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Ensayo de Español A: Literatura

Roberto, Gerardo y Paulina: víctimas o criminales en “La muerte y

la Doncella”

Número de palabras. Ensayo: 1287

Número de palabras. Reflexión: 317


Chile no siempre fue como lo es ahora, un gobierno democrático en el que

el pueblo elige a su gobernante. Una nación que, como cualquier otra, defiende

los Derechos Humanos. Hubo un tiempo en el que ocurría todo lo contrario. Sólo

con mencionar que las personas desaparecían de un momento a otro y no era

posible investigarlo es suficiente para imaginar el estado de aquel país. Sí, el

tema en cuestión es la dictadura de Augusto Pinochet. Momento de la historia

chilena en el que predominaba la injusticia y la violación de los derechos de las

personas.

Ahora bien, es posible encontrar estas características en la obra “La

muerte y la Doncella”, de Ariel Dorfman. Rasgos que son plasmados en sus tres

personajes: Gerardo Escobar; Paulina Salas, su esposa; y Roberto Miranda.

Dorfman, tras apoyar al gobierno de Salvador Allende (opuesto al de Pinochet),

fue exiliado en Francia y posteriormente a los Estados Unidos. No sería juicioso

decir que dicho autor escribió la obra así porque sí, sino que tuvo un impulso

emocional, muy probablemente originado en la sociedad. Es como el trabajo de

un pintor, que cuando siente atracción por algo se inspira y plasma esos

sentimientos en una pintura. Sin inspiración no se atrevería a hacerlo.

Algo similar ocurrió con Dorfman. Entonces el tema del presente ensayo

versará en cómo plasma Ariel Dorfman la problemática social de Chile durante

el régimen dictatorial de Pinochet en los personajes Gerardo, Paulina y Roberto.

Dicho tema de estudio será desarrollado en base a investigaciones, datos

históricos y, por supuesto, en “La Muerte y la Doncella”.

En la obra se muestra a Gerardo y Paulina, una pareja de esposos; y al

doctor Roberto Miranda. Paulina había sido torturada y violada quince años
atrás, pero el crimen quedó en la impunidad. Cuando Roberto llega a la casa de

la pareja, Paulina está plenamente convencida de que él fue el culpable de su

humillación, así que lo secuestra. Sin embargo, su esposo duda rotundamente

de que aquello sea cierto, asimismo, Roberto asegura no tener idea de lo que

ella dice, se declara inocente y suplica por su libertad. Es importante resaltar que

los hechos de la obra se desarrollan en un periodo posterior, muy cercano a la

transición chilena de la democracia a la dictadura.

El autor a lo largo de esta obra expresa la necesidad de buscar la justicia

valiéndose del testimonio de sus personajes, en los que es posible apreciar la

posición en la que se encontraba la población en el régimen militar, tal como lo

afirma Cecily Raynor: “La Muerte y la Doncella relata la historia de tres

personajes con papeles fundamentales durante la dictadura: la víctima

(convertida en criminal), el criminal (convertido en víctima) y el juez” 1.

En este contexto, Paulina representa a las víctimas de maltrato, tortura y

violación cuyos casos se quedaron en la impunidad y no tuvieron más remedio

que dejarse en el olvido. Al principio, Dorfman ubica a Paulina como una de las

muchas víctimas desconocidas, pero le da personalidad cuando ésta pide que

su caso no quede impune, y amenaza de muerte al supuesto violador: “Si no

confiesa, lo voy a matar. Dile que si no confiesa, lo voy a matar”2. Debido a esto,

Paulina pasaría de ser la inocente víctima para convertirse en la nueva criminal,

1 Raynor, C. (s.f.). Georgetown University. Obtenido de La función del testimonio en La muerte


y la doncella de Ariel Dorfman:
http://uknowledge.uky.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1004&context=naeh [Fecha de consulta:
Domingo, 16 de julio de 2017. 19:56]
2 Dorfman, A. (1992). La Muerte y La Doncella. Canada: Ediciones de la Flor S.R.L., p. 56.
pues no tiene pruebas para culparlo, y aunque las tuviera, no le compete a ella

juzgar el destino de Roberto.

Del mismo modo, Roberto vendría a ser el presunto autor de los crímenes

de la dictadura contra los que la justicia no pudo tomar cartas en el asunto. Esto

dejó una profunda herida en la población que no le quedaba más que coexistir

en un mismo país con las personas que los sometieron. Por último, Gerardo

personifica a los encargados de investigar los crímenes. Él intercede entre

ambos para dictaminar un culpable, que en la realidad chilena no podía

sentenciarse, aunque en el caso de la obra nunca se supo si en verdad Roberto

era el culpable.

Además, en el libro se menciona a una ‘Comisión’ que tiene como objetivo

indagar los crímenes efectuados en la dictadura. Al ser casos de muerte o de su

presunción podría tratarse de la Comisión Rettig, instaurada con el mismo

propósito después de la dictadura.

