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10/2/23, 22:30 Entre Resistencia y Colaboración: Los negros y mulatos en la sociedad colonial veracruzana, 1570-1650

e-Spania
Revue interdisciplinaire d’études hispaniques médiévales et modernes

25 | octobre 2016
Crónica de 1344 / Les ports de la monarchie espagnole – Amérique / Semblanzas de los
conquistadores
Les ports de la monarchie espagnole (II) : variété des modèles (XVIe-XVIIIe siècle)

Entre Resistencia y Colaboración:


Los negros y mulatos en la
sociedad colonial veracruzana,
1570-1650
Citlalli Domínguez Domínguez
https://doi.org/10.4000/e-spania.25936

Abstract

☝🍪
Español Français
El periodo que va de 1570 a 1650 comprendió un momento de una intensa interacción económica de
la Ciudad-Puerto de Veracruz con el mundo colonial atlántico. Ello la llevó a conocer una circulación
de mercancías,
Questo sito de
fahombres,
uso di mujeres y saberes que hicieron del principal puerto de la Nueva España,
cookies e ti consenteeconómicos,
un espacio de contactos di sociales, culturales que repercutió en la conformación de una
dinámica regional que contrastó con el resto del territorio novohispano. Esta conexión hacia exterior
decidere se accettarli o
estaría ligada a la apertura del ciclo de la plata, a la introducción de cultivos comerciales como el
rifiutarli
azúcar y al tráfico de esclavos. Lo que llevó a Veracruz a estar ligada al comercio exterior que conectó
al emplazamiento veracruzano con los continentes de Europa y África, pero que a la par de
hacia  1580 inició un proceso de conformación de un hinterland azucarero tierra adentro con la

fundación de trapiches
Ok, accetta e ingenios azucareros, en los pueblos de Orizaba, Jalapa y la villa de Córdoba
tutto
(sitios establecidos en la zona central del pie de monte de veracruzano), lo que condujo a la entrada
masiva de negros esclavos procedentes de Guinea y Angola para trabajar en la producción azucarera.
✗ Rifiuta
Así, tutti itendrá
este trabajo cookiepor objetivo analizar el papel de la resistencia y la colaboración en los
negros y mulatos novohispanos, elementos que sirven para articular dos niveles distintos de
interrelación que coexistieron entre estos grupos de negros y mulatos, esclavos y libres, que no
fueronPersonalizza
nada homogéneos, pero que imprimieron características particulares a la dinámica social
veracruzana que se comparten con algunas sociedades latinoamericanas, pero especialmente con el
Caribe hispano.
Politica sulla riservatezza

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La période qui va de 1570 à 1650 a inclus un moment d’intense interaction économique entre la ville
portuaire de Veracruz et le monde colonial atlantique, ce qui l’a amenée à connaître une circulation
de marchandises, d’hommes, de femmes et de savoirs qui firent du principal port de la Nouvelle-
Espagne, un espace de contacts économiques, sociaux, culturels qui eut des répercussions sur la
configuration d’une dynamique régionale qui fit contraste avec le reste du territoire novohispanique.
Cette connexion vers l’extérieur devait être liée à l’ouverture du cycle de l’argent, à l’introduction de
cultures commerciales comme le sucre et au commerce d’esclaves. De la sorte Veracruz fut liée au
commerce extérieur qui la connecta aux continents européen et africain tandis que vers 1580
démarra un processus de structuration d’un hinterland sucrier à travers la création de moulins à
sucre et de sucreries dans les villages d’Orizaba, Jalapa et la ville de Córdoba (dans la zone centrale
du piémont de Veracruz). Ce processus conduisit à l’introduction massive d’esclaves noirs en
provenance de Guinée et d’Angola pour travailler à la production de sucre. Ainsi ce travail se propose
d’analyser le rôle de la résistance et de la collaboration des Noirs et mulâtres de la Nouvelle-Espagne,
éléments qui servent à articuler deux niveaux distincts de relations réciproques qui coexistèrent
parmi ces groupes de Noirs, de mulâtres, esclaves et libres. Ces groupes ne furent en rien
homogènes, mais donnèrent des caractéristiques particulières à la dynamique sociale de Veracruz.
Ces caractéristiques se retrouvent partiellement dans d’autres sociétés latino-américaines, et tout
spécialement dans les Caraïbes hispaniques.

Termini di indicizzazione
Mots-clés : résistance, collaboration, Noirs, mulâtres, esclaves et libres, Veracruz, sucre
Palabras claves: Resistencia, Colaboración, Veracruz, negros, mulatos, esclavos y libres, azúcar

Testo integrale
Y hubo algunos que tuvieron esclavos a su servicio, siendo ellos esclavos. Esto debió ser
aquel negro que escribió de esta Nueva España a otro su amigo, también negro y esclavo,
habiendo quedado en Santo Domingo o en España. Y decía la carta: “amigo fulano”, ésta es
buena tierra para esclavos. Aquí el negro tiene buena comida, aquí negro tener esclavo que
sirve negro, y el esclavo del negro tener naboría que quiere decir mozo o criado. Por eso
trabaja que tu amo te venda para que vengas a esta tierra, que es la mejor del mundo para
negros. (Toribio de Benavente, MOTOLINÍA, Memoriales, capítulo 86, 8)

1 El extracto anterior corresponde a la célebre obra Memoriales escrita por Fray Toribio


de Benavente, alías Motolinía (en náhuatl el pobrecito), entre 1528 y 1530, una de las más
grandes obras de la historiografía colonial mexicana, en donde el fraile franciscano rescata
gran parte del pasado prehispánico que sobrevivió a través de las alianzas y mestizajes de

