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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DE PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN


UNIVERSITARIA CIENCIA Y TECNOLÓGICA
UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIDOS POR UNA CAUSA

RESEÑA HISTÓRICA

REALIZADO POR:
YANNY MÉNDEZ
C.I. 27.843.325

PUNTO FIJO, MAYO DE 2022


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UNIDOS POR UNA MISMA CAUSA

A través de los años, los individuos se han visto ante la necesidad de


erradicar ciertas circunstancias sociales que les impiden tener una vida amena; es
decir, alcanzar una realidad con las menores hostilidades por parte de los diferentes
sistemas establecidos por la sociedad; sistemas que, fomentan la inseguridad, la
frustración, el resentimiento; o bien, hacen crecer el estado de malestar que existe
en el ambiente; y que les motiva a buscar soluciones en vías de tener una mejor
calidad de vida. Sin embargo, luego de exponer sus críticas o reformas para aquello
que no les convenía y no obtener respuestas, se vieron obligados a crear
agrupaciones dirigidas a lograr un cambio social; estos son los llamados
movimientos sociales; en los cuales, los miembros están ligados a la promoción y
defensa de una causa que desde su particularidad deteriora su vida y a través de la
cual, generan luchas para lograr que los gobiernos actúen
En ésta reseña, toma como origen la anarquía que provino desde Europa
hacia América; produciendo un desequilibrio, por las llamadas conquistas
territoriales o colonizaciones, en las que se despojó a los indígenas de su
organización territorial y se les llevó a la lucha por una reforma agraria; lo que en su
momento dio a luz a un movimiento que se mantiene en la lucha como lo es el
obrero.
Los movimientos sociales tienen su origen con el anarquismo, provocado en
la Revolución Francesa en 1789, de donde surge también el movimiento obrero. El
anarquismo tenía el objetivo de dirigir el comportamiento y acción social en pro del
mejoramiento de las condiciones laborales en las que se desempeñaba el
proletariado; en otras palabras, se basaba las ideas comunistas del marxismo y el
socialismo. Más, no es sino hasta el siglo XIX y comienzos del siglo XX, que éste
movimiento social aparece en América, llegando con la migración europea de
artesanos y otros trabajadores, y estableciéndose en zonas urbanas; de allí que,
sean considerados los principales creadores de la masa obrera en América.
El contexto máximo de esté movimiento se produjo entre los años 1917 a
1919 en países como Perú, Brasil, Argentina y México; durante los cuales, la
organización sindical fue el resultado de diversas huelgas que tenían como objetivo
reducir el horario laboral, mejorar el salario y las condiciones de trabajo. Hay que
destacar que, hasta hoy las huelgas son catalogadas como las formas de expresión
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ideal de lucha social y tal vez, en verdaderos sistemas democráticos, la forma más
inequívoca en la que se puede obtener la atención del gobierno. Otro punto clave de
los movimientos anarquistas, ha sido, la brutal represión que sufrían; pues, el
gobierno en su afán por evitar que las fuerzas huelguistas se reunieran e hicieran
más fuertes, los reprimían con toral tenacidad. Y a su vez, hubo sectores en huelgas
muy radicales que recurrieron a atentados terroristas. Ésta, ha sido una corriente
social agresiva, salvaje y hostil que le ha hecho, valientemente, honor a su nombre.
De lo antes mencionado se destaca el nacimiento del movimiento obrero en
el siglo XIX. La facción más grande de todas, que agrupa a todos los interesados en
las relaciones Patrono-Empleado-Estado; nacida en Latinoamérica con la
industrialización; hizo vida de gran relevancia, en zonas mineras que tuvieron poca
influencia del anarquismo y en las que se desarrolló un sindicalismo bastante
importante, logrando condiciones salariales que eran más bien generalizadas o
colectivas en vez de estratificadas. El movimiento obrero es uno de los que,
despierta cada cierto tiempo, cuando las condiciones laborales son desmejoradas
por los gobiernos y sus estructuras socio-económicas; y que se mantiene en vigilia
ante los cambios que da el mundo. No deja de luchar, porque en los lineamientos
políticos, sociales y económicos gubernamentales siempre hay algo que puede
llegar a ser mejor.
Ahora bien, antes de la llegada de los inmigrantes europeos, América estaba
habitada por indígenas, seres humanos que tenían costumbres más arcaicas que las
de sus colonizadores; pero que habían logrado sobrevivir con ellas, hasta el día en
que les fue quitado el título de propiedad de las tierras que les pertenecían por
derecho divino, comenzó el movimiento agrario. Es obvio, ante ésta visión que, las
comunidades indígenas habían establecido los medios y maneras que le permitían
organizarse y dirigirse; los cuales al igual que sus recursos; les fueron despojadas,
con todo el arsenal represivo en que se vieron envueltos los indígenas, en aquellos
tiempos.
Mientras en América quienes habitaban eran los indígenas, en el viejo
mundo como se les conoce a aquellas partes de la Tierra que “según” ya eran
conocidas, como: Europa, Asia, África y las islas circundantes; quienes cuidaban de
la tierra eran los campesinos. Entonces, mientras, por un lado, los indígenas
peleaban con legítima razón, por su tierra, sus pertenencias y sus derechos en
países como Cuba, México, Bolivia, El Salvador y Brasil; por el otro, el campesinado
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que formaba parte inalienable en el triunfo de muchas revoluciones producidas en


