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ÍNDICE
I Finalidad.................................................................................................................................................4
II Objetivo..................................................................................................................................................4
III Ámbito de Aplicación.......................................................................................................................4
IV Diagnostico y Tratamiento del Craneofaringioma.................................................................5
4.1 Nombre y Codigo.............................................................................................................................5
V Consideraciones Generales.............................................................................................................5
5.1 Definición...........................................................................................................................................5
5.2 Etiología.............................................................................................................................................5
5.3 Fisiopatología..................................................................................................................................7
5.4 Aspectos Epidemiologicos...........................................................................................................9
5.5 Factores de Riesgo Asociado....................................................................................................10
5.5.1 Medio Ambiente..........................................................................................10
5.5.2 Estilos de Vida..............................................................................................10
5.5.3 Factores Hereditarios................................................................................10
VI Consideraciones Específicas......................................................................................................10
6.1 Cuadro Clinico................................................................................................................................10
6.1.1 Signos y Sintomas.....................................................................................................................11
6.1.2 Interacción Cronológica.........................................................................................................11
6.1.3 Fotografias.................................................................................................................................12
6.2 Diagnostico.....................................................................................................................................12
6.2.1 Criterios de diagnostico.........................................................................................................12
6.2.2 Diagnostico diferencial..........................................................................................................13
6.3 Exámenes Auxiliares....................................................................................................................13
6.3.1 De Patología Clinica..................................................................................................................13
6.3.2 De imágenes................................................................................................................................14
6.3.3 De exámenes especiales complementarios......................................................................16
6.4 Manejo según nivel de Complejidad y Capacidad Resolutiva........................................17
6.4.1 Medidas Generales y Preventivas........................................................................................17
6.4.2 Terapeutica.................................................................................................................................17
6.4.3 Efectos adversos o colaterales del tratamiento..............................................................25
I. Finalidad
Contribuir a la calidad y seguridad de las atenciones de salud del paciente pediátrico con
diagnóstico de Craneofaringioma, ofreciendo el máximo beneficio y el mínimo riesgo para
los usuarios de las prestaciones en salud, así como la optimización y racionalización del
uso de los recursos.
La presente guía de práctica clínica constituye una herramienta eficaz que facilitará la
mejor toma de decisiones y la elección de criterios de intervención basados en la evidencia
científica.
II. Objetivo
V. Consideraciones Generales
5.1 DEFINICIÓN
El Craneofaringioma comprende alrededor del 3% de todas las neoplasias
intracraneales y es el tumor cerebral de extirpe no glial de la infancia, constituyendo el
6 a 8 % de todos los tumores cerebrales pediátricos. Se piensa que surge de
remanentes embrionarios del conducto craneofaringeo, estas neoplasias epiteliales
benignas con componentes sólidos, quísticos y calcificado pueden surgir en cualquier
lugar a lo largo del eje desde el tercer ventrículo hacia la glándula pituitaria. (George I.
Jallo, 2010)
El término Craneofaringioma fue acuñado por harvey Cushing en 1932 para describir
una clase de tumores encontrados en la región selar y que fueron reportados por
primera vez por Erdheim en 1904. (Sheehan, 2012)
A pesar de la histología benigna de los craneofaringiomas, sin embargo, su curso es
bastante maligno en los niños. Su cercana proximidad a la vía visual, al círculo de Willis,
al tallo hipofisario y al hipotálamo, predispone a estos pacientes a severas secuelas
adversas, tanto en su forma de presentación como siguiendo al tratamiento. Hallazgos
comunes incluyen cefalea, pérdida de la visión, diabetes insípida, panhipopituitarismo,
estatura corta, disfunción hipotalámica con alteraciones del comportamiento y de la
memoria, hiperfagia, y obesidad. (George I. Jallo, 2010)
El debate persiste en cuál es el manejo óptimo del Craneofaringioma. El control
definitivo del tumor o la cura debería ser la meta de cualquier tratamiento para el
Craneofaringioma en pediatría. (Cohen, 2016)
5.2 ETIOLOGÍA
Los Craneofaringiomas se desarrollan desde el nido de células epiteliales que son
remanentes embrionarios de la bolsa de Rathke sobre el eje extendiéndose desde la
silla turca a lo largo del tallo hipofisario hacia el hipotálamo y al piso del tercer
Figura 1. Diagrama de crecimiento del Craneofaringioma desde los restos de las células escamosas.
