MINISTERIO INTERNACIONAL DE RESTAURACION Y AVIVAMIENTO

“MIRA”

TALLER DE LIDERAZGO

Carácter del Líder

PASTOR JERSON JOSUE HERNANDEZ

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 CARÁCTER DEL LIDER
Una lección divina sobre el carácter del líder
En uno de los puntos más altos de nuestra ciudad Capital, Caracas, me encontraba en una asamblea de
pastores, ancianos y líderes del concilio al que pertenecía. Para ese momento, yo aún no había sido ungido
pastor ni anciano. Había liderado la adoración de mi congregación, el ministerio juvenil, el ministerio de
educación cristiana y dirigía una célula. Había sido invitado como miembro del equipo de apoyo pastoral.
En dicha reunión se debatieron muchos temas, pero el principal fue el carácter del líder, con base el 1
Timoteo 3:1-13. Al analizar los requisitos de los obispos, ancianos, diáconos y líderes desde la
perspectiva bíblica, los asistentes a la reunión concluyeron que simplemente era imposible conseguir
líderes con esas cualidades. Argumentaron que, si se basaban en dichos pasajes bíblicos, la iglesia no
avanzaría, ya que no habría personas sobre quién depositar la responsabilidad. Hablaron de la gracia de
Dios y de la bondad de Dios al llamar a lo más vil y menospreciado. Tuvo peso la premisa “Nadie es
perfecto” y “Aquí nadie es un súper espiritual”. Debo decir que algunos de los pastores allí presentes
tenían años de ministerio, rodeados de historias. Entre ellas, golpes y violencia doméstica a sus esposas,
recasamientos y múltiples adulterios. La “pastora” que leyó los pasajes bíblicos vivía en ese momento
con su tercer marido y su hijo mayor era adicto a las drogas. Preocupado por lo que allí se decía y viendo
cómo se desechaba la instrucción bíblica, pedí la palabra y dije a la asamblea una frase de la que luego
me arrepentiría. Les dije: Amados hermanos, entiendo que no podemos cumplir con todas esas
cualidades, pero ¡es el modelo a seguir! ¡Debemos preocuparnos por alcanzarlo! En ese momento, la
opinión sonó agradable. Fue aplaudida y todos estuvieron de acuerdo en que los requisitos de los obispos
eran un modelo. Al salir de allí, un joven amigo, quien también estuvo en la asamblea, me preguntó:
¿Crees que Dios hubiese ordenado estos requisitos si fueran imposibles? Quedé meditando en esa
pregunta. En la noche, durante mi devocional, Dios trató conmigo, pidiéndome sustituir cada requisito
del líder por su antónimo. ¿Para qué hacer eso? En ese momento no lo sabía, pero era el comienzo de un
cambio radical en mi vida y ministerio. El pasaje era el siguiente:

1 Timoteo 3: 1-7 (Biblia Reina Valera 1960)

1. Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el
obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso,
hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su
propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga
buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 10
2
 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. 3:11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias,
fieles en todo.

Este fue el pasaje etiquetado como imposible en la mencionada asamblea. Ahora prepare su corazón.
Quiero que mostrarles como quedó el versículo en mi devocional, usando los antónimos. La lectura quedó
así:

2 Pero el obispo puede tener actitudes dignas de reprender, puede ser mujeriego,
irresponsable, imprudente, indecente, que no hospede a nadie, malo para enseñar; 3
borracho, peleón, codicioso de dinero sucio, odioso, busca pleito, avaricioso; 4 gobernado
por su mujer y sus hijos, que sus hijos hagan lo que les dé la gana y sean vagabundos 6 puede
ser un inexperto, que se enorgullezca y caiga en la condenación del diablo. 7 Puede tener mal
testimonio en su vecindario, y ser difamado y enredado en los lazos del diablo. 10 Pueden
poner al que sea, sin ser probado, con tal de que el cargo no esté vacío. 11 Las mujeres
asimismo sean deshonestas, chismosas, calumniadoras, irresponsables e infieles en todo.

