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Contexto

Exponibilidad: Sobre el «acontecer» en el futuro del arte


Lucy Steeds

E
l término exponibilidad —el vocablo empleado por Walter
Benjamin es Ausstellbarkeit 1— augura al arte tanto un futuro
público como una historia social. Quizás fuera mejor decir futuros
públicos e historias sociales de las prácticas artísticas. Me propongo
regresar a la Ausstellbarkeit tal como Benjamin la invocara en los años
treinta y readaptarla a la actual teoría del arte. Con ese fin, barajaré
unos cuantos enfoques diferentes. La primera es A Woman of Paris:
A Drama of Fate (Una mujer de París) (1923), película citada a menudo
por el autor, escrita y dirigida por Charlie Chaplin y protagonizada por
Edna Purviance, que cuenta con una interesante y reciente historia
tailandesa y laosiana online. En segundo lugar tenemos la exposición
Fantastic Art, Dada, Surrealism del
La autora rescata el término Ausstellbarkeit MOMA de Nueva York (1936) y la
posición de Mickey Mouse en rela-
(exponibilidad) de Walter Benjamin para ha- ción a ella. En tercer y último lugar
cer un análisis y reflexión de la potencialidad plantearé una breve reflexión sobre
política inmanente a la práctica expositiva. las trayectorias de dos heroínas
fílmicas del primer período del cine
soviético en Las aventuras de Oktyabrina (Pokhozdeniya Oktyabrini,
1924) y Sola (Odna, 1931) respectivamente. Aplicando esos enfoques
examinaré cuál podría ser el sentido de pensar a través de la exponibi-
lidad, entendida como una heurística con fines sociopolíticos.
Benjamin fue testigo en la Europa de entreguerras de numerosos
experimentos expositivos. Me viene a la mente la proliferación por
toda Europa de muestras de vanguardia en las que se solapaban
diversos campos de las bellas artes, la fotografía, el cine, la arquitec-
tura, el diseño, el teatro y la prensa en las décadas de los años veinte y
treinta 2. Pienso, de esta forma, en la exposición de «arte degenerado»
realizada por los nazis en 1937. Sin embargo, Benjamin no plantea

1 Como explicaré más adelante, el término Ausstellbarkeit figura en las tres versiones en
< Entrada a la exposición Fantastic alemán del ensayo de Benjamin «La obra de arte en la época de su reproducibilidad
Art, Dada, Surrealism. MOMA, técnica» (1935-39), pero en inglés no suele traducirse con un único vocablo,
Nueva York, 7 de diciembre disgregándose en expresiones del tipo «the opportunities for exhibiting» (las
de 1936-17 de enero de 1937, oportunidades de exhibición).
Museum of Modern Art (MOMA),
Nueva York. Archivo fotográfico, 2 Para un esbozo resumido desde la perspectiva del diseño de instalación, ver STANISZEWSKI,
The Museum of Modern Art M ARY A NNE: The Power of Display: A History of Exhibition Installations at The Museum of
Archives, Nueva York. Nº acceso:
IN55.1A. ©2019. Imagen digital,
Modern Art, MA: MIT Press, Cambridge, 1998, pp. 2-57. No obstante, deben tenerse en
The Museum of Modern Art, Nueva cuenta iniciativas surgidas en Europa Central y Oriental, como las del Bazar Dada de
York/Scala, Florencia. Praga y Brno (1923-24).

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esa actividad al explicar en su ensayo sobre La obra de arte en la Para la traducción de Ausstellbarkeit recurro al trabajo de Michael
época de su reproductibilidad técnica, en sus varias versiones entre Jennings, que se declara en deuda con la publicación Benjamin’s-
1935 y 1939, su concepto sobre la exposición de arte o el valor abilities de Samuel Weber 5. Ahí, Weber señala y explora la tendencia
expositivo [Ausstellungswert]. En su lugar, celebra las «manifestacio- de Benjamin a nominalizar verbos no en la forma habitual, sino
nes» [Kundgebungen] dadaístas y los disparates de los «excéntricos» añadiendo el sufijo «-barkeit», es decir «-bilidad». En el libro, Weber
rusos como acciones o encuentros artísticos públicos y hasta como no analiza en concreto Ausstellbarkeit, sino, por ejemplo, legibilidad,
precursoras del compromiso cinematográfico 3. Pues, en efecto, la criticabilidad e impartibilidad. Establece que, en lugar de recurrir a
producción y distribución de cine constituye para él el ejemplo más neologismos más llamativos, el simple añadido de «-bilidad» a un
destacado, lo que convierte en consecuencia la sala de cine —y no sustantivo permite a Benjamin mantener y subrayar la posibilidad
el espacio galerístico— en el escenario de un arte que reivindica el estructural de una futura recurrencia. El poder o la potencialidad de
primer plano. Su preocupación no se centra ni en definir las exposi- repetición es crucial para la Ausstellbarkeit que, en su propia grama-
ciones artísticas en sí mismas, ni en reflexionar sobre ellas. En lugar ticalidad, pone de relieve que el valor del arte en una situación dada
de eso nos ofrece un análisis del arte basado en su exponibilidad, que —su valor expositivo o su funcionalidad sociopolítica concretos—
aquí desarrollaremos como su capacidad para producir un entre- no es eterno, sino que caduca, si bien esa misma transitoriedad encie-
lazamiento sociopolítico, que no deberá entenderse como un rasgo rra en sí la posibilidad de operaciones futuras, con nuevas interaccio-
esencial o inherente a todas las obras de arte. Propone, en cambio, nes a reconfigurar en los diversos y sucesivos contextos. No hay aquí
que nos planteemos qué ocurre cuando el arte acontece, y lo hace mera iterabilidad y posibilidad abierta de repetición, sino incomple-
en circunstancias particulares. tabilidad o inconsumacionabilidad, así como necesidad de repetir
La preocupación concreta de Benjamin —que no la mía— para mantenerse (siempre de manera un tanto diferente) afectivo
es la de esclarecer de qué manera la exponibilidad mejora gracias y efectivo. Siguiendo a Benjamin, no es «la exposición» lo que hay
a los cambios modernos en las técnicas de reproducción. De hecho, que resaltar, sino —en nombre de la Ausstellbarkeit— la continua
la Ausstellbarkeit sería el contrario dialéctico del aura, con su potencialidad del arte para pluralizar e interrelacionar individuos,
decadencia histórica declarada frente a una exponibilidad creciente. materializando las posibilidades sociopolíticas sin agotarlas.
Benjamin sitúa la funcionalidad de culto (religioso, capitalista o La traducción del término Ausstellung como «exhibición» implica
totalitario) dominante del aura en los individuos, en confrontación un dispositivo, y deriva del latín exhibere, exhibir, presentar. Lo
con una función social abierta de la exponibilidad, basada en la importante aquí es que lo que se presente a la vista sea algo preexis-
política (por ejemplo, socialista) 4. De forma más general, lo que tente; como Samuel Weber explica en conexión con «expresión»,
podría estar en juego en el valor expositivo es el compromiso mutuo «una entidad anterior constituida internamente que es, simplemente,
que nuestras vidas tienen con las vidas de los otros. Quisiera apuntar expresada, a la que se confiere un rostro» 6. En contraste con ello,
que la exponibilidad del arte implica enlaces y negociaciones a lo «exposición», del latín exponere, implica «algo que hasta el momento
largo y ancho de un «nosotros» conjurado en su campo durativo. permanecía oculto y que quizás, mediante el proceso de exposición,
Aquí, ese «nosotros» incide en la socialidad del arte, sin dejar de se nos hace visible por primera vez» 7. En el texto que sigue defiendo
contemplar la constitución y reconstitución cambiantes de campos la exponibilidad y el valor expositivo del arte por encima de su
diferentes sobre otros asuntos determinados. En otras palabras, como exhibicionabilidad y valor exhibitivo, por entender que cuando el arte
pronombre de la subjetividad política, el «nosotros» se pluraliza envuelve una situación pública, también se ve envuelto, él mismo,
aquí, en sí mismo, con el desacuerdo y el debate funcionando y por esas circunstancias.
alterándose, necesariamente, con el paso del tiempo.

