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Enciclopedia
Internacional de las
CIE,NCIAS SOCIALE,S

Dirigida por
DAVID L. SILLS

voLUMEN 7

A
AGUILAR
edición española
@ aguilar s a de ediciones 1975 juan bravo 38 madrid
depósito legalbi 46-tglq (l)
primera edición r975
ISBN 84-o3-r8996-6 (obra completa)
ISBN 84-o3- r 8zr8-X (volumen 7)
printed in spain impreso en españa por artes gráficas grijelmo s a
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@ crowell collier and macmillan inc 1968
international encyclopedia of the social sciences
the macmillan company and the free press new york

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crowell collier and macmillan inc
MITO Y SIMBOLO

1908 Gold, Prices, and Wages Under the Greenback Standard. Uni- exploradas. Van Gennep propuso una progresión de
versity of California Publications in Economics, Vol. 1. Berkeley : tres etapas rituales Sucesivas: separación, transición (o
Univ. of California Press.
r50 (1912-1936) 1937 Arr of
The Backward Spending Money, and Other
limen) e incorporación. La etapa liminal plantea mu-
Essays. New York: McGraw-Hill. chos problemas culturales y estructurales. Durante el
l9l3 Business Cycles. Berkeley: Univ. of California Press. + La periodo liminal el individuo o grupo sometido a ritos
parte 3 la reimprimió University of California Press en 1959 con de paso no se encuentra ni aquí ni allí, sino en el limbo.
el título Business Cycles and Their Causes. El iniciando ya no es el titular de una posiciôn social
(1915) 1938 The Making ønd Using of Index Numbers. 3.e ed. U.S.
Bureau of Labor Statistics, Bulletin No. 656. rù(/ashington: Go-
culturalmente definida y tampoco ha pasado aún a
vernment Printing Office. ocupar otra. Cuando todo un grupo social se halla en
1927 Business Cycles: The Problem and lts Setting. National Bu¡eau transiciôn ritual, se observa con frecuencia una anula-
of Economic Research, Publications, No. 10. New York: The ción o invalidación de la ordenación característica de
Bureau. las posiciones especializadas e interdependientes que
1929 Testing Business Cycles. National Bureau of Economic Re- componían su estructura prerritual, pero su estructura
search, Bulletin 31.
1935 MrrcHorr, Wrsrrv C.; y BunNs, Anrnun F. The National posritual no se ha configurado todavía. No es que los
Bureau's Measures of Cyclical Behavior. National Bureau of periodos liminales prolongados que en las sociedades
Economic Research, Bulletín 57. ágrafas van marcados por ritos colectivos carezcan de
1938 MrtcHnrr, rù(/nsrrv C.; y BunNs, ARTHUR F. Statistical Indi- estructura, sino que más bien se produce una simplifi-
cators of Cyclical Revivals. National Bureau of Economic Re- cación y generalización de esta. Las complejidades de
search, Bulletin 69.
1946 BuRNs, ARTHUR F.; y MrrcHerI-, WESLEv C. Measuring Busi- la estratificación y la segmentación se reemplazan por
ness Cycles. National Bureau of Economic Research, Studies in la oposición entre instructores e instruidos: con fre-
Business Cycles, No. 2. New York: The Bureau. cuencia la situaciôn interestructural es también una
1951 ll/hat Happens During Business Cycles: A Progress Report. situación formativa. Los iniciadores se enfrentan colec-
National Bureau of Economic Research, Studies in Business tivamente con los iniciandos, y entre estos últimos
Cycles, No. 5. New York: The Bureau. - Obra pôstuma.
suele haber absoluta igualdad social. Las distinciones
BIBLIOGRAFIA COMPLEMENT.ARIA prerrituales de parentesco, riqueza, rango social o edad
quedan temporalmente invalidadas.
BuRNs, ARTHUR F. 1951 Mitchell on What Happens During Busi-
ness Cycles. Págs. 3-14 en Conference on Business Cycles, New
En correlación con estos cambios estructurales, los
York, 1949, Conference on Business Cycles. New York: National simbolos de la transición representan a menudo ideas
Bureau of Economic Research. - El <Comentarior de Jacob tales como las de muerte y nacimiento. La pérdida de
Marschak y la réplica de Arthur F. Burns figuran en las pági- la posición prerritual o del orden estructural se inter-
nas 14-33. preta como (muerte)); la evoluciôn hacia una nueva
Bunxs, AntHun F. (dir. de ed.) 1952 Wesley Clair Mitchell: The
Economic Scientist. National Bureau of Economic Research, Pu-
posiciôn o estructura, como (nacimiento,¡ o <,infanciau.
blications, No. 53. New York: The Bureau. + Contiene una lista La pérdida de la posición puede simbolizarse con la
de las publicaciones de Mitchell. desnudez ritual, y la homogeneidad del grupo social
DonrueN, JosnnH 1949 The Economic Mind in American Civiliza- puede subrayarse mediante un adorno o vestido ritual
tion. Yol. 3. New York: Viking. - Véanse especialmente las uniforme. La actitud pasiva de los iniciandos de sexo
pâginas 455-473, sobre Mitchell.
