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Y CIRROSIS
El alcoholismo es una
enfermedad que consiste
en padecer una fuerte
necesidad de ingerir alcohol
etílico, de forma que existe
una dependencia física del
mismo, manifestada atraves
de determinados síntomas
de abstinencia cuando no es
posible su ingesta .el alcohol no tiene control sobre los limites de su consumo y suele ir
elevando a lo largo del tiempo su grado de tolerancia al alcohol.
El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso central que inhibe los centros
cerebrales del autocontrol. No es una droga estimulante, como se cree. La euforia inicial que
provoca es debida precisamente al efecto de inhibir dichos centros responsable del
autocontrol.
Existen factores que pueden favorecer que las personas lleguen a desarrollar una adicción al
alcohol. Es necesario entender que estos factores no son determinantes por si mismo de
desarrollar la enfermedad:
Desinhibición
Excitación o euforia
Sensación de relajación
Dificultad en el habla
Confusión mental
Descoordinación motora
Posibilidad de intoxicación aguda
Limita el desarrollo cerebral en adolescentes
Destrucción de neuronas
Por lo general, el daño al hígado causado por la cirrosis no puede revertirse .pero si
la cirrosis hepática se diagnostica de manera temprana y se trata la causa, se puede
limitar el avance del daño y raramente revertirse.
en la cirrosis, las células sanas del hígado son gradualmente reemplazadas por tejido
cicatrizal en un proceso llamado fibrosis ,si esto ocurre el tejido del hígado que
debería se liso se torna noduloso y duro.
La cirrosis por lo general no da señales ni tiene síntomas hasta que las lesiones hepáticas se
hacen grandes cuando si hay signos y síntomas estos pueden incluir:
Fatiga
Aparición de hemorragia
Perdida de apetito
Nauseas
Hinchazón en las piernas
Pérdida de peso
Acumulación de líquido en el abdomen
entre otros.
Reduce tu riesgo de padecer cirrosis siguiendo estos pasos para cuidar tu hígado:
No bebas alcohol si tienes cirrosis: si tienes una enfermedad hepática, debes evitar el
alcohol.
Mantén una alimentación sana: elige una dieta basada en vegetales, con abundantes
frutas y verduras.
Mantén un peso saludable: una cantidad excesiva de grasas en el cuerpo puede dañar tú
estomago.
Reduce el riesgo de hepatitis: compartir agujas y tener relaciones sexuales sin protección
puede aumentar el riesgo de hepatitis B y C.