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Máster en Formación del Profesorado de

Educación Secundaria

Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad

Unidad didáctica 1. El adolescente I: desarrollo físico, cognitivo, personal y


moral
UD 1. El adolescente I: desarrollo físico, cognitivo, personal y moral ..................................... 4

1.1. La adolescencia ...................................................................................................... 5

1.1.1. El concepto de adolescencia ............................................................................... 5

1.2. Cambios derivados de la adolescencia: la pubertad .................................................... 7

1.2.1. Cambios biológicos asociados a la adolescencia: la pubertad .................................. 8

1.2.2. Efectos psicológicos asociados a los cambios puberales........................................ 10

1.2.3. Pubertad temprana y pubertad tardía ................................................................ 11

1.2.4. Características adicionales que definen el pensamiento adolescente ...................... 12

1.2.5. Autoconcepto y autoestima .............................................................................. 14

Autoconcepto ........................................................................................................ 14

Autoconcepto (II) .................................................................................................. 15

Autoestima ........................................................................................................... 16

Autoestima (II) ..................................................................................................... 17

1.2.6. Identidad ....................................................................................................... 19

Teoría de las etapas de desarrollo psicosocial de Erikson ............................................ 19

Teoría de las etapas de desarrollo psicosocial de Erikson (II)....................................... 21

Algunas críticas a la etapa del logro de la identidad .................................................... 22

1.2.7. Cambios cognitivos derivados de la adolescencia. La teoría de Piaget: el estadio de las


operaciones formales ................................................................................................ 23

Periodo sensoriomotor (nacimiento - 2 años) ............................................................ 24

Periodo de preparación y organización de las operaciones concretas (2-11 años) ........... 24

Periodo de las operaciones formales (>12 años) ........................................................ 26

Algunas críticas a la etapa de las operaciones formales .............................................. 27

El cerebro adolescente ........................................................................................... 28

1.2.8. Cambios sociales derivados de la adolescencia ................................................... 30

Relaciones entre iguales ......................................................................................... 30

Relaciones familiares .............................................................................................. 31

1.2.9. El desarrollo moral del adolescente ................................................................... 32

Nivel 1. Razonamiento moral preconvencional ........................................................... 33

Nivel 2. Razonamiento moral convencional ................................................................ 34

Nivel 3. Razonamiento moral posconvencional ........................................................... 34

Algunas críticas a la teoría de Kohlberg .................................................................... 35

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Algunas críticas a la teoría de Kohlberg (II)............................................................... 36

Resumen ...................................................................................................................... 38

Mapa de contenidos ....................................................................................................... 40

Recursos bibliográficos ................................................................................................... 41

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UD 1. El adolescente I: desarrollo físico, cognitivo, personal y
moral

Con esta unidad comienza la asignatura de Aprendizaje y Desarrollo de la Personalidad. El objetivo


es presentar al docente de Secundaria las características del que será su compañero de fatigas:
el alumno adolescente.

Un profesor debe estar familiarizado con las condiciones que definen y marcan el momento vital
de sus alumnos, en este caso, la adolescencia. Para poder realizar una intervención exitosa, sea
de la naturaleza que sea, hay que contar con la información suficiente sobre los agentes que
participan en un determinado contexto. De lo contario, las posibilidades de convertirse en un guía
eficaz, capaz de brindar una ayuda que tenga en cuenta las necesidades reales de los individuos,
disminuirán considerablemente. En el caso que nos ocupa, se desarrollará una función de
acompañamiento, apoyo y crecimiento personal; además de una intervención educativa con los
alumnos de clase.

En esta unidad se estudiará al alumno desde la perspectiva de la psicología evolutiva o del


desarrollo, ya que es esta la rama del conocimiento científico más adecuada para examinar las
cuestiones que se han mencionado anteriormente. En esta ocasión se atenderá a cuatro
dimensiones humanas fundamentales de cambio: biológicos, cognitivos, psicológicos, sociales y
morales.

Figura 1. Los adolescentes valoran mucho sentirse aceptados por el grupo y disfrutan de las relaciones con sus iguales.
Imagen de un grupo de adolescentes que se divierte haciéndose una fotografía conjuntamente.

Objetivos de la Unidad didáctica 1. El adolescente I: desarrollo físico, cognitivo,


personal y moral

• Determinar las características y capacidades principales que definen al adolescente.


• Identificar las diferentes dimensiones que configuran la personalidad del adolescente y
cómo se relacionan entre ellas.
• Describir el desarrollo del adolescente como resultado de las interacciones sociales en las
que se ve envuelto.
• Establecer el patrón de desarrollo más común durante la adolescencia.
• Identificar algunos retos y problemáticas que deberá enfrentar un individuo durante la
adolescencia.

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1.1. La adolescencia

En la primera parte de la asignatura, compuesta por dos unidades didácticas, se va a realizar una
primera toma de contacto con el mundo adolescente y los cambios más determinantes por los
que transita.

Para comenzar, se van a analizar los diferentes elementos de cambio que atraviesa un ser
humano, desde su etapa más infantil hasta conformarse como un adulto independiente, así como
las teorías psicológicas que justifican dichos comportamientos y que nos van a ayudar a
comprender ciertos comportamientos de la etapa.

En segundo lugar, se trabajarán los diferentes procesos cognitivos que sustentan el aprendizaje,
entre los que destacan el constructivismo y el procesamiento de la información, haciendo una
especial mención a las diferentes teorías de la motivación.

Viaja

El Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud tiene el objetivo de recabar información
sobre los adolescentes españoles. El docente puede encontrar interesante acceder a los datos
sobre temas como la salud, el género, la emancipación o el uso de las TIC.

1.1.1. El concepto de adolescencia

La palabra adolescente proviene del latín adolescere, que significa «crecer o desarrollarse». La
adolescencia es un constructo social propio de la cultura occidental contemporánea.

Es habitual definir la adolescencia como el periodo de transición que tiene lugar entre la infancia
y la adultez durante el cual se producen varios cambios, tanto a nivel físico como cognitivo, social,
emocional y moral.

Debido al carácter abstracto de este concepto, no hay un consenso unitario entre los académicos
sobre cuál es su duración exacta o los momentos concretos de inicio y fin (Palacios et al., 2014).
De hecho, en las últimas décadas, el periodo correspondiente a la adolescencia prácticamente se
ha duplicado. Esto se debe, por un lado, al abandono precoz de la infancia y, por otro, a la entrada
tardía en el mundo adulto. Por tanto, en la actualidad podemos encontrar preadolescentes de 10
años y adolescentes/jóvenes de 30 años.

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Por ello, algunos autores han recomendado dividir este periodo en diferentes subetapas (Coll,
2014):

Figura 2. Subetapas de la adolescencia. La adolescencia temprana abarca desde los 11 a los 14 años, la adolescencia
media desde los 15 a los 18 y, finalmente, la adolescencia tardía o juventud se desarrolla desde los 18 años en
adelante. Fuente: Coll, 2014 (adaptación).

El desarrollo de estas subetapas implica que los adolescentes no van a enfrentar todos los cambios
que conlleva este periodo de su vida de forma simultánea. Se van a ir sucediendo de forma
secuencial: primero los cambios físicos y la sexualidad (es decir, la pubertad); posteriormente,
los cambios sociales y familiares; y, finalmente, en el cambio más importante, la ocupación y la
independencia, la remodelación del cerebro. Es en esta etapa en la que se pone orden en la
corteza cerebral, dando lugar a un cerebro organizado, pero a la vez flexible y adaptable a los
cambios del entorno.

Play

«En un periodo de diez años, el adolescente vive una secuencia de enormes cambios. La
mente alcanza nuevos dominios de análisis, abstracción y creatividad». En Redes, Punset
dedica un capítulo a la adolescencia.

En esta unidad, vamos a abordar los principales cambios que se producen durante la adolescencia.
Todos estos cambios van a ser los encargados de perfilar el adulto potencial y van a fomentar la
generación de la personalidad.

A, B, C…

Personalidad. A menudo utilizamos el término personalidad al describir a otros y a nosotros


mismos. Un psicólogo señaló que nos hacemos una buena idea de su significado si
examinamos nuestras intenciones cuando utilizamos el pronombre yo (Adams, 1954).

Ahondaremos más adelante en el término personalidad, así como en las teorías que lo
fundamentan.

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Figura 3. Los cambios derivados de la adolescencia se subdividen en biológicos, psicológicos, cognitivos, sociales y
morales.

1.2. Cambios derivados de la adolescencia: la pubertad

La pubertad hace referencia a los cambios que se producen a nivel físico en el cuerpo de las
personas durante el final de la infancia y que tienen que ver con la maduración sexual, culminando
con la aparición de la capacidad reproductora. Es decir, hace referencia a la transformación física
del cuerpo del infante al adulto (Papalia et al., 2009). La pubertad tiene comienzo en los primeros
años de la adolescencia, en torno a los 10-11 años, aunque las chicas experimentan antes los
cambios (Urbano y Yuni, 2014; Palacios et al., 2014).

