Está en la página 1de 9

Antonio de Mendoza y Pacheco

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Antonio de Mendoza y Pacheco
AntonioMendoza.jpg
Armas de Carlos I de España.svg
Virrey de Nueva España
14 de noviembre de 1535-25 de noviembre de 1550
Predecesor Sebastián Ramírez de Fuenleal
Gobernador de Nueva España
Sucesor Luis de Velasco y Ruiz de Alarcón
Armas de Carlos I de España.svg
Virrey del Perú
12 de septiembre de 1551-21 de julio de 1552
Predecesor Andrés de Cianca
Sucesor Andrés de Cianca
Información personal
Nacimiento 1421 o 1493
Mondéjar, Castilla
Fallecimiento 21 de julio de 1552
Lima, Perú
Nacionalidad Española
Religión Catolicismo Ver y modificar los datos en Wikidata
Familia
Familia nobiliaria Casa de Mendoza Ver y modificar los datos en Wikidata
Padre Íñigo López de Mendoza y Quiñones Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Político y militar
Rango militar General Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones
Maestre de la Orden de Santiago Ver y modificar los datos en Wikidata
Escudo
Armas de Carlos I de España.svg
[editar datos en Wikidata]
Antonio de Mendoza y Pacheco (Mondéjar, 1490 o 1493-Lima, 1552) fue un político y
militar español, caballero de Santiago, comendador de Socuéllamos, primer virrey de
la Nueva España, desde 1535 hasta 1550, y primer virrey del Perú, desde 1551 hasta
1552.

Índice
1 Sus orígenes
2 El nacimiento en Mondéjar
3 El aprendizaje en el Virreinato granadino
4 Antonio de Mendoza el Morisco
5 Antonio de Mendoza: ¿Comunero?
6 En el bando realista: Jefe de un ejército de los 4000 moriscos
7 La muerte de Juan Garcés y el destierro en Socuéllamos
8 Los años de esplendor de los Tendilla y Mondéjar
9 Su carrera diplomática y camarero del rey
10 Razón de su nombramiento como primer virrey en la Nueva España
11 Primer virrey de Nueva España
11.1 Obras y otros sucesos importantes
12 Segundo virrey en el Perú
12.1 Obras y otros sucesos importantes
12.2 Descontento de los encomenderos
13 La primera declaración de independencia de América
14 Véase también
15 Bibliografía
16 Enlaces externos
Sus orígenes
Antonio de Mendoza fue hijo de Íñigo López de Mendoza y Quiñones, II conde de
Tendilla y I marqués de Mondéjar (a la vez nieto de Íñigo López de Mendoza, el gran
poeta), y de su segunda esposa, Francisca Pacheco Portocarrero (hija de Juan
Pacheco, I duque de Escalona y de su esposa María Portocarrero Enríquez, VI señora
de Moguer y Villanueva del Fresno).

Nunca fue conde de Tendilla, como muchas informaciones, biografías y publicaciones


erróneamente le adjudican, ya que el título y mayorazgo recayó en su hermano mayor,
Luis Hurtado de Mendoza. El único título perpetuo que tuvo a su merced fue el de
comendador de Socuéllamos.

Se casó con Catalina de Vargas, hija de Francisco de Vargas, contador mayor de los
Reyes Católicos, de la que tuvo tres hijos: Íñigo, el primogénito, Francisca y
Francisco.

El nacimiento en Mondéjar
El lugar del nacimiento de Antonio de Mendoza es muy discutido, se considera
tradicionalmente Granada, donde su padre era Capitán General, pero Arthur Scott
Aiton ofreció como alternativa Alcalá la Real (Jaén), y a este siguieron muchos
otros, como Guillermo Tovar de Teresa. También se dice que fue Valladolid, porque
su primera fundación en Nueva España fue una ciudad con dicho nombre, actualmente
llamada Morelia.

Francisco Javier Escudero Buendía aportó prueba documental del expediente de


caballero de su nieto Francisco Fernández de Córdoba y Mendoza, en donde su
genealogía no deja lugar a dudas, afirmando que su abuelo nació en Mondéjar
(Guadalajara, España).

