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Ética para Amador es un libro del escritor y filósofo vasco Fernando

Savater publicado en 1991.

Es un ensayo filosófico coloquial que el propio autor dedica a su hijo


Amador de 15 años. Aunque es un libro destinado a adolescentes, también
está recomendado a lectores adultos por sus innumerables enseñanzas.

Ética para Amador podría resumirse en “el arte de vivir o el saber vivir”.
Es importante tener ética en la manera que vivimos para que nuestras
decisiones tengan los mejores resultados para la humanidad que
queremos, teniendo en cuenta las contradicciones que la vida humana nos
entrega porque tenemos lo que los demás animales no tienen: libertad.

Pero, ¿qué es la libertad? ¿Somos libres de decidir lo que nos pasa? ¿Qué
importancia tiene la ética?

Entendamos, a continuación, las cuestiones más relevantes planteadas en


este texto.

Resumen por capítulos


El libro consta de 9 capítulos más un prólogo y un epílogo, en los cuales, el
autor intenta reflexionar sobre algunas cuestiones éticas de la sociedad,
desde qué es la libertad hasta qué debemos hacer para llevar una vida
plena.

Capítulo 1: De qué va la ética

Este capítulo arranca con la reflexión del autor en lo que se refiere a los
conocimientos. Señala que hay ciertas ramas del conocimiento que
podemos decidir aprender o no y que es posible vivir ignorándolas. Sin
embargo, alude a que existe un saber que es imprescindible, este es el
conocer aquello que nos conviene (lo bueno) o no (lo malo). Asimismo,
apunta que el hombre, a diferencia de los animales, tiene libertad de
elección a la hora de responder ante lo que le sucede.

Capítulo 2: Órdenes, costumbres y caprichos

Aquí se expone la diferencia entre órdenes, costumbres y caprichos. El


autor afirma, a lo largo de este capítulo, que no podemos elegir lo que nos
pasa pero si cómo hacer frente a ello. Mientras que las órdenes y
costumbres son impuestas. Los caprichos surgen de nuestro interior.

Capítulo 3: Haz lo que quieras

En esta parte del libro, Savater habla sobre la libertad, tema del que se
encarga la ética. La libertad no consiste solo en la toma de decisiones sino
que también hay que tener en cuenta aquello que se está diciendo. Aquí
expone que una orden o una costumbre no tienen por qué ser buenas,
tampoco tiene por qué serlo un capricho. Para determinar si algo es bueno
o malo es necesario el razonamiento.

Capítulo 4: Date la buena vida

Este capítulo parte de la pregunta: ¿qué debo hacer? El autor afirma que
esta respuesta deberíamos buscarla en nosotros mismos, en nuestro
interior, sin necesidad de preguntarle a nadie. También analiza el
significado del enunciado “Haz lo que quieras”.

Capítulo 5: ¡Despierta, baby!

Aquí, Fernando Savater reflexiona sobre las cosas materiales y la


importancia que les damos. Asimismo, indaga en la complejidad que
supone vivir y la necesidad de tratar a las personas como tal y no como
objetos.

Capítulo 6: Aparece Pepito Grillo

El capítulo seis arranca explicando la etimología de la palabra “imbécil”.


Pues, el autor afirma que no debemos ser imbéciles, pero no atiende al
significado despectivo del término. Para ello, establece diferentes
categorías del imbécil. Según el autor, debemos ser conscientes y
responsables de nuestros actos.

Capítulo 7: Ponte en su lugar

En esta parte, Savater explica que una de las cosas de las que se encarga la
ética es de “cómo vivir la vida”, también de cómo es la convivencia entre
humanos. El autor afirma que la convivencia entre personas no es sencilla
pero, la clave está en saber comprender y tratar al prójimo. Es decir, la
empatía es fundamental.
Capítulo 8: Tanto gusto

En este capítulo se expone el tema de los placeres innatos en la especie


humana y de cómo, generalmente, se identifican con la palabra
inmoralidad. Asimismo, estos suelen ser un tema tabú en la sociedad.

Capítulo 9: Elecciones generales

El libro concluye con una reflexión que diferencia ética y política. Mientras
que la ética se centra en los individuos en particular, la política abarca la
sociedad en su conjunto.

Análisis del libro Ética para Amador


Una de las características que llaman la atención de este libro es su
carácter epistolar. Asimismo, como el autor indica, no es un manual, sino
una carta a un adolescente que presenta un lenguaje directo y ameno.

Cada capítulo termina con algunas citas de autores sobre el tema tratado y
se sugiere como referencia bibliográfica. Algunos de ellos son: Gargantúa
y Pantagruel de François Rebelais, Jean Paul Sartre, Ética de Baruch
Spinoza, Utopía de Tomás Moro, Homero, El arte de amar de Erich Fromm
etc.

Fernando Savater aclara que él no pretende enseñar a vivir con este libro.
Para ello, el autor sostiene que vivir no es una ciencia exacta y que la
vida tiene una medida personal. Veamos, a continuación, algunas ideas
destacadas del libro.

También puedes leer: El arte de amar de Erich Fromm

Sobre la libertad

¿Qué nos distingue de los demás animales? Entre otras cosas, la libertad de
decidir. Como seres humanos no solo disponemos de un camino a seguir,
sino de más. No somos automáticos pues, según el autor, “tenemos la
opción de decidir “sí” o “no”, quiero o no quiero”.

