La habitación roja

Fran Cacho

Personajes:

Ramón

Raúl

Ángel

Primer acto

Escena primera (El balcón)

Una habitación roja con una cama, un buró y una lampara de luz blanca, un
espejo y dos puertas (una para el baño y la otra de la entrada). Un hombre
acostado en la cama semi desnudo, entra un segundo hombre a la habitación por
la puerta del baño en ropa interior, se acuesta al lado del otro hombre y lo
acaricia.

Ángel: ¡Que rico! (sonríe)

Raúl: Sí, lo fue (pensativo, Ángel se queda viendo el rostro distraído de Raúl,
se acuesta boca arriba y comienza a recorrer la habitación con la mirada)

Ángel: En verdad que no recuerdo así la habitación, él tiene mejor memoria

supongo… es asombroso (silencio). Sigo caliente (mete la mano bajo la cobija
y toca el bulto de Raúl) y veo que tú también, pinche vergota que tienes.
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Raúl: Lo es (aún pensativo)

Ángel: Sí, está bien…

Raúl: La habitación (lo interrumpe), es asombrosa

Ángel: ¿Qué te pasa? (silencio) ¿ya te arrepentiste?

Raúl: Perdona, realmente estuvo muy rico y sí, es asombroso, lo hizo él solo,
no me dejó ayudarlo, claro que yo no… De él era el recuerdo

Ángel: Claro (silencio), aunque no está completamente igual, falta el balcón

Raúl: ¿También lo recuerdas tú? (interesado)

Ángel: Fue nuestra primera vez, nos estábamos conociendo

Raúl: Cuéntame

Ángel: Me invitó a ver una obra de teatro, se llamaba “La traición” de Harold
Pinter (Raúl sonríe), teníamos una semana de ser novios

Raúl: ¿Y no habían hecho nada?

Ángel: Nos la habíamos mamado ya pero solo eso (silencio), queríamos que
fuera especial nuestra primera vez

Raúl: Y para eso ¿no se les ocurrió algo mejor que un hotel?

Ángel: Fue especial, pudimos haberlo hecho en casa de alguno de los dos, pero
hubiéramos tenido que esperar un día en que estuviéramos solos, cuidando
hacerlo rápido para que no llegara antes algún familiar. No, en el hotel no
teníamos que cuidar eso y podíamos estar juntos toda la noche (silencio). Era la
primera vez que se quedaba a dormir con alguien extraño, o bueno, era la
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primera vez que se quedaría a dormir en un hotel con alguien que no fuera de
su familia (silencio). Pero tú ya sabías esto

Raúl: Es bueno escuchar la otra versión

Ángel: Para mí no, sé que Ramón adorna mucho las historias

Raúl: Realmente no, es muy parecido a lo que me contó él, solo que desde el
otro punto de vista (silencio). Me contó que fue difícil para él ese día

Ángel: Se puso como loco después de que llegamos de ver la obra, hablaba
sobre infidelidad, estaba nervioso, quería salir corriendo a la calle… pero lo
detuve

Raúl: y pasó (Ángel afirma)

Ángel: Después de coger yo me salí a fumar al balcón (Silencio, Ángel ve

fijamente a Raúl)

Raúl: ¿Qué?

Ángel: Me veía desde la cama en la misma posición que estás tú, los dos
estábamos desnudos, yo la tenía dura, era como si me invitara a la cama con sus
labios

Raúl: Te gusta ese recuerdo

Ángel: Después de que terminamos volví ahí varias veces con otros chicos
(busca en el piso su pantalón para sacar un cigarro). Hotel Torreón, un hombre
y cigarros para tener la mejor cogida de tu vida, eso lo recuerdo muy bien
(intenta prender un cigarro)

Raúl: No puedes fumar aquí

Ángel: No debe faltar ninguno de los tres puntos, Hotel, hombre y cigarro
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Raúl: No estamos en el hotel

Ángel: Yo creo que si

Raúl: De verdad, odio el humo

Ángel: ¿Por qué no ponen el balcón?

Raúl: Dime dónde debe ir exactamente

Ángel: Es importante, deben ponerlo

Raúl: ¿Por qué?

Ángel: Porque ahí fuimos a platicar después de coger (silencio) y porque me

gusta fumar cuando termino

Raúl: Él también odia el cigarro

Ángel: Por eso fuimos al balcón

Raúl: Y ¿de qué hablaron?

Ángel: No sé, no lo recuerdo ¿por qué hablamos de esto? Es raro, hablemos de

otra cosa

Raúl: Todo aquí es raro, pero bueno ¿de qué quieres hablar?

Ángel: ¿Qué te gusta?

Raúl: ¿Cómo que qué me gusta?

Ángel: ¿Qué te gusta hacer?

Raúl: ¿De verdad me estás preguntando eso?

Ángel: ¿Qué tiene?

Raúl: ¿No se te ocurre una mejor pregunta?

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Ángel: Pregúntame tú entonces

Raúl: ¿Lo extrañas?

Ángel: No (silencio) perdón si no es lo que querías oír, pero es la verdad, eso

ya pasó hace mucho

Raúl: Sé que una vez intentaste hablarle

Ángel: Sí, pero él no respondió y está bien, nunca lo culpé, no debí hacerlo

Raúl: ¿Te dolió que él no respondiera?

Ángel: ¿Qué? No, yo fui quien cortó toda comunicación

Raúl: Y ¿por qué intentaste contactarlo?

Ángel: Fue un momento, quería saludarlo, hablar, teníamos mucho tiempo sin
hablar

Raúl: ¿Por qué aceptaste coger conmigo?

Ángel: Porque estás muy bueno

Raúl: No es cierto

Ángel: ¡Mah! En serio

Raúl: No soy pendejo, no fue por eso

Ángel: Entonces dime tú el motivo

Raúl: Se me ocurre uno

Ángel: ¿Qué?

Raúl: Que lo hiciste por chingarlo

Ángel: Y ¿no se te ocurre que me pudo convencer tu historia?

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Raúl: Puede ser, pero te sigues viendo como un hijo de puta

Ángel: Y tú ¿cómo quedas? Soy el ex de tu novio

Raúl: Yo tengo un motivo

Ángel: Muy conveniente, ¿crees que te va a creer? No es tan pendejo como yo

Raúl: Lo hará

Ángel: ¿Cuánto llevan saliendo?