El 14 de noviembre de 1535 Mendoza se convirtió en el primer virrey de Nueva España


y en noviembre de 1550 traspasó el virreinato de la Nueva España a Don Luis de
Velasco en Cholula, pasando a ocupar el virreinato del Perú en 1551, donde fallece
en 1552.

El aprendizaje en el Virreinato granadino


A pesar de ser de orígenes alcarreños, Antonio de Mendoza marchó al reino de
Granada, donde su padre fue el primer capitán general con funciones de virrey,
nombrado por los Reyes Católicos. Es en esta tierra donde los nobles y militares
castellanos vivían encerrados en la Alhambra, rodeados de una población cuya
mayoría aplastante eran moriscos, cristianos nuevos recién convertidos, donde el
futuro primer virrey de Nueva España y segundo Virrey del Perú forjó su carácter
tolerante y negociador, al estilo de su padre, Íñigo López de Mendoza, conde de
Tendilla y posteriormente marqués de Mondéjar.

Allí aprendió el oficio de virrey sustituyendo a su progenitor, el de regidor de


cabildo, el de tesorero de la Casa de la Moneda, y las dificultades de gobierno de
una población étnica y confesionalmente distinta a la suya.

Antonio de Mendoza el Morisco


La identificación con los moriscos entre los Mendoza fue tal, que en 1509 su padre
tuvo que recordar que cuando saliera de viaje vistiera a la castellana, señal de
que lo hacía habitualmente con las vestiduras musulmanas, como nos indican Peggy K.
Lyss y Emilio Meneses. Esta misma identificación la tuvo con la nueva tierra
americana:

Da Priesa en que se venga luego tu hermano don Antonio, que me escrivió el marqués
de Denia que lo enbiase, y di a Lázaro de Peralta lo que le haga de vestir y sea a
la castellana, y véngase luego él y los Añascos con él. De paramentos para su cama
no curas que acá se avrán

Antonio de Mendoza: ¿Comunero?


El papel de Antonio de Mendoza, hermano de María Pacheco y cuñado por tanto de Juan
de Padilla, en la Guerra de las Comunidades es contradictorio, habiendo algún autor
—como Escudero Buendía— que lo califica como «Realista y Comunero», frente a otros
que lo desmienten, como J. Benedict Warren. Efectivamente, la correspondencia de su
hermano Luis Hurtado de Mendoza, transcrita por Emilio Meneses, prueba cómo una vez
nombrado representante de Granada a las Cortes de Valladolid de 1518, se puso a
favor del Doctor Zúmel y en contra del monarca, es decir, en la línea de los
comuneros, y que por ello no le querían nombrar procurador de nuevo para las de
1520.

Que él estovo presto en Valladolid en faser lo que (debe) syn tener respeto a otra
persona alguna y podría ser que se ofreciese cosa.

En el bando realista: Jefe de un ejército de los 4000 moriscos


Sin embargo, dos años después aparece en el bando realista en la batalla de
Huéscar, Baza y el perdón de Volteruela (actualmente llamada Puebla de Don
Fadrique) (1520), donde lidera un ejército de 4000 moriscos, vestidos a su usanza,
frente a cristianos viejos, incluso religiosos, a cuyos cabecillas castiga con
dureza. Esta actitud mendocina recordará mucho a la Guerra del Mixtón, por muchos
motivos, porque en aquella ocasión también el ejército contaba con un numeroso
contingente indígena, y además porque la respuesta frente a los sublevados fue
similar.

La muerte de Juan Garcés y el destierro en Socuéllamos


Otro de los episodios desconocidos de la vida del futuro virrey fue la escaramuza
que tuvo lugar en Almazán (Soria) donde era señor el conde de Monteagudo, su
cuñado. Este se había marchado a Flandes, dejando en el cargo de alcaide de la
fortaleza a Juan Garcés, vecino de Ágreda (Soria), quien parece ser que impidió a
los Mendoza, Antonio y su hermano Bernardino de Mendoza, hacerse con el control de
los destinos de la ciudad.

La partida mendocina atacó el baluarte defensivo sin piedad, utilizando incluso


fuego de alquitrán, apresando en su huida al desgraciado alcaide, torturándolo y
ajusticiándolo después.