¡Wow, qué sorpresa! Quedé asombrado ante el resultado del versículo. Luego vino a mi vida la respuesta
de Dios clara y concisa: “una sola característica que falle en el líder es suficiente para que se destruya
todo su ministerio”.

“una sola característica que falle en el líder es suficiente para que se destruya todo su
ministerio”.

¡Imaginen a un líder apto para enseñar, hospedador, amable, no codicioso de ganancias deshonestas y
apacible, pero mujeriego y que haya engañado o se haya acostado con varias hermanitas de la iglesia o
de su sector! ¡Nadie le creería nada y el mal testimonio le sepultaría para siempre!

O uno que tenga experiencia, sea sobrio, prudente, gobierne bien su casa, pero sea avaro y codicioso de
ganancias deshonestas. ¡desfalcaría las finanzas de la iglesia y el mal testimonio le sepultaría para
siempre!

¿Qué tal si evaluamos un tercer caso? Un líder no avaro, marido de una sola mujer, honesto, apto para
enseñar, pero peleón, iracundo, pendenciero y terco. ¡Nadie trabajaría con él y sepultaría su liderazgo!

La lección es una: 1 Timoteo 3 y Tito 1 no son imposibles. No son solo modelos. ¡Son requisitos
obligatorios! Uno solo que falle en ti, destruirá tu ministerio.

Con mucho dolor en mi corazón les informo que el concilio que organizó la mencionada asamblea ya no
existe. La iglesia que dirigía su presidente, actualmente está cerrada y sus puertas con soldadura. De
todos los que estuvimos en esa reunión, solo tres personas hemos seguido sirviendo a Dios. Es una muy
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triste historia, pero es una lección sobre el carácter del líder. No puede fallar en usted ninguna
característica de 1 Timoteo 3 y Tito 1.

CUALIDADES DEL CARÁCTER DEL LÍDER

El fundamento

Solo hay una clave para el liderazgo: Cristo. Pablo nos bosqueja cuál es el orden bíblico y cómo debemos
usarlo para mantener un liderazgo semejante al de Cristo. No estoy en contra de la educación académica,
pero siento que muchas personas están demasiado educadas, y con eso me refiero a que están educadas
por encima de su capacidad para actuar en el mundo espiritual. Están atrapadas en técnicas y métodos.
Cuando Abraham puso a Isaac sobre el altar, debió haber parecido la cosa más horrenda que podía haber
hecho jamás en su relación con Dios. Isaac representaba todo aquello por lo que Abraham había
trabajado, y ahora Dios quería que pusiera a su hijo en el altar. Sin embargo, cuando Abraham lo hizo
sin reservas, Dios le devolvió a Isaac de una forma que Abraham nunca pudo haber imaginado. Cuando
ponemos en el altar nuestra educación, experiencia, expectativas, y le entregamos nuestro ministerio a
Dios sin reservas, e incluso estamos dispuestos a alejarnos de ello, entonces Dios, en su poder, puede
darnos lo que Él quiere que tengamos. Dios no llama a los capacitados. Dios capacita a los llamados. No
estoy seguro de que el tamaño de una iglesia tenga nada que ver con esto, pero he notado que cuanto más
grande es la iglesia, más confía en los métodos mundanos y de negocios.

En este estudio analizaremos métodos y técnicas probadas, pero antes desglosaremos las cualidades del
líder bíblico.

IDÓNEO

Habíamos dicho que Dios no llama a los capacitados, sino capacita a los llamados. Esto resalta que no
es la intelectualidad ni los logros humanos lo que te hace ser llamado por Dios. Sin embargo, si Dios te
llamó, es porque a lo largo de tu vida te ha ido formando y te seguirá formando. Es por ello que los
versículos 2, 6 Y 10 desarrollan temas importantísimos acerca de ser idóneo para el cargo a desarrollar.

