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Anticonceptivos para Hombres
Anticonceptivos para Hombres
.
RESUMEN:
Y el hecho de que casi el 50% de todos los embarazos en el mundo son no deseados ha creado
un renovado interés y apoyo entre los científicos, los responsables de las políticas y las agencias
de financiación, industrias farmacéuticas para desarrollar más opciones para hombres para el
control de la natalidad. A continuación, echamos un vistazo a las principales formas de control
de la natalidad hormonal que se han desarrollado para los hombres y exploramos los desafíos de
llevarlas al mercado.
ABSTRACT:
Currently, male contraceptive methods are limited to condoms, reverse gear, or vasectomy,
each with varying failure rates. While hormonal contraceptive methods for men have been
studied since the 1970s, in 2019 none are yet commercially available and we will likely have to
wait many years to see them on the market.
In general, women have always assumed the burden of contraception. Research shows that
women are responsible for planning and executing contraceptive methods in 60% of sexual
encounters.
And the fact that almost 50% of all pregnancies in the world are unwanted has created
renewed interest and support among scientists, policy makers and funding agencies,
pharmaceutical industries to develop more options for men to birth control. Below, we take a
look at the main forms of hormonal birth control that have been developed for men and explore
the challenges of bringing them to market.
Tabla De Contenidos
¿Por qué existen estas enormes diferencias entre las opciones anticonceptivas para hombres y
mujeres? ¿Qué impide el desarrollo de una píldora masculina?
1.2. Objetivos
1.2.1. Objetivo General:
Identificar porque existen enormes diferencias entre las métodos anticonceptivos para
hombre y mujeres
1.3. Justificación
La investigación propuesta busca analizar los datos de los últimos 60 años en respecto a la
diferenciación entre opciones anticonceptivas tanto para varones y mujeres, aplicando los
conceptos farmacológicos y revisando desde una perspectiva un tanto social en nuestro medio y
cuanto ha avanzado, comparando las desventajas para el sector femenino antes los últimos años.
La importancia que tiene este tema en la actualidad es mucha ya que hoy en dia se esta
luchando por una igualdad de género lucha que encabezan las mujeres y por esa razón quieren
que también sean los hombres tomen parte de la planificación familiar y no solo se vea al sexo
débil como si fuera solo su responsabilidad la concepción de una nueva vida
Con los métodos anticonceptivos exclusivos para hombres se romperá el mito de la sociedad
de que la mujer es la única que tiene ese papel.
2.2.1. Antecedentes
La idea del diafragma parece remontarse a tiempos muy antiguos. En el siglo xviii, Casanova
recomendaba la colocación en el fondo de la vagina de la mitad de un limón exprimido cuyo
jugo tenía la "reputación" de actuar como espermicida. En 1882, el doctor C. Hasse comunicó la
primera definición detallada del diafragma moderno. En 1908 fue redescubierto por K. Kafka.
La idea de que existe un período estéril procede de la antigüedad, donde se pensaba que la época
más favorable para la concepción eran los días inmediatamente antes y después de la
menstruación, una teoría que hoy se sabe que es incorrecta. En 1920 se concibió la teoría
moderna del período estéril por Kysaky Ogino y Knauss.3 El método de la temperatura basal fue
establecido por Van del Velde en Alemania en 19284 y el método modificado basado en la
secreción del mucus desarrollado por Dorairaj es una variante del método de la ovulación.
El origen de los dispositivos intrauterinos es desconocido y parece situarse hacia 1863 donde se
le llamaban elevadores porque servían para elevar un útero retroverso y estaban hechos de una
talla de aleación de zinc y cobre. El primer dispositivo intrauterino (DIU) específicamente
anticonceptivo era un anillo de tripa de seda de gusano fabricado en 1909 por el doctor Richter.6
En 1931, Graefenber notificó el uso de una estructura también de tripa de gusano de seda forrada
de plata alemana (Hernando, 2013).
Imagen 2: Métodos
Anticonceptivos en la
Antigüedad
Desde finales del siglo XIX se sospechaba que los ovarios segregaban una sustancia que inhibía
la ovulación, pero hubo que esperar hasta 1934, año en que Corner y Beard aislaron la
progesterona. El profesor Haberlant inyectó conejos con productos ovariales y placentarios, pero
no tuvo resultados. Más tarde comenzó a experimentar con la implantación de ovarios de
animales embarazadas en hembras normales, lo cual produjo en éstas una esterilidad temporal.
