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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE SOCIOLOGÍA

DEL AYLLU AL CONAMAQ


La silenciosa reconstitución política de la organización andina del
“Ayllu” en Bolivia

Tesis de grado para optar el titulo de


Licenciado en Sociología.

Proponente: C. Augusto Coaguila Calvimontes

Tutor: Ph.D. Walter Sánchez Canedo

Cochabamba Bolivia

2013

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INDICE

Introducción. Pág. 1

PREÁMBULO.

1. Ayllu y Runa Andino; entre viejas y vigentes estructuras


organizacionales. Pág. 13
2. Naturaleza del Ayllu en la comunidad andina; herencia
de una organización milenaria. Pág. 18
3. Aproximaciones para una definición de ayllu. Pág. 20

1ra PARTE: PANORAMA HISTÓRICO

CAPITULO I
ETNOGÉNESIS DEL AYLLU

1. El ayllu en el periodo pre-inca. Pág. 28


2. Reciprocidad y jerarquía del ayllu. Pág. 33
3. El ayllu en la época Inca. Pág. 39
3.1 Orden y régimen social. Pág. 39
4. El ayllu como institución y organización autóctona. Pág. 45
5. Conclusiones. Pág. 52

CAPITULO II
EL EXILIO ENDÓGENO DEL AYLLU
1. El ayllu en la Colonia. Pág. 54
1.1. Conformación de la estructura Social. Pág. 54
1.2. Organización y resistencia del ayllu. Pág. 60
2. El ayllu en la Republica. Pág. 65
2.1. La transición sin transición: el ayllu y la continuidad
atávica de la colonia (1825-1899). Pág. 66
2.2. La agonía del ayllu y las dificultades antes y después
del Congreso Indigenal (1945). Pág. 86
3. A modo de cierre. Pág. 96

1
2da PARTE: ANÁLISIS SOCIOLÓGICO

CAPITULO III
ENTRE EL AYLLU ANDINO Y EL SINDICALISMO AGRARIO (1952-2006)

Antecedentes. Pág. 101


1. El oscurantismo del ayllu o el nacimiento del orden Sindical Agrario en
Ucureña. Pág. 106
2. CSUTCB, Katarismo-Indianismo ¿o el gran dilema re-organizacional? .Pág. 109
3. Etno-sindicato: una nueva expresión política organizada en el Chapare. Pág. 114
4. Conclusiones. Pág. 116

CAPITULO IV
EL AYLLU EN LOS UMBRALES DEL SIGLO XXI
1. Del ayllu al CONAMAQ. Pág. 120
1.1 Antecedentes históricos del CONAMAQ (1997). Pág. 126
2. Estructuración de una antigua pero nueva política del ayllu
(1997-2013). Pág. 132
2.1 El génesis incubacional del ayllu y la estructuración del CONAMAQ
entre 1997 y 1999. Pág. 135
2.2 La silenciosa reconstitución de los ayllus rebeldes
del Qullasuyu (2000-2005). Pág. 169
2.3. La politización del ayllu en los inicios del Estado proto-
Plurinacional (2006-2010). Pág. 241
2.4. El quiebre del CONAMAQ con el Estado Plurinacional
(2011-2012). Pág. 344
2.5. La autodeterminación política o los umbrales libertarios
del CONAMAQ (2013). Pág. 395
3. La Bolivia profunda y los gobiernos andino-amazónicos del
Qollasuyo en el siglo XXI. Pág. 400
4. Posibilidad y perspectiva del ayllu. Pág. 401
5. Conclusiones. Pág. 403
Bibliografía. Pág. 405
Anexos. Pág. 417

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3
4
5
Aymara (1870) El dibujo fue extraído del texto de de David Forbes.

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INTRODUCCIÓN

[…] el Ayllu para esta época de desencanto ideológico y de proyectos de sociedad, es


un ejercicio intelectual y una salida particular para recomenzar nuestra ubicación en
el mundo; es una vía propia de desarrollo que puede evitar el derrumbe,
descomposición y desintegración de una sociedad, de una Nación y el fraccionamiento
del Estado Boliviano.
Fernando Untoja C.

“Los pueblos que marchan con ansia irrefanable en busca de su destino histórico, tienen
necesariamente que confrontar y resolver, graves cuanto agudos, problemas [históricos]”1. Así
continúa la historia de los pueblos andinos. Esta vez, en busca de una redención definitiva,
intentarán a partir del ayllu, reconciliarse con sus ancestros después de casi 500 años.

De esta manera y a partir de un intento metodológico de hacer sociología histórica e historia


de una crónica andina, tratamos de reconstruir los antecedentes del ayllu en su larga existencia
hasta el escenario contemporáneo. Situamos, como el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas
del Qollasuyo (CONAMAQ) en Bolivia se presenta como heredera prolongación del legado
del ayllu; reivindicado y proyectado en este nuevo siglo XXI. Habrá que considerar pues, a
este Consejo, como un nuevo intento de organicidad social y política andina que va
enmarcándose cada día más bajo un nuevo tópico de auto-definición. Donde los
denominativos de organización, institución, gremio, sindicato o movimiento ya no son
suficientes para describir al ente que podría acercarse, por ahora, a un `gobierno ácrata
indígena-originario y re constitutivo de los ayllus`, como los propios dirigentes del Consejo de
Ayllus lo aseguran.

Estas implicancias de largos transcursos sobre el ayllu, sin lugar a dudas, forman parte de la
herencia irresuelta sobre la cuestión indígena que resultó, particularmente en los Andes
centrales, durante el último medio milenio. Además ha sido uno de los temas conflictivamente
1
Eran las palabras de Abelardo Villarpando quien en el Paraninfo Universitario de Potosí un 18 de junio de 1953,
presentaba el libro de Miguel Bonifaz titulado: “El problema Agrario-indígena y la reforma agraria en Bolivia”.
Libro que se adelantantaba a re-pensar la organización histórica del ayllu, quien miraba, como diría Rigoberto
Paredes, al indio con profundo [respeto], sentimiento localista, intenso apego al terruño (…) que penetra y cala su
alma en el amor al ayllu, a su comunidad, que para él constituye su patria chica y verdadera.

7
abordados por los escritores, que han prestado relativa atención, tanto en la Colonia como en
la Republica y hoy en el ambiguo Estado Plurinacional. Por tanto el presente escrutinio trata
sobre el ayllu andino en Bolivia, que desde hace varios siglos intenta regresar a un cauce
histórico. Su cause, como horizonte político es la re-constitución del último orden civilizatorio
pre-hispánico, enmarcado en el referente Estatal y organizativo del Tawantinsuyo Inca
desarrollado (hasta 1532), en la región andina.

Para delimitar un poco el contexto, recurrimos a Guzmán (1976) quien en su “Historia de


Bolivia” plantea un esquema de análisis que divide la historia en tres etapas; primero la pre-
hispana, una segunda colonial y finalmente la republicana. Con relación a la pre-hispana nos
dice que la región estuvo habitada por pueblos e instituciones estatales avanzadas y prosperas,
como Tiahuanaco, que su origen todavía es un misterio, pero se sabe por medio de cronistas y
hallazgos arqueológicos, que estos lugares estuvieron habitados también por diversos pueblos
multiétnicos que después fueron asimilados por los incas, quienes refuncionalizaron las
instituciones que pre-existían. La Colonia como se sabe, resultó del sometimiento del estado
Inca por el Español, estos últimos al igual que los incas no se disociaron por completo de la
matriz organizacional e institucional indígena; el ayllu, sino más al contrario, la reutilizaron y
la volvieron funcional al régimen, tanto con los incas como con los españoles. Situación que
explica en gran medida la sobrevivencia del ayllu. Por otro lado, en la Republica propone un
primer periodo manejado por lo que denominó como -oligarquía militar- (1825-1884), un
segundo periodo esgrimido por la –oligarquía minera- (1884-1952) y un tercer periodo
denominado como –oligarquía sindical 1952 hasta 1976- año de publicación del libro.

Podríamos afirmar que el tercer periodo planteado por Guzmán, continuó hasta nuestros días.
Creemos que ilimitadamente se prolongó hasta más allá del 2006. En contraste a muchos
teóricos e investigadores contemporáneos2 que plantean equivocadamente que desde 2006 se
tiene un corte, particularmente con la llegada de “un primer indígena como presidente”. Pero
no fue así, pues paradójicamente este movimiento encabezado por el pretendido indígena, Evo

2
Algunos autores como; Colque (2007); Gironda (2007); Poma (2007); Pineda (2007); Lopez-Sierra-
Subercaseaux (2007) manifiestan acríticamente que Evo Morales es el primer indigena como presidente. Muy
posiblemente tenga origenes andinos, y haya nacido en el seno de un Ayllu, pero no olvidemos tambien que muy
tempranamente se traslado hacia las regiones amazonicas de Cochabamba, en donde se asimiló una logica y
cultura híbrida, que desemboco en su afinidad política hacia la organización sindical antes que comunal.

8
Morales, antes dirigente de seis federaciones en el Tropico de Cochabamba, una ves en el
gobierno, fortaleció el propio proceso de sindicalización; es más, se empoderó nítidamente a
las organizaciones de estructura sindicada el manejo del Estado, que bajo una mas bien
vigente “dictadura sindical” detentan el poder, antes que gobierne una lógica indígena3. Estas
precisiones espaciales nos muestran que aquellas periodizaciones hechas por Guzmán aún son
vigentes y tienen su correlato en el actual escenario político boliviano.

Esta contextualización nos ayudará a entender que el fenómeno de organicidad política andina
se vinculó inevitable y forzadamente con modelos y estructuras exógenas que en determinados
momentos se tornaron como silenciadoras de la reminiscencia y herencia indígena-andina.
Pero que en otros momentos, como ahora, las sociedades indígenas-andinas van asumiendo
conciencia histórica sobre ellos mismos y de a poco cuestionando las estructuras exógenas que
no hicieron sino adormecer su propio desarrollo histórico. En este sentido, creemos que las
organizaciones andinas y particularmente la organización tipo ayllu, hoy transfiguradas en
movimientos sociales indígenas, como CONAMAQ, reivindican sus instituciones pre-
coloniales, y se presentan como nuevas alternativas organizativas opuestas al sindicalismo,
que probablemente a la larga reconfiguren política y socialmente el país, y desplacen a los
propios sindicatos. Recurriendo a Guzmán, ojala no vayan a degenerar en nuevas oligarquías.
¿Acaso oligarquías indígenas?. Esperemos que no, pues de a poco existe una silenciosa re-
constitución de los ayllus libertarios hoy vanguardizados por el CONAMAQ, pretendiendo de-
construir el discurso y praxis tradicional, y que podría acercarse a una practica política a favor
de la libertad, entendiendo el término no solamente a partir del sesgo económico. Estas
apreciaciones que como dijimos al principio, son parte de un transcurrir inevitablemente
histórico y que pretendemos abordar desde una pequeña aproximación con relación a una
institución de las muchas que existieron y aun existen en los andes; el ayllu.

Bajo esta precisión inicial, la investigación germina a partir de un cuestionamiento


contemporáneo a nivel socio-político y organizacional, a raíz del surgimiento de evidentes

3
Afirmamos que el gobierno de Evo Morales no es indigena, porque dentro la logica politica indigena, existe un
elemento central que ubica Patzi (2004); y esta asociado a la “gestion politica comunal o administración del
poder, (…) que no está centrada en el individuo o en grupos de personas; o sea, el individuo o el grupo no tiene
poder en sí mismo, como ocurre en el sistema de la democracia representativa liberal, sino la asume la
colectividad”. De ahí que el representante solo expresa la decisión adoptada por la colectividad en una reunion,
asamblea o cabildo. (pág. 175-176).

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diferencias y contradicciones en las organizaciones sociales rurales andinas, particularmente
entre el Consejo de ayllus (CONAMAQ) y el sindicalismo campesino y agrario, organismo
robustecido por el actual partido de gobierno (MAS) durante los últimos años (Schilling-
Vacaflor, 2009). Precisaremos nuestra reflexión, en la descripción de esta nueva forma de
organización emergente de tipo Consejo de Ayllus guiada bajo el CONAMAQ, que desde
1997 ha contrastado sus principios ideológicos y políticos con la fundamentación planteada
por el sindicalismo campesino del 52 y reafirmada por la CSUTCB en 1979. En un sentido
histórico, la existencia de los ayllus está mediada por una forma organizacional anterior a los
sindicatos, a la misma institucionalidad Colonial y Repúblicana, y que ha perdurado en el
tiempo. Hoy a encontrado el camino para proyectarse a largo y mediano plazo e incluso
cuestionando las fronteras de los propios Estados Republicanos, como ejemplo; el caso de los
ayllus aymaras que se asientan en territorios de la actual Bolivia, Perú y Chile. Este fenómeno
organizacional andino tiene sus orígenes en una historia decimonónica, anterior al sindicato y
más representativa a nuestro juicio, dentro de la dinámica regenerativa y el devenir de los
pueblos rurales indígenas en Bolivia. Por lo que nuestra investigación pretende enfocar el
ayllu y el consejo de ayllus (CONAMAQ) como objeto y sujeto de estudio, aproximándonos
como antecedentes a la historiografía del mismo ayllu y desembocando en la actualidad con un
estudio hemerográfico sobre las acciones y proyecciones que tuvo y podría tener el ayllu en su
actual condición de organización social y política vanguardizada por el CONAMAQ.

En esta lógica de resurgimiento andino, el CONAMAQ cobra importancia conceptual y


organizativa por su larga memoria y corta historia que conquistó la condición de organización
y movimiento social perfilándose como una opción mas, en el escenario político boliviano, ya
que en los últimos años del siglo XX y principios del siglo XXI, este movimiento ha cobrado
importancia, cohesión y acción. En este círculo de posicionamientos, acercamientos y
alejamientos dentro el escenario democrático contemporáneo, existen rupturas latentes y
evidentes a nivel político que merecen atención, especialmente se debe entender todo ello
dentro la dinámica de gestación histórica que ha legado ciertos principios políticos ubicados
dentro los propios movimientos indígenas como es el caso del CONAMAQ como instrumento
de un Consejo de Ayllus (ahora político) y una CSUTCB que aún vanguardiza y moviliza los
sindicatos campesinos. Por tanto, la investigación inicialmente se constituye en un análisis
dilucidatorio para apreciar las contradicciones y rupturas en primera instancia entre las formas

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de organización heredadas de un pasado “indígena” (los ayllus) con relación a las engendradas
bajo otros tópicos, lógicas y moldes organizacionales exógenos, como el sindicato.

Como indicamos anteriormente, partimos de una breve aproximación historiográfica a los


periodos históricos por los que el ayllu atravesó y sobrevivió, además que integró implícita o
explícitamente los modelos socio-económicos con sus propios matices desde hace ya medio
milenio. De igual manera como organización política y económico-social propia del mundo
andino, tiene fuertes cimientes en la formación económica agrícola y de reciprocidad. De esta
manera, situamos al ayllu como milenario, inmemorial e incógnito, que ha permanecido
vigente en la realidad ontológica-organizacional andina desde aquel pasado del que solo
tenemos vestigios, hasta el presente. Vemos que esta estructura durante todo su proceso de
constitución histórica continua y discontinua, se fue gestando a partir de múltiples formas,
adaptando y moldeando de acuerdo a cada coyuntura y modelo de estado político y socio-
económico establecido, sea este de origen endógeno (Incario) o exógeno (Colonia). Es así que
el ayllu desde su aparición, se fue adaptando y arraigando, dando lugar a un cuerpo, un
modelo organizativo que responda a las necesidades de ordenamiento material y espiritual, por
ejemplo, producción de significados culturales, producción-distribución territorial y
económica de los recursos en los andes. Bajo esta óptica, el ayllu fue y es una estructura
familiar, territorial, económica, política, organizacional e institucional básica que responde a
las características y necesidades objetivas, es decir, a la materialidad geográfica desplegada
por el propio hombre andino para moldear su contexto4, como también, alimentada y
enriquecida por su propia subjetividad (simbólica), que dio origen a la sistemática creación de
un aparataje sistémico de ideas y creencias mítico-religiosas expresadas en la filosofía,
ritualización cultural y religiosidad andina en torno a este modelo matricial y familiar a nivel
socio-económico y político institucionalizado en los andes centrales.

4
Basta situar ejemplos de ciudades que fueron construidas por sujetos de los propios ayllus, como Machu-pichu,
Cuzco, Sacsay Waman, Raq`chi, Cajamarca, Pocona y otras en donde la arquitectura compuesta de andenes,
canales de riego, sistemas de desague y demas tecnología andina fue construida para moldear el contexto a partir
de una logica diferente a la que probablemente haya sido traida de occidente. Así, el mundo andino se fue
desarrollando tecnologica y científicamente de manera autonoma hasta el historico corte de 1532, y que
probablemente aquella fecha para el desarrollo de la institucionalidad andina no haya hecho mas que adormecer
aquel perfeccionamiento, hoy recordado sentimental y mesianicamente.

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Todas estas características, directamente heredadas a una organización contemporánea en lo
que hoy es Bolivia, el CONAMAQ. Esta institución ha sido reconocida institucionalmente en
el actual orden estatal como movimiento social. Aunque históricamente trasciende las
estructuras propias del estado, hoy se desarrolla bajo el esquema histórico como prolongación
y continuidad del ayllu, renovado y vigente, es decir, circunscrito a los años conclusivos del
siglo XX e inicios del siglo XXI. Hoy por hoy y en la coyuntura presente, es una organización
que tiene elementos más que todo de orden discursivo y político antes que económico-social5.
En este sentido, existen vacíos evidentes y notorios en el propio Consejo de Ayllus del
CONAMAQ, como implementar políticas serias de profundización económica y auto-
sostenibilidad material que acompañen a la re-constitución territorial y re-composición social
del ayllu equivalentes para el nuevo siglo, en contraste al ya clásico estudio de Platt (1981).
Esto implica una delimitación nueva del escenario político y económico de los movimientos
sociales andinos, que se enmarca dentro de una competencia con organizaciones, ya
arraigadas, de formación agrario-sindical que se asentaron en las regiones rurales después de
la segunda mitad del siglo XX, y que, en estos años, aún perviven y se resisten a ceder frente a
la emergencia y reivindicaciones reconstitutivas de las organizaciones tradicionales andinas
como el ayllu.

Bajo estas precisiones, la re-constitución actual de la institucionalidad andina del ayllu pasa
por cuestionamientos conceptuales a nivel organizacional, político, y económico-social. A
nivel organizacional y político el consejo de ayllus des-legitima el orden impuesto en los
territorios andinos a partir de esquemas organizativos exógenos a la realidad intrínseca de los
andes centrales, como por ejemplo el propio Estado boliviano, las estructuras departamentales-

5
Podemos afirmar que Untoja (2012); plantea un desarrollo economico-social del ayllu desde el vinculo que este
ente puede tener con el capital, y que ha desarrollado una cultura complementaria al interior del propio ayllu, es
decir «el ayllu sufrió un proceso de metamorfosis, y ha incorporado a la logica de reciprocidad andina, una logica
de competencia, individualidad occidental, demostrando así, un nuevo comportamiento» globalizado. Pero habrá
que situar que esta logica del ayllu surge precisamente cuando el andino llega y se establece en las periferias de
las grandes ciudades, pues en el campo aun existe una pulseta entre el ayllu y el mercado canalizada por el
intercambio monetario; aunque furtemente vinculados a un trabajo capitalista primario-incipiente, y logicamente
con sus propios matices culturales, además de fuerte inmersion hacia la producción de bienes y servicios.
Queremos situar todo ello, porque nosostros no pretendemos ver a aquellos andinos que se han alejado de los
ayllus y viven en las ciudades con la nostalgia de volver al ayllu y que pretenden regresar al patron de
reciprocidad, mas bien nosostros enfocamos nuestro analisis en los propios ayllus que han logrado articularse
institucionalmente en movimientos sociales como el CONAMAQ, y que partir de su propio desarrollo
institucional enmarcado en los principios del ayllu pretenden construir un nuevo paradigma de desarrollo
economico-social no necesariamente subordinado al capital o al socialismo.

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municipales-provinciales-cantonales, los sindicatos (propios del desarrollo económico y
político social de Europa), y otras formaciones. A nivel social, el cuestionamiento conceptual
de lo que ha venido a significar el término “indio e indígena”. A pesar que el término “indio”
como concepto, fue reivindicado por los indianistas-kataristas; el MITKA y Fausto Reinaga
desde los años sesenta y setenta del siglo XX. Se deberá abordar críticamente el futuro del
termino, creemos, a partir de un análisis epistemológico serio; así como lo indígena, que tiene
sus orígenes conceptuales en los abordajes de la escuela etnologica de Londres (S. XIX), y que
en 2009 contradictoriamente al discurso “descolonizador” se ha constitucionalizado en la
Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) Plurinacional de Bolivia. Creemos que esta
categoría se constituye en un concepto vacío, limitante, peyorativo y discriminatorio, puesto
que tanto lo indio como indígena son categorías impuestas desde el “otro no de aquí” (si se
quiere, desde que el europeo llega a lo que también denominó como América) y así, no surge
del propio atributo histórico local de significación identitaria. Probablemente estos, sean temas
que hayan sido gruesamente abordados, y necesiten de una mayor de-construcción.

Por ahora y para este estudio, no encontrando otro concepto, la categoría de “indígena-
andino6” es provisionalmente aglutinante, compartida y suficiente, a nuestro juicio, para
explicar los procesos de formación y transformación de la sociedad de esta región centro-
occidental del continente sur-americano. Por último, a nivel económico, aunque esta parte ha
sido sacudida por investigadores como Untoja (2012), entendemos que es necesario repensar
el ayllu a partir del vinculo con la tierra, es decir, a partir de la re-utilización del conjunto de
técnicas y tecnologías productivas asociadas a los diferentes pisos ecológicos, con lo que, se
deberá cavilar el futuro de una economía auto-sostenible a largo plazo, es decir, recobrar la
riqueza productiva que sabemos por la historia, nos legaron los pueblos pre-incas e incas. Así,
inspirados en la tecnología productiva desarrollada en su máxima expresión por el estado del
Tahuantinsuyo (hasta ahora no superada), deberá fusionarse con los procesos productivos y
redistributivos contemporáneos, y ser auto-sostenible económicamente.

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Sobre esta categoría, anteriormente, sugerimos utilizar la categoría incluyente de “andino” para referirnos al
indígena de tierras altas, e intentando no caer en la perspectiva, reduccionista y/o peyorativa de indio, esto con el
objetivo de darle a la población de este espacio territorial un carácter inclusivo, al mismo tiempo, otorgar un
mayor valor ontológico a la población de este continente, de la que somos y formamos parte.

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Cabe recalcar también, sugiriendo algún futuro trabajo, que se deberá reflexionar
profundamente sobre el actual proceso extractivista y explotador de los recursos naturales, que
tiene sus orígenes históricos en la “ofuscación por el oro”, que sin ninguna responsabilidad ha
destruido y destruye los recursos naturales con fines egoístas. Creemos que a la larga este
patrón de desarrollo es insostenible, y se agotará más temprano que tarde. Habrá que
recapacitar históricamente sobre las consecuencias socio-económicas y políticas del periodo
de explotación de la plata y el oro en la colonia; la plata y el estaño de la republica; y el actual
proceso hidrocarburífero del gas y petróleo que no hace evidente un cambio substancial en el
modo y las relaciones de producción (modelo económico-social). Si queremos entender en un
sentido mas completo el concepto de revolución, transformación o cambio deberemos repensar
el ayllu en los andes, al igual que lo fue el Kibutz en los hebreos7, como una alternativa
productiva propia.

Por otra parte, cuando hablamos de las poblaciones y sociedades andinas contemporáneas,
entramos a reflexionar también, ulteriormente el actual contexto histórico y político que nos
toco vivir. Particularmente los últimos años del siglo XX y principios del XXI, tiempo en el
que los pueblos andinos (llamados indígenas) han tenido, a partir de un re-surgimiento,
también contingencias organizacionales.

Volviendo a nuestro ejemplo del CONAMAQ (1997), paralela y contradictoriamente a la


tradición organizacional sindical de la CSUTCB (1979), podemos notar vacíos asociativos
estatales de larga data, he aquí una posible razón del surgimiento de diferencias conflictivas
enmarcadas en el propio espacio boliviano, pre-meditadas históricamente por la
predominancia demográfica indígena andina. Por tanto, las organizaciones a las que
denominamos –indígenas andinas- asumen formas de reivindicación y auto adscripción

7
En nuestro planeta existieron experimentos viables y exitosos de organización comunal en diferentes puntos del
globo, y porque no decir relativamente recientes, tal es el caso de los Koljos sovieticos que fueron herederos de
toda una tradicion agraria desde antes de la Rusia Zarista, hasta mas alla de la revolucion Socialista. Por otro
lado, otro experimento comunal tambien importante es el Kibutz hebreo, que desde la reconfiguracion del Estado
de Israel despues de la segunda guerra mundial (1945). Este asumió inicialmente esta forma de organización
socio-economica con su base en el Kibut. Esta forma de organización convirtió los desiertos en plantaciones
productivas exitosas, el trabajo comunitario expresado en muchos textos biblicos de la epoca del Rey de David
inspiró a la sociedad y Estado Israelí del siglo XX y XXI. Bajo estas precisiones, creemos que el ayllu, es
tambien una “otra” posibilidad para el desarrollo en los andes centrales, donde esta institucion se mantiene
vigente y deberá ser desplegada para reutilizarla por la sociedad andina en beneficio de una verdadera
transformacion o cambio a nivel economico-social y politico.

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política y económica a partir de una larga memoria institucional, en todo caso que se remonta
problemáticamente a la época pre-colonial, que al presente silenciosamente y desde la
clandestinidad nuevamente emergen, cobra vida y forma política; bajo una herética inspiración
del ayllu. Así mismo, esta institución, se adscribe a una historia, cultura y proceso civilizatorio
dinámico, que se ha situado inconmensurable y con sus propias particularidades locales.

En este entramado de ver de manera transdisciplinaria a la institución andina enmarcada en el


ayllu, se han recogido los prolongados, pero situados procesos histórico-políticos de
colonización desde la época pre-hispana, colonial y republicana, hasta el presente a partir de
una cuidadosa revisión bibliográfica y hemerográfica. En donde las comunidades y personas
de los ayllus no dejan de ser propiamente “seres humanos”, con defectos y virtudes. Habrá que
considerar también, que estas instituciones nunca fueron perfectas. Tampoco pretendemos, en
el presente escrito, ver al ayllu como algo perfecto. De esta manera alejarnos de algunos
entendidos expresados en documentos doctrinales y solamente filosófico-culturales, que no
hacen sino idealizar y subjetivizar el análisis histórico y económico-social de los hechos que
se presentan a continuación, siendo nuestro análisis parte de un primer intento de teorización
documental con un fuerte énfasis político-social y tenue a nivel económico sobre el ayllu.

Además la presente investigación se justifica por que alrededor de los últimos 16 años
aproximadamente, y más nítidamente desde el ingreso del gobierno actual (2006);
procesualmente los movimientos sociales andinos-amazónicos han ido re-asumiendo una
identidad política y organizacional con sus propios matices, en donde vemos que el ayllu se ve
como una alternativa política no solamente indígena en Bolivia, sino regional, que puede ser
parte inicial de un nuevo proyecto de Estado, que al calor de las mas recientes movilizaciones
gestadas en Bolivia (2011-2012-2013), pretende experimentalmente plantearlas. Todo esto es
corroborado por una cuidadosa revisión hemerografica desde el año de 1997 hasta enero del
2013, presentando una cadena de hechos y sucesos que como verán en el último capítulo,
muestra que las demandas indígenas fueron y son predominantemente las que mas influyeron
en el escenario político contemporáneo en Bolivia.

Bajo estas precisiones, y para comenzar con la lectura del texto, hay que saber que la
explicación se compone de cuatro capítulos, en donde el ayllu estuvo presente y vigente. El
primer capítulo aborda bibliográficamente el surgimiento de la Comunidad Andina a partir de

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la base organizacional y matricial del ayllu, su existencia, así como su constitución histórica.
Durante esta etapa se conoce muy poco sobre los Andes, época de la que no tenemos
información precisa y referencias escritas, y que ha venido a denominarse genéricamente
como pre-hispana. Dentro de estas deficiencias, se describen las particularidades generales del
ayllu durante su preexistencia antes y durante los incas.

En un segundo capítulo y dando continuidad al análisis secuencial del patrón organizativo e


institucional del “ayllu”, intentamos aproximarnos a este organismo, a partir del papel
endógeno de encubrimiento y resistencia que jugó durante la Colonia y República. Planteamos
que la existencia del ayllu dentro de la Colonia fue marginal pero al mismo tiempo una
estructura socio-económica reutilizada con fines productivos y de extracción de la riqueza
material de las tierras andinas. Así mismo, apreciamos de manera general la des-estructuración
rápida de muchas instituciones que existían en la región andina y sus expansiones en las
llanuras orientales. Esta toma en muchos casos violenta, desestructuró todo el sistema de
ayllus vinculados por el entonces estado tahuantinsuyano. A la conclusión de la Colonia, ya en
la república, dividimos tres sub-periodos; 1ro comenzamos describiendo de manera general el
inicio de la misma república en 1825 y la cerramos en 1899, periodo que se asocia a la
continuidad de una drástica feudalidad criolla coercionada por una “oligarquía militar”, donde
la situación del ayllu fue vista como causante del retraso, habiendo intentos de eliminarlo8. Un
2do sub-periodo que se sitúa entre 1900 y 1952 asociado a la caída de las “roscas mineras”9,
como a las reformas liberales y republicanas que subsiguiente y radicalmente sientan las bases
para una transformación que dará lugar a un 3er momento determinado por las políticas de un
nuevo estado llamado revolucionario de 1952 que planteó fundamentalmente la incorporación
a la nación del indígena y lo forzó en una organización sindical transformado en campesino,
que se extendió, desde nuestra perspectiva, hasta mas allá del 2006 subsecuentemente a la
llegada del MAS-IPSP al gobierno.

8
Marten Brienen (2000); recurriendo a Tristan Platt, Marie-Danielle Demélas y Marta Irurozqui, señalan que los
proyectos de modernizacion social en el siglo XIX, iban destinados basicamente a la destrucción del ayllu, que se
consideraba un fenómeno indígena atávico que obstaculizaba el progreso -natural- del estado nación descrito en
el positivismo de Augusto Comte, y Herbert Spencer.
9
Termino acuñado por Guillermo Lora, militante y fundador del POR, ademas que dirigente sindical adscrito al
trostkismo. Fue hombre clave para la elaboración de la “Tesis de Pulacayo”.

16
El tercer capítulo versa sobre la Comunidad Andina en su forzado vínculo con el nacimiento
del sindicalismo agrario que se desarrollo en Bolivia, instaurado a partir de las políticas
inaugurales del MNR10. Veremos de manera concreta, la coerción a las comunidades y ayllus
después de la creación de los sindicatos agrarios, vinculados y controlados por el Estado
nacionalista, instrumentalizando políticamente la reforma agraria de 1953. También
consideramos de manera general el origen y surgimiento del Katarismo, el indianismo, la
CSUTCB y los sindicatos cocaleros influidos por viejas estructuras reivindicativas andinas,
que en muchos casos mantuvieron su fondo comunal pero enmascarados en sindicatos. Por
último proyectaremos en contraposición a la institucionalidad del ayllu, al devenir de estos
“otros” organismos en la formación de una organización política indianista-katarista dentro del
contexto de reivindicación política y académica (THOA) con fuertes bases históricas de la
comunidad andina contemporánea. Estos antecedentes históricos son los elementos que
precisamente, a nuestro juicio, le dieron cuerpo e influyeron en la organización del
CONAMAQ, que desde su fundación (1997) tiene como objetivo central, reconstituir un
sistema de autoridades a nivel territorial para dar el primer paso de reparación a nivel
institucional, organizativo y porque no situarlo como proto-estatal (Qollasuyo), es decir,
empezar a recuperar el ayllu para después desarrollarlo como una institución que responda a
las demandas problematizadas y necesidades particulares, propias de la Bolivia profunda.

Por último, en el cuarto capítulo consideramos a partir de una detallada revisión hemerográfica
los principios, perspectivas y proyecciones políticas del ayllu en su inicial re-adecuación en
Bolivia, que se viene desarrollando desde la fundación (1997) hasta las más coyunturales
acciones ya políticas de la organización andina del CONAMAQ en 2013. Organización de
restauración territorial y política en cuanto a la reconstitución del consejo de ayllus y
autoridades. Movimiento social que entra en flagrante contradicción organizacional en el seno
de la Comunidad Andina con otras formas de organización particularmente sindical-agrarias, a

10
Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Es un partido político boliviano fundado el 7 de
junio de 1942 por Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles Zuazo, Walter Guevara Arze, Carlos Montenegro,
Augusto Céspedes, Fernando Iturralde Chinel, Armando Arce Arce, Rafael Otazo Vargas-Bozo, Jorge T.
Lavadenz, José Camacho Arancivia, José Cuadros Quiroga, Germán Monroy Block, Rodolfo Costas, Raúl
Molina Gutiérrez, Rigoberto Armaza Lopera y Claudio del Castillo Vásquez. Gobernó Bolivia por medio de las
Presidencias de Víctor Paz Estenssoro, Hernán Siles Zuazo y Gonzalo Sánchez de Lozada. Los
presidentes Walter Guevara Arzey Lydia Gueiler Tejada empezaron sus carreras en esta tienda política, siguiendo
después escisiones del partido.

17
partir de sus tesis filosófico-políticas, así como las perspectivas políticas de ambos
movimientos con relación al devenir del Estado Boliviano, hoy Plurinacional.

Este devenir del Estado, tiene hitos cuestionados, como la aprobación de una Nueva
Constitución Política del Estado (2009), al mismo tiempo, una progresiva catarsis de los
propios movimientos de reivindicación del ayllu con una fuerte tendencia organizacional que
cuestiona el refundado Estado Plurinacional (Republicano) boliviano. Así mismo, discursiva
como teóricamente plantea una reconsideración organizacional del espacio territorial andino
en Bolivia, que parece dirigirse hacia una evidente unión de ayllus que proyectan la
reconstitución libertaria del Qollasuyo como proyecto a mediano y largo plazo.

En consecuencia, todas estas connotaciones históricas fueron concebidas para mirar un antes,
un después, y el devenir del ayllu en las tierras altas de Bolivia. Que ahora, en el presente
trabajo, y como producto de una reflexión curiosa, intentamos abordar.

18
PREÁMBULO.

Si tan noble fue la madre india como el padre español… Con este doble acto de
justicia y gratitud a los progenitores del hombre americano de hoy se habrá
descargado nuestro pecado original. Habremos devuelto su dignidad al indio y su
honor a las madres indias, habremos reconocido la prosapia solar de nuestra vieja
cultura, y seremos conscientes de su gloria, sintiéndonos herederos de ella. Será la
reconciliación con el hogar nativo, la vuelta del hijo prodigo. Al mismo tiempo,
quedará señalada la liga patrilineal hispánica que nos emparienta con el resto de la
humanidad, poniendo fin a nuestro aislamiento milenario.

Luís E. Valcárcel

1.- Ayllu y runa11 andino; entre viejas y vigentes estructuras organizacionales.-

Durante el siglo XX amplios fueron los aportes investigativos y revitalizadores sobre el pueblo
andino. En suma, muchos casos fueron aportes macro-teóricos de extranjeros12 venidos a estas
tierras, extrañas al principio, que al final y de manera paradojica les resultaron más propias.
Estas investigaciones y aportes teóricos re-configuraron nuestros conocimientos individuales y
esquemas de pensamiento colectivos sobre los andes. Durante varias décadas aportaron en el
redescubrimiento andino, es decir, en muchos casos se inmiscuyeron en practicas culturales y
experiencias etnográficas de la cotidianidad andina, fueron revitalizando paulatinamente, y
aún hoy son aportes teóricos importantes si hablamos en términos académicos. A partir de
estas contribuciones, muy poco han cambiado los tópicos de investigación en las ciencias
sociales y humanas sobre los Andes centrales. Pero habrá que agregar ahora, en los resquicios
del siglo XXI, que toca a los propios andinos reflexionar sobre estas investigaciones, así como
a las instituciones y organizaciones, en muchos casos ya descritas, analizadas y pensadas por
extranjeros, pero muy poco consideradas por los propios nacionales. Así mismo, creemos al
11
Del quechua; Hombre, persona, humano. Homónimo del Jaqi aymará: Hombre, persona, humano. Gerarld
Taylor (2003) citando a Fray Domingo de Santo Tomas, plantea que el termino Runa involucra el conjunto de los
seres humanos, nosotros los expañoles, vosotros los indios peruanos, aprendices cristianos, los indios
“mexicanos” que habrán llegado con los aventureros españoles procedentes de América Central y los indios
selvícolas.Por tanto, el runa u hombre andino no debe entenderse desde el prejuicio histórico, es decir, de
considerar solamente al llamado indio o indígena como hombre andino, sino, más al contrario involucra a todos
los individuos (quechuas, aymaras, hispanos, europeos, etc) que durante diversos periodos y siglos se instalaron,
reprodujeron y poblaron espacialmente el territorio de los Andes.
12
Entre los estudiosos sobre Bolivia y la cuestión indiígena podemos señalar Arthur Posnaskhy (1873 - 1946);
Charles Arnade (1927-2008); Herbert Klein (1918-2009); John Murra (1916-2006); Olivia Harris (1948-2009);
Tierry Saignes (2946-1992); Xavier Albó (1934- ¿?), por citar algunos.

19
igual que Murra (1975), que el interés principal de las investigaciones sigue concentrándose en
las características específicas del sistema incaico, que han atraído, quizás, mayor atención que
las de cualquier otra civilización americana. Desde los primeros cronistas europeos que
publicaron sus impresiones en Sevilla, a pocos años de la invasión, las estructuras socio-
políticas erigidas por los cuzqueños durante el siglo XV fueron reconocidos por unos como
excepcionales, y por otros como utópicas: era obvio que se trataba de “gente de razón”,
civilizada, con ciudades y centros de peregrinación, riego intensivo y estratificación social,
administración centralizada e inmensos depósitos para almacenar las reservas que utilizaba el
ejercito. Nadie era “pobre”, no había hambre; éste último componente social fue traído al igual
que la espada y la cruz de Europa (Ibíd.).

Bajo este antecedente reflexivo, a nivel local, y en el vasto mundo social de los países andinos
el problema substancial, creemos, radica en la complejidad del mismo hombre andino, y su
configuración institucional y organizativa a nivel socio-político y económico desde un pasado
inmemorial hasta la modernidad. Durante milenios el ser humano Andino se ha transformado
y reconfigurado sus instituciones y su cultura, su arte y su filosofía, es decir, su libertad en
poder decidir y vivir de la forma que considere mejor para sí y para los suyos.

En esta dinámica ontológica andina, el individuo que habita este territorio ha configurado y
reconfigurado modelos amplios de estructuración básicamente económico-social y política,
que han complejizado la realidad social y cultural de la misma durante aproximadamente los
últimos nueve siglos13. En este sentido hace falta analizar esta problemática organizativa que
deviene de la problemática social andina y la complejidad afianzada por la interacción con
sociedades no andinas que transfirieron perspectivas organizativas diferentes en periodos de
larga data como fueron el incario, la Colonia, la República, y hoy un experimento de Estado

13
Según Guillermo Prescottt (1847:30), quien citando a Cabello de Balboa y su «Historia del Peru», señala el
surgimiento Inca, en un aproximado de cuatro siglos antes de la llegada de los españoles, es decir, en los primeros
años del siglo XII. Según la historiadora peruana María R. de Rosay (1955) señala que el estado inca empezó a
formarse entre los años hipotéticos de 1110 y 1115 aproximadamente. Maria Rostoworowski (2012), plantea a
partir de un cuadro arqueológico mas completo el desarrollo de la sociedad andina; ubica hacia el año 1000 d.c. el
ocaso del Imperio Wari, y entre el 1000 y 1500 d.c. el surgimiento de estados regionales militarizados, entre ellos
los Incas y Chimus. En este sentido, de aquella epoca proto-Inca, Inca y Colonial, hasta la fecha, han pasado
alrededor de nueve siglos, en donde, se ha reconfigurado el ser humano de estos lugares, es decir, lo pre-inca, lo
inca, y lo hispano se han fusionado inevitablemente en una herencia de sociedad más compleja de la que nos
precedia.

20
Plurinacional que cuestiona en discurso a las dos etapas previas y plantea ambiguamente 14 la
necesidad de recapitular nuevamente la historia de la sociedad Andina en esencia. Esta
recapitulación de la historia está enmarcada en el cuestionamiento de lo que muchos autores
como Turpo Choque-huanca (2006) han planteado, -cuestionar el proceso civilizatorio que
Europa desarrolló y por el cual pretende medir a los otros pueblos no Europeos-. Peor aún nos
llevan a un abismo teórico y práctico como lo pretende hacer Álvaro García Linera (2011), al
vincularnos con un discurso de la vieja izquierda Marxista decimonónica, que en todas sus
versiones sean estas leninistas, trotsquistas, stalinistas, Maoístas […] plantean (linealmente)
que el desarrollo de las sociedades Humanas son unidimensionales y pasan por periodos,
estadios y modos de producción diferentes, entre los que encontramos a la comunidad
primitiva, pasando por el periodo esclavista, feudal y capitalista, llegando al socialismo y
comunismo.

Estas aproximaciones teóricas de la izquierda, que usualmente han tratado de explicar la


realidad Andina, han evitado la construcción de una “teoría propia” que responda a nuestras
problemáticas y necesidades socio-económicas, políticas y organizativas practicas, es más, se
han topado con múltiples limitaciones y vacíos15. En muchos casos “no han llegado a explicar
el transcurso progresivo de las sociedades ancestrales de la civilización (…) de ayllus del
Tahuantinsuyu, que en la lógica del mundo occidental Europeo-latino es denominada como el
imperio de los incas” (Turpo 2006: 25). Esto nos lleva a reflexionar profundamente sobre el
rol del investigador y rol político en los andes, como se apuntaría “es un trabajo de largo plazo
para acometer seriamente cuando [políticos y académicos] aprendan a trabajar juntos, y
cuando las [seis] repúblicas herederas de la tradición andina —Bolivia, Perú, Ecuador, Chile,
Argentina y Colombia— decidan que la herencia es verdaderamente suya” (Murra 1990: 59).

14
Es ambigua, porque el actual estado Plurinacional construido teóricamente en una incluyente “Asamblea
Constituyente” (2007-2008) y aprobado en el referéndum de enero de 2009 dio lugar a una Nueva Constitución
Política del Estado Boliviano. En donde se plantea ambiguamente el aparente Estado Plurinacional. Aunque en la
NCPE (2009), el artículo 11 del Capítulo III que habla sobre el “Sistema de Gobierno” plantea textualmente que:
La “REPUBLICA” de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y
comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres. A raiz de los tantos errores inocentes
como premeditados por parte del gobierno de turno, podemos sospechar que este no sea mas que un error de
taipeo, que hasta la fecha no ha sido arreglado. Nos quedamos con la insertidumbre, sin saber si sera arreglado.
15
Basta citar los frustrados proyectos revolucionarios de izquierda pro socialistas-comunistas del “Che” Guevara
en Bolivia; “Sendero Luminoso” en el Perú o las FARC en Colombia, por citar algunos ejemplos.

21
Probablemente sea muy tendencioso afirmar que este hecho ya se este desarrollando, pero
creemos que progresiva y silenciosamente el proceso de reconstitución particularmente del
Qollasuyo16 durante las ultimas dos décadas ha comenzado a desplegarse. Desde la conquista
y colonización europea, arduamente planteada por muchos historiadores contemporáneos en
los andes17, la búsqueda histórica básica de los pueblos y comunidades andinas y
probablemente amazónicas haya sido la libertad y autodeterminación. Basándonos en el
supuesto, que si bien existió rivalidad y confrontación étnica antes de los españoles (esta fue
una correlación de tornasoles locales), es decir una lucha por la dominación y hegemonía
exigua de un pueblo sobre otro, no en las dimensiones civilizatorias que se dieron en la
historia de Europa, y que se darán con la penetración de la hispanidad en América. En el caso
especifico de los andes, por ejemplo la hegemonía de los incas, sobre el resto. Este hecho
probablemente haya significado una mediación y catarsis política para los pueblos y naciones
inicialmente integrantes del Estado inca, en donde, la autodeterminación haya sido planteada
sujetada y axiomáticamente a nivel estatal. Pero cuando la hispanidad irrumpe, esta fue tan
violenta y traumática para las sociedades andinas y amazónicas, que repensaron e idealizaron
la época anterior a la irrupción de la “tempestad en los andes”18. Es decir, que un sector de la
población indígena guiada por los descendientes Incas, cavilaron la reconstitución de aquel
estado (Tahuantinsuyo) aunque ahora idealizado; fue a partir de la memoria, recordado como
menos agresivo en comparación con el español. Entonces el mito, la leyenda y lo legendario
regresaron al imaginario oral del pueblo andino-amazónico. Ante esta dicotomía, podemos
afirmar que si existió una libertad condicionada por la territorialidad y geopolítica de cada
comarca. No podría, entonces, compartirse la noción de desarrollo y progreso que aparte de

16
El Qollasuyo es la denominación que se le asigna a la región sud-este de lo que fue alguna ves el estado del
Tahuantinsuyo. El Tahuantinsuyu es considerado historicamente como la región, Estado o Imperio de los cuatro
suyos, se compone de cuatro grandes partes o regiones: Chinchasuyo ubicada al noroeste, incluía el actual sur de
Colombia, Ecuador y Perú septentrional y central; El Contisuyo abarcaba el sudoeste, hacia el mar del pacifico,
correspondía al actual Perú meridional, al noroeste de Argentina y al norte de Chile; Antisuyo, al noreste, estaba
compuesto por las prolongaciones amazonicas de selvas y llanuras orientales; por último el Collasuyo
comprendia el sureste, basicamente la actual Bolivia; altiplano, valles sub-andinos con sus prolongaciones en la
cordillera oriental. .
17
Rafael Puente en su reciente trabajo historiográfico “Recuperando la Memoria” Una historia crítica de Bolivia
(2011), plantea que el destino historico de Bolivia ha negado lo indígena pero al mismo tiempo lo ha pensado,
por ende, el devenir deberá estar enmarcado basicamente en la redención hacia lo indígena.
18
Así titula uno de los libros de Luis E Valcarcel, muy sugestivo para entender el proceso de colonización
acaecido en los Andes.

22
otras contradicciones ha guiado a los pueblos de los andes en comparación y relación con los
pueblos de Europa.

En los andes esta configuración institucional aunque hoy mitificada, idealizada y en muchos
casos tergiversada, tuvo y tiene sus propias particularidades y matices organizacionales, […],
es decir, se expresa a partir de un propio `proceso civilizatorio que le dio el carácter
pluricultural, plurilingüe, y plurinacional propio de la confederación del Tawantinsuyu (Turpo
2005: 149). Aunque este hecho también estaba encaminado a la homogenización cultural,
principalmente bajo el dominio del inca, no se concretó, como tampoco después de la
dominación colonial (comparativamente).
Si bien la lengua (runa simi19) fue la herramienta que utilizaron los incas para homogeneizar a
las naciones, esta también fue utilizada por los españoles durante la colonia para poder
expandir y controlar a las poblaciones andinas. Pero a pesar de este relativo orden
homogeneizante a nivel lingüístico y social, la organización multidimensional en los Andes
germinará, se mantendrá y vivirá en la realidad material y espiritual central que es el “ayllu”.
Así por lo menos coinciden entre etno-historiadores, antropólogos, etnólogos y otros cientistas
sociales, como veremos detalladamente a partir del análisis que se tiene al respecto sobre esta
estructura nuclear propia de los pueblos del Ande. En palabras de Turpo “la organización
social […] del Tawantinsuyu, se funda en el ayllu ancestral como primera unidad social
comunitaria, forjada en los distintos periodos de los florecimientos culturales regionales. La
unidad familiar de las culturas Mochika, Parakas, Chachapoyas, Tiwanaku y de otras culturas
indudablemente ha sido el ayllu y sigue siendo en la actualidad como símbolo de resistencia y
de afirmación de la identidad pluricultural indígena contemporánea (2005:151).

En este sentido el presente abordaje, ubicará el entramado organizativo del ayllu en los andes a
partir de su vitalidad, vigencia y existencia que se extiende inmemorialmente hasta el presente.
Además que las comunidades y ayllus andinos fueron los protagonistas en todos los niveles
institucionales y reivindicativos de una transformación permanente de sus condiciones de
existencia, es decir, introducidos a todos los horizontes del saber desarrollados en los andes, a
los que pondremos énfasis básicamente a nivel político y social.

19
Este término «runa simi» que viene del quechua literalmente significa “lengua del hombre” fue acuñado por
Fray Domingo de Santo Tomas en el siglo XVI.

23
2.- Naturaleza del Ayllu en la comunidad andina20; herencia de una organización
milenaria.-

Dentro la dinámica de perfeccionamiento ontológico y científico de las sociedades humanas


del planeta se considera algunos semblantes muy generales, podríamos tomarlos como
elementos de los más descriptivos. Estos semblantes se ubican dentro lo subjetivo y por otro
lado lo objetivo. Entre los elementos del nivel subjetivo podemos hablar de la cultura,
religiosidad, ideología, y otros aspectos no materiales que se van transformando con el tiempo,
asociados al mundo del sistema de ideas y creencias que tenemos todos los seres humanos. En
contraste y complementariedad se encuentran los cambios de orden objetivo que se asocian a
la economía, organización política, distribución de los recursos y otros elementos, de
reproducción material. Ambos elementos están básicamente orientados a una filosofía, una
realidad de producción espiritual y material de dispositivos y componentes para la sobre-
vivencia, existencia y manutención de la especie.

En los Andes este desarrollo vinculado a nivel subjetivo y objetivo de las sociedades y pueblos
multi-étnicos tuvieron un corte en su constitución histórica, social y cultural local. Se
fragmentaron todos los avances objetivos y subjetivos que se habían tenido hasta entonces
(1532), por la brutal incisión e irrupción de la hispanidad en la historia de este continente. Por
tanto, la llegada de los peninsulares introdujo una nueva lógica y concepción de mundo, se re-
programaron en todo el territorio andino nuevas instituciones como ejm: las encomiendas;
acompañada de una imposición de un “otro” modelo civilizatorio, inicialmente contrapuesto al
orden de desarrollo propio y natural del hombre Andino. Pero que de ningún modo se destruyó
la estructura organizacional básica del ayllu, sino que esta, a partir de ciertas metamorfosis,
continuó un proceso de desarrollo furtivo.

Pero esta estructura organizacional andina antes de la conquista y colonización peninsular,


fundamentalmente dentro de las formas de organización en los Andes centrales con los Incas,

20
Nos referimos a la “Comunidad Andina” desde la perspectiva de la historia organizacional local, no así, desde
la actual Comunidad Andina de Naciones, que en los últimos años ha sido uno de los esfuerzos mas serios en
torno a la integración “económica” de un grupo de países en vías de desarrollo del que forma parte Bolivia, Perú,
Ecuador, y Colombia. Por lo que al abordar la Comunidad Andina hacemos referencia a la realidad inmemorial
de la organización social, política y económica vinculada al ayllu, y a otras características organizativas
atemporales como el ayni, la minka, y otras relacionadas a la realidad andina.

24
se hallaba representada naturalmente a partir de una filosofía que se desprendía del desarrollo
económico y social agrícola y que tenía sus repercusiones en la política y formas
institucionales muy particulares y específicas. Esta institución básica es la que se encuentra
como unidad organizativa en la antigua y actual comunidad andina, el ayllu. Por lo que varios
investigadores hipotéticamente manifiestan que esta institución es una de las más antiguas y
representativas en el continente, e incluso algunos como Prada (2008) estriban que es de
origen Tiahuanacota, pero es tan solo una sospecha. El mismo Prada señala en el buen sentido
de la palabra, que el ayllu es una entidad arqueológica. Continúa y aclara que esto no quiere
decir de ninguna manera, que es un vestigio solo de museo, sino que es redimida develando
sus sedimentaciones y estratificaciones históricas. Concluye que la antigüedad del ayllu no
quiere decir que no esté presente en la contemporaneidad, no quiere decir que no sea actual.
La vigencia del ayllu radica precisamente en la vitalidad de su antigüedad (Prada 2008: 63-
65).

En consecuencia la existencia y conceptualización del término ayllu no está agotada. Más bien
desde siempre, y más aun durante los últimos años ha despertado el interés de cientístas
sociales que van prestándole mayor atención, por lo que existen acercamientos desde diversas
perspectivas y enfoques metodológicos con referencia al tema, siendo el más frecuente el de la
etnografía. Se trata de diversas aproximaciones a la comprensión de una realidad vigente en
las formaciones sociales andinas, entidad que vive su propia historicidad, trastrocada por los
acontecimientos históricos que marcaron hitos, definieron periodizaciones y actualizaciones
modificadas del ayllu. “El ayllu, a pesar de sus cambios, no puede entenderse sin su matriz
inicial, es decir, su arquitectura arcaica, correspondiente a una temporalidad precolombina”
(Prada 2008: 61). “Si el ayllu ingresa a un proceso de fragmentación y dispersión después de
las reducciones del virrey Toledo, esto no quiere decir que haya perdido su vínculo inicial con
su matriz arcaica. A esta matriz arcaica se la puede vislumbrar en el contexto de los
comportamientos, las conductas, las costumbres y las tradiciones. Toda fragmentación y
dispersión no supone la extinción, sino que plantea un complejo problema historicista a
propósito de esa relación abierta entre presente y pasado” (Ibíd.: 62).

25
Con relación a la entidad del Ayllu, desde entonces, ha habido antiguos y recientes, numerosos
y extensos ensayos, trabajos académicos, y entre los muchos acercamientos a esta
organización21, que básicamente coinciden de una y otra forma en la conceptualización y
definición del ayllu. Muchos son trabajos de orden místico y ahondan dialécticamente en el
vinculo y relación de tierra-hombre, hombre-naturaleza como es el estudio de Bautista
Saavedra (1903). En un sentido similar encontramos las aproximaciones con relación al ayllu
de Arturo Urquidi (1982), enmarcado dentro un análisis dialéctico-descriptivo a partir de la
teoría y método materialista. Otros en cambio plantean estudios más etno-históricos como el
trabajo de Ramiro Condarco en una obra titulada “Zarate, el temible willka” (1982) en donde
reivindica en su análisis un vinculo de las instituciones, con relación a las luchas sociales de
finales del siglo XIX y principios de XX. Así mismo Yampara considera el Ayllu desde el
acercamiento y cotidianidad con la comunidad en una realidad más contemporánea.

Por otra parte, en este bagaje, encontramos otras obras un tanto vinculadas a la etnografía
vivencial y bibliográfica, como las de Rengifo (1996), Paniagua (1999), Prada (2008), Untoja
(1992), y Yampara (2011) que plantean más bien a partir de estados de la cuestión, y análisis
bibliográficos la presencia del ayllu en diferentes momentos y colocaciones históricas.

Por tanto, las condiciones territoriales vinculadas al entendimiento y adaptación política del
hombre sobre los andes, instauró una filosofía constituida en la propia naturaleza del ayllu,
estas características inherentes son las que han permitido la propia sobrevivencia de esta
institución por periodos dinámicos, transitorios, con espacios extendidos y que básicamente
moldearon explícita o implícitamente la manutención de seres humanos con formas autóctonas
de organización, que a partir de su constitución milenaria hoy influyen y cobran mayor energía
como referencias circundadas para el mundo andino contemporáneo.

3.- Aproximaciones para una definición de ayllu.-


El ayllu al ser una institución histórica, política, cultural y económico-social de por si
autóctona, es un complejo y macro organismo social andino que ha sido abordado desde

21
Enumeramos algunos trabajos y conceptualizaciones representativas como las de Bertonio (1612); Matienzo
(1572); Saavedra (1903); Platt (1981); Condarco (1982); Urquidi (1982); Rengifo (1996); Paniagua (1999);
Yampara (2001); Prada (2008); Untoja (1992) y muchos otros investigadores del ayllu.

26
diferentes perspectivas disciplinarias. Entre estas perspectivas intentaremos precisar algunas, a
partir de autores y pensadores representativos que de alguna manera nos acercan a las más
generales valoraciones sobre el ayllu. Para intentar definir el término partimos de una
referencia conceptual inicial de la Colonia que interpreta y sostiene el Padre Ludovico
Bertonio, (véase 2008[1612]: 320) en la que señala que un ayllu es una “parcialidad de
indios”; más propio es jatha. Y Jatha [del aymará] tiene dos acepciones, por un lado es Semilla
de las plantas, los hombres y todos los Animales, y por otro lado es; Casta, familia, ayllu.
Mayqu jatha: casta de Reyes. ¿Khiti vel kawki jathata? ¿De qué casta o ayllu eres? (Bertonio
2008[1612]: 359).

En este dilema, para definir el ayllu, también precisamos algunas aproximaciones de cronistas
durante la Colonia, así encontramos la expresión en Urquidi (1982), quien asevera que cuando
sobrevino la conquista española el ayllu, esta era una institución desconocida pero que ofrecía
un régimen de filiación agnaticia o patriarcal. En este sentido por ejemplo se puntea que esta
incertidumbre estuvo presente en los cronistas que no lograban descifrar a cabalidad el ayllu y
según Portugal:
Para garantir a inteligibilidade de uma mensagem, é necessário o reconhecimento de discursos
desterritorializados. Ao utilizarem referências culturais comuns, os cronistas espanhóis e indígenas do
século XVI procuraram, a princípio, estabelecer um sistema de comunicação e posteriormente a
legitimação de um discurso cultural preponderante.
Na análise específica do significado do ayllu andino, após o encontro de distintos discursos culturais,
foi-lhe atribuída uma acepção compreensível aos dois grupos. A partir do período colonial, o ayllu
representava algo distinto do que havia sido em tempos incaicos e na prática converteu-se em estrutura
beneficiadora da política colonial española (Portugal 2009: 35).

En otros documentos encontramos a un estudioso de la lengua quechua de mediados del siglo


XVI, fraile Domingo de Santo Tomas quien –informa-, y señala la existencia de ayllus con
filiación masculina: El ayllu -dice- “comprendía todas las gentes que llevaban un mismo
nombre, y no solamente los hijos de un hombre, sino también de sus descendientes” (Cit. en
Urquidi 1982:117).

Otras definiciones clásicas como las de Matienzo 1910[1572], cronista e interventor de leyes
durante la colonia, por su parte, cuando habla de la organización y dominio territorial de los
andinos; señala que son parcialidades territoriales divididas en ayllus y controladas por
curacas y principales, al mismo tiempo estas se dividen en dos parcialidades; Urinsaya y
Anansaya:

27
[…] y en cada uno su principal que se van assentando por su orden, los de urinsaya á la mano yzquierda
tras su cacique y los de anansaya á la derecha, este de anansaya es el principal de todos y tiene este
señorío sobre los de urinsaya, llama y haze juntas y govierna en general aunque no manda en particular,
cobra la tassa y págala, cobra la del Curaca ó cacique de urinsaya, lo que ha cobrado de sus ayllos, su
officio de estos Caciques y principales es holgar y bever y contar y Repetir. […] Cuentan de espacio y
con piedras de muchos colores, mantienense del tributo que les dan los indios de su ayllo; aviase de
rremediar esto mandando que no cóbrese exemptos del trabajo y de la tassa más de tres principales de
cada parcialidad […] (Matienzo 1910[1572]: 16-35-104).

Por otro lado, en una ilustración teórica mas reciente, de principios del siglo XX sobre el
ayllu, encontramos a Saavedra 1971(1903) quien afirma que el ayllu ´germina primero como
núcleo familiar, y toma después otras formas de convivencia social mas amplia, extensa y
económica. En consecuencia concluye que el ayllu por su origen es el núcleo de una familia
consanguínea, así como también, esta guiado bajo un régimen patriarcal del anciano o jefe, del
cual proceden o por el cual se relacionan o agrupan las familias. En efecto, la existencia del
ayllu para la época de Saavedra todavía subsiste (…) casi con el mismo molde tribal que nos
describen los cronistas españoles. No obstante las alteraciones de carácter agrícola y tributario
introducido por los peninsulares en la composición de los grupos indígenas también se hace
evidente (Ibíd.: 78-88).

Condarco (1982) por su parte, se concentra en describir el proceso de acomodación del ayllu
en el contexto de una lucha de castas que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del
XX. En cuanto a la organización social milenaria señala que (…) el ayllu subsiste, aunque
transformado. Los ayllus se encuentran subordinados principalmente a la autoridad
comunitaria de dos jefes electos: el hilakata y el alcalde (Ibíd.: 29).

Desde una mirada económica y directamente vinculada al capital; Untoja (1992), uno de los
más representativos teóricos contemporáneos aymaras que re-piensa el -Retorno del Ayllu-,
nos describe que el (…) Ayllu, [es] una estructura económica propia a los Aymará-Quechua
[que] ha logrado mantenerse en el transcurso de la historia a pesar de la violencia colonial y
las distorsiones posteriores. Señala también que es necesario (…) entender al ayllu como
totalidad, lo político, lo religioso, la administración económica, el dominio militar son asuntos
del ayllu (Ibíd. 85). A manera de conclusión recuperamos un último planteamiento de Untoja;
en donde el ayllu no es un fenómeno estático, más bien, debe ser seguido en su dinámica por

28
el pensamiento de lo propio, considerado el mismo y lo otro tanto al nivel del ayllu y la
totalidad del conjunto (Ibíd. 94).

En este entramado de conceptualizaciones sobre el ayllu, encontramos también a Yampara


(2011) otro representativo y coetáneo pensador aymará que bajo un planteamiento análogo al
sistémico y relacional nos aproxima al ayllu vivo de las comunidades rurales aymaras, y nos
describe en toda su complejidad al mismo, bajo ciertas características;
El ayllu es un sistema organizativo multisectorial y multifacético, una institución andina, la casa
cosmológica andina, que interacciona/emula una doble fuerza y energía de la Pacha en la vida de los
pueblos, fundamentalmente tetraléctico, que siendo un espacio territorial unitario, se desdobla en dos
parcialidades de: “Araja-Aynacha”(dualidad), en el encuentro y la unidad de ambos se expresa un tercer
elemento como “Taypi”(Trilogía doble), accionado principalmente por las ritualidades de “Sata, Anata,
Puqura, Achura, K´illpha, Tapa, Kuntur Mamani”, la espaciación “Araja-aynacha”, en su sistema de
asignación territorial: familiar y comunitario están expresado en “Sayaña-Saraqa”, ambos –aunque con
mayor preponderancia –en “Saraqa” los “Aynuqa-Anaqa” (espacios de producción agrícola y pecuaria),
estos a su vez según su uso o descanso en “Puruma-Qallpa”. Este sistema está regido por una autoridad
política pareada (pareja) de Tata-Mama Jilaqata, coadyuvado por los “Yapu-Uywa Qamana”
(autoridades de la producción) y los “Yatiri/chamakani” (autoridades de la cosmovisión andina). Por eso
la autoridad originaria del Ayllu no se entiende sin su territorialidad, ni la territorialidad sin su autoridad,
una de las principales diferencias con el sindicalismo (Ibíd.: 69).

Yampara hace énfasis en la interrelación interna y externa que existe en el ayllu, por lo que su
definición de ayllu es muy compleja. Parece circunscribirse dentro una lógica de continuidad
diacrónica de la historia, vigente hasta la actualidad. Departe que la institución andina
sobrevivió a las transformaciones sociales y políticas, y que aun hoy, el ayllu, es ostensible.
Además, parecería que su definición solamente podría ser entendible en toda su dimensión a
través de la vivencia y participación intrínseca dentro un ayllu.

Enmarcándonos en una conceptualización concluyente y global hasta aquí, podemos señalar


que el ayllu se constituyó inicialmente a partir de una “relación de familiaridad y descendencia
que existió entre los miembros de un grupo humano vinculado consanguíneamente y que vivió
en un territorio fijo y determinado, cuyos miembros se reconocían y reconocen por un
parentesco oficial y tradicional, gobernándose independientemente” (Espinoza s/a: 118-119),
producto de la sedentarización y mitificación de la tierra. La parentela consanguínea refiere a
las vinculaciones entre parientes y afines relacionados en grados variables con la misma
persona. (Lambert cit. en Rengifo 1996: 4). Coincidentemente se ultima que: "El ayllu es la
unidad social que agrupa unas familias, a menudo con lazos de parentesco, al interior de un
territorio fijo"(Ibíd.). Esta congregación social es favorable para afrontar una geografía

29
accidentada marcada por los diferentes pisos ecológicos que necesariamente deben ser
adecuados por el hombre para el desarrollo económico y político del que depende su
existencia.
Bajo esta lógica, existe en la familia Andina “[...] no sólo parientes, sean de un mismo tronco
familiar o de troncos afines, sino de troncos familiares no necesariamente afines ni
consanguíneos. Decir papá, tío o hermano a las personas de la generación de nuestros padres o
de las nuestras, sean o no parientes consanguíneos o afines, es una manera usual de
comunicarse en los Andes”. Esta institución penetra el periodo colonial y republicano. En este
transcurso involucra nuevas categorías, por ejemplo “[...] lo que se denomina parentesco
espiritual como el compadrazgo que vincula a personas no necesariamente consanguíneas o
afines” (Ibíd.: 4).

Por tanto, el ayllu, es una unidad social de semejantes, de poder dual (Urin y Hanan), donde la
noción de existencia es hallada con un carácter irrenunciable de todo cuanto coexiste
[animista], no sólo vinculada a los miembros de la comunidad humana, sino a la totalidad de
los seres vivos del territorio habitado. El término “pariente” es generalizado igualmente a los
cultivos, a la chacra, a los animales, a la tierra en su totalidad. “Los campesinos consideran a
las papas de su chacra como a sus hijas y cuando recién se incorporan le dan el nombre de
nueras” por ejemplo (Ibíd.: 5). Estas particularidades del ayllu se mantendrán también en los
pueblos y comunidades andinas después del contacto con los incas, y su poder administrativo
expansivo. Refuncionalizando al propio ayllu y asimilado por la estructura estatal Inca.

En este sentido Saavedra (1971), afina que “las formas más generalizadas por el [Estado]
incásico, en cuanto al repartimiento parcelario, orden de cultivos, sistema tributario, sin alterar
el fondo originario de la propiedad clánica, ha debido uniformar las relaciones de la persona y
la tierra, y aproximar, por medio de la centralización, la propiedad comunal a los órganos del
Estado incásico” que se mantuvo incluso durante la colonia (Ibíd.: 99).

Posteriormente y en la etapa colonial, el ayllu es refuncionalizado a partir del establecimiento


de haciendas, mitas, mineras y reducciones impulsadas básicamente por los Virreyes Lope
García de Castro y Francisco de Toledo entre 1565-1581; refuncionalizando y transformando a
las organizaciones territoriales de los ayllus (Espinoza s/a: 118).

30
Durante la Republica, particularmente después de la segunda mitad del siglo XX, el ayllu fue
re-considerado como planteamiento investigativo, que entró inicialmente en un área
experimental de investigaciones descriptivas y etnográficas (Prada 2008: 57). Se plantea que
la muestra viva de la permanencia de los ayllus son las más conocidas investigaciones
contemporáneas de los ayllus del norte Potosí. Sin olvidar particularmente las que se asientan
en los pequeños valles que se abren paso en el macizo de la cordillera. Estas investigaciones
descriptivas requieren de un sustento empírico, básicamente de un trabajo de campo, y una
delimitación de estudios etnográficos y de caso. “[…] esta situación las convierte,
paradójicamente, en exploraciones con detenimiento y relativas a un lugar y momento
determinados, debido al corte transversal y localizado”. En este sentido existen un
conglomerado de investigaciones sobre el ayllu, metodológicamente diferentes, pero que
básicamente coinciden en la definición, pero no así en el tópico y modelo de la investigación.
Más bien estas últimas se caracterizan por tener y ser parte de un bagaje de diferentes
enfoques, metodologías, y modelos a diferenciarse, entre estas tenemos a las “etnográficas,
etno-históricas, antropológicas, [históricas] y otras” (Ibíd.)

A manera de cierre, precisamos que el ayllu por ser un modelo de organización propio de los
andes, tiende a ser repensado y re-adecuarlo a la realidad presente, pues, los Estados andinos,
y más que todo Bolivia, continúan alejados de sus bases organizacionales primigenias, y mas
bien cercanas a procesos organizacionales del llamado “mundo desarrollado” que ponen
énfasis en procesos extractivistas de los recursos, insostenibles y lleno de desequilibrios en la
economía. En este sentido, el ayllu nos debe servir para poder transformar aquello, para
abrirse paso hacia una nueva forma de entender la economía que históricamente caracterizó
alguna vez a esta región. Por lo que es necesario repensar el agro en Bolivia a partir de la
organización del ayllu que fue muy productiva durante el incario, y sostuvo también a la
colonia, es más, se constituía en el principal generador de la riqueza de acuerdo a últimas
investigaciones. Los alimentos eran la base de la sobre vivencia y se componían en los
excedentes para la manutención de los grupos humanos en este espacio desde siempre.

Pero cabe destacar que el ayllu no es solo una institución económica de redistribución de la
riqueza, es más, es una institución que comprende a la multiplicidad de elementos que hoy son

31
estudiados separadamente. Es decir, el ayllu es una totalidad institucional expresada en forma
política; pues sobre esta organización descansan los lineamientos básicos de un orden social.
En forma económica; porque es un organismo que se debe al trabajo compartido y colectivo
en donde la generación de riqueza necesariamente requiere de la fuerza de trabajo de todos los
miembros del ayllu; es una institución también religiosa, porque a partir de este orden y
producción de significados se han creado íntimos lazos con la tierra, con la naturaleza, con los
animales, es decir, se ha interiorizado una filosofía, cosmovisión y cultura mítica muy
particular, que lógicamente, se ha transformado durante las referidas etapas que han confluido
en el espacio andino. Y por último es una institución social, porque regula todo el proceso de
socialización, es decir, se comparten normas sociales y valores culturales, se transmite un
código de significaciones de una generación a otra. Así mismo, este proceso de socialización
en los andes tiene la noción de estar incorporada no solo a normas y reglas sociales, sino
también a situaciones particulares de la naturaleza, que creemos moldearon el carácter y
personalidad del hombre andino.

Por todo lo anterior, el ayllu se constituye, y se constituirá en uno de los referentes


organizativos históricos más importantes del mundo andino. No existe sistema indígena más
vigente que esté presente en gran parte de las comunidades rurales del occidente de Bolivia,
así como también las transplantadas a lugares emergentes como las tierras bajas en el caso del
oriente, como a las periferias urbanas, producto de las migraciones campo-ciudad en los
últimos 25 años. Por tanto “el ayllu reaparece [en el escenario contemporáneo] como
trascendencia histórica; es decir, como acontecimiento primordial en el devenir histórico de
las formaciones sociales asentadas en la geografía andina”22 (Alcoreza cit. en Prada 2008:62).
Por lo que el ayllu es la más clara muestra de la sobre-vivencia y vigencia de la organización y
orden andino en los territorios de la actual Bolivia.

En consecuencia la firmeza del ayllu como institución tiene continuidad y actualidad, pues aun
es inteligible para nuestra época. En el contexto económico, social y cultural, el ayllu también

22
Planteamos que a nivel cultural el ayllu se ha constituido en un vehiculo de transmision cultural de una
generación a otra, se debe al rol familiar del ayllu la supervivencia de la cultura andina vigente hasta nuestros
dias. Puede encontrarse algunos elementos en Raúl Prada Alcoreza, “Multitudes y clases en los movimientos
sociales anti-sistémicos”. Mimeografiado, 2006.

32
se desarrolló y se desarrolla. Promovió y produce los debates a favor o en contra más
impetuosos dentro de los intelectuales de todas las épocas.

En estos términos de cierre, podemos plantear de manera concluyente y recuperando una


visión aglutinadora de la historia del ayllu, que esta forma de organización es producto de un
inicial desarrollo agrícola, acompañado de todo un sistema festivo de agradecimiento a partir
del rito. En la medida que fue creciendo el sistema organizacional del ayllu, este adquirió un
carácter político de administración territorial , y dio origen a una relación económica, es decir,
el ayllu se puede ver como un sistema responsable de la distribución de los recursos escasos y
redistribución de los productos para la sobre vivencia de la totalidad de las personas dentro de
un colectivo y que necesita de los mismos sujetos como elemento vital para sobrevivir; pues,
las condiciones geográficas y territoriales determinan de alguna manera la configuración de un
trabajo colectivo vinculado a la fuerza de trabajo que afronte las características de una
geografía accidentada e impetuosa. Así, las instituciones andinas como el ayllu básicamente se
adecuaron a partir de las necesidades del hombre y el medio de estos lares.

Después de esta fugitiva conceptualización sobre el ayllu en la narrativa, enfocaremos en


detalle nuestro estudio bajo la descripción y reflexión emplazado en los diferentes periodos
históricos a los que resistió el ayllu.

33
CAPITULO I

ETNOGÉNESIS23 DEL AYLLU

1. El ayllu antes de los Incas.-

También de ese pasado legendario, sembrado de mitos, se proyecta en el tiempo sin


límites, la constitución familiar del AYLLU en el cual finca su autoridad el CURACA,
jefe nato de su unidad social. De esos AYLLUS, los más poderosos o los más capaces,
dejaron sus lares del gran Lago y fueron a establecer sus reales en campos serranos y
acogedores de donde, al correr de pocos siglos, nacería un Imperio en el Pacífico Sur
con asentamientos en los valles cordilleranos, en los llanos y con penetraciones en las
cálidas regiones del Oriente.
Luís Fernando Guachalla (2006)

El presente periodo es pluralmente conocido con diversas acepciones; época pre-colombina,


pre-hispánica, o pre-inca. Tiene un bagaje de planteamientos teóricos e hipotéticos de
destacados cronistas, etno-historiadores, antropólogos, arqueólogos y sociólogos que
investigaron y en muchos otros casos especularon sobre el ayllu. Lastimosamente hasta ahora
no se ha descubierto formas de escritura24 que nos informen rotundamente sobre los sucesos
históricos pre-incas en los Andes, siendo este factor limitante para la investigación científica.
Por tanto, no habiendo escritura ni grafía que haya podido mantener la historia en su plenitud,

23
Recurriendo a Lopez-Oncon (1985); Abercrombie (1991); utilizamos el concepto de etnogénesis en el sentido
de que las organizaciones andinas tienen un fuerte cimiento histórico que ha guiado y aún guía a los constantes
cambios institucionales por los que atraviesa, en este caso el ayllu, desde el pasado hasta el presente, y no ha
cesado su desarrollo, sino mas bien, han ido creando y recreando continuamente sus proto-formaciones (…) “que
se caracterizan por estar situadas en una dinámica endógena e interna”. Así mismo la etnogénesis nos servirá para
entender y caracterizar el vanguardismo indígena andino existente en la actualidad, pero conviene, por los fines
metodológicos, resaltar cómo las instituciones andinas acaecidas en el pasado fueron y son en si mismas
manifestaciones de una continua etnogénesis hasta el presente.
24
El debate sobre la escritura en los Andes sigue abierto, es decir, no se ha logrado llegar a conclusiones
aprobadas por la comunidad cientifica que estudia esta cuestión. Luigi Morolli (2011); señala que la teología y
cosmología y escritura inca siguen siendo un misterio incluso para aquellos que han estudiado muy de cerca; “ha
permanecido impenetrable hasta nuestros dias”. A decirse de los incas en palabras de Morolli, citando a Gary
Urton; «hay algo en su manera de pensar que para nosotros es muy extraño. La mayoría de sus instituciones
naturales no le sirven para examinar bien los lugares Incas. Nos es difícil saber cómo pensaron», este mismo
autor ha estudiado el quipu e intentado encontrar su correlación con el misterio de la escritura. Otra noticia un
tanto especulativa, señala que en la década de los años 80, hubo en el Ecuador (cueva del Taio) una noticia que se
habían encontrado tablas con escritura cuneiforme, que se atribuían a los incas y otros grupos anteriores a ellos.
Quien sabía y tenía muchos objetos aparentemente escritos fue el que se llamo padre Crespi. Pero no habiendo
hoy evidencias, aun es un misterio a resolver si hubo o no escritura en el incario, aunque muchos plantean
objetivamente que si hubo (iconográfica en tejidos o bordados), y no necesariamente igual que la grafía latina o
griega. Aunque se hacen evidentes nuestras dudas con relación a lo anterior, habrá que hacer una invesigación
muy profunda con relación al tema de decodificación e interpretación de tal cuestión, a partir de la recuperación
de pinturas, bordados, quipus, y otras tecnologías que guardaban la memoria de la civilización del tawantinsuyo.

34
para esta época, las investigaciones etno-históricas que tienen como fuentes lo oral, se
justifican por sus limitaciones e imprecisiones en su narrativa.

Con relación al desarrollo de la institucionalidad andina, esta tuvo un desarrollo con sus
propias particularidades, su orden está asociado a la etnicidad, territorialidad y religiosidad
que tenían presente en la cotidianidad de su existencia y adaptabilidad al medio. “La
adaptación humana al medio ambiente andino ha incorporado así una especialización
ecológica y geográfica altamente diferenciada” (Harris 1987: 8-9). Es decir concatenaron su
efigie existencia en el contexto andino a través de la utilización de pisos ecológicos (Murra
1975).

Los pueblos andinos desarrollaron núcleos familiares (ayllus) económicamente vinculados a la


naturaleza, por lo que adquirieron una fascinante destreza en cuanto a la domesticación de
animales, “...y en el campo de la domesticación de plantas probablemente más que cualquier
otra sociedad” (Golte 1981:119). En este sentido inicialmente la organización andina tuvo la
necesidad de desarrollar decisiva e imprescindiblemente “la agricultura” para sobrevivir, a la
que acompañaba la ganadería, y la navegación, pues estas poblaciones al estar ubicadas
alrededor de ríos, lagunas, lagos y zonas lacustres básicamente ofrecían una basta gama de
animales.

Estas primeras organizaciones nucleares, inicialmente parecen haberse desarrollado con


ciertos estándares similares en todas las sociedades del planeta, este patrón común «se exhibe
en la organización de la sociedad primitiva sobre la base del sexo, (…) parentesco, y territorio;
en las formas sucesivas del matrimonio y de la familia, con los sistemas de consanguinidad»
(Morgan 2001[1877]: 33-34). Económicamente estuvieron asociadas a la recolección (base
primaria de la economía), vital en su propia sobrevivencia, que se vale de una extensa gama de
frutos y animales disponibles en el ambiente. Posteriormente estas poblaciones requieren de
un desarrollo más complejo en donde se perfeccionan las formas de domesticación de los
animales, se abarcan múltiples terrenos para el cultivo, y en esto andan desde las zonas altas
hasta las tierras bajas perpetrando una diversificación de la producción, que va desde la papa
hasta el maíz y las verduras. De acuerdo a Engels, este desarrollo asociado a mexicanos,
centro-americanos y peruanos de la época pre-inca, que se prolonga hasta los incas, esta dentro

35
lo que se llamó para los evolucionistas como estadio inferior y medio de la barbarie; pues
vivían en casas de adobes, de piedra en forma de fortalezas (…) (2006[1884]: 20-21).
Planteamientos que sin lugar a dudas fueron rebatidos durante el siglo XX, pero habrá que
recordarlos bajo la noción crítica de las vertientes investigativas menos lineales como la
fenomenología u otras mas abiertas como la etnografía, para contrastar aquellos iniciales
planteamientos.

Todo estas características asociadas a los andes, se ha venido a denominar como la


“humanización generalizada” por Golte (1981), quien a partir de la racionalidad de la
organización andina trata de explicar el alcance de la lógica andina manifiesta en el “ayllu” en
contextos donde ha florecido la misma. Para ello se parte de un problema sobre la
especialización ambiental; pues, solamente un conocimiento del medio ambiente permite, por
un lado, el aprovechamiento de una parte de tiempo de trabajo por la naturaleza cíclica, esto
fue guiado bajo el espacio territorial de crecimiento de las plantas, la utilización de mano de
obra, y el almacenamiento de los productos si existiese un plus-producto para cubrir la
alimentación tras alguna eventualidad en el futuro. Estas formas de organización se encuentran
enmarcadas en las bases económicas primarias de la organización andina.

Por otro lado entre las plataformas organizativas pre-incas se encuentran mitos que muestran
el recorrido de los pueblos en busca de tierras fértiles donde establecerse, dando lugar a el
desarrollo de macro-etnias (suyus), cuyos jefes eran los Jatun-Curacas o grandes señores
(Rostoworowski 2012: 28-29). «Eran una pluralidad de pequeños curacas, o sinchi25, simples
dirigentes del ayllus de diversos orígenes que habitaban la región del futuro Cuzco» (Ibíd.).
Estos señores encumbrados, fueron desarrollándose en varios curacazgos o reyezuelos
subalternos, donde vivían agrupaciones (tribus, ayllus, linajes) muy pequeños, algunos poco
desarrollados como los Tampus, Quechuas, Collas (Aimaras), Chancas, Huancas,
Huanacuyos, Huacrachucos, Caxamalcas, Changos, Moquihuayos, Yungas, Tallanes y
Mochicas (Rosay 1955: 10-11). En este sentido el desarrollo de las sociedades andinas entre el
año 500 y 1000 d.c. son denominados como Reinos y Señoríos teocráticos (Rostoworowski
2012: 26), pues tenían como pilar de su desarrollo los mismos Ayllus que al agruparse se

25
Sinchi proviene del Quechua (runa simi); que quiere decir: Guerrero.

36
fueron complejizando, y más aún bajo el control de aquellos curacas26 que ejercían un poder
coercitivo con relación a sus miembros, a todo esto, paralelamente se daban las rivalidades
territoriales sobre el manejo de los mejores suelos para el cultivo como también políticas
expansivas, que estaban guiadas bajo una lógica de protección y seguridad del Ayllu.
Posterior a este periodo, Rostoworoswski señala que aproximadamente entre el 1000 y el
1100, los ayllus bajo la tutela de los sinchis o curacas quienes regulaban el funcionamiento de
los mismos ayllus, fueron desarrollándose ya, como estados militaristas y constituyendo
sociedades urbanas despóticas (2012: 26). Abercrombie plantea sobre este mismo periodo que
`las muchas formaciones políticas de la, -región -y los agrupamientos del tipo phratry
llamados ayllus se hacen comunes y se integran en reinos extensos dualmente organizados
corno los Killaka, Asanaqi, Charka y Lupaqa, gobernados por castas complementarias de
señores hereditarios en cada mitad. (…) por supuesto, son estos pueblos y no los reinados
hereditarios los cuales han perdurado hasta el presente (1991: 204).

Como se hizo notar, el punto de partida del ayllu es anterior a los incas, en el periodo
formativo que se sitúa entre los años 1000 a.c. y 1000 d.c., donde surgen los reinos y señoríos
teocráticos, por demás, anterior al periodo de los incas. Aunque es incierto establecer un año
especifico, situamos como oscilante el surgimiento del ayllu entre estos milenios.

Además de los aportes que desde la arqueología han tratado de ubicar y entender el
surgimiento del ayllu pre-incaico a partir de planteamientos problemáticos sobre el mismo
como los bosquejados en investigaciones y hallazgos arqueológicos de mediados del siglo XX
como los desplegados por Ibarra Graso (1965). Las comunidades y pueblos andinos en su
propio desarrollo de etnogénesis, fueron desarrollándose internamente por aproximadamente
dos milenios. Algunos antropólogos como Cunow (1929) y arqueólogos como Posnansky
(1957), nos legaron una hipótesis implícita en sus escritos, de saber, si el ayllu es una herencia

26
Según relata El Inca Garcilaso de la Vega (1943); para ilustrar en un ejemplo la relación de dos curacas del
Collasuyo (Cari y Chipana), señala que estos «se hacian cruel guerra el uno al otro»; además que «estos dos
grandes curacas eran descendientes de dos capitanes famosos que en tiempos pasados, antes de los Incas, se
habían levantado en aquellas provincias cada uno de por sí y ganado muchos pueblos y vasallos y héchose
grandes señores. Los cuales, no contentos con lo que iban ganando, volvieron las armas el uno contra el otro,
aunque, como bravos capitanes, se sustentaron valerosamente todo el tiempo que vivieron. Esta guerra y
contienda dejaron en herencia a sus hijos y descendientes, los cuales la sustentaron con el mismo valor que sus
pasados, hasta el tiempo del Inca Capac Yupanqui» (pág. 165-166-167-168-169).

37
de Tiahuanaku, pero hasta el día de hoy no se ha logrado demostrar esta hipótesis, aunque más
bien se la ha rechazado, pues no hay evidencias y solo es una suposición. Además ha sido
refutada por teóricos más recientes como Ponce (1992); Berenguer (2000), que se preguntan,
si los aymaras construyeron aparentemente Tiawanaku ¿Por qué se encontraban abandonadas
aquellas ruinas al momento del encuentro de Cieza de León en 1549, y sus descendientes
Collas no lo restauraron, si son herederos de aquella civilización?. Ante estas dudas y
cuestionantes, cuidadosamente debemos señalar que dentro de este escenario polémico, el
ayllu sin remontarnos muy lejanamente, debe ser considerado como un constructo social y
organizacional posterior a Tiawanaku. Surgió por una inicial “cohesión” familiar, y después
mediante la unidad germinal de las comunidades, formaron lo que se llamó; Ayllu. Esta
organización, como dijimos, se remonta a tiempos de largo plazo y tiene una herencia
relativamente antigua, de dos milenios aproximadamente, y que muy fatigosamente ha
pervivido como institución y organización en los andes centrales.
Urquidi sugiere que […] nos corresponda saber, que el ayllu es una antiquísima institución,
vinculada con los orígenes mismos de los pueblos precolombinos del área andina, ya que su
existencia data desde las primeras fases de sedentarización de los núcleos humanos integrantes
de dichos pueblos, fenómeno que, a su vez, está en concomitancia con los albores del
surgimiento de la agricultura en la zona geográfica que aquellos ocuparon (1982: 42-43). Así
mismo la descripción de esta imagen organizacional, considerando a esta institución a partir de
una analogía con el clan, recuerda que `el ayllu o clan peruano [boliviano], es muy antiguo,
anterior con muchos siglos a la sociedad incaica. El clan nace al mismo tiempo que la
agricultura; y esta aparece, a su vez, en sus formas embrionarias, en la Edad Neolítica y
arcaica. Por lo tanto, el clan se halla ligado, a las formas mas viejas de la organización social”
(Ibíd.: 11).
En consecuencia, podemos apreciar que la articulación familiar del ayllu a nivel político se
desarrolló en tiempos pretéritos que anteceden a la formación de cualquier tipo de Estado mas
complejo, pues ´el ayllu […] es de antiquísima data, anterior en muchos siglos a la sociedad
estatal incaica, no solo porque tal genero de agrupación social sirvió de fundamento a todas las
culturas e instituciones pre-hispánicas posteriores en la región andina […] ´ (Ibíd.: 37).

En este sentido, Luís E. Valcárcel, había delimitado con anticipación esa relación en su
interesante tesis «Del ayllu al imperio». En pocas palabras señala que la cultura desarrollada

38
en el área andina es el resultado de las mezclas de los círculos culturales primarios que
ocuparon nuestro territorio en las zonas de la selva, de serranía y de litoral marítimo, es decir,
que también la utilización de los pisos ecológicos tiene una forma de organización de tipo
ayllu, y como toda alta y superior cultura no es simple sino compleja, no es pura sino mestiza
(cit. en Urquidi 1982: 35).

Por otra parte, entre las definiciones clásicas del Ayllu a nivel social se encuentran pocas, y
básicamente me adscribo a las planteadas por Jan Szeminski en el sentido general de que el
ayllu pre-inca del periodo post-formativo del 0 al 1000 d.c., ya tenía la característica de ser:
“un grupo relacionado de personas, parientes supuestos o verdaderos – que poseían territorio
propio. Pues en lengua quechua, ayllu significa; familia, grupo emparentado” (1971: 260).

Bajo estas aproximaciones, concluimos el ayllu pre-inca desarrollado entre el 1000 a.c., y el
1000 d.c., socialmente se constituía sobre todo por familias vinculadas de manera real o
ficticia por vínculos de parentesco y afinidad. Pero este vínculo de parentesco, también ligaba
dos elementos de conexión a nivel territorial, estos eran la llacta y la marca, ambas al amparo
de un Apu (totem). La llacta significa “aldea, terreno construido”, y la marca tenía un
significado asociado al terreno o pedazo más pequeño de tierra que pertenece a la llacta (Ibíd.).
Esta simbiosis territorial y familiar dio origen a los primeros núcleos, poblaciones y
sociedades organizadas en ayllus, que se desarrollaron e influyeron en la constitución de una
sociedad sedentaria, dando lugar a las primeras asociaciones urbanas que a la llegada de los
incas (hacia el 1100 d.c.) a los Andes, estas se van a complejizar y desarrollar mucho mas.

2. Reciprocidad y jerarquía del ayllu.-

El desarrollo organizacional y socio-económico del ayllu en el último periodo formativo, es


decir entre los años 500 y el 1000 d.c., tiene como característica de su desarrollo un valor
social y de intercambio económico. Los ayllus que incipientemente habían consolidado un
sistema de trabajo asociado y vinculado a la agricultura, de pronto tuvieron que desarrollar una
forma básica de intercambio, que no puede entenderse sin el concepto de reciprocidad, además
entendido como el principio de correspondencia mutua, así nos recuerda Estermann, “el
principio de correspondencia se expresa a nivel pragmático [económico] y ético” (1998: 131),

39
este concepto vinculado a la institucionalidad del ayllu, adquiere un perfil que tiende a la
cohesión y dependencia social, en el escenario geográfico andino. La reciprocidad podría
asociarse a un desarrollo pragmático básicamente mediante las labores económicas agrícolas,
y a nivel ético cuando hablamos de un desarrollo cultural y social que se fusionan en una
determinada filosofía. Ambos elementos al mismo tiempo se corresponden al encontrar
mutuas dependencias de reciprocidad. O lo que en palabras de Diez de Medina podría
interpretarse místicamente como una unidad trascendental del hombre y el lugar, donde se
atiende el hecho físico, y afluye lo telúrico. Es una simbiosis entrañable donde la tierra inerte
se mueve en la inquietud del hombre; el hombre activo se aquieta en la mansedumbre de la
tierra. (…) La tierra hace al hombre, y en este sentido la tierra no es solo el polvo que se huele,
sino el aire que ese respira y el círculo vicioso en que se vive. (…) (cit. en Rojas 1978: 77-78).
El hombre parece estar determinado por las influencias de su ambiente, que las vierte en todo
su ser y está ligado diremos personalmente a cada uno de los aspectos de la tierra que lo
sustenta, parece que ha ahondado más en su propia vida y que por lo mismo puede alcanzar
ese equilibrio interno que convierte su espíritu en una realidad poderosa como señalaría
también Alcides Arguedas. Apreciaciones que corresponden sin lugar a dudas a un
determinismo geográfico y espacial.

El principio de reciprocidad no solo se ubica en las relaciones humanas, sean individuales o


grupales, sino también se desarrolla a nivel exógeno, es decir, entre el hombre y el entorno
natural, que en el caso de los andes es un entorno divinizado y visto como sagrado. Estas
características nos muestran una constante relación de interacción, entre el perfil pragmático
(económico) y ético (filosófico), en donde “la reciprocidad andina no presupone
necesariamente una relación de interacción libre y voluntaria; más bien se trata de un –deber
cósmico- que refleja un orden universal del que el ser humano forma parte” (Estermann
1998:132).

La reciprocidad, por tanto, debió tener una utilidad practica en todos los espacios de la vida, y
más aún al estar asociada a condiciones sociales intrínsecas de la realidad económico-social,
como también a cuestiones culturales particulares de orden y organización para la sobre
vivencia; este último elemento obliga a la sociedad pre-inca a dar un orden, una jerarquía.
Acudiendo a Alberti y Mayer (1974), y estos asistiendo a Nathan Wachtel en su libro Sociedad

40
e ideología. Ensayos de historia y antropología andinas, obra esclarecedora de la trayectoria
histórica; señalan que dentro los principios fundamentales de la organización socio-económica
de las sociedades andinas esta la reciprocidad. Pues, «los miembros de las comunidades
rurales (o ayllu), unidos por vínculos de parentesco, entran en relaciones recíprocas
igualitarias entre sí, sobre todo en las relaciones de producción» (1974: 15).
Esta reciprocidad ordenaba socialmente mediante una jerarquía dentro el ayllu, tenia
componentes básicos, en donde, a la cabeza de cada ayllu se encontraba una autoridad llamada
curaca, también conocido como cacique27. Para la región andina Murra nos advierte que “(…)
los términos “caciques” y “principales”, usados para denominarlos, eran imprecisos;
describían autoridades que diferían enormemente entre si, en poder y responsabilidad; desde
mandones de un pequeño valle, con tres o cuatro aldeas, hasta el rey Chimú” (1975: 172), por
lo que nos quedaremos con el denominativo de curaca, que comúnmente fue utilizado en la
colonia y que será el concepto que hace referencia al jefe de una determinada comunidad
(ayllu) y franja territorial del Ande.

Szminski por su parte no tarda en señalar que la reciprocidad estaba sujeta a una jurisdicción
de las tierras de ayllu y al curaca quien es el que conducía el ayllu. De éste, su poderío variaba
según el tamaño del ayllu y sus componentes étnicos. Pues muchos de estos señores
encumbrados, gobernaban varios curacazgos subalternos de menor jerarquía enmarcados en el
control vertical de la ecología, muchos bastante pequeños que solo se reducían a un mono
espacio ecológico. La redistribución del usufructo, en la mayoría de los casos, lo hacían los
Curacasgos que eran de “carácter hereditario”, en otros, los elegían las cabezas de familia, es
decir, los legítimos miembros del ayllu” (1971: 260). Sin negar la base estructural que sustenta
la reciprocidad, en el interior del ayllu, que está dada por la posesión en común de la tierra,
explotada comunitariamente, sobre todo en los pastos y para la producción especializada, y en
forma familiar en las partes dedicadas al cultivo de subsistencia (Alberti y Mayer 1974: 15).

Los curacas al ser los representantes máximos durante este periodo, tenían atribuciones de
defender y representar a su ayllu con relación al resto de los ayllus, sean enemigos o amigos,
27
El concepto de cacique tiene su origen en centro América, pero debido al trasplante conceptual de aquella
región de la america central por los españoles, se dio el nombre de cacique también a los jefes de la región
andina, que comúnmente se llamaban Curacas. Ver mas en Juan de Solórzano Pereira “Política Indiana” Libro II
capitulo XXVII sobre las aclaraciones entre los caciques y curacas.

41
dependiendo, si establecían relaciones de convivencia pacífica o de conflicto. Pero en todas las
cuestiones principales “el curaca pide consejo a los ancianos (jefes de las grandes familias)
incluso a todos los miembros casados del ayllu” (Szminski 1971: 260).

En este sentido, el ayllu del último periodo formativo tenía a un curaca dirigiendo a su propio
grupo humano y territorio. Si existía alguna colonia, ésta por lo general `se encontraba en la
ladera, en los eriales, a mitad del camino entre el valle y los pastizales de la montaña` (Ibíd.).

Por otra parte “los señores étnicos locales” llamados curacas del mismo modo tenían derecho a
usar la energía humana de su comunidad. (…) los señores no recibían ni tributos ni salario”.
Los campesinos –le hacían cierta cantidad de sementeras para su sustentación y la casa cuando
había necesidad y débanle por su rodeo [ayllu por ayllu] que ellos llaman mita, ciertos indios e
indias de servicio para que le trajesen leña y agua-” (Bandera Cit. en Murra 1975: 29). Así
mismo, y dentro del sentido implícito encontradas en las descripciones coloniales se confirma;
`independientemente que los líderes étnicos de los ayllus no recibían tributo de ninguna clase`,
fuera del respeto a los que se acogían, solo la energía humana era necesaria para hacer
producir sus tierras. Sus casas, al igual que las demás viviendas, se construían con el trabajo
de comunidad de los ayllus. Como cualquier unidad domestica, por lo menos en tiempos pre-
incaicos, tenían derecho a las tierras del ayllu al que pertenecían. Algunas autoridades locales
trabajaban ellas mismas sus chacras; otras lo hacían solo del modo ceremonial (Ibíd.).

A nivel económico y recurriendo a Temple podemos señalar que la reciprocidad implica una
forma de organización de la redistribución, esto quiere decir “recibir un don”, donde la
reproducción de éste y el ciclo deben integrarse al prójimo en el consumo (1986: 31-32).
Podemos ejemplificar así, que las tierras fértiles eran aprovechadas en si mismos
colectivamente. Además que en las sociedades agrícolas, lo general es la técnica agrícola y su
explotación y distribución económica de intercambio: (…) para los Andes la unidad del
territorio está determinada por su diversidad y pluralidad (Lumbreras: 16-40). Además que los
espacios de cultivo eran reasignados socialmente cada año, es decir, redistribuidos con los
trabajos en relación al uso y necesidad de los diferentes pisos ecológicos, con la finalidad de
integrarse recíprocamente en torno al consumo. Es evidente entonces que la cadena productiva

42
de uso territorial así abierta se cierra tarde o temprano y desemboca formando un círculo de
reciprocidad (Ibíd.).

Aunque se plantea a nivel territorial que la utilización de los diferentes pisos ecológicos recién
se dio en la época Inca, Murra (1975) señala que esta dinámica ya era conocida por los
pueblos anteriores a los Incas. Para el uso de estos pisos ecológicos era necesario observar las
condiciones climáticas, desplazar trabajadores agrícolas y preparar el terreno. La finalidad era
pues tener una buena y vasta producción, al mismo tiempo, para almacenar y prever su
alimento en temporadas de crisis alimentaria, puesto que cada grupo étnico, a la cabeza del
Curaca, consideraba en cuidado de ancianos, viudas, huérfanos y lisiados que existían en los
ayllus. A estos aunque por su condición, no se les impedía reclamar o disfrutar de las parcelas,
pero ante su imposibilidad de poderlas cultivar la comunidad asumía dicha responsabilidad. Es
decir la reciprocidad se trasladaba al uso de la energía humana que se vinculaba a la
explotación y distribución agrícola de intercambio. Para ello se hizo necesario el trabajo
comunitario reciproco o de correspondencia mutua, para poder preparar el terreno, construir
canales, así como para calcular equivalencias particularmente en las faenas agrícolas. Es decir,
la percepción y conocimiento del hombre andino en torno al uso de múltiples ambientes
naturales que a través de milenios le permitió combinar tal increíble variedad en un solo macro
sistema económico. Al cual le acompaño un sistema de reparto y reciprocidad (Murra 1975:
59-61).

Estos trabajos recíprocos realizados por toda la población del ayllu, durante el tiempo libre en
el campo, se llamaba minka28. El sistema de ayuda mutua en el cultivo de los campos, la
construcción de casas, almacenes y otros, se llamaba ayni29. Por cada día de trabajo en

28
Minka: Trabajo colectivo hecho a favor de la comunidad. Es una tradición precolombina de trabajo
comunitario o colectivo, con fines de utilidad social o de carácter reciproco. Actualmente es vigente en muchos
países cainistas latinoamericanos. Ver más en Klaufus Christien Mitzman Lee (2012) Urban Residence Housing
and social transformation in globalizing Ecuador. Berghahn: pp. 303.
29
Ayni: Es un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu, destinados a trabajos
agrícolas y a las construcciones de viviendas. Consistía en la ayuda de trabajos que hacían un grupo de personas a
miembros de una familia, con la condición que esta correspondiera de igual forma cuando ellos la necesitaran.
En retribución se servían comidas y bebidas durante los días en que se realizaba el trabajo. Esta tradición
continúa no solo en muchas comunidades rurales como también peri-urbanas en las regiones andinas de Ecuador,
Perú, Bolivia y Chile. Ver más en Carlos Milla Villena (2003) “Ayni. Semiótica de los Espacios sagrados. Ley de
la reciprocidad”. Asociación cultural Amaru Wayra Lima.

43
beneficio familiar, el favorecido debía un idéntico día de trabajo a su ayllu. Este sistema de
reciprocidad y trabajo estaba asentado en un sistema de ideas y creencias místicas asociadas al
medio ambiente como mediador, relación de supervivencia del conjunto de la sociedad, que se
visibilizo en cada ayllu, ´que tenía sus divinidades: dioses protectores, ancestros-fundadores,
la madre tierra, agua, la madre maíz, etc. En su honor se hacían ofrendas, a veces incluso
humanas, se bailaba, bebía y trabajaba, es decir se cultivaban los campos de los dioses´
(Szminski 1972: 262).

Virtualmente y de acuerdo a la mitología andina, se sabe que a la llegada de Manco Cápac y


Mama Ocllo, los ayllus Cuzqueños, quechuas inicialmente, se organizaron bajo la dirección de
estos dos seres humanos supuestamente representantes e hijos del Sol. Rostoworowski señala
que:
El mito de Manco Cápac y Mama Ocllo relatado por Garcilaso de la Vega es ya clásico: ambos salieron
del lago Titicaca como una pareja divina y se dirigieron al norte en el afán de hallar el valle “escogido”.
Al llegar al cerro Huanacauri, cerca de lo que seria un día el Cuzco, la vara mágica que poseía Manco se
hundió en el suelo. Era la señal tan esperada, allí fundarían el Estado. Con esta pareja de héroes
civilizadores vinieron el orden, la cultura y las artes, y será el mismo sol el que infundía calor y poder a
sus hijos (Rostoworoswki 2012: 37).

En esta dinámica los representantes del Inti30, bajo la noción de reciprocidad agruparon a las
diferentes comunidades, y el ayllu pre-inca se agrupo con otros, dando lugar a una paulatina
unificación, subsistiendo y extendiéndose durante todo el periodo de hegemonía Inca.
Considerando que el desarrollo del Estado del Tawantinsuyu hipotéticamente estuvo dentro de
un margen de tiempo corto con relación a la existencia milenaria de grupos humanos en los
andes, constituidos en antiguos ayllus. En efecto, el ayllu y las relaciones de reciprocidad e
intercambio en el periodo formativo pre-inca como señalan Alberti y Mayer en el ayllu
tradicional, núcleo fundamental de la sociedad andina, se integra con otros ayllu las llamadas
et-nías; que al ser incorporadas por conquista, dan lugar al Estado incaico: cuyo
funcionamiento requiere de un aparato político administrativo y militar. Piezas funda-mentales
del sistema son los curaca, jefes locales que constituirán uno de los mecanismos
fundamentales de articulación social y económica de amplios sectores. (…) La reciprocidad
fue un elemento esencial en la organización económica y social de la sociedad andina que

30
Inti; del Quechua: Sol.luz.

44
continúa realizándose en el presente (…), como pasó a legitimarse, también, durante el
posterior transcurso del periodo iniciado con los incas (1974: 16-17).

En consecuencia y para cerrar este punto, considero que la mayoría de los investigadores del
siglo XX vinculados al área de la etno-historia, parecen armonizar en la idea de aceptar que la
sociedad andina pre-inca fue generadora de una estructura jerárquica a nivel social,
económico, institucional y políticamente rígido, con un “(…) modelo socio-político del ámbito
andino [que] se presentaba como un mosaico de diversos y plurales caciques agrupados bajo la
hegemonía de los jefes mayores. Tal parece haber sido la situación en el momento del
desarrollo inca” (Rostoworowski 2012: 201). Permitiendo el perfeccionamiento posterior del
Tawantinsuyu a partir de la unidad dorsal de los ayllus, “cuando los hatun curacas aceptaron la
preeminencia del Sapan Inca al reconocer los requerimientos de la reciprocidad” (Ibíd.).
Permitiendo así el perfeccionamiento civilizatorio del estado andino, que fue administrado
ulteriormente por los incas, construyendo un estado-institución que se sitúa a nivel histórico
como una compleja expresión de una sociedad y cultura avanzada31, disciplinada y
ordenadamente, con una fuerte participación de diversos grupos y pueblos de diferentes
nacionalidades y etnias bajo el gobierno teocrático de los incas, como veremos a continuación.

3. El ayllu en la época Inca.-

Sin duda que la célula básica del imperio incaico siguió siendo el ayllu, vale decir, la
misma antigua comunidad gentilicia, aunque sufriendo indudables cambios al influjo
de factores nuevos que se dieron en esa sociedad.
Abelardo Villalpando (1952)

3.1. Orden y régimen social.-

Sobre los Incas se tiene mayor información aunque indudablemente circunscrita hacia ciertos
márgenes delimitados por la intervención cristiana de extirpación de idolatrías, que mantenía a
los cronistas bajo cierto control por miedo a la herejía. Aún así, nos legaron sus apreciaciones
aquellos primeros observadores cristianos, quienes narraron y describieron el enlace de los

31
Así parecen mostrarnos etno-historiadores como Lumbreras (1980) que han abordado a detalle esta temática,
planteando que el área central andina es importante porque existe un fuerte enfasis en este estudio, debido a su
ligazón con la emergencia del fenomeno civilizatorio que se desarrolló.

45
ayllus locales vinculados al poder central del Cuzco, quienes a partir de su dominio, integraron
tanto a las etnias diferentes socialmente con el Estado del Tahuantinsuyo.

Durante esta época la expansión del dominio Cuzqueño se hizo evidente, pues el discurso que
manejaban bajo la consigna de ser hijos de sol afecto en los esquemas psico-sociales de los
Hatun-Curacas y aceptando la preeminencia del Sapa Inca al reconocer los requerimientos de
la Reciprocidad y del Don (Rostoworowski 1988, Temple 1986).

La organización durante esta época pasaba por el surgimiento de nuevas categorías de señores,
como los eventuales curacas. Como en el caso de la categoría social Yana [kuna32], que tenían
la ventaja de no depender de sus ayllus de origen sino de la orden directa del Inca.
A medida que iba creciendo el Imperio, crecían también las categorías de señores, se
diversificaron los rangos y atributos, toda esta elite de los alrededores del Cuzco formaron
parte de la administración y gobierno.

En este sentido Rostoworowski (1988) sitúa varios tipos sociales, entre los cuales,
encontramos a los artesanos, que estaban en el rango mas bajo de la sociedad, los jatun runa,
los mitmaq, los pescadores, los yana que formaban las clases dirigentes y populares del
Tawantinsuyo. Los Jatun-Runa eran divididos por un sistema decimal de unidades domesticas
en numero de diez, cien, mil, diez mil, con sus propios jefes para cada cifra poblacional.

Bajo esta dinámica de organización, se erigían también los de la Elite, que eran básicamente la
más alta jerarquía de las dieciséis panaca, de entre cuyos miembros se elegían a los
gobernantes cusqueños, conservando los ayllus de los últimos incas un mayor prestigio,
mientras caían un tanto en el olvido las panacas de los jefes más antiguos. “Le seguían los diez
ayllus custodios llamados así por Sarmiento de Gamboa (cit. en Rostoworowski 1988:183),
que tenían a su cargo el cuidado de la ciudad y del Inca”.

En esta misma distribución existían los señores de los ayllus, que con las expansiones
territoriales de los incas, trajeron consigo la incorporación de cada curacazgo, anexando al

32
Una sugestiva novela escribe Jesús Lara con el titulo de “Yanacona” que podría ilustrar literariamente y de una
manera didactica dicha categoría.

46
círculo cuzqueño de una manera servil, puesto que el señor era enviado al Cuzco para que
viviera y se estableciera en la capital como una manera de asegurar fidelidad (Ibíd.).
Hallamos en un cuadro del orden social de términos elaborados por Rostoworoski a partir de
los datos de Fraile Domingo de Santo Tomas (1563) para los diversos tipos y jerarquías de
señores:
Nombre Significado
Cápac o Cápac Zapa Rey o Emperador
Cápac Apo Señor Soberano
Appo Gran señor
Appocac Gran señor
Curaca Señor, Generalmente
Atipac Señor principal de vasallos
Appocta, sayani, gu Poderoso
Appo Ayllon Estar de pie delante del gran señor
Appoycachani, gui Linaje de Hidalgos
Mussoc Capac Señorear
Mosso Cappo Emperador nuevamente (Joven)

Fuente: Rostoworoski 1988: 185.

En otros autores como Gonzáles Holguín (cit. en Rostoworoski 1988: 186) se plantean algunas
terminologías más precisas para los señores, que las veremos en el siguiente cuadro:

Nombre Significado

Zapay Apu Único señor o juez rey

Zapay Auqui El principal del o caballeros nobles

Jatún Curaca El señor mas principal que otro, mas conocido y anciano rico

Jatun o Akapac Curaca Gran señor

Auquicuna Los nobles hidalgos, señores

Rinriyoc Auqui Nobles orejones

Curaca El señor del pueblo

Curaca Cuna Los principales o executor de lo que el manda

47
Llactayoc Apu El señor del pueblo

Llactacamayoc Curaca teniente del principal o executor de lo que el manda

Llactayok Señor o dueño de los carneros o el que tiene ganado

Michini Runacta Gobernar o regir a hombres o ser superior

Ccoripaco Corinrincri Los orejones capitanes

Pacuyuk Los indios orejones que lo hazian por valor en la guerra

Huaranga Curaca Señor de mil indios

Pachaca Curaca Señor de cien indios

Chunca Curaca Mandón de una parcialidad.

Fuente: Rostoworoski 1988: 186.

En esta lista compleja podemos apreciar el status diferenciado que existió entre los señores del
Incario. Algo que no podríamos olvidar también es la “dualidad en el mando”33 y gobierno de
este grupo jerarquizado, los hanan saya34 y los urin saya35. Matienzo habla con claridad sobre
estas dos parcialidades, situando que:

(…) en cada repartimiento ay dos parcialidades la una que se dize de anansaya y la otra de urinsaya,
cada parcialidad tiene un cacique principal que manda los principales yndios de su parcialidad y no se
entromete á mandar á los de la otra, excepto que el curaca de la parcialidad de anansaya es el principal
de toda la provincia y a que obedece el otro cura de urinsaya, en lo que se sigue tiene el mejor lugar en
los asientos y que todo lo demás los de la parcialidad de anansaya se sientan al mano derecha y el de
urinsaya al izquierda en asientos bajos que llaman dúos. Cada uno de estos curacas tiene ocho ayllos, y
en cada uno su principal que se van assentando por su orden, los de urinsaya á la mano yzquierda tras su
cacique y los de anansaya á la derecha, este de anansaya es el principal de todos y tiene este señorio
sobre los de urinsaya, llama y haze juntas y govierna en general aunque no manda en particular, cobra la
tassa y págala, cobra la del Curaca ó cacique de urinsaya, lo que ha cobrado de sus ayllos, su officio de
estos Caciques y principales es holgar y bever y contar y Repetir (1910[1572]: 16).

33
Según Rostoworowski (Véase 2012: 210) –en el Tahuantinsuyu cada curacazgo se dividía en dos mitades que
correspondían a la visión indígena de hanan y Hurin (anan y Lurin), o de ichoq y allauca (izquierda-derecha).
Cada una de esas mitades era gobernada por un curaca, siendo numerosos los documentos que informan sobre el
particular. Uno de los curacas de las dos mitades se hallaba siempre subordinado al otro, aunque esta dependencia
podía cariar, en uno casos podía ser mas importante la mitad de arriba (como en el Cuco), y en otros, la de abajo
(tal era el caso de Ica)-.
34
Hanan saya tiene un significado que denota hacia “los de Arriba”.
35
Urin saya es el polo dual de Hanan, que quiere decir “los de Abajo”.

48
Estas descripciones son la más clara muestra de que existió un tipo de división de mando y
poder, o más bien dualidad de poder36, así nos lo manifiesta Rostoworoski (2012) cuando
señala a partir de una revisión de numerosos archivos que -en los mitos referentes al
establecimiento de los incas se revelan su cosmovisión y sus estructuras socio-políticas.
Manco Capac y sus ayllus habitaron el Cuzco bajo, y su morada fue el templo de Inti-cancha,
mientras que los seguidores de Auca hipotéticamente se afianzaron e instalaron en la mitad de
arriba o Hanan. La división por mitades según se dice tiene, en su contexto, un sentido de
género y comprende una oposición y una complementariedad entre los bandos de Hanan y de
Hurin. El inca Garcilaso confirma este criterio al decir que los hermanos mayores poblaron la
parte alta, mientras que los seguidores de la “reina” eran hermanos segundos y poblaron Hurin
Cuzco. A través de las noticias de Garcilaso apalearíamos a que los varones masculinos de
Hanan eran masculinos/masculinos, y los de Hurín masculinos/femeninos. En cuanto a las
mujeres, las de abajo se clasificaban como femeninas/femeninas, y las de arriba
femeninas/masculinas. Los prototipos de dichas mujeres serian la femenina/femenina Mama
Ocllo y la femenina/masculina Mama Huaco (Ibíd.).

En este sentido encontramos una estructura inicial de dos elementos dentro de la sociedad
andina durante el Incario.

Hurín Cuzco

Chima Panaca De Manco Capac

Raura Panaca De Sinchi Roca

Auayni Panaca De Lloque Yupanqui

Usca Mayta Panaca De Mayta Capac

Apo Mayta Capac Panaca De Capac Yupanqui

Fuente: Rostoworoski 2012: 44.

36
Con respecto a la dualidad de poder, este es un planteamiento hipotetico, que está asociado a las evidencias
encontradas a partir de la division territorial de poderes como control politico y social. Pero recientes
planteamientos han hipotetizado esta cuestión, y señalan mas bien que existió una triarquía.

49
Hanan Cuzco

Uicaquiaro Panaca De Inca Roca

Aucaylli Panaca De Yahuar Huachar

Socso Panaca De Viracocha

Hatun Ayllu De Pachacutec Inca Yupanqui

Capac Ayllu De Tupac Yupanqui

Tumipampa Panaca De Huayna Capac

Fuente: Rostoworoski 2012: 44-45.

Pero el complejo y diverso entramado social no terminaba solamente con el poder dual
(diarquía), sino con la categorización de varios tipos de curacas como los curacas eventuales
que surgen a la par del Estado del Tawantinsuyu, así mismo se encuentran los Curacas Yana
que son los encargados de servir en una determinada región o ayllu, así se analiza a partir del
nombre de yanayacu que quiere decir “Ayudante con continuidad del Inca”. En todo caso este
término logro acomodarse con el tiempo a un denominativo más extenso que es el de
“yanacona”, estos tenían la condición de “criados de servicio”, y solo podían serlo del Inca,
del Sol de la Coya, de las Panaca, y de las más importantes huacas y suyus. Así mismo
existían Sacerdotes, y amautas, aunque no se sabe mucho de estos por las pocas evidencias
existentes en las crónicas hispanas37. Durante la administración incaica, se hallaban también
una especie de arrieros, asociados a las personas que estaban dedicadas a realizar una
distribución e intercambio38 de los productos que están vinculados al control vertical de los

37
Cabe agregar que el establecimiento de una variedad de Inquisición en América a partir de la “extirpación de
idolatrías” como propuesta evangelizadora por los curas, erradicaron todo tipo de creencias no cristianas De esta
manera eliminaron aquellos vestigios religioso-espirituales que manejaban aquellos sacerdotes del Incario.
Muchos de ellos, a la llegada de los hispanos, encontraron su epilogo de poder y fueron mezclados con los
mayoritariamente agricultores o fueron enviados a las mitas extractivas de mineral en Potosí y Huancavelica en
donde sucumbían, perdiéndose con ellos gran cantidad de conocimiento e información nunca más recuperada.
Las minas de “Cantumarca”, o La villa Imperial de Potosí y las minas de la Villa de Oropeza o Huancavelica
(Actual Perú) fueron dos enclaves de extracción de mineral durante la Colonia. Para el caso de Potosí véase;
Arnade (1979); Escobari (2012); Fellman Velarde (1979); Guzman (1978); Klein (2001), entre otros.
38
Sistema económico de intercambio propio de sociedades donde no se ha desarrollado el dinero. Se establecía el
intercambio de productos equivalentes en cantidad y calidad. Por otro lado Sahlins (cit. en Núñez del Prado 2009:
218) sostiene que en sociedades primitivas un sistema en el que la redistribución organiza la producción, siendo
ello opuesto al sistema capitalista, ya que la crítica de la economía política define que la producción es
determinante en los sistemas de intercambio y de competencia. Según Temple, para Sahlins no ocurriría lo mismo
en los sistemas de redistribución y reciprocidad, donde el consumo es el que determina la producción, y que más

50
pisos ecológicos. Así mismo existían por entonces los artesanos que tenían un papel
preponderante en la región costeña del imperio, pues su especialización laboral formaba parte
del modelo organizativo. Los pescadores que habitaban el extenso litoral del pacifico
formaban un tipo social distinto y separado de las demás, especialmente de los cultivadores de
la tierra. Por último hablaremos de los Mitmaq o mitimaes que eran parte de grupos étnicos y
ayllus regularmente numerosos trasladados con sus familias y sus propios jefes étnicos de sus
lugares de origen a otras regiones del ande para cumplir tareas o misiones específicas
(Rostoworowski 1988: 221).

Esta jerarquía estructurada y ordenada socialmente a partir del gobierno del inca, si bien se
desarrollo por cuarto milenio aproximadamente, a la llegada de los españoles esta estructura
fue adecuándose a una realidad más feudal y señorial a nivel socio-político y económica. Los
ayllus no desaparecieron, pero si, se transformaron políticamente y adaptaron al nuevo ritmo
económico del dinero propuesto por la corona. En muchos otros casos estos fueron
desapareciendo y generalizándose más. Pero hasta entonces parece haberse mantenido la
rigurosidad de este complejo y entramado mundo de jerarquías sociales durante la presencia
del estado del Tawantinsuyu.

4. El ayllu como institución y organización autóctona.-

La organización e institucionalidad de los ayllus durante la administración Inca estuvo


inminentemente vinculada a una continuidad económica de la agricultura y ganadería.
Políticamente el ayllu como eje articulador de las familias generó una ética domestica y
solidaridad entrañable con ajuste de valores. Aquella ética andina desemboco en la gestación
de un Estado paternal y absoluto de la etnia de los Incas sobre el resto de pueblos.
Por tanto el Incario tuvo un desarrollo autóctono vinculado tanto económica como
políticamente a la fraternalidad del Ayllu. Aunque durante este periodo habrá que indagar aun
más sobre la efectividad y perfeccionamiento del ayllu a nivel social.

que maquinas de anti-producción, son de sobre-consumo, lo que no implica que las fuerzas productivas no estén
integradas dentro de una tendencia al desarrollo y no participen en el crecimiento económico.

51
El sistema de organización de los Ayllus a partir de la cuestión política y económica en las
comunidades andinas fue adquiriendo nuevos matices con el transcurrir del tiempo. Es decir
broto un sentimiento social de pertenencia al Estado Incaico. Pues llegaron los Incas a
controlar un vasto territorio, poblaciones étnicamente diferenciadas, y a partir de vínculos de
consanguinidad se relacionaron con los ayllus que se encontraban alrededor de los territorios
diversos del Ande. Por este hecho, “el ayllu ya bien como porción de la tribu, o de una
pequeña nacionalidad autónoma, se insertó para ser parte del Estado del Tawantinsuyu guiado
por los Incas” (Szminski 1971: 272).
Por ejemplo en el Capitulo II de la “Historia General del Perú” (1613) de Martín de Murua39
encontramos una aproximación a la organización del ayllu, en la que señala que:

Manco Capac (el primer inca) al fundar la ciudad de Cuzco […]. Lo primero que hizo fue reducir a la
policía la dicha ciudad, dando forma de pueblo a lo que antes era chacarras o caseríos, partiéndola en dos
ayllus o barrios, […] de la dicha ciudad del Cuzco. […]. El orden de dividir los pueblos por sus ayllus y
barrios se observo a imitación del Cuzco en todos los demás pueblos de su señorío, y hasta hoy dura en
estos reinos del Perú. (Murua 1613: 23).

Estas afirmaciones nos muestran gráficamente la recuperación de una de las instituciones más
representativas de la comunidad andina precedente, el ayllu, que tenía una previa existencia
que fue fusionada a la institucionalidad de la organización Incaica.
De similar manera, en las crónicas de Garcilaso de la Vega el Inca, historia de sus comentarios
reales, se encuentra una descripción que señala “…que en aquel espacio largo y ancho vivían
los incas de la sangre real, divididos por sus ayllus, que es linaje, que aunque todos ellos eran
de una sangre y de un linaje, descendientes del rey Manco Cápac, con todo eso hacían sus
divisiones de descendencia de tal o cual rey, por todos los reyes que fueron, diciendo: estos
descienden del inca fulano, aquellos del inca zutano, y así por todos los demás” (cit. en
Saavedra 1971: 32).

De similar manera, en una carta de Don Francisco de Toledo al “Consejo de Indias”, fechada
en el Cuzco el 18 de marzo de 1572, con motivo de la remisión y averiguación que hizo de
cuatro paños incásicos, encontramos el siguiente párrafo: “Dijeron ser de los nombres y ayllus

39
Martin de Murua, fue un escritor y eclesiastico español, nacido en Guipúzcoa. Vivió en la segunda mitad del
siglo XVI y comienzos del siglo XVII. Fraile mercedario destinado a partir de 1577 en Perú, tuvo estrecho
contacto con los indios y aprendió quechua y aymará. Es autor de la crónica “Historia general del Perú”, Origen y
descendencia de los Incas, que termino en 1613.

52
siguientes: de descendencia ayllo de Manco Capac: ayllo de Sinchi Roca; ayllo de Lloque
Yupanqui”, es decir de un linaje (cit. en Ibíd.).

En este mismo sentido Cieza de León señala que cuando los incas tenían bajo su jurisdicción
una provincia, estos ordenaban y trasladaban poblaciones con la finalidad de poder construir
templos, construir casas, sembrar la tierra, descalabrar animales para el consumo, y para ello
muchas veces se transportaban a las poblaciones y ayllus andinos a manera de juego, así lo
manifiesta el documento de Cieza:

[…]. Y cuando el inga quería alguna casa real, mandaban juntar tres mil o cuatro mil indios, o diez mil,
o veinte mil, a los que les era servido que fuesen, y estos cercaban una gran parte del campo, de tal
manera que poco a poco y con buen orden se venían a juntar, tanto que asían de las manos. Y en los que
ellos mismos habían cercado estaban la caza recogida. Donde es gran pasatiempo ver los guanacos los
saltos que dan y las raposas con el temor que han, andan por una parte y por otra buscando salida. Y
entrando en el cercado otro número de indios con sus ayllos y palos, matan y toman el numero que el
Señor quiere, porque de estas cazas tomaban diez mil o quince mil cabeza de ganado […] (Cieza de
León 2005[15…]: 218-219).

Por otra parte encontramos descripciones sobre el ayllu, que estaban vinculadas a la
perspectiva del linaje, encontradas con mayor vigencia en la época inca, con discutibles
particularidades, en las que como Saavedra, muestra en relación a los escritos de Cieza de
León que aborda el tema de la legitimación de la nobleza Inca, en el sentido que el ayllu,
también sirvió para la consagración del linaje consanguíneo y hereditario, ya cuando el
imperio llega con su tercer inca a un periodo de organización política y aristocrática mejor
definida (Saavedra 1971: 32-33). Todas estas crónicas mantienen relación con la historia
escrita, producto de los dietarios e interpretaciones descriptivas sobre el Incario.

Bajo esta dinámica los primeros cronistas y administradores de la primera época de la


dirección colonial parecen esbozar las dimensiones de la organización andina del ayllu durante
la administración Inca a partir de ciertos linajes que traían consigo ciertos privilegios. Plantean
hipotéticamente y de manera descriptiva a un Estado matizado por los ayllus y que la
institución se fue desarrollando desde entonces, pasando por diversas etapas, con estos
respectivos matices. Lo que nos tiene cuidado, es el nivel de veracidad en las afirmaciones que
podrían tener estos escritos. Pues como sabemos la interpretación y la explicación de los
españoles no podría del todo estar alejada de prejuicios y percepciones distorsionadas para
justificar la conquista.

53
Por su parte, de acuerdo a investigaciones mas recientes que corresponden al siglo XX, es
común aceptar que el Estado controlado por los Incas fuera organizado en cuatro suyus
(regiones), estas regiones al mismo tiempo estaban compuestas por wamanis (provincias), y
las mismas existían combinadas por el conjunto de “markas que tenían territorios del ayllu o
varios ayllus que componían dos o tres sayas” (Szminski 1971: 272).

Aunque el Estado del Tawantinsuyu se vinculo con las (…) naciones conquistadas y los
diferentes ayllus que tenían a la cabeza curacas o jefes indígenas (Rouma cit. en Arze
1952:71), impuso a las comunidades y ayllus onerosas mit´as agrícolas, militares y de obras
publicas; algunas poblaciones fueron separadas de su jurisdicción étnica y de parentesco para
dedicarlas de manera exclusiva a tareas estatales, […], por tanto hacia 1500, en el
Tawantinsuyu habían tres sistemas en la agricultura, en el acceso y pertenencia a la tierra.
Estos accesos estaban vinculados, unos mayoritariamente al Estado, otros de acceso del Inca y
otros dispersos para los grupos étnicos locales; eran fuerzas reales, económicas y
políticamente significativas […] aunque estos sistemas son separables, uno de ellos, el del
ayllu étnico, funcionaba dentro de la estructura de poder económico y social manejado por el
Estado (Murra 1975: 26).

Según un cuadro general de Szminski encontramos una relación entre la jerarquía de


autoridades y territorios. Para entender este proceso nos remitimos a la siguiente grafica:
“Sistema Decimal”
Funcionarios División territorial
Sapa Inka (Rey) Tawantinsuyu
Apu (Virrey) Suyu
Tuqrikuq (gobernador) Wamani (Hunu)
Hunu Kamayuq (jefe de 10 000)
Pichqa waranqa kamayuq (jefe de 5000) Saya[ña]
Waranqa kamayuq (jefe de 1000)
Pichqa pachaka kamayuq (jefe de 500) Marka
Pachaka kamayuq (jefe de 100)
Pichqa chunka kamayuq (jefe de 50)
Chunka Kamayuq (jefe de 10) Ayllu (Marka)
Fuente: J. Szminski 1971: 264.

54
Por otro lado y acompañando a la estructura social que existía en el Incario, Wedin reflexiona
hipotéticamente, si la jerarquía entre los grupos, tenían algún vínculo con el poder no
necesariamente político y plantea:

“...que el sistema decimal en el período de la conquista [inca] era usado para la administración civil, […]
el sistema decimal en la administración existía únicamente en el ejército. Asegura él, que el término
hunu se enlaza con wamani y que significa valle. Hunu kuraka sería pues, el antiguo kuraka de la tribu o
del pequeño estado” (Wedin cit. en Szminski 1971: 265).

Así mismo, Wedin agrega que “en cada aldea y ayllu [...] sobre el kuraka local estaba el
administrador lnca llamado “michu”. Así pues, tomando en cuenta las investigaciones de
Wedin (cit. en Szminski 1971: 265), la jerarquía administrativa de la provincia sería la
siguiente:

Los Inkas Los Kurakas La unidad territorial


Tuqrikuq Hunu Kuraka Wamani
Saya Kuraka Saya[ña]
Michu Kuraka Marka, ayllu, llakta
Fuente: J. Szminski.

Estas formas de jerarquización parecen tener un origen que se remonta a la época pre-inca,
pero, que tuvieron su continuidad histórica durante el Incario. Pues dentro de este nuevo
sistema el Inca sub-dividía y gobernaba particularmente vinculado a los curacas, estos
divididos en más de tres rangos, eran “[controlados] por tuqrikuq en los wamanis y por michu
en las aldeas” (Szminski 1971: 266). Pero lo que nos interesa, lo significativo es que el kuraca
local se quedaba en su puesto y solo era supervisado por el representante del poder central.
Cuando los incas exploraban estas nuevas regiones con poder central, lo más interesante en
palabras de Szminski era que:
“...hacían una «descripción estadística» del terreno (superficie, localización, calidad de la gleba, número
de habitantes, animales, riquezas naturales, características del cultivo y reservas de población). Luego se
trasladaba a los habitantes de los lugares fortificados e inaccesibles, a otros más convenientes para las
autoridades. Entonces también fueron unidas las pequeñas colonias, para formar unas más grandes que
constituyeran nuevos barrios – ayllus, con su respectiva tierra donada” (1971:266) .

Dentro de esta distribución de la tierra asociada a la población, si bien se les asignaba una
porción de tierra a los ciudadanos, que parecería aparentemente ser una propiedad individual,
en realidad esta seguía correspondiendo al Estado. Todas las tierras, así como los ganados, la
producción excedentaria y las minas pertenecían al Estado, al Inca como representante del sol

55
y a las etnias. Cada año se procedía a una re-distribución de las tierras que debían ser
trabajadas en el año (…) (Rouma cit. en Arze 1952: 72). Cada individuo en todo caso, recibía
un tupu40 de tierra.
Daban a cada indio un tupu, que es una hanega de tierra, para sembrar maiz; empero, tiene por hanega y
media de las de España. También llaman tupu a una legua de camino, y lo hacen verbo y significa medir,
y llaman tupu a cualquiera medida de agua o de vino o de cualquier otro licor, y a los alfileres grandes
con que las mujeres prenden sus ropas cuando se visten. La medida de las semillas tienen otro nombre,
que es pocha: quiere decir hanega. (Garsilaso de la Vega, el Inca 1943: 53).

Por otro lado los curacas también tenían su parte en las mismas condiciones que los otros
ciudadanos; pero se les daba un medio tupu por concubina que estaba autorizado a guardar.
Garcilaso de la Vega, el Inca se refiere que a la gente noble, como eran los curacas, señores de
vasallos, le daban las tierras conforme a la familia que tenían, (cantidad) de mujeres e hijos y
concubinas, criados y criadas. A los Incas que eran los de la sangre real, -daban al mismo
respecto, donde quiera vivían, de lo mejor de la tierra; y esto era sin la parte común que todos
ellos tenían en la hacienda del Rey y en la del Sol, como hijos de este y hermanos de aquel-.
(Garsilaso de la Vega, el Inca 1943: 54).

Bajo esta lógica de distribución de la tierra, paralelamente se introducía una forma de justicia,
que acompañaba la inexistencia del derecho a la propiedad privada, de igual manera no existía
dinero, aunque el cronista Joseph de Acosta (1608) plantea curiosamente que la hoja de coca
podría haber sido la base para cualquier tipo de cambio (trueque), tal vez información oral
sujeta a conjeturas. Probablemente nunca lo sepamos, pero a la hora de darle un sentido de
objetividad y validez, habríamos que corroborar con información primaria para asegurar y
validar aquellos susodichos que para la validez histórica, es necesaria. Así mismo la lengua
fue y significo otro elemento de cohesión durante el periodo del Incario. La abultada
diversidad de lenguas de las numerosas etnias que formaban el Tawantinsuyu, constituían una
limitación para la comunicación y buena administración. Es así que para solucionar la
comunicación; se planteó un idioma general, desembocando en la ordenanza que había hecho
el Inca Yupanqui, décimo Rey inca, en el sentido de señalar que los ayllus debían aprender el

40
Según Marcos Jiménez de la Espada en el Volumen V de la Biblioteca Hispano Ultramarina (Madrid, Gines:
53) se decía tupu o topo, al territorio que tenia 60 pasos de largo por 50 de ancho. (Rouma cit. en Arze 1952).

56
“runa simi” pues era necesario adoptar la lengua del Cuzco “Quechua”41, esta, como lengua
oficial del Estado Inca (Rouma cit. en Arze 1952: 78-84).

Por tanto la lengua oficial y general del estado del Tawantinsuyo fue indiscutiblemente el
quechua, principalmente bajo la forma de sus variedades sureñas (Torero 1972: 52), las demás
tenían el derecho a existir, pero subordinadas al idioma oficial. Pero en muchas partes su uso
estaba limitado casi únicamente a la administración imperial y las altas autoridades locales42.
Las evidencias parecen mostrar que existió un intento de homogeneización del idioma
quechua pretendido por los Incas. Es así que los curacas y/o caciques de todo el Estado del
Tawantinsuyo se comunicaban con el Inca por medio del quechua, su aceptación y sucesiva
socialización.

Estas características de la sociedad, territorialidad y cultura andina de la época preincaica es


axiomáticamente la que se mantuvo durante todo el periodo Inca. El desarrollo del ayllu no
sufrió modificaciones y cambios radicales en su estructura, sino más bien este sistema de
parentesco se perfecciono e influyó en las políticas de la administración territorial y social
durante todo el periodo Inca. Ya cuando consecutivamente llega a controlar la Corona de
España estos territorios, encontramos a este sistema de parentesco también vigente dentro el
tejido social de la sociedad de la época.