Raúl: Tres años (silencio) ¿qué?

Ángel: En verdad tienes problemas en tu relación

Raúl: ¿De qué hablas?

Ángel: De que llevas saliendo con Ramón tres años y crees que va a escuchar
cuando le cuentes todo esto

Raúl: Él me escuchará

Ángel: No me hicieron falta esos tres años para saber que no

Raúl: Sólo seis meses

Ángel: Suficiente para conocerlo mejor que tú

Raúl: Yo lo conozco mejor que nadie

Ángel: ¿Por qué estás tan seguro?

Raúl: Porque lo amo

Ángel: Ya veo por qué son novios

Raúl: Lo amo, lo conozco perfectamente (silencio), sé que él a mí no me ama,

pero es feliz conmigo (silencio) debes tener la suficiente sensibilidad para saber
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si tu pareja no te ama y madurez para aceptarlo y seguir adelante, creo que eso
es lo que les faltó a ustedes… O al menos a él

Ángel: Yo lo amaba (silencio), de verdad, cuando terminamos…

Raúl: Cuando lo dejaste (corrige)

Ángel: ¡Cuando lo deje! Necesitaba estar solo, tenía muchas dudas, miedos y
no lo hacía fácil. Me notaba raro, pero en lugar de darme espacio se acercaba
más y sé que quería ayudarme, pero no lo hacía y no estaba en sus manos el
poder hacerlo. (silencio) Necesitaba espacio. No pudo comprender eso. Pero lo
amaba

Raúl: ¿Cuándo cumple años?

Ángel: ¿Qué?

Raúl: ¿Cuándo cumple años Ramón?

Ángel: ¿Eso qué tiene que ver?

Raúl: 13 de diciembre ¿no? Esa es la fecha de tu cumpleaños (silencio) ¿sabes

por qué lo sé? (silencio) porque lo amo

Ángel: No sé de qué hablas

Ramón: Cuando amas a alguien todo lo que esa persona ama toma importancia
para ti y no está en nuestras manos qué tanta importancia tendrá para nosotros
esas cosas, personas o fechas

Ángel: ¿Soy importante para ti?

Raúl: Sí y mucho, por eso tenía que estar contigo (silencio), Ramón te dio
mucho, cosas que no le puede dar ya a nadie más (silencio) te cogí porque
necesitaba ver lo que te dio (silencio) y veo que te ha dado más que a mi
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Ángel: Él no me dio nada… unos calzones nada más, aún los tengo, te los puedo
dar… y usados si quieres para que me recuerdes

Raúl: Sería lindo

Ángel: ¿Neta crees todo esto?

Raúl: Sí

Ángel: Y a ti ¿qué te ha dado? (silencio) de verdad me es difícil entender lo que

dices

Raúl: ¿Por qué aceptaste coger conmigo entonces?

Ángel: Porque soy una puta (silencio) ¿no es lo que Ramón dice? Y quita esa
cara por favor, sabes que así me ha hecho quedar, cada vez que cuenta nuestra
historia dice que a la semana de terminar yo ya andaba de puta con sus amigos
(silencio), Sí, me porté muy mal y dije muchas cosas que no debí decir, pero él
también dijo muchas cosas que no debió decir, yo lo amaba. Me ayudó en
muchas cosas, enfrenté a mi papá por él, fue el primer novio que presenté a mi
familia, lo querían, pero se acabó o no sé, dudé y no pudimos arreglarlo
(silencio), ya antes había pasado, pero esta vez no pudimos continuar (silencio)
¿a ti qué te ha dado? (Raúl llora) Tienen problemas

Raúl: Hay días en los que no puedo dormir aquí… ¿aquí? ¿qué es esto? Estas
paredes, esta luz, se supone que es nuestra habitación (silencio) ¿qué somos
nosotros? Vivimos como sombras atrapados en un recuerdo… en su recuerdo
(silencio), Siempre surgen esas preguntas, no puedo estar en la habitación y él
lo nota, nos gusta coger en todos lados, la cocina, la sala, el baño, pero cuando
estamos aquí el solo ver las paredes rojas me hace preguntarme si está pensando
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en ti y él lo nota (silencio) cree que ya no quiero estar con él, hemos discutido,
pero es solo la habitación y no sé cómo decirle (silencio) necesito verlo

Ángel: Lo verás

Raúl: No hablo de él, la habitación, el balcón

Ángel: Parale con eso

Raúl: Necesito verlo

Ángel: Claro que no

Raúl: ¿De qué hablaron ese día en el balcón?

Ángel: Ya es suficiente

Raúl: Ayúdame

Ángel: Nos hicimos promesas, le prometí que seriamos felices, él me prometió

que nunca me dejaría

Raúl: Él cumplió

Ángel: ¡Yo también! (silencio) ¿y si tu plan falla?

Raúl: A mí no me ha prometido no dejarme

Ángel: ¿Y si terminan?

Raúl: ¿Cuánto tiempo crees que le tome olvidar mi cumpleaños?

Ángel: ¿Realmente crees que te escuche?

Raúl: Llevamos tres años de relación y…

Ángel: No (interrumpe) ¿por qué crees que aceptara? (silencio)

Raúl: Porque estarás tú

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Ángel: Hace años no lo veo y lo traté muy mal cuando lo dejé

Raúl: Aceptará

Ángel: ¿Por qué estás tan seguro?

Raúl: Porque no pienso aceptar un “no”, solo asegúrame que estarás ahí

Ángel: Iré

Raúl: Bien (silencio) me siento patético

Ángel: Eres un buen chico

Raúl: No te burles de mi

Ángel: No lo hago

Raúl: No me digas “buen chico” no soy un perro

Ángel: En la cama si (silencio)

Fin de la primera escena

Escena segunda (la propuesta)

Misma habitación con ropa tirada en el piso, la lampara sobre la cama

desconectada, Raúl sentado en la cama nervioso

Raúl: Por favor ¿quieres venir y hablar? (no recibe respuesta, toma la lampara
y la pone en el buró, la enciende y se dirige a apagar la luz de la habitación)

Ramón: No apagues la luz

Raúl: ¿Podemos hablar? Por favor, te amo, debes entender que lo hice por los
dos. Por favor ¿podemos hablar?

