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Economía Internacional Aplicada – EMBA Otoño 2019 - Trabajo Nr.

CASO: Brasil - El enigma de Brasil, sostener el crecimiento a largo plazo

Alumno: Jaime Pereda C.

Mail: jaimepereda@gmail.com

Número de palabras: 1.207

Pregunta 1: ¿Cómo lo está haciendo Brasil? ¿Cuáles son los desafíos externos e internos que
enfrenta?

En regla general Brasil ha pasado por varios vaivenes, en particular políticos que no le han
permitido tener ese despegue tan añorado por ellos, lo que los ha llevado a ser el eterno país del
futuro. Ha tenido logros importantes, como ser una de las principales economías del mundo, pero
con serios problemas sociales y políticos, posee un alto grado de burocracia y dificultades para
realizar negocios, así lo demuestra su ubicación en el ranking Doing Business, tiene altos niveles
de corrupción, tanto en ambientes empresariales y políticos. Durante la crisis financiera mundial
ocurrida en octubre del 2008, Brasil sintió el golpe debido al debilitamiento de los precios de los
commodities y la escasez de crédito, esto incentivo a que los inversores se retiraran de Brasil,
provocando de esta forma que el Real se devaluara un 40%, siendo la mayor devaluación desde
1999. Si bien la crisis afecto a Brasil, el país estuvo poco tiempo en recesión gracias al bajo nivel de
deuda externa, a que contaba con un sistema bancario saludable, con un tipo de cambio flexible
y con altas reservas en dólares. Al terminar la década (2010), Brasil tuvo un crecimiento de 7,5%
(PIB), impulsado en gran medida por el aumento del valor de los commodities: hierro, petróleo y
soya (algo más bien efecto de la demanda extranjera), pero también gracias a las acciones
tomadas por el Gobierno para aumentar el consumo interno, facilitando el acceso al crédito y al
aumento de los ingresos de las personas (entre 2003 y 2009, más de 32 millones de personas
pasaron a la clase media y la pobreza bajo del 21% al 11%). Brasil ha experimentado una gran
movilidad de clases, pero sigue manteniendo una alta desigualdad, mayor a la de sus vecinos y de
países de grandes economías del cual es parte, pero mejorando su índice.
Indice Gini
65 63.3

60

55 53.3

50 48.8
46.6
45
44
41.2
40
1987

1989
1990

1992

1994

1997

1999

2001
2002

2004
2005

2007

2009

2012

2014
2015

2017
1988

1991

1993

1995
1996

1998

2000

2003

2006

2008

2010
2011

2013

2016
ARG BOL BRA CHL PRY VEN

Gráfico 1: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Venezuela


Fuente: Datos Banco Mundial

Indice Gini - Grandes Economías


70

60

50

40

30

20

10

0
87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 00 01 02 03 04 05 06 07 08 09 10 11 12 13 14 15 16 17
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20 20

BRA CHN DEU GBR FRA


IND ITA JPN USA

Gráfico 2: Alemania, Brasil, China, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Reino Unido
Fuente: Datos Banco Mundial
A medida que Brasil comenzó a recibir mucho ingreso de capital extranjero, se presionó al alza la
inflación y el tipo de cambio fluctuó considerablemente. En 2008, el Real alcanzó R$ 1,6 por dólar
desde un mínimo de R$ 3,1 por dólar en 2004, esto trae consecuencias para Brasil ya que se hace
más caro exportar. A pesar de esto, entre 2000 y 2010, las exportaciones pasaron de R$ 70,7 mil
millones a R$ 132,4 mil millones con una tasa de crecimiento promedio del 7,3% anual y las
importaciones, durante el mismo periodo aumentaron de R$ 70,4 mil millones a R$ 156,4 mil
millones, con un crecimiento anual promedio del 10,2%, lo que implica que la balanza comercial
se tornó negativa.

La guerra de divisas es uno de los grandes desafíos que debe afrontar Brasil.

Otra de las dificultades es el “custo Brasil”, el cual es una de las razones de porque Brasil no tiene
el mismo crecimiento que sus pares BRIC. Otro de los desafíos es bajar la carga fiscal, la cual
puede llegar a ser un 35% del PIB. Su sistema tributario es complicado de presentar y los
impuestos pagados por las empresas han llegado a representar el 68,9% de sus ganancias.