Diversos investigadores han encontrado que, con respecto a generaciones anteriores, se está
produciendo un descenso en la edad de comienzo de la pubertad, así como en el tiempo en
alcanzar la madurez sexual, lo cual se ha denominado tendencia secular. Los motivos pueden
ser diversos: mayor higiene y cuidados, mejor nutrición, entornos más seguros y relaciones más
cercanas (Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009).

La sexualidad forma parte del desarrollo normal del niño y el adolescente. Desde la primera
infancia el niño experimenta sensaciones placenteras al tocarse, al ser acariciado y besado, y
observa las expresiones de afecto y las actitudes sexuales de los adultos que le rodean, que en
ocasiones trata de imitar. Durante el periodo prepuberal se establece la identidad sexual y el
niño continúa recogiendo información sobre la sexualidad a partir de los amigos, los maestros y
la familia.

Nota

En esta etapa el niño puede desarrollar una actitud negativa hacia la sexualidad si descubre
que los adultos evitan hablar de las partes de su cuerpo relacionadas con la sexualidad, las
describen con eufemismos o rechazan cualquier tipo de conducta relacionada con el sexo,
incluidas las que el niño puede manifestar espontáneamente, como la erección.

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Al iniciarse la pubertad aumenta la preocupación por la sexualidad. En la primera etapa de la
adolescencia es frecuente la masturbación y las fantasías sexuales, mientras que en la
adolescencia media suelen producirse los primeros contactos físicos como una forma de
exploración y aventura, y en la adolescencia tardía habitualmente se inician las relaciones
sexuales que incluyen el coito.

Sabías que:

Todos los cambios y transformaciones que viven los adolescentes pueden generar
sentimientos de inseguridad, incomodidad o incluso desagrado. En general el adolescente se
siente inseguro en sus relaciones con otros.

No abordar estos problemas en los primeros años de la edad adulta puede conducir a
trastornos de ansiedad o a no poder tener relaciones sexuales satisfactorias en el futuro.

1.2.1. Cambios biológicos asociados a la adolescencia: la pubertad

El sistema endocrino es fundamental durante la pubertad ya que se encargará de dos aspectos y


cambios básicos: el sexo y el crecimiento. El sistema endocrino va a establecer relaciones entre
el hipotálamo, la hipófisis y las gónadas. Estos mecanismos hormonales se van a iniciar en el
hipotálamo, que enviará señales a la hipófisis o glándula pituitaria, de tal forma que a partir de
ese momento se secretan las hormonas gonadotróficas. A su vez, estas hormonas estimularán el
desarrollo de las gónadas sexuales (testículos y ovarios), que producirán hormonas sexuales.

Figura 4. Mecanismos hormonales implicados en la pubertad. Describe el proceso hormonal comenzando en el


hipotálamo, seguido de la hipófisis y las gónadas sexuales, para definir finalmente el desarrollo puberal. Fuente: Martín
y Navarro, 2011 (adaptación).

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Estos cambios hormonales conllevan cambios físicos que se pueden dividir en los caracteres
sexuales primarios, es decir, los órganos sexuales, y los caracteres sexuales secundarios,
que no están directamente relacionados con el aparato reproductor, como, la aparición de vello,
el cambio de voz, el crecimiento de los senos en las mujeres y el ensanchamiento de los hombros
en los hombres (Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009).

Este proceso se determina en cambios concretos de la fisionomía humana, tal y como se muestran
a continuación:

Periodo Chicas Chicos

Primeros años de la pubertad • Desarrollo de las • Aumento del tamaño de


mamas. los testículos.
• Ensanchamiento y • Crecimiento del pene.
redondez de las • Crecimiento del vello
caderas. púbico.
• Aparición de vello • Primer cambio de la
púbico. voz.
• Rápido aumento de la
talla: dos años antes
que en los chicos.
• Desarrollo de la pelvis.
• Aumento de la grasa
corporal.

Después del tercer año de la • Aumento del tamaño • Desarrollo del vello en
pubertad del útero, los labios y el la cara y en las axilas.
clítoris. • Rápido crecimiento de
• Aumento del vello en el la estatura.
pubis y en las axilas. • Aumento del grosor de
• Aparición de la los huesos y los
menarquia, el primer músculos.
ciclo menstrual, • Comienzo de la
alrededor de los 12 producción de los
años. espermatozoides y las
primeras eyaculaciones
(espermaquia).

Tabla 1. Principales cambios en el cuerpo durante la pubertad. Fuente: Adaptado de Pérez Pérez, Navarro Soria y
Cantero Vicente, 2012 (p. 235).

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Con respecto al crecimiento, se debe, principalmente, a hormonas que segrega la hipófisis
anterior:

• la somatotropina, que influye en el crecimiento de los jóvenes;


• la tireotropa, que actúa sobre el tiroides, facilitando la actividad de los cartílagos.

Un cambio característico de esta etapa es el denominado «estirón», donde la talla aumenta


considerablemente en poco tiempo. En las chicas el estirón se produce aproximadamente dos
años antes, lo cual produce importantes diferencias entre ambos sexos.

1.2.2. Efectos psicológicos asociados a los cambios puberales

Mientras que llegan a la adultez biológica, las personas paradójicamente no han logrado aún el
desarrollo cognitivo de la adolescencia. No es de extrañar que este desfase produzca conflictos.
La influencia de las hormonas sexuales puede explicar algunos cambios que se producen en su
comportamiento, como el aumento del deseo sexual y la inestabilidad emocional, ya que estas
sustancias tienen efectos poderosos en el cerebro de los adolescentes. Sin embargo, no hay que
perder de vista que todo esto va a estar mediado por factores sociales y culturales (Palacios
et al., 2014; Pérez y Navarro, 2012).

Los cambios físicos que se producen durante la pubertad tendrán un fuerte impacto psicológico
en el individuo, y es importante tener en cuenta cómo reacciona el entorno del adolescente para
poder entender la imagen que este construirá acerca de sus cambios. Por ejemplo, la cultura
occidental parece valorar como positivos los cambios que se producirán en el cuerpo del varón,
que generalmente se verá más musculado y atlético. En cambio, con el cuerpo de la mujer pasará
lo opuesto, ya que el aumento de grasa corporal va en contra del ideal de belleza moderno, muy
asociado a la delgadez y que puede suponer una gran presión para muchas adolescentes (Palacios
et al., 2014).

El bienestar del adolescente estará determinado en gran parte por su grado de aceptación de los
cambios físicos que se han producido en su cuerpo. Por esta razón, el momento en el cual tengan
lugar estas modificaciones puede ser determinante.

No obstante, más allá del momento en que tengan lugar los cambios de la pubertad, lo que
realmente va a posibilitar que el adolescente desarrolle una actitud positiva hacia su cuerpo va a
depender del ambiente sociocultural en el que se encuentre (Palacios et al., 2014; Papalia et al.,
2009; Pérez y Navarro, 2012). Variables como el entorno familiar, la etnia, la escuela, el
vecindario o las redes de iguales, entre otras, van a tener un peso determinante en este proceso
(Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009; Pérez y Navarro, 2012).

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La disparidad e idiosincrasia personal determina que no todos los adolescentes se desarrollen en
la misma medida ni al mismo tiempo, por lo que una de las situaciones que se puede presentar
es el desarrollo temprano o, por el contrario, tardío de la pubertad:

Pubertad temprana Pubertad tardía

Mujeres • Dificultades sociales • Gran número de


derivadas del escaso referentes sociales.
(biológicas)
apoyo de su grupo de • Mucha mejor imagen de
iguales, que todavía no sí mismas.
ha alcanzado el mismo • Pocas dificultades de
nivel de desarrollo. integración y alto
• Introvertidas y con poca estatus.
confianza en sí mismas
debido a los pocos
referentes.
• Poca popularidad,
dificultad para llegar a
ocupar posiciones de
liderazgo.

Hombres • Llegan a la nueva etapa • Alcanzan la madurez


evolutiva en paralelo a con mucho retraso con
(biológicos)
las chicas, lo que facilita respecto a las chicas, lo
su ajuste social. que les da mucha
• Mayor atractivo físico y inseguridad.
admiración de los chicos • Reproducen conductas
que todavía no han para llamar la atención
alcanzado los cambios. y evitar su aislamiento
• Buena posición entre el social.
grupo de iguales, • En la escuela son más
ocupando puestos de inquietos y habladores.
liderazgo, debido a las
habilidades y fortalezas
atléticas adquiridas.
Tabla 2. Efectos diferenciales de la pubertad temprana y tardía entre chicos y chicas. Fuente: Adaptado de Pérez Pérez
et al., 2012 (p. 238).

1.2.3. Pubertad temprana y pubertad tardía

El iniciar la pubertad de forma temprana o precoz suele conllevar efectos negativos, puesto que
los adolescentes pueden no tener la madurez suficiente para asimilar de manera flexible y positiva
los cambios que se suceden (Palacios et al., 2014). Según Alsaker (1996):

• Se enfrentan a exigencias sociales normativas derivadas de su propia estructura corporal.


