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UNIVERSIDAD JUAREZ AUTONOMA

DE TABASCO
DIVISIÓN ACADÉMICA DE CIENCIAS
BÁSICAS

“DE LA ANTIGÜEDAD A JOHN DALTON”

ASIGNATUR
A
QUÍMICA
GENERAL

PROFESOR
ERIKA MADELEYNE RAMOS
RIVERA

PRESENTA
OLIVIA FLORES LUNA
GRETHEL SUSANA PÉREZ COLLADO
ALDO DANIEL GALICIA CONTRERAS
NANCY MAYBET GARCÍA
DOMÍNGUEZ

AGOSTO 2019

CUNDUACÁN, TABASCO,
MÉXICO
DE LA ANTIGÜEDAD A JOHN DALTON
La Química es una de las ciencias más jóvenes. Se tardó en conocer lo que sería la labor
propia de la Química, esto es, la investigación de las propiedades de las sustancias y de sus
transformaciones recíprocas. A este punto no se llegó hasta el siglo XVII, época en que
surgió la Química propiamente dicha como ciencia autónoma, y a partir de la cual puede
reivindicar su propia historia.

Edad Antigua (desde la antigüedad hasta el siglo IV d. de C.)


Los principales indicios datan de los primeros nativos que, por supuesto, no tenían
conocimiento de la Química como tal, pero la utilizaban de forma rudimentaria al emplear
las plantas como colorantes para obtener sustancias medicinales, obtenían bebidas
alcohólicas fermentando maíz, y otros usos muy elementales, que significaron la semilla
que, al fructificar, dio lugar a una de las ciencias que ha prestado gran ayuda al desarrollo
de la civilización.
Entre los chinos, cuya cultura se remonta hasta 3 000 años a. de C., se perfeccionó la
alfarería hasta la fabricación de la porcelana. También en esta época, a partir de la caliza
natural, se obtuvo muy pronto por combustión la cal; junto a la sal común extraída desde
los tiempos primitivos del agua del mar o de salinas por evaporación de éstas al sol.
Se conocía ya desde remota antigüedad la sosa, que se presenta en estado natural en
Egipto y la potasa, obtenida de las cenizas de la combustión de ciertas plantas.
La sal común desempeñó un papel muy importante en la momificación de los cadáveres.
En tumbas cercanas a la pirámide de Kéops se han encontrado vasijas de alabastro
herméticamente cerradas que proceden de 3 000 años a. de C. y que contienen aún lejía
de sosa al 3 %, inalterable.
El teñido es una de las industrias más antiguas, se utilizaban jugos vegetales y animales
para teñir las telas. También existían colorantes minerales o pigmentos como el blanco de
plomo, el minio, el lapislázuli, ocre y otro. La estibina pulverizada era la sombra de ojos de
las egipcias. Ungüentos y aceites aromáticos eran extraídos de las grasas animales y
vegetales. Se obtenía almidón de los granos de trigo.
La fabricación de cerveza era una especialidad de los egipcios, celtas y germanos. Más
antigua que la fabricación de cerveza es la fabricación de vino con mosto de uva; aparece
en un relato bíblico de cómo un día se embriagó Noé. También se fabricaba vinagre; no
faltaban remedios para la expulsión de lombrices y tenias.
El mayor adelanto de la fase primitiva del desarrollo de la humanidad fue el
descubrimiento y el uso del fuego. Hay estudios que datan que el hombre aprendió a
controlar el fuego hace 790000 años. Los primeros usos de este descubrimiento
proporcionaron luz, calor y también yesca que se podía utilizar para encender más fuegos
tras producir sobre esta una chispa por frotamiento de alguna piedra o produciendo
rozamiento con el tronco de una rama. Las reacciones de combustión fueron las primeras
en dominar nuestros ancestros.

Alquimia
Se cree que la Alquimia se convirtió en Química en alguna fase de su desarrollo. Sin
embargo, esta hipótesis es demasiado simple y además equivocada. Lo cierto es que una
parte de la Alquimia se convirtió, con pocas modificaciones, en una parte de la Química:
dicha parte es, más concretamente, la técnica de laboratorio; sin embargo, las bases
conceptuales, los propósitos y los objetos de estudio son diferentes.
En Egipto el saber químico estaba íntimamente ligado con el embalsamado de los muertos
y el ritual religioso. Para los egipcios, la fuente de todo conocimiento era Thot, el de la
cabeza de ibis, dios de la sabiduría. Los griegos, impresionados por la altura de los
conocimientos de los egipcios, identificaron a Thot con su propio Hermes y aceptaron una
buena dosis de misticismo.
en el curso del siglo XVII la alquimia entró en franca decadencia, y en el XVIII se
transformó en lo que hoy llamamos Química.

