La práctica recoge un mapa mundial de coropletas. Un mapa de coropletas es un mapa
temático que representa la distribución espacial de un fenómeno mediante tramas o diferentes tonos de color en el que la gradación de intensidad expresa diferentes intervalos de un fenómeno en unidades territoriales o administrativas. En la parte izquierda inferior el gráfico muestra la leyenda compuesta por cinco intervalos cuyo máximo registra más del 95% mientras que el mínimo se sitúa en menos del 35%. El fenómeno sobre el que versa la práctica permite agrupar los distintos países del mundo: en la trama con mayor porcentaje encontramos la totalidad del centro y sur de América, la Europa mediterránea, gran parte del norte de Asia y focos en el sur de África y Oriente Próximo. En cambio, si nos fijamos en los valores más bajos de la leyenda, estos se encuentran, casi en su totalidad, en el continente africano, en su parte central y sur y en la franja sur de Asia con países como Afganistán, Pakistán, India, Camboya y Laos. A la hora de poner título al mapa, debemos tener en cuenta que hablamos de un fenómeno donde participa un alto porcentaje de la población de cada país. Tenemos lugares donde prácticamente la población total participa de este evento, mientras que en otros apenas llega a un 1/3 de los habitantes. Además, vemos que este mapa afecta negativamente a países considerados subdesarrollados y otros que presentan dificultades en ámbitos como la sanidad, educación, derechos sociales y humanos. Por tanto, podríamos señalar que estamos ante un mapa que representa el índice o el porcentaje de alfabetización en el mundo. La alfabetización es, además de un parte intrínseca del derecho a la Educación, un elemento de empoderamiento para los pueblos, pues la adquisición de las competencias básicas de lectura, escritura y cálculo es un requerimiento imprescindible para que los ciudadanos participen en el debate público y contribuyan al desarrollo de una sociedad. Utilizando los datos del Instituto de Estadística de la UNESCO, se ha representado la tasa de alfabetización en el mundo – el porcentaje de la población de 15 años o más de un determinado país que sabe leer y escribir –. Además, para facilitar la comparación entre países, se ha optado por escoger el último dato disponible de cada nación entre 2012 y 2018. Cerca del 84% de la población mundial adulta sabe leer y escribir, según los últimos datos del Instituto de Estadística de la UNESCO. Esto representa un aumento de un 8% desde 1990, pero deja todavía a alrededor de 774 millones de adultos analfabetos, siendo el 64% mujeres (unos 500 millones), quedando relegados a la exclusión social, Como tal, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha abanderado la lucha por la alfabetización universal desde 1946, incluyendo entre sus objetivos de desarrollo sostenible para 2030 la idea de que todos los jóvenes y una proporción considerable de los adultos, tanto hombres como mujeres, estén alfabetizados y tengan nociones elementales de aritmética. Dejando a un lado América y los territorios que no cuentan con ningún registro, destaca por encima del resto de elementos la división norte-sur que presenta el mapa. El continente africano y el sur de Asia son las regiones que reflejan unas tasas de alfabetización más pobres, con Chand, Niger y Afganistán en las últimas posiciones, con tan solo un 22, un 31 y un 32 por ciento de población alfabetizada respectivamente. En el lado contrario, como herencia de las reformas educativas de la URSS, se sitúan algunas de las ex repúblicas soviéticas: Uzbekistán, Ucrania, Letonia, Estonia y Lituania ocupan las cinco primeras posiciones, todas ellas por encima del 95% de alfabetización. Aun así, la analfabetización sigue siendo un problema en los países desarrollados. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2009 uno de cada cinco jóvenes en Europa tenía unos conocimientos deficientes en materia de alfabetización y cerca de 160 millones de adultos de los países pertenecientes a la OCDE son analfabetos funcionales. Para la consecución en la disminución de esta tasa se han llevado a cabo una serie de iniciativas que buscan superar la analfabetización y concienciar sobre la magnitud del problema. Se hace hincapié en la necesidad de mejorar la calidad de la Educación, desde la formación de profesores hasta el contenido y la pertinencia de lo que se está enseñando y asegurar que la política gubernamental se transforme en hechos. Se trata de un problema urgente en un mundo dominado cada vez más por la digitalización y la mundialización, la alfabetización es más vital que nunca para desenvolverse en la vida y el trabajo. Junto a esto, la pandemia del Covid-19 evidenció la falta de preparación de las infraestructuras, los sistemas educativos, los programas y las personas, incluidos los encargados de formular políticas, para garantizar la continuidad de la enseñanza. Al interrumpirse los programas de alfabetización, muchos jóvenes y adultos en desventaja en la capacidad de lectura y escritura y con escasos recursos, se quedaron con un acceso limitado, o sin este, al aprendizaje.