Sobre la base de estos estudios creó una tableta llamada Infecundin, que no consta que se probara
en seres humanos.
Es a partir de 1950 que el doctor Gregory Pincus y el doctor John Rock comenzaron a realizar
diferentes trabajos con compuestos hormonales, y en 1956 el doctor Pincus anuncia en Puerto
Rico el descubrimiento de la píldora (GINECOL, 2010).
Remedando una frase famosa de esa década, se podría decir que quizás nunca en la historia de
la humanidad, una cosa tan pequeña ha tenido consecuencias tan grandes. El 23 de abril de 1960
la "píldora" recibía el permiso para ser dispensada y vendida explícitamente como anticonceptivo
oral en los Estados Unidos de Norteamérica. Empezaba así una "revolución" que incidiría en los
años siguientes, y hasta el día de hoy, en la vida de millones de mujeres de todo el mundo, y por
ello, necesariamente, en los hombres, en las familias y en las sociedades de todas las naciones.
En este año 2010, se cumple el 50s aniversario de ese hecho, y vale la pena hacer un breve
recorrido sobre las etapas que llevaron a su aprobación, sobre el significado que la misma ha
tenido y sigue teniendo en la vida de millones de personas, y sobre algunas consecuencias más o
menos conocidas (Jaramillo, 2015).
Toda investigación requiere, desde luego, una serie de inversiones económicas y el apoyo de
personas interesadas en conseguir resultados eficaces, y en relación a esto debemos recordar,
entre otros, los nombres de Margaret Sanger, quien consiguió financiamiento para continuar las
investigaciones de Gregory Pincus, Min Chueh Chang y John Rock.
Los primeros resultados permitieron preparar una píldora en 1955, que luego recibió el
nombre comercial de Enovid. La píldora se basaba en una combinación estro-progestínica, en la
que se mezclaban mestranol (150 microgramos) y norethynodrel (10 miligramos), aunque luego
las cantidades de ambas sustancias fueron rebajadas. Del laboratorio se pasó en seguida a la fase
de experimentación sobre mujeres. Los experimentos se iniciaron en 1956 en Puerto Rico, y el
año siguiente en Haití y en Ciudad de México (Negret, 2013).
Lo novedoso fue que ahora las mujeres podrían obtener la liberación de su dependencia de su
vida sexual con respecto a la maternidad. Con el primer medicamento destinado a ser usado en
gente sana y además durante períodos prolongados de tiempo, se consigue un gran paso,
progreso indiscutible hacia la búsqueda de la igualdad de la mujer con el hombre, liberándola de
la amarra difícil de romper de sexualidad y embarazo. En otras palabras, la mujer llegaba a
conseguir una situación que hasta ahora era sólo privilegio inequitativo del varón, cual era la de
ejercer su sexualidad sin el riesgo de la llegada de un hijo, sin quedar embarazada.
Desde entonces, los laboratorios han trabajado intensamente para crear una variedad de
versiones más seguras en el campo de los anticonceptivos orales, y con menos efectos
colaterales. A corto andar, Hershel Smith en 1963 sintetizó el racemato de norgestrel gonano,
siendo la primera síntesis total de un gestágeno. Poco tiempo después se aisló su componente
biológicamente activo, el levonorgestrel (LUCIO, 2019).
Hasta aquí, la historia ha sido clara y sigue siendo diáfana, con una aceptación generalizada
por el nuevo sistema anticonceptivo. Pero ahora debemos preguntarnos el por qué de esa
difundida aceptación, y la respuesta es que el mundo femenino estaba esperando, y sigue
necesitando, sistemas o métodos que aliviaran los riesgos y las complicaciones de una
maternidad elevada, no deseada y que se solucionaba muy frecuentemente con la interrupción del
embarazo en situación de riesgo, lo que provocaba una alta morbilidad y una inaceptable
mortalidad.