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las antiguas élites indias con los conquistadores ante el derrumbe de la Gran Tenochtitlán.
Sin embargo, la cita no habla precisamente de aquellos indígenas que siempre fueron
objeto de la inspiración del franciscano y de otros misioneros; por el contrario, hace
Questo sito
referencia a losfaprimeros
uso di negros llegados como esclavos en el temprano periodo colonial.
cookies
La intención de señalardi
e ti consente este extracto es la de ilustrar las diferentes aristas que integraron
decidere
el sistemaseesclavista
accettarlideo las colonias españolas en América, específicamente, el de la
rifiutarli
Nueva España, espacio donde se sitúa nuestro estudio. Con ello, se evidencia la posibilidad
de que, en algún momento, los esclavos podían tener a sus pares a su servicio, además de
algunos indios1. Un ejemplo de ello lo constituyeron los negros ibéricos o “negros
conquistadores” como los distinguió la historiografía a Juan  Garrido y Alonso de  Eguía,
que al lado de Hernán  Cortés participaron en la conquista de Tenochtitlan y en
expediciones hacia el interior del actual territorio mexicano y a La Florida2.
2 Por otra parte, es interesante señalar las peculiaridades del sistema esclavista del que
formaban parte y que comenzaba a desarrollarse en el recién fundado “reino” de ultramar
en un momento en que el tráfico de esclavos hacia la Nueva  España era aún incipiente,
tanto que estos no tenían una presencia significativa dentro de la sociedad colonial, salvo
en algunos sitios urbanos como: la ciudad de México, Oaxaca, Tlaxcala y Puebla donde
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comenzaban a integrar un importante sector de esclavos domésticos y de jornal que
trabajaban como carpinteros, herreros, zapateros, panaderos e incluso de vendedores
ambulantes, etc.3.
3 Para el caso de La  Veracruz, si bien los hubo esclavos, siendo los más importantes los
esclavos del Rey quienes fueron los encargados de construir la fortaleza de San Juan de
Ulúa que sirvió de embarcadero natural y cárcel. Lo cierto es que la mayoría de la
población que habitaba la ciudad estuvo integrada por aquellos negros y mulatos libres,
procedentes de Sevilla, desde el inicio de la fundación del enclave portuario, solicitaron a
la Casa de la Contratación de Sevilla pasar para fincar su vecindad en la nueva ciudad. De
ahí que con el tiempo llegaran a formar un sector socioeconómico importante dedicado a
las actividades del comercio de ultramar, que se expandió en el  Atlántico y en el  Caribe
desde inicios del siglo  XVI, intensificándose a partir de  1570 y  1580 con la Unión de
las  Coronas de España y Portugal. En donde el circuito de navegación integrado por los
puertos de Sevilla, Santo  Domingo, Cartagena y Veracruz cobró mucha más fuerza, y la
Ciudad de México emergió como un nuevo centro de poder social, político y económico en
la mundialización ibérica4.
4 El considerar esta multiplicidad de características que presentaron las personas de “pelo
quieto y color quebrado”5, nos conduce a analizar las diferentes trayectorias que
conocieron los negros y mulatos, esclavos o libres, en la sociedad colonial novohispana.
Así, el itinerario de estos individuos incluyó diferentes estampas que van desde las
representaciones de individuos soberbios, rebeldes, transgresores, pero también como
hombres valientes y defensores del orden colonial, pues negros, mulatos, morenos y
pardos libres sirvieron en la defensa de las costas del Mar del  Norte y del  Sur que tanto
acecharon los piratas y corsarios, ocasionando cuantiosas pérdidas a la  Corona española
en los tres siglos de colonialismo. Todas ellas son características que privaron sobre los
negros y mulatos, esclavos y libres, las cuales nos llevan a pensar los diferentes roles que
jugó esta población en el proceso de integración de la sociedad colonial de la Nueva
España.
5 Así, el objetivo principal de este trabajo es analizar dos peculiaridades que presentó este
grupo en la sociedad veracruzana, es decir, intentamos analizar el papel de la resistencia y
la colaboración de los negros y mulatos –libres y esclavos– en la Ciudad de Veracruz y su
hinterland azucarero, en un momento de intensa interacción económica del enclave
portuario con el mundo colonial atlántico, como consecuencia de la apertura económica
que generó el inicio seguida de Sevilla que para esta fecha había logrado también del ciclo
de la plata, la introducción del cultivo de la caña de azúcar y el tráfico negrero. Esto la llevó

☝🍪
a conocer una circulación de mercancías, de hombres, mujeres y saberes que hicieron del
puerto llave de la Nueva  España, un espacio de intensos mestizajes y con una dinámica
social particular que difiere enormemente con el resto del territorio novohispano6. Y que
además
Questocoincidió con el
sito fa uso di despegue de los trapiches e ingenios azucareros hacia 1580, que se
establecieron
cookies en su hinterland
e ti consente di aledaño, principalmente en los pueblos de Orizaba, Jalapa y
la villa dese
decidere Córdoba, sitios
accettarli o establecidos en la zona central del pie de monte veracruzano
donde serifiutarli
concentraba un importante sector de esclavizados procedentes de Guinea y
Angola.
6 De esta manera, el abordar el papel de la resistencia y la colaboración en los negros y
mulatos novohispanos de Veracruz, libres o esclavos, sirve para articular dos niveles
distintos de interrelación que coexistieron entre estos grupos, que no fueron para nada
homogéneos, pues procedían de diversas realidades sociales, económicas e incluso
culturales, que imprimieron características particulares al proceso regional veracruzano
que hoy en día se perciben y lo han llevado a asemejarse a las sociedades del Caribe
español, donde el comercio de ultramar y el binomio azúcar-esclavitud tuvieron un rol
primordial.