Ramón: Habla tú, yo no tengo nada que decir

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Raúl: Sé que es difícil de entender que…

Ramón: Te cogiste a mi ex (interrumpe)

Raúl: Lo hice para acercarme a ti

Ramón: Dormimos en la misma cama todos los días

Raúl: Desde hace poco ya no

Ramón: Porque tú te vas a la sala, tú, a platicar con Ángel supongo

Raúl: ¿No que no ibas a hablar?

Ramón: ¿Quieres que no hable? Porque si es así entonces pues mejor me voy

Raúl: No, escúchame, por favor (silencio). Te amo y no fue algo fácil de decidir
(evita que Ramón lo interrumpa), No miento cuando te digo que lo hice por ti,
él tiene mucho de ti, he estado mal desde que pintaste la habitación de rojo,
batallo para dormir, no se me para bien y sé que te molesta que me vaya a dormir
a la sala, pero realmente no puedo aquí, extraño dormir a tu lado

Ramón: Déjate de esa estupidez ¿de verdad crees que me voy a tragar tu
historia? No mames, te cogiste a Ángel… A mi ex, conoces nuestra historia,
sabes lo que me hizo

Raúl: No lo sé realmente

Ramón: Ah, ¿te contó la verdad? ¿La realidad sobre cómo ocurrieron las cosas?
Dime lo que pasó

Raúl: No estoy diciendo eso, me refiero a que yo no sé lo que te hizo porque yo

no estaba ahí

Ramón: Si quieres recreamos cuando me cortó

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Raúl: No dije…

Ramón: Estábamos en su carro y me dijo muchas cosas que me lastimaron

mucho

Raúl: Sí, lo sé, fuiste a terapia ¿te sigue doliendo?

Ramón: ¿Le contaste a Ángel tus motivos? (Raúl confirma con la cabeza) ¿y
qué te dijo?

Raúl: Lo aceptó

Ramón: “Lo aceptó” … Eso no es un “te creo” (silencio) y si lo fuera no me

extraña que esté igual de enfermo que tú, pero yo no, en serio no sé cómo
pensaste que yo iba a aceptar, así como así esta estupidez

Raúl: Déjame terminar (silencio), no dejo de pensar en el a través de ti, cuando

cogemos, cuando estamos en esta habitación, cuando te beso pienso en él, en si
piensas en él y era frustrante

Ramón: ¿Era?

Raúl: ¿Qué?

Ramón: Dijiste “era”, ¿ya no lo es? ¿ya no será difícil porque ya sabrás en lo
que estaré pensando?

Raúl: Déjame terminar

Ramón: ¿Qué rol fuiste?

Raúl: Ambos

Ramón: Si que se divirtieron

Raúl: Déjame terminar por favor

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Ramón: Es que no vas a poder decir algo que me haga creerte, estas muy mal,
es enfermo todo esto que estás diciendo, es ridículo, te ves ridículo (silencio).
Siento que no te conozco, jamás pensé que pudieras hacer algo así (silencio)
¿Cuándo comenzaste con estas ideas?

Raúl: Desde que me metiste en tus problemas

Ramón: Yo no tengo…

Raúl: Desde que compraste esa lampara (interrumpe), las sabanas, desde que
pintaste todo de rojo ¿crees que puedes hacer todo esto sin que nos afecte? ¿sin
que me afecte? Mejor te hubieras quedado con ese recuerdo para ti

Ramón: Perdón… no debí compartir contigo mi pasado, creí que las parejas se
compartían todo

Raúl: No lo compartiste, me arrastraste dentro de él, lo metiste a lo más

profundo de mi cabeza ¿qué harías si mientras cogemos te digo el nombre de
mi ex? ¿te gustaría que pensara en él mientras te cojo?

Ramón: Ahora tal vez me digas Ángel

Raúl: O tú a mí, solo eso te faltó

Ramón: ¿Pero qué vergas quieres?

Raúl: ¿qué pasaría si yo te hubiera pedido que en lugar de cama pusiéramos un

asiento trasero de carro igualito a donde cogí por primera vez?

Ramón: Entonces ¿por qué aceptaste que hiciera todos esos cambios?

Raúl: ¿qué querías que te dijera?

Ramón: Que te molestaba

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Raúl: ¿Y tú no pudiste tener un poco de sentido común y saber que no puedes

proyectar tus traumas de relaciones pasadas en la actual? ¿por qué recreaste la
habitación del hotel?

Ramón: No recree la habitación del hotel

Raúl: No, te falta el balcón, ¿en qué parte de la habitación debe ir?

Ramón: Estamos hablando de que te metiste con mi ex, no de la habitación

Raúl: Estamos hablando de la habitación y lo hice por ti (desesperado) Me da

miedo perderte, no dejo de pensar en que me vas a dejar, en que no soy lo
suficiente, en que no soy Ángel y me frustra. Tenía que conocerlo porque te
encargaste de meterlo en mi mente, sé todo de él, su fecha de cumpleaños, sus
gustos, sus alergias, me sé hasta el nombre de su madre (silencio). Lo conozco
mejor que a mí, sé todo

Ramón: No lo sabes todo

Raúl: Si lo sé y sé que tú lo amas ¿o me vas a decir que miento? (no recibe

respuesta) ¿miento? (silencio) ¿lo amas?

Ramón: Yo estoy contigo (largo silencio)

Raúl: Dime si lo amas

Ramón: Raúl

Raúl: Es aquí, aquí debe ir el balcón, ya puedo ayudarte a ponerlo, ya lo

compartimos todo

Ramón: ¿Qué haces? (Raúl toma la lampara y se dirige hacia una pared con la
intención de tumbarla golpeándola con la lampara, pero Ramón lo detiene
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abrazándolo por la espalda, Raúl se rinde y ambos terminan abrazados sentados

al pie de la cama, agitados y llorando)

Ramón: Perdóname (asustado) no sabía lo que te estaba haciendo, perdóname,

perdóname (lo abraza y duran un tiempo abrazados)

Raúl: Tú lo amas

Ramón: No, yo te amo a ti

Raúl: No es cierto, lo amas a él

Ramón: A ti, te amo a ti

Raúl: No quiero perderte

Ramón: No me vas a perder

Raúl: Quiero poder volver a dormir contigo

Ramón: Perdóname

Raúl: No quiero perderte

Ramón: No me perderás, lo siento, no sabía que te estaba haciendo tanto mal,

perdóname

Raúl: Yo sé lo que él fue para ti y lo que significa ahora y sé lo que siento por
ti, pero no siento lo que dices sentir por mí (silencio)

Ramón: Te amo (Silencio) perdóname, eres muy importante para mí

Raúl: De verdad lo hice porque estaba desesperado, no quiero perderte

Ramón: Ya, tranquilo

Raúl: Tenía que conocerlo

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Ramón: Pues ya lo conoces muy bien

Raúl: Y tratar de arreglar todo

Ramón: ¿Cómo?