5 Michael Jennings prefiere en su traducción «exhibitability» (exhibicionabilidad). Ver


JENNINGS, MICHAEL W.: «The Work of Art in the Age of Its Technological Reproducibility»
3 BENJAMIN, WALTER: «The Work of Art in the Age of Its Technological Reproducibility» (primera versión), Grey Room, nº 39, Primavera 2010, p. 37.
(segunda versión), 1935-36, en EILAND, HOWARD y JENNINGS, MICHAEL W.: Walter Benjamin, 6 WEBER, SAMUEL: «Pictures After an Exhibition», ponencia presentada en el simposio Art’s
Selected Writings, vol.3, 1935-38, MA: Belknap/ Harvard University Press, Cambridge, Exhibition Histories Online, Central Saint Martins, University of the Arts London, 16 de
2002, pp. 118-19. noviembre de 2017.
4 BENJAMIN, WALTER: Ibídem, pp. 106-108. 7 WEBER, SAMUEL: Ibídem.

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Spielraum: Adentrándonos por los campos de juego y acción un público o públicos se habrían visto afectados e implicados mutua-
La primera mención a Una mujer de París en el ensayo La obra de mente de manera colectiva (aunque diversa). Evidentemente, en
arte en la época de su reproductibilidad técnica tiene lugar cuando Internet el ensamblaje público de cuerpos se desvanece, no importa
Benjamin ataca los mitos del genio artístico y del valor eterno del la brevedad de la exposición, al menos en el ejemplo que antes
arte por entender que estos proceden de vínculos con técnicas de citábamos de YouTube, aunque solo sea porque los derechos de autor
producción y reproducción ya obsoletas. En contraposición, Benjamin reclamados por una distribuidora francesa han obligado a retirar la
alude al cine, explicando que «para producir Una mujer de París, que versión doblada al isán de Una mujer de París. En cambio, ahí donde
tiene una longitud de 3.000 metros, Chaplin rodó 125.000 metros de el contenido online se prolonga, con el número de «visualizaciones»
película» 8. Con ello pone de relieve una de las formas en las que las siempre en aumento, tendremos que establecer la comparación con
películas «se montan» [montiert y montierbar] en lugar de ser «creadas la publicación de libros y fijar un campo duracional —seis meses,
de un solo golpe», rechazando con ello, por poner un ejemplo (pro- quizás, o diez años— como base para el análisis. Pero, ¿cómo evaluar
pio), la visión bíblica de ese Dios de Miguel Ángel que crea a Adán el impacto interrelacionado de todos esos encuentros individuales?
con el simple toque de su dedo divino. Llevando la argumentación de En el caso citado, resulta particularmente interesante la indicación
Benjamin un paso más allá, quisiera sugerir que ese ensamblaje —que de una existencia separada para la película doblada a través de la
en la exposición convencional de arte refiere al proceso de «montaje» banda sonora, toda vez que, lejos de limitarse a los intertítulos, está
o «instalación»— no estaría apuntando hacia «el aquí y ahora» de comentada a lo largo de la película y posee un carácter vocal, lo que
una obra de arte eterna 9, sino a «un aquí y ahora» —un «aquí y entronca con la costumbre tailandesa de la narración en directo que
ahora» concreto— de una obra de arte en un momento de exposición acompañaba las proyecciones de cine, una tradición que bebe de las
temporal, en un contexto concreto y con una duración concreta, eso sí, prácticas de improvisación oral y teatral de aquella zona, anteriores
ofreciendo la posibilidad de distintas oportunidades futuras. a la aparición del cine 10. Sin embargo, a pesar de que en los años
En lo concerniente a Una mujer de París, la cuestión es que la invo- ochenta esta modalidad de presentación en vivo prácticamente
cación de la exponibilidad de la película nos obliga a reconocer que lo desapareció, recientemente ha sido objeto de una reformulación en la
que celebramos no es su valor esencial, auténtico y eterno como obra era de YouTube y, debido a la circulación de bajo coste de DVD y VCD en
de arte aurática, sino su efectividad sociopolítica al proyectarse (por Tailandia, en las regiones del nordeste del país una nueva generación
ejemplo) un día en un cine y no otro día en otro cine; o, de manera de artistas vocales se ha lanzado a producir performances con pelícu-
general en Nueva York y no, digamos, en París. En el mismo sentido, las de Chaplin, ahora como una modalidad de actividad participativa
aunque sin obviar las diferencias, cabría considerar las implicaciones del espectador 11. Por tanto, es posible que, con su corta vida, la
de su reciente circulación en YouTube doblada a la lengua isán, un presentación online de la versión doblada a lengua isán de Una mujer
dialecto del laosiano que se habla en el nordeste de Tailandia. Sería de París estuviera documentando un evento en vivo, rastreando un
también oportuno examinar —por qué no— los cruces que se ponen instante pasado de exponibilidad tanto como instigando uno nuevo.
en escena en cualquier contexto de presentación dado, siempre De la recepción de Una mujer de París tal como se planteó en
abierto a nuevas posibilidades de disponibilidad colectiva, no obstante el momento de su estreno, podría afirmarse que tenía lugar en la
inciertas. Aquí, los estudios de la recepción, la historia social del arte y «oscuridad sin espacio» de la sala, como describiera Rudolf Harms en
la nueva museología tienen propuestas metodológicas que ofrecer. su reflexión de 1926 sobre el cine 12, una oscura ausencia de espacio
Lo que plantea el interrogante de qué es lo que convertiría una no obstante coocupada, y hasta colmada, por el resto de las personas
proyección cinematográfica —o su circulación vía YouTube— en
una exposición de arte, o más bien, en una materialización de la
10 A DADOL INGAWANIJ, M AY: «Figures of Plebian Modernity: Film Projection as Performance
exponibilidad del arte. Y la respuesta —aunque establece estándares in Siam/Thailand», Southeast Asia Program Bulletin, Cornell University, Otoño 2014,
de difícil cumplimiento por haber transcurrido casi cien años desde pp. 10-16.
las primeras proyecciones, o por el anonimato disperso de la mayor 11 Me siento en deuda con May Adadol Ingawanij por haber compartido generosamente
parte del acceso a YouTube— se encuentra en la convicción de que conmigo sus conocimientos sobre este campo.
12 He tomado prestada la expresión de ELCOTT, NOAM M.: «Rooms of Our Time: László
Moholy-Nagy and the Stillbirth of Multi-media Museums», en TRODD, TAMARA: Screen/
8 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit., p. 109. Space: The Projected Image in Contemporary Art, Manchester University Press,
9 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit., p. 103. Manchester, 2011, p. 25.

