Los derechos y deberes funcionariales se adquieren con la toma de posesión
de puesto, tras superar el proceso de selección y de formación, ser nombrado como funcionario de carrera y prestar juramento o promesa (acto de acatamiento de la Constitución).
DERECHOS DE LOS EMPLEADOS PUBLICOS
Los derechos de los funcionarios se regulan en la Ley 7/2007 y en la legislación
de la función pública valenciana que en el Titulo VI de la Ley 10/2010, regula los Derechos, y Deberes del Personal Empleado Público. Entre estos derechos destacan el derecho al cargo, el derecho a la inamovilidad, el derecho al tratamiento y consideraciones sociales debidas a su cargo y a la dignidad de la función pública y el derecho a recompensas, cuando los funcionarios se distingan notoriamente en el cumplimiento de sus deberes. También se incluye el derecho a disfrutar de vacaciones, permisos y licencias, de acuerdo con la previsión de la legislación sobre función pública de la comunidad autónoma, siendo en todo caso de preceptiva aplicación las previsiones del EBEP: • Vacaciones. Los funcionarios tienen derecho a disfrutar como mínimo, durante cada año natural de unas vacaciones retribuidas de 22 días hábiles o de los que le correspondan proporcionalmente si el tiempo de servicio fue menor. • Licencias por diversos motivos: enfermedad, matrimonio, embarazo, estudios, asuntos propios, etc. • Permisos, regulados en los artículos 48 y 49 del EBEP, y son los siguientes: o Por fallecimiento, accidente o enfermedad grave de un familiar hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad. o Por traslado de domicilio. o Para realizar funciones sindicales, de formación sindical o de representación del personal. o Para la realización de exámenes y pruebas definitivas de aptitud. o Para la realización de exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto. o Por lactancia de un hijo menor de 12 meses se tendrá derecho a una hora diaria de ausencia del trabajo, o un permiso retribuido que acumule en jornadas completas dicho tiempo. o Por nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados a continuación del parto, se tendrá derecho a ausentarse durante dos horas diarias percibiendo las retribuciones íntegras y a reducir su jornada hasta un máximo de dos horas, con la disminución proporcional de retribuciones. o Por razones de guarda legal, cuando el funcionario tenga a su cuidado directo a un menor de 12 años, de persona mayor que requiera especial dedicación o una persona con discapacidad, tendrá derecho a una disminución de la jornada de trabajo, con la reducción proporcional de sus retribuciones. Incluso para la atención de un familiar de primer grado se podrá solicitar una reducción de hasta el 50% de la jornada, con carácter retribuido, por razones de enfermedad muy grave y por el plazo máximo de un mes. o Por el tiempo indispensable para el cumplimiento de un deber inexcusable. o Por asuntos particulares, seis días, que se incrementarán en dos días adicionales al cumplir el sexto trienio y en un más por cada trienio cumplido a partir del octavo. o Permiso por parto, adopción o acogimiento. o Permiso de paternidad por nacimiento o Permiso por razón de violencia de género sobre la mujer funcionaria.
DERECHOS DE CARÁCTER INDIVIDUAL
Los derechos de carácter individual vienen a ser los siguientes: • A la inamovilidad en la condición de funcionario de carrera. • Al desempeño efectivo de las funciones o tareas propias de su condición profesional y de acuerdo con la progresión alcanzada en su carrera profesional. • A la progresión en la carrera profesional y promoción interna según principios de igualdad, mérito y capacidad mediante la implantación de sistemas objetivos y transparentes de evaluación. • A percibir las retribuciones y las indemnizaciones por razón del servicio. • A participar en la consecución de los objetivos atribuidos a la unidad donde preste sus servicios y a ser informado por sus jefes o superiores de las tareas a desarrollar. • A la defensa jurídica y protección de la Administración Pública en los procedimientos que se sigan ante cualquier orden jurisdiccional como consecuencia del ejercicio legítimo de sus funciones o cargos públicos. • A la formación continua y a la actualización permanente de sus conocimientos y capacidades profesionales. • Al respeto a su intimidad, orientación sexual, propia imagen y dignidad en el trabajo, especialmente frente al acoso sexual. • A la no discriminación por razón de nacimiento, origen racial, sexo u orientación sexual, religión o convicciones, opinión, discapacidad, edad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. • A la adopción de medidas que favorezcan la conciliación de la vida personal, laboral y familiar. • A la libertad de expresión. • A recibir protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo. • A las vacaciones, descansos, permisos y licencias. • A la jubilación según los términos y condiciones establecidas en las normas aplicables. • A las prestaciones de la Seguridad Social. • A la libre asociación profesional.
DERECHOS INDIVIDUALES QUE SE EJERCEN DE FORMA COLECTIVA
Los derechos de carácter individual que se ejercen de forma colectiva vienen a ser los siguientes: • A la libertad sindical. • A la negociación colectiva y a la participación en la determinación de las condiciones de trabajo. • Al ejercicio de la huelga, con la garantía del mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad. • Al planteamiento de conflictos colectivos de trabajo, de acuerdo con la legislación aplicable. • Al de reunión.
