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ENSAYO DEL SISTEMA INMUNE

Alrededor de cada uno de nuestros animales, o de nosotros mismos, pululan constantemente


millones de agentes patógenos, entre bacterias, hongos, parásitos y virus, todos ellos con
potencial para producirnos la muerte. Sin embargo, los seres vivos han desarrollado
mecanismos para identificar a esos agentes patógenos y eliminarlos, diferenciándolos de los
componentes propios del organismo, frente a los que muestran tolerancia. Esta labor de
defensa de las agresiones externas está a cargo del sistema inmune, compuesto por un
conjunto de órganos, tejidos, células y moléculas, que elabora una respuesta coordinada. De
forma histórica se concede gran importancia a los mecanismos inmunes adaptativos,
adquiridos o específicos, representados fundamentalmente por los linfocitos y las
inmunoglobulinas. Las primeras defensas con las que se enfrentan los agentes externos al
intentar penetrar en el organismo son totalmente inespecíficas y están constituidas por las
barreras anatómicas, de índole física, química o biológica características de cada localización,
mientras que algunas, como la temperatura, son sistémicas. Entre todas conforman la
inmunidad innata, y aunque se la denomina inespecífica, algunos de sus elementos son
capaces de discriminar lo propio de lo ajeno y actuar de forma rápida frente a los segundos.
FUNCIONES
La inmunidad innata presenta tres funciones principales que son esenciales para la defensa
frente a los agentes patógenos, el daño y la renovación tisular. La primera función es impedir,
controlar y/o eliminar la infección por microorganismos patógenos. Esto se pone de manifiesto
en modelos experimentales que muestran cómo las deficiencias, la inhibición o la eliminación
de varios mecanismos de la inmunidad innata incrementan la propensión a las infecciones,
incluso cuando el SIA está intacto y funcional. Muchos microbios patógenos han desarrollado
estrategias para resistir la inmunidad innata y estas estrategias son cruciales para la virulencia
de los mismos. La mayoría del contenido de esta actualización versa sobre esta primera
función. La segunda función es eliminar las células dañadas e iniciar el proceso de reparación
tisular. Estos mecanismos reconocen y responden a moléculas que las células estresadas,
dañadas y muertas producen, liberan o acumulan. Estas respuestas innatas pueden darse en
el contexto de la infección o del daño estéril (daño que sucede en células y tejidos en
ausencia de infección). Alteraciones en esta función de la respuesta inmune innata pueden
tener muchas implicaciones patológicas como veremos más adelante. La tercera función es
iniciar, dirigir y regular las respuestas inmunitarias adaptativas, haciéndolas eficaces frente a
diferentes tipos de microbios. La inmunidad innata proporciona las señales de peligro que
alertan y polarizan al SIA para que responda de la manera más adecuada en función del
modo de vida de ese patógeno particular. Esta flexibilidad funcional permite adecuar la
respuesta a cada tipo de patógeno y generar una memoria inmune adecuada a cada
situación.

RECEPTORES DE LA INMUNIDAD INNATA


El SII detecta la presencia de patógenos y/o el daño e inicia los mecanismos necesarios para
eliminar esta amenaza potencialmente infecciosa. La detección de la amenaza se lleva a cabo
mediante los receptores de reconocimiento de patrones (PRR). Los PRR están codificados en
la línea germinal, vigilan tanto el espacio extra como el intracelular y, cuando se activan,
inician la transducción de señales que promueven las funciones antimicrobiana y
proinflamatoria de las células que los expresan. La expresión de los PRR no está restringida a
células del SII (macrófagos, neutrófilos, DC, etc.) sino que pueden presentarlos las células
epiteliales que componen la barrera entre el cuerpo y el ambiente externo y muchos otros
tipos de células que ocupan los tejidos y los órganos. Los PRR reconocen principalmente
moléculas conservadas de microbios denominadas patrones moleculares asociados a
patógenos (PAMP) pero también pueden identificar señales de peligro o daño provenientes de
células propias que son expresadas o liberadas en respuesta al estrés, daño tisular y/o muerte
celular por necrosis. A estas moléculas endógenas se las denomina patrones moleculares
asociados a daño (DAMP)
Por otro lado, existen los PAMP presentan estructuras químicas muy diversas, pero
comparten tres características: a) están presentes en los microorganismos, pero no en sus
huéspedes; b) son esenciales para la supervivencia o patogenicidad de los microorganismos;
c) muchos de ellos son compartidos por microorganismos diferentes. Estructuralmente, los
PAMP pueden ser lípidos, hidratos de carbono, proteínas, lipoproteínas/glicoproteínas o
ácidos nucleicos microbianos como detallaremos más adelante.
También están los DAMP pueden producirse como resultado del daño celular causado por
infecciones, pero también pueden indicar una lesión estéril de las células causada por alguna
otra razón, como toxinas químicas, quemaduras, traumatismos o reducción del riego
sanguíneo. Las células que mueren por apoptosis no suelen liberar DAMP, pero las que lo
hacen por necrosis sí. En algunos casos, se estimula a las células sanas del sistema
inmunitario para que produzcan y liberen algunos DAMP, también llamados alarminas, que
aumentan la respuesta inmunitaria innata frente a las infecciones.

PÉPTIDOS EN DEFENSA DEL HUÉSPED


Los HDP son péptidos cortos, catiónicos y anfipáticos con secuencias diversas que son
producidos por diferentes células y tejidos en todas las formas de vida complejas17. Estudios
recientes han demostrado una amplia gama de actividades directas de estos péptidos en la
modulación de las funciones de células y tejidos propios. Esto ha llevado a la denominación
de estos péptidos como HDP, en lugar de péptidos antimicrobianos, pues define mejor sus
papeles multifacéticos que van desde su capacidad inmunomoduladora hasta, en algunas
circunstancias, su capacidad antimicrobiana. Esta capacidad inmunomoduladora queda
patente al observarse cómo la expresión de más de 900 genes cambia si se estimulan los
monocitos humanos con algunos de estos HDP

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