Raúl: Quiero que seas feliz

Ramón: ¿De qué hablas?

Raúl: Hay algo que aún no te digo (silencio). Acordé una cita con él (silencio).
Para los tres en el hotel

Ramón: No

Raúl: Por favor

Ramón: No, esto no, no está bien, yo lo superé

Raúl: No es cierto

Ramón: Cállate ya, no voy a hacerlo, no

Raúl: Es por nuestro bien

Ramón: No, él ya no significa nada para mi

Raúl: Significa mucho

Ramón: No, no hables por mi

Raúl: La habitación habla por ti

Ramón: Te pido perdón por la habitación, estuvo mal que la hiciera así, pero
no, no voy a ir, es enfermo

Raúl: Ramón
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Ramón: Te juro que te perdono, nunca te voy a reclamar que estuvieras con él,
nunca, pero no voy a ir a verlo

Raúl: Amor

Ramón: Esto es muy diferente

Raúl: Ramón

Ramón: ¿Y apenas me lo dices?

Raúl: No me dejabas terminar

Ramón: ¿Los tres? Tú lo que quieres es hacer un trío, podemos buscar a alguien
más, otro chico

Raúl: Debe ser él

Ramón: ¿Por qué? Hay muchas vergas por ahí

Raúl: Sabes que…

Ramón: No (lo interrumpe, silencio) y en el hotel… ¿Él aceptó?

Raúl: Sí

Ramón: ¿Estás seguro de que va a ir?

Raúl: Me lo prometió

Ramón: ¿Así como así? ¿No le importa?

Raúl: Sí le importa

Ramón: No nos hemos visto desde que terminamos (silencio) ¿estás seguro de
hacerlo?

Raúl: Sí
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Ramón: ¿Por qué?

Raúl: Ambos lo necesitamos

Ramón: No sé qué decir

Raúl: No pasará nada malo

Ramón: ¿Por qué estás seguro?

Raúl: Porque no lo permitiré

Ramón: No lo amo

Raúl: No lo sabemos

Ramón: Pasó hace muchos años

Raúl: Ambos lo recuerdan muy bien

Ramón: Ya lo superé

Raúl: (recorre las paredes con los ojos) aún no

Ramón: Tengo miedo de lo que pueda ocurrir

Raúl: Yo también

Ramón: ¿Cómo se ve?

Raúl: Lo imaginaba un poco más alto, pero se ve bien… También está nervioso

Ramón: ¿Por qué dices?

Raúl: Se le notaba (silencio) quería fumar

Ramón: Fuma todo el tiempo

Raúl: Recordó el balcón, pero la habitación no

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Ramón: Por los cigarros

Raúl: Sí (Ramón ríe) ¿qué?

Ramón: Él no estaba nervioso, yo fui quien se puso como loco, él se veía tan
seguro

Raúl: Lo sé

Ramón: Me dijo que nunca más nos volveríamos a ver, me bloqueó de todos
lados, Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter

Raúl: Eso pasó hace mucho, trató de comunicarse contigo

Ramón: Pero yo no respondí, ¿qué tal que vamos y no va? La última vez que
nos vimos se burló de mi

Raúl: Va a ir

Ramón: ¿No puede ser aquí?

Raúl: Debe ser allá

Ramón: Pero es igual

Raúl: Aquí no hay balcón (silencio)

Ramón: Es cierto, no podemos poner el balcón aquí (ríe) es un primer piso

(carcajean hasta detenerse). Es la habitación

Raúl: ciento once, sí, ya está listo

Ramón: Uno, uno, uno, de acuerdo, pero quiero estar primero con él a solas,
necesito hablar con él, antes

Raúl: Está bien

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Ramón: Una hora

Raúl: Sí

Ramón: Después puedes llegar

Raúl: llegaré a las 11 de la noche

Ramón: Sí

Raúl: Tocaré la puerta

Ramón: Estaremos listos

Raúl: Te amo

Ramón: Yo también

Fin de la segunda escena

Escena tercera (El hotel)

Habitación del hotel, paredes color durazno, todos los muebles son iguales a los
de la habitación de Ramón y Raúl, a excepción de la lampara que tiene otra
forma y que aquí si hay un balcón con dos sillas. Ramón sentado en la cama,
pensativo, tocan a la puerta, ve la hora, va a abrir la puerta y al hacerlo aparece
Ángel

Ramón: ¿Cómo estás?

Ángel: Perdón por llegar… bien, estoy bien (corrige) quería llegar antes, pero
no pude

Ramón: No importa, ya estás aquí (lo abraza) ¿cómo estás?

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Ángel: Bien ¿y tú?

Ramón: Bien, ¿recuerdas la última vez que nos vimos?

Ángel: No ¿y tú? (Ramón niega con la cabeza)

Ángel: Fue hace mucho tiempo

Ramón: Sí, has cambiado mucho

Ángel: ¿Sí?

Ramón: Pero bien, me refiero a que te ves bien

Ángel: Gracias, yo te veo igual (Silencio) te ves joven

Ramón: Gracias (se sienta)

Ángel: Lo que sí recuerdo es que fui muy grosero cuando terminamos (silencio)
discúlpame

Ramón: No importa, ya ni me acuerdo (silencio). Mejor cuéntame lo que has

hecho en estos años

Ángel: Terminé mi carrera, (silencio). Pero no estoy ejerciendo

Ramón: ¿Quién ejerce su carrera?

Ángel: Nadie (ríen), me va muy bien, mi familia igual, todo muy bien

Ramón: ¿qué dice tu mamá?

