiden el nor-
icio de la función jurisdiccional o, por el contrario, si el proceso penal
desarrollo, cuando menos hasta un cierto estadio o, aún más allá, desem- -
su total conclusión.

1texto original del CPP reproducía, en esencia, a través de los arts. 189,190
contenido de los arts. 69 y 70, CN, que establecen la exención de arresto
e desafuero para la promoción del juicio penal cuando se tratase de
diputados. Semejante límite condice con la significación lingüística de
orque no se presenta como un fuero -no es un privilegio- ni ajusta
de concesión graciosa brindada por un superior a ciertas personas
re elprivilegio. En consecuencia, la pauta para abordar el tema radica
ar que se trata de inmunidades; son prerrogativas iuncionales.
doso el acierto de incluir en el Código una regulación que, por su natura-
'ntegrar una norma de jerarquía superior como la Ley Suprema.
tti pone en claro que "...las garantías e inmunidades de los legisladores y
no pueden ser acotados ni despejados con la sanción de leyes...", pues
ria propia de la CN, las reformas en dicho ámbito sólo operan como con-
"...modificación en el texto con~titucional"~~'.
todo caso, el Congreso no puede sobrepasar ciertos lindes -arts. 53,59,60,
114, inc. 5', 115, pán. 2", CN- referentes a "...inmunidades de los miem-
e los poderes constituidos..."; sólo le incumbe "...la atribución de reglamentar
es de dicho régimen sin afectar las garantías que aquél ha pretendido acor-
objetivos..." que pretende alcanzar la Ley Suprema. Por eso es incorrecto
cionalmente sostener que se aprueba un nuevo régimen347.Al mantenerse
texto del art. 192, CPP, que hace mención a privilegio constitucional,
ne lo suyo para aumentar las dificultades, pues respalda la tesis de que el
lo podría perdurar. Tal premisa habilita inferir que la intrusión en el
la norma con jerarquía superior -la ley de las leyes- no se corrige.
mún denominador estriba en proteger el desarrollo normal de la función
legislativa o ejecutiva- para que no se vea entorpecido por medidas o
ones que puedan transformarse en obstáculo.
CN cubre al presidente, vicepresidente, jefe de gabinete, ministros, miem-
la Corte Suprema, jueces de los demás tribunales de la Nación y legisladores
,59,60,68,69,70, 114, inc. 5", y 115, id).
arl. 86, párr. 2", tercera oración, id., establece que el Defensor del Pueblo
las inmunidades y privilegios de los legisladores"; antes de la reforma de la
1994-, el art. 12 de la ley 24.284 consignaba su exención de arresto, salvo
a en flagrancia por delito doloso, en cuyo caso debería anoticiarse a los presi-
e ambas cámaras con la información sumaria de los hechos; también establece
1 dictarse el auto de procesamiento, cabía la suspensión en sus funciones, hasta

6
Concordancias y desacuerdos con la Ley de Inmunidades", LL del 2011 112000, p.
ii

' CAYUSO,
"Desafuero y facultades disciplinarias", LL del 1311012000,p. 1.
i
334 OBSTÁCULOS FUNDADOS EN PRlViLEGIO CONSTITUCIONAL

que se dictare sobreseimiento definitivo a su favor; esta regulación anticipa, en buena


medida, el sistema instaurado por la ley 25.320.
La Constitución también se ocupa2 de asegurar la impunidad del discurso de los
legisladores (art. 68, id.).
Si se deja de lado la situación de legisladores, funcionarios y magistrados, cu-
yas inmunidades son establecidas en la CN, desde luego que con menor jerarquía
normativa, se las encuentra en otras leyes. Así, la Ley Orgánica del Ministerio Públi-
co, 24.946, en su art. 14 instaura la exención de arresto para sus integrantes. Y como
no se trata de un fuero personal, no pugna con el art. 16, CN.
Pisarenco es autor de un interesante gráfico sobre el régimen de inmunidades y
coteja el texto según ley 25.320 con las previsiones constitucionales y el anterior de
los arts. 189 a 191348. El lector encontrará pequeñas diferencias con lo aquí expuesto.

111. La ley 25.320 se atiene, únicamente, a las inmunidades reconocidas por


la CN, en el sentido apuntado. Ocurre que hay otra, respaldada por un dispositivo
también contenido en la Ley Suprema, pero que cumple una función distinta. Es
que, al fijar la competencia originaria de la Corte Suprema -art. 117, CN-, para
'4
...los asuntos concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros...", se-
ñala una nueva limitación. El Congreso fijó las condiciones del sometimiento de esos
funcionanos extranjeros involucrados en un proceso. Esa preceptiva se concretó a
través de la Ley Orgánica 4 e c . - l e y 128511958, ratificado por ley 14.467-; se
subordina su enjuiciamiento a obtener la autorización del gobierno extranjero (los
párrs. 5' y 6", del art. 24, inc. lo, id., establecen: "Son causas concernientes a emba-
jadores o ministros plenipotenciarios extranjeros, las que les afecten directamente
por debatirse en ellas derechos que les asisten o porque comprometen su responsa-
bilidad, así como las que en la misma forma afecten a las personas de su familia, o
alpersonal de la embajada o legación que tenga carácter diplomático.
"No se dará curso a las acciones contra las personas mencionadas en elpun-
.
to anteriol; sin requerirse previamente, del respectivo embajador o ministro pleni-
potenciario, la conformidad de su gobierno para someterlas a juicio. Son causas
concernientes a los cónsules extranjeros las seguidas por hechos o actos cumplidos
en el ejercicio de sus funciones propias, siempre que en ellas se cuestione su res-
ponsabilidad civil y criminal"; dicho reparo se convierte también en un supuesto
de inmunidad para los sujetos amparados y resulta imposible avanzar en la causa
aunque medie una manifestación de voluntad del imputado si no se verifica la renun-
cia del Estado acreditante a la inmunidad de sus agentes3". Aunque no se encuentra
establecido en la Constitución Nacional, responde a una uniforme práctica imperante
en el orden internacional (conf. art. 3 1 de la Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas, dec.-ley 767211963). El tópico no resulta ajeno a que el manejo de las
relaciones con las naciones extranjeras corresponde, por vía de principio, al Poder
Ejecutivo (art. 99, inc. 11, CN).
Constituye un dislate pretender que los diplomáticos argentinos deben ser so-
metidos a antejuicio; dice Ramayo que tal actitud "...no tiene el másmínimo sustento

'" "Rkgimen de inmunidades para legisladores, funcionarios y magistrados", Revista Universi-


taria La Ley, año 11, nro. 6, diciembre de 2000, ps. 36/42.
'*' CS, Fallos 321:3286, o LLdel311511999, f. 98.784.
OBSTÁCULOS
FUNDADOS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

a la par, es manifiestamente contraria al principio de igualdad que tan


nte consagra la CN3S0.

1enfrentar el alcance de la inmunidad, los pronunciamientos del Alto Tri-


ecen contradictorios.
Suprema decidió, en varias ocasiones, que el impedimento para adop-
utelares de carácter personal (art. 69, CN) no obsta a que se promue-
nes criminales ni que se adelanten los procedimientos, siempre que no
la libertad personal -arresto o prisión preventiva-)SI. Unos años antes
9 8 6 , si bien se priorizó que la indagatoria sería recibida luego del cese
iones, expuso que las inmunidades no impedían la instrucción de sumario
'garla conducta so~pecbada"~. Nadie duda que las inmunidades subsisten
a cambiado el proceso de remoción de los jueces3s3.
rlterio venía de lejos3s4.Con antelación se registra en Fallos 14:223, aun-
as veces se confundió la falta de impedimento para la formación de cau-
uisa, con el sometimiento a proceso o legitimación pasiva del imputado
; 169:97; 180:360; 190:397 y 268:33, entre otros). A nuestro modo de ver,
el único eie .
, aue hace nosibie toda distinción.
Tal temperamento 110 obstaciilizaba dispvncr y recibir dcclaraci01i ind~gatoria
siempre que no se decidieran m~.didasde cautela personal directas -arresto, detcn-
ión preventiva-.
embargo, el primer decisorio clave de los últimos años está regisrrado en
0:75 -v. 311:2195, en que se lee que el régimen de los arts. 45, 51 y 52,
ae a la ley procesal común y configura un impedimento que posterga el
ta que se haya pronunciado la destitución; id., 312:2429--. El Alto Tribu-
lina por una solución que concilia los intereses de la sociedad, haciendo
el desarrollo de la pesquisa, con la inmunidad. Sostuvo que el impedimento
en disponer actos procesales enderezados a vincular al imputado, some-
en calidad de sujeto de una acción penal, a la jurisdicción judicial, con
consecuencias anexas a esa calidad3S5.Añadió la Corte Suprema que si la
oria importase un notorio allanamiento de la investidura, el juzgador debía
se aunque no involucrase un acto de coerción fisica (consid. 7"); también en
del Presidente de la Nación, el Procurador General acepta traerlo a proceso
a vez removido o cuando dejó de serlo, y la Cooe Suprema parece seguir-
unque presta anuencia al llamado, si en vez de indagatoria en los términos
236, párr. lo, del Código anterior, se ordenaba declaración informativa, mo-
d prevista en el párr. 2' del mismo precepto; en idéntico sentido, CFed., sala
ía la necesidad de escuchar a un magistrado, a tenor del art. 236, primera
d. Proc. Crim., debió recabarse el antejuicio, pues resulta prematuro dis-

"Entre privilegios e inmunidades diplomáticas", ED 179-533, f. 48.847.


allos 319:3026; la sentencia es del 1311211996.
allos 308:2091, o ED 122-197, f. 39.916.
L del 271311998, f. 96.871.
Ios284:359 y 440; sentencias de los días 1111211972 y 2211211972 y sus citas.
nsid. 6"; también DJ 1997-2-1010, f. 12.037, con nota de RODR~CUEZ ESTEVEZ, CUYO titulo
uicio a magistrados como límite temporal de aplicación del derecho penal sustantivo"- tra-
do con nuestro pensamiento.
allos 316:76 o ED 154-582, f. 45.379; a su vez, en Fallos 312:380, o ED 133-517, f. 41.669.
336 OBSTÁCULOS FUNDAWS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

poner su procesamiento y la consecuente indagatoria hasta que no cesara la inmuni-


dad, ya que recién destrabada la procedibilidad de la accihn podia ordenarse tal tipo
de medida; se aclaró que era factible realizar las investigaciones y las diligencias
enderezadas a la conformación de lds hechos e, incluso, establecer si prima facie y
objetivamente aquellos hechos configuraban o no ilícito penal3s7.
La CF Mendoza admite la citación a prestar indagatoria siempre que el juez,
ante una eventual negativa a comparecer, detenga allí su actividad y solicite el de-
s a f u e r ~dicha
~ ~ ~ solución
; subordina el avance de la etapa preliminar a la anuencia
del imputado al igual que la ley 25.320.
El sesgo encarado por la Corte Suprema en Fallos 300:75 cumplió una diáfana
función docente al fijar que no podia someterse al amparado a proceso penal, en los
casos de obstáculo constitucional, sin el previo desafuero o separación por antejui-
cio, aun cuando sólo fuera temporario por accederse a la suspensión únicamente.
Resulta coherente con las decisiones del Alto Tribunal que impedían tramitar una
pretensión por daños y perjuicios contra un juez, a raíz de actos ilícitos funcionales,
sin la previa destit~ción~~'.
En el caso citado de Fallos 300:75, el proceso penal se sustanciaba por un delito
de acción privada. orés so es que al resolver, con posterioridad y en sentido con-
cordante, en un supuesto de persecución pública, se ha fi.jado -a nuestro ver- el
rumbo definitivo. Se trata del caso publicado en Fallos 3 19:1699360;el Alto Tribunal,
luego de citar Fallos 300:75 (consid. 5"), y de recordar lo decidido en Fallos 1:302
(consid. 6", párr. lo),estableció que "resulta ser requisito indispensable para someter
a un magistrado nacional a la jurisdicción de los tribunales ordinarios en procesos
civiles o penales ----que se les sigan por actos realizados en el ejercicio de sus fun-
ciones- la previa destitución de aquél por vía del juicio político". Importa advertir
que tambiBn se reitera la tesis frente a una demanda por responsabilidad civil con
cita de los antes indicados casos registrados en Fallos 113:317 y 116:409, a los que
se añade 317:365 (consid. 6', párr. 2'). En el último tiempo la CS mantiene él mismo
criterio3G1. Para la Corte Suprema resulta sustento normativo de dicha conclusión el
texto del art. 52, CN -actual 60, id.-, al establecer que el fallo del órgano que hará
cesar la inmunidad necesariamente debe ser anterior al sometimiento a proceso penal
(consid. 6", párr. 3"). La honestidad intelectual impone reconocer que la mayoría de
los más destacados constitucionalistas argentinos" no participan del tempe;amento
aquí seguido.
- Esta pauta fue compartida por numerosos tribunales inferiores363.

ED 148-507, f. 44.5 15, con nota de Bidart Campos, quien coincide con lo decidido y puntuali-
za que "...una reforma constitucional bien podría establecer que cuando se tratare de delitos del Código
Penal, el proceso penal común deberia ser, a la inversa de lo que hoy ocurre, el 'antejuicio' a sustanciar
para que después se habilitara el juicio político".
JA 1995-111-482.
Fallos 113:317; 116:409.
"O LL 1997-B-649, f. 95.273.
16' ED del 61612001, f. 50.824.

j' Ver ARACONE


6 - GIMENEZ, "La inmunidad de los legisladores frente al proceso penal", Cap.
1, donde se efectúa paráfrasis del pensamiento de Bidm Campos, Sagüés, Colautti, Zarini, Gonzalez
Calderón, Quiroga Lavié y Linares Quintana.
lb' CFed., sala 11, JA 1995-11-582; en sentido concordante, CCC, sala 1, JA 1987-11-44; id., id., JA
1996-IV-430; CNCP, sala IV, JA 1999-11-524.
'OBSTACULOS FUNDADOS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

~3 tc'sittira restiliaba cohcrtnre porque la posibilidad dc cuinplir una seiireiicia


condzilatori:i,sinseparacióiiprc\ iaatra\~és~kIprr~incntccarriI,convcnialacoiiclusiún
(le] "rOCcsO CII un acto IIIOCUO. 1?1 alcance dc la ininiinidad se siibordina al acto prci io
ración a través del arbitrio constitucional previsto.
quienes consideran que tan tenninante disyunción se decolora a través de
decisiones del Alto Tribunal, la mayoria dictadas antes de Fallos 300:75, o -
te y Fallos 3 19:1699, y un único después del último. Empero, los precedentes
en apoyo de esa comprensión no tienen la contundencia de aquéllos; se trata
ublicados en Fallos 14:223; 135:250; 139:67; 185:360; 190:397; 261:33;
y 440; 319:590 y 30263G4.
casi todos ellosse admite el alta en elproceso penal o el ingreso a la cau-
to a la jurisdicción con el único reparo de si resultare necesario
erción personal sobre el resguardado; su denominador
an que se pudiera cumplir con la indagatoria o el llama-
nciliación en los delitos de acción privada, sin advertir que,
entonces, debía tenérseles por parte a d m í t a s e que en sentido fornial, pues
ta tiene una dirección única que es la defensa- al haberse
pedía ingresar al proceso.
s en particular los,casos de Fallos 284:359 y 440 +au-
; 319:585 ---causa "Alvarez"- y 319:3026 --causa "Ra-
olucra al ex gobernador Massaccesi-.
los 284:359, los tres votos que conforman mayoria están contestes en
a insirucción de sumario no importa la condena sino sólo acumular ele-
nvicción para meritar en su oportunidad las medidas pertinentes, no hay
uirlo; la disidencia parcial hace expresa mención al límite de
Por inanera que no se ve el contraste con nuestra tesitura;
argo, es bueno destacar que la minoría admite, se le convoque a indagatoria,
misión a Fallos 14:223; 135:250; 139:67; 185:360; 190:397; 268:33. En Fa-
4:440, quien lo hizo según su voto adhiere al temperamento de los otros dos
ecide el avance del proceso, salvo las medidas coercitivas.
edente inserio en Fallos 3 19:585 versa sobre dos legisladores nacionales,
por acción privada, quienes habían sido convocados a la audiencia de
cion. Si bien la Corte Suprema se limita a revocar lo decidido por la CNCP
o la calidad de sentencia definitiva de tal pronunciamiento por
7-, de ello resulta un corolario incuestionable. Es que si
falta de vulneración a la garantía constitucional tuitiva de la
ejante pronunciamiento se presentaba como insustancial y autoriza-
reotipo del art. 280, CPCC, en cuya virtud, para rechazar una queja
cita (art. 285, párr. 3O, id.). Dicho carácter, según el Alto Tribunal,
cuando reiterada y uniforme línea jurispnidencial resuelve la cuestión en
contrario al planteo del recurrente, y no se aducen argumentos susceptibles
ificar dicha doctrina36s.
ad del caso registrado en Fallos 319:3026 consiste en que marca
torno a los criterios anteriores en cuanto permitían adelantar los procedimientos

ARAGONE - GIM~NEZ,
"La inmunidad...", cit., LL del 411012000
Fallos 303:907.
mientras no se afecte la libertad personal o mientras no se dicte orden de arresto o
prisión preventiva o definitiva.
La compulsa de todos los precedentes indicados permiten concluir que elprin-
cipio general sigue siendo que, has& tanto se opere la separación por desafuero,
juicio político o remoción, ningún legislado5 magistrado o&ncionario puede ser
sometido a proceso penal.

V. La comprensión dogmática de la nueva ley impone no perder de vista la ju-


risprudencia recordada en el capítulo anterior, en cuya virtud el límite para el válido
ejercicio de la función jurisdiccional, ya se trate de persecución pública o privada, se
presenta cuando debe encararse la legitimaciónpasiva del imputado.
Como atendible criterio de experiencia, corresponde afrontar el momento a par-
tir del cual la resolución final debe extenderse subjetivamente -alcanzarlo- hasta
su persona. La doctrina de la Corte Suprema366,respaldatoria de esta inteligencia,
tuvo desarrollo al sefialar el Alto Tribunal que lo vedado es vincular al imputado con
los procedimientos. Debe evitarse sujetarlo a lajurisdicción judicial a fin de frustar
el notorio allanamiento de la investidura y de su consiguiente inmunidad (consids.
6" y 7" del fallo indicadóen primer término).
Una vez sentada esta premisa, debe marcarse la única diferencia entre el trámite
de un delito de acción pública y otro de acción privada.
En los primeros, el alta en la causa queda establecida por el llamado a prestar
declaración indagatoria (art. 294, CPP); a partir de dicho acto procesal, el juez debe
resolver si habilitará el tránsito de la etapa preliminar o sumario hacia el juicio a
través del dictado del auto de procesamiento (art. 306, id.) o si procede truncarlo,
en forma definitiva, mediante el sobreseimiento (arts. 334 y 335, id.), a menos que
la actividad perquisitiva desplegada le imponga salir del paso con la falta de mé-
rito (art. 309, id.). Cabe recordar que, aun antes del llamado a prestar indagatoria,
cualquiera sea la forma a través de la cual se escuchó al imputado, puede'dictarse
sobreseimiento.
La situación no varía cuando el magistrado instructor delegó la pesquisa en
el Ministerio Fiscal (art. 196, id.), porque el representante del Ministerio Público
no podrá recibir declaración al imputado (art. 294, id.); si surge tal necesidad, debe
requerir lo haga el juez de instrucción (art. 213, inc. a], i d ) .
Si corresponde la instrucción sumaria (art. 353 bis, id.), la doctrina y la juris-
prudencia imperantes consideran que dicha pesquisa habilita la citación, sin más, al
juicio Por ende, no son presupuestos de1 debate la indagatoria ni el auto
de procesamiento. Recuérdese que en el primer caso, si el imputado la reclama, tal
actitud comporta convertir la instrucción en judicial (art. 353 bis, último párrafo).
Siempre corresponderá ajustarse a la letra de los arts. 59, 60 y 70, CN. Todo
sujeto amparado por la inmunidad no puede ser llevado a juicio -con el significa-
do correspondiente a los procedimientos regulados por el Libro 111- sin la previa
remoción o suspensión. Bien entendido que la etapa preliminar, sumario o instruc-
ción, puede desarrollarse en las condiciones antes apuntadas; esto es, hasta donde
los avatares del trámite lo consientan; quedan a salvo las peculiaridades denotadas

Fallos 300:75 y 319:1699.


j6'MAIER, Lo investigaciónpenalprepaiato~iadel Ministerio Público, ps. 55,60 y 65; Derecho
procesalpenal argentino; CLAIUA OLMEDO, Derecho procesalpenal, t. VI,p. 361.
OBSTÁCULOS FUNDADOS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

por los procesos en delitos de acción privada y en las de acción pública, siempre que
corresponda el trámite de la instrucción sumaria (art. 353 bis).

VI. Corresponde emprender el análisis dogmático de la nueva ley:


1. Los arts. lo, 4" y 6' -excepto su último párrafo, relacionado con medidas
autelares asegurativas de prueba, cuando deban llevarse a cabo en oficinas o corres-
pondencia o teléfonos de algunos de los miembros del Congreso- de la ley 25.320
comprenden a todos los sujetos amparados por una inmunidad.
Los arts. 2", 3'y 5', id., se ciñen a la situación de los legisladores. Funcionarios
y magistrados "...desde el punto de vista constitucional no tienen inmunidades sino
la garantía de un antej~icio"'~~. Pareciera que incluso el arresto puede ordenarse
fuera de los supuestos de flagrancia (art. 285).
2. El giro el tribunal competente seguirá adelante con el procedimientojudicial
hasta su total conclusión (art. lo, párr. lo, última oración; id., párr. 49, confunde. Por
de pronto, no es posible desatender al art. 70, CN, en cuanto exige que "...antes del
juzgamiento es necesario que la Cámara con dos tercios de los votos suspenda en
sus funciones al acusado. Existe un obstáculo constitucional para la total conclu-
sión del procedimiento si antes no media el de~asafuero''~~~.
Es que el proceso puede obturarse cuando corresponda recibir indagatoria y
el convocado no se apersone. Otro tanto ocurre si el tribunal ordena una medida
cautelar de carácter personal. En ambos casos debe superarse el reparo mediante la
gestión del desafuero, remoción o juicio político.
El principio general perseguido en apariencia -remover la inmunidad- se
diluye, por ende, ante dos circunstancias.
En primer lugar, todos los procedimientos en que el llamado a indagato-
ria opere como presupuesto para la prosecución del trámite se verán entorpecidos
cuando no baya acatamiento voluntano del citado. Se trata de los hechos suscep-
judicial o delegada en el Ministerio Público; el auto de pro-
casos, como requisito para clausurar la instrucción y
(arts. 346 y 347, párr. 2'). A su vez, no puede decidirse sin
ndagatoria (art. 306), fonnal o material, según que el impu-
nifestar sobre el hecho o decida afrontar la contingencia
e resultaría viable sobreseer aún antes de la recepción de

proseguir el procedimiento judicial hasta su total conclusión


que corresponde practicar la investigación preliminar median-
instrucción sumaria (art. 353 bis) y en los juicios por delitos de acción privada
ambién aparente- se genera porque la declaración
o hace a la regularidad de cualquiera de los dos trámites;
eventual, pues, solicitada por el imputado, corresponde
ión judicial (art. 353 bis, último párrafo) y es ajena en los casos de acción
,salvo si se dicta prisión preventiva (art. 427, párr. lo). De toda suerte, siem-
edimento para llevar a cabo el juicio conforme lo impone el art.

COLAUTI,concordancia^...", p. 1,segunda columna.


C o ~ ~ u m"Concordancias...",
i, Cap. 11, pirr. 3".
o...", p. 2, columna primera, último párrafo; ver comentario al art.
70, CN. Por eso hubiese resultado más apropiado... indicar la etapa o etapasproce-
sales a las que se refería el giro "total c~nclusión"~~'.
En segundo lugar, también hace excepción al endeble enunciado general si co-
rresponde dictar alguna medida de cptela personal -citación, arresto, detención
o prisión preventiva-, ocasión en que la medida no se hará efectiva hasta tanto el
legislador:funcionario o magistrado sujeto a desafuero, remoción o juicio politico
sea separado de su cargo (art. lo, pán: 3", ley 25.320).
De inmediato surge un interrogante: ¿cuál es entonces la modificación innova-
dora? A nuestro juicio pareciera se restringe al caso en que el imputado acude al Ila-
mado a indagatoria. Empero, la inmunidad no es un privilegio, sino una protección
institucional, de lo que surge que es indisponible por el amparado372.En consecuen-
cia, parece incompatible aquel asentimiento con la Ley Suprema373.
De acuerdo con la regulación establecida en el Capítulo 11, Título IV del Libro
11(arts. 288 a 292), la incomparecencia a la citación judicial impide el juicio aunque
no la instrucción (art. 290, páni lo). Pareciera un argumento más a favor de nuestra
tesis.
3. Es en un todo superñua la aseveración de que "El llamado a indagatoria no
se considera medida restrictiva de la libertad" (art. 14 párr. 2', primera oración, ley
25.320). Dicha actividad constituye, en esencia, una medida de defensa -el impu-
tado recibe la notificación formal del alcance del hecho atribuido y, si quiere, puede
responder sobre su mérito-, aunque eventualmente pueda ser fuente de prueba.
Jamás resulta medida cautelar, a menos de confundirse con el acto de comunicación
que, en la generalidad de los casos, la precede (citación, art. 282); si se frustrase,
el juez puede hacer cumplir la comparecencia mediante el empleo de la coerción
(art. 120). No hay nexo alguno entre medida restrictiva de la libertady declaración
indagatoria, salvo el sutil ligamen generado por el incumplimiento de la citación
precedente.
4. El párrafo tercero del art. 1' prescribe que la medida cautelar - e l vocablo
"arresto" está utilizado en forma genérica como privación de la libertad- de carác-
ter personal cuyo destinatario resulte un sujeto amparado por la inmunidad, no se
hará efectiva hasta tanto el legislador:funcionario o magistrado sujeto a desafuero,
remoción o juicio politico no sea separado de su cargo. Sin perjuicio de ello, el
proceso podrá seguir adelante hasta su total conclusión. Pasa los magistrados de la
Corte y funcionarios, es claro el art. 60, CN, al indicar que, producida la separación,
"la parte condenada quedará... sujeta a acusación,juicio y castigo conforme a las
leyes ante los tribunales ordinarios"; en el mismo sentido se seEiala en el art. 115,
pán: 2', que, operada la separación de los jueces de los tribunales inferiores por el
jurado de enjuiciamiento, "la parte condenada quedará... sujeta a acusación,juicio
y castigo conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios".
En cuanto a los legisladores, la norma coincide con lo establecido en el
a&.69, CN, y tiene como límite la flagrancia. La CNCP, sala 11, interpreta la cláusula
constitucional con amplitud al decidir que la causa penal iniciada con anterioridad
a la elección del legislador se encuentra alcanzada respectivamente por los fueros

"' "Desafuero...", p. 2, columna primera.


Conf. CAYUSO,
'" Fallos 169:97; 319:3026.
"' Fallos 306:75; 319:1699, o LL 1997-3.649, f. 95.273.
OBSTÁCULOS FUNDADOS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

parlamentarios ulteriormente asumidos374.Respecto de los magistrados judiciales,


significa ratificar lo establecido en el art. 21 de la ley 13.644375.
En tomo a los funcionarios -presidente, vicepresidente, jefe de gabinete y
ministros-, al igual que los jueces y legisladores, siempre disfrutan del amparo que
la propia necesidad de un régimen específico de separación les brinda, con excep-
ción de los supuestos en que fueren sorprendidos en flagrancia en los términos del -
art. 284, inc. 4'. La igualdad ante la ley impide excluirlos en dicha circunstancia.
abe repetir la afirmación de Colautti en punto a que, salvo los legisladores, aquéllos
no tienen inmunidades sino la garantía de un antejuicio; además que la inmunidad
ontra el arresto cae en caso deyagrancia; dice el autor citado que comopasopre-
Q a cualquier acción judicial es necesario que la Cámara de Diputados haga la
cusacióny el Senadojuzgue; por eso pareciera que ninguna de las disposiciones del
art. 1' d e la ley 25.32Opodrá ser aplicada a estos funcionarios, asi como tampoco,
desde luego, a los jueces de la Corte Suprema ni a los jueces de los tribunales infe-
iores. Es que acotar que el ámbito de las inmunidades sólo puede lograrse a través
de una mod$cación en el texto constit~cional~~~.
Fuera de las situaciones previstas en el art. 284, inc. 4", se impone volver al
régimen general de la separación por desafuero, remoción o juicio político.
El art. 14, párrs. 2' y 3', de la ley 24.946 establece la exención de arresto para
os magistrados del Ministerio Público y sólo excepciona cuando se les sorprende
en flagrancia; establece la necesidad de informar al superior que corresponda y al
ibunal de Enjuiciamiento respectivo.
En cuanto al Defensor del Pueblo, ver Capítulo 11, párr. 7".
5. Si se necesita la separación por el régimen específico, el tribunal deberá
acompañar las copias de las actuaciones labradas (art. 1: p á r ~59 de la ley) a fin
respaldar las razones que justifican la medida. Corresponden a la información
aria del hecho (art. 69, CN)377O a1 sumario formal (art. 70, CN).
La total conclusión (art. lo, párrs. lo infine, y 4') se halla condicionada a lo
icho anteriormente en el Capitulo 1, último párrafo y en el presente punto 2, párrs.
O y 5'; punto 4, párr. lo; punto 6, párrs. 4' y 5' y punto 7, pán: 3".

6. Se recoge la posibilidad establecida en los arts. 72, 73 y 279, al determinar


que "No será obstáculo para que el legisladol;funcionario o magistrado a quien se
le imputare la comisión de un delito por el que se está instruyendo causa tenga de-
recho, aun cuando no hubiere sido indagado, a presentarse al tribunal, aclarando los
hechos e indicando las pruebas que, a su juicio, puedan serle útiles".
Bien entendido que el carril para acceder en dichas condiciones no se subordina e
la creencia -por más escrúpulos que revele- del señalado, sino al cercioramiento
dicial en tomo a la existencia de sospecha -por tenue que sea-para considerarlo
zado por los señalamientos de cargos.
La detención mentada en el art. 72 como presupuesto para considerarle imputa-
se regula por el contenido del art. 285 para acotar la sorpresa en flagrancia.
La situación está prevista expresamente en el art. 3' de la ley 23.520. En ese
uesto, el Congreso puede recabar el desafuero; si el legislador es suspendido
DJ 2000-3-1147, f. 16.328, o LL del 2711112000, f. 101.253.
PALACIO,Derecho procesal civil., t. 11, p. 283.
376 "Concordancias..?, p. 2, columnas segunda, tercera y cuarta.

3" Ver CAFFERATA NORES, "La información sumaria de los artículos 197 y siguientes del Código
rocesal Penal", Seminario Jurídico Córdoba, afio 6, p. 574.
342 OBSTACULOS FUNDADoS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

-art. 70, CN-, se le coloca a disposición del tribunal y si se estima que la sospecha
cubre los recaudos exigidos por el art. 294, no hay reparo para que el proceso conti-
núe hasta su total conclusión (art. lo, párr. lo, última oración, ley 25.320).
Con antelación a esa circunstanci,?, opera el art. 73. El legislador podrá presen-
tarse pero, a menos que sus explicaciones no persuadan sobre la ajenidad del hecho,
corresponderá seguir los tramos necesarios para arribar a la total conclusión: indaga-
toria y auto de procesamiento, con las salvedades señaladas para los casos de acción
privada e instrucción sumaria.
Sin embargo, si la presentación espontánea es aceptada, resultará posible decre-
tar el sobreseimiento.
La posibilidad de ordenar la detención (art. 279, Último párrafo) se supedita a
lo prescripto por el art. 69, CN, y a la culminación favorable del trámite iniciado en
los términos del art. 3' de la ley 23.520. También es posible disponerla en la citación
del art. 283.
La presentación espontánea del legislador, si bien hace viable su sobreseimien-
to, no hará posible la condena, ya que dicha resolución requiere el previo desafuero
a través del cual se remueven los obstáculos para la elevación a juicio. Como se vio
(Capítulo IV, párr. 3"), tienen entidad distinta la apertura de la causa y la realización
de su pesquisa con el sometimiento a proceso y la legitimación pasiva del legislador
imputado.
7. Tanto el allanamiento como la intercepción de correspondencia o comu-
nicaciones telefónicas son actividades asegurativas de prueba y, por ende, parti-
cipan de las modalidades de la cautela real; no son medios de prueba, sino me-
didas auxiliares para guarecer elementos convictivos -prueba en el sentido del
art. 206- colectados.
Según el art. lo, último párrafo, de la ley 23.520, "(n)o se podrá ordenar el
allanamiento del domicilio particular o de las oficinas de los legisladores ni la inter-
cepción de su correspondencia o comunicaciones telefónicas sin la autorizaeión de
la respectiva Cámara".
El CPP exige para la entrada y registro del Congreso, que el juez, previamen-
te, recabe la autorización del presidente de la Cámara respectiva (art. 226, último
párrafo). Por manera que el caso de las oficinas de los legisladores no introduce
modificación alguna al ordenamiento vigente y tiene, como antecedente, el art. 402
del Código anterior -"Para practicar pesquisas ... en los edijkios públicos de la
Nación, de las provincias o de los municipios, deberú darse aviso de atención a las
personas a cuyo cargo estuvierenX-; hasta donde sabemos, no se han suscitado dis-
crepancias sobre este aspecto que, parece obvio, se atiene a que la Constitución con-
sagra la inviolabilidad del domicilio, pero no la de cualquier lugar cerrado; a lo que
puede añadirse el respeto recíproco entre los poderes para que la Constitución pueda
operar en armonía. El texto actual no se conforma con el aviso, pues reclama la au-
torización; el cotejo entre ambos advierte que el anterior -mero aviso- obviaba el
problema del permiso -autorización--; dicho escrúpulo muestra coino incongnien-
te el propósito de facilitar la total conclusión de la causa cuando se suscite conflicto
ante la negativa del presidente de la Cámara. Hasta ahí el principio de razonabilidad
no sufre mengua, aunque no queda claro cómo se zanja la diferencia entre el juez y
la autoridad de la Cámara. Anota bien Cayuso que la ley ha omitido "...disponer el
procedimiento para dicha autorización, así como los recaudos necesarios para que
OBSTACULOS FUNDADOS EN PRIVILEGIO CONSTITUCIONAL

acto sea eficaz"378.Parece exagerado afirmar que la limitación carece de "...sos-


constitucional alguno y sólo puede concebirse como una suerte de protección
spirativa respecto del Poder Legislativo, pues el Ejecutivo no mereció idéntico
ilegi~""~;si bien algo de cierto contiene el último giro, el resto de la frase parece
vidar el último párrafo del art. 226.
n vez, el domicilio particular es un sitio al que no parece necesario extender el-
gio de la inmunidad. Es difícil afirmar que se preserve la igualdad garantizada

Otro tanto ocurre con la protección deparada a la correspondencia y a la co-


icación telefónica, aunque se ha calificado a dicha normativa como expresión
...buen Empero, Colautti estima que se configura "...un retroceso
ecto de la situación actual"3s'.
8. El art. 2" de esta ley establece: "La solicitud de desafuero deberá ser girada
manera inmediata a la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara co-
ondiente, la que deberá emitir dictamen, en un plazo de 60 dias. La Cámara
á tratar la causa, dentro de los 180 días de ingresada, aun cuando no exista
men de comisión".
Se ha dicho, con sumo acierto, que la norma merece dos tipos de objeciones.
n lado, resulta dudosa su constitucionalidad en cuanto por ley se fija plazo a las
ras para pronunciarse sobre facultades privativas en relación a sus miembros.
or otro, se advierte que no es conveniente acotar temporalmente las tareas del Con-
o, sobre todo ante el "...incumplimiento de las cláusulas de la Reforma de 1994
los establecieron ..."382.
Siinilar reparo merece a Cayuso, al extremo de considerar el plazo máximo
"...irrelevante jurídicamente ..."383.
. El axt. 3' de la ley establece: "Si un legislador hubiera sido detenido en virtud
dispuesto por el artículo 69 de la CN, el tribunal pondrá inmediatamente en
ocimiento del hecho al cuerpo legislativo correspondiente, quien decidirá por los
tercios de los votos, en sesión que deberá realizarse dentro de los 10 días, sipro-
el desafuero. En este caso se actuará conformaal artículo 70 de la CN. Para el
denegar la Cámara el desafuero, el juez dispondrá la inmediata libertad del

El axt. 69, CN, determina "Ningún senador o diputado, desde el dia de su elec-
hasta el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser solprendido
aganti en la ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante,
afictiva; de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la información
'a del hecho :' Es que aun dispuesta la libertad por falta de mérito si del curso de
stigación surgieran nuevas probanzas, el juez deberia solicitar el desafuero3s4.
obre la flagrancia ver arts. 285 CPP, y 70, CN.

"Desafuero...", p. 2, segunda columna.


'' ARAGONE
- GIMENEZ,
"La inmunidad...", p. 6, columna tercera.
IMAHORN, "Acerca de la ley 25.320 sobre el nuevo régimen de inmunidades para legisladores,
'onarios y magistrados", Revista Universitaria La Ley, aiío 11, nro. 6, diciembre de 2000, p. 6.
"' "Concordancias...", p. 1, columna tercera.
COLAUTII, "Concordancias...", p. 1, columnas cuarta y quinta.
"Desafuero...", p. 2, columna tercera.
'' CAYUSO, "Desafuero...", p. 2, columna segunda, páni 1".
344 OBSTÁCULOS FUNDADOSEN PRIVILEGiO CONSTITUCIONAL

10. Dice el art. 4': "Sifuera denegado el desafuero, la suspensión o remoción


solicitadas, el tribunal declarará por auto que no puede proceder a la detención o
mantenerla, continuando la causa segzin su estado".
Si el sometimiento al Poder ~udi2iales denegado y el legislador se encuentra
en detención (art. 285), corresponde imponer su inmediata libertad por aplicación
del art. 309.
11. Conforme al art. 4", último párrafo: "En cualquier caso regirá la suspensión
del curso de la prescripción prevista en el artículo 67 del Código Penal". El curso
extintivo para la persecución penal se suspende -no se computa- cuando se de-
niegue -tanto para legisladores como magistrados y funcionarios- el desafuero,
la suspensión o remoción solicitada. Mientras permanecen en el desempeño de la
función, no puede contarse el tiempo transcurrido.
Asu vez, el art. 8" imponía atenerse a los límites establecidos por los arts. 189y SS.;
la remisión debe ahora ajustarse a lo indicado por la ley 25.320, cuando el ejercicio de
la acción penal dependiere de juicio político, desafuero o enjuiciamiento previo.
Suele distinguirse, a estos fines, entre un concepto procesal de acción y otro
sustanti~o"~.Cumplido e! lapso de tiempo, queda agotada la posibilidad de concre-
tar la pretensión punitiva; por ello entendemos que el instituto es de carácter sustan-
~ i a l ~A~ tal
' . punto que podrían iniciarse otras persecuciones sin afectar la eficacia
de la actividad procesal desarrollada, a pesar de que aquel transcurso impondrá en
todos la misma conclusión: el proceso no podrá avanzar porque no existe posibilidad
alguna para concretar el derecho penal en expectativa.
"La causal atiende a los obstáculos de hecho que el funcionario, en relación a los
delitos cometidos en la relación funcional, puede oponer a la 'notitia crimini~"'~*~.
Sólo obstaculiza se efectivice el castigo si, aun descontado el momento de la suspen-
sión, transcurrió el tiempo fijado por el art. 62, CP
El último párrafo del art. 67, id., impone considerar, por separado, la suspen-
siónpara cada uno de los participes del delito. De modo que es cuestionable ampare
a quienes no tienen la prerrogativa funcional (conf. arts. 45 y 46, id.) y quedan fuera
en la exclusión del transcurso del tiempo.
El efecto de la suspensión sólo impide "...que el término comience a correr
o siga corriendo mientras ella dura; pero una vez desaparecida, el término inicia
su curso, si no lo había iniciado o prosigue en caso contrario ... uniéndose a los
efectos de su cómputo con el ya transcurrido, a partir de la medianoche del día de
SU
12. El art. 5' de la ley establece: "En el caso del articulo 68 de la CN, sepro-
cederá al rechazo in limiue de cualquier pedido de desafuero".
La remisión se refiere al texto que reza "Ninguno de los miembros del Con-
greso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opinio-
nes o discursos que emita de.sempeñando su mandato de legislador".
Se ha entendido que si una publicación responde a idéntica génesis que las
imputaciones formuladas en el Congreso, el legislador está amparado por el art. 60,
CN (actual art. 68, id.), y no se le puede perseguir si una carta reproduce sus opi-

381 Conf. DE LA ROA, Código Penal Argenfino, p. 821


NONBZ,Derecho Penal Argentino, t. 11, p. 172.
jS7 DE LA ROA, Código Penal Argentino, p. 823.

Nilú~z,Derecho PenalA~genfino, t. 1'1, p. 185.


niones vertidas en el recinto389;también respecto de una carta abierta, pese a que la
publicación se produjo después de haber cesado su mandato; se ha considerado que
bastaba resultare vinculada al debate, para que se encuentre sometida a la inmuni-
dad parlamentaria y así reafirma el carácter funcional del fuero y no personal390.Las
opiniones vertidas por una legisladora fuera del recinto parlamentario -asamblea
gremial, declaración testimonial y reportajes- se encuentran amparadas por el-
art. 68, CN, si tienen conexión con su tarea legislativa en una comisión especial
creada en el ámbito del Congreso Nacional3".
La Corte Suprema estima que la inmunidad otorgada por el art. 68, CN, tie-
ne carácter absoluto e involucra la irresponsabilidad penal de los legisladores na-
cionales por las opiniones o discursos emitidos durante su mandato, con la sola
excepción prevista en el art. 29, id. Añade que resulta lícito afirmar que integran
el sistema representativo republicano392.Debe evitarse entrar a distinguir licitud e
ilicitud, siempre que se trate de opiniones del legislador; y si se obvia el reparo,
podría penetrar la acción sojuzgadora, intimidatoria o simplemente perturbadora
de otros poderes del Estado o aun de particulares, con desmedro del fin constitu-
cional perseguid^"^.
Las expresiones vertidas por los ministros del Poder Ejecutivo en el marco de
un debate parlamentario se encuentran amparadas por la ...garantia de indemni-
"

dad de opinión... ",a fin de protegerlos ...y asegurar el ejercicio desinhibido de lo


"

dispuesto en los arts. 71 y 106, Constitución argentina"394.

Varios imputados
192. Cuando se proceda contra varios imputados y sólo alguno o algunos
de ellos gocen de privilegio constitucional, el proceso podr4 formarse y seguir
con respecto a los otros.
La persecución penal en los delitos de acción pública se rige por el principio de
indivisibilidad (ver comentario a los arts. 5" y 6" e introducción al Título 1); de suerte
que se dirige contra todos los imputados. El desafuero o el juicio político no obturan
la prosecución del proceso contra quienes no se encuentren protegidos.

CCC, integrada por Ramos Mejía, Ramos y Fmgonl Zabala, en la causa "Bordabehere,
Enzo", JA 20-984
390 Cámara de Apelaciones en lo Comercial y Criminal de Mendoza, causa "Marianetti, Benito",
JA67, p. 699; especialmente p. 701, párrafo cuarto.
CNCP, sala 1, SJP, LL del 301812004, f. 107.969; con nota favorable de GIL
DOMMOUEZ, "Ga-
rantías parlamentarias: la Cámara de Casación Penal y una interpretación constitucional que fortalece
la democracia representativa"; en sentido similar, CS, Fallos: 328:1893, "Rivas", RDP, LexisNexis,
1212005, p. 1240.
Fallos 169:76, consid. 4'.
393 "Martínez Casas, Mario", JA 1961-IV-78, f. 3857.

394 CS, 1911012004, "Cavallo", C.878.XXXVIk www.eldial.com.ar, del 2111012004; Fallos:


327:4376.
Art. 193

S E C C I ~ NPRIMERA

DISPOSICIONES GENERALES PARA LA INSTRUCCIÓN

Finalidad
193. La instrucción tendrá por objeto:
lo) Comprobar si existe un hecho delictuoso mediante las diligencias con-
ducentes al descubrimiento de la verdad.
2") Establecer las circunstancias que califiquen el hecho, io agraven, ate-
núen o justifiquen, o influyan en la punibilidad.
3") Individualizar a los partícipes.
4") Verificar la edad, educación, costumbres, condiciones de vida, medios
de subsistencia y antecedentes del imputado; el estado y desarrollo de sus fa-
cultades mentales, las condiciones en que actuó, los motivos que han podido
determinarlo a delinquir y las demás circunstancias que revelen su mayor o
menor peligrosidad.
5") Comprobar la extensión del daño causado por el delito, aunque el dam-
nificado no se hubiera constituido en actor civil.
Objeto del proceso penal es un hecho que, a título de hipótesis, se adecna a
una figura delictiva; su alcance es bien diferente del hecho punible o delito; no debe
confundirse con éste ni con una pena determinada en el sentido de la ley penal sus-
tantiva. Su determinación viene dada por la identidad de un acaecer histórico, in-
dividualizado en su unidad natural y no en la jurídico En tal sentido, cada
hecho humano atribuido a una persona constituye un objeto procesal; si se trata de
varios objetos procesales vinculados entre sí, aparece la competencia por conexión
objetiva o subjetiva, si a una misma persona se le imputan vanos delitos (arts. 41 y
42). Sin perjuicio de que la existencia de un objeto principal es indispensable para la
promoción del proceso penal, resulta posible dilucidar en su desarrollo (ver Libro V)
un objeto eventual y accesorio, conformado por el mismo núcleo fáctico enfocado
desde la óptica del derecho civil (art. 14); en ciertas circunstancias es posible que,
pese a absolver al procesado, el tribunal se pronuncie sobre dicho objeto (arts. 16,
páni 2', y 402).
Por eso este artículo, más que apuntar a la delimitación del objeto, señala los
fines perseguidos por la instrucción.
Es digno de destacar que el objeto accesorio o eventual siempre debe ser inves-
tigado por el juez, conforme al inc. 5", ya que una de las circunstancias genéricas para
graduar la sanción penal estriba en la extensión del daño causado (art. 41, inc. lo,
CP). Sólo corresponderá que el tribunal se pronuncie acerca de su contenido si se
ejercita la acción civil en el proceso penal (arts. 14, 16 y 87 y SS.).
Si el instrumento cuestionado sólo consta en fotocopia no se cubren las exigen-
1inciso primero396.
on motivo de la desaparición de personas fisicas se ha decidido que la actividad
sdiccional promovida por los familiares de los causantes, amerita la competencia
órgano judicial en los términos del art. 10 de la ley 23.049397.El fallo se aparta
tanto del principio sentado en el inc. lo porque no tiene por objeto investigar un -
'to sino exhumar, identificar y restituir los cadáveres y otorgar la documentación
La CS desestimó el recurso extraordinario ya que en el
a agotado su objeto procesal y no podía investigarse la
perseguir a los autores, y toda realización de medidas
roceso contra quienes fueron sobreseídos definitivamen-
nstrucción se encuentra concluida no puede reabrirse la
concretar medidas que implican su eventual rea~eftura'~~.
al inc. lo desatender ---en el caso de contrabando- si
de burlar el control aduanero, exigencia del tipo ob-
impedimento en otorgar validez a determinados actos de
el deber jurídico de investigar la verdad de su génesis
la anulación no se debió a vicios del procedimiento, sino a la creación
del proceso mismo (inc.

.El juez de instrucción deberá proceder directa e inmediatamente a


aparezcan cometidos en su circunscripción judicial,
to en el art. 196.

Principios generales
na vez formulado el requerimiento fiscal y aceptado por el órgano jurisdic-
1 (ver arts. 180, 188, 195), salvo el supuesto de delegación parcial previsto en
96, la instrucción esjudicial. Incluso, aunque medie aquélla, hay cierta acti-
e el fiscal no puede afrontar (arts. 210, párrafo final, y 213), salvo los casos
. 212 bis y 236, último párrafo.

C. Acus. Córdoba, LLC 1987-696.


CF San Martín, en pleno, ED 178-111, f. 48.667; con disidencia del doctor Masur a favor de
oación del proceso penal por ignorarse la identidad de los imputados y del doctor Prack con e1
mento de que dicho juicio no sólo involucra la eventual realización del derecho de fondo a través de

Y de la Cdrdntia dc kihcas dar.%',,quien >s iiiclina pdr el acicnd di. la tcsij ir1iiio:irarla ). afimd " q u c
-
no cabia el cicrrc dc ia iniciiisaci.~~C L.\ ~31>1i.i<,.
. . . t , i ~ ~ ~ d~r;<ii;,il r-i
~ i i i ~ , \ li~iiivn u ~ ~ i d b adgoi~dus".
'" ED 164-587,f. 46.650; ver comentario al art. 176.
" CNPE, sala B, LL del 161312000, f. 99.971.
"' CNCP, sala IV, LLdel 1711012001, f. 102.752.
348 IN~TRUCCION Art. 194 bis

b) Leyes especiales
El art. 32 de la Ley de Estupefacientes, 23.737, establece algunas peculiarida-
des para la instrucción judicial. Dicho p5~ceptoindica: "Cuando la demora en el pro-
cedimiento pueda comproineter el éxito de la investigación, el juez de la causa podrá
actuar en ajena jurisdicción territorial, ordenando a las autoridades de prevención las
diligencias que entienda pertinentes, debiendo comunicar las medidas dispuestas al
juez del lugar. Además, las autoridades de prevención deben poner en conociiniento
del juez del lugar los resultados de las diligencias practicadas, poniendo a disposi-
ción del mismo las personas detenidas a fin de que este magistrado controle si la
privación de la libertad responde estrictamente a las medidas ordenadas. Constatado
este extremo el juez del lugar pondrá a los detenidos a disposición del juez de la cau-
sa". Ver art. 31 bis de esta ley en la introducción al Capítulo 11, Título 1, Libro 11.Y el
art. 3 1 ter determina: "No será punible el agente encubierto que como consecuencia
necesaria del desarrollo de la actuación encomendada, se hubiese visto compelido a
incurrir en un delito, siempre que éste no implique poner en peligro cierto la vida o
la integridad física de una persona o la imposición de un grave sufrimiento físico o
moral a otro.
"Cuando el agente encubierto hubiese resultado imputado en un proceso, hará
saber confidencialmente su carácter al juez interviniente, quien en forma reservada
recabará la pertinente información a la autoridad que corresponda.
"Si el caso correspondiere a las previsiones del primer párrafo de este artículo,
el juez lo resolverá sin develar la verdadera identidad del imputado"402.
La CS con antelación a la modificación de la ley 23.737 operada por ley 24.424,
consideró conforme al orden jurídico el empleo de agentes encubiertos siempre que
su comportamiento se mantenga dentro de los principios del Estado de Derecho, lo
que no sucede cuando aquél se involucra creando o instigando la ofensa criminal en
la cabeza del delincuente. Mientras el agente encubierto se limite a reproducir para
el proceso aquello de que fue testigo por la actitud voluntaria de quien tenía el dere-
cho de exclusión sobre un ámbito constitucionalmente protegido y no se produzca
una verdadera intrusión a la intimidad, excediendo los límites de lo que el titular de
ese derecho de exclusión admitiera que fuera conocido por un extraño, no se violan
garantías constitucionales; por ende, no resulta prueba i l í ~ i t a ' ~La
~ .CF San Martín,
sala 1, admite que el empleo de un agente encubierto no es por sí mismo contrario a
garantías constitucionales, siempre que se atiendan las restricciones para no negar el
derecho de defensa del imputado; afirma la necesidad de distinguirlo del delito pro-
vocado y excluir el engaño a través de una trampa -intuampment- si constara una
inducción determinante de la conducta que de otro modo no se habría cometido4o4.

194 bis. El juez, de oficio o a pedido de parte, deberá apartar a las fuerzas
de seguridad que intervengan en la investigación cuando de las circunstancias

"Oi Conf. sobre la cuestión MONTOYA, "Informantes y técnicas de investigación encubiertas, en


los Estados Unidos", LL Actualidad, del 91911993; del mismo autor, "Informantes y técnicas de inves-
tigación encubiertas en Alemania, Francia, Italia y España", LLActualidad del 191911993, y "Sobre las
atribuciones del fiscal en los Estados Unidos para negociar con el crimen", LLActualidad del 281611994
y del 301611994.
O' i 1111211990,"Femández, Victor H.", JA 1991.1-316.
"O' LL del 2911 111996, f. 94.915, con nota critica de VAZQUE, "El fin justifica los medios".
INSTRUCCION -
e la causa surja que miembros de las mismas pudieran estar involucr
omo autores o partícipes de los hechos que se investigan, aunque la situa
sea de mera sospechaqos.

Se procura evitar el encubrimiento (art. 277, CP) cuando los que colaboran
con el juez en la investigación pertenecen a la inisma fuerza de seguridad que los
imputados.
Iniciación
195. La instrucción será iniciada en virtud de un requerimiento fiscal, o de
una prevención o información policial, según lo dispuesto en los arts. 188 y 186,
respectivamente, y se limitará a los hechos referidos en tales actos.
El juez rechazará el requerimiento fiscal u ordenara el archivo de las ac-
tuaciones policiales, por auto, cuando el hecho imputado no constituya delito o
no se pueda proceder. La resolución será apelable por el agente fiscal y la parte
querellante.
a) Procedimiento
Aferrarse a la Iiteralidad del epígrafe y admitir como vía apta para iniciar la
instrucción, amén del requerimiento fiscal, a la prevención policial4o6,significa pres-
cindir de una interpretación armónica con los preceptos del Código, coherente con el
sistema y, sobre todo, con el principio acusatorio. Por el contrario, la CNPE, sala B,
considera carente de jurisdicción al juez instructor cuando ordena medidas de prueba
sin contar con el correspondiente requerimiento fiscal; decide la anulación de dichas
medidas y de los actos consecutivos, entre ellos el procesainientoqo7.
En cuanto al primer párrafo, ver comentario al art. 188. La "prevención" im-
plica una pesquisa documentada a través de actas; en vez, "inforinación" es el mero
anoticiamiento. Aunque a los fines del inicio de la instrucción el distingo resulta
irrelevante: en ambos casos es indispensable el estímulo fiscal.
Respecto de la situación inversa, prevista en el párr. 2", ver comentario al
art. 180.
No se puede proceder cuando se trata de un imputado a quien alcanzan las
prohibiciones de los arts. 189 y 190 -ahora derogados; ver ley 23.520-; tampoco
en los casos en que corresponda instancia privada (arts. 6" y 72, CP) y no se haya
respetado.
Tanto la desestimación como la paralización provisoria deben efectuarse por
auto (ver art. 122); el juez debe fundamentar y exponer los motivos razonados en la
resolución (art. 123).
En los arts. 252, 371, 390 y 401 se establecen situaciones en las cuales no se
necesita estímulo fiscal previo; el juez instructor que reciba la comunicación debe
resolver si inicia el proceso u ordena el archivo.

'Os Texto incorporado por ley 26.679 (BOdel 91512011).


<O6
Así lo entiende la CNPE, sala A, 91211993, c. 32.009, f. 49, orden 12.475; id, id., LL
2211012001, f. 102.786, o DJ 2001-3-559, f. 17.368; ver comentario a los arts. 186 y 188.
'O' LLde1 161812001, f. 102.477.
350 INSTRUCCI~N Art. 196

Resulta improcedente concluir la instrucción por medio de un rechazo del re-


querimiento fiscal cuando el delito se tiene por no configurado, pues aquella forma
está prevista para los casos en que no se inicia la instrucción4".
B
b) Casuística
Donna y Maiza aceptan la actividad promotora tanto del MP como de la poli-
cía; recuerdan el caso "Avila" y concluyen que el art. 180 cabe interpretarlo como
referido a los supuestos en que aquélla no realiza ninguna intervención y sólo eleva
la mera denuncia o actividad cumplidam9.La CNCP, sala 11, admite como actos pro-
motores, conforme a este precepto, a la requisitoria fiscal o a la prevención o infor-
mación policial4I0.A su vez, en el caso "Avila" extendió el supuesto de consulta del
art. 348 a las situaciones generadas por el desacuerdo del juez con el MP cuando pide
la de~estimación~~'. Extensión ahora irrealizable a pariir de lo resuelto por la CS en
" Q u i r ~ g a " ~En
~ ~pa1,abras
. de Santiago López, este fallo trae aparejado la derogación
de lo legislado cn " A ~ i l a " ~ ' ~ .
Siempre se precisa un acto promotor regular del particular interesado -tanto
la denuncia como la quereva para nosotros son actos de promoción mediata- o del
MP; es terminante la repulsa a la iniciación oficiosa414.
El archivo de las actuaciones carece de respaldo normativo cuando disfraza un
sobreseimiento provisional415;el imputado, como sujeto pasivo del proceso, tiene
derecho a obtener un pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión4I6.Corresponde
si los hechos investigados no constituyen delito; aunque no hace cosa juzgada y no
impide la formación de causa si se concreta alguna averiguación adicional4".
Sobre nulidades en tomo al requerimiento de instrucción, ve yPalaz~i~~~.
Ver comentarios a los arts. 180 y 188.
196. El juez de instrucción podrá decidir que la dirección de la investiga-
ción de los delitos de acción pública de competencia criminal quede a cargo del
agente fiscal, quien deberá ajustar su proceder a las reglas establecidas en la
Sección Segunda del presente título.
En aquellos casos en los cuales la denuncia de la comisión de un delito de
acción pública sea receptada directamente por el agente fiscal, o promovida por
61 la acción penal de oficio, éste deberá poner inmediatamente en conocimiento

PO8 CNPE, sala B, LL del 51912001, f. 102.573.


4W Código..., p. 224.

1811111993, "Guillén Varela", JA 1994-11-629,y JA 1996-11-551; id., sala 1, LL del 81511996,


f. 94.243; id.,id., LL del 31112000; 31311999, "Garrido, Alejandro", r. 2631.1, c. 2102; $,sala 111, DJ
1998-3-606, f. 13.489; en el mismo sentido, CCC, sala V, ED 158-619,f. 45.857; id.,CNPE, sala B,LL
del 3011211994, f. 92.783; id.,sala B, ED del 22/4/1997, t 47.845.
" ' L L 1994-A-363, f. 91.979.
Fallos 3275863. Ver comentario art. 348.
$'3 "Repercusiones del fallo 'Quiroga' en el inicio del proceso", en PASTOR, (dir.), El sistema
penal en las sentencias recientes de la Corte Suprema, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2007, p. 65.
CF San Martín, sala 11, ED 163-33, f. 46.507.
"* CFed., sala 1, 1811012005,"Baille", difundido por el servicio de correo electrónico de La se-
cretaria de jurispmdencia, CCC.
4'6 CCC, sala VII, ED 162-691, f. 46.501.

CNPE, sala A, DJ 2001-2-647, f. 16.912.


"Las nulidades en el Código Procesal penal", reseña de Fallos, JA 1994-1-9801982,nros. 15 a 32.
de ella al juez de instrucción, practicará las medidas de investigación ineludi-
bles, cuando corresponda, solicitará al juez de instrucción que recepte la decla-
ración del imputado, conforme las reglas establecidas en la Sección Segunda
de este título, luego de lo cual el juez de instrucción decidir4 inmediatamente si
toma a su cargo la investigación, o si continuará en ella el agente fiscal.
Los jueces en lo correccional, en lo penal económico, de menores, en lo -
criminal y correccional federal de la Capital Federal y federales con asiento en
las provincias, tendrán la misma facultad que el párrafo primero del presente
artículo otorga a los jueces nacionales en lo criminal de instru~ción~'~.
Ver la introducción al Libro 11.
Sólo dispone asignar al MP facultades perquisitivas, con las limitaciones es-
tablecidas en los arts. 210, último párrafo, y 213; salvo los supuestos previstos por
los arts. 212 bis y 236, último párrafo. Por eso, lo que implique ejercicio de la fun-
ción jurisdiccional es extraño a este cometido420.Con acierto se ha dicho que esta
delegación se ciñe a aquellas funciones que revisten carácter esencialmente instruc-
tono, entendido como provisión de materiales o medios de construcción, para alcan-
zar la obtención de elementos de prueba para comprobar el hecho objeto de pesquisa;
por eso, deferir la condición de parte excede dicha delegación y debe estimarsela
impedida por el art. 213, inc. e)421.
Es que los jueces conservan la dirección del proceso y la decisión final de cier-
tos temas -determinar si existe el estado de sospecha aludido en el art. 294; salvo
el caso del art. 212 bis-, sin que esto resulte apelable de acuerdo con lo prescripto
por el art. 199"Z. Por eso asiste razón al juez Rivarola, en su disidencia, al sostener
la nulidad del testimonio tomado por el fiscal, sin delegación y pese a que el juez
ordenó no llevarlo a cabo; el fiscal, ante el rechazo y en el momento de la vista para
pronunciarse sobre el requerimiento de elevación de la causa a juicio, citó al testigo
a su despacho para recibirle testimonio bajo juramento de decir verdad, al margen
del control de la defensa. En su discrepancia dice que la dirección de la investigación
no es compartible ni su trámite puede descansar en cabeza de ambos a la vez, pues
el sumario criminal no tolera conducciones bbicéfalas. En cambio, la mayoría tilda al
acto del MP como preprocesal y se aferra a que no se podrá incorporar por lectura
al debate423.
Varias son las razones para disentir con la mayoría; en primer lugar, el carácter
de actos preprocesales es cuestionable porque una vez incorporados al proceso aque-
lla nota se diluye (por ej., el instrumento acreditante del poder especial); por otro
lado, una vez decidido el avocamiento judicial, merece reparos la delegacióna4.Por
Último, la prohibición de ingreso al debate --en el caso- trasunta sólo una expre-
sión de deseos. En el escolio, M o r í reconoce
~ ~ ~ ~ que las reglas internas del Código
no prevén situaciones semejantes. Invoca una resolución del Procurador General

"¶ Texto según ley 24.121.


'O CCC, sala 1, JA 1999-1-622.
"'' CCCF San Martín, sala 1, JA 2000-1-173, nro. 11.
CCC, sala VI, DJ 1999-1-459, f. 13.819.
CCC, sala 1, LL del 221912000, f. 100.933.
"' CS, Fallos 292:229.
"Alcance de las facultades de investigación del Ministerio Público en el marco del art. 26 de
la ley'24.946", LL 2000-~-318.
352 ~NSTRUCCI~N Art. 196

-MP 2811999-, donde el funcionario se inclina por la plena operatividad del art.
26 de la ley 24.946, salvo que se trate de facultades reservadas exclusivamente a los
jueces, aunque dicha resolución acepq la validez de la diligencia cumplida, para
concluir, finalmente, que no medió apahmiento en tan singular trámite de las facul-
tades otorgadas por la Ley Órganica al MP, por lo que debe considerarse su actua-
ción... conforme a derecho y encuadrada dentro de la autonomiafirncional propia
de la magistratura ejercida -res. MP 11511999-; se inclina por la aceptación de
los actos preprocesales, aunque vacila acerca del impedimento para ingresarlo por
lectura al debate; por último, está de acuerdo con la censura de que los magistrados
puedan tener funciones superpuestas426.La CNCP, sala 1, aceptó, en consonancia
con las facultades otorgadas al MP por ley 24.946, la ampliación del testimonio de
la víctima y la exhibición de un álbum de fotografías para identificar al autor; deses-
timó la nulidad aun cuando no mediaba autorización judicial, pues la medida -en
su opinión- no revestía carácter irreproducible que cause su invalidación en los
términos del art. 213427.Es cuestionable que la eventual reproducción en el debate
tenga la misma fuerza convictiva que cuando se cumple originariamente durante
su desarrollo y, por ende, DO resulte vedada por el art. 213, inc. c). La CCFed., sala
1, tolera la realización de medidas de prueba por parte del fiscal, a pesar de que no
exista delegación de la i n s í r u ~ c i ó n ~ ~ ~ .
Por su parte, la Ley Orgánica del MP, 24.946, consigna en su art. 26 un am-
plio espectro para realizar actividades investigativas con el auxilio de organismos
policiales y de seguridad. El último párrafo de dicho precepto impone a los fiscales
requerir a dichos organismos "el cumplimiento de las disposiciones que tutelan el
procedimiento y ordenar la práctica de toda diligencia que estimen pertinente y útil
para lograr el desarrollo efectivo de la acción penal", sin perjuicio de las directivas
que el juez competente imparta. Por su parte el art. 33, inc. v), cuando se trata de
hechos atribuidos a la CS, por corresponder a su competencia originaria, reconoce
al Procurador General de ia Nación la actividad instructoria consignada -cuándo la
Corte se la delegue- en el primer párrafo de este art. 196.
Es acertada la preocupación de Carolina Ahumada en punto a que la ley 24.946
no fija el plazo que tiene el fiscal para llevar adelante sus investigaciones prelimina-
res y su eventual incumplimiento no trae aparejada ninguna consecuencia -señala
que la resolución PGN 12112006 no soluciona la cuestión-; menos aún se establece
la manera ni el momento en que el imputado y su defensor deben ser notificados de
esa investigación, o si tienen la posibilidad de solicitar una certificación sobre su
situación frente a ese proceso que supuestamente se sustancia en su contra429.
Delegada la instrucción, corresponde al fiscal asegurar la prueba y completar
el sumario para luego pronunciarse acerca de la procedencia del requerimiento de
instrucción; si lo omite, corresponde declarar nulo su dictamen, apartarlo de la causa
y remitir las actuaciones a su superiorjerárquico para que determine su reemplazo430.

También publicado en JA 2000-IV-704. En la nota "Ministerio Público: facultad de investiga-


ción autónoma de los fiscales cuando la instmcción no ha sido deleeada". Oreeira coincide con el iuez
discrepante; ambos excluyen la posibilidad de regular estos casos a'iravéi derart. 26 de la ley 24.946.
"'LL del 251212002, f. 103.364.
'28 Causa nro. 35.244, del 121812004,wnnveldial.com.ar del 1511012004, o JA del 1711112004, p. 62.

429 "Las llamadas 'investigaciones preliminares' y el desafio de una reforma integral del proceso
penal", RDP, AbeledoPerrot, 612010, p. 1016.
''O CCC, sala 1, "Girón, Ernesto A,", c. 9610, LL del 211112000.
INSTRUCCI~N -
a) Naturaleza jurídica
Tiene alguna semejanza pero no resulta idéntica a la denominada instrucción
umaria o citación directa, al uso de los códigos de Córdoba de 1940 y de Men-
doza de 1950, entre otros. En vez, se le asemeja algo, la instaurada por ley 24.826
(arts. 353 bis y ter). En ellas, y sin otorgar al MP funciones jurisdiccionales, se posi- -
bilitaba -por considerarse innecesaria la investigación instructoria- la práctica de
medidas investigativas "...suficientes para fundamentar su requerimiento de juicio
no controlado por el tribunal instru~torio"~~'. Comprendía incluso la declaración del
-ver ahora art. 212 bis-, aunque excluía las resoluciones de coiitenido
nal como el procesamiento y el sobreseimiento; también en inuchos otros
ectos era controlada por el juez de instrucción. Su procedencia se limitaba a los
ometidos en audiencia ante un tribunal y a los reprimidos con pena de pri-
sión cuyo máximo no excediera de dos años, excluyéndose a los reprimidos con pena
. También se detraían de tal menester los asuntos complejos, de investi-
ngada o si surgía un obstáculo fundado en privilegio constitucional. Po-
con el requerimiento de citación a juicio, presentado directamente ante
tribunal de la oralidad, sin intervención del juez instructor; al iniciarse, el agente
llaba habilitado para pedir la desestimación de la denuncia o, durante su
desarrollo, el sobreseimiento o bien recabar la conversión en instrucción judicial.
También es diferefie del sistema seguido por los nuevos códigos, entre otros, el
de Córdoba (ley 8123) y el de Tucuinán (ley 6203). En ellos se ha sustituido la ins-
tnicción judicial por la instrucción fiscal preparatoria, convertida en regla, siguiendo
los lineamientos de la Exposición de Motivos del Código proyectado por Maier, pues
la judicial se reserva para los casos de imputados con privilegios coilstitucionales.
En estos sistemas se asigna al MP virtualmente la totalidad de las investigaciones,
con ciertos límites surgidos en casos en que se puedan comprometer derechos de
las partes. También ha desaparecido la atribución policial de actuar por iniciativa
propia. Al concluir la perquisición, el fiscal puede disponer el archivo por decreto, a
menos que hubiera recibido declaración al imputado, supuesto en el que debe pedir
el sobreseimiento al juez. Además, en caso de discrepancia entre el fiscal, que propi-
cia el sobreseimiento, y el magistrado, las actuaciones se elevan al fiscal de cámara
de acusación. Las conclusiones se notifican al defensor, quien puede oponerse a la
elevación a juicio o a¡ cambio de calificación
Ver coinentarios a los arts. 180, 181, 188, 194 y 195.
b) Procedimiento
En consonancia con la exclusividad de la recepción de la declaración indagato-
I juez de instrucción (arts. 196, pán. 2", primera oración, y 294) se excluye
tarea de las atribuciones del MP, salvo el supuesto previsto por el art. 212 bis.
Cumplido dicho acto por el juez, debe decidir si continúa a cargo de la investigación.
Como la solicitud de indagatoria implica el requerimiento de instrucción
(art. 188), el juez tiene siempre la posibilidad de rechazarlo con sustento en el último
párrafo del art. 195. Es que el agente fiscal no puede imponer el avocamiento al juez
de instrucción ya que, si se produce desavenencia entre el órgano requirente y el

"' Tratado...,t. VI, p. 343.


OLMEDO,
CLARIA
CAFFERATA Inlroducción ..., ps. 63180
NORES,
354 INSTRUCCION Ari. 196

judicial, incumbe a la Cámara decidirlo, al habilitarse su jurisdicción si la resolución


se impugna tanto por el MP como por la parte querellante (arts. 195 h j n e y 449).
Esta actividad instructoria del fiscal no sólo procede en los casos de delegación
efectuada por el juez, sino cuando aq$él recibe la denuncia o decide promover la
acción penal, aunque en estos dos últimos supuestos debe recabar del juez su asig-
nación (art. 188, párr. 2').
Si en el transcurso de sus tareas se topa con casos de urgencia o de fiagran-
cia que impongan el arresto o detención, cede la exclusiva atribución judicial de
ordenarlos (arts. 210 y 283) y prevalece la atribución del art. 284; por eso resulta
incuestionable si se ordena de manera innominada capturar al autor de un delito
cuando es sorprendido in fragranti; se trataba del cobro de un beneficio jubilatorio
y la privación de libertad obedeció a la directiva a la policía por el fiscal con apo-
yo en el art. 213, inc. b), estimándose que no se afectaban garantías consagradas
normativamente al máximo nivel -arts. 9.3, PIDCP, 25, DADDH, 7.5, CADH, y
75, inc. 22, CN-433.
Durante la ejecución (Libro V), resulta improcedente delegar en el fiscal verifi-
caciones -explicar los motivos del incumplimiento de una de las reglas de conducta
impuesta- que ni el art. 196 ni el art. 26 de la ley 24.946 autorizan al Ministerio
Público434.
c) Casuística
La facultad de delegación conferida a los jueces es ajena al contralor de la
CNCP4)I.Tampoco corresponde elevar en consulta a la Cámara aunque medie dis-
conformidad del MP4". No se contempla la posibilidad de que e1 fiscal cuestione
" la investi~ación~~'.
la decisión del iuez de conferirle dirigir ,. Al no tratarse de una
decisión judicial sino de una actividad discrecional del juc.rJJ6,es inaudible la queja
por apelación denegada (an. 4 3 2 ~ ~ "En
. el mismo sentido, si el fiscal solicitó la de-
claración indagatoria y el juez considera que restan medidas por realizar, corréspon-
de a éste efectuarlas y no delegar nuevamente la investigaciónM0.La sugerencia de
medidas por parte del juez es entendida como una extralimitación de sus facultades
mientras mantenga delegada la instr~cción~~'.

CFed., sala 11, ED del 301612000, DPPC, f. 115, con nota de DE LLANO - KESSLERV, "Los
alcances de las facultades insbuctorias del Ministerio Público. Un fallo que avanza hacia el sistema
acusatorio".
'" CNCP, sala 111, LL del 41612001, f 102.076, con nota de Kent.
"" CCC, sala VII, 511 111992, c. 62.
436 CCC, sala VII, 511111992, c. 62; id., id., 1711111992, c. 68; empero, no son desatendibles
las razones aducidas por la CNPE, sala B, para desestimar la nulidad si, ante el desacuerdo, no medió
elevación -ED del 221512001, f 50.781-.
1
CCC, sala 1, 1211111992, c. 34; CCC, salaVI, SJP, de LLdel261511995, f. 93.193.
CF San Martín, sala 11, 271912004, RDP, LexisNexis, 1012005, Junspnidencia Sintetizada,
j
p. 901. 1
j
" 9 CCC, sala 1, ED del 311312000, DPPC, f. 87; id.,id,, LL 2511012001, f. 102.803, o DJ 2001-3-
558, f. 17.366; en este último caso, el fiscal recurrió contra un auto que dispuso devolver las actuaciones ya
delegadas; se dispuso que el juez reasumiera la dirección del proceso y definiese la situación del imputado. i
i
M T C C ,sala IV, "Calzone, Mario .l.", SJP, LL del 271912004, f. 108,095; con nota favorable de Í
Julio BAEZ,"Apostilla sobre los limites en la delegación de la insmicción sumarial".
CCC, sala V, RDP, AbeledoPerrot, 412009, p. 750.
1
!
La delegación, tanto al iniciar el sumario como al tomar declaración indagato-
mpone al juez si recibe la solicitud de sobreseimiento del MP reasumir la inves-
tigación -si no la considera agotada- o emitir la resolución respectiva; se trata del
ejercicio de facultades jurisdiccionales imposibles de abdicard4*.
Apunta con acierto Darritchon que el plazo para que el juez efectúe la delega- -
ción en el MP no es de carácter perenlorio -sin que pueda aceptarse que se con-
te arbitrariamente en cualquier estadio del proceso excediendo la previsión del
, 161e3-, pues "...para los órganos del proceso ... son todos ordenatorios..."M4.
un si el imputado tuviere el cobijo del privilegio constitucional, no surge obstáculo
delegar la instrucción; promover la acción, controlar el proceso e impulsarlo,
funciones del MP y no resultan, incompatibles con la dirección de la pesquisa
o su co~nplemento~~~.
Cuando el fiscal cumple esta tarea, resulta obvio que su opinión suple el reque-
nto4".
Excede el límite de la delegación instmctoria admitir la constitución de parte
rellante, pues se encuentra Comprendida denlro de los términos del art.-213,

La CF Gral Roca estima que los jueces federales tienen prevista la facultad
legación en el fiscal, sólo en orden a los delitos que exceden la competencia
ccional; considera que el agregado por ley 24.121 110 amplió el precepto del

Si al concluir su labor el MP recaba el sobreseimiento y el juez considera que


debe continuar la pesquisa, se ha rechazado la consulta prevista por el art. 34Be9.
Sobre la posibilidad de impugnar ciertas decisiones del Ministerio Público, ver
el trabajo de Marcelo Solimine y Jorge P i r o ~ z o ~ ~ ~ .
) Procesamiento y delegación
Es inaceptable sostener que si la instrucción fue delegada, el rechazo del dicta-
o de un auto de procesamiento no impida propiciar la elevación a juicio, cuando se

"'CCC, sala IV, LL del 22/9/2000, f. 100.942.


CCC, sala V, JA 2000-1-174, índice, nro. 12.
"" "Cómo son los plazos y los términos en el nuevo proceso penal", LL del 2511/1994, comen-
no al f. 91.901 de la CCC, sala IV; sobre las facultades del fiscal como investigador, ver, del mismo
'mo es ..., t. 1, ps. 119 y SS. Aunque algún reparo merece lo dicho en la p. 130 pues las providen-
MPno son recurribles, ya que únicamente lo son las resolucionesjudiciales, ans. 122 y 432; en
ido CCC, sala VI, no admite la queja por haberse denegado la apelación contra la delegación en
isterio Público; se añade que si se excedió el plazo del art. 180, no le quita efecto ni validez, pues
perentorio sino meramente ordenatorio -DJ 2002-3-556, f. 18.824-.
*' CCC, sala VI, LL del 5/7/2002, f. 103.999.
M6 GONZALEZ NOVILLO - FIGUEROA, "Reflexiones en tomo del nuevo Código Procesal Penal", ED
153-960, segunda columna, párr. 5", y sus citas.
*' CF San Martin, sala 1, "Cmz Roja", JA 1998-11, sintesis, nro. 19.
DJ 1999-1-198,f. 13.733, o LLdel311511999, f. 98.806; amén de ajustarse al texto de la ley,
el criterio atiende a la excepcionalidad del cambio de órgano instructor.
CCC, sala VIJ, ED 175-485, f. 48.409.
""'La necesidad de inecanismos de control sobre las decisiones del fiscal" (RDP,LexisNexis,
nro. 6, ps. 311 1.
Art. 196 bis 1
ordenó recibir indagat~ria~~'. Al comentar el fallo, Amelotti se inclina por la opinión
adversa al meritar que el art. 215, al establecer sólo la vista a la querella, como trá-
mite previo al juego del art. 347, inc. 2", es terminante; concluye que los jueces no
pierden el control de la labor del M P cumplirse
~ durante el desarrollo de la etapa
intermedia. Sólo excluye los supuestos en que corresponda dictar prisión preventiva
-arts. 213, inc. b), y 3 12-; tampoco resultaría inconveniente la falta de dictado del
embargo, pues las partes pueden requerir al juez que lo resuelva.
El auto de procesamiento después de la indagatoria es un incontestable acierto
de la legislación española y de la argentina señera del juicio oral que, en 1948, snsci-
tó la admiración de Cameluti. En vez, es posible si se trata de la instrncción sumaria
(art. 353 bis; ver Introducción al Titulo IX de este Libro 11). En consonancia con el
pensamiento de Amelotti, la CCC, sala 1, estima que, en los casos de delegación de la
instrucción, el auto de procesamiento no es necesario452. Pero a partir de la reforma
incorporada mediante ley 25.760, en los supuestos del art. 212 bis, el auto de proce-
samiento deviene irnpre~cindible~~~.
El criterio jurisprndencial mayoritario de la CNCP sostiene la necesidad del
auto de procesarnient~~~~.Ver comentario art. 215.
196 bis. No obstante lo dispuesto en el articulo anterior, en los sumarios
por hechos ilícitos de competencia criminal de instrucción o correccional que
no tengan autor individualiado, la dirección de la investigación quedará desde
el inieio de las actuaciones delegada al Ministerio Público Fiscal, con noticia al
juez competente en turno 455.
En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos en los arts.
142 bis y 170 del Código Penal de la Nación, o que tramiten en forma conexa
con aquéllas, aun cuando tengan autores individualiados, la dirección de la
investigación quedar&a cargo del Ministerio Público Fiscal desde el inicio de
las actuaciones basta la conclusión del sumario, con noticia al juez competente
en turno 4s6.

'*' CNPE, salaA, DJ 2001-2-148, f. 16.708, o LLdel231312001, f. 101.337, con nota ~ ~ A M E L O T -


rr, "iPuede prescindirse del auto de procesamiento?".
SJP. LL del 3011212004. f. 108.476: con nota adversa de AI.MEYRA. "iElevación de la causa
a juicio sin procesamiento?", y RDP, ~ e x i s ~ é x inro.
s , 7, p. 314; en contra, C ~ C sala
, V, SJP, LL del
301812004, f. 107.978.
"' .4 criterio del aciualizadur, ia exigencia expresa de auru de pro~ssainientupara ritus cscus por
parte del Icgislador piiede ser rriteiidida cumu una aprobaci611d-l criterio expuesto pur .4nieluni pxa los
otros supuestos de delegación de la insmicción, en los que no se alude a la presencia de tal acto piocesal. i
Sala 1II,30/312006, "A,, L.", con disidencia de la jueza Ledesma, SJP, LL del 211712006, p. 57;
sala 11, 131812007, "Martínez Vergata", RDP, LexisNexis, 512008, p. 823. En contra, sala IV, 111612008,
"Blanc", RDP, AbeledoPerrot, 1012008, p. 1803, voto de los jueces Hornos y Diez Ojeda. El criterio ma-
yoritario que sostiene la necesidad del auto de procesamiento fue consolidado por IaCNCP a través del
plenario "Blanc", con notas favorables de PACILIO, ''Algunas observaciones sobre el plenario 'Blanc' de la
Cámara Nacional de Casación Penal", RDP, AbeledoPerrot, 1012009, p. 1703, y ALMEYRA, "Jnsmicción
fiscal y procesamiento", S P , LL del 21/7/2009, p. 22; ver la opinión adversa de AMELOTTI, "¿Derecho
constitncional a ser procesado?...", RDP, AbeledoPerrot, 1012010, p. 1724.
'*'Texto incorporado por ley 25.409 (BO del 201412001).
"I" Texto incorporado por ley 25.760 (BO del 111812003).
Primer supuesto
a instrucción - e n los su-
hechos ilícitos de com-
cia criminal de instrucción o correccional, excluyendo aquellas causas donde
ar correspondan a jueces con competencias diferentes; por ende -
el fuero federat; así lo dice la C Fed. San Martín, sala 1417. Sin
leados en los arts. 196 bis y 196 ter bien pueden indicar com-
rica y no material, cuya fuente exclusiva es el art. 116, CN;
no tiene sustento. Además, los antecedentes parlamentarios
ser interpretación auténtica y sólo coadyuvan a la histórica.
do el autor es ignorado, es muy posible que no se lo individualice y que,
la acreditación material del delito -corpus-, corresponda archivar el
que la instrucción sigue siendojudicial, aunque delegada, y
a expresa ni implícitamente articulo alguno del CPP, "...se colige que
miento y que ellas deben conjugarse con las restantes que
con ellas se encuentra el art. 213, inc. d), y con referen-
nos ocupa, el art. 195...". Por ende, toda medida relativa al archivo
tanto se precisen los datos de los intervinientes- es privativa del
ocurre si se ordena la
vez, Báez indica, con acierto, que esta asignación al MP no necesita ser
por el juez: la establece la ley. En cambio, discrepamos con que el órgano
ueda archivar o reservar el legajo459;el juez es el encargado de resolver
procesos y el fiscal el de promover la acción penala60.

e de delegación impuesta por ley para la investigación


evistos por los arts. 142 bis y 170, CP, sin que importe la individua-
de los autores del hecho.
ter. En esos mismos supuestos, la polieía o las fuerzas de seguridad
dar noticia en forma inmediata a la unidad funeional respeetiva que
n establezca el Procurador General de la Nación, de los delitos de acción
peteucia criminal de instrucción o correccional, segun corres-
comunicando asimismo al juez de turno la comisión de tales ilícitos y la

idad funcional respectiva, cuau-

quater. En los casos en que la investigación de los delitos mencionados


.196bis, hiciere posible la imputación a persona o personas determi-

n cita de HORNOS, "Delegación


blico Fiscal", publicado en LL
o de Hornos se sustenta en los antecedentes parlamentarios; allí no se mencionó
otros fuetos que los indicados.
DJ 2001-2-1240, "BI archivo y la ley 25.409".
"" "La flamante reforma procesal penal: sin recursos, un cambio para que nada cambie", JA del
CCC, sala 91212007, V, 'TJ.N.", SJP, LL del 201412007, p. 38.
"' Texto incorporado por ley 25.409 (BO del 201412001).
358 INSTRUCCI~N Art. 197

nadas, el funcionario del Ministerio Público a cargo de la unidad funcional res-


pectiva, deberá remitir las actuaciones al fiscal a quien hubiese correspondido
intervenir por sorteo, turno o circuito territorial. Ello, sin perjuicio de la actua-
ción conjunta o alternativa que pudrla disponer el procurador general de la Na-
ción, de acuerdo a las facultades del art. 33, incs. d), e), g) y n) de la ley 24.946.
El fiscal interviniente, remitirá las aetuaciones al juez competente para que
en el plazo de tres días haga uso de la facultad que le otorga el art. 196 párr. lo4'j2.
El art. 4" de la ley 25.409 establece que: "En los supuestos a los que se refiere
el art. 196 bis, ter y quater del Código Procesal Penal de la Nación, el Procurador
General de la Nación dispondrá las asignaciones funcionales correspondientes entre
quienes ya integran las distintas categorías de los cuadros permanentes del Ministe-
rio Público a su cargo, para atender en las unidades funcionales que sean necesarias,
los casos correspondientes a la competencia criminal de instrucción o correccional,
según sea el caso".
Por acordada 9 del 41512001, la CS decidió mantener la competenciajudicial sólo
con respecto a los sumarios iniciados de la manera quefiera, con anterioridad a su en-
trada en vinencia; hace hincapié en la frase "...desde el inicio de las actuaciones..."463.
~olimineconsidera excluida también a la justicia de menores. Pone énfasis en
que la ley quita al órgano jurisdiccional toda posibilidad de dirigir la investigación
en las causas que no tengan autor individualizado. Dice: "De este modo, diclios pro-
cesos resultan de instrucción fiscal obligatoria, por imperativo legal", estima situa-
ción análoga a la establecida por el art. 353 bis y subraya la utilización de fórmulas
legislativas casi idénticas en ambas normas. Propicia que debe tutelarse el derecho
a la víctima reconocido por los pactos internacionales. No cree acertado el régimen;
por el contrario, entiende que en las causas con autor ignorado la instrucción debe
quedar a cargo del juez y que, una vez individualizado, se impone la instrucción por
el Ministerio .
Defensor y domicilio
197. En la primera oportunidad, inclusive durante la prevención policial
pero, en todo caso, antes de la indagatoria, el juez invitará al imputado a elegir
defensor; si no lo biciere o el abogado no aceptare inmediatamente el cargo,
procederá conforme al art. 107. El defensor, podrá entrevistarse con su asistido
inmediatamente antes de practicarse los actos aludidos en los arts. 184 penúlti-
mo párrafo, y 294 bajo pena de nulidad de los mismos.
En el mismo acto, cuando el imputado esté en libertad, deberá fijar domi-
cilio. Si estuviere detenido se informará a la persona que indique su lugar de
detención.

'" Texto incorporado por ley 25.409 (BO del 201412001).


LL Aclualidad del 171512001.
'* "Análisis de la lev 25.409. de Investieación de Causas Penales 'N.N.'. Los nuevos artículos
196 bis, ter ). quatcr drl Código I'roi.csa1 I'ciial ) el desiaje entre su idcaciijn, formulaciS~i! I? praxis",
L L dcl 4 10 70111 Ver Cii.a>i.~ - G i n & i . ~ ;-~Oi\iii\rii
o - SCJTTU. 'Unidad fiscal de in\~cairaciSii
- de
delitos con autores ignorados: una propuesta de organización" (DJ 2002-1-47).
INSTRUCCION -

ctuación del defensor


siquiera la incomunicación impide la libre conferencia del defensor con el
o (ver art. 205, párr. 3°)465. Si no se permite la entrevista solicitada por el
llevarse a cabo la indagatoria, el acto es
s tribunales tienen el deber de suministrar la debida asistencia letrada, que
ejercer la oposición sustancial correspondiente al progreso de la imputa- -
so resulta nula la declaración indagatoria cuando no se puso en conoci-
la realización previa del
ido es claro: la ley evita que el imputado -salvo que de-
ente (art. 104, segunda oración* quede sin la cobertura

Constitución de domicilio
constitución de domicilio procesal se requiere con miras a los actos de co-
cumplirse, sin pejuicio de que también se le hagan saber al
o a los arts. 144, párrs. 2'y 3', 145 y 295.

ieniras la CNCP se inclina por el carácter facultativo de la entrevista previa'",


ulta nula la indagatoria cuando se ha omitido hacer saber al impu-
derecho a la libre conferencia ni se dejó constancia de que se hubiera cumpli-
ntrevista o que el imputado hubiere renunciado a esa posibilidad4'0. De modo
terminante también desestima la nulidad el TOC nro. 10, con disidencia de
tora Goscilo, quien es concluyente al exigir la necesaria notificación previa al
e la indagatoria al defensor, pues de lo contrario se escamotea la posibilidad de
este precepto si, además, no se fundamentó la autodefensa (art.
autorizándola conforme al art. 10447'.Por su parte, el TOC nro. 9 desestima
haberse omitido comunicar al imputado - e n el momento
S derechos a proveer su defensa y abstenerse de declarar, si a
ello dichas garantías pudieron ejercerse sin menoscabo para la defensa472.
CS considera inadmisible la nulidad de la indagatoria fundada en queantes
a no se hizo saber al detenido incomunicado su derecho a un entrevista previa
no se demuestra por qué el anoticiamiento anterior sobre
ficiente ni que baya expresado su voluntad de ejercer esa
aya impedido473;la CNCP, sala 111, se atiene a la literalidad del
la reunión no resulta "...una ~bligación"'~~.

CARRILLO BASCARI, "Asistenencia letrada previa a la indagatoria: Pacto de San José", ED 145-907.
CNPE, sala A, DI 2001-3-1120, f. 17.609.
CS, G-473.XXII1, ED, Sintesis de Jurisprudencia, del 31711992, nros. 1572 y 1725.
CCC, salaVII, LLdel221811997, f. 95.814, o DJ 1998-1-598, f. 12.652.
Sala 11, BJ nro. 5, p. 20; sala 111, SJP, LL del 281411995, f. 93.098.
''O TOC nro. 5, LL del 6/1/1994, f. 91.472, con nota de C A S T ~ O"Nulidad N, de la declaración
dagatoria (Omisión de la entrevista previa del imputado con el defensor)".
"'241911993, "Álvarez, Juan Manuel", JA del 26/4/1995, p. 54.
LL del 26/6/1996, f. 94.220; en el caso, luego de la detención fue informado y hasta ese mo-
ent0 no se cumplieron actos procesales que requirieran la constilución de la defensa.
13/6/1995, "Martini", JA del 27/9/1995, p. 41.
'"'161811996, "Spikennan, Oscar", c. 734, reg. 227196.
3
Art. 198

Si se impidió el encuentro después de cumplirse el conocimiento de los cargos,


aun cuando se haya llevado a cabo otra con antelación, corresponde anular la inda-
gatoria; limitar la asistencia al momento anterior en que se desconocen las imputa-
ciones resulta frustratorio del derecd constitucional comprometido en resguardo de
la defensa en
La conferencia es previa a la iniciación de la audiencia, pero en modo alguno
implica el diálogo durante su desarrollo476.Empero, no puede retacearse el control
del defensor técnico en punto a la regularidad del acto; para cumplir esa función bas-
ta con que use de la palabra luego de ser autorizado por el juez (art. 203).
Un caso resuelto por la CCFed., sala 1, reafirma la validez si del acta se des-
prende que se anotició al imputado del derecho a entrevistarse con el letrado y medió
renuncia expresa a esa Resulta opinable aceptar la abdicación por "...el
titular de todas las garantías..."; sobre todo si se tiene en cuenta que la actividad no
se desarrolla en un ámbito inuy propicio para reflexiones de ese tipo; menosaún
puede convalidarse por la posibilidad de ampliación autorizada por el art. 303. En
vez, el TOC Fed. San Martín se inclina por la nulidad de la indagatoria efectuada sin
la intervención del defensor478.
Parece razonable Concluir que lo que es "...obligatorio para el profesional no
es la aceptación del cargo sino su desempeño una vez que ha tomado posesión del
misino ..."479. Por eso resulta nulo si no se dio conocimiento previo del acto al defen-
sor designado, pues se le privó de la adecuada asistencia que pudiera brindar a través
de la entrevista previa48o.
Ver comentario a los arts. 104 y 107.
Art. So, inc. 2), ap. d), de la CADH.
Participación del ministerio público
198. El ministerio fiscal podrá intervenir en todos los actos de la, instruc-
ción y examinar en cualquier momento las actuaciones.
Si el agente fiscal hubiere expresado el propósito de asistir a un acto, será
avisado con suficiente tiempo y bajo constancia, pero aquél no se suspenderá ni
retardará por su ausencia. Cuando asista, tendrá los deberes y las facultades
que prescribe el art. 203.
Como órgano de control el MP debe verificar la regularidad de los actos proce-
sales. Es por eso que las disposiciones acerca del secreto (art. 204) no le alcanzan.
Sin embargo, su intervención en los actos investigativos cumplidos por el juez
no hace a su validez, a diferencia de lo que sucede con los del debate (arts. 365, inc. 4",
368 y 374).
La petición fiscal para concurrir puede realizarse tanto por escrito como ver-
balmente, en cuyo caso deberá dejarse constancia de su pedido, tal como lo indica el
art. 138. Cumplido este requisito y anoticiado con mención en el legajo, su ausencia

" X N P E , sala A, LL del 291112002, f. 103.214, o ED del 51212002, f. 51.253.


4 ' T C C , sala IV, 711211993, JAdel21811995, p. 60,
"' LL del 51312001, f. 101.618.
478 LL del 911112001, f. 102.883.

" IROMERO VILLANUEVA, "Algo nuevo y viejo sobre las facultades del defensor particular en el
proceso penal", JA 1998-1-534.
CCC, sala VII, "Carpel, Berta", JA 1999-1, síntesis, nro. 44.
rica del art. 167 ni puede tomarse como causal de nulidad
en los términos del art. 168, párrafo segundo.
timo párrafo indica que la posición del MP no está supra-
resulta un corolario del principio de igualdad, fijado en
CW. A su vez, también apuntala su condición de parte en el proceso aunque
-
el secreto del sumario al MP; se le causa un gravamen
ción ulterior y permite revisar lo resuelto por vía de apela-
la Ley Orgánica del MP, 24.946, les asigna la verifica-
s presentadas en el proceso.

poner diligencias. El juez las practicará cuando


oluci6n será irrecurrible.
el juez es técnicamente discrecional, queriéndose
ficar con ello que, a diferencia de lo que ocurre durante el plenario - e l juicio
está concentrada sólo en las disposiciones del instructor482.
que la pertinencia de la prueba, calificándola como necesaria a los fines de

ulta consecuencia del carácter escasamente contradictorio de esta etapa (ver


ucción a este libro, acápite e.3).
as facultades del juez instructor sobre admisibilidad y forma de realización
rueba conciernen al ámbito de su exclusivo arbitrio, sin perjuicio de ser dili-
planteables en el momento del juicio; la CS considera, en principio, insus-
ordinario federal tales decisiones484.Sin
oto de Ure y Prats Cardona-, advirtió
llan dotados de facultades amplias "...para
que estimen pertinentes para la investi-
ometidos a su conocimiento, tratándose de
ca... no resulta menos exacto que esa amplitud discrecional
icionada a las razonables limitaciones que derivan del orde-
al, de las propias garantías constitucionales, y de las que,
determina...""s. A su vez, la Corte Suprema ha admitido
sos extremos el recurso extraordinario cuando la decisión instructoria rozaba
a garantía con~titucional~~~.
CNPE, sala A, LL del 231211998, f. 96.644, con nota de QUEVEDO MENDOZA, "Actividad pro-
blicidad - elasticidad de las formas", quien observa que se incurrió "...en un cxceso evidente
ulizar el ejercicio de la acción penal impidiendo la intervención que la ley (an. 198, CPPN)
al Ministerio Fiscal (art. 167, inc. Z9, CPPN)...".
ODERIGO, Derecho ..., p. 430.
483 CS, Fallos 247:214.

ED 161-220, f. 46.229; aunque la cuestión se suscitó durante la vigencia del Código anterior,
ecidido resulta aplicable ai régimen actual.
JA 1964-11-82, f. 8231.
Fallos 312:1580; 313:1113, y -la minoria- LL del 6/5/1996, f. 94.238, o ED 170-260, f.
47.569; también, ED 168-443, f. 47.313, o JA 1996-111-436, o LL del 301511997, f. 95.431, o ED del
25/4/1997, f. 47.851: en el procedimiento penal tiene excepcional relevancia y debe ser siempre tute-
362 . INSTRUCCI~N Art. 199

Si la defensa recaba ampliar la indagatoria de su pupilo, la denegatoria injustifi-


cada vulnera la garantía consagrada por el art. 18, CN, y excepciona este principioba7.
Se resiste declarar la inconstituc[onalidad de este precepto en razón de la posibi-
lidad de replantear la petición en la dksión del art. 348 - e n el procedimiento inter-
medio-, sin perjuicio de lo consignado para el momento del juicio -art. 354_b8s.
Las salas 1, IV y VI de la CCCbS9entienden que la invocada discrecionalidad del
magistrado resulta eficaz para el rechazo de la vía impugnativa -apelación- ensa-
yada. Cabe señalar que en la CCC, sala IV, se registra una importante disidencia del
doctor Barbarosch; entiende que este precepto no reviste carácter absoluto, pues, si
así se lo hiciese, impediría obtener prnebas que tal vez enriquecerían la investigación
y frustraría el esclarecimiento de la verdadbg0.
A su vez, la sala 1 de la misma Cámara*' admite la posibilidad de alzarse en
el momento correspondiente al procedimiento intermedio (art. 346); no obstante,
pone énfasis en que lo acepta excepcionalmente, porque reafirma el criterio de que la
denegación no suscita apertura del recurso, durante la etapa preparatoria. Dicha sala
revisó la denegatoria de una medida de prueba cuando su fundamento radicó en la
supuesta afectación de garantías constituci~nales~~~.
En cambio, el fallo de la sala V4" se inclina por el criterio adverso, ya que si
media gravamen -efecto irreparable por resultar imprescindible la diligencia para
la buena marcha del proceso-- abre el carril de la apelación. Análogo temperamento
dispuso la CFed., sala 1, al rechazar el recurso cuando no se suscite gravamen irre-
~arable~~~.
Cafferata Nores caracteriza este sesgo de la actividad judicial cuando afirma
que "la fuente de la obligación del magistrado no reside eii la proposición de las
partes, sino en su obligación de investigar la verdad"495.
Expresó Oderigo la fórmula más ajustada para concretar este carácter prepon-
derante del sumario. Dijo el recordado maestro que se trataba de un estadio "técni-
camente discrecional para el juez", pues "la actividad probatoria de las p'artes está
subordinada al criterio del juez i n s m i ~ t o r " ~ ~ ~ .
El problema se ha suscitado en otros países donde hay instrucción judicial. Los
juristas franceses, al afrontar la situación con un ordenamiento que tiene ciertas pe-
lado el interés público que reclama la determinación de la verdad en el juicio; por eso no constituye
práctica humillante o degradante la extracción de sangre para realizar un estudio inmunogenético de
histocompatibilidad, pues se encuentra justificada por la propia ley; CF San Martin, sala 11, LL del
141111999, c. 1664, re&. 1083, "L. J. M. y otros".
"' CCC, sala VI, ED 175-374, f. 48.379, o LL del 231211998, f. 96.662.
4a8 CCC, salaVI, DJ 1998-3-716, f. 13.535.

LL del 2111211998, f. 98.245 y f. 98.247, o DJ 1999-1-319, f. 13.767 y 13.768, o ED del


2011111998, f. 36-SJ y 35-SJ; LL del 311811998, f. 97.751 respectivamente.
"O LLdel311812000, f. 100.809.
LL del 2111211998, f. 98.246, o DJ 1999-1-318, f. 13.765.
CCC, sala 1,3011112007, "Franceschetti", c. 32.618, difundido por el servicio de correo elec-
trónico de la secretaria de jurisprudencia, CCC.
"' LLdel2611011998, f. 98.013, o ED del 2011111998, f. 34-SJ.
' ? T L del 211212001, f. 101.554.
La prueba, Buenos Aires, 1998, p. 40, y en la nota 85 cita a Ayan, para quien la omisión
judicial no traerá aparejada ninguna nulidad, sino tan sólo la posibilidad de aplicar al magistrado una
medida disciplinaria.
'9Verecho,Buenos Aires, 1973, p. 431.
ades, han aceptado soluciones prácticas, por ser conciliables con los disti
en juego, sin dejar de lado que "la imaginación del juez, excitada por el
on la realidad, puede en ciertos casos ser más fuerte que la del legislador";
que la enumeración de los actos instructorios no es limitati~a~~' y que el
o dirige el procedimiento activamente, pues le incumbe rechazar las solici-
medidas propiciadas por el inculpado o por la parte Se parte de un -
-aceptado por nosotros- entre tareas jurisdiccionales y administrativas
tes de la instrucción; el juez decide de oficio las últimas, mientras que aqué-
tomadas luego del requerimiento de una parte499.Con muchas restricciones
a la apelación para las de carácter Ocurre que las experti-
ordenanzas motivadas y son susceptibles de apelación, sobre todo si el
a el cumplimiento de un peritaje reclamad^^^'.
factible acoger este temperamento en nuestro medio. Basta advertir que
r parte de las diligencias a través de las cuales se concreta la pesquisa son
ncias simples de carácter administrativo y es, con motivo de ellas, cuando se
S impugnaticios. Con todo,-marca una directriz no desechable:
ando el requerimiento tuvo alguna sustanciación previa;
orpora el escrito en que se fundamenta el pedido y se lo rechaza
aciones de pertinencia y utilidad.
co debe ser analizado a la luz del principio de contradicción. Su vigencia
a por la garantía constitucional alojada en el art. 18, CN- admite poster-
no eliminación. De manera que cuando se colisioue, en forma manifiesta,
a garantía constitucional pareciera carecer de sentido posponer el análisis
momento del procedimiento intermedio o sólo llevar la discusión al juicio.
principio también cede cuando se trata del damnificado. Se ha aceptado la
or la presunta víctima, aun cuando no revista calidad de parte si
cepcionales, el pedido resultaba razonable y se había circuns-
los límites procesales que la ley otorga al ofendido - d e b e
uando aún no asumió la función de parte (al-ts. 79 y SO)-; la cuestión
aba sobre una prueba hemática sobre dicho sujeto a fin de determinar su identi-
02. Es terminante la CCC, sala VII, al aceptar el recurso y revocar la providencia
ordenaba la extracción compulsiva de sangre a la víctima503.
der al criterio del Alto Tribunal sobre la prueba, exige determinar su ap-
la situación del encausado, supuesto que suscita las mayores
sponde con lo expuesto por la sala V de la CCC al meritar la
en ocasionado por la falta de aceptación de la medida para

' PRADEL,L'insfniction,ps. 82183.


Op. cit.,ps. 2141215.

'O1 - LEVASSEUR
Op. cil., p. 727; conf. STEFANI - BOULOC,
Procedure, ps. 3481349,
'" CFed., sala 1, DJ 2000-2-260, f. 15.513, o LL del 301512000, f. 100.337.
'O3 JA 2000-IV-714 o ED del 711112000, DPPC, f. 147.
*" Conf. CS, Fallos 293574.
*O5 LL del 2611011998, f. 98.013, o ED del 20111i1998, f. 34-SJ.
Derecho de asistencia y facultad judicial
200. Los defensores de las partes tendrán derecho a asistir a los registros
domiciliarios, reconocimientos, rec~nstruccioues,pericias e inspecciones, salvo
lo dispuesto en el art. 218, siempre que por su naturaleza y características se
deban considerar definitivos e irreproducihles, lo mismo que a las declaraciones
de los testigos que por su enfermedad u otro impedimento sea presumible que
no podrán concurrir al debate.
El juez podrá permitir la asistencia del imputado o del ofendido, cuando
sea útil para esclarecer los hechos o necesaria por la naturaleza del acto.
Las partes tendrán derecho a asistir a los registros domiciliarios.

a) Principios generales
Tanto los registros domiciliarios como los reconocimientos, reconstrucciones,
pericias e inspecciones, son actividades que pueden resultar de imposible realiza-
ción ulterior durante el proceso, al igual que las declaraciones testimoniales que
se precisan en la oración final de este párrafo. Se exceptúa la inspección corporal
y mental del imputado ¿I de otra persona, a la que sólo pueden concurrir quienes
están señalados en el párrafo final del art. 218: defensor o persona de confianza o
exclusivamente esta última, siempre que no se trate del imputado en que se faculta
al defensor.
El párrafo segundo peimite asistir a un sujeto necesario como el imputado y a
quien resulta ofendido (art. 82). En cuanto a este último, su condición debe estimarse
a tenor de lo previsto por los arts. 14 y 87, en función del art. 56, última parte, con-
forme al cual puede apersonarse aun antes de ser tenido por parte.
Siempre se tolera la asistencia de las partes en los registros domiciliarios
(art. 228); pero al no estar impuesta, su ausencia no origina nulidad (confr. art. 167,
incs. 2" y 3').
Sobre la fonna de reílejar documentalmente la actividad, ver art. 138.
b) Casuística
Si se practicó un reconocimiento sin notificar a la defensa, se ha incurrido en
nulidad absolutaso6.Por ser acto irreproducible, es nulo el reconocimieiito cumplido
por los preventores sin notificación previa y sin que el juez fundamente la causal de
urgenciaso7.La índole de la nulidad desecha el consentimiento tácitos0%Se estima
causante de nulidad la omisión de notificar a los defensores la realización de un exa-
men técnico sobre la documentación secuestradaso9.
Son actos definitivos aquellos que, al ser ordenados, se vislumbra podrán ser
tomados en cuenta por el tribunal de juicio, tal como se han practicado por el juez de
instrucción; al cumplirse quedan agotados sin posibilidad de revisión por el órgano

CCC, sala IV, 111311993, "Fraga de Jafelle", c. 316; TOC nro. 3, 71411993, "Rolón, Leonar-
do", c. 7; TOC nro. 6, 161511993, "Guillen Varela"; CF Cap., sala 1, ED 170-508, f. 47.621. 1
'°1 TOC nro. 1,3011211992, "Pereyra, Gerardo E.", c. 106. !

CCC, sala 1,251211993, "Sánchez", c. 257.


CNPE, sala A, DJ 1998-2-507, f. 13.012, con disidencia en que se condiciona la invalidez si
no se demuestra perjuicio concreto causado por aquella circunstancia.
. ,
INSTRUCCION .. 36

e sentencia. Como irreproducibles se consideran los que no pueden reno-


variar las circunstancias originalesiio.
ien se ha resuelto que aunque la ley no lo diga y por razones de equidad, si
nsor puede asistir a las declaraciones de testigos, también puede hacerlo el
Determinar la condición de irreproducible de una diligencia de prueba es una -
tión de hecho e insusceptible de posibilitar criterios generales. Es ejemplo es-
el del peritaje cumplido sobre sustancia incautada siempre que se posibilite un
men por los expertos o por otro perito; en consecuencia, la falta del debido
'entono conduce a la
ón. Casos urgentísimos
Antes de proceder a realizar alguno de los actos que menciona el ar-
excepto el registro domiciliario, ei juez dispondrá, bajo pena de
e sean notificados el ministerio fiscal, la parte querellante y los de-
as la diligencia se practicará en la oportunidad establecida, aunque

sos de suma urgencia se podrá proceder sin notificación o antes


do, dejándose constancia de los motivos, bajo pena de nulidad.
otificación, en el caso del registro domiciliario, se explica en razón
alidad perseguida con su realización (art. 224).
uando se cumple la notificación debe efectuarse en la forma prevista por el

dad -en especial si se trata de actos definitivos e irre-


(art. 200)- resulta absoluta en virtud de lo previsto por los arts. 167,
y 168, párr. 2" (art. 18, CN).
La falta de asistencia -cubierto el requisito de la notificación- no obsta a la
validez del acto.
o párrafo indica el único supuesto en que puede procederse al desarro-
llo de los actos definitivos e irreproducibles sin observar el tiempo fijado para reali-
zarlos ni cumplir con la adecuada comunicación; el tribunal debe dejar constancia de
S motivos que impidieron cumplir con los actos pertinentes por medio de decreto
lo contrario se incurre en nulidad, también de carácter absoluto, por
es a las indicadas anteriormente.
Posibilidad de asistencia
202. El juez permitirá que los defensores asistan a los demás actos de la
rucción, siempre que ello no ponga en peligro la consecución de los fines del
ceso o impida una pronta y regular actuación. La resolución será irrecnrrible.
Admitida la asistencia, se avisará verbalmente a los defensores antes de
racticar los actos, si fuere posible, dejándose constancia.
El arbitrio del juez es amplio, aunque a veces está restringido por la ley (art. 295).
La imposibilidad de recurrir, al igual que en el caso del art. 199, se sustenta en que

''OTS Córdoba. del 1711111991, citado por ÁBALOS,Códrgo ,p 481


*" CNPE, sala A, 241311995, "Schenone", JA del 131911995, p 59
"' CNPE, sala A, LL del 31811999, f 99 120
366 . MSTRUCCI~N Art. 202

la contradicción durante la etapa insmtctoria no es plena y uno de sus corolarios,


precisamente, consiste en la privación de la facultad de impugnación.
La comunicación a los defensores puede practicarse por medio de la palabra
oral, pero debe dejarse constancia (a&. 138).
Debe preservarse esta facultad aun cuando la diligencia se lleva a cabo median-
te exhorto, si se autorizó la presencia del abogado en la audiencia y su reproducción
está deparada a contingencias impredictiblessL3.
Conforme al art. 14.3., ap. e), del PIDCP, se garantiza al imputado controlar las
declaraciones de las personas que lo denunciaron, actividad que debe ser efectiva y
La CNCP, sala 1, invalida la incorporación por lectura al debate de declara-
ciones recogidas sin la presencia de los denunciantes por no haber mediado posibi-
lidad útil de interrogarle^^'^. Al comentar este fallo, Orgeira muestra con lucidez el
desacierto de la CNCP, sala 111, al decidir lo contrario en la causa "Novoa, Jorge"516
y considerar que el derecho a interrogar a los testigos de cargo, consagrados en los
tratados internacionales, no es directamente operativo; el escoliasta cree habilitada,
en estos casos, la vía casatoria del art. 456, inc. 2", e incluso del remedio federal.
Por su parte, Namer, al comentar el fallo "Novoa, Jorge", con fundamentos incon-
testables, repudia tal resolución en un estudio que cuestiona la constitucionalidad
del art. 391, inc. 3", aun cuando se haya verificado el control por la defensa en la
etapa instructoria. La CS decidió finalmente la cuestión al descalificar una condena
basada en testimonios incorporados por lectura que la defensa no tuvo oportunidad
adecuada de controlar, en desmedro de los arts. 8.2.f., CADH, y 14.3.e., PIDCPSL7
(ver comentario art. 391).
Resiente la validez el testimonio recibido por personal policial y en ámbito
diferente a la dependencia tribunalicia, pues se ha privado a la defensa del debido
derecho de presencia y controlsLs.
Apunta Orgeira que el giro del art. 200 -por su enfermedad u otro impedimen-
to sea presumible que rio podrán concurrir al debate- no puede llevar ai'extremo
para denegar, en forma arbitraria, la presencia del defensor cuando se trata de testi-
gos sanos, con residencia estable y presencia virhtalmente aseguradasL9.
No es posible denegar la solicitud del defensor para asistir a declaraciones tes-
timoniales, sin expresar las razones concretas de su d e s e s t i m a ~ i ó nPor
~ ~ ~su. parte,

CCC, salaVI1, ED 176-61, f. 48.425.


CNCP, sala 1,2/311999, "Almada, Sergio M.", LLdel31112000, reg. 2627.1, c. 2138, con cita
de un precedente del Tribunal Europeo de Derechos Humanos citado por Luis M. Garcia.
LL del 23/3/2001, f. 101.735, con nota de ORGEIRA, "Control de la pmeha testimonial en ia
etapa sumarial. Más sobre 'Abasto versus Novoa"'.
LLdel2211212000, f. 101.407.
I" CS, Fallos 3295556, "Benítez", RDP, LexisNexis, 312007, p. 522

CCC, sala V, DJ 2000-2-585, f. 15.636; el mismo órgano judicial decidió que si bien los
testigos de identidad reservada fueron admitidos por la ley 23.737, no deben considerarse nulas sus
declaraciones, siempre y cuando se las pondere como fuente de eventuales evidencias, mas no como
órgano de pmeha ("Cabello Sehastián", del 1711211999).
"Reparos que genera la interpretación judicial de las nomas de procedimiento penal (Segun-
da parte)", DJ 2000-3-439.
CNPE, sala B, JA 1999-111-679; la disidencia encuentra irrecurrible lo resuello por no deparar
eravamen inevarable -imoedir u obstaculizar el eiercicio del derecho de defensa-. Es harto oninable
que la desisi611pueda adopursr por pro\ idericiu siiliple y vid por auto, p,>rqiie al sulicitar la compsrerznciü
y Jecidinr en centido adierso a id prereii<ii,n,re resiil\~h1113 ~ ~ ~ c i d e-.i>nf
~ i t e ans 122, piii 2'. 123 )
la CNPII. sala A, admite, cubierta por la iiiipugiiabiliciad objetiva esrablecida cn el
art. 449.la detcrminacióii de inipcdir a nn abogado: designado defensor, participar
alto de recibir una declaración testimoGal; se entiende bien que Prevalece
recepto y cede la irrec~rribilidad~~~. Desde luego que la fundamentación exi-
implica, a esta altura, volcar en la providencia la exhaustiva descripción del
so intelectual que llevó a resolver en determinado sentido, ni enumerar en de- -
as circunstancias fácticas que le sirven de sustento ni, mucho menos, reclamar
eterminada extensión, intensidad o alcance de razonamientos22.
Deberes y facultades de los asistentes
03. Los defensores que asistan a los actos de instrucción no podrán hacer
de aprobación o desaprobación, y en ningún caso tomarán la palabra sin
a autorización del juez, a quien deberán dirigirse cuando el permiso les
ere concedido. En este caso podrán proponer medidas, formular preguntas,
er las observaciones que estimen pertinentes o pedir que se haga constar
lquier irregularidad. La resolución que recaiga al respecto será siempre

n el debate, el fiscal y las otras partes -y sus defensores o mandatarios-


den formular interrogaciones con autorización del presidente (art. 389); de ahí
, en este estadio, resulte congruente que lo hagan de la misma manera, como
exclusivo arbitrio enderezado a preservar c.1 orden.
1.0s aspectos relevantes de la actividad intcrrogaciones y sus dcnegatorias o
ier oha observación hecha o irregularidad denunciada- deben constar, como
re, en el acta (art. 138), al igual que la pertinente resolución judicial (arts. 122

a resolución resulta irrecurrible por las razones expuestas al comentar el artícu-


or.
Carácter de las actuaciones
204. El sumario será público para las partes y sus defensores, que lo po-
n examinar después de la indagatoria, dejando a salvo el derecho estableci-
en el segundo párrafo del art. 106. Pero el juez podrá ordenar el secreto por
ución fundada, siempre que la publicidad ponga en peligro el descubri-
to de la verdad, exceptuándose los actos definitivos e irreproducibles, que
a serán secretos para aquéllos.
a reserva no podrá durar más de diez (10) días y será decretada sólo una
menos que la gravedad del hecho o la dificultad de la investigación exijan
e aquélla sea prolongada hasta por otro tanto. No obstante, podrá decretarse
amente si aparecieren otros imputados.
El sumario será siempre secreto para los extraños.

M-. En consecuencia, SI resulta menester denegar por auto, tal resolución debe ser fundada, y si causa
gravamen Irreparable, pareciera ser una excepción a la inapelabilidad de las medidas instnictonas
52' DJ 2000-3-68, f 15 929

CNCP, sala 11, DJ 2000-3-167, f 15 961


a) Principios generales
Las objeciones constitucionales formuladas al secreto instmctorio han sido de-
sestimadas por la Corte Supremasz3.
El secreto parcial es una soluci8n legislativa razonable porque sirve de con-
trapeso entre la impunidad que la dispersión de la prueba -casual o provocada-
puede otorgar a quien incurrió en un hecho delictuoso y el interés de la comunidad
agraviada en lograr el castigo del responsable. Su eficacia radica en que neutraliza la
posibilidad de la coartada.
b) Compulsa de las aetuaeiones antes de la indagatoria
Hasta la indagatoria el secreto viene impuesto por leysz4.Sólo después de cum-
plido dicho acto su establecimiento resulta facultativo para el juezszs.Mientras im-
pere el secreto, el defensor propuesto no puede examinar las actuaciones antes de
aceptar el cargo; por ende, es improcedente el apercibimiento de tener la propuesta
por no efectuada (art. 106, párr. final). Se ha dicho, sin embargo, que el derecho a
tomar vista comprende el de solicitar, a su costa, extracción de fotocopias del legajo,
aun cuando no se haya aceptado el cargos26,criterio con el que discrepamos. Autori-
zar dicha compulsa es atinado, siempre que se preserve el secreto, pues así se evita
que una inconsulta asunción le obligue a apartarse luego de constituido en su tarea y
pueda depararle sanciones (art. 113).
Donna y Maiza parecen admitir, aun durante la vigencia del secreto, la previa
consulta de las actuaciones, antes de aceptar el cargosz7;en vez, la CCC, sala 1, ex-
cluye el acceso durante la vigencia del secretos28;también la CCC, sala VIISz9,pues
sólo tolera la lectura siempre que no medie aquél. Debe considerarse mal concedido
el recurso de apelación deducido por el MP contra la resolución que otorga la vista
solicitada por el imputado cuando el juzgador no ha utilizado la alternativa aquí
previstaS3O.Supeditar el cese del secreto al cumplimiento de la indagatoria no parece
perseguir fines discriminatorios u hostiles por contraposición a lo estableciflo en el
art. 198, párr. lo, habida cuenta del sustento de esta solución expuesto en el párrafo
anterior; en todo caso, debiera verificarse si, en una determinada situación, la rígida
aplicación de este dispositivo deviene inconstitucional por pugnar con el art. 18,
CN; siempre habrá de exigirse fundamentación seria en función de lo requerido por
el art. 123. Resulta correcto no autorizar el examen cuando se adujo la necesidad de
recabar la exención de prisión, pues no condiciona su solicituds3'.
- La CF Cap., sala 11, asevera que el examen de las actuaciones -asegurado por
el art. 1 0 6 con anterioridad a la aceptación del cargo es posible aun durante la

Fallos 223:128.
En contra, CCC, sala VII, 71311994, "Bejm, Pablo", c. 1399; 171311994, "Sanguinetti, An-
drés", c. 1432, pues admiten la compulsa aun antes de la indagatoria, salvo la previa implantación del
secreto.
Ver CAFFERATA NORES, Laprueba ..., p. 38.
'26 CCC, sala 1, JA 1998-1-534, con nota de ROMERO VILLANUEW, "Algo nuevo y viejo sobre las
facultades del defensor particular en el proceso penal", id., id., ED del 41312002, f. 51.315.
I" Código...,ps. 1271128 y 242, al remitirse al comentario de los arts. 106 y 295.

528 SJP, LLdel241711995, f. 93.374.

$'VA 1993-11-468,
CF Mar del Plata, LL del 281911998, f. 97.874, o DJ 1998-3-1181, f. 13.712.
CNPE, sala A, DJ 1998-2-796, f. 13:117.
1 secreto; añade que impedir la consulta, previa a la declaración indaga-
ía letra muerta el art. 73, pues de no contarse con aquellos elementos que
mputación, mal puede alguien presentarse a aclarar los hechos e indicar
que pueda resultar útil, sobre todo si a esa altura, al gozar de los mismos
que el imputado, se le faculta a interponer excepciones y nulidades, entre
por lo que deviene contradictorio tener estos derechos y no conocer la -
Anuestro ver, la ley es clara y tiene en cuenta el interés pú-
e el cual se discurre en este estadio del proceso penal. Habrá de convenirse
oriza el acceso a las actuaciones no condice con el texto del
ués de la indagatoria prevalece aun frente a lo establecido por
rija el secreto del sumario no hay posibilidad de acceso. Empe-
actual es que si hay persona imputada no corresponde la reserva533;
os persuadidos de esta comprensión entienden que no hay forma de
2 0 4 , primera parte del párrafo primero, con la segunda, así como las
osiciones de los arts. 106 y 73534.
Coincidimos con la CCC, sala V, cuando asevera que la compulsa sólo puede
o de la declaración indagat~ria~'~, salvo excepción puntual en el
rse sine die dicho actos36.Como antes se dijo, habrá de verificarse
1 secreto no puede pugnar con el art. 18, CN, de acuerdo con la
e lo entienda. Nada obsta a que se haga saber al letrado antes de
argo, con puntillosidad, la imputación -por otra parte asegurada por el
9" de la ley 23.187-; en cuanto a las probanzas, la prohibición para el acceso
o de ley, y en tanto no se declare su inconstitucionalidad, se mantiene.
1 argumento del art. 73, si se brinda cabal noticia de la imputación - e n
cial el hecho que habrá de intimársele al prestar declaración-, las garantías
ewabies durante este tramo están cubiertas. Según Navarro y Daray, "...la cir-
e desconocer con precisión el tema confiado es razón bastante para que
1 defensor designado y que hubo de aceptar el cargo en tales condiciones, pueda
partarse de la defensa, aun sin mediar la 'excusa atendible' a que refiere el párrafo
el art. 106537.Tal es el propósito de la ley. Abalos también piensa que el
ario es secreto antes de la indagatoria, con lo que coincidimos con el hito inicial
a el comienzo de la publicidad para las partes -excepto el MP (art. 198, párr.
538; en vez, discrepamos con la restricción del secreto reimplantado ante la apa-
os imputados, pues lo ciñe sólo a éstos539.Pese a que la indagatoria es

ED del 301611997, f. 47.995; CCC, sala VI, ED del 291711999, NO. 268 SJ, "M.S.J.", del

'" CCC, sala 1, DJ 1999-2-1221, f. 14.515; id., id., ED del 311312000, DPPC, f. 85; id, sala VII,
LLdel311812000, f. 100.817;también CCC, sala VI, 121311998, "C., SA", LLdel3011211999,42.240-S.
CCC, salal, 51611997, "O., E.", LL del 41212000,42.262-S.
'" ED del 281412000, DPPC, f. 103.
Id., id., ED del 311112000, DPPC, f. 73.
Código..., p. 265.
Código..., p. 485.
'''Op. cit., p. 487; CNPE, sala A, JA 1998.1-540, o LL del 231211998, f. 96.644, con nota de
EDO MENDOZA, "Actividad procesal: publicidad, elasticidad de las Comas", quien considera "...
ea interpretación..." de este precepto extender los efectos del secreto sumaria1 al órgano acusador;
urre en exceso evidente al obstaculizar el ejercicio de la acción penal e impedir la intervención que
le atribuye -an. 167, inc. 2 0 .
370 .INSTRUCCI~N Art. 204

primordialmente un medio de defensa material, no se descarta su eventual operativi-


dad como fuente de prueba; por ende, el secreto cubre la tarea perquisitiva aun para
con los imputados originarios. La supeditación del cese del secreto a la prestación de
indagatoria excluye el acceso aun cuahdo se admitan presentaciones del imputado a
tenor del art. 73540.
Altieri está en desacuerdo con nuestra intelección, sobre todo porque la incor-
poración impuesta por el art. 75, inc. 22, CN, prevalece sobre las leyes, obliga a la
República Argentina y le adjudica responsabilidad internacional si dentro del país no
se No obstante, el fallo de la CS que cita -nota 11- permite poner en
crisis su conclusión; el Alto Tribunal no dice más que la reserva o el secreto del su-
mario tiene carácter excepcional y sólo puede imponerse eri aquellos casos y dentro
de las condiciones que las normas legales o reglamentarias establecen -se cita este
art. 2 0 6 , aspecto derivado de la publicidad de los actos inherentes a la forma re-
publicana de gobierno, y sólo excluye, en ciertas circunstancias, que las actuaciones
estuviesen archivadass".
c) Leyes especiales
Si bien el art. 26 dela Ley de Estupefacientes, 23.737, autoriza el levantamien-
to de la reserva bancaria o iributaria por el juez de la causa, limita el empleo de los
datos a la investigación de los hechos previstos en dicha ley. Frente a la nueva redac-
ción del art. 39 de la ley 21.526, reformado por ley 24.144. se afirma que el secreto
bancario sólo debe ceder en las causas penales y en las quiebrass43.
Conforme al art. 117 de la ley 17.418, el asegurador puede examinar las actua-
ciones judiciales motivadas en la investigación del siniestro y constituirse en parte
civil en la causa criminal. Por supuesto que mientras las actuaciones sean secretas,
no podrá tener acceso a su contenido para mantener el principio de igualdad entre
las partes.
d) Legitimados a la compulsa
.
Con sustento en el art. 63, inc. c), del RJN, y art. 103 del RJCC, la CS reco-
noce legitimación sustancial a un periodista para solicitar autorización enderezada
al estudio y fotocopia del e~pediente~'~. En su consecuencia, la CCC, sala VI ---en
referencia al mismo proceso regulado por el Código anterior-, advierte que si bien
en principio el sumario es secreto, el tiempo transcurrido y la falta de procesamiento
de .persona alguna habilita a interpretar que el sobreseimiento provisional adquirió
alcance o carácter de definitivo o equiparable "...al no advertirse interés público en
continuar con el secreto instaurado por la ley..."s4s;el temperamento resulta aplicable
al nuevo régimen cuando se dispuso el archivo sin procesar a persona alguna.
El querellante no puede ejercitar derecho alguno con anterioridad a los que
correspondan al imputado --compulsa luego de la indagatoria-546.

CNPE, sala A, LL del 2011011993, f. 91.701; id, id., al cesar el secreto los defensores pueden
efectuar la escucha de las grabaciones incorporadas en cintas magnetofónicas, JA 1999-1, síntesis, nro. 26.
j4' "Acceso a las actuaciones y defensa en juicio", LL Actualidad del 111512000.

Fallos 320:484.
I" MAIITORELL, "El secreto bancario frenie a la requisitoria judicial", LL del 221711994.
ED 162-431, f. 46.444.
IP' ED del 411011995, f. 46.691.
CNPE, sala A, LL del 281212001, f. 101.602.
INSTRUCCI~N

cumple sobre toda la pesquisa cuando la publicidad vaya en desmedro del


larecimiento del hecho, con excepción de los actos definitivos e irreproducibles
. 200, o en razón de la noticia impuesta por el art. 298 en el mo-
de la indagatoria. Por eso nunca es absoluto.
-
1 cómputo del plazo tiene como momento inicial el día siguiente al de la inda-
e los días hábiles e inhábiles (art. 116, primera oración); se trata de un
o perentorio (art. 163), pues se produce la cesación del secreto por ministerio de
y. Si subsisten las mismas razones, puede prorrogarse por otros diez dias. La ley
utoriza la reimplantación una vez que cesaron el plazo y la prórroga, excepto que
ividualicen nuevos imputadoss47.No es materia recurrible la reimplantación
eto sumaria1por dicha c i r c u n s t a n ~ i a ~ ~ ~ .
o hace excepción a la regla del art. 198, que otorga al fiscal la facultad de
er intervenir en todos los actos instructorios y examinar en todo momento las

g) Derechos de la víctima
1 art. 79, inc. d), impone al tribunal informar, tanto a la victima como a un
"...sobre los resultados del acto procesal en el que ha participado". Pero este
iamiento no puede efectuarse durante la vigencia del secreto porque implicaría
'legio frente a las partes. Lo mismo sucede con la información que se debe a la
acerca del "...estado de la causa y la situación del imputado..." (art. 80, inc. b]).
comunicación
á decretar la incomunicación del detenido por un término
y ocho (48) horas, prorrogable por otras veinticuatro (24)
dado, cuando existan motivos para temer que se pondra de
terceros u obstaculizará de otro modo la investigación.
la autoridad policial haya ejercitado la facultad que le confiere el
t. 184, el juez sólo podrá prolongar la incomunicación hasta com-
un máximo de setenta y dos (72) horas.
n ningún caso la incomunicación del detenido impedirá que éste se co-
fensor inmediatamente antes de comenzar su declaración o
cto que requiera su intervención personal.
incomunicado el uso de libros u otros objetos que solicite,
an servir para eludir la incomunicación o atentar contra

le autorizará a realizar actos civiles impostergables, que no


isminuyan su solvencia ni perjudiquen los fines de la instrucción.
La incomunicación no es una medida cautelar autónoma -excepto el caso
del art. 384-, pues accede a la privación de la libertad provocada por el arresto
En el mismo sentido, CCC, sala VI, SJP, LL del 261312004, f 107.141, con nota favorable de
ALMLYRA,
"Sobre el secreto instmctorio"
*" DJ 1999-1-177,resumen de~urispmdencia,c 6293, del 41411997
CNPE, sala A, ED del 301711998, sums 52, c 37 656.
372 INSTRUCCI~N Ari. 206

(arts. 184, inc. S", y 281), la detención (arts. 283 y concs.) o la prisión preventiva
(art. 312). Procura impedir, a través del aislamiento, todo contacto con otras personas.
Es absoluta respecto de éstas, excepto el defensor @árr. 3' y art. 197, párrafo
primero, última 3
Es relativa en cuanto a determinadas circunstancias, como son las previstas en
tos párrafos cuarto y último. La negativa a autorizar "....actos civiles imposterga-
bles ..." suscita gravamen irreparable y resulta apelable (ver comentario al art. 449).
Dice Vázquez Rossi: "...no puede, en caso alguno, abarcar a las relaciones entre
el imputado y su defensor", refiriéndose a la incomunicaciónss'.Tampoco impide la
propuesta de defensor de confianza (art. 104, último párrafo)ss2.
Ver para los testigos, durante el debate, comentario al art. 384.
Donua y Maiza respaldan el derecho del incomunicado a ciertas noticias en la
CADHss3.A nuestro modo de ver, su art. 8", inc. 2", apartado b), sólo se refiere a la
"acusación formulada", giro que tiene un alcance técnico que remite al momento del
juicio (arts. 349 y 35 1). Las limitaciones a la incomunicación siempre han encontra-
do sustento en una respetuosa intelección del art. 18, CN.
Las entrevistas con los penados tampoco pueden ser escuchadas o captadasss4.
Limitaciones sobre la prueba
206. No regirán en la instrucción las limitaciones establecidas por las leyes
civiles respecto de la prueba, con excepción de las relativas al estado civil de las
personas.

a) Constitucionalidad
Es dudosa la constitucionalidad de esta norma, pues tiene dicho la Corte Supre-
ma que la facultad de las provincias -10 que no deja de ser aplicable a la Nación-
para legislar en materia procesal debe ser entendida sin perjuicio de las nomas de
ese carácter que puede dictar el Congreso con el fin de asegurar la efectividad del
ejercicio de los derechos consagrados en la legislación de fondosss.
Tal lo que ocurre con la prohibición de realizar la prueba del abuso de firma
en blanco por medio de testigos conforme lo establecido en el art. 1017, CC.Ss6.La
naturaleza del juicio oral no es motivo para apartarse de dicho temperamento, ya que
la libre convicción del juzgador, referida a la apreciación de la prueba, no autoriza
en Frma alguna la admisión de lo que está expresamente vedado por el Congreso en

La CF Rosario -bajo el rkgimen del Código derogado-, por aplicación del art. S", inc. d),
de la CADH, declaró la nulidad de una indagatoria por no haberse advertido al imputado el derecho
a comunicarse libre y privadamente con su defensor -ED del 9/12/1991, f. 43.838, con comentario
favorable de Bidart Campos y Herrendorf-.
5*' La defensa...,p. 159.

"' C o i i s u l w i . < ~ \'El~ ~derecho


~ ~ , a cimrnr con un abogaJo defensor en el juiclci crirriinal Alcaii-
ces S limitr.~de i i i rniniiierio r n la - .
iuris~mdencis D J ~ J de
~ la ('one". l:U JrI 15 6 1990. comcnlsr~ual
falló 42.432.
Códtgo..., p. 243.
IS' KENT,Derecho ..., p. 177.

*" Fallos 136:154; 138:157; 295606, o JA 1977-1-565, f. 26.223


*" Conf. CCC, sala 1, DJ del 41811993, p. 164, f. 7.540.
sSs7.Otro ejemplo claro es el de la prohibición de
a respaldado en el art. 111, inc. 3", CP (ver intro-

ide lo contrario la CCC, sala V, con el discutible argumento de que este


es posterior al Código Civilss8.La refutación fluye de la naturaleza de las
rentes leyes dictadas por el Congreso; cuando se trata de procesales, aun de la Ór- -
federal, no autorizan -salvo arbitrariedad- la vía del recurso extraordinarioss9;
manera que el Alto Tribunal las coloca en el mismo nivel que las leyes procesales
ndole no puede pugnar con la legislación
os códigos de fondo- contiene diversos
derechos consagrados por la legislación
la aplicación por los tribunales federales
este precepto; el último evidencia
ación civil, debía hacérselo a través
ito provincial. La sala V se alza contra
mienzos6' sin dar razón plausible; por

r el Alto Tribunal en Fallos 21 1:410;


blanco (art. 173, inc. 4", CP) juzgada
. La Cámara 3a de Apelaciones en lo
de La Plata condenó al acusado, pues -por mayona- estimó que la
art. 1017 del Código Civil no podía prevalecer frente a disposiciones
les alojadas en el Código Procesal Penal bonaerense; concluía que el Código
pudo establecer limitaciones a los medios de prueba establecidos en materia
por el Código de fondo, e invocó la norma constitucional que preserva los po-
ces art. 104, CN; hoy art. 121, según
,luego de efectuar una verdadera
uye en sentido adverso. Vale la pena

minar la prevalencia de las disposiciones en juego


decidirse conforme a la aplicación de las leyes en cuanto al tiempo. Es
eludir el problema institucional involucrado.
b) Leyes especiales
El art. 15 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
manos o Degradantes, excluye para ser invocadas como prueba a las declara-
es recogidas como resultado de tortnra, salvo en contra de una persona acusada
haberlas cometido. Por su parte, los arts. 7" del Pacto Internacional de Derechos
viles y Políticos, 5" de la CADH y 5" de la Declaración Universal de Derechos Hu-
anos, preservan de sometimiento a tormentos, con lo cual descartan meritar prueba

"' CS, Fallos 211:410; NORE', Código...,p. 191,Derecho...,t. V, p. 338, también en "¿Qué pasa
con la prueba de la filiación y de la edad a los fines penales?", JA 1968-IV-451, nota al fallo 1143 del
ST Córdoba; CAFFERATA NORES, Introducción..., ps. 59/60.
LL del 41612001, f. 102.089.
*" CS, Fallos 304:380 y 1097.
'" CS, Fallos 136:154; 138:157.
"' CS, 251611948, "Tamborini, José Miguel", Fallos 211:410, en autos.
'" Fallos 21 1 :410, ps. 413 inJinei420.
Art. 206

que tenga tan desdeñable origen; todas estas normas tienen jerarquía constitucional
(art. 75, inc. 22, CN).
c) Casuística .t
Con todo, hay fallos que restringen las facultades instructorias de la magis-
tratura penal sobre prueba relevante para determinar hechos tales coino la relación
entre un menor y quien afirma ser su abuelos6'. A sn vez, se ha declarado improce-
dente el recurso extraordinario interpuesto contra la resolución que remite al fuero
civil la decisión de cuestiones referentes a la filiación y tenencia de una menor
introducidas por vía de incidente en una causa penal, ya que la resolución no es
definitivas64.
La denominada "prueba informática" resiste, por su idiosincracia, a su equipa-
ración con la prueba documental; pero su apreciación no escapa a la sana critica o
libres convicciones56s.
Fuera de la limitación, el juez puede recmir a cualquier medio de prueba (para
establecer la deuda tributaria, puede acudir al peritaje o probanzas de otro tipo sin
quedar subordinado al informe administrativ~)~~~.
Tal limitación no alcanza al informante secreto, al agente encubierto y al testigo
de identidad reservadas67,siempre que se cubran un mínimo de condiciones, entre
ellas, que la medida sea dispuesta por el juez competente y que si se le convoca al
debate - e n el supuesto de que sus dichos hubieran sido invocados como prueba de
la acusación- es imposible puedan eludir identificarse. Estos arbitrios sólo pueden
utilizarse cuando la ley los respalda, v.gr., ley 23.737, modificada por ley 24.424568.
Rige siempre que el dato tenga pertinencia en relación con el objeto de la prueba,
vinculación temática con el objeto procesal y no medie prohibición legal; por eso no
cabe excluir de plano una grabación furtiva de conversación si se trata de conductas
de particulares con las que se pretende corroborar ---ciencia y técnica de por me-
dio---- lo denunciados69.
Si el instrumento público sólo consigna manifestaciones de los funcionarios
.
sin hacer posible precisar los alcances del acto jurídico celebrado, el acta carece de
valor probatorios70.
Un importante fallo de CNCP, sala IV, sostiene que las filmaciones de diálogos
entre encausados y terceros no constituyen probanzas encuadrables dentro del mar-
co del art. 236. Pero, merced a la libertad probatoria aquí establecida, constituyen
elementos arrimados al proceso por la víctima que, sin perjuicio de su valoración

'" OTEIZA, "La doctrina de la Corte Suprema sobre el derecho del niño a conocer su identidad, la
adopción y las facultades instructorias de los jueces penales", LL del 311011991; CS, Fallos 313:1113.
CS, ED del 5/3/1992, f. 44.013.
565 DESIMONI, "Incidencia de la informitica en el derecho procesal penal", LL Actualidad del
291611995.
CF San Martin, sala 1, LL del 261611996, f. 94.423.
RUDI,"El informante secreto y la garantía constihicional del debido proceso legal", ED 179-802.
Por ello no se ha admitido la figura del agente encubierto cuando se investiga una presiinta infrac-
ción a la Ley de Marcas (22.362); CFed., sala 1, 191712007,"Levy", SJP, LL del 24/9/2007, p. 65.
CNCP, sala IV, LL del 261311999, f. 98.515.
CNPE, sala A, LL del 291312000, f. 100.048.
INSTRUCCI~N e

va, corresponde privilegiar en el transcurso de la in~estigación~~'; desestim


datos comportaría una demasía en la inteligencia asignable a normas de gra-
stitucional, incompatible con su razonable aplicación; por ende, cabe estimar
eba d ~ c u m e n t a l *La
~ ~CCC,
. sala 1, entiende directamente que no constituyen
s procesales y, por ende, no pueden ser declaradas nulas, sin perjuicio de su
ia pr~batoria~~'. Se ha considerado que una vez iniciado un proceso penal, no -
generarse cauces paralelos extrajudiciales de investigación, tales como la
ón obtenida subrepticiamente por un particular que registra- la confesión de
n revestía el carácter de imputad+4.
sultar sobre el tema la reseña de jurisprudencia de Machado P e l l ~ n i ~ ~ ~ .
introducción al Título 111 y art. 378, CPN.
Duración y prórroga
7. La instrucción deberá praciicarse en el término de cuatro (4) meses a
de la indagatoria. Si ese término resultare insuficiente, el juez solicitará
oga a la cámara de apelaciones, la que podrá acordarla hasta por dos (2)
más, según las causas de la demora y la naturaleza de la investigación.
in embargo, en los casos de suma gravedad y de muy difícil investigación,
oga otorgada podrá exceder excepcionalmente de dicho plazo.

Conceptos generales
momento inicial del cómputo comienza luego de la indagatoria. La prórroga
solicitarse antes del vencimiento. Los plazos se computan individualmente para
utado al igual que lo estatuido por el art. 204, párrafo segundo, última oración.
nnegable, como dice BorinsS: que existe "el derecho constitucional a una
nclusión del proceso que habrá de ponderarse para el otorgamien-
de la prórroga; a su vez, su excesiva prolongación íiexibiliza los impedimentos
a la libertad provi~oria*~~. El Alto Tribunal consideró que la garantía constitucio-
de la defensa en juicio incluye el derecho a obtener un pronunciamiento que dilu-
e la situación del imputado del modo más breve para poner término a la situación
idumbre y a la restricción de libertad que importa el enjuiciamiento penal;

17' En sentido similar, CCC, sala VII, 201912005, "Goldman", RDP, LexisNexis, 312006, p. 561;
Fed., sala 1, 19/5/2008, "A,, J.", ED del 191612008,p. 4; id.,id.,111712007, "León", RDP, LexisNexis,

LL del 231212001, f. 101.568, con nota de Quaveoo Mamozn, "Prueba documental y gra-
ciones furtivas", donde pone énfasis en que la asimilación del registro -en las circunstancias del
s o - no puede reconducirse al ámbito del art. 236; en todo caso, la actividad de la víctima debe
nerse en relación con los derechos fundamentales del imputado, acordando prioridad al interés que
cede una tutela superior.
'" SJP, LL del 2311212003, f. 106.761; con nota adversa de ALMEYRA, "Prueba extrajudicial,
actividad procesal y sana crítica", quien considera que su incorporación al expediente transforma a las
grabaciones en un acto procesal y, por ende, son atacables en su validez.
CFed, sala 1, 191512008, "Azcárate", SJP, LL del 261612008, p 39, RDP, AbeledoPerrot,
812008, p 1443
"* "La jurisprudencia de la Cámara Nacional de Casación Penal en materia de grabaciones y
lmaciones ocultas", RDP, LexisNexis, 1212005, p. 1132.
LL del 261611990, comentario al fallo 88.596.
'" CS, 41611991, JA 1991-IV-336.
376 INSTRUCCI~N Art. 207

corresponde evitar que los procesos se prolonguen indefinidamente para satisfacer


el respeto debido a la dignidad humana, cual es el reconocimiento del derecho aue
tiene ioda persona a liberarse del estado de sospecha involucrado en la acusaciónAde
haber cometido un delito; dicho propó~itosólo se cumple mediante la sentencia que
establezca, de una vez para siempre, su situación frente a la ley Se ha dicho
que no es sólo el acusado quien se perjudica por la dilación inusitada de un proceso,
sino también el Estado, tanto por el dispendio jurisdiccional que ello significa como
por la distorsión de los fines de la pena, cuya eficacia exige la menor distancia tem-
poral entre el hecho y la condena579.
Aun cuando se trate de un caso complejo y se hubiese retrasado por la conducta
del imputado, el Estado debe responder por ello si el trámite del proceso no fue lo
suficientemente ágilsa0.
La CF Cap., sala 1, admite que una vez vencido el plazo, si se encuentra firme
el auto de procesamiento, el juez debe ordenar la vista reclamada por el art. 346
para apurar la remisión a juicios8'. Por el contrario, la CNPE, sala B, considera que
el mero vencimiento del plazo no se encuentra previsto como causa de resolución
anticipada --en el caso sg trataba de contemplar el sobreseimiento por aplicación del
art. 336 y superación del plazo aquí previsto-582.
Apunta Ilendler que las reglas de conexidad (arts. 41 a 43), para tener un fun-
cionamiento apropiado, deben estimarse como "...excepciones a una regla superior
de fuente constitucional: aquella que acuerda el derecho a un pronunciamiento defi-
nitorio del proceso penal en el más breve lapso posible a la cual es inherente también
el derecho a ser individualmente juzgadonss3.
Con buen criterio se ha señalado que el plazo del art. 207 actúa como parámetro
sobre la razonabilidad del tiempo de encarcelamiento preventivoss4.
b) Carhcter
Se ha dicho que los plazos procesales cuando se trata de cumplir aCtividad
indispensable para el desarrollo del proceso -la desplegada por los sujetos públi-
cos- jamás pueden ser perentorios sino meramente ordenatorios: su inobservancia
no determina la caducidad o extinción del deber o de la facultad no cubiertos en
tiempo útil, sino que sólo pueden dar origen a sanciones disciplinarias (ver introduc-
ción al Libro 1, Título V, Capítulo VI). Por eso la circunstancia de que no se halla

CS, ED 157-190, f. 45.642, en que se deja sin efecto la revocatoria de un sobreseimiento


definitivo dictado en un Droceso con doce años de trámite: el fallo lleva nota de GOZAINI. "El derecho a
!3 i~zlcridailcii I k i pro~cso;, qiiieii dri;iliiu el ~irablctiisde uria coriirtxeisia qiie ira ganad4 2xinpo si,
rl snibiia ds i:%,diil:~r:~cz~nes 1 1 i t e ~ n 3 ~ ~ 0 nal? ~ : PID<:P, an 6 1 . LEDH, así coriio aniciriientzs
a I e14,
jurisprudenciales del tribunal de Estrasburgo.
CNPE, sala A, 2111112007, "Denis", SJP, LLdel241412008, p. 57.
CNCP, sala IlI,2211112007,"Veltri", voto de la jueza Ledesma, SJP, LLdel2'6 1612008, p. 51.
ED 168-18, f. 47.216.
DJ2002-3-336, f. 18.731.
"LOSprocesos complejos y las reglas de conexidad en el nuevo Código Procesal Penal", ED
153-953; ver comentario al art. 41
C Fed., sala 1,81512008, "Escobar", SJP, LL del 291712008, p. 57.
INSTRUCCI~N .

itado prórroga en la forma prevista por el art. 207 no acarrea la nulidad de las

o escapa a la obligación de comunicar a la alzada la prórroga del encarcela-


~reventivodel art. lo de la ley 24.39OSs6.
;CS ha encarado la morosidaddel proceso penal y decide soluciones que buscan
i se extinguió la acción penal, por prescripción, sin atender a reparos forma- -
duración del proceso se había extendido por más de una década.
Necesaria reflexión
azones de honestidad inteleciual imponen señalar que la frase expuesta al
o del acápite anterior no tiene, a nuestro modo de ver, la contundencia de
gozaba antes de la excelente tesis de Pastors88.Luego de este trabajo deviene
ntestable que la extensión temporal del proceso no puede llevar a la paradoja de
Zazo que no sea plazo. No se trata de un mero capricho, pues las cláusulas de
atados internacionales sobre derechos humanos imponen realizar elproceso sin
,iones indebidas y el legislador no puede soslayar se precise el tiempo de la du-
ión. Se trata de una irritante cuestión que el Congreso debe afrontar sin retaceos.
a que no basta con fiexibilizar los inconvenientes para declarar la prescnp-
lo que se informa en el último párrafo del mismo acápite.
07 bis. En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos
os arts. 142 bis y 170 del Código Penal de la Nación, o que tramiten en
a conexa con aquéllas, los términos fijados en el art. 207 de este Código
ucirán en la mitad. El fiscal a cargo de.la instrucción podrá solicitar una
rorroga de dicho término, en las eondiciones estipuladas en el artículo precita-
previa autorización del Procurador General de la Naciónss9.

Si se tienen en cuenta los plazos fijados en el art. 207, en estos casos la instruc-
n debe practicarse en dos meses, prorrogable por un mes más, salvo el supuesto
cepcional previsto en el último párrafo del art. 207, aunque la práctica judicial ha
mostrado que la excepción se ha convertido en regla.
La redacción utilizada para fijar el trámite de la concesión de la prórroga resulta,
nuesho ver, un tanto confusa. No queda claro si la otorga el Procurador General de
ión o si éste solamente autoriza a solicitarla y es otro órgano el encargado de
rla --cámara de apelaciones-. Si se repara en la mayor celeridad que se quiere
brindar a estos procesos, pareciera que se trata del primer supuesto, respetuoso, in-
, de la independencia que goza el Mmisterio Público (art. 120, CN)s90.Pero no
" CCC, sala V, LL del 31811994, f. 92.382; su inobservancia no afecta la capacidad del juez,
no se relaciona con la aptitud para ejercitar la función; tal incumplimiento no acarrea la nulidad de
s actuaciones posteriores, CNPE, sala B, DJ 1999-1-321, f. 13.770, o LL del 2111211998, f. 98.242.
O~~ALMEYRA, "Limite temporal del procedimientoinshuctorio", que el sistema de nulidades del CPP
capta una situación semejante, pero que no se quita el agravio a la CN.
BRUZZONE, "LOSmecanismos para el control de la prórroga de la prisión preventiva", Cap.
VlI1, LL del 191211999, comentario al f. 98.369.
110s 300:1102; 319:1213, y LL2001-A-514, f. 101.567.
ASTOR, Elplazo razonable en elproceso del estado de derecho, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2002.
Texto incorporado por ley 25.760 (BO del 111812003).
Coincide con nuestro pensamiento SEGHEZZO, "Análisis critico del art. 207 bis CPPN...",
RDP, LexisNexis, 712006, p. 1263.
378 JNSTRUCCI~N Art. 210

parece atinado que sea el Procurador General quien conceda la prórroga. Si lo que se
pretende es agilizar el trámite, debió haberse acudido al fiscal general ante la cámara
correspondiente, quien tiene mayor cercanía fisica y jerárquica con quien instruye el
proceso; sobre todo para los casos en a n d e la prórroga es solicitada por fiscales fede-
rales del interior del país. Así lo entendió el Procurador General de la Nación a través
de la res. 5712005 -del 161512005-, al delegar la autorización en el fiscal general de
la cámara correspondiente, aunque parece entender que quien resuelve, en definitiva,
es el órgano jurisdiccional.
Esta reforma -circunscripta para la investigación de los delitos previstos por los
arts. 142 bis y 170, CP- plantea el interrogante respecto de si el trámite de concesión
de la prórroga establecido para estos supuestos no debiera aplicarse para el resto de los
casos de delegación (arts. 196 y 196 bis, páni lo). El art. 212 sólo indica que el Minis-
terio Público deberá desarrollar la investigación en el plazo del art. 207, pero nada dice
sobre cómo debe proceder en caso de que se produzca su vencimiento. Por los motivos
brindados en el párrafo anterior, entendemos que el trámite del art. 207 bis tendría que
ser la regla general, salvo que el juez decida reasumir la investigación.
Actuaciones
208. Las diligencias del sumario se harán constar en-actas que el secretario
extenderá y compilará conforme a lo dispuesto en el Capítulo IV, Título V, del
Libro 1, de este Código.
Suelen utilizarse en forma vicariante los vocablos "instrucción" y "sumario",
según ocurre en este caso respecto del título que lleva el Libro 11 (ver su introduc-
ción).

Forma
209. El representante del ministerio fiscal procederá con arreglo a lo dis-
puesto por este Código para practicar las actividades a que lo faculta el art. 196
y que le servirán de base a su requerimiento (art. 347).
El art. 196 autoriza al juez a delegar -sea por su propia determinación o por
solicitud del MP- la faz práctica o de investigación o pesquisa en el agente fiscal (ver
comentario al art. 196). Dicha actividad sólo le servirá de base para formular sus con-
clusiones -al igual que al querellante, si lo hubiere (art. 346)- una vez que el juez
estime completa la instrucción (ver introducción al Libro 11, en especial acápite e]).

Atribuciones
210. En el supuesto que el juez de instrucción proeeda según el párrafo
primero del art. 196, el representante del ministerio fiscal, practicará los actos
procesales que considere indispensables, salvo aquellos que la ley atribuye a
otro órgano judicial. En este caso, los requerirá a quien corresponda.
Luego de promovida ia acción penal de oficio o recibida la denuncia por
el representante del ministerio fiscal, éste comunicará inmediatamente dicha
INSTRUCCI~N -

stancia al juez de instrucción y procurará la obtención de los medios pro-


s imprescindibles según las reglas establecidas en el presente título.
ando fuere necesario la producción de actos que por su naturaleza y
erísticas fuesen definitivos e irreprodncibles, inmediatamente solicitará
chas medidas al órgano judicial que corresponda.
-
Párrafo primero. Al expresar "...que la ley atribuye a otro órgano judicial",
go avanza de manera impropia sobre la ubicación institucional del MP, dis-
o más indicado para la ley 24.946 que lo estructura de conformidad con lo
blecido por el art. 120, CN. En este mismo párrafo primero se atribuyen limites
franqueables para los fiscales (ver último párrafo de este artículo y art. 213).
) El segundo párrafo impone al MP comunicar inmediatamente el comien-
su tarea, sin perjuicio de que al mismo tiempo investigue y dirija a la policía
'cial (arts. 183 y 33, ley 24.050). Al recibir la comunicación, el juez puede optar
la delegación autorizada por el art. 196. Aquella comunicación no es el requeri-
ara comenzar la instrucciónjudicial --en realidad, según nuestsa opinión, la
ista por el Código- en virtud de lo establecido en los arts. 180,188 y 195.
limitación para la labor perquisitiva del agente fiscal -último párrafo-
naturaleza de los actos enumerados en el art. 200 (ver art. 213, inc. c]).
11. Desde el inicio del proceso el representante del ministerio fiscal garan-
á al imputado el eiercicio al derecho de defensa establecido en el art. 104, y
en su caso, proveerá a;" defensa de oficio (art. 107).
a garantía de la defensa que el Código asegura, aun en la etapa que antecede
trucción judicial, no puede sufrir mengua por el hecho de la delegación a que
re el art. 196 (ver comentarios a los arts. 107 y 184, párr. 2').

212. En el plazo establecido para desarrollar la investigación (art. 207), el


el ministerio público podrá citar a testigos (art. 240), requerir
stime pertinentes y útiles (art. 222), disponer las medidas que
rias en el ejercicio de sus funciones (art. 120) y practicar las
gares y cosas (art. 216) con la debida orden judicial de allana-
n caso de ser necesario.
podrán proponer actos procesales o la obtención de medios de
ier momento de la investigacióii. El representante del minis-
o fiscal observando las reglas de la presente sección, los llevará a cabo si los
sidera pertinentes y útiles.

a) El primer párrafo ratifica cuanto venimos diciendo acerca de la naturaleza


administrativa de la pesquisa frente a la jurisdicciolial de la instrucción (ver intro-
ducción al Libro TI). Por ello, cuando no se trate de los supuestos previstos en los
arts. 184, inc. S", y 227, para preservar la garantía de la inviolabilidad del domicilio
econocido por el art. 18, CN, es imprescindible la autorización judicial. Se trata de
a actividad cuyo cumplimiento puede agredir a dicha garantía, y para resolver la
entual pugna entre los intereses comprometidos se requiere desplegar tarea juris-
Iccional. Sin embargo, se sostiene que "(1)a tarea de investigar... es incompatible
380 INSTRUCCI~N Art.212 bis

con la de juzgar, por más que una y otra sean ejecutadas por jueces diferentes",
restringiéndose "...lo propiamente jurisdiccional ..." a "...la realización del juicio y
nunca (a) la realización de la inve~tigación"~~~; discrepamos en razón de lo dicho en
la introducción a este Libro 11. 8
Por tratarse en definitiva de una declaración testimonial, se ha dicho con acierto
que el fiscal puede practicar un careo, siempre y cuando la discrepancia sea respecto
de declaraciones formuladas por testigosig2.
b) En cuanto al párrafo segundo, ver art. 199.
212 bis. No obstante lo establecido en el art. 213 inc. a), cuando hubiese
motivo bastante para sospechar que una persona ha participado en la comisión
de alguno de los delitos previstos por los arts. 142 bis y 170 del Código Penal de
la Nación, o en alguna otra infracción penal cuya investigación resulte couexa
con aquéllas, el fiscal procederá a recibirle declaración, salvo que el imputado
manifestase su voluntad de declarar ante el juez.
Cuando la declaración sea recibida por el fiscal, éste procederá de acuerdo
con lo establecido por las arts. 294 y siguientes de este Código. Concluida la di-
ligencia, el fiscal remitirá copia de todo lo actuado al juez, al solo efecto de que
éste resuelva la situación del imputado (arts. 306 y siguientes).
Cuando la declaración sea recibida por el juez, el fiscal le remitirá inme-
diatamente las actuaciones, conservando copia de sus partes pertinentes a efec-
tos de continuar con la investigación.
En ambos casos, antes de comenzar la declaración, deberá informarse de-
talladamente al imputado, si correspondiese, las disposiciones contenidas en e1
art. 41 ter del Código Penal de la Nación.
El juez deberá pronunciarse en el término improrrogable de cinco (5) días
desde la realización de la audiencia. La resolución será apelable, sin efecto sus-
pensivo, dentro del término de cuarenta y ocho (48) horasig3.

a) Principios generales
Se permite para estos casos -arts. 142 bis y 170, CP- que el fiscal sea quien
reciba la declaración indagatoria (art. 294). Sin embargo, es el imputado quien tiene
el derecho - q u e corresponde hacerle saber- de exigir que el acto sea realizado
ante el juez.
Como dijimos al comentar el art. 132 bis, en función del principio nulla coactio
sine lege, esta previsión no puede ser aplicada analógicamente para otros delitos. Por
ello, lo estipulado por el art. 213, inc. a), continúa siendo la regla general.
El fiscal debe respetar todas las exigencias establecidas para la recepción de
la declaración indagatoria establecidas por los arts. 294 a 305. Además, tiene que
hacerle saber al imputado, cuando corresponda, las previsiones del art. 41 ter, CP,
que establece la posibilidad de reducción de las escalas penales para los participes o
encubridores que proporcionen información que permita conocer el lugar donde la

BINIIER,Introducción...,ps. 95 y 295.
CCC, salaV, 191212009, "Kuttel", c. 36.073, difundido por el servicio de correo electrónico
de la Secretaria de Jurispmdencia, CCC.
Texto incorporado por ley 25.760 (BO del 111812003).
victiinn se cricueiitra pri\.ada J? su libertad, o la identidad JS otros panicipes o cncli-
bridorc.5del Iiccho, o cualqiiier otro dato yuc posibilite sil esclarr.ciiiiicrito.
Algiiiioa tributi;tlzs aosiiziizii que cii los supuestos de drlrgaci51i d? I;i iiistmc-
(arT. 196) no resulta indispensable - 4 e acuerdo con lo establecido por el art.
- que se dicte auto de procesamiento (ver comentario arts. 196 y 215). Pero
Sta interpretación no tiene cabida para los casos previstos por el art. 212 bis, toda -
que el legislador expresamente estableció que el fiscal -luego de la indagato-
deberá remitir copia de todo lo actuado al juez para que resuelva la situación
rocesal del imputado (arts. 306 y SS.).
Constitucionalidad
a CF La Plata declaró la inc6nstitucionalidad del art. 212 bis por entender
"...el debido proceso legal (art. 18, CN) impone que sea el juez quien la reciba,
ser, como ya se dijo, un acto que contiene la defensa o descargo del imputado.
a recepción por parte de quien ha sido instituido como principal impulsor de la
cción penal vulneraría el derecho de toda persona acusada de cometer una infrac-
'ón penal de ser llevada ante un juez u otro, tal como lo exige el art. 9", ap. 3',
acto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que forma parte de nuestra CN
art. 75, inc. 22)"s94.
Discrepainos con este criterio. El derecho constitucional a ser oído ante un
nal ---consagrado en diversos tratados internacionales- no puede ser equipa-
a obligación. Si efectivamente se trata de un derecho concebido como acto
defensa, es el imputado quien decide ante quién desea declarar. Potestad que se
tra salvaguardada por el legislador mediante la expresión "...salvo que el im-
manifestase su voluntad de declarar ante el juez". En idéntico sentido sostie-
Elhart que "...el círculo de protección se establece en función de los intereses
del imputado (incuestionables), m8s que en función de inconmovibles potestades de
la j u r i s d i c ~ i ó n "Alex
~ ~ ~Zlatar
~ señala con claridad que "...lo que los estatutos inter-
nacionales afortunadamente conceden, es el derecho a ser oído por un juez o tribunal
y no la obligación de allí sentarse"s96.Víctor Corvalán indica también que "...la CN
no establece que los imputados deban declarar sólo y exclusivamente ante un juez,
sino que tienen el derecho a hacerlo si así lo quieren. No hay ninguna noma cons-
titucional que prohiba al fiscal escuchar a un imputado que prefiere declarar nada
menos que ante quien lo está investigand~"~~~.
Cafferata Nores reconoció, hace tiempo, esta posibilidad al expresar que' "tra-
tándose de un medio de defensa (y no de prueba) que debe respetar la libre decisión
del imputado, no vemos reparo en que la reciba el ministerio fiscal, en presencia del
defensor... Porque si sinceramente se pretende que la declaración sea la oportunidad
para que el imputado ejerza su defensa material (y no la oportunidad para buscar su
confesión), más que pensar en la investidura de quien la recibe (juez o fiscal) habrá
que fijarse en las condiciones que mejor garanticen la libertad de declarar"s98.

Iq4 RDP, LexisNexis, nro. 2, p. 400, y ED del 241512004, f. 52.710.


"' RDP, LexisNexis, 1u.o.2, p. 405, "Examen de constitucionalidad del art. 2 12 bis, CPPN, según
la ley 25.760: recepción de la declaración indagatoria por el fiscal".
*" "La declaración del imputado. ¿Una discusión superada?", www.eldial.com.ar del 23/3/2004.
"' SJP, LL del 301412004, p. 1
"La investigación fiscal preparatoria como alternativa frente a la instmcción judicial", ps.
675, DP, 1987; en el mismo sentido CERLETTI-FOLGUEIRO, "Ministerio Público en el nuevo Código Pro-
cesal de la Nación", en AA.VV., El Ministevio Público en elproceso penal, Buenos Aires, 1993, p. 111.
382 INSTRUCCI~N Art. 213

La CF La Plata, sala 111, estima también que el art. 212 bis no es inconstitucio-
nal porque "...prevé expresamente la posibilidad de que el imputado opte por decla-
rar ante el juez de la causa"599.
Lo relevante es que el fiscal, en ellcto de la indagatoria, haga saber al imputado
que puede declarar ante el juez y respete todos los derechos conferidos por los arts.
296 y SS.~OO.
c) Plazos
El plazo para resolver la situación procesal del imputado se reduce de diez
(art. 306) a cinco días y el término para apelar se acorta de hes (art. 450) a dos.
La CF La Plata, sala 111, entiende que la fijación de un plazo de cuarenta y
ocho horas para apelar no vulnera la garantía ¿ie igualdad ante la ley (art. 16, CN).
El legislador "...ha actuado motivado en razones de política criminal y no en una
desig~aldad"~~'.
Requerimientos
213. En esta etapa,el representante del ministerio fiscal requerirá, bajo
.
. aractiaue los siguientes
nena de nulidad.. al "iuez de instrucción aue ~,
a) La recepción dr la declaración del imputado (art. 291);
actos:

b)Toda medida restrictiva de la libertad ambulatorid del imputado, con cx-


cepcibn de los delitos cometidos en Aagrancia (art. 284) o de suma urgencia (arts.
281,282), en cuyo caso nunca podrá superar las seis (6) horas.
También deberá requerir inmediatamente, cuando corresponda, la cesación
de las mismas;
C)La producción de los actos irreproducibles y defi~~itivos;
d) Toda medida relativa al archivo de las actuaciones, a la suspensión de la
persecución penal o al sobreseimiento del imputado;
e) Todo otro acto no comprendido en el art. 212, y que el Código ~;ocesal
Penal sólo faculte practicar a un juez.
La admonición de nulidad se efectúa conforme a lo prescripto por el art. 167,
inc. 2". La infracción a las previsiones del artículo genera, en consecuencia, la nuli-
dad absoluta de los actos (art. 168, párr. 2') por afectación del debido proceso (arts.
28 y 33, CN) y desplazamiento de la garantía judicial exigida para observarlo (art.
18, id.). En efecto:
a) La declaración indagatoria (art. 294) en algo se parece a la notificación de
la demanda en un proceso civil, pues debe anoticiarse a quien la presta los hechos
atribuidos (art. 298). Tanto este hamo de su desarrollo, como la resolución que la
ordena, implican someter al imputado al proceso penal. A partir de ese momento se
toma imprescindible que el proceso lo involucre en cualquiera de sus resoluciones
conclusivas: sobreseimiento o sentencia. Ahora bien, tal cometido incumbe exclusi-
vamente al juez (art. 294) e implica el cumplimiento de un acto jurisdiccional porque

** 3011212003, "Muso", Causa E.2838, www.eldial.com.ar, del 23/3/2004; id., sala 1, del
161712007,"G., G.", JA del 1411112007, p. 61; RDP, LexisNexis, 1212007, p. 2438.
En el mismo sentido, CNCP, sala 11, 1211212005, "B., M.", SJP, LL del 211712006, reseña de
Fallos p. 90.
'O' 3011212003, "Muso", Causa E.2838, Gww.eZdialcom.ar del 231312004.
INSTRUCCION

solución - e l proceso penal se cumple en forma evolu-


-del conflicto suscitado entre la comunidad pretensora y el aparente infractor.
Apartir de la reforma introducida por ley 25.760 se estableció una excepción a este
rincipio, autorizándose al fiscal, en los casos del art. 212 bis, a recibir la declara-
-
b) Por encontrarse comprometidas garantías constitucionales (arts. 14 y 18,
a libertad corporal por encima de los límites aquí
ia o proyección temporal- también reviste esencia ju-
privativa del órgano judicial -incluso su cese, porque
r la situación del imputado- aunque no sea de modo

La facultad de ordenar la detención de una persona es atribución judicial (art.


e urgencia o flagrancia que impongan el arresto o
al igual que el art. 28&, el MP puede hacerlo y tal

c) La realización de prueba que no puede repetirse queda fuera de las atribu-


ciones del fiscal por razones de seguridad al poner en crisis la contradicción y porque
se puede obviar, por alguien que no integra el PJN (art. 108, CN), la posibilidad
asistencia de los defensores de las partes para controlarla (arts. 18, id.,y 200).
Resulta innegable la naturaleza irreproducible de un reconocimiento en rueda;
por eso parece acertado negar al fiscal la realización de dicha medida603,al menos
frente al texto legal vigente.
es que ponen fin al trámite de la causa; compren-
. 195, párr. 2°)604como la suspensión de la persecución
dados en privilegio constitucional (Libro 11, Títu-
cuestión prejudicial (art. lo), o por ausencia de instancia
to (art. 335). Aquellos tres casos son de naturaleza cuasi
función pública procesal en un caso fiustra la iniciación
a pospone. Por el contrario, en el último aquella función
tiene más entidad, al punto que lo decidido alcanza fuerza de cosa juzgada material;
por ello, toma imposible una ulterior persecución penal (art. 1' injne).
En este caso, la infracción es tan burda que parece sólo una hipótesis acadé-
mica. De todos modos debe puntualizarse que si la medida no es adoptada por un
órgano del PJN (art. 108, CN), la nulidad será absoluta por resultar obligatoria la
intervención de un magistrado (arts. 167, inc. 2", 168, p á n final y 334).
Un voto con fundamentos propios de la CNPE, sala B, reflexiona en fonna
por demás singular en tomo a esta restricción. Se trataba de una desestimación por

'" CFed., sala 11, ED del 301612000, DPPC, f. 115, con nota de DE LLANO - KESSI,ERV,"LOS
alcances de las facultades instmctorias del Ministerio Público. Un fallo que avanza hacia el sistema
acusatorio"; dichos autores sostienen que si la actividad puede cumplirse por las fuerzas de seguridad y
aun por los particulares, no hay obstáculo para que lo disponga el agente fiscal, siempre que se cumpla
con el plazo legal señalado por el art. 286; también encuentran respaldo para decidir la aprehensión en
el ait. 26 de la ley 24.946.
" O CCC, sala 1, 111412008, "Cárdenas", SJP, LL del 261612008, p. 57; RDP, AbeledoPerrot,
812008, p. 213.
6"' CCC, sala V, 9/2/2007, "N.N.", SJP, LL del 201412007, p. 38.
inexistencia de delito recurrida por el querellante; los dos primeros votos coinciden
en que la decisión procedente es el sobreseimiento y no la mera desestimación. El
sufragio en análisis coincide con los dos anteriores; pero cree encontrar en este pre-
cepto razones para estimar procedenteel archivo cuando la imputación sea endeble
y ya estaba ordenado instruir sumario60s.
e) Imponer la incomunicación rebasa la autorización del art. 184, inc. 8". Sólo
puede acceder a decisiones sobre cautela personal otorgada a los jueces (ver Título
IV). Se encuentra excluida de la denegación, tener a alguien como parte querellante;
si el fiscal así lo hubiere decidido, su providencia resulta nula606.
También lo es la resolución del MP quien, luego de la delegación apoyada en
el art. 196, amplió la declaración de la víctima y exhibió álbumes de fotografía6"'.
La Cámara comprende esa actividad bajo el género jurisdiccional, consideración
que estima amparada por este precepto. Más apropiado hubiera sido acotarla como
judicial, pues al decidirla no se resuelve el conflicto ni se apunta a su dilucidación;
sólo es una medida de pesquisa, como tal de carácter administrativo, y no excluida
de las atribuciones del M'>para el caso.
El fiscal no puede requerir los registros de llamadas entrantes y salientes por ser
una medida expresamente reservada al órgano jurisdiccional (art. 236, párr. 2°)6".
Tampoco le corresponde llevar a cabo la audiencia de contacto prevista en la ley
24.270609.
214. En caso de que el juez de instrucción dispusiera que continuara con la
dirección de la investigación, los actos procesales cumplidos p
te del ministerio fiscal, de acuerdo con las normas de este Cód
su validez.
Sin perjuicio de eilo, el juez de instrucción procederá con

a) Primer párrafo. Se dijo en la introducción a este Libro 11 que los actos de


pesquisa son similares a los de la llamada jurisdicción voluntaria. Lo que se persigue
es dotar del respaldo de la verdad oficial a la actividad cumplida en la investigación.
Por eso, y dentro de los límites de los arts. 212, último párrafo, y 213, la labor des-
plegada en la pesquisa por el agente fiscal resulta inobjetable; carece de sustento la
impugnación por el solo hecho de haberse producido la delegación.

601 ED del 231712001, f. 50.912.


b'M CF San Martín, sala 1, ED del 231411997, f. 47.846.
CCC, sala IV, LL del 151812001, f. 102.469.
CNCP, sala III,41912007, "Mitchell", SJP, LLdeI 2711212007, p. 40; CCC, saiaVII, 281312008,
"Monzón", RDP,LexisNexis, 712008, p. 1285. En contra, por considerar que no existe perjuicio, CCC,
sala V. 191312008. "Pérez". 33.587. difundido oor el servicio de correo electrónico de la Secretada de
~uris~nidencia, CCC. P e ~ ca considerar faciihle que la medida sea ordr.n=ilapor el fiscal, 1s CCC, sala 1,
anre la eulsreiicid de precede~itesconrradictorlus dc la CNC'I' v. .para evitar r.venruales nulidades. sucitere
que la medidd sea pr~cricadapor el Srganu jurisdiccional (c. 34597,'.JligucI", del 7 10 2008, difiildido
pur cl sen*iiiode correo r.lcctrónicode la Secretaria de Jiiri5pnidencia. CCC ).
CCC, sala VII, 3011 112005, "Salinas", c. 28.155, difundido por el servicio de correo electró-
nico de la Secretaría de Jurisprudencia, CCC.
b) El párrafo final obedece a que si la actividad cumplida ante el MP sustenta
el requeriiniento de instrucción, esta solicitud no vincula al tribunal, quien puede
ar el archivo por no constituir delito el liecho o porque no resulta posible pro-

5. En el supuesto que el juez de instrucción conceda (art. 196, párrafo


mero) o autorice continuar (art. 196, párrafo segundo) al representante de1 -
terio fiscal la dirección de la investigación, éste reunirá los elementos pro-
ios respecto de los extremos de la imputación penal, en su caso, correrá
a al querellante (art. 347), luego de lo cual se expedirá en los términos del

ningún caso podrá requerirse la elevación a juicio, bajo pena de nuli-


sin que el imputado haya prestado declaración o que conste que se negó a

Inmediatamente después comunicará su dictamen al juez de instrucción.


i éste no está de acuerdo con el mismo, se procederá según lo establecido por el
árrafo segundo del art. 348.
En caso contrario, dictará el sobreseimiento o se procederá conforme a los
rts. 349 y siguientes de este Código.
La tarea desplegada por el MP (arts. 212, párr. final y 213) debe enderezarse
a posibilitar la elevación de la causa a juicio o al dictado del sobreseimiento. Estas
decisiones requieren también la previa intervención del querellante, si lo hay.
a) El párrafo segundo obliga a tener presente que la clausura de la instrucción
(art. 353) tiene como presupuesto el procesainiento (art. 306) y, a su vez, éste re-
quiere la indagatoria (art. 294), ya sea formal -cuando no se declara- (art. 296) o
material --cuando expone sobre el hecho o responde al interrogatorio- (art. 299).
Si el fiscal, por la vía del art. 196, tuvo a su cargo la instrucción dentro de los
limites indicados, tiene que expedirse recabando del juez el sobreseimiento o la ele-
vación de la causa a juicio, acto este último que equivale a la acusación ---en cuanto
a los hechos que constituyen su objeto- integrándose con el pedido de pena o el
requerimiento de absolución en el momento de la discusión final (art. 393).
El juez de instrucción puede estar de acuerdo con la elevación a juicio o en des-
acuerdo con la solicitud de sobreseimiento, en cuyo caso, siempre que por lo menos
el querellante se hubiera expedido en ese sentido, debe elevar las actuaciones a la
Cámara (art. 348). Desde luego, el dictado del sobreseimiento incumbe al juez pues,
tal como se viene insistiendo, se trata de un acto de naturaleza jurisdiccional.
La contradicción plena, antes del ingreso al juicio, requiere notificar al defensor
de la solicitud de los acusadores, a fin de que pueda deducir excepciones no inter-
puestas con antelación u oponerse a la elevación a juicio (art. 349, incs. lo y 2').
Confonne a este párrafo segundo -aplicación de lo prescripto por el art.
213, inc. a)--, para elevar a juicio resulta imprescindible que, aun en estos supues-
tos, el juez dicte auto de procesamiento (art. 306) pues, de lo contrario, no puede
accederse a dicha fase (conf. art. 346)6'0.Así se cumple el control jurisdiccional so-
bre la actividad de los acusadores, porque en el régimen de este Código no se prevé
régimen semejante al de la instrucción sumaria o citación directa a juicio por el

"WCC, sala VII, 7/4/2005, "Hermoso", RDP, LexisNexis, 1012005, p 862, SJP, LL del
301612005, p 40, id sala V, 281312006, "Nawras", SJP, LL del 30 1612006, p 73
386 INSTRUCCION Art. 2 15 bis

MP, ahora incorporado un tanto por los artículos 353 bis y ter (ley 24.826). Dice lo
contrario Darritchon, pues afirma que este art. 215 "...permite la requisitoria sin auto
de procesamiento ..." en el caso de 19s delitos que no merezcan prisión preventiva
efectiva6". Son del mismo parecer Abalos6'?y Donna y Maiza6I3.La CCC, sala 1,
estima -al igual que los autores citaaos- que el auto de procesamiento no es nece-
sario en estos casos6I4.Sin embargo, a partir del criterio jurispnidencial mayoritario
de la CNCPGI5,que sostiene la necesidad del auto de procesamiento, modificaron su
decisibn por razones de economía procesal y se ajustaron a lo resuelto por la mayoría
de la casación616.
A partir de la reforma incorporada mediante ley 25.760, en los supuestos pre-
vistos por el art. 212 bis, el auto de procesamiento deviene expresamente imprescin-
dible.
La CCC, sala IV, encuentra agravio irreparable en la negativa del juez a recibir
la indagatoria solicitada por el MP en los casos en que continúa la instrncción dele-
gada y a criterio de la fiscalía la investigación ya está ~ u m p l i d a ~ ' ~ .
215 bis. El juez no podrh disponer el archivo de las causas en que se in-
vestigue el delito previsto en el artículo 142 ter del Código Penal, hasta tanto la
persona no sea halladaeo restituida su identidad. Igual impedimento rige para
el Ministerio Público Fiscal6I8.
Mientras no se suscite alguna de las dos circunstancias, el juez se ve impedido
de adoptar la decisión prevista por el art. 195. La extensión del impedimento al fiscal
no atiende a que el archivo a una decisión que sólo puede adoptar el órgano juris-
diccional (arts. 195 y 213, inc. d]).

6" Cómo es ..., t. 1, ps. 1231124.


. " V ó d i g o ...,ps. 5031504,
6" Código..., p. 252.

6'4 SE, LL del 3011212004, f. 108.476; con nota adversa de ALMEYRA, "¿Elevación de la causa
a juicio sin procesamiento?", y RDP, LexisNexis, nro. 7, p. 314; en contra CCC, s e a V, SJP, LL del
301812004, f. 107.978.
Sala I1I,30/312006, "A,, L.", con disidencia de la jueza Ledesma, SJP, LL del 21/7/2006, p. 57;
sala 11. 13/8/2007, "Martinez Vereara". RDP LexisNexis. 512008. o. 823. En contra. sala IV. 111612008.
"l3iaiir". I<DP,Abe1:duPemir. 10 ? 0 0 h , p. ItiU3, \oto de los jueces Hornos v 1)tc.z Ojeda. El criterio ma-
soritario ouc susriciie la necesidad ilcl auto dz vro:ss~niir.nro Rie cunsoliil~dooor la CN('I1a través "el
Plenano ''~lanc",con notas favorables de P A C I L ~ ,"Algunas observaciones so& el plenario 'Blanc'de la
Cámara Nacional de Casación Penal", RDP, AbeledoPerrot, 1012009, p. 1703, y ALMEYRA, "In~üucci6n
fiscal y procesamiento", SJP, LL del 211712009, p. 22; ver la opinión adversa de AMELOTI?, "¿Derecho
constitucional a ser procesado?...", RDP, AbeledoPerrot, 1012010, p. 1724.
CCC, sala 1, 111412008, "Martíiiez Vergara", c. 30.984, www.eIdiaI,com.ar, del 5/6/2008.
" V A 2002-1-799.
Texto incorporado por ley 26.679 (BO del 9151201 1).
MEDIOS DE PRUEBA

T~TULO
111

MEDIOS DE PRUEBA

I
i al Concepto
al es un hecho atribuido a una persona como configurati-
un delito (ver comentario al art. 193). Basta con esa hipótesis, sustentada en la
los delitos de acción pública, los órganos predispuestos
entores en general, MP y juez- tengan la obligación
ar la actividad enderezada al comieilzo de la tarea instructoria. La conclu-
la realidad de esa sospecha, depende de la prueba.
njunto de diligencias tendientes a dilucidar el hecho
o. Según se adquiera certeza acerca de su existencia
ertinentes lo tendrán por acreditado o no.
sita certidumbre con grado de apodíctica -que la
de otro modo- para sustentar una sentencia de
or cierto cuando las pruebasasumen aptitud para
bilidad causal de que las cosas hayan sido de un
e; la prueba plena supone la eliminación de toda
nvuelve la seguridad de que los hechos

ese momento culminante del proceso, aun-


re el hecho, pero siempre que la sospecha
desvanezca sino que se vaya consolidando y de la hipótesis se pase a
esoluciones que denoten el avance en su
1 caso del procesamiento, cuya adopción
la reunión de elementos de convicción suficientes para estimar que
te un hecho delictuoso y que el imputado es partícipe (art. 306).
Si en el estadio de la decisión el juez no puede concluir con el rigor antes seña-
nalizar su duda mediante un pronunciamiento favorable al encausado

ice Soto Nieto, el hecho se ofrece como probable a la iniciación del


proceso (aris. 180, 188 y 195),posible al instante del procesamiento (art. 306),pro-
visionalmente cierto a la hora de la primera calificación (art. 347, párr. 29, eventual-
mente cierto al formularse la calificación definitiva (art. 393) y radicalmente cierto
to de la sentencia de condena (art. 403)620.Para procesar hasta con
ntos que permitan estimar la existencia de delito y la responsabilidad
con un criterio distinto que el correspon-

Por un lado, la palabra "prueba" abarca la actividad desplegada durante el


transcurso del proceso y enderezada a corroborar el hecho constitutivo de su objeto.
Además se capta, con ese vocablo, el método a través del cual pueden recogerse los
datos cuya regulación se efectúa a través de los denominados medios de prueba. Por

"'CCC, sala V, 23/6/1980, "Britos, José D.", c. 12.617.


"Correlacióii ...", p. 14.
"' CNPE, sala A, LLde12819/1998, f. 97.894.
388 MEDIOSDE PRUEBA

último, prueba significa también el resultado a que se arriba como consecuencia de


la valoración de las diligencias cumplidas.
b) Requisitos de admisibifidadp
Únicamente se puede aportar prueba relacionada con el hecho constitutivo del
objeto del proceso y sus circunstancias. Si se rebasa este limite, la prueba carece de
pertinencia y debe desestimarse cuando no resulta idónea para justificar los hechos
articulados622.Además, la prueba debe tener relevancia -ser conducente- para
influir en la decisión del conflicto.
La prueba puede recaer sobre el hecho objeto del proceso y sobre todas las
circunstancias relacionadas con 61, destinadas a posibilitar la convicción del juez en
tomo a su existencia o inexistencia. De modo que se puede producir tanto sobre el
suceso principal como sobre antecedentes, concomitantes o consecuentes, que inci-
dan sobre su apreciación definitiva. En el caso de un hurto (art. 162, CP), la prueba
debe tender a acreditar, además del apoderamiento, el estado de necesidad justifi-
cante (art. 34, inc. 3", id.) -si se hubiese aducido- o cualquiera de las circunstan-
cias que puedan gravitar sobre la modalidad de ejecución y graduación de la pena
(arts. 26 y 41, id.).
No se descartan, incluso, las medidas determinantes del concepto que merece el
procesado, como asimismo su personalidad moral y las circunstancias que pudieron
llevarlo a delinquir623,ni las que apunten a comprobar la buena reputación o fama
de los testigos6Z4.
Se excluye como objeto de la prueba al derecho, porque quien debe resolver es
un técnic« en la materia (el an. 6",dec.-ley 1285 1958, exige titulo de abogado para
ser juez) y también deben serlo quienes actúen como auxiliares de las partes a e -
fensor, apoderado y patrocinante de la querella, del actor y del civilmente demanda-
do-- (Libro 1, Título IV, Capítulos IV, V, VI y VII).
De acuerdo con lo establecido por el art. 13, CC., la aplicación de leyes exhan-
jeras sólo tendrá lugar a solicitud de parte interesada, a cuyo cargo estará la prueba
de su existencia, con excepción de las que se hicieron obligatorias en la República
vor convenciones divlomáticas o en virtud de una ley especial. Así, en el caso de la
extradición pasiva, es menester incluir copia autenticádade las disposiciones legales
aplicables al hecho acusado, según la legislación respectiva del Estado requirente
(art. 651, inc. 3', Código aprobado por ley 2372, vigente conforme al art. 538, p á n
2";texto según ley 24.131, derogado por ley 24.767, cuyo art. 13, iuc. e], contiene
una disposición similar).
Sobre limitaciones a la prueba, ver comentario al art. 206.
Determinados sucesos, implícitos en la cultura o en la información normal de
los individuos con relación a un circulo social o a un lugar o momento determinado
cii la oponunidad en que ocurre la decisi6n. están excntoi de pruebd ; no se necesita
que el conocirnieiito sea de la generalidad ni absoluto ni efectivo"?'. Son los hechos
considerados como ciertos e indiscutibles -hechos notorios- por pertenecer a la
historia o a las leyes naturales o a la ciencia o a las vicisitudes de la vida pública

CS, Fallos 185:213;248:440.


CCC, sala VI, 29/4/1977, "Nelli, J.", c. 2337.
62" CCC, Fallos t. IV, p. 803.
PALACIO, Derecho..., t. IV, ps. 348b55.
MEDIOS DE PRUEBA -

que entre 1939 y 1945 se desarrolló una conflagración casi mundial.


abe incluir a los hechos evidentes, v.gr.,,si una persona puede hablar
iva; en ambos casos, la aceptación puede cuestionarse si se los con-
~azonablemente~~'.
edan excluidos como elementos de prueba los datos propios del conocimiento
eso debe apartarse de la causa; si no lo hace, puede ser recusado, -
o como pento o conocido el hecho como testigo ( m . 55, inc. lo).
rueba es el elemento o el dato existente en la realidad y que se desea
al proceso. Los medios de prueba consisten en la actividad desplegada
lo; nacen y se forman en el proceso. La fuente se busca, y cuando se la
se propone el medio para incorporarla. En la prueba pericia1 (arts. 253 a
ente la materia u objeto sometido a la pericia o peritación, mientras que el
los peritos, al estudiar y dictaminar sobre el caso, configura el medio628.
n consecuencia, se denominan medios deprueba a las regulaciones estableci-
osibilitar el acceso al objeto de la prueba. Es actividad procesal i l e c l a -
testigo, informe o dictamen de los peritos- referida a una cosa o persona
e la percepción judicial629.
o 111 está destinado a regular los medios de prueba. Una siste-
nsejaba hacerlo como un capítulo más de la actividad procesal
), dentro de las Disposiciones Generales. Se hubiera evitado así la
1 art. 382, p á n 2', alojada entre los actos del debate. Aquel sistema es el
los nuevos códigos procesales penales de Córdoba y Tucumán (Libro 1,
nerales", Título VI, "Actos Procesales", Capítulo IX, "Medios de
') y el avanzado proyecto Maier (Libro 1,Titulo 111, Capítulo 5).
de vista adoptado en este Título 111del Libro TI, ciertos medios
auxiliares se estiman como autónomos; tal lo que sucede con el registrodo-
io y la requisa personal (Capítulo 11) y con el secuestro (Capítulo 111).
circunstancia de no contar con "...exigencias legales prefijadas, sino que
a la libre convicción del juez extraer su existencia del material colec-
. no significa en modo alguno que en este sistema pueda prescindirse de la
robación plena de la existencia del delito para poder llegar a una conclusión
,sino que la forma de obtener ese conociiniento por el juez difiere en
n del sistema de valoración de la prueba"630.Siempre rigen la imposibilidad de
se afecte la moral, la libertad personal de los intervinientes o de terceros o que
samente prohibidos para el caso (art. 378, párr. lo,CPCC). Por eso la
esencia de algún medio probatorio, aunque carente de regulación legal para su de-
nvolviiniento, no impide admitirlo, si resulta pertinente, para comprobar el objeto
la prueba. De ahí que la CF Cap., sala 1, haya ponderado que la declaración de
tigos bajo reserva de identidad no sea descartable"'. La singularidad de este fallo
nba en que a pesar de no tratarse de un hecho relacionado con la ley 23.737 -art.
bis- impone distinguir entre dicho testimonio como medio y como fuente de

"S, Fallos 258:199.


"' CAFFERATA
NORES, ..., p. 143.
Inl~oducción
SENT~SMELENIIO, "Fuentes y medios de pmeba", RADP, nro. 2, año 1968, p. 40.
P~~ncio,Derecho ..., t. IV, p. 331.
"O JAUCHEN, Laprueba ..., ps. 25126.
LL del 301511997, f. 95.436.
prueba; como medio de prueba, por si solo, no podrá ser utilizado para fundamentar
una condena, porque se le sustrae a la contradicción propia del debate oral y público
-arts. 363 y concs.-; en vez, comq fuente los datos que aporte son computables
porque la previsión de la ley torna lid& su incorporación.
c) Clasificación
Son diversas las clasificaciones de los medios de prueba. Según permitan o no
la percepción por el juez del hecho a probarse sin interferencia alguna, se distingue
entre prueba directa o indirecta. La primera no demanda ningún esfuerzo intelec-
tual, por ejemplo, reconocimiento judicial. Mientras que en la última -testimonial,
pericia1 y documental-, el juez tiene que inferir de su percepción la existencia del
hecho a probar.
Se diferencian en históricas y criticas, según reflejen la realidad del hecho o
permitan indicarlo. Prueba histórica por excelencia es la fotografía; prueba crítica
son las presunciones.
Si se tiene en cuenta el objeto sobre el cual recaen, caben otros distingas. Si se
han formado con anterioridad al proceso se denominan pruebas preconstituidas, tal
como sucede con los documentos; si se conforman durante el mismo proceso se les
designa como circunstanciales. "La falta, en los códigos procesales penales moder-
nos, de una regulación autónoma de la prueba documental ... encuentra explicación
en el hecho de que, por no existir en el proceso penal, las cargas de exhibir o reco-
nocer o negar documentos privados, resultan superñuas las normas que, en relación
con el proceso civil, deben prever las consecuencias derivadas del incumplimiento
de las mencionadas cargas"632.Dice Gozaini que el fax como medio de prueba puede
estar entre los documentos y aplicarse las normas de reconocimiento, admisión y
oposición que aquéllos tienen633.Ver arts. 234,235,237 y 392.
Durante el auge del sistema inquisitivo, la prueba tendiente a acreditar la exis-
tencia del hecho se denominaba genérica, mientras que e.specifica era la qué apunta-
ba a determinar los responsables.
d) Carga de la prueba
En la doctrina general del proceso, carga es un imperativo del propio inte-
rés. Se necesita una determinada actuación para prevenir un perjuicio procesal y,
en último término, una sentencia desfavorable. No hay &ente a ella un derecho del
adversario o del Estado. Aquél sólo desea que la parte no asuma la carga de probar.
Hay relación entre la carga y la posibilidad, pues ésta impone a las partes la carga de
aprovecharla para prevenir su pérdida634.
En materia probatoria, la carga de la prueba consiste en determinar a quién
corresponde la actividad destinada a acreditar el hecho y provocar la convicción
judicial de su realidad.
Salvo el supuesto de una exhaustiva prueba incriminante - e n cuyo caso el im-
putado debiera tratar, cuando menos, de neutralizarla-, es difícil concebir la exis-
tencia dc una carga de la prueba correspondiente al imputado63s.

"VALACIO, La prueba en el proceso penal, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2000.


"La teoría de la prueba y el fenómeno de la infomiatica", JA del 261511999, ps. 9 y SS.
GOLD..CIIMIDT, Tearia..., p. 82.
Ver V h a z MARICONDE, De~echo..., t. 1, nota 14; MAIER,
Derecho..., t. 143, p. 274; ChmiO,
"Garantías...", p. 127, especialmente nota 7; CCC, JA 1990-111-177.
MEDIOS DE PRUEBA -
ue el imputado goza de una situación jurídica, protectora de su inocencia,
be construir sino que incumbe a la acusación destruir (art. 1"). Le basta con
duzca una incertidumbre para que, en la duda, deba resolverse a su favor
, Sin embargo, tanto los tribunales constitucionales europeos como la Co-
opea de Derechos Humanos han señalado que si puede parecer evidente -
positivo el resultado de una intervención corporal puede derivarse una
ia condenatoria, tampoco lo es menos que este mismo examen, si fuera nega-
ede exculpar al imputado637. Por ello puede hacer a su interés -carga- no
vechar la ocasión, prestándose al examen.
imputado no tiene la carga de probar la disculpa, aunque no aparezca proba-
cera; no destruida con certeza la probabilidad de un hecho impeditivo de la
o de la pena, se impone su absolución638.
Sistemas de apreciaci6n probatoria
s distintos regímenes procesales persuaden acerca de la existencia de tres
mas para apreciar la prueba: el de la íntima convicción, el de la prueba legal y
sana crítica racional, llamado también de la libre convicción, aunque hay
los reducen a dos, porque identifican al primero con el último.
el sistema de la íntima convicción no hay precepto alguno referente al va-
le a los elementos de prueba; por otro lado, no obliga a quien decide
las razones determinantes de su convencimiento. Es característico del
lento por jurados, cuyos integrantes sólo deben manifestar el corolario a que
on, sin precederlo de los fundamentos que lo apuntalan, pese a que puede exi-
S, cuando menos, indicar las piezas probatorias en que se apoyan639.
1 sistema de la prueba legal aparece con el régimen inquisitivo, como una
acto de contricción del legislador quien, después de haber otorgado al juez
os poderes, le restringe la facultad de apreciar o evaluar la prueba, pues
cómo debe efectuarse dicha tarea. En virtud de que la aquilatacióu de
ba está predetenninada o anticipada en la ley, se lo denomina también de la
tasada. El art. 44 de la ley 24.192 sobre violencia en espectáculos deportivos
ca reestablecer en orden a su régimen penal el sistema de la prueba legal. En
art. 44 determina que los hechos filmados por la autoridad competente
n plena prueba siempre que antes de la reunión deportiva el aparato utili-
O sea sellado por el juez de instrucción de turno. Bastante cercano resulta el equi-
O texto del art. 26 bis de la ley 23.737, incorporado por la ley 24.434: "La prueba
consista en fotografias, filmaciones o grabaciones, será evaluada por el tribunal
a medida en que sea comprobada su autenticidad"; adviértase que frente a esta
circunstancia pareciera que dicho medio probatorio resulta viuculaute para
no judicial640.Por su lado, el art. 8" de la Ley Penal Tributaria 23.771 -m-

VÉLEZMARICONDE, Derecho..., t. II,p. 30; CLAXIAOI.UEDO, Tratado..., t. 1, p. 230.


GIMENO SENDRA,Conslilución...,p. 113.
'" CS, "Abraham Jonte", Fallos 324:4039,
"' CS, ED 98-363, f. 35.534; Fallos 303:1998.
La CNCP, sala 1, estima imposible construir una regla abstracta que inhiba el ingreso al de-
ejetnplo, de una intervención telefónica; entiende que debe establecerse, caso por caso, si ese
'ento ha impedido a la defensa probar en contrario de lo que resulta de ese medio de prueba,
11211997, f. 96.538, o DJ 1998-1-332, f. 12.568, conclusión que rescata la perduración del
392 MEBIOS DE PRUEBA

terior a la vigencia del Código, ahora derogada por ley 24.769, art. 24--, en cuanto
descartaba la excusa "...basada en la falta de existencia de la retención o percepción
cuando ésta se encuentre documentada registrada, contabilizada, comprobada o for-
malizada de cualquier modo", debía edeuderse como limitada a una presunción iuris
tantum"'.
El sistema de la libre convicción o de la sana crítica radica en que la ley no
vincula al juez, fijándole normas que cercenen su arbitrio para determinar la forma
en que se acreditarán los hechos ni le anticipa el valor de los elementos de prueba.
El órgano judicial tiene amplia atribución para seleccionar dichos medios, con muy
pocas excepciones -por ej., la manera de comprobar el estado civil de las personas
(art. 206)- y para apreciarla, ya que tan sólo debe ajustar sus conclusiones a las re-
glas de la lógica, la psicología y la experiencia común642.En síntesis: en esta función
se trata de utilizar los principios lógicos reguladores del correcto entendimiento bu-
mano643.El tribunal debe poner de manifiesto el razonamiento seguido para arribar a
la conclusión al motivar sus decisiones (art. 398, pár. 2', oración final). Sana crítica
equivale a libre convicción644.
Es deber de los magistrados extremar los recaudos en la búsqueda de la verdad
conforme a principios de justicia que deben primar en todo el procedimiento judi-
cial. Carece de fundamentación -y por consiguiente resulta nula- Ia sentencia de
condena que se ha limitado a la simple y llana enunciación de algunas de las pruebas
producidas en el debate o introducidas a él por lectura, sin meritarlas, relacionarlas,
ni poner de manifiesto el razonamiento
La motivación de las conclusiones es la única vía para hacer posible la estricta
fiscalización por los interesados y preservar así la inviolabilidad de la
gurada por el art. 18, CN646.
Es un lugar común entre los procesalistas penales expresar que una de las di-
ferencias más tajantes entre proceso civil y proceso penal consiste en la primacía de
la verdad formal, característica del primero, mientras en el segundo rige de'manera
irrestricta el logro de la verdad material. Con esto se afirma que la deteminación
de la verdad es disponible para las partes, en un caso, pues el mero reconocimiento
de los hechos las dispensa de la tarea enfilada a probarlos (art. 356, inc. lo, CPN).
En vez, el proceso penal se desarrolla con miras a administrar justicia con apoyo en
la verdad real, material o histórica; este aserto no contiene más razón que si se lo
entiende como restar, para reconstruir el hecho objeto del o, la aquiescencia
de-las partes.

"'TOCF nro. 1,221211995, "Adot", JA del 171511995; tal es el criterio del doctor Costa, quien
estima lesivo para la defensa en juicio -art. 18, CN- evaluarla como una presunción iure ef de iure.
A nuestro modo de ver, el régimen de evaluación probatoria introducido por este Código pugna con
dicha clase de presunciones.
Ver CARRERAS, Eduardo, "La sana critica y el testimonio del coprocesado", JA 15-1972-629;
. . sala 11. LL del 1811211995. f. 93.861.
CF Cav..
"T Córdoba, sala Penal, LLC 1991-508.
VELEZ MARICONDE, Derecho ..., t. 1, p. 353, nota 32.
"* CNCP, sala IV, LL del 261311999, f. 98.5 15, con nota de RIMONDI, "La doctrina del 'pueilte de
plata' en el cohecho".
6q"VE~~~ MARICONI~E, Derecho ..., t. 11, ps. 203 y SS.; en contra, MAIER,al negar la motivación
como exigencia constitucional por aferrarse a la inipei.atividad del juicio por jurados, aunque admite
que la ley puede exigirla, Derecho ..., t. 1-B, ps. 2431247.
MEDIOS DE PRUEBA .

a aseveración por demás atinada nos ha persuadido de que, al administrar


los hechos deben conformarse con asentar lo que, con acierto, puede de-
verdadproce~al~"~. Vale decir que, en todos los casos, la fijación de los
realiza ajustándose a las reglas atingentes a la producción y valoración de
a, más estrictas en el último caso -proceso penal- que en el primeroM8.
fallo de la Corte Suprema quizás desatiende tal problema; se analizaba la -
ad de una decisión por la cual se ordenaba a un padre adoptante llevar a su
un servicio hospitalario, para extraerle sangre y efectuar el examen
ihilidad, a fin de establecer la correspondencia genética con personas
abuelos de sangre del menor. El Alto Tribunal convalidó el derecho
Padre adoptante a negarsea que se practicara el examen ordenado por el juez
al. Según O t e i ~ aese ~ ~fallo
~ , "...pareciera limitar profundamente las potestades
nvesligación del juez de grado, ya que no se extrae del decisorio que éste haya
rado violentando el principio de razonabilidad, que gobierna el marco de las atri-
nes probatorias...El obrar de un juez penal, que procura indagar sobre los acon-
ientos que puedan conectarse con una relación de filiación o de adopción, no
contra el mantenimiento del estado familiar en un caso como el examinado"
taba de un menor abandonado en 1977 y entregado a un matrimonio que civil-
logró su adopción plena).
oría del fruto del árbol envenenado
partir de 1981 ha cobrado suma relevancia el problema de la prueba ilícita,
ominada también "teoría de los fmtos del árbol envenenado". Alude a la obtenida
consecuencia de un delito. La Corte Suprema resolvió que no puede otorgarse
al resultado de un delito y apoyar en él una sentencia judicial; no sólo porque
contradictorio con el reproche formulado, sino porque compromete la buena ad-
istración de justicia al pretender constituirla beneficiaria del hecho ilicit~"~.
Ver
mentarios a los arts. 172, 225 y 230. La ineficacia se extiende a todas aquellas
ebas que, con arreglo a las circunstancias del caso, no hubieran podido ser obte-
a violación de garantías constitucionales y resullaren su consecuencia (art.
nstitución de Córdoba de 1987).
a información recibida de la propia imputada al interrogársele en sede poli-
al bajo juramento resulta nula -por haber sido obtenida de manera ilegal- al no
érsele hecho saber del derecho de nombrar defensor y de abstenerse de decla-
51. Empero, si tales manifestaciones recibidas por autoridad policial no obraron
o coacción que le impidieran ejercer sus derechos constitucionales en el pro-
o, se descarta la aplicación de la "doctrina de los fnitos del árbol envenenado";
embargo, la minoría, al advertir que la comunicación a los preventores aportada

M' PSLLEGRINI GRINOVER - SCARANCE FERNANDEZ - MAGALH~ES GOMES, AS nulidades noprocesso


al, SBo Paulo, 1992, ps. 1061107.
Conf. MAIER: Derecho..., t. I-B, p. 562; también en "La verdad y el procedimiento penal",
evista Jurídica de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Tucumán, nro.
8, año 1990. os. 2391282.
-1.3 Jo;triila dc 18 <:«nc Siipieni4 sobre el derr.cl~a
del ~iiñoa conocer su ideniidad, la adop-
cihn y las iaciiliado inaii~ciuria.Je los juecer p?n~ic\",L L del 3 10 1941.
CS, Fallos 303 1938
CCC, sala 11, LL del 161911996, f 94 701, con nota de CORVALAN, "Inaprovechabilidad de la
confesión brindada testirnonialrnente"
394 INSPECCIÓN JUDICIAL Y RECONSTRUCCI~NDEL HECHO Art. 216

por los acusados respondió a un interrogatorio destinado a determinar su responsa-


bilidad en el hecho, se inclina por la solución contraria6sz.Si la actividad probatoria
configura un supuesto de nulidad absoluta, se impone excluirla del proceso653.Para
la CNCP, sala IV, no corresponde decarar la nulidad cuando la prevención actuó en
cumplimiento de atribuciones legales; de lo contrario se desorbita la interpretación
de los arts. 184, inc. S"), 284 y 23ObS$e1 caso tiene afinidad con la causa "Tumbeiro",
resuelta por la CS; ver su comentario en el art. 184, inc. 8".
Una disidencia del doctor Bossert afronta la regla de exclusión así como su
expresión más ampliahit of de poisonous tvee -teoría del fruto del árbol veneno-
so-., en cuya virtud se permite no sólo restar valor a la prueba viciada, sino extender
la invalidez a otras que guardan relación; su aplicación no resulta de un mandato
implícito de la CN6ss.Se han expresado prolijas objeciones en torno al desarrollo
de esta doctrina, al extremo de señalarse que la inconstitucionalidad de algunas ac-
tividades impediría la función penal del Estado, aunque se excluye cualquier vía
convalidante de apremiosbs6.
El art. 15 de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes establece: "Todo Estado Parte se asegurará de que ningu-
na declaración que se demuestre que ha sido hecha como resultado de tortura pueda
ser invocada como prueba en ningún procedimiento, salvo en contra de una persona
acusada de tortura como prueba de que se ha formulado la declaración". Este pre-
cepto se incorporó a nuestro ordenamiento jurídico por ley 23.33P7y ahora tiene
jerarquía constitucional en virtud del art. 75, inc. 22, de la Ley Suprema658.

INSPECCIÓN JUDICIAL Y RECONSTRUCCIÓN DEL HECHO

Inspección judicial
216. El juez de instrucción comprobar&,mediante la inspección de perso-
nas, lugares y cosas, los rastros y otros efectos materiales que el hecho huhiere
dejado; los describirá detalladamente y, cuando fuere posible, recogerá o con-
servara los elementos probatorios útiles.

*' "S, LL del 61511996, f. 94.226, con nota de SUPERTI,"La declaración del imputado y sus efec-
tos coino elemento de cargo". Asimismo pueden consultarse los trabajos de CARRIO, Justicia ..., ps. 71 y
SS.; Garantías..., ps. 85187, especialmente nro. 17; CAFFERATA, Temas..., ps. 1951198; D'ALBORA, "Sobre
la prueba ilicita en el proceso penal", Revista del Colegio de Abogados de San Isidvo, libro homenaje
XXV aniversario, Buenos Aires, 1991, ps. 1271139.
" TOC Fed. Paraná, LL del 26/10/1998, f. 98.004.
"I' ED del 1/7/2002, f. 51.552.

CS, LLdel3011011997, f. 96.236.


HERNANOEZ, "La doctrina del fruto del árbol venenoso. Observaciones", ED del 26/3/2002.
BO del 261211987.
Ver CAFFERATA NORES, La prueba ...,passim; JAUCHEN, La prueba en materia penal, passim,
Santa Fe, 1992. En JA del 131911995 se publicó una síntesis jurispmdencial sobre medios de investiga-
ción y prueba en el proceso penal, cnya~lecturaes provechosa, aunque muchas de sus citas se indican
en el texto.
INSPECCIÓN JUDICIALY REcONSTRUCCION DELHECHO

epígrafe resulta adecuado en vez de "inspección ocular" -utilizado en el


-, en el que se subordina el medio de prueba a lo que se inspecciona y a lo
e. En cambio, la actividad del juez aquí regulada no se restringe a la mera
ón visual de las materias constitutivas del objeto de la diligencia. En efecto,
trado puede limitarse a escuchar en la verificación de ciertos ruidos, o a gus- -
apreciar un sabor, o bien utilizar el olfato si se trata de comprobar un cierto
. También a través del tacto puede conocer la consistencia de una materia. De
ado de utilizar "inspección judicial" en vez de "ocular", porque resulta
desde el punto de vista idiomático y limitada en el orden sensorialso.
Consiste cn el eiamen ctéctuado por el tribunal sobre pcrsoiias, lugares y cosas,
considerado útil para la invcstigacióii que se practica.
Generalidades
el arquetipo de la inmediatez en la apreciación de la prueba. Este carácter, en
ia, resalta ante lo establecido por el art. 387 para el momento del debate. De
a que no se suple por la actividad cumplida por los funcionarios preventores
,inc. 4'). Tal perfil no varía ante la circunstancia de que el juez pueda hacerse
por expertos (art. 222); en ese caso el acto será complejo subjetiva y objeti-
. Lo primero porque intervienen tanto el juez como órganos de la prueba; lo
orque, además de reflejar lo que son nada más que percepciones del juez, se
en el acta también las conclusiones de los expertos. Lo que no cambia es que
pección judicial se conforma a través de la asunción directa de la prueba por el
trado. Ni en el proceso civil se admite la delegación, pues en él se autoriza al juez
arse a cualquier lugar de la República donde deba cumplirse un reconocimien-
ial (arts. 382, páni 2", y 480, CPN). En consonancia con este temperamento, el
de la Ley de Estupefacientes, 23.737, autoriza al juez de la causa para actuar en
jurisdicción -vectius, competencia- territorial si la demora puede comprome-
éxito de la investigación (ver comeniario al art. 37).
n cuanto a la lectura de las actas de inspección en el debate, ver art. 392.
Ausencia de rastros
.Si el hecho no dejó rastros o no produjo efectos materiales, o si éstos
cieron o fueron alterados, el juez describirá el estado actual y, en lo
,verificará el anterior. En caso de desaparición o alteración averiguar4
constar el modo, tiempo y causa de ella.
Si el delito no dejó huellas o es de dificil verificación -como los llamados
os formales en los que coincide temporalmente la acción y el resultad-, dicha
'a debe reflejarse a través de las pertinentes constancias.
aparición o la alteración dolosa o culposa puede configurar el delito pre-
rt. 255, Código Penal, denominado "sustracción e inutilización de obje-
todiados". En modo alguno el juez puede iniciar de oficio un proceso con ese
,pues, como se dijo, debe mediar requerimiento fiscal (art. 188); no obstante,

PALACIO,Derecho ...,t. IV, ps. 473 y SS.


SENT~S MEI.ENDO, "El reconocimiento judicial", Revista del Colegio de Abogados de La Plata;
0. 1 ,afio VI, La Plata, 1963, p. 519.
396 JUDICIAL Y RECONSTRUCC~ONDEL HECHO
INSPECCI~N Art. 218

tiene que reflejar en las actuaciones cómo se produjo, sin perjuicio de canalizar debi-
damente la promoción del proceso penal (arts. 177, inc. 1 O, 180, 188 y 195).
Inspección corporal y mental 2
218. Cuando lo juzgue necesario, el juez podrá proceder a la inspección
corporal y mental del imputado, cuidando que en lo posible se respete su pudor.
Podrá disponer igual medida respecto de otra persona, eon la misma limita-
ción, en los casos de grave y fundada sospecha o de absoluta necesidad.
En caso necesario, la inspección podrá practicarse con el auxilio de peritos.
Al acto sólo podrá asistir el defensor o una persona de confianza del exami-
nado, quien será advertido previamente de tal derecho.
Ver comentario al art. 78,
a) Concepto. La primera jamás puede tener el alcance de la requisa personal,
pues ésta consiste en el minucioso examen sobre el cuerpo de una persona con la
extensión señalada en el art. 230. Ambas requieren orden judicial, pero ésta no puede
alcanzar la intensidad de la requisa, que se extiende hasta la más prolija intrusión
en el cuerpo del examinado. Mientras la inspección no va más allá de verificar,por
la percepción, el aspecto externo del cuerpo que la soporta, la requisa involucra el
acceso a cavidades naturales y el eventual secuestro de las cosas relacionadas con
el delito.
b) El primer párrafo no es más que una especificación de la inspección judi-
cial (ver comentario al art. 216).
c) El párrafo segundo alude, por ejemplo, al supuesto de un único testigo de
cargo que muestre signos de periurbación mental y a través de cuyos dichos pudiera
condenarse al imputado5". Según Manzini, la sospecha es aquella que puede demos-
trarse mediante argumentos objetivos A su vez, Leone indicaque la
"...grave y fundada sospecha ..." no exige que se trate de la referente a la coinisión
de delito, pues "...es suficiente la sospecha (es decir, la suposición) de que sobre la
persona se encuentren elementos de prueba"; v.gr., huellas de violencia experimen-
tada cuando se cree que la persona quiera ocultar o disminuir la responsabilidad del.
imputado o bien simularlas o exagerarlas; potencialidad visiva de un testigo que
a h e haber visto663.
d ) Posibilidad de realización en el imputado. Cada vez que el imputado actúa
como obieto de la prueba no está alcanzado por los términos de lacláusula cons-
titucional que veda la declaración contra si Se considera violada dicha
cláusula en los casos de obtención de muestra de orina del imputado6'*.
Sin embargo, existen límites impuestos por el derecho a la integridad fisica
y la prohibición de tratos inhumanos y degradantes; en general, si sólo se afectan

""'V~ZQUEZ IRULUBIETA - CASIRO,Procedimiento..., t. 11, p. 97, Buenos ire es, 1969; ver art. 200.
Tratado...,t. 111, p. 241.
Tratado..., t. 11, ps. 1911192, nota 86.
CS, Fallos 255:18, o JA 1963-IV-380,f. 7217, o ED~-582,f. 4058; conf. MAIER,Derecho...,
t. 1-B, p. 444; CCC, sala VII, LL del 251911997, f. 96.044; id., id., JA 1998-11-516.
""ICC, sala VII, 301812007, "Caro", JA del 1411112007, p. 84.
INSPECCIÓN JUDICIAL Y RECONSTRUCCIÓNDEL HECHO

te tales derechos, se admiten, por ejemplo, extracciones de sangre o de piel,


que sean realizadas por personas habilitadas, con el límite de no poner en
la vida o la salud666;en vez, podrían contravenir aquellas garantías ciertos
illantes, como desnudarse ante la La CF Paraná sostuvo que
ega a someterse a un análisis de sangre o a una pericia psicológica o a un
identificación de voz, agrava su También se ha decidido que
de respaldo en uoima expresa, no puede disponerse compulsivainente de una
structural del cuerpo fisico del imputado para, una vez separada anatómica-
someterla a estudio de cualquier tipo - e n el caso se trataba de sangre-669.
la negativa, corresponde practicar la extracción de muestras por medio de
es un atributo que encuentra apoyo en el art. 120, siempre que
en la proporcionalidad y racionalidad debida6". La CS rechaza la reticencia
cción de sangre si, pese a obstaculizar una investigación criminal en la
'mputado, la víctima es un menor, al no considerarla práctica humillante o

) En el párrafo tercero se plantea la producción de un acto probatorio sub-


y objetivamente complejo (ver comentario al art. 216). Por supuesto que el
o puede suplir la intervención de peritos (art. 253) para cerciorarse del estado
imputado; sin su auxilio sólo podrá efectuar ciertas observaciones sobre

obre el cuarto párrafo, ver comentario al art. 200. Aunque en la publica-


n de la Dirección Nacional del Registro Oficial (p. 25) aparece al final de la última
ión el vocablo "hecho", se trata de un error, pues Levene (h), en el Código tipo,
iza la palabra "derecho"673,que es la que corresponde para la cabal comprensión

ifieren las razones que autorizan cumplir una inspección según se trate de
u ados u otras personas; mientras en el primer caso basta sustentar la decisión
la mera necesidad, en el ultimo se requiere ajustar lo resuelto a lo previsto en el
. 123; es uno de los supuestos en que implícitamente la ley requiera que el decre-
providencia simple- sea fundado, único modo de evitar excesos; corresponde
licitar la "grave y fundada sospecha" o bien la "absoluta necesidad".

M(' CP Paraná, ED 137-340, f. 42.364; CCC, sala 1,2111211990, voto del doctor Donna, JA 1992-
1-23; JFed. Bariioche. ED 161-223. f. 46.230.
" GONZÁLEZ - CUELLAR SERRANO, Proporcionalidad ..., ps. 2971302.
ED 137-340, f. 42.364, con nota adversa de BIDART CAMPOS.
M' CCC San Francisco, LLC 1991-720.
"O CCC, salaV11, ED del 101911998, sums. 16, c. 7520.

"' G~NZALEZ - CUELLAR SERRANO, P~oporcionalidad..., ps. 305 y SS.


JA 1996-111.436, con nota de CIFUENTES, ''Dificil y necesario equilibrio enlre los intereses
os y los derechos personalisirnos [La inspecrio corporis forradar, quien expresa: "Frente a los
hechos a clarificar y su incidencia general, las referencias purainente individuales, por consagradas que
Can, como las que ataiien a las personas y sus posibilidades jurídicas corporales, se debilitan, desapa-
ecen en vagas sombras las autodefensas, quedando a la vista un solo none que no debe ser obstaculi-
zado"; oED 168-443, f. 47.313, y -la minoría-LLdel615/1996, f. 94.238, o ED 170-260, f. 47.569.
67'Cádigos..., t. 3, p. 487.
$

398 INSPECCION JUDICIA~YRECONSTRUCCION DEL HECHO AS. 218 bis 1


!
Obtención de ácido desoxirribonucleico (ADN)
218 bis. El juez podrá ordenar la obtención de ácido desoxirribonucleico
(ADN), del imputado o de otra persona, cuando ello fuere necesario para su
identificación o para la constatación de circunstancias de importancia para la
investigación. La medida deberá ser dictada por auto fundado donde se expre-
sen, bajo pena de nulidad, los motivos que justifiquen su necesidad, razonabili-
dad y proporcionalidad en el caso concreto.
Para tales fines, serán admisibles mínimas extracciones de sangre, saliva,
piel, cabello u otras muestras biológicas, a efectuarse según las reglas del saber
médico, cuando no fuere de temer perjuicio alguno para la integridad física de
la persona sobre la que deba efectuarse la medida, según la experiencia común
y la opinión del experto a cargo de la intervención.
La misma será practicada del modo menos lesivo para la persona y sin
afectar su pudor, teniendo especialmente en consideración su género y otras cir-
cunstancias particulares. El uso de las facultades coercitivas sobre el afectado
por la medida en ningún caso podrá exceder el estrictamente necesario para su
realización.
Si e1juez lo estimare conveniente, y siempre que sea posible alcanzar igual
certeza con el resultado de la medida, podrá ordenar la obtención de ácido des-
oxirribonucleico (ADN) por medios distintos a la inspección corporal, como el
secuestro de objetos que contengan células ya desprendidas del cuerpo, para
lo cual podrán ordenarse medidas como el registro domiciliario o la requisa
personal.
Asimismo, cuando en un delito de acción pública se deba obtener ácido
desoxirribonucleico (ADN) de la presunta víctima del delito, la medida ordena-
da se practicará teniendo en cuenta tal condición, a fin de evitar su revictimiza-
ción y resguardar los derechos específicos que tiene. A tal efecto, si la víctima se
opusiera a la realización de las medidas indicadas en el segundo párrafo, el juez
procederá del modo indicado en el cuarto párrafo.
En ningún raso regirán las prohibiriunes del articulo 242 y 13 facultad de
abstención del artículo 2436744.

a) Antecedentes
En el caso "Vázquez Fet~á"'~~,la CS entendiójustificada la negativa de una víc-
tima mayor de edad a someterse a la extracción de sangre para efectuar un examen
a los fines de determinar su verdadera identidad, si puede ser utilizado para obtener

Texto incorporado por ley 26.549 ( 8 0 del 2711112009).


675 V.356.XXXV1, del 30/9/2003; SJP, LL del 28/11/2003, f. 106.596, con nota de SPOLANSKY,
"Dos constituciones en pugna". Ver también el análisis de este caso y de anteriores precedentes de la CS
por parte de BLOCH- HOCKL, "La extracción compnisiva de sangre según la jurisp~denciade la Corte
Suprema de Justicia de la Nación", Lexis 00031010416. Por otra parte, en el fallo "Gualtieri Rugnone
de Prieto" (Fallos 332:1769), la jueza Highton de Nolasco señaló, pese a que la cuestión no era materia
de controversia, que en el hipotético caso de que debiera procurarse la muestra a través de una extrac-
ción de sangre de la supuesta víctima del hecho, dicha restricción seria ínfima, se verificaría dentro de
un marco de razonabilidad y proporción con relación al objeto procesal que es materia de la causa, y
estaría fundamentada en las legítimas facultades estatales de restringir el ejercicio de algunos derechos,
en un marco razonable, en aras de procurar la necesaria eficacia en la persecución del crimen. De esta
manera, anticipó su postura concordante con el voto disidente del juez Maqueda en "Vázquez Ferrá".
bis ' INSPECCI~NJUDICIALY RECONSTRUCCIÚN DEL HECHO

entos de prueba que posibiliten la condena de aquelllos a quienes considera sus


aderos padres y la ley procesal autoriza a proteger.
a Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo llevó e1 caso ante la Comisión
americana de Derechos Humanos y, en el marco de una solución amistosa, el
se comprometió a enviar al Congreso un proyecto de ley "que resguarde los
hos de los involucrados y resulte eficaz para la investigación y juzgamiento de -
a apropiación de niños ori~inadadurante la dictadura militar"676.
ese contexto, el PENelevó al Congreso de la Nación el proyecto677que, con
cambios sustanciales, desembocó en la sanción de la ley 26.549.
Generalidades
ablecen dos mecanismos para la obtención de ADN -extracción compul-
ios alternativos- cuando se procure conocer la identidad de una persona
unstancias de importancia para la investigación. El juez deberá cumplir, bajo
ena de nulidad, con la carga de fundamentación (art. 123) y demostrar la necesi-
ad -vinculación con el objeto procesal-, razonabilidad -indicios suficientes- y
orcionalidad .---que no exista un medio menos intrusivo- de la medida.
Extracción compulsiva
ntes de ordenarla el juez debe cerciorarse de que no existe temor de perjuicio
para la integridad física del destinatario de la medida, para lo cual se le exi-
recabe la opinión del experto que estará a cargo de la eventual intervención

e acuerdo al primer párrafo, el imputado 'es uno de los posibles sujetos des-
os de la extracción -sangre, saliva, piel, cabello u otras muestras biológi-
. La controversia se genera a partir del alcance que cabe otorgarle al vocablo
rsona; en particular, si atrapa a la presunta victima del delito, en función de la
ión que a su respecto se efectúa en el párrafo quinto.
ara Filippini-Tchrian, la norma permite al juez ordenar la extracción de una
uestra biológica de la víctima incluso si ésta se opone y la única consecuencia que
voca su negativa es que el juez debe evaluar caminos alternativos de prueba antes
ordenar la extracción c o m p ~ l s i v a ~ ~ ~ .
Sin embargo, el texto del quinto párrafo con el que finalmente salió sancionado
1 art. 218 bis parece no admitir dicha interpretación, pues frente a la oposición de
víctima a someterse a la extracción, la única opción con la que cuenta el juez es la
úsqueda de alguno de los medios alternativos que se analizarán en el siguiente acá-
ite d), pero nunca podrá extraer compulsivamente ADN del cuerpo de la presunta
'ctima. Distinta sería la situación si se hubiera mantenido el texto original del pro-
to elevado por el PEN. Tal como lo destaca Bongiovanni S e ~ e r a ' ~el~proyecto
,
blecía que en caso de negativa de la victima, el juez procederíapreferentemente
uerdo a alguno de los medios alternativos establecidos en el párrafo cuarto.

676 Acuerdo de solución amistosa, petición 24212003, "Luca de Pegoraro, Inocencia", citado y
- TCHRIAN,
comentado por FIL.IPPINI <'ADN:el nuevo art. 218 bis, CPPN", RDP, AbeledoPerrot, 512010,

Mensaje nro. 1242, del 101912009.


"ADN: el nuevo art. 218 bis, CPPN, citado.
"La extracción 'compulsiva' de ADN del cuerpo de la victima y el derecho de defensa del
acusado", SJP, LL del 2017120~0,p. l .
400 INSPECCI~NJUDICWLY RECONSTRUCCI~NDEL HECHO M . 219

Pero la supresión del adverbio en el texto sancionado, obturó la posibilidad de que el


juez opte por la extracción compulsiva sobre el cuerpo de la presunta víctima.
De esta manera, la exclusión de las prohibiciones del art. 242 y la facultad de
abstención del art. 243 sólo adquiertrelevancia cuando se trate de terceros no víc-
timas.
d) Medios alternativos
El párrafo cuarto permite al juez ordenar el registro domiciliario (art. 224) o
la requisa personal (art. 230) para obtener muestras de ADN. En consonancia con
lo expuesto en el acápite c), estas medidas sólo son una alternativa a la extracción
compulsiva cuando sus destinatarios sean el imputado u otras personas que no se
presuman víctiinas. Cuando se trate de estas últimas, la única vía es la obtención de
muestras de ADN desprendidas del cuerpo a través de un registro o requisa.
La estimación acerca de la conveniencia de adoptar alguno de estos medios
alternativos --cuando se trate del imputado o tercero no victima- debiera estar
signada por los parámetros de necesidad, razonabilidad y proporcionalidad aludidos.
Será de extrema dificul@dpara el juez determinar ex ante la posibilidad de alcanzar
igual certeza con el resultado de la medida que la que se habría obtenido a través de
la extracción compulsiva.
Facultades coercitivas
219. Para realizar la inspección, el juez podrá ordenar que durante la dili-
gencia no se ausenten las personas que hnbiereu sido halladas en el lugar, o que
comparezca inmediatamente cualquier otra. Los que desobedezcan incurrirán
en la responsabilidad de los testigos, sin perjuicio de ser compelidos por la fuer-
za pública.
Uno de los elementos de la jurisdicción es la denominada coertio (vefintroduc-
ción al Libro 1, Título 111); su utilización hace posible que las decisione
puedan ejecutarse (ver comentario al art. 120).
Aquí se prevé la utilización de la coerción personal directa
quienes pueden resultar sospechosos o bien necesarios como órganos de la prueba;
técnicamente se denomina arresto (arts. 184, inc. 3", y 281).
En cuanto a la última oración, debe tenerse presente que el delito de evasión
(art. 280, CP) sólo se configura si el imputado o el órgano de la prueba logra fugarse
merced a medios que impliquen violencia en las personas o fuerza en las cosas680.Si
se trata de un testigo que no se encuentra arrestado, pero es renuente a la citación (ver
último giro de la primera oración), puede configurarse el delito de incumplimiento
de los deberes procesales (art. 243, id.). Sin perjuicio de que se les impongan las
costas y puedan ser conducidos por la fuerza pública de no mediar causa justificada
(art. 154).
La autoeximición de libertad lograda sin que se presenten los medios comisivos
destacados en el art. 280, Código Penal, resulta impune.

680 Derecho..., t. V, p. 269.


SOLER,
21 ' ~ ' S P E C C ~JUDICIAL
~N Y RBCONSTRUCCION DEL HECHO

dentificación de cadáveres
realizare por causa de muerte violenta o sospechosa
fuere desconocido, antes de procederse al entierro
umación, hecha la descripción correspondiente,
de testigos y se tomarán sus impresiones digitales.
indicados no se obtenga la identificación y el estado -
será expuesto al público antes de practicarse la au-
ga datos que puedan contribuir al reconocimiento

n los delitos cuyo resultado sea la muerte de una persona resulta indispensable
curar la identificación del occiso. Bajo el régimen anterior, en el que prevale-
la prueba legal, se produjo una absolución que conmovió a la opinión pública,
tada la muerte de una persona que jamás apareció68'.Dicho
derigoGS2 y Silva RiestraGS3. Mientras el primero
ayoría, pues se ajusta, con rigidez, al apotegma de
acreditado la confesión no surte efectos legales, el
ón al adherir a la tesis de la minoría que, en rigor de verdad,
rueba cercana a la sana crítica o libre convicción.
1 caso, nos decía: "...en Córdoba la absolución nunca
esta opinión refleja que, sin mengua de las garantías para
nor de este precepto y de sus concordantes y siempre que
nto, queda vinculado tan sólo por la acertada aplicación de
1 correcto entendimiento humano. Sin embargo, a nuestro
atento la imposibilidad de identificar por medio alguno a la víctima -por
,por destrucción de la piel de las manos y tornar imposible la investigación
e piezas dentarias idóneas, etc.-, la condena, aun median-
convierte en tarea más que ímproba.
ndo las circunstancias de la muerte son violentas o

. 264 regula la realización de autopsia. Desde luego que es una peritación

econstrucción del hecho


.El juez podrá ordenar la reconstrucción del hecho para comprobar si
6 o pudo efectuarse de un modo determinado.
podrá obligarse al imputado a intervenir en la reconstrucción, pero
derecho a solicitarla.

a) Sujetos intervinientes
Para el juez resulta facultativaGS4.
El acto es complejo desde el punto de vista subjetivo, porque debe intervenir el
z y pueden hacerlo peritos y testigos (arts. 222 y 223).

"' LL98-4471485; JA 1961-1-46189, f. 3196.


"Sobre la pnieba del cuerpo del delito", LL 98-446.
"' "Consideraciones acerca del cuerpo del delito", JA 1961-1-40.
CCC, Fallos t. IV, p. 701.
402 REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 224

Al imputado no puede imponérsele su realización, pues en este caso actúa como


sujeto del proceso y no como objeto de la prueba (conf. art. 296); la negativa no pue-
de meritarse en su contra. Dicha actitud "...es compatible con la naturaleza propia de
la defensa material que tienen todas s&sdeclaraciones..."68s.
Un antiguo fallo de la Corte Suprema establece que la reconstrucción del hecho
que implique asumir e1 delito, cumplida ante el juez, equivale a la confesión686.
A todos estos actos puede asistir el defensor (art. 202). Como se trata de un
acto irreproducible (art. 200) -tanto el aquí analizado como las inspecciones de los
arts. 216,218 y 220-, siempre que su reiteración deveuga dificultosa por las even-
tuales alteraciones que el decurso del tiempo pueda operar sobre las personas, luga-
res o cosas, debe aceptarse la intervención de los defensores (arts. 200,201 y 202).
No se descarta la participación del ofendido (art. 200 segundo párrafo); el limi-
te infranqueable para la asistencia se establece en el art. 202.
b) Naturaleza jurídica
Indica Palacio que mientras algunos autores otorgan a la reconstrucción del
hecho carácter de medio de prueba autónomo (Clariá Olmedo), otros consideran que
se trata de un medio combinado, por cuanto a su producción concurre una mixtura
de otros medios (Jauchen); aunque prefiere "...la opinión en cuya virtud se lo debe
considerar un 'aspecto de la percepción judicial inmediata' (Fenech) o sea una de las
modalidades (dinámica) de la inspección

Operaciones técnicas
222. Para la mayor eficacia de las inspecciones y reconstrucciones, el juez
podrá ordenar todas las operaciones técnicas y científicas convenientes.
Ver comentario a los arlículos precedentes de este capítulo y a los del Capítulo V.
Juramento
223. Los testigos, peritos e intérpretes que intervengan en actos de inspec-
ción o reconstrucción, deberán prestar juramento, bajo pena de nulidad.
Ver comentario al art. 117.

REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL

224. Si bubiere motivo para presumir que en determinado lugar existiesen


cosas vinculadas a la investigación del delito, o que allí puede efectuarse ia de-

"* FEDERIK, "El abogado en el juicio oral", LL del 241211994.


Fallos 185:75.
'" PALACIO, La prueba en elproceso penal, AbeledoPerrot, Buenos Aires, 2000.
688 Texto según ley 25.434.
REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL

tención del imputado o de alguna persona evadida o sospechada de criminali-


dad. el iuez ordenará por auto fundado el registro de ese lugar.
o
Eijuez podrá proceder personalmente delegar la diligencia en el fiscal O
-
los funcionarios de la oolicia o de las fuerzas de seeuridad. En caso de dele-
gación, expedirá una orden de allanamiento escrita, que contendrá: la identi-
~~-.. ~ ~ ~ ~

ticación de cansa en la que sr. libra; la indicación concreta del lugar o lugares _
que habrán de ser registrados; la finalidad con que se practicará el registro y la
autoridad que lo llevará a cabo. El funcionario actuante labrará un acta confor-
me lo normado por los arts. 138 y 139 de este Código.
En caso de urgencia. cuando medie delegación de la diligencia. la comn-
z
.

niración de la orden a quien se le encomiende el allanamiento podrá realizarse


-
por medios electrónicos. El destinatario de la orden comunicará inmediatamen-
su recepción al juez emisor y corroborará que los datos de la orden, referidos
el párrafo anterior, sean correctos. Podr4 usarse la firma digital. La Corte
prema de Justicia de la Nación o el órgano en que ésta delegue dicha facul-
mentará los recandos que deban adoptarse para asegurar la seriedad,
bre y autenticidad del procedimiento 689.
ndo por existir evidente riesgo para la seguridad de los testigos del
cedimiento, fuese necesario que la autoridad preventora ingrese al lugar
mente, se dejará constancia explicativa de ello en el acta, bajo pena de

en estricto cumplimiento de la orden de allanamiento, se encontrare ob-


e evidencien la comisión de un delito distinto al que motivó la orden, se
r á a su secuestro y se le comunicará al juez o fiscal interviniente.

Fundamentación
e su falta de autonomía como medio probatorio, ver la introducción al

a exigencia de que el auto sea fundado reitera el principio impuesto en el art.


23. El Código Procesal Penal es la ley reglamentaria a que se refiere el art. 18, CN,
ara determinar cuándo cae la garantía de la inviolabilidad. La omisión de expresar
os motivos coloca a la resolución --en ese caso se trataría de un mero decreto- en
ámbito de la nulidad absoluta (art. 168, párr. 2"; la opinión en contrario de Navarro
Daray conduciría a obviar la imprescindible decisión j~dicial)"~.
Para la CNCP, sala 11, los motivos y razones pueden surgir: a) del propio de-
io, si el magistrado desarrolla en el mismo decreto la argumentación sobre la
reposa la medida, extremo que cubre la exigencia de nuestro orden jurídico;
e otra pieza procesal a la cual el auto se remite en forma inequívoca, y c) de in-
rtibles constancias arrimadas al proceso con anterioridad al dictado del auto,
que surja en forma indubitable la necesidad de proceder; estos dos últimos
n un amplio resquicio al arbitrio cen~nrable~~'. Por eso su evaluación

Pánafo incorporado por ley 25.760 (BO del 11/8/2003).


Código..., t. 1, p. 473.
"' Conf. NISMAN - LONCO,"A propósito de los 'motivos suficientes' para allanar un domicilio",
1
404 REGISTRO DOMICI~IAR~O
Y REQUISA PERSONAL Art. 224

no debe ser generosa692.De todos modos, el auto que lo ordena no debe ser explícito
ni sacramental; más bien ha de estarse en cada caso a verificar sus condiciones parti-
c u l a r e ~Se
~ ~ha~ quitado
. mérito a las manifestaciones de un auxiliar de la prevención
donde refiere haber tomado conocimier)to del contrabando, sin explicar cómo pudo
haber adquirido el dato y estimarse insuficientes las tareas de investigación previas
para fundamentar el auto694.
Cuando una repartición estatal -la DGI- expuso fundadas razones que jus-
tifican el pedido, la posterior nulidad de la orden de allanamiento, sustentada en
la ausencia de fundamentación, conlleva un excesivo formalismo695.Por eso se ha
dicho que la remisión a lo manifestado por la DGI se convierte en parte de la decisión
judicial y cubre la exigencia de fundamentación, si se establecen los objetos sobre
los que debe cumplirse696.
El tribunal debe valorar las constancias obrantes en las solicitudes y verificar
si plantean cuestiones de significativa importancia para considerarla^^^^. Mas la sola
reticencia del contribuyente para negar información a la DGI respecto de una fis-
calización no autoriza a allanar su domicilio, atento a la ausencia de indicios que
justifiquen la urgencia de tal medida698.
La Suprema Corte de Estados sienta criterio en tomo a la denominada
causaprobable para registrar un auto; reclama, más allá de la imputación del delito
a una persona, la existencia de una razón atendible para creer que las cosas que han
de buscarse y secuestrarse están en el sitio a que se quiera acceder. Deben conciliarse
dos intereses: por un lado, la medida en la cual se entromete en la pnvacidad indivi-
dual, y por otro, el grado necesario para fomentar legítimos intereses gubernamen-
tales. Al anotar el fallo, dice Cayuso que no bastaría estar en presencia de uno de los

En el mismo sentido, CNCP, sala 111: el defecto de fundamentación que descalifica la,prueba
legítimamente obtenida sin corresponderse con los fundamentos del fallo, constituye una causa de
arbitrariedad, resiente su motivación lógica y desatiende el mandato del art. 123 -"L., L. y otros", del
61711998, nro. 42.140-S, LL del 211211999-.
"WNPE, sala B, JA 1999-11-594; con disidencia de Hendler, quien, si bien acepta la rcmisión
que convierte en su~ertluorepetir las razones que constan por escrito en otra parte del proceso, exige
-'o11 aci~rte que 311i deben cIICOtllrilr~i3i13isd3b 132 r371111es j ~ ~ l f i ~ a tqui
1 3 )peril1IIin Ilscer excep-
ción al rcs>?uardocon~tirucioti~l de 1:i m\ ~olitb~lidsddel duniiciliu; por ello no basr:i reiniiirsc a la soli-
citud del &cal si a su vez lo hace en orden a una afirmación escueta; expresada en términos hipotéticos,
impersonales y sin ninguna indicación de las circunstancias o motivos que expresa.
""CNPE, sala A, DJ 2000-1-298, f. 15.004; id., sala B, DJ 2000-3-637, f. 16.139, o JA 2000-
111-754; CNCP, sala IV, cuando no se advierte que el magistrado tuvo cabal conocimiento de las tareas
realizadas por los preventores, LL del 21512001, f. 101.920, con disidencia de Hornos.
" T S . ED 177-479. f. 48.626. o JA 1998-IV-531. oDJ 1998-3-246, f. 13.358. oLLdel301611998,
f. 97.391, deivoto de la mayoría -con nota de ~n~~i6,"'~undamentació" de las órdenes de allanamien-
to: ¡Alcanza con Que los funcionarios retengan " los inotivos in oeclore?". para
. auien
. es res~onsabilidad
de los juc;er " q u e f.intl;iiiie~itinp<,rqus Fiiponen lo que estiti supo~iieiiilo"-: la srciidible disidcricio
del ductor Petracclii estinia insiiticicnic 1.1 ix~rcsi611 Jc Id sos~echaile iiii fiin;t<itisr~opubltcu para
constituir base objetiva necesaria de la medid; Es que si sólo trasunta la voluntad de quiai suscrilie el
pedido resulta, a todas luces, endeble, aunque si existen basta la remisión, porque significa que el juez
las hace suyas; id., JA 1998-IV-60; CNPE, sala B, DJ 1998-3-832, f. 13.582.
CNPE, sala A, DJ 1999-2-340, f. 14.174.
Id., ED 179-490, f. 48.833.
CNPE, sala A, LL del 61711998, f. 97.444, o DJ 1998-3-639, f. 13.504.
"9 LL del 171312000. f. 99.988.
Art. 224 REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL

medios posibles sino que, mucho más allá, se exige prueba de ser el idóneo para el
fin perseguido70o.
Para disponer el allanamiento, el auto que lo ordena debe sustentarse en una
base seria y suficiente para justificarlo; no bastaría la información provista por un
escrito y un llamado telefónico anónimo70'. Deben especificase la mención de los
"motivos" fundados, pues su mera invocación implica pura discreci~nalidad~~~. No
resulta suficiente la íntima convicción del magistrado703.Esta regla ensambla ar-
mónica y directamente con el art. 123, y aun cuando el juez en persona conduzca
la diligencia, debe haberlo dispuesto por escrito. En este caso, sólo cabe prescindir
de la orden de allanamiento; en vez, es obligatorio contar con ese documento si el
magistrado dejó en manos de otro el cumplimiento operativo del registro704.La firma
del proveído que lo dispone puede faltar, sin que incida sobre la validez de lo actua-
do, cuando la orden que lo efectiviza está suscripta y glosada en la foja siguiente,
con transcripción de lo sustancial del decreto cuestionado, pues muestra, a cabalidad,
la expresa voluntad jurisdiccional de llevar adelante la requisa domiciliaria en cues-
tión705.No es aceptable el mero favorecimiento de la averiguación al poder contar
con el "factor sorpresa", pues, de lo contrario, se consagraría una de las peores in-
moralidades706.Empero, basta aludir en el auto a que la medida fue requerida por el
fiscal si también se encuentra abonado por los dichos del querellante707.
El origen de los datos obtenidos por la prevención -antecedentes de la orden
de allanamiento- no afecta la validez del acta, aun cuando la información fuera su-
ministrada por un familiar del incurso; por eso, cabe declarar la nulidad si el allana-
miento desvía una investigación originariamente emprendida respecto de1 hermano
de quien se hallaba procesado708;desde luego que es preciso cerciorarse de que a
través del acceso al dato no se destruye la prohibición del arl. 242.
Es inválido sin decreto alguno del magistrado que explique la necesidad del
registro; tampoco basta la orden policial, pues los preventores tienen expresamente
prohibido realizarlo o llevarlo a cabo sin la orden legal del juez competente709.

"El debido proceso sustantivo en dos sentencias extranjeras".


'O' CF Cap., sala 1, ED 157-19, f. 45.601; sala 11, ED 157-20, f. 45.602, o JA 1995-111-Síntesis;
en este último fallo se estableció que la referencia a que en un hotel se alojaba gente de dudosa moral
y tal vez ligada al consumo o tráfico de droga, podia autorizar el registro de las dependencias indicadas
pero nunca extender la sospecha contra todos los moradores del establecimiento. Tanto en uno como
en otro caso se calificó a la nulidad como absoluta, invocándose los tirts. 123,167, inc. 3', 168, pán: 2',
172 y 224; se anularon el auto que ordenó el allanamiento, la orden de registro y todo lo secuestrado
en su consecuencia.
'O2 CNPE, sala A, ED 160-462, f. 46.127, o JA del 21/12/1994, p. 58; id.,id.,ED 173-336,
f. 48.052: resulta ineficaz aseverar la convicción subjetiva del juez, con disidencia --opinable- del
doctor Romero, quien estima solventes los elementos aportados por iüncionarios policiales, pues asi se
desplaza la arbitrariedad.
'O3 CF San Martin. sala 11. ED 163-33. f. 46.507; CNPE, sala A. "Helzer, Hilda", JA del 9/4/1997,
11. 64. id., sala B :iiinqite coi1 reierencin 81 Cudtgo 31irerior-, sxtge se e\porigan los cleniei~losque
auiurt,:in a considerar cuni~lidtla e~irenstade ititidanienrarion, J A 19Yh-11-326.
'O4 CNCP, sala 111, ED 179-577,f. 48.857.

'O* CF San Martin, sala 11, LL del 15/1/1999, c. 577, reg. 473, ficha NF.2134.

'O6 CNPE, sala A, JA 1995-1V-574.

'O' CCC, sala IV, JA 1996-11-567, o LLdel 191711996, f. 94.531.


'O8 CCCF San Martin, sala 1, JA 2000-1, índice, p. 174, nro. 18.

'M CF San Martin, sala 11, JA del 19/5/1999, p. 81, "Adriazola, José M.".
406 REGISTRO DOMICILIAR~OYREQUISA PERSONAL Art. 224

Negar fundamentación a los allanamientos por no haberse asentado lo que re-


sultaba obvio en orden a las razones que los motivan, responde a una interpretación
apegada a la letra de la ley y conduce a una conclusión arbitraria por excesivo rigor
f o ~ m a l ~Claro
' ~ . que la "obviedad" no p e d e dispensar del respaldo probatorio aun-
que mínimo; a eso responde la exigencia del auto fundado del párrafo primero. Es
incuestionable lo decidido por la CNCP, sala 11, al resolver que si la víctima escapó a
sus captores e individualizó el lugar donde estuvo cautivo, son más que manifiestos
los motivos y razones de urgencia para disponer el allanamiento, circunstancia que
justifica la actuación del juez en un ámbito territorial ajeno7".
Se ha insistido en que resulta necesario -mejor diríase, indispensable- es-
tablecer cuál es el delito cuya configuración se pretende hacer Es que si
bien el objeto procesal gira sobre un hecho, su calificación jurídica facilita, a quien
soporta persecución, el ejercicio de su defensa, pues, con mayor precisión, sabe a
qué atenerse.
El uso de la fuerza pública está previsto por el art. 120.
En cuanto a la lectura del acta de registro en el debate, ver art. 392.
En lo que se refiere a la necesidad de la orden judicial como principio ver Bian-
+
chi, Caray y Gullco '13.
b) Lugar
La CNCP, sala 111, sostuvo que el domicilio debe venir señalado de manera que
quede bien determinado y corresponda con la autorización otorgada7I4.Este caso se
presta a la polémica porque se señaló una casa de departamentos, sin identificar cuál
debía allanarse; tan sólo se había visto al imputado ingresar y salir de uno de ellos;
no resulta un ejemplo de respeto a las garantías individuales, aunque la titular del
dominio franqueara el acceso y entregase el material cuyo secuestro se procuraba.
En la misma línea se toleró pese al error en la dirección; en el caso, participó en la
diligencia el juez, lo que mengua la posible censura; además se describía la finca, se
señalaban las calles transversales y se aseveraba que allí residía la Si se
restringe el acceso de extraños -al recabarse el uso del portero el6ctriccl-- se fijó un
ámbito de privacidad resguardado por la garantía constit~cional~~~.
Se ha entendido que la mención al vocablo "lugar" del párrafo primero coin-
prende lo que en doctrina y jurisprudencia se considera domicilio (la orden debe ser
para un lugar preciso, sin que se pueda generar confusión alguna; si existen dudas en
la numeración, deben subsanarse con ayuda del plano del padlón m ~ n i c i p a l ) ~pues
'~,
la solución contraria llevaría al absurdo de requerir una orden judicial para ingresar
a lugares sometidos al uso y dominio público; por consiguiente, se ha resuelto que
las instalaciones de un club no se encuentran amparadas por la garantía constitucio-
nal de la inviolabilidad del domicilio, salvo si la inspección se proyecta sobre sitios

"O CNCP, sala 1, LLdel3011011997, f. 96.243, o DJ 1997-3-881, f. 12.400.


"' JA 1998-1-528.
CNPE, sala B, LL del 611012000, f. 101.005.
"¿Las garantías individuales consagradas en la CN establecen un piso o untecho?", JA 1993-
111-803, en especial su Capitulo [V.
"" CNCP, sala 111, JA 2000-IV-697.
CNCP, sala 111, LL del 2711112000, f. 101.254.
CNPE, sala A, JA 1995-1V-574.
"' CCC, salaV, LL del 2711212001, f. 103.135.
REGISTRO DOMICILIARIOY REQUISA PERSONAL

destinados a la intimidad de un sujeto o de acceso vedado a particulares. Si la entrada


no se restringe para el acceso de terceros, ni siquiera se necesita el aviso previo (art.
226, párr. 2°)718.
Constituye una invasión a la privacidad la apertura, sin orden judicial, de los
lockers asignados bajo signos de seguridad -con candad- a los empleados de un
estudio -
En vez, y pese a reconocer que aquella garantía se vincula con el ámbito de
intimidad y reserva que protege a todo individuo frente a la injerencia estatal, se ha
admitido que para revisar un automóvil en la vía pública, cuando hay razones de
sospecha, la situación no puede equipararse al supuesto de una morada, tornándose
inconveniente la aplicación automática de las normas reguladoras de esta diligencia.
Por supuesto, el personal policial debe dar noticia inmediata al juez competente y
proceder conforme al Código: no sólo comunicar, sino labrar el acta en presencia
de testigos e incautarse del corpus crirninis, siempre que no medie oposición de
parte720.Creemos que la decisión se ajusta a las exigencias de los arts. 186, párrafo
primero, y 138, como también al criterio de la CS sobre secuestro. No obstante, el
análisis de Gullco al comentar el fallo constituye un buen método para evitar las de-
masía~,aun sin compartir su afirmación de "...que el vehículo se encuentre incluido
dentro del art. 19 de la Constitución" y de la necesidad de ley expresa para poder
cumplir la pesquisa; como bien señala, por un lado, la barrera garantizada al parti-
cular frente al poder del Estado "...no tiene preeminencia absoluta"; por otro lado, la
intrusión tiene respaldo en la reconocida necesidad de proceder a "...la persecución
del crimen ..."72'.
Sin embargo, como bien indica Gullco, hay que precaverse contra ataques a la
"...intromisión en el derecho a la intimidad ..." preservado por el art. 19, CN. En el
caso del automóvil, la CS concluyó que si no se hallaba estacionado en una cochera
privada, resguardado bajo llave, sino en una playa común, no cabe entender afectada
la garantía constitucional, a menos que se demuestre que el lugar estaba comprendi-
do en el concepto de domicilio del art. 18, CN722.
Refiriéndose a casos similares, dice Carrió que la cláusula del art. 33, id., en
cuanto consagra los llamados derechos implícitos, priva a los jueces de desproteger
ciertos derechos por no tener estado constitucional expreso; distingue en el concepto
de domicilio situaciones claramente cubiertas - e l dormitorio--, otras claramente no
comprendidas -la plaza de la esquina- y situaciones de "penumbra"; el individuo

CF San Martin, sala 1, LLdel201911993, f. 91.610.


'19 CCC, sala 1, 181512005, "Calleja", RDP, LexisNexis, 1512005, p. 1833; JA del 1911012005,
p. 82.
'2U CNCP, sala 111, LL del 2511011994, f. 92.612; id., id., JA 1997-IV-586, pues al registro de un
automóvil en la via pública le resultan aplicables los aas. 184, incs. 4" y 5", y 230; en la actualidad,
especificamenteprevisto en el art. 230 bis.
' l ' "¿Es necesaria una orden judicial para el registro de automóviles?", LL del 2511011994, p. 4,
con cita de CS, Fallos 306:1892, consid. 8".
'" "AAguie, Cristina M.", LL del 271411994, f. 92.134; la CNCP, sala IV, desconoce a los pre-
ventores la facultad de requisar un automóvil que culminó con el secuestro de estupefacientes, sin orden
judicial, a partir de una mera violación a las normas de tránsito, pues se diferencia del registro de una
morada, LL del 301311998, f. 96.382, con nota de BIDART CAMPOS, "Droga mal hallada en una requisa
policial", quien destaca que el tribunal "...supo interpretar y aplicar pautas constitucionales y legales a
la luz del principio de respeto a la dignidad de la persona humana y, demarcar con precisión cuál es el
perimetro dentro del cual es --i> no es- constitucional el accionar policial".
408 REGISTRO DOMICI~IARIOY REQUISA PERSONAL Art. 224

tiene derecho a no verse sometido a prácticas de investigación arbitrarias o lesivas


de su dignidad y privacidad; así se reduce "...el riesgo de que empiecen a catalogarse
como 'fundamentales' toda suerte de derechos en forma iudiscriminada, y tampoco
encontradan en ella fundamento los pfetendidos derechos constitucionales 'de la
sociedad"'723.Se percibe la imposibilidad de sentar criterios generales; adviértase lo
que puede ocurrir en el caso del automóvil: no cabe vacilar en el desborde autorita-
rio --como tal ilegal- si se ingresa a su interior sin orden judicial encontrándose el
vehículo ocupado por una pareja con niños pequeños un día domingo y a plena luz
del día sin que, exteriormente, se percibiera anomalía alguna en el rodado. En vez,
si ocurre durante la noche, en un vehículo que transita con las luces apagadas, sin
patente y con vidrios no transparentes, el procedimiento pareciera insusceptible de
censura; así lo expresa la CNCP, sala 1, si los policías ven respaldada su tarea por el
resultado positivo del procedimiento12'.
Se excluyen los pasillos,palieus, halls, azoteas, cocheras y jardines, por no ser
interna la conexión con el recinto de la morada; por ello no corresponde requerir
orden judicial de allanamiento para ingresar a tales lugares12*.
La CNPE, sala B, niega violación de la privacidad e intimidad tutelada por la
garantía de la inviolabilidád del domicilio a un secuestro cumplido en una terraza,
de los efectos arrojados desde el sitio cuyo allanamiento se ordenó hacia aquélla126.
Si la diligeiicia no presenta vicios, salvo la omisión de consignar fecha y hora,
no es nulo el allanamiento a un estudio desde luego, otra debiera ser la
solución si las apuntadas falencias desguarecieron la defensa. Si la ausencia del vee-
dor del Colegio Público de Abogados -art. 7', inc. 3), ley 23.187- pudo deberse a
tales omisiones, cabe cuestionar el acierto del fallo.
Destaca Sagiiés que la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada
de Personas dota a los jueces, en los procesos pertinentes, de "...amplias facultades
para acceder a cualquier centro de detención (incluso militar) ..."728.
c) Objetos secuestrados
Con un criterio amplio, el TS Neuquéu sostuvo la imposibilidad de exigir al
juez la predeterminación rigurosa de todos los elementos incriminantes que han de
incautarse durante el allanamiento; cita jurisprudencia de la CS de los EE.UU. en
respaldo del secuestro de efectos no enumerados, cuando al ejecutar la orden el fun-
cionario tropieza por accidente con prueba de un delito o las encuentra a simple
vista, pues en tal caso no necesita desviar la mirada o ignorar lo que tiene frente
Aquel tribunal precisa que el allanamiento de morada, desde el punto de

"Derecho constitucional a la privacidad: zonas claras de protección y zonas de penumbras",


LL 1993-C-752.
LL del 61712001, f. 102.277; id., sala 111, LL del 311812000, f. 100.806.
'15 CCCF La Plata, sala 111, JA 1999.111-669; recuérdese que en el fallo de LL del 271411994, f.
92.134, antes citado, la CS parece excluir, en el caso de los automóviles, su estacionamiento en una
cochera privada.
'16 DJ 1998-2-1082, f. 13.233, O LLdel291511998, f. 97.263.

727 CCC, sala IV, JA 1996-11-565.

"Jerarquía constitucional de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de


Personas", ED 173-888.
ED 130-561, f. 41.195; CCC, sala 1, JA 2000-1, índice, p. 175, nro. 24; id., sala VI, LL del
301711999, f. 99.091, oDJ 1999-3-501, f. 14.713.
REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL

vista del proceso penal, consiste en el franqueamiento compulsivo de los lugares


vados, practicado por autoridad habilitada a tales efectos, previo cumplimiento
las formalidades previstas por la ley; por ser una de las garantías más preciosas
la libertad individual, si no se respetó la inviolabilidad del domicilio, la regla de
clnsión probatoria impedía hacer mérito del resultado del secuestro de efectos a
secuencia de un allanamiento que no se sujetó a las disposiciones de la ley730. -
Si el personal policial -al cumplir una orden de allanamiento- se topa con
ementos demostrativos de la comisión de un delito distinto del que determinó la
ligencia, resulta innecesario recabar otra731.En igual sentido, CFed. Mar del Plata,
estimarse que el derecho de exclusión del habitante de la morada o propietario
1 rodado se encuentra enervado durante las diligencias del allanamiento; por eso
ta válida cualquier ampliación del objeto de la pesquisa porque la intimidad de
1se ha visto desvanecida por mandato judi~ial"~. También CCC, sala 1, en cuan-
to establece que no hay impedimento para secuestrar elementos demostrativos de la
comisión de un hecho distinto de aquel por el cual se dio la orden; con disidencia
de Donna, quien analiza la tesis amplia -Minvielle- y la restrictiva; en síntesis:
ultaba ineficaz el secuestro de prueba no ordenada por el juez733.Por el criterio
CNCP, sala 1734,aunque imponía el llamado a dos testigos de actuación para
ar el acta. La CNCP, sala 111, le otorga validez si las tareas de inteligencia
rgaron mérito necesario para sustentar la medida735.
El más alto tribunal ha decidido que no se puede descalificar un secuestro si el
uez que lo resolvió tenía facultades para disponerlo, aun cuando las cosas secues-
tradas sean ajenas a la competencia de dicho tribunal7"; en sentido similar se ha
mitido el secuestro de un objeto corroborador de un delito diferente de aquél de-
terminante del registro, aunque no se acepta convertir el acto en una indiscriminada
"expedición tipo pesca" con el propósito de lograr cualquier cosa737;se ha dicho que
una-vez llevado &abo el registro ordenado judicialmente, los preventores no pueden
afrontar una diligencia ajena al cometido específico de Por el contrario, para
la CNCP, sala 1, resulta incuestionable la incautación cuando el ingreso al ámbito
allanado fue dispuesto por orden judicial, pues basta que resulte aceptable la relación
con el objeto que inicialmente se buscaba, siempre que no se extienda fuera de los
lugares abarcados por la decisión inicial; empero, se hizo hincapié en que el carácter
de evidencia del delito se percibía a simple vista739;va más allá al sostener que sea
que se adviertan por accidente o a franca o simple vista, mientras los funcionarios
que cumplen la diligencia de allanamiento requisan en busca de lo ordenado por el
juez, pueden hacerlo y el derecho de exclusión del habitante de la morada no le per-

""1 1999-3-216, f. 14.605.


"' CCC, sala IV, LL del 251911997, f. 96.046.
'j Z 211411998, "Piscecicelli, F.", c. 1878, r. 1820, LLdel 131112000, O DJ 2000-1-400.

'13 DJ2001-2-1135, f. 17.075, o LLdel 131812001, f. 102.456.

'" JA2001-111-749.
DJ 2001-2-755, f. 16.940, O LL del 281612001, f. 102.232.
""A del 1411011992,p. 25, "Torres, Oscar C. y otro", con nota critica de GARAY, ''El domicilio
no es inviolable, salvo en casos excepcionales", o ED 148-720, f 44.566.
'" CF Cap., sala 11, JA del 29/7/1992, anotado POIABREGU, "Alcance de la orden de allanamiento
Y la prueba hallada accidentalmente".
ED 122-498, f. 40.030.
'19 SJP, LL del 221311995, f. 92.990.
410 REOISTRO DOMICILIAR~OY REQUISA PERSONAL Art. 224

mite objetar cualquier acto que constituya una ampliación del objeto de la pesquisa,
porque su intimidad ha sido desguarnecida por mandato judicial740.
El párrafo final del actual texto resuelve la cuestión acorde con la tesis amplia
que legitima el secuestro de objetos d&tintos a los incluidos en la orden; empero
establece la comunicación al juez o fiscal intervinieiite, según se trate de instrucción
judicial o sumaria (arts. 193 y SS. y 353 bis), porque en la delegada debe ordenarlo
siempre el órgano jurisdiccional (art. 196). Suma importancia reviste la tiecesidad de
explicitar el sitio del registro y la finalidad -secuestro de efectos o detención de su-
jetos- mentada por el párrafo segundo. El párrafo tercero establece el criterio para
tomar indubitable por qué ingresaron los preventores antes que los testigos.
d) AIIanamiento por 1a prevención
La facultad policial para decidir allanamientos en los casos de represión de
juegos de azar (art. 10, dec.-ley 661811957) se ha considerado derogada a partir de
la vigencia de este A nuestro ver, si la orden judicial (art. 224, párr. 1")
es la regla y el art. 229 impone a cualquier "...autoridad competente..." requerirla al
tribunal para "...practicar registros domiciliarios...", fuera de las excepcionales cir-
cunstancias previstas por el art. 184, inc. 5", la autorización resulta ineludible.
El giro "...funcionarios de la policía" del párrafo segundo, primera oración, no
indica urns repartición precisa, sino que alude a la función policial; por eso resulta
válida la ejecución de una orden de allanamiento cumplida por agentes de la DGI.
Policía no es exclusivamente la preventiva ni la de seguridad ni la que ejercen los
cuerpos armados; también lo es la policía económica a quien incumbe las funciones
acordadas por el art. 41, inc. e), de la ley 11.683, entre las que cuenta la gestión rela-
tiva a órdenes de allanamiento742.
e) Medios electrónicos
Los medios electrónicos conocidos son el fax y el correo electrónico (ermail).
Deben existir razones de urgencia para que sean utilizados y verificarse su contenido
con el documento original.
En cuanto al primero, el legislador receptó el criterio jurispnidencial sentado
con anterioridad en cuanto permite que la comunicación de la orden sea efectuada
por este medio743.
La novedad radica en permitir la utilización del correo electrónico. Para ase-
gurar la integridad de la información y la identidad del remitente se permite el uso
de la firma digital. El art. 2", ley 25.5067M,define como tal al resultado de aplicar
a un documento digital un procedimiento matemático que requiere información de
exclusivo conocimiento del firmante, encontrándose ésta bajo su absoluto control.
La firma digital debe ser susceptible de verificación por terceras partes, para que
permita identificar al firmante y detectar cualquier alteración del documento digital
posterior a su firma.

'O Id..id.,DJ 1997-3-87, f. 12.140.


"' CCC. sala VI. JA 1994-11.407: en contra. sala IV, JA 1994-111-466
CNPE, sala A, LL del 1611211994, f. 92.741, o ED 161-41, f. 46.186, o JA del 121411995,
p. 47; id.,sala B, JA 1998-11-326.
'" CFed. Corrientes, DJ 1999-2-1128, f. 14.476, o LL del 301711999, f. 99.082; CNCP, sala IV,
ED 170-520, f. 47.626 -ver comentario art. 132-.
"' BO del 1411212001.
REGISTRO OOMlClLIARlO Y REQUISA PERSONAL

El art. 77, penúltimo y último párrafo, CP, establece que los términos "firma" y
"suscripción" comprenden la firma digital, la creación de una firma digital o firmar
digitalmente. Los términos "instrumento privado" y "certificado" comprenden el do-
cumento digital firmado digitalmente745.
Allanamiento de morada
25. Cuando el registro deba efectuarse en un lugar habitado o en sus de-
ncias cerradas, la diligencia sólo podrá realizarse desde que salga hasta

e podrá proceder a cualquier hora cuando el interesado o su


epresentante lo consienta, o en los casos sumamente graves y urgentes, o cuan-
do peligre el orden público.

a) Concepto. Se trata de una perquisición domiciliaria con la finalidad señalada


en el precepto. Es una búsqueda material dentro de un ámbito domiciliario protegido
por la garantía del art. 18, CN746.
b) El últiino giro del primer párrafo señala el momento para realizar la activi-
dad. Por cierto Que,al subordinar la ooortunidad a un dato astronómico, se presta a
que se susciten conflictos.
Basta con establecer la habilitación de días y horas inhábiles para salvar la efi-
cacia del Tampoco resulta procedente declarar la invalidez del acta si existen
diferencias entre el horario allí consignado y la hora en que efectivamente se efectuó,
si se realizó dentro de los parámetros de legalidad establecidos74g.
c) Consentimiento. Tiene que ser válido; falta dicho carácter cuando un sujeto
es aprehendido e interrogado por una comisión policial en el hall del edificio donde
habita; resulta inadmisible no inferir que, cuando menos, debió mediar una resis-
tencia verbal para que fuera oído por los testigos, a lo que cabe agregar que esperar
una actitud de resistencia en ese caso importaría reclamar una postura no exigible
con arreglo a la conducta ordinaria de las personas. Si se establece la invalidez del
registro domiciliario, la misma suerte corre el secuestro7'".
La Corte Suprema ha sido muy estricta en lo que atañe a este tipo de diligen-
cias, exigiendo la inequívoca conformidad cuando el allanamiento se cumple sin
orden750;es que si se consintió, la orden judicial resulta superflua, pues basta con
el permiso del morador7s1.Por tal motivo se ha dicho que el consentimiento válido

74%rt. lo, ley 26.388; BO del 251612008.


"TLARIA OLMEDO, Tratado..., t. V, ps. 403 y SS.
'" CFed, sala 1, LL del 2711112000, f. 101.247.
CCC, sala 1, LL del 131812001, f. 102.456.
O' CS, Fallos 306:1752; en el mismo sentido, CF Cap., sala 1, ED 129-510, f. 41.025, en relación
con similar diligencia dispuesta por una comisión investigadora del Congreso, al pretender utilizarla
como acto promotor de un proceso penal; ver el dictamen del procurador general en ED 129-188, f.
40.943.
'*@ Fallos 306:1752; CNCP, sala 1,41211998,"P. H. S.", c. 1529, ED del 311112000
'" CS, ED 129-214, f. 40.951.
412 REGISTRO DOMIClI,lARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 225

prestado por el interesado para el ingreso del personal policial a su domicilio exime
de la exigencia de la orden judicial escrita que faculta el allanamiento752.
No deben quedar dudas en cuanto? la plena libeitad del individuo al formular
la autorización para inspeccionar; no bksta la mera ausencia de reparo atento a las
circunstancias que rodearon la aprehensión753. Por su parte, la CF La Plata, sala 111,
reputó ilegal el allanamiento efectuadopor la noche, conka la manifiesta negativa de
los moradores, si el personal policial no se identificóa la par que utilizó alto grado de
violencia sin exhibir ni dar lectura a la orden judicial; también se marca que el consen-
timiento por la hora requería, para ser válido, se lo prestase antes del ingreso al domi-
cilio; a su vez, recaba que los preventores hagan sonar el timbre, notifiquenla orden y
penetren después e infonnen al interesado la posibilidad de negarse al cumplimiento
nocturno de la diligen~ia'~~. NOSresulta encomiable el sesgo garantista de la Cámara y
de la nota de Carió, aunque sigue nuestro ánimo fiel al principio de la imposibilidad
de establecer fónnulas rígidas desoyendo las peculiaridades del asunto: tan censurable
es convalidar un desplante autoritario como la ingenuidad de un rigorismo formal
exigible tan sólo a policías con vocación para un sacrificio rayano en el heroísmo. En
el caso compartiinos la tesis de la Cámara y del anotador, pues la falta de unifonne
policial, sumado a la hora, muestra que la renuencia a acatar la orden era bien legítima.
Con posterioridad, la propia Corte Suprema estableció que no se puede cons-
truir una regla abstracta, que conduzca inevitablemente a tachar de nulidad el con-
sentimiento dado para una inspección o requisa domiciliaria, en todos los casos en
que, quien lo prestó, estuviese privado de su libertad; es preciso practicar un examen
exhaustivo de las circunstancias que rodearon cada situación y verificar si existen
vicios que hayan podido afectar la voluntad libre de quien, en aquellas condiciones,
prestó su con~entimiento~~~. No es válido si el acta confeccionada por los funcio-
narios no explicita los motivos manifestados al morador por los cuales aquéllos se
hicieron presentes en el lugar, previo a que éste brindara su consentimient~~~; ,

Con todo, no es desacertado aceptar que en ausencia de prueba de que el titular


del derecho de exclusión autorizó el acceso a su casa del personal policial en forma
libre, se admita que fue prestado en un contexto sorpresivo e intimidatorio7*'.Este
precepto sirve.de pauta para meritar situaciones en que el interesado -según la auto-
ridad policial- presta su anuencia para el cuinplimiento de la diligencia. El problema

- CNCP, sala 1, DJ 1998-3-604, f. 13.488.