Doctrina atomista
filósofos griegos mantenían el debate sobre la divisibilidad de la materia. El espíritu de la
investigación experimental de la naturaleza no se desarrolló tanto como el pensamiento
lógico puro. Ellos se hacían la pregunta: de qué está formado el mundo; con la respuesta a
esta pregunta creían que se resolverían todos los enigmas de la existencia y de los
fenómenos de la naturaleza.
Tales de Mileto explicaba que el agua era el elemento original de todas las cosas (año 600
a. de C.); de ella, todo procedía, a ella, todo regresaba, mientras que Anaxímenes
explicaba el aire como verdadera esencia fundamental por cuya condensación debían
surgir todas las cosas.
Pitágoras de Samos (siglo IV a. de C, vio en el número la fuerza elemental que da vigor a
todas las cosas. En primer lugar, por el número se crean la forma y la armonía. El acierto
de esta intuición resulta de una claridad particularmente penetrante a la luz de las nuevas
ideas sobre la ordenación de los electrones en la configuración del átomo.
El jonio Leucipo parece que fue el primero en poner en tela de juicio la suposición
aparentemente natural que afirma que cualquier trozo de materia, por muy pequeño que
sea, siempre puede dividirse en otros trozos aún más pequeños. Leucipo mantenía que
finalmente una de las partículas obtenidas podía ser tan pequeña que ya no pudiera seguir
dividiéndose.
Su discípulo Demócrito afincado en Abdera, ciudad al norte del Egeo, continuó en esta
línea de pensamiento. Llamó átomos, que significa «indivisible», a las partículas que
habían alcanzado el menor tamaño posible. Esta doctrina, que defiende que la materia
está formada por pequeñas partículas y que no es indefinidamente divisible, se llama
atomismo.
Demócrito supuso que los átomos de cada elemento eran diferentes en tamaño y forma, y
que eran estas diferencias las que conferían a los elementos sus distintas propiedades. Las
sustancias reales, que podemos ver y tocar, están compuestas de mezclas de átomos de
diferentes elementos, y una sustancia puede transformarse en otra alterando la
naturaleza de la mezcla. Todo esto tiene para nosotros un indudable aire de modernidad,
pero no debe olvidarse que Demócrito no apeló a la experimentación para corroborar sus
afirmaciones. (Los filósofos griegos no hacían experimentos, sino que llegaban a sus
conclusiones argumentando a partir de los «primeros principios».)

Edad de los Metales (500 a 100 a.n.e.)


Fueron sólo siete los metales conocidos durante la Antigüedad y la Edad Media; se
conocieron el estaño, el plomo, el mercurio, el hierro, el cobre, el oro y la plata
representando aproximadamente la décima parte de los metales que existen; ellos fueron
considerados como símbolos terrenales de los siete cuerpos celestes: el sol, la luna y cinco
planetas. La industria de la cerámica floreció en Italia y en el vidriado de las vasijas de
arcilla fabricadas allí, con la tierra sellada se ha encontrado ácido bórico.
El nitro fue conocido en la antigüedad y fue empleado por los chinos para la preparación
de los compuestos precursores de la pólvora. El alumbre que se presenta en la naturaleza
fue utilizado para el curtido de pieles y otros fines. Aparte de los siete metales y el
carbono, en la Antigüedad y en la Edad Media no se conoció más elemento que el azufre;
ya Homero cita el empleo del azufre ardiendo para fumigar.

Los cuatro elementos (350 a.n.e.)


La doctrina de los elementos proviene en su origen del examen de la bóveda celeste y se
basa en la hipótesis de los antiguos babilonios de que todo lo terrestre debe considerarse
como un reflejo de lo celeste. Fue desarrollada a mediados del siglo V por Empédocles.
Según ellos, a los cuatro planetas en el cielo corresponden en la tierra cuatro sustancias
fundamentales, con las cuales se ha constituido el mundo, ellos son: fuego, aire, agua,
tierra. Mediante las dos fuerzas fundamentales, el amor y el odio se unen y separan
alternativamente, causando con ello la variación constante.
Ellos planteaban que las sustancias estaban constituidas por unidades indivisibles
pequeñísimas, no perceptibles por los sentidos; estos átomos se diferenciaban unos de
otros en forma y tamaño, y chocan, se unen y se separan sometidos sólo a la ley natural, a
la ciega necesidad. También el espíritu y el fuego están, según ellos, formados por átomos.
Otros filósofos planteaban que estos átomos no se hallaban sometidos a una ley natural
ciega, sino a una razón divina.
La filosofía de Aristóteles no tuvo que ver con los átomos, ya que ellos aceptaban el
principio de que la división de la materia podía continuar hasta el infinito, por lo que no
podían admitir la existencia de partículas indivisibles. Él pretendía resolver los problemas
de la naturaleza por medio de reflexiones puramente mentales (deducción) y despreció el
método inductivo. A los cuatro elementos arriba mencionados, agregó el éter, que más
tarde sería la quinta esencia.
Para Aristóteles existían cuatro propiedades fundamentales, de las que cada dos se
oponen entre sí: seco - húmedo, frío - caliente. A todos los elementos corresponden una
de cada par, así un elemento seco y frío = tierra; húmedo y frío = agua; seco y caliente =
fuego; húmedo y caliente = aire. Las restantes propiedades están condicionadas por las
propiedades principales. Esta idea de la transmutación de los elementos por intercambio
de las propiedades es el fundamento teórico de los penosos esfuerzos de los alquimistas.

