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NOMBRE

Tomas Mateo Contrera

MATRICULA
BA-20-30163

ASIGNATURA
Derecho procesal penal-l

MAESTRO
FRANCIS ARISTIDES VALDEZ
FECHA DE ENTREGA
11/02/2023
LA AUDIENCIA PRELIMINAR: En la audiencia preliminar el Juez de la Instrucción
dispone o no la apertura a juicio. En esta audiencia no se examina la culpabilidad del
imputado, sino si la acusación presentada por el Ministerio Público y/o querellante está
fundamentada o no en medios de prueba suficiente y legalmente obtenida que justifique la
apertura a juicio. (art.303). La audiencia preliminar termina, no con una sentencia, sino con
un Auto de No Ha Lugar o con un auto de apertura a juicio. Es importante señalar que el
requisito más importante para que se determine apertura a juicio o no ha lugar a favor del
imputado, lo es la forma en que fueron recabadas y presentadas las pruebas en su contra, ya
que las mismas deben ser obtenidas de forma legal tal como lo establece la ley 76-02
(Código Procesal Penal), en sus artículos 166 y 167, de lo contrario se estaría violentando
el legítimo derecho de defensa del imputado. La acusación, sea para solicitar la apertura a
juicio, sea para la aplicación del procedimiento abreviado, es uno de los actos conclusivos
mediante el cual el Ministerio Público le pone fin a la Instrucción Preparatoria o etapa de
investigación de las infracciones (Art.293). Es potestativo del Ministerio Publico presentar
o no acusación, lo que hará si estima que la investigación proporciona fundamento para
someter a juicio al imputado (art.294). La presentación de su acusación por parte del
Ministerio Público determina que se convoque la celebración de la audiencia preliminar.
Presentada la acusación por el Ministerio Público, la victima está facultada para presentar
su propia una acusación propia o adherirse a la del Ministerio Público. El Código Procesal
Penal no faculta a la víctima a presentar su acusación en ausencia de acusación del
Ministerio Público, lo que equivaldría a considerar a la víctima como titular de la acción
pública. En conclusión: la audiencia preliminar no puede convocarse en base a la sola
acusación del querellante. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA. El día señalado se
realiza la audiencia con la asistencia obligatoria del ministerio público, el imputado, el
defensor, y el querellante o su mandatario con poder especial. Las ausencias del ministerio
público y del defensor son subsanadas de inmediato, en el último caso, nombrando un
defensor público o permitiendo su reemplazo. El juez invita al imputado para que declare
en su defensa, dispone la producción de la prueba y otorga tiempo suficiente para que cada
parte fundamente sus pretensiones. El juez vela especialmente para que en la audiencia
preliminar no se pretenda resolver cuestiones que son propias del juicio. Las partes, en la
audiencia preliminar, indicarán aquellas pruebas ofertadas en su escrito, en apoyo a su
teoría del caso, que consideren esenciales a los fines de producirlas en dicha audiencia. Si
no es posible realizar la audiencia por ausencia del imputado, el juez fija nuevo día y hora,
y dispone todo lo necesario para evitar su suspensión. A solicitud del ministerio público o
del querellante, el juez puede ordenar el arresto. En cuanto sean aplicables, rigen las reglas
del juicio, adaptadas a la sencillez de la audiencia preliminar. De esta audiencia se elabora
un acta. Art. 301.- Resolución. Inmediatamente después de finalizada la audiencia, el juez
resuelve todas las cuestiones planteadas y, en su caso: Admite total o parcialmente la
acusación del ministerio público o del querellante, y ordena la apertura a juicio Rechaza la
acusación del ministerio público o del querellante y dicta auto de no ha lugar a la apertura a
juicio; Ordena la suspensión condicional del procedimiento; Resuelve conforme un
procedimiento abreviado; Ordena la corrección de los vicios formales de la acusación del
ministerio público o del querellante; Impone, renueva, sustituye o hace cesar las medidas de
coerción; Aprueba los acuerdos a los que lleguen las partes respecto de la acción civil
resarcitoria y ordena todo lo necesario para ejecutar lo acordado; La lectura de la resolución
vale como notificación

AUTO DE NO A LUGAR: Auto de no ha lugar. El juez dicta el auto de no ha lugar


cuando: El hecho no se realizó o no fue cometido por el imputado; La acción penal se ha
extinguido; El hecho no constituye un tipo penal; Concurre un hecho justificativo o la
persona no puede ser considerada penalmente responsable; Los elementos de prueba
ofertados en la acusación presentada antes de la audiencia preliminar resulten insuficientes
para fundamentar la acusación. El auto de no ha lugar concluye el procedimiento respecto
al imputado en cuyo favor se dicte, hace cesar las medidas de coerción impuestas e impide
una nueva persecución penal por el mismo hecho. Esta resolución es apelable.

AUTO DE APERTURA A JUICIO: Art. 303.- Auto de apertura a juicio. El juez dicta
auto de apertura a juicio cuando considera que la acusación tiene fundamentos suficientes
para justificar la probabilidad de una condena. La resolución por la cual el juez ordena la
apertura a juicio contiene: Admisión total de la acusación; La determinación precisa de los
hechos por los que se abre el juicio y de las personas imputadas, cuando el juez sólo admite
parcialmente la acusación; Modificaciones en la calificación jurídica, cuando sea parte de la
acusación; Identificación de las partes admitidas; Imposición, renovación, sustitución o
cese de las medidas de coerción, disponiendo en su caso, la libertad del imputado en forma
inmediata; Intimación a las partes para que en el plazo común de cinco días comparezcan
ante el tribunal de juicio y señalen el lugar para las notificaciones. Esta resolución no es
susceptible de ningún recurso. Efectuadas las notificaciones correspondientes, y dentro de
las cuarenta y ocho horas siguientes, el secretario remite la acusación y el auto de apertura a
juicio a la secretaría del tribunal de juicio correspondiente.