Antonio de Mendoza fue condenado a un año de destierro por proceso ilegal, en el


Monasterio de Uclés (Cuenca), ya que era caballero de la Orden de Santiago, momento
que aprovechó para ir a residir a Socuéllamos (Ciudad Real) y rehabilitar la casa-
encomienda de dicha localidad manchega.

Los años de esplendor de los Tendilla y Mondéjar


Antonio de Mendoza y su rama familiar pasaban por sus horas más bajas, y su futuro
no era nada halagüeño. Tenía en 1526 posiblemente 35 años, toda una vida para la
época, y apenas había conseguido logros fuera de Granada y su entorno familiar.
Nada hacía presagiar que él y todos sus hermanos pasarían de ser unos nobles y
militares asentistas con intereses rurales en Andalucía, Extremadura y La Mancha.

Sin embargo, el destino les tenía guardada una grata sorpresa: el 10 de marzo de
1526 el rey decide casarse en Sevilla con la infanta Isabel de Portugal y realizar
un viaje por toda Andalucía, para conocer sus posesiones más meridionales en alza
por el comercio indiano. En premio a la atención recibida por el nuevo capitán
general de Granada, Luis Hurtado de Mendoza, todos sus hermanos reciben grandes
mercedes, el primero Antonio de Mendoza nombrado ese mismo año embajador en
Hungría, al año siguiente su hermano Diego Hurtado de Mendoza es nombrado embajador
en Venecia, Bernardino de Mendoza, capitán de La Goleta en 1535, y definitivamente
Luis Hurtado es intitulado Grande de España en 1530.
Su carrera diplomática y camarero del rey
Antes de partir hacia América, realizó tantas misiones diplomáticas en tres etapas,
que se puede considerar que este era su oficio antes de aceptar el cargo de virrey:
Desde 1516 hasta 1517 en Flandes e Inglaterra, donde incluso pudo conocer a Enrique
VIII. En 1527 viajó al reino de Hungría para llevarle fondos a Fernando I de
Habsburgo, el hermano menor de su rey Carlos I de España, pues tras la derrota de
los ejércitos húngaros en la batalla de Mohács en 1526, el reino había sido ocupado
por los otomanos victoriosos y el Habsburgo deseaba obtener el control. En la
batalla de Mohács murió el rey Luis II de Hungría, y ante el trono vacante,
Fernando lo reclamó sobre la base de sus derechos adquiridos por su matrimonio con
Ana Jagellón de Hungría y Bohemia, hermana del fallecido monarca. Antonio pronto
viajó a Italia y Alemania (1527-1530), participando también en la coronación
imperial de Carlos V en Bolonia (Italia). También en 1528 fue nombrado gobernador
en la Provincia de León dentro de la Orden de Santiago, para apaciguar una
sublevación de los moriscos de Hornachos (Badajoz).

Razón de su nombramiento como primer virrey en la Nueva España


Según alguna doctrina y opinión, como la de Germán Vázquez, Antonio de Mendoza, y
por extensión muchos de los políticos, estadistas y militares de la época, tuvieron
que improvisar estrategias de organización y políticas en un mundo nuevo del que no
tenían referencias ni modelos anteriores.

Frente a esta idea, están los que creen que la conquista de América tiene bastantes
paralelos con la de las islas Canarias, y la organización posterior con el Reino de
Granada como Miguel Molina Martínez y José Szmolka Clares, pero son pocos los que
habían advertido que ambos protagonistas, los que fueron los primeros encargados
del mando del Reino de Granada — después de haber sido conquistado en 1492 por los
Reyes Católicos—-y del Virreinato de Nueva España, eran padre e hijo con similares
formas de pensar y de entender el gobierno.

En el caso de Antonio de Mendoza, el desconocimiento de su formación anterior había


ocultado la realidad de que era un diplomático, militar y político con cuarenta
años de experiencia, con fases de gobierno en la capitanía general-virreinato de
Granada, en el que la convivencia con una población mayoritaria recientemente
conquistada y convertida a una nueva religión y por supuesto hostil —los moriscos—
tenía a los ojos de la Corte española de la época grandes paralelismos con los
indios americanos.

