Fases psicosexuales de Freud

Fase Oral: Esta etapa abarca desde el nacimiento hasta el primer año de vida. La zona erógena
predominante es la boca; esto se manifiesta en la succión de los dedos, el chupeteo y el acto de
morder, así es como el niño obtiene placer y conoce al mundo.

Si surge una fijación en esta etapa puede llevar a un exceso de comer o beber, y similarmente
estarán más predilectos a realizar vicios que se satisfacen por la boca (fumar, uso de drogas,
etc...). La persona puede llegar a convertirse en alguien dependiente, obediente y que busque
la aprobación de los demás (oral dependiente); o pueden llegar a convertirse en alguien
desconfiada, demandante y manipuladora (oral agresiva).

Fase Anal: La fase anal dura del primer año y medio hasta los tres años, la sensibilidad se centra
en la mucosa anal y la acción de defecar. Las personas que desarrollen una fijación en esta
etapa, van a desarrollar una personalidad basada en el orden, el control y la precisión.

Dos tipos de personalidades: Anal-retentivas o Anal-expulsivas. La anal-retentivo demandan

amor y afecto de los demás mientras que ellos retienen su propio afecto hacia los demás.
Además, pueden buscar de manera obsesiva el tener el control de su ambiente y de las
personas en su vida. Por otro lado, la anal-expulsiva tiende a ser una persona descuidada,
despilfarradora, emocionalmente desorganizada y desafiante.

Fase Fálica: Comprende de los tres a los seis años, y es aquí donde los órganos sexuales
empiezan a tomar el centro de atención del niño. una fijación fálica puede llevar al narcisismo,
egocentrismo y a una personalidad sobre sexualizada, que tendrá relaciones íntimas con
muchas más personas de lo normal.

La personalidad fálica tenderá a usar el sexo como un medio para descargar las tensiones
emocionales y a menudo tendrá relaciones sexuales que son superficiales y carentes de amor o
afecto. Para Freud, una fijación en esta etapa puede generar homosexualidad: en las mujeres el
querer ser cómo los hombres con otras mujeres; en los hombres al identificarse más con su
madre que con el padre, desarrollando así una sexualidad de tipo femenino.

Fase Genital: La personalidad genital se desarrolla si se pasan las fases previas de manera
exitosa, teniendo como resultado relaciones interpersonales maduras, monogamia, sin
compulsión o represión y capaz de reproducirse. Freud lo consideraba como una persona con
personalidad sana.

Si se llega a tener una fijación en las etapas previas se desarrollará narcisismo, fetichismo y
otras barreras para la gratificación heterosexual.