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UNIDAD 2

Clase: 1º___
FICHA A
Nombre: ____________________________________________________ CU M E N TO S P ARA EL A U
LA

1. Observa y compara las siguientes imágenes:

BLO QUE

a. ¿A qué hacen referencia? ¿Qué quieren expresar cada una de ellas?

b. ¿Son compatibles las dos explicaciones? ¿Cómo compaginar la ciencia y la fe?

c. Relaciona el siguiente texto de Benedicto XVI con la actividad anterior: ¿Qué aporta la
explicación religiosa a la explicación científica?

Los relatos de la creació n en el Libro del Génesis nos introducen también en este
misterioso á mbito, ayudá ndonos a conocer el proyecto de Dios sobre el hombre.
Antes que nada afirman que Dios formó al hombre con el polvo de la tierra (Gn 2,7).
Esto significa que no somos Dios, no nos hemos hecho solos, somos tierra; pero
significa también que venimos de la tierra buena, por obra del Creador bueno. A esto
se suma otra realidad fundamental: todos los seres humanos son polvo, má s allá de
las distinciones obradas por la cultura y la historia, má s allá de toda diferencia social;
somos una ú nica humanidad plasmada con la ú nica tierra de Dios.
Hay, luego, un segundo elemento: el ser humano se origina porque Dios sopla el
aliento de vida en el cuerpo modelado de la tierra (Gn 2,7). El ser humano está hecho
a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26-27). Todos, entonces, llevamos en nosotros el
aliento vital de Dios, y toda vida humana —nos dice la Biblia— está bajo la especial
protecció n de Dios. Esta es la razó n má s profunda de la inviolabilidad de la dignidad
humana contra toda tentació n de valorar a la persona segú n criterios utilitaristas y de
poder. El ser a imagen y semejanza de Dios indica luego que el hombre no está
cerrado en sí mismo, sino que tiene una referencia esencial en Dios.

Benedicto XVI, Audiencia general, 6-2-2013


2. Lee el siguiente texto de Juan Pablo II:

En efecto, uno de los mayores esfuerzos realizados por los filó sofos del
pensamiento clá sico fue purificar de formas mitoló gicas la concepció n que los
hombres tenían de Dios. Como sabemos, también la religió n griega, al igual que gran
parte de las religiones có smicas, era politeísta, llegando incluso a divinizar objetos y
fenó menos de la naturaleza. Los intentos del hombre por comprender el origen de los
dioses y, en ellos, del universo encontraron su primera expresió n en la poesía. Las
teogonías permanecen hasta hoy como el primer testimonio de esta bú squeda del
hombre. Fue tarea de los padres de la filosofía mostrar el vínculo entre la razó n y la
religió n.
Dirigiendo la mirada hacia los principios universales, no se contentaron con los
mitos antiguos, sino que quisieron dar fundamento racional a su creencia en la
divinidad. Se inició así un camino que, abandonando las tradiciones antiguas
particulares, se abría a un proceso má s conforme a las exigencias de la razó n
universal. El objetivo que dicho proceso buscaba era la conciencia crítica de aquello
en lo que se creía. El concepto de la divinidad fue el primero que se benefició de este
camino. Las supersticiones fueron reconocidas como tales y la religió n se purificó , al
menos en parte, mediante el análisis racional. Sobre esta base los Padres de la Iglesia
comenzaron un diá logo fecundo con los filó sofos antiguos, abriendo el camino al
anuncio y a la comprensió n del Dios de Jesucristo.
Juan Pablo II, Fides et Ratio, 36

a. Según el papa, ¿los mitos son una forma de conocimiento?

b. ¿Qué aportó la filosofía al conocimiento del mundo?

c. Según el texto, ¿esta racionalización benefició o perjudicó a la religión?

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