'*'CS, Fallos 308:783, o ED 118-473, f. 39.475; ED 113.329, f. 38.772.
'I' JA 1994-IV-3, con nota de CARRI~, "Ejecutando órdenes de allanamiento: límites legales y
constitucionales", quien hace notar a la nulidad decretada por el txibunal como la Única salida posible
para guarecer el derecho individual a la privacidad.
JA 1990-111.591 y 1990-IV-237; LL del 1011211990, f. 89.061, y exhaustivo estudio de Bo-
RINSKY, "CN, allaiiamiento de domicilio y conformidad del afectado"; JA del 20lU1991, p. 31, f., del
1111211990, "Femández, Victor H.", o ED 141-443, f. 43.247; 2611011993, "Vega, Fabián", donde no se
descarta aue la coerción obste a admitir como consentimiento libre v. espontáiieo . el prestado por el im-
pitiado acuiiip,ii'and,i a la ~iolici:ien iaiid:i,l de dstcni~lu,J \ I~>~l1-liI. 1.1; iaiiil>ir:nCiir. 1- Crim. f'aid-
i i i . sal3 11. J \ IJb7-11-470: C F ll:iiilo;.i. J:\ 19,)0-I-44 1, [(O 1 !?-351. i' 3 S j b 2 ; c'I,Fallos 308:?437.
o ÉD 122:515, f. 40.033; ÉD 140-5337, f. 43.071.
'16 CS, 221212005, "Ventura", JA "Suplemento Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de
la Nación". del 271412005. n. 88: RDP. LexisNexis. l012005. n. 842.

nota de LEOESMA,
"El consentimiento para el allanamiento de doinicilio".
REGISTRO DOMIClLlARlO Y REQUISA PERSONAL

se genera por lo complicado que resulta precisar hasta qué punto puede considerarse,
en detenninadas situaciones, inobjetable la conformidad. Parece justo que si se incurre
en una demasía en la interpretación de esta norma y se crean requisitos que la garantía
tutelada no exige, la sentencia aue acoia la ineficacia resultará nula758.
La invio&ilidad del do~hicilio,"además de estar protegida en el art. 18, CN,
encuentra amparo en los arts. 11.2, CADH, y 17, PIDCP (art. 75, inc. 22, CN). -
Tanto los casos graves y urgentes como aquellos en que peligre el orden pú-
ico son situaciones incluidas en el art. 227. Con ambas locuciones se comprenden
rcunstancias de excepción.
Si no puede cuestionarse el consentimiento de quien estaba facultado para opo-
nerse, tanto el allanamiento como la incautación consecuente son válidas759.Lo que
se necesita es la autorización de quien se encuentra habilitado para proporcionarla,
según ocurre con el capitán de buque respecto de un
La CF La Plata, sostuvo que la sola circunstancia de la "nociumidad" y falta de
conformidad del morador no generan un supuesto de nulidad insanable o esencial761.
Allanamiento de otros locales
226. Lo establecido en el primer párrafo del artículo anterior no regirá
para los edificios públicos y oficinas administrativas, los establecimientos de
reunión o de recreo, el local de las asociaciones y cualquier otro lugar cerrado
que no esté destinado a habitación o residencia particular.
En estos casos deberá darse aviso a las personas a cuyo cargo estuvieren los
locales, salvo que ello fuere perjudicial a la investigación.
Para la entrada y registro en el Congreso el juez necesitará la autorización
sidente de la Cámara respectiva.

A diferencia del caso anterior, comprensivo del lugar habitado y sus depen-
dencias cerradas, aquí se contemplan los allanainientos de casas de negocio que no
sirve11 de vivienda permanente u ocasional; en lo que no corresponda al ámbito de
intimidad del habitante762.
b) Casuística
Si se trata de allanar el estudio de un abogado, debe darse noticia al Colegio
Público al realizarla y aquél podrá solicitar la presencia de un miembro del Consejo

CNCP. sala 1. DJ 1998-3-604. f. 13.488. o LL del 311811998, f. 97.739, con nota de DEVOTO,
"¿Ladoctrina dé1 caso '~iorentino'o dei caso '~a~o'?", quien recuerda que "...el réquisito de fundamen:
-
tación corresoonde nrioritariamente a la necesidad de legitimar las inuociones domiciliarias (Y como se
sabe, la ley procesal penal reglamenia los derechos const~tucionales),no parece menester justificar la
. consagradas frente a los eventuales excesos de poder
vinencia de las earaniías constitucionales,. las que
dei Estado y básicamente dirigidas a proteger su honra-y su dignidad 'hablan por si mismass";'en el
caso, el imoutado había concurrido esvontáneamente a una sociedad de connacionales v expuso su ver-
siónharto tnculpante de haber parficiiado en los hechos; por eso es opinable lo anotado en el escolio.
" 9 CCC, ED 181511992, C. 44.212.

'bO CS, ED 132-210, f. 41.435.


'" Sala 111, JA 1995-1V-547. Ver, asimismo, CHIARA D~Az,"Repercusión de los allanamieiltos
ilegales en el proceso penal", JA 1986-IV-903.
' 6 9 u E j ~ ~Código
, ...,p. 199.
414 REGISTRO DOMICQIARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 227

Directivo durante el procedimiento, sin que ello implique suspenderlo (art. 7", inc.
e], ley 23.187). Si sólo uno de los titulares del estudio se encuentra involucrado en
el proceso penal, aunque pueda disponerse el allanamiento y algún secuestro que
le ataña, no es posible ordenar su clangura, pues los restantes letrados pueden sufrir
desmedro de la garantía constitucional del art. 18, CN, para ellos la medida resulta
"...manifiestamente arbitraria, no estando captado por el Código Procesal Penal, afec-
tando los derechos constitucionales de trabajar y ejercer libremente la profesión...";
además, los remedios procesales ordinarios carecen de idoneidad para encarar el pro-
blema por la dimensión temporal que suponen; por eso resulta viable el amparo763.
En vez del consentimiento requerido en el segundo párrafo, primera oración del
artículo anterior, el aviso es la mera comunicación.
La autorización del último párrafo se sustenta en el respeto y consideración que
se deben los distintos poderes del Estado entre sí, para resguardar su independencia.
En punto a la excepción mantenida en el último giro del párrafo, primero ver
comentario al art. 224764.
Allanamiento sin orden
227. No obstante lo dispuesto en los articulas anteriores, la policía podrá
proceder al allanamiento de morada sin previa orden judiciai cuando:
1")Por incendio, explosión, inundación u otro estrago se hallare amenaza-
da la vida de los habitantes o la propiedad.
2") Se denunciare que personas extrañas han sido vistas mientras se intro-
ducían en una casa o local, con indicios manifiestos de ir a cometer un delito.
3') Se introduzca en una casa o local algún imputado de delito a quien se
persigue para su aprehensión.
4') Voces provenientes de una casa o local anunciaren que allí se está come-
tiendo un delito o pidan socorro.
5") Se tenga sospechas fundadas de que en una casa o local se encuentra la
víctima de una privación ilegal de la libertad y corra peligro inminente su vida
o integridad física (art. 34, inc. 7', Código Penal de la Nación). El representante
del Ministerio Público Fiscal deberá autorizar la diligencia y será necesaria su
presencia en el lugar765.

a) Concepto
Es una facultad asignada a los preventores que permite prescindir de la orden
judicial.
Su comprensión debe efectuarse en razón de la acuciante urgencia implícita en
la índole de los supuestos autorizados.
En el caso del inc. S"), se requiere la autorización y presencia del fiscal, criterio
razonable porque es quien tiene a cargo la dirección de la investigación (art. 196 bis,
párr. 2").

CF Mendoza, sala A, JA 1993-11-614; lo transcripto corresponde a SAGOBS,"Una variante del


amparo contra decisiones judiciales", JA 1993-IV-655.
'M En especial, el caso de las instalacioncs de un club, CF San Martín, sala 1, LL del 201911993,
f. 91.610.
' 6 5 Párrafo incorporado por ley 25.760 (BO del 111812003).
REGISTRO DOMlClLlARlO Y REQUISA PERSONAL

b) Jurisprudencia
La posibilidad de cumplir el allanamiento sin orden no einpece a la necesidad
del requerimiento del MP para promover válidamente el proceso penal: siempre la
documentación de la pesquisa deberá ser mentada, en su aptitud, por el órgano para
ecabar la instrucción o la de~estirnación~~~. Si el allanamiento se cumple por nume-
osos policías vestidos de civil, resulta diflcil sustentarlo en este precepto, máxime si -
learon intimidación y armas de
inciso tercero hace ceder la garantía constitucional cuando las especiales
ísticas del hecho generan la necesidad de una actuación inmediata y de ur-
ia cuyo defecto podría haber atentado contra el resultado del p r o c e d i m i e n t ~ ~ ~ ~ .
Acerca de la opinión dominante para iniciar el proceso penal, ver comentario a
Introducción al Libro 11, acápite fl).

Formalidades para el allanamiento


228. La orden de allanamiento será notificada al que habite o posea el lu-
ar donde deba efectuarse o, cuando esté ausente, a su encargado o, a falta de
ste, a cualquier persona mayor de edad que se hallare en el lugar, prefiriendo
miliares del primero. Al notificado se le invitará a presenciar el registro.
Cuando no se encontrare a nadie, ello se hará constar en el acta.
Practicado el registro, se consignará en el acta su resultado, con expresión
ircunstancias útiles para la investigación.
1 acta será firmada por los concurrentes. Si alguien no lo hiciere se expon-

a) La orden de allanamiento requiere precisar las causas y su objeto; no se


pueden expedir sin observar tales recaudos mínimos. En síntesis: deben ser expresas
y concretamente justificadasJ". La comprobación de que el allanamiento no resulta
legal genera su nulidadJ70.
b) Aun cuando la efectivice el juez, la notijkación debe cuinplirse, pues es
presupuesto del control del acto7J';si la cumple el juez, por lo menos debe exhibir
el decreto fundado; si lo realiza la policía, debe ostentar la orden escrita, fechada y
firmada por el juez, individualizándose al funcionario autorizado.
c) El acta debe adecuarse a las prescripciones de los arts. 138 y 139. Las
omisiones señaladas por el art. 140 determinan su nulidad absoluta (arts. 18, CN,
antizar la inviolabilidad del domicilio, y arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2').
bién resulta vía idónea para abrir, en su momento, el recurso de casación
,456, inc. 2') y el previsto en el art. 14 de la ley 48 (ver art. 224).

766 En contra, FEDEL, "El requerimiento de instrucción. ¿Es necesaria su existencia respecto de
las prevenciones policiales iniciadas por denuncia?", comentario al f. 91.374, LL del 111611993.
"' TOC Fed. Mar del Plata. ED 170-571. f. 47.643.
'" CCC, sala IV, LL del 31'1811998, f. 97.748, o DJ 1998-3-715, f. 13.53; id.,sala VI, JA 1998-
111-479, o DJ 1999-1.164.
7 6 V S ,Fallos 275:454, al desestimar una queja contra un fallo de la CF Tucumán que dejó sin
efecto una orden de allanamiento expedida por el juez de primera instancia.
'O Confr. CS, Fallos 304:105.
'" Ver Ninj~z,Código..., p. 202.
REGISTRO DOMICILJARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 230

Autorización del registro


229. Cuando para el cumplimiento de sus funciones o por razones de higie-
ne, moralidad y orden público alguna,autoridad competente necesite practicar
registros domiciliarios,~solicitará~a1
i&z orden de allanamiento exoreiando los
fundamentos del pedido. Para resoiver la solicitud, el juez podrá'requerir las
informaciones que estime pertinentes.
E1 tribunal debe evaluar tanto la legalidad como el carácter necesario de la
medida que se le solicita772.Es que el juez no debe transformarse en un automático
expedidor de órdenes de allanamiento; su emisión corresponde subordinarlas al exa-
men racional de la justificación y necesidad de la medida77'. No basta invocar una
norma para respaldarlo si se decide su inconstit~cionalidad~~~;
aunque se trata de una
facultad discrecional77s.
Requisa personal
230. El juez ordenará la requisa de una persona, mediante decreto funda-
do, siempre que haya motivos suficientes para presumir que oculta en su cuerpo
cosas relacionadas con un delito. Antes de proceder a la medida podrá invitár-
sela a exhibir el objeto de que se trate.
Las requisas se practicarán separadamente, respetando el pudor de las
personas. Si se hicieren sobre una mujer serán efectuadas por otra.
La operación se hará constar en acta que firmará el requisado; si no la sus-
cribiere, se indicará la causa. La negativa de la persona que baya de ser objeto
de la requisa no obstará a ésta, salvo que mediaren causas justificadas.

a) Concepto
Esta diligencia apunta al cercioramiento sobre la posesión --dentro de la esfera
personal- de la cosa cuya obtención se persigue, siempre que esté vinculada con el
hecho objeto del proceso y se presuma que está oculta en el cuerpo (ver comentano al
art. 218). Desde luego, la sospecha debe tener entidad para considerar imputado al
sujeto sobre quien se practica el examen (art. 72). Ya se dijo que la requisa persona1
no es una prueba autónoma; es una modalidad de la inspección judicial con mhs
propiedad, denominada reconocimiento judicial.
b) Ámbito
Puede llevarse a cabo tanto sobre el cuerpo como sobre los trajes o cualquier
continente (maleta, paquete, cartera, etc.) que tenga con él o vehiculo en el cual se
transporte (carro, automóvil, etc.) y no de una posesión en el ambiente circundan-
te776.Empero, se advierte que la revisación de un vehiculo no constituye requisa
personal pues, entendiéndose con amplitud su ámbito, sólo cabe incluir cualquier
continente que la persona tenga con él o al automóvil en que se transporte, pero no el

CS, Fallos 275:454.


"' CF Cap., sala 1, ED 157-19, f. 45.601.
"' CF Mar del Plata, ED 166-175, f. 46.930, o LL del 1811211995,f. 93.876.
CF Córdoba, sala A, ED 166-178, f. 46.931.
CLARIAOLMEDO, Tratado..., t. V, ps. 408 y SS;TOC Fed. Mar del Plata, ED 161-324, L 46.256
REGISTRO DOMICILIARIOY REQUISA PERSONAL

en sí mismo777.Aunque de manera sutil, se aclara que una cosa es la búsqueda


transporte de efectos -lo que resulta viable-, y otra
más allá de aquellos sitios. El párrafo final del art. 230 bis concluye con
'scusión al otorgar a los preventores la atribución de proceder a la inspección
~culos,tratándose de un operativo público.
En punto al decreto fundado, ver art. 123. -
aun obtenida luego de la consulta de los preventores, la
ez, pues no se puede discutir la facultad del magistrado
ponerla en forma motivada778.

del imputado sirve de cobertura en la comisión de ciertos


los traficantes de droga, se ha aceptado -en fallo discuti-
do--- que un sugestivo consentimiento bastaba para que, sin orden judicial, pudieran
lograr la expulsión de aquélla. La minoría, con ponderadas
, entendió que el acto debió cumplirse con autorización judicial y explícito
Si se cuestiona por ilegal el secuestro de las cápsulas, la argu-
a, si es posible establecer la responsabilidad del imputado

,ver el distingo entre sujeto y objeto de la prueba efec-


art. 218. Vázquez Rossi7" es categórico al afirmar: "Por
ncoercibilidad del imputado, no podrán hacerse sobre él
nes que no autorice"782.Gullco advierte el error de afimar que todo proce-
miento coactivo se asemeja a una confesión involuntaria; señala la necesidad de
e requieren la participación activa del imputado -con-
ritura- equiparables a una declaración que resultaría
forzada, y los demás, en que tan sólo es fuente pasiva de elementos de cargo en su
contra783.Ver comentario al art. 221.
Puede ocurrir, ante las circunstancias del caso -dinero supuestamente adul-
terado indicado como tal por quien lo había recibido con anterioridad-, que los
preventores se encuentren facultados para realizar la requisa aunque sin cometer
una intromisión grave para el pudor y la dignidad de quienes fueron sometidas a una
revisación vaginal. Para ello se debió contar con la previa venia del juez784.Con ina-
yor respaldo, previa consulta con el juez, cabe disponer el traslado a un nosocomio,
para la realización de placas radiográficas a fin de determinar la existencia de objetos
relacionados con la comisión de un delito en el interior de su cuerpo y su eventual

'" CNCP, sala 1, LL del 291512000, f. 100.312.


"* CNCP, sala 1, LL del 301711999, f. 99.085.
CNPE, sala 1, LL del 41511989, f. 87.392; también, fiente a una legislación diferente, Cám
Pen. Santa Fe, JA 1987.111-100.
CS, 611011992, JA 1993-111-390.
"'' Curso...,p. 335, Santa Fe, 1985.
Confr. D'A~wonn,"Sobre la prueba ilicita en el proceso penal", Revista del Colegio de Abo-
gados de San Isidro, libro homenaje X X V aniversario, Buenos Aires, 1991, ps. 1271139.
"¿ES necesario el consentimiento del interesado para una inspección corporal?", DP año
1 9 8 9 , ~117.
.
CF San Martin, sala 1, ED 159-688, f. 46.016
418 REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 230

evacuación. Al punto que no requiere la previa lectura de los derechos que asisten a
todo imputado si la práctica se orienta a la preservación de su
En vez, azora que de la mera circunstancia equívoca de encontrarse "...apostado
en inmediaciones del Parque Lezama..? se derive una sospecha sin que se indique
ningún elemento anterior a la requisa exitosa para convalidar la ausencia de orden
judicial; resulta imposible verificar los motivos de la "detención" - e n rigor de ver-
dad, aprehensión- con la incautación ulterior de droga aun cumplida de acuerdo
"...a las pautas procedimentales exigidas..."; tampoco lo son la facultad policial para

identificar, pues de ahí no se sigue, sin más, "...el posterior examen de sus pertenen-
cias...", ni la instrumentación del acta con la participación de dos testigos. Afirmar
"que la sospecha, señales, indicios o datos sobre la actividad ilegal del encausado
estaba bien fundada..." y dar por configurado el supuesto de flagrancia por el poste-
rior cercioramiento, a través de la requisa del objeto del delito, no resultan criterios
técnicos atendibles. Menos aún admitir que todo aquello "...evidencia que las con-
jeturas originadas en el ánimo de los preventores quedaron corroboradas de modo
indiscutible...". Adviértase que por un lado no se señalan con pulcritud cuáles eran
"...las sospechas, señales, indicios o datos...", y por otro, que la flagrancia no exis-
tía, ya que la mera no tenía como consecuencia verificar la comisión
del delito, pues ningún signo exterior siquiera lo insinuaba. Tampoco parecesensato
-cuando menos para asegurar tenuemente las garantías individuales- que el con-
trol judicial del estado de sospecha se cubra con la presencia de testigos. Aquí es
posible que se tergiverse la opinión de Carrió, "Facultades policiales en materia de
arrestos y requisas, ¿Qué puede hacer la policía y qué no?"786,pues lo que el destaca-
do jurista exige es bastante más que la intervención posterior de los testigos -sobre
todo si, como alguna vez se ha resuelto, la falta de firma del requisado o de la indi-
cación del porqué no provoca la nulidad de la diligencia que la documenta-787 para
verificar la requisa, sino que sus dichos permitan apuntalar la sospecha de delito; este
último dato jamás se puede derivar de la anfibológica aserción sobre la permanencia
en un lugar. El criterio censurado corresponde a la CNCP, sala IIi788.Al anotarlo,
dice Herrendorf -"El delito de aspectoo- que así se permiten detenciones y re-
quisas sobre la base de motivos inaceptables (con precisión procesal inadmisibles) y
concluye: "YO voy a decir qué cosa es una señal: tal vez estar mal vestido a causa de
la desocupación, andar vagando por falta de vivienda, mendigar por falta de recursos
mínimos, holgazanear en u?a plaza o en un baldío porque la pobreza no permite di-
versiones más sofisticadas. Esas son señales, y que lo compruebe cualquiera mirando
el aspecto de las personas a las cuales los agentes de seguridad solicitan documentos
en la vía pública. Esto sería equivalente a instaurar el delito de aspecto, delito juris-
prudencialmente en potencia. Un 'dato', una 'señal"'. Compartimos la opinión del
anotador, pues involucra una censura a quienes autorizan la discrecionalidad policial
absoluta y no a la tarea cumplida por la fuerza de seguridad dentro de los límites
asignados por la ley.
Sólo un estado de sospecha verificable objetivamente posibilita que la policía
requise el bolso que porta un ciudadano sin orden de juez competente; no bastan

CNCP, sala 111, LL del 41612001, f. 102.083.


'" LL 1988-E-26.
CNCP, sala 1, SJP, LL del 241711995, f. 93.369.
CNCP, sala 111, 5/5/1995 "S. S., J. G.", ED 163-470, f. 46.592
REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL

antecedentes que registre el sujeto, pues ello conduciría a consagrar un derec


penal de autor78q.Menos aún la presencia en un determinado lugar, por ej., requis
a los jóvenes concurrentes a una sala de video juegos7q0.
Es a todas luces incorrecto hablar de flagrancia cuando la comisión del hecho
sólo pudo ser advertida como consecuencia de la requisa7qi;no resulta válida la
superficial referencia a un estado de nerviosismo, máxime si no se logra inteligir si -
dicho estado fue previo a la interceptación de las personas o si se originó a partir de
este acto792.La urgencia para cumplir la requisa sin orden judicial, debe meritarse en
de pautas objetivas793.
iempre ha de preservarse el derecho constitucional a la intimidad; por eso, el
do positivo de la requisa ilegítimamente practicada no siempre convalida la
'sión de los preventore~~~". Si resulta ilegal a su inicio, no se puede convalidar por
esultado; el estado de sospecha debe existir en el momento misino que se produ-
a intervención en la vía pública, pues es allí cuando la policía debe tener razones
uficientes para suponer que una persona está en posesión de elementos que demues-
la comisión de un delito; si se omiten se incurre en nulidad absoluta (conf. art.
,inc. 5°)7q5.NO es legítima la detención y posterior requisa del imputado si no
existieron circunstancias que autorizaran la intewención policial en procura de algún
to vinculado a un delito cometido o a c ~ m e t e r s e ~ ~ ~ .
ien voluntariamente se somete a ámbitos donde, por razones de seguridad,
se llevaii a cabo diligencias de prevención general que son de conocimiento público
registros de la vestimenta y efectos personales para visitar una cárcel-, implica
sentir tales diligencias en grado suficiente para flexibilizar la protección del derecho
a la intimidad tutelado por la CN7". Encomiable apotegma que concilia el interés
público con el privado considerados en el proceso penal. En cambio, es cuestionable
autorizar la práctica de palpar el cuerpo de las personas ante la sola circunstancia de
encontrarse en el sitio donde se cumple el pro~edimiento~~~.
Viola los derechos personales de una imputada un tacto vaginal, cumplido en la
esala de la comisaría, por dos mujeres convocadas como testigos, sin especializa-
n en la materia7qq.Empero, es imposible establecer pautas rígidas; por eso parece
inado aceptar que no se halla protegido por la exigencia de la orden judicial previa
uien es socorrido en la vía pública por presentar su cara ensangrentada y andar
vacilante, resulta trasladado para su atención en una ambulancia y derivado a un
nosocomio, en cuya virtud pudo examinarse su ropa, luego de haberse dado cuenta
a la autoridad policial, encontrándose un documento adulterado ya no en poder de la

7 8 V O CMar del Plata, ED 161-324, f. 46.256, con nota de BIDART CAMPOS, "LO nulo y lo válido
en una cansa por drogas", donde advierte el ridículo -no por ello menos riesgoso para las garantías
individuales- de sustentar la sospecha eii el "pelo largo" del requisado.
7 P T FCap. Fed., sala 11, ED 163-249, f. 46.542.
'*' Id., sala 1, ED 168-251, f. 47.273.
7q2 CNCP, sala 1, LL del 281412000, f. 100.157, o DI 2000-2-239, f. 15.501.
'" CCC, sala IV, LL del 261612000, f. 100,458,o DJ 2000-2-802, f. 15.735.
794 CFed., sala 1, LL del 2211212000, f. 101.411.

TOC Fed. Paraná, DJ 1998-2-108,f. 12.854, o LLdel301311998, f. 96.893.


CNCP, sala 1, LL del 28111l1997, f. 96.391.
'O' CNCP, sala 1, DJ 2000-3-454, f. 16.071, o LL del 28/9/2000, f. 100.976.
"' CNCP, sala 111, ED del 3011 111999, DPPC, f. 63.
Id, id.,ED 170-111, f. 47.531.
420 REGISTRO DOMICILIARIO Y REQUISA PERSONAL Art. 230

persona "...sino que estaba expuesto en el lugar de internación..."800;lo mismo cuan-


do una persona ingresó a una seccional policial, ya que debe y puede ser palpada de
armas o de objetos que resulten peligrososa0'.
Es irrazonable detener y posterior&ente requisar obteniendo el secuestro de es-
tupefacientes si las constancias no justifican la medida coercitiva adoptada; el prin-
cipio de razonabilidad (art. 28, CN) no se limita a exigir que la ley lo sea, sino que
es mucho más amplio, pues cada vez que depara competencia a un órgano de poder,
impone que el ejercicio de la actividad no sea arbihariaao2.Resulta válida la requisa
cumplida sin orden judicial, cuando la medida encontró debido sustento en un estado
de sospecha, si se observan determinados presupuestos, tal como el respeto del prin-
cipio de proporcionalidad,justificante de los actos de injerencia estatala".
Similar línea se sigue al decidir la validez de la cumplida sobre la cartera porta-
da por el imputado, si dicha diligencia persigue el exclusivo propósito de verificar la
eventual tenencia de elementos que, en forma inequívoca, estén dirigidos a cometer
un delito y, a su vez, concurre la urgencia pues aquél pretendió eludir la presencia
policial, circunstancia que naturalmente provoca sospechaso4,o la de pertenencias de
quien se desplaza por la v-ía pública cuando se acredita un mínimo de sospecha en
el momento de la intromisión, aunque debe resultar imprescindible sobre la actual o
potencial comisión de un delito, pues sancionarla seria propiciar la impunidadpor
la vía de desactivar la prevención frente al delito ----el destacado nos pertenece-,
pues más allá resulta ineficaz como lo es el uso de pruebas obtenidas a contrapelo de
prescripciones procesales, reguladoras de garantías constitucionales especialmente
previstasso5.Es razonable luego de realizar un arresto o inmediatamente después,
revisar a la persona y sus pertenencias personales, a fin de evitar la destrucción de
efectos susceptibles de secuestroao6.
Algún fundamento tiene la requisa cumplida por personal de Gendarmería Na-
cional, pues la ley 19.349 y el decreto reglamentario 457411973 atribuyen a esa
fuerza funciones de policía de seguridad y puede realizar procedimientos en frenes,
automotores y vehículosao7.En el mismo sentido respecto del personal aduanero,
pues obra en función de controles derivados de la prevención general y no en el
marco de la averiguación de un delitoso8.El personal aduanero, si obra en la zona
pertinente, puede, ante la sospecha de contrabando, registrar a un pasajero y a su
equipaje sin orden judicial; dicha requisa difiere de la autorizada por el art. 230, pues
no es arbitrio destinado para averiguar delitos, regulación no aplicable en lugares de

CCC, sala 1, 141211995, "Centanaro", c. 2563, con disidencia de Donna, quien estima violadas
nomas constitucionales básicas -a-. 18, CN, y S", inc. g), aunque la cita debió ser art. S", inc. 2",
ap. g), de la CADH-, pues el secuestro se produjo, "...sin defensa alguna...", y tambi6n porque "...no
puede el Estado aprovecharse... para buscar pmebas en su contra, en una clara violación del derecho
de defensa...".
'O' TOC Fed. Mendoza nro. 1, ED 167-255, f. 47.127, o LLdel 301511997, f. 95.438.
CNCP, sala IV, LL del 511012001, f. 102.699.
*O3 TOC Fed. Mar del Plata, DJ 1999-1-702, f. 13.902.

CF San Martin, sala 11, LL del 31511999, f. 98.667.


Id., id., JA del 191511999, p. 81, "Adriazola, José M.".
CNCP, sala 11, LL del 281712000, f. 100.625.
CNCP, sala 11, JA 1996-1.493, o ED 166-311, f. 46.975.
CNCP, sala 111, LL del 28/4/1997, con nota de CORVAI.AN, "Ausencia de orden judicial en una
requisa aduanera", o JA del 231411997, p. 41, "Carreño Roca, Jorge".
REGISTRO DOMlClLIARlO Y REQUISA PERSONAL

recinto aduanero, aunque debe responder a las exigen-


S reglas procesales para incorporar prueba al proceso809.
que el resultado de la requisa pueda dejar de evaluarse
coadyuvante ex post de la verosimilitud de los motivos suficientes exi-
os para dispensar la orden judicial (art. 184, inc. En vez, resulta inicuo
'zar este criterio como verdad revelada, pues, necesariamente, no podrá ser la -
ablemente sena el examen con peligro
o constituye práctica humillante o degradante extraer
re para realizar un estudio inmunogenético de histocompatibilidad ni afecta la
scribe la autoincriminación; en este caso no se com-
obtener comunicaciones o expresiones
i se afecta los derechos fundamentales
idad corporal, porque la extracción de unos pocos
se realiza por los medios ordinarios adoptados por
perturbación ínfima comparada con otros intereses
mo en el de la inspección corporal (art. 218), cualquier
so podría superarse -si la persona está privada o amenazada en su libertad
bulatoria-por vía del hábeas corpus correctivo (art. 3', inc. 2", ley 23.098, cuyo
to establece su procedencia "...sin perjuicio de las facultades propias del juez del
proceso si lo hubiere").
Es razonable si con el propósito de obtener cápsulas ingeridas se autoriza a
ar laxantes, siempre si la diligencia fue sugeridapor el médico policial, ante la im-
posibilidad de cumplir una fibroscopía ya autorizada por el juez inte~iniente;ade-
más, al mismo resultado se hubiera llegado por las propias necesidades fisiológicas
imputado. Por eso, la vía elegida resulta fuente independiente de investigación
bjetable. Es que la garantía contra la autoincriminación no torna ilegítimas prue-
as incriminatorias obtenidas del organismo del imputado813.
En cuanto a la lectura del acta de requisa durante el debate, ver art. 392. Ver
comentario al art. 184, inc. S".
230 bis. "* Los funcionarios de la policia y fuerza de seguridad, sin orden
judicial, podrán requisar a las personas e inspeccionar los efectos personales
que lleven consigo, así como el interior de los vehículos, aeronaves y buques, de
cualquier clase, con la finalidad de hallar la existencia de cosas probablemente
provenientes o constitutivas de un delito o de elementos que pudieran ser uti-
liados para la comisión de un hecho delictivo de acuerdo a las circunstancias
particulares de su hallazgo siempre que sean realizadas:
a) con la concurrencia de circunstancias previas o concomitantes que razo-
nable y objetivamente permitan justificar dichas medidas respecto de persona
o vehiculo determinado; y,
CNCP, sala 111, LL del 41612001, f. 102.083
CNCP, sala 1, JA 1996-1V-444.
MAIHR, Derecho ..., t. 1-B, p. 444.
a'2 CS, LL del 301511997, f. 95.431, o ED del 25/4/1997, f. 47.851; también ED 168-443,
f. 47.313, o JA 1996-111-436:. .Y -la minoría- LLdel 61511996, f. 94.238 o ED 170-260, f. 47.569.
CNCP, sala 11, JA 1999-11-578
'" Texto según ley 25.434.
422 REGISTRO DOMlClLIARlO Y REQUISA PERSONAL &t. 230 bis

b) en la vía pública o en lugares de acceso público.


La requisa o inspección se llevará a cabo de acuerdo a lo establecido por
el 2" y 3" párrafo del art. 230, se ~racticaránlos secuestros del art. 231, y se
labrará acta conforme lo dispuestodpor los arts. 138 y 139, debiendo comunicar
la medida inmediatamente al juez para que disponga lo que corresponda en
consecuencia.
Tratándose de un operativo público de prevención podrán proceder a la
inspecci6n de vehículos.

En razón de que las naves están destinadas a desplazarse -al igual que los an-
tomóviles-, son pasibles del control que hace a la seguridad pública y, por ende, la
autoridad competente puede inspeccionarlas sin sujeción a los requisitos fijados por
la ley para ingresar a un d~micilio"~; dicho temperamento aparece contemplado en
este nuevo artículo. Resulta aceptable siempre que no se generalice y se cuente con la
anuencia de quien puede impedir el acceso. Sólo así cabe aceptar que las atribuciones
'
asignadas a la Prefectura Naval Argentina por la ley 18.398 (art. 5 O , apart. a], inc. lo,
y apart. c], inc. 39, con un propósito ajeno a la comprobación de un delito, ameriten
el secuestro. En todo caso, se impone la comunicación inmediata al juez o fiscal in-
terviniente (art. 224, último párrafo).
Las exigencias establecidas canlos incs. a) y b) cubren los reparos expuestos. El
párrafo segundo resulta coincidente con dicho propósito.
El último párrafo comprende tan sólo los vehículos -interpretación literal res-
paldada por la diferencia puntualizada en el primer párrafo---, al distinguirlos de las
aeronaves y buques; siempre que no se desborden los demás recaudos, se presenta
como razonable en atención a las modalidades que presenta el delito en la actualidad.
En tal sentido, el uso de vehículos es más que corriente o habitual.

Concepto general
La atribución otorgada por el artículo anterior exclusivamente al juez instructor
se amplia tanto desde el punto de vista subjetivo como desde el objetivo. En el pri-
mer caso, se faculta también para cumplirla a los funcionarios de la policía y fuerzas
de seguridad, quienes pueden llevarla a cabo sin orden judicial. En el último, siem-
pre que se realicen al amparo de los recaudos fijados por los incs. a) y b), pueden
extenderse a las personas -incluso a los efectos de que sean portadores- y a ciertos
sitios -interior de vehículos, aeronaves y buques- cuando persigan capturar ele-
mentos materiales contribuyentes a conformar el corpus crimintr.
El inc. a) tiene una amplitud, que para mantenerla dentro de la razonabilidad,
requiere hacer objetivas ---exteriorizarlas para que no permanezcan en la subjeti-
vidad de quien la ordena- las circunstancias anteriores o coetáneas que respalden
la requisa de la persona o vehículo. La mera existencia de una denuncia anónima y
la alegación del policía de que uno de los jóvenes detenidos llevaba en su mano un
destornillador que no fue secuestrado no son razones suficientes8".
El inc. b) se refiere sólo al lugar -vía pública o lugar de acceso público--.
La letra de la ley impone la concurrencia simultánea de ambos recaudos. De
lo contrario se pueden respaldar desbordes insólitos, cuyo único freno radica en la

*'VNCP, sala 111, ED del 71912000, DPPC, f. 136.


CS, "Peralta Cano", RDP, AbeledoPerrot, 312009, p. 420, con nota de BERTELOTTI, "Detención
sin orden judicial: otro avance de la Corte en favor del respeto a las garantías individuales".
SECUESTRO

vantar en todos lo casos y cuya validez se


los vicios indicados en el art. 140 (falta de la
ante o del secretario, testigos de actuación o
ra el ciego o analfabeto).
resulta imperativo observar las exigencias de los párrafos segundo
ículo anterior -suscripción por el interesado, -
mplimiento de la actividad-.
n al art. 231, pues su texto actualpermite a
rden judicial. Empero, está sujeta a las res-

meritó, con las debidas salvedades, al resultado del


ento policial como dato coadyuvante ex postR1'.
siderado que si no existe duda sobre la existencia de estupefacien-
do, carece de razonabilidad la conclusión liberatoria
-al no encontrarse aquél durante el procedimiento
a la disponibilidad entre el sujeto y la droga. No
secuestro ni invocarse la duda si el procedimiento
se efectuó en ese lugar sin desmedro para la defensa en juicio y el debido
ó una adecuada ponderación de las circunstancias
dose al texto vigente.

CAP~TULO
111 '

SECUESTROw9

Orden de secuestro
231. El juez podrá disponer el secuestro de las cosas relacionadas con el de-
o, las sujetas a decomiso o aquellas que puedan servir como medios de prueba.
Sin embargo, esta medida será dispuesta y cumplida por los funcionarios
uridad, cuando el hallazgo de esas cosas fuera
una requisa personal o inspección en los tér-
nstancia de ello en el acta respectiva y dando
realizado al juez o al fiscal intewinientes.

Resulta plausible la sustitución del vocablo conzscación por decomiso, según


1 párrafo primero. Aquélla produce la privación de los bienes sobre
para su incorporación a los del fisco; se encuentra fulminada por el
penúltimo párrafo, de la CN; se ha querido precaver contra actitudes de au-
al Poder Judicial. En vez, el decomiso es una pena que significa la
sa; está prevista como accesoria por el art. 23, Código Penal (texto

'" CNCP, sala 1,51311999, "Duzac, Fabián", r. 2643.1, c. 2101, LLdel31112000.


CS, ED del 181611999, f. 49.314, o LLdel231711999, f. 99.046.
Texto según ley 25.434.
424 .-SECUESTRO Art. 23 1

según ley 25.188); también en el art. 876 del Código Aduanero en el supuesto de
contrabando. No cabe duda de que se ha mejorado el precepto.
El párrafo segundo del art. 224 anterior subordinaba la intervención de los fun-
cionarios de policía a la previa delegación judicial. Empero, la delegación debe ser
el resultado de un allanamiento o requisa realizados conforme al artículo anterior y
ajustándose a todos sus recaudos. El texto actual toma innecesaria la orden judicial
cuando el hallazgo se produzca durante el desarrollo de un allanamiento o una requi-
sa o inspección; siempre debe darse aviso al juez o al fiscal interviniente.
Cosas relacionadas con el delito son todos los vestigios o materialidades que
permiten verificar su realidad como acontecimiento histórico.
Como la condena importa la pérdida de los instrumentos del delito, no es
necesaria una disposición expresa en la sentencia que la ordenesz0;ver también
art. 30 de la ley 23.737, modificado por ley 24.112; tanto dicho precepto de la Ley
de Estupefacientes como el art. 4" de la ley 20.785 -excepto el inc. f ) de su art. 3;
por contradecir al art. 525, aunque este último no constituya una confiscación pro-
piamente dicha, referente a los bienes objeto de secuestro en las causas penales que,
a nuestro modo de ver, ~o ha sido derogada por el art. 538- autorizan la desirucción
o la venta de ciertos efectos incautados, siempre que no correpondiere su entrega a
un tercero no responsable o en tanto no puedan ser aprovechados por la misma au-
toridad. Fuera de esos supuestos, únicamente con la sentencia puede ordenarse que
alguien sea privado de la propiedad o de la posesióii de la cosa; la aquí analizada es
solamente una medida asegurativa de la prueba.
En rigor de verdad, afirmar que las cosas secuestradas "...pueden servir como
medios de prueba" no es una expresión feliz, porque deben considerárselos objeto de
prueba. Pudo haberse subsanado este error técnico.
El art. 230 bis amplia el ámbito de aplicación de este precepto.
b) Casuística
La invalidez del acta de secuestro no implica, necesariamente, la inexistencia
procesal de su contenido, si existen otros medios probatorios que demuestren lo que
aquélla no pudo acreditar válidamentesz'.
Es válido el secuestro cumplido por persoilal policial como consecuencia de
una aprehensión facultativa cumplida por personal de seguridad de un comercio,
toda vez que dichos sujetos iio están obligados a labrar acta sin que ello constituya
obstáculo para acreditar el cuerpo del delitosz2.
Conforme al art. 184, inc. 2", la policía no tiene atribuciones para efectuar esta
diligencia sin orden judicial. Mas no constituye invasión de privacidad si los agentes
policiales ingresaron a la vivienda de la víctima de una ilegítima irrupción del im-
putad~~~~.
El secuestro se efectúa sobre cosas que la persona no lleve en su cuerpo, pues
si no se trata de una requisa (art. 230).
Mientras el secuestro tiene un claro significado y destino probatorio, vinculado
con la acreditación de la materialidad del hecho, el embargo se ubica como medida
de neto carácter cautelar (arts. 5 18 y 5 19).
8z"T Córdoba, sala Penal, LLC 1990-1053.
CCC, sala VII, "Guanco Lorenzo, Marcelo", JA del 19/2/1997, p. 62
CCC, salaV, LLdel61712001, f. 102.289.
8"CF La Plata, sala 111, JA 1995-IV-543.
SECUESTRO -
cuanto a la lectura del acta de secuestro en el debate, ver art. 392.
ontar Ley de Estupefacientes 23.737, reformada por ley 24.424, arts. 30,
en la introducción al Libro 11, y 33, cuyo texto establece: "El juez de la
á autorizar a la autoridad de prevención que postergue la detención de
o el secuestro de estupefacientes cuando estime que la ejecución inmediata
medidas puede comprometer el éxito de la investigación. -
juez podrá incluso suspender la interceptación en territorio a1,gentino de una
licita de estupefacientes y pemiitir su salida del país, cuando tuviere segu-
de que será vigilada por las autoridades judiciales del país de destino. Esta
deberá disponerse por resolución fundada, haciéndose constar, en cuanto sea
a calidad y cantidad de la sustancia vigilada como así también su peso".
L o ~ a d aquien
~ ~ ~ cree
, encontrar la consagración del principio de oportuni-
bre la base de la actuación del juez respecto a,.. secuestrono en el momento
e su conocimiento sino a posteriori, según convenga a la investigación".
rgo, dicho principio opera en ocasión de disponerse la persecución al extre-
oder dispensarla. En vez, el citado art. 33, id., sólo regula una modalidad de
en trance de ejecución y en nada afecta la vigencia del opuesto principio de
: todo delito de acción pública debe perseguirse.

den de presentación
2. En lugar de disponer el secuestro el juez podrá ordenar, cuando fnere
no, la presentación de los sujetos o documentos a que se refiere el artículo
pero esta orden no podrá dirigirse a las personas que puedan o deban
se de declarar como testigos por razón de parentesco, secreto profesio-
stado.
e requerimiento no puede dirigirse a las personas comprendidas en los
y 244, salvo los supuestos de excepción allí fijados. Imponerlo significaría
nerar dichas limitaciones al testimonio. Tampoco puede estar dirigido hacia el
do, ya que equivaldría a compelerlo a producir prueba autoincriminat~ria~~~.
o afecta derecho constitucional alguno el requerimiento de funcionarios poli-
les enderezado a la exhibición de los documentos de un vehículo, pues no se trata
requisa domiciliaria,sino de la identificación del automotors26.
or evidente error de impresión se menciona a los "sujetos" como requeribles
ra la presentación. Resulta obvio que la exigencia sólo endereza -amén de los
entos- a los " ~ b j e t o s " ~ ~ ~ .

nstodia del objeto secuestrado


3. Los efectos secuestrados serán inventariados y puestos, bajo segura
ia, a disposición del tribunal. En caso necesario podrh disponerse su de-

82' "La entrega vigilada de estupefacientes (art. 33 de la ley 23.737)", ED 173-893.


CCC, sala V, 2/9/2009, "B., A. J.", c. 37.500, difundido por el servicio de correo electrónico
e a Secretaria de Jurispwdencia, CCC.
" 6 CS, LL del 811 111991, f. 89.880, con nota de GONZALEZ.

LCVENE (h) y otros, Códigos..., t. 4, p. 67.


El juez podrá ordenar la obtención de copias o reproducciones de las cosas
secuestradas cuando éstas puedan desaparecer, alterarse, sean de difícil custodia
o convenga así a la instrucción.
Las cosas secuestradas serán &seguradas con el sello del tribunal y con la
firma del juez y secretario, debiéndose firmar los documentos en cada una de sus
hojas.
Si fuere necesario remover los sellos, se verificará previamente su identidad
e integridad. Concluido el acto, aquéllos serán repuestos y de todo se dejará cons-
tancia.
Tanto estas medidas como las anteriores sólo pueden ser ordenadas por el juez,
excluyéndose de las atribuciones perquisitorias del MP (art. 213, inc. e]).
El art. 2186, CC., establece que una de las modalidades de constituir depósito
es a través del decreto judicial que lo autoriza.
Si con posterioridad a la concesión del recurso la causa fue elevada al Tribu-
nal Oral por haberse clausurado la instrucción, la cuestión devino abstracta, ya que
los efectos no se encontraban más a disposición del juez que dictó la resolución en
pugnagz8.
La falta de inventario depara la nulidad del acto de apertura de cajas contenien-
do documentación secuestrada al allanarse, si el abogado defensor y la imputada
solicitaron expresamente presenciar dicho acto y el pedido se desestimó829.
Ver ley 20.785. Sobre el examen en el debate, con&. art. 385.
Interceptación de correspondencia
234. Siempre que lo considere útil para la comprobación del delito el juez
podra ordenar, mediante auto fundado, la y el secuestro de la
correspondencia postal o telegráfica o de todo otro efecto remitido por e1 impn-
tado o destinado a éste, aunque sea bajo nombre supuesto.
Ver comentario al art. 185.
Se disciplina una modalidad de cautela específica para los objetos indicados.
La inviolabilidad de la correspondencia epistolar y de los papeles privados se
halla asignada por el art. 18, CN, supeditándose a la ley la determinación de los ca-
sos y justificativos que autorizan a proceder a su allanamiento y ocupación; con más
propiedad, incautación a los fines probatorios. Este articulo es la ley que configura la
excepción a dicha garantía.
Se cumple antes de que lleguen al lugar o a las personas a quienes se destinang3';
no puede considerarse correspondencia cualquier pieza enviada por correo sino aque-
lla que comprende la comunicación de ideas, sentimientos o noticias de una persona
hacia otra; por eso las encomiendas no están protegidas, a menos que contengan
en su interior una carta cerrada; el término interceptar significa apoderarse de una
cosa antes de que llegue al lugar o a las personas destinataria^^^^.

CNPE, sala.4, LLdel241712001, f. 102.351, o DJ 2001-2-1271, f. 17.136.


8 2 T C C ,sala 1, JA 2000-IV-709.
En BO, "intercepcióii".
CNCP, sala IV, LL del 23/12/1999, f. 99.729, o DJ 2000-1-624, f. 15.106.
CNCP, sala IV, "Hemosid", LL del 3/1/2000, c. 1111, r. 1773.4, Boletín de Jurispmdencia
CNCP, Primer Trimestre 1999.
SECUESTRO

dencia, sino también a todo escrito, docume


r cualquier vía, sea al imputado por un terce

ondencia resulta abarcativo de la que se produce en forma


ica834.Por eso coincidimos con que debe mediar autorización judicial para
al correo electrónico; posee características de privacidad más acentuadas -
a postal, ya que para su funcionamiento se requiere un prestador de semicio,
re de usuario y un código o contraseña de acceso, que impide el acceso de
a Un particular no puede proceder a su invasión mediante métodos no

rtura y examen de correspondencia. Secuestro


.Recibida la correspondencia o los efectos interceptados, el juez pro-
a su apertura en presencia del secretario, haciéndolo constar en acta.
rá, por sí, el contenido de la correspondencia.
eso, ordenará el secuestro; en caso contra-
u contenido y dispondrá la entrega al destinatario,
tes próximos, bajo constancia.
el acta, ver art. 139.
etario ni ninguna otra persona (art. 185); úni-

que la correspondencia tiene con el objeto procesal;


e anodina, el juez la devuelve al interesado, sus representantes o parientes
(ver comentario al art. 178; no resulta aceptable excluir al cónyuge), de-
reflejar la entrega de la pieza en el expediente.
lo dispuesto por los arts. 355 y 356
s para la obtención de estos objetos
ostal o telegráfica, o todo otro efecto presumible-
e con o por el imputad-, y adquirirlos en orden
vestigación. Por ende, no pueden admitirse en juicio las cartas de particulares
straidas del correo o de cualquier portador particular; a su vez, las que no fueron
ntadas en juicio por terceros con el consentimiento
ato judicial. Alguna vez se admitió que el consen-
dose que el dueño lo había dado al portador, que-
do la prueba en contrario a cargo de quien lo afirmase838.Otras veces se decidió
no es suficiente demostración del expreso reconocimiento de sus dueños para la
cia, pues la prueba del consentimiento incumbe
incorporación de la carta839;este último criterio

Ver NÚÑrz, Código..., p. 208.


CCC, sala IV, 1511112004, "Redniello", RDP, LexisNexis, 1512005, p. 1835.
,1512005,p. 1833; C Fed., sala 11, 51612007,

'"CC, sala VI1,9/10/2008, "Abreu", RDP, AbeledoPerrot, 112009, p. 150.


aPlata,ED 131-168, f. 41.235, y CFCap.,

CCC, JAXXXV, p. 1035.


CCC, JA 60-249.
428 S -SECUESTRO Art. 236

parece más acorde con la garantía constitucional, pues correría grandes riesgos ad-
mitir que la mera tenencia traduce el consenti~nientotácito. Tanto esta hipótesis de la
expresa manifestación de la aquiescencia como la de las piezas sustraídas son apli-
cación de la doctrina en cuya virtud2se excluyen de la prueba los actos que derivan
de un delito (ver comentario a los arts. 172,225 y 230).
Si el destinatario de la carta la presentó en juicio, está claro que renunció a la
protección de su correspondencia y, por lo tanto, no se afecta disposición legal algu-
naS4O.Ocurre que él es quien tiene sobre las cartas o telegramas todos los derechos
de un propietario8".
Si la prevención procedió -durante un allanamiento ordenado por el juez- al
secuestro y apertura de una encomienda recibida por la imputada, se produjo un caso
de invalidez absoluta, declarable de oficio y en cualquier estado del procedimiento,
pues debió limitarse a secuestrarla y llevarla ante el magistrado inte~iniente,úilico
facultado para proceder a su in~pección*~~.
Intervención de comunicaciones telefónicas
236. El juez podrá ordenar, mediante auto fundado, la intervención de
comunicaciones telefónicas o cualquier otro medio de comunicación del impu-
tado, para impedirlas o conocerlas.
Bajo las mismas oondiciones, el juez podrá ordenar también la obtención
de los registros que hubiere de las comunieaciones del imputado o de quienes se
comunicaran con
En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos en los arts.
142 bis y 170 del Código Penal de la Nación, o que tramiten en forma conexa
con aquéllas, cuando existiese peligro en la demora, debidamente justificado,
dichas facultades podrán ser ejercidas por el representante del Ministerio Pú-
blico Fiscal, mediante auto fundado, con inmediata comunicación al juez, quien
deberá convalidarla en el término improrrogable de veinticuatro horas, bajo
pena de nulidad del acto y consecuente ineficacia de la prueba introducida a
partir de él8".

a) Principios generales
El art. 18 de la ley 19.798 de Telecomunicaciones establece su inviolabilidad,
aunque autoriza su interceptación ante el requerimiento de juez competente; a su
vez, el art. 19, id., prohíbe utilizar por otra persona que no sea su destinatario, el con-
tenido de cualquier comunicación confiada a los prestadores del servicio, imponién-
dose el secreto para quienes se desempeñan en dichas empresas (arts. 20 y 21); este
deber de secreto no puede oponerse al informe proporcionado por la empresa presta-
dora del servicio, requerido por un magistrado, siempre que no se aparte del objeto
inequívoco de la medida845.Por eso se ha decidido que las expresiones utilizadas en
el marco de la intimidad telefónica, no destinadas por el autor a que se comuniquen

w T C C ,JA 1950-IV-651, f. 12.346.


PARRY, "Ensayo de una teoría general de la correspondencia", JA 1918-1-781
TOC Fed. Paraná, LLdel2611011998, f. 98.004.
*" Párrafo incorporado por ley 25.760 (BO del 111812003).
'" Párrafo incorporado por ley 25.760, ari. 7'.
TOC nro. 9, con disidencia del Dr Ciarcia, LL del 3011012000, t 101.109.
SECUESTRO .

terceros, son inadmisibles en La necesidad de la orden judi-


a cede en su estrictez, desde luego cuando se trata de casos urgentes. De
al igual que en los supuestos de allanamientos previstos por el art. 227 y
cia del juez, pueden cumplirse por la autoridad preventora (confr.
texto según ley 25.434, que reproduce de manera íntegra el
ente, el inc. 5" en su redacción y añade el art. 230 bis) o -
. 212). Una vez que el juez adquirió noticia de la intercep-
ecidirá si se mantiene o debe cesar. Para su incorporación debe
la misma forma que enel caso del art. 234, sobre todo porque se está
o dentro del proceso penal y no fueras4'. El juez no puede disponer esta
oficio; debe mediar, cuando menos, requerimiento fiscal para instruir848.
ley 25.520849establece en su art. 5' que las comunicaciones tele-
ostales, de telégrafo o facsímil o cualquier otro sistema de envío de objetos
sión de imágenes, voces o paquetes de datos, así como cualquier tipo de
stros y10 documentos privados o de entrada o lectura no
es al público son inviolables en todo el ámbito de la Repúbli-
cuando mediare orden o dispensa judicial en sentido contrario.
. 18 estatuye que cuando en el desarrollo de las actividades de inte-
contrainteligencia sea necesario realizar interceptaciones o captaciones
icaciones privadas de cualquier tipo, la Secretaría de Inteligencia deberá
pertinente autorización judicial. Tal autorización deberá formularse por
star fundada indicando con precisión el o los números telefónicos o direc-
ctrónicas o de cualquier otro medio, cuyas comunicaciones se pretendan
tar. El mismo ordenamiento preve la posibilidad de que la Secretaría
apelar de la denegatoria para cumplir esta tarea (art. 19). El art.
un plazo de sesenta (60) días, con caducidad automática, para cumplir
o captación de la comunicación; el plazo es prorrogable; vencidos
plazos, el juez ordenará la iniciación de la causa correspondiente o, en
trario, ordenará, a quien estuviera obligado a hacerlo, la destrucción o bo-
los soportes de las grabaciones, las copias de las intewenciones postales,
imil o cualquier otro elemento que permita acreditar su resul-
enes emitidas serán enviadas a la Dirección de Observaciones
mediante oficio firmado por el juez, con instrucción precisa y deta-
dicha tarea, deberán indicarse los números a ser intervenidos, a fin
arel cometido (art. 22). El régimen aprobado por ley 25.520 altera, en buena
de la tarea perquisitiva establecida en el Código:
ir de la denegatoria de la prueba.
Fija un plazo de caducidad -prorrogable- a cuyo vencimiento el juez tiene
descuenta si no las estima pertinentes o útiles- el borrado de to-
Os registros realizados.
omentarios a los arts. 199 y 207.

CCC, sala VI, JA 1981-11-333, f. 30.384.


Confr. D'ALBORA, "Sobre la prueba ilícita en el proceso penal", Revista del Colegio de Abo-
San Isidro,libro homenaje XXV aniversario, Buenos Aires, 1991, ps. 1271139.
CFed. General Roca, LL del 8/2/2001, f. 101.494, o DJ 2001-1-990, f. 16.624.
BO del 6/12/2001.
b) Plazo
Es importante atender al período por el que se dispone la medida; si las escu-
chas no responden a una orden del tribunal, su legitimidad se ve resentidass0.Parece
razonable aceptar que el plazo máxiho para la duración de esta medida no puede
exceder el asignado al juez para concluir la instrucción, esto es, cuatro meses, pro-
rrogables por otros dos, conf. art. 207ss'.
c) Fundamentaeión
Si bien todas las medidas para investigar un suceso hipotizado como delito
encierran riesgo, por la eventual lesión que pueden provocar a las garantías constitu-
cionales, la prevista por el art. 236 debe ser la más propensa a afectarlas.
Por de pronto, quien practica la pesquisa puede olvidar el apotegma del proceso
penal inherente a un Estado de Derecho: es válido investigar hechos para determinar
quiénes son los responsables; en vez, resulta írrito proceder a la inversa e investigar
a un particular para cerciorarse si incurrió en algún episodio reprensible.
Este último enunciado advierte que así se trastoca el único método aceptable
para perquirir, al tolerarse verdaderas inquisiciones a partir de un dato, la mayoría
de las veces no despojado de un subalterno propósito político o de un inaceptable
mérito -salvo para quienes adhieren al "derecho penal de autor'< de los ante-
cedentes policiales. Es que si bien desde el punto de vista histórico o natural, todo
acontecimiento objeto de proceso penal contiene, en forma inescindible, tanto una
materialidad como su imputación -aunque sea a persona indeterminada-, un or-
denamiento que se precie de civilizado debe poner siempre por delante al asunto.
Cada vez que estas pautas no se observaron, con escrupulosidad, la memoria del país
guarda recuerdos ingratos.
Garrido, Guariglia y Palmieri, con acierto, subrayan que coadyuva a la inquie-
tud deparada por el estado actual de las cosas "...la ausencia de una nonna penal que
reprima específicamente la intervención irregular de las comunicaciones teléfónicas
o personales, en su conjunto, por un lado -laguna de punibilidad que no queda
cubierta por los arts. 153 y 197, CP, por imperio del principio de legalidad que pros-
cribe una interpretación y aplicación extensiva de los tipos penales-", a lo que se
adosa la defectuosa reglamentación de las atribuciones establecidas por el art. 236852.
Como criterio para no descuidar ind~can,entre otros, la notificación al afectado, en
la primera oportunidad posible de la medida decretadags3.La primera observación
de dichos autores es indiscutible; tan sólo podría añadirse a la eventual responsabili-
dad penal, el anodino abuso de autoridad (art. 248, CP) al adoptasse una resolución
contraria a la CN. La ultima también, siempre que exista, cuando menos, un atisbo
de legitimación pasiva del penalmente perseguido a través de lo que marca el art. 72.
Todas las dificultades abordadas no son exclusivamente vemáculas, al punto
que en España se han suscitado muy análogas, habiéndose señalado, como criterio
morigerador de excesos, la determinación precisa del ámbito subjetivo de las investi-

CNCP, sala IV, ED 170-520, f. 47.626; id, id., LL del 301511997, f. 95.443: si tampoco fue
sugerida por la fiscalía ni por la querella.
TOC Fed. Mar del Plata, JA 1999-IV-680, con nota de Oldano, ya citado.
'" ' < otitrol judicial de las ~ c t iidades
\ prcveniiiai y de in\c~tigaci6iipoli~islcse11 el imbiro dc
ia iiiuicio nacio~ial) t>deral", ;ti ('m,rii,l Je,,~<i<rii~i~uJc. /u>,~rxrii~rii,?o> ~ < l Je 10
d s r ~ i l ~ ; ditiroior
~&ública~ r ~ e n t i nrcunión
á, del 7 y 8 de abril de 1997, ~uenosxires,1997, &91 y SS.
Op. cit., p. 104.
SECUESTRO

,ya que no es posible "someter a un conjunto indeterminado de ciudadano


as que afecten el ejercicio de sus derechos fundamenta le^"^^^.
unque el art. 206 arbitra con suma amplitud la incorporación de elementos de
no significa que dicha actividad pueda canalizarse a través de medios ilicitos
su secuela, conforme lo explicita la doctrina de los frutos del árbol veneno-
lladar para impedir probanzas que padezcan aquel estigma es respaldado -
gún pronunciamiento retaceador del principio general admitido--- por la
do a uariir del caso "Monte~earo"~~~. Con bastante antelación el CPCC
al juez facultad de disponer cualquier arbitrio, bien que a salvaguarda
ral, la libertad personal de los litiganres o de terceros o de una prohibición
(art. 378, id.).
otivación es una de las primeras condiciones inherentes al auto que dis-
intervención telefónica; si falta se transita por el sendero de la arbitrarie-
ompatible con un ejercicio racional del pode; dentro del modelo republicano
3 CN), y se impone declarar su invalidez aun cuando la dispusiera el secreta-
uzgadoSs6.Dado que el sujeto activo del acto es el órgano judicial, debe ser
escuche, aunque luego de registradas en una cinta magnetofónica por la
Esto no significa que el magistrado no pueda autorizar a la prevención a que
che directamente. Si así ocurre, la medida deberá tener por objeto grabar o
bar y escuchar, como único modo de ejercer la función de contralor que le
be -fiscalizar la actuación de quienes la ejecutan y determinar la necesidad
tenimiento- y convertir los datos obtenidos en objeto de un medio de
diferencia de lo que ocurre con la correspondencia (arts. 234 y 235) en
esulta posible sólo al iuez enterarse de su contenido -las piezas circulan bajo
a-, e n este caso latécnica impone que en su interceptación actúen personas
as. auienes. inevitablemente. uueden tomar conocimiento del contenido de las
conversac~onesal cumolir sus funci'ones: de ahí aue la Lev de Telecomunicaciones,
(ari. 378, CPCC) imponga el secreto para quienes se desempeñen en empre-
stadoras del servicio. Con todo, resulta imposible construir una regla abs-
ta. ésta debe establecerse, caso por caso, si el procedimiento impide a la defensa
a CNCP estima que cubre la exigencia de fundamentación decidir esta medida
te el requerimiento de la policía si se efectuó una clara alusión y referencia precisa
tenido de la nota presentada por la autoridad preventora; no se trata de una
Ón genérica a las constancias de autos como razón determinante de lo resuelto
'do ni la referencia se produce de un modo general, vago e inexactoss8.
comentario a un fallo del TOC Fed. Mar de Plata8s9,Sivo enmarca la proce-
extensión de la medida. En cuanto a aquélla, señala: 1) que las comunica-
es sean del imputado; pero no hace falta la suficiente identificación y procede, en
os momentos de la pesquisa, aun ante la carencia de individualiza~ión~~~;
"" G ~ ~ \ ~ \ ~ . E L -$KC SFKK\V.),
LLII ~ ~ ~91
/ ' ~ > D I ~ C I I I I U ps. ~ >95~ ~)> , 108:
, ser fallo :tnrri cirddo del
. . LL dr.112 10 1999, i. 99.465
Tribunal C'onsiitiicioiiai de Esiiai,a.

del 2611211997, f. 96.538.


ala 111, 241311994, "Tellos, Eduardo", c. 65, r. 99; SJP, LL del 221311995, f. 92.988.
SECUESTRO

debe evitarse sustentar la orden en un Itainado anónimo o en endebles fisgoneos


policiales, como lo hace la CNCP, sala IIIS6';resulta opinable que el fundamento
pueda nacer del mismo decreto o de otra pieza procesal de la cual surja con claridad
el soporte que avala la medida y, mucho más, si se invocan constancias ammadas al
proceso con anterioridad al dictado del auto; esta última exigencia abre la puerta a
mayúsculas arbitrariedades; i d , con algunas acertadas salvedades para garantizar la
defensa, CNCP, sala P2.
Las grabaciones de conversaciones telefónicas, aun desconocidas por los
imputados, siempre serán susceptibles de debate en el juicio oral y público, en
conjunto con otras comprobaciones enderezadas a confirmar o desvimiar dicha
autenticidad863.Si se desconocen y no han sido autorizadas por el juez, podrían im-
plicar violación a la garantía del art. 18, CN, siempre que el interrogatoño estuviera
destinado a lograr la i n c r i m i n a ~ i ó n ~ ~ .
Se ha dicho que en el caso de estupefacientes, la autenticidad establecida por
el art. 26 bis de la ley 23.737, modificada por ley 24.424, cubre las grabaciones rea-
lizadas sin cumplir los requisitos previstos por los arts. 123 y 236865.No obstante,
aquel texto, al exigir, precisamente, la comprobación de la autenticidad tanto de ias
grabaciones como de las fotografias o filmaciones, resguarda contra cualquier exce-
so, cercano al desliz judicial, si se hubiese obviado la fundamentación.
Tapia recuerda que las comunicaciones privadas se hallan comprendidas dentro
de la esfera de protección de los derechos de los arts. 12, DUDH, y 17, PIDCP866.
Afirma que comunicaciones telefónicas comprenden no sólo a las efectuadas por di-
cho medio, sino a todas aquellas conversaciones privadas entre dos personas a través
de cualesquiera de las modernas formas de interconexión, sea mediante la interven-
ción de micrófonos que permita11 registrar el diálogo o que el Estado brinde a los
damnificados el soporte técnico necesaio a efectos de lograr el material incnmina-
torioX6'.Advierte que la cuestión más controvertida en este tópico es la referente a los
hallazgos casuales; y refiere el acuerdo doctrinario acerca de que tal descubrhiento
sin autorizaciónjudicial en sentido estricto resulta inválido como anoticiamiento868;
queda a salvo que los resultados del hallazgo no podrán ser utilizados jamás en
perjuicio de los imputados. Bajo el mbro de espionaje de comunicaciones analiza el
caso "Wowe", en el que las grabaciones efectuadas por otro juez fueron valoradas

. ED del 71712000, DPPC, f. 148; id., LLdel3011012000, f. 101.098.


JA2000-11-491.
863 CNPE, sala A, LL del 19/2/1999, f. 98.368, con nota de QUEVEDO MENDOZA, "Mérito para
la elevación a juicio e interceptación de comunicaciones", quien apunta acertada la solución, pues
la orden judicial, eti lo posible la presencia del juez en el desarrollo de la diligencia o, al menos, la
del secretario v la intervención de tkcnicos desimados esoecialmente Para realizar las ooeraciones.
"...tr;irisniireal objctu (cinta ~ r d b ~ d y< $al) isirito r:spiili\ U (3112) la ~31i<lacl
d i 1111 instrumeiiio público
tan. Y79, iiic 2'.. <:C.J . .."...S uuici~ -
. uiiiera ".. vrubar Iicclius que sc cuntr;ivon~!;ir~a los uue surtien dz un
instrum&to público..." debe "...aportar el material que demuestre la falhdadde éste..!'.
CCC, sala VI,LL del 26/3/1999, f. 98.522.
TOC Fed. Mendoza, nro. 1, DJ 1998-2-245, f. 12.915.
"Interceptación de comunicaciones privadas en el proceso penal: cuando la ley 'olvida' las
garantías", DPPC, ED del 281412000.
V. el fallo de la CCC, sala V del 911 111995, citado en la n. 12.
86V.nn. 58 relata la opinión adversa de Montero Aroca y menciona un precedente acorde con
ese autor del Tribunal Supremo español.
SECUESTRO

o de culpabilidad por la CNCP, sala IVS69.Ello aunque formula dos repa-


quien lleve a cabo las grabaciones no se atribuya la actividad investigativa
pondiente al Estado y se excluyan las tendientes a extraer una determinada
ración del imputado en que se a u t o i n ~ r i m i n eEn
~ ~ cuanto
~. al desconocimiento
voz. vodría ser dilucidado a través de una experticia sin que pueda considerarse
a sobre el imputado suministrar el material de cotejo, pues n o está obligado a -
na conducta activa. Censura que no se señalen los delitos que habrían de justi-
a intromisión y la definición de las categorías de personas susceptibles de ser
idas a la diligencia, cita un fallodel TEDH.
n todo caso, el juez no puede fundar su decisión en la certeza moral de que el
está incurriendo en delito, sino en un cúmulo de circunstancias que demues-
n grado de probabilidad compatible con el comienzo de la pesquisa, que el
se está por cometer o se halla en curso de ejecucióna7'. Una orden de registro
comunicaciones telefónicas sólo puede ser válidamente dictada por un juez
o median elementos objetivos idóneos para fundar una mínima sospecha ra-
ble872.El auto fundado se cumple cuando la remisión a circunstancias o cons-
as resulta clara, precisa y concretaa7'; 2 ) que la orden emane del juez, y 3 ) que
o auto sea fundado a fin de evitar que "Primero se escucha, luego se inculpa". En
nto a la última expresa que "no hay forma de sostener que el art. 236 cumple con
preceptos de la Carta Suprema; al menos faltarían la probable y concreta utilidad
e esas llamadas para la comprobación del delito y la escucha/selecci6n por parte de
uez en presencia de un secretario que lo haga constar en acta". Debe evitarse la
rceptación de comunicaciones de quien no es imputado; mucho más "...que se
an los hechos confoime a los resultados de la inte~vención"~~~; con ulterioridad,
mo TOC Fed. Mar del Plata decidió que un anterior rechazo del pedido de
d no impide su consideración, en tanto no ha precluido el derecho al replanteo
uevas pruebas lo ameriten, ni enerva las facultades del tribunal para proce-
ratamient~~'~. La correcta comprensión de este precepto exige atenerse a las
ecisas e inteligentes de Sivo.
ntoya --con pulcritud- subordina la escucha a que el ordenamiento pre-
los siguientes requisitos: "1) estar destinadas a delitos sumamente graves, por
o toda interceptación conlleva la lesión de un bien constitucionalmente prote-
imitadas por la ley, en cuanto a la duración en el tiempo de las medidas or-
enadas; 3) determinarse el lugar en el cual se colocarán y desde donde se escuchará;
las personas que pueden llevarlas a cabo; 5) qué sistema técnico será empleado;
deben ser excepcionales, aplicándose el principio de subsidiariedad, tratando de
tilizar otros medios menos traumáticos; 7) deben ser ordenadas por escrito y debi-
amente fundadas por el juez competente, al igual que sus prórrogas, porque se están

V. n. 62, donde se menciona el caso "Stanislawsky" de la sala l.


'O V. n. 63 y n. 64 en los que se señala de adverso el precedente de la CCC, sala 1, DJ 1999-3-

' CNCP, salal, DJ 2001-1-899, f. 16.591.


CS, "Quaranta", Fallos 333:1674.
'"CNCP, sala 11, ED del 71912000, DPPC, f. 136; id, id., LL de! 2911012002, f. 104,642; id., id.,
del 25/6/2002, f. 51.516.
Garantías, de regreso a casa".
JA 1999-IV-677, con nota de OI,DANO, L ' E ~ ~telefónicas:
~ ~ h a ~extensión de la it
quien recuerda que ciertas legislaciones -Francia, Alemania y España- fijan el plazo.
434 SECUESTRO Art. 236

restringiendo derechos fundamentales, excepto en casos excepcionales de urgencia,


a los cuales la ley se referirá con el correspondiente informe al juez en breve tiempo;
8) respetar la minimización, es decir se debe escuchar sólo aquello que tenga rela-
ción con el caso investigado; 9) evita~lamanipulación y entregar las cintas directa-
mente al juez; 10) una vez concluida la operación, notificar a la defensa a fin de que
presente las oposiciones que considere necesaria^"^'^.
García señala como recaudo la intervención de un juez con carácter previo a
la interceptación, salvo que alguno de los participantes tome el registro antes de
presentarlo como prueba o ponga sobre aviso a un tercero de la conversación que
tendrá lugar, a fin de conocerla y, en su caso, registrarla; el control judicial posterior
siempre es imperativo al momento de evaluar la adinisibilidad en juicio de los datos
o registros obtenidos (en una disidencia, el Dr. Tragant se inclina por la nulidad del
auto que ordena las escuchas si carece de la firma del juez; estima, con acierto, que
los elementos para formar convicción no pueden, en principio, ser censurados en
casación, aunque la soberanía del tribunal de juicio termina con la arbitrariedad si
omitió precisar en forma expresa las razones determinantes de la inter~eptación)~~~.
Corresponde señalar que es difícil definir la urgencia que habilitaría a la fiscalía o a
la policía para llevarla a cabo; puede disentirse en cuanto a la premura, aunque jamás
en punto al mantenimiento o a la cesación, luego de que el juez adquirió noticia de la
cumplida por aquellos órganos. La orden debe ser fundamentada -remite a Gonzá-
lez C~ellar-Serrano-~~~, determinar quiénes serán sus sujetos pasivos; la ejecución
debe encomendarse por escrito, salvo que el juez proceda personalmente, aunque
se impone acotar su límite en el tiempo con precisión; el control judicial debe ser
constante e inmediato. Jamás puede eliminarse el correspondiente al afectado por
la medida, aun cuando cabe postergarlo hasta que se cumpla sobre los registros o
copias879.La fundamentación se cubre con la solicitud de los funcionarios de seguri-
dad que intewienen en la investigación --desde luego si es atendible- o cuando el
magistrado lo sostenga por medio de un argumento que demuestre su necesidad; de
lo contrario resulta nula la escucha8s0.
El Tribunal Constitucional de España, en pleno, sentencia del 51411999, ha
coincidido, en esencia, con los criterios antes asentados. Fijó que el secreto de las
comunicaciones debe estar presidido por el principio de legalidad, cuyo respeto re-
quiere una ley de singular precisión, de forma que utilice términos suficientemente
claros para indicar de manera precisa en qué circunstancias y bajo qué condiciones
se habilita a los poderes públicos a tomar tales medidas. Afirmó que se viola el
ordenamiento jurídico español si no se definen las categorías de personas suscep-
tibles de ser sometidas a escuchas telefónicas, ni se fija limite a su duración, ni se
determinan las condiciones que hubieran de reunir las transcripciones de las conver-

"Informantes y técnicas de investigación encubiertas como iniciativa para combatir el crimen


organizado", LL Actualidad del 91311999.
DJ 2000-2-462, f. 15.587; v. LL2000-E-811, f. 101.098, o DJ2000-3-1151.
"' GONZALEZ CUELLAR-SERRANO, Proporcioilalidad,p. 225.

año 111, nro. 6, ps. 405 y SS. y -2' parte- año 111, nro. 7, ps. 719 y SS.
CCC, sala IV, "Millie, Antonio", JA del 231411997, p. 62; CNPE, sala A, LL del 231211998,
f. 96.666, o JA 1998-11-516, con disidencia de Hendler, porque no surge de la solicitud formulada por
la autoridad policial la existencia de fundadas razones.
SECUESTRO

nes interceptadas, ni las relativas a su utilización; deben explicitarse al adopta


ervención por qué son necesarias para conseguir un fin legítimo; además veri-
rse que la decisión judicial apreció razonadamente la conexión entre el sujeto o
tos que se ven afectados por la medida y el delito investigado -presupuesto ha-
ante-, para analizar luego si el juez meritó tanto la gravedad de la intromisión
mo su idoneidad e imprescindibilidad para asegurar la defensa del interés público. -
O basta invocar la necesidad genérica de prevenir o descubrir delitos o despejar - las
has sin base objetiva; elcontrol judicial es indispensabless'.
hez CapelSs2,recuerda que en los EE.UU. "...fue menester dictar la Omnibus
ime Control Act de 1968..., estableciendo un régimen de autorizaciones judiciales
evio a la adopción de dichas medidas, sujetas éstas a la demostración de que se
aya perpetrado un delito, a la especificación de las medidas de control que deberán
starse a cada caso, debiendo la orden judicial especificar el contenido y duración
la medida de escucha, grabación o filmación, quedando facultado el ciudadano
egarse a declarar, cuando la citación se funde en una intervención de este tipo".
La CNCP, sala 1, afirma que resulta fundamento suficiente una denuncia anó-
a y las declaraciones prestadas por un testigo de identidad reservada; cuando el
ez de instrucción se enfrenta con la posibilidad de ordenar una medida restrictiva
e los derechos fundamentales, basta con mencionar el cúmulo de circunstancias que
emuestren su razonabilidads". Bien entendido que diferente será la valoración al
mento del art. 398.
acepta remitir a otra pieza procesal de la cual surja con claridad los funda-
; puede emerger de incontrovertibles constancias arrimadas al proceso con
erioridad al dictado del auto, siempre que la necesidad resulte derivación lógica
lo actuado hasta el momentoss4.
onesponde revocar la resolución que decretó la nulidad de la intervención
de la cual continúa el proceso penal, si se sustentó en el extravío de la foja
donde se hallaba la resolución que la disponía y no se arbitraron medios conducentes
a la reconstmcciónss5.
d) Conservación
Puede ordenarse la transcripción verbal del contenido de las comunicaciones
objeto de las escuchas. Para dar fe del contenido del registro sonoro, no hay otra for-
ma admisible que actuar a través de la regla general del artículo 138. Esta facultad no
hace factible proceder de cualquier forma sino conforme a las reglas generales de la
instrucción y por reglas especiales análogas. Si el juez escucha directamente el con-
tenido de la comunicación, su actividad reviste las características de la inspección
dicial, y para ser incorporadas al proceso debe procederse por acta (arg. arts. 216
fne, 138,200 y 392). Si el contenido de las conversaciones se registra en aparatos
para conservarlas, las cintas deberán recogerse para asegurar su identificación e in-

LL del 2211011999, f. 99.465. La disidencia, con precisión, seRala que'las carencias de la ley
no pueden iieutraliierse aun pur niedio de una actuación juclizial pnnicuinrmente respetitusd del priii-
cipio de proporcioiialidad 9 iiuswu ver. esta últiina fra~vic a11iold:i a la peculinr i t u n ~ i o ngeriersda
Por la pobreza del art. 236.
"E1 derecho a la intimidad y las intervenciones telefónicas", JA 1998-111-643.
LLdel 101612002, f. 103.865.
8w CNCP, sala 1, "L., C. A,", JA del 7/6/2000, p. 64.
CS. 181712002, "Mane, Domingo L.", LL de1 2911012002, f. 104.637.
SECUESTRO Art. 236

mutabilidad; por ende, deberá labrarse un acta donde conste modo, tiempo, lugar del
registro y medio de comunicación inspeccionado (conf. art. 233). Sin embargo, no
puede ventilarse a través de la intervención "...la vida privada de los intervinientes en
la comunicación, cuyo contenido freppentemente puede corresponder a la actividad
del afectado desplegada durante día$ semanas o meses" y sólo deben incorporarse
"...las conversaciones cuyo contenido se relacionen con el objeto del j ~ i ~ i o . . . " ~ ~ ~ .
La CNCP, sala 11, amerita que el art. 236 es reglamentación legal suficiente de
la garantía tutelada por el art. 18, CN; al extremo de que no se debe dar intervención
a las partes al transcribir el contenido si es resultado de una orden judicial, pues
siempre podrían discutirlo en el momento fijado por el art. 354"'; ial decisión no
encuentra amparo ni a través del art. 202, ya que, por su naturaleza, debe estimarse
un acto irreproduciblexxx. Más prolijo deviene lo decidido por la CNCP, sala 1, pues
invoca el carácter reservado de la actividad -art. 204-- y reclama habérseles hecho
conocer a los imputados en ocasión del art. 294sS9. Lo cierto es que este precepto no
prevé la transcripción de las conversacionesx90.
La escucha no es un medio de prueba autónomo sino utia diligencia accesoria
de coerción real -medida conservatoria- para acceder a todo dato ---elemento-
que posibilite adquirir cexteza.
Lleva razón el fallo del TOC nro. 9 cuando descarta que las escuchas sean peri-
cias en el sentido del art. 263. Si el juez recibe sin mediación el diálogo, la tarea asu-
me la impronta de la inspección judicial (art. 216), pues se trata de una percepción
cumplida por el magistrado a través del sentido del oído. Empero, la incorporación
al proceso reclama --como única forma de facilitar el control ulterior y la contradic-
ción- que se registre el contenido a través de acta (art. 138). Si, en vez, por alguna
circunstancia, se perdió el documento magnetofónico y sólo se cuenta con su registro
en un instrumento que objetive la conversación lícitamente, la labor se acerca a fa
pericia informativa autorizada por el art. 476, CPCC. Por ende, también sería éste un
medio apropiado para meritarla de acuerdo al régimen de la libre convicción (arts.
241,263, inc. 4", y 398). Resulta encomiable la preservación del derecho a la intimi-
dad -vale el giro "incorpore como prueba sólo las conversaciones cuyo contenido
se relacione con el objeto del juicio"-, y el esmero en resguardar la reserva de las
conversaciones entre imputado y defensor, sean inmediatas o mediatas. En la actuali-
dad, la opini6n de Clariá Olmedo, recordada en el fallo del TOC nro. 9 -"Las leyes
no ponen límites, como ocurre con la correspondencia, en lo relativo a la docurnen-
tación procesal de lo captado con la intervención telefónica"-, en cuanto exceptúa
tales diálogos de la protección deparada por el art. 18, CN --como manifestación de
la inviolabilidad de la defensa-, resulta preterida. En efecto, la cita de Manzini con
que el maestro respaldó su tesis -"No se excluyen por tanto las correspondencias
telefónicas entre defensor o consultor técnico y defendido, aunque no se las pueda

TOC nro. 7, 141511997, "Rodn~uez,Constantino", c. 412, LL del 221811997, f. 95.808: se


añadi; que la garanris JL.la deienu 3scgur3 al lmpu13Jo u11 irnhito de 11tii.n.id prrs acceder 31 consejo
protc,ion~l, libre Jc roda inier;nc,s r.~wwly. en esos ii~ides,g u l a di. innii~riid.+ilincluio ireiite a los
jueces; el exceso dcpara nulidad absoluta -&s. 167, inc. 3O, i168, pám. ZO-.
LLdel311811999, f. 99.221, oDJ 1999-3-235,f. 14.607.
'88 Parcialmente en contra TAPIA, "Interceptación de comunicaciones...", ED del 231412000,
DPPC, nota 14, con cita de la CFed., sala 11, del 1911211997.
DJ 1999-2-1106, f. 14.466.
CNCP, sala IV, DJ 2000-1-417, f. 15.009.
SECUESTRO

n el proceso si su contenido no es criminoso por si mismo'- no basta para


r el corolario; sobre todo cuando el autor italiano considera a esa prudencia
"trasnochados resabios de las ideas de una época"891.Por el contrario, una
ción progresiva del garantismo procesal penal pone en claro su superación.
cuestiones, contempladas en este fallo, de innegable interés, son las expuestas
re los siguientes tópicos: a) caracterizar como inadmisible un pedido de inefica- -
de la orden, cuando se explicitan los fundamentos que la respaldarían. A nues-
ver, las nulidades absolutas bastan con enunciarse: se denuncian no se instan;
h) obturar la lectura en el debate si no fue propuesta tcmpestivainenre. Se siguc una
línea dirigida a restringir la iniciativa probatoria del iribuiial de iuicio: acotándola a
ngir la-lectura a los actos procesales válidos en recta

un fallo de la CFed., sala 11, en que se desestimó la nuli-


ersaciones entre abogado y defensor por no haberse
al Colegio Público de Abogados; empero advierte que
1 del 11/3/1998, resolvió recomendar a los juzgados tal
de resguardar el derecho de los clientes y de la debida
io; en sentido contrario se pronunció la CNPE, sala A,

luego debe excluirse transcribir diálogos entre el imputado y quienes no

ituyen documentos en sentido lato, caracterizados por tratarse -cuando


as- de un sistema de reproducción de la voz sobre una cinta magneto-
1 reconocimiento de las voces, conforman peritaje895.
cible de la diligencia destinada a
cumplido en el extranjero; en tales
1juramento, la aceptación del cargo ante el juez o el
1, pues se trata de un supuesto encuadrable como pericia informativa -a nues-
r autorizada por el art. 476, CPCC-896.
e) Registro de llamadas efectuadas
El fiscal no puede requerir los registros de llamadas entrantes y salientes por ser
una medida expresamente reservada al órgano jurisdiccioual (art. 236, párr. 2°)897.

Derecho..., t. 111, ps. 7341735.

42 (por error refiere al art. 243) se circunscribe a la prueba testimonial; SJP, LL del
;RDP, LexisNexis, 812006, p. 1487.
O" CARBONE, "Posicionamiento judicial actual ante la identidad personal en referencia a la voz y
eritación obtenida en escuchas telefónicas", ED 173-1072, quien recuerda un fallo de la CCC, sala
que asignó mirito a dicha experticia para dictar prisión preventiva, op. cit., nota 10; también nota 8.

A 1995-1-891y SS.;véanse los antecedentesjurispmdencialesindicados en sucap. VI;


"El valor de la prueba pericia1 por informes respecto de la identificación por medio de la

8, "Pérez", c. 33.587, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaría


SECUESTRO

Debe ordenarse a través de una decisión fundada y existir una investigación en


trámite en la que existan elementos objetivos y suficientes que determinan la nece-
sidad de adoptarla89a.
f ) Grabaciones por particulares'.
Cuando la grabación proviene de un particular sin consentimiento del imputa-
do, puede ser considerada como indicio y cotejado con las restantes evidencias, a los
fines del dictado de la medida prevista en el art. 30G899.
Siempre queda a salvo el valor indiciario de la grabación de la charla aún no dis-
puesta por orden judicial, aunque se mengüe su mérito para acreditar la materialidad
del hechomu.Si se produce entre imputado y víctima, no importa intromisión en la
privacidad, pues resulta equiparable a obrar en legítima defensa"'.
Si a la intervención telefónica no se llega como consecuencia de hechos mí-
nimamente acreditados en la causa, sino que, por el contrario, el legajo se arma de
acuerdo con sus resultados, se conforma un supuesto de nulidad absolutago2.Sin
embargo, se estima extraño a la órbita de las nulidades el valor probatorio asigna-
ble a una filmación efectuada por un equipo periodístico televisivo; se la considera
excluida de las prohibiciones probatoiias por guardar parangón con el grabado de
las comunicaciones; además se la acoge por aplicación del principio de no taxati-
vidad de los medios de prueba. En sentido similar, la CFed., sala 1, afirma que los
particulares no soportan los límites normales establecidos por la ley procesal penal
y parece irrazonable exigirle al periodismo la obtención de una orden judicial para
cumplir con una investigación como también hacerle saber sus derechos al interlo-
cutor antes de conversar con él; cree que el riesgo de la delación está asumido por
el interlocutorgo3.Sorprende que se tolere a cualquiera lo que no se acepta para la
fuerza de seguridad; ignoramos si la jurisprndencia norteamericana citada permite
tal desborde; aunque cabe remitirse al último párrafo del comentario de este articulo.
En vez, estamos convencidos de que el texto de la ley 19.748 garantiza la inviola-
bilidad de las comunicaciones telefónicas o cualquier otro medio de comunicación
del i n ~ p u t a d oAquel
~ ~ ~ . corolario resulta cuestionable; por un lado, lo concerniente
a la permisión por no afectar la veda probatoria es aserto dogmático y no se ve su
relación con la falta de taxatividad de los medios de prueba. Parece osado tolerar la
abrupta intrusión de los llamados medios de comunicación en la pesquisa de delitos

de Jurisprudencia, CCC. Pese a considerar factible que la medida sea ordenada por el fiscal, la CCC,
sala 1, ante la existencia de precedentes contradictorios de la CNCP y para evitar eventuales nulidades,
sugiere que la medida sea practicada por el Órgano jurisdiccional (c. 34597, "Miguel";del 711012008,
difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jurisprudencia, CCC). En el mismo
sentido, CCC, sala I,711212009, "P., M. A,", RDP, AheledoPerrot, 512010, p. 882, en el que se cita el
fallo "Halahi" de la CS, 270.XL11, del 241212009, considerando 24; id, sala VII, 271312009, "S. R.", c.
36.280, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jurisprudencia, CCC. '
CNCP, sala 111, "Mitchell", citado.
899 CCC, sala VI, JA 2000-111-753.

CCC, sala IV, JA 1999-111-673,


CNCP, sala 111, JA2000-IV-697.
' O 2 TOC Fed. Paraná, LL del 2611011998, f. 98.004.

LLdel311811999, f. 99.223, o DJ 1999-3-333, f. 14.638.


Ver supra Q U E ~ UMENDOZA,
O escolio al f. 98.368, LL del 191211999.
SECUESTRO

'r en su licitud. Por otro, no puede vacilarse en que la defensa material de


e se ve cercenada a través de la sorpresa905.
'empre que responda a directivas del juez, la grabación es válida, aun si fueron
S por un particular. No empece la falta de consentimiento de quien resulta-
rado, pues no se contraviene norma constitucional o procesal alguna, sin
o de su valor probat~rio'~'. -
necesario atender a las particularidades del caso para excluir como prue-
grabación furtiva de una conversación, en atención al principio de libertad
atorya, siempre que el dato resulte pertinente y no medie prohibición lega1907;
incumbe, en todo caso, a los magistrados908.Se ha aceptado el
de la conversación grabada mantenida en un estudio jurídico, sin disposición
que se le desconoce como elemento incriminante en forma

considera que una vez iniciado un proceso penal, no pueden generarse cau-
ciales de investigación tales como la grabación obtenida su-
lcular que registra la confesión de quien revestía el carác-

Intervenci6n por el Ministerio Público Fiscal


la investigación de los delitos de secuestro extorsivo y privación ilegal de la
za al fiscal --quien tiene a su cargo la instrucción- a disponer la
o cuando existan motivos suficientes para considerar que,
m a l mediante el pertinente requerimiento al juez, existiría

desaparece la intervención jurisdiccional en la medida. Sólo que en vez de


euto de ser ordenada, es convalidada luego por el juez --dentro
ras- bajo pena de nulidad. La convalidación no puede trans-
alidad: el juez debe verificar la existencia de la funda-
e el primer párrafo del art. 236.
onsecuente ineficacia de la prueba introducida por este medio
as disposiciones del art. 172.
e el derecho procesal alemán e italiano contienen dis-
eminados supuestos -arts. 100.b. y 267.1 .,respectiva-
igo Procesal Penal de Chubut-arts. 136 y 138-. Con-
dicial no se elimina sino que se pospone, de modo que si el
fulmina la eficacia de todo lo actuado por el fiscal", y que "no
a la hora de autorizar intervenciones los fiscales, y los jueces

CFed., sala 11, JA 1999-1V-676.


CF Cap, sala 1, ED 174-464, f. 48.230.

P, sala IV, LLdel261311999, f. 98.515.


,sala IV, ED 182-431, f. 49.221.
sala 1, 191512008, "Azcárate", SJP, LL del 261612008, p. 39; RDP, AbeledoPerrot,
SECUESTRO m. 237
convalidarlas, que se deben cumplir los requisitos constitucionales de debida fun.
damentación y proporcionalidad, sea cual fuere la autoridad que lo disponga ..."9".

Documentos excluidos de secuepro


237. No podrán secuestrarse las cartas o documentos que se envíen o entre-
guen a defensores para el desempeño de su cargo.
Se trata de un supuesto semejante al previsto por el art. 244 en cuanto establece
el deber de abstención cuando el dato se adquirió a través del ejercicio profesional.
Se preserva el derecho de defensa quitándolos del secuestro, incluso cuando
pretendiese realizarse por orden judicial.
Su inobservancia configura un claro supuesto de exclusión probatoria.
Quedan fuera los casos en que se presuma connivencia en procura de encubri-
miento por receptación (arts. 277, incs. 2' y 3', y 278, CP; los arts. 2' y 3' de la ley
25.246 sustituyen dichos textos).
El art. 18, CN, al consagrar la inviolabilidad de la correspondencia y papeles
privados, supedita el ejercicio de la garantía a las leyes que reglamenten su ejercicio;
el misino precepto prevé la necesidad de ocupar y tomar conocimiento de la corres-
pondencia cuando un principio de orden público está comprometido. Al discutirse
la incorporación de una carta requisada por la autoridad policial se resolvió que no
se quebrantó "ninguna norma" -rectius, el acto no se hallaba viciado-, pues la
policía ejercitó su función dentro del ámbito de razonabilidad inherente al ejercicio
de la vigilancia del establecimiento de detención; se trataba de un papel remitido
a una persona por el detenido para que al declarar se obstaculizara la acción de la
justicia; la disidencia considera se produjo detrimento inadmisible a los derechos
fundamentales por la difusión de la carta a fines de incriminar al remitente o receptor
y, concluye, dicho secuestro rebasa el límite de la prevención, pues transgrede la
inviolabilidad de la correspondencia, garantía constitucioiial afectada, lo que des-
cuenta pueda utilizarse como prueba de
La procedencia del allanamiento a un estudio jurídico debe apoyarse en base
seria y suficiente para justificar la medida. Con sustento en la garantía de la de-
fensa en juicio las leyes procesales contienen preceptos que declaran inadmisibles,
absolutamente, la interceptación de las comunicaciones, escritas y orales, entre el
imputado y su defensor o el secuestro de los escritos que las contienen, incluyéndose
allí comunicaciones o documentos a los cuales se extiende el derecha-o el deber de
abstenerse de declarar testimonialmente. Resulta de nulidad absoluta si, al momento
de ordenar la diligencia, existía una &ágil hipótesis delictiva, no se contaba con una
imputación seria sobre la presunta participación del letrado en ella, no existía peligro
por el retraso y había diligencias en trámite que podrían haber aportado los datos que
el juez procuraba, lo que demuestra objetivamente la innecesariedad del allanamien-
to dispuesto; en consecuencia, la invalidez se extiende a todos los efectos secuestra-
dos y a las actuaciones procesales consecuencia de la primera requisa domiciliaria,
por aplicación de la regla de la exclusión de la prÚeba ilegalmente En

"' "La ley 25.760 y la intervención de las comunicaciones telefónicas por mandato fiscal en el
C P P N . JA del 5/1/2005., .
as. 19/25.
TS Neuquén, ED 130-561, f. 41.195, con nota de BIDART CAMPOS.
"' CFed.,salaI,DJ2001-1-690, f. 16.521.
SECUESTRO -

e verdad, la ineficacia resulta consecuencia del efecto difusor de las nulidades


to en el art. 172, párrafo primero.
hibición de secuestro no rige respecto de los papeles o documentos que
e del cuerpo del delito. Si el defensor tiene cosas pertenecientes al delito
o Dor su cliente, carece del derecho a pedir la protección -inclusive me-
te la &tela del secreto profesional-914. - -

os secuestrados que no estén sometidos a la confiscación,


argo, serán devueltos tan pronto como no sean necesarios, a
poder se sacaron. Esta devolución podrá ordenarse provisio-
nte en calidad de depósito, e imponerse al poseedor la obligación de exhi-
ie sea requerido. Los efectos sustraídos serán devueltos, en
ones, al damnificado, salvo que se oponga a ello el poseedor
ena fe de cuyo poder hubieran sido secuestrados.
uaudo se trate de automotores, se aplicará lo dispuesto por el art. 10 ter

a) En cuanto a la primera oración, corresponde efectuar tres distingos: 1) si los


os están sometidos a confiscación en los términos del art. 23, CP, o destrucción
er comentario al art. 231), no pueden ser devueltos (art. 522); si el dinero incau-
do no constituye beneficio económico derivado de la acción delictiva, procede
entrega9I6;2) los susceptibles de devolución -restitución- son exclusivamente'
lvo que se trate del caso anter
devolución procede tan sólo con

Con respecto a la segunda oración, ver ley


adas en falsas denuncias por estafas enderezadas a legalizar el comer-
ntomotores, dictó la resolución 121511989, por la que recuerda a los
jueces de instrucción la vigencia de la citada ley9I7.
ey 20.785 (incorporado mediante ley 26.348) establece: "En los
otores, y en tanto no corresponda su entrega a quien tenga de-
los, el mismo no sea habido o, citado legalmente, no compareciere a
urridos seis (6) meses desde el día del secuestro, o bien en un plazo
r y la autoridad judicial así lo dispusiera, la autoridad encargada de su depósito
derá a gestionar su descontaminación, compactación y disposición
chatarra. El referido plazo de seis (6) meses podrá ser ampliado por el magis-
interviniente por resolución fundada, en la que deberá indicar las razones por
lta aplicable el procedimiento de reducción. Si con posterioridad a
inación, compactación y disposición en calidad de chatarra, correspon-
lución de bien a quien acreditare derecho sobre el mismo, deberá abo-

fado..., t. I11,ps. 7161717.


ey 26.348, BO del 211112008.
ed., sala 1, LL del 231212001, f. 101.581.
'17 LEWINTRE - PROSPERI, "Adquisición de automotor robado, hurtado o de origen incierto", LL
del 161211994.
442 , . SECUESTRO Art. 238

nársele el valor de la chatarra resultante, previa deducción de los importes originados


por la descontaminación y compactación".
c) Casuística. Quien tiene la cow en carácter de depositario judicial no puede
disponer libremente de ella; si lo hace! incurre en responsabilidad penal por malver-
sación de bienes equiparados a caudales públicos (art. 263, CP), pues la devolución
ha sido precaria.
La devolución se produce cuando resultan improcedentes la confiscación, la
restitución o el embargo; además, se requiere que no sea necesario retener el efecto
con fines probatorios. Dicha devolución corresponde aun a la persona que era mero
tenedor. Si respecto de los objetos sustraídos se suscitan problemas con el poseedor
de buena fe, los eventuales contradictores a tal entrega deberán acudir a la justicia
civil (art. 524).
Por supuesto que si se trata de una unidad como el automóvil, lo es desde el
punto de vista mecánico, económico y jurídico, no corresponde entregar partes aun-
que no presenten irregularidades en su enumeracióngi8.En materia de automóviles
secuestrados en procesos por contrabando se ha resuelto que cabe disponer la entrega
en calidad de depósito judicial, hasta tanto se concluya el sumario9I9.
Tampoco procede la entrega provisona en los supuestos de causa penal se-
guida en orden a las previsiones de la ley 23.737. Correspondía comunicar las cir-
cunstancias a la CS a los efectos de disponer de los bienes en los términos de la
ley 23.853 -también se invocó la ley 20.785, que contempla el uso de los bienes
secuestrados- luego de que la secretaría del Alto Tribunal evaluara si el bien se en-
contraba en condiciones de afectarse al uso por los tribunales federales -acordadas
nro. 294/1994 (bienes que no pueden ser entregados a sus dueños) y 5511992 (que
instaura el procedimiento para la afectación de automotores en estos casos)--920.
La CNPE, sala A, sostuvo que corresponde el reintegro del bien secuestrado en
virtud de un registro domiciliario ilegítimo y nulo92'.En disidencia, el doctor Hornos
discrepó en la imposición de intereses resarcitorios al Banco Central; se trataba de
dinero extranjero de propiedad del reclamante. A nuestro ver le asiste razón porque
no se advierte la competencia del fuero penal para pronunciarse sobre ese ítem. La
CS revocó la sentencia, pues la ley 19.359 no contempla la posibilidad de aplicar in-
tereses resarcitorios correspondientes al dinero secuestrado cuando el procedimiento
fue declarado nulo; el procurador general, cuyo dictamen comparte el Alto Tribunal,
advirtió que los principios referentes a la reparación del perjuicio sufrido por la víc-
tima no se compadecían con la imposición de intereses al dinero secuestrado a uno
de los imputados. Para el cimero órgano judicial, equivalía a imponer una condena
indemnizatoria sin sustanciar juicio previo, por vía de la demanda correspondiente
ante los jueces civiles922.

"' CCC. sala VII. LL del 25/9/1997. f. 96.042


"' CNPC. sala.4, F.» 173.250, i.-IX.O??. por rnayoria, con nota de \ ii);! h! b%~k.ici\,"faciiltad
judicial pnra decidir 13 critreps de bienes iifr..~sriu5al Jcliio de contrabando", donde recuerda que '...la
Aduana por ser la autoridada quien la ley invisie para imponer la pena de comiso dela mercadería, es
quien tiene la competencia originaria para resolver sobre los pedidos de restitución de la inercadería
afectada al delito de contrabando..."; aunque el autor parece aceptar el criterio de la mayona, señala
-coi% acierto-. una exclusiva atribución aduanera que la desautoriza.
920 CF San Martin, sala 11, LL del 15/1/1999, c. 709, reg. 1090, nro. NF.2152.

*" CNPE, sala A, JA 1998-1-541.


LL del 5/8/1999. f. 99.127.
bis SECUESTRO .
a devolución se impone sin distinguir si el sobreseimiento se dispuso por pres-
cripción de la acción pcnal o por otra circunstancia'".
En el contrabando corresponde disponer la subasta del bien por ser susceptible de
ro; en vez, la entrega af imputado es improcedente por la eventual confiscación
ede soportar el efecto924.El mismo tribunal ordena restituir, aun en causa por
,en forma provisional y como depósito, si no existe necesidad de mante- -
os los efectos, circunstancia respaldada por el personal p r e v e n t ~ r ~ ~ ~ .
entrega del automotor utilizado para cometer el delito castigado por la Ley
ientes debe desestimarse si no cabe descartar que el vehículo constituyó
económico obtenido por el delito926.
vez, no procede disponer junto con el procesamiento el decomiso de los
btenidos mediante el ilícito, pues en ese momento sólo caben medidas cau-
aquél se requiere sentencia condenatoria; de lo contrario se

38 bis. En las causas por infracción al art. 181 del Código Penal en cual-
do del proceso y aun sin dictado de auto de procesamiento, el juez, a pe-
amnificado, podrá disponer provisionalmente el inmediato reintegro de
o tenencia del inmueble, cuando el derecho invocado por el damnifica-
o fuere verosímil. El juez, podrá fijar una caución si lo considerare necesario 928.

a) lkansfereucia al Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


La usurpación es uno de los delitos transferidos a la justicia de la CiudadAutó-
a de Buenos Aires, por lo que la aplicación del art. 238 bis
en que sea competente la justicia federal, cuando el bien

es de la incorporación de este artículo, el reintegro del bien us


n tema arduo, pues se dilataba hasta dictarse el procesamiento por
'6 criterio uniforme en admitir que al dictarse el auto de procesamiento corres-
ía la desocupación del inmueble para evi:ar la prolongación en el tiempo del
p ~ j o ~Algún
~ ' . temperamento adverso consideraba que no era posible dentro del
rco instructorio, ante la ausencia de ejercicio de la acción civil, disponer con re-
'' CCC, sala V, JA 1999-111.675.
CNPE, sala A, DJ 2001-1-512, f. 16.458, o LL del 3011012000, f. 101.110, con disidencia
e Hendler, quien se inclina por la entrega del bien al encausada; id.,sala B, DJ 2002-1-276,
o LL del 291112002, f. 103.215.
LLdel 1311112001, f. 102.898, o DJ 2001-3-256, f. 17.255; id,id.,no lo autoriza respecto del
tilizado como medio de transpone para la comisión de contrabando y si quien lo solicita no es
hecho (JA 2002-111-14, o DJ 2002-3-271, f. 18.701, con disidencia de Hendler, quien concede
'Ón si se anota un embargo o interdicción de salida, con la posibilidad de que el interesado
fianza).
Fed., sala 1, LL del 121212001, f. 101.503, o DJ 2001-1-607, f. 16.493.
' CNCP. sala 111. LL del 511012001. f. 102.698.
rporado por la ley 25.324.

'O ST Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, LL del 181711995,f. 93.878.
'"CCC, sala VI, LL del 311812000, f. 100.816.
444 SECUESTRO h t . 238 bis

ferencia a situaciones de hecho vinculadas al bien jurídico propiedad. La disidencia


del doctor González alude a la reforma introducida al art. 181, CP, por ley 24.454
y al nuevo art. 680 bis, CPCC; a su ver, ese bloque normativo, junto con el art. 14,
habilitaba una acción por desalojo y pecupero inmediato del inmueble bajo caución
garantizadora de los eventuales daños y perjuicios que pudieran ocasionarse a los
terceros932.
Roberto Hornos933afirma bien que la ley 25.324 no modifica las atribuciones
del juez penal en punto a poner término a los efectos del delito. Advierte que por ser
la usurpación un delito instantáneo con efectos permanentes, corresponde al proceso
penal meritar no sólo los derechos del imputado sino también de la víctima. Frente a
la inquietud de si el reintegro corresponde frente a las distintas modalidades comisivas
del delito de usurpación, estima que resulta viable en casos de usurpación por despojo
o despojo; por el contrario, no corresponde cuando se trata de la figura del art. 181,
inc. ZO,CP, referente a la usurpación por destrucción o alteración de términos o límites,
aunque cabría decidirlo en forma similar por vía de analogía procesal; tampoco proce-
de en los supuestos del art. 181, inc. 3", CP, que describe a la llamada usurpación por
turbación. Con ajustado criterio piensa que no resulta necesario la constitución como
querellante (art. 82) o actor civil (&s. 14 y 87). Más aún, sostiene que por aplicación
del art. 16, la solicitud podría efectuarse por los herederos, representantes legales o
mandatarios de la víctima; de ahí que pueda prescindirse del patrocinio letrado. Si la
instrucción fue delegada -&. 196---, su adopción coxresponde al órgano jnrisdiccio-
nal. La entrega precluye en el momento del art. 393 (arts. 29, inc. 2", CP y 402). El
peligro en la demora -inherente al trámite de toda medida cautelar- no está norma-
tivamente señalado, pero corresponde en razón de dicha naturaleza. Procura evitar que
se tomen ilusorios los derechos de quien solicita la re~titución~'~.
La CCC, sala VII, exige que se haya convocado a los imputados en indagatoria935.
La CNCP, sala IV, consideró ajustada la restitución en un caso en el que el organismo
oficial acreditó la titularidad del inmueble ocupado, y comprobó que, en principio, la
usurpación y el mal estado de la estructura edilicia ponía en riesgo la vida de los mora-
dores y vecinos936.
Todo este tópico escapa al efecto suspensivo impuesto por el art. 442 (conf.
art. 198, CPCC).

CCC, sala VI, JA 1999-IV-304; id., id., ED del 311312000, DPPC, f. 86; en sentido similar
id, id., LL del 2915/2000, f. 100.326, o JA 2000-IV-710, con nota breve de MORELLO, "Derecho y
desencanto", donde expresa que conviene cerciorarse de que los poderes públicos no pueden afrontar
. .
la criminalidad desde la oersoectiva de los intereses inmediatos de la víctima: en vez. si orocurar aue
hechos semr.jnlttzs no sr. repitan en i'l furiiro; cal6cs de traiiiiiya la vall:i impe~litivadel rptntegro in-
mr.disIo cn sede nena:. E1 ci~terio?tic ad.>~r3do031 13 CC'C. ,313 \'I IDJ 2001-1-516. i. i6.416. o 1.1.
del 3011012000, f: 101.104, al convertirse en maioría la disidencia de la cita anterior),'id., sala IV, (LL
del 161712001. f. 102.326). id., id.. se estima aue la desocu~acióncomanisiva del inmuebic es anlicable
aun respecto de hechos ocurridos antes de la'sanción de 6ley 25.324 (JA 2001-III-755), e id.; sala V
(LL del 61712001, f. 102.288).
"El reintegro en el proceso penal de inmuebies usurpados", LL del 271812001.
q3' CCC, sala VII, 171312008, "Guzmán", difundido por el servicio de correo electrónico de la
Secretaria de Jurisprudencia, CCC.
93~11112007, "Q., N. B.", ED de1 12/6/2008; CFed., sala 11, 19/2/2008, "Cniz", SJP, LL del
241412008, p.42.
'

26 111 2009, "Ki\ai", :tiado por I%L.%:I?,~I - 1 1 \ . . i \ - Roijsia~r! P.>\ii,".\cruaiidad r.nlu-


rispniden~iadz la ('intor,! N3:iorial di. ('ss,<ri<itii';ttal 2-?O!O", KDI: .lb.-IedoPenut. X 2010. p 1389
TESTIGOS

CAP~TULO
IV
TESTIGOS

-
stigo es la persona fisica, distinta de las partes en la cuestión penal -imputa-
ite sus percepciones o conociiniento sobre el hecho objeto del
eto de la prueba -manifiestan hechos que han caído direc-
sus sentidos-937, como consecuencia de un requerimiento
a su cargo la prevención (art. 184, inc. 79, la insirucción
o el juicio (arts. 356, párr. 2 O , última oración, 357, 388 y
quellos cuya versión tiene como fuente lo que han oído
ento de meritar sus dichos -conforme a las reglas de la
u aporte tenga menos valor que el de quienes percibieron
lativo valor tienen también las deducciones a que arribe938.
b) Personas excluidas
Se excluyen las personas ideales, que sólo pueden ser sujetos de la prueba de
mes. Tampoco pueden ser testigos las partes ni el juez. El coprocesado -quien
tá encausado por el mismo beche no puede, en principio, ser testigo en la cau-
939 porque la prohibición establecida en el art. 18, CN (arts. 8", punto 2, aparta-
o g], y punto 3 de la CADH, y 14.3., apartado g], del PIDCP; 75, inc. 22, CN),
que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo --que, obviamente,
anza al imputado-, desplaza por completo la posibilidad de recibirle declara-
n bajo juramento, pues entraña una coacción moral iuvalidante de sus dichos,
que la exigencia es una forma de obligarlo, eventualmente, a declarar contxa sí
smo; ha dicho la Corte Suprema que la declaración de quien es juzgado por deli-
es debe emanar de la libre voluntad del encausado, quien
no debe siquiera verse enfrentado con un problema de conciencia, cual sería co-
locarlo en la disyuntiva de faltar a su juramento de decir verdad940,al extremo de
que si a tenor de sus dichos puede derivarse algún tipo de responsabilidad, sobre
todo si puede ser de índole penal, no es posible efectuarle reproche por su aparen-
te expresión falazg4'.No puede traerse a un coimputado en abono de la hipótesis
iva el límite, al eliminar, con perjuicio concreto, la garan-

11, señala que el falso testimonio se excluye cuando el compa-


re con veracidad sobre los hechos en los cuales es actor ---o
no le son totalmente ajenos- y podría resultarle un perjuicio o una eventual
o Al comentar el fallo, Chiappini censura que deba

' CS, ED 168-590, f. 47.332.


Derecho ..., t. IV, p. 564.
PALACIO,
'"CCC, LL 8-128, f. 3409; JA62-169.
""allos 281:177.
"' CCC, salaIV, ED 117-253, f. 39.284; salal, RED 18, nro. 150,p. 1137.
TOC Fed., LLNOA, 1999-263.
9a CNCP, sala 111, DJ 1999-3-585, f. 14.742, con nota de CHIAPPINI: "El testimonio rendido y la
garantía constitucional 'Nadie puede ser obligado a declarar contra si mismo"'.
446 .. . TESTIGOS
acudirse al estado de necesidad para que el imputado llamado como testigo zafe, ya
que se trata de un hecho atípico. Empero, no puede relevarse el testimonio de quien
no tiene imputación alguna en su contra, ya que el eventual agravio puede ser repa-
rado durante el desarrollo de la audiehcia o al impedir que tengan viríualidad jurídica
en contra del deponente las manifestaciones amparadas por el art. 1g9@.
La CCC, sala Vil, estima que resulta válido el testimonio de quien con poste-
rioridad se convierte en imputado en orden al hecho objeto de la investiga~ión~~~; la
solución no es correcta noraue la autoincriminación no se subordina a aue la nes-
" r
quisa devenga intempestiva. Si resulta sobreseído, en atención a lo establecido en el
art. 335, desaparece el reparo constitucional en recibirle declaración como testigo;
otro tanto ocurre con quien fuere absuelto, claro está sin perjuicio de la meritación
de su aporte en función de los arts. 241 y 398, párrafo segundo, segunda oración.
Durante el debate rige el art. 392, que permite la lectura de las declaraciones pres-
tadas por coimputados, ya sobreseídos o absueltos, condenados o prófugos, como
partícipes del delito que se investiga o de otro conexo.
Respecto de los menores inimputables y los condenados, el art. 249 sólo les
exime de prestar juramento de decir verdad.
En cuanto al MP, cbnfome a los arts. 55, inc. lo, y 71, sus integrantes deben
inhibirse y pueden ser recusados cuando han conocido el hecho como testigos (conf.
art. 10, ley 24.946). Otro tanto ocurre con el juez (art. 55, inc. lo). Es que los testigos
no son fungibles y la ley prefiere que, por encima de su deber funcional, tanto el
fiscal como el magistrado cumplan con el deber cívico de atestiguar.
En vez, el querellante tiene el deber de declarar, pero sin juramento (art. 430,
aplicable también en los delitos de acción pública, pues no hay motivo para efectuar
distingo; confr. art. 243). El actor civil (art. 96) debe declarar como testigo y bajo
juramento. Si se han asumido las dos funciones, prevalece la de querellante porque
su intervención gravita más en el proceso penal; al extremo de poder pasar $1juicio
por su determinación acogida por la alzada (art. 348, pám 2').
En lo que atañe al civilmente demandado, no tiene el deber de atestiguar946,
aunque tal incompatibilidad debe apreciarse en concreto9".
Las razones que obstan a la absolución de posiciones ceden al tratarse de partes
civiles, excepto cuando es el propio imputado. En este último caso sólo puede escu-
chársele en indagatoria (art. 294). Pero a aquéllas se les podrían dirigir posiciones
sobre hechos que les atañen particularmente, por ejemplo, propiedad del automotor
con el que se causó el accidente94a.
Los secretarios y auxiliares del tribunal deben actuar como testigos y no ejercer
sus funciones, de conformidad con 10 establecido por los arts. 55 y 63.
c) Casuística
Si quien hubiese de actuar como perito ha percibido el hecho como testigo, esta
condición prevalece sobre la otra (ari. 256). Pero si quien percibe el episodio tiene
conocimientos especiales que le permiten apreciarlo con más exactitud, aunque el
Código no se refiera al llamado testimonio técnico o al testigo perito, por supuesto
CFed., sala 11, JA 1999-111-669.
CCC, salaVII, JA2000-lV-713, o LL del 291512000 f. 100.329
"6 VELEZMARICONDE, La acción ..., ps. 1971198.
CLARIÁ OLMEDO, Tratado..., t. 111, p. 299.
CREUS; La acción ...,ps. 81183.
TESTIGOS

icho -apreciado en los términos del art. 241- será más valioso que el

dichos del personal policial interviniente, los de la víctima y sus parientes


desechados como prueba testimonial, si no se advierten motivos de
6s. afecto u odio Queobsten a su credibilidadgs0.En ciertos casos los dichos ver-
os por el damnificado adquieren especial relevancia, sobre todo en los supuestos -
mios ilegales ante la ausencia, en general, de otros testigosgs1.
i no se ha percibido en forma directa el suceso y tan sólo se escuchó alguna re-
'a - e l denominado testigo de oídas- su aporte no puede encarrilarse por este
io de prueba, pues se corre el riesgo de convalidar una confesión irregulargs2.
eber de interrogar
239. El juez interrogará a toda persona que conozca los hechos investiga-
s, cuando su declaración pueda ser útil para descubrir la verdad.
Descuenta la radicación de la pesquisa en sede judicial (art. 194); si se produjo
ión (art. 196), el fiscal puede citar a los testigos (art. 212); lo mismo ocurre
la instmcción sumaria (art. 353 bis, párr. lo). También pueden hacerlo los
es (art. 184, inc. 7"). La CCC, sala 1, ha dicho que cuando el testimonio se
tó ante la fiscalía -a&. 196-7 no puede declararse su nulidad por ser un acto
reprocesal y porque dicho testimonio no podrá ser incorporado por lectura en el
ebategs3.La disidencia de Rivarola discrepa al hacer hincapié en que la instrucción
o había sido delegada, pues el juez sólo habilitó al fiscal a expedirse acerca de la
ntuai elevación a juicio de la causa, además se obvió el control de la defensa.
ias discrepancias caben puntualizar; en primer lugar, la categoría de actos prepro-
sales es harto cuestionable, pues toda actividad destinada a incorporarse al legajo
proceso resulta procesak en segundo lugar, la potestad para declarar ineficacias
tiene, para el juez, límites objetivos -conf. art. 168, párr. lo-.
El mismo tribunal considera que los testimonios brindados ante un escriba-
público no revisten la calidad de declaración testimonial y carecen de validez

El precepto establece un deber para el juez, aunque subordinado a una condi-


ción consistente en el mérito aue el contenido de la declaración tenga
- -para esclarecer

Se trata entonces de un arbitrio bastante amplio aunque no absoluto, pues la


ncia del testimonio recién surgirá al percibirse que el relato, amén de imper-

1comentar el art. 184, inc. 7", se acotó que si el testimonio fue prestado ante
vención, puede incorporarse al debate por la lectura en virtud de lo estableci-
r el art. 391 en los supuestos de excepción allí fijadosgss.Aunque no hay otro

JA 1-1969-814, f. 1359; Cám. Apels. Río Gallegos, JA 1989-1-907; PALACIO,

CCC, sala VI, LLdel2611011998, f. 98.016; id., sala V, DJ 2001-1-440, f. 16.430.


'" CCC, sala VI, JA 2001-111-292.
7-1973-338, f. 21.457.
CCC, sala 1, LL del 221912000, f. 100.933.
ED del 301112004, f. 52.492.
PALACI~,DJ del 241511995, nota al f. 93.090.
. TESTIGOS Art. 240

testigo en sentido propio que quien declara ante el tribunal de la causa, sea durante
la investigación instructoria o durante el Las excepciones al deber de com-
parecer pueden darse sólo en los casos previstos en los arts. 246,250,251 y 386.
Si bien Terragni estima que el tedinionio del "arrepentido" en la Ley de Estu-
pefacientes, 23.737, resulta carente de "...la posibilidad de ser es posible
disentir a tenor de lo establecido por el art. 392, párrafo primero. Es que el valor del
aporte debe meritarse en honor a la libre conviccióu o sana crítica racional (arts. 241,
263, iuc. 4', y 398).
El art. 79 asegura a los testigos la protección de su integridad fisica y moral y la
de su familia; la reserva de la identidad, aunque con carácter restrictivo, no neutra-
liza la eventual responsabilidad penal que le incumbe ni impide al juez conocer sus
datos, sin hacerlos conocer9S8.
Obligación de testificar
240. Toda persona tendrir la obligación de concurrir al llamamiento ju-
dicial y declarar la verdad de cuanto supiere y le fuere preguntado, salvo las
excepciones establecidas por la ley.
Se trata de una carga pública y exterioriza un indelegable deber cívico; también
alcanza a los extranjeros residentes.
La obligación de acudir al llamamientojudicial está respaldada por el art. 243,
CP, en cuanto castiga el incumplimiento de ciertos deberes procesales. Empero, no
se conñgura el tipo del art. 243, CP, cuando se trata de un testigo instrumental cuya
presencia se reclama para componer un acto de procedimiento en orden a la ob-
tención de la prueba, pues no hay obligación para oficiar de testigo de algo que va
a suceder, por más que la orden emane de un juez en pleno ejercicio de la función
j~risdiccional~~~. Sin embargo, tal diferencia no tiene cabida en la citada figura penal.
Esta obligación de concurrir encuentra a su vez otro límite, pues el jÚez de
una provincia no puede obligar al testigo domiciliado en otra a prestar declaación,
trasladándose a la sede del juzgado, pues, en tales casos, la declaración debe tomarse
mediante exhorto960.Conforme al convenio sobre comunicacioues entre tribunales
de la República (art. 10) aprobado por ley 22.172, el testigo no tiene obligación
de acudir cuando la distancia que media entre su domicilio y la sede del tribunal
requirente supera los setenta kilómetros; en tales casos, o cuando el traslado resulte
dificultoso o imposible, "...se dispondrá de oficio, a pedido del testigo o de parte que
presten declaración ante el juez, juez de paz o alcalde de su domicilio". La solución
es sensata porque los perjuicios e incomodidades causados al testigo no se superan
ni por aplicación estricta de lo previsto en el art. 79; en todos los casos corresponde
afrontar la comunicación establecida en el inc. e) del mismo art. 79.

CLARIA OLMEDD, Tratado..., t . V, p. 70; Derecho ..., t. 111, ps. 3981399.


'""El 'arrepentido"',LL del 3011211994.
CNPE, sala B, DJ 1998-3-642, f. 13.508, o LL del 301611998, f. 97.419.
91WCC,sala IV, JA 1994-IV-422.
O' CS, Fallos 210:131, o JA 1948-1L3, f. 8874.
TESTIGOS

pacidad de atestiguar y apreciación


1. Toda persona será capaz de atestiguar, sin perjuicio de la facultad
r a valorar el testimonio de acuerdo con las reglas de la sana crítica.

Principios generales
uez, al meritar los dichos en función del art. 241, se pronunciará,
mente, acerca de la incapacidad, si es que existe; en tal caso, y
ia y pertinente fundamentación (art. 123), el magistrado podrá descartarlos. Pero
xiste limite alguno en cuanto a la edad, ya que la admisibilidad del testimonio
ubordina a la condición de persona fisica,'salvo que se trate de testigos de actua-
ón, para los que se requiere ser mayor de 18 años, no padecer demencia ni soportar,
n el momento del acto, estado de inconsciencia (art. 141). Desde luego que estas
dos últimas circunstancias comprenden a todos los testigos corno órganos de prueba.
En cuanto a las regias de la sana critica y, en general, sobtz: capacidad, ver in-
ducción al Titulo 111de este Libro 11.
Por el art. 206 se excluyen las limitaciones establecidas por las leyes civiles
a en orden a la capacidad de las personas, pues la evaluación del
exclusivamente al juez.

El solo liecho de que los testigos llamados para suscribir el acta de secuestro
resten tareas dentro del mismo lugar, no habili@a sospechar en tomo a la veracidad
sus declaraciones; sobre todo si no existe amistad o familiaridad con los aprehen-
res; la sana critica determina la valoración positiva de sus
La circunstancia referente a la veracidad de la declaración de los testigos queda
excluida, por vía de principio, del control c a ~ a t o r i oNO
~ ~ obstante,
~. debe tenerse en
cuenta que "lo no coi~trolahlees la impresión personal que los testigos pueden causar
en el tribunal, pero de la cual el tribunal debe dar cuenta circunstanciada si pretende
que se la tenga como elemento fundante válido, pues a este respecto también el tri-
bunal de casación puede revisar criterios.. ."963.
Refiriéndose al objeto del acto procesal declaración del testigo, se ha dicho
que no existe norma alguna que prohiba incorporar por esta vía una referencia reali-
zada por el imputado a un tercero -policía o no- respecto de la intervención que
le cupo en el hecho que se investiga964.Esta sala mantiene dicha interpretación al
afirmar que pueden incorporarse al debate por vía de testimonio de preventores las
manifestaciones del imputado vertidas en sede policial; las merita válidas para fun-
dar una condena si no fue sometido a interrogatorio; añade que el art. 184 -actual
inc. 10- veda interrogar excepto por el propósito de identificar y recibir declaración
indagatoria; sin retaceo acepta que quien concurrió a la policía como testigo, pueda
formular al preventor manifestaciones autoincriminatorias de manera libre y espon-
tánea, pues no se infringe norma alguna. En síntesis, considera que los funcionarios
policiales resultan capaces conforme este precepto y no se hallan incluidos en el
art. 242. Aunque pareciera encontrar limite en la existencia de concordancia con

'"TOPE, ED 152-349, f. 45.025.


CNCP, sala llI,31611994, "Guli&rez, Victor W.", JA del 171511995,p. 35.
963 CS, "Casal", Fallos 328:3399.
CNCP, sala 111, "Guardia, Hugo C.", JA del 281511997, p. 41.
450 ..-TESTIGOS Art. 241

otras pruebas, el corolario es censurable965.Aunque su valoración se remita a la sa-


biduría, experiencia y buen sentido crítico de los jueces, existe un riesgo mayúsculo
de hacer entrar por la ventana aquello que tiene vedado el ingreso por la puerta;
adviértase que así se frustra la prohibkión para que los funcionarios de la policía o
fuerzas de seguridad reciban declaración al imputado (art. 184, párr. 2"; v. inc. 10,
según art. 14 ley 25.434).
En principio, no se excluyen los dichos de los preventores como elemento for-
mador de criterio si no existen constancias objetivas que autoricen a sospechar que
pudieron haber declarado con falsedad o inspirados por interés, afecto u Em-
pero, este criterio abre paso a la peligrosa conclusión de escuchar a los preventores
cuando repiten manifestaciones del iinputado, pues se transita el riesgoso sendero de
tomar ineficaz al art. 184, párrafo segundo967.También se ha determinado que cuan-
do las versiones brindadas por los testigos resultan contrapuestas, no puede infenrse
válidamente que la prestada inicialmente fue la veraz, ya que la sana crítica impone
excluir la totalidad de la prueba, pues aquel carácter la toma inocua para b a r con-
vic~ión~~~.
La condición de resultar único testigo no impide aceptar la plenitud probatoria
cuando el juez adquiere cérteza sobre la existencia de determinadas circunstancias de
hecho; la exigencia de más de un testigo es propia del método de la prueba legal, en
el cual la ley establece múltiples normas restrictivas, ya sea para exigir que algunos
hechos se prueben de un modo determinado y no de otro (normas sobre el cuerpo del
delito), o para prever el valor de los medios de prueba mediante presupuestos o condi-
ciones que actúan positiva o negativamente. Sin embargo, si corresponde a la víctima,
la probabilidad de ocurrencia del modo aseverado, no excluye la posibilidad de aue
laicosas hubieran ocurrido de otra manera de razón S-&ciente-, poilo
cual es incomuatible con la certidumbre aue. . ,en ugrado auodíctico. reclama un nro-
niinciaiiiic.iiio condenatorio$",.Por eso es insuficie~iiecuestionar al tesrinionio Úiiico
fundadu en rilferericias gcriéricas, sobr? todo si no se demiicstra la obje1ivid:td d;I \,icio
y la transgresión del tribunal al utilizar dicha declaración. Las normas para valorar el
aporte no son rígidas sino que deben ser razonables para formar el juicio de certeza9'".
La declaración de la victima, por ser única e incluso sospechosa, dado el interés en el
resultado de la acusación, si bien requiere una crítica más rigurosa, no impide alcanzar
la plenitud probatoria9". Si la víctima no pudo ser habida y así se impidió a la defensa

961
LL del 21/2/2000, f 49.863.
9 6 T C C ,salaVI, LL del 22/8/1997, f. 95.810; el fallo correspondea un caso regido por el Código
derogado, pero no ha perdido su carácter de atendible pauta objetiva de ponderación.
767 CNCP, sala 11, LL del 301611998, f. 97.395; es que no resultarft sencillo verificar si aquellas
manifestaciones fueron espontáneas o respondieron a alguna forma, quizás sutil, de coacción.
Id, id., LL del 251911997, f. 96.038.
CNCP, sala 1, LL del 231211998, f. 96.651; en sentido similar, el TOC nro. 25, quien opta por
el único testigo,
. pues
. su fuerza vrobatoria se extrae no sólo del contenido. sino también del modo en
que responde al ilitsnog~rurii> y detilis c~rctin,ianci;isqii; sun "sp~Si3uieni?apr~ci3blespar el i r i b u ~ i d
de mi:rito; 1.L del 2.1 3 2 ~ 0 0 f. 1011 03.1. n 1>1 I<hI1!-3-iil5,i. 14 715. 15 111 2000-1-\29.t. i. l5.;7?>. o

17"OC nro. 16, ED del 21/8/1999, f. 99.214; en sentido similarTOC nro. 5, LL del 301711999,
f. 99.080.
9" CNCP, sala 1, DJ 2000-2-730, f. 15.688.
TESTlGOS - 45 1

ogarla, prevalecen los derechos consagrados por la CADH y por el PIDCP, que
jerarquía constitucional a la necesidad de interrogar a los testigos
o existe método técnico que proporcione criterio seguro y contrastable para
tinguir una declaración testimonial sincera de otra que no lo es. Los argumentos
neralmente invocados nada tienen que ver con la lógica, la ciencia o la experiencia
ún, y acudir a la intuición o la experiencia o la impresión que el testigo produce -
eces remite a una suerte de chispa divina que ilumina la mente, bien lejos de
Basta advertir que los aspectos no transmitidos por la palabra resultan
es y pueden ser percibidos de manera diferente por distintos individuos;
vados de relevancia -imposible de ser establecida objetivamento--- y
iiieniuadus~eilsu eficaci~solno bases para respalilar sii validez general. Para pcrsua-
dir a todos los terceros de la seiisatcz de las sorisli~sionesiudiciales, debc excluirse
sibilidad de que los magistrados invoquen como razones de su convencimiento
no puedan ser percibidas y admitidas por el sentido comúu
ta Nores y Holzwarth sugieren como solución a la previa
ca, mediante peritaje, para informar acerca de la autenticidad del
ede reducir la pura impresión inzuitiva de los jueces sobre las
babilidady disminuir el margen de posible arbitrariedad en el
hecho sobre la sinceridad del testigo. Desde luego que la certeza científica
la mera probabilidad. Queda al descubierto que la chispa
ente incontrolable por los terceros, no debe meritarse como
dad del testigo. Se descuenta la idoneidad de este esfuerzo
leznable creo a este testigoporque soy e l j ~ e z ~Por
' ~ eso
. se sostiene
e dar cuenta circunstanciada de la iinpresióu personal que le causó
de que se la tenga como elemento fundante válido, pues a este res-
casación puede revisar criterios97s.
Prohibición de declarar
242. No podrán testificar en contra del imputado, bajo pena de nulidad, su
ascendientes, descendientes o hermanos, a menos que el delito aparez-
ado en perjuicio del testigo o de un pariente suyo de grado igual o más
que el que lo liga con el imputado.

a) Principios generales
Ver comentario al art. 178.
Su inobservancia no exige el reclamo en forma tempestiva para sanear el de-
to, pues se trata de una nulidad absoluta (art. 14 bis, CN, en cuanto asegura la
tección integral de la familia, y arts. 167, inc. 3", 168, párr. 2", y 456, inc. 2").

'"TOC nro. 25, LL del 231212001, f. 101.582.


LL del 51712002, nota al fallo de la CNCP, sala 111, c. 1715, "Leiva, Argentino H.", con
im~?rtanteestudio de CAFFERATA NORES- NOLZWARTH, "La cuestión de la 'sinceridad intrínseca' del
testimonio. (¿'Divina chispa' del juez ...o 'Test de la verdad'...?)".
'" Citado en nota anterior.
''' CS, Fallos 328:3399, "Casal".
452 S TBSTIGOS Art. 243

b) Casuística
La declaración como testigo de la madre de la mujer que consintió su aborto
viola lo aquí dispuesto, pues su relato po sólo constituye imputación para el médico,
sido también para su propia hijaQJ6.
El fundamento de la prohibición es el de evitar la encmcijada entre destmir la
cohesión familiar o mentir cometiendo el delito de falso testimonio, extremos que de
ningún modo concurren respecto de un tercero que no reviste tal condición977.
Quien convivió muchos años y concibió hijos del imputado se encuentra en
situación idéntica a la del cónyuge; el deber cívico de declarar cede ante ciertos
deberes moralesQ7s. Sin embargo, la CCC, sala IV, sostiene que en función de la taxa-
tividad que impone la norma, no se encuenha abarcada la conc~íbina~~~.
La CNCP, sala 111, considera que la prohibición se circunscribe a la pmeba
testimonial y no alcanza a las conversaciones mantenidas telefónicamente entre los
familiares aludidos en el art. 242, opinión que no se comparte porque pone más
énfasis en la forma que se percibe el dato que en la cohesión familiar que el legisla-
dor buscó proteger980.

Facultad de abstención
243. Podr4n abstenerse de testificar en contra del imputado sus parientes
colaterales hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad; sus
tutores, euradores y pupilos, a menos que el testigo fuere denunciante, quere-
llante o actor civil o que el delito aparezca ejecutado en su perjuicio o contra un
pariente suyo de grado igual o m4s próximo que el que lo liga con el imputado.
Antes de iniciarse la dec1araciü.11,y bajo pena de nulidad, el juez advertir4
a dichas personas que gozan de esa facultad, de lo que se dejar4 constancia.
Ver comentario al art. 178.
La obligación de declarar (art. 240) cede y se convierte en m
tampoco media prohibición (art. 242).
Resulta posible omitir la obligación cuando se trate de ciertos panentes por
consanguinidad o afinidad y entre tutores, curadores o pupilos. En estos casos deben
abstenerse o bien declarar a favor del imputado.
La excepción está dada por el cumplimiento de las funciones procesales enu-
meradas o la mayor proximidad de parentesco con la víctima o con una persona que
lo tenga en grado igual o más cercano que el existente respecto del imputado. Para el
cónyuge siempre rige la prohibición del art. 242.
La inadvertencia previa acerca de la exención al art. 240 convierte en inváli-
do al acto, con los mismos caracteres y consecuencias que en el artículo anterior.
Al quedar en descubierto una situación como las comprendidas dentro del párrafo

"' CC, salaVII, JA 1996-1-499, o ED 166-225, f. 46.946.


" ' C F Cap., sala 1, ED 170-508, f. 47.621.
978 TOC Fed. Tucumán, LL del 41612001, f. 102.087.

"¶ SJP, LL del 301412004, E 107.354. Por su parte, el juez Tragant considera que la norma no
excluye al concuhino de la obligación de prestar testimonio. Los jueces Hornos y Mitchell consideraron
innecesario analizar la cuestión porque, al inomento de declarar, el concubinatohabia cesado (CNCP, sala
N, 2911112004, "Villaverde", RDP, LexisNexis, 1012005, p. 851; SJP, LL del 301612005, p. 43).
980 51712005, "G., F.:' JA del 1411212005, p. 38; SJP, LL del 2911212005, p. 30; RDP, LexisNexis,
8R006, p. 1487.
TESTIGOS -
incumbe al tribunal advertirlo al testigo; las partes intewinientes en el acto
roponer interrogaciones enderezadas a ponerla de manifiesto.
J Córdoba, sala Penal, considera que si los familiares del imputado pres-
ración testimonial durante la instrucción, no pueden abstenerse de hacerlo
lo oral, pues cuando el pariente ya prestó declaración, elemento de juicio -
esa al proceso como una unidad, inviabilizó una posterior abstención9". Por
,la CCC estimó nulo el procesamiento basado en las declaraciones testimo-
stadas ante la prevención por los parientes del imputado, toda vez que, al
S en sede judicial para ratificar sus dichos, se abstuvieron9s2.

eber de abstención
. Deberán abstenerse de declarar sobre los hechos secretos que bubie-
gado a su conocimiento en razón del propio estado, oficio o profesión,
ena de nulidad: los ministros de un culto admitido; los abogados, procu-
s y escribanos; los médicos, farmacéuticos, parteras y demás auxiliares
de curar; los militares y funcionarios públicos sobre secretos de Estado.
embargo, estas personas no podrán negar su testimonio cuando sean
as del deber de guardar secreto por el interesado, salvo las mencionadas

1 testigo iuvocare erróneamente ese deber con respecto a un hecho que


e estar comprendido en él, el juez procederá, sin más, a interrogarlo.

Principios generales
estos casos la abstención está impuesta.
enumeración es taxativa. Se admite la exención cuando el interesado lo con-
amás cuando se trate de los ministros de un culto admitido.
a interpretación literal se sustenta en la función cuniplida por los signos de
ón, pues dos puntos consisten en haber terminado la expresión en el sentido
tical, pero no en el lógico, debiendo, entonces, entenderse que cada indicación
nde a sujetos diferentes983.
yerro del testigo acerca del alcance de la abstención no obsta a que el juez
da al interrogatorio judicial. Si se equivoca el magistrado, dicho supuesto con-
ía la justa causa del ari. 156, Código Penal. Si se trata de secretos de Estado,
rige el art. 157, id.
Secreto periodístico
ha entendido que el derecho al silencio también resguarda al periodista para
las fuentes de la información, siempre que no sea motivo de resolución
usa penal que apareje la condena de un inocente; si la víctima puede suffir
tos del secreto, se considera prudente su revelación984.La CCC Bahía Blan-
SJP, LL del 241312003, f. 105.264.
Sala 1, LL del 131612003, f. 105.640.
Ver LEVENE (h) y otros, Código...,p. 201.
Cám. Apels. Concepción del Uruguay, sala 1, 221311991, "Elizalde, Víctor R. O.", JA del
al comentar ese fallo dice BADENI, en desacuerdo con los fundamentos de la decisión, que no
ucirse a limitar el secreto a las hipótesis en que la identificación de la fuente puede suplirse
Por otros medios; para ello considera que se trata de un secreto adquirido en razón de la profesión; ver
454 " '. TESTIGOS Art. 244

ca descarta la preponderancia de preservar las fuentes de información de la prensa


cuando colisiona con la necesidad de no dejar impune el delito; añade que el re-
querimiento de datos concretos de i~vestigacionespracticadas por un periodista no
sólo no pone en peligro la libertad de prensa, sino que al contar con los elementos
colectados podría resultar útil para esclarecer delitosPg5.
El nuevo art. 43, párrafo tercero, segunda oración, CN establece: "No podrá
afectarse el secreto de las fuentes de información periodística", al instaurar el há-
beas data; a nuestro ver la prioridad acordada a tales fuentes habrán de incidir para
guarecer el secreto de quienes ejerzan dicha profesión. Ahora quedó en claro que el
secreto del periodista, en el ámbito del proceso penal, no es similar al de otras profe-
siones, "...como son las que enuncian los códigos al regular el deber de abstención.
En éstas, el mencionado deber aparece como garantía de la libertad de quien, por
necesidad, ha tenido que poner su secreto en manos de un profesional; por el con-
trario, el secreto periodístico arranca, básicamente, de constituir una circunstancia
operativa de la libertad de prensa"9g6.Rudi asevera que el periodista no necesita ser
liberado de la guarda del secreto por el confidente, ya que no está alcanzado por el
deber de abstención, que si es oponible a los otros profesionales -art. 243-987. El
secreto profesional del periodista es un derecho subjetivo de naturaleza pública que
integra la libertad de prensa; su desconocimiento, sea porque la reglamentación lo
establezca o porque silencia el punto, importaría restringirla, en pugna con los arts.
14 y, especialmente, 32, CN. Sin embargo, es un derecho relativo que cede ante ra-
zones de orden público de relevante jerarquia, siempre que no vulnere el derecho a
repeler la autoincriininación; además debe evitarse que se convierta en una suerte de
privilegio lesivo para el derecho a la igualdadPs8.
No obstante, cuando el periodista declare, al ponderar sus dichos en función de
lo prescripto por el art. 241, debe tomarse la debida precaución respecto de los deno-
minados operativos deprensa; así se designa "...la actuación de los interesados sobre
los medios de comunicación --en ocasiones con el acuerdo de ellos- papa suscitar
un determinado estado de opinión pública. A tal fin, obtienen una determinada pre-
sencia en la mayona de los medios, entregan como información lo que en realidad
es opinión o perspectiva personal de la cuestión y pretenden dirimir el conflicto en
y por los medios de comunicación El requerimiento efectuado para que

VAZQUEZ FERREYRA - DAMONTE DE VÁZQUEZ FERREYRA, "El derecho a la información y el secreto profe-
sional de los periodistas", de JA del 211011991, p. 9.
Al anotar el fallo EKMEKOJIAN se inclina por la tesis adversa con sustento tanto en el artículo
14, CN, como en el 33, id.,y también en el m. 13, incs. 1" y 3", de la CADH, cuya jerarquía constitu-
cional amparaba el secreto aun antes del texto instaurado por la reforma de 1994 al art. 75, inc. 22, CN;
ED 153-278, f. 45.175.
CREUS, Invalidez..., 2' ed., ps. 1761178; concluye que resulta dudoso -al haber podido optar
el periodista por publicar o no la información que un tercero quiere mantener en reserva y la fuente de
donde la ohtuv- que su declaración suponga un vicio iiivalidante del acto.
98' "Fuentes de información protegidas eiz el derecho constitucional argentino", ED del 171811999.

CF San Martín, sala 1, LL del 191711996, f. 94.520, con nota de CORVAI,AN, "La reserva de la
fuente de la información neriodistica v la búsaueda de la verdad en el nroceso nenal".,auien no ciñe la
S

determinación de la reserva tan sólo al tribunal ---como bien se hace en el fallo para evitar que el delito
continúe o se ~roduzcaun mal mavor-., ,sino aue la extiende al Ministerio Público. o JA del 301411997.
p. 55, "Gorriarán Merlo, Enrique".
989 GELLI, "Relaciones peligrosas entre Derecho y medios de comunicación (Acerca del valor
probatorio de las declaraciones periodísticas)", LL del 511211996, comentario a f. 94.946; se trata de
una pauta que para la corrección del fallo es imposible prescindir.
TESTIGOS ''

sas periodísticas revelen el origen o la fuente informativa de los artículos


mpatible con lo dispuesto por el art. 43, párrafo tercero CN9¶0.
ulta "necesaria" la restricción a la protección del secreto a las fuentes de
n periodística si existe la posibilidad de avanzar en la pesquisa mediante
S de investigación que resulten útiles y eficaces99'. -
ecreto del abogado
concebible la declaración del abogado contra su cliente por hechos co-
el cumplimiento de su ministerio; si se desconoce este límite se coloca
ofesionales frente a la alternativa de violar el secreto o desobedecer la
'al; en ambos casos su conducta se hallana justificada992.La existencia de
no es requisito para que opere el deber de abstención del abogado, quien
ser obligado a deponer ni siquiera sobre aquello que, aun sin constituir el
la confidencia recibida, implicaría, si se lo manifestara, la revelación de lo

eber de guardar secreto profesional no impide escuchar a un abogado como


es a quien se lo señala como el que aconsejó a los imputados, pues la soli-
os defensores de que se lo llame a declarar implica que se ha relevado a ese
deber de guardar secreto por parle de sus clientes, que son los únicos a
mbe la
stención se ciñe exclusivamente a lo que el abogado pudo saber por re-
sus clientes y no a lo que conoció en forma personal y directa por la
de sus sentidos995.
ecreto financiero
secreto financiero regulado por el art. 39 de la ley 21.526 no autoriza a un
1testimonio ante el fuero penal9". Aunque se trata de un privile-
nterés público cuyo beneficiario es el cliente de la entidad y no ésta997.

.Para el examen de testigos, el juez librará orden de citaeión con arre-


.154, excepto los casos previstos en los arts. 250 y 251.

CFed., sala 1, LL del 111211998, f. 96585.


CFed., sala 11, LL del 1/11/2002, f. 104.663.
CC, sala IV, JA 1996-11.565.
F Cap., sala 11, ED del 111611997, f. 47.949; en este caso se omitió evaluar la validez del
e nulidad dirigido contra la convocatoria, pues el tribunal -con razón- estimó que los pro-
escritos antes presentados por el profesional suplían los datos cuyo logro se procuraba mediante
videncia cuestionada, en nuestra opinión y si no hubiese mediado La circunstancia ponderada, el
nulo porque el objeto del acto procesal ordenado era groseramente ilícito a la luz de este

'" CNPE, sala A, SJP, LL del 3 11512004, f 107 531, con nota favorable de FKIELE,en SJP, LL
del 301712004
ed., sala 1, "Míguez", del 11612006, JA del 131912006, p. 63; RDP, LexisNexis, 1012006,

C. Nac Com ,sala A, ED 177-167, f 48 578


'"BARREIRA
DELFINO,
"El cl~entees el beneficiario del secreto financiero", nota al fallo antcs
mencionado.
456 TESTIGOS Ayt. 246

Sin embargo, en caso de urgencia, podrán ser citados por cualquier medio,
inclusive verbalmente.
El testigo podrá también prefentarse espontáneamente, lo que se hará
constar.
Si la citación es a través de la palabra, deberá asentarse por acta en los térmi-
nos del art. 138. Dice bien Rudi que "...se exige siempre el conocimiento cierto de
la citación a declarar, siendo insuficientes las notificaciones tácitas o fictas de la
audiencia". Señala también que el deber personal de comparecencia y de declarar la
verdad "...se integra con el derecho a gozar de protección propia y familiar (art. 79,
inc. c], CPPN)..."998.
La renuencia puede originar un proceso penal en que se dilucide si la abs-
tención de comparecer a prestar declaración, pese a encontrarse citado, importa la
comisión del delito de incumplimiento de los deberes procesales (art. 243, CP)999.
No obstante, antes de promover proceso penal por este hecho, puede cumplirse la
sanción disciplinaria fijada por el párrafo segundo del art. 247 (ver también art. 281).
El rechazo para fijar nueva audiencia para la declaración de un testigo pro-
puesto por la defensa, cuya inasistencia se debió a motivos de salud, descalifica a la
sentencia como acto jurisdiccional válido -arbitrariedad- si aquélla era decisiva
para esclarecer el hecho investigado; se produjo una clara restricción al derecho de
defensa con menoscabo de la garantía del debido proceso (art. 18, CN). Al comentar
el caso, recuerda Morello que el proceso no puede ser concluido en términos estnc-
tamente formales, pues no se trata de ritos caprichosos -sino del desarrollo coordi-
nado y eficiente- de procedimientos destinados al establecimiento de la verdad jurí-
dica objetiva; se dejó la gestión probatoria en el camino que conducía a la verdadioo0.
Declaración por exhorto o mandamiento
246. Cuando el testigo resida en un lugar distante del juzgado o sean di-
fíciles los medios de transporte, se comisionará la declaración de aquél, por
exhorto o mandamiento a la autoridad judicial de su residencia, salvo que el
juez considere necesario hacerlo comparecer en razón de la gravedad del hecho
investigado y la importancia del testimonio. En este caso fijará prudencialmen-
te la indemnización que corresponda al citado.
- En cuanto al distingo entre exhorto y mandamiento, ver comentario al art. 132.
El límite para hacerlo coinparecer ha sido analizado al comentar el art. 240.
Autorizada la presencia del abogado en la audiencia, si se cumplió sin la interven-
ción del juez exhortado, debido a inconvenientes que son ajenos a aquél, surge claro
que no pudo ejercer el control de la prueba, cuya reproducción o ampliación no puede
aseverarse se realizará, ya que está expuesta a eventuales y naturales contingencias que
como hecho futuro dicha repetición conlleva; por ello corresponde nulifi~ar'~~'.

"Lagarantia constitucional de la defensa en juicio y la protección de los testigos en el proceso


penal", ED 175-781.
Cám. Pen. Santa Fe, sala 1, JA 27-1975-594, f. 4678
'Oo0 CS, LL del 2711 112000, f. 101.244.

'O0' CCC, sala VII, ED 176-61, f. 48.425.


TESTIGOS '

Si el testigo no se presentare a la primera citación, se procederá con-


njniciamiento cuando corresponda.
ar, se dispondrá su
ndo persista en la

tribunal (arts. 120 y 281).


inar si incurrió en el delito previsto
Código Penal (ver comentario al art. 245). Sin perjuicio de ello, la
confonne al último párrafo.

cuando carezca de
te, fugue o ausente. Esta medida
declaración, el que nunca cxce-

como medio d e coerción personal enderezado a


se frustre la prueba.
ferencia con el caso previsto en el articulo anterior radica en que en aquél el
se le aplica una medida disciplina-
nal se vea privado del órgano de
iva, un poco más acentuada
también inc. 7".

9. Antes de comenzar la declaración, el testigo será instruido acerca de


restará juramento de decir verdad, con exccp-
y de los condenados como partícipes del delito
nvestiga o de otro conexo.
mente a cada testigo, requiriendo su nombre,
los de parentesco y de
sirva para apreciar su

spnés de ello le interrogará sobre el hecho de acuerdo a lo dispuesto en

rá nn acta con arreglo a los arts. 138 y 139.


alla reprimido por los arts. 275 y 276, Código

17; por ende, debe


1presidente del tribunal
cibidos por los preveii-
por el art. 184, inc. 7', sólo pueden ingresar
. 392) y, sin duda, no
or el órgano judicial;
igual ocurre con los menores inimputables y los condenados como partícipes del
delito investigado o de otro conexo. No lo prestan las personas indicadas en la parte
final del primer párrafo (para los menQres inimputables, ver art. lo, ley 22.278, mo-
dificado por ley 22.803). La conexidkd delictiva es la fijada en el art. 41. Su omisión
implica nulidad en los términos del art. 166, pues su prestación está exigida por el
primer párrafo y debe cumplirse conforme al art. 117. Se trata de una nulidad relati-
va; para acudir en casación debe hacerse reserva (arts. 166 y 456, inc. 2").
Cuando el juez inquiere al testigo acerca de su relación con las partes y con el
objeto del proceso -las "generales de ley"- procura tener un panorama sobre los
motivos que pudieron haberle inducido a faltar a la verdad, lo que habrá de meritarse
en función del art. 241; la autenticidad de estas relaciones está alcanzada por las
figuras de los aris. 275 y 276Inn2.
b) Identidad
Cuando se emiten declaraciones reservadas (art. 29 ter, ley 23.737) y se brin-
dan datos útiles para la investigación de la verdad, tales circunstancias deben ser
valoradas y analizadas por el tribunal a fin de resolver si corresponde otorgar a quien
las emitió algunos de los beneficios establecidos por la ley; este análisis debe pre-
servarse con la misma reserva y sólo reflejarse en el decisorio final'nn3.Corvalán
advierte sobre el peligro de interpretar tales mecanismos "...de un modo tan amplio
que afectan ciertamente dispositivos constitucionales insoslayables"; añade que "(n)
o hay posibilidad de mantener en secreto a las partes, respecto de la identidad de
los testigos...". La acotación es pertinente siempre que el aporte proporcionado bajo
reserva se pretenda utilizar en el juicio; más aun, si en cualquier estadio del proceso
se le estima en función del órgano de la prueba que lo transmite y no como mera
fuentein0"Para la CNCP, sala 1, las formas en que el citado art. 29 -texto según ley
24.424-- explicita las modalidades de cooperación son alternativas1nn5. El dato acer-
cado por el testigo de identidad reservada corresponde que sea ponderado con re-
servas: sus menciones no alcanzan para sustentar el procesamiento -art. 306-1006.
No puede convalidarse un procesamiento si los testigos de identidad reservada
han tomado conocimiento del hecho por un tercero prófugo en autos'00'. La pre-
servación del funcionario infilhado no descarta la convocatoria para declarar en la
causa, develando su identidad; allí comienzan a funcionar las medidas de protección
previstas por la ley y nacen para las partes todos los atributos del control propio de
la prueba testimonial; puede ponderarse como indicio'0o8.La CNCP, sala 1, precisa
que el empleo de un agente encubierto no es por sí mismo contrario a garantía cons-
titucional, a menos que se involucre de tal manera que hubiese creado o instigado la
ofensa criminal en cabeza del delincuente y aproveche las opomuiidades o facilida-
des que otorga el acusado predispuesto al delito; el mantenimiento del secreto cede
cuando la declaración es ordenada por el tribunal si se cubren las exigencias de fun-

Ver CCC, sala 111, 10/12/1991, c. 30.025, LLdel251611992, f. 90.488.


IW3 TOC Fed. Mendoza, nro. 2, LL del 3011011997, f. 96.232, con nota ~ ~ C O R V A L "Agente
AN,
encubierto y testigo de identidad reservada".
IW4 Citado en nota anterior.

'"O "F., A. R.", JA del 26/1/2000, p. 44.


'Oo6 CCC, sala VI, JA 2000-1-síntesis nro. 53; CNPE, sala A, JA 1999-IV-476.

'Oo7 CCC, sala VI, LL 3011011997, f. 96.233, con nota de CORVALAN, cit.
'008 CF San Martin, sala 11, LL del 3011011997, f. 96.234, con nota de Corvalán, cit.
TESTIGOS

ión del art. 123. No cabe citarlo a juicio oral a menos que sea estrictamente
,pues de lo contrario se vulneraría sin remedio la regla del estricto secreto
ebe mantenerse su designación; la revelación de identidad del agente encu-
como testigo, no es condición necesaria para su presentación en juicio
estionarla, salvo la carencia de fundameutación para resolver en punto
scmdibilidad absoluta de su aporte, aunque haya servido para conducir el
-
investigación mientras no se tome como elemento de prueba contra los
Ioo9. Sobre la cuestión, Rudi afirma que "los testimonios velados son una
ineficaz desde la perspectiva constitucional del debido proceso", ya que no se
el anonimato del exvositor cuando no es denun~iante'~'~.
ase a aplicar én forma extensiva el art. 34 bis de la ley 23.737, agre-
24.424, el anonimato del testigo no alcanza a las partes. Ocultar los
impide el control de la prueba por los interesados y afecta el ejer-
efensa en juicio. Toda persona "...acusada de delito tiene derecho
ad 'a interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener
arecencia de los testigos de descargo y que éstos sean interrogados en las
condiciones que los testigos de cargo' ..." (arts. 14.3., PIDCP, 75, inc. 22,
)lo"; cabe agregar el art. 8O, inc. 2", ap. 0,CADH, donde expresamente
el derecho de la defensa para interrogar a los testigos presentes y obtener la
encia de las personas cuyos dichos arrojen luz sobre el s u c e ~ o ~ ~ ' ~ .
consecuencia, y mientras se preserve la identidad del testigo, sus aportes
drán mentarse como fuente de prueba --extraer de sus dichos otros ele-
de convicción- pero no como ó v g a n ~Si ~ se
~ ~opta
~ . por esta última debe
creto indefinido de la verdadera identidad; si precisa hacerse pública,
cióu fundada, carácter absolutamente imprescindible y disponer-
das especiales de prote~ción~~"'. La CNCP, sala 1, ha resuelto que si
es el mantenimiento del estricto secreto de la actuación del agente encu-
correspondería escuchar como testigo, pues no resulta imputad-
cepciOn sustentada en el carácter absolutamente imprescindible de
n testifical; en tal caso el tribunal debe motivar la convocatoria en los
'nos del art. 123y su citación a juicio oral valedera siempre que sea estrictamen-
c e ~ a r i o 'La~ ~CF~ . San Martín, sala 1, sostiene que si la defensa pudo compulsar
s declaraciones testimoniales instrumentadas bajo reserva de identidad,
presa omisión de las circunstancias personales del órgano de prueba, contó
posibilidad de efectuar su análisis, valoración y crítica, y ejercitó el derecho

O9 LLdel3011011997, f. 96.245, o DJ 1997-3-814, f. 12.376.


'O LLdei 1/12/1997.
O" RUDI, "La protección de testigos en la Ley de Estupefacientes y el derecho procesal constitu-
",LLdel 1/12/1997; TOC Fed. Mendoza, nro. 1, LLdel2111211998, f. 98.250.
Ver RUDI, "La garantía constitucional de la defensa en juicio y el cambio de identidad de los
1proceso penal", ED 175-781. Más recientemente, CS, "Benite?, Fallos 329:5556.
''" CF San Martín, sala 11, DJ 1997-3-899, f. 12.409; CCC, sala V, DJ 2000-2-585, f. 15.636.
" R u ~ r"La
, garantía constitucionalde la defensa en juicio y la protección del agente encubierto
declara como testigo", ED 176-1021 y "El informante secreto y la garantía constitucional del
Proceso legal", ED 179-802.
'"' LL del 30/1011997, f. 96.245.
.* -TESTIGOS M.249
460

de defensa reconocido por la CN, no se ha visto afectado'O1'; el tribunal añade que


no se prohibe la participación de las partes en el examen de los testigos escuchados
con reserva de identidad. Es aceptabl$ en la medida en que los dichos se pretendan
meritar como prneba de cargo -por ej., si la requisitoria de elevación a juicio los
pondera- porque de lo contrario prevalece el secreto. Es que si opera como órgano
de la prueba el derecho a la confrontación tiene -según se dijo- jerarquía constitu-
cional y negarlo origina nulidad absoluta-art. 167, inc. 3" y 168, párrafo segundo-
porque queda afectado el derecho de defensa1@".La sala 11 del mismo iribunal es-
tablece que el secreto sobre la identidad lesiona el debido proceso legal y genera la
nulidad de las declaraciones así recibidas, pues conspira contra el irrestricto ejercicio
de la defensalO'! La identificación del testigo se encadena con la atribución para la
pesquisa previa al debate tanto como para su desarrollo, en el que las partes y defe~i-
sores tienen derecho para interrogarlos'@".
La CCC, sala 1, estableció que la figura del testigo de identidad reservada sólo
se encuentra prevista excepcionalmente en la Ley de Estupefacientes, por lo que no
puede ser aplicada para la investigación de otros delitos'@2o. En sentido contrario, la
CNCP, sala 111, entiendeque puede recibirse un testimonio bajo identidad reserva-
da, aun cuando no se investigue alguno de los delitos reprimidos por la ley 23.737,
si "...ello obedece a la existencia de un riesgo de seguridad que exige por parte del
Estado la protección de su identidad (arts. 79 y 81 del ritual). Sin embargo, en la
etapa de juicio propiamente dicho, a la luz de los principios y reglas que lo rigen, no
puede admitirse su recepción en tales condicione^"'^^'.
Resulta de interés la ley 5169 de Jujuy, al incorporar como art. 208 bis el si-
guiente texto: "Iniciada la instrucción el juez podrá reservar la identidad de aquellas
personas que, pudiendo aportar cualquier tipo de datos a la investigación, así lo
requieran por fundado temor respecto a su vida, integridad personal, honor o bienes,
o los de sus familiares. Por las mismas razones expresadas en el párrafo anterior,
también podrá solicitar reserva de identidad quien se proponga formular denuncia.
En tales casos el juez, impuesto de las razones invocadas, deberá decidir, previo a
la recepción de la denuncia, si concede la reserva solicitada. Una vez dispuesta la
reserva de identidad, bastará que se inserte en el expediente una certificación del
actuario en la que conste su existencia, y que obran en poder del juez las actuacio-
nes complementarias donde conste la identidad del testigo y se registren sus dichos.
Las actuaciones complementarias con los dichos del testigo, mas no la identidad del
mismo, sólo podrán ser consultadas por la defensa en los términos y bajo las previ-
siones de lo dispuesto en el art. 208, ap. 2" inJine del Código Procesal Penal. Si se
dispusiera la elevación de la causa a juicio, el juez agregará al expediente principal

'Oi6 CF San Martín, sala 1, ED 173-636, f. 48.122, con nota de Mc INTOSH, "El valor probatorio
de las declaraciones prestadas bajo reserva de identidad en la instrucción penal y en el marco de la ley
que reprime la tenencia y el trafico de estupefacientes".
Conf. CORVALAN, "Agente encubieiio y testigo de identidad reservada", LL del 3011011997,
escolio al f. 96.232.
ED 173-649, f. 48.123.
CNPE, sala A, DJ 2000-2-909, f. 15.763.
'"O JA del 131212002, p. 82, o ED del 121212002, f. 51.268 y SJP, LL del 261312004, con nota
favorable de LERMAN, "La prohibición de analogía en materia procesal penal: nulla coactio y teoría del
fmto del árbol envenenado".
'"' SJP, LL del 281612004, f. 107.648.
TESTIGOS

aciones complementarias que serán siempre reservadas. Si la instrncción se


ra por sobreseimiento, las actuaciones complementarias se archivarán en
eparada del expediente principal".
dec. 262119981022creó la Oficina de Protección de Testigos e lmputados en
de lo dispuesto por el art. 33 bis, ley 23.737, texto según ley 24.424. Asegura -
to del legajo en que tramita el requerimiento de la autoridad judicial com-
, La ley 25.7641023 formó el Programa Nacional de Protección de Testigos e
dos en la investigación de los delilos previstos por los arts. 142 bis y 170, CP, y
tablecidos por las leyes 23.737 y 25.241. Mediante ley 25.7651024 se creó el Fon-
manente de Recompensas destinado a abonar una compensación dineraria para
nes, sin haber intervenido en el delito, brinden datos Útiles para lograr la libertad
víctima o la aprehensión de los autores de los delitos previstos por los arts. 142
170, CP, o el encubrimiento de ellos -art. 277, CP-. Ver dec. reglamentario
004'025.Por ley 26.375'026se creó otro Fondo de Recompensas para las personas
e brinden información útil en causas penales en las que se investiguen delitos de lesa
d, manteniéndose su identidad bajo secreto (art. 7').
el debate ver art. 384.
atamiento especial
No estarán obligados a comparecer el presidente y vicepresidente de
;los gobernadores y vicegobernadores de provincias; el jefe y vicejefe
ierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los ministros y legisla-
nacionales y provinciales; los miembros del Poder Judicial de la Naci6n y
provincias; los ministros diplomáticos y cónsules generales; los oficiales
s de las fuerzas armadas desde el grado de coronel o su equivalente, en
d; los altos dignatarios de la Iglesia y los rectores de las universidades

egún la importancia que el juez atribuya a su testimonio y el lugar en


e se encuentren, aquellas personas declararán en su residencia oficial, donde
uél se trasladará, o por un informe escrito, en el cual expresarán que atesti-
an bajo juramento.
Los testigos enumerados podrán renunciar a este tratamiento especial.
a exención alcanza a la comparecencia, pero no a la prestación del testimonio.
1 art. 14, párrafo cuarto, ley 24.946 -Orgánica del MP- exime del deber
comparecencia a los magistrados del MP; si no lo hacen deberán responder por
bajo juramento y con las especificaciones correspondientes.
primer párrafo sufrió diversas modificaciones a trav6s de la reforma opera-
iante ley 26.394. Que se haya eliminado la locución "territorio nacional" es
o, aunque tardío (ley 23.775). La supresión de los "tribunales militares" se
en función de la derogación del CJM (art. lo, ley 26.394). Acertadamente,
rporó al jefe y vicejefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
lor2 BO del 181311998.
'"' 50 del 131812003.
BO del 11/8/2003.
50 del 281612004.
'"' BO del 301512008.
lo2' Párrafo según ley 26 394,BO del 291812008. Según su art. 7', comenzó a regir el 261212009
462 TESTIGOS Art. 250 bis

como beneficiarios de este tratamiento especial, aunque debe considerarse también


incluidos a los ministros, legisladores y miembros del Poder Judicial de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires íart. 129 GN).
Esta posibilida<ldebiera aplicarsi so'latneriic duraiite la etapa de instrucción. En
el debate, conforme a lo resiir.lto por 13 CS en "Bcnircz""~~, este iraraniiento especial
tiene que ceder frente al derecho constitucional del imputado a controlar la beba
testimonial (arts. 8.2.f., CADH, y 14.3.e., PIDCP).

250 bis. Cuando se trate de víctimas de los delitos tipificados en el Código


Penal, Libro 11, Título 1, Capítulo 11, y Título 111, que a la fecha en que se re-
quiera su comparecencia no hayan cumplido los 16 años de edad se seguirá el
siguiente procedimiento:
a) Los menores aludidos sólo serán entrevistados por un psicólogo especia-
lista en niños y10 adolescentes designado por el tribunal que ordene la medida,
no pudiendo en ningún caso ser interrogados en forma directa por dicho tribu-
nal o las partes;
b) El acto se llevará a cabo en un gabinete acondicionado con los imple-
mentos adecuados a la edad y etapa evolutiva del menor;
c) En el plazo que el tribunal disponga, el profesional actuante elevará un
informe detallado con las conclusiones a las que arriban;
d) A pedido de parte o si el tribunal lo dispusiera de oficio, las alternativas
del acto podrán ser seguidas desde el exterior del recinto a través de vidrio es-
pejado, micrófono, equipo de video o cualquier otro medio técnico con que se
cuente. En ese caso, previo a la iniciación del acto el tribunal hará saber al pro-
fesional a cargo de la entrevista las inquietudes proptiestas por las partes, así
como las que surgieren durante el transcurso del acto, las que serán canalizadas
teniendo en cuenta las características del hecho y el estado emocional delmenor.
Cuando se trate de actos de reconocimiento de lugares y10 cosas, el menor
será acompañado por el profesional que designe el tribunal
ningún caso estar presente el imputado'029.
Se establece un nuevo procedimiento para la recepción de declaraciones de me-
nores de 16 años damnificados por delitos de lesiones y contra la integridad sexual. A
partir de la sanción de la ley 26.364 ("Prevención y Sanción de la Trata de Personas
y Asistencia a sus Víctimas") 'O3",se extendió el ámbito de aplicación de los arts. 250
bis y 250 ter a la investigación de los delitos allí tipificado~l"~.
En esos casos el juez queda relevado de interrogar, practicándose tal medida
a través de personas expertas en el tratamiento de menores, tales como psicólogos
o, eventualmente, psiquiatras. De esta forma se evita revictimizar al niño ante el
interrogatorio de sujetos, tales como los jueces o empleados del tribunal, que por
no haber sido formados en la materia ahonden o le provoquen un nuevo perjuicio.
No existe vulneración a la necesaria intervención del juez porque, de hecho, sigue
controlando el interrogatorio, sólo que lo hace por interpóeita persona. Se trata de un

'D28 Fallos 329:5556. Ver comentario art. 391, acápite d).


'"Vexto incorporado por ley 25.852 (90 del 81112004).
'"O 90 del 301412008.
'O" An. 14, ley 26.364. Una mejor técnica legislativa hubiese aconsejado reformar los arts. 250
bis y 250 ter.
TESTIGOS

ara tomar efectivo el cumplimiento de lo dispuesto por el art. 3', Convención


s Derechos del Niño'032.
derecho de defensa no se ve retaceado, toda vez que las partes pueden
el acto desde el exterior del recinto conocido como "cámara Gesell" y
preguntas al tribunal para que el profesional designado las canalice, tenien-
nta las caracteristicas del hecho y el estado emocional del menor. -
ndo el menor participe en el reconocimiento de lugares o cosas, jamás po-
presente el imputado.
bien hay que reconocer que no constituye un requisito legal notificar a la
sa de la realización de la cámara Gesell, por no tratarse de una pericia sino de
a de recibir un testimonio'033,10 cierto es que la notificación previa y la gra-
diovisual del acto, parecen la mejor forma para que la prueba pueda ser va-
en el debate, de manera tal de, por un lado, brindar al imputado la posibilidad
frontar al testigo (arts. 8.2.h., CADH, y 14.3.e., PIDCP)'034y, por otro, evitar
timización del menor durante el juicio'035.La CCC, sala V, ha aconsejado la
cación a todas las partes'036.En consonancia con lo expuesto, la CNCP, sala
lar0 la nulidad de una condena basada en testimonios prestados por esta vía,
el imputado no tuvo posibilidad efectiva de controlarlos1037.
O ter. Cuando se trate de víctimas previstas en el art. 250 bis, que a la
e ser requerida su comparecencia hayan cumplido 16 años de edad y no
ren cumplido los 18 años, el tribunal previo a la recepci6n del testimonio,
rá informe de especialista acerca de la existencia de riesgo para la salud
ica del menor en caso de comparecer ante los estrados. En caso afirma-
procederá de acuerdo a lo dispuesto en el art. 250 bis'03s.
Cuando la \.iciiina tenga enire 16 y 18 aiios deberá recabarse -antes de la
declaración un infoniie para determinar la existencia de riesgos - para su salud psi-
sica. Si no existe, la declaración la recibe el tribunal. En caso contrario, se sigue
rocedimiento previsto por el art. 250 bis.

O'' CCC, sala 1,2811212004, "B.R.A. slinconstitucionalidad del art. 250 bis", c. 24.987; publicado
dial.com.ar, del 181412005; JA del 1/6/2005, p. 77; RDP, LexisNexis, 1412005, p. 1591, con
MARES, "El interrogatorio subrogado de menores es constitucional...", quien considera que
igirse legalmente la gabación audiovisnal del interrogatorio.
CCC, sala VII, 201712007, "A. H., C.", ED del 711112007, p. 8; id., sala V, 711012008, "Corsi",
5, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaría de Jurisprudencia, CCC.
"Benitez", Fallos 3295556 -ver comentario art. 391, acápite d+; CNCP, sala 11,
tista Cabana", c. 8548.
n el mismo sentido, CAFFEWITA NORES- HAIRABEDIAN, La prueba en el proceso penal, 6'
exis, Buenos Aires 2008, p. 108.
CCC, sala V, 21912008, "P., J. I.", c. 35.084, difundido por el servicio de correo electrónico
retaría de Jurisprudencia, CCC.
'
9/5/2008, "B., C. G.", RDP, AbeledoPerrot, 1212009,con nota de MANGANO, "Declaración de
niiías en cámara Gesell: un panorama en tomo a la necesidad de garantizar el principio contra-
10 a lo largo del proceso penal", quien cita la res. PGN 812009, a través de la cual se instruye a los
caes a notificar a los defensores de los imputados de estos procedimientos y a filmar Íntegramente

Texto incorporado por ley 25.852.(BO del 81112004).


PERITOS Art. 252

Examen en el domieilio
251. Las personas que no puedan concurrir al tribunal por estar física-
mente impedidas, serán examinadas en su domicilio o lugar de alojamiento o
internación.
Además de las personas incluidas en el articulo anterior, tampoco tienen obli-
gación de comparecer -pero sí de declarar- las que se encuentran físicamente
impedidas. Para el debate rige el art. 386.

Falso testimonio
252. Si un testigo incurriere presumiblemente en falso testimonio se orde-
narán las copias pertinentes y se las remitirá al juez competente, sin perjuicio
de ordenarse su detención.

a) Principios generales
Se bata del delito pjevisto en los arts. 275 y 276, Código Penal.
La remisión al juez competente significa prescindir de las formas de iniciación
prescnptas por los arts. 180, 188 y 195; por ende, no se precisa requerimiento fiscal;
ver comentario a los arts. 371, 390 y 401. La comunicación sirve de estímulo para
que el juez de instrucción se pronuncie abriendo o desestimando la pesquisa.
En realidad, la denominada "detención" no es sino una aprehensión o detención
sin orden judicial, puesto que la primera sólo incumbe al juez a cargo del proceso
(confr. arts. 194,283 y 284, inc. 4").
Durante el debate debe procederse conforme a lo indicado por el art. 390.
b) Casuística
Quien al declarar como testigo pudo considerar la posibilidad de autóincrimi-
narse en algún hecho delictivo, disfruta del amparo del art. 18, CN, y aunque calle
entonces la verdad no se configura el delito de falso te~timonio"'~~.

PERITOS

a) Concepto
La comprensión del material probatorio reunido en el proceso exige, en ciertos
casos, conocimientos de alguna ciencia, arte o técnica. Cuando dicha tarea exce-
de la mera constatación material de las que el juez puede realizar personalmente
-por ejemplo, verificar si determinada llave hace posible abrir una puerta de vi-
viendaio4O-, deberá acudirse al examen pericia1 siempre que esa labor resulte ajena

1039 CCC, sala VI, ED 161.488, f. 46.293.


' M T C C , Fallos t. 11, p. 289; de un automóvil, CCC, sala 1, DJ 1998-2-866, f. 13.140, o LL del
301611998, f. 97.400, con disidencia de Donna, quien sostiene la nulidad, no compartida porque por su
naturaleza es reproducible.
PERITOS

paración juridica'Oq que debe poseer el juez (confr. arts. 4', So -sustituido
24.050- y 6", dec.-ley 128511958, en tanto requieren para desempeñar esa
titulo de abogado). Salvo en estos casos, el juez debe completar, aun las
iones y reconstrucciones, con todas las operaciones técnicas y científicas per-
(art. 222).
Obligación de pericia
ciertas circunstancias la pericia viene impuesta expresamente: por ejem-
a disponer el cese de la medida de seguridad consistente en la internación
auicomio (art. 34, inc. lo, párr. 2", CP); cuando se atribuya al imputado un
primido con pena no menor de diez años de prisión o cuando fuere sordo-
o menor de 18 o mayor de 70 años, o si fuere probable la aplicación de una
a de seguridad (ast. 78; su omisión genera la nulidad de la senten~ia)'~"~; tam-
cuando se trate de muerte violenta o sospechosa de criminalidad y no se pueda
ecer, por la percepción exterior, la causa de la muerte, se ordenará la autopsia
64); antes de efectuarse la venta, entrega o destrucción de un objeto secuestra-
causa penal, el tribunal deberá ordenar la realización de peritajes para determi-
odaprecisión su valor y estado (art. 7', ley 20.785); también en los casos de
e Estupefacientes, 23.737 (arts. 16, 17, 18,20,22 y 30, párr. 3", id.).
) Perito
principio sólo puede ser perito una persona flsica. Pero el art. 476, CPN,
e supletoriamente al proceso penal, autoriza al juez a solicitar informes a
mias, corporaciones, institutos y entidades públicas y privadas de carácter
fico o técnico cuando el dictamen pericia1 requiriese operaciones o conoci-
ecialización. No debe confundirse con la prueba de informes re-
96 y concs., id., cuya aplicación es posible admitir en el proceso
6)1°"'. En ese sentido se resolvió que la comunicación emitida
nta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil dependiente de la
Aérea Argentina, si bien no es en sentido estricto una experticia, responde a la
ón que le incumbe en todos los accidentes aéreos (arts. 185 y SS.,Cód. Aero-
tico); por eso es legal su introducción en la causaloM;la interpretación no cambia
que quien lo suscribe sea citado a declarar como testigo y no fue ordenada como

Peritos oficiales
specto de los peritos oficiales, la Corte Suprema ha privilegiado sus infor-
,pues se trata del asesoramiento técnico de auxiliares de la justicia cuya impar-
dad y corrección están garantizadas por nomas especificas y por otras similares
S que amparan la actuación de funcionarios judiciales1043. Por supuesto que esto

CNPE, sala 11, JA 1963-VI-251, f. 7725.

Ver sobie la pmeba de informes BULLIT GoÑI, ''El Secreto bancario y el art. 26 de la ley
ctiva", LL del 1511111991.
'O" CFed. Rosario, sala A, LL Litoral, 1999-83.
'O4* Fallos 299:265, o ED 77-374, f. 30.617; también JA 1996-111-212.
466 -PERITOS Art. 254

no implica sentar un criterio general en el sentido de privilegiar la opinión de los


peritos oficiales al momento de su valoracióni046.
No es obligatoria su proposición por quien ofrece la prueba ni puede impedirse
el acceso a los peritos oficiales aunqug se trate del querellante exclu~ivo~"~.
Mientras el testigo relata percepciones recibidas fuera del proceso, el perito acce-
de al conocimiento sobre el cual aporta su informe por datos adquiridos dentro de aquél.
Ver art. 8" de la ley 20.785 y art. 45 de la ley 24.050.
Facultad de ordenar las pericias
253. El juez podrá ordenar pericias siempre que para conocer o apreciar
algún hecho o circunstancia pertinente a la causa, sean necesarios o convenien-
tes conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o tbcnica.

a) Principios generales
También pueden disponerlas la autoridad preventora (art. 184, inc. 4"), el MP
(arts. 212, párrafo primero y 353 bis) y el tribunal oral (art. 383).
En sentido estricto 6nicamente es peritación la ordenadapor el juez. No obstan-
te, lo prescripto por el art. 263, iuc. 4", última oración y, sobre todo, por el art. 398,
párrafo segundo, última oración, advierte que las practicadas en sede prevencional
no dejan de tener su mérito. En ningiin caso la conclusión vincula al tribunal.
b) Casnística
El peritaje cabe efectuarlo siempre que las diligencias a cumplir por los exper-
tos no resulten prácticas humillantes o degradantes (por eso homologa la extracción
de sangre del imputado a fin de realizar un estudio médico inmunogenético de histo-
compatibilidad respecto de la ~íctima)'~".
La sana crítica impide desconocer valor convictivo a un peritaje efectaado so-
bre fotocopias1049.Tampoco cabe descartar -sin perjuicio de su valor probatorio-
a una experticia llevada a cabo en un expediente administrativo al no haberse intro-
ducido por las vías admitidas y con el debido control de las partes'05o.
Para el juicio, ver los arts. 355, 383, 388 y 397.
Calidad habilitante
254. Los peritos deberán tener título de tales en la materia a que pertenezea
el punto sobre el que han de expedirse y estar inscriptos en las listas formadas
por el órgano judicial competente. Si no estuviere reglamentada la profesión,
o no hubiere peritos diplomados o inscriptos, deberá designarse a persona de
conocimiento o práctica reconocidos.

IM6 CS, 81412008, "Tejerina", T.228.XLII1, disidencia de los jueces Fayt y Zaffaroni; RDP, Abe-

IedoPerrot, 912008, p. 1540.


'O4' CS, Fallos 314:1447.
CS, JA 1996-111-436, con nota de CIFUENTES, "Dificil y necesario equilibrio entre los intere-
ses públicos y los derechos personalisirnos. (La inspecfiocorporis forzada)" o LL del 6/5/1996, p. 40,
f. 94.238, o ED 168-443, f. 47.313; LL del 301511997, f. 95.431; o ED del 251411997, f. 47.851.
' M V C C ,salaV11, JA 1998-1V-539.
1050 CF San Martin, sala 11, LL del 141111999,c. 586, reg. 443, ficha NE.2214.
PERITOS

NPE, sala A, estima que si se trata de examinar documentación comercial


a no puede recaer la compulsa en quienes no son peritos oficiales o en su
cionarios públicos con título profesional O específica competencia para

registro del perito ante el tribunal -inexcusable en los procesos en que se


uestiones de derecho privado- parece superñuo exigirlo en un proceso
S basta con reunir las condiciones de idoneidad o capacitación que las
ntarias de la profesión requierenios2.
ha declarado la iñconstitucionaiidad de la exigencia referente a la inscrip-
la lista llevada por el órgano judicial competenter053.La CCC, sala V, ha
zado un planteo similar, pues la aceptación de un perito desconocido, al tener
roponerse uno inscripto en la lista, atiende a que el experto no defiende un
s de parte y, además, asegura su i m p a r ~ i a l i d a d 'Resulta
~ ~ ~ . acertado el criterio
CCC, sala VI, en cuanto declara la inconstihicionalidad de este artículo y del
n tanto ordenan una reglamentación que limita la libertad de elección de las
e indirectainente del juez, resultando así afectada la garantía de la defensa en
-art. 18, CN-'OSs. Con argumentos similares la CNCP, sala 11, también se
ó por la inconstitucionalidadro5'.Sin convencer exige la inscripción la CNPE,

1régimen regulatorio aquí establecido -incluso la previa notificación a las par-


art. 2 5 8 b no cubre las operaciones cumplidas al amparo del art. 184, inc. 4°r0s8.
acordada 6011996, la CS declaró la invalidez de la ley 24.675 en cuan-
e la inscnpción de peritos en el Ministerio de Justicia por considerar que
una regulación del modo cómo los magistrados deben efectuar su nom-
; a su vez, la incluye dentro de los "reglamentos necesarios para la eficaz
de los servicios de justicia" que el artículo 114, inc. 6", CN, atribuye al
o de la Magistratura, "...y que, en tanto ese organismo no se ha creado, conti-
'
<:NPC, sala A , DJ 199b-2.507, f. 13 612. coi1 .<cenadadisid?nci~del docror Piiz*ri-i 1.1. por-
que 13 etiiimcr:ici"n ds los riiediur dz oruebd no r.5 de caricrir cenado o 13haliva Y nada impide sl i u s ~
acudrr a modos no específicamente e&blecrdos
'" CCC. El> 20.341. iiru. 71, 0 J..\ 1967-11-7.nro. 73; en el ientido iIr.1 Cbdigo sciudl, pero bajo el
répinien atitenor. iir CCC. sala \! J,\ lO6I-V. 13. nru 142: CFcd .rnls l.. RI>I'. LcnisNr.his. nro. 7.. .
D. 303.
'Os3 ~uzg.Nac.Cri;. de 1nstrucciónnro.10, ~ L d e 1611;1995
l y 171U1995, f. 92.805, o ED 157-
,f. 45.746, con nota de BIDART CAMPOS, "Inscripción de peritos en una lista y designación judicial de
Os no inscnptos". Si bien puede discreparse con la inconstitucionalidad resuelta en fonna oficiosa,
gumentos ponderados, que remiten a un fallo anterior del mismo juzgado en la c. 61.142 -pugnan
a garantía de libertad de trabajo y defensa en juicio (arts. 14 y 18, CN)-, deben tenerse en cuenta;
sala IV, JA 2001-11-667, con nota de ZANOARO, "Algo más sobre la inscripción previa del perito
or de parte en el proceso penal".
41411994, "Banco de Boston", JA 1995-111-200, nro. 62, síntesis.
"* JA del 12/2/1997, p. 11, "Castells, C.", con nota de ROMERO VILLANUEVA, "Un fallo medniar
a prueba pericia1 y las garantías constitucionales en el proceso penal", id.,id.,231512008, "Bar-
", c. 34.931, con disidencia del juez Bruzzone, difundido por el servicio de correo electrónico de
etaría de Jurisprudencia, CCC.
281512007, "Schinder", RDP, LexisNexis, 812007, p. 1568; con nota favorable de ROMERO VILLA-
EVA -VALERGA ARAoz (h), "La lista de Schinder. ..", RDP, LexisNexis, 1012007, p. 1904.
'O'' DJ 1998-2-794, f. 13.114;CCC, sala IV, JA2001-11-665; id., salaV,JA2001-11-666, oLLde1
611112000, p. 7, f. 43.144-S; id.,sala VZI, RDP, AbeledoPenot, 412009, p. 756.
'"' TOC nro. 10,2411111993, "Álvarez, Juan M.", con disidencia de la doctora Goscilo, JA de1
261411995, p. 54.
468 , _PERITOS Art. 256

nua compitiendo a la Corte Suprema de Justicia sobre la base de la interpretación del


articulo 96 de la Constitución de 1853/60...".
Incapacidad e incompatibilida$
255. No podrán ser peritos: los incapaces; los que deban o puedan abste-
nerse de declarar como testigos o que hayan sido citados como tales en la causa;
los que hubieren sido eliminados del registro respectivo por sanción; los conde-
nados o iubabilitados.
Las incapacidades no son otras que las establecidas en el Código Civil
(art. 54, id.).
La incompatibilidad con la función testifical se explica porque ésta no es fun-
gible; por ende, prevalece sobre la tarea pericia1 (ver introducción al Capítulo IV).
Alcanza con el llamamiento como testigo aunque no haya comparecido a prestar
declaración. Comprende también a las personas incluidas en e1 art. 243.
La eliminación del registro configura una sanción disciplinaria aplicable en los
supuestos del art. 266.
La condena de que habla el artículo puede provenir de cualquier delito, sea a
pena privativa de libertad, multa o inhabilitación.
En cuanto a la inhabilitación, ver arts. 12, 19,20 y 20 bis, Código Penal.
La estrictez del precepto se explica porque la imparcialidad y confianza exigi-
ble a los técnicos que asumen esta función es similar a la que se requiere para los
jueces (art. 256).
Cuando se infringe la prohibición, se abre paso a un vicio atinente al elemento
subjetivo del acto procesal pericial. Se trata de una nulidad genérica (art. 166) de
carácter relativo (arts. 170 y 171). Si la pericia se efectuó en colegio y el defecto sólo
alcanza a uno solo de los expertos, el acto será parcialmente nulo, pues, aunque las
conclusiones resultaren compartidas, siempre tendrán el respaldo del perito hhbil, sin
perjuicio de que pierdan entidad al ser meritadas en los términos del art. 398.
Excusación y recusación
256. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, son causas legales
de excusación y recusación de los peritos las establecidas para los jueces.
El incidente será resuelto por el juez, oído el interesado y previa averigua-
ción sumaria, sin recurso alguno.
No corresponde designar perito a un organismo del Estado que se fusionó con
quien actúa como querellante, porque el perito debe ser persona ajena al procesoloS9.
Resulta extraño designar perito a quien no es persona física (ver introducción a este
capítulo, pán: 2').
Ver comentario al Capítulo IV, Titulo 111 del Libro 1.
"Averiguación sumaria" resulta vicariante por "información sumaria" (art. 189).

'O5VNPE, sala B, LLdel301611998, f. 97.417


PERITOS

de la designación.
no acudiere a la citación o no presentare el informe a debido tiempo, sin
ustificada, incurrirá en las responsabilidades sefialadas para los testigos -
iales aceptarán el cargo bajo juramento.

Principios generales
ducir el peritaje resulta, en principio, obligatorio para quien ha sido designa-
este aspecto media una diferencia con el proceso civil, donde la aceptación del
es facultativa (art. 469, pan: 2", CPN). Amén de las circunstancias atingentes
ción (ver art. anterior), bajo la fórmula del "grave impedi-
tros supuestos tales como incompatibilidades horarias con
e tenga entidad como para poner en duda el desempeño

ia como la falta de oportuna satisfacción de la labor,


es disciplinarias indicadas en el segundo párrafo, pue-
1 delito de incumplimiento de los deberes procesales
3, CP; ver art. 247).

s oficiales. Basta con el


. Sobre peritos oficiales, ver
cumplida por el expertoio6'.Por
icos de la Policía Federal, debi-
ica, en cuyo caso ni siquiera la falta de aceptación
en el régimen anterior se decidió que la falta de
te la invalidez de la diligencia, si tal requisito se

uesto insoslayable porque


o subsanada tempestivamente
la eficacia del peritaje puede,
asación (arts. 456, inc. 2").
Nombramiento y notificación
258. El juez designará de oficio a un perito, salvo que considere indispen-
ble que sean más. Lo hará entre los que tengan el carhcter de peritos oficiales;
los hubiere, entre los funcionarios públicos que, en razón de su titulo pro-

CCC, JA 1967-VI-429, síntesis; sala II,2618/1980, c. 24.575, con cita del art. 63, inc. a) del
dec.-ley 1285fí958.
'O6' CCC, JA 1969-11-941, sintesis, nro. 162; CFTucumán, ED 37-573, f. 18.291.

'Os2 CCC, sala 1, ED 43-454, nro. 33, o JA 12-1971-384, f. 19.962; id. JA 1982-1-110,índice.

'&S' CCC, ED23, síntesis, p. 242, nro. 179.


PERITOS

fesional o de su competencia, se encuentren habilitados para emitir dictamen


acerca del hecho o circunstancia que se quiere establecer.
Notificará esta resolución al ministerio fiscal, a la parte querellante y a los
defensores antes que se inicien las operaciones periciales, bajo pena de nuiidad, a
menos que haya suma urgencia o qrie la indagación sea extremadamente simple.
En estos casos. bajo la misma sanción, se les notificará que se realizó la
pericia, que pueden hacer examinar sus resultados por medio de otro perito y
pedir, si fuere posible, su reproducción.

a) Notificación
El párrafo segundo se explica porque, conforme al art. 256, las partes pueden
recusar al perito sin perjuicio de la atribución reconocida por el artículo siguiente.
Con respecto a las nulidades previstas tanto en este párrafo segundo como en
el último frente al eventual planteo del recurso de casación -ver último párrafo del
comentario al artículo anterior-, debe tenerse presente que son relativas, a menos
que se trate de una prueba cuya valoración resulte crucial e incida de manera adversa
para lograr una sentencia favorable, en cuyo caso deben declararse de oficio (arts.
18, 28 y 33, CN, por afectar el debido proceso y art. 168, párr. 2"). Si el examen
médico se cumplió el mismo día en que fue dispuesto y sin dar posibilidad a la de-
fensa de proponer perito para controlar la tarea, corresponde anularlo'OM.
Cabe advertir que en el proceso penal -al no haber consultores técnicos (ver
comentario al artículo siguiente)-, una vez designados por resolución judicial o
propuestos por las partes, los peritos se encuentran en la misrna situación que los
designados de oficio.
La notificación debe efectuarse también a los letrados representantes o patroci-
nantes de la querella y al abogado defensor, y no tan sólo a las personas que revistan
la condición de acusador particular o imputado. Al apoderado o patrocinante de la
querella y al letrado defensor, para que -al igual que el MP- puedan controlar la
legalidad de la designación y el desarrollo del acto; a las partes, con motivo de la
eventual recusación (art. 256).
La circunstancia de no contar con defensor designado es insuficiente para jus-
tificar la ausencia de notificación, por tratarse de un recaudo necesario para que el
imputado pueda ejercer los derechos conferidos por el art. 1041065.
b) Omisión de notificación
- Tanto la "suma urgencia" como que "la indagación sea extremadamente sim-
ple" -circunstancias que tornarían procedente omitir fa notificación previa de la
diligencia- son facultades del juzgador, componentes de su arbitrio técnico, que
deben fundarse, para no incurrir en arbitrariedad, imposible de subsanar si se trata de
una diligencia definitiva e irreproducible (arts. 18,28 y 33, CN, al afectar el debido
proceso y arts. 167, incc. 2' y 3', y 168, párr. 2"). Para obviar la valla impuesta por
el art. 200 es preciso, respaldar con razones atendibles lo imperioso del apremio o la
sencillez del caso (art. 123, última oración); el defecto habilita la casación (art. 456,
inc. 2").

'OM TOC nro. 7, LLdel 8/2/1994, f. 91.935.


'"' CNPE, sala A, ED del 3011i11999, DPPC, f. 67
PERITOS

examen químico se realizará sobre cantidad escasa de material -no se


do-, resulta válido. El art. 258 no establece plazo para notificar, pero
oducir la e ~ p e r t i c i a ' Cuando
~ ~ ~ . el estudio
secuestro, el acierto sería cuestionable. Se
ificar tanto por no revestir urgencia ni resul-
ducibleIa6'. Antes de practicarse la pericia, y sin -
cipitado designar un perito oficial'068.
muy importantes de la casación. En el primero
re una mujer que parecía haber sido objeto de
tificación a las partes; se estimó que prorrogar
n hasta que los intervinientes propusieran perito hubiera ocasionado una
le disminución de la aptitud probatoria por el mero transcurso del tiempo,
cuerpo humano tiende a borrar los rastros eventuales de lesiones. Se conside-
circunstancia de que incumbía a las partes solicitar se revisaran las conclusio-
los expertos, ya que con base en las lesiones advertidas podría requerírseles
inar el origen de las escoriaciones y pinzamientos; no hizo falta decretar la
ez en razón de la urgencia. Además, se ponderó la orden del juez de instnic-
realizar la medida y la participación del médico forense, además de facul-
la policía. Por otro lado, el examen ginecológico obstétrico no fue el único
ivo evaluado por la casación para revocar la nulidad del peritaje y
dispuesto en su consecuencia. Existía una diligencia ilustrativa
entos presuntamente relacionados al delito investigado -gasas
do similar a la sangre, guantes descartables usados, pinzas quirúrgicas y la
lizar la metrorragia tacto b@oanestesia-. La existencia de un
into --escindible del acto cuestionado para evaluar la conclusión- restaba
meba ilícita, resultaba inoperante su planteamiento porque el

segundo, arbitra la suma urgencia como uno de los


omitir la comunicación del examen a cumplir. El art.
amerita la facultad para proponer perito, durante el término -rectius, plazo- de
dias a contar de la medida. La urgencia es un concepto asociado con el apremio
a decidir algo1070.Sin embargo, este entendimiento no condice, sin más, con la
dicial se cuenta con un pulcro precedente para
a un fallo de la CF San Martín, sala I'O". Se esclare-
al señalar no basta con limitarse a la conceptualización literal del
rse su análisis desde elpunto de vista teleológico. En
e de modo que sus limitaciones no traben el eficaz y
atribuidos al Estado, al efecto del cumplimiento de

CNPE, sala A, DJ 1999-2-1083, f. 14.463, o LLdel31811999, p. 6, f. 99.120.


O" En sentido similar CCC, sala 1, "Braim, Daniel", LL del 24/1/2000.
CFed. Mar del Plata, DJ 2000-1-401.

'"' ED 159-688, f. 46.016.


472 .. PERITOS Art. 258

sus fines del modo más beneficioso para la comunidad'o72.La urgencia debe surgir
de la naturaleza y caracterísricas del examen'o73.La casación sostuvo que en virtud
de las particulares características de la pericia a practicarse no era conveniente la
notificación a las partes para que pudieran designar sus propios peritos, por las evi-
dentes demoras que ello hubiera aparejado. Pareciera alterado el orden del discurso,
porque sin urgencia acreditada se derrumba la posibilidad de cumplirla sin antes co-
municar el cometido, al reparo del secreto, Con todo, la situación de una mujer sobre
la cual se cumplieron maniobras abortivas compele a no dilatar la actividad procesal,
con la fuerza disuasoria de los hechos evidentes sino notorios. Por ende, los órganos
a quienes incumbe afrontar la etapa preliminar deben persuadir acerca del porqué
se obvió la notificación; de lo contrario puede afectarse el debido proceso si no se
respalda, con razones atendibles, lo imperioso del apremio o la sencillez del caso1074.
El otro precedente destacado versó en torno a la invalidez declarada de un pe-
ritaje efectuado sobre un documento en apariencia apócrifo; se aducía la imposibi-
lidad de renovar la experiencia debido al extravío del original; de ahí que la resolu-
ción hubiera de considerarse definitiva en los términos del ari. 457 por constituirla
un auto que torna imposible la continuación de las actuaciones. Para descartarla se
apreció que al disponer la diligencia el ahora imputado era denunciante y carecía
de la facultad de proponer perito (art. 179). Se añadió que la pérdida del documento
no se constituye en fatal imposibilidad de acreditar su autenticidad o falsedad, ni
en impedimento para que las partes puedan ejercer su derecho de defensa, pues la
experticia puede ser examinada por otro perito (art. 258), renovarse sobre una foto-
copia o, en el supuesto de que alguna de las partes no se conformara con la lectura
de las pericias instructorias, podrá citarse a audiencia para que los expertos puedan
ser interrogado^'^'^. La CNCP, sala 11, entiende que corresponde declarar la nulidad
absoluta de la pericia si su realización no fue oportunamente notificada a la defensa,
impidiéndole ejercer su control, máxime si la experticia se toma irreproducible por
extravío del documento a examinar'076.
c) Examen del peritaje
Para el examen ulterior del peritaje, las partes pueden proponer un experto que,
si es designado, podrá conipulsar la tarea de quienes le precedieron. Según sea la
naturaleza de las labores omitidas y el carácter adverso de las conclusiones, resultará
viable pedir la nueva realización. La falencia conduce a la misma solución procesal
que la indicada al anotar el artículo anterior, desde luego ante situaciones similares.
d) Casuistica
Es atendible que la omisión de notificar previamente no invalida - e n prin-
cipio- el peritaje si se dispuso anoticiar a las partes de su resultado'077.El reparo
surge de que la actuación en colegio de los peritos (art. 262) puede resentirse cuando

CS, Fallos 241:436.


'O'' CLARIA OLMEDO, op. cit., t. V, p. 123.
'O" CNCP, sala 111, LL del 2211212000, f. 101.109.
CNCP, sala 1, DJ 2001-2-114, f. 16.692, o LL del 2711112000, E 101.250.
'"' JA del 291512002, p. 47, o SJP, LL del 101612002, f. 103.867. Sobre la posibilidad de realizar
el peritaje sobre fotocopias, v. CCC, saia VII, JA 1998-1V-539. También sobre la validez de un peritaje
cumplido sin notificación previa, v. CCC, sala V, DJ 2001-2-1221, f. 17.116.
'O" CCC, sala IV, JA 1996.11-567, o LL del 191711996,f. 94.531.
PERITOS

ción de los nuevos expertos no es coetánea. En vez, si es imposible indivi-


persona imputada, la notificación resulta inexigible y la validez del acto
te'"8. Tampoco nulifica el incumplimiento de la notificación, si puede
amen, sin perjuicio del grado convictivo asignablei079.En cambio, si
a experticia química, debe notificarse antes de iniciar las operaciones y
on la mera noticia del acusado, máxime si no aparecen ninguna de las -
e excepción del final del segundo párrafoioso.
cultad de proponer
n el término de tres (3) días, a contar de las respectivas notificaciones
previstas en el articulo anterior, cada parte podrá proponer, a su costa, otro pr-
rito legalmente habilitado, conforme a lo dispuesto en el art. 254.
dia una gran diferencia con el proceso civil, en el cual se denomina perito
amente al designado por el tribunal, y a los especialistas propuestos por las
los designa como consultores técnicos, quienes se desempeñan como verda-
defensores de aqukllas, actuando como una especie de defensor consultori081.
1plazo es individual, pues corre a partir de cada una de las notificaciones. A
modo de ver, tiende a ordenar el desarrollo del proceso, pero la falta de pro-
urante su transcurso, no puede implicar la pérdida de la atribución conferida
esiog2;sobre todo si todavía no se realizó la diligencia y la pericia no puede
irse, pues, en tal caso, se incurriría en una nulidad absoluta (art. 18, CN, al
narse la defensa, y art. 167, iucs. 2' y 3"). Nada obsta para incorporar al experto
esto transcurrido el plazo de tres días; reproducir las verificaciones cumplidas
colegio pericia1 es, hasta entonces, facultad privativa del juez (art. 260). Se ha
ado la nulidad del peritaje por no haberse ejercido esta facultadioB3.
vencimiento del plazo para proponer peritos no significa la pérdida de la
ón conferida a las partes; se trata de un acto de desarrollo y la falta de tem-
estiva indikación del experto, en manera alguna puede significar la extinción de1
cho poragotamiento del tiempo. Aun durante la etapa instructoria, el control es
formtide abrir paso a la contradicción eventual, uno de los aspectos a través de
s cuales se concreta la inviolabilidad de la defensa en juicio (art. 18, CN)'08*.
Ver comentario al art. 104.

O. El juez dirigirá la pericia, formulará concretamente las cuestiones a


r, fijar6 el plazo en que ha de expedirse el perito y, si lo juzgare conve-
,asistirá a las operaciones.

CFed. Cap., sala 1, LL del 301511997, f. 95.437.


CCC, sala IV, LL del 28/11/1997, f. 96.397.
Martín nro. 2, LL del 911 112001, f. 102.883.
lo, Estudio..., p. 159.
"Liberman, Claudio", JA 1999-1-síntesis,nro. 34.
IV, ,"Chiesa, Ofelia", JA 1999-1-síntesis, nro. 33.
,Laprueba ...,"...la paRe contra la que se oponga una pmeba debe tener oportuni-
dad Procesal de conocerla y discutirla", p. 3 L.
PERITOS Art. 262

Podrá igualmente autorizar al perito para examinar las actuaciones o para


asistir a determinados actos procesales.
La dirección del juez habrá de feñirse al señalamiento de las interrogaciones a
formular a los peritos y a requerir la$ explicaciones pertinentes; pero en modo alguno
significa que haya de reemplazarlos en su tarea, pues entonces debería excusarse o
podría ser recusado (art. 55, inc. lo).También incumbe al juez resolver las cuestiones
que puedan suscitarse si los peritos actuantes son más de uno -conformando un
colegio pericial- y designar la fecha, lugar y plazo para la labor.
El contenido del ÚItimo párrafo se subordina al interés del experto para cumplir
con su trabajo. Debe verificarse si la solicitud no involucra una forma de violar lo
establecido en el art. 204 (ver art. 266, párr. lo).
Conservación de objetos
261. Tanto el juez como los peritos procurarán que las cosas a examinar
sean en lo posible conservadas, de modo que la pericia pueda repetirse.
1
Si fuere necesario destruir o alterar los objetos analizados o bubiere discre-
pancia sobre el modo de conducir las operaciones, los peritos deberán informar
al juez antes de proceder.
Si existe la posibilidad de que el objeto de la pericia quede destruido con moti-
vo de su realización, el juez deberá decidir la cuestión en función de lo establecido
en los arts. 200 y 201.
Ejecución. Peritos nuevos
262. Los peritos practicarán unidos el examen, deliberarán en sesión se-
creta, a la que sólo podrá asistir el juez, y si estuvieren de acuerdo redactarán
su informe en común. En caso contrario, harán por separado sus respectivos
dictámenes.
Si los informes discreparen fundamentalmente, el juez podrá nombrar
más peritos, según la importancia del caso, para que los examinen e informen
sobre su mérito o, si fuere factible y necesario, realicen otra vez la pericia.

a) Primer párrafo. El principio es que si hay más de un perito deben actuar


en. colegio. A la reunión celebrada para determinar los resultados de la pericia no
pueden asistir las partes ni sus auxiliares técnicos, pero sí el juez, de manera similar
al caso del examen de la correspondencia luego de ordenada su apertura (ver comen-
tario al art. 235).
b) El segundo párrafo alude a que la diferencia esté contenida en los coro-
larios y no en los fundamentos; pese a la necesaria unidad conformada por ambos,
es posible compartir los primeros mediante el desarrollo de razones diversas. En
modo alguno autoriza a pensar que h opinión de los peritos habrá de meritarse según
la mayor coincidencia en una determinada conclusión; siempre rige para el juez la
apreciación conforme a las reglas de la sana critica (arts. 241, 263, inc. 4", y 398,
pán: 2°).
PERITOS ,.

1 dictamen pericia1 podrá expedirse por informe escrito o hacerse


acta y comprenderá, en cuanto fuere posible:
descripción de las personas, lugares, cosas o hechos examinados en
ciones en que hubieren sido hallados.
na relación detallada de todas las operaciones practicadas y sus re- -
n los peritos conforme a los principios de

que se practicaron las operaciones. El juez valorará la


s reglas de la sana crítica.
avés de la oralidad actuada (art. 138) se relaciona con la
enor complejidad del informe.
erés cuando del solo detalle del objeto exa-
u relevancia como prueba; así se ha quitado mérito a una
sobre una fotocopia por no ser documento originalims.
El inciso segundo apunta a que, sobretodo en el supuesto del a c 262, párra-
en de la tarea cumplida pueda coxoborarse la seriedad
'a de la conclusión. Una historia clínica, amén de su carácter de prueba
pero no puede desentenderse de su

iere motivar el dictamen, exponiendo las circunstan-


tomen pasible un ulterior contralor.
para toda la actividad procesal, pues
ugar y fecha (art. 115, párr. lo).Además, esta Última
al tiempo fijado (art. 257, párr. 2').
mismo inciso ratifica la forma de aquilatar la prueba
oducción a este Título 111y arts. 241 y 398, párr. 2",
e la pericia se subordina a la correcta extracción de
o de la Ley de Residuos Peligrosos, 24.051-, pues
, debe ser atribuida indubitablemente al accionar
o obligan a los jueces; sin embargo,
er otros elementos no menos convin~entes'~~~. El
clusiones en virtud del princi6io de la sana crítica
antojadiza y lo haga con sustento valederoIoR9.
ilidad penal, pues determinarla no es función

Os' CCC, JA 1959-111-5, síntesis, nro. 36.


a y trascendencia en los juicios de mala pra-

' CF Saii Martin, sala 11, JA 1994-1-572; id., p. 575.


Os' CS, DJ 1999-1-253, f. 13.754.
CNCP, sala $11,LL del 51112000, Reg. 19199.3, c. 1634.
476 PERITOS Art. 266

que pueda delegar el juez en los médicos forensesiWo.Si se trata de experticia cali-
gráfica, debe tenerse en cuenta que son operaciones de cotejo y comparación, lo que
implica que pese a ser una ciencia acertada en su viabilidad procesal. resulta siempre
opinable en sus deducciones'09i'. *

Autopsia necesaria
264. En todo caso de muerte violenta, o sospechosa de criminalidad se or-
denará la autopsia, salvo que por la inspección exterior resultare evidente la
causa de la muerte.
Ver comentario al art. 220.

Cotejo de documentos
265. Cuando se trate de examinar o cotejar algún documento, el juez orde-
nará la presentación de las escrituras de comparación, pudiendo utilizarse es-
critos privados si no hubiere dudas sobre su autenticidad. Para la obtención de
estos escritos podrá ditponer el secuestro, salvo que su tenedor sea una persona
que deba o pueda abstenerse de declarar como testigo.
El juez podrá disponer también que alguna de las partes forme cuerpo de
la escritura. De la negativa se dejará constancia.
Las personas que deben o pueden abstenerse de declarar como testigos son las
indicadas en los arts. 242, 243 y 244; rigen las condiciones allí establecidas. Esta
situación opera como limite para el secuestro en atención al vinculo matrimonial, de
parentesco o afecto cuya existencia presume la ley (art. 232).
Se hallan excluidos para la realización del cotejo las cartas o los documentos
enviados o entregados a los defensores para el desempeño de su cargo (art. 237).
No existen limites para el secuestro si el documento se encuentra en $oder del
imputado. Salvo que instrumenten la respuesta a los incluidos en el párrafo anterior.
La formación de cuerpo de escritura no puede obligar al imputado, pues, en dicha
ocasión, actuará como sujeto del proceso y no como objeto de la prneba (arts. 18, CN,
y 296). Sobre la negativa y la carga probatoria ver introducción a este Título 111.
Reserva y sanciones
. 266. El perito deberá guardar reserva de todo cuanto conociere con motivo
de su actuación.
El juez podrá corregir con medidas disciplinarias la negligencia, inconduc-
ta o mal desempefio de los peritos y aun sustituirlos sin perjuicio de las respou-
sabilidades penales que puedan corresponder.
La divulgación puede acarrearle -al cumplir una innegable función pública
dentro del proceso (art. 257)- la condena por el delito de divulgación de secretos,
descripto y penado por el art. 157, Código Penal.
Las sanciones disciplinarias son las establecidas en el art. 18 del dec.-ley
128511958 y, en la audiencia del debate, las del art. 370.

'"''7mputabiiidad penal y la fórmula mixta del art. 34, inc. lo del Código Penal", LL del
1511212000,p. 1.
'"' CCC, sala V. JA 2000-111-750.
a responsabilidad penal puede consistir, además, en incumplimiento de los
S procesales y falsa pericia (arts. 243,275 y 276, CP).
a última se concreta por la discrepancia entre lo que se informa o se calla y lo
se sabe que es real o
-
267. Los peritos nombrados de oficio o a pedido del ministerio público ten-
n derecho a cobrar honorarios, a menos que tengan sueldo por cargos ofi-
esempeñados en virtud de conocimientos específicos en la ciencia, arte o
que la pericia requiera.
perito nombrado a petición de parte podrá cobrarlos siempre, directa-
a ésta o al condenado en costas.
Los peritos resultan nombrados oficiosamente, siempre que no se trate de una
osición de las partes privadas por aplicación del ait. 259.
El cobro de honorarios puede efectuarse a quien resulte condenado en costas

Si el perito desempelia una tarea remunerada por el Estado y su designación ha


special aptitud técnica, similar a la que motiva su designación
proceso, no puede cobrar honorarios porque no ha hecho otra cosa que ejercer
cargo público'093.
La regulación de honorarios correspondiente a los peritos debe ser efectuada
r el iuez, sin audiencia ni trámite alguno de un organismo ajeno al PJN, como por
o Profesional de Ingeniería. Su fijáción se hace de acuerdo conjos
os a la profesión de aquéllos. Si no existe arancel, puede tomarse
un integrante de la administración que se desempeña en tareas
encomendada. La regulación debe guardar congrnencia con la de
que han intervenido en el proceso10".
El experto puede exigir la regulación una vez concluida la tarea encomendada,
si fue designado de oficio puede reclamar los honorarios a cualquiera de las partes,
con prescindencia del resultado del pleito y de la condenación en costas'095.
Ver dec. 228411991, que autoriza a las partes a apartarse de las escalas arance-

INTÉRPRETES

a) Diferencia entre intérprete y traductor


Por su contenido, este capitulo se refiere no sólo a los intérpretes, sino también
a los traductores. Mientras los primeros trasladan el lenguaje mímico de un sordo o

Im2 CFed., sala 1, JA 1999-111-231


'Oq3 NÚREz, Código...,p. 240.
'OP' PALACIO, De~echo,,,,L. IV, ps. 6931694, notas 45 a 47 y jurisprudencia citada.
'O" CNPE, sala B, LLdel 131812001, f. 102.460.
un mudo (ver art. 119, último párrafo, donde se utiliza el vocablo con precisión), los
últimos vierten al idioma nacional (art. 114) las declaraciones formuladas en lengua
extranjera. También son intérpretes quienes permiten acceder a versiones taquigrá-
ficas. a

b) Diferencia entre éstos y los peritos


Debe distinguirse a los intérpretes y traductores de los peritos, pues mientras
los primeros cumplen una actividad que excluye cualquier ponderación del material
sobre el cual versa su tarea, los últimos deben emitir opinión (art. 263, inc. 3").
C)Naturaleza jurídica
Clariá Olmedo estima a la traducción e interpretación como medios auxiliares
de pnieba y subraya que el elemento probatorio sobre el que versan ya se introdujo
o está introduciéndose en el proceso'096.Su incorporación resulta ajena a la tarea de
ambos; sólo se limitan a facilitar que se comprenda el dato.
Designación
268. El juez nombrará un intérprete cuando fuere necesario traducir do-
cumentos o declaraciones que, respectivamente, se encuentren o deban produ-
cirse en idioma distinto al nacional, aun cuando tenga conocimiento personal
de aquél.
El declarante podrá escribir su declaración, la que se agregar&al acta jun-
to con la traducción.
La designación resulta imperativa. La parte final del primer párrafo advierte
que si el juez utilizó sus nociones particulares para cumplir con la interpretación o
traducción, deberá excusarse por aplicación de lo dispuesto en el art. 55, inc. lo,pues
su situación es semejante a la del perito (confr. art. 383, último párrafo) y, etl tal caso,
puede ser recusado (art. 256). Cabe recordar que una vez requerido el apartamiento
o bien dispuesto de oficio por el juez, si se incorpora la traducción resultaría nula
(conf. art. 64); aunque puede subsanarse (art. 171).
Con respecto a intérprete y traductor, ver introducción a este Capítulo VI.
Ver ley 20.305, que regula la profesión de traductor público y el art. 999, CCiW7.
. Normas aplicables
269. En cuanto a la capacidad para ser intérprete, incompatibilidad, exeu-
sación, recusación, derechos y deberes, términos, reserva y sanciones disciplina-
rias, regirán las disposiciones relativas a los peritos.
Ver: para capacidad, art. 255; incompatibilidad, art. 255; excusación y recusa-
ción, art. 256; derechos y deberes, arts. 257,260, segundo párrafo, y 267; términos,
art. 257, párrafo segundo; reserva y sanciones disciplinarias, art. 266 y sus recpecti-
vos comentarios.

'Og6 Derecho ..., t. V, ps. 181 y ss.


Conf. Ásn~os,Código..., ps. 6301631.
Art. 270 RECONOCLMIENTOS

bien no se descaria la importancia de esta diligencia cuando se encamina a


car una persona distinguir una de otra-, a nuestro modo de ver resulta más -
dente cuando se la utiliza para determinar si quien soporta el proceso partici-
e en el hecho que le dio origen.
de la actividad investigativa desplegada durante la etapa instructoria
sospecha inicial sobre el imputado (art. 72) se confirme o se diluya
. 193, inc. 3'). En la primera hipótesis '-si los elementos de juicio la apunta-
- dicha persona deberá ser convocada al proceso en los términos del art. 294.
lo contrario, no se le podrá hacer comparecer, salvo como testigo y con los limi-
anotados en cuanto a la probabilidad de que la imputación penal pueda caerle (ver
roducción al Capitulo IV). Si se ha procedido por error y se llamó como imputado
uien resulta ser ajeno al hecho, debe sobreseérsele (arts. 335 y 336, inc. 4").
tal conclusión puede arribarse utilizando los diferentes medios probatorios
Código establece; es posible que se obtenga la individualización por los
os coincidentes de testigos, quienes señalan al sospechoso como partícipe del
Ii<choo iii~.dirinreun iliformc yericjal que acrediiz igi~alincnteese extremo.
La iii<lividualiz~cii>ii
-mas allii de la mera ideiitifracióii flsica de la perso-
desentraña si el imputado habrá de revestir el carácter de legitimado pasivo. En
dad, sólo quien ha participado en el delito puede ser legitimado pasivamente en
oceso penal; pero como esto no puede determinarse apriori,sino en el momento
a sentencia definitiva, resulta necesario ampliar la base de la legitimación pasiva
o aquel que aparezca como partícipe hipotético de un delito. Por eso, la legiti-
ón pasiva no implica tanto que el imputado haya participado en el delito, sino
e efectivamente, dicho acontecimiento pueda haber ocurridoi098.
La diligencia se halla incluida entre los actos mencionados en el art. 200 que,
u naturaleza y características, se deben considerar definitivos e irreproducibles;
en entonces ser controlados por las partes (art. 201). Si esta formalidad se omi-
, el acto resultará nulo -de nulidad absoluta- de acuerdo con lo establecido en
s arts. 18, CN, y 167, inc. 3".
Casos
270. El juez podrá ordenar que se practique el reconocimiento de una per-
na, para identificarla o establecer que quien la menciona o alude, efectiva-
ente la conoce o la ha visto.
El reconocimiento se efectuará por medios técnicos, por testigos o cual-
ier otro, inmediatamente de ser posible, bajo apercibimiento de ser sanciona-
el órgano judicial que así no lo hiciere.

a) Reconocimiento de personas
Este articulo regula un medio especifico destinado a individualizar al imputa-
: la llamada "rueda de presos" - c o n más precisión, reconocimiento en rueda de

IWB ALCALAZAMORA - LBYENE (h),Derecho ,t 11, ps. 20121; ver D ' A L B O R A , " A / Cde
~ ~lameda
C~
da presos", JA 1967-IV-348, sección Doctrina
480 RECONOCIMIENTOS Art. 270

personas-; pese al epígrafe, esta diligencia coadyuva a individualizar -señalar-


tanto a quien debe soportar el proceso, en su carácter de sujeto pasivo, como a un
testigo.
Configura uno de los supuestos'en que, al actuar el imputado como objeto de
prueba, es posible autorizar la fuerza para someterlo al cumplimiento de la diligen-
cia, dentro de razonables límites. Tal cual ocurre en la requisa personal (ver comen-
tario al art. 230), en ese caso no estaría alcanzado por los términos de la cláusula
constitucional que veda la declaración contra sí mismo1099.
b) Identificación
Puede cumplirse mediante el sistema dactiloscópico perfeccionado por Vuce-
tich, recogido por la ley 11.752 de creación del Registro Nacional de Reincidencia
y Estadística Criminal y Carcelana y mantenido por la ley 22.1 17. Toma en cuenta
la inmutabilidad de las impresiones digitales a partir del sexto mes de la gestación,
su perennidad, ya que se mantienen hasta la putrefacción del cadáver y su variedad,
pues la posibilidad de repetición es virtualmente descartable.
La identificación no tiene jamás la relevancia de la individualización porque,
amén del dactiloscópico~existen otros medios - c o m o el reconocimiento antropo-
métrico, el análisis de la sangre- que hacen factible distinguir a una persona de otra.
En virtud de ello, es más sencillo identificar que individualizar; de ahí que resulte
irrefutable aquelto de que "el proceso se constituye contra la persona del procesa-
do y no contra su Cualesquiera sean los datos obrantes respecto de la
identidad del imputado o de cualquier persona que actúe como órgano de prueba, su
identificación (art. 74) se establece mediante la ficha dactiloscópica.
C)Órgano que lo ordena
Tanto del texto del primero como del último párrafo fluye que e1 reconocimien-
to sólo puede ser ordenado en sede judicial, lo cual se ve corroborado porque no
encuadra dentro de las atribuciones otorgadas a los preventores por el art. 184 ni al
MP (art. 212)"0'. Sin embargo, se toleran reconocimientos dispuestos por la policía y
se impide su ingreso a! debate por medio de la lectura "...aun cuando sí podrá hacerlo
a través del testimonio del funcionario policial que lo presenció o de !a persona que
lo practicó y valorado, pmdentemente, con arreglo a las reglas de la sana crítica o
libre convi~ción""~~.
. Efectuada la mención o la alusión, el reconocimiento debe ordenarse sin solu-
ción de continuidad; si esta modalidad temporal es infringida, procede sancionar por
vía de superintendencia al juez o tribunal que omitiere su c~mplimiento"~~.
d) Características
El reconocimiento en rueda de personas es un acto procesal complejo e irre-
producible, "...ya que no puede el imputado estar integrando distintas ruedas para

CS, Fallos 255:18, o JA 1963-IV-380, f. 7217, o ED 7-582, f. 4058.


"O" LONGHI, citado por VBLEZMARICONDE, Derecho ...,t. 11, p. 359; ve1 afi. 75.
"O' CCC, sala 1, 11/4/2008, "Cárdenas", RDP, AbeledeoPerrot, 812008, p. 1466; SP, LL del
26/6/2008, p. 57. El juez Bmzzone votó en disidencia.
" O 2 CAFFERATA NORES, Reconocimienfo...,ps. 34/37, con mención de la opinión adversa de NúAez.
"" PALACIO, Derecho ..., t. 11, ps. 3021303.
RECONOClMlENTOS e

ocer reitere su examen"; por eso debe notificarse a la defensa

terrogatorio previo
conocimiento, quien haya de practicarlo será interrogado
a persona de que se trata y para que diga si antes de ese -
ha conocido o visto personalmente o en imagen.
declarante prestará juramento, a excepción del imputado.

procurar la autenticidad del reconocimiento; a ello se


las interrogaciones señaladas en el primer párrafo, pues le permiten cer-
rse de que el señalamiento no es fruto de sugestión alguna.
pero, si el testigo no fue preguntado previamente acerca de la descripción
a a reconocer, el acto no resultaría inválido; sobre todo si la defensa
"O5. Las imágenes fotográficas del imputado difundidas
medios de comunicación inciden en la eficacia probatoria del acto, pero no lo
an"06. Tampoco la circunstancia de que el querellante haya tenido, previo al
nocimiento, acceso al expediente en el que obraban fotografias del imputado"07.

ver art. 117. La exclusión del imputado se expli-


o por la garantía del art. 18, CN, en cuanto prohibe
tra suya y también porque, al actuar como sujeto del
osible de escucharle es a través de un acto que tenga
a indagatoria, entre las que se incluyen Ia facultad de
nerse. Esto es de aplicación inexorable cuando deba practicar el reconocimien-
e otro; no si actúa como objeto de la prueba.
Forma
272. La diligencia de reconocimiento se practicará enseguida del interro-
torio poniendo a la vista del que haya de verificarlo, junto con otras dos o más
onas de condiciones exteriores semejantes, a la que deba ser identificada o
nocida, quien elegirá colocación en la rueda.
En presencia de todas ellas, o desde donde no pueda ser visto, según el juez
estime oportuno, el que deba practicar el reconocimiento manifestará si se
cuentra en la rueda la persona a la que haya hecho referencia, invitándoselo
que, en caso afirmativo, la designe clara y precisamente y manifieste las dife-
ncias y semejanzas que observare entre su estado actual y el que presentaba

"or CORVAL~N,
"Valor de la pmeba obtenida en la etapa instmctoria", LL del 61511996, nota al
.Ver AMADEO - PALAZZI, "Las nulidades en el Código Procesal Penal (ley 23.984)", JA 1994-
,Cap. IX, nros. 64 a 73.
CCC, sala 1, JA2000-1-Slntesis, nro. 33.
"" CCC, sala IV, 131912006, "Ríos", RDP, LexisNexis, 112007, p. 105. En idéntico sentido,
respecto de imágenes vistas previamente en la red social "Facebook"; CCC, sala IV, 23/6/2010, "0. B.,
N.A.", difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de Jwisprudencia, CCC.
"O' CCC, sala 1,2111212009, "R., M. A?, RDP, AbeledoPerrot, 712010, p. 1299.
. RECONOCIMIENTOS

en la (ipoca a que se refiere su declaración. La diligencia se hará constar en acta,


donde se consignarán todas las circunstancias útiles, inclusive el nombre y el
domicilio de los que hubieren formado la rueda.
Sobre el tiempo en que ha de?cumplirse, ver comentario al art. 270.
La CS señaló, con justeza, que las exigencias legales para la realrzación de esta
medida no revisten el carácter de meras formalidades, sino que, desde la perspectiva
del derecho de defensa, configuran requisitos estrechamente ligados a la seguridad
de la prueba de reconocimiento, toda vez que tanto la rueda de personas como el
interrogatorio previo a los testigos que hayan de practicarlo constituyen verdaderas
válvulas de garantía que operan en favor de la exactitud, seriedad y fidelidad del
acto, en la medida que tienden a disminuir las posibilidades de error a fin de resguar-
dar la sinceridad de la identifi~ación"~~.
Si el reconocimiento se efectúa a través de un acto que no guarda todas sus
formas específicas -por ejemplo, durante un testimonio-, puede mantener su valor
como tal, aunque pierde incidencia para ser meritado en la resolución finalr109.
En cuanto al acta, ver arts. 138 y 139. La identidad requerida a través del giro
personas de condiciones exteriores semejantes no exige uniformidad morf~lógica"~~.
La CNCP, sala 11, admite el denominado "reconocimiento impropio" como
aquél realizado fuera de las previsiones de los arts. 270 a 275. Así denomina al
producido durante el desarrollo de la audiencia del debate; lo considera como inte-
grativo de una declaración testimonial "...que pudo haber sido en lugar de señalarlo,
citándolo por el nombre y apellido""". Cuestionable decisión, porque la actividad
cumplida ---el reconocimiento- no se presenta como objeto idóneo en el contenido
de la declaración testimonial; el acto aloja un vicio que puede deparar su invalidez.
Su resultado negativo no es decisivo para descartar la participación; son diversos
los factores que inciden en el óptimo resultado de la diligencia; sobre todo si ninguna
persona se manifestó desde el comienzo en condiciones de reconocer a los autoresur2.
Pluralidad de reconocimiento
273. Cuando varias personas deban identificar o reconocer a una, cada
reconocimiento se practicará separadamente sin que aquéllas se comuniquen
entre sí, pero podrá labrarse una sola acta. Cuando sean varias las personas a
las que una deba identificar o reconocer, podrá hacerse el reconocimiento de
todas en un solo aeto.
Se impide el intercambio de datos entre quienes deban reconocer para obturar
la influencia de cualquier posible insinuación.
En cuanto al acta, ver arts. 138 y 139.

"O8 1211212006, "Miguel", RDP, LexisNexis, 312007, p. 514 (por ello se dejó sin efecto una conde-
na basada en un reconocimiento practicado a partir de unaaparición televisiva hecha sobre el imputado);
con nota de FMSCAROLI, "La dignificacióride las formalidades del reconocimiento de personas", RDP,
LexisNexis, 512007, p. 859; MORELLO, "Reafirmación de las garantías en el proceso penal. A propósito de
un defectuoso 'reconocimiento en rueda de presos"', SE, LL del 261712007, p. 22.
"" CREUS, Invalida ..., p. 22, n. 5.
" ' O CCC, sala VII, LLdel311711998, f. 97.581.

"" SJP, LL del 221311995, f. 92.985, o JA del 171511995, p. 35; sala 111, BJ nro. 4, ps. 52157.
"'' CCC, sala VII, LLdel 141912001,f. 102.624.
RECONOCIMIENTOS,:

econocimiento por fotografía


Cuando sea necesario identificar o reconocer a una persona que no
presente y no pudiere ser habida, y de la que se tuvieren fotografías,
resentarán éstas, con otras semejantes de distintas personas, al que debe
arel reconocimiento. En lo demás, se observarán las disposiciones prece- -

una medida subsidiaria a la prevista en el art. 270. El hecho de que en una


audiencia no haya resultado posible conformar una rueda de personas, no
a a recumr, sin más, al reconocimiento por fotografia"13.
Se ha decidido que no iuvalida el reconocimiento el hecho de que quien lo
le haya visto en la policía - c o n anterioridad- la fotografia del imputadoiH4.
lta justificado el reconocimiento fotográfico efectuado en sede policial si la per-
a reconocer no podía ser trasladada al tribunal por encontrarse internada en un
'tal; además, la defensa fue notificada previo a concretarse la diligenciauzs.
Desde luego que su valor coino elemento de convicción pierde entidad frente al
o sobre la propia persona.
exhibición podrá ser hecha ante la ausencia de la persona a reconocer y ante
sibilidad de que sea habida en ese momento; por ejemplo, antes de que el
do fuera detenidoHz6.
no se notificó a la defensa previamente, la realización del reconocimiento por
edio, resulta nula, pues se han cercenado sus facultades de control y transgre-
s reglas del debido proceso y defensa en juicio"". La CNCP, sala 111, afitma
es necesaria la presencia del defensor durante el reconocimiento fotográfico
alizado en sede policial de un imputado que aún no ha sido detenidoHz8. La omi-
regar fotografías de los reconocimientos no genera nulidadnig.
s un medio de prueba autónomo; por eso si se cumplió durante la preven-
n vale como acto introductorio informativo que integra el contenido de una decla-
ión testimonial prestada ante la policia'~20. Si se exhibió a la víctima la fotografia
los imputados luego de su individualización, el acto es nulo, sin que sea menester
cisar si se presentaron otras fotografias, pues es subsidiario del reconocimiento
personas que no se encuentren presentes y no pudieren ser habidassiZ1. Una vez
tenido el imputado resulta superfluo reconocerlo por medios fotográfico^"^^.

"13 CCC, sala IV, 271512008, "Suárez", RDP, AheledoPerrot, 1012008, p. 1827.
"" Cám. Pen., JA 1956-11-387, f. 18.090.
"'* CCC, sala VI, SJP, LL del 251412003, f. 105.421.
"'C. Acus. Córdoba, LLC 1988-1030.
"' PALAZZI - AMAOEO, "Las nulidades en el Código Procesal Penal (ley 23.984)", JA 1994-1-987,
7 1 ; CF Cap., sala 1, LLdel301511997, f. 95.436.
"IS "Guardia, Hugo C.", JA del 28/5/1997, p. 41.

"'* CNCP, sala 1, LL del 2611211997, f. 96.538.


CNCP, sala 1V. DJ 2000-3-658, f. 16.143, o LL del 311712000, f. 100.807.
!
"2' CNCP,salaI,DJ2000-2-730,f. 15.688, oLLdel71712000,ReseRasnro.42.818-S;TOCnrO. 7,
SJp, LL del 291812003. f. 106.103.
CCC, sala 1, JA2000-1-Síntesis, nro 34
484 S .- CAREOS Art. 276

Se ha admitido una acción de hábeas corpus respecto de quien reclamaba ser


excluido del Registro Computarizado de Personas con Antecedentes Judiciales de la
Policía Federal Argenti~a''~~.
3
Reconocimiento de cosas
275. Antes del reconocimiento de una cosa el juez invitará a la persona que
deba efectuarlo a que la describa.
En lo demás y en cuanto fuere posible, regirán las reglas que anteceden.
No puede soslayarse la descripción de la cosa que será sometida a reconocimien-
to ni la certeza de que el acto sea espontáneo y no inducido; su documentación debe
concretarse en los términos de los arts. 138 y 139. Durante el debate, ver art. 385.

CAREOS
Es la confrontación entre dos personas cuyas aseveraciones sobre e1 mismo
hecho o circunstancia importante se contradicen abiertamente; no se excluye que
intervengan más de dos (art. 278, párr. lo, primera oración). Su celebración depende
de dos circunstancias sin las cuales no puede producirse: a) el enfrentamiento de
quienes van a intervenir en el acto, y b) el desacuerdo rotundo acerca del mismo
hecho o circunstancia.
Por eso no corresponde carear a quien niega su intervención en el suceso con el
testigo que lo reconoce en rueda de personas'lZ4;tampoco si la pugna es meramente
a~cidental"~~.
El Código anterior autorizaba la realización del denominado "medio careo"
.
o careo impropio, pues se cumplía entre presente y ausente (conf. art. 313, id.). En
un régimen exigente de la inmediación, dicha actividad mistra uno de sus mayores
logros, consistente en eliminar todo aquello que resienta el contacto directo entre el
juez y los órganos de la prueba.
Procedencia
276. El juez podrá ordenar el careo de personas que en sus declaraciones
hubieren discrepado sobre hechos o circunstancias importantes, o cuando lo
estime de utilidad. El imputado podrá también solicitarte, pero no podrá ser
obligado a carearse.

a) Procedencia
El careo puede realizarse entre testigos, entre testigo e imputado, o bien entre
imputados; en este último caso el acto resulta facultativo, pues siempre que -según

CCC, sala IV, 20ihl2005, "Mirenda", ED del 26/8/2005, p. 6; JA del 24/8/2005, p. 86.
CCC, sala 11, 31/5/1974, c. 17.247:
"Z3 CCC, sala 1, 27/5/1969, c. 9730.
CAREOS

dicho- el imputado actúa como sujeto de la prueba, su intervención as


carácter (art. 18, CN, y art. 296; ver comentario al art. 230)"26.

sistema de verificación que suscita perplejidad en doctrina cuando se


es aunque se admite que es un medio de -
ousenso en cuanto a su carácter subsidiano,
a introducidos, como son las declaraciones

práctica el careo proporciona "...resultados generalmente efímeros ..."Ilz8,


e "...utilidad harto discutible No se debe recurrir
posible su cuestionable eficacia"30.
medio de prueba decisivo, entendemos no
de acudir en casación, pues dicho carácter determina
principio sentado por el art. 168")l.
uerte de uno de los coimputados, cuando media contradicción con el otro,
el ingreso del careo al debate por la lectura, "...desde que el defensor pudo
perfectamente la realización del acto..:"'132.

ados prestarán juramento antes del acto,


pción del imputado.

8. El careo se verificará por regla general entre dos personas. Al del im-
rtinente, las declaraciones que se reputen
u de los careados sobre las discrepancias,
ten de ponerse de acuerdo. De la ratificación
á constancia, así como de las reconvenciones
to en el acto ocurra; pero no se hara referen-
de la aetitud de los careados.
n cuanto a la asistencia del defensor, ver comentario a los arts. 73 y 200. Aun
urante la vigencia del Código anterior se entendía que si una vez designado el de-
fensor, el procesado era indagado y careado sin la respectiva noticia a aquél, quien,

"lb CCC, sala II1,3/12/1968, c. 305.


"''CLARIAOLMBDO,
Trafado...,t. V, ps. 141 y SS.
lZz8 Código ,.., t. 1, ps. 342 y SS.
BARBERIS,
"" ALCALA
ZAMORA (b), Derecho..., t. 1x1, ps. 115 y SS.
- LEYENE
MANZINI, Derecho..., t. IV, ps. 214 y SS.
"' En contra, con cita de SCJ Mendoza, ÁBALOS, Código..., ps. 6441645.
"" CORVALAN, "Valor de la prueba obtenida en la etapa instmctoria", LL del 61511996, nota al
486 ,~.-. CAREOS Art. 278

además, no aparecía formalmente impuesto del nombramiento hecho en su persona,


estos actos no resultaban válidos'133.
La reconvención descuenta el previo conocimiento de las declaraciones en pug-
na"j4. Su correcto desarrollo no sólo exige la lectura sino la advertencia en punto a
las coniradicciones y la inserción de las preguntas y respuesta^"^^.
La prohibición contenida en la última oración del párrafo segundo apunta a
preservar la objetividad del acto.
En esto se sigue al Código italiano de 1931 (art. 364, pán: 2"), pues vedaba
"...hacer indicación de las impresiones obtenidas por el juez acerca de la actitud
adoptada por las personas que han tomado parte en el acto"; el Código italiano ac-
tual, vigente desde el 24/10/1989, ha suprimido la mención (conf. art. 212, id.). El
CPP de Córdoba (art. 257, id.)y el CPP de Tucumán (arí. 257, id.)mantienen el texto
de este Código"36.

CF Córdoba, JA 1976-1V-298, f. 25.867.


CCC, JA 1962-1-34,f. 4526.
"j' CCC, JA 1959-V-397,f. 1407.
Ver ORGE~RA- ROA,"Los careos en el Código Procesal Penal de la Nación", DJ 1996-11-313.
PKESENTACIONY COMPAREGENCIA

T~TULO
IV

SITUACI~NDEL IMPUTADO

Ver Capítulo 11, Titulo IV, Libro 1.

CAP~TULO
1

PRESENTACIÓNY COMPARECENCIA

Presentación espontánea
la cual se hubiera iniciado o esté por iniciarse un
e ante el juez competente a fin de declarar. Si la decla-
a en la forma prescripta para la indagatoria, valdrá como
a cualquier efecto. La presentación espontánea no impedirá que se ordene la
ención, cuando corresponda.

Aquel a quien se endilga un hecho reputado como delito, aun cuando no hubiere
do llainado a indagatoria, tiene derecho a presentarse al tribunal personalmente, con
o los hechos e indicando las pruebas que, a su juicio,
ta mención -comparecencia con su abogado defensor-
idido por la CCC, sala IV, al tolerar la validez del acto cuando
de declarar sin la asistencia de ningún letrado, con disidencia del
tor Barbarosch, quien lo considera vulnerable por faltar tal req~isito"~~).
b) Principios generales
de vista histórico el hecho y la participación resultan
S enfoca a través de la técnica de la instrucción, aquél debe
a éste. En el proceso penal no se investigan personas sino hechos
as; tal lo que fluye del texto del art. 18, CN.
"...o esté por iniciarse un proceso..." deba entenderse en el

lucra a las diligencias de los preventores, del agente fiscal o del


a unudato concreto de que la persecución penal -hipotizado e1
de enca~ninarsehacia una persona determinada. En su de-
to de la primera parte de esta misma oración -"...contra la cual
e descuenta que el tribunal haya resuelto que se le reciba
2 9 4 ; a contrario, ver arts. 184 y 213, inc a]). Es que "(n)
procesamiento para adquirir la condición de parte imputada"'138.

"" JA 1999-11.588; CNPE, sala B, JA 2000-111-755.


"jS RAMOS MENDEZ, Elproceso ..., p. 244.
488 PRESBNTACION Y COMPARECENCIA Art. 279

No hay otra forma de escuchar al imputado como no sea a través de la de-


claración indagatoria (ver comentario al art. 72)"39.No basta con que un sujeto se
considere en dicha situación si el tribunal estima que no se encuentra incurso en este
supuesto; la condición de imputadduo la depara la mera creencia de quien se tenga
por tal (ver comentario al art. 73), sino la actividad perquisitiva cuando alcanza
cierta entidad: persecución encaminada.a una determinada persona, recogida por el
tribunal al encamlarla mediante algún acto suyo durante el desarrollo del proceso o
bien, directamente, orden judicial de recibirle declaración indagatoria. De lo contra-
rio, la Única forma en que puede ser escuchado es como testigo (arts. 239 y SS.).En
modo alguno la solución cambia al requerirse que intervenga "...cualquier otro juez
de instrucción..." en la eventualidad del art. 184, párrafo tercero, pues resolver cuán-
do habrá de escucharse a una persona como imputado es una decisión de naturaleza
jurisdiccional y ningún magistrado actuará sin el prolijo examen de la labor de los
preventores. Ni el criterio de los policías ni el del propio sujeto resulta imperativo
para un juez; sólo después de la compulsa en el legajo determinará si la sospecha
alcanza el nivel fijado para el arl. 294 "40. Al comentar el ast. 72 pusimos de mani-
fiesto el razonable temperamento adoptado por la CCC, sala VIn4',en cuya virtud
cualquiera sea la formá en que se escuchó al imputado corresponde sobreseer ante
la inexistencia de Parece un exceso sobreseer cuando no se consideró al
imputado como tal a través de alguna medida de índole j~risdiccional"~~.
El medio de impedir la privación de la libertad consiste en obtener la exención
de prisión (art. 3 16), que opera como una suerte de kdbeas corpus preventivo (art. 3",
inc. lo, de la ley 23.098), cuya utilización no se descarta. De presentarse esa circuns-
tancia, la solicitud puede formularse ante el juez de turno (art. 316, párr. final) si se
ignorase cuál es el tribunal interviniente en el proceso.
Por ello "...el juez competente a fin de declarar...", tal cual lo establece el párra-
fo primero, primera oración, no puede ser otro que aquel ante el cual se ha Sormulado
requerimiento fiscal (arts. 180, 186 y 188).
Se ha afirmado que subsisten diversos sucedáneos de la denominada "declara-
ción informativa" o del "imputado no procesado" estatuida por el art. 236, párrafo
segundo del Código anterior'IM.
Los argumentos de quienes persisten en aferrarse a una suerte de exhumación
del instituto se atienen a una excesiva literalidad de la ley, sin atender a que la condi-
ción de imputado, por exigencia constitucional, debe ser resuelta en forma definitiva
tal cual lo advierte la CS en Fallos 272:188. Distinguidos juristas acostumbrados a
trabajar con códigos de sistema semejante, son categóricos en punto a que, cualquie-
ra sea la entidad de la sospecha, la persona convocada pgr dicha circunstancia debe

"" ALMEYRA, "El imputado en la nueva legislación procesal penal -o el fin de una pesadilla-",
JAdel711011992
"" CCF San Martin, sala 1,221811994, "Bideman, Jorge V.", JA del 101511995,p. 62. 1
CCC, sala V, 51711994, "Pirillo, J.", c. 1654. 1
"" Ver comentario de ALMEYRA, ''El derecho al sohreseimiento", SJP, LL del 201911995, p. 53.
"* CNPE, sala B, ED 174-505, f. 48.245; el temperamento satisface contener inquietudes pato-
lógicas de quien se crea perseguido.
'' 1.8 iriscgiiriJaJ $:nerdJa pur ?$e iiiii~ri:;t ha bid,, PUC\:;I JS ris~.ivP<,I,.\lrnc)r~.a ird\.is del
ajuitaJo!itul<~pue..iu 31 c~11.cziiaria~ ~ I aliidldo,
L S < I'<:an . yala l. iuilf I'ii ~ i f -l A\I\I.I(. "1.a~nuli-
dades... Parte ~i", JA 1994-111-1044, Cap. X, "~resentaci& espontánea", nros. 58 y 59.
, t
PRESENTACI~NY COMPARECENCIA

lmente liberada de aquel engorro mediante el dictado de ~obreseimiento"~5.


n Clariá 0 l m e d 0 " ~claramente
~ afirma que toda modalidad conclusiva del
o debe abarcar al imputado. Otro tanto expresaAlineyraU4'. ES terminante la
ón de Donna: "...la disposición del art. 279, que regula la llamada presenta-
ontánea, ni de lejos está regulando la figura del procesado no imputado, del -
digo en el art. 236, segunda parte, ya que el llamado a indagatoria no es el
iento ... De modo que si una persona es llamada a declarar y no se cumplen
ecaudos de la declaración indagatoria, y tampoco con la de la declaración
al, esa declaración deberá tenerse como nula, a los efectos procesa le^""^^.
opinión contraria de Hornos"49tiene como propósito sustraer al juez del pla-
por el art. 306 para decidir la situación del imputado; Orgeira'150,en idénti-
o, aduce como uno de los sustentos de dicho criterio que "...el imputado no
uicio alguno al declarar sin que implique indagatoria..."; se descuenta que
normal la situación de quien queda bajo sospecha, por lo menos hasta el
xtintivo de la persecución penal (no corresponde convocar a quien resulta
ado por la persecución penal en estos términos, pues si fuera de interés cono-
descargos, el medio procesalmente adecuado es la indagatoria, siempre que
e sospecha ~uficiente'l~~).
mpoco persuade el criterio de Darritchon, conforme al cual existirían varias
en que podría escucharse al imputado, quien así quedaría sin arbitrio alguno
lucionar en forma definitiva su situación al menos en tres casos"52.
onna y Maiza distinguen tres modalidades de la presentación ante el tribunal:
ánea, cuya principal secuela consiste en que el juez debe avocarse quitando
o de la esfera policial; b) citación frente a hechos por los cuales deba res-
art. 282), y c) detención (arts. 283 a 287)"53.
'relevante la vía de acceso, mientras se respete la única resolución pertinen-
3 3 4 y 335); salvo que crezcan los elementos convictivos y pueda transitarse
ves de los arts. 294, 306 y 347, párrafo segundo. Si no medió presentación, co-
ponde archivar y no sobre~eer"~". Quien declaró en los términos de este artículo
e derecho a un pronunciamiento que defina su situación. La ley 23.984 terminó
situaciones de indefinición en materia procesal penal; por eso excluyó la decla-
'ón prevista en el art. 236, párrafo segundo del Código anterior, a1 igual que el

* CAFFERATA NORES,El impufado, p. 39, n. 5 y, de manera categórica en cuanto al Código


p. 57, al afirmar que en ambos tramos del art. 236, id. "...se regula la declaración de un impu-

Derecho...,con la colaboración de Cafferata Nores, José de Cafferata y Montero, t. 11, p. 72.


"" "Las formas de la indagatoria instmccional en la nueva Ley de Enjuiciamiento", LL del
"El nuevo Código Procesal Penal de la Nación (estnictura y funcionamiento)", LLdel1711211992.
'" "Las declaraciones del imputado en el Código de Procedimientos Oral para la justicia nacio-
Ldel 1811111992.
"O "Las declaraciones del imputado después de la reforma introducida por la ley 23.984", LL

'' CCC, sala V, DJ 2000-3-969, f. 16.268.


Cómo es el nuevo proceso penal, Vol. 2, ps. 75196.
"" Código..., p. 339.
"IdCNCP, sala 1, 181411996, "Piccinini, Ana", c. 743, reg. 988; la solución es correcta porque
Sta modalidad tiene como presupuesto que exista imputado -art. 335-.
490 Y COMPARECENCIA
PRESENTACI~N Art. 280

sobreseimiento provisional1155. La falta de mérito (art. 309) no corresponde porque


su presupuesto es la indagatoria (art. 294). Cada vez que se pondere la ubicación
de un sospechoso en los lindes 4~ los arts. 72 y 279 y la pesquisa no consolide la
sospecha, corresponderá sobre~eer"~'.Pero si no hay imputado no corresponderá el
sobreseimiento (art. 335) sino el archivo. Cuando se niega concluir el proceso, aunqiie
no haya imputado judicialmente reconocido, media agravio para utilizar la vía de la
apelación (ait. 449, última oración)"s7.
Restricción de la libertad
280. La libertad personal sólo podrá ser restringida, de acuerdo con las
disposiciones de este Código, en los límites absolutamente indispensables para
asegurar el descubrimiento de la verdad y la aplicación de la ley.
El arresto o la detención se ejecutarán de modo que perjudiquen lo menos
posible a la persona y reputación de los afectados y labrándose un acta que éstos
firmarán, si fueren capaces, en la que se les comunicará la razón del procedi-
miento, el lugar donde serán conducidos y el juez que intervendrá.
Sobre la interpretación restrictiva de las medidas cautelares de carácter perso-
nal, ver art. 2".
a) Fundamento
El procesado tiene el deber de someterse a la actividad jurisdiccional desplega-
da por el órgano judicial, pues tanto su fuga como su ausencia obturan el desarrollo
del proceso (ver art. 290, pán: lo).
Con miras a asegurar las finalidades del proceso penal -mediata: aplicación de
la ley penal; inmediata: averiguación, en lo posible (ver introducción al Título 111 de
este Libro 11), de la verdad material, histórica o más bien procesal- surge La necesidad
de adoptar, durante su marcha, diversas medidas sobre personas y bienes o cosas.
La preservación de la libertad alcanza incluso, en ciertos casos, a los condena-
dos si padecen enfermedades incurables y no surgen evidencias de que se sustraerá
a la jurisdi~ción"~~.
b) Principios generales
En el proceso penal común todas las medidas cautelares se decretan luego de su
-iniciación; en ciertos casos, son adoptadas por los preventores y, en otros, se faculta
a los particulares (arts. 284 y 287). Aunque el Código denomine a dichos supuestos
como detención, la exigencia del art. 18, CN, respecto de la orden escrita de auto-
ridad competente se cumple únicamente cuando el juez ordena, a través de dicha
forma modal, el encarcelamiento (art. 283, pán: 2"); por tanto, aquéllos son tan sólo
supuestos de aprehensión: nada mas que el mero asir a una persona.
Cuando se concreta la aprehensión, coetáneamente nace el proceso. En cambio,
en el proceso civil algunas medidas cautelares pueden adoptarse antes de su inicia-
ción; por ende, se habla de un proceso cautelar dotado de cierta autonomía, lo que no

"IiCF San Martin, sala 1, LL del 3011011997, f. 96.235, o DJ 1997-3-897, f. 12.408


CCC, sala VI, LL del 291511998, f. 97.248. o DJ 1998-2-794, f. 13.113; CFed., sala 1, LL del
'Is6
22/12/2000. f. 101.404.
Ver MEDINA, "La presentación espontánea" JA 1984-11-7511758.
TOC m. 14, LL del 301711999, f. 99.088.
PRESENTACIÓN Y COMPARECENCIA

penal. Sólo en algunos con prevención especifica puede darse


mejante; así en el delito cambiario, algunas de estas medidas antece-
ón del proceso (art. 16, inc. e], ley 19.359, t.0. ley 22.338).

1pronunciamiento final se tome inejecuta- -


medidas cautelares que, según recaigan sobre personas o sobre
e carácter personal o real.
a calificado como legitimo el derecho de la sociedad a adoptar medidas
para garantizar, en casos graves, que no se fnistre la ejecución de una

injusta con el interés general de no facilitar

imputado, sino la de algunos auxiliares que operan como ór-

aracterística común de todas las medidas precautorias es su provisionalidad


n otro fundamento que la estricta necesidad de evitar que resulten desvir-
so. Por ende, es preciso no desnaturalizarlas y disponerlas
o anticipado de una pena aún no impuesta y que el ulterior

'ene a cuento reproducir un atinado razonamiento de Ramos Méndez para


bien la cuestión: "Con frecuencia se han oído quejas de que los presuntos
ntraban por una puerta ... y salían a los pocos
ial. La queja carece en absoluto de fundamen-
sistema constitucional ha apostado por la presunción de inocencia y, en
ambio en los métodos de investigación y de
puede convertirse en convalidación de una

medidas cautelares de carácter personal se traducen en una limitación o


conforme a dos criterios: a) según su inten-
b) por la persona de sus destinatarios. Conforme al primer temperamento,

1arresto y la aprehensión
caer sobre imputados y

'" Según lo decidido en Fallos 312:345.


'' Elproceso ..., ps. 3021303.
492 PRESENTACI~NY COMPARECENCIA Art. 281

Órganos de la prueba, según acontece con la citación -testigos (art. 245), peritos
(art. 257, párr. 2") y sospechosos (art. 282)-; lo propio sucede con el arresto
(arts. 184, incs. 3"y 6', 248 y 281; ver también art. 213, inc. b], en cuanto al MP).
Las distintas medidas caulejares de carácter personal y directas respecto del
imputado son: 1) la aprehensión (arts. 284 y 287); 2) el arresto (arts. 184, incs. 3' y
6", 248 y 281); 3) la detención (art. 283), y 4) la prisión preventiva (art. 3 12).
e) Requisitos
Toda medida que restrinja la libertad durante el desarrollo del proceso debe
ejecutarse observando lo prescriplo en el párrafo segundo. En el acta (arts. 138 y
139) se debe anoticiar tanto a imputados como a órganos de la prueba los motivos
que respaldan la actividad cautelar; también el lugar en que se cumplirá la medida y
el tribunal interviniente.

Arresto
281. Cuando en el primer momento de la investigación de un hecho en el
que hubieran participado varias personas no sea posible individualizar a los
responsables y a los testigos, y no pueda dejarse de proceder sin peligro para la
instrucción, el juez podrá disponer que los presentes no se alejen del lugar ni
se comuniquen entre si antes de prestar declaración y, aun ordenar el arresto si
fuere indispensable.
Ambas medidas no podrán prolongarse por más tiempo que el estricta-
mente necesario para recibir las declaraciones, a lo cual se procederá sin tar-
danza y no durarán más de ocho (8) horas. Sin embargo, se podrá prorrogar
dicho plazo por ocho (8) horas más, por auto fundado, si circunstancias extraor-
dinarias así lo exigieran.
Vencido este plazo podrá ordenarse, si fuere el caso, la detenciou del pre-
sunto culpable.

a) Sujetos pasivos. El arresto se endereza no sólo a los sospechosos sino tam-


bién a ciertos auxiliares del proceso; más allá de los testigos señalados en el texto,
también pueden resultar sujetos pasivos de esta medida cautelar los peritos (con
respecto a los testigos, ver art. 184, inc. 3", 154 y 247, y para los peritos, arts. 154,
184, inc. 4", y 257, párr. 2'). También puede recaer sobre el imputado, supuesto ca-
racterizado por tener alcance colectivo al involucrar a más de una persona.
b) El plazo, en cuanto a los testigos y peritos, se extiende a dos días, obviamen-
te computados incluyendo los inhábiles (art. 116, primera oración). En vez, para los
imputados, este precepto lo fija en ocho horas, que pueden ser ampliadas hasta por
ocho horas más, resolución que deberá dictarse en forma de auto fundado (art. 123).
Cuando afecta al imputado, únicamente el juez puede disponer el arresto con esta
proyección en el tiempo. La diferencia -a primera vista chocante- se explica en
razón de que, en el caso de los testigos y peritos, se trata de hacer efectiva la imposi-
ción del carácter obligatorio de tal función procesal, por ser órganos de la prueba, ya
que su aporte -salvo los casos de excepción- debe necesariamente incorporarse a
la pesquisa (art. 240, para los testigos, y art. 257, para los peritos). Aunque, en el ar-
tículo que se analiza, todavía no se ha discernido acerca del carácter de las personas
arrestadas, pues pueden resultar, a la postre, imputadas. Si esta situación se produce,
PRESENTACION
Y COMPARECENCIA

se convierte necesariamente en detención (art. 283); al corresponder en-


ecepción de indagatoria el plazo es de veinticuatro horas, prorrogable por
en las condiciones señaladas por el art. 294, sin perjuicio de la inclusión en
o del correspondiente al cumplido en arresto. Ahora bien: el fin del plazo
toria puede no significar la puesta en libertad; si no se decreta por falta
309), habrá de acudirse a la excarcelación (art. 317). -
stingo entre los imputados y los testigos a que se refiere elpárrafo primero
entidad de la sospecha; si existe señalamiento o atribución de responsabi-
icación de esta norma queda desplazada por las de los arts. 282 o 283"62.
emisor de la orden de arresto puede ser el preventor, en los supuestos
incs. 3" y 4'; la privación de libertad no podrá rebasar el plazo señalado
entación del detenido en la hipótesis del art. 286.
aracterísticas. El arresto es una fugaz medida cautelar de carácter perso-
puede limitarse a la mera inmovilización y aislamiento del sujeto pasivo,
izada por recaer indistintamente sobre sospechosos u órganos de prueba.
lo soportan testigos, obedece a la necesidad de garantizar la autenticidad de
ciones y evitar que puedan conciliarlas entre sí, retaceando al tribunal el

a privación de la libertad de un ciudadano sin que exista flagrancia o indicio


sea responsable de delito alguno toma nulo el procedimiento y lo actuado en
secuencia, pues se viola el art. 18, CN, además, las disposiciones que facultan
olicía Federal para demorar con fines de identificación no pueden ser utilizadas.
gitimar arrestos cumplidos fuera de los casos de la ley "63.
os elementos, aun cuando insuficientes para detener, pueden resultar suficien-
ra arrestar: la actitud nerviosa al descender de un automóvil y la ausencia de
ación identificatoria del
Citación
82. Cuando el delito que se investigue no esté reprimido con pena priva-
a de la libertad o oarezca orocedente una condena de eiecueión condicional,
8s de flagrancia, ordenará la compar~cenciadel imputado
se presentare en el término que se le fije ni justificare un
ento legítimo, se ordenará su detención.

Uiio de los probleinas iiiás graves del proceso pcnal estriba en la posibilidad
de que cienos actos de coercióii (an. 1201puedan diripirse sobre persoiias todavía
adas por el principio de inoiencia (á* 19. comola única fuente legítima que
Stado tiene para privar de la libertad personal a un sujeto es la condena con que
el debido proceso legal (art. 18, CN), resulta claro que, antes de arribar a

TS Santa CNZ, JA 1976-1-712, nro. 6.


"" CS, SJP, LL del 281411995, f. 93.092, con nota de CARRIO,"Detenciones arbit~ariasy reglas
lusión: cuando la Corte habla así, da gusto oírla".
"M TOC 1iro. 7, LLdel261311999, f. 98.518, o DJ 1999-1-1046, f. 14.030.
ese estadio, toda facultad para cercenar la libertad personal tiene que interpretarse
en forma restrictiva (art. 2') y estar signada por su estricta necesidad: sea porque
puedan frustrarse los fines de la instrucción en orden a la obtención de la prueba o
bien existan datos para sustentar la80specha de que el imputado puedeentorpecer su
acceso o, finalmente, porque el juicio se tome imposible al no sujetarse el imputado
a la potestad jurisdiccional (hipótesis de rebeldía cuyos efectos son los del art. 290).
Estas son las razones en virtud de las cuales el Código va graduándolas en su
intensidad y, fuera de los casos analizados al comentar el artículo anterior, explica-
b l e ~porque todavía no se distingue con nitidez quiénes son los imputados y quiénes
habrán de resultar testigos, las reduce en su cumplimiento a efectos de respetar la
libertad de locomoción (art. 14, CN) y jamás las considera cumplimiento de una
pena todavía no impuesta.
b) Concepto
La citación es la menos intensa de las medidas de cautela personal. Cuando se
trata de imputados, consiste en el requerimiento formulado a una determinada perso-
na, dispuesto por la autoridad del proceso, para que concurra a los fines de cumplir
con el acto acotado en él art. 294. Esto no descarta que pueda efectuarse respecto de
los testigos y los peritos (arts. 245 y 257, párrs. loy 2", respectivamente), aunque con
muy diferente finalidad.
Sólo restringe la libertad de determinación en cuanto al desplazamiento,pues el
día y hora señalados en la notificación debe amdirse a la audiencia o asumir el riesgo
del incumplimiento. Se trata de un medio de coerción personal indirecta porque sólo
implica un estado de libertad vinculada, a los fines del proceso, como consecuencia
de una declaración de voluntad j u d i ~ i a l " ~ ~ .
c) Modo de realización
Se materializa a través del pertinente acto de comunicación -notifícación-,
bajo la conminación (confr. art. 154) de que el incumplimiento aparejará deter-
minadas consecuencias: se utilizará la fuerza pública para hacerlos comparecer
(art. 120). Si el delito está reprimido con pena no privativa de libertad, ningún tribu-
nal podrá ordenar la detención del imputado que no cumple con la citación; menos
aún la medida cautelar siguiente en intensidad, pues se incurriría en el delito de pri-
sión preventiva ilegal reprimido por el art. 270, CP1I6"cabe advertir que la prisión
preventiva no es sino una detención con extensión en el tiempo y mayores exigencias
en cuanto a su fundamentación (art. 312).
La medida cautelar no irá, ante su incumplimiento y bajo admonición, más allá
de la simple comparecencia con el auxilio de la fuerza pública (arts. 120 y 154). Ad-
viértase que el vocablo "detención" no es utilizado en sentido técnico.
Subordinar la citación a la procedencia de condena de ejecución condicional,
descuenta un juicio valorativo similar al exigido por el art. 312, inc. lo"".
En cuanto a la flagrancia ver, art. 285.

"" FENECH,
Derecho ..., t. 11, p. 140.
"" Ver SOLER,Derecho...,t. V, ps. 2131215 y, sobre todo, el distingo efectuado en tomo a los
delitos previstos en los arts. 141 y 269, CP.
"" CCC, sala VII, S P , LLdel261511995, f. 93.195 y 93.196.
PRESENTACI~NY COMPARECENCIA

vo lo dispuesto en el artículo anterior, el juez librará orden de de-


que el imputado sea llevado a su presencia, siempre que haya mo-
recibirle indagatoria.
rden será escrita, contendrá los datos personales del imputado u otros
n para identificarlo y el hecho que se le atribuye, y será notificada en -
de ejecutarse o inmediatamente después, con arreglo al art. 142.
rgo, en caso de suma urgencia, el juez podrá impartir la orden
hficamente, haciéndolo constar.

rincipios generales
en este caso como en el de la prisión preventiva (art. 312), el encarcela-
tulo cautelar puede prolongarse en el tiempo. Por eso es que los extremos
son mayores que los requeridos para la citación, el arresto o la mera apre-
hensión.
Cuando 1s C'N en su art. 1 S establece que "...nadie puede ser arrestado sin orden
escrita emanada dr autoridad competente...", desde el punto dz vista técnico, delinea
se entiende por detención. ~ 6 1 o ~ u e dexpedirla
e el juez y debe hacerlo
,siempre y cuando estén presentes 10,sextremos exigidos por el art. 294,
ez se ha decidido lo Es que no hay ninguna medida
1imputado que no descuente cierto grado de sospecha; pre'cisamente
rá su intensidad. En este sentido puede decirse que, a veces, bastarán
sto y, en otras, resultará necesaria la detención.
o de estos supuestos, existen otros en que se convierte en detención una
ensión -denominada por los arts. 284 y 287 como hipótesis de aqué-
ocurre, explícitamente, cuando el juez lo hace mediante una resolución
n el expediente o, implícitamente, cuando toma conocimiento de la apre-
no la hace cesar de inmediato.
'spuesta la libertad por un órgano jerárquicamente superior (art. 116, CN), el
crrado no nuede disnoner la detención si se encuentra firme la falta de mérito
a (art. 369); aquelia decisión es nula"".
) Naturaleza jurídica
carácter decididamente cautelar está respaldado, por el párrafo final del
CN, al establecer que "(l)as cárceles de la Nación serán sanas y limpias,
uridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a
de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija hará
sable al juez que la autorice". De esta misma disposición fluye que, cuando
la "seguridad" de que el proceso se desarrollará normalmente, la detención
cesar, pues el imputado adquirirá el derecho a ser excarcelado (no obstante la
ón del primer párrafo del art. 317, en el que se lee "podrá").
figura un abuso prolongar la detención a la espera de elementos de juicio
cen el dictado de la prisión preventiva si no se avizora dicha posibilidad
zable dentro de un razonable

CCC, JA 1981-1-13,f. 30.037.


" CCC, salaI, DJ 2000-1-132, f. SJ 1841.
'" CCC, Fallos t. 1, p. 307.
496 PRESENTACI~NY COMPARECENCIA Art. 283

e) Requisitos
Conforme al párrafo final, sólo una situación acuciante -temor fundado de que
la persona a quien se va a detener no se someta a la jurisdicción- puede suplir la
orden escrita del tribunal aunque nQde manera definitiva. Cuando se dé tal extremo,
bastará con que se refleje en forma documentada que la orden fue impartida verbal
o telegráficamente. No obstante, una vez lograda la detención, deberá cumplirse con
lo prescripto por el párrafo anterior (art. 147).
Los datos personales del imputado, imprescindibles para librar la orden de de-
tención, están puntualizados en el art. 74.
El juez tiene un plazo para hacer cesar la detención, que es el fijado en el art.
309. De todas maneras, quien soporta el encarcelamiento puede provocar antes la
soltura recabando su excarcelación (art. 3 18); en tal circunstancia, el trámite debe
resolverse dentro del plazo señalado por el art. 33 1, párrafo segundo.
La detención de un menor se restringe a los supuestos previstos en el art. 41 1,
párrafo primero. Tanto la detención como la prisión preventiva son excepcionales en
los delitos de acción privada (art. 427).
d) Casuístiea +

Sin mediar requerimiento de autoridad judicial conforme lo exige el tratado de


extradición suscripto con Brasil, la detención y entrega del imputado por autoridades
policiales extranjeras o argentinas no sólo es violatoria de leyes procesales, sino de
normas constitucionales (arts. 18 y 16, CN); se trata de una nulidad absoluta, como
tal declarable de oficio y que vicia los actos posteriores de adquisición de
Dispuesta la detención por un juez en el ámbito de la competencia ejercida no
puede cuestionarse la privación de la libertad por vía de hábeas c o r p ~ s l ' ~ ~ .
Si por omisión de las autoridades judiciales se mantuvo indebidamente la so-
licitud de detención, ello supone una defectuosa prestación de servicios ue com-
prometen la responsabilidad civil tado y debe indemnizarse el dano 4 moral
ocasionado1173.
Si bien la información re servir como base del curso de la inves-
tigación preventora, no puede a probable a los efectos de ción
ni tiene valor como prueba de cargo1' .
e) Leyes especiales
. Ver art. 33, ley 23.737, texto conforme ley 24.424.
Por ley 24.4801'75 se creó el Centro Nacional de Informática sobre Detenidos y
Extravíos de Personas. Su art. 2" establece: "Todo funcionario público del país que
hubiese detenido a una persona, o la hubiese restringido en su libertad, cualquiera
fuese la razón deberá inmediatamente de haber practicado el acto, comunicarlo al
registro mencionado en el artículo anterior.
"Igualmente cualquier funcionario público que recibiera denuncias o informa-
ción de extravío de personas deberá inmediatamente comunicarlo al registro.

CF Paraná, ED 163-252, f. 46.543.


"" CS, LL del 24/5/1996, f. 94.31 1.
"13 CS, ED 165-85, f. 46.762.
"" CCC, sala IV, 24!10!1996, "Romano D.".
BO del 26/4/1995.
PRESENTACIÓNY COMPARECENCIA

la comunicación deberá hacer saber el nombre y apellido de la persona


nto, estado civil, nacionalidad, domicilio y demás da-
'tan su identificación. También el funcionario deberá dar cuenta de la
dispuso la medida, de aquélla a la cual está a disposición y del lugar
e encuentra alojada".
art. 4" determina: "El registro brindará información a cualquier persona que -
cia del peticionante".
a autoridad que disponga la libertad de una persona dete-
gida en su libertad, inmediatamente deberá dar cuenta de este hecho al
dicación de los datos necesarios para anotar el nuevo estado de cosas.
municar los hallazgos de personas extraviadas".

ción sin orden judicial


y auxiliares de la policía tienen el deber de detener,

un delito de acción pública reprimido con pena priva-


ibertad, en el momento de disponerse a cometerlo.
Al que fugare, estando legalmente detenido.
Excepcionalmente a la persona contra la cual hubiere indicios vehe-
de culpabilidad, y exista peligro inminente de fuga o de serio entorpeci-
de la investigación y al solo efecto de conducirlo ante el juez competente
suelva su detención, y
rendido en flagrancia en la comisión de un delito de
con pena privativa de libertad.
lito cuya acción dependa de instancia privada, inme-
nte será informado quien pueda promoverla, y si éste no presentare la
a en el mismo acto, el detenido será puesto en libertad.

tes dijimos (art. 283) que técnicamente esta activi-

La aprehensión impuesta -aquí desarrollada- o la facultativa (art. 287) no


en desmedro de la orden escrita exigida por el art. 18, CN, ya que la propia Ley
riza la privación de libertad en flagrancia respecto de los legisladores,
gozan del privilegio de no ser detenidos como garantía del normal funciona-
del PLN, por ello, debe concluirse que comprende necesariamente a quienes
privilegio1176.La extensión a los casos de flagrancia presunta o cuasi
sulta razonable por su limitadisima duración.
esulta válido secuestrar mercadería hallada en poder de los imputados si se
ió dentro de los parámetros fijados por este precepto"".

El inciso 1' se relaciona con lo establecido en el art. 183, primer párrafo en


res poner coto a una actividad delictiva una vez que
los hechos cometidos sean llevados a consecuencias
loca en el caso de la tentativa, sino en un momento
n está dispuesto a iniciar la ejecución de un hecho

"'CLARIAOLMEUO,
Tratado..., t. V, p. 283.
"' CCC, salaV, DI 2001-3-1050, f 17.570, o LL del 2811112001, f. 102.958.
498 PRESENTACI~NY COMPARECENCIA Art. 284
L -

penalmente incriminado, aunque todavía no exista principio de ejecución", conducta


involucrada en el concepto amplio de flagranciaH7'.Pese a la aseveración del maes-
tro cordobés, resulta dificil concebir que, sin vislumbrar los designios de un sujeto,
resulte factible concretar este supuezto en la realidad; pudiera dejarse un margen para
los episodios incluidos dentro de 16s denominados actos preparatorios, anteriores a la
tentativa. Pero aun así se requeriría una total inequivocidad para que no respalde un
desborde. Por eso resulta nula la privación de libertad si no existió flagrancia ni in-
dicios vehementes de culpabilidad sutnado al peligro de fuga"79.Por el contrario, no
se advierte una injustificada invasión a la privacidad de las personas (art. 19, CN) en
la conducta del personal policial que, ante una actitud objetivamente reveladora de
un posible peligro -desoír el llamado a detener la marcha y tomar posición ambos
requeridos, separándose uno de o t r o , procedió a su detención -aprehensión-
y palpado de armas, pues el proceder fue prudente y en resguardo de un eventual
enfrentamiento"80.
c) El inciso 2" se sustenta en el ineludible cumplimiento por parte de los fuu-
cionarios y auxiliares de la policía -no sólo de la judicial, sino también la de seguri-
dad- de las resoluciones adoptadas por el hibunal (ver art. 283, en cuanto establece
como única autoridad para ordenar la detención al juez y art. 120). Cubre la situación
no sólo de los detenidos, sino también de quienes cumplen prisión preventiva o una
pena privativa de la libertad y han eludido el sometimiento a la instrucción o a la
ejecución, convirtiéndose en prófugos.
d) El inciso 3" ensambla con la previsión del art. 285. Aunque deben mediar,
por un lado, las dos condiciones prescriptas en primer término -hechos setlaladores
de la responsabilidad atribuible al imputado y riesgo de que evite someterse a la
jurisdicción- o bien, por otro, el obstáculo para la pesquisa; ambas situaciones des-
cuentan un sumario en trámite a cargo de las autoridades de prevención (art. 184, inc.
8"). Basta que el estado de sospecha no sea meramente subjetivo, sino que Óbedezca
a circunstancias objetivasu8'. Esta facultad policial no puede invocarse cuando la
conducta del imputado no ha exhibido indicios vehementes de culpabilidad o si no
hubiera mediado peligro inminente de fuga o serio entorpecimiento de una investiga-
ción; debe considerarse si las circunstancias, debidamente fundadas, hacen presumir
que alguien hubiese o pudiese cometer algún hecho delictivo o contravención, pues
ésta es la hipótesis que autoriza la detención sin orden -aprehensión- fuera de los
casos establecidos en el Código, según el nuevo texto del dec.-ley 33311958, susti-
tuido por el art. 1" de la ley 23.95OflX2.Es que la autorización a la policía comprende
sólo los casos en que el sospechoso no pudo ser identificado sufi~ientemente'~~~.
Frente a un texto similar del ordenamiento derogado -art. 4,' CPMP-, la
CS consideró que las garantías constitucionales quedan resguardadas en estos casos

"'' CLARIAOLMEDO,
Tratado..., t. V, p. 290; ver art. 285.
'17q <'¿Elfin justifica 10s niedios?".
CCC, sala 1, LLdel301311998,E 96.883, con nota de SUPERTI,
"" CCC, salaVII, JA 1999-1-623.
CNCP, salaII, JA 1996-11-551.
"82 CNCP, sala 1, LL del 2611211997, f. 96.535; CCC, sala IV, 5.4 i999-1-622, cuando la conducta
consiste en deambular por el andén de una terminal fenoviaria en el horario de importante afluencia
de público.
TOC nro. 9, LL del 231411999, f. 98.624.
PRESENTACIÓNY COMPARECENCIA

regularidad del procedimiento cumplido, según el examen de todas las


as y la comunicación inmediata al juez. La comprensión resulta peli-
a libertad individual. La disidencia del doctor Fayt descarta que exista
hementes o semiplena prueba de culpabilidad cuando se trata
esplazaban en automóvil por la vía
o discordante, repulsa acudir a una
al considerarla insuficiente como -
riños recuerda que se requieren
den judicial; por un lado, que
, esté realizando o esté disponiéndose a realizar de modo
una acción tipificada como ilicito penal; por otro, la falta de orden ju-
es valedera si median razones de urgencia. La ley 23.950 insistió en la
e existan requisitos objetivos previos para proceder a la detención,
Con acierto expresa, al reproducir la opinión del juez nor-
res que a un magistrado es

la intervención ulterior del juez respalda la validez de la

de la sorpresa en la comisión del delito.