Ángel: Ahí anda, aún te recuerda, a veces me dice que te extraña

Ramón: Pobre de ti

Ángel: Sí, lo hace por molestar, o no sé, creo te quería más que a mi
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Ramón: No, es tu mamá, yo también la recuerdo, siempre fue muy linda

conmigo (silencio) pero después de que terminamos y de que tu familia me
eliminó de Facebook ya simplemente entendí que no podía seguir hablando con
ellos

Ángel: Perdóname por eso, no debí hacer que te eliminaran

Ramón: Está bien, por mucho que me quisieran son tu familia

Ángel: Lo siento

Ramón: Yo también terminé, tengo mi consultorio

Ángel: Tú si trabajas de lo que estudiaste

Ramón: Bueno, es una carrera segura, sabes a lo que me refiero. Mi familia te

odia, o no sé, al menos mi mamá

Ángel: Lo sé, un día le pregunté por ti y me dijo hasta de lo que me iba a morir

Ramón: No le hablé mal de ti, solo que lloré mucho y te agarró rencor

Ángel: Lo sé, no te preocupes por ella, está todo bien (silencio) ¿qué?

Ramón: Nada (silencio) si soy honesto, pensé en este día muchas veces y no es
como lo imaginaba

Ángel: ¿Qué imaginaste?

Ramón: Que peleábamos, que te reclamaba por todo lo que hiciste, por todos
con los que te metiste, por escribirle a Diego, por…

Ángel: ¿Cuál Diego?

Ramón: Mmh, no importa

Ángel: No sí, ¿cuál Diego?

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Ramón: Que no importa

Ángel: ¿Diego Gálvez?

Ramón: Él

Ángel: Yo no sabía que era tu amigo

Ramón: Lo es, pero en serio no importa, fue hace mucho y sé que no te hizo
caso

Ángel: ¿Cómo que sabes que no me hizo caso?

Ramón: Te digo que lo olvides

Ángel: ¿De verdad crees que me metí con tus amigos?

Ramón: No

Ángel: ¿Entonces por qué lo dijiste a todos?

Ramón: Porque eso querías

Ángel: ¿Quién va a querer quedar como una puta sin corazón que se mete con
los amigos de su ex?

Ramón: Perdón, sé que no lo hiciste (silencio). Pero lo intentaste

Ángel: No sabía que eran amigos

Ramón: Dejemos eso… Es muy diferente (silencio). La habitación, no es como

la recordaba, no se parece en nada a lo que hice en casa

Ángel: Tal vez la remodelaron

Ramón: No

Ángel: ¿Por qué dices?

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Ramón: Porque apenas entré recordé todo, fue como si me golpeara en la cara,
nada de lo que recordaba era cierto

Ángel: El balcón es real (voltean a verlo)

Ramón: Lo único que no podía recrear (Ángel se acerca al balcón)

Ángel: No falta mucho para que llegue Raúl

Ramón: (ríe) No cambias

Ángel: ¿Qué?

Ramón: Creíste que te cite una hora antes para coger

Ángel: No

Ramón: ¿Quieres que te la mame?

Ángel: No, ¿qué tienes?

Ramón: Ahorita que llegue…

Ángel: Okay, relájate un chingo (lo interrumpe) no es mi pedo esto (silencio)

¿sí?

Ramón: ¿Ah no?

Ángel: Tú hiciste todo este desmadre

Ramón: ¿También a ti te tengo que pedir perdón? ¿vas a llorar como el culo de
Raúl?

Ángel: Wey no seas pendejo, bájale de huevos (silencio), lo hace por ti

Ramón: (ríe) Seas mamón (ríe más fuerte) ¿y tú por qué lo haces? ¿quieres
ayudarlo de verdad? No conocía este lado tuyo tan altruista
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Ángel: ¿Qué si te digo que acepté porque te quería coger de nuevo?

Ramón: Ah

Ángel: Recuerdo eso

Ramón: Cállate (se pone frente al espejo)

Ángel: Eres muy bueno en la cama

Ramón: Pensé que te daba asco (largo silencio)

Ángel: Perdóname, no debí decirte eso, fue una estupidez

Ramón: Me costó mucho verme al espejo después de eso, también estar con
alguien más en la cama

Ángel: Lo siento

Ramón: No importa ya, pasó hace mucho

Ángel: Muchas cosas las dije por tratar de alejarte

Ramón: Un “Ya no insistas” tal vez pudo funcionar (Largo silencio), perdón, es
duro

Ángel: No te preocupes, hice mal (silencio). Querías que nos viéramos una hora
antes

Ramón: Pero llegaste tarde

Ángel: Aún tenemos un poco de tiempo

Ramón: Ya no puedo hacer mucho

Ángel: Vamos a hablar

Ramón: ¿por qué aceptaste esto?

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Ángel: Porque quiero el trío

Ramón: No me digas que le creíste a Raúl

Ángel: ¿Tú no le crees?

Ramón: (Medita) Sí, platicamos, gritó y lloró, quería tumbar una pared con la
lampara, decía que iba a poner el balcón, se puso como loco, me explicó su
forma de pensar y le creí

Ángel: ¿De verdad?

Ramón: No

Ángel: Y ¿por qué aceptaste?

Ramón: Porque quería verte (silencio). No me avergüenza decirlo, Raúl lo sabe,

sabe que te amo, a nadie he amado tanto como a ti, estar lejos de ti ha sido una
tortura, nadie se compara a ti, nadie me toca como tú, ningún aroma se compara
al tuyo, tu forma de coger, solo contigo he sentido que hice el amor, recuerdo
tus gemidos, tu aliento, tu sabor (saca un separador de libros). Aún lo tengo, se
me doblo apenas en el bolso, lo guardo en un libro de poesía, en la página donde
está mi poema favorito

Ángel: Guárdalo

Ramón: ¿Lo recuerdas?

Ángel: Sí

Ramón: ¿De verdad?