Bibliografía.
AGUILERA ARILLA, M. J., Geografía general II. Geografía humana.
BIELZA DE ORY, , V., Geografía general. Ejercicio 2.
La práctica recoge un mapa mundial de coropletas. Un mapa de coropletas es un mapa
temático que representa la distribución espacial de un fenómeno mediante tramas o diferentes tonos de color en el que la gradación de intensidad expresa diferentes intervalos de un fenómeno en unidades territoriales o administrativas. En la parte izquierda inferior el mapa muestra una leyenda donde apreciamos dos grupos de datos: dos segmentos identificados con el número 1 y 2 y unos valores que oscilan entre el 10% y más del 15% y otro par, números 3 y 4, que van desde el 40 a más del 45%. En términos generales, el primer grupo de valores corresponden con países que entran dentro del grupo de los desarrollados (Europa, Japón, norteamérica, Australia), mientras que en la segunda división se encuentran países considerados subdesarrollados, la mayoría localizados en el continente africano y Próximo Oriente. A través de los distintos tonos de color podemos advertir que, además de las diferencias económicas, el mapa nos presenta dos realidades diferentes que son características de los regímenes poblacionales del mundo desarrollado frente al mundo subdesarrollado. Por lo tanto, nos encontramos con la distribución de la población joven y anciana en el mundo. La leyenda se completaría de la siguiente forma: población con edad superior a 65 años, con los tonos rojo y naranja, y población con edad inferior a 15 años, en azul oscuro y claro. El envejecimiento de la población mundial será uno de los retos del siglo XXI. El aumento de la población anciana está vinculado al aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la fecundidad. A finales de este siglo la población anciana será cada vez mayor y la población activa que deberá sostenerla disminuirá alarmantemente. Junto a países como Japón, Europa es con creces el continente más envejecido y la tendencia es que esta situación empeore. Las causas del intenso envejecimiento de la población de las áreas desarrolladas, especialmente de Japón y Europa occidental, están en la combinación de un descenso de las tasas de natalidad y fecundidad, por un lado, y el aumento de la esperanza media de vida al nacer, que en la mayoría de los países citados supera claramente los 80 años (en el caso de las mujeres alcanza los 85 años). La disminución de la natalidad y la fecundidad está ligada a varios factores como los matrimonios cada vez más tardíos y el incremento de la edad media de la maternidad. La alta esperanza de vida está, por su parte, vinculada a la mejora de las condiciones de vida y de salud, que en los países desarrollados son óptimas. Japón es la nación más vieja del mundo donde el 28% de la población tiene más de 65 años y se espera que más del 35% tenga 65 o más en 2050. Esto plantea peligros para la economía, pues habrá menos gente joven y, por tanto, menos fuerza laboral. Que aumente la esperanza de vida también se traduce en que exista una mayor prevalencia de enfermedades crónicas y un aumento de la carga fiscal sobre la población activa. Aunque en la actualidad el proceso de envejecimiento de la población es especialmente grave en las áreas desarrolladas, éste ha comenzado en los países de desarrollo medio e, incluso, en los subdesarrollados. También en esas zonas se está produciendo un descenso de la fecundidad y un incremento de la esperanza de vida. Todo ello conlleva un envejecimiento generalizado, aunque a ritmos diferentes, de la población mundial en su conjunto: en 1950 había un 8% de la población mundial con más de 65 años, en 2009 ascendía al 11%, y se espera que en 2050 alcance un 22% de los efectivos demográficos. Como vemos, gran parte de los países africanos son naciones más jóvenes que el resto del mundo. La proporción de jóvenes de países como Somalia, Zambia y la República Democrática del Congo es increíble comparado con los países europeos. De hecho, el país más joven del mundo es Nïger, donde casi el 50% de la población tiene menos de 15 años. Le siguen Mali, Chad, Angola, Uganda, Burundi y Burkina Faso. Para 2030, las Naciones Unidas estiman que habrá 1300 millones de personas en el planeta entre 15 y 24 años y todo gracias a África. Toda esta población joven significará fuerza laboral futura y, por ende, más oportunidades para desarrollar innovación y crecimiento económico. No obstante, la mayoría de estos países arrastran lastre como la corrupción, la inestabilidad política o el desempleo.