éi-ito para arrestai (art. 28 l), configura flagrancia si se
por ejemplo, en el piso del vehículo armas de guerra. Es que las diferentes
e coerción deben interpretarse con arreglo a su especialidad y tratando de
la rápida y eficiente ejecución de la ley con el derecho de los ciudadanos
resulte menoscabo por método inconstitucional de ejecución de la leyns7.
La atribución del último párrafo se explica porque, por ejemplo, en algún
o de delitos contra la integridad sexual -arts. 119, 120 y 130, CP, texto
7- ocurridos en la vía pública resultaría inaceptable la pasividad
o correcta expresión técnica

afo segundo de la ley 24.946 --Orgánica del MP- exime del


n- a sus miembros salvo sorpresa en flagrancia.

era que hay flagrancia cuando el autor del hecho es sor-


ento de cometerlo o inmediatamente después; o mientras es
erza pública, por el ofendido o el clamor público; o mien-
objetos o presenta rastros que hagan presumir vehementemente que
participar en un delito.

ncia propiamente dicha. No obstante, la

LL del 311811999, f. 99.215, con nota de MAGARINOS,"La detención de personas sin orden
autoridad competente y la C N .
CNCP,sala 1, LL del 301711999, f. 99.085.
'' TOC nro. 7, LLdel261311999, f. 98.518, o DJ 1999-1-1046, f. 14.030.
b) Cuando alguien es perseguido por la fuerza pública, por el ofendido o el cla-
mor público, se hata de un caso de cuasi flagrancia; el margen para la aprehensión
es mayor porque no se exige la percepción directa de la comisión del delito.
.?
c) Lo mismo ocurre en las hipótesis de flagrancia presunta, comprensivas
del seguimiento en tanto el sospechoso presente huellas que permitan inferir su
participación en un delito. La utilización del adverbio de modo "vehementemente"
contribuye a restringirla a los casos en que los indicios -hechos señaladores- que
contribuyen a formar la presunción tengan mucha fuerza convictiva.
El acierto de la intuición funcional del preventor, aun confirmado posterior-
mente, no justifica la orden policial, pese a resultar razonable la identifica~iónl~~~.
En estos casos la CNCP, sala 11, decidió que al imputado no se le pueden dirigir
preguntas, salvo las necesarias para constatar la identidad, ni recibirle declaración;
pero afinnó que la ley no prohibe expresamente que aquél formule al preventor ma-
nifestaciones de manera libre y espontánea; la mera comunicación de un dato, en la
medida en que no sea producto de coacción, no es indicio desechable, pues lo con-
trario llevaría a sostener que los policías se hallan impedidos de investigar las pistas
surgidas de esas comunicaciones11s9.El criterio ha sido recogido por el inc. 9" del
art. 184, texto según ley 25.434.
La CCC, sala 1, estima que por Aagrante debe entenderse aquello que se está
cometiendo en ese momento, y el hecho de que para detectarse se haya tenido que
realizar un procedimiento de constatación previa, no neutsaliza ese carácter, sino
que, por el contrario, lo acreditaug0.
Presentación del detenido
286. El funcionario o auxiliar de la policía que haya practicado una de-
tención sin orden judicial, deber6 presentar inmediatamente al detenido en un
plazo que no exceda de seis (6) horas, ante la autoridad judicial competente.
Se refiere a los supuestos de aprehensión impuesta, previstos en los arts. 184,
inc. 8", y 284, y explicitados en el art. 285. La policía tiene el deber de colocar al de-
tenido a la orden del juez en el plazo señalado; de lo contrario, incurrirá en la forma
de privación ilegítima de libertad descripta por el art. 143, inc. 2O, CP, sin perjuicio
de las sanciones disciplinarias establecidas en el art. 187.
La urgencia se explica porque no ha mediado previa resolución fundada y por
escrito del juez.
Configura privación ilegal de la libertad aprehender sin anoticiar al juez1'".
Detención por un particular
287. En los casos previstos en los incs. lo,2' y 4' del art. 284, los particula-
res están facultados para practicar la detención, debiendo entregar inmediata-
mente el detenido a la autoridad judicial o policial.

TOC 1x0.6, DJ 1999-1.970, f. 14.001.


"" JA 1999-11-578.
"'O 271612005, "T~cco",LL del 1211012005,p. 9
"" CCC, sala VI, LL del 301311998, f. 96 896
REBELD~ADEL IMPUTADO

ra los particulares la aprehensión es meramente facultativa y su omisión no


responsabilidad alguna. Sólo puede deparársela si no cumplen con la coloca-
aprehendido ante el juez o la autoridad policial (art. 141, CP).
exclusión del inc. 3" del art. 284 radica en que éste supone una pesquisa en
a documentada en las actuaciones de los preventores. Por eso se consideró
la detención realizada por un particular fuera de los supuestos admitido^"^^.
justifica frente al intento de cometer un delito y, en tal caso, el secuestro
-
o resulte eficaz aún sin acta1Ig3.
La CCC, sala IV, considera legitimo el obrar
sonal de seguridad privada de un comercio que detuvo y requisó a las impu-
ocultaban prendas sustraídas, cuyos movimientos habían sido detectados
e una filmación "'5 criterio con el que discrepamos parcialmente en tanto
excede la facultad asignada por el art. 287. Distinto es el caso si el dete-
hibe voluntariamente los elementos sustraídos, porque no se trataría de una

CAPITULO
11

REBELD~ADEL IMPUTADO
El proceso penal no puede desarrollarse íntegramente -pasar de la insmicción
cio--- sin que el para entonces acusado se encuentre en prisión preventiva o en
ertad provisoria (Capítulos VI y VI1 de este Título IV).
la República Argentina no hay proceso penal en contumacia, conforme a
retación imperante sobre la garantía que asegura la inviolabilidad de la de-
n juicio (art. 18, CN). La prohibición de ser juzgado en ausencia se proyecta
o para denegar la extradición pasiva -la solicitada a tribunales de nuestro país
38, párr. 2")-- al extenderse a quienes han sido condenados en rebeldía si el
eso no puede reabrirse una vez que se hallen a disposición de1 Estado requiren-
Isg6. Por el contrario, si se ofrecen garantías suficientes de que el requerido será
metido a un nuevo juicio en su presencia, corresponde e~traditarlo"'~.La mera
ocación de que la condena se dictó en contumacia no se opone a la entrega cuando
beldía se convirtió en un mero acto declarativo, al haberse cumplido con el ex-
ltado la intimación de los hechos, se le hizo conocer el contenido de la acusación
tuvo oportunidad de producir su defensa, ofrecer pruebas e interponer excepcio-

"92 CCC, sala de feria B, 41812008, "B., Y. B.", ED del 4/9/2008, p. 6


"93 CCC. sala V. "Herrera. M.". JA del 21/11/2001, P. 72.
"" JA del 20/8/2003, p. 8;. En similar sentido, C C ~sala, VI, 18/11/2009, "B. Z., K. M.", RDP,
IedoPerrot, 212010, p. 339.
lPs CNCP, sala 1,~5110/2006, "R, D. C.", SJP,LL del 221512007, p. 51.
CS, Fallos 217:340; 228:640; 291:154; id., ED 173-588, f. 48.115; id., JA2000-11-519; id.,
7/8/2000, f. 100.672.
'N' CS, ED 173.606, f. 48.1 16, el voto coincidente de los doctores Belluscio, Boggiano, López
uez remite al PIDCP, art. 14.3., ap. d), y a la CADH, art. 8.1 ., que aseguran el derecho a hallarse
nte en un proceso el primero y a ser oído la segunda, aunque anotan que el Tebutlal Europeo de
echos Humanos, al interpretar un convenio europeo de texto similar al último, decidió que, aunque
"0 esté mencionado en términos expresos, el derecho a estar presente en la audiencia es en materia
Penal un elemento esencial del proceso.
JVL REBELD~ADELIMPUTADO M . 288
-
nes al contar con asistencia letradaHg8.Señala bien Ramayo que no tiene más que
la fachada de la condena en ausencia1i99.Con anterioridad, si no se satisfacía --en
general- la exigencia de nuevo juicio con presencia del reo y debida protección de
sus derechos, no procedía la extradición'20o.Ver ahora art. 11, inc. d) de la Ley de
Extradición, 24.767. El Estado reqbirente debe asumir el compromiso concreto de
someter al condenado a un nuevo proceso que satisfaga las exigencias del derecho de
defensa; no basta con la representación por un letrado de confianza, pues para satis-
facer las garantías de la defensa en juicio y del debido proceso, el acusado debe estar
presente y tener la posibilidad de comunicarse libre y privadamente con su defensor
(arts. 18, CN, 14, inc. 3", ap. d, PIDCP, y 8", inc. 2", aps. c, y d, CADH1201).
Casos en que procede
288. Será declarado rebelde el imputado que sin grave y legítimo impedi-
mento no compareciere a la citación judicial, o se fugare del establecimiento o
lugar en que se hallare detenido, o se ausentare, sin licencia del tribunal, del
lugar asignado para su residencia.
El emplazamiento para que el imputado comparezca corresponde exclusiva-
mente al tribunal. -
La fuga importa ordenar nuevamente la detención (art. 283).
La ausencia tiene como presupuesto la constitución de domicilio a los fines de
la libertad provisoria (art. 326) y también en el caso de la falta de mérito (art. 309).
Incurre en ella quien no comparece a la convocatoria judicial, sea en los casos del
art. 282 o en los del art. 320, párrafo segundo, siempre que hayaisido notificado
como se prevé en el Capítulo V, Título V, Libro 1. La justificación que obstruya la
declaración de rebeldía debe obedecer a una circunstancia de cierta entidad y tomar
imposible la asistencia del convocado; el caso más común será la enfermedad acre-
ditada o verificable (ver art. 292). Si el domicilio del imputado se conocio a través
de datos aportados por el denunciante, la falta de comparecencia puede autorizar su
captura (art. 283), pero no debe ir acompañada de la declaración de rebeldía, pues
presupone la violación de deberes procesales legalmente impuestos1202.
Se ha dicho, con razón, que es presupuesto esencial para ordenar la rebeldia
y captura del imputado algún tipo de manifestación de su parte que demuestre su
voluntad contraria al somentimiento al proceso; circunstancia que no ocurre con la
publicación de edictos, por tratarse de un tipo de notificación ficta. Corresponde,

CS, ED 173-621, f. 48.1 17.


'Is9 "La extradición y el condenado in absentid'; además, apunta al acierto con el respaldo de los
arts. 11, inc. d), 14, inc. b), 21 y 22 de la ley 24.767 sobre Cooperación Internacional en Materia Penal.
lZW CS, "Cauchi, Augusto", JA del 19/5/1999, p. 61, o DJ 1999-2-955, f. 14.414, con disidencia
de los doctores Boggiano, López y Nazareno, quienes expresan que el procedimiento en ausencia no
infringeper se ei principio de defensa garantizado en la CN y en los tratados, pues no cabe prescindir
-
de las particularidades de la reglamentación -
v alcance asignado vor las autoridades del .naís reouirente
~,~ ~~

que. por Ii;iber suscripto 105 tratados iiit~rnscii)nalssde proieccion de derecliu~iiuiiianos, dcperarisn :il
c\rraJiindo la pojibiliddd de scuJir a 13 <:"ni. Eiiro~c;~ dc Dzrechoc Huinaiius.
'"' CS, "Fabbrocino, M.", JAdel 16/11200~.
'" CCC, sala VI, "Pere, A,", JA 1999-1-Sintesis.
REBELDÍA DEL IMPUTADO 503

de comparendo y paradero con el fin de obtener el domicilio

ga exterioriza la incontestable voluntad de soslayar el sometimiento a la

rtad provisoria importa una situación restrictiva de la locomoción, para


comparecencia dispuesta por el tribunal; todo cambio de residencia se -
l a anterior venia o ulterior convalidación por dicho órgano cuando fue
después de ocurrido aquél; basta con que se compruebe que el imputado
el domicilio indicado en la indagatoriaS2O4 para disponer su revocatona

en e l trámite de una extradición pasiva, producida la fuga corresponde


as actua~iones'~".
lanteo de nulidad de la rebeldía y captura debe rechazarse, pues no genera
de imposible reparación ulterior, toda vez que la medida puede subsanarse
e la presentación del imputado o la exención de prisióni206.Aunque se ha
su impugnación en casos en los que no ha habido una manifestación del
contraria al sometimiento al procesoi207.
CF San Martín considera que si no se le informaron al imputado las posibles
cias que podría traer aparejada su negativa a presentarse a juicio, no co-
declarar su

Transcurrido el tkrmino de la citación o comprobada la fuga o la au-


1 declarará la rebeldía por auto y expedirá orden de detención,
no se hubiere dictado.
La declaración debe funckirse (an. 123). 1.a Jerenci3ii viene inipuesta junto con
aquélla, a inenos que sc hiibiere anticiisado al revocarse la libencid provisoria (an. 333 );
eptúan los procesos en que sóio pueda imponerse multa o inhabilitación (v.@.,
O, CP), pues bastará la orden de comparecencia (ver comentario al art. 282).

fectos sobre el proceso


O. La declaración de rebeldía no suspenderá el curso de la instrucción.
e declarada durante el juicio, éste se suspenderá con respecto al rebelde
nuará para los demas imputados presentes.
clarada la rebeldía, se reservarán las actuaciones y los efectos, instru-
o piezas de convicción que fnere indispensable conservar.

CCC, sala 1, 231912005, "Roy", SE', LL del 281212006, p. 70; con nota favorable de AZUAGA,
re la posibilidad del juez de apartarse, a favor de imputado, de las reglas procesales previstas en
ria de medidas coercitivas", SE', LL del 3 11812006, p. 34; en sentido similar, id.,sala VII, 291412005,
",ED del 101212006, p. 6;id.,sala I,711212005, "Andrade", JA del 101512006,p. 70; id, salaV,
"Gil de Tejera", JA del 311512006, p. 88; RDP, LexisNexis, 612006, p. 1168.
CCC, Fallos t. 1, p. 62.
O* CS Fallos 323:891.

C, sala 1, LL del 2311 112001, f. 102.940; id.,id.,LL del 1211112001, f. 102.892.


C, sala 1, 2311 112005, "Roy", SJP, LL del 281212006, p. 70.
Sala 11, 1411012004, "Defensora Oficial", RDP, LexisNexis, 912005, Jurisprudencia Sinteti-
504 REBELD~ADEL IMPUTADO Art. 290

La acción civil podr4 tramitarse en la sede respeetiva. Cuando el rebelde


comparezca, por propia voluntad o por fuerza, la causa continuar6 según su
estado.
,".
a) Consecuencias
Si la declaración de rebeldía se produjo antes de la indagatoria, no pueden dictarse
las resoluciones que la tienen como presupuesto (procesamiento, art. 306; prisión pre-
ventiva, art. 312) ni las que anteceden a la clausura de la instrucción (arts. 346 y 347).
Declarada durante el juicio, el trámite se trunca a partir de entonces. Pero sólo
surte efectos individuales y no alcanza a quienes se han sometido a la jurisdicción.
La inclusión de prófugos en la sentencia quebranta una forma esencial impuesta por
razones de orden público que causa su nulidad12o9. Por supuesto, la condena posterior
a la rebeldia es nula; la defensa no pudo controlar ni intervenirI2l0.
En cuanto al párrafo segundo, ver comentario a los arts. 233 y 238.
La acción civil queda neutralizada al no poder proseguirse la penal (art. 17).
Además, el art. 1101, CC, establece que la ausencia del acusado es una de las excep-
ciones a la prejudicialidad de la condena penal sobre el juicio civil; de manera que
podrá continuarse, en lasede pertinente, con dicho proceso.
b) Casuística
Mientras subsista la rebeldía, no puede haber diálogo procesal posible entre
el prófugo y el tribunal. Aun tratándose del recurso extraordinario, la CS ha dicho
que no le corresponde el amparo constitucional mientras se encuentre en esa con-
diciónI2"; igual criterio sigue en el caso del recurso ordinario cuando era admisible
en orden a las revisiones decididas por las cámaras federaIesl2l2;cabe distinguir
"...entre quien es simpleniente un fugitivo de la justicia que voluntanamente se ex-
cluye de sus obligaciones de aquel que, con motivo de un abuso funcional enmarca-
do en la doctrina de la arbitrariedad, es víctima de una eyuivocada interpretáción de
las normas legales que rigen los beneficios de la exención de prisión y la excarcela-
cióii, con un perjuicio irreparable para la libertad fi~ica..."~~'~.
En disidencia, el juez Zaffaroni entiende que de la simple lectura del art. 290
surge que se encuentran contemplados los efectos de la ausencia del imputado en
las etapas de instrucción y juicio, pero no así en la ulterior de los recursos. Pero esta
omisión legislativa no habilita a que se complete el texto legal mediante una analogía
in malampartem. Concluye que la práctica de reservar las actuaciones hasta tanto el
imputado comparezca a derecho o sea habido, debe ser abandonada, pues así tam-
bién se evitará que se comprometa la buena administración de justicia al posibilitar
la extinción de la acción penal por prescripción con la postergación sine die del tra-
tamiento de la quejaI2l4.La claridad de su razonamiento obliga a repensar el criterio
tradicional imperante y adecuar10 a esta nueva tesitura.

CF Resistencia, JA 1979-1-483, f. 28.094.


'2'" CF Resistencia, "Broda, O.", JA del 711112001, p. 46.
'2" Fallos 270:242; 272:258; 276:398; 301:837; JA 1989-1-418y 1990-1-590.

"" ED 128-577, f. 40.880.


'''' C?ohi7AL~zNOVILLO - FIOUEROA, ''LOSprófugos y el recurso extraordinario federal", ED 169-1111.
Confr. su voto en el fallo 2711 112007, "Cáceres", RDP, LexisNexis, 312008, p. 448; idéntica
postura adoptó eii el fallo 11612010, "Dapena'!, RDP, AbeledoPerrot, 1112010, p. 1918. Un análisis
REBELD~ADEL IMPUTADO

La CNCP, sala 111, ha resuelto que la condición de prófugo obsta también


anteo del recurso de r e v i ~ i ó n ' ~a' ~nuestro
; ver, esta decisión no atiende al
ter excepcionalísimo de aquél, al punto que se le ha considerado más una
nsión impugnativa autónoma que un recurso; ni tampoco se ajusta a la legiti-
ón de quienes pueden deducirlo (art. 481); además, llevar la inadmisibilidad
revisión a este extremo implica su inoperancia en todos los casos en que -
a dispuesto efectivizar la condena mediante la orden de captura. Situación
nte resulta en el caso de los recursos extraordinarios o en el ordinario de
Óu ante la CorteI2l6.
poco puede nombrar defensor, pues para ello tiene que constituirse como
(art. 104). No obstante, y conforme a las circunstancias del caso, se ha
tido la posibilidad de actuación de un letrado como defensor del prófugo en
'ón a tratarse de una persona preventivamente detenida en el extranjero, como
cuencia de una solicitud de la justicia argentinai217.
El defensor del prófugo o declarado en rebeldía carece de derecho para dirigir
eticiones que no podría realizar el propio interesado si9 constituirse en detenciónI2l8;
or ejemplo, no puede proponer diligencias (art. 199). La única petición admisible a
uien todavía no ha comparecido consiste en solicitar la exención de prisión (art. 316).
Efecto de la rebeldía es también el trámite previsto por el art. 6", párrafo segun-
o de la ley 20.785 referente a los bienes objeto de secuestro en las causas penales.
El abogado defensor del prófugo puede deducir la pre~cripción'~".En cambio,
ece de atribuciones para impugnar una decisión adversa1220.
La representación del rebelde en juicio por apoderado es inadmisible; por ende,
deducir casación a través de ese arbitrio1221. Además, el imputado continúa
tido a proceso y la decisión no constituye sentencia definitiva ni equiparable1222.
Efectos sobre la excarcelación y las costas
291. La declaración de rebeldía implicará la revocatoria de la excarcela-
ión y obligará al imputado al pago de las costas causadas por el incidente.
Sobre la revocatoria de la excarcelación, ver art. 333. En cuanto a las costas,
ige el principio general del art. 53 1.
Constituye una decisión propia del juez de la causa insusceptible de causar gra-
vamen irreparable y tampoco se encuentra prevista expresamente su recurribilidad;

Similar puede verse en el trabajo de LANG~VTN, "Rebeldía y recurso extraordinano", RDP, LexisNexis,
1212007, p 2341
" I ~ B nro.
J 4, ps. 1131114, o sala 1, JA 1993-IV-535.
"'' D'ALBORA, "Juicio penal en rebeldía", LL del 1611111993.
"" CF Cap., JA 1963-111-373, f. 6927.
CCC, Fallos t. 1, p. 227.
"'' CCC, Fallos t. 11, p. 268.
"'WCC, sala IV, JA 1997-IV-589. En contra, CNCP, sala 1, 9/12/2009, "Pozzeni", citado por
HAUSTl - MANOANO - RODR~OUEZ PONTE,"Actualidad en jurispmdencia de la Cámara Nacional de
sación Penal 2-2010", RDP, AbeledoPerrot, 812010, p. 1391.
'''' CCC, sala V, LL del 2611112000, f. 100.959.
CNCP, sala 1, LL del 3011012000, f. 101.094.
506 SUSPENSIO.N-DEL PROCESO A PRUEBA Art. 293

por eso es improcedente su apelaciónLZZ3.


No obstante, como se vio, se ha admitido
la apelación cuando no ha habido una manifestación del imputado contraria al some-
timiento al proceso'2z4.
P
Justificación
292. Si el imputado se presentare con posterioridad a la declaración de su
rebeldía y justifieare que no coucurrió hasta ese momento a la citación judicial
debido a un grave y legitimo impedimento, aquélla ser4 revocada y no produci-
rá los efectos previstos en el artículo anterior.
La CNCP, sala IV, entiende que no se exige la comparecencia personal del
rebelde, considerando cubierto el recaudo por la presentación de un certificado mé-
dico, por parte de la defensalu5.
Ver comentario al art. 288.

293. En la oportunidad que la ley penal permita la suspensión de la perse-


cución, el órgano judicial competente podrá conceder el beneficio, en audiencia
Única, donde las partes tendrán derecho a expresarse.
Cuando así ocurra, el órgano judicial competente en la misma audiencia
especificar4 concretamente las instrucciones e imposiciones a que deba some-
terse el imputado y deber4 comunicar inmediatamente al juez de ejecución la
resolución que somete al imputado a prueba.

a) Principios generales
La ley 24.316i226incorporó al Código Penal el art. 27 bis y un Título XII -a
continuación del art. 7 6 - con el siguiente epígrafe "De la suspensión del juicio a
prueba", a través del cual se agregaron los arts. 76 bis, 76 ter y 76 qnater que regulan
la denominadaprobation. Aquella ley ha generado unanueva línea de jurisprudencia
que rebasa su finalidad, porque se considera - e n el ámbito de prescripción de ia
acción penal y determinación de la secuela de juicio- una suerte de interpretación
auténtica que llevaría a precisar que la voz "juicio" solamente hace referencia a la
etapa plenaria del procedimiento penal vigente12z7. A nuestro ver, no condice con la
aceptada sinonimia entrejuicio y proceso.

'223 CFed.,salaI,"Steven,B",c. 31.373,reg. 9441; id., id.,DJ2001-1-607,f. 16.492;CCC,salaf,


LL del 911112001, f. 102.884, con disidencia del doctor Donna, quien, en virtud de la improcedencia
ianto de la exención de misión como de la excarcelación. advierte un estado de indefensión aue coli-
siona con los arts. 18 d i l a CN, 14 del PIDCP, y 7' y 8' de la CADH; no todo recurso del rebeide debe
rechazarse. Y tratándose de la coerción versonal del imvutado. debe rimar la intemretación restrictiva.
CCC, sala 1;~~del911112001, f. 102.884, o DJ 2001-ÍII-1047, f. 13.567.
'224 CCC, sala 1,231912005, "Roy", SJP, LL del 281212006, p. 70.

I2ls JA del 811212004, p. 64.

"290 del 191511994.


'Z2' SCJ Mendoza, ED 173-548, f. 48.104.
SUSPENSI~NDEL PROCESO A PRUEBA

ste instituto constituye una importante limitación al principio de legalidad en


cución También se la merita como causa de extinción de la acción
,subsidiariamente, de suspensión de su
ara la CNCP, sala 11, la denegatoria de la audiencia no causa la nulidad del
ite, pues resulta inexistente el perjuicio para la garantía de la defensa en juicio
se comprende cómo su realización podrá hacer cambiar la postura que sobre -
stión de fondo -inaplicabilidad del art. 76 bis, CP, en el supuesto de la ley
- sostienen el a quo y la alzada123D. Sorprende que sin conocer los argu-
que podría desarrollar el peticionante, se anticipe la desestimación. Idéntica
esa se verifica al cotejar la fecha de este,pronunciamiento (291312000) con uno
ior (141711999, con distinta integración), en el que se resolvió lo contrario: se
sin efecto la resolución denegatoria sin haberse llevado a cabo la audiencia
vista1231.Actualmente, la sala considera indispensable su realización1232. Por
dez del trámite sin audiencia, si no se priva a la parte de derecho alguno, se
ntra la CNCP, sala II11Z33.
) Tiempo para su petición
Se discute cuándo precluye la posibilidad de formular la petición pertinente.
eneral se considera admisible luego de haberse completado la
arse el proceso en condiciones de comenzar el Resulta atinado
r hito razonable la notificación del auto que fija audiencia para el debate1236.
mbién cabe admitir que ya en el juicio procede desde la citación (art.
1237 hasta la apertura del debate (art. 374)1238. Ochoa piensa que la aplicación
ene sentido en una etapa avanzada del proceso, "...lo que a nuestro criterio no
e ir más allá de los actos preliminares del juicio ..."1239. Se ha extendido hasta el
ento de la discusión final -art. 393-1240; esta soliición atiende a los diferentes

' 2 2 8 ALMEYRA,
"Probaiion, ¿sólo para los delitos de bagatela?", SJP, LL del 261511995, comen-
io al fallo 93.182; opinión similar en FREEUND L~PT I . ~ i - TAMINI,
~ "La ~ ley 24.316:
~ ~LProbation
~
a a manera americana, europea o qué?", especialmente cap. VI, JA 1994-IV-885; Ochoa afirma que
"...se ha introducido el principio de oportunidad...", "La suspensión del juicio a pmeba", en LL del

P~sson,"Suspensión del juicio apmeba: esquema de un análisis de la ley 24.316", JA 1995-1-837,


'23Q ED del 30/6/2000, DPPC, f. 117.
'2" SJP, LL del 29/5/2000, f. 100.313.
"3"JP, LLdel 271912004, f. 108.101.
"13 DJ 2001-3-88, f. 17.178.
'Z54 CNCP, sala 1, ED 169-163, f. 47.393, con nota de N A ~ O -N PALAZZI, "Término procesal para
o 'citar la suspensión del juicio a pmeba".
'l" TAMINI - FRBELAND LOPEZLECUBE, "Laprobafion y la suspensión del juicio penal a pmeba.
entarios a la ley 24.316", LL del 301811994; CCC, sala IV, tras el requerimiento de elevación a
ED 166-278, f. 46.960.
'*' TOC nro. 17, SJP, L i d e l 26/5/1995, f. 93.182.
'" CNCP. sala 1. ED 169-163, f. 47.393.
'238 CNCP, sala 1, JA 1996-1V-444, TOC Fed Mendoza nro 1, "Bensadón, Germán", JA del
181611997, p 75
"" Op. cit., LL del 211711995.
'''O CNCP, sala 11, JA 1997-IV-564, con disidencia del doctor Fégoli. En sentido similar, si existe
un cambio de calificación legal, id., sala 111,511212008,"Arias", RDP, AbeledoPerrot, 712009, p. 1262,
momentos comprensivos del ' ~ u i c i ~ " 'La ~ ~C.' .Apel. Penal Santa Fe, sala II1124?, en
el procedimiento escrito, lleva la suspensión hasta el dictado de la sentencia de pri-
mera instancia; en cambio, aunque también el caso tramitaba conforme al plenario
escrito, la CCC, sala VII, descarta 1ji petición por extemporánea si ya se convocó
autos para sentencia'"'. Sin embargo, admitir "...la suspensión una vez abierto el
debate es incompatible con el texto y el espíritu legal'"244.
Para la CF La Plata, sala 111, recién opera cuando el proceso alcanzó la etapa del
juicio. Por ello, quien decide sobre el tema es el órgano competente para sustanciar-
lo, trátese de un juez unipersonal o de un tribunal; debe formularse una vez que la
instrucción se encuentra completa y después del auto o decreto de elevación a juicio
previsto en el ari. 351, pues como se tiene a la vista una reconstrucción del hecho
punible y de su presunto autor, permite al imputado, al tribunal y fundamentalmente
al fiscal --cuyo dictamen resulta vinculante- evaluar la pertinencia de sustituir el
tratamiento punitivo y adoptar las reglas de conducta1245.
Según la CNCP, sala 11, la solicitud puede formularse hasta el vencimiento del
plazo sefialado por el art. 354'246.
El art. 24, inc. lo,respalda, como interpretación auténtica contextual, la posi-
bilidad de que tramitar la solicitud resulta también viable durante la instrucción; por
eso no persuade la opinión adversa de Pessoa, quien afirma la exclusión del periodo
instni~torio'~~'; también se pronuncia en contra de la admisibilidad del recurso de
apelación para la ejecución, en general, Á b a l o ~ ' Desde
~ ~ ~ . luego, la solicitud no pue-
de plantearse antes de que se haya legitimado pasivamente al imputado; no creemos
necesario el dictado del auto de procesamiento (art. 306)'249.
c) Finalidad
No se suspende el efectivo cumplimiento de la pena de prisión "...S
cio de la potestad punitiva estatal. El Estado renuncia, en ciertos casos y bajo ciertas
condiciones, a la realización de un juicio y al eventual dictado y aplicaciód de una
condena"12S0. Se acepta que la suspensión está determinada por el máximo de la pena
correspondiente al delito imputado, debiéndose considerar las reducciones legales
atingentes a la tentativa (art. 44, CP) y a la participación secundaria (art. 46, id.)n5'.

'14' Ver introducción al Libro 111, Sección 11, y la cita de CLARIAOLMEDO, Trafado..., t. VI, p. 278.
ED 174-492, f. 48.242.
''"' 171411998,"rano, Vicente".
" M GARC~A, "La suspensión del juicio a prueba según la doctrina y la jurisprudencia", CDJP, año
11, nros. 1 y 2, p. 361.
'241 LLdel 14/3/2000,f. 99.959.

''" LL del 261612000, f. 100.450, o DJ 2000-2-399, f. 15.568; id., i d , SJP, LL del 26/3/2004,
f. 107.145.
IZ4' Op. cit., p. 11.

'248 código...,^^. 100, 101 y 116

'24"n contra, D O ~ - A MAIZA, Código..., p. 338; parece coincidir con nosobos ÁBALOS, Códi-
go ..., p. 672.
TAMINI - FREELAND L~PEI.LECUBE, "La ley 24.3 16: ¿Probation...?",cit.
lZS' TAMMI - FRBELAND LOPEZ LECUBE, op: cit.; CCC, sala IV, ED 166-278, f. 46.960.
SUSPENSI~N DEL PROCESO A PRUEBA

La jurisprudencia oscila, pues algunos tribunales consideran que el delito


años, con sustento en el primer párrafo del
criterio más amplio, extienden la suspensión
mismo articulo 3'- a todos los casos en que
suspensoi252.En un exhaustivo estudio --desarrolla in
S-, Garcia concluye que están comprendidos
en abstracto con pena alternativa de reclusión o prisión
tres años, siempre que, en consideración a los anteceden-
mputado, no esté excluida la alternativa de que la eventual condena pueda,ser
ción condicional"i253.
dieron lugar al plenario "Kosuta, Teresa R.";
ón del juicio a prueba no procede cuando el delito tiene
ón como principal, conjunta o alternativa. El TS Cór-
io, admite la suspensión en los casos de homicidios
ecuencia del uso de automotores pese a la pena de
conjunta; el tribunal considera salvado el riesgo de
s de la inhabilitación del imputado como medida
establecida en el art. 361 bis del Código local; amerita que allí se puede
oner como regla de conducta. Al comentar el fallo, Bruzzone concluye que lo
al, justo y adecuado desde el punto de vis-
a 111, decide que no cabe aceptar la promesa
1255;la solución es ajustada a derecho porque es
uesta a una medida cautelar y que la sanción pe-

'"I' ALMEYRA, op. cit., ps. 8110; CCC, sala 1, ED 166-279, f. 46.962; id., sala VII, 101711995,
arires. A,". c. 20.739: CF Can.. . . sala 1. ED 166-397. f. 46.998: Lowz CAMELO estima que cubre no
sirlu lo; delitos cone~cio~i3lzs a1t.o i;inib,2ti lus graws di*tinguiai(lo dos situaii<iiics3 :rd\Cj. del nn.
76 bis. ('1': la nrinicrj no rsuuirrc conszntitnisiiro ticc.al v s i :xiieride :ivcins cuyo iiiixitiio !lo z.~¿cd:i
de iie, 3ilus. niienirds qtit 13 scgunila si 10 exige, pero sc L.~c$:I ci tcpc, I ' , ~ u h i , ~ i .\Igo
<~~~ accrca d i
su alceli;e n<>r~naii\u", .
l>.l1997-2-635, r:iiiibiéii ,\ii,i: r "1 .ipsin pri\ilivn Jr. lib:rrad cdnio liiiiii:
de prucede~izindc 1:r iusptrisiúii dzljui<iua prueba', I>J 1946-3-1013;1 0 C tiro 2,J,\ 1997-111-408,o
- i>i hv>iii>ii,>iirvi>,del iin. 76 bis. id. y In arepis
LII) 375-477. f. .lX..107. adniiie la aolicazióii an:ilhsicu
siracto, la pena a imponer es de trcs años de prisión o menos, aun cuando la norma prevea un
superior; CCC, sala VI, JA 1997-111-494; CNCP, sala IV, ED 178-269, f. 48.699, o LL del
8, f. 96.650.
'li3 "La suspensión...", cit., CDJP, año 11, nros. 1 y 2, ps. 319 y SS.;en el último sentido, TOC
Uo. 24 "Dib. Julio" -JA 1995-1-675-, TOC Fed. nro. 1, 2011011994, "Maidana". JA del 26/7/1995;
C nro. 15; 311 111994, "Gonzilez, ~ulián",JAdel261711995,p. 39; e" el primero Se han pronunciado
C NO. 17 -SP, LL del 261511995, f. 93.182- y del 81911994 -JA 1995-1-676-; TOC nro. 2,
811994, "Morin, Mario L.", JA del 26/7/1995, p. 37; CCC, sala VI, LL del 301611997, f. 95.604;
- GARCIATORI~ES, "Probation (Un fallo que recepta una exégesis adecuada de la institución)",
el 14/12/1994, comentario al fallo 92.728; REYNAGA, "La ley 24.316: Análisis y aplicación de los
S", LL del 511011995, p. 2; ORGE~RA - VAIANI,"La suspensión del juicio a pmeba y los delitos
con pena mayor de tres años", LLdel2111011996,p. 3; CCC San Martin, sala 11, JA 1995-1V-537y 539;
TOC nro. 26, JA 1995-IV-526; CCC, sala VI, JA 1996-1V-431; CCC, sala 1- c o n importante disiden-
cia de Donna-, JA 1998-IV-530; CP Santa Fe, en pleno, JA 1999-1-553; también Bossi - RANUSCHIO,
uspensión del juicio a vrueba", JA 1997-1V-8261830.
"Probation y pena de inhabilitación. Una 'condena' similar a la que surge de u11juicio abre-
viado", LL del 61712001, f. 102.273.
"'I LLdel911112001, f. 102.877, o DJ 2001-3-947, f. 17.517.
510 S U S P E ~ I ~DEL
N PROCESO A PRUEBA Art. 293

La CFed. Gral. Roca resuelve que la inhabilitación incluida en el art. 76 bis, CP,
no opera en aquellos delitos que hubieran sido cometidos fuera del marco del ejerci-
cio de una actividad reglada, sea por imprudencia, negligencia o impericia'256.Con
relación a la multa tan~biénprevisa por el art. 876, CA, se entiende que aun cuando
no se repare el monto total del daño producido, corresponde conceder la suspensión;
en su voto la doctora Oliva Hernández amerita que no se hace referencia al pago del
mínimo de la multa'257.
No puede rechazarse por la eventual y facultativa aplicación de la inhabilita-
ción prevista en el art. 20 bis, CP. La interpretación coniraria tomaría difusos los
supuestos de procedencia del beneficio1258.
Además, el plenario estableció que la procedencia del instituto previsto por los
arts. 76 bis y SS.,CP, sólo corresponde cuando la reclusión o prisión tiene un máximo
que en abstracto no crceda de tres años1259. Ver N?fva,j). La CS, por el contrario,
consideró irrazonable esta exégesis1260. Ver Nzfa k).
La CNCP, sala 1, rechaza la suspensión del juicio a prueba solicitada luego del
acuerdo de juicio abreviado, por resultar incompatibles. La finalidad perseguida
por los arts. 76 bis y SS.,CP, es suspender el proceso con miras a la extinción de
la acción penal, mienmas que a través del art. 431 bis sólo se simplifica el juicio
ordinario 1261.
Entre los muchos problemas de este régimen, los hay originados al preverse
penas conjuntas o alternativas. Así, la reclusión o prisión lo subordina a un pronós-
tico del MP y del Tribunal; la prisión y multa conjunta o alternativa imponen pagar
el mínimo de la última; la inhabilitación toma improcedente, en todos los casos, la
suspensión'262;la CNCP, sala 1, estima que no debe distinguirse entre el carácter
principal, conjunto o alternativo de la pena de inhabilitación. Al comentar el fallo,
Ríos afirma que su regulación "...pertenece al generoso horizonte de la interpreta-
ción extratipica...", y admite "...optar por la orientación que consagra el más justo y
razonable resultado interpretativo ..."; antes explicó que la ley 24.316 "...és ajena al
territorio circunscripto de la incriminación -no tiene por objeto el pulcro diseño de
la puerta estrecha que nos introduzca en la función estatal sancionadora, ni resulta
restrictiva de la libertad personal-, cabe encuadrar su interpretación como extrati-
pica. En consecuencia, habremos de concluir que se halla al margen de la reducción
y del acotamiento característicos de la interpretación dogmática del tipo"IzG3.
El TOC nro. 2, en sentido similar, acude a la ampliación del art. 76 bis, CP, por
v b analógica y lo extiende a supuestos en que se superen los tres años de prisión,

LL del 311811999, f. 99.216, con nota de VIOALALBARRACIN, "¿ES ajustada a derecho la 'pro-
bation'en el delito de contrabando?'.
''" TOPE NO. 3, LL del 311811999, f. 99.218, con escolio citado de Vida1 Albarracin.
'" CNCP, sala IV, ED del 21/8/2003, f. 52.210.
'259 LL del 111111999,f. 99.505, con nota adversa deBRuzzoNa, "Probation: el plenario 'Kosuta'
de la Ckmara Nacional de Casación Penal o el triunfo de la tesis restrictiva (de la libertad)".
"'O CS, 23/4/2008, "Acosta", A.2186.XLI.
LLdel231212001, f. 101.569, con nota de BRUZZONE, "Juicio abreviado y suspensión de jui-
cio a prueba: una solución equivocada pero con importantes derivaciones".
''"TAMMI- FREELAND LOPEZLECURE, "Laprobation ...", cit., LL del 301811994,
'"' ED 166-13, f. 46.891; LL del 291511998, f. 97.209, con nota de Rios, "La interpretación de
la ley y el juez penal".
SUSPENSI~NDEL PROCESO A PRUEBA

e cuestionado cuando se hata de favorecer al reo en


libertad o especies o medidas de represión'264.
litos impositivos tienen su propio régimen extintivo
mente art. 16 de la ley 24.769), el sistema de suspen-
licable; el art. 10 de la ley 24.316 establece la inal-
las leyes 23.771 y 23.737 y asegura la prevalencia-
, el art. 14 de la Ley Penal Trihutaria- respecto
sto por el art. 10 de las leyes 23.737 y 23.771, la CFed., sala
io cuando se trata del delito de tenencia de estupefacientes
consumo personal si el procesado propuso la realización de un tratamiento
n tanto dicha conducta se
ebe guardar el juez en la
criterio tiene el respaldo
uien acepta la suspensión si, pese a mediar la oposición del
e estupefacientes y se le
Vida1 considera que la
cuya aplicación contraste con la suspensión del

o. Al comentar el fallo,
o se imputa un delito y
ncia condenatoria firme durante el tránsito de
un de sentencias no fir-
en desmedro del principio de inocencia;
1mismo hecho, se afecta el principio del ne bis
rse la extinción si durante el plazo de la suspensión se comete
e expidió, mediante condena firme, dentro del

'264 1181211997, "Pérez, Oscar"; al igual que CCC, sala VII, ED 166-279, f. 46.961; CNCP, sala IV,
997-IV-568; id.,sala 1, ED 178-248, f. 48.123; id,id.,ED del 211511999, f. 49.257; GARC~A,"La sus-

'261 CNCP, sala 11, JA 1999-111.639, o ED 180, f. 07, p. 1036 y síntesis jurisprudencia1 de Alfre-
peno; id.,sala 111, DJ 2001-3-88, f. 17.178; id.,sala 1, "M., J. B.", del 261912006, SJP, LL del
p . 59. En contra, lajueza Ledesma interpretaque los ilicitos previstos en la ley 24.769, no se
n excluidos del beneficio en cuestión (confr. su voto en la causa "Piaskowski", del 51612008;

Iz6' DJ 2001-2-240, f. 16.742.


512 SUSPENSION DEL PROCESO A PRUEBA Art. 293

e) Personas facultadas para solicitarla


La petición debe formularla el imputado o el defensor que, además de ser su
asistente técnico, lo representa para ciertos actos'269.Marino, en un trabajo anterior a
la publicación de la ley 24.3 16, ce&surabaa este Código Procesal Penal por carecer
"...de una disposición expresa que le permita al imputado oponerse a la decisión
judicial de suspender el procedimiento a prueba cuando haya sido dictado sin su
consentimiento..."'270.
Incurre en exceso ritual manifiesto, la denegatoria de la suspensión del juicio a
prueba cuyo único fundamento radica en la falta de conformidad del imputado y se
ha omitido computar otras actuaciones que lo ponen de manifiest~'~~'.
f) Facultades de la víctima
La vjctima tiene papel protagónico, pues la oferta sobre el resarcimiento debe
rechazarse si resulta desproporcionada con el monto del perjuicio ocasionado por
el delito; sobre todo cuando el damnificado puede afrontarlo í~~iegramente'~~~. La
CNCP, sala 1, considera que el querellante carece "...de capacidad legal para im-
pugnar la decisión"; sostiene que laprobation "...no es susceptible de recurso por el
particular damnificado en sede penal, cuyo disenso respecto del tema deberá viabili-
zarlo por ante la justicia en lo Este temperamento es opinable, pues a través
de la suspensión del juicio a pmeba no deben desatenderse, por ej., las condiciones
que hacen a una vida medianamente digna en el delito de incumplimiento de los de-
beres de asistencia familiarlZi4;parece olvidarse que la reparación del daño se origina
en la conducta delictuosa del responsable y, por ende, se refiere a un acontecimiento
del pasado. De ahí que "la razonabiiidad" exigida por el art. 76 bis, CP, párrafo terce-
ro, a nuestro ver busca impedir que se dilate, postergue y, sin duda, obture satisfacer
una obligación integramente a través de la probation, lo que inevitablemente habrá
de suceder si se remite al fuero civil. Resulta curioso que, pese a considezar insufi-
ciente la reparación ofrecida, se conceda la suspensión porque el damnificado podrá
perseguir el cobro total de lo pretendido en sede NOse contempla la posición
de quien ejercitó, válidamente, la acción civil resarcitoria, hasta el momento de la
suspensión, en sede penal. Si la preclusión para decidirla recién hubiera de producirse
-opinión general- en el momento de la discusión final (art. 393), se perdió de vista
que los problemas atingentes a la cuestión civil para entonces ya debían estar trabados
d e m a n d a , contestación, ampliación, reconvención, excepciones- (arts. 92 y 93,
pán. 13, pues el plazo para el demandado se extingue antes de la clausura (art. 346)Iz7'.

''" TAMINI- FREELANO LOPEZLECUBE, "La ley 24.316...", cit., JA 1994-1V-885; en contra por en-
tender que se trata deuna decisión privativa del imputado quien, en buena medida, renuncia a una futura
absolución, Juzg. Corr. nro. 2, Santa Rosa, La Pampa, f. del 41711994, exple. 343-1-94 y, en principio,
KENT- GARC~A TORRES, op. cit.; discrepamos con este último criterio porque a la audiencia -según lo
indica expresamente este articulo- deben comparecer las partes con asistencia técnica y si hubiera
discrepancia, obviamente prevalece la opinión de aquéllas; arg. 4.13, párrafo 11.
"" "Suspensión del procedimiento a pmeba", en MAIER (dir.), El nuevo...,p: 38.
''" CNCP, sala 11, LL del 6/5/2002, f. 103.690.
"'? Conf D ~ N N- AMAIZA, Cúdigo..., p. 334.
12" 101811995,"Calvo, Néstor", C. 555, r. 559; CCC, sala VI, LL del 22/8/1997, f. 95.817.
"" CCC, plenario, JA 1993-11-453.
TOC nro. 4, LL del 30111/1998, f. 98.172.
'2'"onf DARRITCHON, Cómo es ..., vol. 4, ps. 44 y SS.,en especial ps. 47, 50,59160.
SUSPENSION DEL PROCESO A PRUEBA 513

go de la tasa de justicia responde a una cuestión de estricto


o indemnizatorio queda fuera de la excepción de pago
23.898, en razón del espíritu que subyace en esa dis-
orma o principio jurídico que permita establecer una
para el caso de que la acción hubiera sido planteada en otro fuero distinto
277. De manera que bien puede ocurrir que no sólo el querellante o el actor-
ondiente toda la labor cumplida en el proceso
saroimiento y la reparación, sino también que
a ya efectuado. Dice bien Garcia que no cabe acep-
n ofreciiniento genérico de reparación sin confrontarlo con el daño que prima
elevación, con las pretensiones de la víctima y
iciones del imputado"; frente al incumplimiento de
subsistente la posibilidad del ejercicio de la acción
. Si se ha omitido dar inte~euciónal damnificado,
s. 167, inc. 2", 168 y 18, CN), pues su ausencia
i es razonable el ofrecimiento para hacerse cargo

"Kosuta" estableció que el querellante tiene le-


ación autónoma para recurrir el auto de suspensión de juicio a prueba a fin de
tener un pronunciamiento útil relativo a sus derechos'280.
Alferillo advierte que la decisión judicial firme del fuero penal produce in-
te los efectos previstos sobre la acción civil resarcitoria. Resultan
ad alojadas en los arts. 1101 y 1102, CC y
sentencia en dicho fuero. Si el damnificado
lado en sede penal, tiene los efectos de
il. Si se cancela laprobation, se retorna a la
,id.; por ende, la sentencia civil dictada en ese
Corresponde anular la concesión del beneiicio si la víctima no fue debidamente
oticiada del ofrecimiento económico1282.
g) Intervención del MP
Corresponde denegar el pedido si el representante del Ministerio Público se
so a la c o n c e s i ó ~ i l ~Dicha
~ ~ . actitud es obstáculo insalvable para su proceden-
284. La oposición del MP priva al tribunal "...de poderes autónomos para la pro-

''" Conf. CCC, sala V, ED 141-621, nro. 112.


"Suspensión.,.", cit., CDJF', año 11, nros. 1 y 2, ps. 347 y 375.
'''' CCC. sala VII. 291311995. "Mereea",
- . c. 20.218.
'2a0 LLdel 111111999, f. 99.505.
Iza' "Efectos de la suspensión del juicio a prueba (puobation) en el proceso civil", DJ 2001-

ST Entre Rios, 181512005, "Sciara", difundido por el servicio de correo electrónico de la


Secretaria de Jurisprudencia, CCC.
lZ8' Conf. art. 76 bis, párr, 4'; TOC nro. 15, 311 111994, "González, Julián", JAdel261711995.
"'' CCC, sala IV, 61611995, "De Cicco, H.", c. 44.788; id.,"Fernández, César", JA del 51311997,
; CNCP, sala 1, ED 166-13, f. 46.891; id., "Dyke, At5ctor", JA del 261311997, p. 59; CNPE, sala
998-3-493, f. 13.454, porque la oposición importa suspender el ejercicio de la acción penal y el
carece de facultades para decidir sobre tal actitud --del voto del doctor Hornos-; CP Santa
pleno, JA 1999-1-553.
514 SUSPENSI~NDEL PROCESO A PRUEBA Art. 293

moción y ejercicio ..." de la pretensión Parece sensato desatender la opo-


sición del fiscal si aparece coino infundada o errónea'28! Es que la forma en que se
expide el representante del MP está sujeta al control de legalidad y fundamentación;
recién si supera estos recaudos devi2ne necesaria su expresa conformidad y su opi-
nión adversa configura impedimento'287.Según el ya citado caso "Kosuta", la oposi-
ción del MP se halla sujeta al control de logicidad y fundamentación por el tribunal
y resulta vinculante para otorgar la suspensión del juicio a pruebaiz8! Así, la CNCP,
sala IV, decide que no liga al tribunal un dictamen que no cumple con los requisitos
para considerarlo acto procesal válido'289.
La CFed. Gral. Roca declaró la inconstitucionalidad del cuarto párrafo del art.
76 bis, CP, porque considera que asignarle carácter vinculante al dictamen del fiscal
importa colocar un impedimento para el ejercicio de la jurisdicción, vulnerándose la
garantía del debido procesoizq0.
h) Casos excluidos
Dice Montoya que en EE.UU. los jueces pueden restringir o ampliar las con-
diciones -variantes en-los distintos estados- para beneficiar casos particulares y
que en ausencia "...de guías legislativas los tribunales de apelación han comenzado a
estructurar algunos principios para verificar si las condiciones demandadas son irra-
zonables"; siempre la revocatoria debe cumplirse con la participación del abogado
defensor, pues el beneficiario tiene derecho auna audiencia y a la asistencia de aquél;
también existen ciertas restricciones a la regla de exclusión para las pruebas ilegales;
incluso se acepta la autoincriminación. "Al dictar una sentencia condenatoria por
cualquier delito no sancionado con pena de muerte o prisión perpetua, las Cortes que
tengan jurisdicción para juzgar ilicitos cometidos contra los Estados Unidos pueden
suspender la ejecución de una sentencia y colocar al acusado bajoprobation durante
un tiempo y bajo los términos y condiciones que el Tribunal considere más conve-
nientes para satisfacer los fines de justicia y los intereses tanto del acusado como de
la sociedad"i29i.
Se ha censurado la exclusión de tos funcionarios públicos cuando se trate de
un hecho cometido en el ejercicio de sus funciones (art. 76 bis, CP, páni 7') -las
razones aducidas consisten en la mayor punición de dichas conductas, la coetánea
sanción disciplinaria, el juicio de responsabilidad civil en cierne, la inexistencia de
impedimento para que se resocialicen como las demás personas sometidas a este
régimen y la subsistencia de las inhabilidades para ocupar cargos sin

'28* GARC~A,''La suspensión...", cit., CDJP, año 11, nros. 1 y 2, p. 366. En contra, CCC, salaVI, JA
1996-11-550; también ORGEIRA - VAIANI, "La suspensión...", LL del 2111011996, p. 3.
ILp6 CCC, salaV1, LLdel221811997, f. 95.817; id. id., LLdel301411998, f. 97.066.
CNCP, sala 1, LL del 29/5/1998, f. 97.209, o DJ 1998-2-899, f. 13.152; id, id., ED 178-248,
f. 48.693, derivándolo del precepto constitucional alojado en el art. 120, CN.
LLdel 111111999, f. 99.505.
'28q DJ 2001-2-240, f. 16.742, con disidencia del doctor Hornos.

'9Zl SR, LL del 301812004, f. 107,974; con nota favorable de PALACIO, "Alcance de la interven-
ción del Miiiisterio Público en la suspensión del juicio a pmeba".
'2n' Conf. UnitedStates Code, Title 18 "Crimes and Criminal Procedure", Section 3651, "Sus-
pension of Sentence and Probation", p. 482. ("Laprobaiion en los Estados Unidos. Breve análisis de
las normas legales, la jurisprudencia y la doctrina", LLActualidad del 61711993).
'"' FICUEROA - RABINOVICH,"Probafion", LL del 191911994.
SUSPENSIÓN DEL PROCESO A PRUEBA

o, no se percibe que se trate de una discriminación, ya que no se instaura una


ón o privilegio que excluya a unos de los que se acuerdan a otros en igual-
e circun~tancias~"~, pues el legislador se atuvo a una condición especifica del
te. Así se ha resuelto, con justicia, en cuanto a la exclusión que el art. 76 bis, CP,
lece para los casos en que corresponda pena de -
i) Objeto. Recurribilidad
El objetivo principal radica en reintegrar a la sociedad a aquellos imputados
cumplen con determinados requisitos, evitándoles el estigma de la condena o de
eclaración de responsabilidad, a la par que configura una medida racional de po-
'tica criminal para descongestionar los tribunales. El auto que suspende el proceso a
rueba fue considerado ---en su moment- como resolución que no encuadraba en
os supuestos del art. 457 a los fines de la vía casat~ria'~'~,criterio con el cual discre-
amos según lo dicho al comentar el art. 457i296.En la actualidad, la CS lo considera
quiparable a sentencia definitiva'297y, como tal, comprendida en el art. 457 a la
enegatoria de la suspensión del juicio a prueba; razona que la finalidad de quien la
equiere no es la de obtener una sentencia absolutoria, sino la de no continuar some-
'do a proceso mediante la extinción de la acción penal; de lo contrario se reshinge el
erecho del procesado de poner fin a la acción y evitar la imposición de una pena1"'.
25/9/19971299, el Alto Tribunal concedió el recurso respecto del otorgamiento del
tituto al estimar que se trataba de resolución equiparable a definitiva,puesto que
tutela de los derechos que se invocan nopodria hacerse efectiva en una oportuni-
dprocesalposterioi: Ello es asi dado que la citada decisión impide que el proceso
continúe hasta el dictado de la sentencia dejnitiva, con la consecuencia de que se
extinguirá la acción
Si la ley, en un determinado régimen, excluye la suspensión del juicio a prueba,
o se afecta la garantía de la igualdad130'.Amoedo estima que en el caso de los es-

12" CS, Fallos 199:268.


' 2 9 V C C ,sala IV, del 291811994, JA 1995-1-677.
lis CNCP, sala 11, LL del 1411211994, f. 92.728; id., JA 1995-1-593; id., JA 1995-111-526; id.,
261211996, "Pugliese, José", c. 627, reg. 866; id., "Enciso, Lorenzo y otros", JA del 121511999, p. 49;
id., sala 111, "Cetrangolo, Eduardo", JA del 11111997, p. 39; SCBA, ED 165.723, f. 46.890.
" 9 T o n f . CNCP, sala 1, ED 166-13, f. 46.891; CFed., sala 1, LL del 201212001, f. 101.549; TSJ-
Córdoba. JA 1996-111-430,con nota de OLCESE, - objetivamente casable la resolución aue deniega o
";.ES
la que admire 13,~)1~h<lli0?z?'. qi!len afinna que inclusu alcanza a la dericgatori~por causar un gra\ amen
.
irrsnarable JI iinniirado.. niiis tina \Y/ condenado !no cabe la po,ihilidsd dc 3pli~drla su5pensii)n del
juicio a pmeba.
'"' LL del 281911998, f. 97.881; id., LL del 311511999, reseña de Fallos nro. 41.520-S.
'29s ED 176-565, f. 48.544, o DJ 1998-2-538, f. 13.015.

'2Qg Fallos 320: 1919.


Fn1er.E. "Caso Menna: ;Una manera distinta de intemretar los reauisitos de admisibilidad
~ ~

para ei reclino de casaci<jn'?', quien nnaliia con pulcrit~idlos :empcranientos seguidos por la CS taiitu
resnecro de la roiiceiii>n caso ..\len~~a".
~ a i l o s320:2451- de la suspensión, LL del 291512001.
-
Fallos 320 1419 cunio de IJ denwatuna cam "Padula",

')O1 CNCP, sala 11, ED 180-1036, f. 07, añade - e n criterio que compartimos- que si se ad-
mitieo la aplicación coetánea de la extinción de la acción, autorizada por el m.14 de la ley 23.771
(actualmente art. 16 de la ley 24.769), y la suspensión del juicio a pmeba conforme al art. 76 bis, CP,
cabria la posibilidad para el infractor de extinguir la acción penal mas de una vez, lo que se encuentra
expresamentevedado en función del limite a la reitemción de planteos previsto en las dos leyes; id., id.,
ED del 301612000, DPPC, f. 117; la CNCP, sala IV, lo admite en los casos de tenencia de estupefacientes
516 SUSPENSI~F]DEL PROCESO A PRUEBA Art. 293

tnpefacientes, la suspensión del juicio a prueba resulta admisible pese a la exclusión


genérica establecida, debiéndoseles imponer la regla de conducta impuesta por el art.
27 bis, inc. 6", CP, incorporado por lsy 24.3 16, y también en los supuestos de los arts.
lo, 4", 29,37 y 38, id.; además, en 16S casos de los arts. 5", inc. e), párrafo segundo,
10, 12, 14, primera parte, 25 y 28, id.I3O2.En vez, Garcia -con a c i e r t e admite
que cabe partir "...de la inteligencia de que el art. 76 bis no será aplicable a las leyes
citadas cuando resulte incompatible con su régimen especial"1303.
Cuando existen varios imputados surgen diversas cuestiones. Por un lado, deci-
dir si el derecho a la suspensión tiene jerarquía superior al derecho coustitucional a
un juicio rápido; Pessoa estima que deben solicitarla todosuo4;resulta difícil coinci-
dir, pues no se ve que sea imposible la tramitación simuliánea. Por otro lado, cuando
las imputaciones alcanzan distinto grado --complicidad y autoría-, si la participa-
ción resulta sujeta a la regla de accesoriedad -al igual que la coautoría-, pareciera
que tales circunstancias se convierten en un escollo para conceder la suspensión a
algunos de los intervinientes; sin embargo, siempre es posible realizar el juicio pese
a la ausencia de un imputado (art. 290)I3O5y el caso resultan's similar. El mismo autor
sostiene que este instituto hace posible analizar su aplicación a los juicios realizados,
con sustento en el principio de la ley más benignai306.
No debe concederse en forma automática, pues corresponde reservarla para tos
casos en que la poca importancia del hecho, insignificancia del perjuicio y poca o
casi nula peligrosidad del presunto autor, la toman acon~ejable'~~'.
La procedencia de las reglas de conducta contempladas en el art. 27 bis, CP,
en concordancia con lo normado en el art. 2O, deben apreciarse restrictivamente por
respeto al principio de inocencia13o8.
Se estima, con acierto, que razones de economía procesal y mejor adminis-
tración de justicia imponen asignar el control de las tareas comunitarias impuestas
como condición del instituto al juezde ejecución competente en el lugar en que
deben cumplirse1309.

para consumo personal -a*. 14, segunda parte, ley 23.737-, pues tal beneficio procede cuando no
hay dependencia psíquica ni fisica de estupefacientes, ya que el art. 21 de la ley 23.737 no suspende el
nroceso si no sustiluve la nena: con disidencia del doctor Hornos. en razón de oue no se ~ u e d ealterar
ni combinar con otrós sis&mas'ajenos al voto -DJ 2001-3-601, f 17.373-; CNPE, sala'^, JA 1997..
1V-577.
'30"'Lírnite para aplicar la 'suspensión del juicio a prueba' en los delitos de la Ley de Estupe-
faiientes", DJ 1998-3-880.
"O3 "Suspensión...", CDJP, año 11, nros. 1 y 2, p. 348.
'" Op. cil., p. 14.
"Os Pessoa, op. cit., p. 14.
"" Op. cif., p. 14.
"O' TOC nro. 4, LL del 2111211998, f. 98.253.
Ino8 CCCF ,sala 11, JA 1998-IV-528, o LL del 261311999, f. 98.516.
'30TNCP,sala IV, JA 2000-1V-105. Ver HENDLER, "La suspensión a prueba del proceso penal",
ED 157-868; también la resefía jurisprudencia1 de PALA~ZI - AMADEO, en JA 1995-1-1026 y en JA 1996-
11-1115; MARINO, "Suspensión del procedimiento a prueba", en MAIER(dir.), El nuevo..., ps. 29141,
quien afirma que correspondemás a la diversion que a la probation según se le entiende en los EE.UU.;
ROCADE ESTRADA, ''Suspensión del juicio a prueba: propuestas concretas sobre la coniiguraciOn de un
sistema", JA 1996-1-827; R~Q'UERT - SISTOLDI,',La ley 24.3 16 y su alcance respecto de la leyes de estupe-
facientes y penal iributaria", ED 165-1039, quienes consideran factible compatibilizar dichas leyes con
este instituto; BOVINO, "La suspensión del procedimiento en el Código Penal argentino y la 'diversión'
estadounidense", LL del 281211997, p. 1; BECERRA, "Probufion: ¿.aplicaciónamplia o restringida?", JA
frontar arts. 24, inc. lo, por el cual se admite recurso de apelación con-
cisión de los jueces de iustrucción, correccional, de menores y de ejecu-
o corresponda en los casos de la suspensión del proceso a prueba; 493,
asigna competencia al juez de ejecución para controlar el cumplimiento
rte del imputado" de las instrucciones e iinposiciones establecidas en los
suspensión del procedimiento a prueba (art. 293), precepto que no está en -
n el anterior, pues mientras aquél regula la apelación de las resoluciones
cedan o denieguen la suspensión, éste versa sobre el control de una proba-
rme, y el art. 515, que se refiere al iucumplimiento o inobservancia de los
bajo los que se otorga la suspensión del proceso a prueba.
lenario
el carácter obligatorio establecido en el art. 10, inc. c), de la ley 24.050,
en pleno, mediante acuerdo 1199'3'0decidió: 1) la pena sobre la que debe
'narse la procedencia del instituto previsto en el art. 76 bis y siguientes del
la de reclusión o prisión cuyo máximo, en abstracto, no exceda de tres años;
ocede la suspensión del juicio a prueba cuando el delito tiene prevista pena
ilitación como principal, conjunta o alternativa; 3) la oposición del MP,
control de logicidad y fundamentación por parte del órgano jurisdiccional
ante para el otorgamiento del beneficio; 4) el querellante tiene legitimaci
a para recurrir el auto de supensión del juicio a prueba a fin de obtener
amiento útil relativo a sus dere~hos'~".
anticipo de Bruzzone acerca de que la conclusión del plenario "Kosuta"
tado resultó Diversos tribunales se han pronunciado en contra de
tucionalidad de los plenarios, incluso haciéndolo de manera oficiosa; tal lo
o por el TOC nro. 7')'); se adujo que el plenario afecta el principio de reserva
buir a la CNCP una facultad genérica para completar la formulación de1 tipo
e que se trate; también lo hace con los principios del juez natural y la garantía
nsa en juicio, pues veda la aplicación del instituto al impedir el libre pro-
ciamiento de los jueces, colisiona con la garantía de la doble instancia, ya que la
ción parece resuelta de antemano y arrasa con el principio de separación de los
eres, pues los fallos plenarios no pasan por la discusión pública de las Cámaras
Congreso, ni cumplen con el requisito de la publicidad prescripto por el art. 2",
. En el mismo sentido, el TOC nro. 23, con un exhaustivo voto del doctor Maga-
os, aunque con la medulosa disidencia de la doctora Gosci10'~l~; también la CFed.,

, con criterio muy restrictivo cree que sus exigencias fijan un tope de tres años a lo que
una la posibilidad de condena de ejecución condicional; REPETCO,"Suspensión del juicio a prueba
wisprudencia condensaday. ED 180-1037: RECALDE - GARC~A BERRO. .
.''S~suensióndel iuicio a Drue-
''O Plenario NO. 5, 171811999, "Kosuta, Teresa R.".
'"LL del 111111999, f. 99.505, o JA 1999-111-606, o DJ 1999-3-308, f. 14.634, o ED del

'''' "P~obaiion...", LL del l11111999, f. 99.505.


''" LLdel 2211212000, f. 101.413.
contradas de JIMENEZ, "¿ES inconstitucional la ley
na de los fallos plenarios dictados por la Cámara
1 plenario 'Kosuta'. La inconstitucionalidad de la
un problema de independencia interna del Poder
518 SUSPENSI~NDEL PROCESO A PRUEBA Art. 293

sala 11, al señalar que las cuestiones federales resultan ajenas a la competencia de
los tribunales reunidos en acuerdo plenario, ya que ello seria análogo a crear una
interpretación general obligatoria de orden constitucional, cuestión que excede las
airibuciones propias de tales órganos'ss. Todas estas argumentaciones no superan el
razonamiento de Palacio, bien respaldado con doctrina y jurisprudencia de la CSI3I6;
es que el marco genérico establecido por la ley configura el límite insuperable para
la especie de la jurisprudencia obligatoria, siempre subordinada a aquélla; además,
el fallo plenario sólo configura un arbitrio destinado a ordenar una de las fuentes del
derecho, superando los inconvenientes derivados de la necesidad de dividir el trabajo
de los tribunales de alzada en varias al as'^". En la misma línea puede verse Recalde
que, al anotar una sentencia del TOC NO. 18'3'8,claramente asevera: "...convenimos
en que la sentencia como norma individual no implica la creación de derecho, pues
ella se encuentra sujeta a normas preexistentes, las cuales se extraen del orden juridi-
co vigente, y que aquélla como norma individual sólo significa la individualización
de la ley al caso, la cual es anterior y de carácter general".
Debe acotarse que muchas de las citas efectuadas en contrario obedecieron a
motivos políticos, en razón de que fue la Constitución de 1949 la que establecía, para
ciertos casos, el carácter obligatorio de las decisiones de la CS.
Según Jantus, si el delito estaba conminado con una pena mínima que permi-
tía la suspensión del juicio y un máximo que la excluía, el acuerdo aceptado por el
tribunal desplaza la norma abstracta y general del tipo penal aplicable y constituye
la norma individual a que debe ajustarse la decisión. Ocurre que "una vez aceptado
el método abreviado, se ha modificado la pena sobre la que corresponde verificar las
condiciones de admisibilidad de la suspensión del juicio a prueba y el proceso se
encuentra en un estado que permite conceder ese modo alternativo de solución del
conflicto"; este autor también cree aplicable la suspensión del juicio y laprobation
pese al plenario "Kosuta". Es que la pena prevista en abstracto en el Código pierde
virtualidad, ya que en concreto hay que atenerse a la pena aplicable al imputádo que
se hizo cargo del hecho'3i9.
Eleonora Devoto formula una terminante censura de este plenario, pues frustra
morigerar uno de los aspectos más críticos del sistema penal: la expropiación del
conflicto a la víctima por el Estado, que, en definitiva, nada hace por ella'320.En
respetuosa discrepancia, creemos que no hay tal expropiación ni confiscación, sino
que se trata de uno de los pilares del Estado-Nación: monopolizar la dilucidación de
conflictos que conmueven los cimientos de la convivencia civilizada.
Con ponderación se afirma que el plenario no resulta la interpretación más ade-
cuada para la situación por la que atraviesa el país. Se reclama una más generosa
infiuencia operativa de la ley, haciendojugar la eventual condicionalidad de la pena
como cuerda de acceso para el usufructo de las bondades del instituto. Se anticipa un
impacto -consecuencia del plenario-- que resultará negativo en atención al limitado
alcance para regir en un ámbito de incesante avance litigioso, y además carente de

"" SJP, LL del 241312003, f. 105.262.


"16 Fallos 249:22; Derecho..., t. 1, ps. 193 y SS.
"" Op. cif., p. 195, n. 102.
I3l8 "La inconstitucionalidadde una sentencia plenaria", ED 185.1134, f. 71.
'ji9 'iruicio abreviado y suspensión de juicio a pmeba: una solución equitativa", LL del 1711012000.
"j,Interpretación igualadora u opiniones obligatorias?", LL del 271911999.
atender las inacabables demandas de justicia132'.Por su
a al plenario "...un amargo sabor para quienes creemos
la suspensión del proceso a prueba..."; se plantea
'ón de si media congruencia entre denegar el instituto al responsable de
s culposas -por ser pasible de pena de inhabilitación (art. 94, CP)-
responder por abuso de armas del art. 104, id.; encuentra
conclusión y lesiva para con el principio deproporcionali-
de la culpabilidad a las consecuenciaspenales1322.
us sostiene la tesis de la unidad, entre reclusión y prisión, aunque no en los
ueces de la casación; estima falto de claridad no haber
ién procede cuando el delito pueda ser punido (en
reclusión no superior a los tres años y se pregunta si dicha
la creación pretoriana de una condena condicional con

a CS rechazó un recurso extraordinario deducido contra la resolución de la


la solicitud de suspensión de juicio a prueba, pues
nhabilitación. No aceptó la "auto-inhabilitación"
imento a través de dicho arbitrio1324.
Tribunal dejó sin efecto la resolución que aplicó sin más el plenario, sin
nta los argumentos del recurrente en torno a la aplicación del instituto
cial de los menores de edad1325.
1 fallo "Acosta" de la CS
te el Alto Tribunal entendió que el criterio fijado en "Kosuta",
del beneficio previsto en el art. 76 bis, CP, a los delitos que
ista una pena de reclusión o prisión cuyo máximo no supere los tres años,
is irrazonable de la norma que no armoniza con los principios
ine, toda vez que consagra una interpretación extensiva de la
n derecho que la propia ley reconoce, otorgando una indebi-
os primeros párrafos sobre el cuarto, al que deja totalmente

OC nro. 7 consideró que, partir de este fallo, deviene innecesaria la decla-


e inconstitucionalidad del plenario ' ' K o s ~ t a " ' ~ ~ ~ .

13" KENT, "Algo más sobre la 'suspensión del juicio a prueba"', LL del 2411111999.
' "La suspensión del proceso a prueba: ¿Una oportunidad perdida?", comentario al plenmio
",JA
1999-111-630.
'"' "Los limites de la pena privativa de libertad con~ocondición de la suspensión del juicio a
a (art. 76 bis, CPY, JA 2000-1-738.
311212002, "Gregorchuk, R.", G.663 XXXVI, con disidencia del ministro Vázquez, JA del
,f. 105.253, con nota adversa de BELLA, "Alcance de la exclusión
prueba respecto de la pena de inhabilitación".
3111012006, "R. M., J. L.", RDP, LexisNexis, 212007, p. 325.
8, "Acosta", A.2186.XLI; SJP, LL del 271412008, con nota de ÁVILA, "El fin del
io 'Kosuta"', p. 33; RDP, LexisNexis, 712008, p. 1253; DEVOTO, "LAcosta venció a
beledoPerrot, 1012008, p. 1694; SOLIMINE, "Réquiem para 'Kosuta', y la puesta en
onedad de los fallos plenarios: cuando la Corte escribe poco y dice mucho", RDP,

13''
, . - SEVILLANO,
121512008, "García", RDP, AbeledoPerrot, 812008, BAZANO "Actualidad en ju.
nspmdencia de los Tribunales Orales 2-2008", p. 1386.
INDAGATORIA

CAP~TULO
IV
INDAGATORIA
E
a) Conceptos generales
Aun en España se ha optado por la denominación "declaracióu del imputado"
en vez del epígrafe que lleva este Capítulo. Esto obedece a que el vocablo "indaga-
toria" le da un "...significado inquisitivo propio de otros tiempos. La averiguación
de la verdad no va más allá de lo que el imputado quiera declarar"1328.De ahí que
hayamos cambiado la opinión expuesta en ''El relato del imputado en la ley nacional:
intervención del juez nacional y del defensor"1329.
Sobre todo porque, antes que nada, es un simple medio de defensa'330ya que
los argumentos expuestos "...por si solos no son susceptibles de formar la convicción
del juzgador, sin que tampoco puedan considerarse como medios de pn~eba""~'.
Las manifestaciones vertidas en el acto sólo pueden dividirse, contra el imputado,
si median razonables elementos de convicción basados en pruebas ciertas, precisas
y concordautes que demaestren, de modo indubitable, su mentira y posean entidad
suficiente para acreditar la verdad de los hechos i n c r i m i n a d ~ s ' ~ ~ ~ .
Los Códigos argentinos de Córdoba y Tucumáu adoptan el titulo antes indicado
para referirse a esta diligencia (Libro 1, Titulo VI, Capitulo X, para ambos Códigos).
Es la primera posibilidad que tiene el imputado para que se le escuche en el pro-
ceso (conf. arts. 184, pán: 2', en cuanto veda a los preventores su recepción y 294 en
cuanto atribuye la resolución que la ordena al juez). Consiste en la exposición espon-
tánea o provocada por un interrogatorio que aquél (art. 72) cumple facultativamente
ante el juez. La realización del acto que la dispone deviene esencial para el desarrollo
del proceso respecto de deterininada.persona, aunque el compareciente se niegue a
declarar. Dicho carácter encuentrarazbn en que los hechos ingresados en laocasión
correspondiente al art. 298, párrafo:$rimero, primera oración son los que, conforme
al principio de congruencia, deberan..ser resueltos a través del sobreseimiento (mi.
335) o en la sentencia (art. 404, inc. 3'). De manera que el llamado aprestar indaga-
toria otorga legitimación pasiva al sujeto convocado y exige dilucidai. su situación
en forma definitiva, en los términos antes señalados, a fin de colocarlo.~%@ra de toda
ulterior persecución por el mismo hecho (art. 1' infine)'333.
. El art. 18, CN, prohibe que se obligue a declarar en su contra a cualquier habitan-
te de la Nación (también arts. 8", inc. 2', ap. g], CADH, 14.3., ap. g], PIDCP, y 75, inc.
22, CN). Es que nadie puede ser colocado en situación de tener que reconocer hechos
de los cuales puedan surgir consecueucias desfavorables, computables para respon-
sabilizarle penalmente. Por eso es un acto de prestación voluntaria o facultativa que,
para respetar la norma de la Ley Suprema, debiera comenzar con la libre exposición
sobre el hecho, corno claro hasunto de tal carácter. Por ser acto personalísimo, se ha

R a ~ o MENIXZ,
s Elproceso ..., p. 201.
'3Z9 ED 1 16-863.
13" Cám. Civ. Gualeguay, JA 1983-1-79, índice; CF La Plata, sala 11, JA 1989-11.473.
"" SERRA DOMINGUEZ, Estudios ..., "Declaración del imputado e indagatoria", ps. 7391746.
'3jZ C. 4" C. Criin. Córdoba, LLC 1984-1098.

'333 CF San Martin, sala 1, LL del 31/5/1999, f. 98.804.


INDAGATORIA -

ue resultan inválidos los escritos agregados a ella1"34 empero, si en el act


can, pareciera incurrirse en exceso ritual manifiesto restarle eficacia.
asemeja a la contestación de la demanda en el proceso civil, en cuanto recién
noticia de los hechos endilgados. Se cumple a través de una audiencia (para
neralidades, ver arts. 138, 139 y 140; sobre declaración indagatoria, ver el
nte trabajo de A l ~ n e y r a ' ~ ~ ~ .
acepta que opera como nuevo hito para computar
cción penal1"'. Interpretación que actualmente es le
rada mediante la ley 25.990 (art. 67, CP).
cedencia y término
.Cuando hubiere motivo bastante para sospechar que una persona ha
ipado en la comisión de un delitb, el juez procederá a interrogarla; si es-
e detenida, inmediatamente, o a más tardar en el término de veinticuatro
oras desde su detención. Este término podrá prorrogarse por otro tanto
el magistrado no hnbiere podido recibir la declaración, o cuando lo pi-
imputado para designar defensor.

