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El Triángulo Paradigmático

(PARADIGMAS DE LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA)

José Ramón Ortiz

Instituto de Investigaciones Educativas

UNA

Resumen

En los últimos años se ha venido reforzando la concepción de una trilogía paradigmática


dentro de la investigación de las ciencias sociales en general, y de la investigación
educativa en particular. Esta trilogía paradigmática, conformada por el paradigma
cientificista, el paradigma hermenéutico y el paradigma crítico, ha originado una ruptura
epistemológica con una subsecuente proliferación de diferentes estudios, enfoques, teorías
y prácticas, dentro de la esfera de la investigación educativa, tratando de legitimar desde
cada uno de estos paradigmas una propuesta emergente que sirva de fundamento para
orientar la acción educativa y el proceso de enseñanza aprendizaje.

El objetivo principal de este ensayo teórico-conceptual es, precisamente, mostrar que la


categorización paradigmática de la investigación de las ciencias sociales y en particular de
la ciencia educativa, considera, efectivamente, una trilogía conceptual de paradigmas o
tradiciones de investigación que se identifican con los tres significados generales resaltados
por Masterman (1970) a partir de la célebre obra de Kuhn, "The estructure of scientific
revolutions" (1962), con la diferencia que, desde cada punto de este triángulo constituido
por los paradigmas: "cientificista", "crítico-deológico" y "hermenéutico", se percibe una
visión propia, un ángulo diferente de esta perspectiva triangular. Y la solución dada por
cada uno de los paradigmas al problema de este "triángulo paradigmático", representa sólo
una solución dentro de su vértice de influencia. Para ilustrar este triángulo paradigmático
dentro del ámbito de la investigación educativa, me referiré a dos obras: Paradigm Dialog,
editada por Guba (1990) y Teoría Critica de la Enseñanza de W. Cars y S. Kemmis (1988).

 
 

Paradigmas

La palabra paradigma, desde su misma introducción en el juego de la filosofía de la ciencia,


se ha caracterizado por su polisemia y autorreferencia. El propio Kuhn, en su legendaria
obra sobre las revoluciones científicas (1962), utilizó más de 20 sentidos diferentes para la
palabra paradigma. Así que, para evitar confusiones y círculos viciosos, partiré de la idea
más general de paradigma, y más concretamente "paradigma de investigación", como el
conjunto de normas y creencias básicas que sirven de guía a la investigación.

Según el acucioso trabajo The Nature of Paradigm de Margaret Masterman (1970), estos 21
significados pueden ser agrupados en tres conjuntos bien diferenciados de usos o
concepciones:

1) Paradigmas metafísicos o metaparadigmas: Cuando se usa como conjunto de creencias,


como un mito, como un punto de vista o marco de referencia.

2) Paradigmas sociológicos: Cuando se usa como un logro universal científicamente


reconocido, como un conjunto de instituciones políticas o un estado de derecho.

3) Paradigmas de constructos: Cuando se utiliza de una forma más concreta, como una
instrumentación o conjunto de artefactos, o como una gramática o juego de lenguaje. (p.65)

Cada una de estas concepciones de paradigma corresponde, en cierta forma, a los tres
paradigmas de investigación que normalmente se consideran en las ciencias humanas y
sociales:

1) Paradigma cientificista (o positivista). Este paradigma está orientado por los restos del
paradigma positivista-lógico, lo que Habermas define como "la fe de la ciencia en sí
misma", esta noción de paradigma corresponde a la noción metafísica o metaparadigmática
de Masterman: la ciencia (física) y la metodología científica como único paradigma. La
filosofía de la ciencia como ciencia de la ciencia. Dentro de este paradigma podemos
mencionar la filosofía de la ciencia de Popper y Lakatos.
De acuerdo con Masterman, las ciencias naturales (físicas) se caracterizan por ser
monoparadigmáticas, en cuanto existe un consenso acerca de un único paradigma, mientras
que las ciencias sociales son multiparadigmáticas, en cuanto compiten una pluralidad de
paradigmas.