(Maurice Choux, 1999)
empalizada, mientras centralmente fácilmente se deshacen para crear un “retículo estrellado”. (Kamat,
2013)
5.3 FISIOPATOLOGÍA
El Craneofaringioma Adamantinomatoso, es el más común y se presenta en todas las
edades. Están revestidos de epitelio formando tumores, conteniendo tres tipos de
diferentes componentes: Una capa basal de células pequeñas, una capa intermedia de
variable espesor, células estrelladas; y una capa en la parte superior frente al lumen del
quiste, en donde las células son abruptamente alargadas, aplanadas y queratinizadas.
En la superficie del quiste, células epiteliales descamativas están presentes ya sea
individualmente o en una característica de grupo apilado (nódulos de queratina). Estos
nódulos pueden llegar a la mineralización con acumulación de sales de calcio, las cuales
rara vez progresan a la formación de hueso metaplásico. Los quistes, en el
Craneofaringioma Adamantinomatoso usualmente contienen un líquido aceitoso
compuesto de epitelio descamativo, el cual es rico en colesterol, queratina y
ocasionalmente calcio. (Adelson, 2015)
Figura 3. Clasificación del Craneofaringioma basado en la localización con respecto al quiasma óptico. Tipo I:
Preinfundibular; Tipo II: Transinfundibular; Tipo III: Retroinfundibular; Tipo IV: Aislado al tercer ventrículo
y/o al receso óptico. El abordaje endoscópico endonasal no puede ser ideal para la resección del
Craneofaringioma Tipo IV. Sin embargo, las lesiones puras del tercer ventrículo pueden ser abordadas a
través de un abordaje mínimamente invasivo endoscópico transcortical. (Remi Nader, 2010)
INCIDENCIA:
Los Craneofaringiomas constituyen aproximadamente el 3% de todas las neoplasias
intracraneales, son el 6 a 9% de los tumores cerebrales en pediatría. La incidencia del
Craneofaringioma en los estados Unidos es entre 0.13 por 100,000 y 0.18 por 100,000
personas por año. La incidencia es mayor en los niños de 6 a 10 años, seguido por los
niños entre 11 y 15 años. El 33% a 54 % de los Craneofaringiomas ocurren en la edad
pediátrica con aproximadamente 96 a 145 casos anualmente ocurriendo en los niños
de 0 a 14 años. Los Craneofaringiomas no parecen tener predilección racial o étnica, la
predilección por el género no es clara. (Adelson, 2015).
6.2 DIAGNOSTICO:
Prequirúrgicos:
- Hemograma completo
- Perfil de coagulación completo
- Glucosa, Urea, Creatinina
- Electrolitos
- Grupo sanguíneo y Rh
- Antígeno australiano y anticore para hepatitis B
- Examen completo de orina
- Radiografía de Tórax
- Evaluación por Cardiología, Endocrinología y Oftalmología.
6.3.2 De Imágenes:
Tomografía Cerebral:
Confirma la presencia de calcificaciones en la lesión, las cuales están presentes en
aproximadamente un 80%. Es importante para planificar la cirugía. Lo que
distingue a estos tumores son la presencia de calcio y que es difícil visualizar en el
estudio de resonancia magnética. (Sheehan, 2012) (Remi Nader, 2010) (Moore,
2015)
Figura 6. Estudio de Tomografía Cerebral contrastada y estudio de Resonancia Magnética del mismo
paciente con Craneofaringioma predominante quístico que se extiende a la región temporal
derecha, fosa posterior y tercer ventrículo.
(Imágenes de Tomografía de la Subunidad de Soporte al Diagnóstico – Servicio de Imágenes.