China, Francia, Argelia, Vietnam, entre otras; buscaba la manera de poder ser
suficientemente autónomo para participar en proyectos políticos o por lo menos,
desequilibrar el orden social establecido.
En México, que se encontraba bajo la dominación norteamericana y el
campesinado era la maquinaria de exportación de los colonizadores, se producen
las bases para la reforma agraria con la Revolución Mexicana de 1910, con la cual
se pretendía quitarle el poder sobre la tierra a los invasores y devolverla a quienes
en realidad les pertenecía; en última instancia, le fue adjudicado ese poder al
presidente de la república. Por su parte, países como Bolivia, Guatemala y
Venezuela luchaban contra el latifundio; y en otros como Cuba y Colombia, la lucha
por la tierra fue prácticamente el detonante de conflictos armados internos, en los
que, ejércitos rebeldes se mantuvieron en posesión de grandes extensiones de
tierra.
Si bien las reformas agrarias en distintos países fueron merecedoras de
agradecimiento, poco a poco se han ido desvirtuando y desligando de su objetivo
principal; por ello, hay países donde, aún hoy, existen disputas territoriales, el
latifundio es un grave problema social y las medidas agrarias no favorecen a los
campesinos o pequeños propietarios de tierras.
Ciertamente, a medida que la vida en sociedad avanzó, la industrialización
se fue haciendo más popular surgiendo una clase obrera más democrática y menos
radical, producto de la mezcla de obreros y campesinos. Durante los años 20 y hasta
los 60, se producen los llamados movimientos populistas: en Argentina, el
Peronismo en 1940, el cual tuvo gran influencia en la política y se destacó la figura
del sindicato como una de sus características principales; en Brasil, el Varguismo de
1930 a 1954, incluye reformas laborales y educativas, así como la nacionalización
territorial, que admitiera la extracción y refinación del petróleo; y en México el
Cardenismo desde 1934 al 1940, donde se destacó la entrega a los campesinos de
la propiedad de las tierras que cultivaban y, la militarización del poder social y
económico.
Aparece la Unión Soviética, se produce la Segunda Guerra Mundial con la
alianza de ésta con los Estados Unidos de América; y esto da paso a un carácter
imperialista de Estados Unidos que se centró por entonces, en la conversión de los
movimientos comunistas en enemigos de los trabajadores; el comunismo dejó de
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luchar por su principal fuente de existencia y las distintas asociaciones de


inteligencia norteamericanas se preparaban para destruir cualquier indicio o relación
existente entre los comunistas, los socialistas y aquellos que tuvieran ideas
parecidas relativas a la protección del proletariado. En contraposición, en busca de
detener el avance de Estados Unidos, aparecen los llamados movimientos
antiimperialistas y en América Latina se comienzan a establecer gobiernos
autoproclamados socialistas y comunistas.
En 1962, tras la invasión en la Bahía de Cochino, Cuba es declarada una
República Socialista; y con ello, la región adquiere un ideal colectivista arraigado en
un nuevo sistema económico socialista. De allí que, entre 1970 y 1973 Chile intenta
darle legalidad democrática a la producción socialista, fue fallido, entre otras cosas
por las luchas de burgueses y movimientos que engranaban a estudiantes, obreros y
campesinos. Pero siguió creciendo el esmero de algunos, por crear una región más
socialista; hasta el punto de que, a partir de 1998 países como Venezuela, Brasil,
Uruguay, Argentina, Ecuador, Honduras, Bolivia y Cuba, poseían gobiernos
socialistas.
En cuanto al movimiento obrero, se puede decir que a nivel norteamericano
se encontraba para inicios del 2000 en un letárgico sueño que lo despertaba en
ocasiones, cuando las ideologías buscan una necesaria claridad y autodefinición;
más, sigue teniendo gran influencia en el sistema político y económico de los
pueblos de América Latina. En el 2002, con miras a derrocar un gobierno, se realizó
una huelga petrolera en Venezuela promovida por la unión de gremios de
trabajadores, asociaciones políticas, medios de comunicación, entre otros
participantes; que consistió en la paralización total de las actividades laborales a
nivel nacional y de manera indefinida, todo esto puso en tela de juicio desde la
economía del país hasta el sistema político socialista instaurado desde 1998 por el
entonces Presidente Chávez.
Hoy en día, se habla de crecimiento regional, en vista de que, a través de las
alianzas entre países, el gobierno y las empresas privadas, pueden colocar en los
mercados internos todos aquellos productos y servicios que satisfagan las
necesidades de sus ciudadanos, promoviéndose la integración regional para el
crecimiento mutuo y la protección del libre mercado en la región; ejemplos de ello,
son el ALBA y MERCOSUR. En el contexto socio-cultural y político sigue vigente la
lucha en contra del imperialismo y el neoliberalismo, y se espera que los
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movimientos sociales vuelvan a unirse por una misma causa; una que sea global,
que origine propuestas humanitarias en pro de erradicar la desigualdad social como
principal problema social, y con esta, la pobreza, la explotación de toda índole y el
abuso de autoridad que se implantó en América, desde la barbarie llamada anarquía
europea.

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