Está en la página 1de 7

Actividad 1 - Ensayo Aproximándonos a la Interculturalidad Crítica

Autores

Marinela Camargo Díaz


Julio Cerra Vergara
Netymey Cerra Vergara
Daniela Patricia Niño Miranda
Ana Yury Orozco Rivera

Corporación Universitaria Iberoamericana

Educación intercultural crítica y transformadora

Maestría en educación

Julio 2022

1
Actividad 1 - Ensayo Aproximándonos a la Interculturalidad Crítica

Autores

Marinela Camargo Díaz


Julio Cerra Vergara
Netymey Cerra Vergara
Daniela Patricia Niño Miranda
Ana Yury Orozco Rivera

Docente

Edwin Cubides Serrano

Corporación Universitaria Iberoamericana

Educación intercultural crítica y transformadora

Maestría en educación

Julio 2022

2
La Educación Promotora de la Interculturalidad Crítica.

“Si no podemos poner fin a nuestras diferencias,


contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas”
John Kennedy.

Al hablar de interculturalidad se viene a la mente la valoración de la diversidad de

culturas que existen en el mundo, pero también, del reconocimiento de que las relaciones entre

pueblos no siempre han sido armónicas. Muchos han sido exterminados, sometidos, arrasados y

otros, han desplegado múltiples formas de resistencia, memoria y cuidado de sus lazos internos,

pero siempre se debe tener claro que la sociedad está compuesta por personas pertenecientes a

diferentes culturas, etnias, edades, géneros etc.

En una sociedad donde existen diversas culturas se aprende de diferentes maneras y en

varios momentos. Lo que se aprende y con quien se aprende es muy diferente en cada lugar, de

ahí que los niños y las niñas reciben influencias de dos pilares fundamentales que son esenciales

para su desarrollo, la familia y la sociedad. En la familiar el infante aprende muchas cosas de sus

padres y parientes más cercanos. Los conocimientos, valores, practicas, costumbres y tradiciones

culturales pueden ser transmitidos durante las actividades cotidianas o en momentos importantes

como las fiestas o celebraciones comunales, mientras que en la sociedad la adquieren en el

intercambio con fuentes externas (escuela, comunidad y medios masivos), que transmiten valores

de orden social, creencias y religiones.

El papel que juega la parte educativa en las prácticas sociales, la relación existente entre

escuela, familia, cultura y paz en la producción de órdenes sociales y pedagógicos, el cual se

hará de una manera reflexiva y argumentativa teniendo en cuenta las posturas de los autores. Sin

3
embargo, antes de profundizar en la relación de estos dos pilares en la producción de órdenes

sociales y pedagógicos es necesario definir que la diversidad cultural es considerada como las

diferencias que pueden existir entre individuos y organizaciones, ya sean sociales, comunidades

o administrativas. El aspecto cultural hace referencia a las costumbres y creencias que

contribuyen a la comprensión del mundo del individuo, en esa visión multicultural, los niños y

niñas necesitan experimentar la diversidad en todos sus escenarios familiares, educativos y

sociales. Muchos teóricos consideran que los niños al nacer desarrollan su identidad cultural.

Otros por lo contrario manifiestan que este se asume por factores de crianza, el infante desarrolla

ideas acerca de identidad racial y las características de grupos culturales diferentes al suyo en

edades de la primera infancia.

Para Maldonado (1999) el respeto es la base fundamental para una convivencia pacífica

entre los miembros de una sociedad. El respeto a la vida es un derecho fundamental del que

dependen todos los demás derechos. Proteger la vida de las personas implica el respeto al medio

ambiente, a los seres vivos y a la naturaleza en general. Esto debido a que nuestra continuidad

como especie depende de que conservemos la tierra y todo lo que en ella habita. El primer pilar

es la educación, que como aspecto que desarrolla el ser humano y la creación o conformación de

un Sistema Educativo es una realidad compleja por encontrarse inmerso dentro de la sociedad,

por ello, está estrechamente vinculado a los ámbitos político y económico, entre otros. De allí,

que para comprender la naturaleza de la experiencia escolar y poder gestionarla eficientemente

es indispensable partir de un análisis complejo de la estructura social y de los intereses y

conflictos que la constituyen. Además, históricamente, la escuela ha sido lugar de conflicto, de

búsqueda y construcción de alternativas.

