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Caloca Mansur Isabel 319518090

Historia, Educación y Pedagogía 4 0022

Proyecto educativo del 2do. imperio mexicano

En el presente trabajo se resaltan algunas ideas del proyecto educativo del 2do.
Imperio mexicano, reflejadas en dos cartas escritas entre Maximiliano de
Habsburgo y Manuel Siliceo. Además, se incluyen una serie de consideraciones
acerca de la opinión que sostengo sobre estas mismas cartas.

Para comenzar, personalmente, me resultaron innovadoras las siguientes ideas


del proyecto de Maximiliano:

- La educación pública y gratuita:

Esta idea se basa en que “[…] la instrucción ha de ser accesible á todos, pública y,
á lo menos en cuanto se refiere á la instrucción primaria, gratuita y obligatoria.”
(Habsburgo & Siliceo, 1865) Además, agrega que la secundaria debe tener dos
fines: uno para que la población reciba una formación general, y otra para quienes
puedan y deban continuar con los estudios superiores y especiales. Esto significa
que todas las personas, bajo estos principios, podían formarse sin necesidad de
buscar una permanencia en el sistema durante muchos años.

- El estudio de las lenguas clásicas y vivas:

Específicamente, Maximiliano de Habsburgo rescata el valor de las lenguas vivas


en tanto que:

[…] siendo además en el día el estudio de las lenguas cultas vivas,


absolutamente indispensable para un pueblo que quiere tomar parte en los
acontecimientos del mundo, y mantener relaciones activas con otros
pueblos, particularmente refiriéndose a la situación geográfica excepcional
del país. (Habsburgo & Siliceo, 1865)

Así, las lenguas representaban una forma de conectar con el resto del mundo.

- La educación física:
Este principio sigue la idea de que las personas debían tener un “[…] propio y
armónico desarrollo.” (Habsburgo & Siliceo, 1865) Este desarrollo es propio de
cada uno, pero se debía ofrecer educativamente.

- La diversidad de estudios profesionales:

Maximiliano plantea que debe de cuidarse que en la educación superior se


ofrezcan carreras que representen a todas las ciencias teóricas y prácticas y de
las artes.

- El estudio de la filosofía:

Esto se justifica reconociendo primero que era una ciencia poco conocida en
México en aquella época. Se menciona que: “Quiero que la atención de ud. sea
dirigida hácia […] la filosofía, porque ésta ejercita la inteligencia, enseña al hombre
a conocerse á sí, y á reconocer el orden moral de la sociedad como una
consecuencia emanada del estudio de sí mismo.” (Habsburgo & Siliceo, 1865)

- La separación de Estado e Iglesia en materia educativa:

Si bien Maximiliano asegura que la Iglesia continuará gozando de sus derechos,


también expresa que “ La religión es cosa de la conciencia de cada uno, y cuanto
menos se mezcla el Estado en las cuestiones religiosas, tanto más fiel queda á su
misión.” (Habsburgo & Siliceo, 1865) Así, recupera la idea de que la Iglesia puede
solamente ocuparse de la educación religiosa, mas el resto de los centros
educativos son responsabilidad del Estado.

- La creación y aseguramiento de calidad de las Escuelas Normales:

A partir de la idea de que es responsabilidad del Estado proporcionar docentes de


calidad, se plantea que “[…] ud. tendrá particularmente presente la necesidad de
formar distinguidos profesores para el establecimiento de escuelas normales, á las
cuales llamará ud. las mayores inteligencias del país y del extranjero.” (Habsburgo
& Siliceo, 1865) Se reconoce que el conocimiento lo poseen mexicanos y no-
mexicanos, por lo que hay que involucrar a todos en el proceso de formación
docente.
En mi opinión, ambas cartas (la que Maximiliano de Habsburgo le escribe a
Manuel Siliceo y viceversa) reflejan dos perspectivas similares sobre la educación,
que destacan como elemento central la educación pública, como ya se ha
mencionado en el caso de Maximiliano, y que esto implicaba la apertura de la
educación escolarizada a las niñas y mujeres, las personas pertenecientes a
estratos más bajos e incluso a quienes estaban en cárceles y asilos. Este aspecto
me pareció muy positivo, debido a que refleja que desde aquella época habían
ideas e intentos concretos de ampliar la cobertura del sistema educativo. Sin
embargo, leyendo a Maximiliano me surgían muchas dudas sobre la información
con la que contaba él sobre México, ya que más bien parecía bastante optimista
sobre que México pudiera parecerse a un país europeo, aunque su contexto fuera
diferente.

Así, me resultó interesante la forma en que Siliceo matiza la visión que


Maximiliano podía tener de México y de sus posibilidades educativas, aclarando
cuestiones como el presupuesto limitado con el que se contaba y el legado de
rezago y desigualdad educativa que habían dejado decisiones pasadas, como la
exclusión de las personas indígenas de los centros educativos en la Nueva
España.

Hay algunos momentos de las cartas que aún me parecen relevantes, como el
llamado por parte de Maximiliano a formar Escuelas Normales de calidad para los
docentes; o la denuncia de que durante una época se apostó por la creación de
las carreras de medicina y de mina, sin considerar que antes debían de financiarse
y construirse espacios con una disposición especifica, por lo que tenían sitios
defectuosos. Otros elementos, como la justificación del estudio de las ciencias
naturales con el fin de conocer realistamente y dominar la naturaleza según
Maximiliano, no me parecen recomendables para la actualidad.

Referencias

Habsburgo, M. d., & Siliceo, M. (14 de Junio de 1865). Obtenido de El Diario del
Imperio.

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