Está en la página 1de 8

Ejemplo de Proyecto de Vida de un

Estudiante
ÍNDICE
1. Partes que conforman el proyecto de vida
2. ¿Quién soy?
3. Experiencias
4. Visualización
5. Fusión
6. Proyecto de vida
7. Acciones

Un proyecto de vida de un estudiante es una herramienta muy importante para el futuro. En él, un
estudiante realiza un ejercicio de introspección para conocerse y saber qué quiere conseguir con el paso de los
años. Si es un proyecto que necesitas hacer, en este artículo te diremos paso a paso cómo armar tu Proyecto de
Vida, y cómo y en qué situaciones te será útil.

Plantearse un proyecto de vida no es tarea sencilla, pues influyen muchos factores externos como la familia,
los amigos e incluso la pareja sentimental. Además, a veces puede ser complejo pensar en el futuro y en lo
que uno espera realizar a corto, mediano y largo plazo.

Pero no te agobies, quédate en este post; aquí te daremos algún ejemplo de proyecto de vida de estudiante para
que realices el tuyo.

Partes que conforman el proyecto de vida


Redactar un proyecto de vida efectivo requiere de un esquema que te permita hacer una introspección de tus
fortalezas, debilidades, deseos y expectativas. Sus puntos siguen el siguiente orden:

 ¿Quién soy?

 Mis Experiencias

 Visualización – ¿Dónde estaré?

 Fusión

 Proyecto de vida

 Acciones

Mientras te explicamos cómo funciona, te iremos dando algunos ejemplos breves.


¿Quién soy?
Esta parte es muy importante, pues es donde te exploras a ti mismo en varios sentidos. Una parte
es autobiográfica, así que cuentas cuántos años tienes, de dónde eres, tus características principales etc. A
continuación, vale la pena hablar de tus fortalezas y debilidades como un ejercicio de auto conocimiento.
Recuerda que el proyecto de vida requiere de mucha sinceridad con uno mismo.

Ejemplo:

Soy Alfonso, tengo 16 años y soy de la Ciudad de México. Estudio la prepa y disfruto mucho leer, hacer
deporte y ver series en Internet. Me gusta ser solidario con mis amigos y también creo que soy muy respetuoso.
A pesar de esto, a veces soy tímido, me desespero facilmente, no me gustan las matemáticas y a veces soy
desorganizado e incumplido; creo que son cosas que puedo mejorar en mi vida.

Experiencias
¿Dónde has estudiado? ¿Qué actividades has realizado? ¿Qué de todo eso te ha gustado hacer? ¿Has trabajado?

Todas tus experiencias vitales te han marcado de alguna forma, así que todo suma para saber quién eres y 
qué quieres. Siempre es bueno tener presente lo que has vivido, así que escribirlo es un buen ejercicio de
memoria; al recordar, te das cuenta qué te hace feliz, lo que no te grada tanto e incluso qué te gustaría
hacer.

Puedes escribir algo como:

En los últimos veranos me he puesto a trabajar en lo que encuentre, son experiencias buenas y además junto un
poco de dinero para ir al cine o salir con los amigos. También he tomado clases de pintura y redacción, en la
escuela, las disfruté mucho. He tenido que asistir a clases extras de física para poder pasar mis exámenes, pues
no me gusta la materia y además se me dificulta, pero me esfuerzo para acreditarla. Creo que lo que más me ha
gustado han sido mis clases de Historia, incluso creo que soy bueno para eso.

Visualización
¿Alguna vez te has preguntado cómo te ves de aquí a 5, 10 o 20 años?

Esta parte es muy importante porque involucra decisiones de gran peso. Pero no te agobies, plasmarlo te
ayudará a pensar mejor qué quieres hacer a futuro, esto implica cosas como la carrera que vas a
estudiar, dónde quieres trabajar, si deseas comprar un auto o una casa en algún momento, etc. Otras cosas que
puedes poner aquí son: dónde quieres vivir, qué deportes te gustaría practicar, qué esperas de tu vida
sentimental, por mencionar algunos. Ten en cuenta que, si en el camino no te gradan, puedes cambiarlas.

Ejemplo:
Creo que en un futuro cercano me gustaría estar estudiando la carrera en la mejor universidad del país. Al
mismo tiempo quisiera jugar fútbol en un equipo con mis amigos. También quiero viajar a Europa.

En un futuro a mediano-largo plazo me gustaría estar titulado y estudiar una maestría; quisiera trabajar y poder
hacer viajes de fin de semana con mis amigos o mi pareja.