HANSEN, ArvIN H. (1951) 1964 Business Cycles and National Inco-
masculino puede simbolizarse con el uso de prendas
me. Expanðed ed. New York: Norton. - Véanse especialmente femeninas. La ausencia de distinciones sociales se
las págs. 394-410, sobre la obra de Mitchell. puede hacer ver, además, mediante la adopción de
actitudes que expresan humildad o decorando el cuer-
po con tieira o èenizas. La invisibilidad social de los
MITO Y SIMBOLO iniciandos puede indicarse mediante su segregación
total o parcial del ambiente y las circunstancias de la
Los mitos refieren a los orígenes) pero derivan de
se vida secular, mediante la imposición del silencio du-
las transiciones. Al hablar de r,mills,r no me refiero, por rante periodos prolongados o con extraños disfraces.
supuesto, a los Märch¿n, cuentos de hadas, cuentos La,transiciôn es, pues, un periodo de empobreci-
populares, Sagen, o leyendas, sino a las narraciones miento estructural y de enriquecimiento simbólico. Es
sagradas que tratan, como dice Stith Thompson, (de esencialmente un periodo de retorno a los primeros
seres sagrados y de héroes semidivinos y del origen de principios y de evaluación del patrimonio cultural. En-
todas las cosas) normalmente por mediaciôn de estos contrarse fuera de una posición social determinada,
seres sagrados,) (1946, pág. 9). Los mitos relatan cómo dejar de tener una perspectiva específica es, en cierto
una situación pasó a ser otra, cómo se pobló un mundo sentido, tomar conciencia (al menos potencialmente)
despoblado, cómo se transformó el caos en cosmos, de todas las posiciones y su ordenación y tener una
cómo los inmortales se hicieron mortales, cómo apare- perspectiva total. Lo que convierte el conocimiento
cieron las estaciones en un clima que carecía de ellas, potencial en gnosis real es la instrucción. La instruc-
cómo la unidad primigenia de la humanidad se escin- ción adopta varias formas: se comunica en parte me-
diô en una pluralidad de tribus o naciones, cómo seres diante la exhibición de objetos sagrados que se mues-
andróginos se convirtieron en hombres y muieres, etc. tran y explican a los iniciandos, a veces con la ayuda
Los mitos son fenómenos liminales.' suelen relatarse en de mitos sagrados, y en parte bajo la forma de una
un tiempo o en un lugar que está (entre una cosa y formación moral directa, aunque esto último ocurre
otra)). raramente en los rituales primitivos. En muchos casos
los conocimientos se transmiten por medio del recitado
El mito como fenórneno liminal de narraciones míticas. Conviene recordar que, como
todos los procesos y fenómenos rituales, estos objetos
Cuando Arnold van Gennep generalizó la estructura sagrados, esta gnosis y estos mitos tienen, para quienes
del proceso de los ri¡¿s de passage (1909) abrió muchas creen en ellos, una eficacia ontolôgica, es decir, trans-
vías de investigación que aún no han sido plenamente forman o (recrean)) a quienes los ven o escuchan, y
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alteran de tal modo el ser del iniciando que este ad- extrañas y aterradoras. Sin embargo) esta ausencia de
quiere la capacidad de realizar las actividades propias limites se ve restringida-aunque nunca sin una sensa-
de la nueva posición que ha de asumir. No se trata de ción de azar-por la conciencia de que se trata de una r5r
una simple reestructuración cognitiva ni de una legiti- situación excepcional y por una definición de ella que
mización ritual de la nueva condiciôn social del inician- establece que los ritos y mitos deben ser relatados en
do; alos ritos y símbolos se les atribuye más bien una un orden prescrito y en una forma simbólica más que
especie de poder salvador. Sin el aspecto ontológico el literal. El propio símbolo que expresa, al mismo tiem-
iniciando estaria <perdido,r, no sería capaz de realizar po refrena; a través de la mímesis se produce la dra-
siquiera los actos fisicos correspondientes a su nuevo rr,aÍizaci1n-más que la manifestación-de un impulso
estatus ni el componente ritual del mismo. Así, p. ei., que tiene una motivación biológica) . pero que es re-
para los bemba, si una niña no se ha <transformado,r prensible social y moralmente.