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Reviviendo una vieja práctica: El


comercio de esclavos, 1570-1650
7 Si bien desde los inicios de la conquista y la colonización española del actual México, los
esclavos de origen africano jugaron un papel importante como parte de las huestes de los
conquistadores para el sometimiento de los grupos indígenas del centro, sur y norte del
territorio que conformaría la Nueva España, no fue sino hasta la fundación de las primeras
ciudades como: Veracruz  (1519), México  (1521), Tlaxcala  (1525), Oaxaca  (1528),
Puebla  (1538), que la esclavitud comenzó a desarrollarse dentro de la sociedad colonial
novohispana. En este sentido, como ha señalado Carmen Bernand, la ciudad en el mundo
hispanoamericano fue el eje motor de las sociedades recién inventadas, y en ellas, la
mayoría de los esclavos residían –contrario a lo que se pudiera pensar de que estaban
confinados a la zona rural– habitando en los barrios localizados en el espacio urbano, en
donde convivían con los españoles, mestizos e indios7.
8 Es en estos sitios urbanos, como la Ciudad de México y en los puertos como Veracruz, en
donde los 14  000  Negros que pasaron a las  Indias, entre  1526 y  1550, encontraron su
destino como trabajadores en diferentes facetas de la vida cotidiana. Cabe señalar que esta
primera migración, estuvo encabezada por esclavos de origen “ibérico” y “caboverdiano”,
los cuales fueron imprescindibles para levantar y sostener el desarrollo social y económico
del virreinato, en un periodo de crisis demográfica indígena causada por la brutal epidemia
del “cocoliztle” que mermó considerablemente a la población nativa del centro de México.
9 Con respecto a esta migración, resulta necesario señalar que los negros y mulatos,
esclavos y libres, llegados durante la primera mitad del siglo habían adquirido el idioma y
las prácticas sociales, culturales y religiosas de la península8. Así, durante los primeros
años de la colonización hispana en América, se recibieron al menos 1 500 esclavos de estas
partes de la península, principalmente de Lisboa, que era en la primera mitad del siglo XVI
la ciudad con más negros esclavos del mundo ibérico con alrededor de 10  000, que
representaban el 10% de la población. Seguida de Sevilla que para esta fecha había logrado
también crear un mercado de esclavos, pero que no sólo eran de origen negro-africano,
sino también, de origen musulmán9.
10 Esta primera oleada de esclavos destinada a los centros urbanos de tierra adentro y al
enclave portuario veracruzano, contrastó con aquella que se dio a partir de  1570, que
estuvo caracterizada por la introducción de negros de Angola destinados al trabajo en las
minas, trapiches e ingenios azucareros y obrajes novohispanos.

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11 Estas diferencias en el mercado de esclavos fueron esenciales para comprender las
diferentes estrategias de integración de los negros en la sociedad colonial. En el caso de los
negros “ibéricos”, el poseer la cultura del colonizador, ayudó a una asimilación más
temprana,
Questo sito un ejemplo
fa uso dide ello, fue la utilización de estos en las milicias para defender los
litorales ecosteros,
cookies además
ti consente di de la conformación de cofradías como la de San  Benito de
decidere
Palermo en seVeracruz,
accettarli o negros y mulatos, esclavos y libres, de este origen convivieron
donde
rifiutarli
a través de la adoración a este santo10. Esta situación contrastaría fuertemente con la de
negros de  Angola localizados en el espacio azucarero de tierra adentro, quienes desde a
finales del siglo XVI comenzaron a desarrollar movimientos de esclavos huidos con el afán
de obtener su libertad a través de la reducción a pueblos de negros libres11.
12 Con respecto a Veracruz es necesario considerar estas peculiaridades, pues en tanto
espacio de reciente creación, carente de una mano de obra indígena, eran los negros y
mulatos, esclavos y libres, quienes sustentaron durante los siglos XVI y XVII la vida social,
económica y cultural. Así, se convirtieron irreductiblemente en una pieza angular dentro
de la sociedad portuaria. De esta manera, podemos imaginar que el esclavo porteño tuvo
otras posibilidades de recrear su cotidianidad, el hecho de poder desplazarse dentro y
fuera de la ciudad, al territorio aledaño e incluso partir con las tripulaciones para el

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comercio con el Caribe, le ofreció otras rutas alternativas de asimilación e integración para
obtener un lugar dentro de la sociedad de la que formó parte12. Con el paso del tiempo esta
migración forzada se fue diluyendo, dando paso a una sociedad negra y mulata integrada
en su mayoría por gente libre que se insertaron como pequeños comerciantes, trabajadores
y agentes comerciales en el enclave portuario de Veracruz donde representaron alrededor
del 50% de la población que constituyó en el pequeño y frágil emplazamiento13.
13 En efecto, esta situación contrastará fuertemente en lo tocante a aquella que se
desarrolló en tierra adentro, sobre todo con aquella que a partir de 1570-1580 empieza a
conformarse a consecuencia de la fundación de los trapiches e ingenios azucareros de
Orizaba, Jalapa y Córdoba. Pues esta actividad implicaba un sometimiento y una coerción
muchas veces brutal del amo hacia sus esclavonías, situación que dio origen a finales del
siglo XVI a la irrupción de fuertes levantamientos de esclavos por todo el litoral del Golfo
de  México. En las jurisdicciones de Orizaba, La  Antigua y la Nueva  Veracruz se
concentraron sublevaciones que azotarían los caminos reales que subían de la ciudad-
puerto a la capital de la Nueva España, a través de los pueblos de Orizaba (vía oriental) y a
Xalapa (vía occidental). Siendo la insurrección de 1609 del negro bantú Yanga, la más
exitosa, y que sirvió de modelo a la realizada cien años después por los Morenos de
Nuestra Señora de Amapa, también aledaña a Veracruz y a la villa de Córdoba.
14 De esta manera, la  Veracruz y sus haciendas azucareras de tierra adentro permiten
analizar las dinámicas de la población esclava y libre, en el contexto urbano y en el rural,
que ayudan a dar una explicación de la trayectoria de los negros y mulatos en el contexto
no sólo colonial veracruzano, sino también novohispano; además de coadyuvar a
identificar las similitudes y diferencias con otras sociedades coloniales de Hispanoamérica.