En este entendido se inicia la transformación del ayllu en la época incaica. Sin bien existió
condensada antes del incario, en el nuevo Estado del Tawantinsuyu adoptó nuevos matices y
se fue cohesionado a otras instituciones, pero aún, los rasgos comunes basados en el
parentesco, como también en el uso y control de la tierra se mantuvieron.

41
El Fray Domingo de Santo Tomas al presentar su obra “Gramática o arte de la lengua general del Perú” (1560)
se refería en estos términos; “Principalmente si añadiremos a esto que es lengua que se comunicava y de que se
usava y usa por todo el señorio de aquel gran señor llamado Guayna-capa que se estiende por espacio de más de
mil leguas en largo, y más de cieto en ancho. En toda la qual se usava generalmente della de todos los señores y
principales de la tierra, y de muy gran parte del agente común Della” (Fray Domingo de Santo Tomas 1560:
Prologo s/n).
42
El cronista Blas Valera se lamenta de esto: “…muchas provincias, que cuando los primeros españoles entraron
en Cajamarca sabían esta lengua común como los demás indios, ahora la tienen olvidada del todo, porque,
acabándose el mando y el imperio de los Incas, no hubo quien se acordase de cosa tan acomodada y necesaria
para la predicacion del Santo Evangelio… Por lo cual, todo el término de la ciudad de Trujilllo y otras muchas
provincias de la jurisdicción de Quito ignoran del todo la lengua general que hablaban; y todos los Collas y los
Puquinas, contentos con sus lenguajes particulares y propios, desprecian la del Cuzco…” (Torero 1972: 53).

57
5.- Conclusiones.-

La cuestión del ayllu durante la época pre-inca e inca, tuvo como condición básica un
desarrollo endógeno, sin interferencias ni interrupciones. La institucionalidad organizativa del
ayllu se situó políticamente enmarcado dentro de una relación de parentesco,
comparativamente reciproca con la naturaleza, es decir, bajo el esquema de un modelo de
desarrollo económico primario basado en la agricultura y ganadería. Los andinos que vivían
mayoritariamente en ayllus durante aquellos tiempos, no podían estar al margen de los factores
climatológicos y geográficos del medio ambiente, donde se desarrollaban la mayoría de sus
actividades. El parentesco constituía la orientación para la creación de instituciones políticas,
económicas, religiosas, es decir, la cultura de cada individuo estaba intrínsecamente vinculada
al grupo étnico al que pertenecía. La llegada del Estado con los Incas se constituyó en un
anhelo subjetivo de paz social, reciprocidad y esperanza. Un Estado de bienestar y armonía se
imprimió en la satisfacción de sus necesidades y las de sus correligionarios en una constante
lucha por la subsistencia. Es decir, hubo un intento de transformación y expansión organizada
a partir de la expansión social del ayllu.

Los ayllus existían cohesionados a otros elementos característicos que acompañaban


jerárquicamente a este orden, como las llajtas, marcas y suyus. Algo característico durante esta
época, resalta también el vínculo de sangre entre los Incas y las panacas, que al mismo tiempo,
vincula el trabajo colectivo familiar, la mit´a, la minka, bajo la autoridad de los curacas,
jilacatas, qallas, camanis y amautas con el trabajo en comunidad bajo el control Estatal. Por lo
que las estructuras sociales de los andes, con los incas, fueron incorporadas a un modelo de
estado macro-social, es decir, del ayllu local al orden estatal del tawantinsuyu, que integraba
tanto a la poblaciones étnicamente diferentes con el estado central del Cuzco.

Las poblaciones bajo el dominio Inca expandieron los “ayllus”, política y territorialmente el
núcleo de poder era manejado por los Hurín y Hanan (los de arriba y los de abajo), así como se
distribuyo el poder a manera de una triarquía (Estado, elite Inca, pueblo). De esta manera la
estructura del orden social andino, mantuvo identidades y particularidades étnicas, aunque el
quechua fuera declarado como idioma oficial del estado Inca.

58
En este sentido, se fundó el tahuantinsuyo a partir de la base organizacional del ayllu o célula
madre, que fue adaptado por el estado para poder incorporar y cohesionar nuevos territorios y
poblaciones, para así expandirse aceleradamente bajo el dominio económico y político del
inca.
La base de la economía inca no modificó la producción agrícola y ganadera, políticamente el
control del estado bajo una lógica teocrática y predominancia de los Incas, que limitaba a las
labores productivas a las grandes poblaciones y masas andinas. Pero ambas estructuras estaban
necesariamente fusionadas al ayllu como organización matriz de la sociedad andina, tanto bajo
el dominio inca, como también en la época pre-inca.

En este sentido el ayllu pre inca e inca asimilaron tejidos no solamente familiares, sino
también políticos, económicos, sociales y culturales que favorecieron la posterior
administración señorial que se iba a gestar con la colonia. La base de ayllu favoreció a los
vastos planes expansivos, tanto del estado del Tawantinsuyo, como del español. El Ayllu
articulo toda la red administrativa, tributaria y de intercambio que se desarrolló en ambos
estados.
El ayllu que tenia un origen familiar y agrario, se mantendría sin muchas alteraciones durante
los próximos siglos, en donde, el indígena andino custodiaría también su organización nuclear,
y lógicamente sobreviviría a todo el proceso colonialista como veremos mas adelante.

59
CAPITULO II
EL EXILIO ENDÓGENO DEL AYLLU

1. El ayllu en la Colonia.-

El indio, despojado de su cultura y de su Imperio, fue sumido en la esclavitud primero


y en la servidumbre después, viviendo alejado de la realidad (…), en todos los
movimientos de transformación. Es así cómo los pocos intentos de subversión durante
la Colonia, motivaron la reacción mas violenta, al extremo de destruir todo intento de
rebeldía. Y presentándose la paradoja, de que mientras el criollo y el mestizo
tramaban la revolución libertaria, el indio, seguía constituyendo para ambos un
peligro social.
Alberto Cornejo S.

1.1. Conformación de la estructura social.-

La civilización andina, particularmente las elites locales e incas desde la llegada turbulenta de
los primeros ibéricos se vieron desplazadas de la administración política, económica, y
organizacional. Estos nuevos agentes hegemónicos hispanos del nuevo orden, se establecieron,
fundaron nuevos poblados y ciudades, se desplazaron en los espacios urbanos, y a través de un
proceso de legitimación de la cultura dominante, en todo caso occidental, desarrollaron
políticas económicas, sociales, culturales, educativas y civilizatorias, esta última se constituye
en palabras de Larson (2004) en el centro de una relación intrincada entre la escritura, el poder
administrativo y [control de] la urbanidad indiana, que [quedaba durante la colonia en manos]
en un pequeño grupo de administradores, abogados y otros hombres de letras, agentes del
gobierno imperial y demiurgos de la civilización, que registraron, a partir de la letra, a las
instituciones andinas, como el ayllu.

Aunque fundamentalmente la política fue el elemento clave y fundamental para articular y


consolidar el control sobre la población andina, los demás aspectos acompañaron este asunto,
por lo que al abordar este periodo debemos considerar la complejidad de la realidad social que
se desarrollo, en muchos casos extensa, así que me aproximare inicialmente a una pequeña
valoración historiográfica sobre la nueva jerarquía y composición social. Aproximadamente
fueron tres siglos de dominio Español en lo que se refiere a la región de la América occidental
de sur y más particularmente en lo que fue el Tawantinsuyu andino. Durante este tiempo (casi
tres siglos) los españoles emprendieron un sistemático dominio sobre los territorios y

60
poblaciones andinas, sin eliminar del todo la previa organización Incaica, por lo que
rescataron y utilizaron muchas de estas instituciones que pervivían y aun estaban vigentes en
el ocaso y destrucción del Estado del Tawantinsuyu. Estas instituciones fueron entre las
muchas, la Mita, los Obrajes, las encomiendas, y otras que se reforzaron aun mas con las
“leyes de indias”43, que fueron elaboradas mediante los informes escritos sobre estos lugares
(andinos), de acuerdo a las visitas reales a varias jurisdicciones.

En este sentido encontramos excepcionales cuestionamientos, y hasta radicales en su momento


por la crisis organizacional y administrativa de la colonia, así nos lo hace notar una
observación muy bien argumentada de Fray Domingo de Santo Tomas [1560] quien se dirigía
al rey don Phelipe, en donde le planteaba lo que sigue:

(…) entendido que los naturales de aquellos sus grandes reynos del Peru, es gete de muy gran policía y
orden, y no le falta otra cosa, sino que V.M. lo sepa: y entienda que los que otra cosa le dizen y
persuaden, le quiere engañar, teniendo atención a solos sus proprios y particulares intereses. Y
entendiendo esto V.M. la reciba y tenga debaxo de su amparo, como los demás vasallos suyos: y los trate
como capaces del mismo tratamiento que a ellos, y con mayor regalo y favor, pues es gente más flaca y
más nueva en vuestro servicio, y en el yugo de Christo nuestro señor. Y asi entenderán que tenemos
buen Dios y Rey Christiano. Con protestación que hago a V.M. sino lo haze, en breve se desplomara la
mayor parte del mundo: en lo qual perderá. V.M. su hazienda y vasallos, y Dios sus animas. El qual pues
ha dado a V.M. tanta parte del señorio deste mundo (que se ha de acabar) le de el del cielo, que ha de
durar para siempre. Amen. (Fray Domingo de Santo Tomas 1560: Prologo s/n).

A raíz de esta situación, la interpretación de Murra gira en torno a que básicamente el nuevo
orden trajo más desventajas para los llamados indios que para los propios hispanos, aunque
para estos últimos fue también difícil afrontar con la nueva administración de los territorios
americanos y mucho más difícil en una región como los andes con instituciones cohesionadas
y ya abigarradas. De esta manera y en esta forzada transición se mostraba que para:

(…) el caso de los Andes, a cambio de convertirlos al cristianismo, el concesionario recibía un cierto
número de pueblos indígenas por una o más "vidas". Estas dádivas ignoraban los linderos políticos y
económicos originales, quebraban los lazos económicos, sociales y religiosos preexistentes, fomentaban
los pequeños intereses locales y desafiaban las eficiencias andinas. Como resultado, eran la causa de una
nueva pobreza, antes desconocida. Fray Domingo de Santo Tomás no era el único en sostener esta
posición ante la corte: religiosos y administradores que regresaban desde la Nueva España y los Andes
pedían con insistencia al rey la abolición de la encomienda. Fray Domingo iba más lejos. El sostenía que
después de la abolición de la encomienda todos los Andes deberían ser devueltos a sus "señores
naturales".
“Si la corona quería detener la despoblación e incrementar sus ingresos, sólo podría lograrlo si la tierra
volvía a ser gobernada por quienes, en 1560, todavía no habían olvidado los modelos económicos y
políticos andinos”.

43
Juan de Solórzano Pereira analiza estas leyes de Indias en su esencial texto “Política Indiana” (1647).

61
Fray Domingo estaba preparado para aceptar un nuevo orden andino; confiaba en que los señores locales
eran capaces de gobernar en forma autónoma y sugería que se desalentara la inmigración de los europea,
sí no se podía impedirla del todo (Murra 1995: 33-34).

Los aportes de Fray Domingo de Santo Tomas pudieron constituirse en valiosos a la hora de
instituir políticas coloniales más efectivas, pero no fueron considerados como contribuciones
para encauzar medidas administrativas flexibles a nivel socio-político con relación a los
indígenas y sus organizaciones después de la Conquista. Lastimosamente el nuevo orden
social de poder desproporcionado de administración Colonial entró con fuerza una década y
media más tarde. Iniciando de esta manera un nuevo ciclo hegemónico y de dominio hispano,
acompañada por reformas pensadas por el Virrey Francisco de Toledo. Virrey que
inicialmente tuvo un recorrido (1573) por las nuevas colonias y asentamientos hispanos; al
mismo tiempo que visitaba las nuevas colonias, creaba encomiendas, reducciones y haciendas.
Todo ello con el fin de otorgar presencia estatal colonial en aquellas regiones que habían sido
conquistadas. Por ejemplo las reducciones indígenas re-organizadas en ayllus existieron por
orden colonial y sin vigilancia hispana, lo que generó una relativa autonomía al interior de la
reducción, que lógicamente debía tributar al nuevo régimen. Esta serie de ordenanzas tuvieron
la finalidad de darle cuerpo a un nuevo orden social que se pretendía implantar en América.

Entre los primeros pronunciamientos están las “Ordenanzas de descubrimiento y nueva


población” dictadas en 1573 en el Virreinato del Perú (Fellman Velarde 1978: 128). Estas
ordenanzas se transformaron con muchos otros informes de visitas en las conocidas “Leyes de
Indias” que vieron la luz por primera vez en 1596 y que fueron revisadas varias veces, hasta
su ultima publicación en 1680 (Ibíd.).
En palabras que deberán ser de cuidado por su exacerbada tendencia nacionalista de Fellman
Velarde (1978) “Las leyes de indias” constan de nueve libros donde el material se halla
desordenadamente distribuido y su tendencia principal, se ubica en plantear la explotación de
la riqueza [mineral] americana. Las leyes de indias en cuanto a la distribución de la tierra se
encontraron con muchas dificultades, por un lado existían tierras muy fértiles cerca de las
pequeñas ciudades, que al momento de la colonización se valorizaron. El tema de los
indígenas que trabajaban la tierra era aun más importante para las colonias. En este sentido la
corona de castilla, con objeto de estimular la colonización española de sus dominios
americanos, había añadido a las encomiendas y repartimientos otorgados a los conquistadores

62
en virtud de las “capitulaciones”, las llamadas “Cedulas Reales de Gracia o Merced” (Fellman
Velarde 1978: 130). Por otro lado la Corona Española halló solución en tres disposiciones
reglamentarias por las “Leyes de indias”: la institución del yanaconazgo, el tributo y la
composición (Ibíd.).

A partir de estos hechos la participación de los indígenas en la nueva administración fue


silenciada, y encubierta, la jerarquía inca fue reordenada, y muchos indígenas nobles fueron
tomados como si fueran del común, pues el poder y las jerarquías, estaban en un proceso de
reestructuración. Pues los severos conquistadores destrozaron las instituciones del país [Inca],
y que veían en él pocas cosas dignas de admiración fuera del oro (Prescott 1847: 178). Pero
aun así -la organización económica, social y política indígena [el ayllu], a pesar de los embates
del poder español y de las oligarquías coloniales, pervivió a lo largo de la época colonial a
través de un “pacto de reciprocidad” que regía las relaciones ideales entre Estado y
comunidades indígenas (Platt 1981: 20); extendiéndose dilatadamente hasta los eriales de la
Colonia, y aún más allá del siglo XIX para el caso boliviano.

Aquel pacto de reciprocidad planteado por Platt, entre el Estado Exógeno implantado en la
Colonia y las comunidades y ayllus indígenas, podrían entenderse conflictivamente, pero no
fue así, pues la Colonia aprovecho aquellos ayllus y los transformó en reducciones indígenas.
Refuncionalizando su permanencia y existencia. Se gestó entonces un pacto entre hispanos y
las elites indígenas de kuracas locales. Estos últimos adquirieron mayor poder después de jurar
lealtad al rey de España y negar el vínculo con lo Inca. Estas implicancias psico-sociales de
dominación no alteraron en su totalidad la organización andina, pues no destruyó la célula
básica de identidad y cultura que se gestaba con relación al ayllu. Se desarrolló entonces un
incipiente vínculo inter-cultural asimétrico de relaciones políticas y económicas entre lo
hispano (dominante) y lo andino (dominado).
Aunque este vínculo asimétrico entre lo hispano y lo andino estaba vinculado a una relación
de dominación política y económica, no perdió el matiz de predominancia andina (no Inca). Es
decir, el ayllu continúo su ruta por el pedregoso camino de la Colonia para no darse por
vencida. Es así que los indígenas antiguos mitimaes y yanaconas ingresaron a ciertas

63
relaciones en la producción que los situaba como trabajadores artesanales, agrícolas44,
ganaderos y mineros es decir engrosaron su trabajo en las haciendas, los obrajes, y las
encomiendas como jornaleros, obreros o peones semi-esclavizados.

La nueva estructura social se asentaba en una forma de economía extractivista y minera,


políticamente distinguía una estructura de castas a partir de una situación de privilegio hispano
en desmedro de la andina. De esta manera los españoles lograron imponerse políticamente,
sintetizaron la herencia institucional pre-hispana y a la vez funcionalizaron la economía a
partir de ciertos dispositivos dinámicos importados de Europa, como el dinero. El virrey de
nacimiento español era enviado directamente por orden del Rey. Desplazando al indígena de
su mando local, además ocuparía el rol de lo que una vez forjó el Inca, los yanaconas fueron
desplazados por los encomenderos, y los curacas reducidos a pequeños nichos llamados
reducciones. Aunque los principales relucieron su poder, no sus privilegios. Pues, “la tentativa
más seria la hizo (el virrey) Toledo cuando trato de acreditar los títulos de los Ayllus a nombre
de los Curacas y no de todos sus miembros” (Fellman Velarde 1978: 133).

Podríamos señalar que la sociedad Colonial nunca se logró estabilizar, por el flujo y reflujo de
las poblaciones andinas, quienes dinamizaban implícitamente la economía y la política. En el
Alto Perú la nueva sociedad, aunque paradójicamente, recién encontró relativa firmeza
durante el siglo XVIII a decirse de Rene Moreno (1940). El cuadro general de la sociedad
Colonial adquiriendo forma durante el último siglo de dominio español; encontraba en el
“extremo superior la Corona (Española), dueña del subsuelo y de todas las tierras que no
habían pasado por la “composición” y detentadora de la facultad de absorber la riqueza
colonial mediante el mecanismo del monopolio, de los impuestos y de los estancos” (Fellman
Velarde 1978). Después se encontraba la iglesia, muy vinculada a la Corona Española, a la que
acompañaban los comerciantes, mercaderes, y propietarios de tierras, de minas y obrajes. En
la mayoría de los casos, pero con alguna excepción, estos funcionarios eran españoles

44
Cabe situar que si bien, los españoles se apoderaron de grandes extensiones de tierra, no lograron destruir las
tierras comunitarias del todo. Pues a cambio del tributo, signo de reconocimiento y acatamiento a la soberanía del
Rey de España, los indígenas tenían un derecho colectivo sobre sus tierras, elemento necesario para su
conservación. Ante esta situación en la región andina, resulto la coexistencia de dos tipos de propiedad
territorial, no solo diferentes, sino hasta contradictorios, cada uno de los cuales era una rémora para el tipo de
sociedad que debía desarrollarse naturalmente sobre la base del otro: la propiedad privada del latifundio semi-
feudal y la propiedad colectiva del ayllu. Ver más en Fellman Velarde (1978: 133).

64
peninsulares, y mediante su trabajo estos estaban vinculados al poder político y económico de
la Corona española.

Por debajo de esta estructura se encontraban los criollos, que en muchos casos también eran
mercaderes, propietarios de tierras y minas, administraban los obrajes, o eran funcionarios
públicos de bajos rangos por su condición de haber nacido en América. En un tercer grupo
social se encontraban los curacas, que tenían poder de decisión sobre comunidades y ayllus.
Los curacas que habían pactado con los enviados de la Corona Española, gozaban de ciertos
privilegios, tenían acceso a la educación45, no pagaban un tributo individual, como tampoco
asistían a los trabajos obligatorios de mitanaje y obrajes a los que los indígenas del común si
asistían (Fellman Velarde 1978: 166).

Por otro lado estaban también los mitayos, estos constituían la mayoría de la población
indígena, provenientes de diversos ayllus y etnias, ahora estaban vinculados a la minería y a
los obrajes como mano de obra y fuerza de trabajo, es decir; “la autoridad política Colonial les
asignaba una tarea, de la misma forma que el Inca les podía asignar para prestar determinados
servicios al Estado” (Albó y Barnadas 1990: 65). Con relación a los mitayos según Fellman
Velarde (1978) señala que también se los conoce con el nombre de “Mincados”, haciendo
referencia a que estos, no tenían otro recurso que el de vender su fuerza de trabajo para
subsistir.
En una última categoría social se encontraban los esclavos negros, a estos intentaron
introducirlos a las mitas y centros de extracción de mineral, pero por las condiciones
ambientales desfavorables, a las que no estaban acostumbrados, sucumbieron en masa,
entonces pasaron a ser empleados de servicio, ya sean en las casas de hacienda como en las
labores agrícolas particularmente en el cultivo de la coca, en donde se proporcionaron mejores
resultados (Fellman Velarde 1978: 168).

Este complejo tejido social Colonial que reajustaba política y territorialmente la región andina,
se intento consolidar durante aproximadamente los últimos dos siglos de control Colonial,
entre los siglos XVII y XVIII. El ayllu andino asumió entonces una organización interna de la

45
Las elites indígenas y particularmente los hijos de los caciques tuvieron acceso a la educación, asi por lo menos
lo manifiestan Alaperrine-Bouyer (2007); y Escobari (2005).

65
vieja herencia inca vinculada a una estructura más global y de mercado como española, es
decir, se sintetizaron los elementos heterogéneos de la estructura vernácula como el de la
civilización española. Aunque en términos más generales este proceso fue “distendido
internamente por una maraña casi inextricable de contradicciones económicas principalmente,
pero también étnicas” (Ibíd.).

1.2. Organización y resistencia del ayllu.-

La conquista y posterior colonización de América por parte de los Europeos reconfiguró la


institucionalidad política, económica, y la administración territorial y social. La conquista fue
larga y llena de complejidades, se inicio con la llegada de Francisco Pizarro a Cajamarca
(1532) y termino aproximadamente después de lanzadas las reformas del Virrey Francisco de
Toledo (hacia 1572), iniciando lo que podríamos llamar colonización o “Periodo Colonial”
que se extendió en todo el territorio ya conquistado. En este lapso, de 40 años
aproximadamente, se desataron resistencias nativas, así lo describe Albó:
Hay que recordar que ya en el siglo XVI, en el momento de la conquista, hubo una larga resistencia.
Recordemos que Pizarro llego en 1532 y la ejecución del último Inka [Tupac Amaru I] recién fue en
1572, es decir cuarenta años más tarde, con el virrey Francisco de Toledo. A principio, los primeros Inka
coloniales eran como títeres de Pizarro. Pero pronto la población andina se dio cuenta de que los
españoles eran peor que los Inkas y entonces empezaron a hacer resistencia (1990: 85).

Desde entonces (1572), aunque hipotéticamente, se estipula el comienzo de la época Colonial


en toda la jurisdicción territorial incorporada al imperio Español. De la misma manera nos lo
recuerda Villalpando desde una perspectiva enmarcada en la siguiente afirmación:

“La llegada de los españoles [1532] significa un cambio en la estructura económico-social incaica. En
realidad, la conquista crea un nuevo modo de producción y consiguientemente nuevas relaciones
sociales entre los hombres. Gracias a la ocupación violenta de la propiedad colectiva incaica, los
españoles introducen, como forma digamos predominante y única, la propiedad privada sobre los medios
de producción, base sobre la cual se erigen las nuevas relaciones sociales propias del feudalismo
peninsular” (Villalpando cit. en Urquidi 1982:11).

En esta época, y a la par del desarrollo mercantil inicial, se constituyeron núcleos urbanos
hegemónicos de administración como ser el caso de Lima, Cuzco, Quito, Charcas, por señalar
algunas y otras ciudades que fueron pequeños centros de administración para la sustracción de
recursos naturales. Dentro de esta dinámica, se consolidaron las “leyes de indias”, en donde
los peninsulares documentaban su supremacía sobre los nativos americanos, Szminski a partir
de una lectura sobre la misma, nos plantea que los “indios” de América fueron denominados

66
“Vasallos Libres de la Corona de Castilla”. La libertad se reducía a los “ayllus”, estos a la vez
se articulaban a una red de organizaciones productivas similares como las encomiendas o los
corregimientos. Aun los indios siendo vasallos libres, estaban reunidos en reducciones, es
decir, en colonias más grandes, fácilmente accesibles al control colonial. Los habitantes
estaban inscritos en su aldea, donde se encontraban al mando de sus propios kurakas y bajo la
supervisión de los corregidores, que eran pagados por la administración del virreinato (1972:
267).

Con relación a las comunidades y ayllus andinos, existía también un sistema de repartición y
distribución tanto para sembrar la tierra, para el cultivo comunal, particularmente para
subvencionar a las mujeres que habían perdido a sus esposos en las mit´as y encomiendas. Por
todo ello la comunidad andina durante este periodo subsistió a partir de una cohesión rígida y
esforzada. En donde cada aldea [ayllu] tenía un pedazo de tierra, la cual cada año se repartía
entre las familias, se dejaba una parte para el pastoreo, otra para el cultivo comunal. El ingreso
de ésta última, iba a la caja de la comunidad, de la cual se mantenían las viudas, los huérfanos,
los hospitales, y se pagaban los tributos. A la caja entraban también los ingresos del obraje, es
decir los talleres mantenidos por la comunidad.” (Szminski 1972: 267).

En este sentido, la libertad territorial y social de los andinos, era una libertad condicionada por
los tributos económicos obligatorios hacia la Corona. Así mismo “del tributo estaban exentos,
el kuraka y su primogénito, los empleados indígenas, a veces las mujeres, y durante cierto
tiempo los yanakunas. El tributo era determinado por las autoridades. No podían existir
recusaciones hacia algún sector de los llamados indígenas tomados como tributarios. Pero el
tributo, también, debía ser moderado y no exceder al que estaban obligados los indios antes de
la conquista. Se pagaba en el lugar donde vivía el tributario. No se podía cobrar a los ausentes,
ni a los enfermos” (Szminski 1971: 268).

Por otra parte durante la Colonia, la dinámica de la vida Andina social e institucionalmente fue
acomodándose a las nuevas regulaciones hispanas, así está representada en un escrito Colonial
de Juan de Matienzo (1520-1579) siglo XVI, que no fue editado, sino recién a principios del
siglo XX en una edición especial en (1910) por uno de sus descendientes, en donde
encontramos lo que sigue:

67
Caciques, curacas y principales son los príncipes naturales de los yndios y los que los goviernan con
muy gran concierto, aunque con muy gran tiranía. En cada repartimiento ay dos parcialidades la una que
se dize de anansaya y la otra de urinsaya, cada parcialidad tiene un cacique principal que manda los
principales yndios de su parcialidad y no se entromete a mandas a los de la otra, excepto que el curaca de
la parcialidad de anansaya es el principal de toda la provincia y a que obedece el otro cura de urinsaya,
en lo que se sigue tiene el mejor lugar en los asientos y que todo lo demás los de la parcialidad de
anansaya se sientan al mano derecha y el de urinsaya al izquierda en asientos bajos que llaman duos.
Cada uno de estos curacas tiene ocho ayllos, y en cada uno su principal que se van assentando por su
orden, los de urinsaya a la mano yzquierda tras su cacique y los de anansaya a la derecha, este de
anansaya es el principal de todos y tiene este señorio sobre los de urinsaya, llama y haze juntas y
govierna en general aunque no manda en particular, cobra la tasa y pagala, cobra la del Curaca o cacique
de urinsaya, lo que ha cobrado de sus ayllos, su officio de estos caciques y principales es holgar y bever
y contar y repetir que son en esto mas diestros que ningún español (Matienzo 1910[1572]: 16).

Y sigue haciendo referencia al ayllu, caracterizándose esta descripción por los mandamientos
que tenían los llamados indios con relación a la corona, así como también los roles y
atribuciones de los llamados indios y caciques. De esta manera y según:

Cuentan de espacio y con piedras de muchos colores, mantienense del tributo que les dan los Indios de
su ayllo; aviase de rremediar esto mandando que no cobrese exemptos del trabajo y de la tassa mas de
tres principales de cada parcialidad, y los otros todos contribuyesen y trabajasen al albedrío de lo que le
pareciere al que visitare conforme a la qualidad y posibilidad del repartimiento. Estos caciques y
principales después de rreducidos a pueblos y tasado lo que ellos huviessen de aver, los avian de
enseñar a leer y escribir a ellos y a sus hijos y la lengua española, y que estuvieren muy instruidos en la
doctrina, porque siendo ellos Cristianos sin duda lo serian sus indios y se les mandase no hablase con
ellos sino nuestra lengua, y que no sabiendo sus Indios hablar español hablase por lengua y luego la
aprenderian. Como hizieron la general lengua del inga, y aprenderian mejor la doctrina, por ser su lengua
falta de vocablos para comprender lo que se les pretende enseñar y cumplirse y con las provisiones que
sobre esto estan dadas. Demás de esto los avía de ocupar en haze algunas obras de manos. Como ser
pintores o plateros o otros oficios semejantes. Tambien se debe procurar no hurten ni roben a sus Indios
ni les tomen sus hijas, ni tengan muchas mujeres o mancebos. (Matienzo 1910[1572]: 17).

Bajo esta dinámica, el ayllu se desarrollo paralelamente a las encomiendas y haciendas, es


decir, se introdujo competitivamente al mercado agrícola, ganadero y minero de la colonia. De
los ayllus salían las fuerzas productivas para el trabajo forzado de las haciendas y minas. Así
mismo las comunidades y ayllus establecieron la moneda y el dinero como base del
intercambio. Aunque muy insípidamente manejado por los propios andinos, las transacciones
monetarias fueron la forma de otorgar valor de cambio y de uso en la nueva estructura
administrativa colonial. Cabe agregar también que los ayllus fueron controlados
coercitivamente por los caciques apoderados, que en muchos casos ejercían un poder arbitrario
y abusivo al interior de su comunidad, muchas veces peor que el español. Podríamos
aproximarnos a interpretar esta radicalidad en dos sentidos. Por un lado que se pretendía a toda
costa mantener el vehiculo institucional de la colonia a partir de la conservación de la

68
comunidad, o más bien el cacique apoderado ejercía un abuso desorbitado con relación al
comunario andino.

Como dijimos, la comunidad andina en su forma de ayllu, durante la colonia, ya estaba inserta
en una red de articulación con las bases de la economía monetaria y mercantil Colonial que se
tenían en; las minas, la producción agricultura, los obrajes, mitas y encomiendas, acompañada
de otros servicios obligatorios como el mitanaje o la servidumbre que formaban parte de la
funcionalidad obligatoria que tenía el ayllu para con los españoles. Por lo que su significancia
era preponderante, aunque formalmente no fue reconocido como ayllu. En efecto esta forma
de organización andina sobrevivió imbuida indirectamente al mercado colonial y tuvo una
continuidad en el tiempo a partir del principio de conservación de la comunidad social ubicada
mayormente en los intersticios de la cordillera, como en su organización territorial y
resistencia cultural. Son preguntas que no las conseguiremos expresar en toda su cabalidad,
pues, espacial y temporalmente nos situamos muy distantes de aquella realidad particular e
histórica.

En este entramado, Platt (1981) nos recuerda que dentro de esta dinámica de subsistencia, el
ayllu experimento algunas características variaciones y asumió algunos patrones nuevos para
su identidad asociativa en resistencia. Así, y lejos de desestructurarse las bases prehispánicas
de la prosperidad andina, en la zona andina el antiguo patrón del “control vertical de un
máximo de pisos ecológicos” como señala igualmente Mura, se mantuvo como un elemento
institucionalizado dentro de la formación colonial. Además, los ayllus regionales consistían en
franjas continuas que bajaban, en muchos casos, desde las alturas hasta los valles cálidos o en
dos zonas discontinuas casi siempre, cada una situada en uno de los dos polos climáticos.
Dado que la mita potosina se aplico a través de los curacas de cada ayllu, la misma economía
minera funcionaba asegurando la persistencia de las condiciones verticales de reproducción de
su propia fuerza de trabajo normativa (Platt 1981: 26).

Como vimos y teniendo en cuenta que el ayllu logró transformarse a partir de su inserción en
la economía de mercado, como nuevo elemento, se incrusto en la estructura productiva
específica de la colonia como un sector vinculado a un vasto circuito mercantil generado por
las minas de Potosí, y “el resto del sector extractivo, en cuanto productor de moneda

69
circundante y mercado principal para bienes de consumo e insumos para la producción
minera” (Assadoruian cit. en Platt 1981: 28). Pero no solamente se estructuro una economía
monetarizada, sino jerarquizada entre peninsulares e indios, que dio lugar a una selectiva
jerarquización de grupos o castas sociales, entre los que encontramos en una situación
favorable a los hispanos comerciantes, mineros y propietarios de grandes extensiones de
tierras y encomiendas, de minas y obrajes. Pero los Curacas no se quedaban atrás, pues
estaban a cargo de delimitados ayllus y comunidades, muchos de ellos tenían propiedades
particulares reconocidos pero solo como vasallos de la corona de España. Estos últimos se
constituían de una u otra forma en propietarios que gozaban del trabajo gratuito de los
mitayos46 y mincados47. Vivian en una condición privilegiada, pero no tanto como los
peninsulares y criollos, estos, por su condición racial se constituían en aquella época como
superiores (Fellman 1978: 167-169).

En consecuencia el ayllu durante la Colonia tuvo que adaptarse a las condiciones de una
realidad coaccionada por el mercado y el dinero. Básicamente no desapareció, sino más bien
se inserto sutilmente en la sociedad colonial matizada por crudas diferencias de casta a partir
de la asignación de roles productivos y ver solo como fuerza de trabajo a los indios, que se
redujeron a mano de obra para el mercado minero. Sin embargo, las constantes migraciones
forzadas y voluntarias introdujeron formaciones sociales regionales particulares. Los centros
urbanos mas poblados, eran zonas muy afianzadas al mestizaje que se fue gestando ya durante
la Colonia. Situación que podría haberse constituido en un elemento negativo a la hora de ver
a los grupos inicialmente agrupados en ayllus y que bajo estos nuevos matices se fueron
transformando en núcleos productivos mas híbridos como el caso de Cochabamba. Trayendo
una situación económicamente desventajosas para el dominio hispano, pues aquellos grupos

46
Es necesario ejemplificar el término mitayo durante la colonia, este se caracteriza por ser un trabajador que
cumplía una obligación temporal básicamente en las minas y en los obrajes, era esencialmente un campesino y no
un obrero. Para Matienzo 1910[1572] “Mitayos se dizen Indios de los repartimientos que sirven por sus tandas
que llaman mitas. Y estos son de tres o quatro maneras, unos quedan para servir en las ventas o tambos, otros
para servir a españoles en sus casas, otros para guardar ganados, otros para venir a servir a sus encomenderos en
sus casas. Mitayos de tambos son los que se dan para traer yerva y leña a los pasageros y para llevar carga de un
tambo a otro, estos se repartieron por vaca de castro por ardenangas, que hizo conforme a los del Inga que hasta
oy se guardan, en que repartió los pueblos que avian de servir en cada tambo en los caminos reales.”
47
El mincado podría derivar hipotéticamente de término de min´ka que significa trabajo mancomunado, en
conjunto. El individuo que era considerado como mincado durante la colonia eran catalogado como obrero o
jornalero no vinculado a ninguna otra área de trabajo que no sea el de la mina para su propia subsistencia.

70
sociales nuevos resultaron ser económicamente improductivos y políticamente atentatorios al
régimen administrativo de la Colonia. Además a nivel territorial significaban la pérdida de
tierra de la comunidad que era el sostén que aseguraba la alimentación de la gran minería. Las
encomiendas al igual que las haciendas fueron desplazando a los ayllus, con ello la mutación
en muchos casos de la misma vida indígena. Solo en las reducciones, los antiguos ayllus se
fundieron étnicamente, los lazos sanguíneos continuaron desapareciendo, y por ello, “para el
período español sería seguramente más correcto usar en vez de ayllu, el término comunidades
indígenas” (Szminski 1971: 287).

Esta situación política y territorial de las comunidades indígenas mantenidas por los españoles,
admitió en su sentido práctico la institucionalización precaria de los ayllus y las comunidades
andinas, agrupándolos en “pueblos de indios”, y dándoles la categoría de “sujetos de derecho”.
Por lo menos legalmente ya eran reconocidos por la corona, las “Leyes de Indias” se
encargaban de regular sobre aquella población marginal, tanto a nivel económico como
político. En consecuencia el ayllu asumió formas aun no estudiadas de manutención durante
este periodo, y que aún hoy se presentan como vacíos a los que no se podrá indagar y
examinar por la extinción de aquel tiempo. En este sentido el ayllu andino, se sabe, que
sobrevivió en la colonia en su forma cohesionada de comunidad indígena vinculada al cacique
apoderado o principal, como también se cohesiono en las reducciones y pueblos de indios.
Recalcando que el matiz local y particular tanto en los valles, altiplano, o costa, donde existían
ayllus, fue desarrollándose a partir de sus propios rasgos regionales.

2. El ayllu en la Republica.-

Entre los prolegómenos a las luchas por la independencia, señalamos problemáticamente que
estas, tuvieron su origen en la ondulación de movimientos subversivos indígenas que, a partir
de Alejo Calatayud (1730), se agitaron en los Andes, en palabras de Barnadas (1973) es sin
duda, uno de los problemas históricos a los que hay que acudir cuando se quiere tomar el pulso
a la sociedad criolla en trance de acceder a la autonomía política formal. Especial atención han
merecido también los levantamientos y sublevaciones indígenas de finales del siglo XVIII,
encabezados por Don José Gabriel Condorcanqui, quien retomó el nombre del último Inca
Tupac Amaru (1572) y se nombró sucesor al trono Inca como Tupac Amaru II (1738-1781).

71
Este noble Cuzqueño se levantó en el Virreinato de Perú, comenzó todo un levantamiento
(1780) en pro de una emancipación de los llamados indígenas bajo la consigna de reconstituir
el estado del Tawantinsuyu, pero su intento se vio frustrado cuando fue traicionado, preso,
torturado y asesinado en 1781. Otro levantamiento anti-colonial de conexa importancia se
desarrollo en la región sur del Virreinato, conocido como “Alto Perú”, donde Julián Apaza
Nina más conocido como Tupac Katari (1750-1781); se sublevó ante el régimen Colonial, su
máxima expresión de fuerza fue el cerco a la ciudad de La Paz. No teniendo éxito este
movimiento también fue extinguido.
Estos movimientos, ya políticos, fueron sofocados y no reconocidos por la historia oficial,
como también por los posteriores criollos que emprendieron la lucha por la independencia
desde una “otra” perspectiva paradigmática, que a nuestro juicio fue racialmente mas criolla,
reformista y liberal.
Entre las posiciones libertarias, tanto de los indígenas andinos como por los criollos y
mestizos pasaban por proyectos diferentes, los primeros estaban guiados bajo la idea del
restablecimiento de un régimen anterior al Colonial y los segundos que influidos por ideas
exógenas intentaron trasladar imágenes políticas vanguardistas de Europa, ambos proyectos no
fueron entendidos en toda su complejidad ni por unos, ni por los otros. Consecutivamente los
criollos encabezaron las luchas revolucionarias independentistas (1809-1825), improvisando
estados republicanos y suplantando los planteamientos que inicialmente los indígenas habían
tenido, la reconstitución del Estado del Tawantinsuyu (Único referente de Estado para el
mundo llamado Indígena Andino y Amazónico).

2.1. La transición sin transición: el ayllu y la continuidad atávica de la colonia (1825-


1899).-

Después de todos aquellos acontecimientos que duraron alrededor de 15 años, y dieron origen
a una aparente independencia de los Estados en América, encontramos entre las primeras
reformas de la post-independencia, más que todo políticas, asociadas a las reformas legales e
institucionales. En donde, `algo fundamental de las nuevas leyes –era- liberar a los indígenas
de la segregación de la que fueron objeto durante el pasado colonial. En nombre de los ideales
de libertad, igualdad, y promulgando la abrogación de –toda contribución degradante a la
dignidad de ciudadanos-, Bolívar [en teoría] eliminaba el tributo obligatorio que, durante la

72
época colonial, pendía sobre todos los indígenas varones entre las edades de 18 a 50 años. Así
la Constitución bosquejada por él, abolía la jerarquía del cacique (kuraka o mallku) y
declaraba a los indígenas dueños de la tierra que poseían. Pero prontamente, las falencias
fiscales y administrativas frustraron el sueño liberal de Bolívar: y al cabo de apenas un año de
la abolición del tributo, su sucesor, el presidente Antonio José de Sucre, restituyó el gravamen
discriminatorio. Más que otorgar a los indígenas la “dignidad de ciudadanos”, la primera
generación de gobernantes liberales de Bolivia no hizo otra cosa que reproducir parcialmente
las “degradantes” obligaciones del pasado colonial-. (Gotkowitz 2012:43-44).

En consecuencia el transito del régimen Virreinal español al llamado Estado Republicano


criollo-mestizo trajo consigo la promulgación de leyes y la creación de nuevas constituciones
políticas en toda la América “libre”. Para el caso Boliviano, Simón Bolívar a quien Bolivia le
debe su nombre, promulgo ciertos decretos, entre los mas importantes se encuentran los que
favorecieron a la población indígena, “en cuyo beneficio ordenó el repartimiento de las tierras
de comunidad a razón de cinco mil varas cuadradas por persona en terrenos regados y pingues,
y del doble en terrenos inferiores, hasta el punto de que no quedase indio alguno sin su lote de
tierra”. Vedó la prestación de servicios personales sin previo contrato e impuso el pago de
jornales en dinero para cortar el abuso del pago simbólico en especies u otras compensaciones
de pura astucia. Declaró la abolición del “tributo colonial” que pagaban los indígenas, por
considerarlo como degradante e injusto (Guzmán 1976: 142-143). Medidas en donde la
igualdad y la ciudadanía eran los conceptos centrales, estos, importados de los enciclopedistas
y de la revolución Francesa, guiaban las políticas de los incipientes Estados Latino-
americanos. De esta manera los decretos Bolivarianos, que pretendían imitar las políticas
liberales de Europa, persiguieron el establecimiento de la propiedad privada, particularmente
campesina y la dignificación de los indígenas a partir de su reconocimiento como ciudadanos
(Véase Urquidi 1982:59). Así encontramos los decretos de Trujillo y Cuzco, posteriormente
ratificados en Bolivia:

1º La constitución de la propiedad privada campesina;


2º La supresión del servicio personal;
3º La institución del salario; y
4º La abolición del tributo indigenal.

73
Con relación a la importancia de estas premisas, se ha tenido la necesidad de constituir,
precisamente los principios básicos en que se sustentaría la Reforma Agraria de 1953, que
abordaremos más adelante y además […] fue necesario que transcurriese cerca de siglo y
medio para que las ideas bolivarianas en materia agraria adquieran realidad y vigencia
(Urquidi 1982: 59).

En efecto y desde una visión invectiva Turpo Choquehuanca cuestiona estos planteamientos y
señala que el -advenimiento de las republicas independientes de América Latina introduce la
concepción del individuo como sujeto de derecho por naturaleza propia, que en lo sustantivo
no cambia el ordenamiento normativo confesional, pues se institucionalizará las diferencias
desde la perspectiva del pensamiento constitucional occidental de John Locke en desmedro de
las comunidades andinas ahora denominadas indígenas. Además que viene a ser el Francisco
Vitoria de la nueva fase colonial en territorio ancestral de las grandes civilizaciones maya-
azteka y Tawantinsuyana del continente del Abya Yala -América- (Turpo 2005: 112).

Aunque estas políticas de la post-independencia con relación a los llamados indígenas no


fueron del todo acertadas, como lo plantea Turpo; el reconocimiento del indígena como
ciudadano, para Bolívar significó solamente un justificativo discursivo de la independencia. El
libertador había eliminado (teóricamente) el impuesto indigenal mediante la firma de unos
celebres decretos aboliendo el mismo. Siendo en 1825 los [llamados] indígenas declarados
iguales en derechos a otros ciudadanos, y suprimido el tributo o contribución indígena,
considerada por los indios como un “pacto de reciprocidad” con el Estado español y una
garantía para conservar sus tradiciones y formas de organización de vida, relativamente
autónoma, en los ayllus. Bolívar pensaba transformar a los miembros de las comunidades
indígenas en modernos propietarios agrícolas, liberados del yugo retrogrado que [para él]
representaba […] el ayllu (Schelchkov 2011: 45). El decreto liberador e igualador de Bolívar
en Trujillo, propiciatorio de la propiedad individual para todos los campesinos, fracasó
prontamente por falta de ejecutores (Guzmán 1976: 203). “[Pues] el decreto quedo sobre el
papel, y durante cincuenta años esta contribución económica de un sector tan importante al
que se negaba participación política, siguió siendo la principal fuente de ingresos para el fisco,
llegando algún año al 56% de los ingresos totales, y poco a poco los nuevos dueños del país
fueron apoderándose de nuevas tierras de comunidad, primero en la legislación y después en

74
los hechos” (Albó-Barnadas 1990: 119). Esta situación de recaudación es puntualizada por
José Maria Dalence quien en su descripción plantea que -la contribución de los ayllus
indígenas se recauda por los Gobernadores de las provincias auxiliados de los corregidores de
los cantones y alcaldes de campo, por consiguiente la división del territorio de la republica
para este objeto, es la misma que para su régimen político. A los gobernadores se les paga el 3
por ciento, y a los corregidores el uno sobre lo que recaudan (Dalence 1851: 192).

En este entramado, los nuevos gobernadores, prefectos y alcaldes, ponían sus ojos en la
propiedad de la tierra y el trabajo cobraría también importancia, pues el nivel de producción
sería el equivalente de la contribución de los llamados indígenas. Pues en la gran mayoría de
las regiones rurales de la naciente Bolivia, existían todavía comunidades andinas cohesionadas
por el ayllu. En muchas zonas del altiplano era la única forma de organización agrícola
(Schelchkov 2011: 45).
Esto es justificable porque el territorio donde descansa la actual Bolivia, desde antes se había
constituido como una región predominantemente agrícola. Por tal cuestión la gran mayoría de
habitantes se situaban en las regiones rurales. Según José Maria Dalence, se afirma que en
Bolivia había 5.135 propiedades privadas de la tierra, o sea, haciendas, además de 106.132
terrenos comunales (distribuidos entre los pegujales, sayañas, y mantas). En total, en las zonas
rurales vivían aproximadamente unas 915 mil personas, de las cuales los comunarios de los
ayllus eran 621.648, o sea casi el 70%. Los demás eran o pequeños agricultores
independientes, o colonos residentes en tierras de haciendas. (Dalence cit. en Schelchkov
2011: 41).

Esta muestra de hegemonía territorial comunal, era determinante al momento de importar el


tributo al Estado republicano, y subvencionar su existencia. En 1838 en cinco departamentos
del país, en los ayllus libres vivía casi un 70% de la población indígena, en 1853 era un 73% y
en 1877 se acrecentó al 75%. (Ibíd.). Pero en su calidad de mayoría, los llamados indígenas,
por segunda vez habían sido los perdedores de la historia, entraron en un segundogénito
sometimiento que se postergo relativamente hasta 1952, y que aun se visibilizó, hasta la
reforma agraria, encaminado irónicamente por el criollaje indigenista48 boliviano.

48
El indigenismo surge como una teoría orgánica y sistemática a partir de la VIII Conferencia Panamericana
celebrada en Lima en 1938, que decidió patrocinar la celebración del Primer Congreso Indigenista

75
Ante esta situación demográfica, poblacional y organizativa favorable para el ayllu y el mundo
andino, las reformas implantadas en los albores de la republica no permitieron su
desenvolvimiento natural. Los indígenas no construyeron su estado, mas bien lo hicieron los
criollos, que siendo minorías étnicas formularon y manejaron el aparataje estatal boliviano.
Aunque fueron equivocadas, estas políticas, la realidad social de las mayorías no cambió, pues
las minorías criollas y mestizas que tomaron en su poder los dominios del Estado Republicano
después de Boliviar y Sucre, no hicieron más que regresar a las políticas coloniales, con
consecuencias peores aún, usando instrumentalmente al llamado indígena. Podríamos afirmar
que las reformas Republicanas de 1825 aunque desacertadas para los indígenas no se hubieran
desarrollado tan excesivamente nocivas si se encauzaba bajo una ética andina. Bolívar intentó
erradicar la mentalidad feudal instituyendo medidas liberales, pero fue mas fuerte la solidez de
la raigambre feudal criolla que se resistió a ceder frente a aquellas políticas que propiciaban
una cohesión controlada, antes que una destrucción de la comunidad andina.
Contradictoriamente los llamados indígenas se tornaron en entes vulnerables frente al nuevo
Estado republicano que se mostraba en su aspecto caudillista y militar afín a políticas de orden
conservador, afín a la paradoja señorial-colonial con relación a la cuestión agraria (Zabaleta
2008).
En este sentido no existió norma legal, como lo hubo en la colonia, sobre la posesión comunal
del ayllu. Este vivió autárquicamente en las ruralidades de la republica, después de
desaprobadas las tierras comunales de los ayllus, pasaron a ser nuevamente colonizadas. Los
indígenas propietarios, que por su analfabetismo no consiguieron títulos y nada que acredite su
posesión, fueron nuevamente desplazados. Así, -los decretos de los años veinte del siglo XIX,
decidieron que la tierra pertenecería en propiedad al indio que la cultivara49, los que no tenían
tierra debían recibir parcelas de la que no había sido repartida. En cuanto lo que respecta a las
tierras de las comunidades y de las grandes propiedades estatales, estas debían ser vendidas.
Durante el repartimiento de tierras de la comunidad, sus antiguos miembros gozaban de

Latinoamericano, el mismo que se reunió en Ptzcuaro (Michoacán, México) en Abril de 1940. Este primer
Congreso aprobó la creación del Instituto. Indigenista Interamericano y propuso la celebración de una
Convención al respecto, que fue aprobada en diciembre de 1940. Por ella se establece que los propósitos y
finalidades de la política indigenista se cumplirán mediante los Congresos Indigenistas Interamericanos, el
Instituto Indigenista interamericano y los Institutos Indigenistas Nacionales (Ovando Sanz 1979: 2).
49
Para el caso Boliviano, esta distribución liberal de la tierra “al indio que la cultivara” recién se materializo en
1952 bajo la consigna de “la tierra es para quien la trabaja”.

76
primacía con relación a los recién llegados. Para asegurar la existencia de los agricultores
indígenas individuales – propietarios de sus parcelas – se introdujo una limitación a disponer
de la tierra (Szminski 1972: 280).
Así mismo, y durante todo el transcurso del siglo XIX, tanto en el Perú como en Bolivia,
surgieron decretos sobre los llamados indios, entre los más notables, se ubica la formal
liquidación de las comunidades (ley de la enfiteusis), y la no menos formal planteada en un
discurso político demagógico sobre la “igualdad de derechos de los indios”. La naciente
circunstancia hizo posible la acumulación de grandes porciones de tierras por parte de
latifundistas vinculados al Estado republicano neo-opresor, desalojando a los indígenas de sus
tierras comunales y ayllus. Finalmente muy pocas comunidades pudieron defender sus tierras
comunes. Los indios analfabetos y sin títulos de propiedad pudieron defender sus campos y los
defendieron en conjunto. La presión de los grandes propietarios no condujo a la liquidación de
las comunidades, sino a su perduración. Generalmente en éstas se respetaba el principio, de
que no se podía ceder la tierra a nadie que no fuera de la comunidad (Ibíd.).

Aunque muchas comunidades y ayllus de los llamados indígenas resistieron, estas buscaron
resguardo asociándose entre sí con la finalidad de mantener sus tierras comunales. A partir de
ello surgió una fuerte cohesión andina generando nuevos lazos de identidad y territorialidad,
que posteriormente (Guerra federal y del Chaco) despertarían la conciencia “andina” sobre el
sometimiento en el que se encontraban los indigenas.

Así mismo y durante todo el periodo comprendido entre (1825-1840) la comunidad andina
resistió el decreto inicial de Bolívar y Sucre de vender las tierras baldías, muchas de las cuales
eran empleadas por los llamados indígenas como tierras de reserva o pasto, y que
conformaban parte del sistema agrario del altiplano boliviano. ´Se proponía dividir la tierra
labrada entre los campesinos e instaurar la propiedad privada, lo que según los indígenas
constituía una intromisión a todo el estado de la comunidad andina´ (Schelchkov 2011: 45).

En todo caso, estas leyes que empotraban una nueva lógica a la tenencia y administración de la
tierra se convirtieron en una permanente preocupación para los llamados indígenas, pues estos,
debieron reaccionar ante una imposición de la contribución de rentas, que el 22 de diciembre
de 1825, Bolívar introdujo, y que incluía la renta a la tierra. “Todos los ciudadanos de 18 a 60

77
años, menos los militares, clérigos e inválidos, debían pagar un impuesto personal de tres
pesos anuales, el 4% sobre sus rentas si eran de procedencia agrícola y el 3% si eran de
actividades urbanas” (Schelchkov 2011: 46). Este hecho significo críticas por parte de criollos
y caciques que se resistían a dichas medidas, porque limitaban sus privilegios, lo que los llevo
a manipular a la masa de indígenas que vivían al resguardo de los limitados caciques en el
ayllu y criollos en las haciendas, con la premisa de restablecer el tributo que antiguamente
pagaban a la corona española. Pero en realidad, el peso fiscal sobre la economía indígena
podía aumentar con el nuevo sistema implantado, no obstante, lo más peligroso era el
rompimiento del pacto de estabilidad existente entre las autoridades y los ayllus, y que el
tributo consagraba, dando ciertas garantías a los fueros de la comunidad [indígena]. La
oposición a la reforma fue general (Ibíd.).

Increíblemente el tributo que pagaba el ayllu en la colonia fue restituido. Como lo señala
William Lee Lofstrom (1979), nos nuestra que aquellos sucesos emanaron que -el congreso,
después del veto presidencial sobre la ley que restablecía el tributo, acepte la variante del
compromiso que Sucre había firmado el 2 de agosto de 1826. El tributo fue restablecido, pero
con el derecho reservado del gobierno de cancelarlo en 1827 si las circunstancias lo permitían
(cit. en Schelchkov 2011: 46).

Esta situación no se modifico hasta la llegada del presidente Andrés de Santa Cruz quien bajo
una ley del 28 de septiembre de 1831, declaraba que la propiedad de los originarios
contribuyentes de los terrenos en cuya pacifica posesión se hayan mantenido por más de diez
años (Urquidi 1982: 60). Por otro lado, el tributo fue […] restaurado, acabando con el
experimento radical de la reforma fiscal que ni siquiera había comenzado a realizarse. Desde
entonces los indígenas podían vender sus tierras solamente a los indios tributarios. Por lo que
el objetivo del entonces presidente Santa Cruz, fue restaurar las estructuras del sistema fiscal
de la época colonial para poder afianzar los ingresos del presupuesto del Estado. En 1839 fue
prohibida la compra-venta de las tierras de las comunidades indígenas, lo que constituía una
garantía mas para la conservación de los ayllus. La tierra de los ayllus no se ofrecían en venta
en el mercado libre y las instituciones de la comunidad se protegían por ley. (Schelchkov
2011: 46).

78
Por otra parte, con referencia a los propios ayllus, otra medida que encontramos en estos años,
se encuentra en una “circular del 14 de diciembre de 1842”, expedida por el presidente de
aquel entonces Gral. José Ballivián, en donde se expresa; los miembros de la comunidad o
indígenas “originarios”, son declarados simples enfiteutas de las tierras que poseen, en cuya
virtud no se les reconoce sino el dominio útil de tales tierras, ya que el dominio directo de
ellas corresponde al Estado, entidad a la cual deben pagar, en consecuencia, el respectivo
canon por concepto de usufructo (Urquidi 1982: 60). Medida que estuvo inspirada en los
inmigrantes unitarios argentinos, y llevada adelante por la reforma agraria argentina propuesta
por Rivadavia50, emitiendo así, uno de los primeros decretos de emphitéusis51 en la región
(Schelchkov 2011: 47). Esta medida, imitada por Ballivián, no fue incorporada sino hasta
1844. En donde todas las tierras de los ayllus se declaraban propiedad del Estado y los
comunarios mismos se convertían en poseedores temporales o arrendatarios de sus propias
tierras. Para el caso Boliviano el Estado […] tiene la facultad de adjudicar las tierras vacantes
a favor de otro indígena, así como la de distribuir las fracciones que se consideran sobrantes
de las comunidades (Urquidi 1982: 60).

Esta circular convertida en decreto de emphitéusis por Ballivián creaba las premisas jurídicas
para eliminar el ayllu y expropiar a los comunarios. Este decreto tuvo la misma suerte que la
reforma de Bolívar: no fue realizada, pero sentó las bases legales para la venta masiva de las
tierras comunales durante la administración de Melgarejo en los años 60 (Schelchkov 2011:
47).
En otra descripción de José Maria Dalence, para el año de 1840, en su estudio estadístico,
estimaba alrededor de 621.468 indígenas que todavía vivían en comunidades y ayllus
(aproximadamente 138.104 familias). Los comunarios se subdividían en tres categorías
fiscales. La principal figura del ayllu era el “originario”, que era el mayor pagador al fisco: su
tributo alcanzaba a nueve pesos y siete reales anuales. Se indica también que existían para

50
Bernardino Rivadavia (1780 - 1845). fue un político rioplatense y el primer jefe de estado que ejerció
como presidente de la actual Argentina,2 cargo que desempeñó entre el 8 de febrero de 1826 al 27 de junio
de 1827. Tuvo una fuerte influencia sobre el Primer Triunvirato. Poco después ejerció el cargo de Ministro de
Gobierno y Relaciones Exteriores de la provincia de Buenos Aires.
51
Emphitéusis; La enfiteusis (del griego ἐμφύτευσις, "instauración" o "implantación"), también
denominado censo enfitéutico, es un derecho real que supone la cesión temporal del dominio útil de un inmueble,
a cambio del pago anual de un canon y, asimismo, de un laudemio por cada enajenación de dicho dominio, en su
caso. En algunos ordenamientos jurídicos esta cesión puede tener carácter perpetuo.

79
entonces 48.295 originarios. Le seguían en la escala de jerarquía los agregados, que pagaban
siete pesos. Había 57.837 agregados. Los comunarios sin tierra, los forasteros y utawawas
constituían 31.972 familias. Ellos pagaban el doble menos que los originarios, apenas cinco
pesos al año (Dalence cit. en Schelchkov 2011: 47). Así mismo existía una particularidad con
relación al trato de los llamados indígenas, este trato estuvo asociado a que (…) los indígenas
estaban obligados a trabajar en las ciudades: reparar y mantener edificios públicos, iglesias,
caminos, puentes, o hacer el servicio de postillones. Los militares les exigían a los indios
comida, forraje, tejidos para el uniforme, los usaban como bestias de carga (Demelas cit. en
Schelchkov 2011: 48).

En fin, en las zonas donde predominaba el ayllu, el maltrato y la humillación se aguantaban


sin rencor. Los [llamados] indios, inclusive, se sentían muy conformes con el restablecimiento
del tributo, que para ellos era como retornar al statu quo de los tiempos coloniales y el modo
único de garantizar la sobre vivencia del ayllu (Schelchkov 2011: 47).

El ayllu y la población andina durante este periodo (1840-1860), es diferente tanto en los
valles como en el altiplano, aunque ambas regiones estuvieron vinculadas de una manera
estratégica con las ciudades a partir de la dinámica social migratoria o comercial de los
llamados indígenas. Estos tenían como objetivo, ir a vender su fuerza de trabajo a las ciudades
capitales, por ejemplo los indígenas quechuas, que escapando, tanto de los caciques déspotas
como de las haciendas de los valles interandinos de Cochabamba, migraban a la ciudad. Por lo
que estos al ubicarse en esta dinámica migratoria esquivaban el pago de los tributos al Estado.
Así se explica que durante este periodo, ´la cantidad de población disminuía
considerablemente en los ayllus, pues ellos se trasladaban a las ciudades´ (Schelchkov 2011:
48). Brooke Larson es mas explicito y así lo manifiesta para el caso cochabambino; `en
Cochabamba el número de tributarios disminuyó de 11.067 en 1838 a 6.828 en 1877` (véase
cit. en Schelchkov 2011: 48). Pero es interesante contraponer para esta época, a la zona del
altiplano, pues es notorio que en esta zona los ayllus estaban muy bien arraigados y
cohesionados a un sistema de ayuda mutua, que abarcaba no solamente a los campesinos
residentes en las pequeñas poblaciones, sino también a los indios que ya se habían trasladado a
la ciudad y que aun preferían pagar el tributo en su condición de indígenas (Ibíd.).

80
Esta tradición en cuanto a la usanza de las tierras por el indígena continúo hasta la llegada de
uno de los regímenes militaristas mas observados. Bajo la administración del General Mariano
Melgarejo con la más clara muestra y el nivel más alto de des-territorialización, se manifestó
en contra de las comunidades andinas y del ayllu. Para Guzmán (Véase 1976: 203) regresa con
fuerza la lógica servil, en donde, ´los terratenientes de la republica eran […] los sucesores
legales de los conquistadores que se repartieron fincas con indios por merced real¨. De esta
manera se […] `consumaba el atentado de desconocer a los indios su derecho originario de
propiedad, echando sus tierras a subasta con el sello autoritario de los partidarios del régimen.
[…] la gazuza fiscal se lanzó sobre las tierras de los humildes. Al amparo de la ley de 28 de
septiembre de 1868 se opero la reversión al Estado de todas las tierras de origen y comunidad.
En seguida, mediante adjudicaciones por consigna se hizo lo que Casto Rojas llama “la
dilapidación mas lastimosa de las tierras de comunidad” haciendo observar que el pago del
precio se hacia la mayor parte en papeles fiscales y solo una quinta parte en dinero` (Guzmán
1976: 204).

Después del atentado, la caída de Melgarejo fue inminente, el gobierno siguiente mediante una
ley de 1871 anula las ventas y adjudicaciones, pero el estrago no se repara del todo, aun existía
una fuerte resistencia en dejar las tierras comunales de los ayllus que habían pasado a manos
del señor latifundista. En este drama tres años después en 1874 se dicta la ley de ex-
vinculación de las tierras de comunidad, como una resonancia tardía del decreto bolivariano,
con medidas prudentes de tuición y garantía para los casos de enajenación. Hasta educar e
instruir al indio había que ir tratándolo como a incapaz e interdicto. En la práctica la
imposición de la propiedad individual fue frustrada por la resistencia de los caciques para
conservar sus privilegios de explotación y mando dentro de la propiedad colectiva. Nunca
hubo renuncia de la masa indígena a la propiedad individual, ni tampoco celo administrativo
para imponerla por la buena razón. Hubo indolencia (Ibíd.).

En contraste el ayllu en este periodo sobrevivió al despotismo militar, y se abrió a una


situación política que caracterizó su continuidad por una segunda vez. No sería nuevamente
transformado hasta la llegada de la revolución de 1952 y la creación de los primeros sindicatos
agrarios durante la revuelta en Ucureña en 1953.

81
En consecuencia y para tener una inspección general de la comunidad andina en su forma
ayllu del siglo XIX, admitimos la relación del ayllu en contradicción con la ley de la enfiteusis
por parte de Melgarejo, y la posterior guerra federal que se desarrollo a finales del siglo XIX,
sentando ciertas bases para la toma de conciencia del hombre andino, con relación a su rol
protagónico en la insípida republica de Bolivia. Así se mostró en las sucesivas revueltas, como
la de 1870, contra Melgarejo, marcando un hito fundamental en Bolivia después de la post-
independencia, pues esta lucha motivo la primera alianza política entre indígenas y no
indígenas (Gotkowitz 2012: 48). Como veremos ahora.

A la llegada de Melgarejo al poder, este, retomó los planteamientos de Ballivián en su propio


beneficio, pretendió avanzar con algunas reformas en el aspecto económico en el país.
Actualizo el decreto que planteaba la extinción de las comunidades indígenas, de la tierra y del
ayllu, para luego llevarlo a su práctica. Lo que sucedió fue que bajo su sombra se cometieran
depredaciones y abusos de toda especie y para que las tierras, bajo pretexto de quitarlas de las
“manos muertas” de los [llamados] indios, se repartieran entre los amigos y allegados del
tirano. ´La tradicional posesión de las tierras comunitarias sufría un atentado [llegaba a su fin],
se desconoció el derecho originario a la propiedad, echando sus tierras en subasta con el sello
autoritario del despojo fiscal en beneficio de los allegados al régimen (Guzmán 1976: 204).
Aunque económicamente la medida pudo ser bien inspirada, se la ejecuto arrebatando el
derecho secular [milenario] de la raza autóctona y tuvo los caracteres de un despojo [del ayllu]
(Finot 1972: 277).
Este decreto revitalizado de una manera contundente, según Guzmán (1976: 204) fue
dispuesto al amparo de la ley de 28 de septiembre de 1868, que adjudico todas las tierras sin
documentos en beneficio del Estado. Estas fueron mayoritariamente tierras de comunidad.
Acompañaba la ley de 28 de septiembre de 1868, una resolución sancionada por la asamblea
de ese año, y según la cual se declaraba categóricamente que las tierras de comunidad,
poseídas por la raza indígena podían ser compradas en un plazo no mayor a 60 días, caso
contario pasarían a la propiedad del Estado, ordenando, en consecuencia, que ellas sean
vendidas en pública subasta para cubrir la deuda interna y subvenir a los gastos del servicio
nacional. Simultáneamente aboliéndose la contribución indigenal, ya que esta era pagada en
concepto de que los aborígenes tenían la condición de simples enfiteutas o arrendatarios de las
tierras del Estado (Urquidi 1982: 63).

82
Aquella situación obligaba a los comunarios indígenas, a que en 60 días debían regularizar sus
tierras y obtener su correspondiente titulo pagando una contribución al fisco, caso contrario, y
de no haber cumplido con dicho decreto, peor aún, si no hubiesen legalizado su situación de
propietarios consolidando sus derechos, sus tierras serian expropiadas y rematadas por el
Estado (Urquidi 1982: 62). Los indígenas que a falta de ese requisito no cumplieron con el
trámite, el suelo (…) [paso] al dominio del Estado, que podía rematarlo al mejor postor. Como
medio de procurar ingresos al erario, la medida fue un fracaso por la forma en que se ejecuto;
[pues] los elementos adictos al gobierno desposeyeron a los indios de gran parte de las tierras
“de comunidad” y se apoderaron de ellas a vil precio (Finot 1972: 277).

Como señala Peñaloza, una vez más se obligaba al llamado indio a recomprar las tierras que
había poseído bajo la cohesión del ayllu, y que la misma corona española había reconocido, y
a la que históricamente calificó la Republica de usurpadora de tierras. Contradictoriamente, le
había reconocido dándose el caso paradójico de que, en tanto la Republica había reconocido
derechos, incluso a los acreedores de la Corona Española, en virtud de la llamada “Deuda
Española”, no hacia lo mismo con quienes habían pagado a la misma Corona el uso y goce a
perpetuidad de tierras, como era el caso de los llamados indios (Peñaloza cit. en Urquidi 1982:
63).
Estas acciones de Melgarejo y los Melgarejistas, cayeron por su propio peso, no se dejaron
esperar las reacciones de grupos políticos opositores al régimen, como también la amplia base
popular rural, que exigía la recomposición de las tierras a los llamados indígenas. En estos
términos -el atentado-, como era lógico esperar, provoco una seria reacción entre los
agraviados y pueblo en general. Los sectores adversos al gobierno hicieron bandera política de
la reposición de las tierras comunarias a los ayllus, y las víctimas de la usurpación –más de
650.000 indios-, tratando de reconquistar sus derechos, tuvieron que padecer el sangriento
pero infructuoso martirologio de [los ayllus de] Huaycho, San Pedro y Ancoraimes (Urquidi
1982: 63).

A la caída de Melgarejo, una ley de 1871 anulaba las ventas y adjudicaciones reponiendo la
plenitud del derecho propietario de los indígenas sobre las tierras de comunidad y origen. Así -
la ley de julio de 1871 se encargo de reparar el atropello cometido por la administración de
Melgarejo. “Los indígenas comunarios –dice el Artículo 1º de esta ley- “han sido y son

83
propietarios de los terrenos de origen y de comunidades”. Quedan, en esta virtud –prosigue el
mismo artículo-, “anuladas como atentatorias al derecho de propiedad, todas las ventas,
adjudicaciones o enajenaciones de cualquier clase, que de dichos terrenos se hubiesen hecho,
bajo la dominación de don Mariano Melgarejo” (M. Bonifaz cit. en Urquidi 1982: 64).

Para el caso de los compradores, estos también salvaron su inversión, pues la misma ley
solucionó la situación de los compradores, disponiendo el reembolso en dinero, o en valores
fiduciarios, según haya sido la forma de adquisición. Igual devolución prescribíase para los
indígenas que hubiesen efectuado la consolidación de sus tierras.

Así acabaron temporalmente, los abusos de uno de los gobiernos dictatoriales mas crápulas en
su accionar político. Pero una observación de A. Urquidi señala que la devolución de tierras
no pudo ser del todo consumado; ´ […] la reposición no pudo ser total, a pesar de estas
disposiciones concretas, muchos indígenas no llegaron a recobrar sus tierras. En forma de
transacciones, o de simple exacción, fueron perdiendo definitivamente su derecho sobre ellas,
pese a las previsiones de aquella ley´ (Urquidi cit. en Guzmán 1976: 204).

Después de estos intentos de reconstituir las tierras de las comunidades andinas y de los ayllus,
en 1874 dándole continuidad a las tardías resoluciones y decretos Bolivarianos, se dicto la ley
de exvinculación de las tierras de comunidad, con medidas prudentes de tuición y garantía
para los casos de enajenación. ´Hasta educar e instruir al indio había que ir tratándolo como
incapaz e interdicto (Guzmán 1976: 204).
El paternalismo de parte de los criollos y mestizos con respecto al llamado indio hicieron que
se desarrollen políticas como la ex-vinculación, con la finalidad de dirigir y darle un nuevo
sentido a la comunidad andina y al ayllu, por lo que así, se podría justificar las políticas de este
periodo cercano a la guerra del pacifico.

La ex-vinculación de tierras de comunidad dictada en 1874 favoreció igualmente la disminución de


propietarios indígenas obligados por muchas causas a malvender sus tierras. La aparición de la industria
minera agravo el abandono del campo por el nativo. En resumen, la injusticia social contra el indio no
consistía tanto en la falta de propiedad de la tierra, como en la falta de ejercicio del derecho de instruirse
y de trabajar libremente. Las fincas cada vez más grandes de los terratenientes, encerraron al indio en un
sistema de explotación feudal. Una parcela para que subsista el colono a cambio de su trabajo disponible
gratuitamente por el patrón en los seis o siete días de la semana. El carácter más o menos odioso de las
obligaciones personales, gratuitas, variaba por cierto según los patrones y según las regiones; pero en
parte alguna se pudo pensar en suprimir los abusos (Guzmán 1976: 205-206).

84
Esta ley del 5 de octubre de 1874, llamada como la “Ley de ex-vinculación de tierras de la
comunidad52” les devuelve las tierras, bajo una premisa: “el derecho de propiedad absoluta”.
Entrando en una evidente contradicción socio-económica con el ayllu y la comunidad andina,
pero no así con las leyes y decretos planteados por Bolívar, análogamente a las leyes del 28 de
septiembre de 1831, 28 de febrero de 1863, y 31 de julio de 1871. De esta manera los runas
andinos, fuesen estos originarios, forasteros, agregados, o bajo cualquier otra denominación,
pudiesen ser propietarios en pleno derecho, ejerciendo el dominio sobre sus tierras, desde el
momento en que se les extienda sus títulos de propiedad, ´en la misma manera y forma que
establecen las leyes civiles respecto a las propiedades de los demás ciudadanos´ (Art Nª1º y 5º
cit. en Urquidi 1982: 65).

Según Urquidi quien analiza el Art Nª 4º de la misma ley, considera sobrantes los demás
terrenos que no se hallan poseídos por los ayllus indígenas y, como tales, pertenecientes al
Estado, asimismo acompaña el Art Nª 7º, que da por extinguidas las comunidades indígenas.
´Desde que sean conferidos los títulos de propiedad dice el citado Artículo- “la ley no
reconocerá comunidades”. Ningún individuo o reunión de individuos, podrá tomar el nombre
de comunidad o ayllu, ni apersonarse por estos ante ninguna autoridad. Los indígenas
gestionaran por sí o por medio de apoderados en todos sus negocios, siendo mayores de edad,

52
La ley de ex-vinculación de tierras de comunidad Impuesto que deben pagar los propietarios. Mesas Re-
visitadoras, decretada el 5 de Octubre del año de 1874 en el gobierno de Tomás Frías, Para Ríos Montero (2002)
fue una medida reguladora que dio “el derecho a la propiedad de los indígenas y una revisita general de todas las
tierras en toda la republica, estableciendo que cualquiera sea la denominación de los indígenas, estos ostentan en
toda la republica el derecho a la propiedad absoluta , el derecho de reivindicar sus posesiones si aun no hubieran
recobrado sus tierras desde Melgarejo, y que los terrenos no poseídos por los indígenas eran declarados sobrantes
y de propiedad del Estado. Facultaba a los indígenas el ejercicio pleno de derecho propietario, autorizándoles a
vender o ejercer todos los actos de dominio sobre los terrenos poseídos desde la fecha que se les extienda sus
títulos”. Por otra parte, según Bonilla (1978), se desconoció de manera explícita la existencia jurídica de las
comunidades y ayllus estableciéndose entre sus aspectos más importantes los siguientes:
a) ninguna persona o reunión de individuos podía tomar el nombre de comunidad o ayllu, ni apersonarse
en representación de éstas ante ninguna autoridad;
b) los títulos de propiedad expedidos a favor de los indígenas originarios se declararon perfectos y
conferían el pleno dominio cuando hubiese transcurrido el término de 100 días desde la publicación de
esta ley;
c) las tierras que no se hallaban poseídas por los indígenas se declararon sobrantes y pertenecientes al
Estado;
d) ningún funcionario público podía comprar terrenos de origen ni recibirlos en usufructo o conducción
en el distrito donde ejercían sus funciones, bajo pena de prevaricato (Ley. Octubre 5, 1874).
Para este propósito, en la ley del 5 de octubre de 1874, en conformidad a los decretos de Bolívar, se
abrió una Revisita general en todas las provincias donde existían tierras de origen cuya propiedad debe
transmitirse definitivamente a los poseedores de la clase indígena.

85
o se harán representar, siendo menores de edad, con arreglo a las disposiciones civiles del
caso´ (1982: 65).
Así mismo, cuando hablamos de las disposiciones complementarias vemos que estos artículos
se mediatizan unos entre otros, como lo señala Urquidi en el sentido general de considerar la
expiración de las comunidades y ayllus, y plantearlas sin un reconocimiento legal. “Desde el
momento en que las juntas (revisitadoras) principien a ejercer sus funciones –complementa el
articulo 59-, serán desconocidas jurídicamente las comunidades y ayllus. Ni las juntas
revisitadores, ni ninguna otra autoridad de la Republica, admitirán ni darán curso en adelante a
las solicitudes que se dirijan a nombre suyo”. De esta manera la acción tuitiva del Estado
sobre el indígena propietario se manifiesta únicamente y en forma demasiado débil, cuando la
ley sujeta a ciertas formalidades la potestativa disposición de sus bienes; formalidades que,
según el Art Nº 8 de la citada ley, consisten en obligar a que toda transmisión de terrenos de
origen se haga, precisamente, por escritura pública y en capital de departamento, con
intervención del Ministerio Publico, so pena de nulidad (Urquidi 1982: 66).

Ante estas medidas quedaron perentoriamente prohibidas las agrupaciones en torno a un ayllu
y comunidad andina. Aunque esto se planteó en teoría, las comunidades y ayllus jamás
renunciaron a una cohesión y representación organizativa milenaria, estas más bien se
transformaron y resistieron a la coerción existente por parte del Estado Boliviano durante este
periodo, que impuso el siguiente cambio a partir de la modificación de la “Ley del 1 de
octubre de 1880”. Siendo esta una “explicación y modificación de la “ley del 5 de octubre de
1874 sobre la ex-vinculación de las tierras de comunidad. Impuesto que deben pagar los
indígenas quedando eximidos del tributo”. Así lo expresa esta ley re-introduciendo las
revisitas:
Procedimiento de las Revisitas
Las comunidades fueron divididas entre todos los propietarios que tenían derecho a ellas y que se
hallaban en la posesión pro indivisa. Los propietarios o poseedores estaban en el deber de presentar ante
el Revisitador sus títulos de dominio y documentos de deslinde; si no seguían este procedimiento se
anotaban sus terrenos como pertenecientes al Estado y se procedía a su arrendamiento y consiguiente
venta. El Revisitador antes de proceder a la división y partición, levantaba un acta en la que
determinaba:
a) los linderos de la comunidad.
b) los indígenas que tenían parte en la propiedad y posesión.
c) la cuota o proporción que a cada uno de ellos les correspondía en los terrenos.
El Revisitador citaba a los interesados y procuraba entre ellos un acuerdo sobre las bases de la división y
partición. Este acuerdo prevalecía y servía de base para la partición. En caso de discordia, el Revisitador
resolvía sobre la base de la partición y ordenaba que el agrimensor practique la operación con arreglo a
ella.

86
Oposición de los indígenas
Cuando la partición no era posible debido a la oposición de los indígenas o por la propia naturaleza de
los terrenos, el Revisitador ordenaba la venta pública de los terrenos, previa tasación y mensura, y el
producto se dividía entre los indígenas. La subasta tenía lugar ante la Mesa Revisitadora, en la capital de
la provincia, previo señalamiento de día y fijación de carteles. No habiendo licitador, quedaron los
indígenas en la posesión pro indivisa, pero se entregaba a cada uno de ellos un título de propiedad con la
determinación de la porción que les correspondía.
Desacuerdos entre las comunidades
Cuando en una comunidad o en una parcialidad poseída en lo pro indiviso, parte de los poseedores
estaban de acuerdo con la división y la otra en contra, la Mesa Revisitadora ordenaba que se practique la
división siempre que los terrenos ofrezcan comodidad para ello, y caso contrario se procedía a su venta
en subasta pública. En el caso que el indígena se oponía al recorrido y al levantamiento del croquis, la
Junta confería el título con arreglo a los libros de matrícula. Si el indígena aceptaba el recorrido de sus
tierras y se levantaba el croquis con el propósito de señalar los mojones, el agrimensor procedía a
recorrer las tierras y levantaba el respectivo croquis, haciendo constar los límites o mojones. Con arreglo
a este croquis se confería el título de propiedad.
Consentimiento de las comunidades
En todos los casos en que los indígenas de una comunidad sin excepción ninguna consentían y
convenían en que la propiedad se les adjudique en lo pro indiviso, la Mesa Revisitadora verificaba esta
adjudicación por estancias, secciones o parcialidades, según la división que la costumbre o uso hubiera
establecido en la comunidad. Previa mensura y valuación de los terrenos, el agrimensor mencionaba a
todos los propietarios y la porción que a éstos les correspondía en la comunidad. La adjudicación pro
indivisa de éstos se realizaba franqueando a cada interesado el plano de esa parcialidad, mensurada y
valuada, con mención expresa de la cuota parte que correspondía a cada poseedor sobre el valor de la
tasación.
Terrenos en litigio entre comunidades y ayllus
Cuando existían terrenos en litigio entre distintas comunidades o diferentes ayllus se disponía la
distribución equitativa entre los indígenas de ambas comunidades o ayllus, prefiriendo a los que tuviesen
menos tierra. En general se tomaban en consideración los documentos y pruebas de ambas partes, y se
sujetaban a ellos en la medida de lo posible.
Si el litigio se presentaba entre indios de una misma comunidad o ayllu, la Junta realizaba una equitativa
distribución de los terrenos, teniendo siempre en cuenta las pruebas y documentos de ambas partes.
Terrenos en litigio entre propietarios y comunidades
En caso que el litigio involucraba a propietarios y comunidades, o entre indígenas particulares de una
comunidad y propietarios, se continuaba el pleito ante los jueces ordinarios, con intervención fiscal. En
caso de que la sentencia favoreciera a los propietarios se les hacía la entrega de los terrenos, y si se
resolvía a favor de la comunidad o de los indígenas, se procedía a la distribución equitativa entre los
indígenas.
Terrenos de origen poseídos por mestizos y terrenos sobrantes
Los terrenos de origen poseídos por la clase mestiza, u otros que no pertenecían a los indígenas, fueron
declarados propiedad del Estado, salvo que los poseedores hubiesen sido matriculados y poseído por más
de 15 años. En este caso se los declaraba propietarios previo pago del impuesto respectivo.
Los terrenos sobrantes o que no estaban poseídos por los indígenas fueron inventariados en un libro
especial, con designación del precio. Estos terrenos se ponían en arrendamiento entre tanto se verificara
su venta pública, estando destinado el producto de la venta al servicio de la deuda interna.
Fuente: Anuario de Bolivia. Ley. Diciembre, 1880.

Las consecuencias de estas reformas no se dejaron esperar, y sobre todo las relacionadas a la
ley de ex-vinculación. A pesar de que en sus primeros intentos tuvo ciertos desaciertos,
después se consolidó como política estatal. Esto fue desfavorable para la situación y
continuidad legitima del ayllu, la comunidad y hombre andino. Estas medidas duraron sin
muchos cambios alrededor de 50 años. Tuvieron suma vigencia, por la sobre explotación, el

87
pongueaje, la servidumbre en general, esto debido al aumento cuantitativo de las propiedades
de latifundistas que se aprovecharon por su condición racial, cultural y poder político dentro
del Estado Republicano que actualizaba su opresión con relación al runa andino.

Este sometimiento hacia el llamado “indio” tuvo su contestación en la Guerra Federal (1899) y
la participación del mismo en dicho conflicto. Muchos habían previsto anticipadamente esta
situación, como Narciso Campero, que señalaba en aquel entonces, -la reconstitución de las
tierras comunales en 1871 es la muestra de que la ley ha sido sancionada, […] por el triunfo de
las armas, por el grito de cuarenta mil indios que se levantaron53. Otro defensor de la pequeña
propiedad y los ayllus, es Bernardino Sanjinés, este insistía en que más confiscaciones de
tierras comunales encenderían un “alzamiento general” de indios: una revolución de la mitad
de Bolivia contra la otra mitad (Sanjinés cit. en Gotkowitz 2012: 53).

Como antecedentes a estos conflictos internos entre la Republica de Bolivia con relación al
problema de la comunidad andina en su forma ayllu, se presentaba otra problemática a nivel
externo. Surgía un conflicto por tierras de la costa del pacífico, que eran ricas en guano y
salitre. Es decir, se iniciaba la Guerra del Pacifico (1879-1883), que enfrentó a Bolivia y Perú
frente a Chile. Estos hechos acentuaron aun más las disputas políticas internas de las elites
gobernantes que desestabilizaron la contienda y se constituyeron en un factor para la mala
organización y posterior derrota Boliviana en la Guerra. Estos hechos desfavorables para
Bolivia, llevaron a una primera reflexión sobre aspectos que se veían como conflictivos dentro
del Estado. Así, la propiedad de la tierra, la cuestión indígena, los impuestos, el tributo, y la
ciudadanía pasaron a ocupar el interés por la clase política (Gotkowitz 2012: 56).

La elite Boliviana que gobernaba el país, apenas después de una década de regular estabilidad
política, de debates acalorados acerca del futuro del indígena, tuvieron que contener las
rebeliones indígenas que se iniciaban, producto de la secuencial enajenación de la propiedad
comunaria. Los levantamientos se hicieron recurrentes en la región del altiplano. Condarco
(1982: 48-52); señala que los indígenas asumen un papel en defensa de las tierras y
propiedades colectivas, es decir de las propias comunidades andinas. Es así que en

53
Estas palabras estan precisadas en un documento oficial de la Republica de Bolivia, especificamente en el
Redactor de la Asamblea Constituyente del año de 1871, cit. en Gotkowitz (2012: 53).

88
Colquechaca, Tiwanaku, Huaicho, Copacabana, Desaguadero, Calamarca, Sorata y otras
comunidades emprenden una lucha encarnizada en pro de un reconocimiento y continuidad de
sus comunidades, así mismo lanzaban mítines que amenazaban que arrasarían con las
poblaciones. La ley de ex-vinculación había sido entendida como la usurpación de tierras a las
poblaciones y comunidades andinas, era cuestionada y rechazada, pues la expulsión a los
pequeños propietarios se hizo evidente. Ante esta situaron las autoridades políticas y militares
se alertaron y pusieron en ejecución medidas represivas y militaristas que con ayuda de la
prensa se reclamaba. Varias unidades abandonaron sus cuarteles para ahogar en sangre las
sublevaciones. Tropas peruanas y bolivianas se asociaron para reprimir la vasta sublevación
indígena en el altiplano (Ibíd.).

Llegando al año de 1896, los ayllus organizados hicieron un primer intento de movilización.
Asumiendo un carácter político, ´la población indígena comenzó a desear un cambio de jefe y
partido en los órganos del Estado como medio de contener la creciente ola de excesos contra la
propiedad comunaria´ (Condarco 1982: 53).

La intervención indirecta de los ayllus indígenas, había asumido un carácter eminentemente


insurrecto, éste pretendía ahora tomar decisiones, que lo llevarían a buscar la ya entendida
liberación. Así lo explica acertadamente Condarco señalando que era -muy evidente que el
indio no comprendía los problemas controvertidos por los bandos en pugna y que, a menudo
se prestaba a servir indistintamente a unos y a otros como ocurrió en la guerra de la
independencia, pero, cualquiera que fuese su conducta, la intervención del indígena en la vida
política obedecía, con seguridad, al propósito de ganar la voluntad de sus ocasionales aliados
con la intima e ingenua esperanza de encontrar en ellos, por lo menos, una remota expectativa
de mejoramiento (1982: 54).

El proceso de gestación y maduración política del llamado indio había llegado a un apogeo
durante esta última etapa del siglo XIX. Éste, acudió al alzamiento como único medio de
lograr la restitución de sus tierras y como el más recomendable expediente para deshacerse de
las caras y los abusos con que se lo agraviaba de continuo (Ibíd.). La llegada y capitulación de
un líder indígena que cohesiono a las comunidades, como lo fue Pablo Zarate -El temible-

89
“Villka”, posicionó al mundo andino nuevamente en el escenario de resistencia y lucha
política, de manera directa con el Estado Boliviano.

La politización del mundo indígena durante el siglo XIX empezó tardíamente, precisamente al
finalizar el siglo. Aunque teóricamente y según Rivera (1984) existe una memoria larga de la
historia indígena, no existe evidencia de aquello en los documentos denominados oficiales
como los “Anuarios de Bolivia”, que entre 1826 y 1860, no hay rastro de lo indígenas en
ninguna red o articulación de movilización, mas bien son como niños por los que hay que
decidir y tomar decisiones. Pero con Zarate “Willka” en 1899 el escenario político toma otro
matiz, las comunidades y ayllus se ven como peligrosos, porque atentan contra el discurso y la
práctica política del Estado.

Bajo esta precisión en los eriales del siglo XIX, los Ayllus y comunidades andinas, no tienen
sino otra estructura de subsistencia con fuertes vínculos de resistencia en las comunidades, así
mismo ya a mediados y finales del siglo XIX los llamados indígenas de los ayllus se muestran
un tanto vinculados a un libre mercado incipiente, en los márgenes de las ciudades, como
sucedían tempranamente en los Andes coloniales. La activa participación de los ayllus en la
producción de alimentos estuvo en una permanente competencia con las haciendas producto
de la reforma de ex vinculación que acervó a los pueblos indígenas. Ambos grupos
productivos se vincularon con el emergente mercado de la Plata. Según Mitre este mercado se
inicia a finales del siglo XIX, entre los años de 1871 y 1873. Esta producción que dejaba
algunos residuos monetarios al fisco atenuó el interés de continuar con la expropiación de
tierras a los ayllus indígenas. A la par de este crecimiento minero, los indígenas labraban sus
tierras acudiendo al sistema de ayuda mutua del ayllu, ayni, mink´a y otros sistemas de
organización y cooperación que los mantenían en el margen de las relaciones de reciprocidad
dentro la comunidad. “Es así que los ayllus no vivían en una autarquía económica, sino que
estaban integrados al mercado agrario o minero [en los márgenes de las ciudades y pueblos]
(Schelchkov 2011: 48).

Por lo que la participación del ayllu en las relacionales mercantiles-monetarias no destruía


substancialmente los vínculos estructurales de la comunidad. Los ayllus coexistían
irreprochablemente con la emergente economía del mercado minero y mantenían a la vez su

90
libre albedrío interno y sus formas de vida tradicionales. […] en este sentido el indígena del
ayllu, nota que debe vincularse para no extinguirse, su formación económico social articulada
al mercado será fundamentalmente el mecanismo de unidad para transformarse en un aparato
básicamente político, de organización para la sobre vivencia étnica y ecológica de los pueblos
andinos, pero insuficientemente letrados como para contrarrestar a las elites criollas de mayor
formación.
La conservación del ayllu en el transcurso de la historia de los siglos XIX y XX confirma el
hecho de que la incorporación de esta entidad a la economía de mercado no conlleva su
desaparición o profunda y esencial transformación de esta institución, propia de los pueblos
agrarios andinos. La comunidad indígena, mas bien, desempeña un rol protagónico en el
mercado boliviano e inclusive predetermina el esquema de sus propios movimientos, la escala
de acción y los ritmos de crecimiento (Ibíd.: 51).

En este sentido se inicia de a poco una transición aletargada en la vida y existencia de la


comunidad andina, el ayllu. Los pueblos indígenas reivindicaban y trataban de mantener sus
derechos territoriales. Asimismo, y durante este periodo continuaron buscando conspicuas
asociaciones no estatales (como la iglesia) para vincularse económica y políticamente a la vida
social del país. Aunque después de concluida la guerra federal, que parecía que resultaría
beneficiosa para los pueblos andinos, no consiguieron ninguna ventaja estatal y se replegaron
nuevamente a los Ayllus. Además que asumen la necesidad de buscar otros espacios de
ascenso. Pues esta ves concientes de su potencial demográfico reclamarán su reconocimiento
durante todo el siglo XX. Pero también trasladarse insípidamente a las ciudades, a las que
también trasplantaron sus sistemas de cohesión, constituidas en manchas o barrios periféricos,
al estilo del sistema del ayllu.

Por lo tanto el ayllu durante este periodo de transición de siglo, atravesara una mutación,
incluso podríamos afirmar que las agrupaciones de artesanos, pequeños trabajadores por
cuenta propia de origen rural andino (Rodríguez 2012), se vincularan a partir de las viejas
instituciones andinas a las nuevas que ellos formaran en toda la segunda mitad del siglo XX,
tanto en las comunidades rurales, como periferias urbanas.

91
2.2. La agonía del ayllu y las dificultades antes y después del Congreso Indigenal (1945).-

[…], Bolivia permaneció [en] un estado predominantemente rural e indio campesino


hasta muy entrado el siglo XX, a pesar del crecimiento de un sector exportador
moderno, de la espectacular expansión de la red agrícola comercial y del sistema
hacendado e, incluso, del crecimiento de los centros urbanos modernos.

Klein H.

Aquellas políticas territoriales y sociales de finales del siglo XIX determinaron el transcurrir
de las primeras décadas del XX. Aunque el ayllu y el indígena andino estatalmente fueron
regulados coercitivamente, en ves de caer, estos más bien resistieron a aquellos avatares
asimilándose o adecuándose. Los primeros años del siglo XX estuvieron marcados por un
relativo triunfo estatal, contingentemente, estas cuestiones administrativas no hicieron que la
comunidad andina en su forma de ayllu desaparezca, sino que más bien esta institución andina,
durante aproximadamente 30 años mas, asuma formas diversas de sobre-vivencia54, logrando
en muchos casos abrigarse en lo más inhóspito del Ande, o lugares yermos, donde se hacía
más difícil la penetración criolla, que bajo el vinculo familiar de parentesco lograron perdurar.

Aunque los ayllus disminuyeron en el campo, estos no desaparecieron, como lo señala


Fellman (1981: 13) ´tan solo el 30 % de la tierra en el occidente de Bolivia, estaba poseída y
habitada colectivamente, por 2500 comunidades poco más o menos, supervivencia de los
viejos ayllus. El otro 70% de la tierra estaba distribuida en manos de unas 25.000 propiedades
individuales por grandes latifundistas con más de 1000 hectáreas en altiplano y los valles, y
más de 3000 en los llanos. Habrá que considerar que las afirmaciones de Fellman podrían
tener algún matiz de direccionalidad ideológica por su espíritu nacionalista. Pues habrá que
considerar su afinidad política-partidaria con el MNR, quienes promovieron la sindicalización
campesina negando la historicidad “indígena” de las organizaciones andinas.

54
Un caso en particular es el de el denominado Cacique Indio, Santos Marca Tola, que fue encargado como
principal de los ayllus Qallapa y apoderado general de las comunidades originarias de la Republica. Hacia 1914
Tola se presenta en la prefectura como apoderado y cacique de la comunidad de Condo. Ayllu del cantón Qallapa
buscando: “Un testimonio de los títulos antiguos restituídos de Lima de los deslindes practicados por el Virrey
Don Francisco de Toledo en el año de 1569 a 1581: Esto es referente a nuestras tierras, el que se ordenó que
mediante la respectiva busca se nos otorgue por el señor Notario de Hacienda, quien hasta la fecha no dio
cumplimiento a su providencia” (THOA 1988:24). De esta manera buscaba en aquellos documentos un
argumento legal para mantener las tierras de los ayllus.

92
En cuanto a la intervención política, los indígenas, habían sido participes y considerados
dentro el escenario político por una sola vez, y por un espacio breve de tiempo (1899), cuando
se desato un conflicto criollo-indígena en donde los kurakas aparentemente rebeldes fueron
ejecutados, tal es el caso de Zarate Willka, Juan Lero y otros partidarios de la revuelta. Por lo
que para la gran mayoría indígena a inicios del siglo XX, en la Bolivia republicana, la
expresión política quedaba confinada a los ancianos tradicionales del [ayllu] o a los lideres
ocasionales que surgían en las comunidades foráneas´ (Klein 2002: 169).

Acompañaban a este transcurso las políticas de abolición jurídica de la comunidad, estas


siguieron su curso, pero con mayor fuerza, ´ (…) se desato un rapaz y fraudulento proceso de
expropiación de tierras apoyado en el casi permanente uso de la violencia. En los veinte años
de liberalismo (1900-1920), el ritmo de expropiación de tierras de comunidad y ayllu no hizo
sino seguir un curso ascendente´ (Rivera 1984: 31). Por lo que la acción estatal funcionó como
mecanismo de expropiación de tierras de la comunidad andina, y reforzó el poder local de los
terratenientes, así mismo, propicio la expansión de las relaciones de producción serviles en la
agricultura por la expansión acelerada de las haciendas (Ibíd.).

Por otro lado, existió un proceso de re-territorialización en muchos valles y alturas. Ostria
(1995: 54) plantea dicotómicamente que las disposiciones estatales (entre 1866-1874),
haciendo referencia a Rivera, provocaron una expansión latifundista a costa de las
comunidades indígenas. Como también y citando a Grieshaber plantea que más bien la
mayoría de las comunidades Indígenas, sobrevivieron a la integración boliviana a la economía
mundial a fines del siglo XIX. Este último planteamiento es con quien tenemos más afinidad.
Pues si tal es el caso que a medida que se desarrollaba el nuevo sector de la economía
vinculado a un mercado mundial, muchos campesinos indígenas se convirtieron en obreros
temporales o permanentes, cuando emigraban del campo a la ciudad en un constante flujo y
reflujo migratorio. Ante esta situación la tierra se dividió en dos clases de propiedades, como
lo señala Guzmán (1976: 203); para quién hubo esencialmente dos clases de propiedad rural:
por un lado la individual para los que eran ya dueños de tierras a la hora de la Independencia;
y la propiedad colectiva, de vinculación cerrada, para los indígenas de los ayllus y
comunidades.

93
Para el caso de los indígenas de los ayllus y comunidades, la propiedad colectiva se constituía
como estandarte económico y político de reivindicación. Por tanto la labor de lucha e
insurrección se constituía en una obligación moral para los kurakas locales, que no se dejaron
esperar, alrededor de 1912 el movimiento andino reiniciaba su lucha a partir de los llamados
caciques apoderados de los ayllus y comunidades andinas en los departamentos de La Paz,
Potosí, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca, quienes promovieron una lucha extendida hasta los
resquicios de 1952, en pro de la restitución de sus tierras comunales que habían sido
quebrantadas por las haciendas.

Esta larga contingencia de los ayllus andinos durante la primera mitad del siglo XX tuvo un
hito particularmente para el mundo indígena el “congreso indigenal” de 1945, que lógicamente
estuvo atravesado por heterogéneas variables, como la creación de escuelas a favor de los
llamados indígenas inspiradas en el ayllu, o las emergentes disputas partidarias y políticas
sobre visiones de Estado acompañadas por el surgimiento incipiente de partidos nuevos e
intelectuales indigenistas, la Guerra del Chaco (1932-1935) y una inevitable inter-relación con
el mundo llamado indígena y el ayllu, así como el ascenso de líderes “indios” que empezaron
una fuerte carrera de cuestionamiento hacia el estado Boliviano.

En consecuencia el partido liberal que había entrado a gobernar a principios del siglo XX,
reposaba en una notoria decadencia hacia 1914, pues, su discurso se había agotado, además
que sus acciones se mantenían en una permanente inercia, reflejada en la elite, que se había
acostumbrado a las ventajas que conlleva tener el poder, es decir, no quería desengancharse
del mismo. En abril de 1914, los políticos opositores dieron los primeros pasos para la
creación de la Unión Republicana, a iniciativa del conocido político y estudioso del “ayllu”
Bautista Saavedra. Seis años más tarde (1920), el partido republicano llegaba al palacio por
medio de un Golpe de Estado55. De la misma manera que los liberales de 1900, los
republicanos de 1920 llamaron a su entrada como la “revolución ideal”, y su principal núcleo
(del partido triunfante) estaba compuesto de elementos sin ninguna cohesión y disgregados del
partido de gobierno por resentimientos personales. Por otro lado estos pretendían “civilizar” a
55
Estallo la revolución el amanecer del día 12 de julio de 1920 con la complicidad de esos mismos militares
engreídos por el fervor popular, barriendo al gobierno inepto y marcando la caída de Gutiérrez Guerra con la
quiebra lamentable de su establecimiento bancario. Ver más en Historia General de Bolivia (1922) de Alcides
Arguedas.

94
los indígenas mediante la instrucción pública (Gotkowitz 2012: 78). Los republicanos que
habían dado un baquetazo a los liberales pronto se empoderaron de la estructura jurídica que
les permitió dar un nuevo cuerpo a leyes e iniciativas legislativas que inauguraba el
indigenismo de la primera mitad del siglo XX.

El partido republicano a la cabeza de Bautista Saavedra juntamente con otros intelectuales –en
sus términos más generales, dan surgimiento al “indigenismo” que constituye un campo de
disputa acerca de la identidad nacional, el poder regional y los derechos, que aparentemente
colocan a los indígenas en el centro de la política, jurisprudencia, inclusión social o los temas
referentes a esta problemática-. Un elemento fundamental tiene que ver con el otorgamiento de
un status especial a los indígenas y a sus comunidades. Esto no quiere decir que el partido
republicano haya descubierto la pólvora con relación a esta imagen ideológica, más bien, que
el indigenismo que había tenido sus antecedentes hacia finales del siglo XIX y principios del
XX cobra mayor fuerza en el periodo que abarca entre 1910-1940. Convirtiéndose de esta
manera en un movimiento más intelectual que político, pues no había tenido mucho impacto
como lo tuvo en el Perú o México, en donde si se desarrollaron partidos políticos inspirados en
lo indígena. En Bolivia, si se tomaron elementos del indígena pero este quedo reducido a ser
visto como un cuerpo que había que transformarlo, por lo que la elite política e intelectual
boliviana le puso más énfasis en temas educativos y jurídicos de reconocimiento y ciudadanía,
pero no quisieron abordar el tema central de los andes que era básicamente el problema de la
tierra y de las formas ancestrales de organización andina (Gotkowitz 2012: 78-79).

Lo más representativo de este periodo controlado por los republicanos (1920-1934) fue el
diseño de propuestas abiertas para la creación de instituciones judiciales separadas. Durante
los años de gobierno de este partido el congreso puso en el debate varias ideas propuestas para
instituir leyes de excepción para los indígenas, con el fin de conformar tribunales y patronatos
nativos, es decir, agencias del Estado para asuntos estrictamente indígenas y la incorporación
legal de este con relación al estado boliviano. Sin embargo nunca dieron curso a estas
propuestas, argüían los legisladores en el sentido que los indígenas eran considerados “iguales
ante la ley” pero, al mismo tiempo eran considerados como sujetos inferiores en un estado
cainista, y necesitaban ser protegidos y civilizados (Ibíd.).

95
Por otro lado, abordar el tema de la guerra del Chaco es tocar un elemento intrínseco del
problema en Bolivia, en palabras crudas el visto como “Problema del Indio”. En esta época,
por demás esta situar que sucedieron cambios, tanto en las relaciones y acciones políticas,
como en las sociales y territoriales que marcaron a la Bolivia del siglo XX. Es así que la
Guerra del Chaco literalmente trajo consigo el redescubrimiento Boliviano, la emergencia de
un nuevo orden social, la incidencia de nuevas ideas que den respuesta al emplazado
“problema”. También significo una mirada del propio Runa Andino en el espejo del Estado
Boliviano que ahora tenía mayor significación dentro de su historia, el “nativo” tenía ya una
razón ontológica y axiológica para actuar dentro del margen del Estado y no fuera. Para esta
época, la Guerra del Chaco, significó un espacio nuevo de reflexión y debate sobre la misma
sociedad boliviana, y se demuestra la dimensión del problema cuando (…) especialmente al
traer la fantástica derrota y frustración, se reveló a la nación todas sus notorias faltas, y
ciertamente no había excepción en esta reacción, produciendo su propia -Generación del
Chaco-(…). La política y los errores militares, la corrupción administrativa, el ausentismo y
libertinaje de los plutócratas, causaron –la más poderosa vacilación, en los que perdieron la fe
(…). Amargado como solo puede estar un ejército derrotado, compuesto por estudiantes,
civiles intelectuales de la clase media, que por primera vez tomaron intimo contacto con las
otras clases de la nación, y quieres por primera vez fueron llamados a sacrificarse por el orden
existente, los veteranos que sobrevivieron en el Chaco probarían ser el caldo de fermentación
del cual surgiría un nuevo orden político en Bolivia (…) Estos hombres constituirían el efecto
mas intranquilizante en el escenario de la política interna de los años por venir” (Klein cit. en
Dandler 1983: 28).

Este complejo entramado de grupos y sectores de la sociedad Boliviana emergente fueron los
encargados de darle una nueva dirección a la Bolivia. Grupos indígenas de los ayllus que
habían entrado en contacto con el Estado a partir de una guerra sin sentido y sin argumentos,
ya se habían perfilado para el restablecimiento del pueblo derrotado. En esta dinámica
surgieron diversas facciones políticas, se aceptaban y rechazaban nuevos líderes, indígenas
urbanos por ejemplo que se perfilan en el escenario político. En esta dinámica Dandler señala
que (…) un grupo de militares jóvenes encabezados por el general David Toro y el teniente
coronel Germán Busch, subió al poder (1936-1939). Este fue el primer gobierno militar en

96
Bolivia después de casi cincuenta años; encontrando el apoyo de excombatientes, obreros e
izquierdistas moderados, se califico de ser un régimen “socialista-militar” (1983: 28).

Este periodo corto pero significativo, trajo consigo cambios administrativos y territoriales.
Pues se empieza a cuestionar la tenencia hacendal de la tierra, que había sido lograda, en
muchos casos, por el despojo de los ayllus andinos. A la par y con el objetivo de mejorar la
eficiencia de las instituciones públicas; se intentó corregir el bienestar económico de la
sociedad del País después de una crisis mundial (1929) que había golpeado a la minería en
Bolivia. Se crearon instituciones como el Ministerio de Trabajo y previsión social, y se dicta
también un decreto, el de sindicalización obligatoria para los profesionales, fabriles, obreros
de la minería y espacios determinados del sector agrícola.

La cuestión territorial del indígena que desde principios del siglo XX estuvo sujeta a debates,
discusiones y políticas de las elites que de a poco desviaron el asunto de la tierra y dieron
prioridad a políticas de orden educativo. Es ahí que a partir de 1910 en Bolivia se habían
implementado ya políticas educativas de creación de una normal, a la par de escuelas
indigenales para el llamado Indio. Hacia 1930 hubo una escuela que bajo la inspiración del
ayllu creo núcleos escolares vinculados a una escuela matriz. La organización indígena del
ayllu había influido en el discurso pedagógico de manera determinante para el surgimiento de
espacios con mayor determinación a favor de lo indígena. Ayudando a este argumento:

(…) a partir de 1930, para encontrar el primer experimento importante de educación rural que se
conoció en Bolivia. Un grupo de profesores indigenistas descontentos con la tradicional educación
urbana, y opuestos a la explotación que sufrían los indios por grupos sociales más altos, se fueron a
algunas comunidades independientes del altiplano y allí probaron educar al indio en su propio medio
reutilizando las propias organizaciones andinas, así el ayllu, la sayaña y la marca fueron
refuncionalizadas al calor de la “nueva escuela de Warisata” (Pérez cit. en Dandler 1983: 30).

Querían ofrecer conocimientos más prácticos o factibles a la condición del alumno indígena,
que los impartidos desde el aula de un colegio urbano, no resolviendo el problema cultural y
social que separaba los dos mundos. Al principio, estos escogieron comunidades
independientes en vez de haciendas, para introducir sus programas radicalmente nuevos,
puesto que políticamente eran menos peligrosas. Raúl y Elizardo Pérez fueron los pioneros en
desarrollar un centro de educación rural en Warisata, y varias escuelas pequeñas en las
comunidades vecinas durante los años 1903-1931 (Ibíd.).

97
Así mismo “el movimiento intelectual indigenista que se desarrollo en varios países
latinoamericanos a fines de la década de 1920 y la de 1930, había influenciado el pensamiento
de muchos Bolivianos” (Francovich cit. en Dandler 1983: 29).

En contraste, y después de la Guerra del Chaco se había victimizado discursivamente el


despojo de los indígenas andinos y amazónicos de sus ayllus y comunidades. Haciendo un
llamado masivo a los emplazados “indios” para reflexionar sobre la defensa de un Estado
inexistente para ellos, peor aún, que los denigraba y los mantenía en el pongueaje56. Tras esta
irónica llamada a “defender la patria”, se gestaría dentro del movimiento indígena una
conciencia sobre el papel del mismo indígena, enmarcado dentro lo que podría llamarse el
despertar de la conciencia india, aunque incipientemente. Así, la Bolivia derrotada y sus elites
repensaron su papel social, pensaron en su rol civilizador del “indio”, dando lugar al
surgimiento del Indigenismo. Bajo esta perspectiva, no fue la pérdida de territorio en la guerra,
menos las muertes lo que finalmente desequilibro la estructura social y económica. Más bien
fue el surgimiento de ideas avanzadas del presuntamente papel que el indígena desempeñaría
en la nación de allí en adelante, otorgando un nuevo sentimiento real o frustrado de
participación en la vida nacional que la población indígena estaba experimentando (Patch cit.
en Dandler 1983: 29).

Es así que el indígena fue pensado desde el ayllu. Las experiencias educativas inspiradas en
una educación productiva desde el ayllu, como el apoyo de la iglesia en el rol neo-
evangelizador en las comunidades indígenas a partir de las escuelas parroquiales no se dejaron
esperar. Estas nuevas respuestas, respondieron prácticamente a esta dinámica de emergencia
indígena que intentó construir la uniformidad socio-económica y política. Aunque estas
propuestas no se materializaron más que insípidamente, pues las elites ordenaban que no se
debiera instruir al indio más allá de las cuestiones agrícolas, manuales y artesanales; principio
que limitaría una real y contundente participación del indígena en el esquema político,
económico y Estatal boliviano. Esta política estuvo implícitamente reforzada por la instrucción

56
Rafael Reyeros (1949) realiza todo un estudio sobre este fenómeno social. Nosotros rescatando este entramado
conceptual señalamos que el “pongueaje” es la servidumbre personal de los indios, es decir, el servicio gratuito y
obligatorio de trabajo del colono a favor del hacendado.

98
pública y la educación indigenal y parroquial que obedeció contingentemente a una educación
agraria, que no sería sino rescatada a poco más de medio siglo después (2010).

Después de suscitada la crisis y las propuestas post-guerra, los ayllus no hicieron sino
continuar su influencia. Si bien se apoderaron de la escritura a través de la influencia de los
núcleos escolares y la escuela ayllu de Warisata como referente civilizatorio. Serían también
apoyados por grupos marginales de las periferias urbanas para desatar sus propuestas.
Desembocando en el Congreso Indigenal (1945) que en la concepción criolla tuvo el carácter
de insurrección india, que abrió, aunque solo literalmente, los brazos del estado boliviano con
relación al mundo andino.

Por lo que el congreso se constituye en uno de los más importantes hitos dentro la historia de
los movimientos andinos de reivindicación territorial en Bolivia, particularmente porque tuvo
una influencia que sería materializada e instrumentalizada por el Movimiento Nacionalista
Revolucionario en 1952. Donde la cuestión de la propiedad de la tierra fue dirigida bajo el
pilar marxista de lucha de clases. Tratando de eliminar la categoría indígena y sobreponer el
discurso campesino. Fue sin duda, la década de los cuarenta en Bolivia un periodo de gran
trascendencia, pues los ayllus fueron paulatinamente desplazados por los campesinos que
adquirieron títulos de propiedad individual. Así mismo, seguidas las consecuencias que
acarrearon la gran depresión mundial del 30´, y la Guerra del Chaco, se gestaron partidos de
masa-popular, se consolidaron importantes organizaciones sindicales de los trabajadores
mineros y fabriles, se definieron metas y reivindicaciones contestatarias al Estado oligárquico.
También fue una década de grandes luchas, masacres y represiones en el campo, minas y
ciudades. Todos estos procesos forman parte de una condensada historia de lucha y
movilización previa a la Revolución del 52. La crisis del Estado se manifestaba precisamente a
través de estos hechos (…) (Dandler y Torrico 1984: 135).

El congreso indigenal se instauro en la ciudad de La Paz el 10 de Noviembre de 1945, dicho


evento fue inaugurado por el entonces presidente Teniente coronel Gualberto Villarroel quien
proveyó unas palabras a la concurrencia mayormente compuesta por caciques, principales e
indios, tanto de los ayllus como de las haciendas. Se estima que asistieron alrededor de 1500

99
representantes de todas las comunidades y ayllus andinos de Bolivia. Estos se congregaron en
un paraninfo improvisado en las cercanías del palacio de Gobierno.

Segun Gotkowitz, mediante este encuentro sin precedentes, el gobierno de Villarroel y el


MNR pretendían mejorar las relaciones laborales en el área rural y desarrollar el potencial
agrícola de la nación. También buscaba institucionalizar el poder del Estado y crear un orden
legal en el campo. A la larga, lo que Villarroel hizo, fue, mas bien, depositar la ley
directamente en manos de los líderes indígenas locales; caciques y principales de las
haciendas, comunidades y ayllus. El presidente no solo les nombró representantes suyos, sino
también les confió el mantenimiento del orden y la paz. En vez de resolver una evidente crisis
de la ley, el Congreso Indigenal exacerbó la agitación social en el campo fortaleciendo a los
delegados para que estos sean los agentes de la ley en sus áreas de influencia (2012: 261).

El congreso se caracterizó por haber sido un encuentro marcado por el apoyo gubernamental,
consolidando un relativo pacto con el congreso nacional indígena, puesto que fue la
culminación de varios congresos regionales y locales sumando así arranques comunales y que
básicamente estaban guiados por una reestructuración territorial y organizativa. Al termino del
congreso, que duró alrededor de cinco días, en muchas regiones ya se sentía un
embelesamiento hacia la libertad, paulatinamente se fue desarrollando por medio de rebeliones
y subversiones que se desarrollaron de aquí en adelante (1946-1952). Estos levantamientos de
los ayllus, comunidades y haciendas sucesivamente fueron los prolegómenos de la revolución
de abril de 1952, y la inviabilidad de la hegemonía y régimen feudal latifundista (Dandler
1984: 136).

Probablemente el entonces presidente Villarroel haya aceptado las consignas e incluso


sugerido la abolición de la servidumbre y el pongueaje por las enormes olas de revueltas en el
país. Así el 15 de mayo de 1945 se suspendían los servicios los servicios de trabajo gratuito,
como también los de pongueaje y mitanaje (Anuario 1945: 549-552). Además, que se advertía
una confrontación violenta si no gravitaba dentro del movimiento indígena. Basta con
ejemplificar la conducta cómoda que asumió el entonces germinal partido del MNR, quienes
se crearon la imagen política asociando el ascenso del movimiento indígena con un programa

100
asimilacionista afianzado en la hispanización con la propiedad privada y la identidad mestiza
(o campesina), no indígena.

Surgía entonces una nueva identidad creada y diseñada por las elites políticas. La figura del
mestizo había sido aprovechada por el MNR y la coyuntura, es decir, el mestizaje simbolizaba
unidad y fortaleza nacional, solo discursivamente. Acompañaba al mestizaje socio-político la
transición de las comunidades y ayllus hacia la consolidación legal de la propiedad privada e
individual de la tierra. Surgía así el problema del minifundio y surco-fundió. Tenencia de la
tierra que afectó a innumerables ayllus. Hacia 1945 en una resolución del 30 de abril, el
presidente de entonces Gualberto Villarroel exigía una “Declaración jurada” a los propietarios
valuar sus propiedades. En lo referente a las comunidades de Indígenas, se prescindía de la
presentación de hojas declaratorias, debiendo concretarse el Corregidor a fraccionar listas
completas, debidamente clasificadas, que contengan los nombres de los comunarios y el valor
estimativo de sus sayañas o parcelas (Anuario 1945: 546). Para prever la continuidad de
aquellas reformas, basta situar que, entre los que firmaban aquellas resoluciones se encontraba
Víctor Paz Estensoro. Este diseño, sin lugar a dudas, fue elaborado por las elites políticas de
entonces, quienes sutilmente introdujeron la propiedad individual de la tierra, sin considerar la
figura económica y política del ayllu.

Probablemente Josefa Salmón tenga razón al señalar que una revolución no necesariamente
conlleva transformaciones positivas, es decir, muchas veces se desestructuran instituciones
que podrían haber sido hipotéticamente conspicuas a las nuevas que se estructuran. Tal
situación parece haber sucedido en la Bolivia de la insurgencia indígena.
Si la revolución, en términos de un cambio o actitud hacia lo indígena, implica una ruptura con la
política precedente, este no es el caso, como se verá en los textos estudiados. Si la revolución quiere
presentarse como un cambio de una esclavitud a una libertad laboral, de una desposesión de tierras a un
derecho individual de propiedad, de súbdito a ciudadano, de indio a campesino, no siempre es este el
resultado. En muchos aspectos la política racial lejos de desaparecer, se ha intensificado a través de una
apertura aun más amplia al mercado exterior, el papel de la educación rural y la propiedad individual de
la tierra, sin reconocer abiertamente la existencia de los ayllus en el discurso revolucionario (Salmón :
112).

Aunque el argumento del Primer Congreso Indigenal merece más espacio, no es este
precisamente ese. Por lo que señalamos para dar termino a este paraje, que el congreso
simboliza un antecedente de reivindicación socio-económica inicialmente del mundo andino
frente al estado republicano. Así mismo, fue una instancia que permitió una liberación

101
posterior para el llamado indígena en cuanto se refiere al sometimiento de éste en las
haciendas. Consideramos que el factor tierra-territorio no fue resuelto, sino mas bien
complejizado por la introducción sucesiva de un marco normativo, legal y por supuesto
ideológico nacionalista. El denominado indigenismo fue su máxima expresión ideológica.
Pues las reformas posteriores plantearon la transición categórica del indígena al nuevo
espectro de campesino. Por lo que es necesario precisar también, que el congreso indigenal y
las sucesivas reivindicaciones fueron manipuladas por las elites políticas y otorgadas por los
indígenas, en un pacto de mutua correspondencia y donde su mayor expresión probablemente
se haya dado en Cochabamba, con la campesinización del runa, parcelación del territorio y
sindicalización de las comunidades agrícolas.

3. A modo de cierre.-

Entre las disputas y contradicciones políticas con relación al indígena, es importante situar al
indigenismo, como una corriente que desde (1920) se fue perfilando dentro el escenario
político, pues, ´constituye un campo de disputa acerca de la identidad nacional, el poder
regional y los derechos, que coloca a los “indios” en el centro de la política, jurisprudencia, la
política social o los estudios relativos al tema´ (Gotkowitz 2012: 78). El indigenismo por lo
tanto, estuvo presente durante los 20 años subsiguientes, no solo en Bolivia, sino en el resto de
la América Latina, caracterizándose por el interés hacia el propio “indígena” y la comunidad
andina como señala Marie-Chantal Barre (1983) con relación a las emergentes Ideologías
indigenistas y movimientos indios.

Pero esta corriente “indigenista” no nace de repente, sino que tiene sus antecedentes que
retroceden y van más atrás, podríamos afirmar que es producto de una deuda histórica que
emana retrospectivamente y se tiene hacia los indígenas. Después de ganada la guerra federal
por los liberales paceños (1899), quienes trasladan la sede de gobierno a La Paz. Siendo este
factor influyente a la hora de definir políticas nacionales, fue acompañado por las políticas
económicas de construir vías férreas para la exportación de minerales, otorgando así a las
tierras cercanas a las vías una mayor valorización, por lo que la tierra se constituía nuevamente
en el espacio de lucha, pero en todo caso con mayores ventajas para la clase política
dominante que tenía un vinculo con los grandes terratenientes y hacendados, por lo que

102
durante el periodo 1905 y 1915 se toman y quitan las tierras comunales a los ayllus y las
venden (Gotkowitz 2012: 80).

Surgen así los caciques apoderados, “señores quechuas y aimaras afiliados a este movimiento
[comunal y cacical que] provenían de cinco departamentos (del occidente) del país: estaban
activos en casi todas las provincias de La Paz, las zonas altas de Cochabamba, la parte
occidental de Oruro, el Norte de Potosí, y algunos valles de Chuquisaca, donde algunos ayllus
del altiplano todavía poseían tierras” (Ibíd.). Estos caciques, “nuevos líderes andinos”, durante
aproximadamente dos décadas (1910-1920) emprendieron una lucha por la reconstitución de
sus tierras, acceso a la educación, y derechos, expresados por la presentación de memoriales
de protesta ante el estado (Ibíd.: 81).

Estas luchas tenían ya sus antecedentes en la “extinción jurídica de la comunidad-ayllu”


dictada paralelamente a la ley de ex-vinculación, planteada por la elite política criolla, con la
finalidad de usurpar tierras a la comunidad y ayllus para el crecimiento de las haciendas y
latifundios. Por lo tanto, para resistir esta embestida, las comunidades rehabilitan los sistemas
de autoridad comunal tradicional, que la legislación liberal pretendía abolir (Rivera 1984: 38).
En este sentido los “caciques apoderados” retoman sus atribuciones como básicamente
sucedió en la Colonia. En muchos casos excediendo los parámetros del ayllu, y anexaronsé al
rol de intermediarios entre la comunidad andina y el Estado Boliviano (Ibíd.).

Así por ejemplo Rivera y Grieshaber citados por Rodríguez Ostría (1995), cuando hacen
referencia a los hechos que se suscitaron con relación a la revisión de límites, señalan que -
cuando un hacendado de los alrededores empezó a invadir las tierras del ayllu Ilata, un
indígena originario Martín Vásquez partió hacia Lima en busca de títulos de composición
coloniales para confirmar los derechos de la comunidad a sus tierras, en consonancia con la
ley de 1883. En marzo de 1914, Vásquez retornó a La Paz y convocó a una Asamblea en la
calle Sagarnaga, ubicada en el centro del barrio indígena de La Paz. Como espacio reservado
para la reflexión colectiva y la toma de decisiones, la asamblea era un elemento importante de
la política de las comunidades indígenas y una estrategia de larga duración de los movimientos
sociales andinos. En esta ocasión, se reunieron 100 delegados –de La Paz, Potosí, Sucre y

103
Cochabamba- para deliberar sobre el contenido de los manuscritos que Vásquez había
recuperado (cit. en Gotkowitz 2012: 82).

Vásquez había sido acompañado por dos abogados, Julio y Humberto Monroy, a quienes la
comunidad había pagado para recuperar los títulos de composición de las comunidades de
Qallapa y de otras comunidades y ayllus del altiplano (THOA 1988: 21). Según la prensa -los
Monroy y otros mas, en posesión de los títulos (…) y siempre auxiliados por el indígena
Vásquez, convocaron a una asamblea en la que iban a dar cuenta de su viaje a Lima y la
adquisición de los títulos originales. La reunión tuvo lugar en esta ciudad (…) Allí se
congregaron mas de cien indios representantes de Potosí, Chuquisaca y Cochabamba; los
indígenas de Sapahaqui y Achocalla enviaron a su representante. Instalada la asamblea se
procedió a dar cuenta del valor que encerraban los meritados títulos con los que se llegaría a
reivindicar no solo los terrenos de comunidad recientemente vendidos, sino que llegarían a ser
propietarios de las fincas poseídas al presente por varios caballeros” (Periódico “El norte” cit.
en THOA 1988: 22).

Estos sucesos fueron las detonantes de movilizaciones y reclamos de los ayllus en el altiplano,
así ´un levantamiento de 1914 en la provincia de Pacajes inducidos por Vásquez pretendían
que se les devolviese las tierras “ayllus” usurpados, auto-gobierno de cantones y vice-cantones
a cargo de los propios andinos, así como también exigían representación andina en el
Congreso. Vásquez no tuvo éxito en este primer levantamiento, por lo que fueron arrestados, y
juzgados por sedición. -Martín Vásquez fue apresado, juntamente con otros caciques y
principales acusados de sublevación y se le confiscaron sus papeles y sus bienes- (THOA
1988: 23). Por temor a mas represalias Vásquez desapareció de la palestra, por múltiples
acusaciones de parte de sus condescendientes, juzgaron su autoridad y sus vínculos con
personas no “indígenas” y de dudosa confiabilidad (Gotkowitz 2012 83-84). Antes de
desaparecer del movimiento Vásquez nombro como su sucesor a Santos Marka T´ula que se
proclamó descendiente de los caciques coloniales mencionados en los documentos que había
recuperado Vásquez (Ibíd.).

Santos Marka T´ula que durante su juventud había presenciado como se perpetraban los
abusos mas grandes contra las tierras de las comunidades y ayllus, seguramente fue

104
participante activo en la resistencia comunaria, en especial con la de Pablo Zarate “Willka”
(THOA 1988: 20). Se sublevó y dirigió grandes levantamientos, el primero en Jesús de
Machaka (La Paz) en 1921 y otro el de Chayanta (Norte Potosí) en 1927. En la primera
revuelta contra un corregidor que explotaba y extorsionaba a los “indígenas”, y en Chayanta se
sublevaron por la usurpación de tierras comunales. Aunque ambos levantamientos no
triunfaron, pusieron en evidencia las demandas de los caciques apoderados de los ayllus que
exigían la devolución de las tierras, educación y poder local (Gotkowitz 2012: 84). Santos
Marka T´ula después de estos hechos, y al no tener éxito en su campaña es apresado el 13 de
octubre de 1917, es juzgado bajo la acusación de “sublevación”. Después de Santos Marka
T´ula, aparecieron otros caciques apoderados, como el llamado Eduardo Leandro Nina Qhispi,
Feliciano Marasa de Chuquisaca, y otros. Tanto Marka T´ula como Nina Qhispi y los otros,
lucharon en pro de la devolución de las tierras de comunidad y de los ayllus, objetivo principal
de los andinos. Paralelamente y después de estos hechos básicamente vinculados a la lucha del
mundo andino por la sobre vivencia, por la tierra, el ayllu y la comunidad andina. Provocaron
una reacción violenta por parte de los partidarios políticos que manejaban el Estado Boliviano.
Estos plantearon la creación de escuelas, para desviar la atención sobre la tierra de los
“indios”, y aseguraron que deben insertarse a partir de la instrucción a la ciudadanía, por
medio de la incorporación de nuevas costumbres y modales “civilizatorios” que básicamente
respondan a una lógica occidental de vida y desarrollo. Por lo que la instrucción y educación
indigenal debía servir como motor para impulsar las recomposición indígena.

Con éste antecedente se crearon escuelas indigenales rurales, para el mundo andino. Estas
nuevas políticas educativas estarían guiadas para incorporar al “indio” a la civilización, y
eliminar su vida prehistórica y prescrita del ayllu. Discurso que guió a los liberales de
principios del siglo XX y que contrarresto la hegemonía de los curas y monjas que eran el
aparato ideológico de los conservadores (Albó y Barnadas 1990: 163). En este sentido, el
problema de la propiedad de la tierra pasaba aparentemente a un segundo plano. Problemática
que sería discutida en los últimos resquicios de la primera mitad del siglo XX.
Materializándose en el primer congreso indigenal, en donde el presidente Villarroel otorgaba
poder a los caciques y apoderados para que puedan destruir el sistema hacendál y gamonal.
Durante los posteriores años (1946-1952) las comunidades y ayllus andinos encontrarían su
relativa libertad, pero no estarían acompañadas por sus formas milenarias y tradicionales de

105
organización, el ayllu se des-estructuraría y daría paso a la pequeña propiedad privada de la
tierra, así como también la categoría colonial-republicana de indio e indígena entraría en
desuso y se redimiría ante el concepto de campesino.

Circunstancias que marcaran la segunda mitad del siglo XX y que se desarrollarán a partir un
análisis de clase, marcado por una etnicidad encubierta pero latente. Sin lugar a dudas, la
primera mitad del siglo XX es el espacio de politización indígena, donde germinan y renacen
deseos de las poblaciones de la Bolivia profunda. La Guerra del Pacifico, la Guerra federal, la
Guerra del Chaco, el Congreso Indigenal y los motines en las haciendas de los últimos años de
la primera mitad del siglo XX, serán el impulso que tendrá el runa andino para insertarse en la
vida nacional durante la otra mitad del siglo XX.

106
CAPITULO III

ENTRE EL AYLLU Y EL SINDICALISMO AGRARIO (1952-2006)

El proceso de ocupación de tierras y organización sindical fue


simultáneo y muy pronto se dieron grandes movilizaciones armadas
que desde un comienzo garantizaron la irreversibilidad de aquellas
conquistas.
Fernando Paz

Antecedentes.-

Son varias las investigaciones teóricas sobre el sindicalismo57campesino o sindicalismo


agrario que acompaño a la “reforma agraria” durante la llamada revolución de 1952, en la
historia de Bolivia. Investigadores nacionales y extranjeros sacudieron infatigablemente esta
temática, nosotros tan solo nos remitiremos a ilustrar algunos elementos relevantes en donde el
“ayllu” resistió a dicha época, para argumentar lo que nos toca en cuestión.

Para repasar el surgimiento del sindicato agrario nacido en Ucureña, debemos tener en cuenta
que la sindicalización campesina del runa andino tiene sus antecedentes en un embudo de
hechos y sucesos significativos manifiestos que se heredan de; la Guerra Federal (1899) como
etapa germinal; la Guerra del Chaco (1932-1935) etapa de creación58; el Primer Congreso

57
Para Machicado (2010) El sindicalismo deriva de la palabra Sindicato que proviene del latín “syndicus”, y este
del griego “syndicos”, vocablo compuesto de otros dos: “syn” que significa ‘con’ y “dike” que significa
“justicia”, por lo tanto sindicato significa “con justicia”. Se designaba con tal palabra, que ha conservado su
sentido primigenio, a la persona encargada de representar los intereses de un grupo de individuos; la voz
“síndico” retuvo, en las lenguas romances, el concepto de “procuración” y “representación”. Por traslación del
representante a los representados, surgió el “sindicat” francés, del cual es traducción aceptada “sindicato”.
“Síndico”, significa “el que representa intereses de un grupo de personas que tienen una misma profesión.”.
El sindicato es la unión libre de personas que ejercen la misma profesión u oficio que se constituyen con carácter
permanente con el objeto de defender intereses profesionales de sus integrantes o para mejorar sus condiciones
económicas y sociales.
“El ‘sindicato’ es un persona jurídica que tiene por objeto la defensa de los intereses de sus asociados,
empleadores o trabajadores, que pertenecen a una misma empresa, profesión u oficio, empresas, profesiones u
oficios similares o conexos” (Ley General del Trabajo de Bolivia, LGT, Art. 99; Decreto Reglamentario de la
LGT, Art. 120).
Cuando le damos una definición al sindicalismo, la planteamos como un sistema doctrinal, político, ideológico,
que impulsa a la creación y (recreación) de sindicatos, y a formular aspiraciones que superen lo estrictamente
profesional. El sindicalismo es una ideología que introduce bases para la defensa de intereses de los trabajadores
asalariados, subordinados y dependientes. El sindicato es una persona jurídica.
58
Ticona Rojas y Albó, (1995), sitúan que las primeras organizaciones sindicales campesinas se remontan a los
años 30, particularmente en Tarija y sobre todo Cochabamba.

107
Indigenal (1945) etapa de expansión y lógicamente la consolidación en la llamada
“Revolución Nacional” (1952). En donde, a partir de la misma, el gobierno boliviano organizó
[y legitimó a] los “pueblos indígenas” dentro de estructuras sindicales corporativistas,
denominándolos como “campesinos” ubicados dentro el umbral histórico y organizativo-
corporativo y sindical del indígena andino en Bolivia (Andolina, Radcliffe y Laurie 2005:
139). Consecutivamente los rasgos histórico-políticos visibles, durante la revolución agraria
de 1953; se encuentran la transformación del “indígena” conceptual y discursivamente en
“campesino” bajo el esquema de -modernización capitalista estatal, plasmada en el “Plan de
Gobierno de la Revolución Nacional” […] reformas de importancia y cambios ciertamente
estructurales (Ticona, Rojas y Albó 1995: 35-36). Se incidía en la homogenización de la
población, aunque demagógicamente se planteaba otorgar al “indio” de una condición de
“clase” dentro la nueva estructura socio-económica y política del Estado.

El nuevo gobierno boliviano que había dirigido la llamada “revolución” nacional del 9 de abril
de 1952, tenía como máximos representantes a Herman Siles Zuazo y Víctor Paz Estensoro,
quienes, acompañados de un grupo de “intelectuales” del movimiento nacionalista
revolucionario (MNR) había guiado la misma, haciendo presidente a Víctor Paz y
vicepresidente a Zuazo. Su afinidad política con los sectores populares y básicamente con los
jóvenes sindicatos, en palabras de Guzmán (1979), que se ubican entre el sindicalismo
movimientista o el movimientismo sindicalista, manifiestamente se posicionaron,
conformando un pacto entre el nuevo partido oficialista (MNR) y la organización sindical de
los trabajadores. De esta manera el MNR asume el poder (1952). Seguidamente plantea
reformas a nivel constitucional, entre las principales encontramos a nivel político; el “voto
universal”, en donde se incluyen a las grandes mayorías indígenas a una ciudadanía
bolivianizante, también a las mujeres indígenas. A nivel económico-financiero la
nacionalización de las minas. Es decir, el Estado se hace cargo de la administración a partir de
la figura de capitalismo de Estado. Lo que nos interesa aquí, es lo referido al “régimen
agrario” y campesino, en donde -se declara que las tierras son del dominio originario del
Estado y que a este le corresponde la distribución, redistribución y reagrupamiento de la
propiedad agraria conforme a las necesidades económicas y sociales del pueblo-. Se instituye
el trabajo como fuente básica del derecho de adquirir y comprar la propiedad agraria y se
declara el derecho de la dotación de tierras a favor de todos los campesinos, que se resume en

108
“la tierra es para quien la trabaja”. Así mismo, se garantiza la existencia de las propiedades
“comunarias”, cooperativas y privadas. El solar campesino y la pequeña propiedad son
indivisibles e inembargables. […] otras disposiciones declaran que el Estado regulara la
explotación de los recursos naturales renovables; planificará el desarrollo de las comunidades
y cooperativas “campesinas”; […] impulsara la educación del “campesino” en diferentes
ciclos. Finalmente se declara que el Servicio Nacional de Reforma Agraria tiene jurisdicción
nacional y facultades propias según ley (Guzmán 1979: 359-361).