ritualmente en mujer, muchos aspectos de la sexuali-
dad adulta serían peligrosos para ella (Richards 1956). La <realidad> de los mitos
Así, pues, el conocimiento, incluso el impartido por el
mito, tsalva,>. Muchas autoridades en esta materia han subrayado
Aun cuando los mitos no estén vinculados a ritos, la realidad de los mitos por contraposición a sus aspec-
son de carácter lirrrinal. La mayor parte de ellos tienen tos fantásticos o irreales. Malinowski, p. ei., señaló que
una referencia genética o critica. No son meros inven- el mito <tal como existe en una comunidad primitiva>
tarios o reglas de conducta, sino que explican cómo las no es simplemente <,una historia contada, sino una rea-
cosas han llegado a ser /o. que son. Aluden, además, lidad vivida,¡. No es <una fábula vana, sino una fuerza
directa o indirectamente, a las crisis biológicas de la activa)) (Í92511948, págs. 100-l0l). Jung afirmó que
vida (nacimiento, matrimonio, enfermedad y muerte) y <la mentalidad primitiva no inventa mitos, los experi-
también a los cambios ecológicos y climáticos que siem- menta)). Los mitos son <todo menos alegorías de proce-
pre traen aparejada una reestructuración de las relacio- sos fisicos... Los mitos... tienen un significado vital...;
nes sociales, con la posibilidad de conflicto y desorden. no representan simplemente la vida mental de una
La conocida amoralidad de los mitos está estrechamen- tribu primitiva, sino que son esa vida, que inmediata-
te conectada con su influencia existencial. El mito no mente se desintegra y declina cuando pierde su legado
describe lo que se debe hacer; expresa lo que tiene que mitológico,> ([1909-19461 1953, pág. 314). Y Mircea
ser. Los ritmos y resultados de la biología y del clima Eliade, por su parte, dice que el mito <consiste siempre
son amorales y extralógicos, aunque tengan forma y en el relato de una creación: se cuenta cómo se efectuó
orden. Para obtener poder, el que participa en un ritual algo, cómo comenzó a ser. Por eso el mito está vincu-
o el que cree en el mito (y que representa sus episodios lado a la ontología; no habla sino de realidades, de lo
en la imaginación identificándose con sus personajes) que sucedió realmente, de lo que se ha manifestado
debe realizar o fingir que realiza actos o simulacros de plenamente,> (tl9571 1959, pâg. 95). Ahora bien: para
canibalismo, asesinato, adulterio o incesto, ya que los cada uno de estos autores, realidad o experiencia tienen
procesos generativos de naturaleza interna y externa se diferentes significados. Malinowski pretendía ante todo
manifiestan en forma más directa en ese comporta- relacionar los mitos de los trobriandeses con su expe-
miento. El simbolismo liminal, tanto en sus expresio- riencia social y cultural. De este modo, los mitos con-
nes rituales como en las míticas, está plagado de trans- forme a los cuales los antepâsados de los clanes habían
gresiones directas o figuradas de las reglas morales que surgido de agujeros en el suelo se relacionaban con
rigen la vida secular: p. ej., los sacrificios humanos, la rasgos topográficos reales, con la distribución de los
antropofagia y las uniones incestuosas entre dioses o clanes y con las formas de parentesco y la estratifica-
sus representantes humanos. Por eso, la teoría de que ción social. Por <realidad'r entendía Malinowski que los
los mitos son paradigmáticos (Eliade 1957) o de que mitos son modelos de las instituciones sociales existen-
proporcionan antecedentes y sanciones para las reglas tes. Aunque hicieran referencia a seres ficticios, sus
sociales y morales (Malinowski 1925) requiere ciertas elementos concordaban punto por punto con las for-
matizaciones. Los mitos y los ritos liminales no deben mas sociales y culturales, que eran los aspectos reales
considerarse como modelos para la conducta secular. de la experiencia de los trobriandeses. Jung, por el
Tampoco deben entenderse como narraciones admoni- contrario, no consideraba los mitos como modelos de
torias, como modelos negativos que no se deben imitar. las instituciones culturales, sino como <realidades psi-
Se les considera más bien como grandes o profundos cológicas,r, como expresión de los <arquetipos,¡ o <imá-
misterios que ponen temporalmente al iniciando en genes primordialesr del <inconsciente colectivo,r. Son
estrecho contacto con las fuerzas generadoras primarias reales en el sentido de que representan formas o mo-
o primordiales del cosmos, cuyos actos, más que trans- delos heredados (según el concepto platónico de las
gredir, trascienden las normas de la sociedad humana ideas) presentes en todos los seres humanos. Al princi-
secular. En los mitos hay una libertad ilimitada, una pio estas formas carecen de un contenido mental espe-
libertad de acción simbôlica que se niega al que ocupa cífico, y este contenido lo proporciona cada cultura.