PRESUPUESTO PARA EL AUTO DE APERTURA A JUICIO: El auto de apertura a


juicio se puede dictar con base en la acusación del ministerio público o la del querellante.
Cuando existe una contradicción manifiesta entre ambas acusaciones, el juez indica la
disparidad a n de que el ministerio público y el querellante las adecuen a un criterio
unitario

PREPARACIÓN DEL JUICIO: El desarrollo del juicio en el Código Procesal Penal está
regido por el principio de continuidad, debiendo celebrarse el juicio en un solo día, y de no
ser posible, el debate debe continuar durante los días consecutivos que fueren necesarios
hasta su conclusión (art.315). El juicio se puede desenvolver de manera continua por el
diseño de las etapas anteriores a la celebración del juicio. Lo primero a tomar en cuenta es
que sólo deben llegar a juicio aquellos casos en que no es posible una solución alternativa
(criterio de oportunidad, conciliación o suspensión condicional del procedimiento). Lo
segundo es que los casos deben llegar a juicios claramente delimitados y precisados, de tal
suerte que el juicio se concrete a la exhibición y reproducción de los medios de prueba y de
defensa ante el juez, y éste a la aplicación de la Ley. Precisamente, a la conclusión del
procedimiento preparatorio, en caso de que el Ministerio Público presente su acusación,
ésta debe ser examinada por un Juez de Instrucción en una audiencia preliminar. Si se
admite la acusación, en la resolución que emite el Juez ordenando la apertura a juicio, éste
se delimita precisándose las partes, la o las infracciones por la que se va a juzgar al
imputado, los medios de prueba y de defensa. Además, previo a la celebración del juicio, el
Código Procesal Penal prevé un preliminar que denomina “Preparación del Debate”

B-INCIDENTES, EXCEPCIONES Y ORDEN DE PRUEBAS: El presidente del


tribunal, dentro de las cuarentiocho horas de recibidas las actuaciones, fija el día y la hora
del juicio, el cual se realiza entre los quince y los cuarenticinco días siguientes. Las
excepciones y cuestiones incidentales que se funden en hechos nuevos y las recusaciones
son interpuestas en el plazo de cinco días de la convocatoria al juicio y son resueltas en un
solo acto por quien preside el tribunal dentro de los cinco días, a menos que resuelva diferir
alguna para el momento de la sentencia, según convenga al orden del juicio. Esta resolución
no es apelable. El juicio no puede ser pospuesto por el trámite o resolución de estos
incidentes. En el mismo plazo de cinco días de la convocatoria, las partes comunican al
secretario el orden en el que pretenden presentar la prueba. El secretario del tribunal
notifica de inmediato a las partes, cita a los testigos y peritos, solicita los objetos,
documentos y demás elementos de prueba y dispone cualquier otra medida necesaria para
la organización y desarrollo del juicio. Cuando el imputado está en prisión, el auto de
fijación de juicio se le notifica personalmente. El encargado de su custodia también es
notificado y debe velar porque el imputado comparezca a juicio el día y hora fijados.
PRINCIPIOS GENERALES DEL JUICIO Art. 306.- Libertad del imputado y
restricciones a su movilidad. El imputado comparece libre, pero el tribunal puede
excepcionalmente ordenar su custodia para evitar la evasión o la ocurrencia de actos de
violencia. Si el imputado se encuentra en libertad, aunque esté sujeto a una medida de
coerción diferente a la prisión preventiva, el tribunal, a pedido del ministerio público, puede
ordenar su arresto para asegurar la realización de la audiencia o de un acto particular de la
misma. A petición de parte puede modificar las condiciones bajo las cuales el imputado
permanece en libertad o imponer otras medidas de coerción previstas en este código. Si el
imputado se encuentra en prisión y no comparece a juicio por una falta atribuible al
encargado de su custodia o traslado, el presidente puede, después de escuchar sus razones,
imponerle una multa de hasta quince días de su salario.

Art. 307.- Inmediación. El juicio se celebra con la presencia ininterrumpida de los jueces y
de las partes. Si el defensor no comparece o se ausenta de los estrados, se considera
abandonada la defensa y se procede su reemplazo. Si la parte civil o el querellante no
concurre a la audiencia o se retira de ella, se considera como un desistimiento de la acción,
sin perjuicio de que pueda ser obligado a comparecer en calidad de testigo. Si el ministerio
público no comparece o se retira de la audiencia, el tribunal notifica al titular o superior
jerárquico, intimándole a que de inmediato se constituya un representante en su reemplazo
en la sala, bajo advertencia de que si no se le reemplaza, se tendrá por retirada la acusación.

Art. 308.- Publicidad. El juicio es público, salvo que de oficio o a petición de parte, el
tribunal decida, mediante resolución motivada, que se realice total o parcialmente a puertas
cerradas, siempre que: 1) Se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad
física de alguno de los intervinientes; 2) Peligre un secreto oficial autorizado por la ley, o
un secreto particular, comercial o industrial, cuya revelación indebida resulte punible;
Desaparecida la causa de restricción, el tribunal permite el reingreso del público. En estos
casos, el tribunal puede imponer la obligación de reserva a las partes intervinientes sobre
los hechos que presenciaron o conocieron, dejando constancia en el acta de juicio.