Este fue, sin duda, uno de los principales argumentos de su nombramiento como
primer virrey americano —aunque también ayudó mucho que fuera camarero real en 1530
— y su experiencia junto a los moriscos, su ejemplo a la hora de afrontar el
gobierno de Nueva España, donde no pocas veces (en las ordenanzas, en el urbanismo,
en la política económica, en los descubrimientos, en sus relaciones con la iglesia,
etc.) aplicó comportamientos aprendidos y heredados en Granada.

Primer virrey de Nueva España

Antonio de Mendoza en Los Gobernantes de México.


Fue el primer virrey del Imperio Español, con los nombramientos adicionales de
Gobernador, Capitán General de Nueva España y Presidente de la Real Audiencia de
México, con todas las atribuciones y autoridad inherentes al cargo, el 17 de abril
de 1535, aunque no llegó a la Nueva España si no hasta finales de octubre de ese
mismo año.

Enfrentó la resistencia como primera autoridad con el Capitán General Hernán


Cortés, quien al final tuvo que subordinarse a su mandato, luego que de Mendoza le
hiciese ver que la reorganización del Reino requería de su presencia, en tanto que
él como Virrey representaba al Monarca. Una vez tomado posesión de su cargo el 14
de noviembre de 1535, ordenó ser informado sobre la situación imperante, de allí
que su primer acto fue llamar a México y someter a juicio de residencia al
Gobernador del Reino de la Nueva Galicia Nuño Beltrán de Guzmán (que había sido
Presidente de la Primera Audiencia), bajo la acusación de corrupción y maltrato a
los naturales. Y como los cargos fuesen plenamente probados Nuño sería enviado
preso a Castilla, en 1538.

El virrey hizo también abortar una conspiración de los esclavos negros (septiembre
de 1537). En 1541 debió enfrentar en forma personal una grave sublevación de los
indios caxcanes y chichimecas, en la región de Nueva Galicia, episodio conocido
como la guerra del Mixtón, la cual culminó con la derrota de los indios, en febrero
de 1542.

Durante los quince años de su mandato en Nueva España, las leyes administrativas
que impartió le convirtieron en el supremo organizador del virreinato novohispano.

Obras y otros sucesos importantes


Fundó en 1535 la Casa de la Moneda en la ciudad de México, en 1536 se empezaron a
acuñar monedas de plata y cobre como las españolas, llamadas por su forma
macuquinas.
Estableció la imprenta que fue la primera de América, siendo el impresor Juan
Pablos. El primer libro americano publicado fue la Breve y compendiosa Doctrina
Christiana en lengua mexicana y castellana del obispo de México Juan de Zumárraga
(1539).
Durante su gobierno se continuaron los viajes de exploración: apoyó a Hernán Cortés
en los viajes que dieron por resultado el descubrimiento de la península de Baja
California, apoyó a fray Marcos de Niza en 1539 en la empresa exploratoria en la
búsqueda de las míticas ciudades de Cíbola y Quivira, así como a Francisco Vázquez
de Coronado en 1540, en cuya expedición se exploraron los territorios que
constituyen actualmente el suroeste de Estados Unidos y noroeste de México.
El 20 de noviembre de 1540 firmó una capitulación con el gobernador de Guatemala
Pedro de Alvarado para explorar los territorios en la llamada «Tierra de la
especiería». Por muerte al año siguiente de Alvarado en la campaña del Miztón, la
expedición fue efectuada por Juan Rodríguez Cabrillo, quien se dirigió por mar
hacia el Pacífico norte. Dicho navegante reconoció en 1542 las hoy costas de los
estados de Baja California Sur, Baja California y California (EE. UU.), y nombró un
cabo en California con el nombre de cabo Mendocino en honor del virrey.
Otra expedición importante fue la que se envió hacia el Pacífico sur, en el
archipiélago filipino, al mando de Ruy López de Villalobos (1542), quien tuvo que
regresar por el occidente al ser atacado por los portugueses.
Se fundó el colegio Imperial de Santa Cruz de Tlatelolco, destinado a la educación
de los indios nobles, donde colaboraron frailes como Andrés de Olmos, Juan de Gaona
y Bernardino de Sahagún. Asimismo se fundaron otros colegios como el de San Juan de
Letrán, para los indios y mestizos, y de La Concepción, para mujeres.
Dictó ordenanzas para dar buen trato a los nativos.
Su mandato coincidió con el hallazgo de las minas de Zacatecas (1548).

