Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Pan para Mi Hermano 9 de Octubre
Pan para Mi Hermano 9 de Octubre
Lc 17, 11-19
En aquel tiempo, cuando Jesús iba de camino a Jerusalén, pasó entre
Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al
encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos
le decían: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.
De la Imitación de Cristo
Tomas de Kempis(capitulo tercero)
Señor, Dios mío, no te alejes de mí: Dios mío, cuida de ayudarme, pues se han
levantado contra mí varios pensamientos y grandes temores que afligen mi alma.
¿Cómo saldré sin daño? ¿Cómo los desecharé? Yo, dices, iré delante de ti, y humillaré
los soberbios de la tierra. Abriré las puertas de la cárcel, y te revelaré los secretos de
las cosas escondidas. Haz, Señor, como lo dices, y huyan de tu presencia todos los
malos pensamientos. Esta es mi esperanza y única consolación, acudir a Ti en toda
tribulación, confiar en Ti, invocarte de veras, y esperar constantemente que me
consueles. Oración pidiendo la luz del entendimiento. Alúmbrame, buen Jesús, con la
claridad de tu lumbre interior, y quita de la morada de mi corazón toda tiniebla.
Refrena mis muchas distracciones, y quebranta las tentaciones que me hacen
violencia. Pelea fuertemente por mí, y ahuyenta las malas bestias que son los apetitos
halagüeños, para que venga la paz con tu virtud, y resuene la abundancia de tu
alabanza en el santo palacio; esto es, en la conciencia limpia. Manda a los vientos y
tempestades. Di al mar: sosiégate; y al cierzo: No soples; y habrá gran bonanza. Envía
tu luz y tu verdad para que resplandezcan sobre la tierra, porque soy tierra vana y
vacía hasta que Tú me alumbres. Derrama de lo alto tu gracia; riega mi corazón con el
rocío celestial; concédeme las aguas de la devoción para sazonar la superficie de la
tierra; porque produzca fruto bueno y perfecto. Levanta el ánimo oprimido por el peso
de los pecados, y emplea todo mi deseo en las cosas del cielo: porque después de
gustada suavidad de la felicidad celestial, me sea enfadoso pensar en lo terrestre.
Apártame y líbrame de la transitoria consolación de las criaturas; porque ninguna cosa
criada basta para aquietar y consolar cumplidamente mi apetito. Úneme a Ti con el
vínculo inseparable del amor; porque Tú solo bastas al que te ama, y sin Ti todas las
cosas son despreciables.