Art. 309.- Participación de los medios de comunicación. Los medios de comunicación


pueden instalar en la sala de audiencias los equipos técnicos a los fines de informar al
público sobre las incidencias del juicio. El tribunal señala en cada caso las condiciones en
que se ejerce el derecho a informar. El tribunal puede, sin embargo, prohibir, mediante auto
debidamente fundamentado, la grabación, fotografía, filmación, edición o reproducción,
cuando puedan resultar afectados algunos de los intereses señalados en el artículo
precedente o cuando se limite el derecho del imputado o de la víctima a un juicio imparcial
y justo. Art. 310.- Restricciones de acceso. Está prohibido el ingreso a la sala de audiencias
de los menores de doce años, salvo que estén acompañados de un mayor de edad
responsable del menor. Tampoco pueden ingresar militares o policías uniformados, salvo
que cumplan funciones de vigilancia o custodia. Del mismo modo les está vedado el
ingreso a personas que porten distintivos gremiales o partidarios. El tribunal puede imponer
un límite al número de personas admitidas en la sala de audiencias en atención a las
condiciones de espacio y al mantenimiento del orden.

Art. 311.- Oralidad. El juicio es oral. La práctica de las pruebas y, en general, toda
intervención de quienes participen en él se realiza de modo oral. Durante su desarrollo, las
resoluciones son dictadas, fundamentadas y explicadas verbalmente por el tribunal y valen
como notificación a las partes presentes o representadas desde el pronunciamiento, lo que
se hace constar en el acta de juicio. Quienes no pueden hablar o no pueden hacerlo de
manera comprensible en español, formulan sus preguntas, observaciones y respuestas por
escrito o por medio de un intérprete, las cuales son leídas y traducidas de modo que resulten
entendibles para todos los presentes. Si la víctima o el imputado, es sordo o no comprende
el idioma español, el tribunal dispondrá que sea asistido por un intérprete con el objeto de
transmitirle el contenido de las actuaciones de la audiencia.
Art. 312.- Excepciones a la oralidad. Pueden ser incorporados al juicio por medio de la
lectura: 1) Los informes, las pruebas documentales y las actas que este código
expresamente prevé; 2) Las actas de los anticipos de prueba, sin perjuicio de que las partes
soliciten al tribunal la comparecencia personal del testigo, cuando sea posible; 3) Los
informes de peritos, sin perjuicio de que los peritos deban concurrir para explicar las
operaciones técnicas realizadas y las conclusiones a las que han llegado; 4) Las
declaraciones de con-imputados que se encuentren en rebeldía, registradas conforme a este
código. Cualquier otro elemento de prueba que pretenda ser incorporado al juicio por medio
de la lectura, no tiene valor alguno. Alegato de Apertura Relevancia del Alegato de
Apertura Construcción del Alegato de Apertura Estructura del Alegato de Apertura

INICIO DEL JUICIO ORA. Asistencia de los intervinientes. c) Intervención del juez
presidente: i) Lectura de acusaciones contenidas en el auto de apertura. ii) Advertencia al
acusado. iii) Orden de abandono de la sala a testigos y peritos

IMPORTANCIA DEL ALEGATO DE APERTURA Es el primer contacto que tienen


los jueces con el caso desde la perspectiva de las partes. Es decir, con la interpretación que
cada uno atribuye a los hechos. Es la oportunidad de cada litigante para exponer su teoría
del caso. Es la oportunidad de dar una primera impresión sobre la teoría de cada litigante,
en el sentido de mostrarla como verosímil y creíble. Es decir, se les proporciona a los
jueces un patrón, un lente para mirar los hechos y ellos tendrán una primera idea sobre la
calidad de ese lente. Ejemplo: la adquisición y consumo de una bebida gaseosa puede tener
múltiples significados.

CONSTRUCCIÓN DE UN ALEGATO DE APERTURA (Sugerencias a tener en


cuenta) 1.- CLARIDAD: Explicar con claridad los hechos y su relación con elementos
legales

2.- NO FORMULAR CONCLUSIONES: La prueba aún no se ha producido. No es el


momento de efectuar razonamientos ni argumentaciones a partir de una prueba que todavía
no se incorpora al proceso. El momento de hacerlo llegará en el alegato de clausura. Más
bien corresponde formular una PROMESA de lo que ocurrirá en el proceso

3.- BREVEDAD: Por la capacidad limitada de atención que adolece todo ser humano,
incluidos los jueces

4.- CUIDADO CON LOS DETALLES: Motivos: Pueden llegar a ser tediosos,
disminuyendo la atención de los juzgadores. Seguramente serán repetidos por nuestros
testigos, lo que puede dar la impresión de un montaje. Pueden transformarse en una
promesa que no podremos cumplir, afectando nuestra credibilidad
5.- APROVECHAR EL COMIENZO: Puesto que será el momento de mayor atención
que conseguiremos de los jueces. En el comienzo deben introducirse los principales
elementos de nuestra teoría del caso

6.- NO DAR OPINIONES PERSONALES: Debilitan la credibilidad de nuestro caso.


El Tribunal no está interesado en las opiniones del abogado; le interesa saber qué ocurrió.
Por eso, cuidado con el lenguaje utilizado, evitar muletillas como “esta parte opina… esta
parte cree… esta parte propone…”. Más bien corresponde utilizar “El día 17 de octubre…”.

7.- NO EXAGERAR LA PRUEBA (la que rendiremos) Pues nos arriesgamos a


incumplir la promesa que hicimos al tribunal. Ello debilita la credibilidad de nuestro caso,
de lo que la contraparte hará un festín en la clausura.

8.- DAR UN ROSTRO HUMANO AL CONFLICTO: Se trata de no “engolosinarse”


con demasiados elementos legales y teorías jurídicas que hagan FRÍO y LEJANO nuestro
relato, por 3 razones: De lo contrario nos arriesgamos a perder la atención de los
juzgadores. Los seres humanos juzgan a partir de sus experiencias personales, de manera
que si relatamos situaciones reales y concretas “de carne y hueso”, los jueces pueden
identificarlas con otras que han vivido o conocido. Ponemos de relieve la importancia del
asunto, porque están comprometidos individuos, su familia, amigos, entorno, etc., lo que
reclama una decisión justa y meditada.