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presentes. Benjamin insiste en la recepción colectiva que entraña una creatividad compartida entre director y público, absteniéndose
la exponibilidad del arte, y en su modo de funcionamiento táctil de ahondar en el empoderamiento que de ello se deriva. Dicho esto,
o táctico [taktisch] 13. Benjamin alaba concretamente los filmes de y siendo claramente consciente de que en la Inglaterra de aquel
Chaplin porque llevan la apuesta del dadaísmo por el «efecto de momento la audiencia de cine era mayoritariamente femenina, al año
shock físico» y «efecto de shock moral» 14 a una nueva escala. Él con- siguiente escribiría en el mismo periódico que «o el cine complace
trapone el efecto «impactante» o «percutor» del arte —su cualidad a las mujeres o morirá» 19. Insisto aquí en que, en línea con lo dicho
taktisch— a la atracción «asocial», el encantamiento y la «inmersión por Benjamin, «complacer» no es solo entretener, sino que conlleva
contemplativa» del aura, basada en el «encontrarse en soledad con «una actitud de evaluación experta» 20. Y aunque no exista un simple
el propio Dios» 15. Aquí, el entrelazamiento interpersonal contrasta encaje entre Una mujer de París y el sufragio femenino o la primera
con la iluminación personal individual. Además (y tomándome la ola feminista en la Europa y los Estados Unidos del período, no deja
libertad de generalizar lo que Benjamin vincula exclusivamente al de ser tentador entrever en la película la apertura de «un enorme e
cine y, por descontado, asocia de una manera históricamente privile- insospechado Spielraum»: ¿no se estaría proponiendo la oportunidad
giada a Chaplin), la exponibilidad del arte «consigue asegurarnos un de actuar como protagonista u heroína de una narrativa propia,
campo enorme e insospechado de juego/acción [Spielraum]» 16. Aquí, sustentada en dicha solidaridad feminina? Iris Barry podría estar
la recepción activa del arte cede paso a la creación de un sentido de expresando algo de esa posibilidad en su columna del Daily Mail al
agencia: la transformación social o la emancipación específica se calificar Una mujer de París de «notable por tratarse de un primer
perfilan resueltamente gracias a la apertura del Spielraum. intento de filmar seres humanos en lugar de tipologías» 21.
El impacto que las películas de Chaplin de los años veinte y treinta Volviendo a la proyección performativa informal de Una mujer de
tuvieron en Benjamin obedeció, presuntamente, a su potencial para París en lengua isán, tal y como afloró hace poco (si bien brevemente)
dotar a las «masas recientemente proletarizadas» de la capacidad en YouTube, me permito, a partir de los conocimientos de May
de concebirse ellas mismas como una clase con campos de juego Adadol Ingawanij, especular sobre los horizontes emancipadores
y acción a explorar 17. Hablamos aquí de forma muy general, y es que podrían estar vislumbrándose. Basándome en sus estudios sobre
obvio que Benjamin no intentaba en aquel momento articular por sí interpretación vocal en siamés en proyecciones de cine en 16 mm en
mismo la efectividad social concreta de la película. Por ofrecer alguna la era de la Guerra Fría, que según explica se realizaban en su mayor
hipótesis, me centraré en el análisis contemporáneo de dos críticos de parte en tailandés central y no en lenguas locales 22, interpreto, de
cine británicos. Una mujer de París impulsó a C.A. Lejeune a afirmar manera general, la efímera presentación en YouTube de una perfor-
en su columna semanal en el Manchester Guardian que «Chaplin mance reciente en isán como un rastro de una movilización regional
convierte la imaginación del espectador en la fuerza creativa de todo en contra de la centralización tailandesa en curso. Naturalmente, los
su drama» 18. Resulta evidente que, más que sugerir que el concepto espectadores activos de ese acontecimiento de voz en off se pierden
de creatividad artística está en sí mismo superado, Lejeune percibe online, aunque la audiencia alcanzada se expande geográficamente.
Si quiero desempeñar mi papel como miembro de ese público, y
13 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit. (segunda versión), p. 119.
convertir la difusión digital en un valor expositivo socializado, deberé
14 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit. (primera versión), p. 32.
preguntarme qué es lo que puedo hacer para abordar los temas en
15 El «arquetipo teológico» de «encontrarse en soledad con el Dios propio» se incorpora
juego. Lo que sigue a estas líneas es un intento por conectar con
a una nota a pie de página de la versión final; ver BENJAMIN, WALTER: «The Work of Art aquellos que considero potencialmente capacitados para dicha tarea y
in the Age of Its Technological Reproducibility» (tercera versión, trad. Harry Zohn y extender su causa.
Edmund Jephcott), en HOWARD, EILAND y MICHAEL, W. JENNINGS (ed.), Walter Benjamin,
Selected Writings, vol.4, 1938-1940, MA: Belknap/ Harvard University Press, Cambridge,
2003, p. 281, nota 40.
16 BENJAMIN, WALTER: Ibídem, p. 117.
17 BENJAMIN, WALTER: Ibídem, p. 120. Compárese con el desarrollo del teatro épico de Bertolt
Brecht en el mismo período, como señalo más adelante. Ver su nota de 1931 «(El actor 19 Ibídem , 15 de enero de 1926.
Chaplin se acercó, de muchas formas, más a las exigencias del teatro épico que a las del
dramático)», en GILES, STEVE; SILBERMAN, M ARC y KUHN, TOM: Brecht on Theatre, Methuen, 20 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit. (segunda versión), p. 116.
Londres, 1964, p. 56. 21 Iris Barry en Daily Mail, 13 de septiembre de 1926.
18 C. A. Lejeune en The Manchester Guardian, 1 de marzo de 1925. 22 INGAWANIJ, A DADOL: «Figures of Plebian Modernity».