• No poseen modelos de iguales con los que poder compararse.
• No disponen de información suficiente sobre lo que están pasando.

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En el caso del sexo biológico hombre, los cambios tempranos suelen acarrear efectos positivos
(Papalia et al., 2009), debido al aumento en la capacidad física, el desarrollo muscular y el
rendimiento atlético. Esto les hace destacar entre sus iguales y ser merecedores de sus elogios,
generando en ellos más confianza y autoestima (Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009).

En el caso del sexo biológico mujer, aquellas que se desarrollan prematuramente suelen
presentar problemas de inestabilidad emocional, problemas para socializar y baja autoestima
(Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009). Puede que esto esté relacionado con el hecho de que
no estén preparadas para asumir una serie de roles de género culturalmente impuestos a la mujer
(Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009). Suelen presentar peores calificaciones, así como
mayores tasas de absentismo y disconformidad con la escuela (Stattin y Magnusson, 1990;
Barrio, Carcavilla y Martín, 2006).

Recuerda

Una de las conclusiones más importantes que puede extraer el docente de este apartado es
que existe una gran variabilidad en cuanto al desarrollo y madurez de los adolescentes de
una clase. Esto provocará que exista una gran diversidad de comportamientos en el aula.

Por el contrario, el hecho de iniciar la pubertad de forma tardía hace que se inviertan los
efectos que se observan en la pubertad precoz. Así, los niños tendrán un cuerpo menos
desarrollado durante más tiempo; por tanto, pueden encontrarse «pequeños y débiles», en
situación de desventaja con el resto. Por el contrario, las niñas, al comenzar más tarde, tienen
tiempo para ir observando a sus compañeras y asimilar los cambios que irán teniendo lugar
(Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009).

Por otro lado, la pubertad tardía conlleva un cociente intelectual (CI) más bajo que los promedios
del grupo (Duke, Carlsmith y Jennings, 1982).

1.2.4. Características adicionales que definen el pensamiento adolescente

Al entender que lo real es un subconjunto de lo posible, los adolescentes se plantean cómo


podría haber sido su vida en otras circunstancias y reflexionen con respecto a su realidad (Martín
et al., 2011).

En este sentido, Elkind (1931-actualidad) apuntó que la recién estrenada capacidad para el
pensamiento formal va a traer consigo una serie de características adicionales que van a
definir el pensamiento del adolescente (Delgado, 2009; Palacios et al., 2014; Papalia et al.,
2009):

1. Idealismo

Su habilidad para formar pensamientos abstractos le va a permitir desarrollar ideas más allá de
lo inmediato y lo real. Es capaz de ir más allá y concebir nuevas posibilidades, que muchas veces
tienen que ver con sus deseos y valores.

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Es en esta etapa cuando los adolescentes empiezan a adoptar ideas políticas y sociales
determinadas, percatándose de la distancia que hay entre el mundo real y el mundo ideal,
volviéndose especialmente sensibles con la hipocresía, a la que criticarán duramente.

Esta actitud los llevará, a menudo, a cuestionar a las figuras de autoridad, como a sus padres o,
incluso, al docente. Asimismo, los adolescentes quieren aspirar a tener una apariencia ideal para
sí mismos y con sus iguales. Esta es la causa de sus inseguridades y el tiempo dedicado al cuidado
personal.

El docente debe comprender la importancia que tiene para el adolescente la imagen personal y
no ridiculizar. El papel del docente será acompañarle en la reflexión de los orígenes de esta
importancia de lo externo (medios de comunicación, presión social…) y la búsqueda de cierto
equilibrio entre lo externo y lo interno

2. Egocentrismo adolescente

El adolescente puede parecer «egocéntrico» ya que sobrevalora su experiencia como


marcadamente única y diferente a la del resto.

Play

«Los adolescentes se están construyendo un relato de quiénes son». El pedagogo y orientador


educativo Javier Valverde expone algunas de las características del pensamiento adolescente.

Este egocentrismo se manifiesta en algunas formas de pensamiento típicas de los adolescentes:

Fábula personal

Se refiere a la creencia de los adolescentes de que su existencia es única y especial. Esto


produce sentimientos de incomprensión y la sensación de ser especiales, lo que los lleva a
ciertos comportamientos de riesgo y autodestructivos por sentirse fuera de todo daño (consumo
de drogas, embarazos…) (Kimmel y Weiner, 1998). El establecer relaciones con sus iguales
contribuirá a reducir la sensación de unicidad. Esta concepción del adolescente como un ser
único en el mundo que vive unas experiencias extraordinarias puede provocar también un
sentimiento de soledad e incomprensión.

Audiencia imaginaria

Los adolescentes comienzan a dar mucha importancia a lo que los demás piensen sobre ellos.
Por esta razón, pasan mucho tiempo anticipando mentalmente las reacciones que pueden tener
los otros ante sus actuaciones. Fruto de ese egocentrismo adolescente se sentirán
continuamente evaluados y observados por los demás, incapaces de separar sus propios
pensamientos del resto, lo que los llevará a ensayar mentalmente su conducta ante una
audiencia imaginaria.

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1.2.5. Autoconcepto y autoestima

Son muchas las ocasiones en las que se utilizan ambos términos como sinónimos; sin embargo,
aunque son términos muy relacionados, son diferentes. El autoconcepto es la imagen que posee
uno acerca de sí mismo, y la autoestima es la valoración subjetiva que hace el individuo de sí
mismo.

Figura 5. Cartel promocional «My body, my rules».

Autoconcepto
El autoconcepto es la imagen o idea que una persona tiene sobre sí misma. Se trata de una
dimensión dinámica de la personalidad que se hace más compleja progresivamente. Es un sistema
multidimensional que se va integrando en la visión que de sí mismo se tiene, enriqueciéndola
(Martín et al., 2011).

Yo físico

En Educación Infantil los niños se describen a partir de sus rasgos físicos y posesiones; por
ejemplo: «Soy alto, tengo el pelo rubio».

Yo activo

En Educación Primaria incorporan en sus autodescripciones sus conductas y habilidades; por


ejemplo: «Juego muy bien al baloncesto», «Se me da bien cantar».

Yo social

Los adolescentes incorporan referencias a otras personas y grupos, con lo que de esta manera
es un autoconcepto más social. Dejan de concebirse a sí mismos de forma individual; por
ejemplo: «Me encanta estar con mis amigos».

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Yo psicológico

Gracias al pensamiento formal, se producirá un esquema de sí mismo más psicológico. Se


describen mediante características que se autoatribuyen, es decir, aspectos no observables que
son fruto de la reflexión de los pensamientos y experiencias. Por ejemplo: «Soy muy sensible»,
«Me molestan las injusticias».

Autoconcepto (II)
El autoconcepto va a ir evolucionando durante la propia adolescencia (Palacios et al., 2014; Pérez
y Navarro, 2012):

Adolescencia temprana (11-14 años)

Estructura Contenidos Ejemplo

Primeras abstracciones Concernientes a los cambios «Soy divertido porque hago


compartimentalizadas. físicos. reír a los demás».
Idea de sí mismo poco Atractivo físico. «No se me da bien hablar con
integrada. Características o habilidades los chicos».
No existen conflictos sociales que influyen en la
emocionales debido a relación con los demás.
incongruencias.

Adolescencia media (15-17 años)

Estructura Contenidos Ejemplo

Las abstracciones se conectan Deseos y sentimientos propios. «No sé por qué me da tanto
entre ellas. Diferenciación de los atributos miedo hablar con las chicas,
Confusión y malestar ante las en función de los roles y el pero soy muy popular entre los
contradicciones. contexto. chicos».

Adolescencia tardía (18-21 años)

Estructura Contenidos Ejemplo

Integración del autoconcepto. Atributos relacionados con «Soy una chica muy sociable,
Resolución de las valores y creencias personales. sobre todo cuando estoy
incongruencias. rodeada de chicas, pero cuando
estoy con chicos me siento
avergonzada porque son más
agresivos».

Tabla 3. Evolución del autoconcepto durante la adolescencia. Fuente: Palacios et al., 2014 (adaptación).

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En la adolescencia temprana, el autoconcepto está poco integrado, existen pensamientos
abstractos sobre uno mismo que no tienen mucha relación entre ellos. Generalmente hacen
referencia al reconocimiento de sus habilidades sociales y a la percepción que el adolescente tiene
sobre la imagen que le devuelven los demás (Palacios et al., 2014; Pérez y Navarro, 2012).

Con la llegada de la adolescencia media, el autoconcepto comienza a integrarse y se hacen


evidentes algunas contradicciones referidas al comportamiento. El adolescente responde con
cierta confusión y malestar al darse cuenta de que su forma de ser es diferente dependiendo del
rol que adopte y el contexto en el que se encuentre: familia, amigos, clase, etc. (Palacios et al.,
2014; Pérez y Navarro, 2012).

