Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Primera arte
Pisagua en tiempos de Pinochet
Abril 2016
Índice
Prólogo
2. Traición a la Patria
5. La decisión de Selim
9. La muerte aparente
Epílogo
Prólogo
Cuando empecé a escribir esta serie de relatos en Abril del 2016 no tenía muy
claro el por qué lo hacía, nacían como una pulsión dentro de mí y lo cierto es que
puede resultar anacrónico escribir sobre sucesos que ocurrieron hace 43 años
sobre los que ya casi nadie se acuerda y que corresponden a una época de la
historia de Chile supuestamente superada como lo es la dictadura militar de
Pinochet. Pronto descubrí que el motivo tenía que ver con lo que sucede
actualmente, el descorrimiento del velo sobre las instituciones más tradicionales
de nuestra sociedad las mostró tal como son: políticos corruptos cooptados por
la gran empresa legislando a favor de ellas, las colusiones en los diversos
sectores del mercado generadas por la gran empresa que rompen con el mito
de la competencia perfecta estandarte del neoliberalismo, el desfalco sobre los
Fondos Reservados del Cobre perpetrado por la Fuerzas Armadas, todos estos
y otros hechos más tienen un origen común: la herencia de la dictadura militar
que se traduce en un modelo neoliberal en lo económico y autoritarismo en las
relaciones sociales refrendadas en la actual constitución de 1980.
¿Pero qué tiene que ver Pisagua 1973 en todo esto? A medida que investigaba
y escribía sobre lo que ocurrió en ese campamento de prisioneros políticos me
fui dando cuenta de la existencia de un sentimiento que está vivo en nuestra
comunidad y es el de la impunidad. Hechos tan brutales y cobardes como los
que aparecen en estos relatos, atentados flagrantes a los derechos humanos de
los detenidos y ejecutados desaparecidos no han recibido la justicia que se
merecen, la mayoría de los principales militares responsables de estos crímenes
han muerto sin recibir condena alguna y de los civiles involucrados incluso
algunos han ocupado cargos en los gobiernos posteriores. Por años
sobrevivientes y familiares de las víctimas han debido convivir con sus asesinos
y torturadores y hacer como que aquí nunca pasó nada. Esa es entonces la
razón, todo lo que ocurre hoy es porque los que detentan el poder político,
económico y social en este sistema sienten que hagan lo que hagan nada les
pasará, porque así es desde 1973 cuando nace la historia de esta infamia.
1 Una sola pregunta
Consideré que mi deber era hacer algo por las personas que estaban en los
campos de concentración chilenos en calidad de presos políticos como el
documentalista que soy. Había seguido de cerca los acontecimiento que llevaron
al golpe militar contra el gobierno de Allende en 1973 y pese a ser extranjero
conocí bien la gestación de cómo se desestabilizaba la economía del país y cómo
los grupos políticos reaccionarios preparaban el terreno para el golpe de Estado
y la posterior instauración de un régimen militar. Volví a Chile en 1974 con una
sola idea en la mente, fotografiar a las personas que estaban detenidas en los
campos de concentración de la dictadura y exponer después esas imágenes en
el exterior para obligar al gobierno militar no los declarase como desaparecidos.
Tenía amigos en ambos bandos por eso no me fue difícil establecer contacto de
nuevo con aquellos vinculados al régimen militar. Fui lo suficiente hábil en el
pasado para que no sospecharan de mi simpatía hacia el gobierno socialista. Les
cuento que sería conveniente tener grabaciones de los centros de detención de
los opositores al régimen para mostrar las condiciones de estos y mostrar el buen
estado de los prisioneros para acallar las protestas de los medios de
comunicación internacionales por atropellos a los derechos humanos que ya
empiezan a circular de manera profusa. La primera reacción de los personeros
de gobierno con los que me entrevisto es negar la existencia de dichos centros.
Confieso que si bien deseaba con fervor lograr mi misión también sabía lo difícil
que era su logro por no decir imposible. Sin embargo y de manera casi
inesperada las autoridades se abren a la posibilidad de que viaje por el país
filmando la tranquilidad ciudadana que hoy se vive. Una vez en el Norte de Chile
convenzo al general Lagos para que acceda a la idea de que pueda grabar en
los campos de concentración para detener la campaña de desprestigio del
“marxismo internacional” sobre el gobierno de liberación nacional recién
instalado. He podido sobrevolar la oficina salitrera Chacabuco y no me puede
negar que sea un centro de reclusión. Lo visito y solo vi prisioneros hombres,
consulto entonces por las prisioneras mujeres. Lagos me señala que ellas están
en un campo más al Norte.
Me dirijo a Pisagua en el Desierto de Atacama, un pequeño puerto situado al
norte de Iquique, cuya cárcel se ha convertido en lugar de reclusión de más o
menos quinientos presos políticos, en su mayor parte de Iquique, Valparaíso y
Santiago partidarios de la Unidad Popular. He conseguido que me autoricen para
filmar a los prisioneros pero solo podré preguntarles por su nombre, ninguna otra
pregunta está permitida.
Pese a que sabía que los cambios sociales son resistidos por la clase dominante,
nunca pensé que podía llegarse a estos niveles de sadismo. En Iquique todos
nos conocemos tanto civiles como militares y me cuesta aceptar la crueldad de
aquél a quién saludaba afectuosamente todos los días y compartíamos en
actividades sociales o deportivas. Pronto me liberan de ese castigo pero tampoco
es un gran alivio volver a la cárcel donde estamos hacinados. Son veintiséis
celdas, en su mayor parte de dos por cuatro metros, donde nos albergan a los
casi quinientos prisioneros hombres.
Nos llaman para ser filmados lo que nos parece sospechoso pero no tenemos
alternativa y debemos presentarnos. Entramos de a uno en la sala donde nos
espera un hombre con cámaras de filmación, acompañado de algunos militares,
es un joven con aspecto de extranjero, alto, rubio, parece alemán pero su acento
es español. No puedo saber lo que vayan a hacer con estas grabaciones, pero
sí imaginar que es mostrar a un grupo de presos que se veían en condiciones
aceptables, declarando libremente su filiación política y decir que posteriormente
intentaron huir para luego ser ejecutados al aplicárseles la ley de fuga. En este
campamento es hecho muy común.
_ Amigo historiador me parece que Ud. es muy creativo, pero dígame cómo
hacemos para que la gente enganche con esta historia ¿cómo es que los
partidarios de Allende se enterarían que se acercaba la fecha para llevar a cabo
el plan?
_ Pondremos que existía una lista de personas que serían asesinadas por las
hordas de la UP. Esta no sólo funcionará como justificación para el Golpe de
Estado, sino que se convertirá en un tema de estatus entre los que lo apoyaron.
Cuando a una persona le pregunten si está en la lista, esta dirá que sí, porque
sería un honor figurar en ella. Es una especie de certificado de buen opositor de
la UP. Incluso no necesitaríamos inventar la lista, podríamos decir que por estar
en investigación no puede entregarse, ya que comprometería la seguridad de
las personas indicadas como víctimas y entorpecería las acciones que permitan
ubicar a los comandos asesinos que solo figuran con sus chapas en el plan. Así
funciona la mente de los humanos.