Personas facultadas a recibirla


mo su recepción es acto privativo del juez -pues es de esencia jurisdiccio-
iega dicho carácter la CCC, sala 1, en aserto dogmático'337y olvido de las
nzas de Leone de las diversas especies de jurisdicción en e1 mismo
incurre la CNPE, sala A, al extremo de sostener que no demanda fundamen-
) al anoticiar de los hechos que habrán de resolverse con respecto al decla-
no puede realizarse a través de ninguna de las vías señaladas en el art. 132.
ecidido que genera nulidad la indagatoria prestada por exhorto'340;aunque la
resuelto lo ~ontrario"~'.Se trata de una nulidad virtual, pues fluye de los
ntos generales del sistema (conf. art. 194). Para ser valorada como elemento
tiene que prestarse libre y expresamente ante un órgano judicial, con las
idades y garantías requeridas por la ley '342.
n punto a la prohibición para los prevenlores fijada por el art. 184, párra-
gundo, la propia CS quitó -hace ya tiempo---- mérito como confesión al re-
cimiento de responsabilidad efectuado ante los funcionarios p o l i ~ i a l e s La
~~~~.
ición de acto privativo del juez subsiste, aun cuando se haya delegado la ins-
en la Este principio se vio relativizado con la incorporación del

" CCC, sala 1, LL del 311511999, f. 98.790. Q


'* "Las formas de la indagatoria instruccioiial en la nueva Ley de Enjuiciamiento", LL del

CNCP, sala 1, LL del 301411998, f. 97.059.


' ED 174-578, f. 48.263.
Tratado..., t. 1, p. 272.
LL del 291511998, f. 97.257.
" CCC, Fallos t. 1, p. 216, t. 11, p. 166.
os 237:388; 241:248; 276254; 298:615.
ed., sala 1, LL del 221912000, f. 100.935.

''" CCC, sala VI, DJ 1999-1-459, f. 13.819.


522 INDAGATOR~A Art. 294

art. 212 bis que, para los casos previstos por los arts. 142 bis y 170, CP, establece
-salvo oposición del imputado- que sea el fiscal quien reciba la declaración.
El carácter indelegable de la recepción por el juez se veía retaceado cuando
se trataba de los casos de competenc~originaria de la CS (art. 117, CN), ya que se
confiaba al juez federal del lugar toaas las diligencias necesarias hasta la clausura
del ~umario'~".Afortunadamente esta situación ha cambiado a raíz de que la ley de
organización y competencia de la justicia penal nacional impone que la instrucción,
en esos casos, sea asumida por uno de sus ministros miembros (art. 6", párr. ZO,ley
24.050, art. 22).
La CCC, sala 1, declaró la nulidad de la declaración indagatoria recibida por un
empleado judicial. Su recepción es un acto privativo del juez; delegar el acto en un
empleado atenta contra la buena administración de justicia1346.
b) Tiempo
Es una actividad característica e imprescindible de la etapa insir~ctoria~~~', aun-
que el art. 378, párrafo primero conmina con nulidad -absoluta (art. 167, inc. 3 O b la
omisión de recibir declaración al imputado después de la apertura del debate o resuel-
tas las cuestiones incidentales en el sentido de la prosecución del juicio; soslayarlo
trasunta violación de la garantía constitucional tuitiva de la defensa en juicio (arts. 18,
CN, y 168). Esto resalta su preponderante carácter. Es la oportunidad más apropiada
para que el imputado ejercite, en toda su dimensión, su defensa material134s.
Descuenta la condición de imputado por parte de quien la presta (art. 72).
El plazo de veinticuatro horas se computa en la forma señalada por los arts. 116
y 162; a nuestro modo de ver, su momento inicial es el anoticiamiento recibido por
el juez de que el aprehendido se encuentra a su disposición (arts. 284,286 y 287), o
bien de que se cumplió la detención por él ordenada. Su inobservancia puede hacer
incurrir al juez en la situación del art. 249, CP, y, como consecuencia, depararle jui-
cio político (arts. 54, 59 y 60, CN).
En suma: cuando la persona está detenida, el plazo para tomar indagatoria no
.
puede exceder de euarenta y ocho horas contadas de momento a momentoi3"; por eso
es imprescindible hacerlo constar en e1 acta, pues así podrá verificarse la corrección
del cómputo cuando deben incluirse las horas inhábiles, circunstancia que sólo se da
en la instrucción (art. 116). Cuando son diversos los detenidos y la privación de la
libertad no se produjo simultáneamente, el plazo se computa en forma individual.
Es un plazo meramente ordenatorio; su superación no acarrea nulidad1350.
e) Lugar
Además de las condicimes de tiempo, en nuestra opinión el lugar de cumpli-
miento es, por vía de principio, la sede del tribunal; la desprejuiciada constitución

''" Fallos 300:1203, o ED 84-595.


"" SJP, LL del 301812004, f. 107.971; con nota favorable de MART~NEZ,
"Delegación de funcio-
nes y rol de los jueces en un Estado Democrático de Derecho", o RDP, LexisNexis, nro. 4, p. 757, con
nota favorable de ORCE, "Declaraci6n indagatoria sin la presencia del juez. Garantfa constitucional y
deber funcional".
'I" CCC, Fallos t. V, p. 140.

CCC, sala VI, LL del 1711211998, f. 98.232.


"'O Con*. PALACIO, Ddrecho..., t. IV,p. 78.
'35WCC,sala V, JA 1999.111-675.
, cuando la mudanza se transforma en hábito,
e la función judicial'35'.

a inviolabilidad de la defensa en juicio cubre la elección de defensor de con-


stituir al defensor particular, cuando aceptó el car- -
medida se notifique ni al defensor separado
suministrar la debida asistencia letrada que
al correspondiente, más allá de cualquier reparo

Fundamentación
consistir en una problemática hipótesis
el factor instrumeutal componente del he-
ión de ineficacia absoluta, de oficio, a partir del
'355. Si la indagatoria abarca el reconocimiento
en el desarrollo del juiclo correccional, pues

esto subjetivo del juzgador, una decisión que adopta en


oridad al estndio de la causa y presupone una meditada
se relacionada con otros elementos de carácter objeti-

Menores imputados
raíz de la Convención sobre los Derechos del Niño, ahora con jerarquía cons-
nal (art. 75, inc. 22, CN), se considera que en el caso de menores inimputables
e excluirse el derecho a ser escuchado ante la autoridad judicial; por ello la
atoria a prestar esta declaración no genera agravio y, por el contrario, calva-
derecho de defensa'357.
re invalidez de la indagatoria, ver Amadeo y P a l a ~ z i ' ~ ~ ~ .
ara este artículo y los arts. 295,299 y 301, ver comentario al art. 104.
Asistencia
295. ,\la declaraiiún del imputa(10 súlo podrán asistir su defensor, y el mi-
nisterio fiscal. El imputado será informado de este derecho antes de comenzar
Con su declaración.
r comentario a los arts. 104, 107, 184, 197 y 294.

TI. de Enj., ED 105-290, f. 37.051.


'"' CS, Fallos 275:91; ver coinentano al Cap. VII, Título IV, Libro 1.
CS, Fallos 279:91.
CS, 19!11!1991,"GoicocheMalpica, GuillermoM.", JAsemanario, nro. 5796, del 301911992,

C. Acus. Córdoba, LLC 1987-696.


CCC, salavi, DJ 2000-3-433, f. 16.064, o LL del 311812000, f. 100.813.
Juzg. Nac. de Menores nro. 4, ED 154-687, f. 45.398.
''' "Las nulidades en el Código Procesal Penal (ley 23.984)", JA 1994-1-9881994 y JA 1994-
524 INDAGATORIA Art. 295

a) Presencia del querellante


La exclusión del querellante se explica porque el cumpliiniento de la indaga-
toria no puede efectuarse mediante cuestionario^'^^^ y a todas luces parece claro
que su presencia conferiría al acto, in8$ allá del control de la regularidad que podría
efectuar, una suerte de declaración provocada contraria al art. 18 de la CN o, cuando
menos, una violencia moral incompalible con su carácter de medio de defensa'160.Lo
mismo ocurrirá con el actor civil y sus representantes o letrados. Las razones expues-
tas por Pessoa para sustentar la lesión constitucional por la exclusión del querellante
no convencen, pues la garantía del debido proceso1361 no sufre mengua por negarle
intervención en una actividad enderezada a la defensa material prioritariai362.
Durante la vigencia del Código anterior se había resuelto que no podia asistir
a su desarrollo el querellante si el imputado no lo toleraba'363;la ley 22.383, modi-
ficatoria de dicho cuerpo legal, expresamente estableció que el querellante no podia
intervenir en esta diligencia (art. 203).
La CCC, sala 1, entiende que si el imputado y su defensor consintieran o solici-
taran la presencia de la querella, el acto de la indagatoria no podría tacharse de nulo,
ya que se trata de un derecho al que, como todo derecho disponible, el imputado
puede renunciar en funcidn de su estrategia de defensa y los jueces no pueden ir más
allá de lo autorizado en esa materia"64.
b) Defensor y M P
La presencia del defensor y del MP son eventuales. No petsuaden las razo-
nes aducidas para considerar obligatoria la asistencia del defensor utilizando los
arts. 184, 197 y el p r e s e i ~ t e ' ~el~primero
~; se refiere a situaciones de urgencia que
autorizan se anticipe la recepción de la indagatoria; el segundo alude a la libre confe-
rencia antes de cumplirse aquel acto procesal; el último resalta el carácte<facultativo
de la asistencia, salvo requerimiento expreso en contrario. La invalidez de dicha
actividad siempre queda enlazada al contenido probatorio cargoso para el imbutado,
pues si no desaparece el interés para instarla o declararla de oficio. G ~ z a í n isu- '~~~
braya dos cuestiones importantes relativas a la designación del defensor y a su ano-
ticiamiento: por un lado, su vinculación con los aspectos técnicos, como el derecho
de impugnar y, por otro, su insoslayable actuación para afrontar cargas rituales del
recurso; exige la expresa manifestación de queja de un detenido para tomar admisi-
ble el recurso informayauperis. Ir más allá configura un verdadero desborde formal.

" 5 T S , Fallos 191:233.


" " CCC, Fallos 29erie, t. 1, p. 113.
'j6' CS, Fallos 268:266; 299:17.

"" "Algunas cuestiones en tomo a la figura del querellante particular en el Código Procesal
Penal de la Nación. Breves observaciones en tomo al actor civil", JA 1997-IV-682 y SS.
'j6' CCC, Fallos Y serie, t. 1, p. 113.

'jM
1211112003. "Baro Shakerv". -
, . C. 21.193. Veeh Weis considera incluso aue la iinuosibilidad
A ~~

de controlar un acto esencial que será el presupuesto de la resolución legal sobre la situación procesal
del imvutado, constituve una lesión constitucional a la garantía del debido uroceso de la aue
quereliante ( " ~ aestela.del fallo 'Santillán': el debate respecto de la
, eoza el-
del querellante en la in-
dagatoria durante la instrucción y el juicio", RDP, AbeledoPerrot, 1112010, p. 1855).
116s TO nro. 9,201411993, "Navanete, Carlos Rafael y otro".

"6"E
' EI derecho al abogado", comentario al fallo de la Corte Suprema del 2211211992, ED del
261511993, f. 45.003.
INDAGATORIA

spmdencia es contradictoria; imponen la notificación previa al defensor para


eda asistir al acto el TOC nro. 9'367;la CNCP, sala II'368;en la provincia de
uenos Aires lo preveía expresamente el art. 128, párrafo segundo, de su CPP (-ley
y sus modificatorias-13G9). El temperamento contrario puede verse en CNCP,
70;en idéntico sentido, salvo que el indagado lo requiera, CNCP, sala IIIi37i.
a falta de información de este derecho configura una nulidad virtual -aunque
-
-alcanzada por los arts. 18, CN y 167, inc. 3", y 168. Aquéllos tienen la
de asistir al acto, pese a que la investigación se encuentre en secreto (art.
I se omitió aclarar al imputado que tenía derecho a contar con la presencia
defensor, la indagatoria resulta inválida, máxime cuando aquél se encontraba
'do e incom~nicado"~~.
ibertad de declarar
El imputado podrá abstenerse de declarar. En ningún caso se le re-
uramento o promesa de decir verdad ni se ejercerá contra 61 coacción
naza ni medio alguno para obligarlo, inducirlo o determinarlo a declarar
u voluntad ni se le harán cargos o reconvenciones tendientes a obtener

inobservancia de este precepto harii nulo el acto, sin perjuicio de la


abilidad penal o disciplinaria que corresponda.

Carácter del acto. En consonancia con lo prescripto por el art. 18, CN, y
o se anticipó, se trata de un acto de realización facultativa para el imputado;
el juez lo cumple si consta que no se opuso a que se le tomara de~laración"~~.
) En cuanto a la prohibición del juramento, la CS tiene resuelto que jamás
tomarse declaración como testigo a quien aparece como autor o cómplice
delitos que se investigan'374y, menos aún, relacionar siquiera este acto con
~ r a m e n t o " ~tampoco
~; puede ser citado a absolver posiciones ni aun a efectos
interrogado por el perjuicio ocasionado por el delito'376.Cabe entender que
lusión del juramento comprende las manifestaciones anteriores al acto de la
atoria -por ej., la informativa del Código anterior-'377. Por eso alarma resol-
la anterior declaración testimonial no impide al juez modificar dicho estado
ogar como imputado, aun cuando se restringe el alcance al expresarse sin
icio del valor probatorio que quepa asignársele a sus versiones en la ocasión

ED 153-563, f. 45.248.
JA 1994-11-629.
SCBA, DJ 1993-1-940, f. 7423.
JA 1994-11-448.
SR, LL del 281411995, f. 93.098.
CCC, sala VI, JA 2000-1-178, índice, nro. 49.
CS, JA 1988-IV-205.
Fallos 227:63.
CS, Fallos 1:350; 281.177.
CCC, JA 1944-111-129, f. 3113.
CCC, sala VI, JA2000-1-178, índice, nro. 50.
526 'INDAGATORIA Art. 296

proce~alpertinente'~~~; es una grosera violación del art. 18, CN, porque se da valor
al testimonio -medio de prueba- de quien luego pasó a ser imputado -medio
de defensa-. En sentido contrario, 1s CSI3", quien entiende que pese a no haber
sido relevado en forma expresa del juramento prestado en oportunidad de ratificar
la denuncia, y luego prestar declaración informativa (art. 236, 2' parte, Cód. Proc.
Crim.), aparece infundada la nulidad si allí se puso en conocimiento los derechos que
le asistían como imputado; correcta la disidencia del juez Petraccbi al aseverar que,
si bien relevar del juramento no está expresamente previsto por el ordenamiento
procesal, es razonable asegurar la libertad de la declaración sin que baste advertirle
que se puede negar a declarar, ya que debe saber que su anterior declaración no
es vinculante. En el mismo sentido, la CNCP, Sala 11, estima nula la declaración
indagatoria prestada sin relevarse al imputado de la promesa de decir verdad, tomada
en oportunidad de declarar como testigons0.
Con respecto al art. 237, CJM -ordenamiento actualmente derogado mediante
ley 26.394-13s', y en cuanto exhortaba al imputado a decir la verdad, se ha resuelto
que involucra un medio tendiente a coaccionar psicológicamente al procesado para
obtener su confesión; poz ende, cae en la prohibición de que se le obligue a declarar
en su contra (art. 18, CN)13s2.Al comentar el precedente, Cicciaro admite la invalidez
tan sólo cuando al declarar como testigo se acepta su intervención en el hecho y en el
momento de la indagatoria se remite a la declaración prestada bajo juramento sin que
se le releve de dicha formalidad; de lo contrario no existiría perjuicio. El inismo fallo
tiene un escolio de Bidart campo^'^", quien discrepa con aquél, pues basta la mera
violación de la garantía constitucional "de no autoinculpación" para tomar ineficaz
el acto. Pieroni señala como violatorios de este precepto las disposiciones del CJM,
del penal tributario y el régimen de infracciones c a m b i a r i a ~ ' ~ ~ ~ .
Entre los medios prohibidos se incluye a la declaración bajo hipnosis13s5.Em-
pero, la función fisiológica de evacuación, aun provocada por razones de urgencia
o peligro para la vida de la persona, no resulta autoincriminatofia, pues no'implica
aporte subjetivo alguno más allá del contenido de lo expulsado1386.
c) La prohibición de los cargos comprende las manifestaciones efectuadas por
el juez al imputado, señalándose los elementos que contra él resultan, al par que le
exhorta a dar explicaciones y a que confiese o niegue el delito. La reconvención es
la réplica del misino juez después de la contestación insistiendo en convencerlo o
impugnando sus reservas1387.

'j" CCC, sala VII, LL del 291512000, f. 100.329.


'"'" "Bianchi, Guillermo O.", f. 104.638, LLdel2911012002.
SJP, LLdel261312004, f. 107.144.
'j8' BO del 291812008.

'"l CF La Plata, sala 11Penal, ED 130-140, f. 41.051; id., id., ED del 181311993, f. 44.873, con
nota de CICCIARO, "Juramento de decir verdad y nulidad de la declaración indagatoria".
'j8' "Algunos alcances de la prohibición constitucional de obligar a declarar contra si mismo".

'"< "Tiene derecho a permanecer callado...", ED 178-1028.


'j8* Ver en LLActualidad del 161711987 nuestra opinión en el conientario "Validez de la declara-

ción bajo hipnosis en los Esrados Unidos".


'38G CNPE, sala B, ED de1 22/4/1997, f. 47.845.
'"' AORELO,"La declaración indagatoria", en Revista de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidadde Buenos Aires, aiio VIII, tercera época, nro. 35, Buenos Aires, septiembre-
octubre 1953, p. 119.
INDAGATORIA

expresa nulidad conminada es absoluta, pues está contemplada por los arts.
y 167, inc. 3', y 1681388.
responsabilidad penal de que se hace pasible el juez es el incumplimiento de
deberes del oficio (art. 249, CP).
) Casuística. Esta fórmula resulta más amplia y garantizadora que la previs- -
, 239 y 240 del ordenamiento aprobado por ley
dificultad respecto de la lectura en el debate de una
No sufre mengua la garantia contra la au-
anto durante la declaración instructoria como en
o de abstenerse a declarar'390.
eritarse como reconocimiento de responsabilidad;
nor por la circunstancia de no haber comparecido a

extracción de sangre para realizar un estudio no afecta la garantía consti-


ede ser obligado a declarar contra sí mismo1392.
e una persona a conocer su identidad..." reduce el
o a declarar contra sí mismo "...en aras de obtener
as. En definitiva, la opción por el derecho más
or un tratado, la Constitución o una ley) no debe
de ese derecho para compatibilizar10 con los de-

eritar contra el imputado no haber puesto los libros con-


z; así se vulnera, en forma velada, la prohibición del

a mendacidad del imputado en esta ocasión lesiona el


'395. ES que le está permitido mentir en todo o en parte;
s del proceso probar la comisión de los hechos atribui-
nes de una actitud general de fala~ia'"~.
dichos autoincriminantes del imputado plasmados en
socioambiental, toda vez que no fue previamente asistido por su letrado ni
S,lo que demuestra que no ha declarado libremente'397.

CCC, sala IV, LL del 1711211998, f. 98.232.


' 3GONZALEZ
~ ~ NOVILLO - FIGUEROA, "Reflexiones en torno del nuevo Código Procesal Penal",
3-959, en especial P. 960.
"'O CNCP, sala 1, d del231212001, f. 101.577.
'"' CS, ED 154-458, f. 45.352.
'"' CS, LL del 301511997, f. 95.431, o ED del 251411997, f. 47.851; también ED 168-443,
313, o JA 1996-111-436; y -la minoria- LL del 61511996, f. 94.238, o ED 170-260, f. 47.569;
ala VII, LL del 25/9/1997, f. 96.044; id., id., DJ 2000-3-1121, f. 16.324.
"Constihicionalidad y extensión del 'derecho a réplica"', JA 1998-IV-349.
CC, salaVII, 31312000, "Tuchin, R.", LL del 2111112000, reseña nro. 43.210-S.
NCP, sala IV, JA 2001-1-740; TCPBA, sala 111, 2111212004, "P. E. J.", RDP, LexisNexis,

"*' TOC nro. 14, LL del 41512001, f. 101.935, de la disidencia de la doctora Bistué de Soler.
'"' CCC, sala 1,9/1112007, "F., O. M.", SR, LL del 27/2/2008, p. 51.
528 JNDAGATORIA Art. 298

El interés en sostener la invalidez se diluye si, pese a que no se le hizo saber su


derecho a abstenerse, hizo su descargo y adujo ser ajeno al hecho'3y8.
Se considera que infringe este precepto, pese al deber de colaboración del con-
tribuyente, el suministro de datos o pdebas u ohos materiales "...que se basen, apo-
yen o deriven de modo directo o indirecto de esa prueba..."13qy.
Cuando la justicia extranjera recaba una declaración equiparable a la indaga-
toria, se impone advertir al imputado si lo consiente; de lo contrario, la facultad de
abstención quedaría desvirtuada'400.
Las declaraciones prestadas por los imputados a pocas horas de producirse los
actos de tortura, en las que brindaron una versión acorde con lo relatado por el personal
preventor, hace que no puedan ser tenidas en cuenta como prueba de ~onfesión'~~'.
La decisión de mantener esposado al imputado durante la audiencia, sin funda-
mento atendible, impide que efectúe su descargo lib~ernente'"~.
Interrogatorio de identificación
297. Después de proceder a lo dispuesto en los arts. 107, 197, 295 y 296,
el juez invitará al imputado a dar su nombre, apellido, sobrenombre o apodo,
si lo tuviere; edad, estado civil, profesión, nacionalidad, lugar de nacimiento,
domicilios principales, lugares de residencia anterior y condiciones de vida; sí
sabe leer y escribir; nombre, estado civil y profesión de los padres; si ha sido
procesado y, en su caso, por qué causa, por qué tribunal, qué sentencia recayó
y si ella fue cumplida.
Como especie de los actos jurídicos, los actos procesales deben identificar a
todos los intervinientes. Al no cumplir funciones públicas -supuesto en el cual, al
ser designado para el cargo, resultan identificados tanto el juez como el representante
del MP-, es requisito esencial de su validez hacerlo con quien presta indagatoria
(confr. art. 139).
Con razón se ha señalado que constitucionalmente es cuestionable el listado de
preguntas como las referentes a condiciones de vida, procesos anteriores, sentencia
y su curnplimient~'~~'. Sobre identificación, ver comentario al art. 74.

Formalidades previas
298. Terminado el interrogatorio de identificación, el juez informará de-
talladamente al imputado cuál es el hecho que se le atribuye, cuáles son las
pruebas existentes en su contra y que puede abstenerse de declarar, sin que su
silencio implique una presunción de culpabilidad.
Si el imputado se negare a declarar, ello se hará constar en el acta. Si rehu-
sare suscribirla, se consignará el motivo.

CCC, sala VII, JA2001-11-671; id., sala IV, LL del 281412000, f. 100.160.
Srisso, "La imposibilidad de utilizar en el proceso penal pniebas aportadas por el coutribu-
yente durante la fiscalización tributaria", ED 182-1245,
JA2002-1-766.
"O' CFed., sala 1, JA del 81912004, p. 47.
CCC, sala VI, 161512008,"Chaparroo', RDP, AbeledoPerrot, 912008, p. 1662.
"O3 R a ~ o MENUEZ,
s Elproceso ..., p. 203.
WDAGATORIA -
Requisitos. Desde el punto de vista del objeto, el sumari
hos incluidos en el requerimiento fiscal (confr. arts. 188 y
io de indivisibilidad de la acción penal pública hace posibl
s a quienes se considere intervinientes.
inplirse tres formalidades esenciales: la atribución -p
o -técnicamente denominada intimación-, anoticia
vos obrantes y acerca de la facultad de abstenci
extranjeros, corresponde además hacerles saber que les asiste el derecho
arse con el representante consular de su país'4o4.
ación del hecho resulta crucial a los fines de verificar el cumpli-
del principio de congrnencia, comprendido dentro de la inviolabilidad de la
en juicioi405,pues todo pronunciamiento judicial debe relacionarse con los
os sobre los cuales versó la indagatoriai406,al extremo de que, si la atribución
ara, aquélla resulta nula a pesar de la negativa a declarari407.No se cubre con
indicación del encuadre jurídico penal del episodio, sino que se requiere la
n del suceso según aconteció en la realidad; por ejemplo, si se trata de
ado que dio a los fondos cuyo manejo le incumbe, un destino diferente al
, resultaría un sarcasmo decirle que se le atribuye el delito de aplicación
os castigado por el art. 260, CP. Dicha indicación no alcanza para
ar el acto de la indagatoria a las exigencias legales porque debe indicársele
mente, v.gr., que el dinero destinado a la adquisición de papel fue empleado
ompra de café'408.Tampoco se salva la falta de hanscripción porque surja de
tenido que se le ha hecho saber al indagadoi409;inferir su validez por la inexis-
de norma expresa que prescriba la nulidad del acto cumplido en esas condi-
a los ojos ante el carácter virtual a veces asumido por los requisitos para
ar la ineficacia; además, se priva de solución al caso en que se ejercita la
ad de abstención (indagatoria formal). El mismo reparo merece si el hecho
o a través del desarrollo del interrogat~rio'~'~.
lta nulo el sobreseimiento dictado sobre una de las calificaciones legales
únicoi4". Otro tanto ocurre si la indagatoria versó sobre hechos en torno
uales no media requerimiento fiscal de instn~cción'~'~ o si la descripción no
da con el hecho por el que se dictó el procesa~niento~~'~. Si sólo se hizo una
accidente de tránsito ocurrido, no se cumple esta exigencia aunque
fecha y el lugar del suceso'4i4.En cambio, el TOC nro. 7 estima cumplido
audo si se imputó una conducta "imprudente y negligente", ya que ambos térmi-
conceptos que están incorporados al uso social del lenguaje y guardan

'O4 Art. 36, Convención de Viena. CF Cap., sala 1, 12/5/2009, "Rivas", SE', LL del 211712009.
"OS CS, ED 137.101, f. 42.288, consid. 49 último párrafo; ver Fallos 305:1701.
40"CC, Fallos t. V, p. 405, t. VII, p. 79.
'O' CCC, JA 1977-IV-88, índice.
"" CNCP, sala IV, LL del 301812002, f. 104.325.
"O9 CCC, sala V, JA 1995-1-575.
San Martin, JA 1993-1-199.
s a l a V, DJ 2000-3-853, f. 16.219.
C, sala 1, LLdel311811999, f. 99.228.
CCC, sala 1, JA2000-1-178, Índice, nro. 48.
CCC, sala VII, JA2000-1-178, índice, nro. 51.
530 ,. FNDAGATORIA Art. 298

relación, entre otras, con aquellas actividades de la vida que se hallan regladas para
fijar los límites del riesgo permitido -por ej., la actividad de conducir vehículos y los
códigos de tránsito-1415.El requisito no se cumple cuando no se puso al imputado
en conocimiento del hecho que se le atribuye, sin que dicha omisión pueda suplirse a
través de la exhibición de las pruebas de cargo, máxime si se formularon interrogacio-
nes, no bastando la presencia del defensorI4l6.Si la descripción es completa, no hace
falta informar el tipo objetivo y menos aún señalar el tipo subjetivo o culpabilidad del
autor1417. En vez, si se condena por un hecho no indagado, al verse alterado el suceso
atribuido, se frustró el efectivo ejercicio del derecho de defensa en juicio'418.
Resulta imposible agravar la pena por el silencio o por la negativa del
Es ineficaz no precisar los períodos concretos en que se imputa el hecho -se trataba
de incumplimiento de los deberes de asistencia familiar-'420.
No siempre el silencio del defensor asistente al acto convalida sus defectosl"l.
En todo caso dependerá del carácter de la lesión; v. art. 168, párrafo segundo.
Es opinable que invitar a formular cuerpo de escritura configure una forma de
declarar y no resulte prohibida por el art. 18, CN y este articulo; tanto como que en
esa ocasión actúe en ca-cter de objeto y no sujeto de la prueba, según lo insinúa la
CCC, sala VIe2. El precedente citado de la CSie3se refiere a la extracción de sangre,
y allí está claro que se actúa como objeto de prueba; en vez, realizar un cuerpo de es-
critura reclama libre determinación de quien lo cumple. En consecuencia, no ampara
el criterio del tribunal penal.
Clariá Olmedo alaba al Código mendocino tanto por el momento en que ubica
la intimación como por reflejar su esencia: hacer conocer al imputado "...detallada-
mente el hecho o específicamente los hechos si fueran más de uno". Antes apuntó
que "(d)ebe tratarse de una intimación lo suficientemente amplia y completa, como
para que el imputado se compenetre en toda su extensión del hecho que se le atribuye
y de sus circunstancias. Debe ser oportuna para que el imputado pueda coqtestar a
la imputación en el mismo acto de la indagatoria. Ha de ser clara y específica"1424.
Tales corolarios parecen haber encontrado recepción. Nada mejor que verificar
el panorama de los pronunciamientos más cercanos para robustecer la enjundia de
esa tesitura. Por eso, cabe recordar a la sala 1V de la CCC, cuando puso énfasis en
resaltar la nulidad de una declaración indagatoria si padecía la deficiente imputación
del becho,pzdes ello compromete no sólo la latitud del descavgo que podría ensayar
el imputado, sino que impediria al tribunal fjar la correcta hipótesis d e l i c t i ~ a ' ~ ~ ~ .
En la misma línea garantista, se ubica el decisorio de la CNPE, sala A, al poner de
manifiesto -a través del voto del doctor Hendler- que aunque el requisito de ad-

"'* SJP, LLdel24/3/2003, f. 105.261.


"" CNPE, sala A, JA 2000-1-178, iiidice, nro. 53.
'"'CCC, sala VII, JA2001-111-739.
"la CNCP, sala 1, LL del 9/11/2001, f. 102.873.

"'O CNCP, sala IV, ED del 301612000, DPPC, f. 121; id., sala 1, JA 2001-111.725.
'"O CCC, sala 1, JA 2001-11-664.
'M" En contra, CFed., sala 1, DJ 2001-2-322, f. 16.766.
JA 2000-111-750.
'.'2i Fallos 318:2518.
Derecho ..., t. IV, p. 514.
'"' DJ 1998-2-870,f. 13.144; a similares conclusionesamba IaCCC, salaVI, LLdel 17/12/1998,
f. 98.232.
INDAGATORIA

venir el hecho arribuido no aparece especificaniente requerido bajo sancióii de nuli-


dad. en tanto 10 crdi~ertencicrcot7cirrt7e u /u it~terve~icii>n
que debe darse al i~n/~irta&~
oroceso, igual se lo debe entender prescripto bajo esa consecuencia (conf. art.
inc. 3", cFP); además, enseña quLtal omisión no puede suplirse merced a las
aciones practicadas ni con la exhibición de determinadas pruebas de cargo,
surge del acta que quien declara fue puesto en conocimiento del suceso -
,ni aun la intervención del defensor en el transcurso del acto basta para su
Corte Suprema, en magistral función docente, establece que un pronuncia-
udicial no cumple con el principio de congruencia cuando en la indagatoria
iribuyó al imputado la conducta por la cual fue finalmente condenado, impi-
de ese modo su defensa material y técnica, lo cual determina por sí sólo la
del pronunciamiento impugnado y su descalificación como acto jurisdic-

a CNCP, sala 1, reconoce afectado el principio de congruencia cuando no exis-


elación necesaria entre el hecho comprendido en la declaración indagatoria,
fue objeto de la acusación y el que fue considerado en la sentencia final; los
ados pueden precisar las figuras delictivas con plena libertad y sujeción a
' respetan que el pronunciamiento se ajuste a los hechos constitutivos de la

del juicio'"! Es que si se extiende sobre hechos no incluidos expresamente


uerimiento de instrucción, también resulta ineficazi429.
CCC, sala IV, entiende que la recolección de nuevas pruebas durante la
no implica --en ausencia de previsión expresa- que deba ampliarse la
ona al imputado para anoticiarle cada nueva p r ~ e h a ' Ninguna
~ ~ ~ . observación
siempre que haya cesado el secreto de la instrucción (art. 204); si no se ha
do, cabe el reparo, por cierto no desdeñable, de turbar la inviolabilidad de la
(art. 18, CN) al cerrarse la oportunidad de propiciar otras diligencias que las
cen como prueba de cargo.
su vez, esta descripción de los hechos cobra un singular relieve si el imputado
'ene de declarar, ya que la pormenorizada acotación de cada uno de los episo-
mira para que, tanto los acusadores como los defensores y el propio tribunal,
se encuentre11 en condiciones de determinar si cste principio d~.coiigrueiicla garanti-
zado por la C'N se 113 observado fielmenrc. La predcterrninaciún del fallo, a través de
mplimiento, exige que las palabras empieadas en la narración histórica de los
estén en la tipología penal con carácter normativo y jurídicoi43i.
el sistema del Código una mutación en cuanto al hecho exigiría la remisión
eso al juez competente (art. 401, último párrafo); más aún, si del debate
os que evidencian la existencia de un delito continuado o circunstancias
s de calificación, el tribunal debe suspender el juicio si lo pide la defensa
. De ahí la importancia del principio de congruencia'432.ESprecepto común
DJ 1998-2-507, f. 13.012, o JA 1998-1-524.
' DJ 1998-3-660, f. 13.513.
LL del 191211999, f. 98.372; ver el voto en disidencia del doctor Navarro. sala IV, LL

C, sala 1, LL del 31/8/1999, f. 99.228.


1111993, "Maciel", JA 1995-111-síntesis.
' CORT~S DOM~NGUEZ, Derecho...,p. 683.
'"" En general, sobre este último, ver PALACIO,Derecho..., t. V, ps. 4291439.
532 INDAGATORIA Art. 298

en todos los ordenamiento~'~~~. Es que, como dice Soto Nieto, debe mediar "...un
hilo de correlación con el complejo existencia1 base, ya que el afloramiento de un
hecho distinto exige necesariamente iin nuevo proceso o un apéndice informativo y
ampliatorio del anterior que garantice contradicción y debate"'434.Para verificar el
ajuste al principio de congruencia c3rresponde comparar el objeto procesal materia
de la indagatoria con la reqiiisitoria de elevación a juicio y la sentencia'435.Si no se
tuvo oportnnidad de conocer la verdadera identidad del cargo -se describió un en-
cubrimiento como apoderamiento ilegítimcl- la indagatoria es
c) El anoticiamiento sobre las pruebas adversas tiene como limite la impo-
sibilidad de formular cargos o reconvenciones (art. 296, párr. lo), circunstancia que
puede deparar la invalidez del acto. Esta imposición no se cumple si se exliibe una
mera fot~copia'~~'; sin embargo, la CNPE, sala B, decide bien que basta cumplir con
la descripción del hecho, referir las pruebas adversas y el derecho de abstención para
que pueda concluirse que no se desconoció el hecho atribuido y el documento de que
se trataba'438.Pero soslayar la indicación también puede generar nulidad -implíci-
ta- porque descoloca al imputado en un punto crucial para su intervención adecua-
da durante la etapa instsuctoria (arts. 18, CN, y 167, incs. 2' y 3"), defecto que por
ser absoluto resulta declárable de oficio (art. 168, inc. 2'); conspira contra la eficacia
de la adecuada observancia de la actividad impuesta por el art. 304. Si al realizar un
careo se percibe que luego de la declaración del imputado se incorporó prueba, debe
imponérsele de su contenidoJ439. Empero, la falla de exhibición de los elementos se-
cuestrados no siempre acarrea su nulidad si de la declaración surge que el imputado
conocía a la perfección el hecho objeto del procesoia0.
Cuando se trata de declaraciones testimoniales recibidas con reserva de identi-
dad, no cabe alegar vicio invalidante siempre que la defensa haya
valorar dichas pruebas por haber contado con el actaJ*'.
d) La facultad de abstención concreta, con pulcritud, el precepto c6ustitu-
cional que impide obligar al imputado a declarar en contra suya (art. 18, CN, ver
comentario al art. 296).
e) El último párrafo cubre la exigencia del art.*139en cuanto a la negativa de
suscripción; detenninar, con precisión, el motivo puede ser relevante si obedece a
una falta de adecuación entre lo consignado en el acta y lo expuesto. Si el juez se
negara a consignar estti circunstancia, el acto sería inválido; siempre que la dife-
rencia acreditada resultare gravitante para la resolución de mérito tendría carácter
absoluto, confonne a los arts. 167, inc. 3", y 168, párrafo segundo, al colisionar con

'*" Ver sobre la LEC, GJMENO SENDRA,Derecho..., t. 11, p. 455; para una explicación en los siste-
mas argentinos modernos, ver CLAR~A OLMEDO,Derecho...,t. 11, ps. 426,427, tambien t. 1, ps. 251,252.
'*" Correlación..., p. 9.
'd'5 CNCP, sala 1, JA 1996-111-202, aunque de dudoso acierto, pues "intimidar" y "exigir" no son
sinónimos, circunstanciaineludible para que se respete aquél.
'O6 CNCP, sala IV, LL del 281411997, f. 95.291.

'437 C. Ams. Córdoba, LLC 1987-696.

'438 LL de1 121912002, f. 104.401.

'q'9 CCC, sala VJI, "Veronelli", DJ 1999-1.165, c. 6098.

"" CCC, sala IV, LLdel 3117/1998, F 97.577.


"4' CCC, sala IV, LL del 31/7/1998, f. 97.577.
INDAGATORIA

iolabilidad de la defensa (art. 18, CN) en cuanto comprende la posibilidad de


erse -mediante la fundada negativa- al progreso de la pretensión acusatoria.
orma de la indagatoria
99. Si el imputado no se opusiere a declarar, el juez lo invitará a mani-
cuanto tenga por conveniente en descargo o aclaración de los hechos y a -
r las pruebas que estime oportunas. Salvo que aquél prefiera dictar su de-
ión, se le hará constar fielmente; en lo posible, eon sus mismas palabras.
espués de esto el juez podrá formulaLa1 indagado las pregnnias que es-
convenientes, en forma clara y precisa, nunca capciosa o sugestiva. El de-
podrii dictar las respuestas, que no serán instadas perentoriamente.
terio fiscal y los defensores tendrán los deberes y facultades que les
an los arts. 198 y 203.
la duración de¡ acto se notaren signos de fatiga o falta de serenidad
ado, la declaración será suspendida hasta que ellos desaparezcan.

) Características de la declaración
El coiiseiitiniicntopara la declaración se manifiesta cuando el imputado expone
sobre los hechos iiitiiiiados, ya que no er iiieiiester una decl~raci6nfonnal de que

omienzo comprende la exposición libre sobre los sucesos atribuidos.


erencia de-psueba -generalmente de descargo- puede dar lugar a la
a evacuación de citas (ast. 304).
'bilidad de que no se perciba en el momento la disconformidad entre las
signadas en el acta y las expuestas a través de la palabra hablada debe
mputado tiene la posibilidad de hacedo notar cuando le es leída por el
io, o bien lo hace por sí o a través de su defensor, ya que en esta circunstancia
fectuar las aclaraciones pertinentes (ast. 301, párrs. lo y 2"). Por otro lado, el
ema de iuzeamiento oral hace factible aue en el momento liminar del iuicio meda
declarar y esclarecer las contradicciones (an. 378). sin perjiiicio de que tamhisn le
asisra la facultad de Iiaccrlo al concluir la disctisi6n (an. 393, párr. finall.
La exposicioii del impiitado pro\.ocada por el interrogatorio iio puede convertir-
1medio para tenderie una celada; a tal fin, se excluyen las preguntas capciosas
stivas. Las primeras consisten en los artificios o engaños destinados a hacer
cumr en error al declarante y las últimas en las interrogaciones a través de las cua-
ienta la respuesta en un determinado sentido.
cuanto al dictado de las respuestas, incumbe al propio imputado, a quien
puede acuciar. Si, a pesar de requerirlo, el juez lo desestima con fundamentos
les -por ejemplo, la incossección gramatical- y por esa vía resulta alterada
'ficación de lo expuesto, se incurriría en una nulidad de las previstas en el ast.
C. 3"; de acuerdo con la entidad de la probada discrepancia entre lo que se
decir y no se transcnbió, puede llegar a ser absoluta (arts. 18, CN, y 168,
. Se trata de ejemplos de cátedra, pues tal hecho configurada para el juez el
e falsedad ideológica (art. 293, CP).
0 resulta nula la declaración indagatoria en la que el imputado se remitió al
ue presentó en ese acto y cuyo contenido ratificó en su totalidad. El art.
retado a la luz del art. 18, CN- no obsta a que el imputado efectúe su
go por La CFed., sala 11, entiende que no puede grabarse la audiencia si el
imputado no lo consiente; no corresponde que sea obligado a declarar en condiciones
distintas a las previstas por la leyiM3.
El estado de ánimo del imputadno es motivo más que suficiente para justificar el
aplazamiento o la postergación del acto Ia4.
Es inconstitucional concluir que el imputado es partícipe cuando no explicó
o expuso circunstancias eximentes de su responsabilidad y la condena se susten-
ta en su indagatoria; aquella actitud no puede implicar presunción en su contra
íart. 18. CN)i445.
~ ó b r efa asistencia del defensor y del agente fiscal, ver comentario al art. 295.
b) Abstención de declarar
Si el imputado se abstiene de declarar el acto se convierte en una indagatoria
formal, pues no tiene de tal más que su estructura. En vez, si expone libremente so-
bre el hecho y responde al interrogatorio judicial -o solamente afronta uno de los
tramos de la altemativa- el acto es una declaración indagatoria material.
Información al imputado
300. Antes de terminarse la declaración indagatoria, o después de haberse
negado el imputado a prestarla, el juez le informará las disposiciones legales
sobre libertad provisional.
Se ha dicho que las medidas de coerción se desnaturalizan cuando se las enfoca
como cumplimiento de pena anticipada (ver comentario al art. 280). Por otro lado, el
Código establece que aquellas que coarten la libertad personal deben ser interpreta-
das restrictivamente (art. 2").
Esto explica la imposición al juez de informar al imputado
Capítulo VI1 de este mismo Titulo.
Acta
301. Concluida la indagatoria, el acta será leida en voz
rio, bajo pena de nulidad, y de ello se hará mención, sin perjuicio de que tam-
bién la lean el imputado y su defensor.
Cuando el declarante quiera concluir o enmendar algo, sus manifestacio-
nesserán consignadas sin alterar lo escrito.
El acta será suscripta por todos los presentes.
Si alguno de ellos no pudiere o no qnisiere hacerlo, esto se hará constar y
no afectará la validez de aquélla. Al imputado le asiste el derecho de rubricar
todas las fojas de su declaración, por sí o por su defensor.
Al recogerse en acta, la declaración indagatoria no puede eludir la exigencia
de la lectura y suscripción, negativa o imposibilidad, situaciones reguladas en el
art. 139, párrafo segundo.

""l CCC, sala IV, JA del 13/8/2003, p. 69.


5/11/2007, "Greco", SJP, LL del 271212008, p. 53.
"* CCC, Fallos 2' serie, t. 1, p. 114.
'*S CNCP, sala 111, LL del 101512000, f. 100.215.
INDAGATORIA

nulidad conminada es expresa y declarable de oficio en los términos de los


,inc. 3", en cuanto hace a la adecuada intervención del imputado y 168, pá-
segundo, pues afecta la garantía de la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN).
ajo la vigencia del Código anterior se reconoció que si se omite consignar la
en forma expresa se incurre en nulidadia6.
1 limite para las rectificaciones recogidas en el segundo párrafo está dado -
pertinencia: vinculación con el hecho constitutivo del objeto procesal. Si
iciones encaminadas a lograr la aclaración de lo consignado por esa vía son
imadas, tal decisión puede importar la invalidez del acto de modo absoluto
, 18, CN, 167, inc. 3", y 168, último párrafo; ver comentario al art. 299).
n este precepto se soluciona también el problema de la imposibilidad o de la
iva a suscribir el acta por los comparecientes.
a firma por el imputado de la integridad de las piezas que conforman la decla-
obedece a dos motivos: por un lado, deriva del art. 988, CC, en cuanto requie-
manifestación de conformidad con el contenido del por otro, es
arantia más para precaverse de la posible sustitución de alguna foja aunque este
en razón de la intervención del juez y de su secretario, configure una hipóte-
chable. De todos modos y al no estar cada una de las piezas incorporadas al
gajo y por ende aún no numeradas, hace más fácil su indlvidualización y posibilita
cta compaginación de aquél.
agatorias separadas
2. Cuando huhieren varios imputados en la misma causa
recibirán separadamente, evitándose que se comuniquen antes de que

or tratarse de un acto individual, su realización debe afrontarse singularmente;


ecir, con cada uno de los imputados. Aun en los supuestos de conexidad obje-
arl. 41, incs. loy 2"). 4
Se impide la relación entre ellos hasta el cumplimiento del último acto. La ex-
icación de esta exigencia estriba en evitar colnsiones.
existen personas imputadas, es improcedente reservar las
eclaraciones espontáneas
303. El imputado podrá deelarar cuantas veces quiera, siempre que su de-
ación sea pertinente y no aparezca sólo como un procedimiento dilatorio o

simismo, el juez podrá disponer que amplíe aquélla, siempre que lo con-

limite finca en la pertinencia o directa vinculación con el hecho investigado


o. En cuanto a la utilidad, debe apreciarse no sólo desde el punto de vista
e de la pesquisa, sino ponderando el interés del imputado en mejorar su

"'"CC, Fallos 2' serie, t. 1, p. 113.


IM' Códibro..., t. 11-B,p. 163.
LLAMB~AS.
CCC, sala 1, DJ 1999-2-1221, f. 14.515.
536 INDAGATORIA Art. 304

Si el propósito aparece como exclusivamente enderezado a prolongar en el tiem-


po u obturar el éxito de la instrucción, la solicitud será inadmisible; este carácter tan
sólo podrá ser apreciado una vez que comience la libre exposición del encausado sobre
el hecho, en cuya circunstancia el jue@esiá facultado para dejar sin efecto (art. 446) la
resolución que ordena la ampliación. Por eso no parece acertado denegar la solicitud
sin inás hámite; menos aún, cuando se invoca, para el rechazo, al art. 199IM9.
Resulta imperativa cuando se atribuye un nuevo hecho. En cambio, es faculta-
tiva si el magistrado decide encararla como medio de perquisición, naturaleza que la
indagatoria involucra, aunque primordialmente es un acto de defensa.
Es nulo el auto denegatorio de la ampliación de la declaración indagatoria
cuando es infundado'4s0.
Investigación por el juez
304. El juez deberá investigar todos los hechos y circunstancias pertinentes
y útiles a que se hubiere referido el imputado.
Corresponde a la denominada evacuación de citas (ver comentario al art. 299).
Como se trata de la primera ocasión en que puede contestarse sobre el hecho, la
contingencia de que hayan de verificarse los descargos es previsible. Aunque tam-
bién las referencias vertidas por el imputado pueden ser de cargo, en razón de que
el objeto del proceso penal es indisponible, el reconocimiento de la responsabilidad
no elimina la obligación del juez de acreditar el En esencia, la declaración
indagatoria está disciplinada fundamentalmente como un medio de defensa y es por
ello que la ley prevé la evacuación de citas y demás diligencias propuestas por el
indagado con toda urgencia'452.
La insatisfacción de solicitudes probatorias articuladas en el acto de esta decla-
ración no autoriza recurso alguno (conf. art. 199). Tampoco origina la intervención
de la CS aunque se aduzca privación de justicia conforme a1 art. 24, inc. 7 O , dé1 dec.-
ley 1282/19581453.
Procede revocar el procesamiento y disponer la falta de mérito hasta tanto se
verifiquen los descargos del imputado'454.Parece apresurado aseverar que no media
arbitrariedad ni afectación del derecho de defensa cuando el instructor no realiza las
medidas de prueba solicitadas1455; es que cabe analizar si las citas pueden tener éxito
y recurrir al arbitrio para cumplir con las prescripciones del ordenamient0~~~6.

ldd9 CNPE, sala B, 211712006, "Di Paola", SJP, LL del 3011012006 p. 21; con nota adversa de
ALMEYRA, "Sobre el carácter de la declaración indagatoria ¿Acto de prueba o acto de defen~a?~.
'45U CCC, salaVI, "Saavedra, Juan", DJ 1999-1-167.

CCC, JA 1961-1-40, f. 3196.


SCBA, JA 1984-111-81, fndice.
'4s3 ED 161-220, f. 46.229; en el escolio Bidart Campos apunta que de aceptarse la presentación
directa de la defensa se habría generado una situación afin con la delper sultum.
'4'TCC, sala IV, LL del 161712001, f. 102.326; id., sala V, ED del 141512003, f. 52.021, o LL
del 181612003, f. 105.656.
"" CCFed. Bahía Blanca, sala 11, DJ 2001-2-882, f. 15.990.
'"I" ARZUAFA - COL~FPI, "Evacuación de cita. Artículo 304 del Código Procesal Penal de la Na-
ción. ¿,Existe obligación del a quo antes de dictar el procesamiento?"; nota a dicho fallo.
PROCESAMIENTO

ntificación y antecedentes
05. Recibida la indagatoria, el juez remitirá a la oficina respectiva los
personales del imputado y ordenará que se proceda a su identificaci6n.
1 art. 51, CP, impide al tribunal informarse sobre las condenas anteriores,
caducó su registro al transcurrir el plazo fijado por la -
ara cumplir con esta tarea, el tribunal puede utilizar la coerción (art. 120).
e a inconvenientes suscitados por la renuencia de la Dirección Nacional de
cidencia y Estadistica Criminal en acudir al domicilio de una imputada y obte-
correspondientes fichas dactiloscópicas ---cuyo logro se había hstrado por
enientes técnicos-, la CNPE, sala B, decidió requerir a aquélla concertar una
on la encartada; la resolución cita autorizada doctrina de derecho administrati-
n que se formulan acres censuras a la burocracia. Se dice que el jurista, juez o
inistrador no necesita ni debe someterse a la racionalidad irracional de la norma
rática, sino que debe aplicar el supremo principio de derecho de la razonabi-
,por encima de toda norma que resulte arbitraria por excesiva o irreal; el auto
ioriza el propósito de emplear la fuerza si no se obedecía'458.
r comentario al art. 74.

CAP~TULO
V

PROCESAMIENTO

Conceptos generales
de las más acres censuras formuladas contra el Código anterior consistía en
1 auto de procesamiento como resolución de ineludible observancia en el
ino hacia el juicio oral. En virtud de éste, la imputación se estabiliza respecto de
minada persona y atiende a fijar el suceso sobre el que posiblemente versará la
a contradictoria. De esta suerte encamina la actividad del imputado o su defensor,
sirve de advertencia para acotar la prueba de descargo en cuanto atañe exclusiva-
e a dicho episodio'459.Se trata de "...una declaración jurisdiccional de la presunta
abilidad del imputado como partícipe de un delito verificado concretamente..."lm.
este autor como el anteriormente citado se refieren, con prolijidad, a las relacio-
diferencias respecto de la decisión denominada de manera similar en la LEC.
El actual CPP de Córdoba (ley 8123) lo ha suprimido al entenderse que así se
da transparencia a la practica tribunalicia, pues lo convinii, "...en mérito instmctorio
final, supe~voniindolocon el momento critico de la instmcciun (que fue desplazado
por la c2ti;a al auto de nrocesamiento, a través de su aoelación~"'. Para ~ ~ C de P P
Tucumán, ver el art. 354.

CNPE, sala A, LLdel231411999, f. 98.636.


1 171312000, E 99.983, o LL del 231612000, f. 100.430, con nota de BIDART CAMPOS,
racia se insubordina"; según dice este jurista, se había configurado una insubordinación
a administración anfe el Poder .Judicial, que califica como desobediencia altanera.
LARIA OLMEDO, Tratado..., t. IV, ps. 3511366.
V ~ L EMARICONDE,
Z Derecho ..., t. 11, ps. 4371473.
Id" CAFFERATA NORES,Introducción ..., ps. 48,49.
538 PKQCESAMIENTO Art. 306

En el sistema del Código no se puede producir la clausura si antes no se decretó


el procesamiento (arts. 346 y 353). También opera como presupuesto para que la
defensa se oponga a la elevación (art. 349, inc. 2'). Se lo ha eliminado para los ca-
sos en que corresponde instrucción s h r i a - e t a p a preparatoria a cargo del MP-
mientras no se produzca la conversión en instrucción judicial (ver introducción al
Título IX, Libro 11).En los casos de insirucción delegada (art. 196) se ha dicho que el
rechazo para dictar el procesamiento no es impedimento para propiciar la elevación a
juicio1462.Sin embargo, parece más acorde con el régimen del ordenamiento dictar la
falta de mérito (art. 309) o el sobreseimiento (art. 334), ya que en ambos casos el MP
podría recurrir (arts. 3 11 y 449) y así se cumple el control de la actividad instructoria,
cercano al procedimiento intermedio de los códigos modernos.
Si bien convierte al hasta entonces imputado (arts. 72 y 294) en procesado, cabe
destacar que durante la instrucción es posible disponer el sobreseimiento sin que se
haya llegado al procesamiento o bien después (art. 334).
b) Finalidad
Estabiliza la imputación al otorgar a quien soporta el proceso la garantía de sa-
ber a qué atenerse, pues scilo respecto del hecho por el cual se dicta tiene ya cumplido
el paso imprescindible para ir a juicio. Aun durante la vigencia del Código antiguo,
al analizarse las exigencias para el dictado de la prisión preventiva -similares a las
del procesamientc~-se había considerado que era un medio de verificación o control
jurisdiccional sobre el mérito de la imputación, al punto de estimársele como forma
esencial del procedimiento e ineludible requisito del juicio plenario'463.
c) Requisitos
Exige la reunión de tres recaudos; uno de índole formal, indicado en el art. 307,
y dos de carácter material -relativos al hecho y a la participación- especificados
en el art. 3061464.

Término y requisitos
306. En el término de diez (10) días, a contar de la indagatoria, el juez or-
denará el procesamiento del imputado siempre que hubiere elementos de eon-
vicción suficientes para estimar que existe un hecho delictuoso y que aquél es
culpable como participe de éste.

a) Plazo
El momento inicial del plazo coincide con la conclusión de la declaración inda-
gatoria (art. 294). El transcurrir del tiempo se computa en forma corrida (art. 116).
En e1 supuesto del art. 212 bis, el plazo se reduce a cinco (5) días. Como regula una
actividad del juez, su vencimiento no produce ninguna caducidad, pues no es peren-
torio (art. 163). Puede originar reclamo por retardo de justicia (art. 127) y la conse-
cuente responsabilidad disciplinaria para el magistrado. La CADH (art. 7', inc. 5")
alude a "...plazo razonable...", para referirse al tiempo dentro del cual debe definirse
la situación del imputado en un proceso penal y permite medir equitativamente la ob-

'462 CNPE, sala A, DJ 2001-2-148, f. 16.708.


CCC, JA 1980-111-110 índice.
"M Ver DELA ROA,Proceso..., ps. 324í336.
PROCESAMIENTO

tia de la norma de los distintos países de acuerdo con los condicionamien


os vigentes en cada uno de ellos'46s.La CS al descartar el carácter de senlenc
iva -hubiese resultado una eventual sentencia condenatoria- a la decisió
go de declarar la nulidad de un acta, dispone la libertad sin resolver sobre
de mérito o el procesamiento, homologa una total alteración del sistema
al, pues una de sus virtudes radica en hacer cesar -aunque provisoriamente--
ción de incertidumbre provocada a todo imputado'466.

ca un avance en orden al conocimiento de la imputación, no re-


apodictica por parte del juez acerca de los extremos requeridos
Basta con la sola probabilidad; tampoco debe mediar duda, ya
o, la solución sería la del art. 309'468.La posibilidad debe susten-
aterialidad de la acción endilgada, sino también en la presencia
propio del delito pretendido'469.Sólo exige elementos de con-
re la ocurrencia del delito y la intervención del imputado'470.
ontrados sobre los elementos convictivos y medios probato-
ado. Mientras ciertos tribunales estiman nulo el
administración fraudulenta- cuáles fueron los
de las víctimas, ni sus beneficiarios y tampoco
desplegado, se produce una limitación que afecta
tas reprochadas deben dedicarse individualmente para
1 ilícito sin que alcance para s u motivación una
ros, por el contrario, consideran innecesario se-
al valor de la prueba colectada y su fuerza de convicción; se
mposible --criterio sorprendente- efectuar el análisis a través del recurso
el procesamiento no es más que un control para corroborar
es viable el tránsito al juicio, no debe excluirse -exigencia de fundamentación
ada en el art. 123- cómo se aquilata la prueba reunida. De lo contrario se abre
dicial, deparador de arbitrariedad y revisable por las vías
ativas extraordinarias cuando la decisión puede equipararse a sentencia de-
, Por eso, resulta adecuado evaluar prueba de cargo luego de concedido el
es deben tenerse en cuenta las circiinstancias existentes al

Iab5 Cám. Pen. 28Rosario, del 261211991, JAdel 1311111991, p. 60.


JA 1998-1-555; por el contrario, la minoría la considera definitiva por sus efectos; además
excesivo rigor formal descartar el valor de la restante prueba indiciaria recogida.
"" CFed., sala 1, DJ 2000-3-825, f. 16.209, o LL del 22/9/2000, f. 100.935, con nota de MART~-
EGA, "Estados mentales del juez frente a la prueba. A propósito del grado de convicción requerido
conñnnatoria del auto de procesamiento por el tribunal de alzada"; con acierto califica de llave
estra para acceder a la etapa del juicio oral; afirma que corresponde decidir qué elementos de cargo
suficientes para la confirmatoria del auto de mérito, sin que la exploración desvirlúe el sentido
del acto y lo convierta en una sentencia sin inmediación con la prueba, sin oralidad y sin
.d., id., DJ2001-1-798, f. 16.550.
ám. 2 T r i m . Paraná, JA 1987-1-606.
CC, sala IV, 1.4 1995-IV-573.
"O CCC, sala IV, LLdel2611211997, f. 96.544, o DJ 1998-1-597, f. 12.651.
' O ? ' CCC, salaVII, LL del 2011012000, f. 101.066.

CPed., sala 1, LL del 121312001, f. 101.648.


540 PEOCESAMIENTO Art. 306

momento de la decisión, aun cuando fueran sobre vi ni ente^'^^'. Las deficiencias pa-
decidas por este auto no se suplen por la ulterior reflexión del juez acerca del mérito
de la instrucción en el momento de la elevación a juicio; sobre todo si versará sobre
las mismas pruebas1474. P
La resolución debe ser fundada, bajo pena de nulidad (art. 123). La invalidez
reviste carácter absoluto y, por ende, es declarable de oficio (art. 167, inc. 3", y 168),
pues fija la situación del imputado en el proceso y permite entrever el objeto del
debate (art. 18, CN). Si bien no es una sentencia definitiva, el auto de procesamiento
debe estar provisto de un mínimo de probanzas que permitan proseguir la investiga-
ción con cierto margen de éxito; no vale una consideración fragmentaria y aislada de
los elementos incorporados a la pesquisa147s. No reclama contar con la totalidad de
los datos necesarios para dilucidar el hecho'476.Basta con que resulte posible estimar
la existencia del delito y la responsabilidad del imputado, aun a través de indicios
apreciables con criterio distinto del correspondiente al momento del fallo definiti-
VO'~". Si bien imprescindible, es suficiente una fundamentación somera que estime
responsable al imputado luego de haberle otorgado audiencia y evacuado brevemen-
te las citas útiles que h i ~ i e r e ' Por
~ ~ ~eso
. parece excesivo disponer la nulidad en el
caso de un homicidio culposo en concurso real con lesiones culposas al requerir pre-
cisión de la relación causal, aunque estimamos correcta la invalidez por no haberse
descripto la participación de cada imputado'479.En vez, la preservación del principio
de congruencia reclama no disponerlo por hechos distintos a los indagados, pues se
genera una nulidad de carácter absoluta'480.Pero no es necesario ampliar el auto de
procesamiento por el mismo hecho al solo efecto de modificar la calificación legal,
pues la medida resulta sobreabundante y contraria a los principios de economía y
celeridad p r o c e ~ a l ' ~ ~ ' .
Requiere la vehemente presunción de la verdad de las imputaciones, de manera
que no quede una fundada posibilidad de haberse incurrido en error1482, pues la gra-
vedad de las consecuencias -privación de la libertad, a menos que se confirme la
concedida provisionalmente con antelación (art. 3 12)- así lo exige.
El secuestro probatorio no procede frente a la imposibilidad de cumplir los
requisitos del art. 306'48).
No excluye evaluar elementos del sumario de prevención'4s4.
Aunque no es acto de jurisdicción plena o semiplena, trasunta el ejercicio de
dicha función1485.

"" CNPE, sala B, LL del 161412001, f. 101.848.


'"n sentido contrario, CCC, sala 1, DJ 2001-3-333, f. 17.285.
'O' CF San Martín, sala 1, LL del 1811211995, f. 93.875; CF Cap., sala 1, ED 170-508,
f. 47.621.
CNPE, sala B, LL del 211711998, f. 97.590.
"" CNPE, sala A, LL del 281911998, f. 97.894.
Id, id., LLdel2111211998, f. 98.263.
Iw9 CCC, salaVII, ED 173-249, E 48.033.
"*O CNPE, sala B, ED 180-1129, f. 26.
'bB' CNPE, sala B, DJ del 121312003, f. 19.342.
'482 CCC, Fallos t. V, p. 492.
CCC, sala 1, JA2001-1-727.
C. ACUS.Córdoba, LLC 1989-508.
CCC, sala 1, "Grua, Jorge", JA del 261211997, p. 64.
PROCESAMIENTO

i el sustento finca en valoraciones derivadas de pruebas ilegales, coirespon


por aplicación de la doctrina del "fruto del árbol envenenado"' .
su validez la falta de adecuada descripción de1 hecho atribuido,
tia constitucional de la defensa en juicio e involncra una nulidad

foima al art. 67, CP, mediante ley 25.990, se descartó al auto de


tivo de la prescripción.
"...ausencia absoluta de ulterior actividad instruc-
cción se encuentra en la necesidad de elevar la causa a juicio
icción entre dos decisiones suyas que, de otro modo, vendrían
sto e inconciliable". Sin embargo, cabria entender "...que el
legislación nacional y la fragilidad de las vías de solución
cho, se manejan en la práctica, unidos al serio compromiso
erechos fundamentales de la persona en este instante crucial del proceso penal,
tensivamente los arts. 347, inc. 2", 349, inc. 2", y 350, CPP,
eta fórmula legislativa una ampliación de la contenida en
,al autorizar al juez de instrucción, en este estadio procesal, a sobreseer
is en que la insuficiencia de las pmebas reunidas en la
ita colegir que no será posible llegar a una sentencia
os nuestra discrepancia de que se trate de una inter-
cartada la arbitrariedad, es posible sobreseer; todo de-
onamiento judicial empleado a tal fin. En ese caso, se
iente la verificación de la eficacia del documento que reproducía expre-
adas en conversaciones te1efÓnicas;'sin contar con ese dato, la decisión
ocar el sobreseimiento.

Indagatoria previa
307. Bajo pena de nulidad no podrá ordenarse el procesamiento del impu-
do sin habérsele recibido indagatoria, o sin que conste su negativa a declarar.
La indagatoria es la primera ocasión que se tiene para explayarse sobre los he-
os constitutivos del objeto procesal (ver introducción al Capítulo IV de este Título).
Si no se cumplió el acto -sea material o formalmente-, la nulidad es absoluta y
declarable de oficio, pues esta comparecencia confonna la ineludible intervención del
imputado en el proceso (art. 18, CN, y arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2°)'489.
La validez del auto de procesamiento descuenta una indagatoria bien estructu-
rada; sobre todo que contenga una precisa descripción del hecho y determine la ma-
-cuando se obligó fraudulentamente a una sociedad- explicitar
mpleada. Si se duda acerca de si el hecho objeto del procesamiento

'" CCC, saia IV, DJ 1997-2-1050, f. 12.058.


'"' CCC, sala VII, DJ 1997-2-1052, f. 12.060; CNPE, sala A, JA 1998-1V-539.
QUEVEDO MENDOZA, "Mérito para la elevación de la causa a juicio e interceptación de co-
municaciones", LL del 19/2/1999, nota a f. 98.368 de la CNPE, sala A, quien no encontró arbitrario
10 resuelto porque el MP no gestionó averiguaciones pertinentes al objeto de la instmcción antes de
requerir la elevación.
CCC, sala 11, 611 111992, "Viale", JA del 101511995, p. 78, nro. 40.
-
3
542 PROCESAM~ENTO Art. 308

integró la indagatoria, aquél resulta inválido, pues el imputado vio menguado el


ejercicio de su defensa149o.
Si se hizo uso de la facultad de abstenerse y se dejó constancia clara, el auto de
procesamiento no resulta ineficaz, pese a la ulterior solicitud para ampliar la indaga-
toria aunque se haya cumplido con ujterioridad a su dictado. Al no deponer, quedó
cubierto el extremo aquí exigido'"'.
Forma y contenido
308. El procesamiento será dispuesto por auto, el eual deberá contener,
bajo pena de nulidad, los datos personales del imputado o, si se ignoraren, los
que sirvan para identificarlo; una somera enunciación de los hechos que se le
atribuyan y de los motivos en que la decisión se funda, y la calificación legal del
delito, con cita de las disposiciones aplicables.
La decisión debe ajustarse a lo previsto en el art. 123, primera oración. La san-
ción de nulidad conminada reviste el mismo carácter y extensión que la analizada en
el articulo anterior.
a) La identificacióñdel imputado evita que pueda dictarse una orden de pri-
sión en blanco.
b) La enunciación de los hechos estriba en la motivación del auto. En ella el
juez debe mentar los razonamientos que le conducen a considerar la existencia del
hecho, indicando, escrupulosamente, las probanzas de las que surge ese aserto. Lo
mismo debe hacer en cuanto a la participación del procesado. Aunque basta con que
la fundamentacióu sea somera, no puede faltar, pues es impres~indible'~~~. Son sufi-
cientes indicios apreciables con un criterio distinto al correspondiente en ocasión del
sólo requiere la previa audiencia y evacuar las citas útiles
fallo definitivoi493;
tuadas por el imputadoi4". La resolució~idebe ser autosuficiente; por eso no á1
con remitirse al hecho descripto por el preventor, ya que se abjura de una pote
privativa del Órgano Si no se precisó la participación que cupo a cad
imputado, no se establece el objeto concreto de la imputación, se afecta la defensa en
juicio y surge una nulidad que debe ser oficiosamente de~larada'~".ES nulo el auto
de procesamiento, por afectación al principio de congruencia,
fueron detallados en el requerimiento fiscal de i n s h u ~ c i ó n ' ~ ~ ~
c) La calificación del delito es elemento relevante a los fines de neutralizar el
'

encierro preventivo pues regula la procedencia de la libertad provisoria (arts. 312 y


318, párr. 2 O ) .

'"TCC, sala V, LL de1 101412001. f. 101.834.


'"'
CFed. Rosario, "Zeiter, Cleto", del 311011999, LLdel 141112000, f. 3411.
$'' CNPE, salaA, ED 161-492, f. 46.296; id,id.,LLde1301611997, f. 95.606.
Iw3 CNPE, sala A, DJ 1999-1-964, f. 13.997.
1494 Id, M, DJ 1999-2-436, f. 14.207.

'$9~En contra TOC nro. 5, 4/8/1993, "Moschini", JA del 101511995, p. 75, nro. 42. Sobre la in-
validez del auto de procesamiento, ver AMADEO- PALAZZI, "Las nulidades en el Código Procesal Pena!
(ley 23.984)", JA 1994-1-9951997 y JA 1994-111-1048.
"'"CC, salaVII, LL del 301611997, f. 95.600.
"?' CNPE, sala B, SJP, LL del 3011212004, f. 108.483.
PROCESAMIENTO

s preciso que se refiera a una figura determinada, pues no basta aludir a


vada sin referirse a su base. Es que la calificación debe resultar jundicamen
'da para no incurrir en nulidad -art. 168, párr. 2°-'498.
Los motivos no reclaman una exhaustiva indicación del hecho y de la res-
lidad del imputado. Es posible que resulte negativo un reconocimiento en
de personas por las respectivas víctimas, frente a la diversidad de factores que
n incidir en el óptimo resultado de este medio, más aún si ninguna se manifestó
desde el coinicnzo en condiciones de reconocer a los autoresw'.
Si surgen indicios suficientes de participacivn como para creer que el imputado
'no en el suceso d i s p u s o los medio&ecesarios para obtener una importante
ad de estupefacientes en el norte del país y conseguir su envío a una ciudad del
oral-, resulta acorde a las constancias de la causa y corresponde confirmarlo'500.
La existencia de antecedentes penales descarta que en el momento del secues-
o de los billetes falsos el encartado haya sido una persona más; tal circunstancia
ide considerar como más probable que no supiera que la moneda escondida no
auténtica; se trata de emplear un silogismo indiciario por el cual, a partir de un
ato cierto, puede inferirse otro que por el momento se desconoce; se citó a Caffe-
Nores cuando dice que un indicio anfibológico basta para sustentar un auto de

No deben omitirse las razones por las cuales se atribuyen a los imputados res-
nsabilidad criminal ni la debida explicación de los motivos en que se fundó lo
01s02

alta de mérito
09. Cuando, en el término fijado por el art. 306, el juez estimare que no
rito para ordenar el procesamiento ni tampoco para sobreseer, dictará
que así lo declare, sin perjuicio de proseguir la investigación, y dispon-
rá la libertad de los detenidos que hubiere, previa coustitución de domicilio.

Tanto por la angustia engendrada al encaminarse el proceso penal respecto de


na como por la eventual resíricción de la libertad que comporta, es
do Código respetuoso de las garantías constitucionales en juego
la situación del imputado con rapidez. A eso apunta el plazo de diez días
,al cual se remite el comentado.
b) Concepto
La falta de mérito es una situación intermedia entre el sobreseimiento definitivo
. 334) y el procesamiento (art. 306). En ajustado fallo, la CNCP, sala 1, lo distin-

CFed. Rosario, "Mautino, B.L.", LLdel 141112000,f. 9611.


'"'* CCC, sala VII, 121312001,"A.A.M.", JA del 1411112001.
CFed. Rosario, 241311999, "División Inteligencia", LL del 141112000, f. 6611
''O' CFed. Rosario, 311311999, "Herrera, O.", LL del 141112000, f. 7311.
'*@' CNPE, sala B, ED del 311712000, DPPC, f. 130.
gue por la certidumbre requerida para sobreseer, cuya ausencia debe canalizarse a
través de este institut~'~".
Se trata de una resolución sobre el mérito inicial de la imputación que se inclina.
por una conclusión no afirmativa de sD existencia o de su inexistencia; por ende, no
es conclusiva del proceso. Cuando los elementos de juicio no autorizan el dictado del
auto de procesamiento y, a la vez, tampoco tienen entidad para descartar la existencia
del hecho, su carácter delictuoso o la responsabilidad del imputado -lo que haría
procedente su sobreseimiento (art. 336, incs. 2", 3' y 4 " h el juez debe disponer la
falta de mérito. Cuando luego de su dictado no progresó la pesquisa para autorizar el
procesamiento, corresponde sobreseer; por eso no compartimos los reparos expues-
tos por Quevedo Mendoza, que propicia el retorno al sobreseimiento provisional o la
instauración de la prórroga extra~rdinana'~~~.
c) Consecuencias
Su consecuencia no es más que un simple corolario del deber de sujeción del
imputado al proceso.
Si el imputado se encuentra en detención (art. 283), debe ponérsele en liber-
tad con el solo recaudo indicado en el giro final. En cambio, tanto la aprehensión
(arts. 284 y 287) como el arresto (art. 281) no tienen vínculo alguno con esta resolu-
ción; simplemente se les hará cesar cuando no se conviertan en detención.
d) Requisitos
Es atribución exclusiva del juez a cargo de la instrucción y genera un estado
de libertad vinculada a los fines del proceso penal. Supone el auto que lo decide
(art. 122), que debe ser motivado, bajo pena de nulidad (art. 123)Iso5;requiere su
notificación (art. 142), lo que descuenta la constilución de domicilio en el caso de
que se comparezca sin hallarse encarcelado (art. 145). El imputado --detenido o
libre- debe estar a disposición del juez de la causa; se dificultaría tal sujeción si,
al encontrarse en libertad, no contara con un sitio donde puedan comunicársele las
resoluciones para cumplir actos que requieran su presencia (art. 149).
e) Casuístiea
En el Código derogado no existía este instituto, aunque uno similar -con meno-
res posibilidades de aplicación y alcances- se preveía en su art. 6°1506. SUdictado no
puede utilizarse para reeditar la derogada institución del sobreseimientoprovisionaliso7.
Corresponde decidirla si los escasos elementos probatorios con los que se trata
de vincular al imputado no resultan suficientes para acreditar su real intervención
en el En vez, si surge que la declaración faltante resulta superflua y existe

lis' DJ 1999-1-854, f. 13.951.


'IM"Mérito para la elevación de la causa a juicio e interceptación de comunicaciones", LL del
191211999,notaal f. 98.368, nros. 7,8 y 9.
'Io5 TOC Fed. NO. 4, SR, LL del 261511995, f. 93.188.
D'ALB~RA, "La libertad por falta de mérito", JA 29-1975-633.
CCC, sala 1. DJ 1993-11-753. f. 7810; en el escolio se indica, con acierto, que ante la oresen-
cia de un inipiitadu, I i iristnicción siilo piiede fiiilizsr por suliresciiiiirnto o reiiiis10ii 3 juicio, Cii,,~,
'La 'falta de mr'rito' no e5 sucedineo drl sobrcseimtenro pro\.isurio"
'*O8 CCC, sala VI, DJ 1997-3-923,f. 12.420, se trataba de la única mención por testigos de iden-
tidad reservada que habían tomado conocimiento del hecho por dichos de un tercero prófugo.
PROCESAMIENTO

vicción suficiente de que el encausado participó activamente en la comisión del


tto, no procede1509.Pero si el imputado brindó una explicación opuesta a la del
nuuciante y afirmó que un testigo estuvo presente en el hecho investigado, corres-
de dictar falta de mérito y practicar la medida de prueba señaladai510.
A pesar de no encontrarse reunida la prueba para procesar y corresponda
izar un peritaje psiquiátrico, cabe decretar su falta de méritoi5". Comprobado
cho de haberse abonado jubilaciones correspondientes a personas fallecidas,
-
se verificó que tal pago se haya producido fuera del período de vigencia del
ificado de supervivencia, resulta acorde a derecho confirmar el auto autorizado

s improcedente su dictado si ya se había resuelto el procesamiento; se afecta


arantia de la defensa y se infringe la doble p e r s e c ~ c i ó n l ~ ~ ~ .
La CS tolera que la decisión del tribunal de la causa que declara la nulidad de
acta y dispone la libertad sin pronunciarse sobre la falta de mérito o el procesa-
nto no resulta equiparable a sentencia definitiva, pues cabe reparar tal situación
iante la eventual sentencia ~ondenatoria'~". Quiebra así todo el sistema del Có-
conforme al cual, antes del vencimiento del plazo señalado por el art. 306, el
tiene que optar por el procesamiento o bien por la falta de mérito aquí prevista,
que no procede el sobreseimiento cuyo dictado corresponde "...en cualquier
o de la instrucción" (art. 334).
Si la alzada decidió la falta de mérito, no puede el juez de grado disponer la
ción del
rocesamiento sin prisión preventiva
10.'s'6 Cuando se dicte auto de procesamiento sin prisión preventiva, por
reunirse los requisitos del art. 312, se dejará o pondrá en libertad provisionai
imputado y el juez podrá disponer que no se ausente de determinado lugar,
ue no concurra a determinado sitio o que se presente a determinada autoridad
las fechas periódicas que se le señalen. Si es aplicable al hecho alguna inha-
itación especial, podrá disponer también que se abstenga de esa actividad.
En los procesos por alguno de los delitos previstos en el libro segundo,
u10 1, capítulos 1, 11, 111, V y VI, y titulo V, capítulo 1 del Código Penal,
metidos dentro de un grupo familiar conviviente, aunque estuviese consti-
do por uniones de hecho, y las circunstancias del caso hicieren presumir

"O9 CNPE, sala A, LL del 2611011998, f. 98.019.


*'O CCC, sala 1, JA del 261212003, p. 63.
li" CCC, sala VI, DI 2000-2-506, f. 15.607, o LL del 291512000, f. 100.327.
CFed. Rosario, 31311999, "Oro, A.", f. 2511, LL del 141112000.
15" CNPE, sala A, LL del 1/9/2000, f. 100.826.
''" JA 1998-1-555.
'"' CCC, sala 1, JA 1998-1V-529; se da por entendido que en el caso no mediaban diligencias
ores a las que la autorizaron.
El segundo párrafo de este articulo h e incorporado por el art. 8' de la ley 24.417, en el que
un evidente error material se consignó "Titulos I,1I, 111, V y VI", donde debia decir "Titulo 1, Capi-
, 11,111, V y VI", como figura en el texto de esta edición y en el proyecto de ley de 10s diputados
0 D. Piotti e Irma Roy, del que fue tomada la primera parte de este párrafo (véase: Cámara de
de la Nación, Seriones de prórroga, 1993, Orden del dia 1728, ps. 975911966, y BO del
31111995).
Art. 310

fundadameute que pueden repetirse, el juez podrá disponer, como medida


cautelar, la exclusión del hogar del procesado. Si el procesado tuviere deberes
de asistencia familiar y la exclusión hiciere peligrar la subsistencia de los ali-
mentados, se dará intervención al asesor de menores para que se promuevan
las acciones que correspondan.

a) Naturaleza jurídica
Mientras el procesamiento apunta a dilucidar la situación del imputado, la pri-
sión preventiva es una medida cautelar de carácter personal y no procede decretarla
cuando el delito no está reprimido con pena privativa de Incurriría en el
delito de prisión preventiva ilegal (art. 270, CP) el tribunal que dictase semejante
resolución (ver comentario al art. 282).
Las restricciones previstas se enderezan a que, aun sin encierro, pueda contarse
con la persona del imputado.
Cuando el acusado merodea de manera amenazante el domicilio de la víctima,
corresponde imponerle la prohibición de concurrir al lugar o de acercarse a sus alrede-
dores, a fin de satisfacer los deberes de protección respecto de la niña y su
Solimine estima qué" ...en todos los supuestosdonde procede la exención de
prisión o excarcelación no procede la prisión preventiva y por carácter residual, el
procesamiento debe ser sin prisión preventiva". Con acierto opina que no resulta-
rá necesatio documentar el incidente de excarcelación para quienes se encuentren
detenidos, pues dicho trámite "...no se formará en el caso para permitirle obtener
su libertad -pues su situación se adecua a la figura del procesamiento sin prisión
preventiva, que ya la asegura- sino al solo efecto de caucionarlo; esto es para agra-
var las condiciones bajo las cuales recuperará su soltura, erigiéndose tal extremo
en una clara desviación del instituto bajo análisis"'519.Se impone coincidir en que
la posibilidad de libertad provisoria -exención o excarcelación- puede obstar al
procesamiento con prisión preventiva a menos que se revoque. El giro del texto
"...se dejará o pondrá en libertad provisional al imputado...", establecido en el pá-
rrafo primero, autoriza a desplazar todo el régimen de la libertad provisoria cuando
se decrete el procesamiento de un imputado -sin prisión preventiva- sujeto a en-
cierro en esa ocasión. Si no se dispone la prisión preventiva, en forma coetánea, la
soltura de quien está en detención no debe encarrilarse a través de la excarcelación.
Si se halla en libertad, subsiste la exención o la excarcelación ya otorgada. Cabe
destacar que Solimine cita decisiones tanto adversas'520como favorables152'a su
opinión. Para nosotros, las medidas aquí autorizadas configuran una situación autó-
noma de libertad provisoria. Es que al no proceder el encierro se estima que basta
con las restricciones consignadas'522.Si no se adopta la prisión preventiva, corres-
ponde desaprobar la decisión excarcelatoria, pues dtcha medida importa descono-

CCC, Falios t. 111, p. 377.


TOC, nro. 9, SJP, LL del 281712003, f. 105.893.
"Relación entre procesamiento y libertad caucionada en el Código Procesal Penal de la Na-
ción", LL del 2011 111997.
. nro. 17.
l S 2 W pcit.,
'12' Op. cit.,nro. 18.
En contra, al considerar que pueden ser conjuntas las restricciones del an. 310, páni lo, con
las medidas del an. 320, CNPE, sala de feria, LL del 231211998, f. 96.664.
PROCESAMIENTO

ndato del art. 3 10, que no admite otros condicionamientos para la libertad
aquí previstosisz3.Dichos recaudos pueden imponerse aun en el caso de
ación1524; a veces la alzada ejercita dicha atribuciónis2s.La CCC, sala V, se-
si bien la libertad por este precepto es incondicionada, no implica soslayar
ncia de una caución's26.La solución de estos discrepantes criterios viene por
siringir cuando opera el art. 310i527.
del instituto se logra a través de las conclusiones a que

rocesamiento sin prisión preventiva: a. l . delitos sin previsión de pena pri-


la libertad; a.2. aunque susceptibles de dicha pena, cuando resulte previsi-
penso (art. 3 12, inc. lo, o segundo supuesto del art. 3 16,
situaciones señaladas en el art. 319). En ambos casos,
lación o exención con garantía real, debe cesar y sólo

Procesamiento con prisión preventiva: b. l. si no resulta viable aplicar pena


que la situación del imputado no se ajuste
O, comprensivo de los casos en que la escala

se presentan cualesquiera de las restricciones

nfivmación de la libevtadprovisoria ya otorgada a través


rmarse de oficio -art. 3 18, páni "1 si no había tra-
tuaciones subordinables al primer supuesto del art. 316,
la pena pueda resultar de cumplimiento efectivo si no se
art. 319. Este es el único supuesto en que el régimen de

ente su dictado cuando el tiempo cumplido


na conminada; sobre todo en el caso de es-
17 de la ley 23.737 prevé la suspensión de la aplicación

obsta a la excarcelación del imputado el hecho de que esté sometido al ré-


e suspensión del juicio a prueba, pues como el CP, en su art. 76 ter, pán: 5",
ece que "cuando la realización del juicio fuese determinada por la comisión
nuevo delito, la pena que se imponga no podrá ser dejada en suspenso", será
ster que exista una condena firme que declare su comisión, no bastando a estos
la mera imputación'530.

CCC, sala VII, JA 2001-111-757; id., id., LL del 311812000, f. 100.818; id, id., DJ 2000-3-
f. 16.323; id., id., DJ 2000-3-708, f. 16.165; id., id., DJ 2000-1-1150, f. 15.319; id., id., LLdel
01, f. 101.944, id., sala 1, ED del 131212001, reseñas a cargo de REPETTO, nros. 14, 15, 16, 17 y
a id., ED del 281412000, DPPC, f. 107.

CNPE, sala A, LL del 2711 112001, f. 102.953; DJ 2001-3-899, f. 17.505; CCC, sala de feria,
~Lde~2711112001. f. 102.951.
'*" CCC, sala V, DJ 2001-3-414, f. 17.312.
1526 CCC, sala V, LL del 221812001, J. Agmp., f. 16.014.

'"' GOROSTIAGA, "Procesamiento y excarcelación. Relacioiies entre ambos institutos", ED del


71912nnn
'"' Op. cit.
'"' CFed., sala 11, LL del 191412000, f. 101.860.
'""CC, sala VI, LL del 2911012002, f. 104.649,
548 PJ~OCESAMIENTO' Art. 311

b) Dictado de inhabilitación
Resulta cuestionable la constitucionalidad de la medida autorizada por la ú1-
tima oración del primer párrafo pues se presenta como un anticipo de pena aún no
impuesta. Por otro lado, puede Ilegarie a situaciones de imposible reparación ulte-
rior; tal el caso si se imputa un homicidio culposo a un médico por "mala praxis", se
le impide ejercer su profesión y luego se le absuelve.
Bien dice Donna, en su disidencia, que es i~iconstitucionalla obligación
restrictiva impuesta para prohibir su asistencia a determinados espectáculos depor-
tivosiS31.
c) Casos de violencia familiar
Sobre el párrafo incorporado por ley 24.417, ver Grosman y Martinez Alcor-
también Lamberti y S á n c h e ~ l ~ ~ ~ .
Cariicter y recursos
311. Los autos de procesamiento y de falta de mérito, podrán ser revocados
y reformados de oficio durante la instrucción. Contra ellos sólo podrá interpo-
nerse apelación sin efecto suspensivo; del primero, por el imputado o el ministe-
rio público; del segundo, por este Último y el querellante particular.

a) La revocación significa dejar sin efecto lo resuelto; la reforma consiste en


su modificación. Tanto una como otra tendrán que fundamentarse, adecuadamente,
para cumplir con el art. 123.
b) La apelación sin efecto suspensivo no impide la inmediata ejecución de lo
resuelto: no lo consiguen ni la deducción del recurso ni el trámite para resolver sobre
su admisibilidad (ver comentario al art. 442).
La impugnabilidad subjetiva respecto del auto de procesamiento se otorga
al imputado; también al defensor que a tal efecto lo representa (arl. 434, pán. 2").
Además, al MP, tanto en contra como a su favor (art. 433). La querella no tiene
facultad para recurrir el auto de procesamiento, máxime si sus agravios se dirigen
a disentir con la calificación legal asignadaíS3! Pero sí puede hacerlo contra el em-
bargo dispuesto sobre los bienes del imputado, ya que puede causarle un gravamen
irreparable'S3S.
En lo que atañe a la falta de mérito,,pueden impugnarla el MP y el querellante
particular. Como no causa estado, se explica que no se otorgue al sujeto pasivo de la
imputación. Esta limitación no afecta el art. 18, CN, pues su declaración no le causa
gravamen irreparable al imputado y es estrictamente p r o v i s ~ r i a ' En
~ ~ vez,
~ . tanto al
MP como al querellante les interesa que se convierta en procesainiento por la alzada,
pues así refuerzan la posibilidad de que el proceso se lleve a juicio (arts. 346 y 347,

'13' CCC, sala 1, JA 2001-1-728.


'l" "Una ley a mitad del camino. La Ley de Protección contra la Violencia Familiar", LL del
271311995.
'$3' "Apreciaciones sobre la Ley de Protección contra la Violencia Familiar", ED del 161811995.

CCC, sala V, JA del 61812003, p. 84.


'S's CCC, sala VI, JA del 281112004, p. 68.

CNPE, sala B, SJP, LL del 51712002, f. 104.003, o JA de1 291512002, p. 82.


si lo entiende Palacio15i7,al seiialar que si la finalidad de todo recurso
la sustitución de la resolución impugnada por otra satisfactoria para el
quien lo dedujo, "...no se advierte de modo alguiio la necesidad de norma
e, durante el período instructorio del proceso penal, habilite a la Cámara
iones para sustituir el auto de falta de mérito por el de procesamiento...",
coincidentes de Vélez Mariconde y Clariá Olinedo. Añade Palacio que -
o razonamiento de que se vale el tribunal seria válido para apoyar la con-
que la Cámara de Apelaciones carecería de atribuciones pai-a convertir
solutorio en una sentencia coiidenatoria, debiendo limitarse a reenviar
la causa ;il juc/ de sciitcnci;~1):ir;i ipi' ~,nciiadreI ~ ~?> ; I ~ I I I L . I I I C 1;i io~icl~cia
eti~iii~i~cl:~
v fiis el ( I I I L I I I I I ~ I I de
~ In i x n i i si)ii 13 linalidnil \ isibl~iiiciiie:iksur~la dc briii~l;ir
enado una nueva posibilidad recursiva..."; en especial si la defensa no se vio
oda iiitervención en el procedimiento de segunda iiistaricia..."15'S.
mismo fallo del tribunal santafesino --cuyo criterio comparte- lo recuerda
en cuestiona la posibilidad de que el tribunal de alzada sobresea
revocar el p r o c e s a m i e n t ~ 'aunque
~ ~ ~ ; los casos no son siinilares ---el
ino conocía por vía de apelación de una falta de mérito mientras el
ia al expedirse sobre un auto de procesaniiento y prisión preventiva
la conclusión en ambos no puede ser diferente. Si la contraparte no se
de participar en el trámite del recurso, con ajuste a lo prescripto por el
uanto aseguró la inviolabilidad de la deferisa en juicio, la jurisdic-
1 de alzada, al hallarse adecuadamente en iuiiciones, hizo posible
ronunciamientos.
acio mantiene su opinión sobre el tema al comentar un fallo de la CCC,
, que se abstuvo, al revocar un sobreseimiento, de dictar el procesamiento
considerar reunidos los extremos del ait. 306; expresa que "...no se ajustó
de pleiiitud jurisdiccional al que se hallan sujetos, frente al recurso de
s tribunales de alzada, hizo mérito de una norma convencional sólo apli-
a las seiitencias coiidenatorias, y al reenviar la causa al juzgado de instrucción
la necesaria vigencia del principio de celeridad en materia penal con menos-
o, de la norma contenida en el art. 14, inc. 3", suhinc. c), del Pacto In-
Derechos Civiles y Políticos, conforme a la cual toda persona acusada
derecho 'a serjuzgada sin dilaciones indebida^""^^'.
a CCC, sala VIL, considera que la coiiversión del auto de falta de mérito por
ado de procesamiento no es una imposición para el tribuiial de alzada, pues no
dispositivo alguno que así se lo exija; constituye una facultad de la Cámara,

"El auto de procesamiento dictado por la Cáiiiara de Apelaciones y la garantía conslitu-


al de la defensa en juicio", comentario de la resolución de la CS Santa Fe, f. 93.181, SJP, LL del
995; se trataba de un procesamiento resuelto por la Cámara de Apelaciones al revocar el arito de
mérito dispuesto por el juez instructor.
A criterio del aciualizador, el liecho de permitir que en una instancia recursiva se piieda
una absolucióii en condena, impone necesariamente adoptar u11mecanismo que pet-iliitn quc
tencia pueda ser revisada por el imputado para garantizar la doble i~istaiicia.Ver nuestras
s en el comentario al an. 470.
sposiciones generales sobre los recursos en el Código Procesal Penal de la Nación", LL
,p. 3, 11. 70, rciniliéiidose a un coincntario de NUscz, "Dos casos de usiirpación dc la
e sobreseer", JA serie conternimrAnea, 1970-V11-673, f. 2.092.
O'" Conf. op. cit., p. 674, columna segunda.
''" U d e l 301611998, f 97.388.
550 PROCESAMIENTO Art. 311

que podrá adoptar según la valoración y conveniencia ajustada a cada caso concreto.
Además, entiende que el dictado del procesamiento por el juez de grado redundará en
un mayor respeto a la garantía de la doble instancia y defensa en juicio. No obstante,
advierte que el pronunciamiento que"desapruebe la falta de mérito deberá ser cuida-
doso en no exceder los límites impuestos por el preju~gamiento~~'~.
El agravio habilitante de la apelación puede radicar tanto en los fundamentos
de hecho -relación del episodio e indicación de las probanzas que lo sustentan y
participación del imputad- como en la calificación del delito, consistente en el
acierto jurídico al encuadrarlo desde el punto de vista del derecho penal sustancial.
La posibilidad de recurrir, al estar reconocida por la ley, deviene garantía cons-
titucional incluida dentro de la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN); aunque
ahora en virtud del art. 75, inc. 22, id, tiene dicha jerarquía, sin discusión cuando se
trata del imputado (arts. 8.2., inc. h], CADH, 14.5., PIDCP, 75, inc. 22, CN). Nopue-
de cegarse por la falta de oportuna notificación; si así ocurre, la omisión implicará
la nulidad de lo resuelto siempre que se reclame tempestivamente (art. 170, inc. lo).
En consecuencia, es subsanable, por lo cual es relativa (art. 171, incs. loy 2O); sobre
todo por el carácter eventual de la actividad impugnativa.
Señala Wagner que, ante un procesamiento ordenado por el Tribunal de alzada,
no se vulnera el derecho de defensa del imputado si éste dispone de un recurso +a-
sación- que le permita un examen comprensivo e integral de todas las cuestiones
debatidas y analizadas'543.
Solicitar la intensificación de las medidas probatorias no constituye argumento
apto para hacer prosperar la apelación de la falta de mérito's44.
Resulta de un excesivo rigor formal que, como consecuencia de la nulidad del
acta de secuestro, se descarte a los efectos de la apelación del auto de procesamien-
to, el valor de la restante prueba indiciaria recogida en el curso del proceso si no se
establece cuál era el nexo directo o inmediato entre la supuesta actuación irfegular y
las otras diligencias independientes en cuyo transcurso también se había acreditado
la comisión del delito's45.La alzada tiene que examinar los planteos sometidos a su
consideración y evaluar los agravios propuestos. De lo contrario se compronlete la
defensa en juicio del recurrente1546.
Es posible que utilizada esta vía contra el procesamiento -cualesquiera sean los
términos empleados para exteriorizar la voluntad impugnaticia- se concluya, pese a
mantenerlo, revisando la procedencia -luego de verificar la calificación recaída en
aquél- de la prisión preventi~a'~~'. Pero la crítica a la calificación legal no puede ser
examinada al resolverse el recurso contra la denegatoria de la excarcelación's48.

"" SJP, LL del 28/7/2003, f. 105.887, con nota adversa de TASSARA, "Las decisiones de mérito
dictadas por una Cámara de Apelaciones".
"O WAGNER, "Elderecho del imputado a recumr el auto de procesamiento...", CDJP, Casación
5,p.251.
'IM Cám. Acus. Córdoba, LLC 1991-51.
"" CS, JA 1998-1-555, disidencia de los doctores Nazareno, Moliné O'Connor, López y Vázquez.
CS, JA 1998-11-42.
'j" CF San Martin, sala 11, 1711011996, "Vargas, Emiliano Gahnel y otros síinf. ley 23.737".
c. 1146, LL del 181111999.
CNPE, sala B, SJP, LL del 51712002, f. 104.001.
PROCESAMIENTO

ostiene la inapelabilidad del auto de prisión preventiva, pues la situación


la libertad puede revertirse mediante el trámite e x c a r c e l a t ~ r i o ~ ~ ~ ~ .
En un importante trabajo sobre el tópico, S ~ l i m i n eencara
' ~ ~ ~ las diversas
es planteadas en cuanto al ámbito recursivo. Aprecia que el Código lo
expresamente para el procesamiento aunque por extensión ajusta con la
ción de la prisión preventiva. Da cuenta de los criterios interpretativos en- -
i55',y se pronuncia a favor de la procedencia del recurso, avalado por dis-
S imperantes en el ámbito internacional, sustento que abre la posibilidad de
ién lo haga el querellante.
s acompaña en la viabilidad del recurso de reposición.
cuanto a la casación, enseñaba que a partir del fallo " R i ~ z o " ' ~cuando
~ ~ , se
libertad caucionada, el recurso ante la Cámara dejaba expedita la vía del
extraordinario ante la CS. Sólo resultaba utilizable la casación si la libertad
ria hubiese sido decidida durante la etapa del juicio. Entendía, con razón, que
ién la vía casatona queda deparada si la alzada de apelación revocó la libertad
dida o la otorgó más gravosamente. Pero apartir de lo resuelto por la CS en "Di
e1 tránsito por la casación deviene ineludible.
Debe notificarse como corresponde, empero si el imputado obtuvo personal-
ocopia, tomó conocimiento y tuvo la posibilidad de demostrar su voluntad
nar. El plazo es perentorio y no lo prorroga la designación de nuevo letra-

bis. En las causas por infracción a los arts. 84 y 94 del Código Penal,
s lesiones o muerte sean consecuencia del uso de automotores, el juez
el auto de procesamiento inhabilitar provisoriamente al procesado
cir, reteniéndole a tal efecto la licencia habilitante y comunicando la
al Registro Nacional de Antecedentes del Tránsito.
medida cautelar durará como mínimo tres meses y puede ser pro-
a por períodos no inferiores al mes, hasta el dictado de la sentencia. La
y sus prórrogas pueden ser revocadas o apeladas.
período efectivo de inhabilitación provisoria puede ser computado para
limiento de la sanción de inhabilitación sólo si el imputado aprobare un
los contemplados en el art. 83, inc. d), de la Ley de Tránsito y Seguri-

bre la constitucionalidad del párrafo segundo tenemos los mismos reparos


fonnulados en ocasión del comentario al art. 310.

Por la inapelabilidad, CCC, sala IV, 181511993, "López, A,"; id., sala VII, 1611011992,"Re-
912000, f. 100.974; id, salaV1, LLdel3011012000, f. 101.105; CPed.
; las dos salas de la CFed. (sala 1,61111993, "Alonso J. C."; id., sala

" Fallos: 328:1108.


CCC, sala V, LL del 61812001, f. 102.414.
"*' Incorporado por el art. 93 de la ley 24.449.
552 PPISlÓN PREVENTIVA Art. 311 bis

La CCC, sala 1, estima constitucional que el legislador cercene provisoriamente


el derecho a la conducción de vehículos; se trata, según sostiene, de una razonable
restricción para quien, en principio, ha sido impiudente en el uso de un automotor155G.
La misma sala, aunque con distinta integración, declaró la inconstitucionalidad
de la norma por entender, en opinión que se comparte, que la medida no responde a
los fines que debe perseguir toda medida de coerción en el marco de los objetivos del
proceso: averiguación de la verdad y cumplimiento del derecho material mediante la
neutralización de los peligros procesales respectiv~s'~~'.
La CCC, sala VII, consideró acertada la medida en un caso donde los imputa-
dos eran conductores profesionales que habrían incrementado el riesgo en el tráfico
vehicular a partir del inespeto de los deberes objetivos de cuidado que conocen y
deben extremar durante el traslado de otros ciudadanos's58.

a) Naturaleza jurídica
Es la medida cautelar de carácter personal más intensa pues, una vez dispuesta
y hecha efectiva, el encarcelamiento perdura durante todo el trámite del proceso. A
menos que el encierro pueda hacerse cesar mediante la excarcelación (arts. 3 16, páni
lo, y 3 17); sobre todo al cumplirse el plazo de dos años fijados por el art. l o de la ley
25.430'560.Generalmente se dicta al convertir la detención (art. 283) en prisión, lo
que significa un progreso en torno a la sospecha inicial que, de eficaz para promover
la instrucción, ha prosperado. Al decidirse, aquella probabilidad se ha convertido en
posibilidad. Pero nada obsta a que, cubiertos los extremos formales del a&. 312, se
haga efectiva respecto de una persona que se encuentre en libertad; es posible sopor-
tar prisión preventiva sin transitar previamente por el estado de detención.
b) Requisitos
Tiene los mismos presupuestos que el auto de procesamiento (ver art. 306).
Respecto al de carácter formal -declaración indagatoria-, parece obvio que, en
los casos de extradición activa (arts. 52 y 53), su previa recepción no resultaba ne-
cesaria, pues podía tomarse de cumplimiento imposible; tal el supuesto de que el
imputado no haya comparecido en momento alguno ante el tribunal'561.Ahora basta
con la orden de detención si contiene el relato de los hechos, la calificación legal co-

'is"A del 131312002, p. 76.


lSs7 CCC, sala 1, 511012007, "Ivanoff', RDP, LexisNexis, 112008, p. 86 (la resolución fue sus-
cripta por los jueces Rimondi y Bmzzone). En sentido similar, aunque sin mediar declaración de in-
constitucionalidad, CNCP, sala IV, 811012009, RDP, AbeledoPerrot, 712010, p. 1273.
291312010, "C., H. C. J.", RDP,AbeledoPerrot, 712010, p. 1305.
Sobre los plazos de duración de la prisión preventiva, ver leyes 24.390 y 25.430. que se
incluyen eii el Apéndice.
BO del ll612001.
CCC, Fallos t. 11, p. 254.
PRISIÓNPRFXENTIVA

otivos para sospechar que el requerido tomó parte en el delito

ta de cubrir las exigencias para solicitar el cumplimiento de la prisión


anjero -extradición activa-, su decisión corresponde al juez de la
nacional como provincial'562.
ma el grado de creencia propio de la certeza, sino que debe satisfacer- -
bilidad o, mejor aún, con la verosimilitud~s"".ólo debe valorarse la
la realidad objetiva como fundamento indispensable de la medida cau-
u determinada figura c r i ~ n i n o s a ' ~ ~ ~ .
echos que la originan son varios, corresponde analizarlos por separado.
medida propia de la instnicción. Sólo hacen excepciói~a este principio
ramitadas segúii el procedimiento especial previsto por la Ley de Defensa
22.262), cuyo art. 38 autoriza a dictarla, cil esos casos, al
ose una situación similar a la qiic puede presentarse en los
cción privada, en los que también inciimbe hacerlo al órgano

detención como la prisión preventiva resultan computables a


ondena íart. 24. CP)'565.
CC, sala VII, estima momento inicial del cóinputo no el de la efectiva
de la libertad - e n el caso, mediante la apreheiisión-, sino a partir de su
aiiotación a disposición del juzgado requirente'j". No se ha tenido reparo
art. 2' y se ha privilegiado a la burocracia judicial en des-

rro se descuenta que la prisión preventiva injusta, a criterio


se hace pasible de recurso de apelación, pues, aun dictada
interlocutoria que decide cuestiones o situaciones iinpor-
roceso. Si bien por vía de principio las interlocutorias son
via sustanciación, existe aquiescencia en materia pro-
ntro de aquel género a toda resolución que fije un hito
a que la prisión preventiva así resulta; en consecuencia,
cióil es admisible según lo prescripto por el art. 449. Dicho texto posi-
én considerarla como una resolución causante de gravamen irreparable,
tomaría admisible el recurso de apelación. Con carácter
revocatoria por vía del recurso de reposición (art. 446)
ada en forma subsidiaria la apelación (art. 448). El art. 448 advierte
e cumple no obstante la iilterposición del recurso. Aunque la
nomainente apelahle con relación al auto de procesa-
ugnación no tiene efecto suspei~sivo;si no se cuestionó
ón previamente otorgada, debe cumplirse el en~ierro'~".

S, Fallos 238:329.
CC, ED 82-595, nro. 300.
C, Fallos 2" serie, t. 11, p. 378; CF Paraná, JA27-1975-700, f. 4739.
RUA,Código..., p. 284,nro. 10.
el 301711999, f. 99.094, o DJ 1999-2-1222, f. 14.518.
' CFed. La Plara, sala 11, 28/4/1995, "Mironiouk, Hugo Alberlo", c. 15.696, con disidencia del
ien considerb en pugna con el articulo 2O iiegar el efecto suspe~isivocuando la medida
l a se origina en una ievocaloria - a l . 333- apeiable coi? diclio efecto.
Dictada a raíz de disponerse el procesamiento del imputado y en cuanto la
cal~ficacióndel delito no se ve reemplazada por una figura penal más gravosa - e n
cuya virtud ya se encontraba regularizada la detención del encausado- no toma
imperativo un nuevo auto, pues el ahterior conserva plena eficacialS".
La prisión preventiva puede impugnarse en forma separada del procesamiento si
tanto el defensor como el imputado se persuaden de su improcedencia; dicha orden es
cuestionable como consecuencia de que también lo es salvo casos excepcio-
n a l e ~ ' ~Desde
~ " . luego que esto descuenta, amén del dictado coetáneo de ambas resolu-
ciones, que no se confirme la libertad provisional decretada antes (art. 3 12).
El agravio, precisamente, radica en que el procesamiento pudo decretarse sin
prisión preventiva (art. 310). Esto significa, en los casos en que se dicte el proce-
samiento encontrándose en libertad el imputado, que las restricciones a su libertad
personal resultarán menos intensas que las previstas para la excarcelación. En efecto,
el art. 3 10 autoriza la puesta en libertad sin forma alguna de caución; a lo sumo se
faculta al magistrado para imponer ciertos límites.
En vez, la excarcelación debe extenderlas a las fijadas en el art. 326, que son
mayores, amén de lo innecesario de la caución en el caso de procesamiento sin pri-
sión preventiva. Por ende, del cotejo entre las mínimas limitaciones del art. 312
frente a las exigencias del art. 326 y a las garantías de los arts. 320, 322 y 324, se
pone de manifiesto el agravio. La impugnación de la prisión preventiva no cercena
el derecho a recurrir la denegatoria de la excarcelación (art. 332). No hay incompa-
tibilidad en el trámite simultáneo; a lo sumo, de prosperar la puesta en libertad por
cualquiera de las dos vías, resultará innecesario que el tribunal decida sobre la otra,
pues ya no hay interés al neutralizarse el agravio y la cuestión se ha convertido en
abstracta. No obstante, se ha hecho prevalecer la falta de previsión expresa en la ley
para considerar erróneamente concedido el recurso de apelación contra el auto de
prisión preventiva; aunque, por haberse deducido también contra la denegatoria de
excarcelación, al prosperar esta impugnación se dejó sin efecto la prisión 'preventiva
resuelta en el principalIs7'.
El auto de prisión preventiva no constituye, en principio, sentencia definitiva
ni es equiparable a ella en los términos del art. 14 de la ley 48'572.Como excepción
se ha admitido la procedencia del recurso extraordinario federal si la frustración
del instituto de la excarcelación surge del reenvío que las normas que lo regulan
hacen a la calificación efectuada en aquélla. Por ello procede cuando carece de toda
fnndamentación al no hacerse mención alguna a cuál es la conducta punible; se esti-
mó desconocida la garantía de la defensa en Al comentar el fallo, Sagüés
afirma que "no es necesario plantear tal excarcelación para, ante su denegatoria,
articular después el recurso extraordinario"; basta con cuestionar la prisión preven-
tiva si su calificación obsta a la libertad provisoria; además, deben afrontarse los
otros requisitos de aquel medio impugnativo -superior tribunal de la causa, tema
de derecho federal o gravedad institucional, agravio actual y concreto, introducción

'*" CCC, sala VII, ED 156-541, E 45.599.


CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. V, p. 221.
CCC, sala IV, LL del 301611998, f. 97.402 o DJ 1998-3-489, f. 13.451.
li" CCC, sala VII, 1611011992,"Reyes Ortiz, C. y otro", c. 27/19 y 20.
CS, JA 3990-111-381.
'*'"S, ED 152-7 15, f. 45.123, con nota de SAGOBS,"Autos de prisión preventiva equiparables a
'sentencia definitiva' para el recurso extraordinario".
PRISION PREVENTIVA

to de cuestión federal, etc.-. También indica la situación peculiar del


ado prosiguió en libertad durante el proceso, aspecto que, en principio,
que se considerase al decisorio como sentencia definitiva; sin embargo,
ución producía otros efectos colaterales, pues le impedía el desempeño de
notarial. En vez, para la CNCP, sala 1, la equiparación a sentencia defini-
ronunciamientos sobre libertad provisoria constituyen la excepción's74. -
n Maiiín, sala 11, considera que no puede ser paralelamente computa-
e detención cautelar cumplido a disposición de otro magishado para
ompurgada una pena impuesta por sentencia firme'57s.
.390 con las reformas operadas por la ley 25.430'576
las leyes 24.390'577,que regula la duración y
tiva, y 25.430'578.Se advierte que el texto de la primera
los arts. lo, 2', 3', 4", 9", 10 y 11, y se derogaron los
;perduran los arts. 5' y 6' de aquélla.
de la aplicación de oficio de la ley 24.390 aun encontrándose pendiente el
recurso de apelación; este régimen resulta más favorable que el del Có-
pues no admite postergar la libertad al superarse los plazos previstos;
es imperativo y sólo puede enervarse su aplicación por oposición fundada

5.430 le asigna carácter reglamentario del art. 7", inc. 5",


a la CN con jerarquía superior a las leyes y como comple-
antias enumeradas en su parte dogmática (art. 75, inc. 22,
plazo razonable" para el mantenimiento de la detención señalado en aquélla
era exceder los dos años previstos para la duración de todo proceso por el
del Código anterior (ley 2372)'580.En la nota al fallo Bidart Campos dice que
ción del tratado, ahora alojado en la CN, toma aplicable sus disposiciones
ación, aun cuando el aspecto sea procesal's8'; por ende,,

poriti Barboza", del 2211211994, JA del 161811995, p. 52.

11994, "Fernández", JA del 12/7/1995, p. 29.

sa Funes", .lA del 151111997, p. 43, disidencia del doctor


El concepto razonabilidad es netamente específico y particular para cada caso
y en buena medida sujeto a la valoración del juez1583. La CF Cap., sala 1, invoca el
caso "Firmenich" resuelto por la CS el 2817/19871584 e itera la dificultad de traducir
el concepto de "plazo razonable" e,p una cantidad concreta, el respaldo constitucio-
nal del encarcelamiento y sostiene que el art. 7', inc. 5", del CADH, incorporado por
el art. 75, inc. 22, a la CN, "...no ha derogado las normas rituales que rigen el insti-
tuto de la excarcelación"; pone énfasis en que no se ha "...instaurado un sistema de
libertad automática...", pues se trata de excarcelación y ateniéndose al texto del
art. 380 del Código anterior desestima la libertad provisoria; en vez, la disidencia
considera arbitrario incorporar a la ley la exclusión de cualquier delito, invoca la
Convención de Viena y concluye que la razonabilidad "...debe entenderse garantía
fundamental", resultando inconstitucionales las restricciones establecidas por la ley
24.390; después de recordar el precedente de la CS " A l ~ n s o "expresa:
~ ~ ~ ~ "Sostener
la sobrevida de los artículos 380 y 3 19 por sobre la extinción de la prisión preventiva,
importa afirmar que nada ha cambiado o que, en todo caso, la situación se ha vuelto
más gravosa...", lo que le lleva a la conclusión de que la ley 24.390 "...no se trata de
una institucion de derecho procesal penal, sino... de una regulación sustancial que
tiende a establecer un límite al encarcelamiento preventivo; es decir, la inoperativi-
dad de las restricciones de naturaleza procesal, excepto las incluidas en la ley"1586.
La CS amerita que los plazos fijados no resultan de aplicación automática por
su mero transcurso, sino que deben valorarse en relación a las pautas establecidas
en el art. 3 19; añade que la jerarquía constitucioiial de la Convención Americana de
Derechos Humanos (art. 75, inc. 22, párr. 2",CN) ha sido establecida tal como efec-
tivamente rige en el ámbito internacional y considerando particularmente su efectiva
aplicación jurispmdencial por los tribunales íntemacionales competentes; por ello la
opinióri de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos debe servir de guía
para su correcta hermené~tica'~~'. Advierte Sagüés que el criterio de aquella Comi-
sión "...no es definitivo, ya que la Corte lnteramericana puede compartirlo o no";
agrega que la Comisión "...no dijo que los Estados no pueden establecer plazos fijos,
en aras de hacer operar el principio de 'justicia pronta' como recaudo del debido
proceso ... pero si un Estado determina un plazo fijo, de aplicación automática, la
Comisión Interamericana no condenó tal regulación..."; por ello censura que la CS
otorgue "...el mismo valor de guía a los pronunciamientos de la Comisión Interame-
ricana, que los de la Corte Interamericana. Al mismo tiempo, dedujo de un informe
de tal Comisión algo que ella no puntualizó e~actamente"'~~~. Dicha Comisión ha
dicho que la prisión preventiva no debe basarse exclusivamente en el hecho de que
un delito resulte objetahle desde el punto de vista social -conclusión con la cual

CNPE, sala B, JA 1996-IV-459; CCC Mar del Plata, sala 11, DI 1998-1-599, f. 12.654.
'58Torrespondea Fallos 3 10:1476.
611211994, C. 92.734.
Isa6C. "Astudillo Sánchez", JA 1996-11-559.

'J8' JA 1996-1V-439, o LL del 2911111996, f. 94.918, o ED 170-291, f. 47.578; CCC, sala 1V,
JA 1998-1-538, o LL del 1711211998, reseña de Fallos nro. 41.088-S; id., sala VII, LL del 2611011998,
f. 98.017; en contra, confr. el citado fallo de la CF San Martín, sala 11, ED 165-657, f. 46.873; en el
mismo sentido, CCC, sala VII, LL del 261311999, f. 98.524, al destacar que si no se dispuso la prórroga
antes del vencimiento del plazo, se produjo la caducidad de la medida.
'188 "El valor de los pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos",
JA del 161411997,ps. 214.
autor-; añade que para determinar la razonabilidad del plazo no debe
ue prescribe la ley, sino a la sana crítica del juez, quien debe ponderar
epcional y el limite fijado por la ley para su duración'5s9.El mismo
que la complejidad del caso y las necesidades de la investigación no
imas para imponer prisión preventiva, sin que medie peligro efectivo
tigación resulte impedida por la liberación del encausado'59o;reitera
puede ser establecido en abstracto, pues no se corresponde en forma
a garantía establecida en el art. 7.5. de la CADH; no basta con lo que es-
ey sino que resulta indispensable la apreciación judicial. La excesiva du-
ración del encierro piicde convenirse en una presiiin sobre el magistrado y aiimenra
la nosibilidad de imposición de una pena para -iustificar su prolonpada duración'"'.
la CNCP, sala 1, si tramiian dos procesos en forma coetánea, el cómputo
ventiva exige que en uno de ellos haya recaido condena y resulte
entar el mismo fallo, Sayago se inclina por la tesis del juez de
,para quien la aplicación de la ley 24.390 exige que la detención -por ser
se vea revestida de ilegalidad, pues en ese caso no se le ha afectado su

arse el tiempo de detención sufrido en el curso del proceso de

art. 7" de la ley 25.430, el art. 10 de la ley 24.390 estableció que


Código Procesal Penal de la Nación. Sobre todo al derogarse -art. 5'
5.430- la modificación al art. 24, CP, establecida por el art. '8 de la ley
art. 24, CP, establece cómo debe compntarse el encarcelamiento preven-
las penas. La CNCP, sala 1, tiene decidido que bajo estos regímenes Ios
isión preventiva, frente al supuesto de unificación de sentencias, deben
tiempos sufridos sin condena firme, en cada causa y en forma inde-
scuento de los períodos paralelos'595.
110 "Arce", el Alto Tribunal decidió que el art. 7' de la ley 24.390
ón previa a la reforma de la ley 25.430- resulta aplicable a todos los
les el hecho se hubiese cometido durante su vigencia'596.
CS resolvió que las exclusiones efectuadas por el art. 10 de la ley 24.390
- son legitimas, pues se han adoptado para armonizar disposicio-
derecho interno con compromisos internacionales, como la Convención de

LL del 181811998,f. 97.670, con nota de DEVOTO, "La prisión preventiva y el informe 12196
Comisión lnteramericana de Derechos Humanos", quien subraya como ideas más significativas
ad de establecer en forma abstracta el plazo razonable y la contradicción con
no fijado por ley 24.390 -también al establecer delitos no excarcelabIes- y la afec-
o, del principio de inocencia.
n el mismo sentido, CNPE, sala B, 61112005, "Petra", SE,LL del 301612005, p. 52.
LL del 24/8/1998, f. 97.691, con nota de PEREZSOLA,"Lajusticia lenta: jes justicia?'.
L del 211011997, f. 96.076; id., id. --con cita del an. 2 0 , LL del 2811111997, f. 96.386,
KENT, "EL cómputo de los plazos de la prisión preventiva a la luz de la ley 24.390: una

"Ley 24.390: cómputo de prisión preventiva y cumplimiento de pena -una controversia


",LL del 291511998, f. 97.210, id., sala 11, JA 1998-111-428.
CNCP, sala 111,2811212007,"Gonzáiez Dosil", RDP, AbeledoPerrot, 812008, p. 1437.
LLdel91112001, f. 102.875.
Del 11412008, RDP AbeledoPerrot, 812008, p. 1363; con nota de AREIZA, "Cómputo de la
Preventiva.. ,",p. 1366.
la ONU contra el Tráfico de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, suscripta
en Viena el 19/12/1988, aprobada por ley 24.072. Por tanto, dichas exclusiones se
fundan en razones de interés públbo, no lesionan garantías constitucionales de la
libertad individual, presunción de inocencia o igualdad ante la leyi597.Al comentar
el fallo, Bidart Campos señaló que se trata de una discriminación que excluye, pues
atiende a "...la mera naturaleza del delito por el que está sometido ajuicio un proce-
sado..."; añade, respecto del plazo razonable, que "(S)¡ la ley interna fija ese tope y
al excluir de él a ciertos delitos abre la incertidumbre de qué añadiduras se les puede
adicionar, tal duración ambigua e indeterminada parece prestar amplia cabida al vo-
luntarismo judicial"; supva, al comentar la ley 24.410, anticipamos que estas limita-
ciones no son, por sí mismas, lesivas para las garantías establecidas en la CN; desde
luego, el limite estará siempre en no rebasar la razonabilidad, arbitrio que si bien
habilita la discreción judicial, no puede hacerlo en forma absoluta, ya que la decisión
siempre tendrá que tener fundamentos -art. 123-'S98S,pues las razones de interés
público que llevaron a esta exclusión tienden a armonizar disposiciones de derecho
interno con compromisos internacionales asumidos por el país como la Convención
de Naciones Unidas coma el Tráfico de Estupefacientes y Sustancias Psicoirópicas;
además, se ajusta a lo dispuesto por el art. 32 de la CADH, al establecer que "los dere-
chos de cada persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad
de todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad den~ocrática"'~~~.
Conforme a un plenario de la CNCP, el art. 10 de la ley 24.390 -actual 11- no
es aplicable al delito previsto en el arl. 866 del Código Aduanero -ley 22.415-'600.
Cabe aceptar que la ley 24.390 conforma, como lo indica Solimine, un régimen
de "...concesión selectiva de la libertad..."160',quien está en lo cierto al decir que
"...la regla general debe ser la concesión de la libertad, debiéndose reservar el ejer-
cicio de la facultad jurisdiccional para denegarla, a casos excepcionalísimos, inter-
pretados muy re~trictivamente"'~~~. Acorde con ese criterio, la CS abre el recurso
extraordinario cuando advierte graves defectos del pronunciamiento denegatorio'603.
Es posible advertir, en ese fallo, una diferencia en cuanto a la extensión de la cautela
personal al aceptarse la incidencia de los plazos establecidos en aquella ley.
La mayoría de la CCC Morón, sala 111, estima que el Congreso no puede ni por
vía de reglamentación d e tratados internacionales que gozan de jerarquía constitu-
cional, legislar sobre materia procesal ni sobre las potestades de órganos jurisdiccio-

'5q' JA 1995-IV-539, o ED 166-338, f. 46.983, con nota de BIDART CAMPOS, "La exclusión de
ciertos delitos para el beneficio del tope legal en la prisión preventiva".
lis Id, LL del 61511996, f. 94.229.
También CNCP, sala 111, ED 166-343, f. 46.984; id., id., JA 1997-IV-440; id., id., LL del
311712001, f. 102.396: id.. sala IV, ED del 3011111999, DPPC, f. 65; en contra CFed.. sala 1, JA 1999-
111-663, a
la responsabilidad internacional que podría generarse la República transgredir compro-
misos internacionales; no puede pugnarse con un pronunciainiento de la Convención Inceramericana de
Derechos Humanos específico y posterior a la de la CS. La disidencia del doctor Conelezzi -CFed.
Cap., sala 1, ED 166-345, f. 46.985- deja a salvo las restricciones incluidas en laley 24.390 para fijar
el techo de la duración del enjuiciamiento penal.
'600 LL del 27/9/2001, f. 102.664, o ED del 311812001, f. 50.977; v. CNCP, sala 11, ED del
41612001. f. 50.816.
'"O' SOLIMINE, 'Eilnitación ...", p. 87.
O p cit., p. 1 14.
I6O' LL del 2611211997, f. 96.529 o JA 1997-IV-578, con comentario de ALBANESE, "La libertad
personal".
stinados a regir en las provincias1604.Este criterio coincide con el texto actual
10 sustituido por el art. 7" de la ley 25.430. Es que la incorporación al CPP
que el Congreso transitó por la senda indicada por el tribunal provincial.
actual art. 2' aclara que el plazo de dos años establecido por el art. lo para
ón de la prisión preventiva caduca cuando se ha dictado sentencia con-
a, aunque ella no se encuentre firme. Algún tribunal ya había decidido -
beneficios de esta legislación operan mientras el interesado permaneció en
n sin sentenciar605. El carácter procesal de las disposiciones de la ley 24.390
gulan los institutos de la prisión preventiva y la excarcelación, lleva a concluir
25.430, que en su art. 2' establece que los plazos no se computarán a los
la prisión preventiva cuando se cumplieran después de haberse dictado sen-
denatoria, también reviste carácter instrumental y por ello resultan de apli-
cación inmsdirira a los procesos en trimite, encontrando Única excepcióri en la expresa
decisibn de la ley sobreviniente o en los casos cji qiie dicli~aplicaci611al'rcre la \.alide~
de actos nrocesáles cum~lidosv firmes baio la viiencia de normativa a b r o ~ a d a ' ~ ~ ~ .
. .
Se ha nroniciado 1; abolición de la nrisión Geventiva como medida de Coerción
al par de subrayarse que es la ulrima rurio de ellas y se postula la regiilación ds rnc-
didas altemativas "...más allá de las clásicas cauciones jiiratoria y real"'(0'. I'uera de
cia con la conclusión, lo cierto es que el encierro con proyección en el
s de la sentencia firme de condena, implica una iniquidad sólo paliada
24.390 y 25.430t608.
omunicación impuesta por el art. lo de la ley 24.390 -a&. lo de la ley
instaura una forma de consulta por la alzada semejante a la establecida por
.Hace excepción al régimen general de los recursos al escapar al principio
al regularlos reclama la iniciativa de parte; en este caso se cumple

sala 111, estima que no procede el recurso de casación cuando la


preventiva reconoce sustento en las prórrogas autorizadas por la ley 24.390,
su procedencia es controlable en la revisión automática y obligatoria que

ha señalado que "...la única posibilidad de debatir la justificación de la medi-


aquel que la padece sena otorgarle alguna forma de participación previa a su
n, lo que debe extenderse a las otras partes del proceso". Se requiere que la
ión sea fundada, con ajuste al principio general sentadopor el art. 123.Además,
arse el tiempo que insumirá la prórroga, porque "...el legislador en este caso no
ndido un cheque en blanco por un año y que el plazo, obviamente, puede ser
or si no es necesario". La falta de fundamentación atendible descalifica la próno-
bien Bruzzone que las únicas razones para justificarla resultan la cantidad de

ED 161-584, f. 46.321.
CCC, sala VII, DJ 1999-2-1222, f. 14.518, o LL del 301711999, f. 99.094.
CNCP, sala IV, 911 112001, "Duarte, Andrés slrecurso de casación".
IG /
KLFC.C~C,.
"PristOn prc'veniiva y limites del poder penal del Fstadu '11 cl sistema de rnjuicia.
miento", LI. del u 10 1997.
eflexiones sobre la ley 24.390 (Ámbito de aplicación, su art. 10 y la reforma
)",LL del 7/2/1995; id., "Libeiiad por exceso del plazo máximo legal tole-
-artículos 1" a 6Q', LL del 131311995; Jurispmdencia Sintetizada, JA del

ED del 131612003,f. 52.083.


560 P R I S I ~ NPREVENT~VA Art. 312

delitos atribuidos y la evidente complejidad de la causa. Aunque la cantidad de Iiechos


no la trasunta, por si sola. También se requiere que la demora no sea atribuible a ma-
niobras dilatorias de la defensa téc~~ica.
En síntesis: "El control que realizan los tribu-
nales superiores de las próirogas dispuestas por los inferiores no puede ser formal ..."
y corresponde solucionar el problema en el plazo de cinco días (art. 4", ley 25.430)'6'0.
Corresponde aplicar el cómputo previsto en la ley 24.390 a las medidas de in-
ternación dispuestas respecto de menores sometidos a proceso penal (ley 22.278)'6".

Procedencia
312. E1 juez ordenará la prisión preventiva del imputado al dictar el auto
de procesamiento, salvo que confirmare en su caso la libertad provisional que
antes se le Iiubiere concedido, cuando:
1") Al delito o al coricurso de delitos que se le atribuye corresponda pena
privativa de la libertad y el juez esthe,prima facie, que no procederá condena
de ejecución condicional.
2') Aunque corresponda pena privativa de liberpad que permita la condena
de ejecuciói~condicional, si no procede conceder la libertad provisoria, segun lo
dispuesto en el art. 319.
a) Principios generales
Ninguna medida cautelas puede ser desnaiuralizada al eilcararla como antici-
po de pena; ?si lo determina tanto su propia naturaleza como la observancia de los
arts. 2' y 280.
La CCC, sala 1, considera que no corsesponde la imposición automática de la
prisión preventiva si 110 se verifica más allá de la calificación legal del hecho, la exis-
tencia de riesgos procesales: peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación"".
Bien puede ocurrir que la libertad provisional se haya otorgado al resolver una
exención de prisión (art. 316) y no resulte estrictamente necesario modificarla, pues
no se advierte motivo para Iiacerlo en razón de no preverse obstáculo para la pes-
quisa o que el imputado se sustraiga del sometimiento al Queda en claro
el distingo que efectuamos entre procesamiento y prisión preventiva, pues aquél no
supone necesariamente el encierro (ver comentario al art. 310). A su vez, tampoco
la prisión preventiva i~nplicael encierro durante todo el desarrollo del procesode
.conocimiento; ya que puede cesar mediante la excarcelación (art. 3 16). En impor-
tante disidencia, Hendler sostiene que la prisión preventiva debe ser adoptada con
el máximo resguardo, resultando inapropiado hacerlo sobre la base de una única
circunstancia que es materia de coiltroversia -calificación

'"'O Ver B ~ u r z o u ~"Los


, , mecanismos para el control de la prórroga de la prisión pmveiitiva", LL
del 191211999, nota al f. 98.369.
' " T N C P , Plenario nro. 12, 29/6/2006, "C. F., M. R."; CS, 1811212007, "López", RDP, Lexis-
Nexis, 412008, p. 638.
22/6/2004, "i.eirilis", c. 22.202, SJP, LL del 3011 112004, f. 108.367, con nota advecia de
Qui:veoo Me~oozn,"El juez en lo penal frente a la ley procesal" y 311312005, "Avalos"; c. 25.298,
151212008, "M., H. G.", SJP, LL del 241412008, con nota adversa de ALMEYU,"Prisión preventiva y
C N .. .
o. 30.
'"j Cuando los Iiechos demuestren la posibilidad de eludir la acción de la justicia, CNPE, sala A,

LLdel281911998, f. 97.894, o DJ 1999-1-964, f. 13.997.


'"' CNPE, sala A, ED del 518i2003, C 52.178.
P R I S I ~ NPREVENTIVA .:

'pamos que, a nuestro ver, la prisión preventiva y el auto de procesa-


cunibles por separado (v. Capítulo VI, "Introducción", acápite c).

los dos incisos se prevén los únicos casos en que procede la privación de
. por un lado, debe descartarse que la eventual condena sea de ejecución -
condicional y, por olro -- aunque aquel cxtr~.mose presciite co~iioviable --,que no
nneren las restricciones Queel an. 3 19 establece para conceder la libertad pro\ isoria.
o medida cauklar, la prisión preventiva depende de que ex& una apa-
derecho -la ulterior concreción de la sentencia conde-
ero para imponer la pena- y el temor fundado de
fra menoscabo durante la sustanciación del proceso
s presupuestos -apariencia del derecho y peligro en la
son comunes a las medidas cautelares en el proceso civil; pero en este últi-
o consistente en la prestación de contracautela por parte
activo. Dicha exigencia no juega, por vía de principio,
eso penal, pues la contracautela es sólo presupuesto de las medidas precau-
versan sobre bienes -embargo e inhibición- y consisten en las garantías
r quienes las solicitan o aquellos a cuyo favor se decretan; su objeto
reparación de los daños que pudiesen ocasionarse a quienes deban
el supuesto de haber sido decretadas indebidamente (ver art. 5 19).

fijarse como momento final para el otorgamiento de la exención el dictado


316), se pone de manifiesto que la persona a quien se
se a la juri~dicción'~'~,pues, de lo contrario, no cabe
la apelación (CCC, Fallos t. IV, p. 30).
utar el tiempo de privación de la libertad lo constituye
a detención, aunque fuese anterior a la fecha en que fue dispuesta la prisión
a. Durante el juicio oral, sólo especiales circunstancias, escrupulosamente
alar su sustento. La duración razonable exige detenerse en 1í-
tos -principio de proporcionalidad, pues no puede exceder el plazo de
relativos -complejidad e implicancias del caso, actividad del órgano
cesa1 del
resolvieron dos casos importantes. En el primero, la
extraordinario contra el auto confirmatorio de la pn-
eró que el aserto referente a la improcedencia de la condena
a prueba reunida, ya que se desconocía la magnitud
el ente intervenido antes y después de la gestión del
la garantía de la defensa en juicio. Estimó posible obviar
de sentencia definitiva porque la privación de la libertad determinaba que
tos del pronunciamiento no podían suspenderse por otra vía, pues generaría
e reparación ulterior. Además, la apreciación de la prueba
s jueces de la causa y ajena al recurso extraordinario- se

,Fallos t. 11, p. 252; 2'serie, t. 1, p. 342; id., t. 11, p. 341.


Fed. Mar del Plata, LL del 23/3/2001, f. 101.734, con nota de CMFERATA NORES,"Limi-
ta de la prisión preveiiiiva y recepción de los standards de la jwispmdencia supranacional".
562 PRISIÓN PREVENTIVA Art. 312

consideró arbitrariai6". En el último, la CFed., sala 11, analizó si los hechos eva-
luados tenían sustento probatorio, pues a los fines de establecer si corresponde el
dictado de prisión preventiva excluyó otros sucesos investigados en diferentes actua-
ciones que sólo pueden ser considk;ados, eventual y exclusivamente, a los fines del
art. 319'618.En el caso "Yoma", el Alto Tribunal también descalificó, por arbitrarie-
dad, la confirmación del procesamiento y prisión preventiva, pues no se analizaron,
aun con la provisionalidad de una resolución semejante, la existencia de un acuerdo
de voluntades explícito e implícito -se trataba de asociación ilícita- ni se explici-
tarou cuáles habrían sido los delitos encarados por la supuesta organización; lo equi-
paró a la sentencia definitiva, pues resulta de cumplimiento inexorable al excluir la
posibilidad de excarcelación si no es por circunstancias que sólo pueden sobrevenir
después de un lapso ~onsiderable'~'~.
Para la CNPE, sala B, el auto de procesamiento respalda a la prisión preventiva
si los hechos imputados y su calificación legal provisoria se encuentran correcta-
mente especificados -si corresponde al tipo básico o al calificado-; a su vez, debe
determinarse cuál de los supuestos aquí previstos autorizan el encierro; también debe
hacerse mención de los eventuales antecedentes computables que la autoricen; de lo
contrario, la fundamentación resulta sólo aparente y encuadra en una causal definida
de arbitrariedad'620.
Resulta nula si se dictó contra uno de los imputados que no hizo efectiva la cau-
ción real, si a otro consorte de causa se le concedió la libertad por haberla abonado,
pues ello provoca una desigualdad notoria e introduce un requisito no impuesto1621.
d) Duracion
La ley 25.430 - a l sustituir el art. lo de la ley 24.390- estableció que "(1)a pri-
sión preventiva no podrá ser superior a dos años, sin que se haya dictado sentencia. No
obstante, cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la eviaente com-
plejidad de la causa hayan impedido el dictado de la misma en el plazo indicado, éste
podrá prorrogarse por un año más, por resolución fundada, que deberá comunicarse de
inmediato al tribunal superior que correspondiere, para su debido contralor".
A su vez, el art. 2' impone: "Los plazos previstos en el artículo precedente no
se computarán a los efectos de esta ley, cuando los mismos se cumplieren después
de haberse dictado sentencia condenatoria, aunque la misma no se encontrara fir-
me". Por su parte, el art. 3' dice: "El Ministerio Público podrá oponerse a la libertad
del imputado por la especial gravedad del delito que le fuere atribuido, o cuando
entendiera que concurre alguna de las circunstancias previstas en el art. 3 19 del Có-
digo Procesal Penal de la Nación, o que existieron articulaciones manifiestamente
dilatorias de parte de la defensan. Además, el art. 4" establece que "(s)i la oposición
fundada en la última circuustaucia mencionada en el articulo anterior fuere aceptada,
las demoras causadas por las articulaciones objetadas no serán computadas.

16" "Alderete", LL del 131812001, f. 102.450.


'6'8 "Sa~lenga,Luis F.", LL del 261912001, f. 102.659.
Im9 LL del 28/11/2001, f. 102.955; id, id., LL del 25/2/2002, f. 103.356, con nota de GARC~A
TORRES, "Algunas consideraciones sobre el delito de asociación ilícita y el bien jurídico ?rotegido3',a
cuyo criterio resultaba cuestioiiable excluir la calificación en los arts. 210 y SS.,CP, y tomar asi viable
la excarcelación.
' 6 2 0 DJ 2002-3-207, f. 18.676.

'"' CCC, sala 1, LL del 31412001, f. 101.801.


P R I S I ~ NPREVENTIVA

cuando éstas fueren rechazadas, el tribu


o la caución que considere adecuada.
el plazo de cinco días y los recursos que se
ntra la resolucióu que acuerde la libertad al detenido, por aplicación
tendrán efecto suspensivo".
1 plazo si el imputado evadió la jurisdic-
n sorteando los controles fronterizos y

o por el articulo siguiente, los que fueren sometidos


lojados en establecimientos diferentes a los de los
aración por razones de sexo, edad, educación, an-
lito que se les atribuye.
expensas, las comodidades que no afecten al ré-
perjuicio de la gra-
lojeu, por medio de sus
periódicas sin distinción de sexo, en las
eglamento respectivo y usar los medios de corres-
o las restricciones impuestas por la ley.
podrhn autorizarlos, mediante resolución fundada, a salir del
nto y ser trasladados bajo debida custodia, para cumplir sus debe-
en caso de muerte o de grave enfermedad de algún pariente próxi-
iempo que prudencialmente se determine.
estro modo de ver, las relaciones íntimas contempladas son tan sólo las
lizan entre personas heterosexuales. El ámbito de privacidad garantizado
19, CN, no autoriza siquiera a suponer que el Estado pueda fomentarlas
u de carácter homosexual'623.No obstante la equivocidad del texto, cabe
sviación del instinto sexual normal, su facilitación
ias del bien común'624.
chos a la integridad personal reconocidos por el
c. 4, de la CADH; allí se establece la necesidad de separar a los procesados
ndenados y de asignar a aquéllos un &atamientoadecuado a su condición de
no condenadas.
n a las relaciones estables posteriores a la deten-
acepta que deben acordarse también a quienes padecen el virus HIV'626.

nro. 14, JA 2002-111-723.


función de lo establecido por el art. 26, PIDCP, el actualizad01 discrepa con es& postura.
97; conf. "Reglas mini-
DEL PONT,Penología...,

San Martin, sala 1, JA 1995-IV-471.


~RisiÓNPREVENTIVA Art. 315

Prisión domiciliaria
314. EI juez ordenará la detención domiciliaria de las personas a las cuales
pueda corresponder, de acuerdo al C6digo Penal, cumplimiento de la pena de
prisión en el domicilio.
Se refiere al art. 10, CP Ver también comentario al art. 502.
Si bien el art. 32 de la Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad,
24.660, establece la posibilidad de la prisión domiciliaria respecto de quien cumple
condena, resulta equitativo también se apliqtie a los procesados, puesto que, respec-
to de ellos rige el principio de presunción de inocencia y la extensión se reafirma a
través del art. 11 de aq~iellaley la7.
La aplicación del art. 11 de la ley 24.660, en cuya virtud se extienden a los
procesados las normas que la integran, salvo lo establecido en el 7", id., referente al
tratamiento de los coiidenados, opera en tanto resulten más favorables y útiles para
resguardar su personalidad. La detención domiciliaria establecida por la ley i628 pue-
de ser otorgada en los siguientes casos: al enfermo cuando la privación de libertad
en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su
dolencia y no correspohdiere su alojamiento en un establecimiento hospitalario; al
interno que padezca una enfermedad incurable en periodo tern~inal;al discapacitado
cuando la privación de libertad en el establecin~ientocarcelario es inadecuada por
su condición, irnplicdndole un (rato indigno, inhurnano o cruel; al inayor de setenta
años; a la mujer embarazada y a la madre de un niño inenor de cinco años o de una
persona con discapacidad, a su cargo; extremos que rigen de manera independiente.
Además, la denegatoria, puede pugnar con el art. 7", inc. 2",CADH, que proclaina
que nadie puede ser sometido a prisión o encarcelamiento arbitrario. Si se deniega
la solicitud se torna procedente la apelación, pues se halla en juego el acceso a la
jurisdicción garantizado por el a1.t. 7', inc. 6O, id iG29.
Quien padece una. enfermedad incurable puede obtener la excarcelatión bajo
las condiciones generales; en el caso del sida, se ha otorgado por razones de humani-
dad y por el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano'"O.
Se ha concedido la deteiición doiniciliaria a una madre de varios hijos, con
fundainento en los derecl~osfundameritales de los

Menores
315. Las disposiciones sobre la prisión preventiva no regirán con respecto
a los menores de dieciocho (18) años, siéndoles aplicables las correspondientes
normas de su legislación específica.

'"'CCC, sala VI, LL del 301311998, f. 96.585, o DJ 1998-11-43, f. 12.840; id., id., JA 1998-11-
5 15; CFed., sala 1, LL del 101912001, f. 102.600.
'" Ali. 32, ley 24.660. Texto segúii ley 26.472 (DO del 211112009).
'"9 CF San Martin, sala 1, LL del 2611011998, f. 98.005, o ED 182-633, con nota de Go~eÁi,ar,
"Cuinpliinieiiio de la prisi61i preventiva en el domicilio en procesado por razón de su edad".
'"O TOC nro. 14, DJ 1999-2-1226, F 14.520, con disidencia del juez Cataldi, quien se inclina por
la prisión doiniciliaria cuaiido no inedie cai~salidadentre la ejecucióii de la pena y el peligro de vida.
'"l CNC?, sala IV, 291812006, "A,, A. T.", SJP, LL del 3011 012006, p. 50; id., sala 111, 2711 112006,
%.,A. K.", SJP, LL del 221512007, p. 50.
través del Plenario nro. 12, la CNCP decidió que corresponde aplicar el cóm-
visto en la ley 24.390 a las medidas de internación dispuestas respecto de
sometidos a proceso penal (ley 22.278)'632.
cuestión también fue resuelta por la CS en "López", al señalar que el texto
. 10 de la ley 24.390 enumera taxativamente los casos excluidos del alcance
ey, y entre ellos no se encuentra la calidad de menor de edad del imputado. -
diferencia, más allá de la denominación, entre la privación de libertad sufri-
or el adulto durante la etapa del proceso y la soportada por un menor durante el
do de tratamiento tutelar. Concluyó que el artijicio de nominar de modo di-
te la privación de libertad de cualquier persona desde hace muchos años se
en doctrina como el "embuste de las etiquetas"'633.
obre la detención de menores. ver art. 411.,v, acerca de la eiecución de medi-
d

1comentario al art. 5 13.

VI1
CAP~TULO

EXENCIÓN DE PRISIÓN. EXCARCELAC~ON

art. 18, CN, establece que ningún habitante de la Nación puede ser penado
'cio previo; la única fuente legítima de privación de la libertad con carácter
nente no es otra que la sentencia definitiva con que culmina el proceso -tal
ce de la expresión "juicio previo1'- regular y legalmente llevado a cabo
S "...jueces designados por la ley antes del hecho de la causa...", según reza el
art. 18, i d ; ver art. lo.
n los Estados modernos, el derecho penal no se aplica de manera inmediata
ente a un hecho que presenta los caracteres del delito, como sucede en tiempos de
arbarie, sino que la efectiva vigencia de las normas que lo integran requiere una
ineludible actividad entre el hecho y la eventual imposición de la pena, tendiente a
ilucidar si corresponde el castigo; ésa es la función asignada al proceso penal cuyo
válido desarrollo exige el sometimiento del imputado al juicio.
Entre el hecho y el juicio debe mediar el proceso. Esto significa que, hasta el
omento del pronunciamiento definitivo y para no fmstrar la realización del derecho
nal material, resultan procedentes las medidas cautelares de carácter personal (ver
mentario al art. 283 e introducción al Capitulo anterior, donde se pone de relieve
fundamento constitucional: art. 69 y pán: final del art. 18, CN).
Además, al reconocerse el principio de inocencia (art. lo)se refuerza la pros-
ción de la Dena antes del juicio, consagrándose
- el disfmte de la libertad ainbula-
oria durante 4 trámite de la Causa'634.

12006, "C. F., M. R.". Ver el irabajo de GLLIS,"Que sea prisión...", RDP, LexisNexis,
. 123; también OVALLE,
' i C l a r ~ s ~del
~ rPlenario
~s nro. 12...", CDJP, Casación 617, p. 393.
Fallos 3305294, "López"; RDP, LexisNexis, 412008, p. 638.
CAPPERK~A NORBS, La excarcelación, 1' ed.; p. 18, id. 2" ed., p. 4.
3
ExENCI~NDE P R I S I ~ NEXCARCELACION

b) Principios generales
La Corte Suprema ha dicho que, aunque no consignada en términos expresos,
la limitación de la prisión preventiva mediante la fianza de cárcel segura deriva de
la cláusula final del art. 18, CN, añadiendo que la excarcelación procede como ga-
rantía constitucional y no como simple concesión de la ley penal de formai635.De
todos modos, el juez debe anoticiar al imputado, en el momento de la indagatoria,
acerca de las disposiciones legales sobre libertad provisional (art. 300). Siempre que
se preserve la eventual aplicación de la pena por otro medio menos gravoso, corres-
ponde la libertad provisoria que se funda en la CN, nace de la forma republicana de
gobierno y el espíritu liberal de nuestras instituciones'636.Por ello, y pese a que las
fórmulas de los arts. 3 16 y 3 17 parecen presentarla como una facultadjudicial, debe
rechazarse esa couclusión que pugna con la jerarquía normativa señalada por el art.
31, CN. Si la Ley Suprema garantiza en determinadas condiciones (art. 28, id.) la
libertad, pendiente el proceso (art. 18, id.), ninguna ley de rango inferior puede des-
conocerlo (arts. 31, id., y 14, iucs. loy 2', de la ley 48).
Al igual que los demás derechos constitucionales, el tuitivo de la libertad de
locomoción (art. 14, CN),-si bien no puede ser alterado, se supedita a las leyes que
reglamenten su ejercicio (art. 28, id.). A pesar de su naturaleza coustitucional, no
existe un derecho irrestricto a la libertad provisoria --exención de prisión y excarce-
lación-, pues debe adecuarse a las disposiciones procesales, siempre que éstas no
rebasen el ámbito de la Ley Suprema y se presenten como su derivación razonada.
Al punto que debe tenerse presente lo dispuesto por el art. 7', inc. 5", de la CADH en
cuanto subordina la puesta en libertad, sin perjuicio de la prosecución del proceso,
cuando se exceda un "plazo razonable"; la C§ no fija un límite temporal preciso,
pues lo subordina al caso concreto'637.
En síntesis: si bien es dable reconocer raigambre constitucional a los institutos
reguladores de la libertad provisoria, no es menos cierto que también reviste ese
origen su necesario presupuesto. Es preciso conjugar el derecho de la sociedad a
defenderse contra el delito, con el de quien soporta la condición de imputado1638.
Este dificil equilibrio excluye el examen de la conveniencia o acierto del criterio
adoptado por el legislador en el ámbito propio de sus
c) Aplicación temporal de la ley
Si bien las normas procesales, por vía de principio, se aplican a todos los actos
cumplidos durante su vigencia sin atender a las disposiciones existentes en el mo-
mento de la comisión del hecho, que como hipótesis delictual, constituye el objeto

ED del 2711111991, f. 43.802; RED 24-789, NOS. 292 y 293; CS, Fallos 300:642; 301:664
y 304:184.
'636 Fallos 7:371; 16:81; 54:273; 102:255; 301:664; C A M ~Garantias
, ..., ps. 1191126 y La liber-
tad..., ps. 13117;LOPEZBOLADO, "E1 derecho a la libertad bajo caución durante e1 proceso", LL 211711988,
comeniario a fallo 86.545; "La excarcelación en la Corte actual", investigación de jurispmdencia por J. L.
A,, JA 1988-111-868.
Ib3' ED 124-568, f. 40.303; conf. Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ED 134-171,
f. 41.759.
CS, Fallos 280:297.
'639 CS, Fallos 300:642.
excepción en lo referente a la libertad provisoria. En
licar ultractivamente una ley más benigna al r e s ~ l v e r ~ " ~ .
temperamento expuesto por el derecho judicial argentino con pocas excep-
el respaldo doctrinario indicado, se dejó de lado por la CNCP, sala IV, al
ue la ley 25.430, al modificar la ley 24.390, tomaba viable aplicar en forma -
o más estricto a las causas en trámitei64i.Pastori642censura la
e, pese a no compartirlo, deviene más que atendible:
arte general del derecho penal, resultaría procedente
ir la relación sustantiva y no al cumplirse la activi-
procesal. Las nomas que regulan el encarcelamiento cautelar son a la vez regla
y norma material por sus efectos, es decir: normas penales
ntes que son tanto derecho penal adjetivo como sustantivo,
convenga al mejor respeto de la dignidad de las personas sometidas al poder
uidadosa constrncción no empece a la sencillez del argumento
, en el párrafo anterior.
e decidida por la CS en "Arce", al decidir -remi-
el Procurador General- que si el art. 7'>de la ley 24.390 era
vigente en el momento del hecho, la aplicación retroactiva de la ley 25.430
ogatoria de esa noma-, se halla vedada por el principio de legalidad (art. 18,
,en atención al carácter material que ostentan las reglas de cómputo de la pri-
preventiva. Más aún, tratándose de normas que afectan la libertad ambulatoria,
rohibión de retroactividad regiría incluso si se considerara que revisten carácter

el proceso penal no sólo existen medidas de coerción personal directa


mas expresiones son ladetención (art. 283) y la prisiónpreventiva
312), y menor resulta la aprehensión (arts. 284 y 287)-, pues con el mismo
ósito de asegurar la presencia del imputado, durante su desarrollo, existen
autelares- que se traducen en medios indirectos, coadyuvantes a
a misma finalidad: exención de prisión -para evitar el encierro-, excarcelación
-para hacerlo cesar- y procesamiento sin prisión preventiva según las peculia-
ridades señaladas al analizar el art. 310. Además, la citación (art. 282; v. comenta-
unas como otras concretan los diversos grados de
abrá de afectar, con diferente intensidad, la libertad
rocesadoi6"'. También pueden soportar medidas cautelares de
rácter personal directas los testigos (arts. 247, párr. 2' y 248).

IMWCC.ED 19-104. f 9800. Fallos 2' serie. t 1. D 164. ~ dt ,11. D 165: CNPE. ED 33-153, f.

f. 37.788; ~ á m : ~ e nSanta
. F;, sala 1, JA 1990-11-161; CLARIÁ ..., t. 1, p. 141:.
OLMEDO, T~atado '

' LL del 8/4/2002, f. 103.543.


Prohibición de la aplicación retroactiva de normas peiiales sustantivas, adjetivas y ambi-

' M ' D e l 11412008, RDP, AbeledoPerrot, 812008, p. 1363; coi1 nota de ARBIZA,"Cómputo de la
prisión preventiva.. .", p. 1366.
16111
VIADALOPEZ- PUICCERYER, CUYSO ..., t. 11, p. 116.
568 EXENCIÓN DE PRIsIÓN. EXCARCELACI~N Art. 316

Corresponde advertir sobre la ya apuntada incorrección de calificar al institu-


to de la libertad provisoria como un apéndice de la contracauiela (ver comentario al
art. 312). Se trata de medidas cautelar,es que implican sólo un estado de libertad
vinculada a los fines del proceso, como consecuencia de una declaración judi-
cial '645.
Exención de prisión. Procedencia
316.i646Toda persona que se considere imputada de un delito, en cansa
penal determinada, cualquiera sea el estado en que ésta se encuentre y hasta el
momento de dictarse la prisión preventiva, podrá, por sí o por terceros, solicitar
al juez que entienda en aquélla su exención de prisión.
El juez calificará el o los hechos de que se trate, y cuando pudiere co-
rresponderle al imputado un máximo no superior a los ocho (8) años de pena
privativa de la libertad, podrá eximir de prisión al imputado. No obstante
ello, también podrá hacerlo si estimareprima facie que procederá condena de
ejecución condicional, salvo que se le impute alguno de los delitos previstos por
los arts. 139,139 bis y 146 del Código Penal.
Si el juez fuere desconocido, el pedido podrá hacerse al juez de turno,
quien determinará el juez interviniente y le remitirá, si correspondiere, la
solicitud.

a) Sujeto pasivo
El concepto de imputado se establece en el art. 72, aunque el texto autoriza a
extenderlo y cubrir hipótesis lindantes con las que autorizan el hábeas corpus pre-
ventivo (art. 3', inc. la, de la ley 23.098).
A fin de evaluar la procedencia de la exención de prisión en este sentjdo, la
CNCP, sala IV, considera que el derecho de defensa está relacionado con la existen-
cia de una imputación y no con el grado de formalización de ella. Debe ser ejercido
desde el primer acto de procedimiento en sentido lato, es decir, desde el mismo mo-
mento en que la imputación existe, por vaga e informal que ésta sea; esto incluye las
etapas "preprocesales" o p~liciales'~".
b) Tiempo
-Procede al tiempo de la radicación judicial (arts. 188, 194 y 195), siempre que
no se baya efectivizado la aprehensión (art. 284, inc. 3').
Constituye un arbitrio tendiente a preservar la libertad de quien no ha sido aún
encarcelado'"* y resulta admisible hasta el dictado de la prisión preventiva, pues
entonces precluye la posibilidad de lograrla. Apartir de allí la solicitud deviene inad-
misible, aun cuando no se haya hecho efectivo el encierro. Si por inadvertencia o de
manera aviesa se diera curso favorable a una petición, cuando ha caducado el plazo

FENECH, Derecho..., t. 11, p. 140; CCC, JA 1979-11-112, f. 28.248. Sobre este tema, ver el pul-
cro trabajo de CAFFEKATA NORES, La excarcelación, t. I,2' ed., con la colaboración de A l m e p , Beraja,
Bertolilio, Chiara Diaz, Figueroa y Montero; R E P E "Libertad
~, provisoria. Reseíia de jurisprudencia
penal", ED 179-8151817.
Texto según ley 24.410.
''61 RDP, LexisNexis, nro. 5, p. 919.
BERTOLINO, Código...,ps. 5221523.
E X E N C I ~ NDE PRISIÓN.EXCAITCELACION

tramitarla, correspondcría al agente fiscal anoticiar su nulidad por vía incident


, 166 y 169), o bien iuvolucrarla al deducir el recurso previsto por el art. 33
r vía casatoria (art. 456, inc. 2").

La referencia a "causa penal determinada" significa que sin proceso penal-


ierto, el pedido de eximición es inadmisible. Debe tenerse en cuenta que si la im-
tación es real y concreta, en algún supuesto cabría instar la exención aun antes de
istencia material de la causa en tribunal penal alguno; sería el caso de la deten-
ordenada por un juez de comercio en los términos del ari. 234 de la ley 19.551
hora derogado por ley 24.522 (conf. su art. 233)-, en relación con un delito para
ya investigación se ha ordenado la remisión de los autos a la justicia De
contrario se estaría frente a una situación similar a la que toma admisible el hábeas
us preventivo (ver comentario al art. 72).
d) Sujetos facultados a peticionarla
cuanto a los terceros, guardan una relación con la persona en nombre de
opician la exención, que es la de una gestión oficiosa representativa (aris.
y SS.,CC) o un mandato1650.
También puede solicitarla la persona requerida de extradición o cuyo arresto
isorio por ese motivo se ha recabad^'^^'.
La diferencia con la excarcelación consiste en que quien la postula se encuentra
' b e r t ~ ~ydprocura
' ~ ~ ~ preservarla.
En cuanto a los menores, una vez que cesó el régimen tutelar de disposición y
ueden soportar encierro, también pueden in~tarlal'~~.
uez competente
a competencia para resolver -según el páni 3'- otorg
tos matices propios del hábeas corpus preventivo. Si la solicitud se presenta ante el
juez de turno, no se afecta el principio constitucional del juez natural; siempre, desde
luego, que no se haya individualizado al tribunal bajo cuya dirección actúan los pre-
ventores (art. 186, párr. 14 segunda oración); en ese caso no resultaría legítimo que
un magistrado distinto del que tiene a su cargo la instrucción conozca lo atinente a
la libertad del imputado1654.
A favor del criterio de que el principio del juez natural no sufre mengua por la
intervención del que se halla de turno surge la exigüidad del plazo establecido para la
decisióii (art. 331). Por otro lado, esa fugaz tarea está disciplinada para obtener una
ronta protección del imputado. A raíz de la detención del fallido cuya orden
poner el juez de comercio (art. 234 de la ley 19.551 -ahora derogado por
,522 [conf. su art. 2331-) se ha considerado que la eximición de prisión en tal

CCC, JA 1979-IV-87, fndtce


'"O DAUIUICH~N, Excarcelacrón ,ps 104 y 106
FIERRO,La ley penal ..., p. 333.
SC Mendoza, en pieno, JA 25-1975-737, f. 4503.
CCC, ED 63-346, f. 27.235.
'"I CCC, sala V, 811111977, c. 9673.
caso no incumbe al juez de la quiebra sino a la justicia Al anotar el fallo,
Almeyra comparte esta última inteligencia, pues "...por sobre todas las cosas signifi-
cará el fiel acatamiento del principio de que el derecho a permanecer en libertad por
causa de la promoción de una investigación penal, jamás puede ser interferido por
cuestión de competencia alguna y de aquel en cuya virtud la libertad de las personas
sólo debe resiringirse en los supuestos de estricta indi~pensabilidad"'~~~.
No impide la libertad provisoria registrar rebeldías; en todo caso deberá fijarse
una caución en atención a la capacidad económica'657.
f) Requisitos
El encuadre jurídico del suceso -calificación penal del hecho- resulta im-
prescindible, porque tanto la escala penal aplicable en abstracto como la posible
modalidad de ejecución condicional de la pena subordinan su procedencia. El tope
constituido por el máximo opera con independencia de la viabilidad de la suspensión
de la pena'658.Ante una norma similar del Código anterior, resolvió en idéntica forma
la CCC1659y la CF Cap. '660. Si la resolución no atiende a la necesidad de mantener
detenido en prisión al impuiado -a quien todavía no se le ha impuesto de los cargos
en su c o n t r a , ni tampoco surgen cuáles podrían ser las razones de la medida cau-
telar, corresponde conceder la soltura, pese a la escala penal fijada para el delito'661.
En contra, se ha señalado que en el caso de concurso real debe rechazarse la soltura
si la pena mínima prevista, la cantidad y gravedad de los hechos atribuidos y las
pautas fijadas en el art. 41, CP, permiten avizorar que no correspondería condena de
ejecución condicional'662.Quien registra una condena a prisión anterior -compur-
gada con el tiempo de detención- no resulta excarcelable, pues la pena a imponer
en el nuevo proceso resultará de cumplimiento efectivo'663.Pero si la condena en
suspenso dictada en el proceso anterior no se encontraba firme al momento de la
eventual comisión de los hechos, la exención de prisión deviene pr~cedente'~?.
No obsta a la soltura del imputado el hecho de que esté sometido al régimen de
suspensión del juicio a prueba en el marco de otro proceso'665.

'615 C. Nac. Com., sala B, LL del 221611993, f. 91.394, que revoca el de primera instancia en cuya
virtud se había concedido la exención de prisión.
1656 ' l a coerción procesal penal en la Ley de Concursos".

16$' CCC, salaV, DJ 2001-3-700, f. 17.422.


' 6 5 8 Ver ST Entre Ríos, sala la, 171311992, "Martínez, Mano M.", JA del 411 111992.

'659 Sala I, ED 108-560, f. 33.781 -aunque la descarta cuando se trata de un reincidente-; id,,
id.,f. 37.782; salaIlI, ED 108-473, f. 37.753, p. 563, f. 37.787, y ED 111-412, f. 38.382; salaV, ED
108-361, f. 37.783,~.562, f. 37.786.
'660 SalaI, ED 111-183,f. 38.323.

'M' CNPE, sala A, ED 170-569, f. 47.642, O LL del 16/9/1996, f. 94.700, con nota a favor de Su-
PERTI, "La peligrosidad procesal y la libertad del imputado", quien hace especial hincapié en el art. 280.
CNPE, sala B, LL del 301411998, f. 97.075, o DJ 1998-2-1079, f. 13.231; id., id. LL del
311811998, f. 97.765, o DJ 1998-3-930, f. 13.620; ver disidencia del doctor Romero en un caso en
que se atribuían treinta y ocho hechos calificados como contrabando, en CNPE, sala A, ED 175-38,
f. 48.304.
'663 CCC, sala Ade feria, LLdel311711998, f. 97.572.

'664 CCC, sala 1, DJ del 141512003, f. 19.634.

CCC, sala VI, DJ del 251612003, f. 19.838.


) Peligro de fuga o entorpecimiento de la investigación
.
Se ha marcado un sesgo nuevo al decidir que no cabe referirse a la calificación
dica del hecho investigado si la que ha sido asignada no obsta a la concesión del
haya supeditada, en prin-
rpecimiento de la justicia por el -
pedimentos a la libertad provisoria deben ser
innegable gravitación de la justicia
o debe enderezarse para predecir penas dra-
les son las razones que autorizan a afirmar
d cierta de que el imputado impedirá la realización del pro-
a útil y prop~rcionada'~~'.
elación es menester efectuar
e no es posible cumplir antes del
n los elementos de juicio necesarios

fallo, la CCC, sala 1, entendió que "...no hay posibilidad de


ceptar limites a la libertad del imputado que tengan que ver sólo con las escalaspe-
ales...". El "...criteriogeneral es el que surge delart. 280y las reglas de los arts. 316,
del CPPN deben interpwtarse armónicamente con el principio de
ción de inocencia, es decir: dichas reglas son siempre iuris t a n t ~ m " ' ~ ~ ~ .
iguió esta línea la CNCP, sala 111, al considerar que deben explicitarse
ales son los actos ciertos, claros y concretos..." que permitan sospechar que el
r la acción de la justicia, "...más allá de la sola mención a la

a IV, pareciera sostener una posición intermedia entre la doctri-


110 "Barbará" y quienes sostienen que las presunciones de los
lo),son iuris et de iure. Las doctoras Durañona y Vedia y Berraz
e la posibilidad de imponer una sanción penal puede resultar
suficiente para sustentar la medida cautelar en las primeras etapas del proceso pero,
a medida que avanza la pesquisa, deben brindarse "...circunstancias concretas que,

'666 CCC, sala V, DJ 2000-1-798, f. 15.176, o LL del 221812001, J. Agmp., caso 17.

á de resolverse su situación en el proceso.


''"CNCC sala 111, ED del 31/7/2000, DPPC, f. 127, con importante disidencia de la doctora Capo-
uien apunta que puede así convertirse el encierro más gravoso que la condena.
1 19/5/2004, p. 22. Ver D'ALB~RA, Nicolas F., "Fallo 'Barhará': i'leading
' o la aplicación de conocida jurisprudencia a un caso 'común'?, Revisra de Derecho Procesal
Excarcelación, 2005, Ruhinzal-Culzoni, p. 311; VEGEZZI,"LOSfines procesales de la prisión
tiva", en PASTOR- GUZMAN (comps.), Neopunilivismo y neoinquisición. Un análisis de políticas

'"'O 2211212004, "Macchieraldo", C. 5472: SJP, LL del 291412005, con nota de Ouaveno MEN-
DOZA,"Hacia la discrecionalidad judicial en el régimen de coerción personal del imputado", p. 3; RDP,
LexisNexis, 812005, p. 471.
572 E X E N C I ~ NDE P R I S I ~ NEXCARCELACI~N
. Art. 316

además de la imputación de un delito determinado ..., revelen la indispensabilidad a


que alude el art. 280 del CPPN, o los riesgos restrictivos del art. 319..."167'.
Finalmente, la CNCP fijó como doctrina plenaria que no basta en materia de
excarcelación o eximición de prisión para su denegación la imposibilidad defutura
condena de ejecución condicional, o que pudiere corresponderle al imputado una
pena privativa de la libertadsuperior a ocho años (arts. 316y 31 7), sino que deben
valorarse en forma conjunta con otros parámetros tales como los establecidos en
el art. 319 del ordenamiento ritual a los fines de determinar la existencia de riesgo
procesal1672.
h) Recurribilidad
No puede denegarse el recurso extraordinario contra la decisión desestimatoria
de la exención, con fundamento en la doctrina según la cual la condición de prófugo -
obsta a su admisión, pues no puede extenderse alos casos en que la mismaiey per-
mite al interesado permanecer en libertad mientras se discute su ~ t o r g a m i e n t o ' ~ ~ ~ .
i) Casos especiales -
El agregado introducido por ley 24.410 deja afuera la libertad provisoria cuan-
do el hecho objeto del proceso se adecue al tipo de los arts. 139, 139 bis y 146 del
CP; los dos primeros integran el Capítulo 11del Título IV, Libro 11, del CP El art. 139
castiga con prisión de dos a seis años la suposición de parto en su inciso primero y la
modificación de la identidad de un menor de 10 años mediante cualquier acto que la
haga incierta, la altere o la suprima y a quien lo retuviere u ocultare en su inciso 2'.
El art. 139 bis reprime con reclusión o prisión de tres a diez años, en su párrafo pri-
mero, la facilitación, promoción o intermediación en la perpetración de esos delitos,
haya mediado o no precio o promesa remuneratoria o ejercido amenaza o abuso de
autoridad. El art. 146 se halla inserto en el Capítulo 1 del Título V del misma Libro
11, id., comprensivo de los delitos contra la libertad individual y reprime con prisión
o reclusión de cinco a quince años a quienes sustrajeren a un menor de 10 años del
poder de sus padres, tutor o persona encargada de él o a quien lo retuviere u ocultare.
Hemos comprometido opinión en el sentido de que cuando el legislador estima un
encuadre jurídico determinado, como enervante para el sometimiento del imputado
al juicio no aparecen reparos desde el punto de vista constitucional. Así abordamos
en su momento la discutida cuestión referente a los denominados "delitos no excar-
celables" que, en el regimen del Código derogado y hasta la vigencia de las reformas
introducidas por ley 20.516, bastaba para obstaculizar el otorgamiento de la libertad
provisoria la mera calificación de los hechos. El legislador nacional no está, pues,
limitado constitucionalmente para impedir dicha libertad cuando lo estime necesa-
rio. Las leyes que establecen la permanencia en prisión del imputado durante la sus-
tanciación del proceso por obstar a su libertad provisoria no afectan ninguno de los

'""21412005, "Pietro Cajamarca", c. 5199; RDP, LexisNexis, 1112005, p. 994; SJP, LL del
291712005, p. 47.
'672 30110/2008, ''Diaz Bessone, R.", AP 70049418; RDP, AbeledoPerrot, 112009, p. 58; con no-
tas de GENOVESE, "Repercusiones del plenario 'Díaz Bessone' en distintos tribunales nacionales", RDP,
AbeledoPerrot, 812009, p. 1380, y VE~EZZI, "El fallo plenario 'Diaz Bessone" de la Cámara Nacional
de Casación Penal: una deuda pendiente", RDP, Aheledo Perrot, 812009, 1393.
CS, JA 1991-111-294.
os consagrados por la CN16j4.Claro está que hay decisiones y opiniones muy
bles en sentido contrario, pues se sostiene que el encarcelamiento preventivo
ado a priori como necesario, sin atender a las circunstancias del caso, saca la
'ón del mero campo cautelar para convertirse en una forma de coerción contra-
a garantía fundamentalim5.
aso de los "delitos no excarcelables" responde a la preocupación del legis- -
r no facilitar la impunidad de los imputados en casos graves1676. Del mismo
ra la fijación de máximo de la sanción prevista para el delito o la posibi-
de que la condena a recaer sea de ejecución condicional, como pautas aten-
para su otorgamiento. En todo caso, el reparo consistente en que se trata de
snaturalización del encarcelamiento'preventivo por considerarse una suerte
pena aún no impuesta - e n abierta colisión con el principio de inocencia (art.
también descartaría la viabilidad de la libertad provisoria en función de la pena
visible. Como en toda cuestión procesal penal, pugnan dos intereses: el individual
eservar la libertad y el social en sancionar, con justicia, a los responsables. Por
,no parece un despropósito cubrir ambos criterios (arts. 319, oración final, y
,párr. 2"). Con el mismo fundamento, no cabe objetar el señala~nientoen la ley
caución real como única vía para la obtención de la libertad pr~visoria"~~.
gún Jarque, cuando el hecho se califique como incurso en el descripto por el
,CP, la escala punitiva no impide la soltura, pues considera que la modalidad
u incorporación -"a continuación del párrafo segundo del art. 3 16 y no como
r independiente"- impide "...que sus alcances se extiendan al primer párrafo...
vale repetirlo, respecto de la mentada figura penal -única de las tres que pre-
a pena privativa de la libertad no superior a los ocho' años- conserva plena
i ~ i d a d " ' ~Por
~ ~las
. razones antes expuestas, pensamos que el mero encuadre del
el art. 139, CP, obtura la libertad provisoria. Además, si se acepta semejante
debiera concluirse que cuando exista la posibilidad de que la condena fuese a
e tres años --conf. art. 26, id.- en el caso del art. 139 bis, id, que prevé como
va la prisión y la reclusión, también procedería la libertad provisoria, tomán-
en letra muerta el párrafo incorporado al art. 3 16 por el art. 12 de la ley 24.410.
1Alto Tribunal parece haber dado un corte a la cuestión al considerar que la
.410, al excluir a determinadas categorías de personas del régimen general de
xcarcelación contemplado en el art. 317, inc. lo, y hacerlo, exclusivamente, sobre
base de la naturaleza del delito imputado y la protección de los bienes jurídicos
bre los que se vincula, pugna con la CN. Considera que el art. 18, id., guarece tan-
el principio de inocencia como el derecho a gozar de libertad durante el proceso.
mbos resultan menoscabados al haber utilizado el legislador la presunción de que
imputado en estos casos podía eludir la acción de la justicia, más allá del monto
áximo de la pena considerada en abstracto. El Congreso ha ejercido una prerroga-
imilar a la conferida por el art. 75, inc. 12, id., en cuya virtud puede declarar la
nalidad de unos actos, desincriminar a otros e imponer penas y, asimismo, au-
r o disminuir la escala penal en los casos en que lo estime pertinente. También

'' CF Cap., JA 9-1971-414, Serie Contemporánea, f. 19.15 1; D'ALBORA,Curso..., ps. 2741275.


'' CAFFERATA NOUS,La e*carcelación, p. 18; RODR~OUE, El derecho..., p. 65; CLARIAOLMWO,
p. 145; MAIER,Cuestionesfindamentales..., ps. 29 y SS.;criterio compartido por el actualizador.
CS, Fallos 280:297.
' CNPE, sala B, LLdel301611998, f. 97.416.
'' "Exención de prisión y excarcelación en la ley 23.984", JA del 261711995, ps. 11122.
574 EXENCIVN DE~PRISION.EXCARCELACI~N Art. 316

resulta mengua para la garantía de la igualdad, pues en vez de utilizar las facultades
que la CN le confirió para la protección de bienes jurídicos mediante el aumento o
disminución de la escala penal, recurrió a la prisión preventiva con fines intimida-
torios o disuasivos, lo cual significa el. establecimiento por esa vía de agravaciones
propias de la ley sustantiva. Añade que la limitación de la libertad personal durante
el proceso motivada en el reproche o la repulsa social de algunas conductas -por
más aberrantes que puedan ser-, como remedio tendiente a combatir el auge de
determinada delincuencia, ante la necesidad de mayor protección de determinados
bienes jurídicos, importa alterar arbitrariamente los ámbitos propios de las distintas
esferas constitucioiiales para el ejercicio de las prerrogativas legisferantes y desvir-
túa la naturaleza cautelar de la prisión preventiva, al convertirla en una verdadera
pena anticipada1679.
Debe reconocerse que, amén del respetable razonamiento del Alto Tribunal y
el de quienes apoyan esa tesitura1680,parecieran privar de soporte a nuestra opinión.
Con todo, a nuestro ver, subsisten dos razones todavía no refuladas: en primer lugar,
el criterio de aquel órgano en el citado precedente de Fallos 280:297, que impone
no desatender las caracteristicasparticulares de los delitos imputados para resolver
"...desde el punto de vista-del derecho concretamente aplicable al caso" (consid. loo),
sin que, además, deba olvidarse "...la gravedad insti~ucionaldel caso, con miras a
una adecuada preservación de los principios de la Constitución, y en particular del
objetivo fundamental de afianzar la justicia'' (consid. 12") y, por último, "...si es
dable reconocer raigambre constitucional al instituto de la excarcelación durante el
proceso, no es menos cierto que también reviste ese origen su necesario presupues-
to o sea el instituto de la prisión preventiva ..." (consid. 13"). Por otro lado, cuando
las provincias preservaron instaurar sus ordenamientos procesales quedó descontado
que asegurar la buena administración de justicia, en el ámbito local, les incumbe. Si
esto es así, deviene discutible que pueda privárseles de tener en cuenta las circuns-
tancias locales que pueden obstar -razones de política criminal m e d i a n t e para
regular la libertad provisoria. Precisamente, fueron esas circunstancias -a pesar de
que la Corte Suprema entienda^ lo contrario- las que autorizaron al legislador na-
cional para establecer el carácter no excarcelable de ciertos delitos en lo que atañe al
ámbito nacional (arg. art. 75, inc. 30, CN). Resulta obvio que al insertar el precepto
donde lo hizo, no ejercitó las funciones otorgadas por el art. 75, inc. 12, id.
La CNPE, sala B, declaró la constitucionalidad de los arts. 140 y 141 de la ley
24241 porque las penas allí previstas no son irrazonables o desproporcionadas si
se tiene en cuenta que se procura proteger los ahorros actuales y futuros de quienes
aportan al sistema de administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones1681.Al
anotar el fallo, Bella apunta el carácter iuris ranturn de las presunciones sobre la pe-
ligrosidad procesal; por ello, admiten prueba en contrario y marcan la obligación de
los jueces de extremar la fundamentación de la denegatoria a la libertad pendiente el
proceso; no basta con remitirse a un texto que impone la prisión procesal sólo por la

LLdel261411999, f. 98.639, con nota a favor de BIDARI. CAMPOS, "Delito,proceso penal, pri-
sión preventiva y control judicial de constitucionalidad"; en el mismo sentido C Fed., sala 11, trihnnal
que a su vez declara la inconstiiucionalidad del art. 26, párr. 2', ley 24.767 en cuanto veda la aplicación
de las normas sobre excarcelación a los requeridos de extradición, LL del 2911012002, f. 101.628.
'U' Conf. SOLIMINE, Libertad bajo caución ..., ps. 31 11316.
LLdel2911012002, f. 104.635, con nota de BELLA, "Denegación de la exención de prisión por
la gravedad de la escala penal. ¿Medida cautelar o pena anticipada?".
ad de la escala penal abstracta del delito atribuido. Tan respetables razones, a
ver, no nos persuaden del error de la opinión adversa; si los criterios expues-
o fundamento no cubren la decisión sobre la inconstitucionalidad de la ley,
ciera que nunca resultarían suficientes.
Sagrettii6" contrasta el precedente "Nápoli" con el caso "Arana"1683,donde el
ibunal establece que la libertad durante el proceso -respaldada ahora por el-
. del PDCP- debía subordinarse a criterios depolitica criminal, relaciona-
ndamentalmente con razones de interés público, y se muestra partidario de la
'ón jurisprndencial concretada en el primeroi684.
a instrucción sumaria introducida por el art. 353 bis no modifica el régimen
rtad provisoria y el juez debe regularizar la deparada a los imputados, por vía
tal, ajustando su decisorio a lo establecido en este artículo y los siguientes'685.
fin de evaluar la solicitud de excarcelación, debe ponderarse la incidencia que
a tener la disminución o eximición de vena establecidos en el art. 29 ter de la

Excarcelación. Procedencia
17.i687La excarcelación podrá concederse:
O)En los supuestos que correspondiere la exención de prisión.
) Cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preven-
máximo de la pena prevista por el Código Penal para el o los delitos que

3 Cuando e1 imputado hubiere cumplido en detención o prisión preventi-


ena solicitada por el fiscal, que a primera vista resultare adecuada.
) Cuando el imputado bubiere cumplido la pena impuesta por la senten-

9 Cuando el imputado hubiere cumplido en detención o prisión preven-


a un tiempo que, de haber existido condena, le habría permitido obtener la
ertad condicional, siempre que se hubieran observado los reglamentos car-

nciso lo remite a las previsiones del artículo anterior. Si la eventual conde-


cumplimiento efectivo, la excarcelación debe sujetarse a caución
) La inobservancia de lo prescripto por el inciso 2" haría incurrir al juez en
na de las figuras de prisión preventiva ilegal reprimida por el art. 270, CP. Es que
cido todo interés en frustrar el juicio oral mediante la fuga, al par que se
ó el propósito de impedir el desarrollo de la investigación, mira que enton-

'"' "La prisioti pre\.entivacorno protectora de bieiies juridicos en el caso 'Arana'de la Cone Su-
prema de Justicia de 13 Nación. Su ~osibleretormtilación, a . r>anlrdel c a ~ o'Niodli'", 1.1. del 5 5 2000.
Fallos 318:1877.
Fallos 321:3630, o LL 1999-B-660, f. 98.639, o LL del 51512000, f. 100.796.
, salaVI, LL del 2111211998, f. 98.260.
E, sala A, LL del 201512003, f. 105.530. Ver utilísima resefia de GONZALEZ GARRIDO, "La
en el Código Procesal Penal de la Nación", JA 2000-11-1168.
' Ver en e1 Apéndice la ley 24.390, que también permite que el imputado recupere la libertad
aJo caución cuando hubiere cumplido los plazos máximos de duración de la prisión preventiva.
CCC, sala VI, DJ 1998-1-667, f. 12.677.
576 EXENCION DE PRISION EXCARCELACION Art. 317

ces resultará i n o c ~ a 'Aquí


~ ~ ~la. excarcelación correspondería a una falta de disposi-
ción legal expresa'690.Es uno de los supuestos que conipelen al tribunal a proceder
oficiosamente (art. 3 18, párrafo primero, primera oración). No proceden las restric-
ciones previstas en el art. 319, del d s m o inodo que resultaría inaceptable "...trabar
un embargo preventivo por una cantidad superior al monto de la deuda"169'.
c) En cuanto a la hipótesis del inciso 3', recién habrá de existir requerimiento
fiscal propiciando una pena determinada en ocasión de formularse las conclusiones
finales por el MP ante el Tribunal a cargo del debate (art. 393, párr. lo, primera
oración), momento en el cual se completa la acusación comenzada al impeler la ele-
vación a juicio en los términos del art. 346, párrafo segundo. Por eso, virtualmente,
carece de operatividad.
Dice bien Almeyra "...que la falta de adecuacidn puede provenir no sólo de
un requerimiento extremadamente injusto por lo exagerado, sino también de un
supuesto de signo inverso, e incluso de una hipótesis que no necesariamente ten-
ga que ver con la forma en que el órgano requirente individualiza el límite de su
pretensión ..."'692. Por eso la demora en elevar la causa a juicio no puede prolongar la
privación de libertad del imputado, pues dicha restricción sólo tiende a asegurar el
resultado de la i n ~ e s t i g a c i ó n ' ~ ~ ~ .
El cómputo se efectúa de acuerdo con el art. 24, CP; se destaca el acierto de
haber incluido a la detención'694.En realidad es una causal propia del sistema escrito
para evitar la prolongación del encierro cuando media un pedido fiscal de pena y la
decisión final demandará un lapso prolongado. En vez "...en el sistema de enjuicia-
miento mixto, también conocido como de juicio oral ... esta hipótesis pierde mucho
de viriualidad a poco que reparemos en el momento procesal establecido para que
el Ministerio Fiscal pida pena, el cual no es otro que el de la discusión final..."1695.
d) Al igual que en el caso del inciso anterior, en el 4
' tampoco rigen las restric-
ciones del art. 3 19, circunstancia que también lo convierte en un supuesto de excar-
celación privilegiada. La sentencia de mérito impugnada no adquiere firmeza debido
al carácter suspensivo del recurso (art.442). Si el imputado se encuentra privado de
libertad y la casación prospera, resultará aplicable el art. 473.
e) El inciso 5@ impone realizar la estimación teniendo en cuenta el encuadre
jurídico efectuado en el auto de procesamiento (art. 306) o en la requisitpria de ele-
vación a juicio (art. 347, párr. 27, según el momento en que se solicite. Unicamente
procede dwante el juicio cuando se integró la acusación (ver comentario al inc. 3"
y se encuentre cubierto el recaudo del art. 13, párrafo primero, CP. En efecto: en es
ocasión recién podrá efectuarse una estimación que haga viable la libertad anticipada
conforme a la citada disposición de la ley sustancial. La CCC, frente a similar exi-
gencia de leyes anteriores, había resuelto que el imputado debía ser sometido a las
'" Cám. 2" Crim. Salta, JA 1980-111-380, f. 29.657; CCC, JA 1977-111-634, f. 26.830.
'" CAEFERATA NORES,"Procedencia de la excarcelación por el tiempo de prisión preventiva su-
frida aun a falta de norma procesal expresa", JA 1980-111-38 1.
Iw9' CAFFERATA NORES, La excarcelación, Ir ed., p. 141.
'"' CAFFERATA NORES, La excarcelación, 2%d., ps. 139 y 140.
'G9' CNPE, sala de feria, LL del 231211998, f. 96.664.

'"%I.MEYRA, en CAFPERATA NORES,La excarcelación, 2' ed., p. 141.


'695 CHIARA DiAz, en CAFFERATA NORES,La excarcelacidn, 2' ed., p. 411
EXENCIÓN DE PRISION. EXCARCELACI<>N

establecidas en el art. 13, CP, en la medida que resulten c


jurídica; la vigilancia de su comportamiento correspond
en la Ciudad de Buenos Aires1696. Desde luego que la inobservancia
os del instituto en que se encuentra alojado el interesado j
la ex~arcelación'~~'. LOSexcarcelados en virtud de este precepto no deben
etidos a encierro mientras tramita su libertad condicional o se completan l o s
s mismos fines: las condiciones de contralor (residencia, inspección y
to) y las de conducta (abstención de bebidas alcohólicas, mediosíegítimo>
sistencia y abstención de delitos) se cumplen mientras permanecen excarce-
Aun cuando la libertad provisoria se hubiese obtenido por otro motivo,
condena y siempre que pueda obtenerse la libertad condicional, resultaría
arcelar al imputado al solo efecto de tramitarla'699.No cabe aplicar analó-
la ley 24.660 --ejecución penal- en cuanto permite otorgar la libertad
cumplió en detención o prisión preventiva la pena que le habilitaría obtener
ertad asistida a nrocesados. m e s está exnresamente nrohibido nor su art. 11
a CNCP, sala i1, estima si existe l~posibilidad'cie que el &npntado sea de-
o reincidente si es condenado por el delito que se le atribuye, no corresponde
a excar~elación~~~'.
considerarse la condena impuesta por un pronunciamiento anterior que fue
nulo, toda vez que la potestad jurisdiccional para realizar el nuevo debate,
del reenvío ordenado, se encuentra limitada por el monto de la pena impuesta
encia anulada, en función del principio que prohíbe la reformati N z p e i ~ s ' ~ ~ ~ .
tiempo de excarcelación no puede tomarse como cumplimiento de pena; de
ano se consideraría que la pena comienza a surtir efectos antes del dictado
ntencia de condena. A los fines del art. 24, CP, sólo deben computarse los
tiempos de prisióii preventi\a en yus el imputado cstii\o cfcciivamentz privado de
su libertad '"j.
obstante, se ha entendido que si la liberación mediante excarcelación fue
a con sujeción a las exigencias del art. 13, CP, o, por lo menos, con aplica-
las restricciones establecidas por el art. 310, no existe impedimento para que
odo pueda asimilarse al transcurrido en libertad condicional y computarse
umplimiento de penaI7O4.
onceptos generales. Más que de excarcelación, los supuestos de los incs.
y 5" son considerados casos de cese de prisión preventiva. Se trata de cita-

96 Fallos 28 serie, t. 1, p. 161; ver ahora art. 174, ley 24


97 CCC, sala V, 2911011976, c. 8360.
CCC, en pleno, JA23-1974-33, f. 23.266.
CCC, Fallos 2" serie, t. 11, p. 162.
TOC nro. 2, DJ 1999-1-1045, f. 14.029.
SJP,LL del 241312003, f. 105.256.
11.2
CNCI: ~ a l c111, JA dci 15 1 2003, p. 23, SIP, 11. del 30 6 2003, f. IOi72u, con Ii<8lní i -
vorable de I:.\nsi. . - I a iinnonaticia
' & . ..
3ctu31 del oiilicinio de orooor~ionaIiil~C
cii rnatcria <Ir. co-rci0n'.
sala IV, DJ 2001-2-1178, f. 17.100; id.,sala 11, LL del 911112001, f. 102.872, con
na hermenéutica casatoria amoldada a derecho", para quien si las restricciones para
excarcelación hubieran sido más cercanas a las vigentes para otorgar la libertad provisional,
Podria haber sido diferente; CCC, id, t. 1, p. 161; CF Cap., JA 1981-111-76,índice.
NCP, sala 11, ED del 241912003, f. 52.279.
578 E X E N C I ~ NPE PRISION. EXCARCELACION Art. 318

ciones en que no resulta necesaria la tutela procesal perseguida a través del encierro
preventivo170s.
Tanto para la excarcelación como respecto de la exención debe estimarse cuan-
tía de la pena la correspondiente en$abstracto a la imputación. Por ello puede ser la
del delito consumado o tentado (arts. 42 y 44, CP). En los casos de concurso real, el
máximo de la pena se considera en función de los arts. 55 y 56, id
Excarcelación. Oportunidad
318. La excarcelación será acordada en cualquier estado del proceso de
oficio o a pedido del imputado o su defensor o cuando el imputado hubiere com-
parecido espontáneamente o fuere citado conforme con lo previsto en los arts.
279 y 282, respectivamente.
Cuando el pedido fuere formulado antes del auto de procesamiento, el juez
tendrá en cuenta la calificación legal del hecho que se atribuya o aparezca come-
tido, sin perjuicio de revocar o modificar su decisión al resolver la situación del
imputado; si fuere posterior, atenderá a la calificación contenida en dicho auto.

a) El primer párrafo remarca el carácter provisorio del encierro, que puede


cesar al encuadrarse la situación del imputado en alguno de los supuestos del artículo
anterior.
~.........
No puede restringirse la excarcelación de oficio a la presentación espontánea o
a la citación. De esta manera se dejaría de lado el sustento constitucional del régimen
de la libertad provisoria y, en alg& caso (art. 317, inc. 2"),podría derivar responsa-
bilidad para el juez renuente en afrontar la soltura (art. 270, CP).
b) Párrafo segundo. La libertad provisoria siempre se subordina a la califi-
cación del hecho objeto del proceso. Si la solicitud se presenta antes del auto de
procesamiento, debe efectuarla provisoriamenle el órgano judicial, sin supeditarse,
como es obvio, a la fijada, aun en forma precaria, por los órganos de prevención; sin
perjuicio de ello, aquella calificación no causa estado.
Se ha dicho que es nula la denegatoria de excarcelación si se omitió tener en
cuenta la calificación legal del hecho atribuido170b.
El juez de instrucción debe expedirse sobre la procedencia de la soltura aun-
que tenga que anticipar un pronóstico de la pena a imponeri7o7.Por su parte, la SCJ
Mendoza, sala 11, admite su competeiicia para decidir sobre la ley 24.390 y sólo atri-
buye al juez de instrucción establecer la caución oportnna; este fallo confiere ---en

CAFFEMTA NORES,La amrcelun'ón, 1' ed., ps. 72175; CS Tucumán, LL del 131812001, f.
102.449, hace lugar al cese de la prisión preventiva a través del recurso de casación interpuesto contra la
resuluciiin que la ritl13~3h~. pcst 1 ~ U CI C p r ~ ) z ~ ~ ~ n c ~ aI lI ~
~ >~u11~11rui~
l ~ i r ~ I i >ienicn~l:~ dcfinlt~\ii31 cdar 211
,i~cg<i
el principio de 11l.en:id ) <leiiiu.ciici:j ;oiis.rgradd eti las ;<~nvstirid~iei in:zniuciotislii ino~rporadas:i
Id VU, coi, roa Jz \Ii:.rta,~. ' I d duruc!;n ds la priridii ])rs\enina ;\l.lndan lusjueics 6 rnandi Id ley'!?
. .
'7"6 CCC, sala de feria, LL del 21412002, f. 103.491.

"O' CF Bahía Blanca, sala 1, ED 167-33, f. 47.067, o JA 1996-11-389, o LL del 61511996,


f. 94.227, con nota de Qwvsoo MTKDOZA, "Procedimiento y juicio en el incidente de excarcelaci»n",
quien recuerda a Camelutti en la distinción entre la "custodia" del procesado de las "cuestiones de or-
den"; también a Calamandrei eii cuanto "...la 'cognición' en sede cantelar aunque sea plena y a fondo
no va más allá, por lo que se refiere al derecho principal, de la simple e hipotética apariencia..."; CF
Cap., sala 11, ED 169-441, f. 47.455.
posicióii que coiiipartinios- - a csta ley disposiciones de carácter gerieral, de índole
fedc.ral v de iiaturaleza procesal constitu~ional~'~~.
&esponde pronósticar seriamente una conducta elusiva para denegarla, sobre
si se duda sobre la calificación asignable al La calificación efectuada
auto de procesamiento puede ser cuestionada por el MP en el incidente de excar:
ación si no lo hizo al momento del dictado de aquél a través del recurso de apela-
ción17".Cabe examinar este extremo cuando el procesaniicnto se impugnó; dc inanera
aue la CCC, sala V, considera inatidibk efectuarlo durante el trániite del incidente de
~ e l a c i & n ~Si
~ "está
. en juego el otorgamiento de la libertad personal, incurre en
alismo estéril quien merite que no pueden examinarse -más allá del lugar en el
cuestionen- las circunstancias que obstan para disktar de aquélla.
a CNCP, sala IV, estima que la calificación legal contenida en los actos de la
ción sobre los que se apoya el plenario, puede ser revisada por el tribunal que
delante la etapa de juicio con anterioridad al dictado de la sentencia, cuando
s convocado vara ello al resolver en el marco de una solicitud de ex~arcelación"'~.
r art. j00.

19. Podrá denegarse la exención de prisión o excarcelación, respetándose


io de inocencia y el art. 2' de este Código, cuando la objetiva y provi-
oración de las características del hecho, la posibilidad de la deelara-
reincidencia, las condiciones personales del imputado o si éste hubiere
excarcelaciones anteriores, hicieren presumir, fundadamente, que el
entará eludir la acción de la justicia o entorpecer las investigaciones.

Supuestos de improcedencia
s dos pautas determinantes del otorgamiento de la lib
icadas al final: soslayar el sometimiento a la jurisdicción u obstaculizar la

rece razonable a tal fin atender a la cuantía de la posible condena según los
s señalados en los arts. 3 16, párrafo segundo, y 3 17. En vez, no resulta acep-
subordinar la libertad provisoria a "...la objetiva y provisional valoración de
cteristicas del hecho...", pues son datos ya evaluados en aquellos preceptos.
cuanto a "...la posibilidad de la declaración de reincidencia...", deviene sen-
porque tiene dos efectos: uno es truncar la posibilidad de una condena de ejecu-
n condicional (art. 27, CP) y el otro que, como agravante genérica prevista en el
41, inc. 2O, id., exija la imposición de una pena cuyo monto resulte inescindible
cumplimiento efectivo; de donde no podría concederse ni la exención de prisión
3 1 6 , párr. 2 O , última oración) ni la excarcelación (art. 317, inc. Se exige
haya transcurrido el plazo fijado por el art. 50, último párrafo, CP. No hace

"Davis Jofré, Hugo", JAdel 19/3/1997, p. 66.


CCC, salaV, LL del 91312000, f. 99.948.
CCC, sala V, DJ 2001-2-1050, f. 17.044, o LL del 9/8/2001, f. 102.430.
del 911 112001, f. 102.886.
712007, "C. L. A,", RDP 1012005, Jurispmdencia Sintetizada, p. 902.
CS, ED 124-568, f. 40.303; CCC, sala 1, ED 108-560, f. 37.782, sala V, p. 561, f. 37.784, y p.
580 EXENCION DB ~ R I S I O NEXCARCELACION Art. 319

falta que esté declarada sino que sea factible, de manera que si en el segundo proceso
no aparece prescripta la posibilidad de declararla en orden a la condena recaída en
otro anterior, podría servir de fundan)ento para Empero, ahora cabe
atender a la nueva fórmula establecida por el art. 50, párrafo primero, CP, texto
conforme a la ley 23.057; por eso no corresponde tener por reincidente a los fines
excarcelatorios a quien fue condenado pero no cumplió detención en @l ~arácterl"~.
Otra vez se incurre en una tautología cuando se incluye a "...las condiciones
personales del imputado...", ya que tienen que haber sido evaluadas, anterionnente,
para pronosticar la condena de ejecución condicional o bien el inonto concreto de la
pena en cierne. Cuando resulte razonable inferir que el imputado cuenta con medios
para eludir la acción de la justicia, corresponde denegar la ~oltura"'~.
Por último, es atendible ponderar el otorgamiento "...de excarcelacioues an-
teriores ..." como dato estimable a los fines de considerar tanto el monto como la
modalidad de ejecución de la pena, circunstancias que exteriorizarán un interés por
generar cualesquiera de las situaciones impeditivas.
b) Casuística
Los supuestos analizados constituyen referencias a meritar por el tribunal para
desatender su otorgamiento. Como debe adoptar la forma de auto (art. 332), necesita
encontrarse motivado, bajo pena de nulidad (art. 123); Sa CCC, sala VlI, exige la
fundamentación de la supuesta "peligrosidad procesal" y revocó la desestimación
del pedido excarcelatorio pues aquélla no se había explicitado ni demostrad^'^'^. La
fundamentación es muy importante porque sus premisas no deben aparecer como
meras afirmaciones irrazonadas y, necesariamente, precisan remitirse a circunsian-
cias acreditadas en la causa; si así no ocune, la negativa podria dar lugar al recurso
extraordinario federal del art. 14 de la ley 48'7'8. Pese a no tratarse de sentencias
definitivas, resultan equiparables, pues pueden originar agravios de impo,sible re-
paración ~lterior"'~. Al hallarse en juego una garantía constitucional estrechamente
eslabonada con la libertad personal, se configura un supuesto de nulidad absoluta
(arts. 18, CN, y 167, inc. 3", 168, párr. 2', y 456).
El fundamento de este precepto radica en que los derechos y garantías consa-
grados por la CN no son absolutos y su ejercicio está sometido a las leyes que los
reglamentan, las que, si son razonables, no pueden impugnarse como inconstitucio-
nales; su razonabilidad depende de que se adecuen al fin perseguido por la reglamen-
tación que no ha de adolecer de iniquidad ma~ifiestal'~~.
Para el STJ Entre corresponde tener presente que las restricciones son
de carácter meramente procesal, pues las leyes de excarcelación no son de política
criminal ni sirven para prevenir el delito ni pueden actuar como anticipo de pena;
sobre todo apuntan a asegurar la realización del proceso al par que guarecer que no

"Id En cuanto a la prescripción, CCC, Fallos t. 111, p. 172.


"'$ CNPE, sala B, LL del 301611998, f. 97.41 8.
"16 CNPE, sala A, DJ 1999-1-964, f. 13.997.
"" LLdel 1911211994, f. 92.743.
Confr. CS, JA 1989-1-256; ED 114-421, f. 38.919 y, t. 134-867, nros. 186 y 187.
"19 CS, Fallos 301:664; 304:152.
"" CS, Fallos 300:642.
">' Sala l", 81911994, "Brigi>oli, Rubén Antonio-Robo en grado de tentativa-Incidente de excar-
celación-Recurso de casación".
EXENCIÓN DE PRISION ExcARCELACI~N 581

taculice la averiguación de la verdad; con cita de B i ~ ~ d e r "el~doctor


~ , Cambia
especial hincapié eiz ceñir el impedimento al peligro de fuga "...que es hoy
clara y definitivamente impuesta, por mandato de expresa garantía
onal, a través de la incorporación del actual art. 75, inc. 22, de la CN, de
ración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre' (arts. 1, XVIII, -
XXVI y XXVIII), de la 'Declaración Universal de Derechos Humanos' (arts.
O, 9', 10, 11 -inc. lo-, 28 y 29 -inc. 2-), del 'Pacto Internacional de
s Civiles y Políticos'(Preámbulo -páx 2'- y arts. 7', 9'y 14 -inc. 2'-)
a 'Convención Americana sobre Derechos Humanos' -Pacto de San José de
Rica- (arts. 5', 7 O - e n especial: inc. 5" infine-, y 89, debiendo destacarse
on absoluta y específica precisión, el 'Pacto Internacional de Derechos Civiles
íticos' establece: '...La prisión preventiva de las personas que hayan de ser juz-
debe ser la regla general, pero su libertad podrá estar subordinada a garan-
seguren la comparecencia del acusado en el acto del juicio, o en cualquier
o momento de las diligencias procesales y, en su caso, para la ejecución del fallo'
9", inc. 3" -injne-) y, con idéntica significación, la Convención America-
obre Derechos Humanos' expresa: 'Toda persona detenida o retenida ... tendrá
echo a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin
uicio de que continúe el proceso. Su libertad podrá ser condicionada a garantías
aseguren su comparecencia en el juicio' (art. 7", inc. 5" --infine-), con lo cual
ueda ahora margen alguno de especulación o intepretación sobre los alcances de
de restringir la libertad del imputado durante el proceso, cuya nece-
en el límite de su compatibilidad con los principios de inocencia y de
pedimento a ser penado sin juicio previo (conf.: Binder, A. M., op. cit., p. 195)".
Disentimos según lo dicho al comentar el art. 3 16. Las mismas razones nos llevan
iscrepar con Cevasco, para quien los criterios aquí señalados no so11 admisibles
ara restringir, por su sola invocación, la libertad del imputado a la luz de la CN,
S de su reforma en 1994 (arts. 14 y 18)... El actual Código Procesal Penal de la
'ón incurre en menos irregularidades en el sistema de la libertad, pero las que se
tuvieron no carecen de importancia... la restricción de la libertad no sustentada en
parámehos expuestos de respeto al estado jurídico de inocencia, resulta inconstitu-
nal...", y añade que la reforma constitucional de 1994 abrogó el sistema de los arts.
y 3 17, al igual que el concepto de delitos no e x ~ a r c e l a b l e s ~ ~ ~ ~ .
No cabe ponderar dudas surgidas respecto de las pmebas incorporadas al ex-
diente sobre la participación del imputado, ya que su dilucidación será motivo de
ilisis al momento de debatir sobre el acierto o error del procesarnient~"~~. ES C U ~ S -
nable la conclusión porque cuando la calificación opere como impedimento para
iceder la libertad, también comprende el objeto impugnable por vía del art. 332.
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida suele atemperar las restricciones
or aplicación análogica del art. 495 1725.
No resulta fácil disociar entre la soltura provisoria y la actitud asumida por el
mputado en el proceso. Pero es obvio que quien facilitó la pesquisa y no se sustrajo
la acción de la justicia señala, con su coinportarniento, que se le podrá llevar a

"" Introducción..., p. 199.


"'j "El sistema de excarcelación has la reforma constitucional de 1994", LL del 141711997.
" 2 V N P E ,sala A, LLdel291411999, f 98.656, oDJ 1999-2-338, f. 14.173.
"Z5 CF San Martin, sala 1, "E. R.", I A del 2/7/1997, p. 38; id., sala 11, "M., M. E.", JA del
Art. 320

juicio'726.Por el contrario, si se verifica un tinte mendaz en la versión del imputado,


debe cargar con las consecuencias que marca la ley. A tal fin corresponde evaluar si
exteriorizó una voluntad que autoriza a invocar la presunción plasmada en la parte
final de este artículo'727.Frente a lk prórroga dispuesta por la ley 24.390 -ver ahora
ley 25.430-, corresponde atenerse -antes de otorgarla- a las cuestiones que de-
ben ventilarse durante la prevista por su art.
Para sustentar la denegación en esta causal deben explicarse, fundadamente,
los motivos para inferir que se intentará burlar la acción de la justicia o qué razón
existe para considerar que la presencia fisica del encartado contribuivá al éxito de
la investigación; se reclama una motivación suplementaria para unir la valoración de
las circunstancias de los hechos y la personalidad del procesado con la presunción
invo~ada"~'.Es procedente si se falseó la identidad del imputado y también ocultó
el antecedente condenatono que registraba'730.La notificación por edictos no atcan-
za para constituirse como único fundamento del peligro de fuga, ya que se requiere
verificar que la contumacia haya sido deliberada'731.
Corresponde denegar la excarcelación a quien gozó del beneficio en otro proceso,
revocado en virtud de la declaración de rebeldía dictada. Esta circunstancia, sumado a
que el imputado intentó abandonar la escena de los hechos, hacen presumir que inten-
tará eludir la acción de la justicia'732.Se decidió en idéntico sentido respecto de quien
se encontraba, al momento del hecho, gozando del instituto de l a p r ~ b a t i o n ' ~ ~ ~ .
Si el imputado se domicilia en una nación limítrofe, procede excarcelar10 aun-
que puede imponérsele la concurrencia periódica al tribunal basta la finalización del
proceso'734.
Ver introducción al Capítulo VI y comentano al art. 3 17.

Cauciones
320. La exención de prisión o la excarcelación se concederá, según el caso,
bajo caución juratoria, personal o real.
La caueiún tendrá por exclusivo objeto asegurar que el imputado cumplirá
las obligaciones que se le impongan y las órdenes del tribunal, y en su easo, que
se someterá a la ejecución de la sentencia condenatoria.
El juez determinará la caución de modo que constituya un motivo para
que el imputado se abstenga de infringir sus obligaciones.
Queda absolutamente prohibido fijar una caución de imposible eumpli-
miento para el imputado, teniendo en cuenta su situación personal, las caracte-
rísticas del hecho atribuido y su personalidad moral.

'7i6CNPE, sala A, LLdel251911997, f. 96.052.


'"' CFed. San Martín, sala 11, ED del 28/4/2000, DPPC, f. 98.
"28 CNCP, salaI, LLdel3011011997, f. 96.241, o DJ 1997-3-743, f. 12.359.

"" CFed. Paraná, LL del 131812001, f. 102.447.


CCC, sala V, LL del 711112001, f. 102.858.
"" CCC, sala VII, DJ del 141512003, f. 19.635.
"" CCC, sala VI, LL del 15/1012002, f. 104.548.
In3 CCC, sala 1, "Pérez", del 151212006, SJP, LL del p. 60; id., sala IV, 171812007, "Ciavola",
SJP, LLdel2511012007, p. 73.
Juzg. Crim. Inst. Comentes nro. 6, JA 1993-11-539; el temperamento resulta acorde con lo
establecido en el art. 310.
E X E N C I ~ NDE P R I S I ~ NEXCARCELACI~N
.

ia es sólo la promesa juramentada, por quien evita el e


d, con la mera aserción formal, de que se someterá a 1
,en el futuro, su situación. Consiste en el coinpromiso li
observar el comportamiento procesal impuesto1735. Como las cauciones
s son seguridades o cautelas otorgadas en resguardo y garantía de una obli-
erivada del proceso'736,la denominada juratoria carece de toda significación -
ues sólo es una simple libertad bajo palabra.
a personal es la obligación asumida por el imputado con uno o más fia-

La real podrá constituirse en la suma que el juez determine, cubierta a través


odalidades previstas en el art. 324 y destinada -al igual que en los dos su-
teriores- a cumplimentar las exigencias del pámfo segundo.
anza real no debe establecerse atendiendo al

,771, denominada Ley Penal Tributaria, en su art. 17 establecía que en


ella previstos "...la excarcelación o la exiinición de prisión ... se con-
o caución real, la que, cuando existiera perjuicio, deberá guardar correla-
monto en que, en principio, aparecieran damnificadas las rentas fiscales

el artículo resul. derogado a raíz de la


este Código, a través del juego de los arts. 320, 321,322 y 324, circuns-
toma innecesario analizar su concordancia con las disposiciones de la
. Ahora derogado por el art. 24 de la ley 24.769.

a torne ilusoria, supuesto en el que debe


inferior'743.Cabe disminuir el monto, puesel lapso transcu-
isfecha demuestra la incapacidad económica'744o, según el

ArFERATA NORES,La excurceiación, Za ed., p. 100,


OUTurtf, "Caución procesal", Enciclopedia .Jurídica Omeba, t. 11, Buenos Aires, 1955, p. 868.

1977, c. 19.939; CF Cap., JA22-1974-209, f. 23.059.

91.729, o JA 1993-1V-246.
Tributaria: no vigencia de su artículo 17".
rtad caucionada. (Algunas pautas de mensuración)", LL del 261911995.
2-497, Síntesis, nro. 205; CCC, sala 111, ED 107-178, f. 37.416.
221812001, J. Agrup. nro. 16.020.
caso, imponer caución jurat~ria"~~. Si el imputado carece de actividad remunerada
y de domicilio, no cabe duda de que corresponde transformarla en j~ratorial~"~. La
estimación del monto debe realizarse de modo que constituya un freno eficaz ante la
infracción de obligaciones impuesks al imputado y un incentivo real para decidirlo
a cumplirlas'747.
Además, no debe olvidarse que la libertad bajo caución se halla respaldada
por pactos internacionales suscriptos por nuestro país (art. 7.5., CADH, y 9.3.,
PIDCP). Por eso ahora resulta viable autorizar un viaje al exterior del imputado bajo
En cambio, era debatible que antes de la vigencia de aquellos preceptos
resultara procedente1749.
El cuarto párrafo subraya que las garantías no deben fijarse desnaturalizando el
carácter cautelar del encierro. La SCJ Mendoza admite el hábeas corpus cuando se
ha íijado una fianza de imposible cumplimiento'7s0;en el régimen de la ley 23.098
que regula dicho instituto no cabe su utilización en las condiciones que lo admitió
el tribunal mendocino, pues el caso no encuadraría ni en el ámbito excepcional del
llamado hábeas corpus correctivo alojado en el art. 3", inc. 2", id.
Se ha admitido la imposición de una caución institucional al organismo -Po-
licía Federal- del cual depende el imputado que reviste la calidad de funcionario, a
fin de que aquel garantice su comparecencia al proceso'751;no advertimos el sentido
de esta nueva modalidad, en tanto no genera, en caso de que el imputado no se pre-
sente, ninguna consecuenciajurídica a quien se le impone la caución.
Regla: caución juratoria
321. La caución juratoria consistirá en la promesa jurada del imputado de
cumplir fielmente las condiciones impuestas por el juez, quien le podrá imponer
las obligaciones establecidas en el art. 310.
Si el imputado resulta indigente y la condena puede ser en suspenso, resulta
adecuado revocar la caución real y transformarla en juratoria, imponiéndole la obli-
gación de concurrir al tribunal de manera periódi~al'~~.
Ver comentario al articulo anterior.
Caución personal
322. La caución personal consistirá en la obligación que el imputado asu-
ma junto con uno o más fiadores solidarios de pagar, en caso de incomparecen-
cia, la suma que el juez fije al conceder la excarcelación.

"4' CNCP. sala 11, SJP, LL 28/6/2004, f. 107.645.


"" CCC, sala VI, JA del 261612002, p. 79.
'"' CNCP, sala 1,51712007, "L. B., M.", ED del 81412008, p. 5.
CNPE, salaB, LL del 221811997, f. 95.825, o DJ 1997-3-983,f. 12.453. Acriterio del actua-
lizado~,la imposición de una caución -no regulada por ley- para autorizar la salida del país importa
una violación a la nulla coacrio sine lege.
D'ALBORA, "El procesado y la autorización p a a viajar al extranjero'', JA 1967-1-13, Sección
Doctrina.
"I0 2911211993, "Sena, Luis", JA del 1914ll995, p. 58.
CCC, sala 1,301512008, "Maldonado", SR, LLdel291712008; RDP, AbeledoPenot, 912008,
p. 1659.
CCC, sala VII, JA 2001-11-670.
EXENCION DE PRISION. EXCARCELACIÓN

omentario al art. 320.


ama procesal tiene cierta independencia fiente a los principios reguladores
a contractual propios de la ley civil. Existe prelación de lo establecido en
norinativo ante lo dispuesto en el Código C i ~ i l " ~ ' .
acertado adoptar este tipo de caución cuando se encuentra comprometi-
idad del patrimonio del imputado por el embargo dispuesto en su contra'7s4.
acidad y solvencia del fiador
323. l'odrá ser fiador cl que tenga rap:icidad para coiitratar, acredite sol-
vencia suficiente y no tenga otorgadas rnás de cinco (S)fianzas s~ibristcntes.
bre la capacidad de contratar, ver art. 1160, CC.
editar solvencia es verificar una aptitud económica que cubra el monto de
n, lo que supone efectuar una indicación de los bienes o de la renta, incluso
u trabajo personal, para que el tribunal los constate.
ternativa de que se revoque la excarcelación no hace variar la situación
fiador constituido, cuya exigibilidad dependerá del momento en que se le
a presentación del encausado por el juez'7ss.

ión real
caución real se constituirá depositando dinero, efectos públicos o
ables, u otorgando prendas o hipotecas por la cantidad que el juez
determine
fondos o valores depositados quedarán sometidos a privilegio especial
umplimiento de las oblieaciones procedentes de la caución.
sta caución sólo será orocedente cuando de las circunstancias del caso
ineficacia de las &odalidades de las dos cauciones precedentemente
s y que, por la naturaleza económica del delito atribuido, se confor-
a más adecuada.
o se efectúa a la orden del tribunal -sea por el propio imputado o por
cuando se cumpla en dinero en efectivo, habrá de adoptarse un tempe-
ejemplo, depósito a plazo fijo--- para evitar el deterioro del valor real
;también es posible disponer su hipotktico mejoramiento en dinero cuan-
fijada deje de responder a su finalidad por efecto de su depreciaciónns6.
no implica transferir la propiedad; el Estado no ostenta tííulo alguno para
rovecho propio de la inmovilización del dinero; por eso corresponde resti-
los intereses generados por el depósito a plazo fijo cuando se ha dispuesto
a dicha caución"57.Empero, el retiro periódico de intereses desiiaturaliza-
to, por lo que deberá estarse a las opominidades previstas en el art. 327'7ss.

C , sala V, 131512005, "Cliabán", SJP, LL del 3 11512005,p. 76.


Cap., sala 11, reg. 1179, del 181311980.
,p. 161; id. con referencia a las cédulas hipotecarias, JA 1979-111-83,
D 86-753, 'i32.749.
.
,sala 1, ED 169-226, T. 47.411; el pronunciamiento se refiere al Código anterior pero
plicable a todos los regímenes procesales.
,salaVII, ED 169-227, i 47.412.
586 EXENCIÓN'DE P R I S I ~ NEXCARCELACI~N
. m.326
El privilegio especial para los depósitos se sustenta en razones de interés públi-
co y, como tal, recae exclusivamente sobre los bienes dados en caución1759; consiste
en la posibilidad de desplazar en e1,cobro a otros acreedores.
El tercer párrafo advierte que tan sólo habrá de imponerse la caución real cuan-
do, a través de la juratoria o personal, no pueda obtenerse la sujeción del imputado
al proceso. Con la caución real se procura preservar que la rebeldía del imputado
(art. 290) impida la realización del debate. Pese a "...la naturaleza económica del
delito atribuido...", se ha dicho que el monto del perjuicio no puede incidir en la
fijación de la cuantía (ver comentario al art. 320).
Cuando se registran varios procesos en trámite respecto del mismo imputado,
parece oportuno que la caución sea reali760.
No pueden ofrecerse bienes de la sociedad como caución real para obtener la
libertad provisoria de su pre~idente'~~'.
Si el monto de la caución ENstra su otorgamiento, la decisión debe considerarse
sentencia definitiva a los fines casatonos. Se conculca el derecho a permanecer en li-
bertad, agravio que resulta de imposible reparación ulterior'762.Desde luego la suma
debe regularse en forma prudente, teniendo en cuenta la necesidad de aseguramiento
procesal y la situación económica del imputado, sin que resulte imprescindible el
depósito de dinero, pues puede cubrirse en la amplia forma aquí establecida. Si la
ley exige caución real, no cabe atacar su c~nstitucionalidad~~~~. Ver art. 148 de la ley
24.241 del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, que impone esta modali-
dad cuando exista perjuicio para el fondo o para un afiliado; el monto deberá guardar
correlación con el dañoi764.

Forma de la caución
325. Las cauciones se otorgarán antes de ordenarse la libertad, en actas
que serán suscriptas ante el secretario. En caso de gravamen hipotecario, ade-
más se agregara al proceso el titulo de propiedad y previo informe de ley, el juez
ordenará por auto la inscripción de aquél en el Registro de Hipotecas.
La inscripción de la hipoteca se ordena mediante oficio (art. 132).
La escritura puede ser labrada por escribano o por el propio secretario del
tribuna1"65.
Forma, domicilio y notificaciones
326. El imputado y su fiador deberán fijar domicilio en el acto de prestar
la caución, denunciando el real y las circunstancias de trabajo que pudieren

BORDA, Tratado..., Obligaciones, t. 1, ps. 2301231.


'"O CCC, saiaVI, 1011111992, c. 57.
CF Rosario, LL del 161211995,f. 92.876, con nota de RACCIATI(h.) - ROMANO - ROMERA,
"Exi-
mición de prisión, objeto social y capacidad de la sociedad comercial para ser fiadora".
"" CNCP, sala 1, DJ 1998-2-898, f. 13.151; conf. DESIMONI, "Razonabilidad de la caución en la
eximición de prisión y en la excarceiación", LLActualidad del 241711997, p. 1.
n63 CNPE, sala B, LL del 301611998, f. 97.416; id., id., JA 1998-111-504; id,id. 4ecidihndose
por la caución real-, LL del 31/7/1998, f. 97.584, o DJ 1998-3-641, f. 13.506, con disidencia del
doctor Hornos, quien limita este tipo de caución s61o a los casos que provocan perjuicio patrimonial.
"M CNPE, sala B, JA del 191612002, p. 54.

CCC, salaV, DJ del 41612003, f. 19.741.


EXENCION DE PRlSION EXCARCELACION

erle al imputado su ausencia de éste por más de veinticuatro (24) hor


e no podrá ser alterado sin autorización del magistrado intervinieute.
será notificado de las resoluciones que se refieran a las obligaciones del
elado, y deberá comunicar inmediatamente al juez si temiere fundada-
la fuga de1 imputado.
domicilio procesal responde a la exigencia del art. 145. La autorización por
ara ser tal, debe anteceder al alejamiento del dornicilro real. Con la finali-
servar la ejecución de la fianza se exige que las decisiones atingentes a la
rovisaria se comuniquen al tercero fiador.
falta de residencia no debe confundirse con la residencia en otra provincia
,en este caso, la persona tiene su asiento en ese lugar y podrá ser localizada
fines del proceso; de lo contrario se concedería un privilegio para los luga-
esultaria vulnerada e1 principio de igualdad ante la ley '766.
celación de las cauciones
a caución se cancelará y las garantías serán restituidas:
uando el imputado, revocada la excarcelación, fuere constituido en
tro del termino que se le acordó.
ando se revoque el auto de prisión preventiva, se sobresea en la cau-
Iva al acusado o se lo condene en forma condicional.
ndo el condenado se presente a cumplir Ea pena impuesta o sea de-
o del término fijado.
comprenden situaciones en que el mantenimiento de la ga-

anza es una obligación accesoria (arts. 525 y 2042, CC) y desaparece cuan-
ngue la principal (asegurar la comparecencia).
ión preventiva determina la libertad, debe considerarse can-

dejarse sin efecto la providencia que intimó al imputado a sustituir la


al prestada si no se encontró mérito para dictar la prisión pre~entiva"~~.

pudiere continuar como tal por motivos fundados, po-


lo sustituya por otra persona. También podrá sustituirse

tivos aducidos por el fiador se exigen para evitar que se preste a distor-
o lugar a una verdadera pr~fesión"~~.
o el fiador manifestó su decisión de abandonar dicha función, debe sepa-
dinero con que caucionó el otorgamiento de la libertad provi-
aso corresponde intimar al imputado a satisfacer la garantía bajo aperci-

.Acus. Córdoba, LLC 1989-327.


CCMar del Plata, sala 11, DJ 1998-1-599, f. 12.564.
NPE, sala A, LL del 221812001, J. Agnip. caso 16.021.
- SOLER, Exposición de Motivos del Código de Procedimienio Penal, p. 76,
588 EXENCIÓN DE PRISIÓN. EXCARCELACIÓN Art. 331

bimiento de revocar el beneficio. No es posible obligar a alguien a permanecer en un


cargo que no quiere detentar ni a mantener un compromiso como es el de la fianza"70.

Emplazamiento
329. Si el imputado no compareciera al ser citado o se sustrajerc a la cje-
cución de la pena privativa de libertad, el tribunal fijará un término no mayor
de diez (10) dias para que comparezca, sin perjuicio de ordenar la captura. La
resolución será notificada al fiador y al imputado apercibiéndolos de que la cau-
ción se hará efectiva al vencimiento del plazo, si el segundo no compareciere o
no justificare un caso de fuerza mayor que lo impida.
La caución garantiza el sometimiento a la jurisdicción; si el tribunal emplaza y
aquél no se presenta -sin mengua de ordenarse su detención-, debe comunicarse
al fiador -también al imputado- la posibilidad de que la caución se pierda al ven-
cer el tiempo para la presentación (arts. 116 y 162).
Efectividad
330. Al vencimiento del plazo previsto por el articulo anterior, el tribunal
dispondrá, según el caso y teniendo en cuenta lo previsto en el art. 326, segundo
párrafo, la ejecución del fiador, la tratisferencia de los bienes que se deposita-
ron en caución, al Poder Judicial de la Nación según lo dispuesto por el art. 3',
inc. d) de la ley 23.853, o la venta en remate público de los bienes hipotecados
o prendados. Para la liquidación de las cauciones se procederá con arreglo al
art. 516.
Se preserva el patrimonio del fiador al recordar, mediante la remisión al art.

cia del imputado. .


326, que se impone la previa comunicación para demandarle ante la incomparecen-

Si no se apersona el imputado durante el plazo establecido en el art. 329, se


procederá a la ejecución de la fianza si ha sido otorgada por un tercero, trámite que es
innecesario cuando e1 depósito se efectuó en efectivo, pues lo único que corresponde
entonces es destinarlo al patrimonio que estatuye la ley de autarquía judicial, 23.853.
La ejecución que culmina con la venta en remate se cumple ante el fuero civil
(art. 516).
Trámite
331. Los incidentes de exención de prisión y de excarcelación se tramitarán
por cuerda separada.
La solicitud se pasará en vista al ministerio fiscal, el que deber4 expedirse
inmediatamente, salvo que el juez por las dificultades del caso, le conceda un
término que nunca podrá ser mayor de veinticuatro (24) horas. El juez rcsolve-
rá de inmediato.
Con el escrito que contiene el pedido de eximición o de excarcelación se forma
incidente. Aunque no pueda descariarse la posibilidad de que si el detenido, en los casos
de excarcelación, se encuentra en la secretaría del tribunal, pueda levantarse acta de lo

"'O CNPE, sala B, JA 1998-11-519


EXENCIÓN DE PRISIÓN. EXCARCELACIÓN

le a sin solución de continuidad. El plazo se


162, párrafo primero (coni?. art. 116). Todo

O, 4" y 5 O , señalan la posibilidad de


a instructoria o en el momento del
nal oral pertinente como inciden-
c. 1". La diferencia importa para
recurso correspondiente es el de
rts. 24, inc. lo, y 31, inc. lo); en
y si ha mediado arbitrariedad
Nacional de Casación Penal
ia constitucional, art. 75,
el superior tribunal de la
ldi, Horacio David"1774
recurso extraordinario

ión o la excarcelación
utado, sin efecto sus-

legitimación del fiscal no sólo persigue obtener se revoque una libertad


improcedente, conforme a su criterio, sino que también admite la sitna-
sa; cuestionar el acierto de la desestimación (ver art. 433).
tercero peticionante de la exención puede recurrir; si puede pretender la
del instituto, corresponde aceptarlo para perseguir la justicia de su reque-
nte el órgano
cipio sentado en el art.
e cumplir la soltura a pesar de la apelación.
rocedencia del recurso de casación y extraordinario federal. La libertad
constituye sentencia definitiva en los términos del art. 14 de la ley 48,

IIARITcHoN, Excarcelación..., p. 112.


LACIO, Derecho..., t. IV, ps. 258 y SS.

JARQUE, "Exención de prisión y excarcelación en la ley 23.984", JA del 261711995, ps.

C, salav, DI 2001-2-1143, f. 17.082.


590 EXENCION DE PRISION EXCARCELACION Ari. 332

pues resulta reformable y revocable al no causar estado'778;la admisión de la ins-


tancia extraordinaria contra decisiones que deniegan la excarceiación debe basarse
en circunstancias excepcionales, corno sería la existencia de vicios sumamente gra-
ves del procedimiento denegatorioiii9. Sin embargo, puede equipararse a definitiva
cuando ocasione perjuicio de imposible reparación ulterior, siempre que se halle
involucrada en el caso alguna cuestión federal, pues la excarcelación procede como
garantía constitucional y no como simple concesión de la ley penal de forma"80. Con
el endeble argumento de la recurribilidad de lo decidido por el iuez instructor ante la
Cámara de Gelaciones en la etapa prepasatoria y de la'innec&aria anticipación de
hacerlo durante el debate antes de la sentencia definitiva, le asigna carácter excep-
cional al examen por la vía extraordinaria la CNCP, sala Ii78i;en coincidencia con
semejante criterio, Ia misma sala desestima una queja"82. Aunque el derecho a gozar
de libertad hasta el momento en que se dicte la sentencia de condena no constituye
una salvaguarda contra el arresto, detención o prisión preventiva, medidas cautelares
estas que cuentan con respaldo con~titucional'~~~.
Por esta vía puede dejarse sin efecto la prisión preventiva en la medida en que
resulte comprendida por los agravios (ver comentario al art. 31 1); de lo contrario es
imposible discutir acerca de la idoneidad de los elementos de prueba computados a
los fines de verificar sus presupuestosi784.
La CS ha analizado decisiones de primera instancia a través de las cuales se
concedió la excarcelación en supuestos en que cabía meritar la posibilidad de agra-
vio de imposible o tardía reparación ulterior, que tornen abstracto un eventual pro-
nunciamiento de la Corte y la cuestión revista 'gravedad institucional; en tal caso
estimó que correspondía suspender los efectos de las sentencias apeladas, a fin de
estudiar el planteo formulado y pronunciarse sobre su procedencia formal, sin per-
juicio de la secuela de los recursos ordinarios en trámite; se aceptó así elpevsaltum
frente a lo decidido en primera instancia a consecuencia de un recurso extr?ordinario
presentado ante el Alto Tribunal, sin esperar la decisión de la Cámara, particularidad
que lo encuadra dentro de esa
Al analizar dicho fallo afirma Carrió que la presentación de los fiscales -tan-
to del fuero penal económico como de la Procuración General- resulta anómala
porque extralimita el ámbito de la jurisdicción originaria de la CS; en cuanto a la
jurisdicción apelada, la ley 4055 requiere el recurso de lo decidido por la Cámara de
Apelaciones (art. 6'). Pese al título de recurso extraordinario impuesta a la presen-
tación de los fiscales, no se le dio el trámite previsto por los arts. 256 y 257, CPCC.

CS, iXD 106-618, f. 37.352.


CS, JA 1988-111-394
CS, ED 109-127, f 37.850; 114-421, f. 38.919; 121-133, f. 39.765; 134-867, nros. 186 y
187 y 144-479, f. 43.812; LL del 61511996, f. 94.229.
BJ nro. 4, p. 10.
'" RJ nro. 4.. .o. 82.
CS, JA 1988-11-390; JA 1989-1-691; ver "La excarcelación en la Coite actual", por J. L. A.,
JA 1988-111-868.
CCC, salaV, ED 90-191, nro. 206; sala 1, ED 51-320, f 23.391; sala 1, JA 11-1971-557, nro.
121; CCC, sala V, Fallos 2' serie, t. II, p. 377; en contra, CNPE, sala A, LL del 291411999, f. 98.656, o
DJ 1999-2-338,f. 14.173.
"8' 611211994, "Alonso, Jorge F. y otros", JA del 3/5/1995, p. 37.
EXENCIÓNDE PRISIÓN EXCARCELACIÓN

La CS adujo gravedad instirucional en las cuestiones debatidas y que los agravios


deducidos por los fiscales podían resultar de tardia o imposible resoluci~inulterior De-
cidió "declarar la suspensiOn de los efectos de las sentencias apeladas, sin peiuicio de
e los recursos ordinarios en trámite". Dice biei Carrió que"para pasar
e liberar a los imputados previa fianza, que-
efirió a la Cámara continuar ocupándose de las -
adas por los fiscales...". Invocó facultades implíci-
aguarda del buen ejercicio de la funciónjurisdiccional,
32, id., cuando faculta para adoptar medidas cautelares aptas
ovisionalmeute el cumplimiento de una sentencia.
'S y claridad, Carrió destruye los argumentos de la Corte: la grave-
figura si un sujeto lleva largos años detenido sin sentencia;
acto parece utilizado para intervenir aun sin jurisdicción.
didas: ley 4055, art. 6', ya referida; la
resolución conttaria al derecho federal
7, CPCC -también aludidos-, que imponen un trámite
ordinario con intervención de la parte contraria; el
de efectos suspensivos a las decisiones excarcelatorias
el Código anterior). Concluye el trabajo de Ca-
os en compartir: "Que la prensa vea con desagrado
tado acusado de ciertos delitos, no es algo preocupante
orte Suprema entienda que esa excarcelación -
lleva largos años preso sin condena-, constituye
r ella misma'aun sin jurisdicción y sin respetar
oblación un mensaje no compatible con aque-
individuales"17s6.
aberse introducido la solicitud de excarcelación luego de que el juez dio
el MP había requerido la elevación a juicio, corresponde
ara se pronuncie en el recurso di apelación interpuest6 contra la dinega-
este se wlanteó contra una resolución dictada uor el iuez de
Izada concede la excarcelación denegada por el a quo y fija caución per-
1, carece de competencia positiva para establecer sus condiciones, pues
e al juez de grado a fin de no privar de instancia'788.
do ante igualdad de situaciones de los imputados se ha otorgado trata-
ímil, la CSJ Santa Fe abrió el recurso de incon~titucionalidad~~~~. En con-
resulta excesivo aseverar que por su índole las decisiones sobre excarce-
ción de prisión son ajenas a la casación'790.Se advierte otro criterio al
sceptible de casación fijar el monto de caución real si puede ocasionar
ion del beneficio otorgado179'.
NCP, sala 1, afirma que cuando se trata de prórrogas de prisión preventiva
ley 24.390, el control corresponde a la revisión automática y obligatoria
ngostinos,persaltums y ohas criaturas amenazantes", CDJP, año 1, nro. 0, Ad-Iloc, ps
l7i7
CNPE, sala ,\. 1.1. dcl 2Y 6 1498, res:ha dz Fallos nrd. 40 $90-S
17" CCC
,sala IV, :\lniaraz, I>amiin A,..", 1>J :999-1-169.

P, sala 1, BJRTO.5 , ps. 15116.


P, sala 1, LLdel291511998, f. 97.220, o DJ 1998-2-898, F. 13.151.
592 E X E N C I ~ NDE PRISIÓN. EXCARCELACI~N Art. 332

--consulta-, a afrontar por la Cámara de Apelaciones. No es cuestionable mediante


la solicitud de excarcelación, salvo que ésta se sustentara en causales d~stintasa las
previstas en la ley que limita el encarcelamiento preventivo; dicha decisión sólo resul-
ta iinpugnable por vía del ait. 14 de lá'ley 48i792.Al comentar el fallo, Bruzzone afirma
que en los casos de prórroga de la detención, conforme a la ley 24.390, adoptada por
un tribunal de juicio, el órgano competente para efectuar el control es la CNCP, aun-
que no por vía de impugnación, sino a través de la consulta. Este conirol --en cuanto
iinplica la posibilidad de mantener la privación de la libertad- no puede ser formal ni
acotado a los términos de un recurso de carácter excepcional ni es posible convalidar
prórrogas carentes de fundamentación; si media exceso debiera disponerse la inme-
diata libertad del preso, para no incurrir en una eventual privación ilegal de la libertad.
d) Superior tribunal. La CS se inclinaba por considerar superior tribunal de
la causa a la Cámara de Apelaciones cuando se violaban los principios de legalidad
y defensa en juicio y la decisión era insusceptible de ser revisada por otro órga-
no dentro del ordenamiento procesal1793.Sin embargo, la disidencia subrayaba la
improcedencia del recurso por no haberse utilizado el tribunal intermedio que es la
CNCP y que resulta eesuperior de la causa. La CNCP, sala 1, siguió el criterio del
Alto Tribunal1794.
Luego de varios pronunciamientos contradictorios en torno al requisito del su-
perior tribunal de la causa179s,la CS puso fin a la incertidumbre existente a través del
fallo ''Di N n n ~ i o " " ~ ~ .
Allí reconoció que la "...determinación del tribunal superior de la causa en el
ámbito de la justicia penal nacional no ha sido precedido por una jurisprudencia uni-
forme...". Puntualizó que el concepto de sentencia definitiva para el recurso extraor-
dinario no difiere del establecido para el recurso de casación, tomando en cuenta el
carácter de tribunal intermedio de la cámara hoinónima, siempre que se invoque en
los planteos recursivos una cuestión federal o la arbitrariedad del pronunciamiento
conforme la doctrina de la CS.
La cuestión medular del fallo radica en haber aclarado que "...siempre que se
invoquen agravios de naturaleza federal que habiliten la competencia de esta Corte,
por vía extraordinaria en el ámbito de la justicia penal nacional conforme el orde-
namiento procesal vigente, éstos deben ser tratados previamente por la Cámara
Nacional de Casación Penal, en su carácter de tribunal intermedio, constituyéndose
de esta manera en tribunal superior de la causa para lajusticia nacional en materia

LL del 191211999, f. 98.369, con nota de Bnuzzo~e,"Los mecanismos para el control de la


prórroga de la prisión preventiva".
..
L1. rl:l ?o : 1 iu')7. i: 90 38.1. cuii iioid Jr P \ I 1, I 1. ' L a s rei~ihici~iiier .ic al/>& eii malcrin
,le i~c,ir;;l;i~iS!l1 e \ i l i l i c i ~ iJC
~ 11rli1,~n
S i:~ .-
\ id 311lil <Ic rti :nl~t:~lldclG~~"
>I FI) 175-391. i 18 38.1. con
nota de ~oi.iz,i~ei Novii.~o- Fia;enon, " ~ doctrina a del tribunal intermedio y un caso ambiguo"; irin-
ciuio inexcusable si la libertad urovisoria cuestionada tramitó durante la etaua instmctoria. En cambio.

Nación", LLdel 161611998 y ~iberiad ..., ps. 238 y SS..


LL del 301411998, f. 97.060.
'"* Ver al respecto el trabajo de ALMEYIIA, "Punto final a iui inexplicable desconcierto. La ex-
carcelación, el superior tribunal de la causa y el recurso extraordin~rio",SJP, LL del 311512005, p. 23.
"" SJP, LL del 311512005, f. 108.969; RDP, LexisNexis, 1112005, p. 986; Fallos 328:1108. Coii-
wltar el trabajo de PASTOR, "Una dosis de necesaria certidumbre.. .", CDJP, Casación, 5, p. 229.
EXENCIÓNDE PRISIÓN EXCARCELACIÓN

. 14 de la ley 48". En definitiva, y a partir de este pronun-


o por la CNCP os imperativo.
) Plazo. Las veinticuatro (24) horas rigen para deducir recurso respecto del
que otorga o deniega la excarcelación. En vez, cuando se desestimó la sustitu-
la cauciónjuratona debe acudirse a la regla general del art. 161; de lo contra-
fectúa una interpretación extensiva en contra del i m p ~ g n a n t e ' ~ ~ ~ .

El auto de exención de prisión 0. de excarcelación será revocable de


petición del ministerio fiscal. Deberá revocarse cuando el imputado
a las obligaciones impuestas o no comparezca al llamado del juez sin
astante o realice preparativos de fuga o cuando nuevas circunstancias

a resolución que no causa estado'798y puede volver a debatirse en cual-

a dejar sin efecto tanto la originaria desestimación como

a conminación preserva, por un lado, el coinpromiso impuesto por el


También hace posible evaluar, con anticipación, actos
liquen impedir la sujeción a la potestad jurisdiccional. Por últi-
S elementos probatorios que involucren una calificación
stimados en los arts. 316.y 317, inc. lo.
cias deberán expresarse los motivos por tratarse de un
o puede dejarse librado al arbitrio absoluto del tri-
egún ocurre en la generalidad de los casos- de una omisión
1juez que se halla al frente de la actividad instructoria (art. 194) al desen-
dictar la revocación podrá cuestionarse por vía del recurso de apelación

L del 71312001, J. Agmp., caso 15.570.


SOBRESEIMIENTO
9

a) Finalidad
La instrucción impuesta por el principio de oficialidad, si bien exige regulación
por ley, no impone, obligatoriamente, el tránsito a la etapa del juicio cuando se dan
ciertas circunstancias que autorizan esta resolución conclusiva.
b) Concepto
Desde el punto de vista semántica significa cesar, desistir de algo; la etimolo-
gía del vocablo advierte que deriva de las palabras latinas super-sedere; es decir,
"sentarse sobre"'799.
Constituye una de las modalidades de clausura de la instrucción (art. 353) aun-
que, cuando se declare por extinción de la acción penal, procederá en cualquier esta-
do del juicio; también puede resolverse durante los actos preliminares en los supues-
tos del art. 361 y cuando prospere una excepción perentoria (art. 343).

Oportunidad
334. El juez, en cualquier estado de la instrucción, podrá dictar el sobresei-
miento, total o parcial, de oficio, o a pedido de parte, salvo el caso del art. 336,
inc. lo,en que procederá en cualquier estado del proceso.

a) Procedencia
Si el juez advierte que la posibilidad de perseguir feneció (a*. 336, @c. lo), o
que el hecho no es susceptible de servir como soporte a una acusación (art. 336, incs.
2" y 37, o que no es posible afirmar la responsabilidad de la persona procesada (id.,
inc. 49, o que el suceso no es antijurídico, o bien que no tiene capacidad de culpa o
no ha actuado contra derecho, el sujeto a quien se le atribuye o es insusceptible de
reproche o bien la ley no lo pune atendiendo a circunstancias ajenas a los elementos
del tipo (inc. 5 O , por ej., art. 185, CP), debe declarar cerrado el camino hacia el jui-
cio. Aquí se advierte el papel de filtro o cemidor atribuido a la etapa instructoria (ver
introducción al Libro 11).
En este punto el régimen actual amplía la contradicción al aceptar que se discu-
ta sobre su procedencia antes de dar cauce al juicio oral (art. 349, inc. 2"). Los tribu-
nales no lo admitían con el Código anterior; al extremo de considerar insusceptible
el cuestionamiento de la elevación a juicio plenario, por no existir carril legal para su
admisión18o0. Ahora puede instarse también durante la investigación.
b) Legitimación pasiva
La decisión sólo procede respecto de quien se encuentra legitimado, por habér-
sele llamado a prestas declaración indagatoria (art. 294); no resulta necesario que se

MORAS MOM,"El sobreseimiento provisiocal en el proceso penal", JA 1959-iV-97.


IaW CF Cap., JA20-1973-384, f. 22.400.
SOBRESEIMIENTO

tre procesado (art. 306)1801. Al comentar el art. 73 dimos opinión


era sea la forma en que se escuche al imputado, aun en los ca
9, no cabe otra solución que el sobreseimiento definitivolao2, solucion que, mas
te técnico, atiende a una realidad imperante en losjuzgados que afrontan la
Dicha resolución corresponde si se dio audiencia al sospechoso, pues
o cabría la desestimación1s04. La CNCP suoediw el sobreseimiento a la
ración de la indagatoria1805. Cuando se ha escuchado en indagatoria y no se pro-
la situación debe resolverse con el sobreseimiento, toda vez que si se le priva de
modalidad conclusiva una vez agotada la investigación, equivale a incorporar de
un modo encubieno al sobresziniienio pro\ isional, no conteinplaifo en cl iiiievo orde-
namiento procesal.'.'. La CF Cap., sala 11, esriina \,alidozl dictado de sobreseimienio
sin haya indagatoria pr&ia'"7. .mpero, la CF Mendoza, sala B, deniega el
'miento recabado si no se escuchó en indagatorialSo8.
circunstancia de que el imputado no fue indagado por todos los hechos no
ictado del sobreseimiento; la atribución concreta contra persona individua-
etermina adquirir la condición de tal y, por ende, su
de luego se descuenta que haya una persona que tevista la condición de
a y a quien se la apercibió de la existencia de cargos en su contra. Por lo
ace falta la indicación en el requerimiento fiscal de los sospechosos o bien
namiento esp~ntáneo'~'~. Es que el sobreseimiento, aunque se sustente en
objetivos (art. 336, incs. 2" y 3') no puede resolverse con sólo mentar
hecho objeto del proceso. La indicación del imputado a quien beneficia deviene
'spensable. El efecto de la forma anticipada de concluir el proceso penal no se
de erga omnes. La nueva persecución (art. 'lo, última oración) sólo se impide
. aue
cto de aauel . resultó amoarado oor el sobreseimient~~~". Para guarecer de la
ersecución penal se estima que la nulidad del proceso debe conzucir también
do del sobreseimient~'~'~.

n, sala 1, ED del 41211993, f. 44.788.


itarnos CCC, sala VI, "Pirillo, J.", c. 1654,281142.
"El derecho al sobreseimiento", SJP, LL del 201911995, nota al f. 93.566.
M CNPE, sala A, ED del 311711995, f. 46.563.
Os ED del 17/8/1995, f. 46.592.
CF San Martin, sala 1, JA 1993-1V-574.
JA 1994-IV-637; las citas doctrinarias efectuadas en este fallo permiten suponer que se trata
ción similar a la anotada por ALMEYRA; id, id. ED 174-401, f. 48.217, sobre todo porque
imiento fiscal la persona fue formalmente imputada; CNPE, sala B, LL del 2611211997,
d., id., sala B, LL del 22/8/1997, f. 95.834, o ED 174-505, f. 48.245, o DI 1997-3-852,
;id., id., ED del 231712001, f. 50.912; id., id., LLdel 141912001, f. 102.573; id., id., DJ del
3, f. 19.566: id., id., DJ del 21/5/2003, f. 19.674; CCC, sala VII, LL del 271711998, reseña de
40.610-S; CCC, sala V, JA 1998-1-539; id., salaVII, DJ 1998-1-301, f. 12.564; id., sala 1, JA

"Caso en que es viable sobreseer sin previa


175-122, f. 48.317, con nota de GONZALEZ,

CC, sala 1, 141811997, "Villar", JA 2000-1, Síntesis.


CP, sala 1, 181411996, "Piccinini,Ana3', c. 743, reg. 988.
PE, s a i a ~LL
, 1611111995, f. 94.425.
C Fed. Mar del Plata, ED 165-697, f. 46.881; el criterio es compartible siempre que los
dos impidan reconstruir la materialidad del hecho.
596 SOBRESEIMIENTO Art. 334

El vocablo parcial indica que la decisión puede no resolverse a través de un


solo auto; por eso no se entiende el criterio seguido por la CNPE, sala A, al sostener
que "...si se trata de resolver la situación de una persona ... no cabe en cambio que se
le utilice para dividir, uno por uno,los hechos materia de averigua~ión"'~'~ Puede
ser parcial con referencia a ciertas personas y no a todas, como cuando comprende
algunos hechos y no a otros.
Cuando se operó la extinción de la acción penal (art.59, CP) corresponde sobre-
seer y no absolveri8'!Advertido el cuinplimiento del plazo que impide la persecución,
ningún tribunal puede pronunciarse sobre el fondo; el proceso penal no es un debate
acadéinico y el sobreseimiento protege al imputado al igual que una absolución. Por
ello, si el nuevo análisis del caso conduce al juzgador a cambiar la calificación,no
tiene sentido postergar el sobreseimiento por prescripción, so pretexto de que "...no
es de ninguna manera admisible que se resuelva como excepción previa una cuestión
que implica un pronunciamiento de A lo sumo, cuando conoce por vía de
apelación, la alzada podna revocar porque el nuevo encuadre jurídico es errado y así lo
fundamente. La CS, en fallo donde reitera la improcedencia de la reposición o revoca-
toria contra la sentencia que decide el recurso extraordinario, presenta una disidencia
del doctor Petracchi, qúien ante la posibilidad de haberse operado la extinción de la
acción peiial por prescripción, estima no puede dejar de examinarse, aun cuando el
tribunal ya se hubiese pronunciado; sin embargo,reconoce que no es adecuado tratar la
cuestión en la instancia extraordinaria, sobre todo cuando se encuentra comprometido
el interés del querellante en un delito de acción pnvadaI8l6.
A veces se ha optado por descartar un pronunciamiento conclusivo -sobresei-
miento o requerimiento de elevación-; en ese sentido, si el imputado se encuentra
prófugo, se ha invocado, para obviar la decisión conclusiva, el plazo de duración
del art. 207'8i7.La resolución citada utiliza un vocablo que puede generar equívo-
co -"archivar las presentes actuaciones"-, pues hubo de emplearse "reservar las
actuaciones" (art. 290, párr. 2") una vez agotada la pesquisa porque --salvo el caso
de extinción de la acción penal- dicha circunstancia impide el pronunciamiento
sobre el mérito o fondo. Acertado es el criterio de la CNCP, sala 111, al advertir
viciada la certeza requerida para dictar un sobreseimiento (art. 336) si se respalda
en la excesiva prolongación de los plazos del sumario y los vanos esfuerzos del
tribunal para colectar probanzas de cargo -se aludió a la falta de éxito del reclamo
diplomático-, pues ello trasluce una suerte de solución liberatoria no conteinplada
y con exclusivo apoyo en el vencimiento de los plazos ordenatonos para cumplir con
la in~trucción'~'~.
Desde luego, quien resulta testigo y no imputado no puede ser ~obreseído'~'~.

'8'3 DJ 1998-111-145, f. 13.327.


' 8 ' V C C , sala 1, ED 169-579, f. 47.496, disidencia del doctor Rivarola, cuyo razonamiento compar-
timos; con nota favorable al pensamiento de la mayoría de B~ccsiDE LINERO, "El derecho a uiia definición".
CNPE, sala A, JA 1996-IV-457.
'8'QD 182-212, f. 49.1 83.
CCC, sala IV, LLdel231211998, f. 96.654, o 141411997,"Emhon, Pedro L.", DJ 1999-1-177.
"Canda, Alejandro G.", JA del 51511999.
CCC, sala 1, JA 2001-1-729, o DJ 2001-2-147, f. 16.706, o LLdel 301412001, f. 101.917.
SOBRESEIMIENTO

35. E1 sobreseimiento cierra definitiva e irrevocablemente el proceso co


ión al imputado a cuyo favor se dicta.

Conceptos generales
sobreseimiento comprende -ineludibleinente- a personas imputadas y no -
echos. No existe sobreseimiento absoluto aunque se sustente en presupuestos ob-
(hipótesis de los incs. 2" y 3'3 del art. 336). La consecuencia consiste en que
ia imposibilidadpara continuar el proceso respecto de otras personas pues, en
era alguna, sus efectos se extienden erga omnes'820.Por eso hace cosa juzgada
sivamente respecto de quien se dicta. Tan sólo en esos casos impide una nueva
cución penal (art. lo,última oración). De manera que no hay sobreseimiento en
ausa sino respecto de persona determinada.
Situaciones que comprende
mbién se distingue entre sobreseimiento total y parcial, calificativos que si
refieren a hechos, no implican soslayar su inevitable referencia a personas. Es
S los hechos si el objeto procesal es múltiple y parcial
. Bien puede ocurrir que se sobresea a todos los pro-
dos los hebhos, circunstancia que autoriza a ca-
iende a ambos extremos -hechos y personas-;
ga en cuanto a algunos hechos y a ciertas personas,

(art. 72) se halle legitiiiiado pasivamente (ver


nera que, si está ordenada y aún no se ha cum-
erá dictarlo a su favor si se encuentra en alguna
art. 336. Dicha circunstancia lo coloca más allá
. lo), efecto que no se logra con la mera revocación
to que ordena dicha diligencia (art. 126, pani lo). La CCC, sala VI, extiende
ibilidad de sobreseimiento a cualquiera de las diferentes vías a través de las
es se escucha al imputado'822.Quedan comprendidas las situaciones de los arts.

n sistema completo cuya finalidad es terminar con

mo a una de las posibles calificaciones del hecho

Sobre la confusión en el antiguo sistema en que incunian la doctrina y la jurisprudencia,


mPW del Código anterior, ver MAiER, Derecho..;, t. 1-B, ps. 378 y 4021403; es claro BELING: "Las
encias de derecho procesal penal no poseen generalmente fuerza vinculatoria para los procesos
eriores. .",Derecho ..., ps. 206 y 207, n. 1.
ORKES BAS,Elsobreseirnienlo, p. 122; CNPE, sala A, LL del 301611997, f. 95.605.
L del 201911995, f. 93.566, con nota de ALMEYRA,"El derecho al sobreseimiento".
'82* CF San Martin, sala 1,311211996,"Maitinez, Andrés", reg. 901.

CCC sala VII, LL del 281712000, f. 100.639.


598 SOBRESEIMIENTO Art. 336

c) Sistema anterior
El Código anterior establecía el sobreseimiento provisional como modalidad
conclusiva y supeditada a la reapertura de la instrucción (art. 435, id.), salvo que se
produjera la imposibilidad de persegug por el transcurso del tiempo (art. 436, párr.
2", id.). La solución vulneraba el debido proceso establecido implícitamente por el
art. 18, CN, al implicar la mera "absolución de la instancia". Tal solución legislativa,
según una interpretación de la CS, afectaba la garantía del juicio previo, que supone
que la persona sometida a proceso penal encontrará resolución definitiva ante la in-
certidumbre ocasionada por el enjuiciamiento. Mal puede ensamblarse esa exigencia
con la posibilidad del nuevo sometimiento de quien ya se vio sujeto a los avatares del
proceso1825. Más razonable parecía, aun cuando no fuere justo, dejar sin efecto los
procesamientos cuando, sin llegar a desvanecerse, la existencia del hecho delictuoso
tampoco se neutralizaba, ante una situación que podía enturbiarse1826. Contra este
criterio hemos opinado al afirmar que, si se ha legitimado pasivamente al imputado
ordenándose que preste declaración indagatoria, su situación deberá resolverse me-
diante sobreseimiento o elevación a juicio (ver introducción al Capítulo IV).
d) Alcance subjetivo
No corresponde a quien no resulte sujeto del proceso -imputado en el sentido
amplio--; por ello no puede sobreseerse a la persona jurídica contribuyente de im-
puestos cuya declaración pareciera haberse omitido'827.Sin embargo, la falta de in-
tervención del imputado previa al auto de sobreseimiento nunca afectaría su derecho
de defensa; por ende, el MP no puede impugnar por vía de casacióni828.
Procedencia
336. El sobreseimiento procederá cuando:
19 La acción penal se ha extinguido.
2 3 El hecho investigado no se cometió.
3") El hecho investigado no encuadra en una figura legal.
4") El delito no fue cometido por el imputado.
53 Media una causa de justificación, inimputabilidad, inculpabilidad o
una excusa absolutoria.
En los incs. 2%3\ 4" y 5" el juez hará la declaración de que el proceso no
afecta el buen nombre y honor de que bubiere gozado el imputado.
La persuasión en punto a las causales no debe tener un grado de certidum-
bre equiparable a la de carácter apodíctico requerible para condenar'829.Parecía una
proposición adecuada para encaminar la actitud del MP la que recogía el art. 215,
párrafo segundo, CPP de Bs.As., ahora derogado por ley 11.922,en cuya virtud "(e)
1fiscal deberá acusar, aun cuando no exista plena prueba de la culpabilidad del acu-
sado, si tiene medios de justificarla en el plenario...".

'821 Fallos 272:lSS; 300:1102; CF San Martin, sala 1, ED 150-320, f. 44.788, o JA 1993-IV-574.
'826 CS, Fallos 273:325.
CNPE, sala A, 141311995, "Belgrano Norte SRL", JA del 121711995, p. 42.
'928 CNCP, sala 1, JA 1996-1-484; es que la garantía siempre opera a favor del titular, y no en
sentido adverso.
'82P En contra, CCC, Fallos t. 11, p. 406.
mpero, se ha decidido que requiere certeza y no duda; si se trata de la respon-
ad del imputado tiene que ser evidente su ausencia's30.Nardiel10'~~' invoca la
rocesal, compuesta por la verdad fáctica, la verdad jurídica y el proceso lógico
pondencia entre ellas para apuntalar el ingreso de la duda en casación.
erga Aráoz (h) considera válido dictar auto de sobreseimiento por duda
do resulte fácticamente imposible avanzar probatoriamente en la instrucción

ente a la declarada nulidad de todo lo actuado, la solicitud de sobreseimienio


lta inatendible'833.
El inciso primero implica, v.gr., que luego de efectuado el cómputo se arri-
onclusión de que es imposible concretar la persecución penal. Su momen-
á fijado por el art. 63, CP; los plazos en el art. 62, id., y en el art. 67,
se describen las causales de suspensión -tiempo durante cuyo transcurso no
e computarse el plazo- y de interrupción -momento que permite reiniciar el
uto tomando como htto el acto interruptivo sin considerar el tiempo transcurri-
ta entonces-; si la conclusión es afirmativa, la solución viene impuesta por el
c. 3", CP. El tribunal debe actuar sin estímulo 4 e oficio-, pero también
rlo el MP, el imputado -si se defiende personalmente (art. 104)- o su
sor, especialmente en los momentos correspondientes a los arts. 347, inc. 2",
O; corresponde hacerlo en cualquier ocasión si se trata del supuesto del

nc. l o -pues la prescripción penal es de orden público-, procede se de-


o -aun durante el trámite recursivo- y se produce de pleno derecho
anscurso del plazo pertinenteIss4.Esto indica que el primer examen a
r cualquier juez penal consiste en verificar si respecto de la persona impu-
xtinguido la posibilidad de perseguir por prescripción al extremo de que
procede absolver -sería nula la decisión- sino declararse prescripta
. No causa agravio para apelar el sobreseimiento por prescripci0.n de la
;el interés público está por encima de las partes, los jueces y los funcionarios,
que, apreciado el transcurso del plazo de prescripción, sólo cabe resolver en

También fenece en los supuestos de muerte del imputado, amnistía y renuncia


graviado respecto de los delitos de acción privada (art. 59, id., incs. lo, 3" y 4').
b) El inciso segundo capta la situación de la inexistencia del hecho como acon-
histórico. Ocurre que el suceso tomado como hipótesis no acaeció: cuando se
tiga un homicidio y la supuesta víctima aparece con vida.

CNCP,sala 111, LLdel 171912001, f. 50.918; id.,id.,EDdel611012000, DPPC, f. 141; id., sala
DJ 2000-3-600, f. 16.117; id.,sala 11, ED del 19/9/2003, f. 52.267; CCC, sala 1,231812001, "Legal,
.", JAdel2111112001.
"El in dubiopro reo y la casación penal" (ED del 2711212001, DPPC).
"Sobreseimiento por duda", JA del 201312002, p. 31.
'O3 CFed San Maiiín, sala 1,31811993, 'Torres, P.", r. 103.
, Fallos 275:241; por eso su determinación resulta previa a decidir el recurso de repo-
caso corresponde suspender el trámite hasta tanto se dilucide La posible extinción de la
isidencia de los doctores Petracchi y Bosseri, DJ 1999-1-695, f. 13.896.
BA, ED del 1211211991, f. 43.849
CCC, sala VI, LL del 251911997, f. 96.036.
600 SOBRESEIMIENTO Art. 336

c) En el inciso tercero se aprehende el caso de que el episodio no tenga ade-


cuación típica. Esto descuenta que a dicha conclusión se arribó en el transcurso de
la pesquisa pues, si desde el comienzo se cayó en la cuenta de la falta de encuadre
jurídico penal, correspondía desestimdr (art. 180, páni final, primera oración). Por
ejemplo, el acto promotor (arts. 188 y 195) propicia la pesquisa bajo la hipótesis de
daño simple (art. 183, CP) o calificado (art. 184, id.); como ambas figuras son dolo-
sas, si la instrucción concluye que fue ocasionado culposamente, parece obvio que
el hecho no encuadra en una figura penal. Siempre que exista mérito para considerar
que la persona reviste la calidad de imputado ----en el caso se la habia convocado en
los términos del art. 73-, corresponde sobreseer y no desestimar1837.
La inexistencia de delito ~atipicidadde los hechos- vale para cualquiera y no
sólo respecto de la persona imputada. Los nuevos aspectos planteados no conmue-
ven el principio ne bis in idem1838.
Cuando se desestime una denuncia por inexistencia de delito (art. 180, párr. 2"
injine y párr. 39, cabe otorgarle los alcances y efectos del sohreseimiento respecto
del imputadoi839.
d) El inciso cuartoregula situaciones en que se arribó a la completa ajenidad
del imputado respecto del hecho objeto del proceso.
e) El inciso quinto especifica las causales que pueden llevar a concluir en la
falta de responsabilidad del imputado o en la imposibilidad de sancionarla.
El antiguo art. 132, CP, habia instituido una excusa absolutoria fundada en el ul-
terior casamiento con la ofendida para los delitos de violación, estupro y abuso desho-
nesto. Esta disposición fue derogada por el art. 15 de la ley 25.087. Cuando la víctima
fuese mayor de 16 años podrá proponer un avenimiento con el imputado. La ley no
establece en qué consiste; pareciera que podrá ser no sólo el casamiento ulterior, sino
también una compensación en dinero. Cumplidos los supuestos, el tribunal beclarará
extinguida la acción penalis40.Si la propuesta se formuló por la víctima al imputado
en un marco de absoluta libertad, igualdad y voluntad, ante un funcionario público y
de acuerdo a sus legítimos intereses, resulta el modo más equitativo para culminar el
proceso mediante la extinción de la acción penalis4'.Ver comeutario al art. 6'.
f ) La declaración impuesta por el último párrafo es un verdadero anacronismo,
en razón de que el sobreseimiento sólo exige que se dé alguna de las circunstancias
previstas, pero nada dice de la integridad moral o de la buena conducta del bene-
ficiario. Algún tribunal resolvió la procedencia de la declaración en los casos del
inciso primerois4*;también cuando el querellante en los delitos de acción privada
desistiói843.

lS3' CNPE, sala A, ED 170-45, f. 47.512.


CCC, sala V, DJ 1999-2-486, f. 14.229.
' 8 ' T C C . salav. DJ 2000-1-1144. f. 17.083. o LL del 241812001. f. 102.515.
Conf. CARRERAS, "LOS delitos contra la honestidad y su modificación por la ley 25.087",
LL del 261512000.
- de Instr. NO. 1. Villa Dolores. LL del 291512000. f. 100.307, con nota de CAFFERATA
Juze. NO-
iri S , "1:I :ivcniinienio en los deliros contra la intecrirlsd iexiial". quien afirma que negar el a\,cnimicnro
,~eiiifiisris bina s~rrituci0nsutor,taria dc la vulunrad dc la \ ictimd por un presunto intercr piiblico.
'M" CF BahiaBlanca, JA 19-1973-616, f. 3482.
CCC, LL 121-300, f. 55.051; salavi, 1911211980,"Vázquez, R. C.", c. 6786
SOBRESEIMIENTO 60 1

S de una vez alguien se ha tentado de acotar la declaración, ciñéndola al


nombre y honor..." que el imputado merecía,
ay quienes la restringen a los denominados presupuestos materiales -relati-
objeto del proceso y no a la subsistencia de la pretensión punitiva-, siguiendo
'golsMy lo ubican exclusivamente en la instrucción'845.
o autoriza para sobreseer no encontrarse entre las causas taxativas enumera- -
o abrió el recurso extraordinario ante la omisión en formu-
a disidencia considera que excede los limites de la potestad
ta fórmula si la acción penal se extinguió por

37. El sobreseimiento se dispondrá por auto fundado, en el que se analiza-


as causales en el orden dispuesto en el artículo anterior, siempre
- que fuere
Será apelable en el término de tres (3) días por el ministerio fiscal, y la
uerellante, sin efecto suspensivo.
rá serlo también por el imputado o su defensor cuando no se haya ob-
el orden que establece el articulo anterior, o cuando se le imponga a
a medida de seguridad.

Párrafo primero. La exigencia de auto apunta a la imprescindible motiva-


fundamentación. Es menester que el órgano judicial merite los elementos de
lusión sobre la imposibilidad de hacer efectiva la per-
n ---existencia del hecho-- o su carácter delictuoso o
ad del imputado en tomo al episodio o la existencia de la causales indicadas
. 5" del art. 336. Todo ello requiere un análisis preciso y circunstanciado del
fáctico y de la comprensión jurídica de los sucesos.
nulidad; dicha sanción procesal, analizada a través de lo
o VI1 del Libro 1, es genérica -pues no está incluida aquí
ne del sistema adoptado por el Código para la forma de la
n (art. 123)- y relativa1s48,salvo cuando el sobreseimiento es dictado en
de la instrucción y se ha omitido la intervención del
347, inc. 2'). En este caso seria absoluta por imperio de los
,y 168, párrafo final.
cuanto al orden de las causales, expresaron Vélez Mariconde y Soler que
o no constituye delito o no se ha cometido se diga que se
n lo posible, debe pues evitarse"1849.Este criterio está en
prescripción y lo expuesto por la CS en Fallos 275:241,

""'Ver ITURRALDE,
"El buen nombre del sobreseído en el Código de la Provincia de Buenos
', JA 1990-111-676.
"CC, sala 1, LLdel2611011998~f. 98.008, o DJ 1999-1-392, f. 13.796.
JA 1999-1V-672, o LL del 261612000, f. 100.445, con nota de MORELLO, "La Corte Suprema,
s penales y el art. 280, Código Procesal Civil", quien se inclina por la opinión de la disidencia
O que se omita en estos casos la declaración.
Conf. CNCP, sala 111, "Ruisánchez, Laures Ángel", del 2111011994.
' Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Pena[, ed. oficial, 1941, p. 77.
602 SO~RESEIMIENTO Art. 337

porque la primera verificación, cuando existe imputado individualizado, se dirige a


verificar la posibilidad de concretar la persecución.
Si la decisión aparece como prematura por resultar apropiadas las medidas pro-
puestas por la fiscalía, corresponde r e v @ ~ a r l a ~ ~ ~ ~ .
b) El párrafo segundo autoriza el cumplimiento inmediato de la resolución
-"...sin efecto suspensivo..."- y resulta una de las excepciones al principio ge-
neral sentado por el art. 442. En cuanto al querellante, se reafirma lo señalado en el
art. 435.
c) El último párrafo legitima para recurrir por apelación al imputado y a su
defensor cuando no se haya observado el orden de prelación fijado en el artículo
anterior. Si bien pareciera que esa actividad tan sólo se relaciona con la declaración
anexa al párrafo final del art. 336, no excluye al supuesto de su inciso primero; por
ende, parece una contradicción eliminar ese inocuo añadido en el caso de la acción
penal extinguida. Resulta manifiesto que aquélla -aunque estéril- no puede cerce-
narse en ninguno de los casos de1 art. 336. Por otro lado, también es impugnable por
apelación si se impone una medida de seguridad, ya anticipada de manera provisoria
por el art. 76. Se incluyen las medidas fijadas en el art. 34, inc. lo, CP, referentes a
quienes, en el momento del hecho, por insuficiencia o alteraciones morbosas de sus
facultades, no pudieron comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones,
siempre que se dispusiera la internación y no el mero sobreseimiento por dicha cau-
sal. También en el caso de los menores (art. 5 13).
El procesado, que pretendió sin éxito constituirse en parte querellante, no puede
apelar el sobreseimiento de un coimputado'851.
Resulta inadmisible la casación si el querellante desaprovechó la oportunidad
de ser oído en la instancia de apelación, sólo a su conducta discrecional se debe
la pérdida de ese derecho'852.El Ministerio Público puede recurrir en casación por-
q& se trata de un auto que pone fin a la acción penal sin que corresponda obsekar
los límites objetivos fijados por el art. 458; por otro lado, aun dictado en la oportuni-
dad del art. 361 no corresponde absolver sin sobreseerIss3.
La resolución que deniega el sobreseimiento no resulta susceptible de apelación
por no generar gravamen irreparable y porque el mérito durante la instrucción se
restringe - e n principio- a la impugnación del procesamiento. No obstante, si con
posterioridad a la falta de mérito no se produjeron medidas de prueba y se confinó
vista en los términos del art. 346 es admisible el recurso, sobre todo si se trata de
decidir la situación procesal de quien fue escuchado en los términos del art. 279. Aun
en ese caso procede definir la situación. Dicha garantía no puede cercenarse por no ha-
her existido requerimiento fiscal de instrucción i m p u t a t i v ~Ante
~ ~ ~el~ riesgo
. de una
posible ulterior persecución por no haberse dictado sobreseimiento (art. 335) o bien
el procesamiento (art. 306) y la consecuente elevación a juicio (art. 347, párr. 2°)1855,
cabe a la defensa instar el sobreseimiento, y si tal solicitud se desestima, intentar la

'x" CCC, sala 1, LL del 271312001, f. 101.773,


CCC, sala VI, JA del 181212004,p. 90.
CNCP, sala 1, BJ nro. 5, ps. 14115.
CNCP, sala 1, LL del 241511996, f. 94.318.
'85' CF San Martin, sala 1, LL del 3011011997, f. 96.235.

'as5 Conf. MORIN, "La conclusión de la instrucción en los supuestos de dudas en el Código Pro-
cesal Penal de IaNación", CDJP, año 111, nro. 4-5, p. 327.
SOBRESEIMIENTO

ección por vía del recurso (art. 449). Cada vez que exista imputado judicialmen
nocido como tal, corresponde concluir el proceso a través de esta vía. Por eso,
1 MP reclama llevar a juicio a más imputados que quienes han sido procesados, el
gravio debe llevarse a través de casación al recurrirse el ~obreseimiento'~~~.
Los tribunales son estrictos en respetar el orden de las causales de sobresei-
iento. Frente a un acusado iiiimputable, si falta la certeza absoluta respecto de su -
aienidad en el hecho investigado,-no corresponde aplicar el art. 336, in; 5", y debe
rivocarse el sobrcseimientoyse cstiina vul~~zrado e¡ orden sisrernltico deteniiinado
nor el iiir'rodo an:ilitico irnpiiesto a partir de la teoría del deliro, deiantlo invertida la
Larga de la prueba al exiaide
- por . vía indirecta la acreditación irresthcta de su respon-
Grial, dato que conculca el principio de inocencia. Cabe tener en cuenta
aceptaba el sobreseimiento por inimputabilidad, pese a que el delito no fue
etido por el encartado, correspondía el encierro como medida de seguridad's57.
Efectos
338. Decretado el auto de sobreseimiento se ordenará la libertad del impu-
tado, si estuviere detenido, se efectuarán las correspondientes comunicaciones
gistro Nacional de Reincidencia y ~stadística~riminal, y si aquél fuerc
se archivará el expediente y las piezas de convicción que no corresponda

ando nuevos elementos de juicio


al decidir el caso. Debe tenerse
sióu en contra del imputado (ver

tigos, falsificación de documentos, etcétera,


ios de la cosa juzgada, al faltarle los ahibu-

ncia de la privación del efecto


lirse sin acudir al trámite excarcela-
ecuperau la libertad los encar-
y cualquier otra medida de carácter

sar, aunque corresponde oír previa-

El archivo corresponde cuando, por ser total, el sobreseimiento comprende


10%liechos y a todos los imputados.

sala 1, LL del 291511998, f. 97.218.

CCC, sala 111, 111811981, c. 14.495; ver comentario al art. 231.


EXCEPCIONES

a) Finalidad
Durante todo el desarrollo de la instrucción (arts. 339 y 349, inc. le), antes de
fijada la audiencia para el debate (art. 358) y, en cualquier estado del proceso si se
trata de la extinción de la acción penal (art. 334) o de la incompetencia territorial
(art. 39) -aunque estas dos últimas no sean instadas por las partes-, es posible
cuestionar la pretensión del acusador y propiciar su desestimación por caminos que
no hacen al fondo o mérito del asunto, pues incumben a los requisitos de su admisi-
bilidad'860.Se trata de arbitrios a través de los cuales no se afronta la refutación de
los hechos constitutivos del objeto procesal ni se aducen razones fácticas y jutidícas
que neutralicen o disminuyan la entidad de las imputaciones. Desconoce este aspecto
la CCC, sala VII, cuando sostiene que el cuestionamiento de la personetia del que-
rellante sólo puede llevarse a cabo por vía recursiva (art. 432)ju6l;la última frase del
art. 84 no enerva al contenido de este Titulo VI. Sólo significa que si se deniega la
postulación al acusador, el agravio le alcanza; en vez, si se le reconoce, esa circuns-
tancia no perjudica al perseguido, en cuanto sólo tolera la intervención de un sujeto
eventual. El posible error de un tribunal al aceptar como querellante a quien no apa-
rece como ofendido -legitimación- o bien no adjuntó instrumento acreditante de
la representación -personería- sólo puede cuestionarse a través de este carril. En
todo caso, quienes sustentan tan singular temperamento tienen a su cargo poner de
manifiesto que la regulación efectuada a través de los arts. 339 a 345 es superñua.
Donna también piensa que la falta de acción no resulta idónea para excluir al quere-
llante, sino sólo un instrumento para verificar si fue legalmente promovida o no se
ha podido proseguir o bien estuviese extinguida, y se remite a Clarib Olmedo, Deue-
cho..., t. IV, ps. 569/5701862;
sin embargo, el giro de la p. 569, párag. 1159, renglones
8" y 9", "...no haberse reunido todas las condiciones previstas por la ley", no abona
la conclusión; por el contrario, faltan las condiciones previstas por la ley cuando no
se es ofendido o damnificado.
Quien las propicia procura enervar la pretensión, temporal o definitivamentc,
sin necesidad de que el tribunal se expida sobre el fondo o mérito.
b) Legitimación activa
En el proceso civil operan, en principio, a iniciativa de la parte interesada en
hacerlas valer --excepción hecha de la cosa juzgada y de la litispendencia que pue-
den ser declaradas de oficio, en cualquier estado (art. 347, párr. final, CPN, según ley
22.434)- como consecuencia del principio dispositivo. El interés público en juego,
gravitante en el proceso penal, advierte que sólo con un criterio estrictamente formal
puede receptarse el instituto según se lo hace en a q ~ 6 1 ' ~ ~ ~ .

Is6O PALACIO,Derecho...,t. VI, p. 92.


las' 18/2/1997, "Kolyoukyan, Gonzalo", c. 5312.
'*" CCC, sala 1, LL del 251911997, f. 96.043.
'a" GOI~DSCIIMIDT,"La prescripción penal debe aplicarse de oficio", ED 110-384
EXCEPCIONES

i bien la literalidad del texto del art. 339 pareciera advertir que la inicia
esponde a las partes, ello no es óbice para que el hecho fundamento de 1
pción -la falta de competencia, la existencia de proceso anterior por el mismo
ho concluido o coetáneo en trámite, el transcurso del plazo para la prescripción,
-sea puesto en evidencia por cualquiera de los sujetos públicos intervinientes.
dicho caso, aunque la cuestión no tenga el trámite de las excepciones, debe, sin -
, arribarse a un pronunciamiento sobre la circunstancia invocada para fun- -
rla. De manera que, pese a no articularse el trámite ortodoxo de la excepción
.debe formularse una decisión idéntica a la que hubiera correspondido si se
hubiesé Esto explica, asimismo, que 6 defensa pueda para
xamen y decisión, el objeto propio de las excepciones aun fuera de las ocasiones
ariá Olmedo que "...el progreso técnico del derecho procesal
concluirá por eliminar de los códigos el capitulo de las excepciones, que en
ad no significa sino regular uno de los tantos incidentes con audiencia de la
in ella, que pueden provocarse durante el curso de la tramitación

Naturaleza jurídica
e relacionan con impedimentos al ejercicio de los poderes de jurisdicción y
frente al caso concreto y comprenden nulidades absolutas, vinculadas con la
cia de un presupuesto procesal (art. 167). Los presupuestos pro-
os establecidos para poder examinar y decidir el fondo del litigio
acidad procesal, etcétera-, que pueden considerarse de oficio y
e mediante una excepción. En cambio, los impedimentos procesales
dos por las partes, según ocurre con el arraigo del juicio, la falta de
las obligaciones derivadas del proceso anterior, etcétera. Dichos
asi inexistentes en el proceso penal- son susceptibles de renuncia
pueden hacerlo tácitamente'867.
a decisión de la CS, que niega carácter de sentencia definitiva a la
ación de las excepciones de falta de acción y de jurisdicción186s,aunque deja
vo los supuestos de arbitrariedad's69.

39. Durante la instrucción, las partes podrán interponer las siguientes


ciones de previo y especial pronunciamiento:
3 Falta de jurisdicción o de competencia.
") Falta de acción, porque no se pudo promover o no fue legalmente pro-
a o no pudiere ser proseguida, o estuviere extinguida la acción penal.
urrieren dos o más excepciones, deberán interponerse conjuntamente.

FORNATTI,Excepciones...,ps. 97 y 132.
ARIA OLMEDO, Tratado..., t. IV, ps. 1511153.
atado..., t. IV, p. 550 n. 172.
ElMinuoh, "Excepciones dilatorias y excepciones perentorias", en Enciclopedia Jurídica
3 f. XI, Buenos Aires, 1960, p. 393.

CS,JA 1999-1-547.
606 BXCEPCIONES Art. 339

La denominación como "...de previo y especial pronunciamiento..." pone de re-


salto que son objeto de decisión anterior a la de fondo y que su káinite suspende a
veces el desassollo de la causa (ver art. 340, a contvavio). En vez, el solo vocablo "ex-
cepciones" alude a una tarea que está,exclusivamente a cargo de la parte atacadaiS7O.
a) El inciso primero remite a los problemas analizados al comentar los artícu-
los integrantes del Capítulo 1, Titulo 111, Libro 1, en que se examinaron las cuestiones
atingentes a lajurisdicción.
En cuanto a la competencia, nos remitimos a los Capítulos 11 y 111del mismo
Título y Libro.
La CNPE, sala A, sostuvo que si la pesquisa está completa no cabe el planteo de
excepciones previas tendientes a declinar la competencia en otro juez de inskucción;
queda a salvo la posibilidad de cuestionar la competencia por razón de materia en la
oportunidad fijada por la leyi8". Sin embargo, el ait. 35 da razón a la disidencia del
juez Hornos.
El requerimiento de elevación a juicio proporciona la base para determinar la
competencia por materia -arts. 35 y 39-. El art. 376, párrafo seguiido, fija el mo-
mento preclusivo para dilucidar la competencia por razón de territorio; de oficio pue-
de plantearse este tema en cualquier momento, quedando a salvo los actos instructo-
nos, pues los del juicio caen al exigirse identidad fisica del juzgador; sin perjuicio de
que las partes pueden hacerlo por vía de excepción'872.
b) El inciso segundo prevé la carencia de potestad o facultad para perseguir
penalmente el delito'873.NO se puede promover cuando media un obstáculo fundado
en privilegio c~nstitucional'~~~. No fue legalmente promovida si falta la instancia del
agente fiscal (&s. 188 y 195) en los delitos de acción pública; en los casos de delitos
dependientes de instancia privada (art. 72, CP), si no se produjo la denuncia en los
términos de los arts. 6" y 183, párrafo segundo. No puede proseguir si depende de
una cuestión prejudicial (arts. 10 y 11; ver las diferencias con las cuestiones previas
en el comentario a dichos artículos). Por último, si la acción penal se ha extinguido
(art. 59, CP), el proceso, que tiene una finalidad práctica actual y jurídica --dilucidar
si un sujeto es merecedor de pena por haber cometido un hecho previamente califica-
do como delito--, debe tsuncarse (ver comentario al art. 336, inc. lo).
La falta de acción procede, además, cuando el imputado se encuenka someti-
do a proceso por el mismo hecho (litispendencia) o ya ha sido juzgado por él (cosa
juzgada) o cuando no se había declarado el divorcio por adulterio respecto de quien
iba a ser acusado (art. 74, CP- derogado por ley 24.453-1, o bien en el caso de
la quiebra, cuando no se había declarado en sede comercial (ver art. 25 1 de la ley
19.551, ahora derogado por la ley 24.522).
No resulta legalmente promovida en el supuesto de los delitos de acción priva-
da no iniciados por querella (arts. 7" y 415) o en los de instancia privada no promovi-

la'@ ALCALA ZAMORA - LEVENE (h), Derecho..., t. 11, p. 398.


'8" CNPE, sala A, LLdel 301611999, f. 98.950, o DJ 1999-2-875, f. 14.381.
'a'2 CNCP, sala 1, LL del 241312000, f. 100.017; v. nuestra nota al fallo antes citado: "El Estado
extranjero querellante y otras cuestiones", o DJ 2000-2-27, E 15.431.
NÚÑEz, Código...,p. 303.
'M'*Id., sala 1, DJ 1999-2-337, f. 14.169.
EXCEPCiONES

por quienes autoriza el art. 72, CP,'875O se cae en la cuenta de que el


paz, o bien en los supuestos de representación convencional si el poder resul
.ente -falta de personería-.
nuestro modo de ver, cabria añadir dentro de este género la inexistencia de
lito cuando resulte manifiesta de la mera descripción efectuada en el acto promo-
or (arts. 188, inc. 2", y 195) y el juez no hubiese rechazado el requerimiento fiscal-
em~estivamente'~~~. Incluso se la estima apta para aducir una excusa absolutoria,
que se la advierta con claridad en ei momento en que fue opuesta'877.
esde luego que los efectos (ver comentario a los arts. 343 y 344) son diferentes.

omisión de deducirlas conjuntamente no produce la decadencia o caducidad


erlo. Por sobre la literalidad de este precepto incide su carácter de
en público, sobre todo en las excepciones perentorias. Parece absurdo que, al no
aberse deducido en conjunto, el tribunal pueda desentenderse, por ejemplo, de la
rescripción de una acción, planteada luego de presentarse otras -v.gr., la amnis-
,aun cuando el tiempo de extinción se hubiesecumplido.
En el supuesto de extinción entonces previsto en el art. 14 de la Ley Penal Tri-
ría (23.771), cuando se acepta la pretensión fiscal o previsional y se efectiviza el
limiento de las obligaciones, la obtención de un plan de pagos no lo constituye,
do pago en cuotas se considera parcial hasta cumplir íntegramente lo debido,
la deuda se encuentra definitivamente satisfccha; recién entonces podrá con-
erarse operativo el instituto de la prescripcion de la acción

. Las excepciones se sustanciarán y resolverán por incidente separado,


uicio de continuarse la instrucción.
án por escrito, debiendo ofrecerse, en su caso y bajo pena de
,las pruebas que justifiquen los hechos en que se basan.
en que se deduzcan excepciones se correrá vista al ministerio
a las otras partes interesadas.
trámite de la pesquisa no se suspende.
S incidentes tramitan en forma separada, al igual que las solicitudes de exen-
prisión y de excarcelación (ver comentario al art. 331).
o se admite la oralidad ni la oralidad actuada. La presentación del escrito hace
el ofrecimiento de prueba e impide postular otra con ulterioridad.
último párrafo advierte que, aun hallándose en la instrucción, se produce un
to contradictorio. Por ello, si se deducen como previas, la on~isiónde la vista
la nulidad de lo actuado'879,aun cuando se haya resuelto que, si se trata de una
a por calumnias e injurias, no corresponde la intervención del MP en tomo

Córdoba, sala Penal, LLC 1990-128.


BORA, "La inexistencia de delito como excepción no legislada", ED 121-975.
,Fallos t. V,p. 209; id, t. V1,p. 191; id., sala1,DJ 1999-2-337, f. 14.169; encontra, sala
.c. 25.214; en contra, CCC, sala IV, LL del 291511998, f. 97.226.
S , LL del 231211998, f. 96.648.
CC, Fallos t. Iv, ps. 598 y 613.
608 .EXCEPCIONES Art. 342

a cuestiones de competencia suscitadas'880.El temperamento es cuestionable por el


carácter de orden público que la cuestión reviste (ver arts. 18,35 y 39).
En cuanto al lugar, es el de la radicación del tribunal ante el cual tramita el pro-
ceso; sólo queda excluido el supuesto'de la inhibitoria, en cuyo caso la sede es la del
considerado competente (art. 45).
Prueba y resolución
341. Evacuada la vista dispuesta por el artículo anterior, el juez dictará
auto resolviendo primero la excepción de jurisdicción o de competencia; pero
si las excepciones se basaren en hechos que deban ser probados, previamente
se ordenará la recepción de la prueba por un término que no podrá exceder de
quince (15) días, vencido el cual se citará a las partes a una audiencia para que,
oral y brevemente, hagan su defensa. El acta se labrará en forma sucinta.
Vista es un acto de comunicación previsto en el art. 155 y debe cumplimentarse
en la forma establecida en el art. 156.
El orden de precedencia se explica porque si el órgano carece de la función
pública procesal -jurisdicción- no puede entender en un proceso judicial. Por
ejemplo: ningún juez penal puede ejercitar su jurisdicción en las infracciones a la
ley 19.359 (t.0. 1995) de Régimen Penal Cambiario en los casos previstos por su art.
So, pues se trata de un supuesto de jurisdicción administrativa y no judicial. Según
vimos cuando comentamos el Capítulo 1, Título 111del Libro 1, también carece de jn-
risdicción un tribunal argentino para conocer de un delito cometido en el extranjero,
fuera de los casos considerados en el art. 1" del Código Penal.
En derecho procesal se habla de competencia como la aptitud de un órgano
judicial para ejercitar la función jurisdiccional en un ámbito institncional -federal o
provincial, art. 116, CN-, territorial -lugar de comisión del hecho, art. 118, id.-,
personal -art. 117, id. en cuanto atañe a los embajadores, ministros y*cónsules
extranjeros o menores (arts. 28 y 29)- o por la materia, según los delitos de que se
trate (criminal o correccional, arts. 27 y 33, inc. 2").
La apertura a prueba implica admitir su propuesta en el momento previsto en el
art. 340, párrafo segundo.
La audiencia, al vencer el plazo de producción, depara la posibilidad de alegar.
En cuanto al acta, ver arts. 138 a 141.
Falta de jurisdicción o de competencia
342. Cuando se hiciere lugar a la falta de jurisdicción o de competencia, el
juez remitirá las actuaciones al tribunal correspondiente y pondrá a su disposi-
ción los detenidos que hubiere.
a) Anticipamos que lafalta dejurisdicción estriba en la pretensión de un órgano
extraño al PJN instituido por el art. 108 de la CN que intentase resolver el conflicto
entre la comunidad pretensora y el sospechoso de haber incurrido en un hecho delic-
tuoso; por ejemplo, las comisiones especiales fulminadas por el art. 18, id.
Sin embargo, el Código regula la resolución de tales cuestiones y las de compe-
tencia de manera conjunta (Capítulo 111, Sección 1, Titulo 111, Libro 1).

'88a CCC, ED 136.592, f. 42.243.


EXCEPCIONES

pre se articulan por vía de


natoria (art. 48). Si se trata de
o cuestión preliminar al
declaración de incoinpe-
d de ex~arcelaciónl~~~. Pese a
que observarse el trámite de las excepcio-e

e acción pública. En los deli-


responde si lo pide el querellante exclusi-
tos, la privación de libertad es excepcional
comentario al art. 312). Sin embargo, y frente al texto del art. 200 del Código
a la duda, pues se imponía la remisión del
eso al juez competente aun en estos casos1884. En razón de que el impulso recae
sobre el querellante exclusivo, debe aceptarse que, si lo pide, no hay fundamen-
para denegar la solicilud.
El tratamiento de la competencia debe anteceder a los restantes asuntos someti-
trario, no pueden tratarse las
ni aquellas que aparentemente surjan del
as oficio~amentel~~~.

cepciones perentorias
Cuando se hiciere lugar a una excepción perentoria, se sobreseerá en
o y se ordenará la libertad del imputado que estuviere detenido.

el obstáculo que impide la decisión sobre el mérito, fondo de la cuestión o


objeto del proceso tiene como consecuencia la imposibilidad de obtener otro
obre la misma cuestión y en orden a idéntica persona, se dice
perentoria. En estos casos, el imputado amparado por la resolu-
tá protegido contra toda ulterior persecución por el mismo hecho

excepciones incluidas en este género.


y de acuerdo con una casi unánime doctrina, son las

TLICcI, Calumnias e injurias, p. 260, 1982.

rdelPlata,ED 171-323,f.47.745,oLLdel281211997,f.95.083,connotadeA~~e~~n,
omissi delicti y los poderes del tribunal incompetente", quien sostiene que, si no se
acotada en la promoción instmctoria, "...esto debió bastar para mantener la radica-
se quiere de la pertinente regla
a aplicación de dicho precepto
Art. 343 /
t

1) Cosa juzgada
Tanto en este caso como en el supuesto de la excepción de litispendencia (ver
comentario al art. 344, punto 4), la procedencia se subordina a que sean idénticos
los requisitos extrínsecos de admisib"i1idadreferidos al sujeto, objeto y causa de la
pretensión. En cuanto a los sujetos, debe examinarse si se trata del mismo actor y
del mismo sujeto pasivo. En los delitos de acción pública, la persona física u órgano
persona correspondiente al fiscal es irrelevante en razón de su carácter de sujeto ne-
cesario en dichos procesos penales. Tampoco interesa la persona del querellante (art.
82) porque, en los delitos de acción pública, sólo tienen entidad, para determinar esta
excepción, el hecho y la persona del imputado. En cambio, si se trata de delitos de
acción privada, la persona del querellante exclusivo es dato crucial para identificar
la pretensión; téngase en cuenta, por ejemplo, que en una misma expresión injuriosa,
cuyos destinatarios fueran varias personas, habrá tantos querellantes en cierne -y
eventualmente tantos delitos- como agraviados. De modo que, aunque el objeto
-la manifestación desdorosa o desacreditante- sea idéntico, basta con que las per-
sonas de los acusadores difieran para que no exista cosa juzgada.
En ninglin caso inbxesa la identidad de la persona ante la cual se ejercita la pre-
tensión; por ser el encargado de cumplir con la función pública procesal, el órgano
judicial no cuenta a estos fines.
Se ha entendido que la adopción de un temperamento desincriminatorio firme,
fundado en la inexistencia de delito, obsta a la prosecución de la acción por el mismo
hecho, aunque se dirija contra otras personas que no fueron formalmente imputadas
en aquella declaración jurisdi~cional'~~~.
El aspecto más importante radica en la individualización del objeto procesali887;
este elemento de la pretensión consiste en el hecho introducido como tema del pro-
ceso, equivalente a lo que los procesalistas civiles caracterizan como el suceso del
cual se pretende extraer consecuencias jurídicas y denominan causa. Es el episodio
descripto lo más detalladamente posible, sin que interese, por vía de princípio, la ca-
lificación jurídica asignada, salvo en los delitos de acción Circunstancia
que atiende a la aplicación del derecho sustancial en dichos delitos, pues está deferi-
da a la iniciativa de las partes; por ello, de su defectuosa invocación puede surgir un
obstáculo para que el tribunal se
El limite para tolerar la múltiple persecución proviene de la posibilidad de arri-
bar a una decisión sobre el mérito o fondo del asunto desde todos los puntos de vista
jurídico penales posibles1890; no puede invocarse si uno de los procesos no concluyó
por resolución con valor de cosa juzgada material'89'.Si en e1 proceso anterior el
tribunal no pudo agotar el examen de la pretensión punitiva por carecer de jurisdic-
ción o competencia material, a la luz de todo el derecho penal, resulta posible una
segunda persecución ante el tribunal dotado de aquéllas para confrontar el derecho
que el primer juez no pudo aplicar'892.Una ajustada disidencia de la CNCP, sala 111,

lsS6CFed., sala lI,2211012007, "Menem", RDP, LexisNexis, 412008, p. 680.


VIADA LOPEZ- PUIFCIRVER, Curso...,t. 1, p. 297.
'8a8 CCC, Fallos t. V, p. 121, oJA 1944-11.260, f. 2808.

lsS9 CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. IV, p. 563.


E R , ..., t. 1-B, ps. 4001401; NOUEZ,"La garantía del non bis in idern en el
Is90 V ~ ~ M A IDerecho
Código de Procedimientos Penal de Córdoba", RADP, ano IV, nro. IV, ps. 31 1 y SS.
'80' CNPE, sala A, ED 169-499, f. 47.476.
la" CNCP, sala 1, DJ 1998-1-635, E 12.658.
EXCEPCIONES *

En cuanto al elemento de la pretensión denominado "objeto" por los procesalis-


o es el analizado en el párrafo anterior-, no interesa, en -
procesal penal no se individualiza por el efectojurídico
sea la clase de pronunciamiento reclamado o el bien de
recaer (objeto inmediato y mediato, respectivamente).
epción en eldelito de contrabando en que se atribuye
ana la imposición, en los casos de dicho delito, de ciertas sanciones acceso-
, 1026, Código Aduaner~)'*~~.
coinciden el sujeto irente a quien se ejercita la pretensión y el objeto --con-
ás arriba-, las pretensiones son idénticas y median

de los efectos más importantes de la sentencia definitiva es que genera


ada material. En consecuencia, no podrá proponerse nuevamente el mismo
so en el que recayera la decisión como en ningún
entencia adquiere carácter de firme, al extinguir-
ión por falta de deducción de recursos en tiempo
o al haberse agotado la vía impugnativa luego del
). La firmeza implica irrevocabilidad del pronun-
vo de la revisión del procedimiento cumplido para

primordial se aloja en la identidad del hecho. Esto no se alcanza


es diferenciales con que se formule una nueva imputación189G. No basta
ios perfiles diferenciales para obviar dicho requisito.
artín consideró que, en función de la forma de codelincuencia exi-
el cohecho, debe sobreseerse al imputado del delito en sumodalidad pasiva
ometido activamente en relación

naturaleza de la decisión. Algunas admiten que se les consi-


juzgada formal, pero rechazan la fuerza de la cosa juzgada
es impiden el planteo del caso de la misma manera, pero
eva persecución, materialmente idéntica, no bien se comjan los de-

NCP, salail, ED 168-133, f. 47.249, con citade CLARIA Derecho..., t. 111, p. 250.
OLMEDO,
S,Fallos 295:125.
ala 11, 2211 112007, "Bmet", RDP, LextsNexis, 412008, p. 685
612 . - EXCEPCIONES Art. 343

fectos u obstáculos que impedían la primera; tal ocurre con la desestimación del acto
promotor (art. 195, párr. 2°)1898.Desde luego tampoco, lo tiene el archivo (art. 195) si
no se puede proceder en los supuestos de mediar obstáculo fundado en privilegio
constitucional (Capítulo Título Q.El sobreseimiento, al permitir el análisis del he-
cho con respecto a una persona determinada y luego de haberse dispuesto el comienzo
de la instrucción (arts. 188 y 195), produce efecto de cosa juzgada189Y.
El archivo de actuaciones tramitadas por la prevención, al considerarse que los
hechos investigados no constituían delito, no hace cosa juzgada y de ninguna manera
impide la formación de causa una vez concretada alguna averiguación
El impedimento creado por el anterior pronunciamiento conclusivo depara
al segundo proceso un vicio ocasionante de su nulidad absoluta y, como tal, de-
clarable de oficio (art. 18, CN, y arts. 167, incs. 2' y 3', y 168). En vez, y como
"...ninguna garantía opera en perjuicio del propio portador no podría cuestio-
narse un pronunciamiento absolutorio firme de un tribunal que actuó sin competen-
ciaIqo2.Tampoco es posible, cuando el hecho es único, pronunciarse sobre sus distintas
calificaciones;el TOC nro. 1ha hecho aplicación de este principio en un caso en que se
habna sobreseído porrobo -en realidad contenido en la figura penal comprensiva de
homicidio- y luego se intentó perseguir por la muerte'903.En un recurso extraordi-
nario federal desestimado por la CS con la mera invocación del art. 280, CPCC, la
disidencia formuló una importante reflexión: la garantía que prohibe la doble per-
secución exige que el segundo proceso se refiera al mismo hecho perseguido en
el primero; debe mediar identidad total con el acontecimiento del mundo externo
imputado -sea real o n o - o tratarse de la misma conducta material, sin tener en
cuenta la calificación; si el acontecimiento se refiere a un episodio histórico distinto
del que originó el otro proceso concluido o en trámite, no existe cosa juzgada aun
cuando los encausados hubieren realizado los sucesos de un modo simultáneo; en un
proceso se investigó la presunta evasión del pago de impuestos por la importación
de automotores, y en el otro, el contrabando de dichos vehículos, sin que, además,
mediase unidad de designio c r i m i n o ~ o ' ~ ~ ~ .
Su respeto se dirige a procurar la plena efectividad de la prohibición de la doble
persecución penal, cuyo rango constitucional ha sido reconocido por la Corte Suprema;
impide exponer al riesgo de una nueva sanción por un hecho anteriormente juzgado,
mediante un ulterior sometimiento a juicio de quien ya lo soportó por el mismo suceso;
constituye uno de los principios esenciales en que se funda la seguridadjurídica y debe
respetarse, salvo supuestos en que no haya existido un auténtico y verdadero proceso
'

'"8 Ver Mai~n, Derecho..., t. I-B, ps. 402 y SS. y las consideraciones que formula sobre todo en
orden a que las decisiones judiciales no deciden en abstracto sobre el valor juridico de un aconieci-
miento, sino que siempre resuelven acerca de conductas que, como tales, tienen que ser atribuidas a
personas.
Iag9CCC, Fallos t. 1, p. 177, y t. V, p. 220.

CNPE, sala A, DJ 2001-2-647, f. 16.912.


Mni~~,Devecho ...,t. I-B, p. 437.
CCC, Fallos t. VI, p. 86; CF Baliia Blanca, ED 45-172, f. 21.091; CF La Plata, ED 90-277,
f. 33.524.
I9O3 JA 1994-111-671. o ED 157-390. f. 45.697.
'"O' CS, "Macri, Francisco y otro", del voto en disidencia de los doctores Fayt y Belluscio, LL
del 29/1012002, f. 104.636.
EXCEPCIONES

o y fallo libre por los No corresponde el


gura derogada por ley 24.198- sino el sobre-
querellado; declarada la impunidad de la con-
so Nacional, la garantía constitucional del non bis in idem impone
r la existencia de un obstáculo insalvable para cualquier futuro proceso penal-
smo hecho; por ende, es inadmisible mantenerlo abierto a la espera de que se
o por delito distintoi9"; debe entenderse que el impedimento subsiste aunque
persecución se intente por vía de acción privada.
'mpedimento de la cosa juzgada sOlo opera cuando el proceso se integra a
e cumplidos1907. Por eso discrepamos con los
lven o sobreseen'9o8.Un impor-
i y Bossert concluye que, invalidada la sen-
sible reanudar actos que, al dictarse aquélla,
adamente cumplidos; en el caso se trataba del

inadmisibilidad de imponer una misma pena


e conlleva la prohibición de sustanciar un
anteriormente consumido al resolverse so-
ido pena o no, sea que en el primer proceso
lto o condenado; si el mismo suceso fue considerado y resuelto desde
tario y parcialmente como ilícito aduanero, constituye una duplica-
e la nueva persecución por idéntico episodio'"@.Resulta imposible
el remanente de un hecho erróneamente desdoblado'911.
ario al art. lo, ackpite d), Non bis in idem.
tía. El supuesto del indulto antes de la sentencia
prescripto por el art. 75, inc.

la condena y todos sus efectos, con ex-


iculares (art. 61, id.); como este último
observancia está deferida a la pruden-

ala IV, LL del 301611998, f. 97.405, con disidencia del doctor González; id., id., LL
98.232; CF San Manin, sala 11, ED 175-394, f. 48.385; CNPE, sala A, DJ 1999-2-

Sala IV, ED del 121612000, f. 50.101.


sala 111, DJ 2002-1-175, f 17.686, o LL del 61612002, f. 103.692.
614 EX~EPC~ONES Art. 343

Puede tener lugar antes, durante y después del juzgamiento del Es


de orden público, su efecto no puede Ser obstaculizado ni impedido por las partes y
puede declararse de en el último caso, si prospera, la consecuencia será el
sobreseimiento, aunque no se haya planteado como excepción.
Por imperio del art. 59, inc. 2",del Código Penal, la amnistía extingue la acción
penal, aunque conforme al art. 75, inc. 20, de la CN tiene alcances más amplios,
según acabamos de expresar.
b) El itidulto es atribución del PEN (art. 99, inc. 5", CN). La facultad de otor-
garlo o de conmutar penas corresponde al Presidente de la Nación. Se requiere el
informe del tribunal correspondiente -aunque no tenga efectos vinculautes- y se
exceptúan aquellos hechos que han deparado la imputación por la Cámara de Dipu-
tados (confi. arts. 53, 59 y 60, CN).
De acuerdo con el texto de la Ley Suprema, sólo tiene alcance individual; cumple
una verdadera función de equidad en los casos en que la estricta aplicación de la ley
desemboque en un resultado inicuo. El problema se plantea con relación al momento
en que puede hacerse efectivo porque comprende 'las penas"; pareciera que no ha de
ejercitarse estando pendiente el proceso. La Corte Suprema, en un primer momento,
se atuvo a la literatidad del texto del art. 99, inc. 5", de la Constitución Nacional, y
consideró que no correspondía el indulto de procesados+914; con posterioridad admitió
que el PEN tiene la facultad de indultar cuando existe proceso, ya sea antes o después
de pronunciar sentencia firme de condenación, con tal que lo preceda del informe del
tribunal y no se trate de delitos exceptuados del indult0'9~~.Una década después volvió
a la anterior interpretación y sostuvo que el indulto no puede producirse sino después
de la imposición de la pena sobre la cual debe recaerI9l6.La última jurisprudencia de
la Corte Suprema admite el indulto a pr~cesados'~'~.
Sólo opera como excepción si se produce antes de la condena; luego de ésta
sólo impide prolongar la ejecución de la pena, pero no surte el efecto otorgado a las
excepciones perentorias, pues las consecuencias de la sentencia -salvo su ejecu-
ción- subsistenl9I8.
3) Prescripción de la acción
Está prevista en el art. 59, iuc. 3", del Código Penal. El transcurso del tiempo
extingue el poder sustancial o pretensión punitiva. En vez, la pretensión procesal
-la acción procesal para la doctrina tradicional- no se extingue por el mero paso
del tiempo porque basta con que el sujeto promotor esté habilitado para hacerlo para
que siempre le sea posible iniciar un proceso, cuya validez no podrá cuestionarse.
Aun cuando el derecho sustancial se encuentre agotado, por haberse cumplido el lap-
so segalado por el art. 62 del Código Penal, nada obsta para que se pueda comenzar

'9'2 CS, Fallos 165:199.


Iqt3 CCC, sala 1, JA 1959-IV-100,f. 944.
'N" Fallos 6:277.

'g'5 Fallos 136244.

"'"allos I65:199.
"" ED 139-812, nro. 219; 1411011992, "Aqoino, Mercedes", JA del 131111993, o ED del
221211993, f. 44.828.
'Llndulto,conmutación de penas, amnistía y ley penal mas be-
de BIDARTCAMPOS,
..I9l8 Ver- 3 nota
-% % "0'7 F 19 792,
EXCEPCIONES

oceso en el que, si transcurrió el tiempo, se declare - d e oficio o a petición


cumplida la prescripción (ver art. 336, inc. lo, y su comentario).
ientras subsista la rebeldía, no puede haber diálogo procesal posible entre e
o y el Aun tratándose del recurso extraordinario, la Corte Supre-
dicho que no le corresponde el amparo constitucional encontrándose en esa -
1abogado defensor del prófugo puede deducir la pre~cripción'~~'. En cambio,
de atribuciones para impugnar una decisión adversa.
CNCP, sala 111, admitía el efecto interruptivo de la prescripción como secue-
'cio a ciertos actos cumplidos durante la etapa instructor& como la declara-
a ~ a t o r i alos
~ ~autos
~ ~ , de procesamientoL923. prisión preventiva v elevación a
Había diversidad en la determinación de este concepto192s;$&aceptabanel
aptura, la apertura a pmeba, poner los autos en Secretaría, convocatoria
sentencia y la sentencia misma, conforme al Código anterior. En vez,
no de la CCC desconoció aquel efecto a la solicitud de prisión preventiva
por el fiscal'926.Un importante pronunciamiento de la CS admitía como
juicio a "...la sostenida voluntad persecutoria del querellante, procurando
zar la causa hacia su destino natural que es la sentencia ...manifestando de
clinable, en todas las instancias, su pretensión punitiva"1927.Este prece-
ocaba --en forma concluyente-- al plenario de la CCC, que desconocía
er a las peticiones de la querella en el sentido acogido por el Alto Tribu-
forma parcial- al anterior plenario "De la Fuente", que sólo reconocía
ptivo a la primera petición de traslado de la acusación'929.Algo similar
n el plenario "De Stefano", que negaba eficacia interruptiva a las sucesi-
es formuladas por la parte querellante -ante las reiteradas inasistencias
llados- para cumplir con la audiencia de c o n ~ i l i a c i ó n ~ ~ ~ ~ .
CP, sala 11, considera que no se ve conmovido el carácter interruptivo
a indagatoria por el hecho de que no se indique la fecha en la cual se ha
cabo la a ~ d i e n c i a ' ~La
~ ' .misma sala abandonó tal criterio, aunque con
ación, al señalar que si el juez ordena la recepción de declaración pero no
concretamente el día y la hora en que el imputado debe comparecer para

C, salaV, 14/3/1977, c. 8625.


los 270:242; 272:258; 276:398; 301:837.

s a l a VII, LLdel31/811998, f. 97.757.


,sala.1, LLdel2611011998, f. 98.009.
LL del 261611995, f. 93.273, con nota adversa de CEVASCO,
''¿,Secuela del juicio o... sal-
."; también CF Córdoba, ED 166-349, f. 46.986.
,sala 1, LLdei 28/9/1998, f. 97.886.

11811998, f. 97.742, oED 180-231, f.48.926.

exisNexis, nro. 2, p. 463.


EXCEPCIONES Art. 343

ser oído en indagatoria, ni dispone que se lo cite, no puede sostenerse, conforme a la


buena fe en el uso del lenguaje, que lo Iia "llamado" a tal efecto'932.
La otra causal del efecto inteyptivo -comisión de nuevo delit* debe es-
tar descartada; se exige contar con informes policiales y del Registro Nacional de
Reincidencia. No es suficiente el informe nominativo policial por deparar posibles
errores; cabe utilizar las fichas dactiloscópicas (arts. 5" y 6" de la ley 22.117)1933.
Corresponde suspender el trámite del legajo donde pudo cumplirse el plazo de
la prescripción, basta tanto se resuelva en forma definitiva la situación del imputado
en aquella causa1934.
En el concurso de delitos la prescripción se computa en forma separada e in-
dependiente para cada uno de los reproches penales endilgados al procesado'935.La
doctrina del paralelismo de la extinción prepondera en la justicia nacional. Este cri-
terio fue receptado por el legislador, como veremos a continuación, a través de la ley
25.9901936.
3.a) Ley 25.990
Mediante esta ley se eliminó el concepto genérico secuela dejuicio que estahle-
cía el cuaito párrafo del art. 67, CP, cuya interpretación quedaba en manos del Poder
Judicial. COLO se vio, la jurisprudencia no había sido pacífica en tomo a qué actos
procesales revestían esa calidad interruptiva.
La nueva redacción del párrafo cuarto establece de manera taxativa los actos
que interrumpen la prescripción: a) la comisión de otro delito; b) el primer llamado
efectuado a una persona, en el marco de un proceso judicial, con el objeto de recibir-
le declaración indagatoria por el delito investigado; c) el requerimiento acusatorio de
apertura o elevación a juicio, efectuado en la forma que lo establezca la legislación
procesal correspondiente; d) el auto de citación a juicio o acto procesal equivalente,
y e) el dictado de sentencia condenatoria aunque ésta no se encuentre firme.
La reforma introducida suscitó tanto elogios como criticas. Pero de lo que no
puede dudarse es que trajo mayor seguridad jurídica1937. El criterio para determinar
cuáles son los actos del proceso que tienen efecto interruptivo ya no quedará librado
al azar del tribunal que resulte desinsaculado.
Entre las críticas que se le formulan, Almeva cuestiona la inclusión como causal
intermptiva de un típico acto instmctono: el primer llamado a indagatoria'938. Barcesat
está en desacuerdo con que se hayan omitido los posibles llamados a ampliación inda-
gatoria, la situación del prófugo, el pedido de captura y la extradición del imputado'939.
Tellas y Orgeira critican, además, que haya perdido eficacia interruptora el auto
de procesamiento. Consideran, por otra parte, que en los juicios por delitos de acción
privada tendrán efecto interruptivo - d e acuerdo con la nueva ley- el escrito inicial
'$" CNCP, sala 11, 3011012008, "Armando", c. 9977, reg. 13430, y 3011012008, "Femández", c.
9975.
Iq3'CNPE, sala B, DJ 1998-2-1080, f. 13.232.
'?" CCC, sala VlI, LL del 311711998, f. 97.582.
CCC, salaIV, LLdei 311711998, f. 97.577.
BO del 11/1/2005.
Ig3' NOAIILES, "Una nueva reforma del Código Penal. La eliminaciún de la secuela de juicio",
SJP, LL del 281212005, p. 14; ALMEYRA, ''¿Una ley penal más benigna?", id., p. 24; PESSOA,
"Algunas
reflexiones con motivo de la ley 25.990", JA del 161312005, p. 48.
'93# Confr. nota citada.
SSP, LL del 281212005, p. 11, "Examen crítico de la ley 25.990".
EXCEPCIONES *

e l l a - e n tanto constituye la acusación-'"O y el auto de citación a juicio del


194'. NO lo tiene la citación a audiencia de conciliación1942.
tiene efecto interruptivo el llamado a indagatoria que luego fue suspendido
de elementos probatorios suficientes'943;tampoco cuando la audiencia no se
en un plazo razonablelgM;la CS parece exigir que el llamado haya tenido -
oncretos sobre el j~sticiable'~~~; no lo tiene si el decreto que cita a indagatoria
cha de audiencia ni se notifica al imputado'946.Tal como lo señala Santiago
be entenderse que sólo mtará dado el acto interruptivo cuando, de modo
, exista determinada afectación para la persona sometida a proceso: orden
ue el imputado comparezca a prestar declaración en determinada audiencia. No
tener ese efecto, por ende, la mera declaración de la existencia de un estado de
ha que ameritaría dicho actuar, pero no lo concreta'947.
ha considerado que el decreto de fijación de fecha para el debate no constituye
esa1 equivalente al auto de citación a juicio; por ende, no reviste carácter
Tampoco cabe conferir dicha virtnalidad al decreto que tiene por cum-
la instrucción s~plementaria'~~~.
querimiento de elevación aiuicio del querellante interrumpe el curso de la
prcscripci5ii; criterio que se coii~~adece con la a;tonotiiia que se le ;icnc aciyiiaiido
a la ~,íctiniadiirani? el procesoi'~jC.
aparte merecen las consecuencias relativas a la aplicación temporal de
abe duda de que el nuevo texto del art. 67, CP, es inás benigno que su
erior, por lo que se torna aplicable el principio de retroactividad de la
1más benigna consagrado por los arts. 2", CP, y 9", CADHIg5'.Debe repa-
ley penal más benigna no es sólo la que desincrimina o la que establece

CP, sala 111, 1411212006,"Rita", RDP, LexisNexis, 512007, p. 972.


go más sobre la prescripción de la acción penal a partir de la vigencia de la ley 25.990",
1291312005,p. 11; CNCP, sala 1,71712005, "Arroyo", RDP, LexisNexis, 312006, p. 447, con
ANTo, "Interrupción de la prescripción de delitos de acción privada...", p. 453; CFed., salaI,
Pavicic", SJP, LL del 291712008, p. 54.
CC,salaIV, 51412006,"N.,M. L.",EDdell211012006,p.8; id., id.,311812006,"BelverRi~rgni",
1312007,p. 51; CNCP, sala 1, 191312007,"M., N. H.", ED del 811 112007,p. 5.
Fed., sala 1, 141312006,"Ochoa", JA del 14/6/2006, p. 66.
PE, sala A, 22/4/2005, 'Zapram", JAdel201712005, p. 81.
740.XLII. 8/4/2008, "Cuatrin".
CP, sala 11,3011012008, "Armando", RDP, AbeledoPerrot, 212009, p. 332.
mal llamado 'llamado"', RDP, AbeledoPerrot, 312009, p. 397.
CP, sala IV, 1411212005, "Mazzitelli", SJP, LL del 301612006, p. 67; id, sala 1,91512007,
',5 &
'S LLdeI 2111112007, p. 54.
CP, sala 11, 1211212005, "M., D. E.", SJP, LL del 211712006, reseña de Fallos p. 90.
a A, 1411212005, "Lindolfo", JA del 5/4/2006, p. 86; TOC nro. 26, 16/3/2007,
edoperrot, 812008, BAZANO - SEVILLANO, "Actualidad en jurisprudencia de los
008", p. 1385; CS, 21912008, "Bemasconi", citado por GAW - MANRIQUEZ, '+Ac-
cia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 1-2009", RDP, AbeledoPerrot,

mismo sentido, CFed. Mar del Plata, SJP, LL del 28/2/2005, f. 108.595; SC, Bs.As.,
C., O. R.", SJP, LL del 2911212005, p. 21; CS, B.1126.XL., 101412007, "Bonafini";
1312007, "M., E. R.", ED del 3011212007, p. 5.
618 EXCEPCIONES Art. 343

pena menor, pues puede aludir a otras circunstancias, como el menor tiempo depres-
crip~ión'~~~.
La aplicación de este principio se extiende aún a los casos en que exista senten-
cia condenatoria firme a través del recurso de revisión, en íünción de lo preceptuado
por el art. 479, inc. 5°'953.
También se modificó el p h a f o quinto del art. 67, CP, incluyéndose la doctrina
del paralelismo, al señalar que la prescripción se suspende o se interrumpe separa-
damente para cada delito.
3.b) Aspectos generales
El instituto de la prescripción no puede ser renunciado por quien resulta bene-
ficiarioIPs4.
La CFed., sala 1, considera procedente declarar la extinción cuando se ha reba-
sado el plazo para obtener un pronunciamiento definitivo en tiempo razonable (art.
14, inc. 3", c], del PIDCP); también amerita que la falta del dictado de sentencia en
dicho término viola el derecho a ser oído con las garantías debidas y dentro del plazo
razonable que establece el art. 8.1. de la CADH y, ante dicha situación, decide hacer
lugar a la excepción y sobreseer al imputado19ss.En rigor de verdad, el tribunal de-
clara la prescripción, única posibilidad de considerar el transcurso del tiempo como
via para finiquitar la acción penal. La Corte Suprema anticipó este sendero1956; no se
atuvo, ante la ostensible demora, a formalismos previos a la declaración, tales como
recabar los antecedentes de los imputados'957.
Corresponde suspender el trámite del recurso extraordinario si con posterioridad a
su concesión se invocó la prescripción de la acción penal, pues la admisión de la defen-
sa articulada tomaría abstracto el pronunciamient~'~~~. En contra, la CNCP, sala 1, en-
tiende que no es posible diferir el pronunciamiento; sostiene que no puede prevalecer
el interés de la sociedad en la aplicación de la ley penal por sobre el derecho del indivi-
duo a que cese en tiempo oportuno la persecución penal emprendida a su'respect~~~~~.
La CNCP, sala 111, pospone pronunciarse sobre la prescripción, pues considera
necesario diligenciar pmebas a fin de verificar la posible comisión de un delito más
grave. La correcta disidencia de la doctora Capolupo de Durañona y Vedia entiende
que si no se cuestionó la calificación en el incidente debe declararse lapres~ripción'~~~.
A su vez, la CCC, sala 1, decide suspender la consideración de esta excepción a raíz