Finalmente, el autoconcepto termina por integrarse con la llegada de la adolescencia tardía,


cuando las contradicciones pueden resolverse y el adolescente puede entender cómo su
comportamiento puede variar en función de la situación. Existen pensamientos abstractos de
orden superior que recogen sus atributos más importantes, que reflejan sus valores y creencias
personales (Palacios et al., 2014; Pérez y Navarro, 2012).

El autoconcepto se desarrolla a partir de la interacción con los demás y los atributos que estos
vuelcan sobre el adolescente. Los padres serán las primeras figuras de referencia y apoyo.
Posteriormente, tanto sus compañeros de clase como el docente jugarán un papel fundamental a
la hora de consolidar la concepción que el adolescente tiene de sí mismo.

El profesor ha de ser consciente del impacto que pueden tener sus mensajes de reconocimiento
y valoración (Pérez y Navarro, 2012).

Autoestima
La autoestima hace referencia a los pensamientos y sentimientos de valía sobre uno mismo. Es
la dimensión valorativa o evaluativa del autoconcepto.

La autoestima global del adolescente será el resultado de promediar los sentimientos de valía
que alberga en los diferentes contextos. Pero, evidentemente, esto también va a depender del
valor que le otorgue a sus competencias en un campo determinado (Pérez y Navarro, 2012).

Ejemplo:

Un alumno puede valorar positivamente su cuerpo y su atractivo físico y, a la vez, sentirse


frustrado con su desempeño en clase, albergando creencias negativas en cuanto a su
capacidad intelectual. Debido a que le da mucho valor a su atractivo físico, su autoestima
global puede ser positiva.

A pesar de la importancia que el adolescente concede a la valoración de sus iguales, los padres
siguen ejerciendo una poderosa influencia en su autoestima. Los alumnos que gocen de una gran
cohesión familiar, reciban una gran cantidad de afecto familiar y participen de un sistema
democrático se verán favorecidos con una mayor seguridad y confianza en sí mismos (Palacios et
al., 2014; Pérez y Navarro, 2012).

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A menudo, el elevado grado de importancia que el adolescente concede a ser aceptado por sus
compañeros puede ir en detrimento de su rendimiento en otros ámbitos, como el académico.

Sin embargo, parece que enfocarse demasiado en los estudios o en las relaciones familiares
tampoco es bueno, ya que parece estar relacionado con un aumento de la inestabilidad emocional
al generarse una actitud de dependencia (Palacios et al., 2014; Pérez y Navarro, 2012).

Play

«Recompensamos la confianza de algunas personas y castigamos la de otras». En esta charla,


la educadora y activista Brittany Packnett expone cómo los docentes pueden ejercer un
profundo efecto sobre la confianza y la autoestima de sus estudiantes.

Además, como parece lógico, la autoestima no se mantiene estable a lo largo del tiempo,
fluctuando a lo largo de la vida. En la adolescencia parece seguir un patrón, más o menos,
generalizado, que tiene que ver con los cambios que se van sucediendo (Palacios et al., 2014).

En los primeros años de la adolescencia suele ocurrir un descenso en la autoestima.

Esto puede explicarse debido a los cambios físicos que experimenta el/la joven, que le hacen
sentirse inseguro con su cuerpo. Según la literatura, esto será más acusado en el caso de las
chicas, que sentirán con más fuerza las presiones de la cultura para alcanzar un determinado tipo
de físico.

Otro motivo puede ser el cambio del colegio al instituto, que suele tener lugar en esta época. De
pronto el adolescente pasa de sentirse como un veterano, que conoce y domina todos los recursos
que tiene a su disposición en el centro escolar, a sentirse como un novato que se mueve por
terreno desconocido.

Por último, el inicio de las relaciones sexuales puede añadir más presión en el adolescente,
acrecentando su inseguridad (Palacios et al., 2014).

Autoestima (II)
En lo que nos concierne, la importancia de la autoestima viene determinada por las
consecuencias que esta puede tener sobre el rendimiento académico. Así, una persona con una
autoestima negativa va a ser sensible a la crítica y temerá equivocarse. Esto va a producir una
evitación de situaciones que supongan retos para su capacidad y la posibilidad de ser juzgado por
otros. Dicha persona va a desconfiar sobre sus competencias y producirá una evitación del
fracaso. Esto puede ser así a pesar de que objetivamente sea más competentes que otros. De
esta forma, limitaría sus oportunidades de aprender.

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Figura 6. El ciclo de la autoestima y su relación con las expectativas de éxito, pensamientos negativos y esfuerzo.
Fuente: Adaptado de Martín, Guzmán y Sánchez-Sandoval, 2011 (adaptación).

Asimismo, la autoestima también estará asociada con la capacidad para crear y mantener
relaciones sociales, puesto que aquellos que se perciben de forma positiva suelen ser más alegres,
confiados, cercanos y abiertos, y estarán más relajados al interactuar con sus iguales, lo cual
mejorará sus habilidades sociales (Martín et al., 2011).

Figura 7. Principales diferencias entre la autoestima y el autoconcepto.

18
1.2.6. Identidad

Las ganancias a nivel cognitivo que presenta el adolescente con la entrada al pensamiento formal
gracias a la maduración del córtex prefrontal van a repercutir el desarrollo de su personalidad.

Sus nuevas capacidades cognitivas le permitirán plantearse cuestiones relacionadas con su propia
identidad.

El adolescente se ve envuelto en un torrente de cambios que le van a llevar a plantearse una


pregunta fundamental: «¿Quién soy yo?».

Para responder a esta pregunta, el adolescente se verá arrastrado a iniciar un viaje en busca de
su identidad.

Al final de la adolescencia, la personalidad habrá adquirido una gran estabilidad —aunque todavía
será suficientemente maleable durante la etapa adulta— y que puede considerarse como uno de
los grandes hitos evolutivos (Palacios et al., 2014).

La identidad personal va a estar integrada por identidades grupales (p. ej., género o étnica).
Por esto, se produce un aumento de los estereotipos de género con la finalidad de subrayar su
identidad (Coll, 2014).

Nota

«Formar un sentido de identidad consiste en que el individuo llegue a estar razonablemente


seguro del tipo de persona que es, de aquello en lo que cree, y de lo que quiere hacer en su
vida» (Kimmel y Weiner, 1998, p. 439).

Teoría de las etapas de desarrollo psicosocial de Erikson


Erikson (1902-1994) elaboró la teoría de las etapas de desarrollo psicosocial, en la que
describe el desarrollo de la personalidad y cómo este se sucede en una serie de ocho periodos
que se corresponden con la edad cronológica y que se encuentran delimitados por una serie de
crisis que ponen en un compromiso la integridad del «yo».

Cada etapa es, por tanto, un desafío para el crecimiento y desarrollo de la personalidad. Estas
vendrán definidas por un conflicto entre dos polaridades de naturaleza psicosocial. Si este se
resuelve con éxito, el carácter resultará fortalecido; de lo contrario, resultará debilitado. Un
desarrollo óptimo implica que las demandas sociales vayan acompasadas con las necesidades y
habilidades del individuo (Vidal-Abarca et al., 2014).

19
Play

En el siguiente vídeo podrás encontrar un breve resumen de la teoría de las etapas del
desarrollo psicosocial de Erikson.

Según Erikson es precisamente en la adolescencia cuando se produce la construcción de la


identidad, temática sobre la que gira esta etapa: identidad del yo frente a difusión. En ella
el adolescente será capaz de elaborar un sentido de la identidad a través de la exploración de
varias posibilidades.

Los cambios radicales que se producen durante este momento vital obligarán al individuo a buscar
un nuevo sentido de sí mismo. Este participará en situaciones más diversas, donde se verá
obligado a adoptar diversos roles y a establecer relaciones cada vez más complejas. Deberá
encontrar un compromiso entre sus propios valores e ideales, que serán posibles gracias al
pensamiento formal, y los del grupo. Durante esta etapa, el adolescente ensayará varias
conductas y explorará diversos papeles hasta encontrar aquel en el que se sienta más cómodo.
Este proceso de dudas, búsqueda y exploración fue denominado moratoria por Erikson.

Los resultados de este proceso de búsqueda de la identidad, llamados estatus de identidad,


pueden desembocar en cuatro estados diferentes, atendiendo a la variable de crisis y el
compromiso con una de esas posibilidades (Palacios et al., 2014; Pérez y Navarro, 2012; Vidal-
Abarca et al., 2014):

Figura 8. Ejes del estatus de identidad.

20
Difusión de la identidad

El adolescente no ha realizado ningún proceso de moratoria ni se ha comprometido con ninguna


postura. Se encuentra en un estado de confusión.

«No me interesa la política ni tengo ganas de aprender sobre ella».

Los adolescentes que se encuentran en un estado de difusión de la identidad son más proclives a
desarrollar trastornos psicológicos. Suelen presentar altos niveles de ansiedad y baja autoestima.
Tienen dificultades para establecer relaciones íntimas y generalmente tendrán una actitud
conformista y evitativa. Intentarán por todos los medios alejarse de situaciones conflictivas. Los
adolescentes que se encuentran en este estatus de identidad hacen el consumo más elevado de
drogas.