Instituto Nacional de Salud del Niño del San Borja)
Figura 7. Gráfica sagital que muestra un Craneofaringioma predominante quístico, parcialmente sólido,
una masa supraselar con un anillo focal de calcificaciones. Se muestra además un
Craneofaringioma Adamantinomatoso con componente mixto sólido y quístico. (Moore, 2015)
Figura 8. La Tomografía Cerebral muestra los hallazgos clásicos, una gran masa quística supraselar con
un nivel de fluido, calcificaciones en anillo y globulares. También se muestra el estudio de
Resonancia magnética que muestra una compleja masa supraselar parcialmente quística que
capta contraste en anillo y con componentes sólidos. Los quistes multiloculados contienen
diferentes intensidades de señales. (Moore, 2015)
6.4.2 Terapéutica
Ver anexo 1, 2, 3 y 4 (Javier Travería Casanova)
Anticonvulsivantes
Fenitoína: (endovenosa y oral)
15 a 20 mg/Kg (dosis de carga)
4 a 8 mg /Kg/día (dosis de mantenimiento) dividido en 2 o 3 dosis, con una dosis
máxima de 300 mg/día (Carol K. Taketomo, 2017)
Reacciones Adversas:
- Cardiovascular: Depresión de conducción atrial y/o ventricular, fibrilación
ventricular, hipotensión arterial.
- Sistema Nervioso Central: Ataxia, atrofia cerebral, confusión, mareo, vómito,
cefalea, imsomnio, parestesias, neuropatía periférica.
- Dermatológica: Dermatitis bulosa, dermatitis exfoliativa, hipertricosis, rash
morbiliforme, rash escarlatiforme, necrosis dérmica, sindrome de Stevens-
Johnson, necrolisis epidérmica tóxica.
- Endocrino y Metabólico: Hiperglicemia, deficiencia de vitamina D.
- Gastrointestinal: Estreñimiento, hiperplasia gingival, nausea, vómito
- Genitourinario: Enfermedad de la Peyronie
- Hematológico y Oncológico: Agranulocitosis, granulocitopenia, linfoma de Hodgkin,
leucopenia, linfadenopatía, anemia megaloblástica, pancitopenia.
- Hepática: Insuficiencia hepática aguda, hepatitis.
- Hipersensibilidad: Anafilaxia.
- Inmunológico: Síndrome DRESS (Rash por fármacos con eosinofilia y síntomas
sistémicos).
- Local: En el lugar de la inyección.
- Neuromuscular y Esquelético: Osteomalacia, Lupus Eritematoso Sistémico, tremor.
- Oftálmico: Nistagmus.
Carbamazepina (oral)
Menores de 6 años 10 a 20 mg/Kg/día dividido en 2 o 3 dosis
De 6 a 12 años 100 mg dos veces al día
Adolescentes 200 mg dos veces al día (Carol K. Taketomo, 2017)
Reacciones Adversas:
- Cardiovasculares: Taquicardia auricular, bloqueo auriculo-ventricular, arritmia
cardíaca, insuficiencia cardíaca.
- Sistema Nervioso Central: Agitación, amnesia, ataxia, depresión, mareo, nausea,
alucinación, cefalea, hiperacusia, parestesia, neuritis periférica, alteración en el
lenguaje, vértigo.
- Dermatológicos: Exantema pustuloso generalizado agudo, alopecia, diaforesis,
eritema multiforme, eritema nodoso, dermatitis exfoliativa, rash maculopapular,
prurito, necrolisis, sindrome de Stevens-Johnson.
Tratamiento Quirúrgico:
Una vez identificado el Craneofaringioma, el objetivo primario del tratamiento es la
restauración y preservación de la función neurológica con la mínima morbilidad.
Permanece en debate cuál es el más efectivo método para alcanzar la meta. (Sheehan,
2012)
Dos factores críticos para la potencial cura son extender la exéresis quirúrgica y la
irradiación craneal. Algunos centros propugnan la resección radical para la cura
quirúrgica, sin embargo, otros están a favor de la resección limitada seguida por
radioterapia para limitar la injuria del hipotálamo. Ambas proveen similares tasas de
control de la enfermedad y de la sobrevivencia. Aunque la resección radical tiene más
alto potencial de morbilidad perioperatoria. (George I. Jallo, 2010)
La resección parcial y la radioterapia causan más morbilidad tardía, incluyendo
panhipopituitarismo, deterioro visual, deterioro cognitivo y disfunción de la atención.