Ángel: Algo, es de Kavafis

Ramón: ¿Quieres oírlo? (silencio)

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Ángel: A ver

Ramón: (Lee el poema “En la noche” de K.P. Kavafis)

Ángel: Ya guarda eso

Ramón: Quiero estar contigo

Ángel: Estás conmigo

Ramón: Solo contigo, sin Raúl, vayámonos antes de que llegue

Ángel: No, hay que esperarlo

Ramón: Quiero estar solo contigo

Ángel: Es un buen chico

Ramón: Te gusta como coge verdad (silencio). No me enojaré si lo dices

Ángel: Sí, coge muy bien (Ramón lo besa) espera

Ramón: No

Ángel: Espera (Ramón toca su entrepierna) que llegue Raúl

Ramón: Vamos a iniciar sin él

Ángel: Espera (Ramón lo besa), ya no debe tardar (quita a Ramón)

Ramón: (Molesto se levanta de la cama) ¿Qué ocurre?

Ángel: Debemos esperarlo

Ramón: Hay que iniciar nosotros

Ángel: No

Ramón: ¿Por qué? No se va a molestar

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Ángel: Hay que esperarlo (Ramón se levanta y comienza a agarrar sus cosas)

Ramón: Mejor me voy, los dejo que se queden solos

Ángel: Ramón ya cálmate (lo detiene, Ramón se va al balcón)

Ramón: No sé si quiero que te toque

Ángel: ¿De qué hablas?

Ramón: No sé si voy a poder verlo tocándote

Ángel: Lo vamos a hacer los tres

Ramón: Tú eres mío

Ángel: No soy tuyo (silencio). Tienes la misma cara que aquella vez

Ramón: ¿Cuál?

Ángel: La primera vez que estuvimos en este balcón (Ramón recuerda) incluso
la luz te da igual en el rostro (silencio)

Ramón: ¿Me amaste? aquella vez

Ángel: Era feliz

Ramón: Yo también

Ángel: ¿Recuerdas lo asustado que estabas aquella vez en el hotel?

Ramón: Sí, fue difícil, recuerdo que te dije que quería ir a la farmacia de la
esquina

Ángel: Y que yo te detuve

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Ramón: Créeme que hubiera salido corriendo por las calles si no lo hubieras
hecho (ambos ríen) … ¿Me amas? (Silencio), está bien (se levanta y sale del
balcón)

Ángel: 9 de septiembre (silencio, Ramón se detiene) nunca he olvidado tu

cumpleaños (silencio)

Ramón: Te amo (silencio) ven a la cama

Ángel: Primero necesito usar el baño

Ramón: Apúrate (Ángel entra al baño, Ramón se sienta en la cama, Raúl golpea
a la puerta de la habitación, la primera vez Ramón solo la escucha, la segunda
se levanta de la cama y camina hacia la puerta, Ángel se asoma por la puerta del
baño, la tercera Ramón pone el seguro a la puerta, Raúl se va, largo silencio,
Ramón se da la vuelta y ve a Ángel parado detrás de él) estaremos solos

Ángel: ¿por qué hiciste eso?

Ramón: Quiero estar solo contigo, vamos a la cama, tú y yo

Ángel: No (Toma sus cosas y sale de la habitación, Ramón se queda solo)

Fin del primer acto

Segundo acto

Escena primera (Las dos sillas)

Oscuro, Ramón sentado en una silla

Ramón: Hola … Gracias por venir, me alegra mucho que estés aquí, te ves muy
bien, no has cambiado nada. La verdad me es muy difícil verte, estoy muy
apenado por todo lo que pasó. Quiero que sepas que fuiste una persona muy
importante en mi vida, de verdad, me enseñaste mucho. El tiempo me ha hecho
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darme cuenta de que con nadie he sentido lo que sentí contigo, te… (Ramón se
levanta de la silla y llora, se dirige a una psicóloga que está con él). ¿podemos
parar doctora? No puedo hacerlo (silencio). Perdóneme, pero la verdad siento
que no estoy avanzando. Este ejercicio es absurdo, él no diría nada de eso, nunca
me lo dijo, ni el día del hotel. Después de esa noche todo fue muy difícil, nos
costó. Hace mucho tiempo no veía a Ángel y ese día recordé que él es el amor
de mi vida. Raúl la pasó muy mal, Ángel lo encontró en la alameda, caminando
y llorando, lo sé porque Ángel me contó. Yo pasé esa noche en el hotel, en el
balcón, viendo la luna, pensando en que lo mío con Raúl había terminado… y
también estaba molesto, sé que hice mal en no abrir, pero yo no imaginaba lo
que me iba a pasar cuando viera a Ángel y Raúl lo sabía. Estuvimos a punto de
terminar, pero vivíamos juntos, fue muy difícil hablarlo porque la casa era mía
y no podía correrlo, así como así. Estuvimos sin hablar una semana, él se
quedaba con Ángel, no me molestó (aclara). Cuando se recuperó volvió y lo
hablamos, reconoció que estaba mal y ya no volvimos a tocar el tema del trío,
ni de Ángel. Nuestra realidad es muy diferente a lo que pensamos que será la
vida al aceptar nuestra sexualidad, es difícil encontrar novio si no eres el
prototipo perfecto y cuando encuentras a ese alguien, viene la duda, nos
preguntamos si no podemos encontrar algo mejor, viene el hastío “necesitamos
un tiempo”, “hay que abrir nuestra relación para conocer a otras personas”.
Muchos chicos deciden aceptar esto y se engañan creyendo que conocen a su
pareja o que son como ellos, a muchos otros les aterra el compromiso o se
sienten “asfixiados” en una relación cuando lo que realmente pasó es que vieron
a alguien mejor. Pasamos años luchando con nosotros mismos por salir del
closet solo para entrar a una esfera en donde si no eres guapo, con cuerpo
atlético, bonito cabello, alto y con dinero, no tienes oportunidad. Debes vestir
siempre bien, sonreír y debes destruir a quienes no cumplan con estas
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características si no quieres ser tú a quien destruyan. Debes creer lo que todos