A fines de los años 50 se contaba solamente con métodos anticonceptivos poco seguros y de
difícil manejo, en los que destacaba el diafragma, ya no utilizado por la población femenina
chilena. Posteriormente, y desde los trabajos del Dr. Jaime Zipper, a quien se le debe un
merecido reconocimiento, cada vez más mujeres estaban utilizando un dispositivo intrauterino de
plástico, que posteriormente fue reemplazado por la T con cobre 380 A de amplia utilización hoy
día. Pero era necesario contar con un método anticonceptivo que cumpliera con los requisitos de
eficacia, inocuidad y de fácil utilización, con pocos efectos secundarios, cuyo uso pudiera ser
controlado por la misma mujer (Jaramillo, 2015).
Esta situación dramática fue variando paulatinamente, y en directa relación inversa con el
aumento de la cobertura anticonceptiva, para llegar a 18,3 muertes por 100.000 nacidos vivos en
2007, esto último correspondiendo a 44 muertes de las cuales solo 2 son catalogadas como
consecuencia de aborto (10), lo que no quiere decir que no existan abortos inducidos en el país.
Solo podemos conjeturar su cuantía, ya que desgraciadamente, en su momento oportuno, el
gobierno de turno no nos permitió acceder a participar en la Encuesta Mundial de Fecundidad,
que tanta y valiosa información nos podría estar entregando.
Como consecuencia de una búsqueda que ha sido característica de todos aquellos países que
empiezan a caminar en el desarrollo social, económico y cultural, en esos momentos ya se
empezaba a producir una modificación del comportamiento demográfico de la población chilena,
producto de la utilización de los métodos referidos. Pero fue la introducción de la píldora en el
Servicio de Salud y en el mercado nacional, y la posibilidad de adquirirla sin ser necesario contar
con una receta médica, lo que permitió que desde ese momento empezara a aumentar
rápidamente la cobertura anticonceptiva, siempre en base a la utilización voluntaria de métodos
modernos en las mujeres de edad fértil. Hoy día se necesita receta médica solo para la
adquisición de Anticoncepción Hormonal de Emergencia, situación inequitativa que solo logra
impedir que las poblaciones con menos recursos tengan alcance a un método ético, eficaz y
seguro (Sevillano, 2014).
La historia sanitaria de nuestro país nos revela que la eficiencia del programa de planificación
familiar y las coberturas de uso de anticonceptivos conseguidas, fueron posibles desde su origen
gracias a la estructura de nuestro sistema de salud (12), que mantiene una cobertura sobre todo el
territorio nacional, a la presencia de los recién creados Médicos Generales de Zona a fines de los
años 50, a la capacitación y profesionalismo de las matronas y a la temprana y permanente
presencia de APROFA. Esto último permitió contar en forma permanente y sin costo para el
Hay que reconocer sí, que a pesar de no contar con programas adecuados de educación sexual
en la instrucción formal, las mujeres chilenas, salvo el grupo adolescente, en estos 50 años han
logrado mejorar sus expectativas con respecto a ejercer el derecho a decidir libre y
responsablemente el número de hijos y el intervalo entre ellos, a obtener información y acceder a
métodos seguros, eficaces y aceptables para la regulación voluntaria de la fecundidad, recibiendo
en general servicios adecuados de atención de la salud que permitan embarazos y partos sin
riesgos y alcanzando un razonable nivel de salud sexual y reproductiva, pudiendo adoptar
decisiones en materia sexual sin ningún tipo de discriminación, coacción o violencia.
El uso de la testosterona sola como anticonceptivo ha demostrado ser un desafío: cuando se toma
por vía oral en forma de píldora, la testosterona es excretada rápidamente por el cuerpo,
Un ensayo clínico de control de la natalidad oral para hombres, realizado en 2019, mostró
resultados prometedores en cuanto a eficacia y seguridad con pocos efectos secundarios. Se
necesitan más investigaciones para determinar la eficacia y seguridad a largo plazo de esta
novedosa píldora masculina, que, de tener éxito, la convertiría en una nueva opción conveniente
y emocionante para los hombres (GINECOL, 2010).
Más del 80% de las personas en el estudio dijeron que el gel anticonceptivo era aceptable, y el
50% dijo que estarían dispuestos a usarlo como su forma principal de control de la natalidad si
estuviera disponible. En el momento que se escribió este artículo, el tratamiento había pasado las
pruebas de seguridad en humanos y un ensayo clínico en humanos.