_ Ahora debemos elegir el medio por el cual propagaremos esta historia, este
debe ser El Mercurio, el diario que ha sido el baluarte de nuestros principios
durante el nefasto período anterior. Este será el relato fundador del gobierno
militar, la base moral y simbólica que lo justifique. El Plan Z dotará a la reacción
militar del componente épico y ético, necesario para justificar sus acciones. A
través de El Mercurio entregaremos diariamente durante los meses de
Septiembre y Octubre los detalles del Plan Z, en forma de cuento, modulando el
suspenso y los personajes de este relato. ¿No fue así como Dostoievski entregó
su novela “Crimen y Castigo” precursora de la teoría del superhombre?
_ A su orden, mi general. Haremos que declare reconocer que formaba parte del
Movimiento AGP. Es lo que hicimos con Marcelo Guzmán, Freddy Taberna, José
Sampson y otros. También le asignaremos la preparación de bombas molotov
y que pretendía atacar cuarteles, exactamente igual a lo que acusamos a cada
prisionero condenado a muerte. El "Movimiento AGP” es la sigla correspondiente
a "Agitación y Propaganda", la comisión que existía en todos los partidos de corte
marxista-leninista encargada justamente de aquello ¿no le parece, mi general,
que mi idea es digna de figurar en el Libro Blanco y ser incluida en el Plan Zeta?
_ No lo sé Mario, es tu trabajo como Fiscal, el mío es decidir quién vive o muere
en este campamento.
P.D.: Las únicas evidencias sobre la existencia del Plan Z están en el “Libro
Blanco del Cambio de Gobierno en Chile” (Lord Cochrane, 1973) escrito por el
historiador Gonzalo Vial bajo la supervisión del almirante Patricio Carvajal, pese
a esto, nadie se adjudicó la autoría del libro. En el capítulo “El autogolpe de la
Unidad Popular” se expone una serie de documentos como pretendida evidencia
de los preparativos del supuesto autogolpe que realizaría el gobierno de
Salvador Allende. Los archivos desclasificados de la CIA a partir de 1999
demostraron que el Plan Zeta jamás existió.
4 Una carta para la presidenta
_ Amigo, por favor acerque una silla a la mesa, le invito un trago, necesito
contarle una historia, serán solo unos pocos minutos. No, no se preocupe, no lo
comprometerá.
Un día me confidenció que deseaba hacer el Servicio Militar porque pensó que
el gobierno necesitaba “soldados del pueblo”. Medio en serio medio en broma
como argumento adicional me recordaba una estrofa de “Venceremos” el himno
de la Unidad Popular:
Aunque Ud. tal vez no hubiese nacido o fuese muy pequeño para el 11 de
Septiembre de 1973 debe haber oído hablar de lo que pasó ese día que para
muchos cambió sus vidas radicalmente.
La mañana de ese día martes 11, nos pasan un fusil mejorado, un arnés con los
cargadores llenos y cajas de municiones. Nos retiran el casco de fibra y nos
entregan un casco de acero para la guerra. Formados en el patio el capitán nos
explica lo que ocurre, nos dice que el Ejército se va a tomar el poder, aunque no
lo describe como Golpe de Estado y grita ¡Viva Chile mierda! Termina su discurso
al señalar que quién no esté de acuerdo puede dar un paso al frente y se le
respetará como un enemigo leal a su causa. Ya fuese por miedo o por lo
sorprendido que estábamos nadie le responde.
A las once de la mañana ya estamos en la calle patrullando sin tener muy claro
lo que sucede, pero los actos que empezamos a ejecutar nos dan una señal clara
de lo que viene, empezamos allanando fábricas y servicios públicos en busca de
dirigentes de la Unidad Popular y jefes de Servicios, también entramos a la sede
local de la Universidad de Chile y sacamos estudiantes de sus aulas en
búsqueda de sus dirigentes, todo es realizado con brutalidad y frente a gente
indefensa, cuando los encontrábamos los subíamos a los camiones y los
llevábamos detenidos. Junto a Selim tratamos de mantenernos al margen de los
operativos en el sentido de no aplicar la violencia contra estas personas, pese a
la actitud neurótica de los oficiales a cargo que nos instaban a ejercerla. A las
tres de la tarde comienza el toque de queda y patrullamos hasta el anochecer
las calles desiertas con orden de disparar al primero que se asome sin siquiera
preguntar.
_ Selim, es muy peligroso lo que vas a hacer, lo menos que puede pasar es que
te detengan y encierren quién sabe por cuánto tiempo. Tú sabes todo lo que te
estimo y respeto pero esta vez no podré seguirte, tengo miedo ¿te das cuenta
que saben tu posición política y con el conocimiento adquirido sobre el manejo
de armamento si te opones a estos desquiciados pasas a ser un enemigo
peligroso?
Al día siguiente muy temprano en la formación y pese a mis ruegos para que
desista, Selim cumple con su promesa y manifiesta su petición de ser dado de
baja para mantener su compromiso de proteger y servir a todos los chilenos y no
ser parte de un acto criminal. El comandante lo escucha ante el silencio sepulcral
del entorno y le responde:
_ Conscripto me doy cuenta que no ha entendido nada de lo que les dije ayer,
estamos en un estado de excepción, el gobierno de Allende provocó el caos
político y económico y pretendió generar una guerra civil para exterminar a todos
sus opositores, para eso hay en el país varios miles de guerrilleros cubanos
encubiertos y otros tantos miles de partidarios de la Unidad Popular con armas,
debemos ubicarlos y exterminarlos si presentan resistencia, es nuestro deber
con la patria y con la honorable Junta Militar que ahora nos gobierna. Respecto
a Ud. conscripto, me decepciona, siempre lo consideré un muy buen soldado
desde que llegó tanto así que lo incorporé a la Plana Mayor de este regimiento,
pero si eso es lo que piensa y desea, tome sus cosas y márchese de este lugar
, no quiero verlo nunca más.
Selim rompe la fila y se dirige hacia las barracas en busca de sus pertenencias,
por un instante sentí el deseo de seguirlo en su decisión pero un escalofrío
recorrió mi cuerpo y las piernas me temblaron. Al poco rato nos encontramos y
ya con tenida de civil Selim se despide de mí con un largo y fraternal abrazo y
antes de verlo salir del regimiento le digo:
_ Selim, toma el poco dinero y algunos tarros de conservas que tengo, te harán
falta. Estarás solo en esta ciudad y no te será fácil dejarla para regresar pronto
a Santiago. Cuídate mucho, espero que nos volvamos a encontrar de nuevo en
circunstancias más gratas y de nuevo perdóname por no acompañarte.
_ Amigo perdone por elegirlo para contarle esta historia, lo cierto es que estoy
borracho, generalmente siempre lo estoy cada vez que vengo a este bar y vengo
continuamente. Ud. entenderá que bebo para olvidar ¿me acompaña con la otra
botella de vino?
6 La Calle del Soldado
Viajo en un taxi colectivo desde el sur oriente de Iquique al centro cívico ubicado
en el sector norte, atravesamos una avenida llamada Pedro Prado, es la calle
más larga de ciudad, conocida también como la “calle del soldado Prado”. Ya
casi anochece y voy a encontrarme con una persona conocida de mi familia para
hablar sobre mi padre. Mientras viajo mi memoria se remonta a los primeros años
de mi infancia.