2) Paradigma ideológico (o crítico). Aquí la palabra paradigma tiene el segundo significado


de Masterman, el correspondiente a paradigma sociológico, se incluye al grupo científico y
sus valores en la investigación. Es decir, se incluye la ideología. Dentro de este paradigma
se busca un paradigma de consenso a través de la intersubjetividad humana, un ejemplo de
esta concepción es la teoría comunicativa de Habermas, esta teoría trata de coordinar a
través de una racionalidad comunicativa las diferentes pretensiones de validez del discurso
y la acción humana. Los orígenes de este paradigma están relacionados con el idealismo
alemán y la escuela de Francfort.

3) Paradigma hermenéutico (constructivista o interpretativo). Se corresponde con el


significado de paradigma de constructos como un conjunto de constructos, modelos o
artefactos. Por lo tanto estudia los paradigmas como diferentes constructos, interpretaciones
o juegos de lenguaje, refinándolos hermenéuticamente y contrastándolos dialécticamente.
Un ejemplo y cimiento originario de este paradigma lo constituye la obra de Hans-Georg
Gadamer.

En los últimos años se ha venido reforzando esta concepción de una trilogía paradigmática
dentro de la investigación de las ciencias sociales en general, y de la investigación
educativa en particular. Esta trilogía paradigmática, conformada por el paradigma
cientificista, el paradigma crítico y el paradigma hermenéutico, ha originado una ruptura
epistemológica con una subsecuente proliferación de diferentes estudios, enfoques, teorías
y prácticas, tratando de legitimar desde cada uno de estos paradigmas una propuesta
emergente que sirva de fundamento para orientar la acción educativa y el proceso de
enseñanza aprendizaje.

Para ilustrar este triángulo paradigmático dentro del ámbito de la investigación educativa,
me referiré a dos obras: Paradigm Dialog, editada por E. Guba y Teoría Crítica de la
Enseñanza de W. Carr y S. Kemmis. La primera obra está identificada con el paradigma
hermenéutico (o constructivista) y es el producto de un congreso "Alternative Paradigms
Conference" realizado en 1989 en San Francisco. La segunda, como lo expresa su título,
representa al paradigma de la teoría critica, que nosotros hemos llamado ideológico.

Egon Guba y el constructivismo

 
Guba (1990) define tres paradigmas principales de la investigación, de acuerdo a
diferencias en las siguientes creencias básicas:

Diferencias Ontológicas: sobre la naturaleza de la realidad.

Diferencias Epistemológicas: sobre la naturaleza de la relación investigador-objeto.

Diferencias Metodológicas: sobre la naturaleza de los enunciados legales.

De esta forma, Guba diferencia los siguientes paradigmas:

1) Paradigma (post)positivista

Ontología: Realismo crítico, la realidad existe pero no es completamente aprehensible. Solo


podemos aproximarnos a la realidad.

Epistemología: Objetivismo débil, la objetividad como ideal regulativo. Sólo podemos


aproximarnos a la verdad.

Metodología: Experimental y manipulativa. Persigue, principalmente, tres ideales que


interactuan en la metodología cientificista como ideales regulativos además de la
objetividad: primacía del método, la verdad y el progreso. El primado del método significa
que el investigador busca los contextos donde el método puede ser aplicado, y donde no
puede ser aplicado se considera que la investigación no tiene sentido. Método hipotético-
deductivo(Popper). Metodologías modeladas en la investigación de laboratorio. La
investigación educativa se centra en las relaciones funcionales de la enseñanza y el
aprendizaje con la organización de la institución educativa, omitiendo valores sociales e
históricos.

2) Paradigma de la Teoría Crítica.

Ontología: Realista crítica

Epistemología: Subjetivista, en el sentido de que los valores son fundamentales para la


investigación. Dimensión ideológica.

Metodología: Dialógica y transformativa. El ideal regulativo de estas metodologías es la


emancipación, además de manejar una concepción evolutiva que podemos llamar progreso.
Promueve las metodologías participativas. Introduce en la investigación educativa la
historia, la axiología y la ética. La producción de conocimiento es la producción de valores.

 
3) Paradigma Constructivista

Ontología: Relativista, la realidad sólo existe en la forma de múltiples construcciones


mentales y sociales. La realidad como constructo social.