4
La educación para la paz debe plantearse como principal objetivo el contrarrestar las

influencias que conducen al temor y la exclusión de los demás, y la de ayudar a los niños a

desarrollar un razonamiento ético. Asimismo, formar ciudadanos: atentos a los demás,

responsables, abiertos a otras culturas, capaces de apreciar el valor de la libertad, dispuestos a

respetar las diferencias que existen entre las personas e idóneos para evitar conflictos o de

resolverlos por medios no violentos. En la sociedad actual donde la educación sirve a la misma

como mecanismo de preservación y desarrollo de la cultura de las nuevas y viejas generaciones,

no basta con entender la necesidad de la multiculturalidad, es imprescindible que la misma sea

parte esencial de las políticas educacionales y que la escuela ejecute acciones concretas como

proyectos educativos institucionales que favorezcan una educación con visión intercultural para

todos.

Lo anterior vincula el término cultura escolar que Fernández (1997) la define como el

conjunto de valores morales, conocimientos, hábitos, actitudes, comportamientos personales,

relaciones sociales, etc., que son específicos suyos y como la naturaleza propia de la institución.

Por otro lado, encontramos a Lobato y Ortiz (2001) entienden a la cultura escolar como “un

conjunto de actitudes, valores y creencias compartidas (contenidos de la cultura escolar) y los

modelos de relación y formas de asociación y organización (forma de la cultura escolar) de la

escuela (Escobedo, Sales y Ferrández, 2012). Si se concibe la función de la escuela como

meramente reproductora, esta cultura escolar es incuestionable por responder a los ideales de la

sociedad. Por el contrario, si se concibe a la escuela como promotora de cambios sociales, es a

través de ella que se hace posible la promoción de una nueva cultura… la cultura de paz.

El segundo pilar es la familia, como principal grupo donde se socializa el niño, lugar

donde se sentarán las bases desde lo aprendido y vivenciado. Si los niños viven en un ambiente

5
de tolerancia y respeto, aprenderán a vivir con los demás y respetando sus diferencias.

Los esquemas para una convivencia pacífica entre familia, comunidades y grupos sociales se han

convertido en un imperativo legal, no solo en el campo educativo, sino administrativo,

económico, político y social, la tarea es garantizar desde las instituciones educativas que se

materialicen esas acciones legales en el microcosmos de la escuela, para que sean un orden social

real y valedero, desafortunadamente la carencia de recursos hace que la labor de las personas que

se preocupan por el bienestar colectivo se vea afectado.

Después de lo mencionado, se puede concluir que la educación multicultural y la

diversidad cultural requiere de una escuela incluyente y protectora, que no sea ajena al contexto

y la realidad de sus estudiante, que a través de sus proyectos educativos interculturales se

generen un cambio en la concepción del docente y de la escuela como organismo administrativo,

se cimiente una visión holística y dinámica en la manera como percibimos y aceptamos los

proceso educativos y de construcción de conocimientos, que los estudiantes logren la

construcción de identidad personal, diversidad de culturas, costumbres, creencias y tradiciones

oral o escrita.

Para finalizar y algo que debemos tener muy claro es que la educación es el eje central

para transformar una sociedad que requiere de manera perentorias cambios que beneficien a la

sociedad que demanda de un cambio positivo y de conciencia, considerando que la sociedad está

conformada con una multiculturalidad o pluralismo cultural, se necesita entonces, promover el

respeto y la tolerancia por las diferencias, desterrar prejuicios y estereotipos asociados, generar

una convivencia armoniosa y crear intercambios entre los diferentes grupos.

6
Referencias

Centro de Escritura Javeriano (2014). Ensayo. Pontificia Universidad 7Javeriana [archivo de

video]. Recuperado de https://www.javerianacali.edu.co/centro-escritura/recursos/el-

ensayovideo

Fernández, A. (1997). Educando para la paz: Nuevas propuestas. Granada: Seminario de

Estudios sobre la Paz y los Conflictos de la Universidad de Granada. Erikson

García Martínez, A. (2008). La interculturalidad: desafío para la educación. Madrid, Spain:

Dykinson. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/biblioibero/34199?page=85

Maldonado, C. (1999). Hacia una fundamentación filosófica de los derechos humanos. Santa

Fe de Bogotá: Arango Editores, Ltda.

Radio ambulante (2021). Berta y el río [Archivo de audio]. Recuperado de

https://radioambulante.org/audio/berta-y-el-rio

Restrepo Hoyos, P. A. (2019). La Universidad intercultural crítica: diálogos, disputas y

resistencias epistemológicas en Unitierr. Bogotá D.C, Editorial Universidad del

Rosario. Recuperado de https://elibro.net/es/ereader/biblioibero/124360?page=62.

También podría gustarte