Fusión
Aquí lo que debes hacer es mezclar tus fortalezas y oportunidades de crecimiento  con tus expectativas de
vida. En otras palabras, esta sección sirve para que puedas comenzar a delinear tu proyecto de vida y las
acciones. Plasmas que sabes que eres bueno en algo y te llama la atención dedicarte a eso, lo que debes
hacer para lograrlo y empiezas a visualizarlo en tu futuro.

Sé que soy bueno en Historia, así que es factible que pueda estudiar la carrera; eso sí, debo organizarme mejor y
tener mucha paciencia. Con mis amigos nos divertimos mucho jugando fut, así que posiblemente los pueda
convencer para hacer el equipo y jugar en alguna liga de aficionados. Me gusta trabajar, así que puedo ahorrar
para hacer ese viaje que tanto deseo.

Si por alguna razón no has decidido qué estudiar o tienes problemas para decidirlo, puedes tomar este test de
aptitudes e intereses para descubrirlo.

Proyecto de vida
Este apartado es la suma de todo, donde dices qué quieres hacer, cuándo va a suceder o cuánto tiempo
tardarás en conseguirlo. Parece más una cronología de tu futuro en la que dices cuándo quieres hacer o
conseguir cada cosa. Puedes plantearlo como:

De aquí a 5 años quiero estudiar la licenciatura en Historia. Para ese tiempo debo estar en el tercer ño de la
carrera. Espero en ese tiempo poder convencer a mis amigos para armar el equipo y jugar cada fin de semana.
También quiero conseguir un trabajo que no me quite mucho tiempo y ahorrar todo lo posible para, al final de
ese quinto año, poder ir de intercambio a Europa.

Acciones
Ya que sabes qué quieres hacer y cuándo quieres lograrlo, es hora de pasar a la acción, al menos en el
papel. En otras palabras, esta última sección es donde planeas cómo hacer lo que toca para lograr tu objetivos.
Vale la pena empezar de a poco, con pequeñas acciones que te lleven paso a paso a lograr tus objetivos. Procura
que sean actos que estén en la medida de tus posibilidades para que sí avances y no te frustres por no haber
podido. Recuerda también que esto es una guía y no pasa nada si no se cumple de la manera que esperas;
lo importante es que sigas avanzando en tu plan de vida y no te dejes caer nunca.
Puedes hacer una lista tipo:

1. Terminar la prepa

2. Ser aceptado en la licenciatura en Historia

3. Aprender a ser más organizado

4. Trabajar en mis ratos libres

5. Conseguir una beca de movilidad

6. Organizar el equipo de fútbol

7. Sacar mi pasaporte

8. Hacer cuentas y comprar mi boleto de avión

Ahora que conoces ejemplos de proyecto de vida de un estudiante , da el primer paso y comienza a
informarte sobre la carrera o universidad de tu interés aquí.

Si te ha gustado este artículo, compártelo

Proyecto de vida: ¿qué es y cuáles son sus elementos más importantes?

Te explicamos cómo elaborar un proyecto de vida y sus aspectos cruciales.

Proyecto de vida

Todas las personas debemos enfrentarnos, en algún momento de la vida, a situaciones que suponen un reto adaptativo.
Tales instantes pueden parecer fragmentados, separados por el interludio de la cotidianidad.

No obstante, una mirada más detallada nos muestra los lazos invisibles que los mantienen unidos a un panorama amplio
y congruente, que supone la experiencia misma de ser en el mundo. Esta relación tácita da sentido al proyecto personal
que cada uno de nosotros traza para su propia existencia, como un hilo conductor que moviliza los esfuerzos y que dota
a cada acto de un valor trascendente.

En este artículo hablaremos sobre qué es el proyecto de vida, entendiéndolo como el guión flexible que cada cual prevé
para el tiempo del que dispone, y que redunda en la congruencia entre lo que se es y lo que se hace.

Artículo recomendado: "No sé qué hacer con mi vida: 6 estrategias para tener un gran futuro"
Qué es un proyecto de vida

Un proyecto de vida puede definirse como un plan fundamental para la existencia. En su elaboración deben
considerarse una serie de variables, tales como necesidades u objetivos, que pueden coincidir o no con las expectativas
que el entorno depositó sobre nosotros. Un proyecto de vida es una labor en construcción permanente que sigue cierta
continuidad, pero adaptada a la situación de cada momento.