Epistemología: Subjetivista, no hay diferenciación entre sujeto y objeto del conocimiento.


Ambos se funden en una sola entidad epistemológica.

Metodología: Hermenéutica y dialéctica, refinamiento hermenéutico y contrastación


dialéctica. Estas metodologías están orientadas por la fidelidad al objeto de estudio, la
complementaridad, en el sentido que el investigador complementa la investigación. y a
diferencia de las metodologías cientificistas y críticas, carece de ideal de progreso como
criterio regulativo. El principal criterio regulativo de la investigación constructivista es la
solidaridad.

La metodología de la investigación educativa bajo la influencia del paradigma


constructivista está representada, principalmente, por la corriente de metodologías
etnográficas: estudio de casos, trabajo de campo, etnografía, descripciones "densas", ("thick
descriptions"). También se cuenta con una corriente de metodologías hermenéuticas.

Como observamos, los constructivistas de la escuela de Guba corroboran nuestra tesis del
triángulo paradigmático, al clasificar la investigación en tres paradigmas: Postpositivista
(Cientificista), Teoría Crítica (Ideológico) y Constructivista (Hermenéutico).

Teoría crítica de la enseñanza

Por su parte, Carr y Kemmis (1988), desde el vértice ideológico de la teoría crítica,
clasifican o consideran tres posiciones paradigmáticas de acuerdo a la forma en que estos
paradigmas conciben la relación entre teoría y praxis:

1) Paradigma positivista

La teoría orienta a la práctica. Las teorías sociales y en particular las teorías educativas
deben ser conformes a las normas y criterios científicos. Las teorías científicas deben ser
explicativas y predictivas. Aceptan como ortodoxia al método hipotético-deductivo: la
investigación científica consiste en proponer hipótesis, en forma de leyes generales, y su
validación resulta del contraste de sus consecuencias teóricas (deductivas) con las
observaciones experimentales. Según el paradigma positivista, los objetivos, conceptos y
métodos de las ciencias sociales no se diferencian de los de las ciencias naturales.
Por ejemplo, tanto el funcionalismo social como la psicología conductista forman parte de
este paradigma, ambas admiten que la finalidad de la investigación educativa consiste,
como en las ciencias naturales, en acceder al conocimiento de regularidades que,
funcionando como leyes, puedan aplicarse a la práctica educativa con objeto de mejorar la
eficacia de la misma. Por último, ambas contemplan a la teoría educativa como una ciencia
inmadura, en comparación con la física y la química, y por tanto necesitada de desarrollo y
perfeccionamiento (Carr y Kemmis 1988, p. 75).

2)Paradigma crítico

En este paradigma se considera la unidad dialéctica de lo teórico y lo práctico. La teoría


crítica nace como una crítica al positivismo transformado en cientificismo. Es decir, como
una crítica a la racionalidad instrumental y técnica preconizada por el positivismo y
exigiendo la necesidad de una racionalidad substantiva que incluya los juicios, los valores y
los intereses de la humanidad. Fue la escuela de Frankfurt (Horkheimer, Adorno,
Habermas) la que desarrolló un concepto de teoría que tenía como objetivo fundamental la
emancipación del hombre. A esta concepción de teoría es a la que se refiere el nombre de
Teoría Crítica, (al menos con el sentido que aquí nos interesa). Para la teoría crítica es
fundamental la relación entre teoría y praxis, porque ella misma surge de la revisión de esta
relación, y es por ello que la concepción de la relación teoría-praxis es el criterio que utiliza
el paradigma crítico para diferenciar los distintos paradigmas o tradiciones de la
investigación. La ciencia social crítica será. pues, aquella que yendo más allá de la crítica
aborde la praxis crítica ; esto es. una forma de práctica en la que la "ilustración" de los
agentes tenga su consecuencia directa en una acción social transformada. Esto requiere una
integración de la teoría y la práctica en momentos reflexivos y prácticos de un proceso
dialéctico de reflexión, ilustración y lucha política, llevado a cabo por los grupos con el
objetivo de su propia emancipación. (p.157)

A la luz de este paradigma, la teoría crítica genera las siguientes consideraciones sobre lo
que debe ser una teoría educativa:

1) La teoría educativa debe rechazar las nociones positivistas de racionalidad, objetividad y


verdad.