ESTRUCTURA DE UN ALEGATO DE APERTURA (Propuesta) 1.-

INTRODUCCIÓN Debe contener los elementos esenciales de nuestra teoría del caso.
Identificar el tema de fondo envuelto en la discusión, según nuestra perspectiva. Exponerlo
con claridad. Exponerlo con convicción, siendo persuasivos, utilizando metáforas,
ejemplos, ironía, etc.

2.- IDENTIFICACIÓN DE LOS INTERVINIENTES En particular nuestra parte


(imputado o víctima). Señalando características que provoquen una predisposición
favorable de parte de los juzgadores. Mostrar el rostro humano del conflicto.

3.- CONTEXTUALIZAR Describir el escenario de los hechos, el lugar en que


ocurrieron, con exactitud. No desechar la posibilidad de utilizar diagramas o material de
apoyo. Describir los instrumentos del delito. Mencionar circunstancias relevantes como
TIEMPO (fecha y hora), AMBIENTE (condiciones climáticas, despoblado, nocturnidad),
etc.

4.- DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS Se trata de introducir “el guión”. Señalar cómo
interactuaron, los personajes, el escenario y sus accidentes. Este es el momento de construir
un relato en función de proposiciones fácticas y teorías jurídicas, sin perjuicio de reiterarlo
en lo que queda del juicio. En el caso de la parte acusadora, su relato debe ser completo,
debiendo satisfacer cada una de sus proposiciones fácticas. El defensor podrá contentarse
con ahondar, en algunos casos, en una porción del relato que debilite latería del caso de la
contraparte y que constituye la suya propia. NO OLVIDAR que la estructura del alegato de
apertura debe construirse pensando en la fase siguiente de presentación de la prueba propia
y de la contraparte

5.- CONCLUSIÓN No se trata de adelantar conclusiones, impropias en esta parte del


juicio. Es una especie de resumen del contenido del alegato. Es la afirmación,
remarcación o exaltación de los elementos (proposiciones fácticas y teorías jurídicas) que,
según nosotros, sirven de base para dictar la sentencia que queremos (absolutoria o
condenatoria).No se trata de incorporar razonamientos. Se trata de manifestar: Nuestra
convicción de que nuestro relato es verídico. Que, en consecuencia, los hechos, así
acaecidos, satisfacen (o no) el tipo penal. Que la prueba que rendiremos lo confirmará.

PRINCIPIOS O REGLAS QUE RIGEN LAS PRUEBAS: La prueba en Derecho, es la


actividad necesaria que implica demostrar la verdad de un hecho, su existencia o contenido
según los medios establecidos por la ley. Esto fundamentos de la prueba en el proceso penal
resultan de la constitución, los tratados internacionales y del propio Código, sin desmedro
de la doctrina y el derecho comparado, como fuentes accesorias. Cuáles son los principios
del juicio penal; l aprueba es una parte esencial del juicio, en consecuencia este tema no
está desconectado del otro, de modo que la prueba debe ajustarse tanto a esas pautas
generales, como también a las que contiene el Código Procesal. No obstante, el tema de las
pruebas exige un enfoque más específico para una mayor comprensión en su
individualidad. Veamos; Legalidad de la Prueba. Art 7, 166, 230, 299, 323 del CPP). Las
pruebas deben corresponderse con los preceptos legales; es una aplicación del principio
general de la legalidad. Con este principio comienza el capítulo de los medios de prueba, el
artículo 166 dice con respecto a este, que los elementos de prueba solo pueden ser
disposiciones del Código Procesal Penal. Comunidad e Interés público en la función de la
prueba. (Artículo 6 de Código Procesal Penal) pese a que los presentan como dos
principios, pudieran fundirse en uno solo. Comunidad implica que las pruebas no son
exclusivas de quien la promueve, sino que esos medios probatorios pertenecen al proceso y
a todas las partes envueltas, toda vez que dicha pruebas se orientan a un propósito común,
que es la búsqueda de la verdad de los hechos, a los fines de que el juez forje su convicción.
En tanto que el carácter de interés público significa que al igual que la acción penal, la
prueba interesa al bien común. Contradicción de pruebas. (Artículos 3, 320, 323 CPP). Es
una aplicación de la regla de la contradicción en el proceso penal. En lo que respecta a la
prueba, la parte contra quien se esgrime un medio de prueba tiene el derecho a contraponer
otros medios, y a tacar, como un medio de defensa, la prueba en su contra. Igualdad para
presentar la prueba. (Artículos 11, 12, 230, 294, 297, 299, 330 CPP). Cada uno de los
actores procesales tiene guales derechos a ofrecer, promover y presentar su prueba de
conformidad con la ley, lo que deriva del principio constitucional y procesal de la igualdad.
El juez tiene el deber de allanar todos los obstáculos que impidan la vigencia o debiliten esa
igualdad. Inmediación de la prueba. (Artículos 3, 172, 332, 333 CPP). Los medios de
prueba se le someten al juez de modo que no se difieran a espacios y tiempos ajenos a su
percepción directa. Es una aplicación, al régimen probatorio, del principio de inmediación
del proceso penal. Necesidad de la prueba. (Artículos 5, 172, 333 del CPP). La acreditación
de los hechos que aprecia el juez del juicio se funda en las pruebas que las partes le
aportaron en el proceso y en ningún caso en el conocimiento personal o privado que tuviere
de los hechos ni en una interpretación subjetiva. Publicidad de la prueba. (Artículos 3, 290,
298, 308 del CPP). La discusión, presentación, examen y contradicción de las pruebas al
igual que la ponderación, debe acaecer en público salvo las reservas que contiene la ley en
atención a intereses jurídicos especialmente protegidos, de modo que sea del conocimiento
tanto de las partes como de la comunidad.