En este sentido la reforma agraria (1953) y las nuevas políticas del gobierno, darán lugar a la
reconfiguración del ayllu en sus estrategias de resistencia por el acelerado proceso de
modernización del Estado. Las viejas estructuras indígenas no serán utilizadas para configurar
la ruralidad en Bolivia. Más bien se gestará una lógica individual de otorgar títulos de
propiedad individual de la tierra. A pesar que la relación territorial semifeudal y colonial había
cesado en Bolivia. Aún existía una dominación de las élites políticas que establecían las
relaciones con los "nuevos ciudadanos" (indígenas, campesinos y obreros) en un escenario
evidentemente popular-marginal a partir de lo que se ha venido a llamar rústicamente como el
transito de la sociedad feudal a una capitalista (Rivera 1984: 87). Nos interesa resaltar la
relación de la nueva forma de organización campesina: los "sindicatos", sus líderes y la
legitimación a partir del "Estado del 52". Por tanto es imprescindible aclarar que la
metamorfosis agraria transforma las estructuras territoriales indígenas, al mismo tiempo, ésta
reforma se supedita el génesis estatal de legitimizar y legalizar el sindicalismo en el agro antes
que el ayllu. En este sentido se inicia el proceso de transformación del ayllu en su forma y
estructura. Este proceso se da en las muchas comunidades indígenas andinas, que antes de la
Guerra del Chaco estaban organizadas bajo esquemas tradicionales como eran el ayllu, la
marca, la sayaña básicamente. Pero en la medida que la expansión de la escuela liberal, y otras
formas de introducción de ideología, con la que se difundían “otra” institucionalidad, estas
fueron asimilándose hacia modelos de organización moderna, como lo proveyó el sindicato.

Entre los muchos autores que abordan la cuestión agraria, y comunal se encuentran Albó
(1995-2002-2008); Bedregal (1999); Dandler (1969); Dunkerley (2003); Iriarte (1979); Jemio-
Ergueta (1973); Lagos (1994); Machicado (2010); Mayorga (2002); Paz (1969); Tapia (2002);
y Vargas Vega (2002).

109
Todos en su mayoría ahondan en el vinculo existente entre la nueva organización agraria
sindical (antes comunal; ayllu) al modelo político y económico que se implanta en el Estado
del 52, básicamente guiado por un Capitalismo de Estado, que políticamente apoyó la
organización y participación (…) de los campesinos [antes indígenas], garantizando además a
estos últimos, hasta entonces los más marginados, sus derechos y servicios básicos (Albó
2008: 13). Estas reivindicaciones fueron acompañadas por un proceso de sindicalización a
escala masiva, a partir de la agrupación de milicias obreras y particularmente campesinas que
siguieran de forma contundente el nuevo poder de las masas en la arena política custodiando la
post-revolución. Aunque el movimiento campesino ya sindicalizado y convertida en un capital
simbólico, la masa de sindicalistas agrarios pasan a tener un rol fundamental en la resolución
de grandes y pequeños conflictos de poder entre los caudillos movimientistas (Ibíd.). Este
papel no será asumido en forma homogénea o exenta de contradicciones por el campesinado
indio y mestizo de las distintas regiones del país. Es así, que el desarrollo del sindicalismo trae
consigo el prebendalismo, la formación de clientelas y desmoronamiento del movimiento
sindical agrario, forma la trama de una cooptación sin hegemonía, sumida en violentas luchas.
Desembocando en lo que se ha venido a llamar la baza del vinculo posterior que tendrán las
comunidades con la asesoría política norteamericana y el general Barrientos (Rivera 1984: 88-
90).

El siglo XX dará inicio a una mutación substancial de la organización andina o indígena. Es


decir, el ayllu, que había sido mantenido hegemónicamente por los curacas (caciques) y
principales hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX, fue gradualmente desplazada en
gran parte por la coerción política de los sindicatos. Aunque los ayllus no desaparecieron,
asumieron la estructura sindical hacia afuera, bajo una lógica de contradicción y resistencia
interna. En este sentido, aquellas reformas impulsadas desde el 53 en el tema agrario, algunas
de las comunidades y ayllus andinos convivieron entre ambas organizaciones, si bien se
volvieron formalmente sindicatos, mantenían en esencia las formas de organización y
representación de un ayllu, y aunque contradictoras y asimétricas inicialmente, en la medida
que pasaba el tiempo fueron vinculándose, prioritariamente a nivel político, y de manera
complementaria trabajando coordinadamente. Pero el sindicalismo se impuso legalmente, –
desde la organización del movimiento campesino triunfante, la Confederación Nacional de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CNTCB), sentenciaban a través de la aprobación de su

110
estatuto orgánico aprobado en su Congreso Nacional de 1964. Ratificadas en la CPE, y
específicamente legalizadas por el Art. 132 de la Ley de Reforma Agraria (1953) que
señalaba:
Se reconoce la organización sindical campesina, como un medio de defensa de los derechos de sus
miembros y de la conservación de las conquistas sociales. Los sindicatos campesinos intervendrán en la
ejecución de la Reforma Agraria. Pueden ser independientes o afiliarse a organismos centrales.

La organización indígena andina (ayllu) que se había constituido de manera disímil y


subsistida milenariamente bajo una forma de organización horizontalizada, había perdido
frente el sindicato, que regia una estructura de dirección que marca una línea vertical, que
asciende de abajo hacia arriba (Paz: 1969: 8).

Si bien, los sindicatos se gestaron en la década de los años 30, y se consolidaron con la
reforma agraria de 1953, tuvieron una hegemonía hasta muy entrada la década de los 70, y a
partir de allí, la dictadura fue en parte un silenciador de este movimiento, que evitó el
activismo político de este sector, y sin una presencia substancial dentro las luchas contra las
dictaduras y el estado, en muchos casos, los llamados campesinos fueron un apoyo para estos
gobiernos. Después de un periodo de dictadura en la estructura estatal (1964-1982), estos
grupos rurales resurgieron cuestionando el Estado bajo una nueva visión ideológica. Surgía el
katarismo59, inicialmente como critica al sindicato. Al ver que no podía destruir su germen, la
tomó y la refundó bajo una nueva denominación, esta seria la CSUTCB (1979). Aunque el
katarismo tenía más afinidad con relación a los modelos más auténticos como los ayllus, estos
co-existieron sin mucho vínculo. La CSUTCB más bien quiso incorporar a los ayllus bajo su
dominio, que bajo la influencia del katarismo, lo tuvo como premisa. Recién cobraran fuerza
los ayllus a principios de los años 90 y más aun durante la primera década del siglo XXI. Es
decir, a partir de la constitución de un Movimiento social que reivindica el Ayllu como será el
CONAMAQ (1997).

Cabe matizar que los sindicatos desde aquellos umbrales de la mitad del siglo XX, no han
cedido, más bien se han fortalecido, aun más con la llegada en 2006 de un dirigente sindical60
al palacio de gobierno, hijo del etno-sindicalismo del Chapare (fusión indígena-obrera), que ha

59
El katarismo surgirá despues de la fundación de lo que fue: El Partido Indio de Aymaras y Keswas (PIAK) en
1962 y el Partido Indio de Bolivia (PIB) en 1966.
60
Nos referimos a Evo Morales Ayma.

111
reafirmado su apoyo a la constitución, crecimiento y consolidación del sindicalismo, más que
todo campesino. Aunque las dictaduras adormecieron a los sindicatos, el crecimiento
desmedido tiene sus orígenes aproximados desde 1985 hasta la fecha, en donde, estos han
crecido en número, e incluso se han constitucionalizado y reafirmado fehacientemente en la
CPE aprobada en enero de 2009.

1.- El oscurantismo del ayllu o el nacimiento del orden Sindical Agrario en Ucureña.-

Ucureña fue el centro de gravitación inicial del proceso de reforma agraria en el estado del
52”. Si bien la reforma fue promulgada el 2 de agosto de 1953, con el decreto-ley 03464 de
“Reforma Agraria”, este tiene sus antecedentes en décadas anteriores; -desde los años 30 [del
siglo XX] fue un importante foco de irradiación de las actividades del sindicalismo agrario.
Hacia fines del 52, los sindicatos habían “tomado en sus manos el comienzo de la distribución
agraria cuya influencia se extendía rápidamente” (Dandler cit. en Rivera 1984: 91). Esta
región rural del valle alto de Cochabamba “Ucureña” al igual que su similar Achacachi en la
meseta altiplanica fueron los epicentros durante varios meses, -desde abril de 1952 hasta la
dictación de dicha ley en agosto de 1953, periodo que se designa como el de la revolución
agraria del movimiento social en el agro boliviano (Romero Cit. en Tapia 2002: 49).

Los ayllus del altiplano y alturas de La Paz, Potosí y Oruro fue consistente y resistió mas que
en los valles interandinos. En Cochabamba por ejemplo, el ayllu había resistido tan
simplemente en las regiones de altura, es decir, en lo que actualmente es Arque, Tapacarí y
Bolívar. Por lo demás, las haciendas del valle alto y bajo de Cochabamba se adscribían a una
hegemonía gamonal, ya durante varios siglos, que no fue difícil transmutar a los sindicatos.
Este fenómeno es reflejado en Albó cuando contesta a la pregunta de ¿Por qué el campesino
kochala es diferente?. En este sentido, los valles interandinos y particularmente la región de
Ucureña y sus alrededores estaban muy influenciados por ideas no tradicionales, menos aun
por instituciones que hacía tiempo se habían olvidado, como el ayllu. Ucureña por tanto, será
el lugar más apropiado para el propósito y las ideas revolucionarias que dieron lugar a la
reforma agraria de 1953 siendo un -componente muy importante para el Movimiento
Nacionalista Revolucionario, por la que pretendió cambiar la forma de producción agrícola del
pre-52: pasar del sistema de la "hacienda feudal" a la vía capitalista (Ticona 2000: 27). Se dio

112
casi por descartada la existencia del ayllu y la "comunidad originaria", que fue vista como
"primitiva" y "arcaica". Con relación a esta situación, Ferragut plantea un acercamiento; señala
que `los ayllus y comunidades originarias, [fueron] los ignorados. La Ley de Reforma Agraria
de 1953 fue ambigua con los ayllus y "comunidades" originarias. Esta falta de claridad, no
permitió brindar mejoras a los comunitarios, aunque se toleró su reproducción como sistema
socio-económico y político local. Los ayllus y "comunidades originarias", no recibieron
beneficio especial alguno de la ley de reforma agraria, la cual se limitó a garantizar sus
derechos, declarando inafectables e inalienables las tierras que disfrutan y, estableciendo,
además, que las tierras usurpadas a las comunidades indígenas, desde el 1º de enero del año
1900, les serían restituidas (cit. en Ticona 2000: 27).

Durante estos años Ucureña sería el lugar más propicio para el gobierno mnrista, porque el
“piquero” o campesino parcelario cochabambino encarnaba mejor el ideal de patria plebeya-
mestiza y nacional que estaba en la raíz del proyecto de homogenización cultural, [baluarte del
discurso] movimientista (Rivera 1984: 91). Así mismo las acciones iniciadas en los años 30,
sumada la -organización de los sindicatos agrarios armados, colonos, arrendatarios, piqueros y
artesanos impulsaron importantes transformaciones inmediatas y de largo plazo (…) saltaron a
ser propietarios de facto o legales de las tierras que habían trabajado (…) y se adaptaron a ser
llamados campesinos, y se autodefinieron [al calor de la revuelta] como tales (Lagos 1997:
61). Estos nuevos campesinos disfrutaron de un poder y autonomía sin precedentes. Pues, se
organizaron también estructuras de mediación clientelar que permitían rápidamente canalizar
el apoyo campesino al nuevo gobierno (Ibíd.).

Este nuevo escenario, para Cochabamba significó el crecimiento político de líderes


denominados “mestizos y cholos del valle” para poder ascender en el gobierno popular. Para
ello se conformaron redes e intermediarios políticos con el MNR. Según Rivera (1984), se
sabe de dos representativos dirigentes que vincularon el sindicato con el Estado, entre ellos se
encuentra Sinforoso Rivas, quien fue un militante movimientista, y por otro lado José Rojas,
vinculado al POR, e histórico líder de los sindicatos de Ucureña. Estos, apoyados en el recién
fundado Ministerio de Asuntos campesinos; Rivas estableció una “Federación campesina en el
valle bajo”, y Rojas fortalecía su poder en los “sindicatos del valle alto”. Constituyendo así un

113
liderazgo a base del carisma personal, asesoramiento de la izquierda y la trayectoria precursora
de Ucureña (Dandler cit. en Rivera 1984: 91-95).

Pero este auge clientelar no beneficio a las comunidades sindicalizadas, mas bien, se puso en
beneficio de las elites provinciales y rurales que, como José Rojas ascendió rápidamente en las
gradas de la política nacional, de ser un líder regional, hacia 1954 pasa a ser un dirigente
departamental, y entre 1956-58 diputado, para ser finalmente en 1959 Ministro de asuntos
campesinos (Dandler cit. en Rivera 1984: 93). En esta dinámica, y bajo el esquema
gubernamental, los valles de Cochabamba comenzaron una carrera de conflicto, es decir,
surgieron rivalidades político-territoriales. En estos intentos, Sinforoso Rivas alcanzó
introducir a uno de sus prosélitos en la Central Campesina de Cliza, contiguo a Ucureña,
núcleo de influencia sindical de José Rojas. Como efecto de esta acción, se creó un belicoso y
prolongado conflicto entre Cliza y Ucureña entre 1960-1964 (Ibíd.). Estos conflictos iniciados
a partir de 1960 obligaron al gobierno a exigir –la devolución de las armas que les había
repartido, los campesinos habían perdido gran parte de su poder y autonomía como
productores independientes. Esto obedeció, en primer lugar, a una relación muy particular y no
por ello menos ambigua, entre el Estado y los campesinos; y, en segundo, a procesos de
diferenciación y formación de clase a nivel local (Lagos 1997: 62). De esta manera, en (…) el
valle de Cochabamba, donde este tipo de faccionalismo/caciquismo dejó un saldo de cientos
de muertos, principalmente en la zona de Cliza y Ucureña. Es decir, -el control comunal
ocurrió más fácilmente dentro de la pequeña comunidad local-. En cambio, a partir del
faccionalismo político, se tuvieron dimensiones de conflicto en aquellos niveles superiores en
los que ya no existe un sistema de autoridad común rotativa. (Albó 2002: 38-39).

La reforma agraria de 1953, sin duda ha estimulado algunos conflictos, por haber encendido
una nueva chispa en un conflicto que se mantenía al rescoldo indígena. Pero en conjunto más
bien ha puesto punto final a varios litigios centenarios entre comunidades y es precisamente
ahí donde la reforma nunca llegó sistemáticamente donde persisten los mayores conflictos, por
ejemplo en el norte de Potosí. Por otra parte, la misma reforma, al estimular de hecho la
delimitación de propiedades individuales, más bien trasladó el problema del nivel inter-
comunitario al nivel interfamiliar (Albó 2002:33).

114
En consecuencia, vemos un adverso desenlace en la reforma agraria, manchada inicialmente
por un manejo clientelar del poder y avivamiento político del cholo y criollo-mestizo. He así,
se encontraron con disputas de tierras por los comunarios, buscando un acenso político en la
estructura estatal. Elementos que pondrán su tónica posterior en la política del MNR.
Precisamente afirmamos que la movilización campesina y la redistribución de tierras después
de la reforma agraria, resultó más devastadora que beneficiosa. Así es ratificado este proceso,
que (…) debido a una serie de deficiencias de planificación y ejecución, y a una visión
ingenua del sentido ancestralmente "comunitario" de los ayllus. Así, el intento inicial no llegó
a prosperar (Albó cit. en Ticona 2000: 28).

Estos acontecimientos forman parte de un génesis del conjunto de transformaciones que


influyeron en el marco rural-agrario, particularmente en los valles cochabambinos, que tuvo su
máxima expresión en Ucureña con la lanzada “reforma agraria” (1953). Se silencio el ayllu, y
sus reinvindicaciones históricas, para conceder una “otra” inútil transformación andina.

2. CSUTCB, Katarismo e Indianismo ¿o el gran dilema re-organizacional?.-

Los Kataristas y la CSUTCB forjaron una ideología anticolonial que ligó la


etnicidad indígena –definida por las lenguas Aymara y Quechua, cuyos
hablantes componen una población de escala nacional– a una identidad
campesina basada en una identidad clasista alrededor del rebelde indígena de
la época colonial, Tupaj Katari.
Andolina, Radcliffe y Laurie

Sin lugar a dudas, el movimiento bautizado como campesino en 1952, fue ascendiendo
políticamente en el escenario Estatal después de la reforma agraria (1953); vital para la
constitución del modelo y receta de Estado que proponía el Nacionalismo Revolucionario.
También fue la antesala para la inserción en la política nacional del movimiento campesino-
indígena, que durante siglos se había abstraído y minimizado en el quehacer político. Este
movimiento con el transcurso del tiempo, y utilizando conceptos que Albó a partir del
marxismo esgrime, pasó de tener una conciencia en sí, es decir, que el movimiento campesino
después de 1953 se había conformado a partir de una influencia externa digitada por el MNR,
institucionalizada en la Confederación Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CNTCB), afiliada a la COB; a una conciencia para sí con la refundación de esta organización
en 1979, llamándola CSUTCB, y anteponiendo una identidad política propia del movimiento

115
campesino, es decir, los kataristas le dieron cuerpo ideológico a la organización matriz de los
indígenas campesinizados.

Esta transición evidentemente política, se gestó entre 1952-1964, periodo de relativa


estabilidad y afinidad hacia el partido de gobierno (MNR). Posteriormente, hubo en Bolivia,
un nacimiento de dictaduras, y con ello una catarsis ideológica de parte del campesinado, que
dentro de una contradicción fundamentalmente a nivel organizativo, es decir, que el sindicato
fecundado por el MNR, y fortalecido por Barrientos en el “pacto militar campesino”, empezó
a ser cuestionado por otros grupos sindicales independientes vanguardizados por dirigentes
como José Rojas, Wilasaco, Toribio Salas, Gregorio Arias, vinculados a los partidos de
izquierda (Albó y Barnadas 1990: 251-253), como también sectores emergentes como el
Bloque Independiente Campesino (BIC), la Unión de Campesinos Pobres (UCAPO), que
diferían ideológicamente del régimen, es decir, empezaban a retomar nuevamente su etnicidad.
Al mismo tiempo surgieron anticuerpos internos en el seno del mismo movimiento campesino
como Gregorio Iriarte nos recuerda que -cuando el gobierno militar de René Barrientos
pensaba que tenía a los indígenas y campesinos totalmente "domesticados", y a recomendación
de la política norteamericana, lanzó su plan de impuestos denominado: “Proyecto del
Impuesto Unico”. Esta propuesta llevó al movimiento indígena y campesino, a cuestionar por
primera vez a Barrientos. Por este impuesto en 1968, Barrientos fue abucheado por los
colonizadores del norte de Santa Cruz y poco después, casi fue apedreado por los aymaras de
Achacachi. Estos incidentes fueron el inicio del quiebre del Pacto militar-campesino y la
búsqueda de la "independencia sindical" (Cit. en Ticona 2000: 40).

Estas no fueron sino las primeras inclinaciones contestatarias al interior del movimiento
sindical campesino. No se dejaron esperar tanto campesinos del valle alto de Cochabamba
como los aguerridos aymaras de Achacachi61, estos últimos mucho más radicales, ejercieron
una fuerte presión particularmente con el gobierno de Barrientos.

Pero estas manifestaciones de inconformidad fueron avanzando más allá de las regiones que
tradicionalmente habían sido los baluartes del sindicalismo movimientista. Dando origen a una

61
Entre las principales investigaciones sobre Achacachi, que tuvo un trama de disputas entre las haciendas y los
ayllus, se encuentran Albó (1979); Dandler (1975); Rivera (1984); y Ticona (2000).

116
nueva organización que aparecía en la escena del sindicalismo insurgente, era la “Federación
de Colonizadores” (Albó y Barnadas 1990: 254). Conformada por nuevos grupos humanos de
origen altiplanico e interandino que se habían trasladado voluntariamente hacia tierras
orientales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, impulsados y asignadas por el gobierno bajo
la dirección del MNR como “colonias dirigidas”, quienes exigirían al Instituto Nacional de
Colonización (INC) el reconocimiento de sus tierras, bajo el esquema de propiedad individual,
dando cumplimiento a sus promesas de asistencia y titulación (Ibíd.).

Pero estos no serian sino los movimientos precedentes para el surgimiento del movimiento
indianista y katarista, afines pero no iguales62, el katarismo fue el movimiento más importante
que propició la independencia sindical indígena y campesina. Dirigido inicialmente, bajo el
liderazgo de Raimundo Tambo y Genaro Flores, tuvo como sede el altiplano aymara, en la
provincia Aroma del Departamento de La Paz, no lejos de donde, dos siglos antes, se habían
alzado Tupac Katari y Bartolina Sisa, de quien se tomó el nombre del movimiento (Ticona
2000: 41-42).
Aunque el Katarismo63 no creó su propio instrumento o movimiento político, este grupo bajo
un largo y silencioso transcurso tomó el control progresivo de la CNTCB a principios de los
años 70, y que se convertiría en 1979 inflexiblemente en CSUTCB. Así nos lo cuenta Ticona:

[…] una de las peculiaridades de este movimiento katarista fue la conquista de la organización "sindical
campesina" ya existente desde el nivel más local hasta la directiva nacional de la Confederación
"campesina". Al principio lograron dos o tres sindicatos en la provincia Aroma (Ayo-Ayo, Sica-Sica,
etc.) del departamento de La Paz. Después, en un congreso convocado por los dirigentes del Pacto
militar-campesino, realizado en Aroma, lograron escalar a nivel provincial. Al poco tiempo ganaron el
departamento de La Paz. Finalmente el 2 de agosto de 1971, hubo un congreso nacional en Potosí, donde
estuvo el sector independiente de Unión de Campesinos Pobres (UCAPO), sectores indianistas de Fausto
Reinaga y otros grupos. En estas circunstancias, Jenaro Flores Santos, llegó a ser nombrado Secretario
Ejecutivo de la Confederación Nacional de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CNTCB). Al retomar
una organización comunal existente, infiltrándose en ella, los kataristas e indianistas tuvieron desde un
principio una relación mucho más fuerte con sus bases comunales (2000: 42).

62
Clemente (2010) ramos quien fue fundador del Movimiento Revolucionario Tupak Katari, MRTK y de la
confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, CSUTCB, junto a Jenaro Flores impulsor
de la lucha contra el pacto militar campesino. Aclara las visiones y prospecciones divergentes entre el Katarismo
y el Indianismo; señala que ambas surgieron paralelamente, el primero con una visión de fundar un nuevo Estado
Nacional o más una especie de “nacionalización del Estado Nacional” en favor de las mayorías nacionales. Y el
indianismo nació con tendencia a la reconstrucción del Tawantinsuyo y del Qollasuyo y al reconocimiento de los
signos y de los símbolos, los valores ancestrales.
63
Parafraseando a Víctor Hugo Cárdenas (1989) el katarismo nació del movimiento sindical agrario y en el
espacio nacional aymara quechua. Hasta finales de los años 80 del siglo XX se consideraba como una compleja
realidad política, cultural, sindical, económica y social de alcance nacional.

117
El movimiento Katarista [que se había] apropiado e influido progresivamente en estos
sindicatos durante la década de 1970, instauró a partir de las bases de la vieja CNTCB, la
“Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia” (CSUTCB) en 1979,
refundando la institución, y rompiendo inmediatamente el control estatal sobre las
organizaciones andinas (Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 139). Se realizó entonces [...] en
1979, un congreso de unidad campesina, convocado por la COB, del que surgió la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), que dio
sepultura definitiva al Pacto militar-campesino y que desde entonces, aglutina a la mayor parte
de indígenas y campesinos en la región de los Andes del país. Sus primeras directivas tuvieron
una clara hegemonía katarista e indianista y aymara pero, con los años, ésta fue pasando a
otras manos (Ticona 2000: 43).

La toma de la “organización” ahora indígena-campesina por parte de los Kataristas e


Indianistas, fue larga, algo más de una década duró su formación y desarrollo para que logren
su propósito. Cuando asumieron la batuta, debieron articular y controlar la dirigencia nacional
bajo los principios con los que habían llegado. De todas maneras este movimiento será
significativo, en el sentido que le dará una nueva direccionalidad y básicamente una
reveladora presencia ya durante la década de los años 80. Uno de los dilemas iniciales fue el
acercamiento a partidos como la UDP, y el MNR de Víctor Paz, y la consecutiva y
contradictoria ruptura con los mismos para acercarse a los partidos de tendencia izquierdista.
Probablemente por la frustrada misión del “Che” en Bolivia, que como mito, nacía a partir de
su muerte en Ñancahuazú como un símbolo del socialismo latinoamericano y mundial, y del
que los campesinos de la CSUTCB durante los próximos años, aunque simbólica y solo
discursivamente, formaron parte.

En este ambiente político, de transiciones, otro de los temas inconclusos que tuvieron que
afrontar los kataristas fue el dilema de la organización de la naciente CSUTCB. Los kataristas
e indianistas que por circunstancias de la coyuntura entraron en una intensa reflexión y catarsis
histórica e ideológica, acompañada por la emergencia del Taller de Historia Oral Andina
(THOA), replantearon el tema de la organización milenaria de los ayllus, y los fuertes
cimientos que tenían estos con sus bases comunales. “Y sin romper el esquema de los

118
“sindicatos”, reintrodujeron de manera implícita la problemática indígena, que había quedado
muy relegada durante las décadas precedentes” (Ticona 2000: 44).

Este abordaje que retoma lo milenario, se había gestado en el discurso indianista, que durante
el periodo de la dictadura en Bolivia había madurado, es decir, desde los inicios de los 70 se
manifiesta abiertamente un principio político, esbozado en el Manifiesto de Tiwanaku (1973),
como también en el Manifiesto del Movimiento Indio Tupac Katari (MITKA) de 1978. Entre
los aspectos más interesantes se tienen dos iniciales principios ideológicos. El primero
asociado a la frase del Inca Yupanqui que decía: “Un pueblo que oprime a otro pueblo no
puede ser libre”, y por otro lado los indianistas manifestaban que se: “(…) sentían
económicamente explotados y cultural y políticamente oprimidos” y de yapa, en toda su
impotencia, de no saberse e identificarse así mismos, afirmaban emocionalmente con el
Amauta aymara Fausto Reinaga que “como indios nos explotaron y como indios nos
liberaremos”. Firmaban este documento: el Centro de Coordinación y Promoción Campesina
MINK’A, el Centro Campesino Tupac Catari, la Asociación de Estudiantes Campesinos de
Bolivia, la Asociación Nacional de Profesores Campesinos, [quienes] considera[ban] la
dimensión identitaria y la estructura social del país (Chihuailaf s/f: 8).

En este sentido se introducían nuevos elementos en las reflexiones políticas e ideológicas, que
encarnaban principios históricos que trascendían la revolución del 52. Durante la década de los
años 80 y 90s, la CSUTCB, acompañada por el surgimiento de otras instituciones, como
ONGs, Fundaciones, e instituciones de Investigación como el THOA, influirían de manera
académica e investigativa, y le darían un profundo cuerpo teórico y discursivo, es decir, se fue
desarrollando una interrelación de teoría y práctica en la organización andina, que recuperaba
ciertos elementos de la milenaria organización del ayllu. Y no podría ser de otra manera:
“(…) el tema de los ayllus se trató en los debates conducidos por la CSUTCB durante la campaña de los
500 años (1988-1992), en cuanto un símbolo de una identidad indígena y principio organizacional
alternativo” la mayoría de las propuestas ratificadas marginaron a los ayllus y mallkus por enfatizar las
demandas clasistas y las identidades étnicas de escala macro alrededor del uso del idioma. Una autoridad
local del departamento de La Paz respondió a estos eventos y al trámite de la Ley de Participación
Popular como un momento de reconstitución alrededor de los conceptos de autenticidad.
“Bueno, yo me dirigí a la situación cogiendo unos libros y documentos, en donde descubrí que el
sindicalismo no había sido nuestro… pero el ayllu había sido nuestra verdadera forma de organización
[…] Pero yo siempre he sido muy auténtico […], empecé como dirigente y llegué a estas conclusiones
por mí mismo, nadie me los contó” (Rivera, cit. en Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 154).

119
En este sentido y de manera consecuente, la CSUTCB guiada bajo la ideología y las políticas
del katarismo, se fue desarrollando en pro de una sistemática recuperación de principios
milenarios y más propiamente indígenas hasta los acontecimientos que se hicieron evidentes
de este movimiento, precisamente bajo la dirigencia de Felipe Quispe Huanca, más conocido
como el “Mallku”, quien fue el mayor representante katarista de finales del siglo XX, y
principios del XXI, conocido por los sucesos históricos en octubre de 2003, y del que
abordaremos menesterosamente en el próximo capitulo.

3. Etno-sindicato: una nueva expresión política organizada en el Chapare.-

Probablemente hablar de las selvas amazónicas de Cochabamba y específicamente del


Chapare pueda servirnos para comparar los procesos de expansión quechua que se
desarrollaron en el nicho cultural del tawantinsuyu hace siglos atrás, vistos a los ojos de hoy.
Lógicamente que no podríamos afirmar que son iguales, pero si parecidos, en el sentido que la
lengua y cultura fueron trasladados de occidente (con su base nuclear Cochabamba) hacia
aquellas parcialidades amazónicas y orientales del Chapare que aún después del 52 estaban
habitadas por pueblos amazónicos nómadas y recolectores como los Yuquis, Yuracarés y
otros.

Estas características (de las selvas en muchos casos vírgenes) el territorio y la territorialidad de
la amazonia, fueron transformadas en parte por la reforma agraria, que con la reforma agraria
del 53 se establecía la distribución de la misma a partir de una lógica, la introducción de la
propiedad privada y el control mediante la acreditación de las tierras, es decir, la entrega de
títulos de propiedad a los nuevos “dueños”. En palabras de Albó “la reforma agraria de 1953
aceleró los procesos de parcelación individual. Prácticamente todas las titulaciones de ex
haciendas y la mayoría de las dotaciones en -zonas de colonización- se han hecho en forma de
propiedades familiares individuales” (2002a: 23). Este fue el inicio de una reforma agraria que
se asociaba al sindicalismo independiente en las varias áreas de colonización. Como señalan
Albó y Barnadas (1990), los colonizadores tenían cierta vinculación y dependencia particular
del gobierno, porque este les había otorgado nuevas tierras. Pero, por otra parte, especialmente
en las llamadas colonias “dirigidas” la dependencia era tan fuerte que resultó

120
contraproducente: Los colonizadores reprimidos de agruparse en sindicatos, y bajo una lógica
inversa, quisieron formarlos, con la finalidad de no ser vulnerables con relación al “Instituto
de Colonización”64. Además que en estas áreas nuevas, más que en otras, se empezaban a ver
las contradicciones del mercado y otros conflictos estructurales entre el campesinado y las
instituciones estatales (Véase Albó y Barnadas 1990: 254). Estos sucesos desembocaron en un
congreso reunido en Chimoré, al que asistieron representantes de UCAPO, Estudiantes
Universitarios, grupos de izquierda de La Paz, Colonizadores de Caranavi, y lógicamente
colonizadores del Chapare, que decidieron organizar en febrero de 1971 la Federación de
Colonizadores, mas tarde llamada Confederación de Colonizadores, bajo la dirección de
Demetrio Barrientos, su primer dirigente.

Esta nueva organización que rompía radicalmente con el partido de gobierno fue al igual que
el movimiento Katarista-indianista el resultado de un remanente político del pasado. La nueva
organización parecía claro, no iba a ser mas, objeto de control y manipulación oficialista. Se
redimía para ser un ente libre política e ideológicamente. Es decir recuperaba el sindicato
como organización y la izquierda como ideología, aunque compuesto étnicamente por
quechuas y aymaras que se trasladaban hacia la amazonia, no en busca de la loma santa, si no
expandiendo el nicho cultural tawantinsuyano, con el consentimiento de la historia.

Este surgimiento del sindicalismo en el Chapare fue sin lugar a dudas la organización que se
fue gestando sin mucha intervención estatal desde entonces, con excepción de las etapas de
control estatal militar que intervenía, con la finalidad de poder limitar el cultivo de la hoja de
coca que se inicio intensivamente desde los años 80.
El esquema sindical durante los años 80, tendrá una fuerte vitalización con las migraciones de
sindicalistas mineros relocalizados (producto del 21060), que básicamente fueron los mentores
ideológicos de tendencia obrerista-marxista que moldearon las ideas socialistas post dictaduras
en el discurso sindical del Chapare, que tendrán su máxima expresión y resultado desde los

64
El Instituto de Colonización fue creado para poder extender a poblaciones de occidente tierras del oriente, es
decir, planificar un proceso organizado de colonización de nuevas tierras en las selvas y llanuras del oriente del
país. Henáiz y Pacheco (2000), señalan que la “Ley de Colonización de 1966” otorgó el nombre de grupos
étnicos marginales a las tribus o agregados sociales que, en condiciones nómadas o semi-nómadas tenían sus
áreas tradicionales de dispersión en las regiones selváticas. Se estableció que el Instituto de Colonización prestara
protección a los grupos étnicos radicados en zonas de colonización y que al delimitar las tierras destinadas a
asentamientos de colonos, el Instituto, respetara, en forma irrestricta, las áreas de explotación colectiva e
individual de los grupos étnicos.

121
años 90 y los primeros años del siglo XXI con la creación de Instrumento Político por la
Soberanía de los Pueblos (IPSP); y el por entonces líder sindical de origen étnico aymará; Evo
Morales Ayma.

4. Conclusiones.-

La re-organización sindical ahora repensada desde las bases comunales, de tanto Kataristas-
indianistas que tomaron la CSUTCB, como colonizadores sindicalistas del Chapare, han sido
producto, sino resultado, de las reformas introducidas durante el gobierno de Víctor Paz en
1952. Ambos grupos aunque organizados en sindicatos, gremios u otros, han replanteado
pertenecer y tener un origen étnico, por lo que existe una memoria histórica, es decir, una
conciencia silenciosa que los vincula a la historia profunda de los andes. Este panorama nos
lleva a preguntarnos, si estas contingencias aun se mantienen, como se auto-determinan estos
movimientos hoy en los inicios de esta segunda década del siglo XXI. Probablemente el
proceso constitutivo no haya encontrado un término, es decir, parafraseando a Zabaleta,
podemos afirmar que la sociedad Boliviana aun continua en este camino azaroso de
constituirse como pueblo y sociedad. El ciclo de conflicto aun no ha terminado, como también
no han terminado de constituirse organizacionalmente los movimientos sociales en Bolivia,
pues, aun se mantiene latente el dilema de “adaptación” al Estado Boliviano; “resistencia” al
mismo o yendo mas allá, la transformación total de este. Adaptación en el sentido que varias
de las organizaciones sociales particularmente sindicales juegan o se introducen en el esquema
estatal para conseguir beneficios, es decir, exigir al estado asuntos que solo benefician a un
sector muy limitado. Por otro lado encontramos a grupos o movimientos sociales que se
resisten a introducirse o que definitivamente en largos procesos históricos nunca fueron
formalmente considerados, tal es el caso de los movimientos sociales étnicos andinos, que van
más allá de las cuestiones estatales, por ejemplo, sus luchas se adscriben a demandas que
rebasan el estado, como los aymaras, puesto que, territorialmente se ubican en regiones que
involucran a tres Estados, Perú, Bolivia y Chile. Por lo que toca a los aymaras de estas tres
regiones es definir una plataforma común, cuestión que se mantiene latente y pendiente.

En este panorama de complejidades institucionales y organizativas que involucran al Estado


Boliviano con relación a los movimientos sociales hoy llamados Indígenas, originarios y

122
campesinos, encontramos dos elementos que se desprenden y vinculan en este marco y
merecen ser trabajados. Por un lado está la cuestión del campesino sindicalizado, y por el otro
lado se encuentra el indígena de la comunidad, probablemente ambos sean hijos de un mismo
padre hoy separados, pero también debemos situar que estos dos grupos, durante el 52 y
precisamente con el MNR el primero se desprendió del segundo.
Bajo esta dinámica de encuentros y desencuentros entre el ayllu y el sindicato, vemos
necesario precisar que en la historia, los sindicatos campesinos surgieron con fuerza después
de las reformas iniciales de la primera mitad del siglo XX desembocando en la revolución del
52, y que se extendieron hasta muy entrado el siglo XXI, a la cabeza de la CSUTCB, dirigida
por grupos, que se llamaban precursores del reencuentro con el Qollasuyo, como fueron los
kataristas e indianistas guiados por Felipe Quispe. Pero que de ninguna manera utilizaron
mejor el sindicato campesino que los cocaleros del Chapare, que bajo la estructura
cooperativista, y obrerista asumieron un papel hegemónico como organización de influencia
nacional. Llegó esta organización sindical del Chapare a constituirse en una vanguardia que
desafió al Estado a principios del siglo XXI y lo derroto a partir del ingreso de un sindicalista
cocalero de origen étnico aymara como presidente en el 2006, asunto que lo veremos más
adelante.

En este sentido, no podemos negar los aportes de ambos sistemas de organización, por un lado
el sindicalismo campesino pre-katarista y katarista-indianista que tuvo una secuencia histórica
muy interesante y aportó muchísimo en el despertar discursivo del indígena durante los 80 y
90s, y más precisamente en el repensar de las instituciones primigenias como ser el ayllu. Por
lo tanto es preciso reconocer que el desarrollo de estas organizaciones estuvo mediada en parte
por una mutua influencia organizacional e institucional que deriva hoy en día, en una suerte de
catarsis en las organizaciones campesinas del occidente del país que están llevando a una
penetrante reflexión sobre la Bolivia profunda, que se funda precisamente en las bases
organizacionales del ayllu.

Por ejemplo, y a partir de las siguientes puntualizaciones de entrevistas, del 9 de septiembre de


1999 en donde se entrevistaron a [unos] “mallkus nacionales” (apu), quienes plantean
críticamente en la actualidad que:

123
- Los sindicatos llegaron al escenario solamente con la reforma agraria de 1953; los ayllus y
autoridades originarios siempre [existieron].
- Sabemos que el sindicato no es legítimo en nuestro territorio del ayllu; el sindicato es… como
una organización occidental impuesta [en 1952] en nuestro país.
- En los sindicatos… los partidos políticos toman todas las decisiones desde arriba; nuestros
hermanos [los dirigentes indígenas campesinos] son como sus títeres [mientras que]
CONAMAQ trabaja desde las bases (cit. en Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 155).

Esto nos muestra que a pesar de la reforma agraria, las decisiones comunitarias aun persisten
en la organización andina, así se refleja, -en muchos lugares en los que, desde la reforma
agraria de 1953, se ha introducido la organización “sindical” campesina, persiste el esquema
donde todos los miembros del grupo, sean estos familias, estancias, zonas, comunidades, o
grupos de comunidades, vayan pasando por turno rotativo a ir ocupando los diversos cargos
necesarios para el funcionamiento del grupo-, [al estilo del clásico ayllu] (Albó 2002a: 18).

Este sistema de sincretismo que vemos hoy en día tiene una fuerte connotación con relación a
los -conflictos surgidos por querer imponer democracia y valores competitivos occidentales en
la organización social aymara (por ejemplo a través de los llamados sindicatos y más
recientemente, los municipios rurales), ante los mecanismos de control [que] (…) funcionan a
veces deficientemente— (Albó 2002a: 26).

Por todo lo anterior, se propone historicamente que existe un silencioso retorno a las bases
organizacionales andinas, pues los movimientos sociales andinos van retomando viejos
esquemas de organización haciendo fuerte énfasis en los mecanismos de representación
rotativa, por turno, que soportan y encajan mejor a las condiciones de la realidad local. Ante
una evidente imposición de valores occidentales, que se sitúan como elementos institucionales
no propios de las organizaciones andinas.

124
CAPITULO IV

EL AYLLU EN LOS UMBRALES DEL SIGLO XXI

Lo que se ha vivido en los años recientes evoca una inversión del


tiempo histórico, la insurgencia de un pasado y un futuro, que puede
culminar en catástrofe o en renovación.
Silvia Rivera (2010)

Antecedentes.-

Consideramos que fue necesario ver los antecedentes del ayllu y el contexto por el que transitó
(Cap. I, II, III). A partir de este breve recorrido, intentamos entender mejor donde se ubica esta
última parte del trabajo. Los anteriores capítulos giraron en torno a una descripción histórica
prospectiva de los diferentes momentos históricos por los que atravesó el ayllu. Desde sus
formas incipientes a nivel nuclear-familiar y socio-económico desarrolladas en el periodo pre
hispánico y Colonial, hasta los matices asumidos en la Republica, para después desembocar,
durante los primeros años del siglo XXI, en un instrumento político de la ruralidad andina en
Bolivia. Esto supone una flexible dinámica del ayllu que asume formas diversas para enfrentar
problemas particulares de un determinado contexto histórico.

Para situar algunas obras representativas sobre la organización andina, en diferentes


periodizaciones históricas, recordamos por ejemplo algunos trabajos que miran al ayllu como
parte de la globalidad del problema indígena en la región de los andes centrales. Señalamos un
estudio de abordaje inevitable para entender el proceso histórico del mismo. Así Luís E.
Valcárcel describe el proceso histórico del ayllu en el Perú, en su obra historiográfica “Del
ayllu al Imperio” (1925). Relata el hecho histórico de transición entre la sociedad pre-inca
hacia la inca con profundidad y lucidez, e incorpora el drama organizacional en este
transcurso. Sobre la temporalidad del ayllu, Ana Raquel Portugal (2009), en una investigación
historiográfica a partir de los cronistas, nos informa que en la colonia encontramos los relatos
de Cieza de León (1991); Juan de Matienzo (1967); José de Acosta (1954), Garcilaso de la
Vega (1991): Joan Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1993); y Guaman Poma de
Ayala.

125
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se realizaron estudios ya clásicos, que
retoman al ayllu como problema. En este sentido existen referencias teóricas del alemán
Henrich Cunow en su obra “Las comunidades de aldea y de marca del Perú antiguo” (1929);
“La Organización social del imperio de los Incas” (1933). También el boliviano Bautista
Saavedra se introduce en la investigación de “El Ayllu” (1903); el peruano Hildebrando
Castro Pozo en su obra “Del Ayllu al Cooperativismo socialista” (1973); “Nuestra comunidad
indígena” (1979) representativamente. Por último apuntamos para su consideración las
sugerencias metodológicas de Guillermo Cock en su articulo “El ayllu en la sociedad Andina:
Alcances y perspectivas” (1981).

Por todas las referencias anteriores, el ayllu ha sido trabajado desde diferentes disciplinas,
sean históricas u antropológicas por citar algunas. Es así que esta parte del trabajo aborda al
ayllu en su dimensión política; que a partir de las condiciones históricas por las que ha
atravesado también se ha transformado. No reduciremos en ver al ayllu como una
organización solamente familiar, social, económica-productiva o cultural, mas bien
pretendemos reflexionar sobre su politización, agrupación y formación institucional. En
muchos casos se tiende a poner barreras teóricas o metodológicas. Es así que el ayllu en su
globalidad es un ente vivo, dinámico y mutable que ha asumido matices diversos durante los
diferentes periodos por los que ha existido, y hoy es necesario describir particularmente esta
continuidad y devenir del ayllu, en su desarrollo histórico y especialmente político durante
principios del siglo XXI en Bolivia, que de alguna manera está vinculado a los anteriores
periodos, que son a la vez continuidades de esta beta investigativa inagotable, mientras exista
el ayllu. Por tanto es necesario ver los incipientes pasos que asume el ayllu o mejor dicho los
ayllus durante la primera década del siglo XXI en Bolivia, asociándose y formando una
institución particular como es el CONAMAQ (1997). A partir de esta continuidad histórica del
Ayllu al CONAMAQ, reflexionaremos el fortalecimiento organizacional, ampliación territorial,
papel político y porque no decir libertario de esta forma de organización que deriva de una
institucionalidad milenaria propia de la sociedad andina.

1. Del Ayllu al CONAMAQ.-

El fenómeno organizacional del actual CONAMAQ se circunscribe inevitablemente a un


proceso continuo de formación a nivel histórico, de transformación como prolongación del

126
ayllu. Es decir, el ayllu de hoy ha asimilado la institucionalidad de movimiento social, y bajo
esta óptica ha ido agrupando a los ayllus. Esto no quiere decir que el CONAMAQ deje de ser
una organización que tiene como núcleo central de planteamiento al propio ayllu. Como vimos
en la historia, el ayllu sufrió transformaciones, en muchos momentos constitutivos estuvo a
punto de extinguirse, en otras vivió subsumida a los sindicatos. Pero las condiciones de
existencia de los propios pueblos indígenas andinos mantuvieron el ayllu como forma de
organización a partir de un principio, que en filosofía se conoce como el de “conservación”.

Este acelerado proceso de re-consideración del ayllu durante los últimos años en Bolivia, es
muy fuerte y esta vinculado a factores internos y externos. A nivel interno, está emparentado
con un acelerado proceso de recuperación histórica de modelos y sistemas no occidentales
asociado a investigaciones académicas del THOA y políticas (CIDOB-CONAMAQ), surgidas
por la permanente crisis por la que atraviesan las instituciones y organizaciones hoy vigentes
en Bolivia. A nivel externo está asociado a teorías coyunturalistas como la emergencia de
movimientos sociales de orden reivindicativo ante el desencuentro societal planetario. A raíz
de la inestabilidad socio-económica y la inercia política en Latinoamérica, se pretende
cuestionar este poder establecido, es decir llamar a la acción y reflexión popular con los
emergentes movimientos sociales sociales, y para Bolivia andino-amazónicos. Conexa y
dicotomicamente encontramos teorías postmodernas, y que suponen que el desarrollo de los
pueblos llamados indígenas deben estar enmarcadas dentro su propia institucionalidad, y que
admiten, mostrarían mejores resultados. Bajo esta premisa surgieron entidades también
planetarias que experimentan cambios: “vinculados a las transformaciones de las nociones de
progreso, para poder representar [predominantemente] a la cultura llamada indígena como una
reserva de capital no explotado, el organismo planetario ayuda a los pueblos indígenas no para
aislarlos o protegerlos del desarrollo occidental, sino invirtiendo más en sus activos culturales
para poder incorporarlos dentro el mismo orden civilizatorio (Andolina, Radcliffe y Laurie
2005: 152).

En países de fuerte influencia andina como Bolivia, este último giro se ha vinculado a las
narraciones de potencial étnico: esto significa que ante una mayor autenticidad mayores
posibilidades de desarrollo, pero lo contradictorio es que actualmente existen –siempre
dependiendo de la ayuda externa-. Aunque este hecho podría significar un arma de doble filo,

127
para ambos sectores, y más para los organismos internacionales, pues a la larga atentaría su
hegemonía. Aunque creemos que hoy, es importante aprovechar este impulso financiero en un
primer momento, debido a la profundidad histórica de crisis de las sociedades andino-
americanas, que por la excesiva alienación y enajenación de la estructura Estatal funcional a
minorías oligárquicas, adecuado a las características de las sociedades de occidente, se han
constituido en instituciones contradictorias para la regulación interna y externa de los propios
grupos sociales andinos, es más, los constriñe, imponiendo modelos verticales cerrados y
únicos a una realidad fragmentada y diversa. Esto de alguna manera podría evidenciar, por
ejemplo, en la economía; la ilegalidad, el contrabando y comercio informal en la práctica
financiera de los andinos particularmente aymaras.

Por lo tanto, el avance de los ayllus agrupados bajo el CONAMAQ deberá considerar estos
elementos endógenos y exógenos, asumiendo el reto no solo de sobrevivir en los andes, sino
en un mundo cada vez mas entrelazado. Para ello, se debe incidir en conceder a los sujetos de
los ayllus un rol de sujetos políticos y económicos (no solo filosófico-culturales o folclóricos),
adecuados a una realidad que se transforma aceleradamente durante los últimos años, y más
aún con la creación de instituciones que representen a estos, como el CONAMAQ en Bolivia,
se han manifestado nutridos intereses por saber el futuro de los mismos. Ya durante el 2005
por ejemplo, “a través de narraciones de autenticidad y éxito, (…) esta red en su conjunto ha
construido el espacio discursivo del movimiento y ha validado las identidades indígenas.
Agencias internacionales bilaterales y multilaterales de desarrollo han llevado a cabo sus
agendas revisadas de etno desarrollo a través del Ministerio de Asuntos Indígenas, el
Ministerio de Participación Popular y el Instituto de Reforma de Tierras, que son los
encargados de implementar muchas de las reformas estatales anteriormente mencionadas.
Mientras tanto, las ONG locales e internacionales se vinculan al CONAMAQ y sus
asociaciones (Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 152).

Estos nuevos intentos de ordenación y organización impulsadas por organismos exógenos,


para la modernidad y básicamente para los países desarrollados, encuentran los espacios
adecuados en “los ayllus (particularmente) bolivianos como espacios concentrados de capital
social y de participación comunal, que pueden beneficiarse de la inversión y el apoyo

128
transnacional” (Ibíd.). Siendo este factor importante si hablamos de establecer relaciones
interculturales, dentro del esquema de las relaciones cada vez más globales.

Eso se justifica porque el Estado tanto el Colonial como Republicano incluso el Plurinacional
no lograron pensar al ayllu como parte institucional sino mas bien desde los márgenes y
fronteras tanto económicas, políticas y étnicas. Razón por la que estos ayllus se han afianzado
con mayor facilidad a las instituciones de financiamiento y apoyo técnico externo que apoyan
su existencia. Y es vista desde fuera como un modelo rural de desarrollo económico-
productivo y alimentario alternativo a la crisis civilizatoria de hoy que se manifiesta en los
transgénicos. Así ser viable a mediano y largo plazo reestructurando y repensando el agro. Por
lo que hacia el 2005 y ante la ausencia de un estado representativo e inclusivo (como el
boliviano, peruano o ecuatoriano) que apoye precisamente la reconstitución del ayllu, el apoyo
externo se ve como tentador para los pueblos andinos, que hasta ahora siguen co-existiendo al
margen de los Estados republicanos latinoamericanos. Es así que los incluyen instituciones
globales que a través de la inversión transnacional promueven proyectos de etno desarrollo y
con apoyo para las asociaciones y consejos del movimiento de los ayllus” continúan su
silencioso proceso reconstitutivo (Ibíd.: 153-154).

Este proceso de reconstrucción de los ayllus agrupados por el CONAMAQ, deberá construir
una institucionalidad más eficiente a partir del vínculo con estas redes globales sin olvidar su
experiencia histórica de crisis intermitente. Es decir, en la medida que los ayllus andinos no
asuman y redescubran su conciencia “para sí”, difícil será prever su desenlace, por muy
vinculados y financiados estén por organismos externos. He aquí se deberá repensar que los
hizo fuertes en el pasado y que podría ser recuperado hoy. Una posible respuesta puede
encontrarse en las relaciones económicas y primordialmente en el trabajo agrícola y
agroindustrial, asumiendo así, una independencia y auto-sostenibilidad tecnológica y
financiera en el tiempo. Mientras solamente sea reconocida demagógicamente por políticos o
una nueva constitución, que matiza la mística y limita el accionar político de los pueblos
andinos como lo hace el Cap. Cuarto de la CPE (2009); Sobre los “Derechos de las naciones y
pueblos Indígena-Originario y Campesino”, que reduce a una suerte de elementos culturales y
folklóricos la participación del Indígena, señalando en el art. 31 inciso II.- que: “Las naciones
y pueblos indígenas en aislamiento y no contactados gozan del derecho a mantenerse en esa

129
condición, a la delimitación y consolidación legal del territorio que ocupan y habitan” (CPE:
2010: 23) en el Estado Plurinacional. Bajo estas peculiaridades el CONAMAQ no tendrá otra
opción que mantenerse endógeno a la realidad socio-económica global en Bolivia, y
subyugado a una dirección macro-política de un Estado sin horizonte. Por lo tanto se debe
estar conciente, que silenciosamente el ayllu, debe en algún momento determinado aventajar o
sobrepasar el esquema Estatal, para estar necesariamente inserta en las emergentes visiones de
globalidad que se tienen a partir de la inclusión de pueblos y grupos llamados indígenas que
trascienden la territorialidad de los actuales estados republicanos, como por ejemplo el caso de
los aimaras (habitan Norte de Chile, Sur del Perú y Bolivia).

Estos movimientos de reivindicación andina, como bien se dijo, no son parte de las políticas
gubernamentales, peor aún estatales, surgen más bien, de un ascenso indígena que cuestiona la
condición nacional-colonial vigente del Estado. Es decir, aún transita hacia el reconocimiento
homogéneo de la bolivianidad. Que tuvo un pasado de tendencia y hegemonía criolla
inconclusa, y ahora virtualmente indígena. Esta última es una tendencia marcada por todo un
desequilibrio en el poder y que existe “dentro” como “fuera” del esquema de desarrollo
político y económico estatal. “Dentro” en el sentido de negociación política que se tiene con el
estado y que ha llevado a legitimar cuestiones de representatividad y reconocimiento
solamente cultural. “Fuera”, porque el mundo andino es heredero de una organización que
trasciende la historia colonial y republicana (hoy plurinacional, que mantiene la misma
practica) y hasta ahora no va más allá de la propia consolidación de la bolivianidad.

Por todo lo anterior, es necesario plantear que el ayllu en su tránsito hacia el Consejo nacional
de ayllus y marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), aún debate la dicotomía política e
institucional de precisar un reconocimiento que limite su ámbito de acción (existir dentro de
un Estado estorbo). En concomitancia con la cuestión libertaria y económica-productiva, es
decir, constituirse al margen del estado, o tomarlo para transformarlo, hasta alcanzar una
autosostenibilidad, y que vaya a competir políticamente con el estado boliviano en agonía, sin
olvidar el apoyo de organismos internacionales.
A pesar de estas posibilidades, durante los últimos años, los andinos han emprendido ya una
sistemática recuperación silenciosa de su organización articulada territorialmente a muchos
ayllus, e incluso han fomentado e invertido en su reconstitución, aún no han pasado a la

130
segunda etapa de consolidarse política y económicamente (no olvidando su aspiración a serlo
bajo el manto del CONAMAQ que los agrupa). Discurrimos que la recuperación política y
administrativa de una territorialidad y posterior desarrollo económico-productivo implicaría
una verdadera transformación del ayllu, es decir, el ayllu recobraría su papel protagónico a
nivel político y económico-social en los territorios andinos y subandinos de aquí, para
adelante, no con una imagen idealizada del pasado, más bien de un futuro esforzado.

Para finalizar este punto, los ayllus agrupados por el CONAMAQ transitan hacia una
institucionalidad propia, no funcional al Estado como tampoco negadora de la globalidad. Se
sitúa mas afín a los intereses de las poblaciones andinas, materializada en principios ahora
políticos, buscando consolidarse y ser parte de un proyecto macro-regional serio, que este
articulado política y económicamente a organizaciones a nivel global-regional como la
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), y también con organizaciones
locales en el Perú y Ecuador principalmente, como la Confederación nacional de comunidades
del Perú afectadas por la minería (CONACAMI); o la Confederación de las nacionalidades y
pueblos kichuas del Ecuador (ECUARRUNARI); la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE), estas dos ultimas organizaciones del
Ecuador se fusionaron y dieron lugar a la Confederación de Nacionalidades Indígenas del
Ecuador (CONAIE)65; que comparten los mismos objetivos y son análogas a las plataformas
políticas del CONAMAQ boliviano. Pero no debemos olvidar a organizaciones mas pequeñas

65
La CONAIE según Andolina, Radcliffe y Laurie (2005) es considerada como un ejemplo para el movimiento
de los ayllus andinos, y se debe a una percepción de que en el Ecuador se ha realizado un alejamiento absoluto de
las identidades campesinas hacia las identidades étnicas de las nacionalidades indígenas. En los años ochenta, los
indígenas de la serranía ecuatoriana adscriptos a la CONAIE, además de algunos pueblos indígenas de las tierras
bajas, abrazaron una identidad de la lengua originaria en un sentido nacional (:154). Así la CONAIE es
considerada como un modelo del movimiento indígena, porque representa el cumplimiento y realce de la
visibilidad, legitimidad y participación institucional de los pueblos indígenas ecuatorianos Por otro lado
Quijano (2006) confirma el ejemplo del caso Ecuatoriano como a seguir para una consolidación político-social de
los aparentemente diferentes y diversos grupos sociales en la región andina: Así “Quiero comenzar estas
reflexiones señalando las dificultades de mirar o de pensar a los movimientos indígenas como si se tratara de
poblaciones homogéneamente identificadas. Ecuador es el único lugar en donde la virtual totalidad de las
identidades o etnicidades indígenas han logrado conformar una organización común, sin perjuicio de mantener
las propias particularidades. El ecuatoriano es también el movimiento indígena que más temprano llegó a la idea
de que la liberación de la colonialidad del poder no habría de consistir en la destrucción o eliminación de las otras
identidades producidas en la historia del Ecuador, sino en la erradicación de las relaciones sociales materiales e
intersubjetivas del patrón de poder así como también en la producción de un nuevo mundo histórico inter-cultural
y una común autoridad política (puede ser el Estado), por lo tanto, inter-cultural e inter-nacional, más que multi-
cultural o multi-nacional (:15).

131
que están vinculados a un análogo proceso reconstitutivo en los extremos norte y sur de los
andes. Estas son la Coordinadora de identidades territoriales mapuches (CITEM); la
Organización nacional indígena de Colombia (ONIC); la Organización nacional de pueblos
indígenas de Argentina (ONPIA); y otras de orden sindical que de alguna manera tienen
ciertas afinidades como son la Confederación campesina del Perú (CCP); y la Confederación
sindical única de trabajadores campesinos de Bolivia (CSUTCB).
Este proyecto, que se gesta al interior de estados republicanos (que dividieron la unidad
territorial inicial de los pueblos y nacionalidades andinas), bajo este planteamiento, creemos
que silenciosamente irán ganando espacios en los actuales estados nacionales, y a mediano y
largo plazo la administración de los mismos. Todo en relación a una regeneración civilizatoria
del ayllu, que corresponderá a los propios andinos acompañar axiomática y
epistemológicamente un proyecto político y económico-social que se muestre como un
modelo alternativo al modelo organizacional que occidente exporto al mundo, y no ha sido la
respuesta esperada al problema, sino mas bien, ha complejizado y problematizado nuestra
realidad humana.
Por todas estas consideraciones, es importante que el ayllu, mas allá de institucionalizarse y
pasar al CONAMAQ, se obligue también a ser la base de la reorganización y recomposición
social, que dará lugar a un nuevo modelo económico y organizacional y por sobre todo a un
ideario político libertario de amplio espectro que este inspirado en la continuidad histórica del
modelo matricial del ayllu.

1.1. Antecedentes históricos del CONAMAQ.-

Los ayllus agrupados por el CONAMAQ son parte de los relativamente nuevos movimientos
sociales llamados indígenas y originarios en Bolivia, los mismos que se fueron consolidando
en los conclusivos años del siglo XX y principios del XXI. En este sentido este nuevo siglo se
caracteriza por una gran dinámica de emergencia política, mutación cultural, y
cuestionamientos a un orden económico, en donde, asistimos al nacimiento de identidades,
comunitarismos, racismo, que levantan temas como la “diferencia cultural”
“multiculturalismo”(...), que son antiguas problemáticas, pero también nuevas, y que influyen
en la vida colectiva mostrando un cambio en la historicidad, replanteando el tema de la unidad
y la división del cuerpo social” (Wiewiorka cit., De la Fuente y Hufty 2007:128).

132
En este sentido los nuevos movimientos sociales en la región andina de este siglo XXI son
movimientos como CONAMAQ que se atribuyen dirección política de los grupos indígenas.
En muchos casos van mas allá de la racionalidad e inicialmente `traen al debate los valores,
los sentidos, la cultura; en una palabra la subjetividad” (Ibíd.: 129). A partir de estas
características se enmarca el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(CONAMAQ), que fue organizado en Ch´allapata en fecha 22 de marzo de 199766.

En marzo de 1997, poco después de las reformas gubernamentales de 1991-1996, se creó el Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (CONAMAQ), con el fin de unir a los ayllus y las
asociaciones de ayllus en todo el altiplano boliviano. Esto fue la culminación de todo un proceso que
duró cuatro años, en el cual los activistas del movimiento de los ayllus buscaron persuadir a los líderes y
a las comunidades para reconstruir y agregar en una sola instancia a los ayllus (Andolina, Radcliffe y
Laurie 2005: 154).

El CONAMAQ se había organizado inmediatamente después de múltiples encuentros


realizados por diferentes organizaciones indígenas andinas entre las que se encuentran:
JACH´A KARANGA, FASOR, JACH´A SUYU PAKAJAQI, FACOOPI, FOMQAMP,
FECOAMA, CAUCOU, JATUN AYLLU YUTA Y FAOI-NP. Estas organizaciones
pertenecientes en la mayoría de los casos al occidente de la actual Bolivia, formaron parte las
“Federaciones regionales de Oruro y Potosí”, conformando de esta manera y por vez primera
una organización matriz que englobe a la totalidad de los ayllus regionales de La Paz, Oruro,
Potosí y las alturas de Cochabamba, que habían estado diseminados por estos lugares desde
hace más de cinco siglos. Un cuadro ilustrativo lo encontramos en García Linera (2008), sobre
esta agrupación nacional de comunidades y ayllus, así observamos;
CONAMAQ

FASOR FAO-INP COAJC CAOP CONSEJO COAMACH CONSAQ


DE AYLLUS
DE CBBA

AYLLUS

Fuente: Garcia, Chavez y Monje 2008: 325.

66
De acuerdo al Proyecto de Fortalecimiento de Políticas Públicas Inclusivas e Inter-culturales de Bolivia. Plan
Estratégico del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo (CONAMAQ 2008-2013). Que tiene como
objetivo redefinir los elementos políticos y organizativos del CONAMAQ, con la finalidad de dar continuidad a
las reivindicaciones del mismo movimiento o de sus similares.

133
El apoyo a la creación del CONAMAQ surge en primera instancia al interior de sus propias
organizaciones de base para posteriormente conformarse en una sola. Esta organización logró
estructurar a las “comunidades y ayllus regionales andinos, entre aymaras, quechuas y urus,
que teniendo presencia, hasta el 2002, en los departamentos de Cochabamba, Chuquisaca, La
Paz, Oruro y Potosí” (García Linera 2008:323) lograron concatenar una plataforma común de
consignas y demandas, y dar lugar a un nuevo movimiento social de reivindicación a partir de
su valor, unidad, numero y compromiso de los ayllus de tierras altas.

Estas organizaciones de base, después de un periodo de gestación que duró alrededor de algo
más de una década, lograron fundar el CONAMAQ. Las mismas tienen sus antecedentes en el
“Primer encuentro de Autoridades originarias de los Ayllus y marcas del Qullasuyu,
organizado por la Federación de Ayllus del Sur de Oruro (FASOR, organización fundada en
1983)”. Sucesivamente se dieron nuevos encuentros que se constituyen como los preludios
organizacionales del CONAMAQ, y que básicamente existieron bajo una orientación propia
que corresponde a la reconstitución simbólica y organizativa del ayllu. Como antecedentes
encontramos las siguientes reuniones:
- 1990: Primer encuentro de ayllus en La Paz.
- 1992: El movimiento indígena recuerda los 500 años de la llegada de Colon.
- 1991: Segundo encuentro de ayllus, organizado por FASOR en Challapata.
- 1993: Tercer encuentro de ayllus en Calcha, Potosí.
- 1993 Septiembre: Encuentro del Jatun ayllu Yura. Donde se formó el consejo ad-oc, de Mallkus de
ayllus del Qollasuyo. (Proyecto de fortalecimiento organizacional del Consejo Nacional de Ayllus y
Markas de ayllus y markas del Qollasuyo cit. en García Linera 2008: 323).

Estos encuentros se enmarcan en los antecedentes a la fundación del CONAMAQ, pero


también existieron reuniones esporádicas y no documentadas en las mismas comunidades
andinas que conjuncionaron a diferentes organizaciones con la finalidad de ir repensando la
comunidad andina y el fortalecimiento del ayllu en términos organizacionales. Estas reuniones
alcanzaron altos niveles de aceptación y se mantuvieron bajo el orden de una premisa como
mandato, y señalaba que el “CONAMAQ, se ha planteado como línea estratégica la RE-
CONSTITUCIÓN en espacios y territorios donde la estructura del AYLLU ha desaparecido o
se ha des-estructurado. De igual manera está la Restitución y Fortalecimiento del Gobierno y
nuestros derechos como Ayllus en espacios y territorios originarios, para lograr nuestra
Autodeterminación”, de acuerdo al Proyecto de Fortalecimiento de Políticas Públicas
Inclusivas e Inter-culturales de Bolivia (CONAMAQ 2008: 12-14).

134
Esta premisa que mantiene latente la problemática inicial de re-territorialización del ayllu hace
que la estructura organizativa del CONAMAQ vaya recuperando sistemáticamente a nivel
territorial e institucional sus propias formas de organización, difícil tarea que merecerá mayor
atención de aquí en adelante para dicha organización. En este sentido el CONAMAQ, desde
su fundación (1997), hasta la fecha (2013), ha ido gestionando frente al Estado su
“Autodeterminación” alcanzando solamente la libre determinación en la última CPE (2009), y
ratificada en la “Ley marco de Autonomías” (2010), que manifiesta:
Preexistencia de las Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos.- Dada la existencia pre
colonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus
territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado que consiste en su
derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la
consolidación de sus entidades territoriales (pp. 3).

Estas búsquedas por la autodeterminación se han dado durante el último medio milenio. Como
vemos, aún el Estado Plurinacional no reconoce aquellas demandas históricas de los andinos.
El estado parece mantener su estructura nacional-colonial, pues si fuera diferente, no existiría
un intento de reconstitución territorial de los ayllus, marcas y suyus a la cabeza del
CONAMAQ. Durante la primera década del siglo XXI, estas organizaciones locales y
regionales han mantenido sus reivindicaciones. Incluso se han extendido a otros países
andinos. Entrando en una relación compleja entre los planteamientos indígenas y los estados
republicanos, en nuestro caso el boliviano, con relación al ayllu andino que viene acompañada
de una poderosa y simbólica emergencia paradigmática. De esta manera nos recuerda Mamani:

La reconstitución del ayllu-marka se refiere entonces básicamente a un hecho social de reafirmación


propia desde si mismo y para si y en relación con la sociedad toda (apoyado por organismos nacionales,
internacionales y sus intelectuales) desde donde se apuesta por la revitalización de esta entidad social e
histórica que en algunos lugares se hizo visible como afrenta muy fuerte al orden social y en otros como
un hecho positivo. Esto se da desde diferentes flancos del Estado y sus instituciones o espacios sociales
del ayllu. Reconstituir es poner en movimiento nuevamente una entidad social ancestral dentro de su
propio tiempo-espacio con la mirada hacia la actualidad social e histórica pero no es entendido así desde
el Estado boliviano (Mamani 2008: 81).

Es decir, que desde marzo de 1997 a la fecha (2013), han pasado 16 años, en donde se ha
configurado y reconfigurado el escenario de los propios movimientos sociales andinos y del
Estado boliviano, en donde el Ayllu, bajo la institucionalidad social del CONAMAQ, ha
apostado por el principio reconstitutivo. La historia de esta institución, si bien fue la base
matricial del Estado de Tawantinsuyo o estado inca, hoy se constituye en la célula básica para
la revitalización de la organización política y económica-social del presente y futuro mundo

135
andino en Bolivia. Análoga es esta institución a una wawa, que recién aprendera a caminar de
manera independiente en la medida que vaya creciendo.
Consiguientemente, y para una mejor ilustración, tomamos la reseña de Jiliris o ex autoridades
hasta el 2012. Reseña planteada en el Proyecto de Fortalecimiento de Políticas Públicas
Inclusivas e Inter-culturales de Bolivia, esbozadas en el Plan Estratégico del Consejo Nacional
de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ 2008: 36).
GESTION Autoridades Y Cargo SUYU
1997-2000 Vicente Choqueticlla FASOR
Jiliri Apu Mallku
Simon Cusi PAKAJAQI
Arquiri Apu Mallku
Alberto Cameque-Adrian Mamani FAOI-NP
Taypiri Apu Mallku
2001-2003 Faustino Zegarra JACH´A KARANGA
Jiliri Apu Mallku
Fermin Beltran CAOP
Surkiri Apu Mallku
Jaime Apaza PACAJAKI
Taypiri Apu Mallku
2003-2005 Vicente Flores QHARA QHARA
Jiliri Apu Mallku
Antonio Machaka SURA
Arquiri Apu Mallku
2005-2007 Martín Condori Flores FAOI-NP
Jiliri Apu Mallku
Mauricio Arias Alave AYLLUS CBBA
Arquiri Apu Mallku
2007-2009 Elias Quelca Mamani PAKAJAQI
Jiliri Apu Mallku
Domingo Cuentas Huayllani JAKISA
Arquiri Apu Mallku

2009-2011 Sergio Hinojosa CONAMAQ


Jiliri Apu Mallku
2012-2013 Félix Becerra CONAMAQ
Jiliri Apu Mallku

136
Fuente: Plan Estratégico del CONAMAQ (2008-2013).
Estas autoridades que dirigieron el CONAMAQ por 16 años, son parte de los mismos ayllus, y
además, señalan que no solamente gobiernan los varones, sino existe una estructura del
chacha-warmi, es decir, la relación de varón-mujer, siendo este un principio del “autogobierno
territorial” (Mamani 2008: 81). Así enfatiza la actual organización, señalando que -en ese
proceso, bajo el fuerte carácter simbólico de la Autoridad Originaria a partir de la dualidad y
complementariedad del Chacha-Warmi, Qharí-Warmi, el CONAMAQ ha optado por la
restitución de los derechos de los Pueblos Indígenas Originarios y no así solo por el
“reconocimiento” (CONAMAQ 2008: 38).

Paralelamente y junto a este proceso se considera una revitalización de los símbolos andinos.
Así, la autoridad originaria maneja el chikuti, poncho, awayu, manta, hoja de coca, wiphala,
bastones de mando, el sistema de rotación de turnos por parcialidades, y las lógicas de gestión
del bien común en la tierra-territorio, el uso y gestión de los recursos naturales del agua que
acompañada de una memoria histórica sobre la lucha de los Kataris, Tumpas, T´ulas, Sisas,
Kurusas, Uchus (Mamani 2008: 81), y otros mantienen una revitalizada imagen institucional,
planteando como reto político del CONAMAQ, como línea estratégica inalienable la
“reconstitución” en espacios y territorios donde la estructura del ayllu ha desaparecido o se ha
desestructurado. De igual manera está la Restitución y Fortalecimiento del Gobierno y los
derechos como Ayllus a reorganizar sus espacios y territorios originarios, para lograr la tan
anhelada Autodeterminación (CONAMAQ 2008: 37).

En este sentido, se puso en circulación un modelo re-interpretado de gestión territorial y


disposiciones políticas andinas. Que están en proceso de ser practicados en la totalidad de los
ayllus, aunque existe un fuerte debate interno con relación a este proceso. Pues se debate estos
temas “en los diferentes mara tantachawis (o asambleas anuales de los ayllus), y en las
reuniones del –Consejo de Gobierno- del ayllu de CONAMAQ y los encuentros regionales”
(Mamani 2008: 82). A pesar que existe una memoria colectiva sobre este proceso
organizacional, se tienen serias limitaciones al implementar doctrinalmente estos modelos, es
decir, que en muchos casos se choca el orden tradicional con las situaciones imprevistas de la
realidad ya constituida. Por ejemplo la insostenibilidad económica y la escasa autonomía
política de los representantes andinos, hace que existan indefinidos proyectos, muchos de ellos

137
no abordados en las reuniones de sus autoridades “como de los tata-mama jilaqatas o tata-
mama jilankus mediante el consejo de ancianos o pasarus (ex-autoridades del ayllu o marka),
el activismo de profesionales salidos de los ayllus y markas, y de otros cooperantes externos
para este proceso” (Ibíd.).
Bajo esas precisiones el CONAMAQ, al agrupar a los ayllus que aún existe en Bolivia, ha
alcanzado la categoría de movimiento social, y mas recientemente hacia el 2013, se ha
consolidado como un movimiento político, formando un instrumento, que pretende llegar a
palacio.

2. Estructuración de una antigua pero nueva política del ayllu (1997-2013).

El ayllu sin lugar a dudas todavía arrastra aquello que la conquista intento borrar. El
tawantinsuyo si bien fue eliminado del mapa como estado, no así el ayllu, célula básica del
Incario. Institución que familiar y comunalmente se mantuvo en los aislados y replegados
macizos de los andes67. Hoy regresan para dar continuidad a su historia. Intentaran recobrar su
vitalidad para darle un nuevo sentido a las sociedades caóticas que heredaron el sincretismo
del mundo, y se sitúan en una crisis de identidad política económica y social que ha llevado a
las sociedades de los andes centrales a la mendicidad e inopia visceral. Es así, y apelando al
mito de Inkarrí, desde un análisis optimista sobre las posibilidades de Andino-América en la
historia global, el ayllu, puede y debe constituirse en un organismo integrador inherente, en el
transcurrir de una organización que debe consolidarse más allá de las razas.
Como señala Martín Santibáñez (2007): es preciso emplear la simbología andina de unidad y
restauración para aplicarla a entornos más complejos, a entidades superiores, a causas e ideales
más grandes. De lo contrario, dejaremos que poderosas imágenes que acompañan desde hace
siglos a los pueblos latinoamericanos se conviertan fácilmente en el instrumento político de un
radicalismo ideológico que busca exaltar las diferencias raciales y culturales bajo un herético
mesianismo marxista.

Una mirada desde el Pacha-kuti (Retorno del tiempo).-

67
Habría que recurrir a Jaime Mendoza para poder endender con profunidad las caracteristicas del “Macizo
Boliviano”.

138
Desde fines del siglo pasado, y los primeros años del siglo XXI (1997-2013), el movimiento
reivindicativo andino ha empezado a cuestionar el estado republicano, transformándolo en
plurinacional de Bolivia. Ha cuestionado el paradigma y patrón de desarrollo que sigue
virtualmente de occidente68 y ha alcanzado su máxima expresión en dos organizaciones
denominadas indígenas; por un lado la CIDOB (representativa institución del oriente
boliviano-tierras bajas), y el CONAMAQ (representativa organización del occidente de
Bolivia-tierras altas). Organizaciones que recientemente, entre el 2011 y 2012 exteriorizaron y
desplegaron todo su poder de convocatoria, produciendo una insurgencia de las más fuertes y
poderosas de ambos movimientos indígenas con relación al Estado boliviano. Los andinos y
amazónicos desestabilizaron crudamente al gobierno:

El gobierno de Evo Morales se ha enfrentado a protestas de varios sectores de la población, pero las
protestas más significativas han sido las protestas desde organizaciones indígenas. Dos organizaciones
indígenas, El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas de Qullasuyu (CONAMAQ) de las tierras altas y la
Confederación de Pueblos Indígenas (CIDOB) de las tierras bajas, no solamente han criticado al
gobierno, sino que se han salido formalmente del pacto de unidad, una coalición de organizaciones
indígenas campesinas que era fundamental para apoyar al nuevo gobierno y articular la nueva
Constitución. Hoy en día, la novena marcha indígena contra una carretera planteada por el gobierno que
atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isoboro Sécure (TIPNIS) está en marcha (Ellerbeck
2012: 2-3).

Estos movimientos que se vienen desarrollando desde finales del siglo XX, tienen una relación
vinculada a una visión indígena mítica, sugiriendo que son parte de un fenómeno mítico-
religioso emergente, denominado “pacha-kuti”69. Este fenómeno también histórico-espiritual,
encontrado en la mitología andina, se materializa asociándola a la política, y básicamente al
surgimiento de sucesivos movimientos y organizaciones sociales andinas reivindicativas de un
orden anterior al actual (republicano-plurinacional) y al colonial. Pero debe entenderse, para
no caer en fundamentalismos (raciales y culturales) típicos de la teoría pachamamista70 sobre

68
Silvia Rivera (2002) contextualmente ha llamado a esta cuestión como “El mito de la pertenencia de Bolivia al
mundo occidental”.
69
Para Gutiérrez (2011), esta categoría tiene su correlato en Bertonio quien traduce pacha como tiempo-espacio y
kuti como el regreso o retorno, es decir el […] pachakuti como “tiempo de las guerras”. […] Se refiere a todo
aquello que es contrario, opuesto, que no puede estar junto ni coincidir, como el día y la noche o el agua y el
fuego. […] Así; las referencias de los cronistas andinos al pachakuti, suelen evocar el mundo al revés. Cuando
muere un inca, por ejemplo, se produce un pachakuti; o más rotundamente, cuando llegaron los españoles, el
mundo andino se invirtió para dar lugar a la existencia de un orden completamente diferente. Con relacion a otras
interpretaciones de este concepto proveniente del aymara, tambien nos señala o hace referencia a un movimiento
telurico en donde la tierra se transforma, es decir, donde existen cataclismos en la superficie terrestre que
destruye todo a su paso.
70
“Pachamamismo”, a nuestro entender, se deriva de la palabra pachamama, que al agregar el sufijo “ismo”
pregona dogmática y doctrinalmente principios animistas y espiritistas de una visión y creencia en la “madre

139
los andes, que lo andino, no podría ser esencialmente racialista ni expresado peyorativamente
en la significación de indio u originario o indígena, sino mas bien estará asociado a una
historia de múltiples encuentros y desencuentros culturales, que las sociedades pre-incas,
incas, hispanas y europeas han originado y fundado en su formación social, política y
económica del último medio milenio en los andes centrales.

Estos fenómenos histórico-sociales intrínsecos a la realidad predominantemente andina, no


pueden ser entonces movimientos de grupos culturales sectarios, o aislados de todo un
componente social global en proceso de constitución (Qollasuyo), sino más bien, estar
vinculados y encaminados hacia un proceso de integración (mas la actual Bolivia) bajo el
paraguas predominantemente andino. El ayllu surge ahí como totalidad integradora, para el re-
encauce de una visión política, territorial y económica fundamentalmente, en donde, el
CONAMAQ y los otros movimientos que le siguen, en su forma institucional, debieran dirigir
libertariamente este nuevo transcurso.

Como ya se dijo, el CONAMAQ antes de las complejas movilizaciones del 2000 y 2012, se
vino desenvolviendo de a poco dentro de lo que se ha denominado subjetivamente como
“pacha-kuti”, el retorno de un orden o paradigma político, territorial y organizacional del
movimiento indígena, que tuvo un proceso de gestación e influencia propia, de la que nos
ocuparemos inmediatamente, para regresar nuevamente a los últimos sucesos de principios del
siglo XXI.

Respecto a los antecedentes de los movimientos sociales andinos encontramos ya desde los
años 80s y 90s de fines del siglo pasado, un complejo proceso de luchas reivindicativas de
movimientos fundamentalmente independientes del sindicato campesino o rural (creados
después de 1952), es decir los pueblos andinos inician una contienda autónoma, endógena,
libertaria y mucho mas ajena al escenario de la realidad clasista y estatista de ese entonces,

tierra”. Es una visión que solo alcanza vislumbrar los elementos mítico-filosóficos y culturales nacidos de la
subjetividad andina de una remota época, inmemorial para muchos, que incluso trasciende y se anticipa a la
teocracia inca. Nosotros diferimos de este concepto en el sentido que consideramos que una verdadera
transformación en la realidad andina, no pasa solamente por la recuperación espiritual de elementos pre-
coloniales o pre-incas, sino mas bien de una asunción de conciencia que incorpore la multi-dimensionalidad de
los elementos de la realidad creados socialmente, como la política, y la economía fundamentalmente.

140
impuesta por el MNRismo. Inicialmente encontramos sucesos y hechos determinantes para el
fortalecimiento de los movimientos llamados indígenas como los que siguen:

- 1984: Se crea la CIDOB (Confederación Indígena del Oriente Boliviano); CPIB (Central de Pueblos
Etnicos Mojeños del Beni-1987); CPEMB (Central de Pueblos Étnicos Mojeños del Beni).
- 1990: Se inicia la 1ra marcha por la “tierra y territorio” de tierras bajas.
- 1993: Víctor Hugo Cárdenas, líder político de extracción aymará, jura como vicepresidente
constitucional y presidente nato del Congreso boliviano.
- 1993: 15 de septiembre de 1993; en el Jatun Ayllu Yura nació el Consejo Impulsor de Ayllus de Bolivia
(CIAB).
- 1996: La Ley INRA es promulgada; dota de “Tierras Comunitarias de Origen” a grupos indígenas en
calidad de propiedad imprescriptible e inembargable.
- 1997: Durante el gobierno democrático de Banzer se sucede la creación del CONAMAQ tras el primer
Jacha Tatanchawi (gran reunión) en 1997 (Confederación Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu).
En tierras altas.

A partir de estos sucesos iniciales, el CONAMAQ es creado. Surge entonces un elemento


articulador de las demandas comprimidas indígenas durante años en dicha institución. El
carácter del movimiento social indígena de tierras altas no es un reclamo en particular, son
múltiples reclamos vitales y latentes por su nutrido repertorio y su capacidad de demostración.
Estas características nos sirven para entender los procesos de movilidad y continuidad,
estabilidad y uniformidad del movimiento social articulador de las demandas de los pueblos
andinos a pesar de la rivalidad con los sindicatos también andinos.

En este sentido el CONAMAQ tiene el objetivo principal de recuperar y reconstituir


estructuras [políticas y económicas] pre-coloniales adaptándolas al contexto histórico
contemporáneo: “La estructura histórica de nuestros antepasados está en vigencia, está
presente, todo eso es lo que queremos fortalecer, no es otra cosa” (Entrevista con Vicente
Flores en 2006, autoridad indígena del CONAMAQ, cit. en Schilling-Vacaflor 2009: 4).

Es así, que la organización denominada indígena (CONAMAQ) que se estrena


institucionalmente en marzo de 1997 tiene el objetivo inicial de que los pueblos de tierras altas
del país sean reconocidos, así como sus territorios ancestrales en TCOs, hoy TIOCs, para
después lograr lo que en el fondo se busca como mediación hacia la autodeterminación. Esto
implicaría ir mas allá del Estado Plurinacional, la propia CPE (2009), y la Ley Marco de
Autonomías (2010).

141
2.1 El génesis incubacional del ayllu y la estructuración del CONAMAQ entre 1997 y
1999.-
Los últimos años del siglo XX fueron dinámicos, flexibles y abiertos a la democracia así como
acarrearon algunas transformaciones relativamente inclusivas a nivel social. Basta situar
reformas de carácter educativo muy vinculado a la interculturalidad y reconocimiento de los
pueblos indígenas a nivel pluricultural y plurilingüe. En este margen la participación popular y
la nueva Reforma Agraria a partir de la creación del INRA habían dotado de mayor poder a las
comunidades andinas y amazónicas que veían, en estas políticas, mayores oportunidades de lo
que entonces se entendía como “desarrollo”. Los gobiernos, primero de Gonzalo Sánchez de
Lozada acompañado por Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997), y después del segundo mandato
(esta vez democrático), de Hugo Banzer acompañado por Jorge Quiroga (1997-2002),
afianzaron el camino del desborde particularmente político de las poblaciones andinas y
amazónicas, que fue característico de finales del siglo XX y mucho mas relevante durante la
primera década del siglo XXI, como veremos mas adelante.

1997.-

El CONAMAQ cuando se consolida legalmente el 22 de marzo de 1997, embiste también a su


primera y máxima autoridad, Don Vicente Choquetijlla, quien dirigió a los Indígenas de las
nacionalidades Jacha Carangas y Jatun Killakas de Oruro; Charcas Qhara Qhara y CAOP de
Potosí; y Qhara Qhara de Chuquisaca quienes le dieron el primer impulso y constituyeron el
CONAMAQ en Challapata hasta 1998. Hay quienes plantean que la gestión de Choquetijlla se
caracterizó por ser floja, pero nosotros creemos que no fue así, sino mas bien, estuvo
atravesada por un escenario político todavía no muy favorable para el incipiente movimiento,
pues se afrontaban las elecciones presidenciales y el único movimiento afín a los indígenas
estaba representado por dos movimientos, por un lado la Confederación Indígena del Oriente
Boliviano (CIDOB), dirigido por Marcial Fabricano, y la Izquierda Unida (IU) vanguardizada
por Alejo Véliz. Ambos movimientos tenían una aceptable militancia que les apoyaban en las
provincias rurales andinas y amazónicas, pero no tanto así en las ciudades, además que eran
todavía minorías partidarias comparadas con los macro-espectros partidos conservadores
como ADN, MNR, MIR, MBL y otros que representaban económicamente al neoliberalismo y
políticamente a las elites criollas del nacionalismo boliviano, que no miraban a los indígenas

142
mas allá de una visión agraria, campesina, clasista, pobre y sub-desarrollada. En este escenario
nos imaginamos que para el CONAMAQ fue difícil poder articular lo local con lo nacional y
más aún poder negociar diversas demandas directamente con el gobierno.

Después de la gestión de Choqueticlla, entre los años de 1999-2000 el suyu Jacha Carangas
asume la dirección del CONAMAQ, bajo la representación de Faustino Cegarra como Jiliri
Apu Mallku. En esta gestión continuaron manteniéndose sólo las cinco nacionalidades de los
diversos ayllus. Esta gestión se caracterizó más bien por fortalecer la parte filosófico-cultural
del consejo, es decir, todavía había que alimentar la subjetividad y la mística andina para que
recién a partir del año 2000 tomara sus primeros impulsos políticos con la finalidad de poder
ser protagonista en las luchas reivindicativas indígenas de las que el CONAMAQ sería
protagonista.

En este sentido, las primeras dos dirigencias de nuestra organización andina que empezaba a
tomar cuerpo, eran vistas despectivamente por los medios de comunicación, elitistas en su
mayoría, y característicos de la época que asociaban lo indígena con la extrema pobreza. Al
mismo tiempo es interesante ver, que después de medio milenio, el mundo andino salía de su
aletargada existencia, subordinada durante todas la época precedente. Así pues, exigía mayor
poder y decisión política en las estructuras y aparto estatal republicano. Aunque de manera
institucional faltaba mucho por construir y aportar dentro como fuera de las instituciones, ya
que nuestra organización (CONAMAQ) recién germinaba.

Por estos años los indígenas paulatinamente iban integrándose al estado como a las
instituciones. Si las comparamos con los fenómenos recientes, con algunas excepciones aún
continuaban y se sentían marginados. Un medio de comunicación escrito señalaba que; “Los
campesinos e indígenas del país, pese a la apertura que se produjo con el ascenso de uno de
sus miembros a la Vicepresidencia [todavía] se sentían marginados, no solo por los sectores
socio-culturales, sino también de los administrativos, políticos y [del aparato burocrático del
Estado]” (Hoy; 2 /03/ 1997).

Estas percepciones que surgían en algunos espacios periodísticos de la prensa a finales del
siglo pasado, reafirmaban la necesidad de pensar en un movimiento incluyente con relación al
indígena, bajo la vieja idea de participación democrática-popular. El parlamento Indígena de

143
América en su XII asamblea reunida en Guatemala que terminaba de sesionar el 12 de abril de
1997, también expresaba su preocupación por la falta de participación de los aborígenes en las
desiciones de los Estados suramericanos.
…lo mas relevante del XII congreso indígena es la preocupación que manifestaron los diputados porque
en algunos países (como Bolivia) que han reconocido el Derecho Internacional de los Pueblos Indígenas
de la ONU, no se registran avances significativos sobre el respeto a sus derechos. (…) la poca presencia
de diputados y senadores en los congresos de Latinoamérica incide para no obtener una destacada
participación en las políticas de Estado. Cada estado debe abrir mecanismos para facilitar la
participación política económica, social y cultural de los indígenas americanos y no crear bloques que
impidan que los aborígenes expresen sus demandas y necesidades (Los Tiempos 13 /04/ 1997).

Estas reivindicaciones al interior como fuera de Bolivia, asociaban al indígena, aunque


simbólicamente ya a los estados republicanos, pues a partir del estado se tenía y debía
considerar al indígena y otorgarle presencia no solamente a nivel folclórico-cultural sino
también en la economía, y la política. Esto se materializó en el nacimiento de una propuesta
para los andes y desde los andes; pues dos días después de terminado aquel magno foro
indígena, en un encuentro en La Paz, las autoridades originarias de Ayllus y marcas del
kollasuyo determinaban fortalecer su original estructura en defensa de sus derechos. Vicente
Choqueticlla, quien era la primera autoridad entonces, planteaba de manera contundente, ser
ellos, los propios actores de las aspiraciones de los pueblos andinos en el ámbito social,
cultural, económico, político y religioso (Los Tiempos 15 /04/ 1997).

Aquellas noticias periodísticas, parecen mostrarnos que las poblaciones rurales de los andes en
Bolivia reconstituían simbólicamente, entonces, a una de sus instituciones matriciales; el ayllu,
es decir después de medio milenio, que habían transitado periférica e ilegalmente para los ojos
de la institucionalidad de la Colonia y Republica, estos regresaban con toda una legitimidad
global-nacional al escenario boliviano del siglo XXI.

Pero aquellos sucesos no serian sino retoños de previos acercamientos entre los ayllus,
encontrados desde fines del siglo XX, particularmente desde 1997, cuando el primer intento de
organicidad y resistencia se expresó en los primeros y últimos movimientos deliberantes y
libertarios del siglo XX. Los ayllus despertaban en aquel momento, y entraban implícitamente
en el escenario político. Así encontramos una de las tantas reuniones itinerantes del mundo
andino en Potosí registrada en la prensa escrita, que señalaba lo que sigue:
Siglo XX: Ayllus se unirán para defender sus recursos.

144
El ayllu Chayantaka, de la provincia Bustillo, se pronunció sobre la unidad de los pueblos originarios del
país, en torno a la defensa de los recursos naturales y beneficiarse directamente de ellos. Teofilo Gaspar,
segunda mayor del ayllu Chayantaka, aceptó el reto que en pasados días lanzaron los representantes de la
Federación de Ayllus del Sud de Oruro (FASOR) y la ex autoridad del ayllu, Ángel Caro.
Todas las declaraciones y llamados estuvieron dirigidos a defender los recursos naturales y a obligar a
los empresarios mineros y al propio gobierno a respetar los derechos de los indígenas sobre su territorio
y el aprovechamiento de sus riquezas regionales. Teófilo Gaspar dudó de las promesas del gobierno y
sus anuncios de impulsar el desarrollo de esta región (ERBOL Siglo XX, Norte de Potosí 29/01/1997).

Pero este dilatado y yá organizado viaje del ayllu en la historia de los últimos 16 años, se tiene
también los antecedentes en una elemental y folclórica “Reunión de ayllus quechuas para
revalorizar su cultura” desarrollada en Nor-Cinti-Potosí, pues:

Cuatro ayllus legitimaron a sus autoridades con actos y ceremonias rituales, manifestaciones artísticas y
exposiciones de la cultura material quechua. Los cuatro ayllus de San Lucas, segunda sección de la
provincia Nor Cinti de Chuquisaca, se reunieron nuevamente este año en uno de los más importantes
actos de revalorización de la cultura quechua en Bolivia. Se trata del Quinto Encuentro de los Ayllus de
Jatun Khellaja, Llanta Yucaza, que se reunieron el pasado 2 y 3 de febrero en San Lucas, designada
como capital de los ayllus. (…) A continuación, se procedió a la transmisión de mando con un
ceremonial que incluye un juramento de respeto a la Constitución y las Leyes. En otro acto ritual se
realizó la <<siembra de la esperanza>>, donde cada cacique aró la tierra y la mama-cacique sembró la
semilla. (…) Como parte de la reunión, también se realizó una exposición de algunos elementos de la
cultura material quechua como los tejidos. Los Ayllus de San Lucas volverán a reunirse en Carnaval,
pero esta vez para compartir la alegría del tiempo de la <<Chajra>> (chacra) (AJH Sucre. Efe
9/02/1997).

En La Paz fueron similares las repercusiones de este místico encuentro, al mismo tiempo que
novedoso. Un titular de prensa, concretamente, también registraba este encuentro:

Encuentro de ayllus revaloriza cultura quechua.


Los cuatro ayllus de San Lucas, segunda sección de la provincia Nor Cinti de Chuquisaca, se reunieron
nuevamente este año en uno de los más importantes actos de revalorización de la cultura quechua en
Bolivia. Se trata del quinto encuentro de los ayllus de Jatun Khellaja, Llanta Yucaza, Asanake y Cantu
Yucasa, que se reunieron en San Lucas, designada como capital de los ayllus (La Razón 14/02/1997).

Estos elementos filosófico-culturales, eran parte de una continuidad histórica y simbólica, que
se ha mantenido con el tiempo, es decir, las q`oas y raimis y otros vínculos de reciprocidad
festiva se fueron arraigando también en la cultura urbana, es decir, la influencia andina fue
creciendo y tomando espacios simbólico-jerárquicos. Regresando a nuestro asunto, aquellos
años sobre el ayllu, los periódicos señalaban evocando que “el ayllu es una institución
político-social de origen prehispánico que ha derivado en la actual comunidad andina, aunque
su nombre puede aplicarse a diferentes niveles de organización. Así, por ejemplo en San
Lucas, que tiene una altitud de 3.120 metros sobre el nivel del mar, pero el territorio de los
ayllus se extiende, por una parte, hasta el departamento de Potosí y, por otra, hasa el

145
Pilcomayo, en contacto con la cultura Guaraní. La reunión se realizó en Tambo Moqo,
siguiendo un ritual meticuloso que comienza con la “incendiada”, acto que consiste en la
quema de una mesa ritual andina para pedir permiso a la “Pachamama” (madre tierra), a
manera de mantener una relación equilibrada con la naturaleza” (Ibíd.).

El encuentro fue de hecho un acto significativamente simbólico y muy participativo, así lo


describieron los medios de comunicación escrita:

El encuentro: en la oportunidad, cada ayllu presentó sus dirigentes que conforman un Consejo de
Caciques. En señal de distinción, los caciques portan una “wara” (vara) o bastón de mando que
simboliza su autoridad. Junto al padre manzano se ubicaron los Caciques y las mamacaciques, mujeres
dirigentes que tienen a su cargo la atención de todos los temas relativos a su género, en un afán por
promover la participación de la mujer en el hecho de revalorización cultural. A continuación, los nuevos
caciques fueron convocados y se procedió a la transmisión de mando con un ceremonial que incluye un
juramento de respeto a la Constitución y las Leyes (Sucre (EFE) La Razón 14/02/1997).

Aproximadamente un mes después de aquella reunión como relación, Vicente Choquetijlla,


impulsor y líder andino, fue entonces elegido institucionalmente como primera autoridad del
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas en marzo de 1997, dos días antes del que seria el día de
la fundación del CONAMAQ. El 20 de marzo de 1997, exactamente, una noticia en los
medios escritos registraban estos prolegómenos organizacionales que dieron como resultado la
consolidación del CONAMAQ. Así:

En Challapata: Ayllus se reúnen para definir el rol en el 2000. Alrededor de 200 autoridades originarias,
que representan a más de veinte organizaciones y Federaciones de los Ayllus, han decidido discutir el rol
y las perspectivas que les tocará vivir en el próximo milenio.
Con el auspicio del Fondo para el desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina, el encuentro
de autoridades originarias, que se realiza hoy, analizara cual es la propuesta hacia el futuro y que tareas
cumplirán las organizaciones tradicionales. “Se trata de reconstruir el ayllu o de fortalecerlo”, eso se
debe decidir, consideró el mallcu Vicente Choqueticlla. El dirigente manifestó que también hay
necesidad de debatir profundamente el tema del desarrollo y ayllus, territorio, derechos indígenas, el
decenio internacional de los pueblos indígenas, derechos políticos y elecciones de junio de 1997. El
hecho que las autoridades originarias comiencen a reflexionar se debe a que en la ultima década muchas
comunidades andinas Aymaras, Quechuas y Urus se han reconstituido en ayllus y markas, pero de
acuerdo a su estructura original y reconociendo su vigencia.
Choquetijlla señalo que el encuentro tiene el propósito de conformar una organización mayor de ayllus y
comunidades, para luego luchar por sus aspiraciones sociales, económicas, políticas y religiosas.
Además se acomodara la defensa de los territorios originarios y los recursos naturales.
Delegaciones de las federaciones y organizaciones de ayllus de los departamentos de Oruro, Potosí,
Cochabamba y Chuquisaca participaran en el encuentro nacional, que se inaugura mañana en el distrito
de Challapata de la provincia Avaroa del departamento de Oruro (Presencia: 20/04/1997).

Estos sucesos, repercutieron inmediatamente en el aparato estatal, específicamente en el


entonces vicepresidente aymará Víctor Hugo Cárdenas Conde del ayllu de Achica abajo, y

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fundador del movimiento Katarista. Esta vez, quien en su doble calidad, por un lado de
funcionario estatal y también entonces co-director de la comisión Real del Canadá para los
pueblos Autóctonos “René Dussault”; en conferencia de prensa destacaba la importancia de
eventos que se llevarían a cabo en Sucre entre el 31 de marzo y el 2 de abril. Así lo refleja un
periódico:
Revalorizan justicia de los pueblos indígenas. Sucre será sede del Primer Curso de Derecho Indígena,
del 31 de marzo al 2 de abril, y del seminario Internacional de Administración de Justicia y Pueblos
Indígenas, del 2 al 4 del próximo mes, se anuncia oficialmente hoy. El Vicepresidente (…) en
conferencia de prensa destacaron la importancia de ambos eventos a los que asistirían autoridades de las
cortes supremas del continente, y medio centenar de lideres y autoridades indígenas. La administración
de justicia en relación a los pueblos indígenas, es el tema central del seminario y algunos de los objetivos
son informar a líderes indígenas y campesinos sobre los avances jurídicos. Así mismo, intercambiar
experiencias entre nuestros países, incorporar mecanismos que garanticen la Multi-etnicidad y
pluriculturalidad, y la aplicación de convenios internacionales en esta materia. Sobre la situación en
nuestro país, Cárdenas dijo que los últimos 4 años se avanzó mas que en toda la historia republicana,
porque la Constitución, la Ley de Participación Popular y las reformas judiciales, incluyen importantes
disposiciones a favor de indígenas y campesinos (Jhata: La Paz 26/03/1997).

Ya en el proceso de desarrollo del “Curso de Derecho indígena” se da un encadenamiento a


otro evento, el: “Seminario Internacional de Administración de Justicia y Pueblos Indígenas”.
Con relación a estos sucesos se señalaba lo siguiente:
El presidente interino Víctor Hugo Cárdenas anunció que este lunes se inicia en Sucre el Primer Curso
de Derecho Indígena con los auspicios de la Vicepresidencia de la Republica, el ministerio de Justicia y
la Secretaria Nacional de Asuntos Étnicos, de Genero y generacionales. Agregó que asimismo, se cuenta
con el auspicio del Centro de Derechos Humanos de la ONU, del Instituto Interamericano de Derechos
Humanos y la organización Internacional del Trabajo.
Cárdenas explicó que una vez terminado dicho curso el 2 de abril, el mismo día se inicia en esa capital el
Seminario Internacional de Administración de Justicia y Pueblos Indígenas. El mandatario manifestó que
en Sucre estarán presentes cerca de medio centenar de líderes y autoridades indígenas con el objetivo de
tener una información actualizada de lo avanzado en Bolivia y a nivel internacional (Los Tiempos: Cbba
31/03/1997).

La ya establecida organización indígena, institucionalmente como CONAMAQ, mas el apoyo


de la vicepresidencia de la republica a la cabeza de Víctor Hugo Cárdenas, y las siempre
existentes instituciones no gubernamentales en menor medida, se disponían en apoyar la
emergente regeneración de lo político y lo andino en Bolivia. Así encontramos por ejemplo al
CIPCA promoviendo seminarios y talleres, como espacios de debate:
Campesinos analizan temas políticos.
El Centro de Promoción e Investigación del Campesino (CIPCA) en coordinación con organizaciones
rurales, organiza para el 12 y 13 de abril un seminario taller sobre la organización (…) y la coyuntura
política. (…) En el seminario taller participarán como invitados especiales el secretario Ejecutivo de la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Román Loayza; el
líder de los cocaleros, Evo Morales y el dirigente campesino, Alejo Véliz (…) (Los Tiempos 6/04/1997).

147
Para abril del 97, existía ya un avanzado y acelerado proceso de institucionalización de lo
andino y del ayllu, es decir, esta instauración y organización (CONAMAQ) empezaba a jugar
un importante papel de captación de atención, con relación a la revalorización simbólica
inmediata. Para percibir la dimensión nacional con la que se proyectaba, advertimos una
expresión en los titulares de un diario en la oriental ciudad de Santa Cruz:
Pueblos andinos fortalecerán ayllus y marcas en defensa de sus derechos.
El primer encuentro de autoridades originarias de ayllus y marcas del Kollasuyu, de los departamentos
de Oruro, Potosí, La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, determinó fortalecer su original estructura en
defensa de sus derechos originarios. El informe fue proporcionado por el Kuraq Mallku del Consejo
Impulsor de Ayllus de Bolivia, Vicente Choquetijlla Mallku, quien dijo que en Challapata, sede del
evento, decidieron ser los propios actores de las aspiraciones de los pueblos andinos en el ámbito social,
cultural económico, político y religioso. Dijo que para tal efecto, se resolvió convertir al Consejo de
Ayllus y Markas, Charkas, Naciones Pakajaqui, de Karangas, en una entidad con representación nacional
e internacional entre tanto se efectué el próximo encuentro del que participarán organizaciones como
Jacha Pacajes, Jacha Karangas, FACOPI, Jatun Yura, FASOR, y otros (El Deber (ANF) 14/04/1997).
.
Inevitablemente los ayllus de Bolivia en su larga trayectoria anunciaban el inicio y retoma del
Qollasuyo como referente Estatal, es decir, que a partir del fortalecimiento del ayllu, se
intentaba advertir el devenir, así también se:
Explicó que el evento [que] reunió a más de 200 representantes de comunidades andinas, aymaras,
quechuas y urus reconocidas en su propio sistema de autoridades, definió el futuro del desarrollo de los
pueblos originarios destacando los derechos que les asiste para decidir y plantear sus propuestas ante la
actual coyuntura que vive el país y por ende, los derechos indígenas en el decenio Internacional de los
Pueblos Indígenas. Por ultimo, el encuentro indígena realizado en Challapata, en un documento
entregado a la prensa, hace conocer que para el buen desarrollo del movimiento social indígena, se
estableció el trabajo de siete comisiones para concretar la resolución en el menos tiempo posible (El
Deber (ANF) 14/04/1997).

En Cochabamba, también se sentía con resonancia la politización del indígena, así lo


explicaba un periódico local de manera muy parecida al precedente titular:

Pueblos originarios fortalecerán ayllus.- El primer encuentro de autoridades originarias de ayllus y


markas del kollasuyo de los departamentos de Oruro, Potosí, la paz, Cochabamba y Chuquisaca,
determinó fortalecer su original estructura en defensa de sus derechos originarios. El informe fue
proporcionado por el kuraqa mallku del Consejo impulsor de Ayllus de Bolivia, Vicente Choquetijlla
Mallku, quien dijo que en Challapata, sede del evento, decidieron ser los propios actores de las
aspiraciones de los pueblos andinos en el ámbito social, cultural, económico, político y religioso.
Dijo que para tal efecto se resolvió convertir al Consejo de ayllus y marcas charkas, naciones pakajaqui
de karangas en una entidad con representación nacional e internacional entre tanto se efectúe el próximo
encuentro del que participaran organizaciones como jacha pacajes, jacha karangas, FACOPI, Jatun Yura,
FASOR y otros. Explico que el evento reunió a mas de 200 representantes de comunidades andinas,
aymaras, quechuas y urus reconocidas en su propio sistema de autoridades, definió el futuro del
desarrollo de los pueblos originarios destacando los derechos que les asiste para decidir y plantear sus
propuestas ante la actual coyuntura que vive el país (Los Tiempos 15/04/1997).

148
Este resurgimiento, como explicamos anteriormente, fue apoyado logística y técnicamente por
la Vicepresidencia de entonces. Víctor Hugo Cárdenas dispuso de mayores espacios de
reconocimiento hacia lo que denominaron indígena, (probablemente nadie hasta el momento
haya hecho más que él con relación al mundo andino y amazónico de Bolivia).
En un primer momento lo andino a nivel institucional fue inexpresivo y no muy organizado,
pero en la medida que transcurría el tiempo fue tomando cuerpo y organicidad por el impulso
que recibía de la vicepresidencia mediante seminarios, talleres y encuentros nacionales e
internacionales apoyados por organismos regionales y locales de organizaciones indígenas y
no indígenas. Así fue registrada una noticia sobre el necesario e inevitable reconocimiento
histórico de los ayllus y comunidades indígenas en Bolivia, circunscrito en la primera plana
del periódico La Razón, así y para la historia se registraban estos sucesos:
Fueron reconocidas 528 comunidades indígenas.- Un total de 528 comunidades y pueblos indígenas
obtuvieron su personería jurídica hasta abril de 1997, mientras que 31 distritos municipales originarios
fueron reconocidos, señala la publicación “Bolivia Multiétnica”, de la Subsecretaria de Asuntos Étnicos
(SAE). El asesor jurídico de la SAE, Eugenio Mullucundo, explicó que la personería jurídica, “es una
especie de carné de identidad, en el que va el nombre de la comunidad o pueblo indígena, el lugar donde
esta ubicada, la forma en que está organizada, el numero de habitantes y otras características”. De
acuerdo a la publicación, con la personería, las comunidades originarias podrán actuar y participar ante
cualquier instancia publica o privada, contraer prestamos de instituciones financieras y firmar contratos
para la ejecución de obras o proyectos comunales. Asimismo la personería les permitirá obtener el
reconocimiento y la titulación de sus territorios como tierras comunitarias de origen (TCO) y también
podrán gozar de derecho exclusivo para el aprovechamiento forestal en sus territorios, entre otros
derechos (La Razón 27/04/1997).

La resistencia del ayllu entonces fue reconocida, es decir, lo indígena pasó a tener un espacio
como “movimiento social” dentro del escenario estatal boliviano. De ser un elemento no vivo
e incivilizado, durante estos años, fue reconocido, pero todavía subyugado a las viejas
estructuras institucionales corrompidas, que se constituían como elementos de transito.
Aunque aceptados de manera positiva por los líderes y dirigentes indígenas. Así lo describe
una nota de la prensa escrita:
La personería jurídica para los pueblos indígenas es un gran paso para continuar exigiendo el
reconocimiento de nuestros derechos, dijo a su vez el presidente de la Confederación de Pueblos
Indígenas del Oriente, Chaco y Amazonia de Bolivia (CIDOB), Amalio Siyé. “Con la personería jurídica
vamos a hacer muchas cosas, como por ejemplo, exigir que se nos tome en cuenta en los planes y en los
municipios, como dice la Ley de Participación Popular que, a veces, no se aplica bien con los
Indígenas”, añadió.
La secretaria de participación popular señala que hasta abril de 1887 se otorgaron 14.351 personerías
jurídicas, de las que 11.585 corresponden a comunidades campesinas, 2.766 a juntas vecinales y 528 a
pueblos originarios. De las 528 personerías para pueblos indígenas, 19 se otorgaron en Chuquisaca, en
las provincias Oropeza, Hernando Siles, Sur Cinti y Luís Calvo. En La Paz, se beneficiaron 38
comunidades indígenas, en las provincias Abel Iturralde, Pacajes, Sur Yungas, Muñecas y Larecaja;
mientras que en Tarija lo hicieron 43, en las provincias Burner O`CONNOR y Gran Chaco.

149
La secretaria de participación popular reconoció la personería a 73 pueblos indígenas en Oruro, en las
provincias Abaroa, Carangas, Poopo, Ladislao Cabrera, Atahuallpa, Sur Carangas, San Pedro de Totora,
Sebastián Pagador y Nor Carangas. En Santa Cruz fueron beneficiadas un total de 166 comunidades
originarias en Chiquitos, Cordillera, Ñuflo de Chávez, Germán Busch y Guarayos; mientras que en Beni
fueron reconocidos 163 pueblos indígenas en Cercado, Vaca Diez, Itenez, Mamoré, Moxos y José
Ballivián. (La Razón 27/04/1997).

Ante esta virtual e inacabada ventaja constitucional de los pueblos indígenas andinos y
amazónicos, la incidencia simbólica y espiritual surgía también como un elemento de
reconstitución premeditada de la Bolivia profunda. Por ejemplo en Jesús de Machaca, una
jurisdicción edil de Viacha planteaba que los “Ayllus mantendrían sus nombres originarios”;
Querían que los nombres de las comunidades mantengan su valor histórico, por ejemplo; se
había españolizado Titik´ani (trenza de gato) Sewenk´ani afirmaba un periódico, y se
recuperarían los nombres autóctonos, por ejemplo:
Los ayllus del cabildo de Jesús de Machaca que forman parte del distrito 4 de la Primera sección de la
provincia Ingavi, decidieron mantener en sus personerías jurídicas los nombres originarios, que datan
desde hace cientos de años. Para establecer este pedido, según el informe de Saturnino Tola, miembro
del comité ejecutivo de la provincia Ingavi y presidente del Comité Pro Quinta sección de Jesús de
Machaca, los dirigentes iniciaron las gestiones para rectificar los nombres de los ayllus en las
personerías jurídicas que se encuentran en la prefectura del Departamento. Ningún documento fue
aprobado aún, aseguraron. Informó que los habitantes de Jesús de Machaca, que se constituyen en un
pueblo histórico y originario decidieron hacer las rectificaciones correspondientes. Tola informó que,
por ejemplo en el caso de su comunidad se inicio el tramite como ayllu Titikani Sewenkani, sin embargo
se rectificará como ayllus Titik´ani (trenza de gato) Sewenk´ani. El dirigente explicó que al principio
algunas personas no entendieron el valor histórico de los pueblos originarios e instaron que en las
personerías jurídicas no debieran figurar como ayllus (Presencia 5/05/1997).

Estos pequeños hechos, pero significativos para la época, son los que aseguraron la suerte del
ayllu y las comunidades ya durante los años sucesivos, es decir, desde los 2000 para adelante,
como veremos, fueron incorporándose implícitamente al desarrollo consecuente de una
institucionalidad estatal que al principio desvaloraba lo andino, pero que en discurso los
incluía, además que la cuestión publica debía aunque demagógicamente ser desplegada hacia
aquellas comunidades. Así lo entendieron las autoridades mediadas por el poder central e
implementaron las denominadas "obras para los ayllus". Como se describe a continuación:
El dirigente Tola informó que presentaron todos sus requerimientos de obras para que sean incluidos en
el Plan Operativo Anual (POA) de la actual gestión de la Alcaldía de Viacha, al que pertenece su
población. En una reunión que sostuvo con el alcalde de Viacha, al que pertenece su población. En una
reunión que sostuvieron con el alcalde viacheño Edgar Robles, se estableció que las obras que
plantearon fueran incluidas; sin embargo tendrán opción para incluir algunas obras para los ayllus que no
fueron tomadas en cuenta. Entre las obras que plantearon figuran, la apertura de caminos vecinales, riego
y otras más.
Jesús de Machaca: Inicialmente el cabildo de Jesús de Machaca estaba conformado por doce ayllus, seis
de Aroj Sojta (Parcial arriba) y otro numero similar en Mankja Sojta (parcial abajo). Actualmente tiene

150
17 subcentrales con la nacionalidad de los urus y 60 comunidades dirigidas por 60 mallkus (Presencia
5/05/1997).

Este despertar andino de fines del siglo XX, estuvo innegablemente apoyado en un primer
momento por organizaciones externas e internacionales, por ejemplo, “el Banco Mundial
[auspiciaba] un Programa de Desarrollo Indígena de Innovación y Aprendizaje, implementado
por el Ministerio de Asuntos Indígenas. Este programa sigue la noción de capitalismo social
para desarrollar y construir sobre la base del “conocimiento cultural” de los pueblos indígenas
proyectos de etno turismo, etno biología y agricultura, que fueran comerciales y competitivos.
(…) asegurando [también] la representación de todas las federaciones indígenas bolivianas en
el comité ministerial que implementó el programa. Cuando los líderes de la confederación
campesina intentaron excluir a la representación de los consejos de los ayllus del Programa, el
Banco Mundial insistió en que se mantenga su representación, con el argumento de que ellos
son los únicos y verdaderos representantes étnicos del altiplano boliviano” (entrevista, 17 de
febrero de 2001 cit en Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 160).
Para una mayor ilustración por ejemplo encontramos a organismos de cooperación, que se
preparaban para poder financiar los nuevos proyectos de reivindicación de los ayllus, y
vinculados a la Asamblea Indígena, representantes de organismos de cooperación, de los
gobiernos y de los indígenas de 18 países de Ibero América preparaban en La Paz la II
Asamblea del Fondo Indígena que se iba a celebrar el jueves 15 de mayo de 1997, para
consolidar un proyecto que tenia el objetivo de apoyar el desarrollo de los pueblos originarios.
En donde Víctor Hugo Cárdenas, entonces vicepresidente de la republica informaba sobre la
capitalización del Fondo Indígena, que era un plan inmediato de trabajo y recomposición
parcial de los miembros del Consejo Directivo. Por otro lado uno de los otros temas a tratar
iba a ser el análisis de la ejecución de los proyectos. También recordaba que en la Primera
Asamblea, Bolivia se encargó de la organización de aquel evento en 1995 y ante el
desistimiento de Chile que debía ser la sede de la II Asamblea, Bolivia asumía nuevamente el
reto, y se encargaba nuevamente de aquel evento. El proyecto para la capitalización del Fondo
consistía en la recaudación de más de 100 millones de dólares que serian administrados por el
BID en fideicomiso, con el aporte de varios países y de organismos multilaterales de
cooperación. “Se trata de una renovación parcial, porque se pretende mantener la continuidad
del Consejo Directivo, pero también incorporar sangre nueva para que este proceso vaya en el

151
sentido que todos deseamos” señalaba a Los Tiempos (15 de mayo de 1997). De esta manera
una de las principales urgencias era solucionar el conflicto de los ayllus Laymes y Qaqachacas
inaugurando a partir de esto, un proyecto para con estos pueblos indígenas, patrocinado por el
Banco Mundial:
Banco Mundial apoyará al desarrollo de Qaqachacas.- Se busca la pacificación entre los ayllus de la
zona, para ello se plantea la creación de un puesto militar de control. La subalcaldia indígena hace viable
la ejecución de varios proyectos.
Oruro.- El Banco Mundial a través del programa de apoyo a los pueblos indígenas hará viable la
ejecución de un plan de desarrollo para la subalcaldia de Qaqachaca, al sur de Oruro y fronteriza con el
norte de Potosí, para alcanzar la pacificación de los grupos originarios de la zona. Desde hace muchos
años los ayllus Qaqachaca del sur de Oruro y Laimes del norte de Potosí tienen constantes
enfrentamientos, de los que resultaron algunos muertos, debido a demarcaciones y linderos. El
subalcalde de Qaqachaca, Rosendo Copa, aseguraba que la ayuda del Banco Mundial busca mejorar los
niveles de vida en esta zona que resulta ser la mas pobre del país y donde los índices de miseria son
extremos (Presencia; (Oruro) 14/08/1997).

Aunque el conflicto de los ayllus Laymes y Qaqachacas merece una especial atención que aun
no se le ha dado, nos interesa, por el aporte e intervenciones que recibió de instituciones
financieras mundiales, que pretendían “apoyar” el desarrollo de los ayllus. Estos proyectos
fueron sucesivamente ayudando a estos pueblos con múltiples conflictos, al parecer, no fueron
condicionados como hoy se denuncia, pues, al cabo de algunos años los conflictos entre ayllus
y pueblos disminuyeron considerablemente, por ejemplo; entre Laymes y Qaqachacas. Estos
planes de desarrollo, fueron regionalizados, locales y originaron un salto cualitativo en cuanto
a la organicidad y trabajo en conjunto de las organizaciones andinas, así sugiere la prensa:

El plan para Qaqachacas: el plan de desarrollo servirá para revertir la situación de pobreza en la región y
se llevará adelante con el apoyo del Centro de Estudios para el Desarrollo de los pueblos Andinos
(CEDPLAN), una organización no gubernamental que trabaja en la zona y ya ha gestionado apoyo
internacional para otros proyectos, aseguró el subalcalde indígena.
Por su parte, el representante de CEDPAN Trifón Choque, originario de la zona, explicó que se busca
constituir el municipio indígena para generar mayores recursos y contar con proyectos productivos y
rentables, a fin de tener fuentes de trabajo para los comunarios que soportan desde hace muchos años el
marginamiento de los gobiernos y no tienen ayuda.
Puestos militares: Choque dijo que se espera también el establecimiento de dos puestos militares en
Qaqachaca y Laimes para lograr la pacificación definitiva en la zona del sur de Oruro, y así dejar de lado
los enfrentamientos que existen, por problema de linderos (Presencia; (Oruro) 14/08/1997).

De la misma manera, el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina
y el Caribe, operado por indígenas pero co-administrado por los gobiernos nacionales,
agencias bilaterales y multilaterales, financió la documentación de la reconstrucción de los
ayllus en Bolivia. El Fondo Indígena publicó los resultados en un libro sobre experiencias

152
indígenas de desarrollo, que omitió [y evitó] cualquier mención a la CSUTCB (Carrasco cit en
Andolina, Radcliffe y Laurie 2005: 160).

Otra institución que mantuvo su apoyo inicial para los ayllus en Bolivia, fue la ONG Oxfam
América, que presentaba investigaciones con relación a “las prácticas de los ayllus” de tal
manera que su visión encajaba con los rasgos de la época, abordaba cuestiones sobre el capital
social, y en formas que resuenan con la narrativa de autenticidad de los consejos de los ayllus.
(…) Se buscó, por tanto, invertir en ese “capital social indígena” para aumentar el desarrollo
indígena a través de financiar la titulación de tierras comunales ancestrales (como está
estipulado por la Ley de Reforma Agraria de 1996) y el fortalecimiento de municipalidades
locales para avanzar en la participación en los gobiernos locales y acceder a presupuestos
como Organizaciones Territoriales de Base, como establece la ley de Participación Popular de
1995 (Ibíd.).

Pero la cuestión de financiamiento que a nombre de ayuda subsumía a los proyectos macro-
regionales del CONAMAQ. Esta articulación de los ayllus guiados por CONAMAQ fue
importante para el movimiento, pues sin la ayuda de instituciones bancarias y financieras
externas al país, hubiera sido muy difícil [si hablamos en términos económicos] iniciar un
proyecto de reconstitución territorial, política y socio-económico de estas magnitudes.71
Además recordar que el Estado boliviano nunca fue lo suficientemente capaz para poder
solventar una reestructuración de organizaciones indígenas, y menos aun si hablamos de una
institución milenaria que es y era grandemente contradictoria al proyecto de Estado-Nación de
la Republica.

71
A modo de comparación durante estas fechas, entre marzo y mayo de 1997el EGTK (Ejercito Guerrillero
Tupak Katari), manejado ideológicamente por Los hermanos Garcia Linera, la mexicana Raquel Gutierrez, y el
dirigente Felipe Quispe “El Mallku” principalmente eran liberados después de haberse levantado en armas a
partir del desatinado eje subversivo y guerrillero (Los tiempos 31 de mayo de 1997). Anecdóticamente por estas
fechas, el lider cocalero Evo morales tambien se situaba en los titulares de la prensa nacional por su persistencia
en la lucha contra la no erradicación forzosa de la hoja de coca. Ambos movimientos que podrian estar asociados,
uno a la etno-guerrilla y el otro al etno-sindicato, por ejemplo, nos sirve para hacer una comparación con el
emergente movimiento de ayllus y markas, es decir, los ayllus se encaminaban por el vinculo externo a diferencia
de la etnoguerrilla y el etnosindicato que mas bien se resistian a ceder frente al supuesto colonialismo interno
como lo planteará Rivera. A nuestro juicio radicalmente estos movimientos tenian objetivos radicalmente
opuestos, dentro los movimientos subersivos que se desarrollaron casi paralelamente, y que difieren a nivel
organizacional. Podemos establecer, tambien, una relacion con respecto a estas cuestiones politicas y culturales
de los andinos, que al salir de la comunidad adquieren formas diferentes de asumir su rol historico social dentro
del espacio de la transformación social.

153
Pero cabe destacar que el ayllu trasciende la frontera económica, pues, antes de haber sido
considerada como un proyecto de mediano y largo plazo, “El ayllu sobrevivió a su
despedazamiento” como anunciaría Juan José Toro en un titular de la prensa escrita en el
noveno mes del año 97, en donde expresaba:
En Potosí se piensa curar sus heridas. Desde mucho antes de la llegada de los españoles, los quechuas
tenían una organización social perfectamente definida. El conquistador intentó acabar con su cultura y
no consiguió doblegarla. La Independencia sólo fue un cambio de amo.
Potosí.- La nación quechua está hecha pedazos. Como Tupac Katari fue amarrada a varias bestias que le
arrancaron los miembros y los dispersaron sin misericordia. Pese a ello, ese pueblo sobrevivió no sólo a
la conquista española, sino también al sojuzgamiento del criollo. Ese es el sentimiento que se recoge de
los campesinos de Potosí a propósito de su cultura, de sus raíces, de aquellos pueblos que un día
poblaron esta parte del país como parte del enorme imperio kolla. “Hemos soportado mas de 500 años.
Eso significa que somos mas fuertes que los que nos hicieron esclavos”, dice orgulloso el ejecutivo de la
federación campesina, Feliz Santos. Pero hasta los campesinos no están tan seguros acerca de sus
orígenes debido a los cambios que se produjeron desde hace más de medio milenio. El FAO-Holanda-
CDF trabajó en la investigación de los orígenes de los pueblos originarios de Potosí y, como fruto de esa
labor, en 1993 se publicó el primer mapa preliminar de ayllus y comunidades rurales de este
departamento. Uno de los investigadores que participó en esa labor es Waldo Arismendi, quien señalo
que la misma les permitió identificar cuatro unidades poblacionales perfectamente definidas. En primer
lugar se ubica el “ayllu”, la mas ancestral forma de organización social que logró sobrevivir hasta
nuestros días, pese a que los tiempos modernos afectaron notoriamente sus costumbres. En segundo
lugar están las comunidades originarias que son antiguos ayllus que, finalmente, perdieron su estructura
secular pero mantienen muchas de sus tradiciones y costumbres. En tercer lugar están las comunidades
reconstituidas en base a las haciendas que existieron en este departamento antes de la Reforma Agraria,
y finalmente, las pequeñas propiedades parcelarias que los campesinos adquirieron antes de 1952.
Jatun-Jatun Ayllus.- La investigación sobre los pueblos originarios de Potosí permitió encontrar varios
ayllus que mantienen la estructura escalonada del ayllu máximo que está por encima del ayllu mayor o
parcialidad, el ayllu menor y el ayllu mínimo o cabildo. En virtud a la ubicación geográfica del ayllu,
este también establece una división entre los de arriba (pata) y los de abajo (ura). Arismendi explica que
algunos ayllus eran grandes que abarcaban el actual territorio de dos o más provincias como Yura,
Aransaya, Mankasaya, Lupaza y quillaza. La división de las tierras fértiles en encomiendas, durante la
colonia, y la división política impuesta por nuestros sistemas republicanos, motivo que algunos ayllus
queden fraccionados por los límites ínter departamentales. Tal es el caso del ayllu. Kawana que se
comparte con Oruro y de los Yamparas, que agrupan territorio tanto de Potosí como de Chuquisaca. Sin
embargo, ellos tienden mas hacia Potosí, porque aquí está Jatun ayllu y aquí tienen sus centro
ceremoniales” señala Arismendi.
Mucho camino por andar: La publicación del mapa preliminar de ayllus y comunidades rurales de
Potosí, fue un importante paso hacia la identificación de los pueblos originarios que viven en este
departamento. Sin embargo, aun resta por estudiar a la cultura que posee cada ayllu, determinar si
poseen dialecto propio, conocer su población y realizar tareas que ya fueron completadas a nivel de los
pueblos originarios del oriente boliviano. A diferencia de los que ocurre en el oriente, donde las etnias se
mantienen, pese a su escaso numero, los ayllus potosinos deben resistir fenómenos contrarios como la
migración, motivada por las condiciones de extrema pobreza que afrontan (Presencia: 7/09/1997).

A finales de septiembre del mismo año, los ayllus se reunían en Quila Quila, Entre el viernes y
sábado: Ayllus se reúnen en Quila-Quila señalaba el titular. Entre el 26 y 28 del mes de
septiembre de 1997 se realizó el encuentro de ayllus de Chuquisaca en Quila-Quila, una región
enclavada a 27 Kilometros al oeste de Sucre, situada en la entonces provincia de Oropeza.

154
Dicho evento fue organizado por el gobierno municipal de Sucre, UNICEF, la Asamblea de
Derechos Humanos de Chuquisaca y organismos nacionales e internacionales. Según los
responsables de aquel programa, Quila Quila era la única zona en todo el departamento de
Chuquisaca que mantenía, para entonces, una forma originaria de gobierno a la cabeza de un
Kuraka. “Es una región donde no pudieron establecerse las haciendas por la lucha tenaz que
les dieron los originarios. Fue tierra de bravos combatientes que lucharon junto a los hermanos
Katari”, sostenía la invitación. Además, se remarcaba que en el patio del templo de Quila
Quila estaban, hasta entonces, enterrados los restos de Tomas Katari. `Por la región hay
muchos rasgos pre-históricos, arqueológicos y paleontológicos. Hay una buena carretera de
tierra. Quila Quila esta al centro de los ríos Pilcomayo y Cachimayu` señalaban.

La región, además cuenta, decía la convocatoria, con muchas piezas históricas y por ello se
tenía proyectado instalar un museo natural y cultural de la cultura quila-quila. El viernes 26 de
septiembre del 97 a horas 12:00 se inauguraría el encuentro de ayllus; a las 13:00 los visitantes
recibirían explicaciones de los lugares de arqueología, arte rupestre, paleontología, cementerio
de hombres pre-históricos, arte colonial, etc. Para las 14:00 se programaban las exposiciones
sobre la cerámica pre-hispánica, fósiles de megaterios y gliptodontes, etnografía, arte colonial,
rastros de las batallas por la independencia. Durante el sábado habría música, danza, comidas
y manifestaciones religiosas tradicionales. El domingo 28 de septiembre del 97, a horas
06:30, se realizaba la ceremonia tradicional de saludo al sol naciente y a la Pachamama; para
cerrar el magno evento (Presencia 24/09/1997).

Regresando a los ayllus, al terminar el año histórico de 1997 y a la cabeza del CONAMAQ, en
diciembre se realizó una última reunión nacional, para hacer un balance anual y ratificar su
ingreso a la institucionalidad de los movimientos sociales, con la ratificada misión de negociar
legal y legítimamente la vigencia y continuidad del ayllu con relación al Estado boliviano,
haciendo respetar sus derechos:

En Los Andes: Comunidades se organizan para defender sus derechos.


A consecuencia del “marginamiento” y el incumplimiento a sus derechos, mas de 200 autoridades
originarias del país participaron de una reunión ampliada para conformar una organización de los
pueblos andinos que les represente ante la sociedad civil y el estado. El encuentro que tiene la intención
de organizar a las comunidades de occidente contó con la participación de 60 poblaciones originarias de
Ayllus y Marcas del departamento de La Paz, Oruro y Potosí, donde se trataron temas de vital
importancia sobre la participación de estas regiones en el desarrollo, educación, salud, vivienda,
derechos indígenas.

155
De acuerdo a un informe presentado por el Consejo de Ayllus y Marcas del Qullasuyu, las poblaciones
originarias están marginadas, ya que en el actual sistema judicial y en la misma sociedad no se reconoce
ningún derecho a estos pueblos tradicionales de Los Andes.
Esta reunión ampliada tiene su origen en el “Primer Encuentro de Autoridades originarias de Ayllus y
Marcas del Qullasuyo” que se realizó en el pueblo de Challapata, en la sede de la federación de Ayllus
del sur de Oruro (FASOR), en marzo pasado.
En este encuentro participaron mas de 200 autoridades originarias: Mallkus, Apu Mallkus, Kurakas,
Kasikism Jilacatas, Jilanqus, Alcaldes del Ayllu, y otros, en representación de los pueblos indígenas de
la zona andina del país (El Deber 30/12/1997).
Terminaba el año, y el movimiento andino, menesterosamente conocido hasta entonces,
empezaba a mostrarse de una manera más formal. El CONAMAQ, si bien durante todo el año
de 1997, no fue precisamente una institución con fuerte presencia política, tuvo gran cualidad
en fortalecer simbólica, cultural y filosóficamente al movimiento andino. Es decir, que a partir
de una sistemática recuperación identitaria, empezó a matizar ciertos elementos místicos como
parte del rescate de una espiritualidad, sospechosamente como política distraccionista de los
entes financiadores. Hasta antes de esta vanguardia, por ejemplo, se empezó a challar como
forma de agradecimiento en los emprendimientos, es decir, entro con fuerza la lógica de los
primeros viernes, por ejemplo, de cada mes en las ciudades, en las provincias, y se
fortalecieron las ferias y raimis religiosos, que lógicamente eran abstraídas de las costumbres
predominantemente andinas aymaras que se arrastraban desde los años 80 del siglo XX. Este
resurgimiento del CONAMAQ, por tanto estuvo acompañado de múltiples factores y
elementos de adscripción hacia lo andino, como hacia lo global. Las condiciones estaban
dadas. El nuevo planteamiento resultaba confuso, tanto para los ayllus del CONAMAQ, como
para los organismos financieros, o se trataba de una redención extranjera para con los
indígenas, o una sutil neo-colonización?. Solo sabemos que el trama se desarrollo
paradójicamente.
Probablemente este proceso del resurgir, era esperado por la sociedad andina, desde las
revueltas e insurrecciones de las poblaciones andinas hasta la caída del periodo Colonial y
consolidación de la Republica, tuvo su respuesta en las generaciones de finales del siglo XX
con sus matices. Pues, al parecer, el retorno de una democracia todavía incipiente, las no
respuestas a una crisis crónica y permanente en la estructura organizacional del campo y
particularmente del ayllu andino. Acompañada además, por una vanguardia internacional que
pensaba desde las teorías post-modernas que un nuevo paradigma desde los pueblos indígenas
era posible. Y todas las demás cuestiones asociadas a lo indígena, acompañaron al
redescubrimiento de una realidad adormecida por medio milenio.

156
Aunque resulte paradójico, como señala Kapsoli (1984); para esta época la interpretación
sobre “la dominación colonial y republicana, generaron una idea favorable a los incas. Una
sociedad basada en la explotación y en el exterminio generalizado no podía ser tolerada. Era
necesario destruirla, oponerse a ella a todo trance. Para esto se requería de modelos
alternativos que satisfagan las aspiraciones colectivas. Entonces se recurrió al pasado, se
afirmó la conciencia con una sociedad inca idealizada. De este modo surgieron voces y
hombres que alentaron el programa de reconstitución (del ayllu) y se lanzaron a su
concreción” (1984: 12). Todo ello, con el impulso paradójicamente externo.

