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LA HISTORIA DE LA QUIMICA

El ser humano cubrió sus necesidades básicas comiendo carne cruda y plantas silvestres, utilizando las piedras como
herramientas para cortar y defenderse, teniendo como vivienda las cavernas.
Luego descubrió el fuego y aprendió a usarlo para cocinar sus alimentos, fabricar moldes de arcilla y obtener metales,
como estaño y cobre, así como una aleación de estos metales que produjo un material más fuerte: el bronce.
El descubrimiento posterior del hierro le permitió construir mejores armas de guerra que lograron perfeccionar al
descubrir una nueva aleación: el acero, que obtuvieron mezclando al fuego hierro y carbón de leña. En esta época se le
daba un sentido mágico y místico a la naturaleza ya sus cambios.
Por lo tanto, el inicio de la química en la prehistoria se da con la manipulación de elementos metálicos y su
interacción con el fuego.
En la época antigua, el desarrollo de grandes civilizaciones, como la egipcia, la persa, la mesopotámica y otras, fue
posible gracias al conocimiento que el ser humano había logrado acerca de los materiales.
Se conocían técnicas para:
Hacer vidrio
Barnices
Perfumes
Jabones
Bálsamos
Cosméticos
Medicamentos
Vino
Tinte para la ropa
Entre otras.
Aunque, muchos de los colorantes usados eran sales tóxicas, hecho que ignoraban las personas de ese entonces.
El sulfuro de mercurio, conocido como cinabrio, servía para pintarse los labios de rojo sin saber el riesgo de
envenenamiento lento. También se utilizaba arsénico y antimonio.
En esa época surgieron explicaciones filosóficas acerca de la naturaleza de la materia.
El filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.) consideró que la materia estaba formada básicamente por cuatro
componentes: tierra, agua, aire y fuego, combinables en diferentes proporciones para producir diversos tipos de
materiales o sustancias.
También consideró cuatro cualidades de la materia: caliente, frío, húmedo y seco, de cuya combinación se pensaba
que se obtenían los componentes básicos de la materia: al combinar lo frío con lo húmedo se creía obtener agua, y al
combinar lo caliente con lo húmedo se creía obtener aire.
Otros filósofos griegos también indagaban acerca de lo que es la materia o la sustancia básica constituyente de las
cosas materiales.
Tales de Mileto (640-560 a. C.) pensaba que la sustancia básica era el agua porque sin agua no hay vida.
Heráclito (533-473 a. C.) planteaba que la materia era un fluir constante.
Más tarde, Leucipo y su discípulo Demócrito, en el siglo V y IV a. C., plantearon que la materia se divide hasta
llegar a una partícula límite, eterna e indivisible, a la cual denominó «átomo» (del griego a = sin; tomo = división).
Esta idea antigua del átomo ha permitido el surgimiento de diferentes teorías atómicas que se han superado con el
tiempo en la búsqueda de una explicación más adecuada acerca de la naturaleza de la materia.
La idea actual del átomo es muy diferente a la de Demócrito, la cual ha quedado como una simple referencia histórica
de la idea original.
En el siglo I a. C. surgió en la India, China y Grecia un conocimiento acerca de los materiales que era una mezcla de
técnica, misticismo, magia, astrología, superstición y filosofía. Se denominó alquimia y tuvo su máximo apogeo en la
Edad Media.

La perfección material y espiritual era el ideal alquimista y para ellos el oro era el metal perfecto, por lo tanto, la
alquimia buscaba transformar los metales comunes en oro. Para eso era necesario encontrar el elixir de la vida, la
«piedra filosofal» o sustancia imaginaria que se creía capaz de transmutar los metales usuales en oro, sanar
enfermedades, dar perfección, juventud e inmortalidad.
Uno de los alquimistas más conocidos fue Zósimo de Panópolis (- 300 d. C.), quien fundó su escuela en
Alejandría.
Otro fue Hermes Trimegisto, llamado el tres veces grande, del cual se piensa que fue un personaje de leyenda
asociado con los dioses de esa época, debido a los grandes secretos y misterios concernientes a su existencia.
Otro personaje famoso fue el árabe Geber, que clasificó las sustancias en: espíritus (sustancias volátiles, como el
alcohol), cuerpos metálicos (los metales) y cuerpos (sólidos no volátiles).
Los alquimistas tenían sus propios laboratorios en donde aplicaban técnicas de destilación, calcinación, sublimación,
cristalización y metalurgia; inventaron el “baño de María”, el alambique y el agua regia (una mezcla de ácidos).
También utilizaron la balanza e incursionaron en la observación y experimentación, es decir, se anticiparon al
nacimiento de la química. Sin embargo, la combustión constituyó un misterio y una fuente de especulación para los
alquimistas.
En el siglo XVII, George Ernst Stahl propuso la teoría del flogisto, principio inflamable que se creía presente en las sustancias
inflamables y que se perdía al arder.
Estos fueron algunos de los primeros símbolos químicos ideados por los alquimistas:

Algunos científicos hicieron grandes aportes al nacimiento de la química como ciencia experimental:

Juan Bautista Van Helmont (1577-1644) realizó mediciones precisas sobre crecimiento de plantas.
Robert Boyle (1627-1691) estudió los gases y elaboró teorías o planteamientos teóricos comprobables de manera experimental,
por lo que se le atribuye el método cualitativo.
Joseph Priestley (1733-1804) estudió muchos gases y descubrió que el oxígeno es necesario para que ocurra la combustión.
Antoine Lavoisier (1743-1794) aportó la rigurosidad del método cuantitativo, propuso la Ley de la Conservación de la Materia y
destruyó la teoría del flogisto. Se considera el padre de la química moderna.
La química experimental comenzó a desarrollarse con más fuerza a partir del siglo XIX, al proponer John Dalton la primera teoría
atómica. Se descubrieron y sintetizaron nuevas sustancias y se desarrollaron las ramas de la química que constituyen grandes
fuentes de conocimiento y fuentes continuas de investigación.
La ciencia del siglo XX permitió el avance de la química de forma exponencial. Durante el proceso de experimentación los
científicos dieron por sentado que se necesita manejar un enfoque interdisciplinario, ligando la química con múltiples áreas como
la física, medicina, matemática, biología, y más.
Gracias a los aportes de las mentes más brillantes podemos llevar un estilo de vida simple. La industria farmacéutica ha conseguido
desarrollar drogas especializadas con pocos o ningún efecto adverso sobre nuestro organismo en consecuencia al desarrollo
progresivo de la química y la bioquímica.
A nivel mundial existen miles de centros de investigación que a diario se enfocan en encontrar soluciones e innovar la forma en la
que se desenvuelve la naturaleza entendiendo las interacciones microscópicas que generan un cambio observable.

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