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Lehman Brothers fue una compañía de servicios financieros estadounidense fundada en 1850 que se declaró en quiebra en 2008 debido a las pérdidas provocadas por la crisis de las hipotecas subprime. Su quiebra tuvo un gran impacto en los mercados financieros mundiales y contribuyó a profundizar la recesión global.
Lehman Brothers fue una compañía de servicios financieros estadounidense fundada en 1850 que se declaró en quiebra en 2008 debido a las pérdidas provocadas por la crisis de las hipotecas subprime. Su quiebra tuvo un gran impacto en los mercados financieros mundiales y contribuyó a profundizar la recesión global.
Lehman Brothers fue una compañía de servicios financieros estadounidense fundada en 1850 que se declaró en quiebra en 2008 debido a las pérdidas provocadas por la crisis de las hipotecas subprime. Su quiebra tuvo un gran impacto en los mercados financieros mundiales y contribuyó a profundizar la recesión global.
global de servicios financieros de Estados Unidos. No obstante, entre sus ámbitos de especialización se encontraban la banca de inversión, la gestión de activos financieros e inversiones en renta fija, banca comercial, gestión de servicios y servicios bancarios en general. Poseía numerosas filiales y empresas dependientes, creando un holding muy poderoso. Su sede central se encontraba en Nueva York, al tiempo que poseía otras sedes regionales en otras ciudades, como Tokio y Londres. La caída de Lehman Brothers representó el punto más dramático de la recesión de 2008 a nivel mundial, afectó a todas las empresas no importando a que se dedicaran, haciendo que la bolsa de valores se desplomara. Una crisis sin precedentes, no se podía prever. Lehman Brothers había conseguido superar difíciles momentos históricos: la Guerra Civil, la Gran Depresión y diversos escándalos sobre sus actividades financieras. Sin embargo, no pudo soportar la situación que se generó durante la crisis de 2008. La crisis de los créditos subprime, iniciado en 2007, alcanzó a Lehman Brothers. Como consecuencia, a los largo del año siguiente, 2008, la compañía sufrió pérdidas graves, por títulos respaldados por las hipotecas. De hecho, como consecuencia de las pérdidas declaradas, en el primer semestre de 2008, su valor en bolsa cayó un 73%. En el último año, aunque Lehman experimentaba una elevada ganancia que excedía los $4,000 millones de dólares, empezó a experimentar tendencias negativas de perdida de capital provocando que se perdiera la confianza en el banco, por ello los inversionistas frenaron sus inversiones y empezaron a vender sus acciones, las cuales habían pasado de valer $4 a $82. Lehman Brothers tenía un presidente implacable, tenaz y que consideraba el riesgo como una oportunidad para triunfar (Dick Fuld). Él había ofrecido acabar con la competencia y convertirse, en solitario, en el banco más grande; pero al llegar esta crisis sus grandes enemigos Barclays (UK) y Bank of America esperaban que se oficializara la venta de sus acciones, para adquirirlas y así expandir su poder y operaciones a nivel global. Desde el principio Bank of America se mostró interesado en adquirir la casa de créditos de Lehman, pero el enorme desbalance financiero y la negativa del tesoro nacional para ayudar, hicieron que se frenaran las operaciones. Al mismo tiempo, surgía otro problema muy grande para la economía global, otro gigante del mercado financiero atravesaba una crisis que lo llevaría a la quiebra, esta vez se trataba de Merrill Lynch, que al ver la inminente quiebra de Lehman temió que los siguientes fueran ellos, acudió al Bank of America. Entonces luego de conversaciones, cerraron el trato y éste intervino para adquirir todos los activos de Merry Lynch. Así Bank of America, se retiraba de la contienda por Lehman Brothers, quien quedaba a merced de lo que Barclays ofertara y el tesoro de los Estados Unidos realizara. Nadie hubiera creído que el gigante de las inversiones y número uno en aseguramiento inmobiliario caería de forma tan repentina; pero lo que nadie sabía era la brecha entre su capital líquido y los préstamos, por $1 que tuvieran tenían invertido $44. El índice de endeudamiento era demasiado grande y las opciones de ser rescatados se hacían cada vez más escasas, debido a que Barclays (único ofertante), pretendía garantías del Tesoro del Reino Unido o de los Estado Unidos sobre las deudas de Lehman, para poder seguir operando la semana siguiente sin ningún problema. El Secretario del Tesoro debía autorizar esta garantía, pero no lo hizo, creyendo en que no era justo invertir los millones de dólares de los contribuyentes para salvar un banco, asimismo las noticias de Londres eran que el Reino Unido no estaba listo para que Barclays realizara dicha transacción. La Junta del Tesoro recomendó a Lehman declararse en quiebra, e informó que la única ayuda con la que contarían sería después de ello. El domingo 14 de Septiembre de 2008, los abogados síndicos de Lehman elaboraron el informe oficial y a las 2 a.m. del lunes 15, se hizo oficial. Dos días después de anunciada la quiebra, Barclays adquirió por $1,750 millones los activos y operaciones de Lehman, siendo mucho menos de lo que hubiera pagado si lo adquiría antes de la quiebra. Un mes después, el presidente de Lehman Brothers, Dick Fuld, compareció públicamente ante el congreso para rendir cuentas de sus acciones y operaciones en dicho banco. Muchos analistas creen, que con la negativa de intervención del tesoro nacional, se perdió aún más que si se hubiera rescatado al gigante estadounidense. Las repercusiones de la quiebra La quiebra de Lehman Brothers significó un cambio de funcionamiento del sistema bancario estadounidense. En el momento de la quiebra, Lehman Brothers era el cuarto banco de inversiones más importante de Estados Unidos. La compañía contaba con un pasivo de 613.000 millones de dólares y unos activos de 640.000 millones de dólares. Asimismo, contaba con 25.935 empleados en todo el mundo. No hay ningún país que haya sufrido tanto las consecuencias de la recesión, el derrumbre de los ingresos fiscales, el desempleo rampante y el aumento de los gastos sociales como Grecia, pero también después Portugal, Irlanda y Chipre, tuvieron que pedir rescates financieros internacionales, en todos los casos vinculados a dolorosas reformas y recortes exigidos por los acreedores. La dicotomía entre la cesión del control de la política monetaria y cambiaria y la soberanía en materia fiscal, generó dudas sobre la determinación y liderazgo para resolver los desequilibrios. Los acontecimientos recientes constituyen una evidencia de que los problemas no se circunscriben al ámbito de las finanzas públicas sino que incluyen los déficit en cuenta corriente, el crecimiento endeble y las marcadas diferencias de competitividad al interior de la UE. Un Desastre causado, por la avaricia y un exceso de confianza.