(George I. Jallo, 2010)
La relativa adherencia a estructuras vitales por parte del craneofaringioma incrementa
la potencial morbilidad de todas las formas de tratamiento y hacen difícil la estrategia
del óptimo manejo. Procedimientos paliativos, tales como aspiración estereotáctica y
drenaje a través del reservorio Ommaya, pueden proveer liberación de la comprensión
neural y de las estructuras visuales, pero sus efectos son transitorios y la recurrencia es
inevitable por lo que algunos proponen que no debe ser considerada una forma de
tratamiento. (George I. Jallo, 2010)
Dada la variabilidad de la precisa localización y tamaño del craneofaringioma, una
variedad de abordajes ha sido descrita por diferentes cirujanos. Estos incluyen el
Supraselar:
A. Primariamente Intraventricular: Transcalloso, transventricular
B. Pre-Quiasmático: Subfrontal, Pterional
C. Post-Quiasmático: Subfrontal, Pterional, Subtemporal
Abordaje Subfrontal:
El abordaje subfrontal permite una excelente visualización de los nervios ópticos, las
arterias carótidas y la lámina terminalis. Este abordaje es útil para la mayoría de
Craneofaringiomas. Este abordaje ofrece un acceso amplio a la región supraselar y
puede fácilmente ser combinado con otros abordajes, tales como el pterional,
transcalloso/intraventricular, y aún con el selar (drilando el plano esfenoidal). El
abordaje puede ser unilateral o bilateral, dependiendo de la anatomía del tumor. Para
tumores retroquiasmáticos e intraventriculares, remover el anillo superior de la órbita
y el techo mejora la visualización mientras se minimiza la retracción sobre los lóbulos
frontales. (Sheehan, 2012)
Las limitaciones del abordaje incluyen el riesgo de anosmia por injuria de los nervios
olfatorios, lo que concierne a la congestión venosa resultante de ligar el seno
longitudinal superior (lo cual es usualmente mínima), y la extensión de la craneotomía;
incluyendo la violación del seno frontal con el riesgo de fístula de líquido
cefalorraquídeo y de mucocele. (Sheehan, 2012)
Abordaje Pterional:
El abordaje pterional es frecuentemente utilizado con tumores supraselares, tanto
prequiasmáticos y retroquiasmático. Este ofrece una vista más lateral que el abordaje
subfrontal y puede ser combinado con los abordajes (subfrontal, subtemporal,
transcalloso/transventricular) para amplia el aaceso a masas más grandes. Además de
su versatilidad, este tiene una ventaja de ser familiar para la mayoría de cirujanos. La
Abordaje Transcalloso/Transventricular:
Los abordajes transcalloso/transventricular son muy útiles para los tumores
localizados altos dentro del tercer ventrículo o en los ventrículos laterales. Esta ruta
puede ser utilizadas independientemente o en combinación con otros abordajes. La
principal limitación es la incapacidad de visualizar las estructuras neurovasculares
cerca a la silla turca.
Abordaje Subtemporal:
El abordaje subtemporal es empleado primariamente para el acceso a los
Craneofaringiomas supraselares retroquiasmáticos que se extienden hacia abajo a la
protuberancia o lateralmente por debajo del lóbulo temporal. Se realiza una gentil
retracción del lóbulo temporal. Se visualiza la membrana de Liliequist que servirá como
una barrera entre el tumor y la arteria basilar, aunque no es una constante,
especialmente en la reoperaciones. (Sheehan, 2012)
Transesfenoidal (Microscópica y Endoscópica):
El abordaje transesfenoidal ha sido generalmente empleado en la exéresis de
Craneofaringiomas Selares. Aunque fue tradicionalmente limitado para lesiones
puramente selares, los cirujanos han incrementado su capacidad de éxito resecando las
lesiones selares con extensión supraselar con la visualización mejorada ofrecida por el
endoscopio. La principal ventaja del abordaje tranesfenoidal (sea microscópica o
Figura 11. Esquema de una Resección Transesfenoidal Endonasal en un paciente pediátrico. (Kamat, 2013)
Terapia Intracavitaria:
Otras modalidades de tratamiento han sido reportadas y estan en estudio aún como la
administración de Inteferón Alfa a través de un reservorio Ommaya. (Calvaheiro.,
2005). También se reportan estudios utilizando radionucleótidos o Bleomicina.