2) La teoría educativa debe admitir la necesidad de utilizar las categorías interpretativas de


los docentes.

3) La teoría educativa debe ofrecer los medios para distinguir las interpretaciones que están
ideológicamente distorsionadas de las que no lo están; y debe proporcionar también alguna
orientación acerca de cómo superar los autoentendimientos distorsionados.
4) La teoría educativa debe preocuparse de identificar aquellos aspectos del orden social
existente que frustran la persecución de fines racionales, y debe poder ofrecer explicaciones
teóricas mediante las cuales los enseñantes vean cómo eliminar o superar tales aspectos.

5) La teoría educativa es práctica, en el sentido de que la cuestión de su consideración


educacional va a quedar determinada por la manera en que se relacione con la práctica.
(Carr y Kemmis 1988)

Esta propuesta de una teoría crítica de la enseñanza pretende la búsqueda de una


comprensión más consistente de la teoría y la práctica educativas, considerando al
enseñante como investigador dentro de una concepción crítica de la racionalidad

3) Paradigma interpretativo

En la tradición interpretativa se sustituyen los ideales teóricos de explicación, predicción y


control por los de comprensión, significado y acción. Su finalidad no es buscar
explicaciones causales o funcionales de la vida social y humana, sino profundizar nuestra
conocimiento y comprensión de por qué la vida social se percibe y experimenta tal como
ocurre. El propósito de la ciencia social dentro del paradigma interpretativo o hermenéutico
es revelar el significado de las formas particulares de la vida social mediante la articulación
sistemática de las estructuras de significado subjetivo que rigen las maneras de actuar de los
individuos. (p.105). Bajo esta tradición la realidad es un constructo social: la realidad social
no es algo que exista y pueda ser conocido con independencia de quien quiera conocerla.
(p.116)

Esta categorización realizada por el paradigma crítico concuerda, nuevamente, salvo


pequeños detalles propios de sus contextos paradigmáticos, con la trilogía conceptual que
hemos propuesto como el triángulo paradigmático.

El triángulo paradigmático

¿Cómo se resuelve en cada concepción paradigmática lo que hemos llamado el triángulo


paradigmático, es decir, es posible la comunicación entre los paradigmas?. ¿Existe la
posibilidad de acomodación o acuerdo entre los diferentes paradigmas o se pueden reducir
a un único o nuevo paradigma?.

Paradigma cientificista
La visión paradigmática cientificista o positivista no permite la comensurabilidad, la
comunicación entre paradigmas, es decir, los paradigmas deben estar lo suficiente
diferenciados como para ser inconmensurables entre sí. Las creencias y las reglas de acción
que justifican la verdad y el conocimiento, son tan diferentes, que a pesar de que creamos
que seguimos los mismos procedimientos, perseguimos fines antitéticos.

El paradigma positivista lógico concebía la filosofía de la ciencia como una ciencia de la


ciencia. De ahí el nombre de metaparadigmática. Define como metaparadigma de la ciencia
(el conocimiento legítimo) a la misma ciencia. La filosofía de la ciencia del positivismo
lógico, estudia las teorías científicas: conjuntos consistentes de proposiciones; y las reglas
de inferencia determinadas por una lógica deductiva. El paradigma postpositivista de
Popper mantiene el rigor de la lógica deductiva por medio de su falsacionismo, pero
debilita el realismo por medio de su racionalismo crítico; mientras que el paradigma de
Carnap trata de construir una lógica inductiva basada en el cálculo de probabilidades.
Ambos son criticados por Kuhn en 1962, estableciendo su famosa tesis de la
inconmensurabilidad paradigmática, es decir, que teorías científicas pertenecientes a
diferentes paradigmas no pueden ser comparadas objetivamente. Kuhn trata de resolver el
problema invocando la segunda concepción de paradigma, el paradigma sociológico, según
Masterman. Kuhn incorpora la dimensión social del grupo científico. Es decir, trata de
resolver el problema surgido dentro del paradigma postpositivista por medio de un cambio
paradigmático hacia el paradigma crítico. Por su lado Feyerabend, popperiano por
formación, al igual que Kuhn, critica fuertemente los intentos postpositivistas a través de su
anarquismo epistemológico y que recuerda, por su pluralismo, al paradigma hermenéutico o
constructivista.

