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PLAN FINES

CENMA 201
TRABAJO PRÁCTICO N°2
6TO AÑO
LENGUA Y LITERATURA

Lectura científica
Leé el siguiente texto sobre la formación de la lluvia ácida y realizá las actividades
planteadas debajo:

La formación de la lluvia ácida, una reacción desfavorable para la vida


Los vehículos que utilizan nafta y las fábricas que queman carbón o petróleo son
dos de las principales fuentes de gases que contaminan el aire, ya que generan
una gran cantidad de trióxido de azufre y dióxido de nitrógeno. Cuando estos
óxidos se combinan con la humedad del ambiente forman ácido sulfúrico y ácido
nítrico que caen en forma de lluvia, nieve o niebla. A esto se llama lluvia ácida.
La lluvia ácida provoca daños en las edificaciones y construcciones de mármol o
caliza, ya que disuelve los materiales que los componen. También provoca un
aumento en la acidez de las aguas de ríos y lagos, donde afecta a los peces y
otros animales acuáticos. A su vez, afecta a la vegetación y produce daños
importantes en los cultivos y en las zonas forestales. En el ser humano
determina un incremento muy importante en las afecciones respiratorias (asma,
bronquitis crónica, etc.) y un aumento de los casos de cáncer. La contaminación
debilita todo el organismo, sea vegetal o animal, y eso provoca una disminución
de las defensas y una mayor predisposición a contraer enfermedades. Los más
afectados son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y los
aquejados de dolencias crónicas.
Es necesario reducir las emisiones de gases contaminantes. La quema de
combustibles fósiles (carbón y petróleo) para generar electricidad debe
reemplazarse por fuentes “limpias” de energía, como la solar o la eólica.
Nosotros podemos usar el transporte público y disminuir la contaminación
causada por la gran cantidad de automóviles en circulación, o viajar con otras
personas que hagan nuestro recorrido para que haya más personas en menos
autos. También debemos evitar el derroche de energía eléctrica.

ACTIVIDADES.

a) ¿Qué tipo de texto es? ¿Por qué?


b) ¿Cuáles fueron las características principales que dieron las pistas para
identificarlo?
c) Construí un mapa conceptual que reúna las ideas más importantes del texto.
d) Leé con detalle el primer párrafo del texto y subrayá la transformación que allí
se menciona. Transcribila.
e) ¿A qué tipo de transformación se hace referencia? Justificá tu respuesta.
f) ¿Cuál es la Hipótesis planteada por el autor? ¿Te parece correcta? Justificá tu
respuesta.

Para recordar… ¿Cómo se arma un mapa conceptual?


En la elaboración de un mapa conceptual se deben seguir los siguientes pasos:
• Leer atentamente el texto y subrayar las ideas principales.
• Seleccionar y ordenar los conceptos de mayor a menor importancia. En el caso
que dos o más conceptos tengan el mismo orden de importancia recordar que
deberán ocupar el mismo nivel en el mapa.
• Los conceptos se encierran en un recuadro y deben contener como máximo dos
palabras. Los más importantes se colocan en la parte superior del mapa, y los
menos importantes en la parte inferior del mismo.
• Los conceptos se unen mediante líneas o flechas y se relacionan con palabras
que sirven de conectores (por ejemplo: “causan”, “pueden ser”, etc.).
• Una vez terminado, se lee el mapa para mejorarlo y establecer nuevos enlaces
o relaciones.

Lectura científica
Leé el siguiente texto con atención y resolvé las actividades que se plantean:
Robert Koch (1843 – 1910) fue un médico alemán miope. De
condición pobre, para un cumpleaños recibió como regalo un
microscopio. Koch pasaba noches enteras con su nueva
adquisición, mientras observaba gotas de sangre procedente de
ovejas y vacas muertas de carbunco, una enfermedad que
preocupaba a los campesinos europeos. Entre el común de la
gente circulaban por aquella época varias explicaciones
supersticiosas en relación con el carbunco, creencias extrañas
respecto al misterioso poder de esta plaga que diezmaba a los
rebaños. ¡Era una enfermedad demasiado horrible para que su
causa fuese un pequeñísimo bacilo de una milésima de milímetro
de largo!
Koch se preguntaba: “Los bacilos del carbunco, tan poco resistentes, que mueren
con tanta facilidad en el portaobjetos, ¿cómo pasan de los animales enfermos a
los sanos?” ¿Cómo podían estos bacilos resistir el invierno en los campos y en las
montañas durante años enteros? ¿Qué sucedía cuando, después de haber
frotado un portaobjetos con un trocito de bazo, los veía esfumarse, disgregarse y
desaparecer? Hizo varias experiencias: puso sobre un portaobjetos el nutritivo
humor acuoso de ojo de buey, y los microbios no aparecieron. Lavó con agua
sangre seca y la inyectó en ratones de laboratorio, que siguieron viviendo
alegremente. ¡Estaban muertos los mismos microbios que dos días antes habrían
podido matar una vaca!
—Entonces, ¿qué es lo que los conserva vivos en los campos, mientras que en el
espacio de dos días mueren sobre las láminas de cristal? —se preguntaba Koch.
Hasta que un día, merced al microscopio, asistió a un espectáculo curioso, a una
extraña transformación de los microbios, que le dio la clave del misterio. Koch,
sentado en un taburete en su minúsculo laboratorio del este de Prusia, halló la
solución del enigma que convertía en lugares malditos las praderas y las
montañas de Francia.