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Máquinas fantásticas: movilizados por la tecnología señalado la «tecnología» como un «objetivo» clave de las películas
En 1936, Jay Leyda, conservador adjunto de la por entonces recién de payasadas, y continuaba afirmando que «este tipo de película es
creada filmoteca del Museum of Modern Art de Nueva York, solicitó cómico, pero solo en el sentido de que la risa que provoca flota sobre
una copia del ensayo La obra de arte en la época de su reproductibi- un abismo de horror», con el poder letal de la maquinaria militar
lidad técnica de Benjamin con el fin de traducirla al inglés para la acechando por debajo 28. En línea con eso, los gags mecánicos y las
biblioteca del MOMA. Cuando Max Horkheimer escribió a Benjamin escenas de acción de Steamboat Willie se dirigían en particular a la
para transmitirle la petición 23, el MOMA estaba mostrando en sus salas clase obrera, pues, como Esther Leslie sintetiza con acierto, esa era
Fantastic Art, Dada, Surrealism, comisariada por Alfred Barr 24. La la audiencia más abierta a «contemplar el aparato tecnológico con el
exposición reunía pinturas y obras sobre papel que se remontaban que lidiaban a diario, reconocido, satirizado y reelaborado» 29. Leslie
al siglo dieciséis (por ejemplo, de El Bosco, Durero, Hans Holbein o identifica con brillantez la temprana atracción anárquica de Mickey
Leonardo da Vinci). La sección central estaba dedicada al dadaísmo y Mouse hacia el intelecto y la imaginación, detectando en el texto de
al surrealismo, con aportaciones de la mayoría de quienes hoy están Benjamin de 1931 sobre este héroe del dibujo animado, un desenmas-
canonizados bajo esos estandartes, más varias secciones complemen- caramiento de una serie de «tapaderas al servicio de los poderosos» 30.
tarias en las que se exhibían «materiales comparativos», tales como Aquí, el valor expositivo de Steamboat Willie en su enormemente
«arte de niños», «arte de dementes», «arte popular», «arte comercial popular proyección inicial en la ciudad de Nueva York parece residir
y periodístico» y «objetos científicos» 25. Reivindicando la reciente en cómo involucraba a los obreros en una parodia de las condiciones
preeminencia estadounidense en ese campo, una nota de prensa de de trabajo: un avance potencial hacia la construcción de la solidaridad
la exposición proclamaba a Mickey Mouse como «el surrealista más de masas.
querido en todo el mundo» 26. El papel del cine en aquella exposición, En diciembre de 1935, Walt Disney Productions donó a la filmoteca
y de los nuevos públicos ganados por Disney, resultan también intere- del MOMA tres cortos de Mickey Mouse 31. Justo en el momento en que
santes en relación con la exponibilidad del arte. la compañía preparaba un reposicionamiento en el mercado basado
La primera película distribuida y, por tanto, ampliamente exhibida, en la emulación de un cine de narrativa naturalista, con Snow White
de Mickey Mouse fue Steamboat Willie [en español, Willy y el Barco and the Seven Dwarfs (Blancanieves y los siete enanitos) (1937),
de Vapor o El botero Willie]. Se estrenó en el Colony Theatre de Nueva convirtiendo un cuento popular de los Hermanos Grimm en un
York en noviembre de 1928. Dos semanas después se transfirió, largometraje moralista de animación, se aseguraba respeto frente
debido a la gran demanda popular, al cercano Roxy Theatre, que tenía a sus poderosamente «irrespetables» inicios 32. En aquel momento,
aforo para unas 6.000 personas. El estreno en Europa llegó un año las instalaciones de proyección del MOMA eran modestas, y los ciclos
después, y en 1935 Walter Benjamin ensalzó a Mickey Mouse —con de cine organizados en 1936 solían pasarse en la Dalton School
cierto regusto de universalismo modernista—, como una figura antes de ofrecerse en préstamo a museos, facultades universitarias y
«omnicomprensiva» del «sueño colectivo» 27. En 1927, Benjamin había grupos de estudio de todo el país. Así es como, en mayo de 1936, se
presentó Steamboat Willie, bajo los auspicios del MOMA, dentro de un
23 Horkheimer pidió a Benjamin que no enviara a Leyda una versión alemana de su programa titulado «The Talkies» que proponía una reflexión sobre
ensayo «La obra de arte», alegando que, de hacerlo, dejaría al descubierto las referencias
políticas que habían sido suprimidas en la versión francesa (algo que Benjamin lamentó
profundamente), la única publicada hasta ese momento. 28 LESLIE, ESTHER: Hollywood Flatlands: Animation, Critical Theory and the Avant-Garde,
24 Comisariada como secuela de la exposición Cubism and Abstract Art de Barr, Fantastic Verso, Londres, 2002, p. 112.
Art, Dada, Surrealism permaneció abierta al público del 9 de diciembre de 1936 al 17 de 29 BENJAMIN, WALTER: «Reply to Oscar A. H. Schmitz» (1927), en JENNINGS, MICHAEL W.; EILAND,
enero de 1937. HOWARD y SMITH, GARY: Walter Benjamin, Selected Writings, vol.2, 1ª parte, 1927–1930,
25 Esas son las categorías clasificatorias recogidas en el catálogo de la exposición. En línea MA: Belknap/ Harvard University Press, Cambridge, 1999, p. 17.
en: https://www.moma.org/ documents/moma_catalogue_ 2823_300061909.pdf [Última 30 LESLIE, ESTHER: Óp. cit., p. 83. Ver también BENJAMIN, WALTER: «On Mickey Mouse» (1931),
consulta realizada el 2 de abril de 2019]. en Ibídem, pp. 545-546.
26 En línea en: https://www.moma.org/documents/ moma_press-release_325075.pdf 31 Se trata de Plane Crazy (1928), la primera película del ratón Mickey; Steamboat Willie
[Última consulta realizada el 2 de abril de 2019]. (1928), la primera sonora y también la primera difundida comercialmente, y The Band
27 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit. (primera versión), p. 31. Compárese la ya citada nota de prensa Concert (1935), la primera en Technicolor. Ver nota de prensa en línea en: https:// www.
de Fantastic Art, Dada, Surrealism, que abunda en ideas similares sobre el interés que moma.org/momaorg/shared/pdfs/ docs/press_archives/285/releases/ MOMA_1935-
existía en anclar una selección de arte predominantemente europeo dentro del campo 37_0008.pdf?2010 [Última consulta realizada el 2 de abril de 2019].
cultural estadounidense. 32 LESLIE, ESTHER: Óp. cit., p. 32.