“Una persona idónea es aquella que reúne las condiciones necesarias u óptimas para una función o
fin determinados”.

Debes ser idóneo en la responsabilidad a la que Dios te llamó. Debes prepararte y alcanzar el máximo
nivel posible en dicha responsabilidad. El versículo 2 dice: apto para enseñar. Aptitud es la capacidad de
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una persona o una cosa para realizar adecuadamente cierta actividad, función o servicio. Eso significa
ser idóneo. Debes ser apto para tu cargo. El versículo 6 dice: no un neófito. Un neófito es una persona
que se ha convertido recientemente a una religión, especialmente la que acaba de ser bautizada. Por dicha
razón, no percibe en el mundo espiritual y en el plano de su liderazgo las cosas que están sucediendo,
como lo haría alguien maduro en el Señor. El versículo 10 ordena que el líder debe ser puesto a prueba.
Si no funciona, no es idóneo. Por lo tanto, no debe ocupar el cargo. Sin sentimentalismo. El líder debe
saber decir no.

Algunos de los ministerios de la Iglesia Mira son: Educación Cristiana, Escuela Infantil, Ministerio
Familiar, Ministerio de Levitas, Ministerio de Ujieres, Ministerio de Intercesión, Ministerio de
Evangelismo, Ministerio de Alabanza, Ministerio de Jóvenes, Ministerio de Delicias, Ministerio de
Finanzas, Ministerio Audiovisual, Ministerio de Consolidación, Ministerio de ADN.

Un director idóneo de Educación cristiana necesita conocer cuáles son los modelos probados de
Educación cristiana a lo largo de la historia. Debe saber cómo planificar la educación a corto, mediano y
largo plazo. También debe conocer el sistema de unidades de crédito, las distintas formas de organizar
un pensum educativo, debe ser un lector compulsivo y, como cuota mínima, estar entre los mejores
maestros de su iglesia. Un director de Educación Cristiana debe leer mucho. Por lo menos dos libros al
mes. Debe ser experto en pedagogía, desde la educación inicial hasta la andragógica. Estas son solo una
pequeña fracción de las cualidades de un director de Educación.

Un líder idóneo de Escuela Infantil debe tener un perfil similar al del director de Educación Cristiana.
Debe reconocer que el mejor maestro lo deben tener los niños, ya que absorben todo lo que escuchan.
Debe ser experto en pedagogía, manejo de grupo y conocer cada detalle de la educación inicial, aún el
espacio que cada niño necesita dentro del aula. Debe saber usar recursos de tecnología y otros para activar
los tres principales canales de aprendizaje en cada una de sus clases. También debe ser un lector
compulsivo.

Un líder idóneo de Ministerio Familiar debe, como requisito mínimo, tener un hogar que sea un modelo
para toda la congregación. Todos deben dar testimonio de que dicho líder ha consolidado un matrimonio
de éxito. Por otra parte, debe conocer modelos de restauración matrimonial probados a lo largo de la
historia de la iglesia, ya que los matrimonios no se restauran por medio de eventos sino de procesos.
También debe ser un perfilador que conozca los principales motivos de las conductas adoptadas por los
seres humanos, ya que de esta manera podrá identificar dónde surgen las raíces de los problemas
matrimoniales. Debe conocer de temperamentos, mandatos parentales y lenguajes de amor. Lo más
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importante es que sea un consejero fielmente apegado a la Biblia. Debe conocer todo el consejo de Dios
para el matrimonio, con el fin de ofrecer una dirección sabia, bíblica y sanadora a todas las parejas que
lo ameriten.