del dictado de una sentencia condenatoria que aún no se encuentra firme, por otro he-
~ h o ~En~correcta
' . disidencia, el doctor Hendler amerita no corresponde paralizar el

'9'2 ZAFFARONI - ALAGIA- SLOKAR, "Derecho Penal...", cit., p. 115.


'"' En el mismo sentido, CNCP, sala 1, 5/5/2005, "C., M. slrecurso de revisión", ED del
1211212005, p. 6; id., sala 11, 1111012005, "A.C.E.V.", ED del 201212006, p. 1. En contra, ADLER, "Ln-
terpretación del principio de ley más benigna en función de las reformas eslablecidas en el ari. 67 CP':
RDP, LexisNexis, 1212005,. D.. 1125.
CCC, en pleno, LL del 2611011998, f. 97.999, con opinable nota adversa de Rwr - SLININ,
"¿Es renunciable el instituto de la prescripción en sede penal?".
'955 DJ 1999-2-531, f. 14.242.

I 9 l 6 Fallos 306:1688; 300:1102; LL 2001-A-514, f. 101.567.

'"' Así lo hizo también al decidir en 71312006, "Podestá", SP, LL del 301612006, p. 51.
'958 CS, Fallos 323:68, o DJ 2001-1-394, f. 16.409.

Is9 301612005, "Raso", LL del 2211112005, p. 7.


'9m ED del 301612000, DPPC, f. 119.

IT6' ED del 311312000, DPPC, f. 84.


iamiento ante la mera posibilidad de haber cometido otro delito; se considera
esponde resolver el incidente por aplicación del principio de la carga de la
a favor de quien adujo la extinción de la Es correcta la decisión de
'r el pronunciamiento hasta obtener sentencia definitiva en el segundo proceso
orla comisión del nuevo delito; en especial si durante unplazo razonable no-
en su dilucidación'963.
de la prescripción (art. 76 ter,

s de acción privada
rt. 420 concreta la previsión del art. 59, inc. 4", del Código Penal, conforme
la acción penal se extingue en los supuestos del epígrafe; los efectos están

momento (ver comentario al Capítulo IV, Título IV, Libro 1) se puntua-


s delitos de acción privada, el Estado ha delegado en los particulares
sólo la iniciativa del proceso penal, sino también su formación a tra-
se lo asigna en forma privativa; de ahí su denominación de
renuncia es expresa no se suscitan mayores problemas; acreditado
,juega la excepción prevista en el art. 339, inc. ZO, ya que se ha operado

n generado, en cambio, con la admisión de la renun-


cito (art. 422). Conlo el sometimiento indefinido a
'mporta una efectiva lesión a las garantías de inviolabilidad de la defensa
y al debido proceso legal, que involucran la exigencia de que el juicio ter-

a consecuencia razo-

e observancia exigible en el desarrollo del pro-


reocupado- y se deja al perseguido librado a
s no se opere la prescripción de la pretensión
tos actos promotores de nuevas causas como
del querellado a obtener el agotamiento de

S sala A, JA 2001-111-740.
4.810; id., sala IV, SJP, LLdel31312003, f. 105.148.

la CNCP, sala 1, LL del 241511996, f. 94.315, o JA


L. .~
~... ~ .~. . .- . ... . __ , ~.
. .

620 EXCEPCIONES A%.


343

la acción Se desconoce lo prescripto por el art. 8",inc. lo, de la CADH, en


cuanto asegura al penalmente perseguido "...un plazo razonable" para ser juzgado y
su inc. 4", en cuanto lo protege -al igual que el art. 14, inc. 7", del PIDCP- de un
ulterior sometimiento "...a nuevo juicio por los mismos hechos", prescripciones que
tienen igual jerarquía normativa que las cláusulas constitucionales (art. 75, inc. 22,
CN). Por último, la atribución del Congreso para regular la conclusión definitiva del
proceso, una vez ejercitada, es tan válida como determinar las causas que pueden
motivar que la pretensión sustancial f e n e ~ c a ' ~ ~ ~ .
Cabe distinguir caducidad y prescripción. Aquélla es un arbitrio atribuido a la
regulación procesal para evitar la paralización, sin consecuencias, de un juicio penal
por incuria del acusador; tiene en mira, según se expuso, proteger la seguridadjurídi-
ca de quien soporta la imputación. En vez, la última involucra un impedimento pata
requerir la concreción del derecho penal sustancial transcurrido cierto plazo. Por
eso, tal como lo sostuvo S ~ l e r ' ~ dilucidar
", el problema "...impone una delimitación
precisa y clara de los campos de acción legislativa de la Nación y de las provincias
partiendo el efecto de la premisa indiscutida de que a la primera le corresponde
dictar los códigos y a las segundas las pertinentes leyes procesales". De ahí que
"...no es necesariamente contraria a la esencia del juicio criminal iina disposición
que imponga al actor un especial deber de instar el procedimiento... Si así no fuera,
sería posible mantener a una persona bajo proceso durante toda su vida".
No se trata de una incursión en el ámbito de la legislación fondal, sino de cubrir
al acusado con todas las garantías inherentes a un pronunciamiento conclusivo - e n
el sentido de final- del proceso.
Es posible que ante la falta de distingo en el Código Penal, pueda haberse con-
cretado la renuncia antes de iniciarse el proceso; si el querellante exclusivo en cierne
pretendiera promoverlo, su pretensión se obtura al deducirse la excepción , prevista
en el art. 339, inc. 2".
En el delito de adulterio -derogado por ley 24.453- existían tres causales
específicas extinttvas de la acción: el consentimiento, el perdón y la muerte del cón-
yuge ofendido (art. 74, párrs. 2" y 3", CP); para acreditar el consentimiento -cuya
estimación junto con la del perdón, corresponde al derecho procesal penal- bastaba
con verificar la tolerancia.
Cierta semejanza con el perdón tenía el casamiento con la ofendida en los deli-
tos contra la honestidad (art. 132. CP)'9M.
5) Muerte del imputado
Si se pretendiera iniciar o proseguir una causa después de la muertc del im-
putado, dicho propósito resultaría imposible porque aquélla es una de las causas de
extinción de la acción penal; en consecuencia, se trata de una excepción perentoria
que se canaliza a través del art. 339, párrafo segundo, y provoca el sobreseimiento
respecto del occiso1%9.Sin embargo, la muerte no extingue la posibilidad de revisar
la condena (art. 481, inc. lo, última oración).

CS, Fallos 272:188.


'966 Conf. dictamen de Soler.
'v6' CS, Fallos 244:568.
SOLER, Derecho..., t. 11, ps. 4601461.
'" Cm.Fallos t. 11, p. 408; Pomxrrr, Excepciones..., p. 184.
Art. 344 EXCEPCIONES 621

6) Oblación voluntaria
Del mínimo durante la instrucción y del máximo de la multa si se hubiese ini-
o el juicio; en ambos casos corresponde reparar los daños causados por el delito
64, CP -texto según ley 24.3 1 6 ) . Pese a no estar enumerada en el art. 59, id.,
S una forma de extinguir la acción penal por el pago.

Falta de acción
n ciertos supuestos a examinar en el comentario al artículo siguiente).
1art. 15 de la ley 25.087 derogó el art. 132 del CP. Al sustituirlo, se establece
causal extintiva de la acción el avenimiento con el imputado sin precisar sus
cances, sin duda lo será el ulterior matrimonio, también puede serlo una reparación
m0nia1~~'O. Ver comentario al art. 6".

epción dilatoria, se ordenará el ar-


o; sin perjuicio de que se declaren
ión de los actos irreproducibles, se
ez que se salve el obstáculo formal a1 ejercicio de la

n este caso la imposibilidad para lograr una decisión sobre el mérito, fondo
uestión o hecho objeto del proceso es sólo momentánea. Por ende, se puede
a en otro o continuarlo en distinta sede judicial o en la

igual que en el supuesto de las perentorias, el Código no las explicita; sin


,en atención a fuentes legislativas y a criterios doctrinarios, es posible efec-
guiente enumeración:
Falta de jurisdicción o de
Las nulidades mencionadas son las previstas por los arts. 36 y 40, según se trate
incompetencia por razón de la materia o del temtorio. En el primer caso se pro-
la nulidad de los actos, salvo los irreproducibles y el supuesto en que hubiera
ia (por ejemplo, criminal en vez de correc-
te). La excepción de incompetencia
preliminar en el debate (art. 336, pán: 2').
Falta de personería en el acusador o sus representantes
pone en crisis la capacidad procesal o se aduce la insuficiencia del instru-
acreditante de la representación invocada.
1primer aspecto comprende la capacidad para ser parte y la capacidad procesal.
a es un reflejo de la capacidad de derecho y se refiere a la posibilidad jurídica de
n la idoneidad para ser titular de derechos
idad procesal consiste en la aptitud nece-
sales válidos y coincide con la capacidad
o a los arts. 82 y 415).

970 CARRERAS,op. cit.,ver comentario al art. 336, inc. 5"


'71 Ver comentario al art. 339, inc. lo.
622 EXCEPCIONES Art. 344

El segundo aspecto se refiere a la representación voluntaria regulada por la ley


10.996.El querellante --conjunto o exclusivo- puede hacerse representar mediante
un poder especial que, por lo menqs, contenga la denominación jurídica atribuida
al hecho y la indicación, en lo posible, de la persona del q~ereltado'~~*. En la causa
"Vega Villanueva, Marina y otro s/querella -c. 52.32VJP7',los doctores Petrac-
chi y Boggiano estimaron que si se omite legalizar documentos extranjeros ante el
cónsul argentino no puede considerarse acreditada la calidad de quien invoca su
condición de director de una empresa extranjera. En primera instancia se estimó que
procedía acceder a la falta de personería con sustento en dichos instrumentos. Por su
parte, la CF Cap ,sala 1, confirmó con otros fundamentos. La denegatoria del recurso
extraordinario habilitó la queja, también desestimada por la mayoría de la Corte. En
enjundioso trabajo, afirma Legarre que cuando un juez aplica un tratado internacio-
nal otorga eficacia a un acuerdo entre sujetos de derecho intemacional y no a una ley
de la Nación; coincide con la minoría porque al aplicar la cláusula de un tratado no
se advirtió que su texto se hallaba excluido de la ley aprobatoria corresp~ndiente'~~~.
Si se trata de un delito de acción pública, la separación del querellante -sea
por incapacidad procesal o por insuficiencia del poder- no impide continuar el pro-
ceso con la intervención del MP. Como la falta de personería no tiene efecto retroac-
tivo, la intervención del querellante resulta legal desde que fue admitido mientras no
se le aparte del juicio1975.Cuando se trata del querellante exclusivo debe tenerse en
cuenta que la persecución se limita al delito calificado en el poder; por ejemplo, si el
instrumento autoriza a querellar por injuria y en el escrito de querella se califica la
conducta del querellado como configurativa de calumnia, el representante carece de
personería por insuficiencia de aquél'g76.La separación del querellante exclusivo por
medio de esta excepción paraliza el proceso hasta superaria insuficiencia; aunque
alguna vez se ha considerado que, en tal caso, debía promoverse un proceso nuevo y
distinto que habrá de considerarse como mera continuación del anterior'Y7.
La decisión que tiene por parte al querellante no es susceptible de revocato-
riaI9l8ni de apelación y sólo encuentra remedio legal, si no fue acertada, a través
de la excepción de falta de per~onería"~~. Sin embargo, entendemos que el nuevo
régimen hace posible pedir la reposición de dicho acto para abrir el ulterior camino
a la casación (art. 456, inc. 2").
El juez no puede apartar de oficio, en principio, a quien se tuvo por querellante
.por auto firme'98o.La CNCP, sala 111, considera nula la resolución que dispone la re-
moción del querellante si el pedido de apartamiento fue formulado por el Ministerio
Fiscal -parte inhábil- y se omitió correr vista al interesado1981.

Z
'
9 CCC, en pleno, JA 1954.111-227, f. 16.381, o Fallos Plenarios, t. 11, p. 3 17.
'*" CS, del 2211211994.
19" "El tratado internacionaly su ley aprobatoria en el derecho argentino", LL del 2011211995,p. l.
'P75 CCC, Fallos t. 11, p. 172; CCC, sala VII, 301312005, "R., J. M.", LL del 261912005, p. 6.
CCC, sala l,251411978, c . 21.009.
CCC, Fallos t. VI, p. 48.
'9'8 CCC, Fallos t. 11, p. 203.
'979 CCC, Fallos t. 11, p. 172; id., t. IV, p. 29.
'"O CCC, en pleno, ED 16-1, f. 8201; Fallos Plenarios, t. 11, p. 419; CF Cap. JA 1963-V-569,
f. 7586.
lq8' "Oneto Torres", LL del 2711/2003, p. 3.
EXCEPCIONES -

También resulta vehículo adecuado para poner de manifiesto la insufic'


arácter de quien invoque una representación legal; así se ha admitido en e
madre que no tiene el ejercicio de la patria potestadi982.
Por último, sirve de camino para cuestionar la capacidad para ser parte en el caso
S personas ideales; por ejemplo, si mediara prohibición expresa para querellar en
tatutos, cabria deducirla para lograr, por esta vía, su separación del proceso.
Falta de acción en el acusador
rocede cuando se cuestiona la legitimación del querellante conjunto o exclusi-
comentario a los arts. 82 y 415). Cuando resulta descartable desde el comien-
dad o antijuridicidad de la conducta se torna viable; pero deben mediar
tancias inequívocas y ostensibles1983.
mbién resultaria valedera respecto del MP, si éste pretendiera perseguir un
cción privada, o quisiera cumplirse por quien carece de legitimación al
ofendido. En estos casos es carril apto para cuestionar si la p
1penal se ejercita por quien se muestra como su titular.
s adecuada para discutir los defectos de promoción en los delitos de
a (art. 72). En los de acción pública, la previa declaración de la quiebra en
uestos de los arts. 176 y 177 del Código Penal o el necesario concurso civil
arado, lo son para que pueda configurarse el delito descripto en el art. 179,
primero, id Además, servía para poner en evidencia la cuestión previa de la
cia civil de divorcio en el delito de adulterio, originado en dicha causa según
4 del Código Penal, ahora derogado por ley 24.453.
art. 15 de la ley 25.087 deroga el art. 132, CP, y en su reemplazo determina
los delitos previstos por los arts. 119, párrafos primero, segundo y tercero,
árrafo primero y 130, id., cuando la víctima es mayor de 16 años puede extin-
la acción penal por avenimiento (v. comentafio al art. 336, inc. 59.
n los delitos de acción pública es dilatoria si se separa al querellante conjunto
hallarse legitimado para perseguir, pues el proceso continuará con la necesa-
rvención del MP. En vez, si el delito es de acción ptivada la excepción funcio-
perentoria, ya que, al no existir ofendido, no puede haber delito.
los de acción pública, si se la utiliza para afirmar la inexistencia de delito,
opera como perentoria'984.La CNPE, sala B, no la acoge en los casos de
tencia de delito, pues aduce que tal fundamento se relaciona con la cuestión de
debe ser debatido en la etapa procesal oportuna1985. Harto opinable resulta el
,pues el proceso penal sólo tiene por finalidad dilucidar la existencia de ilíci-
a naturaleza, si no lo hay y no se advirtió al inicio, resulta un despropósito
rlo. Acertada decisión contraria. consiste en admitir la falta de acción si el
adra en ninguna figura delictiva-se trataba de libramiento de cheque
S cuando el cartnlar estaba p o ~ d a t a d o - ' ~ ~ ~ .

C, Fallos t. VI, p. 394; en contra sala VII, 131211981, c. 492.


C, sala I, DJ 1999-2-337, f. 14.169.
IV, LL del 7/5/2001, f. 101.947. La misma sala niega el caricter de sentencia
e se promovió por atipicidad, LL del 8/8/2000, f. 100.680.

salaA, LLdel 17/9/2002,f. 104.417.


624 EXCEPCIONES Al?. 344

Recupera su condición de dilatoria cuando se la utiliza para hacer valer una


cuestión prejudi~ial~~~' o una previai98?.
Un motivo especial de apartamiento del querellante por falta de acción es con-
secuencia de lo previsto en el art. 1097, CC, conforme al cual la renuncia a Ia acción
resarcitoria o el convenio'989sobre el pago del daño tiene como derivación que se
considere renunciada la acción penal; aun cuando el convenio se lleve a cabo con el
responsable civili990,dicho acuerdo clausura la posibilidad de actuar como querellan-
te. No basta la sola restitución de parte de lo defraudad^'^^'. En contra, la CCC, salal,
entiende que el único impedimento que acarrea en el proceso penal el acuerdo en
sede civil entre las partes es el de constituirse en actor
La excepción de arraigo es improcedente en el proceso penal en razón de que
tal planteo es de estricta naturaleza patrimonial y resulta ajeno a la inteligencia de
este precepto'993.
No procede si la defensa aduce el incumplimiento del art. 14 de la ley 19.764
-que aprobó e1 tratad? de extradición con EE.UU.-, pues si bien es cierto que
ningún sujeto requerido puede ser juzgado por hechos anteriores y distintos, cabe la
excepción cuando permanece en el país, en libertad, por más de treinta diasI9?
4) Litispendencia
Su procedencia requiere establecer si las pretensiones procesales penales en
evolución -si se trata de la etapa instructoria (arts. 188 y 195)- o ya deducidas
-si se arribó al momento del juicio (art. 347, inc. 2 ° F son idénticas. Se procura
evitar la simultaneidad del trámite en dos procesos diferentes, aunque con idéntico
obieto procesal y la conmoción que podrían producir eventuales pronunciamientos
coitradictorios.
El planteamieiito se subordina al análisis del requisito extrínseco de admisibili-
dad de la pretensión, consistente en la simultánea consideración de su sujeto, objeto
y causa, al igual que en el caso de la cosa juzgada (ver punto 1 del comentario al
art. 343). A nuestro modo de ver, la forma de solucionarla consiste en la remisión al
tribunal del primer proceso o en el archivo de las actuaciones de1 posterior; aunque
el segundo proceso concluye, estin~amosanodino dictar un sobreseimiento en éste
mientras aquél continúa. Si se dan aquellas identidades, la consecuencia es que, por
. el momento, el tribunal no puede pronunciarse sobre el derecho del actor; la pre-
tensión pierde eficacia pero puede replantearse. Por eso es una excepción dilatoria
porque deja sin prejuzgar la

Ig8' CCC Fallos t. 111, p. 339.


'988 CCC, sala IV, 4/9/1981, c. 25.959.
'<, La <:N<'?. ssls 1, cniirnd-. por n~nyoria,que no rwiligiira ' convii.iu" la acr.{irart¿~iidel pipo
parcial dcl perjuicio sufriilo (8'6 2V09. ~ I ' c n . ~ ~KL)I?
' ' . .AbziedoPr.rroi, 1 1010. p. 69).
'"O CCC, Fallos t. 1, p. 396.
CCC, sala V, 6/91]970.
CCC, sala 1, 25M/2005, "Bardelii", RDP, LexisNexis, 15/2005, p. 1832; CF Cap., sala 1,
22/1012008, "Gavazza", RDP, AbeledoPenot, p. 344.
' 9 n CCC, sala V, DJ 2001-2-1269, f. 17.133, o LL del 281812001, f. 102.523.

'gg<Fed., sala 1, DJ 2001-2-126, f. 16.696.


'9s* G ~ M E ORBANEIA
Z - HERCEQUEMADA, Derecho ..., p. 212; D'ALBORA, "Litispendencia en el
---.--sn nenal". JA 18-1973-197.
EXCEPCIONES O'

o obstante, algún sector de la doctrina la considera como excepción despla-


o perentoria con efecto meramente procesal; dicha caracterización resulta
etable, pues no se compadece el carácter de perentoria, asignado a la litispenden-
,con la afirmación de que el objeto procesal seguirá siendo íratado por el juez que
ba conociéndolo o por el que entiende en el otro proceso o al decidirse que las
cienes del segundo proceso se le remitan. Además, involucra un riesgo hacer
a esta excepción mediante el dictado de sobre~eimiento'~~~. El temperamento
ado acarrea, al desarrollo del proceso penal, consecuencias que la litispen-
no alcanza siquiera en el proceso civil; en dste, una vez firme la resolución
declara procedente (art. 354, inc. 3', CPN), corresponderá remitir el proceso
al que entiende en el otro si dicho envio puede resultar útil y, si no lo fuera,
nderá el archivo del iniciado con posterioridad.
debe confnndirsela con la incompetencia; presupuesto de la litispendencia
os dos tribunales, cuyos sujeto y objeto necesariamente tienen que ser idén-
ben resultar igualmente competentes1997.
os hechos en que se fundan uno y otro proceso son disimiles, resulta impro-
998;tampoco ha de prosperar si en uno de ellos recayó pronunciamientofinal,
este caso, sólo es viable la excepción de cosa juzgadaIqq9.
ide el desarrollo de la persecución penal cuando se investiga a alguien por
hecho; su fundamento es la garantía constitucional que prohibe bacer1ozooo.

to que resuelva la excepción ser&apelable por las partes dentro


tres (3) días.
e al art. 442, no se suspende el cumplimiento de lo decidido.
mo consecuencia del rechazo de la excepción resulta la continuación del
procede, por vía de principio, la casaciónzoo1.
CP, sala 111, estima que en los procesos por delitos de acción privada, aun
ispuesta la citación a juicio, este precepto resulta aplicable y sólo procede
n vez de casación20". El argumento es endeble, porque este título se
vamente a los delitos de acción pública. Y de seguirse semejante ra-
ta sus últimas consecuencias, debiera caerse en la cuenta de que al
e por aplicación del art. 361, también correspondería la instancia de apela-
ue dicha modalidad conclusiva tiene prevista esa vía en virtud del art. 449,
'ón. Anudar el recurso a la ubicación del instituto --etapa instructoria-
versa la resolución impugnada -excepción o sobreseimiento- no es
rmenéutica adecuada.
omentario a los arts. 82,84 y 432.

CF Cap., JA 18-1973-195, f. 21.689, con nuestro comentario citado; en sentido correcto


1-11-714, f. 30.513.
Derecho...,t. VI, ps. 1051107.
llos t. 1, p. 386.
nto 1 del comentario al articulo anterior; CCC, sala VI, 31311978, c. 3351.
, sala B, LL del 211912000, f. 100.925; ver comentario al art. lo, acapite d).
P, sala 1, BJ nro. 4, ps. 69170; id., Sala 111, ED del 151712002, f. 51.552.
994, "Giudice, Augusto", c. 99, reg. 105; id., sala 11, 411211996, "Y., A. N.",
626 CLAUSURA DE LA ~ S T R U C C I ~YNELEVACI~NA JUICIO Art. 346

En este tramo se cumple la denominada crítica instructoria comprensiva de dos


fases: el cierre de las investigaciones y el trámite de elevación a juicio; aunque bien
puede intercalarse otro momento complementario de la pesquisa (art. 348). Con ma-
yor propiedad se denomina procedimiento intermediozoo3. También se lo denomina
período o fase de transición del sumario al plenariozw4.
El antiguo Código nacional virtualmente carecía de la regulación de un momen-
to semejante, porque la denominada consulta entre fiscales se cumplía con prescin-
dencia absoluta de la intervención del defensor. Por otro lado, en ciertas ocasiones,
la afrontaba el mismo juez -juzgados federales y en lo penal económico- a quien
incumbía el fallo definitivo (arts. 4601462, id.). De manera que, cuando discordaba
con el requerimiento fiscal de sobreseimiento y promovía la elevación al órgano su-
perior del MP, anticipaba en buena medida la opinión sobre el mento.
El nuevo sistema lo afronta aunque no como un tránsito obligado para llegar al
juicio oral. No se cumple si, al formularse requerimiento de elevación a juicio, la de-
fensa no se opone (art. 349); tampoco si el juez decreta el sobreseimiento requerido
por los acusadores (art. 348, párr. 2").
Vista al querellante y al fiscal
346. Cuando el juez hubiere dispuesto el procesamiento del imputado y es-
timare completa la instrucción, correrá vista sucesiva a la parte querellante y al
agente fiscai por el término de seis (6) días, prorrogable por otro periodo igual
en casos graves o complejos.

a) Principios generales
El procesamiento fija la situación del imputado (art. 306) y, a la par, configura
un presupuesto para la elevación a juicio. Sin procesamiento con respecto a cada uno
de los hechos investigados, si el objeto procesal es múltiple, el acto aqui contempla-
do se resiente en su validez y deviene nulo en cuanto al imputado por aplicación de
lo prescripto en el art. 167, inc. 3"; mengua su intervención, pues se pretende llevarlo
a juicio sin estabilizar su situación procesal durante la instrucción; el defecto tiene
carácter absoluto (arts. 18, CN y 168, párr. 2'). Por eso resulta imposible cumplir
con el acto de comunicación aqui analizado, si se hubiere dispuesto la falta de mérito
(art. 309).
Hace posible la apertura de la contradicción en el momento intermedio, aunque
no plena, porque no alcanza la posibilidad de cuestionar la denegación de las medi-
das de prueba por vía de apelación (arts. 199 y 348, párr. lo).
El auto que ordena la vista al fiscal no resulta apelableZms.

CLARIAOLMEOO, Tratado..., t. V1,ps. 1091137;asi lohaceelProyectoMaier-arts. 2671281-,


donde se afirma aue al no im~onerseei examen nor un tribunal en todos los casos. se facilitan iuicios
ps.
inútiles por defeAo de la acu;acióii, DP nro. 1, 662 y 663.
2"0 ALCALA ZAMORA - LEVENE (h), Derecho..., t. 11, p. 393.
2W* CCC, sala IV, JA del 101712002, p. 93.
'
CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACIÓNA SUICIO

al art. 353 (ley 26.373) ya no queda duda de que la exis-


oníirmación del procesa-

Facultades del juez


igación es facultad privativa del juez ins-
194), aunque hubiera conferido al MP la realización de los actos demar-

necesaria intervención del querellante tiene dos consecuencias; por un lado,


ión genera nulidad en los téminos del art. 167, inc. 2", de carácter absoluto
tanto en esta circunstancia como en la de falta de procesamiento del imputa-
en juicio (art. 18, CN). Además muestra
nción no es la de un mero interviniente simple o adhesivo, pues, aunque
o se abra por su exclusiva determinación -según ocurría en el régimen
conjunto-, puede lograrlo a través de
r introducción al Capítulo IV, Título IV,

a constitucional tuitiva de
do proceso legal (m. 33, id) también le
ropicie la obtención de una condenazoo7.
sidera, por mayoría, que si la querella no formuló requeri-
cio, no puede luego acusar en la oportunidad prevista por
o fue receptado por la CS en el caso "Del'Olio", de cuya
en tiempo y formazoo9,
e ejercer las facultades
sido conferidas en aras de
mo víctimazor0.Por tal
sobreseimiento dictado si
irse en oportunidad de corrérsele vista por el art. 34620rr.
el precedente citado, si la omisión de formular requeri-
eparar a la víctima de su rol de querellante. Creemos que admitir

'" CCC'. 5313 VI, de1 1 9 2008, ..Incidenre de niilidad proniovido por la detensa dc Saramaga
Rodngucz". C. 35.542, ditiindido por el ser\icto de correo electrhnico de la Sxretaria de Jurrspni-
CCC. Este criterto y;i habia sido sost?nido coi1 mtcri~rtdada la rclbrma por la (:Fed., sala 11,
5's.20U5, "Ollverio", RDP, I.cxis'lcxia. 11 2005, p. 1012.
?O,,
CS, Fallos 268:266, o El) 20.50 r: 10.147; ?9Y:17; 305:122.
'''
2x9
JA del 4 6 2003, p. 68
Si el requeriiniento fomulado por el querellante es declarado nulo ) no medio acuaaciún
correponde dictar el sobreseii,iirnlo (<:(.C., sala VI], 29 12 ?W9. "6.S., C.", diiundtdd por el
de eleclrijntco de la Scrreurta de Juriipnidenns, CCC.).
>.,<
329:?596; I11)P. Lcxis NZAIS,2 20U7, p. 327; vir el ~ o m ~ n t a r ide o Ni;olis II
D'ALuoxn, ' Una 'ac~lIada'derivasii>ii de la autonumia asignada al aciisndor panicular", KI>I? Lcxis-
Ncxis35/2007,P. 849; SJP, 1.L del 30 1 1 20U6, p 46.
201.
CCC, sala VI, 10 3 ?OOd, ..ChiLiar": KL)P, Abeledi>Perrot. 8 2008, p. 1467; el1 idr'nrico seti-
'Ido respeciu de una ~ ~ S O I U C SCP.
~ I ~sala , I ? 1 1 20D9, ..l.eyei", III>P,hbeledolJcrr~t.8 201 0. p
~ I IV,
1420.
la separación en este caso, importa una creación pretoriana de un supuesto de desis-
timieiito tácito de la querella no previsto por el legislador para los delitos de acción
pública, doctrina que no parece surgir del falto "Del'Olio", que sólo alude a la pérdi-
da de atribuciones del querellante como consecuencia de su omisiónz012.
d) Plazo
En cuanto al plazo para el MP es meramente ordenatorio porque su interven-
ción es indispensable para el regular desarrollo del proceso; su inobservancia podrá
generar sanciones disciplinarias, pero no la extinción de la facultad que se dejó de
utilizar en tiempo op~rtuno~"'~.
Diferente es la situación del querellante, pues su condición de sujeto eventual
advierte que su intervención no es indispensable para la validez del procedimiento:
si no la cumple en tiempo útil, caduca el derecho para hacerlo en adelante y resulta
inexorable aplicar el art. 163. La prorrogabilidad implica la solicitud -tanto para
uno como para otro de los acusadores- del alargamiento con antelación a que fe-
nezca el plazo. El otorgamiento se supedita a lo previsto en la última parte de1 texto.
El plazo no se suspende por la existencia de un incidente en el que se debate la
competencia del tribunal (art. 49)20'4.
Ver art. 93.
Dictamen fiscal o del querellante
347. La parte querellante y el agente fiscal manifestarán al expedirse:
lo)Si la instrucción está completa o, en caso contrario, qu6 diligencias con-
sideran necesarias.
2') Cuando la estimaren completa, si corresponde sobreseer o elevar la
causa a juicio.
E1 requerimiento de elevación a juicio deberá contener, bajo pena de nu-
lidad, los datos personales del imputado; una relación clara, precisa 5 circuns-
tanciada de los hechos, su calificación legal y una exposición sucinta de los mo-
tivos en que se funda.

a) Impugnabilidad
A los acusadores se les plantea una alternativa: si consideran que la instruc-
ción está completa, pueden propiciar el sobreseimiento o requerir la elevación de la
causa a juicio; de lo contrario, tienen la facultad de postular la actividad probatoria
tendiente a completar la instrucción. Por supuesto, dentro de los limites fijados por
el art. 199 (ver art. 348, párr. 1"). Empero, un fallo de la CCC, sala N2"'*, persuade
por las razones con que apuntala la posibilidad de apelar: a) el art. 199 contiene
una mención expresa sobre el punto; en cambio, el art. 348 nada dice, circunstancia
Zo'L Sobre las distintas posturas asumidas por algunos TO, ver BAZANO - MINO, "Actualidad en la
jurisp~denciade los Tribunales Orales 3-2007': RDP, LexisNexis, 1012007, p. 1931; FEmnNno - SEVI-
LLANO, "Actualidad en jurisprudencia de los Tribunales Orales 2-2008", RDP, AbeledoPerrot, 812008, p.
1393. En contra de la separación, CCC, sala VII, 61212007, "Najblat", c. 30.858, difundido por el servicio
de correo electrónico de la Secretaria de Jurisprudencia, CCC.
"" CCrim, en pleno, Rosario, almque por considerarlo improrrogable, JA 1976-1-571, f. 25.109.
"O" CCC, sala de feria A, LL del 26/3/1999, f. 98.519.
ioii 13/5/1994, "Cmux, F.", c. 1543; id, id, LL del 18/1211995, f. 93.871; id., id., ED 166-582,
f. 47.050.
347 CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACI~NA JUICIO

pIicable pues son dos momentos distintos el de la pesquisa y el de la clausura;


el debate en doble instancia no perturba, "...al contrario no tiene efecto retardatorío
podido tener en escalas previas; al contrario, permitirá al Tribunal de
adora de la preparación del juicio, pronunciarse al respec-
sibilidades de la colecta probatoría..."; c) LeonezoI6recuerda que
procesal italiana "...antecedente mediato de la nuestra...", el instnictor
o a cumplir con las medidas propiciadas; d) Clariá O l m e d ~consi- ~~'~
discrecionalidad del juez en este momento y recomienda
el pedido de tomar o ampliar indagatoria efectuado
ón deducida en la etapa previa a la elevación a j u i c i ~ ~ ~ ' ~ .
, sala IIZoZo,
con el respetable argumento de que "...en esta
de clausura del sumario y elevación a juicio la contradicción no es
ención del art. 199. Para la CF San Martin, sala 11, en esta ocasión cedería
1riguroso secreto del hncionario infiltrado conforme lo autoriza la Ley de
ntes, quien deberia develar su identidad personal; resulta la única vía para
ngresen a los fines probatorios con el valor de prueba testimonialzoz1.
Se ha aducido la inconstitucionalidad -por implicar desigualdad ante la ley-
d que el inc. lo otorga a los acusadores para propiciar pruebas, luego de
el juez estimó completa la instrucción (art. 346). Al rechazar el planteo, la CCC,
VI, aduce que el margen correspondiente a aquéllos surge como una conse-
ca y necesaria derivada de los diferentes roles cumplidos por el MP y el
rellante, por un lado, y la defensa, por otro, amén de que se trata de una etapa no
hadictoriazoZ2. Cabe añadir que al instar el sobreseimiento es posible que se con-
r de la falta de pruebas relevantes y, como la clausura se dispone
uchada a la defensa, resulta tempestiva su producción (art. 349, inc. 2").
No corresponde ampliar la indagatoria si ya se estimó completa la instnicción,
eramento compartido por el MP; la instrucción cumplida importa el cese de una
atoria. El juzgado carece de competencia ulterior y lo proveído a partir
omento adolece de nulidadzm3.
) Principios generales
Si existiera una medida pendiente -resolución sobre el cuestiouamiento de la
ocumento reproductor de expresiones atribuidas a los procesados
omunicación telefónica-, parece precipitada la remisión a juicio antes
do no puede desviar la decisión final de la causa aunque hubiese
requerimiento de elevación a

Tratado..., t. ll, p. 106.


'O" Tratado,..,.t. VI.,.D. 117
"(8 Tamb.,
Ion CCC, sala 1, DJ 1999-1-318, f. 13.765; CCC, sala VI, 7/7/2006, 'Wúñez", RDP,
lsNexis, 1012006, p. 2019.
201P CCC, sala V,JA 2000-1V-710.
'O2@ 111111995, c. "Taranto".

02' LLdel3011011997, f. 96.234.

' LLdel311811998, f. 97.751.


j CNPE, sala A, DJ 2001-2-923, f. 17.005.

O'' En contra CNPE, sala A, LL del 191211999,f. 98.368, por estimar que la omisión de practicar al-
medida después del requerimiento de elevación ajuicio no entra dentro de las facultades de la alzada.
630 CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACI~NA JUICIO Art. 347

El requerimiento de elevación a juicio proporciona la plataforma fáctica sobre


la que habrá de discurrirse en el debate. Esa "...relación clara, precisa y eircuns-
taneiada de tos hechos..." es su elemento axil, entendiendo esto literalmente, pues
es el eje sobre el que se desarrolla$ todo el debate, salvo el caso del art. 381. Se
obtiene mediante la mención detallada de todas las circunstancias de tiempo, modo y
lugar en que la conducta del imputado se exteriorizó y cualquier otro dato de interés
para el encuadramiento legal del hecho y la selección y graduación de la pena; sólo
prosperará su nulidad cuando afecte realmente el derecho de defensa del
El juicio penal tiene su base y su límite en el requerimiento fiscal de elevación a
juicio y la hipótesis del hecho contenida en la acusación circunscribe la actividad
de todos los sujetos del proceso: defensa del imputado, prueba, discusión y decisión
definitiva del La acusación es inmutable, salvo situaciones de excepción
lart. 381\2027.
1.a identificación del imputado responde a lo previsto en el an. 74.
El encuadre jurídico penal del hecho apunta a facilitar la defensa en jiiicio.
pues proporciona las eventualidades que deparará la vista de la causa, al extremo de
que, si aquél puede ampliarse, cabe solicitar la suspensión del debate, con el límite
de que sólo se trate de diversos episodios constitutivos de un delito continuado o
de circunstancias agravantes (art. 381). Si se percibe un hecho distinto, se impone
remitir los autos a instmcción (arts. 167, inc. lo, 180, 188, 195 y 401, párr. final).
Cuando la apariencia típica falta, no es posible abrir el Si el tipo penal
permite adoptar diferentes posiciones defensivas, incluso contrapuestas entre sí, se
debió relacionar sucintamente cuál se consideraba específica, de modo que pudiera
individualizarse la defensa a través de cualquiera de ellas; de lo contrario se com-
promete la inviolabilidad del derecho de defensa al desvirtuarse la posibilidad de
negar o explicar los hechos atribuidos o afirmar alguna circunstancia excluyente de
responsabilidad u ofrecer prueba de descargo o argumentar en sentido contrario; al
hallarse afectada la intimación, el TSJ Córdoba, sala Penal, considera quela nulidad
es absoluta2029. Debe procurarse la amplitud o extensión de la acusación al fijar el
hecho para permitir al imputado y a su defensa conocer la base fáctica propia de la
imputación203o.
Pero entre los requisitos taxativamente enumerados en el último párrafo no
figura el pedido de penazo3'.
Sieinpre que se respete el principio de congmencia --coincidencia con el hecho
intimado-, la calificación no afecta la garantía de la defensa en juicio2032.Maier dice

ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-1054.


TSJ Córdoba, sala Penal, 111511993, "C., L. A.".
202' MOSCATO DE SANTAMAR~A, "El principio de congniencia en el ordenamiento procesal penal de
la Nación", LL del 121911997; conf. TOC Fed. Mendoza nro. 1, DJ 1998-2-771, f. 13.096.
2028 Cám. ln Crim. Paraná, sala 11, JA 1988-1-22, índice.

111511993,"C., L. A.".
TSJ Córdoba, 21411993, "B., 1. R.".
2"' CCC, sala IV, 7/12/1993, "A,, M.A.", JAdel2Wl1995, p. 60.
2032 CCC, sala V, LL del 18/12/1995, f. 93.872, id,id.,ED del 211512003, f. 52.040; no puede
prosperar la casación si se respetó la correlación entre el hecho comprendido en la indagatoria, el
acusado y el considerado en la sentencia final, CNCP, salal, JA 1996-111-202; es preciso que el juez
instructor actúe dentro de los límites del requerimiento contenido en el acto promotor, id.,sala lV, ED
170-476, f. 47.613.
certera reflexión- que "(1)a regla no se extiende como principio, a la subsun-
de los hechos bajo conceptos jurídicos. El iribunal que falla puede adjudicar al
o acusado una calificación jurídica distinta a la expresada en la acusación (iura
curia)". Empero, en ciertas ocasiones "(e)l cambio brusco del punto de vista
bajo el cual se examina un hecho como, por ejemplo, el que se produce de
iravención a un delito grave, o de un delito contra el patrimonio a un delito-
a administraciónpública, puede...provocar indefensión, por lo inimaginable de
ión que se produce desde el ángulo de observación de la defensa técnica"2o33.
no desguarecer al perseguido se sostiene que debe añadirse al objeto del pro-
.la afirmación de la consecuencia Las hipótesis subsidiarias o
n las que se excluyan entre sí, resultan recomendables en ciertos casos
en que el acusador, cuando no puede asegurar el éxito en su tesis principal,
ite una condena por el mismo acontecimiento histórico2"". La CS puntualizó
acusación altemativa o subsidiaria es el mejor remedio para evitar la doble acu-
penal, susceptible de provocar la indefensión del imputado2036.
indicación de las probanzas que sustentan el requerimiento de elevación a
'los motivos"- se exige para posibilitar su refutación a través del ofreci-
e prueba para el debate (art. 354, párr. lo). Tal facultad -producir prue-
egra una cabal defensa (art. 18, CN).
ición sucinta de los motivos se exige para posibilitar su refutación a
cimiento de prueba para el debate"".

itir cualquiera de los requisitos establecidos por el párrafo segundo configura


puesta por el art. 167, inc. 3" y comprendida en el párrafo segundo del art.
toma incierta o incompleta la defensa del imputado (art. 18, CN). Sobre in-
requerimiento2038 y del auto de elevación a juicio, ver Palazzi y AmadeoZm9.
e cumplir los recaudos aquí exigidos pesa tanto sobre el MP como sobre la
O. En tal sentido, resulta nulo el requerimiento del acusador privado si no
S datos del imputado, una relación clara precisa y circunstanciada de los
su calificación legal. La anulación de la requisitoria implica la pérdida del
el derecho y la consecuente imposibilidad de formular nueva acusación204'.
congruencia de la calificación jurídica sustentada por el querellante no
ulidad de su requerimiento, pues para ello debe existir violación a la

erecho..., t. 1, p. 569.
AUMMAN, De~echo ..., p. 274.
d. sala 1, LL del 2711 312000, f. 101.247.
del 301512003, f. 105.571. Consultar el trabajo de GUZMAN, "La acusación fiscal al-
aria. Reflexioiies en tomo a su validez lógica y juridica", RDP, LexisNexis 1012006,
, entre otros precedentes, se aborda el fallo aqui citado.
sala 1, LL del 261612000, f. 100.449.
sala B, LL del 31/8/1998, f. 97.761.
nlidades....", JA 1994-1-99811001,nros. 156 al 184, y JA 1994-111-104911050,nros.

a IV, DJ 1998-2-867,f. 13.141.


la IV, JA del 28/1/2004, p. 69, o SJP, LL del 271212004, f. 106.943, con nota de
a la actividad del querellante en la fase critica de la instmcción"; CF Cap., sala 1,
',RDP, AbeledoPerrot, 112009, p. 142.
632 CLAUSURA DE LA INSTRUCCION Y ELEVACION A JUICIO Art. 348

identidad entre el contenido de la requisitoria y los actos de indagatoria y procesa-


miento. En vez, resultaría absoluta si falta una adecuada relación del hecho adjudi-
cado, en tanto de ella se derive la imposibilidad de ejercer el derecho de defensaz0";
el órgano judicial cree que aquél sería el único supuesto de ineficacia absoluta. Em-
pero, no vemos otro destino para un requerimiento que, por ej., omita identificar a la
persona acusada. Cabría aceptar que la nulidad es relativa si se trata de un acto im-
prescindible como el requerimiento del MP; por el contrario, si el querellante incurre
en ese desliz, el defecto es insubsanable.
La indicación de las probanzas que lo respaldan se exige para posibilitar su
refutación a través del ofrecimiento de prueba para el debate2o43.
d) Facultades del MP
En los supuestos de delegación de la pesquisa en el MP (art. 196) y pese a la
equívoca redacción del art. 2 15, párrafo primero, la vista al querellante - a c t o de co-
municación procesal- debe ser conferida por el juez. Adviértase que aquél no puede
llevar directamente a jJicio sin transitar, previamente, por el dictado del auto de
procesamiento (art. 346jZw;a SU vez, éste requiere la indagatoria anterior -formal
o material- (art. 306); precisamente este último acto se ha detraído de las atribucio-
nes del fiscal (arts. 213, inc. a], y 353 bis; salvo los supuestos del art. 212 bisjZM5.La
función de la indagatoria y el procesamiento como presupuestos para elevar a juicio
varía en el régimen de instrucción sumaria instaurado a través del art. 353 bis.
El requerimiento de elevación a juicio reúne las condiciones como acto de se-
cuela para intemmpir el curso de la prescripciónZM.Así lo entendió también el
legislador al modificar, mediante ley 25.990, el art. 67, CP
Proposición de diligencias
348. Si la parte querellante y el agente fiseal solicitaren diligencias proba-
torias, el juez las practieará siempre que fueren pertinentes y útiles y, una vez
cumplidas, les devolverá el sumario para que se expidan, conforme al inciso 2"
del artículo anterior.
El juez dictara sobreseimiento si estuviere de acuerdo con el requerido. De
lo contrario, sea que no esté de acuerdo eon el sobreseimiento pedido por el fis-
cal o sea que sólo e1 querellante estimara que debe elevar la causa a juicio, dará
intervención por seis (6) dias a la Ckmara de Apelaciones. Si ésta entiende que
corresponde elevar la causa a juicio, apartará al fiscal interviniente e instruirá en
tal sentido al fiscal que designe el fiscal de cámara o al que siga en orden de turno.

a) Solicitud de nuevas diligencias


El cumplimiento de las probanzas sugeridas se decide con sujeción a lo estable-
cido por el art. 199. De manera que si no se relacionan con el objeto procesal -pme-

2042 CCC, sala V, LL del 211 1/2000, f. 101.128, con nota de BÁEz,"La actuación de la querella en
el proceso penal y la importancia de su requerimiento de elevación a juicio".
lM' CNCP, sala 1, LL del 26/6/2000, f. 100.049.
Sobre la postura en contra, ver comeniario a los arts. 215 y 346.
z08* CCC, sala VI, DJ 1999-1-459, f. 13.819. Hay opiniones en contrario: SÁENZ, "Funciones del
Ministerio Público Fiscal en la insmicción penal preparatoria...", LL del 221411994.
2046 CNCP. sala 1, DJ 1997-3-1118, f. 12.502.
CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACI~NA JUICIO 633

considerase impertinentes o superfluas las medidas

órgano judicial comparte la clausura del proceso mediante el sobresei-

ento coincide con el deparado al actor civil para expedirse y formular


ez que el requerimiento fiscal quedó consolidado2047.

2 3 y 64, ley 24.121) y no por el tribunal oral (arts.

, sala V. 3.4 2001-11-659.


niarios al nuevo Cód~goProcesal Penal", LL del 261411993
Cámara de Apelaciones comparte su criterio, debe abrirse el juicio oral y los límites
del debate serán los precisados, aunqugen forma mediata, por dicho sujeto procesal,
al expedirse en los términos del art. 347, párrafo segundo. Por eso no compartimos
la opinión en contrario de Donna y MaizaZM9,
Sin embargo, el MP no pierde su necesaria intervención en el proceso penal, ya
que siempre continuará actuando junto al querellante, pues es un sujeto de interven-
ción indispensable en los delitos de acción pública (arts. 5' y 167, inc. 2'); sólo se
aparta al agente fiscal que pidió sobreseimiento y se lo reemplaza por el que indique
el fiscal de cámara o el que sigue en orden de turno. En ambos casos, su función
ulterior en el juicio resulta impuesta para el agente fiscal, en los estrictos límites de
lo decidido por la Cámara de Apelaciones al resolver la consulta; dicho órgano actúa
entonces como verdadero tribunal del procedimiento intermedio y siempre el ámbito
del juicio tendrá como límite infranqueable su resolución.
El requerimiento de elevación queda acotado por el querellante, ya que el
reemplazo del órgano del MP sólo se establece a los fines de pulir la intervención que
le correspurids en 21 juicio; pero no se reirotrae el proceso para que pueda ampliarlo,
circunstancia obstaculizada por el principio de prcclu~iGn'"'~.Incluso puede darse
el caso de que en el momento de las conclusiones finales (art. 393) el fiscal intervi-
niente lo haga de modo coincidente con aquel que pidió el sobreseimiento y solicite
la absolución. Pese a ello, no quedará cercenada la facultad del tribunal de juicio
para condenar, pues ya ha sido investido de la potestad jurisdiccional al formularse
requerimiento de elevación2u".
Si no actúa el querellante y el agente fiscal pidió el sobreseimiento, la demarca-
ción del objeto del debate incumbe de manera inmediata al tribunal; el MP se limita
a cumplir lo decidido. Aunque no podrá apartarse del hecho alcanzado por el auto
de procesamiento (arts. 306 y 346); de lo contrario, se burla la esencia del sistema
acusatorio observado escrupulosamente al instruirse conforme al acto promotor tan
sólo respecto del acontecimiento introducido (art. 195, párr. lo;ver introducción al
Libro 111, donde se acota la restricción objetiva aunque no subjetiva para la labor ins-
mictoria); lo mismo ocurre si ambos acusadores no requieren el juicio. En vez, si lo
impulsa sólo el querellante, su extensión le corresponde en forma privativa, aunque
a la postre resulte autorizado por la Cámara (arts. 346 y 347, inc. 2').
. La consulta se circunscribe a la hipótesis de discordancia entre el juez y los
acusadores; resulta improcedente la formule la Cámara sobre una cuestión de com-
petenciaZos2.
Si el fiscal estima que la acción penal está prescripta y el juez no coincide, la
consulta no procede cuando el magistrado no está de acuerdo con dicha tesitura,
sobre todo si medió requerimiento de instrucción, ya que el juez se encuentra habili-
tado para proseguir la pesquisazm3.

2M9 Código.., p. 109.


"*" CS, Fallos 272:188.
ios' SERKA DOM~NGUEZ, Estudios..., p. 776. A criterio del autor, resulta errónea la decisi6n de la
Corte Suprema, del 28/12/1989, SJP, LL del 22/3/1995, f. 92.982, que admite el criterio contraio (ver
art. 393).
'"I' CNCP, sala 111, JA 1994-IV-547; en sentido similar, CF San Martin, sala 1, JA 1994-11-277,
ante la diferencia entre un TOC y el juez en punto a la calificación del hecho que pareciera habilitar la
competencia correccional.
Zas3 CNPE, sala B, LL del 11/12/2001, f. 103.031, o DJ 2001-3-979, F. 17.537.
principios generales2054
sistema no es incon~titucional~~~. Pese a que el denominado procedimien-
dio -discusión sobre la admisibilidad de la acusación (si su estructura es
o su posible mérito (si las probanzas utilizadas para sustentarla, aunque no
tilizadas para condenar, toman predictible su éxito en el debate)- no
con autonomía, este dispositivo está destinado a cumplir su función para
inada critica instructoria. Se pondera en orden al cierre de las inves-
e elevación a juicio y la labor se asigna a un tribunal diferente,
el de la instrucción ni el del juicio. Su tarea, en el lenguaje común, pudiera
e corresponde dictar tanto el sobreseimiento
manera de absolución anticipada- como el auto
enarse formular acusación o bien el archivo (si no se puede
indispensable el antejuicio o el desafuero)-. Sin embargo, se ha
inconstitucional la regla del párrafo segundo al considerarse que los jue-
al MP la obligación de ejercer la acción penal contra su voluntad.
este régimen de consulta transgrede lo dispuesto por el art. 120,
amente al art. 18, id., e implica el ejercicio por el órgano judicial de
defensa en juicioZoS6.
to de índole constitu-
entre dos órganos del
ceso penal concluya me-
do lugar, porque del pro-
1art. 120 de la CN surge que la función asignada al Ministerio Público en
e promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los
les de la sociedad no debe ser ejercida por los fiscales con carácter
en coordinación con las demás autoridades de la República, entre
da, tanto el juez de instrucción como la Cámara de
rcer término, y para disipar cualquier género de dudas porque el
ión debe ser oportunamentejuzgado por tribunales diferenciados
ionada Cámara [tribunales orales, y eventualmente Cámara Nacional de
enal y Corte Suprema]"2o57.
na regulación más prolija en el Proyecto Maier de 1986. Por de
tablecia un tribunal al cual se le asignaba esta etapa. Su misión princi-
en admitir la acusación para celebrar la vista principal - e l debate-
i hubiera apreciado el hecho de modo diferente. Este tribunal,
car si la acusación es seria o si debe de
dificarla por medio del
hay déficit en su sustento

obre la .
iurisorudencia
, .
imoerante. ver acánite d).
,
nro. 7, LL 1996-D-516,f. 94.703.
Fed. nro. 2, DJ 1998-1-233, f. 12.532, o LL del 3011011997, f. 96.230, con nota de
rca de la declarada inconstitucionalidad dcl articulo 348, párrafo segundo del Código
de la Nación".
O en la nota anterior.
2 COLO~IER, Elproceso.., ps. 1571160.
R, La ordenanza...,vol. 11, ps. 1651166, quien acota que en el régimen alemán, a diferen-
es argentinas, el control de la acusación resulta obligatorio en todos los casos.
Aunque imperfecto, entre nosotros carece de sentido negar el control de un
tribunal sobre la actividad del Ministgrio Público cuando la propia Constitución im-
pone la fiscalización cumplida por otro poder - e l Congreso- con alcance mayor
porque puede culminar con la destitución del presidente o sus ministros (arts. 53 y
59, CN)2060. La CNCP, sala 1, ha respaldado la constitucionalidad del art. 348, pues
aunque acepta configura una excepción al principio acusatorio -muestra del pro-
cedimiento mixto instaurado-, "...no se opone a la garantía implícita del debido
proceso (art. 33, CN) ni a la de independencia funcional y orgánica del Ministerio
Público (art. 120, id.), que aseguran a los habitantes de la Nación un juicio previo en
el que las funciones de acusar y juzgar se encuentren en manos de Órganos diferen-
tes. Ello es así tan pronto se advierta que el sumario es un procedimiento breve de
recolección de pmebas con un restringido control de las partes, y que, en todo caso,
debe estarse a la prueba que en definitiva surja del debate, que es el juicio contra-
dictorio en sentido estricto", pues los actos que lo integran no pueden sustentar la
sentencia, sino una acusación o el sobre~eimiento~~~'.
El TOC nro. 182062 declaró la inconstitucionalidad de este articulo, con la disi-
dencia del doctor Valle; la mayoría estima que lesiona la autonomía del MP (art. 120,
CN) y "...el principio de división de funciones, al aceptar la injerencia de un Órgano
jurisdiccional en la misión del órgano acusatorio". A nuestro ver, tales razones ni
siquiera neutralizan las antes expuestas.
El problema siguió preocupando a muchos tribunales. Entre ellos, cabe destacar
al TOC nro. 23. Resulta encomiable la disidencia de la doctora Goscilo, quien ajusta
su cometido a exponer que este precepto no afecta norma constitucional alguna; re-
cuerda que siempre debe asegurarse el cumplimiento de los requisitos previos para
el ejercicio de la jurisdicción -a nuestro ver, punto clave muchas veces olvidado-
sin que pueda dejarse en manos exclusivas del MP, anticipadamente al propio juicio,
imponer una determinada solución; así se excedería la misión legalmente'otorgada y
se actuaría a contrapelo de la norma contenida en el art. 120, CN; un eficaz sistema
de control externo, que se encuentra articulado desde la propia organización con los
diferentes órganos integrantes del Poder Judicial, con el debido contralor del MP,
cubre la garantía de la defensa desde un principio. La mayoría brinda su opinión a
través del voto del doctor maga riño^^^^^.
. Cuando Maier analiza la regulación de este estadio en el CPP, destaca que sus
disposiciones "...desplazan la solución tradicional argentina que dependía de una de-
cisión jerárquica del propio Ministerio Público" y nada dice de la eventual colisión
con la CN20M;sí se preocupa en asignar al procedimiento intermedio la finalidad de
"...juzgar acerca de la seriedad de las conclusiones de la instrucción preparatoria,
es decir, sobre el fundamento y viabilidad del requerimiento de apertura del juicio

Conf. voto del doctor Ursi, consid. 6", p h . 4"TOC nro. 7, LL 1996-D-516, f. 94.703-;
en el mismo precedente, los doctores Rojas -consid. 1, pán. 4' y 5 0 y Valle -consid. 1, p k 2%
indican que el art. 120 de la CN no turba esta solución; conf. CNCP, sala 1, '!Shnchez, Rafael O.", JA
del 5/2/1997, p. 42.
'06' LL del 3011011997, f. 96.242, o DJ 1997-3-738, f. 12.357; TOC nro. 15, DJ 1999-2-1080,
f. 14.642; CCC, sala 1, DJ 2000-1-742, f. 15.756, o LL del 3011 1/2001, E 100.969.
2062 191911996, "Náguera, César", C. 243.

LL del 29/7/2002, f. 104.123, con nota de FILIPPINI, "La inconstibcionalidad del art. 348,
seguiidoPárrafo del Código Procesal Penal de la Nación", quien comparte su criterio.
'OM Derecho ..., 2* ed., t. 1, p. 435.
1o clausura de la persecución..."2065.En vez, le enrostra el calificativo de "hin-
-aun en el actual Código cordobés-, pues sólo opera sobre la oposición de la

su parte, Álvarez manifiesta su preocupacióu porque el régimen actual


cia al control de legalidad del requerimiento fiscal por parte de los órga-
~ u n s d i ~ ~ i ~..."n ay lcensura
e~ el otorgamiento de "...un poder absoluto sobre la -
ción penal al Ministerio Público, incompatible con el principio de legalidad
1, puesto que no existe posibilidad alguna de control judicial..."20b7.Queda
aro su pensamiento en afianzar el control judicial en vez del interno dentro del
órga~o~~~~.
e v a s c 0 ~ 0toma
~ ~ el caso "Santillán" resuelto por la CSzW0y se aferra a la ex-
ción total del conflicto por parte del Estado y entiende que el Alto Tribu-
reivindicó en varte las facultades de la víctima. A partir de allí toma el nuevo
O, CN, y seadentra en sostener que han quedado obviamente derogadas dos
siciones que limitan la titularidad de la acción por el MP: los arts. 67, inc. 29
Concluye que la acción pública deberá ser promovida por el fiscal hasta que
a que corresponda desistirla. Nadie puede renunciar un derecho que le es
eno; si la titularidad del derecho sustancial o pretensión punitiva corresponde al
el MP sólo intenriene como sustituto procesal. Muy diferente resulta que el
penal se ajuste al principio acusatorio ----quien requiere no debe juzgar- y
dispositivo; sólo en el último el actor hace lo que le place (ver comentario

i y R a n ~ s c h i o ~se~limitan
~' a expresar su desacuerdo porque el control
na a un poder del Estado e implica inmiscuirse en las facultades de otros.
tación la hizo, con acuidad, Lino Palacio en el trabajo antes citado. En igual
Bellofiore y Alfan~~O'~.
limine, en bien fundado trabajo, pese a que no se comparten las conclusio-
o tiene en mira el régimen del Código2073, propicia que el control debiera
emo -filas adentro del propio MP- como externo --cumplido por el
'al en los supuestos de nulidad-. Cabe acompañarle cuando encara un
imen más adecuado.
la consulta extendida a dilucidar el disenso entre los acusadores y el Juez
'Ón al momento de la clausura, ver la introducción al Libro 11y comentario
O y 196. La extensión de la consulta a la discrepancia en la iniciación de

'O" Op cit, p 420

. .
ARIÁ Tratado..., t. VI, ps. 125 y ss.
OLMEDO,
a querella y el ejercicio de la acción. Según ia CN y la jurispnidencia", DJ 2000-1 -4
-.
?.Ti ..
llos 121 .?O71
~

El ejercicio e inipuls~de la accii~npciial pUbliza coiresp,,iide~i..tI Zliiiisieriu Public<iI'!bc:il


Y no ~ ~ g a n o j u r ~ ~ d In~o~ii;~~~u,~ionalidad
~cci~~~l. del an 348 del C 6dign Procesal I1r.nal de la E\szii,n",
LLActu31~daddel l j 9 1998.
ículo 348 del Código Procesal Penal de la Nación. El ocaso de una polémica nomia",

consulta al fiscal general como debido control del dictamen fiscal desestimatorio", LL
* -
638 CLAUSURA DE LA INSTRUCCION Y ELEVACI~NA JUICIO Art. 348

la etapa instmctoria ha llevado a pronunciamientos singulares; por un lado, la CCC,


sala.vI, sostiene que cuando se delegó la pesquisa en el MP de acuerdo al art. 196
la consulta no procede2o74. Por otrqi se acepta zanjar por esta vía la discordancia en
los supuestos de instmccion sumaria prevista en la ley 24.826, arts. 353 bis y ter2o75.
Si se trata de una instrucción delegada (art. 196), tampoco hay motivos para
apartarse de lo aquí indicado, porque siempre tiene que cumplirse con el control
sobre ciertos actos del MP; entre ellos la solicitud de sobreseimiento no compartida
por el órgano Se ha pronunciado en contra, la CCC, sala 1, al decidir
la improcedencia de la consulta, en los casos de instrucción delegada en virtud del
art. 196, cuando el juez no está de acuerdo con el sobreseiniiento solicitado por el
MP; sostiene que ni el fiscal puede imponer al juez su criterio, ni éste puede obligar a
aquél con la investigación; basta con que el juez no acceda a lo solicitado y reasuma
la in~estigación*~~~.
d) El fallo "Quiroga"
Con fecha 23/12/2004, la CS declaro fa Nrconstitucionalidad del segundopárra-
fo del art. 348, en cuánto autoriza a la Cámara de Apelaciones, en los casos en que el
juez no está de acuerdo con el pedido de sobreseimiento del fiscal, a apartarlo e instruir
al que designe el fiscal de Cámara, a fin de producir la elevación a
Los principales fundamentos del fallo para considerar que este procedimien-
to de consulta vulnera la independencia del Ministerio Público consagrada en el
art. 120, CN, pueden resuinirse de la siguiente manera2079:
a) "...en el marco de un sistema procesal regido por el principio de legalidad
procesal, en el cual la pretensión penal pública es llevada adelante por dos repre-
sentantes del Estado (el fiscal y el juez), la exigencia de que las funciones de acusar
y juzgar se encuentren, al menos formalmente, en cabeza de funcionarios distintos
queda completamente diluida si también el tribunal de alzada puede, qn contra del
criterio del Ministerio Público, decidir, por sí solo, que se produzca la acusación y la
apertura del debate".
b) "...resulta insostenible que sea el tribunal encargado de controlar la investi-
gación preparatoria el que pueda ordenarle al fiscal que acuse...".
c) "..,la intervención de la cámara de apelaciones 'ordenando' que se produzca
la acusación pone en tela de juicio la iinparcialidad del tribunal 'rettoactivamente' ...".
d) "...la obligatoriedad de la persecución penal para todos los funcionarios es-
tatales nunca fue entendida por esta Corte con una extensión tan amplia como para
imponer al Ministerio Público la obligación de acusar".

n-,
20i4 ED 175-485. f. 48.409. o LL del 251911997. f. 96.027. con nota de A r ~ ~ n .i ";.Hacia el fin
de la legalidad quien sostiene que "(S)¡ co~cluidala ~nshucción,la tesis desincriminante de
la fiscalía puede leealmente someterse al control iurisdiccionai aue consarra el va citado aa. 348, cuesta
entender que promediada la pesquisa, la sola vol&tad del ministetio f i s ~ a ~ u e d ~ i m ~alojuez
n e rel dicta-
do del sobreseimiento inshuctorio": añade la inadvertencia de la Cámara en punto a aue su competeiicia
funcional le asigne el control fiscali'zador de la acusacióii; CNPE, sala B, E~'del2215~2001, f. 50781.
Zo7s CCC sala 1, LL del 31/7/1998, f. 97.568, con disidencia del doctor Donna; id., id., JA 1998-
IV-538; id., id., LL del 26/3/1999, f. 98.521; en contra, CCC, sala IV, JA 2001-111-756.
'oi6 La CNPE, sala B,decide lo contmrio, ED del 221512001, f. 50.781.
2"-J 2002-3-203, f. 18.672.
mis "Quiroga, Edgardo Oscar dcausa 430?, c. Q. 1Q.XXXVIII; SJP, LLdel281212005, f. 108.596;
Fallos 3275863.
'O" Fundamentos que, en esencia, son compartidos por el actualizador de esta obra.
CLAUSURA DE LA INsTRUCCIÓN Y ELEVACION A JUICIO

"...ni el fiscal puede juzgar ni el juez puede acusar. De otro modo, durante
cción el imputado debe defenderse no sólo de quien lo acusa, sino de quien
,y de quien debería poder esperar independencia de criterio".
"...incluso si se admitiera, por vía de hipótesis, que la ley restringiera las fa-
del Ministerio Público e impusiera un sistema de control del requerimiento
cter jurisdiccional, autorizar a que sea el mismo juez que posiblemente ya se-
'6 en favor de la viabilidad de la persecución @orejemplo, al confirmar el auto
samiento) no parece ser un sistema que aleje las sospechas de parcialidad".
'...la ausencia de un control judicial dentro del proceso no descarta la exis-
ntroles internos del Ministerio Público ni ampara a los fiscales frente
ciones de los deberes de funcionario público".
garantía del debido proceso supone que la acusación proviene de un
Ministerio Público Fiscal que la ha formulado libre de subordinación".
1 acusador declina la prosecución del proceso, el juzgador no puede su-
n su rol, sin romper el juego de equilibrio entre partes, resignando la im-
fectando las garantías que la CN y la ley consideran vigentes desde la
lo es así, por cuanto la acusación constituye un bloque indisoluble que
a en dos momentos procesales distintos: el requerimiento de elevación a
e habilita la jurisdicción del tribunal para abrir el debate y el alegato fiscal
o' condena, que habilita la jurisdicción del tribunal a fallar".
ces Petracchi, Highton de Nolasco, Maqueda y Zaffaroni abordaron un
o era materia del recurso: cómo resolver la cuestión en los casos en que
existe parte querellante y ésta reclama la clcvaciOn a juicio.
Aclararon, en esencia, que I:i doctrina emaiiada de "Quiroga" no resulta aplica-
s supuestos en losAquela discrepancia se plantea entre elfical -que se
a favor del sobreseimiento--- y el querellante, que pretende que la causa
a juicio. En tales casos, en principio, no es posible suponer una afecta-
ica de la imparcialidad del tribunal, en la medida en que su intervención
itada a asegurar que el querellante pueda ejercer el derecho que la ley
a ser oído en juicio oral y público ... ni una afectación intolerable a la
ncia del Ministerio Público" -voto de los jueces Petracchi y Highton de
ueda y Zaffaroni se expidieron en similar sentido-208%La posibilidad
a sea elevada a juicio ante el solo requerimiento del acusador privado
o advertida por Santiago Martínez208',criterio también receptado por la
'a de la CCC, sala I2OS2.
aso " B e r n ~ t e i n " ~la~ ~
CS~ ,-remitiéndose lisa y llanamente a "Santi-
- confirmó el decisorio de la sala 1 de la CNCPZoX4, que habilitó
'cio ante el solo requerimiento de la AFIP, constituida como parte
e se advirtiera que las garantías constitucionales que sustentaron,

'" Ver el trabajo de <innc i I'o\riia - 1 1 \RII\+ I . .l.a in~onstituciuiialid~ddel tnecsnismo ds run-
Suha Y 13. panicipacMii del querellnnic eti el proceso penal", en I1isroi<(Dir . ..l. El .s~.it@mO/ > d f l ~ ~ l 103
s de la CO& Suprema, ~ d - H O C ~ u, e n oAires,
s 2007, p. 45.
erellante en el proceso penal...Y después de 'Santillán', ¿qué?"; CDJP, 10-A,ps. 4531477.
l C B 130 12 2003; - . ~ s c o I ~ s C.
~ .2u.769,
., c 21.684, 1 3 ?¡)u?, .SZ,YB(C~T-~: X 3 21104, ..S~<>rrhi", c.
21'22y;cnterioconfiriiiadu oor 1.1 CNCP. sala 11. 15 7 2010. "Storzlii".. r . 8361.
2008, "Bemstein, Jorge Héctor y otros S/ recurso extraordinario", B.505.XLIII.
12006, "Bemstein", SR,LL del 241912007, p. 40, con nota de CASTEX, "La vengama
640 CLAUSURA DE LA ~ N S T R U C C I ~YNELEVACI~NA KJiCIO Art. 349

en su momento, el fallo "Santillán" deben entenderse en función de la protección


de los derechos esenciales del ser humano y no para beneficio de los estados con-
tratanteszos5. Sobre los reparos que genera la intervención conjunta del Estado como
querellante, ver comentario al art. 82.
Mediante resolución PGN 13/05 del 2/3/2005, el Procurador General de la Na-
ción instruyó a los fiscales a: plantear la inconstitucionalidad del segundo párrafo del
art. 348 en los casos en que se pretenda su aplicación, de conformidad con la doctrina
sentada por la CS en "Quiroga" (art. lo); en los supuestos en que se haga lugar a la
inconstitucionalidad referida, "...soliciten al juez competente que remita las actua-
ciones al señor fiscal general que actúe ante la Cámara de Apelaciones respectiva,
para la decisión del conflicto..." (art. 2').
En sus considerandos destacó que este control jerárquico intemo "...no obsta a
la facultad del magistrado judicial de revisar que el dictamen fiscal constituya una
derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias concre-
tas del caso, de acuerdo a lo dispuesto en el art. 69 del CPP de la Nación y lo dispues-
to en el art. 28 de la Ley Orgánica 24.946". Es decir, recouoció la facultad del juez
de analizar la motivación del dictamen fiscal.
Pero también admitió la necesidad de una reforma legislativa que adecue el art.
348 a las funciones y jerarquía que la reforma constitucional de 1994 fijó para el Mi-
nisterio Público Fiscal. Decidió entonces reeditar el proyecto de ley oportunamente
enviado a la Cámara de Diputados (art. 3').
Creemos que reconocer la necesidad de una reforma legislativa no es com-
patible con la creación de un sistema de control jerárquico interno por medio de
una instrucción a los fiscales. Más allá de los atendibles motivos brindados por el
Procurador General, implica asumir funciones legislativas y, lo que es peor aún, en
perjuicio del imputadoz0s6.
De lo que no cabe duda es que el Poder Legislativo deberá comgatibilizar
las normas del CPP con la doctrina emanada de la CS en los casos "Santillán" y
"Quiroga".

Facultades de la defensa
349. Siempre que el agente fiscal requiera la elevación a juicio, las con-
clusiones de los dictámenes seran notificadas al defensor del imputado, quien
podrá, en el término de seis (6) días:
lo)Deducir excepciones no interpuestas con anterioridad.
2")Oponerse a la elevación a juicio, instando el sobreseimiento.
Si no dedujere excepciones u oposición, la eausa será remitida por simple
decreto, que declarará clausurada la instrucción, al tribunal que corresponda,
en el término de tres (3) días de vencido el plazo anterior.

2085 CS, "Arce", Fallos 320:2145.


20" En similar sentido, CCC, sala 1, 1211112003, "Hidalgo", c. 21.876; CFed., sala I,29/612005,
"AFIP". www.eldial.com.ardel 11712005: CNPE. sala A. 81212006. "Icvs". SJP. LL del 271412006. v.
h l ; coiisoltar el trabqo de S, KO. "1.a el~\aciúnzn consitlta coino actividad requircrite del Jiiz, di. ltip-
rriirzii>ii".SJP. 1.1. del ?(i 7 2U07, D. 12. r'n el uiie se citan crirsrios concordüiire* ils Is C N<:P: en contra,
admite este m&cai>ismoCCC, sala'~11,'24/212005,"Cucho Muñoz", SJP, LL del 29/4/2005, 32; TOC P.
nro. 10,71812007, "Pelozo", RDP, LexisNexis, p. 2394, citado por BAZANO - Mifio, "Actualidad en la
junspmdencia de los Tribunales Orales 4-2007"; CNCP, sala 111,2411112008, "Kalstein", RDP, Abele-
doPerrot, 612009, p. 1081.
'
CLAUSURA DE LA INSTRUCCION Y ELEVACIÓNA JUICIO

Facultades del defensor


ifiesto al abrirse

cepto depara al defensor


ración del abogado de
idad de deducir excep- -
,339, pám lo) como
erse a la remisión a juicio y postular el sobreseimiento. Dicha oposición sólo es

notificación al defensor debe contener los fundamentos de la requisitoria y

bien el art. 349 no prevé prórrogas, se la ha autorizado cuando se mutó la


cia técnica en el limite del plazozos8.

z debe elevar a

a (párr. 27, a diferencia de lo establecido


e se produce implícitamente.

rdenatorio. Su iu-

de reservarse objeciones al-


as en forma de excepciones
m u l a la oposición, queda
la facultad de Por ende, la deducción de las excepciones y la
deben plantearse coetáneamente aunque en forma alternativa: por ejem-
no prospera una excepción perentoria -prescripción, cosa juzgada, amnis-
resuelva sobre el pedido de sobreseimiento.

ámite y las diferentes excepciones se regulan en los arts. 339 a 345; en el


se prevé en los arts. 343
ugnación en el art. 345.

CC, sala V, JA del 1017/2002, p. 93.

lo" CNPE, sala A, JA 1994-11-142


642 CLAUSURA DE LA ~ S T R U C C I Ó NY ELEVACI~NA WICIO Art. 351

Tanto si se acoge la oposición para llevar a cabo el juicio y se dicta sobresei-


miento como si se desestima, la pertinente resolución debe dictarse por auto, con
expresión de los motivos que la respaldan (arts. 123 y 337, inc. lo). La motivación
debe encontrarse orientada a dar rbspuesta suficiente a los argumentos en los cua-
les se sustentó la oposición de la defensazoP0.La fundamentación no se impone en
la remisión por simple decreto, pues no se adujeron reparos para abrir el juicio
(art. 349).
La exigencia de auto se percibe con más diafanidad al desestimar la oposición,
pues se está resolviendo un artículo --cuestión- del proceso (art. 122, párr. 2').
Auto de elevación
351. El auto de elevación a juicio deberá contener, bajo pena de nulidad: la
fecha, los datos personales del imputado, el nombre y domicilio del actor civil y
del civilmente demandado, una relación clara, precisa y circunstanciada de los
hechos, su calificación legal y la parte dispositiva.
Indicará, en su caso, cómo ha quedado trabada la litis en las demandas,
reconvenciones y sussontestaciones.
Cuando existan varios imputados, aunque uno solo de ellos haya deducido
oposición, el auto de elevación a juicio deberá dictarse respecto de todos.

a) Primer párrafo. Se trata de una nulidad de carácter absoluto si se omite


circunscribir el objeto procesal porque, según se dijo (art. 347), la "...relación clara,
precisa y circunstanciada de los hechos..." fija el ámbito del debate y cumple con
el principio de congruencia al cual debe ceñirse la decisión final (art. 401, párr. lo)
para respetar la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN). También es absoluta si se
prescinde de los datos señalados por el art. 347. Si carece de una descripción circuns-
tanciada del hecho resulta nulo209'.
Resulta nulo si no contiene una descripción del hecho con todas las contingen-
cias de tiempo, modo, lugar, extensión y demás circunstancias pertinentes; no cabe
aceptar la indebida remisión a otras piezas procesales2092. Aunque no resulta preciso
que se indique la totalidad de matices que la base fáctica puede adoptar -detalles
de las conductas cnlposas- siempre que en el debate no surja un hecho distinto del
fijado en el requerimiento2093.
Debe realizarse conforme al pedido fiscal cuando resuelve la oposición de la
defensa al requerimiento y mediar congruencia entre el hecho allí contemplado y
aquel por el cual el juez considera pertinente elevar a juicio20g4.
La Cámara de Acusación de Córdoba señaló que aun cuando desde un punto de
vista estrictamente probatorio los elementos incriminatorios predominan sobre los
desincriminatorios, éste no es el tipo de probabilidad que exige la ley para que un
caso pueda ser llevado a juicio cuando fuere evidente que, con los elementos proba-

2Wo CNPE, sala B, LL del 4/2/2003, f. 105.021.


209' TOC nro. 5, LL del 2911 111993, f. 91.792; id., c. 141411993,"G., A,", en REPETTO,
"Cuestio-
nes de derecho procesal penal", ED 154-427, nro. 3.
209Z TOC nro. 14, JA2001-111-739.

20R3 TOC Fed. nro. 2 Córdoba, LL del 131812001, f. 102.462.

loM TOC nro. 2, LL del 2911 111993, f. 91.793.


Art. 351 CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACI~NA JüICIO

torios reunidos, en juicio oral no sería de ninguna manera posible obtener la certeza
que exige una sentencia de condena2095.
También es inválido si se omite su fundamentación; no basta remitirse a otras
actuaciones del sumario, pues se exige autosuficiencia y autonomía2096.
Es inadmisible la consulta enderezada a dilucidar la calificación del hecho aun-
que medien divergencias entre las efectuadas en el auto de procesamiento y en el -
requerimiento fiscal, aunque esté en juego determinar si debe intemenir en el juicio
el fuero c o n e ~ c i o n a l ~ ~ ~ ~ .
b) Segundo párrafo
Los demás requisitos exigidos coinciden, en esencia, con los determinados para
1 requerimiento de elevación. Tan sólo se añaden la fecha (art. 119, los nombres
domicilios de dos sujetos eventuales: actor civil y civilmente demandado pues ya
ubo de concretarse la demanda (art. 93), su eventual contestación y la reconven-
ión, si la hubiere (art. 101); se pone de manifiesto que ya deben haberse deducido
siones y oposiciones referentes a la cuestión civil. La falta de fecha y de las
encias a la acción civil generan una nulidad subsanable (arts. 170, inc. 1"y 171).
e) El último párrafo
Este párrafo indica que basta con que uno de los imputados - e n ese estadio ya
rocesados (art. 346)- se opusiere a la elevación para que los fundamentos deban
xpresarse en el auto respecto de todos.

La total ausencia de fundamentación involucra una nulidad absoluta y, como tal,


. 168, p h . 2°)2098.Resulta obvia su naturaleza jurisdiccional
uye a encarrilar el conflicto entre la comunidad pretensora y
o10 a un estadio donde será posible su dilucidación final- y debe
al pedido fiscal, cuando resuelve la oposición de la defensa; el
z no puede apartarse de dicha pretensión, pues equivaldría a aceptar que el ejerci-
ión penal para el acto impulsor del juicio ha cambiado de mano;
notoria incongruencia entre el hecho alojado en el requeri-
siderado por el juez para promover la elevación a juiciozw9.
cción civil se plantearon excepciones por el demandado y no
ulta posible postergar su resolución basta el dictado de la sentencia -tal el caso
la denominada de defecto legal-, no se puede explicitar cómo quedó trabada la
S hasta tanto se decida en la etapa insmictoria y debe suspenderse el plazo para

131112007,"Chaparro", citado por CAFFERATA NORES- HAIRABEOIAN, "La p ~ e b en


a el proceso
enal. Con especial referencia a los Códigos Procesales Penales de la Nación y de la Provincia de Cór-
oba", LexisNexis, Buenos Aires, 2008, p. 11, nota 23.
20ns TOC NO. 2, LL del 2911111993, f. 91.794; id, id., f. 91.795. Ver comentarios a los fallos
S en DARRITCHON, "Cómo es en realidad el auto de elevación a juicio en el nuevo proceso penal
nal", LL del 2911 111993.
'O9' CCF San Martín, sala 1, JA 1994.11-277.
C.Acus. Córdoba, LLC 1989-157.
20P9 TOC NO. 2,411111992, "L. de G.", en ED 154-427, nro. 1, o LLdel2911111993, f. 91.793.
644 CLAUSURA DE LA INSTRUCCI~NY ELEVACION A JUICIO Art. 353

contestar la Bella apunta que el tercer párrafo del art. 351 autoriza a
sostener que la ley pretende que la cuestión de la traba de la litis esté resuelta para
todos los acusados, conformes o discopformes con la acusación; de allí cabría soste-
ner ante la inobservancia de las normt?s concernientes a la intervención deljuez que
corresponderia declarar la nulidad de ojicio (art. 168, último Es que
si la demanda toma imposible su refutación, se desguarece la defensa y se denota la
invalidez de la decisión judicial que dispuso la clausura.
Recursos
352. El auto de elevación a juicio es inapelable. El auto de sobreseimiento
podrá ser apelado por el agente fiscal y por la parte querellante en el t6rmino
de tres (3) días.
Señalar la exclusión de la actividad impugnativa respecto de la remisión por auto
es superfluo porque descuenta que se ha agotado la exposición de las razones que ser-
vían de apoyo para oponerse (art. 349, inc. 2'). De ahí en adelante, la refutación sólo
podrá hacerse en el juicioiLibro 111). Además debe tenerse en cuenta que es apelable el
procesamiento (art. 31l), y como éste es ineludiblepresupuesto de la elevación a juicio
(art. 346), la eventualidad del agravio pudo anticiparse en aquella ocasión. Aunque
por vía de excepción, se ha admitido el recurso de apelación frente a la aparición de
elementos probatorios determinantes que desincriminen al imputado2'".
Por supuesto que si el sobreseimiento impide la elevación a juicio, semejante
decisión agravia a los acusadores. En consecuencia, pueden recurrir (art. 337, párrs.
2" v 39.
Én la provincia de Formosa se ha admitido acudir al recurso de apelación para
dilucidar la diferencia de encuadre del hecho que podría determinar la competencia
criminal en vez de corre~cional~'~~.
Clausura
353. Además del caso previsto por el art. 350, la instrucción quedará clau-
surada cuando el juez dicte el decreto de elevación a juicio, quede firme el auto
que lo ordena o el sobreseimiento.
La existencia de recursos pendientes de rcsoluci6n ante la Cámara Federal
de Casaeióu Penal, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correc-
cional de la Capital Federal, o la Corte Suprema de Justicia de la Nación en nin-
giin caso impedirá la elevación a juicio de las actuaciones, y s61o podrá obstar a
la fijación de la audiencia prevista por el art. 359.
Las cuestiones que se vinculen exclusivamente con la libertad del imputa-
do y demás medidas cautelares en ningún caso impedirán la prosecución de las
actuaciones hasta la sentencia definitiva.
La radicación de la causa ante el tribunal oral se comunicará de inmediato
al órgano jurisdiccional que tenga a cargo decidir el recurso que se encuentre

2'W CNCP, sala IV, LL del 5/7/2002; f. 103.991, con nota de BELLA, "Excepción de defecto legal
interpuesta por el demandado civil en un proceso penal: oportunidad de su resolución".
" O ' Ver nota anterior.

''" CCC, sala VI, "Gainza Paz", SJP, LL del 31/8/2005, p. 40.
''O3 C. la ~ r i mFormosa,
. LLdel 1311011998, resefía de Fallos nro. 40.888-S.
'
Y ELEVACIÓN A JUICIO
CLAUSURA DE LA MSTRUCCI~N

diente. El tribunal de alzada dará prioridad al tratamiento de los planteos


10s que depende la realización del juicio, además de aquellos efectuados en el
co de causas con personas detenidas2'*.

a) Primer párrafo
En el caso del art. 349, párrafo final -elevación por decreto-, es explícita; por
-
resulta contradictoria su inclusión aquí.
n este precepto se la tiene por clausnrada -implícitamente- en las siguien-
aciones: cuando se desestima la oposición de la defensa y se remite por auto
49, inc. 2", y 350), o cuando quede firme el sobreseimiento.
pesar de la ostensible colisión entre la primera oración del artículo anterior
iro "...quede firme...", existe opinable explicación, lo que satisface más que
a la fácil aseveración de que el legislador se equivocó. Desde luego que no
lo razonarla: el único recurso procedente sería el de casación previsto en el
,inc. 2", por supuesta infracción a los requisitos establecidos en el art. 351,
ena de n~lidad~"'~. Es a su respecto que debe quedar firme el auto que ordena
ión; tiene que transcurrir el plazo para efectuar la imprescindible reserva ha-
. Si bien la reposición no procede -por tratarse de cuestión sustanciada-,
e el plazo del art. 447 debe tomarse como preclusivo para las nulidades pro-
n la instancia (art. 170, inc. lo), aun cuando siempre quede la posibilidad
nuevamente durante el de citación a juicio. Pero ese estadio descuenta
sura de la instrucción.
partir de este momento caduca la posibilidad de recusar al juez instructor (ver
. A su vez, precluye la posibilidad de constituirse como actor civil (art. 90).
1 caso de los delitos reprimidos con multa durante la inshicción
tras no se haya iniciado el juicio ..." (art. 64, CP, texto según ley 24.316)-
nguirse la acción penal pagando el mínimo "...correspondiente y la repa-
de los daños causados por el delito". En vez, iniciado el juicio, amén de la
ión, deberá pagarse el máximo de la multa correspondiente.
Código no tolera el sobreseimiento provisional aunque se lo presente como
o de la causa con el exclusivo propósito de legitimar la suspensión de la pes-

) Recursos pendientes ante la casación


sta la reforma introducida por ley 26.373 existían opiniones encontradas en
si la interposición de un recurso de casación contra la confirmación del auto
samiento por la Cámara de Apelaciones impide o no la elevación a juicio de
ciones, en función de lo establecido por el art. 442. Si bien algunos jueces
n la finalización del trámite recursivo para correr vista por el art. 346, la

Texto egún ley 26.373, BO del 301512008. El art. 2' establece que la reforma se aplicará
todos 10s procesos en trámite.
1 actsalizador:Sin embargo, la jurispnidencia pareciera admitir una excepción a la
e auto de elevación a juicio (art. 352) en los casos en que se pretende impugnar por
al planteo de nulidad de tal acto procesal (CNPE, sala B, 81412008, "Sarlenga, Luis
Otros ,La Ley Online).
CCC, sala VII, LL del 221811997, f. 95.812; id., id., LL del 25/9/1997, f. 96.042.
mayoría no veía obstáculo para que se iniciara el proceso hacia la siguiente etapa

A partir de la incorporación de b s párrafos segundo a cuarto, se confirma este


criterio jurisprudencia1 mayoritario21as.No sólo pueden elevarse a juicio los procesos
aun cuando existieren recursos de casación pendientes, sino que incluso se permite
que el órgano de juicio avance con la realización de los actos previos al debate, a
excepción de la fijación de audiencia (art. 359). Pero si las cuestiones recurridas
aluden solamente acerca de la libertad del imputado u otra medida cautelar, jamás
impedirán que se lleve a cabo el debate y se dicte sentencia.
La CFed., sala 1ad-hoc, señaló, en alusión a la reforma operada, que acelerar el
trámite de los expedientes para que arriben a la etapa de juicio oral, no afecta derechos
ni garantías del imputad^^'^^. Como bien señala Beraldi, se busca evitar que, mediante
interpretaciones que no resultan armónicas con el plazo legal establecido para la du-
ración de la instrucción, se ocasionen demoras en la sustanciación de las causas judi-
ciales, lesionando el derecho de obtener un pronunciamiento definitivo dentro de un
plazo razonable, tanto para la víctima y sus familiares como para los imputadosZflO. En
contra se pronuncia Nogueira, cuyos argumentos no persuaden en tanto no explicita
cuál sería, en concreto, la incompatibilidad de la reforma con la CNZ"'.

2'" CCC, sala V11, 6/5/2003; "Battistini", c. 21.094; id.,id., 211512006, ' ; ~ a ~ o l ' 'c.
, 28.499;
id.,sala V, 28/2/2008, "Martínez Guerrero'', SJP, LL, del 27/5/2008, p. 49; id.,sala IV, 25/4/2008,
"Incidente de Nulidad", c. 34.174, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaria de
Jurisprudencia, CCC.
2'os CCC, sala VI, 11912008, "incidente de nulidad promovido por la defensa de Saramaga Rodrí-
guez", c. 35.542, difundido por el servicio de correo electrónico de la Secretaría de Jurisprudencia, CCC.
i'W 711112008, "Incidente de nulidad de Galeano, J. J.", c. 42.398, difundido por el servicio de
correo electrónico de la Secretaría de Jurisprudencia, CCC, en sentido similar, CCC, sala VI, 11912008,
"Incidente de nulidad promovido por la defensa de S. R. J.", c. 35.542, EDdel2/1/2009, p. 3; CF Cap.,
sala 11, 1511U2009, "Miceli", SJP, LL del 161412010, p. 68.
"'O BERALDI, "Cinco nuevas reformas al proceso penal. Su evaluación político-criminal",
AP 00031013903.
"" NOGUEIRA, "Sobre las reformas al Código Procesal Penal", SR, LL del 261612008, ps. 1110.
INSTRUCCI~~
SUMARIA

IX
TITULO

INSTRUCCI~NSUMARIA

Principios generales
art. 1" de la ley 24.826 advierte la incorporación como Titulo IX, Libro 11,
lleva este epígrafe, cuando en realidad debería ser VIII.
1 Código prevé en forma autónoma una instrucción a cargo del MP a quien
na dicha tarea en plenitud, a diferencia de lo recogido en el art. 196, donde
ancia con la Sección TI, Título 11 de este Libro 11 (arts. 209 a
una modalidad de pesquisa o investigación propiamente dicha, sin mengua
el órgano judicial reserve para sí los actos que tienen algún tinte de función
)2"2. La CNCP, sala 1, acogió una queja e invalidó la resolu-
claró la inconstitucionalidad del art. 353 bis de Por
uesto no se delega toda la instrucción. Como la ley
a naturaleza -detención y prisión preventiva (arts.
razón para que, originariamente, deba radicarse en
ingún reparo desde este punto de vista. Con poste-
ley 24.946 confirió al MP ciertas atribuciones instructorias
le depara el Código en este tíiulo.
erecho comparado
inos modernos recogían esta variante que aún mantienen
de citación directa: cuando se trata de delitos leves -cuya
cuenta, aunque muchas veces la realidad desvirtúe esta su-
- o cometidos en audiencia, pues el lugar del hecho facilita su verificación
de testimonios directos -jueces, fiscal, secretario, demás auxiliares del tri-
el público asistente-.

en mucho de esas pautas porque no se limita a los deli-


para su procedencia sólo atiende a la necesidad del en-
medida más grave de coerción personal como es la pri-
mpre que proceda la condena de ejecución condicional
e la pena (art. 3 12, inc. lo+ y no se perciba que, mer-
alojadas en el art. 319, el imputado tratará de eludir la acción
imiento a juicio- o entorpecer las investigaciones 4 e s t r u c -
tigos o peritos, etc.-, aquélla procederá.
a el slstema de instrucción judicial porque el MP asu-
totalidad de la labor, mientras no se solicite la conversión en
'ón judicial cuando el imputado pida la declaración indagatoria (art. 353 bis,
o bien el fiscal considere viable la prisión preventiva confonne a los arts.
9. Establece la instrucción sumaria para todos los delitos de acción pública,

sala VII, LL del 231411999, f. 98.633; id., sala 1, LL del 301611999, f. 98.943. Por eso
stitucional; id., sala VII, DJ 1999-2-713, f. 14.318; id., id., ED del 25/6/1999, f. 49.336.
del 101811999,f. 49.416; CCC, sala de feria A, JA 1999-111-671.
siempre que medie una doble coincidencia: por un lado, la sorpresa en flagrancia
-art. 285, que cubre también la cuasiflagrancia cuando alguien es perseguido por la
fuerza pública, el ofendido o el clamor público y flagrancia presunta, si se perciben
huellas que permitan inferir la partizpación en un delito de una persona perseguida,
por considerársele ya sospechoso-, la consecuente aprehensión y la ulterior deten-
ción. Por otro, cuando, a criterio del juez, resultara innecesario decretar la prisión
preventiva (arts. 3 12 y 3 19), inedida portadora del mayor ejercicio cautelar del poder
estatal (por eso no corresponde cuando el imputado registra una condena anterior
que podría dar lugar al dictado de prisión preventiva; tampoco se debe separar el
trámite seguido de los demás imputados, quienes podrían ser sometidos a instrucción
tampoco si se encuentra detenido a disposición de otro tribunal y no
atendió medidas cautelares allí
Sorprende que el instituto se presente como paradigma del sistema acusatorio
a pesar de que cercena, en forma considerable, alguna de las garantías concedidas al
imputado.
Piénsese en el auto de procesamiento eliminado, pues falta -si no media con-
versión- la declaraciDn indagatoria, que es uno de sus presupuestos (art. 307);
aquella resolución, amén de estabilizar la atribución tanto objetiva como subjetiva,
hace posible un control judicial sobre ainbos extremos, asegurado no sólo por su
dictado (arts. 306,308 y 345), sino también por vía de apelación (art. 311).
Se ha dicho, para sostener su supresión, que así sólo se procura "...sincerar la
situación anterior que evidenciaba, a pesar de lo que el Código abrogado establecía,
que la resolución sobre la situación del imputado ocurría como coronación de una
investigación completa. El sentido y valor que el legislador de 1940 asignó al auto
de procesamiento como mérito instnictorio inicial fueron desvirtuados por el paso
de medio siglo de práctica que lo convirtieron en mérito instnictorio final, superpo-
niéndolo con el momento crítico de la instrucción (que fue desplazado por la crítica
al auto de procesamiento, a través de su apela~ión)"~"~.
Resulta opinable que ambos institutos -procesamiento y procedimiento inter-
medio- resulten vicariautes. A través del último se realiza el análisis de la actividad
instructoria y se juzga en punto a la necesidad de realizar el debate. Suprimirlo equi-
vale a renunciar "...al control de la legalidad de los actos del Ministerio Público por
los órganos jurisdiccionales, para privilegiar su decisión sobre la de los trib~nales"~'!~.
Al eliminarse el procesamiento la situación se complica por la vigencia del
art. 8.2, ap. h], de la CADH, en cuya virtud -bajo el epígrafe "Garantías judicia-
lesw- se confiere a "toda persona inculpada de delito ... derecho de izcurrir el fallo
ante juez o tribunal superior", actividad que puede cumplirse -sin distingo algu-
no- "durante el proceso" (art. 8.2., segunda oración, id.). Esta disposición tiene
mayor alcance que el art. 14. 5, PIDCP, en cuanto restringe la doble instancia a la
"....persona declarada culpable de un delito". Resulta, entonces, difícil vacilar que
quien soporta proceso penal, carezca del derecho a un reexamen jurisdiccional de su
situación, aun con antelación a la sentencia de condena. Estas disposiciones tienen
jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN). Cabe acotar que Palacio opina que es

2 " V C C , sala VII, DJ 2000-1-743, f. 15.157 o JA 2000-1-504.


CCC, sala IV, LL del 2611 111.999, f. 99.615 o ED del 121811999, Síntesis nro. 285-SJ.
Z " " ~ NORES, i ~ C0dig0 ~p. ~
~ ~ ..., 48. ~
MAIER, "El Proyecto de Código Procesal Penal de la Nación", DP, nro. 9, 1986, p. 662
ando la alzada vio abierta su jurisdicción por recur
está decididamente en contra de nuestro criterio,
enumera, algunas de las cuales analizaremos. En primer lugar,
al en la ocasión del art. 347, párrafo segundo, pone en claro que
tremos de la imputación; no está en crisis la inc
do en ese momento mas, a la par, resulta cierto que el control a través
stancia, ahora con jerarquía constitucional, se pierde al eliminarse el
procesamiento, mientras se mantiene para el trámite ordinario. En segundo
el texto del art. 8.2, ap. h], de la CADH no admite, sin tortura, que se res-
imperio al momento del juicio o debate. Tampoco es posible discutir que
stancia resulta garantía constitucional (ver Capítulo 11del comentario
ite 3). Además, sorprende que suprimir la crítica instructoria o pro-
dio no cercene la garantia de la defensa en juicio2i19.
, pese a considerar al MP como órgano extrapoder (Sección
e la Segunda Parte), no sirve para siquiera explicar la mengua del debido
protegido por los arts. 18,28 y 33, id., indebidamente limitado si se suprime
instancia, ahora garantía constitucional, como también el procedimiento
iable cuestionar el requerimiento de debate.
consenso doctrinario suficiente para sustentar la eliminación del procedi-
termedio cuando la instrucción es sumaria.
nsidera descartadas tanto la oposición de la defensa al debate
planteamiento de pese a que las conclusiones deben notifi-
;al proyectar el Código Uniforme es coherente con esta postura2122.
se lee en Maier2'23,donde expresa que se puede acusar
ctamente requiriendo la citación al juicio plenario". Asevera que en los casos
ción directa, instrucción sumaria o procedimiento preparatorio del MP, a su
ando no se solicita cancelar la persecución mediante el dictado de sobresei-
ción, se reclama "...la apertura del juicio según el mérito
a d a ~ . . . " ~en
' ~ ~su; proyecto de Código se mantiene el siste-
rt. 265-, si bien durante el procedimiento intermedio -regulado en forma
es posible oponerse a la elevación a juicio y deducir excepciones, aunque
opolio de la instrucción lo tiene el MP -conf. art.268, inc. 2°-2i2s.
amiento -salvo el caso de conversión por pedido del im-
para que se lo escuche en indagatoria (art. 353 bis, pán: 59- se restringe

" "lil nulo de procejaniicnro Jccrerado por 13 C'amar;~ de Al~clncionesy I:i garantia consliriicio.
'la1 d<: la defensa en iiiicio', 1.L I9V5-i-599.
9 ir
. '
Instrucción a cargo del fiscal o instrucción iurisdiccional. A orooósito de los fallos Quede-
clararon la inco~istituciunah&ddel art. 353 bisdrl (.oigo I>rdcei~l Penal de 13 NaciUii", C'IJJI: Jño VI,
.,. 10-8, 11.Y 3 1.3 alremaiti,a iilantcadd en el titulo r.s desicenida: iio tisile en cuellta Queel vocablo
Juriadi~ciu~iai" I I sc~ coneip~>iidr. con la zniayor panc de la j¿ri\.idad desplegada por el Orpano a cargo
la ~nsrmcci0ii;~ o r r c < ~ < i iut~117nr
i J c el adjetivo .,udicial" --ver iiaturaleza juridica de Is instriicci6n
a'coinienzodrl Libra 11, ac;ipitc J ] ) -
'O Derecho ..., t. VI, p. 361.
' OP.cit., p. 362, nro. 98.
cit. t. VI1, p. 517, aunque la iiistnicción preponderantemente es judicial.
investigación..., ps. 55,60 y 65.

"' 'El Proyecto...", DP, nro. 9, 1986, ps. 742 y SS.


--* "-- --

650 INSTRUCCION SUMARIA

el derecho a controlar la imputación y se apresura el juicio, colocándose al acusa-


do ante una no siempre acertada " p e n ~ ~ dbanquillo",
e al someterlo -sin previo
pronunciamiento jurisdiccional- a la publicidad ilimitada (art. 363, párr. lo). Similar
afectación produce la carencia de impugnación del requerimiento fiscal antes del juicio.
Resulta cuestionable la posibilidad de decretar el embargo -niedida de cautela real-
sin procesamiento (conf. art. 518)2'26.Cicciaro, en su pulcro trabajo, estima que es posi-
ble y pondera en favor de su tesis que el instituto no abjura de la querella (art. 353 ter) ni
impide la constiiución del actor civil (&s. 14,87 y concs.), a merito de remitirse al resto
de las normas que integran el ordenamiento. Por ende, no hay obstáculos para dictar las
medidas previstas en el art. 912127. La CCC, sala VII, estima procedente el
Los actuales códigos de Córdoba (art. 357, ley 8 123) y Tucumán (art. 356, ley
6203, reformada por ley 6229), admiten censurar el requerimiento fiscal, pues man-
tienen un procedimiento intermedio cuya delimitación no es precisa.
En vez, la ley 24.826 no tolera ninguno de ambos arbitrios protectores de la de-
fensa.
Si se requiere el sobreseimiento, la solicitud debe radicarse ante el juez de ins-
trucción (arts. 213, inc. d], y 353 bis, párr. lo, infine). Esta regulación se ha extendido
-a nuestro ver indebidamente- cuando e1 MP se opone a la nueva modalidad ins-
i~uctoria~'~~.
Por el contrario, si se recaba la citación a juicio, debe solicitarse al juez coi1
competencia correccional, en lo penal económico o al tribunal oral en lo criminal,
sin más trámite (arts. 354 y concs.).
La nueva regulación es imperativa cuando se trata de sorpresa en flagrancia.
Basta con recalar en el art. 353 bis, párrafo primero -"...quedará directamente a
cargo del agente fiscal..."-para c o m p r o b a r i ~ ~Dicho
' ~ ~ . texto indica que el adverbio
de modo -"directamente"- coloca en la órbita del MP la tarea, sin otro requisito
en apariencia. Mas esta obligatoriedad cede un tanto al resultar preciso vetificar el
restante recaudo -procedencia de la prisión preventiva-, pues entonces el juez tie-
ne atribuida cierta discrecionalidad. Así ocurre en los delitos en que el mínimo de la
pena no supera los tres años (arts. 26, CP, y 312, inc. lo);en vez, en todos aquellos en
que no resulte posible la condena con esa modalidad -ejecución condicional-, la
viabilidad de instrucción sumaria se diluye. Lo mismo ocurre cuando el encartado no
podrá ser sometido a dicho régimen de condicionalidad en la ejecución, por registrar
condenas anteriores que lo
La flagrancia es una situación de hecho sometida a la percepción de quienes
respalden su prueba; en vez, la prisión preventiva consiste en un análisis jurídico
2'26 CCC, sala V, "Morales", LL del 311812000, f. 42.961-S; acorde con nuestra opinión, CCC,
sala IV. JA 2001-1-729.
2127 "El régimen de instrucción sumaia y sus particularidades en el orden nacional", ED 182-
1361 y SS. -v. p. 1 3 6 6 .
2'28 JA del 171312004, p. 87, con disidencia del juez Navarro; CCC, sala IV, 911112009, "G., C.
A,", RDP, AbeledoPerrot, 212010, p. 341.
CCC, salal, LLdel2117/1998, f. 97.568.
Z'3Q EDWARDS, Eljuicio abreviado..., ps. 163 y 192.
2''' CCC, sala VII, LL del 211711998, f. 97.567; id, id.,se inclina por la incompatibilidad entre
la libertad caucionada v la celeridad v desfomalización de la instrucción sumaria, cuyo . .presupuesto
.
in,i,slay:ihle cs 13 libcnad del 1111pu13do; si 51 )ue/ cree con\cnienr: asc.gurar Is compsri~cenc~n b3io
caucirin. c»nesonndc lmoriinir el triniiir. ordiii3rio - L L del 30 h'i 999. 1: 98.919;en el misrnc, seniido.
CCC, sila IV, j~1999-Ív-685; v. Ciccinno, op. cit., p. 1369-.
INSTRUCCION SUMARIA

tuación del imputado en donde el juez goza de un margen bastante a

mbién es imperativo el orden para el examen de las condiciones: primero


examinarse si medió flagrancia --con la extensión asignada por el art. 285-, y
después debe determinar el juez si será menester la prisión preventiva.
a CCC, salaVII, resuelve, con ajuste a la ley, que la apreciación judicial errada -
a de la improcedencia de la prisión preventiva, obsta al trámite de la instrucción
ria y subraya que "...presupone, entre otros requisitos, la libertad del imputado,
presamente exige que a juicio del magistrado interviniente no corresponda su
lamiento ~autelar"~"~.
iempre la facultad de convertir el instituto en instrucción judicial se subordi-
clusivamente, a la solicitud del imputado2t33.
instrucción sumaria debe apreciarse desde la mira de una pronta dilucida-
-
1 caso v de la simvlicidad en la investigación. Es imuosible establecer un
criterio de aolicación auto*ática2'".
admitido la posibilidad de apelar el auto que imprime este trámite. El
*n tantopodria causarle gravamen tal decisión, al igual que la liber-
ues a- es aceptable por el último motivo; jamás por el primero. Una cosa
P le resulte improcedente la soltura y otra que deba asumir una tarea por
i ~ i a 1 ~Sin
: ~ embargo,
~. resuelve bien la CFed. San Martín, sala 11, al re-
egación si con anterioridad el juez ejerció tales facultades transformando
rrogativa en una masiva transferencia de causas2136.El juez podrá practicar
diligencias de prueba encaminadas a establecer la existencia dejagrancia
ir la calificación legal del hecho2"'.
rencias con el régimen común
odificaciones más señaladas, si se confronta con el régimen de etapa pre-
a cargo del juez, son las siguientes:
) Desaparecen el auto de procesamiento (art. 306) y su presupuesto: la decla-
'ndagatoria (art. 294).
Se asigna al MP una importante atribución ordenatoria como es la de consi-
uida la instrucción. Es que la vista al querellante supone un agotamiento
la determina cuando aquélla se hallare "...completa...").
actividad no tiene otro efecto que preparar el requerimiento. Por ende,
valor para el debate y la sentencia, salvo los actos definitivos e irreprodu-

"
LLdel 211711998, f. 97.566.
" CCC, sala 1, LL del 211711998, f. 97.568.
CF San Manín, sala 11, ED 177-84, f. 48.560, con cita de Vélez Mariconde, quien, según
Iinedo, era "El principal partidario del sistema...", op. cit., p. 338, nro. 13. Para Maier, aquel
...no aparece convencido de la bondad de ampliar su campo de acción" -La investigación..., p.
28-. Es posible que no hubiera escapado a su censura la amplinid otorgada por la ley 24.286,
en de investigación preparatoria.
CC, sala V, JA 1999-1V-686.
241412001, "A,, R. A,", JA del 1411112001.
Ciccta~o,op. cit., p. 1370, quien también acepta la posibilidad de recurso por el MP para
cibles, en cuyo cumplimiento debe intervenir el juez de instrucción (art. 210, párr.
3"). Empero pueden incorporarse por lectura. Queda a salvo el juicio abreviado2138.
Se censura que esta modalidad sdopte la documentación propia de la instruc-
ción judicial -registros o actas- y $ la par se rechaza la introducción por lectura
en el momento del debate. La primera crítica se diluye a poco de ver que la oralidad
actuada campea en todos los casos en que se cumple siguiendo el orden de un código;
no hay en el derecho europeo continental insirucción, por delito, que se aparee a la
desplegada por los fiscales en el sistema anglosajón. La última no computa que para
poder ser mentadas en el momento del juicio, las pruebas introducidas por lectura de-
ben haberse realizado con observancia de las normas de la instrucción (art. 391, párr.
1"). En todo caso la interve~icióndel defensor de confianza (art. 353 bis, pán. : 2 in
Jine) abre las puertas a la contradicción producida propia de la etapa. En conclusión: la
labor de este estadio es tan estimable como la desplegada por el juez del s u m a ~ i o ~ ' ~ ~ .
353 bis. 2140 Cuando una persona baya sido sorprendida en flagrancia de
un delito de acción pública, y el juez considerareprima facie que no procederá
la prisión preventiva del imputado, la investigación quedará directamente a
cargo del agente fisca1,"quien actuará con las facultades previstas en el Libro 11,
Sección 11.
En la primeraoportunidad el agente fiscal le hará conocer al imputado
cuál es el hecho que se le atribuye y cuáles son las pruebas existentes en su con-
tra, y lo invitará a elegir defensor.
El imputado podrá presentarse ante el fiscal con su abogado defensor, aun
por escrito, aclarando los hechos e indicando las pruebas que, a su juicio, pue-
den ser útiles.
La instrucción del agente fiscal no podrá extenderse por un plazo superior
a los quince (15) días.
El imputado podrá solicitar al juez ser oído en declaración indagatoria. En
tal caso la instrucción se regirá por las normas comunes.

a) Procedencia
El MP no puede asumirla por su propia determinación. Se necesita que el juez
merite dos circunstancias: en primer lugar, la Aagrancia, y en segundo término, que
no habrá de dictarse prisión preventiva al imputado. Se ha resuelto la procedencia de
aplicar analógicamente el régimen de consulta previsto por el art. 348 cuando median
discrepancias entre el fiscal y el juez respecto de quién debe continuar el sumario2141.
Determinar aquélla no siempre es sencillo, porque viene acotada por la inmedia-
ta percepción de la comisión del hecho o de sus concomitancias, por terceros, según
lo establece este Código en interpretación que tiene el valor de auténtica contextual
(ante la exhibición de un documento falso, no procede, pues su creación involucró
una insoslayable actividad anterior que escapa a la previsión de flagrancia)*Ia. Por

"j8 Ver LASARTE, 'Za investigación penal preparatoria", ED 175-639.


2"9 Una opinión contraria puede verse en RIMONDI - LUCINI,
"Proceso por Aagrancia" (LL del
1611111999).
'"O Articnlo introducido por ley 24.826.
2'4' CCC, sala 1, LLdel 1411011999, f. 41.954-S.

"'l CCC, sala V, LL del 191212002, f. 103.317.


INSTRUCCIÓN SUMARJA

e, no se circunscribe a los casos de flagrancia propiamente dicha, sino que se ex-


de a los de cuasiflagrancia y flagrancia presunta (ver comentario al art. 285)2i43.
La CCC, sala 1, puntualiza que, por flagrante, debe entenderse aquello que se
cometiendo en ese momento, y el hecho de que para detectarse se haya tenido
realizar un procedimiento o constatación previa, no neutraliza ese carácter, sino
e, por el contrario, lo acreditaz1@.
Cuando se dispuso la captura y rebeldía del imputado, corresponde ajustar a
del procedimiento comúnzM5.Si la imputación encuadra en el delito de
ento, no existe la flagrancia requerida por la norma2146;ocune lo mismo
ación de discos compactos falsificadosz1". En nada ha modificado el régi-
n de la exención de prisión y de la excarcelación; corresponde al juez regularizar
de hecho disfrutada por los imputados a través de esa vía incidental. Por
de otorgar intervención al MP, el juez debe dictar un auto donde efectúe el
dre típico asignable a los hechos y analice la situación procesal del imputado
ncluir que no se reúnen los extremos del art. 3122148.

b) Declaración del imputado


suprime la declaración indagatoria (art. 294). El párrafo segundo impone al
mar el hecho al imputado, advertirle cuáles son los elementos que lo incrimi-
acerle saber que puede seleccionar defensor de confianza.
semejanza del anteproyecto de Santa Fe, "(1)a declaración del imputado será
re de índole voluntaria ..."2149. Se hace posible suplirla con un escrito -art. 245
royecto- cuyo contenido será el correspondiente al art. 299 -des-
ión de los hechos e indicación de las citas-. En este régimen sólo
n excluidas la formulación de interrogaciones.
uede delegar en la policía esta diligencia; si lo hizo, la notificación
o resulta nula2150.La CCC, sala V, estima que se encuentra habilitado para
a utilización de la fuerza pública a fin de que el imputado comparezca a la

''" En el mismo sentido CICCIARO, op. cit., ps. 136611367; en contra CCC, sala IV, pues excluye
siflagrancia al estimar que puede surgir la comisión de otros hechos -DJ 2000-1-131, f. 14.391;
a V, LL del 281412000, f. 100.156; id., sala VI, JA 1999-IV.686-.
''" 27/6/2005, "TNCCO",LL del 1211012005,p. 9.
Z'45 CCC, sala 1, JA 1999-IV-684. La misma sala, aunque con otra integración, entiende que la
tancia de que uno de los imputados se encuentre prófugo no impide aplicar el instituto en cues-
11112005, "Segundo", S e LL del 281212006, p. 72).
CCC, sala IV, JA del 221112003, p. 66; en contra, id., sala 1,291912005, "Méndez", SJP, LL
'14' CCC, saIaV, SE', LL del 281612004, f. 107.659.
2'48 CCC, sala VI, DJ 1998-3-1062,f. 13.671, o LLdel2111211998,f. 98.260; este criterio resulta
ustado al texto del art. 312: si no se prolongara en el tiempo la privación de la libertad, se diluye
idir este tipo de instrucción.
'14' Exposición de Motivos, p. 14.
2'50 CCC, sala IV, JA 1999-IV-685, o ED del 131811999, Sintesis nro. 289, o DJ 2000-1-1294, f.
4; id., id., 111212008, "Mora", RDP, LexisNexis, 512008, p. 847.
'"' 51312009, "G., C. A,", c, 36.427, difundido por el servicio de correo eiechónico de la Secreta-
MsTRuCCI~NSUMARIA Art. 353 te1

Si se notificó a la defensora oficial, resulta eficaz el acto de comunicación2152.


Las actas labradas cuando los imputados no contaban con asistencia técnica
resultan eficaces2153.
Si al tomar indagatoria, el juePincluye como objeto un hecho que fue objeto
de instrucción sumaria, se vulnera el principio de preclusión y del ne bis N? idem2Is4.
La circunstancia de no haber hecho lugar, por extemporánea, a la solicitud de
ser escuchado en indagatoria, genera una nulidad de orden absoluto, pues aquí no se
establece plazo alguno para concretar dicha petición2155.
c) Plazo (párrafo cuarto)
El plazo es meramente ordenatorio. Su vencimiento no transforma la instruc-
ción preparatoria en judicial y sólo genera la posibilidad de imponer sanciones disci-
plinarias al MP (art. 16, ley 24.946), por tratarse de actividad ineludible, sin perjuicio
de su eventual responsabilidad penal (arts. 248 y 249, CP). Se propicia "...incluir...
alguna posibilidad de prórroga ..."2156.
La solicitud de indagatoria convierte a la instnicción sumaria en instrucción for-
mal o judicial2157.No se aclara la oportunidad en que el imputado puede ejercer la
opción ni tampoco que aeba hacerse en el plazo de quince días estimado como orde-
natorio; si pese a la solicitud del imputado, se decretó la clausura de la instrucción y se
elevó la causa a juicio, la resolución es nula; el trámite debe continuar de acuerdo con
las normas comunes y resolverse la situación de aquél por alguno de los institutos pre-
vistos por la ley procesal (arts. 306,309 y 334)2'58.Aunque la decisión debe adoptarse
al inicio de las actuaciones y no en cualquier momento de la investigación2159.
En tanto no se asigna al MP el ejercicio de funciones jurisdiccionales sino de
mera pesquisa, no repugna a garantía constitucional alguna2I6O.
353 ter. 216' Reunidos los elementos probatorios respecto de los extremos de
la imputación penal, el agente fiscal correrá vista al querellante, si lo,bubiere,
luego de lo cual se expedirá en los términos del inc. 2"del art. 347.
El juicio tramitará conforme las reglas del Libro 111 que correspondan al
caso. También podrá tramitar según las reglas del juicio abreviado.
La vista al querellante es imperativa y constituye presupuesto para formular el
requerimiento (ai-t. 347, párr. 2'). Pero puede ocurrir que el MP antes atienda las di-

2'*2 CCC, sala V, JA 1999-111-674.


CCC, sala 1, 171311999, "Mussi, S.", LL del 201112000; cabe aceptar la conclusión, pues la
ley pone al alcance del imputado continuar con este trámite o elegir el ordinario; con disidencia de
Donna por el riesgo insumido para la defensa en juicio al tratarse de una especie de indagatoria.
Z'*VCCC, sala 1, LL del 231512001, f. 102.037.
2'ii CCC, sala 1, "Nosdeo, G.", JA del 161112002; en sentido similar, CCC, sala V, LL 2001-E-
861, Jur. Agmp., c. 16.095.
2's6 VIALE - SANCHEZ, "Investigación sumaria del agente fiscal. El articulo 353 bis del Código
Procesal Penal de la Nación", LL Actualidad del 121311998.
CCCsala 1, LLdel311711998, f. 97.568.
2'58 CCC, sala VII, ED del 3011111999, DPPC, f. 69.

2'" CCC, sala VII, JA 2001-11-671.


2'" CCC, sala 1, LL del 31/5/1999, f. 98.791; ver supra, acápite a).
2'6' Articulo introducido por ley 24.826.
INSTRUCClÓN SUMARIA

'as sugeridas por dicho acusador como las del imputado y su defensor, aunque
ácter vinculante (conf. art. 199).
as conclusiones de las partes acusadoras deben notificarse a la defensa para
el imputado determine la posibilidad de obtener el sobreseimiento, sea mediante
ancia o por vía de excepción2162.
La práctica de esta modalidad instructoria no se encadena con un juicio deter--
o pues una vez cumplida no se descarta la posibilidad de optar por el hámite
ado. Tampoco media obstáculo para que operen las reglas de conexidad (arts.
y 43); los problemas suscitados deben atender, en sos a si el imputado
antiene en libertad2163.

CCIARO,op. cit., ps. 1365/1366.


~CCIARo,op. cit., p. 1375.
LIBRO 111
JUICIOS

Principios que los rigen


es la condición ineludible sobre la que reposa la validez del mo-
conclusivo del proceso penal, a través de cuyo discurrir se culmina con una
e, si es condenatoria, resulta la única fuente legítima para privar de la
sonal o de otros derechos a quien deba soportarla, al par que sólo de ella
servirá de puntal para proceder conforme a lo prescrip-
). En principio, la sentencia debe sustentarse sólo en la
te el debate, salvo los supuestos de excepción señalados en
fo segundo, 383, 387, párrafo primero, 391 y 392, en que
n por la lectura. Consiste en que la comunicación entre
ueces del tribunal, el fiscal ante el tribunal oral, el que-
el imputado, su defensor y, si se hubieran constituido,
S letrados, salvo que el actor civil presentase un memo-
93, párr. lo oración final)- se produzca a través de la forma de relación
al y originaria entre los seres humanos, como lo es la palabra hablada. A
ad hace posible un modo de la percepción que asegura asumir el
o directo por parte de los sujetos procesales, entre si y respecto de todo
rio y los órganos de prueba; en ello consiste la inmediación. Para
contarse con que tanto los sujetos procesales como los órganos de la
a disposición del tribunal, finalidad que se cubre a través de su

eliminar la documentación de todo lo que se expresa, impone


en una o muy pocas audiencias -vista de la causa o actos
1, Capítulo 11, Título 1- y que entre su recepción, la discusión
entencia (art. 399) tampoco haya una dilación que fmstre el
ido, especialmente de lo escuchado a través de la palabra
eba mediar continuidad. No significa tomar imposible que se
debate el núcleo de la declaración o dictamen relevante (art.
a, documeiltación de lo expresado a través de la palabra
arse por las partes (art. 394, inc. 6"); la negativa afectará, v.gr.,
del imputado (art. 167, inc. 3"); y si en el momento señalado
. 170, inc. 3", se peticiona su reposición (art. 440), quedará habilitada la vía
56, inc. .
2 El carácter absoluto o relativo de la nulidad se vincula
)
'
con la incidencia de la omisión con una decisión final adversa y la entidad de la le-
sión constitucional. A su vez, esto se traduce en que si se cae en la cuenta de que la
nulidad era relativa, sólo podrá abrirse la casación si se hizo la reserva pertinente.
Todos estos matices hacen más:£actible la posibilidad de que la contradicción
se concrete no bien surja el menor atisbo de que se vean afectados los fundamentos
de la pretensión o de la oposición sustentada.
Por otro lado, la recepción a través de la palabra hablada asegura que quienes
decidan sean, con exclusividad, los jueces que asistieron al desarrollo del debate,
principio denominado de la identidad física del juzgador, que elimina de plano la
delegación de funciones y evita que la sentencia sea proyectada por auxiliares del
tribunal y no por los magistrados.
Salvo supuestos de excepción (art. 363), la actividad probatoria, las conclu-
siones finales y la lectura de la sentencia se cumplen en presencia del púhlico - e l
pueblo en general-, cuya concurrencia ha de facilitarse mediante una razonable
difusión del día, hora y lugar en que se celebrarán las audiencias respectivas. De lo
contrario -si no se concede la oportunidad de acudir mediante avisos previos-,
se incurre en un defecto que genera la nulidad del juicio (art. 363). Por su naturale-
za y al afectar frontalmente las condiciones de intervención del tribunal, que debe
desempeñarse -salvo el tramo de la deliberación (art. 396+ frente al público, es
absoluta e insubsanable (arts. 167, inc. 2", y 168, pán: 29, pues ése no será el debi-
do proceso adjetivo (arts. 18, 28 y 33, CN). La eventual asistencia del público -la
publicidad- se convierte no sólo en elemento de la regularidad de aquellos actos
procesales, sino, además, en un control tanto de la conducta de los jueces como de
la de todos los intervinientes, otorgando mayor transparencia al sistema republicano
(art. lo,CN).
La innovación aportada por ley 23.984 tiene todavía oposición, no sólo por los
que se inclinan por la perduración del sistema escrito - e n realidad, muy pocos-,
sino por aquellos que imaginan la posibilidad de que la oralidad no sea,el eje del
sistema sin el apoyo de los registros o actas. Tal enfoque nos parece va en mengua,
sobre todo, de la inmediación; supóngase el caso de las filmaciones aconsejadas.
Jamás enriquecen la percepción del sujeto cognoscente porque impiden la aprecia-
ción total del acto - actitud de un imputado no captada por la cámara, gestos del
compareciente no reflejados, etc.-, situaciones que sólo la presencia de los sujetos
y órganos del proceso --dentro de las posibilidades humanas- logran'.
b) El juicio y los medios de comunicación
No cabe confundir la publicidad, según ha sido caracterizada, con la presión
sobre la independencia y autoridad de los jueces y, en general, el atentado contra
la regularidad e imparcialidad de su 'abajo. Aquel ataque es casi cotidiano infe-
rirlo a través de ciertas aseveraciones deslizadas por los llamados "comunicadores
~ociales"~. Deben evitarse, además, las declaraciones de los letrados intervinientes
a través de las cuales se formulen vaticinios, la mayoría de las veces antojadizos, y

S Ver a favor de la documentación el muy buen trabajo de HERNÁNDEZ --Cuyas ccnclu~iones no


compartimos---, "Nuevo proceso penal, justicia y sentido común", ED 178-908, 1" parte, ED 178-918,
2"arte; y ED 179-908,3' parte.
RALLE~TER, "Libertad de prensa y debido proceso legal", JA 1988-1-8311840.
JUIClOS

a del trámite del proceso, sobre todo cuando se


to la etapa insmtctoria (art. 204). Tal proceder constituye
La llamada "cultura de la imagen" -sustitución del libro por el e
isivo--- ha tenido la osadía de considerar a la emisión de lo filmado
ate por ese medio, como vicariante o sustitutiva de la publi

n profundidad, por Luis M. Garcías a raíz


an semejante difusión. Recuerda que para el
esta vía se menoscaba la investigación de la
sados se enfrentan con un aparato técnico y habrán de
o un "...show montado según el criterio discrecional de
eso a la sala de audiencia de un público anóni-
nstancias caerán en situación consciente, por
rtamiento y que, según el caso, inhibirá sus expresiones
determinará a hacer declaraciones, que sean adecuadas a la situación teatral, y
o habrían efectuado sino bajo una tal infl~encia"~; añade que el mismo órgano,
tribunal de casación, advirtió que la publicidad tolerada por ley es la inmediata
cia y que la publicidad mediata es un efecto reflejo de
por el parágrafo 169 de la Ley de Organización de los
elección que "...mientras los juicios se hacen en el ex-
la ley, las crónicas judiciales, documentales o series
a veces abiertamcntc, otras más veladamente, la formación de ~pinión"~.
la identificación entre publicidad del juicio y libertad de prensa; mientras
a se satisface con la mera posibilidad irrestricta de ingreso a la sala de audien-
ido e imagen lo allí acontecido no constituye
ediata9.También anticipa la dificultad en conciliar
n el ingreso a la sala de menores o insanosiO.A su
dió "...que al imputado se lo había privado del
ifusión televisiva de ciertas audiencias preliminares
": a) es posible restringir el registro de sonido e
sin agravio a la libertad de prensa, pues finca en el control republicano; b) es
imitar la grabación o filmación cuando la ley autoriza a realizar el debate a
rta cerrada o si peligra la averiguación de la verdad. Anuestro ver, si moral, orden
o o seguridad inciden para prohibir el acceso del público, pareciera que autori-
ulterior difusión resulta contradictoria con una resolución del propio tribunal;
se si se pone en peligro la seguridad del imputado,
o sus familias, o cuando imputado y testigos quieran preservar su imagen e

S Law Dictionay, 4* ed., West Publishing Co., 1951, p. 390.


IQUES, "¿Favorece la realización de los valores republicanos la televisación irrestricta de
ales?", ED 168-955.
intimidad; en este caso "...deberá contarse con su consentimiento para la grabación y
difusión televisivas, pues sólo ellos pueden disponer de sus derechos personalisimos".
Empero, no se pueden establecer pautas pétreas ya que deberán ponderarse los princi-
pios de inocencia y proporcionalidaci, el derecho a la propia imagen, al anonimato y a
la intimidad; también el interés perso%alisimoindica que la restricción deberá limitarse
a lo necesario; d) es viable deducir casación cuando se extiende la publicidad más allá
del mínimo establecido por ley si se demuestra una afectación al debido proceso o a
la defensa del imputado. Entendemos, bastaría la negativa para que jueguen el art.
19, CN, y los arts. 14.1., del PIDCP -"La prensa y el público podrán ser excluidos
de la totalidad o parte de los juicios ... cuando lo exija el interés de la vida privada de
las partes... o... cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera
perjudicar a los intereses de la justicia"-, V de la DADDH -"Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra los ataques abusivos a su honra, a su reputación
y a su vida privada y familiar"-, 12 de la DUDH -"Nadie será objeto de injerencias
arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de
ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la
ley contra tales injerencias o ataques"- y 11 de la CADH - "1. Toda persona tiene
derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2. Nadie puede ser
objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en
su domicilio o en su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación.
3. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o esos
ataques"- (actualmente con jerarquía constitucional art. 75, inc. 22, CN); e) descarta
acciónjudicial contra el medio de comunicación frente a la autorización ilegítima de la
grabación de imagen o sonido y asigna poca chance si se dirige contra el Estado o los
magistrados. Es posible discrepar con esto último a tenor de lo expuesto por Mosset
Iturraspe, Kemelmajer de Carlucci y Parel1adal3.
El fundamento de la publicidad del debate radica en el principio republicano de
gobierno (art 14 CN) y preserva los intereses de la comunidad entera preocupada
porque la administración de justicia actúe correctamente. Se trata de un perfÍl que mira
a la generalidad; cuando se rebasan los limites de esa publicidad -bien denominada
inmediata- y se ingresa en el censurable terreno de la mediata, la lesión constitucio-
nal cambia de sujeto protegido, pues entonces se agravia al imputado a través de una
doble vía: la inviolabilidad de su defensa y el debido proceso. En cuanto a la primera,
las condiciones ambientales para el desarrollo de su actividad se estrechan en fonna
considerable; basta pensar en la tensión especial provocada por la sola posibilidad de
que la imagen se tome accesible a millones para cerciorarxe de dicha afectación. En
cuanto al último, si debido proceso legal adjetivo es el que requiere una acusación
clara, precisa y circunstanciada, una defensa que no se limite a una oposición for-
mal, sino que - e n actuación unilateral- ponga empeño en refutar la imputación, la
amplia posibilidad de aportar prueba y de relacionar su resultado -alegar- con la
tesis sustentada, mal parece que las modalidades del espectáculo televisivo afiancen
su desarrollo eficaz.
En nuestra opinión debe partirse de un distingo elemental. La publicidad im-
puesta por el art. 363 no puede equipararse con la propagación sin limite del juicio
que trae como consecuencia caer en la "espectacularidad", uno de los estigmas mar-

'' "Respoiisabilidad...",ps. 1041107, 1591161 y 170


JUICIOS

r Clariá Olmedo como imperativos a evitari4.Resulta encomiable el


io de Kent al analizar el "...incesante protagonismo de investigaci
ion y de información verdaderamente frenético penetrando, jornada has jornada,
la intimidad de nuestras expectantes y conturbadas vidas a través de la cautivante
agen televisiva, de las emisiones radiales y de los periódicos de espaciosa circula-
on", quien toma como referencia la alusión al "(c)ambio de carátula" utilizado por -
formadores" revelador de ignorancia1*.
e requiere la presencia personal del público y no que por cualquier otro medio se
e o conozca el desarrollo del debate; le incumbe al legislador meritar si es posi-
aceptar la nueva tecnología, sin cortapisas, o si, por el contrario, deben mantenerse
restricciones ante la posibilidad de afectar intereses imalmente valiosísimos,
a presencia de las cá&sas de televisión, durante el d&arrollo de la audiencia
io oral, puede provocar inhibición en el imputado, limitación, alteración o con-
n que pueden llegar a afectar el ejercicio del derecho de defensa, especialmente
toca ejercerlo bajo su aspecto material; tampoco debe desconocerse el derecho
r, la intimidad personal y familiar, la propia imagen, integsidad moral, presti-
tcétera, que obligan a colocarlos en situación preferente ante cualquier situación
a que pueda conculcarlos aunque más no sea parcialmente. De ahí que no puede
autorización genérica o indeterminada para filmar debates orales porque frente
o a la libertad de información se hallan otros de los sujetos procesales y de
S que le sirven de límite y que imponen a los jueces su protección, aspecto que
n cabe considerar respecto de la víctima y los testigosi6. La suma de este fallo
mesada definición de la lícita publicidad inmediata. Resulta discutibb la posi-
e publicar en la prensa una requisitoria de elevación a juicio".
bién la deformación de la publicidad, ínsita en la emisión televisiva del
gna con las prohibiciones para el acceso establecidas por el art. 364.
medios técnicos enunciados en el ast. 395 son facultades para operar con el
e la moderna tecnologia pero intramuro~'~. Es imprescindible poner coto a
idad o permisión..," en la tutela de otros intereses fundamenta le^'^.
. 1071 bis, CC, protege a las personas respecto de moeificaciones como
cuencia de la intromisión en la vida ajena. Resulta un sarcasmo que el tribunal,
izar la emisión televisiva, no advierta presta una imprescindible cooperación
ncretar este ilícito civil. Mucho más lo es que se indique la vía del ampa-
solucionar el desliz, ya que se olvida que ha sido la actitud del tribunal la
ara la peculiar situación, circunstancia que toma inadmisible aquel remedio
inc. b], de la ley 16.986). Por el contrafio, el restablecimiento de la norma-
dica incumbe al mismo tribunal que autorizó indebidamente la filmación,
el contenido de la competencia es, en principio, completa en el sentido de

Tratado..., t. VI, ps. 2361237.


LLActualidad del 101211998.
CCC Mendoza, sala 1, JA 1995-IV-576.
' S'i Chubut, ED 165-303, f. 46.818, con nota de BIDART CAMPOS, "presunción de inocencia,
onor, derecho a la infornación y libertad de ~rensa",quien plantea los dilemas surgidos de
opuestas.
nf. ÁBALOS, - ITURRALDE, Eljuicio...,p. 121.
Derecho.... t. 111. o. 332: el, contra BUSSER
CLARIAOLMEDO, ratad do.:., t. l l i ps. 407,409 y413
que comprende la capacidad para conocer del fondo del litigio y de las cuestiones
incidentales cualquiera sean..."20.
Por su parte, el art. 115, CP, declara sujetas únicamente a las correcciones dis-
ciplinarias toda injuria proferida p;or los litigantes, apoderados o defensores en los
escritos, discursos o informes producidos ante los tribunales y no dados a publicidad.
La sencillez de esta regla se complica si se autoriza la publicidad mediática.
Entre las decisiones contrarias a nuestro temperamento puede verse el del TOC
nro. 142'; al comentar dicho fallo, Bidart Campos, con énfasis, pone como límite
la afectación de bienes personales preservables. La CNCP, sala 1, entiende que la
publicidad de los juicios --extender sus momentos fundamentales a un número in-
determinado de personas distintas de los sujetos del proceso y sus auxiliares-, en
tanto manifestación del régimen republicano de gobierno, se verifica cada vez que
se permite el acceso del público'en general a los actos procesales de naturaleza ver-
bal. Pero no resultan determinantes ni el lugar fisico elegido para cumplirlos ni los
controles o autorizaciones que se implementen para ordenar el acceso del público;
salvo, en el primer caso, que por las exiguas dimensiones del espacio asignado en
relación con la expectativa despertada se burle en los hechos la publicidad debida, o
que, en el segundo, las supuestas actividades de verificación y orden impliquen en la
realidad una prohibición de acceso al recinto. Es que el imputado en causa criminal
está obligado a someterse a la jurisdicción de un tribunal de justicia y a ventilar, ante
él y frente al público presente en la sala donde el juicio se celebra, aspectos íntimos
de su vida y de su comportamiento. Sin embargo, si pudiera suscitarse pejuicio a la
intimidad por la difusión de la imagen personal o un desdoro innegable para su fama,
corresponde exigir su consentimiento para la propalación, si sólo pudiera obviarse en
presencia de un interés público prevaleciente. Hasta ahí cabe coincidir, con alguna
discrepancia en la cuantificación al acceso22.
Dice bien García Castrillón que nadie tiene la facultad de dar autorización para
transmitir en directo por televisióri los juicios penales orales. Es que a q ~ i e nresulta
condenado o absuelto nor la Drensa. con alcance masivo. de noco nrovecbo le será la
sentencia jiidicial que podrá o no 'oincidir con la \.erdad periodistica'j.
No puede siipcditarae eiiiitir la filniación del debate al rrtsulrado del juicio: con-
denado &absuelto resulta que al acusado se lo obligó a una conducta que la ley no le
impone, en desmedro de la garantía establecida en el art. 19, CN.
Un importante trabajo de MontoyaZ4se ocupa de las nomas legales, doctrina
y jwisprudencia en los Estados Unidos. Dice: "La publicidad puede tener efectos
perjudiciales para un caso, pero desde el punto de vista constitucional no debemos
olvidar que la Primera Enmienda garantiza a la prensa la libertad para investigar y
hacer conocer materias de interés público, incluyendo todo aquello que sucede en un
tribunal. Su texto expresa que '(e)l Congreso no dictará leyes...privando la libertad de
expresión...'. Por su parte, la Sexta Enmienda garantiza a los acusados el derecho a un
juicio público realizado por un tribunal imparcial y la Enmienda Catorce reconoce a
los acusados el debido proceso que puede ser menoscabado por el exceso de cobertura

Jurisdicción ..., p. 232, y D i ~ zInstituciones


LASCANO, , ..., t. 11-B, p. 543.
" ED 158-440, f. 45.828.
li LL del 231211998, f. 96.649.
l3 "El proceso penal público y la libertad de prensa", LL del 8/9/1997.
"La televisión y la justicia", LLActualidad del 4 y 61611996.
JUIClOS

onstitucionales deben ser compatibilizadas". También re-


amaras no debía ser permitido porque alentaba a los abogados
es para actuar para la audiencia televisiva...", irrefutable conclusión de la Ame-
Bar Associalion Journal, en 1979, que no debiera ser desatendida por ningún

de la magistratura", recala Kent en la acordada 19 del-


idió "(p)revenir a los señores jueces y funcionarios respecto
dentes en el sentido mencionado, encareciéndoles el control de
licas y la reserva en las investigaciones que realicen, en pro del
y de la inensura que debe rodear todos sus actos" y recordándoles las decla-
e se registran en otros precedente^^^.
da 2912008 se establecieron criterios generales para la difusión
Iica de los juicios orales, permitiéndose la difusión radial y televisiva de los actos
iales del juicio (arts. 374 y 378), los alegatos (art. 393) y la lecturade lasentencia
O), pero no durante la etapa de pruebaz6.

62:443 (LL 119-965); 276:160; 282327, y otros (LL del 251611996, p. 1;


y publicidad del juicio oral", Núcleo, nro. 1, afio 1, p. 3, quien
del rui. 384). Ver CnrreKnli Nonss, 72rnas..., ps. 2691280.
ACTOS PRELIMINARES

JUICIO COMÚN
b

Con exclusión de los delitos atribuidos a la competencia correccional (arts. 27,


incs. loy 2', y 33, inc. 2"; Capitulo 1, Título 11), a los tribunales de menores (arts. 28
y 29; Capitulo 11, Título 11), los delitos de acción privada (art. 73, CP; Capíhrlo 111,
Titulo 11 de este Libro 111) --cuya competencia, ateniéndose al monto de la pena,
también incumbe al fuero correccional-, los casos sometidos a juicio abreviado
(art. 431 bis) y el juzgamiento de los delitos transferidos a la justicia de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, los demás de acción pública son juzgados conforme a
las disposiciones de este Título 1.

+ ACTOS PRELIMINARES

En su desarrollo no se utiliza la oralidad sino principalmente la escritura, salvo


la actividad que se cumple a través de la oralidad actuada. Por otro lado, la publici-
dad para los extraños se abre recién en el momento de comenzar el debate (art. 363).
La continuidad puede verse entorpecida cuando se cumple instrucción suple-
mentaria y en otros momentos de pesquisa, pues puede intercalarse cierta tarea de
tal índole en esa ocasión (art. 357) o durante el debate (arts. 365, inc. 64 388 y 397).
No se descarta que pueda concluir mediante sobreseimiento, tanto si prospera
una excepción perentoria (arts. 343 y 358), como si se da alguno de los casos previs-
tos en el art. 361; sin perjuicio de que se emitan soluciones no definitivas (arls. 342
y 344), al aceptarse una excepción dilatoria.
El control de legalidad de los actos de la etapa instructoria precluye con la inter-
vención de la Cámara de Apelaciones en ocasión de los recursos interpuestos contra
el auto de procesamiento, por lo que el tribunal oral no puede disponer nulidades
sobre actuaciones ya elevadas. La invalidez del auto de elevación con respecto al
de los l~rei<.ripcioi~~s
cun~[~liiiiieilro de In <,f<ipaii~.sni,croriaresulta intcnipesrivii si la
decidió iin tribilnal oral". Si c.1 cribunal oral niilificn la indagatoria, cl ium itistructor
'debe acatarlozs.En CS, Fallos 317:509, se registran dos disidencias trav6s de las a
cuales se advierte que la CNCP carece de facultades para resolver un conflicto entre
un juez de instrucción y un tribunal oral; no se trata de una cuestión de competencia
sino de control jerárquico sólo ejercitable a través de las vías recursivas --del voto
de los Dres. Petracchi y López-.

2' CNCP, sala N, DJ 2000-1-417, f. 10.009, o LLdel 111111999, f. 99.504, con escolio de CAFFE-
MTA NORES, "El control preliminar de la acusación por el tribunal del juicio"; advierte que el control de
la acusación no alcanzará a la suficiencia de su fundamento fáctico, es decir, a la consistencia o incon-
sistencia de las pmebas que la sustentan, pues semejante conmi implicaría un prejuzgamiento sobre la
eficacia conviccional de la pmeba.
CNCP, sala IV, LL del 291512000, f. 100.308, con nota de ALMEYRA, 'LS~bver~ión judicial. El
control de la instmcción"; afirma que la clara letra de este precepto determina que cuando decide en
ejercicio de sus funciones propias de contralor no sea resistida por el órgano controlado.
ACTOS PRELIMINARES

corresponde devolver al tribunal cuya incompetencia se declaró por auto


segunda instancia a fin de que realice medidas no dispuestas en esta ocasión,
reasumir una intervención que le está vedada; además, las observaciones
formularlas por e1 jiiigado ahura conipctentc exceden las Gciiltades aquí asignadas y
pueden ser corrcgid:is a tmvCs d ~ la. instmccibn siipleineritaria2'.
-
Citación a juicio
4. Recibido el proceso, luego de que se verifique el cumplimiento de las
ciones de la instrucción el presidente del tribunal citar& al ministerio
y a las otras partes a fin de que en el término de diez (10) días, comparez-
icio, examinen las actuaciones, los documentos y las cosas secuestradas,
Las pruebas e interpongan las recusaciones que estimen pertinentes.
s causas procedentes de juzgados con sede distinta a la del tribunal, el
o será de quince (15) días.

Funciones del tribunal


1órgano jud~cialinterviniente no es el mismo que tuvo a su cargo la instmc-
rts. 25,28,32,349, p á n 2', y 351, y arts. 12 a 16, ley 24.050, y arts. 16,21,
ley 24.121).
be al presidente del tribunal corroborar el cumplimiento de lo prescripto
os arts. 347, párrafo segundo, y 351, actividad que involucra cerciorarse de la
n de los presupuestos procesales cuya estricta observancia habilita el ingre-
o: indagatoria (Capítulo IV, Titulo Libro II), procesamiento (art. 306),
miento (art. 347), clausura explícita de la instrucción y elevación a juicio
o (art. 349, párr. 2") o elevación a juicio por auto (arts. 350 y 351). Desde
el presidente verifica, pero la resolución incumbe al tribunal3@. En vez, la
n a juicio "...es una potestad exclusiva del presidente, de la Cimara o de su
sólo controlable por la Cámara por la vía de la nulidad del acto"".
rtar de oficio al querellante excede las facultades del art. 35432.
nstrucción suplementaria
de luego que el presidente no puede indicar que se retrotraiga la causa al
nstmctor, a los fines de completar la pesquisa; si mediaren falencias de esa
e, incumbe disponer la instrucción suplementaia (arts. 357 y 365, inc. 6"). Ade-
el principio de preclusión impide volver atrás con actos del proceso cumplidos
a m e t ~ t ePor
~ ~ .ende, el examen practicado por el presidente ---empero, la reso-
incumbe al tribunal- se circunscribe a controlar sólo la regularidad de los
actos procesales que opera11como presupuestos. 1.8 investigacióti iiistmetoria purtde
Integrarse rri csrz traiiio y, conforme al an. 363, inc. 6", es cdusal de suspensión la ne-

CNCP, sala lV, LL del 4/7/2001, J. Agnip. f. 15.932.


Conf. B ~ S E RI~URULDE,
. El juicio ..., p. 12; también señalan que el mbunai "...analizará previa-
Competencia"; ARALOS, Derecho..., t. 111, p. 300. Es terminante CLARIA OLMEDO, Derecho...,t. 111,
.Similar opinión en PESSOA, Código..., ps. 52153.
NúNm, Código..., p. 3 19.
?;
<.'i\'<:P,5nia I\', 3" 11, Lt,bJ, 'lrian", clindo por I \ < l i \ i ! , i l - hl \\i;iw - Rii >Kl<ilii:i.
P<\ I r , ' ' 4 ~ -
'Jalidad i,n jurispriidcticia de la (.in?ara U-~cionalde <:xsnciiin Penal 2-20.. O",p. 1 i b 7 .
S, Fallos 272:188.
666 ACTOS PRELIMINARES Art. 354

cesidad de disponer otra instrncción suplementaria, originada en alguna revelación


o retractación inesperada o significativa. El conjunto de actividades perquisitivas
genéricas en el juicio se completa con la posibilidad de disponer nuevas pruebas
durante el curso del debate (art. 38%)e incluso reabrirlo para ordenarlas (art. 397).
Los presupuestos funcionan como requisitos para que el proceso pueda arribar
a la etapa del juicio y traslucen la adecuada intervención del imputado, pues si no se
cumplen, se produce la nulidad absoluta de la remisión (art. 18, CN; arts. 167, inc.
3O, 168, p á a 2", 347, párr. 2", y 351, piul: lo) y de los actos anteriores a que alcance
(art. 172, párr. 2°)34.
c) Citación a juicio
La citación se realiza mediante las formas establecidas en íos arts. 142, 143,
144, 147, 148, 149 y 150; este último comprende sólo a los imputados, cuya incom-
parecencia determina la rebeldía --decisión privativa del tribunal (art. 289)- (arts.
288 a 292); no a los órganos de la prueba, quienes si no acatan la citación se exponen
a sanciones disciplinarias y al pago de las costas (art. 154), sin perjuicio de la even-
tual responsabilidad penal (art. 243, CP). Su irregularidad afecta al conocimiento
de la convocatoria y también genera nulidad absoluta, pues coloca a las partes en
situación de indefensión (arts. 18, CN, y 152, 167, incs. 2" y 3', y 168, párr. 2").
Núñez considera a la nulidad como relativa "...si sólo afecta al actor o al demandado
NO compartimos tan autorizada opinión por dos razones: la primera es que
es deber del presidente practicar las citaciones y, en consecuencia, su desidia no cu-
bre la invalidez; la última -relacionada con aquélla- es que el desguarecimiento
en punto a la defensa de las partes civiles fluye de una grave negligencia del tribu-
nal; además, si bien en el proceso civil es cuestionable la existencia de nulidades
absolutas, pareciera que es otro el rumbo cuando se trata de una cuestión de derecho
privado inserta en un proceso penal en que la actividad -las notificaciones- se
subordina ai principio del impulso oficial.
El anoticiamiento debe cumplirse con el MP, el querellante -si se l&dmiti-,
el imputado y su defensor, el actor civil y el civilmente demandado y sus abogados y
el asegurador si bubiera sido debidamente apersonado (arts. 117 y 118, ley 17.418).
d) Leyes especiales
El ordenamiento jurídico -arts. 29 ter y concordantes de la ley 23.737-pre-
.serva -bajo sanción penal- el secreto de la identidad de algunos intervinientes en
las condiciones allí establecidas. En tales casos el carácter reservado de las actuacio-
nes debe reflejarse tan sólo en el decisorio final y guardarse conjuntamente con ellas;
dichas declaraciones no serán tenidas en cuenta para respaldar la imputación, pues
no son valorables en ese sentido. Ha dicho bien el TOC Fed. Mendoza nro. 2: "...la
actuación reservada en relación a la imputación sirve en cuanto posibilita algún éxito
investigativo. Si esto no ocurre su valor es nulo, cualquiera sea la razón del fracaso.
Si por el contrario se obtienen pruebas, éstas van a aparecer en la causa y podrá así
defenderse válidamente respecto de ellas el imputado. El derecho de defensa no
resulta conculcado porque aquello de lo que no se tiene conocimiento, no produce
por si mismo ningún efecto y se podrá defender de los efectos que realmente hubiera

j4 Conf. TOC nro. 1,2711011992, c. 18.


código...,^. 319.
ACTOS PRELIMINARES

e ~ a d o " ~Si~ se
. respetan esos límites la compulsa de las actuaciones puede res-

común; de manera que el momento inicial del cómputo comienza luego de


a la última notificación (art. 161)37.SU transcurso se cumple computando
S días hábiles (arts. 116 y 162). No procede la habilitación porque el
ha comenzado (ver arts. 1 16 y 374); son plazos finales para las partes.

1 propósito de la convocatoria responde a garantizar la plena contradicción.


rtase que la defensa del imputado fue notificada del requerimiento (art. 349,
. En cuanto al actor civil, su introducción en este estadio resulta inadmisible
9 0 , páni final); lo que se exige al que ingresó anteriormente es que concrete

'en durante la instrucción pudo existir un período de secreto para las partes
,en esta etapa resulta imposible.
Pertinencia y utilidad
pertinencia y utilidad de las pruebas cuya producción se ofrece queda limi-
os motivos expuestos en el requerimiento de elevación -respecto del objeto
al- o en la demanda -en cuanto al objeto eventual-, si la hubiese.
tividades a cumplir
oportunidad de la recusación coincide con el plazo fijado por este artículo
6 0 . oárr. 1"). a menos que sea sobreviniente o que la integración del tribunal
uzcácon po$erioridad (art. 60, párr. 2').
síntesis, la primordial tarea a cumplir por las
consiste en: 1) compenetrarse de las actas que conforman el expediente y de
mentos de prueba incorporados; 2) ofrecer las pruebas pertinentes y útiles, y
ducir recusaciones.
esulta importante tener en cuenta que el juicio oral queda acotado a los hechos
cuales se promovió la instmcción y respecto de los imputados que hubiesen
luidos en los actos indicados coino presupuestos para la realización del juicio
n cuanto a los hechos, ver art. 195, primer párrafo, última oración,'306,346
párrafo segundo. Es imposible que en el juicio se debata sobre algún hecho
truido --es decir, un hecho nuevo (art. 401, último párrafo)- o se analice la
de otras personas que las indagadas, sometidas a procesamiento y respecto
S se haya resuelto la elevación a juicio. El supuesto del art. 381 no tolera
r la acusación por hecho diferente.
CNCP, sala 11, entiende que el tribunal oral carece de jurisdicción para re-
obre la validez de los actos practicados por el juez de instrucción con poste-

3~Lde13011011997,f. 96.232.
LEVENE (h) y otros, Código..., p. 313, LEVEN&(h), Cúdigos..., t. 5, p. 405, y DONNA MAIZA,
-
...,P. 406; en contra, Sosn ARDITIFERNANDEZ, .Juicio o ~ a...,
l p. 15, pues consideran que es in-
a1,aUnque para ello deben efectuar una intepretación literal por exclusión de los aris. 366 y 385
digo8 de Córdoba y de Mendoza, gespectivamente, ya que en dicho precepto figura el vocablo
':que no aparece en el art. 354, y Aen~os,Código...,p. 783.
668 ACTOS PRELIMINARES Art. 354

rioridad a la elevación a juicio, toda vez que ese tramo de la investigación no forma
parte de los hechos que se desarrollarán en el debate38.
i) Cuestiones de competencia,
Si con motivo de la atribución asignada al tnhunal en el primer párrafo -ya
encapsulada en el art. 168, párr. lo- se suscitan problemas entre un juez de instruc-
ción y un tribunal oral, incumbe a la CNCP dil~cidarla~~, pues conesponde aplicar
el criterio sentado por la CS en la causa " L ó p e ~ " ~Con ~ . ulterioridad (1815/1994),
la CS resolvió ---como ya se v i o - en el mismo proceso "Martínez, Jorge E."4'
que no le correspondía avocarse en ejercicio de sus facultades de superintendencia,
"...toda vez que pronunciamientos de naturaleza jurisdiccional sólo pueden ser re-
sueltos en causa judicial y mediante los recursos legales correspondientes (doctrina
Fallos 304:1635)". La minoría, según voto de los Dres. Petracchi y López, por el
contrario, aceptó "...la existencia de un conflicto en los términos del art. 24, inc. 7",
del dec.-ley 128511958, pues dos tribunales -la Cámara de Casación y un Tribunal
Oral en lo Criminal- reclaman para sí recíprocamente el ejercicio de atribuciones
como propias y exclusivas y no hay otro superior común para dirimir10 que esta Cor-
te ..." (cousid. 10). Añzdió "...que las decisiones de los tribunales orales dictadas den-
tro de los límites de su competencia deben ser acatadas por los jueces inshuctores,
cuando aquellos ejercen su facultad de reenvío. En este último supuesto, los jueces
de instrucción no podrían apartarse del temperamento sostenido por los tribunales
orales..." (consid. 1l)42.En coincidencia, la CCC, sala VII, ha resuelto que el TOC
excede los límites inherentes a toda atribución jmisdiccional, aun la del llamado
contralor amplio, cuando ejercita tal función respecto de actos cumplidos, en los que
carecía de facultad revisora, pues ésta ya había sido legalmente requerida a la cámara
por medio del respectivo recurso y cumplido por aquélla a través de su fallo43.La
minoría avanzó aún más: "...la Cámara de Casación carece de facultades para resol-
ver un conflicto entre un juez de instrucción y un tribunal oral, en un caso como el
presente, en el que este último actuó en el carácter de 'superior' del primero, al anu-
lar actuaciones llevadas a cabo ante el magistrado de instrucción. En efecto, en tal
supuesto sólo impropiamente puede hablarse de un 'conflicto de competencia' entre
el juez de instrucción y el tribunal oral, pues no existe entre estos órganos judiciales
la situación de independencia que supone un conflicto de esa naturaleza y que autori-
zaría --de darse- a la Cámara de Casación para dilucidarlo (conf. doctrina del fallo
.'López') ..."(consid. 12). La claridad conceptual de la disidencia toma ocioso hacer
comentario alguno. En consonancia con aquella línea jurisprudencia1 sentada en el
caso "López", la CS estimó que si la CNCP resolvió un conflicto de competencia
j8 DJ del 41612003, f. 19.722.
j9 CNCP, sala 11, JA 1994-11-448.
'O ED 157-100, f. 45.616.

." Expte. 409194.


En el mismo sentido, CNCP, sala 1 -c. "Imsta", del 101211994-, aunque limitando la atn-
bución a las nulidades absolutas, verificación de las notificaciones mandadas por el art. 349 v a que la
situación jurídica de todos los imputados hubiese sido legalmente resuelta; e n k l caso, la cuestión sólo
puede encontrar remedio por la vía de los recursos sue pudieran deducir las partes interesadas, ED 162-
?43; también en JA 1995z1-112; id,id.,JA 1996-1-501:
" CCC, sala VII, 3 11511994, "Donati", c. 1687; en el caso la sala no se atiene a lo decidido por
la CNCP, sala 1, en el fallo antes citado, pues da por trabada la cuestión de competencia entre el TOC
y el juez de instnicción.
ACTOS PRELIMNARES

e un TOC y una CF, dicho conflicto desapareció pues, acertada o no, la decisión
tribunal designado debió ser acatada y no replantearse con fundamento en una
erpretación del art. 24, inc. 7", del dec.-ley 128511958, que tilda de irrazonable;
de que la discrepancia de los jueces con la inteligencia adoptada por las cámaras
anto a la competencia que les atribuye, no les acuerda facultad legitima para
ar conñicto o cuestión algunaM.
porta destacar que Creus piensa -refiriéndose al Tribunal Oral y a la etapa
dia (arts. 347 y 351-) "...que no puede, por si, declarar las nulidades, sino
volver los autos al instructor para que éste, en su caso, lo declare...", reno-
aquéllos o perfeccionándolo en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 161,
la d ~ c t r i n a ~ha
~ spronunciado
e en contra de esta s~lución"~.
s recusaciones de los magistrados intervinientes en el juicio precluyen al
irse el término de la citación (art. 60).
ecimiento de prueba
inisterio fiscal y las otras partes, al ofrecer prueba, presentarán
e inttrpretes, con indicación de los datos personales
n lo posible, a los más útiles y que mejor conocen el

anifestar que se conforman con la lectura de las decla-


testificales y pericias de la instrucción. En caso de conformidad de las
este respecto, y siempre que el tribunal lo acepte, no se citarán esos.

rse la designación de nuevos peritos para que dicta-


anteriormente no fueron objeto de examen pericial.
se ofrezcan nuevos testigos, deberán expresarse, bajo pe
os cuales serán examinados.
individualizar y ubicar a los testigos, peritos e intérpretes
do hubiesen declarado ya en la En cuanto
aplicar las pautas fijadas por el art. 430, Código Procesal
Comercial de la Nación, por integración homogénea, en sentido amplio, de las
ay limitación para solicitar otros medios de prueba, siem-
sean pertinentes y útiles (así, prueba documental, informativa, et~.)"~.
a introducción de las actas por su lectura a que se refiere el párrafo segundo,
ca oralizarlas. En general se requiere el consentimiento de las partes (art. 391,
), salvo para las peric?as,cuya lectura -sin estimulo ajen* puede ordenar el
ente (art. 383). Para Abalos la conformidad con la lectura se extiende -según
a en la nota al similar articulo del Código tneudocinn-- "...incluso (a) los que
Yan ofrecido prueba Claro está que si la declaración leida merece el califi-
lvo de escueta -fue prestada ante las autoridades policiates-, hace surgir serias
LL del 221311995, f. 92.972.
Cita BUSSER - ITURRALDE, Eljuicio ...,p. 16, y SOSA
ARDITI Juicio oral..., ps. 13 y SS.
- FERNÁNDEZ,
.
Invalidez.... 2" ed.., os. 1861187.
' Nihj~z,Código..., p. 320.
ODERIUO, Derecho..., p. 29.
LANA OI,MEDO, Tratado...,t. VI,p. 213.
Derecho ..., t. 111, p. 302
ACTOS PRELIMiNARES

dudas sobre una buena cantidad de detalles, se hesita entre si corresponde a una
genuina expresión del declarante o a una versión con elementos incorporados por
quien la transcribió y se trata del único testimonio de cargo se impondrá la absolu-
cións'. t
El peritaje tiene que realizarse nuevamente si se propone sobre puntos no in-
cluidos en la conclusión del obrante en la instrucción (art. 263, inc. 3").
En cuanto a los testigos, no se precisa confeccionar cuestionario; la individua-
lización de los acontecimientos sobre los que versará la transmisión de percepciones
requeridas a los que no han declarado todavía, responde a la necesidad de que las otras
partes preparen las eventuales repreguntas; debe respetarse la pertinencia. Sólo así se
cubre el contradictorio exigido por la garantía de la defensa en juicio (art. 18, CN).
La proposición de careo surge luego de conocerse las contradicciones en que
incurran los declarautes; por ello, a diferencia de las otras pruebas, no se ofrece en
este momento, sino cuando se produzcan en el debate aunque ocurra respecto deuna
declaración introducida por lectura; las advertidas en la instrucción no pueden fun-
dar la propuesta de careo en este momentosz.La razón estriba en que la única prueba
'
computable para sentenciar es la producida en la audiencia del debate aunque fuera
a través de su oralización por la lectura.
La aparición de singulares Órganos de prueba, tales como testigos de identidad
reservada, agentes encubiertos y las manifestaciones de coimputados en la misma
situación --cuya irrupción se produjo a través de la ley 23.737, con las modificacio-
nes de la ley 24.424----, ha generado problemas. Se ha resuelto que las actuaciones
reservadas carecen de valor, por sí mismas, en relación con la imputación de la cau-
sa, a menos que su contenido o los datos aportados permitan arribar a un resultado
concreto. Si no se logra algún éxito investigativo, su valor es nulo, cualquiera sea
la razón del fracaso. Con acuidad se atisba que si se obtienen pruebas a través suyo,
se incorporarán al proceso y la defensa podrá cubrir su tarea válidamente. En vez,
no hay mengua para la garantía si lo oculto no produce efecto algunoS3.'Por otro
lado, la preservación del riguroso secreto del funcionario infiltrado lleva implícita la
convocatoria para que el agente declare en la causa y devele su identidad personal,
sin perjuicio de la operatividad de las medidas de protección; las partes, una vez ex-
teriorizada la identidad, tienen todos los atributos de control inherentes a la prueba
testimonial; mientras el agente encubierto no sea convocado a identificarse y prestar
testimonio, sus informaciones no ingresan al proceso con valor de prueba; sólo cabe
valorarlo como un indicio en función de la armonía con otros elementos de juicios4.
En esa3ínea se inscribe también la CNCP, sala 1, al meritar que si bien la regla es el
mantenimiento del estricto secreto, excepciona el carácter absolutamente imprescin-
dible del aporte testifical, cuando el tribunal lo dispone a través de decreto motivado
en los términos del art. 123s5.LO que no debe hacerse es destruir el secreto; afirma
que la revelación de la identidad no es siempre condición necesaria para su presen-
tación en juicio, invocándose la legislación alemana que autoriza la celebración del

TOC nro. 2, 2511 111993, "Ávila".


I2 FEDERIK,"El abogado en el juicio oral. (La producción de la prueba en el debate)", LL del
261811993.
" TOC Fed. nro. 2 Mendoza, LL del 3011 011997, f. 96.232.
' T F San Martin, sala 11, LL del 3011011997, f. 96.234.
Ver RUDI,"La garantía constitucional de la defensa en juicio y la protección del agente encu-
bierto cuando declara como testigo", ED 176-1021
ACTOS PRELIMWARES

de identidad cuando existan motivos graves


ad física o la libemd--o la de otra persona-
ra verse comproinetida. Se señala que se ha
proporcionados por la tecnología actual, tales
xención de presentación personal en el juicio y su comparecencia
so de presencia física ante el estrado judicial, -
s demás intervinientes en la audiencia se inter-
especial". Se amerita que en el ordenamiento
norteamericano, si bien el imputado tiene derecho a conocer la identidad
de cargo, la situación ha sido objeto de un examen especial, y así "la
orte de los Estados Unidos ..., ha establecido que no existe una regla
e imponga al Estado revelar, en todo caso, aquella identidad. En
efectuarse un balance entre el interés público en la protección de la
'nformación y el derecho individual del imputado a preparar su defensa.
imiento de este equilibrio depende de las circunstancias particulares de
endo en cuenta el delito imputado, las posibles defensas a esgrimir,
ial y otros factores relevantes. Por ello y en la
considerar hasta qué punto es relevante para la
sado conocer la identidad del agente encubierto, se concluyó en que
imo el único testigo de la venta y del transporte ilegal de heroína ... la
identidad del informante gubernamental podía perjudicar el derecho

cho judicial argentino autoriza a admitir que la


- c u y a identidad se ha mantenido en reserva-
superado la condición & fuente de información, apor-
squisa, la identificación resulte imprescindible y no
entidad y, a la par, salvaguardar la defensa en juicio.
rvalán para quien "(n)o hay posibilidad de mante-
de la identidad de los testigos o imputados, que,
1, lo será respecto de la eventual amenaza que
eso"S7. La aparente discrepancia se diluye si se
a que la reserva subsiste mientras el sujeto con identidad reservada opere
como fuente de prueba y no funcione como Órgai~oj~.
La CNCP, sala 111 (1 8 3 199Y), d<cidcque la resolución q u < declara inadinisible
ba testimonial ofrecida puede ser equiparada a un pronunciamiento definitivo
on a la naturaleza del agravio invocado si es de imposible reparación ulte-
e entiende que lo pertinente es reclamar o efectuar reserva en los términos
rt. 456, inc. 2 O ; por eso este precedente debe tener perfiles singulares en cuanto
posibilidad de producir la prueba en otro momento.

LLdel3011011997, f. 96.245.
"Agente encubierto y testigo de identidad reservada", LL del 3011011997, nota a f. 96.232 y

'' K i ui,"liI tnii>m;in:e ascrsio) 13gxantia cunst~t~tc~onal JsI dzb~doprocrsi~lr.pal", ED 17L1-802;


adeinis recuerda qiie 1s Ir.! 24.424 casrtga la revcl4ci"n iiidcbida rlc la !nueva tdcnti<liido el doinic~lto
testigo proicpido pul fui,, ionartus z ~ i i p : ~ ~piiblicoj
~ l o s -:irt. 31 sxie,. ley 23 737 , "1 a psrati-
"a ~o~istlIuciotial de la deicnsa en ~iiicioy el cainbre dc identidad de los restidos sn cl pro<eso psrial",
ED 175.781
LL del 51112000.
672 ACTOSPRELIMINARES Art. 356

Admisión y rechazo de la prueba


356. El presidente del tribunal ordenará la recepción oportuna de las prue-
bas ofrecidas y aceptadas.
El tribunal podrá rechazar, por auto, la prueba ofrecida que evidentemen-
te sea impertinente o superabundante. Si nadie ofreciere prueba, el presidente
dispondrá la recepción de aquella pertinente y útil que se hubiere producido en
la instrucción.
Mientras el presidente del órgano judicial provee las peticiones de producción
de pruebas por simple decreto (ari. 122, pán: lo, última oración), si se las desestima
corresponde al colegio judicial pronunciarse sobre su rechazo, en cuyo caso la reso-
lución deberá fundamentarse (art. 122, párr. 2'). Cabe insistir en que la prohibición
para el juzgador penal de convertirse en investigador no se relaciona con el principio
dispositivo, "...sino en su totalidad atiende a la impar~ialidad"~~.
El proveído para recibir la prueba a que se refiere la oración final del párrafo
segundo consigna una de las facultades inshnctorias autónomas del presidente o del
tribunal oral, quienes, además, pueden disponer:
1) la recepción de prueba pertinente y útil cumplida en la instrucción. Al res-
pecto debe tenerse en cuenta que la sentencia se fundamentará sólo en los actos del
debate (art. 398, párr. 3'). De ahí que esta atribución tienda a superar la desidia de
las partes que impediría al tribunal sentenciar en forma justa (ver este art. 356, párr.
2", segunda oración);
2) la instrucción suplementaria antes o durante el debate (aris. 357 y 365, inc. 6");
3) la lectura de la declaración del imputado, cuando se procura superar sus con-
tradicciones o se niegue a declarar. También la facultad de formularle preguntas en
cualquier momento de su desarrollo (art. 378);
4) la interrogación de peritos e intérpretes, citados o convocados por el pre-
sidente del tribunal en ejercicio de las funciones otorgadas por el ari. 356, párrafo
segundo, segunda oración, si sus dictámenes resultan poco claros; se incluye la posi-
bilidad de disponer la realización de operaciones durante el debate (art. 383);
5) ordenar inspección judicial, reconocimiento de personas y careos (art. 387);
6 ) resolver la recepción de nuevas pruebas, cuya noticia se adquiere en el de-
bate (art. 388);
7) interrogar a testigos, peritos e intérpretes (art. 389);
8) leer actas y declaraciones (&s. 391, incs. 2; 3" y 4", y 392);
9) ordenar el resumen, grabación y versión taquigráfica de cada declaración o
dictamen en su parte sustancial (art. 395);
10) reabrir el debate cuando resulte necesario recibir nuevas pruebas o ampliar
las ya recibidas (art. 397).
Si se coteja la actividad probatoria que puede ordenar el presidente o el tribunal
oral, sin requerimiento extraño, con la del juez del antiguo procedimiento escrito
(arts. 484 y 493 del Código, según ley 2372), se cae en la cuenta de que ahora es
mucho más amplia. Al punto de que cabria interrogarse si respeta el sistema acusato-
rio. Por eso es acertada la critica de Falcone".

60 MONTERO AROCA, "Últimas reformas procesales en la legislación nacional y extranjera en el


proceso penal: principio acusatorio", e n VIIIEncuenfroPanamericano de Derecho Procesal, Córdoba,
1993, p. 186.
"Instnicción o imparcialidad en el nuevo debate oral", LL del 141311997, p. 3.
ACTOS PRELIMINARES,

in embargo, se trata de una contradicción sólo aparente, originada en co


n inquisitivo; mientras se respete la separación de las
as, jamás dejará de observarse la esencia del sistema acu-
sa pugna se disipa si se contrasta la indisponibilidad del
para el propio tribunal- con la justicia rogada especi-

ibución del presidente no sólo opera en el caso de que nadie


a sino también cuando no se ofrece respecto de alguno de los
a versar; afirma, en pugna con Clariá Olmedo6*,que no se
el presidente estimase pertinente y útil prueba no ofrecida,
n interesado la ofrezca para excluir "...la facultad concedi-
presidente, pues entonces la Cámara tendrá material probatorio para resolver el
0 ~ ~ Con . .
6 ~ . todo. la letra de la lev resulta clara: la omisión de oroouesta se conecta
en fonna dirccta con pmeba incorporada en la iristrucción y no ofiecida6'.
Sluclio se 1i;i discutiilo sobre 13 coiistitucionalidad dcl delito de enriqueciiiiieiito
8 [2], CP), pues se pensó que fijaba una presunción de culpabilidad. La
. Córdoba decide bien que siempre es el Estado quien debe probar los
e tal imputación, pues la carga de la prueba no se in~ierte'~.

ucción suplementaria
7. Antes del debate, con noticia de ias partes, el presidente, de oficio o a
o de parte, podrá ordenar los actos de instruceión indispensables que se
ren omitido o denegado o fuere imposible cumplir en la audiencia o recibir
ación a las personas que presumiblemente no concurrirán al debate por
enfein~edadu otro impedimento.
A tal efecto, podrá actuar uno de los jueces dcl tribunal o librarse las pro-

Naturaleza jurídica
Si se tomara a la letra el régimen acusatorio y se dejase de atender lo apuntado
último párrafo del comentario al artículo anterior, pareciera que esta disposi-
sobre todo en cuanto autoriza a ordenarla de oficio---- choca con los principios
ebrales del Código; según lo expuesto entonces, resulta razonable y proporciona-
s intereses públicos afectados por el hecho hipotizado como delito.
,. se subordina a neculiares características aue tam-
sta actividad investigativa
Poco pemiiiiriaii adscribirla :i1 sisieina inqiiisitivo.
SUpropósito cstriha cii salvar las falencias -c~misioncs - qiir diirante la 1ai
inslructoria impidieron agotarla: tainbiin reeuainitiar -aqiii se descuenta 13 instan-

Tratado..., t. VI, p. 2 18.

M Conf. B ~ E- ITURRALDE,
R Eljuicio ...,p. 24; en la misma posición que Núñez, ver SOSA- AWITI-
NDEZ, Juicio oral..., p. 23.
LLC 1999-95 o LL del 251212000, f. 99.893, con nota adversa de DE LUCAy LOPEZCASARIEGO,
cimiento ilícito y ConstituciónNacional", quienes distinguen entre justificar y probar; estiinan
onstinicionalidad del no justificar se diluye cuando el juez pregunta por el enriquecimiento si
con elementos independientes y objetivos que acrediten el incremento del patrimonio.
674 ACTOS PRELIMINARES Art. 357

cia de parte- el fundamento de la denegatoria de las peticiones hechas durante


aquel periodo, circunstancia atinada si se atiende a la inimpugnabilidad de las deci-
siones adversas a su producción (aG. 199). Por último, suple dificultadeseventuales
para realizar la prueba ordenada, virtud de inconvenientes o contingencias que
impidan cumplirla en la audiencia del debate y así posibilita, luego, su oportuna
introducción por la lectura. Ver comentario al art. 354.
b ) Miembros facultados a su realización
La decisión no incumbe al colegio judicial sino a su presidente.
En el cumplimiento de las diligencias a realizarse -especialmente cuando es
en distinta sede- tiene atribuciones cualquier miembro del tribunal; de lo contrario,
debe librarse exhorto o mandamiento (art. 132).
c) Notificación
En razón de que ya comenzó el contradictorio pleno (ver introducción al Libro
III), estas medidas no pueden llevarse a cabo sin brindar a las partes la posibilidad de
controlarlas, lo cual imglica el previo cumplimiento de los pertinentes actos de coinu-
nicación en forma tempestiva (arts. 142 y SS.).Los recandos para preservar la validez
son similares a los prescriptos en los aits. 200 y 201 respecto de los actos definitivos e
ir reproducible^^^; la nulidad será absoluta cuando ese género de probanzas, cumplidas
sin notificación previa, se utilicen con gravitación decisiva para fundamentar la sen-
tencia (art. 18, CN; arts. 167, incs. 2' y 3: y 168, párr. 2").
Siempre que se afecte una garantía constitucional -generalmente la iuviolabi-
lidad de la defensa en juicio-protectora tanto de la intervención del imputado como
del MP o del querellante6' o de sus auxiliares, si se utiliza el acto para respaldar una
sentencia adversa, la nulidad será absoluta (arts. 18, CN, 167 y 168, párr. 2 O ) . Pero
bien puede ocurrir que la entidad del vicio invalidante sea menor, supuesto en el cual
será relativa y, para acudir en casación, deberá observarse el presupuesto de la reser-
va previa (art. 457), siempre que se hubiere solicitado su subsanación (arts. 170, inc.
2", 171 y 456, inc. 2') y no prosperase.
Si se trata de una mera formalidad irrelevante -v.gr., respecto de un acto que
se deja de lado para el fallo definitivo-, en modo alguno resultará afectada la vali-
dez del juicio.
. d ) Impugnabilidad
Las partes carecen de facultad para postular el reexamen ante la cámara acerca
de lo decidido por el presidente; es una facultad exclusiva, dice NúñeP. Para Fede-
rik, esta atribución asignada al presidente, así como la del art. 356, puede ser atacada
por vía de reposición aunque en virtud de lo prescripto por el art. 388, y sostiene:
"...el tribunal tiene facultades que prácticamente le dan a¡ soberanía respecto de la

CLARIA OLMEDO, Derecho...,t. 111, p. 180.


CS, Fallos 262:144; 268:266; 297:491; 303:1349; 306:626. Sin embargo, en "Arce", la CS
señaló que las garantias emanadas de los tratados sobre derechos humanos deben entenderse en función
de la protección de los derechos esenciales de los seres humanos y no para beneficio de los Estados
contratantes (Fallos 320:2145).
Código...,p. 324.
ACTOS PRELIMINARES

a, siempre y cuando se respeten las disposiciones rituales para que quede


1derecho de defen~a"'~.
Características
da esta labor, para ser ponderada en la sentencia, debe ser introducida al jui-
través de la oralidad (arts. 391 y 392).
nviene aclarar que se trata de tarea a cumplir como preliminar a la celebra-
debate, por cuanto la instrucción ya se encuentra clausurada (ver art. 353)
nifica reabrirla. La fijación de la audiencia precluye con la posibilidad de
'nstrucción suplementaria; así parecen entenderlo Büsser e It~rralde'~. A su
odalidad de producción no cercena -amén de la publicidad para las partes
con el anoticiamiento previo--- las otras características de estricta observan-
juzgamiento, tales como la continuidad, concentración e inmediación.
de -sin perjuicio alguno para las partes- la oralidad, pues todos estos
cogen a través de la forma actuada (arts. 138 y 139); de otra suerte janiás
ralizarse nor su lectura en el debate. Por dicha vía v en la audiencia. se
atiende a la publicidad cn geiieral, iio observada en el iiiomcnro dc su producción,
pues aquella coriiieii7a en el inoincnto del an. 371 (conf. Un. 363)".
Eacepriones
Antes de fijada la audiencia para el debate. las partes podrán dedu-
cepciones que no hayan planteado con anterioridad; pero el tribunal
azar sin más trámite las que fueren manifiestamente improcedentes.
ente preclusión no es tan terminante, pues puede ocurrir que respecto
'ón rechazada antes, sobrevenga una nueva circunstancia que la tome
mtsible d i g n a de examen por el tribunal- sino también fundada -con
des de prosperar-; tal ocurriría cuando hubiese transcumdo el plazo de
de la acción penal. El art. 361 se hace cargo de alguna de estas situa-
tualizar que si la cansa de sobreseimiento, en esta ocasión, estriba en
..sobrevenga una causa extintiva de la acción penal y para comprobarla no sea
ano el debate", debe resolverse aun de oficio.
Las excepciones ticncii distinto nionioitu para su planteo. 1.a de incompetencia
Porraón de la materia sólo corrcs~iondeIissiafijada la audiencia para el dcbate (an. 35,
O ) y, por territorio, hasta iñmediatamente después de abierto por primera vez

arts. 39 y 376, párr. 29, salvo que la posibilidad de aducirla surja durante su
art. 376). De oficio, en cualquier estado del proceso, puede resolverse sobre
(arts. 35 y 39). La falta de remisión al CPCN -recuérdese que el art. 102,
ito de la clausura de la instrucción, sólo lo hace con atingencia al trámite-
ide traer, por vía analógica, las enumeradas en el art. 347 de dicho
cuanto se adecuen a esta etapa preliminar del procedimiento penal"72.La

"El abogado en el juicio oral. (La producción de la pmeba en el debate. Última parte. Amplia-
1 requerimiento)", LL del 24/2/1994,
Eljuicio ..., p. 28; en contra, Sosa Ardili y Femández, al decir que "...nada obsta que se practi-
n la fecha de debate fijada", Juicio oral...,p. 26.
r DELA ROA,Proceso..., ps. 2721302.
OSSER - INRRALDE, Eljuicio ...,p. 32, quienes exceptúan al defecto en el modo de proponer la
a atento al plazo de caducidad fijado por el art. 101.
676 ACTOS PRELIMINARES Art. 359

decisión sobre las excepciones puede diferirse hasta el momento de la deliberación


previa a la sentencia (art. 398).
No deben perderse de vista las singularidades ofrecidas por las excepciones en
el proceso penal (ver iutroducciónál Titulo VI del Libro 11).
Designación de audiencia
359. Vencido el término de citación a juicio fijado por el art. 354 y, en su
caso, cumplida la instrucción suplementaria o tramitadas las excepciones, el
presidente fijará día y hora para el debate con intervalo no menor de diez (10)
días, ordenando la citación de las partes y la de los testigos, peritos e intérpretes
que deban intervenir. Este término podrá ser abreviado en el caso de que medie
conformidad del presidente y las partes.
El imputado que estuviere en libertad y las demás personas cuya presencia
sea necesaria, serán citadas bajo apercibimiento conforme al art. 154.
Cuando de la preparación del juicio y su característica se infiera que la au-
diencia de debate se prolongará por mas de dicz (10) dias, el tribunal requerirá
la designación de u6 juez sustituto, quien tendrá las mismas obligaci6nes de
asistencia que los miembros del tribunal y la facultad de interrogar, pero no de
participar en deliberaciones para la resolución de incidencias ni en la prevista
en el art. 396. A tal efecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá
conformar una lista de conjueces para el supuesto de sobrecarga de tareas por
parte de los jueces de cámara del fuero penal. Su designación deberá ser uo-
tificada a las partes bajo pena de nulidad a efectos de que se interpongan las
recusaciones que se estime pertinentes7?.

a) Designación de audiencia
El señalamiento de la audiencia para el debate -que puede comprender una o
más, según la complejidad del caso, a través de las cuales se materializa la realización
del juicio oral- debe cumplirse una vez despejadas todas las cuestiones previstas an-
teriormente; incluso para su definición es posible suspender su curso (ari. 365, iuc. lo).
En especial, todas las partes tendrán ya noticia cierta de las pntebas a producirse, al
encontrarse ordenadas; de esta manera estarán en condiciones de afrontar, con exhaus-
tividad, todas las posibilidades que puede deparar el desarrollo del juicio.
Este conocimiento no agota encarar un juicio oral a cabatidad; además del pro-
lijo examen de las contingencias que depare la producción de la prueba, la defen-
sa debe compenetrarse al detalle de la requisitoria de elevación a juicio (art. 347,
p á a 2') o del auto de remisión (art. 35 l), pues allí quedaron fijados los límites obje-
tivo y subjetivo de la discusión. Desde luego, esto obliga al estudio de las eventuales
cuestiones jurídicas a dilucidar, tanto sustanciales como procesales.
El plazo de diez días comprende Únicamente los hábiles, salvo el supuesto de
habilitación (ari. 116). Es de carácter inicial, dilatorio o intermedio, ya que resulta
imposible cumplir actividad válida antes de su transcurso. "Se impide actuar dentro
del término, generalmente a los fines de permitir la debida preparación de los sujetos
procesales para el más eficaz cumplimiento de la actividad prevista"74.

" Párrafo incorporado por ley 25.770 (BO del 161912003)


'4 CLARIA OLMEDO, Tratado...,t. IV, p. 126.
ACTOS PRELIMINARES

afo autoriza la posibilidad de que el plazo resul


revie. Además, es común (art. 161)75.

a presencia, en el momento del deba-


ia pmeba cuya citación resulte necesaria para-
ncia autoriza el ejercicio de las atribuciones
cepto para las partes civiles. Si el actor civil
da (art. 93), se lo tendrá por desistido (art. 94); si el civilmente
ceso en rebeldía (art. 59, CPN). Con
ión como testigo (art. 96), situación
r a la audiencia, aun a través de compulsión. En cuanto
introducción al Capítulo IV, Título 111, Libro 11.
itir la citación depara diferentes efectos según quién hubo de ser el desti-
e la convocatoria: la nulidad es absoluta si se refiere al fiscal, al querellante
en vez, es relativa si se prescindió de citar a testigos y

sustituto para los juicios de larga dura-


ettP71.En ese caso, se declaró la
del debate -que ya llevaba más de cinco meses- por haberse excedido el
de uno de los jueces del tribu-
uidad del juicio y evitar que el

brarse entre los jueces de Cáinara del fuero y, en


uez. Por Acordada 20/200678,
s listas de jueces sustitutos.
y tiene la facultad de interrogar, pero no puede
de las deliberaciones.
bis.79En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos
e la Nación, o que tramiten en forma
S que fija el art. 354 se reducirán a cinco (S) y
e1 término que establece el art. 359 se reducirá

n y separación de juicios
atribuido a varios imputados se hubieren for-
ribunal podrá ordenar la acumulación, de ofi-
dido de parte, siempre que ella no determine un grave retardo.

'' LEVENE(h) y otros, Código..., p. 3 17.


76 DONNA - MAIZA,Código..., p. 413.
TOPE NO. 3, c. 251; ver, además, el trabajo de OCHOA, "El plazo del ait. 365 del Código Pro-
nal de la Nación y los juicios de larga duración...", SJP, L t del 301512003, p. 36.
Del 31/5/2006.
Texto incorporado por ley 25.760 (BO del 11/8/2003)
678 ACTOS PRELIMINARES Art. 361

Si la acusación tuviere por objeto varios delitos atribuidos a uno o más im-
putados, el tribunal podrá disponer, de oficio o a pedido de parte, que los juicios
*
se realicen separadamente, pero, en lo posible, uno después del otro.
En el primer párrafo se comprenden también los casos de prórroga de la com-
petencia por conexidad objetiva (arts. 41, incs. lo y 2", y 42), con las salvedades
señaladas en el art. 43.
El último párrafo se relaciona con los supuestos de conexidad subjetiva (art.
41, inc. 3O) que, de haber condena, desembocarán en la unificación impuesta por el
art. 58, CP, respecto de cada uno de los imputados por diversos hechos.
El primer supuesto descuenta que, originariamente, se ha omitido la acumula-
ción material, pues tan sólo en esa situación puede fragmentarse la continencia de la
causag0.Lo contrario se produce en el segundo, pues los diversos procesos confor-
man un solo legajo.
Es preciso tener presente que, pese a la oralidad del debate, la esencial labor
procesal siempre se instrumenta (arts. 394,395 y 399), sin perjuicio de la tempestiva
agregación de la prueba documental. Por ende, se facilita la comprensión del pre-
cepto si se atiende a que lo escindible son los expedientes que objetivan el trámite.
Estas cuestiones pueden ser planteadas por las partes inmediatamente después
de abierto por primera vez el debate, salvo que aparezcan durante su transcurso
(arts. 374 injine y 376, pán: 2').
La inobservancia de aplicación de las reglas de conexidad, en la medida en que
obste a la aplicación de la ley de fondo (art. 58, CP); v.gr., si obstruye la posibili-
dad de condena de ejecución condicional, configura un ejemplo de nulidad virtual
o implícita8'.A nuestro modo de ver y por perjudicar al imputado en su derecho a
permanecer libre (art. 18, CN), debe incluirse entre las absolutas (arts. 167, inc. 3",
y 168, último párrafo).
Sobreseimiento
361. Cuando por nuevas pruebas resulte evidente que el imputado obró
en estado de inimputabilidad o exista o sobrevenga una causa extintiva de la
acción penal y para comprobarla no sea necesario el debate, o el imputado que-
dara exento de pena en virtud de una ley penal más benigna o del art. 132" O
185, inc. So del Código Penal, el tribunal dictará, de oficio o a pedido de parte,
el sobreseimiento.

a) Procedencia
En la etapa del juicio y antes del debate, es el único caso -salvo el progreso de
una excepción perentoria (arts. 343 y 358)- en que puede dictarse el sobreseimien-
to, con el alcance fijado en el art. 335. Son supuestos en que feneció la pretensión
punitiva, derecho subjetivo de punir o pretensión sustancial. La autonomía de la
acción procesal y de la pretensión procesal toman posible la promoción de un nuevo

Entendernos qne eso es lo que quiere señalar Núñez cuando afirma: ',No se trata del caso de
competencia por conexión...", Código..., p. 327; conf. CLARIA Trotado..., t. VI, p. 227.
OLMEDO,
CREUS, Invalidez..., p. 47, 11. 30.
Modificado por ley 25.087, ari. 15.
ACTOS PRELIMINARES

sible porque, en dichas condiciones, el der

deben ser nuevas, esto es, incor-


juicio (art. 347, párr. 2O); por ende, -
ón suplementaria (art. 357). Se evita así

rificarse sin necesidad de incor-


ción; en vez, si se trata de la muer-
ertificado de defunción, tarea que,
ba. Otro tanto ocurre con las excusas
P; la aplicación de la ley más benigna

,también a instancia de parte; la resolución sólo re-


o decidido es resolución definitiva
y 457). Queda descariada la apelación
es el juez de instrucción (confr. art.
e excluye el recurso extraordinario federal (art. 14 de la ley 48 y arts. 474

sto por el tribunal oral, ante la impo-


a con la más absoluta evidencia
e las causales de los incs. 2", 3 O ,
lución aquí prevista, que deberá ser
i se carece del presupuesto material del hecho a
la ineficacia decidida, corresponde truncar el debate; por ende, la enume-
de las causales aquí contempladas no es taxativa y toda vez que la falta de
asuma el carácter de perentoria -inexistencia de delito-, este precedente
á aplicable; por ejemplo, cuando se abrió un juicio por homicidio, y antes
ate la presunta víctima aparezca por el tribunal. Si a raíz de la instrucción
el carácter ilícito del hecho -no constituye de-
intiva de la acción y corresponde sobreseer a

e una ley penal -exigencia de que la conducta


ridad al hecho por ley formal- se

solución sino el sobreseimiento8'.

CF San Mattin, sala 1, LL 1997-A-330, f. 95.087; TOC Fed. Mar del Plata, ED 165-697,

TOCFed. Neuquén, LLdel21/12/1998, f. 98.244.

NCP, sala 1, LL del 24/5/1996, f. 94.3 18, del voto del doctor Madueño.
DEBATE

Indemnización de testigos y anticipación de gastos


362. El tribunal fijará prudencialmente la indemnización que corresponda
a los testigos,
- -peritos e intérprete$ que deban comparecer, cuando éstos la soli-
citen, así como también los gast6s necesarios para el viaje y la estadía cuando
aquéllos no residan en la ciudad donde actúa el tribunal ni en sus proximidades.
La parte querellante, el actor civil y el civilmente demandado deberán
anticipar los gastos necesarios para el traslado e indemnización de sus respec-
tivos testigos, peritos e intérpretes, ofrecidos y admitidos, salvo que tambien
hubieren sido propuestos por el ministerio fiscal o el imputado, en cuyo caso,
así como en el de que fneren propuestos únicamente por el ministerio público
o por el imputado, serán costeados por el Estado con cargo al Último de ellos
de reintegro en caso de condena.
Ver comentario a los aits. 79,80 y 81.
Cuando el órgano de prueba ha sido propuesto por todas las partes resulta co-
mún y el Estado debe adelantar los gastos. Si sólo los requieren el acusador particu-
lar y las partes civiles, necesariamente deben anticiparlos.
La obligación de comparecencia para los testigos -no creemos que haya obs-
táculo en hacerla extensiva respecto de los peritos e intérpretes- se halla limitada
a que se domicilien hasta los setenta kilómetros del tribunal de la causa; tanto las
dificultades del traslado como la mayor distancia autorizan a que la declaración se
preste ante el juez del lugar (art. 10, ley 22.172).
Ver comentarios a los arts. 246,529,531, 533 y 535.

DEBATE
Se trata del momento de mayor importancia de todo el proceso, ya que resulta
imposible imponer una sanción penal sin su acabada realización.
En él cobran indiscutible observancia las características más relevantes del ré-
gimen: oralidad, continuidad, publicidad, contradicción, concentración e identidad
física del juzgador.
Se ajusta a la designación de plenario porque la contradicción se produce sin
retaceos: las partes formulan instancias, controlan la realización de los actos, pueden
pedir su modificación, fundamentar sus peticiones e ir preparando la vía recursiva de
casación. La denominación de plenario es aceptada en doctrina8'; pese a ello no cabe
siquiera pensar en semejanza alguna con el estadio procesal cuya iniciación fijaba el
art. 457 del Código derogado.

Derecho ..., p. 280.


BELING,
DEBATE

SECCION
PRIMERA

AUDIENCIAS

ebe evitarse el fácil equívoco de suponer que el juicio oral no puede legal-
en e cumplirse más aue en una audiencia.
n taisentido el Plural del epígrafe cumple una función docente, pues advierte
inpre que se observen las pautas fijadas para la continuidad, su completo
olvimiento puede comprender varias; es posible que en las causas cuyo objeto
hecho simple y fácil de reconstruir, no demande al tribunal más que una au-
,aunque pueda Iiaccionarse a través de la realización de un cuarto intermedio
no pueda agotarse en el día. Pero nada obsta a que, mientras no se aparte de
uuidad (art. 365, pám final, última oración), su cometido se afronte a través

a sesión única o diversas sesiones del juicio oral -las audiencias- se ajus-
roximadamente, al siguiente esquema cronológico:
stitución del tribunal con la imprescindible asistencia de las partes nece-
auxiliares y los órganos de prueba (art. 374) y apertura del debate.
Cuestiones preliminares (arts. 376 y 377).
eclaración facultativa del imputado (art. 378).
áctica de las pruebas (arts. 382 a 389,391 y 392).
'scusión final (art. 393, excepto último párrafo).
onclusión del debate con la eventual declaración del imputado y convoca-
la lectura de la sentencia (art. 393, último párrafo).
Documentación del acto (art. 394)ss.
S previsiones de los arts. 8" de la CADH y 14 del PIDCP -art. 75, inc. 22,
bservan, con mayor o menor escrupulosidad, en este estadios9.
lidad y publicidad
63. El debate será oral y público, bajo pena de nulidad; pero el tribunal
resolver, aun de oficio, que total o parcialmente se realice a puertas ce-
cuando la publicidad afecte la moral, el orden público o la seguridad.
olución será fundada, se hará constar en el acta y será irrecurrible.
da la causa de la clausura, se deberá permitir el acceso al público.

Principios generales
atribución se concede al órgano colegiado, quien puede decidir e1 cumpli-
...a puertas cerradas..." con o sin instancia de parte.
oralidad consiste en la utilización de la palabra hablada -según se dijo en
hoducción al Libro 11- para la comunicación entre los sujetos procesales y los
de la prueba, salvo las lecturas autorizadas (v.gr., memorial del actor civil,
,párr. lo;ver introducción a este Libro 111). La publicidad -también se anti-

Mos Mi~oEz,Elproceso ..., ps. 372 y ss., con referencia a la LEC.


1FEDEKIK,
"E1 abogado en el juicio oral. (La producción de la prueba en el debate)", LL del
682 DEBATE Art. 363

cipó- hace a la regularidad del proceso y, más allá, facilita el recíproco control entre
todos los intervinientes, incluso por la concurrencia en general.
b) Restricción a la publicidfid
Cuando existan motivos para realizarlo "...a puertas cerradas...", deberán expre-
sarse; así lo requiere la primera oración del segundo párrafo. Precisamente, la exigeii-
cia de fundamentación indica que no se trata de un arbitrio discrecional del órgano.
Se exterioriza a través de un decreto (art. 123) cuya sustentación en cuestiones
de moralidad, orden público y seguridad - c o n prolijo respaldo en las pertinentes
circunstancias- debe ser pulcramente expuesta en la decisión, pues así lo reclama
la frase inicial del segundo párrafo. La irrecurribilidad es relativa, porque si se utiliza
la falta de publicidad para soslayar el regular cumplimiento del debate o el contralor
popular, procedena la reserva para acudir en casación. En efecto: tanto la oralidad
como la publicidad son modalidades cuya omisión constituye fuente de una nulidad,
pues configuran el eje de todo el sistema; por ende, resulta admisible la reserva pre-
vista en el art. 456, inc. 2"; aunque su omisión no desguarece la impugnación ulterior.
El preparativo para 15 casación puede faltar porque se trata de una nulidad absoluta
(art. 167, inc. 3'). En la Constitución Nacional aquellas formas están impuestas im-
plícitamente para preservar el debido proceso adjetivo (arts. 18,28 y 33, id.).
La falta de publicidad puede comprender tanto un fragmento como el íntegro
desarrollo del debate.
Se concreta en la prohibición de acceso del público a la sala. Las causales
son taxativas, ya que se requiere la afectación: a) de la moral, estimada como las
vivencias colectivas de pudor imperantes en una comunidad que resultarían vul-
neradas, por ejemplo, si en un juicio por violación se permitiera acceder, sin este
retaceo, a la publicidad plena cuando declara la víctima (art. 118, párr. 4"); b) del
orden público: para Baudry-Lacantiuerie es el conjunto de ideas políticas, morales,
económicas, religiosas a las cuales una sociedad estima ligada su existehciagO;c) de
la seguridad, cada vez que no pueda ordenarse sin prever, adecuadamente, formas de
coerción posible para preservar las personas y los bienes (art. 120).
El desalojo de la sala durante el debate configura una restricción de carácter ex-
cepcional a la posibilidad del inculpado de controlar, durante su desarrollo, todas las
piezas de convicción presentadas contra él y su derecho a formular observaciones.
Su fundamento radica en la protección de los derechos de la víctima. Se ha dicho que
la presencia del defensor, si cumple con las interrogaciones sugeridas por su pupilo,
operan como puente conciliatorio, entre las garantías en pugna9'.
e) Publicidad
Si en la instrucción puede prescindirse de los principios de publicidad y contradic-
ción es porque, justamente, del sumario no pasa al juicio oral nada como adquirido92.

" Citado por AFTALI~N - GARC~A


OLANO - VILANOVA, Introducción..., p. 485, quienes afiaden que
no es un concepto univoco sino variable y es algo que "más se siente que se define, quedando librado
al criterio judicial su apreciación".
9 ' CNCP, sala IV; voto de la Dra. Berraz de Vidal, LL del 31112000, c. 1123 o DJ 2000-1-157,
f. 14.935.
92 TOC Fed Mar del Plata, LL del 61511996, f 94 228, con nota dc CORVALAN, "Valor de la pnieba
obtenida en la etapa instmctoria"
DEBATE

o es determinante el lugar fisico elegido para cumplir con la publicidad, salvo


exiguas dimensiones del espacio asignado en relación con la expectativa
se la burle en los hechos o que los controles o autorizaciones implemen-
ara ordenar el acceso del público impliquen en la realidad su pr~hibición~~.
-
rohihiciones para el acceso
4. No tendrhn acceso a la sala de audiencias los menores de dieciocho
os, los condenados y procesados por delitos reprimidos con pena corpo-
dementes y los ebrios.
azones de orden, higiene, moralidad o decoro el tribunal podrh orde-
n el alejamiento de toda persona cuya presencia no sea necesaria o
dmisi6n a un determinado número.

e una limitación a la publicidad menos amplia que la anterior94.Ex-


e los menores de 18 años -cuya edad surgirá mediante la exhibición
verificar si alguien fue condenado o está procesado
pena corporal.;." presenta ciertas complejidades. Por
ición de acceso en un testimonio de condena
un problema jurídico penal porque el Código
,privativas de la libertad ambulatoria, pero no
orporal, pues los grillos, el cepo y la estaca, por ser
maltratos, están prohibido^^^.

n -salvo el dato proporcionado por instrumen-


para no incurrir en una discriminación arbiiraria. Esta limitación fue
más recientes (CPP Córdoba y CPP Tucumán,
so el Código Procesal Penal Córdoba de 1940 se refería en concreto
condenados o procesados por delitos contra las personas o la propiedad..."
,id). Si bien el doctor Levene (h), autor del proyecto originario, omite es-
el punto96,cabe concluir que -sin infringir el art. 2'- el supuesto involucra
casos de delitos reprimidos con pena privativa de la libertad ambulatoria.

S son aquellos que, al momento de presentarse en la audiencia,


un desarreglo mental perceptible sin necesidad de que hayan sido de-
i ~ i oEs
~ fácil
~ . de presumir que en esas condiciones una persona
su conducta a lo exigido por el art. 369. De todas maneras y
e las facultades de policía y disciplina asignadas al presidente por el art.

1211990, "Araujo, Francisco M.", JA 1993-11-Síntesis, o Fallos 313:1472.


OLMEDO, Tratado...,t. VI, p. 237.
Derecho..., t. 11, ps. 369 y 370; conf. art. CP.
~ n fCódigos
. ..., t. 5 , ps. 4621463; Código..., ps. 3211322.
WEZ,Código..., p. 332.
684 a DEBATE Art. 365

370, cualquier dificultad de esta índole resulta superable a través de las medidas allí
previstas.
d) Ebrios &,
La ebriedad tiene que resultar notoria y perceptible por las actitudes del sujeto
sin necesidad de otra verificación.
e) Orden
El último párrafo toma como fuente, para el alejamiento previsto en el art. 370,
la afectación del orden, concepto mucho más reskingido que el de "orden público"
analizado al comentar el artículo anterior, pues sólo tiende a preservar la actuación
de los sujetos procesales y órganos de la prueba sin perturbaciones provenientes del
público. También incluye la higiene y el decoro, imponiendo una presencia que no
denote dejadez o descuido personal. La moralidad impone abstenerse de actitudes
susceptibles de perjudicar el mismo requisito analizado en el artículo anterior.
La reducción del acceso debe evaluarse con mesura y sin incurrir en desbordes
para que no se convierta en supresión.
Continuidad y suspensión
365. El debate continuará durante todas las audiencias consecutivas que
sean necesarias hasta su terminación; pero podrá suspenderse, por un término
máximo de diez (10) días, en los siguientes casos:
1") Cuando se deba resolver alguna cuestión incidental que por su naturale-
za no pueda decidirse inmediatamente.
23 Cuando sea necesario practicar algún acto fuera del lugar de la audien-
cia, y no pueda verificarse en el intervalo entre una y otra sesión.
3 3 Cuando no comparezcan testigos, peritos o intérpretes cuya intervención
el tribunal considere indispensable, salvo que pueda continuarse con la recepción
de otras pruebas hasta que el ausente sea conducido por la fuerza públiea o de-
clare conforme con el art. 357.
4") Si algún juez, fiscal o defensor se enfermare hasta el punto de no poder
continuar su actuación en el juicio, a menos que los últimos puedan ser reempla-
zados.
5 7 Si el imputado se encontrare en la situación prevista por el inciso ante-
rior, caso en que deberá comprobarse su enfermedad por médicos forenses, sin
perjuicio de que se ordene la separación de causas que dispone el art. 360. Asi-
mismo, si fueren dos o más los imputados y no todos se encontraren impedidos
por cualquier otra causa de asistir a la audiencia, el juicio se suspenderá tan sólo
respecto de los impedidos y continuará para los demás, a menos que el tribunal
considere que es necesario suspenderlo para todos.
6") Si alguna revelación o retractación inesperada produjere alteraciones
sustanciales en la causa, haciendo necesaria una instrucción suplementaria.
7") Cuando el defensor lo solicite conforme al art. 381.
En caso de suspensión el presidente anunciará el día y hora de la nue-
va audiencia, y ello valdrá como citación para los compareeientes. El debate
continuará desde el Último acto cumplido en la audiencia en que se dispuso la
suspensión. Siempre que Bsta exceda el término de diez (10) dias, todo el debate
deberá realizarse de nuevo, bajo pena de nulidad.
DEBATE

uando el debate se hubiere prolongado por más de diez (10) días efectivos
iencia y se diera el supuesto del inc. 4" respecto del juez, o cuando el fiscal
efensor no tengan posibilidad de reemplazo, la audiencia podrá suspen-
asta treinta (30) días hábiles. Podrá disponerse idéntica suspensión en el
verificarse las mismas circunstancia^^^.
uando se hubiere efectuado la previsión de convocar al juez sustituto y se -
or cumplir el plazo de suspensión extraordinaria prevista en el párrafo an-
o la reincorporación del juez fuere imposible, el sustituto pasará a integrar
al con facultades plenas hasta la conclusión del debate y los trámites pos-
.
No se admitirá la reiteración de incidencias ya resueltas. En los supues-
uspensión o aplazamiento de una audiencia de debate los jueces podrán
enir en otras, salvo que expresamente se disponga lo contrario".

de los plazos es la posibilidad de que un determinado acon-


su discurrir sin anular el período anterior; al cesar el episodio
enante comienza de nuevo a computarse desde el momento en que aquél se
no desde su iniciación. Por el contrario, la interrupción del plazo significa
ncluir el episodio que la originó, no se cuenta el tiempo transcurrido sino
enza a considerarse otra vez desde su inicio'00.
xto, el debate no puede suspenderse por más de diez días hábiles
erado este plazo, debe cumplirse nuevamente desde su comien-
lidad relativa y, como tal, se subsana si no se alega antes o
iciarse el debate (art. 170, inc. 3°)101.
5.770 se incorporó un plazo de suspensión extraordinaria de
e encuentren reunidos los siguientes requisitos: a) que el debate
ado más de diez días; b) que el juez se enfermare hasta el punto de no poder
r su actuación en el juicio; c) en idéntico supuesto, cuando el fiscal o defen-
o puedan ser reemplazados.
Cuando se hubiere designado un juez sustituto, su inco
tades plenas debe efectuarse antes del vencimiento del plazo de treinta días. No
ede su-recusación en esta etapa; debió formularse en laoportunidad del art. 359
mentario art. 359).
)Análisis de cada supuesto
) Regula los problemas cuyo planteamiento precluye al abrirse por primera
debate (art. 376); por ejemplo, las nulidades relativas producidas en los actos
imiilares del juicio (art. 170, inc. 2").
) Siempre que no pueda cumplirse en un cuarto intermedio durante el mismo
la audiencia; por ejemplo, el examen en el domicilio de un testigo (art. 386).
) Es preciso que el órgano de prueba se estime habrá de aportar un dato -uti-
d de la prueba- de suma relevanciapara la decisión del caso o, en el supuesto de
'ntérpretes, auxiliar a aquéllos en las condiciones de los arts. 268 y 269.

' Pdrraio incorporarla po: le! 25.7-0 (BO ~Ici10 9 1b03).


I'en3Si iiicomorlJ<i.o i i Ic\. 25'70 0 3 0 drl 16 <1 Z(l03)
FENECH,Derecho ..., t. 11, p. 354.
O' CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. VI, p. 253.
686 . DEBATE Art. 365

Sobre la utilización de la fuerza pública, ver comentario al art. 120.


El art. 357 regula la denominada instrucción suplementaria, uno de cuyos su-
puestos es, precisamente, anticipar la declaración cuando aparezca como razonable
la imposibilidad de la persona para hcudir a la audiencia del debate.
4) La identidad fisica de los juzgadores es elemento que hace a la validez del
juicio (ver introducción al Libro 111 y art. 399, último párrafo). Si la imposibilidad
excede los diez días, el debate debe desarrollarse nuevamente. Salvo que proceda la
suspensión extraordinaria de treinta días.
Para los fiscales, ver comentario a los arts. 5" y 67. Hay que atender a la ley
24.946 -Orgánica del MP- y no descuidar que la inviolabilidad de la defensa tam-
bién ampara a los acusadores; ver comentario al art. 357.
En cuanto a los defensores del imputado, cabe resolver su sustitución (arts
109 y 111).
5) El imputado, detenido o en libertad provisoria, debe encontrarse a dispo-
sición del tribunal, a fin de impedir la frustración del juicio; ver art. 366, último
párrafo.
6) Cuando se probuce, ocasiona el retroceso del juicio hacia la actividad pre-
liminar (art. 357), sin perjuicio de tener por válida la cumplida hasta ese momento;
puede provocar la ampliación de la acusación (art. 381)Io2.
Si se cambia el hecho, corresponde proceder como lo indica el art. 401, párrafo
segundo.
7) La inviolabilidad de la defensa se asegura al extremo de autorizar al tribunal
el reemplazo del MP o de los defensores (art. 368). En el caso del art. 381 se precisa
la ampliación del requerimiento fiscal, no por un hecho nuevo, sino por contingen-
cias que lleven a la posibilidad de que el delito resulte calificado o bien a su conti-
nuidad. Lo que no puede variar es el ámbito del objeto procesal, pues si no se daría la
.
situación prevista en el art. 401, párrafo segundo: hecho diferente cuya investi
debe promoverse en otro proceso penal.
El último párrafo, primera oración, indica que el acto de comunicación, a fin de
concurrir a la nueva audiencia, se produce oralmente.
Debiera estimarse como inc. 8" la suspensión originada en el abandono de la
defensa antes o durante el debate siempre que el nuevo asistente técnico solicite una
prórroga que no puede exceder de los tres días ni originar una nueva suspensión por
la misma causa (art. 112, párr. 2").
El Código no impide que durante la suspensión los jueces o fiscales intervengan
en otros juicios con debate oral'"; se admite que pueden dedicarse a cumplir otros
actos procesales como resolver algún recurso o cuestión de competencia en otras
causas'04.Pero no es lo ideal. A partir de la reforma introducida por ley 25.770, esta
posibilidad es admitida expresamente por el legislador, salvo que se disponga lo
contrario.

'Oi Ver CLARIAOLMEDO.Tratado..., t. VI, p. 257 n. 354.


'O' BUSSER- ITURRALDE,
Eljuicio ..., p. 53.
'" Juicio..., p. 50.
SOSAARDITI- FERNÁNDEZ,
DEBATE >,

Asistencia y representación del imputado


66. El imputado asistirá a la audiencia libre en su persona, pero el pre
dispondrá la vigilancia y cautela necesarias para impedir su fuga o vio-

Si no quisiere asistir o continuar en la audiencia, será custodiado en una sala


óxima; se procederá en lo sucesivo como si estuviere presente, y para todos los-
será representado por el defensor.
fuere necesario practicar su reconocimiento podrá ser compelido a la au-
r la fuerza
ndo el imputado se encuentre en libertad, el tribunal podrá ordenar
etención, aunque esté en libertad provisional, para asegura; la reaiización
uicio.
La presencia del imputado resulta imprescindible en el ámbito en que el tribu-
esenvuelve sus tareas; no hace falta que permanezca continuamente en la sala

,de esta manera, se facilita su defensa ma-


eto de reconocimiento, ver comentario al
apítulo VII, Título 111, Libro 11.
or otro lado, su ausencia genera un supuesto de nulidad absoluta (arts. 167,
,y 168, párr. 27, pues en nuestro país no hay proceso contumacia1 (ver Capí-
,Título IV, Libro TI), por estimarse que vulnera la defensa en juicio (arts. 18,
resolvió mantener esposado al inculpado
es ajena a la instancia casatoria; incumbe
guridad que estime necesarias para garanti-
ate y prevenir la fuga del acusado; su ejercicio razonable no
o como obstáculo para la comunicación con el defensor o indi-
oios.A menos que se atienda a una actitud anterior al inicio del
o calificar como razonable a la sujeción con esposas durante
audiencia. Sólo una actitud de repulsa física a la sujeción al juicio -agresión
de fuga- puede explicar la restricción; de lo contrano es iu-
le la exorbitancia que, por cierto, trasunta un anticipo del resultado del juicio.
ostergación extraordinaria
367. En caso de fuga del imputado, el tribunal ordenará la postergación del
,y en cuanto sea detenido fijará nueva audiencia.
se produce la fuga, la situación del imputado encuadra en el art. 288.
a suspensión del proceso opera, si son varios los imputados, exclusivamente
ra con él. Como se desconoce el tiempo que puede durar su rebeldía, es correcto
por la suspensión del debate. Si se rebasa el plazo previsto por el art. 365,
derá llevarlo a cabo nuevamente.

'"'LL del 4/5/2001, f. 101.940.


. ..
688 DEBATE Art. 370

Asistencia de fiscal y defensor


368. La asistencia a la audiencia del fiscal y del defensor o defensores es
-
obligatoria. Su inasistencia, no iustificada, es pasible de sanción disciplinaria.
En este caso el tribunal podrá reemplaz~rlosen el orden y forma que co-
rresponda, en el mismo día de la audiencia, cuando no sea posible obtener su
comparecencia.
El primer acto del debate (art. 374) consiste en el cercioramiento por parte del
tribunal de la presencia de los sujetos esenciales.
En cuanto al defensor, su presencia destaca la condición del auxilio técnico al
imputado para asegurar la garantía constitucional engarzada en el art. 18, CN. Es la
única forma de asegurar el contradictorio pleno.
Las sanciones disciplinarias son las previstas en el art. 113 para los defensores.
En cuanto a los representantes del MP, el art. 16 de la ley 24.946 -Orgánica del
MP- otorga el poder disciplinario al Procurador General de la Nación y al Defen-
sor General de la Nación, cuando se trate de faltas a dicho régimen. El art. 17, id.
-correcciones disciplinarias en el proceso-, atribuye a los tribunales el poder de
imponer las sanciones disciplinarias establecidas en el Código -al igual que para
los litigantes- por faltas cometidas contra su autoridad o decoro, salvo la sanción
de arresto, las cuales serán recurribles ante el tribunal inmediato superior. El Órgano
judicial deberá comunicarla al superior jerárquico del sancionado "...y toda inob-
servancia que advierta en el ejercicio de las funciones inherentes al cargo que aquí
desempeña" (art. 17, pán: 2", id.). Si la medida afecta al Procurador o al Defensor
General será comunicada al Senado de la Nación.

Obligación de los asistentes


369. Las personas que asistan a la audiencia deberán permanecer respe-
tuosamente y en silencio; no podrán llevar armas u otras cosas aptas para mo-
lestar u ofender, ni adoptar una conducta intimidatoria, provocativa o contra-
ria al orden y decoro debidos, ni producir disturbios o manifestar de cualquier
modo opiniones o sentimientos.
A tal fin se regula el poder de disciplina y policía conforme al articulo siguiente.
Poder de policía y disciplina
370. El presidente ejercerá el poder de policía y disciplina de la audiencia,
y podrá corregir en el acto, con llamados de atención, apercibimiento, multas
de acuerdo con e1 art. 159, segunda parte, o arresto hasta de ocho (8) días, las
infracciones a lo dispuesto en el artículo anterior, sin perjuicio de expulsar al
infractor de la sala de audiencias.
La medida será dictada por el tribunal cuando afecte al fiscal, a las otras
partes o a los defensores.
Si se expulsare al imputado, su defensor lo representará para todos los
efectos.
Es indispensable para el mantenimiento del orden, incluyendo aun a las perso-
nas que no intervienen en el desarrollo de la audiencia.
La expulsión del imputado no implica desatender su sujeción al juicio y al
tribunal.
ación de actos procesales
. La representación cesa cu
1 sometimiento al tribunal. Eso explica su Custodi

como en los del segundo no se exclu-


nte o ante el tribunal, a fin de que se

excepcional y momentáneo apartamiento del imputado de la sala de audien-


o puede descalificar al acto ce-
oluta prevista en el inciso tercero
sto en ejercicio del poder disciplina-
necesaria observancia del principio
ocada a testificar'07. Claro está que
incidencia se supedita al dictado de un auto que como tal deberá
entarse (art. 123); de lo contrario podría incurrirse en una desembozada arbi-
d. La presencia del defensor en la sala de audiencias garantiza el derecho de

a quien se le remitirá aquélla y las


edentes necesarios para la investigacibn.
supuesto como en los de los arts. 252,390 y 401, se trata de actos de
. 180,188 y 195, pues lacumple
n al imprescindible acto promotor
hlbunal ante el que se habría come-
strucción que reciba la denuncia.
rma de las resoluciones
2. Durante el debate las resoluciones se dictarán verbalmente, dejándose
neia de ellas en el acta.

'O6 Derecho ..., t. 11, p. 240, n. 140, con cita de Fallos 238:303; 241:419; 246235; 247:168 y 674.

CNCP, sala IV, LL del 2611111999, f. 99.608.


CLARIAOLMEDO, Tratado...,t. VI, p. 265, n. 379.
690 . DEBATE Art. 373

Aun las resoluciones no escapan al modo de realización del debate a través


de la palabra hablada, sin perjuicio de su inserción en el acta (art. 394, inc. 6"). En
cuanto a su motivación, ver art. 123.
De las reservas efectuadas,:cuando las resoluciones han sido adversas, de-
pende la viabilidad de la actividad casatoria, salvo que la nulidad sea absoluta
(art. 456, inc. 2"). Si resultan relativas, su deducción debe cumplirse sin solución
de continuidad (art. 170, inc. 3") y antes propiciarse, si es posible, su reposición
(art. 440).
Lugar de la audiencia
373. El tribunal podrá disponer que la audiencia se lleve a cabo en otro
lugar que aquel en que tiene su sede, pero dentro de su circunscripción judicial,
cuando lo considere conveniente y beneficioso para una más eficaz investigación
o pronta solución de la causa.
El anticipo del lugar atiende a hacer posible el acceso del público a la audien-
cia (art. 363). La falta de señalamiento preciso genera nulidad de carácter relativo
(art. 167, inc. lo); en-vez, resulta absoluta si no puede siquiera inferirse el sitio. Es
obvio que se impone el anoticiamiento a los otros sujetos procesales, sus letrados y
a los órganos de prueba.
El final del precepto responde al principio de economía procesal.
Ver arts. 3O, 4O y 12 a 17 de la ley 24.050, y arts. XO,16, 36, 52 y 66 de la ley
24.121.

ACTOS DEL DEBATE

Se conforma a través de una serie gradual de audiencias mediante las cuales


culmina la contradicción del juicio; se integra con un conjunto de imputaciones,
afirmaciones,oposiciones, razonamientos, control de pruebas, impugnaciones, inter-
vención del imputado y la discusión final.
Se perciben durante su desarrollo tres momentos, aunque carentes de autonomía,
pues están eslabonados entre sí y enderezados hacia una común finalidad, que son:
1) formulación de las cuestiones; 2) recepción de las pruebas, y 3) discusión final110.
Resulta imposible desplazar a los miembros del tribunal desde el comienzo
hasta la conclusión definitiva del debate, pues se lesionan las garantías del juez na-
tural y del debido proceso (arts. 18, 28 y 33, CN); tampoco a los integrantes del
MP ni a los defensores, aunque puedan ser sustituidos (arts. 365, inc. 4", y 11 de la
ley 24.946), porque resultasía afectada la garantía de la inviolabilidad de la defensa
(art. 18, CN).

"WLARIA Tratado...,t. VI, p. 278


OLMEDO,
DEBATE

y en el momento oportuno se constituirá el tribunal en


e audiencias y comprobará la presencia de las partes, defensores y tes-
ritos e intérpretes que deban intervenir. El presidente advertirá al im-
o que esté atento a lo que va a oír y ordenará la lectura del requerimiento
en su caso, del auto de remisión a juicio, después de lo cual declarar4

debe constituirse debidamente -al igual que el represen-


ra no malear con un vicio insubsanable, configurativo de nulidad
tividad (arts. 18,28 y 33, CN, y 167, incs. 1"y 2', y 168, pan: 2").
ización del debate es, por vía de principio, la sala de au-
al (art. 363). Bien puede ocurrir que, por resultar inapropiado
eño como para alojar una cantidad de público acorde con
-, con la debida antelación se fije otro sitio adecuado.
sponde al tribunal y debe ser comunicada tanto a las partes y
xiliares como al pueblo en general (ait. 373). De lo contrario, se incurre en
absoluta (ver introducción a este Libro 111 cuando se encara la publicidad
validez del debate).
demás circunstancias atingentes a la actividad son la forma o modo - o r a l ,
a de nulidad (art. 363j y el tiempo -el día fijado-. Su desatención tam-
bsoluta con los mismos fundamentos que para con el lugar. En
no...", si bien carece de sanción procesal no ajustarse
cabe duda de que tampoco se otorga al tribunal un arbitrio ab-
la sala de audiencias cuando le plazca; esta infracción puede
iplinarias aplicables por vía de superintendencia, y su reite-
si llega a configurar hábito, ser ponderada como causal de mal desempeño

do, el tribunal -por intermedio de su presidente- ha de


si han comparecido las personas que deberán participar en las audiencias,
ecisiones que habrán de adoptarse ante algunas inasistencias
368). Si la ausencia es del MP, imputado y defensor, debe remediarse acudiendo
arbitrios establecidos en los arts. 120 y 154. En cuanto al querellante, por tra-
tarse de un sujeto eventual, no puede ser compelido a intervenir, aunqus su aiisencia
habrá di. afectarle, pues resultará imposible retrotraer - principio de preirl~sión---el
a etapas cumplidas sin su interven~ión.
orroborada la presencia de los sujetos participantes en el objeto principal y
sario del proceso penal, debe procederse a verificar la de quienes son protago-
respecto de su objeto accesorio y eventual -la acción civil (arts. 87 a 103
y 118 de la ley 17.418)-. La presencia de estos últimos tampoco puede ser
uesta, pues su actuación circunvala intereses privados y, por ende, disponibles;
luego que tales inasistencias no han de ser indiferentes ante las ulterioridades
oceso. Para el actor civil implica que debe tenérsele por desistido cuando no
arezca al debate (art. 94, párr. 2"). Para el civilmente demandado acarrear&la
art. 59, CPN, en función del art. 101, páni último).
bién integra este momento liminar la admonición del presidente al imputa-
a a que no distraiga la percepción de todo lo que ocurra en las audiencias
á de presenciar, salvo que se produzca la circunstancia contemplada por
692 DEBATE Art. 375

el art. 366, pán: 2: o la del art. 370, párr. Último. Esta última razón advierte que si
puede estar fuera de la sala sin afectar la validez del debate, ninguna duda cabe de
que la desatención de su acaecer no empece tampoco a su virtud, al extremo de que
si divaga con pertinacia, se le puede-alejar de la audieilcia (art. 380, párr. lo). Luego
se lee el requerimiento de elevación a juicio (arts. 347, párr. final y 349, párr. final) o,
si hubo oposición, el auto de remisión (art. 351). Dicha tarea se cumple por el secre-
tario (art. 30, ley 24.050), tal como ocurre con otras exigidas por el Código (por ej.,
para la declaración indagatoria art. 301, párr. lo). La falta de lectura generará nulidad
absoluta (arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2") pues constituye -aunque incompleta por-
que no contiene un concreto pedido de imposición de pena- la acusación'", cuyo
conociiniento acabado por el imputado integra una de las exigencias de la garantía
de la inviolabilidad de la defensa en juicio (art. 18, CN). Así como la notificación del
requerimiento en la circunstancia del art. 349 cumple como una intimación efectuada
por escrito antes del debate, ésta se hace a través de la oralidad y cuando aquél se
halla en sus prolegómeno^"^.
Finalmente se declara abierto el debate. Se trata de una declaración solemne
a través de la cual se canaliza la imputación en sus límites objetivos y subjetivos,
pues no pueden adosarse nuevos hechos (art. 401, párr. último) ni extenderse a otros
acusados no incluidos en aquellas actividades, presupuestos de la elevación a juicio
(arts. 306 y 346). En opinión de Leone, por resultar "...dicho acto estrictamente
connatural al respeto del derecho de defensa del imputado...", su omisión depara su
nulidad absolutaH3(art. 18, CN; ver arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2').
Según se advierte, no resultan expresiones vicariantes apertura de la audiencia
y apertura del debate; aquélla comienza con la constitución del tribunal; la última,
al expresarlo el presidente. El distingo no es sólo teórico, pues tiene importancia a
los fines de fijar el momento en que se produce caducidad para el planteamiento de
cuestiones preliminares (arts. 170, inc. 2", y 376).
Dirección
375. El presidente dirigirá el debate, ordenará las lecturas necesarias,
hará las advertencias legales, recibirá los juramentos y declaraciones y mode-
rará la discusión, impidiendo preguntas o derivaciones impertinentes o que no
conduzcan al esclarecimiento de la verdad, sin coartar por esto el ejercicio de la
acusación ni la libertad de defensa.

a) Principios generales. Por cierto que no se trata de actividad jwisdiccional


sino simplemente de una íünción de gobierno. Se exterioriza a través de decretos (art.
122) -providencias simples (art. 34, inc. 3", punto a], CPCC)-- y, como tales, de
naturaleza administrativa.
b) Las lecturas necesarias son las impuestas por el Código (arts. 374,378, párr.
2", 383,391 y 392). Pero ordenar la de los documentos y actas incumbe al tribunal.

"' CJ Salta, JA 1965-V-519, f. 10.996.


"2 SOSA ARDITI - FERNANUEZ, Juicio ..., p. 72
"' Tratado..., t. 11, p. 348, n. 2.
DEBATE

Las advertencias legales comprenden el recuerdo al imputado de que


'ón (art. 378) es facultativa (art. 296) y las dirigidas a los testigos, peritos e
es versan sobre la responsabilidad penal en que pueden incurrir si son men-
s. 252,266 y 269); también corresponde señalar a los testigos su facultad
ción (art. 243) y a los peritos los impedimentos para ejercer su función
y 257; ver, para los intérpretes, art. 269).
La recepción de los juramentos está prevista en el art. 117. Cabe tener
que, conforme al art. 389, las interrogaciones pueden ser formuladas por
jueces del tribunal y, con la anuencia del presidente, por el fiscal, las otras
os defensores, orden merecedor de ilevantahles censuras, según lo señalado
mentario a este último artículo.
Las declaraciones pueden ser del imputado (art. 378), de testigos (art. 384)
'tos e intérpretes (art. 383; ver también art. 389).
Moderar la discusión implica hacer observar las reglas de respeto al trihu-
sistentes en la prohibición de asumir, durante el desarrollo de los actos pro-
tanto actitudes como emitir expresiones reñidas con la autoridad, dignidad
de la magistratura, para lograr que aquéllos se cumplan dentro de un marco
o y compostura; pueden consistir en la perturbación de algún acto procesal
ado ante el tribunal, en utilizar expresiones indecorosas u ofensivas, cual-
ea el sujeto a quien se dirigen. Debe atenderse que, a pesar de estar encarri-
ia tales personas, se infringe el deber de respeto al tribunal, aun en dichos
S,pues "...siendo éste el sujeto ante quien deben necesariamente cumplirse
S actos procesales, parece claro que se incurre en irrespetuosidad hacia él,
bándose su autoridad, en tanto se lo utilice como medio para inferir una
la otra parte o a cualquiera de las personas que intervienen en el proceso"114.
cumplimiento de este deber se sanciona conforme al art. 370.
La impertinencia consiste en la falta de relación con el hecho objeto del
o, por lo menos, con alguna circunstancia que gravite en el logro de su
strucción histórica. En el primer caso se exige determinar, por ejemplo, los
imientos que precedieron a la muerte del occiso; en el último, v.gr., precisar
personas se hallaban en el lugar.
Inconducente es todo lo que, aun anticipando su resultado positivo, carece
cia para verificar el perfil del acontecimiento investigado, por ejemplo, si se
n error en el objeto -se creyó matar a un león en vez de una persona-, pa-
uperñuo tratar de acreditar si la víctima usaba zapatos o zapatillas. En cambio,
era la exposición que verse sobre las características de las garras del animal.
rcunstancia supone la previa valoración de la prueba producida y, en rigor de
, sólo puede surgir del contenido de la sentencia final'15.
raíz de que tanto la función requirente como la de defensa se hallan prote-
or la inviolabilidad de la defensau6, los aspectos considerados en los dos

ALAcIo, Derecho...,t. 11, ps. 45146.


* Ver PALACIO, Derecho ..., t. IV, ps. 3581361.
cs, Fallos 262:144; 268:266; 297:491; 303:1349; 306:626.
694 DEBATE Art. 376

párrafos precedentes deben inclinarse a ordenar la prueba cuando surjan dudas sobre
eBOS extremos (art. 2").
Cuestiones preliminares
376. Inmediatamente después de abierto por primera vez el debate, seran
planteadas y resueltas, bajo pena de caducidad, las nulidades a que se refiere el
inc. 2" del art. 170 y las cuestiones atinentes a la constitución del tribunal.
En la misma oportunidad y con igual sanción, se plantearan las cuestiones
referentes a la incompetencia por razón del territorio, a la unión o separación
de juicios, a la admisibilidad o incomparecencia de testigos, peritos o intérpre-
tes y a la presentación o requerimiento de documentos, salvo que la posibilidad
de proponerlas surja en el curso del debate.

a) Nulidades. Se considera por primera vez abierto el debate luego de proce-


derse a la lectura del requerimiento fiscal o del auto de elevación a juicio (art. 374).
La utilización del adverbio de modo "inmediatamente" significa que no puede inter-
ponerse ninguna actividad entre aquel momento y la deducción de las cuestiones del
epígrafe. Si no se observa dicha modalidad temporal se incurre en caducidad o pér-
dida de la facultad de instar respecto de diversas actividades. Las nulidades produci-
das basta entonces (art. 170, inc. 2'7, si son relativas deben declararse únicamente a
petición de parte; de lo contrario, de oficio (art. 168, párr. 2').
b) En cuanto a la constitución del tribunal, la ley se refiere a su asentamiento
a consecuencia de la importancia que tiene el lugar de la audiencia"'.
Si se refiere a su integración, jamás podna convalidarse por falta de instancia
oportuna de las partes, ya que conforma uno de los supuestos de nulidad absoluta al
violentarse el principio del juez natural (art. 18, CN; arts. 167, inc. lo,y 168, párr. 2').
c) La caducidad, para decidir la incompetencia por razón del territorio, co-
rresponde sólo cuando es promovida por vía de excepción por las partes (ver Título
VI del Libro 11), pues conforme al art. 39, en consonancia con el art. 118, CN, el
tribunal oficiosanlente debe declararla cuando la verifiquef18;en este último caso
únicamente la cosa juzgada subsana esta hipótesis de nulidad absoluta119.También
quedan a salvo, junto con la tarea prevista en el Libro 11 (art. 40), los actos de la
instrucción ~uplementaria'~~.
d) La unión o separación de juicios comprende las cuestiones analizadas en
el art. 360.
e) La admisibilidad de los testigos, peritos e interpretes apunta a evitar su in-
tervención, cuando les está prohibido declarar, concluir o hacer posible la compren-
sión cuando no se tiene el mismo idioma (arts. 242,256 y 269). La incomparecencia
de dichos órganos de prueba encuentra remedio por vía de los arts. 120 y 154. El
vocablo admisibilidad se utiliza en lugar de aceptación; no tiene ningún vínculo con

"'CLARIAOLMEDO,Tratado...,t. VI, p. 283; ver introducción a este Libro 111.


CNCP, sala 11, LLdel 10í1112000, f. 101.162; id., salaI, DJ 2000-2-27, f. 15.431
"9 CREUS,Invalidez ...,p. 79.
"O CLAUAOLMEDO, Tvatado...,t. VI, p. 288.
inada sanción de inadmisibilidad (ver art. 2"); en cambio, el uso de
al rechazo indicado en el art. 356, párr. 2". Con el signific
ea en el tercer párafo última oración del art. 355; entonces se i
ingreso del testimonio al debate.
La mención a la prueba documental alude tanto a la no propuesta en su mo-
o como a la tempestivamente pedida; pero debe tratarse de elementos no incor-
-
S a los autos. La parte puede tenerlos en su poder, en cuyo caso los presenta.
trario corresponde recabar su remisión'21.
ones generales. Büsser e Iturralde agrupan las cuestiones prelimi-
ectores: 1) aquellas cuya falta de planteamiento oportuno, sin excep-
provoca caducidad: las nulidades comprendidas en el art. 170, inc. 2", y las
tinentes a la constitución del tribunal; 2) por el contrario, cuando la
earniento oportuno produce caducidad pero tolera excepción e indican
cia por razón del territorio (art. 39), la unión o separación de jui-
), admisibilidad o incomparecencia de testigos, peritos o intérpretes y
o requerimiento de documentos. También escapan a la caducidad
de las nulidades absolutas- la incompetencia por razón de la materia (art.
Ita de acción (art. 339, inc. 2°)'22.
art. 358 sienta un principio general en cuanto a la oportunidad para deducir
ciones -"Antes de fijada la audiencia para el debate..."-- ;en el párr. 2' del
6 se incluye la incompetencia por ra torio en consonancia con el

ámite del incidente


7. Todas las cuestiones pre
que el tribunal resuelva co
convenga al orden del proceso.
n la discusión de las cuestiones incidentales el fiscal v el defensor de cada
rte hablarán solamente una vez, por el tiempo que establezca el presidente.
Se origina un trámite incidental cuyo ob~etono coincide con el del proceso,
ciñe a las cuestiones indicadas en el art. 376.
resolución puede ser conjunta o bien por separado: una tras otra, siempre que
do en la primera no tome innecesaiio la discusión sobre las demás; por ejem-
O, si se resuelve a favor del pedido de incompetencia territorial. Es posible posponer-
S hasta el momento atinado e, incluso, como una de las decisiones preliminares del
positivo de la sentencia (art. 398, páni lo). El plaiileainiento -conforme al último
o del anterior articulo- puede hacerse durante el curso del debate.
Las discusiones deben cubrir las exigencias del contradictorio (ver introduc-
n a este Libro 111) y afrontar, quien primero haga uso de la palabra --el interesado
anteo-, la eventualidad de las alternativas que puedan aducirse como opo-
lo que pretende, anticipando la contestación. No se establece la duración de
cursos, pues incumbe al presidente fijarla.
696 . DEBATE Art. 379

Declaraciones del imputado


378. Después de la apertura del debate o de resueltas las cuestiones inci-
dentales en el sentido de la prosecución del juicio, el presidente procederá, bajo
pena de nulidad, a recibir la declaración al imputado, conforme a los arts. 296 y
siguientes, advirtiéndole que el debate continuará aunque no declare.
Si el imputado se negare a declarar o incurriere en contradicciones, las que
se le harán notar, el presidente ordenará la lectura de las declaraciones presta-
das por aquél en la instrucción.
Posteriormente, y en cualquier momento del debate, se le podrán formular
preguntas aclaratorias.
La apertura del debate se produce luego de la lectura del requerimiento fiscal
o del auto de elevación a juicio (art. 374). Las cuestiones incidentales se resuelven
conforme a lo expuesto en el artículo anterior.
Toda nulidad que concierne a la intervención del imputado, en una tarea que
le es inherente, resulta absoluta (art. 18, CN; arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2"). Esto
llega, con la misma fuerza, a las infracciones a lo establecido por los arts. 296,298 y
299; alcanza a la sentencia -por el efecto difusor de las nulidades- (art. 172, párr.
lo) y también al debate (art. 172, párr. 2').
Núñez afirma que la omisión en cumplir lo prescripto por el último giro del
primer párrafo no es alcanzada por la nulidadiz3;se trataría de una mera irregularidad
del acto.
El párr. 2" permite oralizar la declaración establecida en el Capitulo IV, Título
IV del Libro 11. En cambio, resulta inadmisible pretender que se incorporen al debate
manifestaciones obtenidas al margen de un interrogatorio judicial; si se meritan en la
sentencia de manera adversa al acusado, ocasionan su nulidad'24.
Desde luego que también puede negarse a responder las interrogaciones for-
muladas conforme al último párrafo, sin que dicha actitud pueda meritarse en su
.
contra (art. 298.. oárr. lo): .
,, nor eso nueden nlantearlas no sólo los integrantes
u

iribunnl sino las "partes" y "dctensores" asistentes al debate (art. 374). pues ayiie-
del

Ila 11lnit:iciotig;traritiza la incocrcibilidad dcl inipuiado 'I. Tampoco se excliiye que


la pregunta aclaratoria sea fonnulada por un coimputado (art. 389, pán: lo); en tal
caso debe atenderse a lo dispuesto por el art. 379 y ceñirla a lo establecido por el
art. 380.
Declaración de varios imputados
379. Si los imputados fueren varios, el presidente podrá alejar de la sala de
audiencias a los que no declaren, pero después de todas las indagatorias deberá
informarles sumariamente de lo ocurrido durante su ausencia.
Es facultad del presidente y tiende a preservar la espontaneidad de las decla-
raciones, hasta tanto se cumpla con todas. Cuando ello ocurra el mismo presidente
tendrá que transmitir -por cierto que en forma breve- lo acaecido sin la presencia
del imputado. Si se trata de una imputación formulada por uno de los coprocesados,
la falta de cumplimiento de este precepto - c u a n d o no se le anoticia el endilgamien-

Código..., p. 350.
ST Corrientes, JA 1987-111-365.
' i YOLMEDO, ~ ~ ~ ...,~t. 1, ps.
Tratado ~ 4981499.
DEBATE

enera la nulidad absoluta en los t6nninos del art. 167, inc. 3", pues conocer la
ba adversa (art. 298) es inescindible de una adecuada defensa en juicio (art. 18,
rt. 168, páni 2").
mbién puede ordenarse la incomunicación de los testigos que habrán de de-
r durante las audiencias del debate (art. 384, páni final).
egún la CNCP, sala 1, la garantía constitucional de la defensa en juicio, en -
consulta se exige informar al imputado de lo ocurrido en su ausencia, debe
nizarse con la insoslayable necesidad de brindar a la víctima el marco adecuado
erarla de toda coacción126.
cultades del imputado
el debate el imputado podrá efectuar todas las declaracio-
as, siempre que se refieran a su defensa. El presidente
n y podrá aun alejarlo de la audiencia si persistiere.
rá también la facultad de hablar con su defensor, sin que
suspenda; pero no lo podrá hacer durante su declaración
de responder a preguntas que se le formulen. En estas oportunidades

ege la facultad del imputado para efectuar durante el debate oral y púbii-
cual es protagonista- todas las declaraciones que considere oportunas,
ón a condición alguna y bajo la restricción, que la misma norma dispone,
e el presidente le impedirá toda divagación, con posterioridad a que
'ntervención; este reconocimienh efectiviza el carácter sustancial y
. Se conculca si durante el debate se im-
., durante la declaración de un t e s t i g e ,
m a r alguna circunstancia que excluya o
o cualquier aclaración pertinente, lo cual no se compensa
intervención en la ocasión reglada por el art. 393. Se le coloca en
'Ón de clara desigualdad y abre la casación por inobservancia de normas
,pues se incurrió en un vicio que torna nulo el debate e invalida el fallo.
ajusta síntesis formulada por la CNCP, sala IIII2l.
ada impide que antes de hacer uso de la palabra, el imputado se comunique
er párr. 2"); pero la intervención a que alude el pán. lo, es estric-
s se trata de un acto indelegable, y aun de habérsele expulsado
), aquél no puede sustituir10'~~.
te precepto no impide la oportuna intervención del defensor
ón irrestricta al contestar un interrogatorie durante el desa-
r amplísimo alcanzado por la contradic-
lidad de controlar la regularidad del acto---- y su condición
1 imputado (ver comentario al art. 104).
Casi siempre la divagación coincidirá con la impertinencia de lo manifestado

facultad del presidente, pero sujeta a corrección por la


solicitud de que se subsane el eventual defecto. Es preciso
BJnro. 5, p. 10.
'' ED 180-13, f. 48.875.
lis En contra, Nuijaz, Código...,p. 352
- DEBATE Art. 381

hacer la reserva para acudir en casación (arts. 171 y 456, inc. 2"), siempre que se
considerase caprichoso y no resulte estéril a los fines de su defensa. Si al excluirlo
arbitrariamente de la sala de audiencias se le ciega una facultad eslabonada con su
defensa material, como es respondepa aquellas imputaciones que le parezcan inicuas
cuando pudo hacerlo con éxito, la nulidad es absoluta (arts. 18, CN, y 167, inc. 3',
y 168, párr. 2").
El último párrafo tiende a preservar tanto la regularidad del acto como la posi-
bilidad de que el defensor gravite sobre su exposición una vez que el acusado aceptó
responder. Debe recordarse que ni siquiera la incomunicación durante la etapa ins-
tructoria obsta a la libre conferencia entre imputado y defensor, siempre que se lleve
a cabo antes del comienzo de la declaración o de cualquier acto en que intervenga
personalmente aquél (arts. 205, párr. 3", y 299). Si se impide de manera total la libre
conferencia, a pesar de la facultad expresamente admitida por preceptos específi-
cos del Código, se incurrirá en nulidad absoluta, pues se vulnera la asistencia del
imputado y se viola la garantía constitucional del art. 18, CN (arts. 167, inc. 3", y
168, párr. 2').
Ampliación del Jequerimiento fiscal
381. Si de las declaraciones del imputado o del debate surgieren hechos
que integren el delito continuado atribuido, o circunstancias agravantes de ca-
lificación no contenidas en el requerimiento fiscal o en el auto de remisión, pero
vinculadas al delito que las motiva, el fiscal podrá ampliar la acusación.
En tal caso, bajo pena de nulidad, el presidente le explicará al imputado
los nuevos hechos o circunstancias que se le atribuyen, conforme a lo dispuesto
en los arts. 298 y 299, e informara a su defensor que tiene derecho a pedir la
suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas o preparar la defensa.
Cuando este derecho sea ejercido, el tribunal suspenderá el d ~ b a t epor
un término que fijara prudencialmente, según la naturaleza de los hechos y la
necesidad de la defensa.
El nuevo hecho que integre el delito o la circunstancia agravante sobre la
que verse la ampliación, quedaran comprendidos en la imputación y en el juicio.

a) Ampliación
. Las únicas fuentes determinantes de la eventual ampliación son la confesión
del imputado o la prueba recogida en la audiencia; resulta ineficaz acudir a pruebas
de la instrucción a las que se pretendiera asignar distinto mérito al otorgado en e!
requerimiento (art. 347, p h 2') o en el auto de elevación (art. 351).
Si el fiscal asume la pertinente iniciativa -no el querellanteiz9-, el tribunal
deberá advertir al imputado para eliminar la fuente de una incuestionable nulidad
absoluta; si aquélla falta, se excluye toda posibilidad de amplia~ión'~~. De lo con-
trario resultará patente el desguarecimiento ocasionado a la facultad de contestar y
producir pruebas, pues el hecho permanece idéntico en su base pero su descripción
es diferente. Si en esa situación no se otorga aquella posibilidad -refutar y arrimar

I z 9 DONNA - MAIZA, Código. .,p. 109; en contra, TOC Fed. Mar del Plata, LL 1998-E-659,
f. 98.249, comentado por PARMA - LUQUE,"Caso 'Pochat': Una sentencia posmoderna", como nota al
f. 98.370.
"" TOC nro. 6, ED 175-464, f. 48.405.
DEBATE

anzas- se agrede la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN, arts. 167, inc. 3

condenar por una calificación del delito distinta de la contenida en el auto


rd
sión o en el requerimiento fiscal, el imputado debe haber tenido puntual no-
el hecho atribuido y encontrarse en situación oportuna para ejercer su defensa
ecto de la calificación seleccionada en definitivai3'. -
) Notificación al imputado
Para que el rribiinal piicil;i calificar de otra iiianera al Iiecho objeio del reqiieri-
miento o del auto tle aannura del iiiicio --Wlosi sr. inanticnc la iiiisliia platafomia
es si el hecho es diverso, aun cuando sean reiterados (art. 55, CP), corres-
mover la instrucción desde su inicio (art. 401, párr. final)-, se impone
advertir al imputado acerca de la eventual aplicación de un precepto
del hasta entonces invocado, siempre que el fiscal haya solicitado la
pontáneamente; por ejemplo: si la acusación encuadró el hecho como
simple y del debate -aunque sólo fuere por la confesión-, surge que
calificado (art. 80, CP)'32;se excluyen las circunstancias agravantes de la
refiere el art. 41, inc. 2", CP, y las relativas a la reincidencia (arts. 50 y
sultarán poiiderables en'el momento de la discusión final. Si
ngencia y la correlación o congruencia rebasa el mero ámbito
para filtrarse por el flanco del derecho sustancial aplicable, se produce
la denominada, en España (ai-t. 733, LEC), "forzar la tesis o

tiene carácter excepcional,pues no puede modificarse su objeto. La


cter inmutable aunque relativo pues, en las circunstancias exami-
delito calificado como la continuación deberán ser advertidos y
1del debate a fin de poder ampliar'en ese momento la acusación.
ducida dicha circunstancia y previa aceptación del requerimiento del MP, el
te deberá proceder a explicar al imputado el nuevo matiz de la requisitoria,
ir -tal como en la etapa de la instrucción- con la intimación completa del
-integrada ahora con el nuevo enfoque del acusador público- e ilustrarle
los elementos de convicción que apuntalan la ampliación; asimismo le hará
ue la eventual declaración indagatoria es facultativa (arts. 296,298 y 299). A
se impone advertir al defensor tal como se establece en el final del párr. 2". En
nte debe proceder conforme a los arts. 375 y 378.
as formalidades se incurre en nulidad absoluta, pues se infringe
nos que la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN); el vicio alcanza la in-
de las previsiones de los arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2".
ra condenar por una calificación del delito distinta de la contenida en el auto
isión o en el requerimiento fiscal, el imputado debe haber tenido puntual no-

'" CNCP, sala 1, LL del 30/10/2000, f. 101.095.


euquén, "Gmich, Pedro", 19/2/1991.
NIETO,Correlación...,p assim; MA~ER, La Ordenanza...,vol. 11, p. 234, quien destaca la
mpuesta a los tribuiiales argentinos; ver art. 401 infine.
DE SANTAMAR~A, "El principio de congruencia en el ordenamiento procesal penal de
ción", LL del 12/9/1997.
700 . -. DEBATE Arl. 381

ticia del hecho atribuido y encontrarse en situación oportuna para ejercer su defensa
respecto de la calificación seleccionada en definitivals5.
c) Notificación al defensor a
La comunicación al defensor de su facultad para requerir la suspensión del
debate, se adecua a lo previsto por el art. 365, iuc. 7"; anota Manzini que el otorga-
miento del plazo para posponerlo no confiere arbitrio amplio, pues el tribunal está
obligado a o t ~ r g a r l o ' ~SU
~ .inobservancia también configura un vicio que afecta la
pleiiitud del contradictorio en el debate, habilitante de la casación (art. 456, inc. 27,
cuya admisibilidad toma innecesaria la protesta previa por configurar un motivo
absoluto de la denominada casación fonnal. El carácter de la nulidad está impues-
to al quedar descolocada la defensa, ya que se le priva de refutar el nuevo matiz y
procurar neutralizarlo mediante otros elementos probatorios; también se resiente la
razonable igualdad de condiciones asignable a las partes en el ejercicio de sus pre-
tensiones y defensas (arts. 16 y 18, CN).
d) Procedimiento
La suspensión no podrá exceder el plazo de diez días hábiles, pues, en esa
circunstancia, se produce la interrupción del debate y debe cumplirse toda la tarea
desde el comienzo (arts. 162, párr. lo, y 365, páni penúltimo). La fijación del plazo
corresponde al tribunal y no al presidente.
Si se observa lo atinente a la intimación, la acusación resulta ampliada y, cu-
bierta la defensa, la sentencia debe extenderse a la agravante o al delito continuado.
En modo alguno corresponde cumplir el trámite del Título VI1 del Libro 11
para dar ocasión a la defensa a oponerse a la ampliación de la requisitoria, por las
siguientes razones: a) si aquella oposición prosperara, correspondería el dictado de
sobreseimieuto; pero éste supone un hecho diferente, ya que es inadmisible preten-
der dicha resolución sobre una de las posibles calificacioues del mismo suceso; el
hecho básico será idéntico, sea simple o calificado o medie o no continuación; b)
el momento procesal y la estricta observancia de las prescripciones de este artículo
garantizan extender la posibilidad de producir prueba para desvirtuar la figura cali-
ficada o la continuación; c) el defensor podrá, en todo caso, propiciar -amén de la
absolución- la adecuación a la figura simple y no a la calificada o la improcedencia
de la continuación en el momento de la discusión final (art. 393).
Es posible realizar una instrucción suplementaria, en los ténninos de los
arts. 357 y 365, inc. 6", sobre el nuevo aspecto.
La intimación de los hechos, realizada a través del requerimiento de elevación
o auto de remisión, justifica la necesidad de que la acusación sea inmutable, pero ese
carácter es simplemente relativo, dando lugar a excepciones -como la aquí contem-
plada- siempre que no se afecte el principio constitucional de defensai3'.

CNCP, sala 1, LL del 30/10/2000, f. 101.095.


"Vratado..., t. IV, p. 366.
"' TS Neuquén, 211111990, "Alarcón, Angélica"; CNCP, sala 11, JA 1996-11-546. Ver ZAGAIU,
"Ampliación de la acusación en el proceso penal (M. 352, C.Pr.Cr. Río Negro)", JA 1994-1-751;,F~oa-
RIK,"El abogado en el juicio oral, LL del 241211994. (La producción de la prueba en el debate. Ultima
parte. Ampliación del requerimiento)".
DEBATE ,,

Recepción de pruebas
382. Después de la indagatoria el tribunal procederá a recibir la prueba en
el orden indicado en los artículos siguientes, salvo que considere conveniente

En cuanto sean aplicables y no se disponga lo contrario, se observarán en


el debatedas reglas establecidas en el Libro II sobre los medios de prueba y lo -
dispuesto en el art. 206.
Salvo los supuestos de oralización por la lectura (arts. 378, párr. 2", 383, 386,
387,391 y 392) y, cuando sea necesaria -según se vio-, la instrucción supleinen-
taria (art. 357), la sentencia definitiva debe pronunciarse "...valorando las pruebas
recibidas y los actos del debate conforme a las reglas de la sana critica..." (art. 398,
párr. 2"). De ello se sigue que la recepción -mejor dicho producción- adquiere
singular relevancia con miras a la resolución final.
El momento inicial, si se.niega a declarar el imputado, puede convertirse en el
de la lectura de la indagatoria (art. 378, páni 2').
En su oporinnidad (ver comentario al art. 206) censuramos esta norma de remi-
sión, alojada en el pám 2', porque la estructura de los códigos modernos adopta el
ás prolijo arbitrio de incluir los medios de prueba al regular la actividad procesal
onf. Proyecto Maier, Libro 1, Titulo 111, Capitulo 5; CPP Córdoba y Tucumán, Li-
ro 1, Título VI, Capitulo IX).
La opción del primer pársafo corresponde al órgano colegiado y no al presidente.

Peritos e intbrpretes
383. El presidente hará leer la parte sustancial del dictamen presentado
por los peritos y éstos, cuando hubieren sido citados, responderán bajo jura-
mento a las preguntas que les sean formuladas, compareciendo según el orden
n que sean llamados y por el tiempo que sea necesaria su presencia.
El tribunal podrá disponer que los peritos presencien determinados actos
del debate; también los podrá citar nuevamente, siempre que sus dictámenes
resultaren pocos claros o insuficientes y, si fuere posible, hará efectuar las ope-
raciones periciales en la misma audiencia.
Estas disposiciones regirán, en lo pertinente, para los intérpretes.
Por vía de principio, el dictamen pericia1 propuesto en la ocasión del art. 354 se
realiza por escrito y en tiempo oportuno para que pueda utilizarse durante la audien-
cia, sin perjuicio de lo establecido en el párr. 2'.
La opinión de los peritos será la vertida durante la instrucción (Capítulo V,
Titulo 111, Libro 11) y en la instrucción suplementaria (art. 357). Si se recaba sobre
puntos diferentes de los abordados en esas ocasiones, pueden designarse nuevos ex-
pertos (art. 355, párr. 3', primera oración); una vez presentado el informe pertinente,
también pueden interrogarse a dichos auxiliares.
Su comparecencia se originará en la propuesta de las partes (art. 354) o bien de
oficio por el presidente (art. 356, último párrafo, oración final).
Corresponde la formulación de las interrogaciones a los sujetos señalados en el
89. Para la recepción del juramento, ver art. 117.
702 . DEBATE Art. 385

Su asistencia a los actos del debate debe ser dispuesta por el tribunal. Núñez
piensa que puede decidir el presidente y propiciarse, ante su negativa, reposicióno8.
"Lo normal es que a los peritos se los Ilaine al debate para preguntarles sobre sus
pericias. Excepcionalmente se orderian operaciones periciales para ser realizadas en
la audiencia. Si es común que se ordenen pericias para ser realizadas durante el de-
sarrollo del debate. En tales casos el tribunal ordena la pericia en la misma audiencia
del juicio oral y las partcs pueden ofrecer sus peritos"'39.
En cuanto a los intérpretes, ver comentario al art. 269.
Examen de los testigos
384. De inmediato, el presidente procederá al examen de los testigos en el
orden que estime conveniente, pero comenzando con el ofendido.
Antes de declarar, los testigos no podrán comunicarse entre sí ni con otras
personas, ni ver, oír o ser informados de lo que ocurre en la sala de audiencias.
Después de declarar, el presidente resolverá si deben permanecer incomu-
nicados en antesala.
La mutación del &den es facultad exclusiva del presidente y no existe recurso
alguno para cue~tionarla'~~.
El aislamiento de estos órganos de prueba durante la audiencia -párr. 2-'
procura garantizar la autenticidad de sus aseveraciones y evitar toda forma de colu-
sión. En cuanto a los imputados, ver art.379.
Conforme al art. 96, el actor civil no queda eximido del. deber de atestiguar. En
ese caso prepondera su condición de órgano de la prueba y resultan de aplicación a
su respecto los párrs. 2" y 3". Otro tanto sucede con el querellante (arts. 86 y 243;
para el querellante exclusivo ver art. 430, páni lo, segunda oración).
La revelación de identidad del agente encubierto citado como testigo no es
siempre condición necesaria para su presentación en juicioI4'. ,
Elementos de convicción
385. Los elementos de convicción que hayan sido secuestrados se presenta-
rán, segun el caso, a las partes y a los testigos, a quienes se invitará a reconocer-
los y a declarar lo que fuere pertinente.
. Son las piezas a través de las cuales el juez puede obtener certeza en tomo a la
comisión de un hecho delictivo. Todo aquello que significa la representación mate-
rial y la apariencia física del delito'42.
Sobre objetos secuestrados ver comentario al art. 23 1; aunque puede aplicarse
este mismo régimen para el reconocimiento de imágenes y voces'43.

'la Código..., ps. 3561357.


'j9 FLDEKIK, ''El ahogado en el juicio oral. (La producción de la pmeba en el debate)", LL del
26/8/1993.
NOÑEZ,Código...,p. 357.
"' CNCP, sala 1, LLdel30110/1997, f. 96.245, o DJ 1997-3-814, f. 12.376. Ver comentario alos
axis. 240,249,354, acápite d), y 355, páni 6'.
'" SCBA, ED 3-472, f. 1358; CCC, salaV, JA 1961-IV-165, f. 3883.
'" CLAR~AOLMLDO, Tuafado..., t. VI, p. 298.
DEBATE

El cumplimiento de esta actividad debe constar en el acta del debate (art.

de exhibición, en la medida en que afecte la inviolabilidad de la defensa


(art. 18, CN) no sólo para el imputado sino también para los acusadores, configura
un supuesto de nulidad virtual y absoluta (art. 18, CN; arts. 167, incs. 2" y 3: y 168,

Examen en el domicilio
386. El testigo, perito o intérprete que no compareciere a cansa de un im-
imento legítimo, podrá ser examinado en el lugar donde se encuentre por un
z del tribunal, con asistencia de las partes.
Ver art. 25 1. Además del impedimento físico conteinplado en aquel precep-
se comprende también todo hecho o circunstancia atendible que, a criterio
sidente (art. 375), obstaculice de manera categórica la comparecencia; por
, si el día y a la hora fijada para hacerlo debe someterse a una intervención
ca, siempre que ello se respalde en debida forma.
or tratasse de una excepción al régimen de la oralidad (art. 391, inc. 4") y en
medida a la inmediación, las aseveraciones del órgano de pmeba deben reco-
en acta (arts. 138 y 139), pues no hay otra forma para su lectura en el debate.
Si alguna de las partes estimase sufrir agravio con motivo del cambio del lugar
ra cumplir la diligencia, debe plantear reposición (art. 440, páni lo) a los fines de
vía casatoria prevista en el art. 456, inc. 2"; adviértase que si, caprichosamente, se
uta el lugar del desarrollo del debate, se incurre en una nulidad virtual, pues surge
sistema del Códigoque, salvo lo prescripto por el art. 373, impone llevar a cabo
udiencia en la sede del tribunal'45.
Se trataría de una nulidad absoluta por afectar, además, la intewención del tri-
al en forma de colegio (art. 167, iric. 2?,y 168, párr. 2"). Por otro lado, se agrede
rincipio de publicidad instaurado para apuntalar la garantía del debido proceso;
uérdese que facilitar el acceso del pueblo es un elemento atingente a la validez del
ate (arts. lo, 18,28 y 33, CN, y 363).
Si se produce semejante situación, la lectura ulterior no suple la omisión de
as garantías propias de la oralidad (inmediación, contradicción amplia, publicidad,
ntinuidad e identidad fisica del juzgador). Adviértase, además, que es preciso SUS-
nder el debate conforme al art. 365, inc. 2". De manera mediata se complica el
ecuado contralor por las partes, obstaculizado por la inaudita realización -salvo
. 373- de la audiencia fuera de la sede del tribunal.
pección judicial
387. Cuando fuere necesario el tribunal podrá resolver, aun de oficio, que
Practique la inspeccidn de un lugar, lo que podrá ser realizado por un juez del
ribunal, con asistencia de las aartes.
Asimismo, podrá disponer el reconocimiento de personas y la realización

'" CNCP, sala 11, JA 1996-1-493, o ED 166-311, C. 46.975.


DEBATE

Hemos señalado que este medio de prueba se encuentra dentro de los que con-
forman las facultades autónomas de investigación por el tribunal de juicio, dándole
una peculiar coloración (ver comentario al art. 357).
La decisión incumbe al órgado colegiado, incluso sin estímulo de parte. Si ha
sido pedida por cualquiera de éstas y la prueba resultare crucial para motivar la
sentencia (ver art. 404, tnc. 29, ante el rechazo cabe recumr en casación, previa
reposición y reserva (arts. 440, p á n lo, y 456, inc. 2"). La nulidad resulta absoluta
en cuanto puede afectar la inviolabilidad de la defensa de las partes, según su mérito
para determinada solución (art. 18, CN; arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2").
El último párrafo tiene autonomía con respecto al primero --en cuanto al lugar
de realización-; por lo tanto, el reconocimiento y el careo deben cumplirse en el
ámbito destinado a la audiencia.
Nuevas pruebas
388. Si en el curso del debate se tuviera eonoeimiento de nuevos medios de
prueba manifiestamente Útiles, o se hicieren indispensables otros ya conocidos,
el tribunal podrá ordenar, aun de oficio, la recepción de ellos.
Se trata, cuando se disponen de oficio, de otra manifestación de las facultades
autónomas de investigación otorgadas al iribunal de juicio (ver comentario al arí. 357).
La fuente de la prueba puede surgir tanto del desarrollo de la audiencia como de
la etapa instructoria, siempre que aún no hayan sido incorporadas. No se elimina la
posibilidad de que las partes las sugieran, sin recurso ante la denegatoria; el adverbio
"aun", impreso sin acento en la edición oficial, está utilizado como sinónimo de tam-
bién o inclusive146,lo que denota que nada obsta a que aquéllas puedan proponerlas.
El plazo para ordenar las nuevas pruebas comienza en el momento de la aper-
tura del debate (arí. 374, pán: final).
La prueba es manifiestamente útil si durante el curso del debate y ánticipando
su resultado, se concluye que, posiblemente, ha de gravitar en la dilucidación de su
objeto.
Se torna indispensable cuando la imposibilidad de soslayar su producción surge
de algún otro elemento antes incorporado.
lnterrogatorios
389. Los jueces, y con la venia del presidente y en el momento en que éste
considere oportuno, el fiscal, las otras partes y los defensores podrán formular
preguntas a las partes, testigos, peritos e intérpretes.
El presidente reehazará toda pregunta inadmisible; su resolución podrá
ser recurrida de inmediato ante el tribunal.
Los miembros del órgano colegiado pueden plantear interrogaciones; destina-
tarias no sólo son las partes penales sino, además, las que intervengan en la cuestión
civil accesoria y eventual; desde luego también los órganos de la prueba.
A su vez, con la anuencia del presidente, tainbién pueden proponer cuestio-
nes a los mismos destinatarios todos los otros sujetos procesales. La autorización
comprende a los defensores: para el imputado, su abogado de confianza o defensor

'46 REALACADEMIA
ESPANOLA,
D~cc~onarzo
de la Lengua Española, ed 1970, p 143, segunda
columna
rt. 391 DEBATE

écnico; para el actor civil y el civilmente demandado, su apoderado o patrocinante,


al igual que para el querellante.
Otorgada la conformidad del presidente, no es preciso que se canalice a través
suyo la pregunta y nada se opone a que la exprese concretamente el autorizado. Debe te-
nerse presente que éste es uno de los momentos culminantes de la contradicción plena.
Pregunta inadmisible es la capciosa o sugestiva (ver comentario al art. 299, -

El pedido de reposición ante la Cámara, cuando es denegado, faculta a hacer la


eserva de la casación, pues se trata, en principio, de una nulidad relativa. Salvo que
e demuestre que la denegatoria privó de una prneba axil a las partes, en cuyo caso
nlidad seria absoluta (arts. 18, CN; art. 167, inc. 3", 168, pán: 2", y 456, inc. 2").
Resulta censurable el orden fijado para formular las cuestiones, pues al privi-
legiar al tribunal, se restringe considerablemente la espontaneidad de las respuestas
posteriores al contestar las requeridas por las partes. Resulta preferible el denomi-
nado sistema del cross enamination adoptado por el derecho anglosajón que hace
posible alterar el orden otorgando primacía a las partesI4'.
Falsedades
390. Si un testigo, perito o intérprete incurriera presumiblemente en falso
stirnonio, se procederá conforme a lo dispuesto por el art. 371.
Ver también arts. 252,371 y 401, pán: final.

Lectura de declaraciones testificales


391. Las declaraciones testimoniales no podrán ser suplidas, bajo pena de
lidad, por la lectura de las recibidas durante la instrucción, salvo en los si-
ientes casos y siempre que se hayan observado las formalidades de la iustruc-

1 3 Cuando el ministerio fiscal y las partes hubieren prestado su conformi-


ad o la presten cuando no comparezca el testigo cuya citación se ordenó.
2") Cuando se trate de demostrar contradicciones o variaciones entre ellas
las prestadas en el debate, o fuere necesario ayudar la memoria del testigo.
3') Cuando el testigo hubiere fallecido, estuviere ausente del país, se igno-
re su residencia o se hallare inhabilitado por cualquier causa para declarar.
4") Cuando el testigo hubiere declarado por medio de exhorto o informe,
mpre que se hubiese ofrecido su testimonio de conformidad a lo dispuesto en
S arts. 357 6 386.

a) Procedencia
,. uara los actos del debate es la oralidad: al introdu-
Conforme al art. 363 la reela >

cirse por 13 Ic'cii~r;~


una dc~lüració~~iesiin~o~nal se cercena Iü i~i~ncdinciúil ) va~nbic'n,
en pane, el principio del cuiitr~dicrorioplctio, piic's inicrfierc e11la pobibilidad dc u n
estricto control eñ punto a los dichos del órgano de prueba.
Como la instrncción suplementaria (art. 357) se cumvlió a través de la oralidad
e concluye que taiibiéu están comprendidas las declaraciones recibidas en

'" MAIER,La Ordenanza...,vol. 11, p. 208.


706 . - DEBATE Art. 391

Si se aparentó cualquiera de las situaciones habilitantes de la lectura, se incurre


en un vicio susceptible de tomar ineficaz el debate. La nulidad resulta subsanable y
sólo procede a instancia de parte (art. 171, inc. 2"). En vez, si la sentencia se fundase
en la lectura ilegal de una declaracidn escrita se ocasiona su invalidez. La nulidad,
en este supuesto, es de carácter absoluto (art. 18, CN; art. 167, incs. 2" y 3', y 168,
pán: 29.
Las formalidades de la instrucción se exigen en función de lo prescripto por el
art. 382, párr. 2 O .
Se trata de supuestos de excepción por colisionar con las primordiales caracte-
rísticas del juicio oral (ver introducción al Libro 111) y, por tal motivo, la enunciación
es taxativa.
Estas lecturas, al igual que las del artículo siguiente, incumbe ordenarlas al
tribunal.
b) Aniilisis de los casos
1) Tanto la parte que propuso la lectura como aquella que tenga interés por
razón de su contenido,ya sea en orden a la cuestión penal o a la deben ser
las que expresen avenencia; tiene que tratarse de un órgano de prueba debidamente
citado. Frente a su ausencia recién resulta posible expresar el consentimiento. Por
tratarse de una cuestión técnica se entiende que incumbe al defensor formularla.
2) Se apunta a advertir al testigo la pugna entre sus diferentes declaraciones
instructorias y las del debate. Con prudencia, también se endereza a que el testigo
transmita sus percepciones, recordándole lo antes expuesto.
3) La inhabilitación debe ser de índole mental pues, de lo contrario, se cumple
a través de lo establecido en el art. 386. El inciso comprende, además del supuesto
de muerte, la permanencia en el extranjero no superable a través del art. 134 y el
desconocimiento de la radicación.
La CNCP, sala 1, señaló que si se ignora la residencia de la víctima del robo
resulta válida la incorporación al debate por lectura de su declaración testimonial,
aunque con la salvedad de que detraida esa probanza el resultado del proceso no
hubiera sido distintoi4! Para el TOC nro. 7, la nulidad de la incorporación por lec-
tura del testimonio de la víctima sólo puede resolverse luego de una valoración en
conjunto del resto de la prueba y de establecer si tal incorporación de probanzas no
controladas por la defensa son dirimentes; se concluye por la absolución al no haber-
se podido cumplir un verdadero debate coi~tradictorio'~~.
4) En primer término debe tratarse de un testigo que declaró por medio de
exhorto (ver comentario al art. 246) o bien por informe, a menos que haya renun-
ciado al tratamiento especial (art. 250, último párrafo). En razón de que tanto la
instrucción suplementaria como el examen en el domicilio se cumplen a través de la
oralidad actuada, no hay otro medio de incorporar al debate la declaración prestada
en esos casos, como no sea a través de lo previsto en el párrafo inicial.
En el Código tipo, en cuya redacción intervino Levene (h)15', entre la voz "tes-
timonio" y el giro "de conformidad" aparece la conjunción disyuntiva "o", que no se

NORtz, Código..., p. 361


'" JA 3996-IV-444.
'I0 DJ 2002-1-69, f. 17.655.
'*' Códigos..., t. 6, p. 107
DEBATE

percibe ni en el proyecto publicado por dicho tratadistais2ni en la edici


Ministerio de Justiciais3.A lo que cabe añadir que no se encuentra razón atendible
para explicar la desaparición de aquel vocablo. En consecuencia, son dos las situa-
ciones a distinguir: cuando el testigo no declaró por los medios de comunicación
ndicados en este inciso o bien cuando se le recibió declaración en su domicilio.

Para el TOC nro. 2, cuando el testigo de cargo es uno solo y no acudió al debate,
lectura resulta insuficiente, pues no pudo efectuarse el control imprescindible de
na prueba significativa; por ello entendió que correspondía la ab~olución'~'.Según
alacio resulta extensiva la excepción de este precepto al no puntualizarse cuál de

En general se considera improcedente la lectura de declaraciones prestadas


las acepta sólo si han sido ratificadas
ón pareciera asignar carácter de preprocesales a los ac-
s de la policía, tesitura cuyo rechazo expusimos en la introducción al Título IV del
bro 1. Por ende, cuando se produce el avocamiento judicial y no se desestimó, el
ción comprende, entonces, también los actos de los pre-
ede cambiar el mérito asignado a unas y otras conforme
sana crítica o libre convicción (art. 398).
El ingreso por la lectura y la eventual utilización por el tribunal de juicio para
damentar la sentencia se supedita a la observancia -al tiempo de producir e in-
rporar la prueba al p r o c e s e del principio de contradi~ción'~~.Señala Corvalán
cto que "...si las partes no han podido controlar la producción, ni siquiera
do tal posibilidad, esa prueba no puede ingresar por lectura a la audiencia de
basta con recoger la prueba y documentarla en la etapa
nitivamente incorporada al procedimiento, ¿para qué

lectura es consecuencia y principio fundamen-


la búsqueda de la verdad real o histórica; la circunstancia de no poderse contar
declaración de un testigo en el momento del debate en nada invalida sus mani-
cción, ni impide su incorporación por lectura;
s testigos de cargo, consagrado en los pactos
ativo, sino que iiene limitaciones objetivas
itchell llega a decir que tal incorporación
tiene un valor indiciario en atribución exclusiva e irrevisable correspondiente al

'" Op. cit., p. 128.


Op. cit, p. 44.
"" DJ 1995-1-817, f. 93.090.
"' "La extraiia absolución de los ladrones de bicicletas", DJ, 1995-1-817.
'" ÁBALOS,Código..., p. 841; también BOSSLR- ITIJRRALDE, Eljuicio ..., p. 104.
''' Código..., p. 360; también SOSAA n ~ i n- FERNANDEZ, Juicio..., p. 129.
'" TOC Fed. Mar del Plata, LL del 61511996, f. 94.228, con nota de CORVALAN, "Valor de la
m b a obtenida en la etapa instnictoria".
'*' Citado en nota anterior.
.& ..
708 DEBATE Art. 391

tribunal dejuicioi60 Al comentar el fallo, Namer afirma acertadamente que la inter-


pretación de la sala 111en el caso "Novoa" se oponepalmariamente al contenido de
los arts. 8", inc. 2", f), de la CADH, y 14, inc. 3", c), del PICP, ya que no respeta el
control efectivo sobre la prueba de cargo'".
Por el contrario, la sala 1de la misma CNCP decidió anular la incorporación por
lectura al debate de las declaraciones de las damnificadas por los delitos de amena-
zas y violaciones y la sentencia condenatoria que las recoge si no hubo posibilidad
efectiva y útil de interrogarlas con arreglo al derecho consagrado por los conve-
nios internacionales indicados. Agregó que la negligencia del abogado defensor no
puede acarrear perjuicios al procesado, menos aún cuando se trata de la asisten-
cia técnica provista por el Estado, quien había consentido tal inc~rporación'~~. Este
tribunal reiteró el criterio'", con nota de Cafferata NoresL", quien subraya que el
testimonio incorporado debe contar con la posibilidad de una contradicción anti-
cipada; resultaría inválido cuando fuese dirimente siempre que suprimido del fallo
condenatorio, las restantes probanzas no permitieran inducir, indefectiblemente, la
conclusión sobre la culpabilidad; surgiría mengua para el principio de razón suficien-
te y agravio para la confrontación de la prueba testimonial -arts. 8.2.f., CADH, y
14.3.e., PIDCP-165.
El principio fue bien explicitado por la Corte Europea de Derechos Humanos;
se habia condenado a un sujeto sobre las declaraciones hechas por el testigo princi-
pal, quien no fue interrogado porque el abuso sexual sufrido podía causarle daño a
la salud. Dicha falencia vulneró el art. 6", inc. 3' (d), de la Convención Europea de
Derechos Humanos; tal precepto reconoce derecho a todo imputado a que laprueba
se produzca en una audiencia pública, en presencia del acusado a fin de asegurar
un juicio equitativo; la circunstancia de que el menor víctima no fuera examinado
durante la investigación o en el juicio restringió los derechos a su defensa y resulta
incompatible con las disposiciones de la C~nvenciÓn'~~.
El mismo tribunal asevera que no es dable exigir a la defensa reclamo e; sede ins-
mtctoria para la fijación de audiencia, si aún no se había constituido como parte a los

'" ED del 3011111999, DPPC, f. 62, o LL del 2211212000, f. 101.407, con nota de NAMER, "Abas-
to versus Novoa: dos posturas encontradas sobre la posibilidad de incorporar al debate, por lectura y sin
el consentimiento de las partes, declaraciones testimoniales prestadas durante la instrucción".
16' Citado en nota anterior.

''> 1.1. del 23 3 2001, f. 1O1.735. con nota de OKGIIK~, "C'ontroi de la pniebs restiin<iiiiilen la
etapa suinarial. hlis sobre A b ~ s i oi,ers>.vNo\,uas'', para qiiirn debe disiinyuirse segun la viabilidnd de
la prueba dz acuerdo :un los hcclios. en tina violacii~ti-r.oliio lo Aie el caso ' Abasto" de 13 s d h I -
(abría flexibilizar la rigidez del prccel>tuen 3tenciún 31 hincionnriiietito ;idecuadd del sistema de lihrci
convicciones. La conciusión es iiesgosa; el temperamento de la CNCP, sala 1, es inobjetable.
'" LL del 30/8/2002, f. 104.317, o LL del 23/9/2002, f. 104.439.
"La lectura en el debate de las declaraciones testimoniales recibidas en la instrucción".
CNCP, sala 1, LL del 101612002, f. 103.681, con nota de ALMEYRA, -
"Remilación constitucional
dc la pmeba de testigos. !.a cliii?iil3 d. la cunfri)iiraciiin". para quien nicdin dc.ss~us1eronstituciotiai de
los ans. 2uO y 331, inc 3'. desde IJ p:rspeziiva del dcreclio que tiene toilo inipiitado de rcqiierir una
oportunidad útil para controlar la testimonial que hacerse valer en.& contra; id., id., SJP,
LL del 281712003, f. 105.890.
LL del 23/9/2002, f. 104.440, con nota de GARC~A, "El derecho a interrogar a Ios testigos de
cargo en caso de abuso sexual sobre niños. Nota al caso 'P. S. v. Alemania"', quien concluye que "si las
actas leidas son los únicos elementos de pmeba, no uuede haber lugar a la intemretación arbitraria del
esGiiidüi, pero 5i no lo < m , lo\ tribiinslri dumr'iti~osticnrii u n c31npode jusgo pelipr<>~ainrntc diicre-
ciuniil para cailfi,.:ir 3 C,BS n c i ~ de
\ ni¿s o mcnus decisi\as"
DEBATE

interesados; en tales condiciones, los dichos incriminatorios conculcan los derechos


constitucionales ya referidos y generan nulidad absoluta (arts. 167, inc. 3", y 168)'".
La CNCP, sala 11, declaró la nulidad de la condena en la que todas las declaracio-
nes de los testigos de cargo fueron incorporadas por lectura. Los jueces destacaron que
los testimonios fueron recibidos antes de la designación de defensor y la declaración
indagatoria del imputado, quien brindó una versión distinta de los hechos'68.
Ercolini anotó un fallo del TOC nro. 25'", en el que se admitió ---con sustento
en el inc. 2"- el carácter único del testimonio, concluyéndose la plenitud probatoria
siempre que el juez adquiera certeza sobre la existencia de determinada circunstancia
de hecho. Además, se convalidó la declaración de los policías en punto a manifestacio-
nes recabadas en el ejercicio de la actividad a su cargo y, también, porque el art. 242 no
incluye a dichos funcionarios entre quienes no pueden testificar contra el imputado. El
comentario estima objetable sustituir el testimonio brindado en el juicio oral por la lec-
tura del actuado en forma escrita durante la instrucción; así se lesionan los principios
de publicidad, oralidad e inmediación y se resiente la defensa en juicio.
d) El fallo "Benítez"'70
La CS decidió finalmente la cuestión al descalificar una condena basada en
testimonios incorporados por lectura que la defensa no tuvo oportunidad adecuada
de controlar, en desmedro de los arts 8 2.f., CADH, y 14.3.e., PIDCP. Aclaró que
el hecho de que el Estado haya realizado todos los esfuerzos posibles para hallar
al testigo ypara satisfacer la pretensión de la defensa de interrogarlo, carece de
toda relevancia; ello no subsana que la parte no haya tenido siquiera la posibi-
lidad de controlar dicha prueba. No puede sino coincidirse con el comentario de
Carrió: "Que la Corte haya venido a sostener que una persona no puede ser con-
denada mediante 'lecturas' de testimonios que no pudo coutrolar aparece desde ya
como un principio sano y que fortalece la importancia del juicio oral. Se fortalece
además el derecho de defensa en juicio, pues entiendo que es a través de las repre-
guntas de la defensa a los testigos de cargo que la real credibilidad de ellos podrá
ser mejor apre~iada"'~'.
En tal sentido, es nula la condena sustentada únicamente en declaraciones
vertidas en "cámara Gesell" e incorporadas por lectura al debate si la defensa no tuvo
posibilidad del controlarla^'^^.

1 Lectura de documentos y actas


392. El tribunal podrá ordenar la lectura de las denuncias y otros docu-
mentos de las declaraciones prestadas por coimputados, ya sobreseídos o ab-

"Almada", 221311999, c. 2138.


SJP, LL del 31110/2003, f. 106.430, con nota favorable de ALMEYRA, "La pmeba testimonial
instructoria y su introducción al juicio por lectura", o ED del 191812003, f. 52.205.
"Sobre la valoración en juicio del testimonio de la insmicción", LL del 221912000, f. 100.934.
'"O CS, Fallos 3295556; RDP, LexisNexis, 312007, p. 522.
"' "El derecho a confrontación de testigos de cargo. Garantía constitucional y un llamado a la
realidad", RDP, LexisNexis, 612007, P. 1094.
CNCP, sala I1,915/2008, ''i C , G ", RDP, AbeledoPerrot, 1212009, p 2095
710 . DEBATE Art. 392

sueltos, condenados o prófugos, eomo partícipes del delito que se investiga o de


otro conexo, de las actas judiciales y de las de otro proceso agregado a la cansa.
También se podrán leer las actas de inspección, registro domiciliario, re-
quisa personal o de vehículos y se&estro que huhieren practicado las autori-
dades de prevención, con arreglo a dichas normas; pero si éstas hubieran sido
citadas eomo testigos, la lectura solo podrá efectuarse, bajo pena de nulidad,
en los casos previstos por los incs. 2" y 3" del artículo anterior, a menos que el
fiscal y las partes lo eon~íentan"~.

a) Principios generales
Comprende su oralización, aunque no hubieran sido ofrecidos por las partes,
lo que constituye otra facultad autónoma del tribunal, muestra de un perfil diferente
respecto de un régimen acusatorio puro.
Se trata de diferentes instrumentos públicos, calidad adquirida sea en virtud
del art. 979, iucs. 2'y 4', CC, ya sean actos directamente cumplidos ante los funcio-
narios del proceso o provenientes de las partes una vez que tienen inserto el cargo.
Nada impide que las paites puedan instar esta actividad, y en la medida en que de-
muestren la vinculación estricta con una sentencia adversa originada en el rechazo
de su solicitud, podrían abrir la vía casatoria (arts. 18, CN, 167, inc. 3", 168, p&x 2',
y 456, iuc. 2').
Sobre la denuncia, ver inboduccióu al Capítulo 1, Titulo 1, Libro 11.
Conforme al final del último párrafo, la oralización de todos los documentos y
actas se subordina al respeto de las normas reguladoras de la actividad preparatoria;
aquí corresponderá remitirse al análisis de los elementos de cada acto procesal -su-
jeto, objeto y actividad- para dilucidar si se han cubierto las exigencias del caso.
b) Casos especiales .
En cuanto a las declaraciones de los coimputados, se supeditan a que medie
resolución couclusiva de su situación en el proceso o que se hayan sustraído a la po-
testad jurisdiccional. En síntesis: no debe contarse con ellos porque aquella decisión
y esta última situación no muestran la necesidad o la posibilidad, respectivamente,
de citarlos para la audiencia. Advierte Clariá Olmedo la conveniencia de mentar en
forma prudente las expresiones vertidas por los coimputados - e n el mismo hecho
u otro conex-, pues sus dichos pueden resultar sospechosos. A menos que se trate
de la pos~bilidaddel testimonio de un imputado por el hecho atribuido a otro en el
mismo proceso -debiera decirse en la misma causa o en el mismo l e g a j e y, aun
así, cuando lo sea por el hecho conexo, deberá admitírselo en forma ex~epcional'~".
Al leerse la declaración de un coimputado no se hace ingresar el acto como indaga-
toria, sino como un documento.
El alcance de la expresión "actas judiciales" remite a los casos comprendidos
en los arts. 138 y 139. Pero quedan excluidos los actos que tienen prevista una forma
expresa de oralización (arts. 378, párr. 2",383, 386, 387 y 391). El "otro proceso"
puede corresponder a cualquier fuero.

'" Texto según ley 25.434, ari. 6'.


Trufado..., t. III, ps. 2961297, y t. VI,ps. 2491250.
DEBATE e

Por esta vía también ingresan todos los medios probatorios cumplidos durante
la instrucción suplementaria (art. 357), las declaraciones testimoniales llevadas a
cabo en el domicilio (art. 386) y las inspecciones judiciales (art. 387).
El último párrafo abarca actos realizados durante la investigación instnictona
expresamente indicados, pues los otros -como se duo- tienen una regulación es-
pecial para su ingreso al debate. -
Cuando la prevención cumple labores signadas por la urgencia (art. 184, inc. 5")
ngexisten impedimentos para leer dicha actividad como documento y con el mérito
probatorio respaldado en razonamiento acorde con el sistema de evaluación fijado

Los regisiros dr. lus anteccderit~spenales pueden introdiicirse por lectura, sieiii-
1 prc que no Iiaya iniiiscurrido el plazo establecido en el nn. 51, CI'; ienccido, resulia
I inválido
Discusión final
393. Terminada la recepción de las pruebas, el presidente concederá suce-
ivamente la palabra al actor civil, a la parte querellante, al ministerio fiscal y a
os defensores del imputado y del civilmente demandado, para que en ese orden
sobre aquéllas y formulen sus acusaciones y defensas. No podrán leerse
ales, excepto el presentado por el actor civil que estuviere ausente.
actor civil limitará su alegato a los puntos concernientes a la respon-
civil, conforme con el art. 91. Su representante letrado, como el del
e demandado, podrá efectuar la exposición.
1 intervinieren dos (2) fiscales o dos (2) defensores del mismo imputado,
rán hablar dividiéndose sus tareas.
el ministerio fiscal, la parte querellante y el defensor del imputado
ran replicar, correspondiendo al tercero la última palabra.
La réplica deberá limitarse a la refutación de los argumentos adversos que
tes no hubieran sido discutidos.
El presidente podrá fijar prudeneialmente un término para las exposicio-
de las partes, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos, los puntos
atidos y las pruebas recibidas.
En último término el presidente preguntará al imputado si tiene algo que
nifestar, convocará a las partes a audiencia para la lectura de la sentencia y
rará el debate.

a) Principios generales
Constituye el momento culminante de la contradicción plena y procura el aná-
S tanto de la prueba recogida como de los corolarios de contenido jurídico. Es
ciso advertir al imputado que puede expresarse, lo que desde luego descuenta lo
&atará hacia la concreción de su defensa material, aunque no se descarta la confe-
ión, consistente en el reconocimiento de su responsabilidad en el episodio.
La existencia de debido proceso requiere, cuando menos, la posibilidad de re-
tar las apreciaciones del contrario, ofiecer pniebas y alegar sobre su mérito. Se
DEBATE

trata de observar las formas sustanciales del juicio relativas a la acusación, defensa,
Art. 393
1
prueba y sentencia dictada por los jueces ~taturales'~~.
Si bien el presidente dirige la dispusión final (art. 375), los protagonistas prin-
cipales son las partes. Aquél se limita a otorgarles el uso de la palabra y a evitar
formulaciones impertinentes o inútiles.
Esta tarea se afronta a través de la palabra hablada salvo la posibilidad, otorga-
da en la oración final del primer párrafo, al actor civil.
b) Intervención del querellante. Polémica
Desde luego que los intervinientes en el objeto eventual y accesorio consti-
tutivo de la pretensión resarcitoria a través de la acción civil no tienen la misma
amplitud de actuación que los sujetos indispensables respecto de la cuestión pe-
nal. Destacamos al querellante, quien -aunque no sujeto indispensable-, amén
de haber podido propiciar la elevación a juicio (art. 348, párr. 29, en esta ocasión
puede recabar la imposición de una pena; esta circunstancia nos determinó a que,
en su oportunidad (ver introducción al Capítulo IV, Titulo IV, Libro 1), ubicáse-
mos a dicho sujeto procésal por encima del meramente coadyuvante o adhesivo y
también del subsidiario. En sentido adverso, la CNCP, sala IV, por mayoría, decide
que si el fiscal de juicio ha solicitado la absolución, el sentenciante carece de juris-
dicción para condenar aun cuando el querellante haya acusado, ya que éste debe
estar subordinado a la voluntad de aquél en cuanto a la promoción de la acción
penal; por ello es adhesivo y no conjuntoi7'. La disidencia del doctor Hornos ob-
jetiva todas las razones para discrepar, con acierto, de esta tesis. El criterio del dis-
crepante fue adoptado por la CS al meritar acusación, sin distingo alguno respecto
del carácter público o privado de quien la formula, razón por la cual nada obsta a
que el querellante la reali~e"~. Al comentar el fallo, Cafferata Nores indica que el
art. 120, CN, no depara al MP, como monopolio, defender los intereses generales de
la sociedad "...cuando el 'interés particular del damnificado' se canaliza en el proce-
so penal mediante la querella ..." y concluye que al derecho penal sólo le corresponde
la defensa subsidiaria de tales intereses "...penalmente simbolizados en los 'bienes
jurídicos', pero que también debe tutelar los intereses concretos de la víctima, y en
condiciones de igualdad ..."'79. Dice Ensinck que "...a la hora de los alegatos...", la
"...limitación o sujeción a la actividad pública fiscal se encontraba legislativamente
revitalizada, cobrando ... plena eficacia y autonomía"i80. Son varias las razones que
respaldan dicho enfoque:
1) Es cuestionable que en los delitos de acción pública el querellante tenga la
misma intervención que cuando es adhesivo y no conjunto; por ende, tiene cierta
autonomía de gestión procesal que ha autorizado a Creus a acotar que este Código

'" CS, ED 141-787, f. 43.330; BERTOL~O, Eldebido ...,especialmente ps. 25138.


"' LL del 281211997, f. 95.085; id, sala 11, JA 19%-111-413.
LL del 281911998. f. 97.877. con nota de CAFFERATA
NORES."¡.Se tenninó el 'monovolio' del
\Iinisizrio Público F i r ~ . i liubrz 1s accihn poinl'l". 1 3 1 3 ~locrrin:!i ~ rr.;ifir1iiaJ3
c poi I;i ( ' m i <n el allo
-
"Sabio", dcl 1 I ?Ilu7, KIIP. I.e\i~Kcrl%. 2 ?OOh, Ji.riii)mdrn~i;~ Sinietli:~d3.p 3 13
'"
Citado e11nota anterior
LL del 41211999, f 98 296, "Del querellante en el proceso penal", o DI 1999-1-334, f 13 772,
o ED 180-1003, f 04.
Art. 393 DEBATE

" ...p arece... proponer una figura impura del querellante conjunto Por su parte,
Maier y Langer apuntan -frente al criterio que no tolera condena cuando medió
pedido de absolución por el MP- que si bien su "...legitimación para perseguir
penalmente es, por cierto, débil en el sistema penal actual (71, CP)...", se suscita un
problema "...por resolver,.."182.
2) El texto del art. 435 no significa sujetar la intervención del querellante -suje- -
to eventual- a la del MP -sujeto necesario-; sólo consigna que también le alcanzan
las reshicciones cuantitativas establecidas para la casación por el art. 458Is3.El art. 460
refuerza este razonamiento al indicar que la casación podrá ser utilizada por el quere-
llante "...en los mismos casos en que pueda hacerlo el Ministerio
3) La querella adhesiva reduce al acusador particular a la condición de mero
asistente del acusador público. El instituto tiene injerencia en Alemania185.
4) La tesis negativa se ve en la obligación de exprimir la literalidad de ciertos
textos y privilegia, en primacía, una suerte de interpretación legislativa --en modo
alguno auténtica- conformada por las idas y venidas que padeció un proyecto cuya
originalidad remite -sin hesitar- al que fuera Código de Córdoba de 1939 -ley
3831-, instaurador de la oralidad obligatoria para el juicio. Uno de los más cla-
apartamientos de aquél obedeció al temperamento del Ministerio de Justicia, al
erse eco de distintos reclamos sectoriales y permitió acoger al querellante (arts.
2 86 y concs.), tesitura que para los eminentes Vélez MaricondelS6y Soler -sin
usión los padres mediatos del Código vigente- hubiera resultado herética, pero
en la actualidad los modernos ordenamientos argentinos han aceptadoi8'.
5) El voto del doctor Hornos acerca una aguda reflexión al concluir que la par-
ticipación del querellante en la discusión final era inocua. Es que si hasta entonces se
admitió su presencia (conf. arts. 354,374,389, y en especial 393), se deben registrar
el acta sus "instancias y conclusiones" (art. 394, inc. 5") y no se retacea expre-
ente su derecho de postulación -puede solicitar condena aunque no lo haga el
lo que no se depara al actor civil (art. 393, párr. 2"&, es imposible admitir que
1 tribunal no se encuentre legítimamente requerido.
Consecuencia de ello resulta que surja para el órgano jurisdiccional el correla-
tivo deber u obligación de pronunciarse sobre su petición y administrar justicia188.
A menos que el momento de la discusión final se convierta en una suerte de
epresentación teatral en la que sólo se responda al pedido del protagonista principal
-MP- con total desatención a lo concluido por el aparente deuteragonista --que-

IR' Derecho,.., p. 257.


'" "Acusación y sentencia", Nueva Doctrina Penal, 1996-B-617.
''' DONNA- MAIZA,Código..,, p. 109, acápite 2.
'" LUGONES - DUOO,La casación..., p. 257.
CLAKIA OLMEDO, Tratado..., t. II, p. 323; Ordenanza Procesal Penal alemana, segundo aparta-
do del Libro V, art. 395; ver G ~ M ECOLOMER,
Z La Ordenanza..., vol.
Eiproceso ..., ps. 4011403; MAIER,
11, ps. 315 y SS.;curiosamente su art. 401, párr. 1: también le otorga independencia para recurrir aun
cuando no lo haga la fiscalía.
Demcho ..., t. 1, ps. 2911294.
IR' Conf. TORRES BAS,Código...,t. 1, p. 437; así, Código de Corrientes de 1976, Tucumán 1991,
órdoba 1991, Tierra del Fuego 1994 y Santa Cruz 1995. Constituye excepción el nuevo Código de la
Provincia de Buenos Aires -ley 11.922-, que mantiene la compleja figura del particular damnificado,
BERTOLINO, Código..., 1997, p. 33.
PODFTTI,Teoría..., ps. 107 y 108,
714 "DEBATE Art. 393

rellante en rídiculo papel secundario; en el argot se diría comparsa, aunque a dife-


rencia de lo que ocurre en la comedia o en el drama, no se limita a cruzar la escena,
pues aquí puede hablar-, su labor, porpmerada que sea, resulta estéril.
6) El art. 408 hace posible truncar el desarrollo del debate en el procedimiento
correccional, a través de la omisión de prueba, si media confesión circunstanciada y
llana del imputado, "...siempre que estuvieran de acuerdo el juez, el fiscal, la parte
querellante y el defensor". Puede inferirse que se iguala la gravitación de ambos Ór-
ganos requirentes en la incidencia sobre la eventual condena, pues el desacuerdo de
cualquiera de ellos impone volver a los carriles del trámite corriente.
7) Si la inconsecuencia no debe presumirse en el legisladoris9, la tesis mayo-
ritaria deviene dificil de conciliar con lo dispuesto por el art. 23 de la ley 24.769190,
sobre delitos tributarios y relativos a recursos de la seguridad social, publicada en
el BO del 15/1/1997. En su virtud se autoriza al "...organismo recaudador..." para
asumir "...en el proceso penal, la función de querellante particular a través de fun-
cionarios designados para que asuman su representación". Salvo que se acepte que la
presencia del colega en el momento del art. 393, concretará la ridícula intervención
de un postulante que jamás encontrará audiencia, para el más importante de sus re-
querimientos: la solicitud de pena.
8) El art. 120, CN nada expresa en favor de restringir la actuación del que-
rellante.
Dice bien Ábalos que su alegato puede incluir la solicitud de penal9'.
La réplica consiste en la facultad de cuestionar las afirmaciones del oponente
siempre que no se lo haya hecho con anterioridad. Tanto las conclusiones como la
réplica otorgan la última ocasión para reforzar la argumentación jurídica con citas
doctrinarias y jurisprudenciales, que incluso podrán ser leídas o consultadas, mien-
tras no intente suplirse la oralidad por dicha lectura. Si se incurriere en ese vicio,
debiera formularse la pertinente reserva para acudir en casación si no prospera la
revocatoria, que debe pedirse de inmediato (arts. 167, incs. 2" y 3', 170, inc. p, 171,
inc. 2", y 456, inc. 2').
La aplicación de esta doctrina se encuentra supeditada a que la parte querellante
haya formulado, en su momento, requerimiento de elevación a juicioig2.De lo con-
trario, pierde la posibilidad de ejercer las subsiguientes que, sea por ley o
la jurisprudencia, le han sido conferidas obtener un pronunciamiento útil
relativo a sus derechos como víctima'".
c) Conclusión absolutoria del MP
c.1.) La doctrina "Tarifeño"
El fiscal del TOC puede propiciar la absolución del sometido a proceso sin que
ello obste a que la sentencia resulte condenatoria, pues la acusación se formuló -in-
completa por no propiciar sanción penal-- con el requerimiento de elevación a juicio

Ig9CS, Fallos 296:372; 307:223; 310:195; 315:293.


ADLA 1997-LVII-A, p. 55.
'" Código.., p. 844.
Ig2 TOC nro. 14, JA del 41612003, p. 68.

Ig3 CS, "Del'Olio", Fallos 329:2596; RDP, LexisNexis, 212007, p. 327; ver el comentario de
U'ALBORA, Nicolás F., "Una 'aceitada' derivación de la autonomia asignada al acusador particular",
RDP, LexisNexis, 512007, p. 849; SJP, LL del 3011 112006, p. 46.
DEBATE

(art. 347, párr. 2") o el auto de elevación (art. 351). Por eso es opinable la decisión
adversa de la CSIg4al concluirse que si se dictó sentencia condenatoria, pese a que
durante el debate el fiscal solicitó la libre ribsolución del sujeto pasivo del proceso,
resultaba nulo el fallo por inobservancia de la garantía consagrada por el art. 18, CN.
Empero el Alto Tribunal, en minoría, había comenzado a transitar la senda de recon-
siderar que el pedido absolutorio del fiscal frustre la posibilidad de la condenai95. -
Nuestra afirmación no es antojadiza si se tiene en cuenta que el mismo tri-
buria1Ig6se inclinó con anterioridad por un temperamento distinto, al desestimar el
recurso extraordinario deducido contra una condena pronunciada en circunstancias
muy peculiares. En efecto: la absolución de primera instancia fue apelada por el MP
el querellante conjunto, quien murió a los pocos días.de formular tal impugnación.
raíz de ello prosperó la excepción de falta de acción propuesta por la defensa.
hora bien: en la alzada el fiscal de Cámara desistió del recurso, circunstancia hecha
valer por la defensa para evidenciar que no existían agravios que contestar, con la
singularidad de que el único recurrente estaba fuera del proceso.
Por otro lado, los antecedentes que se invocan en el consid. 3" del caso "Ta-
allan bien lejos de apuntalar el criterio de la CS: en Fallos l25:lO se
sición de sellado impuesta por la sentencia coartaba la defensa; en
a expresar la violación del art. 18, CN, en Fallos 189:34 se declaró
razón de no haberse conferido inteivención al defensor del procesado;
308:1557 se itera que el ejercicio de la defensa en materia penal compromete al
tado en proveer los medios necesarios para que el juicio a que se refiere el art. 18
desarrolle en paridad de condiciones. Según seve, nada se dice acerca de truncar
retiro de la acusación.
el contrario, el propio Código, en el art. 381, se refiere a la posibilidad de
r la acusación para ensanchar el ámbito de la decisión del tribunal; no podría
o si se aceptara que tanto el requerimiento como el auto de elevación no
tribunal en la postura de ejercitar, en plenitud, su función jurisdiccional.
ta para persuadir de cuál es el acto portador de la acusación, basta
rdar que ese mismo art. 381 impone anoticiar a la defensa de la eventualidad de
r la suspensión del debate para ofrecer nuevas pruebas o preparar su respuesta
rt. 365, inc. 7")19'. En España nq se cuestionaba la posibilidad de condena pese al
tiro de la acusacióni98.
Debe recordarse que la acusación se formula en la oportunidad del art. 347,
de lo contrano el TOC nro. 1199- y que el objeto procesal en los
acción pública es indj?pxpnible200.Por el contrario, si se trata de alguna
e la defensa -por ejemplo, si quedó sin contestar alguno de los aspectos
,el tribunal, en función del principio de saneamiento recogido por el art.

19' "Tarifeño, Francisco", SJP LL del 221311995, f. 92.982.


25/9/1997, "Cáseres", LL del 301311998, f. 96.886, donde se expresa que la acusación debe
ncirse a la requisitoria de elevación a juicio correspondiente al momento del art. 347, tempe-
0 reproducido en "Santillán" por los mismos ministros, LL del 281911998, f. 97.877, o LL del
99, f. 98.296, o D J 1999-1-334, f. 13.772, o E D del 1211111998,DPPC, f. 04.
Fallos 310:396.
'91 Conf. TS Neuquén, 31511991, "Colihuinca, Liberto Ornar".
19' SERRA DOM~NFUEZ, Estüdios ..., p. 776.
ED del 11311993, f. 44.183.
"O CJ Salta, JA 1965-V-519, f. 10.996.
716 ' DEBATE Art. 393

168, pán: .lo,deberá adoptar los recaudos necesarios para suplir tal falencia. Jamás si
se trata de omisiones en los planteos de las partes civiles.
Pocas disposiciones del Código -;desde ya ninguna de la importancia de ésta-
han dado lugar a criterios tan encontradós. Ciertos tribunales entendieron -tesis con
la cual coincide el autor- que el pedido de absolución formulado en este estadio
procesal no impedía el pronunciamiento de una sentencia condenatoriazo'.
Por el contrario, resoluciones con fundamentos serios -aunque opinables-
coincidieron en desechar la condena cuando la conclusión final consistió en el
pedido de absolución2oz.Sin perjuicio del mérito de este precedente cabe destacar, por
la importancia institucional de sus fallos, las sentencias de la CS en que también se
comparte este criterio; sobre todo la recaída en el caso "Cattonar", del 131611995203,
pues se trataba de un proceso regulado por este Código; el Alto Tribunal concluyó que
transgrede las garantías constitucionales de la defensa en juicio y del debido proceso
la sentencia condenatoria dictada pese a que durante el debate el fiscal solicitó la abso-
lución del imputado. Este enfoque anticipado ya, según se vio, en el caso "Tarifeño",
había sido mantenido en la causa "García", del 22112/1994204.
Los que conforman.el primer grupo se apoyan en las siguientes razones, algu-
nas de ellas ya indicadas:
a) El art. 5", al prescribir que la acción penal pública se ejercerá por el MP,
establece, al mismo tiempo, que su ejercicio no podrá suspenderse, interrumpirse ni
hacerse cesar, excepto en los casos previstos expresamente, acorde con la aceptación
del principio de legalidad con sus corolarios de irrevocabilidad e indisponibilidad.
b) El ámbito del objeto procesal en el debate "...viene prefigurado por el reque-
rimiento de elevación a juicio formulado por el agente fiscal conforme al artículo
347 del Código de rito...".
c) El art. 381 autoriza al fiscal de cimara a ampliar la acusación en directa refe-
rencia al requerimiento del art. 347; además, el art. 67, inc. 2", lo habilita a convocar
al agente fiscal actuante en la etapa instructoria "...para que mantenga oralfnente la

"' TOC nro. 2, JA 1994-111.674; TOC nro. 2, LL del 2511011993, f. 91.712; TOC nro. 6,
61711993, "Giroldi, Horacio David" -al impugnarse en casación este decisorio la CNCP hizo hincapié
en las limitaciones del art. 456, inc. Z9, y denegó el recurso, fallo anulado por la CS, LL del 201911995,
f. 93.553, con nota de Palacio; y, en coiisecuencia, la CNCP, sala 1, acató el criterio iinperante en el
Alto Tribunal y declaró nula la condena y devolvió las acniaciones para que se dictase nuevo pronun-
ciamiento, fallo del 31711995, reg. 532, c. 32-; TOC Mendoza nro. 1, ED 164-345, f. 46.679, o JA
1996-II-580; CNCP, sala 1, ED 159-81, f. 45.884, o SJP, LL del 221311995, f. 92.984, a los que cabría
añadir el criterio de la Cám. Pen. Santa Fe, sala 1, JA 1979-1-90, f. 27.978, respaldado por la opinión de
Creus; por la correcta solución sostiene la Cám. 9" Crim. Córdoba que la requisitoria fiscal de elevación
a iuicio constiniyela acusación, ~ u e es s la base o coluinna sobre la aue se desenvuelve aquel: aiiade que
l:i rs8l.i de iiidi~po~iihilidsd iiir~.rdnisJsl priricipii~Jr. oficiurida~ldslsrniiil~que una vc/ qiis sI j u i ~iuc
inietiidu del c<iii«;iini;ni,> dcI d~~liio, nu piicde íuitr:isr,c ;il r.lei.i,~i<,,Ir su fii~ic~r~ii,
i.I.(. 199~-?3?, o
LL del 291311999, reseña, nro. 41.323-S.
CNCP, sala 11, JA 1998-IV-544,TOC nro. 9, ED del 291911995, f. 46.680; id., LL del 191211999,
f. 98.377: id.. LL del 231411999. f. 98.624; TOC nro. 14. LL del 231411999. f. 98.625. o DJ 1999-2, f.
14.177, aunque cl aryirnieiito de laiii:iyuria radi~,aen 13 posibiliddd p ~ dcslsiir r ~ ds la xiioti piihlicn orur-
p d n s los fisi:iii..; coiifonn.! al sn. 37, iiic 2 1 , de ki le) 24 946. Orginic~del \IP, 13 d<ictur:i13isrui ile Solsr
esiiriia qiic el pronunciamieiii~dssin~rilninmieprricsJi porquc la i~:uriier~ri~'~ii del :in 3ti1 no es 1nh.iiiva:
TO(' iiro 2.;. ?? !? 1991, ,Cion,in,<iabriei", L. 35, id. 2 6 1Y45, 'lechrl. 1)iniei". 2 76.
~ ~ ~ 1 3 1 9 1 1 9 941,oET)
5 , ~ . 165-299, f. 4'6.817, o ~ ~ d '18112;1995,
el f. 93.856.
SJP, LL del 22/3/1995, f. 92.981; también LL de¡ 16/9/1996, f. 94.706; por eso el TOC. Fed.
Parará, deja a salvo su opinión y se pronuncia por la absolución, LL del 301311998, f. 96.894, o DJ
1998-2-318, f. 12.947.
DEBATE *

acusación". Por manera que debe considerarse abierto el debate con el requerimiento
fiscal antes formulado por el miembro del cuerpo cuya intervención reclama,
d) El art. 401 faculta al tribunal a conferir al hecho distinta calificación jurídica
a la contenida en el requerimiento fiscal "...sin hacer referencia al alegato".
e) La apreciación del mérito formulada en este momento por el fiscal de juicio
".,.no condiciona ni limita la potestad del tribunal, cuya plena jurisdicción quedó -
expedita a partir del requerimiento ..."205.
f) Tanto el art. 166 como el ast. 404 omiten invalidar la sentencia por la absten-
ción del MP al alegar.
g) El giro del art. 393, párr. lo, primera oración, "...formulen sus acusacio-
nes...", no convalida otorgar dicho carácter al alegato; si así se razona se llega al
absurdo de haberse realizado juicio penal sin acusado o que el acusado, al ofsecer
prueba de descargo en la oportunidad del art. 354, lo hizo sobre un hecho del cual no
estaba todavía acusado.
h) El Código siguió la redacción del ordenamiento cordobés de 1939 (art. 422);
dicho texto fue corregido y la ley 8123 eliminó la palabra "acusación" (art. 402).
Clariá Olinedo es terminante al aseverar que el objeto del proceso como consecuen-
e inmutabilidad no puede modificarse con eficacia vinculaute

i) Vélez Mariconde "...como si presumiese esta actual discusión referida a la


abstención del fiscal dice en una nota en la página 182...: 'Por ejemplo si el fiscal de
cámara estima en el debate, discrepando con el agente fiscal, que el hecho imputado
no constituye delito o que el acusado no es culpable, sólo podrá pedir la absolución
pero no desistirde la acción y evitar que el tribunal de juicio se pronuncie; al serle
este obligado a pronunciarse sobre el fondo, si erróneamente
derse que pide la absolución"'2o7.
ncidente se expide Manziui: "...al Ministerio Público no le es
sación' en el sentido de privar al juez de su poder de pronunciar
ntencia de condena, porque su voluntad no puede disponer de la permanencia de
acción penal ... El retiro de la acusación es una fórmula impropia que se debe en-
nder como requerimiento de absolución, que deja libre al juez para condenar"208.
Además de lo dicho por la CS en "Cattonar", del 1316/1995209-también en
Tarifeñ~"~'~-,quienes se enrolan en la otra posición aducen:
a) El requerimiento del art. 347 es un acto de acusación en cuanto expresa la sub-
sistencia del interés del MP en el ejercicio de la acción penal. Empero dicha pretensión
se de motivos 'provisionales', pues, en verdad, los hechos que
o deben probarse en el juicio, a punto tal que ninguna de las pro-
anzas que dieron 'motivo' al requerimiento de elevación podrán ser tenidas en cuenta
or el tribunal de juicio si no son introducidas de modo regular al debate".

Dei fundamento del fallo del TOC nro. 6,61711993, "Giroldi".


Del voto del Dr. Mestre Brizuela en el fallo del TOC Mendoza nro. 1, ED del 291911995,
f. 46.679.
'O' Dei voto del Dr. Mestre Brizuela en la c. "Olivares", TOC Fed. Mendoza nro. 1, 511011995;
itada de Vélez Mariconde es Deuccho..., t. II,2' ed.
'O8 Tratado...,t. IV, p. 419.

JAdel 131911995, D. 41; ED 165-299, f. 466.817, o LLdel 1811211995, f. 93.856.


718 e DEBATE Art. 393

b) El acusado se vería compelido "...a defenderse de una imputación formulada


en una etapa temprana del juicio".
c) El art. 38 1 debe entenderse coqio una excepción a la regla según la cual el
requerimiento de elevación determina los límites del juicio.
d) El nuevo ordenamiento "...no sólo autoriza a los fiscales de grado superior a
desistir de los recursos interpuestos por sus inferiores, sino también a estos últimos
a desistir, fundadamente, los que ellos mismos hubiesen interpuesto (art. 443, párr.
último, CPP)"2".
En doctrina -a raíz de esta discrepancia- fueron muchas las opiniones
coincidentes con la CS2I2: Falconezi3recuerda la nueva interpretación asignada
al artículo 733 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal española (ver comentario
al art. 381) al exigir para dictar sentencia condenatoria el mantenimiento de la
acusaciónzi4;De Luca y Mamíquezzis,para quienes "acusación" como ejercicio de
la acción penal requiere una completa pretensión punitiva respecto del hecho inves-
tigado y del autor, pues no hay norma constitucional alguna que permita sostener
que los jueces pueden condenar frente a la ausencia de esa actividad; aíiaden que se
transgrede el debido proceso si se condena pese al requerimiento de absolución y la
inviolabilidad de la defensa "...en cuanto no hay debate --contradictorio-- sobre la
valoración de la prueba e individualización de la pena..."; Jarque2I6,al negar carácter
de acusación al requerimiento por carecer de petición de pena.
A su vez, Bidarí Campos2" toma partido por esta comente, pues cree "...que
el pedido de elevación a juicio tiene carácter de un impulso jurisdiccional proviso-
rio..." e invoca las garantías constitucionales del debido proceso y de la defensa en
juicio, cuya palmaria afectación deviene de que el tribunal condena sin jurisdicción;
también recuerda la situación de analogía en orden a la prohibición de la reforma
peyorativa en la jurisdicción apelada (ver comeiiiario al art. 445). Pons y Bruzzo-
ne2I8parecen aceptar la posibilidad propia del MP para disponer de la accióp penal