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la introducción del sonido en el cine 33. En esa compañía, cualquier primera película de la serie de Disney «Silly Symphonies», figura de
impacto dadaísta o sensibilidad surrealista quedaba mitigado, sugi- manera prominente en el catálogo de la exposición entre las «pelícu-
riendo en cambio un enfoque de las relaciones audiovisuales formal y las fantásticas o surrealistas presentes en la filmoteca del Museum
centrado en el propio medio. Aquí se celebraba la tecnología única- of Modern Art», siendo señalada como parte de un programa de
mente por los logros que iba acumulando. proyecciones, seguramente preestrenado en la Dalton School y, con
En aquel período no era habitual conservar copias de películas, que posterioridad, disponible para su alquiler. Y aunque en el interior
tras su pase comercial desaparecían, de ahí que la iniciativa del MOMA de la sala no se exhibían imágenes en movimiento 36, sí parece que
de adquirir y difundir material ya proyectado fuera importante para se mostraron cuatro fotogramas en los que se veía un complicado
su historización dentro del campo y para facilitar un acceso conti- artilugio llamado «pacificador del lobo», un dibujo animado de Disney
nuado a él. El uso de un auditorio educativo, y no de una sala de cine, procedente de Three Little Wolves (1936, una incorporación reciente a
subrayaba un ethos más centrado en la educación que en el entreteni- la serie «Silly Symphonies»). En las fotos del montaje de la exposición
miento, fomentándose activamente además una acogida museológica del MOMA no he podido identificar ni las botas mecánicas que patean
conveniente. La financiación de la filmoteca del MOMA por parte de la al lobo de Disney ni los rodillos que lo muelen a palos; tampoco la
Fundación Rockefeller operó en consonancia con el deseo de estimu- «pequeña sección [de la exposición] dedicada a dibujos y pinturas de
lar un cierto criterio fílmico y, desde luego, de instrucción cultural 34. máquinas maravillosas y fantásticas ideadas por artistas a lo largo de
Sugiere, además, una apuesta económica por reducir, precisamente, los últimos trescientos años» que, supuestamente, habría incorporado
la capacidad de empoderar a los no empoderados, por desincentivar esos fotogramas 37. Todo apunta a que las obras de las lumbreras del
la movilización de las masas trabajadoras dentro de lo que podríamos dadaísmo y el surrealismo incluidas en aquella sección —por ejemplo,
calificar de Spielraum recién descubierto (o, como poco, y en el mejor de Paul Klee, Francis Picabia, Marcel Duchamp, Max Ernst y Man Ray—
de los casos, por señalar una criticidad colectiva estudiosa y, en el no estaban agrupadas de ese modo, si hacemos caso a las imágenes de
peor, por inspirar una contemplación individual amedrentada). Se presentaciones individuales de esos grandes nombres. Con todo, otras
detectan aquí las incipientes insinuaciones auráticas de formación posibles yuxtaposiciones del «pacificador del lobo» de Disney resulta-
de un canon cultural (nacional), y a expensas de los entrelazamientos rían sugerentes.
sociales de la exponibilidad. Idealizada por el cine, aquella incorpórea Pensemos en los grabados de Filippo Morghen de 1764 ilustrando
y escapista «oscuridad sin espacio» que antes citábamos y problema- algunos de los disparates lunares descritos en The Discovery of a World
tizábamos traslada aquí, en forma bastante directa, lo que podríamos in the Moone (El descubrimiento de un mundo en la Luna, 1638) del
describir como la ligereza neutral a la que se aspiraba en el interior de teólogo y científico John Wilkins 38, en los que vemos, por ejemplo,
las salas del nuevo Museum of Modern Art. Mary Anne Staniszewski un gran pájaro sobre un carguero que con las alas desplegadas hace
ha descrito en forma memorable las primeras técnicas expositivas del avanzar a unos marinos selenitas con cada uno de sus potentes aleteos.
MOMA desde la perspectiva de su abordaje directo de los valores cultu- Visto desde el otro lado de la Revolución Industrial y con la mirada de
rales estadounidenses de derechos individuales y libre albedrío, y el unos obreros neoyorquinos de los años treinta, lo más probable es que
ejercicio simultáneo de un didactismo paternalista 35. Eso sería quizás
lo que, a través de la luz ondulante de Steamboat Willie, veríamos 36 Contrástese la obra realizada por El Lissitzky junto a Sergei Eisenstein para el
proyectado en el auditorio de la Dalton School. pabellón soviético en la Internationale Ausstellung des Deutschen Werkbunds: Film
und Foto en 1929 en Stuttgart, con la instalación supervisada por Dziga Vertov y
Todo parece indicar que Mickey Mouse no estuvo presente en la la aportación de László Moholy-Nagy, bajo Walter Gropius, a la sección Deutsche
selección final de obras con destino a la exposición Fantastic Art, Werkbund de la Exposition de la société des artistes décorateurs celebrada en 1930 en
Dada, Surrealism en el MOMA. Sin embargo, The Skeleton Dance (1929), París, que desembocó en el encargo de Raum der Gegenwart aquel mismo año para el
Landesmuseum de Hannover, al que más tarde haré referencia.
37 Nota de prensa, Metropolitan Museum of Art, Nueva York. En línea en: https:// www.
33 Ver nota de prensa en línea en: https://www. moma.org/momaorg/shared/pdfs/docs/ moma.org/documents/moma_ press-release_325075.pdf [Última consulta realizada
press_archives/295/releases/MOMA_1935- 37_0018.pdf?2010 [Última consulta realizada el 2 de abril de 2019].
el 2 de abril de 2019].
38 En el catálogo de Fantastic Art, Dada, Surrealism, se atribuye el original de esta obra
34 Para una explicación histórica del cine en el MOMA de Nueva York, ver WASSON, HAIDEE: al Metropolitan Museum of Art de Nueva York. En línea en: https:// www.moma.org/
Museum Movies: The Museum of Modern Art and the Birth of Art Cinema, CA: University documents/moma_catalogue_ 2823_300061909.pdf; en la actualidad los grabados se
of California Press, Berkeley, 2005. atribuyen al Brooklyn Museum, Nueva York. En línea en: https://www.brooklynmuseum.
35 STANISZEWSKI, M ARy A NNE: Óp. cit., pp. 62-70. org/ opencollection/artists/3512/objects [Últimas consultas realizadas el 2 de abril de 2019].