Moratoria

El adolescente continúa en el proceso de búsqueda de la identidad, sin ser capaz de tomar una
decisión y comprometerse definitivamente.

«Aún no tengo muy clara cuál es mi postura política, aunque estoy valorando unas cuantas
opciones».

Para los adolescentes que se encuentran en el estado de moratoria, también confluyen aspectos
positivos y negativos. Como todavía no han sido capaces de resolver la crisis en la que se
encuentran, tendrán todavía elevados niveles de ansiedad producto de la indecisión, además de
una baja autoestima. Por otro lado, compartirán aquellas cualidades positivas de aquellos que
han podido resolver con éxito esta crisis: conducta prosocial y posturas abiertas y flexibles. El
consumo de drogas que hacen los adolescentes con este estatus de identidad es menor con
respecto a los de difusión de identidad, pero mayor que los de identidad hipotecada.

Teoría de las etapas de desarrollo psicosocial de Erikson (II)


Exclusión de identidad o identidad hipotecada

El adolescente se ha comprometido con una posibilidad, pero sin haber realizado un periodo de
moratoria, es decir, sin haber explorado alternativas.

«En temas políticos opino como mis padres, que siempre tienen razón».

Aquellos individuos que tienen una identidad hipotecada presentarán una mezcla de rasgos
positivos y negativos. Por un lado, tendrán niveles bajos de ansiedad, alta autoestima y, de
acuerdo con la teoría, el nivel de consumo de drogas será poco probable o muy bajo. El bienestar
emocional puede deberse al hecho de haber alcanzado un compromiso con su identidad. Los
aspectos negativos están relacionados con su excesiva obediencia, elevada dependencia de sus
padres y la inflexibilidad y rigidez de sus posturas.

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Logro de identidad

El adolescente ha explorado suficientes opciones y finalmente se ha comprometido con una de


ellas, que es el mejor reflejo de sus valores e ideales.

«Hay ciertos valores e ideales que considero fundamentales; por tanto, mi inclinación
política es aquella que mejor los representa».

El logro de la identidad va a implicar haberse comprometido de forma estable en tres aspectos


(Martín, Guzmán y Sánchez-Sandoval, 2011):

1. Ideología: valores y creencias que les guíen.


2. Ocupación: objetivos educativos y profesionales.
3. Aspecto interpersonal: orientación de género que repercutirá en formas de amistad e
intimidad.

Por último, aquellos que han alcanzado el logro de la identidad serán los más autónomos, con
mayor autoestima y confianza en sí mismos. Son también los más capaces de desarrollar
relaciones caracterizadas por la intimidad y la cooperación.

Viaja

A menudo, la adolescencia se ve como un periodo oscuro, lleno de confusión y sufrimiento.


Sin embargo, algunos autores proponen una visión opuesta, un modelo del desarrollo positivo
del adolescente.

Algunas críticas a la etapa del logro de la identidad


En un principio, Erikson había postulado que el logro y consolidación de la identidad se lograba
durante la adolescencia temprana. Sin embargo, diversos estudios parecen indicar que fue
demasiado optimista con esta proposición, pocas personas han logrado concretar su identidad
antes de los 20 o 21 años (Palacios et al., 2014; Vidal-Abarca et al., 2014).

Además, también se ha criticado la concepción unitaria del logro de la identidad. Así pues, un
adolescente puede tener una postura muy consolidada en cuanto a su posición política (logro de
identidad) y, sin embargo, estar confundido en cuanto a la elección de futuro profesional
(difusión). Lo que ocurrirá generalmente es que el dominio que el adolescente considere más
relevante para su identidad terminará articulando el resto.

Ejemplo:

Un adolescente que se considere como muy social y preocupado por los demás terminará
eligiendo una profesión que le permita desarrollar esas habilidades, como puede ser la
enfermería o la educación (Palacios et al., 2014).

22
Otras críticas que se han vertido sobre la teoría de la identidad de Erikson tienen que ver con el
hecho de que esta no refleja adecuadamente la realidad de la sociedad occidental moderna.

Actualmente se habla de una identidad posmoderna, que no se considera tan estable y unitaria
como inicialmente se había propuesto, sino que se modifica con el transcurso de la vida (Vidal-
Abarca et al., 2014).

Figura 9. Uno de los procesos más importantes de la adolescencia tiene que ver con la creación de una identidad más o
menos estable. En la imagen se muestra a una adolescente con un bocadillo de pensamiento el que aparece un signo de
interrogación.

En la actualidad, los adolescentes entran en contacto con infinitas posibilidades en cuanto a


formas de vida, valores o ideología gracias a la globalización y la hiperconexión. Los estilos de
vida se diversifican y los referentes son más variados, con lo cual el proceso de moratoria pueda
alargarse indefinidamente.

1.2.7. Cambios cognitivos derivados de la adolescencia. La teoría de Piaget: el


estadio de las operaciones formales

Figura 10. Jean Piaget, uno de los psicólogos más influyentes de todos los tiempos. Imagen de Jean Piaget. Fuente:
Wikimedia.

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Piaget postuló que el desarrollo del pensamiento en el ser humano está dividido en cuatro etapas
o estadios.

A continuación, se lleva a cabo un breve resumen de los periodos de la teoría de Piaget (Aguirre
Baztan, 1994).

Periodo sensoriomotor (nacimiento - 2 años)


Durante esta fase los niños conocen el mundo a través del cuerpo, es decir, a través de los
movimientos y el cuerpo, de ahí el nombre de esta etapa. La forma de interactuar del niño con el
entorno es a través de los reflejos.

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La concepción de permanencia de los objetos.

Durante esta etapa se producen avances en la imitación y en la concepción de permanencia de


los objetos. El final de esta etapa se marca a través de la aparición de la función simbólica
(capacidad para manejar representaciones mentales o símbolos).

Periodo de preparación y organización de las operaciones concretas (2-11


años)
Este periodo se subdivide en dos estadios:

Estadio preoperatorio (2-7 años)

Esta etapa se caracteriza por presentar un pensamiento egocentrista a todos los niveles: físico,
social, lingüístico y lógico.

Así, el niño/a preoperatorio va a tener dificultades a la hora de establecer relaciones con los otros
y se muestra centrado en su propio punto de vista. Un ejemplo de este tipo de pensamiento es
la clásica tarea de las tres montañas.

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La tarea de las tres montañas.

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Asimismo, el pensamiento de esta etapa se caracteriza por lo siguiente:

• Finalismo: tendencia a creer que todos los acontecimientos tienen una causa última.
• Artificialismo: todas las cosas que existen están hechas por el hombre.
• Animismo: los objetos inertes tienen vida.
• Realismo: indiferenciación entre el mundo psíquico y físico.

Tras la aparición de la función simbólica, se produce el inicio del juego simbólico, donde ensaya
su capacidad de abstracción representando con sus juguetes narrativas y dinámicas a las que se
ve expuesto. Esta capacidad para representar objetos mediante símbolos libera al niño de la
necesidad de manipularlos directamente.

De este modo, el niño descubre, por ejemplo, que puede hacer de mamá dando el biberón a su
muñeca de juguete. O que una rama de un árbol puede convertirse en una poderosa espada.

Figura 11. Juego simbólico. Dos niños juegan a ser piratas utilizando una caja como barco y un catalejo de cartón. El
primer niño evoca observar por el catalejo, mientras que el segundo, con la mano en la frente, intenta atisbar tierra.

Estadio de las operaciones concretas (7-11 años)

Esta etapa recibe este nombre porque el niño empieza a manipular su entorno realizando
operaciones cada vez más complejas, pero siempre ligadas a una situación inmediata o concreta.

Se crean, de este modo, los fundamentos del pensamiento lógico e inductivo, en el que se va
de lo particular a lo general. Las operaciones concretas son acciones organizadas, internalizadas
y reversibles. El niño supera la idea típica del periodo preoperacional y antepondrá el uso de la
lógica a la percepción sensorial. Una tarea típica piagetiana para comprender este cambio de
pensamiento es la tarea de la conservación del líquido.

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La tarea de la conservación del líquido.

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Mediante el razonamiento de las operaciones concretas el niño puede también, por ejemplo,
agrupar elementos en función de alguna característica, como puede ser el color o la textura. Un
ejemplo de un razonamiento de este tipo es el siguiente (parte de casos concretos y llega a una
conclusión general):

• Un pato tiene alas, por tanto, puede volar.


• Un pájaro tiene alas, por tanto, puede volar.
• Un murciélago tiene alas, por tanto, puede volar.

Conclusión: todos los animales con alas pueden volar.

Periodo de las operaciones formales (>12 años)


El estadio de las operaciones formales se corresponde con el desarrollo del pensamiento
abstracto en el adolescente, que le permite adquirir mayor flexibilidad a la hora de manipular la
información (Aguirre Baztan, 1994; Palacios et al., 2014; Papalia et al., 2009). El pensamiento
formal está constituido bajo las siguientes características (Martín et al., 2011):

Lo real como un subconjunto de lo posible

Los adolescentes no basan sus pensamientos en las experiencias reales, sino que crean
situaciones verosímiles, hechos que constituyen posibilidades puramente hipotéticas y pueden
intentar razonar de forma lógica sobre ellas. Prevén todas las situaciones y relaciones causales
posibles entre sus elementos.

