Está en la página 1de 3

DESARROLLO PERSONAL Y CIUDADANO

¡Hola!

Gracias por conectarte y ser parte de Aprendo en casa

LA AUTORREGULACIÓN DE NUESTRAS EMOCIONES


Estos días son complejos para todas y todos, y seguro que nuestros estados emocionales
han sido diversos debido a la presencia del COVID -19. Por momentos podemos
habernos sentido confundidas(os) o preocupadas(os).

Muchos de nosotros nos hemos preguntado ¿Nuestras reacciones emocionales son


positivas o negativas? ¿Cómo nos sentimos en estos días?

Ahora vamos a reflexionar sobre la regulación de nuestras emociones; así podremos


reconocer y tomar conciencia de lo que sentimos para poder expresar nuestras
emociones en distintos contextos, fortaleciendo nuestra identidad.

Bien sabemos que las emociones son comunes en todos los seres humanos, y ante
diferentes situaciones podemos sentir miedo, cólera, alegría, sorpresa, tristeza u otras
emociones; pero no debemos olvidar que también podemos regularlas y ponerlas a
nuestro servicio.

Aquí, nos detenemos por un momento y vamos a leer atentamente:

¿Qué es la regulación?
La regulación de las emociones significa dar una respuesta apropiada a las emociones
que tenemos. Regularlas es modificarlas, a veces detenerlas. Esto es importante frente a
emociones como la ira, la frustración, la tristeza, la vergüenza, la timidez, etc. Isabel
cambió su pena, su fastidio por entusiasmo: “¡Vamos a ver qué hacer!”.

Autorregular las emociones es dar una salida adecuada, disminuir el malestar que causan
y, de ser necesario, lograr que dure lo menos posible para volver a estar bien. Esto es
importante para tomar buenas decisiones en la vida.

A veces hemos escuchado, ante una emoción desagradable, que nos dicen: “cálmate”,
“tranquilízate”, y seguramente también lo hemos dicho. Pero ¿cómo se consigue eso?

Necesitamos acudir al “detective emocional” que es la capacidad de: Activo el detective


emocional para autorregular mis emociones
a. Investigar qué te pasa, qué emoción o emociones tienes, cómo se llama eso que
sientes.

b. Pensar si sentirte cómo te sientes va a ayudarte a resolver lo que te causa malestar.

c. Si la investigación dice que no, entonces podemos decidir detener lo que sentimos y
aplicar varias “estrategias” para ello, y hacer algo que nos haga sentir mejor, que resuelva
el problema o la situación que nos causó malestar.

Ante una experiencia que estamos viviendo y nos genera emociones (entrada), es posible
usar estrategias para controlar e identificar emociones y así ganar tiempo entre la entrada
y la acción que finalmente se toma (salida). Con ello, nuestro detective emocional estará
en capacidad de investigar y pensar, antes de actuar.

Para conseguirlo, algunas personas, “miran a otro lado”, otras “cambian de postura, se
mueven”, se hablan a sí mismas (“espera, fíjate a ver qué pasa”) o respiran profundo. Usa
la estrategia que sea más fácil para ti, para lograr ganar tiempo entre la entrada
(experiencia) y la salida (acción).

¿SABÍAS QUÉ…?

Puedo desarrollar autonomía emocional, es decir, la habilidad para no


dejarme afectar demasiado por lo que me hace sentir mal. Para ello,
necesito un escudo, ¿Cuál es? La autoestima.3

Ahora vamos a realizar la siguiente actividad:

Analizamos las causas y consecuencias en torno a las emociones que experimentamos


ante diversas situaciones de nuestra vida cotidiana. Para ello, recuerda una situación
(grata o desagradable) descríbela y luego completa el cuadro con las emociones que
experimentaste y las causas o motivos que la provocaron.

Emoción Causa o motivo que la provocó

Ahora reflexiona:

 ¿Qué cambiarías para que las consecuencias fueran diferentes?

También podría gustarte