un puesto en una estructura social y ha de respetar las Los mitos dan <una ubicación local y un nombre,> a
normas. Lo que el iniciando busca en los ritos y los estas formas generales y les dan <,realidad,¡ manifestán-
mitos no es un exemplum moral, sino más bien la facul- dolas a la conciencia.
tad de trascender los límites de su estatus anterior, Por <,realidad> entiende Eliade <realidad sagrada'r,
aunque sepa que debe aceptar las restricciones norma- puesto que, según dice, <lo søgrado es lo reøl por exce-
tivas del nuevo. La situación liminal es potencialidad lencia> (|95711959, pág.95). Su análisis gira en torno
pura, donde todo puede suceder, donde el desenfreno a la distinción entre.lo sagrado y 1o profano. Para é1, lo
es normal, incluso normativo, y donde los elementos de sagrado es sui generis; al igual que das Heilige de Ru-
la cultura y la sociedad se liberan de sus configuracio- dolf Otto, lo sagrado se presenta como algo que no es
nes habituales y se vuelven a combinar en imágenes ni humano ni cósmico..., una realidad de un orden
f-
MITO Y SIMBOLO

completamente distinto de las realidades <rnaturalesu (o conocer la estructura de esa situación cultural, y comor\
<,profanas,r)...) saturada de ser..., equivalente a una en cierto sentido, es también una preparación para una
r52 <,fuerzat,. El mito es (una historia sagrada,> (y, en con- nueva situaciôn, es imprescindible conocer las propie-
secuencia, (saturada de ser... y de fuerzaD), y (relatar dades, condiciones y características estructurales de esa
una historia sagrada equivale a revelar un misterio, situación. La transiciôn se orienta hacia la universali-
pues los personajes del mito no son seres humanos: son dad, pero nunca la alcanza; una cultura la rodea en el
dioses o héroes civilizadores, y por esta razôn sus j,estd espacio y en el tiempo e invade su reducto más íntimo.
constituyen misterios; el hombre no los podría conocer Sus mismos sacra llevan la marca de una determinada
si no le hubieran sido reveladosr (ibid., pág. 95). No cultura con su historia propia.
podemos penetrar con este lenguaje teológico los pro- Factores psicogénicos. Sin embargo, debido a que
cesos que sustentan a los mitos. A juicio de Eliade, 1o la transición y el mito sagrado, que es uno de sus
sagrado o el reino de lo sagrado nos es inaccesible salvo fenómenos, tienden hacia la universalidad, hacia la
en la medida en que este quiera revelársenos en las disolución de disposiciones estructurales específicas,
analogías del simbolismo mítico o ritual. hay una rica manifestación de contenidos psiquicos
Es decir, que para Malinowski la <realidadl como que de otro modo quedarían sin expresar a causa de la
atributo del mito es cultural; para Jung, psicológica, y preocupación por actividades pragmáticas o reguladas
para Eliade, espiritual (como lo es efectivamente para por normas. En muchas culturas, los momentos crucia-
nuestros intérpretes primitivos). Sin embargo, si el les del ciclo vital-nacimiento, pubertad, matrimonio y
mito es simplemente un modelo o precedente para la muerte-han motivado una iniciaciôn ritual, y como
continuidad de ritos y costumbres, tiene asimismo ca- estas crisis están íntimamente ligadas a las experiencias
racteres sobrenaturales y numinosos; si es un conjunto y relaciones de la familia nuclear, es posible que la
de arquetipos, guarda además una relación estrecha doctrina freudiana y neofreudiana pueda aclarar los
con las instituciones y relaciones culturales y sociales componentes semánticos inconscientes del simbolismo
específicas; y si es <,una irrupción de lo sagrado, de liminal, especialmente en la medida en que estos repre-
energía creadora en el mundo..., un excedente de sus- senten ael retorno de lo reprimido,>. Los jungianos,
tancia ontol6gíca,> (ibid., pá8. 97), presenta también cuya terapia se basa en la interpretación de los símbo-
una diversidad de interconexiones culturales y psicoló- los proyectados por el <,inconsciente colectivo,r baio la
gicas profanas. presión de una crisis de madurez, podrían descubrir en
las relaciones entre el ritual y las crisis que se dan en
las sociedades primitivas una justificación para el em-
Análisis del simbolismo y de los ritos liminales pleo de sus procedimientos analíticos.