Este nuevo gel hormonal combinado puede ser el primer medicamento que es una alternativa
igual a la píldora anticonceptiva femenina, en términos de reversibilidad y disponibilidad en una
sola aplicación, pero es probable que esté en ensayos clínicos durante años antes de que esté
disponible para el público en general (Alton, 2019).
Conocido como el "método del cóctel químico" este método tiene como objetivo ser reversible y
limitar los efectos secundarios, como los cambios de humor, de libido y de peso que han sido
documentados en estudios de métodos hormonales. Mientras que los métodos hormonales
pueden tardar de 3 a 4 meses en ser efectivos, se cree que este método es efectivo en tan sólo dos
semanas (pero puede tardar hasta 20 semanas). Es un nuevo y prometedor desarrollo en la
anticoncepción y la fertilidad, aunque hasta el 2019 solo se ha probado en ratas.
Se necesita más investigación para evaluar la eficacia y la seguridad de los enfoques hormonales
y no hormonales. No obstante, un método anticonceptivo masculino que ofrezca a las personas
En el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva, Gabriela Noé ultima los detalles de una
investigación que podría dar un giro a la anticoncepción tal y como la conocemos.
Aún está dando sus primeros pasos, pero este ensayo clínico internacional podría ser el que
definitivamente haga posible el desarrollo de un anticonceptivo hormonal masculino: un análogo
a la famosa píldora que desde hace casi 60 años permite a millones de mujeres de todo el mundo
controlar su salud sexual y reproductiva (LUCIO, 2019).
En vez de una pastilla, en este caso se trata de un gel que los hombres deben aplicarse
diariamente sobre sus hombros para evitar ser fértiles.
Su equipo, al igual que otros nueve centros de Estados Unidos, Reino Unido, Suecia, Kenia e
Italia está seleccionando a entre 30 y 60 parejas -seguirán a un máximo de 420- para que en los
«Sabemos [por estudios previos] que el gel es reversible y efectivo para suprimir los
espermatozoides», aclara. Ahora, el objetivo es confirmar que puede llegar a ser un método
anticonceptivo viable en muchos aspectos; algo que no es tarea fácil, reconoce la investigadora.
Aunque ha habido diferentes intentos por llevar al mercado la versión masculina de la píldora;
es decir un método hormonal reversible, barato, seguro y rápido que apague a voluntad la
fertilidad del varón, ninguna ha llegado a buen puerto por diferentes razones (Negret, 2013).
¿Por qué existen estas enormes diferencias entre las opciones anticonceptivas para hombres y
mujeres? ¿Qué impide el desarrollo de una pildora masculina? La respuesta a estas preguntas no
es sencilla y en ella hay una mezcla de machismo, dificultades técnicas e intereses económicos.
«La última vez que la industria farmacéutica patrocinó un ensayo clínico con anticonceptivos
hormonales masculinos fue hace unos 10 años», señala Roberto Lertxundi, miembro del comité
de dirección de la Sociedad Europea de Contracepción, quien aclara que toda la investigación
que hoy en día se lleva a cabo sobre la materia está impulsada por agencias nacionales o
internacionales -NIH, OMS- u organismos sin ánimo de lucro, cuya capacidad para impulsar los
ensayos es mucho menor que la de una empresa (Sevillano, 2014).
Crear una píldora masculina no es tan sencillo como copiar el mecanismo de la versión
femenina, explica Ignacio Martínez Salamanca, especialista en Urología y Andrología del
Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). «El proceso de producción de
espermatozoides y, por tanto, la posibilidad de bloquearlo sin efectos no deseados, es mucho más
complejo en el hombre que en la mujer» (Hernando, 2013).
Las mujeres únicamente fabrican una célula sexual al mes, el óvulo, mientras que el
organismo masculino produce continuamente espermatozoides, señala. Además, añade, en el
caso de los varones también es más complejo suprimir el eje hipotálamo-hipofisario, el
encargado de la producción de espermatozoides, sin que la alteración hormonal afecte a otras
esferas de su vida. Los ensayos realizados en las últimas décadas han demostrado que sí es
posible desarrollar un anticonceptivo hormonal masculino, señala Ferran García, presidente de la
Sociedad Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva (ASESA) y responsable de
la Unidad de Andrología del Instituto Marqués de Barcelona. Sin embargo, la investigación
realizada hasta ahora también ha mostrado fallos que ponen en cuestión su atractivo comercial,
como una tasa de respuesta variable, la aparición de alteraciones a corto plazo -acné, aumento de
peso, elevación en el recuento de glóbulos rojos- o la necesidad de usar una vía de
administración molesta, como las inyecciones periódicas. «Todo esto, sin duda, ha contribuido al
desinterés de la industria», señala García.