(Adelson, 2015)
Irradiación:
La radiación ha sido utilizada seguida después de la aspiración del quiste, biopsia o
resección subtotal y como medida de tratamiento ante una recurrencia tumoral.
(Adelson, 2015)
La resección tumoral sola resulta en una tas de progresión de 55 a 85% en muchas
series retrospectivas. La progresión ocurre precozmente dentro de unos pocos meses o
años después de la resección subtotal. Agregar radioterapia postquirúrgica puede
disminuir la tasa de recurrencia entre 15 a 20%. La radioterapia también ha
demostrado ser eficaz frente a una recurrencia tumoral.
6.4.6 Pronóstico
Los Craneofaringiomas a pesar de ser tumores benignos, deben considerarse como una
entidad nosológica grave. Cada caso debe ser individualizado, clínica y
radiológicamente. La meta de la resección completa debería ser sopesada contra el
riesgo de morbilidad quirúrgica severa. La recurrencia puede aparecer después de una
aparente exéresis radical. La tasa de mortalidad va del 1.1 a 16.5% según diversas
publicaciones.
6.5 COMPLICACIONES:
Diabetes Insípida: Derivada de la manipulación del tallo hipofisario, puede ser transitoria
o permanente. Es menos frecuente en un procedimiento transesfenoidal, pero es frecuente
después de la cirugía del Craneofaringioma dado que estas lesiones surgen del tallo
hipofisario. Por esta razón se debería evitar la relajación cerebral utilizando diuréticos o
manitol que pueden agravar la diabetes insípida.
Injuria del Hipotálamo: Son raras, pero también conlleva a un peor pronóstico. Esto
puede llevar al fallecimiento en algunos casos. Esto puede ser causado por manipulación
directa o por isquemia de los vasos hipotalámicos.
Referencia:
El médico tratante del centro asistencial de origen evalúa el cuadro clínico del paciente
con sospecha o diagnóstico de Craneofaringioma, si requiere atención de acuerdo a los
parámetros antes mencionados, exámenes de ayuda al diagnóstico o, tratamiento una vez
confirmada la sospecha, que no puede ser brindada en el centro asistencial de origen, se
podrá solicitar la referencia del paciente utilizando el Formato de Referencia, en donde
quedan consignados los datos completos del paciente y un resumen con los hallazgos
clínicos actuales del mismo.
Contrarreferencia
El paciente contra referido debe llevar una nota que especifique el diagnóstico y
tratamiento realizado, las recomendaciones para el manejo posterior, si debe regresar a la
unidad que contrarrefiere y el equipo multidisciplinario al que debe retornar.
6.7 FLUXOGRAMA:
VII. ANEXOS
Fuente: Javier Travería Casanova, T. G. (s.f.). Tratamiento del dolor agudo en el niño.
Protocolos diagnósticos terapéuticos de urgencias pediátricas.
Fuente: Javier Travería Casanova, T. G. (s.f.). Tratamiento del dolor agudo en el niño.
Protocolos diagnósticos terapéuticos de urgencias pediátricas.
Fuente: Javier Travería Casanova, T. G. (s.f.). Tratamiento del dolor agudo en el niño.
Protocolos diagnósticos terapéuticos de urgencias pediátricas.
Fuente: Javier Travería Casanova, T. G. (s.f.). Tratamiento del dolor agudo en el niño.
Protocolos diagnósticos terapéuticos de urgencias pediátricas.