Una ciudad-puerto para un reino de


ultramar. La Veracruz vagabunda
15 La ciudad y puerto de Veracruz fundada en  1519 de manos de Hernán  Cortés, obliga a
analizar un proceso de conformación social, territorial y político de una ciudad, un tanto
vagabunda y episódica, como lo fueron “las sesenta villas y ciudades desplazadas entre el
inicio de la conquista española y fin del periodo colonial”14. Sobrevivió itinerante cerca de
un siglo buscando un sitio definitivo hasta que por Real  Cédula de  1597 se decidió
establecerla en “la banda de tierra de firme” que se extendía frente al islote de San Juan
de  Ulúa, sitio donde había comenzado en  1519 la conquista y colonización del actual

16
México.
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Los motivos que marcaron el traslado de la vieja Veracruz (hoy La Antigua), a su actual
sitio,
Questoestuvieron
sito fa ligados
uso di a factores económicos, políticos y climáticos. Uno de ellos fue la
catástrofe
cookies e causada en  1552
ti consente di por el huracán que azotó durante tres días la costa del Golfo
decidere se accettarli o arrasó con la estructura urbana del puerto pluvial, sino que
de  México, el cual no sólo
terminó por modificar el curso y cegar la desembocadura del río Hutizilapan15. Lo
también rifiutarli
que dificultaba el traslado de las mercancías del islote a la vieja ciudad, haciendo cada vez
más inviable esta ruta de navegación.
17 La disputa por el traslado duró al menos unos cuarenta años, y estuvo siempre marcada
por la presión de los intereses económicos del grupo de comerciantes establecidos en las
llamadas ventas de Huitrón, o banda “de tierra de firme”, quienes ya poseían almacenes,
ventas, mesones, etc. Por otra parte, también argumentaban que el nuevo emplazamiento
tenía un acceso más cómodo a la bahía, favoreciendo la carga y descarga entre San Juan de
Ulúa y la Nueva  Ciudad. Además, de que el sitio estaba más próximo a la Ciudad de
México, favoreciendo el mercadeo entre el Altiplano y la costa.

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18 Cabe señalar, que los desplazamientos sufridos por la ciudad-puerto a lo largo del
siglo  XVI fueron parte de una realidad constante en la mayoría de los asentamientos
fundados por los españoles en América. Como ha señalado Alain  Musset éstos
“generalmente respondían a estrategias territoriales e intereses políticos y económicos”16,
que no siempre eran los de la  Corona, pero sí los de la empresa de la conquista y la
colonización. El caso de Veracruz ilustra muy bien lo anterior: una ciudad cuatro veces
vagabunda, en función de las ventajas que ésta podía ofrecer al comercio con el Atlántico,
específicamente, con Sevilla, y también de las imposiciones de las élites novohispanas
establecidas en la Ciudad de  México, quienes desde el centro del virreinato, durante los
siglos  XVI y  XVII jugaron un papel fundamental para el florecimiento de la vida
económica, social y política del emplazamiento del Golfo17.
19 No obstante, en la realidad, el nuevo sitio no ofrecía mejores condiciones que el anterior,
pues la bahía tenía varias características que la hacían poco rentable. Se localizaba a mar
abierto, en un llano rodeado de médanos sin resguardo natural alguno que limitaba el
crecimiento de una estructura urbana amurallada de la que se careció hasta bien entrado el
siglo  XVIII18. Todo ello favoreció a lo largo de los siglos  XVI y XVII el surgimiento de
nuevas acechanzas, en virtud de hallarse más expuesta a las acciones de piratas y
contrabandistas de los “enemigos” del Imperio español.
20 Por si esto no fuera poco, el clima subtropical ayudaba a la proliferación de los
mosquitos y enfermedades como el “vomito negro” que terminaban por mermar o
aniquilar a todo aquel que no pudiera adaptarse al malsano trópico veracruzano. A esto se
añadió la falta de un abasto suficiente de agua que solamente proporcionaba el arroyo
de Tenoya, situación que empeoraba en verano, ante la falta de lluvias.
21 Lo anterior hizo casi insostenible la vida para la mayoría de los españoles en este frágil
puerto durante los dos primeros siglos de colonización. Éstos en su mayoría preferían
radicar en las ciudades de México y Puebla, desde las cuales controlaban sus negocios a
través de redes clientelares y agentes comerciales. O bien asentarse en los pueblos de
Orizaba y Jalapa y más tardíamente en la villa Córdoba, pues ofrecían un clima más
benigno, con un fértil valle que favoreció la creación de trapiches e ingenios azucareros,
dando origen al surgimiento de pequeñas oligarquías locales dedicadas al comercio de
esclavos y del azúcar 19.
22 Todo esto repercutió en la formación de una comunidad mercantil tardía propia que
dependió durante dos siglos de los núcleos mercantiles establecidos en la Ciudad de
México y Sevilla20. Por si fuera poco, durante los siglos  XVI y  XVII se contó con una
población fluctuante ligada a los vaivenes del comercio del  Atlántico colonial21, trayendo

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consigo una conformación social más lenta que la de otros enclaves americanos fundados
en el Caribe español.
23 Este conjunto de características sirvió para delinear el perfil social, económico y urbano
de la Veracruz.
Questo sito faPese
usoa diesto, la vocación de funcionar como espacio bisagra entre la Ciudad
de México,
cookies e ti Sevilla,
consente el Caribe
di y el Pacífico, llevó a Veracruz a trazar otras trayectorias
histórico-culturales
decidere se accettarli o al vaivén del trasiego colonial, a la escasa población india22, al
ligadas
rifiutarli
tráfico de esclavos y a una población negra/mulata libre, donde prácticas como el
contrabando y asedio de los piratas como Francis Drake y Hawkins –1568– y más tarde
en  1672 el holandés Lorencillo la ligaron a las dinámicas de enclaves como Cartagena
de Indias, Portobelo y La Habana.
24 Sin embargo, pese a las dificultades que encerraba habitar en ese lugar inhóspito, la
atracción que ejerció para individuos como los negros y mulatos libres procedentes de la
Península  Ibérica, portugueses, franceses, ingleses e incluso griegos, hizo que estos
individuos catalogados por las autoridades civiles y eclesiásticas como gente de “mal vivir”,
contemplaran al espacio portuario como un lugar para echar raíces. Así, el principal puerto
de la Nueva  España ofrecía a los viajeros un paisaje muy diferente al de las sociedades
localizadas en el  Altiplano, donde el componente indo-español dominó el marco de las