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en el caso de ese grabado la empatía se dirigiera, sobre todo, hacia esa publicación MOMA Highlights 39. Sin embargo, desde 1942 no se habría
ave que, al tiempo que hace funcionar la tecnología, es esclava de ella. mostrado en una exposición de esa institución. Aunque su adquisición
Si las imágenes en blanco y negro de los grabados estarían sugiriendo por un museo la habría dotado de aura, la exponibilidad que ha expe-
una distancia de otro mundo, la viveza cromática de Three Little Wolves rimentado es limitada. Entretanto, su reproducibilidad digital online le
de Disney pondría a su alcance la máquina «pacificadora», concebida ha garantizado una audiencia masiva y creciente: se acerca a paso firme
para infligir castigo con una tecnología preparada para ello, aunque a las seis millones de visualizaciones en YouTube, donde Walt Disney
esta vez con la criatura como culpable. Al mismo tiempo, la secuencia Animation Studios la subieron hace poco menos de una década. Nos
de cuatro fotogramas, que imita la capacidad de zoom de la cámara encontramos aquí ante pura disponibilidad en acción, sin compromiso
de cine, abría la propia mecánica de la animación y el cine a una social discernible de ningún tipo. Como dato a tener en cuenta, hasta la
reflexión crítica. disponibilidad de comentarios online está, a día de hoy, inhabilitada.
Pensemos en los inventos coetáneos de Rube Goldberg, atribuidos
a (y modelados por) el «Profesor Lucifer Gorgonzola Butts» —por El quinto toque de silbato: ¿Estamos listos como público?
ejemplo, su invento «para mantener una flor de ojal fresca», con un En las dos versiones primeras de su ensayo La obra de arte en la
molinillo girando, un arco cargado con su flecha, un encendedor de época de su reproductibilidad técnica, Benjamin saluda al «excéntrico»
puros abriéndose, un bloque de hielo derritiéndose y una foca salta- ruso, ahora soviético, como «el primero en habitar los nuevos campos
dora, todo ello manteniéndose sobre los hombros del profesor gracias de acción [Spielräume] abiertos por el cine» 40. También se nos alerta
a una compleja estructura de tubos y listo para rociar con agua la flor ahí sobre las relaciones con la comedia de payasadas americana y
de su ojal—. Supuestamente inspirada en un paseo en mitad de una la animación disneyana como desarrollos cinematográficos de las
batalla entre dos grupos de elegantes gánsteres, la absurda inutilidad estrategias del dadaísmo. Partiendo de esa premisa quisiera centrarme
de esta ingeniosidad mecánica del profesor sobrevuela precisamente brevemente en dos películas de Grigori Kozintsev y Leonid Trauberg,
el abismo urbano de la contienda mafiosa. Volviendo a los cuatro cofundadores en 1921 de la Factoría del Actor Excéntrico (FEKS) en
fotogramas de Disney, la inventiva tecnológica se arranca de las manos Petrogrado, acercándome a ellas como obras en constelación con
de un risible académico para depositarse en la pezuña de un cerdo, con Una mujer de París y las «máquinas maravillosas y fantásticas» de la
el sometimiento del gran lobo feroz como formidable resultado. Y si exposición de Barr en el MOMA.
en los tiempos del éxito arrollador de Silly Symphony: Three Little Pigs Las aventuras de Oktyabrina (1924) es una comedia de fantasía que
(Los tres cerditos) (1933) de Disney se interpretó que la figura del lobo satiriza a los llamados NEPmen, que se aprovechaban de los negocios
simbolizaba la Gran Depresión, con la llegada de Silly Symphony: Three privados bajo la Nueva Política Económica de Lenin, acusándoles de
Little Wolves (Los tres lobitos) (1936) la misma figura se convertía en servir de vehículo de los principales políticos antisoviéticos de Estados
un patriarca de lengua alemana al que, no obstante su comicidad, para Unidos, Reino Unido y Francia y del imperialismo capitalista en
derrotarlo se precisaba de algo más que de un cazo de agua hirviendo. general. Oktyabrina es la joven superheroína que vence a esos enemigos
La creciente emergencia social en torno a los desarrollos tecnológicos del Estado con ayuda de sus compañeros del Komsomol y de milagro-
se invoca aquí, tanto en relación con la agresión doméstica de los sas proezas tecnológicas e ingenieriles. Con ese papel fuerte, aunque
nazis, como en el anticipo que el «pacificador del lobo» supone de absurdo, Zinaida Tarakhovskaya protagonizó esta película, la primera
la maquinaria militar movilizada por los EE UU en respuesta al de la FEKS, filmada justo en el momento en el que los NEP, en línea con
ataque internacionalizado. el programa estatal de desarrollo industrial y a pesar de la situación
En suma, en este apartado de la exposición la selección comisarial de empobrecimiento, se dedicaron a alentar la producción cinemato-
aborda, no solo la inventiva visual de «maquinaria fantástica» a lo largo gráfica. Fiel a la compilación de manifiestos publicados en el folleto
de muchos años; también lo que había en juego para ciertos grupos de del Excentrismo en 1921, Las aventuras de Oktyabrina descansa sobre
personas en aquel momento y en relación con el futuro. Nos encontra- la emoción del circo, el music hall, la literatura popular y las ferias de
ríamos, pues, ante un ejemplo de exponibilidad del arte en acción, frente
al paternalismo aurático, la individualización y el distanciamiento.
39 SCHOENHOLZ BEE, HARRIET; HELICZER, CASSANDRA y MCFADDEN, SARAH: MOMA Highlights: 350
Steamboat Willie (Willy y el Barco de Vapor) (1929) —cuyos cré- Works from the Museum of Modern Art, New York, Museum of Modern Art, 2013, Nueva
ditos comparten hoy Walt Disney y Ub Iwerks— fue transferida a la York, p. 114.
colección del Museum of Modern Art de Nueva York y figura en su 40 BENJAMIN, WALTER: Óp. cit. (segunda versión), p. 118.