Monumento al Virrey Mendoza en Morelia, México; con la transcripción en bronce de


la cédula de fundación de la ciudad.
Se puso en marcha de numerosas obras públicas que mejoraron las condiciones de la
Ciudad de México que continuaba edificándose a marchas forzadas.
Inició el acondicionamiento de los muelles y edificios de la aduana, así como
ciertas fortificaciones Puerto de Veracruz.
Fundó en 1541 la ciudad de Valladolid, en el valle de Guayangareo (hoy Morelia, en
el estado de Michoacán), y otras poblaciones en lo que hoy es el estado mexicano de
Jalisco.
Inició las gestiones para crear la primera Universidad de México.
Acató la promulgación de las Leyes Nuevas el 24 de marzo de 1543, pero al poco
tiempo las suspendió hasta que la Corona decidiera acerca de la protesta en contra
de las mismas por parte del cabildo de México. A diferencia de lo sucedido en Perú,
el virrey atendió prudentemente los reclamos de los conquistadores y encomenderos
en contra de las Leyes Nuevas, lo que evitó que estallaran revueltas. Las Leyes
Nuevas finalmente fueron derogadas por este virrey el 20 de octubre de 1545. En
1546 el visitador Francisco Tello de Sandoval elevó a la corona 46 cargos en su
contra y, simultáneamente, fray Bartolomé de las Casas lo excomulgaba por apoyar a
los encomenderos. Sin embargo, en 1548 el Consejo de Indias lo declaró libre de
todos los cargos.
Hacia 1547 ocurrió el extraño incidente de la llegada del falso visitador, el
licenciado Vena, quien, descubierto, fue azotado públicamente y condenado a 10 años
de prisión.
El 12 de febrero de 1546 la diócesis de México fue elevada a la categoría de
arquidiócesis. El 8 de julio de 1548 el obispo Juan de Zumárraga fue promovido a
arzobispo. La bula llegó tarde a la capital de la Nueva España, cuando ya Zumárraga
había muerto, el 3 de junio de 1548.
Segundo virrey en el Perú

Don Antonio de Mendoza y su rúbrica, según grabado de Evaristo San Cristóval, 1891.
Estimando que la dilatada experiencia de don Antonio en el gobierno de la Nueva
España sería apropiada para refrenar los ímpetus sediciosos y dirigir sagazmente la
vida peruana, la corte le asignó los cargos de virrey, gobernador y capitán general
del Perú y presidente de la Real Audiencia de Lima (8 de julio de 1549). Fue de
este modo el primero en la extensa serie de mandatarios novohispanos que recibieron
como premio el traslado al gran virreinato de América del Sur.

En su reemplazo, el Consejo de Indias nombró a Luis de Velasco como virrey de la


Nueva España, ante quien, antes de partir, dejó Mendoza una relación de su gobierno
(25 de noviembre de 1550).

Mendoza, ya achacoso y enfermo, se embarcó en Acapulco, tocó tierra en los puertos


de Realejo y Panamá y llegó finalmente a Tumbes (costa norte del Perú), el 15 de
mayo de 1551. Desde aquí prosiguió por el camino terrestre de la costa e hizo su
entrada solemne en la Ciudad de los Reyes (Lima) el 12 de septiembre de dicho año,
aunque sin entrar bajo palio. Recibió el mando del presidente de la Audiencia
Gobernadora, Andrés de Cianca.

A pesar de su mala salud y de las secuelas de una hemiplejía, se dedicó a poner


orden en la administración y el servicio público. Su mandato sería breve, durando
solo diez meses,