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relaciones sociales. La Veracruz era una ciudad más del Caribe, sujeta como todas ellas al
comercio de ultramar; un emplazamiento español, habitado en su mayoría por negros y
mulatos libres. Esto hizo que con el paso del tiempo se tornara un territorio de la “gente de
color quebrado” que contrastaba fuertemente con el binomio azúcar-esclavitud de tierra
adentro.
25 Por otra parte, es necesario señalar que entre  1570 y  1650 la conformación del puerto
quedó supeditada en buena parte a las necesidades de las élites políticas y económicas de
la capital novohispana. Las cuales deseaban garantizar la rentabilidad del sistema de flotas
y también de caminos internos que se construyó a partir de la  Ciudad de  México y su
principal puerto23. Sin duda, la condición de Veracruz como principal puerta de la
Nueva  España fue lo que le dio realce e importancia durante el periodo colonial. No
obstante, más allá del periodo de flotas durante la Carrera de Indias, que en palabras de
Pierre  Chaunu era lo que sostuvo a la ciudad a flote, fue el comercio de contrabando de
vinos, telas, esclavos, cacao, perlas, etc., que se desarrolló entre Cartagena de  Indias,
Portobelo y Santo Domingo con la Veracruz, lo que la hizo permanecer viva en el devenir
del mundo colonial español.

La ciudad de Veracruz, territorio-frontera


de los Negros y Mulatos libres: La
colaboración
Es tierra muy calurosa y enferma donde reinan los mosquitos y aun los negros,
porque de todos hay gran suma y tienen casi toda la libertad que quieren. (Antonio de
Ciudad Real, 1584, 36-48)

26 Hacia 1584 al desembarcar en San  Juan de  Ulúa, el fraile franciscano Antonio de
Ciudad Real describió a la Veracruz como una tierra inhóspita, con un clima que favorecía
la proliferación de los mosquitos y con ello el “vomito negro”. Pero, más allá de estas
características, que fueron muy recurrentes en las descripciones hechas por los viajeros de
los siglos XVI y XVII y que hoy en día conocemos gracias a sus diarios de viaje, llama la
atención la comparación que hace entre los mosquitos y la población negra de condición
libre que habitaba en el recinto portuario.
27 Así, establece una comparación entre estos insectos de color “negro” y la movilidad –
puesto que los mosquitos pueden estar en todas partes–, como lo estaban algunos negros y

☝🍪
mulatos libres en el emplazamiento. Estas analogías que construyó Antonio de
Ciudad Real entre los mosquitos y los negros, remiten al menos a dos cosas: por un lado,
que el principal puerto de la Nueva España estuviera habitado por gente libre que tenían
Questo sito fa uso di
los mismos derechos que los españoles. Además de enfatizar que “hay gran suma y viven
cookies e ti consente di
con toda la
decidere selibertad que oellos quieren”, evoca a una constante preocupación que existió en
accettarli
el imaginario de
rifiutarli los españoles sobre los negros y mulatos novohispanos como individuos
de “andar deshonesto, altivos, atrevidos, altaneros y audaces”24, que eran incluso capaces
de rebelarse contra el gobierno colonial. Cabe señalar, que esta descripción cobra mucha
más relevancia por suscitarse en  1584, fecha para la cual el puerto de  Veracruz goza
celebridad de ser el principal puerto comercial y esclavista de la Nueva España25, en donde
a sus alrededores se suscita una insurrección de negros alzados que asaltan los caminos
que conducen a la jurisdicción de la Vieja Veracruz y a Jalapa.
28 Aunado a lo anterior, debe agregarse que ya para ese entonces existía una milicia de
negros y mulatos libres que servían de defensa a la ciudad, y también dos pueblos de
negros libres, uno localizado en la Vieja Veracruz después de que los españoles la
abandonaran, mientras que el otro era un pequeño “mocambo”–palenque en portugués–

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viviendo hacia el sur de la muralla portuaria. A ello hay que agregar que para ese entonces
existían un sector de ellos dedicado a la arriería que garantizaba el abasto de carne a la
ciudad. Situación que ya había sido regulada en las Ordenanzas, particularmente
desde 1560 y 1570, hechas por el virrey Luis de Velasco, que buscaba controlar y vigilar el
trabajo de negros y mulatos libres en los diversos oficios que podían desempeñar en el
“reino”.
29 De ahí la importancia que cobra este relato del fraile franciscano, a quien la libertad de
estos individuos al parecer escandalizó, de manera que estableció una similitud de ellos
con los mosquitos –abundantes en el clima tropical veracruzano. No obstante, la misma
naturaleza sobre la cual había sido fundada la ciudad, es decir, en un espacio vacío, carente
de población nativa, y con un clima inhóspito para la vida urbana según los españoles del
periodo, esto hizo de este sitio un lugar habitado en su mayoría por los negros y mulatos,
libres y esclavos, además de otros extranjeros como los comerciantes y navegantes
portugueses que se establecieron en ella. Así desde este enclave, negros, mulatos y
portugueses se erigieron en el periodo que va de 1570 a 1650, en los principales encargados
de articular el tráfico de esclavos, telas, vinos y otras mercadurías entre el Atlántico Norte-
Sur y el Caribe español.
30 Ahora bien, ¿desde qué aspecto podemos entender esta colaboración? Puede
comprenderse desde los dispositivos de control creados por el gobierno colonial como
fueron las milicias, además de las actividades comerciales de las cuales necesitaba
la Monarquía para poder articular su espacio de ultramar con el Caribe hispano y también
aquellas estrategias consideradas como transgresoras para el orden social. Así como ya lo
han señalado algunos historiadores el colaboracionismo de los negros y mulatos libres e
incluso esclavos en el periodo de  1570 a  1650 fue esencial y a veces peligroso según los
momentos de tensión social tanto interna como externa a los que se enfrentaba el imperio
español. Siendo La Veracruz una de las llaves de las Indias, también fue un espacio poroso
y poco controlable.
31 Dentro del colaboracionismo contra la Corona que desempeñaron los negros y mulatos,
sobre todos aquellos de condición esclava, fue el de ayudar al asedio de los piratas no sólo
al puerto de Veracruz, sino también, que pudieran internarse en el litoral del Golfo de
México sobre todo en los pequeños embarcaderos como lo fue Pánuco al Norte, Alvarado
(aledaño al puerto) y la villa de Espíritu  Santo en el Sur. Todo esto suscitó siempre el
temor de la Corona española, la cual a partir de la trágica experiencia que tuvieron con el
ataque de Francis Drake en el Istmo de Panamá, en donde logró internarse a través de los
nexos con los jefes de la guerrilla local, unos negros cimarrones de origen angolés26. Así,