Un líder de alabanza debe ser un amigo íntimo de Dios. Por medio de su ministración, debe haber
liberación, poder y arrepentimiento, como sucedió con la alabanza de Pablo y Silas en la cárcel de Filipos.
Debe tener bien desarrollado el discernimiento de espíritu, para llevar al pueblo a la presencia de Dios
por medio de la alabanza. Sin que esta persona busque gloria y fama, sencillamente es reconocida por la
congregación porque el ambiente se transforma y cambia cuando él o ella toma el micrófono para
ministrar. La gloria de Dios toma el lugar. Debe ser además un músico profesional, amante de la
excelencia y los detalles. Cuidadoso de que las letras sean bíblicas y exalten a Dios, entendiendo que el
primer contacto que tienen las personas al llegar a la iglesia es la alabanza y esta es la herramienta más
poderosa de evangelismo y conversión.

Estos son solo algunos ejemplos de un líder idóneo.

RECONOCE SUS DEBILIDADES

Un buen líder reconoce que no se las sabes todas y que tiene limitaciones. No puede ser el dueño del
equipo, el cuarto bate y el novio de la madrina. Dondequiera que mire, usted podrá encontrar personas
inteligentes, talentosas y exitosas que sólo llegan hasta allí debido a las limitaciones de su liderazgo. Por
ejemplo, cuando Apple inició operaciones a fines de los años setenta, Steve Wozniak era el cerebro detrás
del computador Apple. Su tope de liderazgo era bajo, pero ese no era el caso de su socio, Steve Jobs. Su
tope era tan alto que erigió una organización de categoría mundial y le dio un valor de nueve cifras. El
Dr John Maxwell lo llama la Ley del Tope. Cada líder es bueno en muchas áreas, pero hay otras en las
que necesita ceder, reconocer el don que Dios ha puesto sobre otros y trabajar con un equipo de trabajo.
Nadie puede ser líder sin un equipo que siga su visión. Pablo reconocía su debilidad, el rey David
reconocía su condición. Apolos reconoció que le faltaba formación y luego fue de gran provecho.

DOMINIO PROPIO.

En 1 Corintios 9:23-27 dice:

“Todo lo hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él. ¿No sabéis que los
que corren en el estadio, todos corren, pero uno solo recibe el premio? Corred así, para ganar.
Todo aquel que compite en los juegos, en todo ejerce dominio propio; ellos, a la verdad, para
recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera
corro, no como a la ventura; de esta manera lucho en el pugilato, no como quien golpea el

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 aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo predicado
a otros, yo mismo venga a ser reprobado”.
Todo siervo de Dios debe andar conforme a esta norma básica: su cuerpo tiene que ser sometido a
servidumbre. Si su cuerpo no es sometido a esclavitud, no puede servir a Dios. ¿Cómo resolvió Pablo el
problema de su cuerpo? Golpeándolo y poniéndolo en servidumbre.

El versículo 25 dice que todo aquel que compite, en todo ejerce dominio propio. Cuando un deportista
se prepara para una carrera, tiene que ejercer un control sumamente estricto sobre su propio cuerpo.
¿Cuáles son las cosas en las que tiene que ejercer dominio propio? Tiene que ejercer dominio propio en
las demandas que su cuerpo le hace. No puede permitir que su cuerpo le haga demandas ni puede darle
demasiada libertad. Debe reservar su cuerpo para una sola cosa: correr la carrera. Su cuerpo no es para
comer, arreglarse, fumar, beber ni dormir, sino para correr. Muchos corredores tienen que abstenerse de
comidas dulces o las que contengan mucho almidón. Esto no quiere decir que éstas sean dañinas o
inútiles, sino que se abstiene de ellas porque no lo ayudan en su carrera. La meta de tal ejercicio es hacer
que el cuerpo sea un esclavo, y el medio para hacerlo es golpearlo. Golpeamos nuestro cuerpo a fin de
que éste pueda ser nuestro esclavo.