creen, pues no les gusta alguien que piense diferente. Invierten tiempo en
relaciones vacías basadas en la belleza sin importar lo que el otro lleva dentro,
hay relaciones de años que no se conocen realmente. No es fácil mostrar en
ningún momento tu vulnerabilidad, siempre debes verte “Perra”, nadie quiere
que lo vean sufriendo y aunque muchos publican en redes que son felices y que
tienen la vida perfecta, la realidad es otra. Temen a la soledad, pero no lo
admiten, todos estamos solos (Raúl y Ángel paran). Hay quienes se la dan de
“embajadores de la comunidad” y dicen apoyar, pero lo que hacen realmente es
dañar, se aprovechan de los chicos que apenas están iniciando a conocerse,
llegan a la adolescencia creyendo en el amor, la amistad y estas personas se
encargan de destruir su pensamiento. Yo no quiero formar parte de eso, hay
mucha falsedad (reflexiona). Hace un mes le fui infiel a Raúl con Ángel en el
hotel, quería enterrarlo y olvidarlo de una vez… No, la verdad solo quería
sentirlo dentro de mí, sentir su calor en mi vientre, los músculos de sus piernas
tensándose y su aliento mezclado con el mío. Tal vez sueno algo intenso, pero
no quería expresarlo de forma vulgar con usted. Me sentí pleno, me sentí
hombre, pero luego cuando fue al baño tomé su celular y vi que él y Raúl tienen
una relación, me engañan, todo se derrumbó, me llené de coraje y de tristeza,
me sentí muy mal en ese momento ¿qué estoy haciendo? ¿cómo le voy a
reclamar si estoy haciendo lo mismo? (ríe) al final el trío tal vez hubiera sido lo
mejor, no sé si Ángel ya le contó que estuve con él (silencio). No sé lo que estoy
haciendo. Desde hace un mes que supe todo eso reviso el celular de Raúl y hoy
se van a ver, Raúl me dijo que se va a quedar a dormir con su hermana, pero
irán al hotel Torreón. Mañana terminaré con Raúl, no le diré que sé todo, no lo
puedo culpar, yo lo arrastré dentro de esto, dentro de la habitación… pero ya es
decisión de él quedarse ahí, yo quiero dejarla. (silencio, llora) aunque deba dejar
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a Ángel también, me conformo con haberlo tenido una vez más, aunque sé que
no me ama, ese día pude sentir que sí y con eso me quedo. He cometido errores
muy grandes, pero ¿Quién no lo ha hecho? No me arrepiento de nada, todos
estamos rotos, todos tenemos grietas que nos lastiman y acomplejan, pero eso
nos vuelve más humanos, más reales (reflexiona). No me puedo enojar con ellos
(llora), no sé qué pensar, quiero estar tranquilo y ser feliz, dejar todo eso atrás…
Aún la recuerdo color rojo, aunque sé que no es así. Vivo en un recuerdo
inventado, no sé por qué mi mente se niega a ver la habitación de otro color,
todo es falso… menos el balcón, me queda el balcón (reflexiona). Mañana
terminaré con Raúl y no sé si después de esto quiero tener otra relación, pero
algo que tengo claro es que debo decir “No” si algo no me parece y si la persona
que esté conmigo lo entiende bien y si no… (largo silencio) debí decir no
(oscuro).

Fin de la primera escena del segundo acto

Escena segunda (La mentira)

Una habitación roja con una cama, un buró y una lampara de luz blanca, un
espejo y dos puertas (una para el baño y la otra de la entrada). Ramón entra y
Raúl se prepara para irse.

Raúl: Ya me voy amor (No recibe respuesta) llego mañana temprano bebé

Ramón: Cuídate mucho (Ramón se sienta en la orilla de la cama)

Raúl: Ramón (Ramón voltea a verlo) me gusta mucho tu nombre (Ramón

sonríe) tal vez así le pongamos a nuestro hijo

Ramón: ¿Qué estás diciendo?

Raúl: Bueno, en caso de que adoptemos

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Ramón: Se te va a hacer tarde, tu hermana debe estar esperándote (Se levanta y

entra al baño)

Raúl: ¿Estás bien amor?

Ramón: Sí

Raúl: ¿En serio?

Ramón: Sí, no te preocupes

Raúl: ¿Quieres salir del baño?

Ramón: Sí amor, ya voy

Raúl: Amor ¿puedes venir?

Ramón: Ya voy

Raúl: Quiero despedirme

Ramón: (Sale) Listo

Raúl: ¿Estabas llorando?

Ramón: No

Raúl: Te conozco, tienes los ojos rojos

Ramón: No, no es nada, tuve un sueño muy raro, estaba en mi casa, no esta,
siempre sueño con una casa a la que veo como mi hogar. En el sueño yo estaba
construyendo un jardín, plantaba un árbol e inmediatamente crecía y eso hacia
que el jardín creciera, de pronto había un lago, tortugas, aves diferentes,
mientras más plantaba arboles más crecía, luego se hizo de noche y yo estaba
dentro de la casa a oscuras, una gran tormenta llegó y hacia mucho ruido, las
paredes retumbaban, trataba de protegerme, luego amaneció, salí al jardín y
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todo estaba destruido, la tormenta destruyó todo, intenté arreglarlo pero no

pude, no se puede ir contra la naturaleza (silencio) y me resigné, luego salieron
tortugas, aves y arañas a intentar morderme y fue cuando desperté

Raúl: Ay bebé, fue solo un sueño

Ramón: Sí

Raúl: No le des importancia

Ramón: Sí, fue solo un sueño, estoy bien

Raúl: ¿De verdad?

Ramón: No te preocupes

Raúl: Te amo

Ramón: Y yo a ti

Raúl: No sé qué haría sin ti

Ramón: Amor, tu hermana te espera

Raúl: ¿Estarás bien solo?

