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Elena Balsera Toledano. Grupo 3.

Trastorno Negativista Desafiante.


1. Marco teórico.
1.1.1. Definición según diversos autores.

o Este trastorno no se caracteriza por un patrón recurrente de conductas no cooperativas, desafiante,


negativas, irritables y hostiles hacia los padres, compañeros, profesores y otras figuras de autoridad.
Este comportamiento se presenta por un periodo mayor a seis meses y con más intensidad.
Interfiriendo en sus relaciones interpersonales o su vida familiar y su rendimiento. (American
Pyschiatric Asociación, 2014)
o El trastorno negativista desafiante es un trastorno de comportamiento, que se diagnostica a edades
tempranas, se caracteriza por un comportamiento negativo desobediente, hostil, desafiante, no
cooperativo, irritable y de enfados continuos en adultos de su alrededor.
Estos trastornos pueden aparecer en niños o adolescentes que aunque no presenten el trastorno en un
momento dado pueden comportarse de manera hostil, se creara una alarma si esto ocurre de manera
continua e interfiere en la vida del niño, perjudicando tanto a su entorno como rendimiento escolar.
(María Victoria, 2010)
o El TND o Trastorno Negativista Desafiante se caracteriza por un patrón concurrente de conductas no
cooperativas hacia los padres compañeros profesores, compañeros y otras figuras de autoridad.
Estos niños o adolescentes son discutidores desafiantes y provocadores y pierden el control con
facilidad.
Este comportamiento se presenta por un periodo mayor a seis meses y con más intensidad que en
otros adolescentes de su misma edad. El TND interfiere casi siempre en sus relaciones
interpersonales, su vida familiar y su rendimiento escolar por lo que suelen ser niños con baja
autoestima, escasa tolerancia a las frustraciones y depresión. (Josué Vásquez, Miriam Feria, Lino
Palacios, Francisco de la Peña, 2010)

1.1.2. Tipos.
 Leve. Los síntomas se presentan en un solo entorno, por ejemplo, solo en el hogar, en la escuela, en
el trabajo o con los padres.
Pueden presentar de 6 a 7 síntomas al día en las últimas dos semanas. Estos síntomas producen
malestar. Lo pacientes desarrollan la mayoría de las actividades, pero con mayor dificultad. (María
Victoria, 2010)
 Moderado. Algunos síntomas se dan en al menos dos entornos.

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Presentan 8 o más síntomas, con discapacidad marcada en al menos un área. También pueden
experimentar ataques de pánico. (María Victoria, 2010)
 Grave. Algunos síntomas se presentan en tres o más entornos.
Tienen todas las dificultades. Presentan malestar y discapacidad severa afectando a la mayoría de las
áreas. Algunos de los síntomas son de intensidad grave pudiendo llegar a presentar agitación motora.
(María Victoria, 2010)

1.1.3. Características principales.


 Conductual: este enfoque nos dice que la mala conducta es la consecuencia de prácticas parentales
inadecuadas. Para ello la intervención se desarrollará desde diferentes contextos: familiar, escolar y
el propio niño. Una de las terapias más usadas en la época de los ochenta es el programa conductista
“Defiant Children” adaptado por Barkley en el se da especial importancia a los padres a través de un
programa de estructuración del entorno. Consta de ocho pasos para mejorar la conducta del niño, sus
relaciones sociales y en el hogar. Si se hace correctamente, el niño adquirirá nuevas conductas
positivas, reduciendo así el comportamiento negativo y aumentar las conductas colaborativas. (María
Victoria, 2010).
 Cognitivo: este enfoque parte de la idea de que la conducta inapropiada en el niño se produce por un
retraso en el desarrollo de habilidades, como las habilidades emocionales, falta de expresividad
cognitiva o falta de habilidades sociales. Por todo ellos el desarrollo cognitivo juega un papel
importante, partiendo de la idea de que si el niño tiene adquiridas las habilidades necesarias para
desarrollar un comportamiento correcto puede hacerlo, pero sino dispone de estas estructuras
internas será incapaz de llevarlo acabó. (María Victoria, 2010)
 Socioemocional: también se da importancia a las relaciones familiares y a los patrones de conducta
en los adultos basados en la comunicación, el respecto y la regulación de la conducta y las
emociones, así como en la relación que haya entre ambas generaciones. Una mala relación puede
causar episodios de frustración y explosión por parte tanto del niño como del adulto. Es aquí cuando
debe comenzar la terapia, una vez que se conoce cuando el niño tiende a explotar los adultos pueden
entender mejor el porque de la reacción y se pueden iniciar los cauces para abordar el problema que
se plantea de forma diferente. (María Victoria, 2010).

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Referencias
Vásquez J, Feria M, Palacios M, &De la Peña F.. (2010). Guía clínica para el Trastorno Negativista
Desafiantee.Ed.Shoshana Berenzon, Jesús del Bosque, Javier Alfaro, Ma. Elena Medina-Mora.México:
Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente. (Serie: Guías Clinicas para la Atención de Trastornos
Mentales).

Victoria, M. (2010). Trastorno de conducta: trastorno negativista desafiante.

American Psychiatric Asociacion (2014). Guía de Consulta de los diagnósticos de DSM-5. Editorial Medica
panamericana

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