Está en la página 1de 3

Una de las maneras más habituales de motivar hacia la mejora del desempeño son

los incentivos. Tienen una doble función: además de premiar el esfuerzo con beneficios
(dinerarios o no), sirven como reconocimiento profesional. Cuando lo que se pretende
es motivar hacia determinadas formas de trabajo, de tipo cooperativo, por ejemplo,
los incentivos que se imponen son los grupales. Hablamos de este tipo de estímulos a
la colaboración en grupo por la que se reciben ganancias.
¿Cuándo es conveniente implementar incentivos
grupales?
Sin restarle efectividad a los programas de incentivos individuales, donde lo que se
premia son los logros de cada persona sobre su propio desempeño, los incentivos
grupales pueden (y deben) incorporarse para estimular hacia determinados
comportamientos como es la colaboración que vertebra el trabajo en equipo. Es fácil
verlo en una competición deportiva, donde los incentivos individuales no tienen sentido
porque la contribución de cada tarea particular está diluida. Solo la cooperación de
todas las partes hace posible el logro del equipo.

En este sentido, los incentivos grupales premian por igual a cada miembro, por lo que
se requiere de una buena comunicación sobre la importancia de cada tarea y cómo
aporta al resultado.
Sin embargo, no siempre es conveniente incorporar incentivos grupales ya que
entrañan algunas dificultades. Pueden aplicarse cuando se cumplen las siguientes
circunstancias:
 El trabajo individual es difícil de identificar. Ninguna de las tareas se
considera prioritaria, por encima del resto.
 Es necesaria la colaboración en equipo para realizar el trabajo.
 El sistema de reparto de tareas es visto como equitativo.
 El tamaño del grupo facilita la percepción de que la colaboración es
importante. En las empresas más grandes o equipos extensos la perspectiva
del objetivo se difumina y es más difícil motivar hacia un logro en equipo.

Tipos de incentivos laborales


Los incentivos son aquello que impulsa a las personas a mejorar en ciertas tareas
o aspectos. Se puede considerar como un beneficio tras alcanzar una meta. Por tanto,
un incentivo es algo que motiva a una persona para hacer mejor y más rápido una
tarea concreta, mejorando su rendimiento.
¿Cuáles son las opciones que tienen los directivos de las empresas para conseguir
aumentar el compromiso y los resultados de sus empleados? Principalmente, pueden
diferenciarse las técnicas de incentivos laborales en económicas y no económicas.
Incentivos laborales económicos

Estos incentivos llevan asociada una retribución económica al salario habitual, lo que
supone obtener dinero extra o una mejora salarial. Su impacto en el trabajador puede
ser notable y eso tendrá una repercusión en su productividad. Estos son los incentivos
de índole económica más habituales.

 Comisiones. En esta ocasión, los trabajadores reciben un porcentaje por cada venta o
nuevo cliente que consiguen. Es habitual en los puntos de venta y en los perfiles
comerciales.
 Méritos. Las empresas pueden conceder aumentos de salario en función de los logros
de cada empleado. Es uno de los incentivos más utilizados.
 Bonos. Las pensiones, primas anuales, complementos de sueldo, planes de préstamos,
bonificaciones y reembolso de medicinas y servicios médicos, entre otros, forman parte
de los beneficios económicos habituales.
 Sueldos. Es la remuneración básica de los empleados por los servicios que prestan a la
empresa.
 Equipo. Se puede recompensar la labor de los grupos de trabajo, favoreciendo a sus
miembros en función del resultado que obtienen.
 Unidades de producción. Es un incentivo para recompensar a los empleados por la
cantidad de unidades que producen, es decir, por su rendimiento objetivo

Incentivos laborales no económicos

Las dinámicas de motivación con incentivos no económicos comprenden aquellos


beneficios que las empresas ofrecen a sus trabajadores. Estos incentivos mejoran las
condiciones laborales de los empleados y se utilizan con gran éxito desde hace un
tiempo en diferentes organizaciones. Algunos de estos beneficios o incentivos no
monetarios son:

 Flexibilidad. Los horarios flexibles o la posibilidad de trabajar en remoto algunos


días de la semana permiten que los trabajadores optimicen mejor su tiempo. Esta
acción aumenta la motivación, el compromiso y la responsabilidad de los trabajadores.
Algunas multinacionales como Netflix ofrecen a sus equipos de trabajo total libertad
horaria y vacaciones ilimitadas. Desde que se implantaron estas medidas, la
organización ha incrementado su valor en 51 mil millones de dólares.
 Tiempo. Ofrecer algunos días libres tras acabar un proyecto importante, que haya
supuesto a la plantilla un esfuerzo extra, es un coste bajo si se compara con el revulsivo
que supondrá para el resto de equipos. En la empresa Facebook, cuando un empleado
tiene un hijo puede disfrutar de 4 meses de vacaciones pagadas.
 Incentivos de servicio. Seguro médico, planes de pensiones, guardería o disfrutar
gratuitamente de una alimentación saludable son algunos de los servicios que ofrecen
las empresas para motivar a sus equipos. Por ejemplo, en Google hay comida 24 horas
de forma gratuita. En Evernote se cubren los gastos de limpieza del hogar de los
empleados dos veces al mes.
 Formación. Este incentivo no solo beneficia a los trabajadores, sino que también tiene
un impacto positivo en la empresa, pues recibe la aplicación del conocimiento que
adquiere el empleado.
 Ocio. Habilitar un espacio de ocio en la oficina u organizar actividades de team
building puede mejorar las dinámicas de los equipos y ayuda a limar asperezas. Por
ejemplo, Apple organiza cada dos años el Beer Bash, un evento musical exclusivo para
sus trabajadores con grupos muy reconocidos donde hay cerveza y comida gratuita.

También podría gustarte