Obras y otros sucesos importantes


Debido a su avanzada edad delegó en su hijo Francisco de Mendoza la visita o
recorrido de las bien pobladas comarcas del sur, desde Lima hasta Potosí,
examinando el aprovechamiento de los recursos naturales y el tratamiento que se
daba a los indios, con especial atención a las condiciones de trabajo en el Cerro
Rico de Potosí, de inmensa riqueza argentífera. El informe de Francisco de Mendoza,
acompañado de los primeros dibujos y planos del centro minero, fueron remitidos a
España y depositados presumiblemente en el Consejo de Indias hasta su pérdida.
En 1552 expidió unas ordenanzas para la Audiencia de Lima, que significan el primer
código de procedimientos judiciales promulgado en el Perú, con señalamiento de las
atribuciones y obligaciones de magistrados, fiscales, relatores, abogados y demás
ministros del foro.
Se preocupó por hacer recoger informaciones veraces sobre el Tahuantinsuyo o
Imperio de los incas, alentando al conquistador Juan de Betanzos a que culminara su
crónica Suma y Narración de los Incas (1551).
Recibió dos cédulas, del 12 de mayo y de 21 de septiembre de 1551 que autorizaban
la fundación de la Universidad de San Marcos en el convento de Santo Domingo de
Lima.
Concedió licencia a Baltazar Zárate para introducir camellos en el Perú como medio
de transporte, pero la empresa fracasó.
Dictó una serie de normativas con el fin de reglamentar el uso de los bienes
comunales de los indios, conformar una compañía de alabarderos para servir como
escolta virreinal y obligar a los encomenderos a casarse.
Finalmente, agregaremos que bajo su administración se creó el Obispado de la Plata,
en Chuquisaca; tuvo lugar la llegada de los primeros sacerdotes de la orden de San
Agustín y la celebración del primer concilio provincial limense, por convocatoria
del arzobispo Jerónimo de Loayza (1551).
Descontento de los encomenderos
A poco de empezar su gobierno, Mendoza debió enfrentar el descontento de los
encomenderos, muchos de los cuales consideraban no haber sido lo suficientemente
recompensados por sus servicios durante las guerras civiles. En noviembre de 1551
se produjo en el Cuzco una revuelta encabezada por los hidalgos Francisco de
Miranda, Alonso de Barrionuevo y Alonso Hernández Melgarejo. La Audiencia envió al
Cuzco al mariscal Alonso de Alvarado, investido con el oficio de corregidor y
justicia Mayor. Alvarado entró en la ciudad imperial el 3 de diciembre de 1551,
ocasionando la fuga de la mayor parte de los revoltosos. No obstante, ajustició a
los tres nombrados cabecillas, desterró del Perú a otros y envió preso a alguno.

Pero lo que caldeó más los ánimos de los encomenderos fue la supresión del
«servicio personal» de los indios, o sea el aprovechamiento gratuito de su mano de
obra por parte de los encomenderos. Esta medida había sido ordenada desde la
metrópoli un par de años, y más aún, Mendoza trajo una Real Cédula confirmatoria de
tal orden, pero se dejó sin efecto en el Perú por temor al estallido de revueltas.
No obstante, los magistrados de la audiencia de Lima resolvieron que no debía
posponerse más la aplicación de dicha medida, y el 23 de junio de 1552 libraron una
provisión aboliendo el trabajo no remunerado de los nativos. Mendoza avaló la
decisión de los oidores (entre los que se contaba Andrés de Cianca), en quienes
prácticamente había delegado el mando.

Dicha medida provocó, como era de esperar, la furiosa protesta de los encomenderos.
Se descubrió en Lima un plan de conspiración para apresar a los oidores y enviarlos
a España luego que falleciese el Virrey, que se hallaba muy enfermo y al borde de
la muerte. Se sindicó como cabecilla del complot al general Pedro de Hinojosa, mas
este caudillo supo congraciarse a tiempo con los oidores y quien fue ajusticiado
fue su lugarteniente Luis de Vargas.

Muchos descontentos que residían en el Cuzco pasaron a Charcas (actual Bolivia)


donde fraguaron una nueva rebelión, pero don Antonio de Mendoza ya no se enteraría
de ello. El anciano virrey murió en el palacio de Lima, el 21 de julio de 1552, y
fue sepultado, en una pomposa ceremonia fúnebre, en la sacristía de la Catedral
limeña. La Audiencia tomó el mando del Virreinato, presidido nuevamente por el
oidor Andrés de Cianca.

