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Capitulo segundo ética para Amador Savater.

ORDENES, CAPRICHOS y COSTUMBRES.


en este segundo capitulo nos habla muy claramente acerca de tres cosas que comúnmente
realizamos en nuestra vida cotidiana.
Una orden también puede significar un mandato o solicitud impositiva de alguna cosa.
Una costumbre es una Manera habitual de obrar una persona, animal o colectividad,
establecida por un largo uso o adquirida por la repetición de actos de la misma
especie.
Un capricho es una idea o propósito que uno forma arbitrariamente, fuera de las reglas
ordinarias y comunes, sin razón. 
El autor nos explica que los seres humanos tenemos diferentes intereses, y por ellos
hacemos cosas para cumplir nuestros objetivos, y nos deja en claro que los seres
humanos no podemos cambiar las cosas las cuales ya están destinadas hacer por su
propia naturaleza, pero lo que si podemos decidir es algo que nos conviene hacer de
cierta manera o no, y al tener que tomar una decisión nos preguntamos si habrá otra
manera de hacerlo.
Nos hace algunas comparaciones con animales, que a diferencia de ellos podemos elegir
nuestra forma de vida, ya que los animales no tienen esa libertad, y la forma de
hacer esas cosas son de mero instinto por el echo de que ya están programadas para
realizar ciertas tareas y no lo pueden cambiar.
Pongo un claro ejemplo…. los perritos que cuando los compramos o los adoptamos, ellos
no deciden si se van o se quedan, solo se dejan llevar por lo que esta pasando.
no siempre está claro qué cosas son las que nos convienen. Aunque no podamos elegir lo
que nos pasa, podemos en cambio elegir lo que hacer frente a lo que nos pasa. Cuando
vamos a hacer algo, lo hacemos porque preferimos hacer eso a hacer otra cosa, o porque
preferimos hacerlo a no hacerlo.
A veces las circunstancias nos imponen elegir entre dos
opciones que no hemos elegido: vamos, que hay ocasiones en que
elegimos, aunque preferiría no tener que elegir.

Sólo disponemos de cuatro principios de la moral:

1. El filosófico: haz el bien por el bien mismo, Por respeto a la ley.


2. El religioso: hazlo porque es la voluntad de Dios, por amor a Dios.
3. El humano: hazlo porque tu bienestar lo requiere, por amor propio.
4. El político: hazlo porque lo requiere la prosperidad de la sociedad de la que formas parte,
por amor a la sociedad y por consideración a ti (Lichtenberg, Aforismos).
No hemos de preocupamos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente;
porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente de tu
alma. La vida es larga si es plena; y se hace plena cuando el alma ha
recuperado la posesión de su bien propio y ha transferido a sí el dominio de sí
misma» (Séneca, Cartas a Lucilio).

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