Noé está convencida de que, si contase con el apoyo de una compañía farmacéutica, el gel que
evalúa podría convertirse en el primer anticonceptivo masculino similar a la píldora que llegue al
mercado. Precisamente porque solventa varios de los problemas detectados con otras
presentaciones. En primer lugar, con el gel ofrece una vía de administración mucho más cómoda
que las inyecciones que se habían utilizado hasta ahora. Y, además, los ensayos previos han
mostrado un nivel bajo de efectos secundarios.
Sin embargo, podrían tomarle la delantera otras opciones no hormonales, que también han
mostrado resultados muy prometedores en ensayos preliminares. Una de ellas es el método
RISUG/VALSALGEL, que se asemeja a una vasectomía reversible porque consiste en bloquear
los conductos deferentes -los encargados de llevar a los espermatozoides maduros hasta la uretra-
mediante un polímero inyectable. Si el hombre desea volver a ser fértil, el paso de los
espermatozoides puede volver a liberarse mediante otra inyección que disuelve el bloqueo.
También se está probando, de momento sólo en animales, un método que apaga la fertilidad
del varón evitando que los espermatozoides maduren adecuadamente. El producto, denominado
Adjudin, es un análogo de la lonidamina, que en principio se desarrolló como fármaco anti-
cáncer. Permite recuperar la capacidad reproductora cuando se abandona su uso, aunque
preocupa su asociación con efectos adversos importantes (Rodríguez, 2000).
De cualquier forma, los especialistas consultados creen que hace falta más voluntad para
conseguir que cualquiera de estos métodos llegue a las farmacias.
La píldora «fue un logro muy importante para las mujeres, que pudieron acceder a actividades
sociales y laborales sin el temor de los embarazos frecuentes», zanja Noé. «Pero han transcurrido
décadas desde entonces y es el momento de que hombres y mujeres compartan esa
responsabilidad» (Rodríguez, 2000).
2.2.5 Diseñan el primer anticonceptivo masculino del mundo que puede ser efectivo
durante 13 años
El Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR, por sus siglas en inglés) ha completado
con éxito los ensayos clínicos de la primera inyección anticonceptiva para hombres. El
anticonceptivo -diseñado para que sustituya a la vasectomía-, es efectivo durante los primeros 13
años y luego va perdiendo potencia (Gho, 2013).
La inyección ha sido enviada al Drug Controller General of India (DCGI) para su aprobación
y supone una segunda alternativa a la intervención quirúrgica, único método de esterilización
masculina disponible hasta entonces. Según informa el Dr. RS Sharma, científico principal de los
ensayos, a un periódico local, en los ensayos han contado con 303 candidatos y una tasa de éxito
del 97,3% sin ningún efecto secundario (Gho, 2013).
Muchos países llevan tiempo realizando ensayos clínicos para hallar anticonceptivos
masculinos efectivos, como Reino Unido, quien tuvo que interrumpirlos por los efectos
secundarios como el acné o cambios de humor. Estados Unidos, por otro lado, ya está trabajando
en un anticonceptivo similar, todavía en desarrollo. De hecho, en marzo de 2019 anunciaron la
creación de una nueva píldora anticonceptiva que había sido probada con éxito sin efectos
Desde que se descubrió la píldora femenina allá por los años 60, la planificación familiar
parece que sigue recayendo en el cuerpo femenino. Esto podría tener los días contados con la
llegada del anticonceptivo oral masculino experimental DMAU. Este medicamento combina la
actividad de un andrógeno (hormona masculina) como la testosterona y un progestágeno y se
toma una vez al día con la comida para que sea efectivo (Sevillano, 2014).
Si hablamos de los efectos secundarios, hay que mencionar que sí, los hubo: todos
presentaron leve aumento de peso (entre 1 y 4 kilos) y disminución en los niveles de colesterol
HDA ("bueno"), aunque ambos efectos fueron leves. Además, todos los sujetos pasaron las
pruebas de seguridad, incluidos los marcadores de función hepática y renal y se comprobó que
no causa problemas de erección (Hernando, 2013).