De lo anterior es posible afirmar que la víctima convertida en criminal es

Paulina Salas, que hace tiempo fue torturada y violada, pero nunca se supo el

culpable; el criminal convertido en víctima sería Roberto, que aparentemente se

muestra como el inocente a lo largo de toda la historia, pero que es tomado como

el culpable por Paulina –se usa el término ‘aparentemente’ porque la obra nunca

revela si en realidad fue el culpable–; y finalmente, el juez sería Gerardo, que

intercede entre los dos personajes anteriores, negociando y tratando de

solucionar el problema.

De manera global, la obra expone lo que pasó en Chile durante y después

de la dictadura. Por un lado, el autor plasma lo que sucedía, pero por otro, estaba
volviendo a recordar tiempos que ya se daban por terminados, o al menos eso

se intentaba aparentar. En el posfacio del libro, él mismo afirma: “Ponía el dedo

en una llaga que demasiados deseaban disfrazar de cicatriz” 3. Más atrás, en el

desarrollo de la obra, hace referencia a algo parecido: “Gerardo. Vamos a tener

un montón de problemas serios. Para empezar, el Ejército nos va a hacer la

contra durante todo el... Ya le avisaron al Presidente que consideraban esta

investigación un agravio, que era inaceptable que se estuvieran removiendo las

heridas del pasado”4.

Esas eran las condiciones en la que se encontraba la población civil

chilena. La transición a la democracia significaba ahora una oportunidad para

dejar atrás todo lo negativo, esto se evidencia en el siguiente fragmento: “Te

quedaste presa de ellos, todavía estás presa en ese sótano en que te tenían.

Durante quince años no has hecho nada con tu vida. […] ¿No es hora de que...?

Paulina. ¿Olvide? Me estás pidiendo que olvide”5.

Diecisiete años tuvo que padecer Chile. En la obra Paulina fue violada

hace quince años. Y aunque existe una ligera diferencia de tiempos, podría

afirmarse que el término ‘violada’ hace referencia a la toma del poder por la

fuerza en el golpe de Estado perpetrado por Pinochet en 1973, es decir,

diecisiete años atrás.

3 Ibíd., p. 92.

4 Ibíd., p. 28.
5 Ibíd., p. 52.
En base a todo lo analizado en este trabajo, y de acuerdo con Cecily

Raynor, es posible concluir que los personajes Paulina, Roberto y Gerardo

desempeñan los siguientes papeles:

 Paulina, la víctima convertida en criminal.

 Roberto, el criminal convertido en víctima.

 Gerardo, el juez que hace de intermediario.

Y que su autor, Ariel Dorfman, plasma en “La Muerte y la Doncella” la

realidad de Chile en estos tres personajes valiéndose del puesto en el que se

ubicaban las personas involucradas en algún crimen, ya que en cada uno de

esos casos existía un criminal, la víctima de ese criminal, y el juez que intercedía

entre ambos, pero que muy lejos de hacer justicia, condenaba el crimen al olvido.

En otras palabras, mientras al culpable no se lo juzgaba, la víctima no podía

hacer más que guardar silencio. A raíz de esto, busca justicia por sus propios

medios. Entonces se produce un intercambio en los papeles, la víctima se

transforma en criminal, y éste último, en el agredido.

Cantidad de palabras: 1287


Bibliografía

Dorfman, A. (1992). La Muerte y La Doncella. Canada: Ediciones de la Flor

S.R.L. .

Raynor, C. (s.f.). Georgetown University. Obtenido de La función del testimonio

en La muerte y la doncella de Ariel Dorfman:

http://uknowledge.uky.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1004&context=na

eh
REFLEXIÓN

Durante la actividad interactiva se plantearon temas relacionados al

período dictatorial en Chile y las injusticias sociales que tuvieron lugar en aquel

entonces. Mediante la discusión se comprendió la importancia del tiempo y el

lugar en el que se desarrolla la obra para entender el contexto histórico y la

condición social determinada por la dictadura del general Augusto Pinochet entre

los años de 1973 y 1990. De ahí el que su autor hace referencia a la fase de

transición de la dictadura a la democracia en la que se encontraba Chile, y que

estaba obligando a la población a dejar en el olvido las secuelas del régimen

militar.

La obra en sí contiene un gran valor histórico, pues no se trata

simplemente de hechos inverosímiles, sino que está basada en una parte de la

historia chilena. El autor juega con los personajes en un diálogo sumamente

interesante y con cierto suspenso. La realidad de Chile en aquella época y el

tema de la obra son tan idénticos que es como si se tratara de mundos paralelos.

Además, la discusión ayudó a comprender algunos aspectos de la obra como el

rol de cada personaje y su relación con el contexto social, puesto que esta etapa

estuvo marcada por víctimas de prisión política y tortura, las cuales, con el paso

del tiempo dejaron heridas que apenas pudieron ser degradadas gracias a la

Comisión Rettig, la encargada de investigar los crímenes cometidos durante la

dictadura.

Así que, en “La Muerte y la Doncella” se plasma toda esta problemática

social a través de los tres personajes que la conforman: Roberto Miranda, el

criminal convertido en víctima; Paulina Salas, siendo la víctima se la toma como

el criminal; y Gerardo Escobar, el juez intercede entre los dos anteriores. En este
sentido, resulta fácil comprender la indignación del pueblo chileno ante las

masivas oleadas de injusticia y violación de los Derechos Humanos.

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