EL INTERROGATORIO Y EL CONTRA
INTERROGATORIOINTERROGATORIO: Con la entrada en vigencia del Código
Procesal Penal Dominicano el 27 de septiembre del año 2004, la dinámica en cuanto de
presentación de la prueba, especialmente la testimonial y pericial, en el juicio o debate ha
dado un giro de 360 grados. No basta la simple enunciación de las pruebas recolectadas en
la fase de instrucción y lecturas indiscriminadas de interrogatorios realizados sin el
conocimiento de las partes, incluso del imputado quien se enteraba de las evidencias
recolectadas en su contra cuando ya era tarde para rebatirlas. Esta nueva normativa
pretende dejar atrás aquellos cuestionarios realizados por las partes a los testigos que más
que preguntas eran formas intimidatorias a fin de encontrar cada quien su verdad. Los
testigos eran impresionados e interpelados de manera tal que parecían que estaban siendo
juzgados, como si fueran culpables de algo. Las preguntas sugestivas, capciosas e
impertinentes eran admitidas con toda naturalidad, sin meditar que este tipo de
interrogantes violentaba el derecho a la defensa de las partes y sin tener la oportunidad de
hacer objeciones a estas. Finalmente, en cuanto al imputado, este era interpelado como si se
tratara de cualquier testigo sin que se le hicieran las advertencias que preservan los
derechos a la no autoincriminación. Pero, ¿Cuáles han sido los cambios, que en cuanto a la
forma de los interrogatorios, nos ha traído la nueva legislación procesal penal? Aunque,
ciertamente, nuestro sistema procesal penal no cuenta aún con reglas de presentación de
evidencia, como las tienen en la mayoría de las legislaciones que rige el sistema
acusatorio, existen algunas pautas dispersas en el Código Procesal Penal. Así, el artículo
326 de la Ley 76-02, hace referencia al denominado Interrogatorio Directo, al señalar: “La
parte que lo propuso cuestiona directamente a los testigos o peritos sobre sus generales, así
como sus vínculos con las partes. …Acto seguido, se procede al interrogatorio directo por
la parte que lo propuso, por las otras partes en el orden establecido, y por el tribunal… El
presidente del tribunal modera el interrogatorio, para evitar que el declarante conteste
preguntas capciosas, sugestivas o impertinentes”. A fin de diferenciar el interrogatorio
directo, al cual hace referencia el supra indicado artículo, del contrainterrogatorio, es
preciso adentrarnos en su dinámica. Veamos: EL INTERROGATORIO DIRECTO, Ha sido
definido como: “el primer interrogatorio de un testigo sobre una materia no comprendida
dentro del alcance de un interrogatorio previo de ese testigo” (Fontanet, Julio E. Principios
y Técnicas de la Práctica Forense). En otras palabras, el interrogatorio de tipo directo es
aquel que es realizado por la parte que oferta al testigo. Si el testigo es del Ministerio
Público, pues este realizará el directo. Este tipo de cuestionamientos no es realizado al azar,
sino que existe una serie de reglas, algunas establecidas en el código procesal penal y otras
que en cuanto a su adecuada forma pueden ser extraídas de la legislación comparada y
admitidas como técnicas a fin de resaltar la importancia y credibilidad de la prueba
testimonial ofertada. ACREDITACION DEL TESTIGOS Y CUALIFICACION DE
PERITOS LA ACREDITACION Esta técnica es dirigida a que el tribunal conozca quién
es el testigo. Se trata de humanizar al testigo ante el juzgador. Que este se convierta en una
persona con nombre y apellido. La rigurosidad y profundidad de la acreditación dependerá
de la gravedad e importancia del caso para el cual este ha sido llamado a deponer, sobre
todo si se trata del denominado “testigo estrella” ofertado por determinada parte. En tal
sentido, el artículo 326, antes señalado, nos indica: “… la parte que lo propuso cuestiona
directamente a los testigos o peritos sobre sus datos personales, así como sus vínculos con
las partes… “

LA CUALIFICACION Se habla de cualificación cuando se trata de interrogatorios de


peritos. En este caso además de preguntarle al experto por sus generales, tal como lo señala
la disposición legal antes indicada, se exige que las preguntas sean más extensas. Se trata
pues, de demostrar el expertizaje o “calidad Habilitante” que exige el código en su artículo
205 en lo relativo a los peritos cuando reza: “Los peritos deben ser expertos y tener título,
expedido en el país o en el extranjero, habilitante en la materia relativa al punto sobre el
cual son llamados a dictaminar, siempre que la ciencia, arte o técnica estén reglamentadas.
En caso contrario debe designarse a personas de idoneidad manifiesta”. En consecuencia, es
a través de un cuestionario profundo que podrá quedar establecida la capacidad pericial.
Preguntas como: Años de graduado, estudios especializados, años ejerciendo en
determinada profesión, la oportunidad de haber sido docente en el área en que es
especialista, serán las preguntas idóneas a los fines de cualificación.