Ÿabir Ibn Hayyán


Ÿabir describió los métodos perfeccionados para la evaporación, filtración, sublimación,
fusión, destilación y cristalización. Detalla cómo se preparan muchas sustancias químicas,
por ejemplo, el cinabrio (sulfuro de mercurio), el óxido de arsénico y otros. Conoció el
procedimiento para obtener vitriolos, alumbres, álcalis, sal amoníaco y salitre casi puros,
así como el llamado «hígado» y «leche» de azufre, calentando el azufre con un álcali y
cosas análogas. Preparó perfectamente el óxido de mercurio puro y el sublimado, así
como acetatos de plomo y otros metales, algunas veces cristalizados. Conoció la
obtención del ácido y ácido sulfúrico en crudo, así como la mezcla de ambos (el agua
regia) y la solubilidad del oro y de la plata en esta clase de ácido. Una nueva sustancia
química, desconocida para los griegos, que aparece en los trabajos de Ÿabir, es la sal
amoníaco.
Ÿabir Ibn Hayyán sugirió la idea de que «si el átomo pudiera ser dividido podría liberar una
fuerza suficiente para destruir una ciudad del tamaño de Bagdad», lo cual fue el primer
anticipo de la teoría atómica desarrollada a partir de John Dalton (1766-1844) hasta Albert
Einstein (1879-1955).

René Descartes
En 1637 el filósofo, matemático y físico francés publica el Discours de la méthode
(Discurso del método). En él, despoja a la ciencia de los rigores del método escolástico
basado en el principio de autoridad, y propone la duda como forma de obtener certezas.
Establece que no vale con repetir lo que los grandes sabios que nos han precedido dijeron,
hay que replantearse todo y cuestionarlo. Pero no como un camino que lleve a la parálisis
sino como forma de avanzar en el conocimiento de la verdad.

Robert Boyle
De 1660 a 1662, Robert Boyle que fue un filósofo natural, químico, físico e inventor
irlandés que describió el comportamiento de los gases en la Ley de Boyle, establece que,
la presión de un gas en un recipiente cerrado es inversamente proporcional al volumen
del recipiente cuando la temperatura es constante. También definió a los elementos
químicos como las sustancias básicas de las que están constituidas todas las sustancias
compuestas.

Henry Cavendish
El físico y químico británico Henry Cavendish reconocido por el descubrimiento
del hidrógeno en 1766 y de la composición del agua. Afirmaba que «el agua está
compuesta por aire deflogistizado (oxígeno) unido al flogisto (hidrógeno)». Realizo dos
experimentos en el primero aisló y estudió el hidrógeno, así como el anhídrido carbónico y
otros gases, mientras que en el segundo analiza la composición del aire, sobre todo del
hidrógeno dióxido de carbono.

Antoine-Laurent de Lavoisier
Antoine-Laurent de Lavoisier (París, Francia, 26 de agosto de 1743, 8 de mayo de 1794)
fue un químico, biólogo y economista francés. Fue elegido miembro de la Academia de
Ciencias en 1768. Ocupó diversos cargos públicos, incluidos los de director estatal de los
trabajos para la fabricación de la pólvora en 1776, miembro de una comisión para
establecer un sistema uniforme de pesas en 1789 (antecesora de la Conferencia General
de Pesas y Medidas) y comisario del tesoro de 1791, mismo periodo donde descubrió
como participa el oxígeno en la combustión, escribió el primer tratado de nomenclatura,
estableció la ley de conservación de la masa y los principios de la estequiometria.

John Dalton
El modelo atómico de Dalton fue el primer modelo atómico con bases científicas,
propuesto entre 1803 y 1807 por John Dalton, llamado por el mismo, ¨teoría atómica¨ y
postulo la Ley d proporciones definidas. El modelo permitió aclarar por primera vez por
qué las sustancias químicas reaccionaban en proporciones estequiométricas fijas (Ley de
las proporciones constantes), y por qué cuando dos sustancias reaccionan para formar dos
o más compuestos diferentes.

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