Ramón: Sí, podré leer tranquilo

Raúl: Me voy amor (lo besa en la frente) te amo

Ramón: Olvidas tu celular

Raúl: Es cierto, gracias bebé

Ramón: Maneja con cuidado (Raúl sale) no olvides comprar condones (se sienta
en la cama, vuelve Raúl)
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Raúl: ¿Por qué dijiste lo de los condones? (silencio) Ramón ¿por qué dijiste
eso? (silencio) ¿no vas a hablar?… ¿desde cuándo lo sabes? (silencio) Ramón,
háblame, dime lo que sabes, amor ¿de verdad no vas a hablar? (silencio) Estoy
cansado de seguir así, pregúntame lo que quieras y te lo responderé (silencio),
amor… debí decirte todo esto antes, tal vez no debí hacerlo así (silencio), pero
ya es tarde y ya está hecho, no lo voy a negar (silencio). Amor, dime lo que
sabes… esto se puede resolver (silencio), está bien, pero debes saber que lo hice
por nosotros, sí, suena estúpido pero… él nos quiere, yo no pensé que podría
pasar, ni él, pero pasó, lo hice para que él estuviera contigo (silencio), sé que lo
hicieron, yo le pedí que lo hiciera contigo, esperaba poco a poco poder
convencerte de… que aceptaras (silencio, Ramón se levanta, camina hacia la
puerta, Raúl intenta detenerlo), por favor, te amo, te amo, te amo (Ramón se
encierra en el baño) ¿no vas a perdonarme? Lo hice por nosotros, intenté estar
bien, pero no se puede contigo, eres orgulloso, crees que eres mejor que yo,
mejor que Ángel, pero no lo eres, no eres mejor que nadie, nadie es perfecto, te
pedí que me escucharas y no quisiste, ya no lo voy a hacer, si quieres que
terminemos está bien, aquí termina todo, pero no olvides que te amo y que si
hice esto, bueno o malo lo hice por querer estar bien, por querer tener algo
bonito contigo, perdón por fallar y perdón por haberte lastimado, mi intención
no era esa, lo siento (Raúl sale de la casa)

Fin de la segunda escena del segundo acto

Escena tercera (ciclo)

Habitación del hotel, paredes color durazno, todos los muebles son iguales a los
de la habitación de Ramón y Raúl, a excepción de la lampara que tiene otra
forma y que aquí si hay un balcón con dos sillas. Ángel entra y jala hacia dentro
de la habitación a Raúl, se acarician mientras caminan hacia la cama (La escena
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es una mezcla entre el recuerdo de la primera vez de Ramón y Ángel y el último

encuentro entre Ángel y Raúl)

Ángel: Voy al baño (Raúl se acuesta) me gustó mucho la obra amor (su voz se
escucha desde el baño)

Ramón: Ni me la recuerdes, siento aún algo atorado en el pecho

Ángel: ¿Estás bien? (se asoma por la puerta)

Ramón: Sí, solo que fue muy fuerte y real (silencio), me recuerda a un poema
(camina hacia el balcón)

Ángel: Lamento lo que pasó, pero sabíamos que era una posibilidad muy grande

Raúl: Lo lastimé

Ángel: Se recuperará

Raúl: Pero

Ángel: El tiempo todo lo cura

Raúl: ¿Qué tanto haces en el baño?

Ángel: Ya estoy, estaba lavándome los dientes (entra a la habitación) me gustó

mucho la cena (busca en la habitación a Ramón) ¿amor? ¿dónde estás?

Ramón: Aquí (desde el balcón)

Ángel: ¿Qué haces ahí?

Ramón: Recordé un poema con la obra

Ángel: ¿Qué poema?

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Ramón: Uno muy triste de Kavafis (Lee el poema “En la noche” de K.P.
Kavafis)

Ángel: Suena triste

Ramón: Me puso sensible, me hizo pensar

Ángel: ¿En qué?

Ramón: En que no sabemos cuánto dure

Ángel: ¿Qué?

Ramón: Lo nuestro

Ángel: ¿Por qué piensas en eso?

Ramón: Porque me da miedo perderte

Ángel: Pero es tonto, apenas llevamos una semana

Ramón: No, ahora nos tenemos, pero tal vez mañana no

Ángel: ¿Qué dices? (aguanta la risa)

Ramón: No te rías (los dos ríen)

Ángel: Bebé deja de pensar en eso, estamos aquí, nada malo va a pasar

Ramón: Creo que quiero salir

Ángel: No amor, mírame, tranquilo

Ramón: Quiero ir a la farmacia

Ángel: A ver ¿a qué?

Ramón: A comprar algo

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Ángel: Amor tranquilo

Ramón: Voy rápido, está en la esquina

Ángel: Estás nervioso (lo toma y comienza a bailar, Ramón lentamente va

cediendo), es nuestra primera vez, entiendo, pero tranquilo, todo va a estar bien

Ramón: Quiero ir al baño

Ángel: Vamos (caminan en trenecito al baño, al entrar Ramón saca del baño a
Ángel, esta saca de su bolsillo un cigarro y se dirige al balcón, está a punto de
prenderlo, Ramón se asoma desde el baño)

Ramón y Raúl: No vas a fumar

Ángel: Está bien, no fumo

Raúl: Lo voy a extrañar

Ángel: Lo superaras

Raúl: ¿Cómo lo hiciste?

Ángel: No lo sé

Raúl: De verdad

Ángel: No fue esa persona

Raúl: ¿Quién es?

Ángel: No lo sé aún, tal vez tú

Raúl: Si tan solo hubiera aceptado

Ángel: Él no es así

Raúl: Lo sé, me duele

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Ángel: Pasará

Raúl: Lo lastimé

Ángel: Todos estamos rotos, todos cargamos con dolores diferentes y andamos
buscando la felicidad, si tú no pudiste darle felicidad, él debe seguir buscando
y tú también, en la búsqueda uno se corta, se raspa, eso nos vuelve bellos…
quiero ir a fumar (se levanta con un cigarro y se va a fumar al balcón)

Ramón: Amor (desde el baño, ahora se incluye un recuerdo entre Ramón y

Raúl), quiero pintar la habitación

Raúl: ¿De qué color?

Ramón: Rojo

Raúl: ¿Rojo?

Ramón: Sí, ¿qué te parece?

Raúl: Raro, pero si es lo que quieres

Ramón: Sí, lo veo rojo

Raúl: Luego lo hablamos (silencio), hay que dormir

Ramón: Sí, ya es tarde

Raúl: Hasta mañana, te amo

Ramón: Hasta mañana (Se ilumina a Ángel en el balcón)

Ángel: (Recita el poema “En la noche” de Kavafis desde el balcón)

Ramón: Ya ven a la cama amor

Ángel: Ven tú, estoy fumando (Ramón se acerca al balcón, ve fumar a Ángel)
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Ramón: ¿Dejarías de fumar por mí? (Ángel sonríe)

Ángel: ¿De verdad?

Ramón: Sí

Ángel: No sé ¿por qué me quieres cambiar? Yo no te cambiaria nada

Ramón: Te amo, nunca te dejaré

Ángel: ¿De verdad?

Ramón: Te lo prometo

Ángel: Me siento muy bien contigo, vendrán cosas buenas para los dos

Ramón: Te amo (se besan).

Oscuro

Fin.

Juan Francisco Pérez Cacho