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I.S.F.D.

45 “Julio Cortázar”
EDI – ESI y Géneros.
4to 2da T. Tarde

Trabajo Practico: “Deshacer el Género”.


Elaborar un Ensayo Académico a partir de la situación elegida en la clase del Lunes
12/9 (vivencias de discriminación y/o violencia en Instituciones Educativas), y
desarrollarla en base a los materiales trabajados en clase y a la Conferencia dada por
Judith Butler en UNTREF en 2015 bajo el nombre “Cuerpos que todavía importan” (ver
entre 34:20 y 1:24:57, poniendo especial atención en los minutos 38 / 47 / 57 / 59),
sumando en la conclusión alguna reflexión en relación con el hacer – deshacer el
género en el currículo escolar y con los Derechos vulnerados en la mencionada
situación (a partir de los trabajados en el Marco Normativo de ESI).
La extensión del Ensayo es de 3 a 6 paginas por grupo, en letra Arial o Times New
Roman 12, interlineado 1.5

Fecha de Entrega: Viernes 23/09/2022.

Enlace a la Exposición de Judith Butler en UNTREF (2015):


https://www.youtube.com/watch?v=-UP5xHhz17s

Integrantes: Andrada Noelia, Chiesa Francisco, Juanjo Novoa, Martínez Leandro.


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En el siguiente ensayo académico se desarrollará a través del estudio de Judith


Butler, la vivencia de un chico que sufrió violencia física y psicológica, por parte de
otros estudiantes, por no ir dentro del esquema del genero “hombre”, ya que se
considera homosexual a través de su experiencia y es como él se identifica. A partir de
este hecho, nos lleva a analizar acerca de las discriminaciones y el maltrato enfocado en
los espacios educativos, en base al currículum y el currículum oculto, determinado por
el discurso hegemónico, que aún mantienen una mirada constitutiva desde lo biológico,
es decir hombre/mujer. Como consecuencia a estas estructuras determinadas por la
construcción del machismo desde épocas históricas, la escritora en filosofía Judith
Butler va estudiando la estructura natural de los cuerpos, a partir de la constitución de su
identidad, según el sexo preestablecido por la fisiología; de ahí que la autora hace
énfasis a los actos perfomativos por la clasificación binaria “niño o niña”. Aquí se hará
hincapié a lo largo del trabajo el análisis del siguiente texto: “actos perfomativos y
constitución del género: un ensayo sobre fenomenología y teoría feminista” (Judith
Butler), donde retomamos el concepto de actos perfomativos, a partir de la formación
biológicista ya desde el embarazo, y como este acto genera para la autora una respuesta
única, sumando la constitución de esta respuesta sobre la identidad del ser humano.

Asimismo, el trabajo analítico de Judith Butler sobre la constitución de las


identidades preestablecidas, nos hace comprender que el poder del hombre, en el cual
este necesita de otro u otros para ser reconocido, utilizando un discurso como
herramienta de control sobre la sociedad, y por ende el control de sus identidades y sus
cuerpos del sentido genérico. Este tipo de poder es atravesado por múltiples
dimensiones, a lo cual genera un arquetipo fundamenta desde el sentido de vigilar y
controlar a los sujetos que están constituidos de forma binaria biológicamente. No
obstante, estos sujetos constitutivos no logran romper con el paradigma biológico, por el
simple hecho la construcción estructural del patriarcado dentro del sistema capitalista;
poniendo más sentido en las esferas individuales de las mujeres y hombres dentro de las
jerarquías laborales. Aquí propone dos conceptos claves, uno es que el sexo y el género
son construcciones culturales. Y el segundo punto, es que, la performatividad es una
construcción social, sobre las consolidaciones de hombre/mujer, que en si tienen que
mantenerse de la “normativa, de lo real”. Es por esto que los feminismos como escuelas
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de pensamiento, tratan de demostrar, que los arquetipos, y los estereotipos identitarios,


son una relación cultural, de lo femenino y lo masculino.

La tercera ola del feminismo, deriva una mirada “interseccional”, donde


específica, y contempla, las experiencias de los cuerpos feminizados, a través de otras
orientaciones sexuales, color de piel, etnia, nacionalidad o clase, señalando, las bases de
desigualdades de género, agregando que cada uno/a se construye, y no está basada en la
distinción, entre género y sexo.

Apuntan a la gran heterogeneidad de los movimientos feministas, a la cual, buscan,


generar una nueva configuración global, adquiriendo diversos canales de lucha. Plantea
que esta visión biológicista de carácter homogéneo y universal conlleva a la
discriminación, la persecución, como medios de control normativo y heteronormativo.
Aunque esta visión biológicista entra en cuestión, por el análisis epistemológico y
político.