Paradigma ideológico

Desde el punto de vista del paradigma ideológico (o crítico) el paradigma positivista es


nomológico y trata de resolverlo todo desde una racionalidad teórica e instrumental, lo cual
es imposible, ya que el tribunal último epistemológico, según este paradigma esta situado
en el contexto de la racionalidad práctica. Según Habermas, por ejemplo, el paradigma para
legitimar el conocimiento sería la racionalidad comunicativa, la racionalidad orientada al
entendimiento o la comprensión, y de acuerdo con esta racionalidad el paradigma
comunicativo sería la solución del problema del triángulo paradigmático, La comunidad
ideal de habla escogería consensualmente a través de la racionalidad comunicativa.

Paradigma hermenéutico

El paradigma constructivista es un constructo más, como el resto de los paradigmas, y por


lo tanto Guba no tiene ningún problema en ofrecer una solución al problema paradigmático
en la forma de su paradigma Dialógico (Dialog), como un constructo de orden superior
donde los diferentes constructos (paradigmas) de la investigación son reemplazados por
este nuevo constructo: "The dialog is not to determine which paradigm is, finally to win
out. Rather, it is to take us to another level at which all of these paradigms will be replaced
by yet another paradigm whose autlines we can see now but dimly, if at all. "(p.27). Y este
nuevo paradigma no nos aproxima más a la verdad, como quisiera suponer un
(post)positivista sino que nos hace crecer epistemológicamente, en forma constructivista y
hermenéutica, al considerar un paradigma más informado y complejo.

De esta forma observamos que el paradigma cientificista reduce el triángulo a un único


punto: el paradigma cientificista. El paradigma ideológico o crítico se apoya en el vértice
de mayor consenso. Y por último el paradigma hermenéutico fluctúa por todos los vértices
del triángulo en busca de un nuevo paradigma, una nueva figura que disuelva a la anterior,
una nueva interpretación, constructo o narrativa.

Este triángulo paradigmático nos permite superar fácilmente el simplismo de la polémica


entre un modelo metodológico cuantitativo y otro modelo metodológico cualitativo, y más
pragmáticamente, nos permite ver en qué forma se pueden legitimar diferentes
metodologías cuando la búsqueda del Método con mayúscula ha sido abandonada por los
más discretos métodos, con minúscula, que presuponen diferentes contextos de
legitimación. Esto requiere una concepción muy plural y amplia a la hora de seleccionar los
códigos y procedimientos para justificar las metodologías.

Al hablar de paradigmas, en plural, aceptamos una pluralidad de posibilidades


epistemológicas ante la alternativa de una única epistemología monolítica que funja como
supremo tribunal del conocimiento humano. Un pluralismo epistemológico, con énfasis en
la legitimación de los métodos y los presupuestos de la investigación, que no olvida la
dimensión protagórica, la dimensión humana.

Bibliografía

CARR, WILFRED AND KEMMIS, STEPHEN. Teoría crítica de la enseñanza. Martínez


Roca. Barcelona, 1988.

KUHN, THOMAS. The Structure of Scientific Revolutions University of Chicago Press.


1962. La Estructura de la Revoluciones Científicas. Fondo de Cultura Económica. México,
1971.

GUBA, EGON G. The Paradigm Dialog. Sage Publications. 1990. "Criteria for Assesing
the truthworthiness of naturalistic inquires". ERIC/ECTJ Anual, vol 29,2 p.75-91. 1981.

HABERMAS, JÜRGEN. Teoría de la Acción Comunicativa (vol.1 y 2) Taurus. Madrid


1989.

MASTERMAN, M. "The Nature of a Paradigm" en Criticism and the growth of


Knowledge. Ed. I. Lakatos & A. Musgrave. Cambridge U.P. Cambridge, 1970.
 

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