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y sus objetivos estaban ahora más en línea con los del realismo social.
Yelena Kuzmina interpreta el papel protagonista, el de una profesora
recién licenciada que cambia su vida en Leningrado por una plaza en
Altái. Las escasísimas instalaciones aptas para proyecciones sonoras
en la URSS de la época hicieron que la película se distribuyera en
versiones paralelas: como película muda, y con banda sonora en la
sala Khudozhestvennyi de Moscú, primer cine soviético que, un año
antes, había sido equipado adecuadamente para ello. La banda sonora
incluye únicamente una frase de diálogo hablado, dependiendo mucho
más de los sonidos de la nueva tecnología y de una partitura musical
de Dimitri Shostakovich. Como contrapunto, mantiene algunas de las
tácticas de sorpresa del período «excéntrico» y se cuenta que arrancó
carcajadas de asombro a sus primeras audiencias 42. Lilya Kaganovsky
sugiere, basándose en el trabajo de, entre otros, Kristin Thompson, Ian
Christie y Richard Taylor, que las dimensiones tecnológicas de la banda
sonora daban voz al nuevo Estado estalinista, disparando alarmas de
totalitarismo por asociación 43. La película tuvo distribución internacio-
nal (según Leyda, gracias a la música de Shostakovich) 44 en un tiempo
Escena de la película muda
Las aventuras de Oktyabrina en el que la circulación de películas internacionales dentro de la URSS
de Grigori Kozintsev y Leonid disminuía drásticamente 45.
Trauberg, 1924 ©akg-images /
Archive Photos. El aprovechamiento estratégico de saltos de montaje históricos y
geopolíticos nos permite poner las dos obras de Kozintsev y Trauberg
atracciones, con «Chaplin» o «Charlot», «Marinetti» y «Tatlin» tratados en relación con Una mujer de París —para impedir cualquier consenso
todos ellos como interlocutores, e, incluso más, sobre una audiencia de sobre los modelos femeninos a imitar en aquella época— y con Fantastic
masas. La ambición era romper con el convencionalismo artístico sin Art, Dada, Surrealism” —para complicar las amenazas y los asombros
perder por ello el carácter popular, con la mecanización utilitaria de la tecnología en aquellos días—. Revisando hoy esas obras en su
y acelerada celebrada como fuente de inspiración frente a la alta cul- conjunto hacemos realidad su exponibilidad, incluso si, como en el
tura. Todas las copias parecen haberse perdido, por lo que es difícil hoy caso de Las aventuras de Oktyabrina, esta descansa sobre fragmentos
analizar el porqué de su más bien modesto éxito. No obstante, resulta dispares: fotogramas aislados y descripciones rememoradas. Si Benjamin
tentador ver en una descripción de su episodio «más sencillo» dirige nuestra atención hacia los campos de juego/acción potencialmente
—el de un grupo de «personas en bicicleta por los tejados»— un abiertos, los «excéntricos» nos exigen soplar nuestros silbatos al entrar 46.
momento visionario de vuelo colectivo planificado, en su día imposible
de apreciar. Como sostenía Yuri Tynyanov en un artículo de 1929,
«la Revolución creó un cine excepcional, pero no tuvo tiempo de darse 42 ZORKAYA, NEYA: The Illustrated History of the Soviet Cinema, Hippocrene Books, New York,
cuenta de que lo había hecho» 41. 1989, p. 107.
Si bien Sola (1931) se estrenó poco después de la desaparición de la 43 K AGANOVSKY, LILYA: The Voice of Technology: Soviet Cinema’s Transition to Sound 1928-
1935, IN: Indiana University Press, Bloomington, 2018, pp. 40-69.
FEKS, fue asimismo fruto del trabajo de un pequeño equipo reunido en
44 LEYDA, JAY: Kino: A History of the Russian and Soviet Film, Allen & Unwin, Londres, 1960,
torno a Kozintsev y Trauberg. En sintonía con la «revolución cultural» p. 283.
del primer Plan Quinquenal, su tema era la construcción social 45 YOUNGBLOOD, DENISE J.: Movies for the Masses: Popular Cinema and Soviet Society in the
—concretamente, el desarrollo regional del Asia Central Soviética— 1920s, Cambridge University Press, Cambridge, 1992, p. 20.
46 En Eccentrism se habla de «¡Cuatro toques de silbato!» —para el actor, director,
dramaturgo y artista, respectivamente—, anunciándose después que «Para el quinto
41 TYNYANOV, YURI: «On FEKS», Sovietsky Ekran, nº 14 [2 de abril de 1929]: 10, en TAYLOR, toque —el del público— estamos preparados». KOZINTSEV, GRIGORI; K RYZHITSKY, GEORGI;
R ICHARD y CHRISTIE, IAN: The Film Factory: Russian and Soviet Cinema in Documents 1896- TRAUBERG, LEONID y YUTKEVICH, SERGEI: Eccentrism (1922) en TAYLOR, R ICHARD Y CHRISTIE,
1939, MA: Harvard University Press, Cambridge, 1988, p. 257. IAN: Óp. cit., p. 58.