Los recuerdos que uno tiene de los seis años de edad son pocos y difusos, pero
aun retengo la imagen última de mi padre, alimentada en el tiempo con sus
fotografías. Un día ya no estuvo más, salió para no volver, mi madre me dijo que
había partido en un largo viaje, pero que volvería apenas pudiese y que nos
echaba mucho de menos. La explicación pudo causarme tranquilidad, pero la
pena que mi madre intentaba disimular era demasiado evidente y me indicaba
que algo no andaba bien, sumado al aumento de la frecuencia de visitas de
familiares y amigos a la casa. Volví pronto al colegio cuyas clases fueron
brevemente interrumpidas por el Golpe de Estado en Septiembre de 1973, en él
recibí el primer impacto emocional respecto al destino de mi padre. Un
compañero de curso me preguntó por él, yo respondí lo que sabía: estaba de
viaje. Me dijo: No, tu papá está muerto. Repliqué que no era cierto, que solo se
había ausentado temporalmente, pero este insistía. Hui de su compañía y
cuando volví a casa le conté a mi madre y le pregunté si era cierto, ella lo negó
y mantuvo la versión del viaje. Tiempo después me di cuenta que más que
perversidad en mi pequeño compañero lo que había era el secreto a voces de la
muerte de mi progenitor.
_ Hola Jaime, que grande estás, no te veía desde que eras pequeño, me
contaban que estás terminando tus estudios secundarios y pronto entrarás a la
Universidad. Uno de tus tíos me pidió que hablase contigo. Pero no nos vamos
a quedar aquí parados, te invito a una bebida, entremos a un local y ahí
conversamos en un lugar reservado.
Entramos a un local mezcla de bar y restaurant donde solo veo gente mayor,
prácticamente todos hombres, conversando en voz baja y bebiendo, nos
metemos a un reservado y el hombre hace el pedido al mozo: _ Dos vasos, una
gaseosa para el joven y un botella de pisco de 45 grados para mí.
_ Señora, su marido se fugó, ahora debe estar en Cuba, divirtiéndose con las
mulatas, no se preocupe más por él.
Jaimito, sé que ahora sentirás un gran odio contra mí, lo esperaba, yo también
necesitaba confesar mi participación en este acto, no hice nada contra tu padre
pero tampoco nada a favor de él. Puedes despreciarme, pero tendrías que haber
estado en mis zapatos en esos instantes.
No sé qué decirle, ahora sé cómo fue y más o menos quiénes fueron sus
victimarios, pero que fue del cuerpo de mi padre y de su compañero ¿Dónde
están?
_ Necesito otro trago más, espera que me lo sirvo. No lo sé con certeza, pero es
posible que hayan sido trasladados al Cementerio Número Tres que está
comunicado con el Regimiento por una puerta trasera pues ambos recintos son
vecinos. Deben haber ido a parar a la fosa común.
_ ¿es posible entonces que aún se encuentren allí? _ pregunto con ansiedad.
_ Jaimito me obligas a decirte cosas tan terribles, no creo que los puedan
encontrar, curiosamente hay un documento de esos días, donde se autoriza para
que se incineren los restos de personas NN que se encontraban en la fosa
común. _ Ojalá se equivoque_ le respondo _ Sí, en estos momentos siento un
gran odio por todos los que participaron en estos actos, no sé qué les haría si los
tuviera frente a mí.
Jaime, no te enojes conmigo, los que nos dirigieron son los principales culpables,
sobre ellos debes volcar tu rabia. A propósito que dirías si te dijera que en este
mismo momento y en este mismo lugar están algunos de ellos, el Fiscal Acuña
y el sargento Barraza beben sus tragos en alguna mesa vecina, no te los voy a
señalar, solo quiero demostrarte por qué existe el pacto de silencio entre todos
nosotros ¿te das cuenta que a esta gente no le pasa nada pese a todo el daño
que han provocado? Han pasado más de diez años de los hechos y pueden
andar tan campantes por toda la ciudad porque todos les tenemos miedo o existe
alguna complicidad con ellos, salvo que tú en un día futuro los esperes salir
ebrios y tambaleantes de este bar y les pegues un par de balazos.
7 Una propuesta obscena
Es una rutina, casi todas las mañanas antes de levantarme para ir al colegio
escucho los cantos de los conscriptos que hacen su servicio militar en el
Regimiento Carampangue que está a dos cuadras de mi casa, mientras van al
trote. Lo que siempre me ha llamado la atención es la letra del canto,
generalmente está llena de obscenidades: “Soy un pelao, hediondo…”, me
imagino que es para hacerles olvidar por un rato el cansancio de la marcha.
Pisagua, 1974
_ ¿Qué pasa capitán Benavides, qué problema puede haber acá? Por favor
explíquese.
_ Pero capitán, ¿me está proponiendo que nos disfracemos de payasos para
hacerlas reír?
_ No mi comandante, que sean los presos de este campamento los que hagan
el show, después de todo ellos son compañeros ¿no?
Mientras nos llevan a Pisagua días después del Golpe Militar, luego de la pasada
obligatoria por el Regimiento Telecomunicaciones de Iquique, recuerdo a Andrés
Daniels, militante del Partido Socialista, locutor de la Radio Esmeralda “la
trinchera del pueblo” como él decía, imaginarse con instalar una radio en dicho
pueblo, para amenizar nuestra estadía y conformar shows y espectáculos de
revista a los cuales estaba tan habituado. No era el único que pensaba que la
relegación en ese pueblo sería como los años 1947 al 1950, cuando González
Videla confinó en ese lugar a los comunistas en virtud de aplicar la Ley Maldita,
donde nos acomodarían en las casas del pueblo y dejarían relativamente libres,
y sería de nuevo nuestra “universidad” como lo infería Volodia en su “Pisagua, la
Semilla en la arena”. No podíamos imaginarnos que esta vez el lugar sería la
tumba para unos y la humillación y el dolor para el resto de nosotros.
_ ¿Habrá algún chistoso, algún desgraciado que tenga alguna gracia para animar
a sus propias compañeras?
Como no hay respuesta, el capitán que ubica a Daniels y sabe del trabajo que
realizaba en la radio, le pide bajo amenaza que señale unos cuantos prisioneros
para que conformen un grupo artístico. Una vez hecho el “casting” nos dan diez
minutos para organizarnos y al día siguiente debemos actuar en el teatro del
pueblo. Los elegidos una vez que quedamos sin la presencia militar le
recriminamos a Andrés el por qué nos eligió para esta suerte de mascarada
trágica.
La prisioneras en las primeras filas están sentadas asiento por medio, en las filas
restantes están los prisioneros también sentados con un asiento vacío entre ellos
y el resto parados, rodeando a todos los concurrentes y en la parte superior del
teatro están los soldados armados y con la bala pasada. Al costado del escenario
está el Comandante Ramón Larraín y el resto de los oficiales. Para dar inicio a
la presentación el Comandante parte de la manera más inadecuada que se le
podía ocurrir: lee una condena y luego grita:
_ Y ahora que salgan los chistosos.