Como resultado de esta característica, el adolescente empieza a ser muy idealista sobre las
posibilidades de su propia vida, sobre los problemas del medio ambiente, las injusticias… Se
muestra disconforme cuando compara la realidad con esta visión idealizada del mundo.

Razonamiento hipotético-deductivo

El razonamiento hipotético-deductivo va de lo general a lo particular. En este, se parte de una


premisa o hipótesis y se aplica después a un caso concreto.

Un ejemplo de este tipo de pensamiento es el siguiente:

• Premisa o hipótesis: los animales con alas pueden volar.


• El murciélago tiene alas.

Conclusión: el murciélago puede volar.

El adolescente, al igual que un científico, crea hipótesis acerca del funcionamiento del mundo.
Más adelante somete sus ideas a pruebas diseñando pequeños experimentos. Al poder elaborar
hipótesis, ya no necesita disponer de casos concretos a su alrededor, así que puede desligarse
de la situación concreta tanto en el tiempo como en el espacio.

En el libro De la lógica del niño a la lógica del adolescente (1955), Inhelder y Piaget plantean a
los adolescentes diferentes problemas propios de la física newtoniana. Uno de los ejemplos más
conocidos es la tarea del péndulo.

26
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La tarea del péndulo.

En este tipo de tareas, el adolescente de las operaciones formales utiliza estructuras


cognitivas que permiten encontrar la solución, que requiere, primero, identificar cada una de
las variables que potencialmente serían la solución, y después probarlas sistemáticamente,
cambiando una de las variables al tiempo que las demás se mantienen constantes. Este
esquema se denomina control de variable, es decir, aplicar sistemáticamente la estrategia
de mantener constantes todos los factores de un determinado problema excepto uno.

Lenguaje proposicional

La capacidad para formular hipótesis, premisas o proposiciones se conoce como carácter


proposicional (Palacios et al., 2014).

Se trata, por tanto, de la capacidad de operar no solo directamente sobre objetos sino sobre
proposiciones verbales, es decir, sobre afirmaciones de lo que puede ser posible,
independientes de la realidad concreta.

El adolescente en etapa formal no comprueba experimentalmente todas las acciones posibles,


sino que las sustituye por un razonamiento expresado de forma verbal.

Naturaleza combinatoria

Consiste en la posibilidad de crear un conjunto de posibilidades con todas las combinaciones


posibles de las variables que puedan influir en la resolución de un problema.

Algunas críticas a la etapa de las operaciones formales


Con el paso de los años, se ha acumulado evidencia que ha puesto en tela de juicio algunos
postulados de la teoría de Piaget (Palacios et al., 2014).

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Para asimilar la teoría de Piaget, se puede acceder al siguiente vídeo animado que contiene
una entretenida explicación de cada una de las etapas cognitivas.

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En lo concerniente a la etapa de las operaciones formales, se ha cuestionado el momento
evolutivo en el que tiene lugar. Aunque no se ha llegado a una conclusión, sí que hay cierto
consenso científico en un aspecto: solo una minoría domina la utilización del pensamiento
hipotético-deductivo con suficiente maestría antes de los 16 años.

El mismo Piaget llegó a aceptar que el estadio del pensamiento formal tiene lugar más tarde de
lo que inicialmente había propuesto, en torno a los 15 años, y se extiende hasta los 20 (Pérez y
Navarro, 2012). Algunos autores incluso afirman que no todo el mundo alcanza este tipo de
pensamiento.

La teoría de los estadios ignora las diferencias individuales que existen entre los adolescentes y
asume que todos ellos han tenido las mismas oportunidades para desarrollarse, como, por
ejemplo, asistir a la escuela. Otras críticas tienen que ver con el hecho de que no todas las tareas
que requieren la utilización del pensamiento formal presentan el mismo nivel de complejidad, y
que dicha temática y la familiaridad del adolescente con la tarea va a repercutir en el uso o no de
este tipo de pensamiento.

Por ejemplo, un adolescente puede mostrar una gran capacidad resolviendo problemas de física,
pero tener un rendimiento mediocre en temas de informática. Uno de los aspectos que fomenta
el desarrollo del pensamiento formal es la instrucción y formación en lógica de las ciencias o
matemáticas (Martín et al., 2011).

Por último, también se ha cuestionado que la adquisición del pensamiento formal pueda
considerarse como la cúspide en cuanto a desarrollo cognitivo, pudiendo existir otros tipos de
pensamiento más elevados (Palacios et al., 2014).

Este tipo de pensamiento, llamado pensamiento posformal, está relacionado con las
interacciones entre personas y la coordinación interpersonal, más que por las interacciones con
el entorno físico (Martín et al., 2011).

El cerebro adolescente
Durante la pubertad se produce la reorganización de sinapsis que finalizarían en una mejoría de
la eficacia de circuitos nerviosos. Se va a producir un proceso de poda sináptica, lo que conlleva
una disminución de sustancia gris y un aumento de mielinización.

Este proceso va a producir un aumento en la facilidad para comunicar las distintas regiones
cerebrales corticales y subcorticales, de forma que se facilite el funcionamiento de los sistemas
morales, emocionales y cognitivos (Toro, 2010; Frith y Blakemore, 2007).

Por tanto, estamos ante un periodo de máxima sensibilidad ante las experiencias tal como se
produce en los primeros tres años de vida. Este cambio sustancial a nivel cerebral soporta el
fundamento de la teoría de Piaget con respecto a la entrada en el periodo de las operaciones
formales.

La corteza prefrontal, que es desde el punto de vista filogenético una estructura moderna, se
desarrolla en último lugar. Esta región cerebral se encarga de la atención selectiva, toma de
decisiones, planificación y de la autorregulación de la conducta humana (Goldberg, 2004), la
capacidad de controlar conductas socialmente no deseadas, así como del procesamiento de los
aspectos morales (Damasio, 2010).

28
Play

¿Cómo es el cerebro de un adolescente? En esta charla TED, la neurocientífica Sarah-Jayne


Blakemore compara la corteza prefrontal de adolescentes y adultos.

Figura 12. Córtex prefrontal en vista lateral. Imagen craneal con la zona del córtex prefrontal resaltado. Fuente:
Wikimedia.

Asimismo, se ha demostrado que la actividad de la amígdala en adolescentes (estructura


relacionada con la emoción) es mayor a la que se observa a nivel frontal (región ligada al control
cognitivo), lo cual se ha traducido como la causa de ciertos rasgos psicológicos propios de la etapa
de la adolescencia (el incremento de la búsqueda de nuevos estímulos o conductas de riesgo,
impulsividad, la preferencia por recompensas inmediatas, etc.).

A, B, C…

• Poda sináptica: proceso que elimina las sinapsis excesivas que se producen en los
primeros años de vida.
• Mielinización: recubrir los axones con una sustancia llamada mielina encargada de
proteger a las neuronas.

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Figura 13. Amígdala en imagen lateral. Imagen cerebral con la zona de la amígdala resaltado. Fuente: Wikimedia.

1.2.8. Cambios sociales derivados de la adolescencia

Los cambios psicológicos y cognitivos van a derivar en la configuración de una nueva persona con
unas características diferentes al niño de origen. Este paso de inestabilidad general deriva en un
proceso de autorreafirmación personal, en el cual se determinan nuevas relaciones y consolidan
otras antiguas, reconduciéndose y modificándose acorde a las situaciones que vive el adolescente.

Figura 14. Los cambios sociales en la adolescencia. Imagen de un grupo de jóvenes de espaldas que entrelazan sus
brazos por los hombros en señal de amistad y compañerismo.

Relaciones entre iguales


Durante la adolescencia, el concepto de amistad se va modificando hacia tendencias de mayor
intimidad y reciprocidad en las relaciones. En etapas anteriores, los niños atribuían la amistad a
aquellos iguales con los que tenían actividades compartidas; sin embargo, los adolescentes
enfatizan la importancia de las actitudes compartidas (Fuertes, Martínez y Hernández, 2001).
Mientras que los chicos suelen tener mayor necesidad de representación (logro, poder…), las
chicas suelen referir necesidades más sociales (afecto, amor, apoyo…). Además, las redes sociales
de chicos suelen ser más extensas que las de las chicas (Sánchez-Sandoval et al., 2011). Las
amistades íntimas se suelen producir en la adolescencia temprana y se suelen producir de forma
más precoz e intensa en chicas (Palacios et al., 2014).

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Las buenas relaciones con los compañeros se han asociado con un mejor ajuste emocional y
comportamental en el adolescente (Oliva, Parra y Sánchez-Queija, 2002). Además de los grupos
formales a los que pertenecen, los adolescentes suelen agruparse en grupos naturales que tienen
varias funciones relacionadas con su desarrollo (Sánchez-Sandoval et al., 2011):

• Soporte y comprensión. Puede ayudar a superar altibajos (fracasos académicos,


amorosos…).
• Sentido de pertenencia y estatus.
• Oportunidad de percibir la propia competencia.
• Apoyo instrumental para problemas prácticos (sexuales, académicos…).