LA PREGUNTA DE TRANSICION Una vez acreditado el testigo o cualificado el perito,


procede hacer la pregunta que guíe al testigo a los hechos del caso y esta es la denominada
pregunta de transición y orientación. Un ejemplo de este tipo de preguntas es: “En fecha
tal….recuerda usted algo que le llamara la atención?” En esta etapa del interrogatorio
directo el testigo o perito inicia el relato o su versión de los hechos guiado por las preguntas
que se le realizan. El lenguaje a utilizar en este tipo de preguntas ha de ser sencillo, a fin de
no confundir al testigo e ilustrar de una manera llana al tribunal. En el caso de peritos es
permisible la utilización de un lenguaje técnico, pero es aconsejable que se traduzca al
plenario lo que se quiso decir a fin no confundir al tribunal. NO PREGUNTAS
SUGESTIVAS, CAPCIOSAS E IMPERTINENTES EN EL DIRECTO De acuerdo al
artículo 326, parte in fine, de la Ley 76-02 establece que: “El presidente del tribunal
modera el interrogatorio, para evitar que el declarante conteste preguntas capciosas,
sugestivas o impertinentes”. Las preguntas sugestivas son aquellas que sugieren la
respuesta. Generalmente, este tipo de preguntas se realiza por medio de aseveraciones:
“Lo cierto es que…; Dígame si es o no cierto que…; (se expresa la aseveración) si o no”,
entre otras. Las preguntas capciosas son las que inducen a error al deponente. Es la
pregunta engañosa. Ejemplo de pregunta capciosa: Si tomamos como supuesto un caso en
el cual un testigo declara a favor de un acusado de violencia doméstica contra su esposa. La
pregunta capciosa sería la siguiente: ¿Lo cierto es que el acusado dejó de pegarle a su
mujer? No importa si contesta sí o no, pues la respuesta será perjudicial al imputado. En
cuanto a las preguntas impertinentes, son aquellas que están fuera del objeto de prueba.
Cabe preguntarse ¿Qué tipo de preguntas serían las adecuadas en un interrogatorio de tipo
directo? A fin de evitar la sugestivita, las preguntas han de ser abiertas. Que permitan al
testigo explicar. Aportar la información que se le requiere, sin restricción. Como ejemplo
de este tipo de interrogantes tenemos: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Quién? Y otras
preguntas utilizando las siguientes palabras: Explique, Fundamente, Describa, informe.

DETALLES Y DESCRIPCIONES Tal como expresamos anteriormente, tras la


acreditación del testigo o cualificación del perito, procede realizar la pregunta de transición,
la que permitirá al declarante exponer acerca de los hechos del caso, guiado por las
preguntas de la parte que realiza el interrogatorio directo. Luego de la narración principal
de los hechos, es preciso que sean realizadas las preguntas encaminadas a la descripción o
detalles en cuanto a la ocurrencia de estos. Detalles como: la distancia, iluminación, sonido,
tiempo, servirán para que el tribunal realice una reconstrucción mental de los hechos,
aportando mayor credibilidad al testimonio. Un ejemplo de la utilidad de la descripción, es
cuando se trata de establecer que la persona imputada de un ilícito penal fue efectivamente
identificada por el testigo. En tal sentido, la iluminación y la distancia entre el testigo y el
sujeto sospechoso serán parte esencial para dar credibilidad a la identificación.

EL TESTIMONIO HA DE SER ORGANIZAO Un aspecto importante en el


interrogatorio directo es que la información que se obtenga del testigo ha de ser ordenada.
Esta es considerada una cuestión de estrategia, pues a medida de que el testigo ofrezca una
declaración organizada y detallada le merecerá mayor credibilidad al tribunal. Ese orden ha
de ser cronológico. Imagínese que el caso de que se trata es robo con violencia. A medida
que el testigo inicie su declaración en el sentido de que cómo llegó al lugar de los hechos, si
se encontraba sólo o acompañado cómo se apersona el sospecho, amenaza a la víctima, le
arrebata la cartera, etc., será pues más impactante y creíble para el juzgador.

EL CONTRAINTERRROGATORIO Previo a analizar las disposiciones legales


existentes en la normativa procesal penal dominicana, es oportuno definir el
contrainterrogatorio. Al respecto, Fontanet (Op. Cit. Supra) nos ofrece la siguiente
definición: “Es el interrogatorio que hace la parte contra quien se ha ofrecido el testimonio
del declarante”. Es decir, que si el testigo es presentado por la defensa, la parte contraria,
que puede ser la fiscalía, realiza el contrainterrogatorio. Pero ¿Qué se persigue con este tipo
de cuestionamientos? Primero: aportar aspectos positivos a nuestro caso; Segundo:
Destacar los aspectos negativos del caso de la parte contraria; Tercero: Impugnar la
credibilidad del testigo de la parte contraria.