Ya como dijimos anteriormente las definiciones en torno a la sexualidad


conllevan sus dificultades cuando solo se plantean un ordenamiento en el apartado
sexual del órgano o la anatomía y de cómo actuar debido a su papel reproductivo que
conllevadas por las categorías que encasillan. Pero como lo plantea Judith Butler que
pasa cuando cierta persona no quiere tener hijos o no tiene atracción sexual, si solo se
plantea desde la perspectiva reproductora se deja de lado como pensar en el cuerpo
sexuado. Entonces que aquel que vaya poner en tela de juicio la estructura posiblemente
implique perder algo de sentido del lugar que ocupamos en el género.

La persona transexual no puede ser definida con los sustantivos de mujer u hombre, sino
que para referirse a ella deben utilizarse términos que muestren la transformación
permanente, a partir de su nueva identidad. En efecto, la condición que pone en cuestión
al ser de la identidad de género. Todo lo que ha sido construido culturalmente puede
reconstruirse de otro modo. En este enfoque la sexualidad no es inmutable, sino un
producto de la acción y la interacción humana a través del tiempo.

Esto supone ver los patrones de belleza preestablecidos, así como romper con las
diferencias binarias mujer/hombre para incorporar otras realidades. Estas realidades
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están formadas por todas y cada una de las diferencias físicas y biológicas que presentan
los cuerpos, así como la variedad de características, géneros e identidades, la
experiencia corporal de los sujetos.

Judith Butler plantea que la temática del género no puede pensarse si no es en un


contexto interdisciplinario: “El estudio de género involucra la teoría académica y la
investigación empírica pero también involucra políticas que afectan la vida cotidiana
de todo tipo de personas”. Para ejemplificar esto, sostiene que, si se estudia el trabajo
de las mujeres, si se piensa acerca de la igualdad política, o se pregunta sobre la
sexualidad, en ese instante también se está hablando de economía, de política y teoría
social y de psicología. Es decir, se necesitan diversas perspectivas para poder
comprender la realidad histórica y política del género. 

El mérito del pensamiento de Butler es producir una ruptura con las categorías generales
respecto de nuestras ideas del sexo y el género que son aceptadas sin un
cuestionamiento crítico. Ella va a plantear que es necesario desnaturalizar y
desesencializar ciertos conceptos que “nos vienen dados” y romper con las dicotomías
en las que siempre pensamos para poder desplegar la temática del género en otras
dimensiones. 
Ante esto, una de las primeras críticas que va a plantear está relacionada a la teoría que
sostiene que el sexo es natural, dado biológicamente, mientras que el género es
construido socialmente. Ella explica que esta teoría solamente nos permite pensar dentro
de la lógica del binarismo del género, es decir, que solo existen dos géneros (masculino
y femenino) y que esto a su vez presupone la heterosexualidad. Este modelo impone
solo dos opciones a los cuerpos: ser mujeres y hombres, comportarse femenina o
masculinamente, respectivamente, y desear solo al sexo opuesto. Quienes no se
conforman con este modelo se consideran “no normales” y así se perpetúa la homofobia
y la transfobia en nuestra sociedad.
Para Butler, cuestionar la “naturalidad del sexo” no significa negar la materialidad del
cuerpo, o decir que el cuerpo no existe, sino que hay que pensar al cuerpo como un
campo de relaciones dependiente e interdependiente. “Si al cuerpo se lo trata nada más
como una cosa verificable, discreta, perderemos de vista las relaciones en las cuales
existe”. Butler sostiene en la conferencia “Cuerpos que todavía importan” que el
cuerpo probablemente sea el nombre de nuestra humildad conceptual. 
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¿A qué refiere Butler cuando habla de género performativo? Hablamos,


caminamos, actuamos de maneras que consolidan la impresión de ser de un género u
otro como si ese fuera una realidad interna, un hecho, o algo verdadero acerca de
nosotros. Pero en realidad, se trata de un fenómeno producido y reproducido
constantemente a través de normas que son establecidas y controladas por poderes
institucionales y prácticas informales para mantenernos en un determinado lugar. En su
obra El género en disputa, Butler explica: “La unidad del género es el efecto de una
práctica reguladora que intenta uniformizar la identidad de género mediante una
heterosexualidad obligatoria”. Entonces, el género no es algo que se tiene o que se es,
sino algo que se hace y son estas normas las que dictan el “hacer de un género”. Por eso,
“la reproducción del género siempre es una negociación con el poder”, es decir, la
actuación del género que una persona deviene es el efecto de esta negociación.

La obra de Butler se considera fundante del campo disciplinar que surgió en los
años noventa llamado “teoría queer”. Estos estudios parten de la consideración de que la
orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de
una construcción social y que, por lo tanto, no existen papeles sexuales esenciales o
biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de
desempeñar uno o varios papeles sexuales. La Teoría Queer rechaza la clasificación de
los individuos en categorías universales como “homosexual “, “heterosexual “,
“hombre” o “mujer “, sosteniendo que éstas esconden un número enorme de variaciones
culturales, ninguna de las cuales sería más fundamental o natural que las otras. 

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