La Biblia nos muestra que un obrero del Señor es como un corredor. Tal vez disfrute mucho de la obra,
pero será de poco provecho si su cuerpo no está bajo su control. Servir al Señor no es algo sencillo; no
es solamente un asunto de predicar sermones desde un podio. No debemos pensar que lo único que
necesitamos para ocuparnos en la obra del Señor es tener cierta medida de espiritualidad. No, aún nos
falta resolver el asunto de nuestro cuerpo. ¿Qué significa poner a nuestro cuerpo en servidumbre? A fin
de entender este asunto, primero necesitamos saber cuáles son las demandas propias de nuestro cuerpo.
Sólo mencionaremos algunos ejemplos prácticos como el alimento, el vestido, el descanso, el sueño, la
comodidad y el cuidado especial en tiempos de enfermedad.

Dormir Por ejemplo, en circunstancias ordinarias el cuerpo nos demanda dormir. Dormir no es malo
ni pecaminoso, y la demanda ciertamente es legítima. Pero si queremos golpear nuestro cuerpo y hacerlo
nuestro esclavo, no debemos insistir en dormir durante los tiempos que se requiera velar.

Comer El mismo principio se aplica al asunto de comer. En muchas ocasiones nuestro Señor no comía
por causa de Su obra. Para Él la comida no era una prioridad, pero esto no quiere decir que nuestro Señor
nunca comía. Él comía en circunstancias normales, pero cuando surgía una necesidad Él podía dejar de
comer.

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Comodidad Otra exigencia del cuerpo es la comodidad. No nos atrevemos a afirmar que es incorrecto
que un obrero tenga cierta medida de comodidad en su vivir, pero cuando su obra le demande que se
sacrifique un poco, su cuerpo no debe ignorar este llamado a laborar debido a que ciertas comodidades a
las que su cuerpo está acostumbrado no están presentes.

Deseos Sexuales Este principio debe ser igualmente aplicado a los deseos sexuales. No es obligatorio
satisfacer nuestra necesidad de sexo cada vez que el cuerpo lo pida. También el líder debe no ceder ante
tentaciones de su propia concupiscencia.

Otras circunstancias que exigen dominar nuestro cuerpo son los estados de ánimo: ira, depresión, tristeza,
alegría, emoción. No sueltes las riendas. Ni por un momento debemos pensar que podemos relajarnos y
soltar las riendas que controlan las demandas de nuestro cuerpo. Tenemos que entender la diferencia
entre ser tomar previsiones y ser sueltos al cuidar de las necesidades de nuestro cuerpo.

IRREPRENSIBLE
Para liderar como Cristo, debemos disciplinar a los creyentes para que exhiban la maravillosa gracia de
Dios en sus vidas. Las siguientes características lo harán irreprensible:

MARIDO DE UNA SOLA MUJER

Lo primero sobre este hombre que se menciona es que debe ser marido de una sola esposa. Debe ser
monógamo, y no debe tener varias esposas. Si el líder no es capaz de tener una sola mujer, hay una
evidencia allí de su falta de liderazgo. Algo falló en algún punto: su propio carácter, la decisión con la
persona equivocada, la falta de ajustes y liderazgo efectivo en su hogar. Falta de dominio propio.

QUE GOBIERNE BIEN SU CASA:

El hombre que ha recibido una posición en la iglesia no debería tener la reputación de dirigir una familia
sin prestarle mucha atención, y en la que sus hijos llegan a cualquier hora, bebiendo, fumando y siendo
rebeldes. El hogar cristiano debería ser un lugar decente donde vivir, y si no puede lograr que todos sus
hijos nazcan de nuevo, al menos puede decirles: “Recuerden que en este hogar hay reglas, así que, si
deciden vivir bajo este techo, tienen que obedecer las reglas. Aquí hay algunas cosas que no hacemos”.
Él no puede controlar lo que ocurre en el corazón de sus hijos, pero sí puede controlar lo que ocurre en
su hogar. El hombre que no tiene suficientes agallas para ocuparse de que su hogar esté en orden, no
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tiene lo que se necesita para ser líder de una iglesia. No solo se necesita una espiritualidad compasiva
para ser líder de la iglesia, sino también la capacidad de decir sí y no.

