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ORIENTACIONES PARA CORREGIR LOS ERRORES DE LECTURA DEL

ALUMNADO.

1.-LECTURA MECÁNICA (Se dedicará un espacio diario a la lectura de un


cuarto de hora –individualmente con el profesor o con otro compañero-
siguiendo estas tareas):

 Lectura repetida de un mismo texto: el niño/a lee repetidamente un


texto corto significativo hasta que alcance un predeterminado nivel de
fluidez lectora. Una vez que lo alcanza se repite el procedimiento con
un nuevo texto de características distintas, ya que el uso de textos
variados es más efectivo que practicar con un solo tipo de textos. Se
puede tener un gráfico con los resultados de la lectura individual en el
que pueda ver sus avances en lectura, lo cual afectará positivamente
su motivación.

 Lectua en sombra: lectura conjunta y simultánea de un texto en voz


alta, por el alumno y el profesor o por el alumno y un compañero.

 Listas de palabras y frases, que se leerán repetidamente,


seleccionadas de un texto que se va a leer luego. El orden es
aleatorio en cada ensayo y el entrenamiento termina cuando el niño/a
es capaz de leer la lista a una velocidad adecuada. Después se le
presenta el texto que contiene esas mismas palabras o frases, que ya
son familiares y, por tanto, el reconocimiento de las palabras será
mucho más fluido, lo que le permitirá dedicar más recursos cognitivos
a la comprensión. Una variante más fácil de este ejercicio: antes de
leer el texto se le subrayan estas palabras (las más largas, las más
difíciles, las desconocidas, aquellas en las que pensamos que va a
tener más dificultades). Una vez subrayadas, pedirle que las lea
repetidas veces hasta que las lea con fluidez. Posteriormente, leerá el
texto.

Los pasajes elegidos al principio deben ser cortos, para ir


alargándolos a medida que el niño/a progresa.

 Lectura de listas de palabras (primero de tres sílabas y,


progresivamente, de más sílabas) y de seudopalabras (palabras
perecidas a otras pero que no existen, por ej. “tamuen”, “sancre”...).
Explicarle que hay palabras reales y otras que no lo son, para que
vaya leyendo sin equivocarse y vaya identificando las que no
son reales. Esto ayuda a favorecer la concentración y a leer las
palabras desconocidas para él sílaba a sílaba, sin inventarse
palabras. Esta actividad favorece que se acostumbre a leer la
palabra entera, sílaba a sílaba.

 Lectura imitativa: el profesor/a lee previamente el texto mientras el


niño/a lo sigue en silencio.

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 Leer un texto que haya leído varias veces y en el que conozca bien
las palabras (o no sean palabras muy difíciles de leer), pidiéndoles
que preste atención a los signos de puntuación, separando bien
las frases que lee y dándoles la entonación adecuada.

 Ejercitar el reconocimiento rápido de sílabas y palabras de uso


muy frecuente y del entorno del niño/a. También reconocimiento
de las partículas de enlace como artículos, pronombres, conjunciones
o preposiciones más frecuentes (un, una, el, para desde, antes,
nunca, ese, aquel, este, con, del, al...). Puede ser de utilidad hacer
un listado con este tipo de palabras y presentárselas al alumno/a
tapándolas y destapándolas, mediante una ventana, de forma que
cada vez se deje menos tiempo la palabra ante la vista del niño/a y
vaya leyéndola automáticamente, de un golpe de vista.

 Actividades de deletreo: Dada una palabra oralmente, el alumno/a


la descompone en sus letras y luego la lee.

 Enlentecer totalmente las lecturas del niño/a cuando sea la primera


vez que lee el texto. Posteriormente, cuando lo domine, animarlo a
leerlo más rápido.

Para trabajar todos estos aspectos, es muy importante partir de las


siguientes premisas:

-Indicar y explicar al niño/a cual es exactamente la dificultad que


presenta (“lo que te ocurre es...”).

-El niño/a debe saber en cada momento el objetivo que se


pretende con lo que se trabaja, para que él mismo vaya siendo consciente de
sus progresos.

-Explicarle los pasos a seguir para corregir estos problemas, de


modo que el niño/a sepa el porqué de cada ejercicio.

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