El balance fiscal primario, pasó de un superávit de 2,7% del PIB en el 2000 a un déficit de 1,0% en
el 2016 (Anexo 1). El balance primario del gobierno central paso de 2,4% del PIB en 2005 a -2,5%
en 2016 (anexo 4a del caso).

La productividad es otro aspecto a abordar, al tener un elevado costo laboral, el cual no alcanza a
ser cubierto por el crecimiento de la productividad, los costos de producción fueron cada vez
mayores. Con este aumento, hay más incentivos para importar en lugar de producir en el país. El
alto gasto fiscal, que se profundizó por la gran cantidad de paquetes de estímulos, es otro factor
que se debe abordar, ya que según analistas esto podría escalar la guerra de divisas a una guerra
comercial.

Otras opiniones sostienen que el aumento de los aranceles de importación redujo la eficiencia y la
productividad, ya que baja la competitividad.

Para sumar más cosas, están los problemas inflacionarios, si bien hubo periodos donde bajo
bastante, en especial del 2002 al 2007, luego esto cambió. Para finales del 2010 la inflación había
alcanzado un máximo 6,7%, muy por encima del objetivo del Gobierno del 4,5% y ya para el 2015,
comenzaba a rondar los dos dígitos.

Por último, otro desafío muy importante y que ayudaría a resolver varios problemas, es mejorar el
sistema educativo e impulsar la privatización para bajar el gasto fiscal.
Pregunta 2: ¿Son los controles de capital una Buena estrategia para países emergentes como
Brasil? ¿Le ayudan a resolver o enfrentar sus problemas? ¿Qué otras políticas podría aplicar
Brasil?

Considero que los controles de capital son una buena estrategia. Los grandes ingresos de capital
extranjero a países emergentes como Brasil, tienen efectos macroeconómicos, como la
apreciación del Real, perjudicando así la competitividad del país. Otra consecuencia son la
potencial reducción del PIB y el aumento de la inflación. Para frenar todo esto, en marzo de 2008
Brasil estableció el Imposto Sobre Operações Financeiras (IOF) como un medio para reprimir el
flujo de capital hacia el país y con eso desalentar el ingreso de capitales, evitando así el
fortalecimiento del Real y poder ser más competitivos frente a otros países. Si bien los controles
de capital pueden ser una buena estrategia, estas deben estar acompañadas de políticas
económicas y fiscales, alineadas al objetivo que se busca, tal como lo comenzó a realizar Temer
algunos años después de la implementación del IOF. Temer comenzó a implementar cambios
destinados a restaurar la credibilidad financiera y la salud económica de Brasil, donde una de sus
primeras iniciativas fue congelar en el año 2016 el presupuesto en términos reales durante 20
años. El gasto solo aumentaría a la tasa de inflación del año anterior, aunque esto podría revisarse
en diez años.

Debido a la política fiscal expansionista de Brasil antes del mandato de Temer, donde en 2011
Rousseff presentó un paquete de estímulos llamado Brasil Maior, dando exenciones de impuestos
y luego en 2012 reduciendo los impuestos a las empresas, obteniendo así un alto gasto fiscal que
sumado al sistema cambiario flexible gatilla el aumento en las tasas de interés, que llaman la
atención de inversionistas extranjeros atrayendo flujos hacia Brasil, lo que hace apreciar el Real,
resultando en una balanza comercial negativa. Si bien no todo es blanco o negro, en general los
controles ayudan a los problemas de Brasil.

Ahora, otra política para mejorar el entorno macroeconómico sería (con precaución de que no se
convierta en un problema) fortalecer la política monetaria expansiva, reduciendo las tasas de
interés, con el fin de hacer más accesible el crédito, tanto para las personas como para las
empresas nacionales y así favorecer el crecimiento de la demanda interna. Todo esto, repercute
en salidas de capital, ya que, al tener menores tasas con respecto a otros países, los inversionistas
optaran por otros mercados haciendo que el Real se deprecie y, por ende, favorecer las
exportaciones.

Otras acciones que pueden realizarse en línea con bajar el gasto público, es reducir el gasto del
sistema de pensiones, algo ya considerado por Temer, junto con reformar los sistemas impositivos
y laborales.

Lo importante de estas políticas y ajustes dependiendo del escenario que se viva, es que se deben
realizar con cuidado, en especial para no perder la confianza del mercado, generando
incertidumbres que repercutan en el crecimiento de la economía.

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