PD: Este relato está basado en la historia que cuenta Billie Willie sobre su
actuación en el teatro de Pisagua, en el video
http://www.ccplm.cl/sitio/laverdadera-historia-de-johnny-good/
8 El Evangelio de La Pasión según un ateo
El evangelista relata: Hay toda una serie de acusaciones directas a Jesús, por
parte de las autoridades: de los sumos sacerdotes, de los escribas, de los
gobernadores romanos, en las cuales se lo tilda de subversivo por alentar al
pueblo contra la autoridad, o de lograr la liberación del pueblo judío del imperio
invasor.
Hoy los militares que se tomaron el poder a la fuerza por sobre un gobierno
democráticamente elegido me acusan de participar en un plan destinado a
provocar la guerra civil en Chile y la rebelión de las Fuerzas Armadas a través
de su subversión. Me acusan los mismos que quebrantaron la constitución que
juraron respetar y defender, con la injerencia directa del Imperio: el gobierno de
los Estados Unidos, de las transnacionales y de la oligarquía criolla tanto política
como económica.
Fui detenido en la paz de mi casa reunido con mis familiares, en otras situaciones
en las que por precaución esperé un tiempo antes de entregarme detuvieron a
mi señora e hijos para provocar mi entrega. Nunca opuse resistencia, la segunda
vez cuando me llaman a través de un bando radial para que me presente a la
autoridad militar, me entrego voluntariamente.
Continúa el evangelista; después del escarnio a que fue sometido Cristo, donde
proliferan los insultos, los escupos, las bofetadas, latigazos, blasfemias y la
corona de espinas, es llevado por el camino del calvario al patíbulo.
La cruz nuestra es una cruz de luz, donde nos clavaron con balas, como decía
En Pisagua, tanto el alto mando como los verdugos sabían muy bien lo que
hacían, luego no aplica el perdón. No puede haber perdón si no hay
arrepentimiento, si no hay justicia ni verdad. Y nunca hemos visto
arrepentimiento en los victimarios, seguimos esperando la verdad sobre el
destino de los desaparecidos y los principales responsables: Pinochet, Forestier,
Acuña murieron sin ser condenados por la justicia.
No, Jesús no tiene que pagar con su vida para salvarnos ¿pagar por qué, a
quién?
Los que fueron ejecutados en Pisagua tampoco tenían nada que pagar, no tenían
por qué morir, solo el odio del que considera menos humano a su opositor
dialéctico puede torturarlo, procesarlo con pruebas falsas o sin ellas y ejecutarlo
de una manera tan terrible, al punto de hacer desaparecer sus restos mortales.
_ Es mejor que te quedes acá y mañana vas a hacer lo que quieres, las patrullas
militares no son lo que llamamos amistosas, sé de casos en que detienen a
alguien que está a una cuadra de llegar su hogar al filo del toque, le dicen que
corra hacia ella y a la cuenta de diez disparan si es que no ha alcanzado a entrar,
así que es preferible que seas un buen corredor.
Al llegar a la Universidad, veo que los marinos han ingresado a ella y se llevan
detenidos a algunos de los compañeros con los cuales debía juntarme. En la
escala del edificio uno de ellos cae por los empujones de los militares e
instintivamente procedo a recogerle, lo que me vale un culatazo e incluyan dentro
del grupo que se llevan. El Director actual de la Escuela ha sido designado por
los milicos y ha permitido que personal del Servicio de Inteligencia Naval se
introdujera en la Universidad y él mismo ha delatado a los estudiantes de
izquierda. En lo personal soy un alumno con buenas notas, no milito en ningún
partido político, sí soy simpatizante del gobierno de la Unidad Popular y como tal
he participado en los trabajos voluntarios y he hecho asesorías técnicas a los
interventores de las empresas intervenidas acompañando a los alumnos de los
últimos años más comprometidos con la causa.
Al día siguiente soy interrogado, me torturan por más de tres horas, me desnudan
y golpean con manos y pies por todo el cuerpo, me aplican corriente en los
testículos y luego me vuelven a golpear en un ciclo infernal, entremedio me
preguntan por las armas que supuestamente tenemos escondidas en la
Universidad. Cuando ya no siento siquiera las quemaduras de la electricidad me
quitan la venda para que camine hasta el cuarto de los torturados, pero no puedo
hacerlo debido a las contracciones musculares provocadas por la corriente y
debo arrastrarme hasta ella. Lo que veo allí es un cuadro dantesco, todos están
con diversas fracturas y no pueden siquiera caminar y respiran con dificultad,
entre ellos puedo identificar a profesores, alumnos y alumnas de mi universidad.
Escucho decir que algunos reconocieron a sus interrogadores, son infantes de
marina preparados en las bases norteamericanas de Panamá. Al otro día somos
enviados al buque Lebu que hará de cárcel. Voy a una bodega con más de cien
personas y sin baño por lo que el hedor es insoportable debido a la putrefacción
de los tarros en los que debemos hacer nuestras necesidades. De vez en cuando
sacan a grupos de entre tres a cinco personas las que después de un tiempo
regresan en muy malas condiciones tanto físicas como psíquicas.
Llega un capitán, me elige junto a cuatro compañeros más y dice que nos van a
fusilar. Solo escuchar esta noticia terrible sobrecoge mi espíritu y aunque la
estadía en este lugar ha hecho que muchas veces deseemos morir como escape
a las torturas que nos infligen no es lo mismo sentir la cercanía de ésta dictada
por tu carcelero que tiene el poder de hacerla efectiva a su voluntad. Caminamos
en fila hacia el sitio de la matanza, en medio del terror que me invade pienso en
lo que otros compañeros sometidos a una experiencia similar me han contado,
que es solo un fusilamiento simulado, una técnica usada para ablandar la moral
de los detenidos. Puesto que ellos volvieron de la muerte aparente una leve
esperanza me acoge, puede ser un simulacro, es como un salvoconducto para
la certeza del retorno. Una vez en el lugar de la ejecución, si algo faltaba para
disipar mi creencia en el carácter ficticio del procedimiento, el oficial ordena que
se nos maniate y nos vende la vista. Sacando fuerzas de flaqueza pido que me
saquen la venda para ver a mis ejecutores en el momento que disparen, si voy
a morir quiero mostrarles que no hay arrepentimiento en mí, escucho una voz
seca y cortante diciéndome que no se puede. Se oye la voz de orden al pelotón
y los disparos.
Despierto y escucho la voz de mi amigo:
Pisagua 1984
Al caminar por la playa en dirección al lugar donde están las personas que
convocan mi presencia, paso cerca de un joven sentado que parece observar la
periodicidad con que las olas llegan a tocar la costa, está tan concentrado que
no se percata de mi presencia. Lo dejo atrás y me acerco al sitio de mi destino,
son los restos de lo queda de una vieja planta conservera al Norte de Pisagua,
ahí los militares levantaron una carpas para albergar inicialmente a las ciento
veinte personas relegadas, cercaron el lugar con alambre de púas e impiden el
acceso a toda persona, perros policiales también custodian el campamento pero
no son visibles en mis visitas.
_ ¿Padre quiere que lo acompañe en este rato? No hay mucho que hacer por
acá ni tampoco con quién conversar.
_ Gracias hijo, tal vez tú puedas contarme algunas cosas que les han ocurrido a
los detenidos. Supe de un joven que no resistió la idea de quedar detenido sin
fecha definida y escapó de Pisagua pero al cabo de unos días fue recapturado.