El contexto social y cultural. Posiblemente la El propio Jung afirmó sin reservas que los mitos son
mejor manera de enfocar el problema de descifrar la antes que nada manifestaciones psíquicas que repre-
clave de los mitos sea Ia aía negativa que representa la sentan la naturaleza de la psique. Todos los mitos
fase liminal de los ritos de iniciación. Pero para efec- relacionados con fenômenos naturales, como el verano
tuar este análisis correctamente debemos tener en cuen- y el invierno, las fases de la luna y las temporadas de
ta todo lo que Malinowski dice acerca de la necesidad lluvias, no son ciertamente alegorías de esas experien-
de estudiar estos ritos en su contexto. Este contexto es, cias objetivas, ni deben entenderse como explicaciones
en todos los casos, un medio social: una estructura de del amanecer, de la puesta de sol o de otros fenómenos
posiciones sociales y un conjunto de mecanismos e naturales; más bien son expresiones simbólicas del
instituciones culturales. El mito o rito de iniciación se drama psíquico interior e inconsciente que se hace
debe examinar, además, como un componente de un accesible a la conciencia humana por proyección, es
sistema total de prácticas y creencias religiosas. Sus decir, al verse reflejado en los fenómenos de la natura-
símbolos y episodios, subdivididos en unidades tales leza (Jung 1909-1946). Esta interpretaciôn psicogénica
como significatq eT.apas) palabras, frases, motivos, per- lineal del mito niega a la cultura todo papel formativo
sonae, objetos y relaciones y los principios y temas en su simbolismo. Excluye también la variedad intelec-
subyacentes, deben relacionarse con los hallados en tualista de las interpretaciones psicogénicas preconiza-
otras partes del sistema religioso total. Luego, las pro- da actualmente por Lévi-Strauss, que sostiene que los
piedades y estructura del sistema religioso deben com- mitos y otras manifestaciones religiosas contienen ideas
pararse y contrastarse con las de otros subsistemas que <dan acceso al mecanismo del pensamiento,r. Los
culturales, p. ej., el sistema de parentesco, y los siste- mitos <pertenecen al ámbito del conocimiento, y las
mas económico, jurídico y político. En otras palabras, demandas a que responden y la manera en que tratan
debemos buscar parte del significado de un mito en las de satisfacerlas son, primordialmente, de tipo intelec-
caracteristicas de su contexto cultural, contexto que tualr ([1962] 1963, pá9. 104). Lévi-Strauss ve en los
tiene muchas dimensiones. Tampoco debemos descui- fenómenos religiosos primitivos <,la aparición de una
dar la dinámica de esa cultura: hay que considerar los lôgica que opera por medio de oposiciones binarias y
ritos y los mitos como fases de los procesos sociales que coincide con las primeras manifestaciones del simbolis-
se ejecutan o narran en momentos significativos del mo)); y en las metáforas-que desempeñan un impor-
ciclo estacional, con ocasión de las crisis de la vida del tante papel en el mito-, (una forma primaria de pen-
individuo o del grupo, cuando se producen catástrofes samiento discursivo,> (pá,5. 102). Destaca sobre todo <la
naturales-hambre, sequía, inundaciones y epide- lógica de las oposiciones y correlaciones, exclusiones e
mias-, o en las crisis provocadas por la transgresiôn inclusiones, compatibilidades e incompatibilidades,r,
de leyes o la acción <pecaminosa,r. Para poder decir con que) a su juicio, <explica las leyes de asociaciónD que se
Çerfeza lo que es este o aquel fenómeno liminal hemos observan en el simbolismo y en el discurso mítico y
de saber lo que no es. No es la situación cultural que ritual. Cuando Lévi-Strauss analiza los mitos, su obje-
le precede o que le sigue, pero como es, en cierto tivo principal es revelar la austera estructura de esta
sentido, la antítesis de lo que le precede, hemos de lógica detrás de su velo simbólico y extravagante.