1998.-

El miércoles 28 de enero de 1998 el gobierno enviaba una comisión a Challapata para


pacificar los enfrentamientos endémicos de los ayllus Laimes y Qaqachacas, quienes se
enfrentaban cruelmente, y dejaban como saldo varios muertos y heridos. Mostrándonos la
imperfección de la organización andina del Ayllu por aquellos años. Los caminos de entrada a
estos ayllus se encontraban bloqueados y varios comunarios tenían que recorrer otros tantos de
kilómetros para llegar a sus ayllus colindantes a los que estaban en conflicto.
Este enfrentamiento, resurgía nuevamente en un escenario de violencia en donde inicialmente
la prensa escrita registraba un saldo de dos muertos y un herido, situación que impresionó al
gobierno y anunció el envío de una comisión para que se encargue de pacificar y conciliar a
los ayllus en conflicto. Este conflicto centenario, señalaba El Diario de La Paz, sitúa a los
Laimes y Kakachacas como dos pueblos originarios que habitan en el límite fronterizo entre
Oruro y Potosí y se encuentran continuamente enfrentados a raíz de problemas territoriales por
los cuales realizan periódicamente sangrientos enfrentamientos. Estos conflictos de los ayllus,
derivarían, entonces, en un conflicto que se radicalizaba con relación a las poblaciones de
Challapata y particularmente a la provincia Avaroa que vincula a La Paz, Oruro y
Cochabamba. Para entonces se bloqueaba este trayecto, y la gente sufría para poder pasar, y
transportar su producción agrícola. Un corresponsal del periódico señalado informaba que
…campesinos Laimes atacaron ayer a la comunidad de Cusumi del sector Challapata causando
el fallecimiento de dos personas, Lucrecia Charisini (28), Vicente Copatiti (80) e hirieron a

157
Hilarión Copatiti de 24 años, quien se encuentra internado. Mas adelante señalaba explicando
la situación en conflicto:
Debido a esta situación los comunarios Kacachacas solicitan ayuda para evitar seguir siendo victimas de
los ataques de los Laimes. Los pobladores alarmados bloquearon las vías de acceso a Challapata en
espera de autoridades de gobierno y departamentales que puedan hallar solución definitiva al problema
que se tornaba insoportable.
Varios campesinos de Oruro y Potosí arribaron a esta localidad apoyando el bloqueo y el paso cívico que
se cumplió ayer. Los atacantes laimes, mataron a estas dos personas armadas con fusiles mauser el
pasado domingo, degollaron sus cuerpos y allanaron sus viviendas. Robaron ganado, cuatro vacas, 80
corderos y mucho dinero (El diario 28/01/1998).
Dos días después de estos brutales acontecimientos, la policía intentaba identificar a los
comunarios asesinos de los ayllus en Challapata. Así mismo, sobre estos hechos violentos se
movilizaron algunos personeros del gobierno, que conformaron inmediatamente una comisión
para buscar soluciones a estas problemáticas. Se intentó conversar con la gente del lugar para
establecer políticas de resolución de conflictos. El convenio se visibilizo con un arreglo
suscrito por ambas partes, es decir laimes y qaqachakas, a partir de la mediación de las
autoridades prefecturales de Potosí y ayudados por el gobierno, se comprometían a evitar
confrontación y recibir asesoramiento de personas entendidas en tierra-territorio y limites. El
prefecto de entonces, Douglas Davis, enérgicamente señalaba: “cuando se identifique a los
responsables materiales e intelectuales, serán procesados para ser sancionados tal cual
establece la Ley” (El Diario 31/01/1998).

Dejando de lado el conflicto de los ayllus laimes y qaqachakas. Paralelamente, entre febrero y
marzo del 98 se dieron una serie de reformas económicas con relación a la cuestión
campesino-indígena en Bolivia. El sector campesino-indígena a la cabeza de la CSUTCB
denunciaba que el gobierno (de Banzer), deseaba eliminar el Fondo Campesino, ante dicha
situación el secretario general de entonces Mateo Laura denunciaba que tenía conocimiento
sobre el plan desde fines de enero del 98, pero faltaba una versión oficial sobre aquellas
especulaciones. Laura enfatizaba que `el gobierno no puede tomar esa decisión unilateral, sin
antes valorar la significación técnica y económica que representa para los campesinos de todo
el país`, pero mas adelante planteaba que `los hechos de corrupción cometidos durante las
gestiones de Hugo Lozano Simón (MIR) y Franklin Cárdenas (MRTKL), no pueden servir
como pretexto para cerrar las actividades del Fondo de Desarrollo Campesino` (El Diario
22/02/1998).

158
Podemos sospechar que estos recortes que se dieron meses mas tarde están en relación con el
planteamiento estratégico de cooperación internacional que se desarrolló en Bolivia
posteriormente canalizados a través de España, y el Fondo Indígena, que pretendían redirigir
la inversión para el desarrollo, minimizando al campesinado y revitalizando lo indígena.
Intencionalidades a favor del indígena y en contra del sindicalizado, a nuestro juicio, ambos
grupos aparentemente diferentes, eran solo uno. Estas nuevas medidas, trajeron consigo la
visita del entonces presidente de España José María Aznar quien en un pomposo recibimiento
por el gobierno y el presidente del Fondo Indígena Víctor Hugo Cárdenas, planteaban la
inclusión de los pueblos indígenas en la institucionalidad estatal, para garantizar su presencia a
partir de su participación en foros internacionales de América Latina y el Caribe. El presidente
español se dirigía en los siguientes términos:

“Hemos publicado nuestra estrategia de cooperación con los pueblos indígenas que quiere apoyar su
auto desarrollo sostenido en los siguientes ejes centrales: la participación en foros nacionales e
internacionales; su integración en políticas de desarrollo de sus países; y la formulación de sus propias
estrategias al respecto” Concluía su intervención señalando que `los indígenas tienen derecho a un
desarrollo pensado por ellos, que no excluya el cambio social, ni pretenda anclarse en el pasado` (El
Diario 18/03/1998).

Los planteamientos de Aznar que sugería que “los Indígenas tienen derecho a un desarrollo
pensado por ellos” era una gran verdad, pues estos debían ocuparse por solucionar sus propias
problemáticas, hecho que no sucedió hasta el momento. Por otro lado estos planteamientos
están en estrecha relación a la utilización diferenciada entre las categorías de lo campesino y
lo indígena, esta última condición había entrado en un fuerte desuso desde la llamada
revolución de 1952, como vimos (en el Capitulo III). Pero regresaba como categoría seductora
para las nuevas políticas económicas particularmente estatales. Opacando, claro, la
significación de campesino. Todo parecía tener coherencia con el discurso pluricultural de
entonces. Después de más 50 años, lo indígena cobraba otra vez nuevamente fuerza, así como
cobró fuerza a finales del siglo XX72.

72
Podemos deducir que los movimientos indígenas en Bolivia son relativamente ondulatorios y regresan con
fuerza cada 100 años aproximadamente, por ejemplo, Katari a finales del siglo XVIII, su movimiento no alcanzó
ningún objetivo, Zarate Willka a finales del siglo XIX, que se extendieron hasta las reformas liberales, pero que
al asesinarlo, el movimiento indio se diluyó y los movimientos reivindicativos como la CSUTCB con Felipe
Quispe y CONAMAQ a finales del siglo XX y principios del XXI, que continuan con sus movilizaciones y
proyecciones politicas, al parecer estos movimientos preveen llegar mas lejos.

159
Inmediatamente después a este afianzamiento reconstitutivo tanto del discurso, como del
sujeto indígena, en las postrimerías del siglo XX, hubo una fuerte inversión externa y el apoyo
de organismos estatales a estos emergentes movimientos. La finalidad es clara, el Indígena
podía ser sujeto de enajenación para sacar ventajas como elaborar proyectos. Estos pensados
no desde los propios indígenas, sino desde los organismos no gubernamentales (ONGs).
A pesar de los aspectos negativos, por ejemplo una noticia informaba sobre la muerte de otros
tres muertos entre laimes y qaqachacas que reeditaban los violentos enfrentamientos entre
aquellos ayllus. De la tregua y la firma de un convenio inter-institucional entre 30
comunidades de los ayllus de la zona con autoridades del Poder Ejecutivo,
contradictoriamente los conflictos volvieron y habían cobrado nuevamente vidas, los
comunarios de los ayllus denunciaban que el convenio había fracasado por el incumplimiento
de puntos anteriores. El ministerio de gobierno según ANF anunciaba “si no se cumple lo
acordado, las autoridades ejercitaran acciones legales y el uso de la fuerza publica contra los
infractores” (El Diario 21/03/1998).

Pero la violencia de los ayllus andinos no terminaba, las comunidades y ayllus aymaras en
Laja hacían noticia durante estos años. Fernando Valdivia (Corresponsal de El Diario 1998)
informaba que en dicho lugar los chicotes serian nuevamente empleados, recuperando y
aplicando el castigo incásico a la corrupción. Esta costumbre ancestral, según Valdivia, se
aplicaría como castigo al alcalde municipal Emeterio Aliaga, quien por su incapacidad de
poder aclarar algunas acusaciones de corrupción que había cometido en su administración, fue
sometido por los Mallkus y Jilakatas de Laja, quienes ordenaron el castigo. La información
inmediatamente fue investigada por ministerio público, en donde se demostraba que `Aliaga
había cometido algunos hechos irregulares vinculados con la administración de fondos
públicos para la participación popular` (…) Inmediata fue la reacción de los mallkus, que se
originaba, inicialmente, en la negativa de recibir una explicación de cómo se gastaron los
dineros del pueblo, además, porque su oficial mayor y la secretaria del gobierno municipal, se
encargaron de insultar a las autoridades naturales de la comunidad (…) Ante este hecho la
población tomó el problema en sus manos y lo solucionó con carácter inmediato, además que
dejó para sus generaciones y las restantes comunidades indígenas del altiplano, un ejemplo de
castigo severo contra la corrupción (El Diario 5/04/1998).

160
Después de estos hechos que atañen a la “justicia originaria”, y retomando el conflicto de los
ayllus quechuas ubicados entre el norte de Potosí, y el sur de Oruro, es decir, entre laimes y
qaqachacas, que tenia alrededor de 30 años de conflicto, plétora endémica que provocó el
sobresalto del entonces congreso nacional, quienes inmediatamente organizaron una comisión
de parlamentarios para realizar una inspección inmediata en toda la zona y presentaron un
informe para poder describir la situación y poder dar una solución a la ya incontenible
circunstancia de conflicto. Ya en el parlamento señalaban que los últimos sucesos del 21 al 24
de abril rebasaban el vaso y se constituía en una situación ya intolerable, pues por aquellos
días, habían muerto dos personas más y se sumaban tres heridos. Ante tal situación enviaron
para el miércoles 29 de abril del 98 a la Policía y al ejército para garantizar una relativa
seguridad, pues, habían amenazado en poner en ejecución la denominada “Ley del Ayllu” que
podría haber generado mayores problemas en la zona.

Sobre el informe, se señalaban algunos argumentos conservadores que problematizaban la


cuestión; y decían; `se debe entender como en la Republica, con la nueva división del país
(Bolivia) se puso “fin a la existencia de los ayllus”, y como la nueva estructura de la división
política del Estado, a generado una situación para que se presente este problema`, mas allá de
los enfrentamientos, existe un conflicto cultural y territorial` planteaba el informe. La solución
a los enfrentamientos debe pasar por el respeto del criterio natural de las propias comunidades
en conflicto y, a partir de allí, elaborar alternativas de solución, donde las autoridades del
Estado intervengan para dar formalidad a las alternativas de paz que las propias comunidades
elijan. Así mismo, mas adelante señalaba el informe que se debía realizar un programa de
desarrollo en la región, porque había que solucionar problemas como el de la extrema
“pobreza”, razón por la que se explican los robos de ganado, y el aumento de los conflictos
andinos (El Diario 29/04/1998).

Aproximadamente dos meses después, los ayllus recibían del gobierno un lote de
herramientas, semillas, y alimentos como parte del proceso de pacificación del conflicto entre
Laimes y Qaqachacas del norte del departamento de Potosí, básicamente en las provincias de
Bustillos de Potosí, Avaroa, Dalence de Oruro, así lo informaba el Director de Régimen
Interior de la prefectura de entonces, Alberto Thenier. La prensa escrita de La Paz anunciaba
lo que sigue:

161
La decisión fue adoptada tras haber sostenido ayer una reunión, considerada de importante, con su
similar de Oruro, además de los sub prefectos de las provincias en conflicto. El viernes próximo se
realizara una reunión con el Ministro de Gobierno, Guido Nayar. “Estas decisiones se han definido en
coordinación con los propios comunarios de los ayllus y comunidades que durante los últimos meses se
han venido enfrentando, ocasionando varias bajas en ambos departamentos”, aseguró la autoridad.
Thenier reiteró que el factor fundamental que enfrenta a estas comunidades es la extrema pobreza en la
que viven, lo que ocasiona asalto, robo de animales y hasta la destrucción de parcelas que se encuentran
en plena producción. El último enfrentamiento ocurrido en la comunidad de Pata Pata del Ayllu Laimes,
donde se registro la muerte de dos personas, fue por venganza asumida por los Qaqachacas a raíz de la
muerte de tres animales. Los Laimes en un anterior incursión a territorio de los Qaqachacas, habían
victimado a dos ovejas y a una llama, lo que ocasionó la ira de los últimos que ingresaron a Pata Pata
protando armas de fuego dando muerte a una mujer de 62 años y un varón de 55. (…) Para evitar más
enfrentamientos entre estos ayllus el gobierno, a través, de las prefecturas de Oruro y Potosí decidió
ejecutar proyectos de desarrollo integral en ambas regiones a partir de la dotación de alimentos, semillas
y herramientas. Esto permitirá aliviar la situación precaria de los comuniarios de estos ayllus, señalaba
(El Diario 11/06/1998).

El conflicto hacia después de festejado el año nuevo andino (21 de junio), parecía ir por buen
camino, de esta manera, una comisión de autoridades originarias visitaba la región de los
ayllus Laimes y Qaqachacas, antes en conflicto. A pedido de los subprefectos de Challapata y
de Uncía, autoridades de los ayllus en conflicto del sur de Oruro (FASOR) y el norte de Potosí
realizaban una inspección sobre la región habitada por laimes y Qaqachacas. El director del
entonces Centro de Estudios para el Desarrollo de los Pueblos Andinos (CEPAN), Trifon
Choque, señalaba que la visita se cumpliría del jueves al sábado (casi una semana),
sosteniendo reuniones y acuerdos con los comunarios de los ayllus, que desde hace varias
generaciones se enfrentaban hasta extremos inconcebibles, como llegar a matarse. (…) El
representante del CEPAN73 explicaba que esta organización no gubernamental `apoya
fundamentalmente la pacificación entre los ayllus` (…) la cita de Llallagua tiene el propósito
de convertirse en una reunión de paz, en la que participen delegados de las etnias en conflicto,
como son los Laimes, Qaqachacas y Jucumanis (El Diario EFE 17/06/1998).

Estos idearios de pacificación de las autoridades estatales, no gubernamentales como


tradicionales-locales, estuvieron enmarcados en la “Participación Popular” inserta durante el
primer gobierno del MNR (1994-1997). Esta participación según la prensa escrita estaba
dando buenos resultados en aquellas comunidades donde se hacían obras y se controlaba la
administración de los recursos económicos. El gobierno a la cabeza del entonces viceministro

73
CEPAN: Centro de Estudios para el Desarrollo de los Pueblos Andinos.

162
de participación popular José Antonio Barriga planteaba la necesidad de enriquecer y
privilegiar las políticas orientadas a fortalecer el avance de la `participación popular` y hacer
que la ciudadanía mas que todo rural, se apropie de este avance de la “democracia” (El Diario
19/06/1998).

Aunque estas afirmaciones del gobierno eran los idearios de lo que se entendía por
pacificación y democratización del país, en donde, la misión era orientar el funcionamiento del
Comité de Vigilancia en el control social y articular a las organizaciones de base
(comunidades andinas) y el gobierno Municipal. Aunque este parámetro podría estar asociado
al control estatal de las comunidades y ayllus, que según parece todavía eran amenazas que
atentaban contra el régimen civilizador del Estado boliviano dirigido por los gobiernos de
cualidad conservadora (Ibíd.). Después de aquellos espacios de discusión, que no alteraron en
lo absoluto los conflictos de los ayllus nor-potosinos, un titular en El Diario hacia una
rememoración de los hechos, en donde, el conflicto de los Laimes y Qaqachacas había dejado
en la orfandad ha alrededor de 72 niños. Huérfanos que según señalaban debían empezar a
trabajar o migrar a las ciudades a levantar la mano (El Diario; Siglo XX 24/06/1998). Estas
eran las problemáticas que se presentaban en el ayllu de aquel periodo, y que debía ser resulta,
así lo veían los miembros del CONAMAQ, pues el ayllu, debía ser sin lugar a dudas el eje
articulador, y no lo contrario.

Sin lugar a dudas la población de estos ayllus, por la inestabilidad social, y económica, que
desde muchos años antes venían desarrollándose, tuvieron que salir a buscar algo “que
comer”, los niños que junto a sus madres, eran considerados itinerantes por la prensa escrita, la
extrema pobreza de las comunidades andinas, acompañada por un crecimiento demográfico,
mas las secuelas de la reforma agraria, habían desembocado en crisis profundas de pobreza.
Cuestiones letales e insostenibles para el desarrollo y existencia de las sociedades andinas
durante este periodo (El Diario 13/08/1998).

Para otros, como Gabriel E. Carranza Gutiérrez, que hacían evidente su preocupación por esta
extrema pobreza del mundo llamado indígena nor-potosino, esta, entraba en contradicción con
el hipotético valuarte político-indígena que impulsaban algunos cambios desde la
vicepresidencia de Víctor Huo Cárdenas. Dicotomía que a parte de ser confusa fue concebida

163
como germinal. Se planteó entonces que lo indígena y “La mendicidad en la ciudad de La Paz
era un fenómeno sin explicación teórica” (El Diario 23/08/1998), pero que a nuestro juicio, si
tenia una explicación en construcción, y debe entenderse a partir de la misma organización,
distribución y trabajo del sujeto y grupo social dentro del espacio andino. En los andes las
comunidades rurales, después de la caída vertiginosa del Incario, y manifiestos sus alcances en
el Qollasuyo (hoy Bolivia), no lograron articular un movimiento permanente de reajuste
estructural de las instituciones andinas, que fueron sometidas asimétricamente a otras, y mas
aun, en muchos casos subsumidas por las hegemónicas. Si el ayllu se desestructuró, peor aún
las marcas y los suyus, que habían sido pilares fundamentales de cohesión política y
económico-social hace medio milenio atrás. Este proceso que muestra sus secuelas más
radicales durante estos epílogos del siglo XX, en donde lógicamente no fueron entendidas
instituciones como el ayllu para afrontar aquellas problemáticas, que probablemente recién se
esté empezando a entender.
Así la prensa escrita registraba y abordaba regularmente en sus páginas el tema de la extrema
pobreza y la mendicidad de los emigrantes rurales, provenientes en su mayoría de
comunidades o ayllus andinos. Entrando a referenciar la conciencia histórica, que mantenía
latente y pendiente una situación recóndita durante siglos y que todavía no hallado solución.

Retomando la cuestión de los movimientos indígenas y su vinculación con la participación


popular, debemos señalar que si bien ésta fue dirigida por funcionarios del gobierno, estos
fueron rebasados en determinados momentos de su aplicación por los indígenas. Así por
ejemplo lo describe un titular de El Diario, que registra en octubre del 98 que los “pueblos
indígenas revisan un proyecto y reivindican su participación en los municipios”. En un
artículo, la periodista Tania Quispe Zeballos relataba que los pueblos originarios sugieren al
Senado la creación de municipios indígenas. “Queremos estar legítimamente representados,
tenemos derecho a que un indígena sea concejal o alcalde” afirmaban e insistían en incluir sus
requerimientos en la Ley Orgánica de Municipalidades. Mas adelante señala la nota (…)
surgió la voz de los pueblos originarios que en los últimos años exigen del gobierno igualdad
de derechos y quizá constituirse en los propios protagonistas de su realidad y fue de tal manera
que la comisión de Participación Popular del Senado se vio sorprendido, esta semana ante el
llamado de atención de una nutrida delegación de indígenas del oriente que reclaman la

164
inclusión de sus derechos de ciudadanos en esa nación plurilingüe y multiétnica (El Diario 11
/10/ 1998).

Pero así como surgían nuevas voces de los mismos actores, también surgían pactos financieros
e institucionales a nivel continental. Así por ejemplo Bolivia se incorporaba y aportaba al
Fondo Indígena. Nina Tamayo quien aquel entonces fuera parte de la dirección de
coordinación de cumbres de la cancillería señalaba que el aporte de Bolivia seria fundamental
para poder luchar contra la pobreza, ya que los dividendos de ese aporte servirían para
financiar proyectos de preinversión para los indígenas bolivianos. Así mismo argüía que los
mandatarios de entonces decidían contribuir al fondo común, hasta llegar al monto previsto de
cien millones de dólares (El Diario 18 /10/ 1998).

Para el 23 de octubre del 1998, los Pueblos denominados indígenas y originarios contaban con
un Consejo Consultivo. Inaugurado por el presidente de entonces Hugo Banzer Suárez, quien
posesionaba a los miembros del primer consejo consultivo de pueblos indígenas y originarios,
integrado también por ministros de estado, dirigentes sindicales y representantes de los
mismos pueblos indígenas. En donde Banzer reafirmaba la necesidad de que el gobierno debía
“reconocer la realidad diversa y tomar conciencia de que hay que preservar estilos de vida que
son característicos y que constituyen la esencia de hombres y pueblos”. Este consejo
consultivo bajo el manto de lo indígena, estaba presidido a nivel nacional por el Ministro de
Desarrollo Sostenible y la participación de organizaciones indígenas y originarias de
proyección nacional, así como viceministros involucrados con el sector. Los consejos
departamentales y regionales estarían coordinados por las prefecturas y participación también
de los mismos las organizaciones indígenas acordando políticas y acciones para las regiones y
micro-regiones del país que involucran principalmente a distritos municipales indígenas y
tierras comunitarias de origen (Ibíd.).

Pasmosa e irónicamente después de las pomposas acomodaciones del consejo consultivo para
los indígenas, los ayllus Laimes y Qaqachacas nuevamente entraban en conflicto. Esta vez los
Laimes incursionaban en el territorio de los Qaqachacas ocasionando la muerte de un
comunario y varios heridos. “Pese a la firma de varios convenios de pacificación en las
jurisdicciones territoriales de los Laimes y los Qaqachacas, los enfrentamientos continúan y

165
las situación se torna muy delicada, debido a estas recientes incursiones. Lo mas grave, es que
los Laimes hacen uso de armas de fuego, lo que constituye un serio peligro para los
comunarios Qaqachacas, planteaban después de concluida una reunión de sus representantes
(El Diario 24 /11/ 1998). Con estas cuestiones se terminaba el año 98, irónicamente también
este año había entrado a la dirigencia de la CSUTCB don Felipe Quiste Huanca, llamado el
Mallku, y casualmente era presidente el ya retirado general Hugo Banzer. Al igual que 1979,
el Banzerismo y el katarismo-indianismo con el Mallku se reencontraban, esta vez, para saldar
sus diferencias que tenían sus orígenes, hacia casi dos décadas atrás.

1999.-

Para los primeros días de enero, los indígenas anunciaban medidas de presión en defensa de la
tierra. Particularmente el movimiento indígena de tierras bajas, anunciaba que para las
primeras semanas del año 99 protagonizarían una inaugural marcha de presión contra el
gobierno en demanda de saneamiento territorial. (…) además el dirigente del sector explicaba
que existía una falta de voluntad por parte de las autoridades de gobierno por solucionar el
problema territorial de los pueblos indígenas, ante la ausencia de un plan o proyecto nacional
de parte del gobierno. Finalizaba puntualizando en la incapacidad de los funcionarios públicos
que rodeaban al presidente de entonces, y esto atenta contra los intereses de los pueblos
indígenas (El Diario 5 /01/ 1999).

En las comunidades y ayllus de Potosí, también existía un acontecimiento de suma


importancia. Serían posesionados más de 500 nuevas autoridades rurales. Así informaba un
periódico local al que hace referencia El Diario; En la fiesta de los reyes a partir de las 10 de la
mañana en la histórica plaza de armas, 10 de noviembre, se procedió con la posesión de
nuevas autoridades campesinas de las provincias Linares, Cornelio Saavedra, Nor Chichas,
Guijarro y Frías. Así fue emitida la invitación que hizo conocer el gobierno de la prefectura
del departamento Hernán Cayo. La autoridad señaló, que se presentarán a este acto tradicional
de cambio de autoridades como, corregidores, curacas, agentes comunales y jilakatas en un
número de 550 personas, los mismos serán posesionados por el prefecto de departamento
Ingeniero Daniel Oropeza, para lo cual ya se encontraban en dicha ciudad diferentes
autoridades campesinas para reconocer su posesión.

166
(…) “Así mismo, luego del medio día, en la localidad de Santu Arca a escasos kilómetros de la capital
también se procederá con la posesión de las autoridades tradicionales políticas (…) mostrarán sus
costumbres que aún permanecen vivas, como la entrega de mando de las exautoridades, la utilización de
vestimenta nueva y la ch`alla a las nuevas autoridades, deseándoles muchos éxitos en su trabajo” (El
Diario 6 /01/ 1999).

En el oriente del país, los indígenas que habían amenazado con marchas los primeros días del
mes, materializaban su primera movilización el 18 de enero del año 99. Esta marcha
amenazaba con reeditar la “Marcha por la vida, dignidad, tierra y territorio” (1990)
vanguardizada nuevamente por la CIDOB. El motivo que traía este conflicto era el retraso en
la titilación de sus tierras (El Diario 19 /01/ 1999).
Después de una relativa normalidad en febrero; marzo tuvo una chispa conflictiva con el
problema de la ley de aguas, que por entonces se encontraba a punto de aprobar en el
parlamento. Estos cuatro grupos (CIDOB, CSUTCB, Colonizadores y Bartolinas), ausente
CONAMAQ, reclamaban que no habían sido escuchados, y como indígenas eran los directos
interesados (El diario 14 de marzo de 1999). “Movilizaremos nuestras fuerzas para oponernos
a este intento de privatizar el recurso vital para la propia vida, para nosotros el agua nunca ha
sido objeto de compra y venta”, así recogía en una entrevista la Agencia de Noticias Fides del
secretario de la Confederación de Pueblos indígenas de Bolivia (CIDOB) Bienvenido Sacu.

Para el 20 de mayo otro titular precisaba que “CSUTCB, CIDOB y algunos ayllus unirían
fuerzas contra la ley que convierte al agua en mercancía”, argumentaban los dos movimientos
que la “Ley de Aguas” debía ser impugnada con un proyecto sustitutivo por considerar que
“vender agua en el Ande es como vender la sangre de la Pachamama” (El Diario 20 /03/
1999).

Alrededor de un mes mas tarde, en La Paz, parlamentarios indígenas del continente se reunían
entre el 12 y el 15, para llevar a cabo políticas conjuntas con la finalidad de conseguir atención
a sus necesidades y demandas más apremiantes.
“Queremos hacer respetar nuestros derechos en toda Latinoamérica”. (…) El diputado
indígena Miguel Magne asumía una posición sobre el coyuntural conflicto del agua en Bolivia,
quien decía; “quisiéramos que agua no se venda, porque agua es para beber pero esta a punto
de venderse” (El diario 13 /04/ 1999).

167
Un día después de que aquel encuentro de parlamentarios indígenas que se llevó a cabo en La
Paz, salía una denuncia de los ayllus del norte de Potosí, con relación a la empresa “Vista
Gold” por una supuesta estafa. En donde Juez y fiscal se parcializaban con la empresa. Así:

El consejo de ayllus de la Provincia Bustillos del Norte de Potosí, denunciaron un negociado y una
estafa de parte de la empresa Vista Gold, en la región, donde en diciembre de 1996 fueron masacrados
campesinos por parte de fuerzas de la Policía y del Ejército, que fueron pagados por los propietarios de
la misma. Según la denuncia hecha publica, la empresa se comprometió a pagar anualmente la suma de
460 mil dólares americanos, en un Convenio de Pacificación firmado entre el consejo de ayllus y la
empresa “Vista Gold”. La denuncia agrega que a mas de dos años de la firma de ese convenio “que tapo
la boca de todos hasta el día de hoy”, la empresa incumplió el documento porque no ha desembolsado ni
el uno por ciento de lo acordado, y por el contrario, se ha apropiado de 150 hectáreas. Incluso se ha
acallado a la Comunidad Internacional como es la OEA.
Por otra parte los comunarios denunciaron que la misma empresa sobornó con la suma de 47 mil dólares
a Raúl Cabrera, para que estafe al Consejo de Ayllus, aprovechándose de la ignorancia de los lugareños,
destruyendo el movimiento en defensa de los genuinos intereses de los indígenas quechuas y aymaras.
La denuncia agrega que se siguió un juicio contra el estafador, quien, luego de ser arrestado, fue liberado
por el Juez 12vo de Instrucción en lo Penal, Walter Zamorano. Incluso no asistió a una audiencia, lo que
tenia que haber significado la suspensión del beneficio de libertad provisional. Seguidamente la nota
agrega que el fiscal, Franklin Aguilar y el Juez antes nombrado, han pasado por alto dos apelaciones,
mandamientos de aprehensión al cómplice y a los imputados y otros aspectos que son reprochables (El
Diario 15 /04/ 1999).

Después de estos acontecimientos de abuso por parte de las empresas extranjeras con relación
a los ayllus, comunes por entonces, en el mismo Potosí, surgían nuevos enfrentamientos entre
Laimes y Qaqachacas dejaban dos muertos. Una noticia que hacia el seguimiento señalaba que
el pasado 22 de marzo los Qaqa-chacas incursionaron nuevamente en territorio de los Ayllus
Laimes y victimaron, con armas de fuego, a dos comunarios del ayllu Sora-sora. El segundo
mayor de los Laimes, Eugenio Condori, quien hizo la denuncia, explicó que argumentando
problemas de linderos los Qaqachacas, que pertenecen a la provincia Avaroa del departamento
de Oruro, realizan permanentes ataques, no solo a los ayllus de los Laimes, sino también del
ayllu Jucumani, ubicados en el Norte potosino (El diario 15 /04/ 1999). Mostrándonos una
latente conflictividad en los ayllus nor-potosinos.

Sin lugar a dudas, los conflictos de estos ayllus eran básicamente por la sobre vivencia, la
pobreza de las familias, acompañada de una distribución de la tierra desigual, a la que se le
agregaba de improductiva a excepción de épocas específicas, y la surco-fundización
agudizaban la pobreza de las mismas. Estas características, lógicamente llamaban al delito
como ultimo recurso para poder tener algo que comer. Los fondos indígenas, los parlamentos

168
y otras instituciones se reducían a ver el problema de palco o desde el escritorio, pues no
llegaron jamás políticas de gobierno a estos lugares.

Mientras tanto en La Paz, los indígenas aymaras, más la cabeza ejecutiva de la CSUTCB,
proclamaban discursivamente “el resurgimiento del Kollasuyo”, así lo informaba una noticia
de la prensa escrita que decía que “Felipe Quispe Huanca “El Mallku” proclamaba ante una
masiva manifestación de campesinos de La Paz, el resurgimiento del Kollasuyo, como nación
originaria de la región andina del continente”. Aquel documento señalaba lo que sigue:
La proclama se hizo evidente con la presentación de un Inca y cuatro ñustas que desfilaron, a paso
pausado, las principales calles de la ciudad, a la cabeza de una columna de por lo menos diez mil
campesinos y sus autoridades naturales. El inicio de una época, a través del resurgimiento del incario,
fue considerado por el mallku, como una nación independiente conformada por aymaras y quechuas, que
cuenta con su propio territorio, historia, cultura, religión y costumbres.
El mallku dijo a los periodistas que nació el nuevo Inca, que será quien llevará la dirección de los
habitantes de origen aymará y quechua, en el resurgimiento del incario abolido luego de la conquista
española. (…)
Los pueblos originarios retornaron al incario para cambiar las pésimas condiciones sociales en que se
debaten, las cuales, dijo, continúan probando al sector de sus derechos a la educación, a la salud, además
de mantener la discriminación hacia estos en su propio territorio. (…) El Sol ha brillado nuevamente
para nosotros, es un nuevo amanecer, ha nacido el nuevo Rey Inca. De hoy en adelante estamos entrando
en una nueva época, con un nuevo pensamiento, es un nuevo “pachacuti” (El Diario 1 /05/ 1999).

Este sincretismo de la historia, fusionada con la creencia de un mesianismo inca, se apoderó


de los años que siguieron al siglo XXI, el mito, mezclado con realidad, daban lugar a una
nueva forma de protesta de los movimientos sociales. Pero habrá que recordar que más que la
idealización del pasado, estaba la construcción de un futuro, no de un futuro mítico, sino uno,
que sea alcanzado por el propio esfuerzo indígena. Que pueda surgir una propuesta viable
frente a tanto conflicto y problema en la política y economía particularmente.

Eventualmente la “Participación Popular” paradójicamente planteada por un gobierno neo-


liberal, fue la herramienta jurídica que permitió a los pueblos indígenas no estar al margen del
estado. En este escenario, los pueblos indígenas según parece describir El Diario, a finales del
98 y principios del 99, se puso en marcha el Proyecto de Apoyo a los Pueblos Indígenas del
Chaco (API-CHACO), con la finalidad de fortalecer la participación de los grupos y
comunidades indígenas en las decisiones de los gobiernos municipales (El Diario 15/05/1999),
pero cabe aquí hacer una observación, los pueblos indígenas que aparentemente estaban
incorporados en la institucionalidad estatal, sus propias formas de organización, como el ayllu,
fueron descuidadas, y en muchos casos forzadamente abandonadas. Lo indígena fue

169
desplazado, aparentemente su nivel de participación aumentó, desde ópticas gubernamentales,
pero desde lógicas endógenas disminuyó y perdió identidad y vitalidad creadora.

En este sentido transitaron las políticas gubernamentales, que practicaban el neoliberalismo


con el matiz pro-indígena, es decir, Participación popular, ley INRA a favor del indígena-
campesino, pero dicotomicamente los indígenas-campesinos denunciaban el lánguido despojo
de sus tierras. Por ejemplo terratenientes paulatinamente se iban apoderando de propiedades
en La Barranca y Poroma en Chuquisaca (El Diario 9/06/1999).

German Yucra, un líder rural, denunciaba en plena plaza principal de Sucre el paulatino
desplazamiento de los terratenientes hacia los indígenas. Ante delegados del sector en la plaza
principal de Sucre, señalaba que los terratenientes (campesinos más fuertes, ex y actuales
patrones) están queriendo despojar a sus compañeros haciéndolos perseguir con la Policía.
“Con estos hechos nos van a obligar a que nos defendamos con nuestras fuerzas porque las
autoridades, tal parece que no conocen la Constitución Política del Estado” que en su articulo
171 señala que debe respetarse los derechos, usos y costumbres del ciudadano, señalaba
(Ibíd.).
Todas estas quejas provenían del saneamiento de tierras que el INRA desarrollaba ya por esos
años, y donde algunos ex-terratenientes pretendían recuperar las mismas. Ante esta situación
los indígenas y campesinos amenazaban con defender con su sangre o con lo que sea… (…)
hay que armarse, no nos queda de otro camino, decían (Ibíd.).

En concomitancia, días después, El Diario hacia evidente esta situación, pues los “Campesinos
[se encontraban] preocupados por saneamiento de tierras”:
Los campesinos del país temen ser despojados de sus tierras ante las posibles irregularidades que pueden
presentarse en el proceso de saneamiento territorial que lleva adelante el Instituto Nacional de Reforma
Agraria (INRA), en el área rural de la nación.
(…) el miembro de la comisión agraria nacional (CAN), Félix Santos, manifestó que el proceso de
saneamiento de tierras preocupa al sector debido a que algunos políticos y personas con poder
económico podrían aprovechar esta situación para despojar de sus tierras a los agricultores. (…) Santos
expresó su preocupación por el hecho de que el dignatario de Estado no convocó a la próxima reunión de
la CAN que debía llevarse a cabo la semana pasada, lo cual, dijo, pone en riesgo la seguridad de los
propietarios de terrenos por el retraso en la depuración de los registros de propiedad (El Diario 11 /06/
1999).

Por otro lado, y en una especie de ayni político, los campesinos afiliados a sus sindicatos
planteaban atención a los pueblos originarios. La CSUTCB invitaba a un simposio libertario

170
sobre “la violencia y tortura”, al mismo tiempo que soluciones practicas se podían dar a la
discriminación y la violencia que se origina en el Estado Boliviano y sus leyes.

El secretario de relaciones internacionales de la CSUTCB de entonces, Genaro Flores


explicaba que buscarían que se apruebe un documento que sea un compromiso, para que en el
sector mas discriminado como es el campesino, se eliminen las injusticias, producto de la
violación de las propias leyes como la ley INRA, la Ley de la biodiversidad y la Ley de aguas.

El dirigente señalaba que los temas de análisis de la impunidad en la construcción


democrática, será de orden prioritario. (…) Flores enfatizó en el trabajo que realizaran los
delegados bolivianos en el simposio internacional, denunciando la violencia del Estado, que
afecta a los derechos individuales y colectivos de los pueblos originarios (El Diario
15/06/1999).

Estas problemáticas latentes se mantuvieron durante varios meses, en donde los ayllus no
apoyaron la privatización del agua. Siendo esta problemática puesta en la escena el año 2000
con el mayor conflicto que se desarrollo en Cochabamba. Pero cabe destacar que los ayllus a
la cabeza del CONAMAQ apoyaban las movilizaciones en dicho conflicto.

Pero meses antes, por septiembre de 1999 las publicaciones escritas registraban una aparente
pacificación en los conflictos entre Qacachacas y Jucumanis, que comenzaban con un proceso
de paz en base a un acuerdo. Estos conflictos de los ayllus terminaban con una “tradición de
sangre” el tinku (encuentro), en donde, la separación de nuevas tierras de las comunidades
tradicionalmente en conflictos fue la solución conseguida por los propios originarios. En estos
últimos años muchas vidas se perdieron de ambos lados por su rivalidad ancestral.

La solución consiste en la distribución de nuevas tierras para los ayllus Qaqachacas en el oriente
boliviano, mientras que los Jucumanis por el momento se quedaban en sus tierras de origen.
Aproximadamente un 80% de la comunidad Qaqachaca, vale decir unas 320 familias de los Qaqachacas,
habitaran ahora la zona del Causal, de la provincia Ichilo de Santa Cruz. El representante de los
Qaqachacas agregó que “los ánimos bajan por cuanto las peleas y conflictos siempre fueron por
pequeños terrenos, pero si allá tenemos tierras no habrá mucho problema, ya estamos librados de esa
situación”. (…) Ambos grupos originarios aguardan para los próximos días, el anuncio publico del
acuerdo de paz conseguido, “Seguramente, uno de estos días vamos a programar presentarnos entre
ambas partes los hermanos Laimes y Qaqachacas y Jucumanis para que, definitivamente, puedan entrar a
la historia de la paz, apuntó el dirigente campesino de Potosí” Eduardo Revollo (El Diario 16 /09/ 1999).

171
Estos acuerdos no se hubiesen dado sin la intervención de la embrionaria CONAMAQ y
CSUTCB, quienes apoyaron en el tratamiento de pacificación de los ayllus.

Por otro lado, ya en octubre del 99, y a 7 años de haberse celebrado los 500 años de llegada
española a Guanahani, “Los campesinos, portando sus wiphalas multicolores, reivindicaban
sus culturas originarias y rechazaban una vez mas la colonización española”:

Una nota de prensa registraba que -Centenares de campesinos de todo el país se movilizarián
en sendas marchas de protesta el próximo 12 de octubre, día de la raza. La fecha significativa
para los trabajadores del agro y las naciones originarias pretende reivindicar a las culturas
aymara, quechua, uru y guaraní entre otras, en repudio a la conquista. (…) tendrán otros
complementos como ser el rechazo al sistema político-partidario que durante décadas se
niegan a atender las demandas permanentes de los ayllus. (…) La movilización de los
trabajadores, rechazará también el proyecto de la Ley de Aguas que a criterio de los
campesinos “dañara completamente” a todo el país (El Diario 6 /10/ 1999). Cabe aclarar que
por estos años, las categorías de campesinos e indígenas eran manejados como sinónimos por
la prensa.

Llegado el 12 de octubre más de 20 mil campesinos marchaban en La Paz. Las movilizaciones


se realizaban en todo el país, porque señalaban los indígenas que “la conquista española solo
trajo miseria y postergación a los pueblos” y reivindicaban una vez más a sus naciones
originarias.
“Para nosotros que formamos parte de las naciones originarias, es un día de desgracia, un día de luto,
hambre y miseria”, subrayó Felipe Quispe Huanta. (…) “El indígena es el que rebaja en las minas,
fabricas, es el albañil, la empleada domestica y somos los que barremos las calles y quienes hacemos
caminos para que el opresor lo utilice” reprochaba Quispe (El Diario 12 de octubre de 1999).

La radicalidad del “Mallku” repasaban los diarios, aquellos días en donde Tupak Katari
atemorizaba y sometía con un cerco a los Chuquiagueños, pues, la marcha que aglutino a
miles de aimaras de diferentes provincias, que arribaban a la plaza de San Francisco,
repudiaban la escasa atención del gobierno boliviano. Vestidos con ponchos, y portando sus
chicotes, los jilakatas ingresaron a la urbe, y sendos de discursos vaticinarían la llegada de un
nuevo tiempo (pacha-cuti) de resistencia frontal al sistema político del neoliberalismo. (…) El
Mallku declaraba que estaban cansados del abandono y la extrema pobreza en la que se

172
debaten. “Vamos a comenzar la guerra que ha lanzado el mallku Tupac Amaru, Tupac Katari y
Zarate Willka, se va dar algún día, ustedes se recordarán porque ya no se puede aguantar mas,
esa correa esta cada vez mas apretada entonces tiene que romperse” “la marcha es contra ellos,
contra los dueños del poder político, económico y social”, aseveraba el dirigente (El Diario 13
/10/ 1999).
Estas movilizaciones a ojos de la prensa nacional, dignificaban y recordaban que los pueblos
andinos debían ser los actores fundamentales en cuanto a su participación Estatal. Las
movilizaciones surgidas eran parecidas a las desarrolladas por la naciente CSUTCB en 1979,
cuando se terminaba con la dictadura del entonces gobierno militar de Banzer, y que
paradójicamente tenía su correlato 20 años después con el Mallku a la cabeza de la CSUTCB,
que coincidentemente se movilizaba en el gobierno del Banzer demócrata.
Regresando a los conflictos entre los ayllus Laimes y Qaqachacas, y que aparentemente habían
sido conciliados un mes antes (Septiembre), nuevamente recurrían a la violencia para
sobrevivir. Así lo manifestaba el Diario:
Laimes y Qaqachacas se enfrentan por tenencia de tierras y robo de ganado. Daniel Oropeza, prefecto de
Potosí informaba que nuevamente volvían los enfrentamientos entre estos ayllus. El motivo
probablemente nuevamente era por subsistir, pues “ambos ayllus habitan zonas desérticas, sin mucho
agua, con producción agrícola baja”. Además que los jóvenes de estos ayllus que después de prestar el
servicio militar regresaba generalmente con un arma, estos la utilizaban en contra de los ayllus vecinos
para obtener alimentos. Así mismo el prefecto anunciaba que los enfrentamientos son producto de que
estos ayllus tienen poca comunicación entre ellos (El Diario 20 /10/ 1999).

Por otro lado en Cochabamba los periódicos informaban que “Los indígenas afirmaban que
fiscalizarían los recursos que invierten en sus comunidades:
El Consejo Consultivo Departamental de Pueblos Indígenas y Originarios, cuyos miembros
eran posesionados un 19 de noviembre, tendría como uno de sus objetivos principales
fiscalizar los recursos económicos externos que son invertidos por la Organizaciones no
Gubernamentales (ONG) a favor de estos sectores, anunciaba el jefe de la Unidad del
Programa de Apoyo a los Indígenas, David Pérez.
La autoridad, señalaba que los miembros de esa entidad fiscalizadora, cuyas atribuciones
estaban normadas por el Decreto Supremo 25203, a través de comisiones de trabajo,
verificarían en el terreno si las ONG están invirtiendo los dineros que reciben del exterior a
nombre de ellos (los pueblos indígenas), en los proyectos que indiquen sus programas de
trabajo. “De comprobarse que los dineros fueron mal utilizados y, peor aun, de no existir las

173
obras que ellos (las ONG) señalen, pedirán a través del Consejo Nacional de Pueblos
Indígenas y Originarios, a los financiadores que se suspenda la ayuda económica” advertían.
El consejo consultivo que estaría conformado por los representantes de los indígenas y
pueblos originarios, organizaciones de campesinos, Federación Departamental de Maestros
Rurales, Federación Departamental de Mujeres Campesinas, además de entidades del
gobierno, encabezadas por el Viceministerio del Sector, y era dirigido por el prefecto del
Departamento de Cochabamba. Hugo Galindo.
Así, también Pérez, señalaba, por entonces, que otra de las atribuciones importantes que tendrá
la citada institución serán las de proyectar y proponer disposiciones leales; establecer
estrategias para la construcción de una sociedad intercultural y bilingüe, y promover acciones
y estrategias encaminadas a la protección y conservación del patrimonio, histórico, cultural y
natural de los Pueblos Indígenas y Originarios de Cochabamba. Que tendría la misión de
buscar nuevos recursos económicos externos que permitan solucionar los problemas de los
Indígenas y de esa manera mejorar sus condiciones de vida”, afirmaba además que el objetivo
del gobierno con la vigencia del consejo consultivo de los indígenas y pueblos originarios, es
también fiscalizar los dineros que gasta el Estado en beneficio de ellos, y de existir
irregularidades, podrán solicitar a través de un informe la destitución de los funcionarios (22
/10/ 1999).

Por otro lado en Potosí, regresaban los conflictos ya evidentes entre el Consejo de ayllus del
norte de Potosí, con la empresa vista gold, compañía que hacia tiempo atrás fue denunciada
por estafa. Alrededor de 250 familias de los ayllus llegaban a La Paz para reclamar al gobierno
el cumplimiento del contrato de la empresa. El Diario registraba estos sucesos:

El Consejo de Ayllus de la Provincia del Norte de Potosí denunciaba que la empresa aurífera Vista Gold,
estafó a más de cinco mil familias del lugar, al no hacer efectivo el pago de más de un millón de dólares
por daños y perjuicios al medio ambiente, que fue firmado en un convenio. La apoderada del Consejo de
Ayllus de la provincia Bustillos, Ivette Mejía y dirigentes anunciaba que esta queja se planteará ante
organismos nacionales e internacionales y exigir el cumplimiento de las obligaciones de la empresa
aurífera. (…) Así mismo denunciaba que la empresa Vista Gold, ex DA-CAPO sobornaba y compraba a
dirigentes del Consejo de Ayllus, como el caso de Raúl Cabrera Tovar, quien recibió 47 mil dólares,
además de incentivar a la conformación de varias directivas de Ayllus (El Diario 24 /12/ 1999).

Con denuncias a empresas que habían entrado con la capitalización impulsada por los
gobiernos de entonces y ya eran cuestionados por su accionar extractivista. Así se terminaba el

174
año 1999, que se caracterizó por albergar conflictos internos entre los ayllus Laymes y
Qaqachacas, además de vincular al CONAMAQ con otras organizaciones sociales como
CIDOB, además de surgir la figura de Felipe Quispe Huanca “El Mallku”.

Este amanecer silencioso de lo andino y del ayllu en los resquicios del siglo XX, no podrá ser
explicado y proyectado en toda su dimensión, sino, hasta bien entrada la primera década del
siglo XXI, como veremos en lo que sigue.

2.2 La silenciosa reconstitución de los ayllus rebeldes del Qullasuyu (2000-2005).-

El periodo comprendido entre 2000 y 2005 constituye una rearticulación de


las fuerzas populares en dos sentidos. En primer lugar, con el aplastamiento
de los mineros en 1985 se cerró una fase de la lucha de la izquierda por el
socialismo, cuyo origen se remontaba a la era revolucionaria de los años de
1950. En aquel momento, la izquierda en general no reconocía la opresión
racial como componente significativo de la condición poscolonial boliviana.
[…]Mediante el nuevo ciclo de protesta que se inició con la Guerra del Agua
en Cochabamba, las fuerzas populares se rearticularon, esta vez con un nuevo
reconocimiento de la opresión racial y un papel mucho más importante de los
Campesinos indios en su seno.
Webber

Boliviaru t`ukjañani74.-

Hace algunos siglos atrás, Alejo Calatayud75, un rebelde a ojos de la administración Colonial
en Cochabamba, irrumpía con una insurgente y violenta rebelión contra la colonia. Medio
siglo después, Tupac Katari cercaba La Paz después de un fuerte levantamiento en el entonces
Alto Perú. Casi un siglo después Zarate el temible “Willka” participaba en un conflicto militar
apoyando a las tropas federales que llevaron la sede de gobierno de Chuquisasa a La Paz, y
que sería el aporte, aunque indirecto, a las generaciones aymaras precedentes, que disfrutarían
de la cercanía del núcleo del poder Estatal. Probablemente desde aquel episodio en la historia
de la Bolivia profunda, los caudillos andinos se hayan multiplicado hasta principios del siglo
XXI, época en que, Felipe Quispe Huanca “El Mallku” haya sido su mayor exponente. Pero
74
Traducida al castellano significa eliminaremos y/o destruiremos Bolivia; diremos en palabras de la traducción
de El Diario “Destruyamos Bolivia”. Frase acuñada por Felipe Quispe Huanca “El Mallku” quien fuera fundador
del movimiento indio Tupak Amaru (1987); ex-guerrillero del Ejercito Guerrillero Tupak Katari EGTK (1988-
1992); presidiario (1992-1997) y dirigente maximo de la CSUTCB entre 1998 y 2002 y candidato presidencial
por el MIP en 2002.
75
Alejo Calatayud fue un mestizo cochabambino que se levanto contra el regimen colonial hacia el año de 1730.

175
estas irrupciones, en muchos casos violentas, no consiguieron sino su silenciamiento. Al
parecer, la violencia no fue y no es la mejor manera de tomar el poder político y económico de
las republicas criollas, y se vieron a finales del siglo XX, sutiles, silenciosas y encubiertas
formas de alcanzar el poder político del Estado boliviano con el objetivo todavía no claro de
¿mantenerlo o destruirlo?. Probablemente con lo que sigue podamos abrir el debate, y
esperamos que la descripción que haremos, sea parte de este análisis que es influido por un
nuevo armazón y estrategia política, particularmente de un movimiento social con sus
particularidades andinas como es el caso del CONAMAQ que en teoría deja de lado a los
caudillos.

El CONAMAQ empezó con importantes proyecciones en el siglo XXI, entre el 2000-2001


volvía a asumir la dirección del CONAMAQ, el jiliri Faustino Cegarra como su máxima
autoridad, iniciando así un segundo periodo. Durante su gestión se sumaron los pueblos
andinos de los Ayllus de Cochabamba, principalmente los existentes en las alturas de Arque y
Tapacarí, así mismo se agregaron los ayllus de Jach’a Pakajaqi de La Paz, los ayllus Urus y
Soras de Oruro. Estas transformaciones se desarrollaron en el tercer Jacha Tantachawi
realizadas en Sucre. Desde esos años, los originarios decidieron convocar al Mara Tantachawi
(reunión anual) en Sucre como una forma de controlar y valorar el trabajo de los
representantes del CONAMAQ para proyectarse en el nuevo milenio.

Por otro lado entre el 2002 y 2003 el CONAMAQ estuvo a la cabeza de Faustino Cegarra,
principal representante, junto a la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB),
protagonizaron una marcha por la Asamblea Constituyente, en el gobierno del entonces Jorge
“tuto” Quiroga quien se beneficio de la presidencia, después que Hugo Banzer Suárez fallezca.
La movilización duró aproximadamente 30 días, se desarrollo en medio de una represión
policial, una de las pocas en la gestión corta de Jorge Quiroga. Ante la inexistencia de una
solución en el conflicto, se inicio también una caminata desde Chuquisaca hasta la ciudad de
La Paz, para demandar la modificación de la Constitución Política del Estado a favor de los
pueblos indígenas. Los andinos del CONAMAQ lograron ser escuchados por el gobierno, y
firmaron un pre-acuerdo para convocar a la Asamblea Constituyente, cuestión que fue
incumplida por el gobierno de turno. Asuntos que se postergarían hasta después de la llegada
de Evo Morales al poder en 2006.

176
Entre el 2003-2005 se tuvo como jiliris (autoridades) principales a Vicente Flores del Qhara
Qhara Suyu y Antonio Machaca de los Soras, éste último como Arquiri Apu Mallku, que se
traduce como la segunda máxima autoridad del CONAMAQ en acuerdo con todos los
miembros. Se tiene informes extraoficiales de que estos elaboraron una agenda regional para
recuperar los recursos naturales de las comunidades que estaban en manos de empresas
transnacionales como la Vista Gold en el norte-Potosí. El Consejo de Ayllus y Marcas que
seguía representado por Vicente Flores y Antonio Machaca experimentó entonces los primeros
grandes choques y triunfos con relación a la empresa privada. Por otro lado, y durante esta
gestión la relación entre los originarios y el gobierno de Carlos Mesa fue negativa, pues dentro
del CONAMAQ se conformó un directorio ilegitimo, paralelo y a favor del gobierno de turno.

Ese mismo año (2005) Evo Morales, todavía como dirigente de los federados cocaleros del
Trópico de Cochabamba, toma contacto con el CONAMAQ, al igual que campesinos y
colonizadores representados por la CSUTCB, 14 suyus, pacta con una dura facción política del
CONAMAQ y fortaleciendo la Asamblea por la Soberanía de los Pueblos (ASP) deciden
participar de las elecciones generales que se aproximaban. Por otro lado, se hace un acuerdo
político con René Joaquino, pero todo se desvanece porque éste se aparta y abstiene de
participar en los comicios. El Movimiento Al Socialismo en acuerdo con el Instrumento
Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS-IPSP) del que CONAMAQ era parte, llama a
los grupos indígenas a sumarse a esa nueva y emergente fuerza política que había tenido su
primera experiencia en 2002 sin éxito.
Así mismo, durante esta gestión el CONAMAQ tiene sus primeros acercamientos hacia la
Asamblea del Pueblos Guaraní (APG), la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
(CPESC), la Organización Indígena Chiquitana (OICH) y la Central de Pueblos Étnicos
Mojeños del Beni (CPEMB). Movimientos sociales, muchos de ellos indígenas con los que en
un determinado momento, como veremos más adelante, construyeron proyectos y objetivos
comunes, sellados en el Pacto de Unidad firmado en el 2007.

Aunque el CONAMAQ parezca articular organizaciones e identidades más locales, los ayllus
bolivianos se constituyeron por entonces como organismos reveladores de una posibilidad de
cambio, básicamente a partir de su conformación como sujetos políticos, guiados por

177
proyectos de desarrollo. (…) “En el mediano o largo plazo, la visión de la CONAMAQ de
reconstituir los ayllus, las marcas y los suyus podrá crear un desafío grave tanto para la
geografía del Estado boliviano como para el desarrollo neoliberal. Aunque un CONAMAQ
más contestatario es posible, probablemente tendrá que trabajar más de cerca con la CIDOB
(su amiga indígena) y la CSUTCB (su rival menos auténtica)”. (Andolina, Radcliffe y Laurie
2005:166). Conformando de esta manera una articulación y un etno desarrollo en la totalidad
de ayllus.
2000; “Jallalla ayllusnintin” o que vivan los ayllus.-

Este año se inauguraba con una frase radical del aymará katarista Felipe Quispe “El mallku”
que señalaba asiendo alusión a los mineros, estos en palabras del dirigente, “siguen viviendo
en la utopía marxista, stalinista y trostkista”. En unas declaraciones a la prensa, Quispe
afirmaba que éste y otros asuntos referidos con el movimiento sindical boliviano serian
analizados con detenimiento en el Duodécimo Congreso Nacional de la COB que se realizaría
en El Alto de La Paz del 17 al 27 de enero del 2000. “En este congreso ordinario, los
campesinos vamos a presentar nuestra tesis política sindical con la que vamos a cuestionar la
tesis política que tienen ellos y vamos a insistir en que se convoque a un congreso orgánico
para revisar los estatutos y la estructura de la COB”, afirmaba Quispe (ANF cit. en El Diario 5
/01/ 2000).
Estos conflictos internos suscitados en el XII congreso de la COB, fueron pilares
fundamentales para la consolidación de un movimiento paralelo vanguardizado por el
CONAMAQ, es decir, estos movimientos sociales indígenas no se vincularon con la
experiencia de la CSUTCB, a la COB, que ejercía un poder y control vertical y contradictorio
a los principios fundamentales del ayllu, y de todas las organizaciones afiliadas a este ente.
Esta contradicción surgida entre la CSUTCB y la COB, a partir del cuestionamiento de Felipe
Quispe, es visibilizada en un artículo de El Diario, que describe muy bien el contexto del
nuevo milenio que empezaba a transitar por las organizaciones. Así Quintín Apaza Ch.
perfilaba a una CSUTCB frente a la COB, y escenificaba muy bien la coyuntura y el contexto:
El XII Congreso ordinario de la Central Obrera Boliviana que se realiza a partir del 17 de enero del año
en curso, en la ciudad de El Alto de La Paz, ya no tiene la importancia que tenía antes para los partidos
políticos. El evento entre otras cosas trata la reformulación de los estatutos, los lineamientos ideológicos
de la organización y especialmente la renovación del comité ejecutivo Nacional. Algunos sectores de
importancia pidieron la postergación de este congreso y mas bien convocar a un congreso orgánico para

178
reformular los estatutos con objeto de estudiar y adecuarse a los nuevos acontecimientos políticos y el
avance socio-cultural de las organizaciones afiliadas y muy especialmente del sector agrario.
La manifestación mas clara y contundente es la posición del sector mayoritario del país a través del
secretario ejecutivo de la CSUTCB, Felipe Quispe H., “El Mallku”, con la legitima aspiración de asumir
la secretaria ejecutiva de la COB por primera vez, ya que de acuerdo con las normas estatutarias esta
secretaria corresponde a los mineros y así se ha practicado hasta el presente.
La COB, desde su fundación en el mes de abril de 1952 hasta 1987, representaba a un partido político y
estaba manejado por un líder político insustituible (Juan Lechín), a base de una línea política trotskysta
que es la Tesis de Pulacayo. La COB al principio ha sido co-gobierno del MNR, co-autor de las grandes
medidas antinacionales como el 21060 y la relocalización de los mineros, que como consecuencia son
productores de la hoja de coca en el Chapare.
Actualmente la organización matriz de los trabajadores asalariados frente a los gobiernos de turno no
solucionaron los problemas y las demandas de los sectores explotados; no hay planteamientos concretos
y sólidos; ha perdido la importancia y la confianza del pueblo.
Como ha dicho “El Mallku” a los mineros “la COB sigue viviendo con la utopía del marxismo y
trotskysmo del pasado”. Vivir con la utopía del marxismo significa vivir en la anarquía, en el libertinaje
y la dictadura del proletariado, significa también vivir en una sociedad sin estado ni gobierno, la
abolición de la propiedad privada y el capitalismo.
Estos enunciados han pasado a la historia con el derrumbe del muro de Berlín. La verdad es que la COB
ha perdido la visión y la misión de los trabajadores asalariados.
De acuerdo con la opinión generalizada de los trabajadores no asalariados, la CSUTCB no debería
formar parte de la COB, por la sencilla razón de que ellos no son trabajadores asalariados, no tienen
patrón, no tienen vacaciones ni aguinaldos y por ultimo no tienen beneficios sociales que reconoce la
Ley General del Trabajo a otros sectores.
La CSUTCB, CIDOB y CONAMAQ deben organizarse en otra instancia mas grande a nivel nacional,
donde se aglutine a todos los trabajadores asalariados y no asalariados, indígenas y no indígenas, en
suma al pueblo en general para construir un Estado Plurinacional, pluricultural y plurilingüe.
La Confederación de pueblos indígenas del oriente boliviano (CIDOB) y los pueblos originarios del
occidente (CONAMAQ) hoy por hoy han avanzado bastante gracias al Convenio 169 de la OIT, Ley
1257 y el Art. 171 de la CPE, donde se reconoce y garantiza los derechos económicos, sociales,
políticos, culturales y territoriales de los pueblos indígenas y originarios. En concreto la COB debe
desaparecer y formar parte de esta organización y sus afiliados convertirse en centrales de trabajadores
mineros, fabriles, maestros y otros (El Diario 19 /01/ 2000).

Estas afirmaciones de Quintín Apaza parecen pronosticar la ruptura sindicatos-ayllus, y


plantean el surgimiento de una nueva forma de organización Aglutinadora de movimientos
sociales emergentes en Bolivia. No cabe duda que las “mellizas”76 CIDOB y el CONAMAQ
serían los portadores de aquella voz que no era ni de la CSUTCB ni de la COB.
Probablemente en el proceso de reconstitución, en muchos conflictiva, de los ayllus, ya se
mostraban con proyección a mediano y largo plazo, es decir, un desarrollo con una tónica de
identidad endógena y propia.

Durante este periodo el proceso de reorganización y pacificación de los ayllus tuvo ciertos
recortes, por el escaso financiamiento, y la escasa experiencia de sus lideres, que los mantuvo

76
Termino Acuñado por Xavier Albó en 2009, para designar a CONAMAQ-CIDOB, y diferenciar de las
organizaciones trillizas compuestas por la CSUTCB, las bartolinas y los colonizadores (hoy interculturales).

179
silenciosa y lentamente en su proyecto. Además, los conflictos entre los mismos ayllus no
lograban ser resueltos, más bien los seguía separando y desajustando. Así por ejemplo, todos
los intentos de pacificación de finales del siglo XX (1998-1999), tan solo quedaron en
palabras por las autoridades prefecturales gubernamentales, pues a principios del 2000, los
ayllus continuaban exigiendo una solución al conflicto. Una protesta de Qaqachacas bloqueaba
la carretera que unía Potosí y Oruro. Demandaban a las autoridades departamentales que
cumplan con los compromisos adquiridos años anteriores (El Diario 21 /01/ 2000).
Los latentes problemas seguían siendo producto de la pobreza y miseria, que devenía de la
incapacidad de organizarse, así como de la propiedad de la tierra. En suma no era un tema fácil
de abordarlo, y debía ser transformado progresivamente, porque el problema pasaba por
buscar mecanismos que nos permitan resolver el problema de la pobreza inicialmente, y
después trabajar de manera progresiva en la reorganización socio-política y económica.

Esta prolongada lucha de ayllus, fue noticia nacional en los diferentes periódicos locales de
departamento. Entre el 25 y el 27 de enero del 2000, informa El Diario, que los Laimes y
Qaqachacas habían tenido tinkus (encuentros) bélicos que dejaron el saldo de mas de una
veintena de muertos y heridos, casas incendiadas y saquedas. Esta violencia, dejó mucha
violencia y ansias de venganza un grupo sobre el otro, que no dieron pausa a un sin fin de
atrocidades que fueron denunciadas a las autoridades locales (El Diario, La Razón, Los
Tiempos, El Potosí; del 25 al 31 /01/2000; 1 al 3 /02/ 2000).

Paralelamente a estas luchas intestinales de los ayllus, “El Mallku” que bajo el paraguas de la
CSUTCB, emplazaba a un primer encuentro de Willkas y Yatiris. En la convocatoria señalaba
lo siguiente:
(…) Se convoca al primer encuentro de Willkas, Chamani, Ch´amakanis, Qollawayus, Yatiris, Qolliris,
Qaqoris del Qollasuyu, a realizarse hoy en la ciudad de La Paz.
(…) se apela a las naciones originarias del Abya-yala, antes de la llegada de los invasores españoles hace
más de 500 años, este encuentro pretenderá recobrar las costumbres de los ancestros aymaras y
quechuas. Los pueblos originarios conformaban una integridad sistémica cultural, a partir de su propia
concepción del universo. Establecieron leyes inmutables que rigen el orden de la realidad cósmica
(PACHA), comprendiendo la relación inmanente que existe entre la naturaleza y el ser humano por lo
que trascendieron en la conexión sincrónica de la realidad cósmica que es la esencia de su cosmovisión.
Para los pueblos originarios del Tawantinsuyo y de todo el Abya yala comienza una noche tenebrosa con
la invasión y dominación europea, hace mas de 500 años, comienza entonces una destrucción sistemática
con el asesinato de atawallpa, exterminación de Willka Umas, en si toda la jerarquía espiritual y política
(El Diario 27 de enero del 2000).

180
Aunque dicha convocatoria podría estar dentro lo que se conoce como misticismo o
pachamamismo, nos llama la atención porque tiene ya una nueva tónica que no es la sindical,
sino la llamada indígena-originaria, que no había sido retomada, sino, después del manifiesto
de tiawanaku (1973) y la refundación de la CSUTCB en 1979.

Para los primeros días del mes de febrero del 2000, el consejo de ayllus del norte-Potosí
anunciaba una gran marcha “La marcha de la pobreza”. En donde Mallkus de los ayllus de
Chayanta, entre ellos mallkus de los Jucumani, Qaqachacas, Laimes, Puraca, Khasacha,
Chayantaka, Phanacachi y otros del norte de Potosí, exigirían al gobierno una pronta solución
estructural al problema de la pobreza, luto y dolor. Quince ayllus en total exigirían al gobierno
nacional una solución estructural, duradera, y asentada en un clima de paz y convivencia de
los ayllus del norte de Potosí, que a su juicio, era una región deprimida y olvidada por las
autoridades de gobierno. Dijeron también:
(…) que el gobierno no invierte grandes sumas de dinero por la salud de la comunidad internacional,
intensificando la erradicación en el Chapare porque no hace lo mismo por la vida de los pobres,
especialmente por regiones inhóspitas como los maestros donde se pasa hambre, miseria y donde no se
fomenta la educación, ni se presta servicios de salud. (…) El problema ha excedido la capacidad de
nuestras organizaciones originarias. De ahí que hemos adoptado por recurrir al Estado y lo hacemos en
uso de nuestros derechos. Por eso vamos a movilizarnos y luchar hasta que las autoridades nos escuchen
y seriamente, y de una buena vez, intervengan en este problema, más allá de sus obligadas declaraciones
de circunstancias. En esta intención estamos unidos todos los ayllus del norte de Potosí y estamos
decididos a llegar hasta las mas extremas medidas incluida una marcha masiva hacia la sede de
Gobierno, sin descontar solicitudes de ayuda a la OEA y las Naciones Unidas, si es que el gobierno no
ha de escucharnos y ser capaz de resolver el problema” (El Diario 3 /02/ 2000).

Sin embargo, todo febrero del 2000, continuaron los enfrentamientos entre estos ayllus. Las
rencillas de los viejos señoríos aymaras pre-incas, habían heredado a la zona un conflicto
milenario que se remontaba a las crónicas antiguas sobre el ande. Después de aquellas vísperas
que se anunciaban por un dialogo entre las partes recogidas por el Diario el 3 de febrero del
2000, no hubo mayores, y los conflictos intermitentes se extendieron hasta muy entrado el 20
del mes de febrero. Lastimosamente los conflictos no se resolverían hasta, sino, dos años
después del 2000.

Días más tarde a estos sucesos internos, a nivel externo el Fondo Indígena prometía trabajar
por los pueblos originarios en Latinoamérica. El Diario registraba este compromiso del
entonces presidente del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Ecuatoriano
Luís Maldonado. Este nuevo representante financiero se comprometía en trabajar

181
conjuntamente con los pueblos originarios de Bolivia y del resto de los países
Latinoamericanos. (…) las acciones de esta instancia, favorecerán en la lucha contra la
pobreza y el auto-desarrollo de las comunidades. Señalaba también que las acciones -deben ir
en torno a los objetivos trazados por la organización del Fondo, es decir, ayudar a los pueblos
originarios en la preparación de proyectos y programas, con sus propios objetivos de
desarrollo, autogestión, defensa territorial, cultural y de sus derechos (El Diario 23 /02/ 2000).

Increíblemente las diferencias y violencias entre Laimes y Qaqachacas se extendieron también


por todo el mes de marzo y abril, fue un tema latente y endémico. Interminables fueron los
intentos de pacificación, pero estos solo incidían en una solución superficial del conflicto, los
problemas de fondo que estaban inmersos eran básicamente económicos, vinculados a una
lucha por la sobre vivencia producto de la extrema pobreza, es decir, peleaban y luchaban por
subsistir, por tener algo que comer. Lastimosamente, las políticas gubernamentales de plantear
una solución global y sistémica eran mínimas, mas al contrario, estas ahondaban las
diferencias, al posicionarse por uno u otro ayllu. O recurriendo al nacionalismo, planteaban
soluciones como si se tratase de sociedades homogéneas social, cultural, y económicamente.

Este conflicto que territorialmente no tenía límites, se chocaba con que el gobierno recién
delimitaría las tierras comunitarias a partir del mes de junio del 2000. Así informaba el
Ministro de Justicia de entonces Juan Chahín:
(…) la primera quincena del mes de junio el Gobierno procederá a la delimitación de los
territorios de los ayllus guerreros, Laimes, Jucumanis y Qaqachacas, en vista de los últimos
enfrentamientos territoriales.
“A comienzo del mes de junio se procederá a la delimitación de sus territorios como una tarea primordial
además de otra de sus demandas”, dijo el titular de Justicia al tiempo de lamentar los constantes ataques
entre los ayllus que casi siempre deriva en perdidas humanas. Enfatizó que la integridad se refiere a que
las Prefecturas junto con las Alcaldías tengan la obligación de atender todas las necesidades sociales de
esas comunidades. (…) “Nos apena el proceso de enfrentamiento pero eso no nos va a desmayar en el
concepto de llevar una cultura de paz en todo el medio” dijo al indicar que es sumamente complicado
convocar al dialogo como procedimiento regular para solucionar los problemas, debido a las
características propias de las comunidades originarias (El Diario 21 /05/ 2000).

Pero ante aquellos intentos truncos, demagógicos de los políticos y autoridades


gubernamentales, las autoridades originarias se alistaban para marchar un martes 23 de mayo.
Para tal cuestión, centenares de autoridades originarias de los ayllus y marcas, marcharían
desde la Ceja de El Alto hasta la plaza San Francisco de La Paz, con el propósito de expresar

182
la necesidad de preservar sus territorios y recursos naturales. Con relación a este suceso El
Diario citando a la agencia de noticias Jatha se expresaba en estas palabras:
Agrupados por el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ); los representantes
que vienen de la gran zona andina del país, se reunirán durante tres días en el teatro al Aire Libre de La
Paz, para tratar temas como respeto a los derechos humanos, defensa de territorios entre otros.
En la reunión estarán Kamanis, Jilaqatas, jilanqus, segundas mayores, Kasiris, mallkus, jachfia mallkus,
apu mallkus, mama thallas, tata pasarus, mama pasarus y amantas.
Son representantes de las culturas aymara y quechua. Otros organismos se encuentran, la Federación de
Ayllus de Oruro (FASOR), Federación de Ayllus Originarios Indígenas del Norte de Potosí, Consejo de
Autoridades Originarias de Potosí, Consejo de Ayllus y Marcas de Chuquisaca, Consejo de Suyus y
Marcas de La Paz y Consejo de Ayllus de Cochabamba. Entre otros temas, estos dirigentes originarios
analizarán el cumplimiento de derechos humanos en sus poblaciones.
“El tratamiento discriminatorio que hace el Estado y su actual administración en la aplicación de la ley
INRA en lo que se refiere a la titulación de territorios indígenas de los Andes, como Tierras
Comunitarias de Origen (TCOs), a través de una burocrática inoperante e insensible, trabas legales…”
señala el documento emitido sobre la reunión, por la CONAMAQ (El Diario-Jatha 23 /05/ 2000).

Aquella concentración no trajo mucho alboroto, como también, no fue masiva. Pero
aproximadamente un mes después, por junio del 2000, el Consejo de Mallkus originarios
Qaqaaqe del Qollasuyo llamaban a un “Machax Mara”, la convocatoria señalaba lo siguiente:

(…) convoca para hoy y mañana a las 20 provincias del departamento de La Paz y en forma particular a
la provincia Omasuyos a celebrar el Machax Mara en el sagrado templo místico originario (Pacha Willka
Cuti, Kollan Qappyqi), donde también se organizará los consejos de amautas por cada cantón y ayllus
originarios, informaron Agustín Fernández Mamani y Paulino Víctor Mamani, presidente y
vicepresidente del consejo de Amautas.
Informaron que la concentración se realizará hoy en el cantón Chamquoroma desde las 10:00 horas.
Manifestaron que pretenden con este encuentro, la unidad de todos los hermanos aymaras, quechuas,
chapacos, caimanes, ayoreos, mocetones, cambas y de comunidades y naciones originarias del
Qollasuyo. El objetivo de este encuentro es organizar a todos los hermanos yatiris-qolliris Ch`amacanis-
kollacamayus y kollasuyas de las 20 provincias del departamento de La Paz y de todo el Kollasuyo.
Así mismo, “reconstruir y consagrar las Wagas-illas-kullam Achcachilas Awichas-Uywiris-Pacha
Illapas- de nuestra Pacha y Pacha Mama y consagrar a chimpus de nuestras deidades milenarias de
nuestra religiosidad de vida y vital cósmica originaria” (El Diario 20 /06/ 2000).

Después de estas reuniones en muchos casos no documentadas, la CSUTCB fue el panóptico


de la prensa nacional, que a la vez de mostrar a un Felipe Quispe mas vinculado al mundo
indígena lo llenaron de prejuicios y difamaciones que de pronto lo convirtieron en un
subversivo y fanático andino que despertaba mas odio racial que propuesta estatal. A pesar de
estas cuestiones, podría situarse a Felipe Quispe como el elemento necesario para introducir
nuevamente al llamado “indio” al debate nacional.

Así el campesino, ahora indigeneizado por la prensa, fue debatido durante todos estos años y
meses de principios de siglo XXI, el 2 de agosto del 2000 en vez de festejar, ellos, ya

183
empezaban a cuestionar la categoría con la que habían sido bautizados hacia casi 500 años
atrás. Entonces, surgían ya las primeras manifestaciones concientes y radicales del y sobre
mundo andino rural. Una noticia de prensa ilustra lo confuso, problemático y dicotómico que
es esta cuestión que se acababa de manifestar:
El indio olvidado de hoy.
Nosotros los mestizos y los cholos de hoy necesitamos comenzar a hacer lo que hace trescientos años no
hacemos. Se trata de una acción colectiva, sabia, consciente, razonada y muy justificada para rectificar
nuestro errado concepto sobre lo que significa el indio dentro de la nacionalidad boliviana. Es un gran
error concebir al indio como una bestia de cara, desconocimiento por prejuicios inmorales y disociadores
su verdadera calidad de raza.
El desprecio del español por el indio fue la causa de su ruina en América, esta es la verdadera clave
histórica que explica la política colonial y sus trágicos resultados para la metrópoli, desastres que hemos
heredado nosotros. Vociferamos con orgullo nuestra independencia del yugo español, pero fijémonos
bien el yugo aun existente en nuestras frentes y consiste en que aun no podemos liberarnos de la carga de
prejuicios absurdos que nos han impuesto. La salvaje conquista española ha desaparecido de América,
pero ha quedado en nuestras venas y de allí no la han sacado todavía ni los Sucre no los Murillo. Allí
esta palpitante con todos sus vicios y prejuicios.
Esto es lo que debemos rehacer. ¿Y quien ha de ejecutar este cambio? No es el indio directamente,
somos los pensadores, los catedráticos, los directores, los gobernantes quienes debemos tomar
conciencia acerca de nuestra vida integral. ¿Qué el indio es flojo? Es el resultado de que hemos olvidado
u abandonado el agro. ¿El indio es alcohólico? Es el vicio heredado del mestizo y el cholo alcohólicos.
¿El indio es limosnero? Es el grito de sobre vivencia ante su miseria palpitante.
Debemos comenzar por ver cuanto hay de dignidad en nosotros, la que está ultrajada en el indio.
Debemos comprender que toda esta injusticia se vuelca en contra nuestra como un boomergan; y que su
aparentemente la victima es el indio, finalmente lo somos nosotros que destruimos las únicas fuentes de
energía y de vida que nos ofrece la naturaleza. Entonces lo que daremos al indio al enseñarle a escribir, a
leer, y a contar, es sobre todo respeto, justicia, dignidad, consideración y amor, pues su miseria es
nuestra obra, y su resurrección será nuestra salvación. La pedagogía india tendrá un sentido real y
positivo y será una obra altamente sabia y científica. Lo demás es bobarysmo infecundo y la política
actual, pura apariencia y ruido de palabras. No busquemos las bases de nuestra nacionalidad en formulas
de biblioteca, para plagiarlas, sino en el trabajo de todos para todos, en la buena voluntad, en el calor del
alma de la patria, en la fuerza y la potencia de nuestra sangre y en nuestra conciencia (Willy Matos
Carrasco en El Diario 14 /08/ 2000).

Esta fuerte preocupación de las elites intelectuales sobre el problema del indio empezó a
aclararse a, y en favor del indígena, que parecía ser desde ahora el fondo y epicentro de
discusión sobre el problema nacional. Pero antes, no olvidemos que el censo del 92 también
aportó en la base de esta cuestión, y más aún el posterior censo del 2001 fortaleciendo aun
más. Datos que serán parte de los argumentos a considerar, pues yá se veían objetivamente a
los llamados indígenas como a las mayorías nacionales que de alguna manera obligaban a
repensar Bolivia para con el siglo XXI que recién comenzaba.

Pero al calor de esta emergencia, los propios indígenas asumían ya un papel protagónico y
apresurado en cuestionar las estructuras estatales bolivianas, sus reformas como sus leyes, que
limitaban de forma real la participación del andino dentro del estado. En esta contingencia

184
socio-cultural de toma institucional o por lo menos de intromisión, se aceleraron una serie de
reformas más que todo con relación a la tenencia de la tierra, desde el primer gobierno de
Gonzalo Sánchez de Lozada se erigieron las TCOs, que aglutinaban y dotaban a las
comunidades indígenas de un espacio ajustado a la colectividad.
Pero durante los gobiernos posteriores, específicamente con Hugo Banzer, las tierras
empezaron a ser redistribuidas con fines agro-industriales en el Oriente del país, en donde las
comunidades indígenas básicamente fueron afectadas y tomaron una serie de medidas con
relación a la institución estatal del ramo: Así en la primera quincena de Agosto, los originarios
exigían la destitución de los ejecutivos del INRA. Quienes denunciaban que las tierras
destinadas a los campesinos se encontraban en manos de empresarios privados y extranjeros.

“Queremos alertar a la opinión publica sobre los atropellos que se van suscitando en el área de nuestra
jurisdicción del radio urbano y sub-urbano, por parte de empresarios loteadores que obedecen a los
intereses de las autoridades”. (…) los empresarios y personas que tienen empresas de servicios que
alcanzan a algunas regiones, se dedican a la tarea de efectuar cobros exagerados a sabiendas que el
último convenio establece el congelamiento de todo el movimiento emprendido por el Gobierno sin un
consenso previo. (…) “No nos responsabilizamos por los hechos que puedas asumir nuestros afiliados,
en contra de estas empresas, será de exclusiva responsabilidad de las autoridades pertinentes del
gobierno” sentenciaban los pueblos originarios a las autoridades del poder ejecutivo de entonces (El
Diario 15 /08/ 2000).

Sin lugar a dudas los indígenas rompían el silencio y exigían al gobierno atención para salir de
las condiciones de pobreza extrema. “Los campesinos están rompiendo el silencio”, señalaban,
“ahora reivindican lo que por derecho les corresponde: Salud, saneamiento básico, escuelas y
postas sanitarias” (El Diario 9 /09/ 2000).

Pero aún así, si bien el estado cedía ante las demandas indígenas andinas, la empresa privada
seguía con la misión de explotar y continuar con el abuso extractivista en aquellas tierras. Así,
grupos de choque contratados por empresarios privados destruían el patrimonio cultural y
natural en los ayllus de Quila-Quila, por ejemplo, por la extracción de mineral. “El arte
rupestre de Quila-Quila que fue declarado Monumento natural paleontológico mediante el
decreto supremo 25211 del 30 de octubre de 1998”, era destruido por las empresas
saqueadoras de mineral. Así denunciaban los Kurakas de los ayllus del departamento de
Chuquisaca en una carta emitida por el periódico El Diario. En donde se acusaban a los
administradores de FANCESA, que “al no poder doblegar a los originarios de Quila Quila”
organizaron grupos de choque para enfrentarlos, -con gente ajena a nosotros y que viven en la

185
ciudad de Sucre-, para eliminar físicamente a los Kurakas de los Ayllus. Antes este nuevo acto
delincuencial, las autoridades originarias de los ayllus de Quila Quila, en defensa del
patrimonio natural y cultural, convocaba a las autoridades prefecturales y comités cívicos de
Chuquisaca (El Diario 11 /09/ 2000).

Por otro lado, entre el 14 de septiembre y 6 de noviembre la CSUTCB a la cabeza del Mallku
inicio un bloqueo que paralizó al país. La ley de aguas era rechazada contundentemente en
todo Bolivia, y ante la no respuesta del gobierno a su pedido de eliminar y anular dicha ley, se
iniciaban movilizaciones con bloqueo de caminos en casi todo el país (El Diario 14 /09/ 2000).

A excepción de los departamentos de Oruro, Potosí y Santa Cruz, que no acataban la medida
de presión dictada por el entonces comité ejecutivo, pero el resto, que es la gran mayoría, si lo
acataba de manera disciplinada, claro que era gradual a decir de Quispe Huanca. “Veremos
como se forma el bloqueo, eso va a medir la fuerza, por ejemplo en La Paz va a ser toda La
Paz, puede ser que en Oruro y Potosí caigamos porque está controlado por el Movimiento al
Soaiclismo (MAS), pero el resto Actuará” indicó (El Diario 19 /09/ 2000). Estas medidas
fueron radicales hasta alrededor del 27 de septiembre, fecha en que los diarios informaban que
el gobierno avanzaba en acuerdos con los campesinos, a pesar de los contundentes bloqueos.
El poder ejecutivo empezaba un dialogo con las bases campesinas para mediar el conflicto. El
gobierno acordó en aquella reunión con un sector de los entonces considerados como parte de
los campesinos, al Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), que
agrupaba, según sus dirigentes, a mas del 75 % de los pueblos del occidente boliviano, como
ser aymaras, quechuas y urus. Y “pese a la firma del documento, los representantes de esta
organización explicaron a las autoridades que éste debe ser aprobado en conjunto por todos
sus habitantes, por lo que realizaran una consulta popular en sus lugares de origen para la
aprobación del acta”. Los medios escritos informaban lo que sigue:
Gobierno logra primer acuerdo con consejo de ayllus y marcas. El gobierno mediante el Ministerio de
Desarrollo sostenible y planificación logró este martes llegar a un acuerdo con una de las principales
organizaciones de campesinos del país: el Concejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(CONAMAQ), con el fin de buscar soluciones al actual conflicto social que vive el país, informó hoy el
directos del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), René Salomón. Dijo que esta tarde,
aproximadamente a las 16:30 el ministro de Desarrollo sostenible, José Luís Carvajal y los mallkus de
esa organización firmarán un convenio que abre las posibilidades de mayores acuerdos con los sectores
campesinos (El Diario 27 /09/ 2000).

186
Pocos días después de aquella reunión entre el CONAMAQ y los ministros, los ayllus a la
cabeza de sus mallkus, rompían con la CSUTCB y desconocían a Felipe Quispe “El Mallku”.
“El secretario Ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), Felipe Quispe Huanca, tiene problemas de representatividad. El consejo de Suyus, Aymaras
y Quechuas de La Paz (CONSAQ) lo desconoce, porque no representa al sector. De igual forma, varios
dirigentes campesinos manifestaron su malestar por la posición radical asumida por el -Mallku-”. En
visita a El Diario, los dirigentes del CONSAQ indicaron que Quispe Huanca, cuyo nombre de guerra es
“Mallku”, no los representa, por lo cual no es valedera su participación en el conflicto social que vive el
país. Luego, los representantes del CONSAQ demandaron a Quispe Huanca no utilizar el denominativo
de “Mallku” porque este nombre solo lo reciben personajes con trascendencia comunitaria originaria.
Por su parte, el dirigente de base de la Federación de Campesinos de La Paz, Octavio Durán, indicó que
las bases campesinas están disgustadas por la actitud que asume Quispe en las negociaciones con el
Gobierno. Durán agregó que el secretario ejecutivo de la CSUTCB estaría perdiendo el control de la
dirigencia y las bases de las provincias paceñas. Solo tendría el respaldo de tres provincias: Omasuyos,
Los Andes y Manco Cápac (El Diario 2 /10/ 2000).

Las mismas bases indígenas, llamadas globalmente campesinas, relucían para entonces ya
diferencias marcadas al interior del movimiento a nivel político y organizacional, como
también a nivel simbólico. Muchos de los sincretismos utilizados por Quispe Huanca, fueron
denunciados por los kurakas andinos, entre ello, el denominativo de “Mallku”, que según los
kurakas este nombre solo se le da a una persona con vivencias y practicas ancestrales y
comunitarias. Tal realidad parece no haberse asociado a Felipe Quispe, quien fuera guerrillero
del EGTK, y más bien parte de una estructura sindical campesina, en donde el mayor poder
esta concentrado en un comité ejecutivo, y con otras características disímiles y lejanas al
consejo de ayllus andinos.
Después de aquellas disputas internas que debilitaban la insurgencia llamada campesina, entre
el 5 y 7 de noviembre se firmaba un acuerdo con el gobierno, en donde se anulaba la ley
INRA, que sería reemplazada por una ley sustitutiva inédita, también, la Ley de Aguas fue
anulada y simbólicamente quemada por el Ministro de Gobierno Walter Guiteras, cabe
recordar que tenía la condición de anteproyecto. Por ultimo el anteproyecto de la Ley del Agua
(que privatizaba el liquido elemento) que también fue archivada, como la modificación de la
ley forestal que también rechazaban las bases campesinas (El Diario 5 al 7 /10/ 2000).
El nuevo siglo anunciaba la llegada avanzada del mundo andino con predominancia aymará-
quechua. Habría que señalar que aquellos movimientos probablemente hayan estado alejados
de cualquier posibilidad de tomar el poder, hasta la Asamblea Constituyente, en donde
maduraría la polinización campesina.

187
Después del 12 de octubre día “significativo” para estas tierras, se suscitaba un mal entendido
entre los Ayllus del sur de Bolivia, que exigían la presencia de ministros por las
modificaciones de la ley INRA y su respectiva aclaración.
Los habitantes se preocuparon porque la ley INRA había sido abrogada, y eran susceptibles
que les pudiese afectar. Para ello y a través de la amenaza llamaban a las autoridades
gubernamentales para recibir una explicación directa, además conminaban a la CSUTCB para
que puedan explicar que convenio se firmó en el conflicto pasado. La noticia señalaba lo que
sigue:
Los ayllus de los departamentos de Oruro, Potosí y Chuquisaca, solicitaron al presidente de la
Republica, Hugo Banzer Suárez, la información sobre los alcances de la abrogación de la ley del
Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) e invitaron a los ministros que firmaron dicho acuerdo
con la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) a brindar una
explicación. La solicitud fue enviada en una carta al Mandatario y en caso de no ser atendidos, los
dirigentes afirmaron que tomarán las instalaciones de la Fabrica Nacional del Cemento (FANCESA) y
las empresas capitalizadas. Efraín Mancilla, Curaj Mallku del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí
(CAOP), señaló que dicha solicitud se la definió en la reunión de Oruro del 8 al 1 del presente mes,
oportunidad en que se hizo un balance de los últimos conflictos que se presentaron en el territorio
nacional y la firma del convenio entre el Gobierno con la CSUTCB. En el acontecimiento participaron
dirigentes de los Jacha Carangas, Qaqachacas, Jatun Quillazas, Soras, la Federación de Ayllus del Sur de
Oruro; Jucumanis, y Laimes de la Federación de Ayllus del Norte de Potosí, el COAP, los ayllus de
Quila Quila, Consejo de Ayllus y Marcas de Chuquisaca. El curaj Mallku del CAOP, dijo que si los
ministros no arriban a la ciudad de Sucre, el próximo 18 de octubre, los ayllus tanto de Oruro,
Chuquisaca y Potosí tomarán las instalaciones de aquellas empresas que fueron capitalizadas, entre las
cuales se encuentran la empresa nacional del Telecomunicaciones (ENTEL), Yacimientos Petrolíferos
Bolivianos (YPFB), Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE), y FANCESA que se encuentran en el
territorio del ayllu de Quila-Quila. De acuerdo al articulo 171 de la Constitución Política del Estado
(CPE), el articulo 3 de la ley de Participación Popular, y la ley 1257 del 11 de julio de 1991, los ayllus
son diferentes al movimiento campesino con autoridades originarias y gobierno propios hace miles de
años. También tienen territorios claramente definidos antes del surgimiento de Bolivia. Mediante la carta
dirigida al Presidente de la republica y con los fundamentos anotados, los dirigentes desean saber cual es
el alcance de la abrogación de la ley INRA, toda vez que tiene que ver con sus territorios que abarca: la
tierra, el agua, recursos culturales, naturales y gente originaria (El Diario 13 /10/ 2000).

Así acababa uno de los mayores conflictos y porque no decir planteados contradictoria y
confusamente por la prensa, que asumían a los indígenas como originarios y que a la vez se
enfrentaban contra los campesinos. Sobre el conflicto se habla como, sino el mayor de la
gestión del 2000, dentro y fuera de lo originario, campesino e indígena.

Por otro lado, el Mallku, el indianista-katarista de la segunda generación fue sin lugar a dudas
el personaje del 2000, como lo señalaba Xavier Albó. Independientemente de sus resultados,
este dirigente puso en jaque al gobierno de Banzer durante prácticamente todo el año,
rememorando lo que hicieron los indianistas-kataristas en la dictadura del entonces general

188
Banzer del 79. Probablemente éste no acudió a la fuerza como lo hizo en el pasado, pues,
aquello podía haber significado nuevamente su caída. O adivinando tal vez, que la suerte de
este caudillo hubiera sido la presidencia en el 2002, acelerando de esta manera la inevitable
llegada, empoderamiento y toma indígena del poder, que sucedería recién 5 años después.

2001.-

Sin lugar a dudas el eco del 2000 resonó parte del 2001, el movimiento campesino (CSUTCB)
inundaba los titulares de la prensa. Es necesario situar, que los medios escritos para entonces,
todavía tomaban como sinónimos e incluso muchas veces confusamente las categorías de
campesinos, indígenas y originarios. En este sentido los primeros tres meses de esta gestión,
empezaron a surgir temas relacionados con la problemática de la Asamblea Constituyente en
Bolivia. Era un tema de debate entre los analistas, que se materializaban en los periódicos
diariamente.

Con lo que nos respecta, los ayllus, durante marzo del 2001 denunciaban una toma ilegal de la
alcaldía de Tinguipaya. Que surgía en medio de una pugna por la primera cartera de la
alcaldía, que movilizaba a siete ayllus que denunciaban un pacto camarillista entre adenistas,
miristas y movimientistas. La agencia de noticias Jatha apuntaba en el titular:

“Los siete ayllus del municipio potosino de Tinguipaya han denunciado la toma del edificio municipal
por efectivos policiales, dentro de las pugnas político-partidarias, para cambiar al burgomaestre”.
Tinguipaya es la capital de la provincia Tomas Frías en la que tres concejales, sumaron sus votos para
generar el coto de censura en contra el alcalde Antonio Estrada Canaviri. “Repudiar la actitud represiva
vil y cobarde de la policía, por la intervención a la alcaldía de Tinguipaya, violando los derechos
humanos y democráticos”, dice el voto resolutivo. Los vecinos de Tinguipaya habían solicitado una
sesión pública del Consejo Municipal para la censura constructiva del alcalde Estrada, pero tres
concejales solicitaron la presencia de la policia y evitar la presencia de público.
Los siete ayllus denuncian a Hedí Aracena, concejal de ADN, Serafín Benavides del MIR, y Carlos Suyo
del MNR, de ser los autores de toda conspiración en contra del actual alcalde. El acuerdo ADN-MIR-
MNR habría generado la presencia de la policía por lo que acordaron “desconocer y exigir la renuncia de
los concejales Aracena, Benavides, y Suyo, para la habilitación de sus suplentes”. Se acusa también a la
Corte Departamental Electoral de “una actitud ilegal y antidemocrática, por estar cumpliendo
instrucciones de los tres paridos, garantizando el fraude y el asalto a la alcaldía de Tinguipaya”. Aun sin
fecha se convoca a todos los miembros de los siete ayllus para que se concentren en la capital de
provincia con la finalidad de “deliberar y expulsar a los concejales del ADN, MIR, MNR”. Estas
actitudes han sido adoptadas por el Consejo Supremo de Ayllus, Comité Provincial, Central Sindical de
la provincia, secretarios generales de sindicatos agrarios en un ampliado de emergencia en la mañana del
pasado miércoles (El Diario 16 /03/ 2001).

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Un mes después un titular ambiguo del periódico El Diario anunciaba: “Marcha indígena da
rienda suelta al IX Congreso de los campesinos”. Felipe Quispe inauguraba el congreso que
elegiría a nuevas autoridades de la CSUTCB. Recorriendo todas las calles de La Paz, y
conduciendo un tractor el Mallku guiaba a la masa campesina hacia el coliseo cerrado “Julio
Borelli”, lugar donde se realizaría el evento. Allí “se produjeron sonados discursos en contra
del modelo neoliberal y del gobierno que no hacía nada por sacar de la miseria y postergación
a la población rural del país”. “Felipe Quispe, pidió un perdón antelado a la población por el
anunciado bloqueo de caminos y solicitó al gobierno que luche contra la pobreza y no contra
los pobres”. Pidió “que nos perdonen, pero esta es una demanda de las bases, aquellos que no
tienen luz, agua, caminos y están sufriendo como animales” (El Diario 17 /04/ 2001).
En aquel congreso Felipe Quispe Huanca “El Mallku” rendía cuentas sobre su gestión, al
mismo tiempo que se despedía de una de las mas controversiales dirigencias de la CSUTCB.
El Diario reflejaba tal situación; “En horas de la mañana de este viernes, el representante dará
la cara ante el Congreso que tiene como finalidad la elección de una nueva dirección para la
CSUTCB” (El Diario19 /04/ 2001).

Dos días después, el IX Congreso analizaba las bases para un posible gobierno indígena en los
años posteriores. El Diario y la agencia de noticias Jatha señalaban que se anunciaba la llegada
de un Gobierno Propio. “En el congreso cobró vigor el Manifiesto de Achacachi, que es la
tesis que propugna la candidatura de Quispe Huanca. Este documento propone, entre otros
puntos, la convocatoria a un congreso orgánico para transformar a la CSUTCB en una
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Kollasuyo, y que no tenga un carácter sindical
si no, sea un verdadero gobierno incluso con su propia Constitución política. –Tal vez sea
candidato a la presidencia por el Kollasuyo-” alertaba Felipe Quispe un 21 de abril del 2001.

Días después el mismo Felipe Quispe era nuevamente elegido como primer ejecutivo de la
CSUTCB. Había ganado reiteradamente con abrumadora mayoría, y se alistaba a un nuevo
conflicto, esta vez con relación a la abolición del decreto 21060. Pero dentro de este macro-
conflicto de los campesinos-indígenas frente al Estado boliviano, también existían conflictos
internos más pequeños, entre las propias comunidades andinas. Así se refiere la prensa:
Ayllus guerreros reclaman atención. En la región del sur de Oruro, y norte de Potosí, existe un total
descontento por parte de los aymaras y quechuas por la falta de atención del gobierno a las mínimas
necesidades que se tiene en la zona. A raíz de los enfrentamientos entre laymes y Qaqachacas, el

190
gobierno anuncio la inversión de cinco millones de dólares en la zona, según los comunarios, esa
inversión no llegó, por lo que exigen se de respuesta cuanto antes a sus necesidades. Necesitamos luz,
buenos caminos, no hay puentes, las escuelas están en mal estado, no tenemos internados, no hay
médicos en la zona, son algunos de los reclamos de los Qaqachacas, Laimes, Jucumanis, Pocoatas y
Challapatas. Los dirigentes de estos ayllus de forma unida, de no ser escuchadas sus peticiones por el
gobierno anuncian que tomarán otras medidas de presión. Dijeron que ese dinero debe ser invertido
realmente en proyectos que sirvan para la zona y así evitar que salgamos de nuestras comunidades a
buscar trabajo a otro lugar expresaron. La zona sur de Oruro, y norte de Potosí, son regiones con alto
índice de mortalidad, desnutrición, falta de infraestructura educativa y de salud, los caminos son un
desastre y el Estado casi no tiene presencia en la zona, además hay muy pocas instituciones de desarrollo
y organismos no gubernamentales (ONG) que trabajan en una de las regiones mas deprimidas del país
(El Diario-Jatha 27 /04/ 2001).

Estos conflictos latentes agudizaron las contradicciones en la dirigencia sindical campesina, y


mostraban una vez mas el lado negativo del sindicalismo, en su cara caudillista y autoritaria,
por un lado, quien mandaba y ordenaba absolutamente todo, era el primer ejecutivo, cuestión
que se mantuvo, por ejemplo, durante toda la gestión de Felipe Quispe, quien a pesar de su
interés de constituir una confederación de nacionalidades indígenas. Propuesta que no fue
viabilizada y más bien, agotado, sin mucho apoyo, y con claras señales de su caída en la
política sindical, se aprestaba a fundar el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP),
introduciéndose al terreno de lo que él había criticado y combatido.
Pero paralelamente a estos hechos, las demandas de un año antes hacia el gobierno todavía se
hacían esperar; Las reformas a la Ley INRA, por ejemplo, solicitaban las sugerencias de los
pueblos indígenas y colonizadores. “El gobierno a través del poder ejecutivo esperaba las
propuestas y sugerencias para modificar la Ley INRA”. Anunciaba inicialmente el ministro de
asuntos campesinos de entonces Wigberto Rivero. Seguidamente planteaba: “Nosotros
ratificamos nuestra voluntad de solucionar aquel tema, pero las sugerencias no necesariamente
tienen que surgir del gobierno. Es necesario que ellos trabajen, porque se trata de un asunto
que involucra a todo aquel sector”. Haciendo referencia a las organizaciones rurales de
Bolivia. (…) Todo depende también del trabajo que puedan realizar los campesinos, pueblos
indígenas, colonizadores, y productores agrarios para perfeccionar la ley INRA (El Diario 4
/06/2001).

Después de aquellas pulsetas entre el gobierno y los movimientos rurales (conflicto por definir
tanto a indígenas, originarios y campesinos), que duraron algo mas de tres meses, desde los
primeros días del año hasta alrededor de fines de julio, que solo nos interesa porque durante
esta etapa, lo campesino ya empezaba a ser visto desde sus bases culturales, que de alguna

191
manera se asociaba a la cultura andina, un columnista (editorialista) de El Diario señalaba a
propósito de esta cuestión:
Las mayorías nacionales. Bolivia se caracteriza por una población con mayorías campesinas o indias; el
primer vocablo se refiere a los que habitan en el campo, sea cual fuere su origen o estrato social y el
segundo a la población aborigen o autóctona, muchas veces es empleado despectivamente.
La población autóctona, equivocadamente llamada india, que comprende aymaras, qhiswas,
tupiguaranies y otros, constituye la gran mayoría del país en comparación a la blanca. Paradójicamente,
la población indígena conocida como gran mayoría nacional, no gobierna, ni siquiera participa, está
considerada como de ultima categoría, condenada a vivir por siempre soterrada en el campo, privadas de
todas las comodidades y sevicias mas elementales a que tienen derecho por ser humana. La luz eléctrica,
la televisión, el teléfono no llegan hasta sus hogares, la educación además de ser alienante y
deshumanizante es extremadamente restringida, los niños solo pueden avanzar tercer grado de primaria,
en las comunidades alejadas y fronterizas, donde la gente vive totalmente diseminada. No hay escuelas,
(…) no hay postas sanitarias (…) Es lamentable la verdadera realidad de lo que ocurre en el campo y lo
que vive el indio, su existencia es ignorada, solo durante las campañas electorales los candidatos a la
presidencia se acuerdan de los “hermanos campesinos”. (…) En los últimos acontecimientos conflictivos
protagonizados por los campesinos del altiplano, como consecuencia de sus demandas no atendidas,
hemos visto reacciones mas airadas por parte de citadinos, quienes vertieron adjetivos mas indignos, la
mayoría de ellos ignorando su origen (genealogía). Los indígenas que actuaron junto a Felipe Quispe no
son simples aláteres, son los que en carne propia sobrellevan la pobreza y luchas desesperadamente con
su líder por una causa justa, su dignidad, su total liberación social y cultural, al igual que los políticos
(politiqueros) que luchan junto a su jefe, con la única diferencia de que estos se sacrifican por una pega
(prebenda) y aquellos por convicción. Es inhumano enfrentar a los hijos (soldados) contra sus propios
padres, hecho sensible que siempre ha experimentado el campesinado en esta clase de confrontaciones.
En el 2 de agosto, dedicado al indio o campesino boliviano, se hace imperioso que gobernantes, moros y
cristianos, despojándose de todo prejuicio y sin apasionamientos de alguna naturaleza reflexionen
seriamente sobre si los despectivamente llamados indios que con la llegada de los españoles fueron
despóticamente sometidos a la mas inhumana explotación y sojuzgamiento durante siglos, en la vida
republicana han merecido la atención pertinente a sus requerimientos mas elementales como ciudadanos
bolivianos por parte de los respectivos. Poderes del Estado, o es que estos fueron por siempre ignorados
y escamoteados con total desconocimiento de los derechos que les asisten como a seres humanos. Basta
de insultos denigrantes como decirles t`aras, ignorantes o salvajes; es preciso que el gobierno con el mas
alto espíritu patriótico y sensibilidad humana conjuntamente con los dirigentes campesinos planifique la
implementación de un verdadero desarrollo campesino que responda a los urgentes requerimientos del
sector, con mejoramiento de las viviendas, mas bien “pocilgas” como califico el presidente Banzer;
mecanización agrícola y modernización de cultivos tradicionales; mejoramiento de la crianza de
ganados, etc., así como la realización de proyectos específicos de acuerdo con las necesidades de cada
región o comunidad indígena, encaminados a resolver su postergación cultural, discriminación social,
exclusión política y ante todo la desesperante situación económica que somete despiadadamente a la mas
agobiante pobreza, cada vez con mayor rigor (Ezequiel Huayta Apulaca en El Diario 30 /07/ 2001).

Sin lugar a dudas, los intelectuales de origen andino, sentían la obligación moral de abogar
por la situación deprimente en la que desde antes hasta ahora se encontraban las sociedades
andinas. Sin embargo, estas aseveraciones, nos imaginamos, muy raramente eran leídas por los
políticos, y si la leían, esta se constituía en tan solo en una cosquilla que pasaba con la
insensibilidad de la elite política. Así como estos escritos, existieron múltiples durante toda la
historia de Bolivia, pero nadie hizo ni hace caso como sugerencia. Tal vez Gramsci si pudiera
opinar sobre Bolivia, también nos criticaría, ya que bajo el paraguas de la escritura algunos se

192
sienten intelectuales, pero no intelectuales orgánicos, pues se ocultan del poder transformar
y/o por lo menos aportar en los hechos a esta realidad problemática no resuelta, y que aún
queda pendiente en la historia de los pueblos y naciones oprimidas de los andes.

Entre agosto y noviembre los campesinos de la CSUTCB asumieron una serie de reuniones
con la finalidad de poder participar en las elecciones que se acercaban en 2002. Así, Felipe
Quispe, Alejo Véliz y Evo Morales eran los mas representativos dirigentes andinos que se
perfilaban en la ardua tarea de enfrentar a las oligarquías políticas de la Bolivia neoliberal.
Increíble y coincidentemente, los ayllus que hacían noticia de ves en mes, hablamos de los
Ayllus Qaqachacas, Jucumanis y Laimes, eran incorporados a la bolivianidad al recibir sus
certificados de nacimiento. Así informaba la prensa escrita:

Los comunarios de los paupérrimos ayllus Laime, Jucumani (provincia Bustillo del departamento de
Potosí) y Qaqachaca (provincia Orureña de Avaroa) dejaban de ser personas sin nombre ni documento y
pasaban a tener ciudadanía porque por fin comenzaron a recibir certificados de nacimiento que son
tramitados de manera gratuita.
Así lo informó el vocal de la Corte Departamental Electoral de Potosí, Aurelio Vásquez, quien
recientemente estuvo supervisando personalmente esta gestión que es ejecutada por notarios de Registro
Civil de esta región del norte de Potosí.
La autoridad electoral indicó que durante varios días se cumplirá con la entrega de documentos
personales (certificados de nacimiento) en una zona que hasta hace algunos meses fue escenario de
enfrentamientos entre comunarios por presunta “invasión” de linderos (terrenos) y el robo (o muerte) de
ganado de diverso rubro (El Diario 5 /12/ 2001).

A pesar de todas estas dificultades, e increíblemente la historia parece reconciliarse con el


mundo andino. Las próximas elecciones mas que probablemente, serían decisivas para la
introducción silenciosa del movimiento andino incipiente en la democracia, que se integraba a
la institucionalidad boliviana después de muchísimos años, incluyendo a los sectores
mayoritarios del país77.

2002: El CONAMAQ y la Asamblea Constituyente.-

77
Afirmamos que fueron varios años, porque según Rodríguez Garcia (2012) haciendo referencia a Ranaboldo,
selaña que hubo un lider indígena, Antonio Alvarez Mamani; uno de los dirigentes mas importantes de la decada
de los 40 del siglo XX, quien por su gran capacidad organizativa conformó el “Movimiento Indigenal de
Trabajadores Campesinos de Bolivia que según la referencia, y según estimaciones, contaba con un millón de
afiliados, conjuntamente con el Partido Indígena Pachakamaj. Este se constituiria en uno de los antecedentes
aparentemente libertarios andinos sobre la introducción de un partido politico a las estructuras estatales e
institucionales de la Bolivia criolla.

193
La editorial del periódico El Diario, de aquel primer día del año 2002, perfilando las
elecciones de aquel año, señalaba que “los campesinos e indígenas quieren candidatos
propios”. Esta cuestión ya visibilizada por las elites de la prensa nacional, advertía que
aquellas masas in-definidas de campesinos, colonizadores, e indígenas tendrían sus propios
candidatos para las elecciones presidenciales, que se iban a realizar aquel año y los próximos.
Este alegato era confirmado por Felipe Quispe, quien aseveraba que los trabajadores del agro
ya estaban cansados de “bailar al ritmo de la imposición”, en donde los partidos tradicionales
cuyos dirigentes seguramente realizarían una campaña para capturar los votos de las
poblaciones rurales del país. “Hemos bailado la cueca con el MIR, hemos bailado el taquirari
con ADN, hemos tomado cerveza y también hemos bailado con UCS” (…) hasta el momento
hemos bailado con todos los partidos políticos, pero creo que esto ha terminado”, Señalaba el
“Mallku” (El Diario 1 /01/ 2002).

Veinte días después, se convocaba e invitaba a un congreso de Tierra y territorio que se


desarrollaría en Chuquisaca, de donde el CONAMAQ ya estaba desmarcado, y que elaboraría
un proyecto sustitutivo de la ley INRA, así como definiría medidas de presión en respaldo a
los cocaleros del Chapare. Quispe Huanca informaba a la prensa: “todas las organizaciones del
agro con vida orgánica se reunirán en el encuentro (…), Colonizadores, campesinos,
movimiento sin tierra, indígenas del oriente y originarios”, los movimientos sociales de
entonces, confirmaban su asistencia al congreso que duraría tres días. Allí se elaboraría un
proyecto de norma sustitutiva a fin de garantizar la distribución equitativa de tierra a los
pueblos originarios y comunidades indígenas (El Diario 20 /01/ 2002).
Entre el 24, 25 y 26 de enero se desarrolló el congreso por tierra y territorio convocado por la
CSUTCB, de la que los ayllus del CONAMAQ, con excepción de algunos, no participaron.
Este evento determinó nuevas medidas de presión, por el no cumplimiento de alrededor de 70
demandas no satisfechas del año anterior y que, tan solo, 20 demandas habían sido atendidas.
Paralelamente, y a propósito de aquel año electoral con realización de las elecciones, el 4 de
febrero del 2002, el MNR presentaba a sus candidatos a la presidencia y vicepresidencia del
Estado (El Diario 4 /02/ 2002). Gonzalo Sánchez de Lozada y Carlos Mesa eran el dúo del
tradicional MNR, quienes serian meses más tarde los virtuales ganadores de los comicios.
Así mismo, durante estas fechas, surgió un debate al calor de la posibilidad futura de una
Asamblea Constituyente, que lógicamente tenia que enmarcarse necesaria y forzosamente en

194
los derechos indígenas y en la reforma Constitucional. Así lo entendió Nicomedes Sejas
Terrazas columnista de El Diario, quien señalaba lo siguiente:
El Consejo Ciudadano propone la modificación de los Arts. 172, 173 y echa mas sal a una vieja herida de
confrontación Estado colonial-indígena. Los Artículos 172 y 173 se refieren a la obligación estatal de
fomentar planes de colonización basados en una explotación racional de la tierra y de los recursos naturales,
así como de conceder créditos de fomento para mejorar la productividad agraria. La propuesta de
modificación de los artículos 172 y 173 nos remite a un viejo problema de confrontación Estado/indio. No
olvidemos que la inclusión del Régimen Campesino en nuestra constitución (reformas de 1938), en alguna
medida ha sido la respuesta formal y no programática a las centenarias demandas indígenas de reconocimiento
de sus derechos sistemáticamente postergados por la elite criolla colonialista en el poder, que
independientemente de su discurso y sus matices ideológicos tuvo una claridad casi instintiva frente al indio,
tratándolo como a su principal enemigo. La primera concesión de reconocimiento del indígena bajo la nueva
categoría sociológica de campesino, cuyo merito se atribuye a la pertinaz propuesta de la naciente izquierda
nacional, no habría sido posible sin la persistente “lucha indígena”, la innegable influencia de las reformas
sociales en México, la influencia del discurso socialista y las frustraciones de una guerra inútil (El Chaco
1932-1935).
La histórica postergación de nuestras comunidades indígenas, aparentemente beneficiosa para el criollo, se
confirió en el mayor facto de atraso para el conjunto de la sociedad hasta el presente. Esta realidad socio-
política se mueve en una dicotomía casi insalvable de colonialismo-democracia, cuya expresión social
enfrenta a una minoría criolla hegemónica, parasita del Estado, contra un movimiento popular de raíz indígena
que ha demostrado ser portavoz de auténticos valores democráticos. La inclusión del régimen campesino, tal
como fue incluido por primera vez y posteriormente ampliado en las reformas posteriores, tiene su valor
doctrinal y socio-político, precisamente en expresar el reconocimiento implícito de la necesidad de superar la
exclusión indígena, por lo menos formalmente. Su propuesta de modificación es una equivocada pretensión de
hacernos retroceder a la situación anterior a 1938.
Desde el punto de vista de la legislación comparada, las constituciones expresan los procesos socio-políticos
de la sociedad, lo que no quiere decir que las constituciones que han sufrido pocas modificaciones se deben a
la quietud de su base social, sino que aquellas constituciones llegaron a ser la expresión más cercana de su
ideal de sociedad. En el caso de Bolivia, al ser la Constitución –y sus numerosas versiones- expresión de
determinadas relaciones socio-políticas adoptó como contenido las características de una sociedad colonial
con toda la fuerza de discriminación contra el indígena, cuyos primeros atisbos democráticos se consagraron
con la liquidación del latifundio y el pongueaje –instituciones coloniales que mantuvieron los criollos de la
Republica hasta la década del 50 del siglo pasado-, la vigencia del voto universal y tardíamente
complementada con la Ley de Participación Popular en 1994.
Las injusticias de la amoralidad del mercado.- El tenor de los Arts. 172 y 173 de la Constitución vigente son
obligaciones que al haberse quedado como letra muerta, como una concesión formal, han carecido de impacto
en el ámbito social y político. Pero la propuesta de supresión de aquellas obligaciones del Estado introduce
una contradicción doctrinal con las garantías de justicia y equidad consagradas en el Art. 132 de la misma
Constitución. En efecto, no es suficiente reconocer la deuda social del Estado para con el indígena sino de
empezar a pagarla a través de planes y programas que promueva el desarrollo de nuestras comunidades
indígenas. Lo cual no es volver precisamente al Estado paternalista e interventor, sino, reconocer la evidencia
de que el mercado al ser indiferente a valores morales favorece más a la concentración de la riqueza
socialmente producida que desde el punto de vista social es también injusto, una deficiencia del mercado que
solo puede ser corregida desde el Estado.
Las obligaciones de fomentar a nuestras comunidades indígenas a través de planes y programas de desarrollo
deberían ser complementadas con una previsión financiera en el Presupuesto General de la nación, en los
mismos términos con los que se fomenta la educación superior universitaria -5% de co-participación
tributaria-, recursos que pueden ser obtenidos, en gran parte, de una reforma radical de la Policía, y las FFAA,
Costa Rica no es un ejemplo casual. La equidad social no se la promueve imponiendo sumisión y silencio a
los mas pobres, sino generando riqueza con programas racionales de inversión, contribuyendo al desarrollo de
los mas desfavorecidos que en su mayoría son indígenas (El Diario 21 /02/ 2002).

Las perspectivas legalistas eran pertinentes para la inclusión indígena en la estructura estatal
boliviana, así por lo menos lo entendía Sejas Terrazas, quien planteaba trascendentales
sugerencias para una nueva legislación que dote de mayores espacios de poder político a las

195
poblaciones rurales (compuesta por indígenas-originarios-campesinos). Por otra parte, el autor
se preocupa del desarrollo económico-social como acompañante del proceso de desarrollo
transdisciplinario, que debía ser considerado como nuevo enfoque en la construcción de
conocimientos, que como CIPCA lo había iniciado, además a nivel académico lo desarrollaría
teórica y epistemológica, incipiente y aproximadamente algo menos de una década después la
institución de AGRUCO.

Regresando a aquellos meses del mes de febrero del 2002, algunos ayllus ocasionaban
conflictos en una zona del altiplano Potosino, así fue registrado este hecho:
Firma de acuerdo pacifica a ayllus Chullpas y Tayaquiras.- Con la firma de un acuerdo entre autoridades
nacionales, locales, y departamentales, donde figura el compromiso de delimitar de manera definitiva el
territorio de los ayllus Chullpas y Tayaquiras, se logró ayer la pacificación de esa convulsionada zona.
El acuerdo fue negociado por la ministra de Asuntos Campesinos, Tomasa Yarhui Jacomé con
autoridades departamentales y de ambos ayllus, el mismo se firmó al promediar las 16:30 horas de ayer.
Radio Pío XII del siglo XX, informó que el documento se firmó en Huaylloma. El acuerdo establece la
creación de una comisión con tres integrantes por cada uno de los ayllus: Chullpas, de la provincia
Bustillo de Potosí y Tayaquiras, de la provincia Dalence de Oruro, que delimitarán, con la asistencia
técnica del Instituto Geográfico Militar (IGM), el territorio de cada una de esas comunidades. Asimismo,
el gobierno se comprometió a resarcir los daños que tuvieron las comunidades que dependen del cantón
Tayaquira, donde entre el Marte y miércoles pasado fueron quemadas 36 casas y murió Juan Choque de
50 años. También se acordó que la Policía permanezca en el lugar para evitar enfrentamientos. Aunque
por la gravedad del conflicto fueron desplazados a esa zona efectivos del Ejecutivo (El Diario 28/04/
2002).

Hechos que nos muestran que la unidad de los ayllus por estas épocas, era rudimentaria, muy
incompacta y al principio fue difícil poder articularlas. Los antecedentes de los ayllus norte-
Potosinos eran por demás conflictivos, pero esto se debía a una causa principal, a nuestro
juicio, radicaba precisamente en la cuestión de crisis en la organización política que repercutía
en lo económico-social, es decir, era una lucha por la sobre vivencia. Sin embargo, y a pesar
de la concavidad de los conflictos en los ayllus, los compromisos se iban solucionando
someramente, al día siguiente, por ejemplo, se reunían autoridades gubernamentales y
autoridades locales para enmendar el conflicto:
Ministra Yarhui y dirigentes de ayllus revisaran límites. La pobreza es otro factor de confrontación en
los ayllus. Luego de que el sábado en la noche se lograra firmar un acuerdo entre las comunidades
Chullpa y Tayaquira, para revisar la delineación territorial motivo de la confrontación, se acordó que
solo representantes de ayllus y la ministra de Asuntos Campesinos, Tomasa Yarhui cumplan con este
trabajo.
Ambas comunidades lograron este acuerdo con la mediación de la autoridad gubernamental, por lo que
este sábado se precedió al reconocimiento de mojones en las serranías cercanas de estas poblaciones,
ubicadas en el norte de Potosí en el límite con Oruro. Se consolidó tres mojones, con la supervisión de
personal del Instituto Geográfico Militar, que con el uso de instrumental técnico determino las pautas de
la futura delimitación. En el proceso de concertación se acordó que únicamente tres representantes de
cada ayllu, junto a la ministra Yarhui, procederán a revisar la delineación territorial que se encuentra en

196
conflicto. Igualmente se conformó que continuaran en la zona los efectivos policiales y militares para
garantizar la integridad de la comisión delimitadora y los ayllus en conflicto. Por otra parte, las
prefecturas de Potosí y Oruro conformarán una comisión conjunta para evaluar la dimensión de los
daños y damnificados en la zona y así ayudar a los afectados (El Diario 29 /04/ 2002).

Todo este proceso, conflictivo al principio, es parte de los avatares de reorganización, de los
ayllus andino-bolivianos (Qollasuyo). En donde el Estado nunca apareció como mediador,
peor como un ente solucionador de problemáticas estructurales y de conflicto. De esta manera
se explica el surgimiento de una institución en el seno de las mismas estructuras andinas
“ayllus”. El CONAMAQ que justifica su existencia vinculada a agentes externos por el bajo
apoyo y vació de autoridad estatal en los ayllus, que adquieren una nueva dimensión política
desde la perspectiva histórico-social.

Por ejemplo, la problemática de los ayllus Chullpas y Tayaquiras, como nos anticipamos, fue
cerrada medianamente con la firma de un acuerdo de pacificación, entre las autoridades
nacionales, departamentales y locales. La ministra de asuntos campesinos de entonces Tomasa
Yrhui Jacomé con autoridades de ambos ayllus firmaba el 27 de octubre del 2002 al promediar
las 16:30 horas el acuerdo de pacificación. Jatha y El Diario citando a Radio Pío XII de siglo
XX, informaban que el documento se firmó en Huaylloma (Ibíd. 28 /04/ 2002).

Por otro lado, el mes de mayo probablemente haya sido el inicio de las alianzas de la CIDOB
con el CONAMAQ, que mediante una alianza estratégica anunciaban medidas de presión,
exigiendo la convocatoria inmediata a una Asamblea Constituyente. La prensa informaba lo
siguiente:

Indígenas y campesinos exigen la convocatoria a Asamblea Constituyente.


La CIDOB y el CONAMAQ, (…) anunciaron medidas de presión, a partir de este lunes, para frenar el
proceso de reforma constitucional que pretende ejecutar el Legislativo. Dirigentes de ambas
organizaciones se encuentran en La Paz, para iniciar, el lunes, una huelga de hambre en tanto se prepara
el inicio de una marcha desde la ciudad de Santa Cruz a La Paz para exigir que el legislativo deje sin
efecto su intención de aprobar una Ley de Necesidad de Reforma de la Constitución. El planteamiento
de estas organizaciones es que se deje sin efecto ese proceso de reforma constitucional y espere, la
conclusión del actual proceso electoral, para que el Legislativo apruebe una ley por la que se autorice al
próximo presidente de la Republica y al poder legislativo, la convocatoria a una Asamblea
Constituyente, en el próximo periodo constitucional que arrancaran el 6 de agosto. (…) En carta al
presidente, Jorge Quiroga, esas instituciones solicitan que el Legislativo deje sin efecto la aprobación de
la Ley de Necesidad de Reforma a la Constitución. Advierten que el actual proyecto pretende
“incorporar temas que únicamente les interesa a los partidos políticos y sus jefes, sin importarles para
nada las opiniones y propuestas que los diferentes sectores sociales han hecho sobre este tema “ignorar y
excluir el derecho de participación real de las fuerzas vivas del país es un tema trascendental como es el

197
de dotarnos de una Constitución Política del Estado, significa poner en serio riesgo la convivencia
pacifica entre los bolivianos”,dice la carta remitida al presidente Jorge Quiroga. (…) para que de esta
manera, los alcances de una nueva Constitución respondan a la realidad nacional Constituyente,
“Defender la Patria”.
La CIDOB, mediante su representante Marcial Fabricano, recordó que a mediados del año 2000 propuso
se convoque a una Asamblea Constituyente como mecanismo para dotar al país de una nueva
Constitución, con la participación directa de las fuerzas vivas del país, “y no únicamente de los partidos
políticos”. Fabricano también dijo que en 2001, las autoridades de gobierno prometieron una Asamblea
Nacional de la CIDOB, para incorporar sus propuestas de reforma constitucional por el Legislativo, lo
que, sin embargo, no ocurrió.
Ante esta situación, ahora y con huelga de hambre que se inicia el lunes, se exige que el parlamento no
apruebe la Ley de Necesidad de Reforma de la Constitución. Advierte que si lo hace será una decisión y
medida ilegitima. “Somos testigos presénciales, nosotros y el pueblo boliviano en su conjunto, que este
aspecto ha tomado un tinte eminentemente electoralista”. Por ello plantea la CIDOB “que se establezca
un acuerdo nacional entre los partidos políticos y la sociedad civil organizada para que este tema
trascendental de las reformas a la Constitución y su mecanismo de ejecución, la Asamblea Nacional
Constituyente, sean debatidos responsablemente después de las elecciones del 30 de junio, en un marco
real de legitimidad, en cuya instancia nuestra propuesta y la de otros sectores sociales sean debida y
seriamente consideradas en bien del pueblo boliviano” (Jatha-El Diario 11-12 /05/ 2002).

Un pronunciamiento particular del CONAMAQ es también el referente inicial de estos


movimientos que empezaban a exigir transformaciones en las leyes y el Estado que de a poco
era cuestionado por los movimientos indígena-originarios. El pronunciamiento dirigido a la
sociedad señalaba lo que sigue:

CONAMAQ: A LA OPINION PUBLICA


POR NUESTRO IDENTIDAD DIGNIDAD Y TERRITORIO.

Visualizando el mundo político podemos decir que en el oriente del viejo mundo no es más que una
lucha de identidad, respeto a los Derechos de Nacionalidad y diversidad social por una vida humanitaria
con justicia, reciprocidad, equidad y equilibrio (Hombre-Naturaleza). Como ocurre en Latinoamérica
Ecuador, Perú, Venezuela y otros. Bolivia no podía estar ajeno a ella, así en estos últimos tiempos se
vive en un candente de lucha política en tira-afloja entre Gobernante Gobernados, donde los
Gobernantes solo expresan y obedecen los mandatos de los países desarrollados (EE.UU.) y a toda costa
quieren aprobar Leyes y Decretos a favor de los mismos para su establecimiento y empoderamiento de
nuestros recursos naturales; por eso quieren imponer la ley de Necesidad de Reforma a la Constitución la
misma fue aprobada en grande el día 9-V-02 por la Cámara de Diputados si respetar y excluyendo al
mismo tiempo los Derechos de los Pueblos Indígenas y del gran sector social, ganados e insertados con
sangre en el actual Constitución Política del Estado. No solo eso, si no también la Ley de Apoyo al
Desarrollo Sostenible (forestal, patente, medio ambiental), otras leyes y decretos que afectan en el diario
vivir de los Pueblos Indígenas Originarios verdaderos dueños de este territorio. Por la DEFENSA del
respecto a nuestros Dignidad, Derecho, Identidad y TERRITORIO, el Consejo de Gobierno de
CONAMAQ Autoridad Originaria nacional de los Ayllus, Marcas y Suyus del Qullasuyu se
MANIFIESTA Y REPUDIA la actitud del Gobierno ante la Opinión Pública lo siguiente:

Primero.- El Gobierno Nacional a cargo del Sr. Presidente Ing. Jorge Quiroga debe tomar seriamente y
responder positivamente al PEDIDO Y SOLICITUD de las Organizaciones Nacionales el de
PARALIZAR EL TRATAMIENTO de la Ley de Necesidad de Reformas a la Constitución y otras Leyes
que afectan los derechos de la gran mayoría boliviana.

198
Segundo.- El Gobierno de CONAMAQ advierte al Estado y a los Jefes de Partidos Políticos asumir la
responsabilidad como partes Gestor del Proceso Democrático de Bolivia, tomando y apoyando la
expresión Política de las Organizaciones Nacionales representativas del país.

Tercero.- CONAMAQ como autoridad Nacional de los Pueblos Indígenas Originarios de los Ayllus,
Marcas y Suyus CONVOCA a todos los hermanos comunarios de los Ayllus Marcas del campo y de la
ciudad, profesionales, transportistas, comerciantes, albañiles, zapateros, maestros rurales y urbanos hijos
de los aymaras quechuas, guaraníes, tupiguaraníes, mosetenes, chipayas y todos en general habitantes
del hoy llamado estado boliviano, a sumarse a la defensa de los derechos consuetudinarios frente la
política del Gobierno que nos quieren imponer con la Reforma a la Constitución aprobando en el
Congreso Nacional, cuando éstos deberían ser consultados y consensuados con la participación directa
de las Organizaciones Nacionales representativas.

Por eso en el presente tenemos hermanos de CIDOB (Marcial Fabricano) y CONAMAQ (Jaime Apaza)
en Huelga de Hambre instalados en las oficinas del Sindicato de la Prensa en al ciudad de La Paz desde
el día 13 del presente mes.

Es dado en la sala de reuniones del Consejo de CONAMAQ a los habitantes a los catorce días del mes
de mayo del dos mil dos.

POR EL CONSEJO DE GOBIERNO DE CONAMAQ

Faustino Fermín Jaime Walter


Zegarra Beltran Apaza Condori
Apu Mallku Apu Mallku Apu Mallku Mallku C.
Jurídica

Días después, para el 14 y 15 de mayo del 2002, nuevamente los denominados campesinos
indígenas-originarios, rechazaban las modificaciones a la carta magna si no estaba dentro de
los parámetros de una Asamblea Constituyente. Mientras en el parlamento nacional se
pugnaba por la aprobación de la Ley de la Necesidad de Reformas a la CPE. Espacio, donde
indígenas, colonizadores y campesinos se unieron para rechazar el contenido de la norma y su
futura aplicación, porque no fueron tomados en cuenta en el momento de su elaboración y
redacción.
En ese contexto, cuatro dirigentes se sumaron a la huelga de hambre que sostuvieron el
vicepresidente de la CIDOB, Marcial Fabricano, y un representante del CONAMAQ, Jaime
Apaza, en el sindicato de trabajadores de la prensa de La Paz. Así (…) El representante de
CIDOB señalaba que la caminata de sus compañeros no será interrumpida y que tampoco se
aceptaría propuesta alguna que no esté suscrita por los partidos políticos con representación
parlamentaria, en sentido de que las reformas no serán aprobadas en esta gestión (Jatha-El
Diario 2002). Para el 18 de mayo la marcha indígena llegaba a Buena-vista, provincia Ichilo,
con la firme convicción de mantener su postura de convocar a una Asamblea Constituyente. El

199
movimiento social infructuoso pretendía revertir las reformas hasta ahora lanzadas, muchas en
desmedro de su propia existencia, como la entonces ley INRA (El Diario 18 /05/ 2002).

Hasta el lunes 27 de mayo los conflictos entre indígenas de algunos ayllus y campesinos de la
CSUTCB frente al Estado no se habían resuelto, mas bien, se había incorporado el
CONAMAQ institucionalmente, apoyando la marcha hacia La Paz. Aunque el gobierno de
turno del 2002, aparentemente aceptaba las exigencias de los originarios más que todo del
oriente boliviano, una marcha como hacia 12 años atrás irrumpía el escenario de nuevas
movilizaciones en donde los movimientos sociales andinos y amazónicos ya empezaban
incipientemente a transformarse en una forma política distinta. No eran los bloqueos sino
marchas multitudinarias desde los núcleos de las comunidades y ayllus que despertaban la
sensibilidad de los ciudadanos que veían a estas organizaciones como nuevos baluartes de
lucha por los derechos humanos, dignidad y coraje humano, que frente a la pobreza y miseria
de no hallarse soluciones reales apoyaban, aún moralmente. Además de una acentuada
discriminación salían en pro de una búsqueda de expectativa social de inclusión, que según
estos sectores no se detendría en su demanda de hacer real la instauración de reformas a la
CPE incorporando a los pueblos indígenas, originarios y campesinos y otros sectores de la
sociedad civil (El Diario 27 /05/ 2002), sino se convocaba a la Asamblea Constituyente. Así
reflejaba textualmente la prensa:
Continúan huelga y marcha hacia La Paz. La respuesta del Gobierno y parlamentarios no convenció a
campesinos e indígenas: Autoridades del gobierno y parlamentarios no lograron convencer a los
dirigentes indígenas y campesinos para que suspendan su marcha hacia la sede de gobierno, por tanto sus
exigencias de convocatoria a una Asamblea Constituyente se mantiene inalterables. La reunión se llevo a
cabo en la población de Ivirgarzama del trópico cochabambino. Este encuentro entre autoridades del
Ejecutivo y Legislativo con dirigentes de la CIDOB, se realizó con la finalidad de lograr un acuerdo que
ponga fin a la medida, empero no tuvo los resultados esperados.
Los marchistas cumplieron hasta ayer 14 jornadas de huelga de hambre que iniciaron dos dirigentes de la
CIDOB y del CONAMAQ. Afirman, además que la comisión del gobierno no podrá resolver el
problema dialogando solo con un grupo de marchistas porque en el conflicto están inmersos todos los
pueblos indígenas y muchos otros grupos más. El dirigente de CIDOB, Marcial Fabricano informó que
además de la marcha indígena y campesina iniciada en Sta Cruz hace dos semanas, estan saliendo otras
integradas por Indígenas, campesinos y colonizadores desde otras regiones del pais. (…) Continua la
marcha indígena; también se suman otras integradas por indígenas, campesinos y colonizadores desde
otras regiones del país. (…) el miércoles partieron grupos campesinos de Chuquisaca y Potosí, y otras
regiones para confluir en Oruro y de allí dirigirse a La Paz. Además de la partida de un nuevo
contingente con 700 personas desde Santa Cruz (El Diario 27 /05/ 2002).

Días después, entre el 1 y 2 junio, la COB también apoyaba la marcha indígena-originaria y


campesina vanguardizada esta vez por la CIDOB y el CONAMAQ. Marcha que no retrocedió

1
ni un paso, y se estimaba que de aquellos días, y en dos semanas, mas de 8 mil indígenas de la
CIDOB, originarios del CONAMAQ y campesinos de la CSUTCB estarían ingresando a La
Paz, reclamando el pedido principal de Asamblea Constituyente (El Diario 2 /06/ 2002).

Después de un masivo mitin en la plaza principal de Cochabamba, los indígenas reanudaban la


marcha por la Constituyente el 6 de junio del 2002. En dicho mitin se consolido un bloque
social que pretendía unificar a diferentes movimientos con un objetivo común. Así muchos
sectores sociales también se plegaban a la marcha indígena. El objetivo era: llegar a La Paz e
instalar la Asamblea Popular Constituyente. Que debería abordar tanto las reformas a la CPE,
como también modificaciones a la ley de acceso a la tierra y a las relaciones de poder. Una
marcha hacia la sede de gobierno seria reiniciada desde predios de la Universidad Mayor de
San Simón donde los marchistas hicieron su cuartel general y en el primer tramo pasarían por
la plaza 14 de Septiembre y tomarían la avenida Carlos Blanco Galindo con rumbo al oeste
hasta alcanzar Colcapirhua, Quillacollo, Vinto, Parotani, donde hará un alto para descanzar (El
Diario 7 /06/ 2002).

Después de esta larga marcha, hacia el 8 y 9 de junio los marchistas andinos y amazónicos
llegaban a La Paz. Entre el 11 y el 14 de junio se comenzó el dialogo, que llevo a especular
sobre un posible boicot y obstaculización del mismo. Pero no fue así, aunque para el 20 de
junio el dialogo parecía haberse estancado y El Diario denunciaba que los “caprichos de
indígenas y mineros rechazaban los acuerdos”. Pero el CONAMAQ, pedía que el Congreso
Extraordinario (parlamento) sea convocado para el 8 de julio, estaba claro, tenía las
intenciones de retrazar los comicios, y por tal situación fue rechazado por el gobierno de
entonces.