Así, el autor hace dos especificaciones sobre la libertad:


1. No podemos elegir lo que nos pasa: no podemos hacer todo lo que
queramos, así como tampoco somos libres de elegir lo que nos pasa,
pero sí somos libres para responder o actuar de una determinada
forma ante lo que nos sucede.
2. La libertad no significa omnipresencia: libertad no es conseguir
todo lo que uno quiere (omnipotencia) sino, más bien, la voluntad de
elegir dentro de lo posible.

En definitiva, tenemos la libertad de inventar y de elegir, pero también de


equivocarnos. Porque equivocarnos es humano y parte del proceso para
‘conocerse a sí mismo’, como ya decía el famoso aforismo griego sobre la
sabiduría.

Lee más sobre el aforismo: Conócete a ti mismo.

Las órdenes, las costumbres y los caprichos

Savater nos invita a diferenciar los 3 motivos básicos que nos hacen
actuar: las órdenes, las costumbres y los caprichos.

Las órdenes son motivos movidos por un castigo o recompensa.


Las costumbres, se realizan sin pensar y de manera casi automática y,
finalmente, los caprichos vienen con la ausencia de un motivo,
simplemente porque se desea.

Si atendemos a esta cuestión, vemos que la libertad de elección puede ser


relativa pues, estos motivos demuestran que algunas de nuestras
elecciones pueden tener repercusión en nuestro entorno. Asimismo, las
elecciones que los demás ejerzan sobre nosotros, también repercuten en
nuestra felicidad o infelicidad.

Por ejemplo, si en una familia la costumbre es que todos sus miembros


estudien filosofía y uno de ellos lo hace por costumbre y no tiene opción de
elegir ¿Va a ser feliz?

O, por el contrario, si decide estudiar lo que realmente le gusta sin atender


a las órdenes de su familia, ¿no indignará este hecho a sus antepasados?

Está claro que cada decisión que tomemos va a tener una repercusión, la
clave está en reflexionar lo que sea más conveniente.
El autor también hace una referencia aquí del libro Ética a Nicómaco de
Aristóteles, para aludir a nuestro poder de elección:

Tanto la virtud como el vicio están en nuestro poder. En efecto, siempre que
está en nuestro poder el hacer, lo está también el no hacer, y siempre que está
en nuestro poder el no, lo está el sí, de modo que si está en nuestro poder el
obrar cuando es bello, lo estará también cuando es vergonzoso, y si está en
nuestro poder el no obrar cuando es bello, lo estará, asimismo, para no obrar
cuando es vergonzoso.

También te puede interesar: Ética de Aristóteles

El valor de las decisiones

“¿Por qué hago esto?” El autor afirma que detrás de este interrogante, que
todos deberíamos hacernos, se esconden una infinidad de preguntas más
como “¿por qué obedezco lo que me mandan?”.

¿Debemos vivir basándonos en las elecciones que otros elijan por


nosotros? ¿Es una acción buena por el hecho de ser una orden o una
costumbre?

Savater propone deliberar sobre las decisiones que tomamos o que toman
por nosotros para ver si, efectivamente, nos convienen o no.

En este sentido, según el autor, la ética nos enseña a “reflexionar sobre por
qué consideramos los comportamientos como válidos”.

¿Podemos hacer lo que queramos?

El autor atiende al significado que hay detrás de la frase “Haz lo que


quieras”. A menudo, para tomar decisiones nos ponemos al servicio de lo
que digan los demás o dejamos que otros tomen la decisión por nosotros
pero, ¿realmente es lo que queremos?

El mejor camino es, en este caso, preguntarnos a nosotros mismos lo que


queremos, pues, es la mejor forma de hacer uso de nuestra libertad.
Debemos decidir qué hacer con nuestra vida pues:

No se trata de pasar el tiempo, sino de vivirlo bien


Sin embargo, para buscar la “buena vida” no debemos olvidar que el ser
humano necesita una sociedad y cultura para desarrollarse, también de las
relaciones que establece con el resto de miembros de la sociedad.

Es por ello que en la búsqueda de la “buena vida” o de la “felicidad”


individual también debe estar la del resto. Pues, según el autor, “para que
los demás puedan hacerme humano, tengo yo que hacerles humanos a
ellos”.

Egoísmo y empatía

El ser humano a veces es egoísta y piensa en sí mismo sin importarle el


resto, incluso actúa en beneficio propio aunque ello suponga una molestia
para otros.

Sin embargo, somos seres conscientes y responsables y, a menudo,


nuestros actos “incorrectos” aparecen en forma de remordimientos o
como el autor indica, emerge nuestro “Pepito Grillo” y no nos deja
tranquilos.

En definitiva, tenemos la libertad de tomar decisiones pero hay que ser


responsable porque nuestros actos pueden llegar a perjudicar a otros.

¿Y cómo sé si una decisión no va a perjudicar? En este caso, lo mejor es


“ponerse en el lugar del otro”, es decir, ser empáticos.

Ética y política

Es necesario que existan una serie de pautas de tolerancia para que haya
diversidad cultural y no crímenes impuestos por un gobierno o una
autoridad.

En este sentido, la política es indispensable para establecer un orden cívico


y, aunque algunos políticos tengan mala fama y carezcan de ética, esta
también es necesaria.

Aquí, el autor establece el objetivo común de la ética y la política que es el


de “vivir bien”. Sin embargo, mientras que la ética se centra en analizar y
decidir sobre lo más adecuado para vivir lo mejor posible, la política
intenta buscar lo mejor para convivir en sociedad.

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