La primera declaración de independencia de América


Antonio de Mendoza, perdida la posibilidad de crear una estirpe de virreyes Mendoza
tanto en la Nueva España como en el Perú, preparó un memorial en 1551, que envió
con su hijo Francisco de Mendoza a España —según Rafael Diego Fernández— para ser
entregado al Emperador Carlos I, que podría ser considerado por su incendiario
contenido la primera declaración de independencia de América, máxime teniendo en
cuenta que el propio virrey dice en ella que no oso decirle más porque me va mal de
ello, frente a la que tradicionalmente ha sido considerada hasta ahora —entre otros
por Simón Bolívar—, que era la carta de Lope de Aguirre a Felipe II (1561).

Véase también
Familia de Mendoza
Virreyes de Nueva España
Virreyes del Perú
Bibliografía
Aiton, Arthur Scott. Antonio de Mendoza. First Viceroy of New Spain. Durham. Duke
University Press, 1927 (Reed. 1967)
Del Busto Duthurburu, José Antonio: La pacificación del Perú. Lima, Librería
STUDIUM S.A., 1984.
Escudero Buendía, Francisco Javier. “Antonio de Mendoza. Comendador de la Villa de
Socuéllamos y Primer Virrey de la Nueva España”. Perea. Toboso (Toledo), 2003.
Fernández, Rafael Diego. Antonio de Mendoza. Grandes Protagonistas de la Historia
Mexicana. Editorial Planeta De Agostini. S.A. México, 2002.
Hanke, Lewis. Rodríguez, Celso. (Colab.). Los Virreyes españoles en América durante
el Gobierno de la Casa de Austria. México. Perú. Biblioteca de Autores Españoles.
Atlas, Madrid, 1978. 7 volúmenes.
Inca Garcilaso de la Vega: Historia general del Perú. Tomo II. Lima, Editorial
Universo S.A., 1972.
Liss, Peggy K. Orígenes de la nacionalidad mexicana, 1521-1556: La formación de una
nueva sociedad. México, Fondo de Cultura Económica, 1986.
Meneses García, Emilio. Luis Hurtado de Mendoza, Marqués de Mondéjar (1489-1522).
Hispania, vol. 36. n.º 134. 1976.
Nader, Helen. Los Mendoza y el Renacimiento español. Institución Provincial de
Cultura “Marqués de Santillana”. Diputación Provincial de Guadalajara, 1986.
Pérez Bustamante, Ciriaco. Los Orígenes del Gobierno Virreinal en las Indias
Españolas. D. Antonio de Mendoza. Primer Virrey de la Nueva España. (1535-1550).
Anales de la Universidad de Santiago. Vol. III. Santiago, 1928.
Rubio Mañé, José Ignacio.“Introducción al estudio de los Virreyes de Nueva España”
(1535-1746). Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Historia.
Ediciones Selectas. México D.F. 1955.
Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 10.
LLO-MEN. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-159-6
Vargas Ugarte, Rubén: Historia General del Perú. Tomo II. Virreinato (1551-1596)
Editor: Carlos Milla Batres. Lima, Perú, 1981. ISBN 84-499-4813-4
Varios autores: Grandes Forjadores del Perú. Lima, Lexus Editores, 2000. ISBN 9972-
625-50-8
Varios autores: Historia General de los peruanos. Tomo 2. Parte Quinta: Iconografía
de los gobernadores y Virreyes del Perú (1535-1824). Obra editada con el auspicio
del Gobierno Revolucionario del Perú. Lima, 1973.
Vázquez, Germán. Antonio de Mendoza. Madrid, Historia 16. Quorum. 1987.
Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Antonio de Mendoza y
Pacheco.
Antonio de Mendoza Virrey de la Nueva España y Perú
Hubo otros Mendoza con importancia en la Historia de España y América
"Relación del Virrey de Nueva España, Antonio de Mendoza, a Luis de Velasco al
término de su Gobierno."

Predecesor:
Sebastián Ramírez de Fuenleal
Presidente de la Segunda Audiencia Pre-Virreinato Virrey de la Nueva España
1535 - 1550 Sucesor:
Luis de Velasco I
Predecesor:
Andrés de Cianca
Presidente de la Audiencia Virrey del Perú
1551 - 1552 Sucesor:
Andrés de Cianca
Presidente de la Audiencia
Control de autoridades

También podría gustarte