MITO Y SIMBOLO

En general los psicólogos pondrían reparos a la in- de mitos que pone de relieve muchos aspectos de lâ
troducción de la lôgica en este terreno. Sostienen que liminalidad es el representado por los cuentos de em-
en el pensamiento inconsciente pueden coexistir ideas baucadores, que están muy difundidos. Son numerosas r53
lôgicamente incompatibles e incluso reforzarse recípro- las publicaciones especializadas sobre estos personajes
camente en una situación determinadar y gue los sím- (véase, p. ej., Radin 1955; Dumézíl 1948; $Øescott
bolos pueden tener muchos referentes inconexos. Los 1962; Herskovits 1938). Entre ellos fìguran el dios
seguidores de Pareto también dirían que hay que dis- griego FIermes, el dios Loki de los escandinavos, la
tinguir los símbolos no lógicos o no racionales de los deidad yoruba Eshu-Elegba, el rJl¡akdjunkaga de los
símbolos lôgicos, y que los primeros constituyen una winnebago y muchos otros. Los embaucadores son cla-
clase cuyos componentes derivan su forma y contenido ramente personalidades liminales (hombres marginales
semántico de procesos bióticos y culturales de tipo no o de umbral). Joan \ùØescott, p. ej., describe el Eshu-
cognitivo; los símbolos lógicos son concebidos en la Elegba de los yoruba en los siguientes términos: <[Es-
mente consciente, como 1o fue Pallas Atenea en la ca- hu] es descrito como un espíritu vagabundo sin hogar
beza de Zeus. Los símbolos no lógicos representan la que vive en el mercado, en las encrucijadas y en los
huella dejada en la conciencia por factores externos o umbrales de las casas. Está preserìte allí donde hay
subliminales a ella. Estos símbolos pueden convertirse disturbios y también donde quiera que haya cambio y
ulteriormente en objetos de reflexión, y de ellos pue- transición,> (1962, páe. 337).
den derivarse por abstracciôn muchos símbolos lógi- En términos muy semejantes, FIermes, como mensa-
cos.'Pero no son generados por la conciencia ni se jero de los dioses, habita en las encrucijadas, en los
interrelacionan según las leyes de la lógica. Muchos lugares públicos y portales, y se asocia con el comercio.
símbolos míticos y rituales pertenecen a la categoría de Es una criatura invencible, bien dotada de las faculta-
los símbolos no lógicos y, en consecuencia, no es posi- des de la naturaleza y del instinto. La mayoría de los
ble analizarlos como si operaran con arreglo a las reglas embaucadores no tienen un sexo definido: en varios
de la lógica. relatos míticos, Loki y $Øakdjunkaga se transforman
La dinárnica cultural de los ritos. Muchos de en mujer, y Hermes fue representado muchas veces
estos dilemas pueden resolverse tomando como punto en la estatuaria como hermafrodita. En otras ocasio-
de partida la dinámica cultural de los ritos. Aquí en- nes aparecen con exageradas características fálicas: a
contramos algo más que la distinciôn entre lo profano Flermes se le simboliza por la herma, el caduceo y la
y Io sagrado. En la etapa liminal de los ritos de paso escultura itifálica; Wakdjunkaga tiene un pene muy
hallamos no solo lo sagrado, sino lo más sagrado. Y, largo que se enrosca en torno a él y se coloca sobre
paradójicamente, aqui es donde se encuentra también su hombro en una caja; Eshu lleva en algunas escul-
lo más humano, lo demasiado humano. En esta etapa turas un peinado curvo tallado en forma de falo. En
hallamos en particular una radicación crucial de ideas la mayoría de estos cuentos hay muchos episodios
y símbolos en el cuerpo humano y en sus procesos escatológicos e incluso coprofágicos que ejemplifican
somáticos. El cuerpo (con sus ritmos inconscientes y lo que \ùØescott ha llamado tla naturaleza catabolica
procesos orécticos) es considerado como el epítome o del embaucador,r.
microcosmos del universo; se convierte en la metáfora Los embaucadores son multiformes y ambiguos. Así,
o el modelo que ilustra más vívidamente todos los p. ej., en los mitos relativos a Eshu se le describe como
demás tipos profanos de regularidad: de la naturaleza, el primogénito y como el menor, como un anciano y
de la cultura, de la sociedad y del pensamiento. En el como un niño. En estos papeles el individuo normal-
ámbito profano o secular-aunque en las comunidades mente tiene una libertad privilegiada respecto de algu-
multifuncionales también está saturado de ideas e imá- nas exigencias del código social.
genes religiosas-, la utilidad y la racionalidad guían el Otros rasgos atribuidos a los embaucadores son los
comportamiento y conducen a una clasificación de los siguientes: iimbolis*o blanco y negro combinados,
fenómenos y procesos tanto naturales como sociales. agresividad, espíritu vengativo, vanidad, desacato a la
Esta categorizaciín racional de la realidad permite a la autoridad, obstinación, individualismo) estatura inde-
comunidad humana afrontar con eficacia los problemas terminada (unas veces altos, otras enanos), destructivi-
de abastecimiento y el mantenimiento del orden social. dad, creatividad (el embaucador winnebago transforma
Estas clasificaciones <se infiltran,r en el ámbito de lo los pedazos de su falo roto en plantas y flores para los
sagrado y se manifiestan especialmente en las fases de hombres, de aquí que sea a la vez singular y múltiple)
separación e incorporación de los ritos, en las que lo y libido sin una finalidad procreadora.