Bibliografía.
AGUILERA ARILLA, M. J., Geografía general II. Geografía humana.
BIELZA DE ORY, , V., Geografía general. Ejercicio 3.
La práctica recoge un mapa mundial de coropletas. Un mapa de coropletas es un mapa
temático que representa la distribución espacial de un fenómeno mediante tramas o diferentes tonos de color en el que la gradación de intensidad expresa diferentes intervalos de un fenómeno en unidades territoriales o administrativas. En la parte inferior izquierda se presenta una leyenda compuesta por cuatro rangos de valor: más de 3, de 1 a 3, de 0 a 1 y menor que 0. Entendemos que estos valores están expresados en porcentajes. Analizando el último grupo, observamos que los países que forman parte de él son Japón, España, Europa del este, las repúblicas bálticas, Armenia y Siria. Si nos vamos al otro extremo, a los valores más altos que registra el mapa, estaríamos hablando de países africanos como Níger, Chad, la República Democrática del Congo y Afganistán. Atendiendo a estos datos, en relación al grupo de menos del 0, podemos suponer que hablamos de países donde el crecimiento de la población se encuentra estancado, ya sea por un descenso en la fecundidad o por motivos bélicos. Por el contrario, los países de más del 3, encajan dentro de una dinámica de altas tasas de natalidad debido a la carencia de métodos anticonceptivos o del bajo nivel sociocultural dela mujer. Por tanto, estaríamos ante una mapa que muestra el crecimiento de la población por países o, lo que es lo mismo, el crecimiento natural o vegetativo. El crecimiento natural o vegetativo es la diferencia entre los nacimientos y las defunciones durante un cierto período de tiempo. El crecimiento natural se expresa en porcentaje o en tanto por mil, cuando se lo relaciona con la población media del período. Sobre una tasa de crecimiento mundial del 1,2%, los países desarrollados conjuntamente daban una tasa del 0.5% frente al 2.4% de los subdesarrollados. En las últimas décadas se ha dado un crecimiento demográfico nunca antes conocido que ha llevado a que se duplicara la población mundial en unos pocos años: los 2.500 millones de 1950 pasaron a 6.000 en el 2000 y a 7.700 en la actualidad. El crecimiento alcanzó sus índices más elevados entre 1965 y 1970. En la actualidad, la tasa anual de crecimiento mundial es de 1,2%, según datos de las Naciones Unidas, mientras que diez años atrás era de 1,5%. La tasa de crecimiento mundial va bajando, pero la realidad presenta grandes contrastes, de modo que si los países más desarrollados crecen al 0,1%, en cambio, los menos desarrollados lo hacen al 1,5% y si excluimos a China del grupo, al 1,8%. los países más pobres del planeta crecen de forma explosiva, con índices que superan en ocasiones el 3%,, de modo que en pocos años llegarán a duplicar la población. Por tanto, los países más pobres se enfrentan a un aumento de su población tan grande y rápido que hace imposible, en las condicione actuales, salir de la pobreza y ofrecer a los jóvenes las condiciones de vida y de trabajo, de cuya existencia en el mundo desarrollado son cada vez más conscientes. De esta situación se desprende una presión demográfica muy grande en países donde se concentran multitud de problemas de diversa índole, que agravan el panorama, como pueden ser la escasez o mala utilización de recursos, los conflictos internos, los sistemas políticos tiránicos y corruptos, las carencias en educación y sanidad, la explotación de las riquezas por parte de empresas exteriores sin que reviertan los beneficios en la mayoría, el comportamiento de las empresas multinacionales, etc. Dicha presión demográfica repercute, sin duda, en la creación de flujos migratorios entre el mundo subdesarrollado y el desarrollado.
Bibliografía.
AGUILERA ARILLA, M. J., Geografía General II. Geografía Humana.
El Renacimiento Una Guía Fascinante de un Período Notable en la Historia Europea, que Incluye Historias de Personas como Galileo Galilei, Miguel Ángel, Copérnico, Shakespeare y Leonardo da Vinci