☝🍪
cuando el mismo pirata inglés amenazaba con entrar en Veracruz se temía que aquellas
incipientes movilizaciones de esclavos lo ayudaran a entrar al puerto. Pues a finales del
siglo XVI contaba con una débil estructura circense que poco servía para la defensa de sus
habitantes
Questo sito y losfatesoros
uso direales.
32 De ahíemuchos
cookies temores
ti consente di de la población española, mulata y negra libre que vivía ya entre
la Nueva se
decidere y  Vieja Veracruz
accettarli o por el posible papel colaboracionista que estos cimarrones
rifiutarli
podían desempeñar no sólo en contra de la  Corona, sino también en detrimento del
comercio de los vecinos. Sin embargo, lo cierto es que esta actividad dependía del
momento, pues ante la supuesta incursión del inglés forastero, fueron las milicias de
negros y mulatos libres quienes defendieron al enclave de un posible saqueo pirata. Pues
estas milicias no sólo servían para la defensa, sino para recolectar el tributo de las
comunidades indígenas de las jurisdicciones al sur del puerto de Veracruz. En este sentido,
valdría la pena señalar que estas milicias de negros y mulatos libres eran administradas
por individuos catalogados por las autoridades castellanas, de portugueses que además
controlaban el mercado local de esclavos que nacía del puerto y se extendía a los pueblos
de Orizaba, Jalapa y también a la Ciudad de  México. Por otra parte, la participación de

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negros y mulatos en las milicias también sería utilizada para reprimir brotes de
insurrección indígena en el sur de Veracruz y en otras partes del “Reino”27.
33 Otra manera de comprender el colaboracionismo desempeñado por estos individuos de
“color quebrado y pelo quieto” fue la práctica de la navegación, pues ellos y los portugueses
participaron activamente en el control de las rutas marítimas utilizadas en el contrabando
de vinos, telas, esclavos y perlas que realizaban entre Cartagena de Indias, Santo Domingo
y Veracruz. Esta práctica que fue condenada por las autoridades españolas coloniales por
ser clandestina y perniciosa para las finanzas del Rey, también sirvió para la formación de
una paulatina economía regional en el  Caribe hispano y sus puertos que para finales del
siglo XVII gozaban de una dinámica propia. Dicha dinámica contrastó fuertemente con el
monopolio que la Corona siempre intentó imponer, sobre todo después de 1620 cuando los
intercambios comerciales entre Sevilla y  Veracruz entraron en un proceso de
estancamiento.
34 De esta manera como podrá observarse el colaboracionismo que se dio en nuestros
actores de estudio revistió de varios niveles y características que estuvieron no sólo
marcados por los momentos de tensión –cimarronaje– que se suscitaron en el periodo
de 1570-1650, sino también por las actividades económicas –navegantes– que tanto negros
y mulatos libres o esclavos ejercieron en el ámbito portuario. De ahí que algunas veces se
les percibiera como enemigos de la Corona, pero otras también como súbditos valerosos y
necesarios para ella, como lo fue en el caso de las milicias.

Azúcar y resistencia esclava: Los


cimarrones veracruzanos
35 El hinterland aledaño a la ciudad-puerto de Veracruz comenzó a estar dominado por un
paisaje lleno de trapiches e ingenios azucareros hacia los años de  1570 y  1580 que
coinciden con una apertura de los mercados regionales de la plata, el azúcar y los obrajes
en el valle de  México. Así, a finales del siglo  XVI por todo el litoral del Golfo de  México
existen pequeñas irrupciones de bandas de negros cimarrones, en el paraje de
la  Rinconada que está en el camino que sube hacia Jalapa con destino a la Ciudad
de  México. Son frecuentes los ataques a los convoyes que trasladan las mercadurías.
Además, para  1570 estos salteadores hurtan, matan y asaltan a los vecinos de la
Vieja  Veracruz que infructuosamente se quejaban ante el Alcalde de la  Vieja y Nueva
Veracruz del acoso insistente que sufrían de los cimarrones de esta zona aledaña al enclave

36
☝🍪
y al Islote de San Juan de Ulúa.
Cabe mencionar que en las sublevaciones de Yanga –1609– y más tarde la  Amapa –
1709–, también 28
Questo sito faaledaña
uso di a la zona azucarera de Córdoba quedó demostrada la capacidad
de organización
cookies y resistencia;
e ti consente di las fases del combate y las negociaciones que entablaron los
líderes utilizando como
decidere se accettarli o estrategia el recurso de la “reducción” a pueblos libres a cambio de
pagar tributos
rifiutarli y servicios al  Rey defiendo al  “Reino”. Ello permite observar los
paralelismos de estas sublevaciones con las suscitadas en las regiones azucareras de Cuba,
Colombia, Venezuela, Panamá y Brasil, donde la polarización racial y sobreexplotación
laboral en las haciendas dio como resultado fuertes procesos de emancipación esclava29.
37 También en estas resistencias periféricas que se desarrollaron en los hinterland
azucareros, pusieron en evidencia las relaciones conflictivas, además de punitivas que se
desarrollaron entre amos y esclavos, sobre todo en aquellos espacios económicos
vinculados a la actividad azucarera. Así, según consta en algunos documentos
inquisitoriales sobre negros esclavos de  Orizaba, Jalapa y Córdoba, a los cuales se les
inculpa de idolatrías, blasfemias y otras transgresiones a la fe católica, destaca que estas
actividades son realizadas como medios para caer bajo el Tribunal del Santo Oficio, al cual

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declaran haberlas realizado por el maltrato que sufren del amo. De esta manera,
podríamos señalar que son estrategias para resistir a la esclavitud, pero también para
lograr salir de la hacienda azucarera, pues en algunas ocasiones estos negros y mulatos
esclavos ya no regresan a la plantación.