Hacia el 21 de junio “las discrepancias sobre la fijación de la fecha para el Congreso


Extraordinario y la solución inmediata al paquete agrario impidieron la suscripción de un
convenio final entre indígenas, políticos y autoridades de Gobierno” (El Diario 21 /06/ 2002).
Acuerdo que no llego, pero el gobierno contundentemente afirmaba que ya había firmado un
acuerdo con los indígenas y originarios de pueblos del oriente y occidente. El representante de
la Asamblea permanente de Derechos Humanos (APDHB), Sacha Llorente, indicaba que, tras
el pre acuerdo al que se llegó, los representantes indígenas consultaron a sus bases en una

2
asamblea, instancia en la que se cuestionó ambos aspectos. Dijo que los dirigentes de
CONAMAQ exigen una fecha cerrada para la realización del Congreso Extraordinario y no la
que establece el documento, que señala hasta el ocho de julio (Ibíd.).

Al día siguiente, los indígenas, partidos políticos y gobierno suscribieron un convenio: son
grandes modificaciones al preacuerdo que pone fin a las demandas de los marchistas,
señalaban las autoridades. De esta manera quedan garantizadas las elecciones presidenciales.
El acta de acuerdo nacional, contiene ocho puntos. (…) El documento garantiza que el
Congreso Extraordinario se desarrollará en la primera semana de julio (El Diario 22 /06/
2002).

Ya en Julio, la radicalidad de la presencia indígena inquietaba a los empresarios y productores


que en años anteriores se vieron afectados por los bloqueos campesinos. Por otro lado, los
indígenas condenaban el incumplimiento de la UCS, quienes se constituían en mediadores con
los sectores indígenas-originarios y campesinos. Así, se denunciaba que Johnny Fernández no
asistió a una reunión con el presidente de la Republica en la cual se debía analizar las reformas
a la CPE. Por otro lado los originarios advertían que no serían responsables de las
consecuencias que surjan a raíz de la irresponsabilidad de los políticos. Por otro lado, el
CONAMAQ esperaría hasta aquellos días una respuesta favorable a sus demandas (El Diario
17 /07/ 2002). Un titular por aquellos días señalaba que a los indígenas-originarios se les
“acababa la paciencia”;
Los dirigentes campesinos que protagonizaron las marchas el mes pasado, para exigir reformas a la
constitución, amenazaron con retomar sus medidas por la indiferencia de los partidos al cumplimiento de
sus promesas. La paciencia se esta acabando, advertía Marcial Fabricano. (…) En todo caso advirtió
Fabricano, la responsabilidad de lo que pueda pasar si hasta el jueves no hay respuestas concretas por
parte de la clase política al sector de los indígenas originarios, a recaer únicamente en los partidos. De
esa forma el líder de los originarios, dejó abierta la posibilidad de reanudar las medidas de presión si es
que no hay respuestas favorables a su demanda, medidas que serían asumidas en completa coordinación
con sus hermanos de las tierras altas. Por su parte la máxima autoridad del CONAMAQ, Faustino
Segarra, dijo haber instruido a sus bases para ir trabajando y ultimando los detalles de las medidas de
presión las que se pondrían en marcha si es hasta el día 17 de julio hay respuestas favorables al acuerdo
suscrito antes de las elecciones del 30 de junio. Segarra también se refirió a UCS y acusó a líder de este
partido de estar actuando irresponsablemente ante el fracaso que tuvo en los comicios electorales.
Tanto Segarra como Fabricano, insisten en que los partidos políticos tienen la llave en sus manos para
hacer que las cosas cambien en el país, sin embargo coinciden en que no hubo capacidad de cumplir un
compromiso tan serio como el que se asumió en la ciudad de La Paz, “la credibilidad en el poder
legislativo y por ende en la clase política ya se perdió”, sostuvieron ambas autoridades de tierras bajas y
altas agrupados en la CIDOB, y el CONAMAQ respectivamente. Los partidos en este momento dejaron
de lado el tema de las reformas y todos se encuentran preocupados intentado concertar los acuerdos del
próximo gobierno (El Diario 17 /07/ 2002).

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Pero ante la indiferencia, y como habían advertido, los indígenas tres días después instruían un
bloqueo de caminos. Todo producto de las promesas incumplidas por los políticos. Así fue
reportado en los medios de comunicación que señalaban lo que sigue:
La falta de cumplimiento de la llamada clase política para reformar la Constitución Política del Estado,
cansó a la dirigencia campesina, cuyos responsables instruyeron el bloqueo de caminos. Los campesinos
pretenden tener todo el país bloqueado hasta el lunes de acuerdo con las explicaciones del representante
del Consejo Nacional de Ayllus y marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) Faustino Zagarra.
Bloqueo escalonado.- Según el dirigente del CONAMAQ, la falta de voluntad de los partidos ha
motivado que se instruya el bloqueo nacional de caminos de manera escalonada, medida que comenzó
según la dirigencia de este sector a partir de ayer. Zagarra informó que la medida asumida tiene la
finalidad de presionar a los partidos políticos para que estos cumplan con su compromiso ya que tienen
en sus manos la llave del cambio y solo falta voluntad para hacer realidad la demanda del pueblo
boliviano. El CONAMAQ, en un comunicado publico ayer, dirigido al presidente de la Republica Jorge
Quiroga, exige que se haga efectiva la modificación del 230, de lo contrario la medida asumida ayer se
irá intensificando paulatinamente, comenzando por el control del territorio nacional a través del bloqueo
de caminos, advirtiendo que las consecuencias de lo que pueda pasar, será única y exclusivamente
responsabilidad del gobierno y los partidos políticos (El Diario 20 /07/ 2002).

Dos días después, y si no se aprobaba la demanda de “asamblea constituyente”, tema tocado


coyunturalmente, por el congreso extraordinario, los campesinos e indígenas iniciarían un
bloqueo de caminos en todo el país. Así todos los mallkus agrupados al CONAMAQ, después
de una reunión de emergencia planteaban iniciar un bloqueo de caminos inmediato, con la
amenaza de ocupar por la fuerza el Palacio de Gobierno y el Congreso Nacional, si los poderes
ejecutivo y legislativo no aprobaban la Ley de Necesidad de Reforma Constitucional, y la
puesta en vigencia de la Asamblea Constituyente y el referéndum.
Así, y enterados las regionales y sub-regionales donde el CONAMAQ tenia presencia, y
amparados en el mando del entonces Mallku jiliri Faustino Zegarra, se determinaba realizar la
toma del territorio a través del fortalecimiento de los bloqueos, para que a partir de aquel lunes
22 de julio, sea paralizado el país. El Jiliri señalaba también que la medida de presión era
justificada porque las autoridades del gobierno se comprometieron y no cumplieron lo
establecido en el acta suscrito el pasado 21 de junio, por la que los parlamentarios se
comprometieron a aprobar la realización de la Asamblea Constituyente. Zagarra insistia que el
bloqueo era justificado y que las medidas de presión se ampliarían para exigir a los
parlamentarios y autoridades gubernamentales que respeten y cumplan lo pactado, ya que los
afiliados a su institución están también decididos a impedir el juramento del nuevo Presidente
de la Republica a realizar la ocupación física del Palacio de Gobierno y el Parlamento. En este

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sentido, el dirigente señalaba que los campesinos e indígenas no permitirán que quede en la
nada el sacrificio hecho en la marcha de 35 días iniciada por la CIDOB y apoyada por el
CONAMAQ.
Zegarra también anunciaba que el CONAMAQ había remitido una carta al Presidente Jorge
Quiroga, en la que le pedía exhortar a los lideres políticos que tuvieron mayor preferencia en
las pasadas elecciones generales a que muestren una verdadera voluntad política para apoyar la
gobernabilidad y aprobar la aplicación de la Asamblea Constituyente, dejando de lado sus
intereses partidarios. “Los partidos políticos como la UCS, y el MNR, creen que nosotros
vamos a permitir ser engañados nuevamente. Es no es así, es mejor que reflexionen y se
pongan del lado del pueblo”, concluía el dirigente campesino (El Diario 22 /07/ 2002).

Aquellas situaciones políticas, anteriormente descritas, probablemente hayan sido


fundamentales en las elecciones de aquel año, pues, la prensa registraba una notoria presencia
indígena en el nuevo cuerpo legislativo. “El país no solo estreno un renovado cuerpo
legislativo compuesto por una notoria representación indígena y campesina, sino que contaba
con nuevas caras y formas de vestir, entre ponchos, abrigos, chamarras, polleras, sombreros, y
abarcas, que cambiaban la fisonomía del Congreso”(El Diario 25 /07/ 2002).

Así, se daba inicio a la silenciosa incorporación de lo andino y amazónico en las estructuras


estatales, “después de 20 años de democracia originarios ingresaban al parlamento”, así se
informaba en un titular. Admirados porque la mitad de casi un centenar de legisladores
indígenas eran elegidos por el MAS y el MIP. El auditorio del Bando Central de Bolivia,
realmente reflejó la variedad cultural del país. Se daba posesión entre aguayos, wiphalas,
ponchos y polleras a nuevos, antiguos y reelectos legisladores que anunciaban sus próximas
acciones legislativas.

Después de 20 años de democracia, el parlamento tendrá una autentica representación indígena


significativa, pues un tercio de los 274 nuevos parlamentarios que recibieron sus credenciales son de
extracción rural. A partir de agosto próximo, las remodeladas instalaciones del parlamento serán
escenario del trabajo que desempeñaran casi un centenar de dirigentes indígenas que fueron electos por
dos partidos, principalmente, que representan a este sector; el MAS y el MIP. Los representantes de los
pueblos originarios se esmeraron para lucir los atuendos respectivos de sus lugares de origen (…). En
este marco, las abarcas, los ponchos y las polleras se mezclaron, por primera vez en la historia
democrática de Bolivia, con los trajes, los tacos, las minifaldas y las carteras de la “otra cara de Bolivia”
(El Diario 25 /07/ 2002).

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Después de aquellos requiebros políticos que gozaron de relativa emoción, particularmente del
mundo andino por la llegada de parlamentarios indígenas-originarios y campesinos, la
intranquilidad irrumpió nuevamente por la demanda de la ya consolidada premisa de
Asamblea nacional Constituyente, que ya tenia la sentencia de ser tratada en el congreso
extraordinario que tenían en perspectiva por la marcha y firma de convenio del mes anterior.
Los llamados indígenas, sin miedos, y más bien decididos por su empoderamiento progresivo
comenzaron a bloquear las carreteras, la decisión conservadora de los partidos políticos en
pasar por alto el tema de la Constituyente, eferveció y molesto aun mas a los llamados
indígenas del país. Quienes decidieron inmediatamente llevar a cabo medidas de presión para
que sus demandas sean consideradas mediante un referéndum constitucional y exigiendo que
los partidos cumplan con su compromiso de modificar el articulo 230 de la CPE,
introduciendo la Asamblea Nacional Constituyente. Así señala la prensa escrita;
Los indígenas han comenzado ya a bloquear algunas carreteras del país y se piensa tener por lo menos
asilados a 6 departamentos como La Paz, Cochabamba, Chuquisaca, Oruro, Potosí y parte de Santa Cruz
con la posibilidad de incrementar la medida de presión en los siguientes días hasta que los partidos
hagan oído a las demandas de los pueblos indígenas y originarios. Los Apu mallkus del Consejo
Nacional de Ayllus y marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), han indicado que los partidos políticos les
tomaron el pelo pero que de ninguna manera eso significa una derrota que los pueda obligar a claudicar
en su demanda.
Los representantes de los indígenas y campesinos han señalado que la clase política tiene un plazo hasta
el 2 de agosto para revisar su postura con relación a la Asamblea Constituyente, sin embargo los partidos
políticos mencionaron que se aprobará la Ley de Necesidad de reformas a la CPE y se introducirá la
figura del Referéndum Constitucional (El Diario 31 /07/ 2002).

Por esos días, García Linera en una entrevista con El Diario, argumentaba que los partidos
políticos, al no dar paso a la Asamblea Nacional Constituyente y aprobar el Referéndum, están
“Blindando” el Estado, impidiendo de esa forma que las demandas de los pueblos no sean
canalizadas. Pero de manera desacertada apelaba a una unidad indígena-originaria campesina
conjunta a la CSUTCB, y sostenía que los originarios a la cabeza del CONAMAQ-CIDOB,
eran grupos pequeños, controlados, que no tienen la suficiente fuerza para hacer respetar los
compromisos que la clase política, o el gobierno de turno, realiza con ellos, lo que demuestra
la gran debilidad que imposibilita imponer demandas (El Diario 1 /08/ 2002).

El sábado tres de agosto, El Diario resaltaba la existencia de un “Parlamento Multiétnico” el


suceso probablemente mas importante de la democracia inclusiva en Bolivia, que iniciaba el
proceso de transformación y politización de las organizaciones sociales que penetraban

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crudamente al estado boliviano, y que hasta el día de hoy se extienden y se extenderán, mas
que seguro, en el futuro. También se apuntaba, que si bien en 1982 se re-inaugura la
democracia, 20 años tuvieron que pasar para que el parlamento transite hacia un “Parlamento
Multiétnico” y de las mayorías nacionales. Donde el poder legislativo por primera vez en la
historia republicana se llenaba de indígenas tanto de los andes como de la amazonía. Así la
coca, los ponchos, las polleras, los aguayos y las wiphalas junto a las corbatas se sentaban en
la misma mesa. Este inicio de lo “diferente” fue registrado en medio de las fechas cívicas y el
denuedo del dos de agosto, vulgarmente conocido como el “día del indio”. Así, por ejemplo, el
Diario señalaba, que “por primera vez en la historia democrática de Bolivia, el congreso
nacional acogía a padres de la patria de diferentes culturas y etnias, no por nada es el
calificativo de Bolivia multiétnica y pluricultural, donde la diversidad boliviana estaba
realmente representada en el Legislativo” (El Diario 3/08/2002). Inaugurando el periodo
constitucional que debía haber perdurado cinco años (2002-2007), pero que no lo logró, pues
fue irrumpido por una serie de problemáticas sucesivas.

Fueron interminables los conflictos de primera mano en el parlamento, entre desinformaciones


indígenas, amarres de los partidos caseros, aciertos, errores de todos los representantes, en fin
que mantuvieron en estrés político a los que observaban de cerca el nuevo panorama político
boliviano. Por esos días el CONAMAQ afirmaba por septiembre del 2002, que no reconocería
los convenios firmados previamente con el MAS y el MIP. Así lo relataba un matutino escrito:
Atribuyendo que “El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) no
reconocerá los posibles convenios que el gobierno firmara con los lideres del Movimiento al
Socialismo (MAS) y el Movimiento Indígena Pachacuti (MIP), porque no tendrán la
representatividad de los pueblos originarios” (El Diario). De esta manera se conocía una nota
que los dirigentes del CONAMAQ enviaban al presidente Gonzalo Sánchez de Lozada en
aquellas últimas horas, en la que se mostraban extrañados porque los tres poderes del Estado
no prestaban atención a sus reclamos. Los dirigente manifestaban su molestia señalando
tácitamente; “Extrañamos muy profundamente que hasta el momento UD. como gobierno de
Bolivia, juntamente con sus colaboradores; tanto del poder legislativo como del judicial, han
hecho oídos sordos a la demanda propuesta por la organización de CONAMAQ”, dice la nota.
Mas adelante deja en claro que las reuniones que el presidente tendrá con los lideres del MAS,
Evo Morales, y del MIP Felipe Quispe, no representaran a los pueblos indígenas originarios.

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Estos encuentros no tendrán ninguna representatividad para tratar asuntos o problemáticas de
nuestra realidad, señalaba la misiva firmada por Faustino Zegarra, Jaime Apaza, Eduardo
Guarachi, y Edelfrida Paredes. Reiteraban, en consecuencia, que ningún acuerdo firmado a
espaldas de los pueblos indígenas y originarios será reconocido, porque hasta la fecha solo han
sido “compromisos líricos y no acciones” que no han representado a las necesidades del
pueblo. Es más, nuestras propuestas, como la Asamblea Constituyente y otras, no están siendo
consideradas para solucionar las verdaderas necesidades de la población empobrecida de
nuestro territorio, añade la nota enviada al Jefe del Estado (El Diario 15 /09/ 2002).

Por estos días, una noticia favorable a los ayllus hacia eco en los medios de comunicación
escritos, los “Jucumanis, Qaqachacas y Laimes reafirmaban la paz” esta vez era definitiva, así
fue registrada en los diarios de circulación nacional:
Durante más de cien años si se miraban esa solo para pelear, pero en el último año organizaron
campeonatos de fútbol, festivales folclóricos e incluso se visitan. Dejaron las armas y las venganzas,
elaboraron proyectos educativos y se preparan para construir escuelas y equiparlas. “Jallalla kinsa
ayllusnintin” o que vivan los tres ayllus: Laimes, Qaqachacas y Jucumanis, incluyendo a Campaya-
Jilawi. Con estas palabras, el viceministro de Educación inicial, primaria y secundaria, Esther Balboa,
saludó a dirigentes originarios y autoridades municipales del Norte Potosí y sur de Oruro, al cumplirse el
primer año de la forma de paz. A su turno los dirigentes y las bases respondieron; “Jallalla ayllus en
paz”. Balboa se constituyó el martes 17 de septiembre en la comunidad de Luluni (territorio jucumani-
Potosí), para celebrar el primer año de paz y comprometerse a ejecutar los planes de acción educativos,
que consisten en mejoramiento y construcción de infraestructura educativa, dotación de mobiliario y
mejoramiento de la calidad educativa.
Antes de la salida del sol, la Viceministro y los comunarios de los ayllus participaron del ritual andino
del sacrificio de ovejas, sullo de llama y dulce de mesa. Los originarios se comprometieron nuevamente
a vivir en paz. El rito se realizó en Torompalca, territorio Jucumani, donde se pretende construir un
centro educativo integral para las familias de los ayllus de la zona.
Uno de los principales compromisos asumidos por los ayllus fue la elaboración de Proyectos Educativos
Indígenas (PEI), que fortalecen la identidad étnica, cultural y lingüística de los niños, además,
promueven el intercambio de sus sabéres y costumbres, Los PEI elaborados fueron entregados por
autoridades de los ayllus a la Viceministro. “Me siento en familia y uno por la familia lucha, se preocupa
y quiere que triunfen; ustedes tienen un proyecto educativo, tiene que ir adelante y dar sus frutos. Como
ya hemos alimentado a la waca se hará realidad”, dijo. La dirigencia de los ayllus Laimes, Qaqachacas,
Jucumanis y Campaya-Jilawi, además de la viceministro Balboa, firmaron el convenio “Ayni de
reafirmación y compromiso para continuar con el proceso de formulación y ejecución del Proyecto
Educativo Indígena” en Luluni (Potosí) (El Diario 19 /09/ 2002).

Otra noticia controversial enmarcada en el mundo andino, fue también la conmemoración que
hizo el prefecto de La Paz de entonces, el indígena Mateo Laura Canqui a la inmolación de
Tupac Katari. La prensa señalaba con asombró, que “era la primera vez que una autoridad de
Estado celebraba la inmolación de Tupac Katari” (El Diario 15 /11/ 2002).
Después de estos acontecimientos que aluden a los llamados indígenas, existieron otros,
básicamente asociados a la CSUTCB, al MIP y al Mallku que todavía eran los baluartes de la

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movilización que se denomino campesina. Sin ninguna duda influyeron notoria y
considerablemente en la consolidación del movimiento andino con sus variantes sindicales y
de ayllus en aquellas épocas de alianzas y juego de reciprocidades.

2003; “Yo” Mallku y el Kollasuyo.-

El 2003 se inauguró con la dicotómica alianza y pacto entre Felipe Quispe y Evo Morales
lideres sindicales, quienes afirmaban que el 13 de enero de aquel año se iniciarían los bloqueos
por múltiples demandas no atendidas, asociadas a la acumulación de conflictos de gestiones
anteriores y a la que el CONAMAQ se articulaba.
Aquel año, y paralelamente a las demandas y reivindicaciones de las poblaciones campesinas e
indígenas, como también sus similares de tierras bajas, el movimiento sin tierra y los
colonizadores, fueron parte de estos grupos que brotaron en descontento, así mismo los
sectores aglutinados por la COB, pero muy particularmente los Cocaleros. También se
pronunciaron las Universidades que de a poco se fueron plegando con sus demandas por
sector. Por tanto no podría entenderse la emergencia de los ayllus de los andes centrales de
Bolivia, sin la interrelación con todo este conglomerado de movimientos sociales en ascenso.

Pero en lo que nos corresponde hablar, y después de los pactos de los ayllus andinos nor-
potosinos (septiembre del 2002), estos visualizaron su auténtico adversario, que era el Estado
Boliviano. Así lo entendieron Jucumanis, Qaqachacas, Laimes y otros ayllus que esta ves, se
cohesionaban en una lucha conjunta contra las autoridades departamentales de Potosí. El
periódico Los Tiempos de Cochabamba registrando estos hechos señalaba:
“Campesinos de ayllus guerreros tomaron la prefectura de Potosí”. Decenas de campesinos de los ayllus,
aquellos conocidos por el tinku, tomaron el edificio de la Prefectura. Están parapetados en el edificio del
Consejo. Afuera otro grupo numeroso espera la ocasión para entrar. Laimes, Jucumanis Pocoatas,
Carachazas, Aymaras, Machas, Chayantas, y otros pobladores de los ayllus del norte se instalaron en las
oficinas del Consejo Departamental para exigir inmediata atención a sus demandas. Advirtieron que, si
estas no son resueltas, desatarán una serie de medidas de presión que causaran dolor al pueblo potosino.
La prefectura de Potosí estuvo en alerta hasta bien entrada la noche. El prefecto interino, Ricardo
Gonzáles, y algunos de sus directores debieron vencer su cansancio para seguir trabajando mientras que
cuatro policías redoblaron la vigilancia, especialmente en la puerta principal. No era para menos, Las
negociaciones con las autoridades de los municipios y ayllus del norte potosino fracasaron y estos se
declararon en huelga de hambre.
No hubo violencia pero sí indignación. El alcalde de Uncía, Zenón Yucra, reflejo la molestia de los
norte-potosinos al decir que “ya es el colmo, hemos esperado mucho tiempo y no nos hacen caso”(Los
Tiempos 7 /02/ 2003).

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De esta manera se iniciaban los conflictos campesinos andinos premeditados que acabarían
con el felitragico gobierno del MNR, a la cabeza del entonces presidente Gonzalo Sánchez de
Lozada quien regresaba (el 2002) al palacio después de 5 años, para estar por muy poco
tiempo en el mismo.
La acumulación de los conflictos sociales se descargarían, las posturas se radicalizarían y era
notorio, en las narraciones de la prensa, el fuerte descontento social a nivel nacional. Decía:
“Ríos de muertos; padres e hijos se enfrentan” en esa contradicción de la democracia criolla y
la condicionada conducta ácrata del andino. Así se desarrollaría de febrero a octubre de aquel
año turbulento que concluiría con la renuncia y fuga de Gonzalo Sánchez de Lozada, ante el
revalse de los conflictos sociales, de los que los ayllus no en muchos casos estuvieron
ausentes.
Los ayllus, a pesar de los conflictos, aparecían registrados, con noticias asociadas a la entrega
de la Corte Nacional Electoral (CNE) de certificados de nacimiento y documentos de
identificación a todos los ayllus andinos. Las autoridades originarias se encontraban
satisfechas por estas medidas, y expresaban sus emociones señalando:
“Durante años vivimos como indocumentados en nuestra propia tierra, hemos sufrido por tener un
certificado de nacimiento y por décadas muchos han muerto sin este documento, ahora la historia
cambiara para nosotros” dijo Milán Alejandreo Ayco. Otro de los ejemplos es el de Valentín Conde (68),
que a la fecha no recibió el beneficio del que fuera el Bolivida y ahora el Bonosol. “Es triste nuestra
situación aquí, la pobreza está dejando el ayllu solo con viejos, mujeres y niños, no hay atención del
gobierno, solo cuando hay muertos el Ejercito nos hace corretear, tenemos esperanza de que con el
certificado las autoridades nos atiendan”, sostuvo don Valentín (La Razón 29 de enero del 2003).

Ya en febrero, el Gobierno se comprometía en desarrollar 62 distritos municipales con las


características y demandas de los pueblos indígenas del país. Así, llegaban a un acuerdo entre
los llamados indígenas y el gobierno de turno, que viabilizaba la progresiva implementación
de estos distritos.
El documento era firmado por el entonces ministro de Desarrollo Municipal, Hernán Paredes;
los viceministros de descentralización. Rubén Ardaya y de Asuntos Indígenas, Marcial
Fabricano y por los indígenas firmaba Egberto Tabo.
“Ante la mucha deficiencia de funcionamiento de los municipios a responder los distritos indígenas
hemos visto por conveniente arribar en un acuerdo con el Gobierno para que se dé cumplimiento a toda
una ley establecida en los reglamentos del reconocimiento de los distritos municipales indígenas como
de las mancomunidades” señalaba Egberto Tabo (La Razón 6 de febrero del 2003).

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La emergencia silenciosa organizacional del mundo llamado indígena empezaba a
visualizarse, ya no eran los marginados de la republica boliviana del siglo XIX y mitad del
XX, de a poco fueron empoderándose de elementos simbólicos y políticos del Estado criollo-
mestizo, como la adquisición de la documentación como bolivianos, y al mismo tiempo su
consideración en la organización municipal, que venia ya siendo duramente criticada por la
ineficiencia y excesiva burocracia.
Pero aquel año no serian años de paz, más bien, se agregaba el plus de la ya tradicional
confrontación entre el Estado ineficaz y las organizaciones sociales, muchas de ellas de corte
rentista sin una propuesta alternativa. Ahí los llamados indígenas, con sus análogos
campesinos en muchos casos quedaban al margen, pues estos no dependían en demasía del
Estado.

Y mientras la sociedad cainista de Bolivia se confrontaba, los ayllus se organizaban. Mientras


en las ciudades se mostraban las trincheras, los colonizadores y campesinos bloqueaban los
caminos sin horizonte político y no iban más allá de la defensa de la coca, como si fuera esa la
solución. Así, todos los movimientos sociales, independientemente de su organización, con un
papel y rol ya conocido le narraban, otras ves, su miseria a la historia.

Meses mas tarde, ya por julio del 2003, El entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada,
entregaba títulos de propiedad agraria de tierras comunitarias de origen (TCO) a Vacuyo
Andamarca y Ayllu Uma Uma de Potosí. El mandatario redimiéndose admitió que existe
lentitud en la titulación. El periódico La Razón nos ilustra a detalle sobre lo ocurrido aquel
día:
Gonzalo Sánchez de Lozada, pidió ayer a los campesinos del norte de Potosí agradecer a Dios por la
titulación de sus tierras para no recibir castigo. Señalaba entonces: “Vamos a agradecer, porque los que
no son agradecidos, el señor los castiga”. Dijo el primer mandatario en el acto que se realizaba en el
Palacio de Gobierno. El presidente pronuncio esas palabras después de que los campesinos le reclamaran
por la excesiva lentitud del Gobierno en la entrega de tierras a las comunidades (La Razón 9 /07/ 2003).

Las entregas, informaban los diarios, son títulos de propiedad que pretenden institucionalizar a
las 55 comunidades que conforman las tierras comunitarias de origen (TCO), seguridad
jurídica sobre 805.673 hectáreas y con beneficio para cerca de 33 mil habitantes de los ayllus.
Por entonces, se beneficiaba la comunidad de Vacuyo Ayllu Andamarca y Ayllu Uma Uma de
Potosí, que agrupaba a 22 comunidades en una superficie de más de 87 hectáreas (Ibíd.).

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Pero estas aproximaciones a los ayllus, eran pequeñas si las comparamos con los todavía
ausentes reconocimientos a los llamados indígenas-originarios y sus territorios ancestrales en
la totalidad del espacio boliviano. Además, que todo era opacado debido a los conflictos
sociales protagonizados por el gobierno y los sectores sindicales del país, que se encontraban
latentes y todavía irresueltos.
Así, la iglesia por ejemplo avizoraba días complicados y duros (3 /09/ 2003). La guerra por el
agua (2000), pretendía resucitar en su forma renovada que se bautizaría como “la guerra por el
gas”, que reventó a Bolivia, llevándola muy cercana a una guerra civil. Los ayllus por
entonces no se parcializaron hacia ningún movimiento, menos partido. Es mas, no aparecen en
ninguna información de los medios de comunicación. Esto es lógico, porque el CONAMAQ,
solo aglutina a los ayllus, y estos solo están en los márgenes de la ruralidad.

Aunque por estos años se utilizará como sinónimos a los campesinos e indígenas, serán los
campesinos afiliados a la CSUTCB y COB quienes apoyarán la resistencia a la exportación del
gas y bloquearan los caminos justificando su argumento. Es necesario situar también que los
llamados campesinos, eran un grupo articulador entre la ruralidad y urbanidad, que
comúnmente en los diarios y periódicos del país utilizaban para generalizar a agricultores,
colonizadores y movimiento sin tierra.
De esta manera los conflictos suscitados en Bolivia entre febrero y octubre del 2003 fueron
movilizados en gran medida por los sectores populares, obreros, trabajadores por cuenta
propia, y campesinos de la CSUTCB que lograron hundir el gobierno de Gonzalo Sánchez De
Lozada. La COB que alguna vez lideró los movimientos más grandes del siglo XX, cedían
ante la gran masa de descontentos agrupados en diferentes movimientos que tomaban las
calles y carreteras de Bolivia. El pretexto fue la venta del gas por Chile, que en el fondo,
creemos, fue el desfogue de todo un proceso de reorganización política andina que se gestaba
en Bolivia desde las dictaduras y que por mala suerte del MNR se canalizaba aquel año.

Pablo Mamani señalaba en una nota sobre aquellos iniciales movimientos indígenas que: “Son
los primeros levantamientos indígenas del siglo XXI en Bolivia, los mismos que se han
convertido en uno de los detonantes para cuestionar el modelo de libre mercado”. En todos los
bloqueos se han pronunciado sobre la base de un profundo sentido de identidad indígena y
aunque de forma tímida, también sobre una guerra civil” (La Razón 5 /10/ 2003).

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El ascenso de Carlos Mesa, acaecida la renuncia de Goni, fue parte de los momentáneos
tranquilizantes de los movimientos sociales de Bolivia. En una entrevista de la cadena EFE,
registrada por un periódico el recién posesionado presidente señalaba que “un indígena debería
llegar al poder”, adelantándose a lo que sucedería mas tarde, señalaba al respecto; “Si estamos
en la idea de que este es un país diverso y que la unidad en la diversidad es posible,
deberíamos tener un presidente indígena con un gabinete de k`aras (blancos) o mestizos”
señalaba en una entrevista con EFE citada por ATB (La Razón 24 /10/ 2003).

Por estos días también se empezó a hablar de la justicia comunitaria y los linchamientos, al
respecto una nota periodística señalaba lo que sigue;
“Una reunión bilateral entre indígenas de Perú y Bolivia analiza desde ayer la aplicación de la justicia
comunitaria en los dos países. Los indígenas de varias comunidades bolivianas reconocieron que se
cometen delitos, como los linchamientos, que derivan en asesinatos por una mala interpretación de la
justicia comunitaria. Ellos confunden las libertades otorgadas por el nuevo Código de Procedimiento
Penal, que les permite hacer investigaciones entre los miembros de una comunidad, con la posibilidad de
hacer justicia contra un acusado. El representante de la Confederación de Indígenas de Bolivia, Jaime
Apaza, aseguró que antes, en la aplicación de la justicia comunitaria, no existían los asesinatos porque se
practicaba la cultura de la vida”. “Hay una mala interpretación, las partes diligénciales que asumen estas
medidas están distorsionando la justicia originaria”. En esta reunión, los representantes de los ayllus
potosinos aclararon que en sus distritos solo los chicotazos son el mecanismo empleado para sancionar.
“Solo tres chicotazos se les da: ama sua, ama llulla, ama quella, para que aprendan, pero no se llega a
matarlos”, señalaron (La Razón 21 /11/ 2003).

Así concluía este año, uno de los más ajetreados de la historia de Bolivia a principios del siglo
XXI, y particularmente para los pueblos y ayllus ácratas, compuesto mayoritariamente por
indígenas andinos y amazónicos.

2004.-

Sin lugar a dudas, las comunidades andinas y los ayllus ácratas vieron a las instituciones del
Estado boliviano (antes coloniales) primero como funcionales (pacto de reciprocidad), pero
después, como inoportunas dentro de sus territorios, limitando sus libertades económicas, y
espacios de toma de decisión política autónoma. A principios de este año, se preguntaban los
medios de comunicación, que es de la presencia estatal en las provincias aymaras, provincias
que habían sido el epicentro de la conflictividad que llevo a Bolivia a una inestabilidad total
desde el 2000, transitando por cuatro presidentes y que aun seguía latente el problema con el
entonces presidente Carlos Mesa Gisbert.

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Probablemente hayan habido muchos factores, pero queda claro que las poblaciones andinas
reclamaban su derecho a una autodeterminación histórica, que acompañado por una generosa
coyuntura política internacional, reconocía su propia existencia como pueblos indígenas, y
estos, la utilizaron como argumento para justificar su rebeldía, conflictividad y emergencia.
Durante alrededor de cuatro años, ocho poblaciones aymaras colindantes a Achacachi se
situaron como autónomas y fuera del margen Estatal. Estas tuvieron la libertad política de
poder auto-gobernarse, así como también tuvieron la libertad de plantear su justicia
comunitaria que recién seria polemizada y constitucionalizada en 2009. Es justificable dicha
actitud?, probablemente para muchos no lo sea, pero cabe despuntar que para muchos otros si,
pues, la historia de las sociedades y pueblos oprimidos tiende a reconfigurar los escenarios de
crisis y caos, como veremos aunque relativamente. Por lo menos así, lo planteaban los medios
de comunicación escrita:
Las instalaciones policiales fueron los blancos elegidos. Transito y la Escuela Básica de Policías
quedaron destruidos y sus efectivos escaparon para poner a salvo sus vidas. Hasta ahora esas oficinas
continúan cerradas. Los dirigentes y algunos pobladores de la Alcaldía de Achacachi, que tiene 70.503
habitantes, no quieren saber nada de la presencia policial. Una situación similar se registra en otras ocho
poblaciones, entre comunidades, cantones y capitales de provincias. “Los alcaldes, corregidores y
subprefectos se están haciendo avasallar y están sobrepasando a los representantes del Poder Ejecutivo
por los famosos mallkus (autoridades originarias). Esto es muy peligroso señalaban altos funcionarios de
la policía como el coronel Williams Osinaga”
Además de Achacachi, que es la capital de la provincia Omasuyos, las comunidades de Lahuachaca
(provincia aroma), Warisata y Sorata (Provincia Larecaja) y Coripata (Nor Yungas) no tienen policía,
debido a los conflictos que se registraron en esas regiones desde la “guerra del agua” de abril del 2000
hasta el denominado “octubre negro” del 2003 (La Razón 19 /01/ 2004).

Octubre negro” había reconfigurado las relaciones de poder entre Estado y Sociedad, la
sociedad representada por diversas instituciones consiguió en aquella movilización
básicamente dos cosas, por un lado un referéndum para el gas, y por otro conseguir un espacio
para la Asamblea Constituyente.
La asamblea nacional constituyente, o asamblea popular llamada por esos años, era vista
particularmente por los indígenas como un espacio para plantear y canalizar sus demandas a
través de la misma redundando el estado. En un evento realizado en la Alcaldía del El Alto,
denominado “Unidad en la Diversidad” con la participación de representantes de diversas
culturas y pueblos, entre ellas las aymaras, quechuas, guaraní, amazónicas, afroboliviana y la
mestiza, plantearon ser parte activa en la participación política, económica y social del país.
“Para las diferentes representaciones, un punto de partida común es el valor de sus raíces como grupo
humano, la necesidad de un reconocimiento mas pleno por el Estado y la potencialidad de una unión de

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los grupos culturales del país”. Una representante afro-descendiente planteaba que “Si Bolivia no tiene
una visión de abrir los ojos y ver a todos los sectores y reconocer que ellos componen Bolivia,
difícilmente vamos a salir de la brecha que se abrió en la historia”. Otro participante, Egberto Tabo,
señalaba que “se hace necesario un reracionamiento intercultural, para lograr el reconocimiento de la
sociedad”. Los Guaraní por su parte señalaban “Necesitamos llegar al Gobierno, estar en la estructura,
en la administración del Estado” (La Razón 27/ 02/ 2004).

Por otro lado, y para calmar los ánimos, suponemos, el entonces presidente Mesa entregaba
títulos de tierras en ayllus potosinos que eran de propiedad agraria colectiva de diez ayllus de
los municipios Caiza "D" y Chaquí. Los documentos reconocían a las comunidades
beneficiarias como Tierras Comunitarias de Origen (TCO), luego de un proceso de
saneamiento de 88.186 hectáreas que favorecía a 7.468 personas según el Diario.

El acto contaba con la presencia del ministro de Desarrollo Sostenible, Gustavo Pedraza; el
director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Alcides Vadillo; la prefecta de
Potosí, Gisela Derpic; el embajador de Dinamarca, Mogens Pedersen; el asesor de Danida,
Hans Hoffmeyer; los representantes de la cooperación internacional y del Consejo Nacional de
Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) y el Consejo de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP).
"El saneamiento de tierras en las comunidades de los ayllus de los municipios Caiza D y
Chaquí data de 2002. La cooperación danesa hizo posible que se dé atención a las demandas
de la gente de las tierras altas, especialmente en el departamento de Potosí", dijo el titular del
INRA (Ibíd.).

Vadillo sostuvo los recursos obtenidos para el saneamiento de propiedades comunitarias de origen hizo
que se ampliara la cobertura en las tierras bajas, con el objetivo de equilibrar el beneficio a las
comunidades originarias con respecto a la totalidad de la superficie habilitada. Los ayllus Chira y
Chutahua del municipio de Chaquí; Kollana, Kapakanaqa, Mangasaya, Urquilla, Ullaga, Juchuy
Qullana, Korka y Aransaya del municipio de Caiza "D" solicitaron el trámite para la realización del
proceso. Una vez concluido del trabajo, los títulos firmados por el Primer Mandatario de la Nación harán
que los diez ayllus tengan el derecho propietario sobre una superficie de 88.186 hectáreas.

Por su parte, el representante de los ayllus del municipio Caiza "D" y Malku de Tierra y Territorio del
CONAMAQ, Santos Anagua, anunció que una delegación de las comunidades recibirá los documentos.
"En el evento estarán presentes 15 autoridades originarias por ayllu. Todos esperamos con mucha
expectativa", dijo, para luego informar que posteriormente habrá un ritual y el acullico de celebración
respectivo en las zonas beneficiadas (El Diario 10 /04/ 2004).

Hacia el 18 de abril de 2004, grupos masivos de campesinos planteaban la inmediatez de


cambios profundos a nivel político y social en la cercana y próxima Asamblea Constituyente.
“El sector propone que se cambie el país con participación de los pueblos originarios”
señalaba el periódico El Diario:

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El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) tiene la esperanza de que la
Asamblea Constituyente sirva para realizar cambios profundos en el sistema político - social, porque con
ello se podrá reconstruir el país. Los andinos originarios esperan, además, que se pueda lograr que haya
una verdadera integración nacional, sobre la base de la participación de los sectores sociales y una nueva
Constitución Política del Estado. Los indígenas comenzaron a prepararse con la finalidad de tener la
preparación que les permita ser actores fundamentales del proceso, para lo que organizaron una serie de
seminarios y talleres. Respecto a este tema, el dirigente originario Antonio Machaca explicó a EL
DIARIO que la CONAMAQ tiene la esperanza de que la Asamblea Constituyente permita efectuar
cambios importantes para beneficio de la conducción del país (El Diario 18/04/2004).

Algo que habrá que recordar también, y que el dirigente también lo manifestaba, era, que las
naciones indígenas de las tierras altas y bajas estaban a la espera de que se aplique el
mecanismo (Asamblea Popular Constituyente), tomando en cuenta que los representantes del
CONAMAQ y otras entidades afines realizaron en 2002 una marcha para exigir que se instale
la Asamblea Constituyente.

Con referencia a la fase de preparación del sector, Machaca recordaba que los indígenas
participan en el proceso porque estaban seguros de que los cambios nacionales debían ser
efectuados "desde las bases y los ayllus", porque los miembros de la elite y cúpula del poder
nunca fueron inclusivos y más bien ellos debían estar fuera del proceso (Ibíd.).

Reunión de los ayllus y sus autoridades originarias. Fuente: El Diario 18/04/2004

Paralelamente por el 16 de abril de aquel año, el Ministerio de Asuntos Indígenas estaba


ocupado en el CONAMAQ porque caciques, kurakas y mallkus de tierras altas y tierras bajas
protestaban y rechazaban al ministro de Asuntos Indígenas, Ricardo Calla. “Las dependencias
del Ministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios eran ocupadas por dirigentes del
Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu de Tierras Bajas y Altas (CONAMAQ-
CIDOB), con el propósito de evitar que su nuevo titular, Ricardo Calla, asuma el cargo de ese
despacho de Estado, así lo reflejaba El Diario (17 /04/ 2004). Acusaban, los indígenas, que la

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designación había sido ordenada arbitrariamente por el presidente Carlos Mesa. Las
autoridades originarias planteaban a su propio candidato. Así también fue registrado en la
Razón de La Paz:

“Los dirigentes indígenas de las tierras altas y bajas se apostaron ayer en la secretaría del despacho
ministerial rechazando el nombramiento de Roberto Calla como nueva autoridad de Asuntos Indígenas y
Pueblos Originarios y demandaron su renuncia”. El rechazo y descontento de los pueblos originarios se
escuchó en castellano, aymara y quechua. Pidieron al presidente Carlos Mesa el nombramiento de un
ministro indígena para tratar los asuntos indígenas. A la petición de renuncia. Roberto Calla explicó que
asumió el cargo por mandato del presidente y por ello no puede renunciar. El ministro de Educación,
Donato Ayma, intervino en quechua e intento calmar los ánimos. Pese a las explicaciones de que Mesa
es la autoridad quien define cargos, el apumallku del CONAMAQ, Antonio Machaca, expresó su
molestia por la situación e indico que ninguno de los presentes se movería del ministerio hasta lograr una
respuesta favorable a sus pedidos.
Algunos sectores demandaron la restitución de Justo Seoane, mientras que los mallkus del Consejo
Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), proclamaron a Eleuterio Collo como
ministro interino. Los dirigentes del oriente propusieron a Manuel Dosapey, presidente de la
Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), como interino en representación de las tierras
bajas (La Razón 17 /04/ 2004).

Dos días después de aquellos reclamos, las autoridades de los ayllus y marcas continuaban en
las oficinas de dicho Ministerio. El apu mallku Jiliri del Consejo de Ayllus y Marcas del
Qollasuyo Antonio Machaca, así como otras varias autoridades originarias que se encontraban
ya haciendo una huelga, exigieron al ministro Calla que abandone el lugar. Cuando Calla
intentó entrar a su despacho, los originarios no lo permitieron. Todos los funcionarios públicos
entraron a sus oficinas, menos Calla. Cuando intento hacerlo los huelguistas lo sacaron a
empujones; “váyase de aquí, no lo queremos, porque usted no nos representa”, le dijeron (La
Razón 20 /04/ 2004). El Jiliri Machaca intentó tranquilizar los ánimos, más que todo de las
mujeres, que eran las que más gritaban, justo cuando pedían que saque los chicotes, así se
narraba en La Razón:
“Varios miembros del CONAMAQ, junto a un grupo de la Confederación Indígena del Oriente
Boliviano (CIDOB), ingresaban en la medida de presión el viernes 16, luego de que el presidente de la
republica, Carlos Mesa, posesionara a Ricardo Calla como el nuevo ministro de la cartera”. Luego se
conoció que el ministro no contaría con el respaldo de los funcionarios públicos que deben trabajar bajo
su mando, pues, estos se habrían dado a la tarea de apoyar a los originarios del CONAMAQ para sacarlo
del cargo a la fuerza.
Para Machaca Jiliri Apu Mallku del CONAMAQ, “esta medida busca reconquistar un derecho de este
sector; el de ser reconocidos y representados en las instancias del Estado”. Con mucho esfuerzo los
indígenas de Bolivia logramos tener representación y participar en un ministerio y lo que pedimos es que
la persona que se encargue de esta oficina sea uno de nosotros (La Razón 20 /04/ 2004).

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Por otro lado, aquel año, en la región de Jesús de Machaca “la marca rebelde” llamada así por
Ticona y Albó, esta se independizaba de Viacha. Así, la región se aprestaba a elegir a su
primer alcalde. Wilma Perez, en una nota especial para la Razón señalaba:

“Por cultura e historia, Jesús de Machaca luchó para conseguir que se le reconozca como un municipio
distinto del de Viacha”. Hace dos años, el gobierno le reconoció la condición de sexta sección de la
provincia Ingavi, la que comenzará a ejercer en las elecciones de diciembre próximo. De todas maneras,
el 7 de mayo es ya la fiesta en el pueblo ubicado a tres horas de viaje desde la ciudad de La Paz.
Ayer, uno de los comunarios colocó cuidadosamente sus pies callosos en las abarcas y puso sobre sus
hombros una mantilla de vicuña. Apenas se escucharon los pinquillos y tarkas, eligió a su pareja y dando
vueltas se confundieron en el torbellino danzante. Con las caras llenas de polvo, las parejas del ayllu
Koko Milluni bailaron durante 15 minutos y mostraron como celebran los grandes acontecimientos.
Caminatas de más de ocho horas o cinco en bicicleta dejaron huella en los campesinos. Pero, a la hora de
festejar la próxima elección de su alcalde, el cansancio quedo en el pasado. Los jóvenes, con una
grabadora al cuello, galanteaban a las cholitas recién llegadas. En el centro de la plaza, sus padres y
hermanos menores mostraban a las autoridades de la prefectura de La Paz – con una feria y mas bailes –
por qué los 18 ayllus y más de 50 comunidades (13.000 habitantes) merecen autoridades propias.
Ataviada con un axsu y oca negra sobre la cabeza, la profesora Herminia Jata Vito, de San Pedro de
Tana, dijo que las 18 comunidades se prepararon durante semanas para ese día.
San Pedro de Tana exhibió una llama y dos pajaros carpinteros, mientras las mujeres bailaban, El ayllu
Uru-Iroito, de orillas del Río Desaguadero, usó totora para mostrar como salen vistosas prendas de
vestir. Y así, la comunidad de Jesús de Machaca dijo estar lista para tomar sus decisiones (La Razón 7 de
mayo de 2004).

Por junio del 2004, un analista norteamericano y ex-asesor del Senado de EEUU, radicalmente
señalaba que Bolivia desaparecería por las tensiones andinas por un lado, y extranjeras
asentadas en el oriente por otro lado; “esta por suicidarse” señalaba. La agencia EFE de
Santiago de Chile citando a la Tercera de Chile informaba:

Los últimos hechos político y sociales ocurridos en Bolivia revelan que esta nación se esta “ahogando en
su propia historia”, lo que puede arrastrarla al “suicidio”, alertaba el analista Estadounidense Mark
Falcoff. “Las republicas no cometen suicidio, Bolivia podría ser una excepción”, advirtió el asesor del
Senado de EEUU entre 1986 y 1988 y de la Comisión Nacional Bipartita para América Latina. Por otro
lado Falcoff señalaba que los gobiernos americanos tiene que tener conciencia de que se puede estar a un
paso de presenciar la alteración mas importante del mapa sudamericano en mas de 100 años”. El
investigador explica que el mapa geográfico puede cambiar, porque no es descartable que a mediano o
largo plazo Bolivia pueda desintegrarse. “La cuestión -precisó- no es el origen de Bolivia, sino si tiene la
voluntad de seguir como país” (La Razón 7 /06/ 2004).

Probablemente este analista norteamericano no haya estado tan equivocado a largo plazo. En
cuanto a lo inmediato, habrán a mediados y finales del siglo XXI los resultados de todo el
proceso de emergencia de las nacionalidades andinas y amazónicas en contraste con visiones,
un tanto conservadoras, alojadas en el bunker del oriente: Santa Cruz de la sierra.

18
El surgimiento de las nacionalidades andinas y amazónicas “indígenas”, es planteado
discursivamente por Bienvenido Zacum quien fuera ex-secretario de Tierra y Territorio de la
CIDOB. Señalaba que los procesos que vivía aquel 2004 el país, se debían a las propuestas
que estos movimientos habían lanzado con anterioridad, y que eran las demandas precursoras
a la “Asamblea Constituyente” y el Referéndum por el Gas. El dirigente amazónico recordaba
que “el descontento social de las mayorías nacionales desembocaría en las movilizaciones de
los pueblos indígenas (CIDOB), originarios (CONAMAQ), campesinos (CSUTCB),
colonizadores y otros sectores sociales excluidos del país”. De esta manera se desarrollaron las
grandes marchas que removieron las conciencias, es decir, la marcha por el territorio y la
dignidad (1990); la marcha por el territorio, el desarrollo y la participación política de los
pueblos indígenas (1996); marcha indígena-campesina y de colonizadores por la tierra el
territorio y los recursos naturales (2000); y la marcha nacional por la asamblea constituyente
(2002), incluida la participación aunque pequeña en los conflictos de febrero y octubre del
2003 (La Razón 19 /06/ 2004).

El mes siguiente se presentó una problemática que tenia sus orígenes en la excesiva corrupción
de las autoridades municipales de Ayo Ayo. El CONAMAQ, conjuntamente la Asamblea
Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) viajarían a dar solución a lo que se
había denominado como “justicia comunitaria” el 7 de julio de 2004 el periódico El Diario
Informaba:

Comisión irá hoy a Ayo Ayo.- Una comisión conformada por la Asamblea Permanente de Derechos
Humanos de Bolivia (APDHB) y del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo
(CONAMAQ), viaja hoy a Ayo Ayo con la finalidad de recoger las demandas de los comunarios e
intentar un acercamiento entre éstos y el Gobierno. La información fue proporcionada en la entidad
defensora de derechos humanos, a través de Guillermo Vilela. "El objetivo es entablar un diálogo directo
con los dirigentes para superar el conflicto que afecta a la región desde hace más de veinte días", dijo.
La comisión, junto con pobladores y dirigentes del CONAMAQ, sin la intervención de las autoridades
del Poder Ejecutivo, ingresará al pueblo para registrar las demandas de los comunarios, además de
consultar sobre los criterios para la solución de los enfrentamientos, hasta ahora verbales, entre la región
y el Gobierno. Tenemos confianza en que la influencia de los miembros del CONAMAQ nos permitirá
entablar el diálogo con los comunarios, en beneficio de la restitución de la tranquilidad en la zona,
alterada a mediados del mes de junio, sostuvo (El Diario 70/07/2004).

Por septiembre el presidente de la republica de Bolivia, Carlos Mesa, entregaba títulos de


propiedad, así como se comprometía a acelerar el proceso de saneamiento en las tierras altas.
Así, e inmediatamente de manos del entonces presidente Mesa, diez ayllus potosinos recibían
tierras comunitarias de origen. Los medios escritos señalaban:

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“Carlos Mesa, entregó 10 títulos de propiedad agraria a los ayllus de los municipios de Caiza D y
Chaquí, como resultado del saneamiento de 88.186 hectáreas en tierras altas, que benefician a 8000
habitantes de las comunidades de Potosí”. Como resultado de este proceso y la entrega oficial de los
títulos firmados por el presidente, las comunidades de estas regiones consolidan su derecho propietario
sobre las Tierras Comunitarias de Origen. Los beneficiarios han mantenido, a través del tiempo, el
vínculo con su espacio de ocupación tradicional, desarrollando actividades de producción y reproducción
vinculadas a las tradiciones culturales al interior de los espacios demandados como TCO. (…) Mesa
aseguró que “recuperar la propiedad de la tierra a través del reconocimiento del Estado da seguridad y
abre la posibilidad de llevar adelante desarrollo económico, comunitario y familiar” (La Razón 11/09/
2004).

Días después los comunarios y ayllus de Caiza D, mostraban su felicidad por haber recibido
los títulos de propiedad de la tierra; los comunarios de los ayllus quienes recibieron por parte
del director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), Alcides Vadillo, ocho títulos
de propiedad firmados por el presidente Carlos Mesa, consolidando su derecho propietario.
Los ayllus que recibieron los títulos, que eran producto del saneamiento de tierras en la
modalidad de Tierras Comunitarias de Origen (SAN-TCO) en la provincia José Linares de
Potosí, que son los Kollana, Kapakanaqa, Mangasaya, Urquilla, Ullaga, Juchuy Qullana,
Gorka y Aransaya. En el acto de entrega de títulos también estuvo presente el embajador del
Reino Unido de Dinamarca, Mogens Pedersen, quien recalcó la importancia del saneamiento
en tierras altas, en especial para las TCOs (La Razón 13 de septiembre del 2004).

Un mes mas tarde la “Gaceta agraria”, órgano del INRA, informaba, celebrando sus ocho años
de existencia, en un titular rotulaba que los “Ayllus y comunidades reciben títulos en Potosí y
Cochabamba” (septiembre del 2004).

Santos Anagua, Mallku de Tierra y territorio del CONAMAQ, emocionado señalaba que
llegaba el “Desarrollo para los ayllus”, este es un acto histórico para nuestra región, sonreía. El
trabajo realizado es resultado del esfuerzo de todos los comunarios y las instituciones que han
participado en el proceso. Hemos tenido algunos inconvenientes con las bases, pero finalmente
conseguimos la titulación de las TCOs del municipio de Caiza D. Pero este trabajo no termina
aquí, hay que seguir trabajando para el desarrollo de nuestros ayllus, para asegurar el futuro de
nuestros hijos, para que no emigren a otras ciudades o a otros países. Estos títulos son la
garantía de seguridad de nuestras tierras, ya nadie puede marginarnos o explotarnos. Nosotros
debemos administrar nuestras tierras. Como TCO tenemos que desarrollarnos con base en la
gestión territorial del ayllu (Ibíd.).

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Con respecto a las TCOs, por ejemplo, Juan Nacarro Kuraj Mallku de CAOP, señalaba, “la
TCO no se vende ni se hipoteca”. La ley lo establece así. Los títulos de propiedad pertenecen a
los ayllus. Y las autoridades originarias deben controlar que los mojones estén en su lugar y
deben estar informadas sobre la situación del territorio para administrarla bien. Sin el apoyo
económico de la embajada de Dinamarca, el trabajo de los comunarios, el INRA, las brigadas
y el ISALP, no habría sido posible esta titulación. Todos ellos han cooperado para sacar
adelante a nuestras TCOs. Ahora esperamos que también coadyuve a acelerar el saneamiento y
titulación de otros ayllus para que Bolivia sea titulada en su totalidad. Con la soberanía y la
administración de los recursos naturales de nuestras tierras con participación de los pueblos
originarios, podremos cumplir el deseo que han tenido nuestros ancestros para sus hijos, para
nuestro futuro (Gaceta Agraria; septiembre de 2004).
Así despertaba de su aletargamiento el sentido de pertenencia a la comunidad, al ayllu. Las
TCOs que eran recuperadas de las formas ancestrales de organización tipo jatha, cobraban una
mayor significación no solamente para las comunidades, sino también así lo entendió el INRA
y el presidente de entonces, Carlos Mesa, pues esta institución, según percibían por entonces,
esta institución recogía una visión de cultura y sobre todo de sentido de
comunidad/hermandad. “Debemos comprender la idea de comunidad y la idea de que
avanzamos juntos y compartimos responsabilidades. La fuerza de sus culturas compromete al
país para responder sus demandas. Lo que quiere decir que hay mucho camino por recorrer y
mucha tarea por hacer”. Las TCOs, tienen una significación especial porque recogen una
visión de cultura y sobre todo de sentido de comunidad. Debemos aprender la idea de
comunidad y la idea de que avanzamos juntos y compartimos responsabilidades. La fuerza de
sus culturas compromete al país para responder sus demandas. Lo que quiere decir que hay
mucho camino por recorrer y mucha tarea por hacer”, señalaba Mesa a modo de cierre (Ibíd.).

Los ayllus ácratas que rechazaban su pertenencia a la bolivianidad, paradójicamente


ingresaron en un largo y silencioso proceso de re-generación, asumieron germinalmente un
cuerpo institucional a partir de las TCOs involucrándose en el aparato institucional boliviano.
La nueva titulación, consideraba a 40 comunidades que conformaban 10 ayllus, ahora TCOs.
La población beneficiaria por entonces alcanzaba a un total de 7.468 individuos. Los
comunarios que habían realizado el trámite, señalaban que este tramite duró más de dos años,
pero “valió la pena”, “ahora somos propietarios de nuestra tierra”, aseguraban (Ibíd.).

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Los títulos de propiedad para entonces correspondían a los ayllus de Chira, Chutahua del
municipio de Chaquí, provincia Cornelio Saavedra. Los ayllus de Kollana, Kapanapaqa,
Mangasaya, Uriquilla, Ullagas, Juchuy Qullana, Gorka y Aransaya del municipio Caiza D,
provincia José Maria Linares, del departamento de Potosí (Ibíd.).
Estos ayllus durante décadas mantuvieron su lengua que era el aymara, como también
manejaban el quechua por la migración hacia las regiones tropicales de Cochabamba por el
factor trabajo. En definitiva, los ayllus beneficiarios mantenían hasta entonces, y a pesar de los
siglos el vínculo con su espacio de ocupación tradicional, desarrollando actividades de
producción y reproducción vinculadas a las tradiciones político-culturales al interior de los
espacios demandados como TCOs. Posible argumento que utilizó el Estado a través del INRA,
para poder dotar de documentos y certificados legales e iniciar el trámite respectivo para su
saneamiento como TCO.

Este reconocimiento estatal boliviano de las tierras andinas, fue consumado con una
celebración tradicional en donde cada ayllu demostraba lo multicolor de su vestimenta. Para la
ocasión, la Central de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP) se encargó de organizar el evento
especial que contó con la presencia de autoridades del INRA, el embajador de Dinamarca
Mogens Pedersen; el asesor de Danida; Hans Hoffmayer, autoridades departamentales y
autoridades originarias.
Mas de mil comunitarios, señala la gaceta, testificaron el acto: “Jallalla pueblos originarios”
dijeron al momento de recibir sus documentos. Luego vino el festejo. Cada una de las
autoridades originarias participó de un “rito tradicional de agradecimiento a la madre tierra, a
la Pachamama: el thalthapi, que significa sacudón”. Además, Mallkus y Mama T`allas fueron
balanceados por los jóvenes comunarios en un cobertor de lana de oveja. Era una especie de
hamaca. Las doncellas quechuas adoraban su baile con banderas blancas por una convivencia
pacifica entre los ayllus. Por ultimo, los comunarios entregaron ponchos y tejidos a las
autoridades e invitados especiales, como muestra de agradecimiento por la consolidación de
sus derechos a la propiedad de la tierra donde habitan. “Se vivió una verdadera fiesta que
mostró un solo mensaje: unidad” finalizaba la nota (Gaceta Agraria; septiembre de 2004).

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Un mes después, German Chukiwanka, considerado por el mismo como Inca, por entonces
diputado nacional y co-fundador del MIP, señalaba que la institucionalidad del Estado
mantenía los vicios coloniales, y cuestionando la Ley de Participación Popular aprobada en el
primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Él decía que “Con la Ley de Participación
Popular, se pretendió conferir el cargo de alcalde a los indios con el apoyo de las
Organizaciones Territoriales de Base y otras organizaciones que solo buscan destruir a las
organizaciones y al sistema de autoridades indígenas para convertirlos en elementos
secundarios o terciarios en importancia” (La Razón 15 de octubre del 2004).

Planteaba críticamente, por ejemplo, que los municipios tenían una aparente imagen indígena,
pero eran simplemente rurales no indígenas, aunque así se las conocía, en fin desafiaba al
Estado señalando: “a partir de la preconstitución de lo que fueron los ayllus y marcas,
efectuando también el rol de los municipios, donde las deliberaciones en la tantachas o
asambleas se realicen en lengua materna, es decir, en aymara o en quechua, así
respectivamente según el pueblo y su lengua materna, y de esa forma tenga que ayllizarse, en-
markarse o volver a ser marka o ciudad. En esta perspectiva, decía, las autoridades “ediles”
tendrían que constituirse en jilaqatas en los ayllus, y mallkus en las markas. Estos ayllus o
markas harian obras como gobiernos locales o ministeriales. Allí –una vez constituidas estas
instituciones indígenas- se aplicarían los kamachis o leyes originarias, pero sin la influencia
político-partidaria, ni eclesial, ni de organizaciones no gubernamentales”, finalizaba
reafirmando que “la propuesta es hacer verdaderos municipios indígenas, con esencia y formas
propias de carácter igualitario, participativo y con todas las características culturales, políticas
e ideológicas que ello implica (Ibíd.).

Paralelamente a aquellas propuestas, que eran vistas como descabelladas por algunos políticos
conservadores, tuvieron eco en los movimientos sociales, que fueron planteando propuestas en
torno a la refundación del país. Las propuestas que orbitaban en el debate eran:

a) El retorno del Pachacuti, de Alberto Aguilar Calle, que proponía autonomías indígenas en un Estado
Multinacional y multicivilizatorio.
b) El MSM apostaba por la creación de una federación Boliviana de Municipios y Comunidades
Originarias.
c) El abogado Rubén Mogro consideraba instaurar un cuarto poder, el poder Civil del Estado.
d) La FSUTC de Oruro reclamaba la autodeterminación de los pueblos y nacionalidades originarias.
e) El instituto de Lengua y Cultura Aymara sugería el Modelo Dual del Estado.

23
f) El CONAMAQ basaba su propuesta en la Constitución del Qollasuyo y la Constitución de un Estado
Plurinacional.
g) Álvaro García Linera proponía, redundantemente, Autonomías Indígenas.
h) El comité Pro Santa Cruz, radicalmente planteaba una cruda descentralización fiscal y financiera con
autonomías departamentales. (Fuente: La Razón 15/09/2004).

Un par de días después, los movimientos sociales se habían cansado de la flacidez del
entonces gobierno de Carlos Mesa. Había pasado un año de aquel terrible “octubre negro”, que
expulso a Gonzalo Sánchez de Lozada. Los movimientos sociales nuevamente partían en
marcha a La Paz. Alrededor de 3500 marchistas se alistaban desde Caracollo, pidiendo juicio y
cárcel para Goni, así como una inmediata respuesta al pliego petitorio acordado hacia ya un
año, denominada como la “agenda de octubre”. Así lo describió La Razón:
La marcha de cocaleros e indígenas se masifica. La movilización convocada por el líder del Movimiento
al Socialismo (MAS), Evo Morales, crece en numero. En seis días de marcha, la cifra de marchistas
aumentó de 3500 a más de 5000.
Ayer en la Mañana, una alfombra de Wiphalas con crespones negros en el asta cubría la carretera La
Paz-Oruro en el tramo que une la localidad de Calamarca con la ciudad de El Alto. En el sexto día de
marcha, la música autóctona del altiplano se confundía con las notas emitidas por la delegación
chiquitana que participaba de la misma.
La caminata comenzó el lunes 11 en la localidad orureña de Caracollo. En ella participan cocaleros del
trópico de Cochabamba y los Yungas de La Paz, colonizadores, federaciones de campesinos de Oruro y
Potosí, regantes, representantes del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) e
indígenas del oriente, entre otros. Los marchistas exigen cárcel para el ex-presidente Gonzalo Sánchez
de Lozada, a quien responsabilizaban por las muertes en octubre de 2003 (La Razón 17 /10/2004).

Mientras tanto en la “marca rebelde” de Jesús de Machaca, se escogían según sus usos y
costumbres a la, o las personas que anhelaban por ser alcalde. El proceso político involucró a
todas las autoridades originarias del lugar y sus distintos niveles organizativos. Y “como señal
de unidad, se nominaron pre-candidatos desde las comunidades, luego a nivel de ayllus y mas
tarde se hizo una elección a nivel municipal valorando el servicio comunitario del aspirante”
(La Razón 25 /10/ 2004).
Así mismo se atribuía a Jesús de Machaca, como una Marka que se esforzó permanentemente
por reconstituir y fortalecer su organización tradicional. Y hoy, su gobierno comunal aún
regido por mallkus y su manejo territorial sustentado en la lógica del ayllu, se constituyen en
referentes importantes para otras regiones del altiplano aymara. Esta población era declarada
como nuevo municipio mediante la Ley Nº 2351 del año 2002, que precisamente impulsada
por su dinamismo, entraba en funcionamiento como municipio a partir de las elecciones de
aquel año 2004. “Desde la declaratoria, los mas de 10.000 habitantes que posee aspiran a
constituir una comuna diferente a las otras, es decir, conformar un gobierno municipal

24
legitimo y sujeto al control social de las autoridades originarias. Para tal propósito, luego de
varias consideraciones el primer paso fue elegir candidatos según sus usos y costumbres, de
modo que quede conformado el gobierno municipal pactado entre los 24 ayllus que la ocupan
y bajo la tuición del cabildo de mallkus” (La Razón 25 /10/ 2004).

El reto de los municipios rurales.- Jesús de Machaca avanzo en la forma de conciliar intereses, en la
elección de representantes según sus usos y costumbres, en la ampliación cualitativa de la participación
y, en definitiva, en la institucionalización de un municipio legitimo con serios fundamentos indígenas.
Los municipios rurales que abarcan comunidades campesinas, ayllus y marcas están ante el reto de
constituir un gobierno local que sea capaz de sintetizar los principios socio-políticos indígenas y los
avances de la democracia sin obsesiones ni aversiones infundadas. Están dadas algunas oportunidades
como la Participación Popular o la Ley de Agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas, pero son
insuficientes. Las comunidades siguen siendo representaciones sociales clandestinas para el Estado. La
experiencia, aun inconclusa, de Jesús de Machaca básicamente es consecuencia de su empuje y fortaleza,
esfuerzos que bien podrían optimizarse con políticas mas incluyentes de las practicas locales y, de esa
forma, encaminar procesos similares en otros escenarios municipales (Razón 25 /10/ 2004).

Por otro lado, la “Asamblea Constituyente” fue también otro elemento clave dentro del
proceso de empoderamiento andino. Por ejemplo, aquellos días, se veían venir procesos de
selección de candidatos para la representación en la Asamblea Constituyente. El periódico La
Razón señalaba que los “indígenas de tierras altas que candidateaban por primera vez creen
que los resultados garantizaran su presencia en la Constituyente el 2005. Así el CONAMAQ,
por ejemplo, estaba seguro de que había obtenido 20 concejalias, que seria la misma cantidad
de municipios. Si bien la cifra no parece representativa, para el Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) eran suficientes, pues los municipios electos
garantizarían su presencia, con poder de decisión, en la Asamblea Constituyente (6 de
diciembre del 2004).

Aunque el CONAMAQ no consiguió lo que quería, existieron también candidatos de fuerzas


políticas a escala nacional como el MAS y el MIP, que se midieron en aquella contienda
electoral. Por ejemplo las elecciones en el caso de Achacachi, nos parecen interesante, pues el
ganador resulto ser Eugenio Rojas por el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP). Quien en su
calidad de ganador con el 30,5% de los votos, proponía en sus consignas “volver al ayllu”. El
segundo partido político mas votado fue el Movimiento al Socialismo (MAS), seguido de
Unidad Nacional (UN), y otros mas pequeños como el PSC y UDI. (…) Rojas planteaba por
entonces que su propuesta –que también fue el pilar del plan de los candidatos del MIP en La
Paz y El Alto-, se fundó en el “suma K`amaña o el buen vivir”. Esta tendencia, señala la nota,

25
nace de las bases del “ayllu”. Para que los indígenas [andinos] recuperemos la dignidad, es
necesario volver a vivir con la reciprocidad. Hay que recuperar la cultura de nuestros ancestros
(La Razón 6 /12/ 2004).
Así como en Achacachi los andinos y amazónicos se empoderaban de los municipios y
comunidades, ganando las elecciones locales, estas ya reflejaban las propias realidades de
estos pueblos, que antes eran definidas por el centralismo recalcitrante y de una u otra forma
afianzada a partidos políticos tradicionales que no representaban, peor aun gestionaban a favor
de aquellos pueblos andinos
De esta manera, ya por fines del 2004, y según algunos datos presentados por el CONAMAQ
y la CIDOB, existían alrededor de 35 concejales de los gobiernos locales, que cedían ante la
notoria presencia de líderes andinos-amazónicos o llamados también indígenas.

Así también la prensa señalaba que “por primera vez en la historia democrática de Bolivia, los
pueblos y naciones indígenas de las tierras altas y bajas del país introducían a sus
representantes en los concejos municipales. Hasta el momento, mas de 35 lideres originarios –
elegidos para candidatear de acuerdo a sus usos y costumbres- confirmaron que la votación en
el área rural abrió un espacio para ellos en el poder local”. Aun cuando la cifra no parecía
significativa, los portavoces del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(CONAMAQ) y de la confederación de indígenas del oriente boliviano (CIDOB) consideran
los resultados hasta ahora preliminares como un logro y un salto cualitativo con miras a la
Asamblea Constituyente (La Razón 10 /12/ 2004).

Habra que situar también, que una de las limitantes de ambos movimientos eran los recursos
económicos, es decir, no eran auto-sostenibles, tenían muy poco dinero disponible, y
totalmente escaso, así, lo recordaban sus asesores: “CONAMAQ no tiene recursos, entonces
para nosotros fue un trabajo muy interesante realizado con los ayllus, pero a pesar de la falta
de dinero yo creo que tenemos mucha aceptación. Ahora el reto es ver hacia delante, pensar en
un proyecto político (…). Así mismo los representantes de ambos movimientos coincidían en
que la inclusión de sus líderes allana el camino para su participación activa en la nueva
configuración del país a través de la Constituyente en 2005” (Ibíd.).

26
Algo que nos parece también interesante situar a nivel político, es la percepción que tenia el
asesor de CONAMAQ, quien por entonces avizoraba de manera contundente “el decaimiento
del MAS y el MIP, por considerarlos iguales a todos los partidos. Su gran debilidad es que las
decisiones son a nivel de sus elites, pues no se manejan y deciden como en los ayllus, en
consenso, dialogo y de manera rápida y publica”. Por lo que regresaban a una lógica
caudillista, autoritaria y típica de la escuela sindical que todavía era hegemónica en las
estructuras de los movimientos sociales andinos, particularmente de los sindicatos agrarios
(Ibíd.).
Aunque en el nuevo escenario reivindicativo de lo andino, se desarrollaron ciertas
contradicciones, de los ayllus con respecto a los sindicatos particularmente, estos no
impidieron la instalación de los cabildos en las comunidades originarias que servirían para
realizar el control y fiscalización de sus autoridades. De esa manera los 34 concejales que
representaban al CONAMAQ en todo el país recibían instrucciones y recomendaciones de sus
bases. El periódico La razón señalaba con cierto asombro que: “En las ultimas elecciones
municipales, los candidatos del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(CONAMAQ) ganaron cuatro alcaldías y 34 concejalias en La Paz, Cochabamba y Potosí,
constituyéndose en uno de los grupos indígenas con mayor éxito electoral en el país”(La
Razón 18 /12/ 2004).

Todas aquellas autoridades originarias se reunían el pasado miércoles, todos ellos se reunieron
en las instalaciones que tiene esta organización en la ciudad de La Paz, para evaluar su primera
participación en una juntas electorales, que fue posible gracias a la aprobación de la Ley de
Agrupaciones ciudadanas. El encuentro denominado “Reconstrucción y poderes locales”,
sirvió para que el CONAMAQ, comience a preparar su futura participación en la Asamblea
Constituyente. Los mayores éxitos del CONAMAQ se registraron en los municipios de
Salinas y Killakas en Oruro y Uncía y Chayanta en Potosí, donde conducirían las alcaldías
desde el 2005 (Ibíd.).
Un concejal electo de Killakas, Juan Huaylla, hizo notar que su frente había ganado las
elecciones sin utilizar tantos recursos económicos como los partidos, que ahora prácticamente
estarían en extinción en su comunidad. “En mi municipio los pueblos indígenas se han
consolidado como gobierno local, haciendo morir a los partidos tradicionales porque ahora no
tienen ninguna representación” señalaba (Ibíd.).

27
Indudablemente los representantes originarios del CONAMAQ tanto de Potosí, Oruro, La Paz
y Cochabamba, por sus principios y fundamentos políticos decidieron que en los municipios
que ganaron, sus candidatos se instalarían cabildos abiertos para fiscalizar la gestión
municipal. Este mecanismo también sería usado para elegir a los candidatos representantes de
los ayllus en la Asamblea Constituyente.
En Chuquisaca parecía suceder algo similar, y por orden del CONAMAQ, más de cien
dirigentes indígenas-originarios eran capacitados. Es así que los ayllus de todo aquel
departamento se preparaban para la Asamblea Constituyente. Con respecto a esta información
La Razón señalaba, que “cerca de 500 originarios y autoridades de los ayllus y marcas que
pueblan Chuquisaca, se reúnen desde ayer en la Capital de la Republica para concertar una
propuesta destinada a la Asamblea Constituyente, e incluir en la Carta Magna el respeto a su
territorio, a sus derechos como pueblos indígenas, a sus usos y costumbres y a su libertad de
elegir autoridades regionales” (La Razón 21 /12/ 2004).
Según el mismo Diario, fue increíble la cantidad de correligionarios que se agruparon en
aquella oportunidad, con música autóctona y vistiendo sus trajes más coloridos y vistosos con
bordados por ellos mismos, y al son de un zapateo con hojotas, se presentaban en la plaza
principal de Chuquisaca (25 de mayo). Centenares de originarios provenientes de los ayllus y
marcas de San Lucas, Quila Quila, Tarabuco y de otras profundidades andinas llegaban por la
convocatoria del CONAMAQ. La finalidad era inaugurar su presencia, por primera vez en la
historia de Bolivia. Era la primera Asamblea Constituyente con una presencia andina-
amazónica tan fuerte. Nunca antes se había visto, peor aun pensado esta posibilidad de rebalse
indígena por parte de las elites bolivianas, acostumbradas a la sumisión del “indio”.

La propuesta mas clara del CONAMAQ fue la “refundación del país”, indudablemente era una
postura radical, la que los criollo-mestizos lógicamente rechazarían. Pero en esta inevitable
carrera política, se mantendría latente para las discusiones que se desarrollarían en el pleno
mismo de la Asamblea Constituyente. Bolivia debía, para el CONAMAQ, retornar a su
desarrollo histórico que había tenido un corte hacia ya casi medio milenio atrás. La
reconstitución del Qollasuyo fue su propuesta política e institucional, un tema que fue
cuestionado por las elites, además duro en el debate, como lo veremos más adelante.

28
Así se perfilaban los temas para el mundo indígena, pero particularmente andino, que al ser
incluidos por primera vez en una asamblea constituyente, debían plantear su posición en un
primer momento, recuperar los hidrocarburos para el Estado y su distribución en la sociedad.
Por otro lado el Consejo de Suyus Aymaras y Quechuas del Qollasuyo (CONSAQ), planteaba
por entonces un seminario que apuntaba a lograr su participación en la refundación del país. El
modelo de desarrollo no fue muy discutido, pues probablemente el mayor tema, superficial a
nuestro juicio, fue la explotación del gas, que al igual que en el pasado se veía como una
fuente de riqueza. Sin cambiar el modelo de desarrollo solo se pensaba en la explotación de
los recursos naturales y la industrialización, inconcientemente bajo el mismo molde de
extracción de los recursos naturales sin ningún plus valor o industrialización de los mismos.

La participación andina y su silenciosa reconstitución aquel año cerraban sus puertas hacia el
25 de diciembre del 2004 con la entrega a dos ayllus potosinos de títulos de propiedad agraria.
Aquella jornada de entrega de los títulos de propiedad se efectuaban un fin de semana en la
localidad de Chaquí, ubicada a 60 kilómetros de Potosí, y contaba con la colaboración del
director departamental del INRA, Ramón Sarzuri; el coordinador de saneamiento Potosí-
Oruro, Juan Quisberth; autoridades locales, originarias del Consejo Nacional de Ayllus y
Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) y de la Central de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP)
según el periódico ABI cit. en El Diario en Potosí:

Los comunarios de los ayllus Saca Saca y Lupaca del municipio Chaquí del departamento de Potosí
recibieron sus títulos de propiedad de tierras, como resultado del saneamiento de 1.259 hectáreas
ejecutado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). (…) La acción fue realizada en el marco
del proyecto de saneamiento de Tierras Comunitarias de Origen (TCO’s), que cuenta con la cooperación
del Reino Unido de Dinamarca.
La entrega de los documentos de propiedad estuvo a cargo de las autoridades del Instituto Nacional de
Reforma Agraria en medio de un ritual del aqulliqu a cargo de los representantes originarios de los
ayllus beneficiarios de Chaquí. “Estos títulos de propiedad agraria consolidan el derecho propietario de
155 familias campesinas de las tierras altas. A través de estos documentos, firmados por el presidente de
la República, Carlos Mesa, el Estado les otorga seguridad jurídica sobre los predios donde habitan y
trabajan de acuerdo a sus usos y costumbres”, dijo Sarzuri.
Por su parte, el kuraj kuraka de los ayllus de Chaquí, Félix Kholu, mencionó que los títulos de propiedad
les garantizan el derecho propietario sobre sus tierras, después de haber transcurrido más de dos años en
la tramitación de sus demandas. “Como pueblos originarios recibimos estos títulos que garantizan la
tierra de los ancestros para nuestros hijos y las futuras generaciones”, manifestó. Con la nueva entrega,
en la gestión 2004 se consolidó el derecho propietario de 12 TCO’s con una superficie de 89.360
hectáreas dotadas a cerca de dos mil familias de ayllus y comunidades originarias de los municipios
Chaquí, provincia Cornelio Saavedra, y Caiza “D”, de la provincia José María Linares (El Diario 25 /12/
2004).

29
Estos adornos políticos, como los anteriormente descritos, no evitaron las pulsetas que
continuaron radicalmente estos primigenios años del siglo (XXI), probablemente y para este
caso podrían ser determinantes en el devenir del proceso histórico de las sociedades y pueblos
andinos de Bolivia. Así pues, lo veremos cuando la crisis del 2005 vaticine la caída de Mesa, y
consolide el presagio de muchos analistas sobre la llegada de un primer “indígena” al poder y
su tendencia a la izquierda populista. Consumada dicha situación en diciembre de 2005 con la
llegada del cocalero Evo Morales y la estructura política-partidaria del MAS-IPSP al poder en
2006.
2005.-

Aquel año comenzaba con una agenda cargada, tanto el gobierno como los movimientos
sociales consideraban múltiples temas, entre ellos, los preparativos a la Asamblea
Constituyente, el referéndum autonómico por el gas, la nacionalización de los hidrocarburos, y
otros temas asociados a la participación indígena. Pero a nuestro juicio el tema importante
giraba entorno a la Asamblea Constituyente, que en definitiva, sería aparentemente
hegemonizado por el mundo andino-amazónico “indígena”, es decir, que aquellos actores que
habían iniciado su luchas paralelas a la re-apertura democrática, algunas décadas atrás, ahora
conseguían un espacio político para la transformación del Estado Boliviano que sería
prácticamente envuelto, no por los políticos conservadores que habían huido, mas bien por los
ascendentes y menesterosos grupos indígenas.

En esta disyuntiva los Mallkus del CONAMAQ proponían leyes especiales antes de la
implementación de la Asamblea Constituyente. El Diario, señalaba, que “las autoridades
originarias y pobladores de la provincia Pacajes del departamento de La Paz, proponían una
ley especial para la realización de la Asamblea Constituyente con el objetivo de que la
elección de los asambleístas sea verificada mediante los municipios y tenga como sede a la
localidad de Tiwanaku considerada la Capital de la Nación Aymara” (El Diario11/05/2005).
Básicamente no fue una propuesta, sino más bien, un planteamiento que pretendía ser
hegemónico (andino centrista) y al mismo tiempo de amplio espectro social, pues la finalidad
se situaba, con esta propuesta, intentar regular y manejar las representaciones y singularidades
de la elección de los asambleístas con la señal de que sean los propios pueblos “indígenas-

30
originarios” los verdaderos protagonistas del proceso (Ibíd.). Todo en el marco del respeto a la
diferencia, justicia, ecuanimidad, e interculturalidad discursivamente.

La información según el Diario, fue concedida por el entonces Jacha Mallku de la provincia
Pacajes Rafael Quispe, quien afirmaba que “las autoridades originarias hicieron ese
planteamiento ante la unidad de coordinación de la Asamblea Constituyente para que los
pueblos originarios tengan una real y verdadera representación en la refundación del nuevo
Estado boliviano” (Ibíd.).

Al mismo tiempo, el entonces Mallku Rafael Quispe explicaba que de acuerdo a la propuesta,
la Asamblea Constituyente tendría que haber estado conformada por 327 miembros
(asambleístas), de acuerdo a los datos del Censo realizado el año 2001, es decir con una
representación del 62 por ciento de presencia originaria e indígena y el 38 por ciento de los
otros sectores del conjunto de la sociedad boliviana (Ibíd.).

La propuesta del líder emergente Rafael Quispe, además, contemplaba marcos de


transparencia en la elección de los representantes, con el fin de que no se politicen y
prevendalicen las designaciones. Para tal efecto las autoridades originarias de la provincia
Pacajes a través de sus representantes (Mallkus), proponían una efectiva participación de todas
y cada una de las secciones municipales. Señalaban:

"Es importante que las elecciones para designar a los asambleístas se las realicen a través de elecciones
en cada circunscripción por cuanto existe el peligro de que los partidos políticos tradicionales acaparen
esa representación durante la elección por las características mismas que se tiene en este tipo de
verificativos eleccionarios", advirtió el Jacha Mallku Quispe. En criterio del representante de los pueblos
originarios de la provincia Pacajes del departamento de La Paz, de este modo los pueblos originarios e
indígenas harán prevalecer sus derechos de acuerdo a sus usos y costumbres (El Diario 11 /01/ 2005).

Poco tiempo después, por marzo de aquel año, también surgía una movilización de los ayllus
agrupados por el CONAMAQ con relación a la dilatación de la Asamblea Constituyente, que
de alguna manera, su propuesta, de hacia algo mas de un año, se reafirmaba con la intención
de “refundar el país”.

De esta manera, las comunidades y ayllus originarios mediante una marcha llegaban a Oruro
con la consigna de refundar Bolivia mediante la Constituyente. Esta movilización que
indudablemente fue parte de una sigilosa movilización de los ayllus del Qollasuyo para medir

31
fuerzas, se ratificaba con la llegada a la Villa Imperial del Q´apaq Mallku de la Confederación
Nacional de Naciones Indígenas Originarias de Bolivia (CONNIOB), Jaime Apaza y otros
dirigentes nacionales, quienes exigían crudamente al Parlamento que emita de una vez la
convocatoria a la Asamblea Constituyente, y a la brevedad posible. Mientras otro grupo de
principales autoridades del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP) se encontraban
también en las inmediaciones de Oruro organizando la prosecución de la marcha que había
comenzado una semana antes y tenia como meta la sede de Gobierno, donde pensaban cercar
el Parlamento. Apaza señalaba "Se tiene que convocar a la brevedad posible a la Asamblea
Constituyente por que se tiene que refundar nuestro país y todas las naciones originarias tienen
que ser tomadas en cuenta en la nueva Bolivia, por eso es que también exigimos participar"
(El Diario 1 /03/ 2005).

Las comunidades y ayllus originarios llegaban a Oruro. Fuente: El Diario 5/03/2005

Días después, el 5 de marzo de 2005, el Diario informaba de una Marcha del CONAMAQ que
llegaba a El Alto el lunes exigiendo la inclusión en la Ley de Hidrocarburos. La marcha de
autoridades originarias nacionales, departamentales y regionales del Consejo Nacional de
Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ), arribaba a la ciudad de El Alto. La caminata
del grupo de casi un millar de personas, exigía la inclusión de este sector en la Ley de
Hidrocarburos y la aprobación de la Ley de Convocatoria de la Asamblea Constituyente, por
parte del Poder Legislativo.

"Parece que a nadie le importa el sacrificio de los hermanos mallkus, jiliris, kuracas (autoridades
originarias), quienes ya están caminando desde hacen 15 días sin recibir ninguna asistencia, ni de la Cruz
Roja", protestó Justino Leaño, representante del CONAMAQ. (…) Según informó Leaño, el grupo de

32
marchistas está también compuesto por autoridades naturales de Chuquisaca, La Paz, Oruro y
Cochabamba. (…) En las alturas de la localidad de San Antonio estamos planificando las medidas de
presión que implementaremos en la sede de Gobierno hasta que los poderes Ejecutivo y Legislativo
atiendan nuestros legítimos pedidos, sostuvo el dirigente del CONAMAQ (El Diario 5 /03/ 2005).

Así mismo, rememoraban un MANIFIESTO que había sido publicado a finales de febrero del
2005, en donde “los originarios de Bolivia reconocían a la Pachamama y al Inti como
creadores de todos los seres vivos de la región andina y rechazan contundentemente las
propuestas de autonomías generadas en el oriente los últimos meses” (El Diario 1 /03/ 2005).
Aludían a instituciones del oriente boliviano señalando: "El mal llamado Comité Cívico de
Santa Cruz de origen europeo y está causando malestar entre los habitantes de Bolivia con su
propuesta de autonomía", dice el documento para luego enfatizar que "no permitiremos que
esa minoría de usurpadores se apropien de los recursos naturales que pertenecen a todos los
bolivianos" (Ibíd.). El manifiesto en cuestión llamaba a nuevas movilizaciones de los
campesinos indígenas-originarios, y en su parte resolutiva primera señalaban: "Exigimos dejar
sin efecto la canallada propuesta de autonomías al estilo europeo de los mal llamados Comités
Cívicos de Santa Cruz y Tarija, con características de ambiciones soberbias que chupan la
sangre de los indígenas originarios y de la sociedad civil". El artículo Nº 2 apuntaba: "Los
hijos del sol y la pachamama condenamos a los cabecillas del Comité Cívico de Santa Cruz y
que el poder cósmico los castigue si no reflexionan en el momento; quienes serán culpables
para el desastre natural de la ciudad de Santa Cruz por orden de YUMA"(Ibíd.). En este
sentido el documento aprovechaba de hacer un llamado a las, ya manejadas, 36 naciones
indígenas originarias de la amazonia, los valles y el altiplano constituidos en ayllus, marcas,
suyus, tentas, capitanías y a la sociedad civil para exigir la Asamblea Constituyente.

Aquella movilización de los ayllus y comunidades que demandaban de una vez la instalación
de la Asamblea Constituyente y la refundación del país (Poder Constituyente), no había sido
escuchada. Hacia el 10 de marzo, la misma marcha de los ayllus y comunidades arribaba La
Paz. Bautizada con el denominativo “En defensa de la Asamblea Constituyente” pretendía ser
parte de un acuerdo nacional conjuntamente otros movimientos sociales que coincidían y
reafirmaban la demanda (El Diario 10 de marzo del 2005).

33
“En defensa de la Asamblea Constituyente”. Mediaba Waldo Albarracin como representante del “Defensor del
Pueblo” Fuente: El Diario 10/03/2005.

De esta manera, dirigentes del Movimiento Sin Tierra, Coordinadora de Pueblos Indígenas de
Santa Cruz, Colonizadores y del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo
(CONAMAQ), coincidían en señalar que su marcha era legítima por la defensa de la
Asamblea Constituyente y la democracia. Al mismo tiempo que garantizaban que no
bloquearían caminos y tampoco se sumarian a otras acciones de organizaciones que firmaron
un pacto para radicalizar movilizaciones (El Diario 10/02/2005).

Vicente Flores, dirigente del CONAMAQ, manifestaba que “la llegada de originarios e
indígenas de tierras bajas y altas a esta ciudad, es en defensa de la democracia, la Asamblea
Constituyente y para pedir al Congreso Nacional que no se los excluya de este proceso”.
Además solicitaban la aprobación de una convocatoria tentativa para la Asamblea
Constituyente, y así garantizar la mayor participación de las naciones originarias, de acuerdos
a los usos y costumbres. Por ultimo planteaban la aprobación de la Ley de Hidrocarburos,
respetando derechos indígenas y de pueblos originarios a sus territorios (Ibíd.).

A pesar de los compromisos asumidos en aquella oportunidad, los Ayllus cerraron el acceso a
la ciudad de Potosí al sumarse a los bloqueos de caminos que habían sido convocados por la
ineficacia de las autoridades gubernamentales.

Pocos días después, hacia el 16 de marzo de 2005, El Diario informaba que la Villa Imperial
se encontraba completamente aislada, porque los ayllus agrupados en un consejo
departamental reforzaban el bloqueo de caminos, lo que provocó la preocupación generalizada
entre la población por la inminente carencia de los principales alimentos de la canasta familiar.

34
(…) Los bloqueos están instalados en tres sectores de la ruta Potosí – Sucre, en el cruce a Chaquí, en
Betanzos y en el cruce a Azángaro. Los ayllus guerreros de Tinguipaya cortaron la ruta a Oruro en tres
sectores: Cieneguillas, Cruce Ventilla y Yuraj K´asa. Hacia el sur, los habitantes de Alcha se encuentran
en el cruce de Belén Pampa. Los testigos oculares mencionaron que hay extensas "alfombras de piedras"
en esas vías. (…) Los campesinos llegaron incluso a evitar los transbordos haciendo explotar cargas de
dinamita. (…) La instrucción para el bloqueo general de carreteras fue emitida ayer por el Consejo de
Ayllus Originarios de Potosí (CAOP) y la respuesta fue inmediata. Los pobladores de diferentes
comunidades respaldaron la medida y sus dirigentes anunciaron que no levantarán la medida hasta que el
Congreso apruebe la Ley de Hidrocarburos con el 50 por ciento de regalías a favor del país y la
inmediata convocatoria a la Asamblea Constituyente (El Diario 16 /03/ 2005).

Estas medidas eran parte de las movilizaciones organizadas por diversos movimientos sociales
andinos que habían firmado un preacuerdo denominado “pacto de unidad” (2005), que
agrupaba a las organizaciones de indígenas-originarios y campesinos, como el Consejo
Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ), la Confederación Indígena del
Oriente Boliviano (CIDOB), además de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y otros
movimientos, que demandaban definir la representación y la estructura de elección de los
asambleístas para la Constituyente.

La convocatoria aquel año fue lanzada y según Carlos Sandy en una editorial del Diario
testificaba que “la Constituyente debería ser el espacio para reivindicar los derechos de
indígenas y originarios”. Así mismo planteaba que existía una “inicial aceptación de la
propuesta de 26 delegados indígenas y originarios según sus usos y costumbres”. La
nominación de esos 26 asambleístas, 10 de tierras bajas y 16 de las tierras altas, se situaban a
partir de las variables de población, territorio y usos costumbres. Se concluía, que “el acuerdo
inicial de 26 delegados para los pueblos indígenas y originarios, constituye el reconocimiento
del derecho de ese sector de participar en la reforma de la Constitución Política del Estado, por
lo que consideró que ese punto del proyecto de Ley de Convocatoria de la Asamblea
Constituyente deberá ser aprobado por el Congreso” (El Diario 28 /03/ 2005).

Por otro lado, dos días después, para el 30 de marzo de 2005, un “Foro Internacional” que
terminaba de sesionar señalaba en sus conclusiones que las Mujeres deberían tener por lo
menos el 50 por ciento de los escaños en la Constituyente. Así lo precisaba la entonces
viceministra de la Mujer, Teresa Canaviri, quien planteaba que “los movimientos sociales, las
organizaciones y entidades de mujeres del país, deberán exigir el 50 por ciento de los espacios
en la futura Asamblea Constituyente” (El Diario 30 /03/ 2005).

35
“Foro Internacional de mujeres indígenas hacia la constituyente” Fuente: El Diario 30/03/2005.

En aquella oportunidad la autoridad destacó la participación en el evento de representantes de


todas las organizaciones sindicales y sociales de indígenas y originarios de tierras altas y bajas
de Bolivia, como la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas, Bartolina Sisa.
Además, felicito a las organizaciones sociales indígenas como el Consejo Nacional de Marcas
y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ), la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano
(CIDOB), la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Jacha Suyu Pakajaki, Nación Sora, Uru
Murato, Afro-descendientes, Consejo de Ayllus de Potosí y Cochabamba y otros.

Estas mujeres representan a los ayllus, marcas, suyus, capitanías de las comunidades
originarias e indígenas de las tierras altas (altiplano) y bajas (oriente) de todo el país. Aquel
Foro Internacional de Mujeres Indígenas, fue organizado en seis paneles, que fueron:
Participación Política de Ciudadana; Educación y Mujer Indígena; Salud; Niña y Mujer
Indígena; Tierra Territorio Mujer Indígena; y Desarrollo Económico y Seguridad Alimentaria
(Ibíd.).

“Foro Internacional de mujeres indígenas hacia la constituyente” Fuente: El Diario 2/04/2005.

Inmediatamente después, el 1 de abril de 2005 en Cochabamba, más de un centenar de


representantes de 35 pueblos indígenas del país se reunían en esta capital para aprobar el

36
proyecto de ley sobre políticas lingüísticas que regularía el uso oral y escrito de las lenguas
originarias en la educación, comunicación y los espacios sociales del Estado boliviano.

Llegaban a la ciudad de Cochabamba representantes de la Confederación de Pueblos Indígenas


del Oriente de Bolivia (CIDOB), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos
de Bolivia (CSUTCB), Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ),
Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), Consejo Educativo de los Pueblos Originarios (Cepos),
entre otras instituciones y organizaciones sociales (El Diario 1 /04/ 2005).

Por otro lado a nivel discursivo y político, el 5 de abril de 2005, los indígenas recordaban los
resultados del Censo del 2001 que mostraba a un 64 por ciento de la población boliviana78 que
se auto identificaba con un grupo originario.

De esta manera los indígenas y campesinos demandan su representación en la Asamblea


Constituyente "porque representaban al 64 por ciento de la población boliviana", aseguraba el
ministro de Asuntos Indígenas entonces, Pedro Ticona. Finalizaba argumentando que los
pueblos originarios no pueden ser excluidos del nuevo pacto social que emergerá de la
Asamblea Constituyente en el país; "Por más de 500 años hemos sido excluidos", dijo Ticona,
originario quechua de los ayllus del norte de Potosí, al agregar que el tiempo de exclusión ha
terminado. "Los indígenas no excluirán, a pesar de ser la mayoría en el país, a quienes los han
excluido” (El Diario 5 /04/ 2005).

78
Contradictoriamente el Censo (2012), tiene como resultado una población minoritaría de indígenas que apenas
alcanzan apenas a un 31%, en cambio los que dicen no pertenecer a ningún pueblo indígena ascienden al 69%.

37
Por otro lado en los titulares del 9 de abril de 2005 en el periódico El Diario los Movimientos
originarios nuevamente se organizaban y pedían plena participación en la explotación del gas.
Bajo esa premisa el Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ)
aclaraba que los movimientos indígenas y originarios del país no demandan el derecho a veto
en la exploración y explotación de los recursos naturales existentes en las regiones donde
habitan, sino plena participación en los procesos de administración y los beneficios
económico-sociales que puedan traer.

El entonces apu mallku del CONAMAQ Antonio Machaca Ajhuacho, explicaba que “los
indígenas y originarios del país, que representan más del 60 por ciento de la población
boliviana, y exigen el respeto al derecho de este sector a beneficiarse con la explotación de los
recursos naturales”, pidiendo implícitamente explotar a la “Pachamama”. Apelaba al "pacto de
unidad" de las organizaciones indígenas, originarias y campesinas, que nunca han planteado el
veto en el proceso de explotación de los recursos naturales, sino la plena participación en las
decisiones (Ibíd.).

Machaca dijo que los medios de prensa manejan información equivocada sobre el artículo de la Ley de
Hidrocarburos, referido a la introducción de los derechos de los pueblos indígenas y originarios sobre los
recursos naturales. (…) El derecho que demandan los pueblos indígenas y originarios está refrendado
por la convención internacional de la Organización Internacional de Trabajo, en el que se establece la
necesidad de consultar a estos sectores sobre temas de recursos naturales.
El apu mallku del CONAMAQ, Antonio Machaca Ajhuacho, agregó que el “pacto de unidad”
conformado por la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB),
Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa y otras entidades, están en alerta sobre el
tratamiento del proyecto de ley en el Senado (El Diario 9 de abril del 2005).

Aunque hubo una denuncia contra un grupo de indígenas y originarios, liderados por los
dirigentes del CONAMAQ, quienes días anteriores habían protagonizado protestas en las
cercanías del Congreso Nacional, en la que demandaban claramente la urgente aprobación de
la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente (Ibíd.).

Algunos días después, se difundió una noticia en Potosí sobre unos Ayllus disconformes con
la elección de prefectos. Conflicto que se había iniciado en la víspera del taller de análisis y
reflexión sobre el anteproyecto de ley para la convocatoria a la Asamblea Constituyente
organizado por el Consejo de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP) en el que participaron más
de un centenar de dirigentes campesinos llegados de las cuatro regiones del Departamento
potosino y cuya primera determinación fue cuestionar la elección de prefectos argumentando

38
que “se trata de una exigencia exclusiva de los grupos oligarcas de la sociedad cruceña y que
no cambiará para nada la crítica situación del país” (El Diario 22 /04/ 2005).

Los ayllus señalaban que (la elección de prefectos) no daría solución a los problemas del país,
simplemente se quería utilizar a los partidos políticos con miras electorales a 2007" (Ibíd.).
Mientras tanto el CAOP esperaba que acabe dicho evento para tener una posición formal sobre
el tema para hacer conocer en un documento público. Por otro lado Muchos de los
participantes coincidieron en señalar que no se descartaba nuevamente una movilización en la
sede de Gobierno como ocurriera el pasado mes de marzo, oportunidad en que una nutrida
delegación de los ayllus potosinos realizaba una marcha forzada hasta la ciudad de La Paz
donde luego de permanecer movilizados por el lapso de dos semanas, acordaron un cuarto
intermedio que pudo ser levantado al final de aquel evento.

Para finalizar Atanasio Quispe, Mallku Mayor de la CAOP sostenía que con la realización de
la Asamblea Constituyente que pretendía cambiar el sistema de gobernar el país y según su
percepción iba a ser beneficioso para todos los sectores de la sociedad civil, y particularmente
para los pueblos originarios que "permanentemente fueron excluidos" (El Diario 22/04/ 2005).

Tres días después, nacía un dialogo en el sector salud, del que CONAMAQ también
participaba. El encuentro aglutino a alrededor de 360 personas que abordarían la profunda
crisis en la que se encontraba el sistema sanitario público del país y los posibles pilares de su
transformación.

Las organizaciones sociales, sindicales como la Confederación Sindical Única de Trabajadores


Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo
(CONAMAQ), la Central Obrera Boliviana (COB), Colegio Médico de Bolivia (CMB) y otras
organizaciones participaban con propuestas tentativas para la Constituyente, desde sus
diversas demandas como sectores diferenciados. Además, de la Federación de Juntas
Vecinales, el Parlamento, Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB),
Defensor del Pueblo, Municipios, Organizaciones No Gubernamentales, Cooperación
Internacional, Fuerzas Armadas y Policía, entre otros, participaban del Diálogo Nacional de
Salud (El Diario 25 /04/ 2005).

39
Todos aquellos representantes, tanto de la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Consejo Nacional Marcas y Ayllus del Quiyá suyo
(CONAMAQ), Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), y Acción Internacional por la Salud
(AIS), interpelaron al Gobierno, en la instalación de las mesas, por la crisis del sistema y la
postergación a la que están sometidos (El Diario 26 /04/ 2005). Ya en mayo, diversas
organizaciones sociales y sindicales de campesinos, indígenas y originarios del país, además
de trabajadores, se organizaban en torno al rechazo de la entonces Ley de Hidrocarburos, el
referéndum autonómico y la lentitud con relación a la convocatoria de la Asamblea
Constituyente (El Diario 10 /05/ 2005).

Organizaciones como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de


Bolivia (CSUTCB), el Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ), la
Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC), la Asamblea del Pueblo Guaraní
(APG), la Central de Pueblos Mojeños de Beni (CPEMB) y el Movimiento Sin Tierra (MST),
mediante comunicado reivindicaban, el cumplimiento de la denominada agenda de octubre de
2003. Reafirmaban al mismo tiempo que “los sectores populares del país, no necesitamos que
nos vengan a enseñar lo que es la autonomía, pues nosotros siempre hemos (vivido en) ella,
pero por una autonomía para el pueblo, sostiene el documento público (Ibíd.).

Al día siguiente, y con mucho más fuerza el “CONAMAQ rechazaba el Referéndum


autonómico y pedía con vanagloria la Constituyente”. Una Vigilia al Parlamento se armó
inmediatamente. El Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ)
rechazaba la realización del Referéndum autonómico, en el mismo día de la elección de
prefectos, como pretendía aprobar el Parlamento. Además, exigía la inmediata aprobación de
la Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente. Así se refería el apu mallku (jefe) de
CONAMAQ, entonces Vicente Flores, quien explicaba que los indígenas y originarios del país
se oponían a las autonomías categóricamente, por la orientación e intencionalidad de dividir el
país con la que pretendía realizar el proceso aparentemente la oligarquía cruceña. Según los
indígenas, originarios y campesinos del país, "la oligarquía pretende que el Referéndum sea
nacional en su convocatoria, pero departamentalmente vinculante en sus resultados" (El Diario
11 /05/ 2005).

40
Hacia el 29 de mayo de aquel mismo año 2005, El Diario anotaba que los “Indígenas de Potosí
afirmaban que Jaime Solares debía dimitir por moral [política]”. Así lo planteaban los mallkus
de los ayllus de CONAMAQ, que encaraban en aquel tiempo al secretario Ejecutivo de la
Central Obrera Boliviana (COB), Jaime Solares, y planteaban que debería por moral,
renunciar al cargo de Secretario Ejecutivo. Aquel criterio correspondía directamente al Kurac
Mallku del Consejo de Ayllus Originarios de Potosí (CAOP), Daniel Miranda, quien lamentó
la posición extrema del sindicalista que convocó a los militares para que se hagan cargo de la
conducción del país. Miranda recordaba que antes de 1982 los trabajadores, estudiantes y
campesinos fueron sometidos a las peores infamias de tortura, secuestro, y todo tipo de
vejámenes psicológicos y físicos. "Si este país tiene una deuda externa engrandecida y que no
guarda relación con el desarrollo es precisamente por la vigencia de los gobiernos defectuosos
liderados por militares” (El Diario 29 /05/ 2005).

El dirigente del CAOP además recalcaba que semana que venia iniciarían en la ciudad de
Potosí una masiva huelga de hambre con todo su sector, para apoyar la lucha que comenzó en
la sede de Gobierno, como principal epicentro de movilizaciones, para reclamar por los
conflictos latentes como la nacionalización de los hidrocarburos y la realización de la
Asamblea Constituyente. Finalizaba señalando que "La huelga de hambre que ya comenzó en
La Paz debe también extenderse a lo largo del país, para presionar y lograr el objetivo de la
nacionalización de los hidrocarburos, puesto que se trata de recuperar la dignidad de los
bolivianos" (Ibíd.). Estas noticias conflictivas anteriormente descritas, algunos días después,
daban paso a otras más productivas, pues, por el 5 de junio de 2005, El Diario informaba que
“Dos ayllus de Oruro y Potosí serian parte de un nuevo plan de desarrollo” que se
implementaría En el transcurso del presente año.

Los ayllus Qaqachacas, Aymaya-Layme- y Jucumanis que antes pugnaban por tierras y
animales, habían hecho las pases por intermedio de la mediación del CONAMAQ en los
departamentos de Oruro y Potosí, y serían beneficiarios de sus demandas de salud, caminos,
viviendas, electricidad y apoyo agrícola. Eran atendidas, con la ejecución de planes y
proyectos específicos que el Poder Ejecutivo, en coordinación con el Ministerio de Asuntos
Indígenas y Pueblos Originarios (Maipo), se ponían en marcha con un monto de 2.300.000
dólares. Los zonas de Qaqachakas, Puraka, Pocoata, Norte Condo, Challapata, y Aymaya-

41
Layme-Jucumanis, que por décadas eran pueblos declarados enemigos, ahora intercambiaban
propuestas para edificar juntos en la Asamblea Constituyente las llamadas "venas de vida"
para su desarrollo integral (El Diario 5 /06/ 2005).

Los ayllus Qaqachakas y Aymaya-Layme- Jucumanis que antes se disputaban por sobrevivir, ahora vivian en paz
en los departamentos de Oruro y Potosí. Fuente: El Diario 5/06/2005.

El compromiso estatal quedaba sellado con la entrega de un Decreto Supremo 28.093, por el
que el entonces presidente de la República, Carlos Mesa, ponía en marcha la ejecución de un
futuro plan estratégico integral de desarrollo de los ayllus en paz. La decisión gubernamental
reglamentaba la Ley 2.904, que fue promulgada el 18 de noviembre de 2004. "La normativa
hará que se aplique, en hechos, la estrategia para mejorar las condiciones de vida y consolidar
la paz de los ayllus involucrados, preservando la unidad, con territorio y cultura propias,
desarrollando la capacidad de gestión y generando un modelo administrativo basado en la
estructura del ayllu", explicaba el entonces ministro de Asuntos Indígenas y Pueblos
Originarios, Pedro Ticona (El Diario 5 /06/ 2005).

El proyecto denominado como las “Venas de la Integración” fue desarrollado bajo la siguiente
misión:

Los ayllus en paz construyen juntos "venas de vida" para su desarrollo integral. En la más reciente
reunión que sostuvieron en la ciudad de Oruro, en presencia del ministro Ticona y los prefectos de Oruro
y Potosí, los dirigentes de las comunidades de Qaqachakas y Aymaya-Laimes-Jucumanis elaboraron un
borrador de proyecto por el que decidieron dar prioridad a la construcción de tres vías
interdepartamentales e intradepartamentales: Ancato-Uncía, Tacagua-Payrumani, y Crucero-Pocoata.
Para agilizar la ejecución de los planes se ha encargado al Prefecto de Oruro la responsabilidad de
levantar, junto al Servicio Departamental de Caminos de Oruro, los perfiles mínimos de las vías
camineras, lo que involucra una evaluación de suelos, calcular la longitud del tramo y la cantidad de
vehículos de transporte público y privado que transitan por las zonas (El Diario 5 /06/ 2005).

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Una semana más tarde se sabía la noticia de que un Mallku era torturado para ceder ciertas
porciones de tierra a otros ayllus. Así, la prefectura de Potosí informaba que el mallku del
ayllu de Chaiquiri fue torturado física y psicológicamente para que firme un documento por el
cual cedía 40 kilómetros de territorio al ayllu Tayaquira ubicado en Oruro.

El Diario informaba que Feliciano Flores y Ramiro Choque, autoridades del ayllu originario
de Chaiquiriri, fueron secuestrados el 7 de junio pasado mientras se encontraban viajando a La
Paz, en el tramo de Llallagua a Uyuni, según denunció uno de los miembros de la mencionada
comunidad (El Diario 16 /06/ 2005).

Pero tocando ciertas noticias menos caóticas para los ayllus, hacia el 20 de julio de 2005, los
Ayllus de la provincia Abaroa recibían apoyo económico. En Challapata-Oruro, el Gobierno
entregaba 44 millones de dólares estadounidenses a la Unión del Consejo para el Desarrollo de
los Ayllus (UCDA), destinados a concretar proyectos en la provincia Abaroa.

El por entonces viceministro de Derecho Político de Pueblos Indígenas Originarios, Alejandro


Choque Castro, informaba que el Gobierno desembolsaría 44 millones de dólares para
desarrollar más de cuatrocientos proyectos en esta provincia.

En Challapata-Oruro, el Gobierno entregaba 44 millones de dólares estadounidenses a la Unión del Consejo para
el Desarrollo de los Ayllus (UCDA). Fuente: El Diario 20/07/2005.

Las autoridades de gobierno señalaban que los ayllus de esta región estuvieron confrontados
por más de 70 años, sobre todo los Qaqachacas, Laimes y Pocoatas, enfrentamientos en los
que incluso se lamentó la pérdida de muchas vidas humanas. Ahora deberán unirse para poder
desarrollarse, y para ello habrá un presupuesto económico, que será canalizado por intermedio

43
del UCDA, que dará prioridad a los proyectos más urgentes en las áreas de salud y educación,
entre otros (Ibíd.).

Días mas tarde, en un evento organizado por afro-descendientes, el Diputado Rosendo Copa
planteaba que los “Pueblos indígenas también se interesaron y tienen la intención de refundar
el país”. El diputado Rosendo Copa de los Qaqachacas, mencionaba que esas comunidades
deben estar en la Asamblea Constituyente. "Hay mucho interés de los pueblos indígenas en
participar en ese mecanismo. Nos estamos organizando a través de las distintas
nacionalidades, que son los suyus, Suyu Charcas, Suyu Caracara y Suyu Quillaca, que están
ubicados en los departamentos de Chuquisaca, Potosí y Oruro" (El Diario 26 /07/ 2005)

El entonces parlamentario también mencionaba que se debería tomar en cuenta lo que dice el
proyecto de Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente, que establece las
circunscripciones especiales, que son las comunidades indígenas originarias y los ayllus a
donde no llegan siquiera los servicios de salud y educación. Afirmaba que: "es necesario
concretar una nueva CPE para cambiar la visión de lo que es actualmente nuestro país. Hay
mucho interés de las comunidades indígenas y originarias. Lo primero que se habla es de la
Asamblea Constituyente, ese mecanismo es indiscutible y no puede ser descartado” (Ibíd.).

Asimismo, dejaba en claro que la lucha por la Asamblea Constituyente seguiría en pie y no se
permitiría que quede sin efecto. "Vamos seguir exigiendo hasta sacar la Asamblea
Constituyente. En ese contexto, el Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyu
(CONAMAQ), a través de su encuentro, ratificaba que la Constituyente debía ser convocada
máxima hasta julio de 2006" (Ibíd.).

Ya por los últimos días del mes de agosto el investigador y jesuita español Xavier Albó
señalaba en una editorial, que virtual y progresivamente la “Influencia indígena crecía en el
ámbito de la política”. Se refería en estos términos:

La presencia indígena en la política boliviana desde la Revolución de 1952, influyó mucho en las
decisiones que se adoptaron en el país, debido a que su participación es importante en la administración
estatal. Esto significa referirse a municipios, prefecturas, Parlamento, administración pública y otras
instancias, donde se viene dando este proceso con la incorporación de hombres y mujeres del área rural
con poder de decisión (El Diario 28 /08/ 2005).

44
Así mismo el experto y analista en temas indígenas, Xavier Albó expresaba que Bolivia ha
tenido un progreso amplio en lo que concierne a la incorporación de indígenas a la vida
institucional del país. Albó veía que en los últimos años los indígenas, como parte del país,
fueron creciendo en diferentes instancias de toma de decisión, desde el ayllu, pasando por la
comunidad e ingresando a la administración de algunos municipios, siendo parte de las
prefecturas, hasta llegar al Parlamento con voz y voto, sin descontar su presencia en algunas
carteras de Estado como ministros, lo que es realmente es significativo para un país en
desarrollo como Bolivia.

Por ultimo, mencionó que: los pueblos indígenas en Bolivia tuvieron un progreso importante, que se
refleja más allá de las fronteras, ya que otro claro ejemplo de la incorporación de los indígenas en la vida
democrática de Latinoamérica, es Ecuador que en los últimos años tuvo una visión amplia de lo que es la
población que surge desde el área rural con costumbres, modos de vivir y la realidad que le rodea.
Bolivia durante estos últimos años no sólo ha mostrado la capacidad de incorporar a los indígenas a las
decisiones gubernamentales desde diferentes niveles, sino que estos sean protagonistas desde sus
comunidades y ayllus, llegando a demostrar sus virtudes y defectos frente a un sistema que tiene una
serie de prejuicios, los cuales se espera que se vayan superando a medida que avance el desarrollo de los
pueblos en el marco de la democracia. “No sólo en Bolivia se dio cambios en torno a la participación de
los indígenas en las decisiones gubernamentales, sino también ello viene ocurriendo en diferentes países
como Ecuador, Colombia, en Venezuela y Perú, donde puede verse que está cambiando la forma de
pensar sobre lo que es la incorporación de los pueblos del área rural y que hoy son protagonistas en la
vida política” (El Diario 28 /08/ 2005).

El mismo Diario reflexionaba las palabras del indigenólogo jesuita, y parafraseaba señalando
que “en su criterio, muchos de los indígenas en Bolivia tuvieron un rol protagónico en la vida
política del país, unos con poder de decisión y otros no, incluso muchos de éstos están
comenzado a ser auto reflexivos, como es el caso de Marcial Fabricano, que fue Viceministro,
y que si bien ocupó el cargo, nunca tuvo poder de decisión. Continua haciendo referencia a
“Marcial Fabricano, quien indica en el libro, “Participación política, democracia y
movimientos indígenas en los Andes”: “yo me autoengañé, porque cuando me nombraron
Viceministro, pensé que podría hacer todo, que tenía la fuerza ejecutiva y hacer las cosas que
soñaba, pero ví que no tenía ninguna fuerza”, esto muestra cómo se puede llegar al poder a
través de la correlación de fuerzas que está ligada a un gobierno que tiene otro estilo de
gobernar” (Ibíd.).

Aunque podríamos sospechar que desde la apertura de la democracia en 1982 las poblaciones
andinas y amazónicas estuvieron dentro del aparato estatal en una condición subordinada,
servil e instrumental, estos en aras de poder desde 2005, al parecer aprendieron no solo de

45
administración publica, sino también de corrupción en muchos casos, con raras excepciones
que nó. La administración indígena posterior, como veremos mas adelante, estará al igual que
la administración criolla-mestiza, ligada y más llena de intersticios vinculados con la
corrupción.

Un mes más tarde ya se sentía el ambiente electoral en el país, pues, ante la renuncia de Carlos
Mesa hacia algunos meses atrás, el entonces presidente Rodríguez Veltzé había convocado a
los comicios de diciembre. En este panorama de concavidad nacional el entonces candidato a
la Prefectura de La Paz, Fernando Moya señalaba que el Movimiento Indígena Pachacuti
(MIP) intentaría buscar implementar una estructura productiva del Ayllu. “Se debe desarrollar
un rescate productivo del Ayllu y la reactivación de corredores bioceánicos para exportar
productos de las provincias paceñas son dos puntos esenciales sobre las cuales está apoyada la
propuesta electoral del Movimiento Indígena Pachacuti (MIP)”. Así mismo explicaba que
“uno de los proyectos del MIP era generar mayor participación de las comunidades y mejorar
el nivel de vida; es el rescate de la estructura productiva del Ayllu andino (reunión de
comunidades) proyectado hacia el siglo XXI” (El Diario 13 /09/ 2005).

Otra de las ventajas, de aquellos matices re constitutivos de los ayllus del Qollasuyo, se sitúa,
con el logro de financiamiento para los Indígenas, que con $us 23 millones del IDH
implementarían un Fondo de Desarrollo Indígena. El Diario informaba que a través de este
acuerdo, suscrito entre los dirigentes de la Confederación Indígena del Oriente
Boliviano(CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ) y
de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), se creará un Fondo de Desarrollo que estará
administrado por autoridades de Gobierno y representantes del sector. “Este es un
instrumento importante para los pueblos indígenas y originarios ya que se ha llegado a un
trabajo con un acuerdo de voluntades”, informaba el entonces Ministro Ticona al presentar el
entendimiento en una conferencia de prensa ofrecida en Palacio Quemado (El Diario 29 /09/
2005). Días después una Editorial confirmaba lo señalado:

Distribución de recursos del IDH.- Hace algunos días el Ejecutivo firmó un convenio con dirigentes de
la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyo (CONAMAQ) y de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG), para crear un Fondo de
Desarrollo Indígena con un capital de 23 millones de dólares, provenientes del IDH, restando la
aprobación de un decreto supremo para reglamentar el uso de esos fondos (El Diario 1 /10/ 2005).

46
Por otro lado en los poblados del Ayllu Yaru Ingavi Choque, en el municipio San Andrés de
Machaca y Chijcha Parina, en Jesús de Machaca, se beneficiaban a 1.165 familias de 19
comunidades y ayllus de la provincia Ingavi. (…) Pedro Plata Jiliri, mallku del ayllu Yaru
Ingavi, señalaba que este tipo de obras son necesarias para evitar la migración hacia las
ciudades que está dejando a muchas comunidades abandonadas. “Mejorando las condiciones
de vida con servicios de luz, agua potable, riego y caminos nuestros jóvenes dejarán de pensar
en irse a otro lado”, (El Diario 10 /10/ 2005).

El proyecto de electrificación de los Ayllus Chijcha Parina beneficiaba a 721 familias de las
poblaciones de Ayllu Chijcha, Chojñacota, Parina Arriba, Villa Ajiva, Bella Vista,
Aguallamaya, Janqujaqui, Yachatana, San Pedro de tana, Parina centro e Hiruitu Urus. El
mismo proyecto Ayllu Yaru Ingavi-Choque favorecía a 445 familias de Llallagua, Kanapata,
Erben Kalla, Rosa Pata, San Pablo, San Pedro, Cocha Collo, y Villa Circaya (Ibíd.).

En esta emergencia indígena se vieron también múltiples deficiencias prebéndales de los


partidos tradicionales, así por ejemplo el líder de Unidad Nacional (UN) Samuel Doria Medina
hacia los últimos días de noviembre de aquel año se dirigía hacia los ayllus del altiplano para
prometerles el ministerio de Turismo a todos los mallkus de Tiwanaku. El entonces candidato
presidencial por Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina, prometía a los mallkus de
Tiwanaku, que crearía un Ministerio de Turismo para apoyar a la “industria sin chimenea”, si
llega a ser presidente de los bolivianos (El Diario 30 /11/ 2005).

Doria Medina visitaba Tiwanaku, donde lograba reunirse con 24 jefes de comunidades y
ayllus aymaras (mallkus) con el objetivo de explicarles su programa de gobierno, haciendo
énfasis en sus estrategias para La Paz y esta zona del altiplano. El candidato les explicaba
sobre la importancia de activar el turismo como estrategia para lograr un desarrollo económico
y asegurando crear un ministerio, respondiendo al pedido de estos líderes indígenas. “Estamos
comprometidos con el turismo, hemos trabajado para apoyarlo en esta zona desde hace
bastantes años con resultados favorables. En mi gobierno seguiremos con esta labor, pero
desde un ministerio exclusivo para el turismo para generar políticas concretas destinadas a
generar el desarrollo económico mediante esta industria”, indicó el candidato presidencial

47
(Ibíd.).Los indígenas aymaras, que por su experiencia no fueron más allá de calificarlo como
comodín, electorero y prebendal, aunque un tanto inconsecuente.

Por otro lado, hacia fines de diciembre, el CONAMAQ planteaba Nacionalizar los
hidrocarburos como prioridad para los sectores sociales. Así lo manifestaba por entonces
Mariano Maldonado, originario de Kara Kara suyo de Potosí y representante del Consejo
Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ), quien decía que el cambio de
estructuras en el país pasa por la nacionalización de los hidrocarburos y la Asamblea
Constituyente (El Diario 20 /12/ 2005). Aunque probablemente haya faltado plantear un nuevo
modelo de desarrollo mirando más allá de la nacionalización que era y es una continuidad de
procesos extractivistas iniciados hace ya medio milenio y que tiene su correlato hasta la
actualidad.

Por otro lado el CONAMAQ sentenciaba y planteaba que “El nuevo gobierno, lo primero que
tiene que atender es la Asamblea Constituyente que -hemos pedido los originarios, indígenas y
campesinos, y para esto se tiene que convocar a la brevedad la elección de los asambleístas-.
También tiene nacionalizar los hidrocarburos. No debe ser un gobierno excluyente, sino que
debe tomar decisiones con todos los sectores sociales (El Diario 20 /12/ 2005).

Así terminaba el año, además cabe agregar que el 29 de diciembre fue el día de las elecciones
nacionales, que después de una grave crisis nacional que había tenido la desestabilización total
de cuatro presidentes en cinco años (2000-2005), concluía con lo que seria el gobierno
hegemónico y coercitivo del Movimiento Al Socialismo (MAS) - (2006-2013).

Estos hechos del 2005, que llevaron al poder a un sindicalista del Chapare, fueron sin lugar a
dudas parte de las malas gestiones neoliberales. Además que la inversión externa, es decir las
multinacionales que invirtieron en Bolivia, lo hicieron en las comunidades rurales del País,
entre ellas el fortalecimiento de los Ayllus, que ahora bajo el CONAMAQ, tenían una fuerte
presencia política en la ruralidad de los andes bolivianos.

2.3. La politización del ayllu en los inicios del Estado proto-Plurinacional (2006-2010).-

48
La victoria del MAS-IPSP, reconfiguro a los movimientos sociales andinos, pero aún más a
los partidos políticos, especialmente los tradicionales, con relación a los nuevos y emergentes
como Unidad Nacional, PODEMOS, y otras facciones políticas más pequeñas. La victoria por
mayoría absoluta del líder cocalero Evo Morales, sacudió a las viejas estructuras políticas
como el MNR, ADN, MIR, y otras fuerzas de menor intensidad que se subsumieron y fueron
desapareciendo, si es que no absorbidas por algún otro partido.

Para entonces el dirigente del CONAMAQ era el Jiliri Apu Mallku Martín Condori quien
dirigió entre 2005-2007. Dentro del nuevo escenario político, aparentemente favorable a las
organizaciones indígenas. La nueva estructura política del MAS parecía tentadora para el jiliri,
y muy vinculado al gobierno de Evo Morales como presidente del CONAMAQ, trabajó en
proyectos de adecuación de leyes andinas y amazónicas, como por ejemplo leyes a favor de la
Madre Tierra, contra la Minería, la cuestión del deslinde Jurisdiccional, entre otros. Así
mismo, se firmó el pacto de unidad79 que fue el pilar social que sostuvo al gobierno durante
los primeros años de su gestión. Así se mantuvieron las relaciones con el gobierno de turno,
bajo la dirección de Elías Vuelca Mamani, se vincularon tanto el CONAMAQ como el
gobierno del MAS hacia un proyecto compartido. Y como un miembro más del Pacto de
Unidad, junto a campesinos y colonizadores intento aportar en la construcción de políticas
asociadas a la tierra, territorio, afirmando las reivindicaciones indígenas. Pero al parecer la

79
ACTA DE ACUERDO DE LAS ORGANIZACIONES DEL PACTO DE UNIDAD: En la ciudad de Sucre,
a veintitrés días del mes de mayo del año dos mil siete, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu
(CONAMAQ), la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), la Confederación Sindical de
Colonizadores de Bolivia (CSCB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Indígenas Originarias Bartolinas Sisa (FNMCIOB
“BS”), el Movimiento Cultural Afrodescendiente, la Asociación Nacional de Regantes y Sistemas Comunitarios
de Agua Potable (ANARESCAPYS), la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC) que
conforman el Pacto Unidad reunidos en la casa de las organizaciones, a objeto de analizar la propuesta de
Constitución Política del Estado que se ha venido construyendo a nivel de detalle en base a la propuesta
presentada en fecha 5 de agosto de 2006. Después de un largo debate donde se reafirma la unidad y el
compromiso en tan importante momento histórico, las organizaciones presentes acuerdan lo siguiente:
Primero: Se ha aprobado el documento de propuesta de Constitución Política del Estado a la Asamblea
Constituyente por las organizaciones del Pacto de Unidad.
Segundo: Este documento deberá ser presentado, en la reunión a llevarse a cabo del 24 al 27 de mayo del
presente en la ciudad de Cochabamba a los presidentes y vicepresidentes de comisiones de la Bancada del MAS;
así mismo deberá ser defendido como propuesta de las organizaciones sociales en dicha reunión y en el proceso
constituyente.
Tercero: Se acuerda constituir una comisión de trabajo para que de manera inmediata elabore una propuesta
referente al Cuarto Poder de Control Social para ser considerada y consensuada entre todas las organizaciones
hasta el día viernes 25 de mayo de 2007. En constancia del presente acuerdo firman los dirigentes y las
autoridades originarias.

49
presencia de los indígenas en el gobierno del MAS empezó a ser cuestionada, y fue
paulatinamente marginada (Principalmente por miembros infiltrados del Partido Comunista de
Bolivia PCB). Así mismo, las autoridades originarias fueron en muchos casos manipuladas,
cuestión que debilitó a la estructura orgánica de esa organización. Machaca (ex-dirigente del
CONAMAQ) señalaba por ejemplo que las propuestas de los originarios no fueron tomadas en
cuenta por el MAS en el Parlamento.
Por otro lado, en la gestión posterior, entre el 2009-2011, se eligió a Sergio Hinojosa como
principal autoridad del CONAMAQ. Fue un periodo caracterizado por su cercanía al gobierno,
como también por haber sido “servil” al gobierno del presidente Evo Morales. Así manifiesta
Machaca (ex-dirigente del CONAMAQ) con relación a algunas autoridades de la organización
indígena como el mismo el Jiliri Apu Mallku. Frente a esta situación, surge la problemática de
la construcción de una carretera que atravesaba las tierras del TIPNIS. Ante dicha situación
una parte considerable del Consejo de Consejos del CONAMAQ nacional decide participar en
la VIII marcha de la CIDOB en defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro
Sécure (TIPNIS). Tras el Jacha Tantachawi en Oruro, después de aquellos susodichos, hacia
finales de 2011 deciden alejarse del Pacto de Unidad que era afín al gobierno del MAS porque
los indígenas se sentían marginados y vulnerados en sus derechos, decisión que fue asumida
por la violenta represión policial a la caminata que se dirigía a ciudad de La Paz en septiembre
de aquel año.

Sin lugar a dudas, el mayor aporte de los ayllus aglutinados por el CONAMAQ, por entonces
también vinculado a Evo Morales durante este periodo, fue el hecho de haber impulsado y
alcanzado fiduciariamente el poder estatal boliviano bajo la imagen político-partidaria del
entonces aliado Movimiento al Socialismo-Instrumento político por la soberanía de los
pueblos (MAS-IPSP) a partir del “pacto de unidad”. Podría parecer lógico que el llamado
primer gobierno “indígena” durante estos años iba a fortalecer la re-organización del ayllu
dentro del nuevo esquema del Estado Plurinacional, que se consolidaba aprobando una NCPE
en 2009. Pero no aconteció esta posibilidad por la verticalidad e inercia en el manejo del
propio Estado. Aún transformado en Estado plurinacional, fue dirigido hacia la tendencia del
“Socialismo del siglo XXI80”, olvidándose del discurso reivindicativo de lo prioritariamente

80
El “socialismo del siglo XXI” es planteado por el Alemán Heinz Dieterich Steffan (1998).

50
indígena. La toma de poder por parte del MAS-IPSP por aquellos años iniciales no había
logrado definir su posicionamiento de aparente transformación y consolidación indígena, que
había sido bautizada como “proceso de cambio”. Estos posicionamientos a favor del
socialismo, fueron criticados por los sectores mas radicales del CONAMAQ que en 2010
empezaron a distanciarse del gobierno, para que un año después, y coincidentemente al calor
del conflicto CIDOB-gobierno por la construcción de la carretera que atravesaba el Territorio
Indígena; Parque Nacional Isidoro Secure (TIPNIS), el CONAMAQ apoyaba a CIDOB y
también decida definitivamente separarse.

Consideramos que durante el periodo (2006-2010) los cambios que se suscitaron, provenían de
agendas y demandas sociales de pasados años, que se habían acumulado por aproximadamente
una década. De ninguna forma fueron planteamientos del gobierno de Morales o su partido,
este solamente los materializó e instrumentalizó a favor de su gobierno.

A nivel territorial el gobierno del MAS, no formuló políticas claras de transformación agraria.
No hubo ningún acierto más allá de la propuesta inconclusa de las autonomías, que negaron la
autodeterminación a las identidades políticas y socio-económicas de las organizaciones
andino-amazónicas.

Ante estas demandas, el ideal de sociedad que pretende alcanzar el nuevo Estado Plurinacional
de Bolivia es el de incorporar a las nacionalidades indígenas reconocidas, dentro del margen
intercultural y de territorialidad solo de Bolivia. Es decir fomentar su participación política,
cultural, social y económica dentro los espacios que el propio gobierno otorgue a través de un
reconocimiento legal e institucional por medio de la Constitución Política del Estado (2009), si
afectar el orden de quienes tienen mayor poder, tanto político como económico. Este
planteamiento es atentatorio y restringe las aspiraciones de pueblos, que como los aymaras,
van más allá de los márgenes de la bolivianidad.

Ya en 1959 Jorge Ovando Sanz se adelantaba al analizar la condición colonial de los pueblos y
nacionalidades llamadas indígenas. Según él, estos grupos han sobrevivido a través de
múltiples dificultades se han integrado y han mantenido su cultura, lengua e historia dentro del
margen limitante de la formación de los Estados Nacionales que han desarrollado límites
territoriales y fronterizos. Es notorio saber que los pueblos quechua-aymaras tienen una

51
presencia importante en Ecuador, Perú, Bolivia, sur de Colombia norte de Chile y Argentina.
Para el caso Boliviano se refiere a un margen territorial que abarca la región andina de
aproximadamente una cuarta parte del territorio de Bolivia y comprende principalmente los
Departamentos de La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Chuquisaca (Ovando 1984: 56). Que
inevitablemente y en algún determinado momento deberán asumir una organicidad que les
permita continuar su propio desarrollo como pueblo, dando continuidad a su cauce histórico.

En este sentido si la población predominante en Bolivia es de condición o por lo menos origen


indígena, sea quechua, aymara, uru o amazónica, las estructuras territoriales y sociales como el
ayllu, podrían re-adecuarse a partir de adaptaciones a las condiciones de cambio que se
representaron en la historia de Bolivia.

Así Ovando Sanz propone para su época el vínculo de los pueblos quechuas con el territorio:
[…], para todo el territorio donde conviven quechuas y bolivianos: los españoles en su lucha por la
dominación de los pueblos indígenas y los bolivianos en la conquista de un mercado interior y en la
implantación del régimen feudal, en razón de que constituyeron y constituyen una minoría, no han
podido por regla general, pese a todos sus esfuerzos, imponer el idioma castellano, sino que han tenido
que aprender a través de múltiples formas de convivencia el idioma quechua. Los quechuas, por su parte,
en su lucha contra la colonización y el saqueo de sus opresores españoles y bolivianos, así como en su
incipiente lucha por un mercado interior y por el acceso a la cultura y a la técnica detentada por los
opresores; aprenden muchos de ellos el idioma castellano. De ahí que en las ciudades bolivianas se hable
también en idioma quechua y que entre la población quechua se hable también en gran medida el idioma
castellano (1984: 57).

En este sentido la emergencia andina podría asociarse a las múltiples acciones desplegadas
durante años continuos, que desde finales del siglo XX se han ido desarrollando. Además que
son procesos enmarcados como señala Kaltajchian (1985) en luchas histórico-económicas, en
donde la civilización andina hoy se encuentra dividida en seis estados, que deberán
consolidarse en nación, cuando se unan entre con-ciudadanos, es decir entre ellos mismos, y
eso dependerá, en primer termino, de cómo se resuelvan los problemas socio-económicos.

Bajo estas precisiones contextuales intentaremos ver los acontecimientos que se suscitaron los
años de ascenso indígena en el Estado Plurinacional de Bolivia, que además, generará
expectativa en la región y porque no decir en el mundo. También el CONAMAQ intentará
proponer un nuevo modelo de estado que vaya a cubrir las demandas y expectativas de los
pueblos indígenas en Bolivia.

52
2006.-

Entre los primeros acontecimientos suscitados entre el 2006 y 2010, encontramos algunos
hechos asociados inicialmente a la posesión del nuevo gobierno, donde el CONAMAQ
siempre tuvo cierta desconfianza, que fue desplegado el 22 de enero de 2006, es decir, que
desde esa fecha Evo Morales y el MAS, comenzaban su primera gestión. El desarrollo de la
Asamblea Constituyente hizo que el CONAMAQ sea un movimiento central en cuanto a
sugerencias de propuestas radicales en muchos casos como la refundación del país, y la
transición hacia la continuidad histórica del Qollasuyo, todas estas transformaciones dieron
como resultado una nueva CPE que fue aprobada en enero de 2009, dando lugar al nacimiento
del Estado Plurinacional de Bolivia. De esta manera habrá que situar los hechos que veremos a
continuación. Una noticia en Cochabamba nos ilustra los inicios de este panorama:

Eliminan ministerios "discriminadores".- El presidente electo, Evo Morales, confirmó ayer la


eliminación del Ministerio de Asuntos Indígenas y Pueblos Originarios (Maipo). (…) El anuncio fue
formulado al concluir un encuentro con líderes del Consejo de Ayllus y Marcas del Qullayuso
(CONAMAQ) a quienes agradeció el apoyo brindado y los invitó a participar en el proceso de cambio
que se iniciará el 22 de enero. Al atribuir a su administración la condición de gobierno indígena, dijo que
la permanencia de un Ministerio específico es una forma de discriminar a los pueblos originarios y
"tener un ministerio de la Mujer es otra forma de discriminar. Los indígenas y las mujeres serán
ministros, por tanto, no hay porqué crear un ministerio de la Mujer o un Ministerio Indígena", declaró.
Recordó que alguien decía [las palabras del Mallku de hacia tres años atrás] que cuando los quechuas y
aymaras sean gobierno deberían crear un ministerio para "blancos y k"aras", pero aseguró que tampoco
será así porque los indígenas son incluyentes y manejarán al país con la lógica de unidad nacional, acotó
(Los Tiempos 19/01/2006).