CODIGO PROCESAL PENAL DOMINICANO Y LA CUESTION DE LOS


CONTRAINTERROGATORIOS, Uno de los temas más controversiales en lo que
respecta a las reglas de los interrogatorios a partir de la entrada en vigencia del Código
Procesal penal, es el del denominado contrainterrogatorio. En tal sentido, el artículo 326 de
la Ley 76-02 dispone: “Acto seguido, se procede al interrogatorio directo por la parte que lo
propuso, por las otras partes en el orden establecido, y por el tribunal” Esta disposición
legal hace referencia exclusivamente al interrogatorio de tipo directo, tanto por la parte que
lo propuso como por las demás partes. Ha de entenderse que la contraparte no tendría
oportunidad de interrogar a los testigos contrarios, sino a través de preguntas abiertas
mediante las cuales los deponentes podrían explicar y así ratificar con su declaración la
teoría de la parte que los propone. Esta ratificación sería violatorio a su derecho a la
defensa. El contrainterrogatorio es utilizado como un mecanismo que sirve para contradecir
y rebatir la prueba de la parte contraria a través de preguntas sugestivas, utilizando la
información aportada en el interrogatorio directo. De esta forma la contraparte pretende
establecer las debilidades del caso de la parte contraria e impugnar (desacreditar) el
testimonio aportado por incoherencia entre declaraciones, omisión en cuanto a cierta
información relevante o por parcialidad del deponente con la parte que lo propone. ¿Cómo
permitir el contrainterrogatorio, que por definición es sugestivo, ante una disposición
expresa del código procesal que no lo contempla? La respuesta la obtenemos del mismo
Código Procesal Penal, pues su artículo primero establece que: “Los tribunales, al aplicar la
ley, garantizan la vigencia efectiva de la Constitución de la República y de los tratados
internacionales y sus interpretaciones por los órganos jurisdiccionales creados por éstos,
cuyas normas y principios son de aplicación directa e inmediata en los casos sometidos a su
jurisdicción y prevalecen siempre sobre la ley”. En consecuencia, la constitución
dominicana establece en su artículo 8, numeral 2, letra j el Derecho a la Defensa de las
partes. Por otro lado, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del 16 de
diciembre del 1989 establece en su artículo 14.3 letra e el derecho de toda persona en plena
igualdad de: “interrogar o hacer interrogar a los testigos de cargo y a obtener la
comparecencia de los testigos de descargo y que estos sean interrogados en las mismas
condiciones que los testigos de descargo”. La igualdad de ningún modo implica que deba
repetirse el directo, sino igualdad de armas, igualdad de oportunidades a fin de establecer
nuestra teoría y rebatir la de la contraparte, situación que sólo se logra a través de un
efectivo contrainterrogatorio. Luego de haber salvado la situación legal anterior, procede
conocer la dinámica del contrainterrogatorio. PREGUNTAS SUGESTIVAS, La pregunta
sugestiva es, tal como lo manifestamos anteriormente, la que sugiere la respuesta. Es la que
se realiza a través de aseveraciones, tales como: “Lo cierto es que…; Dígame si es o no
cierto que…; (se expresa la aseveración) si o no”. Este tipo de preguntas no permite que el
testigo pueda dar detalles o explicaciones, pues no le queda otra alternativa que la de
responder si o no. USO DEL CONTRAINTERROGATORIO PARA IMPUGNAR
TESTIGOS Uno de los objetivos principales del contrainterrogatorio es impugnar la
credibilidad de los testigos. Cabe destacar, que el testigo de la contraparte puede ser
advertido de que va a ser interrogado en esos términos y puede ser, que este se resista, por
lo que ha de tenerse mucho cuidado y estar bien preparados en cuanto al conocimiento del
caso para lograr los objetivos que nos hemos propuesto. Las impugnaciones a los testigos
pueden ir encaminadas a establecer: Su parcialidad con la parte contraria y, por ende, falta
de objetividad en sus declaraciones. Por ejemplo: parentesco, amistad, venganza, miedo,
intereses pecuniarios, etc. Su carácter mendaz o mentiroso, ejemplo que se establezca que
el testigo ha sido anteriormente condenado por perjuro. Por incoherencias, divergencias u
omisiones en declaraciones anteriormente vertidas. En caso de los peritos, estos pueden ser
impugnados por incapacidad (falta de calidad habilitante que establece el artículo 205 del
C.P.P.) Tratando de establecer que la percepción del testigo en un momento dado fue
errónea debido de situaciones que la pudieron afectar, tales como el miedo, falta de
concentración, entre otros. Estas impugnaciones serán logradas a través de preguntas claves
en la fase de contrainterrogatorio. DINAMICA DE LAS OBJECIONES En el lenguaje
procesal jurídico, objetar significa poner reparo a algún elemento de prueba que se pretenda
introducir al proceso por alguna de las partes. Por otra parte, las objeciones se definen
como: El procedimiento utilizado para oponerse a la presentación de evidencia inadmisible,
como también para objetar un comportamiento indebido durante el juicio”. Nuestro Código
Procesal Penal introduce las objeciones regulándolas en el artículo 326 estableciendo que:
“El presidente modera el interrogatorio, para evitar que el declarante conteste preguntas
capciosas, sugestivas o impertinentes… Las partes pueden presentar oposición a las
decisiones del presidente que limiten el interrogatorio, u objetar las preguntas que se
formulen”. OBJECIONES A LAS PREGUNTAS, De acuerdo a la disposición legal antes
indicada, las preguntas capciosas, sugestivas e impertinentes son susceptibles de ser
objetadas. Mas, es importante señalar que estas objeciones no son limitativas, es decir que
sólo permitir las objeciones a las preguntas señaladas sería violatorio al derecho de defensa,
ya que puede ser objetada todas aquellas preguntas realizada de forma tal que pueda
confundir al testigo o que sea inadecuada. En tal sentido, las preguntas podrían ser
objetadas por ser compuestas: aquellas preguntas que requieran de dos o más
contestaciones; ininteligibles o ambiguas: incomprensible y además por ser la pregunta
repetitiva. Además de los supuestos antes indicados, la pregunta puede ser objetada cuando
asume hechos no acreditados. La actitud irrespetuosa de las partes al realizar la pregunta,
puede ser objetada. Al respecto el artículo 326 establece que: “…En todo caso vela porque
el interrogatorio se conduzca sin presiones indebidas y sin ofender la dignidad de las
personas”. En este supuesto no tiene que esperase que objeten este tipo de
comportamientos, sino que el juez tiene un papel activo. OBJECIONES A LAS
RESPUESTAS No sólo la pregunta, sino también la respuesta que emite el testigo podría
ser objetada. Las objeciones más comunes a las respuestas son: Respuesta narrativa: Aquí
el testigo efectivamente da la respuesta deseada, pero continúa aportando información que
no se le solicitó. Este tipo de respuestas es peligrosa, desde el punto de vista de la
estrategia que pudo haber elaborado la contraparte, y aun la parte que propuso el testigo,
pues en esta narración se puede aportar aquella información que no es conveniente para
nuestro caso. Respuesta que emite una opinión: En este supuesto, el testigo sin ser perito
emite conclusiones valorativas. Este tipo de respuesta no es admitida para los testigos legos
-testigos comunes- Al respecto el código procesal penal señala en su artículo 325, parte in
fine que: “… y según su creencia prestará juramento o promesa de decir toda la verdad y
nada más que la verdad, conforme la ha apreciado a través de sus sentidos y la mantiene en
su memoria”. En otras palabras, el testigo va a responder, lo que sabe porque lo ha oído,
sentido, olido, palpado, saboreado, por eso la expresión a través de sus sentidos. El realizar
conjeturas opiniones o hipótesis sería labor de un perito más que un testigo, el cual además
de utilizar sus sentidos y la información que mantiene en su memoria, puede incluso
consultar documentos, notas y publicaciones durante la presentación de su informe, sin que
pueda reemplazarse la declaración por su lectura. (Ver art.324, parte in fine CPP). En
derecho comparado, específicamente la jurisprudencia Puertorriqueña, establece dos
excepciones en las cuales se permite al testigo lego dar opiniones y hacer conjeturas: Caso
en cual el testigo observa la alta velocidad a que transitaba un vehículo, en un caso de
violación a la ley de tránsito y caso en el cual la persona observa a un sujeto en estado de
ebriedad, por el olor a alcohol y la actitud del sujeto. En los demás casos sólo al perito se le
permite conjuras, opiniones e hipótesis a las que puede llegar tras un análisis pericial. Las
expresiones tales como: en mi opinión, yo creo, a mí me parece y yo pienso, son las que
introducen una conjetura o una opinión. REGLAS EN PRESENTACION DE LAS
OBJECIONES El Proceso Penal Dominicano esta desprovisto de un reglamento accesorio
que regula las técnicas de interrogatorio, sin embargo podemos utilizar como marco de
referencia las reglas generales adoptadas por algunos de los países con sistema similar al
nuestro, en los que existen las denominadas Reglas de Evidencia. El objeta adecuadamente
requiere mucho más que el conocimiento del Derecho de la prueba, al objetar, la parte que
lo haga debe identificar que la pregunta o contestación sea objetable. En otras palabras, se
debe actuar rápidamente. Las objeciones tienen tres requisitos básicos para que las mismas
tengan efectividad: Deben ser oportunas, específicas y tener un fundamento correcto.
Deben ser oportunas porque no serviría de nada oponerse a la interrogante cuando ya la
información ha sido revelada y escuchada por el juzgador, de no hacerse oportunamente se
consideraría tardía, y por ende, renunciada. Corresponde a las partes solicitar la aplicación
de las normas probatorias reclamando así los derechos que estas le confieren. Como es
lógico, el objetar la respuesta exige que esta sea efectivamente completada. Una segunda
regla es que las objeciones deben ser específicas, es decir que la parte que objeta, debe
señalar específicamente que es lo que se objeta. No es fundamento válido objetar de forma
genérica, alegar que la prueba presentada es perjudicial para su caso. Esta una práctica que
se ha generalizado, que asumimos se debe al desconocimiento de las técnicas para objetar.
Por último, las objeciones deben tener un fundamento correcto, lo que exige el
conocimiento cabal de la norma por la parte que plantea la objeción.