Los proyectos de vida movilizan la acción y la posicionan en una dirección particular basada en metas significativas,
integrando los valores con las legítimas aspiraciones personales. Se erige como un proceso que no se adhiere a una
secuencia estática, pero que se extiende a lo largo de los años y alberga una intención o propósito claros. Es un camino
plagado de satisfacción, pero que también permite la posibilidad de trastabillar.

Por qué es importante un proyecto de vida

Un proyecto de vida es esencial, en primer lugar, porque está dirigido a una de las más elementales necesidades del ser
humano: la autorrealización. Este proceso prioriza lo importante ante lo accesorio, identificando las decisiones que
dotan de sentido al modo en que se vive. Esta distinción se lleva a cabo en el contexto de un plan de acción claro, que
diluye la ambigüedad a la que nos expone la convulsión general del entorno.

Los proyectos de vida también contribuyen a la construcción de la identidad, puesto que una persona es en gran parte
aquello a lo que dedica su tiempo (sus actos). A través de este análisis podemos determinar qué acciones son
congruentes con un sentido más profundo de quiénes somos, en lugar de implicarnos erráticamente en una miríada de
actividades que no guardan conexión alguna con nuestros valores o necesidades.

Asimismo, los proyectos de vida potencian la llamada motivación intrínseca, que mantiene nuestro esfuerzo al margen
de los incentivos externos (económicos, sociales o de otro tipo). Dado que permite determinar qué propósitos son
significativos para nosotros a largo plazo, es mucho menos probable que cedamos al hastío cuando surjan obstáculos
que impidan o dificulten su consecución inmediata.

Por último, el proyecto de vida nos permite pertrecharnos de un mayor autoconocimiento, pues su diseño implica una
exploración atenta del cómo y del porqué. Esta búsqueda, que tiene un importante componente introspectivo, suele
pasar desapercibida para las personas que se enrolan en un cúmulo desbordante de acciones que las alienan de sí
mismas. Viktor Frankl etiquetó el malestar que surge en esta circunstancia como depresión noógena, esto es, la zozobra
emocional ante la pérdida de sentido.

Seguidamente ahondaremos en los aspectos básicos sobre los que debería ser sustentado un proyecto de vida.

Mujer en una ciudad


Cuáles son sus aspectos fundamentales

Planteamos cinco elementos fundamentales para el diseño de un proyecto de vida, cuyo análisis debe elaborarse en
paralelo: realidad, necesidades, objetivos, valores y aplicación. Todos ellos están interconectados, y no deben
entenderse como realidades independientes.

1. ¿Cuál es mi realidad en estos momentos?

Aunque las coordenadas del proyecto de vida puedan sugerir que se ubica en algún punto del futuro, lo cierto es que
deben sostenerse en la realidad del presente tal y como es. Esta realidad es el cimiento a partir del cual deben
considerarse todas sus dimensiones básicas. De lo contrario, podemos perdernos ante la incompatibilidad entre aquello
que deseamos conseguir y el marco objetivo en el que nos encontramos.

Una de las características de la vida es que está sometida a cambios incesantes, a veces impredecibles, por lo que no es
lógico pensar que un plan de acción podrá aplicarse siempre del mismo modo en el que fue originalmente concebido.
Los recursos físicos, las personas que nos acompañan e incluso lo que somos en nuestro fuero interno, están sujetos al
fluir perenne en el que se mecen todas las cosas. El cambio es, pues, la única constante.

Nuestro proyecto personal de vida debe estar indisolublemente conectado al momento ante el cual se despliega,
asumiendo matices a lo largo del tiempo pero manteniendo siempre su esencia. Este propósito debe ser una parte más
de la identidad, y al igual que esta varía sin que perdamos de vista quiénes somos en realidad, nuestro propósito
también ha de hacerlo. Es flexible, pero resistente. Pese al vaivén del cambio, siempre tendrá sentido.

2. ¿Cuáles son mis necesidades?

La identificación de las propias necesidades es un proceso difícil, porque con frecuencia hemos llegado a confundirlas
con lo que en realidad son deseos. Aunque pudiera parecer que la diferencia entre unas y otras es solo una cuestión
gramatical, el incumplimiento de cada una de ellas supone consecuencias diferentes: si no se satisface una necesidad
caemos en la desesperación, mientras que si se impide un deseo la emoción resultará más fácilmente gestionable
(fastidio, por ejemplo).