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Coda: Exponibilidad y el camino para trascender el dispositivo «menos el desarrollo de una acción que la presentación [Darstellung]
En la primera versión de su ensayo «¿Qué es el teatro épico?», de situaciones» 51. Se da la feliz coincidencia de que Alexander Dorner,
Walter Benjamin alababa la obra de Bertolt Brecht porque presentaba en The Way beyond «Art» —al menos en la traducción alemana
al público el escenario, no como un «círculo mágico» 47 o una «zona realizada por su viuda, Lydia Dorner, en 1959— recoge ese mismo
encantada» 48, [Bannraum], sino como un «espacio de exhibición» término, continuando el uso de darzustellen para referirse a la «nueva
[Ausstellungsraum]. Cabe pensar que el atractivo de ese dominio realidad» que planteara, junto con Lissitzky, en el «Gabinete de los
de exhibición habría perdido, para Benjamin, su seducción política abstractos» de Hannover, y de dargestellt para designar «la nueva
tras la inauguración por los nazis en 1937 de su exposición sobre visión» que él y László Moholy-Nagy propusieron en su secuela Room
«Arte degenerado» en Múnich, con la que intentaban mostrar lo of Our Time [Raum der Gegenwart] 52. Me atrevo a sugerir que la expo-
que calificaban de «documentos culturales del bolchevismo y la sición o la escenificación del arte —que específicamente nos desplaza
decadente obra de los judíos». En aquel marco, obras de El Lissitzky, desde la muestra o la presentación hacia una llamada colectiva al
Piet Mondrian y Hans Richter, entre otros artistas procedentes del juego imaginativo o a la acción social— es el préstamo más fructífero
saqueo del Landesmuseum de Hannover, se mostraron en torpe que podemos hoy tomar de Benjamin.
promiscuidad, arrancados del «Gabinete de los abstractos» [Kabinett Apoyada tanto en el término Darstellung como en el de Ausstellung,
der Abstrakten, 1927-1928] que Lissitzky había diseñado para ellos en esa exponibilidad insiste en que el arte funciona de manera con-
su hogar museológico para activar al visitante. El artista definió este certada con las circunstancias en las que se encuentra situacional,
proyecto de Hannover como el segundo de sus «espacios de demostra- histórica y geopolíticamente. Podríamos afirmar que demuestra ser
ción» [Demonstrationsräume, c. 1926] 49, designando así otro potencial consciente de su contexto de exhibición y de la situación de exposi-
dominio para el encuentro artístico. Entretanto, Benjamin nos propor- ción, magnificando con ello, y al tiempo siendo magnificado, por el
cionaba otra alternativa que desarrollaba ese sentido de activación de aquí y ahora particular y transitorio, operando a través de los comu-
visitantes, espectadores o miembros de una audiencia: la del espacio nes temporalmente reunidos, con episodios futuros en otros escena-
de juego o acción, el Spielraum. ¿Cómo movernos hoy entre esas rios que serán experimentados y debatidos de formas diferentes.
opciones? Mi propuesta es: a través de los campos de duración y de la La cuestión no es si algo que tiene interés es arte, sino si, a través
promesa de una exponibilidad centrada en el futuro. del ejercicio de la exponibilidad, el arte acontece cuando se comparte.
Sin intentar adentrarme por el legado filosófico del término alemán La pregunta siguiente no será la de si este es un arte bueno, sino
Darstellung 50, ni de ahondar siquiera en el uso matizado que de él la de cuál es, era o podría ser el valor a realizar. ¿Qué compromiso
hace Benjamin en diversos textos, sí me gustaría traer a colación la social, qué política inmersa en la estética, qué criticidad anclada en
idea de que, si bien comparto que el término Ausstellung tiene su la afectividad, qué negociación de la diferencia, qué identificación,
raíz en el verbo stellen (colocar), apuntaría más al «acontecer», a pueden suscitarse?
algo activado en una situación dada. Lo que reforzaría la acepción
de Ausstellbarkeit como exponibilidad más que como exhibicionabi-
lidad. En su versión publicada de «¿Qué es el teatro épico?» (1939),
Benjamin responde al interrogante del título afirmando que es

47 BENJAMIN, WALTER: «What is Epic Theatre?» (primera versión), en Understanding Brecht,


New Left Books, Londres, 1973, p. 2.
48 En su brillante ensayo sobre la creación de exposiciones por parte de El Lissitzky, Maria
Gough ofrece esta traducción. Ver G OUGH, M.: «Contructivism Disoriented: El Lissitzky’s Nota: Este artículo es una traducción de un artículo perteneciente a la publica-
Dresden and Hannover Demonstrationsräume» en PERLOFF, NANCY y R EED, BRIAN: Situating ción Theater, Garden, Bestiary: A Materialist History of Exhibition, editada por
El Lissitzky, Getty Research Institute, Los Ángeles, 2003, p. 77. Vincent Normand y Tristan Garcia y publicada por Sternberg Press, Berlín,
49 Traducido por Helene Aldwinckle como «Exhibition Rooms» (salas de exhibición), 2019, pp. 75–84.
Lissitzky-Küppers, Sophie: El Lissitzky: Life, Letters, Text, Thames and Hudson, Londres,
1968, p. 362. Contrastar con G OUGH, M.: Óp. cit.
50 En inglés ver, por ejemplo, HELFER, M ARTHA: The Retreat of Representation: The Concept 51 BENJAMIN, WALTER: «What is Epic Theatre?» (segunda versión), p. 18.
of Darstellung in German Critical Discourse, State University of New York Press, 52 DORNER, A LEXANDER: Überwindung der «Kunst», Fackelträger-Verlag Schmidt- Küster
Albany, 1996. GmbH, Hannover, 1959, p. 20.

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