DEBERES DE LOS EMPLEADOS PUBLICOS
El EBEP establece una regulación general de estos deberes que son de
aplicación a todos los empleados públicos. La regulación de estos deberes cumple dos funciones clave: 1. Procurar la satisfacción de los intereses generales dando efectividad a determinados principios como la eficacia, la imparcialidad, jerarquía, respecto a los derechos de los ciudadanos, etc. 2. Esta regulación es un presupuesto ineludible del régimen disciplinario, ya que la infracción de los deberes lleva aparejada la imposición de sanciones o constitución de demérito a la hora de la evaluación del desempeño. Los deberes de los empleados públicos vienen a ser los siguientes: • El sometimiento a la Constitución y al resto de normas del ordenamiento jurídico. • La objetividad y la imparcialidad en el ejercicio de las funciones públicas. • El deber de dedicación y cooperación al servicio público. • Los deberes derivados de la relación jerárquica. De obediencia y respeto a los superiores jerárquicos, siempre que no vulneren el ordenamiento jurídico. • El deber de secreto y discreción profesional. • Los deberes de custodia documental. • Prohibición de discriminación. De este deber se deriva la obligación de aplicar políticas de igualdad de género en el empleo público. Así mismo la discapacidad en el empleo público adoptando medidas de acción positiva. • Los deberes de lealtad y buena fe con la administración y superiores, compañeros y subordinados.
LOS CODIGOS DE CONDUCTA DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS Y LA
ÉTICA PÚBLICA. El buen funcionamiento de las organizaciones que integran el sector público estatal representa un factor de competitividad clave en toda sociedad moderna. La reputación de las instituciones públicas depende no sólo de la aplicación objetiva de las leyes, sino también de la conducta de quienes sirven a la organización, de los funcionarios y empleados públicos. Para garantizar la legitimidad de la actuación administrativa, esta debe apoyarse en principios éticos y morales en los que se basa la vocación de servicio a fin de salvaguardar y evitar contrariar el interés público cuya protección, promoción y defensa le ha sido asignada. Así, no basta con que el funcionario cumpla con la Ley, es necesario que dé cuenta a la sociedad de sus actos, aun en el caso de que esta no lo exija. El código contempla ciertas conductas que se espera contribuyan a un mejoramiento de los servicios públicos, tales como las siguientes: • La protección del interés público: deben anteponer los intereses públicos a los particulares procurando siempre su máxima protección. • La lealtad institucional: realizarán sus funciones de acuerdo con la lealtad debida a los intereses del Estado y a las directrices del Gobierno de la Nación y de los Gobiernos de las Comunidades Autónomas. • La imparcialidad y la neutralidad: deben tener siempre presente que todos los ciudadanos son iguales ante la Ley y gozan de iguales derechos sin que pueda prevalecer en su actuación discriminación alguna por cualquier circunstancia personal o social. • La objetividad: deben cumplir sus cometidos y, en su caso, adoptar las decisiones, basándose en elementos objetivos y ponderando los intereses en juego. • La integridad: no deben contraer obligación económica o de otro tipo con personas, organizaciones sociales o grupos privados que pudieran influir en el cumplimiento de sus deberes. • La honestidad: tienen la obligación de declarar cualquier interés privado relacionado con sus obligaciones públicas. • La ejemplaridad: los empleados públicos deben abstenerse de toda conducta o acción que dé la mera apariencia de estar violando las leyes o las normas de ética. • La austeridad: deben utilizar los recursos públicos como si fuesen propios. Con moderación, aprovechando al máximo su utilización y de acuerdo sólo a los intereses públicos. • La profesionalidad: deben desarrollar sus tareas con competencia profesional, poniendo en ellas su mayor dedicación y conocimientos, y mantener su formación actualizada de forma permanente. • La iniciativa: las funciones y tareas asignadas a los empleados públicos no excluyen ni limitan las sugerencias o propuestas que permitan mejorar la calidad de su servicio o el funcionamiento de las Administraciones Públicas en general. • La diligencia: deben tratar con corrección y deferencia a los ciudadanos facilitándoles el cumplimiento de sus deberes y el ejercicio de sus derechos y denunciar a las autoridades competentes cualquier situación de despilfarro, abuso, fraude o corrupción. • La responsabilidad: quienes ostenten cargos públicos son responsables de sus decisiones con respecto al público y deben someterse a cualquier control que resulte adecuado para su cargo. • La transparencia: deben revelar toda la información que les sea requerida por sus superiores y también por los ciudadanos cuando la información esté destinada al público. Esto no se contradice con los deberes de reserva y discreción profesional, ni afecta a las materias clasificadas como secretas o reservadas. Es conveniente, tras lo expuesto, hacer una distinción entre los principios éticos en el ejercicio de la función pública de los clásicos deberes que implican obligatoriedad en el cumplimiento, en razón de que su inobservancia está penalizada por el ordenamiento jurídico.