Las necesidades más básicas del ser humano son las fisiológicas y las que nos proporcionan seguridad, pues ambas son
esenciales para la supervivencia. A partir de este punto podemos encontrar las de afiliación, a través de las que
estrechamos lazos con personas que nos permiten encontrar un espacio social para el desarrollo. Por último, en la cima
misma de la pirámide que el propio Maslow concibió, se alzan las que son únicas de nuestra especie: la satisfacción y la
autorrealización (ambas vinculadas a un adecuado plan de vida).

Detectar las necesidades implica reconocer lo que realmente es perentorio para satisfacer cualquiera de estas
dimensiones, puesto que de lo contrario se trataría únicamente de un deseo. La capacidad para discriminar entre ambas
cosas es clave, pues evita introducir metas ilusorias para nuestra vida, que ocupan mucho tiempo y no producen
satisfacción.

3. ¿Cuáles son mis objetivos?

Un objetivo es una meta que consideramos importante en lo personal, según la situación actual y las necesidades
percibidas. Es común que los objetivos no se definan de una forma precisa, por lo que se proyectan resultados deseables
pero se desconocen las acciones que facilitarán su logro (o las herramientas de las que habrá de proveerse). Identificar
con claridad qué queremos conseguir es el primer paso para actuar congruentemente con ello.

Otro problema que podemos encontrar es la construcción de objetivos demasiado grandes, los cuales precisarán de un
tiempo o esfuerzo excesivo, asumiendo con ello un riesgo alto de ceder en nuestro intento por alcanzarlos. Lo más eficaz
en estos casos es descomponer el objetivo en pasos asequibles a corto plazo; de manera que cada avance nos acerque
más a la meta última prevista, se obtengan refuerzos periódicamente y se aumente la sensación de autoeficacia
(creencia de que soy capaz de lograrlo).

4. ¿Cuáles son mis valores?

Los valores constituyen el posicionamiento que la persona asume sobre aspectos clave para su vida, y cuyo peso es muy
superior al que puede atribuirse a la opinión. Los valores se imbrican en múltiples áreas de lo cotidiano, y son uno de los
motivos más elementales por los que las personas asumen un compromiso sólido y duradero. Así, un análisis de
nuestras convicciones más profundas permitirá esbozar un plan de vida que sea coherente con ellas, lo que reportará un
sentido de congruencia.

Cuando las personas llevan a cabo algo que atenta contra sus valores, se produce una disonancia cognitiva: una
confrontación difícil entre lo que consideramos correcto y el modo en el que actuamos, la cual puede llevar a la
culpabilidad y a la angustia. No es infrecuente que las personas que actúan oponiéndose a sus valores se sientan
realmente mal por ello, lo que supone una sensación de pérdida a medio y largo plazo.

Este hecho suele obedecer a la asunción de valores que realmente no son nuestros ni los vivenciamos como si lo fueran,
sino que han sido impuestos por terceros durante nuestro desarrollo individual. En este caso, es posible que la dirección
de nuestra vida cumpla las demandas del entorno social, mientras que las nuestras pasan a un doloroso segundo plano.
No es sencillo detectar esta circunstancia, que a menudo se vive como una suerte de vacío existencial.

5. ¿Cómo puedo proceder?

En el momento en el que se clarifican todos los pasos precedentes, la persona está en mejor disposición de elaborar un
plan de vida adecuado, el cual debe reunir las siguientes características fundamentales: ser respetuoso con el estado
actual de las cosas, cubrir las verdaderas necesidades, estar compuesto de logros asequibles y coincidir con nuestros
valores. Con todo ello, estaremos dispuestos no solo a diseñarlo, sino también a ponerlo en marcha.
Cualquier plan de vida está confeccionado por pequeñas cosas, cuyo efecto acumulativo es el que lo encauza hacia las
grandes gestas, que se atisban tras la línea del horizonte como una promesa resoluble. Es importante persistir en
nuestro esfuerzo y ser flexibles ante los cambios que surjan, pues un proyecto de esta envergadura está sometido a la
evolución de las necesidades de cada etapa del ciclo vital.

Por último, es también importante aprender a renunciar. La vida está sujeta a encuentros, reencuentros y pérdidas; y
todas ella deben ser integradas en el pentagrama sobre el que discurre. Renunciar a aquello que nos duele, o que nos
impide avanzar, puede ser tan difícil como encontrar lo que nos hace felices.

POR ESTE EJEMPLO ME GUIABA YO.


.ESTE LINK

https://www.yumpu.com/es/document/read/58709846/proyecto-de-vida

También podría gustarte