Inmediatamente después se habló de la justicia comunitaria, un tema irresuelto por varios


años, y ahora iba a ser un tema de debate para la Asamblea Constituyente que se acercaba. Por
otro lado, y aunque el gobierno no llego al poder con un discurso indígena, como lo había
hecho Víctor Hugo Cárdenas en la década anterior, o mas claramente el Mallku con un
sincretismo político entre el sindicato y el ayllu. El discurso en el MAS fue sindicalista y
jalado al socialismo por Evo Morales, que recién después de ganar las elecciones se apropio
simbólica y coyunturalmente de su natal identidad “andina-indígena” que la utilizaron como
bien podría decirnos Pierre Bourdeau, para obtener réditos de aquel capital simbólico. Tanto el
tema ideológico como político fueron tratados en el plano discursivo, aunque antes de estos
temas, la justicia comunitaria se constituía como un pretexto inicial para lanzar al tapete de
debate dicha cuestión, y de la que el CONAMAQ servia como eslabón;

53
Ley normará la justicia comunitaria.-El Ministerio de Justicia, en coordinación con las asociaciones
originarias del país, elaborará un proyecto de ley para legalizar la justicia comunitaria y de esa manera
lograr el reconocimiento y revalorización de esa práctica ancestral originaria. La tarea ya fue iniciada
por el viceministro de Justicia Comunitaria, Valentín Ticona Colque, el miércoles pasado, cuando se
reunió con autoridades del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ) con
quienes definió como primera tarea organizar seminarios y talleres para recoger el criterio de las 36
nacionalidades que hay en el país. "El desafío de mi autoridad es poner en forma clara el financiamiento
de la justicia comunitaria en el actual marco legal. Para eso se iniciarán seminarios y cursillos con las
organizaciones como el CONAMAQ, y el CIDOB". Con el consenso de los pueblos originarios, cuyos
derechos han sido marginados durante cinco siglos según la autoridad, se espera elaborar un proyecto de
ley de justicia comunitaria para su posterior tratamiento y aprobación en el Parlamento (La Prensa-Los
Tiempos 3/02/2006).

Estos iniciales sucesos se venían desde ya finales del siglo XX y la gran crisis política y socio-
económica por la que atravesaban los pueblos y ayllus andinos, aquel entonces análogos a los
campesinos y agricultores. Estos después de matizados cuestionamientos hacia el estado
Boliviano, por fin encontraban un medio para transfigurar y canalizar sus demandas, por tanto
una nueva constitución política que como dijimos era planteada varios años atrás, fue dirigida
por el MAS e IPSP en la Asamblea Constituyente. De esta manera, y así como el
reconocimiento de la justicia comunitaria era necesaria para “refundar el país”. Los sucesos
transcurrieron a favor de un dominio absoluto y casi hegemónico en la Asamblea
Constituyente.
Evo Morales quiere poder absoluto para el Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Asamblea
Constituyente con el objetivo de garantizar la refundación "de un nuevo país y una nueva Bolivia". El
Presidente, además, pretende que esta asamblea tenga poderes ilimitados. La asamblea se instalará el
próximo 6 de agosto en la ciudad de Sucre y la elección de asambleístas y el Referéndum Autonómico se
realizará el 2 de julio. (…) El MAS prepara una estrategia en la que no descarta alianzas con partidos y
agrupaciones ciudadanas afines a su programa político. (…) "Hablamos de unidad entre las direcciones
departamentales y los movimientos sociales", dijo Morales y aclaró que en caso de no exista una
representación masista organizada en una región, "automáticamente" las organizaciones sociales
tomarán el mando". Por su parte, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo que los movimientos
sociales serán el eje de la Asamblea Constituyente y para que sea victoriosa se requiere una serie de
tareas. "Una es la unidad de los pueblos y las regiones. Agrupaciones, intelectuales y movimientos
tenemos que unirnos para ganar, y para que el cambio sea contundente hay que abandonar las disidencias
y los pequeños conflictos sin egoísmos ni mezquindades". (…) Entre sus alianzas, el MAS, dará mayor
atención a los pueblos originarios para que cuenten con sus respectivos candidatos a constituyentes, para
ello ha establecido alianzas con varias organizaciones indígenas como el CONAMAQ y la CIDOB.
El Presidente aseguró que en la zona del altiplano y los valles no tendrán problemas, pero sí en el
oriente, porque los indígenas de esa zona continúan siendo amedrentados por los terratenientes.
"Es importante que el verdadero originario, el mojeño, el guaraní o sirionó encabecen las listas de
candidatos, acompañados de un compañero colonizador o campesino. No tendría sentido una asamblea
que pretende ser fundacional (que) relegue a los pueblos del oriente, sería un error histórico", dijo
Morales (Los Tiempos 19/03/2006).

La asamblea constituyente que fue inicialmente promovida por el CONAMAQ para poder
consolidar un nuevo proyecto político, ahora capitalizado por el MAS, constituía alianzas,
muchas de ellas prebéndales, con diversos movimientos sociales, de los cuales, muchas

54
organizaciones campesino-indígenas que no se sentían del todo representadas, empezaron a
cuestionar los procesos de selección de propuestas, cuestionaron a partir de argumentaciones
crudas las nuevas leyes, así como también se gestaron diferencia al interior de los propios
movimientos sociales, por ejemplo con los pueblos de tierras bajas:

(…) las negociaciones entre partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y pueblos indígenas para
designar candidatos en las diferentes circunscripciones con miras a la elección de constituyentes dejó
insatisfechos a algunos sectores que aspiraban a copar más espacios. Las listas más cuestionadas y que
dieron lugar a mayores protestas fueron las del MAS. La Confederación Indígena del Oriente Boliviano
(CIDOB) quedó descontenta porque no incluyó a candidatos indígenas en todas las circunscripciones
comprometidas. "Nuestros candidatos en Cobija y Beni no han sido tomados en cuenta. En la parte del
Chaco tuvimos tres constituyentes. En Santa Cruz sólo logramos dos", reclamó Saúl Chávez, presidente
de la CIDOB (Los Tiempos 5/04/2006).

Entre otras cosas, también hubo algunas posiciones encontradas con el CONAMAQ, es decir,
el nuevo gobierno de tendencia indígena, no consideraba a estos movimientos sociales a partir
de su propia auto-representación y libertad de organizarse e intentaba absorberlos bajo el
paraguas del partido de gobierno. De esta manera observamos los primeros signos de
protestaba que los indígenas realizaban contra el MAS en La Paz:
Los representantes del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) realizaron
ayer un acto de protesta frente a Palacio de Gobierno y del Legislativo por haber sido marginados de las
listas de candidatos elaboradas por la dirigencia del Movimiento al Socialismo (MAS) para la Asamblea
Constituyente. El dirigente de ese sector, Antonio Machaca, manifestó que el partido del presidente Evo
Morales incumplió sus compromisos y violó el denominado "pacto de unidad" entre las diversas
organizaciones campesinas, indígenas y originarias del país que funcionó en las elecciones de diciembre
pasado. "Esta Asamblea será de partidos políticos y no de los pueblos originarios", reclamaron los
representantes de CONAMAQ que también realizaron un "acullico" en plena plaza Murillo como
medida de desaprobación a las acciones del MAS. La madrugada de este martes el vicepresidente Álvaro
García Linera, al momento de presentar las listas de candidatos del MAS, dio por superado los conflictos
entre el CONAMAQ y el Movimiento Al Socialismo al haberse llegado a un acuerdo (ANF-Los
Tiempos 5/04/2006).

Al día siguiente el partido de gobierno (MAS) en La Paz, reflexionaba sobre una posible
revisión de las listas para la Asamblea Constituyente, en donde los sectores sociales exigían
mayor inclusión, particularmente el CONAMAQ y otras organizaciones indígenas. Al final y
ante las fuertes presiones de distintos sectores sociales disconformes con las listas de
candidatos para constituyentes obligaron al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) a
convocar a un congreso que "analizaría" las nóminas que fueron presentadas el 3 de abril de
2006 ante la Corte Nacional Electoral (CNE). La reunión fue llamada para el fin de semana en
la ciudad de Cochabamba. Según se informó, asistirían a ella los dirigentes que fueron
marginados de las candidaturas regionales.

55
Así, a las protestas de los campesinos que integran el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu (CONAMAQ) se sumaron ayer algunos dirigentes del MAS de El Alto, que acusaron al jefe
de la bancada de diputados de esa organización, Gustavo Torrico, de haber manipulado las listas de
representantes de esa ciudad. Sin embargo, el legislador dijo que los dirigentes que reclaman no son
reconocidos por las instancias políticas de su partido y, por tanto, sus decisiones no fueron tomadas en
cuenta. (…) CONAMAQ también había reclamado al presidente Evo Morales el respeto a los acuerdos
firmados antes del fin del plazo de inscripciones del calendario electoral, pero el vicepresidente Álvaro
García Linera aseguró que no existe asidero legal para modificar las listas actuales. Entretanto, Torrico
aseguró que el congreso partidario solamente diseñará la estrategia de la campaña, y no existe ninguna
posibilidad de revisar las listas que ya fueron entregadas a la Corte. Además, aclaró que en la cita de
Cochabamba, los dirigentes darán la bienvenida a los candidatos a constituyentes (La Prensa - Los
Tiempos - 6/04/2006).

Aunque el MAS se reunió para resolver aquellas diferencias, al calor de disputas internas e
intereses partidarios evidentes, se confrontó con otros movimientos sociales sin conseguir
nada. Estos iniciales acontecimientos se agudizaron. Pues iban pisando los talones al primer
llamado del MAS, de trabajar con todos los sectores, pues, era clara la manipulación y el
cuoteo político que por encima de una verdadera representatividad, el MAS, pretendía desde
ya tener una hegemonía absoluta. No quedaba más que protestar, así lo entendió el
CONAMAQ, que fue parte de los grupos descontentos que apoyaban una mayor inclusión. Así
encontramos aquel escenario donde:

(…) descontento se expresó desde el momento de la presentación de listas del MAS, el pasado lunes,
cuando los representantes de los discapacitados, homosexuales y de los afro descendientes protestaron
en puertas de la Corte Nacional Electoral (CNE) porque el partido gobernante habría incumplido sus
compromisos de incluirlos en las nóminas de candidatos. A esta protesta se sumó, el Consejo Nacional
de Marcas y Ayllus del Qullasuyu (CONAMAQ), que continuaron con sus protestas en la plaza Murillo
(Los Tiempos - 8/04/2006).

Hechos que sin lugar a dudas debilitaban a la entonces política absorbente del MAS.
Substanciales organizaciones indígenas-originarias rompían con el gobierno de Evo
acusándolo de alta traición (El Diario 14/04/06).

Por ejemplo el CONAMAQ deshacía sus acuerdos firmados previamente con el MAS y
rompía sus compromisos en el primer mandato de Evo Morales. Los Apu mallkus del Consejo
Nacional de Ayllus y Marqas del Qullasuyu (CONAMAQ), quemaban una mañana los
documentos mediante los cuales iban a sostener acuerdos con el Movimiento Al Socialismo
(MAS). Durante un mitin de protesta realizado en Plaza Murillo confirmando así la ruptura
con el partido del presidente Evo Morales (El Diario 14/04/06). También, por esos días, otro
grupo de dirigentes a la cabeza de Martín Mamani y otros cabecillas, llegaron a la plaza

56
Murillo donde realizaron la protesta enarbolando la tricolor nacional y la whipala como
símbolo de aquella reivindicación.

El CONAMAQ se desmarcaba del MAS y rompía relaciones con Evo Morales,


en aquella oportunidad, los dirigentes indígenas denunciaban que el presidente Evo Morales
no tenía voluntad política para incluirlos en las listas de candidatos para la entonces vigente
Asamblea Constituyente, y que lo que el gobierno quería era “robarles sus propuestas”
Además:

“Hemos visto cómo el presidente Evo Morales no tiene la voluntad, la capacidad de resolver
políticamente nuestro pedido, además que él ha robado nuestra propuesta, con eso no estamos de
acuerdo, por eso aquí mismo vamos a quemar los acuerdos con el MAS”, declaró Fernando Flores (El
Diario 14/04/06).

Flores quien fuera en aquella coyuntura candidato por el MAS a la Asamblea Constituyente
denunciaba haber sido “utilizado” por el partido oficialista, manifestando tajantemente que la
propuesta de una nación pluricultural y plurinacional era del CONAMAQ y no de Evo
Morales. Puntualizaba que el CONAMAQ solamente pretendía participar en la Asamblea
Constituyente con sus representantes legítimos y no con los candidatos elegidos a dedo por el
gobierno, “queremos que se termine el dedazo”, precisaba por entonces el dirigente.
Inmediatamente después, procedieron a la quema de los documentos en plaza Murillo bajo la
atenta vigilancia de la guardia policial del sector, quienes mantuvieron cercados a los
“originarios” rompiendo el pacto de reciprocidad con el gobierno. Aquella decisión de romper
el acuerdo se debía a que los representantes indígenas no fueron tomados en cuenta para la
elección de candidatos de acuerdo al número que planteaban, situación que era rechazada por
el gobierno que señalaba que con los siete representantes que por entonces tenían era la mayor
representación de un sector. El vicepresidente Álvaro García Linera indicaba que los
representantes fueron elegidos en una reunión nacional y el CONAMAQ tenia la
representación en los lugares donde existían ayllus de origen, y en donde tiene “fuerza
política”, ya que en otros lugares no tenia sentido y solo significaba perder espacios en la
coyuntural Asamblea Constituyente.

Por tanto los indígenas realizaron protestas desde un 3 de abril de 2006, día que las
organizaciones y tiendas políticas presentaban las listas de candidatos a Asambleístas de la

57
Corte Nacional Electoral para las elecciones del 2 de julio próximo. Pero antes el CONAMAQ
mediante un comunicado se dirigía al pueblo cuestionando al partido de gobierno:

El CONAMAQ ante la historia y el proceso constituyente:


Los indígenas rompen con el MAS.

RESOLUCIÓN.-

Ante la “traición” del MAS la actitud de discriminación y exclusión al movimiento indígena originario,
que demuestra que el indio es el peor enemigo del originario, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas
del Qullasuyu resuelve:

Nosotros los pueblos indígenas originarios de tierras altas representados por el CONAMAQ, hemos sido
los que hemos construido el camino a la Asamblea Constituyente, y la hemos defendido siempre. Es
necesario recordar que mientras nosotros arriesgamos hasta la vida por la Asamblea Constituyente en el
mes de junio del 2002, otros por sus intereses priorizaron otras elecciones que hoy pueden ocasionar la
división del país.
Los pueblos indígenas originarios hemos conseguido con gobiernos tradicionales el reconocimiento de
los Usos y Costumbres, y por ende la participación directa dentro de la Asamblea Constituyente por
designación de candidatos por naciones originarias en la Asamblea Constituyente, demanda casi
aprobada de no ser por una traición. Nos encontramos con un gobierno autodenominado indígena que
nos excluye de la participación en la Asamblea Constituyente. Nos preguntamos: ¿Quien va a hablar de
los derechos devengados de los pueblos indígenas originarios sino van a estar indígenas originarios
dentro de este magno acontecimiento? Solo un indígena originario puede hablar de los indígenas
originarios.
Ante la postergación de nuestra petición histórica y reivindicatoria de la participación directa a partir de
la designación de asambleístas por usos y costumbres, por no perjudicar el proceso constituyente, hemos
sido traicionados por el MAS y el gobierno de Evo Morales. El día viernes 24 de febrero se firmó
públicamente un acuerdo donde se manifiesta el respeto a las listas finales para la elección de
constituyentes, en las circunscripciones donde territorial y orgánicamente tienen presencia las
organizaciones del Pacto de Unidad. El 17 de marzo se firmó un acuerdo interno ya especificando como
CONAMAQ, donde se ratificó de manera mas detallada por circunscripción departamental y territorial
donde teníamos mayor participación y reconstitución, finalmente el acuerdo del domingo 2 de abril de
2006, donde se definió la participación de 25 circunscripciones incluyendo a los hermanos afro
descendientes, situación que fue vulnerada con las decisiones arbitrarias en las siguientes horas del día
lunes 3 de abril puesto que después de una negociación difícil y final,(donde se detallo nombre por
nombre para cada circunscripción) se cambio a ultimo momento de la manera mas abierta y descarada
las listas finales.
Las experiencias de otros países hacen que dudemos seriamente de esta Asamblea Constituyente
discriminatoria como aquella de 1825, porque como en ese entonces, en agosto de este año no estaremos
las mayorías indígenas originarias y se mostrarán solamente los “intelectualoides” y “politiqueros de
siempre” que no nos representan. Entonces esta instancia histórica como la Asamblea Constituyente
ahora hecha a medida del MAS será simplemente una reforma.

Por tanto:
Declaramos roto el ACUERDO del CONAMAQ ante el incumplimiento de la misma por parte de la
Dirección Nacional del MAS por las acciones que han realizado los enemigos del movimiento indígena
originario en general y los enemigos del CONAMAQ en particular al excluirnos de las listas del MAS a
la verdadera representación de las mayorías del País, actitud que demuestra que no existe ninguna
diferencia en el proceder de los operadores del MAS con los de los partidos tradicionales de derecha.
El CONAMAQ declara ante la opinión pública nacional e internacional que esta claro que el Gobierno
de Evo Morales es el enemigo del movimiento indígena originario. Denunciamos ante los hermanos del
mundo que el “presidente indígena” es enemigo de los originarios del Qullasuyu.

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Se declara la movilización en todo el territorio del milenario Qullasuyu encomendándose al Consejo de
Gobierno del CONAMAQ y las Regionales y/o Suyus la planificación de estrategias políticas para hacer
respetar nuestros Derechos como Pueblos Indígenas Originarios.

Es dado a los 4 días de abril del año 2006.

Ante estas declaraciones, varias organizaciones se manifestaron a favor de una


“huelga de hambre” rechazando las imposiciones del partido de gobierno (MAS).
Las organizaciones iniciaron sus demandas con un ayuno que exigía una inmediata inclusión
en la Constituyente.

Los periódicos paceños señalaban que la presentación de las nóminas de candidatos a


constituyentes provocó muchas protestas, protagonizadas por sectores que se sentían excluidos
del proceso. Por un lado, representantes de más de cinco organizaciones iniciaron una huelga
de hambre, y por otro, los dirigentes de la Confederación Nacional de Marcas y Ayllus del
Qullasuyo (CONAMAQ) exigían frente al Palacio de Gobierno su incorporación, aduciendo
que recibieron esa promesa del MAS (La Prensa-El Diario- ANF 14 /04/ 2006).

El CONAMAQ definía días después las medidas de presión que asumirían. El máximo
representante de ese sector, Martín Condori, informaba que los dirigentes de los ayllus se
encontraban informando a sus bases sobre lo ocurrido. Así mismo, Marta Inofuentes por
entonces líder de los afro descendientes, quien anunciaba: “No vamos a permitir una
Asamblea Constituyente sólo para la gente del MAS y Podemos” (Ibíd.).

Estas iniciales contradicciones entre el partido de gobierno (MAS) con los ayllus del
CONAMAQ, se solucionaron de a poco, pero no curaron, cuando los primeros tuvieron que
ceder y los ayllus señalaban poco después que “No quieren solo parches”. Pues cinco
confederaciones que aglutinaban a los campesinos y originarios de todo el país coincidían que
la Asamblea Constituyente debía impostergablemente instalarse el 6 de agosto próximo, y no
sería solo para hacer "parches" en la actual Carta Magna, sino para cambiarla totalmente de
manera que se refunde el país. Los delegados de las cinco confederaciones, “Pacto de
Unidad”, remarcaron esa coincidencia a la conclusión de un Taller Nacional de Recapitulación
del Proceso de Formación sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (tierras bajas) y
Originarios (tierras altas) hacia la Asamblea Constituyente, iniciado el 3 de mayo de 2006. De
esta manera las organizaciones señalaban lo que sigue:

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Para la Confederación Sindical Única de Campesinos de Bolivia, la Confederación Sindical de
Colonizadores de Bolivia, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyo (CONAMAQ), la
Federación Nacional de Mujeres Campesinas Bartolina Sissa y la Confederación de Pueblos Indígenas
del Oriente Boliviano (CIDOB), el nuevo Estado de Bolivia, pluricultural y multiétnico, debe fundarse
en los recursos naturales que tiene el territorio nacional, pero como un derecho de los pueblos indígenas
y originarios. Asimismo, plantean que la tierra y el territorio, un tema fundamental para ellos en la nueva
Constitución, esté sustentado en los principios de equidad, justicia, pero sobre todo de respeto a sus usos
y costumbres. Advirtieron que hasta ahora todas las reformas, no pasan de ser enunciados de buenas
intenciones sobre el reconocimiento de los pueblos originarios e indígenas, por lo que esperan que la
Asamblea Constituyente sea más que eso y lo que se logrará sólo con un cambio total de la actual Carta
Magna (Por Redacción Central - Los Tiempos - 11/05/2006).

Pocos días después, y ante una clara posición del gobierno del MAS de hegemonizar la
asamblea, el CONAMAQ conjuntamente otras organizaciones andinas regionales, locales y
nacionales apelaban a una “Asamblea Paralela” si es que se hacia evidente una exclusión
formal de los "usos y costumbres" y de las formas propias de representación popular de las
organizaciones sociales. Así lo plantearon:
Uno de los temas más controvertidos de la convocatoria y formas de elección de representantes a la
Asamblea Constituyente a ser instalada en agosto en Sucre es la exclusión de la demanda de
representación directa por parte de las organizaciones que representan, o dicen representar, a los pueblos
indígenas mayoritarios en Bolivia. Organizaciones como CONAMAQ, CIDOB y otras demandaban una
propia selección de los 26 delegados escogidos "conforme a sus usos y costumbres", es decir, por
modalidades asambleísticas, consensúales y deliberativas de elección, lo que implica un control social de
la base sobre el o la dirigente, e incluso su revocabilidad (Los Tiempos - 26/05/2006).

La demanda de los pueblos de tierras bajas (a quienes se conocía mas por indígenas), para el
entonces dirigente de El Alto Edgar Patana, fue desoída por el MAS, y se procedió bajo la
lógica liberal de "a cada ciudadano un voto", con listas por mayorías y minorías. Sin embargo,
son hipotéticos los planteamientos sobre el fracaso de la propuesta de este movimiento
agrupado entorno a los indígenas de CIDOB, y las posibilidades que representó, en aquellas
circunstancias, intentando revertirlo. Primero, que la demanda indígena (CIDOB) se extendió
más allá: del vínculo con la COB, la COR de El Alto y otras departamentales, las federaciones
afiliadas a la CSUTCB al igual que las "Bartolinas" deberían elegir representantes, cada quien
a partir de sus propias prácticas y estilos de democracia. “Si el país es pluricultural y
multiétnico, las formas de elección de representantes también deberían ser diversas” planteaba
Patana (Ibíd.). Además existía una propuesta de Denise Arnold en uno de sus recientes
trabajos por esos años, abordaba las “Luchas textuales, educación y tierras en los Andes”;
intentado postular que las practicas locales de las áreas rurales, lejos de ser un freno al
progreso de los países andinos, más bien incluyen en su manejo didáctico muchas técnicas del
futuro, lo que habría que explotar. Lamentablemente fue desoído a la hora de estructurarse la

60
Asamblea Constituyente que tenía el interés de refundar el país con los principios propiamente
vinculados a los pueblos de tierras altas.

Los diarios del país para entonces se preguntaban ¿Por qué esta disputa por la
representatividad en la Asamblea Constituyente?. La respuesta fue dada por ellos mismos, y
señalaban; porque estaban en juego modelos distintos de democracia: `el uno basado en el
ciudadano igual, la individualidad de occidente, el otro en el sujeto colectivo, que emerge de la
deliberación y la formación de consensos comunitarios inspirados en las sociedades andinas.
En Bolivia, esta oposición está ejemplarmente metaforizada por la adscripción de Álvaro
García Linera a la corriente jacobina de la Revolución Francesa, cuyo emblema de "libertad",
"igualdad" y "fraternidad" ha sido reiteradamente bloqueada en la Bolivia colonial y racista a
la que hay que "dar la vuelta" en este mundo al revés. La otra Bolivia, a la que
desdeñosamente liberales y marxistas llaman "corporativa", no debe ser sino el modelo real de
la organización productiva, de la sociabilidad cambiaria y festiva, de la identificación cultural
con regiones y paisajes. Y es en la energía creativa y productiva de esta patria donde reside la
única posibilidad de refundar Bolivia (Ibíd.). Planteamientos que como todos los de entonces,
germinaban por la excesiva diferenciación de castas, intentando mostrar un estereotipo del
indígena romantizado, y del occidental como equivocado.

Cuestiones duramente polarizadas se encontraban en las discusiones, por un lado el


liberalismo clásico que se debatía con las ideas del marxismo ortodoxo que no encontraban un
punto de equilibrio en la cuestión de represunción y representatividad. En este sentido los
movimientos sociales que debatían como la COR de El Alto y otras regionales, la CSUTCB
las Fejuves y comités cívicos regionales, las Bartolinas, CONAMAQ y otras organizaciones
indígenas- pensaban que en la Constituyente, existiría la posibilidad de que estas plataformas –
por ejemplo el de la tierra-- territorio, de la coca, de los hidrocarburos, de la biodiversidad, de
las regiones y formas de gobierno- se enmarquen en deliberaciones y consensos a partir de la
sociedad civil para ver su viabilidad. Así, las Asambleas Paralelas, que derivarían en
propuestas por las diferentes organizaciones podrían generar los insumos y demandas que los
representantes de la Asamblea oficial tendrán que usar para la formulación de una nueva
Constitución Política del Estado (Los Tiempos - 26/05/2006).

61
A pesar de aquellas incidencias sociales y después de todos aquellos acontecimientos
conflictivos por la Asamblea Constituyente, se canalizaron las energías por medio de la
difusión de videos sobre la cultura andina e indígena, las perspectivas y proyecciones en la
inmediata Asamblea Constituyente, así entre:
El 12, 13 y 14 de julio nueve audiovisuales (ficción y documental) con temáticas indígenas y realizados
por indígenas bolivianos se proyectaban en el auditorio del Centro Simón I. Patiño y en el Centro de
Información Bolivia (Cedib). Se trata de cintas que tienen el propósito difundir los derechos de los
pueblos y etnias originarias del país. Las proyecciones se realizan en el marco de las jornadas
audiovisuales organizadas por el Plan Nacional Indígena Originario de Comunicación Audiovisual en
coordinación con el Centro de Formación y Realización Audiovisual (Cefrec) con el propósito de que los
indígenas difundan sus derechos y hagan conocer su cultura y sus costumbres. Las proyecciones
gratuitas empiezan a las 19:00. "Son materiales que han sido realizados en base a sugerencia que
dirigentes de cinco federaciones campesinas (CSUTCB, CSCB, CIDOB, CONAMAQ, FNMCIOB-BS)
con los responsables del Cefrec", explicó Iván Fuentes, miembro de esta última organización. Este plan
cumple 10 años de labor y se implementa desde 1997. "Es un esfuerzo propio que busca establecer un
acceso amplio al uso de medios y recursos de comunicación e información para el beneficio de las
necesidades indígenas originarias, propiciando la capacitación, el entrenamiento y la creatividad
indígena en un marco comunicacional integral", según Fuentes. (…) Entre las cintas que se proyectan en
estas jornadas audiovisuales están: "Un nuevo país, un nuevo camino", una propuesta de los pueblos
indígenas originarios de las tierras bajas a la Asamblea Constituyente. Luego están el documental
"Tierra y territorio" y "Renacer", una ficción que relata la vida de los movimas en las haciendas del
Beni. Mañana se proyecta "Contra viento y marea", sobre las luchas sociales de la mujer; "Nunca más" y
"Venciendo el miedo". El 14 de julio se proyecta en el Cedib la cinta "Camino de los kereimba hacia la
libertad" y "Ahora de quien es la verdad" (Los Tiempos - 11/07/2006).

Días después, se promovía una tercera opción para la Asamblea Constituyente desde Potosí.
Algunos líderes como Rene Joaquino del frente Alianza Social (AS) acertadamente señalaban
que los resultados de las elecciones reconfirmaron que Bolivia está polarizada y ese hecho
podría tener influencia negativa en la Asamblea Constituyente. "La nueva Constitución
Política del Estado tiene que ser el reflejo del sentimiento de la mayoría de la población y no
sólo de dos bloques confrontados entre sí". Ni el MAS ni Podemos. Frente a eso, planteó la
conformación de un tercer bloque que no sólo aglutine a las organizaciones políticas pequeñas
que tienen representación en la Constituyente sino también se convierta en el brazo ejecutor de
los sectores que quedaron al margen de esa Asamblea. Finalizaba su intervención recordando
que el MAS, del presidente Evo Morales, tiene bases en los movimientos sociales del país
pero muchos de estos dejaron ese partido político al advertir un manejo vertical de su cúpula.
Mencionó como ejemplos al sector campesino, por entonces liderado por Rufo Calle y a la
poderosa Confederación de Ayllus y Marqas del Qullasuyu (CONAMAQ) (El Potosí - Los
Tiempos 14/07/2006).

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Ante aquellos intentos hegemónicos del partido de gobierno del MAS que ni siquiera había
concluido el primer año de gestión, ya era cuestionado duramente por las organizaciones
sociales. Así un titular de la prensa escrita justificaba que doce sectores pedían el cambio de
gran parte de aquel gabinete:
La Paz |.- Tras la invitación a una reunión de evaluación formulada por el Presidente, 12 de los sectores
sociales más representativos del país respondieron con la solicitud del alejamiento de algún ministro.
(…) Una docena de dirigentes de sindicatos consultados por este medio, entre los que están: la Fejuve de
El Alto, Fencomin, jubilados, panificadoras, Magisterio Urbano, la Federación de Mujeres Campesinas
Bartolina Sisa, COR, las dos CSUTCB, la CIDOB, el CONAMAQ y los cocaleros del trópico de
Cochabamba, ratificaron su interés en participar en la cita convocada por el Presidente al presentar sus
reclamos frente a las actitudes asumidas por los miembros del consejo ministerial. Tras las evaluaciones
que hicieron al desempeño de los ministros, quedó claro que el titular de Educación fue el más
rechazado por los sectores, pues cinco piden su alejamiento, a uno le da igual si se va y dos aceptan que
se quede. Otros dignatarios que no gozan de la simpatía de por lo menos cuatro sectores son el de
Servicios y Obras Públicas, Salvador Ric y el de Minería, Walter Villarroel. Tres autoridades tienen a
tres sectores en contra, uno de ellos es el Ministro de Hidrocarburos, Andrés Solís pese a la
nacionalización. Nueve son rechazados por lo menos por dos sindicatos y cuatro por un movimiento
social (La Prensa - Los Tiempos 10/08/2006).

Por todo aquello y desde Caranavi el presidente Evo Morales pedía a los sectores sociales
realizar propuestas y controlar a los constituyentes para que la Asamblea Constituyente
impulse una revolución democrática, pacífica y cultural, por lo que les inducía a que trasladen
sus oficinas a la capital de la República, Sucre. "Tienen todo el derecho de proponer para
buscar consenso para que ese cambio se efectivice y tienen que movilizarse como
organizaciones sindicales. Su obligación es controlar a los constituyentes". El Mandatario
lamentaba que se le haya mal interpretado, cuando sugirió a las entidades matrices como
CONAMAQ, CSUTCB, CIDOB, colonizadores, ejercer un control a los asambleístas.
"Tenemos todo el derecho, imagínense los enemigos de la Constituyente, ahora asambleístas,
no tienen moral ni autoridad para hablar sobre la Asamblea. A las organizaciones les ha
costado sangre y muchas movilizaciones para cambiar Bolivia", apuntaba Morales Pidiendo
control a los sectores sociales desde Caranavi (ABI- Los Tiempos 14/08/2006).

Por otro lado la Agencia de Noticias Fides ANF, señalaba que el entonces constituyente por el
Movimiento al Socialismo (MAS), Ignacio Mendoza, atribuía al ex ministro de Defensa de
Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Sánchez Berzaín, la autoría de un supuesto proyecto de
reforma constitucional que estaría circulando como una propuesta del partido oficialista. (…)
Mendoza afirmaba categóricamente que dentro del MAS no se ha considerado "jamás" un
proyecto de constitución elaborado, aunque admitió que organizaciones originarias

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independientes del sindicalismo como el CONAMAQ y la CIDOB, así como la Confederación
de Campesinos cuentan con planteamientos que serian presentados ante el evento deliberante
(ANF - Los Tiempos 16/08/2006).

Así como estas cuestiones surgían ya en el pleno de la Asamblea Constituyente, el bloque


indígena-originario y campesino sugería y exigía a nivel educativo la vigencia de una nueva
ley educativa a partir de la sugerencia del Consejo de Educación de la Nación Quechua
(CENAQ), que aglutina a una diversidad de organizaciones indígenas, exigía al Ejecutivo y
Legislativo aprobar la nueva ley de Educación definida en el último Congreso Nacional de
Educación y no "dejarse" amedrentar con quienes se oponen a este proyecto.

Los movimientos indígenas asumieron esta posición luego de poner en conocimiento de sus
bases y aprobar los resultados del Congreso realizado en Sucre, “donde por primera vez en la
historia estuvieron representados para definir las características de la educación para sus hijos”
señalaba la nota de prensa.

La Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSTCB), la


Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Kollasuyo (CONAMAQ) y otras organizaciones exigían que se respete el acuerdo
de Sucre. Este sector, en un espacio público, reclamaba que el proyecto de ley de educación
debía ser aprobado en los términos en los que fue redactado en una reunión del 10 al 15 de
julio de 2006 con participación de diferentes representaciones, entre ellos los padres de familia
(Los Tiempos - 20/08/2006).

Aquellas resoluciones desembocaron en una marcha que entregaba un nuevo proyecto


educativo. Así la demanda de los pueblos indígenas de Bolivia de una nueva reforma tenia un
anteproyecto de nueva Ley Educativa que entregaban con las resoluciones al presidente Evo
Morales en la plaza Murillo, después de una marcha iniciada en la Plaza de los Héroes, lugar
donde arribaron todos los representantes del país. Entre las organizaciones asistentes estaban:
la CIDOB, la Confederación Nacional de Maestros de Educación Rural de Bolivia,
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ-CONSAQ), la Confederación de Colonizadores

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de Bolivia, Junta Nacional de Madres y Padres de Familia, entre otros (Los Tiempos -
28/08/2006).

Después de saldar aquella demanda, los conflictos en la Asamblea Constituyente en Sucre


traían otro bulto con un sin fin de problemas, y a pesar del estrés y conflictividad, se
anunciaba un repliegue de las organizaciones que conformaban por entonces el Pacto de
Unidad, que mediante su vocero señalaba que no iniciaría ningún tipo de movilizaciones.

Los movimientos sociales trataban de no aumentar la presión sobre la Constituyente. Un encuentro


nacional del Pacto de Unidad ratificó ayer su estado de emergencia en demanda de que se garantice el
desarrollo de la Asamblea, sin embargo, determinaron iniciar movilizaciones y bloqueos de caminos en
cualquier momento. (…) Mediante una resolución de las organizaciones nacionales indígenas,
originarias, campesinas, colonizadores y constituyentes afines al Movimiento Al Socialismo, que ayer se
reunieron en Sucre, se decidió continuar con su estado de emergencia para garantizar la "refundación"
del país. (…) La CSUTCB, CONAMAQ, Pueblos Guaraníes, Movimiento Bartolina Sisa, Cocaleros,
entre otros, enfatizaron que reforzarán su presencia en Sucre, continuarán las vigilias y el control a la
Constituyente (Red Líder - Los Tiempos - 9/09/2006).

Pocos días después, una denominada "Gran comisión" en el pleno de la Asamblea


Constituyente decidía el futuro de Ley INRA, que había sido duramente cuestionada hacia
varios años atrás, particularmente por los sindicatos campesinos, si nos remontamos a las
movilizaciones de Felipe Quispe el Mallku, quien fuera uno de los promotores de tal
cuestionamiento. El CONAMAQ no estaba tan alejado de estos planteamientos, y trazaban
sutilmente su retiro si algo iba en contra de sus principios.

El entonces viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, después disidente, señalaba que el


proyecto de Modificación de la Ley INRA se encontraba en la recta final. (…) También se
adelantaba en afirmar que el Presidente tenia listo un decreto supremo alterno para dar
continuidad al proceso de saneamiento.

Paralelamente a estos sucesos, una gran marcha de campesinos, indígenas y colonizadores


partía el miércoles de Cochabamba con rumbo a La Paz, para conminar al entonces Congreso
Nacional de la republica, la aprobación de las modificaciones a la Ley INRA, norma aprobada
el 18 de octubre de 1996, durante la primera administración gubernamental de Sánchez de
Lozada.

El secretario general de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia,


Florentino Barrientos, dijo que esta organización sindical, la CIDOB, CONAMAQ y los colonizadores,
ya se cansaron de esperar que los parlamentarios, tanto del oficialismo como de la oposición, no puedan

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llegar a un consenso respecto a las modificaciones a la Ley INRA (El Deber, ANF y Los Tiempos -
16/10/2006).

En este sentido la problemática de la ley INRA que tomaba otro rumbo fue definida en la Gran
Comisión, a la que se sumaron los representantes máximos del Movimiento Sin Tierra, de la
CSUTCB, de la CIDOB y del CONAMAQ. Empresarios y Ejecutivos consideraban que era
una cuestión vital la participación de estos sectores, por ser los directos implicados.

El Gobierno intento lo más pronto posible concertar y consensuar para la aprobación de una
nueva Ley Agraria, pero se topaba con la resistencia de los empresarios del agro que
argumentan que la nueva norma debía responder a los intereses de todos los involucrados,
dando lugar a nuevos conflictos que se resolverían forzadamente en la Asamblea
Constituyente (Los Tiempos - 28/10/2006).

Pero antes de que la cuestión agraria se resuelva en consenso, los primeros días del mes de
noviembre de 2006, los indígenas aglutinados por CIDOB y CONAMAQ marcharon con la
misión de poder exigir una solución a la reforma en la legislación agraria de manera
inmediata.

Alrededor de 700 personas participan en la marcha que llegó ayer a la población de Portachuelo, dijo
Cástulo Sejas, secretario de Comunicación de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano
(CIDOB). Según un comunicado conjunto de la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de Bolivia, la Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia, el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) y la Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia
Bartolina Sisa, estas organizaciones campesinas, desde el lunes, se sumarán a la marcha iniciada por
originarios de las tierras bajas dirigidos por la Cidob, la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
(CPESC) y el Movimiento Sin Tierra (MST)

Sejas indicó que el miércoles pasado los integrantes del grupo fueron visitados por el viceministro de
Tierras, Alejandro Almaraz, quien les manifestó la simpatía del gobierno por la movilización iniciada.
"Al viceministro le pedimos que transmita al vicepresidente Álvaro (García Linera) y a los presidentes
de las cámaras (de Senadores y de Diputados) que la marcha seguirá hasta conseguir que el Congreso
apruebe las reformas" solicitadas, indicó (Los Tiempos - 4/11/2006).

En aquella disyuntiva, días mas tarde, aplazaban la aprobación de la Ley INRA. La Cámara de
Diputados en La Paz aplazaba la aprobación de las modificaciones de la ley tierras ante el
rechazo de organizaciones empresariales y del principal partido de oposición (PODEMOS). El
jefe de los diputados oficialistas (MAS), César Navarro, anunciaba que buscarían
acercamientos con los empresarios agropecuarios del oriente que rompían negociaciones. De
manera que:

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Entre tanto, los indígenas del oriente que se encontraban en Yapacaní en vigilia reanudaban su marcha
hacia La Paz para presionar al Congreso en la aprobación de las modificaciones a la ley de tierras. En
Bulo Bulo, Cochabamba, también anunciaban que se sumarian más de 200 campesinos.

Así mismo las organizaciones campesinas que se sumaban a esta marcha eran la CSUTCB
(Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia), la Federación Nacional de
Mujeres Bartolina Sisa (FNMBS), el CONAMAQ (Consejo Nacional de Marcas del Q´ollasuyo (Los
Tiempos - 11/11/2006).

La ley de tierras proponía la reversión de las tierras que no cumplían una función productiva y
social. Los empresarios alegaban que la ley daría discrecionalidad al gobierno, a los sindicatos
campesinos y ayllus indígenas aliados aquel entonces del gobierno, para apropiarse de fincas
controladas por empresarios agropecuarios, incluso sin reconocer inversiones.

La polarización de posiciones sobre este tema, la reversión de tierras ociosas para el Estado,
hizo que los diputados hicieran un alto en la aprobación en detalle de los artículos de la ley
modificatoria (Ibíd.). Tres días mas tarde, el 13 de noviembre de 2006 la "gran comisión" que
analizaba cuatro puntos de disenso (distribución de tierras, reversión de tierras, centralización
del INRA y personerías jurídicas) no lograba ponerse de acuerdo para llegar a buen término,
por lo que se declaraba un cuarto intermedio hasta el día siguiente para consensuar dichos
artículos.

Pese a tal situación, el Gobierno advertía y justificaba que la marcha protagonizada por las
organizaciones indígenas del oriente y apoyada por CONAMAQ apunta a la Cámara de
Senadores por el temor a que Podemos trunque las reformas a la Ley INRA. En ese marco, el
Gobierno añadía que respetaría las protestas y marchas que organizan los campesinos, porque
es un derecho democrático que les otorga la Constitución Política del Estado, aunque los
convocó al diálogo para buscar consensos y acuerdos en los puntos de conflicto de la ley de
tierras.

Los 1.500 indígenas, que salieron de Santa Cruz, ya están en territorio cochabambino, lugar en el que se
les unirán 600 campesinos miembros de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB). En tanto que, la marcha proveniente de Caranavi llegó la tarde de ayer a Yolosa.
Además desde Oruro, unos 200 componentes del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyo
(CONAMAQ) también se sumarán a la movilización "hasta que se promulgue la ley en el Congreso. No
vamos a suspender las medidas de presión", señaló Ademar Valda, dirigente del MST (Los Tiempos -
14/11/2006).

Por otro lado, aquellos días, Juan Carlos Espinosa en un titular en sucre-indimedya.org
señalaba a un CONAMAQ sólido con sus propuestas por la tierra- territorio y el Estado. Eran

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los instructivos y las peticiones de la marcha del CONAMAQ por Tierra-territorio y el Estado
Plurinacional. Aquella marcha del CONAMAQ se había iniciado en la ciudad de Oruro y
ahora se encontraba en camino a Sica Sica. La movilización y despliegue de los ayllus
allegados al CONAMAQ, tenían por objeto la aprobación de la ley de modificación a la ley
INRA contra el congreso (17/11/2006). Una nota del CONAMAQ demostraba estas
demandas:

RESOLUCIÓN DEL CONSEJO DE CONCEJO DE GOBIERNO DE CONAMAQ


NOVIEMBRE 9, DEL 2006.
El Consejo Nacional de Ayllus, Marcas y Suyus del Qullasuyu, con personería Jurídica Nº 342 en uso de
sus específicas atribuciones.
Reunidos en el Consejo de Consejo de Suyus y/o Regionales del CONAMAQ, realizado en la ciudad de
Oruro en fecha 9 de Noviembre del 2006.
Considerando:
- La vigencia legal de las Tierras Comunitarias de Origen (TCO) ?superficies donde los indígenas
originarios desarrollaron su historia y cultura no nos llegó de manera gratuita, ya que éstos para lograr la
atención del Gobierno, tuvieron que recurrir a tres caminatas históricas: la Marcha por el Territorio y la
Dignidad de 1990; la Segunda Marcha, de 1996, la Tercera Marcha, de 2000, que impulsó la
modificación de la resolución de la Ley INRA que permitía concesiones en tierras fiscales y evadía el
saneamiento de la propiedad agraria, logrando la promulgación de la Ley INRA y la promesa de
titulación de sus demandas territoriales, aún incumplidas y postergadas hasta hoy.
- En 53 años, los originarios e indígenas apenas accedieron a 4 millones de hectáreas, mientras que los
grandes propietarios recibieron 32 millones de hectáreas, de acuerdo con datos oficiales del INRA.?Con
las luchas de nuestros hermanos indígenas llegó la Ley INRA, pero después de 10 años los resultados
son decepcionantes: apenas se tituló el 13 por ciento de las tierras, gastando 87 millones de dólares. Y
los latifundios improductivos siguen en pie.
Resuelve:
El congreso debe de aprobar inmediatamente el proyecto de ley de modificación a la ley INRA sin más
vueltas.
En caso del incumplimiento social por el parlamento de no aprobar la ley de modificación a ley INRA el
Congreso debe cerrarse.
Deben de garantizarnos el fortalecimiento para las TCOs de todos los Suyus de CONAMAQ, y avalar su
financiamiento de nuevas demandas.
La creación del Ministerio de Tierras de las Naciones Originarias y Pueblos Indígenas.
La solución de conflictos debe ser de acuerdo a usos y costumbres y debe de estar inserta en la ley.
El fortalecimiento de nuestros ayllus con la dotación de maquinaria y tecnología que mejore nuestra
producción en tierras altas.
La dotación de tierra en base al análisis estadístico de nuestros ayllus y marcas para contrarrestar el
problema de limitación de tierra que tenemos, en base a tierras fiscales.
Rechazamos cualquier atentado por la ley al proceso de saneamiento de tierras y la reconstitución.
Es dado a los nueve días del mes de noviembre del dos mil seis.

INSTRUCTIVO

68
El Consejo Nacional de Ayllus, Marcas y Suyus del Qullasuyu, con personería Jurídica Nº 342 en uso de
sus específicas atribuciones.
Considerando:
Que la problemática de tierra mediante muchas luchas se efectivizo con la reforma agraria de 1993, pero
que al final fue un engaño para las tierras altas ya que el parcelamiento que se hizo de manera individual,
mediante titulación ejecutorial se paso de un latifundio de las hacienda a un surco-fundio o minifundio
para los indigenas originarios si priorizar el tema comunitario.
Que desde el año 53, los originarios e indígenas apenas accedieron a 4 millones de hectáreas, mientras
que los grandes propietarios recibieron 32 millones de hectáreas, con las luchas de nuestros hermanos
indígenas llegó la Ley INRA, pero después de 10 años los resultados son decepcionantes: apenas se
tituló el 13 por ciento de las tierras, gastando 87 millones de dólares. Y los latifundios improductivos
siguen en pie.
Que la condición para recibir estos títulos fue la de organizarse en sindicatos campesinos, rompiendo la
estructura indígena originaria, acción de donde salio el termino campesino.
Estamos consientes que nuestro mayor reto para los pueblos indígenas originarios es el territorio
situación que deberá resolverse en la Asamblea Constituyente, pero es necesario consolidar el proceso a
través de la modificación a la ley INRA que pueda ser un cimiento para el cambio total y la
consolidación del territorio de las naciones originarias Indígena.
Para nosotros los indígenas originarios la tierra tiene un vínculo espiritual una relación de vida, y no
simplemente un sistema económico, de explotar inmesiricordemente.
Que, las TCOs constituyen un proceso hacia la Autodeterminación y la seguridad jurídica que se ha
arrancado con las luchas, marchas y movilizaciones de las Naciones Originarias y Pueblos Indígenas.
Que no existe la garantía por parte del parlamento particularmente de la cámara de senadores para
aprobar la ley de modificación a la ley INRA, situación que nuevamente hace la necesidad única de
realizar movilización por todos nuestros derechos.
El análisis del consejo de gobierno de CONAMAQ y sus suyus y/o regionales ha planteado definir
estrategias, con una movilización por nuestros derechos, ratificando además nuestra lucha y planteando
que en ningún momento nos hemos desmovilizado al contrario se ha fortalecido nuestro movimiento por
la tierra territorio y el Estado plurinacional.
POR TANTO:
Se INSTRUYE la participación militante de todos los indígenas originarios de todos los suyus y/o
regionales del CONAMAQ en la concentración a efectuarse desde las 8:00 de la mañana de manera
puntual en la ciudad de Oruro (la Playa lado estación de trenes) para dar inicio a la gran Marcha por la
Tierra y Territorio y el Estado Plurinacional rumbo a la ciudad de La Paz hasta efectivizar todas nuestras
consignas y peticiones de lucha, por el parlamento y demás instancias legales del estado.
De la misma manera se recomienda que cada hermano y hermana del Ayllu traiga consigo frazadas,
nylon, ropa para lluvia y raciones secas para su alimentación.
La coordinación de las comisiones de cada suyu con las del consejo de gobierno debe de ser antes de
iniciar la gran macha por Tierra y Territorio y el Estado Plurinacional para que no haya ningún
contratiempo.
Es dado a los nueve días del mes de noviembre del dos mil seis
(Fuente: http://sucre.indymedia.org/es/2006/11/36151.shtml 17/11/2006).

La coerción indígena fue imparable, la movilización de los indígenas miembros de la CIDOB


estaba en camino a Sacaba y llegaba al día siguiente hasta la capital Cochabambina. Otra
caminata de a poco arribaba desde el norte paceño que se encontraba en las cercanías de

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Chuspipata. La marcha del CONAMAQ también llegaba a Patacamaya y se concentraría en
Caracollo. Las tres arribarían a La Paz para imponer sus propuestas con relación a las reformas
agrarias. Estas movilizaciones se masificaban, pues un grupo considerable de originarios [de
los ayllus] de Potosí también se trasladaba hasta Caracollo (Los Tiempos - 21/11/2006).

Así, nuevos conflictos en el país se aproximaban no existía ningún acercamiento entre el


Gobierno y la oposición, que ninguno cedía en sus actitudes. Mientras tanto, la marcha del
Consejo Nacional de Marcas y Ayllus de Qullasuyu (CONAMAQ) se encontraba en Senkata,
en la ciudad de El Alto. Pocos kilómetros, más atrás, avanzan los representantes de la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y el
Movimiento Sin Tierra (MST).

El bloque principal de la Confederación de Pueblos Indígenas del oriente boliviano (CIDOB)


salía en buses desde Quillacollo, según el informe del entonces presidente, Adolfo Chávez.
Este bloque comenzaba a separarse por comunidades y centrales para subir a vehículos y
trasladarse hasta Achica Arriba, donde se unirían al contingente de la CSUTCB y el MST. Los
aproximadamente 450 representantes de los pueblos amazónicos del norte paceño y del
departamento de Pando ingresaban al centro paceño, según Guido Alfaro. Por otro lado la
ministra de Gobierno, por entonces Alicia Muñoz, sostenía que la Policía no los dispersaría,
mas bien les brindaría protección: "Las marchas llegarán a La Paz con todo el apoyo solidario
de la sociedad civil" (La Prensa - Los Tiempos - 27/11/2006).

Mientras tanto en La Paz, el gobierno tenía todo listo para lanzar el decreto y revertir las
tierras sin ninguna función social. Almaraz, viceministro de tierras, precisaba que el decreto
supremo no cubriria todas las reformas que se querian poner en marcha con los cambios a la
Ley INRA, sino tan sólo a los aspectos referidos a la reversión de fondos improductivos para
proceder con su distribución social. También (…) él sostenía en una reunión en el Palacio de
Gobierno con dirigentes de las Confederación Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(CONAMAQ) y de Pueblos Indígenas del Oriente (CIDOB) para recibir propuestas sobre el
mencionado decreto que -según Almaraz- estaba en consideración y sin fecha de emisión, así
los medios escritos se referían al tema:

Los indígenas también entregaban un proyecto para garantizar la propiedad comunal del mundo
originario y sustentar su desarrollo con recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). El jiliri

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mallku del CONAMAQ, Martín Condori, recalcó que sus dirigidos no piensan irse de La Paz con las
manos vacías y que el decreto sobre tierras "debe ser aprobado por el Presidente y publicado mañana
(por hoy)".
En diálogo con La Prensa, el vicepresidente de la CIDOB, Pedro Numi, consideró que un decreto es
"sólo una parte del proceso de saneamiento", pues además se debe garantizar "el libre acceso a la
educación, la salud y tecnología agrícola".
El domingo, el vicepresidente Álvaro García Linera dijo a la dirigencia del CONAMAQ: "Pidámosle
públicamente a nuestro Presidente que saque un decreto para cumplir la reversión y la otorgación
comunitaria de tierras", para que los marchistas no se "vayan con las manos vacías" (La Prensa - Los
Tiempos - 28/11/2006).

De esta forma, el Gobierno había resuelto apuntando su estrategia de avanzar de la manera


más cruda, y era a partir de la imposición de reformas y decretos en las temáticas que no se
encuentre consenso con la oposición. Para así, poder consolidar aquello, cuatro mil indígenas
marchaban y llegaban masivamente a La Paz:

Hombres y mujeres con pequeños atados a las espaldas, con la poca ropa que los abrigará del frío
paceño, avanzaban por el asfalto a paso cansino. Los niños abrían sus ojos somnolientos, asombrados
ante las casas, edificios y automóviles que encontraban a su paso. Así ingresaron los más de 500
indígenas del norte paceño y del departamento de Pando al son de tambores y flautas.
Parecida imagen se apreció en El Alto, cuando los marchistas del CONAMAQ, de la Confederación
Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y de la CIDOB arribaron a esa
ciudad. Hoy estas escenas se repetirán, cuando los visitantes, que suman unas 4 mil personas, llenen las
calles de la sede de gobierno para pedir al Senado que apruebe las modificaciones a la Ley INRA.
Los marchistas serán recibidos por el presidente Evo Morales, quien arribará por unas horas al país, para
promulgar un decreto de reversión de tierras, a las 13.30, en la plaza de San Francisco. El primer grupo
de marchistas ya se alojó en las aulas de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), mientras que los
caminantes de la CONAMAQ, la CSUTCB y la CIDOB se ubicaron en el multifuncional de El Alto y la
Universidad Pública de El Alto (UPEA) (La Prensa - Los Tiempos - 28/11/2006).

Aquellos acontecimientos que vinculaban al gobierno en un “pacto de reciprocidad” con los


entonces movimientos sociales afianzados al denominado “proceso de cambio” otorgaron
credibilidad y legitimidad a aquellos decretos y leyes a favor de la reversión de las tierras sin
ninguna utilidad social. El CONAMAQ, exhortaba a los senadores opositores al partido de
gobierno (MAS), a reflexionar y sesionar, pues la masiva marcha llegaba a La Paz después de
20 días de caminata. Así el Diario señalaba:

El Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ) exhortó ayer a los senadores de
Poder Democrático y Social (Podemos), Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR) reflexionar sobre la actual coyuntura política que vive el país y volver a sesionar
para la aprobación de las modificaciones a la nueva Ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria
(INRA). Los representantes del CONAMAQ advirtieron, además, con radicalizar sus medidas de presión
en caso de que su solicitud no sea tomada en cuenta por los senadores opositores, quienes decidieron no
sesionar en protesta por lo que denominaron un atentado del Movimiento Al Socialismo (MAS) a la
democracia con medidas como los dos tercios en la Asamblea Constituyente, la ley INRA y la censura
de prefectos. Uno de sus dirigentes, Justino Leaño, expresó a los medios de prensa su preocupación
porque los senadores de la oposición, recurriendo a prácticas de la política vieja según dijo, repudiaron
la petición y la demanda del pueblo boliviano e indígena principalmente en el tema tierra.

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Leaño solicitó al presidente del Senado Nacional, Santos Ramírez (MAS), insistir en convocar a los
senadores para que asistan a las sesiones y de una vez se apruebe las modificaciones a la Ley INRA,
promulgada en 1996 en la primera gestión del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada como parte de
las reformas que aplicó durante su gobierno.
“Los senadores deben recapacitar y volver a las sesiones y analizar el tema”, precisó el dirigente del
CONAMAQ, quien enfatizó en que para los mallkus (jefes aymaras) y marcas (pueblos indígenas) está
claro que las tierras ociosas que no cumplen la función económica social deben ser revertidas y luego
redistribuidas a los pueblos indígenas.
Los dirigentes, preocupados por la coyuntura política que vive el país desde hace dos semanas y con la
oposición política movilizada contra el MAS, afirmaron que si no existen acuerdos en el corto tiempo el
Ejecutivo deberá recurrir a la normativa que le faculta la Constitución Política del Estado (CPE) para
que el presidente Evo Morales vía Decreto Supremo viabilice el desgobierno en el Legislativo (El Diario
28 de noviembre de 2006).

Después de aquella victoria los movimientos sociales apuntaban trasladarse a Sucre. Aquellos
miles de marchistas campesinos, indígenas y originarios que llegaron a La Paz para presionar
y hacer aprobar la Ley de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria, miraban a la
ciudad de Sucre para presionar a los asambleístas a quienes exigirían que garanticen la
aprobación de la nueva Constitución Política del Estado.

Los dirigentes de la Central Indígena de Pueblos del Oriente (CIDOB), del Consejo Nacional
de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) y de la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos (CSUTCB) aún permanecían en la sede de gobierno para analizar el
latente conflicto que aún existía en la Asamblea Constituyente y la urgencia de trasladarse a la
capital de la República para que la nueva Carta Magna sea aprobada con mayoría absoluta
(ANF- Los Tiempos - 30/11/2006).

Antes de retirarse de la sede de gobierno una concurrida marcha conformada por


colonizadores, movimiento sin techo, campesinos, consejo educativo, y activistas del MAS
con la excepción del CONAMAQ se trasladaba a las calles para hacer escuchar su propuesta
de 2/3 y exigiendo que la Asamblea Constituyente avance y garantizar su desarrollo. Al medio
día, llegaron a las puertas del teatro Gran Mariscal donde, con silbidos, abucheos y petardos,
expresaron su rechazo a la huelga de hambre del movimiento PODEMOS instalada en pleno
hemiciclo constituyente (Los Tiempos - 5/12/2006).

Otro de los pedidos de los movimientos sociales al gobierno en La Paz, señalaba que se apuren
en definir la ley de Justicia Comunitaria, que era otra demanda esperada desde el año 97. De
esta manera los sectores originarios e indígenas buscaban agilizar la promulgación de la Ley
de Administración de Justicia Comunitaria y para ello conformaron un comité impulsor para

72
fortalecer e institucionalizar ese sistema de justicia con el aval del Ejecutivo (ANF- Los
Tiempos - 6/12/2006).

La entonces ministra de Justicia, Casimira Rodríguez, entregaba días antes una resolución
ministerial que emitía y otorgaba respaldo legal a ese comité que estaba conformado por la
Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB), CONAMAQ,
CSUTCB, Federación de Mujeres Campesinas "Bartolina Sisa", Asamblea del Pueblo Guaraní
(APG), Central de Pueblos Indígenas de La Paz (CPILAP), Coordinadora de Pueblos Étnicos
de Santa Cruz (CPESC) (Ibíd.).

Como vimos aquel 5 de diciembre de 2006, en donde el CONAMAQ no respaldaba el pedido


de 2/3, este planteamiento era recuperado por el MAS y conjuntamente las organizaciones
afines plantearon aquella estructura de votación a la Asamblea Constituyente. Esta era una
propuesta ya conocida durante las negociaciones de la última semana de diciembre y es la
última que queda en mesa con respaldo de todas las organizaciones, excepto CONAMAQ (Los
Tiempos - 26/12/2006). Así concluía aquel año, que mantenía las expectativas condensadas
enmarcadas en la Asamblea Constituyente.

2007.-

La herencia de una política elitista se había arraigado en el seno del Estado Boliviano, así, por
ejemplo a pesar de los grandes movimientos que vanguardizaban “el cambio” por aquellos
años y a la cabeza del entonces novedoso partido de gobierno del MAS, intentaban organizar
una Coordinadora de los movimientos sociales. Esta coordinadora, aquellos tiernos días de
enero de 2007 fueron elegidos, pues, en medio de una Asamblea Constituyente polarizada,
ante un Congreso dividido por dos facciones radicales, agregada una cadena de vicios
prebéndales y transfuguistas batieron a las organizaciones sociales que decidían conformar
una “Coordinadora Nacional para el Cambio” (CONALCAM) que estaba para entonces
constituida por aproximadamente 20 organizaciones sociales representando a movimientos,
pueblos indígenas, sindicatos e instituciones. Aquellas instituciones eran convocadas
inicialmente por el partido de gobierno a la cabeza del presidente Evo Morales Ayma y el
vicepresidente Álvaro García Linera; el ministro de la Presidencia de entonces, Juan Ramón
Quintana, como secretario general; el fugaz viceministro de Movimientos Sociales, Alfredo

73
Rada, como primer secretario Ejecutivo; además de presidentes de las dos cámaras del
Congreso Nacional, jefes de bancada del MAS en diputados y senadores (ABI-ANF-Los
Tiempos 8/01/2007).

Las organizaciones sociales que conformaban la Coordinadora Nacional para el Cambio


(CONALCAM) inicialmente fueron la CSUTCB, Confederación Nacional de Colonizadores
(hoy interculturales), CIDOB, Confederación de Rentistas, Confederación de Maestros
Urbanos y Rurales, CONAMAQ, Confederación de Jubilados, Confederación de Luz y Fuerza
y la Confederación de Fabriles. También tendrían representación las centrales obreras
departamentales de Tarija, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca, el Alto-COR y las 6
Federaciones del Trópico de Cochabamba (Ibíd.).

Aquellas organizaciones sociales, al finalizar el mes de enero, pidieron complementar y


profundizar su propuesta sobre el horizonte filosófico de país. Esa fue una de las resoluciones
de un taller que sostuvieron los asambleístas del MAS y los representantes de las
organizaciones que conformaban el Pacto de Unidad. "Bolivia se reconstituye en un Estado
Plurinacional, es de economía combinada fundada en los principios de la solidaridad,
reciprocidad, complementariedad de distribución y redistribución del producto social en forma
equitativa para vivir bien", versaba el proyecto de propuesta MASista debatido en el taller.

El mallku del CONAMAQ, por entonces Justino Leaño, criticaba en aquella reunión la escasa
apropiación de la demanda de los sectores sociales organizados. Pidió que aún se incorporen
algunos planteamientos específicos. Así mismo rechazaba la posibilidad de que la redacción
de la nueva Carta Magna se extienda más allá del 6 de agosto. De ser así, el CONAMAQ
incluso advertía con rechazar la tarea de la Asamblea y declararla pre Constituyente, con el
propósito de convocar a una nueva Asamblea con plena participación social (Los Tiempos -
29/01/2007).

Por otro lado, el tema tierra y territorio, fue sin lugar a dudas una problemática que generó
todo una polarización en las organizaciones y partidos, por ejemplo, sufrieron críticas en
Potosí por los ayllus. En la comisión Nueva Estructura del Estado, un representante de
CONAMAQ arremetía con fuerza contra los asambleístas y planteaba contundentemente que

74
la problemática debía ser resuelta hasta el 6 de agosto de aquel año (Los Tiempos -
25/03/2007).
Un mes más tarde, en Chuquisaca la regional del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qollasuyo (CONAMAQ) amenazaba desmarcarse de la Asamblea Constituyente, quienes
objetaban los pedidos del Pacto de Unidad y fijaban sus bases mínimas para reconocer como
válida la nueva Constitución Política del Estado. “En una conferencia de prensa, los
representantes de los 12 suyos que conformaban la nación aymara, aseguraron que la
Constituyente es un conquista de las naciones y pueblos originarios y, por ello, su propuesta
de hacer de Bolivia un Estado plurinacional era irrenunciable” (Los Tiempos - 20/04/2007).
Martín Condori, entonces máximo dirigente de CONAMAQ, añadía que ratificaban su pedido
sobre el dominio y la propiedad de los recursos naturales, renovables y no renovables, a favor
de los pueblos indígenas y originarios. También pedían la reconstitución de la territorialidad
de los pueblos indígenas81, sobre la base de lo que eran sus dominios ancestrales antes de la
llegada de los españoles (Ibíd.).

Por otro lado, días mas tarde el MAS organizaba un Congreso unicameral en donde
analizarían la Estructura del Estado; Derechos, Deberes y Garantías; Recursos Naturales y
Economía, según la entonces presidenta de la Asamblea Constituyente.

Aquella propuesta fue consensuada por el cuestionado “Pacto de Unidad” que tenia 58 páginas
y 300 artículos de una sugerencia de Carta Magna en la que se expresaba la voluntad de la

81
Para Salvador Schavelzon (2012); Las tensiones en la elaboración del proyecto de Constitución en Sucre
reflejaban las disputas de las organizaciones matrices en las comunidades. Tenían que ver con el choque entre
distintas miradas políticas, que la coyuntura de la Asamblea Constituyente y la llegada al Gobierno del MAS
había conseguido acercar pero que aún existían como diferencias latentes, como se vería en las discusiones de la
Asamblea. La controversia se vinculaba a la crítica que venía del katarismo hacia la forma sindicato como
estructura ajena a las comunidades que fue impuesta desde una concepción monocultural. El katarismo siempre
había combinado la visión étnica con la visión de clase, pero en sus variantes indianistas más radicales las formas
políticas de la izquierda aparecían como apenas otra forma exógena y colonial. El sindicato fue establecido
obligatoriamente para conseguir tierras por el Gobierno del MNR después de la reforma agraria de 1953, esto era
señalado en 2007 por sectores indianistas que en años recientes se habían alejado de la CSUTCB, creando en
algunos casos otras formas organizativas paralelas, en la búsqueda de reconstruir instituciones tradicionales. En
esta crítica se señalaba también la política de prohibición de atuendos tradicionales desde la lógica sindical y
nacionalista, que esgrimía que la misma remitía a la servidumbre de indios anterior a la Revolución. Los indios
serían campesinos, y asimismo los comunarios pasaron a autodefinirse (…) La crítica indianista estuvo presente
desde el nacimiento de la CSUTCB, pero en la Asamblea de 2007 se expresaba especialmente en las posiciones
de CONAMAQ surgido en 1997 (a partir de trabajos en las comunidades iniciados años antes), con el proyecto
de reconstitución de territorios ancestrales –muchos fragmentados o usurpados por el régimen de hacienda desde
hacía más de 100 años atrás– y también de recuperación del ayllu y las formas tradicionales de gobierno
comunal, a veces vigentes y otras siendo recreadas a partir de la memoria y la reinvención (pp. 102-103).

75
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos (CSUTCB), las seis Federaciones
Cocaleras del Trópico de Cochabamba, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(CONAMAQ), la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y la
Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa (Los Tiempos - 27/05/2007).

Algunos días después, Grupos de indígenas amenazaban con desconocer la Asamblea


Constituyente, que en una presión interna y externa en el MAS se llegaba a un punto más
neurálgico. El CONAMAQ y la CIDOB, las mellizas, determinaban exigir que sus propuestas
sean incorporadas en la nueva Constitución Política del Estado, caso contrario advertían
radicalmente con declarar a la Asamblea como una pre-constituyente y convocar una nueva
Constituyente.

Representantes del Bloque Indígena de tierras altas y bajas dan a conocer sus últimas determinaciones en
Sucre. | Fuente: Correo Del Sur - Los Tiempos 9/06/2007.

Ambas amenazas contra la bancada del MAS en la Asamblea Constituyente se registran justo cuando las
comisiones vienen concluyendo sus informes, poniendo en riesgo los acuerdos mínimos que se pretende
alcanzar en varias carteras. El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) y la
Central de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), apoyados por los afro descendientes,
decidieron ayer hacer escuchar su voz respecto a su "preocupación" de que sus propuestas como Bloque
Indígena están siendo "minimizadas". El mallku Justino Leaño de Conamaq y el ejecutivo Lázaro Tacos
Laberan de la Cidob coincidieron en reprochar la actitud de "algunos" constituyentes del MAS que no
están "comprometidos" con el bloque indígena de tierras altas y bajas. La referencia directa toca al ala
intelectual del MAS que es la que mayores acuerdos razonables busca con la oposición en las
deliberaciones de las comisiones. Esa actitud parece no ser bien vista por este bloque indígena que
decidió "hacerse visualizar" ajeno al Pacto de Unidad del que son miembros junto a la Confederación de
Campesinos y otras organizaciones afines al MAS.
"Si nuestras propuestas han sido distorsionadas o desechadas nosotros tomaremos acciones y medidas.
Haremos una demanda internacional pidiendo respeto al Convenio 169 de la OIT. Nuestra propuesta la
hemos articulado con todos los sectores sociales y si no están queriendo insertar en la nueva
Constitución, nosotros vamos a declarar una pre-constituyente hasta que nuestras propuestas sean
insertadas", amenazó Tacos Laberan (Los Tiempos - 9/06/2007).

76
Por tanto, el CONAMAQ y la CIDOB amenazaban al MAS de una manera insospechada. La
presión interna y externa en el MAS llegaba a un punto de ebullición y mucho más neurálgico.
El CONAMAQ y la CIDOB determinaban exigir que sus propuestas sean incorporadas en la
nueva Constitución Política del Estado, caso contrario advertían con declarar a la Asamblea
como una pre-constituyente y convocar una nueva Constituyente.

Entretanto, ante la maniobra utilizada por el MAS en la aprobación de los informes de mayoría
y minoría en las comisiones Visión de País y Tierra y Territorio, la bancada de Poder
Democrático y Social (Podemos), decidía bloquear el consenso en todas las otras comisiones
hasta que se proceda con una revisión de las votaciones en dos comisiones (Los Tiempos -
9/06/2007).

Días mas tarde, la Comisión de Autonomía no hallaba una fórmula para discutir la cuestión en
el país, surgió el problema cuando se estaba logrando un acuerdo para crear una mini comisión
de sistematización en la Comisión de Autonomías, entre Saúl Ávalos (MAS) y Rubén Darío
Cuellar (Podemos). Allí también se inició un griterío del cual también participaron los
representantes del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), que
llegaban a Sucre para anunciar que desde el 21 de junio marcharían a Sucre para defender las
autonomías indígenas, el Estado plurinacional, la reconstitución de sus territorios ancestrales y
la propiedad absoluta de los recursos naturales. No se lograba calmar los ánimos y la
oposición por entonces decidía abandonar la sala y no enviar ningún emisario a la mini
comisión, que debía emitir su informe (Los Tiempos - 15/06/2007).

Los sectores de las comunidades y ayllus frustrados por estos hechos amenazaban y
presionaban a la Asamblea por sus demandas con marchas, así el Consejo Nacional de Ayllus
y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) y la CIDOB anunciaba marchas desde Potosí y Santa
Cruz respectivamente, que tenían como destino Sucre. Por ello, planeaban una gran
concentración indígena para el 21 de junio. Según el ejecutivo de CONAMAQ, Mario
Condori, aquel día se aseguraban que los informes incluyan sus propuestas sectoriales (Los
Tiempos - 18/06/2007).

Irónicamente, por estas fechas LA ESCUELA DE IDIOMAS DEL EJÉRCITO abría sus
puertas a unos 20 indígenas originarios para capacitarlos en el aprendizaje del idioma inglés.

77
Se destacaba que esta instrucción estaba dirigida sólo a originarios a solicitud de sus
organizaciones como CIDOB, el CONAMAQ y la Federación de Mujeres Campesinas
"Bartolina Sisa".

Mauricio Arias Alave, mallku de la CONAMAQ señalaba que en los sectores originaros
existía mucho interés de aprender otros idiomas por lo que solicitaban al Ejército la
oportunidad de que les enseñe inglés (Los Tiempos - 15/06/2007).

Regresando al tema de las autonomías indígenas, El máximo líder del Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qollasuyu (CONAMAQ), por entonces Martín Condori, en la plaza 25 de
Mayo de Sucre lanzaba el desafío a los miembros de la junta autonómica de la denominada
"media luna", comités cívicos y prefectos del oriente, para que aquel lunes 25 de junio del
2007 se junten en esta ciudad para debatir acerca de la autonomía indígena a la que se
oponían. La respuesta no se dejó esperar, y de manera conjunta con la Confederación Nacional
de Naciones Indígenas Originarias de Bolivia (CONNIOB), cuyo ejecutivo, Víctor Hugo
Velasco, participaba de otra marcha en Sucre, el mismo que invitaba al CONAMAQ a que
visiten Santa Cruz entre el 6 y 7 de julio para hablar no sólo de autonomía, sino también de
tierra, territorio, visión de país y otros temas.

Condori agregaba que explicarían a los "oligarcas" de la "media luna" el verdadero sentido de
la autonomía indígena y los derechos legítimos que tienen. También indicaba
provocativamente que estarían en Sucre cada semana un grupo de 50 indígenas rotativamente
para vigilar el desarrollo de la Asamblea Constituyente la que fue gestada por ellos (Los
Tiempos - 22/06/2007).

Hacia el 5 de julio de 2007, los llamados indígenas-originarios aún buscaban reunirse con los
autonomistas. Así pues, en Sucre los pueblos originarios esperaban un encuentro con
representantes de la denominada Junta Autonómica para demostrar la convicción política que
los indígenas tenían para llegar a acuerdos o consensos con relación a las propuestas sobre
autonomías indígenas.

Aparentemente y con una penetrante convicción de diálogo, los líderes agrupados en torno al
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), esperaban respuestas de

78
los representantes de la junta autonómica para intercambiar criterios con relación a las
autonomías departamentales e indígenas.

El mallku del CONAMAQ, por entonces Justino Leaño, indicaba que de manera injusta se les
acusaba de ser afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), hecho que negó, para lo cuál
definieron marcar una línea política concreta con el afán de reflejar y demostrar que no
pertenecen a ningún partido político y que la posición que sostienen se basa únicamente una
independencia política como organizaciones de un nuevo bloque indígena.

En ese sentido, Leaño manifestaba que se posesionaron de una responsabilidad y obligación


moral para con su organización, de buscar el diálogo con la Junta Autonómica, que defiende el
sistema autonómico departamental sin considerar las autonomías indígenas desde una
perspectiva del Estado Plurinacional.

Por tal motivo, indicó que el Consejo de gobierno del CONAMAQ envió una carta formal a la
Junta Autonómica, solicitando una reunión oficial, la misma que fue programada para el 25 de
junio, fecha que no pudo concretarse, por que los cívicos mencionaban que tenían una agenda
completa. Por ello, Leaño dijo que este jueves anunciaría oficialmente la próxima fecha de la
reunión que sostendrán las dos organizaciones. Leaño aseguraba que la intención de la reunión
era intercambiar criterios con los representantes de la Junta Autonómica, tanto sobre
autonomías departamentales como de autonomías indígenas. “En esa reunión nosotros
queremos demostrar la convicción política que los pueblos indígenas tenemos para llegar a
consensos en relación las autonomías departamentales e indígenas. Queremos que nos
expliquen cuál es su visión y nosotros queremos explicarles con detalle nuestra propuesta”,
manifestaba el dirigente.

El mallku por entonces no ocultaba su entusiasmo por lograr acuerdos en torno al tema, antes
que las comisiones entreguen sus informes finales y acorde a las determinaciones emanadas
del CONAMAQ y de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB),
ambas organizaciones sociales realizaron una agenda conjunta para articular y consolidar los
bloques indígenas en defensa y demanda del Estado Plurinacional y las Autonomías Indígenas
(ABI - El Diario 5 /07/ 2007).

79
Algunos días después, y ante la negativa de entendimiento de parte del gobierno, los indígenas
radicalizan sus presiones, y mas aun tras la agresión a su dirigente Fernando Morales, a quien
le propisiaron una golpiza. El dirigente de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano
(Cidob), Adolfo Chávez, señalaba tácitamente que esto traería consecuencias a la Asamblea
Constituyente. Los representantes de Pacto de Unidad se pronunciaron también en contra de lo
sucedido el martes en el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla y radicalizaron sus pedidos ante
la Asamblea.

Martín Condori, apu mallku de la Confederación de Naciones, Ayllus y Marcas del Qollasuyo
(Conamaq), conminaba a los 255 representantes a que "tengan la capacidad de adoptar la
propuesta de los pueblos indígenas y originarios, caso contrario, que se acabe de una vez la
Asamblea Constituyente". Luego enumeró las propuestas que deben ser incorporadas:
representación directa de los pueblos indígenas en el Congreso, el respeto a las autonomías
indígenas y regionales y la propiedad y gestión de todos los recursos naturales dentro de su
territorio (Los Tiempos - 12/07/2007).

Indígenas de los pueblos originarios del oriente boliviano marchan desde La Guardia hasta El Torno, El Deber -
Los Tiempos (12/07/2007).

En La Paz, por estos días los aymaras debatían sobre su visión de país que querían. De esta
manera Mario Galindo, exponía la existencia de cinco corrientes dentro de la visión andina:

1) Visión diárquica o dualista que plantea la existencia de dos civilizaciones y, de ello, postula
la necesidad de dos gobiernos equivalentes o sucesivos indígena y no indígena en un solo

80
Estado; 2) Visión etnocéntrica o de retorno, que postula la reconformación del Kollasuyo y la
autodeterminación "nacional" aymara, avanzando hacia la reconstitución territorial total; 3)
Visión regional originaria que postula la existencia de macro regiones indígenas autónomas;
altiplano-valles-tierras bajas, con la adición de autonomías étnicas urbanas y gobierno
indígena propio basado en usos y costumbres; 4) Visión autonómica, que plantea a los
municipios indígenas y unidades territoriales indígenas (UTI o ETIO) de diverso alcance
regional, con autoridades indígenas guiadas por usos y costumbres compatibilizados con la
institucionalidad estatal; y 5) Visión hegemónica o globalista, que plantea que los aymaras
estamos en todo el país y que se puede ser Gobierno nacional con el marco legal actual para ir
cambiándolo en la dirección de la equidad socioeconómica y la interculturalidad, sin excluir la
posibilidad de autonomías indígenas municipales o regionales que compatibilicen la ley
nacional con los usos y costumbres (Los Tiempos - 11/07/2007).

Por otro lado la Asamblea Constituyente que había sido un organismo mediado por diferentes
conflictos, estaba conminada a entregar ciertos avances mediante informes sobre lo que se iba
desarrollando en las comisiones. “Las 21 comisiones de la Asamblea Constituyente tendrán
que entregar su trabajo como esté hasta el vienes a las 18:00. Según el primer vicepresidente
de la Asamblea” (Los Tiempos - 11/07/2007). Ante dichas exigencias los Indígenas
manifestaban su voluntad de inclusión. Los diversos sectores indígenas volvieron a advertir
que tomarían medidas de hecho si es que su propuesta educativa no era incorporada a la
Comisión Educativa de la Asamblea (Ibíd.).

Para el apu mallku del CONAMAQ, Martín Condori, tanto la propuesta del bloque indígena
como el proyecto de Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez, recogían la enseñanza desde la
diversidad cultural y lingüística por lo que su reconocimiento era fundamentalmente vital. "No
se está pudiendo incorporar porque la oposición está discriminando esta propuesta, estamos
considerando que debe incorporarse hasta el 13 sino los pueblos tomarán medidas. Es un
sistema educativo plurinacional basado en la vivencia de las distintas nacionalidades",
apuntaban (Ibíd.).

81
Indígenas realizan un apthapiy una ofrenda a la Pachamama en el patio central del colegio Junín, sede de las
comisiones de la Asamblea Constituyente. Correo Del Sur - Los Tiempos (11/07/2007).

Se acercaban las fiestas patrias, y los festejos del 6 de agosto se hacían sentir. Con relación a
tal suceso la asamblea constituyente estaba en la mira de aquello, pero ante esta mirada
nacional se sumaban algunos distanciamientos políticos con el Gobierno de importantes
aliados como el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas de Collasuyo (CONAMAQ) y el
surgimiento de voces de protesta dentro el propio partido gobernante (MAS) a raíz de lo que
consideran una intromisión del Legislativo en el Asamblea Constituyente (Los Tiempos -
6/08/2007).

La Asamblea Constituyente culminaba aquel primer año en medio de una profunda crisis, pues
no había cumplido con el objetivo de haber culminado su gestión con una nueva Constitución
redactada, y en medio de protestas de varios sectores sociales se ampliaba hasta el 14 de
diciembre (Los Tiempos - 5/08/2007). Por otro lado, los miembros del Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) realizaban un cierre simbólico de la Asamblea
Constituyente, porque consideraban que ésta no había cumplido con las expectativas de los
pueblos originarios, que esperaban la aprobación en grande del texto de la nueva Carta Magna,
que los reconozca como naciones. Martín Condori, uno de sus representantes, por entonces los
calificó como una traición al acuerdo alcanzado por el MAS con los partidos de la oposición
en el Congreso para dar más tiempo de trabajo a los constituyentes (Ibíd.).

82
Después de que los ayllus, miembros del CONAMAQ, calificaban de traición. Martín
Condori, el entonces representante del CONAMAQ, señalaba al vicepresidente de la
República, Álvaro García Linera, y al por entonces senador oficialista Santos Ramírez como
los impulsores de un acuerdo congresal al que insistieron en calificar de traición. Junto a un
grupo de representantes de los pueblos originarios afiliados a la organización, procedían a
pegar carteles en las puertas del frontis del teatro Gran Mariscal, donde sesionaba la
Asamblea, en donde escribieron las palabras: “clausurado por ineficiencia”.

El CONAMAQ, apuntaba Justino Leaños, otro de sus coyunturales voceros, que iniciaría
medidas de presión después del 6 de agosto de 2007 para evitar la extensión del trabajo de los
asambleístas (Ibíd.). Pero estas amenazas no eran recientes, se remontaban a finales de junio
de aquel año, y definían esperar a que la Asamblea Constituyente entregue aquel 6 de agosto
el borrador del nuevo texto constitucional. Caso contrario, iniciarán sus medidas de presión y
convocarían a un congreso indígena donde podrían desmarcarse de este foro y llamar a una
nueva Asamblea, declarando al actual cónclave como proceso pre-constituyente.

El dirigente y portavoz del CONAMAQ, Justino Leaño, señalaba que esta espera era hasta que
el MAS cumpla el último compromiso que hizo con los movimientos sociales, y movilizando
a 100 dirigentes de esta organización, esperaban que llegaran a Sucre para iniciar una vigilia a
las comisiones mixtas. Si es que la Asamblea no cumplía, los indígenas del occidente no
descartaban con desmarcarse de la Constituyente y la declarar como pre-constituyente, para
convocar por su lado a un nuevo foro deliberativo, sin la participación de los partidos
políticos. Así mismo, él dirigente indígena ratificaba que su organización rompía con el Pacto
de Unidad y con las organizaciones sociales que sustentan la base social del MAS, pues este
partido había cedido en muchas de las reivindicaciones indigenistas para mantener la
estabilidad de su gobierno, con el aval del Pacto de Unidad. El CONAMAQ tiene varios
reparos a las propuestas aprobadas en el foro, decía (Los Tiempos - 2/08/2007).

Además que el CONAMAQ ya venia reiterando sus críticas a la Asamblea Constituyente


intermitentemente desde meses antes. Así, en Chuquisaca las organizaciones indígenas que
seguían de cerca el proceso de la Asamblea Constituyente consideraban que muchas de las
demandas sectoriales presentadas ante el foro habían sido “rechazadas y excluidas de los

83
textos constitucionales”, al denunciar que intereses “político-partidarios” se habrían impuesto
sobre “los intereses de las mayorías populares” (ANF - El Diario 3 de agosto de 2007).

El Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qollasuyu (CONAMAQ) continuaba con sus
críticas a la Asamblea Constituyente, afirmando que la misma era el resultado de un “esfuerzo
de las poblaciones indígenas y originarias”, y que gracias a ellas se había logrado incluir sus
demandas en los informes de comisiones. “Los acuerdos políticos siempre se sobrepusieron a
los intereses populares e incluso a la buena voluntad de nuestros asambleístas orgánicos y a la
de aquellos aliados que se identificaron con la propuesta indígena”, señalaba un documento de
esa organización.

Pero todos estos hechos de antes y después del 6 de agosto fueron parte de una demanda de los
dirigentes indígenas, quienes, advertían con iniciar medidas de presión en caso de que la
Asamblea Constituyente no incluya sus reivindicaciones y termine la constitución hasta antes
del 6 de agosto de 2007, pues, entre las mas pesadas demandas se encontraba esencialmente la
declaratoria de Estado plurinacional (Ibíd.).

De esta manera el bloque indígena planteaba una Constitución plurinacional para Bolivia.
Bajo esa determinación los ayllus del CONAMAQ, se sumaban a la Confederación de
Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) que también conminaban a la Asamblea a que
apruebe una nueva Constitución en grande o caso contrario, forzarían que el foro se declare
desierto y se llame nuevamente a elecciones para elegir nuevos asambleístas indígenas que
recojan las propuestas de los indígenas.

La presión indígena fue radicalizada por parte del CONAMAQ. En la noche, un centenar de
indígenas-originarios llegaron hasta el frontis del Teatro Mariscal armaron una q`oada y
demandaban una nueva Constitución. Pero pidiendo además la introducción de sus propuestas
(Los Tiempos - 4/08/2007).

84
Campesinos del occidente en vigilia en puertas de la sede del foro constitucional, en Sucre.

Fuente: Correo Del Sur - Los Tiempos (4/08/2007).

Así, en el 182 aniversario de la fundación de Bolivia, Morales se encontraba en un momento


dificultoso. El entonces viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha
Llorenti, negaba contingentemente que hubiese existido un distanciamiento con el
CONAMAQ. Llorenti, además calificaba de "tergiversación antojadiza de algunos medios de
comunicación", el hecho de que los dirigentes del CONAMAQ se hayan alejado del Gobierno.
Concluía relativamente que si existía un constante diálogo con estas organizaciones indígenas,
que no buscan problemas con el Ejecutivo, sino que tenían demandas hacia la Constituyente
(Los Tiempos - 6/08/2007).

Días mas tarde, el entonces líder del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(CONAMAQ) Martín Condori señalaba que la petición de mantener a Roberto Aguilar y
rechazar a Lazarte está ligada a la necesidad de continuidad de la Asamblea, puesto que no se
debe poner en suspenso la aplicación de la ley ampliatoria porque interfiere el desarrollo
independiente del magno evento constituyente. Condori extendía su crítica a los actuales
miembros de la directiva de la Asamblea, porque no supieron escuchar el pedido de inclusión,
al margen que el MAS, en la persona del constituyente Roberto Aguilar, soslayaba un aparente
compromiso de defender las propuestas a nivel de las comisiones mixtas y en el proceso de la
plenarias de la Asamblea (ANF - Los Tiempos - 10/08/2007).

Días más tarde el Ejecutivo evaluaba los primeros 18 meses de gestión gubernamental.
Resaltaba que diferentes sectores sociales afines al gubernamental MAS, como la
Confederación de Pueblos Indígenas del oriente Boliviano (CIDOB) y el Consejo Nacional de

85
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), exigieron la renuncia de la mitad del gabinete
porque consideran que no han estado a la "altura de los cambios históricos" (Los Tiempos -
18/08/2007).

Hacia los primeros días del mes de noviembre de aquel año, el Consejo de Ayllus y Marcas
del Qollasuyu (CONAMAQ), organización de los ayllus afirmaban que la Constituyente había
fracasado. Determinaban retirar su apoyo al presidente Evo Morales y darle un tiempo para
que reconduzca “el proceso de cambio”, la gestión de su gobierno y la Asamblea
Constituyente, además responda a las demandas de este sector, de lo contrario, ante el
inminente fracaso del foro constitucional y la falta de cambios, advertían con lanzar su propia
tesis y ejecutar el cambio (Los Tiempos - 1/09/2007).

Por otra parte, los delegados de los 16 pueblos originarios (ayllus) de las tierras altas del país,
descartaban su participación en la cumbre social convocada por el Movimiento Al Socialismo,
para el 10 de septiembre en Sucre, en defensa del Gobierno y la Asamblea Constituyente.
Determinaban también su independencia político-partidaria, y que no se prestarían a ese juego
que tenía por objetivo el defender al partido político del MAS. Estas determinaciones fueron
tomadas por el CONAMAQ en su regional Cochabamba, a la conclusión de su congreso, que
tras tres días de deliberaciones sobre la situación política y social del país, en la Asamblea
Constituyente y otros temas internos.

Justino Leaño, por entonces mallku de la Comisión Asamblea Constituyente, señalaba que el
presidente Evo Morales se ha rodeado de colaboradores nefastos, operadores políticos, que no
permitían una relación directa entre los sectores sociales y los ejecutivos. "Le informan al
Presidente que todo está bien y hay muchas cosas que no están accionando y no se entera el
Presidente. El acuerdo era empujar el carro juntos". "Si continúa esta situación y con estas
actitudes, no cuenta más con nuestro apoyo, eso está claro y tampoco, tenemos con él un
compromiso. Nosotros no somos parte del gobierno, para nada, si hemos ido como alianza, no
hubo más opción", precisaba Leaño (Ibíd.).

Agregaban también los dirigentes del CONAMAQ que no sólo son los partidos tradicionales
los que están entorpeciendo el cambio en el país y el desarrollo de la Asamblea Constituyente,
sino también algunos malos integrantes del MAS, que están en esa tarea y se olvidaron del

86
mandato que les confirieron los pueblos originarios. Así mismo se sugería al presidente Evo
Morales, primero, que haga una revisión al personal en los distintos ministerios, qué gente está
en su gabinete y posteriormente, ver las distantes entidades gubernamentales, pero
"lamentablemente no nos hicieron caso y es esa gente la que está preparándole su propia
trampa, ahora si no se da cuenta, será su fin" señalaban los dirigentes (Los Tiempos -
1/09/2007).

Congreso del Consejo de Ayllus y Marcas del Qollasuyu realizado en Cochabamba.

Fuente: Carlos López - Los Tiempos 1/09/2007.

Un mes después, y en una discusión sobre justicia comunitaria establecida en el seno de la


Asamblea Constituyente, los Indígenas planteaban no eliminar los castigos físicos de su
justicia. Así, la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) y el
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), organizaciones indígenas
aliadas al Movimiento Al Socialismo (MAS), advertían que no estaban dispuestas a modificar
sus "usos y costumbres" para que se adecuen al sistema judicial que se apruebe en la
Constitución Política del Estado que se debate en la Constituyente (Los Tiempos - 1/10/2007).
Específicamente, no atentarían los castigos físicos como los "chicotazos" y golpes, vedados
por las normas universales de derechos humanos. Se resistían a los cambios, es más, la
aprobación de su justicia no fue substancialmente tocada.

Al día siguiente en una reunión llamada y dirigida por la COB se debatía una posición sobre la
crisis política. De esa manera, los representantes reunidos en Sucre, del Consejo de Ayllus y
Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), evaluaban la situación de la Asamblea Constituyente
para tomar una determinación sobre las medidas que adoptarían.

87
Los más de 200 delegados de los pueblos originarios de la región occidental del país debían
emitir al final de su encuentro un pronunciamiento sobre el futuro del cónclave y la gestión
gubernamental (La Prensa–ANF–Los Tiempos 2/10/2007).

Representantes de los ayllus del Qollasuyo - Los Tiempos 2/10/2007.

Estos hechos planteados en las reuniones con otros movimientos sociales fueron
enriquecedores para el CONAMAQ, organización que rechazó la definición de Estado
planteada y manejada en la Asamblea Constituyente por los diferentes partidos y agrupaciones
políticas tradicionales. El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo rechazaba un
pacto firmado por el MAS, UN, ASP, CN y representantes de AS, MNR y MBL por la
definición de un Estado unitario social de derecho plurinacional comunitario, autonómico y
descentralizado, democrático, libre, independiente, soberano e intercultural, por considerar que
va en contra del concepto de Estado plurinacional con control y propiedad de los recursos
naturales para los pueblos indígenas, que había propuesto esta organización. Así mismo dos
asambleístas de AYRA no se sumaban al acuerdo, ya que ambos respondían al CONAMAQ
(Los Tiempos - 20/10/2007).

El año, 2007, terminaba con dos sucesos del que fue parte activa la organización del
CONAMAQ. Por un lado se elegía a un nuevo responsable en el Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA). Donde La Federación de Campesinos de Chuquisaca y el Consejo
Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) proponía por entonces a José Rejas

88
y Vicente Rojas para conducir la Dirección Departamental del (INRA), después de que
Armando Orgaz renunciara a ese cargo. Rejas recibía el respaldo de la Federación Única de
Trabajadores Campesinos y Pueblos Originarios de Chuquisaca (FUTPOCH), mientras que
Rojas era apoyado por el CONAMAQ. Ambos postulantes eran oriundos de Chuquisaca
(Correo del Sur-Los Tiempos- 3/11/2007).

Por otro lado las Organizaciones sociales campesinas e indígenas del país, con el apoyo de
entidades gubernamentales y la Superintendencia de Empresas, presentaban un Anteproyecto
de Ley de Empresas Comunitarias. La propuesta de ley era consensuada entre la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la
Confederación de Pueblos Indígenas y Originarios (CIDOB), el Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qullasuyu, (CONAMAQ) y otros sectores sociales. "El objeto de la presente ley
era de conocer e incorporar a las empresas comunitarias al ámbito de la economía nacional a
través de la formalización ágil y expedita, el fomento en su constitución a nivel nacional y el
incentivo en al ámbito tributario y de comercialización" (Los Tiempos - 14/12/2007).

2008.-

El año 2008 arrastro las complejidades de los años anteriores, así por ejemplo, aunque el
presidente Evo negaba crisis alguna en su partido de gobierno, señalaba por ejemplo, "Una
cosa son las personas y otras las organizaciones como la CSUTCB, Colonizadores, Bartolina
Sisa, CIDOB, CONAMAQ, Maestros, Mineros, y otros tienen todo el derecho a observar pero
mi pedido es que propongan políticas, programas para profundizar el cambio y no solamente
pegas", volvía a cuestionar. "Si hay algún Ministro que no trabaje (que presenten) pruebas,
especialmente en (denuncias de) corrupción", concluía Morales haciendo alusión de manera
indirecta a las organizaciones sociales indígenas como la CIDOB o CONAMAQ (Los
Tiempos - 10/01/2008).

Un mes mas tarde el partido de gobierno (MAS) era cuestionado por los movimientos sociales,
entre ellos CONAMAQ, quienes daban un plazo al Congreso para atender sus demandas,
fijando como fecha limite el 25 de febrero del 2008 (ABI - La Prensa - Los Tiempos -
22/02/2008).

89
Aquellos movimientos centraron su atención en Contra los estatutos cruceños, que tenían a
juicio de estos movimientos, la intención de segmentar y dividir el país. De esta manera se dio
a conocer el ultimátum de los movimientos sociales que fueron respaldados, además, por la
Confederación Nacional de Gremiales (CNGB), la Federación Nacional de Mujeres
Campesinas Bartolina Sisa, la Confederación de Maestros Rurales, el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), la Confederación de Rentistas y Jubilados, la
Confederación de Panificadoras y la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB)
(Ibíd.).

A esta red de conflictos se sumaron también los Empresarios y agravaban aun más la crisis
política con relación a los denominados movimientos sociales. Precisamente, se entraba en un
escenario de polarización en el país, por un lado los empresarios que reunidos en congreso en
La Paz, determinaban respaldar el proceso autonomista iniciado en varias regiones
particularmente de la llamada media luna82 como factor de "unión" y de "progreso", en un país
que "estaba en peligro" por la "disgregación nacional", que atribuyan al des-gobierno de Evo
Morales (Los Tiempos - 17/04/2008). Por otro lado, los movimientos sociales también
endurecían sus acciones. En contraposición ante la situación que vivía el país, los
movimientos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) como el “pacto de unidad” dieron
un giro y endurecieron su posición al anunciar marchas y resistencia a la consulta en la capital
oriental, en todo caso amenazaban con tomar Santa Cruz. Amenaza que probablemente
inducía a una confrontación latente a nivel ideológico-discursivo como también político y
territorial, y que salvo muchas circunstancias no se logró dar. Pero cuando faltaban 17 días
para el referendo del 4 de mayo, el clima de tensión aumentaba, pues las Seis Federaciones de
los cocaleros, la Central Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB), la Central de Pueblos
Étnicos de Santa Cruz (CEPES) y apoyados por el CONAMAQ y la Central Obrera Boliviana
(COB) anunciaban "por separado" su decisión de rechazar la consulta en las calles y marchar
hacia Santa Cruz.

82
La media luna en Bolivia fue manejada de manera discursiva para designar a la region que aglutinaba
geopolíticamente a los departamentos del oriente y amazonia Bolivia, es decir, a Pando, Beni, Santa Cruz y
parcialmente Tarija.

90
Frente al riesgo de enfrentamientos, que si empezaba, desembocaría en una inevitable guerra
civil, el Gobierno había decidido, una semana antes, llamar a los cruceños a no participar del
referéndum por considerarlo una simple "encuesta". En el mismo sentido, los indígenas de la
organización "ponchos rojos" y la Confederación Nacional de Marcas y Ayllus de Qullasuyo
(CONAMAQ) definirían una posición, como organización, con sus bases.

El desafío, además, surgía 24 horas después de que el secretario político de la Organización de


Estados Americanos (OEA), entonces Dante Caputo, alertara que la situación boliviana era
muy grave y que existía cierto riesgo de que la tensión y la controversia se transformen en
enfrentamientos con posibilidad de una guerra, con graves riesgos para la democracia en la
región (Los Tiempos - 17/04/2008).

Sin más, aquella situación tensa quedo congelada. Aunque existieron ciertas vicisitudes y
secuelas meses más tarde y en contra-respuesta a la media luna, el CONAMAQ en
coordinación con otras organizaciones marchaba exigiendo las denominadas autonomías
indígenas. De esta manera el:

El Consejo de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) comenzó ayer una marcha de protesta
desde la población de Patacamaya hacia la sede de gobierno, en demanda de la consolidación de la
Autonomía Indígena mediante Decreto Supremo.
Desde las primeras horas de ayer empezaron a concentrarse las autoridades indígenas de Ayllus y
Marcas de Potosí para trasladarse hasta la localidad de Copacabana, donde los originarios de otras
regiones del país, a la cabeza de Elías Quelca, Jiliri Apu Mallku de Conamaq, aún esperan la llegada de
sus afiliados, según informó la red Erbol.
El mallku de Tierra y Territorio de Conamaq, Francisco Machaca, dijo que se trasladarán hasta la ciudad
de La Paz exigiendo el cumplimiento de sus demandas como el respeto a los convenios internacionales y
la aprobación y consolidación de la Autonomía Indígena en el país.
"Pediremos al Ejecutivo y Legislativo que ahora también que nuestras autonomías sean visibles porque
nosotros siempre hemos vivido en autonomía y autodeterminación hace miles de años por eso queremos
que conozca el mundo, ahora parecen autonomías departamentales y eso no puede ser", manifestó
Machaca (Los Tiempos - 29/04/2008).

Después de aquellos acontecimientos sugestivos para cualquier análisis de coyuntura, los


movimientos cívicos y los agentes del gobierno se cerraban en sus posiciones y alistaban
acciones inmediatas.
Los cívicos que formaban parte del Consejo Nacional Democrático (CONALDE83) no
descartaban asumir protestas radicales como la toma de instituciones públicas. Así el

83
CONALDE: Siglas que quieren decir Consejo Nacional Democrático que en palabras de Noemí Bautista
Villegas (2012) surgio a partir de la capacidad organizativa de los comités civicos, asi como tambien de la

91
presidente cívico cruceño, Rubén Costas, afirmaba que el federalismo "no es un golpe de
estado", como señaló el presidente Evo Morales, quien tildaba de "golpe civil" el intento de
toma del Comando Departamental de la Policía en la ciudad de Santa Cruz el 18 de agosto.

En contraposición el Primer Mandatario confirmaba que estaba en camino la promulgación de


un "paquetazo" de decretos supremos para convocar a referendos para la aprobación de la
nueva Constitución Política y otros para dirimir temas como tierra, autonomías
departamentales y reelección presidencial.

Estas posiciones un tanto in concensuadas fueron confirmadas por los principales dirigentes de
los sectores sociales afines al Gobierno que se reunían en Cochabamba, con la presencia del
presidente Morales. El principal ejecutivo, en aquel tiempo, de los productores de coca del
trópico de Cochabamba y dirigente departamental del MAS, Julio Salazar, sostenían que "sí o
sí" este año deberá aprobarse el proyecto de Constitución y en esta reunión se verá la forma de
hacerlo, ya sea por convocatoria a referéndum o por decreto. Además del encuentro
participaban todas las organizaciones que conformaban por entonces la Coordinadora
Nacional para el Cambio (CONALCAM84), campesinos, cocaleros, colonizadores, CIDOB,
CONAMAQ, gremiales, magisterio rural, transporte libre, rentistas, entre algunos, afirmaba la
dirigencia de las mujeres campesinas de entonces, Leonilda Zurita (Los Tiempos -
22/08/2008).

Por tanto, y para cumplir el objetivo de concluir aquella Asamblea Constituyente tan dilatada
por los grupos polarizados, se decidió intentar instalar nuevamente las mesas de trabajo a
pesar de aquellas crudas discrepancias. De manera que los movimientos sociales se afiancen
otra ves hegemónicamente, y que la CPE sea dispuesta por ellos, donde no se movería ni una
coma.

autoridad departamental de los prefectos elegidos por voto directo que tenian, tanto, legitimidad como legalidad;
asi mismo por los resultados del SI por la autonimia; como tambien por las diferencias politico-partidarias (2012:
159).
84
CONALCAM: Coordinadora Nacional para el Cambio, bajo el estudio de Nelba Fuertes Sanchez esta
institución fue fundada el 23 de enero de 2007 bajo el auspicio del gobierno del MAS, en la ciudad de La Paz, en
donde se concensuo con alrededor de 16 representantes de los diferentes movimientos sociales del pais,
miembros de la Asamblea Constituyente, como tambien por algunos agentes del Poder Legislativo (2012: 178).

92
Así, y enterados de la propuesta del gobierno de revisar el proyecto de Constitución Política
del Estado y el capítulo referido a las autonomías, para compatibilizar con el proyecto de los
prefectos opositores, los dirigentes de los pueblos originarios de tierras altas, al mando del
CONAMAQ, advertían a todo el país con movilizarse si se mueve una coma del proyecto
constitucional aprobado en Oruro.

Representantes del CONAMAQ, que se encontraban en Cochabamba, se declaraban,


inmediatamente, en emergencia y amenazaban con movilizarse inmediatamente, hasta la sede
del encuentro entre gobierno y prefecto para protestar y rechazar ese acuerdo (Los Tiempos -
19/09/2008).

Al día siguiente el Gobierno seguía cediendo en revisar sólo el capítulo de las autonomías,
pero algunas posiciones radicales de los originarios que defendían aquella propuesta en bruto
de CPE a capa y espada nuevamente se resistían a un cambio en la misma. Así por ejemplo y
con relación a aquella situación la prensa señalaba:

Autoridades del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (Conamaq) advirtieron que no
permitirán la modificación de una sola coma del proyecto de Constitución Política del Estado aprobado
por la Asamblea Constituyente en Oruro en diciembre del año pasado.
Advirtieron que de procederse a la modificación de cualquiera de los capítulos o artículos de ese
proyecto, como se acordó hacerlo entre el Gobierno y los prefectos de la oposición en el marco del
diálogo que iniciaron el jueves, todos los suyos se movilizarán.

Fabio Calcachuina, mallku del Conamaq, informó que le pidieron por escrito al Ministro de Desarrollo
Agropecuario participar del diálogo y seguir los acuerdos, pero que hasta ayer, no recibieron respuesta
alguna (Los Tiempos - 20/09/2008).

Así mismo, aquella posición fue apoyada por otros movimientos y Sectores sociales que
exigían diálogo y, a la vez demandaban la renuncia del prefecto Costas al ser acusado de
sedicioso. Con relación a este hecho el presidente Evo Morales señalaba:

He recibido una carta de los movimientos sociales, de la CIDOB, colonizadores, bartolinas, campesinos
y CONAMAQ que quieren participar y para mí son bienvenidos, pero se harán las consultas con los
prefectos , dijo el Presidente, quien explicó que los líderes regionales no aceptaron ni siquiera la
presencia de los parlamentarios y alcaldes en esta negociación. Fue casi una imposición que ellos
participen, porque el tema económico también está en manos de las alcaldías. Felizmente ya están
participando. Morales también explicó su apoyo a la inclusión de estos sectores en el proceso de diálogo,
debido a que el movimiento indígena, campesino y colonizador, junto a otros sectores como los mineros
y los obreros, aceptaron compatibilizar los artículos que están en el capítulo de autonomías en la nueva
Constitución (Los Tiempos - 21/09/2008).

93
Este año 2008 concluía con el octavo cerco al Congreso, que con la presencia de observadores
internacionales y una posición sólida frente a la imposibilidad de modificar el texto
constitucional aprobado en la última sesión de la Asamblea Constituyente en Oruro, se
reiniciaba la negociación parlamentaria, en la cual el MAS quería convocar a una sesión en la
que se iba a poner fecha a la realización de la consulta popular para aprobar la nueva Carta
Magna (Los Tiempos - 13/10/2008).

Los sectores sociales que protagonizaban la medida de presión empezaron a movilizarse


conjuntamente sus afiliados para que lleguen temprano a Caracollo y partan desde allí, rumbo
a la plaza Murillo, encabezados por el presidente Evo Morales, según se confirmaba desde el
ministerio de comunicación y el Palacio de Gobierno. Al igual que ellos, también viajaron las
organizaciones sociales afiliadas a la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa,
también los miembros de la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSTUCB), los colonizadores del Chapare (ahora interculturales) y los regantes. El
CONAMAQ con su filial en La Paz, los cocaleros de los yungas, los ponchos rojos de
Achacachi, la Fejuve y la COR alteña, también ratificaban su participación, igual que los
indígenas del oriente boliviano encabezados por la CIDOB (Ibíd.). Así, la presión fue
inminente, las organizaciones que de observadores habían pasado a la acción, terminaban con
un triunfo decisivo, durante aquella semana.

2009.- Una NCPE.

El 2009 fue sin lugar a dudas el año de muchos saldos estatales cumplidos, uno de ellos por
ejemplo, la Asamblea Constituyente, concluiría mediado por un Referéndum que iba a aprobar
una Nueva Constitución Política del Estado.
La noticia no solo fue local, tuvo serias implicancias sociales a nivel externo, así por ejemplo
un medio informativo digital brasileño señalaba que en Bolivia los “Pueblos Indígenas”
votaban por el SÍ a la nueva Constitución (Adital 20/01/09). La Coordinadora Andina de
Organizaciones Indígenas (CAOI), informaba también al mundo sobre el hecho, y señalaba lo
que sigue:

En defensa del proceso boliviano.- Bolivia, nuestro Qullasuyu, vive un momento crucial en su historia,
llevando adelante un proceso de cambios en el que la defensa de su soberanía y el reconocimiento de su
condición de país plurinacional marcan el rumbo hacia el futuro.

94
Por la osadía de ejercer su derecho a decidir su propio destino, el pueblo boliviano ha sido acosado por
una brutal arremetida de la oligarquía nacional aliada con el imperialismo norteamericano, con una
campaña criminal y racista que despertó desde sus inicios la más amplia solidaridad internacional, cuyo
punto culminante fue el Encuentro Internacional de Solidaridad reunido en Santa Cruz en octubre
pasado. Ahora está a punto de dar el siguiente paso: la ratificación por el voto popular de la nueva
Constitución Política del Estado, en el Referéndum del domingo 25 de enero. Una Constitución que, por
primera vez en la historia boliviana y del continente, promueve los derechos de los pueblos indígenas.

El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu, CONAMAQ, acordó en su Mara Tantachawi
(La Paz, 15 al 17 de diciembre del 2008) votar por el SÍ a la nueva Constitución en el Referéndum. Las
organizaciones CSUTCB, Bartolina Sisa, CIDOB, entre otras, también apuestan por este cambio.
La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, CAOI es consciente de la responsabilidad de los
Pueblos Indígenas con el futuro de Bolivia, en el que se juega el futuro de todo el continente. Porque el
proceso boliviano demuestra que el cambio es posible si el pueblo es parte de él y está organizado para
defenderlo. Cada uno de nuestros países vivirá su propio proceso, con sus particularidades, pero con el
ejemplo de unidad y decisión que hoy caracterizan a Bolivia.
Los Pueblos Indígenas respaldamos el proceso boliviano y apoyamos el voto por el SÍ en el Referéndum
Constitucional, sin renunciar a nuestra autonomía política y organizativa. Por el contrario, lo hacemos
renovando nuestro compromiso de mantenernos vigilantes y fuertes para que los cambios que contiene la
nueva Constitución se plasmen en la realidad con la participación de los ayllus, marcas y las
organizaciones sociales de ese país en la elaboración y debate de las leyes de desarrollo constitucional y
en las instancias que ellas creen para materializar los cambios.
Los reales cambios se iniciarán después de esta aprobación constitucional y la reglamentación de la
nueva Carta Magna en la legislación interna, el cumplimiento de los tratados internacionales y el
ejercicio de una democracia participativa, con respeto a la equidad y sin exclusiones. En ello se sustenta
nuestro respaldo al proceso en el Qullasuyu.

Lima, 16 de enero de 2009.

Miguel Palacín Quispe


Coordinador General CAOI - COORDINADORA ANDINA DE ORGANIZACIONES INDÍGENAS -
Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina. .

Esta muestra de interés, nos hace ver que las organizaciones y los procesos sociales de los
estados en esta región del continente no estaban aislados, más bien existían expectativas y en
muchos casos una vigilancia permanente, ya sea para apoyar o criticar los procesos de
transformación política, social y económica en los actuales estados del continente.

95
Representantes de grupos indígenas de Bolivia desfilaban el 7 de febrero de 2009 en El Alto, luego de la
promulgación de la nueva Constitución Política del Estado. - La Prensa-Los Tiempos (11/02/2009).

Después de aprobada la nueva constitución para Bolivia en enero de 2009, inmediatamente los
movimientos Indígenas ambicionaban más de 15 escaños para la reluciente “Asamblea
Legislativa Plurinacional”. Así pues los Sectores indígenas afianzados al gobierno del MAS
por entonces; la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y el Consejo
Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyu (CONAMAQ), reaccionaron molestos al enterarse
de que el gobierno incluía solamente 15 escaños para el sector indígena-originario en su
propuesta de Ley Electoral que remitía al Congreso Nacional.

"Esta propuesta no ha sido recibida con agrado por los pueblos indígenas, creemos que existen
enemigos del Gobierno, nos han madrugado y traicionado con esta propuesta", sostenía Pedro
Nuny, por entonces vicepresidente de la CIDOB; Y el Jiliri Apu Mallku del CONAMAQ,
Elías Quelca, a tiempo de expresar su molestia por el tema de las circunscripciones indígenas,
denunciaba que su sector no fue convocado por el Gobierno para tratar este asunto. "No nos
han convocado, eso es raro con el hermano Evo, siempre aportábamos pero sobre este tema no
nos dijo nada", enfatizaba el líder de los pueblos originarios de tierras altas (La Prensa-Los
Tiempos 11/02/2009).

Así las organizaciones indígenas, tanto la CIDOB y el CONAMAQ rechazaban la propuesta


sobre la distribución in equitativa de los escaños parlamentarios y afirmaban que existían
enemigos internos dentro del mismo Gobierno.

96
Concretamente exigían 34 escaños indígenas a la cabeza de la CIDOB. La organización al
igual que el CONAMAQ desconocían el proyecto de Ley Transitorio de Régimen Electoral
presentado por el Jefe de Estado representando al MAS al Congreso Nacional. Mas bien estas
organizaciones según la prensa, alistaban su propia propuesta, que consistía en 34 curules para
los pueblos indígenas en la Asamblea Legislativa.

El descontento de los indígenas y originarios se ahondaba al no recibir respuesta, mas aún,


después de que la Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (CPESC) anunciaba que no
asistiría a ninguna convocatoria del presidente Morales, en protesta por la decisión del
Gobierno de imponer sólo 15 escaños especiales; sin embargo, también se conocía por fuentes
cercanas al Poder Ejecutivo que no habría un encuentro del Jefe de Estado con la CIDOB (La
Prensa-Los Tiempos 12/02/2009).

La Nueva Constitución, que había sido promulgada algunos días antes, señalaba que los
pueblos indígenas originarios y campesinos deberían tener representación en la
Asamblea. Este principio que estaba siendo atentado, fue el detonante de las más duras críticas
al MAS por parte de la CIDOB y el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyu
(CONAMAQ). Que desde el altercado expresaban desilusionados que fueron traicionados por
el Gobierno, que se había comprometido a consensuar esa norma antes de que fuera remitida
al Congreso. Y según Erbol, el presidente de CPESC señalaba que como medida de protesta
por la “traición” del Gobierno decidían no participar en los encuentros convocados por el
partido de gobierno.

Sin embargo el conflicto indígenas andinos-amazónicos contra el gobierno no quedó allí, los
indígenas demandaban, ahora radicalmente, más escaños en el Legislativo. Las
Organizaciones indígenas pedían más escaños en la futura Asamblea Plurinacional de los que
había propuesto el presidente Evo Morales en un proyecto de ley enviado al Congreso. Así el
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ) planteó 24 escaños: 11
para las tierras altas y 13 para los indígenas de tierras bajas en una propuesta propia entregada
al Legislativo. A su vez, la Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB)
propuso 18 escaños. En cambio el presidente Morales solo sugería 15 (AP-Los Tiempos
14/02/2009).

97
Por otro lado los medios de comunicación escrita señalaban que el -Gobierno a la cabeza del
presidente Evo Morales-, otra ves relucía su despotismo, al no consultar con nadie, menos con
las mismas organizaciones andinas-amazónicas, -sobre la designación de los escaños
indígenas-. La propuesta del gobierno del presidente Evo Morales no realizaba las
aclaraciones políticas, sociales y colectivas para plantear la división de escaños a favor de los
sectores indígenas, incluidos en la nueva Constitución Política del Estado. Así lamentaba el
entonces subjefe del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Diputados Jorge
Silva. Quien sabía que el Órgano Ejecutivo había elaborado de forma "unilateral" un proyecto
de Ley del nuevo Régimen Electoral, por el que se designaba sin consulta, menos aun un
consenso, de 15 escaños parlamentarios para los 36 pueblos indígenas que reconocía la nueva
Carta Magna (ANF-Los Tiempos 16/02/2009).

Ante estos hechos arbitrarios los movimientos sociales, que tampoco fueron consultados,
expresaban su disconformidad por considerar que esos 15 escaños no eran suficientes para
lograr una representatividad en el Parlamento Plurinacional. Mientras la Confederación de
Pueblos Indígenas del Oriente (CIDOB) exigía 18 escaños, el Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) también se pronunció demandando 24 escaños. Para
atenuar los ánimos Jorge Silva señalaba que -será necesario analizar los fundamentos de la
propuesta de la CIDOB, el CONAMAQ, la CONALCAM para fundamentar la creación de 15,
18 o 24 escaños-. "Es un tema central que dará mucho que hablar los siguientes días el debate
estará en la definición de la nación originaria en base al artículo 30 de la Constitución Política
del Estado (CPE)". Cuestión que se dilató exageradamente, para después no cambiar nada
(Ibíd.).

Esto obligó nuevamente a que los indígenas reclamaran, también, cuotas en la Cámara de
Senadores. Así los pueblos indígenas de tierras altas y bajas, que formaban parte de una
alianza CONAMAQ-CIDOB, no se conformaban con tener cuotas mínimas en la Cámara de
Diputados, exigían también escaños en la Cámara de Senadores, aunque la nueva Constitución
Política del Estado (CPE) proponía un mínimo “cupo indígena” en el Senado. Pues en la
norma existía un vacío con relación a los pueblos indígenas, ya que la nueva Constitución en
su artículo 148 establecía que el Senado estaría conformado solo por 36 miembros. Cada

98
departamento tendría cuatro senadores, pero no se reconocía, ni existía la figura de los pueblos
indígenas.

De acuerdo a la propuesta de entonces hecha por el CONAMAQ, en las listas de los cuatro
candidatos a senadores por lo menos uno debía representar a los pueblos indígenas y por
razones de minoría poblacional debería también estar en el primer o segundo escaño. La
propuesta de la CIDOB, en tanto, planteaba una senaduría, pero sólo “en caso de que la
votación correspondiente a los cupos indígena originario campesinos para Diputados, a nivel
departamental, sea superior a la obtenida por una fuerza política para el cuarto senador” (La
Prensa - Los Tiempos - 17/02/2009).

Ambas organizaciones mantenían sus diferencias en el número de asambleístas en diputados.


El Consejo de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) no cedía de los 24 que debían ser
elegidos mediante circunscripciones especiales y los indígenas del oriente (CIDOB)
planteaban 18 escaños. Asimismo, el Gobierno se remitía a viabilizar la creación de 15
circunscripciones especiales para los pueblos indígenas (Ibíd.).

Por tanto los pueblos indígenas de Bolivia a la cabeza del Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) y la CIDOB en sus propuestas para el proyecto de Ley
Transitoria de Régimen Electoral contemplaban a las siguientes naciones indígenas que viven
tanto en el occidente como oriente del país: Karangas, Killakas, Asanajaqi, Charcas, Qhara
Qhara, Chichas, Suras, Pakajaqi, Uru, Qollas, Larikaja, Kallawayas, Yampara, Chuwis,
Umasuyus y los afros. La Confederación de Pueblos Indígenas del oriente de Bolivia
(CIDOB) en su propuesta mencionaba a los siguientes pueblos indígenas: Chiquitano, Ayoreo,
Guarano, Guaraní, Yuracaré Mojeño, Tacana, Leco, Araona, Mosetén, Weehayek, Tapiete,
Yaminagua, Machineri, Tacana, Esse ejja, Cavineño, Yuracaré, Yuqui, Chácobo, Pacawara,
Tshimane, Movima, Canichana, Sirionó, Itonama, Bauré, Moré, Cayubaba, Juaquiniano,
Maropa, Guarasuwe (La Prensa-Los Tiempos 17/02/2009).

En respuesta a las demandas andinas y amazónicas, García Linera explicaba indiscutiblemente


que no había tiempo suficiente para modificar, en la Cámara de Senadores al proyecto de Ley
de Régimen Electoral presentado por el Ejecutivo. Explicaba en principio que la Comisión de
Constitución, Justicia y Policía Judicial de Diputados hizo un equilibrio de las cinco

99
propuestas planteadas al Legislativo por el Ejecutivo. También hacia conocer esto al Consejo
Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), la Confederación Indígena del
Oriente Boliviano (CIDOB), Corte Nacional Electoral (CNE), Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR), Unidad Nacional (UN) y la Coordinadora de la Mujer (ANF-Los
Tiempos 4/03/2009).

La distribución de los escaños para los pueblos indígenas seria, en palabras de García Linera,
el tema central del debate toda vez que las organizaciones que representan a los pueblos
indígenas, quienes observaron la decisión de crear 14 circunscripciones especiales, sin tomar
en cuenta el pedido del CONAMAQ que propone 24 escaños y la CIDOB que exige 18
circunscripciones especiales (Ibíd.). Así entonces, y con estas palabras sugestivas del
vicepresidente, se calificaban como políticamente inviables las demandas de la CIDOB y del
CONAMAQ. Pues El proyecto de Régimen Electoral, aprobado por la entonces Comisión de
Constitución de la Cámara de Diputados establecía que “por esa única vez, y para fines de los
alcances de esta ley y en atención a que el último Censo Nacional de Población y Vivienda
efectuado en el año 2001”, la cantidad de circunscripciones especiales indígena originario
campesinas, eran de 14 (7 /03/ 2009).

El secretario del Comité de Ministerio Público, en aquel momento Jorge Silva, explicaba y
confirmaba que los escaños especiales que proponía la Confederación Nacional de Marcas del
Qollasuyo (CONAMAQ) y la Confederación Indígena de Pueblos Originarios de Bolivia
(CIDOB) a la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, eran políticamente
inviables, aunque reconocía que podían ser legítimas (Ibíd.).

“Ojalá que los compañeros del CIDOB y del CONAMAQ lo entiendan. Para nosotros hubiese sido ideal
poner 36 circunscripciones especiales, que es una demanda legítima; pero, políticamente, es inviable
porque la oposición ve en cada circunscripción especial un enemigo, un diputado afín al proyecto
político adverso a la oposición, por lo tanto, era inviable que en el Senado puedan atender un proyecto
de ley con 36 ó 24 circunscripciones especiales”, subrayó Silva (Los Tiempos 7 /03/ 2009).

Una ves pasado el temblor político en Bolivia, entre Indígenas y gobierno. Hacia una semana
después, se sabia por medio de una nota de prensa que Mujeres elaboraban un plan común
para los diferentes movimientos y organizaciones. Así las representantes de la Confederación
Sindical de Mujeres Campesinas “Bartolina Sisa”, las Seis Federaciones Cocaleras, el Consejo
Nacional de Marcas y Ayllus el Qollasuyo (CONAMAQ), las trabajadoras del Plan Nacional

100
de Empleo (PLANE) y de la Plataforma de Mujeres por la Ciudanía y la Equidad, se reunieron
durante dos días para redactar un Plan Estratégico de la Dirección de Género, además de la
promoción de un movimiento de mujeres plural basado en alianzas y agendas comunes. El
evento buscó construir el plan estratégico departamental, para este sector de la población, a
base del Plan Nacional para la Mujer y la Igualdad de Oportunidades, que fue lanzado por el
Viceministerio de Género y Asuntos Generacionales, dependiente del Ministerio de Justicia,
en el día internacional de la mujer (Los Tiempos - 14/03/2009).

Así mismo otra noticia un poco mas conciliadora se mostraba en La Paz donde Prefectura y
CONAMAQ unirían esfuerzos por los niños de las provincias. Así El programa de Atención a
Niños y Niñas menores de seis años de edad (PAN), del Servicio Departamental de Gestión
Social de la Prefectura de La Paz, en coordinación con el Consejo Nacional de Allyus y
Marcas del Qollasuyu (CONAMAQ), mediante acuerdo firmado entre ambas instituciones,
buscaba llegar a las 20 provincias del departamento, a través de la apertura de Centros
Infantiles, que coadyuven a la educación inicial, de los más pequeños. La finalidad del
acuerdo firmado era establecer una relación de cooperación entre las partes involucradas, a
objeto de garantizar la continuidad de la prestación de los servicios de atención integral en
educación inicial, salud, nutrición y protección a los niños y niñas menores de seis años del
departamento, mediante la apertura de centros infantiles o recuperación y transferencia de
activos fijos existentes en centros infantiles cerrados (El Diario 15 /03/ 2009).

Pero el tema de los Escaños indígenas regresaba al tapete de discusión, con una nota de prensa
hecha a Carlos Hugo Laruta - Periodista Invitado de Los Tiempos, quien en una entrevista el
16 de marzo de 2009. Señalaba lo que sigue:

El primer instrumento legal nacional, que sería materialización de lo que el oficialismo impuso, se
llamará Estado "Plurinacional", será al parecer la Ley Electoral que regiría los eventos previstos
constitucionalmente para diciembre de 2009 (elección de Presidente, "Vice", senadores y diputados) y
abril de 2010 (gobernadores departamentales, asambleas, alcaldes y concejos).
El Poder Ejecutivo tomó la iniciativa y envió al Congreso un primer proyecto, al que luego se le
sumaron varios otros de la oposición (de Podemos y Unidad Nacional). Uno de los aspectos centrales de
dicho proyecto es el establecimiento de escaños para los pueblos indígenas. El MAS propuso que sean
15 de 130 escaños de diputados, Podemos evolucionó desde tres hasta ocho escaños, UN estableció
nueve escaños, y expresando su descontento, Cidob exigió aumentar a 18 y Conamaq, a 24 escaños.
Más allá de los números, que son indudablemente importantes, la trabazón actual en el debate evidencia
dos aspectos de un debate que lamentablemente no se completó en la Asamblea Constituyente. Los dos
temas son a) ¿qué significado real tiene la existencia de dichos escaños indígenas? y b) ¿cuál el sustento
filosófico de su existencia? Su respuesta permite un perfil inicial del tal Estado "Plurinacional".

101
Aunque no se dice en el texto constitucional aprobado que son 36 las "naciones y pueblos indígena
originario campesinos" (Npioc), sino sólo se mencionan sus idiomas, se sobreentiende por ello que son
36. Una presencia real y mecánica de ellas, sin tomar en cuenta su número poblacional, implicaría 36
escaños especiales. Pero ya un primer tamiz de la existencia real de dichas Npioc las reduciría muy
notablemente, pues para el caso del departamento de La Paz, y según el censo de 2001, donde dicho sea
de paso no se consideró a los afrodescendientes, los tacanas son 1.438, los lecos son 2.400, los
mosetenes son 701, los araonas son 76, y los urus son 65 personas. Toda esa población sumada no se
aproxima siquiera a la circunscripción urbana Nº 7 de la ciudad de La Paz y la circunscripción gigante
Nº 15 de El Alto, con más de 80 mil y 140 mil potenciales votantes, respectivamente. Una diferencia
notable.
En cuanto a lo filosófico, sólo desde la discriminación positiva a favor de las Npioc, a través de la
medida especial llamada escaños indígenas, puede sustentarse tal grado de contradicción entre su
número y su representación congresal. Pero esta discriminación sólo es aceptable si su medida operativa
no genera desigualdad básica respecto del resto de la población (indígenas urbanos, mestizos y clase
media) y, es demostrable con el ejemplo de La Paz, que genera una desigualdad básica muy
significativa. También dicha medida especial sólo tiene legitimidad si la norma señala tiempos y
condiciones para su descontinuación, pues ninguna medida de discriminación positiva es de largo plazo.
Esto tampoco está presente en el proyecto de ley del oficialismo.
Más allá de los problemas técnicos y operativos sobre los escaños indígenas, la delimitación de las
circunscripciones especiales, del grado de etnicidad de las personas y de los acuerdos para el
nombramiento de un solo candidato entre pueblos indígenas diferentes, y a momentos confrontados, con
esta primera medida de existencia real del Estado "Plurinacional" estamos viendo la verdadera y real
existencia de eso que con un nombre exagerado se ha llamado "Naciones y Pueblos campesinos,
indígenas y originarios". Veremos en qué concluye el debate en el Congreso al respecto (Los Tiempos
16/03/2009).

Por otro lado, con relación a la Ley Electoral que se encontraba en discusión por aquel tiempo,
el CONAMAQ ya no pedía más escaños y la CIDOB entraba en una fase de división. EL
Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyo (CONAMAQ) retrocedía en su pedido de
24 escaños y apuntaba que esperaría hasta que la Ley de Régimen Electoral transitoria sea
aprobada, en tanto que la Confederación Indígena de Pueblos del Oriente (CIDOB) tenia en su
interior como organización, algunas posiciones encontradas que dificultaban unidad en su
demanda (El Diario - ANF 19 /03/ 2009).

El líder de la CONAMAQ, por entonces Elías Quelca, señalaba por entonces que ya no
exigirán más escaños y aseguraba que se limitarían a esperar la respuesta del Congreso
Nacional, que aprobaría esta ley transitoria “según su conciencia”, para otorgarles el número
de escaños que vean por conveniente. Los representantes indígenas estuvieron presentes en la
Comisión de Constitución del Senado Nacional, que continuaban las consultas con diferentes
sectores políticos y sociales del país, para lograr una Ley de Régimen Electoral consensuada y
con cambios de fondo en relación a la norma que fue aprobada por Diputados.

102
En tanto la postulación y acreditación del proyecto de Ley de Régimen Electoral era aprobado
en Diputados, planteaba en el parágrafo sexto del articulo 31 que: “La postulación de
candidatos en las circunscripciones especiales indígena originario campesinas, seria realizado
únicamente por las organizaciones de cada pueblo indígena originario acreditado por la
Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) o el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ) y la Confederación Sindical Única de
Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), según corresponda…”, aspecto que fue
rechazado por los senadores de oposición pero también por algunos representantes indígenas
de tierras bajas que desconocieron la representación de dichas organizaciones (Ibíd.).

Ante estos hechos algunas partes de los grupos indígenas se sentían discriminados, ante todo
los dirigentes de la CIDOB, que se distanciaban del Movimiento al Socialismo (MAS), por
ende del Gobierno. Pues la CIDOB como el Consejo de Ayllus y Marcas de Qullasuyu
(CONAMAQ) aun reclamaba una mayor participación de las naciones originarias, que por
ahora estaban rotundamente distanciados (Los Tiempos - 25/03/2009).

Aquel conflicto -electoral en el congreso-, históricamente quedó como un antecedente que, de


por si, involucraba a dos organizaciones indígenas-originarias (CIDOB-CONAMAQ) no
sindicales, que pretendieron mayor inclusividad en la estructura estatal. Pero lo único que
lograron, fue nada en lo absoluto, solo sentar un precedente de lucha. Así también fue
entendida por la prensa escrita que veía cronológicamente el conflicto electoral en el congreso,
y a partir de esta cronología de los hechos mostraba lo que sigue:

09 de febrero. El presidente de la República, Evo Morales Aima, envía al Congreso Nacional el proyecto
de ley sobre el nuevo régimen electoral para convocar a los comicios generales del próximo 6 de
diciembre y que regula, entre otros, la creación de las circunscripciones especiales. El Congreso tiene 60
días para la aprobación de la norma, según la cláusula primera de las disposiciones transitorias de la
nueva Constitución Política del Estado (CPE). De no aprobarse en 60 días, es decir, hasta el 8 de abril,
el Congreso perderá competencia para aprobar esta Ley, advertía el Jefe de Estado.
10 de febrero. La CIDOB y la CONAMAQ rechazan la propuesta electoral del Gobierno por contener
sólo 15 escaños para representantes indígenas.
2 de marzo. La CIDOB y la CONAMAQ solicitan al Congreso Nacional 29 escaños para los
representantes indígenas. La CIDOB demanda 17 escaños y la CONAMAQ 12.
4 de marzo. La Cámara de Diputados aprueba el proyecto de Ley de Reforma Electoral Transitorio. El
proyecto es remitido a la Comisión de Constitución de la Cámara de Senadores.
12 de marzo. La Comisión de Constitución de la Cámara Alta fija un rol de audiencias para analizar el
proyecto de Ley Electoral. La comisión observa que la Ley de Diputados privilegia a la CIDOB,
CONAMAQ y Csutcb con el monopolio de las circunscripciones especiales y objetan el voto de
ciudadanos bolivianos en el exterior. Los movimientos sociales anuncian cerco al Congreso.
16 de marzo. La Comisión de Constitución inicia las audiencias de evaluación. El lunes 16 de marzo

103
visitan la comisión el ex vocal de la CNE, Jorge Lazarte; el ex magistrado del TC, Antonio Rivera y el
analista político Marcelo Varnoux. Un día después, José Luís Exeni, titular de la CNE es interrogado por
la comisión. El 18 de marzo, el turno es de la Asociación de Municipalidades de Santa Cruz (Amdecruz)
y los Pueblos Indígenas. El viernes 20, la comisión recibe la visita de delegados prefecturales de Santa
Cruz, Beni, Tarija Cochabamba, Chuquisaca y Oruro.
30 de marzo. Los movimientos sociales afines al Gobierno, como la CSUTSB, confirman el inicio de
movilizaciones y cerco al Congreso Nacional a partir del primero de abril.
1 de abril. La Comisión de Constitución del Senado, con ausencia del oficialismo, aprueba el informe
final de esa instancia donde se plantea la modificación del proyecto original. El presidente de la
Comisión, Luís Vásquez, afirma que la redacción del informe tiene como base tres observaciones
puntuales: Trasgresión de la nueva CPE; desproporcionalidad del sistema electoral; y, aspectos
institucionales.
2 de abril. Tras siete horas de debate, el Senado Nacional rechaza el proyecto electoral aprobado en la
Cámara de Diputados. En su lugar aprueba el proyecto modificado transitorio de régimen electoral. Los
dos proyectos de ley son remitidos a la Cámara de Diputados.
6 de abril. La Cámara de Diputados, compuesta en su mayoría por el oficialismo, rechaza las
modificaciones hechas por el Senado.
7 de abril. El Congreso Nacional instala sus sesiones para la aprobación “en grande” y “en detalle” de la
nueva Ley Electoral. Se instala, además, la mesa de concertación oficialismo-oposición. En la
madrugada del 8 de abril, el vicepresidente de la República, Álvaro García, declara sesión por “tiempo y
materia”, es decir, trabajar de manera ininterrumpida hasta aprobar la Ley.
8 de abril. El oficialismo anuncia una renuncia masiva para dejar en manos del Poder Ejecutivo la
aprobación de la Ley Electoral. A media noche la medida queda sin efecto, originado la protesta de la
oposición.
9 de abril. El presidente Evo Morales Aima ingresa en huelga de hambre en protesta por la no
aprobación del proyecto electoral. En la tarde, la sesión congresal, tras la conclusión de la lista de
oradores, aprueba “en grande” el proyecto de Ley Electoral. La bancada opositora en el Senado protesta
por entender que hubo vulneración de acuerdos. En medio de insultos y amagos de peleas, senadores de
Podemos, ya en horas de la noche, deciden abandonar el hemiciclo e irse a sus regiones. Cerca de la
medianoche, el vicepresidente García Linera hace un llamado a la oposición solicitando volver al debate
y pide disculpas a la población por el fracaso del Congreso en la aprobación de una Ley Electoral.