y recuerdan dos importantes precedentes de la CS2I9,donde se descartó la hipótesis
de que un fiscal de jerarquía inferior decida la suerte del proceso cuando el superior
no mantiene el recurso. Vázquez RossiZ2Oasevera que nuestra conclusión "...es lesiva
al derecho de defensa, toda vez que al no existir una tesis condenatoria, el defensor
no sabe qué argumentos responder, encontrándose ante una posibilidad de condena
totalmente aleatoria e indeterminada, lo que asimismo viola ... las reglas mínimas
de la contradictoriedad", con lo cual remite la controversia a determinar si el reque-

Del fallo del TOC nro. 9, ED del 29/9/1995, f. 46.680.


Z'2 Cuyos fundamentos son compartidos, en esencia, por el actualizador de esta obra.
2'3 'Za indisponibilidad del objeto procesal y el desistimiento del fiscal del juicio", ED 160-861.

"'Conf. ALMAGRO NOSETE y otros, en Derecho..., t. 11, p. 200.


"Condena sin acusación", LL del 221311995.
"Exención de prisión y excarcelación en la ley 23.984", JAdel261711995, ps. 15116.
"' "La acusación en el nuevo Código Procesal Penal de la Nación". ED 159.86187; "Condena
penal sin acu\:ici0n", 1 1 ) del 13 6 !995. ino;J a1 hilo -16 -181;\ ' suhiiste la de~~gnuldad
de las justiciahks
en la di.pariJad iudic~sl\obr-12 aciis~cionen zl prurcso ~ctial",lil> del 29 Y 1945. iiou al Pdllo 46.680.
2'8 "El modelo acusatorio en la jurispmdencia de la Cámara Nacional de Casación Penal", CDR,
año 1, nro. 0, Ad-Hoc, ps. 2191249.
2'9 En especial los dictámenes de los procuradores generales Delfino - Soler, Fallos 234:270 y 372.

"El juicio y la acusación como requisitos fundamentales de la válida aplicación del derecho
penal", Zeus, 1. 73, vols. 5608 y 5609.
Art. 393 DEBATE

rimiento de elevación (art. 347, párr. 2') es acusación o no. Rodnguez Estévez22'
apunta que la aceptación del criterio de la CS debe subordinarse a los supuestos en
que el alegato fiscal cumpla los requisitos de legalidady razonabilidad y surja como
derivación lógica y razonada del derecho vigente y la prueba producida; esta fórmula
la sostiene la STJ Entre Ríos, sala 1 en lo Penal -por m a y ~ n a - ~ ~ ~ .
Desde luego que también hay quienes coinciden con nuestra posición: Fede- -
rikzz3dice "...que la atribución del hecho se encuentra en la requisitoria de elevación
y es ésta la que sostiene el debate. Si la fiscalía del juicio pide la absolución el con-
tradictorio permanece ... Sobre ellos debe dictar sentencia"zz4.
Hay coincidencia en que no puede haber proceso si no hay acusación y que ésta
debe ser formulada por persona ajena al tribunal sentenciador. Pero no es lo mismo
que no pueda haber proceso sin acusación, aun carente de un concreto pedido de
pena, que sostener la imposibilidad de condena sin ella.
El principio acusatorio se respeta con exigir para la validez de1 proceso la exis-
tencia de una acusación; no puede extenderse más allá. Además, no existe un derecho
a los acusadores de la condena de los acusados, pues aquel requisito busca preservar
nada más que la imparcialidad de quien ha de juzgar. Una vez que el proceso se haya
realizado pueden ocurrir dos cosas: 1) que la ley ordene expresamente que "no podrá
desistirse de la acción pública después de la apertura del procedimiento principal",
que es lo que dice el parágrafo 156 de la Strafprozess ordnung alemana; 2) que el
pedido de absolución o el retiro de la acusación sea irrelevante para el tribunal, como
dispone correctamente el Código de Córdoba (ley 8123).
Si llegara a decidirse que en todos los delitos el mantenimiento de la acusación
es presupuesto de la condena, se estaría concediendo al acusador el derecho suhjeti-
vo a la imposición de la penazz5.
Si se parte de esta reflexión puede arribarse a una solución técnicamente acep-
table. No cabe duda de que el exclusivo titular del derecho penal sustancial cuya
realización se procura a través del proceso es el Estado; llámesele derecho subjetivo
de punir o pretensión punitiva, aquel apotegma permanece invariable. Si esto es así,
tanto el MP como el querellante son meros sustitutos procesales: actúan en virtud de
un inter6s propio -funcional en el primer caso y personal en el último----, pero por
un derecho ajeno que es privativo del Estado. En vez, el proceso civil, enraizado en
el principio de autonomía de la voluntad (art. 1197, CC), se mueve en un ámbito di-
ferente porque el pretendido titular del derecho sustancial debatido es el demandan-
te. De ahí que tolere formas de conclusión desechadas para el proceso penal (v.gr.,
desistimiento -arts. 304 y concs. CPCC-, allanamiento -arts. 307, id.-, etc.),
acordes con el postulado del principio dispositivo, cuyo más importante corolario

"Limites al efecto vinculante del alegato fiscal absolutorio en el juicio oral", LL del 111211997, p. 1.
2i2 "Femández, Cristián", del 181311997.
223 "El abogado en el juicio oral. La discusión final. (Segunda parte)", LL del 81811994, p. 4.

También GONZALEZ, ''&Puede condenarse a un procesado a quien la parte acusadora le pidió


bsolución?", ED 159-81, nota al fallo 45.884; Mercader -"El 'desistimiento' en el juicio de la
incia de Buenos Aires", JA 1947.111-7- es muy claro: "...la idea de la acción pública irrenunciable
defectible, a mi juicio, constituye un dato analítico del orden jurídico", y agrega: "...en el proceso
al...la acción pública se ejercita desde la iniciación del sumario"; ARALOS, Derecho ...,t. 111, p. 420;
SER - ITURRALDE, Eljuicio..., p. 114.
221 Lo expuesto es una paráfrasis de la opinión de MONTEROAROCA, "Últimas reformas procesales
en la legislación nacional y extranjera en el proceso penal: principio acusatorio", VIII Encuentro Pana-
mericano deDerecho Procesal, Córdoba, 1993, ps. 176 y s ~ .en , especial 1811182.
720 S DEBATE Art. 393

radica en la disponibilidad del derecho material por las partes, pues el órgano judi-
cial se haya vinculado por las declaraciones de voluntad de aquéllas respecto de la
suerte del proceso o en orden a la modijcación o extinción de la relación del derecho
material en la cual se fundó la ~ r e t e n s ' i ó n ~ ~ ~ .
Aun en los delitos de acción privada, cuyo enjuiciamiento tiene cierta simili-
tud pero nunca identidad con los procesos en que se debaten cuestiones de derecho
privado, el Estado no abdlca de la titularidad del derecho sustancial. Pero dejando
fuera este sector y cuando se trata de delitos de acción pública, abierto el proceso con
el requerimiento de elevación (art. 347) no hay fortna de concluirlo como no sea la
sentencia absolutoria o condenatoria.
En cuanto a España, vale la pena recordar que hasta el dictado de las senten-
cias recordadas por Falcone prevalecía el criterio adverso pese a la oposición de la
Fiscalía del Tribunal Superior formulada ya en la memoria de 1906. Ademks, la
lectura del trabajo de Almagro Nosete parece indicar que el mantenimiento de la
acusación se liga a la inmutabilidad del objeto del proceso y no a su iudisponibilidad.
En síntesis: la correcta comprensión de los alcances del pedido de absolución
por el MP en este estadio requiere contemplar que los principios acusatorio y dis-
positivo no se identijican. El primero impone disociar las Junciones requirente y
decisoria; el ziltimo se relaciona con la titularidad del derecho material en crisis;
quien no es su titular jamás podrá quitar al tribunal el ejercicio de la Junción pu-
blica procesal -jurisdicción- en plenitud. Cafferatta Nores recuerda "...que los
códigos procesales penales pueden establecer, válidamente, que si el fiscal de juicio
pide la absolución del imputado, el tribunal no podrá condenarlo..." sin que implique
disponer de la pretensión punitiva; sólo traduce una decisión de política procesal
vinculada a los alcances del nemo iudex sine actore; si bien concluye que la discu-
sión en realidad versa "...acerca de la titularidad del poder de disponer sobre ella
o, mejor, sobre la exclusividad del poder: ¿qué órgano del Estado tiene el poder de
disposición?, parece ser la pregunta"227;posición, si se quiere, cercana a la nuestra.
Quienes nos dan bastante razón son Maier y LangerZZB.
La circunstancia de haber cambiado la jurispmdencia de la Casación y de la
CS en cuanto a las consecuencias acarreadas por el pedido de absolución no operan
como ley más benigna, ni autorizan la revisión de una condena -art. 479, inc. 5 0 ,
pues la retroactividad de la ley -art. 2', CP- no alcanza por analogía a la variación
de aquélla229.
El Tribunal Superior de Córdoba comparte nuestra comprensión; estima válido
condenar al ~mputadosin que el fiscal haya fortnulado acusación al momento de las
conclusiones finales, pues aquélla -según la CN- es la previa al juicio, interpre-
táudose como tal la actividad requirente del MP antes del juicio que es la que inspira,
determina y circunscribe la actividad de los sujetos procesales, de suerte que éstos
no pueden traspasar sus límites; ninguno de los sujetos procesales tiene poder dis-
positivo capaz de enervar esa pretensión y sus facultades inciden sobre el contenido
formal del proceso, es decir, sobre las meras formas procesales. Dicho órgano judi-
cial añade que los principios acusatorio y dispositivo no se identijican; el primero

'lb Derecho.,., t. 1, ps. 2601261


PALACIO,
.,-
- "lmpzdir que sl iiib~rialdcjuizidr.dndzne a l iiiipiitudosi cl 1is;;il pidiu 511 .ib;olii~i¿n,,iiiipli-
1.1. del ?X ? 1997, nota al f 95.082
r.s zonsagrdr la disporiibilidlid de la ncsiun penal piih!ic??,
"Acusación y sentencia", Nueva Doctrina Penal, 1996-B-617, especialmente 621.
CNCP, sala 111, LLdel311511999, f. 98.787.
DEBATE -
impone disociar las funciones reqzrirente y decisoria y el Último se relaciona con la
titularidad del derecho material en crisis: quien no es titular; jamás podrá quitar
al tribunal el ejercicio de la función pública procesal -jz~risdicción- en plenitud;
la regla de indisponibilidad que conforma el principio de oficiosidad implica que
una vez investido el juez del conocimiento del ilícito penal, no puede sustraerse al
ejercicio de su función; tiene el deber de pronunciarse de acuerdo con la ley, cuyo-
mandato le resulta inexcusable230.
Por el contrario, la mayor parte de los tribunales nacionales siguieron incli-
nándose por la tesis opuesta. La CNCP, sala 11, insiste en que la pretensión punitiva
se expresa en el momento de los alegatos y no en el requerimiento de elevación a
juicio; sólo en esa oportunidad pueden evaluarse las circunstancias comprobadas que
respalden el pedido-de pena ~ Ó n c r e t o ~ ~ ' .
También ha prevalecido la opinión que amerita posible la condena si el particu-
lar querellante solicitóo en esta ocasión, la imposición de una pena, pese al requeri-
miento absolutorio del MP232.
La ley 24.825 incorpora como Capitulo 1V del Título 11, Libro 111, el llamado
juicio abreviado. El actual art. 431 bis, inc. lo, autoriza a que en la oportunidad del
art. 346 el MP requiera la pena. Pareciera que el derecho positivo ahora robustece
la tesis de que en el requerimiento del juicio común y correccional está contenida la

c.2.) "Marcilese"
Al cabo ha sido la Corte Suprema quien en la causa "Marcilese, Pedro y otro"233
cidió que el pedido de absolución del fiscal al momento de alegar no impide la in-
minación del imputado, pues tal petición no está prevista como causal de cese de
acción, siendo inadmisible que el criterio de dicho funcionario, sin contralor algu-
o, resuelva la suerte del proceso luego de haber formulado una verdadera acusación
on el pedido de remisión a juicio. El tribunal amerita que no existe violación de
garantía constitucional alguna, pues si la elevación a juicio y su eventual ampliatoria
son válidas, la defensa pudo tomar conocimiento de los cargos y ejercer en plenitud
sus derechos.
Al decidir el citado caso la CS modifica el orecedente "Tarifeño" del 22/12/1989;
dicha resolución no aparece publicada en la colección oficial; tan sólo cinco años
después de pronunciada, se ocupó de hacerlo La Ley234.En aquel tiempo se operó un
viraje rotundo, pues parecía criterio firme del cimero órgano judicial que la requisi-
ia de elevación a juicio no constituía acusación a los fines del proceso penal. Co-
sponde destacar que durante la vigencia del Código anterior, se había considerado
ue omitir la expresión de agravios no permitía tener por desistidos los recursos,
23%L del 511012001, f. 102.701; también la CCC 4" Nom., Córdoba, LL del 2611012000,

LL del 31112000, "Estigarribia", del 101311999, c. 1919; CNCP, sala 111, JA 2000-11-650; id.,
id.,EDde17111/2ooo, DPPC, f. 145; id, id., LLde12711112000, f. 101.254; CNCP,salaIV,aunquecabe
señalar aue el voto del Dr. Hornos finca en aue medió acusación nor el auerellante. JA 2000-111-710:
id. id.,j~2001.11-644; CCCFed. San ~ a r t i isala
, 1, del 111411996, JA 2b00-1-~íntésis;TOC nro. 10;
DJ 2001-3-1050, f. 11.571; TOC nro. 9, LL del 131712001, f. 102.455; id.,DJ 1999-2-571, f. 14.262.
232 CNCP, sala 111, ED del 301911999, DPPC, f. 60, o JA 1999-111-643; id.,id, LL del 511012001,
102.697; id.,id.,LL del 231312001, f. 101.743.
'" LL del 111912002, f. 104.387.
''' LLdel221311995, f. 92.982.
DEBATE

pues así no se atendía a la especial naturaleza del juicio criminal, donde, a diferencia
del procedimiento civil, la jurisdicción no puede considerarse limitada por las pre-
tensiones de las partes, salvo en cuanto a la prohibición de la reformati in p e i ~ s ~ ~ ~ ;
el recordado caso "Tarifeño" se alejaba'bastaute de esta impronta.
Por el contrario, se exigía completar el requerimiento de elevación con un ex-
preso pedido de pena por el Ministerio Público. Si faltaba o dicho órgano se inclina-
ha por la absolución quedaba totalmente desplazada la posibilidad de que un tribunal
del Poder Judicial condenase; si no se respetaba esta tesitura, la consecuencia deve-
nía en la invalidez absoluta de la sentencia adversa al imputado. Sobre el rotundo
cambio de jurisprudencia del tribunal ver mención expresa en el consid. 18) del
voto del doctor Fayt de la causa "Marcilese"; también la indicación del consid. 4") y,
sobre todo, las razones que autorizan a apartarse del criterio anterior registradas en
el cousid. 5"): la ampliación de la acusación haciendo mérito de la prueba rendida
durante el debate. Sin embargo, esta reflexión es ajena al dictum, según lo puutuali-
zan los demás sufragios.
En "Marcilese", la Corte, por mayoría, encontró una cuestión federal típica
(simple)-voto del doctor Fayt, consid. 6"+, admitió la queja, consideró proceden-
te el remedio extraordinario federal y confirmó una grave condena.
La lacónica resolución en "Tarifeño" sólo indicaba que en todo proceso penal re-
gular debían observarse las formas sustanciales del juicio consistentes en la acusación,
la defensa, la prueba y la sentencia. Este enfoque permanece vigente para la minona.
Con puntillosidad, se reconoce que dicho precedente y los que siguen su línea
poco ilustran sobre el contenido exigible a cada uno de esos actos para satisfacer
la garantía del debido proceso. Sí se estima que el principio de oficialidad -la
persecución del proceso penal en delitos de acción pública es tarea estatal- ayuda a
esclarecer la cuestión (ver voto del doctor Fayt, consid. 8").
El Alto Tribunal nunca se ocupó en señalar cuándo ni cómo debía estimarse for-
mulada acusación, acto procesal ineludible para cubrir los demás tramos de la Secuela.
En vez, otro sector de órganos judiciales y teóricos del proceso, muy calificado,
se ubica en la antípoda del espectro. Arajatabla cree que sin pedido concreto de pena,
cualquier condena resulta ineficaz.
La propia Corte mantuvo este criterio en ulteriores pronunciamientos al caso "Ta-
rifeño" -siiscripto sólo por tres de los cinco ministros que entonces la integraban-;
las citas más empleadas corresponden a los casos " G a r ~ í a "y~"Catt~nar"~~'.
~~
. Comenzó a insinuarse un cambio a partir del ya citado caso "Santillán"238;allí,
pese a la conclusión absolutoria del Ministerio Público, se consideró que el solo pe-
dido de pena por el querellante habilitaba la jurisdicción y el tribunal se encontraba
en condiciones de condenar. Cafferata Nores muestra coincidencia inicial con nuestra
posición, al expresar que subsiste la facultad de condenar apesar del pedido de absolu-
ción del MP al igual que la de imponer sanción más grave que la solicitada por éste239.
Aunque no toma partido en la discusión, afirma que sólo los dueños disponen240.

CS, Fallos 300:921.


236 CS, Fallos 3 17:2043.
CS, Fallos 318:1234.
238 CS, Fallos 321:2021; LL del 281911998, f. 97.877.
2" "Introducc~ón...", p. 83.
Derecho Procesal ..., ps. 1051106.
Alt. 393 DEBATE

El nuevo rumbo se percibió, con mucha claridad, en las disidencias registra-


das en los casos "Cá~eres"~~' y "Fiscal v. Pedro Ricardo F e r n á n d e ~ " ~Como
~ ~ . lo
señalaron los ministros doctores Nazareno -terminante al excluir lesión constitu-
cional alguna ocasionada por la ausencia de la determinación de la pena- y Moliné
O'Connor, a los que se suma el doctor Vázquez para conformar la discrepancia. Al
sufragar en el primero, indica que la autoridad del precedente debía ceder ante la
comprobación de la inconveniencia del mantenimiento de las decisiones anteriores.
Es que, no ya a los ojos del profano sino ante la gente del oficio, parecía un despro-
pósito sustanciar un debate, contestar el hecho imputado, propiciar prueba y subor-
dinar el resultado a la exclusiva opinión del Fiscal.
El doctor Moliné O'Connor destacó que cuando el art. 393, utiliza el giro -re-
firiéndose al querellante y al MP- formulen sus acusaciones, cabía entender que los
requirentes concretaban sus peticiones tanto si solicitaban la imposición de una pena
determinada como al propiciar absolución243.El criterio de la minoría propició que
el tribunal podía condenar aunque el fiscal durante el debate pidiera la absolución
(disidencia de los doctores Nazareno, Moliné O'Connor y Vázquez). Esto implicaba
admitir que la acusación, habilitante de la absolución o de la condena, se ubica al
formularse requerimiento de elevación de la causa a juicio (art. 347).
El sesgo, anticipador del cambio, se consolidó en Fallos 324:425. Otra vez,
los ministros Nazareno, Vázquez y Moliné O'Connor meritaron que la acusación se
ubicaba en aquel momento sin que la conclusión final del requirente pudiese vincular
al órgano judicial, aun cuando fuere absolutoria. Todavía el doctor Fayt participaba
del entendimiento expuesto en "Tarifeño".
Procede señalar que al comentar el Código de Salta, dice bien Medina: "Para
nosotros, en el esquema constitucional y legal vigente, lo que por cierto incluye al
'stema mixto, es perfectamente posible que, pese al pedido de absolución del fiscal de
'
ara, el tribunal pueda dictar una sentencia condenatoria. Ello porque está investido
juisdicción, por ser e1 competente para ello..., y porque ese atributo constitucional
no puede depender de una actividad - e n el caso, el pedido de absolución- que hace
el fiscal de cámara. En tal esquema incluimos, desde luego, el derecho de los trata-
dos internacionales que desde 1994 tienen esa jerarquía, porque en los aplicables está
siempre presente la idea del 'tribunal imparcial', como una garantía de
El argumento de que la ausencia de un concreto pedido de pena agreda la falta de
contradicción resulta especioso. Es que, como dice el doctor Nazareno245,"...el propio
ordenamiento penal establece en cada delito, un mínimo y un máximo punitivo, dentro
del cual el juez en caso de considerar el hecho probado, cuantificará el monto de la
sanción que considere adecuado, según las pautas mensurativas contenidas en los arts.
40 y 41, CP...". Esta comprensión es más amplia y ajustada que lo consignado en el
consid. 17, penúltimo párrafo, del voto del doctor Fayt, quien parece reducir laproyec-
ción de este caso a los delitos reprimidos con pena indivisible.
Podría añadirse que la cobertura cabal del principio de eventualidad exige a la
defensa atenerse a dicha escala y embicar al tribunal para que amerite en la forma

2" CS, Fallos 320:1891.


"' CS, Fallos 324:425.
Consid. 8" de su voto en Fallos 320:1891.
"El juicio oral en materia penal", p. 140, comentario al art. 398 del Código salteño, Buenos

V. su voto en Fallos 320: 1891, consid. 11


724 DEBATE Art. 393

más favorable a su pupilo hacia los carriles a que deberá sujetarse la sanción. Si
aquel que dictó la condena sólo se atuvo en apariencia a los cánones de los arts. 40
y 41, CP, lo resuelto implicaría incurrir en arbitrariedad al expresar, tan sólo, lanuda
voluntad del juzgador24b.
Empero, el debate no ha terminado y son muchas las opiniones que replantean
la compleja discusión. Algunas censuran el cambio operado en la jurisprudencia de
la CSZ4'.Por el contrario, otros coinciden -posición que compartimos-; Bidart
CamposZ4%firmaque dado el impulso del MP, el tribunal debe condenar o absolver;
Sagretti2" concluye que no hay desmedro para la condena pese al pedido de absolu-
ción. ValleZ5Oestima que en tanto se acuerde al acusado y su defensa la posibilidad de
ofrecer prueba con relación al hecho contenido en la requisitoria, se asegure el con-
trol de su producción en el debate y se le permita contestar la original imputación,
no existirá agravio, pues se garantizó el contradictorio. M a s s a c ~ e s i ~con
~ ' , claridad,
asevera que el fiscal alega de acuerdo con su valoración y el tribunal resuelve sin
estar sujeto a ésta.
La CNCP, sala IV, sigue el camino marcado por la CS al ajustarse al acata-
miento debido a los fallos del más Alto Tribunal de la Nación por parte de los jueces
inferiores252.Sin embargo", el TOC nro. 23 se aparta de la causa "Marcilese" 253. Para
ello se adujo -por mayoría- que la conclusión del MP ---el Fiscal General sostu-
vo que el hecho no configuraba daño calificado (art. 184, inc. lo, CP) sino simple
(art. 183, id.>- imponia la absolución solicitadapor dicho órgano (voto del doctor
del Castillo). Por su parte, el doctor Magariños se esforzó por marcar sus discre-
pancias con el criterio de la CS. Así entendió cubiertas las exigencias que reclaman
aportar nuevos argumentos para modificar las decisiones de la CS254.El magistrado
iteró su convencimiento de que la solicitud de elevación a juicio resulta acusación
válida sólo si la prueba producida durante el debate la sustenta; la afirmación cou-
traria formulada en términos absolutos deja inadvertidas supuestos en los que la
evaluación probatoria en el momento del alegatoJina1deriva en percibir 'que los
elementos de cargo producidos no habilitan al acusador para sustentar de modo
razonable aquella imputación que dio base aljuicio. Esa situación conduce a que se
diluya el tópico del contradictorio ypor esa razón el tribunal carecerá del factum en
conflicto habilitante de su jurisdicción; entonces tan sólo le corresponde el dictado
de una decisión que cristalice la indemnidad del estado juridico de inocencia del

CS, Fallos 310:1835 y 2844; CNCP, sala IV, 28/6/1999, "Saba, Omar S.", c. 1174.
ld7 RUA,"Acusación y sistema acusatorio. ¿Sigue siendo el fiscal quicn ejerce La acusación pe-
nal? A propósito del fallo 'Marcilese"', LL del 23/9/2002, nota al f. 104.442, pues lo encuentra lesivo
para la defensa en juicio al no poder refutar el pedido de pena.
lq8 "El recaudo constitucional y procesal de la acusación penal?', LL del 211212002, comentario
al f. 104.833.
"El caso 'Marcilese': ¿Un cambio en la jnrispmdencia de la Corte?", LL del 211012002, co-
mentario al f. 104.491.
Z50 "¿CuAl es la acusación que habilita la sentencia penal? Comentario a los casos 'Marcilese',
'Femhndez, Pedro R.' y 'Tarifeño"', JA del 911012002, ps. 38153.
"Facultad del tribunal de juicio de condenar ante el pedido absolutorio por el Ministerio Pú-
blico Fiscal", JA del 2511212002, ps. 10120.
212 Del voto del doctor Mitchell, LL del 2811 112002, f. 104.808.

'*'Causa "Martinez, Juan Manuel" del 271812003.


'" Fallos 3 11:1644, entre otros.
1
Alt. 393 DEBATE 725

imputado, a través de un veredicto absolutorio. Añadió que la tesis del Alto Tribunal
recepta el modelo acusatorio material que hace posible la consagración legal de la
disponibilidad de acción penal. Con énfasis expresa: "...no se trata en absoluto de
confundir los alcances del modelo acusatorio formal con sistemas que consagran la
discrecionalidad". A su criterio, las consideraciones de carácterjurídico quefinden
un pedido absolutorio del acusador; no obstan un pronunciamiento jurisdiccional -
condenatorio, sustentado en razones jurídicas diversas de las apuntaladas en virtud
del principio iura novit curia (el juez pone el derecho). La efectividad de la con-
tradicción y de la defensa se supeditan a que no resulte sorpresiva la significación
jurídica.
No compartimos las razones del ilushado doctor Magariños, a raíz de varias
circunstancias. En primer término, parece imposible desconocer la titularidad del
derecho material cuya realización se persigue en un proceso penal; si el "dueño es
el Estado" se escapa al ámbito del principio dispositivo, con muy pocas manifesta-
ciones dentro de este ordenamiento (por ej.: los recursos); precisamente la discusión
sobre los alcances del pedido absolutorio en la confrontación final nace cuando se
equiparan acusatorio y dispositivo. Esto ilumina que no es preciso dilucidar si el
sistema procesal penal se adecua al acusatorio material. Toda vez que se estimuló el
pronunciamiento jurisdiccional, a través del requerimiento de elevación a juicio, la
funciónjurisdiccional asignada a los jueces no puede abdicarse y el pronunciamiento
deberá ser absolutorio -si hay coincidencia con la tesis fiscal- o condenatorio -si
cabe opugnar la conclusión del Ministerio Público-.
Por otro lado, no siempre la jurisdicción se supedita al contradictorio en su prísti-
na manifestación de control exhaustivo de la prueba; en el procedimiento correccional
(art. 408) es posible omitir la recepción de prueba bajo ciertas condiciones.
En cuanto a la función de iura novit curia no se percibe qué relación guarda
con la subordinación de la condena a las conclusiones del MP en el momento corres-
pondiente al art. 393. Su única funcionalidad es, siempre que se respete con estrictez
el principio de congruencia, dar autonomía al tribunal para efectuar la comprensión
jurídico penal del caso. Dicha mutación descuenta que no se retaceó a la defensa
hacerse cargo de todas las aristas posibles del asunto.
Por el contrario, Rúazsscoincide con el TOC nro. 23 y destaca que la falta de
contradicción impone al juez mantenerse dentro de un esquema acusatorio que le
impide intervenir ante la falta de conflicto; sólo debe limitarse a actuar como resorte
de las peticiones de las partes.
c.3.) "Mostaccio"
En este precedente la CS -voto de los jueces Petraccbi, Belluscio, Boggiano,
Maqueda y Zaffaroui- retomó la doctrina "Tarifeño", remitiéndose lisa y Ilanamen-
te a lo resuelto por la mayoría en "CAsere~"~~~. La disidencia de los jueces Fayt y
Vázquez mantuvo la postura sentada en "Marcilese".
En conclusión, la doctrina actual de la CS es que el tribunal no puede condenar
si el fiscal, durante el debate, solicitó la absolución del imputado.

"Obligatoriedad de los fallos de la Corte. Acerca del alcance de la doctrina 'Marcilese"',


mentario al f. 105.143, LL del 31312003.
'*'SJP,LLdel261312004, f. 107.137, con nota de SALAS,"El fallo ' ~ o s ~.c. ~ iLao 'reposición
. de
la doctrina 'Tarifefio"'.
726 . DEBATE Art. 393

Sobre la evolución de la jurisprudencia del Alto Tribunal, ver el trabajo de Ariel


Cagnolazs7.
d) Pedido de nulidad por el fis$al
Si el fiscal se pronuncia por la ~ulificacióndel proceso, corresponde clausurar
la realización del juicio y dictar sobreseimiento para colocarlo al margen de una nue-
va persecución penalzs8.Conclusión valedera si la nulificación comprende actividad
irreproducible. Cuando el alegato fiscal postulante de la absolución no curnple con
el principio de razonabilidad en orden a la ponderación de la pmeba producida en el
debate, debe privilegiarse la interpretación de la norma que conduzca al manteni-
miento y no a la extinción de la acción pública259.
Empero, si recabó la nulidad abarcativa de todo el plexo probatorio, se cumple
con los requisitos constitucionales y procesales sobre la defensa en juicio. De ahí
que si deja en pie algunos elementos cabria considerarla insuficiente si no los afron-
tóz60.A nuestro parecer, si la defensa encaró todos los soportes de la requisitoria de
elevación, la condena deviene inobjetable; si dejó de hacerlo, la sentencia resultana
inválida porque la respuesta a la acusación no fue eficaz.
e) Actuación de la defensa
La defensa no debe limitarse a hacer acto de presencia y mucho menos a coin-
cidir con lo expuesto por el acusador oficial; por ese camino se destruye el principio
de contradicción como fundamento del ordenamiento procesal. Al extremo de que
cabría apartarle por aplicación del art. 112; el debate resulta nuloz6'. Si el alegato
se confió a una persona que, en principio, no contaba con titulo habilitante, de ello
deriva que el imputado careció de la debida representación legal en esa oportunidad,
circunstancia que vicia el debate en forma insanable, por afectar gravemente la asis-
tencia y representación del imputado en el proceso, todo lo cual impone determinar
la nulidad del debate y de la sentencia (por ser un acto consecutivo que de él depen-
de), ante la innegable vulneración del derecho de defensa en juicio del encartado
(arts. 167, inc. 3", y 172); anulación que resulta declarable aun de oficio en cualquier
estado o grado del proceso (art. 168) por implicar violación de normas constitucio-
nalesZb2.Ocurre que la tarea del defensor es unilateral y enderezada a todo en cuanto
pueda favorecer al acusado; no le corresponde coadyuvar en el esclarecimiento del

li7 "Desde 'Tarifeño'a 'Mostaccio' ...", CDJP, Casación,NO. 4, p. 81.


TOCFed. Mar del Plata, ED 165-697, f. 46.881, por mayoría; ver comentario al art. 334.
lS9 TOC Fed. Mar del Plata, del voto del doctor Falcone, LL del 30111/1998, f. 98.165, o DJ
1999-1-702, f. 13.902; la disidencia del doctor Portela acepta la nulidad cuando no sea posible afirmar
que en la valoración de lo acontecido omitió considerar elementos de prueba decisivos o se remitió a
constancias inexistentes; al anotar discrepa Danitchon -"El requisito de la oportunidad'-, pues la in-
validez debió ser resuelta con carácter previo dentro de las reglas de los arts. 170, parte final, 440 y 447.
TOC nro. 6, con disidencia del doctor De Martini, quien reputa no salvaguarda esa garantía la
mera interposición del recurso de nulidad de todo lo actuado, ya que, si la ineficacia no tiene acogida, el
acusado quedará en situación idéntica a la que tenia antes de darle intervención a su letrada y no cabe
librar al defendido a criterio del tribunal, LL del 2811 111997, f. 96.387, con nota de R o o n i ~ u ~ESTEVEZ,
z
"Defensa enjuicio y control constitucional sobre la actuación profesional de las partes", a cuyo modo de
ver se hallaba asegurado el debido proceso por cumplirse las exigencias constitucionales mínimas de la
defensa en juicio y porque "...la estrategia profesional elegida, escapa a dicho contralor jurisdiccional".
16' TOF nro. 1,2511011994, c. "Romero", JA 2 11611995, p. 59.

'" CNCP, sala 111, ED del 1911111998, Síntesis Jurisprudencial, nro. 26, SJ.
ACTA DEL DEBATE

hecho para concluir en la responsabilidad de su Ver Capítulo VI1 del Títu

f) Intervención del imputado


Si no se cumple con estrictez el último párrafo, corresponde declarar la nulidad
de lo actuado. Esta decisión cabe adoptarla cuando no surja del acta (art. 394) que se -
ha atendido, escrupulosamente, a preceder el cierre del debate mediante el otorga-
miento de la palabra al i i n p u t a d ~ ~ ~ ~ .
g) Clausura del debate
La discus~ónfinal comienza al concluirse con la recepción de las pruebas y
finaliza cuando el presidente declara clausurado el debate; aunque esta decisión no
es definitiva (art. 397).

CAP~TULO
111

ACTA DEL DEBATE


Es obligación del secretario (art. 30, ley 24.050) redactarla y reflejar el desarro-
llo del debate desde su apertura (art. 374) hasta su cierre (art. 393) -e incluso leerla
antes de la firma (art. 394, inc. 7")-, debiendo incluir también la constancia de que
los integrantes del tribunal pasaron a deliberar (arts. 394 y 396).
Permite verificar la prueba producida y utilizada para la sentencia, confrontán-
dola con el documento que debe reflejarla (art. 400). Este cotejo resultará el tránsito
obligado para verificar los motivos de casación formal (art. 456, inc. 2°), no sólo
inherentes a la motivación de la sentencia en los actos del debate26S,sino en cuanto a
la observancia de los presupuestos procesales: indagatoria (art. 294), procesamiento
(art. 306), requerimiento (art. 347) o auto de elevación (art. 351).
Su redacción debe efectuarse durante el transcurso o no bien cerrado el debate;
siempre antes de la lectura de la sentencia o del dispositivo, sin que la práctica -por
cierto no ajustada a la ley- de hacerlo posteriormente se justifique por razones de
distribución del trabajo o complejidad del asunto. Su nulidad debe ser tratada con ca-
rácter restrictivo, sobre todo si no se advierte perjuicio. Además, la interposición de
la nulidad debe plantearse antes de la lectura de la sentencia, pues con posterioridad
resulta subsanada (arts. 167 y 171, inc.

394. El secretario levantará un acta del debate, bajo pena de nulidad.


Ei acta contendrá:

''' NuNEz,Código..,, p. 96, nola 2.


lM, SCBA. LL Buenos Aires, año 1, nro. 6, oclubre 1994, p. 645, f. 21 1, con noia de BERTOLINO,
'última palabra' concedida al procesado en el juicio oral bonaerense y el control en casación",
'en afirma que tal derecho poseejerarquiaconstitucional -arts. 18 y 33, CN-: el tribunal debe tener
la impresión última de la persona humana que deberá juzgar".
'" ST Córdoba, sala Penal, JA 1988-1-141.
'" CJ Catamarca, JA 1964-V-20, f. 9060.
728 ACTA DEL DEBA TI^ Art. 394

1") El lugar y fecha de la audiencia con mención de las suspensiones orde-


nadas.
2 7 El nombre v aoellido de los iueces. fiscales. defensores v mandatarios.
i
3"j Las condiciones personales~hlimiutado de las otraspartes.
4") El nombre y apellido de los testigos, peritos e intérpretes, con mención
del juramento y la enunciación de los otros elementos probatorios incorporados
al debate.
53 Las instancias y conclusiones del ministerio fiscal y de las otras partes.
6') Otras menciones prescriptas por la ley o las que el presidente ordenare
hacer, o aquellas que solicitaren las partes y fueren aceptadas.
73 Las firmas de los miembros del tribunal, del fiscal, defensores, manda-
tarios y secretario, el cual previamente la leerá a los interesados.
La falta o insuficiencia de estas enunciaciones no causa nulidad, salvo que
ésta sea expresamente establecida por la ley.

a) Principios generales
La sanción de nulidad es subsanable por ser relativa; en consencuencia, requie-
re la instancia de parte (arts. 169, 170, inc. 3", y 171, inc. lo), con las excepciones
que habrán de puntualizarse.
Adiferencia de lo que ocurría con el procedimiento anterior (arts. 495 y 496 del
Código aprobado por ley 2372), no es preciso que el acta incluya, con exhaustividad,
el íntegro desarrollo del debate. Basta que contenga las menciones establecidas por
la ley, o las que el presidente ordene efectuar, o las solicitadas por las partes y que re-
sulten aceptadas (inc. 6"). Si la solicitud fuere desestimada, debe hacerse la protesta
para recurrir en casación (art. 456, inc. 2').
b) Análisis de los recaudos
1) El lugar será, en principio, el de la sala encias del tribunal (ver arts.
373 y 374). La fecha cobra relevancia porque permite computar el límite del plazo
tolerable para la suspensión del debate (art. 365) y la inmediatez para,el comienzo de
la deliberación (art. 396), luego de cuya finalización debe efectuarse la lectura de la
sentencia (art. 400, párr. 2").
Se trata de una nulidad relativa, debe ser instada y resulta subsanable (arts. 166,
169 y 170, inc. 3", y 171, inc. 2").
2) Permite conholar si se ha cumplido con el principio de identidad fisica del
juzgador (art. 396) y la regular constitución del tribunal. Su infracción genera una
nulidad de carácter absoluto (arts. 18, CN, 167, inc. lo, y 168, pán. 2" para ambas
situaciones).
En el caso de fiscales, defensores (arts. 67 y 111, respectivamente) y manda-
tarios, que pueden ser sustituidos, no hay motivo para invalidar el acta por su mu-
tación, pero sí por la ausencia de los dos primeros o de uno de ellos, pues resultaría
afectada la inviolabilidad de la defensa por cercenarse la contradicción (arts. 18, CN,
167, incs. lo, 2" y 3", 168, párr. 2", y 368, párr. lo). En cuanto a losmandatarios, el
aserto cobra relevancia simplemente para verificar si el actor civil no afrontó el cum-
plimiento de la carga impuesta por el art. 93, con la consecuencia del art. 94; para el
mandatario del civilmente demandado, su ausencia puede determinar que se le siga
proceso en rebeldía. Lo mismo ocurre con el asegurador (arts. 117 y 118, párr. 2', ley
Art. 394 ACTA DEL DEBATE

17.418) cuando interviene por éste; en vez, si lo hace por el actor civil, la incompa-
recencia produce el efecto del art. 94, páni 2".
3) Los datos del imputado son los fijados por el art. 297 y responde a la exigen-
cia del art. 74. De todas maneras vale recordar que para identificar al sujeto pasivo,
basta el hombre y no el nombre.
Si los datos del imputado faltan en el acta, pero de la sentencia y de otros actos -
regularmente cumplidos y obrantes en el legajo -hipótesis casi académica- surge
que está suficientemente identificado (art. 404, inc. lo, a contrario), debe concluirse
que se trata de una mera irregularidad que no conlleva sanción alguna. Salvo que
trasunte su falta de intervención, en cuyo caso es absoluta (arts. 18, CN, 167, inc. 3",

ia del inciso anterior, se refiere a las partes en sentido material: que-


rellante, actor civil, civilmente demandado y asegurador, si hubiera intervenido.
4) No debe omitirse ningún órgano de prueba. De otra manera resulta imposible
realizar el control de fundamentación de la sentencia (art. 404, inc. 2"). Con todo,
se trata de una nulidad relativa (arts. 166, 170, inc. 3", y 171, inc. lo), excepto que
la omisión afecte la garantía de la defensa en juicio, en cuyo caso será absoluta (arts.
18, CN, 167, incs. 2" y 3", y 168, párr. 2"), por ejemplo, si el medio omitido resultare
relevante para la decisión en un sentido determinado; tal la exhibición prescripta por el
art. 385 si impide cerciorarse del instrumento usado para cometer el delito.
5) No hay otro arbitrio para controlar la observancia del principio de congruen-
cia, comprendiendo aun la actividad prevista por el art. 381; su omisión genera una
nulidad absoluta, pues hace al cumplimento de las normas reguladoras del debido
proceso (arts. 18,28 y 33, CN, y arts. 167, incs. 2', y 3'y 168, párr. 2').
6) Ver introducción a este Capítulo 111. La omisión genera nulidad absoluta si
no permite contrastar estas menciones con las invocadas en la sentencia (arts. 18,28
y 33, CN, y 167, incs. 2'y 3', y 168, párr. 2'). De lo contrario se trata de una nulidad
relativa porque debe propiciarse su corrección por los interesados (arts. 170, inc. 3",
y 171, inc. lo). La SCBA-frente a una disposición similar- ha dicho que la efica-
cia del ataque de la defensa contra el razonamiento del juzgador se subordina a que
se deje constancia en el acta267.
El acta del debate deviene nula si no documenta lo que ha ocurrido durante su
desarrollo; sobre todo, las inserciones solicitadas por las partes. Pero ello no impone
que contenga todo lo que ocurre en la audiencia, sino lo que exige la ley: las que el
presidente ordene y las que soliciten las partes; la omisión o deficiencia al formularse
por secretaria las menciones no hacen a la nulidad del acta; tampoco si la defensa no
hace uso, a lo largo de la audiencia, del derecho acordado por este
Sin exagerar puede decirse que para deducir recurso de casación habrá de estarse
las contradicciones relevantes entre lo sucedido en la audiencia -según el acta- y
a sentencia269.Por eso la protesta por defecto de las actas para hacer
posible aquel recurso debe ser oportuna -al cumplirse el acto o inmediatamente des-
pués (art. 170, inc. 3 ° F ; de lo contrario deviene improcedente la queja por su dene-
gaciónz70.A menos que la nulidad fuese absoluta (art. 168, párr. 2').

' LLdel24/10/1991, f. 89.839.


TS Neuquén, 29/8/1991, "Ballent, Carlos"
DONNA- MAIZA,Código...,p. 454.
CNCP, sala 111, BJ nro. 2, p. 36.
730 ACTA DEL DEBATE Alt. 395

Resulta censurable fundir en un único documento el acta de debate y la sen-


tencia; el cumplimiento de esta pauta es indispensable para un adecuado funcio-
namiento del sistema, tanto en la etaga del juicio como al transitar por la sede de
impugnaciónz7'. 2
7 )La suscripción resulta esencial para su integración coino instrumento público
(art. 988, CC); pero no cualquier omisión de esa índole genera nulidad, por ejemplo,
la falta de firma de los defensores272.La firma del secretario, en vez, determina la
invalidez del acta -arts. 138, 139 y 140-; se trata del oficial público que la redactó
y tiene autoridad para conferirle autenticidad y fe públicaz73.
La lectura la cumple el secretario, sin perjuicio de la que pueden efectuar los
intervinientes, tal cual ocurre en el supuesto de la indagatoria (art. 301).
A diferencia de lo prescripto en el pán: lode este artículo, en que no existe acta
y se incurre en nulidad absoluta, pues no hay reflejo fiel del desarrollo del debate, el
último párrafo se refiere a la consecuencia de los vicios que puedan alojarse en los
incisos precedentes; dicha sanción puede ser absoluta o relativa, según se ha estable-
cido en cada uno de los comentarios anteriores. Este último carácter capta, por vía
de principio, los supuestos de los incs. 6" y 7".
Las posibilidades de impugnar lo actuado se esfuman si no se hace constar en
el acta lo percibido en la audiencia.
Resumen, grabación y versión taquigráfica
395. Cuando en las causas de prueba compleja el tribunal lo estimare con-
veniente, el secretario resumirá al final de cada declaración o dictamen la parte
sustancial que deba tenerse en cuenta. También podra ordenarse la grabaeión o
la versión taquigráfica, total o parcial, del debate.
Es una medida excepcional; las versiones quedan reservadas para el tribunal,
quien sólo puede disponerlas actuando como colegio; pero "...no pueden cbnstituir,
bajo ningún concepto, aportes objetivos de carácter probatorio. Ciertamente que no
han de integrar el acta y si bien pueden ser utilizadas por los vocales del tribunal
durante la deliberación (y aun para la redacción de los fundamentos del fallo), no
corresponde agregarlas al expediente en salvaguarda del principio de ~ r a l i d a d " ~ ~ ~ ;
Maier, en su proyecto (art. 329, último párrafo, id.), expresamente contempla que la
versión taquigráfica, la grabación o la síntesis no integran los actos del debate. Sobre
ebvalor de ciertas filmaciones, ver art. 44 de la ley 24.192.
Hernández considera errónea esta interpretación y acertada la posición de Mo-
rello partidario de usar la taquigrafía, medios mecánicos, grabadores, la filmación en
video, reproducibles ante la alzadaz7*;recaudo que debiera tornarse indispensable a
partir de lo resuelto por la CS en "Casal"z76,a fin de que se pueda cumplir, a cabali-
dad, con la doble instancia judicial.

>" CNCP, sala 111, LL del 231912002, f. 104.448, del voto del doctor Tragant.
ST Corrientes, JA 1987-111-374.
2'3 CNCP, sala 111, 171311999, "Ramirez, S.", c. 1785, LLdel31112000, o DJ 2000-1-776, f. 15.165.

'" CLARJAOLMEDO, Tratado..., t. VI, ps. 2791280, con referencia al ari. 424, CPP Córdoba de
1940, de texto casi idéntico.
"* "Nuevo proceso penal, justicia y sentido común", ED 178-918y 179-908.
276 Fallos 328:3399.
SENTENCIA

CAPÍTULO
IV
SENTENCIA

En el juicio oral el órgano decide fundándose en el acta del debate (art. 394)277.
De ahí la importancia de gestionar la reposición cuando se omitan menciones re- -
queridas por las partes (art. 394, inc. 6") y, ante su rechazo, dejar planteada la vía
casatoria (art. 456, inc. 2').
La sentencia es el acto procesal decisorio culminante del juicio, a través del
cual se resuelve sobre la pretensión deducida por los acusadores (arts. 347, párr. 2",
351 y 393) y la oposición hecha valer por la defensa (art. 393); tanto con respecto al
objeto principal --cuestión penal (arts. 347, párr. final, o 3 5 1 t como al eventual
-cuestión civil, si se hubiese planteado en tiempo oportuno (arts. 87 y 101)-.
Ver art. 409 para lo correccional.
Deliberación
396. Terminado el debate, los jueces que hayan intervenido en él pasarán
inmediatamente a deliberar en sesión secreta, a la que sólo podrá asistir el se-
cretario, bajo pena de nulidad.

a) Principios generales
Dice Clariá Olmedo que si bien la discusión en el juicio oral constituye el últi-
mo momento del debate, en cambio, la sentencia está materialmente fuera de él sin
perjuicio de integrar, a lo menos como uno de sus pasos, la última de las audiencias
en que el debate se de~envuelve*~~.
Ya anticipamos (art. 394, inc. 2") que el órgano judicial al cual incumbe la de-
cisión debe estar integrado por los mismos jueces que participaron en el debate (art.
374), a fin de preservar la identidad fisica del juzgador.
El comienzo de la deliberación indefectiblemeiite tiene que producirse, sin so-
lución de continuidad, al concluir el debate. De otra suerte -cuando se infringe el
principio de continuidad- resultaría también vulnerado el de inmediación.
Salvo las excepciones previstas (art. 397), comenzada la deliberación debe con-
cluir con el pronunciamieiito de la sentencia o, cuando menos, con la lectura de su
parte dispositiva (art. 400, párr. 2").
A la deliberación sólo debe concurrir el secretario, para quien constituye una
bligación funcional, con miras a la redacción del acta y autorizar el documento sen-
cial (arts. 121, 138, 139,399 y 404, inc. 5", y art. 30, ley 24.050).
Si es menester producir más prueba, corresponde reabrir el debate (art. 397), y
de precisarse cualquier auxilio, debe solicitarse por intermedio del secretario.
La deliberación se cumple únicamente por los jueces del órgano colegiado en
presencia del secretario, quien, como es obvio, al no cumplir funciones jurisdiccio-
nales, en modo alguno puede gravitar. Dicha deliberación se realiza como tal oral-
mente, pero en secreto, ya que no pueden asistir el público, las partes ni sus letrados.
732 SENTENCIA Art. 397

b) Nulidad de la deliberación
La invalidez conminada, en cuanto al secreto de la deliberación y a los sujetos
que deben participar (art. 396), tiene Fue aplicarse con rigor279.Sobre todo cuando se
trata de instaurar un régimen preocupado porque esta resolución emane únicamente
de los jueces. A nuestro modo de ver, se afecta el secreto de la deliberación si se
tolera el ingreso -salvo casos extremos cuya justificación resulte inobjetable- de
auxiliares del tribunal (ver art. 63 en cuanto al distingo efectuado respecto de los
secretarios), De manera que la sanción indicada por el párrafo final del art. 396 en-
sambla con la regla del art. 167, inc. 2"; deberá ser opuesta al cumplirse el acto o in-
mediatamente después (art. 170, inc. 39, y si la resolución es adversa, deberá hacerse
la reserva de acudir en casación (art. 456, inc. 2'). Desde luego que si alcanza una
dimensión que ponga en crisis la debida constitución del tribunal (art. 167, inc. lo),
puede llegarse a lesionar la garantía del juez natural; en ese caso resultaría absoluta
(arts. 18, CN, y 168, pán: 2').
La nulidad no se produce sólo por el ingreso a la deliberación de personas no
autorizadas por la ley, sino también cuando no comienza apenas terminado el debateza0.
Como ninguna de las normas aplicables establecen el plazo para deliberar, debe
estarse a que será común al acordado para la redacción de la s e n t e n ~ i a ~ ~ ' .
Reapertura del debate
397. Si el tribunal estimare de absoluta necesidad la recepción de nuevas
pruebas o la ampliación de las recibidas, podrá ordenar la reapertura del deba-
te a ese fin., v" la discusión uuedará limitada al examen de auuéllas.
.l.isncn ciena seinzjanza con las medidas para mejor proveer autorizadas por
el anrigi~oCódigo en el an. 193. Por ende, entendeinos que súlc>deben destiiiarse a
completar y aclarar elementos ya incorporados al juicio-y no cuestionados por las
partes. El tribunal jamás debe asumir funciones de acusador; por el contrario, con
el fin de averiguar la verdad en sustancia y, en ejercicio de atribuciones conferidas,
puede confirmar el contenido de la prueba de cargo sin menoscabo para la imparcia-
lidad que le es
No corresponde reproducir actos del debate, pues no configuran nuevas prue-
bas; sólo quedan fuera de limitación si se decide ampliarlas.
La reapertura debe cubrir las garantías del debido proceso y de la inviolabili-
dad de la defensa en juicio. Por ende, el presidente deberá cumplir con la citación de
los inteminientes y observar, a su tiempo, lo dispuesto por el art. 374. Formalmente
debe declarar la reapertura, anoticiar las pruebas que se han de producir y practicarlas
conforme a las disposiciones que regulan los distintos medios (art. 382, párr. 2"). Por
supuesto que las partes controlarán sin retaceos las diligencias, ya que es imposible
privarles de las impugnaciones correspondientes. Recogida la prueba, se procede a la
nueva discusión en la forma prevista por el art. 393, aunque restringiendo el discurso

En contra, CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. VI, p. 313.


28W LA~ , vecurso...,p. 140, nro. 42, quien, con acierto, censura la prActica de pasar a
R t i ~El
cuarto intermedio postergando, caprichosamente, la intervención final del imputado -último acto del
debate- para recién comenzar entonces con la deliberación.
18' CNCP, sala III,301311994, "Álvarez, Domingo Vicente", ED 162-759.

Z8i CS, ED 95-198, f. 34.814, con nota de BERTOLINO, "El debido proceso y los principios de
imparcialidad y bilateralidad en el áinbito procesal penal".
Art. 398 SENTENCIA . 733

a las diligencias cumplidas a raíz de la reapertura. Por último, corresponde proceder a


interrogar al imputado y cerrar nuevamente el debate (art. 393, último párrafo).
Resulta obvio que las medidas no podrán violentar el principio de congruencia
(art. 401) en cuanto a la identidad del objeto procesal, de modo que no habrán de
versar sobre un episodio distinto, pues en ese caso se afectaría la inviolabilidad de la
defensa (art. 18, CN) y la nulidad sería absoluta (arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2'), -
habilitante de la vía casatoria (art. 456, inc. 2").
Normas para la deliberación
398. El tribunal resolverá todas las cuestiones que hubieran sido objeto del
juicio, fijándolas, en lo posible, dentro del siguiente orden: las incidentales que
hubieren sido diferidas, las relativas a la existencia del hecho delictuoso, par-
ticipación del imputado, calificación legal que corresponda, sanción aplicable,
restitución, reparación o indemnización más demandas y costas.
Los jueces emitirán su voto motivado sobre cada una de ellas en forma
conjunta o en el orden que resulte de un sorteo que se hará en cada caso. El tri-
bunal dictará sentencia por mayoría de votos, valorando las pruebas recibidas y
los actos del debate conforme a las reglas de la sana crítica, haciéndose mención
de las disidencias producidas.
Cuando en la votación se emitan más de dos opiniones sobre las sanciones
que correspondan, se aplicará el término medio.

a) Principios generales
Las reglas primordiales a observar, para la validez de la deliberación, consisten
en dilucidar las cuestiones adoptando la secuencia fijada por el primer párrafo y la
opinión, por cierto que fundamentada, de los magistrados sobre cada una de ellas.
Para Clariá Olmedo - q u i e n sigue a Leone- se trata de simples directivas
carentes de sanción a la actividad2". El limite siempre radicará en que no se afecte
garantía constitucional alguna, supuesto en el que cabe su declaración de nulidad
oficiosa (art. 168, pán: 29, por ejemplo, si se omite toda mención sobre la existencia

En este momento tienen que ser despejadas todas las hesitaciones en cuanto a
los episodios configurativos del objeto procesal penal -precisado en la requisitoria
o en el auto de elevación a juicio (arts. 347, párr. 2", y 351)-; si persisten, corres-
ponderá aplicar el art. 3".
La sucesión en que deben despejarse las cuestiones no es rígida e incumbe al
tribunal establecerla284.
b) Secuencia de la deliberación
1) Cuando no se altera, debe comenzarse por afrontar las cuestiones prelimina-
res alojadas en el art. 376, pospuestas en virtud del art. 377, párrafo primero. En este
tópico ingresan también los hechos que pudieron fundamentar una excepción -aun-
que no introducidos por las partes, pues en el momento de señalada la audiencia para
art. 359), caducó para aquéllas la posibilidad de plantear la concerniente
Competencia territorial (art. 358 y comentario al art. 399)-, ya que. confxaw&.

Tratado..., t. VI, p. 3 17.


" CCLARIA Tralado...,t. VI, p. 317.
OLMEDO,
734 .SENTENCIA Art. 398

su funcionamiento dentro del proceso penal (ver introducción al Título VI, Libro 11),
el iribunal tiene la obligación de considerarlos oficiosamente cuando su existencia
sea manifiesta.
Luego corresponde encarar si desde el punto de vista histórico puede afirmarse
la existencia del suceso constitutivo del.objeto procesal penal. El hecho debe po-
nerse de manifiesto precisando todas las circunstancias de tiempo, lugar y modo en
que se produjo; no basta la mera referencia de elementos de juicio existentes en la
causazss.Aquí corresponde analizar si el episodio tiene adecuación típica conforme
a la descripción de las figuras efectuada en el Libro 11 del Código Penal o en alguna
ley penal especial.
Fijado el hecho, debe meritarse la intervención del imputadopara establecer cómo
debe responder conforme a las reglas fijadas en el Título VII, Libro 1del Código Penal.
Se requiere precisar sus condiciones desde el punto de vista biológico-psiquiátrico-
jurídico o bien su capacidad de culpabilidad, la existencia de causales de justificación,
circunstancias excluyentes de la culpabilidad o la aparición de excusas absolutonas.
Más allá de la tipicidad, luego coiresponde encuadrar el hecho en la forma que
hace posible su castigo, siempre que se adecue a todas las exigencias requeridas
por una determinada figuia delictiva. Bajo este aspecto el análisis se agota con la
determinación acerca de si se trata de una figura simple, atenuada o agravada y Si es
consumada o tentada.
La sanción aplicable se determina a través de las pautas generales fijadas por los
arts. 40 y 41 del Código Penal; el tribunal debe también tener en cuenta los anteceden-
tes penales del causante, a través del informe que debe solicitar al Registro Nacional de
Reincidencia y Estadística Criminal y Carcelaria (art. 5' de la ley 22.1 17). Cabe com-
putar, en este momento, la disminución de pena en caso de tratarse de una tentativa
(Título VI, Libro 1, CP) o de complicidad secundaria (arts. 46 a 49, id.). Asimismo, la
modificación de la escala penal que pueda corresponder si se está frente a un concurso
(arts. 54,55 y 56, id.). Si se condena por hechos reiterados, debe determinarse cuántos
fueron, aunque se trate de idénticos damnificados y calificación legalzs6.ESnula la sen-
tencia que omite consignar las circunstancias atinentes a la mensura de la pena, pues
así se convierte al fallo en un acto de pura voluntad del juzgadorzs7.
El pronunciamiento acerca del objeto accesorio y eventual, siempre que se haya
introducido debidamente en el proceso penal y mantenido en igual forma -no debe
haber mediado desistimiento del actor civil (art. 94)-, corresponde efectuarlo aun-
que la sentencia sea absolutoria (art. 16, párr. 2'). Para las excepciones y reconven-
ción sobre la cuestión civil, ver art. 102.
Finalmente, se cumplen las prescripciones de este primer pái~afodecidiendo
acerca de la imposición de costas (ari. 530). La CCC, en fallo plenario, había resuel-
to que la omisión de pronunciarse sobre las costas generaba una sentencia nulazss,
pero luego varió ese temperamento al considerar que podía suplirse dicha falta en
el trámite impugnativozS9. La CS sostuvo, por su parte, que si es nula la exención
de costas sin fundamento, resulta contrario a la lógica interpretar que el silencio de

CCC, Fallos, 29erie, t. 1, p. 408.


CCC, salaV1, LL 122-330, f. 55.476.
CCC, Fallos, 2' serie, t. 1, p. 414.
ED 34-5 10, f. 16.987.
ED 86-593, f. 32.698; ver comentario al art. 530.
SENTENCIA 735

la sentencia sobre ese punto implique su pago en el orden causado, pues entonces
el mero silencio podría constituir una vía indirecta para evitar la nulidad derivada
de imponer la exención sin causas explícitas. Por tal motivo deben entenderse como
impuestas a la parte vencida290.
2) El segundo párrafo se ocupa de cómo se conforman los fundamentos de la
sentencia. Si los jueces omiten expresar las razones que los inclinan en un determi- -
nado sentido, se desentienden de la obligación que como tales les incumbe y con-
vierten al pronunciamiento en uno de los ejemplos más claros de arbitrariedad, al par
que soslayan una de sus más prístinas obligaciones como magistrados de un régimen
republicano: fundamentar sus fallos (art. lo, CN)Zqi;no basta la mera suposición
sobre lo que se habría representado el encartado en el momento de los hechos si no
se apoya en ningún elemento convictivo292;también si se prescinde de una visión de
conjunto y la necesaria correlación entre las pruebas -incluso la indiciaria- y sólo
se la merita en forma fragmentaria y aisladazq3.
En los delitos contra la honestidad, en que la prueba es de difícil recolección,
no sólo por los desarreglos psicológicos provocados en la víctima sino por el tiempo
que transcurre hasta que llega la notitia criminis al tribunal, no cabe segmentarla,
quitándole sustento a lo que en conjunto lo tiene. Si así se procede, la sentencia re-
sulta arbitraria294.
No cabe invalidar los indicios y presunciones de uno a uno y evitar su valoración
articulada y contextual; se trata de una imperfecta metodología, pues prescinde de ele-
mentos que, solitariamente, nada prueban con certeza, mas evaluados en acto único y
con ajuste a las reglas de la sana critica racional pueden llevar de la mano a una proba-
tura acabada plena y exenta de toda hesitación razonablezq5.Es en la prueba indiciaria
donde se pone de manifiesto la libertad de apreciación que tiene e i juez, desde que
no rige una norma que le imponga cómo deben ser los indicios, pues basta respetar
el principio de la sana critica; con todo, no debe trasladarse dicho examen a un plano
de abstracción prescindiendo de los hechos de la causa donde, en principio, ningún
indicio será unívoco y dará lugar a múltiples posibilidades de igual valorzq6.La fuerza
de la prueba de presunciones radica en el correcto silogismo que lleva de los hechos
indiciarios ----debidamente acreditados por pruebas directas- a los hechos indicados
surgidos mediante un procedimiento indirecto de deducción, que puede alcanzar un
alto grado de probabilidad y de univocidad si no se los valora aisladamente, sino en
conjunto y respetan la lógica, la regla de la ciencia y de la experienciazq7.

CS, 2011212005, "Las Varillas Gas SA", JAdel 121412006, p. 35; ED del 81312006, p. 5.
29' CS, Fallos 279:355; 300:539,928; 308:640.
"' CS, LL del 161911996, f. 94.698, con nota de BERTOLINO, "La mera suposición como un modo
del juicio penal arbitrario".
'" CS, JA del 301411997, p. 48, "Piñero Pacheco, Raúl E.".
:" CS. 1.1. del 23 2 I Y J D , f 96 642, con njta dc '\l,,nir. ;>:El peso dr' los indicios') In i..iloracion
d~ id p ~ e b de .
a viouncion;~en el deiiro de violnciOn"., aiiicn dice: "Si la\. ..
un recror del iiiava nrobaiono
que l¡eva al operador jurídico (juez, jiuado, árbitro, abogado) a trabajar en un frente de conjunto, en una
red que, interactuante, anude y teja es el de los indicios... Las parcelas, los indicios abastecen a las presun-
S..." y previenen contra la balcanización si se dispersan y evalúan aisladamente.
'** CNCP, salal, DJ 1999-3-186, f. 14.660.
Id., sala 11, JA 2000-1-503.
lg7 TOC nro. 7, DJ 1999-1-462, f. 13.822; id, DJ 1999-2-1 075, f. 14.461.
736 . SENTENCIA Art. 398

Para merecer el calificativo de arbitraria no basta la denegación de diligencias


probatorias ni la insuficiencia de los alegatos de la defensa en punto a la incidencia que
en el plexo total pudieran tener las medidas y aserciones indicadas como constitutivas
del agravio; tampoco se exige que el $&o que conforma mayona tenga fundamenta-
ción autónoma, ya que basta con la remisión a los fundamentos del pre~pinante"~.
Se procura transmitir la seguridad de que todos los miembros del tribunal han
hecho el debido estudio del casozw.
La ley fija el orden de los votos para el supuesto en que no haya concordancia,
supeditándolo al sorteo, antes de analizar los fundamentos; esto significa que si hay
unanimidad, aquél deviene superñuo, ya que la sentencia surgirá como formulación
del colegio judicial. La CNCP, sala IV, anuló la sentencia condenatoria cuando dos
de los vocales que la suscribieron omitieron expedir su opinión o adherir al voto
emitido por el presidente del tribuna1300.
Si no hay pleno acuerdo sobre todas las cuestiones, el sorteo resulta obli-
gatorio, pues se debe adoptar la decisión por mayoría. En tal caso es preciso que
cada juez emita su voto por separado. De no mediar concordancia sobre cada una
de las cuestiones enumeradas en el primer párrafo, quien discrepe queda vincu-
lado por la mayoría fijada para las diferentes cuestiones; tendrá que tener "...por
cierto o exacto lo que la mayoria opinó y decidió, sin tener en cuenta el sentido
de sus votos minoritarios anteriores ni los fundamentos que lo determinaron en
cada una de las votaciones ya agotadas"301.Rodríguez estudia el modo de dictar
sentencia por tribunal colegiado, revisa la naturaleza de las cuestiones plantea-
das y el sistema para lograr la mayoria, y concluye que deviene inconstitucional
compeler "...a un magistrado a decidir dentro de un marco fijado por los otros dos
colegas. Los dos primeros votantes pasan a ser los tiranos que constriñen el libre
albedrío del tercero, que no le permiten cumplir con la función de juzgar que le
asignan la Constitución y las leyes. Todo esto es también ofensivo para el orden
constitu~ional"~~. Sin duda la solución legal puede merecer reparos, pelo, a la
hora de optar, la voluntad de la mayoría es el único respaldo atendible en el Estado
de Derecho democrático. Las ponencias de los sufragantes no deben ser disímiles,
pues tal situación toma infundada la resolución al verse privada de la mayoría
requerida para su validez como acto jurisdi~cional~~~.
Tanto la absolución como la condena pueden sustentarse sólo en las pruebas
recibidas en el debate, ya sea directamente o bien a través de las oralizadas por la
lectura (en especial, arts. 382,391 y 392)'04.

CNCP, sala 1, DJ 1998-3-379, f. 13.410, o LLdel311711998, f. 97.563, con nota de CORVALAN,


"La congruencia en el proceso penal".
'" TS Neuquén, 2411011991, "Gutiérrez, Raúi".
311012007, "Bustos", SJP, LL del 271512008, p. 38.
'O' CLARAOLMBDO, Tratado..., t. VI, p. 320.
%O2 "¿El contenido de una sentencia depende del azar?", DJ 1998-1-979.

'" CNCP, sala IV, LL del 911112001, f. 102,869; en el caso, un juez sostuvo la atipicidad del
hecho denunciado Y el restante estimó la imposibilidad de continuar el proceso en vimid del pedido
dc desr.siiniacióii fi,miulado por el fiscal, :o11 nora dr. ALLILYKI, "l>isco~d~as ) rna)orias, u sobre los
reieudos prupio~de 13 sel!iericiac colc.pi:i<l;is",qiiieci recuerd3 uuc risi i l an. 26 del Jec-le\ 1232 58 cn
cuyavi&d se estableció el criterio deia mayorla absoluta; si hay disenso, deben inco~por~rse los votos
necesarios para obtener mayoria de opiniones.
'M ST Mendoza, sala 11, f. del 201511991, JAdel2311011991, p. 56.
Art. 398 SENTENCIA -
En cuanto a la apreciación de la prueba por las reglas de la sana crítica, co
equivalente a libre convicción, ver introducción al Título 111 del Libro 11 (
241 y 263, inc. 4'). Confróntese el retroceso impuesto por el art. 44 de la Le
Espectáculos Deportivos, 24.192, pues instaura un régimen de prueba legal
filmación controlada por el juez instructor de tumo- respecto de los delitos que
comprende.
Abalos recuerda un fallo del TSJ Córdoba que contrasta motivación insuficien-
te y motivación errónea; mientras aquélla produce la nulidad de la sentencia, los
motivos erróneos no siempre determinan la invalidez30s.
La ley no impone normas generales para acreditar hechos delictivos ni deter-
mina abstractamente el valor de las pruebas, dando al juzgador libertad para admitir
aquellas estimadas útiles para esclarecer la verdad306.Se atribuye a los jueces re-
solver con sana refiexión las cuestiones que le son sometidas, aplicando el derecho
vigente y ejerciendo su ciencia con independencia de presiones de cualquier índole,
aunque se trate de las meramente psicológicas que ejercen los criterios imperantes
en el medio
3) Si no se coincide en cuanto a la sanción, deben sumarse las propuestas y divi-
dirse por el número de votos. Si la divergencia estriba en la clase de pena, "...deberá
desdoblarse la cuestión como en el caso de la participación ..."3ns. Apuntan Donna y
Maiza que puede resultar injusta la solución cuando la mayoría opte por una pena
que permita la ejecución condicional -pese a discrepar en el monto-, por ejemplo,
votación dividida entre dos, tres o seis años en el delito de robo309.
4) La alteración del orden de las cuestiones tratadas no afecta de nulidad a la
sentencia. En vez, la invalida la infracción a lo establecido en el párrafo segundo.
En general se admite la adhesión al voto precedente; pero si faltare la opinión de
uno de los jueces, se incurriría en una nulidad absoluta, pues además de dejarse de
lado lo referente a la constitución del tribunal (art. 167, inc. lo),la absolución o la
condena desatendería la observancia del debido proceso (arts. 18, 28 y 33, CN, y
art. 168, páni 2"), tanto para los acusadores como para el imputado y su defensor3I0.
Con acierto se ha dicho que la falta de enunciación del hecho o la determinación
circunstanciada de aquél, que el tribunal estime acreditado, no afecta de nulidad a
la sentencia, siempre que la consideración de "...la existencia del hecho delictuoso"
haya sido tratada en debida fonna3I1.
e) Casuística
La validez de la sentencia, cuando hay disidencias, exige mayona de opiniones
sustancialmente coincidentes en el fundamento de la solución31z.

'O5 Código...,ps. 8591860.


CNCP, sala 1, LL del 2811 111997, f. 96.393.
'O' CS, JA 1998-1-555.
'O8 CLARIA OLMEDO, Tratado..., t. VI, p. 321, n. 554.
DONNA - MAIZA,Código..., p. 464.
' ' O CS, Fallos 268:266; 303:1349.

'" ST Corrientes, JA 1987-111-374.


"' CS, ED 153-673, f. 45.268, con notade GozniN~,"Las mayorías coincidentes en las sentencias
~ N E ZVIVOT (h), "Integración incompleta del tribunal y nulidad de la sentencia",
738 ~ SENTENCIA Art. 399

La omisión de valorar prueba dirimente constituye caso típico de selección ar-


bitraria del material probatorio, lesivo para el principio de razón suficiente alojado en
el actual método de libre convicción o sana crítica racional para apreciar aquélla; está
incluido en el control de casación3I3.Por otro lado, el juez es libre para creer o no en
todo el contenido de un testimonio o sólo en una parte, siempre que su valoración no
sea c~ntradictoria~'~. Es que la violación al método valorativo impuesto por los arts.
241,263, inc. 4", y 398 no debe reducirse a la mera discrepancia con el valor convicti-
vo asignado al material tenido en cuenta3I5.El art. 233 de la ley 24.522 de Coucursos
consagra una presunción de fraude al solo efecto de fundar una denuncia ante el fuero
penal, sin gravitar sobre la decisión en la apreciación de la prueba en ese momento316.
En el proceso penal, el juez debe valerse de indicios y con ellos tejer una per-
suasiva red de presunciones en las que hacen de soporte las inferencias en las cuales
devela las zonas más oscuras de los hechos controvertidos. La sentencia es un opus
intelectual insuflado de voluntad, en que el juez debe dar razones que convenzan. Por
tanto lógicas, como quiera que, trabajando con hechos y pruebas, la comunidad toda
quede convencida de que la tarea se ajusta a las exigencias requeridas; que las ciñe
con coherencia porque desde ese punto y con tal bagaje (hechos y prueba) se ha de
recortar de inmediato e inseparablemente la soluctón normativa, la actuación del de-
recho que rige esas (no otras) circunstancias comprobadas de la causa. Dice también
Morello que la prueba científica va acorralando el plafón jurídico para cedérselo a lo
arrollador de las conquistas científica^^'^.
La decisión nulificante del debate oral por considerar endeble o inexistente a
los argumentos de la defensa aconseja el apartamiento de los jueces inteminientes3I8.

Requisitos de la sentencia
399. La sentencia contendri: la fecha y el lugar en que se dicta; la mención
del tribunal que la pronuncia; el nombre y apellido del fiscal y de las otras par-
tes; las condiciones personales del imputado o los datos que sirvan para identi-
ficarlo; la enunciación del hecho y las circunstancias que hayan sido materia de
acusación; la exposición sucinta de los motivos de hecho y de derecho en que se
fundamente; las disposiciones legales que se apliquen; la parte dispositiva y la
firma de los jueces y del secretario.
Pero si uno de los jueces no pudiere suscribir la sentencia por impedimento
ulterior a la deliberación, esto se hará constar y aquélla valdrá sin esa firma.

a) Análisis del primer párrafo


En cuanto a la fecha, ver art. 115; se convierte en relevante en los casos en
que se ha pospuesto la lectura de los fundamentos (art. 400); se trata de una nulidad
relativa porque sólo puede deducirse a instancia de parte, siempre que no resulte
subsanada (art. 171, inc. lo, en función del art. 170, inc. 3O, y 171, ino. 2").

CNCP, sala 111, JA 1995-1-588.


""T Rio Negro, LLdel 1211211994, f. 92.721.
CNCP, sala 111, ED del 51711995, f. 46.524.
MARTORELL - VALBROA ARAOZ, "Problemática concur~al-~enal'< LL del 15/8/1997,
'" "Apreciación de la prueba. Modernidad del terna", JA 2000-11-876.
TOF Cap. nro. 1,2511011994,"~ornero",I A del 211611995, p. 59.
SENTENCIA -
Respecto del lugar, es dato que habilita la consideración de la competencia
territorial del tribunal en los términos de art. 118, CN y de los arts. 37 a 40, especial-
mente el art. 39, por la posibilidad de que se declare la nulidad en cualquier estado
del proceso, sin perjuicio de la validez de los actos cumplidos durante la instrucción
(art. 40); ver comentarios a los arts. 373, en relación con el ámbito del debate, y 376,
párr. 2", como inomento hasta el que puede plantearse por vía de excepción.
Indicar el órgano judicial del que emana este pronunciamiento conclusivo im-
porta, además de lo dicho anterionnente --competencia por razón del territorio-,
también a los fines de la nulidad prevista por el art. 36 (ver comentario al art. 358).
Tampoco puede dejarse de lado que la individualización del tribunal interesa para
establecer si confonne a las disposiciones que regulan los turnos, el órgano debía co-
nocer en el caso. Generará una nulidad absoluta cuando se la haya utilizado, aviesa-
mente, sea por el tribunal o por alguna de las partes, para quitarle participación al que
debiera intervenir (art. 18, CN, y arts. 167, incs. lo, 2" y 3', y 168, pán: 2"). Resultará
relativa en los demás; se trata, como las otras aquí evaluadas, de una nulidad virtual.
La mención del nombre y apellido del fiscal obedece a razones semejantes a la
del tribunal interviniente. En cuanto a las otras partes, se entiende que son el quere-
llante y las que intervienen en la cuestión civil; pero la ausencia de dichas menciones
empece a la validez del documento.
La identificación del imputado es preocupación constante del Código (arts. 74
y 75). La ausencia de estos datos -siempre que no puedan salvarse en los términos
del art. 75- parece irrelevante (ver comentario a los arts. 394, inc. 3", y 404, inc.
). Más aún: resulta imposible arribar a este estadio procesal sin tener identificado

La enunciación del hecho y del objeto de la acusación tienden a hacer fac-


ble la apreciación de la congmencia. La necesidad de que la sentencia precise el
mbito objetivo del pronunciamiento tiende a garantizar dicho principio -identidad
y correlación entre el hecho constitutivo del objeto y el que configura el núcleo de
a decisión-; deben determinarse los elementos objetivos y subjetivos de la impu-
ación conforme se concretaron en la acusación y, al mismo tiempo, fijarlos para
imiíar en cuanto a ellos el alcance de la fundamentación y el ensanche de la conde-
o la absolución; el tribunal está constreñido por los hechos materia de acusación
nque no por la calificación que se les ha dado3I9.Se acepta que queda excluido de
congruencia el aspecto jurídico, toda vez que no alcanza al título o calificación
al del hecho, pues el tribuna1 de mérito tiene plena libertad para elegir la norma
icable al caso en virtud del principio iura novit curia320.El deber de proporcionar
S razones que dan por configurado un tipo penal se satisface con la debida mención
la figura --con su correspondiente cita legal- y la referencia al hecho al cual se
lica, siendo innecesario que el tribunal explique por qué razón, teoría o enseñan-
jurídica aplica el precepto32i.La falta de enunciación de los hechos imputados
art. 404, inc. 3 0 aparece al no describir los elementos constitutivos del delito,
participación atribuida al acusado y las circunstancias de modo, tiempo, lugar y
ersona referidas a su condición; la omisión de hacerlo con claridad constituye un

'' CF. San Martin, sala 11, LL del 2911111996, f. 94.913, con nota de Q U E ~ EMENDOZA,
D~ "La
n judicial bajo las normas penales".
'" CNCP, sala 11, 221311999, "Fernández", c. 1870, LL del 51112000; id., id., DJ 2000-1-1340,

32' TS Córdoba, LLC 1999-718


740 S SENTENCIA Art. 399

defecto en la motivación del fallo, toda vez que, para ser fundada en derecho, la
sentencia debe explicar y describir los hechos objeto de subsunción jurídica; de lo
contrario se aplicaría una norma que no tiene correlación con el suceso histórico que
hipotiza como delitoiz2.Para fijarla hay que tomar como referencia el requerimiento
de elevación a juicioi2'. Por eso, el deber de los magistrados de precisar con plena li-
bertad las figuras delictivas juzgadas encuentra su limite en la congruencia3". Como
se ha expuesto tiene carácter de garantía constitucional32s.
La sentencia debe ser: a) completa ---conteniendo en su parte resolutiva la deci-
sión respecto de todas las cuestiones que han sido objeto del proceso, calificando el
hecho y determinando sus consecuencias jurídicas-; b) expresa y precisa, indican-
do con exactitud los alcances de la decisión, monto de la pena impuesta y de las in-
demnizaciones si fuera el caso y la calificaciónjurídica con indicación de las normas
legales aplicadas; c) clara, de modo que no dé lugar a confusiones o incertidumbres;
y d) no debe ser contradictoria. La omisión de alguno de estos requisitos conlleva a
la declaración de nulidad del acto incompleto326.
La anulación puede ser parcial; si se trata de un delito de incumplimiento de
los deberes de asistencia familiar, no puede irse más allá de la fecha en que el fiscal
solicitó la elevación a juicioi2'.
No lesiona la congruencia, por violarse la prohibición de fallar extra petitum,
si se condenó por tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, aun
cuando la acusación cubriese la tenencia simple. La validez de este corolario se su-
bordina a que en el requerimiento de elevación a juicio se contemple expresamente
la hipótesis de la condenaizs.
Cabe reparar que esta limitación cede en los delitos de acción privada (ver Ca-
pítulo 111, Sección Primera, del Título 11). Ver comentario al art. 38 l.
La explicacidn sucinta de los motivos de hecho ya se dijo que no exige una
doble descripción estructuralmente autónoma e incluida al comienzo y al final; basta
que se manifieste claramente cuál es; lo que importa es que dicha e&nciakión esté
contenida en la parte inicial del pronunciamiento o en la motivacióniz9;a su vez,
impedirá una ulterior persecución y protegerá a la persona en los términos del art. lo.
Si la sentencia envuelve una demasía al interpretar las normas relativas al allana-
miento del domicilio, creando requisitos no exigidos por la ley, resulta defectuosa
su motivaciónn0.
El requisito de la motivación rige aun para imponer las reglas de conducta esta-
blecidas por el art. 27 bis, CP, tanto por su carácter complementario cuya aplicación

CNCP, sala 111, JA 2000-1-505.


'13 TOC Fed. nro. 1 Mendoza, LL del 301611998, f. 97.399.
CNCP, sala 1, DJ 1998-3-379, f. 13.410, o LL del 311711998, f. 97.563, con nota de CORVALAN,
"La conmuencia en el oroceso nenal". auien exiee - resvetar
. la earantíaconstitucional a través de una imnu-
tación fictica comple& y acotaque "si ia congmencia ha sido-violada por el acusador que se apartó deíos
hechos atribuidos en la indagatoria. nero en la sentencia condenatoria se resvetaron aauellos orieinarios
" v
no se atendió a la amplitud de la requisitoria, no puede prosperar ningún agravio def&sista3'.
$' CS, LLdel 131511998,f. 97.112, o DJ 1998-3-660,f. 13.513.
CNCP, sala IV, DJ 2000-2-815, f. 15.716.
'" CNCP, sala IV, LL del 4/5/2001, f. 101.942.
' 2 8 CNCP, sala 111, LL del 3011012000, f. 43.114-S.

ST Corrientes, JA 1987-111-374.
CNCP, sala 1, LLdei 311811998, f.97.739.
SENTENCIA

debe ajustarse a las condiciones personales del imputado, como por el paralelismo
existente con el beneficio de la suspensión del juicio a prueba -art. 293-33'.
Tanto la falta de relación de aquél como precisar el derecho, genera nulidad
absoluta (art. 404, inc. 2') y declarable de oficio porque toma imposible la defensa
plena del imputado (arts. 18, CN, y 167, inc. 3", y 168, párr. 2').
Si faltan las disposiciones legales aplicables resulta ímprobo el control en la -
vía casatoria (art. 456), a excepción del caso previsto en el art. 472. La nulidad que
genera la falta de mención es absoluta332.
El dispositivo de la sentencia es la parte resolutiva y refieja la decisión del
'rgano en cuanto al mérito o fondo del asunto. Su carencia genera la nulidad en
os términos del art. 404, inc. 4"; a nuestro modo de ver, de carácter absoluto, por
esatender tanto la intervención del juez (art. 167, inc. 2") como la del imputa-
o (art. 167, inc. 37, con mengua de la garantía fijada en el art. 18, CN (art. 168,
rr. 2"). Ciertas leyes especiales imponen sólo declarar la culpabilidad del autor en
sentencia y recién cuando fracase un tratamiento fijar la cuantía de la pena333.Son
uestiones opinables. En cuanto a las costas, ver comentario al art. 530.
Si faltare la firma de los jueces, el pronunciamiento resultaría inexistente por no
resarse la manifestación de su voluntad sobre el objeto del proceso334.La firma
secretario también viene exigida por los arts. 121 y 140. Como es un requisito
ue hace a la válida intervención del tribunal, su falta genera las mismas consecuen-
analizadas en el párrafo anterior.
b) Análisis del segundo párrafo
Si el tribunal está integrado por tres miembros, el impedimento podrá afectar
sólo a uno, pues si afecta a dos resultará no conformada la mayona necesaria para
idir (art. 398). Siempre que exista mayoría de opiniones, al coincidir los jueces
refrendan la sentencia, la invalidez debe descartarse335.La CS tiene resuelto
la deliberación descuenta que la sentencia se dicte en acuerdo y se establezca el
oto individual de los magistrados incluso frente a un régimen como el del Código
cesa1 Civil y Comercial de la Nación, que en nada se asemeja al instauado por el
. 396336.Desde luego que esto supone el respaldo por el secretario de que quien no
uede firmar coincide en la decisión con uno de los que la suscriben y así conformar

Lectura de la sentencia
400. Redactada la sentencia, cuyo original se agregará al expediente, el tri-
una1 se constituirá nuevamente en sala de audiencias, luego de ser convocadas

"' CNCP, sala 111, JA 2000-1-465; la disidencia estima que la motivación es para acordar la
ondena condicional --art. 26, CP-; pero superada esa etapa, el órgano judicial tiene libertad para
seleccionar alguna de las pautas de conducta -art. 27 bis, CP-.
CS, ED 182-232, f. 49.189.
"' TOC Fed. nro. 1 Mendoza, ED 179-281, f. 48.803, con exhaustiva nota de LOSABA, "Toxico-
aniaY ley penal: una contradiccion en sus términos", sobre todo parág. 15, nota 8.
"' CS, JA 1996-1-548, o LL del 13/3/1996, f. 94.084; NICELE, "Sentencias irregulares", LL del

SCBA, DJdel311311993, f. 7228.


'16 Fallos 308:2188; una disidencia lo reitera en el fallo 71 10 inserto en DJ del 24/2/1993.
742 S SENTENCIA Art. 400

las partes y los defensores. El presidente la leerá, bajo pena de nulidad, ante los
que comparezcan.
Si la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora hicieran necesario
diferir la redacción de la sentencia, en dicha oportunidad se !eerá tan sólo su
parte dispositiva, fijándose audiencia para la lectura integral. Esta se efectuará,
bajo pena de nulidad, en las condiciones previstas en el párrafo anterior y en el
plazo máximo de cinco (5) días a contar del cierre del debate.
Cuando se hubiere verificado la suspensión extraordinaria prevista en el
art. 365, el plazo establecido en el párrafo anterior será de diez (10) días y se po-
drá extender hasta veinte (20) días cuando la audiencia se bnbiere prolongado
por más de tres meses y hasta cuarenta (40) días cuando hubiere sido de más de
seis meses ?' .'
La lectura valdrá en todo caso como notificación para los que hubieran
intervenido en el debate.

a) Principios generales
Como acto procesal, la sentencia debe documentarse en los términos de los
arts. 138 y 139. Hasta tanto se proceda de ese modo, no existe como tal; por eso,
el borrador o cualquier otra manifestación que revelare el estudio de la causa por el
juez o tribunal con carácter previo a la decisión no es acto SUvalidez
exige la redacción por escrito. Por eso es parcialmente nula la sentencia a la que le
falta, por omitirse su agregación, una foja en la cual concluía el desarrollo de los ar-
gumentos basilares de la condena, pues ello crea un estado de indefensión, derivado
de la imposibilidad de contestar a tales afirmaciones desconocidas339.
Sin solución de continuidad, al concluir la deliberación, debe redactarse.
Excepcionalmente cabe anticipar tan sólo la parte resolutiva.
'
b) Lectura del dispositivo
Su omisión en forma tempestiva destruye la continuidad impuesta y la obligada
identidad flsica del juzgador; por ende se agrede la garantía del debido proceso ad-
jetivo (arts. 28 y 33, CN) y, en forma larvada, se atenta contra el principio del juez
natural al tornarse viable la intervención de personas ajenas al tribunal (art.18, id.).
La nulidad es absoluta (arts. 167, incs. 1" y 3', y 168, párr. 2").
c) Lectura de los fundamentos
En cuanto a esta lectura, hay que distinguir entre hacerlo una vez vencido el
plazo de cinco días - e n principio hábiles, art. 1 1 6 y omitirla. En el primer su-
puesto, la nulidad debe propiciarse inmediatamente después de vencido el plazo
(art. 170, inc. 3"), pues de lo contrario queda subsanada (art. 170, inc. lo). En el
segundo es absoluía, porque el dispositivo aparecerá como expresión de la mera
autoridad de los jueces.
La extensión del plazo para la lectura de los fundamentos en los supuestos es-
tablecidos en el párrafo tercero se explica en función de la complejidad y duración

"' Párrafo incorporado por ley 25.770 (BO del 16/9/2003).


Derecho.,., t. IV, p. 13.
PAI.ACIO,
CCC, sala 1, JA 1996-11-269; aunque referida al Código derogado, la conclnsión se mantiene
vigente. Debe entenderse que se toma imposible fundamentar cualquier impugnación.
SENTENCIA ,>

del debate. Sobre los supuestos de procedencia para la suspensión extraordinaria de


treinta días, ver comentario art. 365.
d) Impugnabilidad
Si se obvia comunicarla, se imposibilita acudir a la vía iinpugnativa extraordi-
naria que, hallándose prevista en la ley, debe considerarse garantía constitucional3". -
En otros términos: si no hubo lecturano existió notificación. Por lo tanto se carece
de punto de referencia para el cómputo inicial del plazo para impugnar.
Se ha considerado que la omisión de la lectura, estén o no presentes las par-
tes, debe reclamarse antes de la clausura definitiva del debate, pues se trata de una
nulidad relativa (art. 170, inc. 3", y 171, inc. 2°)34'.Por las razones antes expuestas
isentimos con este temperamento.
El momento inicial para cualquier impugnación es el día siguiente al de la lectu-
ra integra (ver comentario al art. 104) de la sentencia o de sus iundamentos, si se ha
diferido (arts. 116, 142 y 162). En el ámbito del recurso extraordinario, el plazo para
deducirlo comienza a partir de la notificación de la sentencia al propio encartado342.
Ver comentario al art. 463343.

El art. 42, RJN, establece que toda sentencia condenatoria en causa criminal
rsonalinente al procesado. La CS precisó que la notificación
alidad a fin de iniciar el cómputo del plazo para inter-
ario federalgM,doctrina que procura evitar que tal clase
es por la sola conformidad del defensor34s.Empero, se
epto tuvo en mira la ley procesal derogada, "pero hoy la ley
ado la oralidad y con ella la vigencia de los principios de
ón y continuidad, los que rigen toda la actividad del juicio y,
nde, abarca el acto procesal de la lectura de la sentencia, la que 'valdrá en todo
como notificación para los que hubieren intervenido en el debate' ... interveu-
scindible en el caso del imputado (art. 366, id.), y terminado
ntinuidad comienza indefectiblemente la deliberación, la
ronunciamiento del fallo íntegro o de la parte dispositiva
r en el plazo máximo de cinco días... De modo, pues, que
eina posibilidad razonable de que el acusado no se entere del
ciamiento, sea por su presencia personal en la sala de audiencia o por la de
el momento de la lectura de aquél. En todo caso, nunca podrá
una eventual falta de conocimiento a defectos del acto de comunicación
s al servicio de justicia, sino de la propia conducta discrecional del imputa-
s, pese a estar advertidos de que se leerá el fallo en lugar, día

'40 CS, Fallos 307:966; luego de 1994, lo mismo surge de los tratados internacionales -art. 75,

ST Comentes, JA 1987-1V-423; Nuh~z,Código ..., p. 390; CNCP, sala 1, "Sak de Builascio,


a", JA del 251611997, p. 39, pues estima que no afecta garantías constitucionalescon olvido de que el
echo procesal penal no es más que derecho constihicional aplicado -BAUMANN, Derecho..., p. 29-.
CS, Fallos 302:1276.
"' También GozAiNr, "Veredicto y sentencia", ED 147-393.
'" Fallos 302:1276.
'"'Fallos 291:572; 304:1179; JA 1997-1V-354.
y hora determinados, rehúsan presentarse a la a~diencia"~".Se dijo también que el
planteo por desconocimiento de los fundamentos y la subsiguiente falta de firmeza,
por haberse omitido el traslado del imputado a la sala de audiencias, no se admite
si existen circunstancias que toman inequívoco su conocimiento de la sentencia3".
Con referencia al art. 42, RJN, la CS tuvo oportunidad de decidir que no toda infrac-
ción a lo por él dispuesto impedía que la condena quedara firme, pues debe tenerse
en cuenta si surge de la causa en forma inequívoca que el procesado, no obstante la
falta de notificación personal, tomó conocimiento completo de la condena y sus fun-
damentos, lo que puede considerarse cumplido si retiró fotocopia^^"^.
En disidencia, los doctores Petracchi y Boggiano estiman que el art. 42, RJN,
es aplicable al procedimiento
La doctrina actual de la CS es que, para el cómputo del plazo en la interposi-
ción de un recurso, debe tenerse en cuenta la notificación personal al imputado de la
decisión que acarrea la firmeza de la condena, dado que la posibilidad de obtener un
nuevo pronunciamiento judicial a través de los recursos procesales constituye una
facultad del imputado y no una potestad técnica del defensor35o.
Es válida la lectura de los fundamentos pese a no cumplirse dentro del plazo
aquí previsto, cuando noSe afectó el principio de inmediatez que inspira la norma
frente a la demora de un día, al no encontrarse vulnerado el derecho de defensa35'.
La notificación del cómputo, ya sea por su lectura junto con los fundamentos o
por alguno de los otros medios legalmente previstos, es requisito de validez. Resulta
arbitraria la resolución que considere extemporáneos los ataques efectuados contra
el cómputo si de la compulsa de las actuaciones surge que no existen constancias
acerca del cumplimiento de dicho acto de comunicación3s2.
Sentencia y acusación
401. En la sentencia, el tribunal podrá dar al hecho una ealificacign jurí-
dica distinta a la contenida en el auto de remisión a juicio o en el requerimiento
fiscal, aunque deba aplicar penas más graves o medidas de seguridad.
Si resultare del debate que el hecho es distinto del enunciado en tales actos,
el tribunal dispondra la remisión del proceso al juez competente.

a) Prineipios generales
. Siempre que se mantenga la identidad fáctica --es decir, se obsewe el prin-
cipio de congruencia-, el tribunal tiene plena facultad para modificar el encuadre
jwídico penal del hecho recogido en la acusación -auto de elevación a juicio o

"'" Del voto del doctor Bisordi en el fallo de la CNCP, sala 1, 711011994, "Abet, José", JA
191711995,p. 41; ver también voto de la doctora Canicci en la misma causa, en el que expresa: "...si con
ello se pretende reclamar una notificación personal de la condena, debe recordarse que según el Código
Procesal -m.4 0 0 1 con la lectura queda comunicada...".
j" CNCP, sala IV, LL del 511012001, f. 102.691, con disidencia de la doctora Capolupo de Du-
rafiona y Vedia.
''S LLdel2111111991, f. 89.924.

'" CS, JA 2000-11-670, o ED 186-223, f. 49.860.


'" Fallos 327:3802; 327:5801; 328:470.
j5' CNCP, sala IV, JA 2000-11-505.

CNCP, sala IV, LL del 121712001, f. 102.311.


Art. 401 SENTENCIA

requerimiento fiscal (arts. 347, párr. ZO,y 351)353;sin embargo, la posibilidad de que
aparezca una pluralidad de hechos unificados bajo la fonna de delito continuado
(art. 54, CP) o circunstancias agravantes no contenidas en la acusación impone pro-
ceder conforme al art. 38 1.
Por el contrario, si el hecho es diferente - o t r o episodio imputado a la misma
o a diferente persona-, el tribunal debe promover un nuevo proceso remitiendo las
actuaciones a insirucción (ver comentario a los arts. 252, 371 y 390)354.Cafferata
NoreP5 propicia un medio para determinar si el hecho es diverso: si la nueva per-
secución superase o resultare eficaz para refutar una excepción de cosa juzgada o
litispendencia. En vez, si se acredita la ajenidad del imputado, tiene que pronunciar-
se la absolución.
El primer párrafo autoriza cierta laxitud en la aplicación del brocardo iura novit
curia - e l tribunal conoce el derecho-, perfil que se retacea en casación en virtud
de lo establecido por el art. 463. "La del título condemnationis responde al principio
de iure novit curia, que permite al tribunal corregir claros errores de subsunción,
cuando ello, claro está, no apareje indefensión...". Empero: "Las agravantes sólo
agregan circunstancias a la prohibición básica, por lo tanto ellas pueden ser introdu-
cidas en el debate si la defensa cuenta con tiempo suficiente para contestarlas, y ob-
viamente también pueden ser recogidas por el tribunal en su sentencia. Se requiere,
no obstante, que esta introducción opere por voluntad del Ministerio Público, y no
por la del tribunal"356.
b) Congruencia. Casuística
La correlación entre acusación y sentencia es esencial para impedir la condena
or un hecho diverso al que fue objeto de imputación; sólo así se respeta la inviola-
ilidad de la defensa en juicio (art. 18, CN). Alude a la concreta conducta humana
a la especie legal; si hay alteraciones fundamentales con respecto al hecho, se
dió la defensa; aunque no cabe exagerar, pues resulta posible, ante la imputación
robo calificado, condenar por robo simple, ya que se ha permitido el conocimiento
a base fáctica al imputado y a su defen~or'~'.Si bien el cambio de calificación no
figura agravio constitucional, ello es así siempre que la condena verse sobre los
mos hechos que fueron objeto de debate en la causa. En vez, si se incorpora uno
nuevo respecto del cual no existió la posibilidad de ejercer el derecho de defensa en
juicio, cabe descalificar el fallo como tal"8. Es que en orden a la justicia represiva,
es deber de los magish-ados, cualesquiera fueren las peticiones de la acusación y de
defensa o las caiificaciones de carácter provisional, precisar las figuras delictivas
zgadas con plena libertad y exclusiva subordinación a la ley, sin otro limite que
restringir el pronunciamiento a los hechos constitutivos de la materia del juicio; sa-
tisfecha esta exigencia, no hay violación de la defensa en

CC y C Formosa, JA 1989-1-144, índice, NO. 11.


TS Neuquén, 211111990, "Alarcón, Angélica".
Temas..., ps. 2571265.
TOC Fed. Mar del Plata, 201311996, "Barraza, José y otros", c. 241, del voto del doctor Falcone.
TSJ Córdoba, ED 160-412, reseñas 1x0s. 84 a 88.
CS, LLdel2811211993, f. 91.859.
CS, Fallos 3 10.2094.
746 SENTENCIA Art. 401

La incorporación en la sentencia de una circunstancia agravante que el fiscal


había excluido del objeto de la acusación por razones procesales, vulnera el principio
de congr~encia'~~.
La regla consagrada "sentencia debet eses conformis libello" apunta a delimitar
la jurisdicción y asegurar el contradictorio, de manera que dicho documento tenga
por objeto el hecho imputado y no uno distinto. El núcleo fáctico ha de ser congruen-
te con el requerimiento del MP. Empero, la circunstancia de que los jueces tengan
por acreditada una modalidad de producción de los hechos con matices diferentes no
constituye vicio aunque las partes le asignen una significación jurídica diferente361.
Corresponde anular la sentencia si el suceso descripto en esa decisión no con-
cuerda, plenamente, con el contenido del requerimiento de elevación a juicio; la ins-
tancia de mérito debe respetar tal identidad fáctica y, en su caso, a las repetidas am-
pliaciones válidas, lo cual implica la prohibición expresa de resolver e~trapetiturn"~.
Para la SCBA, el mantenimiento de la pena originaria no obsta a que se considere
procedente la anulación de oficio si, pese a no mediar recurso de la acusación, la Cá-
mara condenó por un hecho --cuya pena no estaba prevista para el nuevo encuadra-
miento utilizado-, pues,aparece violado el derecho de defensa en juicio al avanzarse
ilegítimamente sobre la situación procesal alcanzada por el acusado, desplázandose el
debido proceso363.La falta de recurso acusatorio no empece a modificar la calificación
legal del hecho si se mantiene el monto de las penas3%;el mero cambio de calificación
no acarrea invalidez si se mantienen los elementos materiales o psíquicos del
"El conjunto de elementos fácticos no puede modificarse, como tampoco pue-
den serlo su grado de perfeccionamiento, la participación concreta del inculpado,
las circunstancias agravantes, sean genéricas o constitutivas del tipo y, en definitiva,
todas aquellas circunstancias sobre las que se asiente la responsabilidad penal ... No
se puede condenar por delito distinto salvo que se trate de figuras homogéneas, y el
nuevo titulus condemnationis no apareje indefensión ..."366.
La nrocedencia del cambio de calificación sólo nuede admitirse si el ihoutado
tuvo puntual noticia del hecho atribuido y pudo ejercer su defensa respecto de la cali-
ficación selcccionada en definitiva"'. Sin discusión se altera el hecho si al imputado
no se le indagó por el suceso, pues pudo frustrarse el efectivo derecho de defensa a
lo largo del proceso368.
La modificación de la subsunción típica, al sustituir el tipo de abandono de per-
sona -impropio de omisión- por el de lesiones graves -doloso activo-, importa
una alteración de la imputación típica; se trata de supuestos de hecho distintos y no

CS, SJP, LLde13011112004, f. 108,373.


16' CNCP, sala 111, BJ nro. 5, p. 35.
'" Id., sala 11, JA 1996-11-546; id, id., SJl', LL del 251412003, f. 105.409; en el caso se anuló la
sentencia porque se condenó al imputado por la tenencia de estupefacientes que en el requerimiento de
elevación a juicio se atribuía a otra persona.
363 JA 1996-111-400; en el régimen de este Código la nulidad de oficio también procedería en
Función de lo prescripto por los arts. 167, inc. 3", y 168, párr. ZO,cualquiera fuese la vía a través de la
cual el expediente quedó en estado de ser revisado.
'" CCF San Martin, sala 11, DJ 1998-3-193, f. 13.339.
' 6 5 CCC, sala IV, LLdel 191211999, f. 98.380, o DJ 1999-1-457, f. 13.818.

FAFALCONE, "Del principio acusatorio y el juicio oral", ED 164-1122.


"' CNCP, salal, LL del 3011012000, f.101.095, o DJ 2001-1-753, f. 16.544.
CNCP, sala 1, LL del 9/11/2001, f. 102.873.
SENTENCIA ..
existe en el ordenamiento jurídico cláusula legal alguna que establezca que no evitar
resultado típico equivale a c a ~ s a r l o ~ ~ ~ .
-art. 278, CP, según ley 23.468-, la
rca del ánimo de lucro, corresponde absol-
subjetivo reclamado para la configuración del
-

La CNCP, sala 111, resuelve que deteminar el momento en que debe remitirse
tente -como lo establece el pán: 2 0 es facultad exclusiva
esulta obligatorio hacerlo cuando media pedido expreso del
rgano judicial debe abstenerse de dictar sentencia y remitir
al para que decida si requerirá instrucción o practicará ins-
cción sumaria 37'. Al comentar el fallo, Silvina Bruno expresa que la casación no
rden al hecho diverso o si el tribunal al
sal; concluye que es casi imposible fijar un
ecidir si el hecho es distinto por la infinidad de

r enunciación del hecho en comentario al art. 399.


Límite jurisdiccional sobre la pena
Dice Cafferata Nores que subsiste la facultad de condenar a pesar del pedido de
poner sanciones más graves que la solicitada
Penal, Buenos Aires, en pleno, sostiene que la
determinación del monto de la pena, salvo

na importante disidencia, sobre todo por la repercusión que tuvo en algunos


affaroni y Lorenzetti al emitir su voto en
da vez que el derecho de defensa impone
por el Estado a los tribunales de justicia debe
que fija la acusación, y dado que la pretensión
itiva constituye una parte esencial de ella.. . cualquier intento por superar aquella
sdiccional extra o ultrapetita".

"
( ' S , 11 12 2007, .Aniugiiuzn", disideiicia de los jueces Lorenzeiti, hlnqucdn ). %:iffarolii;SJI'.
LL del 27 5 2úOb. D. 3ú. ;oii iiow de Slurello S Ilsscioirn. ..iJn \,>lo:n niinoria uue cii el ororeso p¿ii;il,
la buena senda del principio de congm&cia"; RDP; LexisNexis, 412008, p.'640; RDb, Lexis~exis;
,p. 743, con nota de Dr; Lucn, "Omisión impropia, legalidad y congruencia".
'O CNCP. sala IV. LL del 61712001. f. 102.283.
". LL del 30 lo 2000, i. 101 o<!3, con n31a d; llkz YO, .Hecho diverso, no,, O i s i!?
iJe»i !. Illnii3-
ClOnes renirsi\as drl fircni cn c;isliciÚn".
''' Citado en nota anterior.
''' Introducción..., p. 83.
LL del 251412003, f. 105.399, con nota favorable de D'ALBORA, "LOS limites de !a Pu-
entendió que "(s)i el Estado es titular de la pretensión punitiva o derecho sub~et!vo de
y llanamente, quien pretende la estricta observancia de aquél, parece claro que un Organo
no puede limitar a otro"; o JA del 261212003, p. 63; en el mismo sentido, CNCP, sala 1, LL
01812002, f. 104.318.
''' CS, Fallos 330 2658
La CNCP, sala IV, con fundamento central en la disidencia anteriormente apun-
tada, modificó su postura y sostuvo que el tribunal no puede imponer una pena supe-
rior a la peticionada por el fiscaln6.
En forma concordante, la Sala gegunda del TSE ha señalado que "el Tribu-
nal sentenciador no puede imponer pena superior a la inás grave de las pedidas en
concreto por las acusaciones, cualquiera sea el tipo de procedimiento por el que se
sustancia la causa"377.
No puede imponerse la pena de multa del art. 22 bis, CP, si el fiscal no la requi-
rió; debe brindarse a la defensa la oportunidad de contradecir la aplicación de dicha
sanción378.
Absolución
402. La sentencia absolutoria ordenara, cuando fuere el caso, la libertad
del imputado y la cesación de las restricciones impuestas provisionalmente, o la
aplicación de medidas de seguridad, o la restitución o indemnización demanda-
das.
Deben concluir todas las medidas cautelares impuestas durante el proceso, sean
privativas de libertad personal o que de alguna manera la limiten; a menos que con la
absolución se aplique una medida de seguridad, tal como la internación manicomial
o correctiva, aunque la sentencia sea r e ~ u r r i b l een~ ~ese
~ ; caso se sustituye la interna-
ción provisoria (art. 76) por la definitiva.
La acción resarcitoria puede encontrar acogida no obstante la absolución (ver
comentario al art. 16, párr. 2'). Para que tenga eficacia en sede civil debe tratarse de
las mismas circunstancias de hecho esenciales para la fundamentación. Carece de re-
levancia constitucional la posibilidad de resultados contradictorios entre decisiones
provenientes de distintos Órganos judiciales, sobre todo si abordan bajo una óptica
diferente idénticos hechos; resulta consecuencia del reparto de competencias cum-
plido por el legislador380.La exégesis irrazonable de la sentencia penal absolutoria
{art. li03, CC), sin atender al motivo principal utilizado en dicha &de para absolver
al imputado, torna arbitraria la s e n t e n ~ i a ~ ~ ' .
Declarada la existencia del hecho y su autoría en jurisdicción criminal, esos
aspectos no se pueden rever en sede civil, aunque ésta es soberana para atribuirle al-
cance de delito civil o de cnasidelito o juzgar la responsabilidad del autor en función
de esos p a r á m e t r o ~ ~ ~ ~ .
En efecto: la responsabilidad civil es más amplia que la penal; puede no me-
diar ilícito de dicha naturaleza y, pese a ello, el mismo hecho deparar consecuencias

1211112007, "Argüello", voto mayoritaio de los jueces Homos y Duraiiona y Vedia; RDP
LexisNexis, 212008, p. 285; RDP, AbeledoPerrot, 812008, p. 1347, con nota de ARES,"La pretensión
punitiva del fiscal como límite máximo para el juzgador".
"' Acuerdo del Pleno de 2011212006, JUR 2007,30007.
CNCP, sala 111, 141212006, "Forcat", SJP, LL del 211712006, p. 48.
"* CLAR~A OLMEDO, Tratado..., t. VII, p. 355.
SC Mendoza, sala 1, LL del 201811997, f. 95.788.
"' CS, DJ 1997-2-946, f. 12.009.
jS2 CF Civ. y Com., sala 1, DJ 1997-3-16, f. 12.112.
SENTENCIA -
civiles"3. La restitución corresponde aun cuando no se hubiere solicitado (art. 29,
inc. 24 CP; ver art. 523). Por su parte, el art. 1083, CC, da opción al resarcimiento de
los daños frente a la reposición de las cosas a su estado anterior, excepto si ésta fuera
iinposible, en cuyo caso la indemnización se fijará en dinero. Cabe recordar que la
dispuesto con antelación al dictado de la sentencia definitiva

rta la absolución por falta de dolo o culpa y la condena al resarci-


miento por responsabilidad objetiva3*".
El sobreseimiento no puede considerarse vinculante para el juez civil, pues no
se presenta el supuesto del art. 1103, CC385.A diferencia del sobreseimiento, la abso-
lución habilita pronunciarse sobre la acción resarcitoria.
Tanto la absolución como el sobreseimiento habilitan resarcir, al imputado, en
. 1090, CC. El denunciante responde si obró con culpa grave o
exigirse mayor diligencia de la correspondiente a una situación
exigirse a las víctimas que, frente a la comisión de delitos, for-
ortando pruebas incontestables sobre la autoría; así se les impon-
dría la carga de una investigación policial exhaustiva para no errar en su denuncia386.
Condena
403. La sentencia condenatoria fijará las penas y medidas de seguridad
ue correspondan y resolverá sobre el pago de las costas.
Dispondrá también, cuando la acción civil hubiere sido ejercida, la restitu-
del objeto materia del delito, la indemnización del dafio causado y la forma
ue deberán ser atendidas las respectivas obligaciones.
Sin embargo, podrá ordenarse la restitución aunque la acción no hubiese

Se han analizado las omisiones del pronunciamiento en cuanto a los puntos del
mer párrafo al comentar el ast. 398.
a) Fijación de la pena
El tribunal deberá fijar no sólo la cuantía de la pena sino su especie; también de-
n fundamentarse las condenas de ejecución condicional (art. 26, CP, de acuerdo
la reforma de la ley 23.057).
Si se dan las condiciones para imponer una pena de cumplimiento en suspenso,
ueces deben fundamentar por qué deciden en el caso concreto imponer una de

Si se omite alguna de dichas decisiones se genera la nulidad de la sentencia.


ara nosotros es absoluta, porque no se compadece con la correcta intervención del
z en los actos que resultan obligatorios (arts. 167, inc. 2", 168, pán: 2", y 398,
. lo;arts. 17 y 18, CN), y virtual, pues fluye del sistema adoptado por el Código.
''' Ver TOBLAS,"Las causas de justificación en la sentencia penal y su influencia en el proceso
Y,LL del 311211992, comentario al f. 90.931.
ÁBALOS, Cúdigo..., ps. 8741881.
CS, ED 165.106, f. 46.773; el concepto corresponde a la sentencia de segunda instancia.
C. Nac. Civ., sala K, LL del 811011997, f. 96.134.
CS, 81812006, "Squilario", S.579.XXXIX. Esta doctrina fue reafirmada en las causas
1612007, "Oyarse", 0.462.XL1, y 11412008, "Delfino", D.1608.XLI.
El tribunal no sólo debe enumerar los criterios utilizados para individualizar
la pena, sino que debe demostrar de qué forma los hizo operar, pues se trata de una
facultad discrecional pero no tolera s$>ejercicio arbitrario388.
El mayor o menor rigor de la pena no es atacable por la vía ~asatoria~*~.
La CNCP, sala 1, ha admitido el recurso de casación cuando se hubiere alegado
inobservancia de las formas previstas por dicho Código bajo sanción de nulidad con-
sistente en falta de fundamentación o motivación contradictoria de la sentencia en
ese aspecto (arts. 123,454 y 456, inc. 2°)390.En su momento anotamos que los fun-
damentos del recurso parecían aptos para revocar parcialmente el fallo y reenviarlo
al TOC a los fines de determinar la pena con estricto apego a los arts. 40 y 41, CP, y
123 y 40439'.
El límite de la pena a aplicar está dado por el pronunciamiento anterior, si fue
declarado nulo a raíz de recursos deducidos por la defensa392.
La requisitoria fiscal no limita al juez en la determinación del monto de la pena,
salvo en los casos legalmente Sobre el actual debate jurisprndencial
acerca del tópico, ver comentario al art. 401, acápite d).
Sobre las medidas de seguridad, ver Capítulo 111, Título 11del Libro V.
b) Acciún resarcitoria
Si se introdujo y mantuvo el objeto accesorio y eventual, referido a la acción
resarcitoria, también corresponde que el tribunal se pronuncie. Dentro de las indem-
nizaciones por el daño causado se comprenden los intereses por la mora. También
fijará el plazo y las modalidades del pago.
El TS Córdoba, sala Penal, establece que no es necesario que el actor civil cite
la normativa aplicable en el momento del alegato, si ésta fue efectuada al momento
de constituirse como parte
Sobre la restitución, ver comentario al artículo anterior. .
c) Principios generales
La condena ha de ser la derivación lógica de una sentencia que descansa en un
proceso desarrollado regularmente, y con la observancia útil (para el encartado) de
las posibilidades ciertas de ser oído, proponer y gestionar pruebas, recurrir y con-
tar con la impecable y razonada motivación de un pronunciamiento acorde con las
exigencias del art. 18, CN, y arts. 4" y 8" del Pacto de San José de Costa Rica -art.
75; inc. 22, CN- (la CS, cuando se trata de considerar las quejas por denegación
del recurso extraordinario, flexibiliza mucho las condiciones de admisibilidad para
hacer posible su

jS8 ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-786.


"9 CNCP, sala 111, SJP, LL del 301812002, f. 104.322.
jqO JA 1995-1-568.

39' "Control casatorio del criterio para mensurar la pena", JA 1111011995, p. 2.

CNCP, sala 111, LL del 111912002, f. 104.388.


Tribunal de Casación Penal, Buenos Aires, en pleno, SJP, LL del 251412003, f. 105.399, con
nota favorable de D'ALBORA, "LOS limites de la punición"; o JA del 261212003, p. 63; en el mismo sen-
tido, CNCP, sala 1, SJP, LL del 301812002, f. 104.318.
'" SJP, LL del 31312003, f. 105.152.
MOREI.LO "Posiciones de la Corte Suprema (VIL): criterios diferenciados en la definición del
recurso extraordinario y en el rechazo del recurso de queja", JA del 41311992; MUNILLA LACASA, "Una
rt. 404 SENTENCIA

Nulidades
404. La sentencia será nula si:
1") El imputado no estuviere suficientemente individualizado.
2") Faltare o fuere contradictoria la fundamentación.
3") Faltare la enunciación de los hechos imputados.
4") Faltare o fuere incompleta en sus elementos esenciales la parte resolutiva. -
5") Faltare la fecha o la firma de los jueces o del secretario.

a) Principios generales
La sanción conminada comprende también la faz documental; es decir, el
instrumento que refleja la deliberación y su corolario (arts. 396, 399 y 400). Ade-
ás puede resultar inválida, ya no como documento, sino como actividad procesal,
no se ha cumplido con las prescripciones del Libro 11, actividad ineludible den-
ro del desarrollo escalonado del proceso penal en los delitos de acción pública
introducción al Libro 11). También cuando afecta al tribunal que debe dictarla
. 167, inc. lo) o a la pertinente intervención y participación, en cada caso, de
quienes deben hacerlo en los actos que tienen que precederla (art. 167, inc. 2") -
el debate no se abrió con la lectura de la acusación (art. 374)- o la correcta
ión al imputado inmediatamente después de abierto o de resolverse las cues-
iones incidentales que habilitan la prosecución del juicio (art. 378). En cuanto a 10s
'ntos aspectos generados por la omisión de su lectura, ver comentario al art. 400.
os estos casos son de nulidad absoluta conforme a los arts. 167 y 168, párrafo
gundo (arts. 18,28 y 33, CN).
b) Análisis de cada caso
1) Sobre identificación física, ver comentario al art. 399 (ver art. 75; la indivi-
dualización concierne a la legitimación pasiva, arts. 74 y 270).
Si por individualización se entiende --como lo hacemos nosotros- la correcta
erminación de la legitimación pasiva, la sentencia no será nula sino que corres-
derá absolver a quien fue involucrado en la causa, no obstante la falta de respaldo
robatorio sobre aquélla. También deberá devolverse a instrucción a fin de que, mer-
ed a una nueva pesquisa, se supere, si es posible, este defecto.
2) Resultará invulnerable toda sentencia que en el desarrollo de las cuestiones
nciadas en el art. 399 se ajustare a la modalidad para el voto expuesta al anali-
el art. 398, párrafo segundo. Mientras la sentencia sea derivación razonada del
echo vigente, con especial aplicación a los hechos acreditados en la causa, será
ensurable, en consonancia con el temperamento adoptado por la CS para abrir el
urso extraordinario por arbitra~iedad'~~; para su admisibilidad se exigirá acudir
viamente ---en principio- al recurso de casación (art. 456, inc. 2"). Para que sea
la debe haberse efectuado una motivación cuya deficiencia deje al pronunciamien-
sin sustento legal; lo que no comprende a la fundamentación breve o e~cueta'~",
ro es preciso exponer el sustento que opera como ligazón racional de la prueba
on la afirmación; la fundamentación no debe quedar reservada a la intimidad de

,¿vulnera la defensa en juicio?", LL de1 271511992, comentaiio al fallo 90.411 de la CCC,

'" Fallos 261:263; 302:1518; 311:948.


''' ST Corrientes, JA 1987-111-377
752 SENTENCIA Art. 404

la conciencia de los jueces de mérito398.Deben exponerse las razones que llevan a


determinada solución, no bastando para ello la mera remisión a normas legales399.Si
se excluyó en forma arbitraria prueba esencial o decisiva, se ha prescindido ilegíti-
mamente, en su motivación, de uno de los elementos que el tribunal debe valorar400.
No es nula si resulta solamente imperfecta o d e f e c t ~ o s a ~ ~ ' .
No sólo la ausencia sino la pugna entre los motivos sustentados, cuando no
coinciden para hacer mayoría sobre un punto -fundamentación contradictoria-,
fulminan a la sentencia de nulidad.
La fundamentación sólo puede sustentarse en elementos incorporados legal-
mente al debate402.
Se trata de una nulidad absoluta porque elude la participación del tibunal en un
acto crucial (arts. 17 y 18, CN; arts. 167, inc. 2", y 168, párr. 2").
Resulta contradictoria cuando se niega un hecho o se declara inaplicable un
principio de derecho o viceversa y, después, se afirma otro que en la precedente
motivación estaba explícita o implícitamente negado o bien se aplica un principio
de derecho antes descarladoqo3.Pero mientras los motivos no aparezcan como irra-
zonables, contradictoriog o fundados en prueba legalmente inidónea, no pueden ser
censurados en casación, porque pertenecen a los poderes discrecionales del juez la
selección y valoración de la prueba que concurre a formar su libre convicción404.
Este criterio ha perdido vigencia frente a lo resuelto por la CS en el fallo
(ver comentario art. 456, acápite d]).
Si la fundamentación es sólo aparente, porque descalifica una prneba legítima-
mente obtenida, se resiente la motivación lógica del fallo; cabe anular la resolución
que no esgrime las razones fácticas ni fundamentación normativa para invalidar un
acta de detención, sino que sólo realiza una mera afirmación dogmática406.Si la libre
convicción es el pilar del sistema para apreciar la prueba, el juez debe indicar los
datos con cuya meritación arriba a declaraciones que sirven de base a la parte dispo-
sitiva de la resolución; de lo contrario, debe anularse4",
Incluye la posibilidad de haberse eludido la cuestión relativa a la existencia del
primer matrimonio del imputado, fundándose en el art. 1104, CC aun después de
dictada la sentencia que no acata aquella
Carece de congruencia la falta de relación entre los fundamentos para indivi-
dualizar la pena y la concretamente aplicada409.
Cierta ambigüedad al exponer las conclusiones no configura falencia con en-
tidad para invalidar o descalificar el fallo como acto jurisdiccional; motivar o fun-

398 ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-307.


'" CNCP, sala IV, "Espafia", c. 2914, LL del 301112003, p. 3.
CNCP, sala 111, DJ 1997-3-8, f. 12.110.
40' TS Neuquén, 24/4/1991, "l<odríguez, Julia".

ST Corrientes, JA 1987-111-365.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-508.
TS Neuquén, 241411991,"Rodriguez, Julia".
' O 5 Fallos 328:3399.

'"TNCP, sala 11, JA 1996.11-58 1.


"O' Id., sala IV, LL del 161711996, f. 94.525.

'O8 ÁBALOS, Código..., ps. 5 1/52.


'O9 CS, LL del 11/3/1993, f. 91.154; DJ del 14/4/1993, f. 7247.
SENTENCIA

amentar implica asentar por escrito las razones justificantes del juicio lógico ase-
erado; se cumple este requisito cuando el pronunciamiento remite clara, precisa y
oncretamente a circunstancias o constancias de determinadas piezas de la causa
suficientes e indubitables para acordarle sustento41o.La omisión de tratamiento de un
rgumento conducente para decidir el caso resiente la fundamentación de1 pronun-
iamiento hasta convertirlo en nulo4". Lo mismo ocurre si los fundamentos son sólo -
entes y además se omiten extremos conducentes para la solución de las cues-
S propuestas4I2o se exhibe una fundamentación contradictoria en cuanto a la
ón del hecho imputado4I3.Tampoco cabe que la sentencia se limite a la simple
ana enunciación de algunas de las pruebas producidas en el debate o introducidas
lectura, sin meritarlas, relacionarlas ni poner de manifiesto el razonamiento
414,

onstituye premisa falsa -motivación aparente- dar por acreditado un even-


constitutivo del objeto procesal de otra causa en trámite a la fecha del fallo, cuan-
los sucesos pesquisados en aquel legajo, eventualmente, sólo podrán tenerse por
emostrados una vez que recaiga sentencia definitiva en otra sede; sobre todo si la
encia condenatoria -se trataba de falso testimonio- incorporó a su plataforma
ca sucesos que no fueron materia de investigación en el expediente en que reca-
a condena4I5.
3) Ver comentario al art. 399. A su vez, el ajuste a esta imposición deviene la
ica forma posible para que, en vía casatoria, pueda contsolarse jurídicamente a la
tencia. También se tsata de una nulidad absoluta, sobre todo en cuanto afecta la
ida asistencia e intewención del imputado (arts. 18, CN, 167, inc. 3', y 168, pásr.
16. Aunque se ha admitido que es posible ceñirse al hecho objeto de la acusación,
mpre que la parte respectiva de la requisitoria o auto de elevación a juicio se haya
scripto en el texto de la sentencia4".
Exige que el tribunal de mérito formule la descsipción de los elementos cons-
tivos del delito, la participación atribuida al imputado y las circunstancias de
tiempo, lugar y personas referidas a su comisión4ss.El esror en los motivos no
re entraña la nulidad de la sentencia4I9.
La exigencia de motitnci0n requiere el deber de apreciarla razonadamt.nis; no
puede reemplazarlo una rrmisii>iigenérica a las pruebas de la causa. I>ebc descanar

CNCP, sala 111, SJP LL del 221311995, f. 92.988; id., BJ nro. 4, p. 52; aunque el punto g) (p.
), -individualización del procesado efectuada por la víctima en la audiencia oral, denominado 're-
nocimiento impropio'- puede resultar viciado por inidoneidad del objeto procesal; se trataba de una
claración testimonial no comprensiva del reconocimiento en meda -ver introducción al Capítulo
Título V, Libro 1-.
'" CNCP, sala 1, DJ 1997-3-1120, f. 12.503.
"' CS, DJ 1998-3-309, f. 13.382.
"3 CNCP. sala 1. DJ 1998-3-90. f. 13.306. o LLdel301611998. f. 97.393.
~ Ív, LL del 261311999, f. 98.515.
C N C sala
CNCP, sala 11, LL del 26/9/2002, f. 104.455.
CS, JA 1962-V-322, f. 5759.
'"TS Neuqukn, 191411991,"Rodnguez, Juan Carlos".
"' CNCP, sala 11, BJ nro. 4, p. 22; con cita de N W z , Código..., p. 378; mientras el doctor Vergara
itió la casación formal ---con la consecuencia de un nuevo d e b a t e , la disidencia del doctor David
nseja la mulación parcial de la sentencia con el consiguieiite reenvío a otro tribunal a los fines del ari.
1; Por su parte, el doctor Fkgoli adhirió, con fundamentos autónomos, a la tesis del doctor Vergara.
CNCP, sala 1, BJ nro. 5, p. 32
-principio de razón suficiente- la probabilidad de que los hechos pudieran haber
ocurrido de manera distinta. Semejantes vicios, vinculados con la afectación de las
reglas de la sana crítica, confieren al @ílo una fundamentación sólo aparente y, por
ende, arbitraria4?".También la remisión en forma exclusiva y dogmática a las conclu-
siones de un sumario administrativo, sin mencionar las circunstancias de los hechos
investigado^^^'.
Para la CNCP, sala 111, motivar es el signo más importante y típico de racionali-
zar la función jurisdiccional; se establece como uno de los requisitos esenciales de la
sentencia; es un deber para los jueces y consiste en expresar las cuestiones de hecho
y de derecho que los llevan a concluir en un caso concreto de un determinado modo;
se cubre así el principio republicano en cuanto reclama que los justiciables compren-
dan por qué fueron absueltos o condenados; pero sobre todo importan los motivos,
pues consisten en los antecedentes fundamentales para que los eventuales recurren-
tes fundamenten sus agravios y puedan controlar la actividad j~risdiccional~~~. Al
extremo que resultan revisables en la instancia extraordinaria las sentencias que no
tienen otro fundamento que la voluntad de los jueces4?'. Corresponde a la sentencia
valorar e interpretar el material del debate, exponiendo su motivación de modo cohe-
rente, sin saltos ni lagunas, armónicamente y sin violentar los principios lógicos424;
y a la par, cubrir aquellos que gobiernan la elaboración de los juicios y dan base para
determinar cuáles son falsos y cuáles verdaderos425.
4) El dispositivo de la sentencia debe comprender todas las cuestiones debida-
mente planteadas, según se dijo al comentar el art. 399426.
5) Ver comentario al art. 399.
Si la inobservancia ritual no está conminada con sanción al acto o trámite, el
motivo de casación queda sin configurarse427.No se atiende a la existencia de
dades virtuales (ver introducción al Capítulo VI1 del Titulo V, Libro 1).

'2@CNCP, sala 1, BJ NO. 5, p. 84.


4 Z ' CNPE, sala B, LL del 301311998, f. 96.902

'2%D del 281412000, DPPC, f. 96.


"' CS, LL del 301711999, f. 99.079.
CNCP, sala IV, JA 2000-IV-690.
"Vd., id, LL del 281712000, f. 100.627.
Ver SCBA, JA 1952-IV-68, f. 14.404.
'l' TS Neuquén, 251911991, "Herrera, César".
RilClO CORRECCIONAL

T~TULO
11
JUICIOS ESPECIALES

Los dos primeros capítulos dan por sentado que la instrucción, en la medida
ue no existan disposiciones especiales, se cumplirá observando las normas del -
so TI. A diferencia del tercero -delitos de acción privada-, en que la etapa
atona se elimina, pues la querella implica la acusación y se ingresa casi direc-
e al juicio. El Capitulo IV, incorporado por ley 24.825 -juicio abreviado-.,
ia la instrucción al extremo de que el debate desaparece.

CAP~TULO
1
JUICIO CORRECCIONAL

La competencia del juez en lo correccional (art. 27) resulta originaria para co-
nocer en los delitos previstos en sus incs. l oy 2" (ver arts. 33, inc. 2", y 25 de la ley
4.050). En cambio, era apelada en lo que atañe a las faltas o contravenciones poli-
ales resueltas en sede administrativa; también entendía en la queja, cuando dichos
anismos consideraban inadmisible la apelación (inc. 3").
La especialidad del trámite correccional no se extiende al período preparatono;
r ende, las disposiciones del Libro 11 resultan, en principio, de ineludible obser-
ia428

Regla general
405. El juicio correccional se realizará de acuerdo a las normas del juicio
ún, salvo las que se establecen en este capitulo, y el juez en lo correccional
rá las atribuciones propias del presidente y del tribunal de juicio.
Durante el juicio deben observarse las disposiciones del Título 1 de este Libro,
n exclusión de las aquí reguladas. Al juez en lo correccional incumben las funcio-
s de dirección (art. 375) y las demás asignadas al tribunal en el Libro 111.
El art. 55, inc. lo, según la redacción originaria establecida por ley 23.984, pre-
fa expresamente como causal de excusación y recusación (art. 58) la intervención
tenor del juez al dictar el auto de procesamiento. El art. 88 de la Ley de Imple-
entación, 24.121, sustituyó dicha redacción, sin duda porque al resultar aplicables
disposiciones del Libro 11 se eliminaba la intervención del juez -por vía del
rtamiento---- aue hubiese dictado la medida del art. 306. Circunstancia atendi-
aquélla resulta cuestionable la imparcialidad del magistrado que produjo
.
a resolución., oor imolicar el avance hacia el momento del iuicio. La eliminación
untada se muestra como de dudosa constitucionalidad, pues, según hemos dicho al
tar la introducción al Título 111del Libro 1, dicha imparcialidad es inherente e in-
le al cumplimiento de la jurisdicción judicial. Parece restarle poco margen
que dictó el auto de procesamiento, presupuesto de la elevación a juicio
para quitar de su mente la posibilidad de una condena. Cabe advertir que

Tratado...,t . VI, p. 380.


OLMEDO,
CLARIA
756 JUICIOCORRECCIONAL Art. 408

la atribución de la etapa inshuctoria y de la de juicio al mismo órgano en el antiguo


Código -justicia federal, jueces en lo penal económico y justicia correccional-,
configuraba una de las críticas viscerales al sistema implantado por ley 2372.
Pensamos que la garantía del devido proceso resulta incompatible con la inter-
vención de un juez en estas condiciones. Así lo entendió la CS al resolver el caso
"Llerena"429(ver comentario art. 55, acápite b.2.).

Términos
406. Los términos que fijan los arts. 354 y 359 serán, respectivamente, de
cinco (5) y tres (3) días.
Se abrevian los plazos para la citación a juicio y la designación de audiencia
para el debate, a raíz de la antojadiza suposición originada en la menor gravedad de
los delitos que la práctica se encarga de refutar.
Apertura del debate
407. Al abrirse el debate, el juez informará detalladamente al imputado
sobre el hecho que se le atribuye y las pruebas que se aducen en su contra.
Al comentar el art. 374 se analizaron las alternativas aquí planteadas.
Se recuerda que la intimación requiere el cabal anoticiamiento de los hechos
atribuidos al imputado. No es necesaria -sin perjuicio de que pueda hacérsela- la
lectura íntegra de la requisitoria fiscal al abrirse el debate; basta informar al imputa-
do, detalladamente, sobre el hecho y las pruebas citadas en su
Es en este momento cuando se pone de resalto el quiebre de la imparcialidad
-apuntada al comentar el art. 405-, pues, si se eleva por auto (art. 351), se percibe
claramente que el juez ha rechazado la oposición formulada por la defensa en la
oportunidad del art. 349, inc. 2". Y es ahí donde, virtualmente, anticipó la posibilidad
de la condena43'.
Omisión de pruebas
408. Si el imputado confesara circunstanciada y llanamente su culpabili-
dad, podrá omitirse la recepción de la prueba tendiente a acreditarla, siempre
que estuvieren de acuerdo el juez, el fiscal, la parte querellante y el defensor.
Tiende a abreviar el trámite; sólo es viable si media confesión simple y concor-
dante con los elementos de juicio incorporados durante la instrucción, pues lo que
va a eliminarse es la prueba en la audiencia del debate. Es al juez a quien incumbe la
iniciativa para buscar el asentimiento del fiscal y el defensor432.

42Vallos328:1491.
DOMA- MAIZA, Cúdigo.,., ps. 476 y 477, notas 1 y 2, con cita de jurispmdencia del TSJ Cór-
doba, en que pese a una intimación incompleta se desestima la nulidad si comenzó con la lectura de una
requisitoria fiscal debidamente fundada; ARALOS, Cddigo...,p. 895.
Ver SERRA DOM~NOUEZ, Esadios .... p. 778.
'" CLAR~Á OLMEDO, Tratado..., t. VI, p. 407, punto 4; en contra, sin dar fundamentos, LEVENE(h)
y otros, Código...,p. 361.
JUICIO DE MENORES

Si hay varios imputados, esta regla puede aplicarse solamente a quien la con-

La confesión debe versar sobre el hecho atribuido por la acusación y no el que


pudiera haberse estimado en el auto de procesamiento; no se excluye la posibilidad
de producir pruebas referentes a la graduación de la pena43a.
Sentencia
409. El juez podrá pasar a deliberar o dictará sentencia inmediatamente
después de cerrar el debate haciéndola constar en el acta.
Cuando la complejidad del asunto o lo avanzado de la hora haga necesario
diferir la redacción de la sentencia, su lectura se efectuar&bajo pena de nulidad,
en audiencia pública que se fijará dentro de un plazo no mayor de tres (3) días.
La sentencia puede dictarse sin que la anteceda la deliberación.
El empleo del iníinitivo deliberar resulta cuestionable si se lo comprende a
tono con su primera acepcióna3*,ya que descuenta que quienes lo hacen conforman
n colegio o pluralidad de sujetos.
Núñez expresa que el juez correccionalpuededictarpersonalmente la sentencia
in pasar a su despacho a considerary resolver el mérito de la causa; en este caso, el
ecretario dejará constancia de ello transcribiéndola en el acta del debate. Si resuelve
hacerlo y no reabre el debate, una vez redactada la sentencia, la leerá en la misma au-
diencia y la lectura val&&como notificación para los intervinientes en aquélm6.
Dice Ábalos que si de las constancias del debate resultare la evidencia de cuál
de ser la sentencia, no es necesario que eljuez delibere, en cuyo caso, la dictará
balmente dejando constancia en acta437.
En cuanto a la posibilidad de posponer la lectura de los fundamentos, ver co-
tario al art. 400, párrafo segundo. El veredicto debe anticiparse.

JUICIO DE MENORES
A diferencia de lo que sucede con los sujetos penalmente imputables -los
ores de 16 años lo son aunque relativamente-, cuando los menores de esa edad
rren en conductas típicas se les aplican ciertas medidas que no son penas. Este
ue ha abierto paso a un ámbito jurídico que suele denominarse "derecho de

'31 Ver Proyecto Maier, párr. 2", del ari. 371; pero a diferencia de este último -as. 372, párr. 2',
-, aquí el tnbunal pareciera que solo puede condenar; ver CLARIA Tratado..., t. VI, p. 408,
OLMEDO,
Punto 7; según Bertolino -ante una disposición bastante más proclive a cerrar la posibilidad de una
absolución (arts. 420 y 422, CPP Buenos Aires, ley 3589 y sus modificatonasti nada obstaba a que
se la dicte (Código...,p. 554).
"" HENDLER, "Coinentarios al nuevo Código Procesal Penal", LL del 261411993. Ver MAIER,
"Mecanismos de simplificación del procedimiento penal", JA 1993-111-747.
"' REAL ACADEMIA ESFAROLA, Diccionario de la Lengua Española, p. 418, primera columna,
spasa-Calpe, Madrid, 1992.
"VÓdigo ..., p. 418; igual, DI MAS!- OBLIGADO, Cddigo....,p. 429
"'Código ..., p. 896.
menores", caracterizado por su aspecto tutelar tendiente a la integración o formación
de la personalidad del imputado.
El Código asigna competencia al tribunal de menores en el art. 28 y al juez de
menores en el art. 29. Ver ley de implementación 24.121, arts. 48 a 60, sobre todo
la formación de un equipo interdisciplinario creado por el art. 14 de la ley 24.050.
El límite de la imputabilidad se halla fijado por el art. 1" de la ley 22.278, con-
forme a la sustitución operada por la ley 22.803. En virtud de dicho precepto no es
punible el menor que no haya cumplido 16 años de edad; dicha condición se extiende
a los 18 años si se trata de delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa
de libertad que no exceda de dos años, con multa o inhabilitación.
Las singularidades de este régimen no pueden --como es obvio- alterar ga-
rantías constitucionalespor razones de edad. Sobre todo al incorporarse en 1994 a la
CN (art. 75, inc. 22, id.) los tratados: arts. 7", 8" y 25, CADH, y arts. 12, 37 y 40 de
la Convención sobre los Derechos del Niño*38.
Sobre las objeciones constitucionales que se formulan al régimen penal de me-
nores, debe consultarse el fallo "García Méndez", resuelto por la CNCP439y la CSm.
Regla general .
410. En las eausas seguidas contra menores de dieciocho (18) años se pro-
cederá conforme a las disposiciones comunes de este Código, salvo las que se
establecen en este capítulo.
También se aplican las reglas del Libro 11-no sólo las del 1 1 1 , excepto dis-
posición en contrario aquí regulada. En fallo opinable se ha resuelto que puede inda-
garse a un menor de 15 años con miras a establecer la inexcusable comprobación de
quiénes fueron los autores del hecho y la eventual imposición de medidas tuitivas y
consecuencias civiles de tal accionar4*'.
Es procedente el sobreseimiento del menor, aunque no se le haya recibido de-
claración indagatoria, si su madre demostró documentalmente la minoridad. El uso
del derecho del imputado de abstenerse de declarar puede considerarse implícito por
intermedio de la voluntad materna442.
En cuanto a los recursos, en la etapa insmictoria actúa la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal (art. 24, inc. lo, y
art. 18 de la ley 24.050).
La vía casatoria sólo es admisible si luego del pronunciamiento de la sentencia
de. culpabilidad se impuso penaM3;criterio este incompatible a partir de la sanción de
la ley 26.061M4,que garantiza el derecho del menor a recurrir ante el superior frente
a cualquier decisión que lo afecteu5.
Ver "La internación domiciliaria" por Montalto de ZaviM6.
GONZÁLEZ ARECO - GORUPICZ. ''Garantías constitucionales en el proceso penal de menores",
LL del 271511999; ver arts. 3' y 4O de la última Convención citada.
"iWel 1111212007, RDP, LexisNexis, 312008, p. 450.
M Q 211212008, G.147.XLIV; RDP, AbeledoPerrot, 312009, p. 483.
M' Juzg. Nac. de Menores nro. 4, ED 154-685, f. 45.398.
'" CCC, sala IV, DJ del 611112002, f. 18.890.
CNCP, sala 11, BJ nro. 4, p. 61.
* BO, de1 2611012005.
44i Art. 27.e. Consultar el trabajo de OVALLE, "C~~IOSCU~OS del Plenario NO. 12. ..", CDJP, Casa-
ción, NO. 617, ps. 393 y SS.
44QJ 1998-3-527.
rt. 412 JUICIO DE MENORES

Detención y alojamiento
411. La detención de un menor sólo procede'rá cuando hubi
umplirá la orden de citación, o intentará
ndrá de acuerdo con sus cómplices, o ind

En tales casos el menor será alojado en un establecimiento o sección espe-


s mayores, donde se lo clasificará según la naturaleza
ejecución del hecho que se le atribuye, su edad, desarrollo psíquico y
ecedentes y adaptabilidad social.
specto se adoptará previo dictamen del asesor de

Ver comentario a los arts. 282,283 y 315.


Si se omite la intervención del asesor de menores se incurre en nulidad relativa,
e confirmar expresa o tácitamente lo actuado sin su in-
icha falta no resulte perjuicio para el menore7.

12. El tribunal evitará, en lo posible, la presencia del menor en los actos


la instrucción y observará lo dispuesto a su respecto en el art. 76.
Podrá disponer provisionalmente de todo menor sometido a su competen-
ia entregándolo para el cuidado y educación a sus padres o a otra persona o
ución que, por sus antecedentes y condiciones, ofrezca garantías morales,
a información sumaria, audiencia de los interesados y dictamen del asesor

signar un delegado para que ejerza la


y periódicamente le informe sobre la

El art. 76 prevé que los derechos de parte también pueden ser ejercidos por los

La persona o institución indicadas en la última oración del párrafo segundo es


ardador, que no es sinónimo de encargado de la educación o guarda, sino titular
un derecho de gobierno de la persona o educación del menor incapaz, que actúa
mo su representante, en sustitución de una representación legal o ante el abandono
ella por su titularu8.
ores dispuestos definitivamente ver arts.

a edad determina la nulidad de las actua-


es si se somete a proceso al menor exceptuado por leyu9. Creemos que resulta
oluta (arts. 18, CN, 167, inc. 3", y 168, pan: 2").

' ST Comentes, JA 1987-IV-423.


"' CCC, JA 1978-1V-288, f. 27.485.
CCC, sala 111, c. 11.577, de1 271411979.
760 JüICIO DE MENORES Art. 413

Debe observarse antes del dictado de la sentencia el tratamiento tutelar (art. 4",
inc. 3", ley 22.278), pues, de lo contrario, el pronunciamiento es nulo450.La nulidad
es absoluta (arts. 18, CN, 167, inc. 3,: y 168, p á n 2"). No procede el recurso de
casación cuando aún no se impuso péna al menor, a semejanza de lo que decide la
CS en relación a las llamadas "sentencias incompleta^"^^'; tampoco resulta viable
cuando se discute la conveniencia de extender el tratamiento tuitivo a fin de diferir
la imposición de la pena452.
Para disponer del menor resulta imprescindible que el hecho imputado revista las
condiciones de delito, cuya previa comprobación debe anteceder a las distintas medi-
das cautelares (art. lo, páni 2", de la ley 22.278, sustituido por la ley 22.803).
Una vez verificado ese extremo el juez precisa conocimiento directo del menor,
de sus padres, tutor o guardador y ordena los informes y peritaciones conducentes al
estudio de su personalidad y de las condiciones familiares y ambientales en que se
encuentra. Durante el transcurso de esos trámites puede poner al menor en lugar ade-
cuado para su mejor estudio durante el tiempo indispensable. Si, como consecuencia
de los estudios realizados sobre el menor, resulta que se halla abandonado, falto de
asistencia, en peligro material o moral o presenta graves problemas de conducta, el
juez puede disponer definitivamente por auto fundado, previa audiencia de los pa-
dres, tutor o guardador (art. lo, párrs. l o y 4", ley 22.278, con las modificaciones de
la ley 22.803).
La disposición provisoria corresponde tanto respecto de los menores de 16 como
para los de 18 años.
No se considera sentencia definitiva, a los fines del recurso extraordinario, la
decisión por vía de incidente en una causa penal que remite al fuero civil cuestiones
referentes a la filiación y tenencia de una menor453.Tampoco la resolución que decla-
ra la responsabilidad penal de un menor, pues se trata de una "sentencia incompleta",
que no obliga a conocer o revisar fsaccionadamente las que no dirimen el jqicio de
un modo completo y final, sobre todo si cabe la posibilidad de una resolución ulterior
que despeje el agravio producido hasta entonces454.Pero la sentencia condenatoria
no puede sustentarse en una remisión formal a la declaración de la responsabilidad
del menor455.

Normas para el debate


. 413. Además de las comunes, durante el debate se observarán las siguientes
reglas:
lo)El debate se realizará a puertas cerradas, pudiendo asistir solamente
el fiscal y las otras partes, sus defensores, los padres, el tutor o guardador del
menor y las personas que tengan interés legítimo en presenciarlo.
2') El imputado sólo asistirá al debate cuando fuere imprescindible y será
alejado de él en cuanto se cumpla el objeto de su presencia.

CF Cap., JA29-1975, Índice, p. 68.


.'*O

CNCP, sala 11, BJ nro. 4, ps. 61163.


CNCP, sala 1, SJP, LL del 61512002, f. 103.689. Para la opinión contraria del actualizador, ver
comentario al art. 410.
"I' CS, ED del 51311992, f. 44.013, con nota adversa de BIDART CAMPOS.
CNCP, sala 111, BJ nro. 5, ps. 12113.
CNCP, sala IV, "S., A. O.", c. 3080, DJ del 29/1/2003, p. 203.
JUICIO DE MENORES

3 1 El asesor de menores deberá asistir al debate bajo pena de nulidad y


tendrá las facultades atribuidas al defensor aun cuando el imputado tuviere

4") El tribunal podrá oír a los padres, al tutor o al guardador del menor, a
s maestros, patrones o superiores que éste tenga o hubiera tenido y a las auto-
dades tutelares que puedan suministrar datos que permitan apreciar su per-
alidad. Estas declaraciones podrán suplirse por la lectura de sus informes.
Se cumplirá además con lo dispuesto a su respecto en el art. 78.
1) Constituye una excepción al art. 363. Ver comentario al art. 76456.
Guardador se considera, por ejemplo, a la abuela de la víctima en el delito de

Las Reglas de Beijing y la Convención sobre Derechos del Niiio preservan la


imidad del menor; desde luego la prohibición del acceso para el píiblico no auto-
a extender el secreto de las actuaciones al propio menor458.
2) Resulta diferente de lo dispuesto por el art. 366, párrs. 1" y 2".
3) Ver comentario al pám final del art. 41 1. Se trata de una nulidad relativa (arts.
, 167, inc. 3', y 171, inc. 2'). Sostiene que es absoluta, Bruno459.No ampara al
e del menor quien, condenado civilmente a reparar, no puede agraviarse de la
4, CC460.Ver art. 56 de la ley 24.946.
4) Es facultad del tribunal. La última oración del inciso autoriza a oralizar los

414. De oficio, o a petición de parte, el tribunal podrá reponer las medidas


ión adoptadas con respecto al menor. A tal efecto se podrá
la información sumaria conveniente y deberá oírse en audiencia a los
os antes de dictar la resolución.
Por propia iniciativa o a instancia de parte, es posible revocar (arts. 446 y SS.)
S resoluciones indicadas.
El último párrafo garantiza el contradictorio y una somera pesquisa (ver art.
9) para acreditar los extremos en discusión. Ver art. 434, último párrafo.

icabilidad de la ley 20.056. Publicidad de situaciones relativas ame-


ión de episodios relacionados con menores de 18

'"ST Córdoba, sala Penal, LL 1986-C-107.


GONZALEZ
k c o - GORUPICZ,
"Garantías constitucionales en el proceso penal de menores",

"El ministerio pupilar en el proceso penal. Provincia de Salta", DJ 1997-2-158.


''O DONNA - MAIZA, Código..., p. 483, nota 1, con cita del TSJ Córdoba.
JUlClOS POKDELITOS DE ACCIÓNPRIVADA

JUICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PFUVADA


b

Comprende a los delitos mencionados en el art. 7' cuya persecución incumbe


directamente al ofendido, salvo el caso de calumnia o injuria en que el cónyuge, bi-
jos, nietos o padres sobrevivientespueden hacerlo despues de la muerte del afectado,
aunque no capta las ofensas inferidas a la memoria del pariente o cónyuge -por ejem-
plo, a raíz de la critica histórica-, pues deben haberse producido durante su vidaa1.
Son acciones privadas -art.-73, CP, texto según ley 24.453- las que nacen
de los delitos de calumnias e injurias, violación de secretos, salvo en los casos de
los arts. 154 y 157, id., concurrencia desleal, prevista en el art. 159, id., e incumpli-
miento de los deberes de asistencia familiar cuando la víctima fuere el cónyuge (art.
4, inc. 5", de la ley 13.944). Por otro lado, ciertas leyes especiales subordinaban la
persecusión de los delitos allí previstos al iégiinen de la acción privada; tal el art.
57 de la ley 111 de Patentes de Invención. Dicha ley fue sustituida por la ley 24.481
(sobre Patentes de Invención y Modelos de Utilidad), a su vez modificada por la ley
24.572462,que ninguna precisión contiene acerca del tipo de acción que nace de los
ilícitos penales descriptos, con lo cual rigen las disposiciones generales que sobre el
punto contiene el Código Penal -arts. 71 a 76, CP-463.
Carecen de instrucción -Libro II-; las actividades autorizadas por el art. 426
no tienen dicho alcance sino el de una mera información sumaria (art. 189), aunque
reshingida a la individualización del querellado y a la obtención de ciertos docu-
mentos. Esta nota específica tampoco se ve modificada por el art. 427, atento a las
razones que respaldan la adopción de las medidas allí previstas: evitar el juicio en
rebeldía y asegurar el posible pronunciamiento condenatorio sobre el objeto eventual
(acción civil; Libro 1, Título 11, Capítulo 11).
El impulso procesal corresponde a la parte -aun para fijar la audienci'a de con-
ciliación- y se estima nulo lo resuelto de
A partir de la reforma de la ley 25.990, tienen efecto intemptivo el escrito ini-
cial de querella - e n tanto constituye la acusación-465 y el auto de citación a juicio
del art. 428466.NOlo tiene la citación a audiencia de conciliación467.

CCC, en pleno, JA 18-1973-172, f. 21.683.


"' T.o. por decreto 26011996, BO del 22/3/1996.
CCCFed., sala 11, 151212000,c. 16018.
4M CCC, salavi, DJ 1998-3-830, f. 13.579, o LL del 311811998, f. 97.749.
461 CNCP, sala 111, 1411212006, "Rita", RDP, LexisNexis, 512007, p. 972.

466 "Algo mis sobre la prescripción de la acción penal a partir de la vigencia de la ley 25.990",
SJP, LL del 291312005, p. 11; CNCP, sala I,71712005, "Arroyo", RDP, LexisNexis, 312006, p. 447, con
nota de OTRANTO, ''Interrupción de la prescripción de delitos de acción privada...", p. 453; CCCFed.,
sala 1, 121512008, "Pavicic", SJP, LL del 291712008, p. 54.
2c. .,sala 1\! 5 4 2006, "N. 31.L.",El> del l? 10 2006, p. 6 ; ( d . >d.,31 8 2OUh;Relvsr Iticarg-
ni", SJP. 1.1. ilel 7 3 2007, p 51: CKC'I: $313 1. IJ 3 20l~7,"\l., K. t1 ", FI>tic1 d 1 1 21107,p 5
QUERELLA

-
a) Principios generales
A diferencia de lo que sucede en los procesos por delitos de acción pública,
e caracteriza por su indivisibilidad, aquí rige la regla inver-
éllos la persecución debe comprender y extenderse a todos los
ho, en los casos de acción privada el particular constituido en
te exclusivo puede elegir a quien persigue, excepto si se trataba de adulte-
al art. 74, CP -ahora derogado por la ley 24.453-, el cónyuge
ebía acusar a ambos culpables. En los demás supuestos, el ofendido tiene
ilidad de perseguir a algunos de entre todos los responsables; por eso se dice

d que presentan es que el ámbito de la decisión jurisdiccional


los hechos afirmados por el acusador, sino también a la califi-
asignada4@.Como consecuencia de la disponibilidad de la acción penal otor-
e su atribución exclusiva al ofendido, se consideró que si este acusaba,
ejemplo, por un hecho descripto únicamente como adulterio (art. 118, CP ---de-
ado por ley 24.453-) y la prueba recogida en el proceso no permitía al tribunal
erar con certeza apodíctica que se había consumado o tentado dichodelito, no
denar a los iutewinientes por injuria, aunque se acreditase que algún episo-
resultar menoscabante del honor para el cónyuge actor. El pronunciamien-
umnia impide la deducción de otra querella, con idéntico sustento fáctico si
en la primera, perseguir por injuria469.No puede condenarse por calumnia
tó un único delito y sólo se querelló por injuria470.
ién se encuentra involucrado un interés público; por ende, no puede
dor privado la propuesta de peritos de parte y prescindir de los ofi-

) Naturaleza jurídica
ito de acción privada no es un típico proceso de partes, aun
a mucho mas a él, conforme a su origen histórico, que el procedi-
ción penal pública. A pesar de tratarse de una persecución penal
e de su propia punición, según se comprende como evidente, tra-
un instituto público, lo que establece una tajante diferencia con
proceso civil de partes. Es por ello que los procesos por delito de acción privada
eden ser caracterizados como "semiacusatorios" y no como acusatorios

'
'"C. Garantías en lo Penal, Mar del Plata, LL del 3 141511999, con nota de FALCONE,
"El juicio por
de acción privada en el nuevo Código de Procedimiento Penal de la Provincia de Buenos Aires".
'"CCC, JA 1958-11-185, f. 19.820.
'"CC, ED 105-162, E 36.995.
'"CS, LL del 27/8/1992, f. 90.669.
"' Cám. Pen. Sa!~ta Fe, sala 1; 4411211989, "Stochero de Rueda, Susana cicanaveri, Ricardo",
1993-1-67, Síntesis, Indice.
764 JUICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA Art. 415

Se acerca bastante al acusatorio, pues no resulta necesaria la persecución pública;


por eso, en realidad, algo se parece al proceso civilq3.
La desestimación de la querella por inexistencia de delito debe recurrirse ante
la Cámara para luego habilitar la ~asación"~.
Ver comentario al art. 27.
Derecho de querella
415. Toda persona con capacidad civil que se pretenda ofendida por un de-
lito de acción privada tendrá derecho a presentar querella ante el tribunal que
corresponda y a ejercer conjuntamente la acción civil reparatoria.
Igual derecho tendrá el representante legal del incapaz, por los delitos de
acción privada cometidos en perjuicio de éste.
Por capacidad civil debe entenderse capacidad de hecho, que es la capacidad
procesal. Por eso, aunque tengan legitimación para querellar por estos delitos, los
incapaces no pueden hacerlo cuando dicha incapacidad sea absoluta (art. 54, CC).
El último párrafo ~omprendela aludida situación, ya que el representante
queda sólo habilitado para actuar en lugar de los incapaces, a quienes corresponde
el carácter de parte.
La CS ha entendido que la incapacidad debe ser declarada previamente en el
fuero civilq5.
Si se ha reconocido legitimación procesal al defensor oficial para representar
al querellante, decisión luego no acatada por ulteriores resoluciones, corresponde
anular lo actuado por no haberse dado intervención al damnificado personalmenteq6.
La mediación obligatoria establecida por la ley 24.573 es incompatible con la
función de querellante en virtud de lo establecido por el art. 1097, último párrafo,
CC, conforme al cual todo convenio sobre el pago de los daños extingu): dicha
calidad477.
El juez puede desestimar una querella por calumnias o injurias si al inicio de
las actuaciones considera que la situación no se encuentra abarcada por las normas
de fondo; si bien no está prevista expresamente tal resolución, fluye de una inter-
pretación sistemática dirigida a evitar el desgaste jurisdiccional que acarrearía la
tramitación de un juicio, cuya sentencia declarará, en definitiva, la atipicidad de la
conducta atribuida al q ~ e r e l l a d oTambién
~ ~ ~ . corresponde desestimar por calumnia
cuando la acción entablada quedó circunscripta al hecho de que la carta documento

"j DELMAS-MARTY, "Hacia un modelo europeo de procedimiento penal", ED 180-1076.


O
' CNCP, sala 111, BJ NO. 4, p. 70.
"' JA 1981-111-84, f. 30.572.
CS, SJP LL del 281411995, f. 93.096.
"' CCC, sala VII, DJ 1999-1-459, f. 13.820, o LL del 311811998, f. 97.737, con nota de PALA-
CIO, "La mediación sobre la oretensión resarcitoria acumulada a la nretensión oenal". auien dice aue
"si bien, en efecto, la mediaCión, como medio alternativo de soluci6n de confffctos, es Susceptible'de
conducir a una renuncia de la oretensión civil o a la celebración de un convenio sobre el .
oaeo del dafio
u

ocasionado por el delito, aquélla no entraña en sí misma, sea como procedimiento previo obligatono
o como contineencia inserta dentro del oroceso. renuncia a l m a a la oretensión venal v a la calidad
de querellante en los términos del art. 1697 infinc del código Civil, pies ellas incólumes
frente al abandono del procedimiento mediatono o a su eventual fracaso".
"* CNCP, sala 111, LLdel 1211012001, f. 102.720, o DJ 2001-3-448, f. 17.323.
JUICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA

atribuye una conducta dolosa y maliciosa al querellante, lo que carece de suste


para satisfacer el art. 109, CP479.
Unidad de representación
416. Cuando los querellantes fueren varios, y bubicre identidad de interc
s entre ellos, deberán actuar bajo una sola representación, la que se ordenará
oficio si ellos no se pusieren de acuerdo.
Ver comentario al art. 85
Acumulación de causas
417. La acumulación de causas por delito de acción privada se regirá por
posiciones comunes, pero ellas no se acumularán con las incoadas por
de acción pública.
mbién se acumularán Las causas por injurias recíprocas.
Se halla regulada por los arts. 41 y 43. La excepción para los delitos de acción
lica se explica porque al juicio por éstos debe precederlo, ineludiblemente, la
'vidad determinada por el Libro 11.
La acumulación por injurias recíprocas tiene en mira facilitar la aplicación de
rescripto por el art. 116, CP, en cuanto a la posible incidencia de una excusa ab-
Es una causal de acumulación impuesta por dicho precepto480.
orma y contenido de la querella
18. La querella será presentada por escrito, con tantas copias como que-
dos hubiere, personalmente o por mandatario especial, agregandose en este
el poder, y deberá expresar, bajo pena de inadmisibilidad:
13 El nombre, apellido y domicilio del querellante.
O) El nombre, apellido y domicilio del querellado o, si se ignoraren, cual-

descripción que sirva para identificarlo.


O) Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho, con indicación

ar, fecha y hora en que se ejecutó, si se supiere.


O) Las pruebas que se ofrecen, acompañándose en su caso la n6mina de

s testigos, peritos e intérpretes, con indicación de sus respectivos domicilios y

5") Si se ejerciere la acción civil, la concreción de la demanda con arreglo

6") La firma del querellante, cuando se presentare personalmente, o de


ra persona, a su ruego, si no supiere o pudiere firmar, en cuyo caso deberá
acerlo ante el secretario.
Deberá acompañarse, bajo pena de inadmisibilidad, la documentación
ertinente y de la que se baga mérito; si no fuere posible hacerlo, se indicará el
gar donde se encontrare.
a) Principios generales. Sobre la presentación ver comentario al art. 83; lo
ferencia a los iucs. lo, 2", 3 O y 6'.

4'9 CCC, sala IV, JA 1999-IV-301


'" Ninu~z,Derecho..., t. IV, p. 192.
JüICIOS POR QELITOS DE ACCION PRIVADA

La falta de domicilio del querellado no se suple con el pedido de que sea citado
en el lugar de su trabajo; dicha carencia configura causal expresa de inadmisibilidad,
salvo -texto legal expreso- que los datos suministrados resulten suficientes para
la identifi~ación"~'.Sólo si se requirie@n diligencias enderezadas a obtener los datos
cabe aceptar lo resuelto por la CCC, taIaV, alconsiderar que no corresponde en tales
casos la declaración de inadmisibilidad, sino realizar las diligencias o investigacio-
nes de tipo prelirnina~'~~.
La Cám. Apel. Rosario, sala 11, resolvió un interesante caso el 31/5/1995 en
la causa "Lagos chíonti s / i n j u r i a ~ " ~La~ ~mayoría
. del tribunal estimó que someter
íntegramente una exposición o un discurso radiofónico como configurativo del delito
de injuria, no cubre las exigencias referentes al objeto del acto promotor. La minoría
ponderó que debe evaluarse si la manifestación es intelegible "...y puede -razona-
blemente- erigirse en gozne apto para la apertura de un contradictorio respetuoso
de la inviolabilidad de la defensa en juicio".
Algún matiz del pensamiento sustancialista se filtra en el objeto de la preten-
sión procesal encapsulado en la querella exclusiva, pues -a diferencia de lo ocurri-
do en el campo de los delitos de acción pública- no es posible disociar el principio
de congruencia de la calificacióu jurídico-penal.
A nuestro ver se plantea idéntico problema al existente en el proceso civil cuan-
do debe optarse entre las doctrinas de la sustanciación o individualización de la
demanda: la primera atiende exclusivamente a los componentes fácticos, mientras la
última privilegia la precisa caltficación de la relación jurídica controvertida. De ahí
que se haya dicho con sagacidad que el ejercicio de la acción penal privada exige
tener presente que "...la cuestión fáctica se integra con la ofensa sufrida que se afirma
como existente y dentro de los límites en que se expone..."484.Por eso, si no se acusó
en forma alternativa -emisión y reproducción de ofensas (art. 113, CP)-- no puede
condenarse por su publicación cuando sólo se atribuyó haberlas Dice
Maier que aun en los delitos de acción pública: "El tribunal que falla puede adjudi-
car al hecho acusado una calificación jurídica distinta a la expresada en la acusación
(iuria novit curia)"; empero, en ciertas ocasiones, "(e)¡ cambio brusco del punto de
vista jurídico bajo el cual se examina un hecho ... puede ... provocar indefensión, por
lo inimaginable de la situación que se produce desde el ángulo de la observación de
la defensa Ese criterio general deviene mucho más estricto en el ámbito
de la acción privada porque el objeto procesal no sólo se integra con la cuestión fác-
tica sino con los lindes jurídicos asignados; para no desguarecer al perseguido debe
añadirse al objeto del proceso "...la afirmación de la consecuencia jurídica ..."487.
Ocurre que el ordenamiento procesal penal no puede conceder al particular la
facultad de "...crear el delito mediante una valoración subjetiva, por ser ésta el único
medio de prueba de su existencia o por el cumplimiento de una condición objetiva

48' CCC, sala lV, LLdel311711998, f. 97.578 o DJ 1998-3-992, f. 13.643.


48%L del 231411999, f. 98.627.
SJP, LL del 2711011995, f. 93.699.
48' CLARIA OLMEDO, Elprocesopenal, Buenos Aires, 1985, ps. 2161217.
48* CS, LL del 301611997, f. 95.594.

Derecho..., t. 1, 2' ed., p. 569.


BAUMMAN, Derecho..., p. 274.
NRIICIOS POR DELITOS DE ACCION PRIVADA

de punibilidad, sino el concederle la facultad de ser el único árbitro de la incoació


del proceso o de su extinción"488.
El querellado debe acudir al acto liminar -audiencia de conciliación- per
ente compenetrado de los hechos otorgantes de legitimación activa a su contra-
r. Sólo su pormenorizado conocimiento le permitirá optar entre si trunca e1 pro-
proponiendo la conciliación o retractándose, o bien si cuenta con argumentos
'cos y elementos de prueba que le permitan enervar la imputación. Dicha tarea,
sacar las cosas de su cauce, no debe afrontarla el tribunal, sino asumirla, con
d, el acusador privado.
) La inviolabilidad de la defensa exige una acusación clara, precisa y cir-
tanciada del hecho acotado en su circunstancia histórica. Si se vacila en orden
extensión de lo atribuido se enerva la posibilidad de respuesta. Es inadmisible
a acción si no cumple con las prescripciones de los incs. 3" y 4", pues la querella es
acusación en la cual se impone una concreta imputación delictiva y no una mera
ación de hechos. Como el juez no puede realizar de oficio actividad instructoria
a tendiente a averiguar los sucesos atribuidos, resulta nulo lo actuado a partir
la intimación cursada por el magistrado de la causa orientada a que el querellante
con aquellos requisitos489.
) La expresa exigencia del poder especial, pese a la equivoca asignación de
rácter, no suscita objeción si en alguna cláusula se establece el extremo de es-

d) Según Douna y Maiza en este momento debe concretarse el pedido de san-


ena1491.Sin perjuicio de que añadir dicha solicitud favorezca la oposición de
, es difícil encontrarle apoyo jurídico, pues no se la menciona dentro de
cias de este artículo; no es la opinión de Clariá O l r n e d ~quien,
~ ~ ~ ,por el
,afirma que no "corresponde al querellante pedir la aplicación de una pena
eta..." y añade que recién al discutir deberá "...concretar la petición...". Desde
que si se la incluyó, este exceso -para decirlo de alguna manera- en modo
era la inadmisibilidad del acto493.Por ende, es insusceptible de reparo
la exclusiva que no concreta el requerimiento de imposición de una pena
ada494;se trata de una solicitud que corresponde a la ocasión del art. 393.
a presentación de copias se expiica porque la causa se inicia directamente
cio, debiendo cumplirse previamente audiencia de conciliacióu (art. 424) y
llado tiene la necesidad de acudir sabiendo de qué se trata y a qué atenerse.
egún la CCC, sala 1, la falta de acompañamiento de las copias no trae apare-
la inadmisibilidad de la pretensión, siempre que se subsane la falencia con la
gación La disidencia del Dr. Donna sostiene lo contrario, pues este

488 GIMENO SENORA, La querella, Barcelona, 1977, p. 36.


489 CCCFed., LL del 151212001, f. 101.534.
CNCP, sala 111, "Bocazzi, Carlos", del 151811996, c. 747, reg. 225196.

' Juzg. Nac. Coneccional nro. 3,2811211993, "De Stefano", c. 2666.


CCC, sala VI, del 14/5/1996, c. 4540.
'"LL del 1811012001, f. 102.758.
768 JUICIOS POR DELITOS DE A C C I ~ NPRIVADA Art. 418

artículo establece todos los requisitos que se deben cumplir para abrir la instancia y
fijar definitivamente el objeto procesal.
f) El ofrecimiento de prueba gebe observarse pues el trámite se inicia en un
momento semejante al regulado por el art. 354. Pese a tratarse de delitos persegui-
bles exclusivamente por querella no se puede impedir utilizar los peritos oficiales4",
En la circunstancia correspondiente a la citación a juicio (art. 428), el querellado
por injurias puede ofrecer la prueba de la verdad del hecho atribuido en los casos
del art. 111, incs. 1" y 2", CP; pero si la recaba el acusador corresponde lo haga en
este momento. No hay coincidencia acerca del tiempo en que deben ejercerse dichas
facultades. Fino piensa que al no estar expresamente fijado el tiempo para esta acti-
vidad cabría optar "...por el plazo genérico para todos los delitos de acción privada
del art. 428... o el plazo amplio del proceso penal ordinario... antes del llamamiento
a la audiencia del debate"; añade que si la exceptio veiitatis no resultare aplicable, la
posibilidad de la pnieba para el querellado no se cierra497.
La CNCP, sala 111-voto de los jueces Tragant y Riggi-, considera que si bien
en los juicios por delitos de acción privada el juez carece de impulso procesal, ello
no implica que "...en shlvaguardia de los principios que hacen a la progresión de
todo juicio, no esté facultado para adoptar en su momento las decisiones pertinentes
en orden a la averiguación de la verdad disponiendo medidas de investigación, pues
tratándose de una causa penal prevalece siempre el orden público". En este sentido,
sostienen que la inactividad procesal - e n el caso, atribuida al querellado- puede
ser suplida por el juez. No existe, a su criterio, "...proceso que faculte al magistrado a
imponer en cabeza del imputado el deber de diligenciar la prueba informativa por él
propuesta; el diligenciamiento de los oficios cuya recepción se ha ordenado corres-
ponde en el proceso penal al tribunal y habiendo sido delegad
acarrear un perjuicio para su defensa...".
Entienden que "presentada la querella, la normativa vig
do a ofrecer prueba de descargo durante el período de citación a juicio (art. 428), la
cual, se infiere, debe producirse con anterioridad a la fecha fijada para la audiencia
de debate, pero no se establece un plazo o término de caducidad o preclusión en la
concreción de la misma"498.Al comentar el fallo, Palacio remarca que "...si bien el
juez en lo correccional, no mediando plazo de prueba ni habiéndose fijado la audien-
cia de debate formuló una declaración sin duda prematura de negligencia, la sala 111
de la Cámara de Casación erró en la elección de las normas aplicables al caso y, por
consiguiente, dictó una resolución incompatible con el principio de impulso de parte
que es propio de los procesos por delitos de acción privada"499.
g) El ejercicio conjunto de la acción civil es propio de este momento liminar.
Cabe reparar en que, aun para los delitos de acción pública, la demanda debe con-
cretarse dentro del plazo señalado por el art. 346 cuando se estima posible fonnular
acusación (art. 93, párr. lo).

CS, Fallos 314:1447.


"' "La erceptio veriralis:Naturaleza jurídica, casos en los que procede y requisitos procesales
para su instrumentación", ED 176-809.
SJP, LL del 2311212003, f. 106.756, con nota de PALACIO,
"La caducidad de la prueba en los
juicios por delitos de acción privada".
"99 Citado en nota anterior.
JUICIOS POR DELITOS DE A C C I ~ NPRIVADA

Con respecto a la firma ante el secretario ver art. 138, párr. 2'.
Si no se acompaña la documentación se toma imposible hacerlo luego de
eso de la querella; se trata de medios a ofrecer en ese momento conforme a 10
ido por el inc. 4.' Si la injuria o calumnia fue vertida por escrito debe acom-
el instrnmentoSoO; si no se percibió la falta, corresponde declarar la nulidad
ido de parte, pues resulta subsanable (art. 171)- del procedimientos0'.Si
ulta posible acompañar los documentos, corresponde requerir la remisión del
en que consten las ofensassoZ.
j) La inadmisibilidad sólo se refiere a los requisitos estnicturales del acto pro-
acompañamiento de la prueba documental; en vez, la falta de copias sólo
la aplicación del art. 120, Código Procesal Civil y Comercial de IaNación,
egración homogénea en sentido amplioso3porque se trata de una mera carga
1 sin otra con~ecuencia~~. Es un supuesto en que la reproposición -adjuntar
as- es viableSo5.
esponsabilidad del querellante
19. El querellante quedará sometido a la jurisdicción del tribunal en todo
referente al juicio por 61 promovido y a sus consecuencias legales.
r comentario al art. 85.
esistimiento exnreso
20. El querellante podrá desistir expresamente de la acción en cualquier
proceso, pero quedará sujeto a la responsabilidad emergente de sus
riores.
Ver comentario al art. 85.
esewa de la acción civil
1. El desistimiento no puede supeditarse a condiciones, pero podrá ha-
expresa reserva de la acción emergente del delito cuando ésta no haya sido
vida juntamente con la penal.
1 art. 1097, CC, establece que el desistimiento de la acción penal no implica

Si el sobreseimiento en sede penal tuvo como antecedente un acuerdo entre las


s y el consiguiente desistimi&ntodel juicio por el actor, no puede considerarse
nlante para el juez civil, pues resulta de toda evidencia que el juez penal no se
pidió sobre la existencia del hecho desencadenante de la querella y, por ende, no

CCC, en pleno, Fallos t. 111, p. 23.


"O' CCC, Fallos 2" serie, t. 1, p. 23, siempre que no se haya advertido con antelación, en cuyo caso
nesponde aplicar la sanción de inadmisibiiidad.
CCC, Fallos t. 11, p. 21. Ver BULACIODE RUA,"Hasta qué etapa procesal puede hacerse uso de
opción de las causas pendientes", LL Actualidad del 1311011992.
"
ODERIGO, Derecho...,p. 29.
*" Ver PALACIO - ALVARADO VELLOSO,Código...,t. IV, ps. 120 y SS.
$05 CREUS, Invalidez..., ps. 1201121.
770 RIICIOS POR Q&ITOS DE ACCION PRIVADA Art.422

se presenta el supuesto del art. 1103, CC. Cuando la decisión penal se funda en una
excusa absolutoria, no impide la condena
Desistimiento tácito 2
422. Se tendrá por desistida la acción privada cuando:
lo)El querellante o su mandatario no instaren el procedimiento durante
sesenta (60) dias.
2") El querellante o su mandatario no concurrieren a la audiencia de conci-
liación o del debate, sin justa causa, la que deberán acreditar antes de su inicia-
ción siempre que fuere posible y hasta los cinco (5) dias posteriores.
3") En el caso de las acciones por calumnias e injurias previstas en el
Código Penal, habiendo muerto o quedado incapacitado el querellante, no
comparecieren los legitimados para proseguir la acción, dentro de los sesenta
(60) días de ocurrida la muerte o la incapacidad.

a) El querellante exclusivo tiene que afrontar la carga del impulso; es nula la


actividad cumplida de oficio507.Basta la exteriorización de cualquier reclamo -in-
clusive el procesalmente errad- para contradecir la presunción de abandono o de
tácito desi~timiento~~~.
b) El tribunal tiene un amplio arbitrio para meritar la justa causa de la incom-
parecencia509.
La audiencia de conciliación es la prevista por el art. 424.
La aplicación de esta consecuencia no se produce sin que el tribunal mente si
hay motivo admisible para la inasistencia en los términos del art. 422, inc. 2°5J0.
c) En cuanto a las calumnias o injurias, nos hemos referido en la introducción
a los casos en que el cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes tienen kgitima-
ción para proseguir la querella.
En el caso de incapacidad, la iniciación del cómputo coincide con el del día en
que judicialmente se declaró.
La nulidad es relativa (arts. 169, 170, inc. 3", y 171).
En estos supuestos se estimaba que correspondía sobreseer definitivamente5",
e impedían toda persecución ulterior (arts. 1" y 335)5'2.El inc. lo fue invocado en
los votos de los Dres. Navarro y González en el plenario -referido a la disposición
del art. 174 del Código derogado similar a ésta- nro. 190 de la CCC, en el que se
decidió que el abandono de la querella por inactividad procesal importa la renuncia
del agraviado prevista como causal extintiva de la acción del art. 59, inc. 4", CP, y
en consecuencia debe pronunciarse el sobreseimiento definitivo5". Ahora las deci-
Del fallo de Cámara considerado por la CS, ED 165-106, f. 46.773.
CCC, Fallos 2da. serie, t. 11, p. 8.
*O8 CNCP, sala 1, registro nro. 114, BJ nro. 1, ED de mayo de 1995, p. 12.

$O9 CCC, Fallos t. 1, p. 105.


CCC, Fallos t. 1, p. 105.
*" CCC, Fallos t. V, p. 448.
CS, Fallos 299:221; LLdel411011991, f. 89.787.
' ' 1.L <Icl2 2 1991, i. 91 315, con .omeliiario 3ci\cr*o dc h h i ~ i \ ,- <ini.i.i\.j, ";,lis c«iistiluci~~-
nai el sohrei:iriiient,> por inaiciúii del .[~iflella~itc?".
L L .Zciiislidad del 22 12 19'11, o J \ 13<)1-1-21V.
JUICIOS POR DELITOS DE A C C I ~ NPRIVADA

por el archivo y no por sobreseer, cuando el desistimie


ce la inconstitucionalidad del inc. 2" y del art. 423515.
Todos los plazos comprenden sólo los días hábiles, pues la causa comie
con el juicio (arts. 116 y 162)5'6.
r acápite 4) del comentario al art. 343.
ctos del desistimiento
.Cuando el tribunal declare extinguida la acción penal por desistimien-
lante, sobreseerá en la cansa y le impondrá las costas, salvo que las
nido a este respecto otra cosa.
erella favorece a todos los que bubieren participa-

Principios generales
drá ser expreso o tácito. En cuanto a este último -regulado por el artículo
-, la CS ha declarado inconstitucionales --como contrarias al art. 59, inc.
-tales disposiciones por tratarse de materias reservadas por el art. 75, inc.
Congreso Nacional; sostuvo que las leyes procesales locales, cuando empla-
n para la realización de ciertos actos dentro de determinado plazo,
pueden sancionar el incumplimiento de la omisión por vía de la caducidad de
stancia a cuyo ejercicio se propende y aun cancelar definitivamente la secuela,
o no decidir la extinción de acciones, materiaprevista en los códigos que al PLN
dictar5I7.Por eso se opta en estos casos por el archivost8.
embargo, la opinión de Soler519refutó con holgura esos argumentos, pues
to definitivo resulta en esos casos la única solución compatible con
ías constitucionales protectoras de la inviolabilidad de la defensa en juicio
ido proceso legal. Parece inicuo supeditar la prolongación de la incerti-
da por la promoción de un proceso penal a la sola voluntad del
ar querellantesz0.La CCC, sala IV, mantiene una solución acorde con nuestro
y admite que una ley del Congreso puede convertir válidamente la falta de ins-
n un término menor que el de la prescripción de la acción, en una presunción
el órgano que regula la institución puede condicionarla directa
una ley independiente, por lo que no resulta inconstitucional 10

99, reseña de Fallos NO. 41.519-S; id.,id., ED 170-192, f.


GONZALEZ, "ES inconstitucional el desistimiento tácito de la
isto en la ley procesal".
del 121312001, f. 101.668.
CCC, ED 135-667, f. 42.075.
ionalidad del sobreseitniento por inactividad del querellante, "
267:468; 276:376; 308:2140; en idéntico sentido, CNCP, sala 1,
o JA 1996-11-578, o ED 170-197, f. 47.550; id.,sala 111, LL del 301511997,
; id.,sala 11,71511996, "Andradaheghi, Pedro", c. 735, reg. 910.
'' CNCP, sala 1, LL del 311511999, reseña de Fallos nro. 41.519-S; id., id.,ED 170-192, f.
,con Comentario coincidente de Gonzalez.
'' CS, Fallos 244568.
CS, LL del 411011991, f. 89.787, con opinión coincidente de CARRI~, "Algo más sobre la
ibtción del doble jnzgamiento", o JA 1991-IV-117.
772 JUICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA Art. 423

dispuesto por los arts. 422, iuc. lo,y 42352'.La jurisprudencia de la Casación se inclina
por acordar efecto extintivo al desistimiento expreso por considerarlo renuncia de la
acción penal -art. 59, inc. 4", CP-, mientras percibe sólo una causal de caducidad
en los casos de desistimiento tácito que, como tal, no impide renovar la persecución.
Así, la sala 1 sostiene que una norma procesal dictada para la Capital Federal no puede
prevalecer frente a lo mandado en contrario por una ley nacional que regula sobre ma-
teria del derecho de fondo, conforme con lo prescripto por el art. 3 l, CN; el art. 75, inc.
12, id., establece el principio de la unidad de la legislación común para todo el país,
por lo cual las leyes derogatorias de otras comunes deben ser de aplicación general
en aquél. Por consiguiente, podrían originar un conflicto indirecto con la CN cuando
no satisfagan tal requisito de generalidad; añade que pese a que la CS sólo decide los
procesos concretos que le son sometidos, los jueces ---sin aportar nuevos elementos
modificatonos de la posición de aquélla- deben acatar su
Uno de los proyectos de reforma del CPP del PEN adopta esta solución (&s.
420,422 y 423). Resultaría conveniente superar las posiciones encontradas a través de
la reforma legislativa; se sugieren dos temperamentos: modificar el art. 422 e introdu-
cir la sanción de caduciJad o perención de la instancia como modo de extinción del
proceso ante la inactividad del querellante,o bien, dar entrada a la renuncia tácita del
agraviado en el texto del art. 59, inc. 4", CP,para que el imputado, si media inactividad
del querellante, encuentre su desvinculación dejinitiva de la imputación que cargaba
sobre sus espaldas523. Sólo esta propuesta resulta compatible con Ias garantías consti-
tucionales comprometidas según el enfoque de Soler antes mencionado.
Ver comentario al artículo anterior y acápite 4) del comentario al art. 343.
b) Efectos
El desistimiento de la querella favorece no sólo a los imputados sino también
a los partícipes no incluidos en aquélla, pese a su intervención en el delito. Soler
cuestiona el efecto extensivo como causal extintiva de la acción pues dice que la re-
gla de la comunicabilidad sólo rige para el perdón -art. 69, CP- y apunta a evitar
negociaciones escandalosas, con lo cual queda excluida en este caso; afirma que "la
renuncia a la acción contra un copartícipe no se extiende, pues, de iure contra todo
copartícipe...; se refiere sólo al sujeto a cuyo favor se hace"524.
El texto no admite esta acertada reflexión y pugna, además, con el principio de
la divisibilidad imperante en los delitos de acción privada (art. 7"; ver introducción
a'la Sección Primera).
Desde luego que la acción debe haber sido ejercida de manera que se perciba la
voluntad concreta y expresa del ofendido. El juez no puede ir más allá, de

12' DJ 1998-2-869,f. 13.143,oLLdel231211998,f. 96.656;encontraCCC,sala1,DJ 1998-1-1099,


f. 12.822, o LL del 111311998, f. 96.776; empero la CS tiene decidido que las leyes locales no pueden
modificar a la ley de fondo y regular cansales de extinción de la acción, Fallos 178:31, o JA 1958-688.
LL del 301311998, f. 96.887, o DI 1998-2-303, f. 12.941.
PEI.LICORI,
"La situación del imputado y el desistimiento tácito de la querella en losjuicios por
delitos de acción privada", JA 2002-11.989.
"' Derecho ..., t. l1,ps. 4581459,
'2s CNCP, sala 111, "Carboneni", del 151211999, c 1.718.
JüICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA

SECCION
SEGUNDA
PROCEDIMIENTO

ncar el proceso penal en los delitos de

el trámite existe una paridad muy marcada con el proceso civil, sobre todo
S, salvo el caso del art. 424, el iinpulso corresponde al que-
dicha carga cuyo incumplimiento le acarrea las consecuen-
2. A ello debe añadirse lo anticipado en la introducción a
jurídica restringe la tarea decisoria del
olver más allá de lo que se pretende.

nal convocará a las partes a una au-


a que podrán asistir los defensores.
el querellado, el proceso seguirá su curso conforme
spuesto en el art. 428 y siguientes.

1.a preaeritacibn debe foriniilarsc por escrito y coino priiiiera uctii idad judicial
y siii estiinulo del qirrrcllaiitc en cieriie, corrc.s~>onde
su Iraiainiciiio. El tribunal de-
á si la querella tiene mérito como para disponer su avocamiento si los hechos
iptos encuadran en alguna de las figuras que describen a los delitos de acción
ateniéndose al relato formulado conforme al art. 418, inc. 3". Se ha califica-
ematura la desestimación por inexistencia de delito antes de la convocatoria
cia de conciliación cuando el hecho perseguido por acción pública ----ob-
proceso- no había avanzado para autorizar que se descartara absoluta-
la configuración del ilícito motivo de la querella526;más adelante se verá que
ocada a la audiencia de conciliacióu, 110 procede desestimar, sino sobreseer o
el juicio. A ese desacierto el fallo suma ponderar al proceso de acción pú-
o vinculante respecto del de acción privada, prejudicialidad que la ley no
ce -salvo el caso de coca juzgada- ni como principio527.
,por el contrario, fluye de dicha descripción la carencia de los requisitos típi-
igidos por tales delitos, deberá desestimar el acto promotor al igual que ocurre
os delitos de acción pública (art. 195, párr. 2'; ver comentario al art. 415). Resulta
oncebible que si en estos supuestos se puede impedir la apemira del proceso, pese
s intereses públicos comprometidos, no pudiera hacerse lo propio en estos casos
os cuales, si bien esta en juego siempre la misma naturaleza del derecho sustancial
ealizahle -la pena siempre es pública-, por cierto que el Estado delegó en el ofen-
o funciones similares pero no mayores a las suyas. Asimismo el querellante tendrá
posibilidad de recurii antela Cámara de Apelaciones, por aplicación analógica del
. 180, último párrafo,?2R;por.otro lado, la impugnación puede deducirse en aquellos

i* CFed. Cap., sala 1, ED 165-274, f. 46.808,


NÚPI~z,Derecho ..., t. IV, ps. 1361139.
528 CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 70172.
774 I U ~ C ~ OPOR
S DELITOS DE A C C I ~ NPRIVADA Art. 424

casos en que el juez considere que el presentante no está legitimado para constituirse
como acusador, por no resultar ofendido en los términos de los arts. 75 o 76, CP. La
CCC, sala IV, distingue bien inadmisibilidad de desestimación: la primera correspon-
de si no se especifica la conducta atribuaa a cada uno de los imputados ni se indica su
domicilio; la última no se aviene con señalar la inexistencia de dolo, aspecto subjetivo
que se encuentra vedado en la etapa inicial5**;por el contrario, sostiene que la falta de
domicilio impone la realización de diligencias o investigaciones de tipo preliminar la
CCC, sala VS3",criterio acertado si las diligencias fueron requeridas porque el impulso
corresponde exclusivamente al acusador privado.
En atención a que el ne bis in idem -art. lo- juega, tan sólo, con respecto a
la persona perseguida y no puede pronunciarse exclusivamente sobre el hecho, se
entiende que la desestimación - d o n d e se dispone el archivo- no extingue la acción
penal y no corresponde sobreseer5".
Si se dispuso el avocamiento, queda abierta la instancia procesal, lo que signi-
fica que, con ulterioridad, no ha de poderse desestimar la querella porque e1 proce-
so, superado el momento de la admisión de aquélla, inexorablemente debe concluir
mediante sobreseimiento _si prospera el avenimiento o se produce la retractación
(art. 425), o bien progresa una excepción perentoria (ver Título VI del Libro 11)- o
desistimiento del acusador privado, sea expreso o tácito (arts. 420 y 422, respectiva-
mente). Si ello no ocurre, se abre el juicio -siempre merced al impulso del quere-
llante exclusivo-, en cuyo caso es preciso que concluya mediante sentencia.
La desestimación por inexistencia de delito puede resolverse hasta el momento
en que se decidió convocar a la audiencia de conciliación. Empero, S
la inadmisibilidad de este arbitrio incluso en el momento liminars3*.
b) Casuística
En algún precedente jurisprudencia1 se acepta que aun después de realizado
dicho acto puede desestimarse la querella mediante su rechazo533.A nuestra modo
de ver, no resulta posible dictar tal resolución en ese estadlo; adviértase que el texto
del art. 424 sólo significa que no puede prosperar el juicio y arribarse a una válida
resolución conclusiva -sobreseimiento definitivo o sentencia- sin transitar por
este ineludible trámite. Pero lo cierto es que la instancia ya está abierta, al extremo
de que el éxito de la conciliación provocará el inmediato sobreseimiento; admitida
la acusación del particular ofendido, se abre directamente el juicio534.Por otro lado,
la circunstancia de que puedan deducirse excepciones antes de la realización del
comparendo de conciliación53s,pone de resalto que con la admisión de la querella el
proceso ya comenzó. Por ende, no compartimos la opinión de Oderigo cuando con-

LL del 311711998, f. 97.578, o DJ 1998-3-992, f. 13.643.


'jO LLdel231411999, f. 98.627.
13' CNCP, sala 1, JA 1998-11-520.

*" C. Garantías en lo Penal, Mar del Plata, LL del 311511999, f. 98.783, con nota de FALCONE,
"El juicio por delitos de acción privada en el nuevo Código de Procedimiento Penal de la Provincia de
Buenos Aires", quien, con acierto, considera ajustada a derecho la decisión del a quo que desestimó
por falta de adecuación.
CCC, Fallos t. IV, p. 408.
CLARJA OLMEDO, Tratado...,t. VI, p. 436.
* j S CCC, en pleno, Fallos t. 111, p. 134; Fallos Plenarios t. 1, p. 518.
JUICIOS POR DELITOS DE A C C I ~ NPRIVADA

ra a la audiencia de conciliación como una etapa previa al proceso propiain


,menos aún, que la citación para ella no importa dar curso a la querella5 .
comparendo a la audiencia de conciliación tiene crucial importancia para e
ado, según lo establecido en el páni 2'. A su vez, la ausencia del querellante
o acto configura uno de los supuestos de desistimiento tácito (art. 422, inc.
nsecuencia que no se soslaya aun cuando no comparezca el q ~ e r e l l a d o Su ~ ~ ~ -.
ión no se produce sin que el tribunal merite si hay motivo admisible para la
encia, en los términos del art. 422, inc. 2OS3*.
s presupuesto de la válida celebración de esta audiencia la previa notificación
ellante -recuérdese que su señalamiento es la única actividad oficiosa a des-
os el tribunal- y, desde luego, al querellado (art. 142). La confección de las
siempre incumbe al tribunal y no al accionante5"; no se excluye la citación
tos cuando se ignore el domicilio del querellado (ver comentario al art. 150)540.
ellante puede acudir personalmente o por intermedio de un mandatario
S se encuentran habilitados para ejercer la profesión; el representante
ntario puede sustituirlo en todos los actos procesales siempre que cuente con
bida asistencia letrada (art. 83, párr. lo), a menos que revista las dos condicio-
letrado y procurador. Si bien hay criterio jurisprudencia1 favorable también a
resentación del querellado para acudir a esta audiencia5"', nos parece que tal
colisiona con el deber de sujeción de todo imputado al proceso. Beríolino
ajustada al sistema actual la solución que impide al querellado hacerse
sentar por mandatarios en esta audiencia y jurídicamente más valiosa, sin que
a estimarse apto el criterio que desplaza la aplicación del art. 104 al aferrarse al
'...o su representante ..." alojado en el art. 4305". Según la CS, satisface la ga-
ta de defensa en juicio la representación del justiciable por un lekado, cualquiera
enominación legal bajo la cual ejerza su ministerio5".
el querellado se hace asistir por abogado y quiere propoiierlo como defensor,
nde que el juez lo nombre si no median impedimentos. Tanto dicho letrado
e asisten o representen al querellante tienen el derecho de postulación en la
pueden sustituir a ambos --querellante y querellado- en la formulación
eticiones pertinentes. Con todo, el defensor -o quien asista al querellado-no
esplazar en actitudes que son personalisimas; por eso, las manifestaciones
, en cuanto impliquen reconocer el hecho atribuido, carecerán de entidad
entarse como confesión, a pesar de alguna manifestación en conkario de la
CC, sala VI, puntualizó que la audiencia de conciliación es un acto perso-
como tal, no es necesario concurrir con letradosd5.

Derecho..., p. 642.
' CCC, en pleno, JA 27-1 975-25, f. 24.3 17
CCC, Fallos t. 1, p. 105.
39 CF Cap., ED 103-493, f. 36.600.
CCC, sala VI, 8/2/1975, c. 17.833.
CCC, Fallos t. VI, p. 44.
"' Xoin al Va113 d; la C<'( , isla \', .Sobre 1.1 prr.,eiicia iIr.1 clur.rr.llad<icii 13 siidiiiicia di conri-
liaci6n". SJP l l. del 26 5 1995. 1.. 93.1 h3.
776 JUICIOS POR PELITOS DE ACCiON PRIVADA Ari. 425

La convocatoria y realización de la audiencia condiciona la validez de todo el


trámite ulterior; su omisión genera la nulidad de lo actuado y es de carácter absoluto
(arts. 167, inc. 3", y 168, párr. 2'), pues afecta la garantía de la inviolabilidad de la
defensa (art. 18, CN). Debe tenerse pfesente que configura una ocasión para terminar
el proceso con sobreseimiento definitivo, de la que no se le puede privar al imputado.
Por ende, el consentimiento de las partes no subsana la violación de lo previsto por
este artículos4G.
Para fijar la responsabilidad criminal resulta requisito ineludible comprobar
que la acción ilícita puede ser atribuida al procesado tanto objetiva como subjetiva-
mente. Por ello no resulta suficiente ni siquiera para endilgar a título de dolo eventual
tanto el desinterés para conciliar como la ausencia a la audiencia de conciliación ni
haber brindado explicaciones o ejercido defensas para dilucidar quién tenía el con-
trol sobre el caso concretos4'.
Se admite la sustanciación de excepciones antes de realizarse el comparendo
de conciliacións4s.
Los sucesivos decretos convocando a la audiencia de conciliación constituían
secuela de juicio a los fines del cómputo de la prescripción de la acción penal5". Este
criterio se pone en crisicfrente a la reforma del art. 67, CP, mediante ley 25.9905s0.
Se ha decidido que la convocatoria debe disponerse aunque no medie pedido
de parte; no significa que el juez actúe de oficio, pues sólo a partir de la audiencia
comienza el proceso; los trámites anteriores son una mera etapa previa al juicioss1.
Conforme a lo expuesto en el primer párrafo de este acápite, entendemos que la
instancia ya está abierta con la realización de esta audiencia; por ende, no se trata de
una mera etapa previa aljuicio.

Conciliación y retractación
425. Si las partes se concilian en la audiencia prevista en el artícqlo ante-
rior, o en cualquier estado posterior del juicio, se sobreseerá en la causa y las
costas serán en el orden causado.
Si el querellado por delito contra el honor se retractare, en dicha audiencia
o al contestar la querella, la causa será sobreseída y las costas quedarán a su
cargo.
Si el querellante no aceptare la retractación, por considerarla insuficiente,
el tribunal decidirá la incidencia. Si lo pidiere el querellante, se ordenará que se
publique la retractación en la forma que el tribunal estime adecuada.

a) El objeto sobre el cual versa este acto procesal no es otro que procurar el
avenimiento o conciliación de las partes. Aunque parezca tautológico, conviene po-
ner énfasis en subrayar este propósito porque suele confundirse, a menudo, con una

i4"er, Calumnias e
para el Código anterior, con razones subsistentes en la actualidad: CATUCCI,
injurias, Buenos Aires, 1982, p. 223.
CS, ED 154-458, f. 45.352.
CFed. nro. 2,91811 994, con cita de CCC, Fallos t. 111, p. 184.
'" CCC, sala VI, "Vigil, Constaiicio", JA del 51311997, p. 69.
BO del 111112005; ver comentario al an. 343.
**' CNCP, sala 11, ED del 151212001,DPPC, f. 152.
NICIOS POR DELITOS DE ACCION PRIVADA

naz actitud del tribunal para lograr la retractación. Dice Peyrano que "no se
sformar al tribunal en un 'bazar persa"'ss2.
1acta que documenta la audiencia debe dejar constancia de la comparecen-
S partes; luego corresponde proceder a la ratificación del escrito de querella
r querellante para que exprese si así lo hace; de lo contrario, deberá te- -
i r ~ al
sistido, pues dicha actitud implica no instar el procedimiento (art. 422,
sponde afirmativamente y mantiene los términos del escrito promotor,
cilitarse el diálogo entre querellante y querellado --o sus representantes-
nte a obtener el ajuste de sus discordancias. Es extraña al objeto de este acto
esa1 -10 convertiría en inidóneo y pondría en crisis su validez- toda incursión
el mérito de la causa o fondo del asunto.
ctación. En principio la aceptación de explicaciones por el querellante
la situación de quien renunció a proseguir el juicio y, por ende, no puede
vencido al acusado, lo que antes traía como consecuencia imponerle las
S explicaciones, aunque satisfactorias, no estaban --en el régimen de la
gidas a demostrar la sinrazón de la querella, pero tampoco resultaba
de lugar su aceptación, correspondía imponer las costvs al querellado porque al
uéllas, no debía interpretarse como lisa y llana renuncia a la acciónss4.El pá-
ero adopta una solución diferente. Ahora, las cosWs se imponen en el orden

rario, si el querellante considera retractación lo que no lo es aun cuan-


las explicaciones, tal actitud no trae como consecuencia que se le considere
eptó una explicación que implica el desistimiento de su pretensión.
alizó una frecuente argucia curialesca, consistente en aducir o ha-
ar como retractación la actitud de quien sólo brinda explicaciones o satisfac-
que sean. En actitud extrema-y no compartida- destacaba que
ir la mendacidad con la que se condujo el querellado, sin que bas-
ar aclaraciones en procura de que se consideren aceptables, o bien presentar
or "...reconociendo caballerescamente la hombría de bien del querellante...",
ustentar no ser autor de las especies calumniosas o injuriosas atribuidassss.
a maliciosa conducta desatiende que "(e)l acto de arrepentimiento activo pre-
el reconocimiento de la autoria o dc la participación en la ofensa, pues, de otra
un arrepentimiento carente de objeto", aspecto precisado por el art. 117,
referirse al culpabless6.Es que se trata de una excusa absolutoria apoyada en
que disminuya o se repare el daño del delito consumado. Por eso deja indemne
como la antijuridicidad y la culpabilidad del autor y no neutraliza la
al responsabilidad civilss7.
bien la retractación no exige fórmulas sacramentales, ni tampoco se pretende
a la individualización del imputado, a los efectos de su validez legal requiere

"Cartilla para jueces conciliadores", LL del 1911011994.


' CCC, sala III,2111111967, c. 1023.
' CCC, sala 11, 12/6/1966, c. 6332.
"La conciliación en los procesos por delitos de acción privada", Rev. de Derecho Procesal, la
uenos Aires, 1949, p. 352.
N ~ T E ZDerecho
, .... t. IV, D. 200.
Op. cit., t. IV, p. 197
JLIICIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA Art. 425

respecto del causante reconocer el delito que se ha cometido o retirar los dichos si
se trata de una injuria o reconocer la falsedad de la imputación en caso de calumnia.
Requiere amplitud y reconocimiento de haber inferido la ofensa y no existe si se nie-
gan las expresiones dilacerantesiS8.&nuestro ver, no cabe exigir el reconocimiento
del delito contra el honor; en cambio, es preciso, cuando menos, desdecirse. Dice
Catucci que la jurispmdencia imperante no exige el reconocimiento de que se ha
mentido como contenido de la retractaciónss9.
La CS entiende la retractación como acto significativo de revocar expresamente
lo que se dijo; desdecirse de ello aun cuando no sea preciso reconocer que se han
falseado los hechos. Presupone el reconocimiento expreso de haber sido el autor o
partícipe en la propalación de una ofensasG0.Es insuficiente la retractación por es-
crito, si no se reconoció el hecho imputado y la falsedad de los dichos; este último
aserto es cuestionable y no condice con lo resuelto por el Alto Tribunal. La CCC,
sala 1, señala que se requiere un claro reconocimiento de la existencia y de la autoría
de la ofensas6'.
d) Funciones del tribunal. Corresponde al tribunal pronunciarse y calificar
los dichos del querellado para determinar si se ha producido una conciliación o una
retractación; compromete la suerte de las actividades procesales ulteriores continuar
el trámite sin resolver antes sobre las explicaciones dadas por el querellante en la
audiencia de conciliación y decidir si importan o no una
El último párrafo -a nuestro modo de ver- no contempla que aquélla es una
excusa absolutoria, en cuya virtud el orden jurídico considera innecesario castigar
a quien claramente se ha arrepentido de lo que hizo; en consecuencia, resulta irre-
levante toda manifestación del acusador, porque es privativo del tribunal decidir
si se ha producido o nosG3.Piensa lo contrario la CCC, sala 1, ya que reconoce al
querellante la posibilidad de aceptarla cuando es públicaSM.Puede llegarse al caso
de que, aun cuando el querellante no acepte o el querellado no reconozca a los tér-
minos empleados como retractación, el tribunal la estime como tal y decida como
lo establece el párrafo segundos". Por eso excluyen la aceptación por el querellan-
te los Código Procesal Penal de Córdoba (art. 434, id.) y de Tucumán (art. 434,
id.). Según Levene (h) y .otross66,"...puede ocurrir que el querellante no considere
suficientemente amplia la retractación y no la acepte. En este caso decidirá la cues-
tión el tribunal..."; según se ve, no se aporta ningún argumento ponderable en favor
de la previa aceptación.

CCC, Sala IV, LL del 191711996, f. 94.527.


ISq Libertad..., p. 299.
LLdel 13/10/1998, f. 97.956; id.,ED del 241911999, f. 49.549.
CCC, sala 1, LL 2001-D-283, f. 102.286.
'" CCC, Fallos t. V, p. 399.
CCC, ED 6-680, f. 3520.
LL2001-D-283, f. 102.286.
CCC, salaV, c. 9510, del 251101i977.
Cddigo..., p. 376.
Casuística. La CCC en pleno ha admitido que el querellado puede apelar
imiento definitivo dictado por aplicación del art. 117, CP, donde se estable

cierto que la retractación sólo juega en los delitos contra el honor.


rt. 117, CP, tolera la retractación durante el tramo que media entre la acep-
la querella y cuando se contesta. Por tratarse de una noma de carácter -
-aun cuando se encuentre en uno de los códigos dictados por el Congreso
encia sobre el dispositivo del art.
esta excusa absolutona termina
dientes al art. 393568.
actación aquí prevista y la con-
egundo párrafo, por tratarse de reparaciones al honor, sólo
e admitirlas en el CP569.El limite no alcanzia un Código nacional como éste.
sobreseimiento por esta causal no impide la condena admitida la
al no cabe reexaminar a los fines de su responsabilidad civil
arácter ofensivo ni la culpabilidad de los deinandado~~~'.

apellido o domicilio del autor


tos que aquel no haya podido
iminar para individualizar al

admitir medidas requeridas por


pasivamente- a las personas a quie-

aración de inadmisibilidad de la que-


estigaciones de tipo preliminar572.Se
ta la solicitud de parte porque el impulso recae exclusivamente sobre ella.
indicación de los documentos se explica porque la presentación de la que-
compañada con las pruebas ofrecidas
tra posibilidad de hacerlos7'.

a del querellado, pre-


agatoria, solamente cuando
ará de eludir la acción de la
S en 10s arts. 306 y 312.

LLdel 1311011998,f. 97.956.


C, sala V, LLdel231411999, f. 98.627, o DJ 1999-2-713,f. 14.317.
LARlA OLMEDO, Tralado..., t. Vi, p. 450.
780 ~uicrosPOR PELITOS DE ACCIÓN PRIVADA Art. 428

Cuando el querellante ejerza la acción civil, podrá pedir el embargo de los


bienes del querellado, respecto de lo cual se aplicarán las disposiciones comunes.
La privación de la libertad tiende a impedir que el proceso se trunque a raíz
de la fuga del querellado al no admiflrse el juicio en rebeldía (ver Capítulo 1, Título
IV, Libro 11). El encarcelamiento se neutraliza tan sólo a través de la excarcelación
conforme surge del art. 3 16, párrafo primero, que descarta la procedencia de la exen-
ción cuando se decretó la prisión preventiva. El art. 8" de la ley 24.417 de Protección
contra la Violencia Familiar comprende también a los delitos contra el honor dentro
de los que autorizan a excluir del hogar, a título de cautela, al procesado. Sobre in-
formación sumaria, ver Cafferata no re^^^^.
La declaración indagatoria, al no haber instrucción, sólo puede versar sobre el
sometimiento al juicio, aunque debe efectuarse la intimación del hecho y cubrirse,
especialmente, las exigencias atinentes a la indagatoria formal (ver comentario a los
arts. 294,298 y 299). Aunque cabe admitir que pueda cumplirse también con la expo-
sición sobre el hecho o la respuesta a interrogaciones en los téirninos de los arts. 294 y
concs. y que aún la evacuación de citas (art. 304) pueda devenir necesaria575.Es que a
través de este descargo es posible refutar la autoría; por ende, el juez debiera extremar
el cuidado antes de decretar la medida de cautela personal solicitada.
Como el embargo sólo procede a pedido del querellante exclusivo, debe prestar
la caución que el tribunal determine (art. 5 19).
Citación a juicio y excepciones
428. Si no se realizare la audiencia de conciliación por ausencia del quere-
llado o realizada, no se produjo conciliación ni retractación, el tribunal citará al
querellado para que en el plazo de diez (10) días comparezca y ofrezca prueba.
Durante ese término el querellado podrá oponer excepciones previas, de
conformidad con el Título VI1 del Libro 11, inclusive la falta de personería.
Si fnere civilmente demandado, deberá contestar la demanda, de confor-
midad con el art. 101.
Superada la citación a juicio la vía impugnativa se ciñe a la casacional, pues
sólo recursos de carácter extraordinario son procesalmente compatibles con la previ-
sión del art. 405576.Ver comentario al art. 449.
La CNCP en pleno decidió que la resolución sobre excepciones previas no
constituye sentencia definitiva a los fines del recurso de inaplicabilidad de leys77.
Corresponde al momento que, para los delitos de acción pública, establece el
art. 354.

"'"La información sumaria de los articulas 197 y siguientes del Código Procesal Penal", Sema-
nario Jurídico de Cóvdoúa, año 6, p. 574.
*" SOSAARDITI - FERNANIIFZ, Juicio...,ps. 2151216; BUSSER - ITURRALDE,Eljuicio ...,ps. 2001201.
""NCP, sala 1, registro nro. 114, BJ nro. 1, ED de mayo de 1995, p. 12, o BJ año 1994, nro. 1,
ps. 15116; CCC, sala IV, aunque anticipando la hipótesis al supuesto de desistimiento tácito de la quere-
lla pues consideró que dicho acto promotor supone la apeiiura del juicio, LL del 301611994, f. 92.293;
id., salaVII, DJ 1998-3-926, f. 13.615.
R. 99, c. SJ, nro. 116.
JülCIOS POR DELITOS DE ACCIÓN PRIVADA

a CFed., sala 1, considera que la paralización del proceso por calumnia, hasta
e resuelva la investigación penal por los mismos hechos que dieron origen a
a, recién procede en la etapa del art. 428578.
n el párrafo segundo se destaca, entre las excepciones, a la falta de persone-
o mucho más importante es la de falta de acción, a través de la cual puede -
irse si el querellante está legitimado, lo que conduce, si falta, a un sobre-
nto definitivo y no a una mera paralización del proceso, como aquélla (ver
3 del comentario al art. 344; en cuanto a la impugnación de las excepciones,
comentario al art. 345).
asta tanto se ingrese a la etapa de juicio al resolverse en forma definitiva las
iones, resulta procedente el recurso de apelación579.
ijación de audiencia
29. Vencido el término indicado en el artículo anterior o resueltas las ex-
en el sentido de la prosecución del juicio, el presidente fijará día y
el debate, conforme con el art. 359, y el querellante adelantará, en
s fondos a que se refiere el art. 362, segundo párrafo, teniendo las
S atribuciones que las que ejerce el ministerio fiscal en el juicio común.

1.a inasiscencia del qi~erellado parsciera que no basca la sola presencia del
defensor (ver iroineiitario al an. 424)---provoca la postergación del debate y habilita
al tribunal a procedcr conforme lo c.siablecido en el nn. 427.

ctuará de acuerdo con las disposiciones correspon-


querellante tendrá las facultades y obligaciones co-
o fiscal: podrá ser interrogado, pero no se le reque-

o comparecieren al debate se procede-

mienza con la lectura de la querella, sin que pueda ser ampliada580.La re-
n el interrogatorio del querellante. En la
del querellante y después al defensor del
último si tiene algo que agregar.

1 juicio común son aplicables; en consecuencia, corres-


al imputado para afianzar el ejercicio de su derecho de
una falencia irremediable y no se suple por la invitación

.36.629, "Pontaquarto", www.eldiai.com.ar del 711012004.


' CCC, sala V, LLdel 13/7/2001, f. 102.458.
CLARIA OLMEDO, Tratado...,t. VI, p. 453, n. 405; empero, en el t. IV, p. 426, admite que se lo
hacer. Como bien dice allí, cabe aceptarlo "...mientras no se altere en su sustancia el núcleo fáctico".
782 JUICIOS POR DELITOS DE ACCION PRIVADA Art. 431

final; es una nulidad declarable de oficio -absoluta- por afectar la inviolabilidad


de la defensa (art. 18, CN y arts. 167, párr. 3O, y 168, pán: 2°)58'.
La retractación puede producirse hcluso en el momento de la declaración del
querellado durante el debate (ver comentario al art. 425).
c) Prueba
La naturaleza privada de la acción excluye la posibilidad de que el tribunal
ordene - d e o f i c i e la recepción de nuevos medios de prueba (art. 388) ni proceder
a Cabe la salvedad de que el tribunal tiene "...libertad para incorporar de
oficio hechos favorables al "...a pesar de que él no los haya ofrecido

y que él no los haya invocado o introducido oportnnamente pues el perseguido no


dispone de su propia punición ..."584.
La prohibición de juramento al querellante desplaza la obligación de declarar
como testigo en sentido formal, aun cuando hubiese ejercido simultáneamente la
acción civil (arts. 86 y 96).
La lectura de la querella tiene el carácter de intimación al acusado de los hechos
atribuidos; luego pueden plantearse las cuestiones preliminares referidas en el art.
376; si son resueltas en sentido favorable a la continuación del juicio o diferida su
resolución para el momento de la sentencia, se recibirá declaración al q u e r e l l a d ~ ~ ~ ~ .
Sentencia. Recursos. Ejecución. Publicación
431. Respecto de la sentencia, de los recursos y de la ejecución de aqublla,
se aplicarán las disposiciones comunes.
En el juicio de calumnia o injurias podrd ordenarse, a petición de parte, la
publicación de la sentencia en la forma que el tribunal estime adecuada, a costa
del vencido.
Al carecer de etapa instructoria (ver introducción a este Capítulo 111; dmbién
comentario al art. 345) casi se descarta la procedencia del recurso de apelación
(arts. 449 y SS.);por ende, el medio de impugnación más corriente será la casación
(art. 456), acorde con la instancia única que rige para el juicio (arts. 428,429 y 430);
también resultará posible utilizar, en su caso, el recurso de inconstitucionalidad (arl.
474) y el extraordinario federal (art. 14 de la ley 48). En vez, subsiste la reposición
(art. 440), durante el juicio.
En virtud de que el impulso corresponde al querellante -períil característico
del principio dispositiv-, la publicación no puede ser ordenada de oficio.
Al comentar el Código de Córdoba considera Núñez que - e n dicho cuerpo
n o r m a t i v e una disposición similar excede el áinbito del art. 114, CP, pues se trata
de un dispositivo de carácter sustancial58G. Al haber recobrado vigencia su texto ori-
ginario - e n cuanto faculta sólo a los tribunales nacionales para ordenar la publica-
ción-, aquella censura perdió sustento.

ST La Pampa, 51511992, ED del 2411 111992, f. 44.687.


NU~EZ ,
Código ..., p. 442.
MAIER, Derecho..., 2" ed., p. 152.
Op. cit., p. 172.
*'* SOSAARDITI - FERNANDEZ, Juicio ..., p. 221.
C ó d i g ~ .p., 443.
JUICIO ABREVIADO 783

Según Vidal, la Nación no puede hacer valer su legislación en materia de de-


litos de prensa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que, al yuxtaponerse sobre
la capital como un estado provincial, quitó vigencia al art. 114, CPSs7.Parece una
interpretación demasiado estricta de la disposición transitoria séptima de la CN que
no concuerda con el mantenimiento de la capital en d~chaciudad.

CAP~TULO
IV
JUICIO ABREVIADO

a) Generalidades
El propósito es "...evitar el juicio oral y público, cuando él no sea imprescin-
dible para arribar a una sentencia que resuelva el caso, con respeto de los principios
de legalidad y verdad..."; piensa obtenerse a través de "...la prueba reunida en la
investigación preparatoria..." cuando "...sea idónea a tal fin, sin que sea necesario
reproducirla en un debate, a criterio de los sujetos esenciales del El
principio de legalidad subsiste porque no se implanta criterio de oportunidad alguno;
deben respetarse las penas establecidas en el CP ni cabe aceptar una calificación dife-
rente de la prescripta o admitir como probado un hecho diferente al ocwido o como
real uno no acreditado o que el acusado participó cuando no lo hizo. No se prescinde
del principio de verdad ni se admite una verdad consensuada; la sentencia habrá de
sustentarse en la prueba recogida durante la instrucción y no en la mera confesi6njS9.
Entre las reflexiones más profundas, agudas y con inusual amenidad sobre este
engendro, no puede prescindirse de la lectura del trabajo de Costasgo.Le parece ac-
tuar de prácticos la difundida costumbre de suspender la audiencia para hacer po-
sible el acuerdo, cuando debia concretarse antes de remitir la causa al TOC; así se
posibilitaan' negociaciones sin plazo que redundan en la suspensión de audiencias y,
lo que es mucho más peligroso, Juerzan a los imputados a tomar decisiones sobre
aceptar o no esta modalidad cuando es inminente el debate. Advierte que col~siona
con la arquitectura del sistema no realizar el juicio cuando se rechazó el acuerdo
y hacer posible una tercera o cuarta transacción y asi ad infinitum. Anota que sin
pudor se otorga valor a una confesión extrajudicial. Marino Aguirre no atiende a
esta especie y se confunde cuando le quita el carácter de confesiónj9';el desacierto
es mayor cuando respalda su afirmación en que no se efectúa ante un magistradoSg2,
pues, precisamente, si es extrajudicial, ese requisito es superfluo. Informa que en
algunos tribunales el conocimiento de visu se reduce a entrevistarse uno de los ma-

"En la 'Ciudad Autónoma de Buenos Aires' los delitos contra el honor cometidos por la pren-
sa son impunes por ausencia de ley previa", DJ 1998-2-1161.
Ss8 CAFFERATA NORES, "Juicio penal abreviado", Cuestiones..., ps. 79 y SS..
CAFFERATA NORES,op. cit., ps. 80 y 82. Niega dicho carácter GARC~A TORRES,'Zas garantias
constitucionales y los sistemas procesales abreviados por acuerdo con el imputado, con especial refe-
ncia a la República Argentina, Estados Unidos, Alemania, Italia y Espaila", ED del 71912000.
"Perversiones abreviadas. (Acerca de la aplicación y uso del instituto del art. 431 bis, Código
ocesal Penal de la Nación)", DJ 2001-2-300.
IP1 "El juicio penal abreviado", p. 70.
784 JUIOIO ABREVIADO

gistrados con el imputado; aquél transmite su vivencia a los otros, diluyéndose así la
inmediación propia de la audiencia. Para ajustar algo a este trámite con la CN debie-
ra dictarse sentencia siempre, sea que se acepte o rechace el acuerdo.
>
b) Antecedentes
La institución reconoce precedentes provinciales -Córdobasn3y Buenos Aires-
acorde, con la necesidad de acelerar los trámitessn4.Se aspira a cubrir las exigencias de
tratados internacionales con jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN, arts. 7', ap.
5", CADH "Toda persona... tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razona-
ble...", 9", ap. 3", PIDCP, id.). Aunque ya nuestra CS consideró incluida dicha garantía
en el art. 18 en el caso "Mattei"s95.
En el derecho comparado son varios los paises que han dado cabida al sistema.
Italia admite un especifico juicio abreviado a solicitud del imputado con consen-
timiento del MP; se disminuye la pena y se limitan las vías recursivas (arts. 4 3 8 a
443); además prevé otra modalidad de aplicación de pena a instancia de las partes
que es una concreción del pacto (arts. 444 a 448), el juicio directísimo para los casos
de flagrancia (arts. 449 a 4>2), el juicio inmediato cuando la pmeba es evidente (arts.
453 a 458) y el procedimiento por decreto ---condena sin debate con impugnación
tardía- (arts. 459 a 460).
La Ordenanza Procesal Penal alemana legisla dos variantes. Se ocupa de un
procedimiento por mandato penal --delitos leves- en que el requerimiento opera
como acusación y de un procedimiento acelerado, cuando el simple contenido fácti-
co a la clara situación probatoria admiten una deliberación inmediatasn6.
La Ley de Enjuiciamiento Penal española, como variante del procedimiento de
urgencia para determinados delitos, incluye un trámite abreviadísimo en el que se
asegura la asistencia letrada, se da traslado a las partes acusadoras tan pronto como
el juez de instrucción advierta que puede formularse acusación, se suprime e1 auto
de procesamiento, el fiscal puede presentar de inmediato su escrito de acusáción y
solicitar la apertura del juicio oral y la simultánea citación para celebrarlo. Corres-
ponde en los casos de flagrancia o evidencia de los hechos, alarma social producida
y detención del imputado o aseguramiento de su puesta a disposición judicial. Se
resguarda la audiencia previa del imputado y, en lo posible, de las demás partes aper-
sonadas. El juicio oral no se suprime y puede cumplirse ante el Juzgado de lo Penal.
Por ende, amén de la prueba instructoria considerada esencial, el resto se lleva a cabo
en et momento del juicioSn7.
Esta ligera referencia del derecho comparado necesariamente debe ' a
plea bargaining de los Estados Unidos. Nuestro juicio abreviado no permite trata-
tivas con el imputado para lograr su confesión, supuesto en el que en aquel sistema
admite obtener una pena menor a la correspondiente. La diferencia radica en que allí
no se respetan los principios de legalidad y de verdad, "...pues el acuerdo permite

IV3 Conf. VIVAS, "La confesión transaccional y el juicio abreviado", CDJP, nro. 8-A, ps. 497 y SS.,
en especial ps. 50715 14.
594 BEKTOLINO, Cúdigo...,1997, ps. 22 y 23.
s95 Fallos 272:188 o LL 133-413, o ED 25-206, f. 12.673, o JA 1969-11-382, f. 16.965.

Kai AMBOS,"Procedimientos abreviados en el proceso penal alemán y en los proyectos de


reforma sudamericanos", CDJP, año 111, nros. 4 3 , ps. 275 y SS.
s9' VIVES ANTQN, "El llamado proceso 'abreviadisirno"', en La reforma ...,ps. 1691198.
JUICIO ABREVIADO

erseguir todos los delitos atribuidos, o la admisión como ciertos, de hechos de


or gravedad que los ocurridos
Discusiones
dos estos métodos no gozan de general aceptación. Destacados juristas, so-
gos y criminólogos -identificados con el garantismo en el sistema penal- han -
esto sus reparos. Expresa Ferrajoli que "...el pacto en materia penal, de hecho,
puede sino fundarse en un intercambio perverso. ¿Qué puede dar el sospechoso,
confrontacióu desigual con la acusación, a cambio de la reducción de la con-
,sino la propia declaración de culpabilidad o la admisión, incluso infundada, de
r codelinquido con los demás acusados?"s99.
d) Naturaleza jurídica
Expresa Cafferata Nores que "sin la existencia de consenso no puede existir
io abreviado, al menos como lo aceptan las leyes argentinas que autorizan a pres-
dir del debate oral y público y fundar la sentencia en las pruebas de la investiga-
ion preliminar... no puede existir esta clase de juicio abreviado sólo por imposición
la ley, aunque se limite sólo a ciertos casos excepcionales (v.gr., flagran~ia)"~~~.
Este último pefil parece pugnar con ciertos corolarios derivados del principio
ficialidad, en cuya virtnd el proceso penal encomendado a órganos públicos debe
arse y continuarse "...ante el juez establecido por ley, hasta agotarse por alguno de
medios previst~s"~~'. No ocurre lo mismo en el proceso civil donde se privilegian
rtas manifestaciones de las partes, al extremo de que pueden --en la mayona de los
os- gravitar sobre la resolución en el mérito del proceso, ya que están facultadas
resignar el derecho material en juego; rige allí el principio dispositivo casi en su
idad. De manera que la sentencia definitiva no es la única forma conclusiva, pues
ceso puede terminar, quedando aniquilado el derecho material -imposibilidad
planteo ulterior- a través del allanamiento, desistimiento del derecho, transac-
conciliación e, incluso, la mediación por medio de la cual puede prescindirse del
icio del proceso. Sea que el avenimiento de las partes deba homologarse o no por el
ez civil, siempre el acuerdo ocluye una resolución que no sea compatible con aquél.
Por el contrario, en los procesos penales abreviados se descarta la voluntad de
articipantes, en plenitud, para interfxir en su resultado. Es que, de concretarse
circunstancia, se rozana uno de los principales consectarios de la oficialidad,
es la indisponibilidad. Semejante pauta veda toda actividad o manifestación
voluntad de los intervinientes en el proceso para "...vincular al juez en cuanto
fique eliminar, modificar, reducir o ampliar o de cualquier o t ~ omodo alterar
ntenido del proceso penal, su objeto y la prueba de ese objetoW6O2. Este matiz
orta sobre todo en el momento del contradictorio -juicio propiamente dicho o
-y permanece incólume, ya que el juez puede rechazar la anuencia sin que le
impuesto condenar (art. 431 bis, inc. 3", segunda oración, e inc. 5').

CATFERA.~A
NORES,op. cit,, p. 81.
"' Derecho..., p. 748.
"Juicio abreviado", ponencia presentada a! XIX Congreso Nacional de Derecho Procesal,
ntes, 1997.
CLARIA OLMEDO. .
Derecho.... t. 1.. D. 471.
'" CLARIA OLMEDO, Derecho ..., t. 1, ps. 4761477
No cabe duda de que la inserción del "acuerdo" en el proceso penal explica la
conmoción causada en el ámbito de los operadores del sistema, sobre todo en la jus-
ticia nacional, pues resulta consecuencia de esta vertiente, censurada al extremo, que
la determinación de la naturaleza jurídica pasa por dilucidar si es una transacción, o
bien una confesión, o implica un allanamiento o exterioriza una renuncia603.
En el derecho argentino la transacción se descarta porque lo impide el art. 842,
CC, en cuanto establece que "la acción civil sobre indemnización del daño causado por
un delito puede ser objeto de las transacciones; pero no la acción para acusar y pedir el
castigo de los delitos, sea por la parte ofendida, sea por el Ministerio Público"; el CP
no la incluye como modalidad extintiva de la persecución publica (ari. 59). Además,
conforme al art. 31, CN, estos preceptos sustanciales tienen mayor jerarquía norma-
tiva que las disposiciones procesales: éstas deben ajustarse a aquéllos. No es allana-
miento porque sólo puede llevarlo a cabo quien es el titular del derecho sustancial y
el fiscal es sólo un sustituto procesal, porque "dueño" de aquél resulta el Estado. En
materia procesal es cuestionable cuando está comprometido el orden público (ari. 307,
inc. 2", CPCC); es que su objeto debe hallarse sometido al poder dispositivo de las
partes. Similares objeciones suscita considerarle como renuncia604.
Tampoco puede enckárselo como "negocio jurídico procesal"; todos los actos
procesales no pueden producir el efecto jurídico buscado, sino a través de otra volun-
tad que es la del órgano jurisdiccional en cuanto recoge a la de la parte605,y siempre
deben cumplirse de acuerdo a las pautas de lugar, tiempo y forma prescriptas por el
ordenamiento606.
En vez, y por requerir el reconocimiento de la participación del imputado en el
hecho, encapsula una verdadera confesión.
e) Ubicación institucional
Un punto para reflexionar es el concerniente a la índole del instituto. Se ha obje-
tado que "...el derecho a concertar la pena concreta... es una instancia que constituye la
posibilidad de consolidar una situación jundico-penal ...". De ahí que "...el Congreso
ha legislado en la creencia de regular sólo procesalmente el sistema penal nacional,
pero ha introducido una norma de derecho penal sustantivo, que rige, por su natura-
leza, como norma integradora del sistema penal sustantivo de todo el país. Dicho en
otros términos: el derecho al juicio abreviado es un beneficio que todo imputado puede
invocar, pues el derecho de fondo rige uniformemente en toda la Nación"607.
Dificilmente el juicio abreviado podrá -sobre todo como lo regula la ley
24.825- eludir el mote de que constituye un "Requiem para el juicio penal

Conf. B A R ~ NVILLAR,
A La conformidad en el proceso penal, Valencia, 1984, ps. 283 y SS.,
citado por Bertolino, "Para un encuadre del proceso penal abreviado", JA 1997-IV-788, nro. 21.
Cree lo contrario AGUIRRE, op. cit., p. 136.
GUASP, Derecho..., t. 1, p. 261.
CCIRIAOLMEDO rechaza, en general, la admisión de negocios jurídicos procesales en el proce-
so penal porque la voluntad exteriorizada en el acto no es, propiamente, la caracterizada en el negocio
jurídico, Derecho..., T. IV, p. 86 con cita de Jiménez Asenjo.
DE LA RÚA,"Un agravio federal", LL del 81711997; en igual sentido, NAZARENO, "El proceso
penal abreviado y el juicio por jurados", LL del 1611011997.
ALMEYRA, "Requiem para el juicio penal oral", LL Antecedentes Parlamentarios, año 1997,
nro. 7, p. 1561.
JUICIO ABREVIADO

iar conforme a los registros de la instrucción para

f) Constitucionalidad
así llamado 'juicio abreviado' no es
gna con el art. 18, CN, que extiende el
producción de la prueba609. -
Jamás se cumple la totalidad del espectro exigible, a cabalidad, por una contra-
la cuestión penal al: 1) propiciar una
los poderes de acción y jurisdicción en procura de
nte, un pronunciamiento sobre el fondo; 3) vigilar la
erir que la sentencia definitiva culmine un trámite
y legal6I0.La declaración indagatoria d e f e n s a material- no satisface, en
,las exigencias de la garantía de la defensa como lo requiere la CN6".
Empero, el instituto ha merecido el beneplácito de juristas enrolados en el ga-
, Corvalán no sólo lo acepta cuando se suprime "...la producción de deter-
rueba", sino cuando "...desaparece la contradicción que podría justificar o
en su momento la apertura del juicio"612.
Con razón ha dicho Binder: "Se debe advertir... que uno de los usos de la palabra
ión del proceso', en ciertos contextos concretos de la discusión de la política
1, puede esconder una visión profundamente autoritaria del proceso penaY6I3.
de quienes, quejándose de la lejanía
eros" y leen y escuchan, con fruición,
scan audiencia a través de esa espuria
rciorarse de tal sospecha iti~plicaria

do, resultaba más adecuada la denomi-

g) Jurisprudencia y Constitución Nacional


No existe uniformidad en aceptar si este proczdimieiito es compatible con la
CN. En valiosa disidencia, el jurz Magariños, ateniéndose a lo przscripto por los
s. 18 y 118, id.,concluye enia absoluta contradicción entre el &evo régimen y lo
e resulta supresión del juicio previo ----oral, público, contradictorio y continuo-
uesto por aquellas normas fundamentales como condición necesaria para aplicar
614, pues se cercena la potestad jurisdiccional al no poder graduarse la pena, eva-
as probanzas conforme a la sana critica y violar los principios de inmediación

"Corsi e ricorsi de las garantías procesales penales en la Argentina [a propósito del juicio abrevia-
y del 'arrepentido']", ponencia presentada al Congreso Internacional de Derecho Penal, 75" Aniversario
Código Penal, UBA, 11 al 14 de agosto de 1997, o CDJP, m. I-A, ps. 481 y SS.,en especial ps. 4861487.
CLARIA OLMEDO, Derecho..., t. IV, p. 532.
C L ~ OLMEDO,
A op. cit., p. 531.
"La siinplificación procesal", en La simplifcación ..., X I Encuentro Panamericano de Dere-
OProce.~al,ps. 5461547, Buenos Aires, 1997.
Justicia penal y Estado de Derecho, p. 67.
" V O C nro. 23, LL del 301411998, f. 97.055, o DJ 1998-3-276, f. 13.377; en igual sentido, disi-
deiicia del doctor Gandolfi, TOPE, nro. 3, LL del 301411998, f. 97.076, o JA 1998-111-485; también en
JA 1999-1-631, con nota coincidente de OLDANO, "Juicio abreviado".
788 NlCIO ABREVIADO

y publicidad, cuya consecuencia es privar a la sentencia de sus requisitos mínimos.


La doctora Bistué de Soler -también en di~idencia-~'~sostiene que pugna con los
arts. lo, 5", 16, 18, 31 y 75, inc. 12, CN, y con las disposiciones de tratados intema-
cionales que tienen jerarquía constitucjonal, conforme el art. 75, inc. 22 id., como
son los arts. XXVI, DADDH, 1l.]., DUDH, 8.2., g), y 8.5., CADH, y 14.1., 14.3.e.)
y g) del PIDCP; afirma que la inconstitucionalidad es flagrante en tanto desconoce
el principio de igualdad de los habitantes ante la ley garantizado por el art. 16, CN,
consagra la renunciabilidad de los derechos y garanti'as individuales y atribuciones
inherentes a losjueces por el aut. 75, Nzc. 12, id. ----el destacado nos pertenece- y
abroga la publicidad como forma esencial de los juicios penales, impuestas por trata-
dos internacionales de rango constitucional (art. 75, inc. 22, id., principios estos que
encuentran su fundamento en la forma republicana de gobierno adoptada por la ley
fundante, según surge de sus arts. lo, 5" y 33, id. Por su parte, el doctor Niño afirma
que el juicio abreviado nada tiene de juicio, pues lo suprime, pese a que es la etapa
republicana por e ~ c e l e n c i a ~En
' ~ .forma unánime declara la inconstitucionalidad el
TOC Fed. Gral Roca6I7.
La incompatibilidad deljuicio abreviado con la CN transita a través de la agre-
sión soportada por los arts. 18,28 y 33, id. Es que la inviolabilidad de la defensa se
esfuma cuando se reclama la conformidad del imputado (art. 43 1 bis, inc. 3') sobre
ciertos recaudos del requerimiento fiscal; sobre todo porque resulta obvio que se me-
noscaba su derecho a contradecir los extremos de la a c u s a ~ i ó n ~al' ~resultar
, factible
que se respalde una condena en la actividad cumplida en la etapa iustructoria. Por
eso está en lo cierto Almeyra al afirmar que encierra "...con el mejor eufemismo, la
exigencia de una confesión lisa y llana -proscripta por el art. 18 constitucional-
como precio por la 'rebaja' (regateo de la reacción penal)"6i9.
Si no hay debate y la sentencia, aun condenatoria, puede fundarse "...en las
pruebas recibidas durante la instrucción y en su caso en la admisión a que se refiere
el punto 2...", queda en descubierto que no existe juicio, sino meritación exclusiva
de aquélla. De esta suerte desaparece el debido proceso (arts. 18,28 y 33, CN), cuya
concreción reclama la posibilidad de una discusión que preceda al corolario deci-
sor6*0.Se da la paradoja de que sea un 'Juicio abreviado" en que no hay 'Juicio".
También cuestiona su constitucionalidad RiquertG2'.
En vez, Falcone piensa que "(1)a renuncia a la publicidad como derecho dispo-
nible evitando en muchos casos la pena del banquillo y reconociéndole eficacia a la
estrategia acordada por las partes, debe ser aprobada", aunque con acuidad añade:
"Pero ello no obsta a que el tribunal, como expresión de la jurisdicción ejerza el
control correspondiente ya que están en juego principios de orden público. No debe
olvidarse que el objeto procesal penal sigue siendo indisponible para las partesng2.

TOC 1110. 14, ED 179-832, f. 02, o DJ 1999-3-354, f. 14.656.


6 ' W e su disidencia en el TOC nro. 20, JA 1999-1-624, con nota coincidente de OLDANO, "Juicio
abreviado".
JA 1998-IV-546, O LL del 311511999, f. 98.803.
CS, Fallos 308:1386; 310:1934; 313:1031.
61g "Reququicm para el juicio penal oral", LLAntecedentes Parlamentarios, 1997, nro. 7, ps. 1559 y SS.

"O CS, Fallos 308:139; 311:2120; 31323.

"' "El debido proceso y algunas cuestiones conexas en el denominado 'juicio abreviado' (ley
24.825)", ED 178-1000.
"Simplificación del proceso", JA 1999-1-881.
JUICiO ABREVIADO

Sin compartir los argumentos a favor de la inconstitucionalidad, con buen cri-


dice Cantaro que son fuertemente criticables desde la óptica del acusatorio, los
igos condicionantes de este trámite a la confesión de autoria o la conformidad
los hechos y la responsabilidad penala3. A su vez, Olszaniecki piensa que pres-
ir de la audiencia de debate, en exclusivo uso de la autonomía de la voluntad,
ifica dejar de utilizar un derecbo constitucional, en beneficio propio, renuncia -
debe operar también como una El bien pensado argumento deviene
sceptible de reparo, pues resulta cuestionable que ciertas garantías constituciona-
uedan renunciarse; entre ellas, el juicio previo, cuya concreción se opera en la

acuerdo consta de dos tramos. En el primero intervienen dos sujetos y un


, ineludiblemente -MP, imputado y defensor-; en el último, tres, porque a
110s dos se suma el tribunal.
Si el proceso acusatorio se exterioriza a través de cuestiones tanto orgánicas
iado sólo mantiene aquéllas porque subsiste el
rsigue -MP- no es el que decide -juez o tribu-
importante de las últimas porque hiere de muerte
ntia de la forma republicana de gobierno (art. lo, CN) que se
luye cuando se dicta sentencia conforme a las actas.
sal mejoramiento de la administración de justicia
scongestión que seguramente traerá-, no hay muchas otras

derecbo procesal es un verdadero apotegma afirmar que no hay proceso


ional. La voluntad de los intervinientes excluye, como principio, la posibi-
s normas "...cuando ella es susceptible de desnaturalizar
ico inherente a la relación jerárquica existente
existen normas optativas que son "...aquellas de
por mediar acuerdo expreso de las partes en tal
lo lo establecido en los arts. 165 -abreviación de
lazo mediante manifestación expresa- y 359, segunda oración -anticipación
a audiencia a través de la conformidad del presidente del tribunal y las partes-.
considerarse optativa una norma cuya observancia sea pasible de gene-
ad absoluta (art. 168, pán: 2"); dichos preceptos son siempre necesarios.
cedente en el procedimiento correccional626.Ahora
ia, considerablemente, en el caso del juicio abreviado.
imer aspecto -no es un proceso convencional- se aprecia, pues el trato
en demérito del carácter supraordinado de la posición del juez frente a los
inientes. Sieue uudiéndoles imuoner. unilateralmente. la observancia de una
" A

minada conducta --luego de haberlos escuchado como corresponde (arts. 18,


XXVI, DADDH, 10, DUDH, %l., CADH, y 14.1., PIDCP; art. 75, inc. 22,
- y le cabe hacer cumplir lo resuelto echando mano al uso lícito de la fuerza
JA 2002-11-1238, "Compatibilidad del procedimiento abreviado con un proceso penal de-
CO".
'-" "'Juicio abreviado': entre la eficacia y la garantía", JA del 2511212002.
'' PALACIO, . . 39140.
Derccho, t. 1.0s.
6 2 Q ~ op. ~cit.,~ p. ~23, ~nota~ 37;
~ ~ art.
, 408
790 JUKIO ABREVIADO

(art. 120).Al decir de Camelutti, "nunca se excluye que el poder para la solución del
conñicto pertenezca a un órgano distinto, carácter que se percibe aún en el proceso
civil en el que las partes pueden incidir en la elección del órgano o en su modo de
obrar"627.Por ende, el tilde resulta ingdecuado (lo dicho no significa negar una cierta
intmsión en el actual derecho procesal de elementos correspondientes al derecho
privado. En su proyecto Maier establecía un régimen de amigables componedores
para los delitos de acción privada -art. 377, pán: 2 0 ) .
En vez, es cierto el segundo aspecto -son normas optativas-, pues el sistema
se compone de normas escogidas para lograr una finalidad exclusivamente práctica,
como es la de abreviar el desarrollo de los enjuiciamientos penales. Suprimidas tales
razones -se supone con miras al mejoramiento de la justicia descontadas por el be-
neficio, deparado como consecuencia de la incontestable descongestión y la impres-
cindible orientación de medios hacia los casos más graves-, no hay muchas otras
para aceptarlo sin más. Cabe plantearse si dicho logro se obtiene merced al sacrificio
de garantías importantes.
Corresponde también eliminar que se apostrofe a estas modalidades como pro-
pias de un sistema inquisitivo. El proceso acusatorio se preserva, siempre que se pro-
teja a la cuestión orgánica que le es inherente: quien persigue -MP o querellante-
no puede decidir, atribución que corresponde, privativamente, al juez o tribunal. Este
dicho vale tanto para la persona como para la función.
No obstante, hace también a un sistema acusatorio el mantenimiento de ciertas
normas procedimentales. Sobre todo la publicidad -parantía tuitiva de la forma
republicana de gobierno (art. lo, CN)- que desaparece cuando se puede dictar sen-
tencia conforme a los registros de la instrucción. Binder proclama como integrante
del "...marco político -conceptual de la simplificación- ..." a la "...necesaria publi-
cidad del proceso simplificad^"^^^; esta impronta resulta de imposible cumplimiento
cuando se falla según las actas de la investigación preliminar. Y es aquí donde el
nuevo régimen hace agua.
Ferrajoli se encarga de precisar que el sistema acusatorio no tiene como
inherente al pacto o acuerdo, aunque se explica históricamente, porque junto con la
discrecionalidad de la acción penal "...son de hecho, los restos modernos del carácter
originariamente privado y10 popular de la acusación, cuando la oportunidad de la ac-
ción y. eventualmente, de los pactos con el imputado era una consecuencia obvia de
la libre acusación"; la posible identificación desaparece cuando el órgano encargado
de sustentarla es
i) El proyecto original
La ley 24.825, que introduce el juicio abreviado -cuyo art. 2" establece su
aplicación a todas las causas en trámite-, se originó en un proyecto de Cafferata
Nores; sus diferencias con la sanción legislativa marcan -junto con otras- un cri-
terio para orientar la interpretación. En tal sentido, cabe señalar:
a) Condición objetiva de procedencia es que el MP concrete su pretensión puniti-
va en una solicitud de menos de seis años, cuando reclame se aplique pena privativa de
libertad -reclusión o prisión- o bien no privativa de libertad, sea en forma principal
o conjunta. El proyecto al fijar como límite para las penas de encierro que no fuesen
Sisfema..., t. 1, p. 86.
Justiciapenal...,p. 72.
"9 Derecho...,ps. 747 y SS.
JUICIO ABREVIADO

a los tribunales federales al mencionar el art. 32, con olvido de los

su adopción-, el juicio
ional, incluso el correc-

petar la conveniencia de que se tomará como momento final para el con-


1 inmediato a la vista del art.346, la ley lo extendió a "...los actos preliminares
el dictado de designación de audiencia para el debate (art. 359)...".
legal -art. 431 bis, inc. 2-' toma como puntos de referencia no
caída", con lo que ase-
son los extremosjurídicos

reveía la exigencia de que estuviere provista la asistencia


mo lo manda ahora el párrafo segundo del inc. 2". Aquí
inicial del plazo a "...cualquier etapa del proceso...",
inando la gestión a que el defensor de confianza hubiese aceptado el cargo. En
tremo el texto de la ley mejora al primero.
El vocablo "argumentando" desmejoró el texto del proyecto que utilizaba
él es razonamiento propio de parte y no corolario concer-
1 tribunal -las partes "argumentan", mientras el tribunal "fundamenta'-.
El régimen impugnativo era más casuístico en el proyecto al discriminar el
del querellante, limitado a la sentencia absolutoria e impedido de hacerlo,
ndo hubiese recabado pena mayor o más grave. Tanto aquél como el texto
subalterna asignada al querellante, pues no se le reconoce

daba el pronunciamiento sobre la acción civil


s partes", posibilita el inc. 7".
431 bis. 6' 1. Si cI ministerio fiscal, en la oportunidad prevista en el art.
346, estirnarc suficicntc la iniposiriún de una pena privativa de libertad inferior
e una no piivativa de libertad aun procedente en forma con-
la, podrá solicitar, al formular el requerimiento de elevación a
ceda según este capítulo. En tal caso, deberá concretar expreso

las causas de competencia criminal (art. 32), el acuerdo a que se refie-


os incs. 1" y 2" del art. 431 bis, podrá también celebrarse durante los actos
minares del juicio, hasta el dictado del decreto de designación de audiencia
a el debate (art. 359).
solicitud sea admisible deberá estar acompaeada de la con-
utado, asistido por su defensor, sobre la existencia del hecho y
de aquél, descriptas en el requerimiento de elevación a juicio, y
cación legal recaída.
792 JUICIO ABREVIADO Art. 43 1 bis

A los fines de este articulo y en cualquier etapa del proceso, pero desde la
aceptación del cargo del defensor designado, el fiscal podrá recibir en audiencia
al imputado y a su defensor, de lo que se dejará simple constancia.
3. El juez elevará la solicitud~yla conformidad prestada, sin otra diligen-
cia, al tribunal de juicio el que, tomará conocimiento de visu del imputado y lo
escuchará si éste quiere hacer alguna manifestación. Si el tribunal no rechaza la
solicitud argumentando la necesidad de un mejor conocimiento de los hechos o
su discrepancia fundada con la calificación legal admitida, llamará a autos para
sentencia, que deberá dictarse en un plazo máximo de diez (10) días. Si hubiera
querellante, previo a la adopción de cualquiera de estas decisiones, le recabarh
su opinión, la que no será vinculante.
4. Si el tribunal del juicio rechaza el acuerdo de juicio abreviado, se proce-
derá según las reglas del procedimiento común con arreglo a los arts. 354 6 405,
según corresponda, remitiéndose la causa al que le siga en turno.
En tal caso, la conformidad prestada por el imputado y su defensor no será
tomada como un indicio en su contra, ni el pedido de pena formulado vincula al
fiscal que actúe en el gebate.
5. La sentencia deberá fundarse en las pruebas recibidas durante la ins-
trucción, y en su caso en la admisión a que se refiere el punto 2, y no podrá
imponer una pena superior o más grave que la pedida por el ministerio fiscal.
Regirá el art. 399.
6. Contra la sentencia será admisible el recurso de casación según las dis-
posiciones comunes.
7. La acción civil no será resuelta en este procedimiento por juicio abre-
viado, salvo que exista un acuerdo entre las partes en tal sentido, aunque se
podrá deducir en sede civil. Sin embargo, quienes fueron admitidos como partes
civiles podrán interponer el recurso de casación en la medida que la sentencia
pueda influir sobre el resultado de una reclamación civil posterior. '
8. No regirá lo dispuesto en este artículo en los supuestos de conexión de
causas, si el imputado no:.admitiere el requerimiento fiscal respecto de todos los
delitos aUí atribuidos, s w q u e se haya dispuesto la separación de oficio (art. 43).
Cuando hubiera 5v.a i'mputados en la causa, el juicio abreviado sólo po-
drá aplicarse si todos eilosprestan su conformidad.
. 1) Añade un nuevo ingrediente a la discusión suscitada en tomo al art. 393, por-
que si el requerimiento -arts. 346 y 347, p a n 2'- no consistiera en la acusación,
limitadora de la faz objetiva y subjetiva del debate -no podrán agregarse hecho&:
nuevos, pues si ello ocurre deberá procederse de acuerdo c
extenderse a otras personas-, mal podría admitirse que el
estadio, la conformase.
El párrafo segundo -no previsto en el proyecto-
En efecto: el inc. lo fija como momento para iniciar la ge
la defensa técnica; en vez su concreción se pospone a la vista al MP del art. 346,
presupuesto del requerimiento de elevación a juicio establecidoen el art. 347, pá-.
rrafo segundo. Recién entonces podrá instmmentarse la conformidad del imputado
y de la defensa en los términos del inc. 2", tomando como referencia a aquél (inc.
lo, p á a lo). Sin embargo, este agregado extiende la posibilidad del entendimiento
.43 1 bis JüICIO ABREVIADO

tado del decreto de designaci

procure el proceso abreviado después de


el legajo se radicó ante el TOC (art. 354), se
é órgano del MP deberá integrar la acusación -requerirnien-
elevación a j u i c i e con la concreta solicitud de pena. Creemos que debe ser el -
tu6 ante la instrucción porque a él corresponde expedirse en el momento
cia, si el procedimiento abreviado se propicia en ocasión
los actos preliminares del juicio, corresponderá volver el legajo a dicho órgano
rimiento con la pena (una razonable solución estriba en la
gente fiscal que actuó durante la instrucción y el fiscal de

orresponde rechazar la suspensión del juicio a prueba solicitada luego del jui-
abreviado, por resultar incompatibles el instituto previsto por los arts. 76 bis y SS.,
dimiento con miras a la extinción de la ac-
ca el juicio ordinario633.
idad para la opción no comprende al trámi-

versar sólo respecto del hecho por el cual el MP fue


cción; si se trata de unificar penas -art. 58, CP-, lo
al, pues escapa a las funciones de Empero,
la solicitada por el fiscal en ocasión de celebrarse el
señaló que si el Ministerio Público no explicitó interés alguno so-
o el acuerdo, la defensa bien
se produciría o que, al menos,

el tribunal (inc. 3", segunda oración), el MP y el


sistencia técnica. La voluntad de los dos últimos debe preceder a
del tribunal oral se pospone
esa nos hemos anoticiado
dulas de notificación en
e hacen saber a los procesados y a sus defensas que tienen derecho de proceder
erdo a lo dispuesto en el art. 431 bis...""'. Este hábito -no invocable como

" El TOC Fed. nro. 4 lo estima viable, pese al señalamiento de la audiencia, pues puede evi-
así el desgaste jurisdiccional, la moviiización de los testigos y la preparación del juicio, LL del
1997, f. 95.805, con comentario de PALACIO, "El juicio penal abreviado en una de sus primeras
festaciones", quien sostiene que "...el decreto de designación de audiencia para el debate sólo
a como limite temporal para la aplicación del procedimiento abreviado no sólo cuando se ha
o la pmeba propuesta sino también cuando ha comenzado a diligenciarse la citación de los
S, peritos e intérpretes"; en contra, TOPE nro. 3, LL del 301411998, f. 97.076, o JA 1998.111-485.
TOC Fed. nro. 4, LLdel221811997, f. 95.805.
CNCP, sala 1, LL del 231212001, f. 101.569; en contra, TOC nro. 16, si la sanción peticionada
fiscal en el acuerdo es menor de tres años y permite la condena en suspenso, pues desplaza la
abstracta y general del tipo penal aplicable y colistituye la norma individual reguladora del caso,
23/2/2001, f. 101.570; ver comentario al art. 293.
' CNCP, sala 111, DJ 2002-1-58, f. 17.645.
CNCP. sala 111. LL del 51712002. f. 103.995.
"S, R . ~ o ~ . x L2811012008,
, "~omano,Hugo Enrique sicausa no 5315".
' CASTEJON, "Consideraciones respecto de la ley 24.825", LL del 11/2/1998.
794 JUICIO ABREVIADO Art. 431 bis

fuente de derecho procesal por no ser sino "mala" costumbre, pues no refleja una
adecuada valoración juídica- tergiversa la secuencia del acuerdo y hace factible se
introduzca un vicio invalidante, porque no hace falta mucho para advertir que tal uso
"...no deja de ser un modo de presió&para quien está siendo también
se deja entrever la mayor probabilidad de que la sentencia sea condenatoria y trasun-
ta una insinuación para aceptar la propuesta alterada en su orden, ante el riesgo de
una mayor pena si se va al debate oral.
Este procedimiento no se encuentra previsto en nuestro ordenamiento para los
menores, es decir, para quienes no tienen capacidad de hecho, no pudiéndose tener
por válida la expresión de voluntad emitida por el menor sin dar intervención al Mi-
nisterio Público P ~ p i l a r " ~ ~ .
El querellante no es sujeto del acuerdo porque aun su opinión adversa "...no
será vinculante..." (inc. 3" infine). Con prolijidad el proyecto establecía que el acu-
sador particular no podía "...agraviarse por el procedimiento elegido" (inc. 6"). Em-
pero, la supresión no modifica ese temperamento, pues está excluido en la gestación
del trato. Se hastardea la intervención de este sujeto eventual y se desoye su precisa
ubicación delimitada por Creus al decir que se trata de "...unafigura impura del
querellante conjunto..."@O.
El objeto del acto procesal aquí tratado consiste en la solicitud del MP com-
plementada por "...la conformidad del imputado, asistido por su defensor, sobre la
existencia del hecho y su participación..."conforme a lo expuesto en el requerimien-
to. Debe comprender la descripción del suceso -su materialidad-, la atribución al
imputado -su participación- y también la calificaciónjurídico penal.
El pacto entre MP, imputado y defensor necesita ser convalidado, ulteriormente,
por el tribunal. Además de las razones contempladas en el inc. 3" para desestimarlo
-verdaderos recaudos expresos: mejor conocimiento de los hechos y discordancia
con la calificación-, fluye de los restantes requisitos -recaudas implácifos- que
cabe el rechazo si la petición es extemporánea o media conexión de causás y el im-
putado no admite el requerimiento fiscal respecto de todos los delitos atribuidos o
su conformidad parece condicionada, afectada por algún vicio de la voluntad o no
es congruente con el contenido de la prueba producida en la instrucción o cuando
existen varios imputados y no se exteriorizó la conformidad de todos ellos641.A los
que cabría añadir la falta de asistencia del defensor.
La sentencia puede adoptar una calificación jurídica diferente a la convenida
por las partes en el acuerdo; ocurre que la discrepancia en este aspecto es inaceptable
si tiene como consecuencia agravar la situación del acusado pero no cuando la mejo-
ra (se acordó la figura de daño calificado y se condenó por daño simple)642.
Se cuestiona si la conformidad del imputado significa admitir la verdad de las
pruebas incorporadas a la causa. La CNCP, sala 111, decidió que correspondía anu-
lar el acta de secuestro y la consecuente absolución si de la constancia del sumario
surgía que el órgano judicial le había asignado valor -pese a que el encausado
se negó a suscribirla- para luego volver sobre sus pasos y decretar su nulidad; el

638 CASTEJON,op, cit., p. 2.


CNCP, sala 111, JA 2004-IV-829, p. 68, voto de la jueza Ledesma, o RDP, LexisNexis, 412006,
p. 794.
Derecho.. , p . 257.
"' PALACIO,"El juicio penal...", LL del 221811997, comentario al f. 95.805.
" T O C nro. 14, DJ 2001-3-194, f. 17.227, o LL del 911112001, f. 102.882.
JUICIO ABREVIADO

mento radicó en que el reconocimiento aquí requerido descartaba esa even-


ad643.Al comentar el fallo, Pereyraw entiende que la admisión no puede ser
da válidamente como medio de prueba y, al cotejarla con la confesión, descarta
equivalencia; aduce que no se trata de un relato personal del imputado, sino de
asentimiento sobre la pretensión acusatona. Por esa vía cree que el juicio -
al debate, sino que, mediante la
ia a toda pretensión de inocencia.
d del Nnputado sólo involucrará
n la instrucción; pero no excluye
desestime el acuerdo ante la inexistencia de ajuste entre el reconocimiento

una sentencia que homologue los términos del acuerdo, el


tado puede retractarse de la conformidad prestada con anteri~ridad'~~.
Lugar de la primera actividad es la oficina del MP; de la homologación, la sede

a del proceso..." debe entender-


de las tratativas-, coincidente
al fijado por la "...designación
(art. 359)...". Bruzzone dice muy bien que lo que se su-

hacer todos los planteos


reservar el acuerdo hasta que se haya fijado la audiencia
1 art. 359, CPPN, conforme lo dispone la última parte
s"'~'. Son dos los momentos para concretar el acuerdo:
a juicio (art. 346) y durante los trámites preliminares
audiencia para el debate6".
El modo tolera tan sólo la escritura, pues viene impuesta para la vista del art.

constancia requerida para documentar la tratativa entre MP, imputado y


entales de seriedad y buen orden. Como no es un
las audiencias entre fiscal e imputado, en procura
. Se percibe que la conversación es facultativa,
ntegra- es imperativa.
) El examen de visu viene impuesto por el art. 41, inc. 2", CP. Se explica por-

esarsc. Si lo hace, el diálogo no puede


declaración (conf. art. 378), por ello
ar manifestaciones no canalizadas a
LL del 511012001, f. 102.696.
'Los alcances de la conformidad del imputado en el juicio abreviado: 'el reflejo de una con-

CNCP, sala 1,91912009, "Lema", RDP, AbeledoPerrot, 712010, p. 1285.


Acerca de la adecuación constitucional del juicio abreviado", CDJP, nro. 8-A, p. 577, nota 16.
ALVERO - ~ W U S C H"ElI Ojuicio
, abreviado en el proceso penal", LL Actualidad, del 171611999.
796 JUICIO ABREVIADO Art. 43 1 bis

través de dicha actividadG4R. Este trámite --que en el juicio común es imperativ-


aquí se subordina al arbitrio del penalmente perseguido. La práctica parece haber
desvirtuado la finalidad perseguida p g esta comparecencia; resulta que los jueces
indagan sobre el modo en que se prestó la conformidad por el imputado y sobre su
real conocimiento en tomo al alcance del acuerdow9;se fulmina esta tarea como el
ejercicio de facultades que no corresponden a los magistrados porque el conocimien-
to de visu sólo se refiere a su persona y no a los ilícitos atribuidos. A nuestro modo de
ver es deplorable que los jueces interroguen sobre dichos extremos; por el contrario,
pareciera que no pueden negarse a escuchar a quien anoticia que hubo coacción para
llegar al acuerdo (conf. art. 168, párr. 2").
Aceptada la solicitud, la sentencia se pronuncia en el plazo máximo de diez días.
Hay tribunales donde se desdobla el pronunciamiento: por un lado se admite el jui-
cio abreviado y luego, dentro del plazo, se dicta sentencia650;mientras que otros se
pronuncian en un mismo moment~'~'. Sólo se computan los días hábiles (arts. 116 y
162). Por ser la sentencia actividad indispensable, la Única consecuencia de que dicho
plazo se exceda, sólo deparará responsabilidad disciplinaria, política y penal para el
tibunal renuente. La primera resultará consecuencia de haberse deducido la queja del
art. 127 y su fundamento proviene del art. 16 del dec.-ley 1285J1958 -prevención,
apercibimiento, multa- (texto según ley 24.289). La segunda es la remoción a través
del juicio político (arts. 53, 59 y 60, CN, para los ministros de la CS -pues el juicio
abreviado no se descarta en supuestos de competencia originaria, art. 117, id.- y 115,
id,para los jueces de los tribunales inferiores); una vez cumplida la separación, cabrá
examinar si el comportamiento se adecua a la figura de los arts. 248 y 249, CP.
El rechazo debe atender a las circunstancias expuestas. Es obvio que el tribunal
así compromete su opinión; por eso, para preservar la garantía constitucional de la
imparcialidad (arts. 8.1., CADH, 14.1., PIDCP, 10, DUDH, y XXVI, DADDH; 75,
inc. 22, CN); impone el apartamiento de los jieces que lo décidieron (inc. ,4", p á i
lo, última oración). Es que convocar a juicio común, como se hace en el voto del
doctor maga riño^^^^, sólo parece solución acertada, porque no se ha pronunciado
sobre la admisibilidad del juicio abreviado en concreto, sino sobre su pugna, en
términos generales, con la CN, en cuanto hiere intereses irrenunciables para todo
imputado. Empero, si se recala en ciertos giros: "confesión obtenida", "admisión
de culpabilidad del imputado", "admisión de culpabilidad por parte del acusado",
etc.étera, extremos inexcusablemente compulsables por el juzgador para expedir-
se acerca de la admisibilidad (art. 431 bis, inc. 3"), resulta un tanto enturbiada la
imparcialidad del judicante, pues su opinión rebasó, con holgura, el razonamiento
indispensable para inclinarse por su inconstitucionalidad. El voto discordante con-
voca -según se dijo- a juicio común (art. 354). Por eso aqnellos'asertos devie-
nen incompatibles con la observancia del art. 55, inc. 10, pues resultan emitidos en
forma innecesaria e intempestiva. Es que más allá de que la confesión se amerite
corno resultado de un trato, no es menos cierto que el magistrado evaluó fuera de
tiempo oportuno tales perfiles, sin que fuera imprescindible. Según el Alto Tribunal
Así Lo hace el TOC nro. 10,7/7/1997, "Sepúlveda Gallardo", nro. 450.
649 AGUIRKE, Marino, "La audiencia 'de visu ' en el procedimiento de juicio abreviado", DJ 2000-
1-148; v. op. cit., ps. 82/83.
TOC nro. 20, c. 454, C . D E , nro. 8 A, p. 623; TOC NO. 14, c. 581, op. cit., p. 671.
"' TOPE nro. 3, c. 146, op. cit., p. 613; TOC i~ro.23, c. 451, op. cit., p. 636.
65"OC nro. 23, LLdel301411998, f. 97.055.
JUlCIO ABREVIADO

confiyra prejuzgamiento anticipar al momento de la sentencia, una declaración en


forma precisa y fundada, sobre el mérito del proceso, o bien cuando sus expresiones
permiten deducir su actuación futura -tal podría ser una eventualidad predecible-
por haber anticipado su criterio, de manera que las partes alcanzaron el conocimiento
de la solución por una vía no prevista por la ley en garantía de los derechos compro-
~ ) . aceptaría ser juzgado por un tribunal cuando uno de los jueces
m e t i d o ~ ~¿Quién -
anticipó que el acusado reconoció el hecho, aceptó su participación y admitió la ca-
lificación de su conducta? La previsión del inc. 4", párrafo segundo, aunque parezca
un contrasentido, subraya el acierto de este dispositivo.
La desestimación del acuerdo con sustento en uno de los dos supuestos del
art. 43 1 bis, inc. 4", se encuentra al amparo del cuestionamiento que el restante órga-
no jurisdiccional le dirigeG5'.
4) El disenso remite el trámite a las reglas del procedimiento común ante el
tribunal "...que le sigue en turno". Por ello no es sentencia definitiva a los fines del
art. 456 (conf. art. 457), salvo arbitrariedad manifiesta.
Como la resolución que descarta la admisibilidad de este trámite no reviste
carácter definitivo ni es alguna de las especificamente previstas en el art. 457, la ca-
sación - e n ese caso- deviene inadmisible. Tampoco seria aplicable la asimilación
a sentencia definitiva por configurar sujeción del imputado al proceso por un lapso
considerable "...o presumiblemente exorbitante; pues lo que se persigue obviar a
través del juicio abreviado es el trámite normal del juicio"; queda a salvo la carencia
absoluta de fundamentación o sustentada en razones sólo aparentes655.
La imparcialidad que se pretende asegurar por esa vía no preserva que la con-
.dad exigida por el inc. 2" se transforme en un ineluctable y natural reparo para
ver a quien recabó el trámite del juicio abreviado y dio su conformidad en
anto a la existencia del hecbo y su participación.
Si se omitió rechazar una solicitud realizada extemporáneamente, correspon-
el apartamiento del TOC interviniente, pues anticipó su opinión sin necesidad;
nque ajena a los supuestos contemplados en el art. 55, las garantías del debido
oceso y defensa en juicio, lo imponen656.Dicho apartamiento corresponde aunque
opugnación resulte tácita si se advierte que se dispusieron medidas tendientes a
erificar un extremo657.
5) La innovación más grande y grave viene dada por este precepto. Altera - e n
forma contundente- el sistema de la oralidad, cuya premisa básica radica en tener
ino Única prueba para sustentar una condena -por vía de principio- tan sólo a la
'da durante el debate. Se legitima el ingreso de toda la actividad documenta-
nte la etapa instructoria, incluso la recibida sin el control de las partes, pues
gun surge de los arts. 200 y concs., la asistencia para controlarla es un derecho y
un deber; si no se afronta aquélla, queda a salvo la validez del acto, siempre que
halle cubierto por la notificación previa a su cumplimiento (art. 201). En vez, la
istencia al debate del defensor en el juicio común y en el correccional es ineludi-
e, pues el art. 368 la impone como obligatoria.

LL 1997-E-371.
CNCP. sala 1, ED, DPPC del 25/6/2002, f. 1083-33.
PALACIO,"El juicio penal...", LL del 22/8/1997, f. 95.805.
6S6 CNCP, sala 1, ED, DPPC del 25/6/2002, f. 1085-SJ.
65' CNCP, sala 1, ED, DPPC de1 25/6/2002, f. 1086-SJ.
JUJCiO ABREVIADO Art. 43 1 bis

La gravedad finca en que pese a la asepsia procurada por el inc. 4" -aparta-
miento del tribunal que desestima el juicio abreviado y garantía de que no se meri-
tará la conformidad en sentido adverso-, aquí se acepta que "...la admisión a que
se refiere el punto 2..."podrá meritarsb como sustento de la sentencia, con lo cual se
enerva aquel aserto y se subvierte la preocupación.
La confesión se transforma en pieza axil del juicio abreviado porque no otro
es el significado asignable a la denominada "admisión" formulada por el imputado.
Schiffrin destaca que el juicio abreviado "...representa una revivicencia del valor
probatorio de la confesión", y agrega que en la práctica la renuncia que la contiene
dificilmente "...sea tan incoacta si se tiene en cuenta el nivel social y educativo de
la mayoría de los imputados, cuya asistencia letrada, en la mayor parte de los casos,
recae en defensores oficiales atestados de trabajo'"jSS.
La imposición de la pena está limitada en su naturaleza y monto por el acuerdo
(conf. inc. 2", párr. lo). Sin embargo, la jurisdicción "...corresponde, soberanamente
a los jueces quienes... pueden dejar de lado las opiniones vertidas en autos y resolver
lo que, por estricta aplicación de las leyes, crean que corresponda; tanto más si es a
favor de los inicialmente inculpados"659.
No cabe adoptar una actitud mecanicista que parta de considerar que si el incul-
pado aceptó la propuesta condenatoria es porque compartió el criterio fiscal propi-
ciador de la condena, pues su condición de lego -más allá del apoyo de su defensa
letrada- pudo impedir una correcta valoración de los aspectos técnico-legales; so-
bre todo cuando en el hecho juzgado resulta útil distinguir lo lícito de lo punible6660.
No se obtura la posibilidad de absolución, por ejemplo, en los casos en que la mate-
rialidad histórica del hecho o la participación en el suceso adjudicada al encartado
no se encuentra acreditada con grado de certeza66'.
A raíz de la vigencia del art. 37, inc. a), de la Ley Orgánica del MP 24.946,
que contiene un giro -sin perjuicio de la facultadpara desistir la acción pública,
ver art. 5"- desaforhmado, se ha suscitado un ríspido problema. Formulado el re-
querimiento de elevación a juicio por el fiscal de primera instancia, se concretó el
acnerdo aquí previsto. El fiscal de juicio -fiscal general- desistió de la acción
penal respecto de un imputado; el TOC absolvió. Sostuvo que dicha actitud, en un
proceso tramitado bajo las normas del juicio abreviado y en el que existían varios
coprocesados, importó un pedido de absolución en el contexto de las peculiaridades
que caracterizan dicho trámite, sin que la admisión del hecho y la calificación legal
impidieran resolver así; subrayó que sólo se obvia aquí el debate, pero que se trata

"Corsi e ricorsi de las garantías procesales penales en la Argentina...", p. 488.


G59 La bastardilla es nuestra; TO de Menores nro. 1, 81811997, c. 661; con acierto se apreció la
existencia de cosa juzgada no percibida por el imputado, el defensor y el MP, pues se pretendió desdo-
blar un hecho único.
" TOC nro. 29, LL del 191211999, f. 98.378.
TOC nro. 14, DJ 2000-1-457, f. 15.037; la disidencia del doctor Cataldi estima que corres-
pondía rechazar el acuerdo y continuar el trámite previsto en el itic. 4O. Las particularidades asignan, a
nuestro ver, acierto a la mayoria, pues de seguirse el temperamento de la discordancia, podría afectarse
el ne bis in idem; id., LL del 281712000, f. 100.631, o JA 2000-111.345; TOC nro. 7, DJ 2000-3-630,
f. 16.138 o LL del 221912000, f. 100.932, con nota de DE LUCA, "Una abreviada absolución por admi-
nistración fraudulenta", donde afirma que si no se opta por la declaración de inconstinicionalidad del
instituto, la solución de politica criminal prevista en la ley no prohibe absolver.
JUICIO ABREVIADO

ro Almeyra, al anotar este fallo663,discrepa con el alcance


ada en el art. 31, inc. g), citado; concluye que, en todo caso, corre
er, pero nunca absolver por no haber mediado elpertinente debate.
trata de medidas imperativas, como ocurre con las establecidas en
S no hayan acordado a su respecto, no pueden ser
derar que el tribunal agravó la pena solicitada por
r dichas accesorias; corresponde declarar la nulidad de la sentencia
es para individualizarlas ni señalar por qué S
personales del imputado; su determinaci6n exig
fundamentación de los restantes puntos dispositivos del fallo664.
existencia de una condena anterior en orden a la cual corresponde unifi
, CP- ha sido entendida por el TOC nro. 2 1 como propia del órgano a
mitó la causa por el procedimiento común. Alvero y Ranuschio dan cuenta
y de la decisión acorde de la CNCP, sala I P 5 .
licitada por el MP cuando se imponen las ac-
, y 27 bis, CP-; no debe olvidarse el carácter
el juez considera que el acuerdo de sustitución de la pena por una medida de
(art. 21, ley 23.737) celebrado entre fiscal e imputado no resulta viable,
arlo, pero no puede alterar el acuerdo e imponer una pena de prisión en

a CNCP, sala IV, señala que el fiscal puede acordar con el imputado y su defen-
la imvosición de una vena en susuenso (art. 26, CP) v. en tal caso. el bibunal no
cuitado para modificar el modó de ~uk~li~i'ento'de' la sanción á través del en-
efectivo, toda vez que ello implica imponer una pena más grave que la solicitada
rio Público, en violación a lo dispuesto por el inc. 5" del art. 43 1 biss8.
a de este criterio, la CNCP, sala 111, afirma que la modalidad de cumpli-
ena (art. 26, CP) es una potestad exclusiva del juzgador6".

' LLdel41612001, f. 102.075.


absolución sin debate?".
CNCP, sala 1. LL del 23l312001. f. 101.740. o LL del 4/6/2001. f. 102.077. SWERTI, al co-
nieiitar esra sentc.ncin, opinn qiic la inediacivn de 105 idnflictus penales debiera ehrciiderse a las cusi-
tiones represivas midianrc consenw; 11iudiCca aii su criieriu anrsrtor sobre 13 e\eatual sohición del
icto-huinano por encima del punitivo, "La mediación penal entre fiscal e imputado"; id., id., LL
512001, f. 101.946; corresponde al juez imponer una medida de seguridad curativa a los fines de
intoxicación y rehabilitación del imputado por su adicción a los estupefacientes, pese a que en el
'O el imputado no la solicitara.
"El juicio abreviado en el proceso penal", LLActualidad del 171611999, n. 16.
CNCP, sala 1, ED, DPPC del 251612002, f. 1084-SJ.
' CNCP, sala 1, JA del 41212004, p. 60
C . 376 1. 15 Y 2003, .Tula"; ¡,L. r < / 30 5 2007, .'Quispe <:lioqur", SI]: L L d21 27 12 2007, p.
4<) en el misniu seniido. ver C ~ F F > : K1&S<.KI T I S. ..Juiiio ~erm1abrcvi3d03'.en Ciiestiviwx ncnidles >o
~ I p r o r ~ c s o ~ < 1998,
~ , i ~ lp.
, 155, D ' ~ \ I . L I ~NICOI&
> K I , 1:: . h l ~ r c opunill\<)de neguciaciun en el juicio
J,\ del 4 ? ?001. p. (>u 1:ii cuntra, BKIIZO\):, .hlitu y realidad de la panicip.icii>~i ciudadan.1
la admtnisrracióti de jusricia p-1131en Sudnnic'ri:a. .se iiiiraiirari fiiial~iienierl jii~ciopor juradus
~n.Ar~eirti~la cdmo lo cirahlzcc Ia <'i)iistiruiii>riSaziotial <le i853'!.. en Juicio. .. D. 135. Sriiti\.(.. -'El
reviado: jotra búsqueda de confesión en el proceso penal?, CDJP, nro. 12; p. 478.
C. 4685,201212004, "Guillén".
800 JUICOABREVIADO Arí.43 1 bis

Con el objetivo de garantizar que el imputado conozca todas las consecuencias


accesorias del acuerdo celebrado con el fiscal, la CNCP, sala IV, brinda una adecua-
da solución: que el tibunal, antes d$ la sentencia, corra traslado al imputado y su
defensor con ese fin. Reconocen "no existe previsión legal dentro del proceso
del juicio abreviado para que el imputado y la defensa puedan ser escuchados sobre
contingencias que no fonnan materia del acuerdo, pero que sin dudas tienen serias
consecuenciaspara el condenado". No obstante, debe brindarse "...a la defensa, pero
también especialmente al imputado, la posibilidad de expedirse sobre cuestiones
extrañas al marco del acuerdo, sin que pueda descartarse incluso que ellas pueden
haber sido desconocidas y sorpresivaspara este último y, por ello, pudo haberse visto
privado de defenderse de ellas en forma directa"670.Ello ocurre, por ejemplo, cuando
se impone la accesoria de reclusión por tiempo indetetininado sin que el imputado
fuera advertido previamente sobre tal po~ibilidad~~'. También cuando se realiza una
unificación de penas, sobre la que el MP no había manifestado ningún interés: la de-
fensa bien pudo confiar en que el dictado de una pena única no se produciría o que,
a1 menos, ello no sucedería sin que mediara previa vista6j2.
6) El consectario más utilizado en la casación radica en impedir el examen de
la prueba -análisis de los hechos incluidos, salvo ataque frontal a los principios de
la lógica-, pues se aduce que el tribunal de juicio es soberano en su apreciación.
Se trata de una consecuencia de la oralidad porque si bien los jueces pueden aden-
trarse -inmediación mediante- en una más auténtica y genuina ponderación de la
prueba, resulta obvio que la falta de registro -sobre todo del medio más utilizado
como es el testimonio- desplaza toda posibilidad de la nueva evaluación673.Por el
contrario, el régimen de juicio abreviado torna viable el análisis de las actas a través
de las cuales se recogió la prueba en la instrucción y, al no existir aquel obstáculo, la
tarea se toma asequible. De manera que la CNCP puede convertirse en una segunda
instancia ordinaria para reexaminar y valorar los hechos a través de la compulsa del
legajo; aun en ausencia de acuerdo podría intentarlo por la incidencia &e el fallo
penal condenatorio tiene sobre la eventual responsabilidad civil (an. 1102, CC); la
sentencia favorable puede beneficiar al imputado674.
En razón del acuerdo el recurso de casación sólo resulta admisible, en orden a
la cuestión penal, si la sentencia aplica pena inferior a la acordada o absuelve al im-
putado. En este caso la impugnación puede deducirla el MP o el querellante, pues el
acuerdo priva de interés jurídico al acusado. Sólo resultaría aceptable si la sentencia
padece de nulidad (arts. 404 y 456, inc. 2°)675.Por ello, se aceptó conocer en un caso
de desestimación del pedido, si la decisión adolecía de falencias6j6.
Bacigalupo afirma que "la inmediación del tribunal de casación con los docu-
mentos, es idéntica a la de cualquier tribunal que disponga de los autos". Agrega:

C. 4425,51412005, "Rojas".
67' CNCP, sala IV, 24/2/2006, "L., R. C.", SJP, LLdel301612006, p. 68. En sentido similar, respecto
de la declaración de reincidencia, id., sala 111, 2611112007, "Yamarnoto", SJP, LL del 291712008, p. 50.
Sobre la pena de decomiso, id, sala 111,26/1012009, "Skotarczak", RDI: AbeledoPerrot, 712010, p. 1277.
6'2 CS, 2811012008, "Romano", KDP, AbeledoPerrot, 212009, p. 316.

Debe destacarse que este criterio ha sido reducido a su mínima expresión a partir de lo resuel-
to por la CS en "Casal" (Fallos 328:3399).
PALACIO, "El juicio penal...", LL del 221811997,~f.95.805.
Id.
CNCP, 8ala 11, JA 2002-111-725.
,431 bis ' JUICIOABKEVIADO . 801

Tiene el Estado de Derecho alguna razón para no reparar esa arbitrariedad?", cual
decidir en contra de un documento obrante. Es que "la situación del tribunal de
ación frente a un documento, como es obvio, es muy diversa de su posición ante
uicio relativo a si es o no creíble la versión de los hechos dada por un testigo o
es o no admisible la rectificación de una confesión prestada fuera del juicio oral.
apreciaciones dependen sustancialmente -aunque no necesariamente- de -
mediación con sus declaraciones que el tribunal de casación no puede tener".
iza con esta certera reflexión: "...qué razón puede haber para renunciar a la
en relación a tales razonamientos, si ellos conducen a una falsa aplicación
,porque el hecho a que ésta se aplica no es el hecho que ella sanciona"677.
iempre que el tribunal ad quem pueda estar en igualdad de condiciones que el
en relación con una prueba --como ejemplo paradigmático se cita al de las
ebas fundamentales que determinen el contenido del fallo...'- concluye la
erania del tribunal de juicio. Aunque el aserto de Ferrante contempla la sentencia
atoria, conforme a nuestro ordenamiento jurídico, no hay razón para imponer
te678;quien recuerda el supuesto fijado por el art. 849, inc. 2", de la Ley de
iento Criminal, conforme al cual procede el recurso de casación "cuando
existido error en la apreciación de la prueba, basado en documentos que obren
tos, que demuestren la equivocación del juzgador sin resultar contradichos por
elementos probatorios".
Aun con la limitación de que el error recaiga en prueba documentalper se y no
otras de distinta naturaleza,-como son todailas personales instrumentadas,sig-
ca que "...sólo en la prueba documental es prácticamente igual a la inmediación
'ene el tribunal de instancia y el de c a ~ a c i ó t i " ~Cabe
~ ~ . distinguir entre prueba
ccionada por los sujetos públicos procesales -juez y secretario- y "...prueba
na a la investigación 'aportada' al sumario, que es lo que puede probar el error
prueba sumanal...", ya que al referirse el texto español a los elementos de con-
ón que obran en el legajo "...es, por propia naturaleza, algo distinto a los autos
, aunque por incorporación formen parte de ellos"680.
e tratarse de "...cualquier representación gráfica del pensamiento, general-
escrito y en papel, creada fuera de la causa...", aunque no necesariamente
precon~tituida~~'.
Tesitura con la que coincide Maier al mencionar, como limite para la compulsa
aprueba documental, a "...lapar condicio entre el tribunal de juicio y el tribunal
sación para valorarla...", pues no queda inhibida "...la necesidad ... de verificar
ucta concreta del tribunal contraria a la ley, esto es, los 'hechos del proceso',
ellos se trata en la casación f ~ r m a l ' o ~ ~ ~ .
Como la demanda debe concretarse dentro de los tres días de notificada la re-
lución prevista en el art. 346 (art. 93) y tiene que contestarse dentro de los seis días
su notificación (art. 101), la posibilidad de que el trámite abreviado comprenda el
ecto patrimonial se supedita a que las partes civiles no necesiten producir prueba.

"' La impugrzacidn...,ps. 49/51.


6'8 Lagaranfía..., ps. 52/53.
LUZON CUESTA. Eliecurso..., p. 62.
LUZON CUSSTA, op. cit. p. 63, con citas de sentencias de la sala2'del Tribunal Supremo español.
"' LUZONCUESTA, op. cit., p. 63, nota 179.
Derecho....p. 723, notas 4451724
802 JUICIO ABREVIADO Art. 431 bis

Si el proceso abreviado se acepta no tendrán más remedio que discutirlo en el fuero


civil, a menos que el acuerdo lo incluya.
Cuando se admitió al civilmente demandado podrá recurrir en casación en los
términos de los arts. 437 y 461. Lpdecisión computable alude sólo a los acusados
que no se encuentren rebeldeP3.También el actor civil, si se dan las condiciones del
art.346, y bajo los límites del art. 462.
8) Si la conexidad de causas se encaminó a la unificación del trámite ---en un
mismo legajo-, no podrá escindirse el proceso, admitiendo el juicio abreviado para
unos casos y decidiendo los otros conforme al juicio común. Por eso se entiende la
excepción cuando las causas no se hayan acumulado (art. 43).
El juicio abreviado sólo procede a solicitud de todos los acusados cuando la
imputación es subjetivamente múltiple. Se apunta a eliminar el riesgo de que uno de
ellos quede a merced de la estimulada imputación -por la menor pena- asegurada
a la demás.

"' TOC nro. 25, LL del 21/12/1998, E 98.256.


LIBRO IV

RECURSOS

o" se alcanza no sólo al acto procesal así denominado,


bién al procedimiento regulador de su trámite; además, se alude al tribunal
de la cuestión, al examinarse los límites en que puede ejercitar su jurisdic-

de vista, se trata de un acto procesal de parte endere-


a resolución judicial o a eliminarla, pues se persigue
cial o total, su revocat'oria o su nulidad. Cuando el imputado se
de libertad ceden los reparos formales para la deducción. Por eso,
fectiva impidió al procesado fundar debidamente sus
que la CS, con el fin de no ocasionar lesión al derecho consti-
a ser oído, confiera intervención al defensor oficial para que se expida sobre
osición informapaupevis'.
xtge una declaración expresa de voluntad por quien promra obtener un nuevo
n de lo decidido mediante el acto de deducción o interposición pertinente. Esta
va de las partes constituye una cabal demostración del imperio del principio
itivo dentro del proceso penal, no sólo en cuanto se la requiere para iniciar el
'no también al exigir señalar los motivos y fundamentos que constituyen
O de la impugnación (art. 438), así como mantenerlo cuando corresponda
64, pán: 2 7 o concurrir a la audiencia ante la alzada (art. 454,
lla vigencia adquiere intensidad al resultar viable

motivos opera -según se dijo- como limitación al ám-


isorio del órgano judicial (art. 445); pero, además, quien desee recurdr debe
la carga de expresarlos. En efecto: por un lado, el recurrente en cierne debe
n deparada por la resolución en crisis; por otro, tal aspec-
vamen, consistente en la diferencia perjudicial
e cabe añadir -en el proceso penal- a lo espe-
r oficioso que tiene el impulso en toda la etapa
ia. Así, quien espera su libertad por encontrarse en detención o procura

CS,LLdel2611211997, E 96.532, o ED 175-258, f. 48.350.


804 - RECURSOS

seguir dishtándola y, en vez, se dicta su prisión preventiva (art. 3 12), a1 par que se
deniega su excarcelación (art. 319), parece incuestionable que, al frustrarse su libertad
de locomoción (art. 14, CN), tieneante sí la posibilidad de cuestionar el acierto de la
decisión a través del denominado recurso de apelación (art. 332). Su desaparición im-
porta la de la facultad de juzgar en el recurso si la cuestión se tornó abstracta2.
Es inherente a la viabilidad del recurso aducir un interés para no convertir el plan-
teamiento en una cuestión meramente académica; v.gr., quien resultaabsuelto por haber
padecido un error de prohibición, no puede sentirse afectado si adujo la existencia de
una excusa absolutoria, pues ambos pronunciamientos tienen el mismo alcance. Se
aparta de esa regla el supuesto ocasionado por inobservarse las causales del sobresei-
miento (art. 337). Existe interés si aparentemente el recurso se presenta, por su inciden-
cia sobre la parte dispositiva de la ksolución, como un mediojurídica&ente adecuado
para evitar el perjuicio jurídico, procesal o material, invocado como agravio por el
impugnante3.Corresponde únicamente al afectado y sólo puede reconocerse cuando
existe la posibilidad de que corrigiendo el acto, una nueva resolución pueda satisfacer
las pretensiones invocadas; de no mediar indefensión, de no explicarse el interés directo
en la corrección del acto procesal recurido, de no puntualizarse de qué actos de defen-
sa se ve impedida, no puede prosperar4.El interés directo remitea la disconformidad
entre la posición adoptada por la parte y el contenido de la resolución; debe ser apre-
ciado desde el punto de vista del ordenamiento jurídico vigente y no según el criterio
subjetivo del recurrente" Por eso se encuentra mal concedido el recurso de apelación
iiiierpuesto conrru la resolucióii que ordena extraer tesiimoiiio para reiiiirir a la justicia
civil a los fines del art. 152 bis del CC -inliabilitaciú~i iudicial--, por ciianco dieli:~me-
dida no resulta susceptible de causar daño al recurrente, toda vez que en la sede judicial
correspondiente se determinará la viabilidad de la aplicación de lo dispuesto en dicha
norma6. Carece de interés directo quien apela el rechazo de la entrega definitiva de un
inmueble si, en forma subsidiaria, se acogió la petición de alquilarlo7.
En este aspecto resalta la unidad del derecho procesal en cuanto requiere, para
la dinámica del sistema de los recursos, la iniciativa de parte, tanto en la rama civil
como en la penal. Queda afuera en los dos regímenes la consulta alojada en el art.
348, párrafo segundo (ver el art. 633, CPN, en el que tampoco hay deducción o in-
terposición de recurso), porque prescinde de dicha iniciativa y busca una solución
acerca de si debe requerirse la elevación a juicio.
Finca en el deseo de los hombres de obtener una justicia ecuánime, rápida y
observadora de las prescripciones legales; la necesidad de preverlos responde al ca-
rácter falible y limitado del entendimiento de quien tiene a cargo la decisión que, por
ser humano, es susceptible de cometer una injusticia o incurrir en error.
Su presupuesto es siempre una resolución judiciak sólo los actos de decisión a
cargo del tribunal son pasibles de impugnación por esta vía (art. 432). Nogueira, en
su enjundiosa obraR,se detiene en advertir que la resolución inexorablemente debe

CNCP, sala IV, LL del 281211997, f. 95.091.


Wám. Acus. Córdoba, LLC 1991-51.
CNCP, sala IV, 29/3/1999, "Hemosid, E.", causa nro. 1111, reg. '1773.4, LL del 511120'00,
p. 9, Boletín de la CNCP, Primer Trimestre, 1999.
CCC, salal, DI 2001-3-190, f. 17.222.
CCC, sala IV, LL del 2011012000, f. 101.065.
' CCC, sala V, LL del 141912001, E 102.623.
Los recursos...,p. 25, nro. 37.
RECURSOS

, pues antes de que sea dictada, la voluntad de recurrir se diluye en la in


uridica; se descarta el agravio que estápor venir y, con ello, la
avamine: la desventaja debe ser contextual y no haber quedad

os actos procesales de las partes o de los terceros contienen defectos, puede


arse por vía incidental (art. 170, párr. final).
un acto de desarrollo procesal del género de los de dirección, ya que posibi-
cuado manejo de la materia constitutiva del objeto del proceso; a su vez, es
ble a la especie de actos de ordeflación,porque procora encauzar el proce-
S de sus distintas etapas, constituyendo el arbitrio para corregir decisiones
S eauivocadas o iniustas.
ación o retardo de justicia
través del cual se procura
o de la resolución correspondiente cuando se ha retrasado (ver comentario
y, aunque se limita a corroborar un presupuesto del recurso -su
sulta afín con aquel concepto el denominado recurso de queja,
cuando se cierra la facultad de acudir al tribunal de alzada en los recursos
se resuelva la concesión

ispositivo se percibe en
producirse antes de la
pugnativa mediante la
operada mediante
corresponda -re-
nitivas (art. 465)- o
no concurra a la audiencia ante la alzada para todos los casos
454, pán: 2') y los supuestos de casación contra resoluciones equi-

-según se trate de sentencias definitivas o de


cedencia de los recursos. Por eso es que el de-
9 a 489) no es más que una acción autónoma
tiva de sentencias firmes con el propósito de superar ftaudes o conhadiccio-
re su naturaleza en

lizada de oficio en cuanto a las resolu-


bio, se adecua a su concepto la aclara-

UISITOS COMUNES

eden señalarse los siguientes:


En principio sólo pueden deducirlos las partes. Pero el Código ensancha esta
ación en ciertos casos; por ejemplo, a quienes indica en el art. 434, párrafo
do, segunda oración; debe tenerse también presente que se autoriza al MP para
Los recumos..., p. 36, nro. 63.
PALACIO,LOSrecur.sos..., ps. 171 y 172.
BO del 301512008.
806 -- RECURSOS

recurrir en favor del imputado (art. 433), de manera que viene a situarse como una
suerte de "parte imparcial", con aparente contradicción, pues el adjetivo no se aviene
con el sustantivo. Con todo, resulta inexcusable para caracterizar su exclusivo interés
en la justa aplicación de la ley. NoBjobstante,la Corte Suprema ha aceptado que el re-
curso extraordinario federal sea deducido por terceros ajenos al proceso siempre que
la sentencia afecte un interés legítimo susceptible de ser amparado por esta víaI2;algo
similar ha resuelto el Alto Tribunal, incluso frente al particular damnificado --con fa-
cultades menores que el del Código nacional- a que se refería el art. 87, CPP Buenos
Aires -según ley 3 5 8 9 , y el art. 77, ley 11.92213.Este temperamento sirve -con
holgura- para refutar el criterio de la CCC en el plenario "Mu~olino"'~, en el que se
niega la apelación del sobreseimiento provisional a quien hubiese sido convocado en
los términos del anterior art. 236, párrafo segundo, Código Procesal Penal, como "im-
putado no procesado". Con acierto la misma cámara dejó sin efecto dicha doctrina a
través del plenario 205 -por mayoría- en la c. "Cossio" del 1/9/1995.
Se ha aceptado capacidad recursiva a aquella persona que si bien reviste la calidad
de testigo, puede ser alcanzada por una decisión que afecta sus legítimos interesesls.
2) La interposición del recurso debe plantearse dentro de un plazo perentorio
(arts. 163 y 438), cuyo momento inicial se ubica en el día siguiente al de notificada
la resolución (art. 162). Por ello, transcurrido el tiempo previsto sin interponerlo, las
resoluciones quedan consentidas (art. 128).
3) Es una facultad de carhcter estrictamente procesal, pues su instauración no
responde a exigencia constitucional alguna, salvo el recurso extmordinario federal
(arts. 30 y 31, CN). La Corte Suprema sostenía que la doble instancia no está exigida
por la Constitución16,a menos que la establezca la leyI7,en cuyo caso integra la ga-
rantía de la defensa en juicio. Dichos temperamentos han variado, en lo que atañe al
proceso penal, luego de lo reconocido por la CS el 7/4/1995 en la causa "Giroldi"18,
pues con motivo de lo prescnpto por el art. 8', pto. 2", apartado h), de la CADH, y de
acuerdo con el art. 75, inc. 22, segundo párrafo, CN, al haberse conferido jerarquía
constitucional a los diversos convenios internacionales, no puede discutirse el dere-
cho de toda persona inculpada de delito "...de recurrir del fallo ante juez o tnbunal
~uperior"'~. No resulta aplicable este criterio en cuanto a las sentencias notificadas
antes de la declaración de inconstit~cionalidad~~. A nuestro ver tal facultad recursiva
no juega sólo para el imputado2',sino también para el MP e incluso alcanza al que-

" Fallos 246:73.


" Fallos 297:491; 303:1349; 306:626.
"L
' 1987-C-328, f. 85.799.
CNCP, sala IV, LL del 2211212000, f. 101.406; en el caso se detuvo a !ina testigo que se negó
a declarar en un juicio y se corría el riesgo de vulnerar la garantía constitucional que impide autoincri-
minarse: quien declara en causa propia no tiene el deber de decir verdad.
'Vallos 275935; 303:330.
" Fallos 303:966.
Fallos 318:514; ED 163-161, f. 46.523, o JA 1995-111-570.
'? Lo recoge la CNCP, sala 1, LLdel291511998, f. 97.217, oDJ 1998-2-897, f. 13.150.

CS, ED 166-326, f. 46.980, O JA 1996-111-319, O LL del 24/5/1996, f. 94.313; id., LL del


1811211995, f. 93.858; id., LL del 301511997, f. 95.434.
" Si bien la autorizada opinión de Palacio no comparte la tesis: ver comentano al fallo en SIR
LL del 201911995, f. 93.553, "Las limitaciones legales del recurso de casación en e¡ proceso penal y el
derecho acordado por el 'Pacto de San José de Costa Rica' a la persona inculpada de delito".
RECURSOS

con ajuste a la igualdad ante la ley reconocida por el art. 16, CN, en cuanto
a la actuación de las partes en el proceso22.Sin embargo, la CS --caso
- amerita que la limitación establecida respecto del MP por el art. 458 no
onsiderarse inconstitucional a menos que se demuestre que se afectó la va-
otras normas constitucionales, pues el sentido de la voz persona enunciado
8", párrafo segundo CADW, Se determina recurriendó al Preámbulo y al
aquélla y, en consecuencia, se ciñe a todo ser humano y no para beneficio
tados contratantes2'. Palazzi estima discutible cuáles pueden ser los sujetos
a quienes asiste la doble instancia; aunque los tratados internacionales "...
blecido aparentemente sólo a favor del imputado, de legeferenda propo-
su extensión a las demás partes del proceso"24.
oblema no es especulativo. Si bien la Corte Suprema ha estimado que esta
se satisface con la posibilidad de deducir recurso extraordinario federal2s,
on de Bidart Campos dicho recurso no cubre el recaudo de la garantía impe-
te fijada por el Pacto --conforme a la cual resulta impugnable un fallo ante
tribunal superior en todo proceso penal---,ya que siipoiie someterlo a revisión en su
integra exteiisión, tanto 211 los licclios C O I ~ Oen el dere~ho'~.
Sin zmbargo,
- pareciera
e el criterio del Alto Tribunal porque el juicio en instancia única resulta ple-
otar tanto los extremos fácticos coinojurídicos del caso (arts. 25,27, iucs. lo
2 9 , inc. 2', 32, 33, inc. 2", y 12 a 1 6 , ley 24.050). Aello debe añadirse la
la Corte acuerda al recurso extraordinario por arbitrariedad, que le
ar cierto conocimiento de los hechos cuando está comprometida al-
ia constitucional2'. Además, el recurso de casación por inobservancia de
cesales (art. 456, inc. 2") hace factible que también se capten cuestiones
or vía del absurdo notorio2*.Por su parte, Maier entiende que el recurso
suple la existencia de una instancia única siempre que a través suyo
corrección del fallo desde el punto de vista formal y materialz9.De
uestra opinión, y a raíz de lo resuelto por la Corte Suprema en el caso
148-338, f. 44.466, podría suscitarse una complejisima cuestión; en di-
e --consids. 16, 17 y 18- se establece que dentro del orden jerárquico
establecido por el art. 3 1, CN un tratado internacional tiene prioridad
y interna en el ámbito del derecho interno, esto es, un reconocimiento

S, Fallos 268:266; 297:491; 299:17; 303:1349; en contra, CNCP, sala 1, JA 1996-111-471;id.,


11011995, "Flores, Angel", c. 221, reg. 445; id., sala 11, 21211996, "Sola, Ricardo", c. 638,
la garantía de la doble instancia ampara exclusi-
ivos de la parte acusadora en el proceso penal. A
fallos 'Arce' y 'Alvarado'de la Corte Suprema de Justicia de la Nación", CDJP, nro.
los sistemas procesales estadounidense y argenti-
e la doble persecución penal", CDJP, Casación, nro. 2, ps. 5671588; "Más sobre los límites
'Garrafa' y 'Juri' de la Corte Suprema de Justicia

del 2611211997, f. 96.531; Fallos 320:2145.


caso 'Giroldi', el derecho a la doble instancia y el recurso de casacióii en el proceso penal",

áuregui, Luciano Adolfo", ED 129-631, sum. nro. 65.

110s 273:385; 296628; ED 129-106, f. 40.902, y ED 131-430, f. 41.330, y p. 623, f. 41.385


ORELLO,"La nueva casación penal (leyes 23.984 y 24.050)", JA 1992-11-7891799.
echo..., t. 1-B, ps. 5131515.
808 .. RECURSOS

de la primacía del derecho internacional por el propio derecho interno". En otras pala-
bras: si la opinión del destacado constitucionalista Bidart Campos se abre paso, puede
jaquear toda la estructura del juicio oral en instancia única.
El problema no es exclusivo d8nuestro pais, porque con motivo del Pacto Inter-
nacional de Derechos Civiles y Políticos, cuyo art. 14, inc. 5", establece que "(t)oda
persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el fallo condenatorio y
la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal superior, conforme a lo
prescripto por la ley", también se ha planteado en España decidir si la casación cubre
dicha exigencia; el tribunal constitucioual estimó que no se requiere propiamente
una doble instancia, sino la sumisión del fallo condenatorio y de la pena a un tribunal
superior, correspondiendo a cada pais fijar sus m~dalidades~~.
Nuestro Alto Tribunal encontró el medio para conciliar la organización de la
justicia nacional en cuanto determina instancia única para juzgar delitos (conf. arts.
25, 27, 28, 29, inc. 2', 32 y 33, inc. 2', y 13, ley 24.050), con las exigencias de los
tratados internacionales3'. Por sentencia del 7/4/1995, la Corte Suprema, en autos
"Giroldi"32, declaró la inconstitucionalidad del art. 459, inc. 2O, por contrariar lo dis-
puesto en el art. 8", p t c 2", ap. h), de la CADH, que también otorga a toda persona in-
culpada de delito el derecho "...de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior...", lo
cual importa reconocerle, ahora, jerarquía constitucional. Afirmó que cuando la sala
1 de la CNCP descartó la posibilidad de impugnar por casación ni por inconstitucio-
nalidad, en virtud de los limites objetivos fijados por los arts. 458 a 462, desconoció
dicha jerarquía constitucional incorporada a varios acuerdos internacionales, pues,
luego de la reforma de 1994 (art. 75, inc. 22, pán: 2", CN), el citado precepto de la
CADH modificó el panorama legislativo en vigencia al resolver el caso " J á ~ e g u i " ~ ~ .
Añadió que en dicho precedente consideró cubierta la doble instancia del tratado me-
diante el recurso extraordinario federal. Como el writ of certiorari negativo, incluid
en el art. 280, CPCC, por ley 23.774, modificó las reglas y excepciones que deter-
minaban la competencia apelada de la Corte Suprema, "..,puede sostenerse hoy con
nuevos fundamentos que ...el recurso extraordinario no constituye un remedio eficaz
para la salvaguarda de la garantía de la doble instancia ...'"segurada por la CADH.
Agregó que al decidir en "Jáuregui", aún no se contemplaba un "ttibunal interme-
dio" --con el alcance que el art. 6' de la ley 4055 asignaba a las cámaras federales
y de apelación de la Capital, consid. 13; ver art. 22, inc. 2", del Código anterior (ley
2372)- entre la Corte Suprema y las cámaras nacionales o federales de apelación; la
-CNCP cumple dicha función tanto en el caso de los tribunales orales en lo criminal
como en el de los juzgados en lo correccional; tolerar que el Estado argentino impida
a los individuos acceder a los recursos internos para proteger sus derechos, viola el
art. lo, punto 1 de la CADH34.

'O El recurso..., p. 17.


L u z ó ~CUESTA,
" La Corte Suprema pondera que los jueces no están obligados a dar cumplimiento a las res-
puestas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ya que la jurispmdencia internacional
no podría constituir motivo de revisión de las resoluciones judiciales -equiparable a dicha a
impugnativa-, pues ello afectaría la estabilidad de las decisiones, presupuesto ineludible de la s
dad jurídica, exigencia de orden público y con jerarquía constilucional, ED del 10/12/1999, f. 49.
' 2 ED 163-161, f. 46.523, o SJP, LLdel201911995, f. 93.553, o JA 1995-111-570; Fallos 318:51

33 Fallos 311:274, o ED 129-631, sum. nro. 65.

" Con cita de la Corte Interamericana, opinión consultiva 11190, del 191811990.
RECURSOS 809

partir del caso "Giroldi", la CNCP no podrá desatender su naturaleza de tri-


intennedio3*.De ahí que si este verdadero apotegma no se puede contravenir
S fue expuesto obiter dicta en dicho precedente- resulta factible discrepar
comprensión que del referido caso efectúa la CNCP, sala IW6, pues su co-
no es otro que ceñir sus facultades para adentrarse en materia probatoria, a
uestos de arbitrariedad fáctica que con anterioridad abrían la vía del recurso
rdinario federal. Una sencilla reflexión acompaña la verdad del aserto: si no
sí, carecería de sentido lo expuesto por el Alto Tribunal en el caso "Giroldi".
e manera que la casación no podrá soslayar tan excelso cometido aduciendo
viene inadmisible cuando se trata de dar a los hechos acreditados una signi-
n distinta ni que se vea impedida de acceder al núcleo de la prueba, pues ha
do su ámbito de producción en el juicio oral, y en consecuencia fueron perci-
directa e inmediatamente por los inagistrados...", o bien que sólo corresponde
1 de juicio "...establecer el grado de convicción que tienen... testimonio(s) ...
..". o afrontar aquello que "...no pasa de ser una mera discrepancia con el
torio que el tribunal de mérito ha asignado a los elementos de convicción
an tenido en cuenta...". Parece obvio que todos estos argumentos concurren
gir su tarea a la legitimidad, logicidad, sustentación, motivación legal y lí-
e la sana crítica al extremo de descartar "...toda fundamentación que como tal
ultar aparente y que en definitiva y en realidad no exista por su manifiesta
idad...". Pero de ahora en más perderán fuerza disuasoria. Pese a ello. la
a que la doble instancia no importa necesariamente renovar el debate en el
stima que la CADH asegura que la condena provenga del tribunal superior
no de uno inferior3'.
se trata de que la casación se convierta en una vía recursiva plena o sin res-
S (conf. fallo antes citado), pues no es una apelación ordinaria ni posibilita

ero tampoco cabe equiparar su tarea a la correspondiente a la Corte Suprema.


rden nacional. el Alto Tribunal está impuesto ---es necesario---- y tiene la com-
que le asigna la Constitución ~ a c i o ñ a(arts.
l 116 y 117, id.);én vez, la casa-
diferencia de lo que sucede en provincias- es una creación del legislador y.
contingente, pues la reforma de la Ley Suprema del año 1994no reprodujo
'ones del art. 95, párrafos segundo, tercero y cuarto de la de 1949.
nto ni tan poco: la casación no admite revisión amplia de los hechos pero,
a en más, habrá de ir, forzosamente, más allá de la tradicional doctrina de la
dad adoptada por la Corte S ~ p r e m a ~ ~ .

" La C'S ha inii>ti<lo zn asignar a la ( NC'Pesa condiciiin. L L d.4 30 6 1997. i95 589; con noti1 zll
'OnIra de P i i AL ii .1.ns ;oninlciss sccuzncia.: dsri\üdas de 13 declaracii>nde nulidad de un :irla Js allana-
'~drninistra~ión l Aduanas sldenuncia", del 1511111996, c. A 211 XXXII.
~ i c & n ade
D 163-161, f. 46.524.
L del 71312001, f. 101.628.
onf. la opinión de Duoo - LUGONES, "Hechos y arbitrariedad en la casación penal nacional",
911993. Temperamento compartido por Palacio al comentar el caso "Giroldi" -resolución
a como "inobjetab1e"-, "Las limitaciones legales del recurso de casación en el proceso pe-
echo acordado por el 'Pacto de San José de Costa Rica' a las personas inculpadas de delito",
1 201911995, f. 93.553; expresa que "(a) fin de preservar la garantía de la doble instancia, el
recurso de casación deberá ser interpretado, por la cámara competente, con criterio suficien-
xihle". En el mismo sentido, Rizzv~o,"¿Es la casación control suficiente a los fines previstos
ención de Derechos Humanos? (DJ 1997-1.823).
RECURSOS

Si no se atiende al esbozo formulado, cada vez que la CNCP pretenda cerrarse


al criterio expuesto en el fallo de la sala IIIJ9resultará factible acceder a la Corte
Suprema por la vía de los arts. 14,de la ley 48 y 6' de la ley 4055.
Se ha dado razón a Morelloial aseverar que si "(e)l error al desentrañar los he-
chos repercute determinantemente en el 'tratamiento jurídico'...", la decisión, resul-
tará ajena a la realidad acreditada si no los atiende. "El iuicio de hecho, está ligado
(soldado), entonces, al juicio jurídico"40. En definitiva,'la CNCP -sigue diciendo
Morello- operará como "...verdadero tribunal intermedio en materia penal ..." para
acceder a la Corte Suprema mediante el recurso extraordinario federal. Pero la pro-
pia sentencia de la CNCP podrá, a su vez, originar cuestión federal "...con pie en la
causante de arbitrariedad sorpresiva y sobrevenir, por el lado de la Corte Suprema,
la censura des~alificatoria"~'.
Si se admitieran las limitaciones cuantitativas para que dicho recurso resulte
admisible (arts. 458 a 462), siempre quedaría la posibilidad del recurso extraordina-
rio federal (art. 14 de la ley 48). Desde luego que el recurso no procede si se trata de
contravencione~~~.

Se trata de corregir vicios tanto en la aplicación del derecho com


ciación de los hechos padecidos por la resolución final y, además, analiz
seguido durante el desarrollo de la causa. Esto último para constatar si los
procesales, cuyo vínculo de antecedente a consecuente conforma el procedim'
se han producido con sujeción a lo previsto por la ley en lo que atañe a los s
al objeto y a las formas. En este caso no hasta el mero apartamiento de los
del Código Procesal -nulidad formal o ritual-, sino la verificación de
tan inadecuadas para cumplir con su finalidad -principio de i n s d e
las formas- (ver art. 171). En este ámbito operan aun disposiciones
--como las que regulan la capacidad de los sujetos privados-, o de la
--competencia de los tribunales-, o bien de la ley procesal penal, pese a
cer "formas" sino requisitos atingentes al objeto del acto -recibir una declaración
testimonial cuando dicho objeto está prohibido (art. 242)-.
No cualquier recurso cubre todos esos extremos. La apelación permite, como
' paradigma de los recursos con efecto devolutivo, un amplio examen de los hechos
y del derecho -aunque no un nuevo juicio porque está ceñido al agravio-; en vez,
la casación -por vía de principio- tiene como límite infranqueable los hechos se-
gún quedaron fijados en la única instancia del juicio oral. Esto se explica porque las
características de dicho juicio imposibilitan una nueva evaluación fáctica, obstruida
también porque lo impide la identidad física del juzgador que participó en el debate.
A menos de optarse por un sistema de doble instancia, aun cuando el momento del
juicio se realice a través de la palabra hablada; pero en esos casos se requiere la vir-
tual renovación íntegra del juzgamiento. Salvo que se opte por la solución anotada

" ED 163-165, f. 46.524.


" O casación...,p. 426, nota 9.
La casación..., ps. 466 y SS.
42 CNCP, sala IV, LL del 101612002,f. 103.871, con disidencia de Hornos, quien hace prevalecer
la necesidad de revisión judicial suficiente en doble instancia.
i e P , aunque sin mucho énfasis: el sistema radicaría en que a1 lado de los jue-
lares - e n rigor de verdad, los jueces del caso-- actuasen --durante el juicio
ero de suplentes para conformar el tribunal de segundo grado ante los
aria necesidad de renovar el juicio, pues habrían asistido íntegramente
0110 que, por ende, cayó bajo su directa percepción.
-
TOS

a) El efecto u¿.i~olirrivotiene un origen Iiistórico cuando la jurisdicción otorgsda


uor el eniperador o cl sefior feudal a alruno de sus súbditos, &ente a la deducción v
el recurso, le era devuelta. En la actualidad alude a la intervención. nara
la resolición recurrida, de otro tribunal, diferente del que la dictó; de

'ción (ari. 446) ni la aclaratoria (art. 126) tienen efecto devolutivo.


la apelación (aris. 45 1 y 452), la casación (art. 464), la inconstitu-
75) y la inaplicabilidad de ley (art. 11, ley 24.050).
aueia es una mera reclamación olanteada al suverior
pronuncie en tomo a ia ádmisibilidad de uno denegado (art. 476), aunque
'lM; a su vez, la revisión -acción impugnativa- se plantea direc-
a Cámara de Casación correspondiente (art. 482). En ninguno de estos
llamado efecto devolutivo.
devolutivo no se contrapone a suspensivo, sino con no devolutivo -
esuelve el mismo juez que dictó la resolución impugnada-.
cto suspe'nsivo (art. 442) se refiere a la imposibilidad de ejecutar la re-
hasta tanto quede firme (art. 128) el pronunciamiento acerca del
o lo tienen los deducidos contra los autos de procesamiento y el de fal-
to (art. 31 l), los que deciden la exención de prisión o la excarcelación
el sobreseimiento (art. 337, párr. 2'), los incidentes de ejecución (ari. 491,
las cuestiones referentes al embargo o inhibición (art. 518 párr. lo). De
e no obstante la impugnación, lo decidido se cumple de inmediato.
ámbito tributario, y a raíz de la vigencia de la ley 24.765, se ha resuelto
e entenderse excluido el efecto suspensivo contemplado en su art. 11,
tanto debe estimarse aplicable el art. 442. La mayoría del tribu-
o usual, empleado al regular los recursos, efecto devolutivo de la
uando se indica sólo efecto devolutivo, expresión empleada para indi-
de efecto s u s p e n s i v ~Con
~ ~ .relación a la interposición de la queja por
o exhaordinario federal, ver comentario al art. 442.
efectos se verán al analizar las respectivas disposiciones (arts.

echo..., t. 1-E, p. 521.


o, Los recursos ..., p. 172.
sala A, ED 176-50, f. 48.421, o JA 1998-1-322. El voto coincidente de Pizzatelli destaca
r un recurso sin efecto suspensivo lo priva de toda eficaciaal impedir la revisión judicial
xigidos por la CS en Fallos 247:646; CNPE, sala A, DJ 1998-3-927, f. 13.616.
ograda sino~sistitulada "Los recursos en el nuevo Código Procesal de la Nación" de
812 RECURSOS

V. REQUISITOS PARA EL RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL

Mediante Acordada 412007 (la6/3/2007), la CS impuso una serie de requisitos


formales para la admisibilidad del recurso extraordinario federal. Su extensión no
podrá ser mayor a cuarenta páginas de veintiséis renglones y el tamaño de la letra
no menor a doce; restricciones que también rigen para la contestación del traslado
previsto en el art. 257, CPCC (art. lo).
Deberá contener una carátula en la que se consignarán los siguientes datos: ob-
jeto de la presentación; enunciación precisa de la carátula del expediente; nombre de
quien suscribe el escrito; si actúa en representación de terceros, el de sus represcnt¿idos
y el del letrado patrociiiaiite si lo Iiiibiera; domicilio cn Capital Federal; indicaci6n del
carácter en que interviene en el pleito el presentante o su representado; individualiza-
ción de la decisión contra la cual se interpone el recurso; mención del organismo,juez
o tribunal que dictó la resolución recurrida, así como de los que hayan intervenido con
anterioridad en el pleito; fecha de notificación de dicho pronunciamiento; mención
clara y concisa de las cuestiones planteadas como de indole federal, con simple cita de
las normas involucradas en tales cuestiones y de los precedentes de la Corte sobre el
tema, si los hnbiere, así como la sintética indicación de cuál es la declaración sobre el
punto debatido que el recurrente procura obtener del Tribunal (no se considerará nin-
guna cuestión que no haya sido incluida aquí); cita de las normas legales que confieren
jurisdicción a la Corte para intervenir en el caso (art.2").
En el desarrollo del recurso deberán exponerse, en capítulos sucesivos, las si-
guientes cuestiones: a) demostración de que la decisión apelada proviene del supe-
rior tribunal de la causa y es definitiva o equiparable a tal según la jurisprudencia
de la Corte; b) relato claro y preciso de todas las circunstancias relevantes del caso
que estén relacionadas con las cuestiones que se invocan como de indole federal,
con indicación del momento en el que se presentaron por primera vez gichas cues-
tiones, de cuándo y cómo el recurrente introdujo el planteo respectivo y, en su caso,
de cómo lo mantuvo con posterioridad; c) demostración de que el pronunciamiento
impugnado le ocasiona al recurrente un gravamen personal, concreto, actual y no de-
rivado de su propia actuación; d) refutación de todos y cada uno de los fundamentos
independientes que den sustento a la decisión apelada en relación con las cuestiones
federales planteadas; e) demostración de que media una relación directa e inmediata
entre las normas federales invocadas y lo debatido y resuelto en el caso, y que la de-
cisión impugnada es contraria al derecho invocado por el apelante con fundamento
en aquéllas (art.3").
El recurrente deberá efectuar una transcripción d e n t r o del texto del escrito O
como anexo separado- de todas las normas jwídicas citadas que no estén publicadas
en el Boletín Oficial, indicando, además, su periodo de vigencia (art. 8'). Las citas de
fallos de la Corte deberán ir acompañadas de la mención del tomo y la página de su
publicación en la colección oficial, salvo que aún no estuvieran publicados, en cuyo
caso se indicará su fecha y la carátula del expediente en el que fueron dictados (art. 9").
La fundamentación del recurso no podrá suplirse mediante la simple remisión
a lo expuesto en actuaciones anteriores, ni con una enunciación genérica y esquemá-

ciones generales sobre Iqs recursos en el.Código Procesal Penal de la Nación", LL del 18 y 191711995~
VerJA 1997-1-1911198, Indice; id., JA 1998-111-197y SS., Indice. Ver comentano al art. 126.
2 DISPOSICIONESGENERALES 813

ue no permita la cabal comprensión del caso que fue sometido a consideración


eces de la causa (art. 10).
el incumplimiento de alguno de estos recaudos, se desestimará el recurso
la sola mención de la norma reglamentaria pertinente, salvo que, según la
tscreción de la CS, el incumplimiento no constituya un obstáculo insalvable
admisibilidad de la pretensión recursiva. Cuando se trate del requisito de
ir domicilio en Capital Federal, se aplicará el art. 257, CPCC (art. 11).
régimen establecido mediante la Acordada 412007 no se aplica a los recursos
tos infovmapaupevis (art. 12).
re los nuevos requisitos para la queja por extraordinario federal denegado,

CAP~TULO
1
DISPOSICIONES GENERALES

ones judiciales serán recurribles sólo por los medios y en los


tablecidob por la ley.
reeho de recurrir corresponderá tan $610 a quien le sea expresamente
,siempre que tuviere un interks direeto. Cuando la ley no distinga entre
rsas partes, todas podrán recurrir.

pugnabiidad objetiva
fiere a la impugnabilidad objetiva. Con el vocablo "me-
a que deberá cubrir el acto de interposición, a través de
lidad actuada (art. 450; ver introducción al Libro III), o
,475,477 y 482). Asimismo se involucra la cualidad que
ones recurribles (arts. 446,449,456,457,474,479 y 491,
ver también arts. 493 y 508, párr. lo, y art. 11, ley 24.050). El temperamento
vo obedece a que el Código determina el sistema de la taxatividad para las
aciones, al extremo de que en ciertos casos se establece la irrecurribilidad
2,203 y 363, párr. 2").
Impuguabiidad subjetiva
la la denominada impugnabilidad subjetiva; se trata de
rido a la parte interesada en evitar los efectos perjudicia-
lución. El interés radica en la necesidad de superar el per-
-como mera hipótesis- por la resolución al recurrente
a CNCP, sala 1, reconoce interés legítimo para recurrir
ado a juicio oral, cuya situación puede verse afectada47.
ley distingue quiénes pueden recumr. Así, respecto de
y de procesamiento, el art. 3 11, segunda oración.

DJ 1997-3-814, f. 12.376, o LLdel3011011997, f. 96.245.


DISPOSICIONES GENERALES

c) Jurisprudencia
El criterio interpretativo para juzgar sobre su procedencia debe ser restrictivo,
sin que sea legítimo acudir a otras consideraciones que las fundadas en la naturale-
za del recurso4s.Como la legitiqhción subjetiva debe conformarse a esa pauta, la
CNCP, sala 1, entendió que el letrado defensor no puede recurrir en casación por sus
honorarios, al no encontrarse comprendido entre los sujetos a quienes la ley concede,
taxativamente, esa calidad49.Sin embargo la CS se inclinó por la admisibilidad de
este remedio en un caso donde los peritos cuestionaban, por arbitrariedad, su regu-
lación de honorarioss0.
En vez, no posee respaldo normativo resolver que la mención efectuada en
el art. 460 de la parte querellante descuenta que esa calidad no se encuentre en
discusión; de manera que si el sujeto carece de un pronunciamientojudicial que lo
reconozca como tal, no podría acceder a la instancia extraordinaria de la casación,
pues su actividad procesal como pretendido querellante está circunscripta única-
mente a los casos de los arts. 84 y 180 inJine5'; dicha solución no ensambla con la
expuesta por la Corte Suprema para abrir el recurso extraordinario federal, cuando
se deniega intervención al particular damnificado por no haber comprobado an-
tes la existencia del Xelito; lo resuelto, dijo, configura agravio a la garantía de la
defensa en juicio (art. 18, CN) que ampara a todo aquel que actúe sea como acu-
sador o acusados2.En el mismo sentido que el Alto Tribunal, el plenario de la CF
San Martín decide que son inaplicables las normas que limitan la posibilidad de
apelar ante las cámaras federales cuando el recurrente aduzca razones en principio
atendibles, incluso basadas en la doctrina de la arbitrariedad, que hagan necesaria
la interpretación y aplicación de las disposiciones que aseguran la supremacía de
la CNS3.
Para la CCC, sala VII, este precepto, junto con el del art. 84, determinan 1
apelabilidad del auto que accede a la constitución de querellante, no sólo por quien
lo procuró en caso de denegatoria, sino también por el imputado y su defensa si la
decisión fue favorables4.Contra lo que cree la sala, la vía de la falta de acción no
se descarta merced a la recurribilidad genérica del art. 432, pues encuentra cauce
específico en el art. 345 cuando quiere quitarse del proceso a quien fue, pese a ca-
recer de legitimación, constituido en querellante. En vez, la apelación del art. 84,
última oración, atiende solamente a la denegatoria de la pretensión de constituirse
en parte acusadora.

ST Córdoba, sala Penal, LL 1989-C-306.


49 CNCP, sala 1, BJ nro. 4, p. 21.
'" CS, "Pomponi", RDP, LexisNexis, 1 ~ 0 . 2p., 459.
I' CNCP, sala II1,311511993, "AcerboN. H."; JA 1993-111-626.
CS, Fallos 297:491; tambihn 268:266; 299:17; 303:1349; ver además las citas correspondien-
tes a la n. 3 del comentario de PALAZZI, "El querellante y las vías recursivas en el nuevo ordenamiento
procesal penal", JA 1993-111.627. La Corte Suprema al decidir en "Giroldi, Horacio David y otro
recurso de casación" -ED 163-161, f. 46.523, o JA 1995-111-570, o LL del 201911995, f. 93.553- en
cuanto adjudica a la CNCP la condición de "tribunal intermedio", no coincide con el escolio.
JA 1995-1V-593. La CNCP se inclinó finalmente por admitir la impugnabilidad snbjetiya
del pretenso querellante a través del plenario nro. 11,231612006, "Zichy Thyssen", RDP, LexisNexls
1112006. n. 2107.
4 181211997, "Koujonajis, Gonzalo shomicidio culposo".
'
DlSPOSIClONES GENERALES

lazo sólo comprende días hábiles, por tratarse de actividad de parte


y 162; se excluyen los feriados judiciale~)~~.
re el ensanche de la impugnabilidad subjetiva, ver el artículo siguiente5'.

cursos del ministerio fiscal


3. En los casos establecidos por la ley, el ministerio fiscal puede recurrir
sive a favor del imputado; o, en caso de condena del imputado, aun tan sólo
-
rente a la acción civil que hubiera ejercido.
posición común en todos los códigos modernos (Córdoba, art. 467; Tucu-
444; Mendoza, art. 485; Entre Ríos, art. 455; La Pampa, art. 406; Neuquén,

precepto advierte sobre la singularidad de la actuación del MP o Fiscal


proceso. Sólo considerándolo como un postulante de la realización de jus-
a alcanzar el principio de la verdad jurídica objetiva, se le puede admitir en
te tesitura. Esto conlleva a que cierto sector de la doctrina considere al MP
e imparcial. La Corte Suprema, aplicando el Código anterior, resolvió que la
ución del procesado, sin Quemediara recuso de él o de su defensa, constituye
ifiesto exceso en la juriSdicción apelada de la cámara, por lo que se imponía
la sentencia: la disidencia del doctor Barra se oronuncia Dor la confirmatoria
solución merced a la prohibición de la reformatio in peius; este fallo me-
'mportante comentario de Morello y Bidarí Campos, quienes, en síntesis,
que si el hecho determinante de la condena no existió, aun en ausencia de
el condenado, se relativiza el principio de congruencia y se privilegia la
1 "...valor ensamblado con el valor justicia ..."57. La CCC estimaba
la jurisdicción de la alzada se hubiese abierto por recuso del MP,
irse a favor del imputado si el hecho incriminado no configuraba deli-
mitía reducir la pena aunque el procesado y la defensa se hubieren
on ellas9.A su vez, la Corte Suprema entiende que la falta de recurso
de su defensa obtura, en esos casos, un pronunciamiento absolu-
consideración ritual desplaza la primacía de la verdad juídica objetiva,
ta para el proceso civil6'. En la actualidad, ambas decisiones carecen de
normativo en virtud de este precepto. La Exposición de Motivos precisa que
favorable al imputado procede "...no obstante los dictámenes contrarios
ieren emitido ante^..."‘^.
cuanto al recurso respecto de la decisión sobre el objeto accesorio -acción
la puesta en marcha de dicho arbitrio tiene como presupuesto un recaudo
puede funcionar en los códigos en que cabe al acusador público ejercer la
816 DISPOSICIONES GENERALES h.434 fi
1
acción civil en nombre del damnifi~ado~~. Ahora bien: este Código no contempla
dicha posibilidad (conf. arts. 14, 15 y 80, inc. a]), de manera que la práctica de este
tramo del dispositivo resulta imposible.
Recursos del imputado
434. El imputado podrá recurrir de la sentencia de sobreseimiento o absolu-
toria que le imponga una medida de seguridad; o solamente de las disposiciones
que contenga la sentencia condenatoria sobre la restitución o el resarcimiento de
los daños.
Los recursos a favor del imputado podrán ser deducidos por él o su defensor
y, si fuere menor de edad, también por sus padres o tutor, aunque éstos no tengan
derecho a que se les notifique la resolución.

a) El párrafo primero primera oración se sustenta en que, pese al sobreseimien-


to o a la absolución -resoluciones que obturan el trámite del proceso-, la imposi-
ción de una medida de seguridad agravia a quien debe soportarla (art. 459, inc. 3").
La segunda oraciónse explica porque el Código obliga a demandar al imputado aun
cuando se solicite la intervención del tercero responsable civil -mejor dicho, civil-
mente demandado- (ver art. 88, pám tercero).
b) El párrafo final es congruente con la función representativa asignada al de-
fensor (ver comentario al art. 104). Se ha hecho prevalecer a la conformidad expresa
del acusado con un fallo condenatorio, sobre cualquier manifestación en contra de
sin embargo, Clariá Olmedo sostiene que, salvo disposición en contrario,
"...es indiscutible la preeminencia de la voluntad positiva de más amplio contenido
impugnativo del defensor, para lo cual basta recordar el carácter imperativo de la de-
fensa técnica y la naturaleza de la Por su parte, Vélez Mariconde destaca
"...la preeminencia de la voluntad del abogado sobre la de su ~1iente.r."~~. La tesis
encuentra apoyo en que el manejo de las disposiciones de los ordenamientos proce-
sales excede las posibilidades del imputado6'. Pese a las múltiples concepciones en
tomo a la naturaleza jurídica del defensor, si éste es uno de los sujetos en los cuales
se articula la parte, es posible afirmar que, en caso de divergencia o contrastes de
opiniones, resulta decisiva la voluntad del imputado68.La facultad de impugnación
es propia del encausado en cuyo beneficio ha sido establecida; su defensor no puede
pejudicar tal derecho a recurrir una sentencia condenatoria por expiración del plazo
legalb9.

(h) y otros, Códigos..., t. 1, ps. 2911312, Y


Conf. arts. 16 y 406 del Código tipo; conf. LEVENE
t. VII, ps. 9113.
M CCC, sala 11, LL 1988-B-538, f. 86.472, con nota nuestra, "La conformidad del acusado con
la condena".
6s Tratado...,t. IV, p. 460.
Derecho..., t. 11, p. 413.
E ~ La defensa..,ps. 138 y 168.
V ~ Q T J Rosa,
LEONB,Tratado..., t. 1, p. 577, nota 36.
CS, JA 1997-IV-354, o DJ 1998-2-824, f. 13.121, o LL del 51111999, jurisprudencia de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, nro. 657; la disidencia, con razón; apunta que no basta cambiar
de defensor para intentar impugnar indefinidamente decisiones que adquirieron firmeza mientris se
gozaba de la asistencia técnica garantizada por el art. 18, CN. Sin mengua del acierto de la mayoría,
OlSPOSlClONES GENERALES

cuanto atañe a los supuestos de los menores de edad, aun cuando puedan
los padres o tutores, resulta obvio que no revisten la condición de parte (ver
, inc. c]); pero se explica que puedan hacerlo por el carácter tuitivo para el
ropio del régimen tutelar (art. 431; leyes 10.903 y 22.278).
re el efecto extensivo del recurso deducido por otro imputado, ver art. 441.
-
cursos de la parte querellante
L a parte quereiiante podrá recurrir de las resoluciones judiciales s610 en
s expresamente previstos en este Código.
ción pública es sólo parte eventual (art. 82); por ello ve
su facultad impugnativa y son limitados los casos en que se la contempla
ente: por ejemplo la negativa a tenerlo por parte (art. 84); la falta de mérito
última parte); el auto de sobreseimiento (arts. 337, párr. 2", y 352, oración
ueda hacerlo el MP (art. 460). En vez, no puede
e conceda la eximición de prisión o la excarcelación (art.
nar durante la ejecución penal (art. 491, párr. lo, oración

roceso penal no puede asumirse una vez que se ha


erza de definitiva, toda vez que ésta no puede afectar

la Corte Suprema denegaba el recurso extraordinario al quere-


unto salvo en supuestos de interés in~titucional'~.Con posterioridad mo-
doctrina y admitió el acceso a dicha instancia con sustento en la defensa
ien la ley reconoce personeda para actuar en
amparado por la garantía del debido proceso
actúe como demandante o demandado, pues en todo
stitucioual en reparar el agravio, si existiere y tuviese funda-
ema73.Por eso no es justo decidir que la vía casatoria sólo legi-
constituido como querellante y no a quien pretenda ser10'~. La
mente resuelta por vía de plenario, consagrándose la doctrina
legitimación subjetiva para recurrir por la vía del
ivo de lograr ser tenido por parte y, como tal, recurrir
iliten la continuación de la pesquisa7s.
si el pretenso querellante falleció luego de dedu-
onde declarar la inadmisibilidad del remedio, pues
nte desapareció la posibilidad de que exista un conflicto entre

en el caso si no se ha adoptado este último arbitrio como atajo para procurar un nuevo
bién Fallos 3275095.
,salaV1, DJ del 121312003, f. 19.341.
10s 252195; 253:31; 254:353; 259:388; 260:114.

10s 268:266; 297:491; 299:17; 303:1349.


10.1, ps. 14116, o LL 511011993, f. 91.659, o JA 1993-111-626.
818 DLSPOSICIONESGENERALES
-
Art. 437

sus intereses y la resolución atacada; además, el derecho a querellar no es transmisi-


ble, en principio, a los herederosT6.
Una lógica derivación de la doctrina del fallo "De1'01~0"~~ es que el querellante
no puede recurrir la sentencia a?$olutoria si omitió formular requerimiento de ele-
vación a juicio. No puede pretender una condena en la instancia casatoria que en el
momento procesal oportuno no requiriÓjs.
En el comentado al art. 460 decimos que el límite era el cuantitativo previsto por
el art. 458, cuya inconstitucionalidad fue declarada respecto del imputado por la CS,
temperamento que, para el autor de esta obra, alcanza al MP y al querellante.
Recursos del actor civil
436. El actor civil podrá recurrir de las resoluciones judiciales sólo en lo cou-
cerniente a la acci6n por él interpuesta.
Sus facultades se limitan a las establecidas en el art. 91.
No puede impugnar en casación la sentencia absolutoria (art. 457) sustentada
en la inexistencia del hecho o en que la autoria no puede atribuirse al imputado ni
invocar la errónea aplicación de una figura delictiva; pero sí cuando se trate de la
ley de fondo reguladora de los principios del daño causado y de la restitución de
las cosas obtenidas por el delito (art. 95)j9. Lo mismo ocurre con la apelación del
sobreseimiento (art. 337, párr. 2') si se dictó durante la instrucción (art. 334) o si se
resolvió en el juicio pero antes del debate (art. 361), pues no corresponde decidir
sobre la acción resarcitoria (conf. arts. 16 y 402). Tampoco si la alzada acoge una
causal de extinción de la acción penals0.Pero la situación varía si se ha constituido
también como querellante particular (arts. 82, último phafo, y 435).
Recursos del civilmente demandado
437. El civilmente demandado podrá recurrir de la sentencia cuando sea ad-
misible el recurso del imputado, no obstante la inacción de éste, siempre que se
declare su responsabilidad.
En virtud de la prejudicialidad establecida por el art. 1102, CC, si en el juicio
criminal se declara la responsabilidad del imputado, tal resolución sella la suerte del
tercero demandado. Por ello es que, ante la inactividad del condenado penalmente,
aquél queda legitimado para recurrir y propiciar su absolución porque, a su vez, tal
decisión incide sobre la cuestión civil (art. 1103, id.).
De ahí que, aun cuando se admitiera la validez de las limitaciones subjetivas
para acudir en casación (arts. 459, inc. 5" y 461), aquéllas no alcanzan al civilmente
demandado, pues sólo se subordina la admisibilidad de su recurso -respecto de la
'VJP, LLdei 301412004, f. 107.347.
" CS, Fallos 329:2596.
VALBORA, Nicolás F., "Fallo 'Del'Olio'. Una 'aceitada' derivación de la autonomia asig-
nada al acusador particular", RDP, LexisNexis, 512007, p. 849. En el mismo sentido, CNCP, sala IV,
1211112009, "Leyes", RDP, AbeledoPerrot, 812010, p. 1420. Lo mismo sucede al cime de la insmii-
ción, cuando el juez dicta sobreseimiento, sin que el querellante haya requerido previamente la eleva-
ción a juicio (CCC, sala VI, 101312008, "Chikiar", RDP, AbeledoPerrot, 812008, p. 1467).
DE LA RUA,El I ~ C U Í S O ...,p. 212.
8 V ~ ~"Acciones ~ ~ que ~ nacen
~ o deldelito
~ , en el Código Procesal Penal de la Nación, 'La
acción civil"', DJ del 2511111992.
DISPOSICIONES GENERALES

bilidad civil pertinente- a que pueda hacerlo el imputado cuando perma-


ctivo en cuanto a su responsabilidad penal (art. 459, incs. loy 2').
orece al imputado por .el denominado efecto exten-

dieiones de interposición

cuanto a la naturaleza de la modalidad temporal que demanda la interposi-


so, ver apartado 11, punto 2), de la introducción a este Libro IV. Los
sición, tres días (art. 447); apelación, tres días (art. 450, salvo
rio); casación, diez días (art. 463); inconstitucionalidad, diez
n la remisión del art. 475 y art. 257, CPN; e inaplicabilidad de ley, cinco

untualizó que lo que debe tenerse en cuenta para el cómputo del plazo
ición de la queja por recurso extraordinario denegado es la notificación
e la decisión que acarrea la firmeza de la condenaa3.

de la secretaría del tribunal que dictó la resolución cuya


cto de la que se deduce
ad (art. 475 y art. 257,
inaplicabilidad de ley (art. 11, párr. lo, segunda oración, ley 24.050). El
a ante el tribunal que debe decidir sobre la admisihilidad
ado recurso de revisión, ante la Cámara de Casación

crito, con excepción de la reposición durante el debate

suspende el término

omisión de la firma del presentante no puede ser suplida por la del letrado
1 tardíamente; cabe

LexisNexis, nro. 4, p. 781. Ver también Fallos 327:3802; 327:5801; 328:470.


,ED 146-391,f. 44.188, con nota adversa de MORELLO.
820 DISPOSICIONES GENERALES Art. 438

bien el letrado patrocinante cumple una doble función de asesor (en los actos que el
querellante participa) y de garantía (de las formas del proceso), no es parte en el litigio
ni recibe legitiniación y, por ello, salvo en actuación como gestor, carece de facultad de
formular peticiones o de efectua~presentacionesS5. El gestor, según lo establece el art.
48, CPCC, sólo podrá actuar coiKo tal, una vez en el curso del proceso86.
c) Fundamentaciún
Los motivos consisten en la exposición de los puntos que, a criterio del recu-
rrente, lo agravian por la injusticia o el desacierto de la resolución; por ello, debe
evitar invalidar su originaria afirmación acerca de cuál era el pefjuicio que el fallo le
causaba en el punto impugnado8'. La falta de la concreta indicación de los motivos
autoriza al rechazo del recurso (art. 444), hipótesis que toma ilusoria la posibilidad
de que prospere el recurso de queja (art. 476)88.Bidart Campos estima que basta con
la indicación de los puntos sujetos a impugnación cuando el recurso es uno y el tema
objeto de él es también Únicoa9.A nuestro modo de ver, la respetable opinión de tan
distinguido jurista no atiende a lo dispuesto por el art. 445, párrafo primero, coinci-
dente con la finalidad de restringir el conocimiento de la alzada a la descripción del
agravio, que así se toma requisito insoslayable de admisibilidad. Es que no hay otra
forma de tomar viable la discusión en la audiencia del art. 454 si no se conocen los
motivos o razones de la contraparte, expuestos debidamente al deducir el recurso9";
además, la posibilidad de adherir incorporada por el art. 453 descarta el conocimien-
to de los motivos a fin de compulsar el beneficio posible si se extiende, en el ámbito
subjetivo, la competencia del tribunal de alzada (art. 445); por eso no convence
Orgeira cuando expone el criterio adverso", pues su natural consecuencia conduce
a desconocer la inviolabilidad de la defensa (art. 18, CN), que también guarece a la
contraparte. Tampoco resulta aceptable equiparar "puntos" con "motivos", pues en
nuestra opinión el primer vocablo está tomado como sustancial o principal en algún
asunto92.Así lo resolvió la CF San Martín, sala 1, al expresar que la exjgencia no se
limita a indicar los puntos de la decisión que fueren cuestionados, sino que se requie-
re la específica mención de los motivos que le dan sustento y subraya la inopia de la
muletilla "causándome gravamen i~eparable"~~.
No hay colisión con el art. 450, que regulala forma de deducción". Basta con ce-
ñirse a la indicación de los extremos de la decisión sobre los cuales versa la impugna-
CNCP, sala iIi,201212001, c. 2.705.
86 CNCP, sala IV, ED del 3011212003, f. 52.472; id., sala 1,81312005, "Benac", RDP, LexisNexis,
1212005, p. 1262; CS, 81412008, "Fuks", citado por GARAY - MANRIQUEZ en "Actualidad en la jurispru-
dencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 2-2008", RDP, AbeledoPerrot, 912008, p. 1618.
ST Córdoba, sala Penal, LL 1989-C-258.
" CCC, sala 1-1nt.-, 1111211992, "Orellana Naverrete, Victor"; id sala IV, 1011111992, c. 51;
CF Bahía Blanca, sala 11, LL del 14/4/1993, f. 91.238, con disidencia en que se estima suficiente lamera
indicación de los puntos sujetos a impugnación.
ED 151-144, f. 44.875, "Formalismo procesal esterilizante de un recurso".
CNCP, sala 1, SJP, LL del 281411995, f. 93.097.
"La especificación de los motivos al interponer recursos (ante el predominio de una interpre-
tación jurisprudencia1 equivocada)", JA 1993-11-1009.
92 REAL ACADEMIA ESPANOLA, Diccionario de la Lengua Española, p. 1084, columna primera, ed.
1970.
" LL del 201911993. f. 91.61 1.
9 V FMendoza, sala B, LL del 61511996, f. 94.233
DISPOSICIONES GENERALES

n ese momento no se requiere el cabal desarrollo de su sustento -fáctico o j d -


pues no constituye requisito de su admisibilidad y si de fundabilidad para que
e. Tiende a evitar impugnaciones no meditadas o irreflexivas, de manera que la
no se vea obligada a reexaminar cuestiones consentidas por el recurrentegs.En
de la apelación deberá96hacerse en la audiencia del 454. Aunque bien pueden
tarse en el mismo momento, tanto la deducción como la fundamentación. -
a CCC ha resuelto que la falta de indicación de los motivos obsta a la ad-
del recurso9'; aunque no se exige una minuciosa exposición, pues bas-
ción de formas genéricas -"...caución inadecuada..." en una excar-
. Como se dijo, no satisface la invocación de que lo decidido causa
amen irreparable..."99. Se requiere la síntesis de los argumentos que impulsan
gnante a cuestionar lo resuelto por el juzgador; por ende, debe expresarse qué
hecho o de derecho, deficiencia, tacha, imperfección, irregularidad, vicio o
ia presenta la res~lución'~~.
panorama que ofrece la CNCP para aceptar el recurso extraordinario de
mbencia, cuando se ha denegado la apelación, no es muy uniforme. En un
edor sufragio, el doctor Madueño apunta a una distinción elemental: puede
arte dispositiva decida un solo punto aunque resulte posible que contenga
uestiones -por ej., en el auto de procesamiento, donde debe analizarse
ialidad del hecho, la responsabilidad penal y la calificación legal-; en
, motivar la apelación exige realizar una referencia a las suscitadoras de
. En vez, puede resultar innegable que el auto en crisis dilucide una única
vgr., la excarcelación-; en este último caso bastaría la mención con una
ás somera a la génesis de la discrepancialol.
a articulación del recurso hace constar las razones en que se cimenta la cen-
ría considerar cubierta la expresión del acto volitivo de impugnar el deciso-
ausa agravio; empero, se recaba la enunciación, aunque sea sumaria, de las
apuntaladoras de tal censura; lo que no se exige es demostrar su fundamento.
so se admitió casación - q u e j a mediante- enderezada a una resolución, sin
da, de carácter definitivo, por tratarse de un sobreseimiento y a todas luces
ido en el art. 457Io2.Si, en vez, no se cubre la impugnabilidad objetiva de
n -no se trata de definitiva si se cuestiona un procesamiento o la denega-
xcarcelación- (art. 457), resultaría conveniente indicar, con pulcritud,
los motivos.

P, sala 111, registro nro. 83, BJ nro. 1, ED 162-750; conf. CNCP, sala 1, SJP, LL del

art. 454, párr. 2'. Texto según ley 26.374.


VI, 111011992, c. 12.

alaV, 2711011992, c. 24; salaV,f. 93.191, SJP,LLdel2615/1995.


festación "...causar gravamen irreparable...'' satisface esta exigen-

, del voto del doctor Tragant. Por su parte, el doctor Fégoli dice
S procura advertir a la alzada "...sobre qué puntos de la deci-
ue se vea "...forzada a examinar a tientas y de manera integral el

P, sala 111, 181211994, "Garrido, Marcela".


6 saIaIV,DJ 2001-1-685, f. 16.515.
822 DISPOSICIONES GENERALES Art. 439

El defensor de confianza no tiene obligación de fundar pretensiones de su de-


fendido que no aparezcan viables; si se trata del defensor oficial debe efectuar un
estudio técnico de las cuestiones eventualmente aptas para ser canalizadas por las
vías procesales pertinentes. Jamás puede imputarse al procesado inoperancia de una
institución prevista para asegurar e1 ejercicio de sus derechos constitucionales, cuya
inobservancia puede dafiar la responsabilidad del Estado argentino en los términos
del art. 75, inc. 22, CN, en la CADH y del PIDCPi".
En lo que hace al MP, la exigencia de motivación obedece a que puede recumr
aun a favor del imputado (art. 433) y el tribunal debe saber inicialmente en qué sen-
tido se pronuncia1".
El régimen de los recursos está regido por e1 principio dispositivo porque es ac-
tividad eventual (ver Libro IV, Capítulo 1, Introducción). De ahí que el cumplimiento
del plazo, sin la exposición de los motivos, determine la caducidad del derecho a
hacerlo en lo sucesivo. En otras palabras, no puede desdoblarse la deducción de la
explicitación de los motivos que lo hacen atendible.
Con voto de los doctores González Palazzo y Filosof, la CCC, sala V, admite
cumplir con el deber de motivar dentro del plazo para interponer el recurso aun fuera
de su efectiva d e d u c ~ l ó n ~ ~ ~ .
Por el contrario, la CNCP, sala IV,no coincide con dicho criterio porque exige
la indicación aunque sea en forma sucinta de los motivos; razona que la impugnación
podía ser interpuesta por simple diligencia -art. 4 5 0 - pudiendo interpretarse que la
exigencia de motivación se cubre con la sola indicación de la causa por la que se pre-
tende el reexarnenIo6;la coetaneidad entre la motivación y la interposición responde a
que el tribunal que dictó la resolución cuestionada antes de conceder o rechazar debe
efectuar un juicio de admisibilidad y para ello es necesario que conozca las causas o
razones que invoca el impugnante en su favor y que tomaría injusto el resultado al que
ambo el a 9 ~ 0 ' ~La' . CNCP, sala IV, entendió que estaba fundado si se expuso que el
pronunciamiento sobre el sobreseimiento era prematuro y se solicitaron,medidas de
prueba que fueron dejadas de lado'". No se exige una exhaustiva fundarnentación, sino
enunciar, aunque en forma sumaria, las razones aducidas para justificar la censurato9.

Adhesión
439. El que tenga derecho a recurrir podrá adherir al recurso concedido a
otro siempre que exprese, bajo pena de inadmisibiiidad, los motivos en que se fun-

'O' CS, DJ 1998-2-824, f. 13.121, o JA 1997-IV-354, o LL del 51111999, Jurisprudencia de la


Corte Suprema de Justicia de IaNaciÓn, nro. 657.
OLCESE, "Algunos temas en materia del recurso de apelación en el nuevo CPP", Semanario
Jurídico de Córdoba, nro. 1076, del 15/2/1996,p. 174, aunque cree que basta - e n general- con indi-
car los puntos -parte de la resolución- y no los motivos.
'" LL del 291512000, f. 100.324; i d , id., JA 2000-111-757; con disidencia del doctor Navarro,
quien no admite la división del acto; i d , id., LL del 27/11/2000, E 101.262, o LL del 18/9/2001, f.
102.636: id., id., DJ del 161112002, f. 17.666.
'" LL del 6/7/2001, f. 102.274.
'O' CNCP, sala 111, LL del 61712001, f. 102.275, con nota de GARC~A TORRES, "La indicación de los
motivos en la interposición de los recursos", quien dice que la exigencia se cubre cuando las partes no se
limitan a fórmulas genericas-causa gravamen irreparable- sino que se ponen de manifiestolas razones.
'" DJ 2001-3-92, f. 17.180.
'O* CNCP, sala IV, LL del 61212001, f. 101.478.
DISPOSIClONES GENERALES

da. La adhesión deberá interponerse dentro del tkrminv di, emplazamiento, $a110
disposiciún en contrariv" .

este caso el recurrente puede impugnar la misma resolución sujetándose a los


e no de tiempo, pues vale hacerlo hasta el emplaza:
,salvo disposición en contrario. La inclusión de esta últi-
gación del emplazamiento para mantener 4. 451-
de apelación y casación, cuando se dirija contra resoluciones
s a definitiva (art. 465 bis). En estos dos últimos supuestos se aplica el
nuevo art. 453. Desde luego, se exige la existencia de gravamen y la con-
sulta viable en los recursos con efecto devolutivo.
fundamento en el principio de igualdad procesal, pues contempla la si-
quien no dedujo el recurso tempestivamente al suponer que la contraria

rma de la ley 26.374 a los arts. 439 y 453 impone determinar ante qué
la adhesión en los recursos de apelación y casación, cuando
uiparables a definitiva (art. 465 bis). La eliminación
curso para estos casos importó una modificación del término
1 ante el cual debe deducirse. Antes de la reforma se producía
lazamiento y ante el ad quem. Pero ahora, y según el primer
eberá efectuarse dentro de los (res días desde la notificación
recurso al que se pretende adherir. En consecuencia, si la admisibi-
o es decidida por el mismo juez'que dictó la resolución y él es quien se
,no quedaría otro camino que concluir que, ahora, y sin perjuicio
mentando en la práctica, la adhesión se debería efectuar ante el

reconocerse que el hecho de que el legislador haya reiterado en la reforma


párrafo del viejo art. 453, puede provocar confusión. En primer lugar,
da fuera de contexto frente a lo ahora regulado en el primer párrafo. Al
iminado la deserción del recurso como consecuencia jurídica de su falta de
iento ante la alzada, pierde virtualidad el deber exigido al fiscal de cámara
r la impugnación. Con lo cual, el único sentido que puede tener el segundo
brindar una oportunidad al fiscal de cámara para que adhiera a favor del
cuando no lo haya hecho su inferior jerárquico ante el a quo.

exigencia de la motivación implica señalar el aspecto fáctico y jurídico


e trate de recursos ordinarios o extraordinarios- de los puntos cuestiona-
ituye condición de admisibilidad?al igual que cuando se trata de1 recurren-
8). Los motivos pueden diferir de los de éste por aplicación de
'ón del párrafo segundo del art. 432. La adhesión ha sido estructurada
adero recurso, con subsistencia y efectos propios, por lo que quien
e ampliar la esfera cognoscitiva y esgrimir sus propios motivos, pues

t0 según ley 26.374, BO del 301512008.


si los del adherente debieran atenerse a los del recurrente, sobraría la imposición
de expresar sus motivos, como lo hace el ordenamiento procesal, bajo pena de in-
admisibilidad. Dicha coincidencia de motivos no surge del texto legal, ni se podría
interpretar de ese modo debido a la regla que establece el art. 2""l. Sólo se establece
una excepción en cuanto al plazo, pero no encierra la derogación de las restantes
condiciones impuestas para impugnar; si no se señalan los motivos ni se mencio-
nan las disposiciones legales violadas o erróneamente aplicadas y cuil es la que se
pretende, la adhesión resulta inadmisibleu2. Se trata de una gracia, con fundamento
en la igualdad, que reposa en la preexistencia de un recurso concedido a otro. Se
dispensan el plazo y la omisión de la motivación, pues cabe aprovechar el recurso
concedido a otro y asumir una función similar a la del recurrente ~riginario"~.
Provoca la ampliación del tema a decidir, desde ahora comprensivo de los nue-
vos puntos referidos al agravio de quien adhieren4.
Si procede de partes opuestas, no rige la prohibición de la reformatio in peius
(art. 445, pan: 3')lI5. No existe reparo en que pueda adherirse al recurso de la copar-
te, sobre todo en atención a que el efecto extensivo se excluye cuando los motivos
que lo sustentan sog exclusivamente personales (art. 441); piénsese en el supuesto
regulado por el art. 132, CP, según ley 25.087. Es el criterio de la CNCP, sala IIn6,
con especial hincapié en el principio de igualdad y con el limite de que el fallo sea
totalmente favorable para quien intenta adherir, ya que esta vía no puede intentarla
sin agravio que aducirIT7.No puede hacerlo quien sólo reviste el carácter de patroci-
nante de la querella, sin perjuicio de que intervenga en las oportunidades previstas
en los arts. 465 y SS., habida cuenta de su indudable calidad de interesado en los
términos del art. 56lIs.
En la medida en que pueden perseguirse por la adhesión fines distintos y hasta
opuestos a los de la parte contraria -sólo un problema estratégico habrá de decidir
optar por este arbitrio-, resulta un recurso nuevo, pues quien apela y quien adhiere
quedan en la misma c~ndición"~. Como el sometimiento voluntario a un régimen de-
terminado no puede aducirse como generador de agravio constit~cional~~~, resulta claro
que si el fiscal de la Cámara de Casación adhiere al recurso de la defensa, no existe
obstáculo en que la decisión devenga más grave para el condenado, a menos que el re-
clamo del fiscal interviniente ante el a quo se hubiera interpuesto a favor del imputado
(arts. 453 y 465). Opinión contraria puede verse en MainardiI2';también en G a m d ~ ' ~ ~ ,

"' CNCP, sala 1, DJ 1998-1-332,f. 12.568,oLLde126/12/1997, f. 96.538.


CNCP, sala 111, 171511996,"Orona, José Luis y otro", c. 815, reg. 151196.
"'NOGUE~RA,Los iecursos...,p. 118.
" 4 CLANÁ OLMEDO, Tratado..., t. V, ps. 178 y SS.; CCC, sala 1, JA 1998-11-266.
"'V~ADA L ~ P E-ZPUIGCERVER, Cur.90.., t. 11, p. 359.
BJ nro. 4, ps. 36137.
"' ÁBALOS,Derecho..., t. 111, p. 17.
Sala 11, BJ nro. 5, ps. 39140.
"P ALSTNA, Tratado..., t. IV, Buenos Aires, 1961, p. 232.
"O CS, Fallos 300:62 y 147; 304:1180.
lZ' "La adhesión al recurso ajeno en el Código Procesal Penal de la Nación", JA 1994-1-965 y SS.
"Los recursos2',en MAIER, EI nuevo...,ps. 2211238.
OlSPOSICiONES GENERALES

edimento a la reforma peyorativa.


omo de la ~ontraparte'~~.

reposición, la que será resuelta


n suspender la senteneia, siem-
ente despubs del proveído.
lo será la resolución impug-

ocablo "juicio" comprende a todo el tramo regulado en el Libro 111.


Generalidades
la etapa de su desarrollo deben utilizarse diferentes modalidades para
ia: en la preliminar -antes del debate-, la.escritura, pues éste es el
municación que campea para el cumplimiento de los actos previstos en
ebate -en la audiencia- se
la respuesta debe satisfacer-
ende, salvo circunstancias
decisorio deben ser orales

otro distingo, también según el momento de la inter-


tos preliminares la expresión "...sin trámite" significa
olver la cuestión deducida, no es necesario escuchar a los demás in-
el imperio del principio de contradicción sin retaceos
estricta aplicación del art. 447, vale decir que corresponde correr
sados en el mismo acto. Enesta ocasión resulta imprescindible
;si se omite la inserción,
fensa (arts. 18, CN, 167,

ite común del recurso de reposición - e n la etapa


-se cumple por escrito y con respeto del conttadictorio (art. 447).
dos los casos tienen que expresarse los fundamentos, pues, obviamente,
sólo podrá modificar su decisión si los encuentra atendibfes.
1 Proyecto LeveneIz4como en este articulo, según
la CDNiZ6,aparezca unamodificación al texto del
suspender la audiencia..." por "...sin suspender la
necta en el art. 45 1, CPP Córdoba y Tucumán).
en de los recursos no se resiente, ya que no pos-
ebate implica resolver la revocatoria recién en la sentencia respecto de
planteada durante su desarrollo. En efecto: si el debate no se interrum-
sólo puede ocurrir en los supuestos del art. 365-, la Única ocasión
sobre la revocatoria es la de la deliberación regulada por el art. 398.

413, id,Depalma, p. 140.


io de Sesiones del 5/9/1990, p. 2821, art. 413.

E (h) y otros, Códigos...,t. VII, p. 35.


DISPOSICIONESGENERALES Art. 441

b) Reserva
"La reposición durante el juicio equivale a la protesta de recurrir en casación,
para el caso de que el tribunal no decida la cuestión de conformidad con el recurso
interpue~to"'~~. p
La "reserva" se exige en razón del carácter extraordinario que tienen los únicos
recursos viables para impugnar la sentencia definitiva o las resoluciones que truncan
el proceso: casación (art. 457), inconstitucionalidad (art. 474), extraordinario federal
(art. 14, ley 48) e inaplicabilidad de ley (art. 11, ley 24.050). El cumplimiento de
dicha carga exige acotar, con anterioridad, de manera precisa y circunstanciada, el
fundamento generador del agravio, lo que descuenta avizorar la eventualidad de que
puede no prosperar la reposición y hacerse cargo de tal posibilidad. Corresponde
puntualizar su ligamen con las normas jundicas violadas o inobservadas y la inci-
dencia que una decisión favorable al impugnante tendría sobre el resultado final. No
basta, en consecuencia, ceñirse a decir que se formula reserva129.
En el supuesto de casación, cuando se trata de nulidades absolutas (arts. 167
y 168, pán: 2"), no es preciso plantear la reserva. En cambio, la exigencia rige, aun
en esos casos, tratándose del recurso de inconstitucionalidad o del recurso extraor-
dinario federal, pues el planteo de la cuestión federal debe ser inequívo~o'~~. Según
Morello, la reposición entremezcla y conecta los motivos o fundamentos técnicos
anticipando el perfil de la protesta que queda envuelta, o todavía más, absorbida
por la reposición; aunque el porqué del agravio estribe en que la "indefensión" se
llevará a la alzadaI3'.
c) Limites
El último párrafo comprende los limites al recurso de casación fijados por lo
aris. 458 a 462; en la actualidad, esas vallas resultan cuestionables ante la CN, se@

comunes"132.
Es obvio que la reserva expresa se acota después de dictado el proveído, pues
.
lo dicho en la explicación preliminar de este Libro IV, bajo el epígrafe "11. Requisito

de lo contrario precluye la oportunidad procesaln3.


Efecto extensivo
441. Cuando en un proceso hubiere varios imputados los recursos interpues-
tos por uno de ellos favorecerán a los demas, siempre que los motivos en que se
basen no sean exclusivamente personales.
También favorecerá al imputado el recurso del civilmente demandado cuau-
do éste alegue la inexistencia del hecho, o se niegue que el imputado lo cometió o
que constituya delito, o sostenga que se ha extinguido la acción penal, o que ésta
no pudo iniciarse o proseguirse.

V e r M n i ~ Código
~, ..., ari. 337,párr. 24 y Derecho..., t. 1-A,p: 418.
'19 D'ALESSIO, "Paxa qué sirve la reserva del caso federal", LL 1980-B-1123.
"O CS, Fallos 243:145 y 497; 255:262.
"' "La casación penal en Buenos Aires", JA 1992-121-632.
"' Caso "Giroldi", Fallos 3 182 14.
'j' DONNA- MAIZA,Código.:.,p. 5 15.
DiSPOSICIONES GENERALES

icante, en razón de que al deducir


ncias, a quienes no lo hicieron no

onsecuente esdn-
ho público- que
hecho para quien
estionada subsistiera

de limitarse, entonces, a la inicia-


tensivo-, aunque hay que hacer
importante distinción: la hipótesis del "...coimputado no impugnante que
la sentencia también en su favor y el coimputado no impugnante en cuyo
tencia aunque no hubiera hecho demanda de ello..."'34. Me-
cto adhesivo de la impugnación, consistente en el derecho
ivo (art. 439), y el efecto exten-
ido cuando el tribunal se pronuncia sobre la impugnación
o la anulación de la sentencia
nación. En este último caso, a
-pues no adhirió al recurso
puede ser beneficiado por la sentencia más favorable, pues su efecto ex-
a que emana dela decisión del
o o de adhesión, cuando lo re-
sino, por ejemplo, a
io lícitamente incorporado
1 efecto extensivo de .la sentencia impide tener por sub-
que no fueron impugnados y admitieron la condena'36;
i el hecho acreditado no configura delito. Un elemental principio
los efectos del pronunciamiento que declara la nulidad
si de no seguirse tal criterio se llegara a la consecuencia inad-
existir respecto de ambos condenados idéntica afectación de la
arase el vicio respecto de uno de ellos'37.
ifiere del llamado "efecto extensivo", pues éste es irre-
uede tener más amplitud
invocados por el impugnante; presupone la legitima-
r la misma resolución con respecto al fav~recido'~~.
1 no requerir actividad
impugnación (ver art.
pues si está referida a
quien se ubica en una

E, Tratado..., t. 111, p. 1 11.

os 308:733, o ED 118-473, f. 39.475; cabe poner de resalto que este fallo conesponde
que regia el Código derogado, que no preveia expresamente la extensión.
828 DISPOSICIONESGENERALES Art. 441

b) Casuística
El efecto se produce a menos que los motivos del recurrente sean exclusivamente
personales, v.gr.: inimpntabilidad,~prescripciónde la acción penal, etcétera (ver co-
mentario al art. 439). Opera si resúlta nula el acta que instnimenta la indagatoria de un
procesado, pues ante la falta de impugnación del otro, si el vicio es el mismo -inexis-
tencia de intimación clara de los hechos- debe decretarse de oficio'39.
Los casos comunes de aplicación se refieren a supuestos de copartícipes: varios
imputados con respecto al mismo hecho. Capta tanto la impugnación por error de
juicio como por vicio de procedimiento. También ocurre si se produjo la unificación
procesal por acumulación de causas y los hechos atribuidos a distintos imputados
son diferentes; en ese supuesto, si bien queda excluida la posibilidad de comunica-
ción entre el imputado por un hecho y el imputado por otro en cuanto al error in iudi-
cando, un vicio por inobservancia de las normas procesales podría afectar la validez
en beneficio de todos los imputados.
Si se accedió a revisar la sentencia de un condenado, el efecto extensivo alcau-
za -si se trata del mismo hecho y del mismo delito-- a quien no Es que
por equidad corresponde extender los efectos del pronunciamiento -se hataba de
un recurso extraordinario- a la situación procesal de quien no lo interpuso, pues
resulta inadmisible que si existe respecto de ambos condenados igual afectación de
la defensa en juicio, sólo sea reparado el vicio respecto de uno de ellos141.Prevé el
denominado efecto comunicante; consiste en que propiciado el recurso en una cau-
sa en que existieran varios imputados que no han recmido, si prospera a favor del
impugnante, debe extenderse el beneficio a todos los que se encontraban afectados
por la resolución censurada. Se aplica ipso iure, no depende del pedido y funciona
respecto de todo el recurso, pero para que se produzca se requiere una base fáctica
común consistente en que los motivos esgrimidos por el disconforme debieran ser
los mismos que pudo hacer valer quien no r e c ~ m ó l ~ ~ .
Un curioso precedente de la sala 111 de la Cám. Penal Rosario &tiene que la
alzada puede revisar en su totalidad la sentencia penal condenatoria, aun cuando sólo
apele el condenado y ciña sus agravios al monto de la pena si la defensa solicitó la
absolución en la instancia anterior y el tribunal arribó a una solución injusta sobre
la cuestión defondo, sin que ello atente contra los límites de la jurisdicción devuelta
por el recursoI4'.
Aun en el proceso civil, tratándose de un litisconsorcio facultativo, uno de cu-
yos integrantes no cuestionó la sentencia dictada en rebeldía, cabe hacer extensivo
el pr~nunciainiento'~.
Sobre el último párrafo de este artículo, ver comentario al art. 437. La razón de
que las parles civiles puedan favorecerse en muchos casos por el recurso del MP O

" V O C nro. 1,6/11/1992, "Viale, E.", LL del 2/6/1993, síntesis nros. 39 y 41.
"O CNCP, sala 111, JA 1997.11-35.

"' CS, LLdel281211997, f. 95.081.


CNCP, sala 11, ED del 23/112001, f. 50.538.
LL del 911112001, f. 102.870, con nota de CORVALAN, "Cuando la Cámara de Apelaciones
lo Penal absuelve a quien pretendía solamente una rebaja de la pena", quien destaca el impar resul
de absolver a quien no lo pidió y cuando la competencia de la Cámara podía discutirse.
En contra, SC Mendoza, sala 1, ED 153-569, f. 45.250, con nota favorable a la ampliación
PALACIO, "Efectos del recurso interpuesto por un litisconsone en el caso de litisconsorcio facultativo
de al efecto extensivo, sino al carácter accesorio de la cues-

ciarse si faltó la instancia privada (art. 6' y art. 72,


s de desafuero o juicio político (art. 8' y arts. 53,
CN) y también cuando medie una cuestión preju-

La interposición de un recurso ordinario o extraordinario tendrh efecto


o, salvo que expresamente se disponga lo contrario.

rincipios generales
propio, en principio, del efecto devolutivo de algunos recursos (ver intro-
,acápite IV de este Libro m). En ciertos supuestos se dispone sólo el efecto
vo en vez del no suspensivo (art. 520), pero se trata de situaciones idénticas.
lanteo de un incidente, a menos que así

.suspensivo para las resoluciones so-


), exención de prisión o excarcelación
y para el sobreseimiento (art. 337, pání. 2'). Al tratar el tema de la prisión
a Solimine coincide en cuanto al art. 311'". La existencia de recursos pen-
la casación no impide la e1evación.ajuicio (ver art. 353).
to snspensivo concluye cuando las resoluciones quedan firmes: el tri-
cta una condena no debe ordenar la captura del acusado basta el venci-
ncumplimiento configura una nulidad
pasa de ser procesado a condenado y

ues se acotaría la
reglas de conducta impuestas
ciamiento que las fija quede firme,
oco cumplir un aníesto ordenado
ues la deducción de un recurso de hecho, tendiente a cues-

vía extraordinaria, se considera

a doctrina no fue compartida por la CS, al considerar que una sentencia

sos en materia de prisión preventiva", LL del 2611011999.


sala 11, JA 1994-IV-449.

P, sala IV, LL del 81312001, f. 101.635.


LL del 301812002, f. 104.135, con nota adversa $e LIMA,"¿Es buena la solución del pie-
'b ..

DISPOSIClONESGENERALES Art. 442

condenatoria sólo se encuentra firme cuando ese máxinio tribunal desestima la queja
por denegación del recurso extraordinario federal interpuesto. No debe confundirse
la suspensión de los efectos --que &ce a la ejecutabilidad de la sentencia- con la
inmutabilidad -propia de la cosa juzgada-'j2.
A su vez, no alcanza a la restitución del inmueble establecida en el art. 238 bis
(art. 198 Nzfine, CPCC)'".
Asiste razón a la jueza Berraz de Vidal --en minoría- al considerar que el
TOC no puede disponer el cumplimiento de una condena que decide el encierro
hasta tanto lo resuelto pase en autoridad de cosa juzgada por no ser susceptible de
recurso alguno'SC.
El TEDH estimó que "...el respeto de la presunción de inocencia, combinado
con el efecto suspensivo del recurso, se opone a la obligación impuesta a ui acusa-
do libre de constituirse en prisionero, cualquiera sea la duración, aún breve, de su
en~arcelamiento"'~~.
b) Recurso extraordinario federal
Empero, cuando se deduzca el recurso extraordinario federal previsto en el
art. 14 de la ley 48, prevalece el criterio de que hasta tanto medie un pronunciamiento
de la CS sobre aquél, la resolución impugnada no puede cumplirse'56.La doctrina
clásica entendió que la mera interposición del recurso extraordinariocarecía de efecto
suspensivo y que, por ende, la resolución impugnada por aquel medio podía ejecutar-
se, en tanto el recurso no se hubiere formalmente concedido por el superior tribunal de
la causa o abierto por vía de queja por la CS; en el caso "Oswald", la CS postula que,
salvo los supuestos previstos por los arts. 258 y 285, CPCC -referentes a la ejecución
de la sentencia apelada por vía del recurso extraordinario federal y de la queja por
denegación de dicho recurso respectivamente-, las sentencias no son ejecutables en
tanto no se encuentren consentidas o ejecutoria da^'^^.
La excepcionalidad del criterio sentado en "Oswald" no ha prevalecido, pues se
estima que la mera interposición de la queja por denegación del recurso extraordina-
rio federal no suspende el proceso hasta tanto se declare procedente la vía de hecho
y se admita el remedio ext~aordinario'~~. A pesar de la claridad del texto inserto en
el art. 285, último párrafo, del CPCC -"Mientras no se haga lugar a la queja no
se suspenderá el curso del proceso"-, muchos tribunales lo desconocen y cuando
reciben noticia de que se ha deducido queja por denegatoria del recurso extraordina-
no federal, despliegan un inútil desgaste jurisdiccional en procura de que la CS les
informe cuál fue la suerte del remedio de hecho.

'" CS, 26/6/2007, "Olariaga", RDP, AbeledoPerrot, 812008, p. 1364, con nota de ARBIZA, "Cóm-
puto de la prisión preventiva...",p. 1366.
'*' HORNOS, "El reintegro en el proceso penal de inmuebles usurpados", LL del 27/8/2001.
lid CNCP, salaIV, ED del 2611012001, DPPC, f 208.
SJP, LL del 301712003, f. 105.567, con nota de %RAYAN, "La condena no firme apelada ante
un tribunal superior y el derecho a la libertad".
""PALACIO,Recurso..., ps. 3 121313; CS, 17/4/1995, O 38-XXXI; Fallos 314:1675.
'$' JA 1995-IlI-589, con nota de S~ooBs,"Los efectos de la interposición del recurso extraor-
dinario federal: 'trascendencia' y difusión periodística"; aquella situación sólo se produce bien por el
transcurso del plazo para recurrir o cuando se rechacen los recursos exttaordinarios posibles según lo
afirma el Dr. Bisordi en su voto en JA 1995-111-467.
'IR CNCP, sala 11, LL del 231411999, f. 98.619 -C DJ 1999-2-97, f. 14.085- y 98.620:
DlSPOSlClONES GENERALES

Fuera de toda discusión posible que la regulación del recurso del art. 14 de la
48 no se halla contemplada en el ordenamiento procesal penal, sino en el proce-
De manera que aquella ocurrencia -más difundida de lo tolerable- es
,pues, como sostiene e1 Alto Tribunal, cuando la letra de la ley es clara,
se más que interpretarse'". -
a experiencia indica que el trámite de la queja ante la CS demanda un lapso
'empo impredecible. Por ello la ejecución de una resolución judicial queda en
enso, durante un indebido período -a contrapelo del art. 285, CPCC-, como
secuencia de criteriosjudiciales sin sustento legal. Por tan errado camino suele de-
sament* que la aplicación del recordado art. 285, id., tiene como límite
ellas medidas que no concluyan con una situación determinada, pues la eventual
cación del objeto recurrido por la CS se tomará imposible de cumplir.
Este singular temperamento, lesivo para una pronta administración de justicia,
re todo en las cuestiones penalesi6' se agrava ante un abuso, a veces malicioso, de
S recursos de reposición y aclaratoria, como paso previo a la articulación de la queja
e el Alto Tribunal. Es que la jurisprudencia uniforme de la CS es terminante: el
tamo ante un recurso extraordinario federal denegado, radica en utilizar, exclusiva-
ente, la queja en los términos de los arts. 285 y concs., CPCC.
iste uniforme derecho judicial, cuyas reglas establecen:
La única vía para impugnar la desestimación del recurso extraordinario fe-

h) La denegatoria del remedio extraordinario federal sólo autoriza recurrir di-

ino adecuado para reclamar sobre la inadmisibilidad de un


extraordinario federal es la quejaiM.
En el precedente registrado en Fallos 246:49, la CS ejercitó, quizás como
u excelsa labor: "Para obtener la concesión de un recurso
cional, existe la vía de la queja. La resolución de la sala
Nacional de Apelaciones que, contra la denegatoria del recurso de
art. 28 del dec.-ley 128511958, rechaza el pedido de nuli-

aldo
al superior tribunal de la causa quedó ob-
ido por el art. 14 de la ley 48. Configura
n, a través del inadmisible empleo de los

59 CS, Fallos 303:435.

1 6 ~ a I l311o ~:1042; 3122078.


16' CS, Fallos 310:937.
'" Fallos 235:276; 240:168; 250:231; 290:49.
Fallos 29287.
Fallos 288:400.
"* PALACIO, Derecho..., t. V, ps. 201 y SS.; C L OLMEDO,
~ Tratado...,t. V, p. 478; CREUS. Dere-
p. 138; NAVARRO - DARAY, Código..., t. 11, p. 177; y en especial, PALACIO, Elvecurso..., ps. 3521353;
,Recurso..., t. 11, ps. 855157, especialmente p. 856, pán 3; quien añade que aun el requerimiento
ias o la remisión de los autos no depaia efecto suspensivo y subraya que tan sólo si la Corte hace
la queja se le contempla; MORELLO, El recurso...,ps. 332 y SS.;tamhiin resalta la mesura con que la
aneja esta vía de hecho para evitar "...una práctica desvimiante", Los abogados, p. 153.
S -
DISPOSICIONES GENERALES Art. 443

El arbitrio tendna que apuntar tambibn a la determinación de la CS, expuesta ya


hace tiempo, conforme a la cual debe procurarse que el delito cometido no rinda sus
mitos'66.Fuera de duda que los obtiene quien se beneficia de una decisión judicial
que consienta - e n abierta pugna con el vapuleado art. 285, CPCC- detentar -por
ejemplo- un inmueble usurpad^'^'.
442 bis.168En las causas en que se investigue alguno de los delitos previstos
en los arts. 142 bis y 170 del Código Penal de la Nación, o que tramiten en forma
conexa con aquéllas, los autos, iuterlocutorios y resoluciones que fueran apelados
durante la instrucción serán elevados al tribunal de alzada para que conozca en
forma conjunta de los recursos concedidos, una vez que el representante del Mi-
nisterio Publico Fiscal estimare completa la instrucción y previo a expedirse sobre
su mérito en alguno de los sentidos que indica el art. 215 de este Código. Quedan
exceptuados de esta disposición los recursos interpuestos contra la resolución que
deniegue la exención de prisión, la excarcelación u ordene la prisión preventiva
del imputado.
Resulta claro qüe gran parte de las reformas introducidas por la ley 25.760
pretenden brindar mayor celeridad en la instrucción de los procesos penales por los
delitos previstos en los arts. 142 bis y 170, CP.
Pero, en este caso, diferir la elevación de los recursos concedidos hasta que el
fiscal considere completa la instrucción -salvo las excepciones en las que se pone
en juego la libertad del imputado-, resulta innecesario y, en algunos supuestos,
contraproducente para el fin que se persigue.
La posibilidad de evitar que el trámite recursivo ante la Alzada dificulte la
pesquisa en sede instructoria ya se encontraba prevista en el segundo párrafo del
art. 452, en cuanto faculta al juez a remitir a la Cámara copia del expediente y debe-
ría aplicarse, a nuestro criterio, la misma metodología en los supuestos establecidos
en el art. 442 bis.
En cuanto al efecto negativo de esta norma, puede señalarse el siguiente ejem-
plo: la apelación por el rechazo de un planteo de nulidad de la declaracióii indagato-
ria del imputado recien llegará a conocimiento de la Alzada cuando se crea completa
la instrucción. Si la Cámara hace lugar al reclamo implicará, en principio, retrotraer
el proceso a la etapa del art. 294. De esta forma, no cabe duda, la pesquisa se exten-
derá mucho más que si se hubiera elevado la apelación en el momento de concederse
el recurso.
Desistimiento
443. Las partes podrán desistir de los recursos interpuestos por ellas o sus
defensores, sin perjudicar a los demás recurrentes o adherentes, pero cargarán
con las costas.
Para desistir de un recurso interpuesto, el defensor deberá tener mandato
expreso de su representado.

Fallos 254:320.
16'Ver CHIAPPMI, "E1 efecto de la interposición del recurso extraordinario", ED 166-1054,
LACIO DE CAEIRO, "Efecto del recurso extraordinario federal y ejecución de sentencias", ED 166-1058,
-
auien considera a esta intemretación oblieatoria.
'" Texto inco~poradopor ley 25.760 (BO del 111812003)
DISPOSICIONES GENERALES

El ministerio fiscal podrá desistir, fundadamentc, de sus recursos, inclusive si


ubiere interpuesto un representante de grado inferior.

) Primer párrafo. La circunstancia de que los recursos se regulen conforme


rincipio dispositivo no sólo requiere la iniciativa para su deducción sino el im- -
ara sostenerlos durante el trámite -por ejemplo, concurrir a la audiencia del
;por ende, es posible que quien impugnó desista expresamente. Incluso
ad del defendido prevalece sobre la del defensor técnico o de confianza.
de ello, el art. 42, RJN exige la notificación personal al imputado de toda
cia condenatoria, momento a partir del cual recién se computa el plazo para
ir el recurso extraordinario federal, a fin de que dichas sentencias no queden
con la sola conformidad del defensor'69. La posibilidad de obtener un nuevo
nciamiento judicial a través de los recursos procesales constituye una facultad
do v no una ootestad técnica del
El desisti~iiir.iitodel r~.cunente originario no va en dcsriic.dro de los otros recu-
rrentes, piics la situiición litisconsorcial que podría producirse en diclio caso cs ajena
proceso penal. Aquí el recurso es una facultad de índole estrictamente personali7'.
como se dijo,-los adherentes, una vez que se han manifestado co<forme al art.
,actúan como si fuesen recurrentes originarios. Por eso, aun cuando prospere su
ugnación, el desistimiento de éstos implica la aplicación de las costas (art. 530).
a por la circunstancia de que al prevalecer la
nsor desiste debe respaldar su tesitura con

incipio de jerarquía -acatamiento de las


ístico de la institución del MP. Por otro
ma conforme al cual, si se produce el de-
era instancia cuando el único recurrente
P, pues tan desprovista de soporte legal resultaría una condena de primera
a sin acusación como una de segunda instancia sin apelacióni7'.
voluntad del procesado, en cuanto a impugnar o no una sentencia, debe pri-
e la del defen~or"~.
implica desistir si la parte no asumió la carga para mantener el recurso
n; opera, en el caso, una circunstancia
e recurrir que nada tiene que ver con
requiere voluntad expresa y no la mera

CS, Fallos 291 :572.


CS, Fallos 327:3802; 327:5801; 328:470.
CNCP, sala 11, BJ nro. 4, p. 33.
Ver disidencia de los Dres. Petracch'i y Boggiano en CS, JA 2000-11-670.
CS, JA 1956-11-219, f. 18.028; ver los casos "Tarifeño", SJP, LL del 221311995, f. 92.982;
attonar", Fallos 318:1234, cuya criticas-
comentario al art. 393.
C, en pleno, JA 1990-11-406, o ED 137-602, f. 42.432.
CNCP, sala 1, BJ nro. 5, p. 67.
Art. 444

A raíz de lo dispuesto en el art. 37, inc. a), Ley Orgánica del MP 24.946, se
ha admitido que más allá del tercer párrafo de este precepto, el fiscal general puede
desistir de la acción pública y solikitar que se dicte sobreseimiento. El ajustado voto
de la doctora Bistué de Soler expresa que aquel texto sólo se refiere al desistimiento
aquí previsto y no a la posibilidad de desistir de la acción penal, mientras se manten-
ga vigente el principio de legalidad para promover la per~ecución"~.
En virtud del art. 73 de la Ley de Presupuesto Nacional, 25.401, modificatoria de
la ley 24.769, se genera una situación bien diferente pues, en determinadas circunstan-
cias, el Ministerio Público -pese a no ser titular, como sustituto procesal del derecho
en litigio-- puede desistir, no ya de la acción procesal, sino de la pretensión punitiva;
este precepto involucra la delegación en un funcionario de una potestad privativa del
En buena medida significa dar cabida al principio de oportunidad.
Rechazo
444. El tribunal que dictó la resolución impugnada denegará el recurso cuan-
do sea interpuesto per quien no tenga derecho, o fuera de término, o sin observar
las formas prescriptas, o cuando aquélla sea irrecurrible.
Si el recurso hubiere sido concedido erróneamente el tribunal de alzada de-
berá declararlo así, sin pronunciarse sobre el fondo.

a) Primer párrafo. El acto de interposición abre la vía impugnaticia, pues co-


loca al tribunal en la situación de tener que decidir sobre la admisibilidad del recurso
cuando se trata de los que tienen efecto devolutivo, y, como dice De la Rúa178,el
efecto suspensivo del recurso se produce con aquélla (art. 442).
Carece de derecho para interponer el recurso quien no soporta, como conse-
cuencia de lo resuelto, agravio alguno y no tiene interés directo (art. 432, pán: 2').
Los plazos señalados para su tempestiva deducción son perentorioc esto expli-
ca el rechazo cuando se plantean "fuera de término".
La "observancia de las formas prescriptas" alude a los "medios" indicados en
el comentario al art. 432.
Hay resoluciones que expresamente no son recurribles; por ejeinplo, el auto de
elevación a juicio (art. 352).
b) El último párrafo atiende a que el tribunal a quo no puede vincular al a
quem a través de una errónea decisión. Esto significa que la admisibilidad del re-
curso - e n los que tienen efecto devolutivo- está sometida a un doble exame
oficio, efectuado por quien dicta la resolución y por quien tiene que resolverla;
ejemplo si, cuando media encarcelamiento, aparecen extendidos los plazos per
torios previstos para impugnar o motivar la actividad rec~rsiva"~. Si la resolu
sobre el primero es negativa, el recurrente frustrado sólo puede hacer uso del rec

TOC nro. 14, LLdel231411999, f. 98.625, o DJ 1999-2-350, f. 14.177.


"' VILLAR,
"Una nueva modificación al régimen penal tributario. El as. 73 de la ley 25.40Iw,L
del 121712001.
'" Elrecur.so..., p. 230.
'19 CF San Manin, sala 11, LL del 61511996, fs. 94.231 y 94.232.
45 DISPOSICIONESGENERALES 835

ueja (art. 476). Esta potestad habilita a declarar mal concedida una apelación
da luego del llamado a juicio180.
i se considera mal concedido el recurso podrá desecharse sin que medie pro-
miento sobre el fondo, en cualquier momento, ya sea antes o después de la
ia para informar o al tiempo de dictar ~entencia'~'. -
ompetencia del tribunal de alzada
45. El recurso atribuirá al tribunal de alzada el conocimiento del oroceso
~ -

sblo en cuanto a los puntos de la resoluiión a que se refieren los motivos del agravio.
Los recursos interpuestos por el ministerio Iiscal . permilirán modificar o re-
resolución aun a favor del imputado.
ando hubiere sido recurrida solamente por el imputado o a su favor, la
ci6n no podrá ser modificada en su perjuicio.

438 se expuso que -también como consecuencia del prin-


ompetencia del tribunal de alzada o ad quem se ciñe a los
acto de la deducción. Las cuestiones que no han sido materia
incipio fuera del conocimiento del tribunal de apelación; la
ite por los tribunales superiores de grado ofende la garantía
Ivo que beneficie al imputado, pues el principio actúafavor
eso no cabe pronunciarse sobre el monto de los embargos
eran en la motivación de los respectivos recursos y ad-
computar las circunstancias existentes al momento de
cuando fueran sobrevinientesia4.

mo se dijo al analizar el art. 433, el MP al recurrir habilita una decisión favo-


imputado. Siempre el recurso queda limitado a los agravios, aunque el tribu-
s en beneficio del imputado y contra las
ntos no comprendidos estrictamente en
. 18, CN apunta "...a reducir el iuspu-
como el querellante conjunto actúa a la par del fiscal
que se investigan delitos de acción pública, su función
sador al fin- impone que lo expuesto rija, también,
lante en pejuicio del q~erelladol~~.

del doctor FBgoli, c. 1858, reg. 2426.2, LL


0, Boletín CNCP, Primer Trimestre, 1999.
ed. Salta, JA 1996-11-36.

cedimientos impugnatorios y las garantías

, 1, SJP, LL del 101612002,f. 103.866.


~ N C Psal:
836 ' L uGENERALES
~ ~ ~ ~ ~ ~

c) Phrrafo final
Prohibe la reforma peyorativa o reformatio inpeius. Vale decir que si no hay re-
curso del acusador; tanto el defnsor como el imputado agraviadopor la resolución
buscan, al impugnar: que mejore su posición187;también admite reducir la pena aun-
que el procesado y la defensa se hubieren conformado con ellalS8.A su vez, en los ca-
sos en que se decida la nulidad de la sentencia cuestionada (art.. 47 l) por recurso del
defensor o del imputado, la que sustituya a aquélla no podrá sobrepasar los límites
de la primera'89.A partir de 1956, la Corte Suprema -por vía de apelación extraor-
dinaria- reconoció carácter constitucional a esta garantia a través del principio de
la defensa en juicio (art. 18, CN) y no como mero criterio procesal'90.
Sin recurso de la parte acusadora no puede modificarse, en contra del imputa-
do, el criterio jurídico aplicado para establecer la duración de la pena privativa de
libertadI9'.
La agravación de una penalidad - e n primera instancia se omitió imponer in-
habilitación- por parte de un tribunal que conoce solamente de recursos dirigidos a
reducirla, constituye reformatio inpeius e implica exceso de su jurisdicción apelada,
en desmedro del derecho de defensa en juicio192.Quevedo Mendoza concluye, con
razón, que la reforma peyorativa juega en "...la calidad y cantidad de la pena irnpues-
ta al imputado en la sentencia recurrida y de que la imposibilidad en que se encuentra
el tribunal de alzada de modificar la calificación legal de los hechos atribuidos al
imputado -cuando no medie recurso de la parte acusadora-, deriva de aquella
limitación; de suerte que mientras la sentencia de segunda instancia no modifique la
pena impuesta por la sentencia recurrida, agravando la situación en que ésta coloc'
al imputado frente a la legislación represiva, tiene plena libertad para encuadrar 1
conductajuzgada en la figura delictiva que considere apli~able""~. Azpelicueta cre
con razón que si se menta una circunstancia atenuante sin otorgarle incidencia al

la' ST Córdoba, sala Penal, LLC 1987-504.


CCC, sala VI, JA 1997-1-492,
18Wonf.DE LA RÚA, Teoría..., ps. 2111238; CS, Fallos 307:2236; 329:1447, "Olmos"; ver
comentario de GUZMÁN- LISICKI; "...Significado y alcance de la garantia contra la reformatio inpeius
en El sistema penal en [as sentencias recientes de [a Corte Suprema, PASTOR (dir.), Ad-hoc; Buen
Aires 2007, p. 259. BIDART CAMPOS, 'Wulidad en condena penal y reformatio inpeius", ED 165-110
comentano al f. SE25, dice "...que aun ante un grueso error judicial, el tribunal de alzada provocad
solamente por apelación de los condenados actuó sin jurisdicción cuando dispuso la nulidad del fa1
inferior sin petitorio de parte", pues, en paráfrasis de un fallo de la Corte Constitucional de Colombi
"...si encuentra irregularidades en el proceso o en la sentencia y si eiunend~lasconduce a empeorar
situación del condenado apelante, no puede declarar la nulidad cuando el agravamientode la pena hab
fatalmente de producirse".
"O HIITERS, i'Impo~ibilidadde empeorar la situación del recurrente. Prohibición de la reformatio
inpeius", ED 112-931; ver su voto en SCBA, JA del 91611999, p. 47, "Shnchez, Marcelo R.", quien
afirma que esta limitación tiene un fundamento lógico y jurídico y se erige como manifestación de 1
garantía constitucional de la defensa en juicio. Ver C H I A P P"La ~ I , reformatio in peius comprende 1
tipificacióu", JA 1995-1V-973.Una importante reseña de jurispmdencia sobre la reformatio in peius
la de GONZALEZ GARRIDO, "La reformatio inpeius", JA 2000-11- 1133.
19' CNCP, sala 111, ED del 231712004, f. 52.813.

Iq2 CS, Fallos 300:671, consid. 3"; 303:172, consid. 12; 315:2766; ED 152-259, f. 44.993; L
del 2711011995, f. 93.696.
'*' "La función judicial bajo las normas penales", Cap. IV, ver especialmente citas de su nota 1
LL del 2911 111996, nota al fallo 94.913.
DISPOSIClONES GENERALES

la pena se han transgredido los arts. 40 y 41, CP'94.L.o mismo ocurre si S


efecto una circunstancia agravante pero se mantiene la pena originariamente
a, sin reconocer efecto morigerante a la s ~ p r e s i ó n ' ~ ~ .
el Ministerio Público no recabó que se aplicara pena de inhabilitación, es
le modificar la sentencia por violar la garantía del debido proceso196.
n cuando medie recurso acusatorio -habilitante de la jurisdicción de la -
la falta de agravio fiscal en cuanto al monto de las penas impide mo-
sentencia en perjuicio de los acusados, con independencia de lo que se
cuanto a la calificación legal del hecho'97.
gliola señalan que "...nuestra ley procesal nada establece en cuan-
leza y contenido del concepto en cuestión, a diferencia de lo que
el art. 438, último párrafo, del CPP Córdoba, donde se consigna
mente que la reforma en perjuicio capta tanto 'la especie o cantidad de
como 'a los beneficios acordados"'. Frente a dicho texto estiman que la
Ón nacional optó por la tesis restrictiva sobre la refoor.matio inpeius, limi-
sólo a la agravación de la pena198.
jueza Berraz de Vidal dice bien que anulada la sentencia condenatoria y
tancia de casación fue únicamente del imputado, corresponde hacer saber
ue remarca laprohibición de la refonnatio in peius aljuicio del reenvío
el tribunal del reenvío deberá acotar su desarrollo respecto del objeto
ontenido en el requerimiento de elevación a juicio, al material probato-
ido y al margen punitivo impuesto en la sentencia recurrida199.
otección de la reforma peyorativa se extiende a la imposiciónde costas;
cargarse a la querella cuando el punto no fue objeto de cuestionamien-
de recurso resulta obstáculo insalvable para empeorar la situación del

único recurrente es el imputado y la Cámara modifica el encuadre legal


ción de instrumento privado a público, se configura un exceso de ju-
oloca al justiciable en una situación más gravosa que la resultante
iento recurridoz0'.
del ad quem sólo se aplica a aquellos elementos que han sido tra-
el tribunal anterior; de lo contrario, se exceden los limites del recurso202.

Cuando se considera una atenuante preterida y no obstante se mantiene el monto punitivo,


matio inpeius", comentario al fallo de la SCBA, BD 173-42, f. 47.983.
,311012007, "S., J.D.", RDP, LexisNexis, 312008, p. 517.
, alaVII, 1811011993, LLdel 101811994,f. 92.405.
ed. San Martin, sala 11, DJ 1998-3-193, f. 13.339.
eformatio irrpeius en el Código Procesal Penal de la Nación", DJ 1998-2-159.
P, sala IV, LLdel41512001, f. 101.931.
salaII, LLdel241812001, f. 102.511, oDJ2001-2-1101,f. 17.058.
a VI, SE', LL del 27/9/2004, f. 108.097, con nota de ALMEYRA, "invalide~del auto de
laciones que viola la prohibición de la reformatio inpejus ...".
ala B, DJ 2002-1-38, f. 17.643.
.b RECURSO DE REPOSICIÓN Art.446

CAP~TULO
11

RECURSO DE REPOSICIÓN
a*.

Procedencia
446. El recurso de reposición procederá contra las resoluciones dictadas sin
sustaneiaeión, con el fin de que el mismo tribunal que las dictó las revoque por
contrario imperio.
Tiene por finalidad procurar que se modifique la resolución
mismo órgano judicial que la produjo, o bien por el colegio judicial
es unipersonal (art. 389, último párrafo).
Las resoluciones son las indicadas en el art. 122, excepto 1
definitiva o interlocutoria203.Sólo es procedente respecto de las
mero trámite y los autos interlocutorios simples que no deciden
Los pronunciamientos de la CNCP no son susceptibles, como regl
sólo son impugnatiles por vía del recurso previsto en el art. 14 de
medie autocontradicción entre los fundamentos y la parte resolutiv
do lo decidido padece de un error esencial por no atender una causal oportuna
planteada por el promotor205.
El requisito de que el trámite previo no haya tenido snstanciación --es de
intervención anterior a lo decidido- se explica porque si se ha cumplido con
principios de contradicción - e n su corolano de postulación, escuchar primero
interesad* y eventualidad -afrontar todas las cuestiones previsibles- , se tu
la oportunidad de exteriorizar las razones en sustento de determinada decisión;
el tribunal no las acogió, resultaría estéril otorgar una nueva posibilidad para rei
rar fundamentos que antes no prosperaronzo6.Por eso se excluyen 1s sentencia
finitiva, que hubo de dictarse previa intervención de la acusació
(arts. 368 y 393) y todas aquellas decisiones adoptadas previo tras
de elevación a juicio, luego de formulada oposición por la defensa al instar el
seimiento (arts. 349, párr. lo, inc. 2" y 352, primera oración) o los incidentes d
la ejecución (art. 491); lo mismo ocurre si se ha deducido una e
VI del Libro 11-, pues al plantearla tiene que haberse hecho méri
argumentos fácticos y jurídicos.
El objeto impugnable por excelencia en la reposición resulta ser
ces se contempla en cuanto a los autos (art. 333, exención de prisión o excarcel
Cabe recordar que la instancia de nulidad sigue el procedimiento de la
ción (art. 170, último párrafo).
Durante el juicio con frecuencia resultan impugnables las interrogaciones
chazadas por el presidente, en los supuestos del art. 389, último párrafo; aun
procede durante todo su desarrollo (art. 440).
Está expresamente previsto en el juicio de menores, respecto d
seguridad y educación adoptadas, pero con observancia del contradictorio (art. 41

ZQ3 CS, JA 2000-11-635.


CFed., sala 1, LLdel2711112000, f. 101.248,o DI 2001-1-274, f. 16.364.
"O' CNCP, sala 1, LL del 231212003, f. 101.574; id., sala 111, DI del 5/2/2003, f. 19.163.
20WCCC, sala V, LL del 291511998, f. 97.239, o DJ 1998-2-724, f. 13.088.
RECURSO DE REPOSICIÓN ,,

los pronunciamientos dictados por una Cámara de Apelaciones, sólo


les los recursos de casación y extraordinario ante la CS; sólo procede la
n, contra las resoluciones internas del proceso207.
rocede contra la resolucióii que comunica al Colegio de Abogados la apli-
la sanción a los defensores por carecer de sustanciación previa20s.

te recurso se interpondrá, dentro del tercer día, por escrito que lo


El tribunal resolverá por auto, previa vista a los interesados, con la
art. 440, primer párrafo.
s efectos y la actividad demandada al deducirlo, ver introducción a este
omentario al art. 432, respectivamente. Ver asimismo el comentario al

adicción no se cumple en cuanto a las reposiciones deducidas durante


su planteamiento oportuno resulta indispensable para posibilitar, ulte-
una nulidad relativa (art. 168, párr. lo) sirva de sustento al recurso de
56, inc. 2' injine). . .

tos
resolución que recaiga hará ejecutoria, a menos que el recurso hu-
ducido junto con el de apelación en subsidio, y éste sea procedente.
curso tendrá efecto' suspensivo sólo ,cuando la resolución recurrida
con ese efecto.
o queda h e a menos que el recurso de reposición fuese acompañado
subsidio, siempre que éste resulte admisible. Por ende, el planteo en
se toma procedente respecto de las decisiones dictadas durante la ins-
449), salvo previsión expresa durante el debate (art. 389, último párrafo).
cede en subsidio en los recursos de casación e inconstitucionalidad; el
revocatona constituye, entonces, el pronunciamiento definitivo contra el
' aquéllos (art. 457)209. Empero la inconstitucionalidad de la aplicación
nte el juicio oral, si se invoca afectación de la garantía de la defensa en
18, CN), puede plantearse mediante la causal de casación prevista en el art.
aunque, en estrictez, la cuestión discurre por la vía del art. 474210.
e las nulidades relativas se instan -actividad innecesaria en el caso de
, pues sólo deben denunciarse para que el tribunal quede obligado a
s (arg. a*. 168, párr: 2')- "...en la forma establecida para el recurso de
(art. 170), el de apelación cuando son desestimadas se interpone en la
prevista por el art. 450 y no en esta ocasión2".
1efecto suspensivo, ver comentario al art. 442.

s a l a IV, LL del 311811998, f. 97.744; id.,sala V, LL del 311511999, reseña de Fallos nro.
alaV, LL del 311511999, reseña41.521-S; id, id.,JA 1999-111-684.
, sala IV, DJ 2000-3-969, f. 16.269.
sala 11, BJ nro. 4, p. 85; id, id., 41411995, "Scalzone", reg. 419, c. 426.
sala 1, BJ nro. 5, ps. 819.
en pleno, ED 169-306, f. 47.425, o JA 1996-1V-432, o LLdel281211997, f. 95.086.
RECURSO DE APELACIÓN

Procedencia
449. El recurso de apelación procederá contra los autos de sobreseimient
dictados por los jueces de instrucción y en lo correccional, los interlocutorios y la
resoluciones expresamente declaradas apelables o que causen gravamen irrepa
rable.

a) Admisibilidad
Procede solamente en cuatro supuestos: sobreseimiento; interlocutorios; reso
luciones expresamente declaradas apelables o que causen gravamen irreparable.
Se refiere al objeto impugnable que, atento a la instauración del juicio oral
resulta inadmisible durante su trámite, potenciándose o revalorizándose, en v
el recurso de r&posición, como presupuesto de la casación (arts. 440, p k . fina
456, inc. 2'). En consecuencia, sólo procede respecto de resoluciones dictadas
la instrucción (arts. 24, inc. lo,y 31, inc. lo, y arts. 18 a 21, ley 24.050). Cu
do se trata de delitos de acción privada cabe admitir este recyso para exami
la admisibilidad de la querella si se cuestiona su inexistencia; se hace mérito
art. 426 en cuanto impone una investigación preli~ninar~'~. Frente a pronunciam
tos encontrados --en tomo a la apelabilidad de decisiones adoptadas en proc
carentes de etapa instructoria- para evitar la pérdida del recurso de casación fre
al pronunciamiento que desestimó la querella por inexistencia de delito, previam
hubo de utilizarse la apelación2I3.En vez, no corresponde respecto de los auto
resoluciones dictados por los jueces en lo correccional en tanto "jueces de juicio'
la CNCP, sala 1, admite la apelación hasta que se supere la citación a juicio mand
por el art. 428*15.
El recurso de apelación no puede ser interpuesto en subsidio junto con la nu
dad planteada y a las resultas de lo que en definitiva se decida en dicha incidencia2
b) Impugnabiüidad objetiva
Resolución definitiva apelable es el sobreseimiento --expresamente pr
por este artículo-, que produce efecto de cosa juzgada material (art. 335). De
que no puede volverse a replantear lo resuelto.
Si bien no resulta apelable la denegatoria de la solicitud de sobreseimie
debate sobre el mérito frente a la cámara queda limitado al dictado del proces
en la etapa instructoria-, corresponde apartarse de tal postura si, con posterior1

CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 70172.


CNCP, sala 1, JA 1994-IV-584.
2'' F o s s ~ "&El
, recurso de apelación duranteel juicio?; Boleiin de la Facultad de Der
Morón, año 11, nro. 3, ps. 40141.
41211994. "Jaian". C. 76. ED 162-747.
2'6 CCC, sala 1, JA del 61212002, p. 71
RECURSO DE APELACI~N 84 1

ara esclarecer la situación

ocede respecto de las interlocutorias; son las resoluciones cuyo dic-


trámite contradictorio, en el que ya se ha conferido la posibilidad a
es --o a una de ellas- de ser escuchadas. Por ejemplo, cuando se deniega
n del embargo requerido por el actor civil (art. 519). -
resoluciones expresamente declaradas apelables cabe mencionar a la
imiento fiscal promotor o bien su archivo (d. 195 injine),
a ser tenido como querellante (art. 180, párr. final); el otor-
de la exención de prisión o de la excarcelación (art. 332);
2); también lo son los autos de procesamiento y falta de
. 3 11, segunda oración); etcétera.
trata de la falta de mérito, no media iinpedimento, ante el recurso de los
res, para que la Cámara dicte el procesamient~~'~. Al anotar este fallo dice
que no se quebranta la garantía constitucional de la defensa --quizás aho-
hablarse de la doble instancia garantizada por el att. 75, inc. 22, CN-,
sólo se halla limitada por las
cia e incluida en la impugnación,
el juez inferior". Ante un fallo de
Apelaciones mediante la cual se
al imputado, priva a la defensa de la etapa recursiva posterior a
amiento de este tipo y, en consecuencia, atenta cotitra el debido proceso
ingiendo irreparablemente el derechode defensa en juicio-, en un nuevo
a que no se ajusta "...al principio de plenitud jurisdiccional, al que se
, frente al recurso de apelación, los tribunales de alzada, hizo mérito
1 sólo aplicable a la sentencia condenatoria -art. 89 inc.
iar la causa al juzgado de instrucción alteró la necesaria
ridad en materia penal con menoscabo asimismo, de la
inc. 3", snbinc. c), del PIDCP, conforme a la cual toda
un delito tiene derecho 'a ser juzgada sin dilaciones indebidas"'220.
s cuestiones atinentes a la libertad provisoria, amén de encontrar-
trata también de resoluciones interlocutorias porque
ión por el interesado se confiere vista al MP (art. 331,
las excepciones (art. 345).
se produce cuando no es susceptible de obviarse du-
n la sentencia definitiva, de suerte que puede frustrar-
esales; por ejemplo, la autorización de actos civiles
ien soporta incomunicación (art. 205, último párrafo; por su
no se encuentra alcanzado por la limitación del art. 199 ya que
o a las diligencias probatorias). La CS comprende en este ámbito
es que privan al interesado de utilizar, con eficacia, remedios legales

evarnente sobre el auto de procesamiento y la garantía de la doble instancia", LL del


7.388; coincide con el criterio de Palacio la CCC Fed, sala 1, SJP, LL del 301412004,
842 RECURSO DE APELACI~N Art. 449

posteriores para obtener la tutela de sus derechos22'.La irreparabilidad del agravio es


cuestión de hecho en cada caso concreto e imposible de quedar atrapada, aun en for-
ma casuística, por una norma procesal222.No agravia al MP la resolución que, fuera
del pedido del secreto instruo?orio (art. 204), accede a que el imputado tome vista223.
Tampoco resulta atacable el auto que dispone convocar a indagat~ria~~". Ni interesa
al MP atribuir jurisdicción al juzgado de mayor competencia225.
La CCC, sala IV, señala que causa gravamen irreparable al fiscal el auto que dis-
pone la averiguación de paradero y posterior comparendo del imputado frente a las
reiteradas notificaciones personales y por edictos para que preste declaración indaga
t~ria~~~.
La genérica remisión a la supuesta existencia de un gravamen irreparable no
habilita la aperhua de la segunda instancia227.
El gravamen irreparable se proyecta al perjuicio definitivo que la resolución
judicial causa a la parte en tomo a su situación frente al proceso y que se encuentra
protegida por el orden jurídico general; el pronunciamiento sobre la competencia lo
genera toda vez que podría afectar la forma federal de gobierno y el principio d
iuez
Las restricciones normales que deriven del sometimiento a juicio no conforman
perjuicio de imposible reparación ulterior229.Las referentes a la conexidad abarcada
por los arts. 4 1 y SS. están reservadas al criterio de los jueces intervinientes y,
caso de contienda, a la definición de la Cámara; por ende, no generan gravamenz3
Tampoco aparece, en principio, cuando se intenta apelar la resolución que declar
rebeldía del imputado2".
Si se ha impedido al defensor designado participar en el acto de recibir d
ración a un testigo, no rige el art. 202 y sí el 449; por ende, resulta apelable232.
fallo debe ser de los más importantes y acertados de los concernientes a la
instructoria en materia recursiva.
Se ha admitido legitimación procesal para recurrir a quien actuó como ag
encubierto y resulta convocado a juicio oral, pues revelar su identidad advierte
la existencia de un interés legítimo que puede verse afectado233.
Aun frente al texto del art. 199 -ver su comentario- que declara la irrec
lidad de las diligencias propuestas durante la etapa preliminar, se ha decidido a

"' Fallos 300:642; 306:1778; 307549 y 1132; 308:1631; 312:772.


Z22 CNPE, sala B, LLdel301611998, f. 97.417.
'" CF Mar del Plata, LL del 281911998, f. 97.874.
CNPE, sala A, LL del 2111211998, f. 98.264.
'l* CCC, sala 1, DJ 1999-1-170,c. 6937.

'" JA del 91712003, p. 63.


CF. Mar del Plata, DJ 2001-400; el tribunal recuerda que aquélla sólo se produce si
insusceptible de obviarse durante el trámite del proceso ni en la sentencia definitiva.
''' CNPE, sala B, LL del 9/6/2000, f. 100.380, o DJ 2000-2-774, t 15.708,
229 CS, JA 1999-lV-727, disidencia de los Dres. Fayt y Bossen.

CCC, salaV, LLdel3011012000, f. 101.088.


CCC, sala 1, LL del 911212001, f. 102.884.
'" CNPE, sala A, DJ 2000-3-68, f. 15.929.
231 LLdel 3011011997, f. 96.245.
o en supuestos de excepción (si las diligencias pueden ser indispensables
io y no efectuarlas causara efectos irreparable^)^'^.
propiamente dicho tramita conforme a la oralidad, la
ede ser reexaminada en forma amplia por un tribu-
en contra ella recursos extraordinarios de casación
'onalidad, en los cuales, en principio, se excluye el conocimiento de los -
quedaron fijados en la sentencia definitiva.

se interpondrá por escrito ante el juez que dictó la resolu-


osición en contrario, dentro del plazo de tres (3) días. Se deberán
os en que se base; bajo sanción de inadmi~ibilidad~~~.
ó a la diligencia -atestado cumplido en la forma prevista por el art. 148
ralidad actuada-como forma de interposición del recurso. Ahora sólo
or escrito. Por no estar regulado, se impide la interposición por fax236.
ante el mismo órgano judicial pero, coino tiene efecto devolutivo,
ugnadas otro jerárquicamente superior, al que deben ele-
o copias de las piezas pertinentes para decidir (art. 452).
de ver, la apelación no escapa a la regla en cuya viriud se exige
de los motivos en que se base(n) ..." (art. 438). La refor-
26.374 no quiso dejar dudas al respecto al indicar específicamente la
individualizar los motivos de impugnación en el supuesto de.apelación.
señalamiento de las cuestiones discrepadas; luego pueden expresarse
tanto de hecho como de derecho -recuérdese que es un recurso
Libro IV y comentario al art. 438)- que respalden

ado, por ejemplo, en el art. 332 para cuestionar la exen-


ación (veinticuatro horas); o el establecido por el art. 212
. Si en la cédula de notificación cursada al letrado sólo
positiva y no los fundamentos del auto, sin que pudiera
aciones durante el plazo previsto en el art. 450, resulta
fensa; por ende, la prórroga, aunque no esté prevista en
la única vía capaz de asegurar dichoderecho, y se debe tener por
al tiempo y formaz3'.
n de idéntico contenido cumplida con el imputado no
no sobre el plazo para apelar, pues se encontraba en pleno cur-
or fue notificado con anterioridad al acusado238.Si el imputado
fotocopias del auto recurrido, debió entonces demos-
ntad de impugnarz3'.
ución apelada sólo se pronuncia sobre la admisibi-
ado por quien tiene interés directo y la ley no le niega

.,sala 1, LLdel 101412001, f. 101.831.


844 ., -- RECURSO DE APELACIÓN Art. 452

la facultad de recurrir; si se cubren las condiciones de tiempo, lugar y modo (art.


432), según se dijo en la introducción a este Libro IV. En manera alguna el tribunal
a quo puede ingresar al examen de las razones referentes al progreso del recurso; el
análisis de la fundabilidad se asigna al tribunal superior.
Queda a salvo obtener un nuevo examen de su admisibilidad, por vía de la
queja, cuando se deniega a quien pretende utilizarlo (ari. 476). También su reexamen
por el tribunal de alzada (art. 444); resulta imposible, en virtud de la organización
jerárquica de los tribunales (art. 108, CN), que el inferior -a q u o - vincule al su-
perior -ad quem-, obligándolo a pronunciarse sobre la fundabilidad, cuando no
median los presupuestos inherentes a dicho momento.
Emplazamiento

La eliminación del mantenimiento del recurso de apelación ante la alzada es,


sin duda, uno de los mayores aciertos de las reformas efectuadas por la ley 26.374.
Se trataba, como bien decía Palacio, de un rito caprichoso del proceso penal, ya que
no media, de modo alguno, un motivo razonable en virtud del cual deba el recurrente
asumir la carga de ratificar una voluntad ya expresada inequívocamente en opomi-
nidad de interponer el remedio241.No obstante, se ha mantenido este requisito para
el recurso de casación, cuando se interponga contra las sentencias aludidas en el
a&. 457 (art. 464, ver nuestra crítica en el comentario a este artículo).

Elevación de actuaciones
452. Las actuaciones serán remitidas de oficio a1 tribunal de alzada inmedia-
tamente despues de la iiltima notificación.
Cuando la remisión del expediente entorpezca el curso del prgceso se elevará
copia de las piezas relativas a1 asunto, agregadas al escrito del apelante.
Si la apelación se produce en un incidente, se elevarán sólo sus actuaciones.
En todo caso, el tribunal de alzada podrá requerir el expediente principal.
El tribunal que dictó la resolución impugnada se desprende del expediente en el
que se planteó la apelación y lo eleva a quien debe decidir mediante oficio. En este
aspecto el acto de comunicación no se adecua a lo señalado por el art. 132; para ser
consecuente debía haberlo denominado "suplicatoria".
Si la apelación se planteó en un incidente o puede entorpecer el curso del pro-
ceso -piénsese en la impugnación de la libertad provisona-, sólo se eleva copia
de las piezas pertinentes, sin perjuicio de que la cámara reclame el principal si lo
estima necesario.

240 Art. 4', ley 26.374, BO del 301512008. La norma derogada establecía: "Concedido el recurso
se emplazará a los interesados para que comparezcan a mantenerlo ante el tribunal de alzada en el t.4-
mino de tres (3) dias a contar desde que las actuaciones tuvieren entrada en aquél.
"Si el tribunal tuviere asiento en lugar distinto al del juez de la causa, el emplazamiento se h s á
por el término de ocho (8) dias".
"' "La orden de empiazamiento como rito caprichoso del proceso penal'', LL 1996.B-637.
RECURSO DE APELACIÓN

Concedido el recurso, quienes tengan derecho a recurrir y no lo hubie-


podrán adherir en el plazo de tres (3) días desde su notificación.
se término el fiscal de cámara deberá manifestar, en su caso, si se
o no el recurso que hubiese deducido el agente fiscal o si adhiere al inter- -
favor del imputado. A este fin se le notificará en cuanto las actuaciones

liminación del mantenimiento del recurso importó una modificación del


ara adherir y del tribunal ante el cual debe deducirse. Antes de la reforma
cía dentro del término del emplazamiento y ante el ad quem. Pero ahora y
primer párrafo del nuevo art. 453 deberá efectuarse dentro de los tres días
notificación de la concesión del recurso al que se pretende adherir. En con-
la, si la admisibilidad del recurso es decidida por el mismo juez que dictó la
61 es quien se ocupa de notificarla, no quedaría otro camino que concluir
adhesión se efectúa ante el a q ~ o ~ ~ ~ .
e reconocerse que el hecho de que el legislador haya reiterado en fa re-
segundo párrafo del viejo art. 453, puede provocar confusión. En primer
ue queda fuera de contexto frente a lo ahora regulado en e1 primer pá-
aberse eliminado la deserción del recurso como consecuencia jurídica
a de mantenimiento ante la alzada, pierde viriualidad el deber exigido
e cámara de sostener la impugnación. Con lo cual, el único sentido que
ner el segundo párrafo es brindar una oportunidad al fiscal de cámara para
a favor del imputado, cuando no lo haya hecho su inferior jerárquico

dacción actual establece como requisito que quien intente adherir no haya

cias
Siempre que el tribunal de alzada no rechace el recurso con arreglo a
en el art. 444, segundo párrafo, en el plazo de tres (3) días se decretara
,la cual no se realizará antes de cinco (5) días ni después de treinta
eihidas las actuaciones.
ncia se celebrará con las partes que comparezcan, pero si el reeu-
curriera, se tendrá por desistido el recurso a su respecto.
iniciada la audiencia, inmediatamente se otorgará la palabra a el
ntes para que expongan los fundamentos del recurso, así como las
tas que formularen, quienes podrán ampliar la fundamentación
nos motivos, pero no podrán introducir otros nuevos ni realiar
istintas a las formuladas al interponer el recurso. Luego se permitirá
quienes no hayan recurrido y finalmente se volverá a ofrecer la Pa-

to según ley 26.374, DO del 301512008.


Comentario al ari. 439.
!lo Guglielmi indica como ejemplo que el pretendido adherente haya apelado Pero en
ta, sea por extemporaneidad o falta de indicación de los motivos de impugnación -art.
recho a impugnar por adhesión al recurso de otro", RDP, AheledoPerrot, 712009, P. 11s7).
846 .* - RECURSO DE APELACION Art. 4

labra a todas las partes con el fin de que formulen aclaraciones respecto de 1
hechos o de los argumentos vertidos en el debate.
El juez que preside la audiencia y, eventualmente los demás jueces que int
gren el tribunal, podrán id2errogar a los recurrentes y a los demás intervinient
sobre las cuestiones planteadas en el recurso y debatidas en la audiencia.
La audiencia será pública24s.

a) Nueva regulación
Salvo que el tribunal considere inadmisible el recurso concedido, debe seña
audiencia en el plazo de tres días, que deberá celebrarse en un lapso que no pued
inferior a los cinco días ni mayor a los treinta, desde que las actuaci
El nuevo párrafo segundo impone la carga procesal de con
pues la incomparecencia importa un desistimiento tácito de la instancia impugn
El objeto de la audiencia se reduce a la mera posibilidad de desarrollar los
vos expuestos en el escrito en el que hubieron de señalarse (art. 450), sin que
ser ampliados, ni modificadas las peticiones originarias. Los j
a las partes acerca de los motivos de impugnación planteados.
registradas en su totalidad mediante la grabación del audio y debe entregarse una
a cada una de las partes (art. 11, ley 26.374).
Tienen que abordarse todos los puntos que motivaron e
trario, la falta de su planteo puede considerarse desistimiento en los término
párrafo segundo.
En el régimen anterior a la reforma operada por ley 22.434,
similares en la regulación del recuso extraordinario federal
al c a s o , la Corte Suprema decidió que la falta de manten
implicaba que dichos puntos quedasen excluidos de la decisió
introducirse en ese momento nuevos motivos247.
Esta audiencia cubre la garantía de la defensa en juicio
apelado; si en tal oportunidad no trató de ser oído sólo a su co
debe la pérdida de ese derechoz4*.
La alzada no puede pronunciarse sobre nulidades -se supone relat
ducidas en oportunidad del informe si son ajenas al marco del recurso2".
b) Implementaci6n
La oralidad como única modalidad de informar ante la alzada -a difere
la regulación anterior que también autorizaba hacerlo por escri
mente la presencia física, en la audiencia, de los jueces que decidi
bien es un excelente remedio para agilizar el trámite recursivo y e
de funciones, implica una ostensible alteración del funcionamiento de las
cámaras de apelaciones por el tiempo que insume la realización de cada audienc

245Texto según ley 26.374. BO del 301512008.


Fallos 255:211; 259:173; 262:184; 263:309; 267:123.
Fallos 258:80; 268:91 y 446; 269:310; conf. PALACIO, Derecho ...,t. V, p. 303.
CNCP, sala 1, B3 nro. 5 , ps. 14115; aunque el precedente es anterior a la reforma
26.374, igualmente resulta de aplicación al caso.
CFed., sala 1, LL del 261612000, f. 100.455.
RECURSO DE APELACION

acción de los diferentes Órganos de alzada fue de lo más variada. La CFed.,


o aplicar la nueva normativa al "diferir la realización de audiencias con-
-las que se suplirán por informes 'in voce' o por escnt+-, así como
resolución inmediata, hasta tanto se superen las deficiencias eshicturales
i v a ~ " ~La~ CNPE,
~. con argumentos similares y con hincapié en alegadas
al derecho de defensa, estimó que corresponde autorizar a las partes a -
omparecencia a la audiencia mediante la presentación de un memorialzs1.
San mar tí^^^^^, CF La Platazs3y CF Rosario254señalaron, además, su com-
iple como obstáculo a la implementación de la reforma.
,por el contrario, desde la fecha de entrada en vigencia de la ley, aplica
términos la reforma, si bien con ciertas diferencias entre sus salaszss.
'ones disimiles no hacen más que provocar inseguridad jurídica, aun-
nocer que la creación de una oficina judicial para la organización de
. 12, ley 26.374) no parece suficiente para la implementación de la
criterio hubiese sido establecer que, salvo casos complejos, las ape-
eltas por un juez de cámara que actúe como tibunal unipersonalzs6.
solución PGN 6512008, el Procurador General de la Nación dispu-
el objeto de cumplir con las audiencias que fije la CNCCC, los fiscales
drán designar a sus respectivos secretarios como fiscales subrogantes ad
tad que fue extendida para las que establezca la CCC y la CFed., agregán-
prosecretarios letradoszss.Por Resolución PGN 11112008, se amplió a las

ordada 5912008, del 51912008.


" Rcsoliición 75, Secretaria de Supsrintendcncia del 27 X 2008 <:riterio reafirmsdu por Id 5313
B,715/2~01), -
. "Sccubnnk SItL". 11l)I'. AbeledoPenut, I 2010.~. D. 138.
cordadas 17912008: del 311712008..v" 18912008. del 211812008
rdada 612008, del 261612008; citado por OBLIGAOO, "Audiencias orales en la justicia penal
",www.eldial.com.ar,del 191812008.
ordada 15312008, del 41712008; citado por OBLIGADO, "Audiencias orales en la justicia
Penal dc instrucciirn". wiirti <~ld,rtl.co»r a,: del 19 8 21ju8. Segiin sl exceletite rrabyo ile in\,estigación
realizado por la PGN, desde el 29 8 2008 la CF Rosariu aplica en su totalidad 13 retbrmn (3l4~i:ili9ii~
d e n la etapa recursiva delprocesopenal~ederal,2010).
a>>

I aPelaci~n.
h a de ellas es si el>la aiid,encia el recurrenre puede remitir lija y Ilsnanienie 31 escrito de
. La CC<:. sala l. considei3 ~ u dicli:i e actitud no sc cumpadece con la liiiea irazsda por la re-
de 13 ley 26.374 qU> initsurj la'oralidad cumu prucedimicnto para Id resoluciún de los reciirsos;
'Odo aquello que !tu sea ~xr>uestoen la audicii~iono puede ingie,ar deniro de1 inibito de \aluraciún
Y de~isiúndeftribuiial ti.. 3j.331, ..Kafae1'., del 5 ? 2009,; te,ikira qiie se conip3ns porque de lo coii-
banoel requisito de conciinir a la sudiencia se rediiciria a un acto de r>rcsenci3<lela pane recurrinie.
de la oralidad exigida por el legislador. Ver el comentario a dicho fallo de MART~NEZ,
, reforma del procedimiento recursivo y operadores del sistema. Reflexiones acerca de un
fallo", RDP, AbeledoPerrot, 1112009, p. 1901. Las CF Rosario, Comodoro Rivadavia, Paran&
tes también aplican la en su totalidad (investigación realizada por la PGN, MARCHISIO
oralidad en la etapa recursiva delproceso penal federal, 2010).

i . z'6 Asi lo proponen los ans. 13.a.1. y l3.b.2. dsl lJro)ectu ds Ley di. Orpatit7a:iun ) Cotiipetsii-
r d e la Justicia Peiial 'iaciondl, elaborsdo por 13 Coinisiúii s i s ~ r pdrt
a la Reforma de la l.sgislación
ional, dec. 11512007, BO del i61212007. Ver D.ALBOR;, Nicolás F., "En búsqueda de un
Agil y respetuoso de nuestra Constitución Nacional", en AA. VV., Análisis crítico del
Reforma Procesal Penal Nacional, RDP, LexisNexis, 612008, ps. 103811044.

solución PGN 10312008, arts. 1 y 2, del 91912008.


-.RECURSO DE A P E L A C I ~ N Art. 45

audiencias que fijen las cámaras federales del interior del país y la CNPE, aunque e
este caso sólo alude a los secretarios y como excep~ión?~~.
Resolución 3
455. El tribunal deliberará y resolverá en la misma audiencia, en los términ
de1 art. 396.
En casos complejos, podrá dictar un intervalo de hasta cinco (5) días par
continuar la deliberación y resolver.
Cuando la decisión cuestionada sea revocada, el tribunal expondrá sus fu
damentos por escrito, dentro de los cinco (5) días de dictada la resolución.
mismo modo actuará si al confirmar la decisión cuestionada tuviera en cuen
criterios no considerados por el juez o tribunal que previno o si la decisión no h
biera sido adoptada por unanimidad2".

a) Plazo
Como principio, el tribunal debe resolver en la misma audiencia salvo en
casos complejos "respecto de los cuales no se fija criterio alguno-- donde la re
lución puede dictarse dentro de los cinco días.
b) Fundamentación
Cuando el tribunal de alzada revoque la decisión recurrida, la confirme
criterios distintos a los del a quo o en el supuesto de que la decisión de la cámara n
sea adoptada por unanimidad, se establece que el tribunal expondrá sus fundame
por escrito, dentro de los cinco días de la resolución dictada en la audiencia.
El aparente silencio del legislador para los casos en que el tribunal coincida
los argumentos del a quo y coníirme su resolución, ha generado una incipien
ca. Se ha entendido que en estos supuestos se autoriza al órgano de alzáda a
sin fundamentos, en contra de lo establecido por el art. 12326'.Frente.a
vulneración a dicho articulo, las salas 1y V entendieron que de acuerdo con el n
art. 455, basta con fa remisión a los fundamentos del a quo para completar lo re
to262,sin que hasta la fecha de esta edición la CNCP se haya expedido al respecto.
Creemos, sin embargo, que el art. 455 en ningún caso exime al órgano de al
del deber genérico de fundamentación exigido por el art. 123. Solamente disting
modo en que debe exponerse. Lo que aclara el tercer párrafo es en qué casos la
damentación debe efectuarse por escrito. En consecuencia y, contrario se
do el órgano de alzada coincida con los argumentos del a quo y decida
su resolución, debe exponer oralmente los fundamentos de su decisión e
audiencia o, si el caso fuere complejo, dentro de los cinco días. Se aplica lo di
to para el debate en el art. 372. Adquiere así importancia la obligación de re
mediante la grabación del audio lo ocurrido en la audiencia, ya que será el maten
de análisis en el caso de que se interponga recurso de casación contra lo decidi

Is9 BO del 161912008.


Texto según ley 26.374, BO del 301512008.
26' NOGIJEIRA,"Sobre las refonnas al Código Procesal Penal", SJP, LL del 261612008, ps. 111
2" CCC, sala I,20110/2008, "Jabbas de Suaya", c. 34659, id, sala V, c. 35573; 2711012008, '
drigo Pagano"; difundidos por el servicio de correo elecrrónico de la Secretaria de Jurisprudencia,C
RECURSO DE CASACION 849

brindada en los fallos citados tendría cabida si el tercer párra-


los casos en que el tribunal debe exponer fundamentos -sin
forma puntual de hacerlo-, circunstancia que sí permitiría inferir que
gido en el supuesto de confirmación y coincidencia con el a quo. Pero
aber sido ésa la intención del legislador, quien tampoco incluyó la fór-
n contrario" al art. 123, para compatibilizar ambas normas.
otra paite, que no es de aplicación lo resuelto por la CS
ir a los fundamentos del dictamen del fiscal de cáma-
11 se produce hacia un acto procesal que tiene en cuenta
En cambio, en los precedentes citados se quiere brindar
una resolución que cronológicamente nunca pudo tener en
otivos de apelación y que no cumple con la exigencia de la CS sobre
de que se efectúe una referencia razonada a los concretos agravios

claró la nulidad de la nsolucióii que reinite al dictamen del


ara introducido por escrito265.

lo decidido por la cámara, si tiene carácter definitivo, pueden resultar


de casación (art. 457), e inconstitucionalidad (art.474).

IV
CAP~TULO

RECURSO DE CASACI~N

casación podrá ser interpuesto por los siguientes motivos:


ancia o errónea aplicación de la ley sustantiva.
e las normas que este Código establece bajo pena de
d o nulidad, siempre que, con excepción de los casos de
currente haya reclamado oportunamente la subsanación
le, o hecho protesta de recurrir en casación.

como recurso, procura la reparación de un agravio en beneficio


oino institución, propicia la salvaguarda de una interpretación
,denominada función nomofiláctica. Además no puede negarse
de vista político, tiende a uniformar la interpretación de la ley
o lo establezca expresamente. En efecto: amén de la gravi-
que tienen las decisiones que han marcado un determinado criterio,
lo resuelto no se adecua a tal temperamento, será cuestionado

327:2315; 330:4549.

11212008, "López Costa", RDP, AbeledoPenot, 5


Art. 4

por vía de este mismo recurso. Se trata de una vía impugnativa para reparar un e
jurídico de la sentencia 266 o controlar su exactitudjurídica2G7.
De todas maneras, y a través de una casación reducida al prece
por el justiciable y no segpido por el tribunal, la Ley Orgánica ha
toriedad de la sentencia plenaria de la CFCP (art. 1 1 , ley 24.050)
(art. 1 1 bis, id.). En este caso, el recurso casatorio es restringido en cuan
la cita del precedente antes de la sentencia definitiva de la.sala y que el fallo res
adverso a la pretensión del recurrente.
b) Casación material
El inciso lo capta los supuestos en que se dije de lado la aplicación de la
ma pertinente -inobservancia- y los de interpretación desacertad
vicios denominados in iudicando.
Ley sustantiva es tanto la que describe las conductas il
pena, como la ley civil en cuanto ordena la restitución de la c
la comisión del delito, el resarcimiento de los daños materiales y
agravio moral que ocasione (ver comentario ai art. 14; con
y concs., CC): También la ley civil se extiende a los casos en
normativo del tipo penal remite, implícitamente, a su texto, p
nar el vínculo en el homicidio calificado (art. 80, inc. lo, CP)
vocablo cónyuge en la excusa absolutoria del art. 185, id. o la correcta apl
art. 1071 bis, CC268. Además, la ley comercial, cuando deba dilucidarse 1
de representante legal de una sociedad según la ley 24.522 y sus modificatori
bien fijar el concepto de cheque en el ámbito Resultan leye
les aquellas que conforman otros sectores jurídicos; así, deber.. acudirse
administrativo para determinar los específicos deberes del funcionario o
público, pese a que, en líneas generales, su concepto está fijado en el art. 7
cuarto, CP; en tal caso corresponderá compulsar el estatuto aprobado po
que aprueba el Régimen Jurídico Básico de la Función Pública.
Ley sustancial es aquella dictada, en términos generales, por el C
forme al art. 75 de la Constitución Nacional, aunque a veces
se hallen disposiciones de naturaleza procesal (arts. 26,29,41
En el caso de leyes penales en blanco, se comprende no S
formal, sino a la que contribuye a describir el delito, por ejemplo, en la ley
que sanciona el delito cambiario; para integrar el tipo, se complementa con
ciones dictadas por el BCRA270. A SU vez, el Código Aduanero, al castigar el d
contrabando cuando se elude la correcta presentación de ciertas autorizaciones
cias o certificaciones necesarias para que el despacho de la m
(art. 864, inc. c], CA), hace necesario acudir a normas de diferente
ambos casos, esas normas materiales que componen dichos delitos ingresan
ámbito de ley sustantiva comprendido por el art. 456, inc. lo. A veces corresp

ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-41.


16' ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-43.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1986-193
CNCP, sala 111, ED 165-590, f. 46.858.
Conf. CS, "Arpemar S.A.", JA 1992-111-546.
RECURSO DE C A S A C I ~ N 851

si a un acto administrativo lo alcanza el principio de retroactividad de la


más benigna (art. 2", CP)27'.
supuestos en que la ley procesal entra por este sendero: tales son los refe-
titularidad del poder de acción (arts. 5", 6" y 7 7 , la prejudicialidad (arts.
las limitaciones civiles de la prueba (art. 206) en cuanto funcionen para
e una cuestión que, en el caso, es de fondo272.En especial, las normas
as de la libertad provisoria al abordar una garantía constitucional -art:
o giran alrededor de la condena de ejecución condicional -art. 26,
ndola eje para su procedencia273.
S via apta para discutir la distribución de costas, por ser un tema eminente-
al, debe plantearse como motivo formal de casación274.
causal de casación el agravio surgirá, tan sólo, de la parte dispositiva

ineficaz para cuestionar defectos de motivación, basados en transgre-


ana crítica o la falta de valoración de pruebas dirimentes; en tal caso
se invocado el inc. 2" en vez del inc. lo, debiéndose señalar, en con-
habrían sido las normas procesales infringidas al fundamentar el fallo
.Aunque no puede denegarse el recurso por un error en la vía elegida
gnante276.Ver la concepción del denominado recurso indiferente en el

gna naturaleza sustantiva a normas procesales (arts. 418, inc. 2", y 426),
especificar la razón que así lo autoriza277.
Maiza afirman que, por esta vía, "de lo que se trata entonces es de
e la ley penal de fondo, si el hecho es típico, antijurídico y culpable.
analítica del delito podrá ser analizada desde esta óptica. Téngase en
roblema del error, en los extremos fácticos de las causas de justifica-
problemas referidos a la imputabilidad o capacidad de culpabilidad,
te sendero. Es obvio que no podrá discutirse la base fáctica de estos
sí la parte normativa de ellas"27s.Sin embargo, dice la CNCP, sala 1,
turación subjetiva del tipo penal constituye materia justiciable sobre la
nta el concepto legal e importa cuestión fáctica y probatoria, por lo que
asación aunque se discuta la falta de dolo279;empero, es difícil trazar una
ante, pues muchas veces resultará imposible disociar los hechos de su
u r í d i ~ aNo
~ ~puede
~ . resolverse cuestión alguna de derecho, si antes no
1material de hecho a que ella se refiere, debiendo la sentencia exponer
ídicas por las que el juez ha reconocido aplicables o inaplicables cier-

P, sala 111, BJ nro. 4, ps. 1051107.


OLMEDO, Tratado..., t. V, p. 516.
tre Ríos, sala la, JA 1992-N-289.
órdoba, sala Penal, LLC 1991-506.
sala 1, BJ nro. 4, p. 72173.
110s 320:2326; 321 :494.
sala 1, BJ nro. 5, ps. 27128.

sala IV, LL del 241511996, f. 94.316; id., id., LL del 19/7/1996, f. 94.525.
852 RECURSO DE CASACI~N Art. 4
-
tas normasz8'.Por eso suscita reparos el criteri
recurso por aducir que se trata de una conside
de correspondencia entre los elementos proba
y la conclusión que ellos maivan, pues significa una critica
la causa y no a la inteligenc?a u observancia de la ley de fondo282.ES que la docirin
de la arbitrariedad como la del absurdo dilatan la órbita controlante de la casaciónz8
pues "...no cabe escabullirse el bulto ...'
judicial impone analizar si el juicio de hec
"...atender a la 'legalidad' del derecho si a
de la sentencia como tal, porque el derecho que en ella se
caso no podía independizarse del plexo decisor del que fo
dependía del respeto a los condicionantes o referentes
tanciaies. Y de una adecuada interpretación de esa 'mat
le conectan las normas jurídicas pertinentes"285.Si bie
control del derecho, insiste Morello, "...talpremisa no ha de extremarse ante u
afortunadojuicio de hecho"; su control "...no puede e
vicio a la 'correcta aplicación jurídica"'; el ingreso h
"...hasta dondeseapreciso ...". Con cita de Guzmán
tesis prevaleciente en el Sup
la tendencia consolidada al
No cabe siquiera pensar en una cuestión de puro hecho, que pueda
del derecho, éste elige los elementos, los califica, indica de qué manera han
cuadrarse, etcéterazs8.
Bacigalupo señaló que "...todas aquellas nomas que se de
para la determinación del hecho se deben considerar como n
deben ser observadas en la aplicación de la
Expresa bien el criterio restringido la CNCP, sala 1, al casar
fundado en que la conducta reprobada era atípica
tos atribuidos, a pesar de resultar inso
resulta nula, pues no se confrontó la
tivo como subjetivo-; entonces si se produjo ev
constitucionales y se descalifica el pronunciami
válido (arts. 123 y 404, inc. 2°)2P0.Si se a
za de orden público del instituto y las consecuen
la tarea de verificar la corrección del encuadr
susceptibles de aprehender la conducta invest

Id., id., ED 168-80, f. 47.232, O LL del 311711996, f. 94.554, con notade TAMINI,
"Las res
ciones recurribles por casación: una doctrina novedosa".
28' LL del 2911 111996, f. 94.919; id. id., LL del 25/9/1997, f. 96.035.

MORELLO, La casación..., p. 87.


Op. cit., p. 103 y nota 6.
Op. cit., p. 128.
El recurso de casacid12civil, Valencia, 1996, ps. 21 11212.
"La casación: jrealidad o ilusión?", ED 174-1138.
GELSIBIDART, "Apelación O casación ante el Superior Tribunal", Revista Uruguaya de De
cho Procesal, nro. 4, Montevideo, 1989, ps. 5641565, nros. 18 a 23.
La impugnacidn..., p. 42.
"O LL del 26/12/1997, f. 96.534
RECURSO DE CASAC@N

S estarían enlazados en un concurso La invocación de este inciso


a aplicación de la ley sustantiva- exige demostrar que el tribunal de juicio
exégesis de la norma sustantiva y para ello no basta con sostener un criterio
al fallo; debe precisarse la aplicación de la ley pretendida tanto como e1
e la sentencia
ónea concesión de la suspensión del proceso a prueba torna utilizable

a jurisdicción a la CNCP para conocer en otros planteos que aquellos


la materia cuestionada sea la abdicación o inobservancia de las normas
Penal de la Nación o de leyes federales que tipifican delitos

'so abarca defectos procesales desde el momento en que se dispuso la


dicial hasta el dictado de las resoluciones recurribles. Se denomina error
. Lo que se controla en este caso es que el tribunal haya llegado a la
su conclusión de la manera conecta, esto es, de acuerdo con las normas
entes295.Empero, abierta la instancia de casación por aplicación del inc.
el tribunal ingresar en el motivo previsto en este inc. 2"cuando se com-
lación de una garantía constitu~ional~~~.
nde los defectos de procedimiento: los contenidos en un acto procesal
como presupuesto; si aloja algún vicio o defecto o, sencillamente, no se
genera la nulidad del trámite; se elimina el recurso de nulidad, sin per-
ematizarse las causales que la motivan (Libro 1, Título V, Capítulo VII),
través del recurso de casación297.Por ejemplo, cuando se hubiere decre-
esamiento del imputado sin habérsele recibido indagatoria (art. 307) O se
vado a juicio sin haberse dispuesto su procesamiento (art. 346); etcétera.
anto a los actos procesales individualmente considerados que contengan
to y no sean resoluciones, debe instarse la nulidad por el interesado ge-
n incidente (art. 170, ultimo párrafo).
también los vicios de la sentencia como acto procesal (art. 404) y de las
iones incluidas en el art. 457. A veces canalizar debidamente la causa

cute que el hecho configura el delito de lesiones graves, e1 recurso debe


a través del inc. lo, y no por la de este inc. 2",ni puede suplirse con la
el art. 123 y del art. 404, inc. 2
, aunque el motivo aducido radicara en
'
e determinación de las circunstancias fácticas exigidas por el concepto
ción permanente del rostro"298.
se trata de la necesaria conelaciónentre diversos actos, la falencia se
cedimiento y resulta atacable por casación.

P, sala 1, LL del 291511998, f. 97.212.


sala 1, LL del 21/2/2001, f. 101.552,
sala IV, ED 179-839, f. 03.
sala 11, JA 2002-11-757.
- Mnizn, op. cit., p. 539.
sala 1, ED del 1/12/1999, f. 49.718; en el caso se afectaba al ne bis in idem.'
(h) y otros, Códigos..., t. VII, p. 5.
T Córdoba, sala Penal, LLC 1989-81.
Este perfil del recurso se relaciona con los supuestos procesales de inadmisibi-
lidad, caducidad o nulidad (ver comentario al art. 2"). Por ende, surge la necesidad
de deducir durante el juicio el recurso de reposición (art. 440), enderezado a salvar
el defecto o vicio. A menos que 9% trate de una nulidad absoluta (art. 168, párr. 2'),
en cuyo caso dicho presupuesto resulta innecesaiio (art. 456, inc. 2").
Si aquella situación se produce durante la etapa instructoria, la vía de casación
exige transitar no sólo por el recurso de reposición, sino por el de apelación (arts. 448
y 449); de manera que sólo después del pronunciamiento -al convertirse en reso-
lución definitiva- de la cámara (arts. 24, inc. 14 31, inc. lo, y 18 a 21, ley 24.050)
puede impugnarse por casación.
Como se dejó entrever, el carácter procesal de una norma no se infiere de su in-
clusión en un cuerpo normativo específico. Por eso ciertas disposiciones del Código
Penal deben estimarse procesales, pues se limitan a regular la actividad del juzgador,
v.gr., las que imponen expresar los fundamentos que conducen a que la condena
sea susceptible de ejecución condicional (art. 26, párr. lo, segunda oración id.), el
otorgamienlo de conipetencia al jue;. penal para proniinciarse sobrc la acción civil
(ari. 29, id., ver ari. 14j, el coiiocimi~nrodirecto y de visic del acusado y de la víctima
y de las circunstanciaSdel hecho requeridas para cada ca
1
oración, id.), y la determinación del juez competente para
el supuesto del párrafo primero, segunda oración, del art.
que el Congreso debe dictar con el fin de asegurar la efe
derechos consagrados por la legislación de fondo299.
Si el defecto recién surge en el momento de dictarse 1
parece obvio que el pedido de reposición previo (art. 440) resulta i
tear cuando se cuestionan sentencias definitivas (art. 446); de
posible...", contenido en la penúltima oración de' este inciso, que limita la neeesi
de la anterior solicitud de reposición (ver comentario al art. 440).
Los fundamentos de la denegatoria de la reposición deben ser rehtados a
ducir el recurso de casación, pues por aquella vía se anticiparon los motivos en c
to al punto, con excepción -según se dijo- de los casos en qu
antes de la sentencia definitiva, concretarlos. Tampoco es me
reposición cuando se ha otorgado vista previa, según ocurre con el auto de sobre
seimiento al concluir la perquisición (art. 347, inc. 2"). La in
protesta entiéndase reserva- frente a la eventual deneg
. prueba durante el debate impone rechazar la casación pretendidago0.
Se dijo que este aspecto de la casación está estrech
las nulidades (arts. 166 y concs.); por eso, fuera del cas
(art. 168, párr. 2'), al haberse producido la preclusión pasadas. las ocasiones
das para la invocación de la nulidad relativa por el art. 170, la falta de pro
oportuna toma improcedente la ulterior deducción del recurso de casación; se pro
ce entonces la subsanación de la invalidez (resulta ineficaz la protesta de recurrir e
casación asentada en el acta del debate si no se trata de la vía del art. 456, inc.
Es preciso indicar en cuál de los supuestos del art. 167, que contiene prevision
genéricas de nulidad, queda comprendido el vicio que se

CS,Fallos 136:154; 138:157.


CNCP, sala 111. LL del 5110/1993, f. 91.655.
lo' CNCP, sala 1, JA 1996-lV-444
RECURSO DE CASACIÓN

ional que se estima violada o bien la disposición que impone declarar


. Lo irrefutable de la existencia de nulidades virtuales -ver
al Capítulo VI1 del Título V, Libro 1- permite cuestionar el criterio
sala 1, que restringe la admisibilidad de este recurso si el caso no está
nte; a través de ese razonamiento se llega a la conclusión de que
nuncia prohibida por el art. 178 no abre la vía casatoria3".
examen de la sentencia en casación, como el de los actos que la pre-
e sobre los hechos cuya prueba estimó acreditada el tribunal
reemos muy acertada la opinión de Morello cuando expresa que "...si en
hecho, en la lógica del raciocinio aflora la crisis en el modo de pensar
e ha estructurado i a motivación sentencial, temina la soberanía deitribu-
'304 Por SU parte, Bacigalupo recuerda la doctrina y práctica alemana en la
dogmática del juicio de valoración de la prneba; su fundamentación re-
dos "métodos de rendimiento" y de "la responsabilidad compar-
rimero, se trata de excluir de1 control del tribunal aquello a lo que
r porque depende de la percepción sensorial de la prueba en el
; en virtud del último el recurso de casación se limita "...sólo a la compro-
correcta aplicación del Derecho (sustantivo y procesal en lo que corres-
s entre el a quo y la casación se distribuyen la responsabilidad en esos
oucluye que "...nada impide el control en la casación de los otros aspectos,
los que conforman la infraesiructura racional de dicha juicio" que alcanzan
car si se lesionó el principio de la duda beneficiante30s.Parece claro que
la necesidad de motivar la sentencia a través de la valoración de las
S y los,actos del debate "...confokne a las reglas de la sana crítica..."
), se incurre en una inobservancia de las normas procesales que im-
de Sa'Xentencia en los términos del art. 404, inc. 2". La CS ha dicho
quisito previo emanado de su funciónjurisdiccional, controlar aun
lo del procedimiento cuando se encuentran involucrados aspectos
público; por ello la existencia de un vicio capaz de provocar una
que afecte una garantía constitucional no puede ser confirmada y no
lo peticionado en el recurso extraordina~io'~~.
edio de valoración de las probanzas no confiere al sentenciante un
,equiparable al de los jurados populares que sólo están obligados a
íntima conviccióu, con lo cual cumplen su tarea expresándose por la
a negativa de la responsabilidad, sin exteriorizar las razones que llevan
. Por el contrario, la sana crítica, cuya identidad con las libres convic-
puesta demanifiesto por Vélez Mariconde3", consiste en ponderar la
a en el debate - c o n ajuste a los preceptos legales reguladores de su
rme a los distintos medios- aplicando los principios de la lógica,
experiencia común "...ante la necesidad de que los autos y sen-

doba, sala Penal, LLC 1991-506.


5-111-549; id., sala 11, LL del 301611998, f. 97.395, si se cuestiona la validez de da&
a los preventores consecuencia de preguntas al imputado.
a casación penal (leyes 23.984 y 24.050)", JA 1992-11-789; también en "La casación
singular del control del razonamiento judicial)", JA 1991-1-957.
nación..., ps. 32134.
1261511996, f. 94.424; id, LLdel281211997, f. 95.081.
ho..., t. 11, ps. 1991202.
Art. 456

tencias sean motivados..."308.Si no se cubren tales extremos, la sentencia resultará


carente de motivación. En este caso, la Casación -al igual que la Corte Suprema a
través de la doctnna de la arbitrariedad y la SCBA, utilizando la doctnna del absur-
do notorio- deberá admitir la gocedencia del recurso extraordinario de casación
y adentrarse en el análisis de los hechos. Desde luego que este ensanche de la casa-
ción -no tan amplio como el vigente en España, que habilita el examen de diversas
cuestiones fácticas, por medio de la denominada casación bastarda o impura- habrá
de ser afrontado con prudencia para no convertir a la Casación en otra instancia
ordinaria; pero es innegable que la denominada defensa del control de logicidad
debe utilizarse para que "...bajo la apariencia de una fundamentación sólo formal-
mente cumplida ..." pasen en autoridad de cosa juzgada "...fallos inmotivados y aun
arbitrarios, cuyos verdaderos fundamentos, más allá de las palabras documentadas,
residirían sólo en la conciencia de los jueces a la manera de los jurados populares"309.
Por eso, cuando se advierte defectuosa fundamentación por quebrantamiento de las
reglas de la sana crítica racional y de la lógica, la construcción intelectual de la sen-
tencia contiene un defecto que parte de la contradicción entre las premisas utilizadas,
atentatorias de la coherencia que debe guardar todo juicio; si la redacción no trasunta
el grado de certidumbre indispensable deuna sentencia penal -se usan giros com
"debía conocer", "conocía o debía conocer", "a sabiendas" y "dolo directo"-, s
resiente la convicción judicia13'0. De ahí que, si bien los agravios de hecho
excluidos, la tacha de arbitrariedad por falta de valoración de prueba, puede 11
admitir la casación3". Es que la arbitrariedad hace admisible la revisión en la
cia extraordinaria -aun en los casos del art. 14, ley 48- cuando las reglas n
apreciadas en función de la índole y características del asunto; si no se atiende a
perfil, el tribunal puede adentrarse en los hechos3I2.
La individualización de la pena puede reverse por el carril del art. 456, inc.
si se sostiene la falta de fundamentación o una motivación contradictoria ' de la s
tencia3I3.
La dificultad surge cuando se trata de precisar elementos subjetivos de una
gura -por ej .,el ánimo de traficar estupefacientes- en que resulta cuestionahl
se trate sólo de una cuestión de hecho yprueba3I4.Si bien el propósito doloso es
principio- incensurable en casación, cabe hacer excepción cuando se omitió ana
zar el aspecto subjetivo del comportamiento e n d i l g a d ~ ~Aunque
'~. rige el principio d

VBLEZMARICONDE, Derecho ..., t. 11, p. 202.


'09 DE LA RÚA,El recurso ..., ps. 1881189.
3'o CNCP, sala 111, ED 175-419, f. 48.394; en igual sentido, id., sala 1, LL del 31/8/1998,
97.739, con nota de Devoto, "¿La doctrina del caso 'Fiorentino' o del caso 'Fato'?; quien destaca
que la casación examina cuestiones de hecho, situación que no llama la atención cuando se trata de 1
aplicación de este inciso.
<:<.C. sala I\', 1.1. ilc! 29 5 1938. 1. 97.234; por i'i rutitrariu, la ChCP, v ~ i a11, ronsidrrn snl1,-
tictuna I:i rnsrzi iniinciaci6n de la nriiibu en Is aenteticia. DI ZúDU-1-212. r 14.~5b.con io cual iiarecc
aceptar que esta importante labor del juzgador pueda su~lirsecon un simple indice:
""S, JA 1998-111-37.
31' CNCP, sala 1, JA 1995-1-568.

"' CNCP, sala 1, DI 2000-2-808, f. 15.713, o, en rigor de verdad, sea imposible separar t
extremos de la comprensión juridico sustancial; ver GARC~A TORRES, "El ámbito del recurso de CaSaC
cuestiones de hecho incensurables. Análisis de algunos supuestos", LL del 16/8/2000.
CNCP. sala 11. SJP. LL del 2811 112003. f. 106.601. con nota favorable de PALACIO. ''Ca~aci~
cuestiones de hecho y arbitrariedad"
RECURSO DE CASACIÓN

]¡befiadprobaroria, se requiere quc el dato tenga peninencia con relacivn al objeto de


la prueba, vinciilación tcmática son el objeto procesal y no medie prohibición legal'16,
La SCJ Mcndo7.1 tiene resuelto uue debe distinrruirse la falta de nioii\aciÓii de
aparece cuando el juzgador omite considerar prue-
,pues cuando carece de eficacia o es racionalmente -
su omisión no afecta el decisorio3". Antes del fallo
stenía que sólo puede examinarse su admisibilidad
no su valor convic~ional~~~ y que está vedada la revaloración del
,siempre que no se haya omitido la valoración de una prueba de
ce ser el criterio de la CNCP, sala 1, al afirmar que la valoración
ración de un testigo constituye una discrepancia va-
citar el control casatono; máxime cuando no se ha demostrado
icamente ese elemento deconvicción, los demás no conduzcan
denatori~'~~ o al sostener que el carácter no dirimente de las
enegadas es ámbito de la soberanía del tribunal de juicio en
circunstanciasde hecho y prueba que no admite la inspección por vía
tido decidió que no basta aducir afectación del principio de
z del requerimiento de elevación a juicio cuando se cono-
o momento los hechos imputados, las pruebas que había en su contra y
ía visto privada de ofrecer prueba o qué derechos se
razón del vicio alegadojZ4.
ere Ia queja por una casación denegada -por inobservancia de
es atingentes- debe rebatir el recurkite los fundamentos del
defectos de motivación; no basta la mera discrepancia.
r ilicita, la aparente prueba de cargo se obvió correcta-
rque resultaba superflua, ya que al hacerlo se alteraba
ecurso está bien denegado porque de lo contrario se
nado en un ámbito vedado al ad quem, como es el de la valoración

eficiante (art. 3') debe respetar la referencia a laprue-


el pronunciamiento; su índole es procesal, de incumbencia exclusiva
mérito y ajeno al control de la Desde luego quedan a
tos de arbitrariedad generadores de la invalidez de la resolución3".

sala 1V, LL del 26/3/1999, f. 98.515.


-1V-182; ver también ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-786.

doba, sala Penal, LLC 1989-409.


rdoba, sala Penal, LLC 1984-323 y 1989, p. 450; CNCP, sala 11, LL del 241312000,

órdoba, sala Penal, LLC 1986-656.


26/12/1997, f. 96.538.
,LL del 311711998, f. 97.563, con nota de CORVALAN,
"La congruencia en el proceso

8-2-897, f. 13.150.
del 291511998, f. 97.211.
sala 1, BJ mo. 4, ps. 94195; CNCP, sala 11, JA 2000-1-503; ver supra la opinión adversa
ambién Nnmia~~o, "El in dubiopro reo y la casación penal", ED del 2711212001.
P, sala 11, LL del 221112002, f. 103.189; id.,sala 1, LL del 8/4/2002, f. 103.548.
RECURSO DE C A S A C I ~ N Art. 45

El posible error en cuestiones de hecho y prueba referidos a la estructuración


del tipo penal resulta elemento fáctico incensurable si no se advierten razonamientos
en pugna con la lógica a la luz de la experiencia, al meritar el valor conviccional de la
No cabe confundida ausencia o insuficiencia de motivos con el error; por
mal motivada que esté la sentencia, puede resultar bien dictada en cuanto al hecho
al derecho, de modo que los motivos erróneos no entrañan su nulidad; de lo contra
se transformaría enun recurso de apelación329.
El recurso es admisible si se pone en crisis la observancia de las normas re
ladoras del dictado de la resolución o cómo se debe fundar330.
Adecuada síntesis de esta causal logró el ST Corrientes al manifestar que
arbitrariedad de sentencia configura una de las causales habilitantes del recurso
casación. Si bien los jueces de mérito tienen plena libertad para optar por una prue
en desmedro de otra o decidir sobre su preferencia, el Superior Tribunal puede re
sar la motivación en esta instancia cuando se han infringido las leyes quela rigen
el caso se condenó al imputado en base a meros dichos de la querellante, sin co
boración con otra prueba y así se violó el principio de razón suficiente). Siempre
la invalidez de la sentencia condenatoria se origine en su motivación, correspo
disponer la absolución por insuficiencia de prueba; la solución pareciera posibl
este régimen por aplicación del art. 47033'.
"Los efectos de la resolución del Tribunal de Casación, cuando el recurs
rechazado, se retrotraen a la fecha de la sentencia definitiva que resulta por est
confirmada, expedita en su eficacia j~rídica""~;de ahí que su repulsa otorga car
de cosa juzgada a la sentencia cuestionada desde el momento de su dictado. El
citado modificó, con posterioridad, aquel criterio y afirma que el recurso de c
aun rechazado, sólo produce efectos desde la fecha de su emisión333.
En un trascendente fallo, la CNCP, sala IV, puso coto a la muletilla de las c
tiones de hecho y prueba. Se indicó que el análisis acerca de laprocedenc'
recurso no debe reducirse "...a la mera invocación de que la valoración de la p
en que ha fundado su convencimiento el tribunal de mérito resulta una cu
ajena a la instancia casatoria, pues así como... no piiede entenderse constitiicional la
liiniiación que veda la adrnisibilidad del recurso d~.casación en razón del monto d?
la pena (art: 459, inc. 2",CPPN), tampoco puede cercenarse al imputado su dere
(arts. 8.2.h, CADH, 14.5., Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
inc. 22, CN) en virtud de otros límites que tradicionalmente le han sido impue
esta Cámara de Casación".
"El derecho al recurso signgca... que el acusado tiene derecho a que se
mine integramente el fallo en el ámbito de los hechos, en el ámbito del derec
particularmente en el ámbito de la pena".
"...cuando se trate de enunciados o razonamientos relativos a cuestion
índole fáctica, la suficiencia del apoyo que las premisas ---explícitas o implíci
presten a la conclusión o la propia fuerza de convicción que surge de las actas in

CNCP, sala IV, BJ nro. 4, ps. 95/96.


'29 CNCP, sala 1, BJ nro. 5, ps. 32134.
'lo CNCP, sala 111, LLdel2511011994, f. 92.612.
LL Litoral, 1999-48.
j" DDBLA ROA,El recurso..., p. 247.
j3' DE I.A RÚA, La casacidn..., p. 260, nota 45
RECURSO DE CASACIÓN 859

1 expediente, entre otras cuestiones objeto de agravio, deben ser controla-


relación deductiva o indnctiva desde las clásicas herramientas de la lógica,
esta manera, la misión que a esta Cámara de Casación compete: ga-
fiva vigencia de un doblejuicio concordante en caso de ~ondena""~.
entario al art. 43 1 bis, inc. 6".
Uo "Casal" y la capacidad de rendimiento
tión fue analizada por la CS en el fallo "Casal"33sal sostener, en apretada
"no existe razón legal ni obstáculo alguno en el texto mismo de la ley
excluir de la materia de casación el análisis de la aplicación de las reglas
tica en la valoración de las pruebas en el caso concreto, o sea, para que
de casación revise la sentencia para establecer si se aplicaron estas reglas
licación fue correcta". Señaló que "el tribunal de casación debe agotar el
r revisar todo lo que se pueda revisar, o sea, por agotar la revisión de lo
apacidad de rendimiento-. Consideró que "lo único no revisable es lo
ecta y únicamente de la inmediación". Se indicó que "buena parte de la
Ila en la propia causa registrada por escrito, sea documental o pericial,
e la casación puede revisar perfectamente. La principal cuestión, general-
a limitada a los testigos. De cualquier manera, es controlable por actas lo
eponen. Lo no controlable es la impresión personal que los testigos puedan
tribunal, pero de la cual el tribunal debe dar cuenta circunstanciada si
se la tenga como elemento fundante válido, pues a este respecto también
casación puede revisar criterios".
ó: "...cabe entender que el art. 456 CPPN debe entenderse en el sen-
ilita a una revisión amplia de la sentencia, todo lo extensa que sea
imo esfuerzo de revisión de los jueces de casación, conforme a las
es y constancias de cada caso particular y sin magnificar las cuestiones
la inmediación, sólo inevitables por imperio de la oralidad conforme a

plitud alcanza, por supuesto, al análisis de la pena impuesta336.


destacarse que esta revisión amplia del fallo exigida por la CS, en "Casal"
ente respecto del imputado, único beneficiario de la garantía de la doble

88 "López", JA del 21312'005, p. 37.


399; RDP, LexisNexis, 212006, p. 246. En este mismo número pueden con-
ios efectuados al fallo por LUGONES, "Algunas originales herramientas en
eloriaiia de la casación...", p. 269, DE LUCA,"Recurso de casación amplio"
IA, ¿Casación o un nuevo recurso?...", p. 285. Consultar también los trabajos de CA-
"¿Un nuevo recurso de casación?...", RDP, LexisNexis, 912006, p. 1669; MORELLO, "La
penal...", JA del 711212005, p. 38, PANDOLFI, "Un rayo de sol en medio de la tormen-
711212005, p. 41, y WAGNER, "Tras los pasos del derecho al recurso garantizado por 10s
derechos humanos. Comentario at fallo 'Casal"', CDJP, Casación nro. 5, p. 55.
312006, "Reinoso", RDP, LexisNexis, 512006, p. 952.
había entendido Pastor con anterioridad, en su obra La nueva imagen de la casación
enos Aires, 2001, ps. 1301134. Ver también D'ALBORA, Nicolás F., "En búsqueda de
sivo ágil y respetuoso de nuestra Constitución Nacional", RDP, LexisNexis, 612008, P.
HOURCADE - VEGAOLMOS,"La doctrina del caso Casal ¿se extiende a los acusadores?",
007, p. 16, quienes extienden la doctrina del fallo al recurso del acusador particular.
.* -
860 RECURSO DE CASACIÓN tw.457
Resoluciones rccurribles -
5
4
457. Además de los casos especialmente previstos por la ley y con las limita-
ciones establecidas en los artí&los siguientes, podrá deducirse este recurso contra
las sentencias definitivas y los autos que pongan fin a la acción o a la pena, o hagan
imposible que continúen las actuaciones o denieguen la extinción, conmutación o
suspensión de la pena.
Casos especialmente previstos por la ley son el incidente de ejecución acogido en
el art. 491, último párrafo, y la decisión sobre la libertad condicional (art. 508, pán: lo)
a) Sentencia definitiva
Es la que culmina el juicio (Libro 111) y puede ser pronunciada tanto por el juez
en lo correccional (arts. 27 y 31, inc. 2") al juzgar en instancia única como por los
tribunales en lo criminal (art. 25), el tribunal de menores (art. 28), el tribunal federal
en lo criminal (art. 32) o el tribunal en lo penal económico (art. 13, ley 24.050).
a.1.) Resoluciones equiparables a definitiva
Resultan equiparables las decisiones a cuyo respecto no exista modo de p
servar inmediatamente un derecho constitucional; v.gr., la denegatoria de la exc
cela~ión~~~.
En un principio se consideró que la suspeizsión delproceso aprueba -insl'
introducido por ley 24.316, complementaria del Código Penal- no era equipar
a sentencia definitiva3)" se estimaba que son autos revocables, no dirimen la con&
versia ni ponen fin a la causa, tampoco extinguen la acción penal ni deniegan
rácter definitivo su suspensión, pues nada impide que al momento de dictar se
el juez aplique una peña de ejeckión condicional.Sin embargo, es posible afirma
impugnabilidad objetiva de estas resoluciones, pues obturan la contin)iació
cicio de la acción penal; la Corte Suprema ha equiparado como tales a aqu
impiden continuar el proceso aunque no excluyan otro posterior, siempre que caus
gravamen irreparable y priven al interesado de la posibilidad de valerse de remedi
legales ulteriores para obtener la tutela de sus derechos340.Es que,
- . -por ejemplo, el 2
ofrecimiento de ".;.hacerse cargo de la reparación del daño en la medida de lo po
ble ..." (art. 76 bis, incorporado al Código Penal por dicha ley) no puede convert
en una burla que soslaye la repara~ión~~l. El TSJ Córdoba considera impugnabl
resolución denegatoria de la suspensión del juicio a La CS considera
cedente el recurso de casación al equiparar a sentencia definitiva, la denegatoria
suspensión del juicio a prueba. Es que resulta innegable que no puede ser reno
en el curso del proceso y que cualquier interpretación de la impugnación contra

'la ST Entre Ríos, sala 1, JA 1992-IV-289. No parece acertado restringir la impugnabilidad objeti
con la estrictez que lo hace la CNCP, sala 11, LL 511011993, f. 91.658; id., sala 1, BJ nro. 4, ps. 82183.
CNCP, sala 11, LLdel 1411211994, f. 9272; JA 1995-1.593.
3'"allos 300:642; 306:1778; 307:549 y 1132; 308:1631; 312:772.
En contra, KENT- GARCIA TORRES en el comenlario a aquel fallo, LL del 1411211994, f. 92.72
"Probation (Un fallo que recepta una exégesis adecuada de la institución)".
JA 1996-111-430, con nota de OLCESE, "LES objetivamente casable la resolución que denie
o la que admite laprobation?", ambos con cita de DE LA RUA,La casación..., p. 186, quien la esti
admisible tanto para la concesión como para la denegatoria; o ED 171-77, f. 47.671, con nota de G
ZALEZ NOVILLO - ~ I O U E R O A ,"¿La suspensión del juicio a pmeba es sentencia definitiva?", quienes a
decisiones encontradas de la CNCP propiciaban que se unifique la jurispmdencia.
RECURSO DE C A S A C I ~ N

H en cuanto no se asegura una segunda instancia3". También la que accede


uiparable a definitiva, pues impide continuar el proceso hasta el dictado de
cia; además extingue la acción penal si se cumplen las condiciones fijadas
4 " del art. 76 ter, CP; denegarlo resulta ritualista, pues la suspensión del
mpide la continuación del trámite por lo que constituye, aun condicional-
un medio de extinción del p r o c e ~ o ' ~Fsiele
. destaca cómo la CS corrigió la-
tespretación de los requisitos de admisibilidad del recurso en estos casos y
ejercicio de la competencia positiva para resolver las cuestiones34s.
ta aceptable para dilucidar el carácter definitivo de la resolución atender
efecto que a su contenido34! Por eso existen algunas anteriores a la sen-
finitiva susceptibles del recurso; tales las que declaran la nulidad de un
,requisa o allanamiento que dejan al expediente huérfano de todo elemento
o, disponiendo, incluso, el archivo de la causa3".
a la Coste Suprema, si bien la revisión de pronunciamientos sobre la vroce-
el recurso de Casación es aiena al extraord&ario federal. hace excenciin si la
denegatoriit sólo aborda fvrmulas dogniáticas y gensricrts; iio basta la nwra asercibn
de que el caso no ciicuadre en i~ingutiode los presupuestos pre\~isiostaxiiii\,anieii-
te en el arr. 457: se trataba de rxaniinar a un niiio. víctima de ahiiso dczhoiicst<i,
sin haber conipiitado las convcncioiics intcrnacioiiales protectoras de tiiles siijetos y
considerando 1;i IesiOii de los derechos de aqtir:l a consecuencia de iciteradas coi11.o-
testimoniar y a efectuarse pericia~psiquiátricas?48. A SU vez, estableció que
ión que decide elevar las actuaciones según lo dispuesto por el art. 348, es
e de inspección por la CNCP, pues sus facultades revisoras se extienden
las decisiones adoptadas por los jueces de instsucción; el Alto Tribunal
ácter de órgano judicial intermedio de la CNCP en el ámbito del fuero
Por su parte, la CS Tucumán amerita definitiva la decisión que rechaza
la prisión preventiva por la gravedad institucional deparada por afectar
ios de libertad y de inocencia3s0;aunque, en general, se considera que las
hre libertad provisoria no constituyen sentencia d e f i n i t i ~ a ~ ~ ' .
ante, ciertas decisiones concernientes a la libertad provisoria -exen-
Sión y excarcelación-, por restringir la libertad del imputado con an-
1 fallo final de la causa, al ocasionar un perjuicio que podría resultar
e revaración ulterior se consideran sentencias definitivas a los fines del
xtraordinario en el mismo sentido, si se cuestiona una inhabilita-
iva decretada como consecuencia de prisión preventiva, si la prolongada

176-565, f. 48.544, o LLdel31411998, f. 96.931, o DJ 1998-2-538, f. 13.015.


ED 177-366, f. 48.608, con nota de GONZALEZ NOVILLO - FIGUEROA, "Probation y ritualis-
sala IV, ED 178.269, f. 48.699.
el 29/6/2001, "Caso 'Menna': ¿,Unamanera distintade interpretar los requisitos de admi-
recurso de casación?".
sala 1, SJP, LL del 26/5/1995, f. 93.186.
AZzi, "Las resoluciones recurribies por la vía del recurso de casación en materia penal", JA
SS.,especialmente Cap. V.
l2112/2002, f. 104.841.
1 51712002, f 103.992.
1 13/8/2001, i 102.449.
" .-RECURSO DE CASACION Art. 45

duración de lacausa penal genera un agravio directo e inmediato a las garantías


constitucionales de trabajar, de propiedad y de igualdad ante la ley353.Por ende,
cuando se ponga en cuestión la validez de la ley que restrinja la libertad pendiente
en el proceso por pugnar con $1 art. 18, CN, deberá abrirse la vía casatoria (ast. 456,
inc. lo). También si el monto de la caución real determina la f'stración del beneficio
otorgado al conculcar el derecho del recurrente a permanecer en lib
que resulta de imposible reparación ulterior3sg.De igual forma, se tien
auto de prisión preventiva -art. 312-, pues resulta de cumplimi
en tanto excluye la posibilidad de excarcelación si no es'por cir
pueden sobrevenir después del transcurso de un lapso considerabl
sideró, en apretada mayoría, equiparable a definitiva la resolució
excar~elación~~~.
Se ha admitido la casación contra la confirmación de la denegatoria de
acción de hábeas Corpus, por mediar una cuestión federal357.
Si un tribunal oral, en la oportunidad prevista en el art. 354, decreta
dad de- actos procesales, se ha considerado procedente este recurso e invali
resuelto por aquél3s8.Se ha admitido la casación respecto de una
lidad de un acta policial de requisa y secuestro cuya consecuencia resultó la li
del imputado y la eliminación de las principales pruebas de cargo3s9;según
Rúa, se tornó "...imposible la continuación de las actuaciones, causando un ag
de imposible reparación ulterior y equiparándose a una seutenc
vez, la CS admitió el recurso extraordinario federal respecto de
dantes de actividad procesal, invocándose que la nueva sustanciación ca
los procedimientos podría comportar perjuicio irreparable para la recta a
ción de justicia36'.
La resolución del juez correccional que desestima prueba testimo
-art. 355, párr. 3 0 resulta equiparable a sentencia definitiva; el agravio i
aparece como de imposible reparación ulterior362.
Si se pretende develar la identidad de un funcionario policial qu
agente encubierto y es convocado a juicio oral, la decisión resulta susceptible
casación, cuando aquél la cuestiona, pues existe un interés legítimo que puede ve

"' JA 1996-IV-321; ED 175-439, f. 48.400; CNPE, sala B, DJ 1998-2-219, f. 12.906.


CNCP, sala 1, LL del 29/5/1998, f. 97.220 o DJ 1998-2-898, f. 13.151.
jSi CS, LLdel 13/12/2001, f. 103.036.
jS6 191512010, "Piiíeiro", SJP, LL del 201712010, p. 39.

''. CS. 17 10 2007, '.L'rqiiijo", ciraild por ü \n.tr - 51,nxi<i i.z i.ii ..Aciiidlida<len ~a~iirispmden-
"Sandoval", RD~;~beledo~errot, 812008, p. 1432.
.
cia di. la Cone Suprenia dc Iustiiia di. la N:iciAn 1-200b". RL)I', LenisNcxii 5 2Ouh.. o. 804: 8 4 ?OOb,

CNCP, sala 111, LLdel2511011994, f. 92.612.


CNCP, sala 111, 251411994, "Kolek"; también CNCP, sala 111, si la nulidad decretada
pecto de actos de carácter definitivo e irreproducible -registros domiciliarios- causan agravi
imposible reparación ulterior y determinan la imposibilidad de continuar las actuaciones, ED 1
f. 47.515.
'" La casacidn..., p. 185, nota 93.
Fallos 298:312; 300:226.
'" CNCP, sala 111, LL del 5/1/2000, r. 85199.3, c. 1984.
CNCP, sala 1, LL del 3011011997, f. 96.245.
RECURSO DE CASACIGN 863

revisables en casación los honorarios regulados por el tribunal oral si lo

esponde equiparar a sentencia definitiva el rechazo de la excepción de falta


si el recurso se dirige a lograr la plena efectividad de la prohibición de la
secución También cuando el rechazo de una prescripción de la
nal produce un perjuicio actual que no podna ser reparado ni aun con una

rechaza la nulidad del requerimiento


do el embate se dirige contra un acto
caz por ,afectación de los principios

cedente el recurso de casación con-


tado por una cámara de apelacio-
dado por la casación en el plenario

admisible respecto de un planteo de nulidad -careo e inda-


S las resoluciones cuya consecuencia sea seguir sometido al proceso
ten carácter de definitivas372.
diligencias investigativas ordenadas por el magistrado ins-
e imposible la continuación de las actuaciones, la casación de-
73;aun cuando se disponga la realización de un nuevo
reúnen medios para acreditar la perpetración del delito o
paralizar la etapa instructoria
asación, salvo que se demuestre inequívocaniente que se
negación de

LexisNexis, nro. 2, p. 459; CNCP, sala IV, 28/5/2007, "Casazza", RDP, LexisNexis

8/4/2008, "Cuatrín, GIadys María y otros slcontrabando", c. 1740. XLII.

nstat", c. 6105 reg. 25812006,

, 141812008, "Micelli". c. 9641, reg. 13088.


lo hizo la sala IV, 26/2/2010, "Mellián Añon", c. 10.436, reg. 13005.4.
sala 111, BJ nro. 4, ps. 86187; id., sala 11, JA 1998-11-523.
sala 1, JA 1995-1-574.
P, sala 1, DJ 1998-2-1033, f. 13.208. Salvo que se ponga en tela de juicio la garantía del
CS, Fallos 330:2265, entre otros).
Art. 45

Tampoco se consideraba definitiva la sentencia que declara penalmente r


ponsable a un menor; sólo después de que se haya aplicado sanción penal resulta
r e ~ u n i b l ecriterio
~ ~ ~ ; este incompatible a partir de la sanción de la ley 26.061 377,q
garantiza el derecho del mengr a recurrir ante el superior frente a cualquier decisi
que lo afecte37s.
El rechazo de un planteo de recusación no es equiparable a sentencia definitiva,
aquí comprendida ni tampoco para el recurso extraordinario federal, salvo que exista
una situación de gravedad institucional; el ejercicio imparcial. de la jurisdicción
elemento atingente a la defensa en juicio y supera los intereses de los partícipes
la causa379.
La resolución de la CNCP que decretó una nulidad procesal, revocó la conde
impuesta por el TOC y mandó dictar nuevo pronunciamiento, no constituye sente
cia definitivajS0.
La confirmación del auto de procesamiento no puede ser equiparada a sentenci
definiti~a~~'.
Tanto este recurso como el de inconstitucionalidad no permiten impugnar
condena de naturaleza administrati~a~~~.
b) Autos que pongan fin a la acción
Son el sobreseimiento (arts. 334,336 y 361)jS3y aquellos que se dictan cuan
prospera una excepción perentoria (art. 343)384.Por el contrario, su rechazo
definitivo ni equiparable a tal en los términos del art. 14 de la ley 48385.ES
proceso continúa. Desde luego que debe tratarse de la acción penal y no de la civi
Sobre supuestos de extinción, ver arts. 59/63, CP; todos ellos conducen al s
miento (art. 336, inc. lo).
La CNCP, sala 1, resuelve bien que la desestimación de la denuncia, aun co
mada por el tribunal de alzada, no es de aquellos actos que ponen fin a la acci
efecto de cosa juzgada material, por lo que no es admisible el recurso de casac'

de casación. Pragmatismojurisprudencial"; id.,sala 1, LL del 29/5/1998, f. 97.218, o DJ 1998-2-


f. 13.239, si la nulidad abarca todo lo actuado, determina el archivo de la causa y media cuestión fe
en atención al carácter de tribunal intermedio de la CNCP, pero no debe considerarse definitiva
nulidad impugnada se sustentó en diferente criterio acerca de la adecuación típica.
CNCP, sala 11, JA 1995-1-616.
'" BO del 2611012005.
Art. 27.e. Consultar el trabajo de OVALLE "Claro~curo~ del Plenario nro. 12...", CDJP,
ción, nros. 617, p. 393 y SS.
" 9 CNCP, sala 1, LLdel301311998, f. 96.888, o DJ 1998-1-1060, f. 12.806.

LL del 271812001, f. 102.518.


Ia' CNCP, sala IV, ED del 151712003, f. 52.134.

CNCP, sala 1, JA 1995-1V-584.


ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-596; CNCP, sala 1, LL del 241511996, f. 94.318.
CNCP, sala 1, LL del 291511998, f. 97.212; CNCP, sala IV, JA 2000-11-706.
CCC, sala IV, LL del 291511998, f. 97.230.
jS6ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-306.

ED del 911111999, f.' 49.672: id.,id.,con relación a la querella, también contimada


alzada, JA 2000-IV-714.
RECURSO DE CASACION 865

nen fin a la pena los autos que declaran la imposibilidad de su cumpli-


haber operado el plazo de prescripción o cuando media otro obstáculo
ial para que se ejecute (ver arts. 61, 65, 66, 68 y 69, CP).
plazo de prescripción se computa a partir de la sentencia condenatoria noti-
1 imputado en su oportunidad, al adquirir firmeza388. -
ontinnación de las actuaciones cuando se estiman
stiones prejudiciales (art. ll), la desestimación de
que rechaza el requerimiento fiscal de instrucción
resuelto en orden a una excepción dilatoria (arts. 343 y 344),
ccede a la falta de jurisdicción o de competencia, pues continuarán en la

extinción de la pena las decisiones judiciales que resuelven


asos comprendidos por los arts. 61, 65, 66, 68 y 69, CP; la muerte del
aun cuando el Código Penal no lo establezca expresamente, también
ena en razón de su carácter personal -no transmisible--389.
ehazo de la conmutación se relaciona con la facultad conferida al PEN

la conmutación resulta de dudosa aplicación en virtud de que se


d del PEN (art. 99, inc. 5", CN). A menos que se dé el caso -raro
haberse cumplido con el informe del tribunal correspondiente o
ito a cuya condena se haya arribado a raiz de la facultad otorga-
tados por el art. 53, id. En cuanto al indulto, en ciertas provin-
otorgarse por ley (art. 103, inc. 5", Constitución Prov. Buenos Aires); en
ible el precepto. Pero en el orden nacional aparece la misma
de entrever su funcionamiento como resolución impugnable en vía
imilares motivos a los presentados por la conmutación.
ensión de la pena las sentencias referentes a la libertad con-
re que se siga la opinión de Núñez, que así
se trata de una forma de cumplimiento de pena39'.
ientes a la condena de ejecución condicional por-
nto se dicta en la misma sentencia (conf. art. 26, id., párr.
en forma de auto. En vez, se refieren a la suspensión de la
si media instancia requiriendo resolución acorde con esos
ueda habilitada la vía casatoria.
se suspende a raiz del otorgamiento de la libertad condicional
CP); también debe considerarse incluida la revocatona de su otorga-
ás de recordar a la CNCP su condición de órga-
e causa gravamen insusceptible de reparación
tiva, la resolución que rechaza la posibilidad
o a dos diputados nacionales para la audiencia de conci-

P, sala 111,20/812002, "Medina, Javier", JAdei 81112003, p. 26.


2, Derecho..., t. 11, p. 535.
.o -.
RECURSO DE CASACIÓN Art. 45

liación en los delitos de acción privada implica o no el sometimiento a proceso392.


dictamen del procurador general ilustra que "...si los autos que deniegan la extinc
conmutación o suspensión de 1%pena, son equiparables a sentencia definitiva,
mayor razón puede serlo aquef que implique el sometimiento a proceso por hec
a los que no corresponde penalidad alguna ..." (Capítulo 11, pán: 3"), con lo q
marca una acertada dirección para admitir el recurso por encima de ritualismos
trantes y agobiante literalidad.
h) Bibunal intermedio
Los autos dictados durante la instrucción deben haber transitado la vía de a
lación para considerarse definitivos (art. 449). Por eso no procede contra el
de sobreseiiniento, pero podría haberlo sido contra la decisión que consideró
concedida la apelación. Este fue el auto que agotó la vía impugnativa ordinaria
consecuentemente, puso fin a la acción393.
De ahí que se señale que el carácter de impugnación extraordinaria requiere
agotamiento de la vía de apelación -si es procedeute- susceptible de remedi
agravio invocado39.!. Sin embargo, la CS -aunque no de manera uniforme- ha
tido decisiones en las que se consideró cuestión insusceptible de ser revisada por
órgano dentro del ordenamiento procesal vigente a las que provienen de una C
de Apelaciones; coi1 disidencia -a nuestro ver acertada- de los doctores Pe
y Bossert, para quienes el tránsito por la CNCP, como órgano intermedio, no
s ~ s l a y a r s e con
~ ~ ~anterioridad
; se expidió en sentido similar al admitir el recurso
haordinario federal contra una resolución de una Cámara que declaró inexistenc'
mérito para procesar o para sobreseer396.En ignal sentido, CNCP, sala 1, en el c
no que la CS señaló en la causa "Ri~zo"~~'. Para Solimine este precedente ci
materia recursiva, el acceso a la casación; resulta acorde con el art. 332 por la
vención anterior de una Cámara de Apelaciones y constituye un avagce osten
pues concilia la idea del necesario contraior jurisdiccional de la medida del enci
y el principio de economía procesal que privilegia la celeridad en los trámites;
pero, reconoce que no deja cerrada la cuestión, pues las decisiones dictadas po
tribunales de juicio -para respetar una concepción ainplia de la doble instancia com
garantía constitucional (art. 75, inc. 22, CN& en materia de exención de prisió
jg2 LL del 161911996, f. 94.704, o JA 1996-IV-470.
CNCP,sala 1, BJ nro. 4, ps. 57158.
jq4 CNCP, sala 1 , LL del 511011993, f. 91.652.
jg5 ED 175-391, F. 48.384 -"Rizzo, Ci11os"-, con nota de G~NZALEZ NOVILLO - FIGUERO,
doctrina del tribunal intermedio y un caso ambiguo", quienes expresan "...causa perplejidad una
en la ..." doctrinadel caso "Giroldi" -Fallos 318514-, dicen que ha quedado en claro que "...la
se ha reservado para sí, mediante la vía extraordinaria del art. 14 de la ley 48, la función de rep
en forma inmediata, las eventuales arbitrariedades cometidas en este terreno"; o LL del 28111!1
f. 96.384, con nota de PAL.ACIO, "Las resoluciones de alzada en materia de excarcelación y eximicló
prisión y la vía apta de su impugnación" quien, por el contrario, cree que la solución mayoritar
sólo es correcta sino que marca un rumbo suficientemente definido y obligará al tribunal, por
de coherencia y adecuación al ámbito fijado por el art. 457 del CPP, a rectificar la doctrina a
expresa o tácitamente, en los casos posteriores a 'Giroldi' que se citaron en los votos disidente .
JA 1998-1.555. También admitía el acceso a la CS desde la Cámara de Apelaciones el
de la CNPE, sala A, LL del 301311998, f. 96.897, con disidencia del doctor Hornos con la misma0
tación que los votos discordantes de la CS; id., sala B, LL del 311811998, f. 97.762, o DJ 1998-
f. 13.453.
RECURSO DE CASACION

ación debieran ser revisables en casación, aun cuando no alojasen una cuestión
embargo, en los casos "Marquevich" y "Banco Nación Argentina", la CS
requisito de admisibili-
gna cualquier resolución que, -
al recurrente un gravamen
insusceptible de reparación ulterior399.Al anotar estos Fallos Palacio
al precaución de interponer
ue discrepa con la doctrina

diluida con el dictado del


rior tribunal de la causa a

recedente de la CS -"Di Nunzio"- pareciera haber


estión. La Corte reconoció la necesidad de afianzar
ontribuya a fortalecer la seguridad jurídica frente a
to del recaudo del su-
1 sentido afirmaron que
1 que habiliten la compe-
aordinaria en el ámbito de la justicia penal nacional
sal vigente, éstos deben ser tratados previamente
ióiz Penal, en su carácter de tribunal intermedio,
tribunal supeilior de la causa para la justicia na-
penal, a los efectos del art. 14 de la ley 48 (recurso extraordinario
art. 6 O de la ley 4055 (recurso extraordinario en el ámbito de la
rio común como elemento, que es el tribunal de
a su ingreso en esta Corte. Para las justicias pro-
tribunales de provincia -independientemente
S-, y en el ámbito de la justicia penal nacional
e Casación PenaY402.
las resoluciones dictadas
nocimiento legislativo a

al de la Nación", LL del

LL del 261912003, f. 106.239 y 106.240.


mara Nacional de Casación Penal como ineludible tribunal intermedio?".
del 3011212004, f. 108.478.
; SJP, LL del 2811012005, con nota de
es interlocutorias que producen grava-
a certidumbre: el concepto de
cial de la Nación según una sentencia
RECURSO DE CASACI~N

Recurso del ministerio fisca1403


458. El ministerio fiscal podrá recurrir, además de los autos a que se refi
el artículo anterior: 2
13 De la sentencia absolutoria, cuando haya pedido la condena del imputa
a más de tres (3) años de pena privativa de la libertad, a multa de doscientos
australes (200.000) o a inhabditacióu por cinco (5) años o más.
2') De la sentencia condenatoria, cuando se haya impuesto una pena priva
va de libertad inferior a la mitad de la requerida404.

a) Constitucionalidad
Desde este precepto hasta el art. 462 se regulan limitaciones objetivas p
la procedencia del recurso. En el análisis previo a este Libro IV, bajo el epígr
"11. Requisitos comunes", se puso de manifiesto que en consonancia con el art.
inc. 22, segundo párrafo, CN, tales limitaciones fueron declaradas incoustitucion
-respecto del imputado--- por la Corte Suprema al sentenciar los autos "Giro1
Horacio David y otros slrecurso de casación"405;La CNCP, sala 1, considera
sulta absolutamente imposible asimilar al MP a la "persona-individuo" que la
ha definido como principal sujeto de la protección a la que los Estados signatarios
han comprometido y por las que resultan responsables ante la Comisión y
Interamericana de Derechos Humanos; por ende, no extiende la doctrina de 1
caso "Giroldi" en favor del MP406.
La CS no considera inconstitucional la limitación de la facultad de re
del MP, en la medida en que no se ha demostrado que se afecte la validez de
normas constitucionales. A los fines de establecer el sentido de la voz "pers
enunciada en el art. so, párrafo segundo de la CADH, es válido -asegura- r
al Preámbulo y al art. lo del citado ordenamiento, los cuales establec~nque '
na" significa todo ser humano; las garantías de los tratados sobre derechos hum
deben entenderse en función de su protección y no para beneficio de los
contratantes. En tanto el MP es un órgano del Estado y no sujeto destina
beneficio no encuentra.amparo en la norma con rango constitucional, sin que
obste a que el legislado6 si lo considera necesario, le conceda igual dere
Empero, alguna vez aceptó con amplitud la facultad recursiva del MP; al
ponderó que la garantía del debido proceso y la prohibición de autoincrimina
así como la aplicación de la Convención de Naciones Unidas contra el tráfico il'

"O' Los comentarios a los arts.458 a 462 se mantienen pese a lo resuelto en la CS en "Girold
cio David slrecurso de casación" (ED del 51711995, p. 1, f. 46.523), pues resulta opinable la obligat
de los fallos del Alto Tribunal fuera del caso decidido (SAGÜBS, Recurso..., t. 1, ps. 1581176).
"O%os montos en australes deben convertirse en pesos por ley 23.928.
Fallos 318:514. ED 163-161, f. 46.523; JA 1995-111-570 o LL201911995, f. 93.553;
sala 11, LL del 251212000, f. 99.895; s61o se toma aplicable este precedente a las sentencias noti
con posterioridad a su fecha, CS, ED 166-326, f 46.980, o JA 1996-1111319 o LL del 24/51
94.313; id., LLdel 1811211995, f. 93.858.
406 JA 1996-111-471; id., sala 111, 3011011995, "F!ores, Ángel", c. 221, reg. 445; id.,
21211996, "Sola, Ricardo", c. 638, reg. 843, con cita de ABALOS: la garantía de la igualdad se e
otorgada a los particulares frente al Estado y no al Estado frente a los paticulares, Código...
40' LL del 26/12/1997, f 96.531, o LL del 23/2/1998, f. 96.645, o DJ 1998-1-404, f. 12.
178-529, f. 48.740; id. LL del 291511998, f. 97.211; el destacado es nuestro; también CNCP,
1999-IV-692;pero sobre todo CS, 1911011999,"Goniarán Merlo", DJ 2000-1-1 119, f. 15.297..
RECURSO DE CASACIÓN

y federal de estupefacientes - e n
gura cuestión federa1408.La interrogación
si el recurso del acusador público habilita
ando el acceso se ve obtnrado

er formulaciones de derecho comparado,


no puede ser burlada a través de la tarea

nstrnidaconapoyo enlos arts. 14, inc. 5",


ambos con jerarquía normativa idéntica
del art. 75, inc. 22, CN, ha modificado
rso en nuestro derecho procesal
para quien soporta la persec~ción~~l.
ón de aquellos textos impediría al MP,
recurso, pues si lo obtuviera, necesa-
condenado, para atacarla frente a un
un verdadero "regreso al infinito". Es
gina "...doble conformidadjudicial si

sulta ajena --en general- a nuestro derecho,en el que


'ón "bilateral del recurso" -otorgamiento indistinto al acusador y al
que impera en el derecho anglosajón, pues, el ne bis in idem se ex-
rohibición de someter al imputado a un riesgo múltiple de sufrir una
(doublejeopardy)
no ahora, salvo limitaciones objetivas impuestas
ibilidad del recurso casatorio juega con total am-
ce la peculiar situación del Mi? en
ce no se pueden rebasar, porque cuando
pician protegerla frente a los abusos estatales.
atarios al ejercer la persecución
instancia como garantía constitu-
m r ha sido consagrado sólo en bene-
..no es sujeto destinatario del beneficio, no se
tucional, sin que ello obste a que el
onceda igual derecho"414.
meja a la doctina del "poder de
él una falla del constitucionalismo
concluir que las seguridades iudi-
ién pertenecen al Estado4I5.Si bien el Alto Tribunal ha hecho suya la

77-378, f. 48.61 1 --el caso estaba regido por la ley 2372-.


,Derecho ..., t. 1, ps. 6321639,7051733,7931804.
,Op. c i f , ps. 708 y 710.
. cit., ps. 483,633,636 y 794.
7,485 y 713,nota431.
ps. 477,633 y 7151717.
. 7 9 obitcr del voto concurrente del ministro Vázquez en CS. LL del
- RECURSO DE CASACION

jurisprudencia de la Corte Interamericana en cuya viriud "...la voz persona e


en el art.8", párrafo segundo, de la Convención Americana sobre Derechos H
debe entenderse como referga "...no en relación con otros Estados, sino hacia
dividuos bajo su jurisdicci8n", dejó claro que la resiricci
MP si no hay limitación expresa, según se acaba de exponer.
recurso extraordinario federal si se impugnó la valoraci
zar la pena y no se tuvieron en cuenta argumentos fiscale
Hace bastante tiempo era doctrina de la CS que la invi
-también el debido proceso- amparaba tanto al acusador como
tremo de reconocerse la posibilidad de impugnación aun al particular que pro
una condena4I7.
Este corolario --obviamente compartido- deviene emble
ma acusatorio, uno de cuyos vértices es la igualdad de oportunidades y otro
timación deparada al ofendido -la "víctima", a la moda del decir actual-,
se reivindica el derecho de perseguir penalmente, "expropiado" (sic) por el
a través de la inserción de la querella en el ordenamiento procesal. Los c
10 del fallo enanálisis anticipan la rectificación de dich
Se ha dicho que el querellante no puede tener mejor dere
el Ministerio Fiscal4'*.En nuestra opinión, tanto la ubicación d
comentario al art. 393- como la del art. 18, CN -alejada
Fallos 268:266; 297:491; 299:17; 303:1349, como antes se dij
tribunal, son harto debatibles. La validez constitucional de tales limites ha
da como insusceptible de ataque a través de la Ley Suprema4I9.
Con antelación, Sancinelti y Ferrante dedicaron un importante trab
surar dichas restricci~nes~~~. Ferrante elimina la posibilidad
nario federal como control suficiente, pues pugna con el art. 8', pto. 2, ap. h)
CADH. Pero también señala que el "doble conforme" se restringe, pue
descarta el análisis de los hechos: sólo cuando se trate de pruebas docu
determinen el contenido del fallo -una partida de nacimiento sobre cuya
aplica un agravante por razón de la edad de la victima- resultará idón
el trato desigualitario originado por diferentes montos de pena no pued
un estricto criterio de la garantía de la igualdad (art. 16, CN).
Sancinetti advierte que la propia CNCP, sala 1,en autos "Ferreyra"
siderarse que formuló un cambio parcial de la doctrina de la misma sala en
"Giroldi, Horacio David sirecurso de casación", del 22/91] 993422.En aquella
se dijo que si el condenado redujo sus agravios a puntos propios de de
por tanto, ajenos a la instancia del remedio federal, este último crite
sala 1, dejaría de resultar aceptable, pues habría violación a la'CADH; con todo,
dera que se trata de una manifestación intermedia no superadora de la discrimi
irrazonable y de la flagrante violación del citado convenio internacional.

CS, LL del 6/5/2002, f. 103.688.


."'Fallos 268:266; 297:491; 299:17; 303:1349.
CNCP, sala 1,2511011995,"Nogueira, Jorge", c. 604, reg. 795.
Fallos 3243269; JA 2002-1-787.
42"ímifes del recurso de casación según la gravedad de la sentencia penal conde
Ad-Hoc, Buenos Aires 1995.
SJP. LL del 201911995. f. 93.560.
BJ nro. 4, ps. 41149.
RECURSO DE CASACIÓN 871

'screpa Sancinelti también con la inteligencia de que si se trataba


debía atenerse la adinisibilidad del recurso casatorio exclusiva-
~ c i p a l el~ criterio
~ ~ ; censurado puede verse en CNCP, sala I1424.
ha dicho que basta con que una de las penas principales -al-
vante todo orden de

CP426,Garay considera lo decidido


cación irrazonable, pues los motivos de economía y orden práctico
también respecto de la Corte Su-
señala una consecueilcia tremen-
s años carecerían del derecho de
de modo evidente en la condena

459 ---con excepción del inc. 4",


,se sigue el sistema
ción se declara la culpabi-
ado al imponérsele F a medida curativa sin individualizar el monto
se cumple ninguno de los dos supuestos aqui especificad~s~~~; sobre
la CNCP, sala 1, ha invalidado pronunciamientos mediante los cuales
a medida de seguridad s e había superado en internación el
parte, contradice
consiste en evitar la con-
de vista es insostenible;
ente a que le examinen
le proporcione un medio legal de burlarlo aplicando una condena
o necesario para abrir la vía recursiva.
ede recurrir a favor del imputado (art. 433) en los casos en
sienta la sentencia o renuncie al recurso. La resolución, en
nable con respecto al imputado mismo (art. 459)"O.
a de sobreseimiento no operan los límites aqui irnpue~tos~~'.
el mismo tipo de la pe-
a de liberlad aplicada,
CP, para sostener que
erida, porque se pidió
ra de los límites de la legalidad y desvirtúa la equiparación legal

del recurso de casación...

sala 1, LL del 291712002, f. 104.136. Más recientemente, CS, Fallos 3295994, "Juri".
sala 1, JA 1994-11-430;en sentido similar, JA30111/1994, p. 30.
del recurso de casación penal por el monto de la pena: convalidación judicial y ob-
nai", JA 1994-11-538 y SS.

ENTE, "El problema de la

A, El recurso..., p. 202.
ala 1, LLdel 241511996, f. 94.318, o JA 1996-111-463.
.i - RECURSO DE CASACIÓN Art.

de ambas especies de pena para habilitar la Tal comprensión adopt


forma de plenario el 22/812000433.
b) Los limites frente ~ f ~ l a n t de
e ocuestiones federales
Un supuesto de dificil solución es determinar cómo operan los limites
art. 458 cuando en el caso se plantee una cuestión federal, sobre todo frente a la
jante decisión de la CS de ubicar a la casación como tribunal intenn
invoque agravios de esa naturaleza4i4.
Con anterioridad, se entendió que cabe el reinedio federal interpuesto por
contra la sentencia que absolvió al imputado aun cuando la solicitud
superase los tres años de privación de libertad4". Esa linea se mantuvo por la
sala I, cuando decidió que la improcedencia del recurso de casación del que
que no ajustaba al limite objetivo establecido por el art. 458, inc. l o
una sentencia de juez correccional-, no impedía recorrer directamente el ca
recurso extraordinario federal; la decisión del juez correccional, en la intel'
de la CS, provenía del superior tribunal de la causa y no imponía el tránsito
CNCP para decidir la cuestión federal planteada436.
Explica bien De Luca: la ley nacional o federal puede haber
el fiscal y la parte querellante no tienen recurso de casación para tratar tod
cuestiones de la causa (de hecho, prueba, derecho común, derecho
federal o cuestiones constitucionales), pero ello no significa que
el derecho de interponer algún recurso ante la CS para que conozca
te, de los puntos federales o constitucionales. La única limitación que la C
ción le permite efectuar al legislador consiste en que esas partes no puedan
cuestiones no federales437,y añade que "la única cuestión constituciona
obligado a tratar un tribunal federal que por ley iio aparece co
justamente, la que plantea la inconstitucionalidad de la ley que lo
te. Si resuelve la constitucionalidad de esa ley, no está habilitado
del asunto, aunque en éste también haya una cuestión constitucional. As'
varios casos donde la Corie resolvió que la Cámara de Casación debía r
planteo de inconstitucionalidad del limite legal de casación para lapa
te (CS, Fallos 322:277, 'Verbitsky')". Siempre puede conocer el fondo
salvo que resuelva la constitucionalidad del tope. A menos que el limit
derecho constitucional de superior jerarquía; tal el caso " G i r ~ l d i " ~ ~ ~ .
En otros casos, sin embargo, la casación consideró que, en su c
tribunal intermedio, correspondía hacer excepción a los límites del art.
exista una cuestión federal439.Pero esta posibilidad parece haber sido

'"CNCP, sala IV, JA 2000-1-507.


"' ED del 311012002, f. 51.690.
'3Va110s 328:1108, "Di Nunzio".
4'i CS, DJ2001-3-1161, f. 17.617.

LLdel291712002, f. 104.124 y t 104.125.


"' "Los recursos de la parte acusadora (casación y extraordinario federal)", LL del 2
nota a los fallos 104.124, 104.125 y 104.136.
Fallos 318:514: una disidencia del juez David se alineaen esa dirección: CNCP, sa
ED del 281512002. f. 21.470.
43Vonsultar los fallos citados en el trabajo de D'ALBORA, Nicolás E "Facultades rec
del acusador en los sistemas procesales estadounidense y argentino: el límite de la doble pers
RECURSO DE C A S A C I ~ N 873

caso "Garrafa" -la cuestión federal trataba sobre la arbitrariedad de la


al sostener que no pueden eludirse los limites cuantitativos para recurrir
lara, previamente, su inconstitucionalidadMo.Sería entonces un requisito
o de la cuestión federal sometida por el acusador, que
lguna norma constitucional en el
álisis del recurso de casación. Sin -
meses de diferencia, la CS señaló
de tribunal intermedio por más
su declaración de inconstitucio-
a de resolver tiene, a nuestro modo de ver, una ex-
l último caso, la cuestión federal versaba sobre la constitucionalidad
había dispuesto de oficio. En
un supuesto planteo de arbitrariedad de sentencia

necesario frente a una cuestión federal tan clara

, quedando excluidos de tal restricción aquellos


no admiten cuantificación, como sucede con los autos equiparados a
itiva por el art. 457442.

defensor podrán recurrir:


entencia del juez en lo correccional que condene a aquél a más de
e prisión, un (1)año de inhabüitación o cien mil australes (100.000)

sentencia del tribunal en lo criminal que lo condene a más de tres


s mü australes (200.000) de multa o cinco (5) años de

resolución que le imponga una medida de seguridad por tiempo

e le deniegue la extinción, conmutación o suspensión

sentencia que lo condene a restitución o indemnización de un valor


e. millones de australes (11.000.000) 443.

Más recientemente, CNCP, sala IV, 141212005, "A,, J. de

131612003, f. 52.082.
ntos en australes deben convertirse en pesos por ley 23.928.
-
RECURSO DE CASACIÓN

a) En los casos de los incisos 1"y 2" la condena puede recaer, indistinta
en las penas de prisión, inhabilitación o multa de acuerdo con los montos esta
dos y plantearse situacionegsingulares. En el delito de aplicación arbitraria de
dos (art. 260, CP), puede imponerse una multa por encima de los limites del '

loy resultar objetivamente recurrible, pese a que no se lo podría hacer en el c


un hurto en que se condene a cinco meses de prisión; se daría el absurdo de que
a que la pena de prisión es más grave (art. 5', CP), quedaría fuera de la casaci
argumento vale también para el inciso 2", porque la pena de multa para aquel
resulta cuantificable en relación a la cantidad distraída -20% al SO%-.

b) Inciso 3". Tanto la pena de reclusión como las medidas del art. 52
resultan recurribles.
Si la medida de seguridad curativa es indeterminada -perdurará por e
que dure la condena o aquel que resulte necesario a los fines de su desintoxi
rehabilitación- encuadra en este incisoM4.

c) Inciso 4". Sobre la denegación de la extinción, conmutación o suspe


la pena, ver comentario al art. 457.

d) En el caso del inciso 5" hay que atenerse a que la condena es únic
sentencia una totalidad. Si el resarcimiento supera el límite fijado, s
recurrible por todas las cuestiones atingentes al delito, aunque la can
lo consientiera por si solaMS.
Ver comentario a la introducción, acápite 11, "Requisitos comunes',
donde se analiza el fallo "Giroldi" de la CS, en cuanto declaró la inc
dad de los limites impuestos al imputado para recurrir en casación.
Recurso de la parte querellante
460. La parte querellante podrá recurrir en los mismos ca
hacerlo el ministerio fiscal.
No se bata de la adhesión al recurso del acusador público (art
fabultad autónoma asignada al acusador particular (art. 435).
'
El precepto se refiere a los límites objetivos establecidos para el
cal. El poder impugnativo se autolimita a idénticos criterios objetivos
al MP por el art. 458: la parte querellante puede recurrir por inconsti
casación en los mismos casos en que puede hacerlo el fiscalM6.Pero
actividad del querellante a la previa iniciativa del acusador público.
El pretenso querellante a quien se le ha denegado su requerimi
dicha función, no agota su capacidad recursiva con la apelación
instancia, sino que en busca de una decisión fundada --en el cas
tivos exigidos por el art. 123- por parte del tribunal que se pronunció, tie
cultad de acudir a la CS y lógicamente a la CNCP; se tratade un d

CNCP, sala 1, LL del 71512001, f. 101.946.


"' DELA RÚA, El recurso..., p. 206.
CNCP, sala 1, ED del 201112000, f. 49.798; id., sala 11, "Strumia, Mirta", LL del 5
c. 1858, reg. 2426.2, Boletín de la CNCP, Primer Trimestre, 1999.
RECURSO DE C A S A C I ~ N ' 875

ia constitucional del debido proceso (arts 18, CN, y 10, DUDH, XXVI,
.l., CADH, y 14.1., PIDCP)447.
S admitió que si en la ocasión de la discusión final el querellante requirió
tribunal está en condiciones de hacerlo. Por ende, el acusador particular
'r en procura de tal pronunciamient~"~.Pero previamente debió haber -
querimiento de elevación a juicio (art. 347)449.
Tribunal hizo lugar a la queja y declaró procedente el recurso extraor-
r no haberse afrontado la aducida inconstitucionalidad de los arts. 458,
60 que limitan la procedencia del recurso en los delitos de acción privada.
te sostuvo que tenía derecho a acudir a un tribunal superior -art. 84
c. h), de la CADH- al considerar que lo estipulado excede el mero
garantizar los derechos del imputado y, en su carácter de victima en un
ión privada, postuló igualdad de tratamiento en el derecho de recurrir

on poca claridad, cabe interpretar que la CS se inclinó finalmente por la


lidad de los límites impuestos al querellante para recurrir en casación4s'.
Gustavo Hornos entiende que si bien el CPP tiene previsto como li-
o para la admisibilidad del recurso de casación contra una sentencia
de específica aplicación respecto de la parte querellante, que se haya
na pena mayor a tris años de pena privativa de libertad, corresponde
n cuando el acusador invoque la violación de garantías sustanciales
04s2.Al comentar el fallo, Almeyra sostiene que la disidencia debió
unciarse por la invalidez constitucional de los arts. 458 y 460 para
arel análisis de la cuestión federal propuesta por el acusador. Esta última
por la CS en el fallo "Garrafaw4".
a los arts. 393,435,458 y 459.
1 civilmente demandado
mente demandado podr4 recurrir cuando pueda hacerlo el impu-
te la inacción de éste, siempre que se declare su responsabilidad.
onde civilmente por el hecho de otro, conforme lo establece el arl.
gundo, tiene autonomíapara impugnar porque, en virtud de la inciden-
CC, la condena penal del imputado depara que deba afrontar aquélla.

1998, f. 97.882; CCC, sala IV, JA 2000-I-


la impugnabilidad subjetiva del pretenso querellante a través del Plenario nro. 11,
ssen", RDP, LexisNexis, 1112006, p. 2107.
998, f. 97.877, o ED 180-1003, f. 04.
96; RDP, LexisNexis, 212007, p. 327; ver el comentario ~ ~ D ' A L B o R A , F.,
Nicolás
ión de la autonomía asignada al acusador particular", RDP, LexisNexis, 512007,

000, DPPC, f. 74; JA2000-111-45.


llos 3295994, "Juri"; RDP, LexisNexis 512007, p. 956. Sobre la interpretación que
este fallo ver DIALEORA, Nicolás F. "Más sobre los limites recursivos de la parte acu-
e los fallos 'Garrafa' y 'Juri' de la C m e Suprema de Justicia de la Nación)", CDJP,

V, SJP, LL del 261912003, f. 106.243, voto en disidencia, con nota de ALMEYRA,


tes objetivos impuestos al recurso de casación del querellante conjunto?".
876 RECURSODE C A S A C ~ ~ N Art. 462

Su recurso es atnplio y puede comprender la cuestión penal de la cual depende,


necesariamente, su declaración de responsabilidad civil sin atender a que el imputa-
do pueda cuestionar la sentencia ey,,eseaspecto4i4.
La jurisprudencia mendocina admitió el recurso de este sujeto si la condena a res-
tituir o iudemnizar supera el límite (art. 459, inc. 5O), pese a que la del imputado resul-
tare inferior, aun antes de la declaración de inconstitucionalidadde los topes efectuada
por la Corte Suprema en el caso "Giroldi, Horacio David slrecurso de casación"45s.
Ver comentario al art. 458.
Recurso del actor civil
462. El actor civil podrarecurrir:
19 De la sentencia del ju6:zen lo correccional, cuando su agravio sea superior
a siete millones de australes (7.000.000).
23 De la sentencia del tribuaal en lo criminal, cuando su agravio sea superior
a once millones de australes (ll.0W0.000)4s6.
No puede impugnar la sentenci.~en cuanto a la existencia del hecho y autoría
del imputado, ni iiivocar la errónea aplicación de una figura delictiva. Se restringe a
aducir la equívoca aplicación o inobservancia de la ley de fo~idoque regula los prin-
cipios relativos al daño y a la restitució.~;a menos que medie recurso del MP o del
imputado; pero si desisten del recurso, la pretensión del actor civil no puede poner
en crisis una sentencia susceptible de hacer caer la absolución del imputado457.Su
recurso no puede. afectar la sentencia penal firme.
Si se discute la extensión del daño cau
la pena, la conclusión resultante es que el act
el ejercicio de la acción . .. .
Si su recurso se k n d a en inobservanci
encontrarse en el trámite relativo a la acción civil y tener un interés directo en la
forma omitiUa; el vicio debe influir sobre parte de la sentencia que decide sobre sus
pretensiones resarcitorias. Pero no puede alegar la violación en la sentencia de una
forma procesal, aunque esté establecida por la Constitución, si pudiera llegar a vul-
nerar la estabilidad de la sentencia que absuelve al imputado. Lo impide la regla que
consagra la independencia de las acciones civil y penal; si se admitiera su recurso s'e
daría supervivencia a la acción penal como resultado del ejercicio de la acción civil,
se alteraría el principio del interés y se violaría para el imputado la garantía del juicio
previo del art. 18, CNw9.
Si no existe agravio cuantificable, no procede el recurso de casación interpuesto
por el actor
Ver comentario al art. 458.

DE LA RUA,El recurso ...,p. 21 1.


'" ED 163-161, f. 46.523; I A 1995-111-570 o LLZ01911995, f. 93.553;ÁBAL~S,
Código...., p. 999.
LOSmontos en australes deben conveflirse en pesos por ley 23.928.
"' DE LA RU~,ELrecurso..., ps. 2111213.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-770.
CNCP, sala 111, "Gómez, Gerardo", c. 2050, reg. 108199.3, LL del 51112000, Boletin de la
CNCP, Primer Trimestre 1999.
'" CNCP, sala IV, DJ 2000-3-660, f. 16.144.
rt. 463 RECURSO DE C A S A C I ~ N 877

Interposición
463. El recurso de casación será interpuesto ante el tribunal que dictó la re-
solución, dentro del término de diez (10) días de notificada y mediante escrito con
firma de letrado, en el cual se citarán concretamente las disposiciones legales que
se consideren violadas o err6neamente aplicadas y se expresará cuál es la apliea-
ción que se pretende. Deberá indicarse separadamente cada motivo. Fuera de esa
oportunidad, no podrá alegarse ningún otro.

El recurso se deduce en el plazo perentorio de diez días (art. 438), en cuyo


ómputo sólo se tienen en cuenta los días hábiles (art. 162); es plazo individual, y
el momento inicial de su estimación comienza desde el día en que se leen los fuuda-
mentos de la ~entencia~~'. Resulta extemporáneo el planteo frente a la denegatoria
de suspensión del juicio a pmeha si dicha pretensión se rechazó en la audiencia del
ebate y quedó finne, pues el momento inicial del plazo comenzó a correr a partir del
ia siguiente al de la audiencia4".
Se entendía que si se notificó a la defensa, deviene inadmisible el recurso ex-
ordinario federal basado en la supuesta violación de la garantía de la defensa en
cio -se había omitido notificar al condenad- pues al tratarse de decisiones
sos --como el de casación y la queja por su rechazo---,
rrespoude coinunicarlos a la defensa, quien ejerce la asistencia técnico-jurídica463.
En contra, la jueza Ledesma afirma que el cómputo del plazo para interponer
recurso de casación debe efectuarse desde la notificación personal al imputado y
criterio actual de la CS es coincidente con esta última

El lugar de interposición es la secretaria del tribunal que dictó la resolución


odo de cumplir la actividad irnpugnativa es la escritura.
e casación son de índole técnica -por vía de principio sólo
tiones de derecho- y de aplicación estricta a los supuestos del art. 456, se im-
e la firma de abogado como condición de admisibilidad (art. 467). Parece obvio
dicha firma habrá de exigirse únicamente cuando se haya autorizado la defensa
etrado (art. 104); si aun entonces el imputado ejerce su
,párr. lo),debe acudir al patrocinio de un profesional. Desde
efensor tiene suficiente autonomía técnica para afrontarlo
ocurre con el MP y los mandatarios del actor civil y
be dejarse sin efecto la sentencia que declaró desierto el
itió considerar la necesidad de que los imputados contaran

'" DELA ROA. La casación.... n. 218. notas 99 v 100: en esta última se animta aue si la ausencia
del iinpurado n I:i :iurlienciii e3 ibrzosn, se 3;asi<>n3nulidacl. .\ iiiiorru jiiicto. sóli; rela:iva, purqiie
cuistionii ILiinic~j\ CI ~e(iiiisil<)
462 CNCP, sala 1, JA 1996-IV-444.
-
de 13 risr;iicin Icirnds L., obliu~rurio:coni Rn 167. inc. 3'

'' CS, ED del 181212000, f. 49.860.


'<" CNCP, sala 111, voto en disidelicia, RDP, LexisNexis, nro. 3, p. 640
Fallos 327:3802; 3275801; 328:470.
878 @jCURSO DE CASACION Art. 463

en la instancia con la debida asistencia legal, colocándolos de esa manera en una


situación de indefensión4".
El letrado patrocinante de la querella no puede presentar un recurso sin la fir-
ma del particular ofendido. La actyación como gestor, según lo establece el art. 48,
CPCC, sólo puede ser ejercida una vez en el curso del proceso467.
e) Fundabiiidad
Dicho presupuesto -admzsibilidad- exige la invocación exhaustiva de las
normas que se dejaron de lado o no fueron correctamente comprendidas por el tribu-
nal en su aplicación al
Al recurrente incumbe la carga de explicitar el agravio, pues debe, además,
expresar cuál es la inteligencia que propicia y señalar en qué consiste el error de
derecho atribuido a la sentencia, ya que se trata de acompañar el agravio con la doc-
trina que lo sustentaa9. Para cumplir con el recaudo de fi~ndamentaciónautónoma
no basta con aseverar una inteligencia distinta a la efectusda en el fallo, si no está
razonada con referencia al texto de la ley involucrada, a la doctrina de los autores y
al derecho creado en su torno470.
Los motivos de casación deben enunciarse con pulcritud, escindiendo cada uno
de ellos; por eso, si los recurrentes no se hicieron cargo de las razones aducidas por
el tribunal para ejercitar las facultades derivadas del art. 29, CP, las han dejado incó-
lumes, puesto que, respecto de ellas, el recurso carece de fundamenta~ión~~'. Aunque
todo lo concerniente a motivación defectuosa debe tratarse con prudencia, a fin de
no desvirtuar la predominante función de contralor jurídico que incumbe al tribunal
de casación para corregir los vicios in iudicando in iure, pero respetando la intangi-
bilidad de la plataforma fáctica, porque es imposible -por principio- descender a
la consideración de las cuestiones de hecho y prueba como si se tratara de un recurso
ordinario de apela~ión"~. Salvo arbitrariedad o absurdo notorio en la apreciación de
tales cuestiones (ver comentario al art. 456).
La última oración subraya el carácter perentorio del término. Pero también pre-
.
cisa que la deducción y la motivación deben realizarse al mismo tiempo, oues de ahí
en más no puede añadirse otro motivo diferente, ya que el impugnanie, & el futuro,
sólo puede desarrollarlo con más profundidad -indicando otros precedentes juris-
prudenciales u otras citas doctrinarias- pero no agregar ninguno distinto.
El escrito de deducción debe bastarse a si mismo473y queda precluida la posi-
bilidad de ampliar los motivos cuando fue presentado, aunque no baya vencido el
plazo de diez días -hábiles (art. 162)-474; esta tesis se ve susientada a través de lo

466 CS, Fallos 320:150.


'"CNCP, sala IV, ED del 3011212003,f. 52.472; CS, 81412008, "Fuks", citado por GARAY- MAN-
RIQUEZ en "Actualidad en la jurispmdencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación 2-2008", RDP,
AbeledoPerot, 912008, p. 1618.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1988-560 y 1989, p. 593; TS Neuquén, 251911991, "Henera,
César".
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1989-258.
"VCNCP, sala IV, LL del 281712000, f. 100.626,o DJ 2000-3-808, f. 16.200.
" ' S T Córdoba, sala Penal, LLC 1989-681.
"l ST Entre Ríos, JA 1990-111-132,Índice.

d73 TS Neuquh, 251911991, "Henera, César".

"' En contra, CHIARA Dinz, Código..., p. 133,junto con VAZQUEZ Rossi - Pessoa.
e dispone el primer párrafo del art. 464, pues el tribunal debe pronunciarse acerca
la admisibilidad dentro de los tres días a computar desde que se dedujo el recurso,
no una vez que hayan expirado los diez, corolario reforzado por los principios de
eleridad y economía procesal. Palacio distingue según la pretendida ampliación se
oncrete antes o después que el tribunal se pronunciare sobre la admisibilidad: en el
rimer caso seria viable; en el último, noNS.Nogueira, con criterio más amplio, cree
ue el legitimado puede agregar motivos distintos a los expuestos en el escrito que
edujo el recurso, o bien precisar o determinar los S del modo más adecuado
n función de superar la admisibilidad, pues el ac ivo constituye ontológica
mporalmente, un acto procesal
La especificidad de los motivos debe ceder nulidad absoluta verifi-
a. Es que si la inobservancia de un requisito 1 recurso extraordinario
ral no empece -"más allá de cualquier imperfección en la habilitación de la
petencia de la Corte para conocer en el caso"-- a resolverla con antelación a
ier otra cuestión planteada477,resulta ritual cerrar la casación para admitirla.
Pero si el recurso se concedió por inobservancia o errónea aplicación de la ley
stantiva y no por inobservancia de las normas procesales, es posible declarar una
ulidad absoluta y procede casar la sentencia si por la eliminación queda privada de

El recurrente no sólo debe citar las disposiciones que considera violadas o erró-
ién cuál es la inteligencia pretendida y desarrollar los
sustentan los motivos; el recurso debe bastarse a sí mismo,
ce la vigencia del principio iura novit curia que permite
las omisiones del recurrente479;por supuesto que no se ha de incurrir
o que exija precisar, con pulcritud, la denominaciónjurídica en juego
ar el número correspondiente a las normas en discusión; para no frustrar el
eptarse una aserción que pennita determinar estos extremos. Por ello
e contener la narración de los hechos de la causa, sus circunstancias relevantes y
elito e n ~ i i l g a d oSu
~ ~omisión
~. no puede suplirse con el acompañamiento de copia
o actuado en instancias anteriore~~~'.
Si el MP consintió la resolución y no formuló adhesión al remedio articulado
el querellante, no actuó en tiempo oportuno, pues precluyó su prerrogativa diri-
a reformar el pronunciamiento dictado; la adhesión exige desarrollar los moti-

obstante la tendencia hacia el denominado recurso indiferente o paraie-


r aquel que, sin ser el prescripto por la ley en forma específica
han observado sus requisitos formales, produce los efectos
correspondido si se hubiese articulado correctamente. Esta
que la resolución a impugnar sea confusa, pero no opera

Los rvcursos..., p. 139.


Los recursos..., p. 91.
CS, LL del 26/6!1996, f. 94.424.
Da LA ROA,El recurso..., ps. 1321133.
CNCP, sala IV, LL del 111512001, f. 101.969.
CNCP, sala IV, LL del 161512001, f. 101.997.
CNCP, sala IV, ED del 51812003, f. 52.175.
CNCP, sala IV, LL del 31512001, f. 101.926.
880 pECURS0 DE C A S A C ~ ~ N Art. 463

para enmendar las falencias recursivas de las partes en una vía extraordinariads3.
De lo contrario se otorgaría una desmesurada extensión al principio iura curia no-
~ i tPor~ eso
~ ~dice . Palacio que si se citó erróneamente uno de los incisos del art.
456 cuando correspondía el otro,Qo empece, sin incurrir en ritualismo manifiesto, a
la concesión del recurso48s.La CS ha dicho, también, que incurre en excesivo rigor
formal, en el examen de su competencia, la CNCP si prescindió del sentido común
y crítico de las expresiones empleadas en el recurso de casación; de haber proce-
dido así hubiese podido advertir con simpleza que la parte reclamaba una distinta
aplicación del derecho común al caso, porque consideraba errónea la de la sentencia
apeladadx6.
De manera que el error en la denominación del motivo del agravio no es causal
de inadmisibilidad, siempre que se encuentre clara y suficientemente expuesta487.
La CNCP, sala 1, por mayoría, establece que la anulación de la denegatoria de
un pedido excarcelatorio no habilita su avocación frente a una nueva denegaoión, en
la medida en que la resolución cuestionada tiene previsto un medio de impugnación
a través del art. 456. En disidencia, con acierto expresa el doctor Bisordi que la in-
sistencia en criterios declarados inválidos habilita la competencia recursiva de este
órgano judicial y evita agravar la posible vulneración de garantías constilucionales
con el complejo trámite y dilatados plazos de un recurso de casación488.
e) Casuística
La reparación del error material por vía de la aclaratoria no constituye un paso
previo obligatorio, cuya omisión prive a las partes de la casación489.

HmEus, Técnica de los recursos extraordinarios, ps. 4291430.


'"DE ¡,A ROA,El reCurSO..., p. 265.
"El error en la invocación de un motivo de casación penal y la verdad jurídica objetiva", LL
del 2611211997, commtario al fallo de la CS nro. 96.527.
LL del 311511999, f. 98.780, o JA 1998-IV-552, con nota de MORELLO, "Un excelente fallo de
la Corte federal sobre las cuestiones de hecho en la casación", quien insiste en la imposibilidad de des-
membrarjuicio de hecho y de derecho "...que, bífido (como la lenguade las serpientes), necesariamente
debe ser aprehendido en block para afianzar la composición del recurso que es el acceso a la defensa en
,juicio" o DJ 1998-3-312, f. 13.383.
CNCP, sala 1, BJ nro. 5, ps. 24127; i d , id., "Abasto, Héctor", c. 2973, r. 2602.1, LL del
51112000, Boletín de CNCP, Primer Trimestre 1999; i d , id., "Almada, Sergio", c. 2138, r. 2627.1, LL
del 51112000, Boletín de CNCP, Primer Trimestre 1999; CNCP, sala 1, LL del 251212002, f. 103.360.
CNCP, sala 1, JA 2001-11.663, o LL del 281712000, f. 100.620, con nota de DEVOTO, "Avoca-
ción y libertad personal", quien se interroga sobre qué pasaría si el tribunal oral decidiera desoír la de-
cisión de la CNCP; comparte el temperamento de la disidencia, pues por encima del rigor formal debe
ceder ante cuestiones de justicia, y así lo consagran los arts. 2O y 3". El precedente de este fallo puede
verse en CDJP, Casación, año 1, nro. 1,2001, ps. 472 y SS. y el consecuente en id., ps. 483 y SS.; estos
Últimos con nota de MOR%;para decidir el caso, La alzada se atuvo a las pautas objetivas reguladoras
de la prisión preventiva y a la excarcelación y a su interrelación con el art. 280. El escolio a b a la
apertura de una nueva tendencia ajustada al pensamiento de Maier y seguidora de la tesis del
fiscal Bnizzone, en cuya virtud cabe sujetar el otorgamiento de la libertad provisoria a los
consagrados en el art. 280; por manera que lo establecido en el art. 3 16 constituye un parámet
determinar frente a que! casos el legislador en forma abstracta indica si es viable la puesta en li
pero de ninguna manera puede ser considerada una regla de aplicación autoniática.
ST Córdoba, sala Pcnal, LLC 1987-120 y 1989, p. 133.
RECURSO DE C A S A C I ~ N

No debe interponerse en subsidio de un planteo de nulidad; antes de la decisión


del último deviene prematuro y no se ajusta a la condición de que el pronunciamien-
to tenga carácter definitivo o resulte equiparable a él por sus consecuencia^^^^.
Debe tener fundamentación autónoma consistente en una mínima descripción
del hecho atribuido y de los términos del fallo que resuelve el caso; sólo así se per-
mite comprender si se habilita esta vía recursiva. Es preferible indicar cuáles de los
motivos (art. 456) lo hacen p r ~ c e d e n t e ~ ~ ' .
Una prolija deducción requiere especificar en capítulos o apartados los distin-
tos motivos por los que se reclama el control casatorio; no basta invocar la mera
referencia a la nulidad de un acto -aun cuando se indique un determinado artículo
el Código- si no se expresa, acabadamente, cuál de las previsiones anuncia-
as en esa norma no se ha Es menester precisar en qué consiste la
violación o el error, correspondiéndole al impugnante explicitar con fundamentos
jurídicos la razón de su acierto dando motivo de cada una de las infracciones que
imputa a la decisión, indicando en qué consiste la transgresión y rebatiendo las
motivaciones legales de lo resuelto493.Si de los escuetos términos de la exposición
es posible tomar conocimiento siquiera somero del hecho juzgado ni de los
damentos o conclusiones del fallo, tales omisiones se muestran insuperables494.
La fundamentación exigida como requisito de admisibilidad formal impone
petar los hechos valorados por el magistrado.para sustentar la conclusión atacada.
parcialización de dichos fundamentos obstaculizan el control, toda vez que priva
ecurso de sustento veraz495.Pero se incurre en excesivo rigor formal si a través
sentido común y jundico de las expresiones empleadas se advierte con simpleza
lo reclamado es una distinta aplicación del derecho común al caso, dado que
onsideraba errónea la de la sentencia impugnada496.Al disentir con la mayoría
ue se limitó a rechazar el remedio federal con cita del art. 286, CPCC-, el doctor
acchi cuestionó severamente acudir a un rigor formal injustificado para rechazar
casación, pues constituye un arbitrario cercenamienio del derecho del imputado a
la revisión de la sentencia condenatoria sin cortapisas excesivas. Además,
derecho consagrado por tratados internacionale~~~'.
Empero, tanto la naturaleza de la cuestión planteada como "...la completitud
debe reunir la decisión ..." pueden "...dar cabal y suficiente consideración ..." a
vos n~otivos:si se articuló una nulidad49s,cuando es absoluta499.
La CNCP, sala 11, sostiene que si conjuntamente con el recurso de casación se
el recurso de inconstitucionalidad,aunque ambos puedan reunirse material-
un mismo escrito, son independientesy deben bastarse cada uno a sí mismos".

"O CNCP, sala 1, BJ nro. 4, ps. 49150.


CNCP, sala 1, BJ nro. 4, ps. 58159.
m CNCP, sala 11, BJ nro. 5, ps. 88190.
"' ST Río Negro 7/10/1993, LL del 1211211994, f. 92.721.
49' CNCP, sala 1, registro nro. 128, BJ nro. 1, ED 162-749.

'9' TS Córdoba, sala Penal, LL del 281813998, reseña de Fallos nro. 40.738-S.

" ( ' S , J.\ l')k)h-I\'-5j2. ¿íin nu1.s de M;ri:i 1. , 'IIii csccle,ite hllu dc In <.une tkderal sohrz las
'UCStIJuc, de hccho en 14 cilsai.i,~n". L.I. Jc: 31 5 I<>UY,i. '18 7Xu. 3 I)J Iy<)b-)-3I?. 1'. 13 3h3. :iud,~
'"DJ2000-2-593, f. 15.637.
" CNCP, sala 111, ED 163-470, f. 46.592, consid. 111.
'"Id., sala 1, JA 1996-1.484; ver comentario al art. 168.
CNCP, sala 11, JAdel 11211995, p. 20.
RECURSO DE CASACIÓN Art. 464

Proveído
464. El tribunal proveerá lo que corresponda en el término de tres (3) días.
Cuando el recurso sea concedido, se emplazará a los interesados para que
comparezcan a mantenerlo anteal tribunal de alzada en el término de tres (3) días
a contar desde que las actuaciones tuvieren entrada en aquél.
Si el tribunal tuviere asiento en lugar distinto al del juez de la causa, el ern-
plazamiento se hará por el término de ocho (8) días.
Las actuaciones serán remitidas de oficio al tribunal de alzada inmediata-
mente después de la última notifi~aci6n~~'.

a) Plazo. Admisibiiidad
Como antes se dijo, el plazo para que el tribunal se expida sobre la admisi-
bilidad tiene como momento inicial el siguiente día hábil al de la presentación del
escrito (art. 161).
Examinar la admisibilidad no descarta avanzar en el análisis e impedir el pro-
greso del trámite cuando de su estudio surja la improcedencia de la vía recursivas".
Basta poner en discusión la ley sustantiva -si es el caso- y adecuar los hechos a
determinada doctrina para que el juicio de admisibilidad se tome viable. Dicho exa-
men hace intervenir al tribunal a quo en la habilitación de la instancia superior sin
que pueda convertirse en juez de sus propios fallosso3.El tribunal que dictó la sen-
tencia puede avanzar sobre las condiciones de admisibilidad del remedio ensayado y
rechazarlo cuando de su lectura surja su improcedenciaso'.
b) Emplazamiento
El emplazamiento consiste en la convocatoria hecha a las partes para acudir
ante el tribunal ad quem a fin de que tanto el recurrente como el recurrido se pre-
senten ante dicho órgano con el propósito de participar en el trámite,del recurso
concedido. Es consecuencia de que ambos quedan vinculados a la jurisdicción de la
alzada. El plazo varía según la radicación del tribunal de origen.
Origina la carga procesal -imperativo en el propio interés- de apersonarse
ante la alzada en tiempo oportuno y mantener el recurso.
Si el impugnante no cumple con aquélla, se declara desierto el recurso (art. 46
párr. lo). Se trata de un supuesto de desistimientotácito de la instancia impugnativa.
El plazo es perentorio e improrrogable (art. 163); una vez vencido, aunque no se
declare la deserción, deviene inadmisible la comparecencia intempestiva de la parte.
c) Crítica
Es inexplicable que la ley 26.374 haya eliminado el emplazamiento para man-
tener el recurso en los casos de apelación (a trav6s de la derogación del art. 45 1 y
regulado por el nuevo art. 453) y lo haya exigido deliberadamente para el recurso
casación a través del actual art. 464, bajo apercibimiento de declararlo desierto

Texto según ley 26.374, BO del 301512008.


"' CNCR sala 11, BJ nro. 4, ps. 84185; id., id., LL del 17/4/2000, f. 100.112.
'O3 CNCP. sala 1, BJ nro. 5, ps. 43144; sala 111, 2111011994, "Ruisánchez Laures", c. 1
LUGGNES, RCCU~SOS..., ps. 4731476, en especial p. 474.
CNCP, sala 11, JA 1995-1-569; id, id., DJ 2000-1-1340, f. 15.383; id., sala 1, DJ 2000-2-73O.
f. 15.687; ver TOC Fed. San Manin, JA 1.995-11-600.
caso de incomparecencia (art. 465). De esta forma, el medio de impugnación cuya
'sión primordial es cumplir con la doble instancia garantizada para el im
r los arts. 8.2.h., CADH, y 14.5., PIDCP, pasa a tener más requisitos
e un remedio previsto para recurrir decisiones dictadas durante la instmccion, en
ca colisión con la tendencia actual. La ilógica diferenciación se percibe en el pro-
seno de la casación: debe mantenerse el recurso deducido contra una sentencia
ndenatoria, pero no hay que hacerlo cuando se interponga contra una resolución -
uinarable a definitiva -vor ei.. el rechazo de una vrescrivción- (art. 465 bis). Sin
da', se trata de una decisión legislativa que va en contra de los lineamientos fijados
or la CS en ''Ca~al''~~.
Trámite
465. Si en el término de emplazamiento no compareciere el recurrente ni se
roduiere adhesión, se declarará desierto el recurso, de oficio o a simple certifiea-
ndose de inmediato las actuaciones.
1de cámara deberá manifestar, en su caso, si se mantie-
ere deducido el agente fiscal o si adhiere al interpuesto

A este fin se le notificará en cuanto las actuaciones sean recibidas.


Cuando el recurso sea mantenido y la Cámara no lo rechace, conforme a lo
ediente quedará por diez (10) dias en la oficina para
interesados lo examinen.
ncido este término el presidente fijará audiencia para informar, con inter-
S, y señalará el tiempo de estudio para cada miem-

interesados durante los días del emplaza-


el recurso (art. 465); se trata de un caso de
a opinión crítica al requisito del mantenimiento del
,464). Más allá de nuestra opinión adver-
ustado lo expuesto en el tercer párrafo a
r que el ingreso de las actuaciones a la
esde allí debe computarse el plazo para

4 4 4 se estableció que el a quo no puede vincular al ad quem


ouerle la admisión de un recurso cuando resulte improcedente, sea porque no
al reclamante el derecho de impugnación, o pretenda hacerlo fuera del plazo,
S reglas de actividad prescriptas (art. 463), o no se trata de
stancias y resoluciones incluidas en los arts. 456 y 457. Si no se produce
ón o, aunque ésta se produzca, si medió adhesión dentro del tiempo del
zamiento. la Casación coloca el expediente vor diez días en la oficina para su

'Os Eallos 328:3399.


Texto según ley 26.374, BO del 301512008.
Ver comentario al art. 451 derogado, donde se cifa a Palacio como fuente del atinado califi-
884 RECURSO DE CASACION Art. 465 bis
-
Al arribarse al término, el presidente señala audiencia para informar dentro de
un plazo inicial, diiatorio o intermedio también de diez días, pues no puede realizarse
antes de su transcurso. Además establece el lapso que cada integrante del tribunal
podrá tener el expediente a estud$. Desde luego que quien vote en primer término
habrá de contar con un plazo mayor, pues no está vedado el voto de adhesión (ver
comentario al art. 398, pán: 2 O ) .
El pedido de declaración de nulidad formulado en este momento resulta ex-
temporáneo, pues el conocimiento del tribunal queda circunscripto a los motivos de
casación deducidos en las condiciones esenciales de forma ---en rigor, actividad-;
ello no es óbice para habilitar de oficio la vía intentada si se comprueba la existencia
de nulidades de carácter absoluto, aun cuando no guarden relación con el motivo de
apertura del recurso509.
'Ikániite especial para revisión de autos o decretos
465 bis. Cuando el recurso de casación sea interpuesto contra autos o decre-
tos que sean equiparables a las sentencias definitivas el trámite será el de los arts.
454 y 455.
Este trámite no-será aplicable en los recursos contra los autos que indica el
art. 4575'0.

a) Trámite
Se establece un trámite especial para los recursos deducidos contq resoluciones
equiparables a definitiva. La remisión a los arts. 454 y 455 (ver comentario) implica que
en estos casos el recurso no deba ser mantenido5", que la comparecencia a la audiencia
del recurrente deviene imperativa bajo apercibimiento de tenerse por desistido el recur-
so (art. 454, párr. 2') y que el único medio para informar es la oralidad.
La determinación de las resoluciones equiparables a definitiva no es brindada
por el legislador sino por la jurisprudencia. A modo de ejemplo,puede mencionarse
la denegatoria de la excarcelación o eximición de prisión512,el rechazo de la suspen-
sión del juicio a prueba5I3,ciertos casos en los que no se hace lugar a la prescripción
de la acción penalsI4y algunos supuestos de nulidades cuando pudieran afectar el ne
bis in idem5I5(ver además comentario art. 457, acápite a.1.).
b) Critica
Esta dualidad de trámites para un mismo recurso en función del decisorio im-
pugnado puede hacer incurrir en error a los recurrentes. Para uno de los trámites el

CNCP, sala 1, LLdel2611211997,f. 96.534; ver comenmio ai art. 168.


Articulo incorporado por ley 26.374, BO del 301512008.
'" La opinión adversa de PAMPLIEGA parece 110 advertir que la eliminación del ait. 451, la mo-
dificación del &. 453 y el establecimiento de un trámite especial para estos casos distinto al previsto
por el art. 465, deja sin sustento normativo su afirmación en punto a que "...en este caso de casaci
simplificada subsiste la obligación del recurrente de mantener"; LL del 41612008, "Reciente siste
recursivo en el proceso penal", ps. 113.
CS, Fallos 328:1108 y sus citas.
CS. Fallos 320:2451.
''' CS, 81412008, "Cuatrín, Gladys María y otros slcontrabando", c. 1740. XLII.
CS, Fallos 330:2265.
RECURSO DE C A S A C I ~ N

mantenimiento del recurso es una carga procesal que en caso de no cumplirse


deserción (art. 465), pero presentarse a la audiencia no es imperativo (art. 4
el otro, por el contrario, no se exige mantener, pero la incomparecencia a la a
importa desistimiento del recurso (art. 455 y 465 bis).
Hubiera sido más aconsejable la unificación del trámite del art. 465 bis para
todos los supuestos o, en todo caso, que las cargas procesales de las partes no difieran-
entre uno y otro trámite.
Ampliación de fundamentos
466. Durante el término deoficina ados podrán desarrollar o am-
liar por escrito los fundamentos de los motivos propuestos siempre que, bajo
ena de inadmisibiidad, acompaííen las copias necesarias de aquél, las que serán
tregadas inmediatamente a los adversarios.
Este trámite es aplicable solamente cuando la resolución recurrida sea alguna
e las establecidas por el art. 457. Si se trata de una decisión equiparable a definitiva,
aplica el previsto por los arts. 465 bis, 454 y 455.
Al comentar el art. 463 se puso de resalto que en el escrito de interposición
eben precisarse, con exhaustividad, tos motivos del recuiso; en la terminología del
ódigo comprende la enunciación de cada una de las cuestiones jurídicas -sustan-
les y formales- que el recurrente estima inobservadas o erróneamente aplicadas.
uel escrito que abre la vía impugnativa de la casación, al mismo tiempo clausura
osibilidad de enumerar otras circunstancias (ver art. 463, oración final). De suerte
el plazo señalado por el art. 465 depara una mera facultad a los interesados para
profundicen "...los fundamentos de los motivos propuestos...". No se otorga la
ltad de introducir nuevos agravios, sino ampliar o desarrollar los fundamentos
uestos en el escrito de interposiciónsi6.Estaactividad eventual se subordina a que
n las copias necesarias del escrito para hacerlas llegar de inmediato a la
rte. La falta de copias ocasiona la imposibilidad de recibir el escnto. La re-
contra el auto que dispone la entrega de copias es improcedente, pues debe
verse la cuestión en oportunidad de decidir acerca del recursos".
abe reparar en que tanto en la presentación del escnto como en la audiencia para
ar (art. 465, pán. 5") deben reiterarse los motivos, pues aquí también se corre
iesgo de tener por desistido aquel que no se mantuvo (ver comeniario al art. 454).
La adhesión al recurso (art. 439) debiera producirse, según Clariá O l m e d ~ ~ ' ~ ,
a este momento; pero el art. 439 posibilita hacerlo sólo en ocasión del empla-
iento (art. 465, párr. lo). La afirmación del autor cuando sostiene que también
den presentar escritos las partes no impugnantes alude, expresamente, sólo a los
solicitan el rechazo del recurso como consecuencia de no haberlo deducido y
r interés en que se desestime; esto fluye como una exigencia del contradictorio
e éste podrá quedar a salvo en la vista oral de la Por el contrario,
no recurrió y sí lo hizo el querellante, no puede desarrollar fundamentos por

"'CNCP, sala 11, JA 1996-1.507.


CNCP. sala IV. DJ 2000-2-1242. f. 15.882. En aoariencia el decisorio no demandana comen-
'ario; sin ci~ibargi,.eii i~r1113in~plicitüestá inipo~ii<ndr>
una carga no previsra pur Iü le) consiste~ireen
el advrrsnrio acuda 3 13 secrerar13.
Tratado..., t. VII, ps. 2011204.
51"p. cit., t. VIl, ps. 1961197; también MANZMI, Derecho ..., t. V, p. 197.
886 RE~URSO
DE C A S A C I ~ N Ari. 468

escrito a menos que se haya adherido al recurso. De 10 contrario se lesiona el principio


de la reformatio in peius (art. 445, párr. ni0). La CNCP, sala IV, decide que no suscita
agravio el escrito del MP, aun sin adhesión previa, pues "...de las presentaciones rea-
lizadas por las partes en el término dp oficina, el Código Procesal Penal de la Naci6n
solamente prevé la entrega inmediata de copia a los adversarios, estando esta activi-
dad subordinada -a tenor del propio texto normativcl---- a que se adjunten las copias
necesarias para ello, por lo que el análisis acerca del valor que pueda asignarse a los
argunientos expuestos en ese estadio procesal debe recién efectuarse en la oportunidad
de dictarse la resolución acerca del recurso de casación interpuesto..."s20. Es discuti-
ble dicha tesis, pues se priva a la defensa de conocer los motivos con anterioridad a
la puesta en oficina (art. 466), y así queda privada de ocasión útil para refutarlos con
lesión de los arts. 18, CN, y XVIII y XXVI, DADDH, 1O, DUDH, 8: CADH, y 14.3.,
PIDCP -75, inc. 22, CN-. A nuestro ver el solo recurso del querellante no habilita
al MP a presentar el escrito sin adherir a él; sobre todo cuando la resolución se decidió
conforme al dictamen del fiscal interviniente en la anterior instancias2'.
Ni en esta oportunidad ni durante la audiencia establecida por el art. 468 las
partes se encuentran facultadas para introducir nuevos motivos o puntos de casación;
éstos quedan fijados a tfavés del escrito de interposición y sólo pueden ser ampliados
y desarrollados luegos2z.Salvo que se trate de nulidades insubsanables, pues pueden
ser declaradas de oficio en cualquier estado y grado del procesos23.
Defensores
467. Las partes deberán actuar bajo patrocinio letrado. ~uando!encaso de
recurso interpuesto por otrogel imputado no comparezca ante la cámara o quede
sin defensor, el presidente nombrará en tal carácter al defensor oficial. '
Ver comentarios a los arts. 104 y 463.

Debate
468. El debate se efectuará el dia fijado, de acuerdo a lo dispuesto en e1 art.
465, con asistencia de todos los miembros de la Cámara de Casación que deben
dictar sentencia. No será necesario que asistan y hablen todos los abogados de las
partes. , ,

La palabra será concedida primero al defensor del recurrente, pero si tam-


bi6n hubiere recurrido d ministerio fiscal, y el querellante, éstos hablarán en pri-
mer término y en ese orden. No se admitirán réplicas, pero los abogados de las
partes podrán presentar breves notas escritas antes de la deliberación.
En cuanto fueren aplicables, regirán los arts. 363,364,369,370 y 375.

a) Párrafo primero. La asistencia es obligatoria para los integrantes del tribu-


nal, no para los auxiliares técnicos.de las partes, a diferencia del debate oral en el
juicio (art. 368). Durante su desenvolvimiento~puedenrefutarse los fundamentos de

911011998, "Piiiero, Ricardo Enrique slrecurso de casación", c. 690, reg. 1521.


ABALOS, Derecho..., t. 111, p. 17.
CNCP, sala 11, DJ 2000-2-399, f. 15.568.
CNCP, sala 1, LL del 24/3/2000, f. 100.018; en el caso se advirtió insuficiencia de fundamen-
tación por no indicarse el motivo para efectivizar la pena.
rt. 4b9 KECURSO DE CASACIÓN

los motivos desarrollados por la contraparte al interponer el recurso (art. 463) o al


ampliar los fundamentos (art. 466).
Debe reiterarse que las cuestiones que no se expongan nuevamente pueden con-
siderarse como desistimiento del recurso (arts. 443 y 454).
b) El párrafo segundo establece el orden de precedencia para la exposición.
Ante una disposición similar se ha considerado que la asignación de la palabra en
rimer término al defensor, cuando sólo éste lia recurrido, no resulta inconstitucional
afectar las garantías del debido proceso ni de la defensa en juiciosz4,solución
ble si se piensa que la exposicióri arnpliatoria de los motivos sólo cabe al
ugnante, a diferencia de lo que ocurre en el debate del juicio común (art. 393,
lo),sobre todo si se tiene en cuenta que la discusión en este caso se ciñe, como
cipio, sólo a cuestiones de derecho y su ámbito ha sido fijado por el recurrente.
Las notas tampoco pueden contener nuevos motivos ni repetir lo expuesto oral-
e; deben suplir la palabra hablada para refutar los "fundamentos de los motivos"
dos en ocasión del art. 463, pues no hay réplica de lo que se dijo en la audiencia.
dudoso es hasta qué momento pueden presentarse cuando se posterga la delibera-
(art. 469, pám2'); creemos que si se pospone, también se desplaza, hasta enton-
,la presentación de las notas y no excluye a ninguna de las partes.
Corno se dijo, la inasistencia no implica desistimiento del recurso, pues no se
ne la carga de concurrir ni tampoco la de exponer oralmente. En cambio, es im-
iva en el supuesto del art. 465 bis y allí el único modo es la oralidad (art. 454).
forme al último párrafo, el debate debe celebrarse a través de la oralidad
rincipio, públicamente (art. 363), aunque rigen ciertas prohibiciones para el
(art. 364); los asistentes deben cumplir con el deber de respeto al tnbunal y no
ar, en manera alguna, el desarrollo de la audiencia (art. 369). El poder de policía
iplina corresponde al presidente; pero cuando afecta al fiscal y a las partes o a
fensores, debe ser ejercido por el órgano judicial. Incluso puede expulsarse al
do (art. 370). La dirección del debate se confiere al presidente (art. 375).

.
Terminada la audiencia, los jueces pasarán a deliberar conforme con el
,debiendo observarse, en cuanto fuere aplicable, el art. 398.
ando la importancia de las cuestiones a resolver lo aconseje, o por lo avan-
e la hora, la deliberacibn podrá ser diferida para otra fecha.
a sentencia se dictard dentro de un plazo mdximo de veinte (20) días, obser-
ose en lo pertinente el art. 399 y la primera parte del art. 400.
término de la audiencia, cuya fijación es obligatoria (art. 465), aunque la
cencia sea facultativa para las partes (art. 468), el tribunal --con la presen-
s tres integrantes de la sala (art. 7", ley 24.050)- pasa a deliberar (art. 396)
dose a las normas establecidas para el juicio común en cuanto fuere aplicable
98). La competencia de la Cámara sólo está eircunscripta al control de validez
prueba producida (legitimidad) si las conclusiones son coherentes con ella y
anden al recto entendimiento humano (logicidad), y si la sustentación así consti-
presa, clara, completa y cumple con la exigencia de motivar observando el

ST Entre Ríos, sala 1, ED 147-275, C. 44.291


RECURSO DE CASACIÓN Art. 470

inexorable encadenamiento lógico, que obviamente no rebase los límites impuestos


por la sana critica y que incluso descarte toda fundamentación que como tal pueda
resultar aparente y que, en definitiva y en realidad, no exista por su manifiesta irra-
z~nabilidad'~~.
Así como la sentencia en el juicio común, en ciertos casos, puede ser anticipa-
da en su parte dispositiva (art. 400, pár. 2'), en casación se puede desplazar -por
complejidad o si se concluyó de deliberar a hora avanzada- su integro dictado
-considerandos y parte dispositiva- .para otra ocasión no más allá de los vein-
te días -hábiles (art. 116)-, plazo dentro del cual debe procederse a su lectura
(art. 400). El acto conclusivo debe ajustarse a la estrnctura impuesta por el art. 399,
respetando la naturaleza y el ámbito propio del recurso.
La ausencia del tercer miembro de la sala obsta a la validez de la sentencia si
sólo se establece la mera constancia de su ausencia transitoria526.
En los casos del art. 465 bis, los plazos y laforma de resolver del tribunal son
los fijados por el art. 455.
Casación por violación de la ley
470. Si la resolución impugnada no hubiere observado o huhiere aplicado
erróneamentela ley sustantiva, el tribunal la casará y resolverá el caso con arreglo
a la ley y a la doctrina cuya aplicación declare.
En este caso la Casación tiene competencia negativa ----dejar sin efecto la sen-
tencia cuestionada- y positiva -pues la sustituye por otra-.
El sistema se denomina de casación sin reenvío. El tribunal, a&stindose a los
hechos tal cual fueron fijados en la resolución cuestionada -se circunscnbe a sus
aspectos exclusivamente jurídicos-, al resolver, tiene que señalar las disposiciones
sustanciales dejadas de lado o mal aplicadas; casa --quiebra o anula- y resuelve
conforme a su criterio. .
En nora a un fallo dc Iir CS al conocer dcl rrcIirso cx~raordiiiaricifederal dctli~cido
por la q~izrclladaanrc 13 re\.ocaioria <!c. una absoliicion decidida por el S I J <leSan Juan,
Palacio fonnula interesante reflc.uio~ies.Iin efecto: si bizn la mayoría dc la CS iiegú la
apertura de la vía del art. 14 de la ley 48 por no considerar definitiva la decisión, las di-
sidencias estimaron que al revocarse la sentencia impugnada y condenarse por el delito
de injurias con reenvío al tribunal de mérito a los efectos de fijar pena y determinar la
magnitud del daño resarcible, el gravamenno podríadisiparse con lasentencia posterior,
pues aquel tribunal no tendría competencia para revisar la condena. Se plantea Palacio el
interrogante de si la decisión del tribunal superior sanjuanino encuadraba dentro de las
denominadas "sentencias incompletas", definidas como las que dejan abierta la posibi-
lidad de que la solución final de la causa tome innecesaria o no descarie la intervencióii
ulterior de la CS; estima que tal hipótesis se hubiese dado si la decisión que admitió la
casación hubiese dispuesto devolver las actuaciones al tribunal de juicio para pron
ciarse acerca del mérito de la causa; frente a tal circunstancia, el rechazo del recur
extraordinario aunque generador de cosa juzgada respecto de la subsistencia de
pretensión penal, un ulterior pronunciamiento absolutorio habría cancelado cualqui
posibilidad recursiva de la querellada; hipótesis que renacería si hubiera sido posib

i2i CNCP, sala 111, "Cash, Alejandro", c. 1867, r. 120199.3, LL del 51112000, Boletín de CNCP
Primer Trimestre. 1999.
CS, JA 1996-1.548, o LLdel 131311996, f. 94.084.
Art. 470

una sentencia condenatoria. Concluye que en vez de "sentencia incompleta" se trató


de una sentencia "trunca" o "mutilada", pues "...ofreció la extravagante particulari-
dad de que ... condenó sin aplicar sanciones pero que, a1 hacer lo primero, imprimió
inequívocamente a la causa una solución definitiva porque ... 'el tribunal de mérito
no tendría competencia para revisar la condena' y el gravamen, por consiguiente, 'no
sentencia posterior"'. Por ende, y como el tribunal de juicio
contaba con más alternativa como no fuese cuantificar las sanciones aplicables, el
lo local del STJ de San Juan debió equipararse a sentencia definitivasz7.
Cuando el error es in iudicando, el tribunal se limita a examinar el juicio de de-
cho contenido en la sentencia impugnada, casándola en el supuesto de que se haya
a norma legal en forma incorrecta; pero ninguna cuestión
se a los fines de un juicio concreto si antes no se comprobó
e se refiere la sentencia que debe exponer las razones ju-
aplicables o inaplicabl'es respecto de ciertas normas en el

Esta disposición obliga a resolver el asunto con arreglo a la ley y la doctrina


ya aplicación se declara, siempre que los restantes extremos del caso sometido a
zgamiento resultaren valorados en la resolución objeto del recurso; de lo contrario,
orresponde aplicar la regla del reenvíos2'. No cabe duda de que al tratarse de una
rma de fondo, si se decide que ha habido error in iudicando debe casarse la sen-
1tribunal que mal aplicó el derecho y resolver en definitiva. Pero
concreto y las especia1isi"mascaracterísticas que lo rodean, hay
omo para excepcionar aquelprincipio. E,n efecto, si los señores
es sentenciantes han plasmado de una manera deficitari&:lpspautas mensurati-
de los arts. 40 y 41, CP, motivo por el cual la CNCP se encuentra iinposibilitada
fijar adecuadamente la pena única, por lo que corresponde enviar las presentes
aciones al tribunal de juicio para que cumpla su cometidos30.Como regla gene-
las reglas de los arts. 40 y 41, CP, es propio del Tribunal Oral,
ejerce poderes discrecionales al mesurar la pena a imponerse al
sala 1, sostuvo que los agravios vinculados al tema de la indi-
ena no admiten ser canalizados por vía de la violación a la ley
, inc. lo-, sino por la de la procesal -art. 456, inc. 2", en
nunciamiento recurrido la tacha de arbitrariedad o absurdo,
en este caso lo controlable en casación es la falta de motivación del fallo o su
a -art. 404, inc. 2°-531.
n acierto la CNCP, sala 111, estima que debe fijarse la pena si se modificó la
- al hecho siemvre
ificación asignada . aue. se cuente con elementos suficientes oara
graduar la sanciótl a imponer y hayan sido ponderados en la sentencia recumd;~"~.En
12 iliisnia lineii. la <'NCt: sdla 1, reitielve --aun en los recursos admit~dospor la \,¡a dzl

"' ED 163-487, "El recurso extraordinario frente a una sentencia condenatoria que reenvió La
a los fines de la cuantificación de la pena y del daño resarcible", nota al f. 46.595.
CNCP, sala IV, LL del 19/7/1996, f. 94.525.
CNCP, sala 111, LL del 31/7/1998, f. 97.571.
O CNCP, sala 111,251311999,"López, Marcelo", LL del 51112000, c. 1823, r. 111199.3.

' CNCP, sala 1, JA 2001-111-725, A juicio del actualizador, esta distinción no se compadece con
lecido por el art. 1 4 5 , PIDCP, en cuanto regula expresamente que la pena puede ser recurrida

'' LL del 511012001, f. 102.695.


art. 456, inc. 2'- que la falta de fundamentación de un fallo constituye también una
inobservancia de las reglas sustantivas que sirven para graduar la pena (art. 40 y 41
CP); por ello la casación está en condiciones de asumir esta tarea; la apoyan razones de
economía procesal y de más pronta,"administración de justicia, sobre todo cuando las
partes tuvieron cabal derecho de audiencia durante el trámite de la instancia5". Corres-
ponde dictar la sentencia que resulte correcta si resulta clara la inexistencia de uno de
los elementos típicos exigidos por el delito por el cual fue condenado el imputados34.
No puede casarse la sentencia y condenar al imputado a una pena mayor al mínimo de
la escala prevista para el delito sin antes realizarse la audiencia del art. 41, CPS35.
Deviene imperativo para la Casación, merced a los dos verbos que contiene,
que prescriben conductas diferentes engarzadas de un modo lógico y cronológico.
Por el primero, se obliga al tribunal a casar la sentencia impugnada, lo que implica
dejarla sin efecto declarando en qué aspectos se aplicó erróneamente el derecho sus-
tantivo y por el segundo, se le ordena resolver el caso, lo que no es más que finiquitar
el conflicto. El tribunal, en estas circunstancias, se desempeña como rescindens y
rescisorium, pues además de casar el pronunciamiento incorrecto lo resolverá con-
forme a la doctrina o jurisprudencia considerada aplicable536.
Casaci6n positiva y doble instancia537
La bilateraiidad recursiva establecida por el código genera no pocos inconve-
nientes. Uno de ellos es que el legislador nacional no estableció ningún mecanismo
para garantizarle al imputado la doble instancia cuando la condena sea dictada por la
Cámara de Casación en uso de las atribuciones que le confiere el art.410.
En el intento de brindar una solución a esta problemática, sin tidentramos en
el análisis sobre la constitucionalidad del recurso acusatorio contra la Sentencia ab-
solutoria, se han ofrecido diversas variantes para permitir la,revisión de la condena.
A nivel jurisprudencia1 debe mencionarse el voto en disidencia del juez Zaffa-
roni en el caso " A r g ~ l " ~quien
~ ~ , propone que en estos casos la'CS actúe Como tribu-
nal ordinario de alzada para revisar la condena dictada por la casación y así cumplir
con la garantía contemplada en el art. 8.2.h., CADH.
Otra solución es que en estos casos la Casación solamente pueda ejercer su
competencia negativa y ordene el reenvío, de inanera tal que la sentencia condenato-
ria que dicte el nuevo tribunal oral pueda ser recurrida ante la
Un ejemplo a seguir es el del art. 290 del Código Procesal Penal de la Ciudad
'Autónoma de Buenos Aires, que establece que si la sentencia de Cámara revoca una
absolución, la defensa podrá recurrir ante la sala del mismo tribunal que siga en
orden de turno.

"Grieco, GuiiIenno", c. 2140, r. 2628.1, LL del 51112000, Bolefin de CNCP, Primer Trimes-
tre 1999.
CNCP, sala IV, DJ 2001-3-230, f. 17.242.
1 3 T S , 151612010, ''Niz", RDP, AbeledoPerrot, 1112010, p. 1917.
"" Cl'cd Gnl Ilocs. 1.L dcl 3 5 1099, V ')k.h66, o DJ lr99-2-3b3, f 1.1 18.5. cun disi<lencisds 13
. se vrunun2ia iiur cl ac3mlliienro a In docrriii;i dz 13 alzada vcsi'al cuesrion3blcreen, i.>
doclora üarcia.. uuisli
dispuesto por la sala 1 de la CNCP sustentado en que el recurso de apelación había quedado pendiente.
j3' Las consideraciones vertidas a través de este títuío perienecen aI actualizador.
CS, Fallos 330:5212, consid. 8".
13' Así lo vrovone el Anteorovecto elaborado oor la Comisión Asesora vara la Reforma
Legislación ~ r o c i s aNacional,
i dic. i1512007, BO dei 161212007.
RECURSO DE C A S A C I ~ N

Anulación
471. Si hubiera inobservancia de las normas procesales, la cámara anulará lo
actuado y remitirá el proceso al tribunal que corresponda, para su sustanciación.
A diferencia de lo que ocurre en el supuesto anterior, si lo que se deja sin efecto
es el juicio, resulta consecuencia natural reiterar su realización. Siempre con ellimite-
de la reformatio inpeius (art. 445, párr. 3'). La competencia en este caso es negativa.
La reinisión no corresponde cuando el tribunal cuenta con elementos de juicio
ficientes para decidir de conformidad con el art. 47OS4".
Si el tribunal oral ha desconocido en su sentencia los precedentes de la CS en la
materia en cuestión, desobedeciendo el mandato impuesto por la CNCP en su anterior
tervención en la causa e inobservando la doctrina de este último tribunal -material-
ente equiparable a sentencia plenaria-, corresponde declarar insanablemente nula
a sentencia dictada y, pese a tratarse de un supuesto de casación por quebrantamiento
formas procesales, hacer excepción a lo dispuesto por el art. 471, resolviendo la
estión sin reenvío, a fin de evitar el dispendio jurisdiccional que importaría remitir
amente la causa al tribunal de origen a fin de dictar sentencias4'.
En vez, si se decidió favorablemente la revisión solicitada por la defensa contra
condena que consideró al imputado mayor de edad, cuando en realidad era menor
momento del hecho, corresponde el reenvíopara dictar una nueva, pues no resulta
la garantía del non bis in idem542.
el fallo "Kang"543 la CS dejó sin efecto una sentencia de la sala 111 de la
rdenaba la realización de un nuevo juicio, merced a un recurso del acu-
porque no se había tratado el agravio de ia defensa en punto a que la nulidad
absolución y la orden de efectuar un nuevo debate resultaba violatoria del ne
idem. Devuelta la causa a la instancia casator'ia, la sala 1-por mayoría- con-
no puede retrotraerse un proceso por via de un recurso articulado por la
contra la sentencia absolutoria que obedeció exclusivamente a errores
or entender precluidas en favor del imputado, ajeno a dicha fistra-
totalidad de las etapas que transitó eljuicioSM.

2. Los errores de derecho en la fundamentación de la sentencia impugnada


an infiuido en la resolución, no la anularán, pero deberán ser corregi-
én lo serán los errores materiales en la designación
" o en el cómeuto de

CNCP, sala 1, JA 1996-11-586;"Grieco, Guillemo", c. 2140, r. 2628.1, LL del 51112000, Boletín


,Primer Trimestre 1999.
CNCP, sala 111, JA 2000-11.650; id, id., ED del 711 112000,DPPC, f. 145, o LL del 231312001,

CNCP, sala 1, LL del 2811 112002, f. 104.812.


Fallos 330:2265. Ver el comentario favorable de D'ALBOM,Nicolás F., "El fallo 'Kang':
una visión amplia del ne bis in idem en el ámbito recursivo?", CDJP, Casación,nro. 617, p. 343.
21712008, "Kang Yoong Soo shecurso de casación", reg. 12.231,C. nro. 8928. Debe destacar-
mayoría citó el precedente "Polak" de la CS (Fallos 321:2826). En la misma línea, TOC 23,
08, "Kahl", RDP, AbeledoPerrol, 1012009, p. 1842; CS, 1611112009, "Gilio", RDP, Abeledo-
12010, p. 996, con nota de MAGAKIÑOS,"Nulidad del juicio penal, reenvio y ne bis in idem. El
d., "Sandoval", Fallos 333:1687.
Art. 473

La primera oración capta tanto la errónea aplicación de la ley como la mención


equivocada de los artículos correspondiente^^^^.
En el ámbito de la casación se restringe, considerablemente, la observancia del
brocardo jura novit curia546annque,$i se respetan los hechos fijados -1aplatafonna
fáctica-, dicho órgano puede superar el desliz incurrido dentro de una misma figura
calificada. Así puede cambiar una por oka: v.gr., hurto calificado por la agravante del
art. 163, inc. lo, CP, a la figura del inc. 2'.
Comprende los que recaigan sobre el monto o designación de la pena, alcan-
zando la proveniente de ley más benigna; la posibilidad de declarar estos errores se
extiende hasta la resolución definitivai4'.
No puede irrogarse pejuicio al imputado como consecuencia de la corrección;
opera la prohibición de la reforma peyorativa. Si bien puede efectuarse la modifica-
ción en la sentencia sin alterar la cuantía de la pena agravándola.
Recuerda María José García Torres que, Cods$uStentoen este precepto, la CNCP,
sala IV, revocó una pena impuesta fijándola nuevamente, con prescindencia de los
parámetros inconectamente valorados548.
Libertad del imptitado
473. Cuando por efecto de la sentencia deba cesar la detención del imputado,
la cimara ordenar4 directamente la libertad.
En este supuesto no interviene el juez de ejecución (art. 30) sino el Tribunal de
Casación (ver art. 490). Comprende tanto el caso de la sentencia abso1,utoria como
el de la condenatoria cuyo vencimiento se haya operado al moment6:de dictarse la
nueva sentencia (art. 470)549:'. ,!
Cuando se trata de casación sustancial, si como resultado del ejercicio de la
competencia positiva (art. 470) la Casación absuelve, el alcance del precepto no ad-
mite retaceos. Lo mismo sucederá cuando, en ejercicio de la niismaqlasede compe-
tencia, se dé por cumplida la pena impuesta; esto ocurrirá siempre que no se conceda
un recurso extraordinario federal, pues su admisión suspende el cumplimiento de
la sentencia de la Casación. Recuérdese que dicho remedio federal sólo por vía de
excepción hace posible que se ejecute la decisión impugnada (conf. art. 258, CPCC).
Si prospera un recurso de casación formal y la Casación, en ejercicio de su
competencia negativa, se limita a anular lo actuado (art. 471), perdurará la vigencia
de lo determinado por el tribunal a quo respecto de la libertad del acusado, siem
que no se hayan modificado las circunstancias de hecho.

"* Ver DE LA RUA,El recurso..., ps. ,2541255, quien en n. 69 recuerda un caso en que se salvó
error de la sentencia que calificaba el hecho de complicidad necesaria e instigación de homicidio e
términos de los arts. 45 y 79, CP, definiéndose la conducta acreditada como instigación de homi
la solució~~ parece justa porque la instigación y la participación, cuando se trata de un mismo h
son incompatibles.
ST Córdoba, sala Penal, LLC 1991-1050.
'" CLAR~A OLMEDO, Tratado..., t. Vlf, ps. 2091212.
"El ámbito del recurso de casación: cuestiones de hecho incensurables", LL del 1618
Ver HITIERS,Técnica de los recwsos extuuordinarios...,passim.
CAPITULO
V
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

Procedencia
474. El recurso de inconstitucionalidad podrá ser interpuesto contra las sen-
tencias definitivas o autos mencionados en el art. 457 si se hubiere cuestionado la
ucionalidad de una ley, ordenanza, decreto o reglamento que estatuya sobre
a regida por la Constitución, y la sentencia o el auto fuere contrario a las
etensiones del recurrente.

a) Principios generales
El cotejo entre este precepto y el art. 14 de la ley 48 evidencia que el Código
o se ocupa de ciertas cuestiones inf'raconstitucionales -las denominadas cues-
s federales complejas directas, a través de las cuales se persigue restablecer
macía de la Constitución Nacional sobre todas las leyes, ordenanzas, decretos
reglamentos (art. 14, inc. lo, ley 48)- dejando de lado las cuestiones federales
les: las que versan sobre la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución
onal o de un tratado o ley del Congreso o de una comisión ejercida en nombre de
autoridad nacional, cuando ha sido cuestionada y la decisión sea contra la validez
titulo, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea mate-
de litigio (&. 14. inc. 3'. id.).. Por suwuesto oue buena Darte de las denominadas
~ ,

cuestiones federales coinplcjas indirectas ---pirgiia de la validez dz tina ley, desreto


o autoridad dz pro\,iiicia coi1 la Consiitución Sacion31. los tratados o leyes del Coii-
preso (an. 11. inc. 2", id.) . --jüniás
. pticdcn plantcarsc aritc u11 tribuilnl iiacional: por
su falta de previsión en el códLgo no habrá de causar problema.
ocurre lo mismo con las cuestiones federales simples (art. 14, inc. 3", id.),
razón del control de constitucionalidad difuso, ningún tribunal, nacional O
incial, puede eludirlasss0;otro tanto sucede con el resto de las cuestiones com-
indirectas -conflicto de jerarquía normativa entre nonnas o actos de autori-
ovincial con nomas integrantes del ordenamiento jundico nacional (art. 14,
, id.)-. P a l a c i ~ ~destaca
~ ' que este recurso "se halla destinado a dar solución
nominadas 'cuestiones federales complejas' y tiene el mismo alcance que los
y 3" del art. 14 de la ley 48"; añade que tanto aquéllas como las federales
pueden ingresar en casación a través del art: 456, inc. 14 sin que medien las
'ones de los arts. 458 a 462, punto de vista con el cual coincidimos552.
el caso " M a r t i n ~ " ~la~CS
~ , señaló que la Casación no puede sustraerse a su
icion de tribunal intermedio por más que no se superen los limites del art. 458
La regla aceptada en "Giroldi" se aplica a partir de su aparición y no en los casos anteriores;
o hasta entonces la CS entendía en recursos extraordinarios contra sentencias de TOC, CS., LL

"' "El recurso de inconstitucionalidad en el Código Procesal Penal de la Nación", LL del

*' CNCP, sala IV, JA 1997-1.481, del voto de la doctora Capolupo de Durañona y Vedia, quien
e la casación es una vía ineludible y necesaria que, siendo posible, se debe intentar previamente
tancia del recurso extraordinario.
" Fallos 3295002; RDP, LexisNexis, 512007, p. 954
Art. 474

(se encontraba en juego la validez constitucional del art. 12, CP). Ver comentario al
art. 458, acápite b).
a".
b) Cuestiones
De manera que surgen dos problemas: por un lado, cómo se remedia la falta de
regulación de dichas cuestiones federales y, por otro, en atención al recursode casa-
ción, cuál es el superior tribunal de lacausa a los fines de la deducción del recurso
extraordinario federal.
El primero parece de fácil solución, pues no hay en la norma derogatoria gene-
ral del art. 538, párrafo primero contenido alguno que autorice suponer desapareci-
das para el proceso penal a las cuestiones federales simples ni un buen sector de las
complejas indirectas como sustento del recurso extraordinario; la hipótesis contra-
ria encierra un verdadero despropósito. En esto* casos, el planteo de una cuestión
federal, no bien se percibió o se pudo prever, coloca al tribunal que pronuncie
la sentencia definitiva como superior de la causa. La significación de "sentencia
definitiva" capta la incidencia procesal de la resolución y alcanza a las que ponen
fin al planteo e impiden su continuación o causan un gravamen de imposible o in-
suficiente reparación ulteriorss4.En las ediciones anteriores dijimos: podrá ocurrir
respecto de un juez correccional que opera como tribunal de juicio (art. 27, incs.
l o y 2 O , y 33, inc. 29, en la medida que se trate de una decisión que afecte, exclusi-
vamente, los preceptos de índole federal mencionados por el art. 14, incs. lo y 3',
de la ley 48. Tampoco puede dudarse que la misma situación habrá d+e presentarse
cuando quien juzga enúnica instancia y proporciona ocasión al plantbo de la cues-
tión federal -arbitrariedad incluida- resulte el tribunal oral (arts.'$5, 28 y 33 y
13, ley 24.050), siempre que aquélla decida en contra dela inteligencia asignada o
pretendida de la norma federal en crisis o su jerarquía comq componente del orden
jurídico. Del mismo modo, la cuestión federal, sea pura u ortodoxa o configure ca-
sos de arbitrariedad o absurdo notorio, en algunos casos surgira~durantela instmc-
ción, situación que habrá de resolverse a través del sobreseimiento (art. 334); en
esa especie, la Cámara de Apelaciones (art. 449) resulta el tiibunal superior de la
causa. Su presentación resultará factible al dilucidar una excepción tanto dilatoria
-incompetencia declarada por un tribunal federalsss- o perentoria -amnistíass6
o libertad provisoriass7-. Luego de lo resuelto por el Alto Tribunal en la referi
causa " G i r ~ l d i " ~la~sentencia
~, definitiva resultará, en todos los casos -a nuestro
ver-, la de la Casaciónss9.El criterio expuesto no admite resquicio para la duda
luego de lo resuelto en "Di N~nzio"~~O.
Si se trata de una cuestión federal compleja directa -infraconstituciona1-,
conforme al art. 474, y las resoluciones comprendidas por remisión en el art. 457,
tienen como tribunal superior de la causa a la Casación.

PALACIO, El recurso..., ps. 75176.


CS, Fallos 303:1542; 306:2101; 311:430,665 y 1232.
CS, Fallos 181:430.
15' CS, Fallos 312:772 y 1904.
558 Fallos 318:514; ED 163-161; f. 46.523, o JA 1995-111-570,o LL 201911995, f. 93.553.
*" Conf. TOC Fed. San Martin, JA 1995-11-600.
CS, Fallos 328:1108.
RECURSO DE NCONSTITUCIONALIDAD

También y con el respaldo del pronunciamiento de la Corte Suprema recaído en


la recordada causa "Gir~ldi"~~', mantenemos nuestra opinión: si el motivo de casa-
ción aparece encapsulado dentro del remedio extraordinario federal, es cuestionable
su aplicación restrictiva por los montos de la condena. En efecto: ha resuelto la Corte
Suprema que en los casos en que puede conocer según el art. 14 de la ley 48, la inter,
nción del tribunal superior de provincia es necesaria en virtud de la regulación que
legislador nacional hizo del art. 3 1, CN; de modo que la legislación local y la juris-
dencia de sus tribunales no pueden negar el acceso a aquel órgano por la cuantía
la condena, por e1 grado de la pena, por la materia o por otras razones análogas5"*.
sde luego que allí se trataba de establecer cuál era el superior tribunal de la causa
cuestiones federales planteadas ante tribunales de provincia. Pero aun así resulta
nsato descartar en el Congreso de la Nación el retaceo del remedio impugnativo
deral, siempre que, repetimos, se cuestione coetáneamente la constitucionalidad en
aplicación de la norma en crisis o la adecuada ponderación probatoria provocadora
la descalificación como acto judicial válido. Aquella correcta posición de la Corte
prema impone superar toda dificultad cuando se trata de privilegiar la supremacía
uesta por el art. 3 1, CN.
Aun cuando sea el recurso típico de casación, no deberán observarse entonces
limites; tal es la opinión de Morello al estimar aplicable el criterio del caso "Di
a s ~ i o "en~ el
~ ~ámbito federal; si a través de los mismos motivos se involucra
cuestión constitucional -incluso casos de arbitrariedad o de absurdo notorio5G4,
topes fijados en los artículos citados al comienzo no impiden considerar que la
CP resulte el superior tribunal de la causa"*. Cuando se introducen cuestiones
derales que afectan la validez misma de la decisión judicial, quienes tengan interts
gítimo, con absoluta independencia del monto de la condena penal o civil, hasta
la calidad de parie que pueda ostentar el recurrente en el proceso o aun cuando el
verse sobre cuestiones de hecho o pmeba, siempre resultará posible utili-
las instancias inferiores a la CS5".
n vez, para otros destacados juristas, el superior tribunal de la causa resul-
tribunal oral, la Cámara de Apelaciones o el juez correccional si los montos
a que entre el recurso en razón de los límites impuestos para la casación. Tal
ión expuesta por S a g ü é ~G~u~a~~ ,t a v i n oy ~la~manifestada
~ por Palacio en
conferencias en la Facultad de Derecho, abril de 1992, y en el Honorable
so de la Nación en octubre del mismo año, y también en un trabajo poste-

s' Fallos 318:514.


ED 131-385, f. 41.319; disímil criterio es el de la mayoría de la SCBA, DJ del 311311993,
,"Huarte, Hugo C."; el mismo tribunal niega enfáticamente el carácter vinculante de la jurispm-
clade la CS, LLdei 4/3/1993, f. 91.138.
'O3 ED 131-385, f. 41.319,

"Casación-recurso extraordinario. Paralelismo y una gran lección", ED 146-956.


Ver TS Córdoba, sala Penal, LLC 1990-869; ST Entre Ríos, sala Penal, JA 1990-1-455; TS
uén, sentencia del 261411990, "Cafiete, Guillermo Martín"; la CNCP, sala 1, antes de resolverse por la
a causa "Giroldi, Horacio David, G. 342. XXVI. Recurso de hecho" -c. 32193- del 71411995 -ED
-161 f. 46.523, o JA 1995.111-570, o LL201911995, f. 93.553-, decidió que los límites previstos para
bién regían respecto del recurso de inconstitucionalida& JA 1994-IV-446.
Conf.FEDEL, "Derecho a la jurisdicción. Pluralidad de instancias y control de constihicionali-
del 10 y 111111995, comentario del fallo 92.797.
Recurso...,ps. 6351637.
I -
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

r i o ~en~ el~ cual


~ , asegura que "...es tema de discrecionalidad legislativa instituir las
limitaciones que se estimen razonables al conocimiento de los tribunales de alzada
o superiores a éstos. Porque, en efecto, así como el legislador nacional, a través
del art. 14 de la ley 48, impuso implícitamente a los tribunales de provincia, con
prescindencia de su grado o jerarquía, el deber de resolver las cuestiones previstas
en aquella norma, ese mismo legislador se halló obviamente facultado para adop-
tar un criterio diverso en el ámbito dela justicia nacional, como lo ha hecho ... al
instituir diversas restricciones a la admisibilidad del recurso de casación en materia
penaYS7O.
A nuestro modo de ver, el criterio de Morello merece aceptación porque la
Corte Suprema exige agotar las vías posibles existentes ante el superior tribunal del
ordenamientojudicial, sin mediar razones valederas para excluir a la CNCP. Es con-
cluyente la opinión de Dugo y Lugones en cua'ntqa extender la doctrina de los casos
"Strada" y "Di Mascio" a la justicia federalS7l;esto determinó a Morello redondear
su pensamiento y concluir que no es regla general el recorrido ante las cámaras na-
cionales tratándose de pronunciamientos provenientes de la justicia federal: el Con-
greso puede establecer por ley que la ligazón del control federal se lleve a cabo' con
supresión de la instancia intermedias72.
En los casos en los que se plantee la arbitrariedad de la sentencia -absurdo
notorio en la provincia de BnenosAires-, el superior tribunal de la causa resultará
también la Casación porque ese género de sentencias sólo puede aparecer con ca-
rácter definitivo luego de transitar la vía de casación prevista por el,art.;456, inc. 2'.
Por ejemplo, cuando se aquilate como prueba la que no resulte tal, según ocurre con
la que no se oralice por sú lebtxra en el debate (ver arts. 355, párr. 2", y'3,9l, inc. lo),
o cuando se merite una prueba ilicita -una confesión en la que se comprobaron
apremios-573, etcétera574. -,

En síntesis: razones de política judicial incidirán en que 1a.Casa~iÓn opere como


tribunal intermedio tanto en los supuestos tradicionales del recurso extraordinario fe-
deral como en los de arbitrariedad y gravedad instit~cional~~~; la CS ha insistido en
asignar a la CNCP la condición de tribunal intermedi~~'~; no mucho antes admitía el

*" "Inapelabilidad de sentencia y articulación de cuestiones constitucionales", ED 149-97, co-


mentario al fallo 44.573.
5'"ambién en "Un fallo claramente definitorio sobre un aspecto del recurso extraordinario fe-
deral", LL 1993-E-398.
"' "Hechos y arbitrariedad en la casación penal nacional", LL del 6/5/1993, n. 5; CF San Martin,
sala 1, ED 151-431, f. 44.931, o JA 1993-111-168.
572 "El juez de primera instancia como superior tribunal de la causa (Variaciones en el recinto del
recurso extraordinario)", JA 1993-111.163.
Ver CS, Fallos 303:1938.
i74 Ver MORELLO, "La nueva casación penal", JA 1992-11-789; PIZZATELLI - LUGONES, ' B I reCUISo
extraordinario federal y los recursos nacionales de casación e inconstitucionalidad",LL del 241611992.
Conf. LUG~NES, Recurso..., ps. 5511552.
LL del 301611997, f. 95.589, con nota en contra de PALACIO, "Las complejas secuencias d
vadas de la declaración de nulidad de un acta de allanamiento"; Fallos 3 19:2799.La Corte Supre
cidió "Giroldi" el 71411995 (ED 163-161, f. 46.523, o JA 1995-111-570, o LL del 201911995, f. 93.
Criterio que, como se vio, fue finalmente consolidado en "Di Nunzio", Fallos 328: 1108.
rt. 475 RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD

recurso cuando el juez federal actuaba como alzada de una sanción admii~istrativa~~~.
Lugones y Dugo mantuvieron la tesitura que compartimoss78.
Es curioso cómo la CNCP se atiene a la literalidad del texto y decide que este
recurso tiene como objeto cuestionar normas opuestas a la CN o que se reputen tales,
mas no comprende la impugnación de actos procesales violatonos de la ley funda- -
mentals79.Parece reducir el ámbito de este recurso sólo en lo referente a normas
inconstitucionales -excluidas las sentencias judiciales- y acudir al extraordina-
rio federal para censurar actos procesales violatorios de la CN; dicha circunstancia
impediría la articulación indistintasso.Ha dicho que si bien la inconstitucionaiidad
normativa tiene su natural vía de impugnación en el art. 474, resulta correcto ad-
itirla si se procura la invalidez de una norma cuya operatividad puede surgir, pre-
ente, como consecuencia del dictado de aquella sentencia5". La cuestión es
ble, pues cabna aceptar que objeto del recurso "...no es la ley desde el punto
e vtsta de su validez constitucional, sino la sentencia que se pronuncie sobre este
cto y emite un juicio relativo a la conformidad o disconformidad entre normas
'stintas jerarquías"; Palacio lo estima "...una modalidad de la casación por error
i~dicando"~~~; tal seria el "corazón del instituto, como en los demás casos que
reservan para la casación...", pues se trata "...de impugnar decisiones judiciales
ciadas por errores de d e r e c l ~ o " ~ ~ ~ .
La limitación establecida por el art. 459, inc. 2', puede cuestionarse por vía
satoria sin acudir al planteo de inconstitucionalidad; en la inteligencia de la CNCP,
la 111, ocure que la impugnación no se dirigió contra una norma fundamento de la
ntencia, sino respecto de aquéllass4.
Procedimiento
475. Serán aplicables a este recurso las disposiciones del capítulo anterior
tivas al procedimiento y forma de redactar la sentencia.
pronunciarse sobre el recurso, la Cámara de Casación declarará la cons-
alidad o inconstitucionalidad de la disposición impugnada y confirmará o
cará el pronunciamiento recurrido.
El trámite asignable a este recurso dependerá del tipo de resolución que se pre-
enda recurrir (ver arts. 465 y 465 bis).
Por ser la Constitución Nacional ley suprema de la Nación (art. 31) parece
vio que, pese a las limitaciones establecidas por los arts. 458 a 462, no puede re-
cearse el acceso a la Corte Suprema en vía del recurso previsto en el art. 14 de la
y 4SsSs.Esto rige tanto para el caso de las cuestiones federales complejas directas

5"7 LL del 15/9/1994, f. 92.515.


Caraciónpenaly recurso extraordinario, Buenos Aires, 1993, ps. 93 y SS., y 165 y SS.
'" La sala 1, BJ nro. 2, p. 34, ha distinguido entre los agravios provenientes de la disposición
ativa de los originados en la resolución judicial, no así los atingentes a la noma aplicada.
'" Sala 1, BJ nro. 2, ps. 55157, o LL del 511011993, f. 91.656; sala 11, JAdel 11211995, p. 21.
IR' Sala 1, JA 1994-1.615.
'" Derecho..., t. V, p. 249.
"' MORELLO - SOSA- BERIZONCE,Cddig03..., t. 111, P. 875.
ED 172-585, f. 47.959, consid. 111, p á a lo. Ver importante trabajo de PALACIO DE CAEIRO,
cualidad en la jurispmdencia del recurso extraordinario en el proceso penal", LL del 2011212000.
IS' Conf. NÚÑEz,Código...,p. 508.
Art. 475

previstas en el artículo anterior, como para las simples y cierto sector de las comple-
jas indirectas, aunque estas últimas resulten de dificil aparición ante los tribunales
nacionales en tanto la colisión se prpduzca con normas provinciales (ver comentario
al artículo anterior).
Por otro lado, el párrafo primero se encarga de puntualizar que las disposiciones
de observancia estricta son las relativas al "...procediiniento y forma de redactar la
sentencia." De manera que en los supuestos del recurso extraordinario federal, tienen
que cubrirse los requisitos propios: cuestión federal expuesta con claridad; que dicha
cuestión tenga relación directa con lo decidido en la sentencia, vale decir, que gravite
en su dispositivo. La resolución debe ser contraria a la pretensión de quien introdujo
la cuestión federal y tratarse de sentencia definitiva o equiparable a ella y provenir
del tribunal superior de la causa (ver comentario al art. 474)586.Tanto para esta vía
como para casación rigen las mismas exigenci'as,de fundamentación requeridas por
la CS: quien pretende que se declare inconstitucional una norma, debe demostrar de
qué manera contraría los preceptos constituci~nales~~~. Empero, la CS resolvió que
no surge agravio si la CNCP no observó el requisito de introducción oportuna de
la cuestión federal de modo análogo a como ese tribunal lo hace en relación con la
admisibilidad del recurso extraordinariosH8.
El trámite del recurso extraordinario está regulado por el Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación (arts. 256 y 258, id.) y resulta aplicable luego de dictada
la sentencia por la Casación. No obstante, la utilización del aquí denominado "recur-
so de inconstitucionalidad" --ejercitable antes de deducir el recurs? eytraordinario
federal, a fin de agotar las impugnaciones hasta lograr pronnnciamien~,~del superior
tribunal de la causa- tiene que adecuarse a las previsiones de los arts. +>63y concs.
Es inadmisible plantear casación e inco~istitucionalidaden subsidio del recurso de
reposición, pues ésta sólo rige para la apelación y en tanto'sea procedentesH9.Cabe
recordar que el art. 42, WN, exige la notificación personal del im~tado,cuando'la
sentencia es condenatoria. La Corte Suprema estima que el cómputo del plazo co-
mienza a partir de dicha notificación personal, a fin de que tales sentencias no queden
firmes con la sola conformidad del defensors90;en consec.uencia, carece de virtuali-
dad para iniciarlo la notificación cursada a éstes9'. Dicho tribunal tiene resuelto que
rige el plazo de gracia fijado por el art. 124, Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación, para la presentación del escrito592.
. Cuando resuelva la Casación -casos comprendidos en el art. 4 7 4 - si no con-
firma, su competencia es sólo negativa.
Ver comentario al art. 442 en unto a los efectos de la interuosición del recurso
extraordinario federal.

IMAZ- REY,El recuiso...,pmsim; PALACIO, El I E C U ~ S O...,passim; SnoOlis, Recurso..., passim


587 CNCP, sala IV, LL del 281712000, f. 100.616.
Fallos 320:742.
IgQ CNCP, sala 111, LL 511011993, f. 91.657.
*"O Fallos 291572.
59' CS, Fallos 302:1276. Ver también Fallos 327:3802; 3275801; 328:470.
Fallos 303:435; ED 105-220, f. 37.022; ver art. 116 y, especialmente, art. 164; ver comenta
Art. 476 RECURSO DE QUEJA

VI
CAP~TULO
RECURSO DE QUEJA

Procedencia
476. Cuando sea denegado un recurso que procediere ante otro tribunal, ante
éste podrá presentarse directamente en queja el recurrente, con el fin de que se
declare mal denegado el recurso.

Según se dijo, la decisión del a quo acerca de la admisibilidad del recurso


de alzada, pues, ante su concesión errónea, devuelve las actuac
se sobre el fondo (art. 444, párr. 2').
reexamen acerca de la admisibilidad puede ser recabado por el
se desestimó su solicitud por el órgano que dictó la resolución

De este modo queda en claro que, sea por el tribunal superior o por el impug-
iste la posibilidad de revisar la resolución sobre el punto. El tribu-
e reconsiderar las condtcioues de admisíbilidad aceptadas en este
o y, al pronunciarse sobre el mérito del recurso, desestimarlo por ausencia
las; en este sentido son más amplias sus atribuciones --en cuanto a la opor-
del recurrente fnistrado.
b) Lugar
Se establece como lugar de la presentación del recurso el del tribunal que de-
ra conocer en él.
c) Procedencia
Para que la queja resulte admisible, debe cuestionarse el rechazo de un recurso
endido dentro de las resoluciones impugnables. Si el decisorio versa sobre una
ion ajena al art. 457, procede rechazarlos93.
En el primer examen sobre la admisibilidad del recurso, la decisión del tribu-
uo rebasa el mero control de los recaudos atingentes a la actividad -lugar,
O y fonna-, pues puede avanzar sin convertirse en juez de su propio fallo e
edir el progreso del trámite cuando del estudio surja la iinproceden~ia~~~.
Si la resolución recurrida sólo manda continuar el trámite del proceso, no puede
perar la queja por denegación de la vía c a s a t ~ r i a ~ ~ ~ .

be tener fundamentación autónoma y contener una relación concreta de los


y de la resolución recumda, como también una crítica prolija y
stanciada de los argumentos expuestos tendientes a que el recurso prosperes96.

CNCP, sala 11, BJ nro. 4, p. 80.


CNCP, sala 11, BJ nro. 4, ps. 75176; sala 11, BJ nro. 4, p. 88.
" CNCP, sala 111, BJ nro. 5, ps. 75/76.
CNCP, sala 111, BJ nro. 5, ps. 95/96; CNCP, sala 1, f. 91.653, LL del 511011993
CURSO DE QUEJA

Los recursos de reposición y apelación en subsidio improcedentes no interrum-


pen ni suspenden el término para acudir en queja por apelación denegada; la deses-
timación de ésta abre el camino de 13 quejas9'.
Es la única vía para superar 1á declaración de inadmisibilidad de un recurso de
apelación; su denegatoria no es atacable por otra apelación598.
No es vía útil para cuestionar los efectos -suspensivo o devolutiva- para
la concesión del recurso a diferencia del Código Procesal Civil y' Comercial de la
Nación. Empero, la CNCP, sala 11-al admitir la queja en cuestión suscitada por la
orden de captura antes de que la sentencia quedase firme-, admite el recurso - e n
rigor de verdad- por violación del efecto s u s p e n s i ~ o ~ ~ ~ .
e) Requisitos especiales para la queja por extraordinario federal denegado
Por Acordada 412007 (16/3/2007), la CS impuso los siguientes requisitos. La
extensión de la queja no podrá ser superar la di;?, páginas -veintiséis renglones y
letra de tamaño no menor a doce- (art. 4"). - .
Deberá contener una carátula en la que se consignarán los siguientes datos:
objeto de la presentacmn; enunciación precisa de la carátula del expediente; nombre
de quien suscribe el escrito; si actúa en representación de terceros, el de sus repre-
sentados y el del letrado patrocinante si lo hubiera; domicilio en Capital Federal; in-
dicación del carácter en que interviene en el pleito el presentante o su representado;
la mención del organismo, juez o tribunal que dictó la resolución denegatoria del
recurso extraordinario federal, así como también de los que hayan intervenido con
anterioridad en el pleito; la fecha de notificación de dicho pr~nuncih~fento; la acla-
ración de si ha hecho uso ddla ampliación del plazo prevista en el a&;158, CPCC;
en su caso, la demostración de que el recurrente está exento de efectuar el depósito
previsto en el art. 286, CPCC (art. 5"). '\~.
El impugnante deberá refutar, en forma concreta y razknada,todos +y cada uno
de los fundamentos independientes que den sustento a la r e s o l u ~ denegatoria.
~ El
escrito tendrá esa única finalidad y no podrán introducirse en él cuestiones que no
hayan sido planteadas en el recurso extraordinario (art. 6"). ,
Corresponde acompañar copias simples de la decisión impugnada mediante el
recurso extraordinario federal; el escrito de interposición, el escrito de contestación
de traslado (art. 257, CPCC) y la resolución denegatoria del recurso.
El recurrente deberá efectuar una transcripción -dentro del texto del escrito o
como anexo separado- de todas las normas jurídicas citadas que no estén publicadas
en el Boletín Oficial, indicando, además, su período de vigencia (art. 8"). Las citas de
fallos de la Corte deberán ir acompañadas de la mención del tomo y la página de su
publicación en la colección oficial, salvo que aún no estuvieran publicados, en cuyo
caso se indicará su fecha y la carátula del expediente en el que fueron dictados (art. 9').
La fi~ndamentacióndel recurso no podrá suplirse mediante la simple remisión
a lo expuesto en actuaciones anteriores, ni con una enunciación genérica y es
tica que no permita la cabal comprensión del caso que fue sometido a considera
de los jueces de la causa (art. 10).
Ante el incumplimiento de alguno de estos recaudos, se desestimará el r
mediante la sola mención de la norma reglamentaria pertinente, salvo que, se
CF Bahía Blanca, sala 11, JA 1994-1-337.
CF Cap., sala 1, JA 1994-11-585.
JA 1994-IV-449; ver comentario al art. 442.
rt. 477 RECURSO DE QUEJA

sana discreción de la CS, el incumplimiento no constituya un obstáculo insalvable


para la admisibilidad de la pretensión recursiva. Cuando se trate del requisito de
constituir domicilio en Capital Federal, se aplicará el art. 257, CPCC (art. 11).
El régimen establecido mediante la Acordada 412007 no se aplica a los recursos
interpuestos in formapauperis (art. 12).
-
Procedimiento
477. La queja se interpondrá por escrito, dentro de los tres (3) días de no-
ficado el decreto denegatorio si los tribunales tuvieren su asiento en la misma
dad; en caso contrario, el término será de ocho (8) días.
De inmediato se requerirá informe, al respecto, del tribunal contra el que se
aya deducido y éste lo evacuará en el plazo de tres (3) días.
Si lo estimare necesario para mejor proveer, el tribunal ante el que se inter-
nga el recurso ordenará que se le remita el expediente en forma inmediata.
La resoluciún será dictada por auto, después de recibido el informe o el ex-
ediente.

a) Primer párrafo
modo, atinentes a la forma, que es escrita, y tiempo

b) Segundo y tercer párrafos


La actividad del tribunal ad quem se restringe a requerir informe al tribunal a
fijándose como plazo para solicitarlo la locución "de inmediato", equivalente
solución de continuidad o enseguida. El informe se encamina al tribunal de la
eñalándose el plazo en que debe ser satisfecho.
solicitud de informes puede suplirse por la remisión del expediente, también
rma inmediata".

cide mediante auto (art. 122), que debe ser motivado (art.
rme o el expediente.
a denominada queja por retardo de justicia ver, comentario al art. 127 y
ón a este Libro IV.
vista la intervención de la parte recurrida, la Corte Suprema
a la deriva de la igualdad de posibilidades de las partes, con-
nstitucional de la defensa en juicio (art. 18, CN). :
censurarse el auto denegatorio para evidenciar los requisi-
enderezados a demostrar la procedencia del recursob0'.
que ser autosuficiente6". No basta
compañar copia del veredicto, pues

Fallos 308:875.
' CNCP, sala 1, BJ NO. 5, ps. 80181.
' Á n ~ ~ oCódigo
s, ..., ps. 103311037; CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 74175.
'O3 CNCP, sala 1, BJ nro. 4, ps. 89190.
902 - RECURSO DE QUEJA Art. 478

Durante este procedimiento no hay notificación por nota; en vez, en el caso del
recurso extraordinario federal -regulado exclusivamente por el C P C C 6 L cuando
la CS requiere presentación de gecaudos --copia de las actuaciones-, el acto de
comunicación se cumple en fo&a automática y puede generar la caducidad de la
instancia en los términos del art. 310, CPCC6OS.
Efectos
478. Si la queja fuere desechada, las actuaciones serán devueltas, sin más
trámite, al tribunal que corresponda.
En caso contrario, se declarará mal denegado el recurso, especificando la
clase y efectos del que se concede, lo que se comunicará a aquél, para que emplace
a las partes y proceda según el trámite respectivo.
Corifoniie al párr lo, si el tiibuiial acl i~iirnrverifica que las condiciones de admi-
sibilid:id del recnrso no Iian sido cuinplidas, debe devol\,er el expediente al tribunal dc
origen.
- Este pronunciamiento implica la conñrmatona de la desestimación. 1
En vez; si considera que aquellos requisitos aparecen cubiertos, debe acceder a
la concesión y especificar el recnrso admitido y los efectos de su otorgamiento que,
en principio, son de carácter suspensivo (art. 442).
Con la reforma de la ley 26.374 sólo existe emplazamiento en el caso del re-
curso de casación e inconstitucionalidad contra sentencias definitivas, que debe ser
cumplido por el a quo (464, párr. 2" y 475). De manera que el recurrente deberá
comparecer nuevamente ante el tribunal ad quem para demostrar qxe'no desiste táci
tamente del recurso (art. 465, páni y).Pero como el emplazamien5&se . . lleva a c
ii
por el tribunal a quo, las actuacione's deben devolvérsele.
Hubiera sido conveniente la reforma del segundo p4rrafo del art. 478, ya qu
en la apelación y la casación del art. 465 bis no hay más 'emplazamiento, sino
notificación a las partes de la concesión del recurso (art. 453, . ' .p. lo).'
El doctor Mitchell ha señalado con acuidad que las diferencias suscita
entre el efecto no suspensivo -prescripto por el art. 285, CPCC, ante la dene
toria del extraordinario federal- y su otorgamiento en el supuesto de casac
-art. 442- debieran ser encaradas por el legislador porque "...disponen cosas di
rentes para supuestos análogo^""^.
La CNPE, sala A, se ha abocado al conocimiento del propio recurso de apela
ción concedido al pronunciarse favorablemente respecto de la queja sin observa
procedimiento que la ley impone a tal remedio607.
No se prevé recurso alguno contra la denegación del de queja608.

CS, Fallos 303:435.


M T S , DJ 1998-2-950, f. 13.174.
M" CNCP, sala 11, LL del 231411999, f. 98.619; ver comentario al art. 442.

LL del 23/2/1998, f. 96.644, con comentario favorable de QUEVEDO MENDOZA,"Ac


procesal: publicidad-elasticidad de las formas".
CFed. Rosario, sala A, 171111/1999, "Carbonari", LL del 141112000, f. 5311.
RECURSO DE REVISIÓN

RECURSO DE REVISIÓN

a) Principios generales -
sión impugnativa autónoma. No
de las sentencias condenatorias
proceso, por haberse ignorado
o porque acaecieron luego de su dictado. Persigue la finalidad de obtener la
ondena más favorable o la rehabilitación de su memoria
condujo a la condena; no existe

Con carácter excepcionalisimo se ha admitido jurisprudencialmente la revisibi-


uiado cuando la sentencia es fraudulenta

tionar resoluciones
un sobreseimiento
orque en tales ca-
cipación del imputado, quien podría
evos elementos de prueba demues-

1 escrito si el recurso se estima ar-

taxativas y deben fundarse en nuevos elementos de juicio


nocidos al momento de dictar la sentencia612.La CNCP, sala
1 art. 479 no contiene estipulación alguna respecto de errores
cesoria de reclusión por tiempo indeterminado cometidos en
tondad de cosa juzgada, ello no es obstáculo para la pro-
del planteo bajo la modalidad de una presentación sui generis de carácter

1nuevo material probatorio carece de eficacia porque sólo puede engendrar


recurso no puede prosperar6I4.
arácter excepcional del recurso de revisión, al margen de su utilización para
ación retroactiva de la ley penal más benigna que la aplicada en la sentencia
nalmente establecido mediante el reconocimiento de que
es que pueden dar lugar a él son taxativas. Tal limitación no es la única con-

CS, Fallos 298:736.


DONNA - MAIZA,Código..., p. 572; no es el parecer de ÁBALOS, Código....,p. 1039.
3; también en el recurso de casación, CNCP, sala 111, SJP, LL del

sala 11, BJ nro. 4, ps. 1121113; sala 11, BJ nro. 4, ps.


..
con noia de PALACIO, "Un caso de declaración de mnlti-
en la cantidad de condenas requeridas".
NCP, sala 11, BJ nro. 5, ps. 63164.
RECURSO DE REVISI6N

secuencia de dicho carácter excepcional, ni la de mayor relevancia. Por el contrario,


el reflejo principal de este último reside en la labor que cabe al tribunal ad quern en
la primera fase del recurso: iudicjum rescindens. Se articula en dos fases tradicional-
mente denominadas iudicium rdcindens y iudicium rescissorium. En la primera, el
tribunal ad quem debe determinar si concurren las condiciones para poder rescindir
la sentencia impugnada. En la última, si ha sido revocada, el mismo tribunal o uno
diverso debe sustituirla por otra. Aquélla se agota al verificar si, ti la luz de las nuevas
circunstancias, la sentencia impugnada resulta insostenible; por eso no cae la cosa
juzgada si los nuevos hechos resultan pasibles de una interpretación razonable que
evidencie aue no media co~tradicción~'~.
En ~ 4 1 0 321:3555,
s la CS resolvió que las decisiones de la Comisión Interamen-
cana no son vinculantes para el Poder Judicial y reafirmó el carácter restringido de este
llamado recurso. Por ende, no ajustó la sentepcia al criterio del órgano internacional
que aconsejaba utilizar la revisión para el reexamen de una sentencia dictada bajo el
régimen de la ley 23.077; adujo que admitir tal acción impugnativa afectda la esta-
bilidad de las decisionesjurisdiccionales en la medida en que constituyen presupuesto
ineludible de la seguridad j~rídica"~. Alcomentar el caso, Bidart Campos y Albanese
recuerdan que si bien la citada Comisión.nó puede declarar inconstitucionalidad o
ilegalidad alguna, tiene competencia para declarar la violación de preceptos conven-
cionales y emitir recomendaciones al Estado; sostienen que en ciertas situaciones el
recurso de revisión constituye un mecanismo apto para compatibilizar los divwsos
ámbitos de aplicación del derecho en la búsqueda de la verdad material. Concluyen
que invocar el orden público para limitar la revisión de decisionebjui2'iciales tampo-
co coincide con la jurisprudencia de la Corte Interaineri~ana~~~. A hvez, SagÜés6'
afirma que pese a no ser vinculantes'las interpretaciones de la Corte ~riieramericana
de la Comisión Interamericana en materia de derechos humanos, nues.$ros magistrado
deben tener como guía a tales pronunciamientos, no pueden desconocerlos y tien
que dar fundadas razones para no aceptar tales exégesis. Má$&n: lo's fallos de
Corte Suprema pueden ser revisados por la Corte Interamencana y'lo que ésta diga
obligatorio para el Estado argentino, que debe efectivizar tal veredicto.
El Alto Tribunal ponderó que la forma más adecuada para asegurar la garantí
de la doble instancia radica en declarar la invalidez constitucional de la limitació
establecida en el art. 87 de la ley 23.077, en cuanto veda la admisibilidad de recurri
a la Cámara Nacional de Casación Penal de las sentencias condenatorias dictada
por los tribunales de acuerdo con el procedimiento regulado por dicha normativa6'
Con posterioridad rechazó un recurso extraordinario deducido contra la
sión, a través de la vía casatona, de una condena impuesta conforme a la ley 23.
La mayoría sostuvo que la doble instancia no impone la renovación del debate rea
zado en el proceso, sino la posibilidad de recurrir ante un juez o tribunal superior, S
que así se descalifique la instancia única, pues se asegura que la condena definitiv

CS, del voto del doctor Petracchi, LL del 8/9/1997, f. 95.936.


JA 1999-11-346, con nota de B~DART CAMPOS - ALBANESE, "El valor de las recomendacione
la Comisión Interamericana de Derechos 1.iumanos".
"'Citado en nota anterior.
"Nuevamente sobre el valor, para los jueces argentiiios, de los pronunciamientos de la
lnteramericana y de la Comisión lnteramericana de Derechos Humanos en materia de interpretac
derechos humanos".
"'O ED del 281412000, DPPC, f. 94
RECURSO DE REVISIÓN .

o provenga de un tribunal inferior en la escala jerárquica, sino de la instancia más


Ita, con lo que el juzgamiento directo por ésta en modo alguno afecta garantías de
s derechos de los procesados. Añadió que pretender la revisión de la sentencia
ediante una suerte de apelación tardía resulta inconciliable con la esencia misma
e este remedio, ya que sus previsiones no habían podido ser tomadas en cuenta al
ar la sentencia imp~gnada~~". La CNCP, sala 11, había rechazado el recurso de
sión sustentado en la inexistencia de una instancia revisora de la condena62'.
La CNCP, sala 111, decidió acoger un recurso de revisión contra la condena de
menor, pues el TOC no advirtió la edad al fallar622.
Si se han vuelto a unificar penas que ya lo fueron a través de un pronunciamien-
con alcance de cosa juzgada, procede la

479. El recurso de revisión procederá, en todo tiempo y a favor del condena-


,contra las sentencias firmes cuando:
lo)Los hechos establecidos como fundamento de la condena fueren inconei-
con los fijados por otra sentencia penal irrevoeable.
) La sentencia impugnada se hubiera fundado en prueba documental o tes-
cal cuya falsedad se hubiese declarado en fallo posterior irrevocable.
33 La sentencia condenatoria hubiera sido pronunciada a consecuencia de
varicato, cohecho u otro delito cuya existeneia se hubiese declarado en fallo
terior irrevocable.
4') Después de la condena sobrevengan o se descubran nuevos hechos o ele-
tos de prueba que, solos o unidos a los ya examinados en el proceso, hagan
dente que el hecho no existió, que el condenado no lo cometió o que el beeho
do encuadra en una norma penal más favorable.
) Corresponda apliear retroactivamente una ley penal más benigna que la
a en la sentencia.
principal nota distintiva respecto de los recursos propiamente dichos es la
ada en el párrafo primero: no tiene plazo para ser deducido pues sólo procede
cto de las sentencias condenatorias firmes e incluso después de la muerte del
ado (conf. pán: 1" y art. 481, inc. la, última oración).
ntencia condenatoria firme es la insusceptible de recurso alguno, sea por no
e impugnado tempestivamente o hallarse ejecutoriada: cuando no queda más
por utilizar en su contra. El art. 128 parece superponer dichos conceptos.
a pendiente la queja por apelación denegada del recurso extraordinario fede-
recurso de revisión resulta improcedente624.
62QD del 171412001, DPPC, f. 103, con nota de GELLI,"Matices de la legitimación, el agravio
erés del Estado, por su responsabilidad internacional en materia de derechos humanos (algunas
eraciones sobre el caso 'F., R.')", o LL del 71312001, f. 101.628.
'' LL del 121312001. f. 101,653. con nota de BIDAKT CAMPOS, -
"La exiwncia constitucional e in-
'emarional de la :i1,3t13 eo el prorsio pznal': quicii ?\presa q i ~ es i Iia olvidado el principiolim hoalinc,
conforme al cual iiicunihs :il o~eradurbui:ar .S 81111cir
. 13 ndmialiril m i i f'~\~rablea la ucr<i>nlY a '11'
staca que no es igual a ley más benigna.
2000-1V-687 o ED del 281412000, DPPC, f. 95; DJ 2001-3-599, f. 17.376.
CNCP, sala lV, DJ 2002-1-381, f. 17.765, o LL del 181212002, f. 103.291. Ver I-Iirra~s,"El
0 de revisión", JA 1986-111-816.
"' CNCP, sala 11, registro nro. 88, BJ nro. 1, ED 162-767.
Art. 479

a) El inciso locontempla la pugna entre los hechos que se dieron por acredita-
dos en la condena y los establecidos en otra sentencia. No es necesario que la con-
tradicción provenga de la parte djspositiva; por ejemplo, si en una de las sentencias
se establece que el autor del hec& es determinada persona y en otra que no es aquél.
Los hechos establecidos como fundamento de la sentencia de condena deben ser
inconciliables con los de otra irrevocable62s.
No tienen tal carácter la absolucjón de los testigos del primer juicio por el delito
de falso testimonio si se asientan en conjeturas y probabilidades desprovistas de toda
certeza respecto de la condena por tentativa de homicidio. La disidencia de la jueza
Capolupo de Durañona y Vedia capta mejor la esencia de este supuesto al expresar
que si el fundamento de la condena por tentativa de homicidio utilizó dichos cuy
veracidad se cuestionó seriamente en el ulterior proceso -por falso testimonio-, 1
sentencia merita conclusiones no sól0diversas, sino antagónica^^^‘.
\
b) En el caso del inciso 2" no es preciso que la falsedad se haya declarado e
otra sentencia penal, pues puede provenir de otro fuero, aunque debe referirse a ele
mentos probatorios cuya falsedad se acredite en un fallo dictado más tarde. No pued
descartarse el supuesto de que la falsedad provenga de una sentencia absolutori
que hubiere concluido en la existencia del hecho y su carácter delictuoso, cuando
nuevo pronunciamiento des icción tenidos en cuenta pa
dictar el fallo condenat~rio~~'.
c) En el inciso 3" se trata de una sentencia lograda mediante 1e comisión de deli-
to, en el cual se descuenta !a autoria y participación del juez, v.gr., &evaricato, cohe-
cho, etcétera. También corresponde en aquellos en quela sentencia &deuatoria fu
el resultado de un delito cuya víctima es el juez, por ejemplo, amenazas, extorsi
etcétera, o bien gravita sobre la solución del caso -fahedad documental- y,
general, si a consecuencia del "...otro delito..." ---declarado pox:s-entenoia firme
sustentó la condena en prueba ilícita.
! ,
d) En el inciso 4' se incurre en una particular situadióh porque "...los nuev
hechos o elementos de prueba ..." engloban, en alguna medida, al mismo conce
del anterior: si el hecho no está probado, no existe como tal en el mundo del pr
so; lo importante es que no haya podido ser meritado por el tribunal. El supuest
admite una nueva ponderación de la prueba ya incorporada, a menos que se un
elementos allegados con posterioridad y conducentes para acreditar que el hecho
existió o que el condenado no lo cometió. También comprende los casos en que
prueba aportada permita encuadrarlo en una norma penal más favorable, sea porqu
se pase de una figura calificada a una simple (el tránsito de unhomicidio califica
do, en los términos del art. 80, CP, al del simple, art. 79, id), o bien cuando pued
excluirse su antijuridicidad o la culpabilidad del autor o medie una excusa abs
lutona o se abra la posibilidad de imponer menor pena en los supuestos de d
continuado (art. 54, CP) al eliminarse la reiteración (art. 55, id.) o de concurso '
(art. 54, id.) o de tentativa (arts. 42 a 44, id.). Desde luego que la ley penal más fa

CNCP, sala 1, registro nro. 144, BJ nro. 1, ED de mayo de 1995, p. 30.


CNCP. sala IV, LL del 6/5/2002. f. 103.694.
"' DONNA- MAIZA,Código...,p. 573
able se aplica conforme a lo establecido por el art. 2 O , CP628.Ábalos denomina a est
esto como de "revisión par~iai"~*~. La mera invocación de falsedad testi
Sta para su progreso, pues requiere que así lo declare una sentencia p
v ~ c a b l ela~ crítica
~ ~ ; sobre el valor probatorio conferido a los elementos d
el tribunal sentenciante resulta ajena a esta víaa1.
Se encuentra razonablemente comprendido en esta causal si la condena desco-
ió la calidad de menor al momento de ejecutar el hecho, pues su espíritu permite
ehender la subordinación integral del caso a un régimen penal más benéfico632.
También resulta procedente si con posterioridad al pronunciamiento se advir-
ron nuevos elementos de prueba que surgieron ai celebrarse la audiencia de debate
un coprocesado, que permiten modificar la calificación de robo consumado a

e) El inciso 5" se relaciona con el art. :2 CP, y para Clariá Olmedo es más ade-
do tratarlo como un incidente de la La CNCP, sala 111, sostuvo que
causal no procede cuando se trata de leyes penales en blanco635;criterio censurable
o de lo resuelto por la CS en el caso " C r i ~ t a l u x " ~Si~se
~ .modificó por ley el monto
nimo del contrabando simple, corresponde revisar la condena; se trata de un elemen-
'ntegrativo del tipo penal, pues dicha cifra, al ser superada, convierte una infracción
un delito; es evidente que el mayor favor deparado por una consecuencia menos
ra respecto de la pena o medida de seguridad resulta aplicable637;no comprende los
S jurispr~denciales~~~;ni siquiera cabe aceptarlo por analogía, pues "ley" es acto
'vo y no comprende los cambios en la jurispr~dencia~~~.
o hace sino cumplir una mera función instrumental respecto del art. 2",CP;
aun cuando no proceda respecto de penas agoiadas, parece razonable inrerpretar que
cn el supuesto de condena cn suspenso la ley abarca sus ckctos, por lo que debe ex-

NVNEZ,Código.... ps. 5141516.


629 Código..., p. 1040.
"O CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 1031104.

' CNCP, salal, LL 511011993, f.91.661.


CNCP, sala 1, LL del 28/11/2002, f. 104.812; id., sala 111, LL del 25/2/2002, f. 103.366; id.,
del 8/4/2002, f. 103.554, porque además de no existir asiento en los registros públicos,
aplicar el art. 85, CC, que autoriza a evaluar otros documentos u otros medios de pmeba
a acreditar la minoridad.
NCP, sala 11, DJ del 231412003, f. 19.505.
Tratado..., t. V11, ps. 388 y SS.,CS, Fallos 322:1376; ver =t. 504.
* CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 1051107.
Fallos 329:1053.
6" CNCP, sala 111, ED 167-159, f. 4'7.099.

CS, Fallos 313:1011.


CNCP, sala 111, LL del 311511999, f. 98.787; DJ 1999-2-448, f. 14.210. En contra, STJ La
a, sala B, porque la condena había sido impuesta con transgresión de garantías constilucional~;18
ncia correcta del doctor Iglesias no extiende la aplicación retroactiva de la ley penal más benigna
bio de la jurispmdencia del superior tribunal local, aunque restringe el concepto a los supuestos
la condena resulte anterior al pronunciamiento judicial, JA del 121511999,p. 11, "Gandino, ?p-
O", con nota de GULLCO, "El recurso de revisión ante los cambios de jurispmdencia", cuya opinl~n
've a La aplicación de los cambios de jurispmdencia favorables aunque respondan a SetItenCIaS
RECURSO DE REVISIÓN Art. 481

tenderse al plazo previsto por el art. 27, id ---cuatro años- para que se tenga como
no pronunciada y se evite su efectiva ejecución por un nuevo delito640.
Sólo procede respecto de sentencias irrevocables y que importen condena penal
oor delito: se excluyen las contrávenciones aun cuando imoonean clausura64'.
Se ha admitido esta causal cuando la ley rnás benigna modifique los términos
de prescripción de la acción penalGa2.
Corresponde a la casación (art. 479, inc. 5") y no al juez de ejecución (art. 504)
el análisis acerca de la aplicación deuna ley penal más benigna que puede importar
una modificación de la pena imp~estii~'~..
Objeto
480. El recurso deberá tender siempre a demostrar la inexistencia del hecho,
o que el condenado no lo cometió, o que falta{otalmente la prueba en que se basó
la condena, salvo que se funde en la última parte del inc. 4' o en el 5" del artículo
anterior.
Es consecuencja de que no hay revisióh perjudicial para obtener la condena de
un absuelto si media sentencia firme, obteni&a al culminar un proceso válido, pese a
la ulterior aparición de prueba de cargo. Pero no basta alegar que la condena resultó
violatoria de garautias constitu~ionales~~.
El objeto del recurso debe tender a mostrar algunos de los motivos de revisión
aquí detallados; son específicos e inextensibles; se excluye todo posible vicio in
procedendo y, en general, los vicios in iudicando de jure. Se trata.de circunstancias
externas al proceso ya concluido por condena firme, imposible de flaberse evaluado
por surgir o advertirse-despuésde haber pasado en autoridad de cosajkgada6".

. .oueden deducirlo
Personas aue
' 2:;)
1
481. Podrán deducir el recurso de revisión:
lo)El condenado y10 su defensor; si fuere incapaz, sus representanteslegales
o si hubiere fallecido, su cúnyuge, sus ascendientes, descendientes o hermanos.
2") El ministerio fiscal.
Puntualiza quiénes son los legitimados para plantear el recurso.
Puede solicitarse no sólo por quienes han sido parte - e l condenado y el MP-
sino también por el auxiliar de aquél durante el trámite del proceso, es decir, su
fensor (ver comentario al art. 104).
También tienen legitimación para plantearlo, cuando el condenado sea in
sus representantes legales. Luego de su muerte, el cónyuge y los parientes ind
al final del inciso lo; no significa aue éstos deban actuar en orden excluyente; tam
poco la calidad de heredero deviene exigible para interponer revisión, p;es basta 1
acreditación del vinculoM6.

wo CNCP, sala 1, JA 1995-11-592.


M' CNCP, sala 1, JA 1994-11-275.
CNCP, sala 1,51512005, "C., M.", ED del 1211212005, p. 6.
CS, 81812006, "Montiel", RDP, LcxisNexis, 1-2007, p. 58.
M' CNCP, sala 111, BJ nro. 5, ps. 69171.
M* CNCP, sala 11, ED 176-409, f. 48.501.
6 i ~ ~ , ..., p. 1050
" ~ ~ ~ Código
Puede deducirse por presentación personal del condenado. La remisión efectua-
por el art. 483 atiende al trámite y no al modo de deducción647.
Dice bien Nogueira que, conforme a la ley sustancial -ley 14.394-, la le-
ación debe extenderse al cónyuge y parientes del presunto fallecido, quienes
ueden comparecer al proceso e interponer revisión6".

Interposición
482. El recurso de revisi6n será interpuesto ante la Cámara de Casación,
rsonalmeute o mediante defensor, por escrito que contenga, bajo pena de
dmisibilidad, la concreta referencia de los motivos en que se funda y las dispo-
ones legales apiieables.
En los casos previstos en los incs. lo,2" y 3" del art. 479 se acompañará copia
sentencia pertinente; pero cuando en el supuesto del inc. 3' de ese articulo
ción penal estuviese extinguida o no pueda proseguir, el recurrente deberá
ar las pruebas demostrativas del delito de que se trate.
Conoce del recurso la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correc-
1 (art. 23) y la Cámara Federal de Casación (art. 30 bis). La creación de la Cá-
Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional exige determinar a quién
sponderá resolver los recursos de revisión que se interpongan contra sentencias
denatorias dictadas por tribunales no federales con asiento en la Capital Federal,
anterioridad a la creación de aquel órgano de casación. La pauta viene dada por
. 9", ley 26.371: deberá entender la CNCP -actual Ckmara Federal de Casación
si intervino en algún momento durante el proceso -sea por recurso contra la
a condenatoria o respecto de resoluciones anteriores a su dictado-. En caso
ano, será competente la Cámara Nacional de Casación Criminal y Correccional.
a forma es escrita y puede interponerlo el condenado por sí, siempre que no
citado (art. 481, inc. lo).El escrito debe explicitar fundamentos que en-
u en alguno de los supuestos del art. 479 y las normas gravitantes, si es el caso,
idir favorablemente.
el inc. 3" del art. 479 se aumentan las exigencias para la admisibilidad, pues
acción penal para perseguir los delitos allí indicados estuviese extinguida o no
ese proseguir, se impone la carga de sefíalar los elementos probatorios que ha-
de ser aquilatados en este trámite, cuando el delito, sustento de la condena cuya
n se pide, no pueda castigarse definitiva o temporalmente.
quisito de admisibilidad en los supuestos del art. 479, incs. lo, 2" y 3", ad-
ia de la sentencia condenatoria; no se exige la intervención de defensor o
atrocinante. El art. 481, inc. lo, es concluyente al respecto.
rocedimiento
83. En el trámite del recurso de revisión se observarán las reglas estableci-
para el de casación en cuanto sean aplicables.
El tribunal podrá disponer todas las indagaciones y diligencias que crea úti-
ydelegar su ejeención en alguno de sus miembros.

O" CNCP, sala 111, BJ nro. 4, ps. 99/100


LOSrecursos...,p. 33, nro. 52.
910 ..RECURSO DE R E V I S I ~ N Art. 485

a) De acuerdo con el párrafo primero y tal como sucede con el recurso de iu-
constitucionalidad (art. 475), aunque con ajuste a sus notas específicas, el trámite es
similar al del recurso de casacióniart. 465): una vez declarada admisible la solicitud
y cumplidas, cuando correspond$ las medidas probatorias previstas en este mismo
artículo, último párrafo, debe emplazarse al interesado en los términos del art. 464,
segundo párrafo, pues si no lo hace se produce la deserción (art. 465, pán: lo); luego
colocar el expediente por diez días en la oficina para el examen y fijar audiencia a
fin de informar (art. 465). Por supuesto que no rigen las limitaciones cuantitativas
fijadas por el art. 459.
b) Conforme al último párrafo, la Casación tiene facultades autónomas de in-
vestigación, a cumplir a través de alguno de sus miembros, siempre dentro del ámbi-
to fijado en los distintos supuestos del art. 479.
Desde luego que el tribunal puede declaw la inadmisibilidad del recurso por
no ajustarse a ninguna de las hipótesis enunciadas en aquel artículo y así declararlo
sin que sea necesario más trámite.
Efecto suspensfvo
484. Antes de resolver el recurso el tribunal podrá suspender la ejecución
de la sentencia recurrida y disponer, con o sin caución, la libertad provisional del
condenado.
Si el recurso es admitido, es facultativo disponer que se susp.enda la ejecución
de la condena (ver art. 442), gar~tizandola libertad con alguna me&i,daindirecta de
coerción (arts. 320 y.concs.). Dicha atribución puede ejercerla la Cas;lción antes de
expedirse sobre la fundabilidad de esta pretensión. Se piensa que resulta innecesario

promesa también es una forma de caución. , .:.:-, ,.


aplicar las normas reguladoras de la excarcelación6"; siiienibargo, aun la simple

Sentencia
485. Al pronunciarse en el recurso el tribuiial podrá anular la sentencia, re-
mitiendo a nuevo juicio cuando el caso lo requiera, o pronunciando directamente
la sentencia definitiva.
Si admite el recurso, a veces se limita, en ejercicio de la competencia negativ
a eliminar la condena cuestionada; en otras ocasiones tiene también competenc
positiva -iuditio rescindens- y sustituye al fallo anulado. En general, el "nuev
juicio" se subordina a la necesidad de otro debate sobre el médto de la causa;
desarrollo arranca desde la citación establecida en el art. 354.
Siempre rige la prohibición de la reforma peyorativa (ver art. 445, páni 3").
El tribunal, en el debate posterior, debe respetar la cosa juzgada y limi
nuevo juicio a los motivos ocasionantes del reenvío, pues la sentencia no desap
como instrumento, sino que sólo se ataca la condena para mejorar la situación
impugnante; por ende, la remisión puede ser parcial, por ejemplo, en el caso del co
curso real (art. 55, CP), si no se han atacado todos los hechos que lo conforman. A

M W o - MAIZA,~ cit., p. 577.


~ ~ op.
488 RECURSO DE REVISI~N

iar a juicio por un motivo diverso del invocado, ya que


vinculada por las causales aducidasbs0.
sivo respecto de la sentencia revisada (art. 441, párr. lo).
nunciamiento es susceptible, a su vez, de los recursos
(Capítulos IV y V de este Libro IV).

486. Si se remitiere un hecho a nuevo juicio, en 6ste no intervendrán los ma-


ados que conocieron del anterior.
ausa no se podrá absolver por el efecto de una apreciación de los
s hechos del primer proceso, con prescindencia de los motivos que hicieron

a sustitución efectuada por el art. 88 de la ley 24.121 al art. 55, inc. lo, no
se impone el apartamiento de los jueces que hubieran pronun-
concumdo a dictar la sentencia condenatoria.
último párrafo señala que es imposible obtener la revisión de la condena
onsiderar los mismos hechos o probanzas que la apuntalaron.
la conjunción entre aquéllos y los nuevos tomen proce-

487. Cuando la sentencia sea absolutoria, además de disponerse la inmediata


rtad del condenado y el cese de toda interdicción, deberá ordenarse la resti-
de la suma pagada en concepto de pena y de indemnización; esta última,
e que haya sido citado el actor civil.
a revisión abarca no sólo el cese de las penas privativas de libertad sino,
S, de las inhabilitaciones, incluso la multa, comprendidas en la condena.
én capta lo pagado si se hubiera ejercido la acción resarcitoria; pero en este
e exige la citación del actor civil, pues se trata de un supuesto de interven-
coactiva de tercero (art. 94, CPN), ya que dicho sujeto fue quien ha percibido
producto de aquélla. Dicha citación puede ser también recabada por el civil-
r comentario al art. 101). Tiende a resguardar su defensa

Reparación
88. La sentencia de la que resulte la inocencia de un condenado podrá pro-
rse, a instancia de parte, sobre los daños y perjuicios causados por la conde-
que serán reparados por el Estado siempre que aquel no haya contribuido
su dolo o culpa al error judicial.
La reparación sólo podrá acordarse al condenado o, por su muerte, a sus

En otros códigos la reparación se limitaba al caso de condenas que impliquen


ación de libertad (Buenos Aires, art. 321 -según ley 3589 y sus modificato-
,estableciéndose las mismas restricciones para el resarcimiento (art. 322, id.);
CLARIA Tratado... , t . VII, p. 277.
OLMEDO,
Art. 489

aunque allí era resultado de una expresa prohibición de la Constitución provincial


(art. 44, Const. Buenos Aires, anterior a la reforma de 1994)65'.
Se circunscribe a los supuesios en que la revisión progresa; quedan excluidos
otros posibles supuestos de errords judiciales.
Esta petición puede presentarse ante la Casación si, al ejercitar competencia
positiva, absuelve; cuando el resultado es el mismo pero hubo reenvío, debe ser
formulada ante el tribunal del juicio oral y tiene que presentarse antes del decreto de
