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Lehman Brothers 

fue una empresa global de servicios financieros de


Estados Unidos que nació en 1850. Era el cuarto banco inversor más
grande del país y contaba con 680 millones de dólares estadounidenses
antes de irse a la quiebra. A pesar de ser una banca bien posicionada en su
momento, no se destacó tanto por las contribuciones a los clientes como
por la dimensión del fracaso que la llevó a la quiebra. 

Sus servicios abarcaban la banca de inversión, la gestión de activos


financieros e inversiones de renta fija, banca comercial, gestión de
inversiones y servicios bancarios en general. Tenía demasiadas filiales y
entidades creadas para cumplir determinadas tareas. Su complejo
entramado financiero permitía que los créditos inmobiliarios morosos se
vendieran a inversores de todo el mundo pero lógicamente no pasó
mucho tiempo para que esta operación tuviera sus consecuencias. 

Estas acciones ocasionaron una reacción en cadena que produjo como


resultado no solo la quiebra de Lehman Brothers sino también un gran
colapso financiero en el sector bancario de todo el mundo. En este
nuevo caso de estudio, vamos a explicar en detalle la crónica de un final
anunciado. Descubre el caso Lehman Brothers.

Henry Lehman, alemán hijo de un comerciante de ganado, emigró a


Alabama en el año 1844 y fundó un comercio de telas. Más tarde, en 1847
y 1850, emigraron, respectivamente, sus dos hermanos menores, Emanuel
Lehman y Mayer Lehman. Es entonces cuando el comercio pasa a
llamarse Lehman Brothers.
Aunque comerciaban con tela, pronto vieron nicho de negocio en la
comercialización del algodón en bruto, llegando a convertirse en uno de los
negocios de compraventa de algodón más importantes de Alabama.

Logró sobrevivir con éxito a la Guerra Civil estadounidense de la década


del 60 y jugó un papel importante en la instauración de un mercado
financiero del algodón en New York. Desde entonces, diversificó su
negocio orientándose al comercio del tabaco, el café y los ferrocarriles.
Tras la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la mayor
potencia mundial y principal exportadora de productos a países europeos.
Esa época de cierta prosperidad fue conocida como los felices años 20.
Pero como todo lo bueno llegó a su fin cuando el aumento de la inflación
provocó el mayor derrumbe del mercado de valores de la época. Si bien
Lehman Brothers consiguió sobrevivir a la crisis financiera, muchas
entidades tuvieron que cerrar por la falta de inversión de los bancos.
En 1933, el presidente Roosevelt promulgó la ley Glass Steagall con el
propósito de que los bancos no participaran del sector bursátil para evitar la
competencia desigual y los monopolios. En pocas palabras, esta ley
buscaba que los bancos ofrecieran créditos a personas y empresas de
manera correcta y legal, sin estafas ni irregularidades.

Sin embargo, estas medidas fueron eliminadas durante la década de los 80


por el presidente Reagan, y fue allí cuando los bancos, libres de estas
restricciones, comenzaron a involucrarse en la bolsa y otros mercados
financieros, en donde hasta hacía unas décadas estaban vetados. Por aquella
misma época, Lehman Brothers estaba atravesando algunas dificultades
financieras que la obligaron a asociarse con American Express y
subdividirse en varias entidades agrupadas con otras empresas.

Finalmente, la firma se convirtió en Shearson Lehman / American Express


y EF Hutton & Co, unidas más tarde como Shearson Lehman Hutton Inc.
En la década de 2000 se desvinculó de American Express y comenzó a
dotarse de autonomía económica de nuevo, erigiendo formalmente Lehman
Brothers Holding Inc.

En 2007, la entidad sufrió una crisis financiera provocada por los créditos
subprime. Había acumulado tantas pérdidas por títulos respaldados por las
hipotecas durante 2008 que en el segundo semestre fiscal se declararon
pérdidas por 2800 millones y la empresa tuvo que vender 6000 millones de
dólares en activos. Un mes antes de la quiebra, Lehman informó su
intención de despedir a 1500 trabajadores de su plantilla.

Aunque el 13 de septiembre de 2008 el presidente del Banco de la Reserva


Federal de Nueva York convocó una reunión para discutir sobre el futuro
de Lehman Brothers, a fin de intentar una maniobra de salvataje como una
liquidación de activos o venta, dos días después, el 15 de septiembre la
empresa anunció formalmente su quiebra. Con un pasivo de 613.000
millones de dólares, es considerada la mayor quiebra de la historia.
Esta crisis económica afectó a todo el mundo, teniendo importantes
consecuencias para la población y la ciudadanía a lo largo y ancho del
planeta. Sin embargo, Lehman Brothers no fue el único responsable de esta
gran recesión económica: la quiebra de Lehman Brothers no fue más que el
catalizador de una crisis que ya venía siendo anunciada.

Así, Lehman Brothers actuaba como vendedor de un sistema financiero que


se desangraba y, al ser declarado en quiebra, la herida empezó a supurar a
borbotones, lo que originó el colapso de las economías de no pocos países
del globo.

En definitiva, fueron muchas las entidades bancarias y financieras que, con


la única intención de incrementar sus beneficios, realizaron durante años
prácticas ilegales que llevaron a la desestabilización del sistema económico
global.

Es en el año 2007 cuando Lehman Brothers se ve gravemente afectada por


la crisis financiera como resultado de la comercialización de créditos e
hipotecas subprime o basura. Gracias a estos productos financieros, el
banco acumuló importantes pérdidas a lo largo del año siguiente. Además,
en apenas un trimestre el banco Lehman Brothers perdió el 73 % de su
valor bursátil.
Lehman Brothers había realizado grandes y arriesgadas inversiones en el
sector inmobiliario en donde concedió hipotecas subprime y una enorme
cantidad de créditos a particulares que no eran rentables para pagar. En
2007, la situación de la entidad era desesperante con pérdidas de 2.800
millones de dólares y un 95% menos de su valor en bolsa en los momentos
previos a la caída. Solo la compra de la empresa por otra compañía la
podría salvar de la ruina. Pero eso no llegó a suceder.

Cuando la bancarrota era inevitable, la mayoría de las entidades del sector


financiero y bancario no dimensionaron su impacto, pese a que tras la crisis
de las hipotecas subprime de 2007, muchas empresas fueron a la quiebra
antes que Lehman. Si la empresa no cayó antes con todos los pasos en falso
que venía dando, era porque aún manejaba activos de 63.000 millones antes
de la quiebra. De ahí que cuando finalmente cae colapsa la bolsa de valores
de Nueva York registrando la peor caída de la historia en un solo día.

No conforme con derrumbar los mercados financieros de Estados Unidos,


la quiebra de Lehman Brothers produce un efecto mariposa al resto del
mundo. En consecuencia, la economía global sufrió una recesión violenta
en los mercados que puso en riesgo la actividad financiera en los meses
posteriores.
Cuando la deuda generada por los bancos se trasladó a los gobiernos,
muchos países adoptaron medidas de austeridad que afectaron directamente
a los sectores de la sanidad, educación, entre otros. En cambio, en un
intento de reactivar los mercados y facilitar la reactivación de las empresas,
esas mismas medidas buscaron beneficiar sus intereses en detrimento de los
derechos de los trabajadores. El resultado fue más pobreza, desocupación y
una clase media que bajó drásticamente su nivel de vida. Curioso el efecto
mariposa que la quiebra de Lehman Brothers produjo en la economía
mundial.
En definitiva, Lehman Brothers ha sido un símbolo, quizás el más
llamativo, de una época en la que un optimismo desaforado desembocó la
primera gran crisis financiera del siglo XXI.

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