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Derecho antiguo mesopotámico

La civilización mesopotámica es una de las sociedades más antiguas, conforme a su


estructuración y composición social, ya que es la primera que se rige a partir de leyes fundadas
bajo la autoridad del Rey e influenciadas por el círculo sacerdotal. Es decir, la sociedad
prebabilónica estaba sostenida bajo un régimen monárquico absolutista en la que ejercía gran
presencia la casta sacerdotal en la mayoría de los asuntos cotidianos (leyes, ritos, ceremonias,
reformas, costumbres y educación).

Pero su mención y atención no reside en que sea o no uno de los pueblos más antiguos, sino que
la historia lo registra como la primera civilización que compila y codifica todas sus leyes y
legislaciones en un código que serviría para la unificación de todos sus pueblos.

Mesopotamia, como pueblo bajo cortos periodos de estabilidad debido a constantes guerras
libradas contra pueblos circundantes (Asiria, Babilonia, Caldea, etc.), no pudo regirse bajo un
sistema jurídico único y estable, por lo que a lo largo de su historia adoptó códigos temporarios
hasta la fijación del Código de Hammurabi. Códigos que suplieron efímeramente las
necesidades imperantes durante su tiempo de aplicación.

Entre los grandes códigos que poseyó Mesopotamia se encuentran el Código de Ur-Nammu, el
Código Eshnuna, el Código de Lipit-Ishtar y el Código de Hammurabi (el más revolucionario y
significativo de toda la historia mesopotámica). Estos códigos comprenden la historia jurídica
de la antigua Mesopotamia.

Código de Ur-Nammu

Corresponde a la autoría del primer rey de la III Dinastía de Ur, Ur-Nammu, quien gobernó
Mesopotamia por 34 años. Es el código más antiguo del mundo y se recopiló escrito en sumerio
en tres tablillas de barro, acuñando unos 195 artículos, redactados con fórmulas condicionales
que describen el delito y luego fijan la pena. En ellos se reflejan características únicas y de
relativo avance: 1) protección a la viuda y al huérfano por parte del Estado, 2) multas por
muerte o daños a terceros, 3) no existe la pena de muerte, 4) establece medidas para
contrarrestar la corrupción burocrática, 5) no hay castigos corporales ni mutilaciones, sino
multas, 6) no se aplica la Ley del Talión. En resumen, se podría adjudicar a éste código rasgos
de humanitarios en la dinámica penal, es inverso completamente al Código de Hammurabi.

Código de Eshnuna

Redactado unos 300 años antes del Código de Hammurabi. De éste no hay relatos convincentes,
debido a que se ha dificultado su investigación de origen, pero se sabe que es antesala a la
modalidad penal que sostiene el Código de Hammurabi, ya que establece la práctica de la Ley
del Talión y detalla el procedimiento de lugar para los casos penales (robo, asesinato, violación
e injurias graves). Fue encontrado en su forma prístina en dos tablillas de barro escritas en
cuneiforme.

Código de Lipit-Ishtar

Fue creado por Lipit-Ishart, quinto rey de la III Dinastía de Ur; precede al Código de
Hammurabi, donde se enumera casos por los cuales el imputado debe resarcir el daño al
afectado con una multa. Es un código que establece, además, la modificación y estandarización
de los sistemas de medida y peso; para evitar fraudes y engaños en las transacciones
comerciales de granos (cebada y trigo). Consta de una tablilla en barro con 43 artículos.

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Código de Hammurabi

Es el código más antiguo que ha quedado intacto y completo, por lo que es el más famoso y
conocido (3). Escrito por el sexto rey de la I Dinastía de Babilonia, Hammurabi. Está grabado
sobre diorita, contiene 282 artículos concernientes a todos los aspectos de la vida humana. No
es una formulación de todas las normas prevalecientes, sino una compilación de leyes
necesitadas, modificadas y nuevas leyes promulgadas. En realidad, no es un auténtico código,
sino un conocimiento de las antiguas leyes (Ur-Nammu, Eshnuna y Lipit-Ishtar) y la añadidura
de otras por Hammurabi.

El Código es tan importante porque unifica las leyes existentes y es impuesto sobre los pueblos
sojuzgados por el Imperio. Lo que constituye la unificación jurídica de todos los estados de
Hammurabi, es decir, la unificación jurídica de toda Mesopotamia por primera vez. El Código
no respondía a las necesidades de los simples ciudadanos, sino a la iniciativa de los reyes.

Éste, a semejanza de los demás, no pretendió transformar el orden ni promover el desarrollo


social, sino reglamentar y garantizar el cumplimiento del orden establecido. El Código revela
cuál es el orden establecido, así como la estructura de la sociedad babilónica. La población
estaba dividida en tres clases sociales, cada una de ellas con sus derechos y deberes: señores,
pueblo y esclavos.

Los señores y el pueblo tenían sus propios derechos y deberes, mientras que los esclavos eran
considerados como “cosas”. El mismo código regulaba aspectos del matrimonio (monogámico),
adopciones, sucesiones, divorcio, libertad, propiedad (inalienable), oficios y crímenes con sus
consecuentes castigos.

Justicia

La justicia en la Mesopotamia Babilónica estaba compuesta por un Tribunal de Primera


Instancia, donde había acusación y defensa, pruebas, testimonios y sentencia dictada por el
Tribunal Civil. Había un Tribunal Superior de los “Jueces del Rey”, o sea jueces civiles, que era
la segunda instancia o Tribunal de Apelación. La última instancia era el propio Rey.

En la mecánica del Proceso, cada litigante se defendía a sí mismo, ya que la profesión de


abogado no existía y, por ende, no era conocida por el Estado. Fue el primer Estado en conocer
el concepto de culpa, la cual era únicamente revocada cuando se demostraba que el delito se
había hecho sin premeditación ni alevosía. Si por ningún medio se podía esclarecer la verdad
durante el procedimiento, se recurría a las ordalías, recurso que consistía en la invocación de los
dioses en los oráculos sagrados con el fin de que la verdad sea revelada.

El sistema jurídico permaneció intacto, incluso hasta después de la muerte de Hammurabi; lo


que demuestra su práctica y eficaz aplicación dentro de la sociedad mesopotámica babilónica.

La Ley del Talión

Durante la existencia de la estirpe babilónica constituyó la forma más idónea para castigar a
aquellos transgresores de la ley; base fundamental del Código de Hammurabi, el cual consistía
en el castigo en la misma medida en la que era producido el daño (si me partían un brazo, yo
debía partirle el mismo brazo). De ahí deriva la famosa frase “ojo por ojo y diente por diente”
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