citación a juicio (art. 354), como única forma de posibilitar el contradictorio.
Si la revisión procede conforme a1 art. 479, inc. 5", dice Clariá Olmedo que, al
haber resultado justa la condena sufrida hasta la aplicación de la ley más benigna,
no corresponde la reparación; agrega "...Esta es otra importante diferencia con la
revisión por causales
Si existe sentencia consentida por no haberse objetado durante el proceso penal
ninguna de las etapas cumplidas, la justicia civil carece de jurisdicción para juzgar
dichas actuaciones. La actividad lícita, legitima del proceso penal, no configura la
causa de acción indemnizatoria, pues sólo se fundamenta en la ilegalidad de dicho
proceso imputando error judicial. No corresponde revisar en el fuero civil el error
del auto de prisión preventiva si quedó firme 8in cuestionarse su validez en la etapa
procesal oportuna. Si el daño resulta consecuencia necesaria y normal del ejercicio
de un derecho - e l Estado como representante del orden público y bienestar general
de la sociedad frente a un hecho i l í c i t o , deviene legítimo653.
La CS considera no cabe resuonsabilizar al Estado uor el actuar del iuez de ins-
micción que dispuso el procesamiento y la prisión si en'd {aio no medió
error judicial, sino que los actos procesales supuestamente irregulare?? basaron en
una apreciación relativa, obviamente dada la etapa del proceso, de los elementos de
juició existentes entonces y en las normas proc&ales vigentes. Aunque la sentencia
resulte absolutoria, los controvertidos medios probatorios, eneseestadio, insuficien-
tes, fueron idóneos para sustentar el dictado de aquellos otros6S4?=!
El art. 10 de la CADH establece que "(t)oda persona tienelderechoa ser indem-
nizada conforme a la ley en caso de haber sido condenada en sentencia firme por
error judicial". En el mismo sentido, art. 9O, ap. 5O, del PIDCP655.
Revisión desestimada
489. El rechazo de un recurso de revisión no perjudicará el derecho de pre-
sentar nuevos pedidos fundados en elementos distintos, pero las costas de un re-
curso desechado s e r h siempre a cargo de la parte que lo interpuso.
La desestimación no precluye un nuevo reclamo, siempre que los elementos
aportados sean diferentes.

"I' N O , ..., p. 434.


B ~ ~ O L ICódigo
652 Derecho..., t. VII, p. 392.
61'CCám.A.C.C. Junin, ED 154-543,f. 45.371; la disidencia sostiene que no puede exigirse sa
ficio "excesivo" a los miembros de la sociedad, y por ello es lógico pretender una reparación; ver
de BIDART CAMPOS.
ED del 161512000,f. 50.036, o JA2000-111345.
"' Ver IBARLUCIA,"La responsabilidad del Estado frente a la absolución del detenido o a la revo
cación de la prisión preventiva", ED 176-755.
RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY 913

La imposición de costas se aplica con el alcance del art. 53 1, pues, al rechazar-


,se imponen al presentante, aunque sin atender -tal es el significado del adverbio
iempren- a la excepción allí prevista.

RECURSO DE WAPLICABILIDAD DE LEY

Las atribuciones de los arts. 10 y 11, ley 24.050, también le son asignadas a la Cá-
ara Nacional de Casación Criminal y Correccional (art. 11 bis, último párrafo, id.).
Concepto. El art. 10 de la ley 24.050 establece la posibilidad de que la Ca-
se reúna en tribunal pleno, tanto para unificar la jurisprudencia de sus salas o
sentencias contradictorias -inc. b)- como para fijar la interpretación de la
aplicable al caso cuando la cámara, a iniciativa de cualquiera de sus salas, enteu-
a que es conveniente.
La interpretación de la ley aceptada en una sentencia plenaria (art. 10, inc.
es de aplicación obligatoria para la Cámara de Casación respectiva (CFCP
CC), los tribunales orales, cámaras de apelaciones y para todo otro órgano
cional que dependa de ella, sin perjuicio de que los jueces que no compartan
erio dejen a salvo su opinión personal; la doctrina sentada sólo podrá modifi-
rse a través de una nueva sentencia olenaria. Por su Darte. el art. 11 determina aue
A .

bién darán lugar a la reunión de la Casación en pleno las sentencias --en sen-
tido aiiiplio, resoliicionrs definiti\.as por poner fin al proceso o tornar iinposiblc su
conrinuaciun: dcben iricliiirsc las cuestiones procesales obiter dictrriii del plcnariooj6
contradigan a otra anterior de la misma cámara, cuando el pecedente haya sido
resamente invocado por el impugnante antes de la sentencia definitiva de ese
1. El recurso tendiente a la convocatoria del tribunal en pleno deberá ser inter-
y fundado dentro de los cinco días, ante la sala inteminiente.
a Casación establecerá la doctrina aplicable, y si la del fallo impugnado no
tare a aquélla, lo declarará nulo y dictará sentencia acorde con la doctrina

Hasta tanto la cámara resuelva sobre la procedencia o no de la impugnación, la


ia quedará suspendida en su ejecución (ver art. 442).
Requisitos de admisibilidad son: la cita del precedente conforme al cual se
a la decisión del caso, que debe ser adversa y plantearse por escrito con la
ción en el plazo señalado. No puede considerarse contradictoria la sentencia
r que por una cuestión formal desechó un determinado criterio interpretativo,
ando para atribuir una inteligencia a la ley sustantiva haya sido previamente
rio conceder el recurso de
a Cámara fija la doctrina a seguir ----con lo que ajusta su cometido a lo indi-
en los puntos b) y c) del art. 10, id.- y tiene competencia negativa --declara
el fallo-. La sustitución, conforme a la doctrina fijada, se opera a través de la
que resulte sorteada (art. 18,Acordada 612004).

V. CNCP, 281612001, reg. nro. 99, c. SS nro. 116, voto del juez Hornos.
"' CCNP, en pleno, JA 1998-1.99, o LL del 1311011998, reseña de Fallos nro. 40.891-S, o DJ
-1-1050, Síntesis de Jurisprudencia, nro. SJ 1682.
RECURSOilE INAPLICABILlDAD DE LEY

Para llegar al plenario, cuya interpretación resulta obligatoria, existen, pues,


dos caminos: la autoconvocatoria de la Casación a tribunal pleno (art. 10, id.) o la
impugnación deferida a la iniciativa de las partes cuando lo resuelto las agravia en
cuanto no se adecuó al temperam&to seguido por el precedente invocado.
Según la Corte Suprema, fa interpretación-iurisprudencial tiene un valor análo-
&

go al defa ley porque precisamente integra con ella una realidad jurídica. No es una
norma nueva. sino una norma interuretada. cumnliendo su función rectora en el caso ~ ~

que 13 ley decide. I.as sentencias con las cuales la jurisprudencia se constituye están.
col1 respecto a LU ley, en rclación dc dependencia de lo fundado con su fundanieiito.
puesto que la sentencia es la actuaciónconcreta de la ley. Por ello se ha resuelto que
las actuaciones plenarias se justifican cuando el hecho a decidir requiere la inter-
pretación de la ley aplicable o cuando es necesario evitar el dictado de sentencias
contradictorias. Como los jueces necesitan interpretar, sea por vía del plenario o en
el caso, lo resuelto no vulnera las garantías con~titucionalesde legalidad y reserva.
Por otro lado, la obligatoriedad general de la doctrina no es inescindible por emanar
de un fallo plenario, ya que el acierto de tal interpretación puede cuestionarse por las
vías procesales pertinentes658.En el escolio dice Bidart Campos que lo hecho por los
fallos plenarios, en crianto interpretan una nonha, no difiere de lo que hace cualquier
sentencia; la diferencia radica en los "efectos", que en el plenario son generales, y
en las sentencias son comunes, sólo se limitan al caso. La CNCP; sala IV, señala
no se suplanta la labor legisferante reservada a otro órgano del poder del Est
ni pretende su resultado convertirse en un precepto general con el alcance de 1
formal6s9. . . *. %
. .,

Empero, se registran pr~nun&qientosadversos a la ~ b l i ~ a t o n e & dla~jueza


~~;
Cárcamo aduce la inconstitucionalidi¿i del art. 10, inc. c), segundo párikfo de la ley
24.050, por no resultar aceptable reducir el ámbito interpreqtivo fijado al juez por la
CN, toda vez que el art. 116 asigna idéntica función jurisdiccional a cuaiquier juez.
Este argumento no alcanza a refutar la observacióu de Bidart campos ni las consig-
nadas por P a l a ~ i o ~Tampoco
~'. resulta claro que la doble instapcii quede' afectada
por la obligatoriedad, ya que la doble inspección no se elimina? pues el régimen de
las impugnacioues permanece incólume; sólo la desidiade la parte puede truncarlo.
A su vez, el doctor Vázquez Acuña censura que implique una expropiación al juez
natural de sufinción de decir el derecho; tampoco supera la aseveración de Bidart
Campos ni las observaciones de Palacio662.El voto de la jueza Camiña estima afec-
tado el sistema de división de poderes, pues la obligatoriedad implica que el Poder
Judicial se arroga a facultades legislativas; añade que también se afecta el art. 31,
CN porque se ubica a los jueces del pleno en una posición superior a la propia ley
que emana del Congreso; ambos argumentos ceden si se advierte que tanto a través
del recurso de inconstitucionalidad como en el pronunciamiento sobre el mérito, los
plenarios interpretan una norma, según lo enseña Bidart Campos.

618 ED del 101311993, f. 44.859.


ED del 41912002, f. 51.638.
LL del 2311012002, TOC nro. 1, f. 104.605.
Derecho procesal civil, t . 1, ps. 1951196.
"n el mismo sentido, ED, DPPC dei 251612002, S3 1087; TOC nro. 21, 131712000, "G.,J.",
c. 848.
RECURSO DE INAPLICABILIDADDE LEY 915

Lo propio ha sucedido en el ámbito doctrinario. Mientras Eduardo Pablo Jimé-


GG3 se pronuncia a favor de la obligatoriedad, acudiendo a tal fin a Bidart Cam-
pues es la única vía para preservar la igualdad, Bruzzone discrepa en forma
ndaGb4 y considera que la inconstihicioualidad queda en claro, pues se afecta lo
denomina independencia interna del Poder Judicial; esta opinión, a nuestro ver,
el claro texto del art. 116, CN, que respalda la organizaciónjerárquica de
r -ver comentario al art. 293-.
procede a instancia de parte la convocatoria a plenario por tratarse de una
ltad privativa del tribunal respecto a su mérito como a la
Este recurso sólo fue previsto contra sentencias definitivas (art. 11, ley 24.050)
ue puedan asimil&rsele decisiones referentes a cuestiones de competencia o rela-
a la distribución de causas entre tribunales orales y de ejecuciónGbG.
La contradic-
ción no puede cstabkcsrse enrrc un aura intsrlocutorio y un proiiunciainienio tlcfini-
iivo'"'. I:s incuestionable que la convocatoria de oficio -an. 10, ky 24.050.- puede
gerida pero no reclama pronunciamiento del tribunal, a diferencia del recurso de
cabilidad de ley. Lo que no es tan claro es que aun en estos supuestos, el análisis
aversas sobre una sentencia definitiva, como lo entiende la CNCP, sala IIGG8. Según
dictum del voto de los jueces Hornos y Capolupo de Durañona y VediabG9, basta
ra contradicción determinante de la necesidad de unificar la jurisprudencia y,
amentalmente, de corregir contradicciones; por ello procederia, para la minoría,
1 caso de desestimación de excepciones recurridas con siistento en 10s aris. 339,
y 428 y, en general, para cuestiones procesales670.
La transitoria coexistencia del sistema procesal anterior para ciertos casos (art.
) impone atender al régimen de unificación de la jurisprudencia instaurado a tra-
de los arts. 28 del dec.-ley 128511958, y ZO,de la ley 17.812. Por ende, los fallos
arios dictados durante la vigencia plena de la ley 2372, resultarán de aplicación
oria para las causas que tramitan según sus disposici~nes~'~.
Aunque fuera de la inapticabilidad de ley, tiene cierta afinidad con ella el cri-
o de la CS, al establecer que los jueces inferiores tienen el deber de confonnar
decisiones a las conclusiones ambadas en sus fallos -pese a decidir sólo el
o concret* a menos que sustenten su discrepancia en razones no examinadas
esueltas por el tribunalG72. Se ha señalado que la obligatoriedad de los fallos de

""&
' Es inconstitucional la ley que impone el seguimiento obligatorio de la doctrina de los fa-
s plenarios dictados por la Cámara Nacional de Casación Penal?", LL del 28/4/2000, comentario al

"Ecos del plenario 'Kosuta'. La inconstitucionalidad de la obligatoriedad jundica de la ju-


cia plenaria: un problema de independencia interna del Poder Judicial", LL del 28/4/2000,
'o al f. 100.155.
CNCP, sala 1, JA 1994-11-387, o BJ nro. 5, ps. 56157.
CNCP, sala 1, JA 1994-11-518.
CNCP, en pleno, LL del 30/6/1997, f. 95.597.
6G8 261211996, "Pugliese, José'., c. 627, reg. 866.

66Vlenanot. 99. c. SJ nro. 116 del 281612001.


Sobre 13jurisprudcr,cia rclsrivn n la adiiiisihilidad del reciir,o para idos CJsOj, \er I>'Ai u<,%.\,
a espcr~)",KDP. i.eaisYcxij,
Nicolis F , .'I(I !,retenso qusrcllniire y In \,¡a ca,aturia (diel anos en s ~ l de
12006, p. 212i.
CNPE, sala B, DJ 1998-1-803, f. 12.722.
"' LL del 161911996, f. 94.709; JA 1997-1-57
RECURSP DE XNAPLICABILJDAD DE LEY

la Corte Suprema resultaría ventajosa, pues "...de la predictibilidad de los jueces


depende en gran medida la seguridadjurídica en un Estado..."673.
La Acordada 512001 sustituyó a la 3011993, que en su arl. 25 establecía la ad-
misibilidad; resolverla correspon& a la sala de la sentencia recurrida, ante la cual
se dedujo; una vez admitido el recurso, pasaba a conocimiento del tribunal cuyos
miembros, a excepción de los integrantes de la sala concedente, se expedían sobre su
procedencia. La decisión, por separado, la adoptaba el órgano en pleno, establecién-
dose que primero votanan los integrantes de la sala de origen.
El ordenamiento anterior (Acordatia 3011993) fue censurado por la juez Capo-
lupo de Durañona y Vedia en el ya indicado plenario del 28/6/2001. Expresó resulta-
ba desacertado otorgar a los magistrados integrantes de la sala de origen, quienes ya
habían votado, la posibilidad de nuevamente emitir opinión en el pronunciamiento
plenario acerca de la admisibilidad. :
El sistema actual establece que es el ~ r i ' b ~ nen
a lpleno quien decide sobre la
.admisibilidad; deben votar en primer términ,o los jueces de la sala de origen y lue-
go, según orden del sorteo a practicarse, los restantes miembros de la Cámara. Una
vez concedido, se decidirá el temario a travks de la votación que deberá observar
el mismo orden (el nuevo reglamento aprobado por Acordada 612004 mantuvo este
criterio -art. 12-).
La decisión sobre el fondo corresponde a la sala que resultesorteada.
Valerga Aráoz (h) señala que, amén de la unificación, consecuencia del fallo
plenario, existen acuerdos de superintendencia -también plenos- aunque no ten-
gan indicada ~bligatoriedad~'~. '*. .I
.:.;
"

-1.
!i
- .

-"..---,
,
\ ;

BIANCHI, "De la obligatoriedad de los fallos de la Corte Suprema (una reflexión sobre la ap
cación del stare decisis)", ED del 26/7/2000, p. 1.
"LOSfallos plenarios en la actualidad. La Cámara Nacional de Casación Penal y las Cámaras
de Apelación", LL del 811111999.V ~ ~ V I L L"El
A Rvalor
, de los fallos plenarios frente a la jurispmdencla
de la Corte Suprema de Justicia de la Nación", JA 1993-1V-912.
LIBRO V

a) Principios generales
Se tratan aquí las disposiciones enderezadas a hacer eficaz lo resuelto tras cul-
cimiento mediante la sentencia definitiva (Capitulo IV, Tí-
) o, de manera anticipada, si el proceso penal se trunca,
to (arts. 334,336, inc. 5O y 361). No sólo deben ejecutarse
sentencias condenatorias, pues en algunos casos -si el acusado soporta encie-
- también se apunta a las absolutorias (art. 492).
Ese concepto resulta restringido porque dúrante el proceso se dictan diver-
medidas de ejecución -realizables merced a la disposición contenida en el
rimer lugar, a la cautela personal -sobre todo las direc-
184, inc. 3'), detención (art. 283) y prisión preventiva
1--embargo e inhibición (arts. 5 18 y 5 19)-, que también

idas de cautela real en este Libro V, se sigue una técnica cues-


nable porque debieron ubicarse al regular la etapa instructoria.
Por su parte, la sentencia ahsolutoria, tal como se apuntó, es susceptible de
cutarse cuando el imputado se halle privado de su libertad (art. 402); en realidad,
ción, "...pues sólo las sentencias firmes condenatorias o eje-
unciamientos que conllevan sanción penal a desarrollar"'.
ién implica ejecutar, disponer el cese de las restricciones impuestas en forma
isional (art. 310; ver art. 496 infine), o la aplicación de medidas de seguridad
. 76 y art. 34, inc. lo, párrs. 2" y 3", CP), o la restitución del objeto secuestrado

lemas relativos a la ejecución alrededor del objeto principal


s vinculados con el objeto accesorio (Título 111) bajo el epígra-
"Ejecución civil", aunque rebasándolo, según se dijo (arts. 518 y 519). Incluso el
ste objeto accesorio -acción civil- no se obtura en ciertos
comentario al pán 2" del art. 16 y art. 402).

' VELASCONUÑEZ,
Ejecución ..., p. 13
e) Procedencia
En el proceso penal -a diferencia del civil, en el que existen títulos judiciales y
extrajudiciales para promover la ejecyción- la única vía valedera para habilitar esta
faz resulta ser la sentencia definitivg finne o ejecutoriada o, si se toma en sentido
amplio, también las resoluciones dictadas en la etapa instructoria (art. 336, inc. 5").
Aunque cuando se habla de "ejecución" se alude al concepto más estricto.
El establecimiento de un tribunal a cargo de la ejecución (art. 30 y arts. 75 y 90,
ley 24.121) y, en general, las disposiciones de este Libro V han sido bien recibidas
por acordarse aquí mayor injerencia a los órganos jurisdiccionales2.
En rigor de verdad, "(1)a garantía jurisdiccional ... se extiende al campo no de
la ejecución material de la propia sanción, que corresponde, como labor extramuros
que es, a la administración penitenciaria (algunos lo han llamado cumplimiento de la
pena), sino a la de la supervisión de cómo se Ileva,a cabo, en una labor fiscalizadora
del cumplimiento de sus propias resoluciones, en todo momento comandada por otra
faceta institucional encomendada también al Poder Judicial..."'.

. .
. .. .,.

KENT, "Nuevas aportaciones acoca de la problemática de la pena ante la '


mentación del enjuiciamiento oral y público", LL del 11711992, con amplias refer
comparado, "Preocupantes enmiendas con prospección al ámbito jurídico pen
quien censura la creación en el Ministerio de Justicia de la Procuraduía penitenci
tor, Ejecución penal ..., "Derecho de la ejecución..." y "Ejecución penal: una asi
excelencia", LL del 281511996, p. 1; "Sustitutos de la prisión", LL del 41611997, p. 1; VELASCO
Ejecución...;y SALT,"Tribunal de ejecución: ¿Algo nuevo en la ejecución de las penas?", en MAIER,
nuevo ..., ps. 2691284.
VELASCO NUÑEZ,Ejecución ...,p. 7 ; conf. ari. 493.
Art. 490 DISPOSICIONES GENERALES

T~TULO
1

DISPOSICIONES GENERALES

Competencia -
490. Las resoluciones judiciales serán ejecutadas por el tribunal que las dictó
o por el juez de ejecución, según el caso, el que tendrá competencia para resolver
as las cuestiones o incidentes que se susciten durante la ejecución y harán las
unicaciones dispuestas por la ley.

a) Principios generales
Si bien la ejecución presenta aspectos de carácter administrativo -por ejem-
o, la vigilancia por el Servicio Penitenciario Federal, terapia sobre el condenado-,
das las incidencias que se produzcan durante el cumplimiento deben ser resueltas
ediante una actividad de naturaleza jurisdiccional que jamás puede ser detraída
conocimiento judicial (ver comentario al art. 18). La instauración del juez de
ución (arts. 29 y 30, ley 24.050, y arts. 75 y 90, ley 24.121) y la asignación de
funciones al presidente del tribunal oral, cuando aquél no exista en el interior del
arts. 74 a 76, ley 24.121), destacan la importancia que se ha dado a la faz pro-
penal de este tramo, sin perjuicio de las encomendadas al tribunal que dictó las
luciones ejecutables, sea el juez de primera instancia o la cámara de apelación, el
una1 oral o un juez con competencia correccional. A partir de la incorporación del
7 2 bis, ley 24121 (art. 11, ley 26.371), las funciones del juez de ejecución respecto
entencias dictadas por los tribunales orales en lo criminal federal con asiento en la
Federal y en lo penal económico, serán desempeñadas por un juez del tribu-
respectivo. En los casos de sentencias definitivas o autos dictados por jueces
les de la Capital Federal que concluyan o suspendan a prueba el trámite de los
S, la función de juez de ejecución será ejercida por éstos. De tal forma, los jue-
oiiales de ejecución penal con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
nderán solamente respecto de las sentencias dictadas por los tribunales nacionales
o criminal de dicha ciudad íart. 72.. lev, 24.121).
Pero los procesos ya remitido$ por los tribiinales fedsra1c.s de la Capital lcderal
a los jueceb nacion3les de ejecuciún penal coiitinuariri allí su rriiiiite hasta su final¡-
(art. 12, ley 26.371).
su vez, la mención a "...cuestiones o incidentes..." pone de resalto la amplitud
competencia. Por esta vía se aluden a aquellos casos que necesiten de eontra-
previo o a las peticiones que deban tramitarse sin incorporarse al principal;
se pueden producir por conflictos entre el condenado -interno- y la auto-
administrativa a cuyo cargo esté el cumplimiento de la sanción o en los casos
ión del proceso a prueba (arts. 293 y 5 15).
omunicaciones son las establecidas por la Ley Orgánica del Registro Na-
de Reincidencia y Estadistica Criminal y Careelana (ley 22.117) y también
idas por los arts. 499 y 500. Se destaca la coinunicaeión al Registro dentro de
O días de quedar firme y debe comprender testimonio de la parte dispositiva
, incs.. d] y e], ley 22.117). Cabe complementar esta comunicación con otra
DISPOSlClONES GENERALES

cursada a los preventores (Policía Federal, Aduana, BCRA, DGI) para que efectúen
las anotaciones pertinentes en el prontuario.
b) Casuística a
Conforme a un plenario de la CNCP, incumbe al juez de ejecución conocer
en las sentencias condenatorias tanto de cumplimiento efectivo como de ejecución
condicional (art. 26, CP). Las comunicaciones -excepto las previstas en el art. 500
referentes a la inhabilitación absoluta'6.especial- e intimación al pago de costas
quedan a cargo del tribunal que pronunció la resolución o sentencia respectiva'.
Afirma Kent la posibilidad de generarse conflictos si por razones de su tratamiento
el condenado debiera ser trasladado fuera del lugar en que actúa el órgano al cual se
confirió intervención para cumplir la decisión judicial firme; piensa que debe prolon-
garse la actuación del órgano a cargo dcla ejec~ción5.
Tratándose de condenados por tribunales pkovinciales, la CS -pese a que en
definitiva no accedió al requerimiento destinado por el interno a favorecer sus estu-
dios universitarios- admitió la vía del amparo para reparar sus agravios6.
La curatela del art. 13, CP, se determinaáteniéndose al domicilio del penado y
no a la sede jurídica del futuro curador; si aquél'se desintegró en sus elementos cons-
titutivos, debe estarse al del establecimiento carcelario por ser su residencia actual
(art. 90, inc. 59 CC)'.
Incumbe al juez de ejecución penal realizar el nuevo cómputo de la pena cuan-
do se solicitó la aplicación de una ley que regula los plazos de la prisión preventiva8.
%..
,/.
Trámite de los incidentes. Recuyso . -1, .

491. Los incidentes de ejecución podrán ser planteados ante eiitribunal de


ejecución por el ministerio fiscal, el interesado o su defensor y serán resueltos, pre-
via vista a la parte contraria, en el término de cinco (5) días. La parte querellante U
.-
-

no tendrá intervención.
Contra la resolución sólo procederá el recurso de casación, pero éste no sus-
penderá la ejecución a menos que así lo disponga el tribunal:

a) Al comienzo del párrafo primero se indican quiénes están legitimados para


su promoción. La posibilidad de actuación del defensor pone coto a una jurispiu-
.dencia adversa imperante en la Capital Federal, aunque no de la CS, para la cual
el nombramiento subsiste luego de la sentencia definitiva y habilita para intervenir
en cuestiones atinentes a la ejecución9. El Alto Tribunal ha mantenido ese tempe-

ED 158-13, f. 45.752, O LL del 1411011994, f. 92.588, con nota de G ~ M E "El Z , juez de ejecu-
ción. Su comnetencia territorial": ver también NARIZZANO, "Alminas reflexiones sobre la ejecución de
I:i pr.nl". 1.1 Jcl 16 X I,Ji).l. (lulen planre~iiin iritirrugnnrc nccri.i Jr. In iaiulta,l di' iiripoiier la rüllcidn

Juez de menores, que conforme al art. 29 impuso una medida de seguridad.-


iljecución ...,p. 165.
' ED 156-218, f. 45.522, con nota de BIDART CAMPOS, quien advierte la jerarquia
de la solicitud por una doble vía: el derecho de aprender (art. 14, CN) y el derecho a la e
13, Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Politicos, art. 75, inc. 22, C
' C. Nac. Civ., sala C, LLdel 221311995, f. 92.975.
CNCP. sala 1V. LL del 281512001. f. 102.048.
Fallos 212:361.
DISPOSICIONES GENERALES 921

ramento e incluso lo ha extendido a los supuestos en que se aplique una medida de


seguridad a un inimputable -siempre que dicho estado no obedezca a demencia y,
en consecuencia, no haya sido declarado incapaz por juez competente- con el fin
de prolongar su ejecución; estableció que en dichos casos queda librado a la inter-
pretación de los jueces determinar si, además del abogado de confianza -cuando se
hubiere designado-, debe intervenir el defensor de incapacesJ0. -
La exclusión del querellante se explica porque dicho sujeto concluye su inter-
vención al terminar el proceso". En contra, Salt considera que debiera brindarse
participación a la víctima durante esta etapai2.
b) Conforme al segundo párrafo pareciera que el único recurso es el de casa-
(art. 457)". Si bien, en principio, la ley no admitiría disquisición alguna, cabe
ular algunas reflexiones: en primer lugar, que no han de regir los topes estable-
s en el art. 459, y, en segundo lugar, no se descarta el acceso a la CS por la vía del
14 de la ley 48 (ver comentario al art. 474) si se ha introducido tempestivamente
n forma una cuestión federal. En cuanto a la vía casatoria, se efectúa una salvedad
pecto del cumplimiento de la decisión, que implica uno de los apartamientos al
ncipio general sentado en el art. 442. Aveces la incidencia resulta irrecmible (art.

ugna una interlocutoria proveniente del juez de ejecución penal -se


decretado la nulidad de sanciones a un condenad- corresponde que el ma-
do adopte los medios para que todas las partes interesadas intervengan en el
a a decidir. Si falta la controversia entre fiscal y defensor -omitida por el juez
ción- lo resuelto debe declararse nulo'a través del recurso de casación14.
CNCP, sala IV, señaló que la confirmación por parte del juez de ejecución
disciplinaria no puede someterse al examen ca~acional'~. En sentido
a sala I entendió que las resoluciones susceptibles de casación son acotadas
'tan a cuestiones netamente jurídicas. Las relacionadas con la función de
nciario, de competencia originariamente administrativa, quedan fuera
la vía recursiva extraordinaria, sin perjuicio de que en algunos casos resulten re-
el juez de ejecución, cuyas decisiones, en ciertos supuestos, puedan, a
vez, ser objeto del recurso de apelación del art. 18 de la ley 24.05016.

'QD 134-445, f. 41.817.


' PERALTA, "Prisión domiciliaria", LL Actualidad del 2311111999.
' "La participación de la víctima en la etapa de ejecución penal. ¿Un nuevo desafio para la poli-
mina1 moderna", en BERTOLSNO - B R U ~ N(comps.),
E Estudios en Homenaje alDz Francisco J.
ru, LexisNexis, Buenos Aires, 2005, p. 605 y SS.
' CNCP, sala 1, LL del 301511997, f. 95.429.
" CNCP, sala 111, ED 166-68, f. 46.905, con nota de G~NZALEZ NOVILLO, "La intervención del Mi-
al en los incidentes de la ejecución de la pena". Empero, la misma sala amerita que no se trata
urso de casación puro, pues para resolver el caso inevitablementehabrá que incmionar en cues-
hecho y pmeba, ajenas en principio al mencionado recurso, LL de1 28/4/1997, f. 95.283, con nota
,"Pena: la extratenitonalidad de su cumplimiento"; id., id., SJP, LL del 2811112002, f. 104.816.
CNCP, sala IV, DJ del 61212002, f. 17.704.
CNCP, sala 1, LL del 26/12/1997, f. 96.528, con nota de KENT,"Las aminoradas fronteras ca-
en el reducto de juridicidad de la ejecución penal", el objeto impugnado debe guardar relación
' encia jnndica y condiciones de ejecutahilidad del fallo condenatorio definitivo y su eficacia,

tidad entre la condena y la pena que se ejecuta pues podrían verse vulnerados los derechos
ado, CNCP, sala IV, DJ 1999-3-617, f. 14.822.
922 DISPOSICIONES GENERALES h.492

La CS, sin embargo, estimó procedente el recurso de casación contra este tipo
de decisiones. Están sometidas a control judicial del juez de ejecución y al doble
conforme a través del recurso previslo enel art. 491. Todo lo referente a la propor-
cionalidad de la sanción disciplinarid, así como el procedimiento llevado a cabo para
su imposición, constituyen cbestiones directamente vinculadas con puntos reg'idos
por la CN, la ley 24.660, y las normas de derecho internacional".
Antes del fallo "Romero Cacharanc$"'Ve la CS, se entendía que el control de
cumplimiento de los reglamentos carcelarios es la base sobre la cual se presupone
la buena conducta del condenado intramuros, en virtud de la cual se vislumbra su
enmienda y futura readaptación social y cuya ponderación, salvo arbitrariedad o
absurdo notorio, está dentro de las facultades del óvgano que ejerce el control de la
ejecución penal y no es susceptible de ser revbada por la vía del recurso de casa-
ción". Empero, si bien el otorgamiento de la libe@ad asistida debe resolverse con la
expresa y concreta consideración de los organismbs técnicos criminológicos y del
correccional exigido por eI art. 54 de la Ley deEjecución Penal, su ausencia nopue-
de erigirse en base de una decisión denegatoria atento su carácter e x c e p c i ~ n a l ~ ~ .
La procedencia dela prisión domiciliaria es revisable por la vía casatoria2'.
Si se trata de la devolución de efectos secuestrados en una causa, resuelta por el
presidente del TOC, actuando como juez de ejecución, no corresponde el recurso de
casación sino apelación ante la CF22.
Sentencia absolutoria
492. La sentencia absolutoria será ejecutada por el tribunal d6~uicioinme-
diatamente, aunque sea recurrida. En-este caso, dicho tribunal practic,qrálas ins-
cripciones y notificaciones correspondientes.
Ver la introducción a este Libro V.
Conforme al art. 327, inc. 2", corresponde cancelar la caución?
En la mayoría de los casos las notificaciones se cumplen me,dianteoficio dirigi-
do a la autoridad administrativa a cargo de la custodia (art. 1322 o bien con ajuste a
las modalidades establecidas en los arts. 499 y 500.

" "Romero Cacharane", RDP, LexisNexis, nro. 2, p. 419, con nota ~ ~ A L D E RLono,F I E "La judicia-
lización y el principio de legalidad en la etapa de ejecución penal"; SJP, LL del 311512004, f. 107.515
nota de MARQUEZURTUBEY. "Lajudiciali~aciónde la ejecución de la pena"; ver nota de SERGI, "Come
al fallo 'Romero Cacharane' de la Suprema Corte de Justicia", NDP, 2004iB, p. 585.
IR Fallos 327:388.

o CNCP, sala 1, DJ 2001-1-752, f. 16.543; id., sala IV, respecto de las salidas tran
del 111111999, f. 99.501, con nota de KENT,"Algo más acerca de la magistratura de ejecuci
2o CNCP, sala IV, voto del doctor Hornos, LL del 281712000, f. 100.619, con nota de
magistratura de ejecución penal", quien, con buen criterio, apunta que no puede determinar
ción procesal de un interno en función del registro del lugar de detención, pues ello implica de
la fuerza ejecutiva de la sentencia condenatoria, sobre todo si las falencias no son atribnibles a
id., sala 11, LL del 61712001, f. 102.380.
CNCP, sala 11, JA del 91412003, p. 46.
22 CNCP, sala 11, LL del 141112003, f. 104.988.
PENAS

T~TULO
11

EJECUCIÓN PENAL

CAP~T~II
0

PENAS

Cómputo y facultades del tribunal de ejecución


493. El tribunal de juicio hará practicar por secretaría el cómputo de la pena,
ando la fecha de vencimiento o su monto. Dicho cómputo será notificado al mi-
sterio fiscal y al interesado, quienes podrán observarlo dentro de los tres (3) días.
Si se dedujere oposición, el incidente se tramitará ante el tribunal de juicio y
nrocederá conforme a lo disnuesto en el art. 491. En caso contrario. el cómnuto
e aprobará y la sentencia sericomunicada inmediatamente al tribunal de eiecu-

El juez de ejecución tendrá competencia para:


1")Controlar que se respeten todas las garantías constitucionales y tratados
nternacionales ratificados por la República Argentina, en el trato otorgado a los
dos, presos y personas sometidas a medidas de seguridad.
Controlar el cumplimiento por parte del imputado de las instrucciones e
osiciones establecidas en los casos de suspensión del procedimiento a prueba
93).
O) Controlar el cumplimiento efectivo de las sentencias de condena
el Poder Judicial de la Nación.
43 Resolver todos los incidentes que se susciten en dicho período.
5") Colaborar en la reinserción social de los liberados condicionalmente.

a) Principios generales
Esta magistratura debe tender en el ámbito penitenciario a cerrar espacios en
r pueda moverse discrecionalmente, pues dicha atribución se
stencia de control adecuado para preservar la legalidad; dicha ta-
inbe aun cuando la pena se cumpla en un establecimiento provincial y se
al seguimiento del tratamiento progresivo fijado por la ley local sin que la
ia a las autoridades provinciales limiten o restrinjan los beneficios que la

cido criticas doctrinarias; se ha dicho que


ente jurisdiccional del secretario en cuanto al
por el tribunal de juicio salva el reparo, pues
luego de la oposición. En este caso aparece

Fed. Mar del Plata, LL del 2911111996, f. 94.914, anotado por KENT,"La elogiable im-
cruin que prestigia el augusto cometido de la magistratura de ejecución penal".
LCALA ZAMORA - LBVENE (h), Derecho ..., t. IIT, p. 434, n. 39.
'
924 I
PENAS

una controversia en cuyo trámite deberán intervenir los legitimados (art. 491, pán: lo)
y esta observancia del contradictorio necesariamente debe culminar con un pronun-
ciamiento jurisdiccional. A los fineadel cómputo debe observarse el art. 24, CPZ5.La
pena de reclusión debe considerarse vimialmente derogada por la ley 24.660 en tanto
no existen diferencias en su ejecución con la de prisiónZ6.
El cómputo de la pena queda firme -si se dedujo casación- el día en que se
declaró inadmisible el recurso extraordinario federal2'.
Una disidencia del doctor Hornos'afirma, en forma acertada, la arbitrariedad
de una sentencia que se apoya en ataques efectuados al cómputo de la pena fuera de
tiempo, ya que no existen constancias acerca de su notificación, sea por lectura junto
con los fundamentos de la sentencia o por alguno de los otros medios legalmente
previsto^^^.
Los errores aritméticos o de cálc~lo'deben~ectificarse, a pedido de parte o de
oficio, pues el cumplimiento de una sentencia que adolece de vicios semejantes no
está preservada por la garantía de la cosa juzgada; incurre en falta grave el juez que
no modifica su cómputo pese a habérsele advertido el errorZ9.Por eso no correspon-
de revocar la libertadcondicional pese al cálcylo errado de tiempo de detención; se
añadió que un nuevo encarcelamiento resul'taria desaconsejable desde el punto de
vista de la política penitenciaria, pues .conspiraría contra la reinserción social del
condenado30.La CS afirmó que no puede subsistir en la sentencia un error aritmético
o de cálculo, generador de lesión para un derecho3'.
A los fines del cómputo no puede considerarse el tiempo durante el cual se tuvo
en libertad provisoria -excarcelacióu-; de lo contrario se le asimilqía a la libertad
condi~ional~~. ,. ,%
!

Cabe estimar tomó cumplimiento de pena al tiempo pasado en prisión preven-


tiva en otro proceso distinto al juzgado y donde recayó sbbreseimiento; el art. 24,
CP, no habilita distinguir si la privación de libertad corresponde a1 proceso en que
se dictó la condena o bien a otro en trámite ante diferente tribu118~;Si concedida Ia
excarcelación el imputado continúa detenido o es nuevamente encarcelado en vimid
de otro proceso seguido en su contra, debe computarse aquel tfempo3".
Debe computarse como un día completo de prisión preventiva el tiempo que el
imputado permaneció detenido el día de la comisión del hecho3*.

'
" Para la CNCP, sala 111, por mayoría -ED 164-92, f. 46.638-, la prisión preventiva debe
computarse a los efectos de la pena posterior aplicada al condenado, aun cuando se enconirare excaz-
celado en la causa en que se dictó sentencia condenatoria, ya que, en definitiva,permaneció privado de
su libertad sin mediar continuidad.
26 CS, 221212005, "Méndez", SJP, LL del 291312005, p. 18, con nota ~ ~ ' K E N"La T pena. Una
temática inexhausta por excelencia. ..",p. 19.
" CNCP, sala IV,.ED 178-281, f. 48.701.
CNCP, sala IV, LL del 121712001, f. 102.311.
'' CNCP, sala 11, LL del 131812001, f. 102.442.
3WNCP,sala 1, LL del 1911212002, f. 104.924, con nota de GARC~A YOMHA - MART~NEZ,LLcSilbe
un fallo ejemplar en materia de resocialización".
" Fallos 286:291.
" CNCP, sala 11, DJ 2001-3-446, f. 17.322; id., id., LL del 291712002, f. 104.128.
j3 CNCP, sala 11, con un impecable voto del juez David, LL del 291712002, f. 104.131.

" CNCP, sala IV, LL del 271212004, f. 106.952.


CNCP, sala 1,311512007, "Rianchi", SJP, LL del 241912007, p. 71.
Art. 493 PENAS

c) Competencia
El párrafo tercero explicitala competenciafijada por los nrts. 29 de la ley 24.050
y 75 de la ley 24.121. Dice bien Kent que las funciones del juez de ejecución no se
limitan al enunciado de los cinco incisos de este artículo, sino que son abarcativas de
todas las disposiciones alojadas en el Libro V, Título IIS6. -
El inciso 1" del párrafo tercero se refiere a las garantías constitucionales re-
as en el art. 18, CN ("...las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para
idad y no para castigo de los reos alojados en ellas, y toda medida que a pre-
exto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exiJA hará
sponsable al juez que la autorice"). En cuanto a los tratados internacionales se des-
can la CADH (arts. 5" y 6', ptos. 2'y 3", ley 23.054) y el PICP (art. 10, aps. 1, y 3',
ey 23.313), ahora con jerarquía constitucional (art. 75, inc. 22, CN).
El inc. 2' no tolera asignar competencia al juez a cuyo cargo están las con-
iciones establecidas en los casos de probation sino al del lugar de residencia del
eficiario o donde deba realizar tareas comunitarias impuestas en la resolución

El inciso 3' impone que el egreso definitivo de los internos de una unidad pe-
nitenciaria requiera orden del juez de la causa o del de ejecución, a diferencia del
traslado, que se defiere a la discreción de la autoridad administrativa, con control

Curiosamente, la ley 24.660, art. 96, subordina el efecto suspensivo del recurso
mprendido en el inciso 4" a que así lo disponga el magistrado interviniente. Pero
mucho más allá, pues pasado los sesenta días sin que el juez se expidiese "...la
nción quedará firme"39.
La CS decidió que la ley penitenciaria anterior no preveía la censura de la co-
pondencia que envían los internos--el art. 92 del dec.-ley 41211958 mencionaba
sólo a la recibida-, por lo cual las disposiciones del reglamento que la autorizan
resentaba una extralimitación de la facultad reglamentaria prevista por el art. 99,
. 2", CN40. La actual ley 24.660 prescribe que la correspondencia que reciba o
mita el interno se ajustará a las condiciones, oportunidad y supervisión que deter-
reglamentos (art. 160), que no podrán desvirtuar lo establecido en los arts.
-privacidad de las comunicaciones salvo restricción prevista por el juez- y
omunicación de los internos de nacionalidad extranjera con los representan-
lomáticos y consulares acreditados-. De manera que ahora el reglamento
a cabalidad, prever dicha censura siempre que no exceda la razonabilidad
le (arts. 28 y 33, CN).
condiciones de ejecución de la pena no son las establecidas por la ley al
e cometido el hecho; no se vinculan con el principio de irretroactividad de

00, DPPC, f. 124, con disidencia de la doctora Berraz de Vidai;


LL del 261312001, f. 101.746. A raíz del cambio de postura de la jueza Capolupo de Duraiiona
1 criterio mayoritario de la sala, en la actualidad, es que debe intervenir el tribunal que dictó
CNCP, sala IV, SJP, LL del 271212004, f. 106.960; el juez Hornos, en disidencia, mantiene

39KENT,op. cif.,p. 260.


'%L del 261611996, f. 94.422, por mayoría
-.
PENAS Art. 495

la ley penal 'más gravosa. Las existentes al momento de la sentencia condenatoria


forman parte de ella y gozan de la estabilidad de la cosa juzgada4'.
Ver los comentarios a los arts. 293 y 515.
d.
Pena privativa de la libertad
494. Cuando el condenado a pena privativa de la libertad no estuviere preso,
se ordenará su captura, salvo que aquélla no exceda de seis (6) meses y no exista
sospecha de fuga. En este caso, se le notificará para que se constituya detenido
dentro de los cinco (5) días.
Si e1 condenado estuviere preso, o cuando se constituyere detenido, se orde-
nará su alojamiento en la cárcel penitenciaria correspondiente, a cuya dirección se
le comunicará el cómputo, remitiéndosele copia de la sentencia.
%

\
a) El principio es ordenar la captura del sujeto condenado a pena privativa de
libertad de cumplimiento efectivo. Sin embargo, el párrafo primero establece la
posibilidad de emplazarlo a que comparezca dentro de los cinco días, siempre que la
pena no exceda de seiS meses y no exista sospecha de fuga.
b) El párrafo segundo ensambla con lo prescripto por el art. 313, que pros-
cribe el alojamiento promiscuo entre procesados y penados (conf. art. 10, ap. 2, ley
23.313, y art. 5", aps. 4' y 5', ley 23.054). Coino el único título ejecutivo -podría
decirse ejecutorio- es la sentencia condenatoria firme, el ingreso a la cárcel como
penado se subordina a la recepción de su testimonio; la inobsemancitide dicho requi-
sito coloca al jefe de prisiónú otro estáblecimiento penal o a quien lo~~eemplace en
situación de incurrir en él delito previsto por el art. 143, inc. 4"; CP, conducta
, .
ilícita
que también alcanza al alojamiento indebido.
Suspensión
495. La ejecución de una péna privativa de la libertadpp'drá ser diferida por
el tribunal de juicio solamente en los siguientes casos:
1? Cuando deba cumplirla una mujer embarazada o que tenga un hijo m
nor de seis (6) meses, al momento de la sentencia.
2") Si el condenado se encontrare gravemente enfermo y la inmediata ejecu-
ción pusiere en peligro su vida, según el dictamen de peritos designados de oficio
Cuando cesen esas condiciones, la sentencia se ejecutará inmediatamente.

a) La facultad otorgada al tribunal en el supuesto del inciso lo,debeser ejercida


con prudencia si el embarazo se reitera cuando el recién nacido tiene menos de seis
meses, pues podría ser una forma de eludir el cumplimiento de la pena.
Tanto este artículo como el anterior prevén casos de postergación del comien
de la eiecución efectiva de oenas orivativas de libertad4+no varia la condición
condenado sino el ciiiiiplitniento de la pena.
Sii cabal significado no impide posponcr la orden de captura dictada conio ~'oil-
secuencia de una sentencia condeiiutori;~Iiasta tanto quede finne". ¡
CF La Plata, sala 1, JA 1996-1-371.
" CLARIA ~ 0 , ..., t. V11, p. 349.
0 1 . ~ ~ Tratado
" CNCP, sala 11, JA 1994-IV-449
Art. 495 PENAS

El embarazo de una mujer (inc. lo) autoriza una interpretación amplia, en cuya
virtud una detenida sin condena, embarazada y enferma de sida puede acogerse a la
excepción, sobre todo porque subsiste la presunción de inocencia44.
b) En el caso de un condenado que padecía sida se interpretó al inciso 2"como
inaplicable al estimarse que el peligro para la vida preexistía a la condena; la minoria -
consideró al encierro como posibilidad de que empeorara la grave enfermedad y por
imperio de este inc. 2" negó que la pena impuesta pudiera cumplir alguna función
esde la perspectiva de la prevención especial, en virtud del tiempo de sobrevida
signable al condenado4*.Por el contrario, el TOCFed. Mar del Plata suspendió la
ecución de una pena privativa de la libertad cuando el condetiado padeció una gra-
ia -sida-, pues el principio de humanidad en las penas impide agravar la
e quien las cumple; debe asegurarse la posibilidad de morir dignamente sin
r un vejamen repugnante al Estado de Derecho46.
c) Ver art. 35 de la Ley de Estupefacientes 23.737. Empero, la CNCP, sala 1,
nsidera que el pronunciamiento recurrido no es de carácter definitivo ni equipara-
e a él cuando se trata de una condena incompleta desde que le falta la imposición
(art. 17, id.) y cita precedentes de la CS en cuya virtud no puede obligarse al
superior a fallar las causas por partes o a revisar sentencias que no resuelven
JUICIO de un modo completo y final; añade que la cesura del juicio no es óbice
ra que el fallo pueda completarse y sólo entonces resulta recurrible. Si el art. 17
la ley citada habilita al juez a eximir de la aplicación de pena, cabe aceptar que
e trata de una sentencia d e f i n t i ~ aLa
~ ~cita
. del art. 35, id -efectuada desde la
a edición-, corresponde a una específica obligación de la mujer embarazada
da a proceso o ya condenada; por eso nos parece que el criterio del fallo es
rrecto porque en el precedente no había condenado.
La CNCP, sala 11, restringe tan sólo la aplicación de este precepto a los supues-
S de ingreso a la cárcel, mas no para salir de ella, ya que en este caso rigen las re-
as de los arts. 3 17 y SS. del mismo Código; afirma que laprohibición de la analogia
e sólo en materiapenal y no en la procesal".
Suscita reparo este criterio, pues distingue en forma harto sutil entre quienes
e encuentran en libertad - e n cuyo caso operaria el beneficio- y quienes padecen
ierro; la conclusión no ajusta a la clara imposición del art. 24 primera oración, al
enar la interpretación restrictiva de toda disposición que coarte la libertad perso-
atribuidapor este Código. Si se atiende a la inserción dentro de este ordenamien-
el art. 495, el corolario pugna con e1 favor a pennanecer en libertad; parece un
asma que e1 fallo acuda a los arts. 316 y 317 para solucionar el caso y, a la vez,
e la analogía en materia procesal. ¿Qué pasa con el art. 2'?
n vez, la CFed. San Martín, sala 1, decide que el art. 495 es aplicable a pro-
s con un argumento contundente: el orden juridico no puede desconocer la
d indiscutida de que el niño, desde su nacimiento hasta al menos la edad de

CF San Martin, sala 11, ED 173-331, f. 48.049, o DJ 1997-2-1090, f. 12.069.


'' TOC nro. 1, ED 159-157, f. 45.900.
ED 167-412, f. 47.162; id., LLdel241911997, f. 96.019, con notade Sivo, "Un poco más allá
urso humaiiizador".

'' DJ 2000-2-242, f. 15.502, o LL del 28/4/2000, f. 100.158.


928 - PENAS Art. 497

cuatro años, requiere de manera necesariapara un desarrollo y evolución psicojisi-


ea sanos, la presencia de su madre49.

Salidas transitorias
496. Si que esto importe suspensión de la pena, el tribunal de ejecución
podrá autorizar que el penado salga del establecimiento carcelario en que se en-
cuentre, por un plazo prudencial, y sea trasladado, bajo debida custodia, para
cumplir sus deberes morales en caso<demuerte o de grave enfermedad de un pa-
riente próximo. También gozarán de este beneficio los procesados privados de su
Libertad.
No importan suspensión, pues las ?alidas transitorias se computan a los fines
del cumplimientos0.Pariente próximo:resul~.el de grado inmediato superior o iufe-
rior o igual cuando se trata de consanguíneos ?.en la misma medida los afines.
Enfermedad y visitas íntimas
497. Si durante la ejecución de la,peq privativa de libertad el condenado
denotare sufrir alguna enfermedad, el tribunal de ejecución, previo dictamen de
peritos designados de oficio, dispondrá su internación en un establecimiento ade-
cuado, si no fuere posible atenderlo en aquel donde está alojado o eilo importara
grave peligro para su salud.
El tiempo de internación se computara a los fines de la pena, siempre que e1
condenado se halle privado de su libertad durante ese tiempo y que la enfermedad
no baya sido simulada o Procurada para sustraerse de la pena. Lb condenados,
sin distinción de sexo; podrán recibir visitas fntimas periódicas, lascuales se Ile-
varán a cabo resguardando la decencia, discreción y tranquilidad del estableci
miento. -i-:

En caso de urgencia también pueden ordenar la internación quienes dirij


establecimiento carcelario. " ,. ,', '

La última oración del párrafo Segundo no tiene una redacción feliz, pues p
tolerar el requerimiento de una relación hoinosexual, aunque su puesta en prá
al hacerla pública; resulta incompatible con la decencias1.
Este régimen ha dado origen a planteos por vía de hábeas corpus cuando
producido situaciones que implican una restricción a tales encuentros. La may
la CS lo consideró inadmisible; la minoría lo aceptósz.

" 28/12/2000, "G.R.E.". JA del 2811 112001.


CLARIA OLMEUO, Tratado,.;,t. VII, p. 354.
*' Ver "Reglas mínimas de la Organización de las Naciones Unidas", arts. 52
6 PONT,Penologia.., t. 11, ps. 276/279. En función de lo establecido por el
M ~ n c DEL
actualizador discrepa con esta postura.
LLdel261411999, f. 98.640, oDJ 1999-1-1062, f. 14.031; id., LLdel301611999, f. 9
nota de MORELLO, "Hábeas corpus: variaciones en el proceso de ejecución de la pena", que a
el potencial conflicto entre el juez naturalactuante -juez de ejecución- y el del hábeas corpu.
decidirse a favor del primero, pues sólo.en ausencia de un proceso específico, con similar eficacia
la garantía constitucional de hábeas corpus, explicaría sustraerlo al juez de la ejecución.
PENAS -

Cumplimiento en establecimiento provincial


498. Si la pena impuesta debe cumplirse en el establecimiento de una provin-
cia, el tribunal de ejecución cursará comunicación al Poder Ejecutivo, a fin de que
solicite del gobierno de aquélla la adopción de las medidas pertinentes.
Este precepto se explica, pues en algunas provincias no hay cárceles nacionales.-

Inhabilitación accesoria

499. Cuando la pena privativa de la libertad importe, además, la inhabiIita-


Ón accesoria del Código Penal, el tribunal de ejecución ordenará las inscripcio-
es, anotaciones y demas medidas que correspondan.
Se trata de la prevista por el ast. 12, CP.
El tribunal debe efectuar la correspondiente gestión ante los defensores pú-
licos para obtener el nombramiento de curador del penado o incapaz frente a la
ción de sus parientes.
Inhabilitación absoluta o especial
500. La parte resolutiva de la sentencia que condena a inhabilitación abso-
de ejecución en el Boletín Oficial. Además, se
aciones al juez electoral y a las reparticiones o poderes que

Cuando la sentencia imponga inhabilitación especial, el tribunal de ejecución


las comunicaciones pertinentes. Si se refiere a alguna actividad privada, se
nicará a la autoridad policial.
finalidad cubrir lo prescripto por el art. 19, CP.
rá de requerir todas las comunicaciones para

ada dentro de los diez (10) días desde que la


te término el tribunal de ejecución procederá
con lo dispuesto en el Código Penal.
la ejecución de la pena de multa se remitiran los antecedentes al minis-
rocederá por vía de ejecución de sentencia, pudiendo hacerlo
caso, ante los jueces civiles.
e acuerdo con el art. 21, CP, la multa se transforma en prisión si no se la
nta dentro del plazo fijado en la sentencia. En este precepto, el Código establece
diez días a computar desde que dicho pronunciamiento quedó firme. Se tienen
S, hábiles (art. 162, párr. lo).
El pago debe efectuarse ante el órgano judicial de ejecución; se satisface me-
te la incorporación al expediente del monto del importe en papel de sellos, ex-
que la multa tenga un destino especial, por ejemplo, art. 103 bis de la Ley
nciaria Nacional (dec.-ley 41211958, conforme al agregado establecido por
,661). Debe cancelarse una vez efectuado el cómputo, pues puede ocurrir que
930 PENAS Art. 502

deba descontarse algún día de prisión soportado, sobre todo cuando se ha impuesto
multa como pena principal.
Pero antes de transformar la multa en prisión, incumbe al tribunal (art. 21, páni
2", CP) verificar si se han efectuase embargos sobre bienes, sueldos u otras entradas
del condenado con la finalidad de procurar el cobro evitando el encierro; también pue-
de autorizarse a cancelar el importe mediante el trabajo libre o por el pago en cuotass3.
Hasta el vencimiento del plazo máximo que fije la sentencia --diez días- no
puede transformarse en prisión.
En caso de ejecución de la mulia -finalidad a cumplir siempre que no sea
posible transformarla en e n c i e r r e tiene legitimación activa el MP para radicar la
demanda ante el fuero en lo civil, donde debe seguirse el trámite fijado en el Libro
111, Título 1, Capítulo 1-ejecución de sentencias de tribunales argentinos- del Có-
digo Procesal Civil y Comercial de la Nación,,
'\

Detención domiciliaria
502. El juez de ejecución o compet.ente, cuando lo estime conveniente, podrá
disponer la supervisión de la medida a eargo,de un patronato de liberados o de un
servicio social calificado, de no existir aquél. En ningún caso, la persona estará a
cargo de organismos policiales o de seguridads4.
Comprende los supuestos del art. 10, CP; se trata de una facultad del tribunal,
pues deben computarse, entre otros datos, el lugar en el que se ubica la vivienda, las
personas que convivirán con el condenado, el riesgo de que continúe la actividad de-
lictiva y otras circunstanciaa similares. *.L .
Apartir de la refoma operada mediante ley 26.472, se han modificado dos cues-
tiones centrales. La primera, que la supervisión de la medida no es imperativa y, 1
segunda, que no puede ser cumplida por organismos policiales o de seguridad, com
estaba previsto en la redacción original del art. 502. :.- . ,

Si se quebranta esta forma de cumplimiento de la pena de prisión dará origen al


encarcelamiento, luego de las ~Omunicacionesdel casoS5. ., j I '
Cabe la aplicación analógica respecto de los procesados (art. 11, ley 24.66
siempre que su situación encuadre en las exigencias objetivas aquí impuestass6.
Se entiende por enfermedad incurable en período terminal aquella que, confo
los conocimientos científicos y los medios terapéuticos disponibles, no pueda i
' numpirse o involucionar y de acuerdo con la experiencia clinica lleve al deceso
interno en un lapso aproximado de seis meses (art. 2', dec. 1058/1997)s7.
La Cám. Pen. Rosario, sala 11, la estima procedente frente a un portador de HIVS8.
Aunque sea inciería la evolución respecto del pronóstico exigido por el art. 33
ley 24.660, y dec. 105811997, la afiictiva actualidad clínica del condenado acarrea u

CLARIA OLMEDO, Tratado...,t. V11, ps. 3591361.


Texto según ley 26.472, BO del 201112009.
CLARIA OLMEDO, Tratado...,t. VII, p. 348.
CF San Marth, sala 11, LL del 181111999, ficha nro. NF2163; CNCP, sala

CNCP, sala 11, JA del 9/4/2003, p. 46.


JA del 151912004, p. 91, con nota de CHIAPPIUI,
"Prisión domiciliaria: un
rt. 504 PENAS

padeciinienio cuya magiiitud obliga a reconocer la contradictoiiedad de su encierro si


la unidad penitenciaria no cuenta con instalaciones hospitalarias adecuada^^^.

Revocación de la condena de ejecución condicional


503. La revocación de la condena de ejecución condicional será dispuesta por
el tribunal de ejecución salvo que proceda la acumulación de las penas, en cuyo-
caso, podrá ordenarla el tribunal de juicio que dicte la pena única.
El art. 26, CP, contiene una norma de carácter procesal, según ya dijimos, al
stablecer que se expresen, "...bajo sanción de nulidad...", los motivos para sustentar
ejecución condicional de la pena. La suspensión puede acordarse por segunda vez
art. 27, párr. 2'. id.). Pero si comete un nuevo delito se revoca la ejecución condicio-
1y se dispone sucumplimiento efectivo, con las excepciones previstas por el art.
,párrafos primero y segundo, id
, también contiene una disposición procesal,
ra de computar el plazo a los fines del cumplimiento de la
na -"...desde la fecha del pronunciamiento originario..,"-, dispositivo que,
mo es obvio, se refiere a la ejecución.
Ante el incumplimiento de las reglas de conducta impuestas, el juez correccio
la condena de ejecución condicional, ya qu

to, o modiicarse la pena impuesta, o las


haber entrado en vigencia una ley más benig-
juez de ejecución aplicará dicha ley de oficio,
isteno público. El incidente se tramitará con-
lo dispuesto para los incidentes de ejecución.
más benigna se comprenden, en general,
5"). Por eso se ha dicho que corresponde
de ejecución (art. 504) el análisis acerca
na que puede importar una modificación

El último párrafo establece que esta cuestión tramite por vía incidental; de ahí
resulten aplicables los arts. 490 y 491.
A raíz del nuevo cómputo de pena establecido por los arts. 7" y 8" de la ley
ilidad de aplicar por el art. 2", CP, la nueva forma en que el
id., impone para el cálculo del tiempo de prisión preventiva. Se sostiene que,
e la viabilidad del recurso de revisión (arts. 479 a 489).,. dicha remilación es-
ce otra vía a l t e m a t i ~ a ~ ~ .

CNCP, sala IV, SJP, LL del 301412004, f. 107.346.


CNCP, sala 111, SJP, LL del 301412004, f. 107.345.
CS, 81812006, "Montiel", RDP, LexisNexis, 1-2007, p. 58.
SOLIMINE, "Reflexiones sobre la ley 24.390. (Ámbito de aplicación, su articulo 10 y la reforma
24 del Código Penal)", LL del 71211995.
932 'LLIBERTADCONDICIONAL Art. 506

Para la CNCP, sala IV, modificar un cómputo de pena no puede efectuarse a


través del recurso de revisión (art. 479), sino que debe tramitarse, incidentalmente,
ante el juez de ejecución según las
2 previsiones del art. 50463.

LIBERTAD CONDICIONAL

Solicitud
505. La solicitud de libertad condicional se cursará de inmediato por inter-
medio de la direceión del establecimiento d b d e se encuentre el condenado, quien
podrá nombrar un defensor para que actúe en el trámite.
Por tratarse de un derecho del condenado, sin su instancia no cabe analizar la
solicitud aunque, con razón, se dice que re$cear el otorgamiento de oficio implica
"...un inadmisible condicionamieuto del régimen punitivo a la voluntad..." de
La competencia se decide conforme a lo establecido en el art. 490: juez que di
tó la condena -tribunal de juicio oral o juez correccional- o juez de ejecución.
la generalidad de los casos corresponderá al último, salvo supuestos excepciona
-cuando al practicarse el cómputo (art. 493, pán: lo) se tengan por satisfechas
exigencias de encierro fijadas en el art. 13, CP-, ya que si la penfes extensa ha
Y
tenido comienzo de ejecución el tratamiento penitenciario.
Acerca de la designación de defensor, nos remitimos al comentario al a
El tribunal encargado de la ejecución resulta competente para estable
encuentran satisfechos los recaudos exigibles, entre los cuales se encupntra
si el interesado es o no reincidente, con independencia de que-en la sentenc
tribunales orales se haya establecido o no que sí lo era".
;

Informe
506. Presentada la solicitud, el tribunal de ejecución, requerirá informe d
dirección del establecimiento respectivo, acerca de los siguientes puntos:
13 Tiempo cumplido de la condena.
21 Forma en que el solicitante ha observado los reglamentos carcelarios
calificación que merezca por su trabajo, educación y disciplina.
3")Toda otra circunstancia, favorable o desfavorable, que pueda contribuir
ilustrar el juicio del tribunal, pudiéndose requerir dictamen médico o psicológic
cuando se juzgue necesario.
Los informes deberán expedirse en el término de cinco (5) días.

BJ nro. 4, p. 116. También sala 11, JA 1996-1-103; no puede silenci&se que en


considerandos el tribunal incurre en una demasía al efectuar una admonición cuando
"... que en lo sucesivo deberá adecuar sus resoluciones a lo decidido reiteradamente..."

Sólo cuando la Cámara se ha pronunciado por vía del tribunal plenario resultaría proc
tencia -aris. 10 y 11, ley 24.050-.
M DE LA ROA,Código..., p. 189..

" CNCP, sala IV, LL del 131812001, f. 102.452, o DJ 2001-3-90, f. 17.179.


LIBERTAD CONDICIONAL

Se trata de datos esenciales para decidir sobre el otorgamiento de la libertad


ndicional conforme al art. 13, párrafo primero, CP.
Por resolución 1681 de la Dirección Nacional del Servicio Penitenciario Fede-
se equiparó a todos los internos a la escala de calificación buena a los fines del
13, CP. Dicha disposición fue cuestionada por el MP por inconstitucional. La -
CP, sala 1, estimó que por alcanzar sólo a faltas leves, revisten escasa relevancia
valuación de la regularidad con que se hubieran observado los reglamentos
rios y desestimó la pretensión'j6.
os informes carcelarios no son determinantes para el juez, pero tratándose de
n relato o noticia acerca del modo en que se comportó el interno durante el encierro,
eben ser evaluados en cada situación concreta6'.
Cómputos y antecedentes
507. Al mismo tiempo, el tribunal de ejecución requerirá del secretario un
e el tiempo de condena cumplido por el solicitante y sus antecedentes.
inar estos Últimos, librará, en caso necesario, los oficios y exhortos

El cómputo lo practica y decide sobre su eventual cuestionamiento el tribunal


art. 493, párr. lo).
os antecedentes se requieren al Registro Nacional de Reincidencia y Estadis-
nal y Carcelaria (ley 22.117).
si de su respuesta o bien del expediente surgen registrados otros procesos,
derá certificar acerca de su conclusión o estado a través de los camles
or el art. 132.
a que pueda accederse a la libertad condicional es necesario constatar la
a de una sentencia firme que abarque todas las condenas que pueda registrar
ausado, sin que quede ninguna pendiente de unificación, pues ello es presu-
'nsoslayable para conocer si se encuentra cumplido el tiempo de detención
para conceder el benefi~io~~.

al trámite, resolución y recursos, se procederá conforme a lo

condicional fuere acordada, en el auto se fijarán las con-


ódigo Penal, y el liberado, en el acto de la notificación,
mplirá fielmente. El secretario le entregará una copia
eberá conservar y presentar a fa autoridad encargada de
ea requerida. Si la solicitud fuera denegada, el condena-
es de seis (6) meses de la resolución, a menos que ésta se
en no haberse eumplido el término legal.
a resolución es imouznable nor vía del recurso de ca'sación en las condiciones
49 1, último párrafo.

LLdel 291511998, f. 97.213 o DJ 1998-3-255, f. 13.361


' CNCP, sala 111, ED del 121412003, f. 52.075.
Art. 510

En el acto de la notificación se indican al penado las condiciones a que ajustará


su comportamiento conforme a lo establecido en el art. 13, CP.
A menos de tratarse de una &negación por no haberse cumplido el tiempo ne-
cesario de encierro (art. 13, párr. 'lo,id), la resolución determina la inadmisibilidad
de una nueva solicitud antes de los seis meses. Esto se explica si se atiende a que
resulta el tiempo mínimo para verificar la satisfacción de las otras exigencias del
citado art. 13.
La libertad condicional es aplicable a los casos de imposición de reclusión
accesoria.
La ausencia de información prevista por el art. 41, inc. e), del dec. 39611999
+n cuanto establece que con el pedido de libertad condicional del interno se abrirá
un expediente en el que se deberá consignar el informe de la Sección Asistencia
Social sobre la existencia y conveniencia del dqmicilio propuesto- no puede cons-
tituirse en una causal determinante con carácter'general o de aplicación automática
de una decisión denegatona del beneficio de la libertad c~ndicional~~.
La CNCP, sala 111, señala que la impo~ibilidadde cumplir con las cláusulas
compromisorias del art. 13, CP, en virtud de qye el condenado permanecerá detenido
a disposición de otro juez, impide el otorgamiento de la libertad condi~ional'~.
Comunicación al Patronato
509. El penado será sometido conjuntamente a1 cuidado del Patronato de
Liberados, al que se le comunicará la libertad y se le remitirá copia del auto que
la ordenó.
El patronato colabora'rá con eljuez de ejecución en la observación d
do en lo que respecta al lugar de residencia del liberado, el trabajo a que se
y la conducta que observa.
Si no existiera el patronato, el tribunal de ejecución podd ser auxilia
tales funciones por una institución particular u oficial.
1 .
Cuando se trata de mayores, interviene el Patronato de Liberados a
fieren los arts. 102 y 103 del dec.-ley 41211958 y 103 bis agregado por ley
si el beneficiario es un menor interviene el Consejo Nacional del Menor (art. 20, le
10.903, según dec.-ley 528611957),

Incumplimiento
510. La revocatoria de la libertad condicional conforme al Código
drá efectuarse de oficio a solicitud del ministerio fiscal o del patronato o
ción que hubiera actuado.
En todo caso el liberado será oído y se le admitirán pruebas, pro
en la forma prescripta por el art. 491.
Si el tribunal de ejecución lo estimare necesario, el liberado podrá ser dete
do preventivamente hasta que se resuelva el incidente.

a) El primer párrafo comprende a quienes se hallan legitimados para prom


ver la revocatona de la libertad condicional en los términos del art. 491. Se as

'WNCP, sala IV, ED del 301612000, DPPC, f. 122.


" ED del 101612003, f. 52.068.
audiencia previa y la posibilidad de producir prueba que habrá de tender, desde
ego, a poner de resalto que no se ha producido ninguna de las situaciones previstas

b) El Último párrafo no implica someter al condenado cuya libertad condicional


en trance de ser revocada, a la situación de penado, sino que es una medida cau- -
71; tal fundamento es discutible porque aquella condición perdura72.Por supuesto
el tiempo de privación de libertad hasta la resolución se computará, si se produce
ese de la libertad condicional, en la forma establecida por el art. 24, CP; no puede
se otro alcance al giro "...podrá ser detenido preventivameute...".
ica prueba de la comisión del nuevo delito es la sentencia condenatoria y
de prisión preventiva o de proce~amiento~~.

CAP~TULO
111

MEDIDAS DE SEGUJUDAD

al o definitiva de una medida de seguridad será


ión, las autoridades del establecimiento o lugar
la informarán a dicho tribunal lo que corresponda, pudiendo re-

r comentarios a los arts. 76 y 77 en lo que atañe a la internación provisoria;

stacamos que aquí el Código trata en conjunto una medida cautela --eje-
provisional- junto con otra definitiva que sólo se torna admisible como
seimiento definitivo (arts. 336, inc. 5", y 361) o de la
a las situaciones previstas en el art. 34, inc. lo,párra-
que con serios fundamentos también se comprende
de seguridad a la accesoria del art. 52, id.74,declara-
el fallo "Gramaj~"~~.
nará si es posible que continúe el proceso -si
e decir, antes del sobreseimiento definitivo o de
rrafo)-, o bien que se establezca su cesación en
, inc. lo, párrafos segundo y tercero, CP (art. 76).
ara la ejecución de la medida de seguridad, la conducta realizada por el con-
o debe subsistir como delito; si en el ínterin se derogó como tal la internación

' CLARIA Tratado..., t. VII, p. 377.


OLMEDO,
NÚN~z,Derecho..., t. 11, p. 412.
' NljEI~z,Derecho...,t.II,p.412,n.218.
.'NOÑEZ, Derecho...,t. 11, p. 550, y Manual..., p. 383; DELA ROA,Código..., p. 709, NO. 134; en
ZAFTARONI, Manual...,ps. 78 y 6731674.
Fallos 329:3680.
'L -
936 MEDIDAS DE SEGURIDAD Art. 513

-se trataba de la derogación del desacato (art. 244, CP) cumplida por ley 24.198-,
corresponde decretar el cese de aquélla76.
Si la medida curativa nun9a se inició por inconcurrencia del imputado, debe
entender el juzgado que la dictó y no el magistrado de ejecución77.
Instrucciones
512. El órgano judicial compZtgnte al disponer 1s ejecución de una medida
de seguridad, impartirá las instrucciones necesarias al juez de ejecución y fijará
los plazos en que deberá informárseleacerca del estado de la persona sometida a
la medida o sobre cualquier circunstancia de interés. Dichas instrucciones podrán
ser modificadas en el curso de la ejecución, según sea necesario, dándose noticias
al tribunal de ejecución. ... , -
Contra estas resoluciones no habrá recurso alguno.
El control del cumplimiento de la medida de seguridad (art. 34, inc. lo, párrs.
2" y 3", CP) se asigna tanto al tribunal de juicio como al juez de ejecución. Aquél
establece la periodieidad de los datos que deberán suministrársele; el último controla
su desarrollo. Estas resoluciones escapana la regla fijada por el art. 491, párrafo
segundo pues resultan irrecurribles.
En el caso de la medida curativa inherente a la tenencia de estupefacientes para
consumo personal, si el juzgado de ejecución se ve impedido de controlar su desa-
rrollo por no poderse iniciar el tratamiento ante la incomparecencia del imputado,
corresponde intervenir al juzgado federal de origen78.
'7

Menores
513. Cuando la medida consista en la colocación privada de un menor, el
de ejecución, el padre o tutor, o la autoridad del establecimiento estaNn oblig
a facilitar la inspección o vigilancia que el órgano judicial que ordenó la me
encomiende a los delegados. El incumplimiento de este deb,er podrá ser corregi
con multa de acuerdo con el art. 159 segunda parte o con arresto no mayor
cinco (5) días.
Las informaciones de los delegados podrin referirse no solamente a la pe
sona del menor, sino también al ambiente social en que actúe, y a su convenien
o inconveniencia.
El derecho penal del menor reviste un carácter tutelar y en algunos casos
cionador (leyes 10.903,22.278 y 22.803 con elagregado de la ley 23.742).
El precepto apunta a preservar la personalidad del menor y al ambiente en q
se desenvuelve.
Ver comentario a los arts. 412 y 413, inc. 4"

TE?, "Lira, Gustavo J.", con nota de DONNA,


"Un fallo que respeta el principio de legalidad
SR LL del 241711995, f. 93.366.
" CNCP, sala IV, LL del 511112002,f. 104.677.
'' CNCP, sala IV, DJ 2003-1-13, f. 19.099.
SUSPENSI~NDEL PROCESO A'PRUEBA

Cesación
514. Para ordenar la cesación de una medida de seguridad, de tiempo absolu-
to o relativamente indeterminado, el tribunal de eiecución deberá oír al ministerio
fiscal, al interesado o, cuando éste sea incapaz, a Quienejercite su patria potestad,
tela o curatela y, en su caso, requerir el dictamen pericial. -
Ver arts. 34, inc. lo, párrafos segundo y tercero, 52 y 53, CP. Se asegura la in-
labilidad de la defensa a través de un contradictorio amplio, pues resulta factible
a realización de peritaje. En el supuesto de incapacidad se legitima a los padres,

515. Una vez que el órgano judicial competente comunicó la resolución que
mete al imputado a prueba al tribunal de ejecución, éste inmediatamente dis-
ndrá el control de las instrucciones e imposiciones establecidas y comunicará a
u61 cualquier inobservancia de las mismas.
En caso de incumplimiento o inobservancia de las condiciones, imposicio-
o instrucciones, el tribunal de ejecución, otorgará posibilidad de audiencia al
ado, y resolverá, acerca de la revocatoria o subsistencia del beneficio. En el
r caso, practicará los registros y notificaciones correspondientes y colocará
utado a disposición del Órgano judicial competente.
1 funcionamiento del instituto exige contar con una planta de funcionarios
adamente preparados para controlar a los beneficiario^'^.
esulta conveniente convocar al imputado a una audiencia para decidir sobre la
vocación o subsistencia del beneficio, con la presencia del defensor. La suspensión
e dejar sin efecto ante la aparición de nuevas circunstancias que modificaran
no de la pena aplicable o la estimación acerca de la condicionalidad. Se opi-
e, en estos supuestos, no incumbe al juez de ejecución decidir la revocacións0;
bargo, la ubicación de este precepto respalda la opinión contraria aunque ce-
xclusivamente, a la revocatoria o subsistencia del beneficio.
1 TOC que concedió la suspensión es competente para revocarla, a causa de
ada comisión de un delito durante el plazo, ya que tal circunstancia supone
r un deber éticojundico que trasciende el incumplimiento de las condiciones,
iciones o instrucciones impuestas al prevenidos1;se estimó que este supuesto
confiado al juez de ejecución, acudiéndose a una interpretación que supera la
literalidad del precepto sobre el punto -laguna intra legem-, integrándola

,TN"' "Su~pensióndel proceso a pmeba (probation)",LLActualidad del 13/12/1994.


'"DONNA- MAIZA, Código..., p. 614.
'' TOC IEO. 7, LL del 27/11/2000, f. 101.245
938 SUSPERISI~N
DEL PROCESO A PRUEBA

con una significación respetuosa del sistema y del sentido teleológico objetivo de la
ley. Al anotar el fallo, Devotos2 asevera que la revocación requiere sentencia con-
denatoria firme durante el tránsitp del período de prueba y destaca que la cuestión
radica en decidir si la extinción de la acción penal queda supeditada o suspendida
hasta que recaiga sentencia con relación al hecho nuevo. Encuentra en el fallo una
transgresión al principio ne bis in idem.
Ver comentario al art. 293 y texto del art. 493, inc. 2".
*ir

~- ,
..,

. .
,

'' "Otras cuestiones generadas por la suspensión del juicio a prueba"


CONDENAS PECUNIARIAS

EJECUCION C M L

Los capítulos de este Título 111rebasan su contenido porque no sólo se refieren -


ecución civil, sino también a medidas coercitivas de carácter real -embargo e
ción- que se dictan durante la etapa instructoria.

CAP~TULO
1

CONDENAS PECUNIARIAS

516. Las sentencias que condenan a restitución, reparación e indemnización


años, satisfacción de costas y pago de gastos, cuando no sean inmediatamente
das o no puedan serlo por simple orden del tribunal que las dictó, se ejecu-
or el interesado o por el ministerio fiscal ante los jueces civiles y con arreglo
igo Procesal Civil y Comercial de la Nación.
Si la acción civil que versa sobre el objeto eventual del proceso penal (ver co-
mentario al an. 141nrosnera. la ciecución dehe radicarse ante el hero e11 lo ci\il y
, A A

erdo con el &dig; Procesal Civil y Comercial de la Nación.


legitimado resultará alguna de las personas indicadas en el art. 14.
nforme a lo establecido por el art. 65 y en ausencia de disposiciones que
egación de su ejercicio al titular del MP -tal lo que ocurría con los
árr. 2", del anterior Código Procesal Penal Córdoba, en cuya virtud
ecución el asesor de pobres-, el único legitimado para demandar
de civil es el actor civil. En los casos en que resulte damnificada
,tendrán legitimación los integrantes del cuerpo de abogados del
cumplimiento de las costas y el pago de los
e traslado a la víctima y testigos -art. 79, inc. b]-). Las costas
en el pago de la tasa de justicia, los honorarios y las demás erogacioues
. La legitimación para ejecutarlas corresponde, en el primer caso, al ente
r y, en los dos últimos, a quienes, según el pronunciamiento condenatorio,
las circunstancias de excepción -posibilidad
ata o por simple orden del tribunal que las dictó---, la ejecución
ostas corresponde al tribunal oral; pues de lo contrario la realización incumbe
civil8'. Sobre su imposición, ver art. 531.
(art. 501) no se halla incluida en este capítulo

tribunal de juicio tenga en cautela la cosa que


en carácter de garantía dinero suficiente para

CNCP, sala 1, JA 1994-11-518.


Art. 518

cumplir la condena civil (art. 5 18, párr. lo),no será necesario acudir al fuero indicado
en el último; el tribunal de juicio lo dispone por simple orden.
En virtud del art. 70, CP, las jndemnizaciones pecuniarias inherentes a las penas
podrán hacerse efectivas sobre los bienes propios del condenado, aun después de
muerto.
Declarada la perención de la instancia extraordinaria por haber transcurrido el
plazo fijado en el art. 310, inc. 2", (IPCC, corresponde intimar al recurrente a que
dentro del quinto día efectúe el depóslfó dispuesto en el art. 286, id., bajo apercibi-
miento de e j e ~ u c i ó n ~ ~ .
El art. 76 de la ley 24.946 -Orgánica del MP- deroga este articulo y el si-
guiente en cuanto disponen la intervención del MP en la ejecución de las penas
pecuniarias. . ,
. \\

Sanciones disciplinarias
517. El ministerio fiscal ejecutará la penas pecuniarias de carácter disciplina-
rio a favor del fisco,*enla forma establecida en el artículo anterior.
,
Por ejemplo, las impuestas a los defensores y mandatarios (art. 113), a quienes no
devuelvan las actuaciones tempestivamente (art. 159), a los funcionarios de la policía o
fuerzas de seguridad (art. 187), o por mal comportamiento en las audiencias (art. 370).
La legitimación establecida a favor del MP quedó derogada por el art. 76 de la
ley 24.946 ---Orgánica del MP-. A nuestro ver, según lo dijimos en el comentario al
art. 5 16, se encuentran legitiinados los integrantes del Cuerpo de Abogados del Estado.
.. .
..-

Embargo o inhibición de oficio 1


518. Al dictar el auto de procesamiento, el juez ordenará el embargo de b
nes del imputado o, en su caso, del civilmente demandado, en cantidad suficien
para garantizar la pena pecuniaria, la indemnización civil y las costas.
Si el imputado o el civilmente demandado no tuvieren bienes, o lo embarga
fuere insuficiente, se podrá decretar su inhibición.
Sin embargo, las medidas cautelares podrán dictarse antes del auto de pr
cesamiento, cuando hubiere peligro en la demora y elementos de convicción su
cientes que las justifiquen.
El procesamiento se establece en el art.. 306 y es presupuesto de la clausura d
la instrucción y de la elevación a juicio (art. 346). En los delitos de acción privad
rige el art. 427. Si la investigación tramita bajo las reglas establecidas en el art. 3
bis, no procede trabar embargoss.

'"S, DJ 1998-2-538, f. 13.014.


CCC, sala IV, JA2001-1-729; id., sala V, LLdel311812000, f. 42.9614; en contra, id., salaV
JA del 171312004, p. 87, con disidencia del juez Navarro.
ri. 518

Es una medida de carácter cautelar real para cubrir los extremos señalados en
(art. 5 16). Su procedencia descuenta un proceso en trámite, por
ó que no se puede decretar con el pretexto de que "(1)os jueces deben
que el reo se beneficie con el producido del delito"86.La fijación del monto se
ita al mayor o menor grado de compromiso en las maniobrasu7.Debe compren-
monto de los cheques cuyos pagos se vieron frustrados y que conforman parte -
perjuicio ocasionado por el delito"".
Debe resultar suficiente para afrontar el pago de honorarios profesionales y
ginados por la tramitación del expedientesg.
ión es la consecuencia del resultado negativo del embargo; se concre-
mediante comunicaciones a los organismos públicos que tienen a cargo el registro
les e inmuebles. Corresponde conceder el recurso de apelación si se
mbargo por estimar suficiente la inhibición general de bienes,
lución genera un gravamen no susceptible de reparación ulterior;
ue el mandamiento no se cumplió conforme al CPCC, sino que sim-
a la imputada a los estrados del tribunal para que manifestase si
enes para cumplir la medidag0.
al rige en los casos de urgencia; por ejemplo, ante la insolvencia
9, p á n 2", CP) en cierne.
o invertir la suma de dinero depositada para cubrir el embargo
alidad perseguida por dicha cautela -monto de la pena pecuniaria,
mnización civil y costas- que no supone una forma de inversióng'. La CNPE,
plazo fijo coino bien de naturaleza económica susceptible de ser

Si -según ocurre en el caso de contrabando---- la imposición de las penas pe-


da a cargo de la jurisdicción administrativa, al disponerse la cautelar en
tainbien debe cubrir esa responsabilidadg3.
de reducción del monto del embargo como la posibilidad de afectar
dicción resulte menos gravosa, es legítima; ambas tienen que ser
en la forma prevista por la ley procesal civil, es decir, previo traslado a
aria -art. 203 i n f i e , CPCC-9d.
La medida de no innovar -art. 230, CPCCN-, debido al carácter excepcional
reviste, requiere que con anterioridad se haya dictado el auto de procesamiento;
receder a la existencia de motivos bastantes para sospechar que el en-
ado participó en la comisión del hecho -art. 2 9 k g 5 .No puede utilizarse como
io para evitar o entorpecer el curso normal de otros juiciosg6.

CF San Martin, ED 148-457, f. 44.494, con nota de GONZÁLEZ.


'' CNPE, sala A, JA 1995-111-256.
CNPE, sala A, DJ 2000-1-670, f. 15.127; id,id.,DJ 1999-3-859, f. 18.843
'*CNPE, sala B, ED del 311712000, DPPC, f. 131.
" CNPE, sala A, LL del 26/9/2001, f. 102.661.
'' CCC, sala 1, LLdel291511998, f. 97.223.
'' 61612005, "Victorio A. Gualtieri SA", RDP, LexisNexis, 13-2005, p. 1436.
" CNPE, sala B, DJ 1998-2-639, f. 13.061.
94 CNPE, sala A, DJ 1998-3-830, f. 13.580.
En el mismo sentido. CCC. sala VI. ED del 261412002, f. 51.416.
CCC, salaV, ~ ~ d e 1 3 0 1 1 0 ~ 2 0f.101.103.
00,
942 RESTITUCIÓN DE OBJETOS SECUESTRADOS Art. 522
8
Embargo a petición de parte
519. El actor civil podrá pedir ampliación del embargo dispuesto de oficio,
prestando la caución que el tribunal
.'.
determine.
Alude a la contracautela (a;. 199, CPN).
Aplicación del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
520. Con respecto a la sustitukión del embargo o inhibición, orden de los
bienes embargables, forma y ejecución del embargo, conservación, seguridad y
custodia de los bienes embargados, su administración, variaciones del embargo,
honorarios y tercerías, regirán las disposiciones del Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación, pero el recurso de apelación tendrá efecto devolutivo.
Las disposiciones procesales civi¡& atiñgytes a las cuestiones referidas en este
artículo son: art. 535, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (sustitución);
art. 228, id (inhibición); art. 219, id. (enameración de los bienes inembargables);
arts. 216,531, inc. lo, 533, párrafo primero y-538, id (formas y ejecución del embar-
go); arts. 205,216,217,531, inc. 2", 536 y 537, id (conservación, seguridad y cus-
todia de los bienes embargables, su administración); arts. 540 y 541, id. (variaciones
del embargo); arts. 6', inc. lo,y 279, id., y art. 27, ley 21.839 (honorarios) y Capitulo
XI, Título 11, Libro 1, id. (tercenas).
La deducción del recurso no suspende el cumplimiento de lo resuelto; consti-
tuye una excepción al principio adverso acogido por el art. 442. Esto armoniza con
el efecto devolutivo impuesto en el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
respecto de las impugnaciones admisibles en aquellos casos (arts. 1% y 243, penúl-
timo párrafo, id.). .'.

Actuaciones ---
521. Las diligencias sobre embargos y fianzas se tramitarán
i
por cuerda s
parada. \ ;

CAP~TULO
111

RESTITUCIÓN DE OBJETOS SECUESTRADOS

Objetos decomisados
522. Cuando la sentencia importe decomiso de algún objeto, el tribunal 1
dará el destino que corresponda según su naturaleza.
En el caso de contrabando, ver art. 876, incs. a) y b), del Código Aduan
aprobado por ley 22.415. Y en la ley 23.737 de Estupefacientes, ver art. 30, m
ficado por ley 24.112. No es necesaria una disposición expresa en la sentencia
ordene el dec~miso'~.

'' ST Córdoba, sala Penal, LLC 1990-1053,


RESTITUCIÓN DE OBJETOS SECUESTRADOS

Aunque sea posible ordenarlo con posterioridad al dictado de la sentencia, el


decomiso debe ser dictado dentro de un tiempo razonable; que estana dado por el
plazo previsto para el dictado de la a~laratoria~~.
La imposición de la pena accesoria de decomiso debe respetar el principio de
identidad entre el autor del delito y el condenado, evitando comprometer en el casti-
go la inocente situación de terceros ajenos al hecho". Debe demostrarse la relación
ecta de causa y efecto entre el dinero secuestrado y el delito cometido'00.
Corresponde al tribunal de juicio, y no al juez de ejecución, decidir respecto de
a devolución del automóvil secue~trado'~'.
Ver art. 23, CP.
Cosas secuestradas
523. Las cosas secuestradas que no estuvieren sujetas a decomiso, restitución
o embargo serán devueltas a quien se le secuestraron.
Si hubieran sido entregadas en depósito antes de la sentencia, se notificará al
depositario la entrega definitiva.
Las cosas secuestradas de propiedad del condenado podrán ser retenidas en
de los gastos y costas del proceso y de las responsabilidades pecuniarias
S.
Si se anuló el registro domiciliario y la incautación de los efectos por conside-
arse ilícita la actividad, corresponde reponer las cosas al estado anterior, reintegrar
dinero secuestrado y resarcir los intereses de conformidad con los principios de
S arts. 1078 y 1083, CC'".
El último párrafo se relaciona con el art. 531.
No corresponde, por su diferente naturaleza jurídica, afectar al pago de la multa
uesta el dinero secuestrado al imputado'".
Ver Capitulo 111, Titulo 111del Libro 11.

Juez competente
524. Si se suscitare controversia sobre la restitución de las cosas secuestradas
la forma de dicha restituci611, se dispondrá que los interesados recurran a la

El eventual litigio escapa a la competencia asignada a los jueces penales. Por


, ante el conflicto suscitado sobre la restitución de efectos incautados ante una
- penal cambiario, los interesados deben recurrir a la
entual infracción al régimen

98 CNCP, sala IV, SJP, LL del 251412003, f. 105.415, voto del juez Mitchell.
99 CNCP, sala IV, SJP, LL del 25/4/2003, f. 105.415, voto de la doctora Berraz de Vidal.
CNCP, sala IV, 21/6/2007, "A,, Y.C.", ED del 25/3/2008, p. 3.
'O' CNCP, sala 1,71912007,"Flores", RDP,AbeledoPerrot, 812008, Juisprndencia Sintetizada,p. 1502.

'O2 CNPE, sala A, LL del 291511998, f. 97.253.

'O3 CNCP, sala 111, 241512006, "González", voto de los jueces Ledesma y Tragant, SJP, LL del

'O' CNPE, sala A, LL del 291511998, f. 97.253, del voto del doctor Hornos.
944 SENTENCIAS DECLAPATIVAS DE FALSEDADES INSTRUMENTALES Art. 527

Si existe oposición para restituir dinero afectado a la causa, la cuestión debe


derivarse a la justicia civil'OS.
Objetos no reclamados j
525. Cuando despues de un (1) aAo de concluido el proceso nadie reclame o
acredite tener derecho a la restitución de cosas, que no se secuestraron del poder
de determinada persona, se dispondyá su decomiso.
Resultan de aplicación las disposiCiones de la ley 20.785.

SENTENCIAS DEC~ARATIVAS
DE FALSEDADES I'VSTRL'MESTALES

Rectificación "

526. Cuando una sentencia declare falso un instrumento público, el tribunal


que la dictó ordenará que el acto sea reconstruido, suprimido o reformado.
El dispositivo referente a la falsedad debe formar parte del pronunciamiento
penal. La sentencia puede ser condenatoria o absolutoria.
El Código derogado contenía algunas disposiciones -Libro51V, Sección 11,
Título II- referentes-aeste tópico, ahnque junto con otras relativas a la adquisición
del corpus criminis en los delitos de falsedad documental. Los códigos argentinos

ción de la sentencia'". ..-: .


modernos han seguido una sistemática correcta al ubicar el tema dentro de la ejecu-

La falsedad puede consistir en la creación material de un instsumento, su adulte-


ración, la mendacidad inserta en 61, su supresión o su destrucció$ (afts. 292 a 294, CP).
Los insmimentos públicos protegidos no sólo son los incluidos en el art. 979,
CC También se comprende aquellos autorizados por las reglamentaciones dictadas
válidamente para regular una actividad administrativa aunque no tengan por finin-
mediato establecer entre las personas relaciones jusídica crear, modificar, transferir,
conservar o aniquilar derechos en el sentido del art. 944, CC'07.
Documento archivado
527. Si el instrumento hubiera sido extraido de un archivo será restituido a 8
con nota marginal en cada phgina, agrcghndose copia de la sentencia que hubiese
establecido la falsedad total o parcia¡
Comprende tanto los instrumentos públicos como los privados.
ser oficial 'O8.

'O' CCC, sala VI, LL del 301611999, f. 98.447.


'O6 CLARIAOLMEDO, Trafado..., t. VII, p. 421.
'O7 SOLER,Derecho..., t. V, ps. 326 y SS.
'O8 NUNEZ, Código...,p. 558.
rt. 528 SENTENCIAS DECLARATIVASDE FALSEDADES INSTRUMENTALES

Las notas marginales tienen que ser extendidas por el secretario del tribuna
y contener las indicaciones que permitan individualizar a la sentencia. Responden
también a la necesidad de conocer cuál ha sido la raz6n para separar el instrumento

Documento protocoiiizado
528. Si se tratare de un documento protocoiizado, se anotará la declaración
cha en la sentencia al margen dela matriz en los testimonios que se hubiesen
resentado y en el registro respectivo.
Se tiende a evitar que en lo futuro produzca los efectos jurídicos propios de un
cumento auténtico.
Protocolizado es el documento foliado, sellado y firmado por un funcionario o
n escribano público y agregado al registro o protocolo a su cargoIo9.

" NÚÑEz, Código...,p. 559.


Art. 530

T~TULO
IV

COSTAS

Anticipación
529. En todo proceso el Estad~anticiparálos gastos con relación al imputado
y a las demas partes que gocen del beneficio de pobreza.
Comprenden los rubros enumerados en el art. 533.
El "beneficio de pobreza" se refiere al denominado con mayor acierto por el
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación "beneficio de litigar sin gastos"
(arts. 78 a 86 de dicho Código). . .- ;
Cip~llone"~ señala que el imputado no tiene necesidad de tramitar el beneficio
de litigar sin gastos para ejercitar su defensa; el CADH establece como garantía
. . íart. 8.2. cl):
iudicial mínima concederle los medios adecuados nara aue la nreuare
DUDH, art. 11).
,
Resoluci6n necesaria
530. Toda resolución que ponga término a la causa o a un incidente deberá
resolver sobre el pago de las costas procesales.
Pese a no poner término a la causa, se debe decidir sobre las costas en la de-
claración de rebeldía (art. 291); el desistimiento del actor civil (ap. 94, párr. l");
el incumplimiento injustificado de ías obligaciones del defensor (art, 113, segunda
oración); el incumplimiento de citaciones especiales (art. 154, párr. final).
Además de la sentencia (art. 403) cabe imponerlas al querellante exclusivo si
desiste, salvo convenio expreso en otro sentido (art. 423, pám 13; si se produce con-
ciliación o retractación en los delitos de acción privada (&. 425, párrs. loy 2'); en el
desistimiento de los recursos (art. 443); en la revisión den~gaiia(art. 489).
Si en la resolución definitiva se omite decidir sobre las costas, resultaría posibl
aducir inobservancia de la previsión del art. 29, inc. 3', CP, disposición cuyo carácte
procesal daría lugar a la casación con sustento en el art. 456, inc. 2".
La CCC ha decidido que no es nula la sentencia de primera instancia que omite
pronunciarse sobre el pago de las costas, pues puede suplirse el defecto en el trámite d
la apelación1";si la situación perdura, al concluir el proceso por sobreseimiento pued
recurrirse en casación (arts. 449 y 457). Al culminar el juicio mediante la sentenci
-también por el sobreseimiento autorizado en el art. 361-, la casación canaliza
reclamo, pues se trataría de la inobservancia de una norma procesal prevista bajo pe
de nulidad (art. 456, inc. 2"). Adviértase que, conforme al art.404, inc. 4", la sentenci
carecería de un elemento esencial de su parte resolutiva y que, de acuerdo con el
398, párrafo primero, la deliberación que la antecede comprende también las cos
Por otro lado. no considerarse aue no se hallan comorendidas en el art. 404, inc. 4
implicaría uná nulidad virtual, q;e fluye del sistema impuesto poi el art. 398. ~ e q u i
la instancia de parte interesada (art. 171, inc. 1"); resulta una nulidad relativa.

"O "Los gastos, costas y honorarios del proceso penal y la situación del imputado", DI 2000-3-64
"' Fallos Plenarios, t. 111, p. 78.
rt. 531 COSTAS

La CS sostuvo que si es nula la exención de costas sin fundamento, resulta cou-


trario a la lógica interpretar que el silencio de la sentencia sobre ese punto implique
su pago en el orden causado, pues entonces el mero silencio podría constituir una vía
ta para evitar la nulidad derivada de imponer la exención sin causas explícitas.
motivo, deben entenderse como impuestas a la parte vencidanz.
orresponde al juzgado de instrncción, y no al tribunal oral, intimar el pago de -
tasa de justicia al actor civil, desde que debe efectivizarse al inicio de las actua-
ones; además, todas las cuestiones relativas a su integración deben resolverse en
sede instructoria, ya que es elemento necesario para dar por trabada la litis. También
'ncumbe regular los honorarios de un traductor que actuó en dicho momentou3.
Los incidentes son parte integrante de la causa, por lo que las costas deben ser
puestas una vez que el expediente llega a su fin1I4.Deviene extemporánea impo-
rlas si no es al tiempo de dictarse la resolución que pone término a la causafis.
Para imponer las costas a un condenado que fue asistido por un defensor ofi-
cial, debe verificarse su estado patrimonial y solvencia para afrontar los gastos de

Imposición
531. Las costas serán a cargo de la parte vencida, pero el tribunal podrá
ximirla, total o parcialmente, cuando hubiera tenido razón plausible para litigar.
El fundamento de la condena en costas radica en el hecho objetivo de la derrota,
'sión que es de carácter estrictamente procesal y descarta la aplicación de otras
ías utilizadas en el derecho privado117.
La exención procede salvo en los casos de temeridad en que se ha actuado con la
nciencia de la propia sinrazón. También si se presentan serias dificultades para la re-
luciónl'! Es improcedente cargarlas a la querella pese a la absolución, pues aquélla no
uede tenerse como parte vencida si no existió pronunciamiento sobre el fondo del asun-
toda vez que la sentencia derivó de una falla de la instrucción causante de una invali-
z ajena a la actividad de los litigantes1I9.Tampoco si no recurrió el sobreseimientopor
licación del principio de la duda, el fiscal había requerido la instrucción y se dispuso
agatoria de los i m p ~ t a d o s 'Por
~ ~ .el contrario, si no es posible afirmar ni considerar
aya actuado con razón plausible para litigar, en tanto el fiscal no lo secundó en sus
ones, cabe impone~las'~'. No aparece fundada la imposición de costas a la querella
absolvió al imputado por dudas respecto de su responsabilidadlZ2.

Ii2 CS, 2011212005, "Las Varillas Gas S.A.", JA del 121412006, p. 35; ED, del 8/3/2006, p. 5.
"'CNCP, sala 11, LL del 281712000, f. 100.623, o DJ del 811112000,1: 16.142.
" T C C , sala V, LL del 3016/1999, f. 98.945.
lisCCC, sala V, LL del 291612001, f. 102.241, o DJ 2001-2-784, f. 15.952.

CNCP, sala IV, JAdel21712003, p. 52.


"' PALACIO, Derecho...., t. 111, ps. 361 y SS.
'la CCC, sala VI, LL del 301411998, f. 97.067.

"' CCC, sala IV, LLdel2711112000, f. 101.261, o DJ 2001-1-940, f. 16.608.


CCC, sala VI, LL del 23/12/1999, f. 99.737, o DJ 1999-2-486, f. 14.230.
" CCC. sala V. LL del 1011212001. f. 102.713.
'" CNCP, sala 11, RDP, LexisNexis, nro. 7, p. 295, o JA del 2/3/2005, p. 75; TS Córdoba, sala
al, SJP, LL del 271912004, f. 108.112.
948 - COSTAS Art. 533

No es necesario, mando se siga esta norma general, que el juez exponga las
razones de su aplicación; corresponde adoptar como pauta el principio objetivo de
la derrotaaz3.
Las decisiones sobre costas quedan excluidas del ámbito del arl. 457 a los fines
del recurso de casaciónaz4.En el Comentario al artículo anterior expusimos nuestra
posición adversa.
El Código establece algunos casos de asignación expresa de esta carga: art. 489
para la revisión desestimada.
En un proceso penal cambiario, Si el Banco Central no revistió el carácter de
parte, por investigarse infracciones, no cabe imponerle las costas en caso de ab-
solución del ~umariado'~~, siempre que la fiscalización cumplida obedeciera a una
convicción razonableaz. La decisión es opinable, pues si un organismo cumple con
una función jurisdicciona1, legalmente atribuida, no se ve cómo puede considerársele
vencido aunque la sospecha inicial no haya pragresado.
Personas exentas
532. Los representantes del ministerio público y los ahogados y mandatarios
que intervengan en 61 proceso no podrán se~condenadosen costas, salvo los casos
en que especialmente se disponga lo eontrario y sin perjuicio de las sanciones pe-
nales o disciplinarias en que incurran.
El Código establece supuestos en que las costas se imponen a los defensores
(art. 113, segunda oración). No puede imponerse al abogado defensor el pago de la
tasa de justiciaa27.
El art. 14, último párrafo, ley 24.946 -Orgánica del MP- establece que "los
miembros del Ministerio Público no podrán ser condenados en costas en las causas
en que intervengan como tales".
Contenido --
53'3.Las costas consistirán: . ;1
13 En el pago de la tasa de justicia.
2") En los honorarios devengados por los ahogados, proeuradores y peritos.
39 En los demás gastos que se huhieren originado por la tramitaciitn de la
causa.
a) El inciso lose refiere a las tasas de justicia fijadas en la ley 21.859.
b) No existe impedimento legal que permita fijar el honorario del experto una
vez concluida su tarea; resulta facultad de los jueces determinar el momento en que
debe practi~arse'~~.

12' CNCP, sala 111, BJ nro. 5, p. 72.


Iz4 CNCP, sala 111, BJ nro. 5, ps. 79180.
CNPE, sala B, LL del 29/5/1998, f. 97.266.
CNPE, sala A, LL del 29/5/1998, f. 97.254.
CCC, sala 1, JA del 271312002, p. 85.
'18 CNPE, sala B, DJ 2001-2-1147, f. 17.086.
COSTAS

La CNCP, sala 11, considera ajenas a su competencia las regulaciones de hono-


rarios --en general, a las costas del proceso- salvo tacha de arbitrariedad adecua-
damente fundadaLz9.
c) El inciso 3" comprende las indemnizaciones a los testigos, peritos e intér-
pretes en los casos de los arts. 79, inc. e), y 362; también el bono de derecho fijo
establecido por el art. 5 1, inc. d), de la ley 23.187. -
Determinación de honorarios
534. Los honorarios de los abogados y procuradores se determinarán de con-
rmidad a la ley de arancel. En su defecto, se tendrá en cuenta e1 valor o impor-
ncia del proceso, las cuestiones de derecho planteadas, la asistencia a audiencias
en general, todos los trabajos efectuados a favor del cliente y el resultado ohte-

Los honorarios de las demás personas se determinarán según las normas de

onal rige la ley 21.839, especialmente su art. 45. Para la extra-

oración del párrafo primero encapsula algunos de los supuestos


a fijar el monto del honorario conforme al art. 6', id.
La aplicación de la escala arancelaria para honorarios de abogados y procura-
es, en los juicios criminales y correccionales, procede sólo cuando se ha ejerci-
o la acción civil dentro del proceso penal; si media dicho ejercicio, será aplica-
en las causas por delito a las que pueda atribuirse valor económico directo; la
or civil por el querellante no obliga, como índice de graduación,

1991 -ver dec. 229311992- deja sin efecto las declaraciones


stablecidas en materia de aranceles, escalas y tarifas que fijen
os profesionales; sin ingresar en el debatible problema de su validez consti-
ubsistente la estructura normativa de la ley 21.389
sta apoyo a la atención de las escalas mínimas, pero

as vinculadas con la naturaleza y complejidad del


obtenido, la calidad, eficiencia, extensión del trabajo realizado,
labor con el principio de celeridad procesal y la trascendencia
moral y económica que el asunto-proceso tuviera para casos futuros, para
e y para la situación económica de las partes; por ende, no debe atenderse a
entuales mínimos establecidos en los regímenes arancelario^'^^.
revisables en casación los honorarios regulados por el tribunal oral si lo
vado de raz~nabilidad"~.

'" 201411999, "Cicioni, Renata slrec. de casación", c. 1664, r. 2480.


"O CCC,FallosPlenarios,t. 11,p. 15, o JA 1955-111-315, f. 17.336;CCC, salaV, LLdel201712001,
2.343.
"' NEIRA - URE,"Desregulaci6n económica y honorarios del abogado", LL del 281511992.
CNPE, sala B. LL del 71912001. f. 102.585. o DJ 2001-2-1146, f. 17.085.
'j3 CS, R ~ P~, e x i s ~ e x i
nro.
s , 2, p: 459.
950 DISP,$lSIClONES TRANSITORIAS Art. 536

Distribución de costas
535. Cuando sean varios los condenados al pago de costas el tribunal fijará
la parte proporcional que corresppnda a cada uno, sin perjuicio de la solidaridad
establecida por la ley civil. 2

Descuenta que los condenados se encuentran en idéntica situación procesal. La


proporcionalidad se establece en orden al interés y alcance del éxito de cada uno. La
regulación se subordina a esa circunstancia y con sujeción al art. 53 1.
La solidaridad significa que el venéedor puede exigir su pago a cualquiera de
los vencidos (art. 705, CC).

DISPOSICIONES TR@SITORIAS
, ,
Causas pendientes
536.134Se aplicarán las disposiciones delcódigo anterior, respecto de las cau-
sas pendientes, siempre que al entrar en vigencia el presente se baya contestado el
traslado de la defensa.
Derogado por el art. 88 de la ley 24.121.
Dicha ley de implementación (arts. 12, 19, 24, 32,34,46, 59 y 70) estableció
otro sistema conforme al cual las causas que han arribado al momento del plenario
escrito (ley 2372) deben trqmitarse de acuerdo con el Código anterior. Pero si el
imputado único q e l conjunto optan pior la oralidad, el trámite se encarrila por este
Código. El plazo para la elección es de quince días luego de notificado; comprende
los días hábiles por ser actividad de parte (a*. 118 y 162). Como momento preclusivo
para el ejercicio de aquélla se fija uno correspondiente al Código<anteriar (art. 463,
id):la formulación de la defensa cuando se contesta la acusación. En ausencia de pre-
visión expresa en la ley 24.121 y ti través de una razonable herri$néutica con sustento
en la extensión asignable a su art. 24, debe optarse durante la i n s t n ~ c c i ó nel
~ ~criterio
~;
afianza la garantía del juez natural en sentido adverso al temperamento de la Corte
Suprema expuesto al comentar el art. lo.No corresponde deparar la opción al I V ~ P ' ~ , ~ .
La falta de sometimiento a la jurisdicción al momento de resolver no p
.hacer variar la opción cuando comparezcan los prófugos o rebeldes.
Se ha considerado a la acusación formulada por el fiscal de acuerdo con el pr
cedimiento derogado como equivalente a la remisión a juicio (art. 347, p k . 2')
Según la CF Bahía Blanca en pleno, salvo el caso de opción efectuada yace
da para los procesos anteriores a la aplicación de la ley 23.984, el nuevo Código
sólo para las causas iniciadas desde la fecha de su vigencia, siempre que los ac
promoción -mediatos o inmediatos- hubieren sido presentados o comunicados
partir de la medianoche del 161911992'38.
13"Derogado -por ley 24.121. Ver arts. 12, 19, 24, 32,34,46, 59, 70,74,76 y 88 de la citada le
~

lisCCC, sala V, 311111992, c. 37, JA del 111211993, p. 42; sala 1, ED 150-267, f. 44.764,
1993-11-227.
CCC, sala IV, del 2211011992, c. 42.449.
"' CCC, sala Especial (int.), 2611011992, c. 6115.
DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Validez de los actos anteriores


537. i39 Los actos cumplidos con anterioridad a la vigencia de este Código, de
acuerdo con las normas del que se deroga, conservarán su validez sin perjuicio de
que sean apreciados según e1 nuevo régimen probatorio.
De cualquier manera conviene tener presente que los actos procesales se rigen
por la ley vigente al tiempo de su realización sin que importe el momento de la comi-
sión del hecho constitutivo del objeto del proceso, salvo que la ley disponga lo con-
trario (conf. el derogado art. 536). En cuanto al episodio a juzgar, desde el punto de
vista de su consideración penal, resulta relevante, en cambio, el art. 2 O , CP, en punto
retroactividad de la ley más benigna. Sin embargo, el principio se ha limitado en
supuestos en que se priva de validez a actos procesales cumplidos, o se deja sin
lo actuado de conformidad con las leyes anteriore~'~~.
No puede considerarse retroactiva una disposición procesal por la circunstancia
plicarse en un proceso iniciado con anterioridad a su vigencia; sólo excepcionan
normas referentes a la libertad provisoria, pues, al decidir sobre su otorgamiento,
posible aplicar ultractivamente la ley más benignai4I.La irretroactividad de la ley
nal -salvo que sea más favorable- y la aplicación de la ley procesal se rigen por
terios diferentes; el primero atiende a la fecha de la comisión del delito, mientras
e el segundo, al momento en que el acto procesal se cumple1".
La regularidad de los actos procesales debe apreciarse conforme a lo estableci-
o en el Título V del Libro 1.
En cuanto a la aplicación de las leyes de organización y competencia, ver

posiciones que se opongan a la presente ley, en

ntendrá su vigencia el régimen previsto para la extradición por la


sus modificatorias y las leyes especiales, en todo lo que no se oponga a la

1Código Contravencional de la Capital Fede-


1 permanecerhn vigentes los arts. 27,28, inc. le,585,586,587,588,589,590 de
y 2372 y sus modificatorias y el art. 30 de la ley 23.184.

El párrafo primero pone término a la competencia apelada ordinaria de la


uprema en las sentencias de revisión pronunciadas por las cámaras federales
y 4*, ley 4055). El pronunciamiento corresponde ahora en forma privativa a
FCP (art. 30 bis); su decisión se puede cuestionar, eventualmente, por la vía del
. 14 de la ley 48 ante la Corte Suprema.
'"Derogado por ley 24.121.
"OCS, ED 143-121,f. 43.553.
''"
CCC. sdia 1I. ED 19-104. f. 9800: CF La plata. LL 111-608, f. 50.867: CF Resistencia, JA
1959-\11-iui, f li-., (.(.C., I:üllos I>lcnnrios,2" >cric, 1. 1, p. 164: , d . r 11, p. 165, CF Mzndoza, 5.4
19bG-l\'-4(i, r: ?<I.b07;CNPE. s:ila ll. El) 76.1~7, i i r d 5 .
lii Conf. GONZALEZ NOVILI,~ - FIGUEROA, "Reflexiones en tomo del nuevo Código Procesal Pe-
',Cap. 11, ED 153-959.
"' Texto según ley 24.1 3 1, ahora derogado, en su párr. 2', por el art. 122 de la ley 24.767.
952 DISPOSICIONESTRANSITORIAS Art. 539

b) Párrafo segundo. En su momento scfialamos que la extradición internacional


pasiva no se hallaba comprendida en el proyecto originario'"; por eso resultó ineludi-
ble contemplarla mediante la remisión al Código vigente por ley 2372 14*. Por ello pudo
decir la CS que el art. 669 del ~ ó d i &derogado habilita a no entregar a los nacionales
del país -siempre que no exista tratado que se oponga-; dicho precepto dispone que
si el reo fuere ciudadano argentino y preíiriese ser juzgado por nuestros iribunales, el
gobierno de la nación requirente podrá suministrar todos los antecedentes y pruebas a
fin de que pueda ser juzgado con arreglo ajas leyes de la
El art. 123 de la ley 24.767 de Cooperación Internacional en Materia Penal
-Ley de Extradición- derogó tanto la antigua ley 1612 como el Libro IV, Sección
2, Título V, arts. 646 a 674, del Código de Procedimientos en Materia Penal -ley
2372-, aunque prevé la posibilidad de aplicar dicho régimen a los trámites de ex-
tradición pendientes, siempre que la causa no,se hubiere abierto a prueba (&. 120,
id.). Subsiste la apelación ordinaria ante la Corte-Suprema(art. 33, ley 24.767; ver
comentario al art. 22).
c) El último párrafo, agregado por el art. 1"de la ley 24.131, mantiene lavigencia
del Código derogado para el juzgamiento delas faltas policiales (ver introducción al
Capítulo 1, Título 111, Libro 1). A su vez, el art: 30 de la ley 23.184 asignaba similar
competencia para el juzgamiento de contravenciones previstas en dicho ordenarnien-
to. Establecía el régimen penal y contravencional para la violencia en espectáculos
deportivos, y en su art. 11 imponía el juicio oral y público para los delitos allí previs-
tos. Dicha ley 23.184 fue modificada por la ley 24.192; su art. 46 asigna al jefe de la
Policía Federal Argentina el conocimiento de las contravenciones que establece; el art.
1 7 exiicnde las garantías aseguradas por este COdigo "...qiie no se opongan a la forma
procesal dispuesta 211 51 ~ I T ~ C I I I Uquc antecede". La fjculiad policial estalikcidri por L.!
&t. 10 del dec.-ley 661811957, autorizaba el allanamieGo policial sin ordeñ judi-
cial en los casos de contravenciones al régimen del juego de azar, se considera com-
prendido en la derogación por oponerse expresamente a las nuevCs di~~o~iciones'~'.
Por ley 10 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires !se aprobó el Código
Contravencional, denominado "Código de Convivencia". S'

Si se optó por el enjuiciamiento conforme el Código anterior, no cabe habilitar


recursos, como casación e inconstitucionalidad, inexistentes en Cuando se
prefirió el nuevo régimen, no mengua la validez de los actos cumplidos durante la
, vigencia del anterior ordenamiento'".
Vigencia
539. El presente Código entrará en vigencia a partir del año de su p
ción, luego de que, efectuada la reforma de la ley orgánica pertinente, se
can los tribunales y demás órganos encargados de su aplicación.
Ver ley orgánica 24.050 y ley de implementación 24.121.

LL del 2011211990.
Ver D'ALBORA, "Apuntes sobre la faz procesal de la extradición", RADP, nro. 1, año 1968, P. 3
ED 163-104, f. 46.517; ED 167-151, f. 47.098, O LL del 241511996, f. 94.312, consid.
"' CCC, sala VI, JA 1994-11,p. 407; en contra id, sala IV, JA 1994-111-466; a nuestro
temperamento resulta insostenible frente a los requisitos impuestos por el art. 224.
CNCP, sala 11, LL 5114011993, f. 91.662.
" 9 CNCP, sala 11, JA 1996-1-481.
ORGANIZACIÓN Y (Constitución Nacional, artículos 67, incisos
OMPETENCIADE LA JUSTlCi.4 11 y 27, 100 y 101), sólo corresponderá a la
PENAL NACIONAL Corte Suprema d e Justicia d e la Nación y a los
tribunales establecidos por esta ley.
LEY 24.050a
-
Integración del Poder Judicial
en materia penal
sanc. 6/12/1991; promul. parc. 3011211991;
publ. 71111992
ZO.- ** El Poder Judicial d e IaNación, en
Competencia Penal del Poder materia penal, estará integrado por:
Judicial de la Nación a) La Corte Sunrema d e Justicia d e la
Nación.
Artículo lo.-El juzgamiento y decisión b) L a Cámara Nacional d e Casación Pe-
las causas penales de competencia federal nal.

* El ait. 13 de la ley 26.371 establece: "Sustitúyesela denominaciónCámaka Nacional de Casación


contenida en las leyes 24.050,24.121 y en toda otra noma que la utilice, por Cámara Federal de
ción Penal". El art. 14 de la iev 26.371 establece: "Las disoosiciones de esta lev se imolemeniarán
una !,c.¿ qiie se cuente cuii i'l crridito presupuistuio nrccsario para 1s arenci6n del gasto que su objeto
. .
deniande. cl uue se imouuri 31 nresunuesto omd el cicrcicio del atiu ?O08 d-l l'oder Jiidtcial dc la Nacion.
Los magisrrrirlus. funciontxios y emplcridos que se desipien eii los cargos creados, s6iu triniaran posesión
de 10% rnisriios c~iaiidusc dci lt nicn;ior13dri condiciun fiiianciera"
El art. 4' de la ley 26.371 establece: "Sustitúyese el ait. 2 de la ley 24.050 por el siguiente: Art. 2":
der Judicial de la Nación en materia penal estará integrado por:
a) La Coite Suprema de Justicia de la Nación;
b) La Cámara Federal de Casación Penal,
c) La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal;
d) Los tribunales orales en lo criminal, en lo penal económico, de menores, en lo criminal federal de
apital Federal y federales con asiento en las provincias;
Las cámaras nacionales de apelaciones en lo criminal y correccional, en lo penal económico, en
al y correccional federal de la Capital Federal y cámaras federales de apelaciones con asiento en
f ) Los juzgados nacionales en lo criminal de inshucción, correccionales, en lo penal económico, en
enal tributario. de menores. en lo criminal v correccional federal de la Caoital Federal v federales con
to en las provincias;
g) El Juzgado Nacional de Ejecución Penal;
b) El Juzgado Nacional en lo Penal de Rogatorias;
i) Los demás organismos que se establezca por la ley".
El m. 14 de la lev 26.371 establece: "Las disoosiciones de esta lev se imolemeniarán una vez aue se
ruenle cuii 21 zridits prcsdp.,ij~?r~o$iciiií<riopara Id aienzihn del gasto que su ubjeu demalde, el que si'
imPUt~rbal . r>rzsupticsr~>
. Drra cl ciercicio del aiiu 2008 del Poder Judicial de la U3cii,o. 1.0s ntasistr3d02,
ionarios y emplead& que sédesignen en los cargos creados, sólo tomarán posesión de los mismos
do se de la mencionada condición financiera".
LEY 24.050

c) (Texto según ley 25.292, art. 12) Los 4) Resistencia (Provincia del Chaco):
tribunales orales en lo Criminal, en lo Penal comprende la sección correspondiente a la
Económico, en lo Penal Tributario*,de Meno- competencia de la Cámara Federal de Apela-
res, en lo Criminal Federal de la Capitfi Fede- ciones de Resistencia.
ral y federales con asiento en las provincias. 5) Tucumán (Provincia de Tucumán):
d) (Texto según ley 25.292, art. 13) Las comprende la sección correspondiente a la
cámaras nacionales de apelaciones en lo Cri- competencia de la Cámara Federal de Apela-
minal y correccional, en lo Penal Económico, ciones de Tucumán.
en lo Penal Tributario**, en lo Criminal.! 6) Córdoba (Provincia de Córdoba):
Correccional federal de la Capital Federar y comprende la sección correspondiente a la
cámaras federales de apelaciones con asiento competencia de la Cámara Federal de Apela-
en las provincias. ciones de Córdoba.
e) (Texto según ley 25.292, art. 14) Los 7) Mendoza (Provincia de Mendoza):
juzgados nacionales en lo Criminal de Inswc-; comprende la sección correspondiente a la
ción, Correccionales, en lo Penal Económico, coh~etenciade la Cámara Federal de Apela-
en lo Penal Tributario, de Menores, en lo Cri- ciones de Mendoza.
minal y Correccional Federal de la Capital Fe- - 8) General Roca (Provincia de Río Ne-
deral y federales con asiento en las provincias. gro): comprende la sección correspondiente a
f ) El Juzgado Nacional de Ejecución la competencia de la Cámara Federal de Ape-
Penal. la&ones de General Roca.
g) El Juzgado Nacional en lo Penal de 9) Comodoro Rivadavia (Provincia del
Rogatonas. Chubut): comprende la sección correspon-
h) Los demás organismos que se esta- diente a la competencia de la Cámara Federal
blezca por la ley. de Apelaciones de Comodoro Rivadavia.
10) Bahia Blanca (Provincia de Buenos
Distritos judiciales Aires): comprende la sección correspondien-
.- te a la competencia de la Cámara Federal de
3".-Sin perjuicio de ia competeiicia tem- Apelaciones de Bahia Blanca.
torial de los tribunales orales en lo criminal fe- 11) San Martin (Provincia de Buenos Ai-
deral que se instalarán en las provincias de Ca- res): comprende la sección correspondiente a la
tamarca, Fonnosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Cámara Federal de ApElaciones de San Martin.
Neuquén, San Juan, San Luis, Santa Cruz, San- 12) La Plata (Provincia de Buenos Ai-
tiago del Estero y Tierra del Fuego, a los efec- res): comprende ,la sección correspondiente a
tos de la organizaciónjudicial de los tribunales la competencia de la Cámara Federal de Ape-
nacionales en materia penal, el temtorio de la laciones de La Plata.
República se dividiiá en los distritos judiciales 13) Mar Del Plata (Provincia de Bue-
que la presente ley y leyes especiales establez- nos Aires): comprende la sección correspon-
can, a saber (párrafo según ley 24.121, art. 89): diente a la Cámara Federal de Apelaciones de
1) Paraná (Provincia de Entre Ríos): Mar del Plata.
comprende la sección correspondiente a la 14) Corrientes (Provincia de Comen-
competencia de la Cámara Federal de Apela- tes): comprende la sección correspondiente a la
ciones de Paraná. Cámara Federal de Apelaciones de Com
2) Rosario (Provincia de Santa Fe): 15) Salta (Provincia de Salta):
comprende la sección correspondiente a la prende la sección correspondiente a la
competencia de la Cámara Federal de Apela- ra Federal de Apelaciones de Salta.
ciones de Rosario. 16) Capital Federal comprende las zo-
3) Posadas (Provincia de Misioneu): nas judiciales establecidas en el artículo
comprende la sección correspondiente a la la presente ley.
competencia de la Cámara Federal de Apela- 4".- Cada distrito judicial contará co
ciones de Posadas. tribunales orales, cámara de apelaciones
"Texto observado por decreto 68812000, m.6'.
** Texto observado por decreto 68812000, art. 7 O .
LEY 24.050

juzgados que la presente ley y leyes especia- Del mismo modo, la Cámara Nacional
de Casación Penal establecerá los criterios de
El debate se realizará y la sentencia se distribución del trabajo entre los restantes tri-
dictará en la provincia o territoriodonde el he- bunales, cuando así corresponda.
cho se hubiere cometido (Constitución Nacio-
nal, artículo 102). En caso de duda, se elegirá Competencia penal
el lugar que asegure el ejercicio de la defensa de la Corte Suprema -
y la realización del debate. de Justicia de la Nación
Cuando en la provincia, territorio o lo-
calidad que se disponga para el debate, no 6".-La Corte Suprema de Justicia de la
existiere un lugar adecuado para realizarlo, Nación conocerá, en materia penal, con arre-
que pertenezca al Poder Judicial de la Nación,
glo a lo eitahlicido en c1. anicilo24 del decrc-
el tribunal solicitará a las autoridades nacio-
tu-ley 1265 1958, ratificado por la ley 14.467
les, provinciales o municipales o a particu-
y disposiciones modificatonas.
es, la sala aue considere apta para llevarlo En los casos de competencia originaria
cabo. de la Corte Suprema, las funciones del juez
de instmcción serán ejercidas por uno de sus
Zonas judiciales ministros miembros.
de la Capital Federal La Corte Suprema, en pleno, cumplirá
las funciones de la cámara de apelaciones y
So.- La Capital Federal se subdivide, a del tribunal del juicio, y su sentencia será irre-
currible. El procurador general de la Nación
representará en el debate al Ministerio Públi-
co Fiscal e intervendrá asimismo durante la
investigación,pudiendo designar a un inferior
jerárquico para que colabore en ella.
El miembro de la Corte Suprema que
efectura Naval Argentina y Gendarmeria hubiere actuado como juez de inshucción, se
reemplazará conforme a la regla establecida
2)Segunda: Comisarías 15a., 17a., 19a., en el inciso 3" del articulo 22 del decreto-ley
128511958, según texto de la ley 20.528.

Camara Nacional de Casación Penal

Composición - Competencia

7".- (Texto según ley 24.121, art. 89) La


Cámara Nacional de Casación Penal estará in-
tegrada por trece (13) miembros, y funcionará
dividida en cuatro (4) salas de tres (3) miem-
La Cámara Nacional de Casación Pe- bros cada una, ejerciendo la presidencia del
tribunal el juez restante.
Tendrá competencia territorial en toda
la República, considerada a este efecto como
una sola jurisdicción judicial.
En razón de la materia, tendrá la com-
petencia determinada por el Código Procesal
Penal y las leyes especiales. Una de las salas
juzgará de los recursos previstos por el artícu-
956 . - LEY 24.050

lo 445 bis de la ley 14.029 (Código de Justicia legar en los tribunales orales o en las cáma-
Militar). ras de apelaciones si lo estimare conveniente.

Sede y autoridades p
Sentencia plenaria
So.- La Cámara Nacional de Casación
Penal tendrá su sede en la Capital Federal. 10.- La Cámara Nacional de Casación
Elegirá anualmente sus autoridades en la Penal se reunid en tribunal pleno:
oportunidad y forma prevista en el ~ e ~ l a m e ñ - a) Para reglamentar su labor o la distri-
to para la Justicia Nacional, las que podrán bución de la labor de sus salas.
ser reelegidas solamente p o r un nuevo perío- b) Para unificar la jurisprudencia de sus
do y hasta tanto no se hubiera agotado la to- salas o evitar sentencias contradictorias.
talidad de los miembros del tribunal *. c) Para fijar la interpretación dc la ley
.- , aalicable al caso cuando la Cámara. a iniciati-
. -
va de cualquiera de sus salas, entendiera que
Atribuciones reglamentarias
y superintendencia e s conveniente.
La interpretación de la ley aceptada en
una sentencia plenaria es de aplicación obliga-
9".- (Observado por decreto 276811991, toria para la Cámara, para los tribunales ora-
art. 1') L a Cámara Nacional de Casación Pe- les, cámaras de apelaciones y para todo otro
nal dictará su reglamento interno, mediante órgano jurisdiccional que dependa de ella, sin
el cual regulará susj%nciones y alribuciones, perjuicio de que los jueces que no compartan
las de las propias autoridades ypersonal bajo su criterio dejen a salvo su opinión personal.
su directa superintendencia, así como todo lo La doctrina sentada podrá modificarse
inherente a su correcto funcionamiento y el sólo por medio de una nueva sentencia plenaria.
de los Órganos que de ella dependan; ;,tam- 11.- ** También darán lugar a la reunión
bién regulará losaspectos disciplinari6 y lo de la Cámara de Casación en pleno las senten-
relativo a la distribución de tarear, sin más cias que contradigan otra anterior de la misma
limitaciones que las que surjan de disposicio- Cámara, cuando el precedente baya sido expre-
nes legales o reglamentarias emanadas de la samente invocado porel recurrente antes de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. sentencia definitiva de ese tribunal. La impug-
mercerá lar ,funciones de superinten- nación tendiente a la convocalona del tribunal
dencia sobre la totalidad de la administración en pleno deberá ser ifiterpuesta y fundada dentro
dejusticia en elfuero penal, la que podrá de- de los cinco (5) días, ante la sala interviniente.

*Texto en bastardilla observado por decreto 276811991, art. 2'


*X
El art. 5 de la ley 26.371 establece: "Incorpórase como art. 11 bis de la ley 24.050 el siguiente:
CámaraNacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal. Art. 11 bis: La Cámara
Nacional de Casación en lo Criminal y Coneccioual de la Capital Federal, eswá integrada por diez (1.
miembros y funcionará dividida en tres (3) salas de tres (3) miembros cada una, ejerciendo la presidencia
del tribunal el juez restante. Contará con una Secrewía General y un Secretano y un Prosecretano para
cada una de las Salas. Tiene competencia territorial en la Capital Federal.
-
"En razón de la materia tiene la comnetencia determinada Dor el Códieo Procesal Penal Y las leyes
especiales.
-
"Elesirá anualmente sus autoridades en la osomuiidad v fonna mevista en el Reslamento para la
justicia nacional.
"También tiene en su ámbito de competencia las atribuciones regladaspor
. los arts. 10 Y 11 de
presente ley''.
El art. 14 de la ley 26.371 establece: "Las disposiciones de esta ley se implementarán una vez
se cuente con el cr6ditopresupuestario necesario para la atención de1 gasto quesu objeto demande, el
se imputará al presupuesto para el ejercicio del año 2008 del Poder Judicial de IaNación. Los mag1a.
funcionarios y empleados que se desimen en los cargos creados, sólo tomarán posesión de 10s mis
cuando se dé la mencionada condición financiera".
La Cámara establecerá la doctrina apli- lo Criminal de Instrucción, Correccionales, de
cable y si la del fallo impugnado no se ajustare Menores, de Ejecución Penal y en lo Penal de
a aquélla, lo declarará nulo y dictará sentencia Rogatorias, así como en los demás supuestos
acorde con la doctrina establecida. del artículo 24 del Código Procesal Penal.
Hasta tanto la Cámara resuelva sobre la Estará integrada por dieciséis (16)
procedencia o no de la impugnación, la sen- miembros y funcionará dividida en cinco (5$
tencia quedará suspendida en su ejecución. salas de tres (3) miembros cada una, ejercien-
do la preside~iciael miembro rcstante (párrafo
Tribunales orales según ley 24.121, art. 89).
19.- La Cámara Nacional de Apelacio-
Competencia - Composición nes en lo Penal Económico de la Capital Fe-
deral será tribunal de alzada respecto de las
12.- Los tribunales orales en lo Criminal resoluciones de los jueces nacionales en lo
la Capital Federal conocerán en los supues- Penal Económico de Instrucción, como así
establecidos por el artículo 25 del Código también de las cuestiones de competencia y
de los recursos de queja por petición retardada
13.- Los tribunales orales en lo Penal o denegada por los mismos jueces.
ómico juzgarán en única instancia los de- Funcionará dividida en dos (2) salas con
investigados por los juzgados nacionales tres (3) miembros cada una.
20.- La Cámara Nacional de Apelacio-
14.- Los tribunales orales de Menores nes en lo Criminal y Correccional Federal será
erán en los supuestos establecidos en el tribunal de alzada respecto de las resoluciones
lo 28 del Código Procesal Penal. dictadas por los jueces nacionales de Primera
Instancia en lo Criminal y Correccional Fe-
deral de la Capital Federal, y eii los demás
supuestos contemplados en el articulo 31 del
Código Procesal Penal; asimismo, entenderá
de los recursos contra las resoluciones del jefe
de la Policía Federal argentina en materia de
15.- Los tribulales orales en lo Criminal derecho de reunión.
al de la Capital conocerán en los casos Funcionará dividida en dos (2) salas de
lecidos en el artículo 32 del Código Pro- tres (3) miembros cada una.
21.- Las cámaras federales de apelacio-
16.- Los tribunales orales en lo Crimi- nes con asiento en el interior del país conoce-
rán en su respectivo ámbito territorial en los
supuestos contemplados en el articulo 31 del
Código Procesal Penal.
Juzgados nacionales
es (3) jueces y contará con un (1) secre- Competencia - Composición

22.- Los juzgados nacionales en lo Cri-


minal de Instrucción conocerán en los casos
Cámaras nacionales de apelaciones establecidos en el artículo 26 del Código Pro-
cesal Penal, dentro de cada uno de los distritos
Competencia - Composición judiciales que se les bubieren asignado.
Contarán con Secretaría Unica.
23.- Los juzgados nacioiiales en lo Co-
18.- La Cámara Nacional de Apelacio- rreccional conocerán en los supuestos esta-
en lo Criminal y Correccional de la Ca- blecidos en el artículo 27 del Código Procesal
Federal, será mbunal de alzada respecto Penal y dentro del distrito judicial que a cada
S resolucioiies dictadas por los jueces en uno de ellos se le asigne.
'* -
958 LEY ;

Se integrará con dos (2) secretarías, en- cialistas en medicina, psiquiatría, psicologia,
cargándose una de ellas en forma, exclusiva sociología, asistencia social y, en su caso, an-
de todos los trámites correspondien@s al tropología, quienes deberán reunir las condi-
desarrollo del juicio oral. ciones que determine el Reglamento Judicial.
24.- Los juzgados nacionales de Me- El Tribunal de Ejecución organizará, en
nores, dentro del distrito judicial que a cada los establecimientos penitenciarios que por su
uno le fuera asignado, conocerán en los su- entidad así lo justifique, una oficina a cargo de
puestos establecidos en el articulo 29 d & ~ *un funcionario que representará al Tribunal en
Código Procesal Penal. todo lo concerniente a las potestades que le
Contarán con tres (3) secretarías, una asigna la ley procesal relativas a la ejecución
de Instrucción, otra de Sentencia para cau- de la pena. Dichofuncionario será designado
sas correccionales y una Tutelar. por la Cámara Nacional de CasaciónPenal *.
Colaboran asimismo con los jueces d e ; Del mismo modo, organizará una oficina
menores, los asistentes tutelares a que se re:' paraqontrol sobre la suspensión del proceso
fiere la presente ley. a prueba en los lugares quejuzgue conveniente.
En el supuesto que en un mismo hecho .. Ante el Tribunal de Ejecución actuarán
resulten imputados mayores y menores, co- un representante del Ministerio Público Fiscal
nocerán en la causa los qibunales designados designado a ese efecto por el procurador gene-
por la presente ley para el juzgamiento de me- ral de IaNación y un defensor oficial, asignado
nores (párrafo según ley 24.170, &. lo). por la Cámara Nacional de Casación Penal *
25.- Los juzgados nacionales en lo Pe- conforme lo que establezca el Reglamento co-
nal Económico tendrán a su cargo la inves- rrespondiente.
tigación de los delitos que les corresponden
por su actual competencia material. Secretarios
Contarán con dos (2) secretarias.
25 bis.- (Incorporado por ley 25.292, 30.- Los secretarios serán designados
art. 17) Los Juzgados Nacionales en lo Pe- por la Cámara Naczonal de Casaczón Penal *
nal Tributario tendrán a su cargo la inves- a propuesta del titular del tribunal en el cual
tigacióii de los delitos previstos,en la ley existiera la vacante.
24.769. Contarán con Secretaría Unica. Tendrán a su cargo las funciones que
26.- Los juzgados nacionales en lo Cri- determine la ley y las normas reglamentarias
minal y Correccional Federal de la Capital co- correspondientes. , ,
nocerán en los supuestos comprendidos por el
articulo 33 del Código Procesal Penal. Prosecretarios
Actuarán con dos (2) secretarias, una
de Instrucción y otra de Sentencia para las 31.- Cada una de las secretarias de 10s
causas correccionales. tribunales organizados por la presente ley,
27.- Los juzgados federales con coin- contará con un prosecretario, cuyas funciones
petencia criminal y correccional que tienen serán también determinadas por la ley y10 por
su asiento en las provincias, conocerán en las normas reglamentarias correspondientes.
los suunestos establecidos en los articulos
29 y 3j del Código Procesal Penal. Mesa de Entradas
28.- El Juzgado Nacional de Rogato-
rias, conocerá en todos los supuestos esta- Jefatra
blecidos por la ley 22.777 y los que le asig-
nen las leyes especiales.
Contarán con una secretaría. 32.- En cada órgam judicial se asim
29.- El Juzgado Nacional de Ejecución a un funcionario la Jefatura de Mesa de E
Penal conocerá en los supuestos establecidos tradas, cuyas atribuciones y obligac'
en el artículo 30 del Código Procesal Penal. como los requisitos exigidos para
Será asistido por un secretario y un ilación, serán establecidos en el Reg
equipo interdisciplinario integrado por espe- correspondiente.
*Textoen bastardilla observado por decreto 276811991, ari. 2'.
c) Controlar la debida observancia de
las normas relativas a los derechos y garantías
33.- La Policía Judicial estará a cargo de testigos, victiinas e imputados y de toda
director e integrada por los asistentes otra persona involucrada en la investigación,
os de la prevención y los oficiales y au- informando de inmediato al órgano judicial
xi iares de la investigación. competente en caso de que aquéllos fueren
34.- Los integrantes de la Policía Ju- vulnerados;
al serán designados y removidos por la d) Brindar, con arreglo a la ley, atención
ra Nacional de Casación Penal* con e información a los letrados que concurran al
o a lo establecido en los reglamentos lugar donde desempeñan sus funciones.
39.- Los oficiales y auxiliares de la in-
35.- Los integrantes de la Policia Ju- vestigación, cumplirán las funciones que el
debertn reunir las condiciones para Código Procesal acuerda a los oficiales y au-
retario o prosecretario de los tribuna- xiliares de la Policía Judicial (Libro 11, Títu-
ículo 12 del decreto-ley lo 1, Capítulo II), bajo la directa e inmediata
dependencia de los asistentes jurídicos de la
El director, además, deberá tener dos (2) prevención y con arreglo al Reglamento que
s de ejercicio en la profesión o como agen- dictará la Cámara Nacional de Casación
el Poder Judicial de la Nación. Penal".
36.- Además de las funciones que se es-

Oficina de Asesoramiento
y Asistencia a Víctimas y Testigos

40.- Las funciones establecidas en el Li-


bro 1, Título IV, Capítulo 111, del Código Pro-
cesal Peiial, serán cumplidas por una Oficina
de Asesoramieilto y Asistencia a cargo de un
director, especiahsta en victimologia o disci-
plina afín, quien será asistido por un equipo in-
terdisciplinario, integrado por asistentes socia-
les, psicólogos y abogados, en el número que
especifique el reglamento correspondiente.
Esta ofcina dependerá directamente de
la Cámara Nacional de Casación Penal, la
que designará a sus integrantes*.
Administrador judicial

41.- El mismo tribunal, apropuesta de


su presidente*, nombrará un administrador
judicial, quien deberá reunir los mismos re-
quisitos que para ser designado secretario ju-
dicial y todo otro que establezca el respectivo
Practicar los actos de investigación reglamento.
ordene el juez de instrucción o sus Dicho iuncionario deberá cumplir las
os y, en su caso, el representante del tareas que específicamente le requiera dicho
io Público Fiscal, de conformidad reglainento. Además, deberá disponer los re-
go Procesal Penal. En cursos humanos y materiales existentes con-
* Texto en bastardilla obsen~adopor decreto 2
-
LEY

forme a lo que le solicitaran los órganos ju- Archivo general


diciales y realizará, periódicamente, análisis y archivos de distrito
de control de la gestión judicial, infowando
de sus conclusiones a la Cámara Nacional de 46.- En el ámbito de la Cámara Nacio-
Casación Penal. nal de Casación Penal funcionará un Archivo
General a cargo de un funcionario, designa-
Superintendencia de do por ese Tribunap, quien deberá reunir las
Servicio Social Iiitelar mismas condiciones que para ser secretario de
los tribunales nacionales.
Asistentes hitelares 47.- Asimismo, en cada distrito del Po-
der Judicial de la Nación, existirá un Archivo
42.- La libertad vigilada de los me- para los procesos correspondientes a esa ju-
nores dispuestos definitivamente, estara risdicción, pudiendo el presidente del tribunal
controlada por asistentes tutelares, de con- orai$e cada uno de esos distritos asignar la
formidad a las instrucciones judiciales y en jefatuia de dicho archivo aun funcionario que
labor coordinada con sus padres, tutores; reúna las condiciones exigidas en el articulo
curadores, guardadores, educadores y em- anterior.
pleadores, según lo establecido por las leyes 48.- Además de las obligaciones que
especiales en la materia. le impongan los reglamentos, los jefes de los
Tales asistentes serán designados por la archivos deberán vigilar y controlar la inalte-
CámaraNacional de CasacióllPenal,que esta- rabilidad de los expedientes bajo su custodia
blecerá por vía reglamentaria las condiciones y autenticar los testimonios, informes o certi-
que deberán reunirpara su nombramiento '. ficados que les sean solicitados. Deberán asi-
43.- La labor de dichos asistentes socia- mismo, organizar un índice y fichero general.
les estará coordinada y dirigida por un superin-
tendente con jerarquía equivalente a secretario Dirección de Informtitica Jurídica
judicial, quien también será designado por la
Cámara Nacional de Casación Penar, de- 49.- La Cámara Nacional de Casación
biendo reunir para ello los requisitos exigidos Penal contará ademkcon una.Dirección de
por el respectivo reglamento. Informática Jurídica, que estará a cargo de un
44.- (Observado por decreto 226811991, funcionario que deberá reunir las condiciones
art. 1') La Cámara Nacional de Casación para ser secretario de'los tribunales nacionales
Penal podrá incorporar otros asistentes con y ser especiilizado en informática.
elfin de asesorar y asistir a todos los órga- 50.- Son deberes y funciones del direc-
nos judiciales en las cuestiones que así lo tor de Informática todos aquellos que deter-
requieran. minen las leyes y reglamentos y, en especial,
También podrá dicho tribunal autori- los siguientes:
zar que tales tareas sean realizadas por los a) ordenar la jniisprudencia de esa Cá-
asistentes tutelares, siempre que con ello no mara de Casación Penal y demás tribunales
se afecte el cumplimiento de sus funciones inferiores que dependan de ella;
específicas. b) mantener actualizados los
de información jurisprudencia1 y b
Peritos de oficio fica;
c) organizar la transferencia de infom
45.- La Cámara Nacional de Casación ción a un sistema electrónico de datos;
Penal, y los demás órganos judiciales com- d) dirigir la biblioteca de la Cáma
petentes podrán designar peritos de oficio en publicación de un boletín;
materias no comprendidas por el cuerpo de e) asistir a los magistrados y funclon
peritos oficiales según lo establecido en el ar- nos, en todo lo atinente a la gestión judi
tículo 52 del decreto-ley 128511958, informatizada.

*Texto en bastardilla observado por decreto 276811991, ait. 2'.


También regirá ese sistema para las
maras Nacionales de Apelaciones en lo C
51.- Sustitúyense los arts. 5, 11, 19,31, en lo Coinercial, del Trabajo y de la Segurid
Social de la Capital Federal.
Las Cámaras Federales de Apelacio
con asiento en las provincias, se integrarán
la siguiente manera:
a) con el fiscal de Cámara;
ories y de los Tribunales b) con el juez o jueces de la Secció
ser ciudadano argentino, donde funciona el Tribunal;
c) con los conjueces de una lista de abo-
gados que reúnan las condiciones para ser
o función judicial que requiera el título miembros de la misma Cámara Y que cada
ado y treinta (30) años de edad. una de Bstas formará por insaculación en el
Art. 11.- Los jueces de primera instan- mes de diciembre de cada aso.
En caso de recusación, excusación, li-
cencia, vacancia u otro inipedimento de los
jueces de la Cámara Nacional Electoral, ésta
Los jueces de la Corte Suprema, de la se integrará por sorteo entre los miembros
de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Criminal y Correccional Federal de la Capital
harán los días y horas Federal. No serán aplicables las disposiciones
nal fije para los acuer- del decreto 5046 del 14 de marzo de 1951 y
sus modificaciones, a los magistrados que,
Art. 19.- Las sanciones disciplinarias por las causales indicadas, integren la Cámara
licadas por la Corte Suprema de Justicia, Nacional Electoral.
r la Cámara Nacional de Casación Penal, Art. 32.- Los Tribunales Nacionales de
la Capital Federal estarán integrados por:
1) CámaraNacional de Casación Penal;
2) Cámaras Nacionales de Apelaciones
Las sanciones aplicadas por los demás de la Capital Federal:
a) en lo Civil y Comercial Federal;
b) en lo Contencioso Administrativo
Federal;
c) en lo Criminal y Correccional Federal;
Art. 31.- La Cámara Nacional de Ca- d) en lo Civil;
e) en lo Comercial;
f ) del Trabajo;
g) en lo Criminal y Correccional;
h) de la Seguridad Social;
i) Electoral;
j) en lo Penal Económico.
la otra Cámara en el orden 3) Tribunales Orales:
a) en lo Criminal;
b) en lo Penal Económico;
c) de Menores;
ependan de la Cámara que
d) en lo Criminal Federal.
4) Jueces Nacionales de Primera Ins-
tancia:
a) en lo Civil y Comercial Federal;
b) en lo Contencioso Administrativo
Federal;
c) en lo Criininal y Correccional Federal;
-
962 LEY 24.121

d) en lo Civil; CAP~TULO
1
e) en lo Comercial;
f ) en lo Criminal de Instruccióni, Cámara Nacional de Casación Penal
g) en lo Correccional
h) de Menores; Integración
i) en lo Penal Económico;
j) del Trabajo; .,
k) de Ejecución Penal; \_
Articulo lo.-Créase la Cámara Nacio-
1) en lo Penal de Rogatorias. nal de Casación Penal, que estará integrada
M.49.- Los Tribunales Nacionales con por trece (13) miembros y funcionará dividida
asiento en las provincias estarán integados por: en cuatro (4) salas de tres (3) miembros cada
a) las Cámaras Federales de Apelaciones; una, ejerciendo la presidencia del tnounal el
miembro restante.
h) los Tribunales Orales en lo Crimi-1
Federal;
,. .~ .-\.,
c) los Juzgados Federales de Primera Secretarias
Instancia.
Creación

2".- Créanse una (1) secretaria general


52'- Deróganse los a*ícu1os 27' 28' 3'' para la presidencia, cuah.o (4) secretarias de
37,41 y 43 " del decreto-ley 128511958 ratlfi-
cado por ley 14.467 y sus modificatonas y toda Camara y cuatro (4)prosecretanas decámara
otra norma que se oponga a la presente ley. en La Cámara Nacional de Casación Penal.

Designación de personal Ministerio Público


y normas complementarias .'
Creacrón. Secretarías
53.- La Corte Suprema de Justicia de la
Nación y los otms órganos judiciales coinpe- 3 1 Créanse cuatro (4) íjscalías ante la
tentes dictarán las normas complementarias Cámara Nacional de Casación Penal. Transfór-
tendientes a la organización, integración y
manse dos (2) cargos de fiscal ante la C á m m
funcionamiento de los tribunales organis-
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y CO-
mos comprendidos en la presente ley.
rreccional Federal, en cargos de fiscal ante la
54.- comuníquese, etc.
Cámara Nacional de Casación Penal.
Trasládase una secretada, con su dotación
de personal, de las fiscalías nacionales ante la
IMPLEMENTACI~N Cámara Nacional de Apelaciones en lo Crimi-
Y ORGANIZACI~N nal y Correccional Federal de la Capital Fede
DE LA JUSTICIA PENAL a la Cámara Nacional de Casación Penal.

LEY 24.121 ** Creación de cargos

sanc. 26/8/1992; promul. 2/9/1992; 4O.- Créanse trece (13) cargos de juez de
publ. 81911992 Cámara de Casación, un (1) cargo de sec
* El art. 43 del decreto-ley 128511958 fue restablecidopor la ley 24.290,
** El art. 13 de la ley 26.371 establece: "Sustitúyese la denominación Cámara Nacional de C
Penal contenida en las leyes 24.050, 24.121 y en toda otra norma que la utilice, por Cámara
Casación Penal". El art. 14 de la ley 26.371 establece: "Las disposiciones de esta ley se impi
una vez que se cuente con el crédito,presupuestario necesario para la atención del gasto qU
demande, el que se imputará al presupuesto para el ejercicio del año 2008 del Poder Judicial de
Los magistrados, funcionarios y empleados que se designen en los cargos creados, sólo tomad
de los mismos cuando se dé la mencionada condición financiera".
LEY

o general, cuatro (4) cargos de secretario de Tribunales orales


ámara, cuatro (4) cargos de prosecretario de en 10 Criminal Federal
Cámara, dos (2) cargos de fiscal de Cámara
e Casación, tres (3) cargos de secretario de Creación
iscalía de Cámara, un (1) cargo de defensor
e pobres, incapaces y ausentes de Cámara de V.-Créanse seis (6) tribunales orales en
-
asación y un (1) cargo de secretario de De- lo Criminal Federal para la Capital Federal,
nsoria de Cámara. que estarán integrados por tres (3) miembros
cada uno.
TNBUNALES EN LO CNMíNAL Secretarias
Y CORRECCIONAL FEDERAL
DE LA CAPITAL FEDERAL Creación

Cámara Nacional de Apelaciones


en lo Criminal y Correccional Federal 9".- Créanse seis (6) secretadas en los
de ia Capital Federal tribunales orales en lo Criminal Federal para
la Capital Federal.
Denominación. lniegración
Ministerio Público Fiscal
5".- La Cámara Nacional de Apelacio- Creación
en lo Criminal y Correccional Federal de
ital Federal conservará su actual deno-
10.- Créanse seis (6) fiscalías que, ac-
ón e integración.
tuarán ante los tribunales orales en lo Crimi-
nal Federal para la Capital Federal.
Juzgados Nacionales en lo Criminal
y Correccional Federal Defensoría oficial
de la Capital Federal
Creación
Denominación
11.-Créase una (1) defensoria de pobres,
6".- Los juzgados nacionales de Primera incapaces y ausentes de Cámara que actuará
ia en lo Criminal y Correccional Fe- ante los tribunales orales en lo Criminal Fede-
e la Capital Federal, se denominarán ral para la Capital Federal y supletoriatnente
os nacionales en lo Criminal y Correc- ante la Cámara Nacional de Casación Penal.
al Federal de la Capital Federal. Créanse tres (3) delensonas de pobres, in-
capaces y ausentes ante los tribunales federales
Ministerio Público de la Capital Federal que actuarán ante los jw
gados nacionales en lo Criminal y Correccional
Supresión Federal de la Capital Federal y ante la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Criminal y CO-
rreccional Federal de la Capital Federal.
7".-Suprímense dos (2) fiscalías nacio-
ctúan ante la Cámara Nacional de Causas en trámite
s en lo Criminal y Correccional
la Capital Federal. Trasládase una 12.- Las causas actualmente en trámite
retada de fiscalía a las fiscalías ante la ante la Cámara Nacional de Apelaciones en 10
Nacional de Casacióti Penal. Criminal y Correccional Federal de la Capital
fiscales nacionales adjuntos de Ca- Federal y ante los juzgados mencionados en el
birán instrucciones -por escrito-- artículo 6" quedarán radicadas ante los mismos.
n subordinados al titular de la Fiscalía Dichas causas proseguirán sustanciándose Y
terminarán de conformidad con las disposicio-
LEY 24.121

nes de la ley 2372 y sus modificatorias, salvo denominación e integración, con las excep-
que el procesado o acusado solicitare la apli- ciones establecidas en el articulo siguiente.
cación del procedimiento previsto pn la ley
23.984 dentro de los quince (15) dias de notifi- Tribunales orales en lo Criminal
cado legalmente para el ejercicio de esa opción. Federal del interior del país
En las causas en que hubiere más de un
procesado o acusado, la opción prevista en el 16.- Créanse diez (10) tribunales ora-
párrafo anterior debe ser ejercitada en forma les en lo Criminal Federal con asiento en
unánime. los distritos judiciales de Bahía Blanca,
En todos 10s casos la opciónprevista en Comodoro Rivadavia, Corrientes, General
este articulo sólo podrá ser ejercitada con an- R ~ ~ de.~plata, , paran&,posadas, R ~ -
terioridad a la contestación del traslado de la ' ,iStencia, salta y ~ ~ ~ ~
acusación. .. , El Tribunal Oral en lo Criminal Fe-
Quien o quienes a' momento de 'Jemtar .beca1 correspondiente al distrito judicial de
la opción hubieran estado rebeldes o prófu- ~ ~ Roca;tendrá~su asiento
~ en~la ciudad l
gos, no podrán modificar la decisión del régi- . del nombre,
men procesal escogido por quienes lo hicieron Créanse cinco (5) tribunales orales en
en la o~omidad ~ ~ la presente
~ ley. , 10? Criminal~Federal con~ asiento~en el distri-
p ~
Creaci6n de cargos
6 judicial de San Martin.
Créanse dos (2) tribunales orales en lo
13.- Créanse dieciocho (18) cargos de Criminal Federal con asiento en Córdoba.
juez de Cámara, seis (6) cargos de secretario Transformase una de las salas de la
de Cámara, seis (6)cargos de fiscal de Cámara Cámara Federal de Apelaciones de Mendo-
y un (1) cargo de defensor de pobres, incapa- za en Tribunal Oral en lo Criminal Federal
ces y ausentes de Cámara, y tres (3) cargos de con sede en dicha ciudad.
defensores de pobres, incapaces y auseñtes. Créase una secretaria para actuar ante
cada uno de los tribunales oralea que se
T~IBUNAZES EN LO CmINAL crean por el presente artículo.
Y CORRECCIONAL FEDERAL Créanse en el distrito judicial de Ro-
DEL INTERIOR DEL PAÍS sario dos (2) tribimales orales en lo Cri-
minal Federal con asiento en la ciudad de
Juzgados federales del interior Rosario, y uno (Ucon asiento en la ciudad
del país con competencia penal de Santa Fe.
Transfórmanse tres (3) vocalias de
Denominación Cámara y una secretaria de Cámara creadas
por ley 23.870 en vocalias ante el Tribunal
14.- Los juzgados federales de Primera Oral en lo Criminal Federal de Rosario
Instancia con competencia criminal y correc- creadas por el párrafo anterior y en una se-
cional, con asiento en el interior el pais, man- cretaria para actuar ante el mismo.
tendrán su actual denominación e integración. Créanse dos (2) tribunales orales en
Aquellos juzgados con competencia exclusi- lo Criminal Federal con asiento en la Ciu-
va en lo criminal y correccional modificarán dad de La Plata. Transfórmanse tres (3) v
su denominación conforme lo dispuesto en la calias de la Cámara Federal de Apelacion
presente ley. de La Plata en vocalias ante los tribnn
orales oue se crean.
Cámaras federales de apelaciones Créase una secretaria y tr
del interior del país secretaria de la Cámara Feder
ciones de La Plata, para que
Denominación. Integración los dos (2) tribunales orales en lo
Federal de La Plata.
La Corte Suprema de Jus
15.- Las cámaras federales de apelacio- ~ ~ hará saber
~ ali poder
ó Ejec~
nes del interior del pais, conservarán su actual cional la necesidad de la creacion
LEY 24.121

mero mayor de órganos jurisdiccionales Juan, San Luis, Santa Cruz, Santiago del Este-
erales y el lugar de funcionamiento. ro y Tierra dcl Fuego.
Los tribunales que se crean por esta dis-
Ministerio Público Fiscal posición comenzarán a funcionar en un plazo
que no excederá al lode abril de 1993 *.
17.- Créanse veintitrés (23) fiscalías, Creación de cargos
arán ante los tribunales orales en lo
al Federal del interior del país. 22.- ** Créanse treinta y tres (33) car-
gos de juez de Cámara, once (1 1) cargos de
Defensorias fiscal de Cámara, once (1 1) cargos de defensor
18.- créase defensorla de pobres, de pobres, incapaces Y ausentes de Cámara Y
aces y ausentes de Cámara ante cada uno once (1 1) c e secretarios de Cámara.
ales en lo Criminal Federal
rior del país quienes también desem-
M i m o 11
las funciones que encomienden los
os 41 1 y 413 de la ley 23.984 a los ase- TRIBUNALES NACIONALES
EN LO CRIMINAL
Y CORRECCIONAL
Causas en trámite DE LA CAPITAL FEDERAL
19.- Las causas en trámite ante los juz- Cámara Nacional de Apelaciones
os federales y cámaras federales de ape- en lo Criminal y Correccional
iones a que se refieren los artículos 14 y de la Capital Federal'
rán sustanciadas conforme lo indica el
lo 12 de la presente ley. Denoininación. Integración.
Transfomación
Creación de cargos
23.- La Cámara Nacional de Apela-
.-Créanse sesenta (60) cargos de juez ciones en lo Criminal y Correccional de la
ara, veintitrés (23) cargos de fiscal de Capital Federal conservará su actual deno-
, veintitrés (23) cargos de defensor de minación. Estará integrada por dieciséis (16)
S,incapaces y ausentes de Cámara y vein- miembros y funcionará dividida en cinco (5)
21) cargos de secretarios de Cámara. salas de tres (3) miembros cada una, ejercien-
do la presidencia el miembro restante.
ación e implementación de otros Transfórmanse dos (2) salas de la Cá-
ibunales orales en lo Criminal mara Nacional de Apelaciones en lo Criminal
Federal del interior del país y Correccional de La Capital Federal en tri-
bunales orales en lo Criminal para la Capital
- Créanse once (11) tribunales ora- Federal.
Criminal Federal con asieiito en las La Corte Suprema de Justicia de la Na-
ctivas provincias de Catamarca, Formo- ción seleccionará las salas mencionadas pre-
uy, La Pampa, La Rioja, Neuquén, San cedentemente.

o modificadopor los arts. 14 y 18 de la ley 24.400, que disponen que el Tribunal Oral en
ederal con asiento en la provincia de Tierra del Fuego, Anrártida e lslas del Atlántico Sur
a funcionar a partir de la fecha en que se haga efectiva la supresión del Juzgado Nacional
o con asiento en Ushuaia.
odificado por los arts. 16 y 18 de la ley 24.400, que disponen que la Fiscalía y la Defensoría de
apaces y Ausentes del JuzgadoNacional Ordinario del Territorio Nacional de Tierra del Fuego,
lslas del Atlántico Sur, con asiento en Ushuaia, que se suprime, actuarán ante el Tribunal Oral
nal con asiento en la provincia del mismo nombre.
-- LEY

Causas en trámite en lo Criminal de Instrucción resultantes de


la transformación dispuesta en el artículo an-
24.- Las causas en trámite ante las dos terior, lo que se hará efectivo en forma coiu-
(2) salas que se transforman por el ptículo cidente con la entrada y funcionamiento de
anterior, se distribuirán en forma equitati- estos últimos.
va entre las cinco (5) salas que continúan En la oportunidad prevista en el artícu-
integrando la citada Cámara. Dichas causas lo 35, trasládanse nueve (9) secretarías de
proseguirán sustanciándose y terminqtán los actuales juzgados nacionales de Primera
de conformidad con las disposiciones d e % h Instancia en lo Criminal de Instrucción a las
ley 2372 y sus modificatorias, salvo que el fiscalias que deberán actuar ante los juzgados
procesado o acusado solicitare la aplicación nacionales en lo Criminal de Instrucción.
del procedimiento previsto en la ley 23.984
dentro de los quince (15) días de notificado
Ministerio Púbiieo Fiscal
legalmente para el ejercicio de esa opción!;;
En las causas en que hubiere más de ,.
'.
un procesado o acusado, la opción prevista Achración. Creación
en el párrafo anterior debe ser ejercitada en
forma unánime. 28.- Las fiscalías ante los actuales juz-
En todos los casos la opción previs- gados nacionales de Primera Instancia en lo
ta en este artículo sólo podrá ser ejercitada Criminal y Correccional de la Capital Federal
con anterioridad a la contestación del tras- números 1 al 26, actuarán ante los juzgados
lado de la acusación. nacionales en lo Criminal de Instmcción.
Créanse a esos mismos efectos veinti-
EN LO CRIMINAL trés (23) fiscalías que se identificarán con los
números 27 al 49.
Juzgados nacionales en lo Criminal
de Instrucción de la Capital Federal Secretarías
Denominación Creación. Integración
25.- Los juzgados nacionales de Prime- -.
ra Instancia en lo Criminal de Instrucción de 29.- Créanse cuarenta y nueve (49) se-
la Capital Federal se denominarái juzgados cretarias ante lasfis$alias mencionadas en el
nacionales en lo Criminal de Instrucción de la artículo anterior, que se integrarán con las se-
Capital Federal. cretarías que se trasladan en virtud de lo di
puesto en los artículos 27 y 33.
Transformación
Personal
26.- Excepto los mencionados en el ar-
ticulo 48, transfórmanse los juzgados nacio- 30.- La Corte Suprema de Justicia d
nales de Primera Instancia en lo Criminal de la Nación, podrá disponer la reasignación d
Sentencia en juzgados nacionales en lo Crimi- personal de todas las fiscalías, de modo
nal de Instrucción números 1,9, 16, 32, y 34 que éstas tengan dotaciones equivalentes
al 49 de la Capital Federal. personal.
Secretarías
Defensorias oficiales
Traslado
31.- Las defensorías oficiales ante
27.- Trasládame veinte (20) secretarías actuales juzgados nacionales de Primera
de los actuales juzgados nacionales de Prime- tancia en lo Criminal y ~orreccionalde 1
ra Instancia en lo Criminal de Instrucción a pita1 Federal actuarán ante los juzgados
los veinte (20) nuevos juzgados nacionales nales en lo Criminal Nacional de Insm
LEY 2!4.121 e

te la Cámara Nacional de Apelaciones en lo En todos los casos la opción pre


'mina1 y Correccional de la Capital Federal. este articulo debe ser ejercitada con an
ridad a la contestación del traslado de la
Causas en trámite sación.
35.- La Corte Suprema de Justic'
Nación seleccionará diez (10) de los a
32.- Los actuales juzgados nacionales
juzgados nacionales de Primera Instancia en
Primera Instancia en lo Criminal de Ins- lo Criminal de Sentencia, a los fines estahl
cción de la Capital Federal contihuarán con cidos en el articulo anterior. Los diez (
sustanciación de las causas radicadas ante juzgados restantes se tiansformarán, a pa
s mismos, y conservarán las dos (2) secre-
de la entrada en vieencia de 1
que los integran en la actualidad, hasta de acuerdo con lo establecido en él artícul
operen los traslados dispuestos en el ar-
26; sus tiiuiares y secretarías tendrá11 el desti-
u o 27. Las causas radicadas ante las nueve no que les asigna el articulo 33, conforme lo
secretarias que se trasladan a las fiscalíai,
determine el órgano judicial competente. La
án distribuidas en forma equitativa entre Corte Suprema de Justicia de la Nación fijará
cuarenta y nueve (49) secretarías restan-
el criterio con aue se efectuará la distribución
, según el criterio que determine la Corte equitativa de 1;s causas radicadas ante estos
ema de Justicia de la Nación.
últimos juzgados entre los diez (10) primeros,
y les fijará un plazo prudencial para el curnpli-
Juzgados de senteneia miento de su cometido.
Traslados de Secretarias Tribunales orales en lo Criminal
d e la Capital Federal
3.- Cuando se haga efectiva la trans-
ión dispuesta en el articulo 26, los ti- 36.- Créanse treinta (30) tribunales
de los juzgados nacionales de Primera orales en lo Criminal para la Capital Fede-
ncia en lo Criminal de Sentencia pasarán ral. Dos (2) de ellos se integrarán de acuer-
sempeñarse como jueces nacionales en lo do a lo establecido en el artículo 23, segun-
do párrafo. La Corte Suprema de Justicia de
imultáneamente con lo dispuesto en el la Nación, podrá disponer la reasignación
que antecede, las secretarias respecti- de su personal en función de las necesida-
se trasladarán a las fiscalías mencionadas des de los restantes tribunales orales.
37.- Créanse treinta (30) secretarías
ante los tribunales orales en lo Criminal de
C a w s en trámite la Capital Federal. Dos (2) secretarias de
antejuzgados de sentencia la actual Cámara Nacional de Apelaciones
en lo Criminal y Correccional de la Capital
Federal, a elección de la Corte Suprema de
4.- Los actualesjuzgados nacionales de Justicia de la Nación, se transfieren a los tri-
'a en lo Criminal de Sentencia bunales orales en lo Criminal de la Capital
la sustanciación y terminarán Federal.
radicadas ante los mismos de
n las disposiciones de la ley Ministerio Público Fiscal
sus modificatonas, salvo que el pro-
acusado solicitare la aplicación del 38.- Créanse treinta (30) fiscalías ante
iento previsto en la ley 23.984 den- los tribunales orales de la Capital Federal.
s quince (15) días de notificado legal-
ra el ejercicio de esa opción. Defensorías oficiales
usas en que hubiere más de un
usado, la opción prevista en el 39.- Créanse diez (10) defensorias de
r debe ser ejercitada en forma pobres, incapaces y ausentes ante los tribuna-
les orales en lo Criminal de la Capital Federal.
Creación de cargos. Secretarias
Integración
3 Traslado
40.- Créanse ochenta y cuatro (84) car-
gos de juez de Cámara. Los restantes cargos 43.- Los juzgados nacionales en lo Co-
de juez de Cknara se integrarán con seis (6) "eccionai números l, 2, 3, 4 y 5 conservarán
cargos de vocales de la Cámara Nacional de dos (2) de las secretarias que Poseen actual-
Apelaciones eti lo Criminal y Correccionac': mente.
de la Capital Federal, de acuerdo con lo es- Las restantes secretarias con todo su
tablecido en el articulo 23. Los veinte (20) personal, a opción de la Corte Suprema de
cargos de juez de primera instancia para los Justicia de la Nación, pasarán a integrar los
nuevos juzgados nacionales en lo Criminal de juzgados que se crean números 6,7,8,9 y 10.
~nstrucció<procedentes de la transformación, ; ..
dispuesta por el articulo 36, se integran con ,, Ministerio Público
los veinte (20) cargos de juez de primera ins-
tancia correspondietites a los titulares de los Creación. Secretarias
juzgados nacionales de Primera Iiistancia en
¡o criminal de Sentencl, cuya trai~sforma- . . d4.- créanse catorce (14) fiscalías ante
ción dispone el artículo citado. los juzgados nacionales en lo Correccional de
41.- Créanse treinta (30) cargos de fis- fa capital ~ ~ d ~ ~ ~ l ,
cal de Cámara, diez (10) cargos de defensor Créanse catorce (14) secretarías ante las
de pobres, incapaces y ausentes de Cámara, fiscalías mencionad% en el presente articulo.
veintitrés (23) cargos de fiscal de primera tns-
tancia, veintiocho<28) cargos de secretario de Defensorias
Cámara. Los cuarenta y nueve (49) cargos de
secretano de primera insiancia para las secie- Creación
tarias aue se crean Dor el articulo 29 ante las
fiscalías que debenactuar ante los juzgados
nacionales en lo Criminal de Instrucción de la 45.- Créanse siete (7) defensorías de po-
Capital Federal se integran con los cuarenta bres, incapaces y ausentes que a'ctuarán ante
y nueve (49) cargos de secretario de prime- los juzgados nacionales en lo Correccional de
ra instancia correspondientes a las secreiarias la Capital Federal, q t e la Cámara Nacional
que se trasladan en virtud de Io dispuesto en de Apelaciones en lo Criminal y Correccional
los artículos 27 y 33. y supletoriamente ante la Cámara Nacional de
Casación Penal.

EN LO CORRECCIONAL Causas en trámite

Denominación. Creación
46.- Los actuales juzgados nacionales
de Primera Instancia en lo Correccional retni-
iián a los juzgados nacionales en lo Corre
42.- Los actuales juzgados nacionales cional que se crean por la presente ley, pa
de Primera Instancia en lo Correccional, le- su tramitación definitiva, las causas radicadas
tras G, H, 1, J y N, se denominarán juzgados ante los mismos correspondientes a las SeCre-
nacionales en lo correccional y se enunciarán tanas que se trasladan conforme lo dispuest
con los números 1,2,3,4 y 5. por el articulo 43.
Créanse nueve (9) juzgados nacionales Dichas causas proseguirán sustanci
en lo Correccional de la Capital Federal, que dose v terminarán de conformidad con
se enunciarán con los números 6,7, 8,9, 10, dispoSiciones de la ley 2372 y sus mod'
11, 12, 13 y 14, que contarán con dos (2) se- catorias, salvo que el procesado o ac
cretarias cada uno. solicitare la aplicación del procedi
LEY

isto en la ley 23.984 dentro de los quin- Ministerio Público


15) días de notificado legalmente para el
rcicio de esa opción. Creación.Secretarias
En las causas en que hubiere más de
un procesado o acusado, la opción prevista
50.- Créanse siete (7) fiscalias ante los
en el párrafo anterior debe ser ejercitada en
juzgados nacionales de menores de la Capital
En todos los casos la opción previs- Federal. Créanse siete (7) secretarías ante las
n este artículo sólo podrá ser ejercitada fiscalias creadas en el presente artículo.
anterioridad a la contestación del ttas-
de la acusación. Defensoría oficial

Creación de cargos Creación

47.- Créanse nueve (9) cargos de juez 51.- Créanse* una (1) defensoría de po-
acional en lo Correccional, catorce (14) bres, incapaces y ausentes ante los juzgados
gos de fiscal ante los juzgados naciona- nationales de menores de la Capital Federal y
en lo Correccional, siete (7) cargos de ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
nsor de pobres, incapaces y ausentes y Criminal y Correccional de la Capital Federal.
eintidós (22) cargos de secretario de juzga-
o nacional en lo Correccional. Tribunales orales de menores

Creación
TRIBUNALES DE MENORES
DE LA CAPITAL FEDERAL 52,- Créanse tres (3) tribunales orales de
menores para la Capital Federal, que estarán
Transformación integrados por tres (3) miembros cada uno.
48.- Transfórmanse los actuales juz- Secretaria
os nacionales de Primera Instancia en
nal de Sentencia letras M y R, los Creación
juzgados nacionales de Primera
a en lo Criminal de Instrucción nú-
ros , 9 y 16 y los actuales juzgados na- 53.- Créanse tres (3) secretarías en los
nales de Primera lnstancia en lo Correc- tribunales orales de menores de la Capital Fe-
letras L y O en juzgados nacionales deral.
ores números 1 a 7, respectivamente.
os juzgados mencionados preceden- Ministerio Público o Fiscal
nte pasarán a los nuevos destinos con
ión completa de personal, en la for- Creación
lo disponga esta ley y la Corte Su-
e Justicia de la Nación. 54.- Créanse tres (3) fiscalias que actua-
rán ante los tribunales orales de menores de la
Capital Federal.
Secretarias
Defensoría oficial
49.- Transfiérense a los juzgados nacio-
es de menores, veintiún (21) secretarías de Creación
'ntegran actualmente los juzgados na-
de primera instancia a que se refiere 55.- Créase una (1) defensoria de po-
lo 48. bres, incapaces y ausentes de Cámara ante los

* Recrius est: "Créase".


970 .L - LEY

tribunales orales de menores de la Capital Fe- En las causas en que huhiere más de un
deral y ante la Cámara Nacional de Casación. procesado o acusado la opción prevista en el
párrafo anterior debe ser ejercitada en forma
Asesoría de menores 3 unánime.
En todos los casos la opción prevista en
Creación este articulo sólo podrá ser ejercitada con au-
terioridad a la contestación del traslado de la
56.- Créanse cuatro (4) asesonas de me, acusación
nores que actuarán en los supuestos previstbs
por el capítulo 11 del título II del libro 111 del Creación de cargos
Código Procesal Penal de la Nación, cual-
quiera sea el tribunal ante el cual se sustancie 60.- Créanse nueve (9) cargos de juez de
el proceso. . ... Cámara, tres (3) cargos de fiscal de Cámara,
un '(l.)cargo de defensor de pobres, incapaces
Superintendencia y ausentes de Cámara, cuatro (4) cargos de
del Servicio Social Tutelar " asesor de menores y tres (3) cargos de secre-
tario de Cámara.
Creación Cr6anse siete (7) cargos de fiscal de Pri-
mera Instancia, siete (7) cargos de secretario
de Primera Instancia y un (1) cargo de defen-
57.- Créase la Superintendencia del Ser- sor de pobres, incapaces y ausentes.
vicio Social Tutelar en el ámbito que disponga Créanse un (1) cargo de superintendente
la Corte Suprema de Justicia de la Nación. del Servicio Social Tutelar y catorce (14) car-
gos de asistentes sociales tutelares.
Equipo interdiscipiinario . Créanse tres (3) cargos de médico es-
para tribunales de menores pecializado en psiquiatría infanto-juvenil,
tres (3) cargos de psicólogo especializado en
problemas infanto-juveniles y seis (6) c
Creación
de asistentes sociales m título habilitan
pecializados en problemas infanto-juveni
58.- Créanse tres (3) equipos iñterdisci- ' ,.
plinaios para los tribunales de menores, que
cumplirán las funciones establecidas en el ar- EN LO PENAL ECON~MICO
tículo 14 de la ley 24.050.
Denominación. Integración
Causas en trámite
61.- Los juzgados nacionales de Prim
59.- Las causas actualmente en trámite ra Instancia en lo Penal Económico de la C
ante los juzgados enunciados en el artículo 48 pita1 Federal se denominarán juzgados nac'
quedarán radicadas ante los nuevos juzgados nales en lo Penal Económico y se integrar
nacionales de menores a partir de la fecha de con dos (2) secretarias cada uno.
la entrada en vigencia de la ley 23.984, y pro-
seguirán sustanciándose y terminarán de con- Ministerio Público
formidad con las disposiciones de la ley 2372
y sus modificatorias, salvo que el procesado Creación. Secretarías
o acusado solicitar* la aplicación del procedi-
miento previsto en la ley 23.984 dentro de los
quince (15) días de notificado legalmente para 62.- Créanse cuatro (4) fisca '
el ejercicio de esa opción. juzgados nacionales en lo Penal
* Recfius esf:"solicitare".
LEY 24.121 97 1

la Capital Federal, que actuarh conjunta- Tribunales orales en lo Penal


Económico de la Capital Federal

Integración
66.- Créanse cuatro (4) tribunales orales
en lo Penal Económico para la Capital Fede-
Defensorías ral, que estarán integrados por tres (3) miem-
bros cada uno.
les defensonas de pobres, Créanse ocho (8) cargos de juez de
S Y ausentes continuarán actuando Cámara. Los cuatro (4) cargos restantes se
uzgados nacionales en 10 Penal Eco- integrarán coi1 los procedentes de la actual
ara Nacional de Apela- Cámara Nacional de Apelaciones en lo Pe-
0nÓmic0 de la Capital nal Económico de la Capital Federal.
Secretarías
Cámara Nacional de Apelaciones Creación
en lo Penal Económico
de la Capital Federal
67.- Créanse dos (2) secretarias en los
Denominación. Integración tribunales orales en lo Penal Económico de la
Capital Federal.
Trasládanse dos (2) secretarias de la
actual Cámara Nacional de Apelaciones en
lo Penal Económico de la Capital Federal,
a elección de la Corte Suprema de Justicia
eces de la Nación, con su dotación completa de
nes personal, a los tribunales orales en lo Pe-
1. nal Eco~iómicode la Capital Federal, que se
crean por esta ley.

Ministerio Público Fiscal

Creación

68.- Créanse cuatro (4) fiscalías que ac-


tuarán ante los tribunales orales en lo Penal
Económico de la Capital Federal.

Defensorías

Secretarías Creación

69.- Créanse dos (2) defensorias que ac-


tuarán ante los tribunales orales en lo Penal
e la Corte Suprema de Justi-
Económico de la Capital Federal,
Nación, seguirá desempeñándose en
Causo.~en trámite

ey, conforme lo establecido 70.- Las causas actualmente en trámite


por ante la Cámara Nacional de Apelaciones
-.
972 '6
LEY 24.121

en lo Penal Económico de la Capital Federal Juzgados nacionales de ejecuciún


y por ante los juzgados nacionales en lo Penal penal de la Capital Federal
Económico de la Capital Federal qu%daránra-
dicadas ante los mismos. Dichas caiisas pro- 72.- * y ** Créanse tres (3) juzgados na-
seguirán sustanciándose y terminarán de con- cionales de penal para ta capital
formidad con las disposiciones de la ley 2372 ~ ~ dque~ contarán ~ ~ con l ,una (1) secret&a
y sus modificatorias, salvo que el procesado 0 cada uno. Tendrán la comoetencia temtorial
acusado solicitare la aplicación del procesa- correspondiente al distrito judicial de capital
miento previsto en la ley 23.984 dentro delos ~ ~ dconforme l , la ley de orga-
~ ~ lo~det*rmina
quince (1 5) días de notificado legalmente Para nizació, del Poder Judicial de la Nación para la
el ejercicio de esa opción. implementación del procedimiento penal oral.
En las causas en que hubiere más de un - L~ funciones que establece el código
procesado 0 acusado la opción prevista en el Procesal Penal de la Nación para el juez de
párrafo anterior debe ser ejercitada en f o s a ejecución penal serán ejercidas por el tribunal
unánime. que'se crea por esta ley.
En todos los casos la opción prevista en ..
este articulo sólo podrá ser ejercitada con an-
terioridad a la contestación del traslado de la Secretaría
acusación.
Las salas que se transforman en tribu- 73.- * Créanse tres (3) secretarias que
nales orales en lo Penal Económico remitirán ante los juzgados nacionales de
sus causas para la tramitación correspondien- ejecución penal de la capital ~ ~que sed ~
te a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo cre,por la presente ley,
Penal Económico de la Capital Federal.
Creación de cargos Causas con sentencia
condenalaria firme
71.- Créanse ocho (8) cargos de juez
de Cámara, cuatro (4) cargos de fiscal de 74.- A partir de la entr?da en vig
Cámara, dos (2) cargos de defensor de po- de la ley 23.984 los juzgados nacionales
bres, incapaces y ausentes de Cámara, cua- tirán a los juzgados nacionales de ejecuc
tro (4) cargos de fiscal de primera instan- penal todas aquellas causas con sentencia
cia, dos (2) cargos de secretario de Cámara, me en las que hubiere condena, conforme a
ocho (8) cargos de secretario de primera modo de distribución que la Corte Suprema
instancia y seis (6) cargos de peritos conta- de Justicia de la Nación o el órgano judicia
dores para el fuero Penal Económico de la comoetente determine oara los nuevos juzga-
Capital Federal. dos de eiecución.

* Modificado en cuanto al número de juzgados y secretarias por la ley 26.070.


** El ari. 11 de la ley 26.371 establece: "lncorpórase como art. 72 bis de la ley 24.121 el siguie
Art. 72 bis: Las funciones de juez de ejecución que establece el Código Procesal Penal de la Nación S
desempeñadas en los tribunales orales en lo criminal federal con asiento en la Capital Federal y 10 Pena
económico por un juez del Tribunal Oral respectivo, conforme lo determine el órganojudicial compet,ente
Tales funciones serán ejercidas por los jueces nacionales en lo criminal y correccional federal, con aslen
en la Capital Federal, en lo penal económico y en lo penal tributario respecto de Las sentencias definlt!
o autos que concluyan o suspendan a prueba el trámite de procesos que ellos dicwen.
En ambos casos las decisiones adoptadas por los referidos órganos judiciales serán recumbles,
la vía que establece el Código Procesal Penal de la Nación, ante la Cámara Federal de Casación Pena
El art. 14 de la ley 26.371 establece: "Las disposiciones de esta ley se implementarán una vez
se cuente con el crédito presupuestarionecesario para la atención del gasto que su objeto demande, el
se imputará al presupuestopara el ejercicio del año 2008 del Poder Judicial de la Nación. Los magist
funcionarios y empleados que se designen en los cargos creados, sólo tomarán posesión de 10s m
cuaido se dé la mencionada condición financiera".
LEY 24.121

Juez de ejecución del interior delpaís unidades penitenciarias números 3,4,5,6,7,


9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 17, 19,26,30 y 32.
75.- Las funciones del juez de ejecu-
'ón que establece el Código Procesal Penal En lo penal de rogatorias

Denominación. Integración

78.- El Juzgado Nacional en lo Penal de


Rogatohas conservará su actual denomina-
Cámara Federal de Apelaciones cabecera ción e integracióli,
distrito o ante el órgano judicial compe-
Procuración General de la Nación

79.- Créanse dos (2) cargos de pro-


curador fiscal con atribuciones y compe-
tencias conforme lo establecido por ley
Causas con sentencia 15.464.
condenatoriafimie
CAPir0~0111
76.- A partir de la entrada en vigencia
la ley 23.984, los juzgados federales del Policía Judicial. Secretaria

Creación

S causas con sentencia


80.- Créase la Policía Judicial en el
ámbito de la Cámara Nacional de Casación
Creación de cargos Penal.
Créase la Secretaría de Sumarios y
77.- * Créanse tres (3) cargos de juez Asuntos Judiciales. La Policía Federal cum-
mera instancia, un (1) cargo de fiscal de plirá con las funciones asignadas a la Policía
Judicial por la ley 23.984.
a instancia, un (1) cargo de defensor de
, incapaces y ausentes de primera ins- Creación de cavgos

de primera instancia. 81.- Créase un (1) cargo de director de


estas secretarias actuaráante la fiscalía la Policía Judicial y un (1) cargo de secretano
crea por el presente artículo. de Sumarios y Asuntos Judiciales.
Créanse dos (2) cargos de médico, dos Créanse cincuenta y dos (52) cargos de
gas de médico psiquiatra, dos (2) car- secretario de primera instancia que cumplirán
psicó~ogoy cuatro (4) cargos de las funciones de asistentes jurídicos de la pre-
po interdisciplinario vención.
les de Ejecución Pe-
Oficina de Asesoramiento
y Asistencia a Víctimas y Testigos

82.- Créase la Oficina de Asesoramiento


blece 29, párrafos tercero y Asistencia a Víctimas y Testigos, Créase un
de la ley orgánica respectiva en las

al número dejuzgados, secretarías, fiscalíasy defensonas y la composición


quipe interdisciplinario por la ley 26.070.
(1) cargo de director de la Oficina de Aseso- t...]
ramiento y Asistencia a Víctimas y Testigos. Sustitúyese el articulo 187 de la ley
Créanse dos (2) cargos de trabajadores 23.984- por
-
el siguiente:
sociales, dos (2) cargos de psicólogbs y dos L..J
(2) cargos de abogados para la integración Agrégase como último párrafo del ar-
del equipo interdisciplinario mencionado en
el articulo 40 de la ley 24.050, juntamente .
tículo 196 de la ley 23.984 el siguiente:
L...J
,
con el personal administrativo, técnic0.y de Deróganse los artículos 536 y 537 de la
maestranza que le asigne la Corte Supremade ley 23.984.-
Justicia de la Nación. 89.- Sustitúyese el primer párrafo del
83.- Créase una (1) Oficina de Adminis- articulo 3" de la ley 24.050, por el siguiente:
tración Judicial, una (1) Dirección de Infor- r...1
mática Jnrídica y un (1) Archivo General. ~ u i t i t ú ~ e sele articulo 7' de la ley
23.050 por el siguiente:
Cuerpo Médico Forense I I
90.- " ,Idc.mis de 13competencia que 12s
84.- Créanse seis (6) cargos de médico atribu\e el articiilo 16 de la lev 2 1 050 v con
forense, dos (2) cargos de médico anátomo la sal;edad derivada de lo e&blecido'en el
patólogo, dos (2) cargos de perito químico y articulo 75 de la presente ley, los tribunale
un (1) cargo de odontólogo con orientación en orales en lo Criminal Federal con asiento e
medicina legal. las provincias conocerán en los supuestos es-
tablecidos en el articulo 24 de la ley 23.984
Creación de cargos excepto en aquellas provincias donde func'
nen cámaras federales de Avelaciones.
85.- Créanse los cargos de personal ad-
ministrativo, técnico, de servicio y de maes- Disposiciones transitorias
tranza en los distintosórganos que se detallan
91.- La Corte Suprema de Justicia de
en los anexos I a X que forman parte integran-
Nación, en vuiud de las facultades de su
te de la presente ley.
intendencia que le son propias, p
86.- Créase una (1) prosecretarla de pri-
nar el personal necesario y di'ctar
inera inswncia anre cada uno de los julg3d0~
nacioiiales en 10 Criill~ilalde I11~1rucciÓn.
CO-
complementarias que posibiliten
ción escalonada y fa puesta en funcion
rreccional, de Menores, en lo Penal Económi-
to de los órganos creados por la 1
co, en lo Criminal y Correccional Federal de
por la presente, pudiendo delegar
la Capital Federal y en los juzgados federales
tades en la CámaraNacional de C
del interior del país.
nal, en las cámaras nacionales de
87.- Transfórmanse los actuales cargos
en el tribunal oral respectivo.
de prosecretario administrativo de los juzga-
La Corte Suprema de Justicia de 1
dos a que alude el articulo anterior, en cargos
ción o el órgano judicial competente, det
de prosecretario de primera instancia.
nará el criterio de distribución equitati
Modificaciones las causas en trámite y de aquéllas inicia
partir de la fecha de entrada en vigencia
88.- Sustitúyese el inciso 3' del articulo ley 23.984.
24 de la ley 23.984 por el siguiente: Financiamiento
f...]
Sustiiúyese el inciso 1" del articulo 55 92.- ** Los gastos que dem
de la ley 23.984, por el siguiente: plimiento de la presente ley, en lo

* Ver los artículos 2 9 7' de la ley 25.269.


** Los anexos que se citan en este articulo se refieren a las partidas presupuestariaspara 0s
trados, funcionariosy personal de los tribunales creados por la ley 24.121. Estos anexos fueron m
dos por la ley 24.134, publicada en el BO del 28/9/1992.
LEY 24.390

ación y funcionamiento de la CámaraNa- superior a dos años, sin que se haya dictado
de Casación Penal, sus fiscalias y defen- sentencia. No obstante, cuando la cantidad de
(anexo 1); quince (15) tribunales orales los delitos atribuidos al procesado o la eviden-
o Criminal de la Capital Federal, sus fisca- te complejidad de la causa hayan impedido el
s y defensorías, (anexo;)% 1' dos (2) tribuna- dictado de la misma en el plazo indicado, éste
orales de menores; una (1) asesoría de me- podrá prorrogarse por un año más, por reso-
es, (anexo VI); dos (2) tribunales orales en lución fundada, que deberá comunicarse de -
Penal Económico, sus fiscalías y defensorias, inmediato al tribunal superior que correspon-
nexo VII); dos (2) tribunales orales federales diere, para su debido contralor.
a Capital Federal, (anexo 11); y un (1) tri- ZO.- (Texto según ley 25.430, art. 2 9
al oral por cada distrito judicial del interior Los plazos previstos en el artículo preceden-
país, con sus fiscalias y defensorías, (ane- te no se computarán a los efectos de esta ley,
111); tres (3) jueces nacionales de ejecución cuando tos mismos se cumplieren después de
nal con sus fiscalias y defimoria* (anexo haberse dictado sentencia condenatoria, aun-
dos (2) cargos de procurador fiscal con que la misma no se encontrare firme.
cretarías en la procuración general, (ane- 3".- (Texto según ley 25.430, art. 3')
11); cincuenta y dos cargos de secretario El Ministerio Público podrá oponerse a
pnmera instancia para la Policía Judicial y la libertad del imputado por la especial
1) administrador judicial, (anexo X), todos gravedad del delito que le fuere atribui-
sus respectivas dotaciones, se financiarán do, o cuando entendiera que concurre al-
los recursos establecidos en los artículos 2' guna de las circunstancias previstas en el
de la ley 23.853, imputándose a los crédi- articulo 319 del Código Procesal Penal de
presupuestarios del ejercicio 1992. la Nación, o que existieron articulaciones
Respecto de la instalación y funciona- manifiestamente dilatorias de parte de la
to de los demás órganos que prevé la pre- defensa.
ley, quedarán imputados al presupuesto 4".- (Texto según ley 25.430, art. 4') Si
oder Judicial de la Nación correspondien- la oposición fundada en fa última circunstan-
año 1993, debiendo la Corte Suprema de cia mencionada en el artículo anterior fuere
cia de la Nación adoptar los recaudos ne- aceptada, las demoras causadas por las arti-
para ello. culaciones objetadas no serán computadas.
Poder Ejecutivo nacional, a través del No mediando oposición alguna o cuan-
no de Justicia, fijará el plan de entrada do éstas fuereu rechazadas, el tribunal podrá
cionamiento, atendiendo a las necesida- poner en libertad al procesado, bajo la cau-
el servicio de justicia. ción que considere adecuada.
93.- La Corte Suprema de Justicia de La cuestión deberá ser resuelta en el
ción distribuirá el personal actualmente plazo de cinco días y los recursos que se in-
te en el Poder Judicial de la Nación, de terpongan contra la resolución que acuerde
ue permita la instalación de todos los la libertad al detenido, por aplicación de la
creados por la presente ley. presente ley, tendrán efecto suspensivo.
.- Comnniqnese, etc. 5".- En el acto de prestar la caución el
imputado deberá fijar domicilio, denuncian-
URACIÓN DE LA PRISIÓN do el real y las circunstancias de trabajo que
PREVENTIVA pudieren imponer la necesidad de ausentarse
LJBERTAD BAJO CAUCIÓN por más de veinticuatro horas, lo que no po-
drá ser alterado sin autorización del tribunal.
LEY 24.390 Además, el tribunal establecerá las re-
glas de conducta que deberá cumplir el impu-
/11/1994; promul. de hecho 21/11/1994; tado conforme las previsiones del artículo 27
publ. 2211 111994 bis del Código Penal y que resultaren compa-
tibles con su situación procesal.
rticulo 14- (Texto según ley 25.430, 6".-El auto que dispuso la libertad será
La prisión preventiva no podrá ser revocado cuando el imputado no cumpla con
LEY 24.946

las reglas que se le impusieren o no compa- 10.- (Texto según ley 25.430, art. 7") La
reciere al llamado del tribunal sin causa jus- presente ley es reglamentaria del artículo 7O,
tificada. En todos los casos, previamente, el punto 5, de la Convención Americana sobre
tribunal fijará un término no supedbr a los Derechos Humanos e integra el Código Pro-
quince dias para que el imputado cumpla con cesal Penal de la Nación.
sus obligaciones con el apercibimiento de re- 11.- (Texto según ley 25.430, art. 8')
vocación. Quedan expresamente excluidos de los alcan-
7O.- (Derogado por la ley 254t0, ces de la presente ley los imputados por el de-
art. 53*. lito previsto en el articulo 7" de la ley 23.737
89- (Derogado por la ley 25.430, art. 59. y aquéllos a quienes resultaren aplicables las
9'.- (Texto según ley 25.430, art. 6 3 agravantes previstas en el articulo 11 de esa
Cuando un procesado permaneciera dos años misma ley.
privado de su libertad, sin que se haya dicta- 12.- Comuníquese, etc.
do sentencia a su respecto, el tribunal ifdeL
viniente tiene la obligación de informar en el '.. LEY ORGÁNICA DEL
plazoperentorio de 48 horas ** al Consejo de MWISTEFSO PÚBLICO
la Magistratura los siguientes datos:
-Número de causa, carátula, fecha de LEY 24.946
iniciación, tribunal de radicación, fiscales iu-
tervinientes, Y todo otro dato que se considere sanc. 11/3/1998; ~ I O ~ U parc.
I. 18/3/1998;
de interés; publ. 23/3/1998
-Objeto de la investigación;
-Identificación del o de los nrocesados:
-Fecha de la detención; Timo1
-Estado de la causa;
- Razones por las cuales no se llegó a Organización e integración
dictar sentencia **. . . del Ministerio Público
Cuando un procesado sobre el que se
hubiere informado en virtud de lo dispuesto 1
CAP~TULO
~ o este
r artículo cesara de cumplir urisión ,-.

preventiva, el tribunal deberá conkcci6nar de Principios generales


inmediato un formulario para infoñnar de ello
y de los motivos de su liberación **, al Conse- Arenlo 'i9L El Ministerio Públic
jo de la Magistratura. un órgano Independiente, con autonomía
La omisión o retardo de estos informes cional y autatquia financiera, que tiene
se considerará falta grave **. función promover la actuación de la jus
El Consejo de la Magistratura deberá: en defensa de la legalidad y de los int
a) Confeccionar un registro de los pro- generales de la sociedad.
cesados que se encuentren cumpliendo pri- Ejerce sus funciones con unidad
sión preventiva superior a los dos años y de tuación e independencia, en coordiuaci
los que hayan recuperado su libertad por im- las demás autoridades.de la República, P
perio de esta ley; sin sujeción a instmcciones o directivas
b) Hacer público anualmente un infor- nadas de órganos ajenos a su estructura.
me con los datos insertos en el registro referi- El principio de unidad de actu
do precedentemente; debe entenderse sin perjuicio de la au,
c) Diseñar los formularios que contengan mía que corresponda como consecuenci
la información a que se refiere este artículo. la especificidad de las funciones de 10s
Este registro será público. les, defensores y tutores o curadores PÚ

* El texto derogado establecía: "7".- Transcurrido el plazo de dos afios previst


computará por un día de prisión preventiva dos de prisión o uno de reclusión".
** Texto en bastardilla observado por decreto 708/2001,art. 24
LEY 24.946

d) Defensores públicos de menores e

e) Defensores públicos de menores e


incapaces de primera instancia y defensores

f) Defensores auxiliares de la Defenso-


ría General de la Nación.
Composición Integran el Ministerio Público de la De-
fensa en calidad de funcionarios los tutores y

3".- El Ministerio Público Fiscal está in- CAP~TULO


11
do por los siguientes magistrados:
a) Procurador general de la Nación. Relación de servicio.
b) Procuradores fiscales ante la Corte Designaciones

el Poder Ejecutivo nacional con


Senado por dos tercios de sus
miembros presentes. Para la designación del
d) ~ i generales
~ adjuntos
~ ~ los lresto de~ los magistrados
ante ~ mencionados en los

candidatos al Poder Ejecutivo,


legirá uno, cuyo nombramien-

Concurso

6".- La elaboración de la terna se hará


mediante el correspondiente concurso públi-
y antecedentes, el cual será
sustanciado ante un hibunal convocado por el
de menores e procurador general de la Nación o el defensor
los tribunales de segunda ins- general de la Nación, según el caso. El tribu-
ión y ante los tribunales orales nal se integrará con cuatro magistrados del
co con jerarquía no inferior
vistos en el inciso c) de los
, los cuales serán escogidos
ncia por quienes se desem-
en el que exista la vacante
idido por un magistrado de
1articulo 3", incisos b) y c)
Defensoría o en el articulo 4,' incisos b) y c), según co-
rresponda; salvo cuando el concurso se realice
978 LEY 24.946

para cubrir cargos de procurador fiscal ante la ción, fiscal auxiliar de primera instancia y de-
Corte Suprema de Justicia de la Nación, fiscal fensor auxiliar de la Defensoria General de la
nacional de Investigaciones Administrativas, Nación, se requiere ser ciudadano argentino,
fiscal general, defensor oficial antq3,1a Corte mayor de edad y tener dos años de ejercicio
Suprema de Justicia de la Nación o defensor efectivo en el pais de la profesión de abogado
público ante tribunales colegiados, supuestos o de cumplimiento -por igual término- de
en los cuales deberá presidir el tribunal exa- funciones en el Ministeno Público o en el Po-
minador, el procurador general o el defensor der Judicial de la Nación o de las provincias
general de IaNación, según el caso. ~'. con por lo menos dos años de antigüedad en el
título de abogado.
Requisitos para las designaciones

7".- Para ser procurador general de la


Juramento !
Nación o defensor general de la Nación, sere-
, So.- Los magistrados del Ministerio Pú-
quiere ser ciudadano argentino, con título de bliCb al tomar posesión de sus cargos, debe-
abogado de validez nacional, con ocho años rán prestar juramento de desempeñarlos bie
de ejercicio y reunir las demás calidades exi- y legalmente, y de cumplir y hacer cumplir 1
gidas para ser senador nacional. Constitución Nacional y las leyes de la Re
Para presentarse a concurso para procn- pública.
rador fiscal ante la Corte Suprema de Justicia El procurador general de la
de la Nación; fiscal nacional de Investigacio- el defensor general de la Nación
nes Administrativas; fiscal general ante los juramento ante el presidente de la
tribunales colegiados, de casación, de segunda su calidad de jefe supremo de la
instancia, de instancia única, de la Procuración fiscales y defensores lo harán ante el procura
General de la Nación y de InvestigacionesAd- dor general de la Nación o el defensor gener
ministrativas; y los cargos de defensor? pú- de la Nación -según corresponda- o an
blicos enunciados. en el articulo 49 inciSos b) el magistrado que éstos designen a tal efect
y c), se requiere ser ciudadano argentino, tener
treinta años de edad y contar con seis años de
ejercicio efectivo en el pais de la profesión de
abogado o de cumplimiento-por igual térmi-
no--- de funciones en el Ministeri~Público o 9".- Los integrantes del Ministerio PÚ
en el Poder Judicial con por lo menos seis años blico no podrán ejercer la abogacía ni la re
de antigüedad en el titulo de abogado. presentación de terceros en juicio, salvo en
Para presentarse a concurso para ser fis- los asuntos propios o en los de su cónyuge
cal general adjunto ante los tribunales y de los ascendientes o descendientes, o bien cuand
organismos enunciados en el artículo 3", inciso lo hicieren en cumplimiento de un deber
c); fiscal ante los jueces de primera instancia; gal. Alcanzan a ellos las incompatibilida
fiscal de la Procuración General de la Nación; que establecen las leyes respecto de los '
fiscal de Investigaciones Administrativas; y de la Nación.
los cargos de defensores públicos enunciados No podrán ejercer las func
en el articulo 44 incisos d) y e), se requiere ser rentes al Ministerio Público qu
ciudadano argentino, tener veinticinco años parientes dentro del cuarto grado
de edad y contar con cuatro años de ejercicio guinidad o segundo de afinidad de os Ju
efectivo en el pais de la profesión de abogado ante anienes corresoondiera desempeñar
o de cumplimiento -por igual término--- de ministerio.
funciones en el Ministerio Público o en el Po-
der Judicial con por lo menos cuatro años de Excusaci6n y recusaci6u
antigiedad en el titulo de abogado.
Para presentarse a concurso para fiscal 10.- Los integrantes del
auxiliar de la Procuración General de la Na- blico podrán excusarse o ser re

*Textosegún fe de erratas publ. 301311998; texto anterior: "Miniserio".


LEY 24.946 979

s que -a su respecto-- prevean las presente ley, percibirán una retribución equi-
procesales. valente a la de juez de primera instancia.
e) Los fiscales auxiliares de las fiscalías
Sustitución ante los juzgados de primera instancia y de la
Procuración General de la Nación y los defen-
11.- En caso de recusación, excusación, sores auxiliares de la Defensona General de la
.mpedimento, ausencia, licencia o vacancia, Nación, percibirán una retribución equivalen:
s miembros del Ministerio Público se reem- te a la de un secretario de cámara.
lazarán en la forma que establezcan las le- f) Los tutores y curadores designados
es o reglamentaciones correspondientes. Si conforme lo establece la presente ley, perci-
impedimento recayere sobre el procurador birán una remuneración equivalente a la retri-
eneral de la Nación o el defensor general de bución de un secretario de primera instancia.
Nación, serán reemplazados por el procu- Las equiparaciones precedentes se ex-
r fiscal o el defensor oficial ante la Corte tienden a todos los efectos patrimoniales, pre-
ema de Justicia de la Nación, en su caso, visionales y tributarios. Idéntica equivalencia
mayor antigüedad en el cargo. se establece en cuanto a jerarquía, protocolo
De no ser posible la subrogación entre y trato.
los magistrados del Ministerio Público se-
reemplazados por los integrantes de una Estabilidad
de abogados que reúnan las condiciones
ser miembros del Ministerio Público, la 13.- Los magistrados del Ministerio
1 será conformada por insaculación en el Público gozan de estabilidad mientras dure
de diciembre de cada año. La designa- su buena conducta y hasta los setenta y cinco
constituye una carga pública para el abo- años de edad. Los magistrados que alcancen
seleccionado y el ejercicio de la función la edad indicada precedentemente quedarán
ará lugar a retribución alguna. sujetos a la exigencia de un nuevo nombra-
miento, precedido de igual acuerdo. Estas
Remuneración designaciones se efectuarán por el término de
cinco años, y podrán ser repetidas indefinida-
12.- Las remuneraciones de los inte- mente, mediante el mismo procedimiento.
antes del Ministerio Público se determina-
n del siguiente modo: Inmunidades
a) El procurador general de la Nación y
defensor general de la Nación recibirán una 14.- Los magistrados del Ministerio Pú-
ehibución equivalente a la de juez de la Corte blico gozan de las siguientes inmunidades:
ema de Justicia de la Nación. No podrán ser arrestados excepto en
b) Los procuradores fiscales ante la caso de ser sorprendidos en flagrante delito.
e Suprema de Justicia de la Nación y los Sin pejuicio de ello, en tales supues-
nsores oficiales ante la Corte Suprema de tos, se dará cuenta a la autoridad superior
icia de la Nación, percibirán un veinte por del Ministerio Público que corresponda, y al
, de las remuneraciones que co- Tribunal de Enjuiciamiento respectivo, con la
a los jueces de cámara, computa- información sumaria del hecho.
ente sobre los ítems sueldo básico, Estarán exentos del deber de compare-
Up emento, remuneración acordada CSJN cer a prestar declaración como testigos ante
111993, compensación jerárquica y compen- los tribunales, pudiendo hacerlo. En su defec-
to deberán responder por escrito, bajo jura-
c) El fiscal nacional de Investigaciones mento y con las especificaciones pertinentes.
inistrativas y los magistrados enumera- Las cuestiones que los miembros del
0s en el inciso c) de los artículos 3" y 4" de Ministerio Público denuncien con motivo de
resente ley, percibirán una remuneración perturbaciones que afecten el ejercicio de sus
alente a la de un juez de cámara. funciones provenientes de los poderes públi-
d) Los magistrados mencionados en los L.OS, se suiwnciarHn ante el procur;idor geiicral
'sos d) y e) de los artículos 3" y 4' de la de la Nac~diio ante el defensor general de
980 , . LEY 24.946

Nación, según corresponda, quienes tendrán de que evalúe la conducta reprochable y de-
la facultad de resolverlas y, en su caso, poner termine la sanción correspondiente.
el hecho en conocimiento de la autoridadjudi- Las sanciones disciplinarias que se apli-
cial competente, requiriendo las meQidas que quen por los órganos del Ministerio Público
fuesen necesarias para preservar él normal serán recurribles administrativamente, en la
desempeño de aquellas funciones. forma que establezca la reglamentación. Ago-
Los miembros del Ministerio Público tada la instancia administrativa, dichas me-
no podrán ser condenados en costas en las didas serán pasibles de impugnación en sede
causas en que intervengan como tales. ', judicial.

Traslados Correcciones discipünarias


en el proceso
15.- Los integrantes del Ministerio Pb-
17.- Los jueces y tribunales sólo podrán
blico sólo con su conformidad y conservando .
imponer a los miembros del Ministerio Públi-
su jerarquía, podrán ser trasladados a otras ju-
risdicciones territoriales. Sólo podrán ser des-
co mismas sanciones disciplinarias que de-
tinados temporalmente a funciones distintas terminan las leyes para los litigantes por faltas
de las adjudicadas en su designación, cuando cometidas contra su autoridad o decoro, salvo
se verifique alguno dB los supuestos previstos la sanción de mesto, las cuales serán recurri-
en los artículos 33, inciso g), y 51, inciso f). bles ante el tibunal inmediato superior,
El juez o tribunal deberá comunicar al
superior jerárquico del sancionado la medida
Poder discipünario impuesta y toda inobservancia que advierta en
el ejercicio de las funciones inherentes al car-
16.- En caso de incumplimiento de los go que aquél desempeña.
deberes a su cargo, el procurador general de Cuando la medida afecte al procurador
la Nación y el defensor general de la Náción, o al defensor general de IaNación, será comu-
podrán imponer a los magistrados que com- nicada al Senado de la Nación.
ponen el Ministerio Público Fiscal y el Minis-
terio Público de la Defensa. resoectivamente. Mecanismos de remoci6n
las siguientes sanciones disciplinarias: -.
a) Prevención. 18.- El procurador general de la Nación
b) Apercibimiento. y el defensor genoal de la Nación súlo pue-
c) Multa de hasta el veinte por ciento de den ser removidos por las causales y mediante
sus remuneraciones mensuales. el procedimiento establecidos en los artículos
Toda sanción disciplinaria se graduará 53 y 59 de la Constitución Nacional.
teniendo en cuenta la gravedad de la falta, los Los restantes magistrados que com-
antecedentes en la función y los perjuicios ponen el Ministerio Público sólo podrán ser
efectivamente causados. removidos de sus cargos por el Tribunal de
Tendrán la misma atribución los fiscales Enjuiciamiento previsto en esta ley, por las
y defensores respecto de los magistrados de causales de mal desempeño, grave negligen-
rango inferior que de ellos dependan. cia o por la comisión de delitos dolosos d
Las causas por faltas disciplinarias se cualquier especie.
resolverán previo sumario, que se regirá por la
norma reglamentaria que dicten el procurador Tribunal de Enjuiciamiento
general de la Nación y el defensor general de
la Nación, la cual deberá garantizar el debido 19.- (Texto según ley 25.909, art.
proceso adjetivo y el derecho de defensa en Tribunal de Enjuiciamiento estará inte
juicio. por siete (7) miembros: a) Tres (3) VO
En los supuestos en que el órgano san- deberán cumplir con los requisitos co
cionador entienda que el magistrado es pasi- cionalmente exigidos para ser miembr
ble de la sanción de remoción, deberá elevar la Corte Suurema de Justicia de la Nac
el sumario al Tribunal de Enjuiciamiento a fin serán designados uno por el Poder Ejecutiv
LEY

or el Senado y otro por la Corte Supre- Reglds de procedimiento


Justicia de la Nación. b) Dos (2) vocales ante el Tribunal de Enjuiciamiento
erán ser abogados de la matrícula federal y
mplir con los requisitos constitucionalmente 20.- El Tribunal de Enjuiciamiento de-
para ser miembros de la Corte Supre- smollará su labor conforme a las siguientes
de Justicia de laNación, y serán designados reglas:
o por la Federación Argentina de Colegios a) La instancia ante el Tribunal de En-
Abogados y otro por el Colegio Público de juiciamiento será abieria por decisión del
dos de la Capital Federal. c) Dos (2) procurador general de la Nación o el defensor
deberán ser elegidos por sorteo: uno general de la Nación, según corresponda, de
s Procuradores Fiscales ante la Corte oficio o por denuncia, fundada en la invoca-
prema de Justicia de la Nación o Fiscales ción de hechos que configuren las causales de
enerales y otro entre los DefensoresOficiales remoción previstas en esta ley.
Corte Suprema de Justicia de la Nación h) Toda denuncia en la que se requie-
nsores Públicos ante tribunales colegia- ra la apertura de instancia ante el Tribunal de
los efectos de su subrogación se elegirá Enjuiciamiento, deberá ser presentada ante
1 número de miembros suplentes. El Tri- el procurador general de la Nación o e! de-
1 de Enjuiciamiento será convocado por fensor general de la Nación, quienes podrán
ocurador General de la Nación o el D e darle curso conforme el inciso precedente o
or General de la Nación, según correspon- desestimarla por resolución fundada, con o
,o por su presidente en caso de interponerse sin prevención sumaria. De la desestimación,
ueja ante una denuncia desestimada por el denunciante podrá ocurrir en queja ante el
de aquéllos. Tendrásu asiento en laca- Tribunal de Enjuiciamiento, dentro del plazo
ederal y se podrá constituir en el lugar de diez días de notificado el rechazo. La queja
considere más conveniente para cumplir deberá presentarse ante el procurador general
cometido. Los integrantes del Tribunal de de'la Nación o el defensor general de la Na-
iciamiento durarán tres (3) años en sus ción, en su caso, quienes deberán girarla den-
oues contados a partir de su designación. tro de las cuarenta y ocho horas al Tribunal de
cuando hayan vencido los plazos de sus Enjuiciamiento para su consideración.
gnaciones, los mandatos se considerarán c) El procedimiento ante el Tribunal
rorrogados de pleno derecho en cada causa se realizará conforme la reglamentación que
que hubiere tomado conocimiento el tribu- dicten conjuntamente el procurador general
hasta su finalización Una vez integrado el de la Nación y el defensor general de la Na-
una1 designará su presidente por sorteo. La ción, que deberá respetar el debido proceso le-
idencia rotará cada seis (6) meses, según el gal adjetivo y defensa en juicio, así como los
rden del sorteo. Ante este Tribunal actuarán principios consagrados en el Código Procesa!
fiscales magistrados con jerarquía no Penal de la Nación. Sin perjuicio de ello, la
r a Fiscal General o Defensor Público reglamentación deberá atenerse a las siguien-
os tribunales colegiados, designados por tes normas:
rocurador General de !a Nación o el De- 1) El juicio será oral, público, contra-
General de la Nación, según la calidad dictorio y continuo. El denunciante no podrá
nal del imputado. Como defensor de constituirse en parte.
o, en caso de ser necesario, actuará un De- 2) La prueba será íntegramente produ-
sor Oficial ante los tribunales colegiados de cida en el debate o incorporada a éste si fuere
ación, de segunda instancia o de instancia documental o instrumental, sin perjuicio de la
a opción del imputado. La intervención realización de una breve prevención sumaria en
integrante del Tribunal, Fiscal o Defen- caso de urgencia que ponga en peligro la com-
e Oficio constituirá una carga pública. probación de los hechos, salvaguardando en
cionarios auxiliares serán establecidos, todo caso el derecho de defensa de las partes.
ados y retribuidos en la forma que de- 3) Durante el debate el fiscal deberá
e la reglamentación que conjuntamente sostener la acción y mantener la denuncia
el Procurador General de la Nación y el o acusación, sin perjuicio de solicitar la ab-
nsor General de la Nación. solución cuando entienda que corresponda.
LEY 24.946'

El pedido de absolución no será obligatorio el gobierno y la administración general y fi-


para el tribunal, pudiendo condenar aun en nanciera del Ministerio Público, de acuerdo
ausencia de acusación fiscal. con lo establecido en la presente ley y en las
4) La sentencia deberá dictar@ en el reglamentaciones que se dicten. A tal efecto,
plazo no mayor de quince días que fijará el tendrán los siguientes deberes y facultades,
presidente del tribunal al cerrar el debate. en relación a sus respectivas facultades de go-
5) Según las circunstancias del caso, el bierno:
tribunal podrá suspender al imputado en,el a) Representar al Ministerio Público en
ejercicio de sus funciones y, de estimarlo ne-- sus relaciones con las demás autoridades de
cesario, adoptar otras medidas preventivas de la República.
seguridad que considere pertinentes. Durante b) Dictar reglamentos de superinten-
el tiempo que dure la suspensión, el imputado dencia general y financiera, de organización
percibirá el setenta por ciento de sus haberes funcional, de personal, disciplinarios, y to-
y se trabará embargo sobre el resto a las resul: ; dos los demás que resulten necesarios para el
tas del juicio. Si fuese absuelto y hubiera sido cudplimiento de las funciones encomendadas
suspendido se lo reintegrará inmediatamente al Ministerio Público por la Constitución y las
a sus funciones y percibirá el total de lo em- leyes.
bargado, atendiendo al principio de intangibi- c) Celebrar los contratos que se requie-
lidad de las remuneraciones. ran para el funcionamiento del Ministerio Pú-
6) El tribunal sesionará con la totali- blico.
dad de sus miembros y la sentencia se dic- d) Coordinar las actividades del Ministe-
tará con el voto de la mayoría de sus inte- rio Público con las diversas autoridades nacio-
grantes. nales, provinciales o municipales, requiriendo
7) La sentencia será absolutoria o su colaboración cuando fuese necesaria.
condenatoria. Si el pronunciamiento del e) Elevar un informe anual, y por escri-
tribunal fuese condenatorio, no tendrá ptro to, a la comisión bicameral creada por esta
efecto que disponer la remoción del cohde- ley, sobre el desempeño de las funciones asig-
nado. Si se fundare en hechos que puedan nadas al Ministerio Público.
configurar delitos de acción pública o ello f ) Organizar y dirigir una oficina de re-
surgiere de la prueba o aquélla ya hubiere cursos humanos y un servicio a(lministrativ0-
sido iniciada, se dará intervención en la financiero, acreditado? reconocido conforme
forma que corresponda al tribunal judicial la normativa del Ministerio de Economía y
competente. Obras y Servicios Públicos de la Nación.
8) La sentencia podrá ser recurrida
por el fiscal o el imputado ante la Cámara Autarquía financiera
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal. El recurso deberá 22.- A los efectos de asegurar su aútay
interponerse fundadamente por escrito ante el quía financiera, el Ministerio Público con@
Tribunal de Enjuiciamiento, dentro del plazo con crédito presupuestario propio, el que se
de treinta días de notificado el fallo. El Tribu-
atendido con cargo a "Rentas
nal de Enjuiciamiento deberá elevar el recursocon recursos específicos.
con las actuaciones a la Cámara mencionada, El procurador general de la Nación
dentro de los cinco días de interpuesto. el defensor zeneral de la Nación. elabors
el proyecto de presupuesto y lo remitir
Congreso para su consideración por in
dio del Ministerio de Economía y O
Servicios Públicos.
Administración general y financiera El Poder Eiecutivo sólo oodrd ion'
del Ministerio Público lar las observaciones que estime apropia
pero sin mod$car su contenido, debié
21.- El procurador general de la Na- incorporar en el proyecto de presupues
ción y el defensor general de la Nación, cada neral de la Nación (párrafo observado P
uno en su respectiva área, tendrán a su cargo creto 30011998, art. 17.
Relaciones con los poderes las personas,venias supletorias, declaraciones
Ejecutivo y Legislativo de pobreza.
fl En los que se alegue privación de jus-
23.- El Ministerio Público se relaciona- ticia.
rá con el Poder Ejecutivo por intermedio del g) Velar por la observancia de la Cons-
Ministerio de Justicia. titución Nacional y las leyes de la República.
La relación con el Poder Legislativo se h) Velar por el efectivo cumplimiento
efectuará mediante una comisión bicameral del debido proceso legal.
i) Promover o intervenir en cualesquiera
causas o asuntos y requerir todas las medidas
conducentes a la protección de la persona y
Ejecución presupuestaria bienes de los menores, incapaces e inhabilita-
dos, de conformidad con las leyes respectivas,
inishación y ejecución cuando carecieren de asistencia o representa-
a del presupuesto asignado, se ob. ción legal; fuere necesario suplir la inacción
1% previsiones de las leyes de ad- de SUS asistentes y representantes legales, pa-
ión financiera del Estado, con las rientes o personas que los tuvieren a su cargo;
@ hubiere que controlar la gestión de estos
ones conferidas por los
últiinos.
El control de la ejecución del presu- j) Defender la jurisdicción y competen-
esto estará a cargo de la Auditorla General los ~bunales.
k) Ejercer la defensa de lapersona y los
derechos de los justiciahles toda vez que sea
requerida en las causas penales, y en otros
fueros cuando aquéllos fueren pobres o estu-
vieren ausentes.
T i ~ u 1~1o 1) Velar por la defensa de los derechos
humanos en los establecimientos carcelarios,
Funciones y actuación judiciales, de policía y de internación psi-
quiátrica, a fin de que los reclusos e interna-
SECCIÓN1
dos sean tratados con el respeto debido a su
NORMAS
OENBWLES
persona, no sean sometidos a torturas, tratos
cnieles, inhumanos o degradantes y tengan
oportuna asistencia jnrídica, médica, hospita-
Funciones del Ministerio Público laria y las demás que resulten necesarias para
el cumplimiento de dicho objeto, promovien-
25.- Corresponde al Ministerio Público: do las acciones correspondientes cuando se
verifique violación,
11) Intervenir en todos los procesos judi-
ciales en que se solicite la ciudadanía argen-
b) Representar y defender el interés pú- tina.
Requerimiento de colaboración

26.- Los integrantes del Ministerio Pú-


blico, en cualquiera de sus niveles, podrán
-para el mejor cumplimiento de sus fun-
ciones- requerir informes a los organismos
nacionales, provinciales, comunales; a los
organismos privados; y a los particulares,
cuando corresponda, así como recabar la co-
laboración de las autoridades policiales, para
realizar diligencias y citar personas a sus des-
984 : - LEY 24.946

pachos, al solo efecto de prestar declaración La persecución penal de los delitos de acción
testimonial. Los organismos policiales y de pública deberá ser promovida inmediatamen-
seguridad deberán prestar la colaboración que te después de la noticia de la comisión de un
les sea requerida, adecuándose a las di&ctivas hecho punible y no se podrá suspender, in-
impartidas por los miembros del Ministerio terrumpir o hacer cesar, salvo en los casos y
Público y destinando a tal fin el personal y los bajo las fom~asexpresamente previstas en la
medios necesarios a su alcance. ley.
Los fiscales ante la justicia penal, apo-
ticiados de la perpetración de un hecho ilicjto Deber de informar
-ya fuere por la comunicación prevista en el
articulo 186 del Código Procesal Penal de la 30.- Los integrantes del Ministerio Pú-
Nación o por cualquier otro medio-- sin per- blico comunicarán al procurador general de
juicio de las directivas que el juez competente la Nación o al defensor general de la Nación,
imparta a la policía o fuerza de seguridad i%-; según corresponda, y por via jerárquica, los
terviniente, deberán requerir de éstas el cum- asuirtos a su cargo que por su trascendencia
plimiento de las disposiciones que tutelan el o complejidad, requieran una asistencia espe-
procedimiento y ordenar la práctica de toda cial, indicando concretamente las dificultades
diligencia que estimen pertinente y útil para y proponiendo las soluciones que estimen
lograr el desairo110 efectivo de la acción pe- adecuadas.
nal. A este respecto la prevención actuará bajo
su dirección inmediata. Deber de obediencia. Objeciones

Funciones excluidas 31.- Cuando un magistrado actúe en


cumplimiento de instrucciones emanadas del
27.- ~~~d~~ excluidas de las funciones pocumdor o del defensor general de la Na-
de~ i ~público:
i la ~ ~ ~ ~de, i ción,
~ podrá dejar a salvo su opinión personal.
Estado y10 del Fisco en juicio, así como el El integrante del Ministerio Público que
asesoramiento al poder ~ i recibiere
~ una instrucción
~ ~que considere
~ con-i ~
y el ejercicio de funciones junsdic~ionales. traria a la ley, pondrá en conocimiento del
Ello no obstante, el Poder Ejecutivo pog,$- Procmdor @peral -se@n
termedio del ministro correspondiente, podrá sea el caso---, su c r i t z o disidente, mediante
dirigirse al procurador o al defensor general Un informe
de la Nación, según el caso, a fin de propo- Cuando la instrucción general objetada
nerles la emisión de instrucciones generales concierna un acto procesal sujeto a plazo
~. o

tendientes a coordinar esfuerzos para hacer que no admita dilación, quien la recibi
más efectiva la defensa de la causa pública, la c y ~ l l r en
á nombre del superior. Si lain
persecución penal y la protección de los inca- objetada consistiese en omitir un ac
paces, inhabilitados, pobres y ausentes. jeto a plazo o que no admita dilación, qu'
realice actuará baio su exclusiva resoons
dad, sin perjuicildel ulterior desisthiento
Carácter de los dictámenes la activididad cumplida.
28.- Los dictámenes, requerimientos
y toda otra intervención en juicio de los in- Informe anual al Congreso
tegrantes del Ministerio Público deberán ser
considerados por los jueces con arreglo a lo 32.- Anualmente, en oportun'
que establezcan las leyes procesales aplica- inauguración del período de sesion
bles al caso. rias del Congreso nacional, el procura
neral de la Nación y el defens
Principio de legalidad la Nación remitirán a la comisi
creada por esta ley, un informe
29.- Cuando se tratare de una acción pú- lo actuado por los órganos bajo su
blica, el Ministerio Público actuará de oficio. cia -Ministerio Público Fisca
LEY 24 946

úblico de la Defensa, respectivamente- el los recursos extraordinarios introducidos a su


deberá contener una evaluación del lra- despacho y de las quejas planteadas en for-
realizado en el ejercicio; un análisis ma directa por denegatoria de aquéllos, con
re la eficiencia del servicio, y propuestas excepción de los casos en los que, según la
oncretas sobre las modificaciones o mejoras sana discreción del tribunal, corresponda el
éste requiera. rechazo in Iimine por falta de agravio fede*
rai suficiente o cuando las cuestiones plan-
teadas resultaran insustanciales o carentes de
trascendencia, o el recurso o la queja fuesen
manifiestamente inadmisibles, supuestos en
los que podrá omitir la vista al procurador ge-
neral.
b) Impulsar la acción pública ante la
Corte Suprema, en los casos que corresponda,
y dar instrucciones generales a los integrantes
del Ministerio Público Fiscal para que éstos
33.- E1 procurador general de la Nación ejerzan dicha acción en las restantes instan-
el jefe máximo del Ministerio Público Fis- cias, con las atribuciones que esta ley prevti.
Ejercerá la acción penal pública y las de- c) intervenir en las causas de extradi-
facultades que la ley otorga al Ministerio ción que lleguen por apelación a la Corte Su-
úblico Fiscal, por sí mismo o por medio de prema de Justicia de la Nación.
órganos inferiores que establezcan las le- d) Disponer por sí o mediante instmccio-
nes generales a los integrantes del Ministerio
El procurador general tendrá los si- Público Fiscal, la adopción de todas las me-
ientes deberes y atribuciones: didas que sean necesarias y conducentes para
a) Dictaminar en las cansas que tramitan poner en ejercicio las funciones enunciadas en
. v. eiercer
esta lev, . las demás atribuciones aue le
confierzn las leyes y los reglamentos.
e ) Disefiar la política criniinal y de per-
competencia originaria prevista en el ar- ssciición penal del Ministerio Publico Fiscal.
117 de la Constitución Nacional. Podrá f) Delegar sus funciones en los pro-
curadores fiscales ante la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, de conformidad con lo
previsto en los artículos 35 y 36 de esta ley.
g) Disponer fundadamente, de oficio o
a pedido de un fiscal general, cuando la im-
portancia o dificultad de los asuntos lo hagan
aconsejable, la actuación conjunta o altema-
tiva de dos o más integrantes del Ministerio
Público Fiscal de igual o diferente jerarquía,
apelación ordinaria, en las materias respetando la competencia en razón de la ma-
teria y del territorio. Esta limitación no regirá
para los magistrados de la Procuración Gene-
Procesos en los que su intervención ral de la Nación. En los casos de formación de
e normas legales específicas. equipos de trabajo, la actuación de los fiscales
Causas en las que se articulen cues- que se designen estará sujeta a las directivas
derales ante la Corte Suprema de Jus- del titular.
la Nación, a efectos de dictaminar si h) Efectuar la propuesta en tema a que
se refieren los artículos So y 6' de esta ley, de
conformidad con lo que se establezca en el re-
glamento de superintendencia.
i) Promover el enjuiciamiento de los
integrantes del Ministerio Público Fiscal de
986 LEY 24.946

conformidad con lo dispuesto en esta ley, y nisterio Público Fiscal, pudietido delegar esta
solicitar el enjuiciamiento de los jueces ante atribución en el funcionario que designe y en
los órganos competentes, cuando unos $ otros la cuantía que estime conveniente.
se hallaren incursos en las causales que prevé q) Responder las consultas que formu-
el artículo 53 de la Constitución Nacional. len los funcionariosy empleados del Miuiste-
j) Elevar al Poder Legislativo, por me- rio Público Fiscal.
dio de la comisión bicameral, la opinión del r) Convocar, por lo menos una vez al
Ministerio Público Fiscal acerca de la conv?;. año, a una reunión de consulta, a la que asis-
niencia de determinadas reformas legislati- tirán todos los magistrados mencionados en
vas y al Poder Ejecutivo, por intermedio del el artículo 34 incisos b) y c) de la presente
Ministerio de Justicia, si se trata de refonnas ley, en las cuales se considerarán los infor-
reglamentarias. mes anuales que se presenten conforme lo
k) Responder a las consultas fomiuladas 1. exige el articulo 32, se procurará la unifica-
por el presidente de la Nación; los ministros ci&h..@ecriterios sobre la actuación del Mi-
del Poder Ejecutivo; los presidentes de ambas nisterio Público Fiscal y se tratarán todas las
Cámaras del Congreso nacional; la Corte Su- cuestiones que el procurador general incluya
prema de Justicia de la Nación y el presidente en la convocatoria.
del Consejo de la Magistratura. S) Representar al Ministerio Público
1) Coordinar las actividades del Minis- Fiscal en sus relaciones con los tres pode-
terio Público Fiscal.con las diversas autori- res del Estado.
dades nacionales, especialmente con las que t) Aprobar el reglamento interno de la
cumplan funciones de instrucción criminal y Fiscalía de Investigaciones Administrativas.
policía judicial. Cuando sea el caso, también u) Recibir los juramentos de los ma-
lo hará con las autoridades provinciales. gistrados, funcionarios y demás empleados
11) Ejercer la superintendencia ge-al del Ministerio Pbblico Fiscal.
sobre los miembros del Ministerio Público v) Ejercer por delegación de la Cor-
Fiscal, dictar los reglamentos e iustmcciones te Suprema de Justicia de la Naciijn, en las
generales para establecer una adecuada distri- causas de competencia originaria de ésta,
bución del trabajo entre sus integrantes; sus las funciones de instrucción en los términos
respectivas atribuciones y deberes; y supervi- del artícuIo 196, primera parfe, del Código
sar su cumplimiento. Procesal Penal de la Nación.
m) Imponer sanciones a los magistrados,
funcionarios y empleados del Ministerio Públi- De la ~roeuraeiónGeneral
co Fiscal, en los casos y formas establecidos en de la Nación
esta ley y en la reglamentación que se dicte.
n) Fijar la sede y la jurisdicción teri-ito- 34.- La Procuración General de la Na-
rial de actuación de las fiscalías generales y el ción es la sede de actuación del procurador
grupo de fiscales, fiscales adjuntos y auxilia- general de la Nación, como fiscal ante
res que colaborarán con ellos, sin necesidad Corte Suprema de Justicia de la Nación
de sujetarse a la división judicial del país. como jefe del Ministerio Público Fiscal.
ñ) Confeccionar el programa del Mi- En dicho ámbito se desempeñarán 10s
nisterio Público Fiscal dentro del presupues- procuradores fiscales ante la Corte SU
to general del Ministerio Público y presentar ma de Justicia de la Nación y todos 10s
éste al Poder Ejecutivo ilacional, por inter- gistrados que colaboren con el procur
medio del Ministerio de Economía y Obras y general de la Nación, tanto en la tarea
Servicios Públicos, juntamente con el progra- dictaminar en los asuntos judiciales rem
ma del Ministerio Público de la Defensa, para dos por la Corte Suprema de
su remisión al Congreso de la Nación. Nación, cuanto en los asuntos reiat
o) Organizar, reglamentar y dirigir la gobierno del Ministerio Público Fis
Oiicina de Recursos Humanos y el Servicio conformidad con los planes, o
Administrativo Financiero del organismo. de trabajo y cometidos funcio
p) Disponer el gasto del organisino de cíficos que el procurador gener
acuerdo con el presupuesto asignado al Mi- encomendarles.
LEY 2

De los procuradores fiscales ante la Corte tancia y de instancia única, tienen los siguien-
Suprema de Justicia de la Nación tes deberes y atribuciones:
a) Promover ante los tribunales en los
35.- Los procuradores fiscales ante la que se desempefian el ejercicio de la acción
Corte Suprema de Justicia de la Nación asis- pública o continuar ante ellos la intervención
al procurador general de 1aNaciÓn y cum- que el Ministerio Público Fiscal hubiera teni-
n las directivas que éste imparte de con- do en las instancias inferiores, sin pejuicio de
rmidad con lo dispuesto en la presente ley su facultad para desistirla, mediante decisión
lo que se establezca por vía reglamentaria. fundada.
demás poseen las siguientes atribuciones: b) Desempeñar en el ámbito de su
a) Ejercer la acción pública ante la competencia las funciones que esta ley con-
Corte Suprema de Justicia de la Nación, fiere a los fiscales ante la primera instancia
n aquellas causas en que así lo resuelva el y promover las acciones públicas que co-
rocurador general de la Nación. rrespondan, a fin de cumplir en forma efec-
b) Sustituir al procurador general en tiva con las funciones asignadas al Ministe-
as causas sometidas a su dictamen, cuando rio Público Fiscal.
ste así lo resuelva. c) Dictaminar en las cuestiones de com-
c) Reemplazar al procurador general petencia y dirimir los conflictos de esa índole
n caso de licencia, recusación, excusa- que se plante en entre los fiscales de las ins-
,impedimento o vacancia. tancias inferiores.
d) Informar al procurador general so- d) Dictaminar en todas las causas some-
las causas en que intervienen. tidas a fallo plenario.
e) Colaborar con el procurador gene- e) Peticionar la reunión de la cámara en
en su gestión de gobierno del Ministerio pleno, para unificar la jurisprudencia contra-
blico Fiscal, en los términos y condicio- dictoria o requerir la revisión de la jurispm-
enunciados en el articulo precedente. dencia plenaria.
f) Participar en los acuerdos generales
Fiscales de la Procuración General del tribunal ante el que actúan, con voz pero
de la Nación sin voto, cuando fiieren invitados o lo prevean
las leyes.
36.- Los fiscales de la Procuración Ge- g) Responder los pedidos de informes
al de la Nación cumplirán sus funciones que les formule el procurador general.
relación inmediata con el procurador h) Elevar un informe anual al procu-
eral y, cuando éste así lo disponga, con rador general sobre la gestión del área de su
procuradores fiscales ante la Corte Su- competencia.
ma de Justicia de la Nación, en la mate- i) Ejercer la supenntendencia sobre los
y los casos en los que les corresponda fiscales ante las instancias inferiores e impar-
tirles instrucciones en el marco de la presente
uando el procurador general ejerza ley y de la reglamentación pertinente que dic-
etencia establecida en el inciso g) te el procurador general.
u10 33 de la presente ley, los fisca- j) Imponer las sanciones disciplinarias
del organismo actuarán, salvo disposi- a los magistrados, funcionarios y empiea-
u fundada en contrario, respetando los dos que de ellos dependan, en los casos Y
eles del Ministerio Público Fiscal que formas establecidos en esta ley y su regla-
determinan en el artículo 3" de la pre- mentación.

s generales ante los tribunales Fiscales generales adjuntos


olegiados de casación, de segunda
instancia y de instancia única 38.- Los fiscales generales adjuntos ante
los tribunales colegiados de casación, segun-
37.- Los fiscales generales ante los tri- da instancia o instancia única, actuarán eg
nales colegiados de casación, segunda ins- relación inmediata con los fiscales generales
ante dichos tribunales y tendrán los siguientes los cuando se trate de prevenir o de evitar una
deberes y atribuciones: efectiva denegación de justicia.
a) Sustituir o reemplazar al fisc?? gene- d) Concurrir a las cárceles y otros luga-
ral titular en el ejercicio de la accióu<cuando res de detención, transitoria o permanente, no
por necesidades funcionales éste así lo resuel- sólo para formar conocimiento y controlar la
va y en caso de licencia, excusación, recusa- situación de los alojados en ellos, sino para
ción, impedimento o vacancia. promover o aconsejar medidas tendientes a la
b) Informar al fiscal general titular corrección del sistema penitenciario y a dar
respecto de las causas en que intervengan> cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 18
asistirlo en el ejercicio de sus funciones, en la de la Constitución Nacional.
medida de las necesidades del servicio. 41.- Los fiscales ante la justicia de
primera instancia federal y nacional de la
Fiscales ante los jueces Capital Federal, en lo civil y comercial,
de primera instancia contencioso administrativo, laboral y de se-
guridad social, tendrán los siguientes debe-
39.- Los fiscales ante los jueces de pri- res y atribuciones:
mera instancia tendrán las facultades y debe- a) Hacerse parte en todas las causas o
res propios del Ministerio Público Fiscal en trámites judiciales en que el interés público
el ámbito de su competencia por razón del lo requiera de acuerdo con el articulo 120 de
grado, debiendo realizar los actos procesales la Constitución Nacional, a fin de asegurar el
y ejercer todas las acciones y recursos nece- respeto al debido proceso, la defensa del inte-
sarios para el cumplimiento de los cometidos rés público y el efectivo cumplimiento de la
que les fijen las leyes. legislación, así como para prevenir, evitar o
Deberán intervenir en los procesos de remediar daños causados o que puedan cau-
amparo, de hábeas corpus y de hábeas data sarse al patrimonio social, a la salud y al me-
y en todas las cuestiones de competencia; e dio ambiente, al consumidor, a bienes o dere-
imponer sanciones disciplinarias a los funcio- chos de valor artistico, histórico o paisajistico
narios y empleados que de ellos dependan, en en los casos y mediante los procedimientos
los casos y formas establecidos por esta ley y que las leyes establezcan.
su reglamentación. b) Oftecer pruebas en las causas y trá-
40.- En particular, los fiscales ante la mites en que intervengan y verificar la regu-
justicia de instancia en lo triminal y laridad de la sustanciación de las restantes
correccional, tendrán los siguientes deberes y ofrecidas orendidasen autos, para asegurar el
atribuciones: respeto al debido proceso.
a) Promover la averiguación y enjuicia- c) Intervenir en las cuestiones de com-
miento de los delitos y contravenciones que petencia y en todos los casos en que se ha-
se cometieren y que llegaren a su conocimien- llaren en juego normas o principios de orden
to por cualquier medio, velando para que en público.
las causas se respete el debido proceso legal,
requiriendo para ello las medidas necesarias
ante los jueces o ante cualquier otra autoridad Fiscales auxiliares ante los tribunales
administrativa, salvo aquellos casos en que de primera instancia
por las leyes penales no esté permitido obrar
de oficio. 42.- Los fiscales auxiliares ante los @i-
b) Hacerse parte en todas las causas en bunales de primera instancia actuarán en re
que la acción pública criminal o contraven- lación inmediata con los fiscales ante dicho
cional fuese procedente, ofreciendo pruebas, tribunales y tendrán las siguientes facultad
asistiendo al examen de testigos ofrecidos en y deberes:
la causa y verificando el trámite de las otras a) Sustituir o reemplazar al fiscal titul
pruebas presentadas en el proceso. en el ejercicio de la acción cuando p
c) Ejercitar todas las acciones y recursos sidades funcionales éste así lo resue
,previstos en las leyes penales, contravencio- caso de licencia, excusación, recusación,
nales y de procedimiento, cuidando de instar- pedimento o vacancia,
LOY 24.946

b) Informar al fiscal titular respecto de c) Denunciar ante la justicia competen-


las causas en que intervengan y asistirlo en el te, los hechos que, coino consecuencia de las
ejercicio de sus funciones, en la medida de las investigaciones practicadas, sean considera-
necesidades del servicio. dos delitos. En tales casos, las investigaciones
de la Fiscalía tendrán el valor de prevención
sumaria. El ejercicio de la acción pública que:
CAP~TULO 11 dará a cargo de los fiscales competentes ante
el tribunaldonde quede radicada la denuncia
Fiscalia de Investigaciones y, en su caso, ante las cámaras de apelación y
Administrativas. Organización casación con la intervención necesaria delfi-
cal nacional de Investigaciones Administrati-
43.- La Fiscalía de Investigaciones Ad- va,v* o de los magistrados que éste determine,
ministrativas forma parte del Ministerio Pú- quienes en los términos del artículo
lico Fiscal como órgano dependiente de la 33, inciso t).
rocuración General de la Nación. Está inte- La Fiscalía de Investigaciones Admi-
ada por el fiscal nacional de Investigacioiies nistrativas asumir, eil cualquier estado
dministrativas y los demás magistrados que de la causa, el ejercicio directo de la acción
pública, cuando los fiscales competentes antes
mencionados tuvieren un criterio contrario a
Designaciones y remociones la prosecución de la acción.
d) Asignar a los fiscales generales, fis-
44.- Los magistrados de la Fiscalía se- cales generales adjuntos y fiscales, las investi-
án designados y removidos conforme al pro- gaciones que resolviera no efectuar personal-
edimiento previsto en esta ley. mente.
e) Someter a la aprobación del procura-
Fiscal Nacional de Investigaciones dor general de la Nación el reglamento interno
Administrativas de la Fiscalía de Investigaciones Administra-
tivas.
45.- El fiscal nacional de Investigaciones f ) Ejercer la superintendencia sobre los
dministrativas tendrá los siguientes deberes magistrados, funcionarios Y empleados que de
él dependen e impartirles instrucciones, en el
a) Promover la investigación de la con- marco de la Presente ley Y de la reglamenta-
ta administrativa de los agentes integran- ción que dicte el ~rocuradorgeneral.
de la Administración nacional centralizada g) Propoiier al procurador general de
escentralizada, y de las empresas, socieda- la Nación la creación, modificación o supre-
y todo otro ente en que el ~ ~ t tenga a d ~sión de cargos de funcionarios, empleados
icipación. todos lbs supuestos, las in- administrativos y personal de servicio y de
igaciones se realizar&, por el solo impul. maestranza que se desempeñen en la Fiscalia,
de la ~ i ~de ~~ ~ ~l í ~ d ~ ~ i cuando ~ i~ ~ resulte
- t conveniente
i ~ para ~
el cumpli-
~ i ~
'vas y sin necesidad de que otra autoridad miento de los fines rev vistos en esta ley.
tal lo disponga, sin perjuicio de ajustar su h) Elevar al procurador general un in-
eder a las iiis~ccionesgenerales que im- forme anual sobre la gestión de la Fiscalia de
el procurador general de la Nación. Investigaciones Administrativas, a su cargo.
b) Efectuar investigaciones en toda ins- i) Imponer las sanciones disciplinarias
ón o asociación que tenga como prin- a los magistrados, funcionarios y empleados
fuente de recursos el aporte estatal, ya que de 61 dependan, en 10s casos Y f o n a s es-
prestado e* forma direc@ o indirecta, e,, tablecidos en la ley y su reglamentación.
o de sospecha razonable sobre irregulari- j) Ejecutar todos sus cometidos ajustán-
s en la inversión dada a los dolos a la política criminal y de persecución
penal del Ministerio Público Fiscal.

*Texto según fe de erratas publ. 301311998; texto anterior: "del Fiscal Nacional de investigaciones
LEY 24.946

Fiscales generales de Investigaciones Administrativas. En ambas circunstancias,


Administrativas las actuaciones servirán de cabeza del suma-
rio que deberá ser instruido por las autoridades
46.- Los fiscales generales de lnv&stiga- correspondientes.
ciones Administrativas actuarán en relación En todas estas actuaciones que se re-
inmediata con el fiscal nacional de Investiga- girán por el Reglamento de lnvestigaciones
ciones Administrativas y tendrán los siguien- Administrativas, la Fiscalía será tenida, nece-
tes deberes y atribuciones: sariamente, como parte acusadora, con igua-
a) Sustituir al fiscal nacional de Investi'. les derechos a la sumariada, en especial, las
gaciones Administrativas en los sumarios ad- facultades de oEecer, producir e incorporar
ministrativos e investigaciones, en los casos pniebas, así como la de recurrir toda resolu-
en que aquél lo disponga. ción adversa a sus pretensiones. Todo ello,
b) Reemplazar al fiscal nacional de In- bajo pena de nulidad absoluta e insanable de
vestigaciones Administrativas en caso de -li=-' lo a~tuadoo resuelto según el caso.
cencia, recusación, excusación, impedimento '/.
o vacancia, con intervención del procurador
general de la Nación. Competencias especiales
c) Informar al fiscal nacional de Investi-
gaciones Administrativai respecto de las cau- 50.- Además de las previstas en el ar-
sas en las que intervengan. ticulo 26 de esta ley, los magistrados de 1
Fiscalia de Investigaciones Administrativas
Fiscales generales adjuntos y fiscales estarán investidos de las siguientes facultades
de Investigaciones Administrativas de investigación:
a) Disponer exámenes periciales, a cuyo
47.- Los fiscales generales adjuntos de fin podrán requerir de las reparticiones o fun-
Investigaciones Administrativas v los fiscales cionarios públicos la colaboración necesaria,
de lnv&tigaciones ~dministrativas,asistirán que éstos estarán obligados a prestar. Cuando
al fiscal nacional de Investigaciones Adminis- la índole de la peritación lo requiera, estarán
trativas, desempeñando las tareas propias de facultados a designar peritos ad hoc.
la Fiscalía que este último les asigne. b) Informar al pr2curador general de la
Nación cuando estimen que la permanencia
Comunicación de procesos penales en funciones de u11 ministro, secretario de Es-
tado o funcionario con jerarquía equivalente
48.- Cuando en el curso de un proceso o inferior, püeda obstaculizar gravemente la
judicial en sede peiial se efectúe imputación
formal de delito contra un agente público por
hechos vinculados con el ejercicio de su fun-
ción, el juez de la causa deberá poner esta cir-
cunstancia en conocimiento de la Fiscalía de
Investigaciones Administrativas.
Investigaciones disciplinarias Defensor general de la Nación

49.- Cuando en la investigación prac- 51.- El defensor general de la Nación


ticada por la Fiscalía resulten comprobadas es el jefe máximo del Ministerio Público de
transgresiones a normas administrativas, el la Defensa, y tendrá los siguientes debere
fiscal nacional de lnvestigaciones Adminis- atribuciones:
trativas pasará las actuaciones con dictamen af Eiercer ante la corte Suprema de Jus
fundado a la Procuración del Tesoro de la ticia de l a ~ a c i ó nen
, los casos que corres
Nación o al funcionario de mayor jerarquía da, las facultades del Ministerio P
administrativa de la repartición de que se tra- Defensa.
te, de conformidad con las competencias asig- b) Delegar sus funciones en los d
nadas por el Reglamento de lnvestigaciones res oficiales ante la Corte Suprema de
LEY:

de la Nación, de conformidad con lo previsto causales que prevé el artículo 53 de la Co


en el artículo 52 de esta ley. tución Nacional; y solicitar el enjuiciarni
c) Disponer por si o mediante instruc- de los integrantes del Poder Judicial de la
ciones generales o particulares, a los integran-
ción -ante los órganos competentes- c
tes del Ministerio Público de la Defensa, la do se hallaren incursos en las conductas
ción de todas las medidas que sean ne- templadas en el artículo citado.
k) Elevar al Poder Legislativo, por me-
dio de la comisión bicameral, la opinión del
Ministerio Público Fiscal acerca de la conve-
niencia de determinadas reformas legislati-
vas y al Poder Ejecutivo, por intermedio del
Ministerio de Justicia, si se trata de reformas
reglamentarias.
1) Responder a las consultas formuladas
e) Promover y ejecutar políticas para por el presidente de la Nación, los ministros
del Poder Ejecutivo, los presidentes de ambas
Cámaras del Congreso nacional, la Corte Su-
prema de Justicia de la Nación y el presidente
del Consejo de la Magistratura.
11) Coordinar las actividades del Minis-
terio Público de la Defensa y ejercer su repre-
sentación con las diversas autoridades nacio-
nales, provinciales y municipales --cuando
sea del cas- especialmente con las que
cumplan funciones de instrucción criminal y
regirá para los magistrados de la Defenso- policía judicial. Igualmente con los organis-
General de la Nación. En los casos de for- mos internacionales y autoridades de otros
países.
m) Ejercer la superintendencia general
sobre los miembros del Ministerio Público de
la Defensa y dictar los reglamentos e instmc-
ciones generales necesarios para establecer
una adecuada distribución del trabajo entre
sus integrantes, supervisar su desempeño y lo-
grar el mejor cumplimiento de las competen-
cias que la Constitución y las leyes le otorgan
a dicho Ministerio.
n) Imponer sanciones a los magistra-
dos, funcionarios y empleados del Ministerio
Público de la Defensa, en los casos y formas
establecidos por esta ley y su reglamentación.
ñ) Confeccionar el programa del Mi-
S los procesos con menores incapaces nisterio Público de la Defensa dentro del
paración entre las funciones correspon- presupuesto general del Ministerio Público
s a la defensa proniiscua o conjunta del y presentar éste al Poder Ejecutivo nacional,
por intermedio del Ministerio de Economía y
Obras y Servicios Públicos, juntamente con el
programa del Ministerio Público Fiscal, para
su remisión al Congreso de la Nación.
o) Organizar, reglamentar y dirigir la
Oficina de Recursos Humanos y el servicio
administrativo financiero del organismo.
p) Disponer el gasto del organismo de Defensores oficiales ante la Corte
acuerdo con el presupuesto asignado al Minis- Suprema de Justicia de la Nación
terio Público de la Defensa, pudiendo delegar
esta atribución en el funcionario que &signe 53.- Los defensores oficiales ante la
y en la cuantia que estime conveniente. Corte Suprema de Justicia de la Nación asisti-
q) Convocar, por lo menos una vez al rán al defensor general en todas aquellas fun-
año, a una reunión de consulta, a la que asis- ciones que éste les encomiende y tendrán los
tirán todos los magistrados mencionados en el siguientes deberes y airibuciones:
articulo 4", incisos b) y c) de la presente ley: a) Sustituir o reemplazar al defensor
en la cual se considerarán los informes anuales general en las causas sometidas a su inter-
que se presenten conforme lo exige el atticu- vención o dictamen cuando por necesidades
lo 32; se procurará la unificación de criterios funcionales éste asi lo resuelva y en caso de
sobre la actuación del Ministerio Público de la licencia, excusación, recusación, impedimen-
Defensa y se tratarán todas las cuestiones que,, to o,vacancia.
el defensor general incluya en la convocatoria. 'b) Informar al defensor general respecto
r) Fijar la sede y la jurisdicción temto- de las causas en que intervengan.
rial de actuación de las defensorías públicas c) Desempeñar las demás funciones que
oficialer y el grupo de dzfensores publicos ofi- les encomiendan las leyes y reglamentos.
ciales, defensores públic0s oficiales adjuiitos y
auxilisres de Iri Defensori~General de la Na- Defensores públicos de menores
ción que colaborarán con ellos, sin necesidad e incapaces
de sujetarse a la división judicial del pais.
S) Representar al Ministerio Público de 54.- Los defensores públicos de meno-
la Defensa en sus relaciones con las demás au- res e incapaces en las instancias y fueros que
toridades de la República. actúen, tendrán los siguientes deberes y atri-
t) Responder las consultas que formulen buciones:
los funcionarios y empleados del Ministerio a) Intervenir, en los términos del artícu-
Público de la Defensa. lo 59 del Código Civil, en todo asuntojudici
u) Recibir los juramentos de los magis- o extrajudicial que afecte la persona o biene
trados, funcionarios y demás empleados del de los menores o incaeaces, y entablar en de
Ministerio Público de la Defensa. fensa de éstos las acciones y recursos pert'
v) Patrocinar y asistir técnicamente, en nentes, ya sea en forma autónoma o junto CO
forma directa o delegada, ante los organismos sus representantes necesarios.
internacionales que corresponda, a las perso- b) Aseeurar la necesaria intewenc
nas que lo soliciten.
De La Defensoría General de la Nación
diferentes inslaniias, en toda op
52.- La Defensoria General de laNación que se encuentre comprometido
es la sede de actuación del defensor general de la persona o los bienes
la Nación, como jefe del Ministerio Público capaces, emitiendo el correspo
de la Defensa. En dicho ámbito se desempe- men.
ñarán los defensores oficiales ante la Corte c) Promover o intervenir e
Suprema de Justicia de la Nación y todos los causa o asunto y requerir tod
magistrados que colaboren con el defensor conducentes a la protección
general de la Nación, tanto en las tareas de bienes de los menores, incap
dictaminar en los asuntos judiciales rernititlos
por la Cone Suprema de Jirsticia ds la NaciOn.
cuanto en los asuntos relativos al gobierno del ción legal; fuere necesario suplir
Ministerio Público de la Defensa, de confor- de sus asistentes o repres
midad con los planes, organigramas de traba- rientes o personas que los tuvies
jo y cometidos fiincionales específicos que el go: o hubiere aue controlar lagestión
defensor general disponga encomendarles.
LEY 24.946 -

d) Asesorar a menores e incapaces, in- dico propuestas para cada internado, así co
habilitados y penados bajo el régimen del ar- el cuidado y.atención que se les otorgue.
tículo 12 del Código Penal, así como también k) Poner en conocin1iento de la
a sus representantes necesarios, sus parientes toridad judicial competente las acciones y
otras personas que puedan resultar respon- omisiones de los jueces, funcionarios o em-
es por los actos de los incapaces, para la pleados de los tribunales de justicia que con-
pción de todas aquellas medidas vincula- sideren susceptibles de sanción disciplinariay
a la protección de éstos. requerir su aplicación.
e) Requerir a las autoridades judiciales 1) Responder los pedidos de informes
adopción de medidas tendientes a mejorar del defensor general.
situación de los menores, incapaces e in- 11) Imponer sanciones disciplinarias, a
bilitados, así como de los penados que se los magistrados, funcionarios y empleados
cuentren bajo la curatela del artículo 12 del que de ellos dependan, en los casos y formas
digo Penal, cuando tomen conocimiento establecidos en esta ley y su reglamentación.
malos tratos, deficiencias u omisiones en 55.- Los defensores públicos de meno-
atención que deben dispensarles sus padres, res e incapaces ante los lnbunales de casación
tores o curadores o las personas o institucio- y de segunda instancia, cuando no hubieren
s a cuyo cuidado se encuentren. En su caso, sido designados para actuar también en pri-
áu por si solos tomar medidas urgentes mera instancia, tendrán las siguientes compe-
'as de la representación promiscua que tencias especiales:
a) Desempeñar en el ámbito de su com-
f) Peticionar a las autoridades judiciales petencia las funciones que la ley confiere a los
aplicación de las medidas pertinentes para defensores públicos de menores e incapaces
rotección integral de los menores e inca- ante la primera instancia y promover o con-
s expuestos por cualquier causa a riesgos tinua~las acciones que correspondan a fin de
nentes y graves para su salud fisica o mo- cumplir en forma efectiva con las funciones
, con independencia de su situación fami- asignadas al Ministerio Público de la Defensa
de Menores e Incapaces.
g) Concurrir con la autoridadjudicial en b) Promover acciones en forma directa
cicio del patronato del Estado nacional, en las instancias anteriores sólo por razones
1 alcance que establece la ley respecti- de urgencia, que se tendrán que fundar debi-
y desempeñar las funciones y cumplir los damente en cada caso.
beres que les incumben de acuerdo con la c) Dictaminar en las causas sometidas a
Y 22.914, sobre internación y extemación fallo plenario cuando la cuestión se refiera al
de persanas. y coniroiar que se efeciiieli al derecliode 10s ~nciiorssc in~apases.
ueglstro de Inapaces, las coinunicaziunes d) Dirimir lor coiifiiczos (Ir riirno) coiii-
petencia que se planteen entre los defensores
mitir dictámenes en los asuntos en de menores e incapaces de las instancias aii-
onsultados por los tutores o cura- tenores.
e) Elevar un informe anual al defensor
'tar y hacer comparecer a personas a general de la Nación sobre la gestión del área
acho, cuando a su juicio fuera necesa- bajo su competencia.
'r explicaciones o contestar cargos f) Ejercer la superintendencia sobre los
ulen, cuando se encuentre afecta- defensores de menores e incapaces, ante las
eres de menores e incapaces. instancias inferiores e impartirles instrucciones
Inspeccionar periódicamente los es- en el marco de la presente ley y de la reglamen-
ientos de inteinación, guarda, trata- tación pertinente que dicte el defensor general.
reeducación de menores o incapaces, 56.- Los defensores públicos de meno-
icos o privados, debiendo mantener res e incapaces ante los tribunales orales serán
os a la autoridadjudicial y, por la vía parte necesaria en todo expediente de dis-
a correspondiente, al defensor gene- posición tutelar que se forme respecto de un
la Nación, sobre el desarrollo de las ta- menor autor o víctima de delito conforme las
ducativas y de tratamiento social y mé- leyes de menores vigentes; y deberán asistir
'* LEY 2

bajo pena de nulidad, a los juicios orales de d) Aplicar correctivos a sus pupilos en
menores conforme lo dispuesto en el Código los términos que lo permite el ejercicio de la
Procesal Penal de la Nación. patria potestad.
57.- El Registro de Menores e Inc$aces e) Proceder de oficio y extrajudiciai-
creado por decreto 28211981 pasa a integrar mente en la defensa de las personas o intere-
el Ministerio Público de la Defensa, bajo la ses puestos a su cuidado, tanto en el ámbito de
dependencia directa del defensor de menores la actividad privada como frente a la Adminis-
e incapaces ante la Cámara Nacional de Ape- tración Pública.
laciones en lo Civil. f ) Ejercer la defensa de las personas in-
ternadas en los términos del articulo 482 del
a t o r e s y curadores públicos Código Civil, tanto en lo personal coino en
lo patrimonial, gestionando tratamientos ade-
58.- Los jueces federales y nacioiiales cuados, así como también los amparos patri-
de la Capital Federal designarán en los proce:. , moniales que puedan corresponder.
sos judiciales, tutores o curadores públicos de ' g ) Citar y hacer comparecer a su despa-
aquellos menores, incapaces o inhabilitados, cho a cualquier persona, cuando a su juicio
que sean huérfanos o se encontraren abando- ello fuere necesario a fin de requerirle expli-
nados. Ello no impedirá la designación de tu- caciones para responder sobre cargos que se
tores o curadores privados cuando los jueces les formularen por tratamientos incorrectos o
hallen personas que reúnan las condiciones la omisión de cuidado respecto de los meno-
legales de idoneidad necesarias para desem- res, incapaces o inhabilitados que se hallen a
peñar tales cargos. su cargo, o por cualquier otra causa vinculada
59.- Los tutores y curadores públicos con el cumplimiento de su función.
tendrán las funciones previstas en los Títalos h) Concuinr periódicamente a los esta-
VI1 a XIV de la Sección 11del Libro 1del Có- blecimientos en donde se hallen alojadas las
digo Civil, sin perjuicio de las demás propias personas a su cargo e informar al juez y al
de la naturaleza de.su cargo y las que les-en- defensor público sobre el estado y cuidado de
comiende el defensor general de la Nación. aquéllos, debiendo efectuar las gestiones que
Especialmente deberán: consideren convenientes para mejorarlos.
a) Cuidar de las personas de los me- i) Mantener informado a\ defensor de
nores, incapaces o inhabilitados asignados a menores e incapaces &primera instancia so-
su cargo, procurando que los primeros sean bre las gestiones y asuntos que se encuentran
instruidos para que puedan - e n su moinen- a su cargo y responder a cualquier requeri-
te- acceder a una profesión, arte, oficio o miento que éste les formule.
actividad útil. En el caso de quienes padezcan
enfermedades mentales, toxicomanías o alco- Defensores públicos oficiales
holismo, procurarán su restablecimiento y pe-
dirán, cwndo correspoiida. ~ i rcli:~hilitaciÓii. 60.- Los defensores públicos oficiales,
-
i
b), Tisrcer la ri.nreseiitssion lsnal de los en las instancias y fueros en que actúen, deb
S

incapaces que han sido confiados a su cargo, rán proveer lo necesario para la defensa de
asistir a los inhabilitados, cuidar las personas persona y los derechos de los justiciables t0
de ambos así como también su patrimonio; vez que sea requerida en las causas ena al es
proveer, cuando corresponda, a su adecuada en otros fueros cuando aquéllos fueren pob
administración. o estuvieren ausentes. Para el cumplim
C)Ejercer la defensa de las personas sin de tal fin, sin perjuicio de las demás func'
bienes en el carácter de curadores provisiona- que les encomiende el defensor general
les en los procesos de declaración de incapa- Nación, tendrán los siruientes - deberes Y
cidad e inhabilitación y representarlos en los bucionis:
restantes procesos que pudieren seguirse con- a) Ejercer la defensa y rep
tra ellas, según el régimen de la ley procesal. en juicio, como actores o dema
En las mismas condiciones, iratándose de per- quienes invoquen y justifiquen p
sonas sin parientes ni responsables de ellas, encuentren ausentes en ocasión de re¶
ejercerán su curatela definitiva. la defensa de sus derechos.
LEY 24.946

b) Ejercer la defensa de los imputados c) Elevar al defensor general un infor-


las causas que tramitan ante la justicia en me anual sobre la gestión del área bajo su

S demás funciones que


el defensor general de la Na-
-
icamente a sus defendi- Los defensores públicos oficiales ante
obre el trámite procesal los tribunales colegiados de casación tendrán
las atribuciones descriptas en los incisos c) y

cos adjuntos de menores


ores públicos oficiales
nflictos. En su caso presentarán adjuntos ante los tribunales colegiados
S acuerdos alcanzados para su de casación, de segunda instancia
y de instancia única
edios para hallar a los
mandados ausentes. Cesarán en su inter- 62.- Los defensores públicos adjuntos
nción cuando notifiquen personalmente al de menores e incapaces y públicos oficiales
a existencia del proceso y en adjuntos ante los tribunales colegiados de
evistos por la ley pro- casación, segunda instancia y de instancia
única, actuarán en relaciói~inmediata con los
e) Contestar las consultas que les for- defensores públicos ante dichos tribunales, y
ulen personas cuentes de recursos y asis- tendrán los siguientes deberes y atribuciones:
las en los trámites judiciales pertinentes, a) Sustituir al defensor público titular en
efensas y apelaciones en los el ejercicio de sus deberes, cuando por nece-
o correspondan; y pa- sidades funcionales, éste así lo resuelva, y en
ción del beneficio de caso de licencia, excusación, recusación, im-
pedimento o vacancia.
edidos de informes b) Iiiformar al defensor público titular
general de la Na- respecto de las causas sometidas a su inter-
anual relativo vención y asistirlo en el ejercicio de sus fun-
ciones, en la medida de las necesidades del

Honorarios de los defensores


públicos oficiales
1.- Los defensores públicos oficiales
olegiados de segunda ins- 63.- El imputado en causa penal que, a
especial- las siguientes SU pedido o por falta de designación de de-
fensor particular, sea asistido por un defensor
a) ~ i ~ i ~de turno y
~los i conflictos público oficial, deberá solventar la defeixsa,
e planteen entre los de- en caso de condena, si cuenta con los medios
ficiales de las instancias suficientes. A tal fin, el tribunal regulará los
honorarios correspondientes a la acluación
nsa, conforme a la Ley

Con el objeto de verificar el estado pa-


imputado para determinar la per-
pertinente que dicte el tinencia de dicha regulación de honorarios, el
informe socio-ambiental que se practique

Texto según fe de erratas publ. 3013/1998.


* - LEY 24.946

deberá contener los elementos de valoración El traspaso de los funcionanos y em-


adecuados, o el juez ordenará una infoma- pleados de la Curaduría Oficial del Ministerio
ción complementaria al efecto. Si de ello sur- de Justicia de la Nación al Ministerio Público
giese que el imputado resulta indigenteal mo- de la Defensa, no afectará derechos adquiri-
mento de la sentencia, será eximido del pago. dos que comprendan el reconocimiento de su
64.- En caso de incumplimiento en jerarquía, antigüedad y los beneficios deriva-
el pago de los honorarios dentro de los diez dos de la permanencia en el cargo o categoria
días de notificado el fallo, el tribunal emitirá y otros análogos.
un certificado que será remitido para su ej&- c) Todos los integrantes del Ministerio
cución al organismo encargado de ejecutar la Público conservarán su afiliación a la Obra
tasa de justicia. Social del Poder Judicial de la Nación, me-
Las sumas que se recauden por tal con- diante un convenio a celebrase entre el Minis-
cepto, así como los honorarios regulados a los terio Público y la Corte Suprema de Justicia
defensores públicos en causas no penales; se de a! Nación, que garantice identica cobertura
incorporarán a los fondos propios del Minis- y lahisma porceniualidad en las cuotas.
terio Público de la Defensa. dJ Los funcionarios y empleados admi-
nistrativos gozan de estabilidad mientras dure
su buena conducta y hasta haber alcanzado los
requisitos legales para obtener los porcentajes
FUNCIONARIOS
Y PERSONAL AUXILIAR máximos de los respectivos regímenes jubi-
DEL MNSTERIO PÚBLICO latorios.
Podrán ser removidos por causa de
65.- Los funcionanos y el personal au- ineptitud o mala conducta, previo sumario
xiliar del Ministerio Público se regirán por la administrativo con audiencia del interesado.
presente ley, las normas pertinentes del decre- Sólo con su conformidad podrán ser traslada-
to-ley 128511958 y las reglamentaciones que dos 'onsrn,aiido su jerarquia. a otras.jurisdic-
dicten el procurador general de la Nacióñy el ciones rsrritoriülcs disiiiitas de las adjudicadas
defensor general de la Nación. En particular en su designación.
se establece: e) La designación y promoción de los
a) Los funcionarios y empleados del Po- funcionanos y del personal del Ministerio Pú-
der Judicial de la Nación aue hubieren pasado blico se efectuará el procurador general
a desempeñarse en el ~inisterio~ ú b l & Fis-
o o por el defensor general, según correspon-
cal o en el Ministerio Público de la Defensa, y da, a propuesta del titular de la dependencia
se encuentren prestando servicios allí, quedan donde exista la vacante y de acuerdo a lo
incorporados a su planta permanente. establezca la pertinente reglamentación.
b)* Todo traspaso de funcionarios o magistrados mencionados podrán delegar
empleados desde el Ministerio Público al Po- competencia.
der Judicial de la Nación**, o a la inversa,
no afectará los derechos adquiridos durante
su permanencia en uno 11 otro r6giinr.n. que
comorei~derinel reconocimier~tode SU ierar- Disposiciones complementarias 1
quía, antigüedad y tos beneficios derivados
de la permanencia en el cargo o categoría- y
. Representacibn del Estado en juici
otros análogos, a fin de el ascenso
indistinto en ambas carreras, atendiendo a los 66.- A los efectos de dar cumplimie
títulos y eficiencia de los funcionarios y em- al artículo 27 -primera parte- de es?
pleados, y a su antigüedad. salvo los casos en que por ley se autor1

' La acordada 41 IYYh CSJN establece: .»eclsrar 13 invalid:~ d:l nn. 65, inc. h) de la ley
cn cuaillo dispone que el as.'enso ds i~in;isni:ios y einplesdos del Poder Judicidl sr.rmlicz alenjizndO.a
ius titulos, ehciencia ) aniigriedad iio si>lode los qiis dc r:l depcriden sinii tan1hir',i de los del \linisleno
Público, empleados en ambas cmeras, por tratarse de escalafones independientes".
** Texto según fe de erratas publ. 3013/1998;texto anterior: "Poder Judicial de la nación".
LEY

imen especial, el Estado nacional y sus Los integrantes del Ministerio Públi-
es descentralizados serán representados co continuarán ejerciendo la representación
atrocinados ante los tribunales judiciales judicial del Estado tsnto en los juicios en
rganismos jurisdiccionales y adininistra- trámite como en los que se iniciaren, hasta
s nacionales y locales, por letrados inte- su reemplazo efectivo.
ntes del cuerpo de abogados del Estado 69.- A los fines del cumplimiento de -
endientes de los servicios jurídicos de lo previsto en los articulos 27, 66 y 68 de la
respectivos ministerios, secretarías, re- presente ley, el jefe de Gabinete de Ministros
iciones o entes descentralizados. podrá disponer la creación, supresión, trans-
En el interior de la República, cuando ferencia y redistribución de dependencias,
anismo interesado carezca en el lugar de servicios, funciones y cargos, así como efec-
icios referidos, la citada representación tuar las reestructuraciones de créditos presu-
cidapor delegados del cuerpo de abo- puestarios que a tal efecto sean necesarias.
el Estado dependientes de la Procura-
e Tesoro de la Nación y designados por Remisión de pliegos.
oder Ejecutivo; en su defecto, la ejercerán Acuerdo del Senado
ados integrantes del cuerpo de abogados
Estado dependientes de otros servicios iu- 70.- Todos los actuales integrantes del
Ministerio Público que se desempeñen en
Cuando el Poder Ejecutivo lo estimare los cargos previstos en los incisos b), c), d),
niente la representación judicial esta- e) y . 0 de los artículos 3" y 4' de esta ley
á ejercida por el procurador del Teso- gozan de la estabilidad que prevé el artículo
120 de la Constitución Nacional. El procu-
Cuando situaciones excepcionales o rador general y el defensor general deberán
obtener el acuerdo previsto en el artículo
5". A tal efecto el Poder Ejecutivo remitirá
los pliegos correspondientes dentro de los
treinta días corridos contados a partir de la
sanción de la presente ley.
Lo previsto en el párrafo anterior no
67.- Los representantes judiciales del impedirá la remoción de dichos funciona-
rios por hechos ocurridos con anterioridad a
la sanción de la presente ley.
Recursos

71.- Los recursos para atender todos


los gastos que demande el cumplimiento de
la presente ley provendrán de las partidas
es desempeñarán su cometido que las leyes de presupuesto otorguen al
mejor contemple los intereses Ministerio Público.
o naclonal confiados a su custodia. El presupuesto específicamente debe-
.-En todos los juicios en trámite en rá asignar las sumas que hoy corresponden
Estado nacional o sus entes descen- a la Dirección de la Curaduría Oficial del
Ministerio de Justicia de la Nación, al pro-
grama del Ministerio Público de la Defensa.

Equiparaciones. Ministerio
Público Fiscal

72.- Los actuales cargos del Ministerio


Público Fiscal modificarán su denominación
de acuerdo a las siguientes equiparaciones:
LEY 24.946

a) El procurador general de la Nación, cional federal, los prosecretarios letrados de la


en el cargo de igual denominación, previsto Procuración General de la Nación y el fiscal
en el inciso a) del articulo 3'. coadyuvante de la justicia nacional del traba.
b) Los procuradores fiscales dzla Corte jo, en los respectivos cargos de fiscales auxi-
Suprema de Justicia de la Nación, en el cargo liares previstos en el inciso f ) del artículo 3".
de procurador fiscal ante la Corte Suprema de Mientras permanezcan en el cargo, los
Justicia de la Nación, previsto en el inciso b) actuales fiscales adjuntos ante los juzgados
del articulo 3'. ., federales de primera instancia en lo crimi-
c) El fiscal general de ~nvestigaciones nal y correccional tendrán la equiparación
Administrativas, en el cargo de fiscal nacional presupuestaria, remuneratoria y previsional*
de Investigaciones Administrativas, previsto correspondiente a los cargos previstos en el
en el inciso b) del articulo 3". inciso e) del articulo 3', de confonnidad con
Mientras permanezca en el cargo, el lo dispuesto en el inciso d) del articulo 12 de
actual fiscal general de Investigaciones~lia- lapresente ley.
\
ministrativas conservará la equiparación pre-
supuestaria, remuneratoria, previsional, de Equiparaciones. Ministerio Público
protocolo y trato vigente al momento de la de la Defensa
sanción de la presente-ley.
d) Los fiscales de cámara ante los tri- 73.- Los actuales cargos del Ministe
bunales colegiados de casación, de segunda Público de la Defensa modificarán su deno
instancia y de instancia única, el procurador minación de acuerdo a las siguientes equipa
general del Trabajo, los fiscales adjuntos de raciones:
la Fiscalía Nacional de InvestigacionesAdmi- a) El Defensor General de la Nación*
nistrativas, y los secretarios de la Procuración en el cargo de igual denominación previsto e
General de la Nación, en los respectivos car- el inciso a) del articulo 4".
gos de fiscales generales previstos en el jnciso b) El defensor oficial de pobres, inca
c) del articulo 3'; ces y ausentes ante la Corte Suprema de Jus 1
e) Los fiscales adjuntos de la Fiscalia cia de la Nación, en el cargo de defensor o
ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo ante la Corte Suprema de Justicia de la N
Criminal y Correccional Federal de la Capital, previsto en el inciso h) de1 artículo 44
el subprocurador general del Trabajo, los secre- c) Los defensores oficiales de po
taxios letrados de la Procuración General de la incapaces y ausentes ante la Cámara de
Nación, en los cargos de fiscales generales ad- sación Pe;l, sus adjuntos, los defensores
juntos previstos en el inciso d) del articulo 3". ciales de pobres, incapaces y ausentes ante
Mientras permanezca en el cargo, la tribunales orales en lo criminal, sus adjun
actual titular de la Subprocuración General ante los tribunales federales de la Capital
del Trabajo conservará la equiparación pre- deral, los de primera y segunda instanci
supuestaria, remuneratoria, previsional, de interior del país y los secretarios de la
protocolo y trato que prevé el articulo 9' de soria General de la Nación, en los resp
la ley 18.345. cargos de defensores públicos oficiales
f ) Los fiscales y los ageiites fiscales ante Cámara de Casación Penal, adjuntos an
loa jueccs dc priiiiira instancia, los Aicalcs acl- Cámara de Casación Penal, defensor
iiintus ni6vilcs (le la ProciiraciOn Gcneral d t I;i cos oficiales ante los tribunales
Nación y los secretarios generales y secreta- criminal, adjuntos ante los tribu
rios letrados de la Fiscalía Nacional de Inves- en lo criminal, ante los tribunales
tigaciones Administrativas, en los cargos de la Capital Federal, de primera y segu
fiscales previstos en el inciso e) del articulo 3'. tancia del interior del país y de la De
y) Los fiscales adjuntos ante la justicia General de laNación, conforme 10
de primera instancia en lo criminal y correc- el inciso c) del articulo 4'.
* Texto según fe de erratas publ. 301311998; texto anterior: "equiparación pres
rativa y previsional".
*' Texto según fe de erratas publ. 301311998;texto anterior: "El Defensor General de La
pais, aquellos que tengan su sede en el mismo
lugar que el tribunal de apelaciones, según el
caso. Hasta tanto se produzcan las designacio-
nes correspondientes, dichos defensores ofi-
ciales ante los tribunales de primera instancia
percibirán la remuneración correspondiente a
la de los magistrados enumerados en el inciso -
c) del articulo 4'.

Derogaciones

76.- Deróganse las leyes 15.464 y


21.383; los Títulos VII, VI11 y IX de la ley
1893; los artículos 6' y 10 de la ley 4162; el
articulo 31, párrafo 4, inciso a) del decreto-
ley 1285/1958; los articulos 3', incisos a) y
conforme lo previsto en el inciso b), y 5' de la ley 20.581; el Capítulo 11de la
ley 18.345; el articulo 3' de la ley 24.0911
en tanto establece que el defensor oficial ante
la Corte Suprema ejerce la competencia ante
ella en forma única y exclusiva; los articulos
516 y 517 del Códtgo Procesal Penal en cuan-
to disponen la intervención del Ministerio Pú-
blico en la ejecución de condenas pecuniarias;
General de la Nación en los cargos de el artículo 3" de la ley 3952, en tanto regula
es auxiliares de la Defensoria Gene- la notificación al procurador fiscal de toda
demanda contra la Nación y su sujeción a las
instru~cioiiesdel iorrsspondiente rniliistru del
I'odcr Ejecuti\,o; 13 ley 3367 y 13 Isy 17.516
Estructura en cuanto se refieren a la representación por
los procuradores fiscales y el procurador ge-
- El procurador general de la Nación neral de la Nación en asuutos de jurisdicción
nsor general de la Nación, en sus res- voluntaria o contenciosa en que el Fisco de-
mande o sea demandado y toda otra norma
que resulte contradictoria con la presente ley.
77.- Comuníquese, etc.
nto no afecten los
LEY DE FUEROS
istrados, funcionarios y empleados
e en funciones. Toda alteración que
LEY 25.320

sanc. 8/9/2000; promul. 12/9/2000;


publ. 13/9/2000

Artículo lo.-Cuando, por parte de juez


nacional, provincial o de la Ciudad Autónoma
los defensores oficiales ante los tri- de Buenos Aires, se abra una causa penal en
la que se impute la comisión de un delito a un
legislador, funcionario o magistrado sujeto a
desafuero, remoción o juicio polilico, el tri-

texto anterior: "el aniculo 3" de la ley 23.091".


- LEY

hunal competente seguirá adelante con el pro- declarará por auto que no puede proceder a la
cedimiento judicial hasta su total conclusión. detención o mantenerla, continuando la causa
El llamado a indagatoria iio se considera me- según su estado.
dida resinctiva de ln libertad pero e& el caso En cualquier caso regirá la suspensión
de que el legislador, funcionario o magistrado del curso de la prescripción prevista en el arti-
no concuriera a prestarla el tribunal deberá culo 67 del Código Penal.
solicitar su desafuero, remoción o juicio po- 5'.- En el caso del artículo 68 de la
lítico. En el caso de dictarse alguna medida Constitución Nacional, se procederá al recha-
que vulnera la inmunidad de arresto, la misma zo in limlne de cualquier pedido de desafuero.
no se hará efectiva hasta tanto el legislador, 6".- Deróganse los artículos 189, 190 y
funcionano o magistrado sujeto a desafuero, 191 del Código Procesal Penal de la Nación
remoción o juicio político no sea separado de (ley 23.984).
su cargo. Sin perjuicio de ello el proceso po- 7".- Comuníquese, etc.
drá seguir adelante hasta su total conclusi~n.
El tribunal solicitará al órgano que correspon-
'.
da el desafuero, remoción o juicio político, CÁMARA NACIONAL
según sea el caso, acompañando al pedido las DE CASACI~NEN LO CMMINAL
copias de las actuaciones labradas expresando Y CORRECCIONALDE LA CAPITAL
l&razones que justifiquen la medida. No será FEDERAL. CREACI~N.
obstáculo para que el legislador, funcionario o COMPETENCIA
magistrado a quien se le imputare la comisión
de un delito por el que se está instruyendo LEY 26.371
causa tenga derecho, aun cuando no huhiere
sido indagado, a presentarse al tribunal, acla- sanc. 211512008; promul. 2915l2008;
rando los hechos e indicando las pruebas que, publ. 3015/2008
a su juicio, puedan serle útiles. No se-podrá
ordenar el allanamiento del domicilio particu- Articulo lo.-Créase la Cámara Nacio-
lar o de las oficinas de los legisladores ni la nal de Casación en lo Criminal y Correccio
intercepción de su correspondencia o comuni- de la Capital Federal, con las característi
caciones telefónicas sin la autorización de la que establece la presente ley.,
respectiva Cámara. 2".- S u s t i t ú s e el articulo 23 del Códi
2".- La solicitud de desafuero deberá Procesal Penal de la Nación por el siguient
ser girada de manera inmediata a la Comisión Cornpetei~cia de la Cámara Nacional
de Asimtos Constitucionales de la Cámara Casacióndenlo Criminaly Correccional
correspondiente, la que deberá emitir dicta- Capital Federal
men, en un plazo de 60 días. La Cámara de- Articulo 23.- La Cámara Nacion
berá tratar la causa, dentro de los 180 días de Casación en lo Criminal y Correccional
ingresada, aun cuando no exista dictamen de Capital Federal juzga de los recursos de
comisión. constitucionalidad, casación y revisión
3O.- Si un legislador hubiera sido dete- puestos contra las sentencias y resolucl
nido en virtud de lo dispuesto por el artículo dictadas por los tribunales orales en 10 C
69 de la Constitución Nacional, el tribunal nal, los tribunales orales de menores, 1
pondrá inmediatamente en conocimiento del mara Nacional de Apelaciones en lo C
hecho d cuerpo legislativo correspondiente, y Correccional, los jueces nacionales
quien decidirá por los dos tercios de los votos, cionales y los jueces nacionales de eje
en sesión que deberá realizarse dentro de los penal con asiento en la Capital Federal.
10 días, si procede el desafuero. En este caso 3".- Incorpórase como articulo 3
se actuará conforme al artículo 70 de la Cons- del Código Procesal Penal de la Nación
titución Nacional. Para el caso de denegar la guiente:
Cámara el desafuero, el juez dispondrá la in- Competencia de la Cáma
mediata libertad del legislador. Casación Penal
4".- Si fuera denegado el desafuero, la Articulo 30 bis.- La Cámara Fed
suspensión o remoción solicitadas, el tribunal Casación Penal juzga de los recursos
LEY 26 371

las salas. Tiene competencia territorial en

les de primera instancia con asiento en las En razón de la materia tiene la compe-
incias y tribunales orales y Cámara Na- tencia determinada por el Código Procesal

69- Créanse diez (10) cargos de juez de


Cámara de Casación, un (1) cargo de secretario
general, tres (3) cargos de secrekxio de Cáma-
ra, cuatro (4) cargos de prosecretario de Cáma-
ra y los cargos del personal administrativo y de
La CámaraFederal de Casación Penal; servicios que se detallan en el Anexo 1 de la

la publicación de la presente. Asimismo,


dicho Consejo deberá adoptar las medidas

En los casos en que resulte necesario, se


hibutario, de meno- podrán establecer procedimientos abreviados
ccional federal de la para la designación de los jueces a los efectos
mayor celeridad al trámite de las
causas.
El Juzgado Nacional de Ejecución So.- Los fiscales generales y los fiscales
generales adjuntos ante los tribunales orales

cución penal, los defensores pú-


blicos y oficiales y los defensores públicos de
Casación en lo menores e incapaces que actúan ante dichos
inaly Correccionalde la CapitalFederal órganos judiciales, desempeñarán ante la Cá-
--
1002 LEY 2

mara Nacional de Casación en lo Criminal y Criminal y Correccional de la Capital Federal,


Coi~eccionalde la Capital Federal las funcio- por las cámaras nacionales de apelaciones y por
nes que la ley 24.946 les asigna respedtiva- los tribunales orales sólo serán susceptibles de
mente. recursos de reconsideración.
9".- Hasta la puesta en funcionamiento Las sanciones aplicadas por los demás
de la Cámara Nacional de Casación en lo Cri- jueces nacionales serán apeelbles por ante las
minal y Correccional de la Capital Federal, el cámaras de apelaciones respectivas.
Tribunal de Casación ya existente conservq'; Los recursos deberán deducirse en el tér-
la competencia que le asignara el articulo 23 mino de tres (3) días.
del Código Procesal Penal de la Nación, cuyo Articulo 31.-* La Cámara Federal de
texto es sustituido por la presente ley. Asimis- Casación Penal, la Cámara Nacional de Casa-
mo, las causas que se encuentran o hayan teni- ción en lo Criminal y Correccional de la Capi-
do radicación ante dicho tribunal continuarán:. tal Federal, los tribunales orales y las cámaras
sustanciándose en esa misma sede judicial, naciohales de apelaciones en lo criminal y
basta su finalización. correccional federal, en lo criminal y correc-
Asimismo, el Tribunal de Casación po- cional y en lo penal económico, se integrarán
drá reasignar, mediante sorteo, las causas en por sorteo entre los demás mieinbms de aqué-
trámite ante los Tribunares Orales en lo Cri- llas; luego del mismo modo, con losjueces de
minal Federal con asiento en la Capital Fede- la otra Cámara en el orden precedentemente
ral y en las provincias, a fin de establecer una establecido y, por Último también por sorteo,
carga equitativa en las tareas y una distribu- con los jueces de primera instancia que de-
ción racional de las causas. pendan de la Cámara que debe integrarse.
10.- Sustitúyense los artículos 5", 11, El sistema de integraci
19, 31 y 32 del decreto ley 128511958, rati- cid0 se aplicará para las cámaras nacionales
ficado por la ley 14.467 y sus modificaciones
por los siguientes:
Articulo 54- Para ser juez de la Cámara
Federal de Casación Penal, de la Cámara Na-
cional de Casación en lo Criminal y Correc-
cional de la Capital FederaI,.de las cámaras
nacionales de apelaciones y de los Bibunales
orales sc requiere: ser ciudadano argentino, con asiento en las provin
abogado con título que tenga validez nacio- con el juez.0 jueces de la sección do
nal, con seis (6) años de ejercicio de la profe- funcione el tribunal.
sión o función judicial que requiera el título En caso de recusación, excusaci
indicado y treinta (30) años de edad.
Articulo 11.- Los jueces de primera ins-
tancia, de la Cámara Federal de Casación Pe- por sorteo entre los miemb
nal, de la Cámara Nacional de Casación en lo cional de Apelaciones en 1
Criminal y Correccional de la Capital Federal, cional Federal de la Capital Fed
de las cámaras nacionales de apelaciones y de aplicables las disposiciones del
los tribunales orales, concnn'irán a sus despa- del 14 de marzo de 1951 y sus m
chos todos los días hábiles, durante las horas en los magistrados que, por las cau
que funcione el tribunal. integren la Cámara Nacional Electoral.
Los jueces de la Corte Suprema lo harán Artículo 32.- Los
en los días y horas que fijen para los acuerdos
y audiencias.
Articulo 19.- Las sanciones disciplinarias
aplicadaspor la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, por la Cámara Federal de Casación Pe- 3. Cámaras Nacionale
nal, por la Cámara Nacional de Casación en lo de la Capital Federal:

* Ver ley 26.372, que se incluye en este Apéndice.


LEY 26.371 1003

a) En lo Civil y Comercial Federal; En ambos casos las decisiones adopta-


b) En lo Contencioso Administrativo Fe- das por los referidos órganos judiciales serán
recurribles, por la vía que establece el Código
de la Nación, ante la Cámara
Federal de Casación Penal.
12.- Los procesos ya remitidos por los
jueces y tribunales referidos, en el artículo -
precedente a los juzgados nacionales de eje-
cución penal de la Capital Federal continua-
rán su trámite ante estos mismos juzgados,
hasta su finalización. Las decisiones adop-
tadas en los referidos procesos continuarán
siendo recurribles, por las vías que establece
el Código Procesal Penal de la Nación ante la
Cámara Federal de Casación Penal.
13.- Sustitúyese la denominación Cá-
5. Jueces Nacionales de Primera Instan- mara ~ ~de casación
~ penali contenida~ ~ ~
en las leyes 24.050, 24.121 y en toda otra
a) En lo Civil y Comercial Federal; nonna que la utilice, por Cámara Federal de
b) En lo Contencioso Administrativo cacación penal.
14.- Las disposiciones de esta ley se
una vez que se cuente con el
crédito presupuestano necesario para la aten-
ción del gasto que su objeto demande, el que
se imputará al presupuesto para el ejercicio
del año 2008 del Poder Judicial de la Nación.
Los magistrados, funcionarios y empleados
que se designen en los cargos creados, sólo
tomarán posesión de los mismos cuando se
dé la mencionada condición financiera.
15.- Cornnníquese, etc.

1
ANEXO

Poder Judicial de la Nación

MAGISTRATURA
1004 LEY 26.374

PERSONAL
ADMM~STRATIVOY T~CNICO 2".- De no resultar posible la integración
mediante el procedimiento previsto preceden-
Pm~ecrelario temente, se procederá a la designación de un
administrativo:
Diez $ subrogante, por sorteo, entre una lista de con-
1 I jueces confeccionada por el Poder Ejecutivo
Auxiliar: Doce 1 (12) nacional.
Auxiliar adminis- A esos efectos el Poder Ejecutivo nacio-
trativo: , .nai confeccionará cada tres (3) años, una lista

de conjueces, que contará con el acuerdo del


Subtotal: Treirrta Honorable Senado de IaNación. Los integran-
tes de la misma, serán abogados de la mahi-
PERSONAL DE SERVICIO,
cula federal que reúnan los requisitos exigidos
. . ;por la normativa vigente para los cargos que
OBRERO Y MAESTRANZA
deberán desempeñar. Se designarán entre diez
(10) y &te (20) conjuecespor cada cámara
Ayudante:
nacional o federal, según las necesidades de
Sublotal: las respectivas jurisdicciones.
3".- La designación estará a cargo de la
Total: Cámara Federal de Casación Penal pudiendo,
por avocación, intervenir la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
TRIBUNALES ORALES C.- La designación se realizará exclu-
sivamente por el tiempo demandado para re-
EN LO CRIMINAL FEDERAL.
INTEGRACION. solver las causas mediante el dictado de una
PROCEDIMIENTO sentencia definitiva que ponga fin al proceso.
5".- Comuníquese, etc.

LEY 26.372 RECURSO DE APELACI~N.


AUDIENCIAS. OFICINA
- PICML

LEY 26.374
Artículo lo.- Ante la imposibilidad
de integración de los Tribunales Orales en sanc. 2i1512008; promui. 291512008;
lo Criminal Federal de todo el país, por li- puhl. 301512008
cencia, suspensión, recusación, excusación (Parte pertinente)
o vacancia de sus miembros, se integrarán
con los jueces que hayan sido designados L..]
de acuerdo al procedimiento previsto en la Artículo 11.- Las audiencias que se
Constitución Nacional, a cargo de: ponen en esta ley serán registradas en SU
1. Los Tribunales Orales en lo Criminal lidad mediante la grabación del audio. De
Federal de la jurisdicción, teniendo prelación entregarse una copia del mismo a cada una
los jueces de las ciudades más cercanas. las partes.
2. La Cámara Federal de Apelaciones 12.- La Cámara de Apelaciones en,
de la jurisdicción, salvo que hayan conocido Criminal y Correccional Federal de cada di
previamente en la causa elevada a juicio de hito judicial, la Cámara Nacional de Apela
tal forma que se encuentre comprometida su ciones en lo Criminal y Correccional, la Ca
imparcialidad.
3. Los Tribunales Orales en lo Criminal
Federal de la jurisdicción rnás próxima.
A los efectos de la designación se tendrá una oficina judicial.
en cuenta el orden precedentemente estableci- La oficina judicial brindará asiste
do por los incisos lo, 2' y 3' de este articulo. organizativa a los respectivos tribunales P
LEY 2

realización de las audiencias que se dispo- El procedimieiito previsto en los párra-


n en esta ley. fos anteriores será igualmente aplicable a los
13.- Esta ley entrará en vigencia a los Tribunales Orales en lo Criminal, en lo Penal
oventa (90) días de su publicación en el Bo- Económico y de Menores con asiento en la
ni Oficial. Será de aplicación para las cau- Ciudad de Buenos Aires.
s en trámite y para todo recurso nuevo que 39- El Poder Ejecutivo nacional confec-
interponga. cionará cada tres (3) años una lista de conjue-
14.- Comuníquese, etc. ces, que contará con el acuerdo del Honorable
Senado de la Nación. Los integrantes de la
D E S I G N A C I ~ DE
N JUECES misma serán abogados de la matrícula federal
que reúnan los requisitos exigidos por la nor-
SUBROGANTES
mativa vigente para los cargos que deberán
desempeñar.
LEY 26.376 A esos efectos, se designarán entre diez
(10) y treinta (30) conjneces por cada Cámara
sanc. 211512008; promul. 41612008; nacional o federal, según la necesidad de las
publ. 51612008 respectivas jurisdicciones.
4".- Los subrogantes que resulten desig-
nados de acuerdo a los procedimientos previs-
tos en la presente ley, tendrán derecho a una
retribución equivalente a la que le correspon-
ales, la respectiva Cá- da al cargo reemplazado.
fa de la jurisdicción procederá a la de- Si se trata de magistrados y el cargo a
nación de un subrogante de acuerdo al subrogar es de mayor jerarquia, se les abonará
la remuneración correspondiente al cargo que
reemplacen.
Si se trata de magistrados que ejerzan su
cargo juntamente con otro de igual jerarquia,
su tarea será remunerada con un incremento
consistenteen la tercera parte de la retribución
b) Por sorteo, entre la lista de conjneces que percibe.
feccionada por el Poder Ejecutivo nacio- La liquidación del adicional be hará en
,de acuerdo a lo dispuesto por el art. 3' de proporción al tiempo de desempeño.
So.- Deróganse el inc. c) del cuarto pá-
ZO.- En caso de subrogancia por recusa- rrafo del art. 31 del decreto-ley 128511958 y
usación, licencia, vacanciau otro im- sus modificatorias, el art. 17 de la ley 24.018
o de los integrantes de las cámaras y la ley 20.581 y sus modificatorias.
Apelación, Nacionales o Fe- V.- Prorróganse las actuales subrogan-
á el procedimiento previsto cias de los jueces de primera o segunda instan-
reto-ley 128511958, cia, nacionales o federales, las que subsistirán
hasta que se instrumente el procedimiento de
reemplazo que se establece en la presente ley.
7".- Comnníquese, etc.
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ÍNDICE GENERAL

Novena edición.......................................................................................................... IX
Proemio a la primera edición..................................................................................... XI
Prólogo a la segunda edición..................................................................................... XIII
Prefacio a la tercera edición....................................................................................... XV
Ante la cuarta edición................................................................................................ xvii
Exordio a la quinta edición........................................................................................ xix
Sobre la sexta edición................................................................................................ xxi
Séptima edición......................................................................................................... xxiii
Sobre la octava edición.............................................................................................. xxv
Abreviaturas usadas................................................................................................... xxvii

LIBRO I. Disposiciones generales........................................................................ 1


TÍTULO I. Garantías fundamentales, interpretación y aplicación de la ley......... 1
TÍTULO II. Acciones que nacen del delito........................................................... 22
Capítulo I. Acción penal.................................................................................... 22
Capítulo II. Acción civil..................................................................................... 33
Título III. El juez.............................................................................................. 39
Capítulo I. Jurisdicción...................................................................................... 39
Capítulo II. Competencia................................................................................... 47
Sección Primera. Competencia en razón de la materia................................. 48
Sección Segunda. Determinación de la competencia.................................... 92
Sección Tercera. Competencia territorial...................................................... 96
Sección Cuarta. Competencia por conexión................................................. 102
Capítulo III. Relaciones jurisdiccionales........................................................... 107
Sección Primera. Cuestiones de jurisdicción y competencia........................ 107
Sección Segunda. Extradición....................................................................... 113
Capítulo IV. Inhibición y recusación................................................................. 116
TÍTULO IV. Partes, defensores y derechos de testigos y víctimas....................... 139
Capítulo I. El ministerio fiscal........................................................................... 139
Capítulo II. El imputado.................................................................................... 148
Capítulo III. Derechos de la víctima y el testigo............................................... 157
Capítulo IV. El querellante particular................................................................ 162
Capítulo V. El actor civil.................................................................................... 185
Capítulo VI. El civilmente demandado.............................................................. 192
Capítulo VII. Defensores y mandatarios............................................................ 195
TÍTULO V. Actos procesales................................................................................ 213
1016 ÍNDICE GENERAL 

Capítulo I. Disposiciones generales................................................................... 216


Capítulo II. Actos y resoluciones judiciales....................................................... 220
Capítulo III. Suplicatorias, exhortos, mandamientos y oficios.......................... 230
Capítulo IV. Actas.............................................................................................. 235
Capítulo v. Notificaciones, citaciones y vistas.................................................. 239
Capítulo vi. Términos....................................................................................... 248
Capítulo vii. Nulidades..................................................................................... 251

Libro ii. Instrucción........................................................................................... 275


TÍTULO i. Actos iniciales..................................................................................... 284
Capítulo i. Denuncia.......................................................................................... 285
Capítulo ii. Actos de la policía judicial y de las fuerzas de seguridad.............. 307
Capítulo II bis. Actos de las fuerzas armadas en tiempo de conflicto armado
y zona de combate......................................................................................... 329
Capítulo iii. Actos del ministerio fiscal............................................................. 329
Capítulo iv. Obstáculos fundados en privilegio constitucional......................... 332
TÍTULO ii............................................................................................................. 346
Sección Primera. Disposiciones generales para la instrucción........................ 346
Sección Segunda.............................................................................................. 378
TÍTULO iii. Medios de prueba............................................................................. 387
Capítulo i. Inspección judicial y reconstrucción del hecho............................... 394
Capítulo II. Registro domiciliario y requisa personal........................................ 402
Capítulo III. Secuestro....................................................................................... 423
Capítulo IV. Testigos.......................................................................................... 445
Capítulo V. Peritos............................................................................................. 464
Capítulo VI. Intérpretes..................................................................................... 477
Capítulo VII. Reconocimientos......................................................................... 479
Capítulo VIII. Careos......................................................................................... 484
TÍTULO IV. Situación del imputado..................................................................... 487
Capítulo I. Presentación y comparecencia......................................................... 487
Capítulo II. Rebeldía del imputado.................................................................... 501
Capítulo III. Suspensión del proceso a prueba.................................................. 506
Capítulo IV. Indagatoria..................................................................................... 520
Capítulo V. Procesamiento................................................................................. 537
Capítulo VI. Prisión preventiva ........................................................................ 552
Capítulo VII. Exención de prisión. Excarcelación............................................. 565
TÍTULO V. Sobreseimiento................................................................................... 594
TÍTULO VI. Excepciones..................................................................................... 604
TÍTULO VII. Clausura de la instrucción y elevación a juicio.............................. 626
TÍTULO IX. Instrucción sumaria.......................................................................... 647

LIBRO III. Juicios................................................................................................. 657


TÍTULO I. Juicio común....................................................................................... 664
Capítulo I. Actos preliminares........................................................................... 664
Capítulo II. Debate............................................................................................. 680
Sección primera. Audiencias......................................................................... 681
Sección segunda. Actos del debate................................................................ 690
Capítulo III. Acta del debate.............................................................................. 727
 ÍNDICE GENERAL 1017

Capítulo IV. Sentencia....................................................................................... 731


TÍTULO II. Juicios especiales.............................................................................. 755
Capítulo I. Juicio correccional........................................................................... 755
Capítulo II. Juicio de menores........................................................................... 757
Capítulo III. Juicios por delitos de acción privada............................................ 762
Sección Primera. Querella............................................................................. 763
Sección Segunda. Procedimiento.................................................................. 773
Capítulo IV. Juicio abreviado............................................................................. 783

LIBRO IV. Recursos................................................................................................... 803


Capítulo I. Disposiciones generales........................................................................ 813
Capítulo II. Recurso de reposición.......................................................................... 838
Capítulo III. Recurso de apelación......................................................................... 840
Capítulo IV. Recurso de casación........................................................................... 849
Capítulo V. Recurso de inconstitucionalidad.......................................................... 893
Capítulo VI. Recurso de queja................................................................................ 899
Capítulo VII. Recurso de revisión.......................................................................... 903

LIBRO V. Ejecución................................................................................................... 917


TÍTULO I. Disposiciones generales........................................................................... 919
TÍTULO II. Ejecución penal...................................................................................... 923
Capítulo I. Penas...................................................................................................... 923
Capítulo II. Libertad condicional............................................................................ 932
Capítulo III. Medidas de seguridad......................................................................... 935
Capítulo IV. Suspensión del proceso a prueba........................................................ 937
TÍTULO III. Ejecución civil....................................................................................... 939
Capítulo I. Condenas pecuniarias........................................................................... 939
Capítulo II. Garantías.............................................................................................. 940
Capítulo III. Restitución de objetos secuestrados................................................... 942
Capítulo IV. Sentencias declarativas de falsedades instrumentales....................... 944
TÍTULO IV. Costas..................................................................................................... 946
Disposiciones transitorias................................................................................................. 950

Apéndice
Ley 24.050. Organización y competencia de la justicia penal nacional............ 953
Ley 24.121. Implementación y organización de la justicia penal...................... 962
Ley 24.390. Duración de la prisión preventiva y libertad bajo caución............ 975
Ley 24.946. Ley orgánica del ministerio público.............................................. 976
Ley 25.320. Ley de fueros................................................................................. 999
Ley 26.371. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de
la Capital Federal. Creación. Competencia................................................... 1000
Ley 26.372. Tribunales Orales en lo Criminal Federal. Integración. Procedi-
miento............................................................................................................ 1004
Ley 26.374. Recurso de apelación. Audiencias. Oficina judicial...................... 1004
Ley 26.376. Designación de jueces subrogantes............................................... 1005

Bibliografía.............................................................................................................. 1007

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