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1. Modos originarios.

Son aquellos en los que el derecho de propiedad surgen


sin vinculación jurídica con un posible titular anterior.

- Ocupación

- Accesión

- Especificación

- Confusión o conmixtión

- Adjudicación

- Usucapión y “praescriptio longi temporis

2. Modos derivativos. Hay una relación jurídica entre el que adquiere el derecho
y el titular anterior.

Mancipatio

- In iure cessio

- Tradición
Modos originarios. Son aquellos en los que el derecho de propiedad surgen sin
vinculación jurídica con un posible titular anterior.

- Ocupación: tenía lugar cuando la persona ejercía la posesión sobre una cosa
que aparentemente no pertenecía a nadie (res nullius), convirtiéndose de esta
manera en propietaria por ocupación (occupatio).

- Accesión: era el fenómeno en el cual una cosa se adhería a la otra, ya fuera por
obra artificial o natural, integrándose ambas en un solo cuerpo o todo. El ejemplo
más claro de accesión es el aluvión (alluvio).

- Especificación: consistía básicamente en la modificación de una materia prima


en una nuba especia (species nova), que se abrogaba una individualidad propia,
como cuando de la uva se hace vino o del mármol un busto.

- Confusión o conmixtión: Este modo de adquirir la propiedad se presentaba


cuando se combinaban líquidos (confusio) o sólidos (conmixtio) fuera de un mismo
o diferente género, sin que existiera una incorporación de una cosa a la otra como
sucedía en la accesión, ni tampoco la creación o elaboración de una nueva
especie.

- Adjudicación: Era la adjudicación de una determinada propiedad por medio de


pronunciamiento judicial proferido en el juicio respectivo, los cuales tenían por fin
la división de la cosa común, durante los cuales el iudex otorgaba la porción que le
correspondía a cada propietario o condómino.

- Usucapión y “praescriptio longi temporis”: tiene lugar por la posesión


continuada de una cosa durante un período de tiempo establecido por la ley. Era
una especie de prescripción que se aplicaba principalmente a los llamados fundos
provinciales. Se logró definir como la agregación al dominio a través de la
continuación de la posesión durante el tiempo estipulado por la ley. El termino
usucapión encuentra su génesis en el vocablo latino “usus” cuyo significado es
“usar una cosa” y la voz “capere” que quiere decir “apoderarse o tomar una cosa”.

b) Modos derivativos. Hay una relación jurídica entre el que adquiere el derecho y el titular
anterior.
Mancipatio

La mancipatio no sólo era el modo solemne de transferir el dominium ex iure quiritium, previa a la
Ley de las XII Tablas y por tanto ya conocida, se trataba de un intercambio de una cosa por una
suma de dinero determinada, el cual debía llevarse a cambio frente al pueblo y a través del cual el
enajenante otorgaba la cosa y el adquirente pagaba su precio en dinero, el cual era generalmente
valorado por su peso, por tanto, se usaba una balanza para pesarlo. Esta figura era exclusiva de los
ciudadanos romanos, titulares únicos de la propiedad quiritaria.

- “In iure cessio”

Se trataba de otro modo solemne de adquirir, el cual tenía pleno reconocimiento en el derecho
civil, funcionaba como un proceso de reivindicación simulado el cual se ejecutaba en el esquema
de la legis actio per sacramentum in rem, durante el cual ambas partes (adquiriente y enajenante)
se dirigían ante el magistrado. El adquiriente, quien poseía el rol de actor, debía reivindicar la cosa
como si fuera de su propiedad, mientras el enajenante no ejercía oposición, ante tal actuación y
sin oposición alguna, el magistrado profería la adictio, otorgando la cosa a la parte que la había
reclamado como propia.

- Tradición

Era el modo de transmisión ordinario y más común existente en el Derecho Romano,


constituyéndose a través de un acto informal basado en el derecho natural o de gentes que en el
período clásico se usaba para transferir las res nec mancipi, pero durante el derecho de Justiniano
se utilizó para ser aplicado a todas las cosas en general. Consistía en entregar una cosa que el
propietario (tradens) había hecho a otra persona (accipiens) con el objeto de que éste último la
adquiriera tomando su lugar. Para estos efectos, ambas partes debían tener plena capacidad de
enajenar y adquirir.

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