NO SOBERBIO (Tito 1:7)

los líderes espirituales no deberían ser soberbios. Un verdadero líder no es un tipo obstinado que
impondrá sus formas, y menos si eso hace surgir disputa en la congregación. Eso no tiene ningún sentido,
absolutamente ninguno. Sin embargo, algunos piensan que ellos están por delante de todo lo demás. A
veces tengo un temperamento que no quiere recibir órdenes de nadie, no llevarse bien con nadie. Y, sin
embargo, tengo la convicción espiritual de que debo hacerlo, y por eso lo hago, pero la doctrina, el
Espíritu, y la enseñanza de la Palabra me dicen que no puedo salirme siempre con la mía. Algunas veces
me votarán en contra, y mi opinión a veces será silenciada. El Señor hace esto para mantenerme humilde.
Por lo tanto, no debemos ser soberbios. Un superintendente de escuela dominical soberbio no se llevará
bien con sus maestros; un maestro soberbio no se llevará bien con su clase; un diácono soberbio no se
llevará bien con nadie.

NO IRACUNDO (Tito 1:7)

En el versículo 7 de este pasaje, Pablo dice que un líder tampoco debe ser iracundo. No hay excusa para
ser iracundo. Que nadie le eche la culpa a su familia o a la cultura. Si usted tiene mal humor, considérelo
una falla de carácter. Acuda a Dios, y lidie con ello. Ore por ello; llore hasta que Dios le libre de eso.
Ahora bien, un hombre con mucho temperamento no puede ser manso enseguida. Tiene que conseguir
que su temperamento sea purificado y consagrado, de modo que lo que solía ser un temperamento que lo
hacía meter la pata, se convierta en una fortaleza interior de carácter que lo haga amar la justicia y odiar
la iniquidad. Él es más fuerte para eso, pero cuando el diablo está en ello, Nadie tiene el derecho de ser
elegido para nada en ninguna iglesia si tiene mal carácter.

PENDENCIERO: De nuevo, lo que significa aquí es usar los puños para dar golpes. Piense en un
diácono de mayor edad intentando hacer que alguien haga lo que le ha dicho, y golpeándole para que
obedezca. No tiene que esposar a las personas para que obedezcan. La iglesia tiene otras maneras de
predicar la obediencia.

NO CODICIOSO DE GANANCIAS DESHONESTAS:

El dinero es una cosa, y la ganancia deshonesta es otra. Por supuesto, ganancia significa lucro, y la
ganancia deshonesta significa que se ha conseguido de manera sucia o es una ganancia que se ama
demasiado y que, por lo tanto, se ha convertido en deshonesta. Así que el dinero es sucio solo cuando

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alguien lo hace sucio mediante su actitud hacia él. Por otro lado, Pablo escribe en otra parte lo que se
debe hacer con el dinero: “Cada primer día de la semana”, decía esencialmente, “que todos traigan su
dinero, lo dejen ahí y se lo entreguen a Dios para que pueda ser repartido a quienes tienen necesidad”
(ver 1 Corintios 16:2-3).