sagrado tiene que llegar, por así decirlo, a un entendi- Estas entidades liminales tienen todas una absoluta
miento con lo profano y los dos ámbitos se entrelazan' libertad de acción. Se comportan como si no existieran
Pero en la fase liminal de separaciôn e iniciación secre- normas sociales o morales por las que guiarse. Les
ta en los sacerrima gnósticos prevalecen las formas de impulsan la voluntad personal, el capricho y la lujuria.
pensamiento y actuación extralógicas y biopsíquicas. En un sentido muy diferente del de Eliade, son <lo
En estas fases el comportamiento (está inspirado por contrario de lo profano,r, si en 1o profano incluimos
las cosastal como son y no tãl como deberían ser,¡ las nociones de orden moral y juridico-social. Pero
(Horton 1953, pág. 98). aunque son seres completamente aienos a la humani-
dad, resultan muy familiares y atrayentes porque re-
presentan lo que todo el mundo secretamente quisiera
Cuentos de ernbaucadores (<Trickster tales>) hacer. Como sus energías no tienen trabas ni cauces,
En el periodo liminal vemos a hombres desnudos, son superabundantes, y su excedente se convierte en
desarraigados, cuyo carácter extralógico se manifiesta fuente de nuevas sustancias y seres. Son una fuerza
en diversos modos de comportamiento: destructivo, bruta colectiva, incontrolada, indefinible, incontenible
creador, ridículo, irónico, enérgico, doliente, lascivo, y compuesta a partes iguales de libido y agresión
sumiso, retador, pero siempre imprevisible. Un grupo polimorfas. Si bien es cierto que en determinados
_T-
MITO Y SIMBOLO

ciclos de estos mitos (especialmente en Norteamérica) to y el crimen en el plano de la divinidad son más
los relatos más recientes describen la estructuración significativas de lo que suponía Ruth Benedict cuan-
r54 de la vida y actividades del embaucador (se casa' se do describiô sus manifestaciones entre los zuñi como
establece, tiene hijos, observa las reglas del parentes- <deformaciones,> debidas a <diversas exageraciones
co, etc.), en este caso se parece al iniciando que deia fantásticas y mecanismos compensatorios,r (L935, pá-
la escena liminal y se <reincorporaù a la sociedad. La ginas xx-xxl). Representan un retorno a las fuentes
þersona liminal imprevisible vuelve a ser previsible de más profundas de la experiencia psicosomática en una
acuerdo con las normas y clasificaciones de la socie- situación legitimizada de liberación de las trabas cul-
dad profana. La etapa de transición interestructural turales y las clasificaciones sociales. Estos (instantes
ha terminado. El caos creador se ha transformado en liminales,¡ relativamente breves deben compensar los
cosmos creado. largos días de experiencia utilitaria y delimitada por
la cultura. En la raiz de lo racional está lo irracional
que le da su sentido, y la liminalidad es esa raiz. La
Mitos de creación naturaleza (y el espíritu, la parte inteligente e inma-
El concepto de limen incluye no solo los aspectos terial del hombre) sigue siendo el meirtor de la cul-
polimorfos y dionisíacos de la ausencia de normas, sino tura y el origen de sus cambios a menudo imprevi-
también las nociones de lo mistico y lo ascético. En este sibles.
sentido, parece que el orden cultural humano es una En el mito vemos a la naturaleza y al espíritu
especie de velo que recubre un orden sobrehumano entregados a su labor de configuración en el momento
más profundo, cuyos misterios comienzan a revelarse liminal, dentro y fuera del tiempo.
únicamente a quienes se han despojado de carácter y [n.e.] VrcroR \ø. TunNen
rango profanos durante la iniciación. La humildad y
disciplina del novicio, su entrega y abnegación y la lVéase también CoNreprrNecróu; Forxronn; Rru-
aceptación de la autoridad absoluta de sus instructores cIóN; Rrruet; y las biografíøs de GnNNnr'; JuNc;
le permiten lograr la verdadera gnosis. Este coniunto MerrNowsxr; Meuss; RauN.]
de actitudes liminales va asociado a un tipo de mitolo-
gia, muy diferente de la que representan los cuentos de
embaucadores, al cual pertenecen las narraciones y BIBLIOGRAFfA
cantos de creación como el Génesis de los hebreos, la
Teogonía de los griegos, las cosmogonías gnóstica) man- BAUMANN, HnnmaN¡¡ 1935 Lunda: Bei Bauern und Jägern in In-
deísta y zoroastriana, la cosmogonía fon, el Popul Vuh ner- Angola. Berlin : Wurfel.
