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Expedición Magallanes-Elcano
Las razones del viaje las debemos buscar en dos cuestiones fundamentales, por un lado,
el hecho de que los portugueses había conseguido acceder al mercado de las especias,
por otro lado, el hecho de que las especias se obtenían en las islas Molucas, dichas islas
podrían no estar dentro de los límites portugueses que se establecieron en el Tratado de
Tordesillas en 1494 y podían estar situadas en la zona española.
Magallanes no reveló en ningún momento el rumbo a seguir a los capitanes de las naos,
lo que provocó malestar entre ellos y desconfianza, comenzaron a atacar a Magallanes y
a acusarle de tirano. Se desató un motín por parte de cuatro capitanes: Gaspar de
Quesada, Luis de Mendoza, Antonio de Coca y Juan de Cartagena que serían
fuertemente castigados.
El 21 de agosto de 1520 las naos salieron de la bahía de San Julián hacia el sur,
bordearon las costas de Sudamérica buscando el paso hacia el Océano Pacífico (mar del
Sur). Las cinco naos llegaron a Argentina, pero en la travesía por la costa de la
Patagonia se hundió una de ellas, la Santiago. Los supervivientes se distribuyeron por el
resto de las naves.
En octubre de 1520 las cuatro naos navegaron por la costa sur de la Patagonia y hallaron
un canal que podría ser el paso hacia el Mar del Sur. Magallanes el 21 de octubre de
1520 manda a las naos Concepción y San Antonio que pasaran por dicho canal al que
bautizaron como “Canal de las Once Mil Vírgenes”. Las naos Victoria y Trinidad
quedarían en la entrada esperando noticias. En la noche la nao San Antonio decidió dar
media vuelta y regresar a España. Magallanes que creía perdidas las dos naves decide
que la Trinidad y la Victoria entraran en el estrecho. En la travesía se encuentran con la
nao Concepción y las tres naos que quedaban en el viaje siguieron hacia delante.
El 27 de noviembre de 1520 lograron salir al mar del Sur. Navegaron durante 3 meses y
20 días por el océano Pacifico sin encontrar tierra. Tres meses que fueron muy duros, la
mayoría de los víveres que llevaban estaban en la nao de San Antonio que había
regresado a España por lo que los navegantes pasaron hambre y contrajeron
enfermedades (escorbuto).
Finalmente, el 16 de marzo de 1521 llegaron a una isla a la que llamaron isla de los
Ladrones, en el archipiélago de las Marianas, y durante dicho mes pasaron por distintas
islas cercanas. En estos momentos del viaje resistían 3 naos y 115 tripulantes que
llegaron el 7 de abril al puerto de Cebú y entraron en contacto con las tribus que allí
habitaban. Magallanes se entrometió en una de las disputas entre estos indígenas, en
Mactán el 27 de abril de 1521, una batalla que se saldó con la muerte de Magallanes y
de siete tripulantes que le acompañaban. Otros tantos navegantes también serían
asesinados en un banquete celebrado a traición. Tras la muerte de Magallanes deciden
volver a España, Juan Sebastián Elcano se pondría al mando de la nao Victoria y la nao
Concepción sería quemada por ser la más vieja trasladando todo aquello de utilidad a
los barcos restantes. Llegaron a las islas Molucas el 7 de noviembre de 1521 y
atracaron al siguiente día en Tidore donde comerciaron con clavo. Allí quedaría la nao
Trinidad que se encontraba en mal estado y necesitaba ser reparada.
Este viaje es un claro ejemplo de las penalidades a las que se exponían los navegantes y
conquistadores. Tuvieron que hacer frente a una climatología hostil, ya fuera por exceso
de frío o justamente, por lo contrario; la escasez de alimentos, de víveres y de agua
potable era otro gran problema que acababa derivando a su vez en enfermedades
agravadas por la falta de higiene, la presencia de insectos, ratas. Otro factor que
condicionaba estos viajes y del que tampoco estuvo exento el de Magallanes era la lucha
entre tripulantes, las ansias de poder y que derivan en motines y luchas que son
fuertemente reprimidos, también luchas con otras poblaciones como la que acabó con la
vida del propio Magallanes. Todos estos elementos, junto con la deserción de algunos
navegantes, hicieron que la primera vuelta al mundo no fuera un viaje nada fácil y del
que tan solo regresaría una nave y 18 tripulantes tres años después, de las cinco naos y
250 tripulantes que embarcaron.