¿Sabes algo de esa historia? su desesperación debe haber sido extrema para
llevarlo a tomar tal decisión y lo difícil que debe haber sido llevar a cabo la tarea.
_ Sí Padre, le puedo contar lo que sé de ese caso por lo que uno de sus
compañeros me confidenció y las partes que faltan podemos imaginárnoslas. Era
un joven fuerte, atleta y buen nadador, impetuoso y sin límites mentales que le
impidiesen idear una solución para su problema, un espíritu libre, el encierro lo
ahogaba y empezó a pensar un plan de salida. Para huir de Pisagua, una cárcel
natural en sí misma, solo hay dos posibilidades, una es usar el mar pero para
ello se necesita una embarcación que sea lo suficientemente rápida para llegar
al Perú antes que los carceleros se percaten del escape y no puede conseguirse
porque los pescadores quienes podríamos proveerla seríamos los primeros
sospechosos de ser sus cómplices y desde luego no nos expondríamos a la
reacción de los militares. La otra vía de fuga es la carretera panamericana en
pleno desierto para poder abordar un vehículo que lo lleve al Sur, esta no está a
más de 30 kilómetros de distancia pero con pendiente en subida y su mayor
inconveniente es que en la pampa una persona es visible fácilmente desde el
aire. El joven notó que los soldados montan guardia especialmente en la parte
alta de la ciudad pero no en la playa pues no imaginan un escape por el mar
infranqueable sin una embarcación pero sí la huida a través de los cerros para
llegar a la carretera. Concluyó que lo más adecuado era salir a nado por la bahía
y luego enfilar hacia al desierto, se dedicó entonces a observar minuciosamente
la costa para conocer el oleaje y las corrientes, tuvo también la oportunidad de
bañarse en la playa y nadar algunos cientos de metros para comprobar sus
teorías bajo la mirada atenta de los guardias que seguían sus movimientos sin
sospechar nada.
Pasada la medianoche de una noche sin luna nuestro amigo elude a los guardias
custodios, pasa bajo las alambradas del campamento, llega a la playa y se lanza
silenciosamente al mar, lleva con él tres bolsas pequeñas, una con ropa, otra
con agua dulce y una tercera con algunas frutas y verduras que pudo juntar.
Conocedor ya de la costa nada una distancia de un par de kilómetros hacia el
norte, lo justo para salir del radio de visión de la bahía, se evade por unas
roquerías y camina hacia la quebrada de Tiliviche, en ella hay agua y verduras
que le pueden servir para alimentarse antes de saltar a la carretera
Panamericana, además la vegetación de ese lugar aunque escasa le puede
permitir ocultarse mejor que en la pampa. Tiene más o menos unas siete horas
de ventaja sobre sus futuros perseguidores, en ese lapso debe poder llegar al
camino y abordar algún vehículo que acceda a llevarlo al sur.
Temprano en la mañana del día siguiente los guardias del campamento se dan
cuenta de su ausencia y comienza la búsqueda por todas partes, piden la ayuda
de un helicóptero que barre toda la zona preferentemente la cercana a la
carretera panamericana el objetivo más probable que debe haber elegido el
fugitivo. El temor de los militares es que al amanecer haya llegado a la carretera
y un vehículo lo asistiera antes que ellos hubiesen dado aviso a los controles
camineros. Otro grupo de soldados recorre la costa bordeando el mar, se da
aviso a las comisarías de Cuya por el norte, Huara por el sur y Camiña por el
oeste para que revisen todo vehículo que pase por sus controles. Pronto
descartan el mar, no falta ninguna embarcación de los pescadores lugareños y
bordeando la costa a pie no se puede llegar muy lejos, Arica o Iquique están muy
distantes y en la ruta hay acantilados cortados a pique que impiden el paso.
Queda entonces recorrer la Quebrada de Tiliviche, donde no hay mucho con qué
ocultarse pero hay agua dulce y se puede sobrevivir un tiempo sin salir de ella,
pero la patrulla tampoco lo encuentra allí. Debe estar bien oculto en alguna parte,
ni las patrullas y el helicóptero han podido dar con él, se lo habrá tragado la tierra
o murió ahogado en el mar comentan los soldados que encontraron unas bolsas
entre las rocas aledañas, así termina ese día.
_ Qué lástima, estuvo tan cerca de lograrlo _ Oh, mira ahí vienen los militares,
me hacen señas para que ingrese al campamento, gracias hijo por la compañía
y el relato, trataré de hablar personalmente con este intrépido joven para darle
apoyo psicológico y pedirle un poco de paciencia pues pronto deberá ser
liberado, el gobierno militar ha ido perdiendo apoyo internacional y en el plano
nacional las protestas cunden a través de todo el país, no es buena imagen tener
presos políticos a estas alturas del régimen, aunque no quieran reconocer esta
denominación para los detenidos.
_ Sí Padre puede hablar con él pero no necesita entrar al campamento para eso,
es el hombre que vio en la playa sentado con la mirada absorta en el horizonte
marino, no creo que pueda entablar una conversación útil, después de ser
recapturado fue aislado y castigado tan duramente que ahora solo habla
incoherencias, incluso no lo vigilan, vaga solitario por las cercanías, ha dejado
de ser peligroso en términos de escape, pero juraría que sigue pensando en ello.
Epílogo
Sin embargo casi todos los relatos están basados en situaciones y personajes
reales.
“Una sola pregunta” está dedicado a los prisioneros políticos del campamento
personificado en Enrique Aranda, ferroviario y compañero de trabajo de mi padre
y al cineasta español Miguel Herberg que se arriesgó a volver a Chile para filmar
a los presos políticos e indirectamente intentar salvarles la vida.
“Plan Zeta Now” se narra como una conversación ficticia entre el historiador y el
Almirante que inventaron la historia delirante del autogolpe que habría planeado
Allende y sus partidarios para eliminar a sus opositores políticos. Aunque
absurdo y falso, dicho texto motivó la invención posterior de otras falsedades
como el Movimiento AGP al que pertenecerían supuestamente los ejecutados en
Pisagua.
“La decisión de Selim” narra a grandes trazos la vida de Michel Selim Nash,
ejecutado desaparecido contada a través de un compañero suyo ficticio, es el
relato del acto heroico de Nash pero también un reconocimiento hacia todos los
conscriptos que se vieron obligados por sus jefes a realizar actos de barbarie
contra su voluntad.
“La calle del soldado” es el relato sobre lo acaecido con William Millar, detenido
desaparecido y padre de mi primo James, en un diálogo ficticio de él con un
testigo de los hechos. Solo después de escribir esta historia pude aquilatar la
dimensión del sentimiento de impunidad de los victimarios.
“La muerte aparente” está basada sobre lo que me pudo suceder mientras
estudiaba en Valparaíso si hubiese sido detenido por los militares en Septiembre
de 1973 y de lo cual libré porque ese día me quedé en casa de un amigo al estar
cercano el toque de queda. La historia tiene dos finales y no pude decidirme por
ninguna de ellas, es tan sutil que haya sido real una y no la otra.