de los mayas-quichés, los Elder Edda de los antiguos BnNnuct, Rutu 1935 Zuñi Mythology. 2 vols. Columbia Univer-
sity Contributions to Anthropology, Vol. 21. New York: Colum-
escandinavos y el I{umulipo o canto de creaciôn ha- bia Univ. Press.
waiano. Todos ellos revelan cómo lo uno se transforma Du*tÉztt-, Groncrs 1948 Loki. Paris: Maisonneuve.
en lo múltiple, cómo en una serie de fases ordenadas el ELTADE, Mrncn¡ (1957) 1959 The Sacred and rhe Profane. New
caos se transforma en un cosmos de muchos planos y York: Harcourt.
dimensiones; en muchos de ellos se relata también GENNEI, AnNorn v¿N (1909) 19ó0 The Rites of Passage. London:
Routledge. + Publicado originalmente en francés.
cómo se introdujeron en el mundo el pecado y la muer- Grucxuen, Mex (1949) 1963 The Role of the Sexes in Viko
te, proporcionando así una teodicea. En muchas socie- Circumcision Ritual. Págs. 145-167 en Meyer Fortes (dir. de
dades estos grandes mitos se recitan durante los perio- ed.), Social Stucture : Essays Presented to A. R. Radcffie-Broun.
dos liminales, los más ricos en ritual. Todo mito de New York: Russell.
esta clase, sostiene Eliade, (muestra cómo ha surgido Hrnsrovlts, Mlrvlrrr J. 1938 Dahomey : An Ancient West Afri-
can Kingdom.2 vols. New York: Augustin.
una realidad) sea esta la realidad total, el cosmos o tan Honrox, Ronrr 1963 The Kalabari Ekine Society: A Borderland
solo un fragmento de ella: una isla, una especie vegetal, of Religion and Art. Africa 33:94-114.
una institución humana...; al referir cômo ha nacido JuNc, CARL G. (1909-1946) 1953 Psgchological Reflections: An
una cosa se revela la irrupción de lo sagrado en el Anthology of Writings. Selección y edición a cargo de Jolande
mundo, y lo sagrado es la causa última de toda existen- Jacobi. New York: Harper.
cia real> (U9571 1959, pág. 97). LÉvr-SrRAUss, Creuon (1962) 1963 Totemism. Boston: Bea-
con. - Publicado originalmente con el titulo L¿ totémisme au-
A primera vista puede parecer que estas grandes jourd'hui.
construcciones tienen poco en común con los mitos de MarrNowsrr, BnoNrsr¡w (1925) 1948 Magic, Science and Reli-
embaucadores, en los que las <realidades,r nacen como gion. Págs 1-71 en Bronislaw Malinowski, <Magic, Science and
resultado del capricho o del azar. Sin embargo, en Religion't, and Other Essays. Glencoe, Ill.: Free Press.
muchas de estas cosmogonías y teogonías las divinida- Oprrn, Monnrs 1938 Myths and Tales of the Jicarilla Apache In'
diaøs. Memoirs of the American Folklore Society, Vol. 31. Phi-
des y los héroes cometen incesto, se devoran mutua- ladelphia: The Society.
mente y violan de manera patente las normas humanas Reorn, Peur (1955) 1956 The Trickster: A Study in American
y culturales de justicia y equidad. En estos actos, a Indian Mgthology. London: Routledge; New York: Philosophi-
pesar de la <censura,¡ de los sacerdotes, se revela el cal Library.
carácter liminal del mito. Y, de hecho, en la mayoría RrcHARDs, Auonnv I. 7956 Chisungu: A Girls' Initiation Ceremony
Among the Bemba of Northern Rhodesia. London: Faber.
de estos ciclos de grandes mitos asoman figuras de TnorrpsoN, SrrrH 1946 The Folktale. New York: Dryden.
embaucadores espiando en posturas grotescas como las TURNER, VIcron W. 1962 Three Symbols oî Passage in Ndembu
gárgolas de las catedrales góticas. Circumcision Ritual. Págs. 124-173 en Max Gluckman (dir. de
ed.), -Essays on the Ritual of Social Relations, Manchester Univ.
Los mitos no son solo una guia de la cultura, aunque Press.
lWnscorr, JoeN 1962 The Sculpture and Myths of Eshu-Elegba,
también cumplen esa funciôn; apuntan a la fuerza the Yoruba Trickster. Africa 32:336-354.
generadora subyacente a la vida humana, fuerza que rüHItn, CH¡nus.M. N. 1961 Elements in Lutale Beliefs and Ri-
de cuando en cuando rebasa los limites culturales. ¿øals. Rhodes-Livingstone Paper No. 33. Manchester Univ.
Seguramente estas grandes simbolizaciones del inces- Press.

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