En sus inicios, la píldora femenina provocaba numerosos efectos secundarios. Como explica
Magnet en este artículo nueve años después de que su uso se disparase en Estados Unidos "la
ingesta habitual del fármaco incluía riesgos notables, como el de coágulos sanguíneos, ataques
cardíacos, accidentes cerebrovasculares, depresión, aumento de peso y pérdida de libido. Su
uso estaba estrechamente vinculado con el cáncer y la trombosis". Claro que con el paso del
tiempo esto mejoró, los niveles de hormonas se redujeron (el contenido de estrógenos hoy
contiene un tercio que lo que solía tener y la progesterona es una décima parte de lo que era) y
sus efectos secundarios también (Hernando, 2013).
A pesar de las pruebas exitosas de este anticonceptivo, que se puede administrar vía oral y por
inyección, las consecuencias de efectos secundarios que provocó en los hombres que
experimentaron fueron: (Alton, 2019)
Los responsables del estudio mencionaron que, debido a una muestra tan pequeña, es
necesario hacer más investigaciones para evaluar los posibles efectos secundarios de la medicina
en la población en general (Alonso, 1995).
"Si simplemente bajaras la testosterona de los hombres a estos niveles bajos, tendrían efectos
secundarios. Tendrían sofocos como las mujeres cuando pasan por la menopausia, y habrían
notado cambios en el deseo y la función sexual" (Jaramillo, 2015)
Veremos cada uno de estos efectos secundarios en detalle a continuación (Negret, 2013).
1. Sangrado intermenstrual
El sangrado intermenstrual es común entre los períodos esperados. Esto generalmente se
resuelve dentro de los 3 primeros meses de estar tomando la píldora.
Durante el sangrado, la píldora sigue siendo efectiva, siempre que se haya tomado
correctamente y no se haya omitido ninguna dosis. Cualquier persona que experimente 5 o más
días de sangrado mientras toma píldoras activamente, o sangrado abundante durante 3 o más
días, debe contactar a un profesional de la salud para obtener asesoramiento.
Este sangrado puede ocurrir porque el útero se está adaptando a tener un revestimiento
endometrial más delgado, o porque el cuerpo se está adaptando a tener diferentes niveles de
hormonas (Negret, 2013).
2. Náusea
Algunas personas experimentan náuseas leves cuando toman la píldora por primera vez, pero
los síntomas generalmente desaparecen después de un tiempo. Tomar la píldora con comida o al
acostarse puede ayudar. Si las náuseas son graves o persisten durante más de 3 meses, debes
buscar asistencia médica (Negret, 2013).
5. Aumento de peso
Los estudios clínicos no han encontrado una relación consistente entre el uso de píldoras
anticonceptivas y las variaciones de peso. Sin embargo, se puede presentar retención de líquidos,
especialmente alrededor de los senos y las caderas.
Según una revisión, la mayoría de los estudios han encontrado un aumento de peso promedio
de menos de 4.4 libras (2 kilogramos) a los 6 o 12 meses con anticonceptivos de progestina sola.
Los estudios de otros métodos anticonceptivos mostraron el mismo aumento.
Algunos tipos de anticonceptivos hormonales se han relacionado con una disminución de la
masa corporal magra (Negret, 2013).
6. Cambios de humor
Los estudios sugieren que los anticonceptivos orales pueden afectar el estado de ánimo de
quien los tome y aumentar el riesgo de depresión u otros cambios emocionales. Cualquier
persona que experimente cambios de humor durante el uso de la píldora debe contactar a su
proveedor médico (Negret, 2013).
7. Períodos ausentes
8. Disminución de la libido
Las hormonas en la píldora anticonceptiva pueden afectar el deseo sexual o la libido en
algunas personas. Si la disminución de la libido persiste y es molesta, esto debe discutirse con un
proveedor médico.
En algunos casos, la píldora anticonceptiva puede aumentar la libido, por ejemplo, al eliminar
las preocupaciones sobre el embarazo y reducir los síntomas dolorosos de los cólicos
menstruales, el síndrome premenstrual, endometriosis y fibromas uterinos (Negret, 2013).