Existe una tendencia a pensar en la influencia de los compañeros como negativa; sin embargo,
suelen ser presiones neutras o incluso positivas. La influencia de los amigos es mayor que en la
infancia, si bien no compite con la de los padres, más bien es complementaria. Los adolescentes
suelen imitar y toman como modelos a los que perciben como habilidosos y populares (Palacios
et al., 2014).

Nota

Las nuevas tecnologías son básicas en el desarrollo social del adolescente actual. Se ha
demostrado que mantener a los adolescentes apartados de las redes sociales a partir de las
cuales se ponen en contacto con sus iguales (Instagram, WhatsApp…) puede producir un
sentimiento de aislamiento social (Sánchez-Sandoval et al., 2011).

Con respecto a la evolución de las relaciones de grupo, en la infancia se forman pandillas


unisexuales, a partir de los cuales se empiezan a formar pandillas mixtas por interacciones de
unas con otras. Esta pandilla mixta se encargará de regular y estructurar las relaciones sociales,
y a través de ella surgirán las primeras relaciones heterosexuales, con lo que será más abierta y
heterogénea en cuanto a identidad y autoconcepto. Asimismo, condicionará las relaciones sociales
de sus miembros con respecto al resto de la sociedad: relaciones de pareja, conflictos escolares,
padres…

Por último, aparecen las parejas relacionadas entre sí, desintegrando la pandilla mixta. Con el
aumento del impulso sexual, comienzan a tener interés por establecer relaciones sexuales y de
pareja. Así, comienzan a tener sus primeras citas (sobre 12-13 años), lo que va a influir en el
grado de ajuste socioemocional y satisface cuatro necesidades (Furman y Wehner, 1994):
sexuales, de apego, de dar y recibir apoyo, y de afiliación.

Relaciones familiares
Durante la adolescencia se producen una serie de cambios en las dinámicas familiares, si bien
estos cambios no tienen por qué producir conflictos. Por ejemplo, los adolescentes suelen ser más
asertivos y pasar más tiempo fuera de casa. En general, la pubertad coincide con el periodo de
mayor conflictividad, a partir del cual comienza a disminuir. Esos conflictos familiares suelen
producirse debido a aspectos de la vida cotidiana (hora de volver a casa, forma de vestir…).

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Otro aspecto que influye es el cambio a una percepción más realista del adolescente con respecto
a sus padres, a los cuales ya no percibe como todopoderosos u omnisapientes. Su desarrollo
cognitivo permitirá que puedan argumentar mejor sus desavenencias. Por otro lado, la mayoría
de los adolescentes suelen tener una buena comunicación con sus padres, comentándoles los
temas que les preocupan (inclusive relaciones sexuales o drogas) (Palacios et al., 2014).

Por otro lado, los estilos educativos parentales influyen sobre las características de sus hijos/as
adolescentes (figura 15). Así, se pueden diferenciar cuatro tipos de estilos educativos (Palacios
et al., 2014):

1. Padres democráticos: combinan afecto y comunicación con control no coercitivo.


2. Padres autoritarios: son fríos y excesivamente controladores.
3. Padres permisivos: muestran actitudes cálidas y afectuosas, pero sin control de la
conducta de sus hijos.
4. Padres indiferentes: carecen de control y de afecto familiar.

Figura 15. Características de los hijos según estilos parentales. Fuente: Palacios et al., 2014 (adaptación)

1.2.9. El desarrollo moral del adolescente

Práctica:

El «dilema de Heinz»:

En Europa, una mujer estaba a punto de morir de un tipo especial de cáncer. Sin embargo,
existía el medicamento que los médicos pensaban que podía salvarla. Era una forma de radio
que recientemente había descubierto un farmacólogo de la misma ciudad. Resultaba caro
hacer el medicamento, pero el farmacólogo cobraba 20 000 €, es decir, diez veces el costo
del medicamento, por una dosis pequeña, que quizá le salvara la vida.

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Heinz, esposo de la mujer enferma, pidió prestado todo el dinero que pudo, unos 10 000 €,
es decir, la mitad de lo que necesitaba. Le dijo al farmacólogo que su mujer se estaba
muriendo y le pidió que le vendiera el medicamento más barato o que le permitiera pagar
después. El farmacólogo respondió: «No, yo descubrí el medicamento y voy a hacer dinero
con él». Ante esta respuesta Heinz se desesperó e irrumpió en el laboratorio para robar el
medicamento para su esposa.

Kohlberg (1927-1987) desarrolló una teoría sobre las etapas del desarrollo moral. A través
de su investigación, que consistía en la presentación de dilemas morales a grupos de niños,
adolescentes y adultos —es decir, situaciones donde no queda claro cuál es la opción éticamente
correcta o incorrecta—, llegó a la conclusión de que el desarrollo moral podía dividirse en tres
niveles. Estos, a su vez, podrían subdividirse en dos etapas u orientaciones (Woolfolk, 1999).

Play

Los adolescentes, gracias a su capacidad para crear abstracciones de la realidad, pueden


reflexionar sobre conceptos morales complejos como la libertad. Este vídeo muestra un
interesante debate entre adolescentes acerca de esta idea. Es de especial interés observar
cómo articulan sus razonamientos.

Nota

Kohlberg planteaba a sus participantes dilemas como el denominado «dilema de Heinz». Con
base en dicho dilema, ¿debió Heinz haber actuado así?

Nivel 1. Razonamiento moral preconvencional


El razonamiento moral está al servicio de las reglas impuestas por los otros y las propias
necesidades.

Etapa 1. Orientación al castigo-obediencia

Existe una serie de reglas externas que es preciso cumplir para evitar consecuencias
desagradables.

«Hay que portarse bien, si no mis padres se enfadarán y me castigarán».

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Etapa 2. Orientación a las recompensas personales

Es la filosofía de «ojo por ojo y diente por diente». Para satisfacer ciertas necesidades es necesario
comportarse de una determinada manera y así obtener ciertos beneficios. Sin el aliciente de la
recompensa, las acciones morales pierden su atractivo.

«Ayudaré a mi hermano pequeño para que así luego mis padres me dejen jugar al
ordenador».

Nivel 2. Razonamiento moral convencional


El razonamiento moral está supeditado al grado de aprobación de los demás y los valores
inflexibles de una cultura que determinan lo que es correcto o incorrecto.

Etapa 3. Orientación del buen chico - buena chica

Hay que actuar de una determinada manera para estar a la altura de las expectativas sociales y
ser aceptado por el grupo.

«Seré amable y respetuoso con mis compañeros de clase para ganarme su confianza y
admiración».

Etapa 4. Orientación a la ley y el orden

Existe una serie de leyes absolutas e inflexibles que todas las personas deben cumplir para
favorecer el orden en la sociedad.

«Nunca hay que poner en duda los criterios del juez, siempre hay que hacer lo que él diga
porque es lo correcto».

Nivel 3. Razonamiento moral posconvencional


Etapa 5. Orientación al contrato social

Se entiende que las normas son meros contratos sociales entre personas. Existen muchos puntos
de vista válidos, todos respetables.

«Hay ciertas leyes en esta sociedad que han quedado obsoletas, es necesario cambiarlas
para adaptarlas a los tiempos que corren».

Etapa 6. Orientación a los principios éticos universales

El razonamiento moral se basa en un razonamiento lógico y abstracto por el que se deduce que
existen unos principios universales válidos para todo el mundo.

«Existe una serie de derechos universales que todas las personas del mundo comparten.
Todos los individuos, más allá de sus características externas o situacionales, son
esencialmente iguales».

Según Kohlberg, durante los primeros años de la adolescencia se produce una transición de la
moral preconvencional a la convencional, en torno a los 10 años (Palacios et al., 2014,
p. 390).

34
Como se puede observar, no es extraño que la primera etapa de la moralidad convencional esté
marcada por la necesidad de adaptarse al grupo. Durante el apartado anterior sobre el desarrollo
de la personalidad, se ha visto la importancia que va adquiriendo el grupo de iguales para
determinar la imagen que el adolescente tiene de sí mismo.

Para Kohlberg, la mayoría de las personas permanecerán en la etapa convencional y solo algunos
individuos durante el final de la adolescencia o la adultez podrán entrar en la etapa
posconvencional (Palacios et al., 2014).

Algunas críticas a la teoría de Kohlberg


Aunque numerosos trabajos empíricos apoyan la teoría del desarrollo moral de Kohlberg, existen
dudas sobre la universalidad del último nivel, la etapa posconvencional, ya que pocos individuos
parecen alcanzarla en las sociedades occidentales y esto es aún más cuestionable en el caso de
otras culturas (Palacios et al., 2014). Es poco probable que el desarrollo moral ocurra de forma
unitaria en todas las dimensiones de una persona (Woolfolk, 1999).