DISCURSO DE CLAUSURA: Art. 331.- Discusión final y cierre del debate. Terminada la
recepción de las pruebas, el presidente concede la palabra, sucesivamente, al fiscal, al
querellante, a la parte civil, al tercero civilmente responsable y al defensor, para que
expongan su conclusiones. Luego otorga al ministerio público y al defensor la posibilidad
de replicar, para hacer referencia sólo a las conclusiones formuladas por la parte contraria.
Si la víctima está presente y desea exponer, se le concede la palabra, aunque no se haya
constituido en parte ni haya presentado querella. Finalmente se le concede la palabra al
imputado. Acto seguido el presidente declara cerrado el debate.

LA DIVISION DEL JUICIO, De este modo prefiero llamarle a la segunda modalidad o


posibilidad de dividir el juicio en dos partes distintas o diferenciadas, una primera parte
para juzgar y conocer de la existencia de los hechos y la culpabilidad del imputado; y una
segunda para dilucidar todo lo relativo a la sanción o pena que se habrá de imponer. En este
caso particular el juicio de efectúa en dos audiencias con características propias y muy
particular. En la primera de estas audiencias importa determinar en principio, si el hecho
existe como tal, o sea, si ocurrió ciertamente y después si el acusado es penalmente
responsable de los mismos, o sea, si es culpable. Solo si el imputado resulta condenado en
esta etapa, se verificará la segunda, o sea, aquella que tendrá por finalidad asignarle al
acusado ya convicto la pena más apropiada, tomando en consideración los criterios para la
determinación de la pena del artículo 339 del CPP. DIVISION DEL JUICIO
PROPIAMENTE DICHO, Artículo 348.- División del juicio. En los casos en que la pena
imponible pueda superar los diez años de prisión, el tribunal, a petición de la defensa,
puede dividir el juicio en dos partes. En la primera se trata todo lo relativo a la existencia
del hecho y la culpabilidad del imputado y en la segunda, lo relativo a la individualización
de la sanción aplicable. Es inadmisible la revelación de prueba sobre los antecedentes y la
personalidad del imputado en la primera parte del juicio. En los demás casos, a petición de
parte, el tribunal también puede dividir informalmente la producción de la prueba en el
juicio y el debate, conforme a las reglas que anteceden, permitiendo una discusión
diferenciada sobre ambas cuestiones, pero dictando una decisión única, conforme lo
previsto para la sentencia.

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