9. Flujo vaginal
Al tomar la píldora se pueden presentar cambios en el flujo vaginal. Esto puede ser un
aumento o una disminución en la lubricación vaginal o un cambio en la naturaleza del flujo. Si se
produce resequedad vaginal, la lubricación adicional puede ayudar a que el sexo sea más
cómodo.
Estos cambios no suelen ser dañinos, pero la variación en el color o el olor podrían indicar
una infección. Cualquier persona que esté preocupada por tales cambios debe hablar con su
proveedor médico (Negret, 2013).
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ACTIVIDADES
Objetivos generales y
específico
Justificación
Hipótesis
Marco teórico
Resultados
Conclusiones
Presentación
trabajo
final
Defensa del
trabajo
En nuestros resultados sugiere que el método anticonceptivo que combina dos actividades
llega ser la progesterona y testosterona llegando a producir un proceso de azoospermia
llega a ser reversible, reduce el riesgo de embarazo a aproximadamente el 1% anual
demostrado ser un desafío: cuando se toma por vía oral la testosterona es excretada
rápidamente por el cuerpo, impidiendo que sea un método fiable para reducir
espermatozoides. La testosterona inyectable no es excretada tan rápidamente por el
cuerpo, lo que le permite durar más tiempo, puede tardar de 3 a 4 meses en hacer efecto y
aumenta los niveles de testosterona en el cuerpo en general, lo que podría contribuir a la
toxicidad hepática a largo plazo como puede haber efectos secundarios .
Se encontró una mezcla de machismo, dificultades técnicas e intereses económicos la
investigación que hoy en día se lleva a cabo por agencias nacionales o internacionales -
NIH, OMS- u organismos sin ánimo de lucro, cuya capacidad para impulsar los ensayos
es mucho menor que la de una empresa han abandonado la investigación en este campo
porque no considera, que haya un buen negocio en el desarrollo de estos anticonceptivos
masculinos que, deben ser baratos, fáciles de utilizar, altamente efectivos y no provocar
efectos secundarios .Crear una píldora masculina no es tan sencillo como copiar el
mecanismo de la versión femenina, bloquearlo sin efectos no deseados, es mucho más
complejo en el hombre que en la mujer,caso de los varones es más complejo suprimir el
eje hipotálamo-hipofisario
Durante de la investigación de la píldora (11beta-metil-19 nortestosteroma)en sus
resultados encontraron otras opciones no hormonales, que también han mostrado
resultados muy prometedores. Una de ellas es el método RISUG/VALSALGEL, que se
asemeja a una vasectomía reversible porque consiste en bloquear los conductos
deferentes -los encargados de llevar a los espermatozoides maduros hasta la uretra-
mediante un polímero inyectable. Si el hombre desea volver a ser fértil, el paso de los
espermatozoides puede volver a liberarse mediante otra inyección que disuelve el
bloqueo.
Discusión:
De acuerdo a los resultados obtenidos y el trabajo realizado podemos llegar a ver el
abandono por parte de la industria de esta área de investigación también se debe a que la
salud sexual se sigue viendo como una cosa de mujeres.
Vivimos en una sociedad machista que ha dejado en las mujeres la responsabilidad de
todo lo que tiene que ver con la anticoncepción y también con la protección en las
relaciones sexuales.
Vemos que en el fondo, lo que se sigue pensando es que la que se queda embarazada es la
mujer, que es ella quien tiene que preocuparse y por eso la industria no cree que
comercialmente vaya a ser rentable un producto dirigido exclusivamente a los hombres.
Estamos convencidos de que, si contase con el apoyo e información de una compañía
farmacéutica, los métodos anticonceptivos podrían ser tanto masculinos como femeninos
y llegar al mercado exitosamente.
De cualquier forma, los especialistas creen que hace falta más voluntad para conseguir
que cualquiera de estos métodos llegue a las farmacias.
Pudimos analizar por qué impide el desarrollo de una píldora masculina en la industria
farmacéutica siendo esta que no es nada rentable para la economía y márquetin de las
industrias farmacéuticas, no hay un espacio para ventas en el sexo masculino.
Se pudo explicar los intentos he intenciones que tuvo en el transcurso de este tiempo la
industria farmacéutica en emplear este método anticonceptivo para el sexo masculino y el
mecanismo de cómo funciona y sus efectos adversos tanto para hombres como mujeres.