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EMBARAZO 218060043
ANALGÉSICOS
Los analgésicos o cualquier otro AINE se deben usar en el embarazo SOLO si los beneficios
superan a los riesgos para el feto en desarrollo. En el tercer trimestre, los AINEs generalmente
deben evitarse debido al riesgo de cierre prematuro del conducto arterioso.
Los AINE suelen estar contraindicados durante el embarazo y lactancia. Algunos de los AINEs se
incluyen en la categoría B de la clasificación del embarazo de la FDA en el primer trimestre; a
pesar de ello, su empleo debe considerarse contraindicado, a no ser que se prescriban con el
especialista obstetra del paciente.
ANESTÉSICOS LOCALES
Mayoritariamente, se prefieren que el tratamiento dental sea realizado durante el segundo trimestre
del embarazo, si es que esto es posible.
Se debe evitar la práctica de procedimientos dentales en el primer trimestre del embarazo, ya que
es el período de la organogénesis, y aunque el tratamiento dental no puede necesariamente dañar
estos órganos, se deben disminuir al mínimo los riesgos potenciales, pues existen estudios donde
se analizan la exposición a anestésicos locales en la embarazada, y no se han encontrado una
mayor incidencia de malformaciones congénitas.
Generalmente, lo mejor es no utilizar ningún fármaco durante el embarazo, especialmente durante
el primer trimestre, si no es urgente e importante,independientemente de la seguridad del
medicamento. Afortunadamente, la mayoría de los medicamentos en odontología, no están
contraindicados durante el embarazo.
Los anestésicos locales inyectados a la pueden cruzar la llamada barrera placentaria, sin embargo,
la lidocaína parece ser segura ya que las dosis pequeñas de lidocaína empleados en odontología,
probablemente no afecten al feto independientemente del trimestre del embarazo.
La adrenalina es usada rutinariamente en la anestesia sin alguna complicación. Por tanto, el uso
en anestesia local para tratamientos odontológicos no estaría contraindicado, pero si se debe evitar
las inyecciones intravasculares.
ANTIHISTAMÍNICOS
Una administración de antihistamínicos durante la gestación debe darse SOLAMENTE cuando el
beneficio es mayor que el aparente riesgo, pues es importante que durante los primeros o en el
tercer trimestre de gestación no se utilice ningún antihistamínico, esto se menciona porque se ha
demostrado anormalidades en estudios de animales.
Los antihistamínicos son usados para tratar alergias mediante el bloqueo del efecto de la
histamina.
Los antihistamínicos de primera generación con efecto antiemético (el dimenhidrinato o la
meclozina) se usan para contrarrestar las náuseas y vómitos recurrentes en embarazos, además
de para combatir los efectos de las alergias en el embarazo. Se encuentran en productos
anticatarrales de venta sin receta y son aptos para embarazadas.
Los antihistamínicos de segunda generación se encuentran mayoritariamente dentro de la
categoría B, es decir que son seguros para las embarazadas.
Es importante que la elección de un medicamento durante el embarazo debe tener en cuenta la
relación riesgo-beneficio para madre e hijo y siempre deben tomarse bajo supervisión médica.
Dexclorfeniramina (Polaramine)
Dimenhidrinato (Biodramina) para tratar la cinetosis (mareos por movimientos). No se
deben administrar durante el tercer trimestre de embarazo.
Doxilamina (Cariban, Dormidina) utilizados para tratar los vómitos y el insomnio.
Loratadina (Clarityne)
Cetirizina (Reactine, Alerlisin)
Antihistamínicos H2 (segunda generación) incluidos dentro de la categoria C de la FDA
Fexofenadina (Telfast)
Prometazina (Actithiol antihistamínico)
Hidroxizina (Atarax)
Bromfeniramina (Ilvico)
Antihistamínicos de los que hoy por hoy no se poseen datos y por tanto no deben utilizarse
bajo ningún concepto durante la gestación
Azelastina (Afluon)
Levocetirizina (Muntel, Xazal)
Ebastina (Ebastel, Rino-Ebastel)
Rupatadina (Rupafin)
Desloratadina (Aerius)
ANTIBIÓTICOS
Penicilinas y cefalosporinas
Macrólidos y licosaminas
Quinolonas
Las quinolonas tienen una alta afinidad por el tejido óseo y el cartílago, y en los estudios de
teratogenía en animales se han observado que existen artropatias en todas las especies
estudiadas, esto en algunos casos con dosis y concentraciones tisulares dentro del margen
terapéutico potencial. Las diferencias farmacocinéticas entre las distintas quinolonas pueden
relacionarse con diferencias en el riesgo de producir artropatía, pero sus datos disponibles no son
concluyentes y por este motivo, se desaconseja el uso de quinolonas en las mujeres embarazadas
y en los niños.
Sulfonamidas y trimetoprim
Tetraciclinas
Con estas se han descrito casos de hepatotoxicidad, algunos muy graves, en mujeres
embarazadas tratadas con unas altas dosis de tetraciclinas administradas por vía intravenosa. Las
tetraciclinas cruzan la placenta y se van a unir por quelación al calcio de las estructuras óseas y
dentales del embrión y del feto. Se han visto malformaciones congénitas, sobre todo durante el
segundo y el tercer trimestre del embarazo, por no se recomienda la administración de tetraciclinas
durante el embarazo. Las tetracilinas provocan una coloración amarrillenta o marrón de los dientes
y una hipoplasia del esmalte dental, esto cuando se administran después de la semana 24 de
gestación, e inhibición del crecimiento óseo y otras alteraciones esqueléticas, sobre todo en niños
prematuros.
Aminoglucósidos
Antituberculosos
La isoniacida, la rifampicina y el etambutol cruzan la placenta. No hay pruebas de efectos
teratógenos del tratamiento con isoniazida, rifampicina y etambutol en mujeres embarazadas, por
tanto, son los más seguros en el tratamiento de las mujeres embarazadas. No se recomienda el
uso de estreptomicina en el tratamiento de las mujeres embarazadas porque se han descrito
sorderas en los hijos de las mujeres tratadas. El potencial teratogénico de otros fármacos utilizados
en el tratamiento de la tuberculosis, como pirazinamida, etionamida y cicloserina no se recomienda
su uso en las mujeres embarazadas5.
Otros antibióticos
El uso de metronidazol durante el embarazo es controvertido. Los resultados del test de Ames, una
prueba in vitro, han constatado un efecto mutagénico de metronidazol y han sugerido un efecto
carcinogénetico, pero algo a considerar es que las dosis utilizadas son mucho mayores que las
utilizadas en la clínica y en humanos no se han identificado problemas de carcinogénesis.