II Parte
La última tentación
Epílogo
Prólogo
El año 2018 comienza mal para los que tenemos la esperanza que el sistema
político, económico y social de nuestro país muestre un rostro más solidario y
disminuya la desigual distribución del ingreso entre el 1% más rico y el 99%
restante que nos coloca entre los países más desiguales del mundo según el
índice Gini. El nuevo gobierno de derecha no tiene la menor intención de hacer
cambios estructurales al sistema de modo que tal ilusión no es ni remotamente
posible y la oposición desorientada y dividida tampoco puede forzarlos.
Cuando se está en una situación extrema con amenaza vital para alguno de los
dos ¿existe algo más importante que la comunicación de una madre con su
hijo(a) al estar físicamente separados? Frente a la incertidumbre el imaginario
genera escenarios muy pesimistas o una fe esperanzada en que nada malo
sucederá.
La misiva que parece sacada del libro “1984” de George Orwell, es en sí misma
intimidante, revela lo que hay detrás de ella, es la nota que puede escribir un
prisionero de un campo de concentración nazi de la segunda guerra mundial,
pero aun ahí era posible que tanto el remitente como el destinario tuviesen algún
código que les permitiera intercambiar mensajes sin que pudiesen ser
detectados por la censura de los militares, como por ejemplo si escribo con lápiz
rojo es mentira lo que digo y si es con lápiz azul es verdad o usar algunas
palabras claves. En este caso particular solo queda la interpretación inconsciente
del receptor del mensaje, la madre al leerla intuye que es una despedida y su
alma se acongoja, pero lo peor está por venir en unas pocas semanas más.
_ Presiento que voy a morir, puede ser mañana o será dentro de los próximos
días, me queda claro que nos están ajusticiando solo por nuestro pensamiento y
posición política, mientras más a la izquierda estemos mayor es la posibilidad
que no sobrevivamos. He escrito dos cartas, una para mis padres y otra para mi
novia, hazme el favor de entregarlas apenas tengas la oportunidad y no quiero
morir sin antes confesarme, tendrás que ser mi confesor ahora porque el
capellán militar no es alternativa.
Al amigo no le sorprende la petición de la confesión, habían discutido antes la
aparente contradicción de profesar la fe católica y ser marxista, que para ellos
no era tal. El joven profesor mirista además de hacer clases de inglés en el
Instituto Comercial hacía clases de economía política en otros colegios y de
marxismo a los trabajadores los fines de semana. Ambos compañeros entienden
que para Marx, la religión tiene un carácter dual: por un lado cumple el rol de la
legitimación del orden existente, pero por otro lado, de acuerdo a circunstancias
sociales, su rol es crítico, de protesta e incluso revolucionario.
Así como la primera carta a mamá Baldramina tampoco expresaba todos los
sentimientos de su hijo maniatado por el infame formato preparado por los
militares esta segunda carta también estuvo amenazada por la incapacidad
potencial del amigo de su hijo de reproducir fielmente lo que este había escrito y
que él había destruido por su seguridad. Antes de destruirlas las repasó varias
veces para poder volver escribirlas pero por el estrés con que vivía esos días
aciagos temía que su memoria olvidase parte de los textos. Para asegurar el fiel
espíritu de la nota, recordó la relación de Tito con sus padres, todos los días
antes de marcharse al trabajo le daba un beso a su madre y ese día once no lo
hizo porque ella dormía profundamente y se marchó a realizar sus clases de
inglés al Instituto Comercial donde fue detenido esa misma mañana y no la
volvería a ver más. La relación entrañable con sus hermanos menores, a los
cuales les llevaba varios años de edad de ventaja, la afición a la música que le
inculcaron sus padres, como lo recordó su amigo de la infancia Hermes Valverde,
ideológicamente de derecha que se emociona al contar que junto a Tito tocaban
en el piano la Barcarola de Offenbach. De su admiración por el Che Guevara y
sus andanzas libertarias por todo el mundo.
“Queridos padres:
Mañana quizás ya esté muerto y es por eso que antes de partir les escribo estas
breves líneas, con el apuro que las circunstancias exigen. Quisiera por última
vez expresarles que sólo a ustedes debo todo lo que fui, que gracias a vuestras
enseñanzas pude vivir una existencia plena y verdadera. Fueron 26 años bien
vividos, conocí el amor de ustedes y el otro amor. Viví plenamente y por eso no
me duele partir, al fin y al cabo muero por lo que es justo. Gracias queridos
padres por todo lo que me disteis. No tengan pena porque a Dios ya me he
encomendado y sé que él está conmigo. Con el amor de siempre.
Tito”.
Notas:
Este relato está basado en el libro “Después de la lluvia. Chile una memoria
herida” de Mario Amorós, capítulo VIII “Mañana quizás ya esté muerto” que relata
la detención y muerte de Humberto Lizardi Flores en Pisagua.
No puedo dejar de amarte
¿Cómo se explica que alguien se enamore de otra persona? Mientras más se
trata de encontrar razones resulta más confuso, pero más difícil de dilucidar es
la presencia del amor platónico a menos que el joven que se enamore sea
introvertido, inseguro y se inhiba emocionalmente, en ese caso es casi normal
que surja un amor así. Eso le ocurrió a Damián con Bárbara, la hermana de
Haroldo un compañero de curso del Liceo, desde que la vio la imaginó como un
amor imposible, no se alejaba de ella ni se acercaba, solo mantenía la distancia
necesaria para seguir sintiendo el afecto, ni pensar en tocarla o que ella lo
tocase, nunca manifestaría explícitamente su amor, solo él lo sabría, y a falta de
la presencia de su amada buscaría un objeto que la recordase en cualquier
instante, en este caso fue una canción, la balada soul “I can´t stop lovin you”
inmortalizada por Ray Charles, cuya traducción es “No puedo dejar de amarte”
que canta a la nostalgia de un amor pasado al que es imposible olvidar, la carga
emotiva y sentimental producida por la voz del genio de color repetida por las
radioemisoras de los años 60 cautiva el imaginario y el masoquismo de Damián.
Sin embargo su mente la convierte en una obsesión que no se conforma con el
anonimato y empieza a diseñar una estrategia para que Bárbara le reconozca,
debe realizar una acción que llame su atención y que a la vez provoque su
admiración por él.
El inspector Vallejos hace un juicio público del texto de Damián delante de sus
compañeros en una clase de Artes Plásticas, señala la imprudencia del mensaje
comunista que defiende a Fidel, de las herejías respecto al papel de Dios y lo
amenaza de llevar este reclamo al Inspector General, a su vez sus compañeros
se quejan por los comentarios deportivos del folletín donde los fustiga por los
malos resultados del equipo de fútbol del curso. A Damián le queda claro que la
aventura periodística terminó, la amenaza velada es que sus padres serán
citados a responder por sus actos si insiste en continuar con la publicación del
pasquín. El otro profesor, Manuel, se sorprende frente a la actitud del alumno
de 13 años de hacer pública su defensa de la revolución cubana y no puede
menos que admirar la acción, aún no es el momento pero cree que este joven
puede ser útil para la causa en el futuro, se lo imagina trabajando en el
Departamento de Agitación y Propaganda del Partido.