HOSPEDADOR ¿Qué significa hospedador? La costumbre de esos tiempos para los misioneros y
obreros, como Pablo, Silas y Bernabé, era viajar de un lugar a otro. Pablo nombró muchos de los lugares
en sus cartas. Viajaban, por lo general, con un presupuesto ajustado. Siempre estaban bajo presión y
nunca tenían una alfombra roja esperándolos. Alguien tomó una piedra gris en lugar de una alfombra
roja, y estaban listos para lanzar piedras a Pablo y sus compañeros. Así que los cristianos abrían sus casas
a estos predicadores itinerantes, y esto es lo que significa hospitalidad. No significa invitar a sus
familiares a quedarse. Según comentaristas y traductores de la Biblia, hospitalidad parece referirse aquí
a como lo hacían entonces. Los cristianos abrían sus casas a los predicadores que viajaban. Juan advirtió
que no abrieran sus casas a los predicadores incorrectos. Si usted abre su casa a un falso maestro, ha
participado de sus malas obras. Incluso está contribuyendo a su delincuencia. No saben si Pablo dijo
“amante de los buenos” o “amante de lo bueno”, pero, en cualquier caso, simplemente significa que una
cualidad o calificación para el hombre que trabaja en la iglesia debería ser que ama lo bueno, y de forma
natural ama a las buenas personas. La pregunta es: ¿dónde está su afinidad o tendencia? No le pregunto
dónde emplea su tiempo, porque algunas personas lo emplean ministrando en lugares donde todo el
mundo es malo. No se puede evitar eso. Sin embargo, ¿dónde está su afinidad o tendencia? ¿Dónde va
cuando tiene libertad para ir donde quiera? Si usted busca mundanos, personas que priorizan los placeres
del mundo, eso es lo que debería encontrar. Uno no debería ser aceptado como un buen cristiano si se
siente como en casa estando entre personas mundanas. Todo el mundo que sea parte del consejo oficial
de la iglesia debería calificar como amante de lo bueno y amante de los buenos. No entiendo cómo una
iglesia puede esperar tener la bendición de Dios sobre ella si tolera a personas en lugares de liderazgo
que no son amantes de los buenos o que se sienten como en casa cuando están con creyentes tibios o
mundanos.

SOBRIO

A continuación, Pablo dice que un líder debería ser sobrio, no caprichoso. Aunque la Reina-Valera usa
la palabra sobrio , creo que no tiene nada que ver con el alcohol. Pablo habló de eso cuando dijo que no
debemos ser dados al vino. Aquí, sobrio significa “no imprudente, no irresponsable y no excitable”. Los
pastores conocen a personas buenas y dotadas que a la vez son irresponsables y no se les puede confiar
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el liderazgo. Estas personas buscan libertad, pero no es libertad, sino irresponsabilidad. debemos poner
toda la responsabilidad sobre nosotros, por causa de Cristo y por causa de la iglesia. Pero algunos no
están dispuestos a hacer eso. Así que son irresponsables, imprudentes y de algún modo excitables y
caprichosos. Aunque caigan bien, no se puede confiar en ellos, y hay miles de ellos en las iglesias.

EL TRIÁNGULO DEL LIDER

Después, Pablo dice que los líderes que son liderados por Cristo deben ser santos. Esa es su relación con
Dios y su temperamento. Esta es su relación con usted mismo. Ahí tenemos de nuevo ese triángulo
famoso al que aludo tan a menudo: nuestra relación con Dios, con nuestro prójimo y con nosotros
mismos. Pablo lo llama sobrio, justo y piadoso más adelante en su epístola. Aquí lo llama justo, santo y
dueño de sí mismo. El hombre dueño de sí mismo es un hombre con una relación correcta consigo mismo.
El hombre santo está en una relación correcta con Dios, y el hombre justo está en buena relación con
todos. DIOS

NUESTRO PRÓJIMO
USTED MISMO

YO NO TENGO ESAS CUALIDADES

Quizá usted diga: “Yo no siempre he sido así”. Bueno, empiece hoy. No puede esperar regresar al pasado
y deshacer todo lo que ha hecho, pero puede comenzar ahora. Me encanta este hermoso versículo: He
aquí, yo hago nuevas todas las cosas (Apocalipsis 21:5). Comience aquí y comience ahora. Cuando un
hombre o una mujer acude a Dios, Dios confiará en ellos como si nunca hubieran hecho nada mal. Dios
empieza ahora. Ahora es el tiempo aceptable: el ahora de Dios. Por lo tanto, el hombre justo es el hombre
que es honesto con su prójimo, el hombre santo es justo en su relación con Dios, y el hombre dueño de
sí mismo es el que tiene una relación correcta consigo mismo.

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