10 de abril. Sin respuesta opositora, el Vicepresidente manifiesta a medio día que la espera continuará.
Declara cuarto intermedio hasta las 19.00. En la noche, sin presencia de la oposición, García Linera
declara una vez más cuarto intermedio hasta las 12.00 del sábado 11 de abril. El presidente Evo Morales
pide a los movimientos sociales esperar, hasta el lunes, para sumarse a la huelga de hambre (EL DIARIO
11 /04/ 2009).

Entre otras notas, El hospital Arco Iris y el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas de
Qullasuyo (CONAMAQ), el 5 de mayo de 2009 firmaban un convenio para la prestación de
servicios médicos a los pueblos indígenas de tierras altas del país. Según los alcances del
acuerdo, las autoridades originarias y afiliadas al CONAMAQ recibían las prestaciones
médicas en el citado hospital, en el marco de la medicina intercultural. Así en el CONAMAQ
se habilitaba un consultorio con asistencia de un médico tradicional y uno occidental. Además
se tendrán consultorios móviles, y los casos que ameriten tratamientos o estudios
especializados serán trasladados al hospital”, informaba el director del Arco Iris, Ramiro
Narváez.

104
Las familias afiliadas al CONAMAQ, hijos y esposas, eran los directos beneficiarios de este
convenio suscrito, entre autoridades del nosocomio y de la organización indígena. Al respecto,
Elías Quelqa, entonces dirigente del CONAMAQ, señalaba que con el convenio se
beneficiaria a las 32 autoridades entre hombres y mujeres y familias del personal de apoyo
técnico de la organización. “Lo más importante es que la atención beneficiará a todos los
sectores del CONAMAQ”, expresaban (El Diario 6 /05/ 2009).

Por otro lado, a finales del mes de junio el CONAMAQ y la CIDOB en una reunión
Analizaban la justicia comunitaria-originaria. Este encuentro fue producto de un acuerdo entre
el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) y el Distrito Judicial de
Oruro, y en los próximos meses se desarrollarían simulacros de delitos y juicios, para definir
las competencias entre la justicia ordinaria y la comunitaria, indígena y campesina, que estaba
contemplada en la nueva Carta Magna. El anuncio era formulado por el decano de la Corte
Superior de Justicia de Oruro, Darío Medina Coca, durante el XXIII Jach'a Mara Tantachawi
del Suyu Jach'a Carangas, que se realiza en la población de Corque entre el 19 al 21 de junio.
Se preveía trabajar en un proyecto de ley de deslinde jurisdiccional (ANF-Los Tiempos
21/06/2009).

Un mes más tarde, una noticia sobre el proceso post-constituyente planteaba reconstituir el
Imperio Inca. Los más radicales andinistas planteaban la reconstitución del Imperio Inca;
“Reconstituir los ayllus, marcas y suyus del Qullasuyu, para lograr su libre determinación
política, que garantice el ejercicio de los derechos colectivos en los pueblos indígenas de
Bolivia,” era el grito ante la impotencia de tener un estado plurinacional que aun los separaba
de las decisiones del estado que aparentemente había sido refundado.

Jilakata realizando un ritual en plena plaza San Francisco, La Paz en 2009.


Fuente:http://constituyentesoberana.org/3/noticias/ac/072009/210709_1.html

105
Estos hechos que planteaban una reivindicación de la ancestralidad. Tenían como primera
premisa “volver al pasado”85 que era para unos la única posibilidad de una substancial
transformación. Para otros, una utopía y sueño imposible de cumplir.

Para el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), por ejemplo la
aplicación de las autonomías indígenas debía hacerse a partir la recuperación de los “territorios
ancestrales”, como los suyus, marcas y jatun ayllus, los mismos que, en opinión de esta
institución, bien podrían sobreponerse a provincias, municipios y comunidades,
respectivamente, sobre la base legal del artículo 290 de la nueva Constitución Política del
Estado (CPE). En declaraciones a la IV Cumbre Continental del Movimiento Indígena
realizada en Puno, Perú, el pasado 5 de junio, Tomás Huanuco, Mallku de Relaciones
Internacionales del CONAMAQ, dijo que su organización tiene como objetivo político “la
reconstitución del Kollasuyo” en lo que toca a su territorialidad, es decir, como
“Confederación de Naciones que existía en el Incario,” o Tawantinsuyo, que abarcaba
territorios ubicados en los actuales Chile, Bolivia, Perú y Ecuador (La Razón 21/07/2009).

El CONAMAQ era coherente con su discurso y practica que mostraba en su sitio Web
(www.conamaq.org.bo), una representación de los pueblos y comunidades indígenas de las
tierras altas del país, fijado la clara misión de: “Reconstituir los ayllus, marcas y suyus del
Qullasuyu, para lograr su libre determinación política, que garantice el ejercicio de los
derechos colectivos en los pueblos indígenas de Bolivia,” lo que incluye competencias no sólo
administrativas sino legislativas, las que no están incluidas en la nueva CPE como atribución
para los municipios ni para autonomías indígenas que se constituyan sobre bases regionales.

Aunque por aquellos años, fue debatida aquella posición radical que aun se mantiene en el
CONAMAQ, y en muchos casos no fue, ni es compartida por la totalidad de indígenas y no
indígenas que habitan Bolivia. Por ejemplo el sociólogo Carlos Laruta, que se reclama a sí

85
“Volver al pasado” no se debe enteder literalmente como volver a las cavernas. Debe entenderse desde el mito,
desde el anhelo histórico de transformar lo caótico. Es una perspectiva asociada al mito de una sociedad mejor
organizada, con mejores niveles económicos, democrativos etc. Que tienen sus orígenes en la mitificación del
Estado que existía antes del colonial y republicano. Aunque hipotéticamente descritos en los mitos del “Incarri”,
“Pachacuti”.

106
mismo como “indígena” pero de cultura democrática dice: “La historia no pasa en vano. Los
indígenas han enfrentado a los españoles en más de 50 años de guerra; luego, vino un período
colonial que ha institucionalizado una estructura que fue alterando gradualmente viejas
territorialidades pre-coloniales. Lo propio durante la República.” Por ello afirma que “suponer
como habla una corriente indigenista radical que puede reconstituirse el Kollasuyo no es
posible,” y concluye que “la ancestralidad del territorio como base para la autonomía es una
cosa muy falaz en la contemporaneidad, porque el territorio ha sufrido tantas modificaciones
que es imposible suponer la reconstitución de los territorios indígenas ni siquiera como hace
50 años, mucho menos como hace 100 ó 500 años.” (Ibíd.). Aunque tales posicionamientos
políticos son parte del debate, creemos que el cauce histórico social y el devenir de la historia
política de los pueblos y movimientos andinos darán su última palabra cuando veamos
acontecer los epílogos de estos movimientos que hasta ahora se sitúan como incompletos.

Después de aquellos debates sobre los problemas y posibilidades del CONAMAQ, se acercaba
el Jatun Tantachawi de la misma organización que ya tenia todo listo para dar inicio a su
magno evento. En una nota que provenía de Oruro, el 27 Agosto, el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) se reuniría para analizar la coyuntura actual del
país y nuevamente elegirían a su nuevo Consejo de Gobierno que se realizaba en el
departamento de Oruro (Erbol 27/08/2009).

Jorge Hinojosa, elegido por el centro potosino para postularse al cargo de Mallku, informaba
que se haría un trabajo minucioso con las comisiones políticas, económicas, orgánicas,
ideológicas y territorios sociales. De esta manera, señalaba; -analizaremos la coyuntura actual
del país, y los desafíos del Concejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu, a modo de
ver los avances en la aplicación de la nueva Constitución Política del Estado-. Hinojosa,
continuaba y planteaba que en las regiones y los suyus se estaban trabajando por el cambio del
Estado, pero siempre basándose en el marco de la ley. “Los campesinos originarios somos
quienes hemos proporcionado el lineamiento del Estado Plurinacional, la participación directa
y las autonomías indígenas originarias del país”. Indicaba también que en este encuentro los
originarios realizarían propuestas para toda el área rural, “porque no podemos llegar sin
propuestas, también deben existir articulaciones con los movimientos sociales y
organizaciones sociales” (Erbol 26 /08/ 2009).

107
De esta manera y desde la constitución de CONAMAQ (1997-2009), habían pasado tres
gestiones en el ejercicio de sus Autoridades Originarias, en el primer período (1997 a 2000)
era central la articulación y reafirmación de la reconstitución de los Ayllus, Marcas y Suyus, el
segundo período ( 2000 a 2002 ), se había caracterizado por la marcha de las Autoridades
Originarias del Qullasuyu por la Asamblea Constituyente, y finalmente, el tercer período (
2002 a 2005 ), se caracterizaba por un fortalecimiento interno del Consejo de Gobierno del
CONAMAQ y sus Suyus, demostrando una inalienable identidad institucional, que dio lugar
al cuestionamiento del sistema político excluyente del MAS y la formulación de propuestas en
el marco y título de los derechos de los pueblos indígenas que han sido incorporados en la Ley
de Hidrocarburos y el proyecto de Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente que
reconocía en teoría y discurso la designación de constituyentes en representación de los
pueblos indígenas de conformidad a los usos y costumbres de los ayllus.

Por tanto el CONAMAQ, como la máxima instancia de representación de los pueblos


indígenas del occidente de Bolivia (Qullasuyu), desde su organización hasta el 2009, había
avanzado por el camino de la reconstitución de sus estructuras organizativas e institucionales
inmemoriales, sin embargo, en su camino se habían presentado algunos problemas, como la
ausencia de una estrategia política y económica auto sostenible entre el CONAMAQ y los
Suyus para seguir avanzado en su proyecto de reconstitución. Así mismo faltaba una estrategia
y Centro de Formación de líderes indígenas para ilustrar a sus autoridades, la inexistencia de
un proyecto político analizado y definido entre el CONAMAQ y sus Suyus, que permita
generar un mayor protagonismo orgánico y político del movimiento indígena originario del
Qullasuyu, organizados en el CONAMAQ; dentro el escenario boliviano. Era evidente,
también, la falta propuestas jurídicas, proyectos en el campo acordes a las reformas y cambio
del actual sistema político del país, en lo económico – productivo, educación, género, salud,
justicia indígena, tierra y territorio, recursos naturales y medio ambiente, comunicación y
políticas de relacionamiento con organizaciones indígenas e instituciones defensoras de los
derechos humanos, a nivel nacional e internacional.

Hacia septiembre del mismo año, Ana Apaza informaba desde la Isla del sol-La Paz que se
llevaba a cabo el acto ritual de la transmisión de mando del Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), en la Isla del Sol, a dos horas en bote del santuario de

108
Copacabana del departamento de La Paz, donde recibió el mando el Jiliri Apu Mallku, Sergio
Hinojosa (Erbol 16 /09/ 2009).

Las autoridades del CONAMAQ en un comunicado (2009) señalaban que conociendo a los
movimientos sociales, y debido a la importancia del caso, hacían conocer la transmisión de
mando de CONAMAQ y su nuevo jiliri apu mallku que era el hermano Sergio Hinojosa. Elías
Quelca afirmaba: “el CONAMAQ significa inclusión, no desunión” La transmisión de mando
del CONAMAQ tuvo la siguiente relación:

El Jiliri Apu Mallku saliente del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ),
Elías Quelca, de 72 años de edad, dejó su cargo y vuelve a su ayllu, Huancarama de La Paz, con la
satisfacción del deber cumplido. El rentista que hace dos años se hizo cargo del gobierno del
CONAMAQ, aseguró en una entrevista con la Red Erbol, que no fue una labor fácil la que asumió junto
a su compañera la Jiliri Apu Mama, Ana Nieves Tarqui. En su gestión tuvo que enfrentar críticas de su
mismo sector y de otras organizaciones, hasta el punto de malinterpretarse los objetivos y las metas del
CONAMAQ respecto a la reconstitución de tierras y territorios, por lo que fue acusado de pretender
dividir a Bolivia. “El CONAMAQ significa inclusión y no desunión”, explica Quelca tras dejar el cargo
de forma oficial este miércoles en un ritual de transmisión de mando, realizado en la Isla del Sol de la
provincia Manco Kapac del departamento de La Paz.

Erbol (E): ¿En qué condiciones deja al Conamaq?

Elías Quelca (EQ): El Conamaq ahora tiene una visión fortalecida y mira hacia delante, con esperanza y
con el fin de hacer respetar nuestros territorios, porque nuestros ancestros nos han dejado con territorio
completo, con autonomías, con sus normas y principios, para mantener nuestros propios ayllus.
E: ¿Cuánto creció el Conamaq?
E.Q: Somos legalmente 16 suyus, desde que se ha reconstituido el Conamaq, pero ahora somos 19, por
eso el gobierno se fortalece.

E: ¿Cuánto se logró y recuperó en cuento a tierra y territorio en su gestión?


EQ: Primero con la llegada de los españoles, todo ha cambiado. Nosotros ahora estamos rescatando tolo
lo que hemos perdido, como nuestras costumbres y ahí está el ama sua, ama llulla y ama q’ella.

E: ¿Cómo va el proceso de reconstitución de tierra y territorio?


EQ: Primero hay que aclarar que con las leyes republicanas, llegaron las TCOs (Territorio Comunitarias
Originarias) y reformas agrarias, para que el gobierno de turno reconozca las tierras. Es por eso que
nosotros estamos recuperando nuestros territorios, que fueron destruidas por conformar los
departamentos, provincias y cantones.

E: ¿Con que problemas chocaron para los saneamientos de territorios?


EQ: Se ha tramitado para hacer el saneamiento para todo el jach’a suyu paq’ajaq’e, pero
lamentablemente dentro de esas áreas, algunos sindicatos no han querido (el saneamiento), porque no
han llegado a comprender bien cuáles son los territorios indígenas originarias y por eso piensan que el
Conamaq divide y no es así, el CONAMAQ (Erbol 17 /09/ 2009).

Aunque se había observado, antes de elegir a la nueva autoridad, la falta de participación de


CONAMAQ en la lista de candidatos, la Comisión Política del Consejo Nacional de Marcas

109
del Qollasuyu (CONAMAQ), había observado, en la transmisión de informes de comisiones
del gobierno saliente que se realizaba en la localidad de Copacabana, la falta de candidatos
titulares a la Asamblea Plurinacional, ya que cinco de ellos sólo estaban en calidad de
suplentes. “Estamos susceptibles, no estamos conformes porque solamente estamos yendo
suplentes (a la Asamblea Plurinacional) y no nos han dado la prioridad de por lo menos un
titular. Si no entran, especialmente de los pueblos indígenas y Marcas de Qollasuyu que
componen los 16 suyus, no hay representación, entonces de qué Asamblea Plurinacional
estaríamos hablando”, señalaba el responsable de la comisión, por entonces Juan Valvin.
(Erbol 15 /09/ 2009).

Después de pasado el proceso de selección interna del CONAMAQ, esta institución


demandaba un resarcimiento histórico frente al Estado Boliviano, ante el despojo y violación
de sus derechos por parte de los españoles que arribaron a esta tierra en 1492. Aunque suene
desenfocado señalaban que; “demandar el resarcimiento histórico por el robo de nuestros
recursos a los países del viejo continente, a través de políticas de apoyo al desarrollo de las
Naciones Unidas Indígenas, las mismas que sean de nuestra propia administración”,
manifiesta una resolución compartida por los ayllus.

Por otro lado las Naciones Unidas califican a los Indígenas como la reserva moral y material
de la humanidad, por participar de principios de respeto a la vida y la naturaleza. El proyecto
histórico y político del Movimiento Indígena Originario es la reconstitución de las naciones
originarias de sus sistemas e instituciones políticas, económicas, culturales y jurídicas para
llegar al “Buen Vivir” como nuevo paradigma político. Así mismo, agregaban, las Naciones
Indígenas ya no son sujetos de exclusión, humillación y discriminación y que hoy pasaron de
la resistencia a la transformación del Estado Republicano al actual Estado Plurinacional (El
Diario 13 /10/ 2009).

110
El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) a través de una resolución, demandaba el
resarcimiento histórico. Fuente: El Diario 13 de octubre de 2009.

Por otro lado empezaban a surgir los problemas asociados a los recursos naturales y la
contaminación que existía en diferentes lugares donde se alojaba una brutal extracción de
minerales en desmedro de la agricultura y ganadería. Por ejemplo los indígenas del
CONAMAQ reclamaban por el proyecto de la mina de cobre de Coro Coro. Las denuncias de
los campesinos llegaban al mismo CONAMAQ. Así se enteraba el dirigente de esa
organización, por entonces, Rafael Quispe quien informaba a medios locales sobre los
susodichos. El conflicto era explicado por las comunidades indígenas aledañas a la mina de
cobre de Coro Coro, ubicadas a 75 kilómetros al suroeste de La Paz, quienes ya amenazaban
con cortar el suministro de agua a una planta hidrometarlúrgica entregada por el mandatario,
Evo Morales, porque las operaciones interrumpían las fuentes de agua que abastecen a varias
comunidades de la zona. Según Quispe, para la puesta en marcha de las operaciones tampoco
hubo una consulta previa a los pueblos indígenas como manda la Constitución impulsada por
el propio mandatario.

La licencia ambiental está en trámite, reconocía Hugo Miranda, entonces presidente de la


empresa estatal Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) que administraba la mina de
cobre que estuvo cerrada por más de 20 años, y reabierta por el MAS (Ap –Los Tiempos
3/11/2009). Pero la denuncia a la planta de cobre, se sostenía porque esta carecía de licencia
para explotar. Se informaba mediante los periódicos locales; que las comunidades indígenas
aledañas de una planta de cobre que el presidente Evo Morales puso en marcha la semana

111
pasada, reclamaron porque las operaciones mineras no cuentan con licencia ambiental y
advirtieron con iniciar protestas (AP-EFE-Los Tiempos 4/11/2009).

Ante la negativa y desinterés por solucionar el problema, los Comunarios de Corocoro-Oruro


conjuntamente con los dirigentes de las comunidades Jach’a Suyu Pakajaqi del municipio de
Coro-coro rompían el diálogo con el Gobierno y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol),
ante la falta de respuestas concretas a la demanda de acciones de mitigación ambiental por la
contaminación generada por la Planta Hidrometalúrgica en la región.

El dirigente de la Secretaría de Industrias Extractivas del Consejo Nacional de Ayllus y


Marcas de Qullasuyo (CONAMAQ) por entonces Rafael Quispe, informaba que el motivo
para “romper el diálogo” radicaba en que las autoridades gubernamentales no asistieron a una
reunión de conciliación convocada por los ayllus. Pues, los comunarios convocaron a las
autoridades del Ministerio de Minería y de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), a una
reunión en instalaciones del CONAMAQ en la Sede de Gobierno a la que no asistieron las
autoridades. Ahora “las comunidades comenzarían con medidas de presión a partir del 13 de
noviembre. Ese día estaba reunido el Jacha Suyu y ellos respaldaban la determinación del
CONAMAQ. Ya la anterior semana en el tantachawi (reunión), se ha establecido que en caso
de no suscribirse un acuerdo se retomarían las medidas”, anunciaba Quispe (ANF - El Diario
13 /11/ 2009).

Ante las medidas de presión el Gobierno cedía y CONAMAQ se abría a una posibilidad de
plantear la modificación del proyecto minero de Coro-coro. Este hecho fue materializado
mediante un acuerdo firmado entre el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(CONAMAQ) y la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), para una consulta sobre la
Planta Hidrometalúrgico de cobre en Coro-coro de la provincia Pacajes del departamento de
La Paz, abriendo la posibilidad de modificar este proyecto.

El acuerdo contempla también la visita al lugar la próxima semana para verificar el impacto
ambiental, puesto que según los pobladores, la planta contamina la región desde hace dos
años, provocando el mal estado de los ríos por los químicos que bota la planta y que afecta a
las comunidades de Wayojtata, Caliri, Chijchi, Sucuypata y Saytu, entre otras.

112
Con el pacto quedaba suspendida las medidas de presión que el Jach’a Suyu Pakajaqi del
CONAMAQ iba iniciar, a partir de un bloqueo de la carretera internacional Patacamaya-
Tamboquemado, informaba el responsable de la Comisión de Industrias Extractivas del
CONAMQ, Rafael Quispe.

El dirigente, en declaraciones a la Red Erbol, observaba también que la planta de Coro-coro


había logrado obtener la ficha ambiental en tiempo récord, situación que también será
analizada por el gobierno de Qullasuyu, puesto que desde hace tiempo se explotaba cobre en la
región altiplánica y el Viceministerio de Medio Ambiente dotaba sospechosamente de una
autorización sin verificar los daños causados por la planta, pese a las denuncias hechas (Erbol
- El Diario 14 /11/ 2009).

Después de haber sido solucionado parcialmente el problema ambiental y de explotación de


minerales, se acercaban las Elecciones en Bolivia, paralelamente surgía un pronunciamiento
del Consejo de Gobierno del CONAMAQ registrado por la agencia digital de noticias adital
(30/11/2009). Que señalaba satíricamente lo que sigue:

CONAMAQ
Consejo plurinacional conformado por Mallkus y Mama Tallas de los suyus

La Paz, 24 de noviembre de 2009

Pronunciamiento ante las elecciones generales del 6 de diciembre del 2009.

El Consejo de Gobierno del CONAMAQ, con su Consejo plurinacional conformado por Mallkus y
Mama Tallas de los suyus: Jacha Karangas, Jatún Killkas Atanajaqui, Charkas Qhara Qhara, CAOP,
Qhara Qhara Suyu, Ayllus de Cochabamba, Jacha Suyu Oakajaqi, Urus, Soras, Kallawayas, Ahapak
Umasuyu, Qulla, Larekaja, Chichas, Chavis, Yapacani, Yampara, comunidades originarias de Tarija y
nuestros hermanos del pueblo Afrodescendiente, expresa:

- Que los muertos políticos y títeres del imperio capitalista, hoy revividos en nuevos partidos políticos
con nuevos colores neoliberales, persisten en frenar el actual proceso de cambio para seguir viviendo a
costa de nuestros recursos naturales y continuar siendo limosneros de préstamos internacionales, para
repartirse entre ellos y seguir viviendo una vida de lujo.
Que los partidos tradicionales siguen utilizando la violencia como en Tarija y están infiltrados en varias
instancias, como en el Poder Judicial, ya que hasta la fecha Gonzalo Sánchez de Lozada sigue de
vacaciones junto a sus sirvientes, sin que se haya hecho justicia a los muertos de octubre y febrero negro.
- Que nos denominaron primero indios, luego campesinos y ahora indígenas, olvidando siempre que
fuimos, somos y seremos los legítimos dueños de nuestros territorios ancestrales, como Naciones
Originarias del ABYA YALA.

En virtud a ello, el Consejo de Gobierno del CONAMAQ resuelve:

113
PRIMERO: Instruir a todos nuestros Suyus, Marcas y Ayllus dar el respaldo pleno al Hno. Evo Morales
Ayma en las elecciones del 06 de diciembre de 2009. Asimismo, rechazamos el voto cruzado como
estrategia de la derecha para confundir a nuestros hermanos.

SEGUNDO: Las Naciones Indígenas somos la reserva moral y material de la humanidad, por tanto luego
de la victoria contundente de más del 70% del Hno. Evo Morales, debemos sepultar definitivamente el
modelo neoliberal y capitalista junto a sus sirvientes en nuestro territorio.

TERCERO: El proyecto histórico y político del Movimiento Indígena Originario es la Reconstitución de


las naciones originarias, de sus sistemas e instituciones políticas, económicas, culturales y políticas, para
llegar al Buen Vivir como nuevo paradigma político.

CUARTO: Las Naciones Indígenas ya no somos sujetos de exclusión, humillación y discriminación.


Hoy pasamos de la resistencia a la transformación del Estado Republicano al actual ESTADO
PLURINACIONAL. Avanzamos construyendo.

QUINTO: Asimismo, exigimos a la CNE un manejo transparente, confiable y serio del Padrón Electoral
para la elección del 06 de diciembre del 2009.

Consejo de Gobierno de CONAMAQ.

Este pronunciamiento cerraba aquel año dotando nuevamente de poder a Evo Morales, y
afianzando su vínculo con el “mal menor” que era para los indígenas-originarios el MAS. Pero
cabe situar que este año al igual que los anteriores, fue también conflictivo para los ayllus y
comunidades andinas de tierras altas de Bolivia que no habían, hasta aquí, saboreado del poder
político que el MAS había capitalizado.

Autoridades indígenas, como el Mallku Rafael Quispe, participaban del encuentro de evaluación del proceso
constituyente, en Cochabamba. Foto: Goitia Rodolfo. Fuente: Los Tiempos 16/01/2010.

114
2010.-

Este año empezaba con una evaluación de los avances del proceso constituyente que hacia un
año había terminado con la aprobación de una nueva constitución política del estado y
aprobada por gran parte de los movimientos indígenas, aunque esta, a juicio de algunos
dirigentes no recogía todas sus exigencias y demandas.

Bajo esta lógica, las autoridades indígenas de los pueblos de las tierras bajas y altas del país
admitían que la Constitución Política del Estado vigente desde febrero del 2009 no recogía
todas sus demandas y que tuvieron que flexibilizar y posponer algunas de sus exigencias,
como el de la representación directa, la autodeterminación política y otros temas relacionados
a tierra y territorio.

Pero entre las cosas que destacaban se situaban algunos logros parciales en cuanto al
reconocimiento de las autonomías indígenas, cuya consolidación y organización ahora se
constituían en un desafío para los propios pueblos indígenas. Este tema empezaba a cobrar
fuerza e importancia con la definición de sus competencias y su relación con el Estado
Central, el manejo y la administración de los recursos naturales existentes en su territorio y la
elección de sus autoridades de acuerdo a sus usos y costumbres. Así lo manifestaba Sergio
Hinojosa, quien por entonces ejercía el cargo de Jiliri Apu Mallku del CONAMAQ.
Reafirmando que la aprobación de la nueva Constitución Política del Estado sólo era un paso
más en su lucha iniciada en 1991 por los pueblos indígenas bajo la consigna de tierra y el
territorio y que a partir de la vigencia de la Carta Magna Plurinacional (2009) se planteaban
nuevos desafíos para seguir avanzando hasta su autodeterminación y autogestión (Los
Tiempos 16/01/2010).

115
Algunos días después de aquella reunión andina-amazónica encontrábamos a un CONAMAQ
fortalecido y que exigía al presidente Morales cuatro ministerios. De esta manera y a través de
una carta dirigida al jefe Nacional del MAS y presidente Evo Morales, solicitaron los
ministerios de Cultura, Medio Ambiente y Agua, Justicia y el Viceministerio de Justicia
Indígena Originario. Es más sugerían los nombres de Valentín Ticona, Adrián Villegas
Callisaya, Wilfredo Obando Rojas y Horacio Yugar, para ocupar esas carteras de Estado.

La respuesta no se dejó esperar, el presidente Evo Morales afirmaba autocráticamente que


hasta la fecha no pensaba en cambiar a sus ministros. “Hasta ahora no he pensado en cambios,
siempre hay debilidades en un Ministerio y sólo he estado abocado a revisar los informes de
los ministerios para mi mensaje al pueblo boliviano”, sostenía (ANF - El Diario 19/01/ 2010).

Aquella respuesta del presidente Morales ocasiono descontentos en los sectores sociales que
en muchos casos ratificaba a varios ministros en el gabinete de gobierno. El Consejo Nacional
de Ayllus y Marcas del Qullasuyu "(CONAMAQ) expresaba su molestia por la designación de
los ministros del nuevo gabinete del presidente Evo Morales. Así el mallku del Consejo,
Rafael Quispe, aseguraba que los sectores no estaban contentos con el nuevo pero viejo
gabinete que no representaba a la mayoría de los pueblos indígenas. "No estamos de acuerdo
en la conformación de ese gabinete, no es un gabinete plurinacional porque no está
representado por los pueblos indígena originarios tal como lo manifestó en Tiwanaku y en su
discurso", afirmaba Quispe. De la misma forma aseguraba que el CONAMAQ respetaría la
decisión presidencial pero no aceptaba que el Gabinete no esté conformado por los pueblos
indígenas originarios (Anf-Los Tiempos 23/01/2010).

Si bien, el CONAMAQ, y otras organizaciones afines no consiguieron un ministerio, estos


apostaron por mayor representación indígena en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP),
cuestión que también fue rechazada por la Corte Departamental Electoral. Ante este panorama
el CONAMAQ anunciaba una marcha de protesta contra el MAS. Así lo manifestaba el líder
de la organización Qhara Qhara Suyu, de la regional de Chuquisaca del Consejo Nacional de
Markas y Ayllus del Qullasuyu (CONAMAQ), por entonces Samuel Flores Cruz, anunciando
la realización de una marcha hacia La Paz contra el Movimiento Al Socialismo (MAS) como

116
protesta por discriminación hacia uno de sus enviados para la Asamblea Legislativa
Plurinacional (El Diario 3 /02/ 2010).

Pidieron al presidente Morales visitar esta organización regional, pues rememoraron que el
CONAMAQ fue una de las organizaciones que impulsó la Asamblea Constituyente que por
entonces 2002 se constituía en una demanda (Ibíd.).

Ante aquellos hechos incomprendidos por el gobierno del MAS, los dirigentes indígenas no
solo de tierras altas, también los de tierras bajas señalaban que se sentían aislados por el
gobierno y particularmente Evo Morales. Así los dirigentes de las diferentes organizaciones
indígenas manifestaban su malestar. La Confederación de Indígenas del Oriente Boliviano
(CIDOB), Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) y del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas
del Qullasuyu (CONAMAQ) se sentía relegada de la administración del Estado.

Irónicamente el vocero gubernamental, por entonces Iván Canelas, en una conferencia de


prensa, afirmaba que -como nunca antes los pueblos indígenas han sido incluidos en el Estado
plurinacional y en la democracia- (La Prensa - Los Tiempos - 5/02/2010).

En aquellos primeros días del mes de febrero, algunas organizaciones campesinas-indígenas-


originarias planteaban "una verdadera" reforma agraria, con la redistribución de los ingresos
mineros y de los hidrocarburos para impulsar la industria agropecuaria. Las transformaciones
se promovían en el marco de la "Declaración de la Década Productiva". La propuesta de
renovación de la Ley del Instituto de Reforma Agraria (INRA) también era evaluada en el
gobierno, previniendo que el viceministro de Tierras de entonces, Víctor Camacho, aseguré
que esta mutación debe estar enmarcada en la Constitución Política del Estado. Además de
señalar reiteradamente que los cambios se producirían en concertación con las organizaciones
originarias. En donde el marco conceptual de la proyección de la propuesta de nueva reforma
agraria se basaba en una resolución de las organizaciones originarias campesinas indígenas
proponiendo "una economía comunitaria" para generar "riqueza social", "reemplazando" la
acumulación por la redistribución de los excedentes, y el consumo por la austeridad.

La "verdadera reforma agraria" deberá garantizar "el acceso, uso, tenencia, recuperación y
redistribución de tierras a favor de nuestras comunidades". El documento estaba firmado por

117
organizaciones como el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ),
La Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia Bartolina Sisa FMCBBS), las
Confederaciones Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), de
Pueblos Indígenas (CIDOB) y de Colonizadores (CSCB) (ANF –Los Tiempos - 10/02/2010).

Así la propuesta de las Organizaciones, que planteaban cambios a la Ley INRA fue recibida
por el entonces Viceministerio de Tierras, con el fin de modificar la propia Ley INRA, que
incluía la implementación de observatorios agroambientales para realizar el monitoreo del uso
de la tierra y consolidar los derechos de propietarios. La propuesta de renovación de la Ley del
Instituto de Reforma Agraria (INRA) se ponía en revisión e iba a ser evaluada por el
Gobierno, a cargo del viceministro de Tierras, por entonces Víctor Camacho, al indicar que los
cambios serian realizados en el marco de la Constitución Política del Estado (2009).

El documento estaba firmado por organizaciones como el Consejo Nacional de Ayllus y


Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), La Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia
Bartolina Sisa (FMCBBS), las Confederaciones Sindical Única de Trabajadores Campesinos
de Bolivia (Csutcb), de Pueblos Indígenas (CIDOB) y de Colonizadores (CSCB) (Los
Tiempos - 11/02/2010).

Aquellos roces entre las dos organizaciones; El Consejo Nación de Marcas y Ayllus del
Qollasuyo (CONAMAQ), la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano
(CIDOB), y a la que se sumaba la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) con relación al
gobierno no terminaban allí. Las organizaciones indígenas más importantes del país, acusaban
a las políticas económicas del presidente Evo Morales como “desarrollistas” a quien también
acusaron de promover el “extractivismo” de los recursos naturales sin consultar a los pueblos
indígenas.

Los indígenas también señalaban, que en aquel tiempo, existía un doble discurso
contradictorio. “En Tiawanaku, el Presidente dijo que respeta a la madre tierra, pero a los
pocos días planteaba un modelo de desarrollo que violaba los derechos de la madre tierra. A
los indígenas nos dice que defiende nuestros intereses y al otro día cambia de postura
hablando de la promoción de mega proyectos”, criticaba el representante del CONAMAQ,
Rafael Quispe (Los Tiempos - 17/02/2010).

118
Hacia los primeros días del mes de marzo de aquel año el PNUD se comprometía en brindar
asistencia técnica al CONAMAQ. Así mediante una firma, consolidaban un convenio de
cooperación institucional en la sede de esta organización social.

En ese marco, el convenio daba viabilidad a las actividades relacionadas con el


potenciamiento de cuadros de jóvenes al interior del CONAMAQ. Algunas de las principales
actividades con los jóvenes se concentraban en formación política y desarrollo de capacidades
en el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs). Todo ello tenia el
propósito de fortalecer las capacidades de articulación e incidencia entre los jóvenes del
CONAMAQ presentes en distintos departamentos (ANF – Los Tiempos 2/03/2010).

Probablemente uno de los primeros productos, a partir de los convenios inter-institucionales


haya sido el intento de creación de una agencia informativa propia de los indígenas. Aunque
esta iniciativa fue patrocinada y promovida con el apoyo de instituciones españolas. Así la
Agencia Plurinacional de Comunicación pretendía ofrecer información sobre la realidad de sus
comunidades, informaba un agente del proyecto. Entre las entidades que apoyan el proyecto,
se encuentran la confederación de pueblos indígenas del oriente de Bolivia (CIDOB), la
confederación de mujeres campesinas Bartolina Sisa y el Consejo Nacional de Ayllus y
Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ) (EFE-Los tiempos 5/03/2010).

Otra noticia que hacia eco, era la llamada “Ira de Ironcollo”86 que pretendía llevar a
referéndum la propuesta de “Pena de Muerte”. Así lo manifestaba Carmelo Titirico, un aymara

86
Por la cruda crónica de prensa nos enteramos que José Luis Condori Vásquez, “la bestia de Ironcollo”, se
infiltró en el domicilio de la niña Mariluz Bustamente Marca, bebé de cuatro años, emborrachó al padre y luego
la sacó de su dormitorio hacia unos maizales pasada la medianoche, “y allí la violó anal y vaginalmente mientras
le tapaba la nariz y la boca con la mano para que no gritara. La niña murió sofocada y Condori huyó”. Aquel
inconcebible hecho desató la furia de los nobles moradores de Ironcollo, que buscaron al animal para lincharlo en
su ley; lo habrían hecho si la Policía no lo capturaba antes. Existen antecedentes documentados y testimoniales en
torno a ejecuciones comunitarias cuando estas aberraciones se cometen en ciertas poblaciones rurales de Bolivia.
Resulta natural y justo, muy justo.

La pena de muerte es una institución vigente y contemporánea. Rige en Estados Unidos donde se la aplica de
manera racista especialmente para intimidar a los afroamericanos y latinos; y dentro la órbita socialista como en
Cuba y China donde se la aplica incluso para delitos comunes como el narcotráfico.
Matar una niña de cuatro años al momento de violarla es más que un delito común, es un crimen atroz para el
cual no alcanza castigo alguno en esta vida.
Propongo un Referéndum, señalaba Titirico para debatir la pena de muerte en estos casos específicos cuya
estadística crece para terror de los bolivianos que anhelamos un Buen Vivir junto a nuestros inocentes hijos
(Llactacracia - Los Tiempos 14/03/2010).

119
y Tata Mallku de la Comisión de Justicia del Consejo de Ayllus y Markas Qullanas
(CONAMAQ), anunciando oficialmente que la influyente organización social de la cual es
jurista comunitario lucharía por la instauración de la figura de la castración química para
castigar el delito de violación que se hace incontrolable en el país.

El Tata Mallku del CONAMAQ explicaba tácitamente que la condena a ser eunucos, para los
violadores y depredadores sexuales, está planteada en el proyecto de Ley de Deslinde
Jurisdiccional, norma que rayará la cancha entre las jurisdicciones de la justicia comunitaria y
las de la justicia ordinaria, que en el escenario estatal emergente tendrán la misma jerarquía
institucional. Además de la castración química para los violadores, la Ley de Deslinde
Jurisdiccional debe proponer incorporar en el Código Penal la amputación quirúrgica
cortándoles la mano a los asesinos y monreros, entre otras sanciones para penalizar delitos
como el abigeato y la calumnia. Este proyecto de Ley será uno de los primeros a ser debatido
por la Asamblea Legislativa Plurinacional, en los marcos de la nueva Constitución Política del
Estado. “Ya no podemos soportar más niños y niñas que sufren violación”, afirmaba con justa
razón el tata Titirico. Pero no estoy convencido si la simple castración química, que además
resulta ajena a la genuina justicia comunitaria, sea un escarmiento eficaz para aquellos —
como ese monstruo de Ironcollo que violó y mató a una niña de tan solo cuatro años— que
cometen bestialidades indignas de un ser humano. A estos hay que ejecutarlos, sencillamente.
En estos casos específicos, cada vez menos excepcionales, correspondería aplicar la Pena de
Muerte. Ha llegado la hora de debatir en serio este asunto (Llactacracia - Los Tiempos
14/03/2010).

Después de aquellas propuestas sobre la pena de muerte a consideración del Estado Boliviano.
El CONAMAQ también elaboraba propuestas para una mejor adaptación con respecto al
Cambio Climático, así, las autoridades del Consejo difundían la propuestas que iban a ser
emitida entre las organizaciones matrices y sociales que participaban en la Conferencia
Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, que se desarrollaba en Cochabamba en abril
de aquel año 2010, con motivo del Día Mundial de la Madre Tierra.

Al respecto, Edwin Alvarado, Coordinador Nacional de Capacitación y Comunicación de la


Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema), saludaba el esfuerzo de CONAMAQ de

120
trabajar construyendo conjuntamente propuestas en un tema “que afectaría las raíces de la vida
comunitaria y de los ayllus, desde su seguridad alimentaría hasta su acceso al agua y la
modificación de su entorno y su estilo de vida”, indicaba (El Diario 26 /03/ 2010).

Ya en abril de aquel año, una comisión de Pueblos Originarios analizaba el proyecto de Ley de
Autonomía Indígena. Cuestión que había sido postergada desde la aprobación de la NCPE en
2009. De esta manera la Comisión de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos,
Culturas e Interculturalidad de la Cámara de Diputados, trataba el proyecto de "Ley de
Autonomía Indígena", propuesto por el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo
(CONAMAQ), y Jorge Medina (MAS), señalando algunos avances en la instancia legislativa,

La propuesta que fue presentada por los dirigentes del CONAMAQ y que según el
Reglamento General tenia la intención de ingresar en primera instancia por Presidencia de la
Cámara Baja, e inmediatamente ser analizada por la Comisión de Naciones y Pueblos
Indígena-originarios, anunciaba el entonces asambleísta del oficialismo J. Medina. "En
aplicación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), vamos a dar cumplimiento y
nos comprometemos al tratamiento de este proyecto de Ley de Autonomía Indígena del
CONAMAQ". Por su parte, el dirigente Rafael Quispe Flores, afirmaba que el proyecto de ley
es viable, toda vez que se fundamenta en la nueva CPE, filosofía y cosmovisión de los pueblos
originarios de los "16 suyos" del Estado boliviano, es decir de los distritos de lo que fue el
Imperio inca (ANF – Los Tiempos - 13/04/2010).

Días más tarde surgía otro pedido de inclusión en temas locales, que incomodaban al
Gobierno. Surgía entonces la demanda de algunos sectores sociales para llevar ante la
Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre
Tierra, problemáticas locales que comenzaban a generar una discusión interna en el país que se
situaba como problemáticas a las empresas de extracción de mineral con relación a las
comunidades y ayllus locales. Pese a que el Gobierno aclaraba que el evento era de carácter
internacional y no se podían tocar particularismos, las declaraciones incitaron a una de las
autoridades del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyo (CONAMAQ), Rafael
Quispe, quien recordaba la apertura de una mesa 18 en la Conferencia, en donde pretendía
tratar los conflictos socio-ambientales del país. Inmediatamente otro representante de la misma
agrupación designado para temas ambientales, Gregorio Choque, lo desautorizó y aclaró que

121
CONAMAQ participaba ya en las 17 mesas de trabajo. Este hecho se debía a que Quispe se
situaba como un sujeto crítico a los planes mineros del gobierno y sugería que la cumbre trate
los conflictos ambientales locales vinculados con los temas nacionales y regionales. Pretendía
llevar a esa mesa una denuncia de contaminación de una mina estatal de cobre que el gobierno
de Evo Morales puso en marcha en 2009 (Los Tiempos - 15/04/2010).

Representantes de los pueblos indígenas de occidente del país registran su participación en la pre cumbre.

Foto: Portugal Noé. Los Tiempos 15/04/2010.

Ante estos hechos, el presidente Evo Morales citaba al CONAMAQ para hipotéticamente
escuchar sus demandas a 4 días de la Cumbre Climática. Convocaba a los principales
miembros del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) a una
reunión a realizarse en Palacio de Gobierno para escuchar los criterios que se tenían con
respecto a la tensa coyuntura política que se veía venir con relación a la cumbre climática.

Así, el “El Presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales Ayma, tenia como fundamento
escuchar criterios que tenían los diferentes sectores sociales, como también hacer conocer las
políticas del gobierno para una correcta comprensión de la realidad y valorar la coyuntura
nacional”, señalaba la misiva a la que tuvo acceso la Agencia de Noticias Indígenas de la Red
Erbol. La carta era enviada por el entonces ministro de la Presidencia, Oscar Coca, al mallku
del CONAMAQ, en aquel tiempo Sergio Hinojosa (Erbol-15/04/2010).

122
Evo citaba al CONAMAQ para escuchar sus demandas 4 días antes de la Cumbre Climática.

Erbol - Los Tiempos 15/04/2010.

La convocatoria del mandatario se registraba a unos días antes de la inauguración de la


Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático que se realizaría en Cochabamba entre el 19
al 22 de abril, evento en el que miembros del CONAMAQ impulsan la instalación de la “Mesa
Popular 18” para tratar los conflictos socio ambientales, situación que contradecía al criterio
del gobierno (Ibíd.).

El análisis del mallku Rafael Quispe señalaba que los miembros del CONAMAQ analizarían
la misiva para determinar si asisten o no. “Ahora sí quiere escuchar al pueblo, yo lo veo por
esa intención sana que quiere escuchar y otro, no quiero pensar que por la coyuntura del
cambio climático quiera reunirse. Siempre dije es un hombre muy inteligente quiere reunirse y
quiere escuchar”, señalaba por entonces Quispe (Ibíd.).

Sin muchos acercamientos, y un día antes de la Cumbre Climática el Consejo Nacional de


Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) señalaba que el Gobierno no había consultado a
los pueblos indígenas para la ejecución de varios emprendimientos productivos, y grandes
proyectos estatales en Bolivia atentaban contra el medio ambiente. El conamaq planteaba en
paráfrasis de Osorio y Soria, editorialistas de Los Tiempos, que “a la Tierra no se la respeta
en Bolivia”.

123
Así, y con esta contundencia de la organización, confirmaba su participación en la Cumbre
Climática de Cochabamba, en la que fundamentaría jurídica y legalmente a la Organización de
las Naciones Unidades (ONU) debiendo esta aprobar la Declaración Universal de los
Derechos de la Madre Tierra, pero al mismo tiempo debe crear una instancia internacional que
sancione a los que comenten delitos contra el medio ambiente. “En Cochabamba vamos a dar
a conocer al mundo que el hermano presidente Morales está pregonando al mundo el respeto a
la Madre Tierra, cuando él no está respetando en Bolivia”, anunciaba Rafael Quispe, en
aquella oportunidad como secretario de Industrias Extractivas del CONAMAQ.

En caso de comprobarse la factibilidad de todos los grandes proyectos gubernamentales, “hay


que buscar que se respeten los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas”,
agregaba (María Julia Osorio y Hans Soria - Los Tiempos - 18/04/2010).

Así, los dirigentes del Consejo de Ayllus y Marcas del Qullauyo (CONAMAQ) empezaban
una carrera contraria al partido oficialista, denunciando que el gobierno de Evo Morales tiene
un doble discurso, y doble moral, respecto del respeto a la pachamama y madre tierra afirmaba
el editorialista Vacaflor Ganan Humberto. Cuando se trata de condenar a los países
desarrollados es una moral la que aplica Morales, pero cuando se trata de una empresa
petrolera venezolana, la moral de Morales es otra, “Pachamama hay una sola” agregaba el
columnista (Los Tiempos 18/04/2010).

Ya en el desarrollo del evento, denominado “Cumbre climática” desarrollada en Cochabamba,


paralelamente en La Paz el CONAMAQ promovía su propia Ley de Autonomía Indígena. Así
pues, presentaba a la Asamblea Legislativa Plurinacional su propio proyecto de Ley de
Autonomías Indígenas Originarias y Afro-bolivianas.

“Presentamos nuestro proyecto a la Asamblea a través de nuestro representante Jorge Medina,


no lo hicimos al Ministerio de Autonomía, porque ese Ministerio está trabajando con la
derecha, además de que no ha considerado nuestras propuestas”, señalaba el directivo de
CONAMAQ, aquella vez Rafael Quispe. En declaraciones a En la red-Onda Local recuperada
por el Diario, Quispe añadía que el CONAMAQ decidía dar un plazo de 180 días a la
Asamblea para el tratamiento y aprobación de la norma; de no hacer caso a esta demanda, las
comunidades advertían con movilizaciones, señalaba la nota (El Diario 20 /04/ 2010).

124
El proyecto en lo principal planteaba la reconstitución de los territorios ancestrales como base
de la autonomía indígena, la restitución y vigencia de las autoridades originarias y el ejercicio
de esta autonomía en el marco del Estado Plurinacional; además de los mecanismos de
complementariedad con el resto del país. El principio básico del que debe partir la autonomía
indígena, señalaba el Proyecto del CONAMAQ, es la reconstitución del territorio originario,
una nueva configuración del mapa en base a territorios ancestrales; aunque tomando en cuenta
también la complementariedad con lo no indígena.

La reconstitución territorial estaba enmarcada en el artículo 291 de la Constitución Política del


Estado (2009), en la que insistía el CONAMAQ señalando; “La base territorial, la
preexistencia rompe la barrera de las provincias, departamentos e incluso puede haber
ciudades capitales que pueden haber dentro de los territorios ancestrales, por eso decimos que
ahí esta la complementariedad, podemos a debatir”, agregaba Quispe (Ibíd.). En general el
planteamiento de CONAMAQ, fue el siguiente:

TERRITORIO.- El artículo quinto del proyecto del Conamaq plantea que “Para la conformación de
unidades territoriales originarias y de base ancestral, se establece que las estructuras territoriales
ancestrales (Suyu, Marka/Jatun Ayllu, Ayllu y Comunidades Afrobolivianas) podrán agregarse y/o
adecuarse, a través de procesos de organización/ordenamiento territorial, con las bases territoriales
establecidas para el acceso de la autonomía indígena originaria”. (…) El Mallku Quispe remarcó que la
filosofía y cosmovisión del Conamaq es la reconstitución del Qullasuyo y restitución de sus autoridades;
filosofía a la que no renunciarán, lo que no significa, sin embargo, que no puede ser debatida, dijo. (…)
En el marco de la reconstitución territorial, el Conamaq plantea la conformación de Regiones Originarias
Autónomas, en los territorios que hayan sido afectados por límites municipales, provinciales o
departamentales, y que podrán constituir una entidad territorial originaria autónoma.
En lo referido a la estructura del gobierno originario autónomo y la forma de restituir sus propias
autoridades, el Proyecto establece la visión dual (Chacha-Warmi) del gobierno, y la elección de las
autoridades mediante usos y costumbres, considerando también la revocatoria de mandato.
En lo relativo a las competencias de la autonomía indígena, si bien el Proyecto considera las atribuciones
indígenas establecidas en la Constitución, también plantea tomar en cuenta la legislación internacional al
respecto, como el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de
los Pueblos Indígenas y otros (Enlared-El Diario 20/04/2010).

Ante la avanzada institucionalista del movimiento indígena los Diputados declaraban como
prioridad la ley de autonomía indígena. Es decir, la Comisión de Naciones y Pueblos Indígena
Originario Campesinos de la Cámara de Diputados advertía que los próximos días debía ser
analizada la propuesta y proyecto de Ley de Autonomía Indígena, que había sido elaborada
por el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ). (ABI – Los
Tiempos 22/04/2010). Con relación a este suceso se tiene la siguiente nota:

125
La propuesta ya fue presentada anteriormente por miembros de esta Comisión, los dirigentes del
CONAMAQ y el equipo de asesores de la instancia legislativa.
"En aplicación de la nueva Constitución Política del Estado (CPE), vamos a dar cumplimiento y nos
comprometemos al tratamiento del proyecto de Ley de Autonomía Indígena del CONAMAQ", expresó
Jorge Medina, diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y miembro de la Comisión Originaria.
El proyecto de Ley se fundamenta en el artículo 290, capítulo séptimo de la Constitución. La norma
señala: "la autonomía indígena originaria campesina consiste en el autogobierno como ejercicio de la
libre determinación de las naciones y los pueblos indígena originario campesino, cuya población
comparte territorio, cultura, historia, lengua, y organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y
económicas propias" (Ibíd.).

Pero, casualmente algunos días después, acusaban a algunos líderes del CONAMAQ de ser
funcionales a USAID que representaba para entonces, aunque simbólicamente, a EEUU y el
Imperialismo. Así, los principales dirigentes del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyo (CONAMAQ) fueron acusados, de trabajar al servicio de la Agencia de Desarrollo
Internacional de los Estados Unidos (USAID). Por lo que se justificaría, según el MAS, todas
las acciones contrarias a las actividades de la Cumbre Climática, incluso, con la instalación de
la mesa 18, cuyas conclusiones exigían al Gobierno descartar los proyectos nacionales que
dañen el medio ambiente y los ecosistemas.

En este sentido, podemos sospechar que por orden del MAS y de su principal líder, Evo
Morales, el dirigente de la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Cochabamba,
por entonces Rómulo Arancibia, acusaba crudamente al entonces cabecilla del CONAMAQ,
Rafael Quispe Flores y sus principales colaboradores, de coordinar acciones de sabotaje y
generar conflictos en la organización de la Cumbre instalando la denominada Mesa Popular
18, como también en la Mesa 2 sobre los derechos de la Madre Tierra (ANF - El Diario 23 de
abril de 2010).El CONAMAQ no hizo caso a tales acusaciones y el rollo de desvaneció
algunos días después.

Por esos días, el CONAMAQ, y a pesar de los conflictos, planteaba un nuevo modelo de
gestión que se debía iniciar con la anulación de los proyectos de Integración de la
Infraestructura Regional Sur-americana y con una pausa en la actual industria extractiva, es lo
que el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu, esperaba tras la realización en
Cochabamba de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático (Los
Tiempos - 28/04/2010).

126
El “tata Rafael Quispe” como lo conocían, dirigente de las comunidades, conocedor, de la
industria extractiva del CONAMAQ, explicaba que la pausa sugerida en la industria extractiva
serviría para encaminar este nuevo modelo que debe basarse en el respeto a la Madre Tierra y
a los pueblos originarios (Ibíd.).

Estos cuestionamientos eran parte, aunque empíricamente, de los inicios de una critica al
modelo primario exportador de materias primas en el país, que el gobierno del MAS
profundizaba y daba continuidad.

Por otro lado, surgía uno de los macro-conflictos (por el TIPNIS), después de dos décadas de
la primera marcha indígena por tierra y territorio, conflicto, que tuvo a Bolivia confrontada
durante dos años, y a la vez situado a Bolivia como un país problemático, aún con un gobierno
teóricamente “indígena”. Este conflicto fue alimentando las diferencias entre indígenas y no
indígenas, que desde una perspectiva estadista confrontaba al Estado, tanto, con los andinos y
amazónicos, y por encima de la propia atribución de indigeneidad del mismo presidente, este
discurso fue cuestionado, es decir, se empezó a ver y cuestionar duramente al MAS y al
gobernante en su forma autócrata.

El conflicto que tuvo un alcance Nacional mostraba a 60 instituciones que se oponían a la


construcción del camino Villa Tunari - San Ignacio de Moxos. Se oponían porque el proyecto
carecía de una necesaria consulta previa, pública e informada acorde a la OIT y respeto de los
pueblos indígenas, además de un estudio de evaluación de impacto ambiental.

La preocupación radicaba en que aún no se ha demostrado que el proyecto respete las leyes
vigentes y, fundamentalmente, la propia Constitución Política del Estado. Poniendo en riesgo
los bosques, caudales hídricos en cuenca del río Mamoré, un desarrollo integral y sustentable
del país, acorde con el vivir bien y los consensos alcanzados en la Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra y, en este contexto, nos
adherimos al anhelo de inclusión social y económica de las naciones originarias y las regiones
tradicionalmente marginadas, cuya consecución está estrechamente relacionada con la
construcción de caminos que permitan la conexión entre los diferentes departamentos de
Bolivia.

127
Las organizaciones: como el CONAMAQ y muchas otras observaban inicialmente la falta de
información y realización de la consulta pública, que contravenía a la Constitución Política del
Estado en sus Art. 30, numeral 10, 15 y 17, y el Art. 343 y 345, relativos al derecho de la
población a la “consulta previa, libre e informada” sobre decisiones que pudieran afectar a la
calidad del medio ambiente y los Art. 25, 26 y 93 de la Ley del Medio Ambiente (ANF – Los
Tiempos 30/04/2010).

Así, en mayo el CONAMAQ señalaba con énfasis que: “El Gobierno de Evo Morales está
equivocado y debe dejarse corregir”. El por entonces Arquiri Apu Mallku del Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (CONAMAQ), Gabino Apata, aseguraba que el
proceso de cambio que impulsa el gobierno del presidente Evo Morales estaba equivocado e
indicó que se busca concretar una reunión con el Primer Mandatario para mostrarle sus fallas
que atentan contra los pueblos indígenas (Erbol 18/05/2010).

Calificaba al Jefe de Estado de wawaq’allo (hijo pequeño en aymara) de esa organización


indígena. “Para poder aportar como padre, como papá, (el CONAMAQ) queremos decirle (a
Evo Morales) que es como nuestro wawaq’allu, cuales son sus fallas, porque se está viendo
muchas fallas y estamos preocupados. Queremos reunirnos con él”, señalaba el originario.
Recordando también que en tres oportunidades habían enviado cartas al presidente Morales,
pero sin resultados. “La última vez le enviamos una carta al ministro de Autonomías, Carlos
Romero, cuando pasó a visitarnos aquí (en las oficinas del CONAMAQ en La Paz), pero hasta
ahora no tenemos fecha para hablar con el Presidente”, subrayaba la autoridad. Aclaraba
también que el problema está en el entorno del mandatario, que no reconocen las leyes que
protegen a los pueblos indígenas y son vulneradas; sin embargo, no quiso dar nombres de las
autoridades observadas. “Se lo diremos directamente al Presidente cuando nos reunamos. De
seguir ellos (los ministros) no habrá avances y eso tendrá que ver el Presidente, y si es posible
tendrán que ser cambiados” (Ibíd.).

El CONAMAQ hacia evidente su cuestionamiento a la falta de respeto de la propuesta de


autonomías indígenas y acusaba al gobierno de pretender municipalizarlas es decir, no respetar
los usos y costumbres, además las instituciones indígenas; demandaban también el respeto a la
consulta previa sobre el caso Coro-coro referido, al proyecto hidrometalúrgico de cobre (Er-
bol-Periodista Invitado 18/05/2010).

128
Algunos días después, el CONAMAQ igualmente afirmaba que una Ley Transitoria
postergaría la autonomía indígena expresando su rechazo a la Ley Transitoria sobre
Autonomías. Dos directivos de la organización indígena aseguraban que la norma retrasaría la
implementación de las autonomías indígenas en los municipios que optaron por esta forma de
gobierno.

La relegación de autonomía indígena según el entonces Mallku del CONAMAQ, Rafael


Quispe, afirmando a Enlared- Onda Local, que la relegación de la autonomía indígena venia
desde la Ley del Régimen Electoral Transitorio. A esto se sumaba lo ocurrido en las
elecciones del 4 de abril, donde varias organizaciones políticas no respetaron la decisión
asumida en cabildos y asambleas, con la preselección de sus futuras autoridades locales. “De
qué autonomía indígena hablamos si entre nosotros no está la política, es por eso que nosotros
rechazamos enérgicamente esta ley”, remarcaba (Enlared-El Diario 27 /05/ 2010).

La ley corta de autonomías vulnera todo precepto de constitucionalidad y no reconoce la territorialidad.


Fuente: El Diario 27/05/2010.

Con relación al reconocimiento de la territorialidad, para el entonces Mallku, a la fecha, la


conversión del municipio a autonomía indígena es sólo de nombre: “Como siempre hemos
dicho, es ponerle poncho al municipio o alcalde, y eso no es autonomía indígena; viola todo
precepto constitucional no se reconoce la territorialidad y los procedimientos propios”,
enfatizaba (Ibíd.).

Hacia el mes de junio, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ)
denunciaba que el presidente Evo Morales pretendía eliminar la consulta indígena para la
explotación y exploración de recursos naturales en los territorios originarios, como el TIPNIS.

129
Así, el entonces apu-mallku del CONAMAQ, Rafael Quispe, aseguraba que en la reunión con
Morales realizada el martes, éste (el mandatario) les dijo que la consulta ahuyenta las
inversiones y perjudica la ejecución de obras por lo que no se podrá aplicar. Entonces el
CONAMAQ denunciaba que Evo quería eliminar la consulta indígena (La Prensa - Los
Tiempos - 10/06/2010).

Duras cuestionantes surgían, en medio de conflictos con los indígenas. Nuevos dirigentes
como Quispe arremetían contra el presidente Evo. Algunos medios de comunicación,
señalaban que -han surgido dirigentes indígenas que restan poder a Morales en algunos
bastiones-, otros cuestionan su modelo político y económico, o le amenazan con protestas,
aunque los consultados creen que aún no está en riesgo la autoridad del mandatario entre los
indígenas bolivianos (ABI – Los Tiempos 10/06/2010).

El mas notorio critico, de estos años era Rafael Quispe, uno de los "mallkus" (jefes) del
influyente Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), que lidera a los
indígenas de las comunidades y ayllus de tierras altas. Quispe acusaba a Morales de no
respetar la nueva Constitución que se promulgó en 2009, en lo que respecta a la protección de
la Pachamama o "Madre Tierra", con sus proyectos de explotación de recursos naturales y
carreteras. "El proceso de cambio por el que hemos luchado ha sido distorsionado, ha
cambiado de rumbo, porque ideológicamente lo que pregona el hermano Evo Morales no lo
práctica", dijo Quispe a EFE (Ibíd.).

Los medios también señalaban que en una reunión Morales evidentemente molesto le reclamó
a Quispe en el Palacio en Gobierno por sus críticas públicas, durante una reunión con jefes del
CONAMAQ, según contaba el mismo dirigente. Quispe, además sostenía que los aimaras
estaban preocupados porque Morales les anunciaba que ya no iba a consultar a las etnias
indígenas sobre los proyectos de desarrollo con el argumento de que "demora y perjudica las
inversiones" de las empresas en el país. Aunque la Carta Magna promovida por el mismo
Morales establece que los "indígenas originarios campesinos" deben ser consultados ante
proyectos que pueden afectarles y sobre la explotación de recursos en el territorio que habitan
(Ibíd.).

130
Algunos días después, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas de Qullasuyu (CONAMAQ)
denunciaba que el presidente Morales tenia la intención de eliminar la consulta indígena para
la explotación de recursos naturales en territorio indígena. El vicepresidente, Álvaro García
Linera, aseguraba que el Gobierno es el defensor de la consulta y negó que se planee eliminar
el tema, aunque adelantó que no permitirían que se frene la industrialización.

Ambas autoridades de gobierno denunciaban a organizaciones no gubernamentales, bajo


pretexto de que eran financiadas por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID) y de infiltrarse entre los indígenas para perjudicar al Gobierno.

Las organizaciones que realizan las demandas son: la Confederación de Pueblos Indígenas de
Bolivia (CIDOB), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Bolivia
(CSUTCB), Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) y del
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas de Qullasuyu (CONAMAQ). Se reunieron el jueves y
viernes en La Paz. Allí determinaron exigir “el cumplimiento estricto de la consulta previa,
libre e informada acerca de todos los proyectos” (La Prensa - Los Tiempos 12/06/2010).

El turno de los indígenas andinos y amazónicos parecía cobrar mayor fuerza en el drama
boliviano, los pueblos “indígena originario campesinos”. vanguardizaban dos organizaciones,
las mellizas en palabras de Albó, una en su vertiente occidental, representada por el Consejo
de Ayllus y Marcas del Qollasuyo (CONAMAQ), como en la oriental, cuya máxima
representación es la Confederación indígena del Oriente de Bolivia (CIDOB). Ahora se
enfrascaban en una oposición no partidaria, menos aun cívica u obrera, era indígena. Aquellos
indígenas en cuyo nombre gobernaba la nueva élite política, y decidían recuperar el
protagonismo y negarse a seguir siendo usados sólo como objetos pasivos de un “cambio” que
solo hace uso de su nombre, pero sin ellos (Los Tiempos - 17/06/2010).

Para contrarrestar este surgimiento la coordinadora Nacional para el Cambio (CONALCAM)


preparaba una reunión para evaluar el proceso legislativo. Se convocaban a todos los sectores
que integraban por entonces el CONALCAM para evaluar los avances en la aprobación de
leyes ", así declaraba el entonces senador y principal ejecutivo de los cooperativistas mineros,
Andrés Villca.

131
Admitía que surgía algunas observaciones del Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del
Qullasuyu (CONAMAQ) y de la Confederación Indígena del Oriente boliviano (CIDOB),
cuyos dirigentes exigieron algunas puntualizaciones sobre las Leyes. Se referían en estos
términos:”Hace un par de días nos hemos reunido con los dirigentes del CONAMAQ para
intercambiar criterios sobre el tema legislativo, y se concertó en llamar a un encuentro
ampliado con otros movimientos sociales" (17/06/2010). Aunque al final punteaban que las
observaciones de estos sectores de, ahora, oposición indígena, relacionadas con la exclusión
de algunos artículos de los proyectos de Ley en perjuicio de algunos sectores, aclaraban que
estos cuestionamientos no tenían sentido (ABI – Los Tiempos 17/06/2010).

Por otro lado el Consejo Nacional Ayllus (CONAMAQ) también pedía al gobierno de Evo
Morales el reconocimiento del límite de sus tierras y territorios ancestrales originarios para las
autonomías indígenas y rechazaba una simple reconversión de los municipios a esta forma de
gobierno, afirmaba Idelfonso Canasa, quien fuera responsable de la Comisión de Gestión
Territorial de la organización (Ibíd.).

La dirigencia del CONALCAM convocó a los dirigentes de los movimientos sociales para evaluar aprobación de
Leyes Orgánicas. Fuente: ABI Agencia 17/06/2010.

El dirigente argüía que ahora aquel pedido de su organización intentaba negociar con el
Ministerio de Autonomías en intensas reuniones que mantienen desde hace tres días en la
ciudad de La Paz pero sin ningún resultado. Sólo “no reconocen nuestra propuesta, que es la
constitución de autonomías indígenas sobre nuestros territorios ancestrales. Lo que las
autoridades dicen es que es inconstitucional”, señalaba Canasa. Cuestionaban también que el

132
Gobierno diera más interés a las autonomías departamentales, municipales y regionales
olvidándose de los indígenas (Erbol - Periodista Invitado - 18/06/2010).

Días mas tarde el Consejo del CONAMAQ rechazaba el proyecto de Ley Marco de
Autonomías presentado por el gobierno Ejecutivo y no descartaban asumir acciones de
presión. El CONAMAQ demandaba autonomía plena en los territorios indígenas
particularmente en tierras altas. Gabino Apata Arquiri, por entonces Apu Mallku del
CONAMAQ, expresaba que la protesta de las organizaciones campesinas de tierras altas se
debía a que sus propuestas no fueron incluidas por el Gobierno en el proyecto de Ley de
Autonomías. Y señalaban que: "Como organización de campesinos de tierras altas no estamos
de acuerdo con el proyecto de Ley porque nos ponen limitaciones para tener autonomías
indígenas en nuestros territorios y por eso lo rechazamos a pesar que ha habido reuniones con
el Ministro (Carlos Romero) y sus técnicos, pero nuestros planteamientos no han sido tomados
en cuenta" (ANF – Erbol – Los Tiempos 23/06/2010).

Así mismo el por aquel tiempo, quien fuera Arquiri Apu Mallku del CONAMAQ, Sergio
Hinojosa, anunciaba que no descartarían movilizaciones por el reconocimiento de sus tierras
ancestrales, en pos de verdaderas autonomías indígenas, en el tratamiento de la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización por la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Los dirigentes del CONAMAQ informaban que en los siguientes días, convocarían a un
ampliado general de todos los mallkus de las tierras altas (occidente del país), para definir las
medidas de presión. "En esta reunión seguramente nos van a manifestar y plantearán las
movilizaciones que estamos esperando, pero también residimos abiertos al diálogo con el
Gobierno siempre y cuando se respeten nuestros planteamientos", sostenía el dirigente
campesino (Ibíd.).

Aquellos anuncios de movilización no fueron descartados, pues en la medida que pasaba el


tiempo no existía ningún interés por atender y solucionar las demandas del CONAMAQ, así,
las autoridades del consejo de consejos al rechazar el proyecto de Ley Marco de Autonomías
presentado por el Gobierno, llamaban a asumir acciones de presión, ya que la demanda era
autonomía plena en sus territorios, lo cual no había sido incluido por el Gobierno en el
proyecto de Ley marco de Autonomías (ANF–Los Tiempos 24/06/2010).

133
La noticia del conflicto se extendía por todo el país, el CONAMAQ sumaba sus demandas
contra el Gobierno, y aún, no había respuesta. El conflicto entre los indígenas y el Gobierno se
agudizaba, parecía inminente. Mientras los representantes de los pueblos indígenas del oriente
que marchan de Beni a La Paz para exigir la revisión de sus límites territoriales, rechazando
las acusaciones del presidente Evo Morales, en sentido de que estas eran financiadas por
USAID. El Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qullasuyu (CONAMAQ) anunciaba un
ampliado de emergencia para definir medidas de presión (El Deber, ANF - EFE – Los
Tiempos - 24/06/2010).

Así, los indígenas del oriente que se encontraban en plena marcha enviaban una comisión a La
Paz para intentar un dialogo con el gobierno. Además pretendían sumar a sus pedidos las
demandas del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ),
asociándose a los líderes máximos del Consejo de ayllus que también tenían sus propias
demandas y estaba en pie una lucha contra el Gobierno (El Deber - Agencias - 25/06/2010).

Al día siguiente los medios informaban que el CONAMAQ amenazaba a una planta
Hidrometalúrgica por ser una empresa extractivista y altamente contaminante (La Prensa –
Los Tiempos 26/06/2010).

Miembros de CONAMAQ-CIDOB, en La Paz. Fuente: Apg Agencia 26/06/2010.

De aquella manera el presidente del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(CONAMAQ), Rafael Quispe, amenazaba con dejar sin agua al Complejo Hidrometalúrgico
de Coro Coro si es que no se realizaba la consulta a los indígenas de la región para la
obtención de la ficha ambiental y para la autorización de operaciones (Ibíd.).

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Lastimosamente el gobierno no hizo nada por cambiar dicha situación, y ante aquella nueva
negativa del gobierno, el CONAMAQ anunciaba una radicalización en las medidas de presión,
en rechazo de la Ley Marco de Autonomías presentado por el Ejecutivo. La propuesta del
proyecto de Ley Marco de Autonomías planteado por el Gobierno, no lograba convencer a los
pueblos indígenas que iniciarían una serie de medidas de presión reclamando la asignación de
más escaños indígenas, autonomías plenas en tierras comunitarias de origen (TCOs) y
asignación de recursos.

Como resultado, los mallkus del CONAMAQ demandaban una autonomía plena en los
territorios indígenas anunciando medidas de presión. El Apu Mallku del CONAMAQ, Gabino
Apata Arquiri, lamentaba la falta de voluntad política del MAS con las demandas de las
organizaciones campesinas de tierras altas, más aún cuando sus propuestas no fueron incluidas
por el Gobierno en el proyecto de Ley de Autonomías. "Como organización de campesinos de
tierras altas no estamos de acuerdo con el proyecto de Ley porque nos ponen limitaciones para
tener autonomías indígenas en nuestros territorios y por eso lo rechazamos a pesar que ha
habido reuniones con el Ministro de entonces Carlos Romero y sus técnicos, pero nuestros
planteamientos no han sido tomados en cuenta", señalaba (ANF – Los Tiempos 27/06/2010).

En ese marco el entonces Arquiri Apu Mallku del CONAMAQ, Sergio Hinojosa, señalaba que
definirían la fecha de sus movilizaciones en demanda del reconocimiento de sus tierras
ancestrales, en pos de las autonomías indígenas, en el tratamiento de la Ley Marco de
Autonomías y Descentralización por la Asamblea Legislativa Plurinacional. Los dirigentes
del CONAMAQ informaban que en los siguientes días, convocarían a un ampliado general de
todos los mallkus de las tierras altas (occidente del país), para delimitar dichas medidas.

Otra de las observaciones de los indígenas estaba referida al número de habitantes exigidos
para acceder a una autonomía indígena. El proyecto de Ley Marco de Autonomías, propuesto
por el Ejecutivo, establecía que un territorio indígena puede acceder a su autonomía, siempre y
cuando sobre pasen los 10.000 habitantes. El CONAMAQ planteaba que sean sólo 6.000 los
habitantes para acceder a una autonomía plena indígenas originarias. Disyuntiva que no era
mediada. (ANF – Los Tiempos 27/06/2010).

135
Directiva del CONAMAQ en la Cumbre Climática. | Foto: James Daniel - Los Tiempos abril del 2010.

Estas problemáticas indígenas en demanda de las tan ansiadas autonomías, perdieron fuerza,
luego que el Consejo del CONAMAQ rechazara la marcha que llevarían adelante algunos
dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) acusadas
de ser unilaterales y sin previo consenso con los movimientos indígenas del país, según
dijeron los mallkus. Uno de los dirigentes del CONAMAQ, en aquel tiempo Gregorio Choque,
afirmaba por ejemplo en una reunión con los periodistas en la Asamblea Legislativa
Plurinacional que esa organización "rechaza la movilización de la CIDOB y la decisión de
algunos diputados indígenas de haberse declarado inicialmente en huelga de hambre y
posteriormente amenazar con sumarse a la marcha para presionar al Gobierno la adopción de
medidas" (ABI - Los Tiempos 28/06/2010).

Hacia el 29 de junio de 2010 el CONAMAQ rechazaba definitivamente la Ley Marco de


Autonomías y anunciaba mayores presiones. De esta manera la organización no aceptaba el
proyecto de Ley Marco de Autonomías presentado por el gobierno Ejecutivo. La única
propuesta viable para el CONAMAQ situaba una autonomía plena en los territorios indígenas
(ANF-El Diario 29/06/2010).

El Apu Mallku del CONAMAQ, por entonces Gabino Apata Arquiri, lamenaba la falta de
voluntad política del MAS con relación a las demandas de las organizaciones originarias de
tierras altas, más aún cuando sus propuestas no estaban incluidas en el Gobierno y en el
proyecto de Ley de Autonomías. “Como organización de indígenas de tierras altas no estamos
de acuerdo con el proyecto de Ley porque nos ponen limitaciones para tener autonomías
indígenas en nuestros territorios y por eso lo rechazamos a pesar que ha habido reuniones con

136
el Ministro (Carlos Romero) y sus técnicos, pero nuestros planteamientos no han sido tomados
en cuenta”, manifestaba (Ibíd.).

Ya en Julio de aquel año, se organizaba una vigilia para que sus demandas sean incluidas en
Ley de Autonomías. El Consejo del CONAMAQ había determinado conjuntamente sus bases
permanecer en "vigilia" a la espera de que el proyecto de Ley Marco de Autonomías, que
ingresaba en su análisis en una comisión Mixta de la Asamblea Legislativa, considere sus
principales demandas, informaba Gabino Apata, entonces Apu Mallku de CONAMAQ. La
organización demandaba el reconocimiento de las autonomías indígenas originarias, respeto a
los usos y costumbres para la elección de autoridades originarias y la reconstitución de los
ayllus y marcas del Qullasuyo, además del reconocimiento de las tierras originarias que
cuenten con una población de 10 mil habitantes. En ese contexto, Apata explicaba que este
proceso apuntaba a unificar lo que fue en el pasado el Qullasuyo, pero que es un proceso que
"tiene que avanzar paso a paso, primero en los 16 suyus y reconstituir el Qullasuyo", por lo
que esperan que la Ley de Autonomías incluya sus demandas. En fin el CONAMAQ demanda
el reconocimiento de las autonomías indígenas, a los usos y costumbres para la elección de
autoridades originarias y la reconstitución de los ayllus.

Por tanto el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (CONAMAQ) aceptaba los
términos del Gobierno para la aplicación de las autonomías indígenas en sus regiones y dejaba
solos a los pueblos indígenas del oriente aglutinados en la Confederación de Pueblos
Indígenas del Oriente de Bolivia (CIDOB) que rompieron el diálogo con el gobierno y
decidieron reanudar su marcha rumbo a La Paz (ANF – Los Tiempos 1/07/2010).

Mientras tanto, en La Paz, los dirigentes del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu (CONAMAQ) firmaban un acuerdo con el Gobierno que establecía que los
territorios indígenas debían tener una base poblacional de 10 mil habitantes para ejercer su
autonomía. El entonces dirigente del CONAMAQ, Rafael Quispe, mencionaba que el acuerdo
suscrito con el Gobierno, que establece la base poblacional para conformar los territorios
autónomos indígenas, también incluye a los de tierras bajas, donde, en la mayoría de los casos,
no cuentan con los 10 mil habitantes (Red Líder cit. en Los Tiempos 1/07/2010).

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Ante las desventajas de la negociación de los pueblos indígenas del oriente con relación a
varios temas, las marcas de Qhara Qhara se reunían en Sucre, y los ayllus anunciaban su
apoyo a los pueblos del oriente (Correo del Sur - Agencia Los Tiempos 11/07/2010).

La dirigencia de la Nación Qhara Qhara, que instalaba un ampliado de “emergencia” en Sucre,


anunciando su respaldo a la Confederación de Pueblos Indígenas del oriente (CIDOB) que
sostenía una marcha de protesta reclamando el aumento de escaños en la Asamblea Legislativa
Plurinacional. Señalaba: “Nosotros estamos apoyando esa marcha. En este evento vamos a
planificar qué vamos a hacer y cómo vamos a movilizarnos”, aseguraba el curaca Salvador
Conde. “Este encuentro es de mucha importancia. Vamos a analizar los informes de nuestros
representantes nacionales del CONAMAQ (Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu). Algunas autoridades del CONAMAQ nos han traicionado por temas personales.
Nosotros también estamos en la lucha de las autonomías indígenas y originarias.
Lamentablemente, sin consultar a las bases y a los suyos, han tomado decisiones. Apoyamos a
nuestros hermanos de la Cidob. Mañana (hoy) vamos a definir si nos sumamos a la marcha”,
dijo por su lado, David Colque, dirigente de la Nación Qhara Qhara de Potosí (Ibid).

De esta manera los Indígenas del norte de Chuquisaca respaldaban los pedidos de la CIDOB a
través de la nación Qhara Qhara que rechazaba en Sucre los acuerdos firmados en pasados días
entre el gobierno y la Confederación de Ayllus Indígenas (CONAMAQ), y respaldaba e
incluía las demandas que mantenían los pueblos indígenas del oriente aglutinados en torno a la
CIDOB, según señalaban las resoluciones de aquel ampliado, dando lugar a una confrontación
interna entre autoridades. Con relación a este suceso señalaban:

"Rechazamos los convenios y acuerdos firmados entre el Gobierno Nacional y algunos mallkus del
CONAMAQ (…) de fecha 29 de junio, y el acuerdo firmado en Palacio de Gobierno, denominado
‘Pacto de Unidad', de fecha 7 de julio del presente año, por considerarlos un atentado a los principios y
valores ancestrales", sostiene uno de los puntos de la resolución. (Anf - Agencia Los Tiempos
12/07/2010).

De esta manera el Diario también resaltaba la postura de los jilakatas que punteaban: "Nos
sentimos traicionados (…) por algunas autoridades originarias del CONAMAQ,
principalmente, por el acuerdo que han firmando con el Gobierno, sobre la Ley de
Autonomías, el cual no ha sido analizado orgánicamente con los suyus, marcas y ayllus. Por lo
tanto, como suyu, nos levantaremos para hacer respetar los derechos de los pueblos indígenas
originarios", señalaba el segundo artículo. “Como naciones y pueblos indígena originarios,

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apoyamos y respaldamos la marcha emprendida por nuestros hermanos de la CIDOB,
pidiendo autonomía indígena originaria, sobre la base de territorios ancestrales, y sobre la base
las naciones originarias y el derecho a la consulta en la administración del territorio ancestral”,
culminaba el documento (13 de julio de 2010).

Aproximadamente 10 días después, se llevó adelante una reunión del “gabinete ampliado” en
donde se evaluaba a los ministros del presidente Evo Morales. El Consejo del CONAMAQ
comenzaba a observar a los ministros del presidente Evo Morales, a tiempo de la reunión de
evaluación del primer semestre de gestión que el Jefe de Estado sostendría con sus principales
colaboradores.

Para el mallku de la Comisión de Reconstitución e Industrias Extractivas del CONAMAQ,


Rafael Arcángel Quispe Flores, todos los ministros se aplazaban, sobre todo el de Autonomías
y el de la Presidencia y el único rescatable en sus palabras era el canciller del Estado David
Choquehuanca por su la labor “humilde”. Seguidamente, el dirigente indígena, anunciaba que
en agosto se conocería de manera oficial a quiénes se alejarían del Gobierno por no estar
dentro del proceso de cambio; además, de evaluar sí las cinco leyes orgánicas promulgadas
por el Ejecutivo estaban acordes a las necesidades del sector. Señalaba que “La próxima
semana se va realizar en La Paz la Cumbre Nacional de los Ayllus, Comunidades Indígenas
Originarias Campesinas, donde vamos a analizar el derecho a la consulta previa de los
impactos de las industrias extractivas, posterior a ello en agosto nos reuniremos para
oficializar nuestra posición”, decía (El Diario 23 /07/ 2010).

Por entonces no sólo el CONAMAQ calificaba de negativa la gestión del gabinete ministerial,
también, los ex simpatizantes del MAS. El ex senador de este partido, Roman Loayza, quien
advertía un riesgo de la independencia sindical por la “política de confrontación”. A su vez,
Filemón Escóbar, responsabilizaba a Linera por el riesgo que corría el denominado proceso de
cambio, pues según aquellos balances, la población podría terminar frustrándose e inclinarse
nuevamente a la derecha (Ibíd.).

Mientras tanto en Coro Coro un cabildo del ayllu de Cicuipata Marka, cercano al proyecto
hidrometalúrgico del mismo lugar, en la provincia Pacajes del departamento de La Paz,
amenazaba con cortar la provisión de agua al emprendimiento cuprífero ante el supuesto

139
incumplimiento del Gobierno de varios compromisos con la comunidad. “En un ampliado se
determinaba medidas de presión por no haber cumplido las normas jurídicas y no haber hecho
la consulta al pueblo, una de ellas era el corte de agua a partir del 9 de agosto, después de las
efemérides patrias”, así anunciaba el Mallku de la Comisión de Industrias Extractivas del
Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), Rafael Quispe (ANF -
Agencia Los Tiempos 26/07/2010).

El representante de la organización también afirmaba que las autoridades de Gobierno se


comprometieron a un proceso de consulta transparente ante la población, que en nueve meses
de iniciado el proyecto que no se consolidó. Al mismo tiempo Recordaba que a pesar de las
observaciones, hechas el 27 de octubre de 2009 el Gobierno arremetió con sus operaciones del
proyecto hidrometalúrgico sin tener la ficha ambiental aprobada. (Ibíd.).

Regresando al tema de los cuestionamientos al gabinete de gobierno, los ministros según


CONAMAQ, no respondieron a las expectativas del pueblo, y este organismo se aplazaba en
un 99% en los primeros seis meses del segundo mandato del jefe nacional del MAS. “El 99
por ciento de los Ministros se aplazó, decía, porque no respondieron a las expectativas del
pueblo”, y de manera contundente, cuestionaba al gobierno, el ya posicionado opositor mallku
del Conamaq, Rafael Quispe. Se confirmaba esto, en una entrevista con una emisora de
alcance nacional al afirmar que el Primer Mandatario no aceptó la participación de las
organizaciones sociales en la reunión de evaluación de su gabinete “por temor a las críticas”
(El Diario 26 /07/ 2010).

Cuestionaban también las “malas acciones del gabinete”, cuando Quispe recordaba, por
ejemplo, que el proyecto hidrometalúrgico de Coro Coro empezaba a funcionar sin ficha
ambiental ni consulta a los pueblos indígenas, incurriendo en avasallamiento de terrenos y
otras irregularidades que constituyen violaciones de distinta naturaleza. El dirigente anunciaba
también, que por determinación de un cabildo del sector realizado el fin de semana, “a partir
del 9 de agosto de 2010 se empezarían con las medidas de presión, una de ellas será el corte de
agua al proyecto Hidrometalúrgico de Coro Coro” (Ibíd.).

Todo ello generaba un persistente pedido para el cambio de los ministros observados. El
dirigente Rafael Quispe agregaba que el gobierno y sus ministros tenían un trabajo

140
"deficiente" particularmente los ministros de Minería, José Pimentel; de Autonomías, Carlos
Romero; de la Presidencia, Oscar Coca, y de Gobierno, Sacha Llorenti. Afirmaba que
“Deberían renunciar por hidalguía, no le pedimos que los cambie (dirigiéndose a Evo
Morales). Vamos a ver hasta dónde van, pero por hidalguía e incapacidad deberían renunciar.
Ya le hemos dicho personalmente a Evo Morales hay que cambiar, hay que trabajar más de
cerca con las organizaciones sociales. Muchos se han servido de las organizaciones sociales,
ahora son senadores, ministros, alcaldes” (Erbol – Los Tiempos - 27/07/2010).

Hacia el 27 de julio de 2010 las organizaciones sociales y oposición, tras la evaluación de


Huatajata acordaban exigir la destitución de seis ministros por “mala gestión”. Rafael Quispe,
también pedía al presidente del Estado Evo Morales la destitución de por lo menos aquellos
cinco ministros, en especial el de Autonomías, Minería, Gobierno, Desarrollo Productivo y
Presidencia por “su mala gestión” durante el primer semestre de Gobierno. Por su lado,
Wilfredo Chávez, viceministro Coordinación Gubernamental, tenia la esperanza de que las
reflexiones que hizo el Jefe de Estado en Huatajata mejore el desempeño de las autoridades
ministeriales (El Diario 27/07/2010).

Ya en agosto los representantes de cada sector, tanto de la CIDOB como el CONAMAQ


después de una reunión con el gobierno salían divididos, y mostraban su molestia con el
directorio del CONAMAQ, porque no obedecía a las bases sociales y no socializaba los
acuerdos. El por entonces Jiliri Apu Mallku del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del
Qullasuyu (CONAMAQ), Sergio Hinojosa, afirmaba que, tanto la Confederación de Pueblos
Indígenas del oriente de Bolivia (CIDOB) como su organización, salieron “trasquiladas” de las
reuniones con el presidente Evo Morales. “A veces cuando el gobierno convoca a reunión
siempre nosotros tenemos que salir trasquilados como CIDOB y como CONAMAQ”, señalaba
en su intervención en la I Cumbre Nacional sobre la consulta a los pueblos indígenas para la
ejecución de proyectos extractivos en sus territorios, que se llevaba a cabo en la ciudad de La
Paz (Erbol – Los Tiempos - 1/08/2010).

Así mismo el Arquiri Apu Mallku de la organización indígena, Gabino Apata, pedía a las
bases no tener una posición cerrada, porque de esta manera sólo lograrían que el gobierno de

141
Evo Morales les dé la espalda como hizo con la CIDOB, ya que primero se debe agotar las
mesas de diálogo y buscar otras estrategias para hacer escuchar sus demandas (Ibíd.).

Por otro lado, los ministros cuestionados, muchos de ellos, no eran removidos de sus cargos,
Evo Morales se aferraba a mantenerlos y descartaba el cambio de ministros de Estado y decía
que los dirigentes de los movimientos sociales "pierden su tiempo" al demandar el relevo de
alguno de sus colaboradores, al recordarles que la estructuración de su gabinete no es
atribución de los dirigentes sindicales.

El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (Conamaq) y la Federación


Departamental Unida de Campesinos "Tupac Katari", organizadamente señalaban que no
levantarían su pedido de renuncia de cuatro ministros, por considerar que no realizan un
trabajo coordinado con esas organizaciones. Particularmente las autoridades del CONAMAQ
criticaban la labor de los ministros. Es mas, le daban un plazo al Jefe de Estado para relevar a
las autoridades cuestionadas, caso contrario iniciarían un bloqueo de caminos (ANF – Los
Tiempos 19/08/2010).

Aunque Choquehuanca aseguraba que el presidente Morales se reuniría con algunos


representantes de las organizaciones en La Paz, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu (CONAMAQ) y la Federación de Campesinos de La Paz anunciaban un cerco
campesino exigiendo la renuncia de los entonces ministros de Gobierno como Sacha Llorenti,
de Autonomías Carlos Romero, Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, ministro Obras
Públicas, Walter Delgadillo, de Trabajo, Carmen Trujillo, además de varios Viceministros.
"Nosotros como CONAMAQ ya hemos sugerido al hermano Presidente que algunos
ministros los están haciendo quedar mal y de eso tiene que darse cuenta el Presidente. En
Caranavi hubo dos muertos y los problemas de Potosí se han prolongado ¿y de quién dependía
(que el conflicto no llegue a mayores)?", dijo el entonces Jiliri Apu Mallku del Consejo
Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), Sergio Hinojosa. El presidente
Evo Morales respondía que no haría cambios en su gabinete mientras no le muestren pruebas
del mal trabajo de algunos ministros (ANF – Agencia Los Tiempos 20/08/2010).

Por otro lado, dos días después de aquella oferta del Canciller Choquehuanca, surgían
denuncias anónimas que intentaban dividir a los indígenas para agilizar algunos trámites

142
ambientales. Ante ello los indígenas exigían consulta previa e imparcialidad en los procesos,
por ejemplo el entonces jiliri apu mallku del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qollasuyu (CONAMAQ), Sergio Hinojosa, señalaba que aunque el cumplimiento obligatorio
de la consulta está en la ley, en los hechos el Gobierno no respetaba este requisito
indispensable. “Lamentablemente, los ministros y el Gobierno no están respetando, por eso el
CONAMAQ está demandado la aplicación de la consulta, para dar curso a los proyectos
dentro nuestros territorios, como está en la constitución, en el convenio 169 de la OIT y de las
Naciones Unidas”, indicaba. Continuaba y agregaba que los indígenas no estaban en contra de
los proyectos, “pero vamos a exigir el respeto al derecho a la consulta, luchamos por el
desarrollo de las comunidades, pero no podemos quedarnos con la contaminación, sino ¿de
qué proyectos y de qué desarrollo hablaríamos?” (Los Tiempos - 22/08/2010).

Todas aquellas denuncias, se debían a que los indígenas se encontraban en la disyuntiva de


rechazar por completo los proyectos de explotación de los recursos naturales en sus territorios
o permitirlos con el riesgo del impacto climático sobre su medio ambiente. Algunos analistas
indicaban que esta disyuntiva no fue percibida en el pasado por falta de información sobre los
impactos ambientales. Pero para entonces señalaban que era diferente, porque todos los
habitantes de una región tienen acceso a datos, estudios y análisis para ver lo más conveniente
a sus intereses y del medio ambiente (Ibíd.).

Pero todos aquellos debates, desembocaban en una demanda al Estado boliviano por parte del
CONAMAQ ante la OIT y ONU, por la contaminación ambiental de la planta metalúrgica de
coro coro. Así, el entonces Mallku, Rafael Quispe, informaba que esa organización campesina
presentaba una denuncia formal a la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas del
Abya Yala (CAOI), organización "supra nacional" encargada de llevar adelante el proceso. La
denuncia de CONAMAQ tiene que ver con la vulneración de los derechos humanos y las leyes
de conservación del medio ambiente en las que incurrió el Gobierno al instalar una planta
metalúrgica en el municipio de Coro Coro, sin tener un estudio de impacto ambiental (ANF –
Agencia Los Tiempos 24/08/2010).

"Esta coordinadora realizará un informe técnico - jurídico y se lo presentará a la Organización


Internacional del Trabajo (OIT) y Naciones Unidas (NU). Naciones Unidas estará en Bolivia hará una
evaluación y estamos seguros que el Estado boliviano será sancionado, no el Gobierno, porque es
pasajero, será el Estado quién sea que esté de Presidente". Según Quispe la instalación de la planta
dejaba sin agua dulce a más de 50 comunidades campesinas que dependen del líquido elemento para su

143
consumo, la de sus animales y el riego de sus campos de cultivos. La denuncia afirma que "el Gobierno
se ha olvidado que Naciones Unidas declaró el acceso al agua como un derecho humano, por lo tanto
debía haber una consulta" (Ibíd.).

De esta manera los comunarios de los ayllus junto a sus dirigentes denunciaban que el
Gobierno estaba violando los derechos y convenios internacionales 169 referido al derecho a
la consulta a los pueblos originarios sobre el uso de los recursos naturales, además de la
declaración de los pueblos indígenas de Naciones Unidas, además de las leyes 1257, 1357 y la
propia Constitución Política del Estado (CPE).

"Por todo eso pensamos que el Estado será sancionado, es la primera medida que estamos tomando en
contra del Estado boliviano porque parece que las movilizaciones no le afectan a este gobierno, es
insensible, pero no se descarta que vamos a tomar medidas de presión, pero ya no vamos a anunciar sino
vamos actuar", advertía el dirigente (Ibíd.).

Para entonces el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) se


declaraba en estado de emergencia y anunciaba movilizaciones si el gobierno del presidente
Morales no aplicaba el mandato constitucional de la consulta a los pueblos indígenas para la
ejecución de proyectos extractivos en sus territorios. Paralelamente los suyus de Coro Coro
denunciaban el grado de contaminación en el que viven sus regiones a consecuencia de la
contaminación (El Diario - Los Tiempos 24/08/2010).

De esta manera el incumplimiento a los acuerdos internacionales como el Convenio 169, sobre
la consulta vinculante y la autodeterminación de los pueblos indígenas, entre otros aspectos,
estaban siendo puestos a consideración en concordancia con los tratados internacionales y que
eran vulnerados por el Gobierno del MAS, por lo que los dirigentes del CONAMAQ
presentaban una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las Naciones
Unidas sobre el derecho a la consulta a los pueblos indígenas respecto al uso de los recursos
naturales con el objetivo de que se respeten sus derechos (El Diario-Los Tiempos 25 de agosto
de 2010).

Hacia el 1 de septiembre de aquel año, y ante las experiencias de mal manejo administrativo y
político por parte del gobierno de turno se discutían temas asociados a ciertos mecanismos del
Control Social. Así La Federación de Campesinos Túpac Katari y el CONAMAQ, preparaban
un proyecto alternativo de Control Social, en contraposición al que había elaborado el
CONALCAM. De esta manera los dirigentes de estas dos instituciones aseveraron que no
estaban conformes con algunas disposiciones de la Coordinadora Nacional por el Cambio

144
como la expulsión de dirigentes que generen “conflictos sociales”. Sobre el tema, el entonces
dirigente de la Confederación de Naciones y Pueblos Indígenas del Qollasuyo (CONAMAQ),
Rafael Quispe, informaba que también plantearían la propuesta ante la Asamblea Legislativa.
“Nosotros hemos observado mucho que el Gobierno no esté cumpliendo el texto de la CPE,
por lo que es necesario establecer parámetros que ordenen el cumplimiento de las
disposiciones legales, para ello estamos concluyendo el proyecto de Control Social”, así
mismo Quispe lamentaba que se pretenda crear una Ley de Control Social, ligado con el
Gobierno canalizado a través del CONALCAM (El Diario 1 /09/ 2010).

Una semana después aproximadamente el CONAMAQ explicaba cinco leyes orgánicas


promulgadas por el presidente Evo Morales, informaba el mallku de aquella ves, Lino Poma.
Explicaba que las autoridades del Concejo de Ayllus y Marcas Qullanas, Nación Qhapaq Uma
Suyu fueron el primer sector que conoció el informe de las leyes en vigencia, como de
Autonomías y Descentralización, las leyes de los órganos Electoral y Judicial, de Régimen
Electoral y del Tribunal Constitucional. Así se refería al tema: “Muchos de nuestros hermanos
aún no conocen las leyes que fueron promulgadas y por eso, como CONAMAQ, hemos
empezado con su socialización, que son muy productivas para todos”, señalaba (Erbol – Los
Tiempos - 7/09/2010).

Diez días más tarde de aquel suceso, el CONAMAQ lamentaba que el Mandatario no tenga el
interés, ni las intenciones de erradicar la coca excedentaria del Chapare. Rafael Quispe
afirmaba que el Gobierno de Evo Morales actuaba con una “doble moral” en el tema de la
lucha contra el narcotráfico, toda vez que no erradica los cultivos excedentarios de hojas de
coca existentes en el Chapare. El entonces dirigente andino también señalaba críticamente
advirtiendo que en el tema del narcotráfico el Gobierno “no está haciendo absolutamente
nada” y pedía a las autoridades “erradicar los cultivos excedentarios en el Chapare, porque esa
producción no sirve para el ‘pijcheo’, sino para la droga”. “Este gobierno es cómplice del
narcotráfico por no erradicar los cultivos excedentarios de coca, por eso hemos dicho que el 90
por ciento de los ministros se aplazaron en esta gestión. Nosotros viajamos al Chapare y no
vemos ninguna erradicación, por lo tanto, es un doble discurso por eso pedimos que
erradique”, señalaba (ANF - El Diario 17 de septiembre de 2010).

145
Estos temas que, ya eran parte de una evidente ruptura del CONAMAQ con el gobierno
desembocaron en un cabildo anunciado, y junto a la CIDOB observarían al mandatario
Morales. Así el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) realizaría
a fines del mes de septiembre un cabildo junto a la Confederación de Pueblos Indígenas del
oriente de Bolivia (CIDOB) para analizar su relación con el presidente Evo Morales, quien en
días pasados había acusado a algunos dirigentes de hacerle perder su tiempo y no respaldar el
proceso de cambio. Asimismo, en este encuentro anunciaron que analizarían las leyes
orgánicas promulgadas hasta julio del 2010 y las que están en proceso de aprobación.
Informaba el entonces jiliri apu mallku del CONAMAQ, Sergio Hinojosa, en entrevista con la
Red Erbol (Los Tiempos - 20/09/2010).

Dos días después, el 22 de septiembre el CONAMAQ amenaza con un cerco para constreñir la
aprobación de la Ley anti racismo, que había sido rezagada. Así mismo amenazaban con
"cercar" la Asamblea Legislativa, sino cumplían con la aprobación del proyecto de Ley Contra
toda forma de Discriminación Racial, cuyo tratamiento se iniciaría a partir del próximo lunes
en la Comisión de Constitución del Senado. Para ello, otro representante del CONAMAQ,
Gregorio Quispe, explicaba en conferencia de prensa, que los pueblos indígenas reeditarían el
"cerco" a la Asamblea Legislativa de algunos años atrás, si es que no se aprobaba la Ley tal
como está redactada, es decir sin modificaciones, como instruía el jefe político del gobierno.
"Queremos decir a ambas partes, algunos medios de comunicación social deben trabajar con el
pueblo, nosotros no queremos más discriminación, nosotros hemos sufrido muchos años la
discriminación, por eso decimos, si no aprueban los senadores la Ley tal como esta, vamos a
cercar la plaza Murillo y la Asamblea hasta que aprueben la Ley sin modificar nada",
sentenciaba el dirigente (Anf – Agencia Los Tiempos 22/09/2010).

Ante la mala predisposición del gobierno, de responder e incluso desconsiderar las sugerencias
de los movimientos sociales. El Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyu
(CONAMAQ) anunciaba que analizaría la posibilidad de promover la realización de un
referendo revocatorio del mandato del vicepresidente Álvaro García Linera y la remoción
absoluta del entonces ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, señalaba el vocero de la
organización, por aquel tiempo Sergio Hinojosa. “Si nuestras bases van a decir que se vaya a
revocatorio se tiene que cumplir, porque Álvaro García Linera y Sacha Llorenti no nos

146
escuchan y además las demandas son para escuchar al pueblo, no para que nos hagan a un
lado”, señaló a los periodistas. Hinojosa indicaba que los ministros de Estado no escuchan las
necesidades de los diferentes sectores sociales. Además del Conamaq, también los campesinos
de La Paz y los comerciantes minoristas han amenazado con recoger firmas para lograr aquella
consulta (ABI – Los Tiempos 26/09/2010).

Días después de que el CONAMAQ anunciara el referéndum revocatorio, trazaba la


independencia del “Pacto de Unidad”, así como anunciaba su salida del CONALCAM. Rafael
Quispe, entonces mallku de la Comisión de Industrias Extractivas del Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), anunciaba la salida del Pacto de Unidad,
integrado por cinco organizaciones indígenas originarias, como también de la estructura de la
Coordinadora Nacional por el Cambio (CONALCAM) y adelantaba que esta instancia
marcharía de manera independiente, de aquí en adelante, y planteando propuestas cuando el
presidente Evo Morales consulte a los movimientos sociales sobre temas de vital importancia
para el país (Erbol – Los Tiempos 29/09/2010).

“No somos parte del CONALCAM porque ya no tiene sentido que exista. Es más, tuvo antecedentes
funestos como el caso del senador Fidel Surco. Es un ente político afín al Gobierno. Nosotros somos
apolíticos. Por eso, el Pacto de Unidad ya no tiene nada que ver con la CONALCAM”, señalaba (Ibíd.).

Se explicaba también que la decisión había surgido en una reunión de cinco sectores que
integraban el Pacto de Unidad: la Confederación de Pueblos Indígenas del oriente de Bolivia
(CIDOB), la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia
(CSUTCB), las comunidades interculturales (antes colonizadores), la Confederación Nacional
de Mujeres Campesinas “Bartolina Sisa” y el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu (CONAMAQ) (Erbol – Los Tiempos 29/09/2010).

Regresando al tema del referéndum revocatorio, este surgía del Consejo Nacional de Ayllus
del Qullasuyu (CONAMAQ) porque no estaban conformes con el vicepresidente Álvaro
García Linera, por lo que las cinco organizaciones nacionales del “Pacto de Unidad” se
reunirían de manera urgente con el presidente Evo Morales para hacer reconocer sus
observaciones y demandas. La información la dio a conocer el entonces representante del
CONAMAQ, Sergio Hinojosa: “Con nuestro hermano presidente no tenemos mucho
problema, pero sabemos por qué se están dando los problemas, eso es lo que nos preocupa.
Nuestros suyus han dicho que no podemos ser manejados por los blancos o por los que no son

147
originarios, entonces directamente llegarían al Vicepresidente”, señalaba Hinojosa. Según el
líder indígena, en la reunión del “Pacto de Unidad” expresaron sus observaciones y demandas,
así mismo se compartió con el canciller David Choquehuanca (Los Tiempos - 30/09/2010).

Hacia los últimos días de octubre, para los indígenas, regresaba la cuestión problemática con
las empresas extractivas impulsadas por el gobierno en Coro Coro, y el CONAMAQ
presentaba pruebas ante tribunal de la OEA para resolver dicha cuestión. Las denuncias de
contaminación ambiental que provocaba el proyecto hidrometalúrgico en la población de
Coro-oro ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de
Estados Americanos (OEA) continuaba en los tribunales internacionales. Rafael Quispe,
representante del CONAMAQ informaba, que una delegación de dirigentes campesinos
participaría el 29 de octubre de aquel año de la sesión número 140 de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la OEA (ANF – Agencia Los Tiempos -
20/10/2010).

"Estoy tramitando mi visa, voy a estar en Estados Unidos, porque nuestra queja formal por la violación
de los derechos indígenas en el caso Coro-coro ha sido admitido por la Corte Interamericana de
Derechos Humanos", informaba el dirigente. Añadió que en su condición de responsable de la Comisión
de Industrias Extractivas del Conamaq, recibió una invitación de la OEA el 4 de octubre pasado.
"Oportunamente hemos denunciado que el Gobierno es el primero en violar los derechos de la madre
tierra, con el desvío del río para la planta metalúrgica, falta el manifiesto ambiental y lo peor están
contaminando el agua con residuos de plomo y otros minerales que está matando a los animales. Son 18
comunidades que se quedaron sin agua para consumo humano, de sus animales y campos de cultivos",
denunció Quispe (Ibíd.).

El dirigente señalaba también que el CONAMAQ siguió todas las instancias para la denuncia
internacional sobre el avasallamiento de tierras y la contaminación que provoca el proyecto
hidrometalúrgico de cobre en comunidades de Coro-coro, primero en el país y posteriormente
a nivel internacional. "No nos han tomado importancia, pero nosotros hemos avanzado, no
somos especuladores. Llevaremos las pruebas, porque no hubo consulta. No tiene manifiesto
ambiental (el proyecto hidrometalúrgico) se ha cambiado el curso del agua, se han avasallado
los terrenos", afirmaba por entonces el dirigente campesino (Ibíd.).

Todas estas demandas recaían en la acusación directa a Evo Morales por no mediar una
consulta previa. Así lo entendía el entonces mallku de la Comisión de Industrias Extractivas
del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), Rafael Quispe, quien
declaraba que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dependiente de la

148
Organización de Estado Americanos (OEA), observara que el Gobierno del presidente Evo
Morales no aplicaba la consulta sobre actividades extractivas en territorios indígenas.

Según Quispe, esa instancia, además, se mostraba preocupada porque no se respete ese
derecho de los pueblos, como lo establece la Declaración de la ONU sobre los Derechos
Indígenas, así como el convenio 169 de la OIT, incluso la propia Constitución Política del
Estado. “Nos ha dicho que el Estado boliviano es muy progresivo, pero lo que le preocupa es
que no se cumplan esos derechos”, señalaba Quispe (Erbol – Los Tiempos - 30/10/2010).

Por otro lado, y viendo el entramado político social del CONAMAQ, esta organización por los
primeros días de Noviembre pensaba enviar una ponencia en representación de los pueblos
indígenas de tierras altas a la conferencia climática de Cancún. Y definían el envió de una
representación al COP16, que se realizaría entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre, en
Cancún, México, así informaba el entonces mallku secretario, Jacinto Díaz (El Diario 6
/11/2010).

El tema mas importante para el CONAMAQ fue planteado a partir del pedido ante la Alta
Comisionada de DDHH de la Organización de Naciones Unidas (ONU) respetar el derecho a
la “consulta previa” establecida en la CPE de Bolivia y la Declaración Internacional de los
Derechos de los Pueblos Indígenas, según explicaba el dirigente Rafael Quispe, quien además
se refería a que en el actual régimen existía discriminación desde el propio Gobierno (El
Diario 16 /11/ 2010).

“El Gobierno quiere maquillar hacia la mirada internacional. Nosotros no hemos sido partícipes en
diferentes leyes que se han elaborado, hemos participado hasta la CPE, pero su cumplimiento no existe,
como por ejemplo Coro-coro, se ha inaugurado el proyecto violando la CPE y el derecho a la consulta
previa, el derecho al agua, a vivir en un medioambiente sano y también está San Cristóbal o la Joya, la
construcción de los corredores bioceánicos y eso debe conocer la Comisionada, se ha avanzado en la
parte legislativa, pero no la aplicación no existe”, señalaba “El derecho a la consulta es un derecho
humano que no se cumple; ahora Bolivia ha propuesto que el agua es un derecho humano, sin embargo,
San Cristóbal y Coro-coro consumen aguas fósiles que han dejado el líquido elemento a varias
comunidades y eso es muy lamentable”, finalizaba (Ibíd.).

De esa manera el CONAMAQ, enviaba a su respectiva representación a Cancún para


denunciar al gobierno del MAS. “El fin de semana partió una misión de avanzada de cinco
delegados de Conamaq a la inauguración de la Conferencia y la siguiente semana viajarán

149
otras cinco personas”, informaba a la ABI el dirigente Mauro Cruz (Abi - Agencia El Diario
30/11/2010).

Ya por diciembre de aquel año, el CONAMAQ, punteaba que Evo sólo buscaba protagonismo
con Ley Madre Tierra en Cancún, su fin no es representativo, es discursivo señalaba el
portavoz del CONAMAQ. El Mallku Rafael Quispe, afirmaba que la Ley de Derechos de la
Madre Tierra, aprobada en la víspera en el Senado, sólo serviría para que el presidente Evo
Morales tenga un protagonismo político en la Cumbre Climática de Cancún, México. Quispe,
adelantaba que los dirigentes que integran el Pacto de Unidad, y son parte de la Cumbre sobre
el Cambio Climático en Cancún, harán llegar una carta a la Asamblea Legislativa, dando a
conocer su molestia por la maratónica aprobación de la Ley, sin consenso de los indígenas,
campesinos originarios que le den legitimidad y legalidad (ANF – Agencia Los Tiempos -
9/12/2010). "No sabemos de dónde ha aparecido la Ley Madre Tierra y tampoco está orientada
hacia la Ley Marco sobre Madre Tierra que nosotros hemos sugerido, simplemente, esa Ley
aprobada es para que el presidente Morales haga protagonismo político en Cancún", agregaba
el dirigente de CONAMAQ.

El dirigente también explicaba que la propuesta del Pacto de Unidad presentada a la Asamblea
Legislativa contemplaba la "Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas", que demandan el respeto a este sector de la población, el consentimiento
libre previo e informado sobre las actividades extractivas, además del reconocimiento y
protección del conocimiento de la ciencia ancestral. "Lamentablemente estas nuestras
propuestas no fueron tomadas en cuenta en la Ley de Madre Tierra. Al final, estos acuerdos no
se respetaron y se aprobó una ley corta, sin consenso y no tiene absolutamente nada de
nuestras propuestas, esto sí que es meterse un autogol", aseveraba (Ibíd.).

También por esos días se sabia que el mandatario del Estado Plurinacional arribaría a Cancún
seguramente con una Ley que no tiene en realidad el contenido que los pueblos indígenas del
mundo están peleando para incluirlos en las conclusiones de la Cumbre terminaba Quispe
(ANF–Agencia Los Tiempos - 9/12/2010).

Hacia finales de aquel año, lo más nítido fue la ruptura del CONAMAQ con relación al
Gobierno. En este sentido los sectores sociales ya no reafirmaban su demanda en pedir

150
cambios en el gabinete de gobierno. Para Rafael Quispe, mallku de la Comisión de
Reconstitución e Industrias Extractivas del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del
Qullasuyu (Conamaq), por ejemplo, todos los ministros que asistieron al gobierno en 2010, se
aplazaron y debían regresar a sus casas (Erbol – Los Tiempos - 20/12/2010).

Así mismo por aquellos días se levantaba la subvención a los hidrocarburos, o lo que
popularmente se llamo el “gasolinazo”. El CONAMAQ rechazaba el decreto que nivelaba el
precio de los combustibles. La organización se pronunciaba en contra del Decreto Supremo
que nivelaba el precio de los combustibles y anunciaba que acataría las resoluciones y
movilizaciones aprobadas por la Central Obrera Boliviana (COB) (Abi – Los Tiempos -
29/12/2010).

De esta manera, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) se


sorprendía de la hazaña del gobierno; "Nos dio tremenda sorpresa con el gasolinazo y tras
análisis profundo de esta situación rechazamos ese decreto, porque nos afecta directamente a
los pueblos indígenas, originarios y comunidades campesinas, por lo que rechazamos
contundentemente esta medida", subrayaba el jiliri apumallku, Sergio Hinojosa. Además
agregaba, que si los dirigentes son buenos líderes, tienen que velar por el interés de sus bases,
al justificar el rechazo al Decreto 748. "El incremento del 83% en el precio de los, carburantes
es muy grave, esto jamás pasó en Bolivia, esto afecta duramente a los bolsillos de la gente del
campo y el presidente Evo Morales, sabe cómo es la pobreza en el campo", puntualizaba
(Ibíd.).

Por su parte, el líder indígena Rafael Quispe aclaraba que su sector se sumaria a todas las
movilizaciones en defensa del pueblo, "pero no a las movilizaciones políticas como están
haciendo algunas partidos de la derecha aprovechando esta situación". A su juicio, el Gobierno
está haciendo una mala lectura de la situación económica, política y social, y "está viendo sólo
por los ojos de algunos ministros y de algunos dirigentes que están traicionando a su pueblo"
(Ibíd.).

Aquella liberación de la subvención no fue conseguida por el gobierno, puesto que temían que
las movilizaciones se desplieguen a pesar del descanso que existía por fin de año, y más
particularmente navidad, y decidieron retirarla.

151
2.4. El quiebre del CONAMAQ con el Estado Plurinacional (2011-2012).-

Después de la crisis institucional del MAS con relación al CONAMAQ, que se situaba en un
tira y afloja inscrito en apoyar o no al gobierno, entre 2012-2013 se eligió a don Félix Becerra,
originario de los Ayllus de Cochabamba como Jiliri Apu Mallku. Con 16 suyus reconocidos
por el CONAMAQ, fue presentado como nueva autoridad de la organización matriz de los
pueblos de tierras altas del país. La flamante autoridad y su Consejo de Consejos encabezaron,
junto a dirigentes de la CIDOB y la CPEMB, la IX marcha en defensa del TIPNIS.
Para estos años la organización de tierras altas estaba radicalmente alejada del gobierno y
denunciaba constantemente que, “las manos del gobierno intentaba dividirlos para conformar
un directorio paralelo que respalde y avale las decisiones políticas en función del partido
oficialista, y que tome la dirección política y partidariamente a los pueblos indígenas”.
El alejamiento del CONAMAQ, tuvo a nuestro juicio dos motivos, uno político y otro
organizacional, el político debe entenderse a partir de la distribución del poder, y el gobierno
del MAS, relegó al movimiento a espacios minúsculos, y del que sus dirigentes se sentían
descontentos. Y el organizacional, que fue el pretexto que planteó el CONAMAQ para retirar
su apoyo al gobierno, y así cuestionar desde afuera aquello que no pudo transformar desde
adentro.
De esta manera veremos los sucesos más relevantes que acontecieron durante estos años, en la
relación CONAMAQ-Estado boliviano.

2011.-

Este año arrastraba muchos conflictos y males de las gestiones pasadas. Por ejemplo las
observaciones a los ministros del gobierno de turno, de todo el 2010, eran nuevamente
reeditadas. Los sectores sociales como CONAMAQ pedían al Presidente escuchar al pueblo,
era evidente que el mandatario se había alejado de las bases de algunos movimientos sociales
rurales. Además que por segunda vez. Arce, Vincenti y Llorenti se encontraban en la mira de
las organizaciones por el “gasolinazo” suscitado a finales del 2010.

El CONAMAQ planteaba que los ministros de Gobierno, Economía e Hidrocarburos debían


renunciar al cargo. También pedían “la cabeza” del entonces presidente de YPFB, Carlos
Villegas. Así, los dirigentes de varios sectores sociales hacían eco la promesa del Jefe de

152
Estado: “mandar obedeciendo al pueblo” y por ello pedían la destitución de tres ministros
“implicados” en el “gasolinazo” de Navidad y sus efectos. Pues contravenían su discurso
Estatal, planteando reformas de libre oferta y demanda de la gasolina, diesel y otros
combustibles como el kerosene.

El ministro de la presidencia, por entonces Oscar Coca, manifestaba que el presidente Evo
Morales se reuniría con su gabinete de ministros a fin de evaluar la gestión 2010. En tanto, los
sectores políticos y sociales coincidían en ratificar el pedido de renuncia de al menos tres
autoridades por los conflictos generados a partir del DS 748 que daba paso al incremento de
los precios de los carburantes. Los ministros de aquel periodo, el de Economía, Luís Arce, de
Hidrocarburos, Fernando Vincenti y de Gobierno, Sacha Llorenti, eran los principales
observados (El Diario 4 /01/ 2011) por los movimientos sociales contrarios al gobierno.

El secretario del CONAMAQ, Sergio Hinojosa, ratificaba el pedido de renuncia de varios


ministros de Estado, por haber atentado a la economía y los intereses de la población para
acceder a los combustibles. Aseguraba que esta organización aceptaba la decisión del
Ejecutivo, pero era también necesario un cambio de autoridades, en especial en el área
económica. Hinojosa señalaba: “Hacemos una evaluación de quienes están acompañando a
nuestro Presidente, quien tiene que tener mucho cuidado porque el pueblo ha quedado mal;
por esa razón sí o sí tiene que haber el cambio del gabinete de ministros, esa clase no puede
manejar, no puede ser en vano la lucha del pueblo” agregaba Hinojosa. Habrá que situar que el
Mallku Hinojosa era expulsado por el CONAMAQ meses después por su afinidad política con
el partido de gobierno.

Escuchar al pueblo era la clave para el dirigente de la entidad de tierras altas, Rafael Quispe,
quien manifestaba que ya existía la advertencia popular observando a algunas autoridades y
pidiendo la anulación del DS 748 (que eliminaba la subvención de los carburantes). El
presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Carlos Villegas y la
presidenta de la Aduana Nacional, Marlene Ardaya. “Deben renunciar”. Hemos comprometido
al Presidente un ‘jallalla’ porque ha escuchado al pueblo, ahora el pueblo pide cambio de
ministros, hágalo y seguiremos ‘jallallando’ cuando cumple, sino las movilizaciones vienen

153
desde abajo, desde las bases”, planteaba (Ibíd.). Situación que mostraba los últimos intentos de
concertación política entre el CONAMAQ y el gobierno.

Los dirigentes del CONAMAQ pedían al primer mandatario escuchar las demandas del pueblo para que tres
ministros de su gabinete sean relevados. Fuente: El Diario 4/01/2011.

Los últimos días de enero, residieron ciertos contrapesos para el CONAMAQ. Así por ejemplo
El representante de la organización, Rafael Quispe, manifestaba que con el informe del
presidente Evo Morales se comprobaba que Bolivia tenia un jefe de Estado que vive de las
cifras que no tienen relación alguna con la realidad económica de la gente del pueblo.
Lamentaba que “Morales y su entorno vivan en un país distinto cuando dice que en Bolivia
todo anda bien, hay superávit, no hay crisis económica. Nosotros habíamos manifestado lo
contrario porque sólo se preocupan de las ciudades y no del campo”. (NAN-El Diario 25
/01/2011). Quispe continuaba y:

(…) puso como ejemplo la violencia con asalto a tiendas comerciales ocurrida en la población de
Llallagua donde la gente salió a protestar por el encarecimiento y especulación de los productos de la
canasta familiar. Sostenía también que esa especulación era consecuencia del fallido gasolinazo que ha
tocado el bolsillo y el estómago de la gente que se empieza a levantar. “Si bien los productos como el
azúcar, arroz, harina están sobre las nubes, sin embargo la papa, quinua no han subido se sigue
manteniendo”, también; el líder indígena señalaba que el mismo presidente admitía en su informe que no
existía una inversión en la cadena productiva agrícola, tampoco indicaba cuánto de inversión realizará en
este sector y si no se invierte en la cadena productiva se profundizará la crisis de alimentos. Lamentaba
también que el gobierno continuaba fomentando la especulación de productos al asegurar que en algún
momento volvería a subir el precio de la gasolina, lo que resultaría un atentado a la economía del pueblo
porque el hambre del pueblo no se puede soportar, más aún cuando se tienen quintales almacenados a la
espera del reajuste de la gasolina. “¿No le dará pena al gobierno indígena abusar del pueblo con una
medida neoliberal? Lo que el pueblo está reclamando es justo”, dijo a tiempo de señalar que en su
mensaje, el presidente Morales tampoco manifestó cómo va a llenar la canasta familiar y cómo va a
crear empleos (El Diario 25/01/2011).

Aquellas declaraciones destrozaban drásticamente el discurso del gobierno y lo ponían en una


situación de desventaja. Pero el CONAMAQ iba insistir y nuevamente analizaba la

154
revocatoria de mandato del Vicepresidente. Así lo plantearon días después, cuando el la
organización responsabilizaba al vicepresidente Álvaro García Linera de la coyuntura política
y económica que vivía el país, pues señalaban, que era él quien verdaderamente gobernaba
Bolivia. El por entonces Jiliri Apu Mallku de esa organización, Sergio Hinojosa, agregaba que
el vicemandatario era el responsable del incremento del precio de los artículos de primera
necesidad y de la exclusión del sector indígena originario campesino en la aprobación de leyes
en la Asamblea Legislativa. Aseguraba también que si las bases del CONAMAQ pedían la
revocatoria de García Linera, el directorio exigiría esa solicitud, así como el pedido de
renuncia de los entonces ministros cuestionados (Opinión 28/01/2011).

El dirigente Rafael Quispe, también afirmaba que lo ocurrido en Llallagua, al norte de Potosí,
era una llamada de atención de lo que podría pasar en otras regiones del país “si el Ejecutivo
no cambiaba su política económica”. “En el campo no ha llovido, los ayllus están preocupados
por la falta de agua y ya debía empezar la cosecha de papas, zanahorias, y otros productos, el
Gobierno sólo se preocupa de perseguir a los opositores y ahora estos son los resultados, no
hay alimentos”, manifestaba (ANF-El Diario 29 de enero de 2011).

Un ampliado del CONAMAQ insistía con revocar al Vicepresidente; Evo y el MAS culpaban a la
“derecha”, así se referían los medios de comunicación. Fuente: La Prensa 31/01/2011

En aquel mes, los indígenas también exigían al gobierno de Evo Morales solución a la crisis
económica que había ocasionado su decreto de diciembre (2010) de levantar la subvención, y
alertaban que García Linera lo inducía a cometer aquellos errores. Para Evo, la cuestión era

155
diferente, el decía: “Como no pueden tumbar al indio entonces hay que desgastar al
vicepresidente”. Podemos sospechar aquí, que la cuestión racial y colonial se sobrepuso sobre
todo otro razonamiento. Es decir, el imaginario popular de los pueblos andinos y amazónicos
ve al blanco como el responsable de los males.

En tanto el entonces dirigente: Sergio Hinojosa, jiliri apu mallku del CONAMAQ, y mediante
un ampliado de la misma organización se demandaba con insistencia la revocatoria del
Vicepresidente. Aquel encuentro del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu
(CONAMAQ) celebrado en Potosí ratificaba la decisión de exigir un referéndum revocatorio
del mandato del vicepresidente Álvaro García Linera, pero el pedido era rechazado por la
presidenta regional del MAS en Cochabamba e influyente dirigente nacional, antes sindical en
el Chapare, Leonilda Zurita (La Prensa - El Día 31/01/2011).

Sergio Hinojosa, entonces apu jiliri mallku de la entidad indígena, señalaba que si bien el acto que se
realizo en Potosí tiene la finalidad de revisar los estatutos internos, no se puede ignorar el análisis de la
situación económica del país. “Nosotros sufrimos como ningún otro sector las consecuencias de la
inflación. Nuestros hermanos deben viajar enormes distancias para aprovisionarse de productos y cada
vez encontramos diferentes precios, que son más altos”. Además agregaba que no se puede encontrar
azúcar en el mercado nacional y “se habla de que se encarecerían la harina y el arroz. Nosotros
quisiéramos que el Gobierno determine precios fijos para todos los productos, porque en cada tienda,
éstos varían y, además, cobran lo que quieren a la gente del campo”.
Asegurando que si el Gobierno no soluciona el problema, posiblemente, en coordinación con el Pacto de
Unidad, se iniciarían movilizaciones. Puntualizaba que también rechazarían por completo un incremento
escalonado de los precios de los carburantes. Los indígenas de tierras altas “sufrimos las consecuencias
de la crisis y el culpable de esta situación es Álvaro García Linera. Es él que está haciendo fallar al
hermano Presidente” (Ibíd.).

Las críticas del CONAMAQ se dirigían contra García Linera, porque aparecía en público
como el principal impulsor de la promulgación del Decreto Supremo 748, que incrementaba el
precio de la gasolina y el diésel, lo que daba lugar a una elevación de los precios que no
volvieron a los niveles antes a diciembre, pese a la abrogación. Durante la entrega por
entonces de la sede de las federaciones campesinas de La Paz, el presidente Evo Morales
señalaba que creía que los ataques dirigidos por “algún compañero de poncho” contra García
Linera “no son gratis”. Sobre éste caso en particular, el dirigente por entonces Sergio Hinojosa
señalaba que “nosotros somos autoridades originarias, estamos con la Pachamama. No
tenemos intereses de ninguna forma ni percibimos sueldo. El CONAMAQ no es ‘peguista’, no
nos interesa ser ministros o autoridades. Nosotros representamos al pueblo”. Agregaba que su
institución “respeta la organicidad política y velaba por el proceso de cambio y porque se

156
implemente la Constitución. De lo que debe darse cuenta el hermano Presidente es de que
tanto el CONAMAQ como la CIDOB pueden salvar el proceso de cambio, que es producto de
la lucha de los pueblos originarios” (Ibíd.).

Para terminar Hinojosa recordaba la movilización de los ayllus y marcas en procura de que el
Congreso apruebe la convocatoria a la Asamblea Constituyente, que dio lugar a la actual Carta
Magna. “El país nos necesita y nosotros necesitamos al país. Éste es, ahora, un Estado
Plurinacional, en el que por fin tenemos reconocidos nuestros derechos y se respetan nuestra
cultura y nuestras tradiciones” (Ibíd.).

Hacia los primeros días de febrero de 2011, el CONAMAQ cuestionaba a los campesinos que
provocaban a los ayllus del Norte Potosí. El mallku de la comisión de Relaciones
Internacionales del (CONAMAQ), entonces Félix Lira, señalaba que la Federación de
Sindicatos Campesinos de Lallagua del departamento de Potosí provocaba intermitentemente
con su sigla a los ayllus del Norte Potosí, en la provincia Bustillos.
La organización campesina que había puesto, como parte de su sigla, el denominativo de
ayllu, causaba la molestia entre los originarios que estaban afiliados a la Federación de Ayllus
Charka Qhara Qhara del Norte Potosí y éstos iniciaban la toma de las oficinas de la
organización campesina. (Radio Pío XII de Erbol cit. en Opinión 01/02/2011).

“Los ayllus de la nación Charcas Qhara Qhara no están provocando a nadie, ni al pueblo, nada, es un
problema de la región. Estaría provocando el sindicato (son su sigla) por eso puede haber
enfrentamientos. Ambos sectores deben solucionar de buena forma”, señalaba Lira a Erbol. Así mismo
pedía a la directiva campesina deponer sus actitudes, ya que dañaban la imagen de los originarios del
Norte Potosí. Mientras existía una toma de las oficinas de la organización campesina de parte de los
originarios, siendo esta simbólica y pacífica hasta que los campesinos saquen de sus sigla el termino
“ayllu” (Erbol - Opinión | 01/02/2011).

A finales de aquel mes, también relucían informes sobre el `posicionamiento político del
Consejo de Gobierno del CONAMAQ`, señalaban que existía un riesgo inminente por parte
del gobierno en la construcción del Estado Plurinacional guiado por el proceso de cambio. Por
lo que el CONAMAQ instaba a sus organizaciones afiliadas a exigir una nueva agenda política
y económica clara, plasmada en políticas publicas que beneficien a la totalidad de las
comunidades agrarias y agropecuarias de la región de tierras altas de Bolivia (Véase Anexo
Nº1).

157
Después de aquellos conflictos locales y un tanto nacionales, el CONAMAQ exigía celeridad
en cuanto al manejo de los recursos técnicos sobre la consulta previa. Así, varios miembros
del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ) llegaban a Sucre para
conocer el estado de dos recursos de inconstitucionalidad presentados ante el Tribunal
Constitucional contra la consulta anunciada por el Gobierno sobre la construcción de una
carretera por el área protegida del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS). Aquellos dirigentes de ese sector manifestaban su preocupación por la aparente
demora en la tramitación de esos casos, y advertían que los mismos debían ser resueltos antes
de la realización de la consulta prevista, pues de lo contrario no tendría ningún sentido. El ya
ex dirigente del CONAMAQ, Rafael Quispe, reiteraba sus críticas a la consulta popular
promovida por el Ejecutivo, afirmando que la misma "no era de buena fe" (Opinión
10/04/2012).

Ante aquellas observaciones hechas por el CONAMAQ con respecto al intento de querer
construir por el TIPNIS, la organización denunciaba a Evo en la ONU y la CIDOB
internamente depuraba a los dirigentes "masistas" que pretendían dividir a la organización.

El Consejo del CONAMAQ, también acusaba al gobierno del presidente Evo Morales de
dividir el movimiento indígena de Bolivia ante el Undécimo Foro Permanente de las Naciones
Unidas y pedía que sea sancionado por ese organismo internacional mientras que en el seno de
la Central de Pueblos Indígenas del Oriente boliviano (CIDOB), los dirigentes que firmaron
convenios con el Gobierno eran desconocidos y alejados de esas organizaciones (Opinión –
EL Día 11/05/2011).

“El Gobierno Nacional de Bolivia hoy se encuentra en una acción de debilitamiento, fractura y
cooptación de liderazgos al interior de las organizaciones indígenas [CIDOB] y originarias
[CONAMAQ]. En función de sus intereses coyunturales, ha quebrado el Pacto de Unidad y utiliza a los
sectores más violentos de sus organizaciones sociales aliadas como grupos de choque, que se mueven en
complicidad y al amparo de las fuerzas gubernamentales y policiales”, señalaba uno de los párrafos del
documento que fue presentado ante la ONU y fue leído por David Crispín, representante de la
organización indígena. También se pedían que se den las garantías y se sancione al Gobierno (Ibíd.).

Como el pan al horno, en la jornada siguiente algunos dirigentes del CONAMAQ denunciaban
una contramarcha de los cocaleros del Chapare. Intentando romper las movilizaciones a favor
del TIPNIS.

158
Al día siguiente el CONAMAQ denunciaba al Gobierno por injusticias con relación a los
pueblos indígenas, a quienes apoyaban incondicionalmente por su afinidad ideológica y
reivindicativa. Así se refería el entonces dirigente Rafael Quispe, quien anunciaba que
imputaría durante el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU que se
desarrollaría en Nueva York, Estados Unidos al presidente Evo Morales por las injusticias que
comete contra las organizaciones sociales (NAN - El Diario 12 /05/ 2011).

Hacia el 18 de junio de 2011 el CONAMAQ se encontraba en un apuro ante la emergencia por


Ley de Revolución Productiva Comunitaria y Agropecuaria. La organización se declaraba en
emergencia por dos artículos de la misma Ley que hacia mención a, la presencia de productos
transgénicos en el país. “Desde este momento estamos en un estado de emergencia para
respetar a la Pachamama, para respetar nuestros productos naturales”, manifestaba Gualberto
Barahona, entonces Mallku del CONAMAQ.

La resolución emitida por esta organización indígena rechazaba la aprobación del artículo 15
numeral 3 y 4, también del artículo 19, el numeral 5, “porque atentaban contra la salud y el
derecho a la vida de la humanidad y de la Pachamama”, por permitir el ingreso de productos
transgénicos a Bolivia (Véase Anexo Nº2). Días atrás, el presidente de la Comisión de
Economía Plural, Producción e Industria de la Cámara de Diputados, Luís Alfaro (MAS), daba
a conocer que esta instancia camaral había eliminado de la Ley de Revolución Productiva los
artículos referidos al uso de transgénicos en la producción agrícola, aunque se había
establecido que los productos transgénicos importados debían exhibir “etiquetas” sobre su
peligro para la salud (ANF-El Diario 18 de junio de 2011).

Días después el Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq) a través de
una resolución, cuestionaba la inclusión del tema de alimentos transgénicos, en la por entonces
reciente Ley de Desarrollo Productivo, que sería promulgada en las siguientes horas por el
Ejecutivo (El Diario 21 /06/ 2011).

El representante del sector, Rafael Quispe, aseguraba que esta Ley no podía atentar con la producción
agropecuaria tradicional, afectando a los sectores agrarios por la inclusión de elementos alimenticios
foráneos y perjudiciales para la salud. “Esperemos que el Presidente vete esta Ley porque va contra la
producción boliviana, esta norma no huele a transgénico sino a transnacional. Si no veta esta Ley para
que vuelva a la Asamblea Legislativa, donde han aprobado sin leer sólo levantando las manos, no
descartamos que comiencen las movilizaciones”, declaraba (Ibíd.).

159
En julio de aquel año, una desatinada lectura política, hacia eco de el CONAMAQ,
conjuntamente Almaraz quien fuera viceministro de Tierras con el MAS y Olivera ex líder de
la Coordinadora por el Agua presenten una propuesta política-partidaria alterna. Así y con
duras críticas a la administración del presidente Evo Morales, surgía en Cochabamba una
fuerza política integrada por aquellos transfuguistas y el dirigente por entonces del Consejo
Nacional de Ayllus, Rafael Quispe, y otros ex-dirigentes salidos de filas del gobierno. Esta
alianza podría entenderse al calor de la coyuntura favorable al movimiento indígena y
originario, como parte del show mediático para desprestigiar y atemorizar al gobierno del
MAS, siendo ésta, una medida psico-política.

Rafael Quispe (CONAMAQ) anunciaba que asumirían la responsabilidad de “reconducir el


proceso de cambio” e insistía en que no serán cómplices de la violación a la Constitución
Política del Estado (CPE) “con las artes y mañas del pasado”, pero un pasado más presente.
Así mismo Rafael Quispe, aprovechaba para señalar el doble discurso gubernamental de
respeto al medioambiente y la vulneración de áreas reservadas como por ejemplo, el
ocasionado con el proyecto de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos (TIPNIS)
(Opinión 23/06/2011).

Por otro lado Quispe, sospechaba que la intención del gobierno al denunciar a la Convención
Única de Lucha Contra Estupefacientes de 1961, era paradojicamente legalizar los cultivos
excedentarios del Chapare porque los Yungas estaba ya plenamente reconocida como zona
tradicional de producción de la hoja coca. A consideración de Quispe, el presidente Evo
Morales estaba impulsando la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos
que atravesaba el TIPNIS y por eso había aprobado la ley de “Revolución Agraria” que
autorizaba el uso de transgénicos como un “pago” por el apoyo que recibió de los campesinos
cocaleros del Chapare. “El camino por el TIPNIS y el uso de los transgénicos es para ampliar
toda la frontera agrícola que tiene en el Chapare, esto es una medida de reciprocidad por el
voto que ha recibido el MAS”, manifestaba Quispe a tiempo de pedir al Gobierno que redoble
esfuerzos para erradicar los cultivos ilegales de coca (NAN cit. en El Diario 25 /06/ 2011).
Finalizaba señalando que “el Gobierno quiere proteger y ocultar la coca excedentaria que va al
narcotráfico con la finalidad de no tener sanciones, por eso la denuncia a la Convención sobre

160
Estupefacientes es para no tener sanciones por el uso de coca ilegal”, denunciaba Quispe al
indicar que la Convención de 1961 reconocía a las zonas tradicionales (Ibíd.).