Consideraciones finales
38 Se puede observar que en el período que va de 1570 a 1650 existieron dos constantes en
el proceso de integración de los grupos negros y mulatos que se establecieron entre la
Ciudad-puerto de  Veracruz y su hinterland azucarero. Por un lado, encontramos que
aquellos que habitaron en el espacio urbano fueron en su mayoría africanos provenientes
de la península ibérica, algunos de Cabo  Verde que al parecer estuvieron muchos más
integrados y / o aculturados a la cultura ibérica. En tanto que en el espacio azucarero, las
esclavonías procedentes del África Bantú, sobre todo procedentes del reino de Angola que
para inicios de 1600 es el principal exportador de negros esclavos al continente americano.
Fueron los actores de valientes combates por obtener su libertad, misma que lograron a
través de su “reducción” a pueblos negros libres, mecanismo que les valió ser tratados
como súbditos de la Corona e integrar los batallones de las Milicias de negros y mulatos
libres que defendieron el  “Reino” novohispano durante trescientos años de colonialismo
español.

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Note

☝🍪
1 No debemos olvidar que el término “naborío” aludía a aquellos naturales que estaban a disposición
de los conquistadores y encomenderos en los primeros decenios posteriores a la conquista. Para la
segunda mitad del siglo XVI, hubo negros esclavos que demandaron a las autoridades españolas de
la Nueva  España el poder comprar a otros esclavos. Ello se puede constatar en algunas
Questo sito falocalizadas
correspondencias uso di en los Archivos Notariales de Veracruz.
cookies e tilaconsente
2 Dentro de di se les conoce con el nombre de “negros conquistadores” algunos de ellos
historiografía
decidere
recibieron se accettarlipor
encomiendas o la labor prestada en el sometimiento de los aztecas y demás grupos
indígenasrifiutarli
del centro de México. El ejemplo más curioso de esto es Juan  Garrido, negro esclavo de
Hernán  Cortés, que recibió una encomienda en Morelos por los servicios prestados a la  Corona,
además de adquirir la libertad.
3 Gonzalo  AGUIRRE  BELTRÁN, La población negra de México, México  D.F.: Fondo de Cultura,
1989, p. 45.
4 Serge  GRUZINSKI, Les quatre parties du monde. Histoire d’une mondialisation, París:
La Martinière, 2004, p. 87-88.
5 Este término fue muy usado en las descripciones de los viajeros de los siglos  XVI-XVII para
describir a la población negra y mulata del puerto de Veracruz. Véase Juan  Francisco
GEMELLI CARRERI, Viaje a la Nueva España, México D.F: Libro-Mex, 1955, p. 59-60.
6 Antonio GARCÍA  DE  LEÓN, El mar de los deseos: El Caribe hispano-musical. Historia y
contrapunto, México: Siglo XXI, 2002.

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10/2/23, 22:30 Entre Resistencia y Colaboración: Los negros y mulatos en la sociedad colonial veracruzana, 1570-1650
7 Carmen  BERNAND, Negros esclavos y libres en las ciudades hispanoamericanas, Madrid:
Fundación Histórica Tavera, p. 13.
8 Isidoro MORENO, La Antigua Hermandad de los Negros de Sevilla. Etnicidad, Poder y Sociedad
en 600  años de Historia, Sevilla: Universidad de Sevilla/Consejería de la Junta de Sevilla, 1997.
Didier LADHON, “Exclusion, intégration et métissage dans les confréries noires au Portugal (XVIe-
XIXe siècles)”, en Berta ARES QUEIJA y Alessandro STELLA (coord.), Negros, mulatos, zambaigos.
Derroteros africanos en los mundos ibéricos, Sevilla: EEHA, CSIC, 2000, p. 275-211.
9 Rafael PÉREZ GARCÍA y Manuel F. FERNÁNDEZ CHÁVEZ, “Sevilla y la Trata Negrera Atlántica:
Envíos de esclavos desde Cabo  Verde a la América española, 1569-1579”, en León  Carlos
ÁLAVAREZ  SANTALÓ (coord.), Estudios de Historia Moderna en Homenaje al Profesor Antonio
García-Baquero, Sevilla: Universidad de Sevilla, Secretariado de publicaciones de la Universidad de
Sevilla, 2009, p.  602. La guerra de Granada de 1568-1570 detonó en la formación de un comercio
local de esclavos musulmanes en Sevilla y Andalucía en general.
10 Estela ROSELLO, La cofradía de negros: una ventana a la tercera raíz: el caso de San Benito de
Palermo, México: UNAM, Facultad de Filosofía y Letras, Tesis de Licenciatura en Historia, 1998.
11 Cabe mencionar que haciendo una comparación entre los diferentes movimientos de cimarrones
que se gestaron en los siglos XVI y XVII en el territorio colonial español de América, la mayoría de
los líderes que encabezaron estas luchas libertarias pertenecieron al grupo bantú que se asentó en el
reino de Angola y los territorios del actual Congo y Gabón. Véase David WHEAT, Atlantic Africa and
the Spanish Caribbean, 1570-1650, USA: University of North Carolina Press, 2016. Nicolas NGOU-
MVE, El Africa Bantú en la colonización de Mexico (1595-1640), Madrid: Agencia Española de
Cooperación Internacional, CSIC, 1994.
12 Leo GAROFALO y Kathryn J. MCKNIGHT, AFRO-LATINO VOICES, USA: Indianapolis,
Cambridge, Hackett publishing Company, 2009, p. 56.
13 Peter GERHARD, Geografía histórica de la Nueva España, México: UNAM, 2001.
14 Alain MUSSET, Villes nomades du Nouveau Monde, París: EHESS, 2012, p. 11.
15 Antonio GARCÍA DE LEÓN, Tierra adentro, Mar en fuera: El puerto de Veracruz y su litoral a
Sotavento, 1519-1821, México: FCE, UV, Gobierno del Estado de Veracruz, 2011, p. 86.
16 Alain MUSSET, op. cit., p. 19.
17 Pierre CHAUNU, Conquête et exploitation des nouveaux mondes, XVIe siècle, París: PUF, 1969.
18 Adriana GIL  MAROÑO, “Espacio urbano en la ciudad de  Veracruz según el Padrón de
Revillagigedo” (1791), en Carmen  BLÁZQUEZ  DOMÍNQUEZ, Carlos CONTRERAS  CRUZ, y Sonia
PÉREZ  TOLEDO (coords.), Población y estructura urbana en México, siglos  XVIII-XIX, México:
Instituto de Investigaciones Dr. José  María Luis  Mora/Universidad Veracruzana
Benemérita/Universidad Autónoma de Puebla, 1996, p. 153-170.
19 Miguel GARCIA BUSTAMANTE, El esclavo negro y el desarrollo económico de Veracruz 1580-
1650, México: UNAM, Facultad de Filosofía y Letras, 1987, p. 56.
20 Mathilde  SOUTO  MANTECON, Mar abierto. La política y el Comercio del Consulado de
Veracruz en el ocaso del Sistema Imperial, México: El Colegio de México/Instituto de
Investigaciones Dr. José María Luis Mora, 2001, p. 349.