Poco tiempo después Damián se entera que Bárbara está pololeando con otro
joven del mismo Liceo de un curso superior, pero un amor platónico por definición
es un amor no correspondido y se consuela cuando en su mente reverbera la
voz de Ray Charles:
En el Verano de 1973, Manuel invita a Damián para que juegue por el equipo del
Liceo en el Campeonato de Verano de Basquetbol y anota en su libreta para
comunicarle al entrenador del conjunto el papel que cumplirá este nuevo
jugador, escribe en ella el nombre de Damián y le agrega el rol que cumplirá en
el equipo, el de Organizador. Esta vez Manuel se atreve también a pedirle su
participación en el proceso político, necesita asesores técnicos dado que el
gobierno ha ido asumiendo mayor protagonismo en el control de la economía
para poder paliar el desabastecimiento, los paros de los transportistas y de los
colegios profesionales que tensan fuertemente a la sociedad, para Damián que
va a cursar el último año significa congelar sus estudios pero luego de consultar
con su familia accede a la petición, es un sacrificio menor frente al aporte que
puede realizar a la causa e ingresa en Abril de 1973 a la Empresa de Comercio
Agrícola (ECA) sede Iquique para asesorar a Juan Valencia, Jefe Provincial de
esta y militante comunista.
Damián aún tiene la esperanza de ser absuelto de las acusaciones puesto que
se sabe inocente, espera pronto ser liberado y poder volver a retomar sus
estudios. Absorto en esos pensamientos, se ve interrumpido por los golpes a la
puerta de la celda. Esta se abre y escucha la voz de su celador:
_ Prisionero tiene visita, es su abogado defensor, necesita hablar con Ud. para
recabar antecedentes que presentará en el Consejo de Guerra el cual ha sido
convocado para mañana temprano a las 8 horas.
No esperaba esta entrevista, es noche y por lo avanzada de la hora no se
imaginaba que fuera posible algún encuentro que no fuese con sus carceleros.
Eleva su vista y ve la silueta ágil y sinuosa de la persona que entra a la pieza, es
una mujer joven, cuando la tiene más cerca la reconoce y su sorpresa no puede
ser mayor.
Al día siguiente, el juicio empieza mal para Damián, Bárbara está demasiado
nerviosa, parece tener miedo de los militares, su defensa del acusado es
balbuceante e incoherente, mientras escucha el pobre alegato de su defensora
Damián reconoce que el mismo podría haberlo hecho mejor pero la disculpa por
el tétrico ambiente del Consejo de Guerra que debió influir en su actuar. Es
condenado a muerte a petición del Fiscal, pero casi no escucha el dictamen
porque su atención está fija en su defensora, sus ojos siguen a Bárbara que sale
rauda de la sala sin siquiera mirarlo.
10 de Septiembre de 1973
Muy temprano en la mañana, el presidente recibe una llamada telefónica en su
casa de Tomás Moro.
_ Señor presidente, le habla el general Pinochet, quiero informarle que la
situación es de suma gravedad, hemos notado gran actividad en los recintos de
las otras ramas de las Fuerzas Armadas, además la Operación Unitas está
actuando en Valparaíso junto a nuestra Armada. Le propongo que se traslade
Ud., su familia y sus más cercanos seguidores a la Escuela de Alta Montaña en
Los Andes, al lado de la frontera con Argentina, el regimiento está encabezado
por el coronel Gustavo Cantuarias, abiertamente partidario suyo, en ella estará
seguro y llegado el momento podrá salir del país si fuese necesario. Mientras
tanto yo estoy contactándome con todos los generales constitucionalistas para
detener los intentos de sedición. Mi propia familia ya se encuentra en ese
regimiento. Presidente, por favor salve su vida.
Allende que lo escucha al otro lado, siente que la hora final se acerca, y percibe
que su voluntad afloja, ve la posibilidad de continuar con vida y de armar un
gobierno en el exilio, es una tentación poderosa, pero reacciona y le responde a
Pinochet:
_ Gracias Augusto, pero no voy a huir enfrentaré a los golpistas en el lugar donde
el pueblo me puso, espero que te vaya bien en tus intentos y cuídate tú también.
11 de Septiembre de 1973
Pinochet llega a última hora a la conjura de los complotados: el almirante José
Toribio Merino, el general Gustavo Leight y el general de Carabineros Arturo
Yovanne, que llevaban efectuando hace tiempo. Los días 7 y 8 de Septiembre
esquivó los mensajes de Merino, Leight y Patricio Carvajal para que se sumara
al golpe, no estaba seguro, sabía que el 60% de las fuerzas armadas eran
allendistas, dubitativo optó por incorporarse a los golpistas, pero efectivamente
había enviado su familia al regimiento de Los Andes, por si todo fracasaba, tenía
cuidada su retaguardia. Ese día 11 se comporta como el más enérgico de los
golpistas a través de las transmisiones radiales con sus compañeros de armas,
debe apagar la sensación de duda que dejaba su tardía incorporación al complot.
Durante el bombardeo a La Moneda de esa mañana, cuando Allende ya sabe
que la tragedia se consuma, en uno de los escasos momentos de paz, pregunta:
_ ¿qué saben del pobre Augusto?
La respuesta seca de un compañero combatiente es:
_ Se ha unido a ellos.
Allende calla.
Después de los dos de la tarde Pinochet se entera de la muerte de Salvador
Allende en La Moneda. El almirante Carvajal le da la noticia en inglés,
preocupado porque el mensaje puede ser interferido:
_ Allende committed suicide!
La respuesta no puede ser menos brutal:
_ “Que lo metan en un cajón, viejo, lo suben en un avión junto con la familia y lo
entierran en otra parte, en Cuba, si no vamos a tener una media pelota para el
entierro”
Y concluye:
_ “Se muere la perra, se acaba la leva, viejo!”
Ambas frases solo demuestran el miedo de Pinochet a Allende, aun cuando este
ha muerto, no quiere que sea un mártir visitado por miles en su tumba y tampoco
quiere que nada de su legado perdure, nada que le recuerde su traición. Piensa
que para todos hubiese sido más fácil ese día 11 si hubiese convencido a Allende
de ir a la Escuela de Alta Montaña en Los Andes, sin el apoyo del leal Cantuarias
detenido por los golpistas, habría hecho rehén a Allende y habría dispuesto de
él a su placer, para humillarlo, vejarlo y después asesinarlo, y así saciar la sed
de sangre de los dioses de la venganza invocados por el latifundio, la reacción
y las transnacionales.
El Almirante no tiene quién le crea
Valparaíso, año 1980, Cementerio N°3 de Playa Ancha
El Director del Servicio de Salud de Valparaíso me pide lo acompañe a visitar la
Administración del Cementerio que en ese tiempo dependía de ese servicio
público para auditar su funcionamiento. Visitamos las oficinas y además dimos
una vuelta por el lugar, al director le interesó la Fosa Común, un recinto circular
amurallado, le impresionan los mensajes que se encontraban escritos en la
pared externa, textos de amor de familiares, amigos o parejas destinados a las
personas que supuestamente yacen en ese lugar, muy emotivos. Nos
empinamos sobre la muralla de la fosa y miramos hacia su interior, solo vemos
un terreno eriazo con restos de osamentas humanas en la superficie, cráneos,
tibias, costillas, preguntamos por qué no está todo sepultado y los encargados
responden que grandes perros de la vecindad del camposanto acceden al lugar
durante la noche y desentierran los restos pese a los esfuerzos de los guardias
por evitar esta profanación. Muy conmovido el Director expresa que en el lugar
debería existir un monumento en homenaje a los que anónimamente fueron
sepultados en ese lugar, un memorial como los que existen en Europa a la
memoria de las víctimas del nazismo. Lo que no sabía o no recordó en ese
momento el Dr. Schiaffino es que en esa fosa estaban enterrados cuerpos de
detenidos desaparecidos por la dictadura de Pinochet.