Durante veinticuatro horas había conservado una gota pendiente a la temperatura


del cuerpo del ratón, pensando encontrarla llena de hermosos filamentos. Los
contornos de los filamentos se habían vuelto borrosos y cada uno de ellos estaba
tachonado en toda su longitud de pequeños óvalos, que brillaban como cuentas
de vidrio, infinitamente minúsculas; cuentas dispuestas a lo largo de los filamentos
como una sarta de perlas. Al observar de nuevo con todo cuidado, comprendió
que las cuentas brillantes estaban dentro de los filamentos. Los bacilos se habían
convertido en aquellas perlas. Secó la gota pendiente y la puso a un lado; al cabo
de un mes así volvió, por casualidad, a examinarla al microscopio. Allí seguían las
extrañas sartas de perlas, tan brillantes como el primer día. Entonces se le ocurrió
un experimento: tomó una gota de humor acuoso de ojo de buey y la colocó sobre
la mancha seca que habían dejado los bacilos convertidos en cuentas. La
sorpresa que le causó ver cómo las cuentas volvían a convertirse en bacilos
ordinarios y más tarde en largos filamentos casi le desvaneció.
—Estas curiosas perlas brillantes han vuelto a convertirse en bacilos ordinarios de
carbunco— exclamó Koch—. Las cuentas deben ser esporas de los microbios,
esa forma tan resistente que les permite soportar el frío, el calor y la sequedad.
Así debe ser cómo el microbio del carbunco se mantiene vivo en los campos,
transformándose en esporas.
Y entonces se embarcó Koch en una serie de ensayos para ver si era cierta su
conjetura; con gran habilidad y provisto de bisturíes y pinzas previamente
esterilizados, extrajo el bazo a varios ratones muertos de carbunco, y
protegiéndose de toda posible contaminación por otros microbios del aire, los
conservó un día entero a la temperatura del cuerpo del ratón, pudiendo comprobar
que todos los filamentos se transformaban en esporas cristalinas. Merced a otros
experimentos, encontró que las esporas conservaban su vitalidad durante meses
enteros, dispuestas a convertirse en mortíferos bacilos desde el momento en que
se las colocaba en una gota de humor acuoso de ojo de buey o en el instante
mismo en que, valiéndose de una astillita, las introducía en la base de la cola de
un ratón sano.
Corría el año 1876 cuando Koch salió y pudo contar al mundo, tartamudeando un
poco, que había logrado demostrar que los microbios eran la causa de las
enfermedades. Empaquetó el microscopio y unas cuantas gotas pendientes en
sus cavidades de cristal y llevando, además, una jaula con varias docenas de
ratones blancos emprendió un viaje. Iba a exhibir los microbios del carbunco, a
decir cómo mataban a los ratones, a exponer la extraña manera que tenían de
convertirse en esporas. Quería hacer ver todas estas cosas al viejo Cohn,
profesor de Botánica en la universidad, que algunas veces le había escrito cartas
animándole a proseguir sus investigaciones. El profesor Cohn, asombrado ante
los experimentos que el solitario Koch le había anunciado por carta, se recreaba
interiormente pensando en la sorpresa que este médico rural, sin la menor idea de
su originalidad, iba a causar a las eminencias de la universidad”.
Adaptado de “Cazadores de microbios” de Paul de Kruif (1926)
ACTIVIDADES

a) En el primer párrafo del texto se menciona que “entre el común de la gente


circulaban varias explicaciones supersticiosas en relación con el carbunco”.

b) Pensá ¿Cuáles serían algunas de esas explicaciones mágicas que circulaban


es esa época?

c) Teniendo en cuenta el texto, completá la siguiente ficha sobre el bacilo del


carbunco:

d) Subrayá en el texto la definición de espora escrita por el autor. Luego,


transcribila.
Espora:
_________________________________________________________________
e) Marcá con una cruz la/s respuesta/s correcta/s.

Según lo leído en el texto, puedo afirmar que Bacillus anthracis…


( )…no es un ser vivo
( )…está formado por células
( )…es un ejemplo del nivel de organización tisular
( )…es microscópico

Koch era…
( )…médico rural
( )…ganadero
( )…biólogo
Koch investigaba…
( )…cuál era el agente infeccioso que ocasionaba el carbunco en el ganado
( )…cómo el bacilo del carbunco podía sobrevivir largos períodos y volver a
causar enfermedad en el ganado
( )…cómo se transmitía el carbunco de animales enfermos a sanos

f) Buscá en el texto ejemplos de los siguientes niveles de organización:


Individuo:
Órgano:
Tejido:
g) Ordená de lo más simple a lo más complejo:
órgano - sistema de órganos – individuo – tejido – célula – colonia

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