Ejemplo:

Un adolescente puede tener claro que las leyes que regulan el medio ambiente son meros
contratos sociales y que es necesario luchar para cambiarlas, puesto que son insuficientes
para afrontar los restos de la sociedad moderna (lo que se denomina como «moral
posconvencional»). Sin embargo, el mismo adolescente, cuando está en clase, en cuanto
sienta que el profesor no le presta atención, aprovechará la oportunidad para hacer el
gamberro (lo que se denomina como «moral preconvencional»).

Otras objeciones exclusivas a esta teoría tienen que ver con el hecho de que este autor muchas
veces no realizó una distinción entre convencionalismos sociales y temas morales. Las
convenciones sociales son reglas implícitas que regulan ciertos comportamientos (Woolfolk,
1999). En este sentido, Turiel (1998) diferenciaba entre el campo moral (temas referentes a la
imparcialidad o a la justicia, como robar, mentir o matar) y el campo social (reglas que implican
relaciones entre personas, como ser educado o llevar ropa adecuada).

35
e.moti.on

«Tu hijo está a punto de morir porque ha sido diagnosticado con una enfermedad terminal.
Existe una posibilidad de salvarlo, pero es cara y el seguro no la cubre. Desesperado, irrumpes
en el hospital con una pistola y obligas a los médicos a practicarle la intervención». Es el
argumento de la película John Q, que bien podría ser el enunciado de un dilema con el que
Kohlberg evaluaba a sus sujetos.

Ejemplo:

En una cultura, comer con las manos puede ser algo aceptable e incluso natural. En países
como España, generalmente, esto es visto como un signo de rudeza y mala educación. Sin
embargo, esto no merece muchas consideraciones éticas. Las verdaderas preocupaciones
morales giran en torno a otros temas como, por ejemplo, la violencia, el hurto o el asesinato.

Cuando Kohlberg realizó su investigación sobre moralidad, utilizó principalmente a varones como
sujetos. Por tanto, no es de extrañar que las críticas estén relacionadas con este punto. Gilligan
(1936-actualidad) propuso un modelo alternativo que diese cuenta de las diferencias de género.

Nota

Gilligan presentaba a los participantes dilemas como el siguiente:

«El puercoespín necesitaba una casa para el invierno y se fue a vivir con los topos. Sin
embargo, estos se dieron cuenta de que las púas les pinchaban y eran molestas. ¿Qué
deberían hacer?».

Como resultado, las niñas buscaban soluciones que respetaran y no lastimaran a ninguno de
los dos animales.

Algunas críticas a la teoría de Kohlberg (II)


Tras su investigación con mujeres y niñas, encontró que, mientras que los varones estaban más
interesados por el concepto abstracto de justicia, las mujeres se preocupaban más por las
relaciones interpersonales y la responsabilidad a la hora de satisfacer las necesidades de los
demás (Palacios et al., 2014).

36
Esto llevó a la autora a confeccionar un modelo que tuviera en cuenta las etapas de desarrollo
moral de las mujeres (véase tabla 4). Es importante destacar que este modelo no cuenta con un
apoyo científico suficiente, ya que no se han encontrado diferencias sustanciales entre hombres
y mujeres. Ambas perspectivas, la centrada en la justicia y la centrada en los demás, parecen
tener cabida en ambos géneros.

Etapa Descripción

Nivel preconvencional Preocupación por la propia supervivencia y el


propio interés.

Nivel convencional Preocupación por agradar a los demás en


detrimento del interés propio.
Búsqueda del equilibrio entre responsabilizarse
del cuidado de los otros y permanecer leales a
sus valores y cubrir sus propias necesidades.
La adolescencia puede ser un periodo
especialmente estresante en la búsqueda de
este equilibrio, puesto que se observa que el
interés hacia el prójimo no está lo
suficientemente valorado en esta sociedad y sí
otros aspectos, como la competitividad y el
éxito.

Nivel posconvencional Las mujeres adolescentes y adultas alcanzan


este equilibrio, pero es muy difícil llegar hasta
aquí.
Se desarrolla una perspectiva universal de la
mujer como persona capacitada que ha de
intervenir activamente en la toma de
decisiones.

Tabla 4. Niveles de desarrollo moral de la mujer según Gilligan. Fuente: Palacios et al., 2014, p. 488 (adaptación).

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Resumen

En esta unidad se han estudiado las características del adolescente desde el punto de vista de la
psicología del desarrollo, así como las teorías que las apoyan. Todos estos cambios que se
presentan en el adolescente componen el desarrollo por determinar un ser nuevo, dejando atrás
al niño que se era, para dar paso a un «yo» más maduro, personal; en resumen, definirse como
ser independiente con una personalidad propia.

Llega más lejos

En este enlace, encontrarás actividades de autoreflexión y valoración personal que te pueden


ayudar a analizar y comprender el proceso de la adolescencia desde la propia vivencia
personal.

Play

«Mil ochocientos millones de personas entre los 10 y los 24 años tienen el futuro del planeta
en sus manos». ¿Existe una comunicación real entre los adolescentes y sus padres? Este
vídeo servirá para reflexionar sobre la importancia del diálogo entre generaciones.

Figura 16. Adolescentes felices. Imagen de un grupo de jóvenes de espaldas que entrelazan

38
Cambios biológicos

La producción de nuevas hormonas provocará una serie de cambios en el cuerpo de los niños
y las niñas. Esto, a su vez, acarreará una serie de repercusiones a nivel psicológico, a las que
el adolescente deberá enfrentarse. Su capacidad para ajustarse a la nueva situación dependerá
en gran parte del momento en que tenga lugar su maduración, el género y el apoyo de sus
seres queridos.

Cambios cognitivos

Están caracterizados por la aparición del pensamiento abstracto y el razonamiento hipotético-


deductivo. El adolescente pondrá a prueba hipótesis que elaborará acerca del funcionamiento
del mundo. Esta nueva capacidad de razonamiento traerá consigo, también, una serie de
distorsiones en el pensamiento.

Cambios psicológicos

Se han tocado los temas del autoconcepto, la autoestima y la identidad, que, a pesar de estar
estrechamente relacionados, guardan algunas diferencias clave. La formación de una
personalidad estable por parte del adolescente está estrechamente ligada a su relación con los
iguales. El resultado que alcance durante la exploración de la identidad acarreará una serie de
consecuencias para su bienestar psicológico.

Cambios sociales

Por un lado, se ha abordado el concepto de amistad y cómo evoluciona el grupo mediante


pandillas unisexuales y mixtas hasta formar las primeras parejas, así como el reflejo de los
cambios en las relaciones familiares que se producen durante la adolescencia. Por otro lado,
abordamos el desarrollo moral, en el que se expone cómo el comportamiento del adolescente
vendrá determinado por su capacidad de llevar a cabo razonamientos sobre aquello que es
correcto e incorrecto. Dependiendo del grado de madurez que haya adquirido, podrá obedecer
únicamente a castigos o recompensas o, por el contrario, habrá entendido la importancia de
las leyes, la convivencia o los valores universales.

Cambios morales

Dependen del desarrollo del adolescente, que va a configurar su funcionamiento frente a la


sociedad y los valores que va a perseguir.

39
Mapa de contenidos

40
Recursos bibliográficos

Bibliografía básica

Palacios, J., Marchesi, Á. y Coll, C. (eds.). (2014). Desarrollo psicológico y educación. 1.


Psicología evolutiva. Alianza Editorial.

Papalia, D. E., Olds, S. W. y Feldman, R. D. (2009). Psicología del desarrollo. De la infancia a


la adolescencia (11.ª ed.). McGraw-Hill.

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nacimiento a la vejez. ECU. http://ebookcentral.proquest.com/lib/mediaui1sp/detail.action?do
cID=3205511

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Bibliografía complementaria

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Otros recursos

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Aprendemos Juntos 2030. (29 de mayo de 2020). Versión completa. Episodio 1. A mi yo


adolescente: generaciones. David Trueba, cineasta y escritor. [Vídeo]. YouTube.
https://youtu.be/GA7fpv84tWA

Aprendemos Juntos 2030. (19 de junio de 2020). Versión completa. Episodio 4. A mi yo


adolescente: libertad. Gregorio Luri, filósofo y profesor. [Vídeo]. YouTube.
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1601yv=3DbtHuvVzLQyfeature=emb_logo

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TED. (1 de octubre de 2012). Amy Cuddy. El lenguaje corporal moldea nuestra identidad.
[Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=Ks-_Mh1QhMc

TED. (7 de junio de 2019). How to build your confidence and spark it in others. Brittany
Packnett. [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=b5ZESpOAolU

TED. (7 de septiembre de 2012). Sarah-Jayne Blakemore. El misterioso funcionamiento del


cerebro adolescente. [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=6zVS8HIPUng

Ted-Ed. (12 de enero de 2016). How menstruation works. Emma Bryce. [Vídeo]. YouTube.
https://youtu.be/ayzN5f3qN8g

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