Al día siguiente, el 26 de junio de 2011 el Gobierno daba curso a la promulgada Ley


Productiva, comunitaria y agropecuaria en medio de descontento y rechazo de los originarios
(CONAMAQ). Ante esta situación las organizaciones rurales no afines al gobierno, emitían un
pronunciamiento en contra de la Ley de Revolución Productiva Comunitaria, Agropecuaria,
donde advertían que esta norma exterminaría el patrimonio genético originario, por lo que no
descartaban iniciar movilizaciones. El presidente del Estado Evo Morales, promulgaba la Ley
en mención, en medio de un descontento que surgía de los propios agricultores. El descontento
no se dejo esperar y se planteaba que:

El Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) se pronunciaba advirtiendo que
esta norma exterminaría el “patrimonio genético natural de las naciones originarias”. El comunicado del
CONAMAQ expresa su repudio, rechazo y condena a “los artículos 15 numerales 3 y 4 y el Artículo 19
numeral 5 de la Ley de Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria, porque permitía la
importación, comercialización y uso de organismos genéticamente modificados, norma que contradice
abiertamente los principios naturales de todos los ciclos de vida, así como a los principios
constitucionales del Suma Qamaña, Buen Vivir”. También expresan que “los referidos artículos atentan
a la seguridad y soberanía alimentaría de los bolivianos y bolivianas”. Por todo, el CONAMAQ se
declaraba en estado de emergencia a nivel nacional y advertía que de aprobarse los artículos 15 y 19 de
la mencionada ley se verían en la obligación de tomar medidas de acción (El Diario 26 /06/ 2011).

El argumento era que “Los transgénicos tenían impactos sociales y orgánicos en la salud,
porque producen trastornos y cáncer; también impactaría en la magra economía de los
productores. Los periódicos, que citando a los dirigentes, anotaban: -Este Gobierno ha
utilizado un discurso en contra de las transnacionales y el capitalismo; pero las semillas
transgénicas son producidas por capitalistas y transnacionales y seguramente seríamos
esclavos de Monsanto, que controla este mercado”, expresaba Quispe. Asimismo, aseveraba
que el CONAMAQ mantendría su firme posición en cuanto a la derogación, puesto que
continuarían exigiendo que se retire del proyecto los parágrafos relativos a los transgénicos,
que están dentro los artículos 14, 15 y 19 en la Ley 144 de Revolución Productiva (El Diario
30 /06/ 2011).

“Ha habido una desinformación, aprovechando los medios que tiene el Gobierno, indicando que esos
artículos ya fueron sacados del proyecto; sin embargo esos parágrafos persisten y estamos empezando un
proceso de socialización por diferentes instancias y mecanismos”, acotaba. Para esta actividad de
socialización, el Mallku del Conamaq, Quispe anunciaba un evento que se realizaría el 12 y 13 de julio

161
en la ciudad de La Paz, mismo que sería replicado a nivel nacional, debido a que el sector considera que
esta Ley afecta no solamente a los pueblos indígenas, sino a los bolivianos en general (Ibíd.).

En cuanto al plano jurídico, el Mallku de CONAMAQ informaba que evaluarían la decisión


de recurrir a una “acción popular”, como establece la Constitución Política del Estado, y por
ello estaban en un proceso de análisis para ver su viabilización o también el tema de la
“vulneración de la Constitución” entre otros derechos de los pueblos indígenas y originarios.
Todo esto buscaba terminantemente alcanzar la derogación de los artículos referidos a los
transgénicos en la Ley 144, “CONAMAQ está buscando la articulación con otras
organizaciones sociales, o personas que tengan el cultivo de productos ecológicos u otras que
están trabajando en defensa del medio ambiente, la biodiversidad y con la sociedad civil
entera”, concluía Quispe (Ibíd.).

De esta manera CONAMAQ iniciaba una campaña para anular los artículos 14,15 y 19 de la
Ley 144 de Revolución Productiva referidos a los transgénicos. Así, en Cochabamba las
autoridades fijaban días de socialización contra los transgenicos; empezarían con La Paz entre
el 12 y 13 de julio. Paralelamente estudiaban acciones legales para plantear la derogación y no
descartaban recurrir a una Acción Popular respaldada por la Constitución Política del Estado o
sustentar la violación de la Constitución en los derechos de los pueblos indígenas en una
campaña internacional (Opinión 01/07/2011).

Después de estos conflictos el CONAMAQ afrontaba otro problema, se trataba de “las


elecciones al tribunal constitucional”, y analizaban el voto en blanco o pifiado para la elección
de los magistrados. El voto en blanco o pifiado era analizado por el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ) para la elección de magistrados que iba a
realizarse aquel 16 de octubre OPINION 16/07/2011.

El mayllku del CONAMAQ, Rafael Quispe, señalaba que las comunidades indígenas acudirían a la
urnas el día de la votación, pero no favorecerían a ninguno de los candidatos porque no se sentían
representados por ninguno, ya que fueron elegidos por el Movimiento Al Socialismo (MAS).
“Con el cuoteo que han hecho designando a masistas, no existirá un Estado Plurinacional sino que será
un Tribunal masista. Hemos sido claros, no hemos participado, no se aplicó la participación comunitaria
y no se seleccionó (a los magistrados) de acuerdo a las costumbres”, afirmaba Quispe (Ibíd.).

Los miembros del CONAMAQ tácitamente señalaban que se sentían discriminados en la


preselección de los candidatos a magistrados del Tribunal Supremo. Por todo ello Quispe
convocaba al presidente del Estado Plurinacional, Evo Morales, a que cumpla la Constitución

162
Política del Estado en la que señala que se debe tomar decisiones a través de la democracia
con la participación de las comunidades y pueblos indígenas (Ibíd.).

Rafael Quispe (centro) hizo conocer la posición del CONAMAQ.

Fuente: DICO SOLIZ - OPINION 16/07/2011.

Por otro lado, ya en los Comicios judiciales: El CONAMAQ se sumaba a la campaña por el
voto nulo. El Mallku Rafael Quispe, informaba que su organización se sumaría a la campaña
para incentivar el voto nulo en las elecciones judiciales. Consideraba que el proceso electoral
violaba la constitución Política del Estado porque se descartaba la participación de los
indígenas en el poder judicial. La campaña de voto nulo, señalaba Quispe, iba a ser promovida
en coordinación con las demás organizaciones indígenas; como la Confederación de Pueblos
Indígenas de Bolivia (CIDOB), porque para tal elección no se tenia representación indígena en
el tribunal de justicia y además que no se les había permitido elegir a sus autoridades para el
poder judicial por medio de sus mecanismos, es decir, por usos y costumbres (ANF- Opinión
22 /07/ 2011).

El CONAMAQ también cuestionaba los mecanismos de elección a los candidatos judiciales,


al recordar que antes los partidos políticos se repartían las magistraturas en base a sus
intereses, pero que ahora el MAS buscaba monopolizar los cargos contenciosos para controlar
todo el Órgano Judicial (ANF-Opinión 22/07/2011).

Así, y en definitiva el CONAMAQ afirmaba que todo el proceso electoral violaba la


Constitución. Ante ello presentaban una querella formal contra el Tribunal Supremo Electoral

163
por supuesto incumplimiento de deberes. El proceso electoral, según el CONAMAQ, para los
comicios judiciales violaba la Constitución Política del Estado, debido a que descartaba la
participación de los indígenas en el Órgano Judicial y por lo tanto el Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyo (Conamaq), apoyaba el voto nulo, señalaba el mallku Rafael
Quispe (ANF- El Diario 23 /07/ 2011). Irreversiblemente, el CONAMAQ ya no buscaba una
salida mediante el dialogo, directamente asumía medidas como sumarse a la campaña a favor
del voto nulo, así lo informaba el entonces mallku Rafael Quispe, que su organización se
sumaría a la campaña para incentivar el voto nulo en las elecciones judiciales. Considerando
que el proceso electoral violaba la Constitución Política del Estado porque se descartaba la
participación de los indígenas en el poder judicial (Ibíd.).

Las tensiones y problemáticas se acumulaban día a día entre el CONAMAQ y el gobierno. Si


bien el tema judicial era irreversible para los indígenas, estos encaramados por aquellos
desacuerdos también en el caso del TIPNIS, le reclamaban al presidente Morales
preguntando“¿Dónde está la cultura del diálogo?”, irónicamente señalaba Rafael Quispe
Flores, Mallku de la Comisión de Reconstitución e Industrias Extractivas del Consejo
Nacional del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo (CONAMAQ), a propósito
de la marcha que determinaban iniciar los indígenas de tierras bajas el 15 de agosto en defensa
del Territorio indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) Algunos medios apuntaban
entrevistas como lo que sigue:

“Todo este periodo de tiempo se ha intentado dialogar, no solamente en este caso; no creo que se tenga
que esperar hasta las movilizaciones, no sólo de boca decir ‘cultura del diálogo’. Se les ha invitado;
nosotros estamos en contacto permanente, pero no bajaron ni ministros, nada”, reclamó Flores. De esa
manera reclamó las recientes afirmaciones de diferentes ministros de Estado que afirmaron establecerán
un diálogo con las comunidades afectadas por el paso de la carretera en el territorio Parque Nacional
Isiboro Sécure (TIPNIS). “El CONAMAQ ha decidido orgánicamente apoyar moral y materialmente.
No sé qué día exactamente, qué tipo de movilización han de tomar, es la marcha que se ha decidido y el
Conamaq ha decidido apoyar”, aseveró el Mallku Quispe. Manifestó que estas decisiones se tomaron al
margen de los criterios de las organizaciones circundantes al Tipnis, porque “el CONAMAQ a de apoyar
porque es un reclamo justo, más allá de la carretera del Tipnis están los derechos indígenas” (ANF-El
Diario 25 /07/ 2011).

Estos hechos sin lugar a dudas fueron decisivos, pues el conflicto del Territorio Indígena
Parque Nacional Isidoro Secure, se extendería por más de dos años, en donde existieron
tensiones y resquebrajaduras de parciales a totales a nivel político entre los indígenas
(CIDOB) y el gobierno. Probablemente este conflicto sea comparable a las movilizaciones de

164
principios de la década de los años 90 de fines del siglo pasado y principios del XXI, si vemos
a los pueblos de tierras altas y bajas como agentes de permanentes movilizaciones por sus
reivindicaciones y demandas de reconocimiento general.

Así, el CONAMAQ iniciaba sus preparativos para apoyar la marcha en defensa del TIPNIS.
La organización de tierras altas resolvía marchar de la mano con la CIDOB para defender el
Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), informaba el Mallku de la
Comisión de Medio Ambiente, entonces Walberto Baraona.

Según la autoridad, tras una reunión de las principales autoridades de esa organización indígena, se
determinó que cuatro representantes de cada uno de los 16 suyus que afilia el CONAMAQ se movilicen
junto a los pobladores de tierras bajas. Y los preparativos comienzan esta semana. “Ya está decidió
vamos a marchar con los hermanos del TIPNIS por el respeto a nuestros derechos, por la consulta, por
nuestras tierras y territorios”, declaraba la autoridad. (Agencia Noticias Indígenas de Erbol - Opinión
01/08/2011).

Así mismo los indígenas del ayllu Q’ara Q’ara Suyu del Norte Potosí señalaban que su
decisión fue sumarse a la caminata junto a los indígenas de tierras bajas demandando también
la aprobación de la Ley de Madre Tierra (Ibíd.). De esta manera el CONAMAQ iniciaba los
preparativos para apoyar la marcha indígena asumida por CIDOB. Así se resolvía comenzar a
marchar el 15 de agosto en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS) intentando evitar la construcción del tramo dos de la carretera Villa Tunari - San
Ignacio de Moxos que uniría a los departamentos de Beni y Cochabamba, afectando el parque
y los territorios de la amazonía. Según los medios (…) tras una reunión de las principales
autoridades de esa organización indígena, se determinaba que cuatro representantes de cada
uno de los 16 suyus que afilia el CONAMAQ apoyen a los indígenas de tierras bajas. Y los
preparativos comienzan esta semana señalaba la prensa (Erbol-El Diario 2 /08/ 2011).

Así los pueblos indígenas, tanto de tierras bajas como altas, convocaban al pueblo en general a
sumarse a la manifestación en defensa del derecho a la consulta previa. Camila Queiroz
Periodista de ADITAL Internacional informaba:

Pueblos del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) convocaron para el próximo
día 15 a una marcha en defensa del derecho a la consulta previa, por lo que recorrerán más de 600
kilómetros en un mes, saliendo de la ciudad de Trinidad (departamento de Beni) en dirección a La Paz,
sede del Gobierno. Los indígenas son amenazados por la construcción de la carretera Villa Tunari - San
Ignacio de Moxos, que pasará por el centro de sus tierras y sobre la cual no fueron consultados.
En solidaridad, representantes de 34 pueblos indígenas adhirieron a la manifestación. El Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) afirma, en un comunicado, que la adhesión tiene

165
como base los envíos de la Reunión Nacional sobre Consulta Previa vinculante y se constituye como
refuerzo de la lucha por consultas previas, exigiendo que la Asamblea Legislativa Plurinacional vote el
proyecto de Ley Marco de Consulta Previa. Además, se movilizan contra los transgénicos.
"Esta lucha es también nuestra lucha, por ello CONAMAQ se sumará a esta gran marcha para marcar un
destino donde haya armonía, equilibrio y complementariedad del hombre con la Madre Naturaleza para
alcanzar el Sumaj Kawsay, Suma Qamaña, Buen Vivir”, resaltaban (ADITAL 09/08/2011).

Al día siguiente el Vicepresidente minimizaba la marcha indígena. Para Rafael Quispe,


dirigente y mallku, en coordinación con sus semejantes del Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), organizaban masivamente un mayor apoyo a la causa
indígena de tierras bajas.

Los dirigentes del CONAMAQ también lamentaban la actitud del órgano Ejecutivo, que
aislaba a la Confederación de Pueblos Indígenas del oriente de Bolivia (CIDOB) y otras
organizaciones, en una clara intención de dividir al sector propiciaban un diálogo solamente
con las comunidades que podrían ser afectadas por las obras de construcción. En ese sentido
indicaba que había una determinación conjunta de los dirigentes y las bases indígenas de no
acudir a ningún diálogo con el Gobierno, hasta antes del 15 de agosto (El Diario 10 /08/ 2011).

Una semana después de las declaraciones de Rafael Quispe de apoyar desde su organización
(CONAMAQ), con movilizaciones a sus compañeros del Oriente (CIDOB). Para muchos
medios de comunicación el CONAMAQ no era claro, y parecía dividido. Unos que a la cabeza
del mismo Rafael Quispe apoyaban, como otros, que bajo la figura de Marcelino Titirico,
pretendían a nombre de CONAMAQ no apoyar la demanda de los pueblos del oriente.

El otro mallku del CONAMAQ Marcelino Titirico, registrado en algunos medios de


comunicación, aseveraba que por decisión de las bases, esta entidad no apoyaría la marcha
indígena iniciada por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente boliviano (CIDOB).
El dirigente Rafael Quispe, en cambio, aseguraba que una alianza natural entre los pueblos de
oriente y occidente debe respaldar la movilización en defensa del TIPNIS.

Según declaraciones de Titirico, una resolución emanada de las bases habría desestimado
participar de la marcha indígena en apoyo a CIDOB, pese a los anuncios que se habían
emitido desde CONAMAQ semanas anteriores. Asimismo, el mallku de esta entidad
representativa de los pueblos campesinos de las tierras altas de Bolivia, señalaba que se debía

166
realizar la apertura de caminos hacia la región oriental para beneficiar el comercio y las
condiciones de vida de los pobladores (El Diario 16 /08/ 2011). Eran evidentes las
contradicciones y divisiones en el CONAMAQ, pues, las declaraciones resultaban contrarias
ante la opinión pública que durante las semanas precedentes se escucharon como voces
dirigenciales confrontadas que aseguraban y al mismo tiempo negaban la participación de los
originarios de tierras altas en respaldo a los indígenas del oriente.

Por parte del gobierno, su intención de dialogo no era conciliadora, pues, enviados del mismo
MAS en medio de conflicto por TIPNIS, pretendían dividir a los movimientos indígenas. Para
otro dirigente encargado del área económica del CONAMAQ, Rafael Quispe, ésta era una
estrategia que aplicaba el órgano Ejecutivo con el fin de dividir a los movimientos indígena-
originarios.

De esta manera Rafael Quispe, anunciaba que el gobierno de Morales, siempre buscó dividir a
los indígenas con la política ya acostumbrada de aplicar la teoría del filósofo Maquiavelo la
cual establece “dividir para reinar”. De esta manera era acusada y cuestionada la gestión de
Gobierno de Morales:

“(…) según palabras del mismo Quispe, ha tratado de crear otra COB, “está tratando de crear una
Conamaq paralela, en varias marchas las han dividido, como el año pasado con la marcha de la CIDOB”,
sostenía. Asimismo Rafael Quispe criticó las declaraciones del diputado por el Movimiento Al
Socialismo (MAS), Edwin Tupa el cual recordó el pasado político que tuvo con el presidente de la
CIDOB, Adolfo Chávez cuando pelearon por respeto y dignidad de los indígenas. También Rafael
Quispe desconoció a Carmelo Titirico, quien se presentó como representante oficial de CONAMAQ
anunciando que el sector no apoyaría la marcha indígena contra la construcción de la carretera que
podría atravesar el TIPNIS. “Carmelo Titirico no es miembro del CONAMAQ, entonces a título de qué
habla, porque orgánicamente se ha decidido la marcha. Si le gusta la carretera que lo haga él, que le dé
su parcela al Gobierno y que no se meta con los indígenas que estamos defendiendo el territorio del
TIPNIS”, sostuvo. Titirico habló a nombre de Coanamaq señalando que ese sector no apoyaría la marcha
de los pueblos de Tierras Bajas que ayer cumplió su segundo día llegando a caminar 36 kilómetros (El
Diario 17 /08/ 2011).

De todas formas, Rafael Quispe, ratificaba el respaldo de ese sector, asegurando con un
masivo contingente de personas el respaldo orgánico a la marcha.

Ante la división que encauzó el apoyo de Quispe a CIDOB, Titirico fue de a poco desplazado
y silenciado. Surgiendo es esta manera acusaciones del órgano Ejecutivo en contra del
CONAMAQ y el liderazgo mediático de Quispe. Éste dirigente que se refugiaba en su
organización, rechazaba las acusaciones ratificadas por Evo y anunciaba una querella. Así lo

167
informaba Rafael Quispe, quien alegaba que los siguientes días se apersonará a la sede de
gobierno para interponer un proceso legal contra el presidente Evo Morales, por las
acusaciones injustificadas que hizo respecto a un supuesto vínculo entre la Embajada de
Estados Unidos y los dirigentes indígenas
“Vamos a asumir medidas legales”, dijo Quispe a la Red Unitel, quien marcha desde hace ocho días
junto a 800 pobladores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), Por lo que
rechazó las acusaciones vertidas por el Jefe de Estado sobre comunicación telefónica con funcionarios
de la embajada de Estados Unidos (ANF-Opinión 22/08/2011).

Los indígenas que habían partido una semana atrás continuaban la marcha rumbo a La Paz,
informaba Quispe, quien pedía que el presidente atienda las exigencias de los sectores sociales
no como un favor, “sino como una exigencia establecida en la Constitución Política del
Estado” (Ibíd.).

El proceso anunciado por el CONAMAQ a Morales era ratificado, al mismo tiempo, Quispe
rechazaba las acusaciones vertidas por el Jefe de Estado sobre la comunicación telefónica con
funcionarios de Estados Unidos (Opinión - ANF 23/08/2011).

Rafael Quispe. Fuente: El Diario 01/09/2011.

Durante los primeros días de Septiembre de aquel año, se dilataba el conflicto entre CIDOB-
Gobierno, como también los posicionamientos secundarios entre Rafael Quispe-Evo Morales.
Situación que había surgido semanas atrás de aquel año, cuando el presidente Evo Morales,
daba a conocer un registro de llamadas que supuestamente se habrían efectuado entre varios
dirigentes indígenas y funcionarios de la embajada de EEUU.

168
El gobierno canalizaba la denuncia por intermedio de Morales y planteaba que Quispe recibía
llamadas, por lo demás vinculados a la Embajada de EEUU. “el registro de seguimiento de
llamadas que presentó el presidente Evo Morales se difundía en los medios estatales, Rafael
Quispe por su parte anunciaba procesos penales en contra del Jefe de Estado, si éste no
demostraba judicialmente este hecho (El Diario 1 /09/ 2011).

Pero Quispe negaba haber efectuado las llamadas por las cuales fue acusado y que las mismas
nunca fueron objetivo de negociación para una futura conspiración contra el Gobierno. Se
refería al tema de la siguiente manera:

“Pero yo no llamé, recibí llamadas que es diferente. Yo recibo llamadas de todo el mundo, hasta de
China y nadie me puede decir que hago mal por recibir llamadas. Y ninguna fue en busca de
conspiración en contra del Gobierno”, citó. El dirigente aseguró que el Gobierno, especialmente el
Presidente vulneró la Carta Magna además de dañar la imagen, hecho que también está prohibido en las
normas del Estado. “Termina la marcha, este es un tema personal, vamos a seguir un proceso judicial y
penal si es que el Presidente no demuestra que si yo he cometido un delito”, dijo (Ibíd.).

Estas tensiones no serán superadas, y los conflictos por el TIPNIS darían comienzo a un largo
y extendido trance, lleno de objeciones entre el CONAMAQ y el Gobierno por más de dos
años.

Hacia el 3 de septiembre de 2011, existieron ciertas diferencias internas en el seno mismo del
CONAMAQ, y el Consejo Nacional de Ayllus. Un sector de la organización decidía
desconocer a Rafael Quispe como su dirigente, aunque contradictoriamente aquel día salía un
comunicado del mismo Conamaq apoyando y `reforzando la marcha en defensa del Tipnis`
(Véase Anexo Nº3). Aquella facción contraía a Quispe, descartaba que esta organización
indígena esté apoyando la marcha en defensa del parque, Carmelo Titirico, dirigente de la
CONAMAQ, ratificaba que mas bien respaldaba al Gobierno en su decisión de construir la
carretera San Ignacio de Moxos- Villa Tunari. Con relación al tema se refería así:

“Para nosotros está expulsado (Rafael Quispe) hemos mandado una carta al Conamaq nacional y ya no
es una autoridad, estamos pidiendo además auditoria porque están desviando recursos del fondo.
Nosotros hemos exhortado a nuestros hermanos que dialoguen, porque nuestros hermanos están
cansados, pero como es accionar político simplemente quieren enfrentar hermanos de oriente y
occidente”. El dirigente aseguraba que ellos apoyan la construcción de la carretera que vincularía a los
departamentos de Cochabamba y el Beni, porque esto traerá salud y educación a las regiones por donde
pasaba la vía. “De qué Madre Tierra, de qué defensa de la naturaleza estamos hablando si ya han
saqueado la madera, ya han entrado desde años anteriores, no sólo con este Gobierno, ya existe la gente
ahí, no satanicemos a la actual gestión del presidente”, señalaba (Fides - El Diario 3 /09/ 2011).

169
Por otro lado, también se anunciaba el próximo congreso del CONAMAQ. Sergio Hinojosa,
quien fuera el máximo dirigente del CONAMAQ informaba que entre el 9 y el 11 de
septiembre de 2011 en el departamento de Oruro se celebraría un Congreso donde los 16
suyos elegirían a sus nuevos dirigentes. De esta manera se forzaba regresar a los marchistas
del CONAMAQ que estaban apoyando a la CIDOB que tendrían que replegarse (de la marcha
para asistir al Congreso). No se sabia para entonces si Rafael Quispe estaría en el Jacha o
reunión pero la realización del Congreso era mas que seguro.

Ante la conflictividad emergente el CONAMAQ y sus marchistas enviados al TIPNIS, que


eran muchos, decidían permanecer en la marcha pese a la convocatoria de Sergio Hinojosa,
por entonces jiliri apu mallku (máxima autoridad de los ayllus), quien concertaba con Evo.
Aquella reunión entre Sergio Hinojosa y Evo Morales era rechazada por las bases del
CONAMAQ que se encontraban en la marcha. El CONAMAQ desechaba los acuerdos de su
Jiliri Hinojosa con Evo, y decidían a mantenerse en la marcha ratificando el apoyo a Quispe
(Erbol-Opinión 05/09/2011). Aquellos posicionamientos marcadamente diferentes entre los
mandos altos, y medios en el CONAMAQ retrasaron y postergaron el Jacha Tantachawi (gran
reunión), donde se debía elegir al nuevo directorio de esa organización indígena, con el fin de
continuar o no en la marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure
(Tipnis). Aquel informe de postergación (Véase Anexo Nº4) se daba a conocer mediante una
resolución que acordaban el Consejo de Consejos del CONAMAQ y los representantes de los
ayllus que sostenían a esa organización (Erbol-Opinión 04/09/2011).

En el documento también se hacia conocer que otros suyus del CONAMAQ se sumarían a la
caminata hacia la ciudad de La Paz, que al momento hizo un paréntesis en San Borja del
departamento de Beni, para dialogar con el Gobierno sobre los 16 puntos de demandas que
tiene ese sector. Para entonces las organizaciones bases del CONAMAQ que se encontraban
en San Borja eran los representantes del Jacha Carangas de Oruro, Qhara Qhara Suyu de
Chuquisaca, Pacajaqi de La Paz y Charcas de Potosí (Ibíd.).

Por otro lado, un reportaje internacional patrocinado por el Servicio de Noticias de la Mujer de
Latinoamérica y el Caribe (SEMlac), socializado por Adital señalaba que la Marcha indígena
develaba contradicciones y generaba tensión. Helen Álvarez Virreina la corresponsal señalaba:

170
Bolivia vive uno de los momentos más contradictorios de la política pública y esto ha sido puesto en
evidencia por casi 2.000 indígenas que marchan desde hace 21 días hacia la sede de gobierno. Hombres
y mujeres, niños, niñas y personas ancianas están recorriendo a pie 602 kilómetros, en protesta por el
avasallamiento de su territorio y de la "Madre Tierra" Por un lado, el gobierno de Evo Morales y él
mismo se han declarado acérrimos defensores de la "Madre Tierra". En el Foro Global por la Vida, la
Justicia Ambiental y Social, realizado en Cancún en diciembre de 2010, el mandatario boliviano incluso
convocó a gritar "¡planeta o muerte!, porque el mundo se puede literalmente acabar si continuamos con
el actual modelo". Pero, por otro lado, el propio Presidente impulsa la construcción de una carretera que
pasará por el medio del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), habitado por los
pueblos yuracaré, chimán y moxeño que sumaban más de 12 mil personas en el último censo de 2001.
La también área protegida, que abarca 1,2 millones de hectáreas, alberga a 108 especies de mamíferos,
400 de aves, 39 de reptiles, 53 de anfibios, 188 de peces, 127 de invertebrados y 3.000 especies de flora.
La marcha partió el 15 de agosto de Trinidad, la calurosa capital del departamento del Beni, ubicada a
130 metros sobre el nivel del mar (msnm), donde la temperatura promedio es de 21 grados centígrados.
La meta es la ciudad de La Paz, localizada a 3.659 msnm con una temperatura promedio de ocho grados,
donde intentarán hablar con Evo Morales. Entre las 1.800 personas que marchan hay 120 niños y niñas,
además de adolescentes, que forman parte de las familias que realizan esta protesta pacífica. Once
mujeres embarazadas también lo hacen, soportando las duras condiciones de la caminata, que se ha
estado realizando de noche para evitar las altas temperaturas.
Su preocupación es que, con una carretera, se intensifique el avasallamiento que ya sufre la población
indígena por parte de colonos dedicados a la producción de coca; pero también la violación de sus
derechos al territorio y a la libre determinación incorporada en la nueva Constitución Política del Estado
(CPE) Plurinacional. La ampliación de tierras para el cultivo significará deforestación en una Tierra
Comunitaria de Origen (TCO) titulada a favor de los tres pueblos. "Lo que están buscando los
campesinos, colonos y cocaleros es tierra individual, son parcelas. Desde la Asamblea Constituyente lo
que quieren (el Movimiento al Socialismo) es hacer desaparecer las TCO. Por eso queremos que el
Presidente reconsidere su actitud agresiva, racista y discriminadora. Exigimos que cumpla su discurso de
gobernar obedeciendo al pueblo", sostuvo Justa Cabrera, presidenta de la Confederación Nacional de
Mujeres Indígenas de Bolivia, en declaraciones al programa "Con los pies en la tierra".
(…) El TIPNIS fue declarado territorio indígena en 1965, mediante decreto Ley Nº 07401 de 1965, y
parque nacional a través del decreto supremo Nº 22610 de septiembre de 1990, luego de la primera
marcha indígena de tierras bajas por "la tierra, el territorio y la dignidad".
Por ultimo, los marchistas han reclamado que el Gobierno no haya realizado la consulta con los pueblos,
tal como establece la CPE. Días antes del inicio de la marcha, el Presidente propuso hacer la consulta
por la carretera, pero sin carácter vinculante; es decir, que aunque la rechacen igual se mantendría el
trazo definido, y ahora plantea que también participen los colonos, lo que no fue aceptado, porque la
propiedad colectiva le corresponde a los indígenas originarios de la región (SEMlac - Adital
15/09/2011).

Así mismo, Yola Mamani, de Radio Deseo, que había acompañado la marcha desde el inicio,
reportaba que, si bien el recorrido nocturno es menos agotador, también es más peligroso, en
especial para la gente del Altiplano, que como ella, no conoce el lugar. Señalaba que los
Indígenas de tierras altas también se sumaron a la medida, a través del Consejo Nacional de
Ayllus y Marcas del Qullasuyu (CONAMAQ), y fehacientemente luchaban en pro de los
territorios indígenas (Ibíd.).

A nivel político, para entonces el “pacto de unidad” se había fracturado totalmente, si bien y
en un primer momento el gobierno de Evo Morales había fortalecido e incluso puesto en
marcha al CONALCAM sobre las bases del “Pacto de Unidad” para garantizar la continuidad

171
del “proceso de cambio”. Ahora este tenía una abertura crítica por la salida del CONAMAQ.
Las organizaciones como la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de
Bolivia (CSUTCB), Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), Confederación
Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia – Bartolina Sisa (CNMC-BS), Consejo Nacional
de Marcas y Ayllus del Qullasuyu (Conamaq) y Confederación Sindical de Comunidades
Interculturales de Bolivia (CSCIB) se desequilibraban drásticamente. Para este año, aquella
alianza se hallaba dividida, fracturada y prácticamente diluida por el conflicto del TIPNIS.

El CONAMAQ a la sazón del momento calificaba de falso el “discurso inclusivo” del


gobierno. “Se está instruyendo a los suyos [afiliados] al CONAMAQ planificar, coordinar,
organizar e iniciar el bloqueo de carreteras estratégicas en el altiplano boliviano en defensa de
los derechos colectivos consagrados en la Constitución Política del Estado y respeto al
principio de la autodeterminación de los pueblos indígenas”, declaraba Quispe, quien se
encontraba en el lugar de la marcha (El Diario 17 /09/ 2011). De esta manera el Conamaq, a
través de su dirigente Rafael Quispe, convocaba también a los campesinos del altiplano para
apoyar la medida de los indígenas de Tierras Bajas mediante el bloqueo de caminos.

Quien respondía era el ex dirigente campesino, Felipe Quispe, mas conocido como el Mallku,
quien llamaba a los pobladores a respaldar la marcha del TIPNIS movilizándose en cada
región del altiplano. Sin embargo, lamentaba que la organización matriz de la cual fue
secretario Ejecutivo esté “tomada” por el “masismo”.

“Si estuviésemos a la cabeza de las direcciones sindicales, ya hubiéramos salido a marchar a respaldar,
pero como está controlado la CSTCUB, la COB; está controlado la Organización de Mujeres Bartolina
Sisa, bueno pues, nadie dice está es mi boca y ‘voy a hablar a favor de mis hermanos’ o los voy a
respaldar, o me voy a solidarizar. Todo eso es de lamentar, que este gobierno trata de dividir, de
confrontar entre hermanos, eso no puede ser, tenemos que hacer algo y hacer fuerza, porque pido a las
organizaciones sociales que nos auto convoquemos que haya un respaldo a favor de esos hermanos del
TIPNIS”, dijo Quispe (ANF- El Diario 17 /09/2011).

El conflicto del TIPNIS se agudizo mucho más, y polarizaba también a la sociedad civil con
respecto a las organizaciones sociales. Masivas manifestaciones en las capitales de
departamento surgieron, se hizo teatro, cine y tertulias dedicadas al debate sobre el TIPNIS, ya
no parecían estar solos, estaban relativamente apoyadas por un conglomerado de individuos,
ONG, y organizaciones cívicas que alertaban al gobierno sobre el descontento social.

172
Paralelamente al conflicto del Tipnis, el CONAMAQ presentaba una denuncia formal ante la
ONU en Ginebra. Así lo manifestaban los medios de comunicación:
Un representante del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (Conamaq) acudió ante las
Naciones Unidas en Ginebra (Suiza) para denunciar la violación de los derechos indígenas que realiza el
gobierno, con la construcción de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos, que atravesará por en
medio del Territorio Indígena y Parque Isiboro Sécure (TIPNIS). Esta información fue proporcionada
por David Crispín, al señalar que el gobierno no respeta la Constitución Política del Estado (CPE), ya
que pretende realizar una consulta a los pueblos indígenas después de que se asumieron las
determinaciones para la construcción de la carretera y de presionar psicológicamente a los marchistas
para que desistan de la medida de presión.
“Este tema también ya estamos denunciando a las Naciones Unidas tenemos un representante del
Conamaq que viajó hasta Ginebra, hoy en la mañana ya está ahí, llevando este y otros documentos para
poner en conocimiento de ellos”, sostuvo Crispín a la Red Unitel-LA PAZ. (ANF-Opinión 19/09/2011).

El CONAMAQ, que había iniciado su carrera contra el gobierno también iniciaba una
“vigilia” en la plaza mayor de San Francisco de La Paz en respaldando a la marcha indígena
del TIPNIS. Las mama t`allas y dirigentes de esta entidad anunciaron que se comenzaría el
bloqueo de caminos en el altiplano en los siguientes días, afirmando que el Gobierno no tiene
potestad de intervenir esa medida de presión, porque al igual que Yucumo, sólo harían una
“vigilia”.

Mujeres campesinas instalaron una vigilia en la plaza mayor de San Francisco, mientras crece el respaldo a la
marcha indígena del TIPNIS. Fuente: El Diario 20 de septiembre de 2011.

El nuevo coordinador y portavoz del CONAMAQ, David Crispín, manifestaba que la marcha
de los indígenas del oriente es pacífica, por tanto, el Gobierno central y los colonizadores no
debería actuar con presiones ni enfrentamientos. Reprochando la actitud inicial de la Policía
que había anunciado que no dejaría pasar a los marchistas hacia Yucumo para evitar

173
conflictos. Aunque esta figura se podría interpretar como la vulneración al derecho de
locomoción y protesta de los marchistas.

“Como el Gobierno dice que el bloqueo de Yucumo no es bloqueo sino vigilia, pero si fuera
vigilia estarían en los costados del camino y no deteniendo a los vehículos, entonces nosotros
hemos instruido a los 19 suyus a organizarse para que en cada comunidad se realicen vigilias
(bloqueos) bajo ese argumento entonces el gobierno y la Policía no pueden intervenir”,
declaraba Crispín (El Diario 20 /09/ 2011).

Así mismo se planteaba, por entonces, que las medidas de presión comenzarían en el altiplano
de Bolivia, pero no especificó si será un solo bloqueo de carretera o varios caminos que serían
intervenidos, esta reserva obedecería a una estrategia asumida por la dirigencia. Además de la
vigilia en la ciudad de La Paz, Crispín señalaba que los sectores mineros y representaciones de
El Alto estaban a punto de iniciar acciones en respaldo a los marchistas del TIPNIS que llevan
33 días de caminata y fuera de sus hogares tratando que el Gobierno central reconsidere el
segundo tramo de la carretera Villa Tunari - San Ignacio de Moxos (Ibíd.).

Después de todos aquellos altercados el CONAMAQ hablaba de un magno recibimiento a los


marchistas. Así mismo, preparaban una fiesta de bienvenida a los marchistas que defendían el
TIPNIS y que por el momento se reorganizaban para retomar su caminata a La Paz. "Será una
gran fiesta de recibimiento, intercultural, de amistad porque hoy más que nunca estamos
unidos en la defensa de nuestras tierras, de nuestra cultura", punteaba el Mallku del
CONAMAQ, Gualberto Barahona (Opinión 1/10/2011).

Días más tarde también se sabía que en el marco institucional y orgánico del Jach`a
Tantachawi, donde se otorgaba la titularidad de la instancia nacional a Tata Sergio Hinojosa,
en calidad de Jiliri Apu mallku, según normas y mecanismos y procedimientos propios, ahora
por las irregularidades era removido. Aunque muy diplomáticamente las autoridades
despojaban de su calidad, se sabía que este era expulsado por arrimarse al gobierno. El
documento se extendía y señalaba que `luego de evidenciar abiertamente las actitudes
irregulares arbitrarias, unilaterales y contrarias a la visión y misión de los pueblos originarios,
donde se exhortó reiteradamente a tata Sergio Hinojosa, las mismas que fueron incumplidas`.
A partir de la fecha el Sr Sergio Hinojosa Singuri queda desautorizado como interlocutor

174
valido del CONAMAQ (Véase mas en Anexo Nº5). Terminaban señalando que “los pueblos
originarios del país se divorciaban del proceso de cambio”.

Aquel divorcio particularmente del CONAMAQ y CIDOB con el gobierno del MAS,
ratificaba una demanda contra el órgano Ejecutivo por genocidio. Así, y pese a las disculpas
del presidente Evo Morales, a la dirigencia de entonces de los marchistas en defensa del
Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Secure (TIPNIS) y los acuerdos relativamente
logrados, la posición de los marchistas se mantuvo a favor de procesar a las autoridades de
Gobierno por el delito de genocidio, tras la represión que se había ejercido el 25 de septiembre
87
de aquel año, así lo ratificaba Rafael Quispe entonces ejecutivo del Consejo Nacional de
Marcas y Allyus del Qullasuyu (CONAMAQ).

“Para nosotros son delitos de lesa humanidad, tema que no fue incluido en el diálogo, por lo tanto
dimos a conocer de frente que el proceso se mantienen contra las autoridades del Ejecutivo, aunque él
(Morales) no haya dado orden, pero es de responsabilidad del Estado Plurinacional el mantener la
seguridad en el territorio”, manifestó. En el tema de los daños físicos y psicológicos ocasionados, se ha
advertido al Gobierno que no es suficiente pedir disculpas, sino que dichos daños debían ser asumidos
con el proceso a los responsables directos e intelectuales. El segundo tema que no se incluyó en los
acuerdos por parte de los pueblos indígenas del TIPNIS, se refiere a la modificación del modelo
extractivita, consumista, a pesar de la propuesta de la vigencia de una economía plural, “la misma que no
fue atendida por parte del Gobierno porque no existe dinero para la economía comunitaria”. Una tercera
observación por parte de los dirigentes de la mesa de negociaciones con el Gobierno en las 16 demandas
acordadas, de las cuales no se incluye el denominado pacto de unidad, afirmaba el dirigente (El Diario
24 /10/ 2011).

De esta manera se justificaba la firmeza de la demanda, y a pesar de la solución a sus


demandas de los 16 puntos, según Rafael Quispe continuarían con el proceso contra los
autores intelectuales de la intervención violenta que sufrieron los machistas indígenas el 25 de
septiembre, además que también proseguiría el proceso al Gobierno por el extracto de
llamadas y violación al derecho individual.

“Yo le dije textual al Presidente que este caso de la intervención violenta que sufrimos en plena marcha,
no se quedará así y que debe investigarse. El presidente Morales dijo que no es culpable, sino la policía,
que odia al Gobierno porque les habría restringido mucho de los privilegios”. Quispe indicó que debe
proseguir la investigación y que presentará oficialmente una demanda ante el Ministerio Publico,
reiterando que el directo responsable es el Gobierno, ya que la policía está a su cargo, asegurando que
con la investigación se dará con los autores materiales e intelectuales, pues en su criterio, existieron
daños físicos, psicológicos que sufrieron mujeres y niños. El representante del CONAMAQ indicó
también que cuando se efectuó la intervención ellos se encontraban descansando en San Lorenzo siendo

87
Conocida tambien como la “Masacre de Chaparina”, la marcha por la inmutabilidad del TIPNIS era intervenida
por las fuerzas del orden aquel 25 de septiembre de 2011.

175
intervenidos por efectivos policiales y funcionarios del Ministerio de Gobierno. Recordó que ahí se
encontraban mujeres y niños. “Cuando hubo la intervención, dizque para que no exista enfrentamiento,
ahí estábamos nosotros pacíficamente y a unos 200 metros estaban los colonizadores con dinamita,
revisando todo, cosa que nos les correspondía y lo que hizo la policía fue intervenirnos y pasó todo lo
que difundió y dio a conocer la prensa, atropellos a los derechos humanos, donde hombres y mujeres
fueron vejados e incluso nuestros hijos sufrieron maltrato” (El Diario 26 /10/ 2011).

A pesar de todas estas acciones de parte de Rafael Quispe, que era parte de la facción
independiente, y de avanzada libertaria que se contraponía a otra parte de la dirigencia del
CONAMAQ que pactaba con el gobierno en una reunión hacia la primera semana del mes de
noviembre. El dirigente de la otra facción del CONAMAQ, don Carmelo Titirico, anunciaba
que un sector de esta organización apoyaría la posición de los cocaleros de los Yungas,
quienes aseguraban convencidos la derogación de la Ley Corta que declara intangible al
TIPNIS. Paralelamente a estos hechos, los sectores cocaleros de Cochabamba también
anunciaban medidas de presión desde diciembre de aquel año para “revertir” la norma.

Parte del CONAMAQ afín al Gobierno y dirigencia oficialista conjuntamente cocaleros del Chapare advertían
presiones a favor de la carretera por el TIPNIS. Fuente: El Diario 8/10/2011.

Por otro lado, el otro representante del CONAMAQ, a cargo de Rafael Quispe, afirmaba que
esta solicitud y la movilización se iniciaría el 5 de diciembre de 2011 señalando que la
construcción de la carretera dentro del TIPNIS no tenia razón de ser porque existía una norma
promulgada desde hacia años atrás, y los indígenas originarios siempre han sido los dueños de
esta “propiedad colectiva”, según la Constitución Política del Estado (CPE). Quispe, concluía
su intervención con estas locuaces apreciaciones; “Pueden pedir todo, pero ese es un territorio
indígena y un territorio titulado, es una propiedad privada colectiva y los únicos que pueden
decidir por dónde pasa la carretera son ellos”, aseveraba (El Diario 8 /11/ 2011). Curiosamente

176
a la propiedad colectiva le agregaba el termino de adscripción privada. Haciendo evidente su
afinidad económica y política con planteamientos liberales

Aquellas firmas del gobierno, aparentemente para ya no continuar con la carretera, fueron
vistas por el CONAMAQ y la CIDOB con mucho recelo, organizaciones que en caso de
vulnerar la Ley del TIPNIS, plantearían nuevas acciones y directamente el recorte de mandato
de Morales. En fin, salía nuevamente a la palestra el paladín del CONAMAQ el dirigente
Rafael Quispe, quien por entonces informaba que ante la insistencia del Ejecutivo y las
organizaciones sociales afines al mismo gobierno, e insistiendo en que el segundo tramo de la
carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos pase por el TIPNIS, y pese a existir una ley
promulgada, esta organización propondría un recorte del mandato de jefe de Estado, Evo
Morales, por perder la confianza y atentar contra el pueblo al “firmar con la mano y borrar con
el codo”. “Creo que ha llegado de buen tamaño la discriminación, la humillación, y la
persecución por parte de los gobernantes. Si no se ha cumplido el tiempo del mandato,
pediremos acortamiento de mandato, una salida política, porque no queda otra”, manifestaba
Quispe (El Diario 22 /11/ 2011).

Aquellas palabras de Quispe molestaron al gobierno, institución que el 12 de noviembre, tras


las querellas presentadas por Quispe ante la Fiscalía de Beni por la represión a la marcha del
TIPNIS contra Evo Morales y Alvaro García. El mandatario aseguraba que la marcha
“engaño” al pueblo y que “algunos dirigentes” para crecer políticamente se aprovechaban de la
medida de presión. Señalaba tácitamente: “Algunos dirigentes se aprovechan, ustedes han
escuchado. Algún dirigente inclusive dice que son de CONAMAQ en contacto permanente
con la Embajada de Estados Unidos. ¿Qué clase de dirigentes pueden ser eso? ¿Qué clase de
originario pueden ser eso? ¿Qué clase de CONAMAQ puede ser eso?”, declaraba molesto
Morales (El Diario 24 /11/2011).

El presidente Morales, también, mediante los medios estatales rotulaba que el dirigente de
Tierras Altas mantenía contacto con la Embajada de EEUU. Posteriormente y en cada acto
público Morales se refería al tema y reiteraba sus sindicaciones contra el dirigente Rafael
Quispe del CONAMAQ, que fue uno de los primeros hombres del Altiplano en apoyar y
participar de la defensa del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

177
Rafael Quispe respondía señalando que “(…) acusaron a mi persona de estar involucrado en
estos actos desestabilizadores, para lo cual mostraron ante la opinión pública un extracto de
llamadas telefónicas de la referida representación diplomática hacia el suscrito y viceversa”,
cita la nota remitida ante la fiscal de La Paz, Betty Yañiquez. Quispe se extendía y afirmaba:

“Por lo expuesto y en aras de la defensa de mi dignidad, idoneidad y prestigio profesional, tengo a bien
solicitar a su autoridad de signe instruir a la instancia pertinente, se proceda a la investigación de los
hechos descritos, a efecto del esclarecimiento pertinente, toda vez que no es correcto que se lance ante la
opinión pública afirmaciones falsas, mellando la dignidad de las personas y posteriormente los autores
de esta afirmación no demuestren ni respalden la veracidad de sus afirmaciones”, señalaba Quispe
(Ibíd.).

Todo aquel problema entre el CONAMAQ-Gobierno, había generado una desestructuración y


una ausencia de liderazgo y posicionamiento de cohesión o por lo menos parcialmente de la
organización del CONAMAQ. Existía un alejamiento de las autoridades representativas
legítima y legalmente establecidas. Los medios reflejaban dicha crisis al interior de
CONAMAQ, y señalaban que esa organización, hacia finales de noviembre de 2011 no
contaban con una dirección liderada por un Jiliri Apu Mallku (máxima autoridad), tras la
censura a Sergio Hinojosa. Además primaba una ausencia de las autoridades originarias
vigentes (Erbol-El Diario 30/11/2011). Esta crisis se reflejaba en las bases del CONAMAQ.
Existió sin lugar a dudas una bipartición que aún se refleja en la organización, es decir, un
grupo se afianzó más al gobierno. O como en el otro caso, después del encantamiento político,
la conflictividad del TIPNIS los ponía en una situación que alteraba aquel encanto, vinculando
a Morales con la traición hacia sus prójimos.

El CONAMAQ recién elegiría en diciembre de aquel año a sus nuevas autoridades en el jacha
tantachawi (gran reunión) de Oruro que había sido postergada por la problemática del TIPNIS.
Se elegiría de acuerdo con los usos y costumbres de esa organización indígena. Por su parte
los Ayllus de Cochabamba señalaban que debían presidir a la organización un consejo de
consejos contestaría al gobierno del presidente Evo Morales (Ibíd.).

Unas ves instauradas la jacha tantachawi o “gran reunión” en Oruro, el CONAMAQ dejaba
oficialmente el "pacto de unidad" y daba la espalda, esta ves definitivamente, a Evo Morales,
formalizando su posicionamiento. Aquella fue la determinación mas sonada en el Séptimo
Congreso Nacional, que se realizaba en la ciudad de Oruro. Ante la ruptura oficializaba un

178
nuevo pacto, este era entre la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia
(CIDOB) y CONAMAQ como una "alianza natural" (ANF - 21/12/2011).

El representante con mayor legitimidad del CONAMAQ, Rafael Quispe informaba que en el marco del
Séptimo Congreso Nacional denominado "jacha tantachawi" la mesa política determinaba alejarse de las
organizaciones de campesinos, colonizadores y el mismo gobierno porque ya no lideran el "verdadero
proceso de cambio". "La comisión política ha salido que el CONAMAQ orgánicamente ya no es más
miembro del pacto de unidad y por el contrario se reafirma el pacto CIDOB-CONAMAQ como alianza
natural” (Radio Panamericana cit. en ANF 20/12/2011).

De acuerdo con el dirigente andino, el verdadero proceso de cambio consiste en la


transformación de un estado mono cultural a un estado plurinacional con autonomías, tarea
que no estaba siendo cumplida por el gobierno de Evo Morales. "No hemos sido tan locos al
momento de marchar por el TIPNIS, no hemos sido locos la hablar que el gobierno viola los
derechos, no hemos sido locos al decir que el “pacto de unidad” ha sido utilizado por Evo
Morales", afirmaba Quispe. También explicaba que el encuentro que concluía iba a
posesionar a las nuevas autoridades de la principal organización de indígenas de tierras altas
(ANF- El Potosí 21/12/2011).

El Pacto de Unidad88 transmutaba hacia otro molde articulador, el VII Jacha Tantachawi (gran
reunión) resolvía conformar un otro “verdadero Pacto de Unidad”, solo junto a la CIDOB.
“Una representación de los pueblos de tierras altas y bajas”, señalaba el Mallku Idelfonso
Canasa. Sin embargo, este tema será analizado por el nuevo directorio del CONAMAQ,
puesto que para el nuevo Jiliri Apu Mallku, Félix Becerra, de los Ayllus de Cochabamba, con
la salida del Pacto de Unidad debe haber una reconducción agregaba.

Señalaban también que “el CONAMAQ no tiene afinidad política, no tenemos color político,
apoyamos un proceso, este proceso, pero no al partido del MAS”, aseveraba el indígena. El
actual Consejo del CONAMAQ estará compuesto por 18 representantes y no así por 16 como

88
Pacto de unidad: Conformado el 2004 en Santa Cruz, es la articulación política más representativa, que fue, de
los movimientos de indígenas-originarios (CONAMAQ-CIDOB) y campesinos (CSUTCB, Bartolinas,
Colonizadores Interculturales) en Bolivia. Su conformación, en una primera instancia se debió al trabajo de
impulsar una Asamblea Constituyente que apruebe una Constitución en la que se reconozca la preexistencia de
los pueblos y naciones originarias. Sus antecedentes se remiten a la marcha indígena realizada el 2003 en que las
organizaciones de tierras altas y tierras bajas emprendieron una movilización exigiendo la aprobación de una ley
de convocatoria a Asamblea Constituyente.

179
pasó en la última gestión. Se sumaron recientemente como nuevos afiliados el sector de
Larecaja y los Afro-bolivianos (El Diario 23 /12/ 2011).

Así concluía aquel primer año, empezando la segunda década del siglo XXI, no podía ser de
otra manera, el Estado Plurinacional era visto, paradójicamente, como la continuidad
inmutable de la Republica. Las visiones de un Estado indígena parecían no caber en las
decisiones políticas y administrativas del Estado Plurinacional. Mas bien, el Estado apostaba
por la base organizacional del sindicalismo. Contraviniendo los principios indígenas, y
contradictorios a los planteamientos del CONAMAQ y la CIDOB. En este panorama, el
CONAMAQ-CIDOB, desde aquel año (2011) decidieron seguir un camino
independientemente del Estado, más propio y dejando de lado aquellas relaciones cercanas de
“reciprocidad” que los había caracterizado por siglos. Aunque fuertemente vinculado a
organismos internacionales. Percibiendo que estos movimientos se constituyen como pioneros
para pensar aquel “otro” desarrollo todavía inexistente, pero que silenciosamente ha venido
emergiendo y sentando las bases de un incipiente paradigma indígena a partir de la
constitución del propio Indígena como sujeto político.

2012.-

El nuevo año 2012, movió a las organizaciones que se ubicaban polarizadas en torno al
conflicto del TIPNIS. Por ejemplo, y ante el hostigamiento de parte del gobierno, Rafael
Quispe exigía disculpas públicas a Evo Morales por "falsas acusaciones". Así mismo el
dirigente indígena cuestionaba la designación de Tito Gandarillas como comandante de las
Fuerzas Armadas, cuando este oficial fue quien dispuso aviones para trasladar a La Paz a los
indígenas detenidos en la violenta intervención policial de septiembre de 2011. Por otro lado
el mismo Quispe exigía que el presidente Evo Morales realice una disculpa pública por las
acusaciones en su contra o de lo contrario compruebe la acusación que hizo durante la
realización de la marcha del TIPNIS, que correspondía a llamadas que habría recibido Quispe
de la embajada norteamericana. (…) las declaraciones de Morales no sólo han mellado la
dignidad una persona, sino del conjunto del movimiento los indígenas, afirmaba Quispe.
(ANF - El Deber 06 /01/ 2012).

180
En respuesta, el ministro de Gobierno, por entonces Wilfredo Chávez, exigía al dirigente del
Consejo Nacional de Marcas y Ayllus del Qollasuyu (Conamaq), Rafael Quispe, que explique
al país la conversación que tuvo con un asesor de la Embajada de Estados Unidos durante la
marcha indígena de 2011. Decía:

“Rafael Quispe es una persona que ha mentido al país. Hasta ahora, Quispe no ha explicado de qué habló
con la embajada, pero esto ya está en investigación. Lo que sí sabemos es que hubo un flujo permanente
de llamadas entre ellos y él tendrá que explicar (la conversación)” (La Razón / Miguel Meléndrez
07/01/2012).

Esta afirmación fue una respuesta a la declaración del líder indígena, quien demandaba al
presidente Evo Morales por las acusaciones que había vertido en su contra o que pruebe la
sindicación de que estaría vinculado con la Embajada de Estados Unidos. Así, el entonces
ministro Chávez emplazaba a Quispe a que demuestre que lo que había denunciado Morales
no era verdad y lo retaba a cualquier debate público para demostrar los nexos telefónicos que
tuvo con la embajada, especialmente con el funcionario Eliseo Abelo. Le respondía también
que el Presidente no tenía por qué pedirle disculpas (Ibíd.).

Pero en una nueva respuesta el dirigente del CONAMAQ mencionaba que si el Vicepresidente
asegura que una autoridad debía pedir disculpas públicas, cuando presuntamente emite
acusaciones sin presentar pruebas, el presidente Evo Morales debe demostrar las denuncias
presentadas en su contra. Quispe: “Evo Morales también me ha acusado durante dos horas por
el canal 7 que yo he recibido plata de la Embajada (EEUU) y que he conspirado contra el
Estado y hasta ahora no comprueba”, añadía (El Diario 07 /01/ 2012). El tema inter-subjetivo
entre Quispe y Morales y sus respectivos sequitos políticos se fueron diluyendo en la medida
que pasaban los días.

Hacia el 21 de enero hacia eco otra noticia, que ponía al CONAMAQ en estado de emergencia
ante las declaraciones del vicepresidente Álvaro García Linera quien conminaba, durante la
clausura de la gestión legislativa 2011, a la aprobación de los 70 proyectos propuestos en el
Encuentro plurinacional. Uno de ellos se refería a la construcción de la Carretera Villa Tunari
– San Ignacio de Moxos. Ante aquellos anuncios, además del inicio del tratamiento de este
tema por la Comisión de Constitución, el Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(CONAMAQ) resolvía nuevamente declararse en estado de emergencia (El Diario 21 /01/
2012).

181
Ante aquellas declaraciones, el nuevo Jiliri Apu Mallku de CONAMAQ, Félix Becerra,
señalaba que pedirían el respeto a los acuerdos logrados con el Gobierno, tras la VIII marcha
en defensa del TIPNIS. Además en un acto desarrollado en plaza Murillo, la nueva dirigencia
de esta organización social, que estuvo dividida durante la marcha de defensa del Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), presentaba una “resolución de defensa
de la tierra, territorio y derechos de los pueblos indígena originaria”. Apoyando aquella
determinación todas las autoridades del CONAMAQ señalaban:
“Declaramos en estado de emergencia a los ayllus, marcas y suyus del CONAMAQ y pedimos a la
población urbana y rural de Bolivia a sumarse a la lucha de los pueblos y naciones indígenas originarios
y defensa de la Pachamama (Madre Tierra)”, declaraba Becerra en conferencia de prensa brindada en
Plaza Murillo de la ciudad de La Paz.
Por su parte, el segundo Kuraca del Qhara Qhara Suyu de Chuquisaca, Samuel Flores, informaba que se
reunieron con los representantes de la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia
(CIDOB) para plantear al Gobierno la modificación de la Constitución Política del Estado (CPE) y
definir la representación de los pueblos indígenas en la Asamblea Legislativa (Erbol cit. en El Diario 21
/01/ 2012).

Félix Becerra, ultimando la reunión sentenciaba a los legisladores, pues según el jiliri, estos
tenían un compromiso con los pueblos que los eligieron. “Saben ellos las necesidades de los
pueblos indígenas, más que todo los derechos de los pueblos indígenas como la consulta, el
respeto a la Madre Tierra (…) en caso de que no se sumen, hay sí son los alfiles del MAS”,
puntualizaba Becerra (Ibíd.).

Pero en la otra cara de la medalla, de los indígenas que pedían camino por el TIPNIS, llegaban
después de una marcha pro-carretera amenazando con huelga en La Paz si no lograban su
objetivo. Los dirigentes del Consejo Indígena del Sur (CONISUR) ratificaban que las
amenazas de la CIDOB y del CONAMAQ no les afectaban y que su movilización para lograr
que el tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos pase por el Tipnis seguiría
hasta concluir en la sede de Gobierno.

La respuesta para entonces del miembro del CONAMAQ Rafael Quispe, rotulaba que las
principales autoridades de los pueblos de tierras altas tienen una sola posición que es defender
la ley corta y que el grupo de disidentes que marchaban era apoyado económicamente y afín al
Gobierno (Los Tiempos 21/01/2012).

182
Mientras tanto, antes de ejercer ciertas medidas de presión que radicalizarían a los grupos, se
intento establecer un acercamiento entre las dos partes encontradas, por lo que el líder Rafael
Quispe del CONAMAQ sugería que el diálogo debía establecerse en Santa Cruz o Beni.

“Si la asamblea abroga o deroga la Ley Corta vamos a acudir al Tribunal Constitucional y si es posible
participaremos en una novena marcha”, indicó el dirigente a radio Panamericana. En contraposición a las
declaraciones de Rafael Quispe, el Viceministro de Movimientos Sociales, César Navarro, exhortó al
dirigente a que se reúna con la marcha del Conisur para entablar un dialogo. “Pedimos al dirigente que
se apersone a reunirse con los hermanos indígenas para que pueda explicar su posición del porqué no
quiere la construcción de la carretera por el TIPNIS. Así entablar una conversación directa con los
corregidores”, señalaba Navarro (La Razón / Miriam Chávez 31 /01/ 2012).

Ya en febrero, el CONAMAQ y la CIDOB exigían una ley marco de consulta con carácter
vinculante sobre los proyectos de magnitud, que el gobierno pretendía poner en marcha en el
territorio del TIPNIS. Ambas organizaciones criticaban la elaboración que se venia haciendo
muy manipuladamente desde el gobierno. Las organizaciones indígenas apelaban a que en
2011 habían entregado sus propias propuestas de consulta a la Asamblea Legislativa
Plurinacional. El CONAMAQ había planteado una consulta vinculante para el sector indígena,
así lo explicaba el Mallku de Tierra y Territorio Fidel Condori. (…) Por su parte el
responsable de la dirección jurídica, Edwin Prada, explicaba que el borrador de consulta del
CONAMAQ fue elaborado en base a lo que establece la Constitución Política del Estado
(CPE) y normas internacionales que hacen referencia a los derechos de los pueblos indígenas
(Erbol – Los Tiempos - 18/02/2012).

En este entramado de acuerdos entre la CIDOB y el CONAMAQ, se anunciaba también la


realización de una cumbre nacional originaria. Todo con el fin de definir con otros sectores
sociales la defensa de sus derechos, informaba el Jiliri Apu Mallku, Félix Becerra.

La magna reunión proponía:


Una posición única sobre una propuesta de Ley Marco de Consulta y de otra sobre la Madre Tierras. “La
CIDOB y el CONAMAQ van a tener una sola propuesta de consulta y de la Madre Tierra (…) para elaborar
esta agenda se lo hará con todas las regionales”, aseguró.
El CONAMAQ iniciaría un recorrido por los 16 suyus que afilia esa organización para consensuar la
posición que llevará esa organización al encuentro con la Cidob. “Tenemos una agenda a nivel de los 16
suyus, vamos a informar y vamos a recoger las propuestas para fundamentar en Trinidad, para que haya
concenso y seamos orgánicos con los 16 suyus del CONAMAQ”, indicó.
Se trataría la posible realización de la IX marcha en defensa Territorio Indígena Parque Nacional Iisiboro
Sécure (TIPNIS), por donde el gobierno pretende construir el tramo II de la carretera Villa Tunari-San
Ignacio de Moxos. Pues para los indígenas la ejecución de dicho proyecto vial significaba la vulneración de
sus derechos, aún más cuando lograron en 2011, con una caminata desde Trinidad hacia la ciudad de La Paz,
la promulgación de la Ley Corta que Protege el Parque, dijo Félix Becerra.

183
Sin embargo, los indígenas ven peligrar el acuerdo logrado con el gobierno del presidente Evo Morales
después de que éste aprobó en enero de este año la Ley de Consulta del Consejo Indígena del Sur
(CONISUR) para la ejecución de la carretera en el TIPNIS (Erbol - El Diario 29 /02/ 2012).

Lo más relevante de la reunión, fue que la Novena marcha partiría la segunda quincena del
mes de marzo de aquel año. Argumento que fue aceptado por la mayoría de los asistentes, y
llevado a cabo con algunas semanas de retrazo, pero con la fuerza que se le atribuyó a la
situación en conflicto.

Otra de las propuestas estaba enmarcada en la pena de muerte para los asesinos, que el
CONAMAQ había presentado como parte de una “ley de pena de muerte” una medida radical
para atemorizar a cometer un acto de asesinato y disminuir los casos de inseguridad
ciudadana, proponiendo una solución a la ola delincuencial intermitente. El representante del
CONAMAQ en La Paz, Carmelo Titirico, señalaba que la organización ya venia trabajado un
borrador de normativa sobre la pena de muerte para “cogoteros” y asesinos y que se
convocaría a los diputados y senadores para analizarla (Los Tiempos 1/03/2012).

Hacia el 10 de marzo de aquel año, nuevamente las mellizas; CIDOB-CONAMAQ, recogían


ideas para la Ley Marco de Consulta Previa. Ambas organizaciones reunían sugerencias para
mejorar una propuesta conjunta sobre la Ley Marco de Consulta Previa que pedía ser
presentada a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) hasta el 20 de marzo de aquel año.

El asesor técnico de la CONAMAQ, Edwin Prada, informaba que existía la intención de


compatibilizar los documentos, para lo que se conformaba una comisión técnico-orgánica.
Prada indicaba también que en la mayor parte de artículos de las propuestas de la CIDOB y el
CONAMAQ tenían similitud porque “somos indígenas originarios, es el mismo fin que el
Estado respete los derechos colectivos en cuanto a nuestro territorio, a la consulta y el respeto
a la misma CPE, a los tratados y convenios”. Respecto a las diferencias, la primera es que la
CIDOB propone una ley de consulta de participación de los pueblos indígenas originarios y de
comunidades campesinas; en cambio, el CONAMAQ propone una ley marco de consulta de
consentimiento previo, libre, informado de buena fe y vinculante, señalaba Prada (Los
Tiempos - July Rojas M. 10/03/2012).

De esta manera, las dos organizaciones, para entonces ya tenían su propio proyecto de ley.
Para el CONAMAQ, el proyecto de ley tenía la finalidad de que la consulta previa incluya el

184
consentimiento de las naciones y pueblos originarios y afro-bolivianos sobre la medida
legislativa o administrativa consultada.

Por otro lado, y vinculando con lo sucedido el 29 de febrero ya pasado, en la reunión CIDOB-
CONAMAQ, en donde se había convocado a la novena marcha indígena en defensa del
TIPNIS, esta era rechazada por la regional del CONAMAQ en la La Paz, donde se
manifestaba que:

El Consejo de los Ayllus y Marcas Qullanas de la Nación Qhapáq Uma Suyu de La Paz (CONAMAQ -
La Paz) objetó la convocatoria de la novena marcha y anunció que no participarán en la misma por ser
un acto de división de los pueblos indígenas. (…) En Oruro se realizó la VII Jornada "Jacha Tantachawi
en la que participó el CONAMAQ - La Paz, el Consejo de Autoridades del Suyu, el Consejo de
Autoridades Originarias de Potosí (CAOP) y el Consejo Nacional Afro boliviano (Conafro), que
pidieron a los indígenas del Tipnis socializar la ley de Convocatoria Previa para lograr la participación
de los habitantes y poder tomar una decisión "democrática, legítima y legal sobre el tema de consulta",
señalaron los Suyus en su comunicación (Los Tiempos - ANF 12/03/2012).

Por otro lado, Rafael Quispe sospechaba que aquellas biparticiones de algunos sectores del
CONAMAQ eran patrocinadas por el Gobierno del MAS, pretendiendo dividir nuevamente a
las organizaciones sociales indígenas. Así Rafael Quispe instaba en que esa organización
denominada CONAMAQ BOLIVIA, que no era más que un ayllu del altiplano afín al
gobierno, y había estado generando una organización paralela a la organización matriz. Esta
organización ilegitima, días después era suspendida del CONAMAQ real, por su inclinación
política oficialista e incluso se le prohibía utilizar el nombre de “Conamaq”. Quispe afirmaba,
de igual forma, que reiteradamente el Ejecutivo pretendía dividir a las organizaciones sociales
con el fin de lograr sus objetivos. El dirigente explicaba de la siguiente manera el drama de
aquel conflicto:

Una organización paralela al Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu (Conamaq) manifiesta
a través de un comunicado su rechazo ante la realización de la IX marcha indígena y apoyan la consulta
que pretende realizar el Gobierno para viabilizar la construcción de la carretera Villa Tunari – San
Ignacio de Moxos. El representante de Tierras Altas, Rafael Quispe, informaba
“El Gobierno quiere dividir otra vez, no solo con los indígenas, lo ha hecho con los discapacitados, a
otras organizaciones como la Cidob en el mismo TIPNIS con el Conisur, también con el Conamaq el año
pasado. Ha ido dividiendo, desprestigiando algunos sectores que están en su contra, haciendo prebenda
política con otros sectores. Utiliza la filosofía de dividir para reinar”, citó.
Cabe recordar que el Ejecutivo promovió la marcha del Conisur, la cual recibió muchas críticas desde la
dirigencia del TIPNIS por su postura favorable ante la consolidación del proyecto caminero que unirá a
los departamentos de Beni y Cochabamba, pero ingresando al núcleo de la reserva nacional.
El presidente Evo Morales promulgó la Ley de Consulta Previa, que contraviene la Ley Corta 180 que
protege el parque Isiboro Sécure. La Ley Corta, fue promulgada “bajo presión”, señalaron los
asambleístas del oficialismo y autoridades gubernamentales, por lo que restaron legitimidad a esta
normativa (El Diario 13 /03/ 2012).

185
Por otro lado en los medios de prensa escrita, se publicaba, el fin de semana, una solicitud de
una organización llamada Consejo de Gobierno de los Ayllus y Marcas Qullanas de la Nación
Qhapác Uma Suyu Conamaq – La Paz, que junto al Consejo de autoridades del suyu Charka
Qhara qhara Faoi – NP, el Consejo de Autoridades Originarias de Potosí (CAOP), y el
Consejo Nacional Afroboliviano (Conafro), informaban la convocatoria de una reunión
efectuada el pasado 8 de marzo, en la que se determinaba el rechazo a la IX marcha indígena,
además de apoyar la Ley de Consulta Previa, que pretendía consultar a las 63 comunidades del
TIPNIS acerca de la construcción de la carretera Villa Tunari- San Ignacio de Moxos.

Las determinaciones de estas organizaciones son: “Rechazar rotundamente la convocatoria de la Cidob,


hacia la IX marcha por constituirse en un acto de división de los pueblos y naciones originarios, de
llevarse a cabo la citada marcha, los Suyus firmantes no participarán de forma alguna, rechazando
cualquier convocatoria lanzada por el Conamaq B, por no constituirse en voz creíble y el de consenso
con los suyus miembros afiliados”. “Exhortamos a nuestros hermanos que viven al interior del TIPNIS, a
socializar la Ley de Convocatoria Consulta Previa y de esta manera lograr (El Diario 13 /03/ 2012).

Aquellas dicotomías fueron saldadas mediante una resolución con fecha de partida del 16 de
abril de 2012 que señalaba que el Consejo del CONAMAQ, dentro las atribuciones conferidas
en el jach`a tantachawi y el derecho natural, resolvía convocar a la IX marcha indígena
originaria a los 18 suyus andinos afiliados, maskas, ayllus, lideres, ex autoridades y
comunarios de base en general a movilizarse exigiendo al gobierno nacional el respeto a
nuestros derechos y la CPE para el 25 de abril en Chaparina (Véase mas en Anexo Nº6).
Después de aquellos sucesos, hacia el 19 de marzo de aquel año, la dirigencia del Consejo
Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (CONAMAQ), aclaraba que no había emitido
ninguna resolución a favor de la construcción de la carretera que pretendía pasar por el
Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis) ni mucho menos se había
pronunciado sobre la consulta previa que el Gobierno tramitaba ante los pueblos de esa región.
Así explicaba David Crispín a los medios:
“La entidad que aglutina a 16 Suyos a nivel nacional en tierras altas no ha emitido ninguna resolución a
favor de la construcción del Tipnis ni mucho menos en la Consulta Previa a los hermanos cocaleros que
viven en el Conisur”, afirmaba el dirigente David Crispín en declaraciones a Panamericana. “Cabe
aclarar que mal utilizan el nombre de Conamaq, usurpando el denominativo, (porque) es uno de los
suyos, es el Cápac Omasuyo que está en departamento de La Paz y que obviamente, tiene bastante
afinidad al Gobierno nacional y, lamentablemente, está utilizado por el Gobierno nacional”, manifestó.
Reveló que el Cápac Omasuyo se reunió entre el 7 y 8 de los corrientes con personeros del Gobierno y
emitieron una resolución que salió publicada el 11 de marzo en un matutino paceño, donde afirman que
“apoyan a la construcción de la carretera y exhortan a acudir a la consulta”. “Nosotros no tenemos nada
que ver con esa publicación, pero seguramente mucha gente ha quedado sorprendida, donde se nos
pretende hacer ver como que nosotros somos los divisores del pueblo, absolutamente no hay nada de

186
eso. El Conamaq en cumplimiento al Séptimo Shatantachaui que se llevó a cabo el 21 de diciembre tiene
mandatos claros”, explicó Crispín (ANF - El Diario 19 /03 2012).

Por otro lado el Gobierno dirigido por el MAS, que había tramitado la consulta a los pueblos
indígenas era descalificada por el dirigente del CONAMAQ, Froilán Poma. Éste denunciaba
la entrega de prebendas en materiales e insumos dentro de las comunidades del TIPNIS, y
consideraba que esa es “una función pública obligatoria y que corresponde a las autoridades
hacerlo y que casualmente ahora llega y solo busca distraer la atención de las poblaciones para
aplicar el proceso implícito en la Ley 222”. “El Gobierno quiere dividirnos porque esa es su
política y ahora a nombre de función pública va entrando (a las comunidades) pero hay una
Ley Corta que no coincide, porque la consulta debe ser de buena fe y nos está distrayendo.
Sabemos que el Gobierno nos distrae con consulta o referéndum pero como pueblos indígenas
no compartimos y la CIDOB y CONAMAQ estamos trabajando en un anteproyecto de manera
conjunta”, declaraba a los medios. Poma también expresaba que la alianza entre la CIDOB y
el CONAMAQ se vino desarrollando desde el inicio del proceso constituyente en 2004 para la
elaboración y aprobación de la nueva Carta Magna. Pero este vínculo trasciende hacia la
década de los 90, cuando los ayllus apoyaban la marcha de tierras bajas (El Diario
20/03/2012).

Un mes después, Rafael Quispe anunciaba que la IX marcha en defensa del TIPNIS esperaba
partir con 1.500 personas aproximadamente. Ante la afirmación, quien contestaba el Ministro
de la Presidencia, por entonces Juan Ramón Quintana, aseguraba que la marcha era un derecho
legítimo y que no se la “iba a parar” (La Razón/ Miriam Chávez 20 /04/2012).

Rafael Quispe, argüía: “Estamos previendo arrancar con 1.500 personas. La anterior marcha se
había arrancado con 800 personas pero la llegada creemos que va a ser multitudinaria”,
señalaba el dirigente. La IX marcha partiría de Chaparina el 25 de abril; y su consigna es
nuevamente la defensa del TIPNIS y el rechazo a la Ley 222 de consulta previa sobre la
construcción del tramo II de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que atraviesa el
medio de la reserva, y que tan insistentemente pretende construir el gobierno (Ibíd.).

Así el 25 de Abril de 2012, partía la IX marcha indígena, que el año anterior en el mismo lugar
había sido ultrajado. La VIII marcha recordaba que las fuerzas policiales y militares del Estado
Boliviano, un 25 de septiembre en la misma localidad de Chaparina los habían replegado.

187
Quispe presentaba documentos e informes que evidenciaban que aquella represión fue
planificada. Dejando al descubierto la existencia de una organización previa para la
intervención de la octava marcha y que la exponía después de haberla mantenido en resguardo
con la finalidad de ver cuál sería el desarrollo de las investigaciones en torno a la represión de
Yucumo, por parte de la Fiscalía. Quispe argüía:
(…) que el tema era de conocimiento del órgano Ejecutivo y la Policía Nacional, pues el operativo tenía
la finalidad de persuadir a los marchistas de no continuar con la medida y en caso de no conseguir una
respuesta, se procedería a la intervención haciendo uso del equipo policial, de antimotines y flotas de
transporte.
El operativo habría sido avalado con la firma del comandante General de la Policía, Jorge Renato
Santisteban Claure, el director de Planeamiento y Operaciones, Coronel Carlos Remberto Flores Cuellar
y el jefe del Departamento Nacional de Operaciones, Teniente Coronel, Franz Milton Hoyos.
“De todo el plan que se ha desarrollado tuvo conocimiento el Ministro como cabeza del sector y el
presidente del Estado Plurinacional. Además que esto ha sido tratado en Gabinete y ha sido dado el visto
bueno en Gabinete, donde a han participado como cabeza de sector el exministro Sacha Llorenti”,
argumentó el representante de Tierras Altas (El Diario 25 /04/ 2012).

Después de aquellas denuncias sobre los hechos ocurridos el pasado año (2011) en Chaparina,
el CONAMAQ también denunciaba a Morales ante las Naciones Unidas, por la razón de
dividir al movimiento indígena de Bolivia ante el Undécimo Foro Permanente de las mismas
Naciones Unidas y pedía que sea sancionado por ese organismo internacional. David Crispín
en representación del CONAMAQ señalaba que “El Gobierno Nacional de Bolivia hoy se
encuentra en una acción de debilitamiento, fractura y cooptación de liderazgos al interior de
las organizaciones indígenas y originarias. En función de sus intereses coyunturales, ha
quebrado el Pacto de Unidad y utiliza a los sectores más violentos de sus organizaciones
sociales aliadas como grupos de choque, que se mueven en complicidad y al amparo de las
fuerzas gubernamentales y policiales”, así imprimía en uno de los párrafos del documento que
fue presentado ante la ONU y fue leído por David Crispín, representante de la organización
indígena (Erbol – El Diario 11 /05/ 2012).

En el informe presentado por el CONAMAQ también se demostraba la vulneración de los


derechos indígenas de Bolivia al no ser consultados sobre proyectos de magnitud y extractivos
en territorios indígenas; como también sobre la elaboración de normas que los involucra. Daba
a conocer igualmente los casos irresueltos de los ayllus de Mallku Khuta y Corocoro afectadas
por la minería, entre otros pueblos que fueron afectados por la extracción de minerales y

188
destrucción de la naturaleza. En muchos casos se veían en peligro por la contemplación de
proyectos extractivos defendidos por el propio gobierno.

Una parte del documento escrito del que fue presentado por el CONAMAQ al Foro
Permanente de las Naciones Unidas señalaba lo que sigue:
En Bolivia se ha producido un distanciamiento entre el diseño constitucional y su implementación
normativa e institucional que no cumple ni garantiza el principio de no discriminación y el pleno
ejercicio de los derechos que consagra la Carta Universal de Derechos configurada, entre otros, por el
Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas y otros Instrumentos
Internacionales, que conforman el Bloque de Constitucionalidad. A estas alturas no se puede tapar el sol
con un dedo sobre estas vulneraciones de derechos colectivos, consideramos que vale ser más sinceros
para sensibilizar al gobierno boliviano para el bien de todos los bolivianos sobre el respeto a la CPE (El
Diario 11/05/2012).

CONAMAQ y CIDOB mantienen alianza natural y cuestionan vulneración de derechos originarios.

Fuente: El Diario 11/05/2012.

Hacia el 15 de Mayo de 2012, el CONAMAQ mediante el Jiliri Apu Mallku Félix Becerra,
presentaba un pliego de nueve ejes ante el Gobierno central en espera de una respuesta
favorable del mandatario Evo Morales. Sin embargo, el oficialismo no tardaba en responder
descartando admitir o hacer caso a las demandas sobre recursos naturales, básicamente las
asociadas a la IX marcha por el TIPNIS.

El punto sobre el Parque Nacional y Área Natural de “Manejo Integrado Aguaragüe”, así
como la delegación de un porcentaje para proyectos de desarrollo, eran cuestionados por el
gobierno del MAS. En otro punto de la demanda, se hablaba de una represión de Chaparina
del 25 de septiembre de 2011, exigiendo el esclarecimiento de los hechos, la identificación de
los responsables, así como la retractación del Canciller del Estado por el caso interpuesto por
supuesta tentativa de homicidio. “Exigimos al Canciller David Cahoquehuanca esclarezca ante

189
el Ministerio Público, ante las instancias competentes del Estado y a la opinión pública por su
falso secuestro, lesiones y tentativa de homicidio”, El Diario registraba la nota (25/09/2012).

Para la entonces presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado de filas del


Movimiento Al Socialismo (MAS), informaba que existían puntos in atendibles por ser
contrarios a la Constitución Política del Estado (CPE). “El plantear que los recursos naturales
sean de las aldeas o sean patrimonio de los pueblos y no de todos los bolivianos es
discriminatorio y es atentatorio a todos los bolivianos y bolivianas”, declaraba en contra-
respuesta a la Marcha (El Diario 15 /05/ 2012).

Aunque estos acercamientos no mejoraron la relación Indígenas-Gobierno, días después una


autoridad originaria del Norte de Potosí del Suyu Charcas Qara Qara, Cancio Rojas era
detenido acusado de haber promovido enfrentamientos en Mallku Khota. Que mas parecía una
cortina de humo elaborada por el mismo gobierno para agraviar al CONAMAQ.
En respuesta el CONAMAQ pedía respetar los derechos originarios y denunciaba la
vulneración de los indígenas ante el Estado, además de un supuesto favoritismo a la empresa
canadiense American Silver por el gobierno (Véase Anexo Nº7). Pero eso no era todo, el
Consejo de ayllus renovaba su denuncia como la falta de consulta previa e informada a los
indígenas por parte del gobierno en torno a la concesión dada a la empresa canadiense en la
Marka Sacaca. Del que su autoridad originaria era miembro del Suyu Charcas y afiliada a la
entidad de Tierras Altas.
La organización también informaba que los pobladores de Mallku Khota se oponían a la
pretensión de la empresa minera canadiense de realizar la explotación de una mina en el cerro
del mismo nombre y generaron, por su insistencia, un conflicto latente desde años atrás. Los
comunarios por entonces también buscaban el alejamiento de la empresa minera canadiense.
Este hecho se constituía en un nuevo caso de avasallamiento de una operación minera en el
país en desmedro de los ayllus (El Diario 22 /05/ 2012).

El detenido formaba parte del grupo de comunarios que se oponían al ingreso de


cooperativistas mineros y denuncian además, que las operaciones afectarían al medio ambiente
del lugar, contaminando la tierra y el agua (Ibíd.).

190
Cancio Rojas en oficinas de la Felcc-Oruro.

Fuente: El Diario 22/05/2012.

Al día siguiente los Ayllus potosinos exigían la libertad de su dirigente. El mismo


CONAMAQ amenazaba con movilizarse si Cancio Rojas, por entonces autoridad indígena de
Mallku Khota, no era liberado.

Rojas que era trasladado hasta Potosí, debía responder por una querella criminal de ocho
delitos que le había iniciado la Policía Potosina. Era acusado de ser el instigador de la
violencia desatada en la zona minera de Mallku Khota. A su llegada a la Policía, los siete
efectivos que lo custodiaban impidieron que la prensa hable con el curaca mayor de Sacaca.

A la distancia, denunciaba: “Estoy ilegalmente detenido, sólo estoy defendiendo el agua de las
lagunas de Mallku Khota” (El Potosí – Los Tiempos - 23/05/2012).

El entonces representante de la comunidad indígena de Mallku Khota del Norte Potosí, Andrés
Chajmi, advertía que si Rojas no era liberado en las próximas horas, no asistirían el próximo
lunes al diálogo en La Paz, convocado por el Gobierno para resolver el conflicto por la
explotación de minerales del cerro Mallku Khota. También el segundo Mayor de las Tierras
Comunitarias de Origen (TCO) Ayllu Tacawani, Leandro Mamani, anunciaba el inicio de un
bloqueo de caminos. “Ya hemos decidido el bloqueo de caminos y queremos informar a los
hermanos transportistas de Cochabamba y Llallagua que ya no circulen (…) nosotros pedimos
la liberación de Rojas”, señalaba Mamani. Además, la autoridad originaria informaba que las
poblaciones indígenas que quedaban afectadas por la explotación del cerro Mallku Khota

191
(Lago del Cóndor) resolvían dar un plazo al Gobierno de 24 horas para que dejen libre a Rojas
(Ibíd.). Ante la negativa del gobierno, y por todo lo susodicho, se convocaba a una “gran
marcha de las naciones originarias del Qollasuyo, en defensa del lago sagrado de Mallku
Khota” exigiendo agua, tierra, territorio, derechos colectivos de los pueblos indígenas, parques
nacionales y defensa de la madre tierra “pacha mama” (Véase Anexo Nº8).

Para materializar la acción, algunos días después y ante la ineficacia de la justicia, el


CONAMAQ determinaba sumarse con unos 500 representantes a una marcha organizada por
los comunarios de Mallku Khota (Potosí) hacia La Paz en denuncia a la violación de los
derechos de sus autoridades originarias y de los pueblos indígenas, por parte del Gobierno.
Puesto que era ilegal la concesión de un yacimiento minero de esa región a la empresa
canadiense South American Silver sin consentimiento previo de los pueblos indígenas que allí
habitan. “Han atentado gravemente los derechos de las autoridades originarias, afectado a
todos los suyus, poniendo en alto riesgo las garantías constitucionales”, señalaba la
convocatoria a la marcha dirigida a los 16 suyus del CONAMAQ (El Potosí – Los Tiempos -
26/05/2012).

El vocero de la organización de los pueblos originarios del área andina, David Crispín,
anunciaba, desde Cochabamba, que los comunarios se concentrarían el domingo en Mallku
Khota a las 14:00, donde realizarían una “wilancha” (ofrenda a la Pachamama) y partirían el
lunes en la marcha. “Estamos pidiendo la liberación de Cancio Rojas y la expulsión de la
empresa transnacional South American Silver” para iniciar cualquier diálogo. “Para nosotros
es reprochable que el Gobierno nacional realice una persecución política contra nuestros
líderes por defender la madre tierra y sus propios derechos, cuando exigimos la aplicación
correcta de la CPE”, planteaba tácitamente Crispín (Ibíd.).

Por su parte, también los comunarios del Suyo Charcas Kara Kara (sud-oeste potosino)
ratificaban su oposición al proyecto de explotación minera en Mallku Khota y su marcha a La
Paz. El mallku de esa región, Teodocio Becerra, argumentaba y exigía la anulación de la
concesión y explotación de la mina debido a los riesgos de contaminación de sus fuentes de
agua. En contestación el ministro de Minería, Mario Virreira, negaba los conflictos e
informaba distorsionadamente que existían labores ilegales de explotación de oro en esa
región por parte de algunos comunarios. Que era parte de la concesión de la compañía minera

192
Mallku Khota, subsidiaria de la canadiense South American Silver. Declaraciones que, en vez
de solucionar el problema, tensionaban aun mas el ambiente de conflicto (Ibíd.).

Ante estos acontecimientos, el CONAMAQ convocaba a la marcha para defender Mallku


Khota. Al igual que los territorios del Tipnis, estos solicitaban respeto al medioambiente de la
región andina. Por todo el Consejo de ayllus convocaba a sus 16 suyus afiliados para que se
concentren y respondan ante lo que consideraban una arremetida y vulneración de sus
derechos por las acciones de la empresa transnacional South American Silver en complicidad
con el Gobierno central. “La gran marcha de las naciones originarias del Qullasuyu en defensa
del lago sagrado de Mallku Khota, agua, tierra, territorio, derechos colectivos de los pueblos
indígenas, parques nacionales y defensa de la madre tierra o pachamama”, citaba la nota
recuperada por El Diario (28 /05/ 2012).
Advertirían en aquella movilización los tata pasiris, mama pasiris del CONAMAQ, suyus,
marcas y ayllus que se agruparían en el suyu Qhara qhara del norte de Potosí. Por tanto el
conflicto se dilataba y mas bien se complejizaba. Sobre el tema, el jiliri Apu Mallku del
CONAMAQ, Félix Becerra, explicaba tristemente que la contaminación en la región por la
actividad minera afectaba a las comunidades de manera inminente, contaminando la tierra el
agua y el aire, y responsabilizaba directamente al gobierno por atentar contra su pueblo, al
haber dado la concesión a la empresa South American Silver sin realizar la consulta previa
respectiva a las comunidades que allí habitan (Ibid). Finalizaba señalando que:
“Sólo a nivel de comunidades en Mallku khota hay 30 que van a ser directamente afectas. Hay tres
lagos, que tienen sus propias historias de cerros. Con el tiempo esos lagos desaparecerán y de eso se han
dado cuenta los indígenas. Aunque no llueve esas lagunas siempre están con agua”, declaraba a la
Agencia de Noticias Indígenas. (Erbol cit. en El Diario 28/05/2012).

Por otro lado EL DIARIO en comunicación con el gobernador de Potosí, Félix Gonzáles,
explicaba, justificando, que la compañía minera de Mallku Khota, subsidiaria de la American
Silver, “mintió” al no dar a conocer que en esa zona existe oro, lo que ocasionaba una
“codicia” de los comunarios que estaban en contra de la explotación minera en la región
(Ibíd.).

Después de aquellos latentes altercados entre los ayllus de Mallku Khota y el gobierno, ya por
el mes de junio del 2012, surgían algunos conflictos particulares entre Rafael Quispe quien
anunciaba enjuiciar al diputado Jorge Medina por la denuncia no demostrada de pagos en la

193
marcha indígena por el TIPNIS. El Asambleísta aseguraba que la caminata estaba financiada
por organizaciones no gubernamentales y partidos políticos tradicionales de la oposición, en
donde cada marchista recibía 150 bolivianos. Rafael Quispe quien se refería al tema en una
conferencia de prensa señalaba lo que sigue:

“Personalmente yo estaba en la marcha y le voy a seguir un proceso penal (al diputado Medina) por
difamación, calumnia e injuria. Quiero pedir fraternalmente que pruebe esas acusaciones y de dónde
provienen. Ellos están acostumbrados de echar lodo. Lanzar piedra y luego ocultar la mano”. Asimismo,
indicó que solicitará un referéndum revocatorio del cargo del diputado. “Voy a promover el revocatorio
porque no puede ser que un diputado indígena pueda mellar la dignidad de los marchistas”, agregaba (La
Razón /ANF/ Los Tiempos /Miriam Chávez - 06 /06/ 2012).

Entre acusaciones, demagogia y discurso político ambas partes, CONAMAQ-Gobierno se


debatían sobre temas que serían desicivos de allí en adelante.

Cerca al año nuevo aymara (21 de Junio) los pueblos denominados indígenas de Tierras Altas
y Bajas, que hacían una pausa, recibían el Machaq Mara. El CONAMAQ y CIDOB ratificaban
su “alianza natural” en el encuentro vinculado a la novena marcha en la Cumbre, antes de
ingresar a la Sede de Gobierno. Los Dirigentes estimaban que más de 2 mil personas podrían
arribar a la Sede de Gobierno, que entre comunarios de Tierras Altas y pobladores de Tierras
Bajas podrían conformar un contingente humano que pedía respeto a los pueblos originarios
de parte del Ejecutivo (El Diario 19 /06/ 2012).

Con la whipala y la patujú de fondo, representantes de los andes (Becerra) y amazonia (Lázaro Tacoó)
aseguraban que la novena marcha llegaría hasta la plaza mayor de San Francisco. Fuente: El Diario 19/06/2012.

Uno de los representantes del CONAMAQ que por entonces se encontraba en la vigilia de la
plaza San Francisco de La Paz; Juan José Sarnina, destacaba la unidad de las dos
organizaciones hermanas de los pueblos originarios y que se vería en el acto de recibimiento o

194
“wilanchada” del Año Nuevo Aymara, con actos preparados en la Cumbre, Tiwanaku y el
mismo atrio de la catedral histórica paceña. “Es el inicio de la lucha que queda de acá en
adelante, es un reto histórico, porque el Gobierno no tiene voluntad política y muestra su
arrogancia frente a los pueblos indígenas, nosotros hemos esperado en Caranvai tres días para
dialogar, pero ni el Gobierno ni el presidente Evo Morales han sido sensibles con esta marcha”
(Ibíd.).

Así, y por primera vez en la historia de Bolivia se consolidaba natural y legítimamente una
alianza andino-amazónica. Fueron momentos emotivos que le mostraban al país, que lo
indígena no había sido como lo había matizado el presidente Evo Morales y su intratable
movimiento que lo rodeaba, con elementos aparentemente indígenas.

Finalmente, el jiliri Apu Mallku o máxima autoridad de CONAMAQ, Félix Becerra,


informaba que habían partido 50 personas y se esperaba a otros 200 entre miembros de los 16
suyus del CONAMAQ y de Cochabamba que se acoplaban a la columna de la novena marcha
en Pongo. Así mismo agregaba que el encuentro en la Cumbre de este 21 de junio, será
histórico; “No será la primera vez que nos unimos, desde 1990 siempre se ha marchado por
estos caminos y es la forma para plantear nuestras demandas y derechos, pero sí será la
primera vez que se reciba el Año Nuevo Aymara” (Ibíd.).

Aunque aquellos intentos articuladores entre andinos y amazónicos en un primer momento


avanzaron sin ningún obstáculo, el Gobierno boliviano a la cabeza del vicepresidente Álvaro
García Linera intentaba desestabilizar a el Conamaq al encabezar un acto político en Plaza
Murillo, donde comunarios del altiplano, aparentemente del Consejo de ayllus, se recibían
“oficialmente” en la posesión de autoridades originarias y representativas de las Tierras Altas.
Parecía raro, pues el CONAMAQ que fue en un primer momento (2004-2010) parte del
denominado Pacto de Unidad, y que tras el conflicto (Tipnis) la unidad y vinculo se habían
roto a finales de 2010 (El Diario 21 /06/ 2012). De esta manera y durante algunos días y
meses después, aun existían ciertas diferencias entre los dirigentes nacionales y regionales del
CONAMAQ que coincidía con el ingreso de la novena marcha que rechazaba la construcción
de la carretera por el TIPNIS.

195
Representantes de Tierras Altas, aparentemente del CONAMAQ, juramentando al MAS. Otro sector contrario
está en Pongo, rumbo a la cumbre para apoyar a los indígenas de Tierras Bajas.
Fuente: El Diario 21/06/2012.

Carmelo Titirico, y Félix Becerra, eran los dos dirigentes que puganabam por mayor
representatividad en el Consejo de Ayllus. Aunque el primero era un mallku regional y el
segundo el representante a nivel nacional, estos se encontraban confrontados desde hacia
meses atrás. De igual manera se informaba mediante EL DIARIO que la elección de Becerra
respondía a un cabildo donde participaban los 16 suyus de Tierras Altas y explicaba que la
fracción de Titirico solo representaba al Kapaj Omasuyus que había sido expulsada y ya no
estaba dentro de la organización, es decir, dentro de CONAMAQ (Ibíd.).
A pesar de todo el CONAMAQ que contaba con casi un centenar de personas que se
encontraban dispuestas a participar en la Cumbre, en el norte de La Paz, se reunían con los
marchistas del TIPNIS para recibir el Año Nuevo Andino Amazónico antes de realizar su
ingreso a La Paz.

Pero nuevamente salía otra voz del CONAMAQ, el mallku, Jaime Condori de la provincia
Loayza, aseguraba que el CONAMAQ no estaba apoyando la novena marcha, considerando
que los indígenas de Tierras Altas “no comparten” el pensamiento de los marchistas. Además
señalaba no conocer a Félix Becerra. Por otro lado el mallku de Chuquiaguillo, Manuel Apaza,
aseguraba que en el acto efectuado en Plaza Murillo se encontraban por lo menos 30% del
total de los mallkus pertenecientes al CONAMAQ, que son reconocidos como “verdaderos
campesinos” y representantes de las diferentes comunidades.

196
Ambos aseguraban que la IX marcha conformada por indígenas de Tierras Bajas en protesta
de las decisiones tomadas por el gobierno de turno, en torno al tema del Tipnis, son
desconocidas, al considerar que estos marchan “en contra de los beneficios para las
poblaciones que viven en el lugar y en desmedro del desarrollo del país”. Finalmente, Carmelo
Titiríco, expresaba que Becerra sería una persona “auto-proclamada” como representante del
CONAMAQ y por tanto no podría atribuirse ese título, debido a que no contaría con bases a
representar (21/06/2012).

Aquellas afirmaciones despertaron una respuesta inmediata del otro bloque del CONAMAQ,
quienes a través de Simón Huancarani, señalaban que la tensión generada a partir de
declaraciones de sectores oficialistas, militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) y las
autoridades del Ejecutivo, sólo buscaban crear una suerte de “auto-golpe” para victimizar al
mandatario, justo antes que la novena marcha ingrese a la Sede de Gobierno.

Huancarani agregaba que esta actitud representa una clara señal e intencionalidad de un
probable “auto-golpe de Estado” que estaría montado por el propio Gobierno para
desprestigiar, minimizar y no llegar a acuerdos con la novena marcha. “Este show podría estar
gestado por Juan Ramón Quintana, actual Ministro de la Presidencia de Evo Morales, por su
formación militar en las escuelas de las Américas, más conocida como la escuela de los
asesinos que tenía su sede en Panamá”. Finalizaba el comunicado con una advertencia: “si
pasara cosas similares, es única y absoluta responsabilidad del gobierno nacional de Evo
Morales” (El Diario 25 /06/ 2012).

La tensión se incrementó por aquellos días, los dos grupos del CONAMAQ pugnaban por una
mayor representatividad y legitimidad. Así, la Policía Salía a resguardar la sede de la
organización para evitar enfrentamientos entre ambos grupos. Por su parte el ex-mallku del
CONAMAQ, Rafael Quispe, consideraba que el conflicto había nacido como represalia al
apoyo otorgado a la marcha indígena. "Tenemos miedo por un saqueo de las oficinas y el robo
de documentación", dijo otro dirigente de los campesinos de tierras altas que pedía no ser
identificado (Los Tiempos 5 /07/ 2012).

Por su parte, Quispe denunciaba al gobierno a través de la emisora Panamericana y señalaba:


“No es posible que en época de democracia, pretendan tomar las oficinas”, señalaba. Los
allegados a Rafael Quispe también participaron en la marcha indígena que ahora se han

197
instalado en vigilia en inmediaciones de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de
Bolivia (ANF / La Razón /Ángel Guarachi 4 y 5 /07/ 2012).

Policías resguardaban la sede del Conamaq en La Paz ante una supuesta intervención.

Fuente: APG-Los Tiempos 05/07/2012

Pero los indígenas que según El Diario obedecían las órdenes del Ministro Romero, llegaban
hasta las oficinas. El vocero del CONAMAQ, David Crispín, alertaba sobre el intento de
intervención de la sede de esa organización indígena, en la ciudad de La Paz, por parte de la
Policía, junto a fiscales. Tácitamente señalaba: “Queremos denunciar que al menos 20
autoridades originarias afines al Movimiento Al Socialismo (MAS), policías y fiscales
intentan tomar las oficinas del CONAMAQ”, planteaba su preocupación, también el
exdirectivo del Consejo, Rafael Quispe a través de los medios de comunicación.

Crispín denunciaba que los policías no permitirían ingresar a las autoridades de la


organización a las oficinas, en cuyo interior se encontraban los técnicos y el personal
trabajando. Según el representante, esta situación estaba direccionada por regionales de esa
organización que fueron desconocidas, por el directorio, acusados de intentar dividir al
CONAMAQ y ahora quieren tomar la sede indígena con el apoyo del Gobierno (Los Tiempos
- 5/07/2012).

Hacia el 09 de Julio de 2012 en horas de la mañana Rafael Quispe: anunciaba que la Policía
hostigaba la vigilia indígena con la finalidad de poder desalojarlos. Anunciaba también, una
movilización de apoyo del sector universitario que se solidarizaba con este sector, en donde
también participaban los indígenas. Según Quispe, “toda la noche habían pasado camionetas

198
cargadas, buses con policías, el carro Neptuno había salido, habían formado a los soldados del
Ejército en la plaza, han metido bulla amedrentándonos, decía (ANF - 9 /07/ 2012). Pero
Quispe continuaba su reproche señalando:

(…) que centenares de policías se movilizaban por alrededores de la plaza Murillo, como una forma de
hostigamiento a la vigilia de la novena marcha que se encontraba apostada en inmediaciones de la
Vicepresidencia y las calles Potosí, Ayacucho y Mercado desde hacia diez días. También esta mañana se
pudo evidenciar que la seguridad policial en alrededores del Banco Central de Bolivia (BCB), por donde
se encuentra la vigilia de indígenas se triplicó con un fuerte contingente de uniformados que están
equipados con escudos, cascos y algunos oficiales portan armamento lanza gases. "Ha habido un
hostigamiento muy fuerte, toda la noche han pasado camionetas cargadas, buses con policías, el carro
Neptuno ha salido, han formado los soldados del Ejército en la plaza, han metido bulla
amedrentándonos. Que el Gobierno sepa que nuestro objetivo no es confrontarnos, pelear, pero se va
notando que el Gobierno manda a reprimir cobardemente", manifestaba a ANF (Los Tiempos
09/07/2012).

Ante estas medidas del gobierno los indígenas sentían que no tenían garantías en el aparente
Estado Plurinacional, pues hacia el 18 de Julio de 2012 El Diario informaba que el
CONAMAQ se afirmaría y apoyaría a los indígenas de los países que estaban vinculadas a la
CAOI. Además que Iniciarían procesos internacionales al Gobierno por temas como el
TIPNIS, Mallku Khota y otros que afectaban crudamente a las comunidades andinas y
amazónicas.

Ya en agosto y después de aquellos conflictos, el gobierno relativamente había logrado dividir


a los movimientos sociales, además de dividirlos para solucionar conflictos y ganar espacios
como señalaba el titular de El Diario (05 /08/ 2012).

Cada conflicto que se suscita en el país, señalaba el informe, provoca una reacción de protesta
de las organizaciones sociales. A éstos les ha tocado vivir un proceso de división
aparentemente propiciado por el Gobierno, con el objetivo de que el Ejecutivo continúe
logrando protagonismo y espacios. “El Gobierno logra negociaciones sólo con “la parte” que
le brinda su apoyo”, explicaban los principales líderes de las organizaciones sociales, quienes
lamentaban haber vivido las fricciones con el aparato gubernamental.

En opinión del analista Carlos Cordero, el Gobierno intentaba, a través de esta división de las
organizaciones, solucionar los conflictos, ganar espacios de poder y consolidar sus objetivos.
“El Gobierno sabe muy bien cuando pierde el control de los conflictos, no tiene las
herramientas necesarias para enfrentarlos y prefiere dividir (…) Por supuesto que lo hace para
ganar espacios de poder y lograr sus propósitos, porque sólo así se mantiene el régimen de un

199
gobierno totalitario, que lastimosamente pierde cada vez más el hilo de la democracia”,
manifestaba (El Diario 5 /08/ 2012).

Por su parte el representante del CONAMAQ Rafael Quispe, lamentaba haber vivido las
primeras fricciones con el MAS y la actitud revanchista del Gobierno, a quienes planteaban
“justas demandas” (Ibíd.).

Ya por mediados y finales de aquel año, entre el 17 y 22 de agosto de aquel año, el


CONAMAQ entraba a una discusión por el CENSO, en donde exigía que se incorporen en la
boleta censal a los 16 suyus de tierras altas que no estaban consideradas. Aquellos suyus eran
los siguientes:

NACIONES

Jacha Karangas Urus Chuwis


Jatun Killaka Asanajaqi Suras Aransaya Jach’a Pakajaqe Urinsaya
Charcas Suras Urinsaya Larecaja
Qhara Qhara Kallawayas Chichas
Jacha Packajaki Qollas Yampara

Fuente: Los Tiempos 22 /08/ 2012.

Algunos días después, se inauguraba a la primera cumbre sobre -Tierra, territorio y medio
ambiente. Donde planteaban que las naciones y pueblos deben ser actores constitutivos del
proceso que vive el país, en el camino de construir una sociedad con plena justicia,
descolonizada, y armoniosa, bajo el principio Del Suma Qamaña o “buen vivir”. Además que
el estado plurinacional de Bolivia tiene entre sus fines garantizar el bienestar, desarrollo,
seguridad, protección, igualdad y dignidad de las naciones (…) donde el CONAMAQ tiene
como principio fundamental la reconstitución de los territorios ancestrales (Véase mas en
Anexo Nº 9 - 10).

Jornadas más tarde, el CONAMAQ, denunciaba intromisión del gobierno a su estructura


orgánica para dividir a los 16 suyus miembros de la organización indígena. Así el
CONAMAQ alarmado, trataría dichas intromisiones en un cabildo interno que se realizaría en
Sucre, así informaba a la prensa el Jiliri Apu Mallku, Félix Becerra. El dirigente también
explicaba que el Gobierno buscaba el respaldo de algunos suyus para conformar un directorio

200
paralelo al CONAMAQ como hizo con la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de
Bolivia (CIDOB), para dividirla. (Erbol - Los Tiempos 28/09/2012).

Pero aquellas protestas que aparentemente pretendían una división, despertaron también
contradicciones de grupos al interior del CONAMAQ, que no eran particularmente del
gobierno, tal es el caso de los Indígenas de los ayllus que componían la Nación Chichas de
Potosí, estos cuestionaban a las autoridades del Conamaq. Por ejemplo el cacique Mayor de la
Nación Chichas del Norte de Potosí, Hilarión Chávez, denunciando que existía malestar contra
las principales autoridades del Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyu
(Conamaq), por lo que notificaba que se convocaría a una Mara Tantachawi (reunión anual) en
Mallku Khota.

La autoridad originaria también informaba que el trabajo de los principales representantes era
cuestionado por no defender las demandas de los pobladores de base de la comunidad de
Mallku Khota, que pedían a la Corporación Minera Bolivia (COMIBOL) la explotación de los
minerales del yacimiento de esa zona. Con relación al hecho señalaban lo siguiente:
“Cuando hay problemas en Mallku Qota, el Conamaq no participa de manera orgánica. No defiende los
intereses de los ayllus originarios de Mallku Khota; entonces ¿Qué clase de autoridades tenemos? Es
importante llevar una Mara Tantachawi (reunión anual) en Mallku Khota”, declaró Chávez a radio Aclo de
Erbol. “Estamos muy preocupados y ojala a partir de la fecha manejen (el tema) orgánicamente y peleen por
los intereses de los hermanos de diferentes suyus, de diferentes ayllus, quienes necesitan proyectos,
desarrollo”, puntualizaba (ERBOL 1 /11/ 2012).

Félix Becerra, apu mallku del CONAMAQ.


Fuente: El Diario 16/11/2012.

1
Hacia el 16 de noviembre el tema del CENSO regresaba, y el CONAMAQ presentaba un
amparo constitucional, pues consideraban que se hizo un acto de discriminación al no incluir a
las naciones o pueblos que se encuentran en esta representación de Tierras Altas.
Los representantes de CONAMAQ aclaraban que ya habían presentado sus observaciones al
Ejecutivo sin recibir respuesta alguna, pues consideraban que en la pregunta de la auto
pertenencia se relegaba a 14 naciones de las Tierras Altas, sólo reconociendo a aymaras y
quechuas que conforman las 16 inscritas en CONAMAQ, así señalaban las autoridades del
Consejo (El Diario 16 /11/ 2012).

En estos disensos, hacia el 27 de Noviembre de 2012 El Diario registraba la noticia que la


CIDOB y el CONAMAQ retomaban su demanda sobre la Ley Marco de Consulta previa, libre
e informada. En la que ambas organizaciones definían una nueva propuesta, esta ves conjunta,
sobre la Ley Marco de Consulta para presentarla ante la Asamblea Legislativa. Así informaba
Edwin Prada:

Prada, quien era asesor jurídico del CONAMAQ, señalaba que ambas organizaciones definirían su
posición en relación a participar de la elaboración de la propuesta gubernamental. El Mallku de la
Comisión de Tierra y Territorio del Conamaq, Juan Guarayo, denunciaba que la propuesta del gobierno
fue elabora sin la participación de los indígenas. “Si el Presidente (Evo Morales) está haciendo su propio
documento, será para él, será para su gabinete porque nosotros como pueblos indígenas vamos a
presentar nuestra propia propuesta sobre la Ley de Consulta”. Explicaba también que el Consejo de
Ayllus había presentado en 2011 una propuesta a la Asamblea, pero a la fecha no cuentan con una
respuesta. “Ya tenía que aprobarse la Ley de Consulta (en agosto) pero el Presidente se hizo a los sordos,
entonces se está haciendo retroceder la promulgación de la Ley de Consulta”, puntualizó (Agencia de
Noticias Indígenas de Erbol cit. en El Diario 27/11/2012).

Por otro lado, casi al terminar el año, el Consejo de Ayllus también pedía investigar a
Quintana, Romero y Llorenti por corrupción. El jiliri apu mallku del CONAMAQ, Félix
Becerra expresaba conocer las denuncias que desde los ministerios del Estado se hicieron
desembolsando recursos para el “fortalecimiento” de las organizaciones sociales. Así mismo
Becerra, Jiliri apu mallku del Consejo de ayllus, pedía a las autoridades judiciales incluir en
sus investigaciones por corrupción a los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana y
de Gobierno, Carlos Romero además del actual embajador ante la ONU y ex ministro, Sacha
Llorenti (ANF - Los Tiempos 17 /12/ 2012).
Así terminaba el año conflictivo, el CONAMAQ, ya se preparaba para la creación de su
propio instrumento político el año 2013.

2
Dirigentes del CONAMAQ. Fuente: APG – Los Tiempos 17/12/2012

2.5. La búsqueda por la “autodeterminación” política o los umbrales libertarios del


CONAMAQ (2013).-

“Cortaron nuestras ramas, cortaron nuestros troncos, pero no pudieron arrancar la


raíz que germinara nuevamente”

El CONAMAQ, como vimos, ha transitado por evidentes diferencias políticas, así como
también ha influido con sus propuestas en el escenario de emergencia y ascenso indígena en la
historia de la Bolivia del siglo XXI. La Asamblea Constituyente, el reconocimiento de la
Plurinacionalidad, la autodeterminación a medias y compensada por las autonomías, son
algunos planteamientos de los muchos que el CONAMAQ ha propuesto en su existencia.
Concluiremos este recorrido, a partir, de la idea que si bien, el CONAMAQ es una
organización rural de los ayllus, como plantean sus principios bajo lógicas; endógenas,
milenarias e independientes ideológicamente. Este movimiento estriba y depende en muchos
casos del apoyo financiero del extranjero, e incluso de apoyo técnico que implícita o
explícitamente influye ideológicamente en la misión y visión de la organización afianzándola
hacia un evidente multinacionalismo. Que se justifica por el abandono histórico del Estado
Boliviano hacia las organizaciones de este tipo.
A pesar de los vínculos del CONAMAQ con organizaciones internacionales, vistos como
desaciertos, o talvez aciertos; hacia los últimos años, particularmente desde finales de 2010 a
la fecha (2013), ha ido encontrando muchas contradicciones profundas con el gobierno del
MAS y el propio Estado Plurinacional, que lo han alejado primero del CONALCAM y
después del “Pacto de Unidad”. Situación que ha llevado, de forma natural, a separarse de

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aquellas estructuras sindicales introducidas desde 1952 en Bolivia. Es así que el manifiesto
ente “Consejo de Ayllus” (CONAMAQ) ha ido adquiriendo una identidad política con sus
propios matices. Situación que sin lugar a dudas ha dado origen a otro tipo de alianzas como
por ejemplo, ha ido desarrollando vínculos más estrechos con la CIDOB y la APG, para citar
algunos a nivel interno. Pero a nivel externo, también se ha vinculado con múltiples
instituciones, que hasta hace poco anunciaban movilizaciones continentales de pueblos
indígenas (CAOI), en donde el CONAMAQ no es indiferente.
Ante estas nuevas formas de articulación social, el CONAMAQ durante el 2013 ha tenido ya
la intención de conformar su propio instrumento político. Entrando de esta manera a jugar en
la cancha ya rayada, es decir, acomodarse a la legalidad e institucionalidad existente en
Bolivia. Su finalidad es conformar un nuevo bloque ideológico con proyección política.
Aunque esto les ha llevado a múltiples criticas de diversos sectores, por su aparente a-política,
representación ácrata y libertaria, y que de repente ahora pretendan asimilarse y aceptar las
normas que sostienen la participación política; pareciera algo paradójico.
Sin embargo, habrá que entender que su acoplamiento político en primera instancia, parece ser
solamente el medio y no el fin, pues aunque suene a Maquiavelo, así como la reconstitución de
los ayllus tiene la finalidad social y territorial de cohesionar a las poblaciones de tierras altas,
la conformación de un bloque político puede tener precisamente el mismo objetivo. Y desde
una silenciosa dinámica de infiltración, pretenda alcanzar el poder y tomar las estructuras del
Estado para alcanzar su fin.
En este sentido, la democracia ha sido y puede ser una herramienta abierta que ha incluido a
todos los sectores, pero al mismo tiempo se constituye en un arma de doble filo, si los
objetivos del Consejo de Ayllus son básicamente otros. Esta situación, a nuestro juicio, es
favorable, puesto que teniendo en consideración que las revoluciones armadas dejaron un mal
sabor a las poblaciones andinas. Basta situar las amargas experiencias nacionales e
internacionales en la región andina como: “Sendero Luminoso”, “La Guerrilla del che en
Bolivia”, “Ejercito de Liberación Nacional”, “Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia”, “Ejercito Guerrillero Tupac Catari”, “Ejercito Guerrillero Tupac Amaru” y otras
organizaciones armadas minúsculas que no tienen ni tuvieron éxito.
Esto por una parte nos muestra que el indígena andino no ha logrado constituir una conciencia
colectiva de reivindicación radical y conformar un ejercito, si hablamos en términos militares.

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Además, la historia nos demuestra que nunca tuvieron la predisposición de hacerlo. Aunque
ahora el CONAMAQ, podría reflejarse contrario a este semblante. Pues mediante la
reafirmación de la democracia occidental vigente, y ahora mediante la conformación de un
bloque político, pretende silenciosamente hallar el camino de una recomposición política en
los Andes bolivianos.

2013: Las contingencias del proyecto político del CONAMAQ.-

Hacia el 28 de enero de 2013 los delegados de los ayllus del CONAMAQ se reunían en
Chuquisaca. Se trataba de un ampliado nacional (VII MARA TANTACHAWI), con la
participación de más de mil delegados de los ayllus situados en los departamentos de Oruro,
La Paz, Chuquisaca, Cochabamba y Potosí. Tenían por objetivo evaluar el trabajo del actual
directorio y analizar la situación en la que se encuentra la organización frente a temáticas a
nivel orgánico, político y de tierra-territorio (ODPIB - 28/01/2013).

El evento se había iniciado con una masiva marcha en plena plaza de armas de Chuquisaca. La
participación de aquellos delegados de tierras altas se explicaba mediante la premisa:
"'Analizaremos, por comisiones, las coyunturas orgánica y política, principalmente, (…) se
abordarán temas relacionados a la autonomía y proyectos, minería e industrias extractivas, y
mujer y juventudes (…) nos reuniremos y están presentes los suyos y regionales de la
CONAMAQ', explicaba el Jiliri Apu Mallku del CONAMAQ, Félix Becerra (ANF 28 /01/
2013).

Las conclusiones de aquel magno evento anunciaban que el CONAMAQ se sentía ‘más lejos’
del MAS. Así afirmaban sus dirigentes; “estamos 'más lejos' del Presidente y del MAS”.
También evaluaban su futura relación política con el Gobierno, porque señalaban que ya no
querían ser utilizados y divididos. El jiliri apu mallku del CONAMAQ, Félix Becerra, ante la
consulta, si la organización se encontraba o no distanciada del Gobierno, el dirigente
respondía: “estamos más lejos, bueno porque él (el presidente Evo Morales) nos hace de
paralelos empezando de la CIDOB y CONAMAQ, y nos está enfrentando” (La
Razón / Yuvert Donoso 29 /01/2013).

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Pero aquel ampliado decidía algo significativo a nuestro juicio, habían delineado la creación
de un instrumento político propio del CONAMAQ. Asumiendo de esta manera una posición
ideológica y una identidad política que marcaba un hito en la historia de los ayllus. Los
dirigentes de los pueblos originarias en Chuquisaca, analizaban el desafió de la propuesta y la
aceptaron. El jiliri apu mallku del CONAMAQ, Félix Becerra, por su parte señalaba que
además de crear el “instrumento político”, nuevamente determinaba que el CONAMAQ ya no
era parte del “Pacto de Unidad” (antes conformado por el CONAMAQ, la CIDOB, por la
CSUTCB, la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Indígena Originarias Bartolina
Sisa, FNMCIOB BS, y los Colonizadores que se habían transfigurado en Interculturales). Por
todo esto, señalaba Becerra, y pidiendo crudamente al Gobierno, que ya no mencione el
nombre de CONAMAQ en ningún evento nacional o internacional (La Razón / Yuvert
Donoso 31 /01/ 2013). Asimismo instaban a realizar alianzas para construir el nuevo
“instrumento político”. Además la reunión había conformado una comisión orgánica, que en
los próximos 60 días, es decir hasta finales de marzo, debía presentar un informe sobre la
forma de comenzar a ejecutar la propuesta. Becerra también había indicado que la comisión
debatiría sobre si el CONAMAQ participa solo con el apoyo de los ayllus en las elecciones o
conformaría alguna alianza con otras organizaciones afines, como la CIDOB. El dirigente
indígena concluía señalando que tanto la creación del instrumento político como la salida del
“Pacto de Unidad” fueron decisiones tomadas porque, “lamentablemente”, el Gobierno
incumplió varios acuerdos que se arrastran desde la Asamblea Constituyente: “Elige a dedo,
nos impone, ya no podemos ser utilizados”, concluía la autoridad (Ibíd.).

Así “el CONAMAQ tras su Asamblea magna confirmaba la premisa de mantenerse


independendiente como organización respecto a la ideología de cualquier partido político, así
afrontaría las elecciones de 2014", señalaba un documento de la organización indígena. La
máxima autoridad del CONAMAQ, adelantaba que la comisión política que trabajará para las
elecciones 2014 "estará compuesta por los ayllus y suyus de la organización y será la
encargada de delinear la posición del CONAMAQ para los comicios". Así de los 16 suyus
afiliados a la organización indígena 15 ratificaban al Consejo dirigido por Becerra, a pesar de
las diferencias de un directorio paralelo que encabeza el sector de Qaphaq Omasuyus, una
regional del departamento de La Paz, que a la fecha se encontraba suspendida (La Razón
/ ANF / 02 /02/ 2013).

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Cabe recalcar que el CONAMAQ por sus particularidades organizacionales, no crearía un
partido político, porque un partido político va en contra de los principios de los pueblos
originarios de tierras altas y de los mandatos del Consejo de Consejos. Aclaraba que en la
reunión (Mara Tantachawi) se había determinado conformar una comisión política o
“instrumento político” para trabajar y definir cómo se participaría en los comicios de 2014
(Erbol 4/02/2013).
Aquel fenómeno de politización del CONAMAQ, fue analizada en una nota editorial por
Maria Teresa Zegada, quien recordaba que estos sucesos se enmarcan dentro los novedosos
aspectos del sistema político que se han venido desarrollando desde la apertura de la
democracia, que innegablemente la CPE de 2009 ha afianzado. Se trataría en palabras de
Zegada de una “ampliación de la representación política” que van más allá de los partidos.
Este fenómeno, nos recuerda, que se circunscribe a la emergencia de las relativamente nuevas
“agrupaciones ciudadanas”, y ahora “organizaciones de las naciones y pueblos indígena-
originario-campesinos”. Toda esta nueva gama de entes políticos, se podría sospechar que han
surgido por la profunda crisis del sistema partidario que se ha suscitado durante los últimos
años en Bolivia.

De esta manera se justificaría el ascenso de estos nuevos “instrumentos políticos” que tienen
sus orígenes en la década de los años 90, y del que ahora el CONAMAQ, sin vacilaciones ya
forma parte. Es más, se asumen referentes triunfantes electoralmente, pues el propio gobierno
del MAS, tiene sus vínculos precisamente con un instrumento político; el IPSP.

Estos nuevos matices predominantemente indígenas parecen ser los que mas proyección
podrían alcanzar en este devenir político y social andino. Que en realidad son parte de una
continuidad histórica de ascenso y politización indígena durante todo el siglo XX, y que hoy
aprovechando de su posicionamiento favorable a nivel local y global, además como necesidad
humana parece exteriorizarse.

Así el ayllu, que ha transfigurado su clandestinidad en un movimiento social y mas


recientemente creado su propio instrumento político, va adquiriendo una institucionalidad
organizativa en el escenario político que festeja sus 16 años de existencia. Pero mediada por
una historia pretérita que nos asiste en comprender el desenvolvimiento de los vencidos y sus
manifestaciones políticas con las que intentan nuevamente auto-dirigirse.

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Sin lugar a dudas el CONAMAQ no será el primer y último organismo que pretenda hacer
política a partir de sus propios particularismos. Sin embargo, hoy por hoy, es el único macro
movimiento que aglutina a la ruralidad de los pueblos indígenas de las tierras altas. Por lo que
su perfil político probablemente aporte y constituya nuevos tópicos, propuestas y
posibilidades, esperando que más temprano que tarde ayuden a resolver las complejas
problemáticas que todavía nos atingen a los países andinos en estos umbrales del siglo XXI.

3. La Bolivia profunda y los gobiernos andino-amazónicos del Qollasuyo en el siglo XXI.-

El siglo XXI sin lugar a dudas será el tiempo que permitirá una mayor determinación política
para la resolución de complejas problemáticas de la sociedad que ha sido llamada indígena en
Bolivia. Probablemente sea el espacio adecuado para poder reflexionar sobre lo que hasta
ahora ha significado a la Bolivia indígena como un problema. Es así que habrá que considerar
ampliamente la inminente politización de este sujeto hecho objeto cuando lo denominamos
como indígena. Lo indígena por tanto, debe ser entendido solamente como una categoría
académica que no implica necesariamente el reconocimiento de los indígenas como tales. Y lo
indígena como tal, (Censo 2012) hoy nos muestra que se constituye en su propia negación,
para proponer su propia significación.

En este marco de emergencia política el CONAMAQ hasta ahora reivindica la categoría


indígena, e inaugura intensivamente un nuevo perfil político desde la ruralidad. Este nuevo
perfil, entra en competencia con los partidos políticos dirigidos por elites políticas que
manejaron el Estado boliviano desde la fundación de la republica (S.XIX) hasta los primeros
años del siglo XXI.

Como parte de la politización, se ubica el resultado político, y es básicamente la toma del


poder. Aunque muchos planteen equivocadamente que son los indígenas-originarios quienes
gobiernan hoy Bolivia, no parece ser esta la realidad. Las constantes demandas indígenas
dejan constancia que aún no se ha llegado a esta situación. Aún se mantienen en los espacios
públicos grupos conservadores y que se resisten a ceder, frente a sus propias prácticas
administrativas y políticas.

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De esta manera aquello que durante el siglo XX, se llamó; “lucha por la liberación nacional”,
hoy parece desarrollarse en una lucha política más bien liberal que busca la reconfiguración e
intervención de los Estados Republicanos en los andes. Una lucha ya no armada, más bien,
una lucha democrática.
Si bien en el siglo XIX las colonias españolas que buscaron su independencia originaron un
nuevo orden, que fueron manejadas predominantemente por criollos que lucharon por su
independencia, y los cuatro virreinatos españoles cedieron su lugar a diecinueve estados
republicanos (Kaltajchian 1985). En este devenir del siglo XXI, estamos seguros que estos
estados republicanos en los Andes, transitaran por el mismo camino, es decir, ceder para dar
paso a una nueva reconfiguración geo-política, con sus repercusiones territoriales, económicas
y sociales. En esta dinámica, habrá que prestarle mayor atención a los movimientos
emergentes, como CONAMAQ, que bajo la óptica de una neo-liberación nacional, sumada a
una silenciosa reconstitución de aquellos ayllus del Tawantinsuyo se ha desplegado y se viene
desarrollando por las poblaciones indígenas rurales que articuladas a las poblaciones urbanas
que tienen sus orígenes en los ayllus, deberán buscar una consolidación unitaria
predominantemente andina.

4. Posibilidad y perspectiva del ayllu.-

El ayllu, retomando a Heinrich Cunow, es una organización milenaria, prehispánica, como


también se remonta inmemorialmente hacia una época pre-inca, colonial y republicana (cit. en
Murra 1975: 25). Esta organización, raíz organizacional de la sociedad andina, tiene la
característica de haber sido producto de las condiciones históricas del desarrollo socio-
político, territorial y económico propio del runa de los andes. El ayllu fue y aún es necesario
porque a partir de esta institución podemos analizar inicialmente como las relaciones de
parentesco generan una serie de vínculos socio-políticos y económicos. Así mismo podemos
analizar el concepto de territorialidad, es decir como el territorio influye en el trabajo y la
producción para un equilibrio económico, dando lugar al ayni, la minka, u otras formas de
reciprocidad y relacionamiento social que desembocan en una lógica filosófica diferente a la
desplegada en occidente. En efecto el ayllu se ha mantenido hasta nuestros días, mostrándonos
la vitalidad y vigencia intrínseca, como forma de organización socio-política y económica. En
esta dinámica, el ayllu, ha atravesado por momentos o hitos históricos favorables como

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dificultosos, entrando en contacto con otros modelos de organización socio-política y
económica (Colonia, republica, Estado del 52, Estado Plurinacional), modelos de Estado a los
que el “ayllu” ha logrado sobrevivir.

Por todo lo anterior, la organización tipo ayllu se ha ido transformando históricamente, al


mismo tiempo que ha ido asumiendo formas; nuevas, transformadas y renovadas de
estructuración social. Como toda institución no ha permanecido estática, sino mas bien
dinámica a los cambios socio-políticos y económicos exógenos, que de alguna manera, estas
mutaciones, se han mantenido hasta nuestros días, en donde la existencia del ayllu ha
significado y simbolizado innegablemente la permanencia y resistencia de una
institucionalidad y organización en el continente americano, asociado a una sociedad andina
inextinta.

En este sentido el ayllu, ha llegado a ser en la actualidad, un modelo, una alternativa, que
inspira a toda la sociedad andina, para la creación de organizaciones sociales indígenas
enmarcadas en un proyecto de reivindicación de instituciones prehispánicas, como la sayaña,
la marca, el suyu, pero particular e inicialmente el “ayllu” en donde podemos encontrar
indudablemente al CONAMAQ (fundada en 1997), que nació con la premisa de emprender
inicialmente una sistemática recuperación de los consejos de ayllus (origen organizacional) en
las comunidades andinas, así como la inicial reconstitución histórica del ayllu en gran parte
del territorio occidental de la actual Bolivia (Qollasuyu), a partir de una re-acomodación y
reajuste de las organizaciones milenarias pre-hispánicas. Intentando de esta manera,
concentrar bajo una nueva imagen institucional a las organizaciones sociales andinas de
Bolivia.

Por tanto, durante los últimos años, como lo hicieron también antes, los movimientos sociales
indígenas de tierras altas (para nosotros andinos), reivindican sus instituciones, como el ayllu,
y hoy, han encontrado espacios más propicios, producto del avance de la democracia y el
reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, para aplicar e instituir un nuevo
modelo de organización que probablemente desemboque en un nuevo modelo de desarrollo en
el territorio que por ahora se llama Bolivia.

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V. CONCLUSIONES PARCIALES.-

Para muchos no habrá nada más complicado que ver al ayllu como una posibilidad, pero no
verlo, significa también un problema.

En el presente escrito no pretendimos plantear doctrinalmente al ayllu, mas bien lo


consideramos brevemente a partir de la historiografía como un ente emergente y con la
predisposición de poder continuar en su largo camino, a-histórico a los ojos de aquellos que lo
miran como algo muerto; o histórico, para quienes lo ven como un proceso secuencial de
continuidad. Diremos también, que los momentos por los que atravesó el ayllu, desde antes de
la colonia, hasta el actual Estado republicano plurinacional conjugaron, relacionaron y
robustecieron la propia existencia del ayllu aunque clandestinamente.

El Ayllu como célula básica fue el cuerpo y anticuerpo de la sociedad andina en esencia, que
se relacionó y sobrevivió ante los embates de la marginalidad. No logrando des-estructurarse
evitó la consolidación Inca, colonial, republicana y plurinacional. Silenciosamente se mantuvo
durante periodos a los que probablemente otra organización social hubiera desaparecido.
Desde antes de los incas fue la matriz que permitió la existencia y sobre vivencia de la
sociedad andina. Con los Incas fue robustecida, afianzada e institucionalizada a favor del
Estado. En la Colonia fue el sostén clandestino de todo el proceso productivo agrícola, además
que sostuvo durante tres siglos la explotación de las minas en desmedro de la reciprocidad
andina. Durante la republica fue reutilizada también como un aparato productivo exagerando
con la carga tributaria. Intentó ser desestructurada a partir de su abolición, combatió los feudos
criollos para después ser incorporado a los procesos de sindicalización que se desarrollaron
desde mediados del siglo XX. Y no siendo desestructurado, hoy en los umbrales del siglo
XXI; a través de un cohesionado “Consejo de Ayllus” se perfila expandiendo todo su potencial
histórico.
El Ayllu de hoy mediatizado por el interludio del CONAMAQ, ha comenzado a avanzar
ilimitadamente. Inicial y rápidamente los ayllus se reorganizaron, cohesionaron y fusionaron
para dar lugar a este ente, y después constituirse en los propios actores de una propuesta de
reconstitución territorial, política y económico-social. El horizonte es la autodeterminación a
partir de un gobierno andino inspirado en la regeneración del Qollasuyo. Su único referente
propiamente estatal, enmarcado en la macro organización del Tawantinsuyo.

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Aunque desde la otra cara de la medalla, podemos apreciar que falta avanzar mucho espacio
todavía, puesto que el consejo de ayllus, aún depende muy intrínsecamente de financiamiento
externo. Situación que condiciona enmarañadamente a la organización. Esperemos que este
orden sea coyuntural, hasta que la organización y la política de gobierno de los ayllus sean
auto-sostenibles a nivel económico. Habrá que recordar concientemente sobre lo que los
historiadores del siglo XX nos advertían, ¿o quizá pretendemos caer y/o construir nuevas
oligarquías?.

De esta manera, y en este imprevisible transcurrir, el gobierno de los ayllus cuestionó y


cuestionan también aquello que no es más un modelo a seguir. El estado boliviano, más que
un ente mediador fue característicamente el escenario de conflicto que favorablemente
direccionó a los ayllus hacia una independencia política e ideológica que se completa con la
fundación de un instrumento político (2013) bajo otro, aparente paradigma organizacional y
sistema axiológico se pretende consolidar políticamente de aquí en adelante.

En este sentido, hemos querido aproximarnos aunque tibiamente por el largo camino que el
ayllu ha recorrido y recorre. Pero es todavía, sin lugar a dudas, y como toda organización
humana; imperfecta. O bien se constituye dentro de un entramado con diversos símbolos y
significados, en muchos casos idealizados, fundados por una larga memoria que se fue
moldeando en el mito ancestral. Un mito del que los pueblos andinos no han podido salir, mas
bien lo han hecho pasar por verdad, y por el que ahora se apropian como un molde de
inspiración para lo que se ha venido a denominar como; la silenciosa reconstitución política de
la organización andina de los ayllus del Qollasuyo-Tawantinsuyo (Hoy Bolivia).

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Los periódicos utilizados:

2002-2012 Adital, Brasil; http://www.adital.com.br.


2010-2012 Agencia Boliviana de Información ABI, Bolivia.
2009-2012 Agencia de Noticias Fides ANF, Bolivia.
2005-2007 Correo del Sur, Sucre.
1997-2013 El Deber, Santa Cruz.
1998-2013 El Diario, La Paz.
2011-2013 El Potosí, Potosí.
2005-2012 Erbol Digital, Bolivia.
1998-2000 Hoy, La Paz.
1997-2000 Jatha, Bolivia
1998-2010 La Prensa, La Paz.
1997-2012 La Razón, La Paz.
1997-2013 Los Tiempos, Cochabamba
2011-2013 Opinión, Cochabamba.
1997-1999 Presencia, La Paz.
1997-1998 Última Hora, La Paz.

Siglas y Abreviaturas:

ALP Asamblea Legislativa Plurinacional


APG Asamblea del Pueblo Guaraní
CAOI Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas.
CAOP Central de Ayllus Originarios de Potosí
CENAQ Consejo de Educación de la Nación Quechua
CEPES Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
CSCB Confederación sindical de Colonizadores de Bolivia
CSCIB Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia
CEPOS Consejo Educativo de los Pueblos Originarios
CNGB Confederación Nacional de Gremiales
COAMAC Consejo de Ayllus y Markas de Cochabamba.
CONALCAM Coordinadora Nacional para el Cambio
CONAMAQ Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qollasuyo.
CONNIOB Confederación Nacional de Naciones Indígenas Originarias de Bolivia
CONISUR Consejo Indígena del Sur
CONSAQ Consejo de Suyus Aymaras y Quechuas del Qollasuyo
CPEMB Central de Pueblos Mojeños de Beni

24
CPESC Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz
CSUTCB Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.
CIDOB Confederación Indígena del Oriente Boliviano.
FMCBBS Federación de Mujeres Campesinas de Bolivia Bartolina Sisa
FUTPOCH Federación Única de Trabajadores Campesinos y Pueblos Originarios de
Chuquisaca
INRA Instituto nacional de reforma agraria.
IPSP Instrumento político por la soberanía de los pueblos.
MAS Movimiento Al Socialismo.
MST Movimiento Sin Tierra
PODEMOS Poder Democrático y Social.
TCO Tierra Comunitaria de Origen.
THOA Taller de historia oral andina.
TIPNIS Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure
UCDA Unión del Consejo para el Desarrollo de los Ayllus

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