(1)
Son conocidas las funas al buque escuela Esmeralda de la Armada de Chile
por su calidad de recinto de torturas a los opositores del régimen dictatorial.
Periódicamente se realizan estas manifestaciones de repudio en el molo de
abrigo del puerto de Valparaíso, donde un puñado de personas, amigos,
simpatizantes y familiares de las personas que sufrieron los vejámenes e incluso
la muerte en dicha nave hacen sentir su protesta por estas malas acciones y
porque los responsables de estos actos no han sido condenados por la justicia.
Algunos como los amigos y familiares de Miguel Woodward reclaman se les diga
el paradero de su cuerpo, es el caso de un detenido desaparecido ampliamente
conocido en la zona, pero lo que me llama poderosamente la atención en esta
funa es un lienzo que enarbolan los manifestantes, en él se representa
gráficamente mediante un diagrama el periplo del sacerdote inglés desde el
momento de su detención por la Armada en su casa del Cerro Placeres, su paso
por el centro de detención y tortura en lo que se convirtió la Universidad Santa
María en esos días, su traslado a la Academia de Guerra Naval, su envío
posterior al buque Esmeralda, donde existió un registro de su entrada en la
bitácora de la nave y su traslado ya fallecido al Hospital Naval, después de eso
se pierde su pista. Tal descripción es acreditada por numerosos testigos, sin
embargo la Armada tiene una versión distinta según me señalan. Me impresiona
el gráfico de la vía crucis de Miguel, nunca vi algo así, es como si dijera: sabemos
todo lo que pasó digan ahora Uds. donde está su cuerpo.
(4)
Santiago, año 2017, entrevista radial de Fernando Paulsen al Almirante
Arancibia
Edecán de Augusto Pinochet durante los años 1980 y 1982, desde que es
nombrado Comandante en Jefe de la Armada por el presidente Frei en 1997 el
Almirante Arancibia es conocido por sus declaraciones polémicas y su férrea
defensa del golpe de Estado y del gobierno militar. En Septiembre de 2017, a
raíz de sus dichos por el Tedeum donde las iglesias evangélicas hicieron una
fuerte crítica a las Reformas de la Presidenta Bachelet, el periodista Fernando
Paulsen de la radio La Clave lo entrevista, rápidamente pasan de los comentarios
de esa situación a la queja del Almirante porque siente que se les culpa solo a
ellos de los actos de violación de derechos humanos y por otro lado los
“cómplices pasivos” pueden vivir libremente
_ “Este sacerdote fue tomado preso, fue llevado a la Santa María, ahí sufrió
apremios fuertes y cuando se dieron cuenta que estaba en muy malas
condiciones, lo subieron a una ambulancia y lo llevaron al Hospital Naval.
Cuando iba camino al Hospital Naval, se dieron cuenta del deterioro que tenía
este ex sacerdote. Doblan y entran a la Esmeralda donde había un médico, bajan
al cura, el médico no estaba, lo vuelven a subir y llegan al Hospital Naval donde
llega muerto. El sacerdote murió en la ambulancia. La Esmeralda pagó un costo
tremendo por haber sido uno de los lugares donde este señor sufrió torturas. Eso
es lo que yo sé”.
_ “La que yo conozco es que el sacerdote estaba muy mal, lo trataron muy mal,
eso es un pecado y los que participaron de eso deberían estar condenados.
Punto. Así de simple. Lo llevaron en la ambulancia, pasaron por la Esmeralda,
llega muerto y, lo que yo sé, es que cuando lo examinan y lo ve un médico, él
hace el certificado de defunción. No sé, exactamente, el motivo que puso, a lo
mejor fue paro cardiaco, anda a saber tú…”
Epílogo
Efectivamente hoy existe un Memorial (5) frente al mar que resguarda la memoria
de Miguel en el Cementerio de Playa Ancha, no de las características
monumentales que imaginaba en 1980 el Director del Servicio de Salud pero
muchísimo más significativo para todos los que aún buscan a sus familiares
detenidos desaparecidos, es una placa de piedra con la siguiente inscripción:
“Aquí en una fosa común, yacen cuerpos abrazados. Otros cuerpos, solos,
yacen en tierras cercanas y en el mar. Un nombre les representa: Miguel
Woodward Yriberry, 1932-1973”.
Notas:
(1) Funa (mapudungun funa, acción de podrido, o funan, pudrirse; ha tomado la
connotación de «ruina, lo que arruina o echa algo a perder») es el nombre dado en Chile
a una manifestación de denuncia y repudio público contra una persona o grupo que
cometió una mala acción.
(2) JAP: Junta de Abastecimiento y Control de Precios: unidades administrativas
locales en Chile creadas en los últimos años del gobierno de Salvador Allende. Las JAP
esencialmente eran comités de racionamiento, implementados para aliviar la escasez
crónica de alimentos.
(3) MAPU: Movimiento de Acción Popular Unitaria, partido político de izquierda,
partidario del Gobierno de la Unidad Popular (UP) de Salvador Allende desde 1970,
nace de una escisión de un sector rebelde de la Democracia Cristiana.
(4) Entrevista Radial: ver link http://www.eldinamo.cl/nacional/2017/09/11/video-la-
respuesta-del-ex-comandante-arancibia-cuando-paulsen-le-pregunto-por-el-asesinato-
del-cura-woodward/ para la entrevista al Almirante Arancibia y los comentarios a ella.
Parte de las declaraciones del ex comandante son transcritas en este relato y sujetas a
mi análisis.
(5) El Memorial fue inaugurado en presencia del Subsecretario de Relaciones
Exteriores, Cristián Barros y del embajador del Reino Unido en Chile, Howard Drake,
familiares y amigos del sacerdote Miguel Woodward
Epílogo
En esta sección detallo las fuentes de cada relato y las razones por lo que fueron
escritos con el objeto de dar más luz a la comprensión de los textos, develo sus
premisas, mis tesis y la defensa de estas.
Dos cartas para una madre es un relato que me vuelve a ligar con el
campamento de prisioneros políticos de Pisagua en 1973 y sus graves
violaciones a los derechos humanos. Es la historia de las misivas que Tito Lizardi
envío a su madre Baldramina Flores y que nunca pudieron ser copia fidedigna
de sus palabras y en consecuencia de sus sentimientos dada las condiciones
aberrantes que la dictadura imponía a los detenidos incluso en materia de
comunicaciones.
El almirante no tiene quién le crea es una crónica que nace a partir de las
declaraciones del ex almirante Jorge Arancibia sobre lo acontecido con el
sacerdote Miguel Woodward detenido desaparecido por la Armada en 1973, el
cinismo de las declaraciones del militar y los antecedentes que se tienen sobre
este caso hacen inconcebible que aún no exista verdad y justicia sobre él.