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21 Solange ALBERRO, Inquisición y sociedad en el México Colonial. 1571-1700, México D. F.: Fondo
de Cultura Económica, 1993, p. 692.
22 En los cuatro emplazamientos que tuvo La  Veracruz, la mano de obra indígena siempre fue
Questo
escasa, porsito fa uso
no decir di
inexistente. Ello se debió además del declive demográfico de los indígenas del
cookies
Altiplano e ti consente
causado di
por el cocoliztle, a que entre 1550 y 1564 el virrey Luis de Velasco emprendió una
política que
decidere semás tarde fueo seguida por el virrey de  Montesclaros (1603-1605), que consistió en
accettarli
reubicar rifiutarli
los pueblos de indios. Estos pueblos reunían entre 400 y  500  tributarios; para el caso
veracruzano, en 1554, el virrey ordenó al corregidor de Jalapa reducir a todos los indios del Golfo a
las sierras del río Nautla, hecho que simbolizó el traslado de los indios tierra adentro.
23 Hacia el interior esta red de caminos articulaba puntos estratégicos de los mercados regionales
novohispanos. Por ejemplo, el camino real de Veracruz que conducía a México, vía Orizaba,
articulaba los caminos procedentes del valle de  Oaxaca, que producía la grana cochinilla que se
enviaba a España. Además, este camino subía a Puebla, donde algunas elites con negocios en el
tráfico de esclavos y del azúcar mantenían intereses comerciales con las de la Ciudad de México. El
otro camino que integraba el eje Veracruz-Jalapa-México servía a los comerciantes del puerto que
tenían fincados intereses comerciales en Jalapa, especialmente por el azúcar. Este camino cobró
notoriedad en el siglo XVIII con el establecimiento de las ferias comerciales en el pueblo de Jalapa.
24 Ursula  CAMBA  LUDLOW, Imaginarios Ambiguos, realidades contradictorias: Las
representaciones de los negros y mulatos novohispanos, siglos  XVI-XVII, México: Centros de
Estudios Históricos del Colegio de México, 2008, p. 36.
https://journals.openedition.org/e-spania/25936?lang=it 12/13
10/2/23, 22:30 Entre Resistencia y Colaboración: Los negros y mulatos en la sociedad colonial veracruzana, 1570-1650
25 Enriqueta VILA VILAR, Hispanoamérica y el Comercio de Esclavos, Sevilla: Escuela de Estudios
Hispanoamericanos, 1994.
26 Jean-Pierre TARDIEU, Cimarrones de Panamá: La forja de una identidad afroamericana en el
siglo XVI, Madrid: Iberoaméricana, 2009.
27 Ben  VINSON, Bearing in the Arms for His Majesty: the Free-Colored Militial in Mexico,
Stanford: Stanford University Press, 2001.
28 Colin  PALMER, Negro Slavery in Mexico 1570-1650, Wisconsin: Madinson University Press,
1970.
29 Los estudios emblemáticos sobre rebeliones esclavas o cimarronaje provenían de lugares como
Cuba, Colombia, Brasil, Panamá, Venezuela, donde la visibilidad de los afrodescendientes condujo a
los académicos a desarrollar toda una historiografía especializada en el tema. Véase los trabajos de
Roger  BASTIDE, Les Amériques Noires, les civilisations africaines dans le Nouveau Monde,
París/Montreal: Harmattan, 1996.

Per citare questo articolo


Notizia bibliografica digitale
Citlalli Domínguez Domínguez, «Entre Resistencia y Colaboración: Los negros y mulatos en la
sociedad colonial veracruzana, 1570-1650», e-Spania [Online], 25 | octobre 2016, online dal 01
octobre 2016, consultato il 11 février 2023. URL: http://journals.openedition.org/e-spania/25936;
DOI: https://doi.org/10.4000/e-spania.25936

Autore
Citlalli Domínguez Domínguez
Université Paris-Sorbonne, CLEA-CHAC

Diritti d’autore

Creative Commons - Attribuzione - Non commerciale - Non opere derivate 4.0 Internazionale - CC
BY-NC-ND 4.0

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