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Interculturalidad: ¿solo educación?

Elaborado por:

María José Gaitán Ávila

Licenciada en Música

Trabajo presentado como actividad en el V Congreso Internacional de Neuroeducación e Interculturalidad

Profesor

Alejandro Diosa García

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LOS LIBERTADORES

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

BOGOTÁ D.C., ENERO DE 2022


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Para llegar a una respuesta a la pregunta inicial, propuesta como base de este ensayo, en relación a la suficiencia de la educación para

tratar la interculturalidad; y en caso de encontrar que no lo es, indagar desde que otros campos se hace necesario abordar la interculturalidad; hay que

desglosar estos conceptos para plantear una posición frente a la premisa de este ejercicio.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), en su Convención sobre la Protección

y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, articulo 4.8, la interculturalidad “se refiere a la presencia e interacción equitativa de

diversas culturas y a la posibilidad de generar expresiones culturales compartidas, a través del diálogo y del respeto mutuo”.

Con esto, se puede decir que la interculturalidad va de la “relación sana” entre dos o más culturas. Una “relación sana” con dinámicas de

reconocimiento, respeto y aprendizaje, que permite el crecimiento de las partes, y de la relación. Este crecimiento es evolución y se traduce, o al menos

debería, en progreso y avances para las sociedades y las diferentes culturas que convergen en las mismas. Hay que contemplar que también hay

dinámicas complicadas y/o conflictivas, que deben llevarse en el marco de diálogo.

El otro elemento de la ecuación de este ensayo es la educación. Los seres humanos, como seres sociales y con relaciones interpersonales

han desarrollado a lo largo de la historia sociedades. Se ha logrado a través de elementos como leyes, estados y gobiernos, establecer sistemas que

procuran por aspectos como educación, vivienda, alimentación, entre otros.

La educación provee conocimientos al ser humano, para que desarrolle su capacidad y creatividad, en línea con sus intereses y

necesidades. En un acercamiento a uno de esas áreas fundamentales de una sociedad, como lo es la educación, ha surgido en los últimos años el

concepto de la neuroeducación; que cada vez está siendo más tenida en cuenta desde la aplicación de las diferentes dinámicas de aprendizaje-

enseñanza.

La neuroeducación puede ser entendida como la relación entre enseñar y aprender, viendo estas acciones desde lo que ocurre en el

cerebro, con el fin de lograr un mejor y mayor conocimiento.

Algunos expertos en neuroeducación plantean que una positiva disposición al momento del aprendizaje incide directamente en la calidad de

lo aprendido; y en esta premisa se encuentra una relación interesante desde el plano intercultural. Siendo el ser humano un ser social, que requiere de

las relaciones interpersonales; al momento de interactuar con el otro, con otra cultura estamos de alguna manera emocionados y asustados por lo

nuevo, por la novedad, por la diferencia. Esa curiosidad es la clave para llegar a convertir una sociedad es una sociedad intercultural.
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Una postura o concepto propuesto para la relación entre interculturalidad y neuroeducación es, que sí se logra desarrollar una enseñanza-

aprendizaje neuroeducativo sobre el tema de la interculturalidad; este último será aprehendido e integrado al desarrollo del ser humano en formación, y

como efecto dominó replicado a otros seres humanos de la misma cultura. Para que finalmente, en el encuentro con otra cultura todas las interacciones

a la que haya lugar sean parte de la identidad cultural y multicultural.

Con esta idea en mente, vemos que no es suficiente la educación y la interculturalidad, como únicos elementos para lograr que una

sociedad sea intercultural. Y esto ocurre porque primero se deben garantizar unas políticas que provean a las escuelas y todo espacio de enseñanza de

herramientas y todo recurso que permita una educación intercultural. Que convierta a los seres humanos en seres interculturales; de manera consciente

dando como resultado una sociedad intercultural.

Si bien en los últimos años han crecido espacios de estudio, de formación y la discusión va encontrando lugar en la cotidianidad social; aún

no es suficiente solo educar en el aula de manera intercultural. Como seres humanos viviendo en sociedad, y que tenemos como unidad mínima el

núcleo familiar (un concepto que es fundamental resignificar); es desde este escenario del día a día que la educación intercultural debe ser permanente;

tal vez no en un sentido muy cercano a la dinámica del aula de clase.

Para llegar a ser una sociedad intercultural hay que ser seres interculturales. Así pues, en toda interacción cultural (inter e intra) hay un

aspecto que interesa a la neuroeducación. Esto no ocurre solamente en la escuela. En la vida diaria familiar, laboral y social se dan momentos para

llegar al objetivo.

Por tal, no es suficiente la neuroeducación y la interculturalidad por sí mismas, pues somos interculturales todo el tiempo, es entonces

necesario ir mas de allá de las aulas y garantizar desde los gobiernos y los diferentes esfuerzos a nivel mundial que se den las herramientas y políticas

para lograr el objetivo.

Ante la inquietud de qué otras áreas habría que intervenir, podemos decir que la política es necesaria, ya que como sociedad nos regimos

por leyes y gobiernos. Siendo los gobiernos y las leyes quienes procuran por traer evolución y progreso a las poblaciones. También la continuidad del

fenómeno de los últimos años que ha sido el interés por el estudio de la neuroeducación como disciplina y la interculturalidad como una forma de definir

las sociedades del siglo XXI; y de reconocer que ya estamos siendo sociedades interculturales; a propósito de las diásporas por las guerras, o por la

búsqueda de progreso.

La interculturalidad reivindica, recupera y reconoce la lucha de los pueblos por no ser simplemente territorios políticos, contenidos dentro de

unas fronteras bajo un único nombre o nacionalidad sin lugar a ser vistos como etnias, pueblos originarios. Incluso, en una noción soñadora, los
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pueblos que son resultados de procesos de mestizaje y mezclas culturales, encuentran en esas luchas una curiosidad por reconocerse como pueblos

mestizos y no necesariamente con una identidad heredara de manera directa y sin cambios de aquellos pueblos colonizadores. Reconocerse como

pueblos con una identidad intercultural.

Educar interculturalmente debe ser una bandera, que como sociedad reconozca a cada pueblo que hace parte de un estado. Además, que

permita la emoción por el otro, por lo diferente como parte del día a día. Pero nada de esto se logra si la política, la economía, incluso la religión, no

intervienen.

Referencias
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Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, [UNESCO], (2005), Convención sobre la Protección y la

Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, Recuperado de

https://es.unesco.org/creativity/interculturalidad#:~:text=Interculturalidad%3A%20Se
%20refiere%20a%20la,Diversidad%20de%20las%20Expresiones%20Culturales .

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