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Anatomía del canto

Diafragma: Es un musculo ubicado debajo de los pulmones. Durante la inhalación, este se contrae
y genera la succión del aire hacia los pulmones…

Lo entrenamos mediante repeticiones fuertes y rápidas,


diciendo “Psss”.

Costillas flotantes: son un grupo de costillas, al final de la caja torácica, unidas a las vértebras
torácicas, pero desconectadas del esternón. Permiten mayor capacidad pulmonar y mayor
control durante la expulsión del aire.

Lo entrenamos mediante repeticiones fuertes y rápidas, diciendo “Psss”.

La Laringe: Es el conducto por donde pasa el aire


y en donde se encuentran las cuerdas vocales.

Su uso apropiado es la posición de bostezo en el


canto, dejando así caer la laringe, sin aprisionar
el sonido

Las cuerdas vocales: Son las encargadas de


producir el sonido. El espacio entre los pliegues
vocales, es llamado glotis. Cuando la glotis se
encuentra cerrada, es cuando se produce el sonido.

Para el cuidado de la voz, debemos evitar el golpe de sonido (Ataque duro), en este
caso ejercitamos el canto melódico “heeeemmm….”. En caso contrario si la glotis permanece muy abierta
durante la emisión del sonido (Ataque soplado), ejercitamos el canto de las silabas “Kaaaaam”o “kiiiim”

El velo del paladar blando: es un tejido blando, al fondo de nuestra


boca… justo por encima de nuestra lengua posterior, al frente de
nuestra laringe y cuerdas vocales. Es una puerta de sonido, que conecta
nariz, boca y laringe
Los senos paranasales: son un conjunto de
cavidades óseas, interconectadas a las fosas
nasales, estas se encargan de aportar
volumen y calidad de sonido a la voz…

Para estimular su uso, levantamos el paladar blando


simulando un huevo caliente en nuestra boca, o simulando
un bostezo con cejas levantadas, o antes de cantar
colocando un “K”…

Mandíbula, labios y lengua, son los encargados de aportar modulación al sonido, brindan dicción
y color, a su vez aportan estimulación activa en el uso técnico y sano del canto…

Un buen uso de estas partes, es procurar una mandíbula caída y libre, separando los dientes
por más de un dedo de distancia.

Para esto dispondremos de un lápiz, puesto al fondo de nuestra boca, separando


nuestras mandíbulas… hablaremos y cantaremos, manteniendo el lápiz en su lugar.

Otro elemento activo es la colocación frontal del sonido, responsable de esto es lengua, ágil y a
su vez entrenada en la modulación de las vocales, enfatizando el uso de la forma anterior-alta de la
voz.

Para la agilidad hacemos uso de trabalenguas o canticos libres con


consonantes sobre la i, tales como: “ri rri ri”, o “li li li” (podemos
crearlos de forma autónoma y mesclada, ascendente o descendente)…
aquí lo importante es hacer énfasis en la velocidad, y la dicción del
sonido.

Para ejercitar la posición anterior-alta del sonido. De forma lenta y


controlada, cantamos una nota continua sobre la “i” hacia la “e”
(podemos sustituir la segunda vocal, por otra vocal)… debemos mantener un sonido auditivamente
abierto y claro… (Imaginemos un punto lejano y amplio, hacia donde debemos hacer llegar el sonido…
cuando cambiemos a la segunda vocal debemos mantener la misma claridad de sonido…).

Logrado el primer nivel, ejercitaremos la progresión continua de las siguientes vocales… i, e, a, o, u.


conservando los mismos principios de este ejerció: un sonido abierto, claro, con proyección y volumen

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